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JURISPRUDENCIA DE PRUEBAS FISCALES

 
Tesis: Semanario Judicial de la Federación Octava Época 216
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XI, Mayo de 1993 Pag. 344 Tes

JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. VALOR PROBATORIO DE LAS PRUEBAS


OFRECIDAS EN EL.

De conformidad con el artículo 234 del Código Fiscal de la Federación, las Salas
Regionales del Tribunal Fiscal de la Federación están facultadas para valorar las
pruebas ofrecidas dentro del procedimiento contencioso. Y dicho artículo establece
las reglas que deben observarse para efectuar la valoración correspondiente; al
efecto el precepto citado dispone: "La valoración de las pruebas se hará de acuerdo
con las siguientes disposiciones: I.- Harán prueba plena la confesión expresa de las
partes, las presunciones legales que no admitan prueba en contrario, así como los
hechos legalmente afirmados por autoridad en documentos públicos; pero, si en
estos últimos se contienen declaraciones de verdad o manifestaciones de hechos
de particulares, los documentos sólo prueban plenamente que, ante la autoridad
que los expidió, se hicieron tales declaraciones o manifestaciones, pero no prueban
la verdad de lo declarado o manifestado. Tratándose de actos de comprobación de
las autoridades administrativas, se entenderá como legalmente afirmados los
hechos que consten en las actas respectivas. II.- El valor de las pruebas pericial y
testimonial, así como el de las demás pruebas quedará a la prudente apreciación
de la sala. Cuando por el enlace de las pruebas rendidas y de las presunciones
formadas, la sala adquiera convicción distinta acerca de los hechos materia del
litigio, podrá valorar las pruebas sin sujetarse a lo dispuesto en las fracciones
anteriores, debiendo fundar razonadamente esta parte de su sentencia",. En
atención a lo dispuesto en el artículo legal transcrito, resulta que conforme a la
fracción II, el valor probatorio en relación a las pruebas documentales privadas
ofrecidas en el juicio de nulidad queda a la prudente apreciación de la Sala.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER


CIRCUITO.
Amparo directo 2274/92. María Soledad Crimpales Lozano. 12 de noviembre de
1992. Unanimidad de votos. Ponente: Hilario Bárcenas Chávez. Secretaria: Elsa
Fernández Martínez.

 
 
Tesis: 145 Apéndice de 2011 Novena Época 10070
Tomo IV. Administrativa Primera Parte - SCJN
Segunda Sala Pag. 174 Jurispr
Primera Sección - Administrativa

MAGISTRADOS INSTRUCTORES DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y


ADMINISTRATIVA. NO ESTÁN OBLIGADOS A ALLEGARSE PRUEBAS NO OFRECIDAS
POR LAS PARTES NI A ORDENAR EL PERFECCIONAMIENTO DE LAS
DEFICIENTEMENTE APORTADAS EN EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO,
CON LAS QUE EVENTUALMENTE AQUÉL PUDIERA ACREDITAR LA ACCIÓN O
EXCEPCIÓN DEDUCIDAS.

De los artículos 14, fracciones IV y V, 15, 20, fracciones II a VII, 21, fracciones I y V,
40 y 41 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, así como
de los derogados numerales 209, fracciones III y VII, 214, fracción VI y 230 del
Código Fiscal de la Federación, se advierte que en los juicios ante el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa corresponde al actor probar los hechos
constitutivos de su acción y al demandado sus excepciones; esto es, la parte
interesada en demostrar un punto de hecho debe aportar la prueba conducente y
gestionar su preparación y desahogo, pues en ella recae tal carga procesal, sin que
sea óbice a lo anterior que el último párrafo del derogado artículo 230 del Código
Fiscal de la Federación y el numeral 41 de la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo prevean que el Magistrado Instructor podrá acordar la
exhibición de cualquier documento relacionado con los hechos controvertidos u
ordenar la práctica de cualquier diligencia, pues la facultad de practicar diligencias
para mejor proveer contenida en los citados preceptos legales, debe entenderse
como la potestad del Magistrado para ampliar las diligencias probatorias
previamente ofrecidas por las partes y desahogadas durante la instrucción, cuando
considere que existen situaciones dudosas, imprecisas o insuficientes en dichas
probanzas, por lo que tales ampliaciones resulten indispensables para el
conocimiento de la verdad sobre los puntos en litigio. De ahí que la facultad de
ordenar la práctica de las referidas diligencias no entraña una obligación, sino una
potestad de la que el Magistrado puede hacer uso libremente, sin llegar al extremo
de suplir a las partes en el ofrecimiento de pruebas, pues ello contravendría los
principios de equilibrio procesal e igualdad de las partes que deben observarse en
todo litigio, ya que no debe perderse de vista que en el juicio contencioso
administrativo prevalece el principio de estricto derecho. Además, si bien es cierto
que conforme a los numerales indicados el Magistrado Instructor tiene la potestad
de acordar la exhibición de cualquier documento que tenga relación con los hechos
controvertidos o de ordenar la práctica de cualquier diligencia para un mejor
conocimiento de los hechos controvertidos, también lo es que esa facultad no
puede entenderse en el sentido de eximir a la parte actora de su obligación de
exhibir las pruebas documentales que ofrezca a fin de demostrar su acción, ni de
perfeccionar las aportadas deficientemente para ese mismo efecto, sino que tal
facultad se refiere a que puede solicitar la exhibición de cualquier prueba
considerada necesaria para la correcta resolución de la cuestión planteada.

Contradicción de tesis 360/2009.—Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado del Octavo Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Cuarto Circuito.—17 de febrero de 2010.—Cinco votos.—
Ponente: Margarita Beatriz Luna Ramos.—Secretario: Fausto Gorbea Ortiz.
Tesis de jurisprudencia 29/2010.—Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesión privada del veinticuatro de febrero de dos mil diez.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, marzo
de 2010, página 1035, Segunda Sala, tesis 2a./J. 29/2010; véase ejecutoria en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, abril
de 2010, página 881; y véase voto en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, abril de 2010, página 911.

 
Semanario
Judicial de la
Tesis: IV.3o.A.5 A Novena Época 181971        1 de 1
Federación y su
Gaceta
Tomo XIX, Marzo
Tribunales Colegiados de Circuito Pag. 1550 Tesis Aislada(Administrativa
de 2004

DILIGENCIAS PARA MEJOR PROVEER. LA FACULTAD CON QUE CUENTA EL


MAGISTRADO INSTRUCTOR DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y
ADMINISTRATIVA PARA ORDENARLAS, NO ENTRAÑA LA OBLIGACIÓN DE
REGULARIZAR EL PROCEDIMIENTO PARA ALLEGARSE DE OFICIO LAS
CONSTANCIAS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DEL CUAL EMANA EL
ACTO RECLAMADO.

De la interpretación a los diversos artículos del Código Fiscal de la Federación que


norman el juicio anulatorio tramitado ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, en específico de los numerales 209, 209 bis, 214, 230, 233 y 237, se
advierte que se encuentran claramente establecidas las cargas probatorias de las
partes, en el sentido de que al actor le corresponde probar los hechos constitutivos
de su acción y al demandado los de sus excepciones, por lo que la carga probatoria
en el juicio contencioso recae en la parte interesada en demostrar determinado
punto de hecho, sin que al respecto se prevea la obligación para la autoridad
demandada de exhibir en el juicio las constancias del procedimiento respectivo del
que emanó el acto reclamado, salvo en el caso en que hubiesen sido ofrecidas
como prueba por el demandante, o en el supuesto de que éste hubiera
manifestado que no conoce el acto administrativo, hipótesis esta última en la que
la autoridad deberá acompañar a su escrito de contestación la constancia del acto
administrativo y de su notificación. Así, de no obrar en el sumario las citadas
constancias y no estarse en los aludidos supuestos, no existe obligación de las Salas
Regionales del Tribunal Fiscal de ordenar la regularización del procedimiento a fin
de requerir a las partes la exhibición de las referidas documentales, o bien, de
allegarse tales medios probatorios de oficio, debido a que, en su caso, le
corresponde a la actora la carga procesal de exhibir en el juicio las constancias del
procedimiento administrativo que motivaron el juicio contencioso, en las que
obren los actos de que se duele. No contraría al razonamiento que precede lo
dispuesto en el último párrafo del artículo 230 del mencionado ordenamiento legal,
que faculta al Magistrado instructor para acordar la exhibición de cualquier
documento que tenga relación con los hechos controvertidos y para ordenar la
práctica de cualquier diligencia, debido a que la facultad de practicar diligencias
para mejor proveer prevista en el citado precepto legal no constituye una
obligación sino una potestad para los Magistrados del citado tribunal, de la que
pueden hacer uso libremente, sin llegar al extremo de suplir a las partes en el
ofrecimiento de pruebas, ya que de otra forma se infringiría el principio de equidad
procesal y el de estricto derecho que rigen en el juicio anulatorio.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO


CIRCUITO.
Amparo directo 67/2003. Comisión Federal de Electricidad. 6 de noviembre de
2003. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Bonilla Pizano. Secretario: Alejandro
Albores Castañón.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII,
abril de 2003, página 1101, tesis VI.3o.A.131 A, de rubro: "MAGISTRADO
INSTRUCTOR. SU POTESTAD PARA ACORDAR LA EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS O
LA PRÁCTICA DE CUALQUIER DILIGENCIA, CONFORME AL ARTÍCULO 230, ÚLTIMO
PÁRRAFO, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, DEBE CIRCUNSCRIBIRSE
EXCLUSIVAMENTE A HECHOS CONTROVERTIDOS Y NO A CUESTIONES
DEMOSTRATIVAS."
Nota: Sobre el tema tratado, la Segunda Sala resolvió la contradicción de tesis
360/2009, de la que derivó la tesis 2a./J. 29/2010, que aparece publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXI, marzo
de 2010, página 1035, con el rubro: "MAGISTRADOS INSTRUCTORES DEL TRIBUNAL
FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y ADMINISTRATIVA. NO ESTÁN OBLIGADOS A
ALLEGARSE PRUEBAS NO OFRECIDAS POR LAS PARTES NI A ORDENAR EL
PERFECCIONAMIENTO DE LAS DEFICIENTEMENTE APORTADAS EN EL JUICIO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, CON LAS QUE EVENTUALMENTE AQUÉL PUDIERA
ACREDITAR LA ACCIÓN O EXCEPCIÓN DEDUCIDAS."

Tesis: 2a./J. 69/2001 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época 18826


Segunda Sala Tomo XIV, Diciembre de 2001 Pag. 223 Jurispr

CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. LAS PRUEBAS DEBEN ADMITIRSE EN EL JUICIO


Y VALORARSE EN LA SENTENCIA, AUN CUANDO NO SE HUBIERAN OFRECIDO EN
EL PROCEDIMIENTO.

De la interpretación armónica de lo dispuesto en los artículos 197, último


párrafo y 237, cuarto párrafo, del Código Fiscal de la Federación, se desprende que
en el caso de que se interponga algún recurso, y en la resolución que a él recaiga
no se satisfaga el interés del recurrente y la controvierta, se entenderá que
también controvierte la resolución materia del recurso en la parte que continúa
afectándolo y, en consecuencia, el actor podrá expresar conceptos de anulación
tendentes a demostrar la nulidad de aquélla, aun cuando éstos no hayan sido
planteados en la instancia administrativa, por lo que para acreditar su acción podrá
aportar las pruebas conducentes y la Sala respectiva del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa deberá admitirlas, aun cuando no se hubieran ofrecido en el
procedimiento administrativo previo al juicio y valorarlas al pronunciar la
resolución correspondiente, a efecto de resolver la cuestión planteada. Lo anterior
es así, puesto que al establecer el legislador en dichas disposiciones la litis abierta
en la materia contenciosa fiscal, se apartó de los principios en materia procesal
recogidos por otros ordenamientos adjetivos, según los cuales los actos deben ser
analizados por el revisor tal como hayan sido probados ante la autoridad revisada,
es decir, en el juicio respectivo se plantea una litis distinta a la del recurso que le
precedió, en virtud de distintos cambios de situación jurídica surgidos desde el
dictado del acto administrativo primigenio. Esto es, en un procedimiento
administrativo de inspección o de verificación, por un lado, una situación jurídica
queda determinada cuando los hechos y circunstancias en que se da o se presume
una infracción o incumplimiento del gobernado, son considerados en el acto
administrativo que se dicte y, por otro, diversa situación jurídica se fija cuando
contra ese acto se promueve un recurso administrativo, pues respecto de aquélla
surgen argumentos distintos que pueden hacerse valer y ser materia de prueba.
Además, la determinación de dicha nueva litis y situación jurídica se corrobora con
el diverso carácter jurídico que asume el órgano de la administración pública
involucrado, pues mientras en el juicio de nulidad es sólo una de las partes en la
controversia y está sujeta a la jurisdicción del citado tribunal en plena igualdad con
las demás partes en el juicio, al emitir el acto administrativo y al resolver el recurso
conducente, actúa como autoridad ejerciendo su imperio sobre los particulares,
siendo además revisor de sus propios actos. Sostener lo contrario, atentaría contra
las normas especiales expresas que regulan el juicio contencioso fiscal y contra el
derecho que tiene todo gobernado de probar los hechos constitutivos de su acción
en el procedimiento jurisdiccional en materia fiscal, es decir, el derecho del
demandante para que el juzgador o el tribunal administrativo admita las pruebas
que se ofrezcan y sean pertinentes e idóneas para acreditar los hechos en que sus
argumentos de impugnación se funden, así como de que dichas pruebas se
desahoguen y sean valoradas conforme a derecho.

Contradicción de tesis 80/2001-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales


Colegiados Segundo del Décimo Cuarto Circuito, Segundo en Materia de Trabajo
del Cuarto Circuito y Primero en Materia Administrativa del Sexto Circuito. 14 de
noviembre de 2001. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Rosalía Argumosa López.
Tesis de jurisprudencia 69/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesión privada del veintitrés de noviembre de dos mil uno.
Nota: La Segunda Sala, al resolver la contradicción de tesis 528/2012, por mayoría
de tres votos, determinó modificar el criterio contenido en esta tesis según se
desprende de la tesis que aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XXII, Tomo 1, julio de 2013, página
917, de rubro: "JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. EL PRINCIPIO DE LITIS
ABIERTA QUE LO RIGE, NO IMPLICA PARA EL ACTOR UNA NUEVA OPORTUNIDAD
DE OFRECER LAS PRUEBAS QUE, CONFORME A LA LEY, DEBIÓ EXHIBIR EN EL
PROCEDIMIENTO DE ORIGEN O EN EL RECURSO ADMINISTRATIVO PROCEDENTE,
ESTANDO EN POSIBILIDAD LEGAL DE HACERLO [MODIFICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 69/2001 (*)]."

Tesis: 2a./J. 29/2010 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época 16498


Segunda Sala Tomo XXXI, Marzo de 2010 Pag. 1035 Jurispr

MAGISTRADOS INSTRUCTORES DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA


FISCAL Y ADMINISTRATIVA. NO ESTÁN OBLIGADOS A ALLEGARSE
PRUEBAS NO OFRECIDAS POR LAS PARTES NI A ORDENAR EL
PERFECCIONAMIENTO DE LAS DEFICIENTEMENTE APORTADAS EN EL
JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, CON LAS QUE
EVENTUALMENTE AQUÉL PUDIERA ACREDITAR LA ACCIÓN O
EXCEPCIÓN DEDUCIDAS.

De los artículos 14, fracciones IV y V, 15, 20, fracciones II a VII, 21, fracciones I y V, 40 y


41 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, así como de los
derogados numerales 209, fracciones III y VII, 214, fracción VI y 230 del Código Fiscal de
la Federación, se advierte que en los juicios ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa corresponde al actor probar los hechos constitutivos de su acción y al
demandado sus excepciones; esto es, la parte interesada en demostrar un punto de hecho
debe aportar la prueba conducente y gestionar su preparación y desahogo, pues en ella
recae tal carga procesal, sin que sea óbice a lo anterior que el último párrafo del derogado
artículo 230 del Código Fiscal de la Federación y el numeral 41 de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo prevean que el Magistrado Instructor podrá
acordar la exhibición de cualquier documento relacionado con los hechos controvertidos u
ordenar la práctica de cualquier diligencia, pues la facultad de practicar diligencias para
mejor proveer contenida en los citados preceptos legales, debe entenderse como la potestad
del Magistrado para ampliar las diligencias probatorias previamente ofrecidas por las partes
y desahogadas durante la instrucción, cuando considere que existen situaciones dudosas,
imprecisas o insuficientes en dichas probanzas, por lo que tales ampliaciones resulten
indispensables para el conocimiento de la verdad sobre los puntos en litigio. De ahí que la
facultad de ordenar la práctica de las referidas diligencias no entraña una obligación, sino
una potestad de la que el Magistrado puede hacer uso libremente, sin llegar al extremo de
suplir a las partes en el ofrecimiento de pruebas, pues ello contravendría los principios de
equilibrio procesal e igualdad de las partes que deben observarse en todo litigio, ya que no
debe perderse de vista que en el juicio contencioso administrativo prevalece el principio de
estricto derecho. Además, si bien es cierto que conforme a los numerales indicados el
Magistrado Instructor tiene la potestad de acordar la exhibición de cualquier documento
que tenga relación con los hechos controvertidos o de ordenar la práctica de cualquier
diligencia para un mejor conocimiento de los hechos controvertidos, también lo es que esa
facultad no puede entenderse en el sentido de eximir a la parte actora de su obligación de
exhibir las pruebas documentales que ofrezca a fin de demostrar su acción, ni de
perfeccionar las aportadas deficientemente para ese mismo efecto, sino que tal facultad se
refiere a que puede solicitar la exhibición de cualquier prueba considerada necesaria para la
correcta resolución de la cuestión planteada.

Contradicción de tesis 360/2009. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal


Colegiado del Octavo Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Cuarto Circuito. 17 de febrero de 2010. Cinco votos. Ponente:
Margarita Beatriz Luna Ramos. Secretario: Fausto Gorbea Ortiz.
Tesis de jurisprudencia 29/2010. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesión privada del veinticuatro de febrero de dos mil diez.

Semanario Judicial de la Federación y su


Tesis: I.13o.A.89 A Novena Época 179
Gaceta
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XX, Diciembre de 2004 Pag. 1444 Tes

SALAS REGIONALES DEL TRIBUNAL FEDERAL DE JUSTICIA FISCAL Y


ADMINISTRATIVA. NO ESTÁN OBLIGADAS A REQUERIR LA EXHIBICIÓN DE LAS
PRUEBAS PRESENTADAS DEFICIENTEMENTE.

De conformidad con lo dispuesto por los artículos 209 y 214 del Código Fiscal de la
Federación, se establece la obligación imperativa tanto a cargo del demandante
como del demandado de adjuntar tanto al escrito de demanda como al de su
contestación, entre otros, la documental que acredite la personalidad con que se
ostentan; el cuestionario para el perito; el interrogatorio para el desahogo de la
prueba testimonial, así como las constancias y demás documentos probatorios que
ofrezcan y, en caso de que el promovente del juicio no adjuntara a la demanda los
documentos referidos en el primer numeral citado, el Magistrado instructor lo
requerirá para que los presente en un término de cinco días y de no hacerlo, se
tendrá por no presentada la demanda, o bien, por no ofrecidas las probanzas; por
su parte, el segundo de los numerales en mención señala que los mismos
requerimientos son aplicables para el demandado al contestar la demanda. Ahora
bien, de lo dispuesto en los artículos en cita se desprende que establecen
claramente las cargas probatorias de las partes, en el sentido de que al actor le
corresponde probar los hechos constitutivos de su acción y al demandado los de
sus excepciones, por lo que la carga probatoria en el juicio contencioso recae en la
parte interesada en demostrar determinado punto de hecho, sin que al respecto se
prevea la obligación para la Sala resolutora de requerir a la demandada para que
presente aquellas probanzas que por error u omisión no adjuntó, con las que anexó
a su escrito contestatorio, dado que en términos del penúltimo párrafo del artículo
209, ello sólo sería procedente cuando tales probanzas no hubiesen sido exhibidas
en su totalidad, no así cuando éstas de manera incompleta fueron exhibidas. Por
ende, no existe obligación de las Salas Regionales del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa de requerir a la demandada la exhibición de las pruebas que
haya presentado deficientemente, debido a que el requerimiento a que se refiere
el artículo 214 del Código Fiscal de la Federación, sólo procede cuando las pruebas
hayan sido ofrecidas pero no exhibidas, ya que estimar lo contrario, implicaría
alterar los principios de equidad procesal y de estricto derecho que rigen en el
juicio contencioso administrativo.

DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL


PRIMER CIRCUITO.

Revisión fiscal 369/2003. Secretario de Hacienda y Crédito Público. 24 de


septiembre de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Rosalba Becerril Velázquez.
Secretario: Iván Eladio Palacios Allec.

Tesis: 2a./J. 69/2001 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena Época 18826


Segunda Sala Tomo XIV, Diciembre de 2001 Pag. 223 Jurispr

CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. LAS PRUEBAS DEBEN ADMITIRSE EN EL JUICIO


Y VALORARSE EN LA SENTENCIA, AUN CUANDO NO SE HUBIERAN OFRECIDO EN
EL PROCEDIMIENTO.
De la interpretación armónica de lo dispuesto en los artículos 197, último
párrafo y 237, cuarto párrafo, del Código Fiscal de la Federación, se desprende que
en el caso de que se interponga algún recurso, y en la resolución que a él recaiga
no se satisfaga el interés del recurrente y la controvierta, se entenderá que
también controvierte la resolución materia del recurso en la parte que continúa
afectándolo y, en consecuencia, el actor podrá expresar conceptos de anulación
tendentes a demostrar la nulidad de aquélla, aun cuando éstos no hayan sido
planteados en la instancia administrativa, por lo que para acreditar su acción podrá
aportar las pruebas conducentes y la Sala respectiva del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa deberá admitirlas, aun cuando no se hubieran ofrecido en el
procedimiento administrativo previo al juicio y valorarlas al pronunciar la
resolución correspondiente, a efecto de resolver la cuestión planteada. Lo anterior
es así, puesto que al establecer el legislador en dichas disposiciones la litis abierta
en la materia contenciosa fiscal, se apartó de los principios en materia procesal
recogidos por otros ordenamientos adjetivos, según los cuales los actos deben ser
analizados por el revisor tal como hayan sido probados ante la autoridad revisada,
es decir, en el juicio respectivo se plantea una litis distinta a la del recurso que le
precedió, en virtud de distintos cambios de situación jurídica surgidos desde el
dictado del acto administrativo primigenio. Esto es, en un procedimiento
administrativo de inspección o de verificación, por un lado, una situación jurídica
queda determinada cuando los hechos y circunstancias en que se da o se presume
una infracción o incumplimiento del gobernado, son considerados en el acto
administrativo que se dicte y, por otro, diversa situación jurídica se fija cuando
contra ese acto se promueve un recurso administrativo, pues respecto de aquélla
surgen argumentos distintos que pueden hacerse valer y ser materia de prueba.
Además, la determinación de dicha nueva litis y situación jurídica se corrobora con
el diverso carácter jurídico que asume el órgano de la administración pública
involucrado, pues mientras en el juicio de nulidad es sólo una de las partes en la
controversia y está sujeta a la jurisdicción del citado tribunal en plena igualdad con
las demás partes en el juicio, al emitir el acto administrativo y al resolver el recurso
conducente, actúa como autoridad ejerciendo su imperio sobre los particulares,
siendo además revisor de sus propios actos. Sostener lo contrario, atentaría contra
las normas especiales expresas que regulan el juicio contencioso fiscal y contra el
derecho que tiene todo gobernado de probar los hechos constitutivos de su acción
en el procedimiento jurisdiccional en materia fiscal, es decir, el derecho del
demandante para que el juzgador o el tribunal administrativo admita las pruebas
que se ofrezcan y sean pertinentes e idóneas para acreditar los hechos en que sus
argumentos de impugnación se funden, así como de que dichas pruebas se
desahoguen y sean valoradas conforme a derecho.
Contradicción de tesis 80/2001-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Segundo del Décimo Cuarto Circuito, Segundo en Materia de Trabajo
del Cuarto Circuito y Primero en Materia Administrativa del Sexto Circuito. 14 de
noviembre de 2001. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Rosalía Argumosa López.
Tesis de jurisprudencia 69/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto
Tribunal, en sesión privada del veintitrés de noviembre de dos mil uno.
Nota: La Segunda Sala, al resolver la contradicción de tesis 528/2012, por mayoría
de tres votos, determinó modificar el criterio contenido en esta tesis según se
desprende de la tesis que aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XXII, Tomo 1, julio de 2013, página
917, de rubro: "JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. EL PRINCIPIO DE LITIS
ABIERTA QUE LO RIGE, NO IMPLICA PARA EL ACTOR UNA NUEVA OPORTUNIDAD
DE OFRECER LAS PRUEBAS QUE, CONFORME A LA LEY, DEBIÓ EXHIBIR EN EL
PROCEDIMIENTO DE ORIGEN O EN EL RECURSO ADMINISTRATIVO PROCEDENTE,
ESTANDO EN POSIBILIDAD LEGAL DE HACERLO [MODIFICACIÓN DE LA
JURISPRUDENCIA 2a./J. 69/2001 (*)]."

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