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La ocupación militar haitiana de Santo Domingo

Jean-Pierre Boyer, fue un militar y político haitiano. Fue segundo presidente


de la República de Haití, entre 1818 y 1843.
La ocupación militar haitiana de Santo Domingo en 1822 fue un período
histórico que duró 22 años, en el cual Haití gobernó la parte oriental de la isla
imponiéndose sobre el nuevo Estado de Haití Español, el cual fue dividido en
dos departamentos: situándose en la porción norte, el Cibao y en la porción
sur, el Ozama. Los veintidós años de la ocupación haitiana de Santo Domingo,
después de un breve período de independencia son recordados en gran medida
por los dominicanos como un período de régimen militar brutal, aunque la
realidad es más compleja.
En este período se llevaron a cabo expropiaciones de tierra a gran escala, en
desmedro de los esfuerzos necesarios para la producción de cultivos de
exportación. Se impuso el servicio militar, se restringió el uso de la lengua
española y se trató de eliminar las costumbres tradicionales como las peleas de
gallos. Esta situación avivó la percepción que tenían los dominicanos de sí
mismos y sus diferencias con las costumbres haitianas en términos
de idioma, raza, religión y costumbres nacionales. Sin embargo, este fue
también un período que terminó definitivamente con la esclavitud como
institución en la parte oriental de la isla.
Haití prohibió la constitución de los blancos como propietarios de tierras y las
principales familias terratenientes se vieron privadas por la fuerza de sus
propiedades. La mayoría emigró a Cuba, Puerto Rico o a la Gran Colombia,
por lo general con el apoyo de funcionarios haitianos, que adquirieron sus
tierras. Los haitianos, que asociaban la Iglesia católica con sus amos franceses,
que les habían explotado antes de su independencia, confiscaron todos los
bienes de la iglesia, deportaron a todos los clérigos al extranjero y los restantes
miembros del clero rompieron los lazos con el Vaticano. La Universidad de
Santo Domingo, la más antigua de América y que carecía
de estudiantes y profesores, fue cerrada.
Con el fin de recibir el reconocimiento diplomático de Francia, Haití se vio
obligado a pagar una indemnización de 150 millones de francos a los ex-
colonos franceses, suma que posteriormente fue reducida a 60 millones de
francos. Esto motivó que Haití impusiera pesados impuestos sobre la parte
oriental de la isla.
Dada la incapacidad de Haití para mantener adecuadamente a su ejército, la
fuerza de ocupación sobrevivió, en gran medida, confiscando alimentos y
suministros a punta de pistola.
Los intentos de redistribución de la tierra en conflicto por el sistema de
tenencia comunal de la tierra (terrenos comuneros), que había surgido con la
economía ganadera, y el resentimiento de los recién emancipados esclavos
hizo que la administración haitiana se viera obligada a aumentar los cultivos
comerciales, en virtud del Código Rural de Boyer. En las zonas rurales, la
administración haitiana fue demasiado ineficiente para hacer cumplir sus
propias leyes.

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