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Tareas como la gestión de currículums y cartas de presentación se han complicado en los

últimos tiempos porque las compañías reciben cantidades ingentes de ellos. Eso se debe a
que las redes sociales se han popularizado como herramienta para prospección de
candidatos y publicación de ofertas. En este sentido, las herramientas
de multiposting permiten a una compañía publicar ofertas y gestionar perfiles en múltiples
webs de empleo y redes.

Sin embargo, esta complejidad puede minimizarse ahora mediante un sistema de


inteligencia artificial (IA), lo que supone un ahorro de tiempo y de recursos a la empresa.
En algunos casos, a la petición de “busco un ingeniero de sistemas con 5 años de
experiencia”, la IA, tras unas cuantas acotaciones, es capaz de ofrecer una respuesta de
calidad buceando en bases de datos y webs de empleo. Además, con un sistema
de  machine learning, esta tecnología puede anticipar necesidades futuras de reclutamiento
sin que tenga que contar con información previa.

Chatbots para resolver dudas


Los chatbots, esos programas que permiten mantener conversaciones con respuestas
automáticas y preestablecidas para los usuarios, y que van aprendiendo a medida que los
usamos, se empiezan a extender por los departamentos de atención al cliente y por
los contact centers de muchas empresas. Para algunos se presentan como el sustituto ideal
para muchas apps móviles. 

Pues bien, también pueden ser una buena herramienta para proporcionar respuestas a las
consultas de los empleados. Este 2019, sistemas como Siri o Alexa comenzarán a
desempeñar un papel en la gestión del talento. En este caso, estos chatbots activados por
voz podrán responder a las preguntas de los trabajadores y reducirán la necesidad de que
los miembros de los departamentos de recursos humanos contesten repetitivamente a las
mismas consultas, lo que mejorará su productividad.

Gestión del rendimiento en tiempo real


Con un buen software, los empleados pueden recibir comentarios constantes en tiempo real
sobre su rendimiento. Esto reduce la necesidad de programar reuniones y así evitar la
paralizante “reunionitis”. Además, así se acaba con la limitación de que las evaluaciones
tengan que ser mensuales o anuales. De esta forma, los supervisores podrán tener
conversaciones significativas sobre el desarrollo profesional y personal de los empleados,
lo que podría traducirse en un mayor compromiso con la empresa y a su vez una mayor
productividad.

Biometría para el control de asistencia


Los relojes biométricos podrán utilizar marcadores biológicos para identificar a los
empleados, minimizando el riesgo de absentismo injustificado. Es un punto muy a tener en
cuenta estos días porque, por una medida publicada en el BOE el pasado 12 de marzo, el
control horario de los empleados, o lo que popularmente se conoce como “fichar en el
trabajo”, será obligatorio en todas las empresas a partir de mayo de 2019. Entre los métodos
de seguimiento biométrico del tiempo se incluyen el escaneo de huellas dactilares y el
reconocimiento facial o del iris.

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