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Y es que tenemos la idea errada que el estar en la comodidad de nuestro hogar nos da el derecho
de hacer lo que nos da la gana con nuestro negocio. ¡Pues no señora! Y no sabes cuanto me ha
costado a mi entenderlo, asimilarlo y aplicarlo. Es, literalmente, un proceso de desintoxicación de
muy malos hábitos tanto para la salud, como para el bolsillo.
1. ¡Fuera pijama!
Sigue la rutina que seguías cuando debías salir a la calle a trabajar: levántate temprano, báñate y
vístete, esto te mantendrá con energía y enfocada en tus actividades diarias
Es necesario que tengas, tu propio espacio de producción, así evitaras la tentación de quedarte
metida en la cama y sucumbir ante las distracciones de la TV o la navegación excesiva en Redes
Sociales
3. Establece un horario
Fija un horario laboral y asegúrate de que tu familia lo respete. Una vez que lo hayas cumplido,
desconéctate del trabajo y disfruta del resto de tu día
4. Levántate temprano:
Las personas suelen ser más productivas en las mañanas, así que salta muy temprano de tu cama,
practica una rutina diaria que te llene de energía, comienza temprano a trabajar y procura
terminar las actividades más importantes antes de llegar la hora de la comida
5. Planifica tu día:
Antes de comenzar a trabajar dedica al menos 20 min para revisar las actividades que dejaste
agendadas desde la noche anterior. Empieza con las tareas más importantes y sé realista con el
tiempo que te llevará completarlas.
6. Evita el multitasking
7. Toma descansos
Programa tiempos de descanso durante el día. Levántate de tu silla, estírate y has una caminata
corta dentro de tu casa y si es posible fuera de ella.
8. Socializa:
Pasar todo el día aislada puede sonar como la mejor forma para concentrarte, sin embargo,
socializar te ayuda a despejar la mente y recargar energías.