Yenny Navarro Arengas 2171085

Yo Soy Sam

Es una película del 2001, donde el personaje principal es Sam, una persona con un
déficit mental, que hace que su capacidad de inteligencia sea como la de un niño de 7 años;
padre de una niña recién nacida, quien es abandonada por su madre. A pesar de las
dificultades que esto le pueda traer, el se hace a cargo del cuidado de la niña.

Se puede ver la equidad en el momento en que Sam tiene un empleo; durante la película
tuvo tres trabajos, y se muestra la integración en el momento en que le dan un trabajo donde
se adapte a sus capacidades, esto lo vemos cuando Sam está trabajando como mesero y lo
ascienden para preparar café, pero vemos que este trabajo es complejo para él, ya que el
estaba en un trabajo donde solo tenia que hacer cosas rutinarias y de orden, puedo concluir
que el trabajo de mesero se le dio ya que lo que buscaban era que pudiera cumplir el
trabajo de acuerdo a sus capacidades.

Cuando los servicios sociales se llevan a Lucy y le es quitada su custodia podemos ver el
enrarecimiento porque consideran que Sam es una amenaza para ella, no porque pueda
lastimarla, sino que su condición no es la mejor para cuidarla y criarla, en varias ocasiones
se ve que Lucy no quiere avanzar para hacer sentir mal o menos a su papá, por lo tanto
consideran que Sam no le puede brindar un buen futuro, ya que el proceso de aprendizaje
que el presenta es mucho más lento que el de Lucy. Puede que se crea que lo mejor para
Lucy era que estuviera alejada de su padre, ya que no vemos los sentimientos implicados,
sino que solo razonamos, y creemos que es por el bien de Lucy; pero no vemos lo que
puede lograr Sam.

Hay una situación interesante, pero no tan perfecta, ya que el mundo está acostumbrado
a no tener limitaciones, como seres humanos no vemos más allá de nuestros ojos, si no que
disimulamos ante situaciones como las de Sam, no valoramos los grandes esfuerzos que
hacen para aprender cada día.

Sin embargo, en medio de la sociedad, se pudo ver que las personas confiaban en él, que
podía hacer ciertas cosas que una persona “normal” puede hacer, se mostraba el afecto,
respeto y responsabilidad.