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En Ciudad Juárez, Chihuahua, a veintinueve de

febrero del dos mil ocho, el Secretario de la Sección de


Amparo, licenciado Saúl Espinoza Berrueto, da cuenta al
Juez, con estado que guardan los presentes autos,
informándole que el presente asunto está totalmente
integrado y que en el caso se surte un motivo manifiesto
e indudable de improcedencia, al haber cesado los efectos
del acto reclamado; lo anterior a fin de que tenga a bien
determinar lo conducente. Conste.-

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA, A VEINTINUEVE DE


FEBRERO DEL DOS MIL OCHO.
Vistos los presentes autos y toda vez que de los mismos
se advierte de oficio que en el presente asunto,
sobrevino durante su tramitación la causa de
improcedencia establecida en la fracción XVI, del artículo
73, de la Ley de Amparo, cuyo estudio es preferente a
cualesquier otra cuestión, por ser de orden público, en
términos del último párrafo del numeral en cita y la tesis
de jurisprudencia número II.1o. J/5, sustentada por el
Primer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, visible en
la página 95, del Tomo VII, Mayo de 1991, Octava Época,
del Semanario Judicial de la Federación, de contenido
siguiente:
"IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL JUICIO
DE AMPARO. Las causales de improcedencia del juicio
de amparo, por ser de orden público deben estudiarse
previamente, lo aleguen o no las partes, cualquiera que
sea la instancia”.

En efecto, el precepto legal antes invocado dispone:


“Artículo 73.- El juicio de amparo es
improcedente:
....XVI. Cuando hayan cesado los efectos del
acto reclamado...” .
De lo anterior, se colige que el juicio de amparo es
improcedente cuando han cesado los efectos del acto
reclamado, es decir, cuando la autoridad responsable
emite una resolución con posterioridad a la emisión del
acto reclamado, que lo revoca de forma tal que las cosas
vuelven al estado que tenían antes de cometerse la
violación constitucional.
De esa forma la cesación de los efectos del acto
reclamado son inmediatos restableciendo la situación
anterior como cuando se dicta una sentencia que otorga
la protección de la Justicia Federal en términos del
artículo 80 de la Ley de Amparo, esto es, no es necesario
el análisis de la constitucionalidad o inconstitucionalidad
del acto reclamado que ya no surte sus efectos, ni los
surtirá, y que no dejó huella en la esfera jurídica del
particular.
A efecto de demostrar que opera la hipótesis del artículo
73, fracción XVI, de la Ley de Amparo, es conveniente
dejar anotado que de las constancias que integran el
sumario, concretamente del informe justificado, rendido
en forma conjunta por el Director de Oficialía Jurídica y
Barandilla del Municipio de Juárez y por el Juez de
Barandilla en Turno, se aprecia que ambos manifestaron
en lo conducente, que es parcialmente cierto el acto
reclamado por la representante del directamente
agraviado JAIME STEPHENSON HERNANDEZ, ya que
efectivamente dicha persona fue detenida el diecisiete de
febrero del año en curso, por agentes de la Dirección de
Transito Municipal, al encontrarlo ingiriendo bebidas
embriagantes en lugares públicos, ya que conducía un
vehículo en segundo grado de ebriedad, lo que constituye
una falta administrativo prevista por el artículo 6, fracción
XVII y sancionado por el numeral 42, ambos del
Reglamento de Policía y Buen Gobierno, vigente en el
Municipio de Juárez, siendo que por tal motivo el Juez de
Barandilla en turno, le impuso una multa por la cantidad
de $1,011.40 (MIL ONCE PESOS 40/100 MONEDA
NACIONAL), o un arresto por veinticuatro horas, multa
que fue cubierta por el infractor, obteniendo su libertad,
lo que acreditan con las copias certificadas que
acompañaron a su informe justificado, que obran de la
foja 14 a la 21 de autos, a las que se les confiere pleno
valor probatorio, por tratarse de documentos públicos,
acorde a lo que establecen los artículos 129 y 202, del
Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación
supletoria a la Ley de Amparo, por remisión expresa de
su artículo 2º.
Luego entonces, si el quejoso JAIME STEPHENSON
HERNÁNDEZ, fue puesto en libertad el diecisiete de
febrero del año en curso, es indudable que cesaron los
efectos del acto reclamado, consistentes en la privación
de su libertad, al haber surgido una situación jurídica que
definitivamente destruyó la que le dio motivo al amparo,
reponiendo al quejoso en el goce de la garantía violada,
es decir, volviendo las cosas al estado que existían antes
de la detención, pues se produjo el resultado que a la
sentencia protectora asigna el artículo 80, de la Ley de
Amparo.
En virtud de lo anterior, el suscrito estima se actualiza
la causa de improcedencia prevista en la fracción XVI, del
artículo 73, de la Ley de Amparo.
Resulta aplicable la jurisprudencia P.CL/97, visible en
página 71, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo VI, Noviembre de 1997, Novena Época,
cuyo rubro y texto son del tenor literal siguiente:
“ACTO RECLAMADO, CESACION DE SUS EFECTOS.
PARA ESTIMAR QUE SE SURTE ESTA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA, DEBEN VOLVER LAS COSAS AL
ESTADO QUE TENIAN ANTES DE SU EXISTENCIA,
COMO SI SE HUBIERA OTORGADO LA PROTECCION
CONSTITUCIONAL. La interpretación que de la fracción
XVI del articulo 73 de la Ley de Amparo ha hecho este
tribunal en diversas épocas, en distintas tesis aisladas,
obliga a considerar que el juicio de amparo es
improcedente cuando han cesado los efectos de los actos
reclamados sólo cuando el acto ha quedado insubsistente
y las cosas han vuelto al estado que tenían antes de la
violación constitucional, como si se hubiera otorgado el
amparo, de tal manera que el acto ya no agravia al
quejoso y disfruta del beneficio que le fue afectado por el
acto de autoridad.”

Es igualmente aplicable la jurisprudencia número


2a./J.9/98, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la
página 210, del Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo VII, correspondiente al mes
de febrero de 1998, que a la letra dice:
"SOBRESEIMIENTO. CESACION DE LOS EFECTOS
DEL ACTO RECLAMADO. Para aplicar el artículo 73,
fracción XVI, de la Ley de Amparo, es necesario que la
revocación del acto que se reclama o la cesación de sus
efectos sean incondicionales o inmediatas, de tal suerte
que restablezcan, de modo total, la situación anterior a la
promoción del juicio, produciéndose el resultado que a la
sentencia protectora asigna el artículo 80 de la Ley de
Amparo.”

En consecuencia, de conformidad con el artículo


74, fracción III, de la Ley de Amparo, en el presente
juicio de garantías, se impone decretar el
sobreseimiento fuera de audiencia constitucional, por
actualizarse de forma manifiesta e indudable, la causal
de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción
XVI, de la citada Ley.
Es aplicable la jurisprudencia número 2a./J.
10/2003, sustentada por la Segunda Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en
la página 386, del Tomo XVII, del Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, cuyo
rubro y texto son:
“SOBRESEIMIENTO. PROCEDE DECRETARLO
FUERA DE LA AUDIENCIA CONSTITUCIONAL,
CUANDO SE ACTUALICE UNA CAUSAL DE
IMPROCEDENCIA, MANIFIESTA E INDUDABLE.
De lo dispuesto en los artículos 74, fracción III y 83,
fracción III, ambos de la Ley de Amparo, se
desprende que el legislador previó la posibilidad que
durante el juicio sobreviniera alguna de las causales
de improcedencia previstas por el artículo 73 de la ley
de la materia, tan es así que en el segundo de los
preceptos mencionados estableció la procedencia del
recurso de revisión contra los autos de
sobreseimiento; éstos son precisamente los que el
Juez pronuncia cuando, durante el trámite conoce de
la existencia de una causal de improcedencia.
Conforme a lo anterior, cuando la causal de
improcedencia sea notoria, manifiesta e indudable, de
manera que con ningún elemento de prueba pueda
desvirtuarse, procede decretar el sobreseimiento en el
juicio de garantías, sin necesidad de esperar la
audiencia constitucional; estimar lo contrario traería
consigo el retardo en la impartición de justicia, lo que
es contrario al espíritu que anima al artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
en la parte que establece que toda persona tiene
derecho a que se le administre justicia por los
tribunales que estarán expeditos para impartirla en
los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo
sus resoluciones de manera pronta, completa e
imparcial.”.

Notifíquese.
Así lo acordó y firma el Licenciado VICTOR
AUCENCIO ROMERO HERNANDEZ, Juez Séptimo de
Distrito en el Estado de Chihuahua, ante el Secretario
licenciado Saúl Espinoza Berrueto, que autoriza y da fe.
Doy fe.-

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