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LA UNIDAD DE UN DISCURSO Y LAS REGULARIDADES DISCURSIVAS, UNA PERSPECTIVA

DESDE LA ARQUEOLOGÍA DEL SABER DE MICHAEL FOUCAULT.

Por German Díaz Ovalle.

El gran problema que va a plantearse (…) no es ya el de saber por qué vías han podido
establecerse las continuidades (...); el problema no es ya de la tradición y del rastro, sino del
recorte y del límite (…) por medio de qué criterios aislar las unidades con las que operamos:
¿Qué es una ciencia?

Michel Foucault.

Encuentro una aproximación panorámica al texto de Foucault. Me gustaría ver lo que esta
lectura suscita en el análisis de hechos educativos de tu interés.

En el primer apartado del capítulo “las regularidades discursivas”, llamado “las


unidades del discurso”, Foucault nos invita a ver las disciplinas, entendidas también las ciencias
o epistemes, como discursos, y estos a su vez, como efectos de una construcción que los
antecede y los soporta sobre la cual tienen emergencia en tiempo y espacio. No obstante, el
análisis de cada discurso debe ser una tarea detallada, delicada y precisa, ya que se pueden
tomar vías de análisis no adecuadas para este ejercicio, por lo que el autor nos invita por
medio de un juego negativo a desechar estas vías o nociones previas sobre los discursos.

Primeramente pide tomar distancia de las nociones de tradición, entendiendo esta


como un intento de construcción de un estatuto temporal singlar que deja al discurso colgado
al mérito de ciertos individuos o instancias sobre los cuales se presume se construye el
discurso. Además, muy de la mano del anterior, también se debe dejar de la lado la noción de
influencias, la cual busca suministrar un soporte a los hechos de transmisión y comunicación
accionados por medio de una propagación ejecutada por unidades definidas como por ejemplo
individuos, obras o teorías.

Otra noción de la cual se debe desprender quien desee analizar un discurso, sería la de
desarrollo y evolución, dejar de lado la idea que toda ciencia tiende a la perfección en el
trascurso del tiempo, alejándose de la creencia que en todo discurso hay ya desde su comienzo
un principio de coherencia o unidad futura.

Finalmente la noción de espíritu o mentalidad con la cual se construyen unos lazos


simbólicos o relaciones semejantes entre fenómenos simultáneos referentes a una misma
formación discursiva, creando la ilusión que los discursos se dan en medio de la soberanía de
cierta conciencia colectiva que sirve como una fuerza que liga los discursos de los hombres
entre sí.

Por otra parte, se debe dejar de lado la perspectiva de cortes o agrupamientos que
transforman las disciplinas en grandes individualidades históricas, ya que las disciplinas en sí
mismas no están agrupadas, en su lugar, las unas interactúan con las otras, y aunque estos
cortes muestren algo del discurso, no son caracteres autóctonos y universalmente
reconocibles, por lo tanto, no se pueden apilar en la misma unidad diferentes discursos que
puedan tratar elementos similares en tema, tiempo y espacio pero que sean tratados desde
perspectivas diferentes.

También plantea la inquietud acerca de la unidad discursiva del texto en relación


consigo mismo y con otros textos, Foucault ve que esta unidad es variable y relativa, por lo
que es difícil identificar la línea que determina la pertinencia o no de un texto dentro de un
discurso. Además expone que los discursos manifiestos poseen dos orígenes, uno aparente,
manifestado por los textos, y otro secreto, dado por las prácticas sobre las cuales se ha
construido el discurso.

Para terminar podemos ver que para encontrar la validez o los límites de un discurso,
llámese ciencia o teoría, se debe ir más allá de lo evidente, se debe buscar en los pasillos
ocultos de las prácticas, tanto discursivas como no discursivas, y además se debe reconocer
que cada uno esta infinitesimalmente relacionado con otros discursos y que ese límite, esa
sombría y casi imperceptible línea, es el límite del discurso, el cual no descansa sobre sobre un
hecho, una institución o un personaje, sino sobre el estrato de relaciones sobre el cual fue
construido y que las antecede, estas son las regularidades discursivas … ¡vaya sencilla tarea!

REFERENCIAS

Foucault, Michel. “La arqueología del saber”. Siglo XXI editores, (ene., 2004).

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