Amanda Mayor
’ EL LAGO ENCANTADO
(Vida y Obra de José Gazzano)
altri de Ente Rios — 2003 Editorial de Entre Rios - 2003ia actual el eg
EN EL LAGO ENCANTADO
Cuando tienes el privilegio de conocer & una persona cuya vida y obra esca-
comin de la gente, adquieres un compromiso. Y si deseubres que hay
sexes hi speciale, capaces de crear un mundo diferente para compat-
cjantes, debes destacario,
alimentado de una forma de vida incomparable, que te ha
enriquecido interiormente, tienes tina misién que cumpliz. No puedes dejar
a hechos, de enseftanzas, de conceptos, de seatimientos,
los espacios vacios del olvido o del desconocimiento,
de callar quiea ha protagonizado nna experiencia tan singular,
sor esti colmado de sensaciones, y de bellos recuerdos que smpat-
tit, Corre el peligro de confundirse y creer que ha sofiado, anulando la posibi-
‘car una realidad vivida,
decisiin de escribir sobre don José Gazzano para cumplit con un
acto de justicia hacia este hombre que nos dio tanto, y para que lo conozcan
quienes no tuvieron la suerte de recibir de él
No puedo expresarme objetivamente, porque cada pedacito de mi ser vibea
car su persona y su obra. Me rebasa, me colma, me sumerge en un estado,
donde el pasado me envucive con sus races profandas,yfortalece mi
cotazén nostilgic.
Mantave contacto diatio con él, que ya era un septuagenatio, cuando yo
tenia S616 dos afios. No conoct Ia juventull de su cuerpo, aunque todavia se
mostraba fuerte y égi, pero asist ala juventud eterna de su corazén y de sa
mente,
Pienso en él y lo veo caminando, gontrolando, realizando observacioncs,
recitando poe
pre. A su lado la veo a ella, su compaera silencio usa inspiradora, su
‘esposa, acompaiiindolo consustanciada con su sombra que se proyects gigan-
tesca, hasta aleanzamnos y unimos en ua abrazo familar incon
Nacf de una hija de José y Melitona, asi que
que ha esperado mucho para rendirles homen:
espert6 de su letargo a tiempo, antes de irse
‘isteriosos donde ellos la aguardan.
imi un compromiso conmigo misma: devolver algo de lo mucho que
en agradecimiento a la vida por haberme permitido participa, en las
imerias de un gigante, del tesoro escondido en el lago encantado,
ccaminos intrincados ySSeS eeeee sess See a =
Jost Garena, a es 74 aes,
Onicenes De Don Jost
José Gazzano nacié en Murialdo, provincia de Savona, egiéa de la Liguia,
1 13 de abril de 1865,
novembre de 173 pure pa Repbin Oren del Ung,
‘Negio y al SO del pais.
afinca en Parand, provinci
ticién e111 de julio de 19
jaa Argentina, y se
ce hasta su desapa-
los 96 afios de edad.
LIGURIA, UNA REGION DE ITALIA
Este terttorio se extiende por la vertieate meridional de 168 Alpes y del
Apenino Ligur, alo largo del golfo de Génova, entre la frontera con Francia y
dl estuatio Magra, en una extensién de 5.416 m. Esti formado por cuatro
provincias: Génova, Imperia, la Spezia y Savona, las que indan con cl mar de
Liguria, que es parte del majestuoso y apacible Mediterrineo, El mar de Liguria
se entiende desde la costa francoitaliana hasta la -ega. Por su parte,
In Liguria ¢s un territorio montai y forma junto al litoral, una
extensiGn de terrazs y pequefias llanscas constituidss por |
de numerosos totrentes. Los Alpes alcanzan 2,000 metros de altura en el mon-
te Saccarello, junto a la frontera francesa, y el Apeni
Alpes en Savona, culmina con el monte Maggior:
altura.
En los altos valles hay ua clima continental. Bs la regi6n de Italia con menos
ppoblacién activa dedicada a Is agricaleura.
le Savona tiene unayextensién de 1.545 m. y se extiende sobre
Ja Riviera di Ponente y el Apenino Ligut. La capital es Savona. Una de sus
regiones es Murialdo, que estésituada al NO, lindando con el Piamonte, En
este lugar nacié don José Gazzano.
“UN PASATE DE HISTORIA
A partir del siglo XII, su historia se confunde con la de Génova, que habia
consoldado su pode iniciado una politica expansionist. Ea 1805 Liguia
imperio francés hasta el
de Génova y Prinripado
nbre, puesto que cada regién
«queria imponer el suyo, se acordé Hlamasla Reino de Cerdefia. Esta isla y la# Génova; el tomar el nombre de una de ellas fue
s6nica, que dej6 conformes a las dos partes consolidadas
6 al Piamonte tener acceso al mat, por lo que habla lucha.
Mutialdo esté dividida en fracciones, bar
tiene wna iglesia 0 una pequefa Capilla,
Piano, Ponte, Isoletta, Poggi, Valle, Isola
, Costa Azzini, Alivo, Odelle, Pastoti, Cascine,
NN” —————,,
‘tabsjo, alimentos, acceso al estudio y a centros de salud.
‘la vez que buscaban soluciones pata sus vides, despobaban esas ceyio-
‘Lo spincrrurto
Murildo es una ters de astafos, aunque también de papas ¢ higos. La
Cais culintia musialdese ofece una gran vasiedad de patos de oxigen
15BHeEeHEHEH BEEBE SSH Ht
Muriald,luger de nacimionto de don Jak
Ck
Jost: Gazzano EN AMERICA
Don José Gazzano, mi abuelo (digo “mi abuelo” con un sentido de pose-
sién egoista porque éramos 29 nietos, 14 de su primer matrimonio y 15 del
segundo y cada uno de nosotios lo sintié de la misma manera), como dije
antes, nacié el 13 de abril del afio 1865 en Murialdo, Talia. Hijo de Nicolis
Gazzano, italiano, quien fallecié en ese pais en 1873, y de Virginia Ghisolfo,
alana
noviembre de 1873 viajé con su madre y dos hermanos: Regina, de
12 aiios, y Vietorio, de diez, en el vapor Colombia, buscando otro destino,
Venian en el bazco otros miembros de la familia Gazzano, primos y tios de
Virginia y sus hijos, Llegaron al puerto de Montevideo y se trisladaton al
Dpto. de Mercedes, cezca del Paraje Paso de los Toros, Repiiblica Oriental del
‘Uruguay, donde los debian encontrarse con Ped, el hermano mayor que los
habia maadado llamar. Nadie los esperaba. Fue muy dramitico ese comienzo
ca un pais desconocido, sin saber la lengua y con poco dinero, porque eran
muy humildes y traian Ia tristeza de haber perdido recientemente al padre.
‘Ademés de esta desdicha, un drama atin mayor se habia desatado en Italia
antes de patti.
‘Uno de los hermanos iba siempre a la orilla del mar, porque le apasionaba
ver llegar alos peseadoses con sus redes cargadas, y a barcos desconocidos con
hombres adustos que hablaban de una manera extrafa, que él no comprendia,
Un dia Luis, que-asf se llamaba, no regres6!Fueron
realizados para localizarlo y resignados pensaron qu
por algiin monstruo del mar. Con tanta desdicha, Ia madre decidié buscar
consuelo junto a su otto hijo, que estaba instalado y trabajando en América.
Las cartas habfan sido pocas, pero Suficientes para que Pedro estuviera al
defendia muy bien con su trabajo. Sus condiciones econémicas, si bien no
eran florecientes, le permitisian buscar un nuevo espacio para’ vivir con su
madre y hermanos. Les hablé del Ingar donde vivia, peto aparentemente su
‘ilima carta con la direccién exacta no lleg6 2 destino. Al preparat sus papeles
para el viaje ella hablaba de Mercedes solamente, y las autoridades la manda-
ron a la Reptblica Oriental del Uruguay y no a Buenos Aires, donde realmen-
tc estaba Pedro esperindolos. Ya en Mercedes, solos, desoticntados, tuvieron
‘que enfrentar la nueva situacién. Ella era una mujer valiente y decidida que no
se iba a amedrentar ni entregar asi nomis, Comenzé a trabajar en casas de
familia como lavandera para mantenet a sus hijos, y éstos la ayudaron con el
mismo valot y decisién. Bl pequefio José y sus hermanos también trabajaron;lemma, un dia es hizo servie de todo lo que
‘comer hasta enfermar; no estaban acos
.cés aprovechd esa circunstancia bien premeditada, para
orque lo demas les hacia mal. En otra oportunidad
nero para comer. Bl francés estaba may indignado,
invit al poquetio a su mesa y comenz6 a hacerle preguntas para saber quién 0
.s eran los culpables. fl, a pesar de sus pocos afios, tenfa firmes los
les falt6 decirle que el curtido
requecia tiempo de secado y tratamiento especial. Se las puso, muy orgulloso
de su obra y se e seearon sipidamente sobte los pies; cuando quiso sacdrselas
‘no pudo hacerlo, porque se habfan achicado. No sabia como solucionar cl
ma, de manera que favo que cortarlas y sacirselas en pedazos Se le
Ia alegeia de tener botas de potro, como las de los gauchos mas
ppeto no esclavo, y su sentido
mo si fuera una cosa sin sentimien-
madre habia cnfermio ‘0 case hacer nada por ella, quedaron
, pero é, que tenfa alrededor de 12
En, Donato Centar, mrad JasTT Se ee ee ee ee ee
y su caballo empezé a enfermarse con sintomas de tener moquillo; si lo
dejaba en esas condiciones, podeia moris. La solucién fue hacetle respirar
hhumo caliente, segin le habian ensefiado; hizo fuego y sc sacé cl sinico absi-
20 que tenia, lo fue quemando poco a poco para producir mucho humo y asi
cum al animal, También le habfan advertido que durante la noche podia
venir algtin puma, de los que abundaban por la zona. At6 su cuchillo a la
panta de unas cafias para hacer una lanza y se acost6 sobre la montura del
‘abullo casi sentado, con cl arma improvisada a su lado, No queria cerrat los
ojos pata viglar mejor y af estar preparado para cualquier ataque. Un célido
on dormir profundamente, pero al amanecer un.
tertorizindolos pegé tn salto, se olvid6 del arma
y salié cortiendo; cuando se serend, mieé hacia atris y vio que era sélo un
zorro que estaba comiendo un pedazo de grasa que él habla puesto debajo
de la montura, para hacer mas fuego a la mafiana siguiente. Reia el abuelo al
contarnos esta historia, Nosotros, especialmente mi primo, el Negio y yo, lo
cescachibamos embelesados, sunque después de un tiempo, mi prima Kelly
tos dijo que no fue un zorro sino un guanaco que lo habia escupico. El
resultado fue el mismo; se habfa asustado y salié cottiendo. Nosotros mez
clams historias a través del tiempo, pero ahora no nos peleamos.
El era duefio de una narrativa picaresca y nos atrapaba con sus cucntos.
Cuando tenia ganas de hablar, que era
ppausada; sus ojos se achicaban cuando se
algo inesperado.
Después de esa experiencia en la estancia del uruguayo, rabajé en una pana~
detta y fabrica de dulces, y cuando tenia 14 afios fue boyero, pastor de ovejas,
en la estancia de Donato Centutién, quien tenia una hija muy bonita. El pre-
ox caballero se enamord de ella. Contaba tfa Luisa , a hija mayor del abuelo,
{que trataba de conquistar a la madse de la nia y le levaba regalitos; uno-de
dllos fue un nido de pijaros con pichoneitos que le entre que los
criara. Decia “primero hay que conquistar ala vieja y luego ala hija”, demos-
‘tando su precocidad.
‘Siempre buscaba un aucvo camino para progresar, Habla ofdo que en Ar-
‘gentina existian mejores posiblidades laborales y decidié venir a probas suer-
‘te. Habia logrado su objetivo de conquistar a Maxima, la hija del hacendado, y
‘el enamorado fa invito a compartir la aventura de un nuevo pais, Los padces
estuvieron de acuerdo, pero antes formalizaron legalmente su unién, ya que
ambos eran menores de edad, y no bastaba la autotizacin patema. Se easaron
‘antes de partir; €l tenia apenas 17 atios y ella 15. Eran sdlo unos nifios con
‘core suficiente como para comenzar una nueva y dura expetiencia. Los her-
‘a menudo, lo hacia en forma
y siempre nos sorprendia aga
20
manos de José, Regina y Victorio, también tambin decidieron realizar el viaje
'yemprender juntos el nnevo destino, Ademés se unieron otra familias, Algu-
ros fueron a Rafaela, otros a Rosario, y unos primos de José y ellos a Parand.Era ua momento progresista, que abria las puertas
aloextranjeros, y por eso se habia entusiasmado para emprender tan arries-
Juan B, Justo y también los sueios alimentados por estas noticias, de un joven
on ambiciones de progreso, mi abuclo,
Los incipientes esposos viajaron también con un hermano de Maxima, de
nombre Ramén, y se afinceron en Parana, Entre Rios. José consiguié trabajo
io, convirtiéndose en los duetios de la firma. José estuvo alli un lapso prolon-
ado,
Era muy activo, siempre encontraba cosas para haces; esto le am la aten-
le ibn. Eran los hermanos perdidos, Pedro y
Luis. La madre sabia que debian ira Mercedes, pero no en la Repiblica Orien-
i6 que habia visjado durante interminables meses, que para su angusti
fueron aflos. Alli escapé cuando sus raptores festejaban la legada, bebiend:
hasta emborracharse.
‘Una {mila que paseaba por el puerto, lo vio cuando se\ocultaba detsis d
‘unos enérmes bultos depositados en el lager. Estaba sucio, con las ropas des
_tozadas y muy delgado, Sorprendidos, comenzaron a hacerle preguntas y
ia, cuyo hijo fue el espo
50 de Marla Regina, la hija menor de José. Ene = lugar nacié Laisa Virgina, lSees eu See He EB Be YB
primogénita, Bn 1889 se trasladaron a avenida Zanni 1400, frente a un pre
dio donde afios més tarde se instalé la rmeva escuela “Las Heras”
de = Oat E pusieron ese nombre como una reminiscencia del lugar donde
ieatios ‘uruguayos viajaban una vez al aiio para vistatlos y estar en
contacto con las nietas. Cuando Mercedes cumpliS tres meses, Méxima se
de su hija y hacer que descansara en su tierra natal. Las pequedas quedaron a
cargo desu padre. Ba oof, los doles desmuos acompafaron su dsol-
El hermano de Méxima, Ramén Centurién, se habia casado con JovitaLacase ends
especial, lo convertfan en un triunfador incansable. Siempre se descubria
tuna nueva faceta de su petkonalidad.
A los fondos de la casa habfa un gran terreno y allf revel6 su espititu de
‘marinero: hizo wa pequefio lago, como parte del jardin. En una oportanidad,
sintiéndose constructor naval, tomé un cajén del almacén que venia forrado
con lata, donde enviaban el bacalao para Semana Santa: Creyéndolo seguro,
uso a José, que era muy pequefito, en el improvisado navio y lo hizo deslizat
El barco zozobté, al bebé quedé “cola para arriba” sin ninguna
‘onsecuencia para lamentar, porque su padre lo tomé en brazos al instante;
fue s6lo un susto, que termind cuando oyeron el lanto del bebe y supieron
‘que estaba bien. Lo que no termind enseguida fue cl enojo de la madre, que
aunque pequefia de fisico, ten‘ formado casicter, y a José no le quedaron
gands de experimentar nucvamente con ninguno de sus hijos.
Como no se vend mucho en ese lugar, decidieron intentar suerte en otro,
con més posiilidades de venta y por supuesto més comercial. Alquilaron la
casa donde estaban viviendo y compraron un predio en la esquina de Zanni y
Tibilets. Fue el comienzo de otra historia de progreso y creatividad.
La “Casa Verde”, ya desapatecida, es un grato recuerdo en mi memoria,
Porque afios después nosotros la habitamos y all nacimos mis cuatro herma.
‘os y yo, Durante nuestra permanencia en ella, ni padre, Las Mayor, trabaja-
ba en el nuevo almacén de ramos genesales que los abuclos instal, y
‘madre, que era enfermera, instalé en la casa un consultotio, donde ater
también un médico, Dejamos ese lugar cuando mi padre se hizo cargo de