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GUTIERREZ HERNANDEZ ASHLEY.

N° 311162819 EXTRAORDINARIO EB10

JORGE PORTILLA Y SU APROXIMACIÓN A LA ESTETICA DEL SER


MEXICANO

INTRODUCCIÓN

En este ensayo vamos a desarrollar las ideas del autor Jorge portilla, las cuales
expreso en su obra “la Fenomenología del relajo” donde se hacen
caracterizaciones sobre el ser del mexicano, principalmente de que es un ser
relajiento. La tesis que maneja el texto y con la que responde al problema
planteado:

“del que los mexicanos somos como somos por una simple razón, nos vale
absolutamente todo”

Donde al parecer su punto de partida está en el sarcasmo usado por el mexicano,


así como en los insultos, la violencia y los gestos.

Como solución a este pensamiento desarrollado, me gustaría situarlo en la


propuesta de que deberíamos conocer más a la sociedad, su cultura y estructura,
para poder contribuir con algo productivo; pues como veremos, Portilla toma al
personaje “Cantinflas” como representación estética de su ser mexicano, ya que
para él este es un modelo del relajo, pues en su Fenomenología afirma que:

"la acción constitutiva del relajo puede ser una serie de meras actitudes
“cantinflescas”, por así decirlo"1.

Como veremos al profundizar en el tema, Portilla plantea que, para el mexicano, el


relajo es esencialmente una conducta cuyo sentido es "suspender la seriedad", y
define al relajo como "la suspensión de la seriedad frente a un valor propuesto a
un grupo de personas".

_________
1
Portilla, Jorge, Fenomenología del relajo, México, FCE, 1966.

En su tratado, revisa las diferencias que existen en las actitudes del humorista, el
ironista y el relajiento, con lo que Portilla concluye que:

"el hombre del relajo simplemente niega el valor en su interior y con ello se libera
de toda tensión interna" y agrega que la "unidad del relajo" es "sólo la unidad
abstracta y estática de una negación pura y simple, sin salidas, sin movilidad, sin
perspectivas al futuro".

Sin embargo, son pocos los ejemplos que usa Portilla para sustentar su hipótesis y
entonces es necesario revisar algunos modelos clásicos de relajo para corroborar
si tiene razón.

EL RELAJO MEXICANO.

Lo que se refiere cuando se usa la expresión “Relajo” en el contexto mexicano, no


se refiere a alguna cosa, sino a un comportamiento. Más que un sustantivo puede
decirse que es un verbo, pues la expresión designa el sentido unitario de una
conducta compleja, de un acto o de un conjunto de actos llevados a cabo por un
sujeto, a los que él mismo confiere un sentido no explícito pero preciso.

Se puede decir que es un “sentido de conducta” y no solo una simple “conducta”,


porque el comportamiento, si se le considera como conjuntos de actos,
abstrayéndolo de su sentido, justamente “carece de sentido”.

Una serie de actos tales como actitudes corporales, gesticulaciones, palabras,


risas o sonidos inarticulados, no significan nada si se les abstrae de su
significación. Pero no hay acto humano que sea totalmente insignificante. Toda
acción resulta constituida tanto por movimientos físicos como por la significación
que adhiere desde dentro a esos movimientos.
La significación o sentido del relajo es suspender la seriedad como lo expone
Jorge Portilla. Es decir, suspender o aniquilar la adhesión del sujeto a un valor
propuesto a su libertad. Y no, simplemente provocar risa, ni simplemente reír, por
más que esa suspensión se presente a menudo, aunque no necesariamente,
como estímulo de la risa.

Aunque el relajo tiene cierta relación con lo cómico, pero no es lo cómico sin más;
hay situaciones cómicas que no conllevan al relajo. La comicidad, cuya relación
precisa con el relajo y que tratare de fijar más adelante, no es una nota esencial a
ese fenómeno sino, a lo más, algo secundario, ya que no considero que el “relajo”
sea un sinónimo de “des-madre” como lo plantea Ma. Isabel Trejo Rosales, en su
ensayo titulado “Jorge Portilla y la idea de moral desde la fenomenología del
relajo”2, ya que desde mi perspectiva el relajo es más considerado como el
“valemadrismo” mexicano; el famoso “me vale madres” del mexicano, como lo
planteo Rogelio Naranjo, en términos menos filosóficos, y no tanto como el recrear
desorden o incitar a echar desmadre.

El sentido del relajo es entonces justamente frustrar la eficacia de esta respuesta


espontánea que acompaña a la aprehensión del valor. El relajo suspende la
seriedad, es decir, cancela la respuesta normal al valor, desligándolo del
compromiso de su realización.

El comportamiento cuyo sentido es designado por el término “relajo” consta de tres


momentos discernibles por abstracción los cuales relata Portilla. En la unidad de
un mismo acto se encuentran: en primer lugar, un desplazamiento de la atención;
en segundo lugar, una toma de posición en que el sujeto se sitúa a sí mismo en
una desolidarización del valor que le es propuesto; y finalmente, una acción
propiamente

_______
2
Rovira, Ma. del Carmen, “Los jóvenes hablan sobre filosofía mexicana”, Editorial Torres
asociados, México, 2015. Pág.159

dicha que consiste en manifestaciones exteriores del gesto o la palabra que


constituyen a una invitación a otros para que participen conmigo en esa
desolidarización.

Hay en efecto, en primer lugar, un desplazamiento de la atención del sujeto, que


se transporta del valor que se ofrece a su aceptación hacia las circunstancias
“exteriores” puramente fácticas, en las que el valor aparece o bien hacia algo
completamente ajeno a la circunstancia misma.

Jorge portilla en su ensayo habla de que los mexicanos somos como somos por
una simple razón, nos vale madre absolutamente todo. A nosotros nada nos
importa, necesitamos quitar la seriedad de las cosas para poder aceptar y
entender nuestra vida. Necesitamos de bromas, burlas, chistes y fiestas para que
de algún modo llevemos una vida más satisfactoria. Hacemos uso de albures e
ironías para no ver lo duro de la realidad, sentimos una necesidad de burlarnos de
lo que nos pasa, ya sea bueno o malo. Nos burlamos de la desgracia o mejor
dicho de nuestra desgracia.

EL RELAJO, COMO UNA ACCIÓN EN EL MUNDO

El relajo, sólo puede presentarse en un horizonte de comunidad. Los actos que


contribuyen a constituirlo son actos que suponen una intención comunicativa
inmediata.

En cuanto al sarcasmo, Portilla afirma que es una burla ofensiva y amarga, cuya
intención se orienta totalmente hacia una persona determinada y su fin de
desvalorarla está sometido a un propósito de ofender, puede provocar una
atmósfera incómoda y llena de amenazas de violencia, como un insulto.

El relajo es una negación pura y simple de valores, sin salidas, sin movilidad, sin
perspectivas al futuro; en estos casos específicos, el relajo como ya he dicho
anteriormente es entendido como la suspensión de la seriedad y de todo valor que
obra en contra de una jerarquía de valores represiva o de dudosa calidad ética.

El sentido que tiene el relajo es frustrar la eficacia de la respuesta espontánea que


acompaña a la aprehensión del valor. Suspende la seriedad y su comportamiento
consta de tres momentos discernibles por abstracción.

En un primer lugar tenemos al desplazamiento de la atención, en segundo está


una toma de posición en que el sujeto está situado en una desolidarización y
finalmente una acción propiamente dicha que consiste en manifestaciones
exteriores del gesto o la palabra.

Puede decirse que el relajo corrompe la actitud en un grupo de personas, este


haciéndose presente genera una serie de acciones que conllevan a perder el
control de sí en ocasiones, pero de una manera cómica.

El relajo también es un movimiento autodestructivo porque atenta contra “los


valores” si es que los hay del mexicano. También el hombre del relajo es irracional
porque su sola presencia significa una negación de la seriedad que desata chistes
y risas, reduciendo el ambiente a la nada. Por qué este hombre relajiento es un
hombre sin porvenir, púes vive espontáneamente un presente para así negarlo
con chistes y con el puro humor mexicano, pues no se arriesga, ni se compromete
a nada, pues destruye sus proyectos y los convierte en objeto de burla, por esto
mismo se puede considerar a este individuo como un hombre sin futuro.

Pues el relajo interviene en la seriedad, y lo convierte en algo cómico y más


dinámico o activo, así desprendemos más energía al interactuar de una manera
más liberada, porque nos sentimos en plena libertar.
Hay que comprender el relajo como una burla colectiva de nuestro país, pues el
mexicano da uso al relajo para suspender la seriedad en un grupo de personas de
la sociedad. El hombre se libera de todo valor en su interior y se libera de toda
tensión interna.

Entonces podemos decir entonces que el relajo no es más que un momento


cómico en donde se puede presenciar las risas.

REPRESENTACIÓN ESTETICA DEL SER MEXICANO: “CANTINFLAS”

En el libro se usa como ejemplo a Cantinflas y el autor habla de que el relajo


consiste de actitudes cantinflescas y lo pone como representación estética de su
ser mexicano. Para Portilla, Cantinflas es un modelo del relajo en su
Fenomenología.

Es innegable que en México se cultivan formas de humor típicas del relajo y en


nuestro país han florecido lenguajes humorísticos colectivos tales como la
cantinflada y el albur, ya que este mismo ha tomado un gran auge en el siglo XXI
considerándolo ya como un arte.

Se puede considerar que el gran hallazgo de Cantinflas fue usar el lenguaje de


una manera mecánica, desproveyéndolo de todo sentido; al hacer esto, el actor
mexicano hace del discurso la herramienta básica del humorista, un elemento
cómico.

Esto lo logra gracias a que le quita al lenguaje todo su valor, todo su sentido, es
decir, echando relajo con el lenguaje. Mientras Shakespeare diserta sobre el
suicidio con su "ser o no ser", mientras Cantinflas se pregunta "ser, o no hay que
ser, mano, porque esa es la cosa..." dándole más embrollo a la cuestión que al
mismo acto.
Podemos notar en sus diversas películas que la suspensión de la seriedad en el
idioma de Cantinflas es con frecuencia una negación pura y simple de valores, sin
salidas, sin movilidad, sin perspectivas al futuro, pero no siempre.

La famosa “cantinflada” según varios críticos del cine mexicano sirve para
burlarse de las clases altas heredadas del porfiriato. Delfín Espinosa dijo que:

“dentro del género de la comedia, se puede decir que existen tres niveles,
considerando que "Cantinflas" decidió quedarse en el segundo nivel, ya que hacía
comedia, pero no invitaba a la reflexión”.3

Como podemos notar el discurso de Cantinflas también funciona como burla del
habla confusa de los políticos mexicanos posrevolucionarios.

Y así, Cantinflas representa el mejor modelo del ser mexicano, a mi juicio, por su
insuperable retrato “hablado” que dibujó del mexicano, retrato que por mérito
propio ha alcanzado el reconocimiento del diccionario de una institución tan
pretenciosa como es la Real Academia Española de la Lengua.

La manera en que podemos describir al mexicano es que se tiene por muy


sociable, muy fácil de tratar y que le cae bien a todo el mundo. El mexicano se
considera así mismo una persona bromista, “relajienta”, platicadora, amigable,
simpática y amable.

Pero al mexicano también se le tacha de ser flojo, macho, conformista, alegre,


irresponsable, tradicionalista, fiestero, solidario, pasivo, impuntual, mediocre y
borracho, tal como ya en el siglo XVIII lo consideraba el padre Alegre. El mexicano
es un individuo incapaz de cumplir con sus responsabilidades, que no se preocupa
por hacer bien las cosas, no toma decisiones propias y vive de ilusiones.

Pero pienso que en el conocimiento de sí mismo el mexicano está en deuda con


su analista más agudo y certero, uno cuyo nombre es Cantinflas, el cómico acertó
a calar hondo y de manera precisa en la entraña viva del ser mexicano, en su
forma de expresarse verbalmente y el que tiene la dicha de intentar una plática
con él, termina siendo casi una comunicación imposible.
Es así como vemos que, en la Fenomenología del relajo, Jorge Portilla nombra, y
yo lo considero que, con toda justicia, al mejor estudioso del ser nacional:
Cantinflas,

___________

3
Nota tomada del sitio web: https://www.sdpnoticias.com/notas/2011/08/12/califican-
criticos-a-cantinflas-como-el-mejor-comediante-de-mexico-1

el cómico que trazó el retrato hablado de nuestra forma de expresión verbal. Pues
utiliza los rubros políticos y “religiosos”, para extender más su representación del
mexicano en la cultura pop, ya que México se distingue por ser un país muy rico
en cultura popular y más aún, cuando se trata del humor, las tradiciones y las
manifestaciones artísticas que lo enriquecen.

CONCLUSIÓN

Pienso de acuerdo al texto cuan interesante es lo cierto que dice el autor sobre el
pensar del mexicano, no son ideas vagas, sinceramente lo hemos demostrado con
el paso del tiempo, y una representación estética es con el actor Mario Moreno, el
debió ser un hombre con mucha cultura para poder interpretar un personaje así,
conocer las características del mexicano. La finalidad del texto al parecer es
hacernos ver la realidad de las actitudes que tomamos y de cierta forma
reflexionar, al dejar fluir nuestra energía estamos representando varios gestos y
que como sociedad mostramos en todo el mundo y somos conocidos con ciertos
detalles. Lo aun peor es que no cambiamos esa idea ante el mundo.

En los casos que hemos revisado no se verifica la hipótesis de Portilla de que el


relajo es una negación pura y simple de valores, sin salidas, sin movilidad, sin
perspectivas al futuro; en estos casos específicos, el relajo entendido como la
suspensión de la seriedad y de todo valor obra en contra de una jerarquía de
valores represiva o de dudosa calidad ética.

Es claro que muchas de las observaciones que hace Portilla sobre el relajo están
tomadas de sus vivencias directas, del relajo que echaban sus amigos. Sin
embargo, el relajo, utilizado como una herramienta humorística, puede ser un
arma espléndida para contrarrestar valores de dudosa calidad como el cinismo de
los políticos, los discursos hipócritas y la pedantería clasista.

Recordemos que este libro es una prevención a los jóvenes sobre la falta de
seriedad en la que caemos cotidianamente, de tratar de entender a la filosofía
como un logro en el hombre el cual lo libera y no formar un armazón de reflejos de
la realidad y así esta pueda salir a las calles.

Finalmente, el relajo tiene el valor de ser un acto liberador en sí, y, por lo tanto, es
muy disfrutable como acto de libertad.
BIBLIOGRAFÍA

Portilla, Jorge, Fenomenología del relajo, México, FCE, 1966.

Rovira, Ma. del Carmen, “Los jóvenes hablan sobre filosofía mexicana”, Editorial
Torres asociados, México, 2015.

Bartra, Roger, “Anatomía del mexicano”, editorial Debolsillo, Mexico, 2014.

Krauze, Rosa, (abril de 1966) “Sobre ·la Fenomenología del relajo”, revista de la
Universidad de México, volumen XX, semana 8, pág. 9.

Naranjo, Rogelio, Prólogo Huerta, Efraín, “Me vale madre”, Editorial Ediciones de
Cultura Popular (Humor político), México, 1978.

SITIOS WEB

https://www.sdpnoticias.com/notas/2011/08/12/califican-criticos-a-cantinflas-como-el-
mejor-comediante-de-mexico-1

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