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HERIDA DE INJUSTICIA

La injusticia se origina en un entorno en el que los cuidadores principales


son fríos y autoritarios. En la infancia, una exigencia en demasía y que
sobrepase los límites generará sentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto
en la niñez como en la edad adulta.

La persona que sufre de injusticia es la que no se siente apreciada o respetada en su


justo valor, que no cree recibir lo que se merece o que recibió más de lo que creía
merecer.

TU CARÁCTER ES

Las personas rígidas son muy sensibles, desarrollan la capacidad de no sentir esa
sensibilidad, y de no mostrarla a los demás, me pueden percibir como calculador o
frío.
*Son muy optimistas, su frase favorita es “no hay problema” aunque por dentro
estén angustiados o agobiados.
*Al rígido le falta tiempo, por buscar que todo sea perfecto.
*Cuando cree tener la razón se justifica hasta que se le da la razón.
*Procura la justicia y se asegura de que lo que él recibe también sea justo, todo lo
ve como justo o injusto y es algo que no puede tolerar, sino se enoja y se vuelve a
frustrar.
*Exagera con facilidad, sus palabras frecuentes “nunca, siempre y muy”.

TU MÁSCARA ES: LA RIGIDEZ

pues estas personas intentan ser muy importantes y adquirir un


gran poder. Además, es probable que se haya creado un fanatismo
por el orden y el perfeccionismo, así como la incapacidad para tomar

decisiones con seguridad .


Sueles ser perfeccionista, estricto, rígido y cuadrado como tu mamá o

papá.

No sabes pedir ayuda.

Te cuesta ser espontáneo y hacer cosas divertidas.

El orden, la estructura, la disciplina es lo tuyo.

Eres muy sensible pero no permites salir a tus emociones.

TU MAYOR TEMOR

Su gran temor: La equivocación

Le gusta tomar decisiones y siente placer ante eso, aunque más adelante se
lamente por no haber tomado otra decisión. Duda de sí mismo después de tomar
una determinación.
Divide equitativamente todo, es muy exigente consigo mismo, aunque esté
enfermo no se está quieto, el sabe auto controlarse.

EDAD Y PROGENITOR

Cuando se desarrolla la individualidad del niño, entre los 3 y los 5 años de edad. Al
niño le parece injusto no poder integrar su individualidad, no poder expresarse y ser el
mismo. Debe ser y comportarse como debe ser, no como él necesita ser. La herida de
injusticia se vive con el progenitor del mismo sexo. Sufre la frialdad de este progenitor
o así lo percibe el niño, quien sufrirá de autoritarismo de dicho padre, de sus críticas
frecuentes, su severidad, su intolerancia, su inconformismo, mantiene una relación
superficial con él.

TU ALIMENTACIÓN

Esta persona intenta controlarse al máximo. Son capaces de controlar tanto la cantidad
como el tipo de alimento que comen y es muy posible que juzguen el comportamiento de
aquellos que «se dejan». Suele justificarlo explicando que es por salud, pero en realidad
suele ser para controlar su peso. Se pueden sentir muy culpables si se saltan sus normas,
pero enseguida se convencen a sí mismos de que sólo ha sido una vez y, por supuesto, no se
lo dicen a nadie.

HERIDA DE TRAICIO

Esta persona tiene problemas para confiar en los demás, por lo que repite ese patrón en su
dieta. Será aquella que añada sal o pimienta, especias o azúcar, incluso sin haberlo probado
previamente. Eso sí, aunque se haya pasado se lo comerá todo, pero muy rápido y sin
masticar mucho o saborear la comida, tragando grandes pedazos. También se les puede
identificar porque son esas personas que siempre quisieran estar haciendo miles de cosas
mientras comen, ya sea ver la tele, jugar con el móvil o leyendo algo.

¿COMO SANAR?

Lo primero que debes hacer es dejar de exigirte tanto, de criticarte y empezar a valorarte
tal y como eres.

Suelta la armadura ya¡¡ Pareces la heroína de la armadura oxidada. Fuera rigidez y


frialdad¡¡.

Deja de hacer, hacer y hacer para sentir que vales. Tu valor está en ser quien eres.

Conecta con tus sentimientos. Empieza a mostrar tu parte cariñosa y afectiva a los
demás. Eres una mujer muy sensible, recuérdalo.

Suelta esa exigencia que te lleva a la injusticia. Deja de ser “Doña Perfecta”. Los demás
te lo agradecerán.

HERIDA SANADA

Conforme vayas sanando esta herida podrás experimentar tu


sensibilidad en toda su plenitud. Ya no tendrás la necesidad de agradarle
a todo el mundo ni de contenerte para reprimir tu enfado y tu ira.
Aprenderás que estas emociones son humanas, y por lo tanto naturales en
ti, y que puedes expresarlas de una manera adecuada sin dañar a nadie.

Además, ganarás:

 Ser más condescendiente y tolerante contigo mismo.


 Dejarás de tratar de “ser perfecto” para los demás con el fin de ser
amado, si no que te concederás el espacio de ser quien
realmente eres sin miedo al juicio de los demás.
 Los detalles seguirán siendo importantes para ti,
pero reconocerás que la perfección no existe y que cada cosa
es, sencillamente, como es.
 Incrementarás tu capacidad de hacer sencillo lo complicado.
 Te sentirás cada vez más invitado a expresar tu sensibilidad
natural. Te permitirás emocionarte, e incluso llorar.
 Tu optimismo y entusiasmo será más equilibrado, tanto contigo
mismo como con los demás.
 Hay algo dentro de ti que le gusta la armonía y la belleza, pero ya
no te sentirás juzgado si no portas artificios.

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