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LA INVESTIGACIÓN EN PSICOANÁLISIS

DESDE LAS INVESTIGACIONES EN PSICOANÁLISIS

Clara Azaretto, Cecilia Ros, Natalia Estévez,


Cynthia Barreiro Aguirre, Beatriz Crespo

UBACyT P081. Sede Facultad de Psicología UBA

Resumen

Con el propósito de indagar cuál es la especificidad de la


investigación en psicoanálisis realizamos desde el año 2004 en el
marco del programa de investigación de UBACyT la indagación
acerca de Las lógicas de investigación en psicoanálisis.Es objetivo
de esta presentación describir el recorrido que venimos realizando,
situar las principales dificultades y proponer hipótesis al respecto.

Nuestra propuesta investigativa se basa en un estudio de


proyectos UBACyT en el área del psicoanálisis. Los interrogantes
que causaron nuestra investigación pueden ser sintetizados de la
siguiente forma:

Cómo se expresa la producción de conocimiento en el campo de


psicoanálisis? ¿Qué modalidades adopta la lógica de
descubrimiento y de validación? ¿son reconocibles condiciones
metodológicas específicas dentro de la investigación
psicoanalítica?

Dos de los objetivos propuestos fueron:

 Describir y categorizar los modos en que los


investigadores en psicoanálisis conciben sus objetos de
estudio, los criterios sobre los que soportan las decisiones
metodológicas, lógicas y epistemológicas a lo largo del
proceso de investigación; es decir, los criterios de
delimitación teórica del objeto de estudio y de la
delimitación empírica (es decir, el sistema de matrices de
datos que puede reconocerse, las fuentes utilizadas o a
utilizar, las estrategias de producción y análisis de la
información).
 Inferir de la estructura de los proyectos de
Investigación la concepción de Ciencia y de Investigación
en la que se sustentan.

Es propósito de esta presentación dar cuenta del estado de avance


de la investigación
La investigación en psicoanálisis desde las investigaciones en
psicoanálisis

La investigación que venimos desarrollando en el marco del


programa de investigaciones UBACyT se propuso analizar la lógica
de los proyectos de investigación en psicoanálisis, desde la
perspectiva metodológica con el objetivo de inferir la especificidad
de la investigación en el campo.

Las hipótesis que nos han venido orientando, pueden resumirse de


la siguiente forma:

 La forma de producción teórica en Psicoanálisis puede


incluirse en los Métodos Generales de las formas de la
cientificidad. Las investigaciones en Psicoanálisis parten de
la formulación de problemas, requieren de un diseño,
explicitan hipótesis, comparten con las formas de la
cientificidad el requisito de ser comunicables y dar cuenta de
su lógica de producción. Están sujetas, al mismo modo que
las investigaciones en otros campos disciplinares, a
condiciones de coherencia interna.
 La especificidad de la investigación en Psicoanálisis deriva
de las particularidades de la teoría analítica y sus
fundamentos. La conceptualización de su objeto, en tanto no
homologable ni al sujeto con el que el Psicoanálisis opera ni
al estatuto del objeto en la estructura (objeto perdido en
Freud, concepto de objeto a en Lacan), condiciona los
diseños de investigación y la elección de los procedimientos
para llevar a cabo las investigaciones en Psicoanálisis. En
este sentido, el recorte mismo del problema que sustenta el
proyecto es un efecto de la teoría desde la cual se lo
aborda.

Es necesario explicitar que al referirnos al método, no estamos


aludiendo a las estrategias o técnicas de producción de
conocimiento científico propias de cada disciplina, a las que podría
denominarse Metódica, sino inscribiéndonos en una perspectiva de
la metodología como “la investigación científica de los Métodos o
de las Metódicas”[i]; perspectiva universal de cualquier producción
de conocimiento.

En este contexto, y como se anticipó en los objetivos, este


proyecto pretende explorar y describir las acciones de quienes
investigan en psicoanálisis, tanto desde la perspectiva de la lógica
del descubrimiento, como de la validación. La teoría metodológica
y la epistemología han destinado no poco tiempo a diferenciar
ambos modos y -por qué no - a priorizar uno por sobre otro; el
Positivismo Lógico ha negado la posibilidad de conocer o estudiar
regularidades en las condiciones que contribuyen a la generación o
creación de las ideas científicas y sólo ha apostado a describir las
condiciones para validar los conocimientos que se producen
(contexto de justificación), único ámbito al que es posible atribuir
racionalidad. Sin embargo, no es posible excluir ambas aristas del
campo de las acciones investigativas – o método – como
condiciones que tienen consecuencias sobre los productos – o
conocimiento obtenido [ii].

Nuestra población de estudio está conformada por:

-Equipos de docentes-investigadores (que registren al menos 2


años de investigación, bajo un proyecto UBACyT aprobado) se
trata de profesionales pertenecientes al ámbito académico
(Facultad de Psicología UBA,).

-Proyectos y resultados de investigación (a través de informes,


artículos, ponencias, de divulgación de resultados).

-Artículos que sientan bases acerca de lo que entienden por


investigación en psicoanálisis.

El análisis y reflexión epistemológico-metodológica sobre un grupo


de proyectos de investigación en el campo del psicoanálisis nos
brinda la oportunidad de identificar – más allá de dicho grupo, más
bien, a propósito de él – nudos conflictivos de la investigación en
este campo.

La perspectiva en esta dirección, no es “normativista”, en el


sentido de dar cuenta de cuánto estos proyectos se apartan de los
cánones establecidos, sino más bien se trata de identificar las
discusiones y conflictos subyacentes, que desde nuestra
perspectiva, requieren de ser abordados.

Entre ellos, se pone en juego de manera extremada, en las


investigaciones en psicoanálisis no sólo la tensión entre teoría y
“hechos” como fuentes de conocimiento, sino más aún la discusión
con los requisitos del conocimiento científico: la universalidad
como pretensión y la contrastación empírica como condición.

En lo que resulta un intento de negociación con lo que se supone


que reclama la comunidad científica, cada posición adopta
maneras – ninguna del todo eficaz – que permiten la convivencia
con dichas reglas, bajo el supuesto de la “falla” o la “excepción”.

Como consecuencia de lo anterior, los recorridos que supone un


diseño de investigación, la elaboración de un proyecto, se
presentan como ajenos y externos, sin utilidad reconocida; como
requisitos más que como condiciones de posibilidad.

En cualquiera de las dos vertientes – investigaciones que toman


como objeto a las teorías e investigaciones que se apoyan en la
clínica para producir conocimientos – se vuelve evidente la
dificultad para delimitar y poner a jugar un campo de problemas,
heredero de desarrollos teóricos anteriores, pero promotores de
líneas de investigación que no se agotan en un proyecto.

Resulta menester, para quienes desde el psicoanálisis


pretendemos tender un puente con los espacios de producción de
conocimiento científico, la explicitación y análisis de estos “nudos”,
con el fin de que los diálogos sordos con los juicios previos
respecto de qué implica investigar no restrinja las posibilidades de
hacerlo.

Uno de los aspectos que resultó de interés describir es la manera


de acercarse al problema de investigación; sus antecedentes, la
vinculación del mismo con una línea o programa más amplio que
los tiempos que el propio proyecto impone.

En este sentido, resultó reiterada la situación de que en general el


problema es original o aún no logra insertarse en un área temática
clara a la cual abrevar. Al respecto, es para destacar que dentro
del campo de investigación psicoanalítico no se produce una
continuidad ni transmisión de los temas de investigación, como sí
sucede en otras disciplinas. Se constata la falta de “legado” en la
comunidad psicoanalítica respecto de los temas de investigación.
Esta cuestión, que constituye una particularidad del
psicoanálisis, puede incidir en la dificultad para la delimitación del
problema de investigación.

El nivel de formulación de los problemas, sobre todo en las


investigaciones que se proponen como conceptuales o
teóricas, parece alcanzar el nivel de explicitación de un tema de
investigación. Inferimos que la falta de una formulación precisa del
problema de investigación dificulta la posterior operacionalización
de los términos y conceptos que intervienen.

Diferenciamos proyectos cuyos problemas abren el diálogo entre


el psicoanálisis y otras teorías del campo u otras disciplinas, de
proyectos donde la pregunta surge de la práctica clínica y su
dispositivo. En los primeros la validación apela a la teoría,
mientras que en los segundos se apela a los hechos, planteando,
al menos retóricamente, un modo de producción inductivo del
conocimiento a producir.

De alguna forma esto se articula con posiciones diversas respecto


de en qué medida la experiencia clínica constituye o no un ámbito
de investigación; es decir, qué estatuto se le da a la clínica a la
hora de producir conocimiento científico.

Este tema resulta una línea que divide aguas respecto del
concepto de ciencia en el área.
Entre quienes apuestan a promover sólo investigaciones teóricas
en psicoanálisis se expresa una concepción que discute con la
producción de conocimiento científico por vía de la generalización
inductiva, como modelo de ciencia. El resguardo en la teoría
aparece así como única vía para sortear a la clínica como fuente
de investigación. Si bien no restringe la posibilidad de que la
clínica resulte una fuente de inspiración de preguntas, se la
excluye como espacio de abordaje sistemático para elaborar
respuestas, como si se tratara de preservarlo de reglas que se
reconocen como distintas al mismo.

En el otro extremo, quienes soportan los conocimientos producidos


sobre investigaciones llamadas “empíricas”, operan en ocasiones
reduciendo el hecho clínico de manera de que este encuadre en los
requisitos de la operacionalización.

Ya sea evitándolo como reduciéndolo, no se instala la discusión


respecto de qué especificidad tiene ese acontecimiento, cuya
expresión requiere de la presencia de al menos dos sujetos, que se
resiste a la idea de una objetividad externa y extraña.

Los debates entre psicoanalistas de diversas corrientes


se polarizan en supuestas oposiciones:

- Investigación empírica - Investigación conceptual

-Investigación conceptual o teórica - Investigación clínica

La reducción en el alcance de los términos “empírico” y “clínica”


produce a la hora de especificar lo propio de la investigación
psicoanalítica un achatamiento interpretativo acerca de lo que es
posible investigar.

Señalamos que el término “empírico” remite a lo “correspondiente a


la experiencia”; el significado de “empírico”, depende, pues, del
sentido que le demos a “experiencia”. Experimento y experiencia
de los sentidos no recubren el término. La reflexión, la actividad
especulativa constituyen también experiencias. Toda investigación
atraviesa necesariamente una fase de validación empírica (Samaja,
1993,216). Fase en la que el investigador decide cuál será el
objeto empírico de la investigación. Lo que quiere decir: elegir los
tipos de unidades de análisis, los aspectos o variables y las
fuentes que se emplearán en el estudio. Es el tiempo en el que el
investigador decide una forma de recorte del objeto, de entre
muchas formas posibles; lo que le permite pasar de un sistema
conceptual a un sistema operacional. Las llamadas
investigaciones teóricas atraviesan también necesariamente una
fase empírica.
Con el término clínica pasa algo análogo. ¿Investigación clínica
supone solamente estudio de material clínico? Muchos
interrogantes planteados a partir de la clínica se traducen en
problemas teóricos. La clínica interroga la teoría y la teoría
problematiza la clínica.

En la supuesta oposición entre los pares investigación teórica o


conceptual-investigación empírica o investigación teórica o
conceptual-investigación clínica subyace la pregunta acerca de sí
la investigación se conduce por la vía de la deducción o por la vía
de la inducción.[iii]

Proponemos leer los pares no como opuestos sino como polos en


tensión que posibilitan circunscribir los campos problemáticos.

Consideraciones finales

Tal como S. Freud y J. Lacan lo señalan, la investigación supone


una dimensión diferente a la de la práctica del psicoanálisis. En el
nivel de la investigación, el psicoanálisis comparte con otras
disciplinas la exigencia de precisión y rigurosidad; condiciones que
suponen la explicitación de sus procedimientos de producción.
Procedimientos que necesariamente guarden coherencia con la
teoría.

Las diferentes posiciones respecto a cómo se piensa la


investigación, a qué se investiga y cómo en el campo del
psicoanálisis están asociadas a las formas de concebir al
psicoanálisis, a la manera en que se piense la relación del
psicoanálisis con las formas de cientificidad y a cuáles se
consideren los procedimientos válidos para producir
conocimientos.

Ref. Bibliog.
[i] Samaja, Juan Semiótica y Dialéctica, JVE ediciones, 2000, pag.21 y ss.
[ii] Cfr. Samaja, Juan. Epistemología y Metolología. Eudeba, 1993, pág. 32 y ss. Y Klimovsky,
Gregorio y Schuster, Félix. Descubrimiento y creatividad en Ciencia, Eudeba, 2000.
[iii] Para Gabriel Lombardi (2000) toda indagación en el campo del psicoanálisis está marcada
por la exigencia de hacer lugar al sujeto de una combinatoria inconsciente. Esta exigencia
vuelve a la investigación en psicoanálisis poco apta para generalizaciones y estadísticas e
imposible de apreciar desde los criterios usuales de la objetividad científica.
Lancelle (1997), sin embargo, resalta “… la necesidad de que la investigación en psicoanálisis
cumpliera con los cánones que rigen para toda investigación científica”. Y apuesta a que “la
investigación de tratamientos psicoanalíticos completos, entraña la superación de las
dificultades de la enorme cantidad de material clínico correspondiente a cada tratamiento…”

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