Controles de subducción sobre las composiciones de lavas de los Andes
ecuatorianos.
Roberto Barragan, Dennis Geist, Minard Hall, Peter Larson, Mark Kurz (1998)
Resumen
Tres volcanes de los Andes ecuatorianos,
Atacazo, Antisana y Sumaco, se encuentran
en un transecto perpendicular a la trinchera
y la tendencia principal del arco andino.
Cada uno de los volcanes se encuentra en
una corteza de edad, composición y grosor
sustancialmente diferentes. Pocas
características compositivas o isotópicas
corresponden de manera directa al tipo de
corteza a través de la cual han pasado los
magmas. Los datos isotópicos limitan la
asimilación a <15% en cada uno de los
volcanes. En cambio, existe una relación
sistemática entre las composiciones de las
lavas y la profundidad de la zona de
Benioff, lo que sugiere que la subducción
imparte el control principal sobre las
composiciones de los magmas. Las lavas de
Atacazo tienen bajas concentraciones de
elementos traza incompatibles y relaciones
LIL / HFS muy grandes. Las lavas de
Sumaco están fuertemente enriquecidas en
los elementos traza incompatibles y tienen
pequeñas proporciones LIL / HFS. Las
lavas de Antisana son intermedias en casi
todos los aspectos. Estas características son
consistentes con la desvolatilización de la
losa subducida que controla el grado de
fusión parcial de una fuente de manto
agotada. Un modelo de mezcla y fusión
sugiere que los magmas frontales
volcánicos están hechos en gran medida de
fusión parcial (~ 15%) e incluyen una gran
entrada de losa (1.1% agregado al manto
agotado). Los magmas del cinturón medio
de los volcanes están formados por una
menor extensión de fusión parcial (3%),
inducida por cantidades moderadas de
fluido derivado de losas (0.06%). Los
magmas de arco posterior son el resultado
de pequeños grados de fusión (2%) y una
pequeña entrada de losa.
1. Introducción
Una serie de estudios realizados en rocas de
los Andes meridionales y centrales han
demostrado el importante papel de la
asimilación de la corteza en la génesis de
magmas en un margen continental activo
[1,3]. Los Andes chilenos proporcionan un
entorno excelente para probar la
asimilación, porque la corteza se espesa de
unos 30 a 60 km a lo largo del arco. En las
áreas subyacentes por las secciones de la
corteza más delgadas, se cree que las
características geoquímicas de las lavas son
impartidas principalmente por la litosfera
subducida y la cuña del manto suprayacente
[4,5], pero las características de
composición que corresponden al cambio
del grosor de la corteza se han atribuido a la
asimilación [1,3]. Estos hallazgos sugieren
que la corteza en los márgenes de tipo
andino puede estar dominada por el
reciclaje de material cortical más antiguo,
por lo que solo se producen pequeñas
cantidades de corteza juvenil. La otra
implicación importante es que los magmas
de arco continental pueden estar tan
fuertemente modificados por la
contaminación de la corteza que se puede
discernir poco sobre su fuente primaria en
la losa subducida y el manto superior.
Este artículo informa los resultados de un
estudio de tres volcanes, Atacazo, Antisana
y Sumaco, que se encuentran
perpendiculares al golpe de los Andes
ecuatorianos, que representan ~100 km a
través de un arco volcánico activo (Fig. 1).
Los Andes ecuatorianos son
fundamentalmente diferentes de los Andes
del sur, especialmente en la historia
geológica de la placa superior.
Específicamente, varios terrenos alóctonos
se acumularon en la parte noroeste del
continente sudamericano entre el Jurásico
medio y el Eoceno tardío [6,8]. En
consecuencia, los magmas de los Andes
ecuatorianos han atravesado la corteza de
edad, composición y grosor muy diferentes.
Hemos encontrado que las composiciones
de estas lavas no están relacionadas de
manera predecible con la composición o el
grosor de la corteza sobre la que se sientan.
En cambio, la mayoría de las características
geoquímicas están simplemente
relacionadas con la profundidad de la zona
de Benioff. Concluimos que la composición
de estas lavas está determinada
principalmente por procesos que ocurren en
la losa y el manto, y de hecho, ni la
interacción cortical ni la litosférica-manto
juegan un papel importante.
2. Técnicas analíticas
Los análisis de elementos principales y Ni,
Cr, Sc, V, Ba, Rb, Sr, Zr, Y y Nb fueron
realizados por XRF en el Laboratorio
Geoanalítico de la Universidad Estatal de
Washington (Peter Hooper, comunicación
personal, 1997). La precisión se probó
mediante múltiples análisis de una sola
muestra. La precisión del elemento mayor
es <2% de la abundancia absoluta; la
precisión de los elementos traza es <5%,
excepto para Rb y Nb, que son 10% en
muestras de baja abundancia. Los
elementos de tierras raras (REE), Hf, Ta, Th
y U fueron analizados por INAA en la
Oregón State University. Las
incertidumbres son del 7% para U y Ce, y
<5% para los otros elementos (M. Streck,
comunicación personal, 1994). Los análisis
de isótopos de oxígeno se realizaron
utilizando técnicas informadas en [9]; la
incertidumbre es +/- 0.1 ‰. Los análisis
isotópicos Sr y Nd se realizaron mediante
técnicas informadas en [10]. La precisión
interna es típicamente +/- 0.000020 para 86
Sr / 87 Sr y +/- 0.000010 para 143 Nd / 144
Nd. Las relaciones se informan en relación
con 0.710240 para SRM987 para 86 Sr / 87
Sr y en relación con 0.511852 para el
estándar de La Jolla.
3. Entorno geológico
Los Andes ecuatorianos son el resultado de
la subducción de la placa de Nazca debajo
de la placa de América del Sur. El arco
volcánico activo se encuentra al norte de 2 °
S (Fig. 1). Al sur de 2 ° S, la placa de Nazca
se subduce en un ángulo de ~ 15 °, creando
un límite convergente a magmático. Al
norte, en el área de estudio, el descenso de
la zona de Benioff está entre 25 ° y 30 °
[ 11]. Los volcanes compuestos activos de
Ecuador se encuentran en dos cadenas
paralelas llamadas Cordillera Occidental
(oeste) y Cordillera Real (este). Las dos
cadenas se encuentran a 40–50 km de
distancia y están separadas por la depresión
interandina [12]. Una tercera zona
volcánica, que consiste en volcanes de arco
posterior, se encuentra en la cuenca
amazónica, al este de los Andes.
Una característica notable de estas tres
zonas volcánicas es que cada uno se
encuentra en una provincia de la corteza
diferente, marcados por diferencias en la
edad de la corteza, la composición y
espesor y separadas por abruptamente -
inmersión de cizallamiento zonas [6-8]. La
parte occidental del Ecuador (al norte de 2.5
° S) está formada por el terreno de Piñón,
un terreno alóctono de sótano basáltico de
la edad del Cretáceo cubierto por rocas de
arco más jóvenes [13]. Se cree que se
suturó a Sudamérica a principios del
Eoceno [6]. Las anomalías de Bouguer de
hasta +162 mGal indican que toda la
sección de la corteza de 30 km es máfica
[ 14]. Paleoceno al Eoceno temprano Calc -
rocas del arco alcalinas (llamado el
“Macuchi” formación) están tectónicamente
emplazados en el lado este del bloque
Piñón. El límite oriental del terreno Piñón
es la falla Calacali –Pallatanga – Palenque
(o “Romeral”), que limita el lado oeste de la
depresión interandina en esta región (Fig.
1).
Los volcanes de la Cordillera Real están
sustentados por granitos metamorfoseados
paleozoicos y mesozoicos de tipo S y rocas
metasedimentarias de afinidad continental
[ 6,8]. El margen este de este de Terreno se
define por a gran escala, abruptamente
fallas de inmersión al oeste que han empuje
las rocas metamórficas de la Cordillera
Real sobre continental metamorfismo -
plataforma de rocas sedimentarias al este.
La Cordillera Real se caracteriza por
anomalías de Bouguer negativos tan
grandes como - 292 mGal, lo que indica la
corteza de baja densidad a profundidades de
casi 60 kilómetros [ 14].
El cratón sudamericano de la cuenca del
Amazonas se encuentra al este de los
Andes. Los pozos petroleros profundos han
penetrado granulitas que se cree provienen
de la parte occidental del escudo de Guyana
[ 6]. Una gruesa secuencia de rocas
sedimentarias paleozoicas y mesozoicas
descansa sobre este sótano y está cubierta a
su vez por un abanico sedimentario del
Jurásico tardío hasta la edad moderna cuya
fuente ha sido los Andes [ 7]. Bouguer
anomalías de la gravedad indican que el
espesor de la corteza en esta área es un
típico 35 - 40 kilómetros [ 14]. Abundantes
perfiles de reflexión sísmica revelan
muchas fallas de empuje, desde el Cretácico
tardío hasta la edad cuaternaria, que
aparentemente están relacionadas con la
transpresión impulsada por la convergencia
de placas [ 7]. No se han identificado
estructuras extensionales jóvenes que
puedan estar relacionadas con la
configuración del arco posterior y el
volcanismo alcalino.
3.1. Volcán Atacazo
El volcán Atacazo se encuentra en la
Cordillera Occidental ~ 25 km al suroeste
de Quito y se eleva a 4455 m. Un andesítico
más antiguo, de mediados del Plioceno al
Pleistoceno (410,000 + 10,000 a 300,000 +
10,000 y). El edificio está truncado por una
gran caldera tardía de la cumbre del
Pleistoceno- Holoceno que se abre hacia el
suroeste [15]. Las lavas más antiguas son
predominantemente andesitas porfiríticas,
de dos piroxenos. Dos jóvenes andesíticas a
cúpulas dacíticos están situados en el flanco
sureste exterior de la caldera, y tres cúpulas
dacíticos se encuentran dentro de los 6 km
de ancho, caldera 900 m de profundidad. La
cúpula más joven, Ninahuilca, entró en
erupción hace solo 2370 + 70 años [ 15].
Las lavas domo son andesitas de dos
piroxenos, andesitas de hornblenda y
dacitas de hornblenda.
Las lavas de Atacazo pertenecen al clan
alcalino medio K [ 16] (Fig. 2). Las lavas
de Atacazo son notablemente pobres en los
elementos traza incompatibles, y los
elementos compatibles (Ni, Sc y V)
disminuyen con el aumento de las
concentraciones de SiO2 (Fig. 3). Todas
las lavas de Atacazo son livianas: están
enriquecidas con REE pero tienen un La /
Yb más bajo que las lavas de los otros dos
volcanes (Figs. 4 y 5). Todas las lavas de
Atacazo tienen anomalías negativas
pronunciadas de Nb y Ta en diagramas
normalizados de MORB (Fig. 4).
3.2. Volcán Antisana
El volcán Antisana, una de las montañas
más altas de Ecuador, se eleva a una altitud
de 5735 my se encuentra en la Cordillera
Real, a 50 km al sureste de Quito. Está
rodeado de rocas volcánicas más antiguas,
pero estas a su vez se encuentran sobre
granitos de tipo S y rocas
metasedimentarias de la división Loja [8].
Un edificio más antiguo constituye la mitad
oriental del volcán y está truncado por
varios grandes anfiteatros que se abren a las
inaccesibles laderas noreste, sur y este. Un
cono compuesto más joven creció en la
parte noroeste del antiguo edificio y
constituye la mayor parte del volcán.
Además, dos flujos de lava surgieron de apariencia máfica, las lavas de Sumaco
fisuras satélite 15 km al oeste de la base del están fuertemente evolucionadas, con
cono en el 18 º siglo [ 17]. Todas las lavas menor abundancia de MgO, Cr y Ni que las
de Antisana examinadas en este
estudio contienen 30–40% de
plagioclasa (An 62-70), 10% de
hipersteno, 2% de augita y
fenocristales dispersos de olivina (Fo
62 - 70). Los flujos satelitales
contienen escaso cuarzo reabsorbido.

Las lavas de Antisana son del tipo

alcalino alcalino con alto contenido de
K (Fig. 2). La mayoría de las muestras
se trazan a lo largo de tendencias
lineales simples en diagramas de
Harker. Los elementos incompatibles
son más ricos en las lavas de Antisana
que los de Atacazo, especialmente los
oligoelementos altamente incompatibles andesitas de Atacazo y Antisana (Fig. 3).
(Figs. 3 y 4). Las tendencias de elementos
compatibles son indiscernibles de las de
Atacazo (Fig. 3). 4. Comparaciones geoquímicas de los
volcanes.

3.3. Volcán Sumaco La característica sobresaliente de este

transecto a través de los Andes ecuatorianos
El volcán Sumaco se eleva desde la cuenca es el cambio sistemático en la composición
amazónica, al este de los Andes y 105 km de las lavas lejos de la trinchera (Figs. 2-6).
al este de Quito [ 18]. El volcán está Para casi todos los elementos analizados
construido sobre una secuencia (Tabla 1; para datos completos, ver EPSL
sedimentaria fanerozoica que recubre Online Background Dataset 2), las
América del Sur cratónica [ 7]. Sumaco diferencias entre los volcanes son
tiene una morfología compuesta simétrica, abrumadoramente mayores que la variación
y hay informes de tres erupciones dentro de las suites individuales. Por lo
explosivas, la más reciente en 1933 [ 19]. tanto, el enfoque de este trabajo es una
Las lavas de Sumaco son claramente comparación de los tres volcanes.
alcalinas y son tefritas, basesitas y fonolitas
que contienen feldespatoides. Las lavas son
porfiríticas y contienen fenocristales de
hauyne y nosean (5–8%), leucita, augita
sódica y plagioclasa (An 33-53). La olivina,
la apatita y la magnetita también se
encuentran en la mayoría de las muestras.
Pequeños cristales de nefelina ocurren en la
masa terrestre. El conjunto de minerales
alcalinos se refleja en las composiciones de
elementos principales de las lavas, lo que
muestra su afinidad shoshonítica (Fig. 2).
Las lavas de Sumaco son ricas en todos los
elementos incompatibles y enriquecidas con
luz REE (Figs. 3 y 4). Las anomalías de Ta
y Nb son mucho más pequeñas que en las
lavas de Antisana y Atacazo (Fig. 4). A
pesar de su bajo contenido de sílice y

4.1. Pruebas isotópicas de asimilación.
Las proporciones de 87Sr / 86 Sr de lavas
de estos volcanes varían de 0.70416 a
0.70428, solo ligeramente más altas que las
lavas de arco de isla típicas (o
“isotópicamente coherentes” [ 20]), pero
dentro del rango global de arcos de isla
(Fig. 7). Del mismo modo, las 143ª / 144ª
proporciones de las lavas ecuatorianas van
a ,51279 a partir de 0.51289, ligeramente
inferior al arco típico de la isla lavas
0.51297 a 0.51305. [ 20] Los valores de &
18 O de las lavas ecuatorianas varían de &
6.1 a & 8.1 ‰, y los valores más altos
provienen de Atacazo; Los valores de & 18
O del volcán Antisana y Sumaco caen
dentro del rango de arco de la isla de & 6.0
+ 0.3 ‰ [ 21].
Asimilación medible de corteza
continental puede ser indicada por el
mayor &18O valores de los Atacazo
lavas y la inferior 143a / 144a de los
Antisana lavas, pero el balance de masa
indica que la cantidad de asimilación
debe ser pequeño. Los altos valores de
&18O medidos en Atacazo pueden
explicarse por ~15% de asimilación de
rocas corticales con un valor de & 18O
de + 20 ‰, suponiendo un magma
parental con un valor típico de arco de
isla de & 6.0 ‰ cf. [ 22]. Si la
asimilación es responsable de aumentar
los valores de &18O de los magmas de
Atacazo, el asimilante probable sería alterar
las rocas máficas cretácicas del terreno
Piñón. Otras consideraciones sugieren que
el 15% de asimilación es una
sobreestimación. Las abundancias muy
bajas de Nb y Ta en las lavas de Atacazo
algunas con Nb < 1.5 ppm y Ta < 0.20 ppm.
impedir una asimilación significativa de las
rocas corticales. Además, las mediciones
reportadas se refieren a polvos de roca
entera; El trabajo reciente en nuestros
laboratorios indica que la meteorización
incipiente en los basaltos oceánicos
ópticamente prístinos puede aumentar el
valor de & 18O en ~ 0.5–1.0 ‰ [ 23].
También es posible que los magmas
parentales de las andesitas de Atacazo
tengan d 18O inusualmente altos, pero esto
no puede probarse hasta que se complete un
estudio exhaustivo de la variación intra-
suite de Atacazo.
Las relaciones 143º / 144 Nd de las lavas de
Antisana son consistentemente más bajas
que las de los otros dos volcanes (Fig. 7).
Esto probablemente se relaciona con el
hecho de que estos magmas han ascendido
a través de una sección extremadamente
gruesa de corteza continental y han
asimilado parte de ella. No obstante, el
grado de asimilación es probablemente
pequeño. Por ejemplo, se requiere una
asimilación simple de la corteza continental
al 8% con 143 Nd / 144 Nd de 0.5120 para
reducir la relación 143a / 144 Nd de un
magma de 0.51288 a 0.51279, suponiendo
concentraciones de Nd similares en el
magma basáltico a andesítico y los
materiales de la corteza continental.
Aparte de estas dos excepciones
marginalmente significativas, ninguno de
los elementos, las proporciones elementales
y las proporciones isotópicas para las cuales
tenemos datos cambian de manera lógica en
relación con el tipo o grosor de la corteza
en la que se asientan los volcanes, como
sería el caso. caso si los magmas resultan de
una asimilación extensa de la corteza
inferior [1]. La ilustración más obvia es la
comparación directa de Atacazo, que se
encuentra en la corteza joven y delgada de
afinidad oceánica, con Sumaco, que se
encuentra en la corteza cratónica. Las lavas
de Atacazo son mucho más ricas en SiO2
que las de Sumaco, una relación opuesta a
la esperada para la asimilación del material
de la corteza. Además, las relaciones 87Sr /
86 Sr y 143 Nd / 144 Nd de lavas de los dos
volcanes son prácticamente idénticas (Fig.
7). Esto contrasta notablemente con los
volcanes de Chile, donde las proporciones
de 87 Sr / 86 Sr se correlacionan bastante
fuertemente con el grosor de la corteza,
aumentando de 0.7036 a 0.7057 a medida
que la corteza se espesa de 30 a 60 km [1].
Las lavas de Sumaco son
fundamentalmente diferentes de otras
provincias shoshoníticas de arco posterior
de los Andes cuyas lavas tienen grandes
contribuciones de la corteza y el manto
litosférico. Por ejemplo, se cree que las
lavas de la provincia de Pocho en Argentina
asimilaron grandes cantidades de manto
litosférico o granulitas de la corteza inferior
[ 24], porque son notablemente pobres en
Rb, U y Th y tienen bajo La / Yb y 143rd /
144 Nd ratios. Las lavas de Sumaco
carecen de estas características. Las lavas
shoshoníticas de la meseta de la Puna [25] y
el altiplano boliviano [ 26] tienen incluso
87 Sr / 86 Sr más bajas y ratios de 143 Nd /
144 Nd, lo que refleja contribuciones
sustanciales (> 20%) de la corteza superior
y tal vez un origen en la antigüedad. manto
litosférico Las lavas shoshoníticas de
Sumaco son isotópicamente idénticas a las
lavas de arco, por lo tanto, es probable que
estén relacionadas con fuentes similares sin
contribuciones sustanciales por el antiguo
manto litosférico que subyace al cratón
sudamericano.
Gran parte de la discusión que sigue se
centra en las proporciones de elementos
traza Ba / Nb y La / Yb. La asimilación del
material típico de la corteza continental
[27] en cualquier proporción es poco
probable que produzca los cambios
sistemáticos observados en las lavas
ecuatorianas (Fig. 8). Incluso si se están
asimilando materiales corticales atípicos, es
poco probable que el <15% de la
asimilación indicada por las relaciones
isotópicas Sr, Nd y O cambie notablemente
las relaciones La / Sm o Ba / Nb de los
magmas. Debido a que el contenido de
sílice, las concentraciones y relaciones de
elementos incompatibles, y las relaciones
isotópicas Sr, Nd y O no se relacionan de
manera lógica con el grosor de la corteza o
el tipo de corteza a través de la cual
asciende el magma, concluimos que la
asimilación no es importante para lograr
sobre las diferencias de primer orden en las
composiciones de estas lavas.
4.2. Contribuciones de losas diferentes
Está bien establecido que las relaciones de
los elementos litófilos de iones grandes
(LIL; p. Ej., K, Rb, Cs, Ba) a metales de
alta resistencia de campo (HFS; p. Ej., Zr,
Nb, Ta, Ti) y el REE son más altas en las
lavas de arco de isla que en la cresta del
océano medio y los basaltos de la isla
oceánica [28]. Esta diferencia fundamental
se ha atribuido a la transferencia de masa de
un fluido (fase fundida o rica en volátiles)
desde la losa subducida a la cuña del manto
suprayacente.
Las lavas del volcán Atacazo tienen
relaciones LIL / HFS y LIL / REE como
algunas andesitas de arco de isla. En
marcado contraste, las lavas de Sumaco
tienen relaciones LIL / HFS y LIL / REE
mucho más bajas, casi tan bajas como las
típicas de las lavas océano-isla. Las lavas
del volcán Antisana tienen relaciones
intermedias. En general, existe una relación
clara entre la profundidad de la zona de
Benioff y las proporciones de elementos
que se consideran móviles en fluidos
derivados de losas con los que se
consideran inmóviles (Fig. 5). Es probable
que este cambio sistemático no se deba a la
asimilación provocada por un mayor grosor
de la corteza o en el tipo de corteza, ya que
las proporciones son intermedias en
Antisana (corteza más gruesa) y más bajas
en Sumaco (corteza continental madura).
En cambio, el cambio sistemático en estas
proporciones probablemente se deba a una
influencia decreciente del fluido derivado
de losas en la cuña del manto a medida que
la placa de Nazca desciende aún más por
debajo de América del Sur (cf. [4,5]).
4.3. Diferentes grados de fusión
Las concentraciones de oligoelementos
incompatibles en las lavas aumentan
constantemente lejos de la zanja al igual
que la relación La / Yb (Figs. 4 y 6).
Como se señaló anteriormente, este
aumento constante probablemente no se
deba a la asimilación de los materiales
corticales, ya que no se acompaña de un
cambio sistemático en 87Sr / 86 Sr, y
18O, 143 Nd / 144 Nd y SiO2. La
explicación más probable para el aumento
de las concentraciones de elementos
incompatibles y las relaciones La / Yb lejos
de la zanja es que los magmas son el
resultado de grados progresivamente más
bajos de fusión parcial de la cuña del manto
(p. Ej., [4,5]).
4.4. Mezclar cálculos
Se cree que las diferencias de composición
de primer orden entre los magmas de los
tres volcanes están controladas por dos
parámetros: la cantidad de fluido derivado
de la losa y el grado de fusión. Estos dos
parámetros están directamente relacionados
en que las grandes contribuciones de
fluidos corresponden a grandes grados de
fusión (véanse las figuras 5 y 6). Todas las
lavas consideradas aquí son andesitas
evolucionadas, por lo que las
concentraciones absolutas de los
oligoelementos incompatibles en los
magmas primarios son casi ilimitadas. Por
lo tanto, enfocamos nuestro esfuerzo de
modelado en las proporciones de elementos
traza incompatibles que es poco probable
que se modifiquen fuertemente por el
fraccionamiento de cristales o pequeñas
cantidades de asimilación.
Hemos generado un modelo de fusión y
mezcla que imita las relaciones de
elementos traza de diagnóstico de las
típicas de las lavas océano-isla. Lavas de
tres suites (Fig. 9). El modelo supone que
las diferencias de composición en estas
lavas se deben a dos factores principales:
(1) diferentes grados de fusión parcial de
una fuente de manto agotada (como lo
indican las proporciones isotópicas de Nd);
y (2) diferentes contribuciones de un fluido
o magma derivado de la litosfera subducida.
Obviamente, estos modelos no son únicos,
pero muestran que esta explicación es
viable con parámetros razonables. Se
supone la fusión modal por lotes del manto
productor de MORB agotado (composición
de la fuente calculada a partir de los
parámetros dados en [ 29]), y los
coeficientes de distribución de masa
fundida sólida se asignan como La = 0. 01,
Yb = 0. 8, Ba = 0. 01, y Nb = 0,3. El
coeficiente de distribución relativamente
alto para Yb supone una fuente con granate.
El coeficiente de distribución de Nb
relativamente alto supone una fase tal como
anfíboles o restos de rutilo en el residuo.
Las concentraciones de Nb tan bajas como
1.1 ppm en andesitas de Atacazo (cf.
concentraciones de nMORB de 3.5 ppm
[ 29]) requieren virtualmente que haya una
fase de retención de Nb durante la fusión,
sin importar la fuente. La concentración de
La y Ba en el fluido derivado de losas es la
calculada para los basaltos de la cuenca de
arco posterior de las Marianas [ 30]: Ba =
1370 ppm y La = 99 ppm. Las
concentraciones de Nb e Yb en el fluido se
asignan a 0 y 10 ppm, respectivamente
(estimado a partir de [ 31]).
Los modelos razonablemente ajustados que
utilizan los parámetros anteriores indican
que los magmas de Atacazo pueden resultar
de un promedio de fusión del 15%, los
magmas de Antisana del 3% de fusión y los
magmas de Sumaco del 2% de fusión (Fig.
9). Los magmas de Atacazo tienen un
promedio de 7% de componente fluido
(descontando la muestra individual con Ba /
Nb extremadamente alto), los magmas de
Antisana 2% y el cero de Sumaco. Estas
proporciones de fluidos son para fluidos
derivados de losas en la masa fundida;
normalizándolos por el grado de fusión da
la proporción de fluido introducido en la
cuña del manto, lo que resulta en 1.1%,
0.06% y cero para los tres volcanes.
Hacemos hincapié en que la magnitud de
estos resultados depende en gran medida de
la composición de la fuente, los coeficientes
de distribución en masa, y especialmente la
composición del fluido, que están poco
restringidos. Por ejemplo, la composición
del fluido introducido sin duda cambia a
medida que la losa desciende, se agota
progresivamente en especies móviles, sufre
diferentes reacciones de desvolatilización y
diferentes fases residuales son estables
[ 32]. No obstante, el modelo demuestra
que estos magmas pueden producirse
disminuyendo las entradas de fluidos
derivados de losas, lo que a su vez causa
una disminución de la extensión de la
fusión.
Las relaciones Nb / Ta concuerdan con la
interpretación de que el control principal
sobre las composiciones de las andesitas
ecuatorianas es impartido por un
componente de losa y diferentes grados de
fusión de una fuente de manto agotado.
Plank y White [ 33] han demostrado que los
basaltos de la cresta del océano medio y las
lavas de arco agotadas (aquellas con bajas
concentraciones de Nb) tienen relaciones
Nb / Ta que van de ~ 6 a la relación
condrítica de 17 + 1. Las relaciones bajas se
atribuyen a la derivación de magmas de
arcos y crestas del océano medio de una
fuente que se había agotado previamente
por fusión parcial. Por el contrario, las lavas
de arco de los arcos Bismark y Tongan
tienen relaciones Nb / Ta que van desde 17
en las lavas relativamente agotadas en
elementos incompatibles hasta 33 en las
lavas potásicas [ 34]. Estas proporciones
más altas se atribuyen al enriquecimiento
de la cuña del manto por los fundidos de
silicio que han dejado el rutilo en el
residuo, en oposición al enriquecimiento
por una fase rica en volátiles. Las lavas de
los tres volcanes ecuatorianos de este
estudio tienen proporciones Nb / Ta cada
vez mayores con concentraciones crecientes
de Nb, lo que a su vez se relaciona con la
distancia desde la trinchera. Nb / Ta varía
de 6 a 15 en Atacazo, lo que indica la
derivación de una fuente agotada, similar a
MORB [ 33]. En contraste, las relaciones
Nb / Ta en Sumaco son todas más altas que
la relación condrítica, que van de 19 a 23,
como otras lavas de arco potásico [34].
5. Conclusiones: derretir génesis y
evolución
Las concentraciones y proporciones de
elementos traza y las proporciones
isotópicas en las lavas de un transecto a
través de los Andes ecuatorianos indican
que la asimilación no juega un papel
fundamental en su génesis. En cambio, los
aspectos característicos de los magmas
están controlados principalmente por la
cantidad de fluido introducido en la cuña
del manto por la losa subducida. La
cantidad de fluido introducido a su vez
controla el grado de fusión. En el frente del
arco, una entrada relativamente grande de
fluido causa grandes extensiones de fusión.
Con la desvolatilización sucesiva, se
introducen cantidades decrecientes de
fluido o magma en la cuña del manto desde
la litosfera subducida, y el grado de fusión
se reduce.
Estas variaciones geoquímicas que se cree
que vinculan la cantidad de fluido de la losa
con el grado de fusión parcial son comunes
en otros lugares de los Andes y en otros
arcos continentales. Hickey y sus
compañeros de trabajo han descrito
características similares en las lavas en las
lavas de la Zona Volcánica del Sur de los
Andes [4,5]. Existe una tendencia similar
en un transecto a través de los Andes
centrales, aunque esas lavas tienen una
contribución cortical mucho mayor [26].
Ryan y otros [31] encuentran casi las
mismas tendencias en un transecto
perpendicular al arco de la isla Kurile, que
también se explican por una relación directa
entre la cantidad de fluido derivado de losas
y el grado de fusión parcial. Existe una
relación similar entre la entrada de la losa y
el grado de fusión en el arco
centroamericano, pero el control principal
allí está cambiando la caída de la zona de
subducción (que varía de 308 a 808) a lo
largo de la huelga del arco [35]. Las
razones por las que algunos magmas de
arco continental se someten a grandes
cantidades de asimilación y otros no son
esquivos, pero claramente el grosor de la
corteza no es el único control.