Esta es una historia muy hermosa que conmueve muchos sentimientos, no
enseña a valorar a todos los seres humanos sin distinción, sin importar sus discapacidades ya que son personas iguales a nosotros, no debemos tratarlos mal sino respetarlos, dialogar con ellos y enseñarles cosas nuevas ya que es ocasiones no es fácil identificar sus sentimientos. En la vida debemos dar lo mejor de nosotros, y que puede ser mejor que compartirlo con el prójimo, colocar en práctica lo que Jesús nos enseñó. Es así como se crean lazos de amor que marcan profundamente nuestro corazón. También es importante participar y contribuir en la inclusión social para conseguir mejorar y crear ambiente saludable en nuestra comunidad, incluso en el mundo.