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La actualidad está en una época que si bien tiene mucho contenido social por estudiar, las

condiciones para el estudio social no son las mejores, empezando por las personas que no
comprenden la tarea y el papel tan grande de las ciencias sociales en la vida cotidiana, en el
presente y en el futuro y cursan un proceso de formación cumpliendo con un plan de estudios
ciegamente sin hacer el ejercicio de criticar y proponer investigaciones y proyectos sociales frente
a la realidad social que habite o le interese intervenir, otras condiciones para el estudio social son
la inversión pública y privada, la falta de tecnología y mejor formación académica, pero nos
enfocaremos en la ciencia como vocación.

Si deseamos ser profesores, filósofos o científicos es un reto que debemos tomar con mucha
mesura, estar dispuestos a sobrevivir, ya que es una inversión a lago tiempo que puede o no dar
frutos y además “no tiene una posición relevante en la sociedad general”, la ciencia es una
práctica muy exigente que requiere la vida, todo el tiempo, estar cualificado como sabio y
cualificado como profesor, sin importar, pero debería importar mucho, las condiciones académicas
externas físicas y actitudinales tanto de participantes como del tutor que influyen relevantemente
en el proceso de formación, aprendizaje y desarrollo de los temas de investigación. Los científicos
hacen parte de la misma sociedad que pueden estudiar y cambian al ritmo del cambio social, así es
como surge y se instala el sistema capitalista, la estructura, los conceptos y los valores de la
sociedad cambian, las instituciones académicas como universidades cambian a la burocratización y
la mercancía como fin último, generando objetos, que como lo mencionamos anteriormente, solo
cumplen un plan de estudio ciegamente.

La pasión es la que motiva al ser humano a aferrarse a la vida, a tener una razón de estar, de
continuar, de insistir, de tener vivencias que después sean sensaciones que definan la
personalidad y permita que pase algo, que siga una acción relevante propia, que surja la
ocurrencia después de mucho trabajo, esa gran idea que transciende en la vocación científica.

Aunque el tiempo del renacimiento los artistas consideraban la ciencia como camino hacia el arte
verdadero, el arte tiene su connotación de no tener reglas rigurosas y presentar las cualidades no
medibles, en base al arte como expresión del alma, el interés del científico es lo verdadero y el
arte le interesa la experiencia del momento de la apreciación de la obra.

El texto menciona que el progreso científico constituye la parte más importante de la


intelectualización, por que desde hace mucho tiempo atrás hemos sido construidos bajo lógicas y
parámetros, algunas veces no aceptadas y criticadas. Considero que el proceso del arte en la
postmodernidad mejora las condiciones del trabajo artístico y promueve las artes como un
mecanismo para el ejercicio de reconocimiento y consciencia del sujeto en sociedad.

Las ciencias sociales es una vocación, quien la practique debe asumir sus consecuencias.
Permitirnos transformar realidades sociales y conceptualizar prácticas y realidades son hechos
muy delicados que se deben manejar sin ningún tipo de interés que pueda manipular las
investigaciones, quien se anime debe hacerlo por amor al conocimiento y al aporte del desarrollo
social, estando esto claro, el quehacer de cada persona desde su proceso de formación o desde
antes y bajo los diferentes parámetros que lo motivaron al interés académico, debe estar
dinamizado por diferentes procesos en comunidades, barrios, comunas, proponer desde sus
capacidades y recursos acciones en la dinamización social.
Anderson Esteban Romo Campo

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