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LA EXPERIENCIA DE OERSTED.

CAMPO MAGNÉTICO CREADO POR UNA CORRIENTE ELÉCTRICA


RECTILÍNEA.
En 1820, el físico danés Hans Cristian Oersted puso de manifiesto que una corriente eléctrica era capaz de
desviar una aguja imantada y, por tanto, inducía o creaba un campo magnético. Quedó claro que si
antes no se había detectado relación entre electricidad y magnetismo era porque siempre se había
trabajado con cargas estáticas.
Para estudiar el campo magnético creado por un hilo conductor rectilíneo podemos colocar a su
alrededor un gran número de agujas imantadas que nos indiquen en cada punto la dirección del campo
magnético. Se comprueba que a una distancia del conductor pequeña respecto a su longitud, existe un
patrón de líneas de campo consistente en circunferencias centradas en el conductor, contenidas en planos
perpendiculares al mismo. Cuando el sentido de la corriente se invierte, las agujas dan media vuelta,
mostrando que el sentido del campo magnético también se invierte. Para determinar cuál es el sentido de
las líneas de campo a partir del sentido de la corriente se utiliza la regla de Maxwell, regla de la mano
derecha o de avance de un tornillo en su giro: cogiendo el hilo conductor con la mano derecha y
extendiendo el dedo pulgar en el sentido de circulación de la corriente, el sentido de los demás dedos es el
que nos indica el sentido de las líneas de campo.

La dirección del campo magnético creado por una corriente rectilínea es tangente a la línea de campo en el
punto considerado y su sentido el de la línea de campo. En cuanto al módulo, es lógico pensar que en su
valor influirán tres factores: la intensidad de la corriente I que circula por el conductor (unidad SI: amperio
(A)), la distancia r al conductor desde el punto considerado, y el medio en que realizamos la experiencia. La

dependencia concreta del módulo de B queda establecida por la ley de Biot y Savart: donde
el término 2 da cuenta de la influencia del medio, recibiendo el nombre de permeabilidad magnética (en
el vacío toma el valor: en medios materiales puede tomar valores mayores, menores o
iguales al del vacío: su valor va a determinar el comportamiento diferenciado de los materiales frente a
campos magnéticos externos.

CAMPO MAGNÉTICO CREADO POR UNA CORRIENTE ELÉCTRICA CIRCULAR. ESPIRAS, SOLENOIDES Y
ELECTROIMANES.
Ahora podemos entender que los polos magnéticos no juegan en el campo magnético el mismo papel que
desempeñan las cargas eléctricas en el campo eléctrico. Un campo eléctrico sólo puede estar producido
por cargas eléctricas: la carga eléctrica es la única fuente del campo eléctrico. Por el contrario, los polos
magnéticos de un imán no son la única fuente del campo magnético. Un campo magnético también
puede estar producido por una corriente eléctrica, es decir, por cargas eléctricas en movimiento.
Con objeto de aumentar la intensidad del campo magnético creado por
una corriente en un punto, sin tener que incrementar la intensidad de la
corriente, se puede arrollar el conductor alrededor de dicho punto
confiriéndole forma de espira. De esta forma conseguimos que las líneas
de campo se apiñen en el interior de la espira mientras se dispersan fuera
de ellas. Así concentramos el campo magnético creado por la corriente en una región determinada. El
aumento de la intensidad de campo que se consigue con una espira viene dado por un factor π, de manera

que en el centro de una espira el valor del campo magnético es:

El valor del campo magnético en una zona puede hacerse todavía mayor si arrollamos el conductor en
forma de hélice apretada. Este dispositivo funciona como una asociación de muchas espiras, y se conoce
con el nombre de solenoide o bobina. Para entender cuál es el resultado global observa el diagrama de
líneas del campo magnético originado por dos espiras,
los campos creados por cada una de las espiras en el interior de las mismas se refuerzan y dan como
consecuencia unas líneas de campo prácticamente paralelas y equidistantes; entre las espiras, el campo es
casi nulo y fuera de ellas el campo es mucho más débil que en el interior. La asociación de muchas espiras
origina un campo magnético muy similar al de un imán de barra, las líneas de campo magnético son
perpendiculares a las espiras y su sentido es el del avance de un tornillo que gira siguiendo el sentido de la
intensidad de corriente. Se habla de una “cara norte” y de una “cara sur” de la espira o de la bobina, por
donde salen o por donde entran, respectivamente, las líneas de campo.

La intensidad del campo magnético en el interior del solenoide se puede considerar constante; su valor

viene dado por la expresión: siendo N el número de espiras y L la longitud de la bobina.


Esta fórmula nos permite entender que una manera de aumentar el valor del campo magnético en el
interior de un solenoide es introducir un material cuya permeabilidad magnética sea grande (una pieza de
hierro u otro material ferromagnético). Es este el diseño básico de lo que se conoce como electroimán. Al
aproximar dos electroimanes o un electroimán y una barra imán, según las caras que se aproximen o la cara
y el polo que acerquemos, se manifestará entre ellos atracción o repulsión.
Los electroimanes son ampliamente utilizados en la industria: en grúas, para levantar vigas de hierro, viruta
o chatarra; en frenos y embragues electromagnéticos; en motores, relés y contactores, como el timbre
eléctrico; etc. En investigación científica (aceleradores de partículas, dispositivos de
resonancia magnética nuclear, levitación magnética,…) se emplean electroimanes muy
poderosos; usan bobinas superconductoras sin núcleo de hierro a través de las cuales fluye
con facilidad una corriente eléctrica muy grande y con pocas pérdidas de calor.

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