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Nombre: Rey Ferney Patiño Ortiz

Evidencia: Valor compartido

“Valor compartido, una estrategia empresarial de alto impacto”

Resumen

La responsabilidad social de las empresas y la manera en la que se desempeña actualmente, ha


suscitado una revisión juiciosa y nuevas miradas acerca de la manera en la que debe abordarse
ante la situación que viven países como Colombia que actualmente cuenta con muy niveles altos
de inequidad social a pesar de contar con un conjunto de corporaciones exitosas que generan
riqueza y de que todas ellas tienen programas de responsabilidad social. Desde aquí surge la
inquietud y la necesidad de replantear el propósito y el desempeño de la labor social de las
empresas y preguntarse ¿Cómo podría su empresa aumentar significativamente su rentabilidad e
impacto, diferenciándose por su capacidad de generar valor y riqueza económica, ambiental y
social, con sus grupos de interés? El centro de Liderazgo y gestión manifiesta que para Colombia la
mejor estrategia es combinar el desarrollo empresarial con la responsabilidad social, partiendo de
que las compañías colombianas pueden utilizar sus activos principales como sus tecnologías, su
talento humano, sus redes de distribución y comercialización, para producir utilidades y también
para contribuir a la generación de mejores condiciones sociales, ambientales y económicas para el
país.

Y así mismo afirma que esta nueva visión de su desarrollo empresarial implica involucrar a los
empleados en la misión o el propósito mayor aportar socialmente, lo cual trasciende a la ganancia
económica y por ende genera compromiso y motivación en ellos. Para lograrlo lo principal es
romper con uno de los paradigmas preferidos de las escuelas de negocios, el Egoísmo, el cual
profesaba que solo mediante la búsqueda infatigable del interés particular, los empresarios
pueden contribuir a fomentar el interés general. “. Principios defendidos por liberales clásicos
como Adam Smith y Friedrich Von Hayek. Que pensaban que su contribución social se daba a
través de la generación de impuestos, la venta de productos de calidad y el pago de impuestos.

Sin embargo, el profesor Michael Porter, la principal autoridad en competitividad del mundo
declara que: “no basta con ser más productivos, hablar de crecimiento o enfocarse en las
utilidades. Que es fundamental tener una economía sofisticada y competitiva, pero no es
suficiente. Que es fundamental tener una economía sofisticada y competitiva, pero no es
suficiente. Que ni la responsabilidad clásica de los empresarios ni la filantropía son suficientes para
responder con efectividad a las necesidades sociales. Que no alcanza con donar dinero o cumplir
ciertos estándares sociales y ambientales. Que hay que redefinir el propósito de las empresas. No
solo porque es lo correcto y lo moral, sino porque de eso depende el progreso, la sostenibilidad e,
inclusive, la existencia de cada empresa a largo plazo”. El profesor Michael ha transformado el
pensamiento empresarial del siglo XXI y afirma que la próxima gran ola de crecimiento local y
global es El Valor Compartido puesto que sus estrategias son más sostenibles como ventajas
competitivas, no hay duda acerca de que la creación de riqueza se logra eficientemente a través
de negocios del sector privado pero es necesario que éste, cambie la forma de percibir y de
desarrollar y obtener sus ganancias y redefinir su propósito superior y aceptar que no pueden
olvidarse de lo social si lo que quieren es que su éxito sea sostenible a largo plazo.
El cambio de mentalidad debe enfocarse en que se puede crear valor económico mientras que se
crea valor social, este es el valor compartido que se genera a través de tres ejes:

Con el producto o servicio que tiene la empresa, con otra definición de cadena de valor y con los
clústeres locales. Y en general se debe dejar de ver la responsabilidad social como un asunto ajeno
del que se participa con obras benéficas o caridad y verlo como un deber, un llamado que hace
parte de la ética empresarial con un entorno que ofrece y aporta el sustento a las ideas y que por
tanto debe ser visto como el más importante aliado digno de respeto y consideración y para llevar
a cabo esa transición es necesario primero un sólido compromiso de los líderes de las empresas
que estén dispuestos a comprometer a todos los empleados en todos los niveles, a tomar
decisiones estratégicas y a asignar recursos, ser observadores de la realidad propia y del entorno y
etar abiertos al cambio; en segundo lugar se debe pensar en que el desarrollo del valor
compartido es un trabajo a largo plazo y que por último, se requieren de capacidades,
competencias y actividades no son las tradicionales, caso contrario sobresalen conversaciones
generativas, espíritu emprendedor y observación permanente desde otras perspectivas,
innovación aplicada a gran escala y desarrollo de liderazgo entendido como la capacidad de
movilizar masas para enfrentar un reto transformador de alto impacto.

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