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Estrategia militar

Mapa donde se muestra el planteamiento estratégico de la campaña de Waterloo.

La estrategia militar (Estrategia, del griego stratigos o strategos, στρατηγός, pl. στρατηγοί; en griego
dórico: στραταγός, stratagos; literalmente significa: «líder del ejército») es el planteamiento general
utilizado por las organizaciones militares para intentar alcanzar los objetivos fijados. 1
La estrategia militar se ocupa del planeamiento y dirección de las campañas bélicas, así como del
movimiento y disposición estratégica de las fuerzas armadas. El padre de la estrategia militar
moderna, Carl von Clausewitz, la definía como "el empleo de las batallas para conseguir el fin de la
guerra".2 De esta manera, daba prioridad a los objetivos políticos sobre los objetivos militares, apoyando
el control civil sobre los asuntos militares.
"El general (strategos) debe estar seguro de poder explotar la situación en su provecho, según lo exijan
las circunstancias. No está vinculado a procedimientos determinados." Capítulo VIII versículo 9 de El arte
de la guerra de Sun Tzu.
En las guerras convencionales tiene por objeto dirigir las tropas en el teatro de operaciones hasta llevarlas
al campo de batalla. Es una de las tres facetas del arte de la guerra, las otras dos serían la táctica militar,
consiste en la correcta ejecución de los planes militares y las maniobras de las fuerzas de combate en la
batalla. El tercer componente sería la logística militar, destinada a mantener el ejército y asegurar su
disponibilidad y capacidad combativa.

Capítulo 1 Índice
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• 1Estrategia en la Europa Antigua


o 1.1Antigüedad
o 1.2Atenas: estrategos
o 1.3Esparta
o 1.4Roma
o 1.5Godos
o 1.6Bizancio
o 1.7Paralelo entre la falange y la legión
• 2Estrategia en la Edad Media europea
• 3Términos relacionados
• 4La estrategia militar en la antigua China
o 4.1Estrategia militar en época de los reinos combatientes
o 4.2La estrategia en épocas posteriores a Qin Shi Huang
• 5Estrategia en la Edad Moderna europea
o 5.1Derecho internacional
o 5.2La palabra estrategia en la Europa de los siglos XVIII-XIX
o 5.3Definidores y expositores primitivos de la palabra estrategia militar
• 6Estrategia en la Edad Contemporánea
o 6.1Siglo XIX
o 6.2Siglo XX
• 7Concepciones estratégicas o movimientos estratégicos en la Historia
• 8Estrategia y táctica en un punto decisivo en el campo de batalla
• 9Movimiento estratégico de Napoleón I que provoca pérdida de la Línea de Operación del Archiduque
Carlos
• 10Concentración
o 10.1Movimientos estratégicos concéntricos
o 10.2Gran movimiento concéntrico estratégico de Napoleón I en 1805
• 11Waterloo: Napoleón I concibe movimientos estratégicos de enorme brillantez y profundidad
• 12Gran combinación estratégica de Carnot
• 13Pérdida de batallas por faltas estratégicas
• 14Condiciones fundamentales para el completo éxito de un movimiento estratégico
o 14.1Celeridad
o 14.2Secreto
o 14.3Habilidad en los movimientos estratégicos
▪ 14.3.1Campaña V: 1797
• 15Diferencias entre estratagema y estrategia
o 15.1Ejemplos de estratagemas
• 16Diferencia movimiento de estrategia y movimiento de táctica
o 16.1Movimientos tácticos de Napoleón Bonaparte precedidos de un movimiento estratégico
• 17Otros términos
o 17.1Teatro de guerra
o 17.2Teatro de Operaciones de un ejército
o 17.3Base desde un punto estratégico y táctico
o 17.4Frente
▪ 17.4.1Frente Estratégico
▪ 17.4.2Frente de Operaciones
▪ 17.4.3Posiciones Estratégicas
▪ 17.4.4Líneas de defensa
▪ 17.4.5Diferencias Frente Estratégico y Frente de Operaciones
▪ 17.4.6Frente de operaciones paralelo y frente de operaciones oblicuo
▪ 17.4.7Frente Estratégico del Teatro
▪ 17.4.8Frente Estratégico del ejército
▪ 17.4.9Cambio de Frente Estratégico
▪ 17.4.10Dobles Frentes Estratégicos
o 17.5Puntos estratégicos
o 17.6Líneas de operaciones
• 18Batalla Estratégica
• 19Ruptura estratégica
• 20Citas
• 21Estrategas importantes
o 21.1Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, hasta finales siglo XIX
▪ 21.1.1Persia Antigua
▪ 21.1.2Grecia Antigua
▪ 21.1.2.1Cartago
▪ 21.1.3Roma Antigua
▪ 21.1.3.1China
▪ 21.1.3.2Japón
▪ 21.1.3.3Portugal
▪ 21.1.3.4Francia
▪ 21.1.3.5Suiza
▪ 21.1.3.6Holanda
▪ 21.1.3.7Italia
▪ 21.1.3.8Prusia
▪ 21.1.3.9Alemania
▪ 21.1.3.10Austria
▪ 21.1.3.11España
▪ 21.1.3.12Escocia
▪ 21.1.3.13Inglaterra
▪ 21.1.3.14Túnez
▪ 21.1.3.15Sajonia
▪ 21.1.3.16Rusia
▪ 21.1.3.17Finlandia
▪ 21.1.3.18Bélgica
▪ 21.1.3.19Estados Unidos
▪ 21.1.3.20Venezuela
▪ 21.1.3.21Argentina
▪ 21.1.3.22Cuba
▪ 21.1.3.23República Dominicana
o 21.2Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, siglos XX y XXI
• 22Véase también
• 23Notas y referencias
• 24Bibliografía

Capítulo 2 Estrategia en la Europa Antigua[editar]


Antigüedad[editar]
En la Antigüedad los pueblos fueron guerreros y aun los de costumbres pacíficas se veían obligados a
empuñar las armas para defenderse de otros más belicosos, que guiados por las ansias de botín o de
dominación los invadían y subyugaban; el agresor que naturalmente era el más fuerte, procuraba
sorprender con marchas y movimientos rápidos al que lo era menos, o que era más confiado, estos últimos
estaban desapercibidos para el combate.
El arte militar pasó de Asia a Europa pasando por Grecia, siguió en este país sus progresos naturales,
transfiriéndose a Italia, perfeccionándose en Roma junto con las artes y las ciencias, para caer después
con ellas bajo el dominio de los pueblos Bárbaros del Norte y volver a renacer en los siglos posteriores a
la restauración de las artes.
En los gobiernos republicanos de Europa, Atenas, Esparta y Roma es donde el arte militar se desarrolló,
y aunque estuviesen lejos de ser repúblicas perfectas, adquirieron a pesar de todo una superioridad y
debiendo al arte y al ingenio el mérito de resistir a fuerzas enormes con menos tropas o la de sujetar
muchos reinos por lentos progresos de una guerra continuada.
En la remota antigüedad fue ya la infantería el cuerpo principal, el nervio y la esencia de los ejércitos, y
por medio de ella vencieron las naciones conquistadoras: la falange macedónica arruinó al imperio persa,
la legión romana destruyó la falange griega y conquistó una gran parte del mundo, y posteriormente, sin
embargo, con la decadencia de la milicia romana se desplomó el Imperio.
La primera guerra de los Tiempos Heroicos en que aparecen operaciones militares algo regulares y algún
orden es la Expedición contra Tebas, un pensamiento establecido al cual se debían uniformar las
operaciones, una constancia superior al ímpetu y un valor que sabe esperar y sufrir los reveses de la
fortuna.
Así se manifestaran también en Troya donde no se puede ver más que la infancia del arte, la ciudad
amurallada, Troya, y el campo atrincherado ofensivo de los Griegos, descubriéndose elementos de orden.
La fuerza y la división de la falange, organización y orden táctico de los Griegos, fue en
cada estado de Grecia acomodada al número de tropas y la índole de la organización política, y lo que era
común a todas las falanges griegas era la aplicación de la geometría al arte de combatir y la embestida y
pelea en masas indivisibles, la táctica, apareciendo las evoluciones calculadas y simultáneas, y el arte de
la guerra se modificó y empezó la estrategia y táctica particular.
La segunda y más grandiosa experiencia que los Griegos tuvieron que hacer de sus fuerzas y que
contribuyó más al sentimiento de nación común fue las Guerras Médicas, que les permitió conocer las
técnicas de combate de los Asiáticos.
Ciro de Persia reputaba el buen orden de un ejército como el de una familia y ordenaba bien las tribus de
guerra. A sus órdenes de formación cuando marchaba hacia el enemigo debió gran parte la fortuna que le
acompañó en sus expediciones, y se considera un valioso monumento del arte militar más remoto
la batalla que tuvo contra el poderoso Creso, Timbria, la Frigia, que decidió el Imperio de Asia.
En las Guerras del Peloponeso participó Tucídides que escribió la historia de las citadas guerras,
asociando las reglas y las aplicaciones de la táctica y de la política.
Jenofonte dirigió y describió la La retirada de los Diez Mil y se le deben algunos tratados especiales de
táctica y muchas noticias que esparció en su novela histórica Ciropedia.
En el enfrentamiento entre Tebas y Esparta en el siglo IV a. C. se dio ejemplo instructivo en la batalla de
Leuctra por las inteligentes disposiciones puestas en práctica por Epaminondas, creador del orden oblicuo,
que le había valido victoria memorable, empleado el citado orden por segunda vez en la batalla de
Mantinea.
Estas guerras mejoraron el arte militar de los Griegos, pero su perfección es necesario buscarla en los
tiempos de Filipo y Alejandro Magno, principalmente en el ejército macedónico.
El arte militar hizo ya grandes progresos en esta época ya que de chocar y pelear en todo lo largo de la
línea de batalla y el valor individual, se llega hasta a elegir el terreno más conveniente a la clase de combate
y especie de tropas y se toman disposiciones, y la victoria se hace ya dependiente más de las oportunas
y sabias disposiciones estratégicas que del valor individual y colectivo.
Los países por donde Alejandro Magno condujo su ejército no fueron un mero tránsito de sus tropas
derrotando a los enemigos que se le presentaban, sino que en sus expediciones tomó y
construyó fortalezas, dejó guarniciones y nombró sátrapas que gobernaban cada región, quedando
afirmada su dominación, y sus conquistas y sus relaciones mercantiles que algunos de sus sucesores,
especialmente los Ptolomeos de Egipto, sostuvieron con la India, dieron a conocer el Ganges, la remota
ciudad de Tina y la isla de Thapobana (Ceilán)
Muerto Alejandro Magno su vasto Imperio se dividió y subdividió entre muchos de sus generales y la
Macedonia quedó como estado independiente hasta que en tiempo del rey Perseo la
famosa falange griega fue rota por las legiones romanas de Paulo Emilio, a quien por este hecho le dieron
el sobrenombre de El Macedonio.
Entre los griegos fue la falange la que constituyó la ordenanza de la infantería y esta
grande unidad táctica formaba una masa compacta, profunda y cerrada en la que el "syntagma" era el
elemento mas manejable y consistente, batallón formado de a 16 hombres de fondo por 16 de frente, y
esta unidad llena y cerrada podía doblarse como reducirse a cuatro hombres de fondo, maniobra que se
empleaba para extender la línea.
Cuando el citado Alejandro había llegado al apogeo de su gloria ya existía la formidable República romana,
que se había hecho poderosa desde la batalla de Zama dada por dos grandes estrategas Aníbal de
Cartago y Escipión de Roma, al cual dieron por esta victoria el sobrenombre de El Africano.
En la batalla de Cannas, descrita por Polibio, evidencian los grandes talentos de Anibal, y la representación
de la batalla es explicada por Quintus Icillius en su obra Memorias militares sobre los griegos y los
romanos, y aunque los cartagineses hubiesen adoptado el orden profundo de los griegos, sus batallas no
se parecen en nada a las de Epaminondas y de Alejandro Magno, debiendo Anibal casi todas sus victorias
al empleo de dos maniobras: la una servirse de su superior caballería para rodear o cortar las alas de
su enemigo, y la otra en aprovecharse de los accidentes para ocultar una parte de sus fuerzas , que durante
la acción venían a caer sobre la retaguardia del enemigo que él batía de frente.
En la citada batalla de Zama, el general romano Escipión de Roma, en lugar de ordenar sus legiones como
de costumbre colocó las compañías de preferencia en cuadro a retaguardia de los astarios y desplegó las
filas de los triarios para darles un frente igual y separadas las líneas a tres o cuatro pasos de distancia las
unas de las otras, y el orden de batalla se halló formado por una serie
de columnas por manípulos equidistantes; variación realizada por la necesidad de dejar pasos rectos y
capaces a los elefantes de los cartagineses que habían de ser lanzados contra la línea. El orden citado
que adoptó en columna Escipión, no solamente era oportuno para hacer frente a los elefantes sino también
la mejor disposición para atacar después de haber desalojado a aquellos animales, una manera nueva de
presentarse a sus enemigos, lo que no podía dejar de sorprenderles.
La legión romana era un cuerpo espaciado, móvil y maniobrable, ofreciendo sus intérvalos la ventaja de la
continuación de los esfuerzos por los pasos de línea y formaba en tres líneas de hastarios, príncipes y
triarios, a treinta toesas de distancia entre sí, y por medio de los intérvalos se proporcionaban el continuo
ataque y el recíproco socorro.
La legión se dividía o descomponía bajo el aspecto táctico y orgánico en pequeñas tropas o trozos con los
nombres de centurias, manípulos, ect. y el mérito principal de la maniobra legionaria era su capacidad de
restablecer tres veces el combate, viniendo los hastarios a restablecerse a los intérvalos de los príncipes
y en estos, a su vez, en los de los triarios, ó a la inversa, avanzando y encajonándose unos en otros entre
los manípulos formando línea llena, orden flexible, extenso y escalonado, que ofrecía de suyo tres
tentativas de fortuna.
El arte de los sitios mejorado primero por los rodios y por los cartagineses, fue llevado a su esplendor por
Dionisio, Filipo y Alejandro y más tarde por Demetrio Poliocertes y los Tolomeos, y Poliorcetes introdujo
grandes novedades en el arte militar aplicando la ciencia de su tiempo a las máquinas de guerra y
estableció almacenes y arsenales.
Anteriormente a las guerras púnicas, el examen de las tres batallas que sostuvo Roma en las Guerras
Pírricas prueba la razón que tuvo Polibio al decir que cuando la irrupción de Pirro de Epiro, los romanos
por sus guerras contra los galos y samnitas habían llegado a perfeccionar mucho el arte militar, y los
vencedores aprendieron de los campos de Pirro a alienar sus tiendas y a separarlas por pequeñas calles
y a observar un orden militar que solo los griegos conocían hasta entonces 3 y se ve por este tiempo
órdenes de batallas bien razonadas, diversiones bien combinadas y el uso de reservas.
La Iliria, país dilatado de las costas del Mar Adriático, tenía diversos soberanos, pero el más poderoso era
la reina Teuta, viuda de Argón, que como regente gobernadora se hizo dueña del Peloponeso, también de
la Fenicia y dio orden a sus piratas que apresasen todas las embarcaciones romanas. La República
romana resolvió un plan estratégico consistente en que sus cónsules Lucio Postumio Albino y Cneo
Fulvio Centumalo se embarcasen para la Iliria y atacasen en combinación, por mar con su flota Fulvio,
compuesta de 200 galeras y por tierra el ejército de Postumio. Tras ser derrotada, la reina Teuta se retiró
a Rhizon, villa fuerte situada en un pequeño golfo del mar Adriático.
A pesar de que la guerra romana es característica de invasión, iniciativa, actividad, sorpresa y tino, hay
ejemplos de cálculo retardado y victoriosa lentitud como Fabio con su estrategia hábil y prudente, defensa
ardidosa y sistemática de esquivar batallas y abrumar con maniobras y estratagemas al ejército de Aníbal
para ganar tiempo.4
El ordenamiento de los romanos era ajustado a sus miras particulares y a su constitución política, y en
ocasiones adoptaban las armas y los usos de las mismas naciones que vencían si mejoraban su
organización político-militar, llegando a adquirir una preponderancia por mucho tiempo sobre los demás
pueblos en toda clase de ciencias y artes y por consiguiente en el de la guerra.5
El arte militar romano tiene una vocación de universalidad y permanencia que falta al griego, más
circunscrito, siempre especial, local, y favorecía la audacia y la ambicionada rapidez de las empresas de
los romanos lo pequeño de su ejército consular, su severa disciplina y su fácil manejo.
Los romanos hicieron al patriotismo base de su severa disciplina y la sostuvieron con el castigo y
el rigor por un lado, y con el honor y la recompensa lucrativa por otro. Unidas en su mente las dos ideas
de patria y Dios, el juramento militar romano no era vana fórmula de disciplina, sino la consagración
absoluta a los dioses que velaban por la patria, y con tal elevación de pensamientos inútiles eran
los códigos y reglamentos ya que la distancia jerárquica se establecía por si misma,
la insubordinación podía mirarse como muy poco probable, el cumplimiento del deber se convertía
en costumbre y el jefe, desembarazado y temido, podía con toda holgura imprimir a su capricho el
movimiento a la maquinaria legionaria, seguro del juego perfecto de todos sus engranajes.
Salustio describe militarmente la guerra de Yugurta y expone con claridad el orden oblicuo empleado en
la batalla dada a orillas del Mutul entre aquel númida y Metelo.
La guerra de Yugurta es la última época en que se hallan las legiones formadas por clases, ya que luego
se las ve formadas por cohortes, y no se formaron al principio más que en dos líneas como se ve en el
orden de batalla de Catilina contra Petreyo, y posteriormente César, Pompeyo el Grande y todos los
buenos generales volvieron pronto al uso de formarse sobre tres líneas.
Con las reformas de Mario se reunieron en uno los tres manípulos de hastarios, príncipes y triarios, se
extinguió la distinción de todas las clases y se formó la verdadera cohorte que vino a ser por fin la
subdivisión única, la verdadera unidad táctica y orgánica de la legión, batallón de 500 a 600 individuos
divididos en seis centurias, con fuerza bastante para no necesitar reunirse a otros elementos semejantes
a ella.
En Hispania sobresalen como líderes militares el proscrito Sertorio que fatigaba con prontas e
improvisadas marchas a los soldados romanos, cortándoles los suministros, acampando con habilidad y
ventaja, no aventurándose con presentar batalla alguna sin estar muy seguro de ganarla, o el célebre jefe
de los lusitanos Viriato, organizando un ejército, el cual, con sus correrías, acciones parciales y retiradas
hábiles desconcertaba a los romanos, para finalmente refugiarse en las montañas y con la guerra de
partidas supo hacerse tan temible que Quinto Servilio Cepión acudió al artificio y a la traición para terminar
con su vida.
Los romanos se instruyeron de estrategia en las guerras púnicas y gran maestría estratégica manifiesta
Mario contra los Cimbrios y Teutones, Sila en el Asia y sobre todo Cayo Julio César en las Galias, donde
acampado siempre entre enemigos, se ejercitó para triunfar en la guerra civil romana y someter a
la aristocracia, y sus Comentarios son la más importante de las obras militares antiguas, requiriéndose no
obstante para su entendimiento conocer las instituciones militares y políticas de los romanos.
Según un oficial y tratadista militar de Prusia del siglo XIX, Ciriacy, la constante iniciativa de César, su
imprevista aparición, su vista de águila para utilizar en la defensiva las faltas del enemigo, contribuían para
hacer brotar del desastre la victoria.
Con el auxilio de las naves originarias de Liburnia, Dalmacia, liburnas, venció Octavio a Marco Antonio en
la batalla de Actium y desde entonces se les dio preferencia en las Armadas de Roma, construidas con las
maderas del ciprés y del pino larice y el abeto y con clavazón de cobre con preferencia a la de hierro, y las
mayores llevaban de avanzada una falúa de cuarenta remos para hacer la descubierta, sorprender las
naves enemigas, avisar de su derrota y de sus intenciones.
Tito Livio es el más poeta entre los historiadores y Flavio Josefo escribió sobre la guerra en Judea,
refiriéndose acerca de la táctica y la poliorcética de los romanos en tiempo de los emperadores.
El platónico Onosandro trata el arte militar desde un punto de vista filosófico, aprendiéndose de su obra la
parte moral y la observación del proceder humano aplicado a la guerra.
Frontino dejó escritos una colección de planes de batalla y ardides de guerra, y lo mismo Polieno.
Amage, reina de los antiguos sarmatas que habitaban las costas del Ponto Euxino, estableció en
las fronteras de su reino guarniciones de tropas, venció y rechazó a los enemigos que le invadieron y no
negó socorros a los príncipes vecinos cuando solicitaron su auxilio.
Tácito estudió más bien la conducta humana que las vicisitudes exteriores, aunque son fecundísimos en
instrucción los relatos de las campañas de Germánico, de Corbulón, de Vespasiano, de Tito, etc.
Boadicea, mujer de Prasutagus, rey de los icenos, después de derrotar sucesivas veces a los romanos,
acudió a su encuentro el ejército de Suetonio, que se arriesgó a dar una batalla a pesar de la desigualdad
del número de combatientes y confiando en la táctica y disciplina de las legiones.6
Arriano escribió tratados de los más importantes entre los antiguos sobre la ciencia de la guerra y nos
revela en la expedición de Alejandro Magno las particularidades de las operaciones estratégicas.
Eliano, como en tiempos de Alejandro Severo quien armó a sus soldados con corazas y yelmos a la griega
y largas lanzas formando una gran falange de seis legiones, se volvió a dar preferencia al arte griego,
escribió un tratado sobre la Táctica de los Griegos.
Durante el Bajo Imperio romano, cuando Vegecio escribía de arte militar, este yacía casi olvidado, y en
vano Trajano vencedor de los dacios y partos, en vano Adriano restaurador de la disciplina, en
vano Septimio Severo dominador de los bretones, trataron de conservar las antiguas tradiciones, estas se
perdieron bajo Caracalla y sus sucesores, despreciando los soldados el ejercicio del cuerpo y hasta
abandonaron las armas defensivas, cuyo peso les era ya insoportable.
Vegecio compuso un tratado de arte militar por mandato de Valentiniano II, y es la obra más completa que
del asunto y de los antiguos ha llegado hasta nosotros; sin ser guerrero se mostró hábil escritor, tomando
lo que de experiencia le faltaba, de obras de Catón, Cornelio y algunos otros, las cuales no han llegado a
nuestros días.
Zenobia, reina de Palmira, después de ser vencida por dos veces por Aureliano, se retiró a Palmira, que
fue sitiada por los romanos. Esta reina que había capitaneado ella misma sus ejércitos, infundió aliento a
los sitiados y se defendió como grande capitana.
Sedujo a los emperadores la comodidad de hallar siempre entre los germanos individuos dispuestos a
servir con un salario, y compuestos ya los ejércitos romanos de tropas mercenarias, enervados con los
vicios, desmoralización y reducciones, dignos instrumentos de los caprichos del Jefe del Imperio, que
frecuentemente era víctima del furor de sus soldados (Anarquía del siglo III), las naciones bárbaras que
los romanos habían vencido anteriormente, les vencieron a su vez después de varias tentativas
de invasión, y derribando un Imperio del que ya no tenía de grande más que el nombre.
La idea de un poder centralizado fue dejado en herencia por Roma y los pueblos bárbaros no pudieron
nunca igualarla, debiéndose a la citada herencia el renacimiento de un imperio cristiano en tiempos
de Carlomagno.
Atenas: estrategos[editar]
Los griegos sobresalieron en la táctica y los romanos en la estrategia, y Atenas nombraba todos los años
por elección sus diez estrategos o generales en jefe, uno por cada tribu, y se caracterizaban por lo
siguiente:

• Ser iguales en categoría.


• Se turnaban diariamente en el mando.
• A veces una batalla se adelantaba o atrasaba por intrigas del estratego que quería llevarse la gloria.
Para evitar esto se decidió dejar en la capital 9 estrategos, cuando se ponía en pie solamente un
ejército.
Esparta[editar]
En Esparta el polemarca, en general en Grecia, jefe de un cuerpo de ejército, era jefe de una mora, y
tenían los lacedemonios poca marina, no tenían ciudades muradas, dormían en campaña armados y los
soldados al compás del himno de Castor, acometían al enemigo con denuedo, y no perseguían al enemigo
hasta ver asegurada la victoria.
Roma[editar]
En la antigua Roma stratiotes o stratioticus significaba soldado y stratiotica pecunia, caja o erario militar, y
en Roma la milicia no era una institución independiente sino que con todo lo demás era la Administración,
era el Estado, era Roma y el resultado de esa milicia era su ejército activo y el instrumento de Roma era
la legión, cuerpo de tropas con fuerza muy variable en los tiempos, y se fue incubando desde los primeros
tiempos en Roma una predisposición a la guerra metódica.
La legión romana que era más movible que la falange griega, facilitaba la conclusión de grandes empresas
militares que exigían maniobras a larga distancia y en terreno desigual, y los campamentos de los romanos
en las fronteras o en el seno en las provincias conquistadas atestiguan que sabían elegir los puntos
estratégicos: Para salir victorioso de las batallas se han de meditar de antemano los preceptos del arte,
para pelear según ellos y no fiarse del acaso (Vegecio).7
La milicia romana tiene tres periodos históricos, el que comprende desde la fundación de
la Monarquía hasta las reformas de Mario, el de los emperadores y el bizantino, y dentro de cada uno de
ellos con multitud de reformas administrativas, orgánicas y tácticas que impiden caracterizar de forma
satisfactoria los grados y sus funciones, y alguno de esos grados en la legión eran los siguientes:

• Pretor
• Cónsul
• Tribuno
• Centurión
• Decurión
• Quincurión
Si entre los griegos al jefe supremo de las tropas se le llamó estratego, entre los romanos lo
siguiente: cónsul, maestro de la milicia, dictador, imperator, y más tarde conde y duque.
Godos[editar]
A las legiones de los Romanos les sucedió una milicia compuesta de propietarios, de Godos que habían
llegado a serlo, la cual formó el lazo entre lo romano y lo feudal, soldados que vivían del producto de sus
tierras, pero pagaban tributos como los romanos y los feudales al contrario no tenían ninguna carga pero
tenían que ir sin paga, fundando los Godos su organización militar en la jerarquía nobiliaria y el sistema
decimal y la nobleza se dividía en varias jerarquías (duques, condes, gardingos,..).
Los Godos se armaban a su costa y el que no podía era equipado por el Estado y el prefecto del
pretorio estaba encargado de proveer al ejército, y sabían fortificar plazas y conocían las máquinas de
batirlas.
Teodorico defendió las fronteras construyendo fortalezas y presidios y creó una marina de naves de
guerra llamadas dromones, galeras pequeñas, y posteriormente Totila creó otra.
Bizancio[editar]
En el Imperio bizantino strategium hacía referencia al cuartel de tropas imperiales en Constantinopla, y
algún general destacado que brilló con luz propia Belisario, aunque entorpecido en sus empresas por la
escasez de los medios que le suministraban y por los caprichos de una Corte intrigante.
La infantería bizantina solo tenía un orden mixto, tomado de la falange y de la legión que no producía
ningún de los grandes efectos de los dos métodos, uno fundado en su peso y otro en su flexibilidad, y su
caballería era inferior al de los persas y bárbaros, y el fuego griego lo emplearon contra el valor de los
sarracenos y francos:

• El mayor poder de los sarracenos estaba en el valor físico, en su agilidad individual para manejar
armas arrojándolas y en la facilidad como guiaban los caballos, inferiores en máquinas de guerra
• Los francos formaron una sociedad entera guerrera y de aquí resulta que los combatientes tenían una
gran intrepidez
• Los godos, entre los Bárbaros, eran los más adelantados en la disposición de las tropas,
los vándalos descollaban en el manejo de la espada, los hunos eran arqueros temibles,
los suevos eran buenos infantes, en los alanos despuntaban los soldados pesados y en
los hérulos los soldados ligeros
La guerra entre los Godos y los generales bizantinos Belisario y Narsés presenta por ambas partes
gran habilidad estratégica y táctica, y según Procopio,8 obtuvo Belisario gran parte de sus victorias
porque la caballería de los Godos combatían siempre de cerca al luchar con espada corta y lanza.
Paralelo entre la falange y la legión[editar]

• La falange macedónica, grueso batallón cuadrado no podía moverse sino de una vez, y el ejército
romano estaba más dispuesto y más alerta a todo genero de movimientos
• Los romanos aprendieron bien el arte de dividir los ejércitos en muchos batallones y escuadrones y el
de formar el cuerpo de reserva para ayudar en el avance o para sostener en la defensa cuando
vacilaba una parte del ejército
• La falange macedónica era terrible cuando se iba al choque, aunque necesitaba lugares propios para
su solidez y consistencia, y no teniéndolos se rompía por su propio movimiento y estando una vez
dividida no tenía forma de reunirse
• La legión se dividía como ya se ha dicho en diversos cuerpos y se servía de todos los lugares y se
separaba como quería, propio para destacamentos, para todo tipo de conversiones y evoluciones, y
por tanto tenía mas diversidad de movimientos y por consiguiente mas acción que la falange
• Los romanos consideraban la disciplina fundamento de su Imperio y no buscaban batallas arriesgadas
sin necesidad, ni victorias en la que perdieran muchos soldados

Capítulo 3 Estrategia en la Edad Media europea[editar]


Carlomagno legitimó el dominio de los Bárbaros adheriéndolos al territorio y cuando hubo un emperador
de Occidente, Carlomagno, la cristiandad convertida en una vasta monarquía, venerando los príncipes
como superior a aquel y tratado por los de otros credos como jefe de los creyentes, cesaron de ser
considerados como usurpadores de los derechos del emperador de Oriente, y con solo sentarse un rey de
los Bárbaros en el trono de los Césares, quedaban aquellos asociados a la nación romana, pues los
vencedores y vencidos no tuvieron más que un solo jefe, y desde entonces puede decirse que
la organización feudal recibió su organización, aquella escala de poderes superiores los unos a los otros,
con la única fuente de autoridad Dios y del Pontífice su representante, fallando como árbitro en las
discusiones de los Príncipes entre si y con sus pueblos, y que podía aducir a los desastres de la guerra el
remedio posteriormente utilizado en Europa de los protocolos de la diplomacia.9
En la Edad Media feudal como no había ejércitos organizados no había castros y el castillo tuvo por mucho
tiempo gran importancia militar , ya que para rechazar a normandos, sarracenos, húngaros, etc., los
pueblos atacados levantaban muros y torres y bien pronto los señores feudales aprendieron que
aquellas fortalezas podían servir a sus planes y los multiplicaron e iglesias y conventos se fortificaron
también y podían darse choques fortuitos o calculados de vecino con vecino, guerra de asedio y de
desgaste, y en los peligros comunes los señores vecinos se congregaban para ponerse de acuerdo acerca
de lo que cada cual ejecutaría en sus dominios y el rey era uno de los contratantes, pero sin autoridad
coercitiva, únicamente propietario de los feudos por él conferidos, no un magistrado supremo ejecutor de
la voluntad de una asamblea soberana. Solo quedaban los sínodos, de los cuales, como mixtos que eran,
solían emanar leyes civiles.
Generalmente el feudatario escogía para su residencia una altura en medio de sus dominios y allí construía
un castillo, símbolo del poder solitario e independiente, edificios de piedra maciza, con torres redondas o
polígonas coronadas de almenas, y se unía a la naturaleza el arte de la guerra para hacer impracticable
el acceso a los castillos, y los fosos, antemurales, empalizadas, contrafuertes diseminados en los
alrededores, rastrillos, puentes levadizos estrechos y sin petriles, compuertas suspendidas
de cadenas, puertas subterráneas, trampas, en fin, todo aquel sistema de defensa y emboscadas,
buscaba atemorizar a los que tratasen de atacarles o sorprenderlos, y cuando se oía el sonido de la
campana de la atalaya cundía inmediatamente la voz de alerta y corrían a las troneras, a las almenas, a
las barbacanas, se alzaban los puentes, se bajaban los rastrillos y empezaba la lucha. 10
El feudalismo fraccionando los ejércitos en pequeños grupos, divididos según la importancia del feudo y
vestidos, armados e instruidos de diferente manera, quitaba la posibilidad de los esfuerzos combinados
con un objeto común, y la caballería constituía la principal fuerza de las batallas y a ella se dedicaban
los nobles, protegidos por su armadura, "concha impenetrable", desafiando los tiros de los arqueros y
las picas de la infantería.
En la Edad Media aparece la guerra señorial, ya que no hubo señor sin tierra y tierra sin señor y admitida
esta forma de propiedad se extendió y generalizó y todo se hizo feudal y el señorío personal, real y
jurisdiccional se denominó feudo y el que lo otorgaba se llamaba senior o señor, el que lo
recibía junior o miles, como obligado al servicio militar, al que lo recibía directamente vasallo y los sub-
beneficiados valbasores, y cada individuo era al mismo tiempo señor y ligio o vasallo, y podía ser vasallo
en una tierra y soberano en las demás, y cuando toda propiedad llegó a convertirse en feudo o subfeudo,
cada duque, conde, etc., fue considerado como señor de su tierra y podía tomar venganza por las ofensas
recibidas, ya fuera el rey, ya fuera un noble, derecho llamado del puño que originó numerosas guerras
parciales entre uno o varios nobles y el rey o de señor a señor, y como el vulgo dependía del capricho de
los señores, las guerras asolaban las campiñas y los tugurios del villano.11
Las guerras privadas tuvieron gran importancia y general uso ocupando sus reglamentos distinguido lugar
en la legislación de aquella época, y solo competía a los nobles y caballeros, pues la reyerta entre
los siervos, villanos y hombres libres de un orden inferior a los nobles estaban sometidos a
los tribunales de justicia requiriendo la guerra privada igualdad de nobleza o condición, y
el clero reclamaba por su parte y ejercía el derecho de guerra personal y eran suplidos los clérigos por los
vidames o advocati elegidos por los varios monasterios u obispados, hombres distinguidos por su
nacimiento y reputación, que los defendían y combatían en su lugar, aunque en ocasiones eclesiásticos de
noble familia llenos de las belicosas ideas de su tiempo olvidaban su misión de paz y cuerpo a cuerpo
combatían en el campo de batalla a la cabeza de sus vasallos.
Al lado de la vida del castillo, donde estaban los señores en medio de sus guerreros, aparecieron las
milicias comunales, reacción de los peones contra los caballeros, del hombre libre contra el tirano, y en el
momento del peligro se tocaba la campana del Común, se anunciaba la reunión para tal día, llevando cada
uno sus armas y así marchaban contra el enemigo, concluyendo la campaña del año en una o
dos batallas.12
Los plebeyos y villanos que veían preciso defender su libertad contra la caballería o milicia que servía a
caballo, despreciativa de la infantería, debieron comprender la necesidad de obrar al revés que
el feudalismo, de dar preferencia a la multitud que a la fuerza individual e impulsados los suizos por esta
necesidad, uno de los pueblos menos caballerescos en donde se consideraba honrosa la infantería,
adoptaron el uso de las lanzas por medio de las cuales formados en gruesos cuerpos no dejaban que los
desordenase la caballería enemiga, al paso que ellos iban destruyendo el ejército de sus adversarios,
venciendo en las batallas de que dependía su independencia y luego a Carlos el Temerario, devolviendo
esos triunfos su importancia al combatiente a pie y a la lanza, arma temida por la milicia feudal y los
caballos, marchando en columnas apiñadas como una muralla impenetrable, perfeccionando
posteriormente la disciplina suiza por los españoles, formando una infantería que fue el terror de Europa,
los tercios.
Con el paso del tiempo, en tanto volvieron a reunirse los feudos y aquella separación política a juntarse y
formar cuerpos mayores, condes, duques, príncipes, repúblicas y reinos cesaron las guerras privadas y
empezaron las de Estado a Estado, y como se volvió a cultivar las ocupaciones en tiempos de paz se
introdujo la costumbre de tomar a sueldo personas que desde joven se entregaban al ejercicio de las armas
y principiaron los mercenarios, y en el germen de los ejércitos permanentes y del progreso del arte esta el
establecimiento de las citadas tropas mercenarias, como la Gran Compañía Catalana de Roger de Flor,
relatados sus hechos en la Crónica de Ramón Muntaner o las compañías de Sforza, Gattamelata, Braccio,
Piccino, Del Verne y otros, los cuales muestran estrategia en sus movimientos, siendo muy notable la
guerra de Gattamelata y Piccino a orillas del lago Garda entre los Visconti y Venecia.
Sobre la tremenda irrupción de Europa sobre Asia con las Cruzadas, decir que el entusiasmo prevaleció
sobre los cálculos políticos en una Europa, que contaba tantos señores como poderes, y este
levantamiento en masa de un pueblo de propietarios, este abandono de las comodidades y de los bienes
para ir en busca de aventuras, sin una necesidad absoluta, eran cosas menos extrañas en tiempos en que
las costumbres disponían a ello, y las primeras fueron empresas tumultuosas de devotos guiados por
hombres que llevaban por única provisión su confianza en los milagros o esfuerzos parciales de una
multitud de señores que mandaban a sus dependientes del mejor modo posible, sin un designio grandioso,
sino que de una empresa se pasaba a otra, hasta que en las sucesivas capitaneadas las expediciones por
los reyes se dispusieron planes estratégicos como la ocupación de Egipto.
En las Cruzadas, Saladino brilla por los grandes y decisivos acontecimientos a que va unido y por tener
frente a si a uno de los reyes más caballerescos de aquella época Ricardo Corazón de León y Saladino
humano y magnánimo siempre que se trataba de enemigos vencidos, inexorable y áspero cuando
contemplaba a los Cristianos como una nación, el héroe más perfecto del Islamismo, el príncipe más
caballeresco de su época.
En la batalla de Bouvines, en 27 de julio de 1214, fue dividido el ejército cruzado en centro, ala derecha y
ala izquierda, distribuidos en varias líneas, con una caballería que sostuvo el rigor del choque y el conde
de Boulogne, Renaud de Dammartín, formó un batallón vacío de soldados colocados en redondel y
armados de picas (se cree que por primera vez se hizo uso del cuadro), cuyos frentes presentaban un
terrible obstáculo a la caballería enemiga, y una abertura por donde salía para dar las cargas Renaud y
entraba para tomar el aliento.
Marino Sanuto el Viejo pasó gran parte de su vida en la Romania para poder llevar a cabo científicamente
el libro sobre la recuperación y conservación de Tierra Santa, presentando en 29 de septiembre
de 1321 en Aviñon a Juan XXII la obra con cuatro mapas y Guido da Vigevano, médico de Juana de
Borgoña, contribuyó a la expedición de Tierra Santa de 1335 con los consejos reunidos en Thesauris regis
Franciae acquisitionis Terrae Sanctae.
La Iglesia, que en aquellos años tan católicos, respondía a cada necesidad de la humanidad con el milagro
de una institución, concibió en su fecundo seno un cuerpo, las órdenes religiosas militares, ejércitos
permanentes, verdadero cuartel en los Templos.
La expedición militar, generalmente en la Edad Media es llamada cabalgada y presuponía
siempre botín como prenda de victoria, y en un curioso códice Fuero sobre el fecho de las
cavalgadas escrito en pergamino en dos columnas y que fue insertado en el Memorial Histórico Español,
Tom. II, se advierte el espíritu de orden y legalidad que debe presidir a toda expedición militar, en el que
se regula las atribuciones de jefes, asignación de botín, regularización del pillaje, único fin y objeto de la
cabalgada, ect.
El equivalente de magister militum romano en la Edad Media era el adalid mayor y el adalid era el caudillo
de gente de guerra, el que dirigía o guiaba las huestes, es decir, a la reunión y agrupación transitoria
de mesnadas o contingentes, tanto de los ricos-hombres, barones o señores feudales como
de concejos o villas, teniendo la hueste ordinariamente por objeto la toma o cerco de una fortaleza más
bien que la batalla campal o decisiva.
En España, la Reconquista se caracterizó por ser un conjunto de expediciones, algaras y rebatos
sometidas más o menos a un plan preconcebido y con combinaciones diplomáticas, y un estudio militar
atento nos hace descubrir todo lo que tuvo de estratégico, de sistemático, de acompasado aquellas largas
y dramáticas guerras, con sus teatros sucesivos en las cuencas transversales, con sus pasos de
cordilleras, con sus conquistas de objetivos, como Toledo y Sevilla. En el siglo X las dobles expediciones
militares del temible Almanzor constituyeron, durante 25 años, la guerra de expansión, cuyo núcleo estaba
en la Córdoba musulmana, y desde 1492 el ejército español empezó amoldarse a la revolución radical
militar que en los de toda Europa acaecía.
Los señores feudales y los adelantados de las fronteras, los walíes y caballeros árabes hacían
mutuamente correrías en sus respectivos litorales, y a eso decían "hacer algarada", "irse de escaramuza",
porque según las leyes de guerra entabladas podían acometer cualquier castillo y hacer los unos o los
otros correrías o cabalgadas de improviso y con estratagema que no durase más de tres días.
Juan I de Castilla creó los siguientes dignidades o cargos según Pedro de Salazar y Mendoza :
el condestable de Castilla, siendo el primero Alfonso de Aragón el Viejo, cuyas funciones
según Clonard13 equivalían a un Ministro de la Guerra, y dos oficios nuevos de mariscal a Fernando
Álvarez de Toledo y Pedro Ruiz Sarmiento. Según Bardin era el cargo de mariscal en principio palatino
como Ayudante del condestable hasta que este caballerizo (condestable viene de comes stabuli, conde
del establo o caballerizo mayor) se transforma en general o comandante de tropas en guerra, los
mariscales que le estaban subordinados en la jerarquía o servidumbre palaciega, le siguieron tomando el
apelativo de mariscal de campo, y en Francia en tiempo del primer Mariscal de Byron era un verdadero
Jefe de Estado Mayor, con gran autoridad y múltiples atribuciones.
La conquista normanda de Inglaterra por Guillermo el Conquistador, establece el feudalismo, pues los
conquistadores se reparten sus terrenos, conservan la jerarquía militar y ejercieron dominio de señores
sobre los indígenas desposeídos, y las leyes no eran más que pactos entre los vencedores extranjeros.
Las tropas de Guillermo eran vehementes en el ataque, pero cuando la fuerza no les bastaba empleaban
la astucia, y tras vencer en la batalla de Hastings, no cesó por eso la resistencia y hubo de tomar una
después de otra todas las tierras y ciudades, ya a viva fuerza, ya valiéndose de negocios o sometiendo al
enemigo, amedrentando, convenciéndole de la inutilidad de su esfuerzo.
El origen primario, la causa eficiente de la artillería en general, de las armas de fuego, es la invención y
propagación de la pólvora, causa a la vez de determinantes radicales transformaciones en el arte de la
guerra y en la manera de ser de los ejércitos y la primera boca de fuego se llamó bombarda ("bombus-
ardia"), y el verdadero punto de arranque para varios estudiosos de la artillería en España esta en la
descripción que la de los moros sitiados en Algeciras por Alfonso XI de Castilla en 1342 hace la crónica de
este rey.
En España, en el siglo XV, ya no se presenta la artillería defendiendo muros, como en Algeciras en 1342,
sino combatiéndolos, atacándolos, empleo nuevo, moderno y trascendental, y la perfección capital de la
artillería tuvo lugar en Alemania, y por tanto el desarrollo de la artillería hay que buscarlo en la Europa
central, en el siglo XV, como arma de sitio y arma de combate.
Jan Žižka y los husitas en Alemania, maestros según Eneas Silvio Piccolomini en el arte de fortificar y en
el de tomar plazas14 (en la campaña de 1430 quemaron cien castillos y ciudades y cerca de 1400 aldeas),
anuncian ya la eminente preponderacia de la infantería en los ejércitos europeos (en la campaña de 1431,
el ejército husita estaba formado por 50.000 soldados de infantería, 7.000 de caballería y 3.700 carros), y
no obstante, por una rutina o por una tenacidad difícil de comprender, no solo el siglo XIV sino también en
el siglo XV es cuando llegan su apogeo la caballería y la armadura en la Edad Media europea.
Los husitas, muerto su jefe Jan, le dieron por sucesor a Procopio por sobrenombre Raso porque
era clérigo y tenía cortado el cabello, única señal de su primitiva profesión, pues era digno discípulo de
Jan y tenía como capitán valentía y habilidad como aquel. Procopio ya se había distinguido
en 1421 defendiendo la plaza de Justemberg contra todas las fuerzas de Alberto, duque de Austria y
obligándole a levantar el sitio, derrotando posteriormente a los imperiales e invadiendo y saqueando
el Austria, la Silesia, la Lusacia, el Brandeburgo y la Franconia oriental e hizo formidable su nombre en
toda Alemania.
Es difícil de determinar la época en que fueron inventados los baluartes o bastiones; pero es cierto que su
uso se estableció cerca del año 1500, y algunos autores hacen autor de esta invención al citado Žižka, jefe
de los husitas en Bohemia, pretendiendo que se sirvió de ellos en la fortificación de Tabor.
Maximiliano I de Habsburgo, nacido en 1459, perfeccionó el arte de fundir la artillería, la fabricación de
las armas de fuego y el temple de las armas defensivas, y el primero que estableció un ejército
permanente en Austria.
En la población de Jargeau, lugar estratégico en la Guerra de los Cien Años, prevenido el duque de
Sufflok, de la sorpresa del ejército de Francia en los arrabales de la población citada, salió de ella y formó
una guarnición en batalla, pero no pudiendo resistir el choque los ingleses a pesar de
ser guerreros experimentados que aprendieron el arte de la guerra en la escuela de Enrique V de
Inglaterra, se refugiaron otra vez en el interior de Jorgeau. Al día siguiente los cañones
y lombardas francesas empezaron a disparar sobre Jargeau (1429), teniendo los sitiados una artillería tan
numerosa como los sitiadores, y sin embargo, el fuego dirigido por Juana de Arco, en quien todos
los generales reconocían un talento extraordinario para disponer la artillería, produjo en pocas horas gran
destrucción en la plaza sitiada.
Juana de Flandes, mujer de Juan IV de Bretaña, conde de Montfort, después de la cautividad de su marido,
hecho prisionero en Nantes, el cual no pudo aprovecharse de los socorros que le condujo
de Inglaterra Roberto de Artois, que disputaba el condado de Bretaña a Carlos, conde de Blois, continuó
valerosamente la guerra con el apoyo de los ingleses, sosteniendo dos sitios en Hennebon (1342 y 1345),
teniendo por enemiga a Juana de Penthiere, condesa de Blois, mujer de Carlos, que sostenía
al rey de Francia, y esta guerra fue conocida como la Guerra de las dos Juanas, recayendo todo el peso
de la guerra en las dos Juanas (1345-1365). Sobre la guerra marítima, un tratado, "De las Instituciones
Militares" de León el Filósofo, da idea del orden de la marina y el capítulo CXIX que trata de los combates
navales, pone de manifiesto el estado de la marina del Imperio bizantino, las construcciones, los usos y
la estrategia, noticias que completó el tratado de su hijo respecto del dromon o la galera imperial que
tenían un cañón de cuero colocado en la proa desde el cual era lanzado a gran distancia contra las naves
enemigas el fuego griego, hecha con cera, pez, azufre y otas materias combustibles, modificando la
manera de combatir, porque era preciso tratar de quemar las naves enemigas, con movimientos mejor
combinados de acercarse y retirarse, venciendo por espacio de mucho tiempo a los sarracenos y
posteriormente a los normandos hasta las Cruzadas ( se lanzaba el fuego griego también en vasos a modo
de granada o con balutas y catapultas en el campo y ciudades sitiadas).
Cristina de Piezano, en su obra Libro de los hechos de armas y la caballería, trata la guerra activa y de
la jurisprudencia militar y tomó los más escogidos preceptos de Vegecio y Frontino sin copiarlos, antes al
contrario, habla de los cambios indispensables a los usos nuevos de guerrear y a la artillería y propone las
mejores máximas de ofensa y defensa que se usaban en las guerras de Francia de aquel tiempo.
Leon Battista Alberti en su obra De re aedificatoria habla de las fortificaciones de
las ciudades según Vitrubio, Vegecio y otros autores griegos y romanos.
Egidio Colonna, escritor escolástico y arzobispo de Bourges, escribió un tratado hácia finales del siglo
XIII titulado De regimine principum que puede considerarse como el eslabón militar que une
a Vegecio con Maquiavelo, al tiempo romano con el Renacimiento.15

Capítulo 4 Términos relacionados[editar]

• Estrategia también deriva del griego Stratos Agein, El ejército que se desplaza hacia adelante. De las
palabras Stratos Ejército que acampa y Agein Empujar adelante, avanzar. Lo anterior sugiere que la
estrategia no es estática, sino que está intrínsecamente ligada al movimiento.

• Estratagémico.- Adjetivo que empleó Jean Maximilien Lamarque para expresar los movimientos que
se verificaban en un círculo más extenso que los que podía alcanzar la vista.
También estratagemático según Carrion-Nisas y atribuye esta palabra a Sexto Julio Frontino que
tituló los tres libros que se referían a grandes movimientos antes, durante y después de la
batalla Stratragematicon y Estrategicon al 4º libro dedicado a lo que pasa cerca del general y es
resultado de su carácter e influencia personal.16

• Stratitates.- En la ínfima latinidad, este término tenía un significado similar al estratego de Grecia.
• Estratarithmétria.- En el siglo XVII, el arte de escuadronar, de formar las tropas en una figura dada, de
hallar el número de soldados que en ella cabían.

• Estratología.- Nombre griego que algunos autores como Myler y Walter dieron a la ciencia que trataba
del derecho a la guerra (otros estratonomía).

Capítulo 5 La estrategia militar en la antigua China[editar]


En China, hubo dos grandes fases en la historia de la estrategia militar.
Estrategia militar en época de los reinos combatientes[editar]
Durante los reinos combatientes, la guerra quedaba librada por nobles en carros de combate. Estos
comandaban a pequeños ejércitos de campesinos armados con la espada. El combate entre nobles era
de una manera más cortés. De hecho, en el reino Zhou existía el li, un código de conducta que exigía el
máximo respeto al enemigo, siempre que este fuera noble y ambos contrincantes, del mismo linaje, pues
las tribus bárbaras, otros reinos chinos o nobles que no fueran del mismo rango eran sometidos a una
guerra sin cuartel.
En esta época destaca el brillante general Sun Tzu, que revoluciono la táctica militar con su libro "El arte
de la guerra", libro imprescindible para cualquier general.
La estrategia en épocas posteriores a Qin Shi Huang[editar]

Guerreros de Xian.
Con Qin Shi Huang las dimensiones de la guerra alcanzaron unas enormes dimensiones. Se armaron
ejércitos gigantescos de miles de soldados. Las lanzas fueron el arma principal favorita de
la infantería china a corto alcance. La infantería era apoyada por la caballería y más tarde, por las primeras
piezas de artillería
La ballesta y la ballesta de repetición eran la mejor arma de largo alcance de la época, pues era muy fácil
y rápida de usar y fabricar. Destacan los cho-ko-nus soldados chinos que manejaban con maestría
ballestas de repetición. La enorme demanda de armas por parte de los emperadores hizo florecer la
industria del metal, la cual se convirtió en una industria masiva, la más sofisticada en años.

Capítulo 6 Estrategia en la Edad Moderna europea[editar]


El siglo XVI, tras la Edad Media, es el del renacimiento militar de Europa, que tuvo lenta preparación en
los siglo XIV y XV, por los siguientes hechos:

• Primeramente decir que el mismo Maquiavelo, viendo el desorden que se había introducido en
la milicia por culpa de los jefes de los bandos asalariados y disgustado de los soldados aventureros,
quiso demostrar la necesidad de tener ejércitos nacionales y disciplinados, tratando de que se aprenda
de los griegos y romanos la importancia de la infantería, base de los ejércitos y de la nación, y se le
valora más como filósofo político que tratadista militar porque aspiraba a ordenar los ejércitos
nacionales y en vez de formular métodos puramente militares, quería oponer la fuerza moral de los
ejércitos al triste espectáculo de los capitanes aventureros17
• Invención de la pólvora y su uso.- Con la invención y uso de la pólvora nació un arte militar
enteramente diverso: las picas, alabardas y partesanas fueron sustituyéndose con
los arcabuces, mosquetes y fusiles, y en 1503, el célebre ingeniero español Pedro Navarro aplicó con
éxito la pólvora en la mina que hizo contra Castel dell'Ovo en Nápoles, aplicada desde entonces como
ingenio principal de la guerra de minas, contraminas y la guerra subterránea.
• Presencia de arqueros ingleses en Crecy, Poitiers y Aljubarrota
• La aparición victoriosa de la citada infantería suiza en el siglo XV
• La composición del lúcido ejército18 que llevó Carlos VIII de Francia a la conquista de Nápoles: La
invasión de Carlos VIII en Italia, la liga que se formó en contra suya para encerrarlo dentro de ella, su
retirada que cortó estratégicamente Albiano, general de Venecia, la defensa de Calabria de Aubigny,
el éxito de la batalla de Fornovo se parecen mucho a las operaciones que precedieron a la batalla del
Trebia en 1799, al paso de Beresina en 1812, a la batalla de Hanau en 1813, prueba que los capitanes
de aquel tiempo tenían el instinto de las grandes operaciones militares (Luis Blanch)19
Posteriormente, el mérito militar de Próspero Colonna que agrandó las combinaciones estratégicas, la
campaña del Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba en el Garellano, las de toda la escuela de
grandes capitanes en el reinado de Carlos V de España, sus expediciones a África con la indispensable
cooperación de la marina militar de Andrea Doria, las guerras de Solimán y las de los capitanes franceses
de la época, todo prueba el progreso de las combinaciones militares, y todos los Estados beligerantes
tenían el vigoroso instinto de la guerra, porque los combates habían tomado mayores proporciones, las
guerras civiles del feudalismo se habían concluido, las naciones peleaban por medio de ejércitos
permanentes con vastos espacios que recorrer, que defender, que conquistar y obligó al ingenio humano
a desarrollarse en la dirección de su necesidad, por lo cual la estrategia fue presentida y practicada.
En el siglo XVI, aparecen las tropas imperiales españolas, con sus temibles Tercios, ya que después de la
expulsión de los moros, surgió para España una serie de guerras exteriores, que la alzaran a un alto grado
de pujanza, y como ya no podían actuar las compañías con independencia unas de otras, ni era posible la
organización feudal de grupos disgregados e irregulares, hubieron de crearse subdivisiones del ejército
con la agrupación de varias compañías, que constituyendo una especie de brigada recibieron el nombre
de Tercio:

• En 1536, cada Tercio en 3 coronelías, con 10 compañías de piqueros, 2 de arcabuceros de la fuerza


de 250 hombres cada una
• En 1560, Felipe II de España suprimió las coronelías y formó los Tercios de 8 compañías
de coseletes armadas con picas y 2 de arcabuceros de 300 individuos todas
España hizo dar al arte de la guerra pasos gigantescos, basta indicar la operaciones del duque de
Parma para socorrer a París y a Ruan sitiadas por Enrique IV de Francia, o la campaña del duque de
Alba para apoderarse de Portugal que terminó con la Batalla de Alcantara o la guerra de Flandes con el
citado duque de Alba, Luis de Requesens, Don Juan de Austria, el citado Farnesio, ect: donde se habían
reunido cuantos soldados valientes y experimentados capitanes tenía Europa; las numerosas fortalezas
detenían al ejército con largos y trabajosos sitios, las vastas llanuras requerían en las batallas que se
desplegase todo el valor y toda la ciencia, y las mismas llanuras atravesadas por anchos y profundos ríos
presentaban con frecuencia aun después de las victorias, inconvenientes graves y temibles a los progresos
de los vencedores (Cita de Agostino Paradisi20 ).
En la batalla de Pavía, en 1526, los españoles, desplegaron en ella todas las ventajas del talento militar y
todas las maniobras hijas del estudio más reflexivo del arte de la guerra, dando a la Historia Militar la
primera página en que se estudia la táctica y el orden de las batallas modernas e igual pericia mostraron
y victoria obtuvieron los tercios españoles mandados por Manuel Filiberto de Saboya en la batalla de San
Quintín.
Mauricio de Nassau reuniendo la experiencia de los precedentes, regeneró el arte militar e introdujo
muchas novedades en el ataque y en la defensa, indagó todos los medios de acelerar y asegurar más el
buen éxito de la guerra, atribuyéndole algunos autores la creación de la fortificación de campaña y Gaspar
de Coligny fue el primero que mostró la importancia de la rapidez, recorrió hasta 18 leguas en 24 horas,
ya que anteriormente se creía una gran marcha 7 leguas por día.
Si entre los antiguos el cuadradado táctico se denominó sintagma, tortuga, en la Edad Media muro, cerca,
corral, vino a constituir en los siglos XVI y XVII el escuadrón al que los tácticos geometras sometieron a
múltiples sutilezas.
Mauricio de Sajonia poseía grandes cualidades: tan circunspecto y reservado en el plan, como osado y
pronto en la ejecución, tan previsor en la preparación, como acabado en la obra.
En el siglo XVII abundan capitanes de alta inteligencia y que emplearon a menudo los métodos de
la estrategia como Espinola, Albrecht von Wallestein, Turena, Bernardo de Sajonia-
Weimar, Piccolomini, Montecuccoli, Gustavo de Suecia, El Gran Condé, Conde de Tilly y algún otro.
La verdadera guerra en grande esclarece principios en tiempos de Luis XIV de Francia, con gran
protagonismo de las armas de fuego y la estrategia se une a la política, el gabinete con el pabellón, y las
guerras no se principiaban sin haber determinado el plan y se procuraba prever sus efectos después de
una serie de operaciones hipotéticas fundadas en datos desconocidos, y se vieron notables operaciones
estratégicas: invasión de Holanda,; Marlborough alcanzó a orillas del Danubio al príncipe
Eugenio; Villars se unió con el elector de Baviera; Luis José de Vendome y Berwick dirigieron las famosas
marchas de España que concluyeron con la batalla de Almansa.
El tipo de la guerra de sitios es relevante en el siglo XVII, la toma de una plaza fuerte era en ocasiones el
objeto de una campaña, y alguna tentativa de un ejército de socorro para descercar la plaza o librarla del
ataque enemigo, solía producir un choque o batalla campal, y el asunto quedaba resuelto con la toma de
la plaza o la retirada del sitiador. El ejército de socorro era adversario natural de un ejército
de observación y el lento progreso de la táctica en el siglo XVII debe atribuirse en gran parte al índole
acompasado de aquellas guerras de sitios y posiciones, por oposición a la campal, de marchas, maniobras
y batallas.
Habiendo llegado muy lejos el arte de fortificar con Errard de Bardeluc, ingeniero de Enrique IV de Francia,
el caballero Ville con Luis XIII de Francia y el conde de Pagan, se debe el mérito de las aplicaciones
sistemáticas en sitiar y tomar plazas a Vauban y en su defensa mejoras adaptadas a las nuevas armas,
aplicando los sistemas ya conocidos, sobresaliendo en la sagacidad con que supo asociar la fortificación
con las estrategia: Fue el primero que vio las cosas en gran escala; buscó las relaciones de las plazas de
guerra entre sí y de la fortificación con las otras partes del arte militar y hasta con la administración política,
y puso las fortificaciones en la mejor relación con la estrategia de su tiempo y merece el elogio de que la
conservación de los hombres y de los establecimientos fue uno de sus principales fines (Cita Carnot).
Por los años de la Guerra de los Treinta Años, el elemento feudal casi desapareció, porque su composición
no se fundaba ya en el servicio feudal sino que era una tropa permanente tomada de la plebe y mandada
por señores o nobles sujetos sin embargo a la jerarquía de los grados en razón de sus capacidades y sus
servicios y no del grado social, lo que destruía los contingentes feudales, y en la citada guerra, Waldstein
y Gustavo de Suecia vivían a expensas de los países que ocupaban con sus soldados, guerra
devastadora, pero el primero era considerado como una adversidad y Gustavo como un protector, porque
el uno dilapidaba y el segundo regularizaba las exacciones, y ambos demostraron que en los ejércitos más
móviles y en los terrenos menos montuosos sabían hacer servir las fortificaciones de campaña, y empezó
también la división del trabajo en los ejércitos.21
Wallestein]] ganó fama militar en la guerra contra los bohemos y los turcos, y su fama y las promesas
tentadoras de gloria y de botín trajeron a su bandera muchos soldados y jefes aventureros, guerra en la
que se permitía el pillaje y la contribución militar, hallando donde quisiera el soldado paga y ganancias.
Gustavo Adolfo y Mauricio de Orange restauraron el arte militar, mejoraron las ordenanzas y combinaron
en las masas de infantería las ventajas de la legíon con las de la falange, y fue Gustavo tan hábil en sus
planes como rápido en su ejecución, la llamada por Napoleón guerra de pies e ideó fabricar cañones de
cuero contra la artillería de los alemanes para hacerla más maniobrable.
Se considera a Enrique, duque de Rohan (siglo XVII), como el primer escritor y general moderno que dio
y aplicó algunos preceptos útiles en la guerra de montaña, exigiendo un principio general: "la posición en
las cumbres".
Conde y Turena aparecieron poco después, y el primero había nacido general y se condujo por sus
inspiraciones propias, y el segundo aprendió a serlo en el libro de la experiencia, el cual, por un nuevo
orden de formación de tropas, por el uso más razonado de la infantería, por sus admirables marchas y
planes de campaña, encauzó el arte militar a un alto grado de perfección: Conde nació general, Turena se
hizo; el primero se dirigía por sus propias inspiraciones, el segundo por la reflexión y la experiencia y sus
batallas presentan disposiciones variadas y siempre hábilmente aplicadas al terreno (Cita de Lamarque).22
Turena instituyó la brigada en 1667, subdivisión táctica de un cuerpo de ejército, formando parte de una
división, con el nombramiento del primer brigadier de caballería y la de 1668 para el de infantería,
buscando unidad y cohesión, y agrupar sus tropas con más libertad, aunque para otros fue Gustavo Adolfo,
y si bien su columna o unidad táctica se dividía en trozos y fracciones que le daban flexibilidad y movilidad
(dos regimientos con 1000 mosqueteros y 900 piqueros), la caballería sueca todavía se interpolaba
su turma como en los tiempos del duque de Alba y Alejandro Farnesio.
Cromwell formó tropas regulares y devotas, organizando a los indisciplinados y que ejercitó infundando
una poderosa confianza en si mismos, y mira hacer la revolución, la secunda, sigue y reduce a la unidad
de su poder.
Raimondo Montecuccoli dejó tres libros en sus memorias, trata el primero del arte militar, el segundo de la
guerra contra los turcos y el tercero de la campaña de 1664, conteniendo preceptos tanto para la guerra
ofensiva como la defensiva
Holanda, al haberse combinado con Francia, pudo disputarle el imperio de la mar a Inglaterra, con
una marina diestra y ejercitada, capitaneada por hábiles almirantes como Engel de Ruyter, Martin y
Cornelio Tromp.
A comienzos del siglo XVIII, en la Gran Guerra del Norte destaca como ilustre militar Carlos XII de Suecia,
siendo dignas de atención y estudio el paso de Dwina, el de Bug en 1703, a nado con su caballería, las
activas campañas de 1704 y 1705, y en 1708 penetra en Rusia hasta Berezina, donde le espera Pedro el
Grande, fundador de la grandeza moscovita, soñando con herir al ruso en el corazón llegando hasta Moscú
y para ello pone sitio en Poltava, plaza de importantes recursos y gran importancia estratégica.
En el siglo XVIII, tanto Federico II el Grande en la Guerra de los Siete Años como la guerra con España
del inglés Pitt, fundaban su resolución en motivos estratégicos, en las ventajas que resultarían de
descargar un golpe inmediato y bien dirigido contra el enemigo, sin darle a lugar a prepararse.
Navío es el nombre propio o peculiar que ha permanecido a las embarcaciones grandes o que llegan a
pasar de cierto porte, y más particularmente a las de guerra que tenían a los menos dos puentes o
dos baterías corridas por cada banda, navíos de dos andanadas, así como de tres puentes en el de constar
de otros tantos o de tres baterías. También se decía navío de línea a cualquiera de los primeros o que por
aquellas circunstancias se consideraba propio para entrar en la formación de la línea de combate, con un
número elevado de cañones gruesos, es decir, el que por su porte y armamento estaba destinado a
combatir en batalla ordenada o en formaciones navales en unión de otros buques de la marina de guerra.
Federico sujetó la guerra a las especulaciones del talento, redujo a cálculo todos sus elementos y
formando un conjunto de la estrategia con la táctica, la redujo a una ciencia mixta que comprendía ambas
cosas e hizo de modo que el soldado adquiriese una especie de instinto por la estrategia acelerada, y
conociendo la importancia de la prontitud creó la táctica moderna, y en vez de romper el centro dio vueltas
a las alas y a llevar el mayor esfuerzo al punto débil del enemigo, multiplicando las piezas de artillería,
consiguiendo que se cruzasen con el fuego de los mosquetes, de manera que si el enemigo avanzaba se
encontraba débil antes de llegar a las bayonetas.23
Estas perfecciones o creaciones originaron otra manera de combatir ya que en lugar de las batallas de
choque del Gran Capitán y del gran Conde, de las batallas de posición del duque de Alba y Feuillade, de
las batallas de puestos de Mauricio de Sajonia, Federico usó las batallas de maniobras: Es preciso remitir
al éxito de las batallas el término de las querellas. Es preciso meditarlas, porque las que se encomiendan
a la casualidad nunca tienen grandes resultados. Son las mejores batallas aquellas en que se obliga a
recibirlas al enemigo ( Cita del mismo Federico)24
Otros generales dignos de citar del siglo XVIII son Mauricio de Sajonia, Tollendal, Eugenio de Saboya;
realizaron con sumo acierto grandes operaciones militares Kurt Christoph Graf von Schwerin,
Keit, Ziethen y Seidlitz; en las campañas de 1758 y siguientes Fernando de Brunswick fue superior o al
menos igual a los franceses teniendo un ejército heterogéneo e inferior; el príncipe Enrique de
Prusia en Sajonia se mostró profundo en la defensa modelo respecto a la elección de posiciones y
movimientos.
En la Guerra de independencia de los Estados Unidos, el ejército británico no aplicó correctamente
las máximas estratégicas para la conducción de una guerra ofensiva, y en vez de concentrar sus fuerzas
en algún punto decisivo y la destrucción del principal cuerpo del ejército revolucionario por repetidos y bien
dirigidos golpes, dispersaron sus fuerzas en una inmensa extensión de territorio y llegaron a ser demasiado
débiles de poder actuar con decisión y efectividad en ningún punto.
El Almirantazgo de Gran Bretaña mandó poner "entre-puentes de carronadas" en ciertas fragatas para
experimentar el efecto que tenían, y después de haber reconocido los grandes estragos que causaba esta
arma en la xarcia, arboladura y aparejo de los navíos de guerra francéses, contra los cuales dirigieron su
fuego las fragatas inglesas en los combates particulares, mandó por orden general ponerlo entre los "entre-
puentes" de todos los navíos de línea ingleses25
Como no eran bastantes los medios ordinarios para rendir una plaza como Gibraltar tan defendida por
la naturaleza como por el arte militar, la Corte de Madrid adoptó el plan estratégico de acometer por mar
y por tierra a un mismo tiempo, valiéndose de máquinas de nueva invención llamadas baterías flotantes
con objeto de batir los dos muelles y las fortificaciones que defendían la ciudad en lugar de los navíos de
línea, pues como el aparejo y velamen de éstos estaba expuesto a ser quemado con las balas rojas de la
plaza, se evitaba este inconveniente por la naturaleza de su construcción.
Del mismo modo que cambió la sociedad, se cambió en Francia el ejército en la Revolución, con grandes
cambios en la legislación y en la administración y en las relaciones de la sociedad civil con el ejército y de
éste con la sociedad, y la ciencia de las grandes operaciones cambió de faz y se aprendió a hacer útiles y
movibles a las masas, creciendo extraordinariamente el ejército cuando se incorporaron a él los guardias
nacionales y se hicieron las levas parciales y en masa, formando parte de los 18 ejércitos de la República,
y de este modo un millón doscientos mil ciudadanos se armaron, se suprimieron los nombres de los
antiguos cuerpos, el ejército tomó la divisa azul de la milicia ciudadana, cambiando de aspecto el arte de
la guerra no solo con la sustitución de los ataques de los cazadores y a la bayoneta, sino con la guerra en
grande que se había hecho necesaria desde el momento en que se conoció el poder de las masas.
Mal armados los soldados franceses, bisoños en las maniobras, se precipitaban sobre la artillería y líneas
enemigas, protegidos por las baterías y unos cuantos escuadrones adiestrados, después de todo debían
introducir una estrategia nueva, ya que no teniendo tiendas o bagajes se cuidaban poco de cubrir las
líneas y con extraordinaria movilidad caían de improviso sobre enemigos acostumbrados a marchas
metódicas, aprendiendo a rehacerse, a replegarse contra la caballería y a aprovecharse de los obstáculos
del terreno para acercarse al enemigo.
Los numerosos ejércitos que cubrían sus fronteras obligó a sus generales a crear cuerpos francos y a
emplearlos todos en las guerrillas para suplir la falta de experiencia militar de aquella época,
contrarrestando a los diestros tiroleses y a los cazadores de lobo austriacos, y en la famosa jornada de
Jemappes el general Dumouriez hizo un excelente empleo de estas tropas, cuyos batallones envolvieron
los reductos austriacos y obligaron a los artilleros a abandonar sus piezas.
Carnot, ministro de guerra, se dedicó a regularizar aquel ímpetu y ordenó que se dieran golpes decisivos
en los puntos estratégicos más importantes, que se rompiesen las comunicaciones, que se pusiera fuera
de combate al ejército enemigo antes de tomar una sola fortaleza o de apoderarse de un palmo terreno, y
a las teorías de Vauban para el ataque y reparación de plazas, sustituyó un nuevo sistema de fortificación y
defensa, que consistía en usar de los fuegos verticales en casamatas, para destruir al enemigo cuando
venía en grandes masas y de los golpes de mano atrevidos cuando el enemigo no tenía bastante fuerza.
Derecho internacional[editar]
La primera época del derecho internacional puede fijarse después del Tratado de Westfalia, representando
en sus escritos las bases de un sistema que pretendía fijar equilibrio entre las grandes potencias, y la
segunda época de mismo derecho tiene su origen en el Tratado de Utrecht, cuando Hugo Grocio basó
el derecho de gentes en el derecho antiguo, que vino a ser racional, filosófico y se compenetra con
el derecho natural.
La palabra estrategia en la Europa de los siglos XVIII-XIX[editar]
Se introdujo la palabra griega estrategia en la segunda mitad del siglo XVIII y la voz griega permaneció
largos años como otras en misteriosa incubación al calor exclusivo de los eruditos e incluso a finales del
siglo XVIII era desconocida por generales de la época de la Revolución francesa y del Imperio
como Ney, Masséna, Murat y hasta el último tercio del siglo XVIII el arte de la guerra se consideraba como
un todo indivisible.
Las victorias de Federico II de Prusia despertaron a la Europa militar de cierta apatía y entumecimiento y
hubo largos y ruidosos debates sobre todo lo concerniente al arte, especialmente sobre mejoras de la
táctica a las que se atribuían los triunfos de Federico II, filósofo y guerrero. Esta discusión produjo un
regreso a los estudios y documentos olvidados hacía siglos sobre las falanges griegas y las legiones
romanas. Surgieron nuevas ideas sobre el arte de la guerra, siendo las más destacadas las de Conde de
Guibert. Posteriormente, todas estas opiniones generaron avances en la táctica militar.
El primero en usar la palabra estrategia en esta época fue el archiduque Carlos, rival del terrible estratega
de los tiempos modernos, Napoleón I. En competencia con el archiduque, dos de los primeros escritores
sobre estrategia fueron von Bülow y el Barón de Jomini. No debemos olvidarnos de Joly de Maizeroy26 a
quien Bardin27 atribuye la invención de la palabra en 1771, ni de Georg Heinrich von Berenhorst, Jean-
Martin Jabro28 Silva, Henry Lloyd29 y otros autores que no dijeron "stratégie" sino "estratégique" y que no
llegaron a formar un cuerpo de doctrina propiamente dicho.
Por tanto, los primeros expositores y definidores de la palabra estrategia militar fueron el archiduque
Carlos en forma geométrica, von Bülow en forma escolástica y el Barón de Jomini en forma experimental.
No obstante a esto, la estrategia militar existió en todas las edades de la historia y aún cuando sus
principios no fueron establecidos hasta el siglo XIX, no puede negarse que la estrategia militar se aplicó:

• Allí donde hubo operaciones de guerra de alguna extensión.


• Caudillos de selecto entendimiento que supieron mover con habilidad las tropas que dirigían para
adquirir primacía sobre el enemigo.
• Se la encuentra por todas partes desde la primera guerra entre los hombres, unas veces enmascarada
bajo diferentes nombres como disposiciones generales o Teórica y práctica de la guerra. Por tanto,
desde que existió en el mundo el primer general que tuvo pericia y habilidad para conducir las tropas
y para que sus principios fueran observados y cumplidos.
• Algunas claves de la estrategia militar se encuentran en refranes populares como:
• Quien da primero da dos veces
• Cinco contra uno
• Al enemigo que huye, puente de plata
• No poner toda la carne en el asador
• La unión hace la fuerza
• Divide y vencerás
• Para certificar lo dicho es curiosa una observación de M. De Roure en su obra Historia de Teodorico
El Grande, París, 1846 Tomo II, páginas 28 a 30, en el que este erudito hace notar la habilidad
estratégica de los bárbaros, cuyas operaciones militares siempre fueron conducidas según las reglas
de la ciencia más exacta. Y también se puede añadir lo siguiente de Édouard de La Barre Duparcq: Los
bárbaros tenían la principal cualidad, vigor, y el "instinto de la estrategia" les hacía seguir sus reglas
invariables sin darse cuenta de ello. En esto consiste la nativa simplicidad de la estrategia, en la
perpetuidad de sus reglas a través de las edades 30
• Incluso en la Reconquista de España sobre los árabes se puede ver todo lo que tuvieron
de estratégico y sistemático aquellas largas y dramáticas guerras y, sobre todo, en la Conquista de
Granada, en aquel epílogo digno de aquella magnífica epopeya, que hasta en su duración se asemeja
a las conquistas de Veyes por las legiones romanas, y de Tebas y Troya por los griegos. ¿Puede
darse plan más estratégico, ejecución más táctica, conjunto y pormenores más científicos?
Definidores y expositores primitivos de la palabra estrategia militar[editar]
• Enrique, barón de Bulow, oficial prusiano que sirvió en infantería y luego en caballería, fue en palabras
de Napoleón I un "ideólogo" (como llamaba Napoleón a todo el que pensaba) y aventurero, algo
estrafalario, escritor cáustico y atrevido. Principio por enredarse en la insurrección de los Países
Bajos en 1789 y recorrió en larga peregrinación los Estados Unidos, Inglaterra y Francia y son célebres
sus obras Geist des neven Kriega-Sistems traducida al francés con el nombre Esprit du systeme de
guerre moderne por T.Lave. que se publicó en Hamburgo en 1799 y la otra Lehsätze des newen
Krieges... en Berlín en 1805. La aceptación fue inmensa y cautivo la atención sobremanera la
aplicación feliz de la geometría a la guerra, la referencia al triángulo, las retiradas excéntricas, las
grandes líneas, en una palabra, las grandes ideas y Prusia se envaneció llamándolo el Folard
prusiano.
• Barón de Jomini es el sucesor estratégico de Bulow, comandante de batallón suizo a principios del
siglo XIX, oficial luego al servicio de Francia y después de Rusia en la que llegó a la última jerarquía
de ayudante de campo del emperador. Este autor desde 1803 en que el mismo confiesa que arrojó al
fuego el primer manuscrito por haber leído a Lloyd. Este inagotable escritor, hizo sudar las prensas de
las imprentas con obras voluminosas de historia crítica sobre las guerras de Federico II, de la
República de Francia, de Napoleón I y alternaron folletos con artículos de periódicos con obras
extensas como Tratado de las grandes operaciones militares en 3 volúmenes de 1819, su traducción
al francés de la obra del archiduque Carlos Principios de Estrategia, su Introducción al estudio de las
grandes combinaciones, etc. y por fin en 1829 escribió un Cuadro analítico para que sirviese de clave
y complemento a aquella última obra y en su 2ª edición de 1837 tomó el título de Compendio del arte
de la guerra que se tradujo en 1840 al español.
• Archiduque Carlos, hijo del emperador Leopoldo II, era un táctico de primer orden y uno de los mejores
generales de su tiempo pero cansado de ver comprometidas sus mejores combinaciones por
generales incapaces, resignó el mando y vivió apartado del ejército y de la política. Sus dos obras
célebres son las siguientes: Principios de la estrategia explicados por las operaciones de la campaña
de Alemania en 1796, Viena, 1814 e Historia de la campaña de Alemania y de Suiza en 1799, Viena,
1819.31

Capítulo 7 Estrategia en la Edad Contemporánea[editar]


Siglo XIX[editar]
Napoleón Bonaparte inventó aquel orden militar con que aterró a toda Europa, con
el difícil arte de dirigir las masas a puntos decisivos y suplir el número con la rapidez de movimientos, con
la incomparable habilidad de reunir, crear y disponer los medios proporcionados a la empresa, a
la actividad que le daba siempre la iniciativa, a la rapidez de vista y de acción que no dejaba
al enemigo reflexionar ni tampoco de oponerse a sus proyectos, ascendencia sobre sus soldados y sobre
los enemigos, a la habilidad de saber aprovecharse y, nadie ha poseído mejor aun mismo tiempo todos
los elementos de la estrategia y de la táctica por lo cual pudo aplicarlos felizmente desde
las ideas más generales hasta las particularidares más pequeñas y sabía sacar partido de pequeños
ejércitos y mover con facilidad los grandes, cosas que difícilmente van unidas.
Así como de las guerras del citado Federico II de Prusia había resultado una nueva táctica, de las de
Napoleón salió la gran estrategia, en la que los escritores meditando sobre la ejecución de sus vastos
planes, echaron los cimientos de esta ciencia militar, y lejos Napoleón de introducir cambios esenciales en
la táctica establecidos por Federico, extendió su aplicación a las nuevas circunstancias: con
su infantería desbarató a la infantería austriaca, alemana y prusiana, con su caballería hizo huir a la
caballería de la guardia imperial rusa y la célebre de los mamelucos, con su artillería cargó a escape y
destrozó cuadros, abrió brecha en las murallas más famosas, con sus ingenieros minó, fortificó y destruyó
de forma notable, y las guerras en que se discutían el destino de una gran nación eran resueltas por él en
dos solas batallas a lo más y acometiendo a un territorio, vencía al primer ejército que se le presentaba
destrozándolo, aniquilándolo y antes de que este se hubiera repuesto marchaba a dar leyes a la capital y
si esta se resistía entraba a viva fuerza.
En el estudio de los mapas es donde Napoleón probaba todas las combinaciones, con sistemas
de marchas hábilmente pensadas, ganar terreno sobre el enemigo y de esta manera preparaba golpes
infalibles, conducía los ejércitos como por la mano, reuniéndolos, dividiéndolos y maniobrando desde un
extremo a otro de Europa con la misma precisión y seguridad que en el campo de batalla, y de este modo
decidió estratégicamente campañas previstas y aun escritas de antemano en su pensamiento.
Según Jomini, Napoleón sobresalía en el acierto de emplear reservas tácticas y de ver a la primera ojeada
el punto clave y decisivo de una batalla.
Napoleón fue tan afortunado en sus campañas como aciago en sus combates navales, ya que los
almirantes franceses observaban rigurosamente la táctica antigua, mientras que Nelson concentraba todos
sus esfuerzos según las reglas de la táctica moderna, y la marina inglesa puesta frente a frente con la
francesa, hacia el mismo papel que Napoleón y sus ejércitos con respecto a los austriacos.
Las ideas imperiales de Napoleón le llevaron a empresas desgraciadas para dar rienda suelta a su
ambición de guerra, acometiendo tras el Tratado de Tilsit como agresor a pueblos animados de un gran
espíritu de patriotismo: Su misión no era únicamente la de gobernar Francia sino la de someter el mundo
entero para que no le aniquilara. Partiendo de tan gratuita hipótesis, organizó el Imperio para una guerra
eterna. No fue con objeto de adquirir el derecho de ser monarca absoluto, por lo que peleó bajo todas las
latitudes. Al contrario, fundó el despotismo para crear, vivificar y renovar continuamente los elementos de
las batallas.32
En la Guerra de la Independencia Española las inmensas pérdidas que sufrieron los franceses en España
son más bien debidas a las guerrillas que a las batallas, y no es posible mirar más que como tropas
irregulares las masas informes armadas tumultuosamente que rindió al general Dupont en la batalla de
Bailén, las que derrotó a Moncey en Valencia, las que batieron a Charles Lefebvre en Aragón, como
igualmente los sitios que perpetuaron en la Memoria a Zaragoza, Burgos, Gerona y Tarragona.
En el sitio de Zaragoza, julio de 1808, Agustina de Aragón, viendo avanzar a los franceses a
la batería situada en la puerta del Portillo, cogió la mecha de un soldado herido y dio fuego a un cañón de
a 24, cargado a metralla, que enfilando a las columnas enemigas causó un gran destrozo, y este golpe
inesperado produjo trastorno en las tropas sitiadoras francesas y tiempo para los sitiados, que volvieron a
defender la plaza del Portillo y rechazaron a los franceses.
El Duque de Wellington se distinguió mas por su calma, energía y tenacidad que por su arrojo, estrategia
atrevida y las grandes creaciones repentinas, y su marcha de concentración sobre el río Duero y su
movimiento decisivo sobre los márgenes del río Ebro son modelo para la correcta aplicación de los
principios de estrategia.
En las Guerras de independencia hispanoamericanas, los realistas de España, después de haber
recobrado el mando, enviaron como recurso estratégico una fuerza expedicionaria de 10.000 soldados
veteranos en los combates en suelo español al mando de Pablo Morillo, con un plan que abarcaba todo el
continente.
Desde 1856 a 1878 el continente europeo fue teatro de cinco grandes guerras: la franca-austriaca de
1859, la danesa de 1864, la austro-prusiana de 1866, la guerra franco-prusiana de 1870 y la ruso-turca
(1877- 1878), todas las cuales trajeron su origen de la guerra de Crimea.
En la Guerra de Crimea, los aliados creyeron acertado dirigir a Crimea una expedición imponente para
aruinar Sebastopol, la base misma de la pujanza rusa en el Mar Negro, obligando a Rusia en la reducción
de sus fuerzas navales, y las razones que les inducía a esperar de su estrategia un resultado exitoso,
consistía la una en la superioridad incontestable de sus escuadras, que los ponía en estado de atacar con
ventaja Sebastopol por la parte de mar y la segunda en las simpatías de los tártarosmusulmanes, que les
aseguraba la probabilidad de aislar al ejército ruso que quisiera socorrer a aquella plaza, significando la
posesión de Sebastopol la creación para los aliados de una base sólida a sus operaciones militares futuras
para penetrar en la Rusia meridional y destruirle todos los establecimientos que tenía en las orillas del Mar
Negro, siendo para los rusos Crimea el centro de las transacciones internacionales de Europa y Asia.
Célebre ingeniero de las defensas rusas en el sitio de Sebastopol fue el conde de Todleben y de la
rendición del éjercito de Osman-Bajá en Plevna, reuniendo sus conocimientos de ingeniero a los del
artillero y los del táctico, y en su plan estratégico se reconocen las ideas de Vauban sobre la importancia
de la fuerza moral y de la calidad de las tropas en la defensa de la plaza y los de Montalembert acerca de
la necesidad de asignar a la artillería un papel preponderante.
En la segunda guerra de la independencia italiana (1859-1861), Turín era el objetivo primario
estratégico, pasando el general austro-húngaro Ferencz Giulay con tardía ofensiva el Tesino y
planeando Napoleón III acumular fuerzas imponentes por la izquierda, venciendo los sardos-franceses en
la batalla de Magenta, siendo expulsado finalmente al otro lado del Adda un cuerpo austriaco al mando
de Ludwig von Benedek, que se quedó algo rezagado al cubrir la retirada austriaca. Posteriormente,
cruzando el Adda los sardos-francos tras los tudescos, concentrados a su vez en Brescia, ocupada
previamente por Garibaldi con sus cazadores de los Alpes como vanguardia, finalizó la guerra con el
triunfo sardo-francés en la batalla de Solferino.
El sitio y reducción del fuerte Pulaski que se hallaba situado en la isla Cokspur (Georgia (Estados Unidos)),
en posición muy estratégica, fue uno de los primeros hechos, entre las operaciones militares llevadas a
cabo en la guerra civil estadounidense (1861-1865), y demostró plenamente el poder y la eficacia de
los cañones rayados para practicar brechas a grandes distancias, distancias no conocidas hasta entonces
y consideradas enteramente impracticables.
En el sitio de Charleston, 1863, las autoridares navales, en Washington, consideraban el fuerte
Sumter, obra casamatada de ladrillo de cinco casas, con dos pisos de fuegos cubiertos y otro superior a
Garbela, un lugar estratégico, y una vez demolida esta fortaleza destruido su poder ofensivo, se afirmaba
que los monitores y otros buquesblindados podrían remover las obstrucciones del canal, apoderarse de
toda la bahía y llegar hasta la ciudad.

En la guerra austro-prusiana, Austria tuvo que constituir una guerra doble y Prusia se vio forzada a dividir
su atención en dos diversos teatros de guerra, uno al este y otro al oeste, y en este se dieron hábiles
operaciones, que revelan dotes de combinación y acierto estratégico-político del Estado Mayor de
Prusia.
En 1866, en la batalla de Sadowa, grandes baterías, hábilmente dispuestas por
el ingeniero Pidonell, trincheras-abrigos y otros obstáculos fortalecían las posiciones de Lipa y Chlum, y a
las 9 de la mañana del 3 de julio, catorce batallones de la división de Franseky, sufrían todo el esfuerzo
austriaco, batiéndose en el bosque de Benatek o Maslowed, el cual era la posición estratégica como
punto llave de la contienda, puesto que por el citado bosque habían de ligar los dos ejércitos prusianos.
La guerra civil de los Estados Unidos y la guerra de Bohemia señalan ya en 1867 la influencia decisiva que
la industria toma, la riqueza pública y el dinero para renovar frecuentemente un costoso material que
queda obsoleto rápidamente, y junto la habilidad estratégica y la oportunidad táctica es necesario ya
utilizar y perfeccionar los últimos adelantos.
Durante el Segundo Imperio Mexicano decidió Maximiliano I de México oponer una resistencia enérgica
en defensa de su trono, pero reconociendo la imposibilidad de ocupar y dominar eficazmente los
vastos territorios de México, adoptó un plan estratégico de ocupación restringido que debía limitarse a
proteger eficazmente México y las comarcas que se extendían entre esta capital y Veracruz, y concentrar
también la acción en los once estados del centro y abandonar las provincias marítimas, que fueron en
breve evacuadas.
Siglo XX[editar]

Capítulo 8 Concepciones estratégicas o movimientos estratégicos en la Historia[editar]

• Jenofonte, coronó con brillante éxito la conducción a su patria de los 10000 guerreros griegos después
de la rota de Cunaxa, realizando en aquella memorable retirada actos de excelente pericia táctica y
estratégica que a través de los siglos excitan hoy la admiración de quienes los estudian. Dejó escrita
en su obra maestra Anábasis en la que aparte de la retirada de los diez mil, está el relato de la
expedición de Ciro el Joven al Asia Superior. Jenofonte estaba con ellos casi por casualidad como el
mismo dice pero después de la muerte de los caudillos del ejército griego fue uno de los cinco nuevos
jefes que se eligieron y que dirigieron la inmortal retirada. Describió minuciosamente los países que
había atravesado y trazó cuadros completos de las costumbres y del carácter de sus moradores. Lo
que más encanta es la modestia del narrador y el hombre fue grande en terribles coyunturas y el
historiador no se mostró indigno del hombre y trajo además con sus escritos y hechos militares el
camino de la Gran Asia, seguida luego por el excelso caudillo macedónico, Alejandro Magno. Aportó
también la idea del éxito posible de grandes marchas y expediciones concéntricas.
• Alejandro Magno, al que nadie puede negar la calidad de movimientos estratégicos concebidos por él
y ejecutados por las tropas que dirigió el famoso capitán de la Antigüedad desde las riberas de Asia
Menor hasta los márgenes del Indo. Realizó la aspiración suprema de los griegos en su política exterior
que consistió en subyugar a la Persia y preparó al mundo para la dominación romana. Unió dos
civilizaciones, la de Oriente y Occidente y estableció un cambio fecundo de ideas entre ellas.
• Aníbal, con ese ejemplo casi insuperable y brillante, digno de la mayor alabanza, concibiendo y
ejecutando la idea estratégica de herir a Roma mortalmente, una Roma que fijaba toda su atención
sobre un posible ataque cartaginés por la parte meridional de Italia. Aníbal pasando del Ebro a
los Pirineos, dirigiéndose después al Rodano, remontando la cuenca de este caudaloso río, cruzando
las elevadísimas cumbres de los Alpès y descendiendo luego a las fértiles llanuras del río Po para
internarse en Italia y dar en suelo italiano terribles y afortunados golpes a la poderosísima y casi
invencible República de Roma. Se ve con este ejemplo que los movimientos estratégicos deben tener
siempre el objeto de llevar un ejército al punto o puntos donde menos sospecha el ejército enemigo
que puede ser atacado. La estrategia de Aníbal destaca por su rapidez y la llevó a cabo o ejecutó a
pesar de los obstáculos de todo género que tuvo que vencer y los romanos no sospecharon jamás
que Aníbal se proponía ir a conquistar Italia tomando semejante rodeo, no adoptando las suficientes
precauciones ni se preocuparon en reunir algunas tropas sobre Trebia y solo reunieron estas tropas
después de haber sabido que Aníbal había atravesado los Alpes.
• Otro enemigo terrible de Roma fue Mitrídates, que resistió por espacio de 40 años a los más ilustres
generales de la República y que meditaba una plan de guerra extensivo, el cual consistía en
adelantarse desde las orilla del Bósforo arrastrando en su marcha a las naciones bárbaras y
semibárbaras contra aquel enemigo.
• Julio César, Son admirables sus concepciones estratégicas y la forma de ejecutarlas de este famoso
caudillo romano, para vencer y subyugar a las Galias (en las que fijó entre otras cosas su penetrante
mirada porque podía ser la entrada otra vez de más Tribus Bárbaras como ya sucedió anteriormente
en la época de Cayo Mario en la que Roma sufrió lo indecible para acabar con ellas
(teutones, cimbrios, ambrones..)), liderando a sus tropas como diestrísimo general en los valles
del Ródano, Rhin y del Sena.
• Tribus Bárbaras o Bárbaros que señorearon a Roma, en las que según Du Roure en su obra Histoire
de Théoderic le Grand hay que destacar, aún cuando muchos lo pongan en duda, la habilidad
estratégica de esas Tribus, cuyas operaciones de guerra y atrevidas invasiones eran guiadas y
realizadas siguiendo reglas de la ciencia militar.
• Atila, rey de los hunos que concibió el proyecto de subyugar al Imperio romano y se hizo el
representante fiel de los instintos de su nación que secundó de un modo irresistible sus miras
ambiciosas. Según algunos historiadores como Jornandes y Prisco, el Imperio de Atila comprendía
toda la Escitia, desde el Mar Negro a las orillas del Báltico,
los sármatas, escitas, gépidos, hérulos, ostrogodos y otros pueblos sometidos. Una multitud de reyes
se rendían ante él y 700.000 guerreros aguardaban ansiosos el momento de lanzarse a la pelea.
Cuando murió en el año 453 su cadáver fue expuesto en el campo entre dos largas filas de tiendas de
seda y los hunos cantaron alrededor con sombría fiereza lo siguiente: Este es Atila, rey de los Hunos,
hijo de Mundzuck, señor de bravísima gente, que con inaudito poder poseyó la Escitia y la Germania
y aterró a ambos imperios romanos de modo que por no entregar toda la presa le agobiaron con
súplicas y le ofrecieron un tributo anual. Dio feliz término de sus empresas, y murió, no de herida
enemiga, ni por traición de los suyos, sino en medio del placer y sin sentir dolor.
• La habilidad estratégica de Tariq, de Muza y sus tenientes después de la Batalla de Guadalete para
sojuzgar en dos años toda la península ibérica siguiendo las mismas líneas señaladas por los romanos
como más conducentes al dominio del país.
• Gengis Kan que tras vencer a Ung-Jan tomó posesión de los Estados Tártaros (Aún se llamaba
Temugín y se hizo coronar con el nombre de Gengis Khan o Rey de Reyes). Destacó los primeros
momentos de su reinado por grandes triunfos militares y declaró la guerra al príncipe juarezmita
Mohammed tras haber subyugado a los príncipes de Carakathai y de hacerse dueño de todas las
provincias que habitaban mogoles y tártaros y los pueblos de Khatai. Posteriormente llevó a otro lado
sus armas vencedoras y en 1214 se había apoderado de Pekín, capital de China. Sus Estados eran
inmensos y cuatro años después de haber derrotado a Gelaleddín murió, dejando una posteridad
digna de su nombre ya que sus Estados componían uno de los Imperios más vastos que han existido,
teniendo súbditos desde el mar Negro hasta China y en concreto en Europa sometió la parte
meridional de la Moscovia, riberas del Dnieper, costas del Mar de Azof, Crimea y país búlgaro.
• En los siglos XVI y XVII el grandioso periodo de la milicia española en sus inmortales campañas de
Italia, de Flandes, de Francia, del Sacro Imperio Romano y de Portugal se descubren concepciones
estratégicas dignas de admiración del Gran Capitán, de Pedro Navarro, del Gran Duque de Alba,
de Alejandro Farnesio, de Fuentes, de Ambrosio Espínola, del Cardenal Infante etc.
• Pachacútec logró con inteligencia, perspicacia bélica, sagacidad y un poco de diplomacia salvar un
reino casi perdido, el Cusco, de sus enemigos naturales, los chancas, en la decisiva batalla de
Yawarpampa, para así configurar el más grande imperio austral, el Tawantinsuyo.
• Toyotomi Hideyoshi de gran astucia y prudencia e ingenioso militarmente que completo la reunificación
nacional del Japón y planeo conquistar a Corea y sojuzgar a China pero sin lograrlo.
• En el siglo XVII con arreglo a los fundamentales principios de la estrategia se movieron las tropas
acaudilladas por Gustavo Adolfo II, por Turena (conde), por Marlborough y el príncipe Eugenio de
Saboya.
• De Gustavo Adolfo II destaca su gran genio estratégico en la Guerra de los Treinta
Años de 1630 a 1632 de ocupar casi toda la Pomenaria y vencer a Tilly en la Batalla de
Breitenfeld. Tras esta batalla realiza un movimiento estratégico que en lugar de ir hacia Viena para
salvar la Alemania protestante se dirigió a las orillas del Rin por la Franconia y el Palatinado y
derrotó nuevamente a Tilly en Wurzburgo y a los españoles en Openheim y Maguncia.
• De Turena es digno de destacar entre otras cosas el movimiento estratégico de trasladar su
ejército colocado en Lorena detrás de los Vosges, entre Luneville y Befort a Alsacia, donde su
enemigo Montecucolli con su ejército cometió la torpeza de situar sus tropas y sus cuarteles de
invierno. Turena cayó de improviso en medio de sus cantones y Montecucolli no pudo reunir su
ejército por lo que fue completamente derrotado en Turwheim cerca de Colmar y obligado a
repasar el Rin por las inmediaciones de Kehl. Montecucolli suponía a Turena tranquilo en su
acantonamiento detrás de los Vosges, pero cuando menos se lo esperaba Montecucolli, reúne
Turena su ejército y se dirige rápidamente al centro de Alsacia y la situación se convirtió ya para
Montecucolli en imposible cuyas tropas se hallaban dispersas desde Basilea a Landau, reunirlas
a tiempo para parar a Turena, debido a los movimientos estratégicos caracterizados por su rapidez
y secretismo del general francés.
• Son ya en el siglo XVIII dechados de movimientos estratégicos los guiados por el caudillo
prusiano Federico II de Prusia en los valles del río Elba y Oder y muy principalmente los que guiaron
a las tropas de Federico a los campos de batalla de Rosbach y de Leuthen, donde el famoso rey
consiguió sus dos mayores victorias.
• En la causa de los primeros triunfos de Napoleón I en Italia que consistió en la maniobra estratégica
de conducir el grueso de sus fuerzas sobre una de las alas del enemigo (Napoleón I al arte de dirigir
la guerra le llamó táctica en grande o la grande tactique y los preceptos por él establecidos lo mismo
se aplicaban a los combates que a las marchas maniobras y por tanto no dividió nunca en dos partes
el arte de la guerra). En 1800 es cuando se caracteriza el sistema napoleónico en el ramo de
la estrategia, es decir, en el modo de disponer, dirigir y hacer la guerra y se reveló en lo siguiente:
• Aniquilar y destruir ejército enemigo
• O de cogerlo materialmente prisionero
• Desechó añejas rutinas, contraídas a la toma de una o dos plazas o bien en la ocupación de una
pequeña provincia limítrofe.
• El medio principal de hacer las cosas en grande, consistía en aplicarse a desconcertar con
preferencia al ejército enemigo arruinándolo, persuadido de que los Estados o Provincias se
destruían por sí mismos, cuando no tenían fuerzas organizadas que las protegieran (Con la
excepción de las Guerras Nacionales como la de España en la 1º década del siglo XIX, aunque
sin el socorro de un ejército organizado nacional o extranjero, en toda lucha parcial, las
poblaciones acababan por sucumbir).
• Calcular de una ojeada las probabilidades que ofrecían las distintas zonas del teatro de la guerra.
• Dirigir sus masas de tropas concéntricamente sobre la zona que fuera más ventajosa.
• No descuidar nada para enterarse de la posición aproximada de las filas enemigas.
• Lanzarse contra el ejército enemigo con la rapidez de un rayo:
• Sobre su centro si estaba dividido.
• Sobre una de las extremidades que conducían directamente a sus comunicaciones.
• Por tanto envolver, cortar, esparcir, atacar, perseguir sin reposo al ejército enemigo, obligándolo
a seguir direcciones divergentes.
• Generales franceses Hoche y Pichegrú. En el otoño de 1793 recibieron los generales Hoche y
Pichegrú el encargo de lanzar a los alemanes de la Alsacia y levantar el bloqueo de Landau, pero el
ejército prusiano se hallaba en las márgenes del Sarre y del Mosella y el ejército del Rin entre
Estraburgo y Saverne.
El movimiento estratégico se realizó cuando el general Hoche, partió de Sarrelouis, Sarrebruck,
Sarguemines y Hornbach. En esta provincia sólo existía el campo de batalla de Kayserslautern.
• La retirada a Zamosc del general polaco Wojciech Chrzanowski.- El hecho más honroso de la vida
militar de Adalberto Chrzanowski es su paso a través del enemigo con 25 piezas de artillería que
conducía a Zamosc para la defensa de la capital y haber logrado llevarla hasta las murallas de
Varsovia. Su retirada a Zamosc está considerada una obra maestra de la estrategia y le valió el grado
de general de división (destacó también en la toma de Varna en 1828 contra los turcos, y en Krassuvi,
Leipzig y Waterloo))
• La Feldmariscal, Helmuth von Moltke, célebre oficial prusiano de origen danés luchando contra la
derecha del ejército francés que marchaba por delante mandada por el general Moreaux, así como la
izquierda lo era por el general Ambert y la cual marchaba por San Vendel. El ejército prusiano receloso
en su izquierda por el movimiento del general Moreaux, se reunió todo en Kayserslautern, donde temía
que el general Moreaux, que marchaba por Pirmasesns y Tripstand, le cortase la línea de operación
sobre Maguncia. Entonces el general Hoche llama a sí a su izquierda y a su derecha y finge atacar al
ejército prusiano en Kayserslautern y después aparenta ser batido y se retira por Dos Puentes hacia
Bitche, desde donde se encamina por las gargantas del Lautern sobre Weissemburgo, Anweiter y
Landau. Posteriormente ataca al ejército austriaco y el de los círculos de Alemania por el flanco
derecho, al paso que el ejército del Rin, mandado por Pichegrú, ataca de frente al ejército enemigo.
Con este bello movimiento estratégico se vieron obligados a retirarse en tropel los restos del ejército
alemán, unos sobre Manheim y otros sobre la orilla derecha del Rin por el fuerte Luis, de que eran
dueños y con tanta precipitación, que los franceses entraron en ese fuerte al mismo tiempo que la
retaguardia austriaca y se apoderaron de él sin disparar un solo tiro. Dinamarca, se dedicó con ahínco
a la reforma del ejército alemán y su gran inteligencia previó los acontecimientos que hicieron
de Alemania el imperio más poderoso de Europa y quiso que el ejército estuviera preparado para
llevar a cabo esta obra de engrandecimiento. Declarada la guerra contra Austria en 1866, se siguió el
plan que Moltke había trazado y después de una sola y rápida campaña, se terminó con la batalla de
Sadowa e igualmente dirigió el movimiento sobre Viena, que decidió a Austria pedir la paz.
Posteriormente se le encargó de los estudios y planes de la futura campaña contra Francia y durante
cuatro años se habló del cerco de París y las posiciones a tomar en profundas discusiones. Fue el
verdadero artífice de los triunfos de los alemanes en esta guerra franco-prusiana pues a él se debió
el plan y él dirigió la campaña.

Capítulo 9 Estrategia y táctica en un punto decisivo en el campo de batalla[editar]


También decir que a veces sucede que para una misma operación de guerra las consideraciones
estratégicas están en desacuerdo con las que se derivan del análisis del examen táctico de la situación
del momento y en tal caso es conveniente dar preferencia a las consideraciones estratégicas que son
absolutas y dependen de la configuración general del teatro de guerra, al mismo tiempo que las
consideraciones tácticas puedan cambiarse.
No es extraño el que suceda que un punto decisivo de un campo de batalla, aconsejado por las
inconveniencias tácticas, sea distinto que el determinado por las conveniencias estratégicas y en esa
hipótesis, si la variación del punto de ataque no trae problemas insuperables que puedan hacer malograr
el éxito de la batalla, es más decisivo dar preferencia al orden de combate que permita obtener mayores y
más rápidos resultados de la victoria, en consonancia con el objetivo final de las operaciones.
Así se entiende que, estando en la batalla de Bautzen en el año 1813 el punto decisivo táctico en el ala
izquierda del ejército aliado, el emperador Napoleón I prefirió, a costa de mayores esfuerzos, arrollar el ala
derecha del enemigo, porque allí venía a concurrir la única línea de retirada que tenía el ejército
enemigo.(Esto también puso en evidencia que la línea de retirada y los flancos tácticos se deben guardar
con tanto esmero como las líneas de operaciones y los flancos estratégicos).

Capítulo 10 Movimiento estratégico de Napoleón I que provoca pérdida de la Línea de Operación del
Archiduque Carlos[editar]
Este movimiento estratégico es el que hizo Napoleón I para conducir a su ejército en la campaña del año
V desde las márgenes de Miacio hasta los muros de Viena caracterizado por lo siguiente:

• Su base de operación era Mantua, con su izquierda en Trento, su derecha en Legnano sobre el
Tagliamento
• El archiduque Carlos llegaba sobre la Carintia, sobre el Friul veneciano con refuerzos considerables
sacados de Austria y del ejército austriaco de Alemania.
• El objeto de esta campaña era destruir el ejército austriaco de Italia antes de la llegada de aquel
socorro.
• Desde el 10 de marzo a fin del año V puso el general Bonaparte su ejército en movimiento y sucedió
lo siguiente:
• Dirigió su izquierda que mandaba Joubert por Rovedero y Trento, sobre Bautzen, y desde allí
sobre Tarvis, siguiendo la cumbre de las montañas y al mismo tiempo marcha con su centro y su
derecha sobre el Tagliamento, ataca en Vavassone al ejército austriaco, que había tomado allí
posición por su derecha y rechaza aquel ejército austriaco sobre Palmonova y Gradiska.
• Pero inmediatamente después de la batalla de Vavassono, dirige el general Massena que
mandaba el centro, sobre Tarvis y con su izquierda persigue a los restos del ejército austriaco en
la misma dirección de retirada que pudo tomar, es decir, hacia Trieste.
• Luego que llegó a Gradiska con la izquierda de su ejército, remonta el mismo valle del Isonzo y
se dirige sobre Tarvis, donde reúne en un solo día el ejército.
• El archiduque Carlos, rechazado por la batalla de Vavassone o del Tagliamento sobre Trieste, había
perdido desde aquel momento su línea de operación, cuya base había establecido en Klagenfurt y a
consecuencia de estos sucesos ocurrió lo siguiente:
• Perdió casi todo su material que había introducido en el valle de Isonzo.
• No le fue posible tomar otra línea de operación, cuya base había establecido en Klagenfurt.
• Perdió su ejército su fuerza moral
• Fue arrojado de posición en posición este ejército del archiduque Carlos hasta Leoben.
• Se vio obligado Austria a pedir gracia al ejército francés.

Capítulo 11 Concentración[editar]
Movimiento estratégico para reunir las columnas de un ejército de operaciones, que deben marchar
separadas y abrazando el mayor frente estratégico posible, para lo siguiente:

• Tener víveres y holgura


• Desorientar al enemigo sobre el verdadero objetivo, es decir, sobre el punto de ataque elegido
• Requiere una inteligencia, un tino especial, en lo que se llama logística y la ciencia de las marchas
• Según Jomini, esta alternativa de los movimientos espaciosos y de los concéntricos es el verdadero
distintivo de un gran Capitán
Movimientos estratégicos concéntricos[editar]
Son los movimientos estratégicos que se verifican sobre arcos imaginarios de círculos, que van
disminuyendo progresivamente en radio, supuesto centro el lugar que ocupa el enemigo y está bien
denominada la célebre invasión concéntrica de Francia por los aliados en 1814.
Picadas sobre el mapa las posiciones y etapas sucesivas se ven materialmente arcos de círculo, con radio
cada vez menor y por consiguiente con disminución de intervalo entre los cuerpos invasores.
El adjetivo concéntrico está tomado de la geometría, ya que los círculos o figuras poligonales, que tienen
un mismo centro, cuando un compás manteniendo fija una punta, se va abriendo o cerrando, describe
círculos concéntricos.
Se dirá con geométrica exactitud que un movimiento concéntrico se lleva a cabo por medio de líneas de
operaciones convergentes.
Gran movimiento concéntrico estratégico de Napoleón I en 1805[editar]
En 1805 el ejército francés se hallaba entonces en las playas del Océano, su derecha en el Elba y su
izquierda en Bayona.Su base de operación era Boloña del Mar. Este ejército estaba destinado á destruir
el poder inglés e Inglaterra creó contra Francia una nueva coalición formada por las siguientes naciones:

• Prusia
• Rusia
• Austria
Después de enterarse Napoleón I de movimientos hostiles del ejército austriaco sobre Baviera, dirigió todo
el ejército francés por un movimiento concéntrico sobre Ulm y debido a este gran movimiento
concéntrico estratégico consiguió destruir al ejército austriaco en un solo día.
Después de esta campaña de 1805 y la paz que fue su consecuencia, se formó otra coalición con las
siguientes naciones:

• Rusia
• Austria
• Prusia
• Inglaterra
Prusia fue la primera en demostrar sus intenciones hostiles contra Francia, apoderándose de Sajonia y
vino a tomar posiciones sobre la izquierda del Saale y su derecha estaba en el Elba y su izquierda en
Saafeld y Hof y su centro en Jena y Mersburgo. Napoleón tomó por base de su línea de operación
á Maguncia y volvió a subir el Mein hasta cerca de su fuente y atacó a la izquierda del ejército prusiano en
Hof y Paluen y se situó en la orilla derecha del Saale y á retaguardia del ejército prusiano entre el Saaler
y el Elster. De este modo se apoderó de la línea de operación del ejército prusiano, que estaba sobre
Leipsick y Dresde, pasó el Saale por Jena y Mersburgo atacando al ejército prusiano por su retaguardia y
lo destruyó en menos de una hora, siendo admirables sin duda estos grandes movimientos
estratégicos de Napoleón I.

Capítulo 12 Waterloo: Napoleón I concibe movimientos estratégicos de enorme brillantez y


profundidad[editar]
En los Cien Días, la política de este gran general, Napoleón I, que por esta vez había caído en falta, había
dado tiempo a los ejércitos prusiano e inglés para reunirse en Bélgica y el ejército prusiano estaba en Ligny
y el inglés en Waterloo. Napoleón podía hacer lo siguiente:

• Dar largas a sus enemigos y luego negociar, opción que desecho.


• Mantenerse en defensiva, recibiendo el choque en París y Lyon que se estaban poniendo
apresuradamente en estado de defensa.
• Anticiparse a la agresión, batiendo a los anglo-prusianos antes de que llegaran los otros contingentes.
Para el hombre de 1796 y 1800, para el general de Montenotte, Rivoli, Champaubert o Montmirail la
elección no podía ser dudosa y el movimiento estratégico de Napoleón I tenía por objeto separar para
siempre el ejército prusiano del inglés y contando con las siguientes líneas de operaciones que eran las
siguientes:

• El Mosa para cortar a los prusianos de su base:
• El Mons
• La de Sambra para interponerse, impidiendo la unión del ejército de Wellington y el de Blücher,
escogiendo esta para echar a Blücher al Mosa y Wellington al mar y por tanto ordenó:
• Que su izquierda, mandada por Grouchy, que llevaba a sus órdenes á los
generales Vandamme, Gerard y Excelmans atacase en Ligny al ejército prusiano, mandado
por Blucher
• Pero al mismo tiempo ordenó que su derecha, bajo el mando del mariscal Ney, se dirigiera a
los Cuatro Brazos y obligó de este modo al ejército prusiano a retirarse sobre la derecha del
Byle.
Por tanto el ataque previsto y fulminante se acomodaba más al índole de sus tropas y se llevaba la guerra
fuera del suelo francés e intentando provocar el levantamiento de Bélgica y las provincias del Rin e eligió
la tercera línea de operaciones, la de Sambra.
Por una consecuencia necesaria de esta gran combinación estratégica, los restos del ejército prusiano no
tenía otra retirada posible que por Namur, Lieja y el Rhin o Dusseldorf, pero el general francés Grouchy
permitió al ejerció prusiano, tan completamente derrotado en Ligny, que se retirada sobre Vavre y
enseguida se reuniese al ejército inglés en Waterloo.
Ya el ejército inglés estaba completamente vencido, cuando el ejército prusiano llegó hasta la retaguardia
del ejército francés y Napoleón I creyó por lo pronto que era Grouchy el que llegaba y no los prusianos (Un
punto negro empezó a señalarse por la derecha del ejército imperial y se pensó primero que era un grupo
de árboles, luego una columna en descanso, luego Grouchy, para al final comprobar la tremenda verdad
que se trataba de aquellos prusianos desechados en Ligny, supuestamente en precipitada fuga y acosados
por el cuerpo de Grouchy, que desembocaron feroces por el flanco derecho en el revuelto y
ensangrentado campo de batalla). La fría perseverancia de Wellington iba a ser coronada por el ardiente
valor del prusiano Blücher.
La falta cometida en esta ocasión por Grouchy es indisculpable, por su falta de tacto, tino, oportunidad y
en esta hecatombe de Waterloo para intereses franceses, Grouchy, destinado a perseguir las reliquias
prusianas, se obstina en no verlas y las tiene muy frescas a su lado. Se debe decir que también los
generales Vandamme, Gerard y Excelman, incurrieron también en grave responsabilidad, porque
suponiendo como se dice, que Grouchy no quiso marchar al combate, el deber militar les obligaba á
desobedecerle, pasar de la derecha a la izquierda del Byle e ir a interponerse entre el ejército prusiano y
el inglés é impedir la reunión de los mismos.
Debieron hacer estos generales franceses, lo que el general Thareau, muerto en la batalla de la Moskowa
y el general Allix hicieron en el combate de Valontina en Rusia, ya que estos generales marcharon al
combate contra la voluntad de Junot y se saca la lección de que hay circunstancias en la guerra en que un
oficial general no debe tomar consejo sino de sí mismo y en este caso lo fue el día de la Batalla de
Waterloo.
Sin la falta del general Grouchy, el ejército inglés de Wellington le hubiera sucedido lo siguiente:

• Hubiera sido rechazado sobre Amberes, que era su base de operación


• El ejército prusiano hubiera sido rechazado sobre la derecha del Rin, hacia Dusseldorf y Coblenza
• El ejército francés con otro movimiento estratégico que estaba en el plan de campaña, habría venido
marchando por su derecha a atacar sobre el Rhin, en el Palatinado y la Alsacia, á los ejércitos rusos
y austriaco que se aproximaban.
Difícilmente sería concebible movimientos de estrategia , más brillantes y vastos de Napoleón I,
y combinación estratégica tan atrevida, exacta y perfecta como las 1º en su carrera militar, pero fue en
su ejecución donde que hay de hallar el porque de la derrota en Waterloo.

Capítulo 13 Gran combinación estratégica de Carnot[editar]


Se debió a Carnot una sabia combinación de movimientos estratégicos que salvo en la última década del
siglo XVIII a Francia de la invasión de ejércitos coaligados europeos, en la campaña de 1794.
En la campaña de 1793 los buenos resultados dependieron del movimiento estratégico del ejército del
Mosela, de su izquierda hacia derecha, pero en la de 1794 se ejecutó en sentido contrario el movimiento
estratégico y el ejército del Mosela, marchando de derecha a izquierda, bajo las órdenes del general en
jefe Jourdan vino a incorporarse con el ejército de los Ardennes sobre los márgenes del Mosa y del
Sambre, formando estos dos ejércitos reunidos el de Sambre y Mosa. Este ejército atacó y venció al
austriaco en la batalla de Fleurus.
Al mismo tiempo que el general Jourdan ejecutaba su movimiento de derecha a izquierda por
Sarrelonis, Bouzonville, Thionville y Longni, etc. se formaba otro ejército del Mosela como por encanto
detrás del Sarre, en Sarrebruck, Sarguemines, se dirigió por Pirmasens y Tripsfadt sobre Kayserslautern,
de que se apoderó contra el ejército prusiano, que ocupaba a la sazón aquel hermoso campo de batalla.
El general Moreaux que mandaba este nuevo ejército del Mosela, dejó en Kayserslautern cerca de 10.000
hombres a las órdenes del general Ambert y con los 50.000 que le quedaban marchó por su izquierda,
pasando por Bitche, Sarguemines y Bouzonville y viene á acampar sobre la orilla izquierda del Mosela
entre Thionville y Hayange y forma allí la reserva del ejército del Sambre y Mosa.
Tan pronto como la marcha del ejército de Sambre y Mosa se decidió sobre Lieja, el Bajo Mosa, el Roer y
Aquisgran, el general moreaux dejó su campo por Sielk y Cousarrebruck.
El nuevo ejército del Mosela quedó en Trevéris todo el tiempo necesario para dar al de Sambre y Mosa,
que era la izquierda de aquella vasta combinación estratégica, de que era autor Carnot, el espacio
suficiente para que el general Jourdan llegará sobre el Roer. El ejército del Rhin mandado por el general
Michaut, formaba el eje del movimiento. Por este nuevo movimiento, tan hábilmente combinado, llegaron
á ocupar los ejércitos las posiciones siguientes:

• El de Sambre y Mosa entre Düsseldorf y Coblenza.


• El nuevo ejército del Mosela, entre Coblenza y el Nahe, apoyando su derecha en Over-Ingelheim.
• Los enemigos de Francia solo conservaron la ciudad de Maguncia sobre la orilla izquierda del Rin.
Estos movimientos estratégicos fueron tan sabiamente concebidos y tan hábilmente ejecutados, que los
ejércitos enemigos que entonces eran dueños de toda la orilla izquierda del Rhin, se vieron en la necesidad
de retirarse casi sin combatir sobre la orilla derecha.

Capítulo 14 Pérdida de batallas por faltas estratégicas[editar]


A la grandeza de los movimientos estratégicos se debe siempre el triunfo en las batallas, pero también
se pierden las batallas por faltas estratégicas como se muestra en los siguientes ejemplos:

• Por un falso movimiento estratégico perdieron los ejércitos franceses la campaña del año IV en
Alemania.
• Por otro falso movimiento estratégico perdió también Wurmser en la misma campaña las batallas
de Lonato y de Castiglione.
• Por una forzosa consecuencia de falsos movimientos estratégicos perdieron los ejércitos
franceses, mandados por Macdonald y Joubert, las batallas de Trebia y de Novi, según se dice a
continuación:
• Si al retirarse Macdonald de Nápoles a Génova hubiera seguido el litoral del mar por el Speznia,
hubiese podido reunir su ejército al de Joubert en Génova, pero marchó de Florencia por Bolonia
y Plasencia. Los ejércitos enemigos se hallaban en el Piamonte hacia Tortona y Alejandría y en
el centro de los dos ejércitos franceses. Atacaron al general Macdonald al pasar el Trebia,
derrotándole, volvieron por su derecha sobre el ejército de Joubert, que desembocaba en las
montañas de Génova sobre Novi por la Borghetta y los dos ejércitos franceses cogidos in fraganti
de falsos movimientos estratégicos, fueron sucesivamente derrotados. El general Mcdonald
para evitar la pérdida de estas dos batallas hubo de haber seguido el camino natural de Florencia
sobre Génova por el Spezia, pues entonces los dos ejércitos franceses se habrían reunido en las
montañas de Génova, lugar del que no hubiesen podido ser arrojados. La falta del general
Mcdonal fue todavía menos imperdonable que la de Grouchy en Waterloo.
• La pérdida mayor que Francia sufrió en la batalla de Novi fue la del general Joubert, como la
mayor de la campaña del año IV fue la del general Morceau.

Capítulo 15 Condiciones fundamentales para el completo éxito de un movimiento estratégico[editar]


Las condiciones fundamentales o esenciales (más otras que serán accesorias) para que un movimiento
estratégico tenga un éxito completo son las siguientes:

• Celeridad o prontitud de su ejecución


• El secreto o sigilo del mismo
• Habilidad en los movimientos estratégicos
Quizás sea Napoleón I (que opinaba que la mejor noticia de un plan estratégico era su ejecución) el general
que reunió el grado más alto de estas tres condiciones y por tanto los movimientos estratégicos se
caracterizaran por lo siguiente:

• Se hacen fuera de la vista del enemigo


• El objeto es conducir un ejército a un campo de batalla determinado
• Ejecutado de tal forma que el enemigo no pueda presumir jamás cual es la intención del adversario.
El general que efectúa un movimiento estratégico debe combinar el conjunto de él y sus detalles de
modo que inspire el mismo recelo sobre todos los puntos del frente del enemigo y obligue a este ejército a
tomar iguales precauciones sobre todo su frente, quedando, por consecuencia en todas partes débil y se
conseguirá tanto mejor este objeto cuando mayor sea el atrevimiento, la audacia y la celeridad con que se
ejecuta este movimiento estratégico.
Celeridad[editar]
Es una de las principales cualidades de un general en la guerra ya que ello asegura los sucesos, porque
los acontecimientos inesperados abaten la constancia de todos los hombres y sin la celeridad no hay un
gran general y además lo siguiente:

• Se previene al enemigo en todas partes


• Se entra con anticipación en campaña
• Se apodera de un puesto importante
• Se toma antes una posición ventajosa
• Se forma 1º en batalla un día en acción y se emprende el ataque
• Se corta la retirada a los fugitivos
• Se sacan de una victoria todas las ventajas que se puedan
Ejemplos en la historia de celeridad en la ejecución de movimientos estratégicos se dan en los siguientes
personajes históricos, de entre otros:

• Ciro II el Grande, en la conquista de Lydia, que sabiendo que Creso se había retirado hacia Sardes,
debía dispersar su ejército, resolvió marchar con él con toda celeridad para atacarle antes de juntar
sus Lidios y apenas forma el plan estratégico o proyecto cuando lo puso en ejecución y pasa a Lydia
a grandes jornadas y llegó antes que Creso tuviese noticia de su marcha.Y Creso aunque sorprendido
de tan inesperado suceso llevó a su tropa al combate pero fueron derrotados y se vio obligado a
refugiarse en Sardes.
• Jasón "El Thesaliense", del siglo IV antes de Jesucristo, se hizo proclamar jefe de toda la región
de Tesalia, reunió un ejército considerable y una escuadra y con gran celeridad y habilidad y aliado
a Tebas contra Esparta devastó la Fócida, se apoderó de los pasos de Grecia central y aún pensó en
hacerse reconocer como jefe de todos los griegos y conducirlos contra el rey de Persia pero murió
asesinado antes de poder ejecutar estos planes.
• Alejandro Magno, que por ejemplo después de la batalla de Gaugamela persiguió a Darío III toda la
noche y la noche y la mañana siguiente hasta mediodía. Tras breve reposo marchó toda la noche
siguiente y llegó al amanecer al campo que Bagistanes acababa de dejar y encontró algunas tropas
enemigas que le dieron noticias de Darío. Aunque los hombres y caballos se hallaban fatigados de
esta marcha forzada la continuo toda la noche hasta al día siguiente hasta mediodía. Llegó a un lugar
donde Darío se había detenido en la víspera y queriendo hacer una diligencia ordenó a 500 caballeros
echaran pie a tierra, ya que ni la infantería ni la caballería cargada de armas podían aguantar y que
los más vigorosos oficiles de infantería montaren a caballo, armados como estaban y que Nicator y
Átalo siguiesen el camino que Darío con Beso habían cogido, mientras el prosiguió por una camino
más corto pero sin agua y partió al ponerse el sol después de haber andado 400 estadios o 16 leguas,
alcanzando al amanecer a Darío y su escolta y la atacó (aunque Beso abandonó a Darío después de
haberle asesinado).
• Julio César, que cuando la celeridad era necesaria, como con la sublevación de Avernia por el caudillo
galo Vercingetórix o en las guerras civiles persiguiendo a Afranio y Petreyo y más tarde a Pompeyo (al
que después de la batalla de Farsalia creyó Julio César que el único objetivo de sus cuidados debía
ser perseguir a Pompeyo en cualquier país que fuera a ocultarse, por temor que Pompeyo juntara
nuevas tropas y renovara la guerra ) nada le detenía, nada le asustaba y despreciaba todas las
intemperies de las estaciones y ningún obstáculo o fatiga podía contenerle. Y la celeridad con que
había sometido a la Galia sirvió para contenerla pues pasando Julio César de una ciudad a otra,
reprimía el deseo que todos tenían de renovar la guerra y los obligaba a ocuparse de su propia
conservación y a echar en olvido la de otros y esta conducta contenía en la fidelidad a sus aliados y a
los pueblos sometidos.
• Carlomagno, que pasaba de un extremo de Europa a otro y las dificultades de los caminos, temporales,
montes, ríos, no parecían detener sus excursiones y las dilaciones de un enemigo insidioso, débil o
sorprendido no tenían sobre el influencia alguna e iba siempre derecho a su fin sin perder un instante.
Y su largo reinado tuvo dos objetivos, como fueron formar de todos los pueblos germánicos un solo
cuerpo de nación y dotarla de una organización completa (Empresa gigantesca porque los pueblos
que encerraban la Europa Occidental se hallaban en perpetua guerra. Las fronteras del Reinado de
Carlomagno estaban amenazadas; por la parte oriental por sajones, bávaros, ávaros, daneses
y eslavos; por la parte Sur y Sudeste por lombardos y sarracenos y por la parte interior,
los aquitanios, bretones y turingios no fueron siempre muy leales y por último la aparición de
los normandos) y el ataque, la iniciativa siempre partió de Carlomagno y vivió en perpetua lucha con
sus vecinos.
• Bertrand Du Guesclin, general francés que a pesar de haber recibido aviso que le descubría la facilidad
de una empresa, partía para ejecutarla, sin omitir las más capaces precauciones de asegurar el
suceso. Se caracterizó también porque jamás dejó escapar una ocasión, previno en todas partes al
enemigo y siguió siempre sus objetivos, sin detenerse por las proposiciones capciosas que le hacían,
• Napoleón I con los siguientes ejemplos:
• Cuando el general Bonaparte tomó el mando del ejército de los Alpes, en la campaña del año IV,
comenzó a molestar al ejército austro-sardo sobre su derecha é izquierda y no hizo demostración
alguna sobre el centro. Engañado por estas demostraciones, el general enemigo lleva todas sus
fuerzas sobre su derecha é izquierda y deja su centro desguarnecido. Cuando el general
Bonaparte vio que el general enemigo había creído en aquellas falsas demostraciones, cae sobre
los desguarnecidos centros con toda las fuerzas que había llamado de su derecha é izquierda.
De este movimiento resultaron los combates de Millesimo y de Diago, que hicieron penetrar al
ejército francés en el corazón de Italia. Este movimiento estratégico separó para siempre al
ejército austriaco del ejército piamontés y por una consecuencia necesaria de este movimiento y
de resultas del combate de Ceva, el rey de Cerdeña se vio obligado a firmar una paz vergonzosa
y abandonar a los franceses sus estados y por otra consecuencia de este mismo movimiento se
halló el ejército austriaco en la necesidad de refugiarse detrás de la orilla izquierda del río Po.
Bonaparte concluyo un armisticio con el rey de Cerdeña y no siguió al ejército austriaco en su
retirada de Valencia a Milán ya que podían ponerle obstáculos de todo tipo en los ríos Po, Doria,
etc. Las fortalezas de Alejandría y Tortona fueron entregadas a Bonaparte por el rey de Cerdeña
y estableció en ellas una nueva base de operación contra su adversario y marchó rápidamente
sobre Plasencia y desde allí sobre Lodi para anticiparse al enemigo encontrándose solo con un
débil obstáculo que fue destruido de inmediato. Con tanta celeridad fueron los triunfos del
movimiento estratégico de las fuentes del Bormida hasta Lodi, que el general austriaco no pudo
siquiera disponer la destrucción del puente de Lodi. Estando bien asegurada esta última línea de
operación, Lodi y Adda, el enemigo, colocado entre las montañas de los Alpes suizos, corría
presuroso por Milán y Brescia y por Bassano y Chiari para volver a coger la línea de operación
sobre Mántua. Pero el ejército francés de Bonaparte con gran celeridad evito que el ejército
austriaco ganase las orillas del Mincio y después de pérdidas inmensas logró solamente salvar
sus restos por el Norte del lago de Guarda. Es difícil encontrar en la historia militar un tan
brillante movimiento estratégico como el analizado y sin embargo, el general Bonaparte no tenía
más que 26 años y luchaba con uno de los generales más hábiles del ejército austriaco.
• Tras la batalla de Leipzig, Napoleón I regresó a París y organizó con gran celeridad otro ejército
para oponerse a la invasión de los ejércitos coaligados y al saber el paso del Rhin por los aliados,
salió rápidamente de París el 25 de enero de 1814 y comenzó una de las campañas en que su
genio militar fue más admirable con las siguientes victorias:
• El 27 de enero de 1814 en Diezier
• El 29 de enero en Brienne
• El 1 de febrero en Miere, hicieron abrir en Chatillon del Sena un Congreso e incluso
posteriores nuevas victorias en Chapaubert, Montmirail y Chateau-Thieny agobiaron tanto al
ejército austriaco y le separaron del gran ejército de Bohemia. Pero el último plan
estratégico de Napoleón I para cortar las comunicaciones con la frontera y destrozarlos al
frente de París fracasó por la inexplicable rendición de esta plaza y por la pasividad de sus
mismos oficiales el 31 de marzo y Napoleón I se vio obligado a abdicar de la Corona en
Fontaineblau en 11 de abril.
• Erwin Rommel
• Otros
Secreto[editar]
Los movimientos estratégicos que se hacen siempre fuera de la vista del enemigo y que tienen por objeto
conducir un ejército a un campo de batalla determinado, deben ser ejecutados de tal modo que el enemigo
no pueda presumir jamás cual es la intención de su adversario.
Entre los brillantes movimientos de Turena, general francés se ha de citar el que hizo para trasladar su
ejército, colocado en Lorena, detrás de los Vosges, entre Luneville y Béfort á Alsacia, donde su adversario
Montecuculli, aunque general muy experto, cometió la torpeza de situar sus tropas y sus cuarteles de
invierno. Turena cayó de improviso en medio de sus cantones y Montecuculli no pudo reunir su ejército,
por lo cual fue completamente derrotado en el combate de Turkhejm, cerca de Colmar y obligado a repasar
el Rhin por las inmediaciones de Kehl.
Se ve por este ejemplo que los movimientos estratégicos deben tener siempre el objeto de llevar un ejército
al punto o puntos, donde menos sospecha el enemigo que pueda ser atacado. Montecuculli suponía a
Turena tranquilo en sus acantonamientos detrás de los Vosges, pero cuando menos lo esperaba, reúne
Turena su ejército y se dirige rápidamente al centro de Alsacia e imposible le fue a Montecuculli, cuyas
tropas se hallaban dispersas desde Basilea a Landau reunirlas a tiempo por el tan rápido movimiento de
Turena y tan bien guardado había estado el secreto.
Habilidad en los movimientos estratégicos[editar]
El año 1796 es clásico en la historia del arte de la guerra con entrada en escena de dos grandes capitanes
Napoleón Bonaparte y el Archiduque Carlos, con dos grandes, antiguos y conocidos teatros: Italia y el
Rhin.
Capítulo 16 Campaña V: 1797[editar]
A principios de la campaña V, opuso Austria al general Bonaparte su general predilecto, el archiduque
Carlos, que en la campaña del año IV había ejecutado hábilmente un hermoso movimiento
estratégico entre el Danubio y el Mein, contra los ejércitos franceses del Rin y de Sambre y Mosa,
mandados por los generales Marceau y Jourdan, y abrillanta el laurel de esta notable campaña IV, tanto
por la dirección como por la ejecución al citado archiduque y también a su vigoroso teniente Latour, lo
siguiente: la movilidad, la iniciativa y el arte difícil de moverse con sus fuerzas recogidas contra el enemigo
envalentonado y superior (hay autores que también encomian la retirada de las tropas republicanas
francesas de Marceau por la Selva Negra por las dificultades materiales y topográficas, pero no
tácticamente por la ausencia por los flancos o la espalda de una poderosa fuerza capaz de cerrar el paso
a su retirada: Moreau prosigue su trabajosa retirada por la Selva Negra y es batido una vez en
Enmendingen por todas las fuerzas del archiduque y otra vez en Schliengen hasta que al fin, el 25 y 26 de
octubre, repasa el Rhin por Huninga, y tanto esta plaza, como Khel frente a Estrasburgo son al punto
cercadas con sobrada osadía por el archiduque Carlos, que las tomó en los primeros meses de 1797,33 ).
En esta ocasión se mostró sumamente hábil el archiduque Carlos, pues ocultando diestramente un
movimiento de su izquierda hacia la derecha, se dirige sobre los márgenes del Danubio sobre el Mein y
corta completamente la línea de operación del ejército de Jourdan, cuya base era Neuwied y Coblenza
sobre el Rin.
Tal vez no ha habido general hasta esta época de finales del siglo XVIII que se haya encontrado en posición
más difícil que la que se encontró el general Bonaparte. Pero fue mucho más hábil estratégicamente,
pues trajo sano y salvo su ejército á la orilla izquierda del Rin y en está retirada francesa no hubo más que
una pérdida considerable, la del general Marceau, cuya retaguardia mandaba y el cuerpo de este general
fue enterrado en el fuerte de Erhensbreistein y con el mismo respeto de los dos ejércitos beligerantes, que
se dieron la mano acaso por primera vez, en honra del gran general que Francia acababa de perder.

Capítulo 17 Diferencias entre estratagema y estrategia[editar]


La estratagema militar es un ardid de guerra, engaño hecho con astucia y destreza y se caracteriza por lo
siguiente:

• Empleo de la astucia
• Fingimiento
• Engaño artificioso
• Destreza
• Empleo del ingenio
• Cálculo
puestos en práctica y en acción para engañar al enemigo y colocarlo en posición difícil o crítica que
produzca su rendición o derrota.
Por otra parte, la estrategia es la parte de la ciencia de la guerra que mueve a las tropas sobre el teatro
de operaciones para colocarlas frente al enemigo en el campo de batalla.
Pero hablando de la estratagema: ¿en qué escala se toma ese ardid y ese engaño? ¿En la
del sargento que guía una patrulla o en la de Napoleón I en sus ardides de la Marengo o de la Ulm?
Las opiniones al respecto de diversos autores sobre la voz militar estratagema como los siguientes:

• Federico Moretti autor de un dicionario militar español-francés, opina que la estratagema oculta lo
cierto y hace creer al enemigo lo falso por verosímil.34
• Según el diccionario militar del capitán retirado J.D'W.M., editado en Madrid en 1863, en la
estratagema se realizan movimientos falsos para entretener al enemigo y hacer pasar por incierta la
verdad sobre el objeto real de las operaciones.
• El marqués de Carrion-Nisas opina que es una especulación establecida o fundada sobre el error que
se pretende hacer caer al enemigo y es un cálculo sobre lo que probablemente hará el enemigo a
consecuencia de este error y sobre lo que uno mismo debe hacer para aprovechar los movimientos
que esta decepción le inspirase dentro de una guerra, de una campaña, de una sola operación. Afirma
que la estratagema solo puede existir en los tiempos modernos solo en la estrategia no en la táctica.35
• José Almirante opina que el estratagema se puede emplearse en las operaciones que se hacen al
alcance del enemigo que fuera de la acción inmediata de este y estratagema es lo pequeño
y estrategia lo grande, pero son ambas del mismo género y cita lo siguiente:El ardid, la estratagema
del pobre guerrillero, del comandante del batallón, toma los vuelos en el que manda 30, 60, 100000
hombres de movimientos, operaciones estratégicas y así como el traidor puñal, cuadruplicando su
longitud, se convierte en noble espada, también que en el valor de las palabras, dentro de la altiva
estrategia, esta la humilde estratagema.
La conclusión es que no es posible analizando la voz militar estratagema rigurosamente reducir a reglas
el modo de conducir y realizar las estratagemas ni reducirse a máximas la sagacidad, lo artificial y el terror
y a lo largo de la historia operaciones militares de suyo difíciles, peligrosas y de éxito dudoso, si se
intentaron por los procedimientos regulares y ordinarios, se hallaron siempre multitud de estratagemas que
al ingenuo jefe u oficial que las ideó y ejecutó sugeridas por las circunstancias del caso.
Y aunque ha habido publicistas, eruditos y estudiosos que compilando estratagemas efectuadas en
variedades de ocasiones, han formulado ciertos preceptos para llevar a cabo determinadas empresas de
guerra, sirviéndose más de la sagacidad y del ingenio que de la fuerza y del valor. Pero José Almirante y
otros opinan pretensión ridícula el reducir a regla escrita el arte de engañar, como el arte de conmover,
como el arte de vencer e inútil parece detenerse en instrucciones sobre el modo de combinar y ejecutar
estratagemas y seguir con ello el ejemplo de Frontino (o de Polieno o el marqués de la Roziere), cuyas
añejas historias, al decir de Jomini, más bien parecen de otro mundo.
Por tanto reducir a máximas la estratagema parece tarea harto difícil y no admiten principios fijos y
comúnmente se idean y llevan a la práctica en cada caso concreto, según el ingenio, la astucia y arte del
que manda , en cambio la estrategia se puede reducir a máximas y reglas generales que deben observar
siempre en el gobierno y dirección de los ejércitos en campaña.
Para terminar decir que se debe huir del abuso y complicaciones en ardides y estratagemas porque
algunas son cándidas y absurdas y como por su índole propia no pueden ser sistemáticas o metódicas,
muchas fallan y hacen perder un tiempo precioso a quienes las utilizan.
Ejemplos de estratagemas[editar]

• Marco Antonio, enojado de que los Partos le picaran la retaguardia en sus marchas todas las mañanas
cuando levantaban el campo, no lo desalojó hasta cerca de medio día, y tuvo tiempo de acabar su
marcha sin incomodidad valiéndose del ardid de que cuando los partos lo hostigaran, sus hombres
para cubrirse de la multitud de flechas partas, pusieran una rodilla en tierra y que la segunda fila de
batalla metiese los escudos sobre las cabezas de la primera, la tercera sobre las de la segunda, la
cuarta sobre la tercera, etc., de tal manera que todas las hileras se hallaban cubiertas ( para los mismo
se valían los antiguos españoles de las rodelas y eran suficientes para resistir los arcabuzazos, según
el que fuera Maestre de Campo Francisco Ventura de la Sala y Abarca, en su obra Después de Dios
la primera obligación y glosa de órdenes militares, Nápoles: Gerónimo Fasulo, 1681)
• Abenuth, rey de Murcia, para dilatar los términos de su reinado, confiado más en la industria que en
su esfuerzo, se metió a celoso predicante de la observancia del Alcorán, con lo que logrando ponerlos
a todos de su parte pudo resistir y defenderse del Santo Rey D. Fernando
• Al príncipe Luis de Baden le salió mal el proyecto de sorprender al Conde de Marsin, que cruzaba
el Rhin con una considerable fortuna para el Duque de Baviera, pues aunque envió al general Palfi
con mil quiñientos caballos para incordiarlo en su marcha, le halló tan prevenido que tuvo que retirarse;
pero Marsin, receloso de algún encuentro, acomodó en diferentes sacos o talegas el oro y la plata,
para que puesto a la grupas de los caballos de los mejores oficiales tuviesen la misma seguridad o
riesgo de su vida, y logró llegar al fin al campo del Duque sin menoscabo de gente ni riquezas.
• Cuando Alejandro Farnesio (duque de Parma), pasó a Francia durante la Liga, atravesó las llanuras
de la Picardía, marchando en columna en medio de dos filas de carros que cubrían sus tropas (Ciro II
el Grande contra Creso ya había utilizado la trinchera movible de carros para formar su retaguardia),
y Enrique IV de Francia a pesar de sus grandes deseos de entablar combate, jamás se atrevió a
obligarlo porque no podía conseguirlo sin atacar la citada trinchera, lo que le habría expuesto a una
pérdida irreparable.
• En 1702, después de la batalla de Crostolo, faltó poco para que el príncipe Eugenio de Saboya,
deshiciera completamente al ejército de Vendome, Luis José de Borbón, que creyendo que se hallaba
aun de este lado del Po, estaba acampado detrás del dique del Zero y solo una casualidad le hizo
descubrir a los franceses, ya que Eugenio había calculado perfectamente las desigualdades del país
que debían ocultar su emboscada.
• El marqués del Bai, uno de los generales de Felipe V de España se pusó en marcha para
sorprender Alcántara, cuando los aliados se acababan de apoderarse de ella. Bai que se enteró que
su proyecto había sido descubierto, aparentó que abandonaba la empresa e hizo retirar sus tropas por
diferentes caminos, la guarnición se relajó y Bai que lo había previsto hizo reunir a sus tropas y fue
sorprendida la plaza.
• Durante las revoluciones de Hungría, el general Sauches sorprendió la plaza de Sigest con la
estratagema de haber hecho entender al Gobernador que le enviaban algunos barcos de provisiones
para la guarnición, y habiéndolos cargados de tropas escogidas entraron hasta la ciudad y llegando
al puente levadizo saltaron en tierra los soldados, quienes encontrando desprevenidos los
del presidio, se apoderaron fácil de él.
• Carlos V de Lorena encontrando cerca de Mohács a los Turcos superiores en número en un campo
muy ventajoso por las lagunas y trincheras que habían hecho y visto que arriesgaba demasiado si les
ataca en su fuerte, les hizo salir de él por una salida fingida y obtuvo célebre victoria.
• En la batalla de Guastalla, en 1734, dada por el ejército franco-sardo a las órdenes del rey
de Cerdeña y los mariscales Boglio y Coigny contra los imperiales de Koenigseck, venció el ejército
franco-sardo en gran parte incorporando a cada compañía de infantería cuatro de los
mejores tiradores del ejército encargados exclusivamente de tirar a los generales y oficiales del
enemigo, logrando lo propuesto, ya que a las pocas horas de combatir recayó el mando de los
imperiales de muchas divisiones en los tenientes coroneles y se pusieron las tropas imperiales en
desorden.

Capítulo 18 Diferencia movimiento de estrategia y movimiento de táctica[editar]


Algunos ejemplos de la diferencia entre movimiento estratégico y movimiento táctico podrían ser los
siguientes:

• Movimiento estratégico.-En la Guerra de 7 años, sostenida por Federico II contra Austria, Rusia,
Alemania, Inglaterra y Francia, por medio de un movimiento estratégico sabiamente combinado fue
como vino desde Silesia a dar al general contrario Soubise, la batalla de Rosbach, marchando de
izquierda a derecha, apoyando su izquierda sobre el Oder y su derecha sobre el Elba y el Saale.
• Movimiento de táctica (maniobras).-Al llegar el ejército de Federico a la vista de Soubise hace ciertas
demostraciones sobre la izquierda y le obliga a cambiar de posición y marchar por su derecha que era
lo que deseaba Federico que pasase, el cual desde que comenzó el movimiento de Sousibe y cuando
vio que este no podría contener ya dicho movimiento, marchó inmediatamente a la izquierda, atacó el
flanco derecho de Soubise y destruyó su ejército. Los movimientos de ambos ejércitos son de táctica.
Si hay que distinguir la 'táctica' de la 'estrategia', es que la maniobra es peculiar y exclusivamente de la
'táctica' y el movimiento de la 'estrategia'.
Movimientos tácticos de Napoleón Bonaparte precedidos de un movimiento estratégico[editar]
Los movimientos tácticos siempre se hacen en presencia del enemigo y en la batalla de Eckmul, por medio
de sus movimientos estratégicos lleva Napoleón I el ejército francés hasta dar de frente al ejército austriaco
del archiduque Carlos, que había tomado posición entre el Danubio y el Isar, apoyando su derecha
en Ratisbona y su izquierda en Lanshut.Con fingidas demostraciones molesta Napoleón I á su adversario
por su derecha en Abensberg y tan luego como obtiene el resultado de este movimiento estratégico,
marcha por la derecha en frente del enemigo, ataca al ejército austriaco en su centro, arrolla á toda la
izquierda del ejército austriaco sobre Landshut y en seguida por un movimiento á la derecha marcha sobre
Eckmuhl y no deja al archiduque Carlos más retirada que Bohemia, demostrando estos movimientos
tácticos la sublimidad misma del genio militar de Napoleón I.

Capítulo 19 Otros términos[editar]


Teatro de guerra[editar]
Según Jomini, el territorio en conjunto donde la guerra se hace o tiene lugar y abraza todas las comarcas
en que pueden atacarse sea propio territorio, sea en el de sus aliados o de potencias secundarias que
arrastran en su torrente por temor o por interés y cuando hay operaciones marítimas (hoy sería
aereomarítimas) no se limita al teatro de las fronteras de un Estado y se caracteriza por ser lo siguiente:

• Cosa vaga
• Sujeta a incidentes
• No se debe confundir el teatro de guerra con el teatro de operaciones que cada ejército puede abrazar
con independencia de toda complicación.
Teatro de Operaciones de un ejército[editar]
Comprende todo el territorio que trata de invadir un ejército o todo el territorio que puede tener que defender
un ejército.
Base desde un punto estratégico y táctico[editar]
Base a finales del siglo XIX tenía los siguientes significados:

• Tácticamente, base de alienación de la compañía, batallón, una fracción cualquiera en la nueva línea
o alienación determinada por un despliegue, cambio de frente o maniobra análoga y la directriz, la
línea de dirección de la marcha es generalmente perpendicular a la base.
• Estratégicamente, la base de operaciones era el punto, la línea, la frontera, la comarca donde se
concentraba un ejército de operaciones al abrir una campaña, donde se establecía el núcleo de todos
los servicios y de donde habían de sacar sus recursos y fuerzas:
En cuanto a la mejor dirección de la base de operaciones con respecto al enemigo, lo siguiente:

• El Archi-duque Carlos esta por las paralelas como menos fácil de romper
• Jomini por las perpendiculares como más a propósito para dividir al enemigo:
Frente[editar]
Terreno que se extiende delante de una tropa por oposición a flancos.
Capítulo 20 Frente Estratégico[editar]
La extensión del frente que abrazan y mira a la parte del enemigo junto a los enemigos
Capítulo 21 Frente de Operaciones[editar]
La posición del terreno desde donde el enemigo podrá probablemente llegar sobre este frente en 1 o 2
marchas.
Es por tanto la parte del territorio que se extiende delante del Frente Estratégico a la zona hasta donde en
un momento puede llegar la acción del ejército
Capítulo 22 Posiciones Estratégicas[editar]
Luego que un ejército se encuentra colocado en la zona del teatro que ha de abrazar para atacar o
defenderse, ocupa en él, por lo común posiciones estratégicas.
Capítulo 23 Líneas de defensa[editar]
Tan pronto como las operaciones de una campaña estén a punto de empezar, uno de los dos ejércitos
tomará sin duda la resolución de esperar al enemigo y en este caso cuidará de apoyarse en una línea de
defensa más o menos preparada de antemano, la cual podrá estar:

• Sobre la misma línea del frente estratégico


• Un poco más a retaguardia
• De esto resultará naturalmente que a veces aparecerá que este frente forma también la línea de
defensa como sucedió en 1795 y 1796 sobre la línea del Rin que sirvió al mismo tiempo de línea de
defensa a los austriacos y a los franceses, al paso que el frente estratégico y el de operaciones de
ambos ejércitos se hallaban a sí mismo sobre la propia línea.
• Dentro de la táctica peculiar de la infantería, el reglamento del ejército español de finales del siglo XIX
llama línea desplegada a la formación de las tropas en una línea, colocadas las compañías y los
batallones desplegados, sobre un mismo frente.
Capítulo 24 Diferencias Frente Estratégico y Frente de Operaciones[editar]
El Frente Estratégico conviene mejor para designar el de las posiciones realmente ocupadas por el ejército.
El Frente de Operaciones designa el espacio geográfico que separa los 2 ejércitos, extendiéndose a una
o a muchas marchas más allá de cada extremidad de su Frente Estratégico y donde es probable que
lleguen a chocar.
No obstante, según lo que dejó escrito Jomini, otro autor como Vial no admitió la distinción de Jomini y que
da al frente de operaciones el concepto que según este tiene el frente estratégico:

• El frente de operaciones es enteramente distinto de la base


• Es móvil y avanza con el ejército
• La base es un accidente estratégico material e inmóvil
• La extensión del frente de operaciones varía no solo con la fuerza del ejército sino también con las
circunstancias y la naturaleza del terreno y se reduce en lo siguiente:
• Países montañosos
• Cerca del enemigo
• En la víspera de la batalla
• Se ensancha en lo siguiente:
• Países llanos
• Cuando el enemigo está lejos
• Se puede comparar un frente de operaciones estratégicas con un frente de operaciones tácticas,
cuando varias columnas marchan juntas sobre un terreno de maniobras o sobre un campo de batalla
y tienen necesidad de detenerse en ciertos puntos para ponerse en contacto, colocarse a una misma
altura y rectificar sus posiciones respectivas y lo mismo sucede en estrategia.
Capítulo 25 Frente de operaciones paralelo y frente de operaciones oblicuo[editar]

• Un frente de operaciones paralelo presenta ventajas para las concentraciones rápidas y para los
ataques centrales.
• Un frente de operaciones oblicuo sirve generalmente para preparar los movimientos envolventes
siempre que cubra bien las comunicaciones del ejército a la vez que amenaza las del enemigo.
Capítulo 26 Frente Estratégico del Teatro[editar]
Es el lado del teatro en que se libran los 1º combates o en el que el ejército que permanece a la defensiva
establece línea de posiciones militares para resistir al invasor.
Capítulo 27 Frente Estratégico del ejército[editar]
La línea más o menos regular que forman las cabezas de los cuerpos de ejército que avanzan combinados
o los extremos de las columnas que retroceden para tomar posiciones defensivas.
Capítulo 28 Cambio de Frente Estratégico[editar]
Es una de las maniobras más importantes porque formando así el ejército una perpendicular con su propia
base, se hace dueño de dos de los lados del teatro y se coloca desde luego en una situación casi tan
favorable como si tuviera una base con dos Frentes.
Capítulo 29 Dobles Frentes Estratégicos[editar]
Sucede con frecuencia que un ejército se ve obligado a tener dobles Frentes Estratégicos por lo
siguiente:
• La configuración del Teatro de Guerra, y como ejemplos según Jomini la frontera
de Turquía y España y los ejércitos que tratasen de pasar el Balcán o el Ebro se verían obligados a
tener un doble frente, el turco para dar su frente al valle del Danubio y el segundo para atender a las
fuerzas que pudieran destacarse de Zaragoza y de León
• Porque toda la línea de operaciones ofensiva prolongada exige que estén bien asegurados sus flancos
y la defensa de un Frente Estratégico es uno de los más grandes inconvenientes para un ejército
que opere a la ofensiva obligado a destacar grandes masas.
Puntos estratégicos[editar]
Según Jomini, son puntos estratégicos los que pueden ejercer grande influencia, ya sea en toda la
campaña, ya solo en un hecho de armas, como aquellos cuya situación geográfica y ventajas artificiales
facilitarían el ataque o defensa de un frente de operaciones o de una línea de defensa y las grandes plazas
de armas bien situadas.
Líneas de operaciones[editar]
Son aquellas que el ejército recorre para ir de la base al punto objetivo y es más bien un conjunto de líneas
y puede entenderse una media proporcional imaginaria entre todos los caminos recorridos realmente y un
ejemplo, el de los Aliados en 1813 al marchar a Sajonia sus ejércitos formaban tres líneas de operaciones
diferentes:

• La del ejército de Bohemia que iba a Herzberg por Dresde a Leipzig


• La del ejército de Silesia que iba de Breslau a Leipzig
• La del ejército sueco, que se dirigía de Berlín por Desan al mismo punto

Capítulo 30 Batalla Estratégica[editar]


Para los que han estudiado las campañas de Gonzalo Fernández de Córdoba, "El Gran Capitán"
caracterizadas por su sagacidad, tino maravilloso y tenaz perseverancia, con que luchando a brazo partido
con la diosa "Fortuna", supo preparar sus victorias en Cerinola y otras, viéndose lo siguiente:

• Ordenada la batalla con preparación


• Es la verdadera batalla estratégica caracterizada por lo siguiente:
• Calculada
• Prevista
• Forzosa
• No fueron el choque brutal y ciego de 2 masas errantes
• No fueron encuentros fortuitos.
• Fueron esas victorias el desenlace lógico, previsto de una situación militar creada y sostenidos por
refuerzos y de ardidoso cálculo.
Por tanto una Batalla Estratégica se caracterizaba por lo siguiente:

• Prevista
• Preparada con un objetivo importante y decisivo
• Que fuera producto de meditadas combinaciones
• Que estuviese sometida a un plan anterior y estudiado
• Pero que sea flexible este Plan en el que pudieran caber modificaciones adventicias que los sucesos
impongan.
• Que se tuviera muy en cuenta el terreno para adaptar a él la formación y las maniobras.
• Que el orden en conjunto presentase la debida trabazón, sin grandes claros o intersticios.
• Ofrecía al enemigo algún hueco para desorientar
• Que hubiera defensa y apoyo recíproco
• Que los flancos y la retaguardia estuvieran seguros
• Que las armas se auxiliasen y combinasen, sin embarazarse, sin mezclarse, sin entorpecerse en su
acción.
• Que el orden se prestase con elasticidad a todo género de movimientos, sin que la derrota ni el
desorden en un punto pudiera cundir y trastornar al resto.
• Que el paso de líneas o relevo se verificase sin confusión.
• Que el fuego de las "Reservas" se dilatase, conteniendo todas las impaciencias hasta el momento
supremo.
• Que las impedimentas, parque, material, tren, equipajes no corriesen peligro, ni en caso de retirada
embrollasen el movimiento ya de suyo angustioso y ocasional
• Que el ímpetu mismo del ataque se refrenara, contando con que la persecución había de ser
inmediata e impacable.

Capítulo 31 Ruptura estratégica[editar]


La ruptura estratégica es el único ataque de frente posible, porque el ataque frontal sin ruptura de la línea
de defensa enemiga no puede producir buenos resultados más en el caso de haber una verdadera
desigualdad de fuerzas:

• La ruptura consiste en caer sobre el frente enemigo a modo de cuña para romperlo y una vez separado
en varias partes batir cada una de ellas separadamente impidiendo que combinen sus esfuerzos
• Para que lo dicho tenga éxito es preciso que el atacante maniobre por líneas inferiores a fin de que
una vez abierta la brecha el atacado se vea obligado a seguir direcciones divergentes, abriendo más
y más la brecha
• Esta combinación debe emplearse cuando el enemigo se extienda sobre un frente estratégico
excesivo
• En la batalla del Marne, la ruptura estratégica, con el avance general de las tropas aliadas, que debían
llevar al interior de la misma al ejército británico y la 5º francés con elementos superiores a los de los
cuerpos de jinetes del Kaiser que se produjo en su línea, no pudo remediarse con los triunfos tácticos
que obtuvieron los ejércitos imperiales del centro y la derecha, porque el dispositivo francés se deformó
sin llegar a romperse mientras se hacía cada vez mayor la brecha existente en el de los germanos, y
la retirada alemana la única solución.
La ruptura estratégica solo debe tener lugar cuando lo recomienden los desaciertos del enemigo y es más
aconsejable el ataque al flanco que lleva consigo la ventaja de obligar a tomar nuevas posiciones y
amenazar las comunicaciones del atacado, y es el ataque de flanco el germen del
movimiento envolvente que consiste en la prolongación del ataque sobre una de las alas, desbordando el
flanco atacado y cortando la línea de retirada del adversario ( como la Batalla de Tannenberg (1914), en
la Primera Guerra Mundial, en la que inmortalizó su nombre Paul von Hindenburg).

Capítulo 32 Citas[editar]

• Plinio el Viejo.- Thracia in quincuaginta strategias divisa (Llamaba estrategia a los gobernadores
principales de un pueblo y hablando de Tracia dice que estaba dividida en 80 gobiernos que llama
así).
• Plauto.- Strategum te facio huic convivo (Plauto emplea estrategia para indicar la primacía, el mando,
el general, el imperio y hace una metáfora para expresar el jefe de un festín con la cita puesta, el
destinado a hacer los honores y arreglar los placeres).
• Archiduque Carlos.- La estrategia es la ciencia de la guerra, bosqueja los planes, abraza y determina
las empresas. Es, propiamente hablando la ciencia del general en jefe.
• Joly de Mazeroy.- ..La estrategia es propiamente el arte de mandar, de emplear con tino y habilidad
los medios todos de que dispone un general para dirigir cuanto se halla a sus órdenes. También dejó
escrito lo siguiente:Todos los autores griegos han hecho siempre una diferencia marcadísima entre la
estrategia, ciencia del general y las partes de que se compone como son la táctica, la estratopedia.
• Jabro (1777).- Según este autor la estrategia es el arte de formar los proyectos de guerra,
encuadrarlos según las posibilidades económicas del Estado, ejecutar los proyectos, marchas,
campañas.
• Napoleón I.- Jamás dividió el arte de la guerra en dos partes, ni nunca usó el vocablo estrategia ya
que al arte de dirigir la guerra le llamó gran táctica (utilización de grandes unidades militares) y tras
sus primeros triunfos en Italia adquirió la convicción según Jomini de lo siguiente: ..la clave de toda la
ciencia de la guerra consiste en aplicar por la estrategia a todo el teatro de una guerra el mismo
principio que había guiado a Federico II de Prusia en las batallas.
• San Miguel (general).- La ciencia del general, o la estrategia, es un vasto campo que no cabe un
escrito. Entran en ella la táctica propiamente dicha, la Historia, la Geografía, la Política, el Tacto de
toda clase de negocios administrativos y un profundo conocimiento de las cosas y de los hombres.
• Ramonet.- Los límites que separan la estrategia de la táctica son los que provienen entre la ciencia y
el arte, entre el teatro de la guerra y el campo de batalla, entre el plan general de operaciones y la
disciplina del combate.
• Boiste.- Estrategia es la ciencia de los movimientos de un ejército alejado de otro.
• Sánchez Osorio (general).- También hay diversidad en el modo de considerar a la estrategia, si como
ciencia o cualquier arte. Si por ciencia se comprende la que parte de axiomas que le sirven de base
para sus deducciones, indudablemente no lo es aquella, pues que no se funda en principios
incontrovertibles de innecesaria demostración: así sucede que no puede aprenderse como las
matemáticas, ni el profesor transcribir su saber al discípulo.La estrategia es una de las ciencias
cimentadas en fundamentos que si bien ciertos, pueden tener alguna variación, o por los grandes
descubrimientos mecánicos o en las aplicaciones y son de tan difícil concepción estas que sólo a los
genios, que apenas produce uno cada época secular, les es dado comprenderlas bien y ajustarlas á
las infinitas circunstancias...Puede compararse el estudio de dicha ciencia a la Poesía, en el que se
aprenderán muy fácilmente sus reglas, pero si no hay un numen no se hará un buen poema y sí solo
medianos versos.
• Bulow.- El arte de la guerra tiene dos ramas: la estrategia y la táctica...la estrategia es la ciencia de
los movimientos que tienen al enemigo por objeto, pero no por punto objetivo.. Cuando se llega a las
manos es táctica; cuando no se verifica el choque es estrategia. El arte de la guerra (además de las
partes morales y filosóficas) se compone de las cinco principales que dijimos al principio: la estrategia,
la táctica, logística, la táctica de las armas y el arte del ingeniero.
• Antonie-Henri Jomini.- Doscientos mil franceses, queriendo someter a España levantada en masa
contra ellos, no maniobraran como otros doscientos mil que marchen contra Viena ú otra capital
cualquiera para dictar la paz en ella, ni combatirán a las guerrillas de Mina como se combatió en
Borodino... Se concibe que un regimiento se bata siempre del mismo modo o con corta diferencia,
pero no sucede así con respecto á las grandes masas.
• Renard.- ..solamente que es necesario un verdadero genio, secundado por un Estado Mayor sabio,
activo y vigoroso y por un servicio administrativo íntegro y muy capaz, para aplicarlos en un vasto
teatro de guerra y dominar los rozamientos y las dificultades que cada día surgen, al paso que un
general de talento basta para un terreno de corta extensión.
• Carrión Nisas.- Alejandro Magno estableció la estrategia sobre dimensiones gigantescas, aunque
empleara más fuerza de voluntad que finura y variedad de combinaciones...lo cierto que la
estrategia..lució entre los romanos:estos han sido los primeros que construyeron la guerra en grande
sobre un sistema seguido, sobrio y profundo... Los griegos nos han enseñado principalmente la táctica,
los romanos principalmente la estrategia.
• Jacquinot de Presle.- Estrategia es el arte de trazar un plan de campaña y de dirigir un ejército sobre
los puntos decisivos del teatro de guerra.
• Koch.- Estrategia es el arte de bosquejar un plan de campaña y de trazar la dirección principal de las
operaciones en oposición a la táctica que dirige los movimientos de ejecución que deben tener lugar
en el mismo día.
• Jaime Balmes.- El gran Gonzalo leerá con preferencia las hazañas de Escipión en España,
desbaratando a sus enemigos con su estrategia.
• Opinión de un distinguido escritor sobre las campañas de Aníbal en Italia:Prodigios de vigor y actividad,
inagotables recursos de estrategia y táctica se necesitaban, ciertamente, para detener y aún arrollar
con imprevistas reacciones ofensivas, ejércitos cada vez renacientes, que siempre se prometían
aplastar aquella vieja hueste mermada y descontenta.
• José Almirante (Diccionario militar), hablando sobre la aparición de la estrategia, justo es recordar
según este autor que se encuentra por todas partes en el curso de la historia, unas veces á trozos,
otras enmascarada, bajo diversos nombres: Montecuculli, á Feuquieres, a Bernardino de Mendoza ,
que ya en 1595 titulaba su libro Teoría y práctica de la guerra, parece que se les lee estrategia, sino
que en los dos primeros aquello se llama disposiciones generales; el punto decisivo y el
punto negativo, y en el clásico español se encontrará, v. g., la expresiva frase hacer espaldas por lo
que ahora (finales siglo XIX) llamamos campanudamente reservas estratégicas.
• De Roure.- Este autor en una bien meditada síntesis, sobre la habilidad estratégica en la época de los
Bárbaros, pregunto con razonado criterio: ¿Será posible que el arte de la guerra, tan noble por el
conjunto de las raras cualidades espirituales que exige, tan complicado respecto a la ordenación, al
entretenimiento, a las armas, a las maniobras peculiares de las diversas tropas, no reposa, no se basa
de hecho en la práctica, más que en un número muy corto de principios evidentes como la luz,
accesibles como el sentido común, constantes como la verdad?
• Rocquancourt.- Estrategia es el arte de bosquejar un plan de campaña, de fijar los puntos de partida
y de trazar la dirección principal de las operaciones, creándose las posibles garantías de éxito y se
entiende por estrategia la ciencia de las combinaciones y de las direcciones. Proyectos y ejecutar,
dividen naturalmente en dos partes distintas las funciones del mando: trabajo de gabinete y órdenes
sobre el terreno. La 1º parte es toda entera del dominio de la estrategia y la 2º del de la táctica.
• Mackenna.- La estrategia es la parte directa de la guerra. La táctica empaña las masas de un ejército,
en la ejecución de cuanto proyecta y dispone la estrategia. Esta traza las operaciones y a la táctica
presta la práctica de todas ellas. La estrategia elige los puntos importantes y la táctica las ocupa:
aquella determina defender o atacar una línea defensiva y esta la lleva a cabo con sus maniobras y la
estrategia fija la aportación de las batallas y la táctica dispone las acciones, como medios de su
ejecución y de obtener el objeto que se propone la estrategia.
• Sun Tzu.- No debes combatir demasiado a menudo con un dado enemigo, ya que le terminarás
enseñando tus artes de la guerra.

Capítulo 33 Estrategas importantes[editar]


Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, hasta finales siglo XIX[editar]
Capítulo 34 Persia Antigua[editar]

• Ciro II el Grande
Capítulo 35 Grecia Antigua[editar]

• Temístocles
• Milcíades_el_Joven
• Arístides
• Alejandro Magno
1 Cartago[editar]

• Amílcar Barca
• Aníbal Barca
Capítulo 36 Roma Antigua[editar]
• Tulio Hostilio • Lucio Cornelio Sila •
• Marco Furio Camilo • Cneo Pompeyo
• Manio Curio Dentato • Cayo Julio César
• Escipión el Africano • Tito Labieno
• Escipión Emiliano • Marco Antonio
• Quinto Sertorio • Cayo Octaviano (Augusto)
• Cayo Mario • Trajano
Bizancio

• Justiniano
• León de Tesalónica
• Mauricio (emperador)
• Belisario
2 China[editar]

• Sun Tzu
• Zhuge Liang
• Mao Zedong
3 Japón[editar]

• Miyamoto Musashi
• Isoroku Yamamoto
4 Portugal[editar]

• Luís Mendes de Vasconcelos


5 Francia[editar]
• Joly de Maizeroy - Historiador y experto en • F. A. Aubert de La Chesnave des Bois
milicia griega • Gabriel Daniel
• Napoleón Bonaparte • Marmont, duque de Ragusa
• Renard • Bourcet
• Bardín • Broglie (tratadista militar)
• Carrión Nisas • Honorat de Meynier
• La Barre Duparg • A.Deville
• Du Roure • Gabriel Naudé
• Guibert • F. J. de Graindorge d'Orgeville (Barón de Mesnil-
• Folard Durand)
• Vauban • Louis de Gaya
• Ardant du Picq • T. A. Le Roy de Grandmaison
• François de Belleforest • Prosper de Sionville
6 Suiza[editar]

• Antoine-Henri Jomini (barón de Jomini)


7 Holanda[editar]

• Menno van Coehoorn


8 Italia[editar]

• Raimondo Montecuccoli
• Nicolás Maquiavelo
• Giorgio Basta (conde de Hust)
• Achille Tarducci
• Giulio Ferretti
• Francesco Patrizi
• Alessandro Cavalca
• Lelio Brancaccio
9 Prusia[editar]

• Rüstow
• Bülow
• Carl von Clausewitz
• Julius von Verdy du Vernois
• Sigismund von Schlichting
• Wihelm von Willisen
• Federico II de Prusia
10 Alemania[editar]

• Helmuth von Moltke


• Christoph Nottnagel
• Erwin Rommel
• Heinz Guderian
• Erich von Manstein
11 Austria[editar]

• Archiduque Carlos
12 España[editar]
• Evaristo Fernández de San Miguel (general) • Francisco Barado
• Blas de Lezo • Serafín María de Sotto (Conde de
• Sánchez Osorio (general) Clonard)
• José Almirante • D. Francisco Villamartín
• Bernardino de Mendoza • Diego Enríquez de Villegas
• Gómez de Arteche (general) • Pedro de Lucuce
• Francisco de Valdés • Sancho de Londoño
• Bernardino de Escalante • Tomás de Puga y Rojas
• Álvaro Navia Osorio y Vigil (marqués de Santa Cruz de • García Ramírez de Arellano
Marcenado) • Francisco de Francisco y Díaz
• Álvaro de Bazán • Juan Sánchez Cisneros
• Cristóbal Lechuga • Arsenio Martínez Campos
• Jaime de Guzmán-Dávalos y Spínola, (marqués de la Mina) • Gonzalo Fernández de Córdoba y
• Francisco Xavier Mina Aguilar
13 Escocia[editar]

• William Wallace
Gales

• Henry Lloyd
14 Inglaterra[editar]

• Julian Corbett
• John Colomb
• Horatio Nelson
• Duque de Wellington
15 Túnez[editar]

• Ibn Jaldún
16 Sajonia[editar]

• Mauricio de Sajonia
17 Rusia[editar]

• Pedro I de Rusia
• Eduard Ivanovich Totleben
• Mikhail Ivanovich Dragomirov
• Okouneff
• Piotr Bagratión
• Mijaíl Kutúzov
Unión Soviética

• Mijaíl Frünze
• Mijaíl Tujachevski
• Klíment Voroshílov
• Semión Timoshenko
• Iván Kóniev
• Gueorgui Zhúkov
• Aleksandr Vasilievski
• Konstantín Rokossovski
• Vasili Chuikov
18 Finlandia[editar]

• Carl Gustaf Mannerheim


19 Bélgica[editar]

• General Renard
20 Estados Unidos[editar]

• Alfred Mahan
• Stephen Luce
• Robert E. Lee
• Douglas Mc Arthur
• Dwight Eisenhower
21 Venezuela[editar]

• Simón Bolívar
• Antonio José de Sucre
22 Argentina[editar]

• José de San Martín


23 Cuba[editar]
• Antonio Maceo
• Calixto García Íñiguez
• Fidel Castro Ruz
24 República Dominicana[editar]

• Máximo Gómez
Tratadistas y escritores sobre estrategia militar, siglos XX y XXI[editar]
• Nicolas Falcon • Randall W. Heather • J. L. Gaddis
• J. F. C. Fuller • E. G. Lansdale • E. Murillo Gómez
• Heinz Guderian • José Luis Calvo Albero • S. S. Gartner
• Erwin Rommel • M. Adkin • B. Buzan
• Winston Churchill • T. Marks • C. Rose
• José Teófilo Goyret • R. Clutterbuck • L. J. Halle
• Luis Alberto Leoni Houssay • R. H. Spector • A. Romero
• Mao Zedong • F. Osinga • Samuel Phillips Huntington
• Herman Khan • J. M. House • R. S. Mcnamara
• H. M. Catudal • A. Hillgruber • A. Livesey
• Hugh Trenchard • Carlos Santamaría • A. H. Burne
• Stuart W. Leslie • M. A. Cabrera • A. Castex
• E. Cholet • V. Partal • Zbigniew Brzezinski
• Andre Corvisier • Baader-Meinhof (grupo) • V. D. Sokolovski
• Anton Nijholt • M. E. Howard • K. Werner
• Brian Bond • José María Gárate Córdoba • G. Dottori
• Y. Korabliov • H. Guiheret • G. Cardona
• Morris Janowitz • J. P. Charnay • O. Groos
• Antonio Martínez Teixidó • J. Duran Tambo • Edwrad N. Luttwak
• J. C. Venezia • M. Alonso Baques • V. Martínez
• Giulio Douhet • H. Magenheimer • J. Borrero
• Mijaíl Tujachevsky • C. S. Gray • M. Ailleret
• Rafael de Nogales Méndez • Juan Cano Hevia • B. Brodie
• Thomas Edward Lawrence • A. Beaufre • R. L. Garthoff
• T. Schackley • C. Delmas • G. B. Turner
• Bill Custom • R. Aaron • F. O. Miksche
• Basil Liddell Hart • Eliseo Álvarez Arenas • W. W. Kauffmann
• Kalev I. Sepp • Eisenhower • Billy Mitchell
• Lewis Sorley • J. L. Snyder • Alvin Toffler
• Andrew F. Krepinevich • Henry Alfred Kissinger • Heidi Toffler
• Vasili Chuikov
• Augusto César Sandino

Capítulo 37 Véase también[editar]


• Guerra • Guerras Médicas • Guerra de Independencia de Cuba
• Casus belli • Guerras Púnicas • Guerra Hispano-Cubano-
• Armisticio • Guerras Samnitas Estadounidense
• Infantería • Reino de Macedonia • Primera Guerra Mundial
• Caballería • Conquista de las Galias • Guerra Civil Rusa
• Artillería • Guerra Civil de Roma • Guerra del Chaco
• Asedio • Imperio Mongol • Segunda Guerra Mundial
• Armada • Cruzadas • Guerra Civil China
• Aviación de combate • Guerra de las Dos Rosas • Guerra de Corea
• Carro de combate • Reconquista Española • Revolución Cubana
• Blitzkrieg • Conquista de América • Guerra de los Seis Días
• Ejército • Guerra de los Cien Años • Guerra de Vietnam
• Disciplina militar • Guerra de Sucesión • Guerra de Angola
• Estado Mayor • Guerra de los Treinta Años • Guerra de Etiopía
• Logística militar • Guerra de los Siete Años • Guerra de Irán-Iraq
• Falange • Guerra de Independencia de • Guerra Fría
• Tercio Estados Unidos • Intervenciones militares de los
• Fortaleza militar • Revolución Francesa Estados Unidos
• Bloqueo naval • Guerras Napoleónicas • Primera Guerra del Golfo
• Base naval • Guerras de Independencia • Guerras Yugoslavas
• Guerra asimétrica Hispanoamericanas • Guerra de Kosovo
• Guerra de guerrillas • Guerras Carlistas • Invasión de Iraq de 2003
• Guerra contra el • Guerra de Secesión • Intervención militar en Libia de
terrorismo • Guerra de los Diez Años 2011
• Mercenarios • Guerra de la Triple Alianza contra el • Guerra de Siria de 2011
• Dictadura militar Paraguay
• Genocidio • Guerra franco-prusiana

Capítulo 38 Notas y referencias[editar]

1. Volver arriba↑ pp.163, Gartner


2. Volver arriba↑ Bassford, Christopher (2002). «Clausewitz and his Works». Consultado el 25 de
mayo de 2010.
3. Volver arriba↑ El teniente coronel e ingeniero Vicente Ferraz publicó en Madrid, Imprenta Real,
1800 la obra Tratado de Castramentación o arte de campar ocupándose preferentemente de los
hebreos, griegos y romanos según copiosas descripciones de Polibio, Vegecio y Justo Lipsio
4. Volver arriba↑ Semejante táctica apuraba la paciencia del ardiente africano, quien perdiendo la
esperanza de atraer a una formal batalla a Fabio, a quien sus mismas legiones llamaban El
Pedagogo, se vió obligado a levantar el campo para ir en busca de víveres (cita sacada de la obra
de Jean Bernard Mary-Lafon Roma antigua y moderna, Madrid: Librería Española, 1857)
5. Volver arriba↑ Según Napoleón III El Senado ponía en práctica los principios que fundan los
Imperios y las virtudes que la guerra engendra. Rodeada de vecinos belicosos Roma tenía que
triunfar o perecer, de aquí esa superioridad en el arte de la guerra; obra: Histoire de Jules César,
París: H. Plon, 1865-66, 2 vols.
6. Volver arriba↑ El poeta del siglo XVIII Ricardo Glover compuso la tragedia Boadicea
7. Volver arriba↑ Cita sacada de Discursos varios del arte de la guerra:... cuyo autor es José Serrano
Valdenebro, Madrid: J. Ibarra, 1796
8. Volver arriba↑ Obra: De bello Gotorum
9. Volver arriba↑ El feudalismo como la aplicación instintiva de una nueva base del derecho, trasladó
a la esfera del derecho y sobre el elemento común, el elemento individual que faltaba en el mundo
antiguo, al hecho común de la conquista, y tenía en casos analogía con la clientela
y patronato antiguo, diferenciándose esencialmente de esta en que el patronato era limitado,
supletorio del derecho estricto y el feudal fue relación general, tenía carácter puramente civil, era
base directa de derecho y corregía el derecho estricto antiguo, juntando por las relaciones
personales los estados que aquel separaba, y los conquistadores daban parte de lo ganado bajo
la obligación de fidelidad y a servicio de guerra y la duración de esta relación dependía del
cumplimiento de la obligación recíproca; Compendio de historia universal, de G. Weber, Madrid:
Imprenta Díaz y compañía, 1853
10. Volver arriba↑ En el siglo XIII el Señor de Beaumanoir ( ca. 1210 - ca. 1265 ) en su compilación
de las Costumbres de Beauvaisis determina las formalidades que se requieren para la guerra
privada
11. Volver arriba↑ La mayor parte de los jurisconsultos opina que la esencia del feudo consiste en la
reserva que hace el señor o el que le concede, de la propiedad originaria; y por parte del vasallo,
en una prestación cualquiera, en señal de fe y homenaje. Por eso en el feudo se distingue la
propiedad útil y la directa, como en los contratos enfiteúticos. Francisco Foramiti Manual de
jurisprudencia feudal, Venecia, 1841.- Sobre la palabra valbasores algunas obras: Diccionario
histórico y forense del derecho real en España, de Andrés Cornejo, Madrid: J. Ibarra, 1779-1784,
2 vols; Discursos de la nobleza de España, de Bernabé Moreno de Vargas, Madrid: Antonio
Espinosa, 1795; reeditada por Lex Nova, 199
12. Volver arriba↑ Según Augustin Thierry en el Norte de Francia se realizó la revolución comunal
bajo el principio de la antigua ghilde germánica o banquete de gastos comunes, palabra que
significa también asociación o cofradía porque todos sus individuos prometían por medio
del juramento defenderse unos a otros y ayudarse como hermanos, modificado bajo el imperio de
las ideas cristianas en la Edad Media; obra: Lettres sur l'histoire de France, París: Furne, 1853
(reeditada en 2012, Classiques Garnier; otra obra de Thierry: Histoire de la conquete de l'
Angleterre par les Normands, París: Jouvet, 1882.
13. Volver arriba↑ Autor de Historia orgánica de las armas de infantería y caballería españolas,
Madrid: D. B. González, 1851-59, 16 vols.
14. Volver arriba↑ "A pesar de que esta ciudad estaba defendida por rocas escarpadas, no por eso
dejo Jan Žižka de circunvalarla con murallas y antemurallas. En parte se hallaba bañada por el
río de Lusinitz y en parte por un torrente considerable. El espacio para entrar en ella por tierra es
apenas de treinta pies. Allí hay un foso muy hondo y un triple muro de tal espesor que esta a
prueba de toda máquina de guerra. Maestros los taboristas en tomar plazas habían consturído
muchas torres y muchos antemurales a lo largo de las murallas y en los sitios mas necesarios.
Aquel era el refugio de todos los herejes. Jan fue el primero que lo edificó y los que le siguieron
aumentaron las fortificaciones según su genio. La describimos Tabor tal cual la hemos visto",
palabras de Aeneas Silvius Picolomini, cardenal, que fue vicecanciller de Federico III de
Habsburgo, que le envió en misiones diplomáticas a Roma, Milán, Nápoles, Bohemia y otros
lugares. Aeneas posteriormente fue papa llamado Pío II. Dejó varias obras escritas, entre
ellas: Historia de los Bohemianos.... y Historia de la Europa, desde el reinado del emperador
Federico III..., 1685, en fólio
15. Volver arriba↑ Carlos Promis comentando la obra de Martini, investigó los cambios en la ciencia
de la fortificación hasta su completa restauración, empieza por una biografía de los tratadistas y
mientras que Guarnieri y otros autores principian solo desde Tartaglia en 1546, Promis lo hace
desde Egidio Colonna que dedicó la obra citada a Felipe el Atrevido que escogió a Colonna
preceptor de su hijo; obra de Carlos Promis: Memorias históricas sobre el arte del ingeniero y
artillero en Italia, Madrid: Memorial de Imgenieros, 1882
16. Volver arriba↑ L' Espectateur militaire. Recueil de science, d'art et d'histoires militaires, Tomo I, II,
IV sobre Filologiam, París, 1865
17. Volver arriba↑ Obras: Del arte de la guerra y El Príncipe
18. Volver arriba↑ Paulo Jovio describió el ejército de Carlos cuando entró en Roma: suizos y
alemanes con espada corta y lanzas de 10 pies y otros alabardas y de cada mil infantes 100
tenían fusil; 5.000 gascones ballesteros, caballería escogida entre la nobleza
francesa; escuderos que a veces servían como caballería ligera; los arqueros llevaban un gran
arco a la inglesa e iban armados de yelmos y gruesos venablos; guardia del rey 400 de a caballo,
140 cañones gruesos y otros muchos pequeños que rodaban rápidamente tirados por caballos
19. Volver arriba↑ Autor de Nueve discursos de la ciencia militar, Madrid: Biblioteca militar, 1851
20. Volver arriba↑ Elogio del principe Raimondo Montecuccoli, Bolonia, 1776
21. Volver arriba↑ Duque de Sully tuvo el cargo de gran maestre de artillería y
creó arsenales, parques, reservas, laboratorios, un sistema completo de material
22. Volver arriba↑ Sobre la última empresa de Turena, el conde de Guibert dice lo
siguiente: Estudiando la campaña que puso fin a la vida de Turena le he visto por espacio de seis
semanas en frente de Montecuccoli hacer una guerra de posiciones y de movimientos
enteramente igual a la que haría otro general con la táctica moderna; alguna obra de
Guibert: Écrits militaires, 1722-1790, París: Copernic, 1977; Oeuvres militaires de Guibert, París:
Magimel, 1803, 5 vols.
23. Volver arriba↑ Por medio de maniobras dirigidas conforme al objeto obtuvieron las tropas
prusianas una agilidad, una habilidad de evolucionar hasta entonces desconocido y los
reglamentos del rey establecieron y aseguraron la unidad de ejecución; cita de Carl von
Decker Táctica de las tres armas; otras obras de Decker: Elements de stratégie pratique,
Brusselas: Méline, 1849; La Petite guerre..., París, 1827, 3 vols.; Batailles et principaux combats
de la guerre de Sept ans.., París, 1839-40, 3 vols; Algerien und die dortige Kriegführung,.., Berlín,
1844, 2 vols.
24. Volver arriba↑ Obra de Federico: Instrucción militar del rey de Prusia para sus generales
25. Volver arriba↑ Gran Bretaña fue también la primera en experimentar las ventajas
de forrar en cobre los navíos, medio muy propio para conseguir la ventaja en combate naval
26. Volver arriba↑ Obras: Essais militaires,.., Amsterdam, 1762; Théorie de la guerre, Lausana, 1777
(reeditada en 1978, París); Traite des armes defensives, Nancy, 1767
27. Volver arriba↑ Obras: Dictionnaire de l'armée de terre,.., París: J. Corréard, 1841-51, 17
vols; Manuel d'infanterie, París: Magimel, 1813; Manuel des sergents et caporaux,.., París: S. A.
Hugelet, 1807
28. Volver arriba↑ Colaborador de Encyclopédie methodique. Art militaire, París, 1797
29. Volver arriba↑ Obras: Mémoires militaires et politiques du général Lloyd, París: Magimel,
1801; Histoire des guerres d'Alemagne, París: instituto de Estrategia Comparada, 2001; War,
society and enlightenment:.., Leiden: Brill, 2005
30. Volver arriba↑ Obras de La Barre Duparcq: Éléments d'art et d'histoire militaires,..., París: C.
Tanera, 1858; Hannibal en Italie, París: C. Tanera, 1863; Histoire de l'art de la guerre, París, 1860-
64; Verdun en 1792:.., París: Surcy, 1890; Los Perros de guerra: estudio histórico, Madrid: Correo
Militar, 1874
31. Volver arriba↑ Giacomo Durando a la estrategia y a la táctica del Archiduque Carlos añade en su
obra Della Nazionalità italiana, Parigi: A. Franck, 1846 la Táctica-Estrategia o Gran Táctica: elegir
entre todos los puntos señalados por la estrategia los que deben ser más favorables al buen éxito
de una empresa
32. Volver arriba↑ Cita del general M. S. Foy autor de History of the war in the Peninsula, under
Napoleon, Londres, 1829
33. Volver arriba↑ Cita "Diccionario Militar", Madrid, 1869, del general español José Almirante y
Torroella
34. Volver arriba↑ Federico Moretti et son "Diccionario militar español-francés" / Gabriel Laplane,
Bordeaux, 1963
35. Volver arriba↑ Obra de Carrion-Nisas: Essai sur l'histoire générale de l'art militaire, París, 1824, 2
vols.

Capítulo 39 Bibliografía[editar]
Fuentes

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1830-36, 13 vols.
• Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Barcelona,1887-90, Montaner y Simón (editores) tomo
7
• Diccionario histórico enciclopédico, de Joaquín Bastús, Barcelona. Imprenta de Roca, 1833.
• Diccionario marítimo español redactado por orden del rey nuestro señor, Madrid: Imprenta Real, 1831.
• Encyclopedia Metódica (Arte Militar, Tomo 2), Madrid, 1792.
• Enciclopedia moderna: Diccionario universal de literatura, ciencias, artes, agricultura, industria y
comercio , Madrid, 1855, Francisco de Paula Mellado (Tomo 32)
• Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, Madrid, 1925, Tomo XXII.
• Historia del Mundo en la Edad Moderna, publicada por la Universidad de Cambridge, Barcelona:
Sopena, 1914, 25 vols.
• Memorial de ingenieros del ejército, Madrid: Imprenta del memorial de Ingenieros, 1884.
• Alexander Fraser Tytler.- Elements of General History Ancient and Modern, Edimburgo: Oliver &
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• Antoine-Henri Jomini.- Compendio del arte de la guerra, Madrid, 1840.
• Antonio Sánchez Osorio.- Consideraciones sobre la organización activa, la educación y las tácticas
de la infantería española, Madrid, 1859, 2 vols; La Profesión militar, Madrid, 1865.
• Cándido Varona.- Apuntes para un libro de historia y arte militar, Madrid: Establecimiento tipográfico
R. Vicente, 1870.
• Cesare Cantù.- Historia universal, Madrid: Gaspar Roig, 10 vols. (volumen 8: Guerra, Legislación y
Documentos); Historia universal: biografías e índices, Madrid: Gaspar y Roig, 1859; Historia de los
Cien Años: 1750-1850, Madrid: Francisco de Paula Mellado, 1852.
• Cosme Blasco y Val.- Resumen de geografía histórica antigua, 1866.
• Francisco de Paula Vidal.- Historia contemporánea del Imperio Otomano, ó sea la Guerra de Oriente,
Madrid: Librería Española, 1854
• François Catrou.- Compendio de la historia romana, Valencia: Antonio Bordazar, 1735.
• H. Wager Halleck.- Elements of military art and science or course of instruction in strategy, fortification,
tactics of battles, Nueva York. D. Applenton, 1862.
• Jacques Lenfant.- Histoire de la Guerre des Hussites et de Concile de Basle, Utrecht, 1731, 2 vols.
• José Almirante.-Diccionario militar, Madrid, 1869 (reeditado en 1989 por el M. de D. del R. de
E.); Guía del oficial en campaña, Madrid: Imprenta del Memorial de Infantería, 1868.
• José Antonio de Olañeta.- Guerra de los Estados Unidos, Madrid: Imprenta del Memorial de
Ingenieros, 1868 (Estudios sobre artillería, fortificación y marina militar).
• J.J.E. Roy.- Juana de Arco o la doncella de Orleans, Barcelona. Manuel Saurí, 1841.
• José Serrano.- Discursos navales:...., Cádiz, 1808.
• José María Esclus y Gómez.- Curso completo del arte y de la historia militar, Madrid: Imprenta del
siglo a cargo de Ivo biosca, 1845.
• Joseph Rogniat.- Consideraciones sobre el arte de la guerra, Madrid: Eusebio Aguado, 1827.
• Juan de la Reguera Valdelomar.- Extracto de las leyes de las Partidas, Madrid: José del Collado,
1808.
• Juan Jiménez Donoso.- Despertador o avisos para la instrucción de la juventud militar sobre las
estratagemas..., Madrid: Imprenta Real, 1794, 2 tómos.
• Leopoldo Du Puy de Podio.- Les Armes de guerre......, París: J. Córreard, 1866.
• Lucas Alamán.- Diccionario universal de historia y geografía, México: tipografía de los dos Rafael,
1854.
• Ludwig Friedrich von Ciriacy.- Histoire de l'art militaire chez les anciens, París: J. Corréard, 1854.
• Martín de Rosales.- Manual de la táctica de las tres armas aisladas y reunidas, París: Librería de
Rosa y Bouret, 1859.
• N. Okounef.- Examen razonado de las propiedades de las tres armas infantería, caballería y artillería,
Madrid: Juan de la Vega, 1840.
• Pedro Pruneda.- Historia de la guerra de Méjico desde 1861 a 1867, Madrid: editores Elizalde, 1867.
• Philippe Le Bas.- Historia de Alemania, Barcelona, 1841.
• Philippe-Paul, Conde de Ségur.- Historia Universal. Historia moderna, Madrid: Tomás Jordan, 1833,
Tomo XX (traducción, notas correcciones y adiciones por Alberto Lista)
• Pierre de Charpentier de Longchamps.- Historia de la última guerra entre la Inglaterra, los Estados
Unidos de América, la Francia, España, y Holanda, Alcalá: Imprenta de la Universidad, 1793 (Tomo
I).
• Vicente Díez Canseco.- Diccionario biográfico universal de mujeres célebres, Madrid: J.F. Palacios,
1844, 3 vols.
• William Robertson.- Historia del reinado del emperador Carlos Quinto, Barcelona: Librería J. Oliveres
y Gavarró, 1839 (Tomo I).
Bibliografía complementaria

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estratégicas del militar español, Madrid: EME, 1985; Estrategia para la defensa, Madrid, 1988.
• Banús y Comas, C..- Estrategia, Barcelona: Biblioteca militar, 1887.
• Baylis, J..- Strategy in the contemporany world:..., Oxford, 2013.
• Black, J..- La Guerra desde 1900: historia, estrategia, armamento, Madrid: Akal, 2011.
• Butler, P..- Women of medieval France, Philadelphia: Rittenhouse Press, 1908.
• Castex. A..- Théories stratégiques, París, 1930.
• Collet, A..- Histoire de la stratégie militaire depuis 1945, París, 1994.
• Cook, B.A..- Women and War: a historical encyclopedia from antiquity to the present, ABC-CLIO inc.,
2006.
• Cuartero Larrea, M..-Comentarios de estrategia y política militar, Madrid, 2004
• Chaliand, G..-Guerra y civilizaciones:..., Barcelona: Paidós, 2007; Anthologie mondiale de la
strátegie:..., París, 2009.
• Charnay, J.P..- La strátégie, París, 1995.
• Denis, Ernest.- Huss et la guerre des hussites, New York, AMS Press, 1978 (506 pags.)
• García Alonso, F..- La Guerra en la protohistoria:..., Barcelona: Ariel, 2003.
• Encel, F..- El Arte de la guerra: estrategas y batallas, Madrid: Alianza, 2002.
• Entraygues, O..- Formes de guerre, stratégies et déclin de l'Occident, Economica, 2014.
• Felder, Elsa Nelly.- Vida y pasión de grandes mujeres: las Guerreras, Buenos Aires: Grupo
Imaginador de ediciones, 2004.
• Fierro, Maribel.- El Cuerpo derrotado: cómo trataban musulmanes y cristianos a los enemigos
vencidos: Península Ibérica, ss. VIII-XIII, Madrid: C.S. de I.C., 2008;
• Freedman, L..- The Transformation of strategic affairs, Londres, 2006; Strategy: a history, Oxford
university press, 2013; The evolution of nuclear strategy, Palgrave Macmillan, 2003.
• Girard, R..- Clausewitz en los extremos: política, guerra y apocalipsis, Katz, 2010.
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Oxford, 2011; Strategy and history:..., Londres, 2006.
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• Hauvette-Besnault, A..- Les Stratèges athéniens, París: E. Thorin, 1885.
• Instituto Español de Estudios Estratégicos.- Los grandes maestros de la estrategia nuclear y
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