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fay i H : 3 Conde Guido de Thun- Hohenstein, ministro de Austria cercano al Imperio mexicano, con su primo, el general Franz, conde de Thun- Hohenstein, comandante del cuerpo mexicano de voluntarios austriacos financiado no por Austria sino por el Imperio mexicano, con cargo a créditos franceses (MV) P “4, | Las relaciones diplomaticas entre Austria y el Imperio mexica- no eran correctas pero frias, descartando de antemano cualquier impresién de que Austria fuera aliada del Imperio. Esta fue la Ii- hea de conducta oficial seguida por el conde Guido de Thun. A Pesar de ello, muchos mexicanos crefan erréneamente que Aus- tia, al igual que Francia, figuraba entre los paises aliados del Im- Perio. De hecho, Austria no hizo nada mis alla del reconocimiento diplomatico de éste. 87 Coronel Mathias Leisser, agregado militar del Imperio mexicano en Viena (MV) El unico apoyo de Austria al Imperio fue el permiso de La Co José para reclutar, a sus expensas, un “cuerpo imperial mexi no de voluntarios austriacos”. El coronel austriaco Mathias Leiss¢t ae agregado militar mexicano, recluté aproximadamene nil voluntarios de todos los paises de la monarquia. Los mer Cenarios tenfan que haber cumplido su servicio militar, carecet : i penales, ser robustos y de religion “cristiana”, Soa Ns ‘pemnitis enganchar también huisares hiingaros, que e"@? on ie : ee de un total de cinco transportes sali6 en mg oo pe que regresaran a Austria no tendria eae quir lo frente al Estado de ese pais.” La por sume inti Tancisco José I tendia a deslindar estrictament* quia del Imperio mexicano. 88 mexicanischen Corps asterreich fremilliger ee __ Herrn Stabs-und Ober-Offiziere und Partheten des kais: Lista de ran, 208 £n 1866 en Py Viena) lebla, sede del cuartel general del conde de Thun (Archivo de Guerra, Y organizacién del cuerpo mexicano de voluntarios austriacos, editada 89 Conde Franz de Thun-Hohenstein, en Conde Franz de Thun-Hohenstein, uniforme del cuerpo de voluntarios vestido de paisano, con el baron K. de austriacos (Aubert, MRA) Malortie (Aubert, MRA) Conpis- Bak yaa ase Taare Estado Mayor del cuerpo inscrito en la “Lista de rangos y organizacién” El comandante de] Cuerpo de voluntarios, el general conde Frat de Thun-Hohenstein, Servadoras, que dominaba el francés pero no hablaba casi nada de espaiiol, estaba celoso de la autonomfa de su mando frente a !0 qranceses, Sin embargo, fue dificil Ponerlo en practica. No s¢ 2 ‘an fijado normas sobre las relaciones de servicio entre LL oti Erna lo que condujo a frecuentes conflictos,>* Con el : a form i » OS austriacos acabaron por ser transferidos a Puebla P ar la guarnicién de dicha ciudad. 90 VM ‘Alfonso de Kodolich con el uniforme del cuerpo de voluntarios austriacos (MRA) y en uniforme de hisares como coronel del Estado Mayor del ejército nacional mexicano y ayudante de campo honorifico del emperador (MV) Una de las personalidades més destacadas del cuerpo fue Al- fonso de Kodolich, veterano de la batalla de Solferino. Cansado de “entrenar huisares en Hungria” y contraer deudas, se fue a Méxi- co. A su madre anuncié: “...seguramente voy a morir como un re- nombrado jefe de caballeria”. México le proporcioné la oportuni- dad de realizar algunas hazafias. Segiin Kodolich, Maximiliano serfa un excelente emperador: “La monarquia en México es una ley inexorable, el empuje incontenible de la voluntad de todo un pueblo, que quiere tranquilidad, orden y seguridad”, escribid a su madre. Luché en lugar destacado en la Sierra del Norte, en el Rio Grande y en la batalla de Santa Gertrudis, ganada por la Reputbli- Ca. Disuelto el cuerpo de voluntarios austriacos, ingres6 en el ejér- cito nacional mexicano, En junio de 1867 cubrié con sus huisares & Telrad de Puebla del general Marquez. Regres6 a su patria espués de la caida del Imperio y escribié sus memorias.” 91 Conde Carlos de Khevenhilley Metsch en uniforme de hisane coronel de los “hisares de] emperador” en el “ejército nacional” del Imperio (cp) Leonor Rivas de Torre Adalid (CP) Otro voluntario austriaco famoso, més critico, fue el conde Ca. los de Khevenhiiller. Escribié un diario sobre sus tres afios en Méxi- co, siguiendo el ejemplo de algunos de sus importantes antepasa- dos. En él no dejé nada en el tintero. Su apreciacién de la situacién mexicana es realista: Alld “‘s6lo un déspota fuerte, que fuera al mis- mo tiempo diplomatico, financiero y guerrero, podria haber aspira- do al éxito”. Maximiliano no poseia ninguno de dichos requisitos. Al llegar a la capital, Khevenhiiller observ6: “La guardia del portal —del Palacio Nacional— eran zuavos, lo que da una impresién rara para un emperador mexicano”. Se enamoré de una mexicana jo- vencita, Leonor Rivas de Torre Adalid, casada, con un precioso pelo rojo, a la que logré seducir. Participé en los combates del cuerpo de voluntarios, siendo al final, ya en el ejército nacional, jefe de los hisares rojos, la escolta del emperador, cuerpo tan admirado como temido. Su deseo de acompajiar al emperador a Querétaro fue re chazado por éste. Vivié la derrota en la capital sitiada. Sin embargo, estaba orgulloso de sus realizaciones: “nuestro renombre como hist Tes es insuperable, me comunican en secreto que el general Porfirle Diaz quiere reclutarme para s{”.* Lo que conservaba de México oe el Tecuerdo de su amada y el hijo comin, asf como la amistad - Porfirio Diaz. Esta ultima lo harfa volver a ese pais en 1901 par 92 Armin, barén de Hammers- tein-Ecquord, teniente coronel en el regimiento de infanteria, “bar6n de Hammerstein” (18 de linea del ejército nacional). En la imagen aparece decorado con la cruz de oficial de la orden de Guadalupe, la cruz real e imperial austriaca al mérito militar, asf como la medalla imperial mexicana en bronce al mérito militar (INAH) asistir a la inauguracién de la capilla conmemorativa de Maximiliano en el Cerro de las Campanas de Querétaro.?! Muchos voluntarios perdieron la vida en México, entre ellos el barén de Hammerstein-Ecquord. “Al pobre Hammerstein lo han fusilado”, anoté el conde de Khevenhiiller en su diario el 25 de mayo de 1867. “Esto se debe tinicamente a su estatura enorme y su calva, Tenfa —durante el sitio de la capital por Porfirio Diaz— la costumbre de exponerse al enemigo sin sombrero junto a las ore y como sobresalia mucho del parapeto, el oficial austriaco aie lo previno de que alla habia un desertor francés que eigaeae punterifa. Hammerstein replicé: Para mi no se ha Se ninguna bala. Apenas hubo dicho esto, cuando cayé ful- > una bala le habfa herido el craneo. Estuvo sin conciencia ta el dia siguiente, luego murid.”*” 93 Mercenario de la legién belga Coronel Van der Smissen, comandante de la legion en pose de combate (MRA) voluntarios belgas (Aubert, MRA) _ El coronel Van der Smissen comandaba al cuerpo de volun rios belgas, que comprendia apenas dos mil soldados, los cuales Seguin su reglamento, tenian que gastar largas barbas marciales Segtin un rumor, Van der Smissen habria seducido a Carlota, I Bando a ser el padre del general francés Weygand. Este, e nota dirigida a sus hijos poco antes de morir, no dijo nada sobre Z origen.™ Posteriormente se han realizado investigaciones sobre ® verdadero origen del general, con resultados menos espec!*""* Tes pero mas plausibles.35 94 Mercenarios de la legién de voluntarios belgas (MRA) é Mariscal Frangois Achille Bazaine (Mv) Alphonse Dano, ministro francés cereg del Imperio (cP) Terminada la guerra de Secesién norteamericana y después de la victoria de Prusia sobre Austria en la batalla de Sadowa en 1866, Napoleén temié una Presi6n acrecentada de Estados Unidos sobre el Imperio, asf como tensiones entre Prusia y Francia. En vista ¢e ello, decidié cancelar su compromiso con Maximiliano. En ve de dejar sus tropas en México hasta finales de 1868, tal comoeste ba Previsto en el Tratado de Miramar, dio instrucciones a Bazaine para Tetirarlas tan pronto como fuera posible. El 3 de junio de 1866 te cncares establecer un ejército nacional mexicano. El na Bel as detalladas al Tespecto. Sin embargo, la creacién & i‘ ie ‘ pacional NO progres6 por falta de fondos. En la Sore se a 366 € inicios de 1867 el cuerpo expedicionario er ‘unque abas él centro del pais, Preparandose para su oe Mentar | eee Por Francia, el Imperio fue fori ¢ acuerdo Arroyo-Dan us deudas a este pais: el 3 S eches Aduaneros, fuente cue S°di6 a Francia la mitad de los vil Principal de los ingresos del erario impe 96 La emperatriz Carlota, vestida de luto tras Manuela Gutiérrez del Barrio, hija de Ja muerte de su padre, Leopoldo I (MD). J.M. Gutiérrez de Estrada, dama de palacio y acompaiiante de la emperatriz durante su viaje a Europa (CP) En vista de tales presagios, Carlota se empeiié en visitar perso- nalmente a Napoleén III para recordarle sus compromisos con- trafdos y exigirle reconsiderar su decision. Desde el principio este Intento se vio condenado al fracaso. El 8 de julio de 1866 la empe- ratriz salié para Europa. En Paris, alojada en el recién inaugurado Gran Hotel, traté desesperadamente de imponerse a Napoleén. No Consiguié nada. Como consecuencia de este fracaso, tuvo una cri- Sis nerviosa que degeneré en manfa de persecucién permanente. En cambio, fisicamente la emperatriz siguid siendo una mujer sana y robusta que viviria hasta 1927. Maximiliano, abandonado por su sien, mujer fuerte y su apoyo moral, adopt6 una postura po- itica vacilante, 97 EI presidente del COnsejo, 0 subsecretario de Hacienda, Ma Campos; el Ministro de Gobern, Marin, y el Presidente do] Cons, Estado, José Maria probablemente com ely de la corona”, en OCtubre/no vee én en Orizaba (Aubert, INAH) a va jo dey Lacunza, retr, . 105 © Miembros dey « Orizaba (INAH) SU espe Enterado el 18 de octubre de la ee aene al sa, el soberano decidié secretamente regresar a eran “cris el 21 de octubre con su corte a Orizaba. ae Bstado, rile abdicacién”, pidid a sus juntas de ministros y Seon ene en el “consejo de la corona”, un voto sobre su un margenest 'rono o su abdicacién. Estos se Pronunciaron — debfa subsist cho en el sentido de que la monarquia de er eee connect Una vez mas, Maximiliano puso ee fae ah pil? cién de un Congreso nacional, garantias Ba a disueltos 10s° . Feorganizacion del ejército nacional. Seta queria ue Pos de voluntarios extranjeros, ya que a A el Imperio como mexicano entre mexicanos. 98 EL “MEMORABLE SITIO” DE QUERETARO La marcha a Querétaro Nicolas de la Portilla, subsecretario de Mariano Campos, subsecretario de Guerra y Marina (INAH) Hacienda (INAH) En febrero de 1867 la situaci6n militar era desesperada. Las fuerzas armadas imperiales ascendian a s6lo trece mil hombres. Por la odia- da “leva” podfan ser gradualmente aumentados hasta veinte mil.! Entre estas tropas se hallaban también franceses, austriacos y belgas que habjan abandonado sus respectivos cuerpos y que componian, dentro del ejército nacional, el grupo de los “cazadores del empe- tador”. Aquél se integraba de tres cuerpos, bajo el mando de los generales Miguel Miramén, Leonardo Marquez y Tomés Mejia, spectivamente. El subsecretario de Guerra fue Nicolés de la Porti- lla, aunque la eminencia gris en ese ministerio era Tomas Murphy.’ Asimismo, la situacién financiera era catastréfica. En 1866, e oe habfa confiado el Ministerio de Hacienda al oficial a és Friant, el cual, sin embargo, tuvo que renunciar a su pues- 4 instancias del gobierno de su pajs. El y su sucesor mexicano arano Campos ya no podfan disimular la bancarrota del erario. 99 Copia de una carta de Maximiliano a Juérez con una propuesta de celebrar un Congreso nacional; sin fecha, redactada sin duda en visperas de su salida para Querétaro. Fue remitida al presidente republicano por un emisario, el licenciado Garcia (HHStA, AMM, caja 78) A principios de 1867 Maximiliano hizo un ofrecimiento de paz a Benito Juérez, cuyo poder politico y militar iba en continuo av. mento. Le escribi6: Miapreciable Sefior don Benito Judrez: El alto aprecio que siem- pre me han inspirado los hombres honrados y perseverantes como V. en sostener lo que su conciencia le sefiala como un deber, me hace ahora tener mucho gusto en dirigirle estos renglones en la confianza de que los admitir4 como la expresién del deseo sincero de esclarecer la verdadera voluntad nacional.’ Propuso a Benito Juarez convocar un Congreso nacional extraordi- nario, nombrado por votacién publica, que decidiera si la forma del Estado deberfa ser una reptiblica o una monarquia. Las negociaclo- nes previas serfan llevadas a cabo por tres comisarios de cada parte beligerante. Maximiliano termin6 su carta de la manera acostumbr da: “Tengo el gusto de repetirme de V. Su afectisimo...” La siguient palabra, “servidor”, est tachada en el borrador, lo mismo qu¢ ee bierno” por la parte republicana. De todos modos, ésta fue Fee” . cida como beligerante en lugar de descalificarla como sqisidenle « 100 Bandera republicana de regimiento (Museo Regional, Querétaro, Y) El presidente, convencido de su triunfo final, no contest6. A principios de 1867, el gobierno republicano tenia en filas nada menos que cuarenta mil soldados, los que llegaron a cincuenta mil hasta la caida del Imperio. Las tropas lanzadas al sitio de Querétaro se componjan del ejército del Norte, al mando del general Mariano Escobedo, el ejército de Occidente, a las 6rdenes del general Co- rona, asf como algunas divisiones del ejército de Oriente, coman- dado por el general Vicente Riva Palacio. Juarez también se sintié fuerte porque la Unidn norteamerica- na, que habia ganado la guerra contra los sudistas, lo apoyé en Politica internacional, haciendo presién sobre Francia y Austria. Las tropas francesas ya se estaban embarcando en Veracruz. Asi Pues, las propuestas de paz del “austriaco”, como el presidente i lamar a Maximiliano, quedaron sin respuesta. Por lo tanto, a decision tuvo que buscarse en el plano militar. 101 Campo de las tropas imperiales en El Venado (Aubert, MRA) En los primeros meses del afio 1867 el gobierno imperial yan dominaba sino la capital, Puebla, Querétaro, Veracruz y Morelia Los generales mas destacados del Imperio, Miguel Miramén, Leonardo Marquez y Tomas Mejia, querian batir en detall a los grandes cuerpos del ejército de los republicanos. Por tanto, esco- gieron como punto de partida para esta campaiia del norte la ciu- dad de Querétaro. Alli se cruzaban las carreteras mas importants del norte y del oeste de México, que los republicans debian a mar para conquistar el centro del pais. Desde el punt de vis militar fue ésta la raz6n més importante para ir a Que embargo, hubo también motivos politicos. rétaro. SI" 102 Teodosio Lares, presidente del consejo de ministros (MV) En una carta del 9 de febrero a su presidente del consejo, Teodo- sio Lares, Maximiliano habia anunciado claramente sus intencio- nes de negociar con Juarez, lo que habia provocado la oposicién de Lares y Marquez. Tanto los conservadores como los liberales perseguian una estrategia del “todo 0 nada”, de victoria o muerte. Lares, tras haber disuadido al emperador de cualquier intento de negociaci6n, trat6 de motivarlo para que, por lo menos, empren- diera la lucha decisiva lejos de la capital: se debia evitar a la mis- ma las calamidades de un sitio; la decision debia buscarse en otro lugar, por ejemplo, en Querétaro, donde el Imperio disponfa atin de numerosos seguidores. Una vez. reunido alli un ntimero respe- table de tropas regulares, bajo las 6rdenes de los generales mas cficientes y fieles, Maximiliano debfa tomar el mando supremo para chiminar cualquier rivalidad entre los generales.* En secreto, Lares Y Marquez quisieron asegurarse una oportunidad de superviven- ci i F - 4 Propia en la capital, en el caso de una previsible derrota militar © Maximiliano. 103 Soldados del ejército imperial (MV) Asf, a principios de febrero de 1866, la marcha a Querétarof cosa decidida. Miramén habia tomado Zacatecas por sorpresa i tando poco para apresar al mismo Juarez. Sin embargo, en Sa Jacinto habfa sufrido una derrota, tras la cual Escobedo habia man. dado fusilar a ciento nueve franceses en virtud de la ley del 25 de enero de 1862. Se dio orden a Miram6n de marchar a Querétaro, donde ya estaba el general otomf Tomas Mejia, figura popular en esta ciudad. También la brigada de Ram6n Méndez, que habia combatido en Michoacan, se puso en camino hacia alla. EI 13 de febrero el emperador, a la cabeza de una columna de caballeria e infanterfa que llevaba algunos cajiones, salié de la capital por la garita de Vallejo, con destino a Querétaro. Su peque- fia fuerza consistia en las siguientes unidades: Efectivos Guardia municipal a pie 461 14 batallén de linea 200 15 batall6n de linea 300 Guardia municipal montada 100 Piquete del ler. regimiento de caballeria 20 7° regimiento de caballeria 94 9° regimiento de caballeria 125 Divisién Garcés 165 Seccién de sanidad at 1499 Total 104 Oficiales del ejército imperial (INAH) La artillerfa estaba compuesta de dos obuses de quince centime- tos, cuatro piezas de ocho centimetros y dos obuses de montafia, Con un total de noventa y cuatro artilleros. Los segufan el tren de bagajes y una columna con municiones de reserva.° . Después de la retirada de los franceses, el emperador quiso que su Sército nacional” fuera dirigido exclusivamente por mexicanos. a Conde Khevenhiiller y sus hiisares rojos tenian que quedarse en 4 capital, a pesar de su deseo expreso de acompaijiar al soberano.° onto Maximiliano se arrepentirfa de esta resoluci6n tomada por Motivos “nacj ‘ wee P : tivos “nacionalistas”, porque debilité la fuerza combativa de SUS tropas. 105 Manuel Garcia Aguirre, ministro de Instrucci6n y Culto, ministro de Justicia en Querétaro (Aubert, 1867. seccién, MRA) Como también en Querétaro tuvo que gobernar, Maxim a necesitaba la contrasefia de un ministro. Con este fin llevo 2’ ministro de Justicia e Instruccién, Manuel Garcia Aguitt. ee tendria poca oportunidad de desarrollar en Querétaro actividad i propias de su ministerio. Sin embargo, Maximiliano aprovech® e presencia para dirigirle cartas con declaraciones politicas ae publicaron en el Boletin de Noticias. Garcia Aguirre, vasco ee to y sarcdstico, se haria popular en Querétaro arrimando ¢! bro, ayudando a levantar barricadas y parapetos. 106 Santiago Vidaurri (1808-1867). General imperial; en las tltimas semanas del Imperio, nombrado por Maximiliano presidente del consejo y ministro de Hacienda (MV) Vasallo de dudosa lealtad fue el general Santiago Vidaurri.’ El re- giomontano, que de joven habia sido escribano de prision, alcanz6 répidamente gran influencia politica. Se sum6 a la causa liberal, conquistando en 1855 Monterrey por sus propias fuerzas y procla- mandose gobernador del estado de Nuevo Leon. Al principio Juarez utiliz6 los servicios del influyente cacique, pero pronto se produjo la ruptura. Vidaurri se adhiri6 al Imperio, pero cuando se preveia el ocaso del mismo, pens6 en nuevas oportunidades politicas. Al igual que Marquez, fue a Querétaro muy a pesar suyo, sin inten- cién de quedarse hasta el triste final. No obstante, el eficiente self- made-man tuvo ocasién de demostrar sus multiples talentos. Fue Tesponsable no sdlo de la recaudacin de préstamos forzados, sino también del abastecimiento de las tropas; Ileg6 a ser el gran orga- hizador de los imperiales. 107 El Principe Félix de Salm: Nacido en Westfali Parte de Prusia), fg Beneral americano en la guerra de Secesién, Coronel de ejército nacional Mexicano y ayudante de campo de Maximiliano (Aubert, srs, seccién ampliada) iM a ( Entonces En un principio, Maximiliano habia meena see Salm Salm. Sin embargo, como coronel del Estado — ay mi, el principe, a pesar de ser Prusiano, pudo ee nsiguié Teg cién. En Querétaro el arist6crata de vieja ree Tenfa yam a ser la persona de maxima confianza de ae ; oe pasado aventurero como mercenario. Nacido en anwar de Ansholt (Westfalia), ingres6 en el ejército de Au: * erandes 2h guerra de Crimea, del cual se le expuls6 debido a 7 ane das. En la guerra de Secesién norteamericana, ean ericana Inés fria y al lobbying (cabildeo) de su esposa norte military oi ascendié a general de brigada e inclusoa goberna 2 militar, se 1 de Georgia del Norte. En 1866, estando sin empleo | gra e ane jonal con ¢ lad6 a México, donde ingresé en el ejército nacion de coronel, 108 José Luis Blasio (1842-1923). Secretario particular de Maximiliano, autor del libro Maximiliano intimo, Paris y México, 1905 (INAH) Entre los mexicanos civiles que siguieron a Maximiliano a Que- rétaro se encontraba su joven secretario particular, José Luis Blasio, cuyo libro Maximiliano intimo, que se publicé hasta 1905, descri- be la marcha de Querétaro desde la perspectiva del admirador leal y agradecido que siguié siendo hasta el final. Blasio, pequefio de estatura pero terco de mente y siempre muy cortés, fue una de las Personas de confianza de Maximiliano, su sombra, que no se apar- taba de su lado. Se alojé siempre puerta a puerta con él y conocié Sus costumbres y necesidades. 109 Doctor Samuel Basch, médico superior con rango de capitén en el cuerpo de voluntarios austriacos, después médico particular del emperador (CP) Como tinico europeo civil, aparte del camarista Grill y el coc: nero Tiidés, acompafié a Maximiliano su médico particular, dor tor Samuel Basch, quien en 1868 publicé unas memorias detall das en forma de diario? Curiosamente, varios afios después & * muerte se publicé otra version, mucho mas corta y en parte dis ae del libro original, en el diario vienés Wiener Journal." ee pr rca on ls pnts ries. los Recuerden ones: el autor, los cuales sirvieron pale 08 de México, publicados también en espaiiol. 110 Iglesia principal de San Juan del Rio (Y) En aquella €poca, un viaje de México a Querétaro en diligencia normalmente duraba dos dias. Sin embargo, la columna imperial, jinetes, carros e infanteria, necesité una semana entera para reco- Trer estos 200 kil6metros. El mismo dia de la partida, en Tlalnepan- ua, la vanguardia avist6 exploradores republicanos. La hacienda La Lecheria habia sido ocupada por seiscientos hombres del jefe guerrillero el Fragoso, los cuales sélo se retiraron tras un ataque de infanterfa de la guardia municipal de México. El 6 de febrero, cuando llegaron las fuerzas imperiales sin novedad al pueblito de San Miguel de Calpulalpam, tuvieron que luchar contra doscien- tos Jinetes irregulares de los jefes guerrilleros liberales Cosio y lista, que desde la cuesta de Pajaritos intentaron impedir el paso de las tropas imperiales con un nutrido tiroteo, pero huyeron ante un ataque de los tiradores imperiales. A las dos de la tarde, una vez oe el paso con pocas victimas, la columna lIleg6 a Arroyo- ‘ Co, donde, en la casa de diligencias, consumié un almuerzo Preparado con anterioridad para los republicanos. lll EL EMPERA DDR al efército mexican, ORDEN DEL Dia. Loy me pongo altreate y tomo cl mando de nuestro | que apenas ah maees hace podia principiar 4 reunirse yé fiérst sc Exte dia lo deseaba YO ardientemente desde hace mucho tj." | po. Ubstienlos ajenus de mi voluntad me detenian, Ahora fy bre de todos los comprosmisos, puedo seguir.solamente mis tenth tients de bucno y (iel patriota. Nuestro deber como leales cig, dadanos NOS obliga ¢ combatir por los dos principios mas agra. dos del pais: por su independencia, que se ve amenazada por hom,| bres que sus miras egoistas quieren negociar hasta con el territo. rio nacional_y por el buen drden interivr que veemos cada dia ofendidy de th mancra mas cruel para nuestros compatriotas pa- cificos. Libre nuestra accion de todo influjo, de toda presion es. trangera, buscamos el mantener alto el houor de nuestra gloriosa bandera nacional. | Espero que los generales dardo 6 los oficiales y estos 4 sus bi-| zarras tropas el digno ejemplo dé la mas estricta obediencia y do) la mas rigida disciplina como es debido 4 an ejército que debe senlzar la dignidad nacional. Del valor y arrogaucia no necesito | hablar 4 los mexicanos siendo un patrimonio nate de nuestro pais. Be nombrado al valiente general Marquez, jefe de mi estado mayor y repartido el ejército en tres cucrpos, dando el mando del primero al bizarro general Miramon, deyando el mando del segun- do 4 su jefe actual y el del tercero al intrépido genersl Sejia, Espero tambien de an dia 4 otro la iegada del denodado gene ral Méndez con sus fieles y sufridas tropas que tomaréa su luger en el segundo cuerpo. . : Ya me acompaha tumbien el patriota general Vidaurri pars or sanizar cuanto antes sus tropas y abrir la campaha del Roe Confiemos en Dios que proteje y protejeré 4 México y con tamos valiente y tenazmente con nuestra sagrads invocacion. “Viva la Jadependencis,”+--F irmado. Masximiliano. San Juan del Rio, Febrero 17 de 1867. Orden del dia de Maximiliano al ejército nacional del 17-02-1867" 112 17 de febrero en San Juan del Rio, la tltima poblacién im- ortante en el camino a Querétaro, el emperador mand6 publicar una orden del dia en la que, antes de entrar en esa ciudad, puso las cosas en su punto: El mismo —a pesar de no tener practicamente ninguna experiencia de guerra— seria generalisimo del recién for- mado ejército nacional. Retirados los franceses, los mexicanos y su emperador estaban libres “de toda presién extrangera” y jun- tos mantendrian en alto el honor de su bandera. El general Marquez seria jefe del Estado Mayor y no, como habia esperado, coman- dante en jefe del ejército. Miramon estarfa al frente del primer cuer- po del ejército, Severo del Castillo mandaria al segundo y Mejfa al tercero. El general Méndez llegarfa con sus aguerridas tropas des- de Michoacén para reforzar a las tropas de Castillo. Del general Vidaurri, que era atin gobernador del estado de Nuevo Le6n, Maxi- miliano presumia —vana esperanza— que llevarfa a sus propias tropas a una campaijia del norte. Lo que el emperador interpretaba en forma positiva y optimista, es decir, la retirada de las tropas francesas, era en realidad el prin- cipio del fin del Imperio, que s6lo se mantenfa gracias al apoyo de las armas galas. Pero en estos momentos eufdricos Maximiliano estaba Ileno de esperanza. Mando a su secretario, el padre Agustin Fischer, quien se encontraba en la capital, que le enviara la mayor cantidad posible de los “pesos fuertes” con su efigie, recién acu- fiados, para propagar la imagen del Imperio entre la gente, y que pusiera en camino a Querétaro a los “htisares rojos”. Ni los pesos ni los htingaros llegaron jamas. El Feonte ah baron tela Compares ibe eee Somenrnr. PONTENTE Mapa d le la ciudad de Querétaro (1796) 114 15 l

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