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La Paradoja de Abilene describe cómo un grupo puede tomar una decisión que nadie realmente quiere solo para complacer al grupo. Específicamente, un grupo de personas en Abilene, Texas decidió ir a la ciudad de Abilene en un día caluroso a pesar de que ninguno quería ir originalmente. Esta paradoja muestra cómo la presión social puede llevar a un grupo a tomar una decisión en la que ningún miembro individualmente estaría de acuerdo. Similarmente, el autor describe un proyecto en su trabajo que se expandió más allá de lo posible solo debido a
La Paradoja de Abilene describe cómo un grupo puede tomar una decisión que nadie realmente quiere solo para complacer al grupo. Específicamente, un grupo de personas en Abilene, Texas decidió ir a la ciudad de Abilene en un día caluroso a pesar de que ninguno quería ir originalmente. Esta paradoja muestra cómo la presión social puede llevar a un grupo a tomar una decisión en la que ningún miembro individualmente estaría de acuerdo. Similarmente, el autor describe un proyecto en su trabajo que se expandió más allá de lo posible solo debido a
La Paradoja de Abilene describe cómo un grupo puede tomar una decisión que nadie realmente quiere solo para complacer al grupo. Específicamente, un grupo de personas en Abilene, Texas decidió ir a la ciudad de Abilene en un día caluroso a pesar de que ninguno quería ir originalmente. Esta paradoja muestra cómo la presión social puede llevar a un grupo a tomar una decisión en la que ningún miembro individualmente estaría de acuerdo. Similarmente, el autor describe un proyecto en su trabajo que se expandió más allá de lo posible solo debido a
Creo que antes de comenzar, lo más sano es definir con claridad el
concepto de paradoja. Una paradoja viene del latín Paradoxum, que puede ser traducido como “opiniones contrarias”, sin embargo, nosotros la podemos identificar más fácilmente como aquel “acertijo” para el cuál no podemos encontrar una solución lógica. A continuación, algunos ejemplos de paradojas:
- Cuando se han reemplazado todas las partes de un barco, ¿sigue
siendo el mismo barco? - ¿Es cierta una afirmación sobre algo que no existe?
Sin embargo, una paradoja se puede volver más compleja cuando
agregamos el factor humano, en éste incluimos la voluntad y la razón de las personas como individuos y el pensamiento colectivo de un grupo completo La paradoja de Abilene es un ejemplo claro de lo volátil que puede ser la voluntad humana y, sobre todo, nos brinda un claro ejemplo de lo que puede generar la presión social en el pensamiento de grupo. En el video visto en clase, podemos identificar varios factores externos muy interesantes: El clima caluroso de Texas, la tarde de callada y “aburrida”, y el sentir del paso lento del tiempo. Por otro lado, encontramos factores inherentes a las personas del grupo, por ejemplo, el lenguaje corporal de todos los integrantes, el posible dese de complacer a sus pares, el concepto de “paseo familiar” que están viviendo en ese momento, etc. Sin embargo, cuando llega el momento de tomar la decisión de ir o no a Abilene, podemos notar que el lenguaje corporal comienza a hablar por sí mismo, las miradas y los tonos de voz cambian y es notable el titubeo al hablar. Todo esto puede delatar las verdaderas intenciones de los integrantes de todos los individuos del grupo y, al final, siempre decidir algo con lo que en realidad ningún miembro del mismo está de acuerdo. Este fenómeno es explicado por la psicología social cognitiva, e indica que las personas suelen sentirse desanimadas, o incluso en riesgo de sentirse aislados del grupo al que pertenecen por actuar en contra de las tendencias del mismo. Comportamientos como este pueden ser explotados en muchos sentidos, los políticos e influenciadores tienden a utilizar la presión social para estimular a grupos grandes de personas y lograr inclinar las voluntades a favor de su ideología. Otro ejemplo puede verse todos los días en las redes sociales con sucesos globales que inclinan la balanza de la opinión pública masiva hacia un lado u otro, y en donde es observable la presión social para conseguir una opinión grupal que habla al unísono. Esto es un ejemplo claro de la ingeniería social que expertos aplican a las masas a diario. Personalmente, sucedió un ejemplo similar al que vimos en clase: El proyecto imposible. La idea original se definió con un alcance posible y dimensionado de acuerdo con la realidad de la infraestructura que se tenía a mano. El proyecto consistía en el monitoreo proactivo de todos los equipos y enlaces a nivel nacional que tiene Tigo en sus tres operaciones (Tigo Móvil, Tigo Business y Tigo Star). Después de muchas discusiones técnicas, dimensionamiento de recursos físicos, convergencia de recursos lógicos entre las diferentes unidades de negocio se llegó a un consenso con el que todos estábamos auténticamente de acuerdo. Semanas después, se recibió la instrucción de tener que modificar el alcance y, en lugar de monitorear solo la operación, ahora se debía monitorear también los enlaces y equipos de todos los clientes de Tigo Business. En términos puntuales, de monitorear un aproximado de cuatro mil objetos, ahora había que monitorear un poco menos de quince mil. Todos en la sala sabíamos que técnicamente no era factible. Los recursos y el tiempo que teníamos no eran suficientes, y la convergencia a nivel lógico de todas las redes era simplemente imposible. Nadie dijo nada, todos asentimos y nos pusimos a trabajar bajo la idea flotante de “puede que si se pueda”, cuando en el fondo todos sabíamos que no era posible. Pasó el tiempo, hubo más reuniones y más discusiones, pero nadie miraba la luz del caso. Era un proyecto muy ambicioso, que de haber sido completado hubiese dejado en alto el nombre de todos los integrantes del equipo. Lastimosamente yo salí de la operación de Tigo en ese momento y el proyecto quedó en manos del equipo. Supe después que el proyecto volvió a tener su alcance original y que el directivo había caído en razón sobre todas las condiciones de fracaso para el alcanza nuevo. En fin, concluyo con que nadie está exento de vivir la Paradoja de Abilene y que lo importante es saber identificar el momento en el que ésta se da para levantar la mano a tiempo y evitar la toma de decisiones que pueden ser perjudiciales para uno y para el equipo.