Las larvas y parásitos astrales te persiguen porque así obtienen alimento
para su supervivencia. ¿Sabes por qué están a tu alrededor y son tan obsesivos? Por el manjar tan exquisito que les representan tus pensamientos y emociones. Si padeces de dolores de cabeza, te dan pesadillas, tienes náuseas, sientes piquetes en el cuerpo o te aparecen moretones sin causas físicas aparentes, es porque hay larvas y parásitos energéticos a tu alrededor. Esos virus ejercen un fuerte impacto sobre tu bienestar físico provocándote diversas alteraciones. Tu familia, principalmente los niños, están expuestos a los parásitos porque tu ambiente es el mismo de ellos, no lo olvides. De hecho, todo el plano terrestre está plagado de esas energías negativas. Tienes que hacer algo al respecto, pero con premura.
Los implantes son promesas, juramentos, votos de pobreza, castidad,
obediencia, etc., etc., contratos de todo tipo que hiciste y dejaste inconclusos con amigos, enemigos, familiares, conocidos, desconocidos, hermandades espirituales, asociaciones civiles, militares, religiosas, etc., etc., en tu presente vida y en las pasadas. Cuántas veces, en los cientos o miles de años de existencias, no habrás dicho con toda solemnidad lo siguiente, por citar un mero ejemplo: «Juro por mi alma y mi espíritu inmortal que dedicaré toda mi vida al servicio de ¿…? hasta el fin de los tiempos». ¡Órale, todos los vellitos de la piel se me erizaron! Y cuántas veces no se escuchó una voz como de trompeta remachando lo antes dicho por ti: «Aunque te escondas en los abismos del océano, aunque vueles por encima de la montaña más alta, aunque estés en el fondo del infierno, yo te buscaré y te recordaré tu juramento» ¡Ups!, otra vez se me erizaron los vellitos. ¿Te imaginas lo grave del asunto? Y es que esos juramentos o acuerdos te seguirán siempre como una sombra; no dejarán nunca de afectarte porque te mantienen abierto a reclamos por toda la eternidad. Los que manejan esos controles, hablo de quienes los implantan y a quienes les “debes” algo, tienen acceso a tus áreas energéticas por medio de tus sueños y en tu diario vivir, esa es la causa de tu interferencia espiritual. ¿Entonces qué? Tus contratos siguen vigentes, ¿qué vas a hacer con ellos? Los dispositivos o implantes de limitación se encuentran todavía en su lugar, adentro de tu persona. Ese es uno de los motivos por lo que estás obligado a regresar a la dimensión física en un cuerpo, otro y otro hasta no haber cumplido con tus compromisos, ¿entiendes? Creo que tienes que hacer algo al respecto urgentemente. A mí mismo me impresiona que tengas tanta tarea pendiente y tú como si nada. Pareces un estudiante desobligado que no le importa reprobar. ¿Te das cuenta?
¿Sabes qué es el miedo? Es una vibración negativa, una sensación de
entender mal la vida y sus propósitos; es un velo de energía compuesto por un campo de pensamientos y sentimientos mortales que el humano teje con su propia discordia. Ese grueso manto se ha convertido en un muro que separa la conciencia evolutiva del hombre y la llama divina de su real Ser. Las energías que componen el miedo son el resentimiento, orgullo, prejuicio, gula y codicia, entre otros. Miedo es incertidumbre y ansiedad que te brotan espontánea e inconscientemente al separarte de tu alma. El miedo es el peor de los implantes de limitación que anidan en tu corazón, ¿qué tal?, y lo asumiste al ignorar las leyes cósmicas y por tu incredulidad. Primero, tu desesperación se generó porque no percibías claramente el plan divino para con tu persona al suponer equivocadamente que estabas solo en el universo. Y en esa disposición de ánimo de persistente soledad, escasamente te diste cuenta de tu verdadera identidad. Tienes miedo a expirar porque piensas que ya no formarás parte de la gran corriente de lo conocido. Cuando entiendas que la experiencia del nacimiento y el proceso de la muerte física no difieren una de la otra comprenderás que lo que en verdad es ‘vida’ no puede dejar de existir jamás. Si generas miedo atraes hacia tu persona la vibración negativa de los demás. Cada vez que piensas o sientes temor fortaleces la forma misma del terror, porque el magnetismo del miedo está directamente relacionado con el número de veces que la idea es alimentada por tu propia mente. Todos tus pensamientos y sentimientos negativos atraen parásitos y virus energéticos que penetran en tu cuerpo y se alimentan precisamente de esa energía que tú les proporcionas sin darte cuenta. Cualquier virus que se te manifieste en el cuerpo físico, primero lo absorbiste a nivel etérico o energético. La vulnerabilidad de una región determinará el lugar de entrada del virus; lo mismo sucede a través de tus emociones y tu mente. Se manifieste donde se manifieste una enfermedad, el último lugar en el que se materializa es en tu cuerpo físico. Tus pensamientos, sentimientos, lo que comes, lo que bebes, las cosas a las que te expones en forma de ambientes positivos o negativos, etc., terminan influyendo sobre tu cuerpo. Lo más difícil de manejar en estos momentos por los implantes que llevas dentro son tus emociones, pues ellas rigen la mayor parte de lo que expresas y sientes respecto a la motivación de tus acciones. Tus creencias ejercen un 4 Ingeniería del Ser decidido impacto sobre tu cuerpo. El primer paso para tu recuperación integral es que comprendas la motivación que hay detrás de tus actos. Cuando entiendas el modo en que tus emociones gobiernan tu comportamiento comprenderás los mecanismos que se disparan en tu físico, en tu mente y tu espíritu. Al infectarte de energías negativas te desconectas de tus seres queridos y del mundo en general y te vuelves cada vez más huraño, te tortura el pasado y tus miedos crecen pensando que un día arderás en las calderas del infierno, temiendo siempre morir de una forma espantosa por tus acciones, etc., de esa manera, inconscientemente llevas tu alma torturada hasta un plano conocido como el limbo, en el que yace por eras, mientras esperas la venida del salvador que te llevará al cielo según tú. Bueno, es que eso te enseñaron, ¿no? Los parásitos que traes adheridos a tu cuerpo y campo energético se alimentan de tus adicciones, de tu forma de pensar y de actuar. Para muestra basta un botón: fíjate que existe un tipo de parásito muy extraño que se especializa en “desmantelar”, más bien a ‘comerse’ tu sistema energético de prosperidad, consciencia superior y amor incondicional, ¿cómo la ves? Urge que aprendas a ver más allá de lo que tus ojos te muestran. ¿O piensas seguir siendo hasta el fin de los tiempos ‘alimento’ de gusanos energéticos? Ya estuvo, ¿no?