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MINERALES: LOS COMPONENTES DE LAS ROCAS

GUIÓN-ÍNDICE:

1. Conceptos de cristal, mineral y roca.

2. Red espacial y coordinación de un cristal (resumen)

3. Estabilidad e inestabilidad mineral: Isomorfismo y polimorfismo.

4. Los silicatos: clasificación estructural.

5. Principales minerales petrogenéticos no silicatados. Clasificación de STRUNZ

6. Procesos geológicos formadores de minerales y rocas.

7. Principales recursos minerales y materias primas críticas (solo intro.).

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1. CONCEPTOS DE CRISTAL, MINERAL Y ROCA

Una roca se puede definir como un agregado natural y más o menos compacto de
minerales (aunque hay algunas rocas formadas sólo por un mineral), que ha sido
originado por un mismo proceso geológico, ya sea externo o interno.

Un mineral se define como una sustancia natural, sólida, normalmente de origen


inorgánico (es decir, no producida por seres vivos), de composición química definida (en
sentido amplio) y generalmente cristalizada, aunque hay algunos minerales amorfos,
llamados también mineraloides.

Los minerales se transforman fácilmente en otros principalmente por dos tipos de


fenómenos:

1) Cambios en la composición química.


2) Cambios en la estructura cristalina, que a su vez están muy influenciados por
las condiciones termodinámicas a las que se ve sometido el mineral. Por tanto, hay
diferentes minerales que comparten la misma composición química pero tienen distinta
estructura: ver apartado 3.

Un cristal es un fragmento de materia cristalina que presenta forma poliédrica. La


materia cristalina, a diferencia de la amorfa, tiene todos sus átomos o moléculas
ordenados en el espacio, cumpliendo cuatro propiedades básicas:

1) Periodicidad: Los puntos materiales (nudos) del cristal se repiten


periódicamente. A la distancia entre los nudos se le llama traslación o PIU (periodo de
identidad unidad).

2) Simetría: Los nudos guardan entre sí relaciones de simetría que


posteriormente se estudiarán.

3) Homología: Tomado un nudo cualquiera como origen, habrá dos nudos


homólogos que distan lo mismo del nudo origen.

4) Anisotropía: Muchas características de la red cristalina guardan relación con


la dirección, como por ejemplo la distancia entre diferentes nudos. La anisotropía va a
ser muy importante en la transmisión de la luz, que se va a producir con distintas
velocidades según la dirección atravesada.

Para la buena formación de cristales, además de una composición química lo más pura
posible, presión y temperatura adecuadas, se necesita suficiente espacio y tiempo. A los
cristales bien visibles a simple vista se les denomina fenocristales, mientras que a los
visibles sólo al microscopio se les llama microcristales o materia criptocristalina.

2. RED ESPACIAL Y COORDINACIÓN DE UN CRISTAL

Se llama red espacial de un cristal a un sistema infinito de puntos materiales (nudos)


ordenados en el espacio siguiendo criterios de periodicidad. En la red espacial se pueden
distinguir tres niveles de complejidad:

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1) Fila reticular: Se forma uniendo los nudos colocados en una sola dimensión
del espacio. Por tanto, los nudos se repiten a intervalos regulares en determinada
dirección.

2) Plano reticular: Se consideran todos los nudos situados en el mismo plano; es


decir, se toman dos dimensiones espaciales. Hay cinco tipos de planos reticulares:

a) cuadrado, cuando los dos PIU son iguales y el ángulo que forman es
de 90º.
b) rómbico, cuando los dos PIU son iguales y el ángulo es diferente a 90,
60 o 120º.
c) hexagonal, cuando los dos PIU son iguales y el ángulo que forman es
de 60 o 120º.
d) rectangular, cuando los dos PIU son diferentes y el ángulo es de 90º.
e) romboidal u oblicua, cuando los dos PIU son diferentes y el ángulo es
distinto de 90º.

3) Red o malla cristalina: Se considera la distribución de los nudos en las tres


dimensiones espaciales. A partir del apilamiento de los cinco tipos de planos reticulares,
BRAVAIS en 1850 estableció 14 tipos de redes, llamadas redes de Bravais.
Las redes de Bravais se pueden dividir en 7 grupos de acuerdo con las características de
sus lados y ángulos. Así tenemos:

1) Redes triclínicas: Los tres lados son distintos y los tres ángulos son distintos
entre sí y a 90º.

2) Redes monoclínicas: Los tres lados son distintos, dos ángulos son rectos y el
otro es diferente a 90º.

3) Redes rómbicas: Los tres lados son distintos y los tres ángulos son de 90º.

4) Redes trigonales o romboédricas: Los tres lados son iguales y los tres
ángulos iguales entre sí, pero diferentes de 90º.

5) Redes hexagonales: Dos lados iguales y uno diferente. Dos ángulos rectos y
el otro de 60 o 120º.

6) Redes tetragonales: Dos lados iguales y uno diferente, los tres ángulos son de
90º.

7) Redes cúbicas: Los tres lados iguales y los tres ángulos de 90º.

Las redes cristalinas vienen determinadas por la llamada celda unidad o celdilla
elemental, que es la porción de menor volumen típica de la red (mínimo 8 nudos), cuya
repetición en el espacio forma la red completa.
En las celdas unidades se distinguen varios elementos de simetría:

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1) Ejes de simetría: Son líneas imaginarias que al hacer girar el cristal a su
alrededor 360º se repite la misma figura dos o más veces. Si se repite dos veces se llaman
binarios (E2), tres veces ternarios (E3), cuatro veces cuaternarios (E4) y seis veces
senarios (E6).
2) Planos de simetría: Son superficies imaginarias que dividen al cristal en dos
mitades simétricas o imágenes especulares. Estos planos serán perpendiculares a ejes de
orden par (2, 4 o 6).
3) Centro de simetría: Es un punto imaginario del interior del cristal, que une
puntos homólogos (original y simétrico) y se encuentra a la misma distancia de ambos.
Por combinación de los diferentes elementos de simetría se obtienen 32 clases de
simetría, que se agrupan en 7 sistemas o singonías cristalinos:

Nombre Constantes Fórmula de Formas Redes


cristalográficas simetría máx. típicas Bravais
Cubo, octaedro,
a=b=c 4 E3 + 3 E4 + 6
Regular o cúbico tetraedro, 3
 =  =  = 90º E2 + 9 P + C
dodecaedro
a=bc 4 2
1 E + 4 E + Prismas y pirámides
Tetragonal 2
 =  =  = 90º 5P+C tetra y ditetragonales
a=bc
1 E6 + 6 E2 + Prismas y pirámides
Hexagonal  =  = 90º  = 60 1
7P+C hexa y dihexagonales
o 120º
Romboedro, prismas
Trigonal o a=b=c 1 E3 + 3 E2 +
y pirámides tri y di- 1
romboédrico ( =  = )  90º 3P+C
trigonales
abc 2
3 E + 3 P + C Prismas y pirámides
Rómbico 4
 =  =  = 90º rómbicas
abc Prisma oblicuo de
Monoclínico 1 E2 + 1 P + C 2
 =  = 90º   base rectangular
abc
Triclínico C Pediones 1
      90º

Las clases de simetría que poseen todos los elementos se llaman holoedrías, las que
tienen menos elementos que la fórmula máxima se llaman meroedrías, mientras que las
que tienen sólo la mitad de elementos reciben el nombre de hemiedrías.

En un cristal real los nudos de la red espacial están ocupados por átomos o por iones,
que se relacionan entre sí mediante enlaces químicos (Cristaloquímica). Los enlaces
pueden ser iónicos, covalentes, metálicos o residuales. Cuando un cristal sólo tiene un
tipo de enlace se le llama homodésmico, mientras que si posee varios tipos recibe el
nombre de heterodésmico. A la manera de relacionarse se le llama coordinación.

En Cristaloquímica se cumplen tres principios:

1) Principio de neutralidad: El número total de cargas positivas debe ser igual


al de cargas negativas.

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2) Principio de densidad: Los átomos tienden a colocarse de la forma más
densa posible, de modo que ocupen el mínimo espacio. Así, cada ion tiende a estar
rodeado de tantos iones de signo contrario como permita su tamaño.
3) Principio de máxima simetría: La estructura adquirida por la red tiende a ser
la de mayor simetría posible.

Al número de átomos o iones que se unen a uno dado se le llama número de


coordinación. Una vez elegido el átomo coordinador a los que se unen con él se les
llama coordinados. Estos átomos forman una figura o poliedro de coordinación.

Cuando los átomos se unen mediante enlaces iónicos se habla de coordinación iónica.
Aquí se asigna el papel de coordinador al catión (mayor tamaño) y el de coordinados a
los aniones (de menor tamaño). Esta coordinación se establece mediante la relación radio
del catión / radio del anión, conocida como regla de los radios (ver tabla 1).

TABLA 1

Radio catión/radio anión Número de coordinación Figura de coordinación

Inferior a 0’155 2 línea recta


De 0’155 a 0’225 3 triángulo equilátero
De 0’225 a 0’414 4 tetraedro
De 0’414 a 0’732 6 octaedro
De 0’732 a casi 1 8 vértices de un cubo
Igual a 1 12 centros de aristas del cubo
(compacto)

Para los cationes, que pierden electrones de su envuelta externa, el radio iónico es menor
que el propio radio atómico, mientras que para los aniones, que adquieren dichos
electrones, el radio iónico es mayor que su radio atómico (ver tabla 2).

TABLA 2

Ion Radio (Å) Ion Radio (Å) Ion Radio (Å)


N5+ 0’13 Al3+ 0’51 K+ 1’33
C4+ 0’16 Fe3+ 0’64 F- 1’35
B3+ 0’23 Mg2+ 0’66 O2- 1’40
S6+ 0’30 Fe2+ 0’74 OH- 1’40
P5+ 0’35 Na+ 0’97 S2- 1’74
Si4+ 0’42 Ca2+ 0’99 Cl- 1’81

Lo realmente significativo para que dos iones puedan intercambiarse en una red cristalina
es su radio iónico. Siempre que la diferencia de radios iónicos sea pequeña (menos del
15% del radio menor) la sustitución se da fácilmente. Si la diferencia es entre el 15 y el

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30% del radio menor la sustitución todavía es posible, mientras que si la diferencia es
mayor del 30% la sustitución es complicada.

La coordinación covalente se determina por el número de orbitales de enlace y su


dirección. Los números suelen ser 2 (lineal o angular), 3 (triangular o en forma de
pirámide trigonal), 4 (cuadrada o tetraédrica), 5 (en forma de pirámide tetragonal o de
dipirámide trigonal), 6 (octaédrica o en prisma trigonal), 8 y 12.

En la coordinación metálica, dado que los cationes metálicos enlazados son similares en
tamaño, el número de coordinación suele ser 8 o 12.

3. ESTABILIDAD E INESTABILIDAD MINERAL: ISOMORFISMO Y


POLIMORFISMO

Entre las numerosas leyes fundamentales que permiten una interpretación racional de los
procesos geológicos, una de las más aplicadas es la de Estabilidad Mineral, que dice:

“Que un mineral es químicamente estable mientras no cambien las condiciones de


presión, temperatura y ambiente químico imperantes durante su génesis”.

A medida que las mencionadas condiciones varíen, el mineral tenderá a modificar sus
características para adecuarse a la nueva situación.

El término isomorfismo fue introducido por MITCHERLICH en 1819, cuando se refiere


a minerales que presentan igual forma, pero diferente composición química. Años más
tarde (GOLDSCHMIDT, 1926) se define como sustancias que teniendo fórmula química
análoga (mismo número de átomos, de cationes y de aniones) presentan analogía en la
estructura cristalina: celda unidad semejante, con los átomos o iones situados
análogamente.

Actualmente, se considera isomorfismo toda variación química pero conservándose en lo


fundamental la estructura cristalina. El isomorfismo, según la valencia de los iones
sustituidos, puede ser de dos tipos:

1.- Isovalente: Cuando se sustituyen iones de igual valencia y signo, como por
ejemplo la serie isomórfica de los olivinos: fayalita (Fe2Si O4), olivino común (Mg,Fe)2
Si O4 y forsterita (Mg2 Si O4), donde se sustituyen iones de Fe2+ por Mg2+.

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Otro ejemplo es el isomorfismo entre la siderita (FeCO3), la magnesita (MgCO3) y la
calcita (CaCO3), con sus variedades intermedias. Todos del sistema trigonal.

En el sistema CaCO3-MgCO3-FeCO3
existe una solución sólida muy pequeña
para la calcita CaCO3, una serie
extensiva entre la dolomita
(CaMg(CO3)2 y la anquerita
(CaFe(CO3)2 y una serie completa entre
la magnesita MgCO3 y la siderita
FeCO3.

Los minerales y las rocas, como


cualquier sistema, tienden hacia el
estado de mínima energía, que es el
más estable para sus constituyentes.

2.- Heterovalente: Cuando se sustituyen iones de distinta valencia, pero con la


condición de que haya compensación de cargas con otra pareja de iones. Un ejemplo
muy conocido es el de las plagioclasas, donde se sustituyen iones Na+ por Ca2+ y a la
vez se cambia Si4+por Al3+, manteniéndose constante el número de cargas positivas.

Otro ejemplo ocurre en la fluorita,


donde se sustituye Ca2+ por
cationes trivalentes y, a la vez, se
sustituye iones F- por O2-, o entran
nuevos iones flúor.

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El término polimorfismo se refiere a que una sustancia química puede disponerse en
distintas estructuras cristalinas, ya sea de diferentes sistemas cristalinos o del mismo
sistema, pero con distinto número de
coordinación.

En esta figura se han representado el sistema


compuesto por C cuyas fases son diamante,
grafito, carbono III y líquido. De los dos
polimorfos de carbono comunes en la
naturaleza, diamante y grafito, es el primero el
que más amplio campo de estabilidad presenta,
siendo la fase estable a altas presiones, mientras
que el grafito únicamente es estable a bajas
presiones aunque a temperaturas variables.

La existencia de polimorfos está ligada a las


diferentes condiciones termodinámicas que existen en el momento de su formación, así
como a otros factores (pH, presencia de impurezas, tiempo, etc.). De esta manera, el
diamante (C), que cristaliza en el sistema regular o cúbico, requiere para su formación
presiones elevadas, mientras que el grafito, que también es carbono puro, cristaliza en el
sistema hexagonal y requiere presiones bajas y temperaturas variables.

La estructura del diamante muestra un empaquetamiento mucho más compacto que la


del grafito fruto de su estabilidad a más alta presión. El grafito es la fase estable a
condiciones atmosféricas, pero la transformación del diamante a grafito es tan lenta que
no es posible detectarla a escala humana.

Un ejemplo típico es el dimorfismo del carbonato de calcio en calcita, que cristaliza en


el sistema trigonal o romboédrico y de aguas más frías, y en aragonito, que cristaliza en
el sistema rómbico y es típico de aguas termales y géiseres.

Otro ejemplo es el trimorfismo del nesosilicato de aluminio (Si O5 Al2): andalucita


(Al, Al [Si O4] O), que cristaliza en el sistema rómbico con aluminio en coordinación 6 y
5, siendo típico de ambientes metamórficos de baja presión y temperatura; sillimanita
(Al [Si Al O5]), del sistema rómbico con aluminio en coordinación 6 y 4 y típico de altas
temperaturas; y distena o cianita (Al2 [Si O4] O), con aluminio en coordinación 6, que
cristaliza en el sistema triclínico y es típico de altas presiones. En este mineral los iones
Al3+ forman columnas octaédricas en capas onduladas que se unen entre sí por tetraedros
[Si O4]4-, de tal forma que la base de cada tetraedro pertenece a una capa y el vértice a la
capa vecina. En la andalucita, la mitad de los iones de aluminio se halla en un “cerco”
poco común de cinco iones de oxígeno, mientras que en la sillimanita la mitad de los
iones aluminio tienen coordinación cuatro y va formando, junto con iones de sílice,
cadenas continuas de [Al Si O5]3-.

Además de los casos de isomorfismo y polimorfismo, en la Naturaleza se dan casos de


pseudomorfismo cuando un mineral se altera, formándose otro mineral distinto en el

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espacio ocupado por el primero; se conserva así la forma del mineral sustituido, aunque
el mineral sustituto tenga una estructura diferente. Ejemplos típicos de este fenómeno
son la sustitución de pirita por limonita, de fluorita por cuarzo o de calcita por aragonito.

4. LOS SILICATOS: CLASIFICACIÓN ESTRUCTURAL

Los silicatos son los minerales más abundantes en la corteza terrestre (75 % del peso).
Químicamente están formados por óxido de silicio que se combina con otros óxidos: de
Al, Fe, Ca, Mg, Na, K, etc.

Estos minerales se clasifican, según su estructura cristalina, en seis grupos, aunque todos
tienen como unidad estructural los tetraedros de (Si O4)4-.

1) Nesosilicatos: Están formados por tetraedros


aislados, que se unen entre sí a través de cationes.
Su relación Si/O es de 1 4
Ejemplos son el olivino, los granates, el circón, la estaurolita y los
polimorfos del silicato alumínico.

2) Sorosilicatos: Están formados por parejas de


tetraedros que comparten un vértice (oxígeno). Así, su
fórmula esquemática será Si2 O76- y, por tanto, la relación
Si/O es de 1 3,5 o 2 7
Las parejas de tetraedros también se unirán a través de
cationes. Ejemplos son las epidotas.

3) Ciclosilicatos: Están formados por anillos de


3, 4 o 6 tetraedros, de tal forma que cada tetraedro com-
parte dos vértices con sus vecinos.
Su fórmula esquemática será (Si O3)2-. Por tanto, la rela-
1
ción Si/O es de .Los más comunes son los de 6 te-
3
traedros, como el berilo y la turmalina.

4) Inosilicatos: Están formados por cadenas li-


neales de tetraedros.
En las cadenas simples o piroxenos los tetraedros com-
parten dos vértices, mientras que en las cadenas dobles
o anfíboles los tetraedros comparten dos o tres vértices
de forma alternante.
Las cadenas del inosilicato se unen entre sí mediante ca-
tiones, lo que origina una exfoliación prismática.
1
En un piroxeno la relación Si/O es de (Si4 O128-),
3
1
mientras que en un anfíbol la relación es de (Si8 O2212-).
2,75
Ejemplos de piroxenos son la augita y el diópsido, y de

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anfíboles la hornblenda y la actinolita.

5) Filosilicatos: Están formados por capas o láminas de tetraedros en forma de


retículo hexagonal, de tal forma que los tetraedros comparten todos
tres vértices entre sí. Dichas láminas se unen débilmente a través de
cationes, lo que origina una fácil exfoliación de tipo laminar.
Su fórmula esquemática es de Si4 O104-, dándose una relación Si/O de
1
2 5
Ejemplos de filosilicatos son las micas (moscovita y biotita), talco,
minerales arcillosos (caolinita, montmorillonita, sepiolita) y la
serpentina.

6) Tectosilicatos: Están formados por tetraedros dispuestos en armazones


tridimensionales con todos sus vértices compartidos.
1
Su unidad estructural es Si4 O8, con una relación Si/O de
2
Ejemplos son el cuarzo (sílice pura) y sus polimorfos, así como el
ópalo (hidratado y amorfo) y las variedades criptocristalinas, como la
calcedonia y el sílex.

En la estructura de un tectosilicato, al no haber cargas negativas


libres, no tienen cabida los cationes, pero es frecuente que se
sustituyan iones Si4+ por iones Al3+, lo que provoca un déficit de carga positiva y la
entrada de otros cationes, como por ejemplo Na+, K+, Ca2+, etc., dando lugar a las
plagioclasas (de Ca y/o Na), feldespatos (de Na y/o K), con sustitución escasa del Si
por Al, y los feldespatoides (pobres en sílice y ricos en álcalis, con sustitución total del
Si por Al).

Como resumen final, se puede indicar que a medida que la estructura cristalina del
silicato se complica, aumenta progresivamente la relación Si/O y se va pasando de
cationes metálicos (por ejemplo Fe y Mg) a elementos alcalinos o alcalinotérreos (Na, K,
Ca), lo que conlleva una disminución de la densidad de estos últimos minerales.

5. PRINCIPALES MINERALES NO SILICATADOS

Además de los silicatos, existen otros minerales menos abundantes en las rocas, como los
óxidos e hidróxidos (17 % en peso de la corteza), carbonatos (1,7 %), fosfatos (0,7
%), haluros (0,5 %), sulfuros (0,4 %), etc.

Los minerales no silicatados se suelen clasificar, según el tipo de anión presente en el


mineral y por el tipo de red cristalina, en las siguientes clases (STRUNZ, 1938 y 10ª
edición de la IMA (2004):

1) Elementos nativos: A esta clase pertenecen los minerales que son


químicamente elementos químicos, ya sean metales (cobre, oro, plata, etc.), semimetales
(antimonio, bismuto, etc.) o no metales (carbono: grafito o diamante, azufre, etc.). El

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cobre, el oro y la plata cristalizan en el sistema cúbico, mientras que el azufre (S8) forma
un anillo de ocho átomos que cristaliza en el sistema rómbico.
A pesar de su poca abundancia, muchos de ellos son buscados y se explotan sus
yacimientos por su elevado valor económico.

2) Sulfuros y sulfosales: Están formados por combinaciones del anión S2- con
cationes, generalmente metálicos. En la pirita el azufre forma aniones duplicados o
dímeros [S2]2-. Suelen ser menas metálicas y casi todos cristalizan en el sistema cúbico,
excepto la calcopirita (tetragonal) y la galena (trigonal).
Ejemplos muy conocidos son la pirita (Fe [S2]), calcopirita (Cu Fe S2), galena (Pb S),
esfalerita o blenda (Zn S), cinabrio (Hg S), etc.

3) Haluros: Son combinaciones de un halógeno (F-, Cl-, Br-, I-) con cationes
también metálicos, alcalinos o alcalinotérreos.
Los dos haluros más frecuentes son la halita o sal gema (Na Cl) y la fluorita (Ca F2).
Ambos cristalizan en el sistema cúbico y tienen interés económico, en la industria
alimentaria y como fuente de flúor, respectivamente. También cabe mencionar a la silvita
o silvina (KCl).

4) Óxidos e hidróxidos: Son combinaciones de los aniones O2- y/o OH- con
cationes normalmente metálicos. También suelen ser excelentes menas metálicas.
De los numerosos ejemplos de oxihidróxidos cabe destacar el oligisto o hematites (Fe2
O3), la magnetita (Fe3 O4), la goethita (Fe O OH) y limonita (Fe O OH  n H2 O) , la
cuprita (Cu2 O), la casiterita (Sn O2), la bauxita (mezcla de hidróxidos de aluminio, en
realidad se considera una ROCA), el corindón (Al2 O3), etc.

5) Carbonatos y nitratos: Son combinaciones de los aniones carbonato (CO32-),


y nitrato (NO3-), respectivamente con cationes.
De esta clase los más abundantes son los carbonatos, sobre todo los de calcio: calcita y
aragonito, y los de cobre hidratado: malaquita y azurita. Además, cabe destacar la
dolomita, carbonato doble de calcio y magnesio y de origen probable a partir de la
calcita, por diagénesis o por metasomatismo.

6) Boratos: Son combinaciones de los aniones borato (BO33-) (BO45-) (B2O54-),


con cationes. El más conocido es el bórax (Na2B4O7·10H2O, borato de sodio o
tetraborato de sodio hidratado.

7) Sulfatos: Son combinaciones del anión SO42- con cationes generalmente


alcalinos o alcalinotérreos. Los ejemplos más frecuentes son el yeso (Ca SO4  2 H2 O),
la anhidrita (Ca SO4) y la baritina (Ba SO4).

8) Fosfatos: Son combinaciones del anión PO43- con cationes. Un ejemplo


relativamente frecuente es el apatito (Ca5 F (PO4)3). Además del flúor pueden existir
otros aniones acompañantes como Cl-, OH- y O2-.

La clase 10 (la clase 9 son los silicatos) comprende los compuestos orgánicos, como las
sales de ácidos orgánicos, hidrocarburos y otros.

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6. CRISTALIZACIÓN y FORMACIÓN DE MINERALES Y ROCAS

La cristalización, como ya se ha visto en la práctica, depende fundamentalmente de


cuatro condiciones: composición química lo más pura posible, espacio, tiempo y reposo.
Cuanto más lento, tranquilo y largo sea el proceso de cristalización, los cristales tendrán
mayor tamaño, siempre que tengan espacio suficiente para su formación.

Cuando los cristales crecen libremente su estructura interna se manifiesta en una forma
externa regular, el hábito cristalino, que puede estudiarse desde un punto de vista
geométrico. Sin embargo, en la naturaleza los cristales suelen presentar imperfecciones
debido a impurezas u otras causas.

El proceso de formación de minerales y, por tanto, también la cristalización está ligado a


varios tipos de ambientes geológicos, donde existen diferentes condiciones
termodinámicas:
1. Ambiente magmático, en el que ocurre principalmente tres tipos de procesos:

 Solidificación del magma por enfriamiento al ascender éste a través de grietas


(filones) o en grandes masas (plutones). Una solidificación rápida, como ocurre
por ejemplo en las erupciones volcánicas, dificultará el proceso de cristalización.
Al abundar en los magmas la sílice y óxidos metálicos, se originan principalmente
silicatos.
 Por sublimación de gases volcánicos al enfriarse, como ocurre por ejemplo para
el azufre.
 En la mayoría de depósitos de origen hidrotermal se sabe hoy en día que los
fluidos hidrotermales participantes son en su mayoría de origen magmático y que
son los que contienen metales a ser depositados según las condiciones
termodinámicas de éste. La pregunta obvia entonces es en qué momento y por
qué se separa o fracciona una fase hidrotermal de una fase magmática y cómo y
por qué es capaz de secuestrar metales desde el magma.

En condiciones de alta presión y temperatura, un magma posee una alta


solubilidad del agua, solubilidad que decrece con el descenso de temperatura y
más fuertemente con el descenso de presión. Magmas máficos o básicos poseen
mayor solubilidad que los magmas félsicos o ácidos. La pérdida de solubilidad de
un magma y la consecuente partición de agua desde la fase magmática es
denominada "primera ebullición", fenómeno gradual y de poca injerencia.

2. Ambiente metamórfico, donde el principal proceso es la recristalización de


rocas sedimentarias al sufrir un aumento de temperatura en aureolas de contacto.
En ciertas rocas los granos minerales funcionan como núcleos de cristalización
aumentando ésta. Dos ejemplos típicos son las areniscas, que pueden
transformarse en cuarcitas, y las rocas carbonatadas, que se transforman en
mármoles.

3. Alteración hidrotermal: Se entiende como proceso de alteración hidrotermal al


intercambio químico ocurrido durante una interacción fluido hidrotermal-roca.
Esta interacción conlleva cambios químicos y mineralógicos en la roca afectada

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producto de desequilibrio termodinámico entre ambas fases. En estricto rigor,
una alteración hidrotermal puede ser considerado como un proceso de
metasomatismo, dándose transformación química y mineralógica de la roca
original en un sistema termodinámico abierto.

4. Ambiente sedimentario. En él puede ocurrir un proceso de precipitación


química del soluto, generalmente por evaporación del agua. Este será el caso de
los minerales evaporíticos, como el yeso o los cloruros (halita, silvita, carnalita) o
un fenómeno de precipitación bioquímica, por ejemplo por la acción de bacterias
reductoras que convierten sulfatos solubles en sulfuros insolubles. Otro caso
típico es el de las tobas calizas o calcáreas, que se originan por precipitación del
carbonato cálcico alrededor de vegetales que absorben el dióxido de carbono
disuelto en el agua cargada de bicarbonato.

La alteración supergénica es un proceso de reequilibrio de la mineralogía


hipógena (hidrotermal) a las condiciones oxidantes cerca de la superficie terrestre
(sobre el nivel de las aguas subterráneas). La mayoría de las asociaciones de
minerales sulfurados son inestables en estas condiciones y se descomponen
(meteorizan) para originar una nueva mineralogía estable en condiciones de
meteorización.

El proceso de alteración supergénica de depósitos minerales hidrotermales


involucra la liberación de cationes metálicos y aniones sulfato mediante la
oxidación de sulfuros hipógenos (lixiviación).

Vídeos sencillos sobre la formación de las rocas en:


http://ampliabiogeo.blogspot.com.es/2016/02/la-formacion-de-las-rocas-segun-gea.html

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YACIMIENTOS MAGMÁTICOS

En la solidificación de los magmas y en su acción sobre las rocas encajantes se producen


procesos de enriquecimiento mineral, lo que ocasiona la aparición de yacimientos muy
importantes. Estos yacimientos magmáticos pueden ser de varios tipos:

1.- De concentración ortomagmática o intramagmáticos: Estos yacimientos se


dan a temperaturas superiores a 600º y están asociados a rocas plutónicas básicas y
ultrabásicas. Esta fase de consolidación primaria no es favorable para la formación de
buenos yacimientos, pero puede ocurrir que los minerales más densos, que cristalizan
antes, caigan al fondo de la cámara magmática y se acumulen allí: diferenciación por
gravedad. De este tipo son los yacimientos de platino y cromita de Bushveldt en
Sudáfrica.

A veces, la parte metálica del magma se introduce en fisuras o fallas de las rocas
encajantes, dando lugar a inyecciones magmáticas, como por ejemplo el yacimiento de
magnetita de Kiruna en Suecia.

En otras ocasiones, los minerales primeramente cristalizados quedan flotando en


el magma y posteriormente esparcidos en el interior de una roca magmática. Este
fenómeno se llama diseminación. El ejemplo más típico de este tipo de yacimientos es el
de diamantes de Kimberley (Sudáfrica) en rocas ultrabásicas, llamadas kimberlitas.

2.- Pegmatíticos: Se dan a temperaturas entre 600 y 400º en una fase posterior
cuando el magma, ya más fluido y rico en volátiles, se introduce en las rocas encajantes,
llamadas pegmatitas. Las pegmatitas están formadas por cuarzo (se explota el cuarzo
piezoeléctrico), feldespatos y grandes láminas de moscovita, más pequeñas cantidades de
litio, berilio, boro, flúor y tierras raras. En filones asociados se obtienen wolframita,
molibdenita, casiterita y magnetita, menas del wolframio, molibdeno, estaño y hierro,
respectivamente.

3.- Neumatolítico-hidrotermales: Los fluidos hidrotermales (a temperaturas


entre 400 y 100º) originan yacimientos filonianos y diseminados (de impregnación), con
el mineral mena disperso en una gran masa de ganga, como por ejemplo el yacimiento de
cinabrio de Almadén (Ciudad Real) que está impregnado en cuarcitas.

Los yacimientos hidrotermales suelen ir acompañados de minerales de origen


metasomático (skarns) y suelen contener más de una mena (paragénesis). Como
paragénesis típicas pueden citarse la blenda y la galena, el oro y la argentita, y las de los
minerales de cobre: azurita, malaquita, calcopirita, etc.

4.- Exhalación submarina y vulcanogénesis: Están asociados a rocas


volcánicas submarinas (lavas almohadilladas), tratándose en general de sulfuros, que
aparecen como masas o intercalados entre sedimentos marinos o rocas volcánicas. Estos
tipos son considerados como el resultado de la actividad fumarólica submarina, de las
llamadas chimeneas o humeros negros. Ejemplos de estos yacimientos son los de pirita
(como los de la faja pirítica de Huelva), pirolusita y hematites.

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5.- Sublimación: Consiste en la precipitación directa de minerales a partir de
gases y vapores de naturaleza volcánica (fumarolas, solfataras), aunque pocas veces en
cantidades suficientes. De este tipo son los yacimientos de azufre (en Italia y Japón), de
cloruros (de Na, Fe, Cu, Zn, etc.), de óxidos de Fe y Cu, etc.

Yacimientos detríticos.

Unos yacimientos detríticos o terrígenos muy importantes son las concentraciones


minerales en cursos de agua o, en ocasiones, a lo largo de la costa, llamados placeres.
Algunos minerales presentan una gran resistencia a la oxidación e hidrólisis y por ello
permanecen a lo largo del transporte fluvial, para lo cual también interviene su dureza o
resistencia al desgaste y rotura, así como su elevada densidad. Por tanto, en los placeres
abunda el cuarzo y otros minerales con interés económico, como la casiterita (mena del
estaño), rutilo, ilmenita (menas del titanio) y wolframita (mena del wolframio), junto con
algunos elementos nativos, como el platino, el oro, diamantes, etc.

Los placeres se localizan en su mayoría en sedimentos blandos y sin consolidar de los


cursos fluviales, generalmente en el interior de meandros, así como en grietas,
depresiones y otras irregularidades del lecho de los ríos, con edades que suelen oscilar
entre el Terciario y el Cuaternario. Por ello, casi siempre se encuentran en la superficie y
pueden explotarse por métodos sencillos.

También se suelen utilizar los depósitos de gravas o graveras, actuales o pasadas, como
material de construcción (en la fabricación del hormigón), como áridos para firmes de
carreteras o de ferrocarriles, etc.

Las ortocuarcitas se utilizan en la fabricación de vidrio, mientras que las arcillas


constituyen la materia prima de las cerámicas, tanto de ladrillería normal (ladrillos, tejas)
como de la artística y decorativa. Por último, indicar que ciertas areniscas se utilizan
como piedras de construcción y ornamentales.

Yacimientos sedimentarios no detríticos.

Los yacimientos residuales se forman en climas intertropicales por meteorización de las


rocas y la formación de horizontes edáficos, que producen concentraciones rentables de
Fe, Al, Ni, Mg, Co, etc. En este tipo de concentraciones, el hierro es la mena más
frecuente, aunque no la más rentable para la extracción de este metal. Por el contrario los
yacimientos residuales de aluminio (bauxitas) son prácticamente las únicas reservas de
dicho metal.

Los yacimientos de hierro sedimentario, producidos por precipitación química,


constituyen la mena principal de este elemento. De ellos los más abundantes son las
formaciones férricas bandeadas. Otros yacimientos metálicos estratiformes de origen
sedimentario son los depósitos de sulfuros de Cu, Pb y Zn, acumulados por precipitación
química en el seno de aguas cargadas en dichos elementos y con ausencia de oxígeno:
salmueras.

Extensas áreas de los fondos oceánicos se encuentran cubiertas de nódulos esféricos,


con diámetros que oscilan entre 1 y 15 cm.; en ellos el Mn es el principal componente,

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alcanzando una proporción del 27 al 30 %, junto con una importante proporción de
hierro, níquel, cobre y cobalto, entre otros. El origen de estos últimos depósitos parece
corresponder a una estrecha relación entre la precipitación química de dichos elementos,
y una intensa actividad orgánica desarrollada por microorganismos, principalmente
foraminíferos, asentados en la superficie de los nódulos.

Otros yacimientos importantes son los de fosfatos. Los más antiguos que se conocen
(edad máxima de 600 Ma.) no pueden derivar de restos óseos, por lo que su origen debe
estar relacionado por una combinación de actividad orgánica y precipitación química en
fondos marinos someros. Tal es el caso de los niveles de fosfatos intercalados en series
pizarrosas del Cámbrico inferior, que afloran en amplios sectores de Extremadura,
Toledo y Ciudad Real. Dichas capas aparecen con una concentración de fosfatos
superior a las de otros yacimientos, como los del Sahara occidental, pero por desgracia
presentan un menor volumen, un carácter discontinuo y un desarrollo en profundidad,
circunstancias que encarecerían mucho su explotación.

El carbón, el petróleo y el gas natural son las llamadas fuentes de energía fósil o
combustibles fósiles, que son consideradas como recursos no renovables dado que su
ritmo de formación es y fue mucho más lento que el de su consumo actual. Actualmente,
estas fuentes energéticas representan aprox. el 80 % del consumo de energía, lo cual
refleja una alarmante dependencia de dichas fuentes.

7. Principales recursos minerales y materias primas críticas (intro.)

En España los principales recursos minerales son:

 Materiales para áridos (fragmentos de granitos, basaltos, calizas, etc.).


 Fosfatos y potasas para fertilizantes.
 Fluorita (mena del flúor) para equipos ópticos.
 Barita, para fluidos de perforación y aplicaciones médicas.
 Minerales (sulfuros, óxidos, etc.) que son menas metálicas.

La Comisión Europea ha definido una lista de 27 materias primeras (lista de 2017) que
son consideradas críticas por su escasez, entre las que se encuentran el berilio, el
cobalto, el magnesio, el tungsteno, los fosfatos, las tierras raras, etc.

La mayoría de las materias que se utilizan en alta tecnología se encuentran concentradas


en unos pocos estados como China, Rusia, Congo, Brasil o los países del Golfo Pérsico.
Un Informe de la Comisión Europea alerta de que la demanda de estos materiales podría
triplicarse antes de 2030, algo que puede comprometer los avances tecnológicos, generar
conflictos geopolíticos o económicos y crear nuevos retos ambientales.

En el caso de las tierras raras -17 materiales incluidos en la lista de la CE e


imprescindibles en sectores punteros como las energías renovables, las
telecomunicaciones o los vehículos híbridos y con un valor comercial que ya en 2010
rondaba los 1.500 millones de euros anuales- es China quien controla más del 95% de
toda la producción mundial.

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El reto a afrontar, según los expertos europeos, es la demanda de estos minerales
metálicos, que se ha disparado debido a sus múltiples usos en productos de alta
tecnología, claves para la industria más puntera. Sólo algunos ejemplos: el europio se
utiliza en pantallas planas de ordenadores y televisiones, y hasta el momento no se le
conoce sustituto. El 99,9% de su producción mundial proviene de China.

Sin el samario o el terbio sería imposible fabricar los láseres y las lámparas fluorescentes
de alta eficacia. Sin el promecio y el lutecio no se habrían conseguido las actuales
mejoras en la energía nuclear. Por su parte, el gadolinio es vital para obtener titanio, un
componente básico en la producción militar y médica.
Las más críticas desde el punto de vista del riesgo de suministro son las tierras raras. Las
más críticas como recurso económico son el tungsteno, el cromo y el carbón de coque.

Lista de Materias Primas Críticas (2017)


Antimonio Fluorita LREE* Fósforo
Barita Galio Magnesio Escandio
Berilio Germanio Grafito natural Metal de silicio
Bismuto Hafnio Caucho natural Tantalio
Borato Helio Niobio Tungsteno
Carbón de coque HREE* PGM* Vanadio
Cobalto Indio Roca fosfatada
*HREE=heavy rare earth elements, LREE=light rare earth elements, PGM=platinum
group metals

Países que representan la mayor parte del suministro mundial de CRM

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Países que representan la mayor parte del suministro de CRM en la UE

Otros expertos coinciden: el desafío más inmediato será trabajar en la mejora de la


eficiencia del reciclaje de las materias primas y los productos que contienen, por ejemplo,
los teléfonos móviles, además de fomentar las sustitución de determinados minerales por
otros nuevos, más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, pero también más
accesibles por no estar concentrados en pocos países.

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