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Tradicionalmente se define delito como la acción y omisión penada por ley. El código
penal define al delito como las acciones u omisiones dolosas o culposas penadas por
Ley (La acción activa o pasiva es la base de la conducta punible).
La teoría del delito se ha encargado de estudiar los elementos comunes a todos los
delitos, es decir los elementos necesarios que requieren los delitos para su
configuración. Doctrinalmente se ha establecido que los elementos esenciales para la
configuración del delito son tres: tipicidad, antijuricidad y culpabilidad. En tal sentido,
si la conducta realizada por un sujeto es típica, antijurídica y culpable, entonces nos
encontraríamos frente a un delito. Estos elementos, vale decir, se rigen por la
preclusividad. Esto quiere decir que para que se configure el delito se deben haber
verificado los tres, uno después del otro, porque si uno no se verifica, entonces no se
podrá pasar a analizar el siguiente.
1. LA TIPICIDAD
Este elemento tiene el foco de análisis puesto en la conducta realizada por el sujeto. Lo
que se analiza es si la conducta realizada se adecua a la ley penal. A esta adecuación de
la conducta a la ley penal se le denomina “juicio de tipicidad”. Si la conducta se
subsume en la ley penal, entonces hablaremos de una conducta típica; en cambio, si la
conducta no encaja en la ley penal, diremos que es una conducta atípica, por lo que
deja der ser relevante para el derecho penal (esto no quiere decir que también deje de
serlo para las otras ramas del derecho).
a) TIPICIDAD OBJETIVA
Se analiza si concurren los elementos del tipo penal (la disposición normativa), por lo
que se necesita saber todos los requisitos que establece la ley. Dentro de la tipicidad
objetiva hay tres puntos de análisis: los sujetos, la conducta y el objeto material.
Sujetos: se establece que todos los delitos tienen un sujeto activo y un sujeto
pasivo. Por un lado, el sujeto activo es aquel que realiza la conducta prevista en
el tipo penal. Este solo puede ser una persona natural, ya que en caso sea una
persona jurídica, entonces responden las personas naturales a cargo. El sujeto
pasivo, por otro lado, es aquel sobre el que recae el daño de la acción delictiva.
En tal sentido, es la persona cuyo bien jurídico protegido ha sido puesto en
peligro o lesionado por la conducta realizada por el sujeto activo. Para
determinar al sujeto pasivo en la comisión de un delito, se debe identificar cuál
es el bien jurídico protegido por la norma penal y si este ha sido puesto en
peligro o lesionado.
Conducta: se establece que esta puede ser por acción o por omisión, es decir la
conducta se puede realizar haciendo o dejando de hacer. Cuando la conducta
es por acción, se trata de una conducta en la que se realiza o ejecuta una
determinada actividad por el sujeto (por ejemplo, matar a una persona).
Cuando la conducta es por omisión, se trata de una conducta en la que se deja
se hacer algo o no se actúa (por ejemplo, no prestar auxilio).
El objeto material: En el plano del objeto material del delito, se establece que
es el objeto físico sobre el que recae la conducta del sujeto activo. El objeto es
distinto al bien jurídico protegido, pues el bien jurídico es abstracto, mientras
que el objeto material es físico.
b) TIPICIDAD SUBJETIVA
DOLO
Por un lado, el dolo se produce cuando el sujeto actúa con el conocimiento, voluntad y
querer. El conocimiento implica saber que se están realizando los elementos de la
tipicidad objetiva (sujetos, conducta y objeto material). Este conocimiento no se debe
confundir, sin embargo, con el conocimiento del sujeto de que está cometiendo un
delito: el conocimiento de la ilicitud no se analiza en el dolo. La voluntad o querer
implican verificar que el sujeto desee cometer el delito. La voluntad no se debe
confundir con los móviles del delito, ya que estos se dan cuando las personas que
llevan a cabo el delito tienen una intención adicional al delito. En relación a esto, cabe
decir que existen clases de dolo:
el dolo directo (cuando o bien el sujeto quiere realizar una conducta o bien
quiere producir un determinado resultado);
el dolo indirecto (cuando el sujeto quiere producir un resultado, pero sabe que
su conducta va a traer otras consecuencias y asume esas otras consecuencias);
y el dolo eventual (cuando el sujeto no quiere producir resultados, pero sí
prevé el resultado como posible).
Asimismo, cabe recalcar que hay delitos dolosos en los que además se requiere una
finalidad adicional al dolo. Evidentemente esta finalidad adicional debe establecerse
en la descripción legal. Si se exige una finalidad, esta configura un un elemento
subjetivo del tipo o injusto penal. Cuando está ausente el elemento subjetivo
necesario no se le puede sancionar por dolo. Por ejemplo, en el caso de la eutanasia, el
sujeto pasivo debe ser un enfermo incurable y adicionalmente debe sufrir dolores
intolerables. Se debe verificar entonces estas condiciones en el sujeto pasivo.
CULPA
2. ANTIJURICIDAD
a) Antijuridicidad formal
b) Antijuridicidad material
Una acción es contraria a derecho cuando produce daño o lesión. Las conductas son
contrarias a derecho, por tanto este concepto necesita verificar esa lesividad.
LA ACCIÓN O CONDUCTA:
La valoración de este elemento puede variar según los criterios de las diferentes
legislaciones; sin embargo, lo decisivo es que debe contar con los requisitos
establecidos en la moderna teoría de la imputación del delito. El CP no ofrece un
concepto de conducta y más bien utiliza una terminología variada, observando que la
doctrina penal muestra una serie de términos que van a identificarla.
AUSENCIA DE ACCIÓN
Movimientos Reflejos.
Estado de Inconsciencia.
Sonambulismo.
Hipnotismo.
Epilepsia (mal mayor).
Embriaguez letárgica.