Una vez en una aldea oculta de Casanare vivía un pequeño niño llamado Oscar,

que estaba siendo instruido por su tío para ser un chamán pluma blanca. Oscar
era un niño que había perdido a sus padres muy pequeño, pero era un niño que
desprendía felicidad por todos lados siempre era atento y responsable, le gustaba
comer todo tipo de frutas, también amaba cuando su abuela hacia su comida
favorita que eran la cachama y los asados. Cuando Oscar cumplió 15 años su
abuela le dijo que él era el único que podía volverse un chamán poderoso ya que
él era, el único niño elegido por los espíritus que protegían su hogar. El problema
era que Oscar no quería ser chaman, quería ser un niño normal como los demás,
los espíritus al ver la necedad de Oscar se enojaron a tal grado que dejaron
desprotegida su aldea entonces un grupo de caníbales llego a su hogar, arrasando
con todo a su paso; la abuela de Oscar pidió a los espíritus por misericordia,
entonces los espíritus atendieron su clamor y asustaron a los caníbales, pasaron
los días y ellos no volvieron, pero las pérdidas fueron bastantes, Oscar estaba
asustado, como todos, pasaron los meses y su abuela le insistía en que aceptara
la bendición de los espíritus para ser chaman. Entonces los espíritus enojados,
decidieron quitarle la persona más preciada a Oscar, la única persona que lo
había criado y enseñado a ser la persona que era, su abuela. Oscar al ver que su
desobediencia trajo desgracia para su aldea, y para sí mismo decidió empezar su
camino como chaman, aprendiendo cada ritual y sacrificio. Pasaron los años y
Oscar se volvió en el chamán que tanto deseaban los espíritus y su abuela.