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Magia Ritual Egipcia

© R.A.L.T. – 2004
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El objetivo de este artículo es realizar una breve descripción de la Magia Ritual egipcia
tal y como es entendida en la actualidad a efectos prácticos y sus diferencias con la
mecánica ritual convencional de la mayoría de los sistemas de la tradición occidental
que si bien tienen un cierto componente de herencia egipcia, están en general mucho
más influenciados por el modelo cabalístico.

Elementos clave de la Magia egipcia

El complejo cuerpo/alma

Una de las principales particularidades del sistema filosófico egipcio es el complejo


cuerpo/alma el cual está compuesto por hasta ocho elementos y a veces se incluye un
noveno:

-El Khat: El cuerpo físico

-El Ren: Simboliza en nombre, los egipcios daban un poder enorme al nombre hasta el
punto de considerarlo una parte del ser mismo. La pronunciación del nombre tiene la
virtud de alimentar o dañar al resto del ser según se trate de palabras de alabanza o
maldición.

-El Khabith: Es una especie de cuerpo astral o sombra que confiere al ser la capacidad
de movimiento y el poder sexual.

-El Ab: Está simbolizado por el corazón, aunque realmente representa las capacidades
de la consciencia como: El intelecto, la imaginación, las emociones, los recuerdos. Hay
que destacar que los pensamientos no eran considerados como parte de la persona sino
como algo que “se producía” sobre esto la persona debía actuar, fomentar los correctos
y no hacer caso de los que no interesaban. Esta concepción es muy interesante si la
comparamos con la actual teoría de la Magia del Caos donde los pensamientos se
producen como resultado de interacciones aleatorias entre “voluntad” y “percepción”.
En la actualidad sería el cerebro.

-El Ka: La energía vital arquetípica, la imaginación puede crear un Ka determinado


como una imagen modelo, cuando este Ká es puesto en movimiento por la persona se
convierte en Ba.

-El Ba: No tiene una traducción literal directa, simboliza “el poder personal” es el color
que la persona le da al poder cósmico con el que está dotado, las habilidades y talento
que ha desarrollado en su vida. Las obras de una persona están “tintadas” con su Ba.

Los elementos comentados hasta ahora están en todos los complejos cuerpo/alma, los
siguientes deberían ser obtenidos o ganados:
-Sekhem: El “poder divino”, el poder particular de un dios residiendo en el corazón de
una persona. Es elemento es fundamental en el sistema de magia egipcia y es el
elemento que se busca obtener en la práctica de la “asunción de formas divinas”.

-El Akh (o Khu) El espiritu activo, inmortal y no limitado al tiempo o al espacio, es el


elemento más elevado al que se puede aspirar y cuando el mago alcanza el poder y
habilidad necesaria para adquirirlo, puede invocar a este “yo superior” desde cualquier
época y lugar con lo cual puede estar en contacto con “el mismo” en cualquier tiempo y
espacio. La sola presencia del Akh puede alterar el destino de cualquier evento.

-El Sahu: No todas las fuentes se ponen de acuerdo en incluir a este elemento. Es una
especie de cuerpo etérico que puede ser concedido por Osiris a un difunto si se le rezan
las oraciones adecuadas y permite tener una cierta “vida” en el mas allá.

Los Néteres

La traducción más evidente de la palabra Neter sería “dios”, aunque su significado real
está más cerca del concepto de “arquetipo” o fuerza divina universal, Los dioses
egipcios son principios eternos y aunque sean multitud (y no es el objetivo de este
articulo entrar a clasificarlos) debido a sus orígenes han ido evolucionando tanto dioses
locales como dioses “estelares” la visión egipcia de las cosas a permitido que estos
Néteres principales puedan vistos con distintos nombre e incluso distinto parentesco
según la manifestación de poder que están encarnando.

A efectos históricos se pueden clasificar en distintos grupos aunque en general siempre


se tiende a trabajar con la enéada o grupo de nueve dioses.

Ha habido muchos intentos de superponer y relacionar los dioses del panteón egipcio a
otros como por ejemplo el arbol de la vida cabalístico, pero si bien es cierto que se
pueden encontrar coincidencias (el universo se puede “cortar” con muchos patrones
pero siempre es de la misma tela) estas solo son válidas en determinados contextos,
siendo en otros totalmente inapropiadas por lo que se recomienda una aproximación a la
magia egipcia sin una idea preconcebida y sin estar constantemente “buscando la
equivalencia”.

Los Néteres son los proveedores del Sekhem y las fuerzas con las que busca trabajar el
mago tanto para influir en el resto del universo, como para adquirir en si mismo las
habilidades y el poder que le permitan desarrollar un poderoso Ba y eventualmente el
Akh.

Algo muy importante en la mitología egipcia es el origen “estelar” de los dioses. Los
dioses tiene su origen en otras estrellas desde allí vinieron a la tierra a ordenar la vida y
posiblemente otras manifestaciones suyas estén en otros sistemas solares.

Es interesante recordar que se han encontrado indicios de un brusco cambio tecnológico


y cultural en las tribus de la zona sobre el 3400 a.c. y poco después (3100 a.c. se
produjo la unificación de Egipto y el inicio del periodo dinástico.
Algunos arqueólogos comentan la posibilidad de que una raza extranjera llegó al pais e
introdujo estos avances aunque no hay similitudes en el estilo de los nuevos objetos con
ninguna civilización avanzada próxima (como Mesopotamia). Otras personas hablan de
habitantes de la Atlántida que llegaron a Egipto poco después del hundimiento, pero
esto son solo suposiciones.

A diferencia de otros panteones el cielo de los egipcios no es algo tan relacionado con la
tierra, sino algo enorme donde ciertos lugares tienen su propia “historia” con relación a
nuestro sistema solar (sirio, la constelación de la osa mayor, etc).

En la sección de bibliografía se citan varios textos de referencia en relación al panteón


egipcio.

Los textos

Hasta el siglo XIX no fue posible acceder a los textos jeroglíficos y prácticamente la
única fuente de información sobre magia egipcia eran los textos de Plutarco,
afortunadamente hoy tenemos a nuestra diposición gran cantidad de material
mágico/religioso que nos habla tanto de filosofía como de prácticas mágicas, literatura,
poesía (y hasta de catálogos comerciales de la época).

Sobre todo destaca el conocido por nosotros como “Libro de los muertos” por su
contenido filosófico y de recetas de magia práctica. Hay que tener en cuenta sin
embargo que este texto (o conjunto de textos) ha sufrido diversas “actualizaciones” mas
o menos afortunadas a lo largo de varios periodos dinásticos en la cuales se incluían
más partes o se modificaban las anteriores en consonancia con el clima político y
religioso existente en el momento (recensiones heliopolitana, tebana y Saite).

Este texto debería ser usado como fuente de inspiración junto con otros incluyendo los
de poesía y los relatos (incluyendo los clásicos) más que intentar seguir un hilo
conductor absolutamente coherente.

Objetos

Hay una serie de objetos de uso en la magia ritual egipcia que habitualmente simbolizan
a los dioses o sus manifestaciones particulares y que deberían ser llevados por los
participantes de un ritual o depositados en lugares significativos del “templo” según el
tipo de fuerzas con las que se vaya a trabajar. Algunos de estos son:

-Sistro: Instrumento musical parecido a un sonajero asociado entre otros dioses a: Isis,
Hathor, Bast, etc.

-Disco Alado: Quizá el más conocido de todos los símbolos asociado entre otros dioses
a: Ra, Horus, etc

-Espejo: Espejo de mano de dos caras (una de ellas menos pulida) asociado
principalmente a Hathor

-Serpiente Uraeus: Serpiente (habitualmente cobra) en posición erguida, complemento


de muchos dioses y símbolo sacerdotal y de sabiduría. Generalmente aparece en
tocados.

-Cetros de poder: simbolizan el tipo de poder del dios, hay tres principales:
Cetro del Loto: Iluminación

Cetro Uas: Poder

Cetro Uruatchi: Sabiduría

-Cayado y Flagelo (Nejej Heka): Símbolo de Osiris y la realeza.

-Djet: Especie de pequeño “pilar” con 4 franjas horizontales, símbolo de Osiris.

-Udyat: El conocido Ojo de Horus (también existe el Ojo de Ra, en este caso es el ojo
derecho.)

-Pluma: Símbolo principal de la diosa Maat (también aparece con otras divinidades).

-Cruz de Ankh: Símbolo de vida y fuerza vital (aparece con casi todas las deidades).

-Escarabajo: Símbolo del dios Kephra representa la inmortalidad, transformación y


regeneración. La vida oculta.

-Loto: Asociado a Osiris y a Nephtys en su forma de diosa del misticismo


(connotaciones similares a las que tiene este símbolo en oriente).

Trabajo interior

No toda la magia egipcia tiene un tratamiento ritual, realmente la meditación y el


trabajo interno con los arquetipos divinos es una parte muy importante y fundamental
para alcanzar el éxito al trabajar ritualmente con este sistema.

El sistema egipcio, aunque es un sistema ordenado no tiene una visión igual a la nuestra
y no debe ser clasificado en células aisladas y el mago debe buscar “empaparse” de su
aroma de modo que pueda él entrar en contacto con las energías de los Néteres y
obtener así su inspiración a la hora del trabajo práctico.

El estudio detallado de los distintos dioses del panteón egipcio, así como de sus
relaciones será la mejor receta para sintonizar con ellos. Es aconsejable hacer primero
varias aproximaciones generales desde distintas fuentes y después elegir una primera
deidad con la que el mago se sienta más en sintonía, centrarse en un estudio más
profundo de esta y posteriormente pasar a otra.

Es útil hacerse con una estatuilla de la deidad en la representación que más nos guste y
situarla en la mesilla de noche o en un lugar donde la podamos ver cuando nos
encontremos tranquilos y predispuestos a la contemplación y meditación. También
puede ser útil llevar con nosotros un pequeño símbolo del dios.

Diariamente deberíamos meditar sobre los distintos aspectos del dios y lo que
representa, así como permanecer receptivos a lo que nuestro interior nos indique y
después compilar y examinar la información obtenida utilizando siempre el sentido
común para no perder contacto con la realidad y mantenernos siempre con el control.

En otras sesiones podemos visualizarnos a nosotros mismos frente al dios, lo veremos


con una estatura enorme y mirándonos de un modo benevolente, manteniéndonos así
podemos dirigirnos al dios y escuchar cualquier inspiración que nos venga, si esto se
hace bien la sensación es de estar ante un poder inmenso y es realmente impresionante.

También puede ayudar hacer una invocación (o dos) diaria al dios, por ejemplo al
amanecer o a otra hora según las características particulares de la deidad.

Es fundamental llevar un diario de sueños y anotar en él incluso los sueños que


aparentemente no tengan nada que ver con el trabajo mágico. También deberíamos
llevar un diario de todas las actividades mágicas y en anotaremos el resumen de las
meditaciones (esto nos servirá más adelante para comprender muchas cosas de nuestro
avance).

Deberíamos elegir de antemano un plazo de tiempo para esta actividad de establecer


contacto con un dios (digamos 3 meses), durante este periodo debemos ser devotos del
dios elegido, da igual que pensemos “cambiar de dios” mas adelante en otro trabajo,
mientras estemos trabajando con un dios debemos ser lo más sinceros con el. El dios
representa unas fuerzas arquetípicas y no va a ponerse “celoso”.

Una vez terminado el periodo debemos pararnos y leer y evaluar nuestros escritos,
debemos buscar cualquier cambio objetivo o subjetivo en nosotros o nuestro ambiente y
escuchando nuestro interior decidiremos si hemos obtenido el contacto buscado o si
debemos seguir durante otro periodo o incluso si nos hemos equivocado con el dios
elegido y hemos de buscar otro más afín con nosotros.

Todo este trabajo nos servirá para ir abriendo los canales comunicación con los Néteres
y permitirá que podamos realizar la “asunción de la forma divina” con energía real en
los rituales.

Este trabajo también es importante para saber si realmente este sistema es para nosotros
(una última advertencia: si no le gustan los animales, la magia egipcia no es para Vd.).

Tratamiento ritual

El mejor ritual es el diseñado por los participantes escuchando a su intuición y teniendo


en mente el objetivo requerido, siempre y cuando se mantengan los principios básicos:

-Objetivo claro y voluntad sincera de trabajo (no se puede ir “a ver que sale”, lo mas
probable es que no salga nada y si “sale” algo no suele ser muy recomendable para los
presentes).

-Realización de algún tipo de “limpieza” del lugar fundamentalmente para centrar las
mentes de los participantes en el espacio y el tiempo mágicos y aislarlas de influencias
perturbadoras.
-Durante la realización del ritual no se debe pensar en el resultado deseado sino
concentrarse en lo que se está haciendo en ese momento.

Si el ritual es realizado por más de una persona, cada una debería ejercer un papel
asignado de antemano. Si el grupo trabaja regularmente deberían mantenerse los papeles
durante cierto periodo y luego ir rotándolos para equilibrar la presión en los planos
internos.

Lo ideal son cinco participantes, si hay menos se pueden suprimir los papeles de
Mantenedor y Registrador, el resto no deberían faltar:

-Hierofante: El sacerdote que oficia – El mago- debe asumir la forma divina principal.
Por supuesto el Hierofante es el responsable del ritual y quien lo dirige.

-Protector: Guardián encargado de las limpiezas y la custodia del grupo. Debe


mantenerse siempre bajo control “en tierra”.

-Vidente: Debería asumir una forma divina adecuada y sirve para obtener información
cuando es necesario a través del trance o la adivinación.

-Mantenedor: oficial auxiliar que se ocupa del incienso, los implementos y asiste al
Hierofante.

-Registrador: Toma nota de todo y se mantiene siempre bajo control “en tierra”.

Los implementos y símbolos irán en consonancia con la operación y se pondrán el los


lugares mas adecuados (en puntos cardinales, etc.)

La ropa puede ser acorde a las formas divinas invocadas (esto siempre ayuda) pero ropa
blanca limpia si puede ser acompañada de un símbolo del dios será suficiente.

La magia egipcia se realiza casi siempre desde los planos internos, aunque por supuesto
en un ritual se realizan acciones fisicas estas pretenden obtener la atmósfera adecuada
en la mente de los participantes y sirven de comunicación del estado de cada uno.

Aunque la asunción de la forma divina implica que la figura del dios entra en cada uno
los participantes nunca pierden el control de su voluntad, sino mas bien es activada la
parte de su esencia que está en armonía con el Neter que encarna el dios en cuestión,
esto posibilita conectar con esa corriente universal y disponer de sus poderes en los
planos internos.

La técnica de la asunción de formas divinas requiere un artículo aparte.

La configuración habitual de ritual podría ser:

1.- Preparación del lugar colocando los símbolos elegidos, incienso, etc. (si se pone
música esta no debe tener un ritmo excesivamente marcado).

2.- Proscripciones, apertura del templo (Protector) y “entrada en situación”.


3.- Declaración de intención (Hierofante).

4.- Letanías de invocación a los dioses adecuados entonadas por el Hierofante y


coreadas por el resto (esto tiene el efecto de un “mantram” y ayuda a acumular poder).

5.- Asunción de las formas divinas por parte de los participantes (el protector y el
mantenedor pueden contentarse con una invocación a la energía del dios para no perder
el contacto con la realidad). Los participantes deberían acordar antes un signo especial o
acercarse a un determinado lugar del templo para indicar cuando cada participante a
contactado con su divinidad.

6.- El Hierofante actuando como el dios se visualiza a si mismo realizando los actos
simbólicos que representan el objetivo del ritual esto actos o bien realiza estos actos
físicamente que pueden incluir preguntas al vidente que este a su vez y actuando como
otro dios debe responder buscando en los planos internos.

7.- Despedida de las formas divinas y declaración de liberación y devolución al cosmos


de cualquier energía no utilizada (Hierofante).

8.- Declaración de que el trabajo a finalizado (Hierofante).

9.- Cierre del templo (Protector).

En caso de un solo mago este puede adaptar el trabajo para una persona, preparando el
lugar, realizando las proscripciones, invocando al dios, etc. pero en este caso más que
un “ritual” podría considerarse un trabajo personal en los planos internos.

Bibliografía recomendada

-Poesía y teatro del antiguo Egipto (Etnos, 1993)


-El libro de los muertos de los antiguos egipcios (Desclée, 1967)
-Practical Egyptian magic, Murry Hope (Thorsons Publishers, 1984)
-The Book of Talimantras, Murry Hope (Thoth Publications, 1986)
-El templo del Cosmos, Jeremy Naydler (Siruela, 2003)
-La tabla de Isis, W. W. Westcott (Yug, re-edición de 1986)
-Egyptian Magic, E. A. Wallis Budge (Dover Publications re-edición de 1971)
-Egipto, signos y símbolos de lo sagrado, Elisa Castel (Aldebarán, 1999)
-Gran diccionario de Mitología egipcia, Elisa Castel (Aldebarán, 2001)
-Gramatica egipcia, F. J. Martín Valentín (Aldebarán, 1999)
-Los magos del antiguo Egipto, F. J. Martín Valentín (Oberón, 2002)
-Astronomia y matemáticas en el antiguo Egipto, A. S. Rodríguez (Aldebarán, 2000)
-The Egyptian miracle, Schwaller de Lubicz (Inner Traditions, 1949)
-The temple in the man, Schwaller de Lubicz (Inner Traditions, 1949)
-Sacred science, Schwaller de Lubicz (Inner Traditions, 1982)
-Isis y Osiris, Plutarco (Obelisco, 1997)
-Religión y magia en el antiguo Egipto, Rosalie David (Crítica, 2002)
-Primeros pasos en ritual, D. Ashcroft-Nowicki (Edaf, 1984)
-Pirámides, esfinges y faraones, Kurt Lange (Destino, 1960)

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