Está en la página 1de 7

Señ ores

JUZGADO PROMISCUO MUNICIPAL - REPARTO


Mompox-Bolívar

REF.: ACCIÓ N DE TUTELA

ACCIONANTE: LEDIS ENEIDA PEREZ PEREIRA

ACCIONADO: CREZCAMOS

Cordial Saludo,

LEDIS ENEIDA PEREZ PEREIRA, identificada con cédula de ciudadanía No. 1.143.432.408
expedida en Barranquilla, actuando en nombre propio, de acuerdo a lo previsto en el artículo
86 de la Constitució n Política de Colombia, me permito instaurar acció n de tutela, en contra de
CREZCAMOS, por vulneració n de mis derechos fundamentales al DERECHO DE PETICIÓ N,
DEBIDO PROCESO, por los siguientes hechos:

HECHOS

1. Suscribí con esa Corporació n Crediticia en el añ o 2019 un Crédito N°


CR010075002257, suscrito el 29 de junio de 2019, por un valor de $ 5.000.000, para el
montaje de una famiempresa para el sostenimiento familiar; la cual he venido cancelando
puntualmente las cuotas acordadas, hasta el mes de febrero de 2020.

2. El gobierno Nacional a través de la Resolució n NÚ MERO 385 DEL 12 DE MARZO DE


2020, “declara la emergencia sanitaria por causa del coronavirus COVID-19 y se adoptan
medidas para hacer frente al virus”.

3. A través de la Resolució n 380 de 2020, declara medidas preventivas de aislamiento y


cuarentena adoptadas por un término de 14 días.

4. Mediante el Decreto 417 del 17 de marzo de 2020, con fundamento en el artículo 215
de la Constitució n Política, el presidente de la Republica declaró el Estado de Emergencia
Econó mica, Social y Ecoló gica en todo el territorio nacional, por el término de treinta (30) días
calendario, contados a partir de la vigencia de dicho Decreto.

5. El Ministerio del Interior a través del DECRETO NÚ MERO 457 DE 2020, fechado 22
MARZO 2020, “Por el cual se imparten instrucciones en virtud de la emergencia sanitaria
generada por la pandemia del Coronavirus COVID-19 y el mantenimiento del orden pú blico”.
Artículo 1. Aislamiento. Ordenar el aislamiento preventivo obligatorio de todas las personas
habitantes de la Repú blica de Colombia, a partir de las cero horas (00:00 a.m.) del día 25 de
marzo de 2020, hasta las cero horas (00:00 a.m.) del día 13 de abril de 2020, en el marco de la
emergencia sanitaria por causa del Coronavirus COVID-19.
6. Posteriormente el Ministerio del Interior expide el DECRETO NÚ MERO'"' 593 DE
2020, de fecha 24 de abril de 2020; “Por el cual se imparten instrucciones en virtud de la
emergencia sanitaria generada por la pandemia del Coronavirus COVID-19, y el
mantenimiento del orden pú blico”; en el que el Artículo 1, expresa: Artículo 1. Aislamiento.
Ordenar el aislamiento preventivo obligatorio de todas las personas habitantes de la
Repú blica de Colombia, a partir de las cero horas (00:00 a.m.) del día 27 de abril de 2020,
hasta las cero horas (00:00 a.m.) del día 11 de mayo de 2020, en el marco de la emergencia
sanitaria por causa del Coronavirus COVID-19.

7. Má s adelante el Ministerio del Interior expide el DECRETO 636 de fecha 6 de mayo de


2020, “Por el cual se imparten instrucciones en virtud de la emergencia sanitaria generada
por la pandemia del Coronavirus COVID-19, y el mantenimiento del orden pú blico, que, en el
que el Artículo 1, expresa: Artículo 1. Aislamiento. Ordenar el aislamiento preventivo
obligatorio de todas las personas habitantes de la Repú blica de Colombia, a partir de las cero
horas (00:00 a.m.) del día 11 de abril de 2020, hasta las cero horas (00:00 a.m.) del día 25 de
mayo de 2020, en el marco de la emergencia sanitaria por causa del Coronavirus COVID-19.

8. Con estas medidas el gobierno nacional pretendía proteger a los trabajadores, sino
también a los clientes y usuarios de los servicios (personas y empresas) para evitar que la
actual coyuntura, derivada por la propagació n del covid-19 en el país, lo que obligó a miles de
colombianos a resguardarse en sus viviendas o ausentarse de sus trabajos, lo que generó
efectos econó micos significativos en las finanzas.

9. Toda esta situació n del COVID-19, ha afectado enormemente la economía del país,
gasta llevar a la quiebra a muchas empresas, ya que han tenido que cerrar sus puertas y
despedir sus trabajadores; como me ha tocado hacer a mí; ya que he tenido que suspender las
ventas de mis productos por esta situació n; quiero decir con esto, que, también he sido
afectada por la suspensió n de los servicios que presta la famiempresa.

10. Ahora bien, la SUPERINTENDENCIA FINANCIERA DE COLOMBIA a través de la


CIRCULAR EXTERNA 014 DE 2020, fechada Marzo 30; Con ocasió n de la declaratoria de
emergencia sanitaria por causa del Coronavirus COVID 19, decretada mediante Resolució n
385 del 12 de marzo de 2020 del Ministerio de Salud y Protecció n Social, la Superintendencia
Financiera de Colombia, mediante Circular Externa 007 de 2020, impartió instrucciones para
mitigar los efectos derivados de la coyuntura en materia crediticia; en el que se da
instrucciones precisas a las entidades financieras que a los consumidores financieros, se les
otorgue periodos de gracia o pró rrogas, en qué consiste cada figura y si la misma aplica sobre
capital, intereses u otros conceptos.
11. Todo lo anteriormente expuesto me ha acarreado descenso en las ventas, lo que no
me ha permitido la cancelació n de las cuotas pactadas al momento de tomar el crédito;
ademá s se ha visto afectada mi vida familiar, ya que dependíamos totalmente de este negocio
familiar.

PETICION:

1. Se me otorguen pró rrogas con período de gracia de interés y capital de hasta 120
días; ya que por el COVID-19 me he visto afectada en mis actividades econó micas.
2. A pesar de que ha transcurrido un término superior, al que legalmente está
establecido para atender las peticiones que se realizan por parte de los
ciudadanos; CREZCAMOS, no han dado ningú n tipo de respuesta a las peticiones
realizadas, con lo cual, se está n desconociendo y vulnerando mis derechos
fundamentales, como ciudadano.
3. Señ or juez aun sin haber respondido el Derecho de Petició n, le empresa
CREZCAMOS viene realizando cobros por vía telefó nica y como manifesté
anteriormente sin haber respondido mi petició n.

DERECHOS FUNDAMENTALES VULNERADOS

DERECHO DE PETICIÓ N

Es claro que en este caso se está desconociendo y vulnerando de manera flagrante, el derecho
fundamental de petició n, teniendo en cuenta que la Corte Constitucional mediante la
sentencia T-206 de 2018, estableció :

Este Tribunal ha considerado que la acción de tutela es el mecanismo procedente para


determinar la violación del derecho de petición. En esa dirección, la sentencia T-084 de 2015
sostuvo que “la tutela es un mecanismo idóneo para proteger el derecho de petición de los
administrados, toda vez que por medio del mismo se accede a muchos otros derechos
constitucionales”. De acuerdo con lo anterior, la Corte ha estimado “que el ordenamiento
jurídico colombiano no tiene previsto un medio de defensa judicial idóneo ni eficaz diferente de
la acción de tutela, de modo que quien resulte afectado por la vulneración a este derecho
fundamental no dispone de ningún mecanismo ordinario de naturaleza judicial que le permita
efectivizar el mismo”.

De igual, manera en relació n al respeto del derecho de petició n, como herramienta para hacer
efectivos los principios de transparencia y publicidad de los actos del Estado, la Corte
Constitucional, a través de la sentencia T-487 de 2017, recordó que:

La jurisprudencia de Corte Constitucional ha puesto de relieve la relación existente entre el


derecho de acceso a la información y el derecho de petición, precisando que “la Constitución
consagra expresamente el derecho fundamental de acceso a información pública (C.P. art. 74) y
el derecho fundamental de petición (C.P. art. 23) como herramientas esenciales para hacer
efectivos los principios de transparencia y publicidad de los actos del Estado. En este sentido, la
Corte ha reiterado que tales derechos son mecanismos esenciales para la satisfacción de los
principios de publicidad y transparencia y en consecuencia se convierten en una salvaguarda
fundamental de las personas contra la arbitrariedad estatal y en condiciones de posibilidad de
los derechos políticos. Por tales razones, los límites a tales derechos se encuentran sometidos a
exigentes condiciones constitucionales y el juicio de constitucionalidad de cualquier norma que
los restrinja debe ser en extremo riguroso”.

En relació n a los elementos que constituyen el nú cleo esencial del derecho de petició n, y que
deben ser garantizados y respetados por las entidades, lo cual no ha ocurrido en este caso; la
Corte Constitucional, mediante la sentencia T-044 de 2019, fue clara en determinarlos, así:

(i)Prontitud. Que se traduce en la obligación de la persona a quien se dirige la comunicación de


darle contestación en el menor tiempo posible, sin que exceda los términos fijados por la Ley
1755 de 2014. En aras de fortalecer esta garantía el Legislador previó que la ausencia de
respuesta puede dar lugar a “falta para el servidor público y (…) a las sanciones
correspondientes de acuerdo con el régimen disciplinario.” (ii)Resolver de fondo la solicitud. Ello
implica que es necesario que sea clara, es decir, inteligible y de fácil comprensión ciudadana;
precisa de modo que atienda lo solicitado y excluya información impertinente, para evitar
respuestas evasivas o elusivas; congruente, o que se encuentre conforme a lo solicitado de modo
que lo atienda en su totalidad; y consecuente con el trámite que la origina, cuando es el caso en
que se enmarca en un proceso administrativo o una actuación en curso, caso en cual no puede
concebirse como una petición aislada. (iii)Notificación. No basta con la emisión de la respuesta
sino que la misma debe ser puesta en conocimiento del interesado y, ante el juez de tutela. Ello
debe ser acreditado.

Se debe tener en cuenta que esta acció n es procedente, ya que no se cuenta con otro medio de
defensa judicial que haga efectivo el respeto y garantía del derecho fundamental de petició n,
en relació n a lo cual, la Corte Constitucional en la sentencia T-149 de 2013, determinó que:

De acuerdo con el Artículo 86 de la Constitución Política, toda persona podrá acudir a la acción
de tutela para reclamar la protección a sus derechos constitucionales fundamentales, y
procederá contra toda acción u omisión de la autoridades públicas, o particulares según se
trate, siempre que “el afectado no disponga de otro medio de defensa judicial, salvo que aquélla
se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable”. En la misma línea,
el Artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 confirma la naturaleza residual de la acción de tutela y
sus condiciones de procedencia cuando existe un mecanismo ordinario de defensa, e indica que
la eficacia de dichos recursos debe ser apreciada en concreto, “atendiendo las circunstancias en
que se encuentra el solicitante”. Cuando se trata de proteger el derecho de petición, el
ordenamiento jurídico colombiano no tiene previsto un medio de defensa judicial idóneo ni
eficaz diferente de la acción de tutela, de modo que quien resulte afectado por la vulneración a
este derecho fundamental no dispone de ningún mecanismo ordinario de naturaleza judicial que
le permita efectivizar el mismo. Por esta razón, quien encuentre que la debida resolución a su
derecho de petición no fue producida o comunicada dentro de los términos que la ley señala, esto
es, que se quebrantó su garantía fundamental, puede acudir directamente a la acción de amparo
constitucional.
Esta Corporación ha precisado que el derecho de petición consagrado en el Artículo 23 de la
Constitución Política, es una garantía fundamental de aplicación inmediata (C.P. art. 85), cuya
efectividad resulta indispensable para la consecución de los fines esenciales del Estado,
especialmente el servicio a la comunidad, la garantía de los principios, derechos y deberes
consagrados en la misma Carta Política y la participación de todos en las decisiones que los
afectan; así como el cumplimiento de las funciones y los deberes de protección para los cuales
fueron instituidas la autoridades de la República (C.P. art. 2). De ahí, que el referido derecho sea
un importante instrumento para potenciar los mecanismos de democracia participativa y
control ciudadano; sin dejar de mencionar que mediante su ejercicio se garantiza la vigencia de
otros derechos constitucionales, como los derechos a la información y a la libertad de expresión.
La garantía real al derecho de petición radica en cabeza de la administración una
responsabilidad especial, sujeta a cada uno de los elementos que informan su núcleo esencial. La
obligación de la entidad estatal no cesa con la simple resolución del derecho de petición elevado
por un ciudadano, es necesario además que dicha solución remedie sin confusiones el fondo del
asunto; que este dotada de claridad y congruencia entre lo pedido y lo resuelto; e igualmente,
que su oportuna respuesta se ponga en conocimiento del solicitante, sin que pueda tenerse como
real, una contestación falta de constancia y que sólo sea conocida por la persona o entidad de
quien se solicita la información.

DEBIDO PROCESO

En relació n a la garantía del debido proceso, como derecho fundamental, que debe ser
garantizado en todas las actuaciones de las autoridades, la Corte Constitucional, en la
sentencia T-957 de 2011, estableció :

La jurisprudencia constitucional ha definido el derecho al debido proceso “como el conjunto de


garantías previstas en el ordenamiento jurídico, a través de las cuales se busca la protección del
individuo incurso en una actuación judicial o administrativa, para que durante su trámite se
respeten sus derechos y se logre la aplicación correcta de la justicia”. Del mismo modo, ha
señalado que el respeto a este derecho fundamental supone que todas las autoridades judiciales
y administrativas, dentro del ámbito de sus competencias, deben ejercer sus funciones con
sujeción a los procedimientos previamente definidos en la ley, respetando las formas propias de
cada juicio, a fin de que los derechos e intereses de los ciudadanos incursos en una relación
jurídica cuenten con la garantía de defensa necesaria ante posibles actuaciones arbitrarias o
abusivas, en el marco de la creación, modificación o extinción de un derecho o la imposición de
una sanción. Bajo esa premisa, el derecho al debido proceso se manifiesta como desarrollo del
principio de legalidad y como un límite al ejercicio del poder público, en la medida en que toda
competencia asignada a las autoridades públicas, no puede desarrollarse sino conforme a lo
dispuesto en el ordenamiento jurídico, en procura de la garantía de los derechos de los
administrados.
Esta Corporación ha definido el debido proceso administrativo como “(i) el conjunto complejo de
condiciones que le impone la ley a la administración, materializado en el cumplimiento de una
secuencia de actos por parte de la autoridad administrativa, (ii) que guarda relación directa o
indirecta entre sí, y (iii) cuyo fin está previamente determinado de manera constitucional y
legal”. Lo anterior, con el objeto de “(i) asegurar el ordenado funcionamiento de la
administración, (ii) la validez de sus propias actuaciones y, (iii) resguardar el derecho a la
seguridad jurídica y a la defensa de los administrados”.

De la misma manera, la Corte Constitucional, en cuanto al respeto del debido proceso,


mediante la sentencia T-036 del añ o 2018, señ aló :

El artículo 29 de la Constitución Política consagra el derecho fundamental al debido proceso, el


cual debe ser respetado no solo en el ámbito de las actuaciones judiciales sino también en todas
las actuaciones, procedimientos y procesos administrativos, de manera que se garantice (i) el
acceso a procesos justos y adecuados; (ii) el principio de legalidad y las formas administrativas
previamente establecidas; (iii) los principios de contradicción e imparcialidad; y (iv) los
derechos fundamentales de los asociados.

PRETENSIONES

1. Que se tutelen mis derechos fundamentales al DERECHO DE PETICIÓ N, DEBIDO


PROCESO, vulnerados por CREZCAMOS.
2. Que se ordene a CREZCAMOS, que, por ser procedentes, razonables y necesarias, de
manera inmediata, se resuelvan la petició n realizada el día 9 de junio de 2020.

PRUEBAS

Copia Documento Identidad

Certificado Pó liza.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Fundamento esta tutela en el Artículo 86 de la C.N. y Decreto 2591 de 1991.

COMPETENCIA

Es usted competente Señ or Juez, por la naturaleza constitucional del asunto y por tener
jurisdicció n en el lugar donde ocurre la vulneració n de los derechos fundamentales invocados,
conforme al artículo 37, Decreto 2591 de 1991.

JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento, manifiesto que no he instaurado otra Tutela con fundamento
en los mismos hechos y derechos, materia de esta acció n, segú n el Art. 37 del Decreto 2591 de
1991.
ANEXOS

- Copia del Certificado de la pó liza


- Copia del Documento de Identidad.
-Copia del Derecho de Petició n

NOTIFICACIONES

- El accionante, a través del correo electró nico emaposadacantillo@gmail.com o en la Tranv.


10 N° 25-25, municipio de Mompox, Bolívar cel. 3005126068

La accionada, CREZCAMOS, a través del correo electró nico XXXXXXX

Atentamente,

__________________________________
LEDIS ENEIDA PEREZ PEREIRA
C.C No. 1.143.432.408 de Barranquilla-Atl.
Celular: 3005126068

Anexo: los señ alados en el acá pite de pruebas. 12 folios.

También podría gustarte