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Segunda Guerra Mundial

(1939 - 1945)
INTRODUCCIÓN Esta confrontación que se da entre 1939 y 1945, es la guerra a la que puede aplicarse
con plenitud el adjetivo de “mundial” y no sólo por la extensión progresiva del campo de operaciones, que fue
prácticamente el mundo entero, sino también por la intervención directa en el conflicto de las potencias europeas y
extraeuropeas más importantes.
Las causas que condujeron a ella fueron numerosas, y constituyeron un complicado entretejido político y las
consecuencias a que dio lugar demográficos, económicas y políticas son todavía hoy latentes.

25/10/1936 Formación del eje: Roma – Berlin.

Nov. 1936 Pacto Antikomintern. Inicio de la colaboración entre Alemania y en Japón contra la URSS y la
internacional comunista.

13/03/1938 Anexión de Austria (“Anschluss”).

29/09/1938 Conferencia de Munich.

Alemania Hitler
Asisten Italia Musolinni
Inglaterra Chamberlain
Francia Daladier
I. Antecedentes
01/10/1938 Anexión de los sudetes checos.

15-16/03/1939 Anexión del resto de Checoslovaquia.

22/05/1939 “Pacto de Acero”. Pacto de Amistad y Alianza. Entre Alemania e Italia.

23/08/1939 Pacto de “No agresión” germano – soviético.

Min. RR.EE. Alemán J. Von Ribbentrop


Firman
Min. RR.EE. Soviético V. Molotov

El afán imperialista de las potencias del eje.

2 Causas La recuperación del “espacio vital” (Lebensraum) por parte de Hitler.

El desconocimiento del Tratado de Versalles.

El enfrentamiento ideológico: Fascismo – Liberalismo Democrático.


3 DETONANTE (01/09/1939) Invasión alemana a Polonia. Ante la negativa del
gobierno polaco de la entrega del “Corredor” y un supuesto ataque a una estación de radio
alemana en Danzig, Hitler ordena el inicio de la “Blitzkrieg” o “Guerra relámpago”.

4. BLOQUE ANTAGÓNICOS (Personajes)

1. Bloque del “Eje”

Führer: Adolfo Hitler (sucesor Kart Döenitz)


Rey: Víctor Manuel III (Saboya)
Italia
Ministerio. RR.EE. : J. Von Ribbentrop.
Alema Duce: B. Musolinni (Sucesor P. Badoglio)
nia Jefe de la Luftwaffe: H. Göering.

Jefe de las SS: H. Himmler.


Emperador: Hirohito
Japón
Ministro de Propaganda: J. Göebbels.
1er. Ministro: Príncipe Konoye Fumimaro (Sucesor: Hideki Tojo)

Almirante de la Flota: I Yamamoto

2. Bloque de los “Aliados”

Rey: Jorge VI (Windsor)


Presidente: Albert Lebrún
Inglater Neville Chamberlain 1er. Ministro: Edouard Daladier
ra Francia
1er. Ministro: Winston Churchill
“Francia Libre” P. Petain
Clement Atlee
“Resistencia” Charles de Gaulle

Presidente: F.D. Roosevelt (Sucesor: Harry S. Truman)

Jefe de Estado Mayor – George C. Marshall Jefe de Estado: J. Stalin


URS
EE.UU.
Operaciones en Europa D. Eisenhower S Ministerio RR.EE.: V. Molotov

Operaciones en el Pacífico D. Mac Arthur

EL DESARROLLO DE LA GUERRA. A pesar del Pacto de Acero, Italia, de momento, no entró en guerra, y todo el
peso de la ofensiva militar lo llevó Alemania. Con una táctica sorprendente, con un ejército magníficamente preparado y
jugando con el factor sorpresa, los alemanes avanzaron sin dificultades por el territorio europeo.
Los aliados adoptaron una estrategia defensiva basada en el convencimiento de que la línea Maginot francesa detendría
la ofensiva alemana. Los hechos desmintieron rápidamente esta creencia y la guerra se extendió por todo el territorio
europeo.

VI. 1. Las rápidas victorias alemanas (1 de setiembre de 1939 – 22 de junio de 1941)


La guerra comenzó con dos estrategias muy diferentes. Los alemanes querían una guerra rápida y corta, una guerra
relámpago, y por eso comenzaron con unas ofensivas ágiles y potentes. En esta primera etapa de la guerra toda la
iniciativa correspondió a los ejércitos alemanes, que fueron los protagonistas de todas las ofensivas.
La táctica de guerra relámpago comenzó con la campaña de Polonia. Las unidades alemanas deshicieron, sin mucho
esfuerzo, al ejército polaco. Varsovia cayó en manos de los alemanes el 26 de setiembre y, paralelamente, el ejército
soviético invadió Polonia oriental y Finlandia, y se estableció una línea de separación ruso-alemana en el río Bug. A
continuación, a comienzos de 1940, Alemania ocupó Dinamarca y Noruega (abril de 1940) a fin de controlar la
evacuación del mineral de hierro sueco, vital para su abastecimiento industrial.
Las victorias que obtuvo en los primeros meses de la guerra y la impotencia de Francia y Gran Bretaña animaron al alto
mando alemán a iniciar la campaña de Francia. La ofensiva alemana comenzó con la ocupación de Holanda y Bélgica, que
fueron invadidas en 48 horas (mayo de 1940), y las tropas nazis entraron en Francia. Por las Ardenas, cercando a las
tropas franco-británicas que, arrinconadas y sin capacidad de contraofensiva, tuvieron que ser evacuadas por
Dunquerque. La famosa línea Maginot no había servido de nada ante el cambio de táctica de los alemanes, que ocuparon
el país por el norte y no por el este, como habían previsto los estrategas franceses. El 14 de junio los alemanes entraron
en París y el mariscal Pétain, el antiguo héroe de Verdún, solicitó el armisticio, mientras el ejército hitleriano ocupaba el
territorio francés hasta Caen, Orleans y Valence. Mussolini, completamente seguro del éxito alemán y de la derrota
francesa, decidió entrar en la guerra, e Italia se unió a las operaciones alemanas a partir del 10 de junio.
En el verano de 1940, tan sólo Gran Bretaña constituía un peligro para el dominio y la expansión alemana. Hitler
decidió iniciar la “Batalla de Inglaterra”, un proyecto de ocupación de la isla por mar. A fin de asegurar el éxito de la
operación, la aviación alemana se concentró sobre el archipiélago en agosto. Los bombardeos fueron terribles y Londres,
sobre todo, fue brutalmente castigada por la Luftwaffe. Sorprendentemente, la aviación británica, la RAF, repelió la
agresión y Hitler tuvo que renunciar a su proyecto de invasión. Entonces el Fϋhrer decidió, con la ayuda de Italia,
trasladar el escenario de las actuaciones bélicas a otros lugares, y en el primavera de 1941 ocupó Grecia, Yugoslavia y
una parte de Egipto.

2. El equilibrio de fuerzas (22 de junio de 1941 – 3 de setiembre de 1943)

A comienzos del verano de 1941 Alemania decidió cambiar el frente de operaciones hacia el este, iniciando la llamada
“campaña de Rusia”. La alianza que unía a alemanes y soviéticos había sido concebida por el Fϋhrer como un pacto
temporal que no tenía otro objetivo que garantizar la tranquilidad a sus espaldas. En aquellos momentos estaba decidido
a eliminar al régimen bolchevique y apropiarse de los recursos soviéticos de alimentos, minerales y petróleo. Así pues,
las tropas alemanas avanzaron por Polonia y entraron en Rusia, pero fueron detenidas por una resistencia heroica cerca
de Leningrado, que estuvo asediada durante prácticamente tres años, y de Moscú (diciembre de 1941).
Un segundo elemento que tuvo una gran trascendencia para el curso de la guerra fue la entrada de EE.UU. en el
conflicto. Desde 1939 Estados Unidos habían apoyado a los aliados mediante la venta de armas a crédito y el suministro,
sobre todo a Inglaterra, de materias primas vitales para su industria. Los japoneses, aprovechándose de la caída de
Holanda y de Francia, habían ocupado las colonias asiáticas de Indonesia, Malasia, Birmania y las Indias holandesas.
Los norteamericanos se opusieron a esta expansión y exigieron a los japoneses la evacuación de los territorios
ocupados. Japón respondió, sin declaración previa de guerra, bombardeando la flota americana en Peral Harbour
(diciembre de 1941). Estados Unidos declaró inmediatamente la guerra a Japón, a Alemania y a Italia. La guerra en el
Pacífico, que tendría como principales protagonistas a las marinas americana y japonesa, acababa de comenzar.
Entre noviembre de 1942 y setiembre de 1943 se detuvo la ofensiva de las potencias del Eje en los distintos frentes.
Ello cambió el desarrollo de la guerra y abrió el principio de las ofensivas aliadas, que se desarrollaron en fases
sucesivas.
La batalla de Stalingrado Después de una impresionante resistencia de casi un año, las divisiones alemanas que
asediaban la ciudad capitularon en febrero de 1943. Ésta fue la primera derrota del ejército alemán (la Wehrmacht)
desde el inicio de la guerra, y a partir de este momento los soviéticos iniciaron una ofensiva que obligó a los alemanes a
retroceder constantemente hacia el oeste.

La ofensiva americana en el Pacífico Una vez reconstruida su flota del Pacífico, los norteamericanos infligieron una
primera derrota a los japoneses en la batalla del mar del Coral (mayo de 1942), que salvó a Australia de caer en manos
de Japón. En otoño del mismo año, EE.UU. inició una gran ofensiva al desembarcar en las islas Salomón y al obligar a los
japoneses a evacuar Guadalcanal, lo que frenó definitivamente la expansión del Imperio Nipón.
La ofensiva anglo-americana en África La campaña de Rommel y del Afrika Korps para ocupar el canal de Suez se vio detenida
en El Alamein por las tropas británicas dirigidas por Montgomery. Al mismo tiempo, y con una estrategia concertada, el 8 de
noviembre de 1942, los aliados desembarcaron en el África francesa y las tropas de Rommel fueron vencidas definitivamente en
Túnez (mayo de 1943).
La Campaña de Italia Con la decisiva ayuda de las tropas norteamericanas, se produjo, en julio de 1943, un
desembarco aliado en Sicilia, y desde esta isla se fue preparando el asalto sobre el sur de Italia. Incapaz de
actuar en tantos frentes al mismo tiempo, Hitler tomó la decisión de abandonar la zona. El Gran Consejo
Fascista intentó forzar la dimisión de Mussolini y el mismo Rey nombró al mariscal Badoglio jefe del gobierno.
Badoglio se encargó de firmar un armisticio con las tropas aliadas inmediatamente después de que éstas
desembarcaran en Calabria y comenzaran a avanzar hacia el norte.
A partir de este momento y hasta el final de la guerra, Italia permaneció dividida en dos zonas, con la línea
divisoria en los alrededores de Nápoles. La parte norte quedó bajo dominio alemán, con la República Social
Fascista de Saló, creada por Mussolini. El sur fue ocupado por los aliados y se estableció un sistema monárquico
con un gobierno de coalición antifascista que declaró la guerra a Alemania el 13 de setiembre de 1943.

3. El hundimiento de las potencias del Eje (setiembre de 1943 – agosto de 1945)

Durante los años 1942 y 1943 cambió definitivamente el curso de la guerra y las ofensivas de
los aliados fueron las que obligaron a los alemanes a replegarse y a adoptar una estrategia para
la que no se habían preparado: frenar el avance del adversario. Además, durante este último
periodo, los países occidentales utilizaron dos nuevos tipos de acciones que hicieron disminuir
mucho la resistencia alemana. En primer lugar, se generalizaron los bombardeos masivos sobre
las ciudades alemanas. Por otro lado, las acciones de la resistencia en los territorios ocupados
por los nazis se intensificaron y ayudaron en gran medida a desorganizar y desmoralizar a los
ocupantes.
A partir de 1944 las tropas aliadas se lanzaron al asalto definitivo contra las potencias del Eje. Éstas fueron las
diversas ofensivas:
1.- La ofensiva rusa de 1944. En junio de aquel año, el Ejército Rojo inició su gran ofensiva hacia Alemania. Progresivamente,
Polonia, Rumania y Bulgaria fueron liberadas por las tropas soviéticas.
2.- La campaña de Italia
Desde sus posiciones en el sur de la península, los aliados comenzaron a avanzar hacia el norte y se abrieron
camino en la decisiva batalla de Montecassino; llegaron a Roma en junio de 1944. Mussolini, finalmente, fue
detenido y ajusticiado por los partisanos en los últimos días de la guerra.
3.- El hundimiento de Alemania

A partir de febrero de 1945 los rusos avanzaron hacia Alemania por el este, mientras que el resto de los países
aliados lo hacían por el oeste. Aislados y agotados, los ejércitos alemanes se vieron impotentes para contener el
avance aliado y Berlín cayó el 2 de mayo, poco después de que Hitler se hubiese suicidado. Inmediatamente tuvo
lugar la rendición de las tropas alemanas, la ocupación del norte de Italia y la capitulación sin condiciones, el 7 de
mayo ante los norteamericanos y el 8 ante los soviéticos.
De los frentes de la Segunda Guerra Mundial sólo quedaba abierto el del Pacífico, donde vencer militarmente a
Japón era un trabajo muy costoso y que podía ser muy largo. En primer lugar, se iniciaron una serie de ofensivas
para debilitar al ejército japonés, y los norteamericanos, bajo el mando de Mac Arthur, ocuparon las islas
Marshall, de donde comenzaron a bombardear Japón. Sin embargo, se preveía una resistencia nipona todavía larga
y, para forzar una rápida rendición, Truman, el nuevo presidente norteamericano, decidió lanzar dos bombas
atómicas sobre Hiroshima (6 de agosto de 1945) y Nagasaki (9 de agosto). El 2 de setiembre los japoneses
capitularon ante los norteamericanos.

II. LAS CONSECUENCIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Cuando se acabó la Segunda Guerra Mundial Europa estaba destrozada. Dos países,
EE.UU. y la URSS, eran los únicos capaces de afrontar, gracias a su potencia económica, el
esfuerzo de reconstrucción de la posguerra. Pero estos dos Estados tenían una
organización política, social y económica completamente antagónica. Esta situación
totalmente nueva en el mundo supuso el enfrentamiento entre dos sistemas, entre dos
bloques de países encabezados por EE.UU. y la URSS.

1.
VII. El Impacto Demográfico Aún antes de cumplirse los treinta años del final de la Primera Guerra Mundial la humanidad
había vuelto a ser duramente golpeada. La Segunda Guerra Mundial arrojó un balance de entre 40 y 50 millones de muertos.
Diversos factores nos explican esta cifra impresionante: la sofisticación de los armamentos, los bombardeos masivos sobre las
ciudades, las deportaciones nazis y la subalimentación crónica de la población, que provocó un aumento de la mortalidad, sobre
todo infantil. Es preciso constatar, comparándolo con la Primera Guerra Mundial, el brutal aumento del número de muertos entre
la población civil (en Polonia, cerca del 97% de las bajas fueron civiles y en la Unión Soviética, cerca del 50%).
Las destrucciones materiales tampoco fueron comparables con las de la Primera Guerra Mundial y afectaron sobre
todo a las ciudades, las vías de comunicación y las instalaciones industriales. Como consecuencia, la capacidad
industrial quedó notablemente mermada y las comunicaciones fueron en buena parte interrumpidas al desaparecer
carreteras y vías férreas. Las ciudades quedaron destruidas y una gran parte de los inmuebles tuvieron que ser
demolidos.
Los gobiernos europeos tuvieron que resolver el problema del abastecimiento de la población, ya que la falta de
comida era estremecedora y se tuvo que racionar, de manera que se convirtieron en cotidianas las colas de gente para
abastecerse de alimentos. El mercado negro estaba a la orden del día, los precios se dispararon y la inflación era cada
vez mayor. Como consecuencia del endeudamiento de los Estados beligerantes y de la misma inflación, las monedas
europeas fueron perdiendo valor.
Por otro lado, la Segunda Guerra Mundial agravó la decadencia económica de Europa y fortaleció la economía
norteamericana. Así, Estados Unidos se enriqueció notablemente con el conflicto y pasó a controlar los 2/3 de las
reservas mundiales de oro y a ocupar el primer lugar en el ranking mundial de la producción de bienes básicos. Por el
contrario, Europa perdió definitivamente todos los fundamentos de su antigua hegemonía mundial, y el desastre
demográfico y la ruina económica y financiera colocaron a su economía en dependencia de la de Estados Unidos.
También la Unión Soviética salió muy forzada, a pesar de las pérdidas humanas y del coste material del conflicto. La
URSS se convirtió en una gran potencia, reconocida como tal por todos los Estados y presente en todos los foros
internacionales a partir de 1943. El mundo socialista se engrandeció notablemente, ya que las tropas soviéticas
ejercieron su control hasta una línea que llegaba, al norte, hasta el Elba; en el centro, hasta Praga y Viena; y, al sur,
hasta Trieste. La mayoría de estos países se convirtieron en democracias populares de economía socialista: fue el fin
del aislamiento político y económico de la URSS.
PERDIDAS EN VIDAS HUMANAS
DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Pérdidas
Nacionalidades Militares Civiles
totales
Franceses 250.000 360.000 610.000
Ingleses 350.000 60.000 410.000
Alemanes 4,000.000 3,000.000 7,000.000
Italianos 330.000 85.000 415.000
Polacos 120.000 5,300.000 5,420.000
Rusos 13,600.000 7,500.000 21,100.000
Otros europeos 1,020.000 3,700.000 4,720.000
Norteamericanos 250.000 250.000
Canadienses 42.000 42.000
Japoneses 1,700.000 360.000 2,060.000
Chinos 3,500.000 10.000.000 13,500.000

25,162.000 30,365.000 55,527.000

Consecuencias Económicas: Desde el punto de vista económico, al terminar la guerra la situación de Europa
era desoladora. Los bombardeos habían destruido ciudades enteras, y millones de hectáreas de tierras de cultivo habían
sido arrasadas mientras que la falta de alimentos era terrible. Ferrocarriles, puertos, puentes y fábricas habían sido
convertidos en montones de chatarra y de escombros. En total, las pérdidas y gastos se evaluaron en dos billones y medio
de dólares.
Se calcula que en Europa occidental fueron completamente derruidos 1,500.000 edificios y más de 7,000.000 sufrieron
daños o desperfectos. Los aliados perdieron más de 5.000 barcos mercantes, que representaban 22 millones de tm de
arqueo bruto. Las pérdidas de barcos de las potencias del Eje (unos 3.000) se estimaron en 14 millones de tm de arqueo
bruto. Las operaciones aéreas ocasionaron la pérdida de 72.000 aviones alemanes, 36.000 británicos, 50.000 americanos y
unos 16.000 japoneses.
La ayuda que los Estados Unidos aportaron a los aliados, a título de préstamo, se elevó a 44.000 millones de dólares, de
los cuales 30.000 millones fueron para los países de la Commonwealth y 11.000 millones para la Unión Soviética, que
recibió de Estados Unidos 15 millones de tm de material : 13.000 tanques, 400.000 camiones, 2,500.000 tm de gasolina de
aviación, etc. Toda esta ayuda representaba el 58% del total de la producción norteamericana de armamento, el 5% de la
de petróleo, el 20% de la materias primas y material elaborado, así como el 16% de los artículos alimenticios producidos
en Norteamérica.
Cambios Territoriales: Las bases de la estructura internacional de la posguerra quedaron fijadas en la Carta
fundacional de las Naciones Unidas, en la Conferencia de Paz de 1946 y en los subsiguientes tratados de 1947.
La Organización de las Naciones Unidas –ONU-, cuya Carta fundacional fue firmada en San Francisco de California el 26
de junio de 1945, es un organismo análogo a la antigua Sociedad de Naciones de la anterior posguerra. Tiene su sede en
Nueva York y su finalidad primordial es velar por el mantenimiento de la paz y fomentar las buenas relaciones y la
cooperación internacional entre los pueblos.
La Confederación de Paz fue inaugurada el 29 de julio de 1946 en el Palacio de Luxemburgo, de París, y terminó sus
sesiones en octubre del año siguiente. El 10 de febrero de 1947 fueron concluidos los tratados de paz con Italia,
Finlandia, Hungría, Rumania y Bulgaria, en los cuales, además de las sanciones económicas y otras condiciones, se fijaron
las siguientes modificaciones territoriales :

Italia tuvo que ceder a Yugoslavia unas dos terceras partes de la península de Istria, con excepción del puerto de
Trieste, que fue convertido en territorio libre bajo la protección de las Naciones Unidas (y recientemente ha sido
reincorporado a Italia); y a Grecia, las islas del Dodecaneso. Además, tuvo que renunciar a todos sus derechos sobre sus
colonias (Libia, Eritrea y Somalia Italiana), y Albania recuperó la independencia.
Rumania recuperó la Transilvania, anexionada anteriormente a Hungría, pero tuvo que ceder a la Unión Soviética Besarabia
y Bukovina del Norte.
Bulgaria recobró de Rumania la Dobrudja meridional.
Hungría, además de devolver la Transilvania a Rumania, cedió a Checoslovaquia la zona sur del Danubio, con la ciudad de
Bratislava.
Polonia, disminuida por el Este a favor de Rusia, y ampliada por el Oeste a expensas de Alemania, se extiende actualmente
desde el Bug al Oder.
Finlandia cedió a Rusia el istmo de Carelia y la provincia de Pétsamo, en la zona ártica.
Alemania quedó dividida en cuatro zonas de ocupación, gobernadas por sus respectivos comandantes militares : la
británica, la norteamericana y la francesa, en el Oeste; y la Soviética, en el Este y Norte. La ciudad de Berlín, enclavada
en la zona soviética, fue a su vez subdividida en otras cuatro zonas, y ha sido la sede del Congreso Supremo de Control,
integrado por los comandantes militares de las cuatro zonas.
Austria, igual que Alemania, quedó dividida en cuatro zonas de ocupación –tanto el país como la capital- bajo el mando
supremo de la Comisión Aliada de Control, situación que se prolongó hasta la firma del Tratado de Paz con esta nación
(1955), por el cual recuperó su independencia.

VII. 2. Las Conferencias de Paz


Cuando comenzaba a intuirse que la caída de Alemania estaba cerca, los jefes de Estado de EE.UU. (Roosevelt), de
la URSS (Stalin) y de Gran Bretaña (Churchill) se reunieron en una conferencia en Teherán en 1943, pero fue en Yalta
(febrero de 1945) donde quedaron delimitadas las dos grandes áreas de influencia soviética y americana. Alemania
quedó dividida en cuatro zonas (norteamericana, británica, francesa y soviética) y se fijó la cantidad de las
reparaciones debería pagar. Los occidentales aceptaron el gobierno de Tito en Yugoslavia y la entrada de los
comunistas en el gobierno de Polonia.
La celebración de una tercera conferencia tuvo lugar en Potsdam en julio de 1945, entre Stalin, Churchill
(sustituido después por Attlee, del Partido Laborista) y el presidente norteamericano Truman (que sustituía a
Roosevelt). En Potsdam quedó de manifiesto la imposibilidad de que los vencedores llegaran a ponerse de acuerdo. Los
soviéticos, que habían ocupado la mayor parte de Europa Central, consideraban inútil consultar a los occidentales
sobre la reorganización de esta zona. Los aliados hicieron lo mismo en los lugares que habían ocupado en el
Mediterráneo y en África.
Finalmente, en la Conferencia de París (1946) fueron elaborados los
tratados de paz con Italia, Rumania, Bulgaria, Hungria y Finlandia, que se
firmaron al año siguiente. El tratado con Austria se firmó en 1955 y hasta
ese momento Austria estuvo intervenida por los aliados. Fue en ese mismo
año cuando los aliados, sin los soviéticos, firmaron un tratado de paz con
Japón. Por lo que se refiere a Alemania, ésta fue reanudando
progresivamente sus relaciones con los vencedores, pero sin haber firmado
nunca, como en 1919, un tratado general de paz.

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