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Datos del fallo

Niklinson, María Cristina y otros vs. Provincia de Santa Fe s. Cobro de pesos


laborales
RC J: 3266/17

Fecha del fallo: 26/05/2017

Juzgado: Cámara de Apelaciones en lo Laboral Sala I - Santa Fe, Santa Fe

Reseña
Laboral > Riesgos de Trabajo > Trámites procesales

Cuando una provincia actúa como autosegurada debe cumplir con las cargas inherentes a dicha condición, y
entre ellas adoptar la diligente iniciativa para lograr que la víctima de un siniestro laboral reciba en tiempo
oportuno las prestaciones dinerarias y en especie a las que la responsable queda obligada conforme al sistema
de riesgos del trabajo. De esta forma, el carácter profesional o no del accidente no depende de un acto
administrativo del Estado Provincial. Reiteradamente se ha sostenido que los accidentes de trabajo, incluso
cuando afecten a agentes públicos, constituyen un capítulo jurídico que no pone en juego materia
administrativa sino normas de derecho común, siendo ajeno por tanto a la necesidad de agotar tramitaciones en
exceso de lo que prevé la Ley 7232 de Santa Fe o las necesarias para considerar que la Administración ha
tenido suficiente posibilidad de expedirse. Es que la provincia no puede, al mismo tiempo, invocar el régimen
de autoseguro y la aplicabilidad a su respecto de la Ley 24557 pero desentenderse, por considerarlo
inaplicable, de los aspectos normativos y reglamentarios de dicho sistema que eventualmente no le convengan.
Aún cuando la norma no es aplicable al caso, solo como referencia es importante señalar que ello es ahora
regulado específicamente en los arts. 6 y 7, Ley 27348. Así, la Ley 24557 es norma de jerarquía superior,
materialmente especial y temporalmente posterior a las reglamentaciones internas administrativas y demás no
hace distingo alguno a propósito de empleadores públicos o privados, asegurados o autoasegurados. En
consecuencia, corresponde hacer lugar al recurso de apelación de la parte actora en lo que respecta al
argumento del a quo sobre la falta de agotamiento de la vía administrativa para rechazar la demanda,
modificando la sentencia de grado.

Reseña
Laboral > Riesgos de Trabajo > Accidentes y enfermedades indemnizables > Accidente in itinere

El objeto de la litis se circunscribió a determinar si el accidente de tránsito en el cual falleció el causante era
calificable jurídicamente como "in itinere" con la consecuente responsabilidad de la demandada. En esa
dirección la Jefa de Policía emitió una resolución que rechazó administrativamente la pretensión de la parte
actora diciendo que si bien en principio se podía calificar al accidente como "in itinere" (el accidente de
tránsito ocurrió cuando el causante se dirigía desde su domicilio hacia la dependencia policial en la cual
prestaba servicios), se debía rechazar el siniestro en sede administrativa en tanto con la prueba producida (una
persona prestó declaración testimonial en la propia Policía de la Provincia de Santa Fe), se pudo establecer que
éste actuó en forma negligente, provocando con su accionar el evento dañoso que le causó la muerte. Más allá
de la contundencia o validez de la prueba mencionada, cabe referir que en el especial sistema de la Ley de
Riesgos del Trabajo, la causal de "culpa de la víctima" invocada por la demandada como quiebre del nexo de
causalidad adecuada en el accidente in itinere, no es una eximente de la responsabilidad prevista en el inc. 3,
art. 6, Ley 24557, constituyendo ello una diferencia sustancial con el escenario perfilado en el Derecho común
por el instituto de la culpa de la víctima, ahora denominado "el hecho de la víctima". Corresponde hacer lugar
a la demanda y condenar a la Provincia de Santa Fe al pago de la indemnización dispuesta en los arts. 11 y 18,
Ley 24557.

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Reseña
Laboral > Riesgos de Trabajo > Prestaciones en dinero > Ingreso base

Dado que conforme el fallo "Espósito" de la CSJN corresponde liquidar la indemnización sistémica sin
aplicación del Decreto 1694/09 y las Leyes 26773 y 27348, realizando el control de constitucionalidad y
convencionalidad de oficio que corresponde efectuar a cada Juez conforme la estructura difusa del mismo en
el sistema argentino, resulta necesario analizar el art. 12, Ley 24557. El problema de la norma radica en que:
a) toma en cuenta únicamente los rubros de naturaleza remuneratorios, dejando afuera otros rubros que el
trabajador pudiera percibir pero de naturaleza no-remuneratorio; b) devengados en el año anterior a la primera
manifestación invalidante. Con respecto a este segundo aspecto, el problema aparece y se acrecienta en épocas
de procesos inflacionarios, pues el paso del tiempo tiene el efecto de devaluar el monto salarial de la base que
se toma a los efectos del cómputo de las indemnizaciones. El presente caso es un ejemplo claro de ello, pues
debería tomarse como base de cálculo los salarios de hace 15 años (problemática que ya ha sido abordada en la
reforma introducida por la Ley 27348). Por lo expuesto, y realizando el control de constitucionalidad y
convencionalidad de oficio antes mencionado, corresponde declarar en este caso la inconstitucionalidad del
art. 12, Ley 24557 y, modificando la sentencia de grado, disponer que la indemnización por muerte del
trabajador se liquide tomando como base para su liquidación la remuneración que la víctima hubiera percibido
en el mes inmediatamente anterior al que se practique la liquidación de su acreencia. Una vez establecido el
capital de la prestación conforme al procedimiento preindicado, la suma resultante ha de devengar intereses
retrospectivos desde la mora (que se establece a los 15 días desde la fecha de fallecimiento) y el momento de
la liquidación, como así también intereses prospectivos (desde la liquidación del capital con más los
moratorios hasta entonces) hasta el cumplimiento. Para los primeros se fija una tasa del 12 % anual, ya que
indemnizan la pura indisponibilidad del capital en tiempo oportuno; para los segundos, corresponderá estar a
la doctrina de esta Sala en el precedente "Ibarra, Eduardo vs. Supermercado Makro" del 28/08/2015.

Texto del fallo


En la ciudad de Santa Fe, en fecha 26 de Mayo de 2017, se reúnen en Acuerdo los Señores Jueces de la Cámara de Apelación en lo
Laboral, SALA PRIMERA, debidamente integrada por los doctores: Sebastian C. Coppoletta, Jorge A. Garraza y José Daniel
Machado, para resolver el recurso de apelación interpuesto por la parte actora (fs. 89), contra la sentencia dictada por el Señor Juez
de Primera Instancia en lo Laboral de la Cuarta Nominación de esta ciudad (fs. 87/88), en los autos caratulados: "NIKLISON, Maria
Cristina c. PROVINCIA DE SANTA FE s/ ACCIDENTE DE TRABAJO" (Extp. N° 102 año 2014). Después de procederse al
sorteo de ley, se estableció el siguiente orden de votación, Jueces: COPPOLETTA, MACHADO Y GARRAZA.
Acto seguido el Tribunal se plantea las siguientes cuestiones:
PRIMERA: Es nula la sentencia recurrida?
SEGUNDA: En caso contrario, es ella justa?
TERCERA: Que pronunciamiento corresponde dictar?
A la primera cuestión, el Dr. Coppoletta dijo:
Contra la sentencia dictada por el Sr. Juez a quo que rechaza la demanda se alza la parte actora (Sra. María Cristina Niklison, Sr.
Ignacio Duso, Sra. Melisa Duso y Sr. Gastón Duso) mediante el recurso de apelación que interpone y es concedido por el a quo.
Elevados los autos ante esta instancia, la parte recurrente expresa sus agravios, los que son contestados por la parte demandada. Lo
co-actora Srta. Macarena Duso expresa agravios, pero en verdad no existe recurso de apelación concedido a esa parte interviniente.
La defensora general contesta traslado conforme el memorial que se agrega a los autos. Se solicita al archivo la remisión ad effectum
videndi del expte "Niklison, María Cristina y otros c/ Provincia de Santa Fe s/ Accidente de trabajo" (Expte. n° 853/07), tramitado
por ante el Juzgado de 1a. Instancia de Distrito n° 1 en lo laboral de la 4a. Nom. Se oficia a la Jefatura de la Policía de la Provincia
de Santa Fe a los efectos de que remita copia certificada de la Resolución J.P.P. (D5) n° 410 de fecha 23/06/04. Se agrega la
documental remitida. Habiéndose decretado el pase de los autos a resolución, quedan las presentes en estado de dictar sentencia.
Aún cuando la parte actora recurrente no ha interpuesto recurso de nulidad, lo manifestado por la Defensora General a fs. 152/3
impone la revisión de oficio sobre la regularidad del trámite, atento que interviene una menor en la litis.
Debe observar que la Defensora General no peticiona la nulidad de la sentencia del a quo, y sólo solicita se tengan presentes los
intereses de la niña menor de edad en la sentencia a dictarse por este Tribunal.
Tengo presente que el art. 145 incs. 1 y 3 LOPJ declara que el Defensor Oficial debe intervenir -en este caso ante el fuero laboral-

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"... como parte esencial en todos los asuntos contenciosos o voluntarios que se relacionen con menores, incapaces o ausentes."
A su vez, el art. 103 del Código Civil y Comercial regula la actuación complementaria del Ministerio Público "... en todos los
procesos en los que se encuentran involucrados intereses de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida; la
falta de intervención causa la nulidad relativa del acto." En el caso del autos, el Defensor General tomó intervención en autos dada la
participación como parte actora de quien era menor, Ignacio Duso. Que al momento de dictarse sentencia en el año 2012, el actor Sr.
Ignacio Duso había cumplido la mayoría de edad conforme constancia de fs. 40, con lo cual había cesado la intervención del
Defensor General. De este modo, no existe un vicio de nulidad en el trámite previo al dictado de la sentencia del a quo.
Luego, la intervención en autos de la menor Srta. Macarena Duso es a partir de la fecha 05/02/15 (fs. 123). A fs. 129 se ha corrido
vista al Defensor General. A fs. 130 el Defensor General solicita se aclare a qué fines se corre la vista, sin que el a quo proveyera
esta petición. Conforme ello, la Defensora General ahora sostiene que no se ha dado la debida intervención a esa parte,
conculcándose los derecho de la menor. Sin embargo, observo que se ha corrido vista, y ello lo es a todos los efectos legales que la
competencia del cargo de Defensor otorga. De este modo, no se han vulnerado los derechos de la niña interviniente por la parte
actora, pues ha podido ejercer ella y su defensa promiscua todos los derechos que le corresponden. A su vez, tendré especialmente
en cuenta su situación al tratar el recurso de apelación.
En consecuencia, no se advierten vicios que impusieran de oficio la anulación de la sentencia ni el trámite procesal posterior a su
dictado.
Voto por la negativa.
A la misma cuestión el Vocal Machado dijo:
Que, por iguales razones se adhiere al voto del Dr. Coppoletta.
A la segunda cuestión, el Vocal Coppoletta dijo:
El Sr. Juez a quo ha rechazado la demanda sosteniendo que en el caso no se ha agotado la instancia administrativa previa al reclamo
judicial. Para así decidir, sostuvo que: "... del trámite dado al reclamo administrativo no puede inferirse el agotamiento de la
necesaria instancia administrativa previa por cuanto si bien es cierto que la demandada dispuso de un lapso de tiempo razonable para
la tramitación de las correspondientes actuaciones administrativas desde la interposición del reclamo (24.05.2002), no puede
imputársele una actitud renuente al cumplimiento de sus obligaciones en tanto el trámite no ha sido debidamente instado por la
reclamante conforme la normativa legal vigente lo que surge en modo notorio de la simple lectura de las constancias traídas a la
causa por la propia parte actora". (fs. 88).
En lo sustancial del agravio, y que resulta relevante para decidir la litis, la parte actora controvierte la decisión del a quo de rechazar
la demanda con el fundamento en que no ha existido un acto administrativo por parte de la autoridad pública que reconozca el hecho
del accidente y lo califique como profesional.
La Sala II de esta Cámara ha sostenido en forma reiterada que cuando la Provincia actúa como autosegurada debe cumplir con las
cargas inherentes a dicha condición, y entre ellas adoptar la diligente iniciativa para lograr que la víctima de un siniestro laboral
reciba en tiempo oportuno las prestaciones dinerarias y en especie a las que la responsable queda obligada conforme al sistema de
riesgos del trabajo. En particular, el DR 717/96 establece en su artículo 7 que "aceptada la denuncia, la aseguradora deberá
especificar -y notificar al trabajador- el diagnóstico médico, el tipo de incapacidad que sufre y, en su caso, el carácter y el grado...", a
la par que el art. 8 le habilita a realizar luego las revisiones que entienda correspondientes notificando al trabajador sus resultados. El
art. 37, a su vez, aclara que "las normas del presente decreto establecidas para las aseguradoras serán de aplicación para los
empleadores que se encuentren incluidos dentro del régimen de autoseguro".
De esta forma, el carácter profesional o no del accidente no depende de un acto administrativo del Estado Provincial. La
jurisprudencia de la Cámara reiteradamente ha sostenido que los accidentes de trabajo, incluso cuando afecten a agentes públicos,
constituyen un capítulo jurídico que no pone en juego materia administrativa sino normas de derecho común, siendo ajeno por tanto
a la necesidad de agotar tramitaciones en exceso de lo que prevé la Ley 7232 o las necesarias para considerar que la Administración
ha tenido suficiente posibilidad de expedirse, y esto último parece suficientemente cumplido en autos.
Es que la Provincia no puede, al mismo tiempo, invocar el régimen de autoseguro y la aplicabilidad a su respecto de la Ley
Nacional 24557 pero desentenderse, por considerarlo inaplicable, de los aspectos normativos y reglamentarios de dicho sistema que
eventualmente no le convengan. Aún cuando la norma no es aplicable al caso, solo como referencia es importante señalar que ello es
ahora regulado específicamente en los arts. 6 y 7 de la Ley 27348. Así, la Ley de Riesgos es norma de jerarquía superior,
materialmente especial y temporalmente posterior a las reglamentaciones internas administrativas. La LRT no hace distingo alguno a
propósito de empleadores públicos o privados, asegurados o autoasegurados.
Si la Provincia de Santa Fe acepta someterse a la aplicación de la LRT para limitar las consecuencias económicas de los infortunios
del trabajo de los agentes públicos, y máxime si opta por el régimen de auto-seguro, se somete igualmente a toda la normativa
sistémica conforme a la cual queda emplazada en una posición semejante a la de cualquier ART, sin que sean oponibles a la víctima
las demoras inherentes a sus trámites, vistas, pases, "pedidos de opinión" y controles internos.

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En consecuencia, corresponde hacer lugar al recurso de apelación de la parte actora en lo que respecta al argumento del a quo sobre
la falta de agotamiento de la vía administrativa para rechazar la demanda, modificando la sentencia de grado.
Luego, corresponde entonces decidir sobre la procedencia de la pretensión de la parte actora.
Debe observarse que a los efectos de la integración de la litis, han sido reconocido por ambas partes los siguientes hechos, que en
consecuencia no son litigiosos: 1) que el Sr. Rubén Duso era agente de la Policía de la Provincia de Santa Fe; 2) que los actores son
herederos del Sr. Rubén Duso; 3) que el Sr. Rubén Duso falleció en un accidente de tránsito ocurrido el día 02/05/02.
En consecuencia, el objeto de la litis se circunscribe en determinar si aquel accidente de tránsito en el cual falleció el Sr. Rubén
Duso es calificable jurídicamente como "in itinere" con la consecuente responsabilidad de la demandada.
La Resolución J.P.P (D-5) n° 410/04, por la cual se rechaza administrativamente la pretensión de la parte actora respecto de la
calificación del accidente y la responsabilidad laboral de la demandada, es absolutamente determinante a los efectos de la solución
de la litis. Ello, en tanto en la misma resolución se califica al accidente como "in itinere", dado que conforme surge de los propios
fundamentos, el Sr. Rubén Duso sufre el accidente de tránsito dirigiéndose desde su domicilio en calle Artigas 3880 hacia la
dependencia policial en la cual prestaba servicios, el Depto. Logística.
Para así decidir, la Sra. Jefa de Policía sostuvo: "De las pruebas reunidas en principio, se infiere que concurrían los supuestos para
encuadrar el deceso del Cabo 1ro. Duso como profesional, por considerarse que ha sido "in itinere", empero, ello no será posible
toda vez que éste actuó en forma negligente, provocando con su accionar el evento dañoso."
Con lo cual, en el rechazo de la pretensión de la parte actora en sede administrativa, la resolución tiene por acontecido un accidente
"in itinere", pero no asume su responsabilidad laboral invocando la culpa (negligencia) de la propia víctima.
La culpa de la víctima invocada por la demandada sólo se tiene por acreditada en la resolución policial mediante la testimonial del
Sr. Luque. Debo destacar que esa declaración testimonial se ha producido ante la propia Policía de la Provincia de Santa Fe, con lo
cual, es en definitiva el sujeto demandado (Provincia de Santa Fe) quien hace las veces de juez y parte, pues tiene la potestad de
decidir sobre su propia responsabilidad por el accidente laboral del actor. En consecuencia, la prueba de la culpa que se imputa al Sr.
Rubén Duso en el hecho del accidente carece de la suficiente contundencia.
No obstante ello, dado el especial sistema de la ley de riesgos del trabajo, es importante referirse a la causal de "culpa de la víctima"
invocada por la demandada como quiebre del nexo de causalidad adecuada en el accidente in itinere.
Desde el dictado de la Ley 9688 hace ya más de un siglo, una de las características notables del régimen especial ha sido que, junto
a la ampliación de los presupuestos de resarcibilidad de los daños, el legislador dispuso una minimización de las eximentes de
responsabilidad. Así, por ejemplo, en el estado de cosas anterior a la Ley 24557, mientras la norma rezaba que la responsabilidad se
excluía por la culpa grave de la víctima, la jurisprudencia había desdibujado su procedencia al exigir de manera muy homogénea,
siguiendo los lineamientos de la jurisprudencia inglesa sobre la Ley de 1887 y la francesa de 1889, que se tratara de una temeridad
inexcusable, una insensatez inconcebible que ya confina con el dolo. (Cfr. RUFINO, Marco: Accidentes de Trabajo - Jurisprudencia
y doctrina seleccionadas.
Universidad, Buenos Aires, 1990; pág. 173, parágrafos 688 a 695.) De hecho, ya con la Ley 24028 de 1993 se había reemplazado la
culpa, contemplando la exoneración solo en los casos en que "el daño hubiere sido causado intencionalmente por el trabajador" (art.
7). Esa modificación -que pasó a la LRT, según dispone su art.6- hizo decir en su momento a Antonio Vázquez Vialard que "por lo
tanto, las consecuencias dañosas del proceder temerario del trabajador se imputan al empleador" (Cfr. Accidentes y enfermedades
del trabajo. Ley 24028; Astrea, 1993, pág. 161), dado que, para que opere la eximente, "no solo se requiere que haya voluntad de
producir el acto que provoca el daño, sino también el deseo o intención de producir sus consecuencias reales" (Ídem, pág. 166 y
167).
Quiero significar, con esta breve reseña, que la culpa o negligencia de la víctima, cualquiera fuere su gravedad, no es una eximente
de la responsabilidad con arreglo a la ley especial, constituyendo ello una diferencia sustancial con el escenario perfilado en el
Derecho común por el instituto de la culpa de la víctima, ahora denominado "el hecho de la víctima".
Y bien, al resultado de la muerte se llega entonces -por lo menos conforme lo invoca la demandada- por al menos dos concausas: la
propia del trabajador, por su obrar negligente en el accidente sufrido que la demandada imputa; y la laboral, dada por el trayecto "in
itinere" entre el domicilio y el trabajo que ha sido reconocido por la demandada.
Sobre este tema ya se ha pronunciado reiteradamente esta Sala II desde el fallo dictado en fecha 19/4/12 en autos caratulados
"Fernández, Silvia Noemí c/ La Segunda A.R.T. S.A. S/ Accidente de trabajo", en el cual el voto de mi colega José Daniel Machado
al cual hemos adherido los demás miembros de la Sala II, expresaba: "Como sostuve ya en 1996 ("Siniestralidad Laboral", Rubinzal,
en coautoría con Néstor Corte; pág. 276 y siguientes) el pecado conceptual original de la LRT, en este aspecto, es que en su
pretensión de eliminar la doctrina de la indiferencia de la concausa terminó por eliminar el concepto mismo de concausa. Así, tanto
en materia de accidentes como de enfermedades, el resarcimiento procede completo o no procede, sin matices ni gradaciones. El
sistema supone la causalidad exclusiva del trabajo (a nivel de autoría) como condición para presumir la total imputabilidad de las
consecuencias (sin admitir prueba en contrario), creando una ficción absolutamente insostenible tanto en términos técnico-jurídicos

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como médicos. Y es que la multicausalidad resulta un dato autoevidente, porque aún cuando no esté en duda el primer nivel de
imputación (del daño al trabajo) es caso obvio que las consecuencias de un mismo hecho dañoso en distintas personas habrán de
incidir con desigual entidad invalidante según una miríada de circunstancias personales. (...)
Con las herramientas que nos provee el sistema de riesgos del trabajo, según su peculiar sistema de imputación, cabe decir que
acreditado el acontecimiento accidental, corresponde imputar todas sus consecuencias (lo que es un eufemismo, puesto que en
realidad sólo se trata de las tarifadas relativas a la pérdida de capacidad de ganancia) a la A.R.T. responsable, salvo que está a su vez
demuestre alguna de las eximentes o exclusiones de responsabilidad que, limitadamente (como es propio de todo sistema de tarifa),
prevé la misma ley en su art. 6.3".
Y en este sentido, la invocación de la culpa de la víctima intentada por la demandada no es una de las causales del art. 6.3 LRT, el
cual al respecto sólo acepta el dolo del trabajador.
Como corolario, dado que la propia demandada -a través de la Resolución n° 410/04- reconoció que el accidente sufrido por el Cbo.
Rubén Duso ha sido "in itinere", pero sosteniendo su exención de responsabilidad en base a la culpa de la víctima, lo cual no es un
factor válido conforme el art. 6.3 de la Ley 24557, corresponde hacer lugar a la demanda y condenar a la Provincia de Santa Fe al
pago de la indemnización dispuesta en los arts. 11 y 18 de la Ley 24557.
El pago indemnizatorio deberá realizarse conforme lo regula la Ley 7234 con las modificaciones introducidas por la Ley 12036.
El art. 9 de la Ley 7234 dispone que los pagos de deudas que la Provincia de Santa Fe deba afrontar, "... serán satisfechos dentro de
las autorizaciones para efectuar gastos contenidas en las distintas jurisdicciones y entidades de los respectivos presupuestos..." y
seguidamente la norma dispone que "En caso que el Presupuesto correspondiente al ejercicio financiero en que la condena deba ser
atendida carezca de crédito presupuestario suficiente para satisfacerla, el Poder Ejecutivo o titular del Ente, deberá efectuar las
previsiones necesarias a fin de su inclusión en el ejercicio siguiente..."
De esta forma, según la normativa vigente, la demandada debe manifestar si tiene fondos suficientes para el pago del crédito en éste
ejercicio presupuestario o bien proceder a la inclusión presupuestaria del crédito en el proyecto de presupuesto que se envíe a la
Legislatura Provincial para el ejercicio siguiente.
Con lo cual se intimará a la Provincia de Santa Fe para que en el plazo de veinte (20) días exprese si cuenta con fondos suficientes
para realizar el pago de la indemnización por fallecimiento del Sr. Rubén Duso en éste ejercicio presupuestario y, en el caso de
negativa, presente en el mismo acto el certificado establecido por el art. 9 bis Ley 7234, bajo apercibimiento de disponer el embargo
de la suma reclamada y liquidada en autos.
Con respecto al quantum indemnizatorio, se debe destacar que el fallecimiento del Sr. Rubén Duso ocurrió en fecha 02/05/02. De
esta forma, y conforme el fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso "Espósito, Dardo c/ Provincia ART"
(del 07/06/16), el cual este Tribunal aplica por razones de economía procesal pero no por convicción, debe estarse al sistema
indemnizatorio vigente al momento del accidente.
Ahora bien, siendo el caso que la indemnización del art. 18 LRT debe liquidarse conforme el art. 15.2 LRT (reglamentado por el
Decreto 334/96), debe considerarse que esa última norma aún regula un régimen de prestaciones periódicas ("prestación de pago
mensual complementaria a la correspondiente al régimen previsional"), y el cálculo que contiene es a los efectos de determinar el
capital que generará la renta.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha declarado la inconstitucionalidad del sistema de pago indemnizatorio por medio de
renta en el caso "Milone", cuyos fundamentos hago propio y los reitero aquí como fundamento de mi decisión. A su vez, el art. 2 de
la Ley 26773 dispone que el principio general es el de pago único.
No dejo de tener presente que la ley de Accidentes de Trabajo n° 9.688 estableció esta forma de pago de la indemnización, y la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, en los autos "Mansilla c. Ferrari" declaró que el pago en forma de renta no afectaba
garantías constitucionales. También tengo presente que el art. 5 del Convenio OIT n° 17 (ratificado por Ley 13560) habilita el pago
en renta.
Sin embargo, estimo que el pago en renta puede ser un mecanismo adecuado de reparación cuando la renta viene a suplir
inmediatamente el ingreso dejado de percibir por el trabajador damnificado, de tal modo que los ingresos salariales no sufren
alteración alguna ni en el quantum ni en el tiempo. De tal forma, el sistema debería funcionar en forma automática para evitar
cualquier pérdida del ingreso salarial mensual. Esto, evidentemente, no es el caso de autos, en el cual el trabajador se accidentó en
fecha 02/05/02 y más de quince años después aún sus derechohabientes continúan litigando a los efectos de obtener el pago
indemnizatorio. Evidentemente, habiéndose afectados sus ingresos mensuales como consecuencia del accidente, es altamente
probable que la parte actora haya tenido que financiar sus gastos ordinarios de alguna otra forma y, por ello, el pago de una suma
única en este momento tiene el mismo grado de probabilidad de ayudarlo a sanear su situación financiera.
Por lo expuesto, voto por declarar en el caso la inconstitucionalidad del art. 15.2 de la Ley 24557 en cuanto impone el pago
indemnizatorio por el sistema de renta, y disponer que la indemnización por el fallecimiento del Sr. Rubén Duso debe liquidarse
conforme el art. 14.2.a de la Ley 24557, tomando el porcentaje de incapacidad al 100 %.

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También con respecto a la indemnización del art. 15.2 de la Ley 24557, texto según el Decreto 1278/00, corresponde observar que
la misma tiene un tope en su monto. Y, realizando el control de constitucionalidad y convencionalidad de oficio que corresponde
efectuar a cada Juez conforme la estructura difusa del mismo en el sistema argentino, el mismo es pasible de los mismos reproches
constitucionales que el tope dispuesto por el art. 8 inc. a) de la Ley 9688. Asimismo, el agravio constitucional de este sistema ha sido
luego reconocido y corregido por el Decreto 1694/09, el cual modifica sustancialmente el sistema derogando el tope e imponiendo
un piso indemnizatorio. En consecuencia, y conforme los fundamentos dados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en su
sentencia "Ascua, Luis Ricardo c/ SOMISA" de fecha 18/08/10, que reproduzco como fundamento de mi voto, corresponde declarar
en éste caso la inconstitucionalidad del tope indemnizatorio del art. 15. inc. 2. de la Ley 24557.
Siendo que la indemnización corresponde liquidarla, ya sin tope, conforme el art. 14.2.a LRT, ello lleva a referirse a la base salarial
a considerar en la liquidación -art. 12 LRT-.
Con respecto al valor del IBM del art. 12 de la Ley 24557, como sostuve en mis votos en "Antuña, Martin c/ Asociart ART SA"
(23/09/15) y en "Gianastacio, Francisco c Asociart SA ART" (16/09/16) "Es muy importante indicar el escenario en que se decide
esta causa. Esta Sala, conforme lo expuse ut supra al trata el recurso de apelación del actor, se ha pronunciado por la aplicación
inmediata del Dec. 1694/09 y de la Ley 26773 en los casos de accidentes con prestaciones sistémicas dinerarias aún adeudadas al
momento de la vigencia de las nuevas normas. Y, aún más, ha decido la aplicación del indice RIPTE sobre las fórmulas
indemnizatorias. De esta forma, el efecto negativo que la inflación tiene sobre el IBM del art. 12 LRT se compensa con la corrección
que realiza el RIPTE.
Es por ello que decidir sobre la constitucionalidad del art. 12 de la Ley 24557 cuando se aplica la Ley 26773 y el RIPTE a las
formulas es absolutamente distinto al caso de autos es lo que se ha decidido la no aplicación de esa normativa. De esta manera,
quiero dejar completamente en claro que lo que se expone a continuación en mi voto no puede considerarse como precedente en
casos en que se aplica el RIPTE en la formula indemnizatoria...".
Ahora bien, dado que conforme el fallo "Espósito" corresponde liquidar la indemnización sistémica sin aplicación del Decreto
1694/09 y las leyes 26773 y 27348, realizando el control de constitucionalidad y convencionalidad de oficio que corresponde
efectuar a cada Juez conforme la estructura difusa del mismo en el sistema argentino, resulta ahora necesario analizar el art. 12 de la
Ley 24557. Esta norma es medular en el sistema indemnizatorio de la Ley 24557.
El texto aplicable, sin la reforma de la Ley 27348, es el siguiente: "A los efectos de determinar la cuantía de las prestaciones
dinerarias se considera ingreso base la cantidad que resulte de dividir la suma total de las remuneraciones sujetas a aportes y
contribuciones, con destino al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, devengadas en los DOCE (12) meses anteriores a la
primera manifestación invalidante, o en el tiempo de prestación de servicio si fuera menor a UN (1) año, por el número de días
corridos comprendidos en el período considerado."
El problema de la norma radica en que: a) toma en cuenta únicamente los rubros de naturaleza remuneratorios, dejando afuera otros
rubros que el trabajador pudiera percibir pero de naturaleza no-remuneratorio; b) devengados en el año anterior a la primera
manifestación invalidante.
Con respecto al segundo aspecto, esto es, el período de tiempo señalado por el art. 12 de la Ley 24557 para la determinación del
IBM, el problema aparece y se acrecienta en épocas de procesos inflacionarios, pues el paso del tiempo tiene el efecto de devaluar el
monto salarial de la base que se toma a los efectos del cómputo de las indemnizaciones. Este caso es -lamentablemente- un ejemplo
claro de ello, pues debería tomarse como base de cálculo los salarios de hace -nada menos- 15 años. Ello ya ha sido abordado en la
reforma introducida por la Ley 27348.
Esta Sala ya ha declarado la inconstitucionalidad del art. 12 de la Ley 24557 en sus precedentes "Antuña" -23/09/15- y
"Gianastacio" -16/09/16-, a cuyos fundamentos me remito y doy por reproducidos; solución que corresponde repetir en éste caso.
En "Gianastacio", mi distinguido colega José Daniel Machado expresó en su voto la solución del caso que yo propicio ahora para el
presente, sosteniendo: "... que la Corte Federal haya entendido (en el fallo "Espósito") que no corresponde aplicar el RIPTE a los
siniestros sucedidos con anterioridad a su vigencia, o insinuado obiter dictum que conforme el Dec. 476/14 no corresponde aplicarlo
sino a las C.A.P.U. (compensaciones adicionales de pago único) y a los pisos indemnizatorios, no significa ponerse sin más en
contradicción con toda su doctrina anterior. Aquella que a lo largo de más una década insistió, con énfasis deliberado, en la
necesidad de que la reparación especial por daños a la salud del trabajador debía alcanzar ciertos umbrales para no entrar en
conflicto con las superiores exigencias de la Constitución y los instrumentos internacionales referidos a Derechos Humanos. Es más,
el singular esfuerzo puesto en la argumentación del fallo para explicar por qué no resultaban aplicables en este caso ciertos
precedentes, no puede sino significar que la doctrina de esos precedentes continúa vigente."
(...) "... el fallo "Espósito", en todo caso y a lo sumo, esteriliza solo una de las herramientas que la legislación y la jurisprudencia
escogieron para dar adecuada respuesta a la insuficiencia constitucional del régimen - "imperfección estructural" que fuera
reconocida a texto expreso en los fundamentos del Dec. 1694/09 y de la Ley 26773- sin que ello borre la necesidad de encontrar
otros instrumentos a los mismos fines." (...)

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"En suma, del hecho que según la Corte no sea posible -o conveniente restablecer criterios de ajuste por desvalorización monetaria
(indexación) no se sigue que no haya otras vías por las cuales no pueda y deba arribarse a una justa y equilibrada solución del
problema de la pérdida de representatividad de las reparaciones calculadas conforme a las normas vigentes. Anticipo que, en mi
opinión, ha de arribarse a ese resultado adecuando el sentido del art. 12 LRT al contexto actual, y fijando unas tasas de intereses que
atiendan a la verdadera función indemnizatoria de los mismos, tanto respecto del lucro cesante por la privación del capital en tiempo
propio, como por el daño emergente consistente en tener que recurrir a fuentes alternativas de endeudamiento para sustituir aquélla
carencia." (...)
"En suma, dado que no tiene caso desde el punto de vista lógico eso de indemnizar un daño futuro con base en una remuneración
que al momento de liquidar ya es remoto pasado, no queda más remedio que recurrir a la solución prevista por el ya citado Dec.
1694/09 para resolver análogo problema y, en consecuencia, tomar como base para el "cálculo, liquidación y ajuste" de la
indemnización por incapacidad laboral permanente la remuneración que la víctima percibió, debía percibir o hubiera percibido de no
mediar el impedimento en el mes inmediatamente anterior al que se practique la liquidación administrativa o judicial de su
acreencia." (...)
"Como ha consignado esta Cámara en anteriores oportunidades, no es argumento válido contra la solución que este fallo propicia el
convocar la lógica sinalagmática del contrato de seguro mercantil, y la correspondencia que debe haber entre la recaudación, por una
parte, y las previsiones actuariales sobre cantidad y gravedad de siniestros y el costo de su reparación. Es del caso con las ART que
su recaudación evoluciona mes a mes a la par de las remuneraciones de los trabajadores, en relación directa, ya que la cotización no
resulta sino de la aplicación de una alícuota sobre la masa salarial pagada por el empleador afiliado la que, lógicamente, aumenta al
compás de la negociación paritaria. Este enfoque dinámico determina que resulte por completo falso que la ART tenga un derecho a
liberarse pagando las prestaciones según el quantum vigente al momento del siniestro cuando, de hecho, paga mucho después. Y por
otra parte, al tratarse de un "subsistema" al que se le atribuye siquiera parcialmente responder a una lógica de la seguridad social, es
claro que la adecuada atención de la contingencia debe ser el objetivo preferente (como lo impone el art. 28 LRT), sin perjuicio del
derecho a repetir que asista a la ART en caso ser necesario restablecer el equilibrio económico del contrato con su cliente.
Por fin, una vez establecido el capital de la prestación conforme al procedimiento preindicado, la suma resultante ha de devengar
intereses retrospectivos desde la mora (esto es, desde que corresponda tener por finalizada la etapa de incapacidad laboral temporaria
según Res. SRT 414/99 y doctrina de esta Cámara en González c/ Mapfre ART SA del 16.09.14) y el momento de la liquidación,
como así también intereses prospectivos (desde la liquidación del capital con más los moratorios hasta entonces) hasta el
cumplimiento. Para los primeros se fija una tasa del 12 % anual, ya que indemnizan la pura indisponibilidad del capital en tiempo
oportuno; para los segundos, corresponderá estar a la doctrina de esta Sala en el precedente "Ibarra, Eduardo c/Supermercado
Makro" del 28.08.15."
Finalmente, sostuve en mi voto en "Gianastacio" que: "Pues bien, y en definitiva, si estando obligado a solucionar la litis otorgando
al damnificado una indemnización que sea justa y plena, ese standard no puede lograrse en éste caso ni aplicando el sistema
normativo en su diseño previo a la Ley 26773 ni tampoco recurriendo a la aplicación de la Ley 26773 (conf. Doctrina "Espósito"),
entonces siendo que dicha solución ahora invalidada por la Corte Nacional era sólo una técnica para evitar la declaración de
inconstitucionalidad del art. 12 de la Ley 24557 (dado la gravedad que para el sistema implica un pronunciamiento de este tipo),
luego del fallo "Espósito" solo queda el camino que propone mi colega declarando la inconstitucionalidad del art. 12 LRT en su voto
al que adhiero por los fundamentos que he expuesto en el caso "Antuña, Martin c/ Asociart ART SA" de fecha 23 de Septiembre de
2015 y la determinación de una tasa de interés conforme los fundamentos que he expuesto en el caso "Ibarra, Eduardo c/
Supermercado Makro" de fecha 28 de Agosto de 2015."
Por todo lo expuesto, y realizando el control de constitucionalidad y convencionalidad de oficio que corresponde efectuar a cada
Juez conforme la estructura difusa del mismo en el sistema argentino, voto por declarar en este caso la inconstitucionalidad del art.
12 de la Ley 24557 y, modificando la sentencia de grado, disponer que la indemnización por muerte del trabajador se liquide
tomando como base para su liquidación la remuneración que la víctima hubiera percibido en el mes inmediatamente anterior al que
se practique la liquidación de su acreencia. Por fin, una vez establecido el capital de la prestación conforme al procedimiento
preindicado, la suma resultante ha de devengar intereses retrospectivos desde la mora (que se establece a los 15 días desde la fecha
de fallecimiento) y el momento de la liquidación, como así también intereses prospectivos (desde la liquidación del capital con más
los moratorios hasta entonces) hasta el cumplimiento. Para los primeros se fija una tasa del 12 % anual, ya que indemnizan la pura
indisponibilidad del capital en tiempo oportuno; para los segundos, corresponderá estar a la doctrina de esta Sala en el precedente
"Ibarra, Eduardo c/Supermercado Makro" del 28.08.15.
Y en relación con la compensación adicional de pago único, por las mismas razones que resulta confiscatorio para la víctima
-producto del envilecimiento de la significación adquisitiva de la moneda- calcular las fórmulas tomando como referencia el VMIB
pretérito, según lo viene decidiendo la jurisprudencia laboral de esta Provincia, incluyendo su Corte Suprema, así también resulta
irrisoria la posibilidad de "compensar" una muerte mediante el pago de una suma adicional de $ 50.000 según resultaría de aplicar el

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Dec. 1278/00 sin ningún aditamento. De allí que, dada la instantaneidad del daño en el caso, corresponde, en mi opinión que los
intereses moratorios sobre dicho capital debido se calculen desde la fecha del accidente con más 15 días corridos, con una tasa del
20 % anual hasta diciembre inclusive del 2008, de un 25 % anual entre enero de 2009 y diciembre de 2010, de un 30 % a partir de
enero de 2011 hasta diciembre de 2013, de un 36 % a partir de enero de 2014 hasta julio inclusive de 2015, y desde entonces hasta el
efectivo pago la tasa que resulte de aplicar el precedente de esta Cámara en "Ibarra c/ Makro".
Resta finalmente pronunciarme sobre los sujetos activos para el cobro, o acreedores. La Defensora Oficial ha peticionado
expresamente que se tenga en cuenta los intereses de la menor Srta. Macarena Duso, y este es el momento de hacerlo.
El art. 18 de la Ley 24557 (texto según Dec. 1278/00) identifica como sujeto activos de la indemnización a los "derechohabientes",
conforme el art. 53 de la Ley 24441. Por lo tanto, la indemnización tiene naturaleza jurídica de seguridad social y nace en cabeza de
los derechohabientes, no correspondiendo su liquidación como activo del sucesorio del causante.
En consecuencia, estando acreditados los vínculos como derechohabientes de María Cristina Niklison, Ignacio Duso, Melisa Duso,
y Macarena Duso con el causante Sr. Rubén Duso mediante la sentencia de declaratoria de herederos agregada al expediente,
corresponde el pago de la indemnización devengada por el fallecimiento del Sr. Rubén Duso en los términos de los arts. 11 y 18 de
la Ley 24557 (liquidada en la forma y abonada en el tiempo y forma que se ordena en la presente sentencia) a los mencionados
derechohabientes en concurrencia (art. 18.2 LRT) y en la proporción de ley dada por los arts. 28 y 98 de la Ley 24241 y las
resoluciones técnicas conforme Dec. 1278/00 (SAFJP Instrucción N° 48/2002 y normas complementarias y concordantes);
concurriendo de esta forma la Sra. María Cristina Niklison, en su carácter de viuda, sobre el 45,46 % del total del monto
indemnizatorio, y los hijos menores o mayores pero estudiante a cargo del causante al momento del fallecimiento: Ignacio Duso,
Melisa Duso y Macarena Duso, el 18,18 % del total del monto indemnizatorio cada uno de ellos.
El Sr. Gastón Duso no participa en la distribución en tanto al momento del fallecimiento del causante era mayor de 21 años (fs. 39,
fecha de nacimiento el 14/06/79), sin haber acreditado las circunstancias de estar estudiando y a cargo exclusivo del trabajador
fallecido (art. 18 Ley 24557).
Voto por la negativa
A la misma cuestión el Vocal Machado dijo:
Que, por iguales razones se adhiere al voto del Dr. Coppoletta.
El Vocal Garraza dijo:
Habiendo tomado conocimiento de estos actuados, y dados los votos concordantes de los colegas que me precedieran, en lo que ha
constituido materia recursoria, me abstengo de pronunciarme en la presente causa (conf. doctr. art. 26 Ley Nro. 10.160).
Respecto de la tercera cuestión, los jueces: COPPOLETTA Y MACHADO dicen que: de acuerdo al resultado de la votación,
corresponde: 1) declarar en este caso la inconstitucionalidad de los arts. 12 y 15.2 de la Ley 24557; 2) hacer lugar al recurso de
apelación de la parte actora y, modificando la sentencia de grado, hacer lugar a la demanda condenando a la Provincia de Santa Fe al
pago a María Cristina Niklison, Ignacio Duso, Melisa Duso, y Macarena Duso de la indemnización por fallecimiento en accidente
"in itinere" del Sr. Rubén Duso conforme los arts. 11 y 18 de la Ley 24557, con la modalidad liquidatoria según art. 14.2.a LRT,
porcentaje de incapacidad, monto respecto a la compensación adicional del art. 11 LRT, piso indemnizatorio del art. 14.2.a. LRT,
intereses, y proporción en el pago entre los acreedores, todo según se dispone en los considerandos de la presente; 3) intimar a la
Provincia de Santa Fe para que en el plazo de veinte (20) días desde que la presente quede firme exprese si cuenta con fondos
suficientes para realizar el pago de la indemnización por fallecimiento del Sr. Rubén Duso en éste ejercicio presupuestario del año
2017 y, en el caso de negativa, presente en el mismo acto el certificado establecido por el art. 9 bis Ley 7234, bajo apercibimiento de
disponer el embargo de la suma reclamada y liquidada en autos, 4) ofíciese a la Policía de la Provincia de Santa fe a los efectos de
que en el plazo de tres (3) días informe el salario (sueldo básico y todos los adicionales sean remunerativos o no remunerativos)
actual para un agente con la categoría que comprenda la de Cabo 1°, con una antigüedad de 16 años, prestando servicios en el Depto
Logística (D4) de Santa Fe. A los efectos de determinar si corresponde algún adicional en particular, se considerará la situación del
agente Sr. Rubén Daniel Duso al momento de su fallecimiento; 5) costas a la demandada en ambas instancias; 6) los honorarios de
los letrados por el trámite del recurso de apelación se regularán en el 50 % de lo que en definitiva se regulen en primera instancia; 7)
Córrase vista al Defensor Oficial. Por los fundamentos y conclusiones del acuerdo que antecede, la Sala Primera de la CAMARA
DE APELACIÓN EN LO LABORAL, debidamente integrada,
RESUELVE:
1) Declarar en este caso la inconstitucionalidad de los arts. 12 y 15.2 de la Ley 24557;
2) hacer lugar al recurso de apelación de la parte actora y, modificando la sentencia de grado, hacer lugar a la demanda condenando
a la Provincia de Santa Fe al pago a María Cristina Niklison, Ignacio Duso, Melisa Duso, y Macarena Duso de la indemnización por
fallecimiento en accidente "in itinere" del Sr. Rubén Duso conforme los arts. 11 y 18 de la Ley 24557, con la modalidad liquidatoria
según art. 14.2.a LRT, porcentaje de incapacidad, monto respecto a la compensación adicional del art. 11 LRT, piso indemnizatorio
del art. 14.2.a. LRT, intereses, y proporción en el pago entre los acreedores, todo según se dispone en los considerandos de la

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presente;
3) intimar a la Provincia de Santa Fe para que en el plazo de veinte (20) días desde que la presente quede firme exprese si cuenta
con fondos suficientes para realizar el pago de la indemnización por fallecimiento del Sr. Rubén Duso en éste ejercicio
presupuestario del año 2017 y, en el caso de negativa, presente en el mismo acto el certificado establecido por el art. 9 bis Ley 7234,
bajo apercibimiento de disponer el embargo de la suma reclamada y liquidada en autos,
4) ofíciese a la Policía de la Provincia de Santa fe a los efectos de que en el plazo de tres (3) días informe el salario (sueldo básico y
todos los adicionales sean remunerativos o no remunerativos) actual para un agente con la categoría que comprenda la de Cabo 1°,
con una antigüedad de 16 años, prestando servicios en el Depto Logística (D4) de Santa Fe. A los efectos de determinar si
corresponde algún adicional en particular, se considerará la situación del agente Sr. Rubén Daniel Duso al momento de su
fallecimiento;
5) costas a la demandada en ambas instancias;
6) los honorarios de los letrados por el trámite del recurso de apelación se regularán en el 50 % de lo que en definitiva se regulen en
primera instancia;
7) Córrase vista al Defensor Oficial.
Regístrese, hágase saber y bajen.
COPPOLETTA - MACHADO - GARRAZA (en abstención) - PILOMENO DE QÜESTA.

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