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DEVOCIONAL: HOMBRES DE ACCIÓN | JULIO 2020

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento
de cada día,  y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las
cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras,
es muerta en sí misma.” —Santiago 2:14–17 (RVR60)

La Escritura nos recuerda que, aunque las buenas obras no pueden salvarnos, tomar medidas es
una parte integral de la vida de los creyentes. Nuestra salvación no es el final de la historia. Es
simplemente el comienzo de nuestro viaje como seguidores de Cristo aquí en la Tierra. Cuando
realmente aceptamos la gracia abrumadora e imposible que se nos ha dado, se nos pide que
respondamos. Las obras son un sub-producto natural de la convicción de la Fe.

Ser un Hombre de Acción va de la mano con ser un Hombre de Fe. Santiago escribe que la Fe sin
obras es muerta —inactiva, improductiva e infructuosa. Independientemente de nuestro
conocimiento bíblico, o nuestra abilidad para citar teólogos, o nuestra asistencia a la iglesia, nuestra
Fe sería un potencial desperdiciado si no lo ponemos en práctica. El don de nuestra salvación viene
con la seguridad del Espíritu Santo para guiarnos. Cuando nos centramos en nuestra relación con
Jesús permitimos que el Espíritu Santo hable a nuestros corazones. Si escuchamos, nos incitará a
actuar. Si nos enfocamos en nuestra vida con humildad y obediencia, nuestra Fe cobrará vida en
nuestras obras.

Los acontecimientos mundiales de 2020 han abierto muchas oportunidades para poner nuestra Fe
en acción y mostrar el amor de Cristo a nuestros amigos y vecinos. Puede ser tan simple como
hacer una llamada telefónica para saber de a alguien y ver cómo les va. Puede ser dejar algunos
artículos esenciales para un vecino de edad avanzada que no puede salir al supermercado. Si
nosotros ponemos nuestra Fe en acción a través de estos actos de servicio cristiano, también
puede abrir puertas para compartir nuestra Fe. Por ejemplo, a medida que usted está llamando a
alguien para saludarlo, el Espíritu Santo puede incitarle a ofrecer a esta persona un poco de aliento.
Quiza y aprovecha la oportunidad para guiar a la persona a la aplicación de la GideonBible (o Biblia
Gedeón) o hacer un seguimiento por correo con una GideonCard (o Tarjeta Gedeón) para
animarlos aún más.

A medida que nos esforzamos lado a lado con nuestra Auxiliar, hay aún más oportunidades de ser
Hombres de Acción. Por ejemplo, puedo ayudar a las Auxiliares con sus colocaciones y
distribuciones de las Escrituras actuando como conductor de su vehículo. Podemos ayudar
cargando y descargando las Escrituras. Estas acciones darán a la Auxiliar más tiempo y energía
para prepararse espiritualmente para la obra de su ministerio.

La Fe "muerta" no cambia vidas. La Fe "muerta" no alimenta a los hambrientos ni redime las


historias rotas. La Fe "muerta" permanece intacta, contenta de permanecer inmóvil ante el desorden
de la vida.

Considere hoy la verdad del Evangelio, la profundidad de nuestro pecado, y la gracia amorosa con
la que Dios nos ha redimido. Inclínese en Su Espíritu y abrace con gratitud la increíble obra que Él
ha hecho. ¿Cómo pueden poner su Fe en acción hoy?

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