Instructorado  de  Meditación  
 

 
Cuerpos,  Coberturas  y  Modalidades  de  la  Naturaleza  

El conocimiento Védicos nos instruye que estamos constituidos por 3

cuerpos (físico, sutil y causal) y por 5 envolturas (koshas) que engloban
diferentes dimensiones de la persona, tanto a nivel físico como sutil. Esto
significa que no somos solamente nuestro cuerpo físico. Este es una
parte de nuestro ser, la más densa y objetivable, pero no es la única.
Existen otros aspectos del ser, igualmente importantes, como la mente, las
emociones y el alma.

Los Tres Cuerpos y sus Coberturas

Son campos energéticos de diferentes frecuencias vibratorias yendo de la

más densa a la más sutil

Cuerpo Físico

Es el más externo y tangible. Compuesto por los 5 elementos que dan

lugar a los distintos tejidos y órganos. Se relaciona con el mundo físico a
través de los 5 sentidos. Requiere de alimento para subsistir. Está cubierto
por Anna maya kosha (Anna = alimento)

Elementos:

Eter: es el espacio, omnipresente que todo lo impregna y todo

lo abarca. Aparece cuando la conciencia pura no manifestada
empieza a vibrar, y está asociado con el sonido y con el sentido
del oído. A nivel corporal incluye la nariz, la boca, el tracto
gastrointestinal, el tracto respiratorio, el abdomen y el tórax

En el aspecto psicológico, el espacio aporta libertad, paz y

expansión de la consciencia, y es responsable del amor y la compasión, así
como de los sentimientos de separación, aislamiento, vacío, falta de
enraizamiento, inseguridad, ansiedad y miedo.

Aire: Es la segunda manifestación de la consciencia y se

mueve en el espacio. Es seco, claro, ligero y móvil. Es
informe, pero podemos percibirlo por el tacto, con el cual
está relacionado. Es el principio del movimiento y se
expresa en los movimientos de los músculos, las 1  
pulsaciones del corazón y la expansión y contracción de los

 
 
  
                 
                                               
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pulmones. Los impulsos sensoriales y neuronales van y vienen del cerebro
bajo la influencia del principio aire, que es también el responsable de la
respiración, la ingestión, el movimiento de los intestinos y la eliminación.
También el flujo del pensamiento, del deseo, y de la voluntad está regido por el
principio aire, que nos aporta felicidad, frescura, alegría y emoción. Es, junto
con el espacio, también responsable del miedo, la ansiedad, la inseguridad y el
nerviosismo.

Fuego: Cuando el aire empieza a moverse, produce fricción, lo

que a su vez genera calor o fuego. El fuego es energía radiante,
es caliente, seco, agudo, penetrante y luminoso, es activo y
mutable. En nuestro sistema solar, el Sol, es la fuente de fuego y
luz. En el cuerpo, nuestro fuego biológico está situado en el
plexo solar y regula la temperatura corporal y el metabolismo, es
decir, la digestión, la absorción, y la asimilación. El fuego se
asocia con la luz y con la visión. Es inteligencia. Es necesario
para la transformación, la atención, la comprensión, la apreciación, el
reconocimiento y el entendimiento. Es también el responsable de la ira, del
odio, de la envidia, de la crítica, de la ambición y de la competitividad.

Agua: El agua es fluida, pesada, suave, viscosa, fría, densa

y cohesiva. Une las moléculas. Está asociada con el sentido
del gusto si no se sintiese humedad, la lengua no puede
apreciar el sabor de nada. Está presente en el cuerpo en
forma de plasma, citoplasma, suero, saliva, secreción nasal,
fluido cerebroespinal, orina y sudor. Es necesaria para la
nutrición y para conservar la vida sin ella nuestras células
no podrían sobrevivir. El agua es contento, amor,
compasión. Provoca ansias y obesidad.

Tierra: La tierra es el más sólido de los cinco elementos. Es

pesada, dura, aspera, firme, densa, de movimiento lento y
voluminoso. No es caliente ni fría. Es energía mecánica o
física. No es sino conciencia cristalizada o solidificada.
Aporta fuerza, estructura e impulso al organismo. Todas
las estructuras solidas del cuerpo huesos, cartílagos, uñas,
dientes, pelo, piel derivan del elemento tierra. La tierra se asocia con el sentido
del olfato. Favorece el perdón, el apoyo, el enraizamiento, y el crecimiento.
También produce apego, avaricia y depresión, y su ausencia provoca
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sensación de falta de enraizamiento.

 
 
  
                 
                                               
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Tanto en nuestro entorno exterior como en nuestro interior, la proporción y el
equilibrio de estos elementos están en constante cambio y varía con las
estaciones, el tiempo, la hora del día o la etapa de la vida en que nos
encontramos. Para que nuestra salud sea buena y muchas veces,
sencillamente, para poder sobrevivir, tenemos que estar constantemente
acomodándonos a estos cambios a través de lo que comemos, de la ropa que
vestimos, del lugar en el que vivimos y demás. Es un acto de equilibrio
constante.

Cuerpo Sutil

Es la plantilla energética del cuerpo físico. Aquí se alojan la mente y las

emociones. Contiene los nadis, chakras, prana. Al ser más sutil vibra a una
frecuencia más alta, y no es perceptible por los sentidos ordinarios. Pero
eso no significa que no exista. Este cuerpo se alimenta de pensamientos y
emociones.

Posee tres coberturas:

1) Prana maya kosha: es la capa de la vitalidad. Es el puente entre el

cuerpo físico y la mente. Se relaciona con el elemento agua. Los
desequilibrios aquí pueden verse tanto a nivel físico como mental.

2) Mano maya kosha: es la envoltura de la mente (manas). Equivale al

cuerpo sutil. Se relaciona con el fuego. Cuando hablamos de
desequilibrios a este nivel, hablamos de desequilibrios mentales y/o
emocionales.

3) Vijnana maya kosha: es el puente entre el cuerpo sutil y el causal.

Contiene

Buddhi (discernimiento) y la inteligencia (jnana = sabiduría). Se

relaciona con el discernimiento y la intuición. El elemento relacionado
es el aire. Los desequilibrios a este nivel se traducen en
enfermedades mentales, a veces graves.

A estas Coberturas se les suma un complejo entramados de Nadis

(canales de enrgía) y Chakras (centros receptores, transformadores y
distribuidores de energía)
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Cuerpo Causal

Es el campo más sutil de los cuerpos. Contiene la semilla del Ser, de la que
brotan el cuerpo sutil y físico. Contiene al ego (ahamkara) y almacena el
karma y las impresiones latentes. Al morir, este cuerpo permanece,
llevando la semilla kármica con él. Es desde donde emana la conciencia
(chitta) y el intelecto (buddhi) así como los maha gunas (sattva, rajas y
tamas). Es a través de este cuerpo que conectamos con la Divinidad.

Se encuentra cubierto por Ananda maya kosha, que es la envoltura de la

felicidad. Esta cobertura se relaciona con el éter y nos conecta con algo
más grande que nosotros mismos. Los desequilibrios a este nivel son de
naturaleza espiritual y se traducen en un sentimiento de infelicidad y
separación de lo Divino.

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Los maha gunas

La energía material tiene tres cualidades o modalidades. Así como existen

tres colores primarios, que cuando se mezclan en distintas proporciones
forman una gama interminable de colores, asimismo cuando las tres
cualidades de la naturaleza material se mezclan de distintas formas,
producen toda la variedad de cuerpos, formas y caracteres que
encontramos en el universo material.

Esas tres cualidades se denominan en sánscrito, gunas, lo cual significa

literalmente “cuerda” (lo que une), porque atan al alma condicionada a la
existencia material. Bajo el influjo de las tres gunas, el alma pura olvida la
relación eterna que tiene con la Divinidad e intenta adueñarse o disfrutar
del mundo de distintas maneras, según la proporción en que le influyan las
modalidades.

Sattva guna: modalidad de la bondad. Es la más pura de las tres. Produce

inteligencia, equilibrio, pureza, armonía, compasión, iluminación y felicidad.
Por lo general, se encuentra mezclada con las otras modalidades y por lo
tanto no es pura.

Una personalidad predominantemente sattvica se reflejará en una

tendencia a ser pacífico, calmo y concentrado en la mente. Los individuos
sattvicos tienen buenos pensamientos e intenciones y hacen
espontáneamente buenas acciones. Son considerados, compasivos, y
desinteresados, colocando las necesidades de los demás antes que las
propias. Emocionalmente tienen mucho amor, fe, devoción y contento. 5  

 
 
  
                 
                                               
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Raja guna: Modalidad de la pasión. Se caracteriza porque produce deseos
incontrolables, esfuerzo intenso, codicia apego por los resultados del
trabajo. Es energía, movimiento, fuerza exógena, actividad y turbulencia.
Condiciona a la persona a sufrir o disfrutar los resultados del karma
acumulado, ya sea bueno o malo, en la vida presente y en las siguientes.

Los individuos con personalidad rajasicas son muy activos y agitados en la

mente, yendo de una cosa a otra en la búsqueda de sus deseos. Tienen
mucho impulso, ambición y afirmación, pero poca paz y calma. Promueven
sus propios intereses, protegen a esos quienes están en su sintonía y son
hostiles a aquellos que se les oponen. Emocionalmente, tienen una
cantidad media de enojo y no les gusta ser obstruidos en lo que hacen.

Tama guna: Modalidad de la ignorancia. Sus características principales

son la pereza, estancamiento, el sueño, la ilusión, la inercia y la necedad.
Condiciona a la entidad viviente a olvidar su verdadera identidad espiritual
y, por lo tanto, a actuar en contra de su propio bienestar.

Los individuos con personalidad tamásica sufren de inercia y el

adormecimiento del cuerpo y la mente. Tienen tendencia a la tristeza y a la
pérdida de sentido en la vida. La vida sendentaria y una dieta pesada son
factores que llevan a incrementar tamas. Tal energía tamasica esta detrás
de la mayor parte de la obesidad, depresión y baja energía.

Los gunas tienen un efecto directo en el comportamiento mental y

emocional de cada individuo. Y a su vez, existe una correlación entre
gunas y alimentos; podemos ver a los alimentos como sátvicos, rajásicos o
tamásicos, según el impacto mental que produzcan, esto debido a que los
alimentos no impactan solo a nivel físico, si no a nivel sutil.

A nivel mental su influencia es notoria. Podemos ver a la mente como un

lago. Cuando las aguas están quietas (sattva), el lago es como un espejo
que refleja claramente el paisaje. Así, cuando la mente está quieta, refleja
con claridad la luz del Ser. Si en la mente hay demasiado movimiento
(rajas) y un pensamiento sigue al otro, el lago ya no está en calma, sino
que presenta olas (vrittis) y la imagen se refleja distorsionadamente. Ya no
refleja al Ser, sino a los dramas con los que se identifica. Ahora
imaginemos que el fondo del lago es removido, el agua se volverá turbia
(tamas) y esa turbidez impedirá ver cualquier reflejo o lo que está en el
fondo.
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