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Propósito de Las Confesiones des san Agustin

Agustín va calando hondo en el verdadero propósito de las confesiones. ¿Para qué escribir
las confesiones? ¿Acaso será para que lo conozcan los otros hombres? ¿Qué interés
pueden tener los otros hombres? El propósito de las confesiones es que los hombres de
todo tipo de corazón y Dios (quien en realidad ya sabe sobre las cosas de Agustín) sepan
quién es el filósofo.

¿Quien conoce a quien?

Esta parte de Las Confesiones puede ser una de las más interesantes, pues discute con
Dios diciendo que hay algo que desconoce de sí mismo; es decir, Agustín desconoce algo
de sí mismo, y sólo Dios conoce esa parte. De ahí viene su gran pregunta:

''¿Qué amo cuando te amo?''

Agustín nos adelanta que no es nada corporal, ni una luz ni nada que esté sobre la tierra.
¿Qué es eso que ama? a Dios, pero la verdad es que metafóricamente, Agustín pregunta a
todos los elementos de la tierra (agua, tierra, fuego y aire) quienes le responden que no
son Dioses. Al contrario, estas cosas (la materialidad) le dicen a Agustín:

''Ipse fecit nos''


(Él nos hizo)

Al no encontrar las respuestas de qué ama en Dios, Agustín no tiene más a quién
preguntar que a sí mismo: ''¿quién soy yo?'' a lo que se responde ''Un hombre'', luego se
pregunta de nuevo desde la interioridad y se responde ''Soy el alma''. Sin embargo, esta
alma también le dice:

''No soy Dios, soy una hechura suya''


Podríamos decir que los hombres tienen la gran facultad de percibir lo que es Dios. Pero
¿qué es esa cosa que percibe? sabemos que no es el cuerpo porque este sólo percibe las
cosas sensibles. Los animales tampoco pueden percibir a Dios porque de ser cierto
deberían evitar el pecado. Por lo tanto, lo único que nos queda es que sea el alma la que
puede percibir todas las cosas. El alma sería el último escalón con el cual se puede conocer
a Dios, pero aún nos queda vedado qué amamos de Dios.

El concepto de memoria

La memoria, como habíamos dicho, es una de las facultades más importantes del alma.
Todas las cosas exteriores como el sonido, las imágenes, los movimientos son
almacenados en la mente, así como también son almacenados los movimientos interiores
(sentimientos, emociones). Cada uno tiene su propia entrada, pero sus ''puertas'' son
distintas entre las exteriores e interiores.

Misterios de la memoria

Para Agustín, los procesos de almacenamiento de la memoria son un total misterio ¿cómo
es que la memoria almacena el contenido? en efecto, uno puede evocar el color blanco
estando en la oscuridad absoluta. No sólo eso, su administración es mucho más increíble
porque si el hombre almacena todas los estímulos del exterior ¿cómo es que podemos
evocar correctamente todas las imágenes, todos los sonidos sin confundir o mezclar
(aunque también podemos mezclarlos a voluntad)? De hecho, el recuerdo puede ser muy
bueno incluso cuando no movemos nuestra lengua o cerramos completamente los ojos.

Lo otro que es fascinante es que la memoria me permite extraer todos los recuerdos de
las cosas que más me agradaron, distinguiendo muy bien una cosa de otra (sabores,
sonidos, olores). También se guardan las habilidades de las artes o disciplinas que se
aprenden durante la vida, pero la diferencia con esto es que las disciplinas no están
guardadas como imágenes, es decir, las matemáticas, la gramática o la dialéctica no son
imágenes.

El proceso de recordar
Pero ¿cómo entra esta información? a través de los sentidos, luego, la memoria los
almacena en la mente. Por otro lado, todas las cosas que sentimos tienen una especie de
validez en la memoria, es decir, no sabemos qué es lo dulce hasta que lo probamos, pero
pareciera ser que es el alma quien sabe mucho antes qué es lo dulce antes de que
nosotros pudiéramos decir ''esto es dulce''. Este recuerdo de las cosas debe ser constante;
por ejemplo, el hombre debe rememorar las cosas una y otra vez para que no se le olvide.
De ahí que la palabra pensar en latín sea ''cogitare'' que significa ''recoger'', por lo tanto,
podríamos decir que se ''recogen'' los recuerdos. Esto podría recordarnos justamente la
teoría de Platón donde aprender significa efectivamente recordar.
Propósito de Las Confesiones

Agustín va calando hondo en el verdadero propósito de las confesiones. ¿Para qué escribir
las confesiones? ¿Acaso será para que lo conozcan los otros hombres? ¿Qué interés
pueden tener los otros hombres? El propósito de las confesiones es que los hombres de
todo tipo de corazón y Dios (quien en realidad ya sabe sobre las cosas de Agustín) sepan
quién es el filósofo.

¿Quien conoce a quien?

Esta parte de Las Confesiones puede ser una de las más interesantes, pues discute con
Dios diciendo que hay algo que desconoce de sí mismo; es decir, Agustín desconoce algo
de sí mismo, y sólo Dios conoce esa parte. De ahí viene su gran pregunta:

''¿Qué amo cuando te amo?''

Agustín nos adelanta que no es nada corporal, ni una luz ni nada que esté sobre la tierra.
¿Qué es eso que ama? a Dios, pero la verdad es que metafóricamente, Agustín pregunta a
todos los elementos de la tierra (agua, tierra, fuego y aire) quienes le responden que no
son Dioses. Al contrario, estas cosas (la materialidad) le dicen a Agustín:

''Ipse fecit nos''


(Él nos hizo)
Al no encontrar las respuestas de qué ama en Dios, Agustín no tiene más a quién
preguntar que a sí mismo: ''¿quién soy yo?'' a lo que se responde ''Un hombre'', luego se
pregunta de nuevo desde la interioridad y se responde ''Soy el alma''. Sin embargo, esta
alma también le dice:

''No soy Dios, soy una hechura suya''

Podríamos decir que los hombres tienen la gran facultad de percibir lo que es Dios. Pero
¿qué es esa cosa que percibe? sabemos que no es el cuerpo porque este sólo percibe las
cosas sensibles. Los animales tampoco pueden percibir a Dios porque de ser cierto
deberían evitar el pecado. Por lo tanto, lo único que nos queda es que sea el alma la que
puede percibir todas las cosas. El alma sería el último escalón con el cual se puede conocer
a Dios, pero aún nos queda vedado qué amamos de Dios.

El concepto de memoria

La memoria, como habíamos dicho, es una de las facultades más importantes del alma.
Todas las cosas exteriores como el sonido, las imágenes, los movimientos son
almacenados en la mente, así como también son almacenados los movimientos interiores
(sentimientos, emociones). Cada uno tiene su propia entrada, pero sus ''puertas'' son
distintas entre las exteriores e interiores.

Misterios de la memoria

Para Agustín, los procesos de almacenamiento de la memoria son un total misterio ¿cómo
es que la memoria almacena el contenido? en efecto, uno puede evocar el color blanco
estando en la oscuridad absoluta. No sólo eso, su administración es mucho más increíble
porque si el hombre almacena todas los estímulos del exterior ¿cómo es que podemos
evocar correctamente todas las imágenes, todos los sonidos sin confundir o mezclar
(aunque también podemos mezclarlos a voluntad)? De hecho, el recuerdo puede ser muy
bueno incluso cuando no movemos nuestra lengua o cerramos completamente los ojos.
Lo otro que es fascinante es que la memoria me permite extraer todos los recuerdos de
las cosas que más me agradaron, distinguiendo muy bien una cosa de otra (sabores,
sonidos, olores). También se guardan las habilidades de las artes o disciplinas que se
aprenden durante la vida, pero la diferencia con esto es que las disciplinas no están
guardadas como imágenes, es decir, las matemáticas, la gramática o la dialéctica no son
imágenes.

El proceso de recordar

Pero ¿cómo entra esta información? a través de los sentidos, luego, la memoria los
almacena en la mente. Por otro lado, todas las cosas que sentimos tienen una especie de
validez en la memoria, es decir, no sabemos qué es lo dulce hasta que lo probamos, pero
pareciera ser que es el alma quien sabe mucho antes qué es lo dulce antes de que
nosotros pudiéramos decir ''esto es dulce''. Este recuerdo de las cosas debe ser constante;
por ejemplo, el hombre debe rememorar las cosas una y otra vez para que no se le olvide.
De ahí que la palabra pensar en latín sea ''cogitare'' que significa ''recoger'', por lo tanto,
podríamos decir que se ''recogen'' los recuerdos. Esto podría recordarnos justamente la
teoría de Platón donde aprender significa efectivamente recordar.

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