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Proyecto de Estadísticas

MIGRANTES VENEZOLANOS EN GUAYAQUIL

Autores:
BALON MORALES KENNY JOSEPH

Guía:
Ing. Mario Sánchez

Asesor:
Ing. Mario Sánchez

INDICE

1
TABLA DE CONTENIDO

Contenido
INTRODUCCION..........................................................................................................................2
OBJETIVOS..................................................................................................................................3
HERRAMIENTAS METODOLOGICAS......................................................................................4
CAPITULO 1 GUAYAQUIL, CIUDAD DE PASO O DE ESTADÍA DE
MIGRANTES VENEZOLANOS
.......................................................................................................................................................5
CAPITULO 2 UN 70% DE VENEZOLANOS QUE LLEGAN A GUAYAQUIL SON
PROFESIONALES O TIENEN INSTRUCCIÓN TÉCNICA
.....................................................................................................................................................12

INTRODUCCIÓN

Durante los años '80 y '90 Venezuela dio un giro importante en sus pautas migratorias. La

severa crisis en la que se sumergió el país no sólo tuvo efectos desalentadores sobre los

movimientos migratorios provenientes del exterior, sino que, adicionalmente, contribuyó a

desencadenar procesos de retorno de los extranjeros que habitaban entre nosotros y la

emigración de venezolanos, quienes también reaccionaron frente a ese contexto de recesión

económica, descomposición social y deterioro institucional. Sin embargo, es durante la última

década que, al parecer, esta dinámica se acentúa. En su memoria económica, social o política,

la sociedad venezolana no tenía la vivencia de la emigración internacional, aquélla que

implica el abandono del lugar de origen, por un período de tiempo prolongado o indefinido. Si

bien en el curso de la década 2000 el país registra un nuevo período de expansión económica,

particularmente entre el 2003 y el 2008, ligada al aumento sostenido del ingreso fiscal, gracias

al alza de los precios del petróleo, esta bonanza no ha implicado el impulso en inversiones en

2
infraestructuras públicas a los niveles experimentados en otras épocas, ni ha motivado el

ingreso de corrientes migratorias como en el pasado.

Ese cambio tampoco ha sido suficiente para reducir los riesgos de emigrar al exterior por

cuanto el clima de convivencia en el país se ha visto alterado por la conflictividad política y

los problemas relacionados con la falta de seguridad en su sentido más amplio.

Este artículo tiene el propósito de examinar el contexto político, económico y social que ha

servido de escenario para que se desencadene la emigración de venezolanos, en un orden de

magnitud no registrado antes y con un perfil altamente calificado. En la primera sección de

este trabajo se hace referencia a la evolución favorable de algunos indicadores socio-

económicos y se mencionan algunos acontecimientos políticos que brindan una idea del

ambiente que ha prevalecido en el país a lo largo de la década 2000, a objeto de entender esas

variaciones que están mostrando las pautas migratorias.

No se trata simplemente de algunos indicios de cierto flujo de venezolanos que salen al

exterior, la información proveniente de los países que han acogido a esos emigrantes ya revela

que, por el contrario, esta corriente migratoria está en franco crecimiento y asentamiento en

esos lugares de destino.

OBJETIVOS

Objetivo General

Analizar el fenómeno de la emigración calificada en Venezuela desde una perspectiva

pluralista y sistémica, que considere elementos globales, locales e individuales.

Objetivos Específicos

I. Mapear los destinos principales de emigrantes venezolanos en el exterior y examinar

cambios temporales en los flujos migratorios hacia esos destinos.

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II. Identificar atributos de selectividad migratoria por nivel de escolaridad en las corrientes

migratorias de venezolanos en el exterior.

III. Conocer motivos que alentaron a profesionales venezolanos a salir del país.

IV. Identificar condicionantes que han podido estar estimulando la emigración en Venezuela.

V. Identificar presiones estructurales que pueden estar influyendo sobre la difusión del

fenómeno de la emigración calificada en Venezuela.

VI. Describir propiedades estructurales de las redes sociales de los emigrantes profesionales

venezolanos, a partir de un estudio de caso en París.

VII. Determinar la posible configuración de una red de apoyo de migrantes venezolanos en

París y el establecimiento de una comunidad transnacional.

Herramientas Metodológicas

Para cumplir con los objetivos de este trabajo fuentes de datos secundarios, herramientas de

investigación cualitativa y técnicas de análisis de redes sociales fueron empleados.

Fuentes de Datos Secundarios

Para reconocer la lógica geográfica de los flujos migratorios y mapear los principales países

receptores de venezolanos en el exterior se empleó la matriz de origen-destinos proporcionada

por Naciones Unidas. La División de Población de Naciones Unidas ha recopilado y

armonizado datos de censos, registros y encuestas de población sobre migración internacional

para diferentes países del mundo. La base de datos de la ONU contiene estimaciones y

proyecciones de número de migrantes internacionales para 232 países en diferentes puntos del

tiempo, específicamente: 1990, 2000, 2010 y 2013.

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La información, al ser extraída principalmente de los Censos de Población y Vivienda,

presenta las siguientes limitaciones:

(1) el uso de la pregunta de lugar de nacimiento como referencia al origen, lleva a asumir que

el individuo se movió de manera directa, desconsiderando múltiples trayectos;

(2) debido a la periodicidad del levantamiento censal (cada diez años) solo se pueden captar

movimientos de mediano y largo plazo;

(3) los datos son de stock, es decir, indican sólo el número de inmigrantes acumulados hasta

un punto de tiempo específico,

(4) inmigrantes en situación irregular, ilegales o indocumentados suelen ser omitidos por lo

que

este tipo de información, generalmente, presenta subregistro.

Pese a estas limitaciones, el censo no deja de ser el mejor instrumento para obtener datos

sobre

migración internacional.

CAPITULO 1

GUAYAQUIL, CIUDAD DE PASO O DE ESTADÍA DE MIGRANTES

VENEZOLANOS

Domingo, 22 de abril, 2018 - 00h00

5
Grupos de venezolanos con gran número de maletas arriban a Guayaquil y otros optan por

seguir su camino hacia Perú y Chile. Salen de Venezuela por la crisis de ese país.

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Venezolanos residentes en Guayaquil suelen entregar comida a sus compatriotas que llegan

de Tulcán, hacen una pausa en la terminal y siguen hacia destinos del sur del continente.

Transitan con varias mochilas de ruedas o cargándolas al hombro, usan gorras o camisetas

distintivas de su país. Así traen con ellos una parte de su tierra, aquella que dejaron por

distintas circunstancias para buscar mejores días.

Su nostalgia se nota en las lágrimas cuando cuentan su periplo hasta esta ciudad que los recibe

a diario en la Terminal Terrestre de Guayaquil, aquella que les da la bienvenida a su nueva

casa o les sirve de pausa en su camino desde Venezuela hacia el sur del continente.

La noche del domingo 15, José Loyo, de 38 años, esperaba por un carro que lo llevara hacia la

ciudad de Huaquillas (El Oro). Vino de su natal Barquisimeto, en Venezuela. Durante un

periplo que duró una semana, José se trasladó a Colombia y de ahí llegó a Tulcán, norte del

país. Desde allí tomó un transporte que compartió con decenas de compatriotas y tras trece

horas llegó a Guayaquil.

Su objetivo, contó, era llegar a Lima, Perú, donde anhela empezar una nueva vida y poder

llevar a su familia que dejó en Venezuela, donde laboraba en sistemas de seguridad.

La crisis política y económica son las motivaciones recurrentes en los migrantes venezolanos

que, según la Unidad de Control Migratorio de Rumichaca, en la frontera con Colombia,

desde julio del año pasado han llegado en promedio unos 2.000 por día al país. Esta es la

principal puerta de entrada de migrantes, por delante de las terminales aéreas de Quito y

Guayaquil.

7
Estas cifras de venezolanos que ingresan al país, usan de vía de paso o se quedan en Ecuador

van en aumento, según registros estatales de los últimos años. Solo un ejemplo: 99.984

venezolanos ingresaron al país en el 2013, 102.369 lo hicieron en el 2016 y el año pasado, la

entrada repuntó hasta alcanzar los 288.005, el 181% de alza en tan solo un año (ver imagen).

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“Todos los días te aumentan las cosas, compras una cosa hoy y mañana sube el precio. Yo

dejé a mi esposa y mis dos muchachos”, dijo Loyo, con un tono quebrado.

Así como Loyo, miles de venezolanos salen de su país y siguen hacia el sur del continente. En

2013, 99.106 llaneros ingresaron a Ecuador y continuaron hacia países como Perú y Chile. En

el 2016, la cifra alcanzó los 78.696 venezolanos y el año pasado repuntó a 226.867, según

datos de la Subsecretaría de Migración.

Solo en febrero de este año, el ingreso de venezolanos alcanzó los 71.446, según registros del

Ministerio de Turismo. Esa cifra denota un aumento del 14,30% respecto de enero pasado y

un alza del 441,83% en comparación con el mismo mes de 2017.

Los pasillos de la terminal son testigos de ese panorama cada día más visible. Se acomodan en

grupos familiares o amigos de viaje. En las salas aguardan sus buses. Algunos que se quedan

en la ciudad hacen de la terminal su casa en sus primeros días, antes de conseguir un trabajo

estable.

Allí, algunos de sus coterráneos que se quedan en el país les dan comida y algo de tomar

como muestra de apoyo. Es que la devaluación de su moneda (bolívar) ante el dólar complica

el poder adquisitivo. En el 2017, 61.138 venezolanos que ingresaron no salieron del país.

Fernando Sierra salió de Maturín con la tristeza de dejar a su madre, que no tiene medicinas

para su diabetes, y dos hermanos, quienes en ocasiones no tienen qué comer. En Lima lo

espera un amigo y espera conseguir trabajo en lo que sea. “Me fui por ella ( madre), para

poderle enviar dinero, ojalá esto se acabe, esto es peor que una pesadilla, porque de la

pesadilla puedes despertar”, dijo llorando en la terminal antes de seguir a su nueva vida. (I)

226

Mil venezolanos salieron del país el año pasado

9
Migración De ecuatorianos A Venezuela

De Ecuador a Venezuela se produjeron varias etapas de flujos migratorios. En la década del

70 se estima que 16 mil compatriotas migraron a Venezuela. En los años 80 y 90 se estima

que migraron a Venezuela 23.370 personas.

Censo en Venezuela

De acuerdo con el censo del 2011, se registraron 25.012 ecuatorianos viviendo allá.

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GUAYAQUIL GENERA ESPERANZAS ENTRE LOS MIGRANTES

VENEZOLANOS

Leonor Oyague López - 19 de mayo de 2018 - 00:00

Jesús Samuel Páez trabaja en un estacionamiento del centro de la ciudad. Aunque no gana

mucho, le alcanza para enviarle dinero a sus hijos.

Foto: cortesía: Leonor Oyague

10
Él pasaba hambre. Estaba hasta tres días sin comer en Venezuela. Eso resultó una experiencia

dura para él y su familia. Cuando llegó a Guayaquil dormía en las calles. Ahora comparte

cuarto con otros seis venezolanos. “A mi esposa están por hacerle la cesárea de mis hijos

gemelos en Caracas y yo, acá, trabajo para enviar $ 40 semanales”. Con esa explicación, Jesús

Samuel Páez intentaba resumir por qué decidió empezar una nueva vida en otro país. Dice que

de Guayaquil admira la hospitalidad de su gente, porque siempre hay alguien que extiende la

mano. Trabaja en un garaje en el centro de la ciudad, cerca del Museo Municipal, donde gana

$ 90 a la semana. Le tomó dos meses y medio, desde que llegó a la urbe, conseguir un

empleo. Los migrantes como Páez ven al país como un refugio.  Estadísticas del Ministerio

del Interior indican que entre enero de 2017 y 2018, ingresaron al país 350.490 venezolanos;

en ese mismo período salieron 279.517. Testimonios recopilados a estos ciudadanos indican

que en Venezuela es complicado llevar una vida relajada. Existe una gran escasez de

alimentos y medicinas.  Como consecuencia de la situación en ese país, se produjo la ola de

migración que a su vez genera secuelas como depresión, ansiedad y discriminación. La

psicóloga clínica y docente Lidia Gómez asegura que cuando las personas dejan su tierra -por

alguna necesidad- sufren un impacto psicológico fuerte a raíz de la fragmentación familiar y

la crisis latente. Sostiene que la terapia de grupo entre los compatriotas podría ayudar

considerablemente. El exmilitar y programador de sistemas, Ángelo Cotturone, de 43 años,

actualmente vende helados en Guayaquil. Tuvo que dejar a su familia hace siete meses en

Barinas (al oeste de Venezuela), cuando decidió que ya era hora de partir de su país. “Uno

busca comodidad, seguridad, que rinda el dinero porque si no, ¿de qué se vive? Los

venezolanos venimos a trabajar, a buscar la forma de ganar dinero. Además contribuimos en

el desarrollo del país”.

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Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente

dirección: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/guayaquil-migrantes-

venezolanos

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CAPITULO 2

4 de agosto de 2017 14:32

UN 70% DE VENEZOLANOS QUE LLEGAN A GUAYAQUIL SON

PROFESIONALES O TIENEN INSTRUCCIÓN TÉCNICA

12
María Teresa Rosales es parte del directorio de la organización Venezolanos en Ecuador.

Reside casi cinco años en Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

Llegan con su título de tercer o cuarto nivel académico esperando encontrar un empleo acorde

con su profesión, pero la mayoría corre con poca suerte y termina trabajando en los más

diversos oficios o en el comercio informal, cuando carecen de la posibilidad emprender sus

propios negocios. Las asociaciones de asistencia a los inmigrantes venezolanos en Guayaquil

estiman que alrededor de un 70% de los compatriotas que arriban a esta ciudad ecuatoriana

son profesionales o personas con instrucción técnica. El otro porcentaje lo conforman, sobre

todo bachilleres, artesanos y comerciantes. María Teresa Rosales es parte del directorio de la

organización venezolanos en Ecuador. Tiene casi cinco años en Guayaquil y desde el 2015

conformó esta asociación civil “sin fines de lucro y apolítica”, con la finalidad de brindar

asistencia gratuita jurídica, educativa y en otros ámbitos a sus compatriotas venezolanos. De

esta forma ayudan a la adaptación a su nuevo entorno. Es una migración obligada, según

Rosales, por la grave crisis social y económica que enfrenta su país, por la “desesperación” y

la falta de dinero para vivir y la inseguridad. Ecuador es para ellos un país atractivo por el

dólar. La moneda les permite ahorrar lo suficiente y enviarlo a su familia. El sueldo mínimo

en Venezuela está en 250 000 bolívares, lo que representa unos USD 25 (al cambio actual de

10 000 bolívares por dólar). En Ecuador, el sueldo básico está en USD 375. “Hasta el año

pasado te hubiera dicho que un 80 o 90% de los venezolanos que estaban llegando a la ciudad

eran profesionales, ahora por el hecho de que viene mucha gente por tierra y sin recursos, el

porcentaje ha bajado un poco”, indicó Andrew Castro, presidente de Asociación Civil Mueve,

13
que promueve el emprendimiento entre los inmigrantes e informa sobre plazas de empleo

disponibles.

Ampliar Andrew Castro, de la Asociacion Civil Mueve, participó en el plantón de

venezolanos que rechaza la Constituyente de Venezuela. Foto: Mario Faustos/ EL

COMERCIO

Él es ingeniero eléctrico, pero cuenta con un negocio de estampados, sublimación y

artesanías. Estima que más del 50% de los compatriotas que están abandonando Venezuela

son jóvenes entre los 20 y 30 años. “Se vienen personas que tienen la posibilidad de viajar

solos, para ayudar a las familias que dejan atrás”. Luz forma parte de ese porcentaje de

profesionales que migró desde Venezuela. Es contadora e ingeniera en banca y finanzas, pero

actualmente trabaja como mesera en un restaurante de Guayaquil. Llegó hace menos de dos

meses. Tuvo suerte, dijo, el mismo día que entregó su hoja de vida la contrataron. Su esposo y

14
su hijo de cuatro años se quedaron en Caracas. Prefiere no dar su apellido ni que la

fotografíen por miedo a que no la dejen volver. Según la venezolana, la masiva salida de

profesionales, al menos en este último año, ha generado que el Gobierno analice tomar

medidas restrictivas para evitar su salida, como prohibirles el reingreso. “Esto no se ha dado

aún, pero es lo que se comenta”. Mientras tanto, ya enfrentan algunos obstáculos. “Hay

graduados que no pueden obtener su título ni su pénsum de estudios y sin eso no se pueden

legalizar como profesionales en Ecuador. Las universidades no los están dando porque

quieren evitar que salgan”, aseguró. Luz llegó a Ecuador después de un viaje de 4 días por

tierra. Salió el 19 de junio de este año en el bus de transporte Ruta de las Américas. El

vehículo “estaba lleno de profesionales jóvenes”, todos partieron con la expectativa de

trabajar en Ecuador y hacer dinero. “No tuvimos problemas en nuestro trayecto ni en pasar las

fronteras. Los controles fueron en Venezuela, nos pararon dos veces para revisar nuestros

documentos”, recordó la venezolana. Sus planes no son quedarse en Ecuador. Es optimista y

espera que la situación mejore en su país. De no darse este caso, su familia la alcanzaría en

Ecuador y migrarían a Chile. Según Rosales, Ecuador es un país de paso para los

venezolanos. “No llegan todos con el objetivo de quedarse”. Según datos del Ministerio del

Interior, entre el 2012 y el 2016 ingresaron más de 470 000 venezolanos, de los cuales solo 38

087 permanecieron en el país, ya que no registraron su salida. “Buscan quedarse un tiempo,

pero luego tienen planes de ir a Argentina o Chile”, dicen en la Asociación. Aunque, también

hay casos de venezolanos que han preferido hacer familia en Ecuador, establecer sus negocios

y nacionalizarse. Orlando Balza tiene 28 años y forma parte de los venezolanos que viven en

Ecuador y no tienen título universitario. También tuvo suerte, aseguró. A los tres días de

llegar al país encontró trabajo como mesero. Tiene ya un año viviendo en Ecuador y aunque

su plan inicial era permanecer algunos meses y luego viajar a España, estos cambiaron. Su

pareja llegó desde Venezuela el año pasado y hoy tienen una hija ecuatoriana de 3 meses. Él

15
gana un sueldo básico y hace poco lo ascendieron como capitán de restaurante. Espera que su

sueldo aumente. Por el momento, no está en sus planes salir del país.

Orlando Balza pensaba viajar a España después de llegar a Ecuador. Ahora, el venezolano se

ha radicado en el país y trabaja en un restaurante de Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL

COMERCIO

Dwayan Zambrano, de 30 años, llegó hace dos años al país. Es licenciado en economía y chef

profesional, pero trabaja en otra de sus pasiones: es entrenador de béisbol infantil del equipo

de Los Indios, en la liga de desarrollo de béisbol infantil de Miraflores. Solo en Los Indios

hay cinco entrenadores venezolanos. Zambrano trabajó una temporada como cocinero en

Cuenca y Guayaquil, ahora se dedica a tiempo completo a formar a beisbolistas. Llegó solo al

país. “Para las familias es más difícil salir”, dice.

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Dwayan Zambrano trabaja como entrenador. El venezolano imparte clases de béisbol en

Guayaquil. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

En la liga de sofbol de Miraflores, juega Edwin Valero, de 32 años, venezolano con dos años

en Guayaquil, técnico que trabaja para una empresa de mantenimiento de aires

acondicionados. Él comenzó hace tres meses a llevar a su hijo de cinco años a la liga béisbol

para que practique el deporte nacional de su país, el béisbol. "Aparte de mi esposa y mi hijo,

me traje a mi hermana. Mi esposa también consiguió trabajo en su rama, como laboratorista

clínica”.

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El venezolano Edwin Valero vive dos años en Guayaquil. Trabaja como técnico para una

empresa de mantenimiento de aires acondicionados. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

En la Consulta Popular del pasado 16 de julio, un plebiscito simbólico contra la Constituyente

del presidente Nicolás Maduro, 6 345 venezolanos votaron en Guayaquil. En 2013, el registro

oficial del consulado registraba 233 venezolanos residentes oficiales en la ciudad. “Hasta hace

dos semanas unos 7 500 venezolanos vivían en Guayaquil, las dos últimas semanas han

llegado muchas más personas”, indicó Castro, presidente de Mueve (Movimiento Único de

Emprendedores Venezuela-Ecuador).

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente

dirección:http://www.elcomercio.com/actualidad/venezolanos-residentes-guayaquil-

profesionales.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y

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contenido. ElComercio.com

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VENEZOLANOS TIENEN TRABAJO EN GUAYAQUIL LUEGO DE DORMIR EN

PARQUES Y CAMINAR POR HORAS

COMUNIDAD

Lunes, 23 de abril, 2018 - 00h00

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 José Morales: Por la necesidad trabajé hasta doce horas por seis dólares

 Jéssica Cinnirella: ‘Es difícil que los hijos de uno aguanten hambre’

 Joel Chevique: Dormí 3 días en un parque del suburbio

20
Antonio Guerrero a pie recorrió la av. Malecón, la av. 9 de Octubre hasta llegar a Miraflores.

Así este personal trainer (entrenador personal) repartió su hoja de vida ofreciéndose en “lo

que se pueda ayudar” en sus primeros días en Guayaquil,

El caraqueño de 35 años estuvo a punto de ingresar a trabajar como instructor en sóftbol, pero

antes un restaurante lo contrató verbalmente de parrillero de lunes a domingo en Miraflores.

Lea también: Ronald Uzcátegui: ‘Vivo con dieciocho venezolanos en una casa en el

Guasmo’

Al igual que Guerrero, en otros puestos como barberías, obras de construcción, estudios de

tatuaje, restaurantes o discotecas, taxis, comercio informal y más, los llaneros van sumándose

a la fuerza laboral.

Sus realidades cambiaron. Darwin Guerrero dejó su puesto como escolta presidencial y acá

aprendió a tatuar. “Parte de lo que gano envío a mi familia que sobrevive con lo que mando”.

dice este venezolano que es parte de los 288.005 que entraron al país en 2017.

Lea además: Peter González: ‘Semanal envío $ 5, $ 10, $ 15, con eso se ayuda mi familia’

Esa cifra tuvo un alza del 181% respecto del 2016, según registros oficiales.

De los venezolanos que ingresaron al país, 61.138 no salieron, se quedaron. Hoy, muchos con

sus ingresos solventan el alquiler de casas compartidas con más compatriotas y envían dinero

a sus familiares en Venezuela. Con esos fondos esperan que consigan comida, ya que con lo

que ganaban allá se hacía inasequible. Otros, como Joel Chevique, ahorran para traer a

familiares.

Lea también: Moisés Osorio: ‘Pateando calle conseguí mi primer trabajo’

21
Tienen su objetivo: trabajar. Frases como “un día sin trabajar es un día perdido” y “no es

deshonra tocar una puerta” repiten Moisés Osorio y Jéssica Cinnirella, jóvenes de 22 y 24

años. Aquí, sus historias.

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31 de marzo de 2018 18:30

LA TERMINAL TERRESTRE DE GUAYAQUIL ES UNA PARADA SOLIDARIA PARA

LOS VENEZOLANOS

22
En la Terminal Terrestre de Guayaquil se ha creado un espacio para recibir a los ciudadanos

venezolanos que llegan tras días de viaje desde que dejaron atrás sus país. Fotos: Enrique

Pesantes / EL COMERCIO

Las salas de espera de la Terminal Terrestre de Guayaquil se convierten, repentinamente, en

embajadas solidarias de Venezuela. A diario, decenas de venezolanos llegan a esta estación,

agotados después de tres y hasta seis días de viaje desde que dejaron atrás su país. Sus rostros

reflejan cansancio, sueño, incertidumbre; pero también guardan un brillo de esperanza y fe, de

confianza en que superarán la crisis que los obligó a dejar a sus familias en busca de una

mejor situación económica. “Allá no hay sueldo que alcance. Al día se ganan unos 800

bolívares, pero hay que gastar en movilización hasta 5 000 bolívares. El salario de un mes se

sintetiza en unos USD 5”, cuenta Randy Ojeda, un ingeniero agrónomo de Maracaibo. Es

sábado por la mañana (24 de marzo del 2018) y llegó a la estación junto a su esposa, cargado

con comida. Hace poco más de un año bajaron de un bus en este mismo lugar y ahora son

parte del grupo 1 000 sonrisas por Venezuela, que da asistencia humanitaria a los

compatriotas que van de paso.

23
“Muchos llegan desorientados, con tantos sueños en las maletas como llegamos nosotros.

Decidimos darles apoyo moral y espiritual”. La idea de crear el grupo nació de ecuatorianos y

los venezolanos radicados en Guayaquil tomaron la posta con dedicación. Son cerca de 30

integrantes, que hacen hasta tres visitas por semana, en doble jornada. En un rincón del área

de arribos de la terminal instalan mesas y ordenan las provisiones. Hay envases con

almuerzos, jugos, galletas para los niños, guineos o ‘cambur’, como reconocen a esta fruta.

Luis González y Pablo Molina son ‘cochos’; así les dicen porque son oriundos del estado de

Trujillo. Guayaquil no era su destino final, sino solo una parada antes de llegar a Perú.

“Hemos aguantado un poco de frío, un poco de hambre, un poco de todo. Pero queremos salir

pa’lante”, dice Molina. En su travesía por tierra, los venezolanos calculan que necesitan unos

USD 200. El dinero, prácticamente, se va en pasajes y les queda muy poco para alimentación.

María Teresa Rosales es parte de la Asociación Civil Venezuela en Ecuador y explica que esta

iniciativa de apoyo se coordina desde varios ‘búnkeres’, las casas de los colaboradores donde

preparan y almacenan los alimentos que reciben por donaciones. “Sabemos que esto no llena

todas sus necesidades, pero los acompañamos con mensajes de lucha, de positivismo”. Y en la

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práctica es así. Después de una oración, los voluntarios reparten la comida. Pero el plato

fuerte es el abrazo, la palabra de aliento, la conversación para recordar los estados donde

nacieron y sus planes. Ese es el antídoto para combatir el daño emocional que les causa el

‘éxodo forzoso’, como lo califica Pedro Rojas Villafañe. “Las estadísticas conservadoras

hablan de entre tres y cuatro millones de venezolanos, es de un 10 al 15% de la población que

ha emigrado. Algunos pensamos que puede estar llegando a los seis millones”, asegura este

psiquiatra llanero, que abandonó su patria hace cuatro años.

Para Henry Peti fue duro salir de Maracaibo con su esposa y sus hijos de 4 y 6 años. Los

pequeños están inquietos y desde el miércoles -cuando empezó el viaje-, recurrentemente le

preguntan cuándo regresarán; él casi no puede hablar. Este chef cerró su restaurante y se unió

a un grupo de vecinos con el propósito de llegar a Chile, donde tienen conocidos. Como

abogado, Tito Chorio es más locuaz. Cuenta que el derecho, en su país, está; pero no hay

entes para hacerlo efectivo. "Eso, como profesional, te frustra". Junto a él hay ingenieros,

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médicos, estudiantes universitarios que abandonaron sus carreras. Jaileth Manotas, una de las

voluntarias, les comenta a los peregrinos que la posición económica y la profesión son lo de

menos en estos instantes. "Hemos salido con un propósito, no solo para vivir mejor sino para

aprender a ser mejores personas y regresar a la tierra donde Dios nos hizo nacer”, les dice.

Entonces el grito Venezuela hace retumbar la sala donde esperan el próximo bus.

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solidaridad-venezolanos.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite

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