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MIGUEL FERNANDO ANGULO MONTAÑO

ABOGADO
SEÑOR
JUEZ TERCERO PENAL MUNICIPAL CON FUNCION DE CONTROL DE
GARANTIAS CONSTITUCIONALES DE BUENAVENTURA
E. S. D.

Radicado: 2020-00015-00
Accionante: JOSE ENRIQUE DAZA LLANOS
Apoderado: MIGUEL FERNADO ANGULO MONTAÑO
Demandado: SOCIEDAD ACCION S.A.S.

Ref. TUTELA.

MIGUEL FERNANDO ANGULO MONTAÑO, apoderado judicial del actor, en la


oportunidad señalada por el decreto 2591 de 1991, Art. 31, impugno, ante el
superior jerárquico la decisión de este despacho, de fecha 09 de marzo de 2020.,
notificada personalmente el día 09 de marzo de 2020, relativa al asunto de la
referencia.
FUNDAMENTOS DE LA IMPUGNACIÓN
Que el superior revise la decisión de primera instancia, por carecer de las
condiciones necesarias para una sentencia congruente, teniendo en cuenta que:
a) No se ajusta a los hechos antecedentes que motivaron la tutela ni al derecho
impetrado, por error de hecho y de derecho, en el examen y consideración de la
petición de mi poderdante; b) Se niega a cumplir el mandato legal y jurisprudencial
de garantizar al agraviado el pleno goce de su derecho, como lo establece la ley y
la jurisprudencia; c) Se funda en consideraciones inexactas, cuando no totalmente
erróneas; al considerar que mi poderdante, quien se encuentra en una condición
de vulnerabilidad manifiesta, debe reclamar sus derechos por la vía ordinaria
laboral, siendo que la Corte ha entendido que las reglas relativas a la procedencia
de la acción tendrán que ser matizadas cuando se trata de personas en especial
condición de vulnerabilidad o en circunstancias de debilidad manifiesta, como
consecuencia, entre otros, de su estado de salud; por lo tanto, la tutela debe ser
considerada como el mecanismo más adecuado para adoptar las acciones que
permitan conjurar la afectación de los derechos en cuestión d) Incurre el fallador
en error esencial de derecho, especialmente respecto del ejercicio de la acción de
tutela, que resulta inane a las pretensiones del actor, por errónea interpretación de
sus principios, ya que basa su decisión en la existencia de otros mecanismos sin
tener en cuenta el carácter subsidiario de la tutela para impedir un perjuicio mayor.
MIGUEL FERNANDO ANGULO MONTAÑO
ABOGADO
CRÍTICA DE LOS MOTIVOS DE HECHO Y DE DERECHO DE LA DECISIÓN
Teniendo en cuenta que el Juzgado funda su fallo en tres puntos esenciales, los
cuales son la falta de una calificación de perdida de capacidad laboral, de por lo
menos el 15% para ser beneficiario de la estabilidad laboral reforzada, la falta de
del nexo causal, imponiendo al trabajador la obligación de demostrar que el
despido es a consecuencia de su discapacidad, vulnerabilidad o su circunstancia
de debilidad manifiesta y por ultimo esgrime el hecho de que existen otras vías
estatuidas ante la jurisdicción ordinaria laboral para dirimir el conflicto o afectación
que sufre mi mandante.
Ahora bien, considero que no puede estar más sesgado o errado el análisis hecho
por el operador judicial de primera instancia, toda vez que la Corte Constitucional
ha sido muy clara frente a casos como el presente en donde aduce en sentencias
como la SU049/17 “La jurisprudencia constitucional ha amparado el derecho
a la estabilidad ocupacional reforzada de quienes han sido desvinculados
sin autorización de la oficina del Trabajo, aun cuando no presenten una
situación de pérdida de capacidad laboral moderada, severa o profunda, ni
cuenten con certificación que acredite el porcentaje en que han perdido su
fuerza laboral, si se evidencia una situación de salud que les impida o
dificulte sustancialmente el desempeño de sus labores en condiciones
regulares”. Conforme al pronunciamiento de la Corte cabe decir que obra en el
expediente, material probatorio que establece la condición actual de salud de mi
poderdante y por ende poder determinar las limitaciones reales que sufre. Esto en
cuanto al porcentaje que exige el juzgador de primera instancia, para poder entrar
a considerar que mi poderdante esta cobijado por la estabilidad ocupacional
reforzada. Por otra parte, frente a la imposición errada de la carga probatoria y del
nexo causal a mi prohijado solo cabe decir que de conformidad a la sentencia
T-041/19 “Si bien el ordenamiento jurídico previó procedimientos judiciales
especiales para ventilar pretensiones laborales, la Corte ha entendido que
las reglas relativas a la procedencia de la acción tendrán que ser matizadas
cuando se trata de personas en especial condición de vulnerabilidad o en
circunstancias de debilidad manifiesta, como consecuencia, entre otros, de
su estado de salud; por lo tanto, la tutela debe ser considerada como el
mecanismo más adecuado para adoptar las acciones que permitan conjurar
la afectación de los derechos en cuestión” y la sentencia T-317/17 “ Se
puede afirmar que la acción de tutela es procedente para exigir el derecho a
la estabilidad laboral reforzada, cuando se comprueba que el empleador (a)
despidió a un trabajador que presente una afectación en su salud que le
impida o dificulte sustancialmente el desempeño de sus labores de manera
regular, al margen del porcentaje de discapacidad que padezca, inclusive en
contratos laborales a término fijo o de obra o labor; (b) sin la autorización de
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la oficina del trabajo, (c) conociendo que el empleado se encuentra en
situación de discapacidad o con una afectación de su salud que le impide o
le dificulte el desempeño de labores y (d) no logra desvirtuar la presunción
de despido discriminatorio, pues se activa una presunción legal en contra
del empleador”. Ahora pues no encuentro, razón alguna para que el juez de
primera instancia invierta las cargas y aplique la presunción de manera
desacertada en favor del empleador y no de la parte débil de la relación laboral y
conforme a los múltiples precedentes judiciales existentes. Por último, cabe
resaltar que, si bien existen otras vías para hacer la reclamación de los derechos
de mi prohijado, la jurisprudencia nuevamente da claridad, sobre en que casos es
procedente este medio judicial para evitar un perjuicio mayor, por ello en
sentencias como las antes citadas la Corte es precisa y da las pautas para
aplicación de la Tutela, situación claramente pasada por alto por el juez de primera
instancia.

EN CUANTO DE LOS ARGUMENTOS DE LA DECISIÓN QUE SE IMPUGNA,


CONTESTO:
Frente a la Improcedencia de la tutela. Debo presumir, con contrariedad, que el
Señor Juez no examinó mis argumentos, pruebas y jurisprudencia citadas a fondo
por que si bien a mi prohijado le terminaron su contrato de trabajo por unas justas
causas que alega el empleador y además existen otras vías para reclamar el
derecho, la Honorable Corte Constitucional ya marcado un precedente y una línea
jurisprudencial frente a casos de esta índole, no más como muestra podríamos
hablar de las sentencias T-1083/07, t-405/05, SU-049/17, T-317/17, T-041/19, en
todas ellas la corte es muy clara sobre lo procedente de la tutela, porque si bien
existe un procedimiento judicial especial para tratar asuntos o pretensiones
laborales, esta se convierte en el medio más idónea para proteger a personas de
especial condición de vulnerabilidad o en circunstancias de debilidad manifiesta.
Por lo tanto, es viable la aplicación de la tutela frente a violación de los derechos
de mi poderdante por la SOCIEDAD ACCION S.A.S, al despedirlo en estado
vulnerabilidad y circunstancias de debilidad manifiesta

EN CONCLUSIÓN, EN LA SENTENCIA SE DECLARO IMPROCENTE:


A todas luces se logra evidenciar el error en que incurre el juzgador de primera
instancia, al no contemplar la situación fáctica, de mi poderdante, quien por la
terminación de su contrato en estado de vulnerabilidad y circunstancias de
debilidad manifiesta, se encuentran padeciendo, pues su mínimo vital y móvil está
siendo afectado en todo sentido y colateralmente el de su núcleo familiar, puesto
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que mi poderdante es la cabeza de su hogar, siendo el quien cubre las
necesidades básicas de todos. También cabe resaltar que la connotación fáctica
no es lo único relevante aquí, pues con base en la jurisprudencia al empleador le
asistía el deber al momento de ser notificado de la tutela dar sus argumentos para
desvirtuar la presunción de que el despido o la terminación del contrato de trabajo
se produce como consecuencia de su discapacidad o imposibilidad de ejecutar
sus labores como normalmente las desempeña debido a una disminución en su
capacidad laboral, frente a esto se observa que el empleador SOCIEDAD ACCION
S.A.S. guardo silencio es decir no hubo oposición alguna o argumento que llevara
al juzgador de prima instancia a inferir que la presunción había sido debatida o
puesta en tela de juicio, por ende no comprendo como el operador judicial
pretende imponer de forma inversa la presunción.
Si ser menos importante cabe destacar que mi prohijado después de evaluación
con medicina ocupacional fue reasignado provisionalmente, aun cargo donde
debía realizar diferentes tareas de orden administrativo y que para su ejecución
necesitan de un conocimiento y manejo básico de computación y contabilidad,
cosa que prohijado no sabe y que se evidencia en la carta que le envió a la
empresa para explicar y hablar sobre sus faltas al trabajo y demás, ahora bien en
fallos de la corte esta a sido muy clara al determinar que estas condiciones le
asiste al empleador el deber de capacitar al trabajador, cosa que empresa nunca
hizo.
Por último, traigo a colación estos dos pronunciamientos de la Corte
Constitucional.
Sentencia T-151 de 2017 se indicó que: “la acción de tutela no es la vía
judicial idónea, dado que existe una jurisdicción especializada, que en los
últimos años ha sido fortalecida con la implementación del sistema de
oralidad introducido con la Ley 1149 de 2007. No obstante, […] de manera
excepcional, la jurisprudencia de este Tribunal ha contemplado la viabilidad
del amparo constitucional para obtener el reintegro de un trabajador, en
aquellos casos en que se encuentra inmerso en una situación de debilidad
manifiesta, con la capacidad necesaria de impactar en la realización de sus
derechos al mínimo vital o a la vida digna. En este escenario, la situación
particular que rodea al peticionario impide que la controversia sea resuelta
por las vías ordinarias, requiriendo de la procedencia de la acción de tutela,
ya sea para brindar un amparo integral o para evitar la ocurrencia de un
perjuicio irremediable en su contra”.
Sentencia T-405 de 2015, el Tribunal Constitucional estudió cuatro casos de
trabajadores que solicitaban el amparo de los derechos a la estabilidad
laboral reforzada y al mínimo vital, tras haber sido terminada su relación
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laboral a pesar de padecer afectaciones sustanciales de salud. Uno de los
actores padecía distintas dolencias en sus manos, rodillas y espalda, las
cuales le ocasionaron una disminución física para trabajar; otro había sido
diagnosticado con cáncer gástrico razón por la cual se encontraba
recibiendo tratamiento médico; en el tercer expediente la trabajadora
padecía un tumor maligno de comportamiento desconocido que le
ocasionaba un dolor pélvico severo, encontrándose incapacitada al
momento del despido; en la cuarta acción, el actor presentaba síndrome del
túnel carpiano bilateral severo, enfermedad profesional por la cual le habían
practicado un procedimiento quirúrgico.
Como problema jurídico, la Sala de Revisión consideró necesario determinar
si los respectivos empleadores habían trasgredido las prerrogativas
fundamentales invocadas por los accionantes, al desvincularlos de sus
correspondientes trabajos sin tener en cuenta las afectaciones de salud que
los aquejaban.
De acuerdo con dicho planteamiento, se reiteró la jurisprudencia de la
Corporación según la cual cuando el juez constitucional comprueba que el
empleador: “(a) desvinculó a un sujeto titular del derecho a la estabilidad
laboral reforzada sin solicitar la autorización de la oficina del trabajo,
y (b) no logró desvirtuar la presunción de despido discriminatorio, (…) tiene
el deber prima facie de reconocer a favor del trabajador: (…) la ineficacia de
la terminación o del despido laboral (…); el derecho a ser reintegrado a un
cargo que ofrezca condiciones iguales o mejores que las del cargo
desempeñado (…);el derecho a recibir capacitación para cumplir con las
tareas de su nuevo cargo (…),y (…) el derecho a recibir “una indemnización
equivalente a ciento ochenta días del salario, sin perjuicio de las demás
prestaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar de acuerdo con el
Código Sustantivo del Trabajo.”
En los anteriores términos fundamento mi impugnación al fallo.

Del Señor Juez.

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MIGUEL FERNANDO ANGULO MONTAÑO
CC: 1.111.787.563 de Buenaventura
T.P. No. 313.186 del C S de la J.

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