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Horno de microondas

Horno microondas

El horno de microondas es un electrodoméstico usado en la cocina para


calentar alimentos para comerlos que funciona mediante la generación de onda
electromagnética en la frecuencia de la radiación en torno a los 2450 MHz
(2.45 109 Hz).
Dentro del microondas hay un dispositivo llamado magnetrón que convierte la
electricidad en radiación de microondas. Las microondas son un tipo de
radiación de baja energía, similar a las ondas de radio. Las microondas se
dirigen hacia el interior del horno a través de una abertura que es transparente
a esta radiación y rebotan en las paredes metálicas, reflejándose hacia el
alimento.
En los métodos de calentamiento convencionales el calor se aplica al exterior
del alimento y se transfiere al interior por conducción, principalmente. Sin
embargo, las microondas calientan a través de dos mecanismos llamados
rotación dipolar y polarización iónica. La rotación dipolar se produce porque
las moléculas polares (agua, proteínas, carbohidratos) intentan alinearse con la
radiación de microondas. Para alinearse, las moléculas rotan con respecto a su
posición original y se rozan unas con otras. Esa fricción es la que produce
calor. Por su parte, la polarización iónica tiene lugar en alimentos con iones,
como por ejemplo las sales. Los iones pueden ser positivos o negativos, y unos
y otros se moverán en sentidos diferentes con respecto a la radiación
microondas. Durante este desplazamiento colisionan con otras moléculas e
iones y esto también genera calor.Ambos procesos se producen muy rápido y
es por eso por lo que los alimentos se calientan rápidamente. La desventaja es
que se calientan de forma más heterogénea que,………. .<™ con
el calentamiento convencional y no alcanzan temperaturas suficientemente
elevadas como para dorar la comida.

¿QUE ES EL MAGNETRON?
Un magnetrón  un dispositivo que transforma la energía eléctrica en energía
electromagnética en forma de microondas. Fue desarrollado hacia el final de
los años 30 con el fin de alimentar al radar mediante una fuente radioeléctrica
potente (varios cientos de vatios) y con una longitud de onda centimétrica, por
lo tanto unas frecuencias elevadas para la época de 300 MHz a 3 GHz (ondas
decimétricas) y más allá de 3 GHz (ondas centimétricas).
Los osciladores de tubos utilizados anteriormente eran incapaces de
proporcionar tanta potencia (lo que suponía un alcance insuficiente de los
radares), a frecuencias tan elevadas (de donde una discriminación angular
débil).
COMPONENTES
Un horno de microondas consiste en:

 Una fuente de alimentación de alto voltaje, comúnmente un


transformador simple o un convertidor de potencia electrónico, que pasa
energía al magnetrón
 Un capacitor de alto voltaje conectado al magnetrón, al transformador y
por medio de un diodo al chasis.
 Un magnetrón de cavidad, que convierte la energía eléctrica de alto
voltaje en radiación de microondas.
 Un circuito de control de magnetrón (generalmente con un micro
controlador)
 Una guía de onda corta (para acoplar la potencia de microondas del
magnetrón a la cámara de cocción)
 Una cámara de cocina de metal
 Un plato giratorio o una guía de onda de metal.
 Un panel de control

INTERFERENCIAS
Los hornos de microondas, aunque protegidos por razones de seguridad, aún
emiten bajos niveles de radiación de microondas. Esto no es perjudicial para
los seres humanos, pero a veces puede causar interferencias en Wi-Fi,
Bluetooth y otros dispositivos que se comunican en las bandas de onda de 2.45
GHz; particularmente a corta distancia.

Funcionamiento del horno de microondas doméstico

Magnetrón de microondas
Un microondas es un electrodoméstico destinado a calentar y cocinar alimentos
calentando el agua que contienen o los líquidos que se añaden. Funciona
mediante la generación de ondas de radio de alta frecuencia. El agua, las
grasas y otras sustancias presentes en los alimentos absorben la energía
producida por las microondas en un proceso llamado calentamiento dieléctrico
(conocido también como calentamiento electrónico, calentamiento por RF,
calefacción de alta frecuencia o diatermia). Hay moléculas cuya estructura
forma dipolos eléctricos, como la del agua, lo que significa que tienen una
carga positiva parcial en un extremo y una carga negativa parcial en el otro, y
por tanto oscilan en su intento de alinearse con el campo eléctrico alterno de
las microondas. Al rotar, se producen rozamientos y choques, que son los que
elevan la temperatura. Los hornos de microondas funcionan de la siguiente
manera: un aparato llamado magnetrón convierte la energía eléctrica en
energía de microondas, que en esta forma alcanza el alimento. Las ondas
electromagnéticas agitan las moléculas bipolares presentes en los alimentos,
especialmente las del agua, y esta es la que eleva la temperatura. Esta
agitación es un mecanismo físico, simple movimiento de las moléculas al ritmo
de la frecuencia, y no provoca ningún tipo de alteración en la composición
química (excepto los que son producidos por el aumento de la temperatura).
El calentamiento por microondas es más eficiente en el agua líquida que en el
agua congelada, ya que en el estado sólido del agua, el movimiento de las
moléculas está más limitado. También es menos eficiente en grasas y azúcares
(que tienen un momento dipolar molecular menor) que en el agua líquida.
A veces se explica el calentamiento por microondas como una resonancia de
las moléculas de agua, pero esto es incorrecto, ya que esa resonancia sólo se
produce en el vapor de agua y a frecuencias mucho más altas (a unos 20
GHz). Por otra parte, los grandes hornos de microondas industriales que
operan la mayoría en la frecuencia de 915 MHz (longitud de onda de 32,8
milímetros) también calientan el agua y los alimentos de forma efectiva.
Los azúcares y triglicéridos (grasas y aceites) absorben las microondas debido
a los momentos dipolares de sus grupos hidroxilo o éster. Sin embargo, debido
a la capacidad calorífica específica más baja de las grasas y aceites, y a su
temperatura más alta de vaporización, a menudo alcanzan temperaturas
mucho más altas dentro de hornos de microondas. Esto puede causar en el
aceite o alimentos muy grasos, como el tocino, temperaturas muy por encima
del punto de ebullición del agua, llegando a tostar de forma parecida al asado
en la parrilla convencional o en las freidoras. Los alimentos en alto contenido
de agua y con poco aceite rara vez superan temperaturas superiores a las de
ebullición del agua.
El calentamiento por microondas puede provocar un exceso de calentamiento
en algunos materiales con baja conductividad térmica, que también tienen
constantes dieléctricas que aumentan con la temperatura. Un ejemplo de ello
es el vidrio, que puede mostrar embalamiento térmico en un horno de
microondas hasta el punto de fusión. Además, las microondas pueden derretir
algunos tipos de rocas, produciendo pequeñas cantidades de lava sintética.
Algunas cerámicas también se pueden fundir, e incluso pueden llegar a aclarar
su color al enfriarse. El embalamiento térmico es más típico de líquidos
eléctricamente conductores, tales como agua salada.
Un error común es creer que los hornos microondas cocinan los alimentos
"desde dentro hacia afuera", es decir, desde el centro de toda la masa hacia el
exterior de alimentos. Esta idea surge del comportamiento del calentamiento si
una capa absorbente de agua se encuentra debajo de una capa seca, menos
absorbente, en la superficie de un alimento. En la mayoría de los casos en
alimentos uniformemente estructurados o razonablemente homogéneos en su
composición física, las microondas son absorbidas en las capas exteriores de
forma similar al calor de otros métodos. Dependiendo del contenido de agua, la
profundidad de la deposición de calor inicial puede ser de varios centímetros o
más con los hornos de microondas, en contraste con el asado (infrarrojos) o el
calentamiento convectivo (métodos que depositan el calor en una fina capa de
la superficie de los alimentos). La profundidad de penetración de las
microondas depende de la composición de los alimentos y de la frecuencia,
siendo las frecuencias de microondas más bajas (longitudes de onda más
largas) las más penetrantes. Las microondas penetran únicamente de 2 a 4 cm
en el interior de los alimentos, por lo que el centro de una porción grande no se
cocinará con la energía de estas ondas, sino por el calor que se produce en el
horno y por el que se transfieren las partes superficiales que sí son alcanzadas
por las ondas.

Historia del horno microondas


Horno diseñado en 1969
Como otros inventos, el horno de microondas es la aplicación secundaria de
una tecnología destinada a otros fines. En 1946, durante
una investigación relacionada con el radar, el doctor Percy
Spencer, ingeniero de la Raytheon Corporation, estaba probando un tubo al
vacío llamado magnetrón cuando descubrió que una chocolatina que tenía en
su bolsillo se había derretido. Sospechando que aquello había sido causado
por las ondas emitidas por el magnetrón, el doctor Spencer colocó algunas
semillas de maíz para hacer palomitas cerca del tubo a modo de experimento.
El maíz se coció e hinchó. Spencer repitió el experimento usando un huevo de
gallina. Debido al rápido incremento de la temperatura, la presión interna hizo
que el huevo explotara. Esto le animó a seguir experimentando con otros
alimentos.
El doctor Spencer diseñó una caja metálica con una abertura por la que podía
entrar la radiación del magnetrón.2 Las paredes metálicas confinan la radiación
de microondas, por lo que la energía del campo electromagnético no se
difundía, sino que se concentraba dentro de dichas paredes. Cuando se
introducía alimento su temperatura aumentaba. Otros ingenieros se dedicaron
a mejorar el prototipo del doctor Spencer, y a finales de 1946, la Raytheon
Company solicitó una patente para emplear los microondas en la preparación
de los alimentos. El primer horno en prueba, que calentaba los alimentos
mediante energía de microondas se instaló en un restaurante de Boston.
En 1947, salió al mercado el primer horno comercial de microondas. Estas
primeras unidades eran aparatosas, de 1,60 m de altura y 80 kg de peso. El
magnetrón se refrigeraba con agua, de modo que era necesario instalar un
circuito especial. Además, su precio era elevado: costaban alrededor de 5.000
dólares cada uno, por lo que no tuvieron demasiada acogida. 3
Al desarrollarse un nuevo magnetrón enfriado por aire, se eliminó la necesidad
de colocar tuberías de refrigeración, lo que permitió fabricar hornos más
baratos y manejables. Los negocios de comida rápida fueron los primeros en
reconocer su utilidad.
Cuando la industria alimentaria descubrió el potencial y la versatilidad del
nuevo invento, este se aplicó a usos variados, como deshidratar verduras,
tostar café o frutos secos, descongelar y cocinar las carnes, abrir ostras,
pasteurizar leche, etc. Otras industrias lo emplearon para el secado de corcho,
cerámica, papel, cuero, tabaco, fibras textiles, lápices, flores, libros húmedos y
cerillas. También se emplearon las microondas en el proceso de curado de
materiales sintéticos como nailon, hule y uretano. Sin embargo, a causa de la
desconfianza hacia los nuevos "hornos electrónicos de radar", no fue hasta los
años setenta cuando se empezó a usar en las cocinas domésticas. Nadie
moría de "envenenamiento" por las radiaciones, ni quedaba ciego, estéril o
impotente debido al uso de hornos de microondas. Cuando se desvanecieron
los temores en Estados Unidos, aumentó la aceptación y, se olvidaron los
mitos.
En 1975, por primera vez, las ventas de hornos de microondas rebasaron el
número de estufas de gas vendidas. El año siguiente se informó que 17% de
todos los hogares de Japón cocinaban con microondas, en comparación del
4% de los hogares de los Estados Unidos. En 1971, menos del 1% de los
hogares estadounidenses tenían microondas; en 1978 la cifra ascendió al 13%,
llegando al 25% en 1986. Hoy, los hornos a microondas cuentan con el añadido
y mejora de temporizador, sensores de horneado y resistencias eléctricas para
gratinar o acabar de dorar los platos que lo necesiten, pues esto no es posible
conseguirlo solo con las microondas.

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