una resolución puede ser un decreto, una decisión o un fallo que emite una
determinada autoridad. De acuerdo a su fuente y a su alcance, las resoluciones pueden calificarse de diferentes formas.
Una resolución administrativa, en este sentido, es una orden que
pronuncia el responsable de un servicio público. Se trata de una norma cuyo alcance está limitado al contexto del servicio en cuestión y cuyo cumplimiento es obligatorio. Tres partes de las resoluciones administrativas La expositiva: que establece lo que es el “problema” la considerativa: que analiza el citado problema en cuestión; y la resolutiva: que viene a dejar constancia de la solución que se ha acordado. Por ejemplo: “La concesión del servicio será oficializada a través de una resolución administrativa”, “La Corte Suprema advirtió que no se pueden fijar nuevos impuestos a través de una resolución administrativa”, “El dirigente está trabajando en el diseño de una resolución administrativa que fije los alcances del convenio” Hay que destacar que las resoluciones administrativas son complementarias a las leyes, articulándose con ellas pero nunca contradiciéndolas. ● Resolución 006-2020-MINAM- ● Encargar al servidor ROLANDO EDUARDO VIVANCO VMDERN-PNCB-UA VICENCIO, las funciones de Jefe del Área de Monitoreo del Estado de Conservación de los Ecosistemas en Bosques, en adición a sus funciones, a partir del 21 hasta el 31 de enero de 2020 CADUCIDAD DEL PROCEDIMIENTO SANCIONADOR El transcurso del tiempo es un hecho jurídico natural que en sí mismo o en concurrencia con otros hechos genera efectos jurídicos de trascendental importancia. Tales efectos tienen la virtualidad de crear, modificar o extinguir derechos u obligaciones, y pueden incidir tanto en las relaciones privadas como en las relaciones de derecho público que surgen con motivo del inicio de un procedimiento administrativo (administración pública – administrado). a caducidad o perención no se encontraba regulada en el ordenamiento administrativo general. Este vacío ocasionaba que gran parte de las entidades, salvo aquellas cuya regulación especial sí la contemplaba, legítimamente podían resolver sus procedimientos sancionadores en meses o años luego de haberlos iniciado, toda vez que el único factor impulsor de la tramitación oportuna consistía en la eventual pérdida de la potestad sancionadora para determinar la comisión de infracciones e imponer sanciones, es decir, que con el trascurso del tiempo opere la prescripción: una institución jurídica que, tal como veremos más adelante, incide sobre otro ámbito del derecho administrativo sancionador y cuyos plazos son relativamente más extensos.