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DIFERENCIA ENTRE UN PAGARE Y UNA LETRA DE CAMBIO

Existen varias diferencias entre un pagaré y una letra de cambio y para conocerlas, se


debe definir qué es el pagaré y qué es la letra de cambio.
Un pagaré es un documento entre dos participantes, uno que se compromete a pagar
una deuda determinada y otro al que se le abonará el dinero.
La letra de cambio es un documento oficial que implica, al menos, tres participantes: el
librador (el que emite la letra), el librador (el que emite la letra) y el tomador (el
beneficiario de la deuda). Ambos documentos sirven para acreditar que se debe
abonar una determinada cantidad de dinero y si queremos anticipar el importe,
podemos acceder a servicios de descuento de letras de cambio o pagarés.
La letra de cambio y el pagaré
Podemos empezar diciendo que ambos son medios de pago muy utilizados para la
realización de transacciones comerciales, aunque a día de hoy, la letra de cambio está
en desuso.
Como se ha explicado anteriormente, el pagaré y la letra de cambio tienen su principal
diferencia en la definición de cada una:
Un pagaré es un documento escrito en el que figuran dos participantes. El que se
compromete a pagar una deuda adquirida por importe y fecha determinados, y la
persona a la que se le abonará el dinero adeudado.

Si intervienen dos partes (o personas) use un pagaré.


Ejemplo: Pedro le presta $100 a Miguel y este promete devolvérselos en plazo
prudencial, pactándose o no el pago de intereses. Todas las partes involucradas
hacen parte directa de la operación:
“Pagaré incondicionalmente la suma de $100, a la orden de Pedro en Perú el día 1 de
Enero de 2020.”
Este título lo firma como girador y obligado Miguel.
En el acto intervinieron dos personas:
Girador y obligado: Quien promete pagar una suma de dinero, en nuestro caso Miguel.
Beneficiario: Quien tiene el derecho de cobrar la suma de dinero en el momento
señalado, en nuestro ejemplo Pedro.
En la letra de cambio intervienen 3 personas: El girador (persona que da la orden), el
girado (o aceptante, a quien se le da la orden) y el beneficiario (quien va a recibir el
importe). En cambio, en el pagaré sólo existen dos personas: el girador (quien hace la
promesa de pagar) y el beneficiario (quien va a recibir el importe).

Ejemplo, supongamos que tenemos una deuda con la empresa A. Y, a su vez, la


empresa B nos debe una cantidad. Pediremos a la empresa B que se la pague a la
empresa A, en vez de a nosotros. Se suele utilizar frecuentemente, cuando tenemos
deudas que cobrar a cierto plazo, y necesitamos dinero en efectivo. Entonces giramos
letras de cambio a nuestros clientes para que le paguen la deuda a nuestro banco.
Este último nos adelanta el dinero (deduciéndonos sus comisiones).

Misión de letras de cambio y pagarés


Tanto las letras de cambio como los pagarés, son títulos de crédito y valor que
contienen un derecho de pago o cobro y son perfectamente transmisibles entre
personas. Para poder ejercer el derecho que el título implica, es necesario estar en
posesión del mismo y ser el beneficiario. La ley los trata como bienes muebles, por ello
se les aplica la misma normativa.
Las letras de cambio y los pagarés han servido desde hace muchos años y lo siguen
haciendo, como instrumentos que lo que facilita es la transmisión de dinero y el
aplazamiento de un pago a medio o corto plazo.
Se consideran excelentes medios de pago para cualquier tipo de transacción
comercial entre empresas que forma parte de su actividad de circulante habitual.
Similitudes entre letra de cambio y pagarés.
Entre las más importantes se encuentran:
Se pueden endosar: Ambos documentos admiten la operación de endoso,
pudiéndose crear una cadena de endosantes sin límite hasta la fecha de vencimiento.
Implican una deuda: Representan el aplazamiento de un pago que se hará efectivo
en una cantidad y tiempo determinados.
En los dos figura un beneficiario: Siempre hay un único beneficiario que puede ser
una persona física o jurídica y puede ir cambiando su titularidad en función de los
endosos realizados.
Incluyen similares características: Autonomía, naturaleza ejecutoria, literalidad,
legitimación, circulación e incorporación.
Para que las letras de cambio o los pagarés puedan ejecutarse oficialmente, deben de
presentarse para su cobro en el tiempo habilitado para tal fin. Si se hace de esta
manera y el pago no es atendido, habrá que levantar el “protesto”. El plazo disponible
para efectuar acciones ejecutivas, es en ambos casos de tres años.
Diferencias entre letras de cambio y pagarés
Diferente número de intervinientes: En el caso de los pagarés existen dos
participantes en un inicio: el firmante (persona que emite el pagaré) y el beneficiario
(persona a la que se le abonará la deuda). En una letra de cambio debe de haber al
menos tres partes: el librador (emite la letra), el librado (deudor), el tenedor
(beneficiario de la deuda).
Inclusión o no de Intereses: En la Letra de Cambio, no se admiten intereses
mientras que en el pagaré sí.
Distintos emisores del documento: En el caso del pagaré, es el propio deudor el
que pone en circulación el documento mientras que en la letra de cambio lo hace el
acreedor (librador). Esta quizás sea la diferencia más significativa.
Obligación frente a Promesa: La letra de cambio supone una obligación del pago de
una deuda adquirida mientras que el pagaré implica una “promesa” de pago por parte
del deudor. Sin duda, términos bien distintos.
Apariencia física del documento: El diseño de los dos impresos es diferente,
además de que la letra se encuentra timbrada por el Estado y el pagaré no.
En el caso de que no se especifique la fecha de vencimiento y el lugar de pago, en los
dos tipos de documentos se considerará “a la vista” (es decir, pagar a su presentación)
y el domicilio será el mismo del librado o en su ausencia, el del lugar de emisión.
Cuando utilizar una letra de cambio y cuando un pagaré.
Conociendo las similitudes y diferencias entre el pagaré y la letra de cambio nos queda
definir cuándo se utiliza una u otra.
Como ya se hizo mención, es obligatorio utilizar la letra de cambio cuando el
beneficiario de pago es distinto al girador o acreedor. En los demás casos se debería
utilizar el pagaré, aunque no pasa nada si se utiliza una letra de cambio.
Obsérvese que, en el sector bancario, y en general donde el oficio crediticio está
profesionalizado, siempre se utiliza el pagaré, en tanto la letra de cambio es de amplia
utilización entre particulares.
Cuáles son las principales diferencias entre un pagaré y un cheque o una letra
de cambio
La principal diferencia entre un pagaré y un cheque radica en la determinación del
momento en que puede hacerse efectivo su cobro: en el momento de emisión del
pagaré ya se fija el momento en que podrá cobrarse, mientras que ello no ocurre en el
cheque, el cual es pagadero a la vista.
Por su parte, la diferencia más importante de un pagaré con respecto a la letra de
cambio radica en la persona que emite el documento: el pagaré lo emite,
normalmente, el propio deudor, mientras que, por su parte, la letra de cambio la emite
el acreedor.
Cuando utilizar una letra de cambio y cuando un pagaré.
Conociendo las similitudes y diferencias entre el pagaré y la letra de cambio nos queda
definir cuándo se utiliza una u otra.
Como ya se hizo mención, es obligatorio utilizar la letra de cambio cuando el
beneficiario de pago es distinto al girador o acreedor. En los demás casos se debería
utilizar el pagaré, aunque no pasa nada si se utiliza una letra de cambio.
Obsérvese que, en el sector bancario, y en general donde el oficio crediticio está
profesionalizado, siempre se utiliza el pagaré, en tanto la letra de cambio es de amplia
utilización entre particulares.
Se puede adelantar el cobro de ambas figuras
En cualquier caso, para el adeudado, siempre es un inconveniente cobrar más tarde
de lo previsto. Es por ello que existen fórmulas como el endoso de pagaré o el
descuento de una letra de cambio. Bajo estas opciones, es posible ceder los derechos
de cobro a una tercera entidad, que se encarga de adelantar el dinero estipulado en el
efecto, con el objetivo de no tener que esperar a la fecha de vencimiento para cobrar.
A cambio de este adelanto, y de las gestiones para pasar a ser el nuevo poseedor de
los derechos de cobro, la mencionada entidad financiera adquiere una pequeña
comisión. De este modo, el vendedor puede conseguir liquidez sin aumentar su
calificación crediticia, pues está operando con efectos generados a raíz de su propia
facturación y actividad, y no solicitando créditos o préstamos que generan un aumento
del riesgo bancario. 
Ventajas y límites de un pagaré a la orden y no a la orden
Es evidente, la ventaja de un pagaré a la orden es la principal desventaja de
los pagarés no a la orden: la cesión por endoso. Un pagaré a la orden que se pueda
endosar ofrece una mayor rapidez y más flexibilidad en el proceso de transmisión. En
cambio, un pagaré no a la orden que no permite el endoso y sólo se puede conseguir
de forma notarial unido al consentimiento del emisor, al final resulta ser un proceso
mucho más largo y engorroso.
En caso de que se presente la necesidad de descontar el pagaré para recibir
financiación a corto plazo, el hecho de no ser transmisible por endoso, agregará
lentitud en circunstancias en las cuales la rapidez es la clave.
Pero no es lo única desventaja que los pagarés no a la orden presentan. El poseedor
de dicho documento suele perder la vía ejecutiva para reclamar el cobro en caso de
impago o devolución. Para evitar este tipo de situación, las entidades de financiación
que descuentan pagarés “no a la orden” se encargan de confirmar que el emisor del
pagaré ha recibido la notificación de la cesión para asegurarse al plazo de vencimiento
que el destinatario reciba el pago.
¿Qué es un pagaré?
El pagaré es un documento que contiene la promesa de una persona, el
emisor, a pagarle a otra persona, el beneficiario, un importe en un plazo de
tiempo determinado. El avalista, puede ser un tercer sujeto que interviene en la
realización de un pagaré, pero habitualmente estos títulos de crédito no suelen
contar con uno. El pagaré está considerado uno de los métodos de cobro más
seguros y además, presentan como ventaja que pueden cobrarse de forma
anticipada a través del servicio de descuento de pagarés.
Tipos de pagaré
Existen muchos tipos de pagarés pero para descontarlos hay que conocer
estos dos tipos ya que determinarán cómo endosarlo:
Pagaré a la orden: Si un pagaré es a la orden indica que se puede transmitir
mediante endoso a un tercero, es decir, se podrá descontar sin ningún
problema en cualquier entidad de financiación.
Pagaré no a la orden: Si un pagaré es no a la orden indica que el titular de
éste tiene la prohibición de endosar el pagaré a un tercero, sólo él puede ser el
propietario. Aun así, se puede transmitir por cesión ordinaria. Se le comunica al
emisor por vía notarial pero él tiene el derecho a negarse. Si éste último no se
opone, se da por entendido que el importe se pagará a un tercero llegada la
fecha de vencimiento del pagaré.
¿Quiénes son las partes en un pagaré?
El «firmante» o «librado»: persona que emite el pagaré y se obliga a pagar la
cantidad consignada en el mismo.
El «beneficiario» (también llamado «tomador» o «tenedor» del pagaré): es
aquél que tiene en su poder el pagaré y, por tanto, la persona a la que se le
deberá pagar la deuda.
En este proceso intervienen dos intermediarios:
Emisor: También considerado el deudor. Es el sujeto que se compromete a
pagar el importe fijado en el documento.
Beneficiario: Es el sujeto que recibirá el importe fijado en el pagaré.
Aunque no es habitual, en este proceso podría intervenir un tercer sujeto, el
avalista, que garantiza el pago del pagaré. Ahora conocemos qué es un
pagaré…Pero ¿Cuáles son los diferentes tipos?
Diferencias entre pagaré a la orden y no a la orden
Primero, para conocer las diferencias entre pagaré a la orden y no a la orden,
tenemos que entender qué significa el término endoso. Esta cláusula se incluye
en los pagarés a a orden y permite al beneficiario del documento cederlo a un
tercero, el conocido como endosatario. En caso de tener la voluntad de
establecer al beneficiario del endoso a una persona o empresa determinada,
además de firmar el pagaré por la parte de atrás tendremos que poner
‘Páguese a (nombre de la persona)’ de forma literal. Así, sólo esa persona o
empresa en concreto podrá cobrar el pagaré, una función que resultará muy útil
en caso de tener que mandar los pagarés por correo y muchísimo más seguro.
Pagaré a la orden: Efecto comercial por medio del cual el emisor se obliga a
pagar la cantidad fijada en el documento a una persona o empresa en un plazo
de tiempo determinado. Los pagarés a la orden permiten que el legítimo
beneficiario haga una cesión del pagaré a un tercero mediante endoso.
Pagaré no a la orden: Efecto comercial por medio del cual el emisor se obliga
a pagar la cantidad fijada en el documento a una persona o empresa en un
plazo de tiempo determinado. En este caso, el emisor no permite que el título
se ceda por medio de endoso. Un pagaré no a la orden sólo podrá ser
transmitido/cedido por medio de una cesión de crédito, un contrato por el cual
una empresa se compromete a transferir a otra un crédito que tiene a su favor.
Aun así, suele ser un trámite que normalmente es más caro y complicado que
un endoso.
¿En qué consiste el descuento de pagarés?
El descuento de pagarés es un servicio que permite al beneficiario de un
pagaré cobrarlo antes de la fecha de vencimiento y, en algunos casos,
asegurarse el cobro del mismo. Este servicio, que ofrecen las entidades de
financiación, permite al beneficiario conseguir liquidez al momento de forma
rápida y sencilla.
Por su parte, las entidades de financiación anticiparan la totalidad del importe
del pagaré excepto la comisión por la realización del servicio. Esta comisión
puede variar dependiendo si acudimos a un banco o a una entidad de
financiación.
La mayoría de negocios normalmente esperan poder cobrar el pagaré sin tener
que recurrir al descuento. Aun así, en las empresas surgen necesidades
puntuales que obligan a solicitar ese descuento. Las empresas que
normalmente recurren a este servicio son pequeñas y medianas empresas que
necesitan conseguir dinero de forma rápida para que sus negocios puedan
seguir creciendo.
Ventajas y desventajas de descontar pagarés
El descuento de pagarés puede ser una buena opción para nuestra empresa
en determinadas ocasiones. Hay diferentes ventajas de hacerlo:
Flexibilidad: El servicio de descuento de pagarés permite al beneficiario
descontar sólo aquellos documentos que crea necesarios. No requiere una
línea de descuento expressa que te oblige a descontar todos tus documentos
crediticios de golpe.
Fuera impagos: Algunas entidades de financiación, asumen el riesgo de
impago en caso de que el emisor no abone el importe llegada la fecha de
vencimiento.
Mejora de las ratios de balance: Con el descuento, se reduce el saldo de los
clientes y disminuyen los plazos de cobro. Eso sí, si optáis por descontar
vuestros pagarés a través de un banco, a la vez que mejora nuestra ratio de
balance también aumenta nuestra deuda.
Rapidez: Consigues financiación de forma inmediata, consiguiendo solucionar
de forma rápida los problemas de liquidez.
Si quieres conocer más ventajas del descuento de pagarés, los encontrarás
en este post de Rankia. Aun así, la principal desventaja es:
El coste: Adelantar el cobro a la fecha de vencimiento tiene un precio. Es decir,
que si adelantamos el cobro no cobraremos la totalidad del importe que nos
corresponde por el pagaré. La entidad de financiación te cobrará un tanto por
ciento por el anticipo y perderemos una parte del beneficio por venderlo antes
de plazo.
Ventajas y límites de un pagaré a la orden y no a la orden
Es evidente, la ventaja de un pagaré a la orden es la principal desventaja de
los pagaré no a la orden: la cesión por endoso. Un pagaré a la orden que se
pueda endosar ofrece una mayor rapidez y más flexibilidad en el proceso de
transmisión. En cambio, un pagaré no a la orden que no permite el endoso y
sólo se puede conseguir de forma notarial unido al consentimiento del emisor,
al final resulta ser un proceso mucho más largo y engorroso.
En caso de que se presente la necesidad de descontar el pagaré para recibir
financiación a corto plazo, el hecho de no ser transmisible por endoso,
agregará lentitud en circunstancias en las cuales la rapidez es la clave.
Pero no es lo única desventaja que los pagarés no a la orden presentan. El
poseedor de dicho documento suele perder la vía ejecutiva para reclamar el
cobro en caso de impago o devolución. Para evitar este tipo de situación, las
entidades de financiación que descuentan pagarés “no a la orden” se encargan
de confirmar que el emisor del pagaré ha recibido la notificación de la cesión
para asegurarse al plazo de vencimiento que el destinatario reciba el pago.

Qué se requiere para realizar el descuento?


La entidad de financiación o banco que se encargará de realizarnos el
descuento nos pedirá la factura y el pagaré en cuestión. Una vez se hayan
entregado estos dos documentos, se llevará a cabo el acuerdo legal y en pocas
horas ya será posible realizar el descuento.
A la hora de descontar un pagaré se pueden optar a dos opciones:
Descuento de pagarés con recurso: El beneficiario descuenta su pagaré con la
entidad financiera, pero asume el riesgo de impago. Es decir, si llegada la
fecha de vencimiento el emisor del pagaré no ha pagado, el beneficiario tendrá
que pagar el importe a la entidad.
Descuento de pagarés sin recurso: El beneficiario descuenta su pagaré con la
entidad financiera sin asumir el riesgo de impago. Es decir, si llegada la fecha
de vencimiento el emisor del pagaré no ha pagado, la entidad financiera asume
el impago.
Como se puede ver, el descuento de pagarés suele ser un proceso bastante
rápido y sencillo y normalmente resulta muy económico en relación a la
concesión de un crédito. En relación a las últimas décadas, los pagarés se han
convertido en una de las formas de pago más populares gracias a lo fácil que
es realizarlos y por que a través del descuento podemos obtener liquidez
inmediata. Además, cada vez existen más empresas de descuento de
pagarés que ofrecen un muy buen servicio.

En quién confiar: bancos


A la hora de decidiros a descontar un pagaré tenéis dos opciones a elegir: los
bancos y las entidades de financiación alternativas. La rapidez es una de las
ventajas más notables de las entidades de financiación enfrente de los bancos,
ya que estos últimos realizan muchas comprobaciones para garantizar que no
haya impagos y sumado a esto, suelen pedir garantías.
En el caso de las entidades de financiación, normalmente centran el estudio en
el emisor y no en la empresa y no realizan tantas comprobaciones. Además,
estas no piden garantías y suelen ofrecer un servicio de atención más
personalizada que las entidades bancarias. Es decir, en general el proceso
para conseguir financiación suele ser más rápido si se hace a través de una
entidad de financiación.
Pero aún así, los bancos también presentan algunas ventajas respecto las
entidades de financiación. Al ser más grandes que su competencia siempre
podrán ofrecer otros servicios complementarios y asimismo los bancos suelen
aceptar un rango más amplio de empresas; tanto por tamaño como por sector.
Para que se entienda, es más posible que como empresa se encuentre una
oferta de financiación que encaje más con lo que buscamos que una entidad de
financiación.
Pero por otra parte, los bancos suelen cargar muchos costes adicionales en
comparación a las entidades de financiación que son mucho más transparentes
y sólo aplican la tasa de descuento. En los bancos nos pueden cobrar hasta
cuatro tipo de comisiones diferentes y de forma oculta.
Asimismo, si el pagaré se descuenta a través de una entidad de financiación
esta no afectará a la CIRBE de la empresa, cosa que sí afecta si se hace a
través de un banco ya que están obligados por ley a informar de las deudas
bancarias incurridas por las empresas.
¿Cuál es el régimen jurídico y de funcionamiento de un pagaré?
El régimen jurídico del pagaré es, en muchos aspectos, coincidente con el de la
letra de cambio (en cuanto al endoso, aval, vencimiento, acciones por falta de
pago, etc.). 
Por lo que concierne a su funcionamiento, el pagaré se asemeja al cheque, si
bien con la diferencia de que, en el pagaré, la fecha a partir de la cual se puede
proceder al cobro del mismo se determina al emitir el título, cosa que no ocurre
en el caso del cheque. Además, cuando el pagaré se firma para ser pagado en
una entidad de crédito, contra el saldo depositado en una cuenta corriente,
nada impide revocar la orden de pago dada, a diferencia de lo que ocurre con
el cheque.
¿Cuál es el régimen fiscal de los pagarés?
Los pagarés, salvo que contengan la cláusula “no a la orden”, que requiere
para su validez ser firmada expresamente (en cuyo caso dejan de ser
endosables), son documentos de giro que tributan en el Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, concretamente
en la modalidad de Actos Jurídicos Documentados. El sujeto pasivo en el caso
del pagaré es la persona que lo emite. Por su parte, la base imponible será la
cantidad consignada en el pagaré, la cual tributará, mediante los denominados
“timbres móviles”, según la escala prevista en la ley para la letra de cambio. 
El momento de devengo del tributo es el de formalización del acto sujeto a
gravamen. Lo relevante no es si el pagaré es objeto de descuento bancario o
se tramita en gestión de cobro, sino el tipo de documento mercantil emitido
(documento de giro).

¿Qué se puede hacer en caso de extravío, destrucción o sustracción de


un pagaré?
En tales casos, el tenedor del pagaré podrá acudir al juez para evitar que un
tercero pueda cobrar su importe ilegítimamente.
Asimismo, el firmante podrá dar orden al librador de no pagar, para prevenir el
eventual cobro ilegítimo por un tercero.
¿Qué requisitos formales debe contener un pagaré?
1. La denominación de «Pagaré» inscrita en el propio documento.
2. La promesa pura y simple de pagar una suma determinada en moneda
nacional o moneda admitida a cotización.
3. La indicación del vencimiento: en caso de que el pagaré no indique el
vencimiento, se considerará pagadero a la vista.
4. El lugar de pago. No obstante, el pagaré no necesariamente tiene que
pagarse a través de una entidad financiera.
5. El nombre de la persona a quien se ha de hacer el pago o a cuya orden se
ha de efectuar: no caben los pagarés en blanco, esto es, sin indicación del
beneficiario.
6. La fecha y el lugar en que se firme el pagaré.
7. La firma del que emite el pagaré (firmante).
En la práctica, los pagarés emitidos suelen tener un formato general similar al
siguiente:

Los requisitos generales los encontramos en el artículo 621 del código de comercio de
Colombia, y son:

La mención del derecho que en el título se incorpora.


La firma de quién lo crea.
Los requisitos particulares del pagaré los encontramos en el artículo 709 del código de
comercio, que son:
La promesa incondicional de pagar una suma determinante de dinero.
El nombre de la persona a quien deba hacerse el pago.
La indicación de ser pagadero a la orden o al portador.
La forma de vencimiento.
Este requisito del pagaré es parecido al de la letra de cambio; solo se diferencia en que, en la
letra de cambio, se da una orden de pagar una determinada suma de dinero, mientras que en
el pagare lo que hay es una promesa incondicional.

1. También debe contener la indicación de ser pagadero a la orden o al


portador; recordemos que los títulos valores a la orden son expedidos a
favor de determinada persona; son los que tienen una cláusula la cual
expresa la palabra «a la orden».
2. Por otro lado, los títulos valores al portador son lo que no se expiden a
favor de una persona determinada, aunque no incluyan la cláusula que
exprese la palabra «al portador»; en estos títulos la sola exhibición del
título legitima a su tenedor.
3. El otorgante de un pagaré se asemeja al aceptante de una letra de
cambio, es decir, es el principal obligado de pagar una determinada
suma de dinero.

INTRODUCCION
Las letras de cambio y el pagaré constituyen documentos de crédito que pasan a formar
parte en el balance general de los Efectos a cobrar o a pagar, dependiendo de la
transacción realizada. En la presente investigación se presenta la definición de cada una,
las personas que intervienen en las mismas y su presentación en el balance general, al
momento de realizar la transacción y cuando son enviadas al cobro o al descuento según
sea el caso. En los tiempos modernos, estos instrumentos de crédito se han convertido en
una herramienta importante para las transacciones comerciales, ya que las mismas están
contempladas en el Código de Comercio, lo cual hace posible su cobro. Para la
elaboración de la presente investigación se procedió al análisis de variadas fuentes de
información que permitieron su desarrollo de la manera más clara y concisa posible, se
presentan además, ejemplos que contribuyen a su comprensión.

CONCLUSIONES
Tanto la Letra de Cambio como el Pagaré son documentos de crédito de mucha
importancia para realizar las transacciones legales en cualquier país. Esas transacciones
tienen su base legal en el Código de Comercio Vigente, en donde se estipula todo lo
referente a las mismas. Una letra de cambio o pagaré pasan a formar parte de los Efectos
a Cobrar o Efectos a Pagar, según sea el caso, del Balance General y para lo cual tienen
una forma muy específica de presentación, al momento de realizarse la transacción,
cuando son enviados al cobro o al descuento o cuando son simplemente cancelados.
Estos documentos de crédito son mucha importancia ya que los mismos conforman una
garantía de recuperación del valor de la prestación de un servicio o de la venta de algún
bien, ya sea mueble o inmueble; puesto que mediante su emisión, el tomador puede
recurrir a fuentes legales establecidas, como ya se dijo en el Código de Comercio, para
hacer efectivo su pago. Los efectos a cobrar pueden ser enviados al cobro o al descuento
y según sea el caso su presentación en el Balance General será diferente.

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