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V.I.T.R.I.O.L.

, en fin, resume en sí el contenido potencial de todos los símbolos presentes en la

Cámara de Reflexión: Visita Interiora Terrae Rectificando que Invenies Occultum Lapidem (visita el

interior de la tierra y rectificando hallarás la piedra oculta).

El color de las paredes: Es negro, generando un ambiente de penumbras, simbolizando


esta oscuridad el estado de conciencia actual del neófito, posterior a la iniciación.

Los huesos humanos y piedras: Significan el caos en que hemos desenvuelto nuestras
vidas hasta ese instante, en lo material y espiritual, y que precede al orden que prendemos
establecer en ella a partir de nuestra Iniciación masónica.

El cráneo humano: Simboliza la igualdad que nos depara la naturaleza a todo ser viviente,
y debe inspirar al neófito a reflexionar sobre la necesidad de actuar en concordancia
principios y valores de solidaridad con los más necesitados, de tolerancia y respeto para
quienes no concuerdan con sus ideas o conceptos, y de justicia y verdad para con todos sus
semejantes.

 El reloj de arena: Representa el flujo inexorable del tiempo y la corta duración de la vida
del cuerpo físico, así como la necesidad que tenemos de emplear este breve destello de
nuestra existencia material para construir nuestro templo interior, luchando contra nuestras
pasiones, y haciendo cuantas buenas obras y servicios a los demás nos sean posible, pero
también indica el regreso al origen, lo vacío y lo lleno, lo inferior y lo superior, el Cielo y la
Tierra, lo de arriba y lo de abajo.

El gallo: Indica el despertar interior del hombre, el triunfo de la Luz sobre las tinieblas,
señalando además, la necesidad de la vigilancia que hemos de tener sobre nuestros actos, no
permitiendo que nada nos aparte del sendero de la Verdad, la Justicia y el Honor.

El pan y el agua: Así como ellos constituyen el alimento del cuerpo, los pensamientos
limpios y nobles constituyen el alimento del espíritu. Además hace referencia al espíritu de
sacrificio y de servicio que ha de estar siempre presto a brindar el Iniciado, indicando que
como el pan mitiga el hambre material, así él está dispuesto a consolar, ayudar y servir al
necesitado; y el agua, que es la esencia de la vida humana, calma la sed, sirve para el
regadío de las cosechas, para la producción industrial,

El azufre: Representa la acción o energía espiritual creadora que parte del ser interno, es la
esencia o chispa divina que reside en cada hombre y que tiende a elevarlo a su Creador.
El mercurio: Simboliza toda influencia material o sensorial que procedente del medio
externo, intenta penetrar el ser interno del hombre.

La sal: Formada por cristales, es el equilibrio entre los principios internos (azufre) y la
influencia de las sensaciones que provienen del exterior (Mercurio) y representa la armonía
de los elementos anteriores que debe alcanzar el neófito, posterior A.•.M.•., antes de ser
iniciado, logrando estabilizar su ser interno, preparándolo así para recibir la LUZ.

La ceniza: Este elemento simboliza a la necesidad de incrementar la producción ,


atendiendo a que el mismo es el resultado de la acción del elemento fuego actuando sobre
las materias primas, que posteriormente se convertirán en objetos de consumo

La lámpara sepulcral: Su débil luz representa la vida del hombre, lo que indica la
necesidad que este tiene de la Solidaridad y la Fraternidad, del esfuerzo común que
transforma la vida y eleva al hombre a la categoría de ser social.

El ataud y el esqueleto humano: Representan el estado de descomposición moral a que


llega el hombre que carece de un guía que le conduzca por el camino de la Virtud, el Amor
y el Servicio a la humanidad que ha de ser la aspiración de todo masón

La Cámara de Reflexiones, representa el descenso a los infiernos, la muerte aparente que


precede a la reencarnación, el reencuentro con una nueva vida. En el tenemos nuestras
primeras reflexiones antes de ver la luz. Reflexionamos acerca de los “Deberes del Hombre
para con Dios… para con sus semejantes… y para consigo mismo”. Volvemos la vista
hacia Dios y hacia nosotros mismos.

Las preguntas de los deberes que tiene el hombre para con DIOS, SUS

SEMEJANTES Y CON EL MISMO, desde la óptica de la masonería se resumen

en quien no se conoce, ama y se respeta a SÍ MISMO, jamás podrá hacerlo con

sus semejantes y mucho menos con GA D U, estas sencillas respuestas

conllevan una revelación, significa que al escudriñarse con la mente abierta y libre,

el hombre es capaz de conocerse en su intimidad sin ocultar secretos, y en base a

ese conocimiento debe llegar a la conclusión de respetar de lo que está hecho

tanto en materia como en espíritu y trabajar su piedra en bruto para poder lograr
convertirse en un ser nuevo renacido con la obligación de borrar los vicios y

fomentar las virtudes, entonces por consecuencia de ese intimo conocimiento y de

una manera lógica debe amarse en su esencia, ese CONOCERSE, AMARSE Y

RESPETARSE, al extenderlo con sus semejantes le permite apreciar la valía de

cada una de las personas que lo rodea, y apoyarlos en caso de necesidad, sin

juzgar sus decisiones, aconsejarlos en su diario acontecer, consecuentemente,

esa chispa de divinidad latente en cada hombre se revelara en el conocimiento y

reconocimiento del GADU, ya que al conocerse a sí mismo conoce la

divinidad, el hombre tiene como deber amar a toda la creación del GADU,

y respetar su omnipresencia y omnipotencia.

Pan El pan es otro elemento simbólico de este cuarto; representa otra forma

de morir para el grano de trigo, en este caso para renacer no como planta

completa sino como hombre. El pan es el grano de trigo tamizado y mezclado

con los otros tres elementos en un proceso alquímico que lo transmuta en

alimento para un ser autoconsciente: «el hombre», que al comer asimila

materias y energías de este pan y las integra en su ser, pasando el grano de

trigo a ser hombre.

Agua a segunda es el principio atractivo que constituye el magnetismo vital; la fuerza

conservadora y fecunda que inclina a la estabilidad y produce toda maduración, la capacidad


asimilativa que tiende hacia la cristalización, el principio de resistencia y la reacción centrípeta que

se opone a la acción activa de la fuerza centrífuga.

Azufre el primero la Energía Activa, que se hace la Fuerza Universal; el principio creador y la

electricidad vital que producen y animan todo crecimiento, expansión; independencia e irradiación

Sal simboliza la sabiduría y la ciencia.

El grano de trigo simboliza el germen divino que el iniciado posee y que debe

hacer fructificar, son sus posibilidades aún no realizadas.

El azufre, la sal y el mercurio son los tres principios herméticos: el azufre, el

mercurio y la sal, la cual es el término medio, el hijo filosófico del que azufre

y mercurio son padre y madre; simboliza la sabiduría y la ciencia.

La columna B es representativa también del ser humano, donde su basa, fuste y


capitel, simbolizan tanto lo físico como espiritual, en lo físico los pies es la basa, el
fuste las piernas y el capitel la cabeza, en lo espiritual esta columna obliga a que
los trabajos sean en nuestro templo interior en base a la fuerza y empeño en los
mismos, usando la Ley Sagrada y los instrumentos que son la voluntad, la
inteligencia y la constancia simbolismos del mazo, el cincel, y la regla
respectivamente, así como en el interior de la columna B se encontraban los
más preciado del gremio, al interior de la columna interior cada ApMas se
encuentra así mismo.

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