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NAOMIKLEIN
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El nuevo mundo de las marcas
:</~xaminemos el casó de·sa:ra Lee Corp., un conglomerado tradi- Business: «El objetivo de Sara Lee es parecerse a Nike Inc. de Oregón,
cional de empresas que no sólo abarca los alimentos congelados del que extemaliza la producción y se dedica sobre todo al desarrollo de
mismo nombre, sino también marcas «no integradas», como la ropa productos y a la gestión de la marca». 16
interior Ha¡¡es, Wonderbra y los artículos de piel Coach, las vestimen- En noviembre de 1997, Levi Strauss anunció una reforma con mo-
tas Champion, la crema para calzado Kiwi y las salchichas de Franc- · tivos similares. Entre 1996 y 1997 los ingresos de la empresa habían
fort que se venden en los estadios deportivos. A pesar de que Sara Lee caído de 7.100 a 6.800 millones de dólares. Pero un descenso del 4 %
exhibía un sólido crecimiento, saneadas ganancias y una buena consi- apenas parece explicar la decisión de la empresa de cerrar 11 plantas.
deración en Bolsa, sin tener además deudas, a mediados de la década Los cierres provocaron el despido de 6.395 trabajadores; un tercio de
de 1990 Wall Street dejó de interesarse en ella y devaluó sus acciones. la fuerza de trabajo de. la ympresa en Norteamérica, que ya era reduci-
Los beneficios de Sara Lee habían aumentado en un 10 % durante el da. En este proceso, Levi's suprimió tres de sus cuatro fábricas de El .
año fiscal 1996-1997, alcanzando mil millones de dólares, pero como Paso, en Texas, ciudad donde era la principal fuente privada de em-
ya hemos visto, los objetivos de Wall Street son tanto de índole espiri- pleo. Todavía insatisfecha con sus resultados, al año siguiente anurició
tual como financiera:.1 Y Sara Lee, basada en los artículos materiales · otra ola de cierres en Europa y en Norteamérica que afectarla a 11 de
característicos del mundo real y no en las elegantes ideas de la identi- sus plantas de esa zona; el total de obreros despedidos ascendió a
dad de.la marca, estaba sencillamente pasada de moda. «Proveedores 16.310 en sólo dos afíos. 17
de bulto», como podría haber dicho Tom Peters. 13 John Ermatinger, el presidente de la división Levi's Americas, dio
Para remediar la situación, en septiembre de 1997 la empresa anun- un·a explicación conocida. «Nuestro plan estratégico en Norteamérica
cio un plan de reestructuración de 1.600 millones de dólares que la re- es dedicarnos con intensidad a la gestión de la marca, al marketing y al
tiraría del negocio de las «cosas», purgando su base productiva. Trein- disefio de productos, que es la manera de satisfacer los deseos y las ne-
ta de sus fábricas, comenzando por las hilanderías y las textiles, serían cesidades de vestimenta informal que tienen los consumidores», dijo.' 8
vendidas a contratistas que pasarían a ser proveedores de Sara Lee. La El presidente de Levi's, Robert Haas, que el mismo día recibió un pre-
empresa podria así emplear el dinero que ahorrara para duplicar su mio de la ONU por mejorar el nivel de vida de sus empleados, dijo a
gasto publicitario. «Eso de la integración vertical pertenece al pasa- The Wall StreetJournal que los cierres no sólo reflejaban una «capaci-
do», explicó el presidente ejecutivo de Sara Lee, John H. Bryan.14 Wall dad excesiva de producción», sino también <muestro deseo de redirigir
Street y la prensa económica se sintieron encantados con la nueva el marketing y de inyectar más calidad y personalidad a la marca». 19 En
orientación de mercado de Sara Lee y la recompensaron con una subi- 1997, esta calidad y esta personalidad se lograron con una camparía
da del 15 % en el precio de sus acciones y con halagadoras notas sobre publicitaria internacional particularmente fimky que, según se dice,
su valiente e imaginativo presidente. «Al abandonar la manufactura y costó 90 millones de dólares, que fue la mayor que emprendiera nun-
centrarse en el marketing de la marca, Bryan toma en cuenta el hecho ca la empresa y cuyo coste superaba todo lo que la empresa había gas-
de que el futuro es de las empresas como Coca-Cola Co., que tienen tado en promocionar la marca en 1996.
poco pero venden mucho», se entusiasmaba un artículo de Business
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Week. Aún mál; elocuente era la analogía elegida por Crain's Chicago
12. Los Angeles Times, 16 de septiembre de 1997, pág. DS. Además, los inversores de
Sara Lee habfan logrado sólidas ganancias, pero las acciones «habían aumentado un 25 %res- 16. Jennifer Waters, ((Aft:Eir Euphoria, Can Sara Lee Be Like Nike?», Crain's Chicago Bu-
pecto a los 12 meses anteriores, el 35 % menos que el promedio del indice Standard & Poor siness, 22 de septiembre de 1997, pág. 3.
que tiene un total de 500 puntos.» · · . . ' 17. Nina Munk, «How Levi1s Trashed a Great American Brand)), Fortune, 12 de abril de
13. Peters, The Circleoflnnovation, pág. 16. 1999, pág. 83.
14. David Leonhardt, «Sara Lee: Playingwith theRecipe», Business Week;. 21 de abril de 18. «Levi S~uss & Co. to Cióse 11 oflts North American Plants»,Business Wire, 22 de
1998, pág. 114. febrero de 1999, pag. Bl. .
. 15.. !bid. · 19. Wall Street Journal, 4 de noviembre de 1997, pág. Bl.
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«AQUÍ NO SE 1RATA DE EMIGRACIÓN DE PUESTOS DE TRABAJO» mo, las empresas desplegaban sus logos en la fachada de las fábricas,
ahora muchas multinacionales de marca dicen que la localización de
Al explicar los cierres de· fábricas según la decisión de Levi's de sus secciones de producción es un «secreto comercial» que deben
convertirse en una «empresa de marketing», Robert Haas se cuidó mantener a cualquier coste. Cuando en abril de 1999 un grupo de mi-
de señalar a la prensa que los puestos de trabajo «no se elimina- litantes de los derechos humanos pidió a Peggy Carter, vicepresidenta
ban», sino que sólo se evaporaban, por así decirlo. «Aquí no se tra- de la empresa del vestido Champion, que revelara los nombres y las di-
ta de destrucción de puestos de trabajo», dijo después de la primera recciones de sus fábricas contratadas, ella contestó: «No nos interesa
ola de despidos. La afirmación es técnicamente correcta. Conside- que la competencia sepa dónde funcionamos y aproveche lo que nos
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rar el caso de Levi's como destrucción de empleos sería desconocer ha llevado afios construirn.
el cambio, de naturaleza más fundamental y perniciosa, que repre- Las multinacionales de las marcas -Levi's, Nike, Champion, Wal-
sentan los cierres. En lo que concierne a la empresa, esos 16.31 O Mart, Reebok, The Gap, IBM y General Motors- no dejan de repetir
puestos se han suprimido definitivamente de la plantilla, y según que en el fondo son como cualquiera de nosotros: cazadores de opor-
Ermatinger han sido reemplazados por «contratistas de todo el tunidades que buscan la mejor oferta en el mercado global. Son com-
mundo». Estos contratistas realizarán las mismas tareas que las an- pradores exigentes y plantean exigencias específicas respecto a los
tiguas fábricas de Levi's, pero sus trabajadores nunca serán emplea- diseños que imponen, las materias primas, las fechas de entrega, y so-
dos de Levi Strauss. bre todo los bajos costes. Pero en esta engorrosa logística lo que no les
Para algunas empresas, cerrar fábricas· sigue equivaliendo a la de- interesa es cómo lograr la reducción de los precios: la construcción de
cisión de trasladar las mismas instalaciones a un sitio más barato. Pero fábricas, la compra de máquinas y la contratación de mano de obraba- ·
para otras, y en especial las que tienen fuertes identidades de marca, rata quedan al cuidado ajeno.
como Levi Strauss y Hanes, los despidos son sólo la manifestación más Y la consecuencia de supresión de puestos de trabajo es que una
visible de un cambio mucho más fundamental, y que se relaciona me- cantidad cada vez mayor de las empresas más- importantes y rentables
nos con dónde que con cómo se produce. A diferencia de las fábricas del mundo están desentendiéndose de los temas laborales.
que saltan de un sitio a otro, éstas nunca vuelven a materializarse. A
medio vuelo se convierten en otra cosa: en pedidos que se envía a un
contratista, que a su vez puede traspasar a otros diez, quienes ----espe- LA INSOPORTABLE LEVEDAD DE CAVITE: DENTRO DE LAS ZONAS DE
cialmente en el sector del vestido- pueden también pasar una por- LlBRE COMERCIO
ción de los subcontratos a una red de obreros independientes que ha-
cen los trabajos en sótanos o en sus domicilios. Por cierto, sólo cinco A pesar de la brillantez conceptual de la estrategia de crear «mar-
meses después de anunciar la primera serie de cierres de fábricas, Le- cas sí, no productos», la producción tiene la enfadosa característica de
vi's hizo otra declaración pública: volvía a fabricar en China. La com- que nunca puede ser trascendida por completo: alguien debe ensu-
pañía se había retirado de ese país en 1993 como protesta por las vio- ciarse las manos para fabricar los productos a los que las marcas mun-
laciones de los derechos humanos que se cometían en él. Ahora ha diales imponen sus significados. Y es aquí donde entran en juego las
vuelto, no para construir sus propias fábricas, sino para operar con zonas de libre comercio. En Indonesia, China, México, Vietnam, las Fi-
tres contratistas que la empresa promete vigilar estrechamente para lipinas y en otros sitios, están apareciendo zonas de procesamiento de
impedir que violen las leyes laborales. 20 __ exportaciones, como se las denomina, que se convierten en grandes
Este cambio de actitud hacia la producción es tan profundo que productoras de ropa, de juguetes, de artículos electrónicos, de máqui-
mientras en la época en que lo importante eran los artículos de consu- nas y hasta de automóviles.
20. Joanna Ramey, «Levi's Will Resume Production in China After 5-Year Absence», Wo- 21. «Anti-Sweatshop Activists Score in Campaign Targeting Athletic Retailers», Boston
men's Wear Daily, 9 de abril de 1998, pág. 1. Giobe, 18 de abril de 1999.
Si la Ciudad Nike y otras supertiendas constituyen los brillantes
bía sobre la estructura blanca y rectangular se leía «Philips», pero a tra-
portales de los mundos soñados de las marcas, la Zona de Procesa-
vés de la verja que lo rodeaba vi montañas de zapatillas Nike. Parece
miento de Exportaciones de Cavile en Rosario, a 90 millas al sur de
que en Cavite la producción se ha reducido al peor estado al que se
Manila, es la trastienda del boom de las marcas. Después de visitar du-
puede llegar en nuestra época: las fábricas carecen de marca; los traba-
rante un mes zonas industriales similares de Indonesia, llegué a Rosa-
jadores son los intocables del mundo industrial. ¿A esto se refería Phi!
rio a principios de septiembre de 1997, a finales de la estación de los
Knight cuando dijo que su empresa no se ocupaba de las zapatillas?
monzones y a comienzos de la tormenta económica de Asia. Me pro-
El proceso de producción está concentrado, o aislado, dentro de
·. ponía pasar una semana allí porque es la mayor zona de libre comercio
esta zona como si se tratara de un residuo tóxico: una producción al
de Filipinas, un sector industrial amurallado de 682 acres cuadrados
100 % a precios muy, muy bajos. Cavite, como el resto de las zonas que
que contiene 207 fábricas donde se producen artículos exclusivamen-
compiten con ella, se presenta como el Price Club de las compras a bul-
te para el mercado de exportación. La población de 60 mil personas
to para las multinacionales que buscan gangas; es conveniente elegir un
de Rosario parecía muy activa; las concurridas y tórridas calles del
carrito de la compra bien grande. Una vez dentro, resulta claro que las
pueblo bullían de jeeps militares convertidos en minibuses y de moto-
filas de fábricas, cada cual con su puerta y su guardia de seguridad, han
cicletas-taxis dotadas con precarios sidecares, y en las aceras se suce-
sido cuidadosamente diseñadas para arrancar la máxima producción a
dían puestos de venta de arroz frito, de Coca-Cola y de jabón. Lama-
la franja de terreno donde se hallan. Los talleres sin ventanas, hechos
yoría de esta actividad comercial se dirige a los 50 mil trabajadores que
de plástico barato y paredes de aluminio, se apretujan unos contra
atraviesan Rosario camino a sus trabajos en la zona, cuyo gran portal
otros, apenas separados entre sí. Los casilleros con las tarjetas de asis-
de entrada se halla en el centro del pueblo.
tencia se calcinan al sol, garantizando que de cada obrero se extrae el
Tras las puertas, los obreros montan los productos terminados de máximo de horas dé trabajo, y que todos los días se logra el máximo de
nuestro mundo de marca: zapatillas deportivas Nike, pijamas de The horas trabajadas. Las calles de la zona están inquietantemente vacías, y
Gap, pantallas de ordenadores IBM, vaqueros de Old Navy. Pero a pe- las puertas abiertas -que son el sistema de ventilación de la mayoría
sar de la presencia de multinacionales tan ilustres, Cavile, al igual que la de las fábricas- dejan ver filas de muchachas inclinadas en silencio
creciente cantidad de zonas de prncesamiento de exportaciones que ante máquinas ensordecedoras.
hay en todo el mundo en vías de desarrollo, puede muy bien ser uno
En otras partes del mundo, los obreros viven en las zonas econó-
de los pocos sitios del mundo don4e las supermarcas apenas se ven.
micas, pero en Cavite no es así: es un sitio exclusivamente dedicado al
De hecho, tratar1 de mantener la máxima discreción. No se ven sus
trabajo. Todo el color y el ruido de Rosario se detienen repentinamen-
nombres y sus lagos despegados sobre las fachadas de las fábricas de
te ante la entrada, donde los obreros deben mostrar sus documentos
esta zona industrial. Y las fábricas competidoras tampoco se encierran
de identidad a los guardias armados. Rara vez se permite entrar a los ex-
cada cual en sus edificios, sino que es frecuente que sus artículos se
traños, y en las rectas calles hay poco o ningún comercio; ni siquiera
produzcan lado a lado en las mismas fábricas, que sean encolados por
hay puestos de dulces ni de bebidas. Cuando los autobuses y los taxis
los mismos obreros y cosidos y soldados por las mismas máquinas. Fue
entran en la zona, tienen que reducir la velocidad y no tocar la bocina,
en Cavite donde encontré finalmente un espacio sin marcas, y lo ex-
lo que contrasta con las ruidosas calles de Rosario. Si todo esto da a
traño es que se trataba de una fábrica de calzado Nike.
Cavite el aspecto de ser otro país, ello se debe a que en cierto modo lo
Sólo se me permitió realizar una visita al interior de la zona para en- es. La zona es una economía libre de impuestos, independiente de los
trevistarme con funcionarios; me dijeron que el acceso a las fábricas gobiernos municipal y provincial; un estado militar en miniatura den-
está prohibido a todos ménos a los importadores y a los exportadores. tro de una democracia.
Pero unos días después, con la ayuda de una obrera de dieciocho años El concepto de las zonas de libre comercio es tan antiguo como el
que había sido despedida de una fábrica de productos electrónicos, comercio mismo, y tuvo gran importancia en el pasado, cuando el trans-
pude entrar otra vez y hacer un recorrido no oficial. Entre las filas de
porte de los productos exigía múltiples etapas y ~escansos. Las ciuda-
edificios gigantescos y casi idénticos destacaba uno: en el cartel que ha-
des-estado prerromanas como Tiro, Cartago y Utica alentaban el co-
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mercio declarándose «ciudades libres» donde se podía almacenar ar- fra probable alcanza más bien las mil, que se extienden a 70 países y
tículos en tránsito sin pagar impuestos, y los mercaderes las protegían emplean alrededor de 27 millones de obreros.24 La Organización
contra cualquier daño. Estas zonas libres de impuestos adquirieron Mundial del Comercio calcula que el volumen de negocios de estas
más importancia económica durante la época colonial, cuando ciuda- zonas oscila entre 200 y 250 mil millones de dólares.2 5 La cantidad de
des enteras, como Hong Kong, Singapur y Gibraltar fueron convertidas fábricas que se alojan en estos parques industriales también está au-
en «puertos libres» desde los que el botín del colonialismo se podía mentando. De hecho, las fábricas de las zonas libres que hay en la
enviar sin peligro a Inglaterra, a Europa o a Estados Unidos pagando frontera de México y EE.UU. -que en español se denominan maqui-
reducidos aranceles de exportación. 22 En la actualidad, el mundo está ladoras- son quizá las únicas estructuras que proliferan con tanta ra-
lleno de variantes de estas bolsas de libre comercio, desde las tiendas pidez como las tiendas Wal-Mart: en 1985 había 789 maquiladoras,
de los aeropuertos y las zonas bancarias libres de las islas Caimán has- en 1995 eran 2.747 y hacia 1997 ascendían a 3.508, que empleaban
ta los almacenes y los puertos amurallados donde los bienes en tránsi- unos 900 mil obreros.2 6
to son conservados, seleccionados y envasados. Independientemente del país donde se hallen las ZPE, la condi-
Aunque las zonas de procesamiento de exportaciones (ZPE) tie- ción de los trabajadores tiene una sorprendente similitud: la jornada
nen mucho en común con esos paraísos impositivos, pertenecen a una laboral es larga; hasta catorce horas en Sri Lanka, doce en Indonesia,
especie diferente. No siendo tanto un lugar de almacenaje cuanto un dieciséis en China del Sur y doce en Filipinas. La gran mayoría del
territorio soberano, las ZPE no son espacios por donde transitan los personal se compone de mujeres, siempre jóvenes y que siempre tra-
artículos sino donde se fabrican, y donde además no se pagan gravá- bajan para subcontratistas de Corea, Taiwan o Hong Kong. Los con-
menes de importación y exportación, y a menudo tampoco por los in- tratistas reciben pedidos de empresas de EE.UU., Gran Bretaña, Ja-
gresos ni la propiedad. La idea de que las ZPE pueden ayudar al Ter- pón, Alemania o Canadá. La gestión del personal es de corte militar, los
cer Mundo cobró vigencia en 1964, cuando el Consejo Económico y supervisores son a menudo arbitrarios, los sueldos están por debajo
Social de las Naciones Unidas aprobó una resolución de apoyo a las del nivel de la supervivencia y el trabajo es poco cualificado y tedioso.
zonas, considerándolas como medio de promocionar el comercio con En tanto que modelo económico, las zonas de procesamiento de las
los países en vías de desarrollo. Pero la idea no cobró fuerza hasta exportaciones de la actualidad se parecen más al de las franquicias de
principios de la década de 1980, cuando India otorgó cinco años de hamburgueserías que al del desarrollo sostenible, tan diferentes de los
exención fiscal a las empresas manufactureras que funcionaban en sus países que las acogen. Estos reductos de industria pura se ocultan tras
zonas de salarios bajos. un manto de transitoriedad: los contratos van y vienen sin aviso pre-
vio; los trabajadores son predominantemente inmigrantes, alejados de
Desde entonces, la industria de las zonas de libre comercio se ha
sus lugares natales y con pocas relaciones con las ciudades o las pro-
multiplicado. Hay 52 zonas económicas sólo en Filipinas, que em-
vincias donde se hallan las zonas; el trabajo mismo es a corto plazo y a
plean a 459 mil personas en un lugar donde en 1986 sólo se contabi-
menudo no se renueva.
lizaban 23 mil trabajadores, y hasta 1994, 229 mil. La zona económi-
ca mayor es China, donde los cálculos más conservadores estiman que Mientras recorro las calles vacías de Cavile siento la amenaza de
hay 18 millones de personas que trabajan en 124 zonas de procesa- transitoriedad, la precariedad esencial de la zona. La relación de las fa-
miento de exportaciones.23 La Organización Internacional del Traba- bricas, más parecidas a cobertizos, con el campo que las rodea, con el
jo dice que hay al menos 850 ZPE en todo el mundo, pero que la ci-
24. Programa Especial de Acción de la Organización Internacional del Trabajo sobre las
22. Richard S. Thoman, Free Ports and Foreign Trade Zones, Cambridge, Comell Mariti- Zonas de Procesamiento de las Exportaciones. Fuente: Auret Van Heerden.
me Press, 1956. 25. Esta cifra fue ofrecida por Michael Finger a la Organización Mundial del Comercio
23. Son cifras de la Organización Internacional del Trabajo que llegan hasta mayo de 1998, por medio de la correspondencia personal. No existen cálculos oficiales.
pero según «Behind the Label 11Made in China"» de Charles Kernaghan, de marzo de 1998, las 26. Las cifras de 1985 y 1986 son de la Organización Mundial del Comercio. Las de 1997
cifras de la zona china son muy superiores. Kernaghan calcula que en la zona hay 30 millones de me fueron proporcionadas por Maquila Solidarity Network/Labor Behind the Label Coalition,
personas y que en el interior de China hay 400 zonas económicas especiales, y no 124. Toronto.
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No importa que las fronteras de estos territorios temporarios y ficti- cesamiento de las exportaciones, los incentivos para atraer a los inver-
cios se ensanchen y devoren sectores cada vez más amplios de los paí- sores aumentan, y los salarios y las condiciones laborales son rehenes
ses reales. Ahora hay 27 millones de personas en todo el mundo que de sus amenazas de marcharse a otros sitios. El resultado es que países
viven entre paréntesis, y éstos, en vez de estrecharse, se agrandan cada enteros se convierten en arrabales industriales y en guetos de trabajo
vez más. esclavo, sin solución a la vista. Como rugió el presidente cubano Fidel
Una de las muchas y crueles ironías de las zonas es que lo único Castro ante los líderes mundiales reunidos para celebrar el quincuagé-
que logran los gobiernos con cada incentivo que otorgan para atraer a simo aniversario de la Organización Mundial del Trabajo en mayo de
las multinacionales es reforzar el sentimiento de las empresas de ser 1998, «¿Dé qué vamos a vivir? (...) ¿Qué producción industrial nos
turistas económicos y no inversores a largo plazo. Es el círculo vicioso dejan? ¿Sólo las industrias de baja tecnología, de mano de obra inten-
clásico: para aliviar la pobreza, los gobiernos ofrecen cada vez más in- siva y altamente contaminante? ¿Acaso quieren convertir gran parte
centivos, pero las ZPE deben ser mantenidas en cuarentena, como le- del Tercer Mundo en una enorme zona de libre comercio llena de plan-
prosarios, y mientras más severa es la cuarentena, más parecen existir tas de montaje que ni siquiera pagan impuestos?». 29
las zonas en un mundo totalmente aparte del país anfitrión, y fuera de Por mala que sea la situación de Cavile, mucho peor es la de Sri
ellas la pobreza se agrava más todavía. En Cavile, la zona es una espe- Lanka, donde las exenciones tributarias significan que las ciudades ni
cie de suburbio industrial futurista donde todo obedece a un orden: siquiera pueden proporcionar el transporte a los empleados de las
los trabajadores llevan uniformes, el césped está bien cortado, las ZPE. Las calles que transitan para ir y venír del trabajo son oscuras y
fábricas están reglamentadas. Hay bonitos carteles por todas partes peligrosas porque no hay dinero para la iluminación pública. Los alo-
donde se lee «Mantengamos limpia nuestra zona» y «Promovamos la jamientos están superpoblados, al punto de que los espacios para dor-
paz y el progreso en Filipinas». Pero atravesamos los portales y la ilu- mír están delimitados con ·líneas blancas pintadas en el suelo. «Pare-
sión desaparece. Si no fuera por las multitudes de obreros que se reú- cen aparcamientos», observó un periodista. 30
nen al comienzo y al final de la jornada, nadie diria que el pueblo de
Rosario tiene más de 200 fábricas. Las calles son un laberinto, el agua José Ricafrente tiene el dudoso honor de ser el alcalde de Rosario. Lo
corriente es escasa y la basura desborda por doquier. conocí en su pequeña oficina mientras en el exterior una fila de me-
Muchos de los obreros viven en barrios de chabolas, en las afueras nesterosos esperaba verle. Gracias a la zona de Cavite, su pueblo, que
del pueblo y de las ciudades vecinas. Otros, especialmente los jóvenes, antes era una modesta aldea de pescadores, posee ahora el mayor nivel
se alojan en barracas, unos bloques de cemento apenas separados de la de inversiones por habitante de toda Filipinas, pero carece hasta de los
zona por un espeso muro. Se trata en realidad de granjas reformadas, recursos básicos necesarios para recoger los residuos que producen las
y algunas de sus habitaciones, según me dicen los trabajadores, son en fábricas. Rosario padece todos los problemas de la industrialización:
realidad antiguas pocilgas a las que se ha agregado un techo. contaminación, una creciente población de trabajadores imnigrantes,
La experiencia filipina de la «industrialización entre paréntesis» aumento de la delincuencia y ríos de aguas servidas, pero no goza de
no es en modo alguno única .. La manía actual del modelo de las ZPE ninguno de sus beneficios. El gobierno federal calcula que sólo el 30 %
se basa en los éxitos de los denominados Tigres Asiáticos, y en especial de las 207 fábricas de la zona paga algún impuesto, pero todos dudan
en las economías de Corea del Sur y Taiwan. Cuando sólo había ZPE en incluso de esa reducida cifra. El alcalde dice que a muchas industrias
unos pocos países, incluyendo los antedichos, ?e producía un aumento se les otorga una extensión del período de gracia, porque en caso con-
sostenido de los salarios, había transferencia de tecnología y se co- trario cierran y vuelven a abrir con otro nombre, y el ciclo comienza
menzó a pagar impuestos poco a poco. Pero como se apresuran a se- otra vez. «Cierran antes de que termine la excepción impositiva y lue-
ñalar los críticos de las ZPE, la economía mundial se ha hecho mucho
más competitiva desde que esos países pasaron de las industrias poco
29. «Castro Dampens WTO Party», Globeand Uail, 20 de mayo de 1998.
cualificadas a las industrias de alta especialización. En la actualidad,
30. Martin Cottingham, «Cut to the Bone», New Statesman & Society, 12 de marzo de
habiendo 70 países que compiten por los dólares de las zonas de pro- 1993, pág. 12.
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