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Colegio Bautista

Subdirección Desarrollo Cristiano

DEVOCIONALES DIARIOS 5° BASICO – 4º MEDIO


ABRIL 2006
LUNES 24:
“¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la
tierra está llena de tus beneficios” Salmo 104:24

El 1º de Febrero del 2003, el astronauta Michael Anderson iba en el transbordador Columbia


cuando dijo estas palabras: “Este vuelo ha sido absolutamente fantástico. Hemos visto cosas que
jamás habíamos apreciado”. Sus palabras mostraban su admiración por la grandeza del universo.
Horas después la nave en que se desplazaba este astronauta, se desintegró ante la mirada
atónita de millones de espectadores en todo el mundo. Terminaban así 16 días de viaje. Ese 1º de
Febrero pasó a la historia como también las palabras de este hombre que reconoció que todo lo que
nos rodea revela la grandeza de Dios. El cuidado que se tomó de formar todo perfecto y de
regalarnos un mundo especial para que los disfrutemos. Sin embargo hay momentos en que no
valoramos las cosas bellas de la vida, aquellas que son sencillas y que no tienen precio. Los
momentos hermosos que llenan nuestra existencia: una familia, los amigos, los compañeros, los
colegas. Personas maravillosas a las que no apreciamos como debiéramos y de las que guardamos
recuerdos inolvidables cuando parten.
En la Biblia una persona que habló con el patriarca Job, en su momento de mayor conflicto, le
dijo estas palabras que son para nosotros también: “Escucha ésto Job: Detente y considera las
maravillas de Dios”
Es bueno detenernos un momento y mirar las maravillas del Creador. La vida está frente a ti
para vivirla.
Hoy es el día para comenzar a valorar todo aquello que por años pasó desapercibido ante
nuestros ojos.

MARTES 25:
¿Sabías que el águila sabe cuando se acerca una tormenta antes que ésta se desate?
El águila vuela a algún lugar alto y espera que lleguen los vientos. Cuando la tormenta se
desata, abre sus alas para que el viento la eleve por encima de la tormenta.
Mientras la tormenta ruge abajo, el águila vuela muy por sobre ella. El águila no escapa de la
tormenta. Simplemente la utiliza para subir aún más alto. Se levanta sobre los vientos que vienen
con la tormenta.
Cuando las tormentas de la vida vienen sobre nosotros (y todos las hemos experimentado en
algún momento) podemos remontarnos por sobre ellas levantando nuestras mentes y corazón hacia
Dios. Las tormentas no tienen por qué vencernos. Podemos permitir al poder de Dios alzarnos por
encima de ellas. Dios nos ayuda a remontarnos sobre los vientos de la tormenta que traen
enfermedad, fracaso o desánimo a nuestras vidas.
Recuerda esto: no son las cargas de la vida las que nos avasallan, es la manera como las
manejamos. La Biblia te entrega esta promesa para que la vivas: “Los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como el águila”. Isaías 40:31 y en Isaías 41:10
encontramos esta otra promesa: “ No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré”
MIERCOLES 26: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
Gálatas 6:7
José Eustaquio Cofré fue un pintor a quien le costó, al principio, vender sus óleos. Sin
embargo alguien descubrió la finura en los trazos con los que pintaba y la fama le llegó con todo. Fue
el comienzo del fin. Si antes tenía que rebuscar en sus bolsillos una escasa moneda, ahora abundaba
el dinero, el reconocimiento, las entrevistas en la televisión y las publicaciones en la prensa. José
pasó del anonimato absoluto al podio de la fama y caso en un espiral sin fondo. Hoy ya no pinta,
vende chocolates y cigarrillos en un kiosko. ¿Qué enseñanzas podemos aprender de la vida de este
hombre?.
Sorprende descubrir cuántas personas esperan lo mejor de la vida haciendo el mínimo
esfuerzo. Para quienes se “duermen en los laureles” la mayor desilusión es darse cuanta que en un
abrir y cerrar de ojos las cosas pueden cambiar drásticamente.
Proverbios 10:5 dice: “El que recoge en el verano es hombre sabio; el que duerme en
el tiempo de la cosecha es hijo que avergüenza” Siempre hay tiempo para mejorar: mejorar
tus trabajos, mejorar tu rendimiento, tu conducta, tus relaciones y, por supuesto, mejorar nuestra
relación con Dios.
Hoy es el tiempo de aprovechar bien lo que tenemos y hacer los ajustes en aquellas cosas que
estamos desperdiciando.

JUEVES 27: LA HUMILDAD


“Vestíos, pues como escogidos de Dios, santos y amados… de benignidad y humildad”
Colosenses 3:12
Una de las virtudes cristianas más difíciles de la vida es la de ser humildes.
Ser humilde no quiere decir que una persona no sirva para nada y se sienta como un trapo
bajo los pies de cualquier persona que pasa. Tampoco significa tener complejo de “gusano” y andar
diciendo a cada rato que uno no es nada y que nada tiene que hacer en este mundo.
Humildad no es debilidad en ningún sentido. Es la fuerza de dejar que Cristo viva en nuestras
vidas. Es no sentirse superior ni ser orgulloso. La persona humilde de corazón, sabe que es de
inestimable valor delante de los ojos de Dios y que tiene una misión en la vida que ninguna otra
persona puede desempeñar. Esa persona reconoce que su vida depende del Señor y que sin él nada
puede hacer. El mundo está lleno de personas que piensan al revés: creen que todo lo pueden
hacer por sus propias fuerzas.
Hay una verdad que todos debemos aprender: uno no es superior ni inferior a nadie. En el
mundo hay diferencia de color, raza, idioma, inteligencia, cultura, pero el hecho que alguien sea
diferente a uno no quiere decir que sea inferior.
“Felices, dijo Jesús, los que son humildes de corazón”.

VIERNES 28: Jehová es tu guardador


“El Señor es quien te cuida;    el Señor es quien te protege,    quien está junto a
ti para ayudarte”    Salmo 121:5
La Biblia nos cuenta de una mujer llamada Agar. Un día ella huyó de la casa donde vivía
porque pensaba que nadie la amaba. Estaba muy triste. Se fue muy lejos a un lugar desconocido.
Caminó y caminó hasta que encontró un pozo de agua. Allí se sentó. Agar se puso a llorar. Tenía
hambre y se sentía muy cansada. Ella pensó que nadie la quería y que a nadie le importaba, pero se
equivocó porque Dios la amaba y estaba ahí, con ella. Agar escuchó que Dios le decía: “Regresa a
casa y no temas porque yo te cuidaré”. ¡Agar quedó tan impresionada!. Así que se levantó y volvió
al hogar. Ella estaba agradecida porque Dios le había ayudado en ese momento tan difícil para ella.
¡Cuánta ayuda recibimos todos los días de Dios!
¿Pueden contestar la siguiente pregunta: ¿cómo o cuándo han sentido que Dios les ha
ayudado?.. Recuerda siempre esta promesa de Isaías 41:10 “ No temas, porque yo estoy
contigo… siempre te ayudaré”

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