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29/10/2019

Segundo parcial

Cerp

Teoría Literaria

Profesor: Stefan Martchenko

Alumna: Micaela Casuriaga

Abordaje del cuento “Muebles “el


Canario” de Felisberto Hernández
desde la perspectiva de la estética de la
recepción y la perspectiva de la
estilística
En el presente trabajo se analizará el cuento “Muebles “el Canario” de Felisberto
Hernández, publicado en Mujer Batllista en noviembre en el año 1947 en Montevideo y
también en el libro Nadie encendía las lámparas en Buenos Aires en 1947. Desde la
perspectiva estilística y la teoría de la recepción. Tomando como referencia a Amado
Alonso con lo que respecta a la estilística y Wolfgang Iser, quien respalda la teoría de la
recepción.

A través de la fenomenología, la estética de la recepción, el sujeto (autor) convierte al


objeto (obra) en un fenómeno, y dicho fenómeno se transforma, según la interpretación
que le dé el lector. El texto se “concreta” por el lector en relación a sus valores,
experiencias fuera de la literatura. Aspectos que condicionan la forma de interpretar el
texto. El significado se vincula con las expectativas que se crea el lector. En esta teoría
los efectos que tiene el lector al leer el texto son más relevantes que el texto mismo.

Desde la Narratología, Iser identifica dos conceptos de lector. “Lector implícito”, se


basa en que el texto crea al lector, es decir, este lector corresponde a una estructura
sistemática limitada que determina el modo de leer. El “lector real” es la persona física
que recibe imágenes mentales que se concretan a través de las experiencias que haya
vivido, a medida que lee el texto, y este empieza a existir mediante el proceso de
lectura.

En dicho proceso el lector cumple la función de rellenar vacíos en blancos del texto,
convirtiendo al texto en otra experiencia del lector ya que el texto no puede brindarle al
lector el objeto que narra de manera completa. Esta manera de analizar un texto permite
darle variados significados al mismo. Según Iser la lectura genera la posibilidad de
expresar lo inexpresable. Es en el texto mismo en donde se encuentran los
procedimientos para la actualización del texto.
Por otro lado, la estilística se ubica en la corriente inmanentista. Se basa en un abordaje
descriptivo de los textos. Tiene relación con el aparato psíquico del autor. La crítica de
la obra debe de ser inherente a la obra, es decir, dicha obra debe analizarse como un
todo, además el conocimiento debe de ser filológico. La obra deberá ser abordada por
“intuición”, analizándola casi en estado puro.

Amado Alonso considera que la estilística se encarga de estudiar “el sistema expresivo
de una obra”. Se entiende por sistema expresivo a la estructura interna de la obra hasta
“el poder sugestivo de las palabras y la estética de los juegos rítmicos”. Este método es
el mejor para estudiar la literatura, ya que es una crítica literaria centrada en el texto, ya
que trabaja desde una concepción literaria, según Amado Alonso.

La estilística se interesa por la visión del mundo de un autor, por lo tanto por lo estético-
poético del texto. Toda sugerencia que nos brinde el texto en sí mismo. El lector no
deberá de tener en cuenta intenciones que no hayan quedado plasmadas en el texto de
forma objetiva. El lector descifra lo que el autor mediante su psiquis plantea en la obra,
y descubre lo que el texto le admite descubrir. Cada lectura del texto nos lleva de esta
manera a la creación del texto. Esta forma de analizar nos dirige solo al goce estético de
la obra. Este método no permite que el lector cree nuevas reflexiones y perspectivas de
la obra.

Se puede distinguir dos estilísticas, la estilística del habla, que hace referencia a la teoría
general y la estilística de la lengua, estudia los elementos de emoción, valoración,
fantasía que hay en el idioma. Esta última es el instrumento que hace de base para el
estudio de la estilística de la obra literaria.
El cuento nos narra cuando el protagonista es interceptado en el tranvía por alguien que,
bruscamente, le inyecta un líquido. Cuando llega a su casa, empieza a escuchar dentro
de su cabeza un programa asistido por “Muebles El Canario”. La publicidad invade e
inquieta al hombre de tal forma que decide salir en busca de una solución.

Desde la perspectiva estilística, el título del cuento es epónimo, ya que es el nombre de


la empresa que causa problemas al protagonista. El narrador es homodiegético, ya que
narra en primera persona y también es equisciente. El comienzo es abrupto, no hay una
introducción, aparece el problema en la primera oración “La propaganda de estos
muebles me tomo desprevenido”. El narrador cuenta que mientras viajaba en el tranvía,
fue inyectado por un hombre. Su actitud fue de desconcierto, de sorpresa ya qe fue
inyectado sin su consentimiento, mientras que las actitudes frente al hombre de otras
personas eran de agrado “Después empezó a frotar el brazo de la gorda y ella miraba
operar muy complacida”. Luego de la inyección el protagonista empieza a escuchar la
transmisión de una radio “-Hola, hola; transmite difusora “El Canario”… hola, hola,
audición especial”.

El hecho de querer librarse de la transmisión que le causa molestias y no poder, empieza


a formular hipótesis para explicar lo que ocurrió “No podrá ser un fortificante; tendrá
que ser algo que deje consecuencias visibles si realmente se trata de una propaganda”.

En la propaganda se empezó a transmitir el tango, y al seguir escuchándola, decidió por


ir en busca de ayuda. Así que tomo otro tranvía y encontró a un empleado que estaba
inyectando a unos niños. El empleado le aclaro la confusión al protagonista “-Señor, en
todos los diarios ha salido el aviso de las tabletas “El Canario”. Si a usted no le gusta la
transmisión se toma una de ellas y pronto.”
El empleado le da la solución al problema del protagonista “-Dese un baño de pies bien
caliente.” Siendo así un final trunco. En este cuento aparecen figuras retoricas como la
reticencia, que consiste en interrumpir una frase, en este caso se interrumpe con
agitación anímica “-¡Ah!, lo voy a lastimar… quieto un…” También se puede encontrar
una comparación “Era anormal como una enfermedad nueva” Además se puede
identificar una prosopopeya o personificación, en “como si la enfermedad se sintiera
contenta” El tema principal del cuento es la invasión de esta empresa a las mentes de las
personas literalmente.

Teniendo en cuenta que desde la estética de la recepción se pueden encontrar varios


significados, se pasará a analizar el cuento desde esta perspectiva. En primer lugar, el
enunciado que nos introduce al texto “La propaganda de estos muebles me tomó
desprevenido.” Una persona se le acerca y le inyecta algo, resulta que es una publicidad
de unos muebles. El tema del cuento genera cierto rechazo, es decir, la propaganda es
algo que actualmente nos invade a través de los medios de comunicación.

Las personas de la ciudad están contaminadas de propaganda y publicidad, mientras


que las personas en el medio rural no están tan contaminadas con los medios de
comunicación. Las obras de Felisberto Hernandez se caracterizan por ser fantásticas, es
decir, en la cotidianeidad ocurren hechos anormales.

El contraste del protagonista con los demás pasajeros puede deberse a el hecho de
aceptar y normalizar la invasión de los medios de comunicación. Alguien que no está
acostumbrado, o que no quiere consumir de la publicidad, comparado con alguien que
consume la publicidad hasta el punto de estar complacida.
El cuento nos puede reflejar la sociedad posmoderna, donde el consumo predomina, y
las diferentes actitudes que tienen las personas frente a dicho consumo. El protagonista
representaría a aquellos que no están alienados al sistema que predomine, pero que por
no actuar diferente al resto, acepta que le inyecten como a los demás. Puede significar la
actitud de algunas personas al querer integrar la sociedad y no ser diferente aunque no
entienda la situación que se le presenta.

Más adelante el protagonista habla y compara a lo que escucha en su cabeza con una
enfermedad alegre. Puede esto significar que el consumo es una enfermedad, pero de
alguna manera genera alegría.

El protagonista al querer huir de la transmisión y calmar su cabeza, sale en busca de una


solución, volviendo a un tranvía y encontrando a un empleado inyectando niños. Esto
genera la sensación de que nadie está al margen de ser invadido por la publicidad.
Tratando de llevar a todo el mundo a alienarse al sistema de consumo.

Cuando el protagonista pide ayuda al empleado, este se asombra, demostrando el fuerte


vínculo que tiene con la empresa. Preguntándole “-¿No le agrada la transmisión?”. La
solución para eliminar la transmisión de su cabeza es el consumo de unas tabletas que
las brinda muebles “El Canario”, asegurándose así que si no consiguen vender muebles,
al menos conseguirán vender las tabletas. La actitud del empleado se compara a
muchas situaciones que ocurren en la actualidad. Este hombre se aprovecha de la
desesperación del protagonista, para su propio beneficio y le pide dinero a cambio de
una solución. No sabemos si lo que le dice era la solución verdadera: “Dese un baño de
pies bien caliente” porque el final es trunco, pero nos permite fantasear con el hecho de
que posiblemente si le haya funcionado, aunque es difícil escapar de la sociedad en la
que vivimos, por ende difícil de escapar del consumo.

Puede ser una crítica a los medios masivos de comunicación, y aunque este cuento se
haya publicado en 1947, esta crítica se puede actualizar, ya que esta situación perdura
en el tiempo. El fuerte dominio que tienen los medios de comunicación ha ido en
aumento y no es dudoso que lleguen al punto de drogar a la gente para cumplir su
cometido que es vender.

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