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El 20 de febrero día del príncipe quiché Tecun Uman, quien muriera en batalla
contra los conquistadores españoles en 1524.
La declaración de su Día Nacional por el Congreso de la República ocurrió un 22
de marzo de 1960 por ser símbolo de la defensa de la nacionalidad guatemalteca
y fomentar el patriotismo, según consta en el Decreto 1334.
Una leyenda, infinidad de poesías y varios monumentos tratan de encerrar la
historia y vida del legendario héroe, cuya existencia continúa invisibilizada por la
historia oficial desde la conquista, al igual que ha sucedido con los pueblos
indígenas.
A lo largo del tiempo, la figura de Tecún Umán ha sido enaltecida de diferentes
formas en Guatemala: dentro de ellas, se destacan la monumental obra
escultórica en la ciudad de Guatemala a inmediaciones del aeropuerto
internacional La Aurora; otra estatua le fue erigida en el occidental departamento
de Quetzaltenango; el epónimo “Ciudad Tecún Umán”, en el fronterizo
departamento de San Marcos le fue dado en su honor; murales de importantes
artistas nacionales decoran históricos inmuebles; papel moneda nacional ha
llevado su efigie y lindos poemas de famosos escritores nacionales le han sido
dedicados.
LA MONJA BLANCA
Otro símbolo patrio, la monja blanca, la orquídea que representa la paz, la belleza
y el arte para los guatemaltecos.
La Monja Blanca es una orquídea, establecida como Flor Nacional
de Guatemala oficialmente el 21 de febrero de 1934 durante el gobierno de Jorge
Ubico Castañeda. Su nombre científico es Lycaste virginalis forma alba.
Actualmente está extinguida en su hábitat natural, pero se sigue cultivando en
viveros y por coleccionistas (Grimaldi, 2001).
El 21 de febrero 1934, el entonces presidente, general Jorge Ubico, emitió un
decreto por el cual se declaraba la monja blanca como flor nacional y en 1946
Juan José Arévalo prohibió su libre recolección y exportación debido a la
destrucción paulatina de su hábitat natural, los bosques nubosos de Alta Verapaz,
los montes de los Cuchumatanes y las serranías de Izabal y Quiché. Aunque
ahora Según la Asociación Altaverapacense de Orquideología, la Monja Blanca ya
está extinguida en la naturaleza, es decir, en su hábitat natural, que son los
bosques de Alta Verapaz y Baja Verapaz, Chiapas, Honduras y El Salvador. Sin
embargo, quedan las que se cultivan en viveros y las que poseen los
coleccionistas, que bajo ciertos cuidados, pueden vivir decenas de años (Grimaldi,
2001).
LA MARIMBA