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Erika Pani
División de Historia
CIDE
dejan demasiadas cosas fuera. Sin embargo, el insistir en lo añejo del vino –así
1
Javier Fernández Sebastián, ―Política Antigua / política moderna. Una perspectiva histórico-conceptual,‖
en www.foroiberideas.com.ar.
1
ha nublado quizás lo inusitado del ―experimento‖ posrevolucionario, en que las
crisis de finales del siglo XVIII y principios del XIX –imperiales, dinásticas,
autoridad pública.
insostenible la soberanía del ―Real Bruto‖ que había tiranizado a los colonos
2
La expresión es de Bernard Bailyn, To begin de world anew. The genius and ambiguities of the American
Founders, New York: Knopf, 2003.
3
Edmund S. Morgan, Inventing the People. The Rise of Popular Sovereignty in England and America, New
York: Norton, 1988.
4
Véase, sobre este tema, el útil aunque artificialmente lineal estudio de desarrollo del concepto de
representación de Hanna F. Pitkin, The concept of Representation, Berkeley: University of California Press,
1967.
2
británicos en Norteamérica, del prófugo de Varennes, o de los incompetentes de
y dentro del cual, con el monarca a la cabeza, cada órgano tenía su lugar y
lealtad personal que unía, como a los hijos con su padre, a los individuos con el
soberano. Los hombres eran iguales en tanto que ninguno tenía ya derecho de
5
En palabras de Hobbes, ―NATURE hath made men so equal in the faculties of body and mind as that,
though there be found one man sometimes manifestly stronger in body or of quicker mind than another, yet
when all is reckoned together the difference between man and man is not so considerable as that one man
can thereupon claim to himself any benefit to which another may not pretend as well as he.” Leviathan, cap.
XIII, en http://oregonstate.edu/instruct/phl302/texts/hobbes/leviathan-c.html#CHAPTERXIII.
6
Véanse ensayos en Antonio Annino, coord., Historia de las elecciones en Iberoamérica, siglo XIX : de la
formación del espacio político nacional, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1995; Hilda Sabato,
coord., , México:
El Colegio de México, 1999, así como Pierre Rosanvallon, Le peuple introuvable. Histoire de la
representation démocratique en France, París: Gallimard, 1998; y La démocratie inachevée. Histoire de la
souveraineté du peuple en France, París: Gallimard, 2000.
3
México, incluso durante aquellos periodos en que no hubo cuerpos
por parte del Congreso, antes de disolverse en 1863; dos plebiscitos en el caso
parecía resolver el problema de cómo hacer factible, ahí donde soberanos son
todos, el gobierno de los más por los menos. Sin embargo, planteaba al mismo
tiempo una serie de incógnitas de difícil resolución. ¿Quién puede hablar por la
misma voz? ¿Cómo hacer que esta voz sea inteligible? Si la ley debe reflejar la
representante y representado?
4
Intentaremos aquí dar cuenta, de forma apretada, de los esfuerzos que
política el sitio para dirimir, de manera contenida, los conflictos sociales y las
estos pueden montar y desmontar sus estructuras.7 Para los políticos del México
7
JGA Pocock, The Machiavellian moment: Florentine political thought and the Atlantic republican tradition,
Princeton: Princeton University Press, 1975.
8
Elías José Palti, La invención de una legitimidad. Razón y retórica en el pensamiento mexicano del siglo
XIX (un estudio sobre las formas del discurso político), México: Fondo de Cultura Económica, 2005, esp.
5
legitimación a la vez que de gobierno, para desincentivar el recurso al legítimo
parlamentario.
grandes rasgos, sobre dos ejes: el de la definición del ciudadano, como aquel
que debía dar voz a la nación soberana, por un lado; por el otro, el de la
institución de un sistema cerrado.9 Los claroscuros del relato, sin embargo, nos
pensar político.
pp.57-60. Véase también Antonio Annino, ―Ciudadanía versus gobernabilidad republicana en México,‖ en
Sabato, coord., Ciudadanía, pp.62-93.
9
Para la importancia del Congreso de la Unión como espacio político, véase María Luna Argudín, El
Congreso y la política mexicana (1857-1911), México: El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica,
2006. Para la función de los escaños del Legislativo como espacios de negociación entre los poderes
federal y estatal, y entre distintos grupos de poder, véanse Elisabetta Bertolla en Enrique Montalvo Ortega,
coord., El águila bifronte : poder y liberalismo en México, México: INAH, 1995. Luis Medina Peña,
, México:
Fondo de Cultura Económica, 2004.
6
En el Antiguo Régimen, ―ciudadano‖ era un término descriptivo, algunas
derechos políticos. En México, a lo largo del siglo XIX, el legado gaditano iba a
marcar la pauta para definir quién podía votar, para qué y en qué condiciones.
para votar, para incluir también a los jóvenes casados. La mayoría de las leyes
10
Véase Erika Pani, ― ’Actors on a Most Conspicuous Stage:’ Citizens of Revolution in the United States and
Mexico,‖ en Historical Reflections / Réfléctions Historiques, 29:1 (primavera) 2003, pp.163-188, pp.166-168.
7
cuando las ―luces del siglo‖ hubieran alcanzado a la mayoría de la población.11 A
Reglamento Provisional del Imperio, podían hacerlo los que hiciesen ―servicios
importantes al Imperio;‖ aquellos que pudieran ―ser útiles por sus talentos,
ciudadanos por haber formado parte del pacto fundacional de la nación, al estar
11
Este requisito se asentaría en todas las constituciones. Marcello Carmagnani y Alicia Hernández Chávez,
―La ciudadanía orgánica mexicana, 1850-1910‖ en Sabato, coord., Ciudadanía, pp.371-404.
12
La constitución de 1836 no reconocía al matrimonio y a la adquisición de propiedades como un
mecanismo para acceder a la ciudadanía, mientras que las cartas de 1842 y 1843 los consideraban una vía
de acceso automática. Según la constitución de 1857, el extranjero que adquiriera un bien raíz o tuviera
hijos mexicanos se volvía mexicano, si no manifestaba su deseo de conservar la nacionalidad.
8
reducido— para quién la extranjería servía como recurso para esquivar
los principios por los cuales las leyes fundamentales excluían de la comunidad
política, de manera permanente o temporal, nos pintan las visiones que los
13
Artículo 15. Todas las constituciones en Felipe Tena Ramírez, Leyes fundamentales de México, México:
Porrúa, 2002.
9
consuetudinarios,‖ y, en algunos casos –1836, en dos de los tres malogrados
esto, ninguna ley mexicana recurriría de manera formal a criterios étnicos para
condecoraciones extranjeras.
14
Artículo 18. Véase Marie Laure Rieu Millán, diz : igualdad
o independencia, Madrid: CSIC, 1990; Manuel Chust,
(1810-1814), Valencia: Fundación Tomás y Valiente, México: UNAM, 1999. Es interesante la
reticencia de los constituyentes al hablar de color o raza. Los ciudadanos españoles se definen como
aquellos ―que por ambas líneas traen su origen de los dominios españoles de ambos hemisferios y están
avecindados en cualquier pueblo de los mismos dominios.‖
15
Artículo 16.
10
miembros del clero secular.16 Al contrario, en 1867, en su búsqueda por moderar
individual‖ de un gran número de hombres que, hasta hacía muy poco, habían
mantuvieron, hasta la segunda mitad del siglo XIX, el vínculo entre sufragio y
pensaba esta propiedad, que había que defender en contra de los abusos del
poder. Francia, por su parte, osciló entre el reconocimiento del sufragio como
16
Artículo 9, en Antonio García Orozco, ed., Legislación electoral mexicana, 1812-1977, México: Comisión
Federal Electoral, 1978, p.145.
17
Artículo 23, en García Orozco, ed., Legislación, p.177.
11
―ciudadano‖ responsable porque propietario, porque contribuyente o porque
Bustamante promulgó una ley para ordenar las elecciones en el distrito federal y
los territorios y, sobre todo, para controlar la participación en ellas de las ―clases
ciudadano, para poder votar, debía recibir una boleta numerada, en la cual se
en voz alta.20 Cuatro años más tarde, para evitar que los ―vagos‖ se hicieran
18
Para Inglaterra, véase John Hostettler, Brian P. Block, Voting in Britain: a history of the Parliamentary
Franchise, Chichester: Barry Rose, 2001, Eduardo Posada Carbó, Elections before democracy : the history
of elections in Europe and Latin America, Houndmills: Macmillan Press, New York: Saint Martin’s Press,
1996; para Francia, Pierre Rosanvallon, Le sacre du citoyen. Histoire du suffrage universel en France,
París: Gallimard, 1992.
19
Alexander Keyssar, The Right to vote: the contested history of democracy in the United States, New York:
Basic Books, 2000; Sean Wilentz, ―Property an Power: Suffrage Reform in the United States,‖ en Donald W.
Rogers, ed., Voting and the Spirit of American Democracy. Essays on the History of Voting Rights in
America, Urbana: University of Illinois Press, 1992, pp.31-39.
20
García Orozco, ed., Legislación, pp.46-52. Véase, sobre este tema, Richard Warren, Vagrants and
citizens : politics and the masses in Mexico City from Colony to Republic, Wilmington: SR Books, 2001.
12
destinado, nombre del patrón, salario y ―calificación del amo o amos a quienes
hubiera servido.‖21
su mayoría, restringir el voto, exigiendo una renta mínima anual –que osciló
entre los $100 pesos de las Siete Leyes y los $200 de las Bases Orgánicas de
a parte, por establecer una elección por clases, pero es también la más
impuestos para poder votar. El proyecto, ideado por Lucas Alamán, representa
intereses y la fuerza del país,‖ para que ―por su propia seguridad se [alistaran]
―liberal‖ de los dos, es inclusive más restrictivo, exigiendo $50 pesos más que el
rechazo a condenar al ―grande y generoso pueblo‖ que los había ―honrado‖ con
21
―Circular relativa al padrón para elección de diputados y prevenciones en cuanto a vagos, casas de
prostitución, de juego o escándalo, y acerca de la educación de la juventud,‖ en García Orozco, Legislación,
pp.53-56.
22
―Convocatoria para un Congreso Extraordinario, a consecuencia del movimiento iniciado en San Luis el
14 de diciembre de 1845,‖ en García Orozco, ed., Legislación, pp.92-110, y ―Parte política,‖ en El Tiempo,
enero 31, 1846.
13
ciudadano a incidir en la decisión política de quien iba a gobernar, sino a la
Por otra parte, a pesar de ser un supuesto aceptado que era obligación de los
que, hasta fines del siglo XIX, careció de los catastros y censos que hubieran
quizás de dejar fuera, por lo menos sobre el papel, a aquellos que, como diría
José María Luis Mora, ―en razón de sus escaceses están muy expuestos a
honestidad del individuo en cuestión, a la hora de excluir los votos que les
23
Tena Ramírez, Leyes, p.374, p.344.
24
García Orozco, ed., Legislación, pp.93-110, pp.166-171. La ley imperial exigía el saber leer y escribir y el
pago de 20 pesos anuales de impuestos para ser votado sólo en aquellos municipios que tuvieran más de
5,000 habitantes.
25
Agradezco los comentarios que me hizo, sobre este punto, el Dr. Antonio Annino.
26
José María Luis Mora, ―Discurso sobre la necesidad de fijar el derecho de ciudadanía en la República y
hacerlo esencialmente afecto a la propiedad‖, 1830, en José María Luis Mora, Obras completas, Vol.I,
Política, México: Intituto Mora, SEP, 1986, p.375
14
1841, el tercer proyecto de constitución de 1842, las leyes electorales de agosto
trabajo.
provincia)-- para después fluctuar entre dos y uno. El sufragio seguiría siendo
seno del constituyente de 1856, y del profirista Manuel Calero, quien abogara
leer y escribir.27 Así, se constituía una comunidad política que abría las puertas
prácticamente a todos los hombres adultos, pero en la que, si casi todos podían
–sobre todo los proyectos, quizás por definición menos realistas que las leyes
de la mayoría de 1842, por ejemplo, $500 pesos anuales de renta mínima para
27
Manuel Calero, Cuestiones electorales, México: Imprenta de Ignacio Escalante, 1908.
15
los electores primarios, $1,500 para los secundarios.28 No obstante, en general,
podían ser designados electores. Esto sugiere, quizás, que los artífices de estas
2) La construcción de la representación
28
Las Bases Orgánicas exigían, aunque solamente a los electores secundarios, un mínimo de $500 de
renta anual.
29 Véase Carmagnani y Hernández Chávez, ―Ciudadanía‖ en Sabato, coord., Ciudadanía
16
electoral, la estructura del legislativo, las cualidades que se suponía debían
adornar a sus miembros-- sugiere, al contrario, que éste fue un asunto más
contencioso.
los distintos artífices del discurso público por definir lo que debían ser tanto los
17
que debía articular la ley que elaboraran los cuerpos representativos. Ya en
1813, José María Morelos planteaba sin resolver los dilemas de legislar: la ley
debía ser dictada por el congreso; pero la ―buena ley [... era] superior a todo
indigencia, y de tal suerte se [aumentaría] el jornal del pobre, que [mejoraría] sus
dotaba al proceso refleja tanto las visiones y proyectos de la clase política como
República Federal, fueron los estados quienes establecieron los requisitos para
atribuciones como corporación que como tal debía ser representarse como tal.
30
―Sentimientos de la nación,‖ en Álvaro Matute, comp., Antología de historia de México : documentos,
narraciones y lecturas, México: SEP, 1993
18
diputados. Cada diputado representaría entre 40,000 –la constitución de 1857--
y 150,000 habitantes --las Siete Leyes de 1835.31 Con la sola excepción del Acta
ser naturales o vecinos del estado o departamento. Fracasaron los esfuerzos por
1857 estableció incluso que fueran los gobernadores quienes dividieran sus
dentro del proceso electoral. Aunque tanto Cádiz como Apatzingán establecieron
la ley del gobierno Alamán establecía, en julio de 1830, que las elecciones
asegurada.
31
Sin embargo, la más ―conservadora‖ de las convocatorias, de enero de 1846, establecería que un
diputado representara a 45,000 habitantes, mientras que Cádiz y la constitución de 1824 establecían,
respectivamente, uno por cada 70,000 y 80,000 habitantes.
32
Construyendo así, como explica María Luna, un ámbito de representación nacional. Luna, La
Constitución, 1182-88.
33
Estas secciones serían de entre 1000 y 2000 en los territorios.
19
Sería el gobierno municipal quien asumiría un papel central en la
necesarias para emitir el voto. Los regidores, o un vecino designado por ellos,
la mesa electoral (1836, 1842, 1855, 1857), e incluso, en agosto de 1846, era la
del cura párroco en la junta electoral ―para mayor solemnidad del acto.‖ Esto no
refleja, sin embargo, una secularización radical del proceso electoral: tanto Cádiz
―rogativas públicas‖ para implorar ―el auxilio divino para el acierto‖ o para ―dar
pueblo, tal cual era. Los artífices de la legislación electoral procuraron establecer
requisitos para los diputados que iban más allá de la ciudadanía, exigiendo
20
reputación,‖ ―buena conducta,‖ ―patriotismo acreditado con servicios positivos,‖
los diputados, hasta el regreso al federalismo, una renta anual mínima, que
clase dirigente patriótica e ilustrada, que se distinguiera por sus méritos del
37
ciudadano de a pie. En cambio, las constituciones de 1847 y 1857 sólo
cámara. El crear una cámara alta parecía contradecir –como los brazos de las
34
Constitución de Apatzingán, art.52; Convocatoria a Cortes, 17 de noviembre 1821, art.4.
35
En el caso de la constitución de 1824, el requisito aplicaba tan solo a los ciudadanos naturalizados, a
quienes se exigían $1,000 al año, o una propiedad raíz valuada en por lo menos $8,000.
36
Requisitos incluidos en el proyecto mayoritario, el primero en la propuesta final del congreso.
37
Voto particular de Mariano Otero, abril 5, 1847, Tena, Leyes, p.462.
21
antiguas Cortes-- el principio de igualdad ante la ley. Sin embargo, todos los
uninominales.38
eso se exigió que los senadores fueran hombres de mayor edad –30 o 35
años— y, con excepción de las cartas de 1824 y 1847, que gozaran de mayores
ingresos que los diputados, al establecerse una renta mínima de entre $1,200 y
$3,000 anuales.
38
Marcela Ternavasio reseña las formas en que, en Río de la Plata, la división de poderes sirvió para
encauzar a distintos actores en la disputa por el poder. Véase "The Division of Powers and Divided
Sovereignty: The U.S. Experience in the River Plate Periodical Press during Independence, 1810-1820,"
presentado en el Atlantic History Seminar, Harvard University, 2005.
39
Convocatoria para la elección de los Supremos Poderes, 14 de agosto de 1867, en garcía Orozco,
Legislación, p183.
22
En 1823, los constituyentes debatieron la carta fundamental en un ambiente
1824, el senado, compuesto por dos senadores por estado, electos por mayoría
Ejecutivo, como de una visión más ―centralista‖ de lo que debía ser la República
soberanos.‖41
se articularon entre estas dos versiones del federalismo son testimonio de una
representación, un gobierno a la vez nacional y que diera voz a las regiones; que
del ―pueblo,‖ pero constituyera el gobierno de los ―mejores‖ –en clave siempre
40
Véase Erika Pani, ―Ciudadanos, cuerpos, intereses. Las incertidumbres de la representación. Estados
Unidos, 1776-1787. México, 1808-1828,‖ en Historia Mexicana, LIII:1 (julio-septiembre), 2003, pp.65-116.
41
Marcello Carmagnani, Federalismos latinoamericanos. México, Brasil, Argentina, México: El Colegio de
México, Fondo de Cultura Económica, 1993; Luna, Congreso.
23
fluctuante. En este aspecto, el régimen de las Siete Leyes Constitucionales fue
gobierno de las Siete Leyes no fue nunca--, sino en tanto que pudiera traducir la
elaboraban cada uno una lista de nombres en número igual a los senadores que
tenía que elegirse--, a las juntas departamentales –que elegían de las tres listas
era electo por las juntas departamentales, que debían nombrar cada una a dos
candidatos, de los cuales uno por lo menos no podía ser vecino del
24
juntas departamentales, y a partir de estas postulaciones, la cámara de
diputados armaba una terna por cada puesto vacante, de la cual el Senado
individuos, eran electas por la ciudadanía. Éstas, a su vez, enviaban una terna al
departamentos fronterizos, y que podía devolver una vez en los demás-- para
sistema que exigía la negociación y conciliación a tantos niveles, tan solo para
una renta más que de $1,200 anuales.43 Por su parte, tanto las Bases orgánicas
gobierno con las voces de, según Mariano Otero, ―los hombres más capaces y
42
Presidente, secretario del despacho del Supremo Gobierno, miembro del Consejo constitucional,
senador, ministro o agente diplomático, diputado al congreso nacional, o empleo superior y efectivo de la
milicia.
43 En lugar de $3,000.
25
acreditados […] la aristocracia del saber, de la virtud y de los servicios,‖ 44 que,
militares y clérigos.
por dos senadores por estado, más un tercio electo por el senado, la Suprema
Corte de Justicia y el Ejecutivo. Todos los senadores tenían además que haber
quienes tendrían que elegir ―precisamente sujetos que se hayan distinguido por
de la aristocracia del mérito, los artífices de las bases orgánicas buscaron unir
las de los intereses, las de las fuerzas productivas, como sucediera también en
26
través de la representación de grupos de interés específicos, el espinoso
consultarse en cambio aquel ―que [tenía] la nación para reunir el mayor número
de diputados por clase, alegaba Iturbide, debía depender ―no tanto a lo más o
gaditano con las ocurrencias del futuro emperador, ordenaba que distintas
47
―Parte política. Convocatoria. Sobre 1842,‖ en El Tiempo, abril 18, 1846.
48
Agustín de Iturbide, Pensamiento que en grande ha propuesto el que suscribe como un particular, para la
próxima convocatoria de las próximas Cortes, bajo el concepto de que se podrá aumentar o disminuir el
número de representantes de cada clase conforme acuerde la Junta Soberana con el Supremo Congreso
de la Regencia. México: Imprenta imperial de D. Alejanro Valdés, 1821, pp.1-2.
27
Lucas Alamán en 1846 establecía que, entre 160 diputados, hubiera 38
Los autores de estas propuestas buscaban, de manera abierta, dar voz a ciertos
y deshonestos.
49
Erika Pani, ―El ministro que no lo fue. José María Lacunza y la hacienda imperial,‖ en Leonor Ludlow,
coord., Los secretarios de Hacienda y sus proyectos, México: UNAM, 2002, Tomo II, pp.29-46.
28
argumentos difícilmente podrían ser sistematizados siguiendo un esquema que
podía provenir sino de la ―nación,‖ por la dinámica de tensión que marcaba las
relaciones entre las regiones y el centro, y por los afanes de los hombres
50
Véanse, por ejemplo, el clásico de T,H. Marshall, que propone a la ciudadanía como un estatus que
garantiza, en tres pasos, primero los derechos civiles, después los políticos, y finalmente los sociales, y el
sugerente de Fernando Escalante. T.H. Marshall, Ciudadanía y clase social, Madrid: Alianza, 1998;
Fernando Escalante, Ciudadanos imaginarios : memorial de los afanes y desventuras de la virtud y apología
29
modelo distinto a los que dieron forma a la construcción de la ciudadanía en
través del pago de impuestos, y tiene por lo tanto derecho a emitir su opinión— o
del propietario de bienes raíces, que está por esto, en concepción fisiocrática,
enraizado e interesado.51
políticas, para dar voz a lo que estos hombres consideraban eran la experiencia,
los gobiernos estatales como organizadores del proceso electoral. Por otro lado,
del vicio triunfante en la República Mexicana : tratado de moral pública, México: El Colegio de México,
1998.
51
En Estados Unidos, el estado de Massachussetts, por ejemplo, mantuvo el requisito del poll tax –
impuesto de capitación— hasta bien entrado el siglo XX, mientras que el de Virginia requirió la propiedad de
cierta extensión de tierra para tener acceso al sufragio hasta 1830.
30
en primer grado, de los magistrados de la Suprema Corte de Justicia entre
sistema que pudiese articular de manera inteligible sus diferencias. Si bien haría
que resolverse, durante más de tres décadas, dentro del marco normativo que
establecía la constitución.
Disponible en:
http://foroiberoideas.cervantesvirtual.com/foro/data/adm41001.doc;jsessionid=a1
WLWx-mc-ydkldYql (fecha de consulta: 27 mayo, 2007.)
31