Ciclo: V Docente: Lic. Ps. Cristian G. Padilla Rodríguez Los términos de interculturalidad en salud, salud intercultural y perspectiva intercultural, se han introducido en el discurso y la práctica de la salud pública en los últimos años, sin que se haya logrado un acuerdo sobre su significado, diferencias, similitudes e implicancias.
Esto tiende a confundir a los
profesionales de la salud que, por limitaciones derivadas de su formación académica tradicional, estando muy alejado de las ciencias sociales y como consecuencia lograr explicar las complicaciones de la incorporación de los aspectos culturales hacia la práctica sanitaria. Cultura desde la perspectiva histórica La evidencia de la diversidad cultural no es un tema moderno, es tan antigua como la humanidad, desde la antigüedad se evidencian las distintas realidades en que se desarrollan distintos pueblos. El caso del imperio español en América, no sólo fue una primera evidencia de la diversidad cultural, sino también de una primera relación intercultural en salud. En el campo de la salud, el querer proteger a los pobladores indígenas, en todo gobierno, no se relacionaba en lo absoluto con lo que ocurría en la realidad. Cultura desde la perspectiva histórica El choque cultural entre los pensamientos nativos del proceso de enfermedad y curación y las propias de la medicina española del siglo XVI dieron como resultado: la idea en los pobladores nativos de que los establecimientos de salud eran sólo un lugar para morir y en los cuales, no entendían las causas de enfermedad. La progresiva desvalorización y estigmatización del indio también alcanzó la medicina. Se vio una admiración por las habilidades terapéuticas y quirúrgicas de los nativos, sin embargo también se sumó un progresivo menosprecio oficial a sus prácticas, como la vinculación a causas demoniacas o destrucción de los conocimientos indígenas. Multiculturalidad, multiculturalismo e interculturalismo La multiculturalidad es el reconocimiento, la confirmación de la existencia de diversas culturas en un mismo territorio, sean estas originarias, inmigrantes o derivadas o variantes de una cultura predominante. De la multiculturalidad se deriva el multiculturalismo. Muestra una actitud de respeto frente a la diferencia cultural de cualquier naturaleza, por tanto, trasciende el componente étnico. El multiculturalismo se genera dentro de la cultura occidental como una expresión del derecho a la diferencia, a la diversidad, y no necesariamente por su componente étnico. El multiculturalismo, ha sido importante en los procesos de reivindicación de distinto grupos marginados por opciones diversas: religiosas, sexuales entre otras y ha permitido que alcancen sus derechos. El multiculturalismo, busca definirse como comunidad separada, delimitada claramente e iguales a su vez, y entiende que la relación entre culturas o subculturas es de tolerancia mutua. La educación intercultural se basa en la idea que la cultura de todas las comunidades, sean indígenas o no, se definan por su interacción mutua con otras culturas. La interculturalidad se convierte así, en el elemento central que ha permitido el desarrollo y evolución de las culturas Ese encuentro que ha ocurrido históricamente, ha creado las culturas existentes, con equidad y con respeto mutuo, logrando la interacción de individuos de culturas diversas en la búsqueda activa de un mutuo aprendizaje. Los pueblos indígenas Los actuales pueblos indígenas en América Latina, son el resultado de siglos de marginación y desestructuración que han roto lazos ancestrales, creando forzadamente vínculos que no correspondían a la evolución natural de las relaciones sociales. La percepción de pertenencia, se define por como el individuo se identifica en su relación con un pueblo determinado y no clasificarlo por gruesas categorías étnicas; el proceso, pero esto, aún no es asumido por las diversas autoridades nacionales. Los pueblos indígenas El atributo despectivo y descalificante de “indio” o “negro”, propio de un racismo aún existente en el país, trae consigo una indeseada omisión de la presencia del grupo social de indígenas dentro del sistema de salud y dentro de los otros servicios y prestaciones del estado. La identificación de los pueblos indígenas presenta implicancias políticas, sociales y de derechos, pero también urgencias como en el caso específico de la salud, en cuyo sector, de no identificarse la línea desde la cual se parte, poco será lo que se pueda modificar del estado de salud de esta población. Los derechos humanos e interculturalidad Los derechos humanos nacen en el siglo XVIII, luego de la revolución francesa y americana, se basan en la convicción que todos los seres humanos comparten una dignidad inherente. Con la creación de la Organización de Naciones Unidas luego de la Segunda Guerra Mundial se inicia un proceso de internacionalización de los derechos humanos, pero como su nombre lo indica solo tiene el carácter de recomendación para los países más no los pueblos pequeños. La existencia de los derechos indígenas dentro del conjunto de los derechos humanos ha dado lugar a un intenso debate de implicancias éticas y filosóficas sobre sus alcances. Retos de la salud intercultural En salud, la incorporación de la interculturalidad no es en realidad un desarrollo interno, es el resultado de la influencia de un conjunto de factores externos, de índole política y social que han iniciado su actuación desde el término de la Segunda Guerra Mundial y continúan actuando en esta época postmoderna. La incorporación de la interculturalidad en la salud se torna así en un tema de doctrina médica, de formación de recursos humanos y sólo como consecuencia de esos cambios un problema de sistemas de salud. Retos de la salud intercultural No puede existir un síndrome, cada enfermo es un caso individual en el cual la constelación de signos y síntomas, para expresarlo en términos de la biomedicina, es única e individual, dependiendo del entorno, de la fortaleza del individuo y de la fortaleza del causante de la enfermedad. En Perú fueron psiquiatras locales los primeros en encontrar nuestros propios síndromes culturales para describir diversas enfermedades de la población rural, especialmente andina, que habían sido observadas desde el siglo XIX y aun antes.