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ESPECIALIDAD DE CONQUISTADORES

SERIE CIENCIA Y SALUD

1) Definir:
Química
a) Compuesto f) Protón k) Sal p) Disolución fraccionada
b) Solución g) Neutrón l) Destilación q) Indicadores ácidos/base
c) Transformación química h) Electrón m) Destilación fraccionaria
d) Transformación física i) Molécula n) Filtraje
e) Átomo j) Ácido o) Combustión
2) Responder:
a) ¿Qué es tabla periódica de los elementos y cuál es su importancia?
b) ¿Qué son los elementos químicos?
c) ¿Cómo se representan los elementos químicos en la tabla periódica?
d) ¿Qué es número atómico?
e) ¿Cómo se representan los elementos en la tabla periódica?
3) ¿Qué gases son tóxicos? ¿Por qué? Explicar el principio de un compuesto químico que extingue el fuego.
4) Mencionar dos fuentes comunes de monóxido de carbono. ¿Por qué es una sustancia peligrosa?
5) ¿Cuáles son los estados físicos de la materia?
6) Realizar cinco de las siguientes alternativas y explicar el fenómeno que está involucrado:
a) Tratar de encender un terrón de azúcar, primero sin y después con algunas cenizas, demostrando la acción
catalizadora.
b) Colocar un cubo de hielo en un vaso de agua, colocar un cordón de 10 centímetros encima del hielo en el vaso,
entonces quitar el cubo de hielo del agua sin tocarlo.
c) Usando agua, aguarrás y jabón, transferir una foto del periódico a una hoja de papel en blanco.
d) Usando una palangana de agua, fósforos de madera, un terrón de azúcar y un poco de jabón, demostrar la acción
del azúcar y del jabón sobre los fósforos que flotan en el agua.
e) Colocar un huevo fresco en agua dulce y después salar la misma, anotando las diferencias.
f) Demostrar los colores producidos cuando los siguientes elementos son quemados: sal, cobre, sulfato y ácido bórico.
g) Hacer una tinta invisible.
h) Usando tres pedazos de velas de tamaños diferentes y un recipiente de vidrio, explicar corrientes de convección y
densidad de los gases.
i) Usando una vela, un pedazo de papel y un antepecho de vidrio, explicar la combustión incompleta a través del
compuesto formado. ¿Cuántos y cuáles fenómenos están involucrados cuando una vela está encendida?
j) Demostrar la capacidad térmica del agua usando algunos de los siguientes materiales: una vela, un globo, agua,
alcohol 20%, acetona, papel, trípode de alambre, papel corrugado.
k) Usando raspaduras de magnesio, vela e indicador ácido/base, indicar el tipo de reacción involucrada y demostrar la
acidez o la basicidad del compuesto formado.
l) Usando dos tubos de vidrio, dos brochetas de madera, bicarbonato de sodio, vinagre, yodato de potasio y agua
oxigenada, demostrar la combustión en la ausencia de oxígeno.
m) Utilizando algunos de los indicadores ácido/base, demostrar la acidez o basicidad de algunos productos
encontrados a diario. Y también demostrar una reacción reversible.
n) En un campamento, por un descuido, un conquistador derramó en la arena el azúcar que debería ser utilizada para
endulzar la comida. Usando lo que se tiene en el campamento, sugerir los pasos de un método para separar los
componentes de la mezcla en cuestión. En seguida, informa si hubo alguna transformación química o física.
o) ¿Cuántos y qué fenómenos están involucrados cuando una vela está encendida?

La química es la ciencia que estudia la composición, estructura y propiedades de la materia, así como los
cambios que esta experimenta durante las reacciones químicas y su relación con la energía. Linus Pauling la
define como la ciencia que estudia las sustancias, su estructura (tipos y formas de acomodo de los átomos),
sus propiedades y las reacciones que las transforman en otras sustancias en referencia con el tiempo. La
química se ocupa principalmente de las agrupaciones supratómicas, como son los gases, las moléculas, los
cristales y los metales, estudiando su composición, propiedades estadísticas, transformaciones y reacciones.
La química también incluye la comprensión de las propiedades e interacciones de la materia a escala
atómica.
La mayoría de los procesos químicos se pueden estudiar directamente en el laboratorio, usando una serie de
técnicas a menudo bien establecidas, tanto de manipulación de materiales como de comprensión de los
procesos subyacentes. Una aproximación alternativa es la proporcionada por las técnicas de modelado
molecular, que extraen conclusiones de modelos computacionales. La química es llamada a menudo «ciencia
central», por su papel de conexión con las otras ciencias naturales.
La química moderna se desarrolló a partir de la alquimia, una práctica protocientífica de carácter esotérico,
pero también experimental, que combinaba elementos de química, metalurgia, física, medicina, biología,
entre otras ciencias y artes. Esta fase termina con la revolución química, con el descubrimiento de los gases
por Robert Boyle, la ley de conservación de la materia y la teoría de la combustión por oxígeno postuladas
por el científico francés Antoine Lavoisier. La sistematización se hizo patente con la creación de la tabla
periódica de los elementos y la introducción de la teoría atómica, cuando los investigadores desarrollaron
una comprensión fundamental de los estados de la materia, los iones, los enlaces químicos y las reacciones
químicas. Desde la primera mitad del siglo XIX, el desarrollo de la química lleva aparejado la aparición y
expansión de una industria química de gran relevancia en la economía y la calidad de vida actuales.
Las disciplinas de la química se agrupan según la clase de materia bajo estudio o el tipo de estudio realizado.
Entre estas se encuentran la química inorgánica, que estudia la materia inorgánica; la química orgánica, que
estudia la materia orgánica; la bioquímica, que estudia las sustancias existentes en organismos biológicos; la
fisicoquímica que comprende los aspectos estructurales y energéticos de sistemas químicos a escalas
macroscópica, molecular y atómica, y la química analítica, que analiza muestras de materia y trata de
entender su composición y estructura mediante diversos estudios y reacciones.

PRINCIPIOS DE LA QUÍMICA MODERNA


El actual modelo de la estructura atómica es el modelo mecánico cuántico. La química tradicional comenzó
con el estudio de las partículas elementales: átomos, moléculas, sustancias, metales, cristales y otros
agregados de la materia. La materia podía ser estudiada en estados líquido, de gas o sólidos, ya sea de
manera aislada o en combinación. Las interacciones, reacciones y transformaciones que se estudian en
química son generalmente el resultado de las interacciones entre átomos, dando lugar a direccionamientos de
los enlaces químicos que los mantienen unidos a otros átomos. Tales comportamientos son estudiados en un
laboratorio de química.
En el laboratorio de química se suelen utilizar diversos materiales de cristalería. Sin embargo, la cristalería
no es fundamental en la experimentación química ya que gran cantidad de experimentación científica (así sea
en química aplicada o industrial) se realiza sin ella.
Una reacción química es la transformación de algunas sustancias en una o más sustancias diferentes. La base
de tal transformación química es la reordenación de los electrones en los enlaces químicos entre los átomos.
Se puede representar simbólicamente como una ecuación química, que por lo general implica átomos como
la partícula central. El número de átomos a la izquierda y la derecha en la ecuación para una transformación
química debe ser igual (cuando es desigual, la transformación, por definición, no es química, sino más bien
una reacción nuclear o la desintegración radiactiva). El tipo de reacciones químicas que una sustancia puede
experimentar y los cambios de energía que pueden acompañarla, son determinados por ciertas reglas básicas,
conocidas como leyes químicas.
Las consideraciones energéticas y de entropía son variables importantes en casi todos los estudios químicos.
Las sustancias químicas se clasifican sobre la base de su estructura, estado y composiciones químicas. Estas
pueden ser analizadas usando herramientas del análisis químico, como, por ejemplo, la espectroscopia y
cromatografía. Los científicos dedicados a la investigación química se les suele llamar «químicos». La
mayoría de los químicos se especializan en una o más áreas o subdisciplinas. Varios conceptos son
esenciales para el estudio de la química, y algunos de ellos son:

Compuesto químico
Un compuesto químico es una sustancia química pura compuesta de más de un
elemento. Las propiedades de un compuesto tienen poca similitud con las de sus
elementos. La nomenclatura estándar de los compuestos es fijada por la Unión
Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC). Los compuestos orgánicos
se nombran según el sistema de nomenclatura orgánica. Los compuestos
inorgánicos se nombran según el sistema de nomenclatura inorgánica. Además,
el Servicio de Resúmenes Químicos ha ideado un método para nombrar
sustancias químicas. En este esquema cada sustancia química es identificable por un número conocido como
número de registro CAS.

Solución
Una disolución es una mezcla homogénea a nivel molecular o iónico de dos o más sustancias puras que no
reaccionan entre sí, cuyos componentes se encuentran en proporciones variables. También se puede definir
como una mezcla homogénea formada por un disolvente y por uno o varios solutos. Un ejemplo común
podría ser un sólido disuelto en un líquido, como la sal o el azúcar disueltos en agua; o incluso el oro en
mercurio, formando una amalgama. También otros ejemplos de disoluciones son el vapor de agua en el aire,
el hidrógeno en paladio o cualquiera de las aleaciones existentes. El término también es usado para hacer
referencia al proceso de disolución

Transformación química
Una reacción química, también llamada cambio químico o fenómeno químico, es todo proceso
termodinámico en el cual dos o más sustancias (llamadas reactantes o reactivos), se transforman, cambiando
su estructura molecular y sus enlaces, en otras sustancias llamadas productos. Los reactantes pueden ser
elementos o compuestos. Un ejemplo de reacción química es la formación de óxido de hierro producida al
reaccionar el oxígeno del aire con el hierro de forma natural, o una cinta de magnesio al colocarla en una
llama se convierte en óxido de magnesio, como un ejemplo de reacción inducida.
La reacción química también se puede definir desde dos enfoques, el macroscópico que la define como «un
proceso en el cual una o varias sustancias se forman a partir de otra u otras» y el nanoscópico cuya
definición sería: «redistribución de átomos e iones, formándose otras estructuras (moléculas o redes)».

Transformación física
Los cambios físicos son las transformaciones que pueden cambiar el estado material, pero jamás cambiará su
naturaleza química, sustancias químicas, pero no sirven para separar los componentes de un compuesto en
sus elementos.
Los cambios físicos ocurren cuando los objetos o sustancias experimentan un cambio que no modifica su
composición química. Esto contrasta con el concepto de cambio químico, en cual la composición de una
sustancia varía debido a una reacción química, en la que una o más sustancias se combinan para formar
sustancias nuevas. En general un cambio físico, o un método físico, puede modificar la composición de una
mezcla. Por ejemplo, la sal disuelta en agua puede ser recuperada dejando evaporarse el agua.
Un cambio físico implica un cambio en las propiedades físicas. Los ejemplos de propiedades físicas pueden
ser: fusión, transición de un gas, cambios de fuerzas, cambio de durabilidad, cambios en la forma del cristal,
en la forma, en el tamaño, en el color, en el volumen y en la densidad.
Muchos cambios físicos también implican la reorganización de los átomos, sobre todo en la formación de
cristales. Aunque la mayoría de los cambios químicos son irreversibles, y muchos de los cambios físicos son
reversibles, la reversibilidad no es un criterio seguro para la clasificación.

Átomo
El átomo es la unidad básica de la química. Se compone de un núcleo denso llamado núcleo atómico, el cual
es rodeado por un espacio denominado «nube de electrones». El núcleo se compone de protones cargados
positivamente y neutrones sin carga (ambos denominados nucleones). La nube de electrones son electrones
que giran alrededor del núcleo cargados negativamente.
En un átomo neutro, los electrones cargados negativamente equilibran la carga positiva de los protones. El
núcleo es denso; La masa de un nucleón es 1836 veces mayor que la de un electrón, sin embargo, el radio de
un átomo es aproximadamente 10 000 veces mayor que el de su núcleo.
El átomo es la entidad más pequeña que se debe considerar para conservar las propiedades químicas del
elemento, tales como la electronegatividad, el potencial de ionización, los estados de oxidación preferidos,
los números de coordinación y los tipos de enlaces que un átomo prefiere formar (metálicos, iónicos,
covalentes, etc.).

Protón
En física, el protón (del griego πρῶτον, prōton 'primero') es una partícula subatómica con una carga eléctrica
elemental positiva 1 (1,6 × 10 -19 C), igual en valor absoluto y de signo contrario a la del electrón, y una masa
1836 veces superior a la de un electrón.
Se ve el protón como estable, con un límite inferior en su vida media de unos 10 35 años, aunque algunas
teorías predicen que el protón puede desintegrarse en otras partículas. Originalmente se pensó que el protón
era una partícula elemental, pero desde la década de 1970 existe una evidencia sólida de que es una partícula
compuesta. Para la cromodinámica cuántica el protón es una partícula formada por la unión estable de tres
quarks.

Neutrón
El neutrón es una partícula subatómica, un nucleón, sin carga neta, presente en el núcleo atómico de
prácticamente todos los átomos, excepto el protio. Aunque se dice que el neutrón no tiene carga, en realidad
está compuesto por tres partículas fundamentales cargadas llamadas quarks, cuyas cargas sumadas son cero.
Por tanto, el neutrón es un barión neutro compuesto por dos quarks de tipo abajo, y un quark de tipo arriba.
Fuera del núcleo atómico, los neutrones son inestables, teniendo una vida media de 14.7 minutos (879,4 ±
0,6 s); cada neutrón libre se descompone en un electrón, un antineutrino electrónico y un protón. Su masa es
muy similar a la del protón, aunque ligeramente mayor.
El neutrón es necesario para la estabilidad de casi todos los núcleos atómicos, a excepción del isótopo
hidrógeno-1. La interacción nuclear fuerte es responsable de mantenerlos estables en los núcleos atómicos.

Electrón
En física, el electrón (del griego clásico ἤλεκτρον ḗlektron 'ámbar'), comúnmente representado por el
símbolo e−, es una partícula subatómica con una carga eléctrica elemental negativa. Un electrón no tiene
componentes o subestructura conocidos; en otras palabras, generalmente se define como una partícula
elemental. En la teoría de cuerdas se dice que un electrón se encuentra formado por una subestructura
(cuerdas). Tiene una masa que es aproximadamente 1836 veces menor que la del protón. El momento
angular (espín) intrínseco del electrón es un valor semientero en unidades de ħ, lo que significa que es un
fermión. Su antipartícula es denominada positrón: es idéntica excepto por el hecho de que tiene cargas —
entre ellas, la eléctrica— de signo opuesto. Cuando un electrón colisiona con un positrón, las dos partículas
pueden resultar totalmente aniquiladas y producir fotones de rayos gamma.

Molécula
En química, una molécula (del nuevo latín molecula, que es un diminutivo de la palabra moles, 'masa') es un
grupo eléctricamente neutro y suficientemente estable de al menos dos átomos en una configuración
definida, unidos por enlaces químicos fuertes (covalentes o enlace iónico).
En este estricto sentido, las moléculas se diferencian de los iones poliatómicos. En la química orgánica y la
bioquímica, el término "molécula" se utiliza de manera menos estricta y se aplica también a los compuestos
orgánicos (moléculas orgánicas) y en las biomoléculas.
Una molécula puede consistir en varios átomos de un único elemento químico, como en el caso del oxígeno
diatómico (O2), o de diferentes elementos, como en el caso del agua (H 2O). Los átomos y complejos unidos
por enlaces no covalentes como los enlaces de hidrógeno o los enlaces iónicos no se suelen considerar como
moléculas individuales.
Las moléculas como componentes de la materia son comunes en las sustancias orgánicas (y por tanto en la
bioquímica). También conforman la mayor parte de los océanos y de la atmósfera. Sin embargo, un gran
número de sustancias sólidas familiares, que incluyen la mayor parte de los minerales que componen la
corteza, el manto y el núcleo de la Tierra, contienen muchos enlaces químicos, pero no están formados por
moléculas. Además, ninguna molécula típica puede ser definida en los cristales iónicos (sales) o en cristales
covalentes, aunque estén compuestos por celdas unitarias que se repiten, ya sea en un plano (como en el
grafito) o en tres dimensiones (como en el diamante o el cloruro de sodio). Este sistema de repetir una
estructura unitaria varias veces también es válido para la mayoría de las fases condensadas de la materia con
enlaces metálicos, lo que significa que los metales sólidos tampoco están compuestos por moléculas. En el
vidrio (sólidos que presentan un estado vítreo desordenado), los átomos también pueden estar unidos por
enlaces químicos sin que se pueda identificar ningún tipo de molécula, pero tampoco existe la regularidad de
la repetición de unidades que caracteriza a los cristales.

Ácido
Un ácido (del latín acidus, que significa agrio) es considerado tradicionalmente como cualquier compuesto
químico que, cuando se disuelve en agua, produce una solución con una actividad de catión hidronio mayor
que el agua pura, esto es, un pH menor que 7. Esto se aproxima a la definición moderna de Johannes
Nicolaus Brønsted y Thomas Martin Lowry, quienes definieron independientemente un ácido como un
compuesto que dona un catión hidrógeno (H+) a otro compuesto (denominado base). Algunos ejemplos
comunes son el ácido acético (en el vinagre), el ácido clorhídrico (en el salfumán y los jugos gástricos), el
ácido acetilsalicílico (en la aspirina), o el ácido sulfúrico (usado en baterías de automóvil).
Los sistemas ácido/base se diferencian de las reacciones redox en que, en estas últimas hay un cambio en el
estado de oxidación. Los ácidos pueden existir en forma de sólidos, líquidos o gases, dependiendo de la
temperatura y también pueden existir como sustancias puras o en solución.

Sal
Una sal es un compuesto químico formado por cationes (iones con carga positiva) enlazados a aniones (iones
con carga negativa) mediante un enlace iónico. Son el producto típico de una reacción química entre una
base y un ácido, donde la base proporciona el anión, y el ácido el catión.
La combinación química entre un ácido y un hidróxido (base) o un óxido y un hidronio (ácido) origina una
sal más agua, lo que se denomina neutralización.
Un ejemplo es la sal de mesa, denominada en el lenguaje coloquial sal común, sal marina o simplemente sal.
Es la sal específica cloruro de sodio. Su fórmula molecular es NaCl y es el producto de la base hidróxido
sódico (NaOH) y ácido clorhídrico, HCl.
En general, las sales son compuestos iónicos que forman cristales. Son generalmente solubles en agua, donde
se separan los dos iones. Las sales típicas tienen un punto de fusión alto, baja dureza, y baja compresibilidad.
Fundidas o disueltas en agua, conducen la electricidad.

Destilación
La destilación es el proceso de separar los componentes o sustancias de una mezcla líquida mediante el uso
de la ebullición selectiva y la condensación. La destilación puede resultar en una separación esencialmente
completa (componentes casi puros), o puede ser una separación parcial que aumenta la concentración de los
componentes seleccionados en la mezcla. En cualquier caso, el proceso explota las diferencias en la
volatilidad de los componentes de la mezcla. En química industrial, la destilación es una operación unitaria
de importancia prácticamente universal, pero es un proceso de separación física, no una reacción química.
La destilación tiene muchas aplicaciones. Por ejemplo:
 La destilación de productos fermentados produce bebidas destiladas con un alto contenido de alcohol o
separa otros productos de fermentación de valor comercial.
 La destilación es un método eficaz y tradicional de desalinización.
 En la industria de los combustibles fósiles, la estabilización del petróleo es una forma de destilación
parcial que reduce la presión de vapor del petróleo crudo, lo que lo hace seguro para el almacenamiento
y el transporte, además de reducir las emisiones a la atmósfera de hidrocarburos volátiles. En las
operaciones intermedias en las refinerías de petróleo, la destilación es una clase importante de
operaciones para transformar petróleo crudo en combustibles y materias primas químicas.
 La destilación criogénica conduce a la separación del aire en sus componentes, especialmente oxígeno,
nitrógeno y argón, para uso industrial.
 En el campo de la química industrial, se destilan grandes cantidades de productos líquidos crudos de
síntesis química para separarlos, ya sea de otros productos, de impurezas o de materiales de partida sin
reaccionar.
Una instalación utilizada para la destilación, especialmente de bebidas destiladas, se llama destilería. El
equipo de destilación en una destilería es un alambique.

Destilación fraccionaria
La destilación fraccionada es un proceso físico utilizado en química para separar mezclas (generalmente
homogéneas) de líquidos mediante el calor, y con un amplio intercambio calorífico y másico entre vapores y
líquidos. Se emplea cuando es necesario separar soluciones de sustancias con puntos de ebullición distintos
pero cercanos. Una de las fuentes más importantes de materias primas es el petróleo, procesado en grandes
cantidades en las refinerías.
La principal diferencia que tiene con la destilación simple es el uso de una columna de fraccionamiento. Ello
facilita el intercambio de calor entre los vapores (que ceden) y los líquidos (que reciben). Ese intercambio
produce un intercambio de masa, donde los líquidos con menor punto de ebullición se convierten en vapor, y
los vapores de sustancias con mayor punto de ebullición pasan al estado líquido.
La destilación fraccionada sirve para separar una mezcla homogénea compuesta por 2 líquidos con un punto
de ebullición próximo.

Filtraje
Se denomina filtración al proceso unitario de separación de sólidos en una suspensión a través de un medio
mecánico poroso, también llamados tamiz, criba, cedazo o filtro. En una suspensión de un líquido mediante
un medio poroso, retiene los sólidos mayores del tamaño de la porosidad y permite el paso del líquido y
partículas de menor tamaño de la porosidad.
Generalmente al medio mecánico poroso es usado para la separación mecánica que se le llama filtros,
tamices, cedazos y criba o popularmente e incorrectamente: mallas o telas.
Generalmente se utiliza el término filtrar cuando nos referimos a la separación mecánica de partículas de
menor tamaño que coloidal, (colar o tamizar cuando son partículas mayores), o que no se ven a simple vista.
Las aplicaciones de los procesos de filtración son muy extensas, encontrándose en muchos ámbitos de la
actividad humana, tanto en la vida doméstica como de la industria general, donde son particularmente
importantes aquellos procesos industriales que requieren de las técnicas químicas.

Combustión
La combustión (del latín combustio, -onis), en sentido amplio, puede entenderse como toda reacción
química, relativamente rápida, de carácter notablemente exotérmico, que se desarrolla en fase gaseosa o
heterogénea (líquido-gas, sólido-gas) con o sin manifestación de llamas o de radiaciones visibles.
Desde el punto de vista de la teoría clásica, la combustión se refiere a las reacciones de oxidación que se
producen de forma rápida, de materiales llamados combustibles, formados fundamentalmente por carbono
(C) e hidrógeno (H) y en algunos casos por azufre (S), en presencia de oxígeno, denominado el comburente,
y con gran desprendimiento de calor.
Desde un punto de vista funcional, la combustión es el conjunto de procesos químico-físicos, por los cuales
se libera controladamente parte de la energía interna del combustible (energía química) que se manifiesta al
exterior bajo la forma de calor, para ser aprovechado dentro de un horno o una caldera.

Indicadores ácido/base
El indicador ácido-base suele ser un compuesto orgánico que es en sí un ácido débil o una base débil, estos
compuestos tienen una característica que los hace sumamente útil y es que son compuestos cuyo color es
sensible al pH, es decir, que tienen cierta coloración al estar en una solución ácida y otra diferente al
encontrarse en una solución básica. Entre los indicadores ácido-base más utilizados podemos encontrar
fenolftaleína, anaranjado de metilo, azul de metileno, entre otros.
Uno de los indicadores más conocidos es la fenolftaleína, que es incoloro en medio ácido y rosa en medio
alcalino (se utiliza mucho en series como CSI). Muchas sustancias comunes como el té, vino tinto, extracto
de flores y el repollo colorado presentan distintos colores según el pH del medio. Para poder utilizarlos como
indicadores, es necesario investigar con ácidos o bases conocidas, que color toman.

ELEMENTO QUÍMICO
Un elemento químico es un tipo de materia constituida por átomos de la misma clase. En su forma más
simple, posee un número determinado de protones en su núcleo, haciéndolo pertenecer a una categoría única
clasificada por su número atómico, aun cuando este pueda desplegar distintas masas atómicas.
Es un átomo con características físicas únicas, aquella sustancia que no puede ser descompuesta mediante
una reacción química, en otras más simples. Pueden existir dos átomos de un mismo elemento con
características distintas y, en el caso de que estos posean número másico distinto, pertenecen al mismo
elemento, pero en lo que se conoce como uno de sus isótopos. También es importante diferenciar entre los
«elementos químicos» de una sustancia simple. Los elementos se encuentran en la tabla periódica de los
elementos.

TABLA PERIÓDICA DE LOS ELEMENTOS

La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos en forma de tabla,
ordenados por su número atómico (número de protones), por su configuración de electrones y sus
propiedades químicas. Este ordenamiento muestra tendencias periódicas, como elementos con
comportamiento similar en la misma columna.
En palabras de Theodor Benfey, la tabla y la ley periódica «son el corazón de la química —comparables a la
teoría de la evolución en biología (que sucedió al concepto de la Gran Cadena del Ser), y a las leyes de la
termodinámica en la física clásica—».

Estructura y organización de la tabla periódica


La tabla periódica actual es un sistema donde se clasifican los elementos conocidos hasta la fecha. Se
colocan de izquierda a derecha y de arriba a abajo en orden creciente de sus números atómicos. Los
elementos están ordenados en siete hileras horizontales llamadas periodos, y en 18 columnas verticales
llamadas grupos o familias. Hacia abajo y a la izquierda aumenta el radio atómico y el radio iónico. Hacia
arriba y a la derecha aumenta la energía de ionización, la afinidad electrónica y la electronegatividad.
Las filas de la tabla se denominan períodos y las columnas grupos. Algunos grupos tienen nombres. Así por
ejemplo el grupo 17 es el de los halógenos y el grupo 18 el de los gases nobles. La tabla también se divide en
cuatro bloques con algunas propiedades químicas similares. Debido a que las posiciones están ordenadas, se
puede utilizar la tabla para obtener relaciones entre las propiedades de los elementos, o pronosticar
propiedades de elementos nuevos todavía no descubiertos o sintetizados. La tabla periódica proporciona un
marco útil para analizar el comportamiento químico y es ampliamente utilizada en química y otras ciencias.

Grupos
A las columnas verticales de la tabla periódica se las conoce como grupos o familias. Hay 18 grupos en la
tabla periódica estándar. En virtud de un convenio internacional de denominación, los grupos están
numerados de 1 a 18 desde la columna más a la izquierda —los metales alcalinos— hasta la columna más a
la derecha —los gases nobles—.
Algunos de estos grupos tienen nombres triviales —no sistemáticos—, como se ve en la tabla de abajo,
aunque no siempre se utilizan. Los grupos del 3 al 10 no tienen nombres comunes y se denominan
simplemente mediante sus números de grupo o por el nombre de su primer miembro.
La explicación moderna del ordenamiento en la tabla periódica es que los elementos de un grupo poseen
configuraciones electrónicas similares y la misma valencia, entendida como el número de electrones en la
última capa. Dado que las propiedades químicas dependen profundamente de las interacciones de los
electrones que están ubicados en los niveles más externos, los elementos de un mismo grupo tienen
propiedades químicas similares y muestran una tendencia clara en sus propiedades al aumentar el número
atómico.

 Grupo 1 (I A): metales alcalinos  Grupo 7 (VII B): familia del  Grupo 14 (IV A): carbonoideos
 Grupo 2 (II A): metales manganeso  Grupo 15 (V A): nitrogenoideos
alcalinotérreos  Grupo 8 (VIII B): familia del hierro  Grupo 16 (VI A): calcógenos o
 Grupo 3 (III B): familia del escandio  Grupo 9 (VIII B): familia del cobalto anfígenos
(tierras raras y actínidos)  Grupo 10 (VIII B): familia del níquel  Grupo 17 (VII A): halógenos
 Grupo 4 (IV B): familia del titanio  Grupo 11 (I B): familia del cobre  Grupo 18 (VIII A): gases nobles
 Grupo 5 (V B): familia del vanadio  Grupo 12 (II B): familia del zinc
 Grupo 6 (VI B): familia del cromo  Grupo 13 (III A): térreos

Los elementos de un mismo grupo tienden a mostrar patrones en el radio atómico, energía de ionización y
electronegatividad. De arriba abajo en un grupo, aumentan los radios atómicos de los elementos. Puesto que
hay niveles de energía más llenos, los electrones de valencia se encuentran más alejados del núcleo. Desde la
parte superior, cada elemento sucesivo tiene una energía de ionización más baja, ya que es más fácil quitar
un electrón en los átomos que están menos fuertemente unidos. Del mismo modo, un grupo tiene una
disminución de electronegatividad desde la parte superior a la inferior debido a una distancia cada vez mayor
entre los electrones de valencia y el núcleo.

Hay excepciones a estas tendencias, como por ejemplo lo que ocurre en el grupo 11, donde la
electronegatividad aumenta más abajo en el grupo. Además, en algunas partes de la tabla periódica como los
bloques d y f, las similitudes horizontales pueden ser tan o más pronunciadas que las verticales.
Periodos

Las filas horizontales de la tabla periódica son llamadas períodos. El número de niveles energéticos de un
átomo determina el periodo al que pertenece. Cada nivel está dividido en distintos subniveles, que conforme
aumenta su número atómico se van llenando en ese orden.

Los elementos en el mismo período muestran tendencias similares en radio atómico, energía de ionización,
afinidad electrónica y electronegatividad. En un período el radio atómico normalmente decrece si nos
desplazamos hacia la derecha debido a que cada elemento sucesivo añadió protones y electrones, lo que
provoca que este último sea arrastrado más cerca del núcleo. Esta disminución del radio atómico también
causa que la energía de ionización y la electronegatividad aumenten de izquierda a derecha en un período,
debido a la atracción que ejerce el núcleo sobre los electrones. La afinidad electrónica también muestra una
leve tendencia a lo largo de un período. Los metales —a la izquierda— generalmente tienen una afinidad
menor que los no metales —a la derecha del período—, excepto para los gases nobles.

Bloques

La tabla periódica se puede también dividir en bloques de


acuerdo a la secuencia en la que se llenan las capas de electrones
de los elementos. Cada bloque se denomina según el orbital en el
que en teoría reside el último electrón: s, p, d y f. El bloque s
comprende los dos primeros grupos (metales alcalinos y
alcalinotérreos), así como el hidrógeno y el helio. El bloque p
comprende los últimos seis grupos —que son grupos del 13 al 18 en la IUPAC (3A a 8A en América)— y
contiene, entre otros elementos, todos los metaloides. El bloque d comprende los grupos 3 a 12 —o 3B a 2B
en la numeración americana de grupo— y contiene todos los metales de transición. El bloque f, a menudo
colocado por debajo del resto de la tabla periódica, no tiene números de grupo y se compone de lantánidos y
actínidos. Podría haber más elementos que llenarían otros orbitales, pero no se han sintetizado o descubierto;
en este caso se continúa con el orden alfabético para nombrarlos. Así surge el bloque g, que es un bloque
hipotético.

Metales, metaloides y no metales

De acuerdo con las propiedades físicas y químicas que comparten, los elementos se pueden clasificar en tres
grandes categorías: metales, metaloides y no metales. Los metales son sólidos generalmente brillantes,
altamente conductores que forman aleaciones de unos con otros y compuestos iónicos similares a sales con
compuestos no metálicos —siempre que no sean los gases nobles—. La mayoría de los no metales son gases
incoloros o de colores; pueden formar enlaces covalentes con otros elementos no metálicos. Entre metales y
no metales están los metaloides, que tienen propiedades intermedias o mixtas.

Metales y no metales pueden clasificarse en subcategorías que muestran una gradación desde lo metálico a
las propiedades no metálicas, de izquierda a derecha, en las filas: metales alcalinos —altamente reactivos—,
metales alcalinotérreos —menos reactivos—, lantánidos y actínidos, metales de transición y metales post-
transición. Los no metales se subdividen simplemente en no metales poliatómicos —que, por estar más
cercanos a los metaloides, muestran cierto carácter metálico incipiente—, no metales diatómicos —que son
esencialmente no metálicos— y los gases nobles, que son monoatómicos no metálicos y casi completamente
inertes. Ocasionalmente también se señalan subgrupos dentro de los metales de transición, tales como
metales refractarios y metales nobles.

La colocación de los elementos en categorías y subcategorías en función de las propiedades compartidas es


imperfecta. Hay un espectro de propiedades dentro de cada categoría y no es difícil encontrar coincidencias
en los límites, como es el caso con la mayoría de los sistemas de clasificación. El berilio, por ejemplo, se
clasifica como un metal alcalinotérreo, aunque su composición química anfótera y su tendencia a formar
compuestos covalentes son dos atributos de un metal de transición químicamente débil o posterior. El radón
se clasifica como un no metal y un gas noble, aunque tiene algunas características químicas catiónicas más
características de un metal. También es posible clasificar con base en la división de los elementos en
categorías de sucesos, mineralógicos o estructuras cristalinas.

Número atómico

En física y química, el número atómico de un elemento químico es el

número total de protones que tiene cada átomo de ese elemento. Se suele
representar con la letra Z.

Los átomos de diferentes elementos tienen distintos números de electrones


y protones. Un átomo en su estado natural es neutro y tiene un número igual
de electrones y protones. Un átomo de sodio (Na) tiene un número atómico
de 11; posee 11 electrones y 11 protones. Un átomo de magnesio (Mg),
tiene número atómico de 12, posee 12 electrones, 12 protones y un átomo
de uranio (U), que tiene número atómico de 92, posee 92 electrones y 92
protones.

Se coloca como subíndice a la izquierda del símbolo del elemento correspondiente. Por ejemplo, todos los
átomos del elemento hidrógeno tienen 1 protón y su Z = 1; esto sería ₁H. Los de helio tienen 2 protones y Z
= 2; asimismo, ₂He. Los de litio, 3 protones y Z = 3…, Si el átomo es neutro, el número de electrones
coincide con el de protones y da Z.

En 1913 Henry Moseley demostró la regularidad existente entre los valores de las longitudes de onda de los
rayos X emitidos por diferentes metales tras ser bombardeados con electrones, y los números atómicos de
estos elementos metálicos. Este hecho permitió clasificar los elementos en la tabla periódica en orden
creciente de número atómico. En la tabla periódica los elementos se ordenan de acuerdo con sus números
atómicos en orden creciente.

GAS NATURAL

El gas natural es un hidrocarburo mezcla de gases ligeros de origen natural. Principalmente contiene metano,
y normalmente incluye cantidades variables de otros alcanos, y a veces un pequeño porcentaje de dióxido de
carbono, nitrógeno, ácido sulfhídrico o helio. Se forma cuando varias capas de plantas en descomposición y
materia animal se exponen a calor intenso y presión bajo la superficie de la Tierra durante millones de años.
La energía que inicialmente obtienen las plantas del sol se almacena en forma de enlaces químicos en el gas.
Constituye una importante fuente de energía fósil liberada por su combustión. Se extrae, bien ya sea de
yacimientos independientes (gas no asociado), o junto a yacimientos petrolíferos o de carbón (gas asociado a
otros hidrocarburos y gases).

De similar composición, el biogás se genera por digestión anaeróbica de desechos orgánicos, destacando los
siguientes procesos: depuradoras de aguas residuales (estación depuradora de aguas residuales), vertederos,
plantas de procesado de residuos y desechos de animales.

Como fuentes adicionales de este recurso natural, se están investigando los yacimientos de hidratos de
metano, que podrían suponer una reserva energética superior a las actuales de gas natural.

GASES TÓXICOS
Cuando se produce un fuego se liberan gases producto de la combustión. Estos
gases se producen al quemarse el combustible. Estos gases se componen
principalmente de vapor de agua y dióxido de carbono.

El color de la llama del fuego depende en gran medida de los gases


desprendidos y de la temperatura de estos.

Los combustibles como el papel o la madera producen llamas de color


anaranjado mientras que los hidrocarburos como el gas natural producen llamas
de color azul. El oxígeno produce una llama de color rojo intenso. Como se puede comprobar el color del
fuego nos puede indicar cual es el combustible que está ardiendo.

En todos los fuegos se producen gases producto de la combustión al descomponerse los materiales que
forman el combustible. Por este motivo los gases que se desprenden de la combustión dependerán en gran
medida de cuál sea el combustible. Muchos de estos gases tienen una elevada toxicidad y son la causa de
muchas de las muertes que se producen en los incendios. Respirar los gases tóxicos de la combustión puede
producir perdida de coordinación, desorientación, perdida de consciencia, envenenamiento, asfixia e incluso
la muerte por el propio gas.

Se calcula que más del 80% de las muertes que se producen en los incendios mueren por efecto de los gases
de la combustión. Un porcentaje mucho más elevado que las víctimas producidas por el fuego.

Los gases tóxicos que se producen en un incendio se pueden dividir en tres tipos: gases tóxicos, gases
irritantes y gases asfixiantes. Como con todas las sustancias, la gravedad de la intoxicación depende de la
dosis y de las condiciones físicas del afectado.

Otro de los problemas ocasionados en un incendio y que tienen relación con los gases es la asfixia por falta
de oxígeno. En este caso el problema no proviene de los gases producidos en la combustión sino en los
consumidos por esta. Como todos sabemos el fuego necesita un comburente para arder y en la tierra ese
comburente, en la mayoría de los casos, es el oxígeno. Por lo tanto, si se produce un fuego en un espacio
cerrado podría llegar a consumir el oxígeno disponible y provocar que nos asfixiemos.

Debemos tener cuidado si nos encontramos en una situación similar ya que la entrada de aire nuevo a un
lugar cerrado con un incendio puede provocar que este se avive y se produzca una deflagración.

Dióxido de carbono

Otro de los gases producto de la combustión es el dióxido de carbono. El CO2 es un gas inodoro, incoloro,
aunque con un color ligeramente ácido. El dióxido de carbono es un gas aproximadamente 1,5 veces más
denso que el aire. El Co2 es el gas utilizado en las bebidas gaseosas para obtener las burbujas, aunque el
principal uso del Co2 que nos ocupa es su uso como extintor de incendios ya que el Co2 al ser más pesado
que el aire y no ser combustible desplaza al oxígeno presente en la combustión evitando así que el
combustible siga ardiendo.

Estos gases se encuentran presentes en la mayoría de procesos de combustión, aunque, como hemos
comentado anteriormente, los gases que se producen en un fuego dependen en gran medida del combustible
que se está quemando.

Monóxido de carbono

El monóxido de carbono, también denominado óxido de carbono (II), gas carbonoso y anhídrido carbonoso
(los dos últimos cada vez más en desuso), cuya fórmula química es CO, es un gas incoloro y altamente
tóxico. Puede causar la muerte cuando se respira en niveles elevados. Se produce por la combustión
deficiente de sustancias como gas, gasolina, queroseno, carbón, petróleo, tabaco o madera. Las chimeneas,
las calderas, los calentadores de agua o calefactores y los aparatos domésticos que queman combustible,
como las estufas u hornillas de la cocina o los calentadores a queroseno, también pueden producirlo si no
están funcionando bien. Los vehículos con el motor encendido también lo despiden. Grandes cantidades de
CO se forman como subproducto durante los procesos oxidativos para la producción de productos químicos,
lo que hace necesaria la purificación de los gases residuales. Por otro lado, se están realizando considerables
esfuerzos de investigación para desarrollar nuevos procesos y catalizadores para la maximización de la
producción del producto útil. También se puede encontrar en las atmósferas de las estrellas de carbono.

Intoxicación

Si se respira, aunque sea en moderadas cantidades, el monóxido de carbono puede causar la muerte por
envenenamiento en pocos minutos porque sustituye al oxígeno en la hemoglobina de la sangre. Tiene una
afinidad por el grupo hemo 250 veces mayor que el oxígeno.

La carboxihemoglobina, producto formado, no puede transportar oxígeno; aún más, la presencia de ese
compuesto interfiere en la disociación del oxígeno de la oxihemoglobina restante, dificultando así la
transferencia de oxígeno a los tejidos.

Una vez respirada una cantidad bastante grande de monóxido de carbono (teniendo un 75 % de la
hemoglobina con monóxido de carbono) la única forma de sobrevivir es respirando oxígeno puro. Cada año
un gran número de personas pierde la vida accidentalmente debido al envenenamiento con este gas. Las
mujeres embarazadas y sus fetos, los niños pequeños, las personas mayores y las que sufren de anemia,
problemas del corazón o respiratorios pueden ser mucho más sensibles al monóxido de carbono.

MATERIA

En física, la materia es todo aquello que se extiende en cierta región del espacio-tiempo, que posee energía y
está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. Se considera que es lo que
forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos.

Etimológicamente, proviene del latín materia, que significa «sustancia de la que están hechas las cosas» y
que también alude a la «madera dura del interior de un árbol»; la palabra está relacionada con māter
(«origen, fuente, madre») y se corresponde con el griego hyle (de hylos: «bosque, madera, leña, material»)
que es un concepto aristotélico de la teoría filosófica del hilemorfismo.

El uso moderno del término va más allá de la noción clásica de sustancia, y los físicos denominan materia a
cualquier entidad cuya presencia en una cierta región del espacio-tiempo conlleva que el tensor energía-
impulso para dicha región es diferente de cero.

Estado de agregación de la materia

En física y química se observa que, para cualquier sustancia o mezcla,


modificando sus condiciones de temperatura o presión, pueden obtenerse
distintos estados o fases, denominados estados de agregación de la materia, en
relación con las fuerzas de unión de las partículas (moléculas, átomos o iones)
que la constituyen.

Todos los estados de agregación poseen propiedades y características


diferentes; los más conocidos y observables cotidianamente son cuatro,
llamados fases sólida, líquida, gaseosa y plasmática. También son posibles otros estados que no se producen
de forma natural en nuestro entorno, por ejemplo: condensado de Bose-Einstein, condensado fermiónico y
estrellas de neutrones. Se cree que también son posibles otros, como el plasma de quarks-gluones.

Estado solido

Los objetos en estado sólido se presentan como cuerpos de forma definida; sus átomos a menudo se
entrelazan formando estructuras estrechas definidas, lo que les confiere la capacidad de soportar fuerzas sin
deformación aparente. Son calificados generalmente como duros, así como resistentes, y en ellos las fuerzas
de atracción son mayores que las de repulsión. En los sólidos cristalinos, la presencia de espacios
intermoleculares pequeños da paso a la intervención de las fuerzas de enlace, que ubican a las celdillas en
formas geométricas. En los amorfos o vítreos, por el contrario, las partículas que los constituyen carecen de
una estructura ordenada. Las sustancias en estado sólido suelen presentar algunas de las siguientes
características:

 Cohesión elevada.
 Tienen una forma definida y memoria de forma, presentando fuerzas elásticas restitutivas si se deforman
fuera de su configuración original.
 A efectos prácticos son incompresibles.
 Resistencia a la fragmentación.
 Fluido muy bajo o nulo.
 Algunos de ellos se subliman.

Estado líquido

Si se incrementa la temperatura de un sólido, este va perdiendo forma hasta desaparecer la estructura


cristalina, alcanzando el estado líquido. Característica principal: la capacidad de fluir y adaptarse a la forma
del recipiente que lo contiene. En este caso, aún existe cierta unión entre los átomos del cuerpo, aunque
mucho menos intensa que en los sólidos. El estado líquido presenta las siguientes características:

 Cohesión menor.
 Poseen movimiento de energía cinética.
 Son fluidos, no poseen forma definida, ni memoria de forma por lo que toman la forma de la superficie o
el recipiente que lo contiene.
 En el frío se contrae (exceptuando el agua).
 Posee fluidez a través de pequeños orificios.
 Puede presentar difusión.
 Son poco compresibles.

Estado gaseoso

Se denomina gas al estado de agregación de la materia compuesto principalmente por moléculas no unidas,
expandidas y con poca fuerza de atracción, lo que hace que los gases no tengan volumen ni forma definida, y
se expandan libremente hasta llenar el recipiente que los contiene. Su densidad es mucho menor que la de los
líquidos y sólidos, y las fuerzas gravitatorias y de atracción entre sus moléculas resultan insignificantes. En
algunos diccionarios el término gas es considerado como sinónimo de vapor, aunque no hay que confundir
sus conceptos: vapor se refiere estrictamente a aquel gas que se puede condensar por presurización a
temperatura constante.
Dependiendo de sus contenidos de energía o de las fuerzas que actúan, la materia puede estar en un estado o
en otro diferente: se ha hablado durante la historia, de un gas ideal o de un sólido cristalino perfecto, pero
ambos son modelos límites ideales y, por tanto, no tienen existencia real.

En un gas, las moléculas están en estado de caos y muestran poca respuesta a la gravedad. Se mueven tan
rápidamente que se liberan unas de otras. Ocupan entonces un volumen mucho mayor que en los otros
estados porque dejan espacios libres intermedios y están enormemente separadas unas de otras. Por eso es
tan fácil comprimir un gas, lo que significa, en este caso, disminuir la distancia entre moléculas. El gas
carece de forma y de volumen, porque se comprende que donde tenga espacio libre allí irán sus moléculas
errantes y el gas se expandirá hasta llenar por completo cualquier recipiente.

Estado plasmático

El plasma es un gas ionizado, es decir, que los átomos que lo componen se han separado de algunos de sus
electrones. De esta forma el plasma es un estado parecido al gas, pero compuesto por aniones y cationes
(iones con carga negativa y positiva, respectivamente), separados entre sí y libres, por eso es un excelente
conductor. Un ejemplo muy claro es el Sol.

En la baja atmósfera terrestre, cualquier átomo que pierde un electrón (cuando es alcanzado por una partícula
cósmica rápida) se dice que está ionizado. Pero a altas temperaturas es muy diferente. Cuanto más caliente
está el gas, más rápido se mueven sus moléculas y átomos, (ley de los gases ideales) y a muy altas
temperaturas las colisiones entre estos átomos, moviéndose muy rápido, son suficientemente violentas para
liberar los electrones. En la atmósfera solar, una gran parte de los átomos están permanentemente
«ionizados» por estas colisiones y el gas se comporta como un plasma.

A diferencia de los gases fríos (por ejemplo, el aire a temperatura ambiente), los plasmas conducen la
electricidad y son fuertemente influidos por los campos magnéticos. La lámpara fluorescente, contiene
plasma (su componente principal es vapor de mercurio) que calienta y agita la electricidad, mediante la línea
de fuerza a la que está conectada la lámpara. La línea, positivo eléctricamente un extremo y negativo el otro,
causa que los iones positivos se aceleren hacia el extremo negativo, y que los electrones negativos vayan
hacia el extremo positivo. Las partículas aceleradas ganan energía, colisionan con los átomos, expulsan
electrones adicionales y mantienen el plasma, aunque se recombinen partículas. Las colisiones también
hacen que los átomos emitan luz y esta forma de luz es más eficiente que las lámparas tradicionales. Los
letreros de neón y las luces urbanas funcionan por un principio similar y también se usaron en electrónicas.

Cambios de estado

Para cada elemento o compuesto químico existen determinadas


condiciones de presión y temperatura a las que se producen los
cambios de estado, debiendo interpretarse, cuando se hace
referencia únicamente a la temperatura de cambio de estado, que
ésta se refiere a la presión de la atm. (la presión atmosférica). De
este modo, en "condiciones normales" (presión atmosférica,
0 °C) hay compuestos tanto en estado sólido como líquido y
gaseoso (S, L y G).

Los procesos en los que una sustancia cambia de estado son: la


sublimación (S-G), la vaporización (L-G), la condensación (G-
L), la solidificación (L-S), la fusión (S-L), y la sublimación
inversa (G-S). Es importante aclarar que estos cambios de estado tienen varios nombres.
Tipos de cambio de estado

Son los procesos en los que un estado de la materia cambia a otro manteniendo una semejanza en su
composición. A continuación, se describen los diferentes cambios de estado o transformaciones de fase de la
materia:

 Fusión: Es el paso de un sólido al estado líquido por medio del calor; durante este proceso endotérmico
(proceso que absorbe energía para llevarse a cabo este cambio) hay un punto en que la temperatura
permanece constante. El "punto de fusión" es la temperatura a la cual el sólido se funde, por lo que su
valor es particular para cada sustancia. Dichas moléculas se moverán en una forma independiente,
transformándose en un líquido. Un ejemplo podría ser un hielo derritiéndose, pues pasa de estado sólido
al líquido.
 Solidificación: Es el paso de un líquido a sólido por medio del enfriamiento; el proceso es exotérmico.
El "punto de solidificación" o de congelación es la temperatura a la cual el líquido se solidifica y
permanece constante durante el cambio, y coincide con el punto de fusión si se realiza de forma lenta
(reversible); su valor es también específico.
 Vaporización y ebullición: Son los procesos físicos en los que un líquido pasa a estado gaseoso. Si se
realiza cuando la temperatura de la totalidad del líquido iguala al punto de ebullición del líquido a esa
presión continuar calentándose el líquido, este absorbe el calor, pero sin aumentar la temperatura: el
calor se emplea en la conversión del agua en estado líquido en agua en estado gaseoso, hasta que la
totalidad de la masa pasa al estado gaseoso. En ese momento es posible aumentar la temperatura del gas.
 Condensación: Se denomina condensación al cambio de estado de la materia que se pasa de forma
gaseosa a forma líquida. Es el proceso inverso a la vaporización.
 Sublimación: Es el proceso que consiste en el cambio de estado de la materia sólida al estado gaseoso
sin pasar por el estado líquido. Un ejemplo clásico de sustancia capaz de sublimarse es el hielo seco.
 Sublimación inversa: Es el paso directo del estado gaseoso al estado sólido.
 Desionización: Es el cambio de un plasma a gas.
 Ionización: Es el cambio de un gas a un plasma.

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