Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
una agregación social o conjunto de personas que, en tanto que habitan en un espacio
geográfico delimitado y delimitable, operan en redes de comunicación dentro de la misma,
pueden compartir equipamientos y servicios comunes, y desarrollan un sentimiento de
pertenencia o identificación con algún símbolo local; y, como consecuencia de ello, pueden
desempeñar funciones sociales a nivel local, de tipo económico, de socialización, de control
social, de participación social y de apoyo mutuo, poseen un sentimiento de identidad (Aguilar,
2001).
También se habla de comunidad para designar al conjunto de personas que comparten una
herencia social común: tradiciones, costumbres, lengua o pertenencia a una misma etnia. Esto
connota, en la misma noción de comunidad, un reconocimiento de una historia, una identidad
y un destino comunes.
Esta caracterización nos ofrece un marco general, que habrá que adaptar al concepto de
comunidad que estemos utilizando, centrando el foco de atención en aquellos aspectos
relacionados con dicha conceptualización. Veamos cada uno de ellos de manera
pormenorizada. El territorio Podríamos decir que desde el punto de vista del Trabajo Social
el territorio es el continente donde se desarrolla la vida social. En él toman cuerpo realidades
que influyen en las condiciones de vida de la población. Desde un punto de vista social, el
territorio y su organización evidencian los ejes de desigualdad presentes en nuestra sociedad:
género1 , clase social, capacidad, raza, edad, etc. De modo que, desde el Trabajo Social, el
estudio del territorio participado con la población comprende diferentes dimensiones
atravesadas por lo anterior, como son: - El espacio geográfico - La configuración urbanística - El
transporte - La accesibilidad - Los lugares de encuentro - La iluminación - Las condiciones de la
vivienda - La distribución de la población - La gestión de residuos - Los espacios verdes - La
distribución de los recursos y servicios de la comunidad (generales, sanitarios, educativos,
sociales, etc.) Además, el territorio plasma y da forma los problemas sociales, influyendo de
manera negativa o positiva en las condiciones materiales y subjetivas de la población.
consciente el futuro. Pero también, puede configurar una frontera simbólica (nosotros/los
otros) que dificulte la convivencia social y la gestión de la diversidad. La demanda Marchioni
propone romper con la visión estática tradicional de la demanda dándole una dimensión más
compleja. Para ello, hay que tener presentes las dimensiones de la demanda: actual y futura,
explícita e implícita, subjetiva y objetiva, existente y potencial. Estas dimensiones tienen que
ser conocidas e incluidas en el programa de actuación comunitario ya que las estrategias de
acción y el éxito de las mismas dependerán de la dimensión y del tipo de la demanda (Lillo y
Roselló, 2004, p. 84). Siguiendo a Lillo y Roselló (2004), a partir del estudio y análisis de la
demanda la acción comunitaria se articula en tres niveles, relacionados con los problemas y
demandas sociales que se dan en cada uno de ellos: - Nivel territorial: parte del territorio es
objeto de demanda o problema social. - Nivel poblacional: sector de población que articula esa
demanda o tiene ese problema social. Sin olvidar que la acción comunitaria engloba una
perspectiva más amplia, aunque inicialmente se dirija a un sector de población. - Nivel
sectorial: requiere de un estudio pormenorizado del problema particular para ver las
conexiones con otros sectores o problemas. Se trata de buscar una actuación global a partir de
cómo se presentan y viven los problemas concretos. Los recursos Atendiendo a la
propuesta de Lillo y Roselló (20054), los recursos son la base para la acción, un punto de
partida, no la finalidad de acción comunitaria. La comunidad en sí misma es el primer recurso
potencial con el que contamos y que necesita de un trabajo social para que funcione como tal.
Podemos establecer diferentes tipologías de recursos. Por un lado, Lillo y Roselló (2004, pp.
85-86) diferencian entre: - Recursos existentes: aquellos con los que ya cuenta la comunidad.
Se tratará en un primer nivel de intervención de mejorar y racionalizar su uso. - Recursos
potenciales: estos hay que buscarlos y ponerlos en marcha, de manera que se vayan
convirtiendo en recursos reales. Por otro lado, Marchioni (s.f.) diferencia entre: - Recursos
públicos: son fundamentales y tienen que ver con la garantía y plasmación de derechos
sociales y cívicos. - Recursos privados lucrativos, pero no especulativos - Recursos privados no
lucrativos (ONG) Afirma Marchioni (s.f.) que los diferentes recursos actúan en ámbitos
determinados, que pueden diferenciarse en los siguientes: educativos (incluyendo la
educación no formal); sanitarios (incluyendo las farmacias, veterinarios, etc. y los que trabajan
en salud pública); económico, de trabajo y empleo; de cultura, deporte, ocio y tiempo libre;
sociales (que atienden a demandas y/o colectivos de la comunidad con particulares
necesidades). Dentro de estos últimos, los dos grandes sistemas comunitario de apoyo son
(Gracia, Musitu y García, 1989, citado en Lillo y Roselló, 2004, p. 86): las redes de relaciones
naturales (íntimas de confianza y contactos con los miembros de la comunidad) y las
organizaciones o servicios formales de apoyo social (de carácter voluntario o administrativo). A
través de ellos se promueve la participación social, socialización y la vida en común.
hay demandas que se producen ahora, otras que ya se han producido, otras que se van a
producir en el futuro próximo: a ellas corresponden intervenciones asistenciales (cara a las del
pasado sobre las que ya no podemos actuar), intervenciones actuales (ahora mismo) e
intervenciones preventivas (cara al futuro); - hay demandas que no se conocen porque no se
manifiestan abiertamente y no llegan a los servicios: son demandas potenciales que un trabajo
comunitario llega paulatinamente a conocer y hacer aflorar para que puedan ser tenidas en
cuenta. Un ejemplo son las demandas de sectores juveniles, las pandillas, que “pasan” de
servicios y, sin embargo, necesitan mucha atención y trabajo aunque de forma no tradicional
(trabajo de calle, educación social y animación sociocultural).
El autor concluye que “una comunidad es una agrupación o conjunto de personas que habitan
un espacio geográfico delimitado y delimitable, cuyos miembros tienen conciencia de
pertenencia o identificación con algún símbolo local y que interaccionan entre sí más
intensamente que en otro contexto, operando redes de comunicación, intereses y apoyo
mutuo, con el propósito de alcanzar determinados objetivos, satisfacer necesidades, resolver
problemas o desempeñar funciones sociales relevantes a nivel local”. (Ander-Egg, 2005:34).
Recursos: Se entiende como recursos aquellos elementos que dispone la comunidad para
atender las necesidades de su población, los recursos son la base para la acción, pero es
importante tener en cuenta que los principales recursos son la comunidad y sus miembros. A
partir de ahí, hay que identificar dentro de la comunidad, los que puedan ser útiles para la
acción social. Estos pueden ser clasificados en recursos naturales, humanos, económicos,
culturales.
- Recursos humanos: son los diferentes tipos de mano de obra disponibles para satisfacer los
objetivos del desarrollo de un plan o programa de acción.
TIPOS DE COMUNIDAD:
Según su naturaleza:
Religiosa
Intelectual
Politica
Etnica
Virtual
Suburbana:
NIVEL DE ORGANIZACIÓN. De una comunidad se puede hablar de:
• Comunidades Primarias que son las que se corresponden con la población de una zona
nueva de reciente creación o aquellas poblaciones en zonas “dormitorios “ en las que sus
habitantes se integran en otras comunidades fuera de su lugar de residencia .
Comunidades Secundarias: en las que la población está asentada en una comunidad real ya
existente y con unas estructuras desarrolladas sea rural, urbana y con únicos o diferentes
nexos de unión. Estas a su vez pueden ser relativamente homogéneas como en el caso de un
pueblo o de una ciudad pequeña o muy heterogéneas como ocurre en las grandes ciudades o
en las afueras de ésta cuando integran población rural y urbana. Otras clasificaciones señalan
las diferencias entre comunidades funcionales y geográficas; tradicionales y modernas y
emocionales, estructurales y funcionales.
Comunidad Rural:
La comunidad rural es el único escenario posible donde los habitantes del mundo rural pueden
realizar un trabajo que de manera consciente, integrado, participativo, planificado, organizado
y coordinado les permita mejorar su calidad de vida
Es decir que al tener una comunidad rural menos habitantes en relación a las comunidades
urbanas, posibilita que se pueda integrar mayor cantidad de personas en el proceso de
intervención con una comunidad.
Comunidad Urbana:
Es toda aquella comunidad conformada por un número mayor de habitantes, lo que dificulta
su interacción, siendo sus vínculos más imprecisos, por lo que resulta complejo la intervención
con este tipo de comunidades. Además en las comunidades urbanas existe mayor número de
instituciones tanto: gubernamentales, sociales, deportivas, culturales, etc
CARACTERISTICAS:
UNIDAD Y PERTENENCIA Quizás la característica sobre la que más se ha hablado con relación a
la comunidad es la del sentimiento de unidad y pertenencia que sus miembros poseen hacia el
grupo. Este sentimiento, que emociones beneficios a la persona y al grupo puede ser fruto de
la coexistencia en una zona determinada de un cierto grado de pertenencia a una unidad
étnica o cultural, de experiencias comunitarias positivas y en muchas ocasiones, de la
coincidencia entre los objetivos personales de los individuos y los objetivos del proyecto
comunitario.
Formas de Organización
REF. BIBLIOGRAFICAS:
https://trabajosocialaquiyahoraonline.files.wordpress.com/2019/10/ts-y-desarrollo-
comunitario.pdf
https://trabajosocialaquiyahoraonline.files.wordpress.com/2019/10/fundamentos-del-ts-
comunitario.pdf
http://trabajosocial.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/13/2015/10/7805-Trabajo-
Social-Territorio-y-Comunidad-Paola-2016.pdf