6.

Los Amantes

Estas tres cosas se tienen que recordar: El amor m�s menudo, peque�o se llama sexo;
es f�sico... y la forma m�s refinada del amor es la compasi�n. El sexo est� por
debajo del amor; la compasi�n est� por encima del amor. El amor se encuentra
justamente en medio.

Hay poca gente que sabe lo que es el amor. El 99% de la gente piensa que la
sexualidad es amor. No lo es. La sexualidad es muy animal, tiene ciertamente el
potencial de convertirse en amor, pero no es un amor realmente, s�lo una potencia.

Si te vuelves atento y consciente, meditativo, entonces el sexo puede transformarse

en amor. Y si tu estado meditativo se vuelve total, absoluto, el amor puede
transformarse en compasi�n. El sexo es la semilla, el amor es la flor, la compasi�n
es la fragancia.

Buda ha definido la compasi�n como "amor m�s meditaci�n". Cuando tu amor no es

�nicamente deseo por el otro, cuando tu amor no es �nicamente una necesidad, cuando
tu amor es un compartir, cuando tu amor no es el de un mendigo sino el de un
emperador, cuando tu amor no pide nada a cambio sino que est� dispuesto a dar, a
dar por el simple gozo de dar, entonces a��dele meditaci�n y se liberar� una
fragancia pura. Esto es compasi�n; la compasi�n es el fen�meno m�s elevado.

Comentario:

Lo que llamamos amor es realmente un espectro completo de relaciones abarcando

desde la tierra al cielo. En el nivel m�s terreno, el amor es atracci�n sexual.
Muchos de nosotros nos quedamos estancados aqu�, porque nuestros condicionamientos
han oprimido nuestra sexualidad con todo tipo de expectativas y represiones.
Actualmente, el mayor problema con el amor sexual es que nunca termina. �nicamente
si podemos aceptar este hecho podemos disfrutarlo por lo que es; darle la
bienvenida cuando ocurre y decirle adi�s cuando ya no est�.

Entonces, a medida que maduramos, podemos empezar a experimentar el amor que est�
m�s all� de la sexualidad y que rinde honor a la individualidad �nica del otro.
Empezamos a entender que nuestra pareja a menudo funciona como un espejo,
reflejando aspectos desconocidos de nuestro ser m�s profundo y d�ndonos apoyo para
que nos volvamos un todo.

Este amor est� basado en la libertad, no en la expectaci�n o en la necesidad. Sus

alas nos llevan cada vez m�s y m�s alto hacia el amor universal que lo experimenta
todo como una unidad.