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Mateo 19:1-12
INTRODUCCIÓN:
Una de las definiciones con las que batalla hoy en día el cristianismo sobre el
matrimonio es su propia naturaleza, es decir que es en sí el matrimonio, un
contrato, un convenio, una institución, después se pasa a su veracidad, según
las leyes o la iglesia misma, y sin pretenderlo de pronto nos encontramos
luchando con la idea del divorcio, si es válido o no, o si cómo iglesia
debiéramos permitirlo o no.
Es interesante el pasaje que hoy tenemos en nuestras manos, sobre todo por la
manera de abordar el tema del divorcio por parte de los fariseos, y aún más la
interpretación de los apóstoles acerca de la dificultad del matrimonio en sí,
todo ello a la luz del mensaje de Jesús al respecto, colocando al matrimonio
como el principal punto de unidad entre el hombre y la mujer.
Un tercer punto de encuentro en el texto de Mateo será las bases sobre las que
podemos definir la esencia del matrimonio, tal y como el Dios en el que
creemos lo ve, un pacto, un compromiso de por vida en el que la base del éxito
lo será la cercanía y dependencia de Dios, involucrando la naturaleza propia
de nuestro corazón, tema que se verá mas adelante, pero que será importante
no perder de vista.
I. LA IDEA FALSA DEL MATRIMONIO, VISIÓN DEL
FARISEISMO RESPECTO AL MATRIMONIO
Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, se alejó de Galilea, y fue a las
regiones de Judea al otro lado del Jordán. Y le siguieron grandes multitudes, y los
sanó allí. Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al
hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Mateo 19:1-3 RVR1960
Pero es en este punto donde Dios nos especifica con claridad su visión
de la vida y el fin mismo del matrimonio y donde deja en claro que
nuestros pensamientos no son los de él.
Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y
hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su
mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne;
por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
Mateo 19:4-6 RVR1960
Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun
me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos.
Rut 1:17 RVR1960
III. LA IDEA DEL MATRIMONIO COMO UN PACTO,
PARTIENDO DE LA BASE DE LA NATURALEZA DE
QUIEN PARTICIPA EN EL PACTO
Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les
dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres;
mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por
causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada,
adultera. Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no
conviene casarse.
Mateo 19:7-10 RVR1960