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En este artículo se describen de manera general las principales consideraciones que debería tener un comprador de caballos
respecto al veterinario que realizará el examen de compra en los ejemplares equinos que desee adquirir
La evaluación del estado de salud de un caballo antes de la compra es un servicio frecuentemente solicitado al veterinario de equinos.
El veterinario juega un papel muy importante y debe facilitar el proceso, más que ser un obstáculo para el comprador o el vendedor. Un
examen precompra debe ser un proceso metódico, efectivo y profesional que permita suministrar la información necesaria al comprador.
Las razones para realizar un examen clínico del caballo que potencialmente será comprado son identificar los problemas de salud
presentes en el animal y las posibles enfermedades que podría desarrollar e interpretar los resultados relevantes del examen del caballo
según su uso. Estas acciones permitirán al comprador tener las bases necesarias para realizar una compra o desalentar su realización.
Un origen británico
El examen precompra (vettings, soundness exam) tiene una historia de más de 150 años en las cortes inglesas y su objetivo legal
siempre ha sido permitir que el comprador realmente pague por un caballo sano, libre de enfermedades en el momento de la compra y
que potencialmente no desarrolle ninguna alteración patológica en el futuro. Este último objetivo es muy importante ya que el veterinario
siempre deberá conocer el uso potencial del caballo y muchos problemas de la conformación corporal del mismo podrían ser evidentes
cuando el caballo fuera sometido a una carga de trabajo particular por su futuro comprador.
En este artículo se describen de manera general las principales consideraciones que debería tener un potencial comprador de caballos
respecto al veterinario que realizará el examen de compra en los ejemplares equinos que desee adquirir.
Comunicación comprador-veterinario
De manera óptima, la relación interpersonal entre el comprador y el veterinario que asiste al mismo en la decisión de adquirir un caballo
debería ser la mejor. Es importante considerar que antes de elegir un caballo es primordial elegir al veterinario que asistirá en la compra
del mismo. En este sentido, el comprador deberá indagar en su entorno de amigos, conocidos o en las asociaciones de criadores, cuál
es el veterinario más idóneo. Es necesario aclarar que el término “idóneo” implica a un veterinario equino que esté familiarizado con la
parte médica y con todos aquellos pormenores de la raza y aptitud del caballo que se va a comprar. El comprador deberá ser
supremamente claro con el veterinario y le hará saber cuáles son las características y el uso que le dará al caballo que desea adquirir.
Ampliamente, un caballo podría comprarse por 3 finalidades: deportivas, reproductivas o placer. Cada finalidad podría arbitrariamente
tener 3 grados de prioridad: alta, media y baja. De esta manera en función de la finalidad y de su grado de prioridad, el caballo que
potencialmente será comprado deberá ser sometido a un examen físico (clínico) detallado y a un sinfín de pruebas clínicas que permitan
aconsejar o desaconsejar su compra.
Si lo que va a comprar es un caballo para reproducir, debe saber que, si es posible, el veterinario deberá evaluar los registros de la
progenie (hijos) del caballo a comprar, ya que la transmisión de su calidad genética deberá idealmente ser asegurada, antes de entrar a
la yeguada. Es necesario aclarar que muchas asociaciones de criadores disponen de sementales probados genéticamente, lo cual
asegura una excelente decisión al momento de la compra.
De manera general, el propietario no debería limitar la capacidad diagnóstica del veterinario al momento del examen precompra de un
caballo y por su parte, el veterinario no debería limitar el número de pruebas clínicas para recomendar o no la compra de un caballo en
particular. El veterinario deberá entregar un informe escrito al comprador donde incluya los resultados del examen físico y las diferentes
pruebas clínicas realizadas y las observaciones pertinentes. Con base en esta información, el propietario podrá tomar la mejor decisión.
Finalmente, si decide comprar el caballo, deberá celebrar un contrato de compra y solicitar una garantía de devolución al vendedor, por
cualquier problema de salud relacionado con el informe clínico del veterinario al momento de la evaluación.