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( ! SSS TLE TS TET Fe ae Tema 5. LA REVOLUCION INDUSTRIAL (C. 1760-C. 1860) (II): ESPECIALIZACION Y DIRECCION DE EMPRESA EN LA INDUSTRIA Y LOS SERVICIOS ‘Suunto: $.. Bspecaltancin ydiveccin de empresa en el comercioyel transporte martin, 5.2, Laespectalzacién en cl sector financier: hegemonta de las casas de barca yl surgininto de ls bancos socedades annimas. 5.3. Bspe- ciallenctiny divecidn de emptasa en la indsiia, 54, La eparcin de la empresa moderna en el transporte ferrviario y las telecomunicaciones. «
    Bn’ Estados ‘Unidos, por el contrari6, no existié apenas relaci6n entre las gran- des empresas integradas verticalmente, dedicadas a Ja produccién ‘en masa de bienes estandarizados, y las pequetias empresas espe- cializadas de las Seas de Filadelfia, Conneticut, Nueva Jersey y Rhode Island, dedicadas a la elaboracién de una amplia gama de productos-especializados y de temporada en pequesios Jotes. Sin embargo, en el 4rea de Filadelfia, las mayores empresas s{ depen- dfan de otros talleres w los que subcontrataban parte de la pro- duccién.* Una estructura similar encontramos en otros sectores. En Ta jn- dustria de fabricacién de maquinatia texlil briténica, Jocalizada en Yorkshire, cuatro empresas que integraban verticalmente la fundicién, la elaboracién de piezas y el montaje de las mismnas em- pleaban un ntimero variable de trabajadores, entre 200 y 850. Por debojo de ells, existfan algunas empresas de tamnafio medio dedi cadas a la elaboracién de piezas o m4quinas muy especializadas, ‘y en el extterno inferios, un gran néimero de pequefis tallexes es- pecializados subcontratados por las empresas de mayor tamafio. Una estructura similay, caracterizada por un grupo reducido de LESPECIALIZACION Y DIRECCION DB EMPRESA EN LAINDUSTRIA 235 "33 Roses (1999), p. 275, 34 Véanse, respetivamente, Tern (1988), Verey (1994), p. 60, y Roses (197), 35. Chapman (1979), p. 184, y Roses U9). 36 Scranton (1983), pp. 52-56, y Soran- ton (1997) 236 LAREVOLUCION INDUSTINAL (C. 1760-C, 1860) (1) 31 Cookson (1997), pp. 25; Brown (199), p. 212; Very (1999), op 6263, 38 Polar y Robertson (1978, pp. 7 72; Slaven (1980), pp. 122-1233 y Hen sich (1997), pp. 18-23, 39 Roses (1997), p. 276; Gatrll (197), . 134; Verley (19%), p. 67; Scranton (1983), pp. 136 y 179-180, y Grosso (1984), p10. * 49 Magnusson (19%), p. 50. grandes empresas y una mirfada de pequesias, encontramos en la Industria de fabricacion de maquinaria agricola en Grah Bretafia y en Ia industria francesa de construcciones mecénicas.”” Otro sector donde Ja subcontratacién estuvo muy extendida fue la in- dustria naval? No existié, por tanto, un tamafio estindar para la empresa in- dustrial, ni siguiera dentro de cada sector, Como ya vimos en el tema anterior, la Revolucion industrial supuso la aparicién de la {abrica, pero también estimuld en muchos sectores el crecimiento de actividades organizadas bafo los principios del taller artesano 0 Ja industria doméstica, Los establecimientos fabniles eran mucho és grandes que las otras unidades productivas, peto tampoco es- poctaculares si los medimos cor los crterios de prineiptos del si slosox En la industria algodoiera, cl sector donde el sistema fabril se habia difundido més répida eintensamente, el tamafio medio de Jas fbricas a mediados del siglo 2ux era de 171 trabajadores en In- laterra, 102 en la regién de Puebla (Méxieo), 77 en Francia, 98 en Estados Unidos y 86 en Catalufia, Bn 1841 el nérnero medio de trabajadotes de las fébricas algodoneras de Lancashire era de 143; s6lo un 9 por 100 de las empresas empleaban a 500 o mds trabaja- dores en ese afto, Por esas fechas, el 14 por 100 deas empresas tex- Lies alsacianas (integradas) empleaban a més de 600 trabajadores, sin embargo, en la zona de,Lille especializadas) ninguna empresa legaba a esa cifra. En 1850, as doce fbricas textiles dé Lowell, en Massachusetts, las mayores de Estados Unidos, empleaban casi 1.000 trabajadores de media, lo que eontrasta con Jos 38 trabaja- doxes que empleaban por término medio las 326 empresas textiles de Filadelfia, de las que sélo 33 superaban los 100 trabajadores.” Bn la industria de construcci6n de maquinaria, las mayores em- presas en Gran Bretafia y Alemania rondaban los 500 trabajadores, Sin embargo, en Ja industria cuchillera, donde las economfas de ‘scala eran escasamente importantes en este perfodo, el tamafto ‘medio delas empresas era muy reducido, En Sheffield, dependien- do del subsector, la media de trabajadores oscilaba entre 7 y 33. Recuadro $.,. Vatias empresas especlallzadas pero un solo negocio “$+ Gomtin, Los Whites de Suinderlandl (Reino Unido) en laprimera mitad del siglo x0 reese ees sec eeC er ete eee eseeseecseeeseeceeecceee ire el decenio de 1780 y 1846, John White y sus hijos Andrew y Richard cyearon uno de los grupos empresariales més importantes de Sunderland, ‘que lleg6 a abarcar sectores como la fabricacion de toncles, la extraccién’ ‘ BSPECIALAZACION ¥ DIRECCION DE EMPRESA EN LA INDUSIIA 237 y disuibucién de carbén, la siderurgia, as construcciones mecfinias, Ia industria del vidrio, la comercializacién de madera, el amsporle marfli- mo y feroviaro, la banca y la explotacién de muelles portuarios. La ldgi- cade crecimiento de su negocio fue la integractén vertical: Ia actividad {nicfal era Ja fabricaci6n de loneles para los barcos y las fabrieas de cer- ‘yeza; desde alf comenzaron a invertir en compafifas navieras con el obje- to de conseguir més pedidos, luogo en miaas de carlson que proporciona- ‘ban carga y combustible para su flota, después extendieron si actividad a Ja fabricacin de vidvio (para aprovechar el earbén y sus contactos con Jos industriales cerveceros), In dstrbuct6n del carbén y Ja madera y la si- cderurgia. Mas tarde se expandieron hacia ls construcciones mecéntcas y, cen los afios treinta, hacia el transpotte {etroviatio, la sninerfa del carbén yyla elaboracion de cogue, la banca y os muelles. ‘Hosta la déeada' de 1830 esos negocios eran propiedad exclusiva de los ‘Whites (lean, el cobre, Ja fabricacién de vidrio y la comercinlizacidn dde madera), bien eran explotados en sociedades mercanties indepen- dientes en Jas que participaban otros soclos. A partir de los afos treinta, su entrada en'Ja elaboracién de coque, los ferrocanites, Jos muelles y 1a ‘banca, disparé las necesidades de capital fijo, que ya no podfan ser satis- fechas por ina sola familia 0 por una sociedad eolectiva, Ast que los Whi- tes se asociaron con olros amigos y conocido, todos ellos pertenecientes 1 ln elite de negocios de la cludad, creando sociedades andnimnas en las. que tenfan una participagién mhuorilaria. Sin embargo, los Whites se ~ aprovecharon de su condicién de accionistas'paca dirigit esas socicdades andnimas en funcin de sus negocios privados. Bl emporio de los Whites “se desmnoroné en os ais cuarenta debido a una mezela de coyunturas adversas y gesti6n deficiente, La quiebra se precipit6 debido a la profun~ da interelacién de todos sus negocios (Ville, 1991), Elcaso de los Whites no es tnico, antes al contratio,serepiteen todas Jas ciudades que experimentan un desarrollo industrial y comercial, La perlononcia ‘dae, con nna sete de valores comunes, refoiz6 la confianza cnt los agentes econémicos y redujo los costes de Aransaceién- Ello se tradujo en .un tejido empresarial compuesto por em- presos especializadas, jridicamente independientes. Sin embargo, lo que se foriné fue una especie de «cuasi-integracién vertical», donde Jas empre- sas establecan relacfones a largo plazo estables que les permilfan conse- ‘vie algunas de ls ventas dela integraciGn vertical sin soportar sus cos- tes, Bsas relaciones a Jargo plazo, ademés, se vieron cimentadas por el Jntercambio de pasticipactones accionariales la existencia de accionistas yy conseervs coiautes. Para Espafia, aunque para ia segunds uitad de si lo xix, véanse fos casos de los grupos empresariales de Antonlo pen y Raménde la Sola (Rodrigo, 1996; Torres, 1993). 238 La RBVOLUCION INDUSTRI. (C. 1760-c. 1860) (1) 41 Alonso Olea, BrroGasea y Arama P&- vex (1998), pp. 3435, y Sex Gareta (1998), cap. 42 Sobre Ja industria textil, véase Chap- rman (1992), pp 167-190. Sobre binds ttn cuca, véase Magnusson (1994), 5655, y Boch (1597), 43. Seranton (1983) y Cotereau (1997). 44 Kocks (1982), pp. 780-781, 4S. Nadal (19924), pp. 118-119, y Car. roa (1990), pp. 21 1-212, Véase también Roses (1997). : 46 Sobre Ja Industiin hurineny, véaie ‘Moreno Lizaro (1994, 1995 y 1996), 5.3.2. La DIRECCION DB LA PRODUCCION La direceién de empresa en la industria durante este perfodo no eva excesivamente complicada, Tanto en Europa como en Estados Unidos, los propios socios constituyentes de las empresas eran al mismo tiempo los encargados de su direceién y los que coparon todos los puestos de cardcter directivo (director, tesorero, conta- dor, etc.). Generalmente, los socios-gerentes centralizaton siempre Ja funcién financiera y la de producetén, No obstante, y especial- mente en sectores de tecnologta nvis compleja o relativamente desconocida en la region donde se irmplanta la-empresa, a veces se recurrié a Ja-contratacién de directores téenicos retribuidos con un porcentaje sobre Jos beneficios. Esfe fue el caso, por ejemplo, _ de las fAbricas siderirgicas vascas, Santa Ana dé Bolueta y San Pedro de Araya; conslituidas en el-decenio de 1840."' La comer- cializacton y la dixeccién de personal a veces fueron funciones «subcontratadas» a otras empresas y a los propios trabajadores, respectivamente, aunque esto dependié del sector, industrial, En. Inglaterra, por ejemplo, los industriales del algodén dependieron de los comerciantes para la venta y distribucién-de sus productos. La separacién entre prodwtccién y comercializacién también exis- 15 en a industria cuchillera de Sheffield y Solingen en este perfo- do, Sin embargo, en los subsectores de productos de mayor cali- dad, como los tejidos de seta de Lyon, o los productos textiles de Filadelfia, eran las propias empresas ylo empresatios quienes rea- lizaban esta funcién, trabajando una ver recibidas las érdenes de compra. En Alemania, la mayor parte de las empresas, sobre {odo en las industrias mineras y siderometalingicas, integraban Ja produccién y la comercializacién, sobre todo por la ausencia de vuna red de comercializaci6n especializada, Bn la industria de in- genierfa se crearon depattamentos de constiuccién en las empre- sas de dimensiones medias a finales cle los afios cincuenta.!# En la industria textilcatalana, los fabricantes eran comerciantes y ban- queros al mismo tiempo, y ealimentan un ejército de viajantes» 0 se asocian.con comerciantes locales que son los mayouistas en ax clusiva de ese producto en un area geogréfica determinada.’ Bn Ja industeia harinera castellana, la comercializacién estuvo en ma- nos de los comerciantes, quienes bien a través del crédito a los fa- bricantes, bien asociéndose con ellos o bien adquiriendo o crean- do fAbricas de batinas, se hicieron con el control de la produccién.** Bn lingas generales, la intégracién de la produccién’” xy la comercializacién se debié, bien a Ja insuficiencia de las redes itdaacitainneertes | | | | | . sr de distribucién existentes, bien al deseo de controlar o preservar Ja calidad del producto claborado, Laindusttia a domicilio, que en Europa proporcioné muchos de Jos empresatios de la indystrializaci6n, no tuvo ese papel en Esta- dos Unidos. Aunque sociedades andnimas, las fabricas textiles in- tegradas de Bstados Unidos —l tipo de empresa més complejo en. este perfodo, con la excepcién de las compatifas ferroviarias—con- {inuaron siendo dirigidas como sociedades eolectivas: la empresa contaba con un directivo a tiempo completo que residfa y trabaja- baen Boston u otro centra comercial y que era uno de los accionis- tas mayoritarios, Las opetacionés rulinarias de las fabricas ms lé- Janas se dejaban en manos de un director asalariado o de wi superintendente. Rste tenfa que vigilar y coordinar el proceso de produceién, separado por plantas, cada una deetlas diigida por un capataz, quien teifa capacidad para contcatar y despedi trabaa- dores. El ditector fenfa’que conocer profundamente la tecnologia empleada y todo lo elaéionado con ella (velocidad, funcionamien- to, calidad y prodtucei6n); también elaboraba la némina, Los siste- ‘mas de contabilidedl empleados fueron muy sendillos y nunca se preocuparon porcontrolar el problema de fraude en los materiales entregedos, La contabilidad era realizada por un tesorero y mucs- tra que estas fébricas, én atinada expresién de Chandler, no fue mis que un reflgjo dela sevolucion go- rencials, 242 Lb REVOLUCION INDUSTRIAL (C, 1760-C: 1860) (11) 1 52. ‘Thomson (197), p 265. ellos, tanto en movimiento como en reposo, Sin embargo, en el fe- rrocarril las primeras empresas explotadoras de vias, lacidas en Inglaterra entre los aos treinta y cuaventa del siglo ry, tendieron rfpidamente a sumar a esta tarea la de transportista, ¢Por qué se. integré la actividad de explotaci6n-atviendo con la de transporte? ¥ equé consecuencias tuvo dicha integracién? Segiin J, M. Thomson, el método de explotactén por alquilerno sobrevivié en los ferrocaniles ingleses, ni en el resto, 0 como mu- cho se ha mantenido o utilizado de forma minoritatia, por vatias razones; Los servicios lerroviaros fueron a memudo'miuy luerativos en Jos pri- eros tiemyos[afios trenta y cuarenta del siglo x1, especialmente en In- glaterra,y de aqua tentecién al monopolio por pare del propietatio de Ja ‘via; Ja administracién integrada de la via y de los servicios ofrecfa econom{- as administrativas, y la utilizacién disciplinada de la via —que era necesa- ria en todas as formas de transporte— era ms ficil de imponer fespectf- cainente en el ferrocanil sobre los empleados que sobre ls dientes* En el ferrocarrl la integractén cel explotador-arrendador de la vfa con el transportista-propietario del material rodante fue casi inmediata, total y persistente, Ahora bien, esta suerte de explota- dor directo de la red y los trenes’a la vez, fue la consecuencia de que el fersocantil era, y es, uin.nedio de transporte que formaba, y forma, un convoy unido, Unos convoyes que, no conviene olvidar, cada uno es tirado por una sola locomotora y se desliza por una via concreta, Cuanto mayor sea el flujo de los convoyes, mejor ten- deg que ser el sistema de control para-evitar los choques. ¢Por qué son tan determinantes estos tres hechos (formas de Jos convoyes, utilizacién de una via y evitacién de los accidentes)? ‘Tanto la bareaza del canal, como el barco, la carreta y, posterior mente, los coches, camiones y el avidn son, desde el punto de vi ta del movimiento fisico, méviles auténomos, pero el convoy de vagones depende de la locomotora, su composictén es variable y debe moverse por una via. ¢Qué impirtancta tienéesto-para que en estas empresas aparecieran nuevos métodos de gestién empre- savial? Sencillarnente, que la orgenizacién de estas empresas s6lo se puede hacer teniendo en cuenta al unisono el coste unitario (el coste a lo largo del tiempo del vagén cargado en movimiento y re- poso) y el control del flujo de los convoyes. Bsto se entiende po- nigndonos en el lugar del administrador y del propletario de una red ferroviaria, ATT | apazaclON DE LA eMFRUESA MODERNA® 14 HL TRANSVORTI FERROVIARO JAS TELECOMUNICACIONES 243 Los dos tienen una pregunta en comiin: gpuede chocar el con- voy eon otro? Por su pate el administrador de una red ferrovia- ria se interroga acerca dela cantidad de transporte que esté pro “Juciendo cada uno de los vagones que administra a lo largo de ‘ada hora. Por el contratio, para el propietario a pregunta serét se vender lo que est trnsportando el vag6n? Hl gerente se pron cupa por la ratio de eapacided utilizada por hora transourrida (costes unitarios)y cl olro por el coste de oportunidad de tener oupada 0 no esa capacidad (In demanda), y ambos por Ja see i dad. El propietario pregunta al administrador: gde qué sinve ser muy efiient si el convoy ega tarde? y el administrador repli cusnto es lo que se perdi legando justo a tiempo Ta ocupacién vo fue la anés eficiente? A la vez, los dos quieren saber siempre ‘ténde esid cada tren en cada momento (po s6to por el negocio, sino porla seguridad), para eso necesitan una red de informacion. Tnisialimente esa red de informacién {ue et organigrama de res- ponsabilidades que desaollé la compafifa ferroviatia norteame- ana Wester, el primer ferzocaral interregional con un ato flu jo de convoyes entre las chudades de Worcester y Albany, @ principios de los afios cunrenta (véase recuatlro 5.2), Posterior- rente, en el decenio de os cincuenta, la utilizacién en paraelo de Ja red telegréfica (cl telégrafo habia aparecido en 1844 y fue apli- cado al ferrocarril en-1847) y la ferroviaria petmitié aumentar tanto el control para mejorar Ja seguridad, como la informacin fare el flujo de los convoyes y mereanefas, De hecho, hablar de ferrovarril es hablor siempre de dos redes: una, la vasa, y la otra, de informacion (inicialmente una ved de controladores yIvego la red telegrdfica). Evidentemente, In posicién del administrador, que controla Ja red desde la informacion de sus subaltemos, @ qe que se ama Juogo In de telégrafo, termina ganando y s© core vieste en el verdadero organizador de Ia explotacion de a red, F Talimente, en los ais cincuenta los altos directivos gobermaban tn Bstados Unidos tres de las cuatro compaffas que fban a prota: gonizar el enlace del este con el oest: B. Latrobe en Ja Baltimore {6 Ohio aplicando la contabiidad financera, McCallum en lt Eire sesteniendo que los canales de autoridad y responsabilidad tar» bién lo eran de informacié y que el telégrafo era eel dispositive que garantizaba una coordinacion y una evaluacién més efectiva “de ls unidades operativas a su cargo», y J. Bdgiy Thomson en la Pennsylvania desarrollando el eoncepto de empresa organizada en Xineay staff, Sélo la cornpaifa New York Centra, nacida de Ta fue sién de otras pequefias y sin una red planificada como un conjun- 244 LA RRVOLIICION iuDUSTNA. (C. 1760-6. 1860) (1) 53. Chunadler (1987), p. 149, texto entre. comillads en la py. 154. 54 Desde esta porspectva fo que esp ca la tevin dela gencia qedari supe- ado ae ina lucha wks lin entre dos tlpos de buseadares de precios buscado- res de aaciones de monopolo no oxen» tas de vesgesy competenca: unos lee amados gorenes, que bustan mayetes precios. dscriminando.deandas por medio de aif diferentes yolos dig nados capecaladores, qua srostran el tiexyo de dinarizar el mercado con el atjetivo a corto plazo de mantener 96s eles de monopato sore a comercial {0 como la de las otras tres, seguta divigida por comerciantes y fi- hancieros y no por gestores con formacién de ingeniexfa\> Frente a estos tres gestores bien informados, los propietarios de origen comercial 0 financiero aparecen como empresarios con ‘una informaci6n y una racionalidad muy limitada, La lucha por el conttol dela empresa entre el propietario y el gestor, descrita en la teoria de la ageneia, se dilucida claramente a favor del gestor: No obstante, ante ésle se clevaré inmediatamente una figura igual de poderosa: el especulador eapar. de antcipar Tos vaivenes dél mer- ‘cado, de wn mercado ciecientemente integrado gracias ala plu- ralidad de redes feroviarlas, un mercado en el que poscer las accionés de las compaiifas claves para el crecimiento de las vedes de costy a costal se iba a convertir en.el valor’ més preciado del mundo, Esta batalla entee e} gevente ye @spectilador condujo a re- forzar las asociaciones més o menos estables de los geventes entre. Tos afios sesenta y setenta para defenderse contra los especulado- res Los gorentes de los afios cincuenta.en adelante tavieron que di- sefiar réded y decidir Ia compra de un tnaterial volante cuya ex: * Slotacién conjunta se adaptase justo al inite méximo del tamafio y la intensidad de la demanda, uma tarea dificil, Si la capacidad instalada vesultaba superior, entonces el margen de beneficio no serfa el esperado y las acciones caerfan, debido a que cada unidad tcansporlada correrfa con altos costes de amortizacién referidos a la via y ol material y a la falta de ocupacién (transportar peso ;uerto), Por el contravio, una capacidad instalada inferior a la de- mandada solfa ser el fruto de una decisién gerencial que habfa in- terpretado que sw limite de capacidad instalada era igual a la demanda potencial y que, consecuentemente, la cantidad de trans porte que se goneraba tenderfa a sex constante. Sin embargo, en este segundo caso, geémo podia saber el gerente cul era el limite hasta el que podia hacer trabajar a su capacidad instalada? Ese mite no era la utilizacién plena; porque ésta conducirfa a la so- breexplotacién de la via y el material volante y, por consiguiente, el administrador bordearfa constantémente la posibilidad de ineu- rit en una situacién de rendimientos decrecientes y la bancarro: ta, sta seria’dlebida a que el deterioro rapido de tas instalaciones y el materiel rodante se tendrfa que plasmar unitariamente en ‘cada movimiento de cada vagén y posteriormente en el valor de Jas acciones, Si en el transcurso de la vida util del vagén se acele- raba su depreciacién (sobrepasar el limite de la capacidad instala: * da) sin que hubiera habido una capitalizacién para la reposicién i fi it LA APARICION DE LA «EMPRESA MODERNA® EN EL TRANSPORTS FERROVIARIO Y LAS TELECOMUNICACIONES 245, con tm nuevo vagén sustitnto (capitalizacién que por otta parte habrfa operado como un coste previamente), se pasavfa en ¢ acto de los rendimientos decrecierites a una paralizacién aceleroda de Ia actividad, Desde un punto de vista matemético las decisiones que esta- mos contemplando son problemas de optimizacién. Implican la maximizaci6n’ o minimizacién de cantidades a mover: (vagones (ransportando productos) que estén sujetas a restricciones (capa cidad instalada yfo demanda y tiempos de deterioro y renovaciéa de la capacidad instalada).Lo bién o mal quie se optimice (maxt- mice 0 minimice) reportard més o menos beneficios, MeCalhun lo cxplicé claramente en 1855 cuando wna subida de tarifas decidida sin estudio previo en la linea Bire habfa amenazado con desituit totalmente él siegocto: vitor éstefesultado y establecer el término medio entre larifas que sean poco-rentabes y las que sean prohibtiva, require un conociinien- to exact del esse de transporte delos diversas products, tanto para la 103 dislancias como para corls (los precios se deben jar} para sieguret, hasta donde sea posible, un equilib de tréfico en ambasdirecciones tl ‘que reduzca la proporcién de peso muerto transportado, Para enfrentarse a estos problemas los administradores de las primeras grandes Ifneas y redes en los afios cincuenta en Esta- dos Unidos debfan estar familiatizados, cuando menos, con el céloulo infinitesimal. De hecho, lo que ocumrié fue que parte de los ingenieros que construyeron los tendidos y que utilizaban el cflculo infinitesimal, fueron contratados como adininistradores con el objetivo de optimizar la explotacién de Tas redes, y Jo hi- cieron con ls niismas hetramientas mateméticas con las que se soptimizas Ia estructura de un puente. Bste fue el caso de los in- genieros de caminos con experiencia en la construccién del fe- rrocorzil que asumieron Ja direccién de la explotacién de las grandes empresas ferroviarlas norteameticanas en los afios cua- renta y cincuenta: G, W, Whistler en Ia Western, B. Latrobe en la Baltimore & Ohio, D, C. McCallum en la Bite, H. Haupt y J, Ed- gar Thomson en Ja Pennsylvania, J. B. Jervis en la Michigan Southern y G. B, McClelian en la Illinois. Central.® Aplicaron el célculo infiniteshwal.a la optimizacion y, Iégicamente, advirtie- ton que ej primer requisito para la maximizacién del beneficio cra transportar Ia cantidad méxima de vagones por convoy, para Ja cual el ingreso por cada uno de los vagones (ingteso marginal) 55. Chandler (1987), p. 43. 1 papel de ~ los ingenteros ge examina con més deta Seen el apartado 7.3 dees libre. 246 La RuVOLUCION INDUSTUAL, (C, 1760-C. 1860) (8) 56 Chandler (1987), pp. 162-177, 51. Segiin Chand, estos métodos‘ue- ron adoptados con may ligerasmaaifica- ‘ones por las grandes empress indus- {wiles que surgievon en Estados Unidos cen la década de 1860, Chane (1987), pp. 162-172, era igual al costo que cada uno originaba (coste marginal). En el decenio de 1860 estos gestores habfan desarrollado las téenicas bésicas de contabilidad que atiri hoy utilizamos, y el concepto de contabilidad analitica, como una contabilidad con la que opti- mizar el ingreso marginal, ya habia sido establecido de facto, aunque atin no estuviera en los manuales. Todos tos nombres an- tes citados se pueden sintetizar en la personalidad de A, Fink, Fink fue un ingeniero de caminos y puentes formado en la Bal- ort & Ohio y en In Louisuille & Nashville, donde llegé a la vi- copresidencia en 1869, Bl objetivo de Fink fue determinar Ia uni- dad bésica del coste unitario (la tonclada/milla). Desarrollé un sistema contable de 75 tipos de costes unitariog divididos en cua- ‘wo cuentas que le permitfan saber Jos céstés unitarios (por to- nelada/milla) de circulacién, de estacién, de mantenimiento y de intereses, Esto le permitié conocer la rentabilidad de cada uni- dad del capital insialado, tanto fijo como mndvil, asf como la de + cada ejecutivo, Ademés, aplicando el cdleulo lineal sobre las se- ries temporales de datos identificaba las causas en las variacic nes de los costes a'Gorto, medio y largo plazo. Las innovacio- nes contables consistieron en la puesta en préctica de una contabilidad financiera, otra de capital y otra de costes.-La pri- mera supuso Ia recogida, verificacién y auditorfa de.cientos de. transacciones financietas registradas diariamente. Para procesar yy analizar todos esos datos, las compaiifas ferroviarias crearon ‘departamentos de intervencién que en 1860 empleaban més con- tables y auditores que el Gobierno Federal de los Bstados Uni- dos, Las compatfas ferroviarias distinguieron entre cuenta, de construceién o de capital y cuenta de explotacién, cargando en esta tiltima los gastos de reparacién y.renovacién del material (el segundo de los problemas para optimizar), Esta prictica origina ba, entre otras cosas, que las compatifas careciesen de copital para financiar sus inversiones de cierta cuantfa (capitalizaci6n del material rodante), pero que pudieran endeudarse en los mer cados financieros dada su capacidad de previsién en fa sustitue ci6ri de la-capacidad instalada” Por esta raz6n, las empresas fe-- rroviarias fueron las primeras en acuidir a los mercados formales de capital, tatidiales y extranjeros. Dichos mercados respondie- ron satisfactoriamente porque confiaban en que estas empresas eran capaces de oftecer datos fidedignos de la rentabilidad espe- rada de cada emnision de aecfones para inversiones especificas en + fhinciéa de su conocimiento de los ingresos maéginales obtenidos ‘previamente, De hecho, Ja nmensa mayorfa de los ttulos de em- a LA AVARICION DE J «EMPRESA MODERMAN EN EL TRANSPORTS presas norteamericanas cotizados en las bolsas de Londres y Nueva York en 1870 eran de compafifas ferroviarias.® Ta preocupacién. por gestionar desde a optimizacién de las unidades @ Jos tiempos de renovacién, tipica de un individuo como Fink, era, sin embargo, vista pot un especulador, tal como Jay Gould, como una peligrosa obsesién que no permilfa acelerar Ja transformacién de las propias compaifas, La clave est4 en que para realizar el céfculo del ingteso marginal hay que tener una es- timacién certera de Ja curva de la demanda a Ja que uno se en- frenta, La ventaja del especukidor frente al gerente es que este il- timo puede confundir la dermanda con Ia capacidad instalada de la red que administra y planificar un ritmo demasiado lento en el crecimiento de la red en funcién de Ja demanda que estima, Por el contrario, el especulador puede anticipar otro comportamiento dela demanda;en egpecial si cuenta con informacién o control de otras compaiifas ferroviarias, Frente al especulador, al gerente s6- Jo Je queda organiza wna’ asociacién permanente de administra. doves que incluya al mayor niimero dé redes ferroviarias. A difo- rencia de las asociaciones de propietarios (carteles, trusts y holdings), las de los gerentes sexén muy estables, porque no se re- pattirén el mercado en funcién del poder de mercado, sino en fun- ign de la maximizacién de toda la'red combinada a largo plazo aun ritmo similay,¢s decir; de la eficiencia de cada via para lograr ‘un ingteso marginal 6ptimo por vagén Jay Gould, denominado el Mefistéfeles de Wall Street, empe- 26 a sex un especulador conocido en los afios cincuenta, A fina- Jes de los afios sesenta ya se habfa hecho con la presidencia de la Bive y sus compras de pequefios ramales forzaron a J. Edgar ‘Thomson de la’ Pennsylvania a cambiar sus estrategias de nego- clar acuerdos con otras one y pasar a una integracton acelerada de las misma: viaia de Estados Unidos adelantindse cast yin afos alo que se terminaxfa por imponer como él modelo de empresas ferro- Viavias en este pafs, A mediados de los afios setenta, Jay Gould se enfrenté a Fink, Este tiltimo era el mayor defensor de las aso- ciaciones de empresas basadas én Jos contactos entre sus geren- tes y en Ja planificacién ordenada y pactada del evecimniento de las redes. De este modo él estimaba que se lograrian beneficios generdles a largo plazo obtenidos gracias a Ja planificactén de Jos rendimientos con los métodos contables que habfa perfeccio- nado, Por su parte, Jay Gould querfa doiminar las empresas que iban a ser los nudos de enlace entre el este y el oeste cuando se :RROVIARIO Y LIS TELUCOMUNICACIONES 247 58 Davis y Cull (1994), pp. 62-63, 39 Legados a este punto el risgo de ‘statlizacion de Ia red es alto, poro nacionolza la red los criteios de expo- taci6n del gestor publico dejaran de aulaseprinordahnente porn optima. cl6n yf bisque de economfas de esea- Ia, pata dejar paso al servicio piblio, es decir, una profundizacién en fa integea cin del mercado yet abasiecimtento del mismo com nado). 248 LA HEVOLUGION mpusTRUAL (C. 1760-C. 1860) (t) 60 Chandler (1987), eaps. 4 5. constituyera una red compleja y amplia de costa a costa, Su in- {ene{én no era explotailas, sino comprarlas baratas pata vender- Jas caras a Jas grandes empresas que finalmente tendrfan que constituirse en grandes redes a lo ancho del pafs. A mediados de los afios setenta los especuladores como Jay Gould habfan des- trozado las estrategias de los catteles de los gerentes defendidos por Fink, as{ que se inici6 un proceso generalizado de integra- ci6n de compaiifas en grandes redes como habfa sucedido con la Pennsylvania afios atrés. De hecho, en 1874 esta empresa ya te- nia’ una red tan s6lo algo inferior a toda la red de Inglaterra 0 Francia, Pasé a ser la compatifa inds grande del mundo, con unos activos valorados en 400 millones de délates, muy por de- Jante de las empresas industriales que sélo Negaban al millon de laces en el mejor de los casos. Ahora bien, Jay Gould no s6lo se permitfa cambiar el mundo de Fink, sino que levant6 un ém- potio similar al de la Pennsylvania, En 1874 se hizo con Ja Union Pacific que junto con la Central Pacific le permitieron crear Ta primera Ifnea transcontinental, y en 1881 su red spperaba a Ja de Ja Pennsylvania, en total tenfa el 15 por 100 de las lineas norte- americanas, pero como especulador que era ito estaba interesa- do en su verdadera integracién, sing en su valor de compraven- ta, En 1884 habfa liquidado de nuevo su imnpetio. La velocidad de reacoi6 de Jay Gould &¢ hizo legendatia y a mediados de los ochenta habfa forzado a todas las compaitfas a desatrollar polt- ficas de invasin agresiva de los territorios dle las empresas veci- nas. Finalmente, Fink, Thomson y una nueva generacion de eje- ccutivos profesionales asalariados iban a desempefiar Ja labor de crear las grandes redes ferroviatias, basadas en gigantescas em- presas thanscontinentales, dejando establecido el mapa ferroviario vigente en Estados Unidos hasta la Segunda Guerra Mundial. Recuadro 5.2, Ta exeaciéir de un sistema administrative en el Western Railway ‘Ajuzgar porlo que se puede deducir de la experiencia de la Western Reil- ‘way, el control del flujo del tafico, para evitar los accidentes, fue el factor aque condi fio todos los sistemas de informacion y control sobre el material voldtte! Seta posteriormente, cuando ya se tenfa informacion del estado en reposo o movimiento de cada uno dé los vagones, cuando la ‘empresa pudo plantearse apliear una contabilidad y una gestién capaces de dar las claves para oplimizar Ia explotacién de la linea, : Este ferrocaril, que tenfa poco mds de 150 millas de longltud, se hax LA APARICION DE LA EMPRESA MODERNA» EM EL TRANSPORT FERROVIARIO Y LAS TELECOMUNICAGIONES 249 Haba dividido en tres tramos. AL ponerse en funcionamiento, cada uno de ellos se convirts en una divisién operativa independiente, con su propio grupo de direetivos funcionales, Debido a Ia longitud de la linea, el tren de pasajeros que salfa de Worcester a Jas 9.30 de la mafiana no legaba a Ja terminal del oeste, situada en el rfo Hudson, hasia Ja tarde, Como ha- bia tres trenes diatios en cada direccion (dos de pasajeros y uno de mer= canefas), se cruzaban nueve veces al dia, Al circular en una sola via, sin scfales telegrficas y debido a ue alravesaba terrenos montafiosos, los accidentes fueron frecuentes, La protesta resultante ante el més grave de ellos (un chogue frontal ‘ccurrido en 1841 en el'que murievon un revisor y un pasnjern y otras 17 ‘personas sesuliaron hevcas) contribuy6 a crear la primera estructura or sanizaliva interna minuciosamente definda utilizada porla empresa nor- Acamericana, El comité investigador opt6 por un sistema pata edetermi- nar las responsabilidades coneretas en cada fase de los negocios de Ia ud y de commnicactén para fa administracf6n, el: mantenimiento y el funcionamento del ferrocartile, La nueva estructurd organizativa se componfa de un grupo shila de di- rectivos funcionales en cada una de las tres divislones operativas, geogré : : ficamente contiguss, coordinadas y controladas desde unas oficins cen- trales en Springfield. «Cada divisién contaba con un director adjunto de transportes, posteriormente Jlamado superintendente de divsin, umn joe de vfa y uh mec&nico principal'o capataz, encargado del depésito de lo- ccomotoras y de los talleress, in cada division, tos directores adjuntos de transportes eran res- pponsables de la circulacién en Jos trenes y del trico de pasajeros de mercaneias, el jefe de via se encargaba del mantenimiento de las vias, y los mectnicos, de la reparacién y conservacin de ls locomoto- 228 y del material m6vil Los directores adjuntos dependian del diec- tor de transportes de la oficina central; os mecénicos, del maestro me- céinico'de Ja oficina central (quien a su vex dependia det diteclor de transportes); y los jefes de via del superintendente general, ste era cl responsable del funcionamiento del ferrocarrl ante el presidente y Jos miembros del consejo. Todos Jos directives tenfn que efeetuar dic- témenes regulares basados en Ja informacion recibida de sus suball ‘os. Para prevenir y evilar nuevos accidentes, los superintendentes de Givisién, junto con el director de transportes y el superintendente gene- ‘ah, fjaban unos horarios precisos que se entrogaban al revisor, eel dink co responsable del tren y a quien se le daban iasirucciones detalladas de.qué hacer en vaso de retiasos 0 averfass, eLa nevesidad de garanti= vat Ta seguridad de los pasajeros y de los empleados... hizo de la Wes- tern Ja primera empresa nosteamericana que fmeionaba por medio de 250, 1A REvoLUcION DUSTRIAF. (C, 1760-C: 1860) (1) 61. Chandler (1989) p. 131. ‘una estructura administrativa formal divigita por ejecutivos asalaria dos.» 7 Furnre: Chandler (1987), pp. 145-147, Si bien ahora esté claro por qué surgié la empresa moderna en el transporte ferroviario, dirigida por gestores contratados, sin embargo, gpor qué no aparecié antes en las grandes empresas in- dustriales,o incluso en las agricolas, sabjendo ademés que fue en estas tiltimas donde se habfan iniciado los sistemas de contabili- dad que permitfan oxganizar la gestion a largo plazo? cQué distin. ‘gufa realmente a ls empresas ferroviatias para que fuera en ellas donde surgiese una nueva cultura de gestién? La respuesta podria imilarse a decir que su tamafio, aunque es més compleja, porque se trata en realidad del tamafio del movimiento. Las compatifas ferroviarias fueron las primeras que se enfren- taron a wn control de grandes cantidades de umidades de produc- cidn diversas (vagones de pasajeros, dle correo, de mercanctas es- pecificas —vagones generale, frigotficos y de Hqudos—) en un sistemsa de flajas en red muy complejo (et conjunto de redes ferro- viarias creciendo de costa a costa en el vasto territorio norteame- ricano), es decir tenfan que calcular el coste y la rentabilidad de cada vagn moviéndose en cada momento, Pero al mismo tiempo debfant minimizar et riesgo de un descontrol en el fhijo de convo. yes en Ia red porque, de lo contratio, no serfa segura y Tos acci- dentes y costes se multiplicarfan, De esta manera, el manteni- riento y la reparacién del material fijo y mévil y a coordimacién de los flujos de tréfico (apoyada en Ia informacién del telégrafo), tanto para la carga y descarga de mercancfas y pasajeros como para evitar los accidentes y la adecuacién de los vagones al nivel de demands, fueron los factores que hicieron necesario desatro- lar un nuevo sistema administeativo y de informacién intemo, ast como ta serie de controles de informacion (red de telégrafo), contables y estadisticos, Para ello hubo que recurrir al empleo de una jerarqufa administrativa, cada vez més.mumerosa, que iba desde los empleados encada estaci6n, pasando por los directivos redios encargados de intervenirls (interventores), alos altos eje- cotivos respiombables de supervisar todas las actividades, con esca- sao ninguna participacién en la propiedad de estas compaiitas. «Los hombres que dirigfan estas empresas se convirtieron en el primer grupo de gerentes modernos de Estados Unidos.x! Fuera de Ustados Unidos las compatifes ferroviarias también fueron los primeros ejemplos de aparicién de empresas modernas, {A APSRICION DE LA sEMPILESA MODERNA® EN EL TRANSPORTE HERROVIARIOY LAS TELECONUNICACIONES 25{ pero su impacto sobre los’sistemas de gestidn de otros negocios E parece haber sido mas limitado. En Gran Bretatia, la creciente ‘ “| competencia entre Jas compafifas de ferrocantiles desde mediados cde la década de 1840 y las estrictas regulaciones del Depattamen- | 10 de Comercio sobre precios, dividendos y calidad del servicio :| fueron los fagtores responsables de la puesta en préctica de inno. ‘ vaciones organizativas, similares alas comentadas enelcasonor. —« teamericano: un sistema iriterno de control de ‘precios y costes y la creacién de una jerarqufa administrativa y de deleguci6n de res- Ponsabilidades por divstones territoviales La aparicién de una 62 Gonvi(1972 yp. 102104 diveeci6n dle empresa profesionalizada y sepavada dela propiedad F “se produto mucho antes en los ferteariles ste ni] pesto de las andustias briténicas debido al tamafio relativo de Ja empxesa, al alcance de sus actividades (muchas de ellas son integraciones ver- ticales) ya stelevado grado de concentracién, Bntre $830 y 1850 Jas compaifas fervoviarias buscaton sus gerentes fuera del sector; a partir de entonces, tendieron a formar y desarrollat sus propios directives, sobre todo en los departamentos de txéfico ylo opera- ciones. 63 Gausvish (1973), pp. 297-298, y Ba Alemania cl papel de los ingenieros en la gestién de Jas (1980), yp. 187.189. compatifas ferroviatias y en Ja formacién de un sistema unifica- do de transportes fue muy destacado, La necesidad de coordina al tréfico entre los diferentes Estados del Zollvecein impulsé6 la creacién de wna Asociacién cle Administraciones’de los Fetroca- niles Alemanes, integrada por la mayorfa de compatifas fetro- Viarias alemanas, A esa asociaci6n Je siguié la de ingenicros ci- vies de ferrocarriles, creada en 1850 y que fue la encargada de normalizar el equipo y las instalaciones fisicas en todos los te- . nitorios. El recurso a directivos asalmiados también fue fre- ‘cuente en las compatifas ferroviarias alemanas, peto la tempra- na nacionalizacién de Ja red, en 1879, modificé el modclo de gestién empresarial y tas cauacieristicas de ios diréctivos, con- veitidos en altos funcionarios. A Chandler (1996), pp. 690.686, So- En Francia, «la gran empresa capitalista hizo su aparicién Poulet Ja ved, vase con las compatifas de transportes Las compaftas ercoviauias Tolen (1982), p09. Sfrancesas se caracterizaron por un poder concenttado en los Consejos de Administraci6n, una gerencia asalatiada desempe- ‘aca por ingenieros y cl énfasis en Ja funcl6n técnica y no en la comercial debido a su poder de mercado y sus velaciones privi- legiadas con el Gobierno. La diteccién s¢ dividié en tres grandes servicios, explotacién, traccién y material, Los ingetieros con- ‘rolaron los puestos ejecutivos més imporlantes, tendencia ésta 252 LA REVOLUCION INDUSTRIAL (C. 1760-c. 1860) (n) 66 Folie (1962), pp. 533-537, y Vetley (1994), pp. 49-151, 61 Vidal (1996 y 1997). 68° Alonso-Viguera (1961). 69 Merger (1992), que condyjo a que Ja ocupacién de ejecutivo de una compatita ferroviaria se convirtiese en una profesién, como lo demuestra la formacién interna 0 el hecho de que muchos puestos ejecutivos es- fuvieran monopolizados durante varias generaciones por miem- bros de wna misina familia. Las compatifas ferroviatias espaitolas, controladas por el capi- {al francés, siguieron ef mismo modelo que en el pais vecino, Las nuevas empresas introdujeron una direcei6u’ profesional, sin par- ticipacién en la propiedad. Los primeros getentes fueron exlranje 10s pero luego se incorporavon ingenictos espatioles.” En Espaita. tarnpoco tuvo lugar un'trasvase de directivos y métodos de gestion. de las comparitas ferroviarias hacia otras empresas (con la excep~ del sector de las méquinas tabuladoras donde el gerente dela compaiifa MZA pas6 a dirigic desde los afios veinte en adelante lo ‘que luego sevfa la filial de IBM en Espatia), aunque las primeras dieron empleo a un nimero significative de itigentevos: en 1885 casi una lercera parte de los ingenieros asalariados que trabaja- ban en el sector privado estaban empleadlos en el transporte ferv0- viario® : : El modelo francés de direcci6n fue, asimismo, seguido por las compaiifas ferroviarias italianas: una estructura basada en el con- sejo de administraci6n, dlireccién general asalariada y'subdirec- ciones especialiéadas por fumciones. Los primeros gerentes fueron ~ de origen y formacién francés y belga, pero desde los afios sesen- {a comenzaron a incorporarse ingenietos italianos, con una fuerte especializacién en mateméticas. Estos directivos han sido califiea- dos como los pioneros en la elite de administracién de empresas en Ialia.® 5.4.2. LA GLOBALIZACION DB LA COMUNICACION: BL TELEGRATO, TA RADIO Y HL TELEFON Las empresas de telecomunicacién, nacidas de Ja invencién y pussla én prdctica del telégrafo (1837) j el teléfono (1873), se pa- recen a las ferzoviarias, porque ambas se basan ext redes que cons truyen y exploi’n, pero por sus redes no comen trenes, convoyes ni vagones, sino impulsos eléctricos que representan informaciones, Launidad de cuenta pasa ser el tiempo de comunicacién o el ndi- eto de impuilsos, La éinica manera de diseriminar el mercado en estas condiciones es sabiesido quines son el emmisoi’y el destina- tari y la importancfa de la informacion que transiniten, pero ala vez estas redes no pueden f{wncionar si no se mantiene por parle del operario la cléustla, comtin a todo tipo de correo, de conti- dencialidad, lo cual entra en contradiccién con la capacidad del operatio de discriminar a sus usuarios y clientes, ‘Los nuevos medios de comunicacién (telégrafo, teléfono y ra- dio —1896—) tuvieron dos caracterfsticas en sus comienzos, La primera fue que estuvieton en manos, no ya de gerentes con for- macién de ingenicros, sino de cientificos que se comportaron como enapresatios, es decir, que fueron puestos en explotacién por individuos como $, Morse, G. Bell, T. Edison y G. Marconi. Sin embargo, para el caso de la industria del cable submazino en el Impario Briténico el mercado fue dominado por un empresatio ue se habfa enriquecido previamente en Ja industria textil algo- donera: J. Render (véase recuadro 5,3), La segtinda fue que los principales demandantes de estos medios fueron el ferrocarrily el Estado, Bl crecimiento de las tedes teleyréficas continentales y parte de las inteinactonales se desarroll6 gracias, por uma parte, a las necesidades de Ia red fervoviatia y, por otra, al control previo del Estado sobre el correo postal y sus sustitutos: el telégrafo y el teléfono, credndose los servicios nacionales conocidos como PLT (Post, Telegraph and Telephon). No obstante, el servicio telegra- fico fue ante todo wit negocio en manos ptivadas, aunque cuanto icnos desatrollada estuviera la economia de un pafs mayor era el monopolio que el Estado eercfa sobre la puesta en.maycha y ex + plotacién de estos medios de comunicacién (véase el peso del Es- {ado en los cables telegraficos internacionales.en el cuadto 5.1). La repercusién inmediata de la generalizaci6n de estas redes fue 4a integraci6n mundial del mercado, al menos en el aspecto de la informacién, Esto es fécihnente-constatable porque con anteriori- dad al telégrafo el tiempo se.fijaba de forma local, pero a medida que se extendieron las redes fervoviatias ac dos de Ja ved telegréfica y luego los grandes cables telegréficos transocednicos, Jas diferencias de unos minutos, con respecto al tiempo medio de Greenwich, podfan representar perder el tren, dar una orden de compra después del cierre de la sesién de bolsa en a City o en Wall Street o iniciar una guerra colonial de manera ventajosa.” Desde mediados del siglo xix los Estados junto con los navieros, ferroviatios, comredores marstimos y de bolsa, propictarios de pe- Hiédicos y duefios de casas de correos fueron los que promociona- ron 2! use y extensiéir mundial de Ja red telegratica”! Otra carac- {eristica que une a los tres medios es que, como son medios de transmisién de informacién, en los primeros momentos de su de- 44 ATARICION DE LA wEMRESA MODERHA® EN EL TRANSPORTE FERROVIALIO Y LAS TELECOMUNICACIONES 253, 70. Fue més que ningsia otra el Bstado Diitinico ef que se empens en tener co- monicado el mundo, 0 para ser ms es pecffcos, su impeto, donde ¢!vempo en ‘conninicar una informacSnse rebaj6 de meses 2 segundos, aunque el cnsle eco- ndmico dela transmisién intereontinen- tal era aba probibitivo, Eeuste estimado den telegrama de veinte palabras era de len dave, es deci, el salario de dos a cuatro mesés down trabajador industeial, Headvick (1991), p. 4 A Cantwell (1996), pp 252-253, y Hen- drick (199), p.5. 254 LAREVOLUCION iNDUsteAL.(c, 1760:¢, 1860) () savrollo se estimaban unos con respecto a loé otros como innece- sarios'o como sustitutos perfectos, cuando en realidail no eran ni una cosa nj otra, Bl teléfono'no exa.una forma muy superior de te- \grafo por el hecho de transmitira vor, ni Ja radio iba a terminar con las redes telegraticas y telefénicas, aunque durante el perfodo que vamos a estudiar se denominara y actuiara como un sistema de «telegralfa sin bios, por la raz6n de poder transmnitir mensa, Jes coneretos por el aire utlizando las ondas hertzianas. Evidente. mente, esto no es fo que hoy entendemos como radio, un sistema de difusién universal de la informaci6n, pero no de respuesta, La realidad fue que los diferentes medios han convivido hasta la ac- tualidad especializandose en funci6n de la informnacién que trans. titen y de cémo lo hacen, En el presente apartado pondremos es. Pecialatencién en el telégrafo, porque gracias a él se constituyé la primera zed de teletomunieaciones del mundo en Ja segunda mi- ted del siglo xx. Luego presentaremos la atelegcaia sin hiloss, es decir, la radio entendida como un sustituto 0 complemento de la red do telegraffa. Por dllimo, la telefonfa nos levaré al mundo complejo de la administracién modera de las empresas, Fue la complejidad tecnica, en constante avance en el perfodo que Presentamos (desde 1876 hasta In Primera Guetra Mundial), y el incremento en el nimero de usuarios y eomunicaciones, lo que Condiujo alas empresas de tlefonfa a asumir las formas de gestion modernas de las empresas ferroviatias, Sus retos ‘eran similares: redes miitiples, jos de transferencias voluninosos y usttatios muy dliversificados. La telegrafia (1837-1892) Jin el Reino Unido Ja primera linea telegréfica para ferrocartiles data de 1837 (establecida por W. Cooke y C. Wheatstone). il telé. exafo acompatial ferxocarril pero pronto seextendié de manera in. ependiente hacia las zonas poco comunicadas de a ish y hacia el exterior con el cable submatino, instalado en 1851, con Francia, Esta ed internacional se fa extendiendo hacia el Atlénticoy el Me. diterineo. Bs-1858 se inanguré el primer cable que unfa Inglaterra ¥ Estados Unidos, pero su calidad y potencia eran muy reducidas, Habria que esperar hasta 1866 cuando se inauguraria el cable atlin, fico, con la:ayuda econémica del empresatio norteameticano C. Field y del britanico J. Pender, El primevo habfa fmdado diez dfios antes a Atlantic Telegraph Company para levara cabo este proyec- LA APARICION Dit LA eBMPRESA HODERMA® BN JL TRANSPORTE FERROVIARIO Y JAAS TELECOMUNICACIONES 255 to, y el inglés comprometié su fortuna conel objetivo de mejorar los revestimientos del cable para hacerlo impermeable, Finalmente se constituyé la Anglo-Amevican Telegraph Company que consigui6 la instalacién de un cable de aceptable calidad en 1866. En Bstados Unidos serfa 8, Morse el primero en instalar una Iinea moderna de telegraffa con su método en 1844 entre Balti more y Washington, Bn log aftos cuarenta Jas'redes telegrAficas se habfan extendido por Estaclos Unidos,.Gran Bretatia, Francia, Alemania, Italia y Austria, dejando atrés las transmisiones por paloma mensajera’ y la telegralia Sptica, En los aitos cincuenta Francia encabezaria los tratados para Ia extensién del (elégrafo por toda Buropa, hasta constituirse en Paris en 1865 Ja Interna- tional Telegraph Union. Bn Jos atios setenta las redes habfan lle- gado-a Africa y Asia. En 1880 las principales I{neas intemacio- nales ya,estaban funcionando, y en 1874 se cre6 Ja International Postal Union como organizacién para la Bijacién de protocolos en Ja gestién internacional? El telégcafo fue fundamental para organizar el mercado de los ‘grandes pafses continentales como Estados Unidos, Canadé, Ru- sia y Australia, Asimismo, {ue Ja herrarnienta esencial para qué los imperios europeos, especialmente el britsitico, pudieran controlar cfectivamente (en tiempo real) sus colonias desde las metrépolis. Estos dos hechos determinaron dos tipos de redes; las nacionales continentales, onde Estados Unidos estaba ala cabeza, y la ied internacional formada por gran ntimero de cables submarinos y dominada por Gran Bretatia, En 1892, este pafs era el propictatio del 66 por 100 de los cables submatinos del mundo (véase cuadro 5.1), En ambos casos, el norteamericano y el britinico, el dominio de las compafifas privadas, ala hora de construir y explotar las re- des, fue abrumador, No obstante, en la red transcontinental del imperto francés se opt6 por un modelo donde el Estado tenfa una sgran presencia (un 39 por 100 de los km tendidos por Francia ios realiz6 el Fstado). También en Ja red terrestre el Estado fue constructor principal en el caso de Francia, Bélgica y Fspafia,¢ in- cluso en Inglaterra la red nacional se naciorializ6 on 1870 por las presiones del resto de los pafses pata uniformizar las tatifas. Con Ja indemnizacién recfbida del Goblemo briténico, algunas de las empresas telegréticas invirteron en el negocio del telégrafo sub- marino y en el de otros pafses.” Por su parte, en Dinamarca Jas compaiifas privadas s¢ sirvieron de las concesiones del golijern.2* TD Sobre las Vneasteleréfegs,wase Abwenainen (1986) y Ole1o "Carvajal (1993), Sobce la Union Postal y sus acuerdos, Headkick (1988), pp. 100-101; Van der ferten y Verhoest (1993), pp. & Tey Agora Weber (1993). 73. Otero Carvajal (1993), p. 153; Van der Helen y Neroest £1993), pp. 5 14 Thestrup y Johansen (1983) 256 LA REVOLUCION pus. (C. 1760-C. 1860) (1) Cuaclvo 5.1, Propiedad de los cables telegrdficos para comunicaciones internacionales en 1892 Compaias Batados ‘eal Node» ey Renee my Node Kin a Iinperio bviténieo 2571558952 HL 78K 8 SOB NRHN. 83 Tesades Unidos 2738985 100.0 ° 0 00 TT 38986 SB Timpero francs 8 1347656 BARBS 218989 Dinamarce 2 28B 9735S 3683 T 2 Bo 53 Otros 5 B 09 «$99 99235920637 Totales BA PL 89,6 AIBA. 4687110000 1), 99.3839. 75 Chandler (1987), p22. 16 Chandler (1987), pp. 284287, La explotacién de la ved telegréfica de Estados Unidos estuvo monopolizada por una sola empresa desde 1866, la Westem ‘Union, que ese misitio afio puso. en marcha una organizacién re- Jativamente similar a la de los ferrocacriles que sin grandes cam. ‘ios continué funcionando hasta bien entrado el siglo xx. La em- presa contaba,con cuatro departamentos tegionales, cada tino de ellos correspondiente a una parte del pafs (este, sur, centro y Pact fico) y dirigido por un superintendente general, stos cuatro altos ejecutivos supervisaban un {otal de 33 divisiones en Estados Unk- dos y Canad, cuyos superintendentes administraban, a'su vez, las actividades de 3,219 oficinas de telégrafos. Los superintendentes generales y los de divisién contaban con jefes de reparacién-y rantenimiento, auditores y agentes de compra. Los directores de Jos principales departamentos territoriales eran responsables ante un comité efecutivo del consejo de administracién y no ante un presidente, No obstante, su direccién nunca fue tan compleja como ka de las empresas ferroviatias, por lo que adoptaron los procedimientos de diteecién de éstas y no lideraron su innova- ci6n.7 La exigencia de disponer de una red de oficinas lo sufi- cientemente amplia fue la principal barrera de entrada a este sec- tox, porque a diferencia del cable submarino, la instalaci6n de la red lertestce era més sencilla aunque muy vulnerable, Consecten- temente, existieron intentos de compelir por parte de algunas compafifasy’ éspécialmente las fervoviatias que contaban con It neas propias como punto de pattida, pero todas lai empresas aca- baron siendo adquitidas por Ja Western Union." Slo el indémito Jay Gould podfa atacar este monopolio con éxito, Histe, tras hacer- se con el control de varias pequefias empresas de telegraffa que hhabfan establecido acuerdlos dle cooperacién con la Western Union i LA APARICION DE LA sEMPRESA MODERNA® EN EL TRANSPORT FERROVIARIO Y LAS TELECOMUNRCACIONES 257 en los afios cincuenta y sesenta, rescindi6 los contratos que ha- ian firmado,con la Western y atrajo a otras pequeiias compeli- doras de ésta. En 1878 Ja Western tuvo que comprar Ja empresa lave de ved de Jay Gould que comunicaba con o mercado suida- mericano, la Atlantic & Pacific, al precio que éste marcaba, Peto Jay Gould respondié fundando en 1879 una red ands potente lla- mada American Telegraph Compay, se interné en el mercaclo ca- nadiense e inicié Jos planes para un cable trarisalldntico. Las ac~ clones de la Western Union cayeron en picado y Jay Gould se convirtié en el mayor accionista ce la misma, A continuacién for- xb al consejo de administraci6n de Ja Western Union a com precio que él marcé a Ja American Telegraph Compay. fay Goud se hizo con el control (otal de Ja Western Union en 1881, ponien- do de vicepresidente a su hijo G. Gould y aT. T. Ecker como rector general, Seguidamente, construyé dos cables transalénti- cos, Dos aiios més tarde J. Mackay, el editor del New York Herald, y G. F, Baker injciaron la competencia contra Jay Gould con sus compafifas Postal Telegraph (red pacional) y Commercial Cable Company {eable transatlantico). in 1887, Makay y Gould Iegaron aun acuerdo por el que sus compafifas utilizaban indistintamente sus lineas y se repartian el mercado norteamericano, pero siempre {eniendo la posicion de fuerza la Western Union, Finalmente, en 1911, Ja Western Union se hizo también con el control del AUénti- co norte. . Recuadro 5.3, Jobn Pender: el cerebro de los «nervios» del Impe- rio briténico * Siel dominio briténico era aplastante en In explotaci6n fnternacional de Jos cables transocedinicus, mucho mayor era en el caso de Ja fabricacién y cltendido, Una sola compaffainglesa fabricaba las tes cuartas partes del cable subimatinot Ja Telegraph Construction and Maintenance Company (1Cée4) de J, Pender: El resto de la fabricacién también estaba en manos {nglesas, con Ja excepcién de dos compafifasfrancesas que eran enpaces de hacer tendidos medianos (transmediterrénens), Alemania vo constr y6 cables sumergibles hasta finales del siglo xo. Estados Unidos hasta ~ Jos afos veinte. Esta concentraeién eva debida a que el lendido y mante- nimiento de los cables eran tarens costosas y de alta procisién, Asf, por «ejemplo, ol Great Eastern de la TC&M y el Hooper, arabos dedicados al tend izaunoveinico de cables, fueron unos de Jos mayoxes barcos de su tiempo. Apart, cada gran cable solfa tener un barco de reparaciones mo- viéndose a lo Jargo de Ia linea. Las reparaciones eran tan complejss que 258 LA wevoLUciOn mpusTrIAt. (C, 1760-c: 1860) (1) : fue loge que los constructores también acapararan el mantenimiento, Bn 1896, de los treinta barcos dedicados al tendido y smantentmiento, veintiocho eran ingleses y dos franceses. Los alts costes en el tendido y mantenimiento tuvieron dos repeteu- siones en as compafifas explotadoras, Por una parte, alargaron la vida ttl el cable hasta incluso después de que quedaran obsoletos, Esto incentive Ja investigacin en la teenologta de transmisién y dej6 aparcada la del ea- ble. Los objetivos enka mefora dela transmisién seceritraron enla caridad : dela etal, enel nimero de palabras transmitidas por minuto (que pasé de 2S en 1858 a 60 en los afios selenta y 90 en 1894, luego en los aiios setenta se consiguié la transmisi6n al unfsono en armbas drecciones) yenavvlo- | cidad, En este titimo aspecto cuanto més directa era la conexién més ré- pida era Ela, como en el enso delas bolsas de Londres y Nueva York, don- de una transmisién tardaba entré dos o tres minutos en los aiios noventa, ' ) pero oda dilatarse hasta los cen minutos entre Inglaterra y Austialia, No cobstante, de todos es conocida fa anécdota de'que en 1924 el rey George. « consiguié que su telegrama diera la vuelta al mundo en ocho segundos.La olrarepercusién dels elevados costes ena fuertecartlizacion delsec- | torpara protegersetde Ja competencia de nnevos cables mis potentes, BB mercado més competido fue el del Atlintico Norte, donde compi- tieron las empresas briténicas, francesas y norleamericanas, La comp: fifa de explotacién de cables de J. Pender (propietario de la constructora ‘TCAM) para el Ailintico era lg Anglo-American Telegrahp Compay. Fue la pionera estableciendo varios cables desde 1866 hasta 1880 entre Inglate- tra y Estados Unidos La siguieron Je Société du Cable Transatlantique —* Frangais de J, Reuter y B, Erlanger en 1869. Ambas compari estable- cleron um earie’ en ra mponer as mismas aia, peroen i673 1a | francesa fue absorbida por la Anglo-American. Un afio més tarde esta, | ‘compafifa tenfa como competidora a la también briténica Direct United”! States Tlegraph Company. El eable de esta dla era mejor ysuinstala- * 5 i cién fue del orden de seis veces més barata, de modo quelos precios eran 5 nds bajos, La Anglo-American no podia competir en.el mercado, por lo | | ‘que compré la mitad de las acciones de la compaiifa Direct para mante- ; netla bajo su control. En 1879 oparecié de nuevo la competencia desde Hane °°, Ffaneia con It Corpagnie Frangats du Télageaphe de Paris & New York, ppeto finalmente tayo problemas financieros. Fue entonces cuando la An- _glo-Americar! sé encontré con su digno rival el americano Jay Gould pro- i“ pietario de la Western Union ‘Telegraph Company. Entre’ 1881 y 1887 la “Westen Union y st asockada la Commercial Cable Company tendieron i tres cables mAs directos, répidos y baratos, Bn 1941 Ja Anglo-American | de§6 en arrierdo sus cables a la Western Union. Inglaterra estaba yer- ' diendo aceleradamente su posicién de, monopolio en el cable submarine i 1A APARICION DE LA «EMPRESA MODERNA® EN FL TRANSPORTS FERROVIARIO Y2AS TELRconUAeACIONES 259 enel Alléntico Norte. Al final del siglo xix esa parte de los océanos conta- ‘ba con dieciséis cables, de los cuales once estuvieron trabajando hasta ‘ después dela Segunda Guerra Mundial, Siete eran buiténicos, wes ameri- canos y uno francés. ‘Sin embargo, el verdadero poder de J. Pender estaba en Jos otv0s océa- nos. La tecnologia inglesa del cable submarino dominada por las compa- fifas de J. Pender no encontraba rival en Africa, Asia, Australia y América del Sue Bntie 1868 y 1870, J, Pender creé seis compaifas le explotacién de cables: Falmouth-Gibraltar and Malla, Anglo-Mediterranean, Marsei- Hes, Algiers and Malla, Mediterranean Extension y Buitish Indian Sub- marine Telegraph. Cada una era independiente para que los posibes pro- blemas de una no arrastraran al resto, pero en 1872 J. Pender se sintl6 [fuente y Jas unié en la Bastern Telegraph Company con vn capital de 3,8 i rnillones de librasestertnas, Bste proyecto iba acompatado de otto en el ‘que Jas tres compaffas que unfan la India con Chins y Australia se fusio- naron en 1873 en Ja Eastern Extension Australasia and China ‘Telegraph Company eon un capital de 3 millones de libras, Fue el analistaG. Peel quien en 1905 denominé a estas empresas de J. Pender como «fhe Ner~ ves of the Empires. Entre 1873 y 1885 J, Pender constituyé otras seis compaiifas para congctar Ja red por América del Sur y Africa. En princt- 1 pio eran empresas independientes, pero J. Pender intercambiaba alos di- , reclores de unas con Jas otzas, incluiclas la Anglo-American y la TC&M, i yal frente de todas estaba él o su hijo D. Pender o algtin miembro de la | ‘}) > realeza, Incliso siamese todos Jas compitils tenfan su sede central en el mismo edificio! Winchester House en la OKI Broad Street de Lon- J dres y desde 1902 en la Electra House in Moorgate Los telegrams «via | Basterné flufan por todo el mundo, sélo la Eastern and Associated Com: panles posefa el 45 por 100 de todos los kilémettos de cables submarinos del muito en 1892 ye 40 por 100 en 1923. Fsto determinaba que més de Ja mitad de les noticias, de los despachos diplomiticos y las infororaci nes cometciales del mundo pasaran por los wnervlos» de J, Pender J. Pender nunca cont6 con subyenciones 0 ayudas del Estado, aunque éste haba declarado su interés en promacionat el cable-La estrategia de J-Pender fue lade asegurarse la participactdn de Jos comerciantes © in- Australes briténicosy, para consegulelo, se sirvié dela monacqul, ya que Jogeé parsi sus empresas la direvcién honorffica de los miembros ile fa Co- roma. A st ver, no dudé en indicara las autoridades coloniales ya las me- (ropotitanas que él era el medio por el que corrfan Ins decisiones del jin- perio, y que las conocia, por tanto pedia que se le reconociese sit importancia y que os miembros de la Corona representsran.t=2orifica mente a las compatifas. Ninguna otra compaiifa consiguié semmejante fm plicacién de Ja monarqufa britdnica. Este apoyo tAcito permitié a J. Pen- 260 1A RevoLUCidN nUstRIAL (C, 1760-c, $860) (1) dlr despreciar la instalacin de eables en morcados secundarios o diffei- les, como e del Caribe, donde el ntimero de transmisiones eta bajo y el <-+-»- coral rornpfa continusmnente el eee, 77a comocer el inicio de b raiti- fusiéu en Fstados Uns, véase Slaten (3995), 78 -En este apalado enttames lrectae rienteen el Hanconi empuesaioy dee sos de lado la controvesia sores ve 41 realmeute ef fnventor de Ia catio w ©. Lodge, para més ifornaclgn, Hong (1994). J, Pender intent6 Ja misma estrategla con las auloridades de imperio spatial, portogusy Craneés, y reé cuatro grandes compasias que final- mente tuvo que vender a sus competidores o a los propios clientes, Més éxito tuvo en sus alianass con Ia firma danesa Great Northern Telegraph Company. La TC&M fu la encargada del tendido de la red de la compa- ‘la danesa que unfa Inglaterra, Bscandinavia, Rusta, Siberia, China yJa~ pn, A paitir de Japén la Great Norther tenfa un acuerdo de coopera- cign con Ja astern Uxtension de J. Pender para la explotacton y conexién ala red mundial, No cabe dua de que, como indica Headrick, la Eastern and Associated Companies fue la multinacional més grande del siglo xi. Pure: Headtick (1991), caps 2y 3. a telegyafia sin hilos: fa radio entre 1896 y 1919 BI perfodo que media entre mediados de_Jos attos noventa del si- glo xx y principios de los afios veinte del siglo actual, fue para la radio uma fase en la que ésta se entendia como un método de «te- legrafia sin hilos», No serfa hasta los aos veinte cuando se inicia- ta la vegulacién de la uilizacién del espectro radiof6nico y apare- cieran las emisoras de radio y con ellas Ja radiodihisién, una actividad empresatial totalmente diferente a Ia atelegrafia sin hi- Joo.” : A finales del siglo xxx, W, Preece era el jefe de ingenierfa de la Post Office de Inglaterra, Habfa trabajado durante afios para con- seguir la transmisién telegréfica sin hilos pero no fimcioné, ast que cuando le presentaron a G. Marconi, Preece aprecié la valfa de sus experimentos y financié sus investigaciones y demostracio- nes entre 1896 y 1897.7 Sin embargo, cuando Marconi decidié formar la Wireless Telegraph and Signal Company y no ceder el invento a la Post Office, Preece se convirtié en uno de sus mayo- res antagonistas y la Post Olfice se negé a utilizar el sistema Max coni, La radio demostr6 ser un elemento esencial para las arma- das, tal y contig fifa previsto el propio Marconi, A principios de siglo 2x las armadas inglesae italiana se habfan convertido en sus dos mayores clientes, La armada francesa esperé a que entrara en. funcionamiento la Marconi francesa, pero los alemanes desarro- Haron un sistema apoydindose en la AEG para saltarse el monopo- Jio de las patentes de Marcori, El sistema alemén infringta los de- : i LAAPARICION DEA wEMPRESA MODERNA® EN EL TRANSPORTR RRROVIARIO Y LAS TELECOMUNICACIONES 261 rechos de Ia Marconi, pero siguié adelante y fue su rival, También Ja Siemens und Halske desarvollé su propio sistema. Mientras tan- to, ls grandes empresas inglesas de material eléctrico como la TC&M no apoyaron el sistema de Marconi. Al inicio del siglo x Marconi se propuso formar una empre- sa de radio-tan formidable como a Eastern Associated Compa- nies en el cable, Bl primer paso fue integrar vetticalmente las actividades uniendo la fibricacién y el negocio de la comunica- cin, Comenzar ofteciendo el servicio de radiotelegrafia para el interior de Inglaterra xa atacar de frente el monopolio de la Post Office, asf que prefitié fundar ky Marconi International Ma- sine Communication Co, Lid 51 negocto de esia coypresa con- sistié en alquilar sus estaciones de radio y operadores a las com- pafifas navieras y cobrar por el servicio de comunicacién prestado a bordo y en sus estaciones costeras, pero no permi- tiendo Ta inteicomunicacién. Bn el acto, Jn telegratia sin hilos mundial se convirtié en un monopolio. Las autoridades briténi cas Intentaron érear una especie de monopolio estatal de la tele- graffa sin hilos dominado por la Post Office, Lloyds y la Marco- ni sélo como fabricante, pero la Marconi International ya habfa demostrado su poder de monopolio: Conselentes de este poder Jas autoridades alemanas forzaron Ja unién de los sistemas de ARG y Braun-Siemens-Halske para ctear en 1903 ta Telefunken, con la obligacién, no cunplida por lus principales eompatias na- vieras, de que todos los barcos y estaciones alemanas tuvieran el nuevo sistema, Ademés, hicieron la primera Conferencia Inter- nacional de Radiotelegrafia donde invilaron a Gran Bretafia, Francia, Espafia, Austria, Rusia, Italia y Estados Unidos para proponer ef sistema alemén que permitfa Ja libre comunicacién entre usuatios. La Conferencia fue un fracaso, aunque la Post Office y el Gobiertio briténico estaban decididos a terminar con el monopolio de Marconi, iin 1905 apareci6 la Witeless ‘Tele- graphy Act que daba a la Post Office el poder de entyegar las.li- ccencias para las estaciones fijas dle radio, dando un plazo de ‘ocho aitos de itlizacién a Jas de Marconi International, quien fi- nalmente vendi6 a aquélla sus Jicencias, La competencia de Te- lefunken fue en aumento porque esta empresa se concentré en la investigacin sobre la mejora de la calidad de transmisi6n a dis- tancias crecientes, pero el sistema Marconi segufa siendo muy clectivo, especialmaite en fas armadas, la maycafa de las cuales siguieron utilizéndolo. En lo que al mercado alemén respecta, Telefunken y Marconi acabaron constituyendo una empresa con- 79 Para el tema de la rao se ha tie zado el capfiolo 7 de Headtick (1991). » Ter (1996). : 80 Sobre esta empresa, véase. Baker (199%), captuo 8, y Scholl (1998), pp. 206.207. 262 14 neVOLUCION neDUSTIAt?(c. 1760-c. 1860) (1) i junta encargada de gestionar las estaciones de telegraffa sin hi : B1_Meadrick (0991); Raker (1996), pp. los.” ‘ 9497 y 13213 y Schl (198, pp.207 Bnive 1905 y 1907 Marconi decidis sustituir.a la Anglo-Ame- — j i _ Hea en su cuasi-monopolio de las transmisiones transocednicas, : El resultado fue desalentador por las interferencias que habfa en la seal de un lado a otro del Atlantico, aunque el coste de la co- municacién era Ja mitad, La clave para mejorar Ja.transmisién : pasaba por desarrllar las vélvulas de vacfo y Ja genetacién de ‘ondas continuas, una carrera en la que no dudaron en entrar norteamericanos, ingleses y alemanes, Entre tanto, la Wireless.de : Marconi conttaté a G, Issaes coms director Se trataba de un ex- pperto legal en patentes y un acreditado- financiero, A partir de 1910 siguid una politica de demandas sobre los competidores su- snamente efectiva, enfrentindose a la United Wireless Compay y~: controlando, a través de su filial americana, buena parte del i mercado de los Estados Unidos, pero en 1914 estaba claro que la US. Navy, ln Federal Telegraph, GE y AT&T habfan unido sus. fuerzas para expulsar a la Marconi, La clave tecnolégica estaba en el desarrollo de los tubos de vacto desarvolladas justo antes de Ja Primera Guerra Mundial. Dichos tubos revolucionarian Ja EE 2 1 tubo de vcfo fur investado por _tecnologfa de transmision.® Estos tubos permitfan entender la |, J.A Fleming y L. De Forest princplos radio no como un sustituto del telégrafo, sino como la primera de los ahos diez, Bn 1913, 1. Langmuir, de i i i i" Set 5 TaGeneral Sleita desulléte tuhade eran industria de informac{6n. y entretenimiento del siglo xx: la | ‘velo umpliicador rentable paca serusae _radiodifusin, tal y como hoy la entendernos, Bl stiefio'de Mat- Geennirnaisin Teds? go habia init a J ver desde el Indo teenolgico yompre ieee rtsoecteacaontles —saral, Ahora una nueva compaiia, RCA. (Radio Corporation of (Gra meter esl yao para rao la transmision por ondos continua, La radio stangue no despreccha fa prafiidan de bA¥ecfa como un nuevo negocio y la atelegraffa sin hilos» que- : dominar 1s wsnoogia de los tubos dese~ aba como un complemento de la telegralla normal. De hecho; Ee dcninsniwerty seal ire 7 Jas autoridades britfnicas y su mundo comercial estaban satisfe- toni J vender Bif-dcla fratrne, hos con Ja estructura de sus telecomunicaciones, Para ellos el Jv las prestasiones de los ubos de va- sistema Marconi era un complemento de sus xedes de cables, . a Lirighpoaeyynianirisy sapere que permilfa conectar a partir de las estaciones terminales de te- ‘cons de ibieatpandes cantidades de _1eCaf0 con Jos barcos y otras estaciones dificiles de enlazar por i America), controlaba las patentes relacionadas con Jos'tubos de | estaba inds preoeupatla por hus apli- | taba nds presse pr Bsa Gloster deuce gure cable, Para Js britnicos el proyecto de Matconi de suit al Gen de ondas cntinuas en verde seba- ; een Gannon Racin, sistema telerfieo por no de radictlegrafatampoco tenia va pam. Jox® Bl gran negocio de la «telegrafa sin hilos», tal y como lo : 83. Headsick (1991), yBaker (1986 ea- __haabfa. pensalo Marconi a lo Pender, hab desaparecido con el pill 15, tubo de vacfo y las nuevas compafifas de radiodifusign como la : RCA, . LA APARICION DE LA ®EMPRESA MODERNA» EN Fl TRANSPORT FERROVISRIO Y LAS TELECOMUNICACIONES 263 La telefonta (1876-1917) El telefono fue patontado por A. Graham Bell en 1876 y alaito si Bulente constituyé la Bell Telephone Company. Bell comparte con Mareoni una misma caracteifstica, ambos eran cientflicos, pero espectficamente no eran eléctricos, de haberlo sido y tenfendo en cuenta e} conocimiento de la electricidad que se tenfa en su época hubieran despreciado la posibilidad de inventar y desarrollar el te- lefono y la radio, respectivamente.™ Bell estaba intentancdo mcjo- rar la transmisi6n telegréfica aumentando el némero de sefiales diferentes mandadas al unfsono (sistema multiplex), cuando con- .. Siguié transmitir accidentalmente el sonido, Evidentemente, la Western Union se interesé por el nuevo proceso y conttataron a Thomas A. Edison para conseguir lo mismo, pers bajo una paten- te que no tuvicran que pagar a Bell, La decidida posicion de Bel, que estimaba que’ el sistema de patentes norteamericano le daria Jaazén,y elhecho de que Jay Gould'estuviera alacando a la Wes- tern Union, levaron a ésta a vender todos sus derechos en 1879 a Ja compatifa de Bell y a abandonay el mercado del teléfono. La Bell Company se capitaliz6 en 1880 y conraté aT! NE Vail para que le diera una estructura moderna (generalmente’Ja Bell es conocida como Bell System). Al igual que Bell, Vail sabfa que Ja clave del cfecimiento de ln'empresa residfa en la extensién de Ja red a Jarga distancia, porque cuanto més se exlendfa una red inicialmente local, peor era Ja transmisién y més cara. Por cada auevo abonado que entraba a participar en Ja red Ja centvalita debfa ser capaz de ponerle en contacto con el resto, de mado que cada nueva entrada en servicio de un nimero forzaba a la cén- tralita a multplicat su “capacidad anterior y aumentarla en una unidad, Desde el principio la Bell fue partidaria dr. discri el mercado, es ms, la compaifa entendia que el telefono era ian bien de consumo de alta renta, caracterizado por Ja’ atencién petsonal de la telefonista y de los otros empleados de Ja compa- ‘fa, Pero dentro de ella los ingenieros apostaton por un servicio automatizado y generalizado.® Bl problema era que en una cen- tralita manual se alcanzaba répidamente el equilbrio entre ef coste marginal y el ingreso marginal. Esto conducfa a Ja exte- nuacién de los eejércitos de telefonistas» y al atasco de lo, cen- tralita. La Bell s6lo inabfa consegiidé eludir el problema mo- ‘menténeamente haciendo’del teléfono un bien de alta renta del mundo de los negocios. A finales del siglo xtx hubo intentos de 84 Boll seals que cusndo inicfS mis experineios eaned telefono na teafh co ngelmento clentfico algino sobve elec- feeldad, ¥, de no haber sido ast, jams Drabefa realizado los descubsineutos qiie culisinaton en mi éxito. Dudo que tn leetieista hublese yd invent el c- Ieforo. Las ideas que hicieron posible al telefono no se me babrfon ocuttido 0 Jos habrfa descartado como una Joeuta ‘nis, Entrevista del If de junio de 1904 * ‘en The Evening Stor También Belly Ma- cont tuvleron setos eponentes que afi amabat no sin razbn fa preeminencia dle sur fnveatigaciones ¢ invenciones, Hong (1994) p.717, 85 -Green(1995). 86 Afinales del siglo ox els tal de ina ted ocal no poi pasar de 45 usuatios a prinlpios dl XX una ope tia se encargaba de 100 usuarios, evo Jos po eancctar eon otro 10.000 po- niéadose en contacto con otras 100 tle- fonts En los ais diez la compa o- cal de Nueva York utlzaba na fuetza Joboral que equivalfa et 95 por 100 det total de mujeres de a ciudad en 1920, ya Inicio wa r4pido proceso de automali- zacién, se Heg6 a 19 por 100 y las pres slones sin automatizacion se situnhan pare 1930 en e143 por 100, Green (1995), 1p 926927 y 92, 264 “La eewontierOn wepusrnaat (C. 1760-c-1 860) (1) BI Green (1995), 88 Después de Primera Guera Mun. id es ingenferoWo Bel demostatom que er posible Ig attomattzaeion de ta cznkolita, Adem asses dls te- Jefonistes se ineveimentaron répidsmen- te, BT sistema de. atencién perzonal se transfor hacia un sevcio ds gene tals eecutivos sen alee strict ed setvioes, Green (1995), p. 916. , Ja competencia por imponer los sistemas autométicos, pero éstos {allaban y aunnentaban los costes de instalacién y mahtenimien- to, La primera centralita automética que realmente: funcionaba fue la de Strowger Automatic Telephone Exchange en 1892, Sin embargo, resultaba costosa, en especial porque itecesitaba a un personal muy bien entrenado para manejarla y, como sostenfa D. Lockwood (el abogado encargado de patentes de la Bell), las telefonistas introduefan decisiones infeligentes que un aparato automético era incapaz de realizar®” El sistema manual suftis mejoras y el personal fue mejor entrenado hasta conseguir una ratio de una telefonista por cada 100 usuarios, No obstante, mientras !a automatizacién no se lograra yla ca: lidad en la tvansmision a Jarga distancia no se consiguiese, el telé- ono careceria de economias de escala.* Vail, consciente de estas rémoras, concibié que In nica manera de crecer empresarial- mente serfa, de momento, con redes locales-suburbanas.y cables de larga distancia (Interurbanos) entre dos usuarios capaces de pagar toca la infraestructura entre los dos. Tanto Vail como Bell confiaban a la investigacién la definitiva soluctén de los proble- nas que impedian alcanzar econdmias de eécala, La proteccién del negocio pasé a basarse en las patentes, la investigacién y el control de las redes locales. Para conseguir este dltimo punto, Vail propuso que la Bell Company tomase acciones de todas las em- presas que estaban desarrollando redes locales con el equipa- mniento de la compaiifa. Se trataba de una medida cara, pero esen- cial mientras no se lograra la automalizacién y la larga distancia, de lo contrario las redes locales crecerian indiscriminadamente, y al inal habrfa una red que no serfa de la Bell Company, una red por la que habrfa que competir a elevaclos precios cuando se tu- vieva la aulomatizacién y la transmisién a larga distancia, Bl con- sejo de administracién contemplé el negocio como el de la venta de multitud de redes locales, no como una sola red; por tanto, apart a Vail aJa filial encargada de desarrollar Ia larga distancia: American Telephone & Telegraph (AT&T), Bn 1897 la ATT consiquié una priniera conexi6n de calidad a Janga distanicia entre Nueva York, Albany y Boston, La larga dis- tancia dispit® inmediatamente el crecimiento de las redes loceles ante la posibilidad de conectar las redes locales de unas ciudades con las de otras: se pas6 de 30.000 aparatos en 1894 a 656,000 en 1899, Ademés, desde 1890 habfan caducado Jas patentes origina- les de G, Bell, de modo que la Bell Company s6lo pudo protegerse empresarialmente por el control que le daban las patentes de a” ae etait iti Sia LA APARICION DE LA GEMPRESA MODERNA» EN El. TRANSPORTS FERROVIARIO Y LAS YELECOMUNICACIONES — 265 larga distancia. No obstante, Ja estrategia de Ja investigacién ter- miné dando sus frutos justo a tiempo. Primero, a finales de Jos aijos ochenta aparecfa el sistema eMultiple», que permitfa conec- tar varias centralitas hasta (ener interconectados a unos 10.000 usuarios. Después, con la entrada en servicio de las primeras cen- tralitas con relés (la N° 1 Relay Switchboard), a finales de los afios noventa, se inici6 el periodo de aulomatizacién. Bl servicio se des- personaliz6, la atencién directa de a telefonista se limit y la cen- tralita se Hlené de luces qu indicaban las conexiones a realizar por parte de letelefonista, Ante esta situacion Ia Bell System introdu- Joon 1902 la escucla de entrenamiento para telefonistas y los mé- todos cfentficos de trabajo (las telefonistas ya no decfan «Hola, directamente preguntaban «Nimero, por favors). Con estos cam- bios se alcanz6 un tiempo medio de establecimiento de llamada Jocal entte los 5 y os 10 segundos? El consejo de administracién {uvo que seconocer que Vail tenfa raz6n y volvieron a incluitlo en sus reuniones en 1902. Scis aftos ins tarde sé tenfa el dinero suficiente pata Uevar a cabo.su plan de control sobre Jas compaftas de redes locales y Vail volvié a la presidencia.® Puso al frente de la red a la AV&T porque ella era ahora el alma de la red, reforz6 a la consinictora, la Western Blec- tvic,y control6 las compafifas locales por medio del sistema de As- sociated Companies. Una estructuta que no deja de recdrdar a Ja ‘qué hizo J, Pender para su red mundial, Hacia ‘1911 Ja larga dis- tancia y una cierta automatizacién eran una realidad! En Nueva York la media de llamadas de la red Jocal era una cada 3,2 segun- dos. Entre 1914 y 1917 la AT&T instalé varios tipos de centrales manuales, semiautométicas y totalmente aulométicas para vevii- car cual de ellas, y en qué condiciones del tamafio de la demand, “era més satisfactoria. Estaba claro que el camino era Ja total au-* tomatizacién, donde se lograban las mayores economfas de esca- Ja, especialmente después de que, primero, el Gobierno pasase a ser el mayor cliente, segundo, el conjunto de la poblacién deman- dase el teléfono como un servicio universal y, tercero, el encareci- lento de la mano de obra femenina hiclese insostenible econé- infcamente los sistemas manuales. Bsta situacién condujo a una safuracién de las redes y a deterioro del setvicio, Jo cual fue apro- vechado, ante los requerimientos del Gobierno, para realizar una campajia de aulomatizacién, y estandarizacién que implicé Ja transformaci6n de la ALT en cl gigante de las telecomunicacto- nes, posteién que ha mantenido hasta nuestros dis. 89 Groom (1995) pp. 150933. ‘ 90. Chendler (1989), pp. 287 y 88 91 Segin Muller (1988), p. $59, hasto 1910 el servicio automtica no era comn- pattvo frente al manual, 266 1A REVOLLUCION INDUSTRIAL (C. 1760-C, 1860) (n) ‘As{ pues, las compafifas ferroviartas y telef6nicas, y'en un se- i undo grado las telegréficas, a través de la creacién de una es: ~ tuctura administrativa y un sistema contable nuevos, reemplaza- § + ron buena parte de los mecanismos de mercado, No todos, y buena muestra de ello es que siempre tuvieron que enfrentarse a Jos especuladores, porque estos diltimos encontraban las debilida- des de las nuevas grandes empresas cuando éstas pasaban de sus- {itwir a despreciar el mercado, La frontera entre la sustitucién y el desprecio era el nicho de personajes tan forinidables como el «Me- : fistofeles cle Wall Streets, Sin embargo, las cosas habfan cambia- doenel capitalismo, porque en las nuevas empresas gerenciales la x corganizacién y coordinacién interna, asf como la asignacién de : sus recursos y la optimizaci6n de Jos mismos ya no estaba s6lo al =, albur de lo que Adam Smith denominé la mano invisible de las i fucrzas del mercado: i vu las compaitfas norteamericanas de transporte y comunicaciones ya no compelfan de la forma tradicional, Las exigencias de las nuevas tec nologas habfan hecho obsolta la competencia entre pequefis unidades 7 - «que no omutrolaban los precios, preciasestablcidos por ls fuerzas de la fevtay la dennunds, Al comenear el siglo 3x, economistas, empresarios y policas se ageuparon para desarollr tna nueva teorfa del smonopetio + y un nuevo método de control piblico de reglamentaciones de empresas que ya no eslaban reguladas por los mecanismos del 92 Chandler (1987), pp. 291-292, mercado. Tn los decenios siguientes, estas innovaciones Gomenzaron a! difundivse en la industria, los servicios y el comercio, especial- mente en las empresas suministradoras de luz, energia y calor, porque en ellas la coordinacién dependia, como en los ferrocatri- + Tes y las telecomunicaciones, de un proceso de produccién conti- ino, caracterizado por Ia naturaleza de flujo que determina la consecncién del producto: la coniente y la destilacién. BIBLIOGRAFIA SELECCIONADA Para kn organizacién empresarial del comercio antes de la apari- cin de tn empresa modernae, los mejores trabajos son los de Porter y Livesay (1971) para’ Bstados Unidos (el apartado dedica- do a esta cuestién de Za mano visible, de Chandler, se apoya sus- { i 4 f ! Green (1995) para el telefono, Sobre el papel del ferrocartil, cl fancialmente en este libro) y Chapman (1992) para In Para cl surgimiento de empresas especializadas on cl matitimo, véase Ville (1993) y Valdaliso (1996). Sobre la banca, ademas de Jos trabajos clisicos, ¢s muy teco- mendable Ja lectura de Collins (1994), Garcia Lépex (1995) 0 North (1997) para Ia evolucién de Ja empresa banavia; y de La- moreaux (1994), Broeze (1996) y Newton (1996) para las relacio- anes entre barica y ottos negocios en este perfodo, Sobre la industri, junto a trabajos clisicas como ei de Rosenr- berg (1979) sobre la industria de méquina-hertamienta norteame- ricana, som interesante Jos estuins de’ Sivanton (198) y Roses (1997) sobre la industria textil, Zeitlin (1997) sobre la industvia de construcciones mecsinicas, o Ingham (1991) sobre la sidevungia. Por iitimo, Sobre la aparicién de a empresa modeina en el transporte ferroviatio, Chandlet (1987) sigue siendo una referen-

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