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Teniendo en cuenta que la administración pública tuvo varias facetas en la discusión como

campo de estudio, por ejemplo la competencia frente a las funciones administrativas de los

diferentes poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial al igual que la vinculación los

fundamentos del derecho y la participación de la política; en este sentido es importante destacar

el trabajo de autores que como Leonard D. White, quién en su análisis de la administración

pública formuló una serie de suposiciones: la administración es un solo proceso, aplicable a

todos los niveles de gobierno (municipal, estatal y federal), la independencia de la

administración frente al derecho administrativo, la administración sigue siendo aún arte,

buscando de todas maneras la transformación de la misma hasta convertirla en una ciencia y

adicionalmente la administración seguirá siendo el principal problema para todo gobierno, ya

que de ella depende el buen desarrollo de las políticas públicas gubernamentales.

Todo lo anterior basado en la especialización de las diferentes funciones del Estado como lo

es el ejecutivo, el legislativo y el judicial y su vez aparece la participación de la clase política y la

cooperación de la sociedad en general para sacar adelante los programas de gobierno y así darle

voluntad y expresión al Estado y la ejecución de esa voluntad.

La política y la administración -a pesar de que muchos estudiosos han estado en contra-,

siempre existe una fuerte relación entre las dos, no puede haber política sin administración y

viceversa. Por ejemplo en los Estado Unidos existieron corrientes en pro y en contra de esta

dicotomía, apoyados en tesis como la que manifiesta que es buena esta relación en el sentido de

una participación activa del legislativo en apoyo al ejecutivo; mientras al contrario los que
piensan que es mala se basan en que la participación política frena el actuar del poder

burocrático.

Ahora bien a mediados del siglo XX, hubo una “crisis de identidad” en la administración

pública moderna, en donde los eruditos del tema trataron de resolver, entre los cuales por los

años ´70, apareció Ostrom que postuló un nuevo enfoque llamado Nueva Administración

Pública, esculcando al interior de la misma administración, replanteando su campo de

conocimiento y mirando hacia el futuro en su desarrollo; claro está que esta no fue una solución

de raíz ya que la administración ahora necesitaba un nuevo estilo de organización y de proceso

administrativo; facilitando la participación de los diferentes actores de la sociedad.

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