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Tratado de

Psiquiatría
Se ha puesto todo el empeño en asegurar que los contenidos
de esta obra sean completos, exactos y actuales
en el momento de su publicación, pero Oxford University Press
no puede asegurarlos ni garantizarlos. Los lectores deben seguir
el consejo médico cualificado en todos los casos.
La información de este libro intenta ser útil al lector, pero
no debe ser utilizada como un instrumento de autodiagnóstico
ni para la prescripción de medicación.
Tomo I
Tratado de

Psiquiatría
Michael G. Gelder
Emeritus Professor of Psychiatry,
Wameford Hospital, University of Oxford,
Oxford, Reino Unido

Juan J. López-Ibor Jr.


Catedrático de Psiquiatría,
Universidad Complutense de Madrid, España;
Presidente de la Asociación Mundial de Psiquiatría

Nancy Andreasen
Director, Mental Health Clinical Research Centre,
University of Iowa Hospital and Clinic,
Iowa City, Estados Unidos
Revisión científica de la traducción
Isabel María Argudo Capel
Psiquiatra Especialista de Área, Departamento de Psiquiatría, Servicio de Salud Mental Chamberí (Área 7), Madrid
Alfredo Calcedo Barba
Profesor Titular, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid;
Servicio de Psiquiatría, Hospital Gregorio Marañón, Madrid
José Luis Carrasco Perera
Profesor Titular, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid;
Servicio de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid
Julia María del Río Vega
Psiquiatra Adjunto, Servicio de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid
Filiberto Fuentenebro de Diego
Profesor Titular, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid
María Inés López-Ibor Alcocer
Profesor Titular, Departamento de Psiquiatría, Facultad de Medicina, Universidad Complutense de Madrid
Carmen Ponce de León Hernández
Facultativo Especialista de Área, Servicio de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid
Blanca Reneses Prieto
Médico Adjunto al Jefe de Servicio, Servicio de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid;
Departamento de Atención Psiquiátrica y Salud Mental, Servicio Madrileño de Salud
Margarita Sáenz Herrero
Facultativo Especialista de Área, Servicio de Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid
Javier San Sebastián Cabasés
Jefe de la Unidad de Psiquiatría Infanto-Juvenil, Hospital Ramón y Cajal, Madrid
Carmen Valiente Ots
Profesor Asociado, Facultad de Psicología, Universidad Complutense de Madrid;
Psicóloga, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid
María Isabel Vázquez Souza
Médico Psiquiatra, Unidad de Media Estancia y Residencia de Discapacitados Psíquicos, Complejo Asistencial Benito Menni, Madrid

Pliego de láminas en color entre páginas 224 y 225

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© 2003. Psiquiatría Editores, S.L.


Paseo de Gracia 25, 3.º - 08007 Barcelona (España)
www.stmeditores.com
ISBN 84-9706-043-1 Obra completa
ISBN 84-9706-053-9 Tomo I
Versión española revisada y actualizada de la obra original en lengua inglesa New Oxford Textbook of Psychiatry,
de Michael G. Gelder, Juan J. López-Ibor Jr. y Nancy Andreasen, publicada por Oxford University Press.

© Oxford University Press 2000


ISBN 0-19-262970-0
New Oxford Textbook of Psychiatry was originally published in English in 2000. This translation is published by arrangement with Oxford University Press.
New Oxford Textbook of Psychiatry se publicó originalmente en inglés en 2000. Esta traducción se publica por acuerdo con Oxford University Press.

Depósito Legal: B. 50.194-2002


Composición y compaginación: A. Parras – Av. Meridiana 93-95 – Barcelona (2002)
Impresión: Domingraf Impressors, S.L. – Polígono Can Magarola, Pje. Autopista, Nave 12 – Mollet del Vallès (Barcelona) (2002)
Printed in Spain
Prefacio

Pueden considerarse tres temas en la psiquiatría contempo- están empezando a revelar los mecanismos neurobiológicos
ránea: el creciente acuerdo en la disciplina, el gran avance cien- implicados en los trastornos psiquiátricos. Así, por ejemplo, se
tífico y el crecimiento de su práctica en la comunidad. Hemos ha realizado un importante progreso en la comprensión de la
intentado reflejar estos temas en el TRATADO DE PSIQUIATRÍA y enfermedad de Alzheimer, y hay indicios de un progreso si-
presentar el estado de la psiquiatría al inicio del nuevo milenio. milar en el descubrimiento de las causas de los trastornos del
Los autores del libro son psiquiatras implicados en la educación humor, la esquizofrenia y el autismo. El conocimiento en ge-
continuada y en la evaluación de los especialistas; continúa dis- nética y neurociencias crece continuamente, y los cambios son
ponible el anterior Oxford Textbook of Psychiatry, más breve, para tan rápidos que es difícil presentar una relación completa en
los estudiantes de psiquiatría. El manual intenta ser una obra de el espacio disponible en un manual de psiquiatría clínica. He-
referencia para los psiquiatras, independientemente de su expe- mos seleccionado los aspectos de estas ciencias que nos pare-
riencia, y para aquellos profesionales implicados en el abordaje y ce —a nosotros y a los autores— que han contribuido signifi-
tratamiento de los problemas psiquiátricos. cativamente a la psiquiatría o que lo harán dentro de poco.
La psicología, las ciencias sociales y la epidemiología son
métodos esenciales de investigación en psiquiatría. Aunque
■ El creciente acuerdo en psiquiatría estas ciencias no avanzan a un ritmo tan rápido como las
neurociencias, por lo general sus hallazgos tienen una rela-
El creciente acuerdo en psiquiatría es evidente en muchos
ción más directa con los fenómenos clínicos. Además, los
campos. Las aproximaciones biológicas y psicosociales se han
mecanismos de interacción de los factores psicológicos y so-
reconciliado con el reconocimiento general de la interacción
ciales con los factores genéticos, bioquímicos y estructurales
de los factores genéticos y ambientales, y la idea de que los
continuarán siendo importantes, por cuanto amplían el pro-
procesos psicológicos están basados y pueden influir en los
greso de estas ciencias. Entre los avances de las ciencias psi-
mecanismos neurobiológicos. Al mismo tiempo, se ha reco-
cológicas y sociales relevantes para los fenómenos clínicos
nocido una base común en las diferentes teorías psicodiná-
destacan los relacionados con la memoria, el desarrollo psi-
micas, y ésta se ha aceptado como más valiosa que las dife-
cológico, la investigación sobre los acontecimientos vitales y
rencias que existen entre ellas.
los efectos culturales. Los estudios epidemiológicos continúan
La práctica de la psiquiatría está experimentando un auge
siendo cruciales para definir los trastornos psiquiátricos, ob-
similar en los diferentes países, con algunas variaciones más
servar su evolución e identificar sus causas.
relacionadas con las diferencias existentes entre los sistemas
nacionales de salud y los recursos de que disponen, que con
las diferencias en las distintas formas de trabajo de los psi-
quiatras en estos países. La unidad en los abordajes se refleja
■ Psiquiatría comunitaria
en este libro, cuyos autores ejercen en diferentes países y, sin
En la mayoría de los países, actualmente la psiquiatría
embargo, presentan un abordaje común. En este aspecto, este
tiende a practicarse más en la comunidad que en las institu-
manual difiere de forma importante de otros en los que se
ciones, y en los lugares en que todavía no se ha completado
presentan los diferentes puntos de vista de autores que pro-
el cambio, por lo general se reconoce que debería llevarse a
ceden de un mismo país o región.
cabo. El cambio es mucho más que un traslado del lugar de
El mayor acuerdo en el diagnóstico y la nosología es de-
atención: ha convertido a los pacientes de receptores pasivos
bido a una mayor comprensión de la eficacia de los diferen-
de la atención a participantes activos con necesidades y pre-
tes abordajes terapéuticos en los diferentes trastornos. La es-
ferencias individuales. Los psiquiatras actualmente están im-
pecificidad relativa de los tratamientos psicofarmacológicos
plicados en la planificación, prestación y evaluación de los
rivaliza con la creciente especificidad de algunos tratamientos
servicios sanitarios a toda la comunidad, que puede incluir
psicológicos desarrollados recientemente, de modo que éstos
miembros de minorías étnicas, personas sin hogar y refugia-
no deberían volverse a aplicar sin tener en cuenta el diagnós-
dos. La responsabilidad hacia la comunidad ha subrayado la
tico, como se había hecho en ocasiones en el pasado.
importancia de la prevención, así como del tratamiento de
los trastornos mentales, y el papel de los servicios de salud y
■ El avance científico de otros servicios. La atención médica comunitaria también
se ha centrado en aquellas personas con trastornos psiquiátri-
Los avances en genética y en neurociencias han aumenta- cos que son tratadas en atención primaria, y ha conducido a
do el conocimiento de los mecanismos básicos del cerebro y abrir nuevas líneas de trabajo entre los psiquiatras y otros mé-
V
VI PREFACIO

dicos. Al mismo tiempo, los psiquiatras han trabajado más en La información sobre tratamientos aparece en varias par-
los hospitales generales, ayudando a los pacientes que pre- tes del libro. La parte 6 contiene descripciones de los trata-
sentan tanto problemas médicos como psiquiátricos. Otros mientos físicos y psicológicos de uso más frecuente en psi-
han proporcionado atención a los delincuentes. quiatría. La psicoterapia dinámica y el psicoanálisis se descri-
ben juntamente con el consejo (counselling) y las técnicas
cognitivo-conductuales. Esta parte del libro contiene descrip-
■ Organización del libro ciones generales de los tratamientos; los usos específicos en
cada trastorno se consideran en los capítulos que hacen refe-
En muchos aspectos, la organización de este libro es la rencia a cada uno de los trastornos. Finalmente, se diferen-
habitual. Sin embargo, algunos temas requieren explicaciones cian dos partes: una revisión sobre las pruebas sobre la efica-
más detalladas. cia del tratamiento, seguida de consejos sobre el tratamiento
La parte 1 contiene diferentes temas que se engloban bajo avalados por las pruebas aportadas por la experiencia clínica,
el título Aproximación a la psiquiatría. Se incluyen en ella apar- en los casos que es necesario. Las estrategias de tratamiento
tados sobre fenomenología, evaluación, clasificación, proble- diseñadas específicamente para niños y adolescentes, personas
mas éticos y el papel del psiquiatra como educador y gestor. con retraso mental (trastornos del aprendizaje) y pacientes
Se consideran aspectos sobre salud pública en psiquiatría, atendidos por psiquiatras forenses se consideran en las partes
junto a las actitudes públicas hacia la psiquiatría y los pa- 9, 10 y 11, respectivamente.
cientes psiquiátricos. La parte 1 finaliza con un capítulo so- La psiquiatría social y la prestación de servicios sanitarios
bre la relación entre teoría y práctica, y empieza con un tema se describen en la parte 7. Los objetivos de la sanidad pública,
crucial para la buena práctica clínica: la comprensión de la así como la planificación, la distribución y la evaluación de los
experiencia de ser un paciente psiquiátrico. servicios se comentan en esta parte. La psiquiatría en atención
La parte 2 hace referencia a los fundamentos científicos primaria es un tema importante en esta parte del libro. Se pre-
de la psiquiatría, agrupados en capítulos que tratan sobre neu- sentan capítulos sobre problemas específicos de las minorías
rociencias, genética, psicología, ciencias sociales y epidemio- étnicas, la gente sin hogar y los refugiados, así como los efec-
logía. Estos capítulos contienen información general sobre es- tos de la cultura en la prestación y el coste de los servicios.
tas ciencias; los hallazgos referidos a trastornos específicos se La psiquiatría en la infancia y la adolescencia, la psiquia-
describen en los capítulos dedicados al trastorno en cuestión. tría en la edad avanzada y el retraso mental se describen en
Las técnicas de diagnóstico en neuroimagen se comentan en las partes 8, 9 y 10. Estos aspectos se describen con menos de-
esta parte debido a la relación que existe entre las ciencias bá- talle que en los textos destinados a especialistas que trabajan
sicas y la investigación clínica. Como se ha explicado ante- exclusivamente en alguna de estas subespecialidades. Estos ca-
riormente, los capítulos son selectivos y, en algunos, los lec- pítulos están escritos para lectores con experiencia en otras
tores que deseen estudiar con más detalle los temas tratados ramas de la psiquiatría que desean ampliar su conocimiento
pueden encontrar una lista de lecturas recomendadas. sobre algún tema concreto. Somos conscientes de la contro-
La parte 3 está compuesta por aproximaciones dinámicas versia en torno a la elección del título de la parte 10. Hemos
a la psiquiatría. Se presentan las principales corrientes de pen- elegido el término «retraso mental» porque es el que utilizan
samiento como vías alternativas para comprender la influen- tanto la CIE-10 como el DSM-IV. En algunos países este tér-
cia de las experiencias vitales en la personalidad y en las res- mino ha sido reemplazado por otro que se considera menos
puestas a los acontecimientos estresantes y a la enfermedad. estigmatizante y es más aceptado por los pacientes y sus fa-
Se hacen algunas referencias a la práctica de la psicoterapia milias. Así, por ejemplo, en el Reino Unido el término prefe-
dinámica en estos aspectos, pero las principales descripciones rido es «discapacidad para el aprendizaje». Aunque simpatiza-
de estos tratamientos se realizan en la parte 6. Este sistema de mos con los objetivos de aquellos que adoptan términos al-
organización separa los capítulos sobre la práctica de la psi- ternativos, el libro está dirigido a lectores internacionales y
coterapia dinámica de los de la teoría psicodinámica, pero nos parece mejor utilizar el término escogido por la Organi-
consideramos que este inconveniente se compensa con el be- zación Mundial de la Salud como el más comprendido. Así,
neficio de considerar las principales formas de psicoterapia de se usa el término retraso mental excepto en aquellos casos en
manera conjunta. que hay una razón especial para utilizar otro.
La parte 4 es extensa, y ofrece capítulos sobre los síndro- En la parte 11, Psiquiatría forense, ha sido especialmente
mes clínicos en la psiquiatría de los adultos, con la excepción difícil presentar una descripción general que no estuviera uni-
de los trastornos somatomorfos, que aparecen en la parte 5: da a la práctica de un único país, debido a los distintos siste-
Psiquiatría y medicina. En esta última aparecen la mayor parte mas legales de los diferentes países y a que la psiquiatría fo-
de las aportaciones tradicionales de la medicina psicosomáti- rense debe adecuarse al sistema legal local. Aunque muchos
ca. Además se incluyen los trastornos psiquiátricos que pue- de los ejemplos al principio pueden parecer restringidos en
den causar síntomas orgánicos y que no pueden explicarse cuanto a su relevancia debido a que se describen en el con-
por su fisiopatología, los factores médicos, quirúrgicos, gine- texto de la ley inglesa, esperamos que los lectores puedan
cológicos y obstétricos que se asocian con mayor frecuencia transferir los principios descritos en este capítulo a la tradi-
a los trastornos psiquiátricos, la psicología de la salud y el tra- ción legal del lugar donde trabajan.
tamiento de los trastornos psiquiátricos en pacientes con en- Finalmente, los lectores observarán que la historia de la
fermedades médicas. psiquiatría se presenta en más de una parte del libro. La his-
PREFACIO VII

toria de la psiquiatría como especialidad médica se describe logía psiquiátrica, y el desarrollo de la psiquiatría dinámica se
en la parte 1. La historia de los distintos trastornos psiquiá- describe en la parte 3.
tricos aparece, cuando es relevante, en el capítulo dedicado a
cada trastorno, donde puede ser considerada en relación con MICHAEL GELDER
los aspectos actuales. La historia de la etiología se incluye en JUAN J. LÓPEZ-IBOR JR.
la parte 2, donde se presentan las bases científicas de la etio- NANCY ANDREASEN
Agradecimientos

Agradecemos a un gran número de colegas sus consejos Robson (trastornos debidos al consumo de otras sustancias);
sobre algunas partes del libro. Professor Guy Goodwin (trastornos del humor); Professor John
Las siguientes personas nos han ayudado a planificar las Bancroft (sexualidad, identidad sexual y sus trastornos); Profes-
partes especializadas del libro: Dr. Jeremy Holmes (parte 3, sor Gregory Stores (trastornos del ciclo sueño-vigilia); Professor
Contribuciones psicodinámicas a la psiquiatría); Professor Ri- Keith Hawton (suicidio e intento de suicidio). En la parte 6, el
chard Mayou (parte 5, Psiquiatría y medicina); Professor Ro- Professor Philip Cowen nos aconsejó sobre los tratamientos so-
bin Jacoby (parte 8, Psiquiatría del anciano); Sir Michael Rut- máticos, el Dr. Jeremy Holmes sobre los tratamientos psicodi-
ter (parte 9, Psiquiatría de la infancia y la adolescencia); Pro- námicos, y el Professor David Clark sobre la terapia cognitivo-
fessor William Fraser (parte 10, Retraso mental); Professor conductual. El Dr. Max Marshall nos proporcionó un útil ase-
Robert Bluglass (parte 11, Psiquiatría forense). soramiento sobre aspectos forenses en la parte 7. También que-
Los siguientes autores nos ayudaron a planificar algunos remos expresar nuestro agradecimiento a los muchos colegas
apartados de la parte 4, Síndromes clínicos en psiquiatría del que nos ofrecieron sus útiles sugerencias sobre problemas espe-
adulto: Professor Alwyn Lishman (delirio, demencia, síndrome cíficos que nos ayudaron en la organización del libro.
amnésico y otros trastornos cognoscitivos); Professor Griffith Finalmente, expresamos nuestra más sincera gratitud a los
Edwards (trastornos debidos al consumo de alcohol); Dr. Philip autores y al personal de Oxford University Press.

IX
Prólogo a la edición en castellano

El Oxford Textbook of Psychiatry nació con la vocación de otras especialidades médicas. El Congreso Mundial de Madrid,
ser el tratado de psiquiatría más completo y, en la opinión de bajo el lema «Un mundo, un lenguaje», es un hito en este pro-
muchos, lo ha conseguido. No es una enciclopedia al estilo ceso, que además abrió la puerta a otras iniciativas de dimen-
de los grandes alemanes Handbücher, desde el de Aschafen- sión mundial. Cabe mencionar en primer lugar la aceptación
burg hasta la Psychiatrie der Gegenwart (psiquiatría de la actua- de principios éticos más allá de fronteras nacionales o diferen-
lidad); es un tratado que pretende satisfacer las necesidades cias culturales, que proclama la Declaración de Madrid de la
de los especialistas en formación y de los psiquiatras clínicos. Asociación Mundial de Psiquiatría, y la lucha contra la última
Está hecho —no podría ser de otra manera— con los paráme- barrera que segrega a las personas que padecen una enfermedad
tros de un pragmatismo muy inglés. mental de la sociedad: su estigmatización. En este proceso, los
Michael Gelder, responsable de las ediciones anteriores, psiquiatras hemos aprendido a trabajar con todos los estamen-
quiso darle a ésta nuevas dimensiones. Gelder representa lo tos implicados, desde los enfermos a la administración sanita-
mejor de la tradición médica y psiquiátrica británica, que apor- ria. El lema del último Congreso Mundial de Psiquiatría, «So-
ta un concepto del hecho de enfermar y de las funciones del cios para la salud mental», subraya, precisamente, esto.
médico que procede de Sydenham, en el que la enfermedad se Desde la primera reunión en la editorial quise ver este
concibe como una interferencia o un fracaso de la adaptación TRATADO DE PSIQUIATRÍA traducido al castellano y ponerlo a
al medio y la recuperación de la salud como un proceso de re- disposición de los psiquiatras hispanoparlantes. A pesar de
equilibrio. Por otra parte está su labor de incorporación a la que el inglés es el vehículo de la investigación científica y de
psiquiatría de los principios de la psicología comportamental. que vivimos en la era de la medicina basada en la evidencia
Nancy Andreasen aporta a la concepción del tratado lo científica, no hay que pretender que todo clínico tenga que
mejor de la medicina y de la psiquiatría norteamericana. Allí adquirir sus nuevos conocimientos en una lengua que no do-
la enfermedad es vista como un enemigo a derrotar y el mé- mina. Gracias a los esfuerzos de STM Editores y a la contri-
dico, en su lucha, recurre a las mejores armas: las que pro- bución de Pfizer España, ha sido posible llevar a la realidad
porciona la investigación científica. Nancy es una luchadora esta edición española.
nata, no hace falta decirlo, y su ímpetu y logros investigado- La traducción de un tratado como éste es un proceso más
res, en especial con técnicas de neuroimagen, la llevaron a re- complejo de lo que parece. En muchas ocasiones se ha recurri-
cibir el Premio Nacional a la Investigación, rara vez otorgado do para empresas análogas a jóvenes psiquiatras o residentes co-
a una mujer incluso en un país tan desarrollado como el nocedores del inglés para llevarlas a cabo. El resultado ha sido
suyo. Por otra parte ha sentido un interés creciente por la tra- las más veces nefasto, y la traducción española ha aparecido en
dición psiquiátrica europea. Ella misma ha comentado cómo un horrible castellano, escrito en una jerga spanglish, con una
su participación en el desarrollo del material docente del pro- conjunción verbal de frases pasivas y unos modos de subordi-
grama Enseñanza y Entrenamiento sobre la Esquizofrenia de nación ajenos a nuestra lengua. No es lo mismo entender el in-
la Asociación Mundial de Psiquiatría la llevó a interesarse por glés escrito, e incluso hablarlo y escribirlo, que ser capaces de
las publicaciones y por la persona de Kurt Schneider y de traducirlo. Pero el problema no es meramente de estilo o de
otros grandes psicopatólogos de Alemania y Francia. fluidez y comodidad en la lectura. El problema es que las tra-
La selección de mi persona como tercer editor tuvo sin ducciones «traidoras» convierten vocablos vulgares en tecnicis-
duda que ver con que yo era entonces el Presidente de la Aso- mos y les otorgan un peso científico que no les pertenece. Algo
ciación Mundial de Psiquiatría. Yo podía aportar el conoci- así ha pasado con algunas traducciones de la obra de Freud. El
miento de las necesidades de la psiquiatría en el plano interna- fundador del psicoanálisis utilizó siempre que era posible voca-
cional y también de autores de países normalmente no repre- blos corrientes, en su intención de hacer una psicología y psi-
sentados en un gran tratado, incluso europeo. Por otra parte, copatología de la vida cotidiana. Así, la palabra Seele, alma, apa-
los trece años en los que formé parte del Comité Ejecutivo de rece en muchas ocasiones. En la primera traducción francesa
la Asociación Mundial de Psiquiatría han sido el período más este vocablo es vertido como appareil psychique, un tecnicismo
fructífero para la consolidación de lo que se ha llamado el len- que traiciona la intención de Freud. Si digo «aparato psíquico»,
guaje común de la psiquiatría. Los estudios de campo de la parece que estoy describiendo una estructura tangible con una
CIE-10 entre 1989 y 1992, en los que participaron más de mil función determinada como podría ser el aparato respiratorio,
psiquiatras de cincuenta países, demostraron que una herra- como si esto fuera un nuevo descubrimiento del psicoanálisis.
mienta diagnóstica podía tener aceptación universal, algo que Esto oculta el verdadero interés de Freud y su aportación esen-
ya se sabía tras el éxito internacional del DSM-III, pero tam- cial, la del conocimiento del ser humano y de los entresijos de
bién niveles de fiabilidad tan altos y satisfactorios como los de eso que desde hace miles de años se ha dado en llamar el alma.
XI
XII PRÓLOGO A LA EDICIÓN EN CASTELLANO

La traducción de este libro se ha hecho de otra manera. Confío en que este tratado sea de gran utilidad a los jó-
Un equipo de traductores ha hecho una primera versión, venes médicos que han decidido adentrarse en el difícil pero
muy cuidada en su estilo, y a continuación un equipo de psi- entusiasmador quehacer psiquiátrico, y a todos aquellos espe-
quiatras ha verificado su fidelidad con el texto original y lo cialistas que, cumpliendo con su obligación, desean mejorar
correcto de su terminología. sus conocimientos y práctica por el bien de sus enfermos y,
La traducción española incluye algunas modificaciones por qué no decirlo, por disfrutar de los avances de una disci-
necesarias: el capítulo de tratamientos psicofarmacológicos plina tan apasionante como la psiquiatría.
incorpora nuevos fármacos y los nombres disponibles en Es-
paña. Del mismo modo se han actualizado y adaptado a Prof. D. JUAN J. LÓPEZ-IBOR ALIÑO
nuestras características cuestiones médico-legales y de organi- Catedrático de Psiquiatría,
zación de la asistencia sanitaria. Responsable de la traducción española
Lista de colaboradores

Susan Abbey Associate Professor of Psychiatry, University of Toronto, J. L. Ayuso-Mateos Professor of Psychiatry, Department of Medicine
Ontario, Canada and Psychiatry, University of Cantabria, Spain
Capítulo 5.3.6 Capítulo 5.3.5
Gene G. Abel Professor of Clinical Psychiatry, Emory University School Susan Bailey Consultant Child and Adolescent Forensic Psychiatrist,
of Medicine, Atlanta, Georgia, USA Salford NHS Trust and Maudsley NHS Trust; Senior Research
Capítulo 4.11.3 Fellow, University of Manchester, UK
Capítulo 9.4.1
Henry David Abraham Chief, Alcohol and Drug Treatment Services,
Butler Hospital, Lexington, Massachusetts, USA Robert Baldwin Consultant, Old Age Psychiatrist, and Honorary
Capítulo 4.2.3.4 Senior Lecturer, Manchester Royal Infirmary, UK
Clive Adams Cochrane Schizophrenia Group, University of Oxford Capítulo 8.5.4
Department of Psychiatry, Warneford Hospital, Oxford, UK James C. Ballenger Chairman and Professor, Medical University of
Capítulo 6.1.1.2 South Carolina Institute of Psychiatry, Charleston, South Carolina,
Zahir Ahmed Honorary Lecturer in Psychiatry, Division of USA
Psychological Medicine, University of Wales College of Medicine, Capítulo 4.7.3
Cardiff, UK Demetrio Barcia Chairman of Psychiatry, Hospital General
Capítulo 10.4 Universitario, Murcia, Spain
Hagop S. Akiskal Professor of Psychiatry and Director of the Capítulo 4.1.1
International Mood Center, University of California at San Diego, David H. Barlow Center for Anxiety and Related Disorders at Boston
California, USA University, Massachusetts, USA
Capítulo 4.5.8 Capítulo 4.7.1
Stanley E. Althof Case Western Reserve University School of Jacqueline Barnes Royal Free and University College Medical School,
Medicine, Cleveland, Ohio, USA University College London, and Tavistock Clinic, London, UK
Capítulo 4.11.2 Capítulo 9.3.4
Lawrence Amsel Research Psychiatrist, Columbia University, New York, Arnd Barocka Professor of Psychiatry, University of Erlangen, Germany
USA Capítulo 1.9
Capítulo 4.15.3
Christopher Bass Consultant in Liaison Psychiatry, John Radcliffe
Adrian Angold Associate Professor of Child and Adolescent Psychiatry, Hospital, Oxford, UK
Duke University Medical Center, Durham, Norh Carolina, USA Capítulo 5.2.9
Capítulo 9.1.4
Per Bech Professor of Psychiatry and Head of Psychiatric Research
Jules Angst Honorary Professor of Psychiatry and Honorary Doctor of Unit, WHO Collaborating Centre, Frederiksborg General Hospital,
Medicine, Zurich University Psychiatric Hospital, Zurich, Hillerød, Denmark
Switzerland Capítulo 4.5.2
Capítulo 4.5.6
DeAnna A. Beckman Division of Women’s Health Research,
E. Arensman Senior Researcher, Department of Clinical Psychology, Department of Psychiatry, University of Cincinnati College of
Vrije Universiteit, Amsterdam, The Netherlands Medicine, Cincinnati, Ohio, USA
Capítulo 4.15.2 Capítulo 4.13.1
Lesley M. Arnold Division of Women’s Health Research, Department Ruth M. Benca Associate Professor, Department of Psychiatry,
of Psychiatry, University of Cincinnati College of Medicine, University of Wisconsin-Madison, Madison, Wisconsin, USA
Cincinnati, Ohio, USA Capítulo 4.14.5
Capítulo 4.13.1
Sidney Benjamin Senior Lecturer, University of Manchester, UK
Arnoud Arntz Doctor of Clinical Psychology and Experimental Capítulo 5.2.6
Psychopathology, Maastrich University, The Netherlands
Capítulo 2.5.3 Peter Berner Universitätsklinik für Psychiatrie, Vienna, Austria
Capítulo 1.9
J. K. Aronson Clinical Reader in Clinical Pharmacology, University of
Oxford, UK T. P. Berney Consultant Psychiatrist, Prudhoe Hospital,
Capítulo 6.2.1 Northumberland, UK
Capítulo 10.6
Roland Atkinson Professor and Head, Division of Geriatric Psychiatry,
School of Medicine, Oregon Health Sciences University, Portland, German E. Berrios Consultant in Neuropsychiatry, Department of
Oregon, USA Psychiatry, University of Cambridge, UK
Capítulo 8.5.2 Capítulos 2.1.1 y 4.3.1

XIII
XIV LISTA DE COLABORADORES

J. M. Bertolote Chief, Mental Disorders Control Unit, World Health José Luis Carrasco Professor of Psychiatry, Hospital Fundación
Organization, Geneva; Associate Professor, Department of Jiménez Díaz, Universidad Autónoma, Madrid, Spain
Psychogeriatrics, University of Lausanne, Switzerland Capítulo 4.12.3
Capítulo 7.4
Angela Cartagena-Rochas Mount Sinai School of Medicine, New
Dinesh Bhugra Senior Lecturer in Psychiatry, Institute of Psychiatry, York, USA
King’s College London, UK Capítulo 4.6.4
Capítulo 1.8
D. J. Castle University of Western Australia, Fremantle, Australia
Michel Billiard Department of Neurology B, Gui de Chauliac Hospital, Capítulo 4.3.5.1
Montpellier, France
Capítulo 4.14.3 M. Caterina Director, Department of Psychiatry, Ciudad Badía,
Barcelona, Spain
Max Birchwood Director, Early Intervention Service, Northern Capítulo 1.10.2
Birmingham Mental Health Trust, and University of Birmingham, UK
Capítulo 6.3.2.4 Nadia Chabane Chef de Clinique Assistant, University of Paris VII, France
Capítulo 9.2.6
Alan H. Bittles Foundation Professor of Human Biology, Edith
Cowan University, Perth, Australia Jonathan Chick Senior Lecturer, Department of Psychiatry, University
Capítulo 8.1 of Edinburgh, UK
Capítulo 4.2.2.4
Dora Black Honorary Consultant, Child and Adolescent Psychiatry,
Traumatic Stress Clinic, London; Honorary Lecturer, University of Daniel Chisholm Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
London, UK Capítulo 7.7
Capítulo 9.3.5 Derek Chiswick Honorary Senior Lecturer in Psychiatry, University of
S. Blairy Department of Psychiatry, University Clinics of Brussels, Edinburgh, UK
Erasme Hospital, Brussels, Belgium Capítulo 11.3
Capítulo 4.5.5.1
Sudhansu Chokroverty Professor of Neurology, New York Medical
Sidney Bloch Professor of Psychiatry, University of Melbourne; Senior College; Clinical Professor of Neurology, Robert Wood Johnson
Psychiatrist, St Vincent’s Hospital, Melbourne, Australia Medical School, New Brunswick, New Jersey, USA
Capítulos 1.5 y 6.3.8 Capítulo 4.14.6
Robert Bluglass Emeritus Professor of Forensic Psychiatry, University Gary Christenson Associate Clinical Professor of Psychiatry,
of Birmingham; Honorary Consultant in Forensic Psychiatry, Department of Psychiatry, University of Minnesota; Director,
Reabank Clinic, Birmingham, UK Mental Health Clinic, Boynton Health Service, University of
Introducción a la parte 11 y capítulo 11.9 Minnesota, Minneapolis, Minnesota, USA
Bernhard Bogerts Department of Psychiatry, University of Magdeburg, Capítulo 4.13.2
Germany Anthony Clare Clinical Professor of Psychiatry, Trinity College,
Capítulo 2.3.5 Dublin, Ireland
F. Borrell Associate Professor, Department of Medicine, Barcelona Capítulo 1.2
University; Director, Centro de Atención Primaria, Área Básica de David M. Clark Professor of Psychiatry and Wellcome Principal
Salud «La Gabarra», Cornellà de Llobregat, Spain Research Fellow, University of Oxford Department of Psychiatry,
Capítulo 1.10.2 Warneford Hospital, Oxford, UK
Nick Bouras Consultant Psychiatrist and Senior Lecturer, Guy’s Capítulo 6.3.2.1
Hospital, London, UK John Collinge Director, MRC Prion Unit, Imperial College of Science,
Capítulo 10.9 Technology and Medicine, London, UK
William Jr. Breakey Professor, Department of Psychiatry and Capítulo 4.1.5
Behavioral Sciences, Johns Hopkins University School of
John E. Cooper Emeritus Professor of Psychiatry, University of
Medicine, Baltimore, Maryland, USA
Nottingham, UK
Capítulo 7.2
Capítulo 1.10.1
Chris R. Brewin Department of Psychology, Royal Holloway College,
F.-R. Cousin Psychiatrist, Centre Hospitalier Saint-Anne, Paris, France
University of London, UK
Capítulo 4.3.9
Capítulo 4.6.3
Ian Brockington Professor of Psychiatry, University of Birmingham, P. J. Cowen University of Oxford Department of Psychiatry,
UK Warneford Hospital, Oxford, UK
Capítulo 5.4 Capítulo 6.2.9.2

George W. Brown Professor of Sociology, Academic Department of Tom K. J. Craig Professor of Community Psychiatry, Guy’s, King’s and
Psychiatry, St Thomas’s Hospital, London, UK St Thomas’s Schools of Medicine, London, UK
Capítulo 2.6.1 Capítulos 7.10.2 y 7.10.3
E. T. Bullmore Institute of Psychiatry, Kings’s College London, UK Paul Crits-Christoph Professor of Psychology in Psychiatry, University
Capítulos 2.3.7 y 2.3.8 of Pennsylvania School of Medicine, Philadelphia, Pennsylvania, USA
Capítulo 6.1.2
Alfredo Calcedo Ordóñez Catedrático de Psiquiatría, Facultad de
Medicina, Universidad Complutense, Madrid; Jefe de Michael Crowe Consultant Psychiatrist, South London and Maudsley
Departamento de Psiquiatría, Hospital Universitario Gregorio NHS Trust; Honorary Senior Lecturer, Institute of Psychiatry,
Marañón, Madrid King’s College London, UK
Capítulo 11.10 Capítulo 6.3.7
LISTA DE COLABORADORES XV

Eduardo Cuenca Fernández Catedrático de Farmacología, Director del R. M. Epstein Associate Professor, Departments of Family Medicine
Departamento de Farmacología, Universidad de Alcalá, Madrid, and Psychiatry, Primary Care Institute, University of Rochester
Spain School of Medicine and Dentistry, Rochester, New York, USA
Revisión y actualización de los tratamientos farmacológicos, tomos I a III Capítulo 1.10.2
D. G. Cunningham Owens Reader in Psychiatry, Department of Timo Erkinjuntti Chief, Memory Research Unit, Department of
Psychiatry, University of Edinburgh, UK Clinical Neurosciences, Helsinki University Central Hospital,
Capítulo 4.3.7 Helsinki, Finland
Capítulo 4.1.9
Pinhas N. Dannon Psychiatric Medical Center, Sheba Medical Center,
Tel Hashomer and Sackler School of Medicine, Tel Aviv Brigette A. Erwin Adult Anxiety Clinic of Temple University,
University, Israel Philadelphia, Pennsylvania, USA
Capítulo 4.8 Capítulo 4.7.2
Colin A. Espie Professor of Clinical Psychology and Head of
Anthony S. David Professor of Cognitive Neuropsychiatry, Institute of
Department of Psychological Medicine, University of Glasgow, UK
Psychiatry, King’s College London, UK
Capítulo 4.14.2
Capítulos 4.3.3.1 y 4.3.3.2
Rodolfo Fahrer Chairman and Professor, Department of Mental
Kate Davidson Senior Research Psychologist, Department of Health, School of Medicine, University of Buenos Aires, Argentina
Psychological Medicine, University of Glasgow, UK Capítulo 5.1
Capítulo 4.12.7
Christopher G. Fairburn Wellcome Principal Research Fellow and
Giovanni de Girolamo National Institute of Health, National Mental Professor of Psychiatry, University of Oxford, UK
Health Project, Rome, Italy Capítulos 4.10.2 y 6.3.2.2
Capítulos 4.12.4 y 4.12.5
Peter Falkai Professor of Medical Psychology, Rheinische Friedrich-
K. W. de Pauw Consultant and Senior Clinical Lecturer, Department Wilhelms-Universität, Bonn, Germany
of Psychiatry, St James’s University Hospital, Leeds, UK Capítulo 2.3.5
Capítulo 4.9 Stephen V. Faraone Associate Professor of Psychology, Department of
Shoumitro Deb Clinical Senior Lecturer in Neuropsychiatry, Division Psychiatry, Harvard Medical School at Massachusetts Mental
of Psychological Medicine, University of Wales College of Health Center, Boston, Massachusetts, USA
Medicine, Cardiff, UK Capítulo 4.3.8
Capítulo 10.4 Michael Farrell Senior Lecturer and Consultant Psychiatrist, National
Addiction Centre, South London and Maudsley NHS Trust,
H. Dilling Professor of Psychiatry, Department of Psychiatry, Lübeck
London, UK
Medical University, Germany
Capítulo 4.2.3.5
Capítulo 1.11
David P. Farrington Professor of Psychological Criminology,
Otto Doerr-Zegers Professor of Psychiatry, University of Chile; Chief University of Cambridge, UK
of Ward, Public Psychiatric Hospital, Santiago de Chile Capítulo 11.2
Capítulo 3.4
Melanie J. V. Fennell Consultant Clinical Psychologist; Director,
A. Došen Catholic University Nijmegen and Nieuw Spraeland, Oxford Diploma in Cognitive Therapy, University of Oxford
Oostrum, The Netherlands Department of Psychiatry, Warneford Hospital, Oxford, UK
Capítulo 10.5.2 Capítulo 6.3.2.3
Patrizia Dotto Unit of Clinical Psychology, ASL 2, Lucca, Italy Max Fink Emeritus Professor of Psychiatry and Neurology, State
Capítulo 4.12.5 University of New York at Stony Brook; Professor of Psychiatry,
Albert Einstein College of Medicine; Attending Psychiatrist, Long
Jo Douglas Consultant Clinical Psychologist, Great Ormond Street Island Jewish Medical Center, New York, USA
Hospital for Sick Children, London, UK Capítulo 6.2.9.1
Capítulo 9.2.8
Per Fink Director, Research Unit for Functional Disorders, Aarhus
D. Colin Drummond Reader in Addiction Psychiatry, Department of University Hospital, Risskov, Denmark
Psychiatry of Addictive Behaviour, St George’s Hospital Medical Capítulo 5.2.3
School, University of London, UK
Philip A. Fisher Research Scientist, Oregon Social Learning Center,
Capítulo 4.2.2.5
Eugene, Oregon, USA
Graham Dunn School of Epidemiology and Health Sciences, Capítulo 9.5.4
University of Manchester, UK Martine F. Flament Chargée de Récherche INSERM, CNRS UMR
Capítulo 2.2 7593, Paris, France
Nigel Eastman Senior Lecturer in Forensic Psychiatry, St George’s Capítulo 9.2.6
Hospital Medical School, University of London, UK Simon Fleminger Consultant Neuropsychiatrist, Maudsley Hospital,
Capítulo 11.7 London, UK
Anke Ehlers Department of Psychiatry, University of Oxford, UK Capítulos 4.1.11 y 4.1.14
Capítulos 4.6.1 y 4.6.2 Jonathan Flint Department of Psychiatry, University of Oxford, UK
Capítulo 2.4.2
Leon Eisenberg Maude and Lillian Presley Professor of Social
Medicine and Emeritus Professor of Psychiatry, Harvard Medical Laurie M. Flynn Executive Director, National Alliance for the
School, Boston, Massachusetts, USA Mentally Ill (NAMI), Arlington, Virginia, USA
Capítulo 1.3.1 Capítulo 7.9
XVI LISTA DE COLABORADORES

Susan Folstein Professor of Psychiatry, Tufts University School of Madeline Gladis Assistant Professor of Psychology in Psychiatry,
Medicine, Medford, Massachusetts, USA University of Pennsylvania School of Medicine, Philadelphia,
Capítulo 4.1.8 Pennsylvania, USA
Capítulo 6.1.2
Peter Fonagy Freud Memorial Professor of Psychoanalysis, University
College London; Director of Research, Anna Freud Centre, London, Julia Gledhill Clinical Research Fellow, Imperial College School of
UK; Director, Child and Family Center and Clinical Protocols and Medicine, London, UK
Outcomes Center, Menninger Clinic, Topeka, Kansas, USA Capítulo 9.3.2
Capítulos 6.3.5 y 9.5.2
David Goldberg Director of Research and Development, Institute of
W. Fraser Division of Psychological Medicine, University of Wales Psychiatry, King’s College London, UK
College of Medicine, Cardiff, UK Capítulo 7.8
Introducción a la parte 10 Frederick K. Goodwin Professor of Psychiatry, George Washington
David M. Fresco Adult Anxiety Clinic of Temple University, University, Washington, DC, USA
Philadelphia, Pennsylvania, USA Capítulo 4.5.1
Capítulo 4.7.2 Guy Goodwin W.A. Handley Professor of Psychiatry, University of
Alexandra M. Freund Max Planck Institute for Human Development, Oxford, UK
Berlin, Germany Capítulo 4.5.5.2
Capítulo 2.5.1.2 Ian Goodyer Professor of Child and Adolescent Psychiatry, University
Lutz Frölich Department of Psychiatry, University of Frankfurt, of Cambridge, UK
Germany Capítulo 9.2.5
Capítulo 5.6 Kevin Gournay Professor of Psychiatry Nursing, Institute of Psychiatry,
Tom Fryers International Consultant in Public Health and Mental King’s College London, UK
Health; Adjunct Professor in Community Medicine, New York Capítulo 6.4.2
Medical College, New York, USA; Visiting Professor of P. M. Grasby Senior Lecturer, MRC Cyclotron Unit, Hammersmith
Rehabilitation, Queen’s University, Kingston, Ontario, Canada Hospital, London, UK
Capítulo 10.2 Capítulo 2.3.6
K. W. M. Fulford Professor of Philosophy and Mental Health, Richard Green Head, Gender Identity Clinic, and Visiting Professor of
University of Warwick; Honorary Consultant Psychiatrist, Psychiatry, Imperial College of Medicine at Charing Cross
University of Oxford, UK Hospital, London, UK; Emeritus Professor of Psychiatry,
Capítulo 1.5 University of California, Los Angeles, California, USA
Capítulos 4.11.4 y 9.2.12
Glen O. Gabbard Bessie Walker Callaway Distinguished Professor of
Psychoanalysis and Education in the Kansas School of Psychiatry, Adrian Grounds University Lecturer in Forensic Psychiatry, Institute of
Menninger Clinic, Topeka; Clinical Professor of Psychiatry of Criminology and Department of Psychiatry, University of
Kansas School of Medicine, Wichita, Kansas, USA Cambridge, UK
Capítulo 3.5 Capítulo 11.6
J. Garrabé Psychiatrist, Centre La Verrière, MGEN, Le Mesnil Michael Gunn Professor of Law and Head of Department, Department
Saint-Denis, France of Academic Legal Studies, Nottingham Law School, Nottingham
Capítulo 4.3.9 Trent University, UK
Capítulo 11.1
M. Elena Garralda Professor of Child and Adolescent Psychiatry,
Imperial College School of Medicine, London, UK Lars Gustafson Professor of Geriatric Psychiatry, University Hospital,
Capítulo 9.3.2 Lund, Sweden
Capítulo 4.1.4
Ann Gath Formerly of University College London, UK
Capítulo 10.8 Jennifer Gutstein Department of Child Psychiatry, College of
Physicians and Surgeons, Columbia University, New York, USA
John Geddes Senior Clinical Research Fellow; Honorary Consultant Capítulo 9.2.10
Psychiatrist, University of Oxford Department of Psychiatry,
Warneford Hospital, Oxford, UK Robert Hale Consultant Psychotherapist, Portman Clinic, Tavistock
Capítulo 1.12 and Portman NHS Trust, London, UK
Capítulo 11.4.2
S. Nassir Ghaemi Harvard Bipolar Research Program, Massachusetts
General Hospital, Consolidated Department of Psychiatry, Harvard John N. Hall Department of Clinical Psychology and University
Medical School, Boston, Massachusetts, USA Department of Psychiatry, Warneford Hospital, Oxford, UK
Capítulo 4.5.1 Capítulo 1.10.3.2
Ian Gibbs Social Work Research and Development Unit, University of Wayne Hall Professor of Drug and Alcohol Studies, University of New
York, UK South Wales, Sydney, Australia
Capítulo 9.5.6 Capítulo 4.2.3.8
David Gill Research Fellow, Department of Psychiatry, University of Edwin Harari Consultant Psychiatrist, St Vincent’s Hospital,
Oxford, UK Melbourne, Australia
Capítulos 4.1.2 y 5.2.9 Capítulo 6.3.8
Christopher Gillberg Professor of Child and Adolescent Psychiatry, Richard Harrington University Department of Child and Adolescent
University of Göteborg, Sweden Psychiatry, Royal Manchester Children’s Hospital, Manchester, UK
Capítulo 9.5.5 Capítulo 9.5.3
LISTA DE COLABORADORES XVII

James C. Harris Professor of Psychiatry and Behavioral Sciences and Jane Hubert Senior Lecturer in Social Anthropology, Department of
Pediatrics, Johns Hopkins University School of Medicine, Psychiatry and Disability, St George’s Hospital Medical School,
Baltimore, Maryland, USA University of London, UK
Capítulo 9.2.7 Capítulo 10.7
Paul J. Harrison Clinical Reader in Psychiatry, University of Oxford Frits J. Huyse Associate Professor in Consultation–Liaison Psychiatry,
Department of Psychiatry, Warneford Hospital, Oxford, UK Free University, Amsterdam, The Netherlands
Capítulo 4.3.5.2 Capítulo 5.8
Allison G. Harvey Department of Experimental Psychology, University Iulian Iancu Psychiatric Medical Center, Sheba Medical Center, Tel
of Oxford, UK Hashomer and Sackler School of Medicine, Tel Aviv University,
Capítulo 4.6.1 Israel
Capítulo 4.8
Keith Hawton University of Oxford Department of Psychiatry,
Warneford Hospital, Oxford, UK Abel Ickowicz Assistant Professor of Psychiatry, University of Toronto;
Capítulo 4.15.4 Staff Psychiatrist, Hospital for Sick Children, Toronto, Canada
Capítulo 9.2.3
Richard G. Heimberg Adult Anxiety Clinic of Temple University,
Philadelphia, Pennsylvania, USA Matti Iivanaien Professor, Department of Child Neurology, University
Capítulo 4.7.2 of Helsinki, Finland
Capítulo 10.5.3
Scott Henderson Director, Centre for Mental Health Research,
Australian National University, Canberra, Australia Leslie Iversen Department of Pharmacology, University of Oxford, UK
Capítulo 2.7 Capítulo 6.2.7
George R. Heninger Professor, Department of Psychiatry, Yale Richard Ives National Children’s Bureau, London, UK
University School of Medicine, New Haven, Connecticut, USA Capítulo 4.2.3.7
Capítulo 6.2.3
Assen Jablensky Professor of Psychiatry, University of Western
Thomas Herzog Department of Psychosomatic Medicine, University Australia, Perth, Australia
Hospital, Freiburg, Germany Capítulos 4.3.4 y 4.3.6
Capítulo 5.6 Robin Jacoby Clinical Reader in the Psychiatry of Old Age, University
Peter Hill Professor of Child Mental Health, St George’s Hospital of Oxford, UK
Medical School, London, UK Capítulos 8.4 y 8.5.7
Capítulo 9.1.5 Kay Redfield Jamison Professor of Psychiatry, Johns Hopkins School
Mike Hobbs University of Oxford Department of Psychiatry, of Medicine, Baltimore, Maryland, USA
Warneford Hospital, Oxford, UK Capítulo 1.1
Capítulo 6.3.1 Martin Jarvis ICRF Health Behaviour Unit, Department of
A. J. Holland Lecturer, Department of Psychiatry, University of Epidemiology and Public Health, University College London, UK
Cambridge, UK Capítulo 4.2.3.9
Capítulo 10.1 John G. R. Jefferys Department of Neurophysiology, Division of
Jimmie C. Holland Chair, Department of Psychiatry and Behavioral Neuroscience, University of Birmingham, UK
Sciences, Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, New York, Capítulo 2.3.9
USA Rachel Jenkins Director, WHO Collaborating Centre, Institute of
Capítulo 5.3.7 Psychiatry, King’s College London, UK
Sheila Hollins Professor of Psychiatry of Learning Disability, Capítulo 7.1
Department of Psychiatry and Disability, St George’s Hospital Wolfgang G. Jilek Clinical Professor Emeritus of Psychiatry, University
Medical School, University of London, UK of British Columbia, Vancouver, British Columbia, Canada
Capítulo 10.7 Capítulos 4.16 y 6.5
Jeremy Holmes Consultant Psychiatrist/Psychotherapist, North Devon Andrew Johns Consultant Forensic Psychiatry and Honorary Senior
District Hospital, Barnstaple; Senior Lecturer, University of Lecturer, Maudsley Hospital, London, UK
Bristol, UK Capítulo 11.4.4
Capítulo 3.3.2
Deirdre Johnston Clinical Assistant Professor, Department of
Suzanne Holroyd Associate Professor, Department of Psychiatric Psychiatry and Behavioral Medicine, Wake Forest University
Medicine, University of Virginia School of Medicine, School of Medicine, Winston-Salem, North Carolina, USA
Charlottesville, Virginia, USA Capítulo 8.7
Capítulo 8.5.6
E. C. Johnstone Professor of Psychiatry and Head, Department of
Geraldine Holt Consultant Psychiatrist and Senior Lecturer, Guy’s Psychiatry, University of Edinburgh, UK
Hospital, London, UK Capítulo 4.3.7
Capítulo 10.9
David P. H. Jones Senior Clinical Lecturer in Child Psychiatry, Park
Allan House Professor of Liaison Psychiatry, University of Leeds, UK Hospital for Children, University of Oxford, UK
Capítulo 5.3.1 Capítulo 9.3.1
Robert Howard Senior Lecturer in Old Age Psychiatry, Institute of A. F. Jorm Professor and Deputy Director, Centre for Mental Health
Psychiatry, King’s College London, UK Research, Australian National University, Canberra, Australia
Capítulo 8.5.3 Capítulo 8.3
XVIII LISTA DE COLABORADORES

Peter R. Joyce Professor, Department of Psychological Medicine, Felice Lieh Mak Professor, Department of Psychiatry, University of
Christchurch School of Medicine, Christchurch, New Zealand Hong Kong, Hong Kong
Capítulo 4.5.4 Capítulo 5.2.10
Markus Kaski Director, Rinnekoti Research Foundation, Espoo, Finland James Lindesay Professor of Psychiatry for the Elderly, University of
Capítulo 10.3 Leicester, UK
John Kellett St George’s Hospital Medical School, London, UK Capítulos 8.5.1 y 8.5.5
Capítulo 8.5.8
Per Lindqvist Director, Örebro Forensic Psychiatry Services, Sweden
David Kennard Head of Psychology and Psychotherapy, The Retreat, Capítulo 11.8
York, UK
Jouko K. Lonnqvist Professor, National Public Health Institute,
Capítulo 6.3.9
Helsinki, Finland
A. J. F. M. Kerkhof Professor of Clinical Psychology, Vrije Universiteit, Capítulo 4.15.1
Amsterdam, The Netherlands
Juan J. López-Ibor Jr. Chairman, Department of Psychiatry, San Carlos
Capítulo 4.15.2
University Hospital, Complutense University, Madrid, Spain
Otto F. Kernberg Professor of Psychiatry, Cornell University Medical Capítulos 1.4.2 y 4.12.1
College, New York; Training and Supervising Analyst, Columbia
Armand W. Loranger Emeritus Professor of Psychiatry (Psychology),
University Center for Psychoanalytic Training and Research, New
Cornell University Medical College, White Plains, New York, USA
York, USA
Capítulo 4.12.2
Capítulo 3.2
Simon Lovestone Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
Arthur Kleinman Presley Professor of Anthropology and Psychiatry,
Capítulo 4.1.3
Harvard University; Chair, Department of Social Medicine, Harvard
Medical School, Cambridge, Massachusetts, USA Ernest S. L. Luk Department of Psychological Medicine, Monash
Capítulo 2.6.2 University, Melbourne, Australia
Capítulo 9.5.8
Ami Klin Yale University, New Haven, Connecticut, USA
Capítulo 9.2.2 Alexander McCall Smith Professor of Medical Law, University of
Edinburgh, UK
Martin Knapp Institute of Psychiatry, King’s College London; London
Capítulo 1.6
School of Economics, University of London, UK
Capítulo 7.7 Susan L. McElroy Biological Psychiatry Program, Department of
Psychiatry, University of Cincinnati College of Medicine,
Israel Kolvin Emeritus Professor of Child and Family Mental Health,
Cincinnati, Ohio, USA
Tavistock Clinic and the Royal Free and University College
Capítulo 4.13.1
Medical School, London, UK
Capítulo 9.2.11 Peter McGuffin Director and Professor of Psychiatric Genetics,
Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
Michael D. Kopelman Division of Psychiatry and Psychology, United
Capítulo 2.4.1
Medical and Dental Schools of Guy’s and St Thomas’s Hospitals,
London, UK Paul R. McHugh Henry Phipps Professor of Psychiatry; Director,
Capítulo 4.1.13 Department of Psychiatry and Behavioral Science; Psychiatrist-in-
Chief, Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore,
Malcolm Lader Professor of Clinical Pharmacology, Institute of
Maryland, USA
Psychiatry, King’s College London, UK
Capítulo 1.7
Capítulo 6.2.2
I. G. McKeith Professor of Old Age Psychiatry, Institute for the Health
Fergus D. Law Honorary Senior Registrar and Clinical Lecturer,
of the Elderly, University of Newcastle upon Tyne, UK
Psychopharmacology Unit, University of Bristol, UK
Capítulo 4.1.6
Capítulos 4.2.1 y 6.2.8
Kwame McKenzie Clinical Lecturer, Department of Psychological
Paul Leber Director, Neuro-Pharm Group, LLC, Potomac, Maryland,
Medicine, Institute of Psychiatry, King’s College London, UK;
USA
Visiting Scholar, Department of Social Medicine, Harvard
Capítulo 6.1.1.1
University Medical School, Boston, Massachusetts, USA
Dusica Lecic-Tosevski Associate Professor of Psychiatry, School of Capítulo 7.3
Medicine, University of Belgrade, Yugoslavia
Mark W. Mahowald Director, Minnesota Regional Sleep Disorders
Capítulo 4.12.3
Center, Hennepin County Medical Center; Professor of
Julian Leff Professor of Social and Cultural Psychiatry, Institute of Neurology, University of Minnesota Medical School, Minneapolis,
Psychiatry, King’s College London, UK Minnesota, USA
Capítulo 1.3.2 Capítulo 4.14.4
Bernard Lerer Biological Psychiatry Unit, Hadassah-Hebrew University Mario Maj Institute of Psychiatry, University of Naples, Italy
Medical Center, Jerusalem, Israel Capítulo 4.1.10
Capítulo 2.3.4
Andrea L. Malizia Honorary Consultant in Clinical
R. J. Levin Department of Biomedical Science, University of Sheffield, Psychopharmacology, Psychopharmacology Unit, University of
UK Bristol, UK
Capítulo 4.11.1 Capítulo 6.2.9.3
Peter F. Liddle Professor of Psychiatry, University of British Columbia, Rosemarie Mallett Social Psychiatry Section, Institute of Psychiatry,
Vancouver, British Columbia, Canada King’s College London, UK
Capítulo 4.3.2 Capítulo 7.10.3
LISTA DE COLABORADORES XIX

Ulrik Fredrik Malt Professor of Psychiatry (Psychosomatic Medicine), Francisco Mora Professor and Chairman of Physiology and Medicine,
National Hospital, University of Oslo, Norway Complutense University, Madrid, Spain; Professor of Physiology,
Capítulo 5.3.8 Biophysics and Medicine, Iowa University, Iowa City, Iowa, USA
Capítulo 2.1.2
Anthony Mann Professor of Psychiatric Epidemiology, Institute of
Psychiatry, King’s College London, UK Emanuel Moran Consultant Psychiatrist, Grovelands Priory Hospital,
Capítulo 7.8 London, UK
Capítulo 4.13.3
J. John Mann Professor of Psychiatry, Columbia University, New York,
USA Paul E. Mullen Professor of Forensic Psychiatry, Monash University;
Capítulo 4.15.3 Clinical Director, Victorian Institute of Forensic Mental Health,
Monash University, Melbourne, Australia
Karl F. Mann Professor of Psychiatry and Addiction Research; Capítulos 11.4.3 y 11.8
Chairman, Department of Addictive Behaviour and Addiction
Medicine, Central Institute of Mental Health, Mannheim Christoph Mundt Psychiatric Hospital of the University of Heidelberg,
University of Heidelberg, Mannheim, Germany Germany
Capítulo 4.2.2.3 Capítulo 1.9

John C. Markowitz Associate Professor of Psychiatry, Weill Medical Alistair Munro Emeritus Professor of Psychiatry, Dalhousie University,
College of Cornell University; Director, Psychotherapy Clinic, Halifax, Nova Scotia, Canada
Payne Whitney Clinic, New York Presbyterian Hospital, New York, Capítulo 4.4
USA R. M. Murray Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
Capítulo 6.3.3 Capítulo 4.3.5.1
John Marsden Lecturer, Institute of Psychiatry, King’s College London, Juan C. Negrete Professor and Head, Addictions Psychiatry Program,
UK University of Toronto, Canada
Capítulo 4.2.4 Capítulo 4.2.2.1
Jane Marshall Senior Lecturer in the Addictions, National Addiction Charles B. Nemeroff Reunette W. Harris Professor and Chairman,
Centre, Institute of Psychiatry, King’s College London, UK Department of Psychiatry and Behavioral Sciences, Emory
Capítulos 4.1.12 y 4.2.2.2 University School of Medicine, Atlanta, Georgia, USA
Barbara Maughan MRC Child Psychiatry Unit, Institute of Psychiatry, Capítulo 2.3.3
King’s College London, UK Jeffrey Newcorn Mount Sinai School of Medicine, New York, USA
Capítulo 9.1.2 Capítulo 4.6.4
Richard Mayou Professor of Psychiatry, University of Oxford, UK Michael E. Newman Biological Psychiatry Unit, Hadassah-Hebrew
Capítulos 4.1.2 y 5.2.1 University Medical Center, Jerusalem, Israel
Capítulo 2.3.4
Herbert Y. Meltzer Department of Psychiatry, Vanderbilt University
School of Medicine, Nashville, Tennessee, USA Anula Nikapota Consultant in Child and Adolescent Psychiatry,
Capítulo 6.2.5 Brixton Child and Adolescent Mental Team, Bethlem Maudsley
NHS Trust, London, UK
J. Mendlewicz Department of Psychiatry, University Clinics of Capítulo 9.5.7
Brussels, Erasme Hospital, Brussels, Belgium
Capítulo 4.5.5.1 Russell Noyes Jr Department of Psychiatry, University of Iowa College
of Medicine, Iowa City, Iowa, USA
Harald Merckelbach Professor of Experimental Psychology, Maastricht
Capítulo 5.2.5
University, The Netherlands
Capítulo 2.5.3 David J. Nutt Professor of Psychopharmacology and Head of Clinical
Medicine, University of Bristol, UK
Harold Merskey Emeritus Professor of Psychiatry, University of
Capítulos 4.2.1 y 6.2.8
Western Ontario, Canada
Capítulo 5.2.4 Margaret Oates Senior Lecturer in Psychiatry, University of
Gillian C. Mezey Consultant and Senior Lecturer in Forensic Nottingham, UK
Psychiatry, Traumatic Stress Service, St George’s Hospital Medical Capítulo 1.10.1
School, London, UK David R. Offord Professor of Psychiatry, McMaster University; Director,
Capítulo 11.5 Centre for Studies of Children at Risk, Hamilton Health Sciences
R. H. S. Mindham Nuffield Professor of Psychiatry, University of Corporation and McMaster University, Hamilton, Ontario, Canada
Leeds, UK Capítulo 9.1.3
Capítulo 4.1.7 Catherine Oppenheimer Consultant Psychiatrist, Warneford Hospital,
Carine Minne Consultant Psychotherapist, Portman Clinic, Tavistock Oxford, UK
and Portman NHS Trust, London, and Broadmoor Hospital, UK Capítulo 8.6
Capítulo 11.4.2 Candice A. Osborn Professor of Clinical Psychiatry, Morehouse
Alex Mitchell Lecturer in Psychiatry, University of Leeds, UK School of Medicine, Atlanta, Georgia, USA
Capítulo 5.3.1 Capítulo 4.11.3
Richard F. Mollica Director, Harvard Program in Refugee Trauma; Christopher M. Palmer Instructor of Psychiatry, Harvard Medical
Associate Professor of Psychiatry, Harvard Medical School and School, Boston; Assistant Psychiatrist, McClean Hospital, Belmont,
Harvard School of Public Health, Cambridge, Massachussetts, USA Massachusetts, USA
Capítulo 7.10.1 Capítulo 6.2.6
XX LISTA DE COLABORADORES

Gordon Parker Professor and Head, School of Psychiatry, University of Blanca Reneses Prieto Médico Adjunto al Jefe de Servicio, Servicio de
New South Wales, Australia Psiquiatría, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid;
Capítulo 4.5.3 Departamento de Atención Psiquiátrica y Salud Mental, Servicio
Madrileño de Salud
E. S. Paykel Department of Psychiatry, University of Cambridge, UK Capítulo 7.5.2
Capítulo 4.5.7
Katharine Rimes University of Oxford Department of Psychiatry,
John B. Pearce Emeritus Professor of Child and Adolescent Psychiatry, Warneford Hospital, Oxford, UK
University of Nottingham, UK Capítulo 5.5
Capítulos 9.4.2 y 9.5.1
Ian Robbins Consultant Clinical Psychologist, St George’s Hospital,
R. C. A. Pearson Department of Biomedical Science, University of London, UK
Sheffield, UK Capítulo 11.5
Capítulo 2.3.1 Philip Robson Consultant Psychiatrist and Senior Clinical Lecturer,
Keith J. Petrie Associate Professor, School of Medicine, University of University of Oxford Department of Psychiatry, Warneford
Auckland, New Zealand Hospital, Oxford, UK
Capítulo 5.7 Capítulo 4.2.3.1
Gary Rodin Professor of Psychiatry, University of Toronto, Ontario,
Cynthia R. Pfeffer Weill Medical College of Cornell University, New Canada
York Presbyterian Hospital–Westchester Division, White Plains, Capítulo 5.3.6
New York, USA
Capítulo 9.2.10 Maria A. Ron Professor of Neuropsychiatry, Institute of Neurology,
University College London, UK
Katharine A. Phillips Associate Professor, Department of Psychiatry Capítulo 5.3.2
and Human Behavior, Brown University School of Medicine,
Robin Room Professor and Director, Centre for Social Research on
Butler Hospital, Providence, Rhode Island, USA
Alcohol and Drugs, Stockholm University, Sweden
Capítulo 5.2.8
Capítulo 4.2.2.6
Pierre Pichot Académie Nationale de Médecine, Paris, France W. Rössler Professor of Clinical Psychiatry and Psychology, University
Capítulo 1.4.1 of Zürich, Switzerland
Malcolm Pines Institute of Group Analysis, London, UK Capítulo 6.4.1
Capítulo 6.3.6 Marjaneh Rouhani Department of Psychiatry and Behavioral Sciences,
Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, New York, USA
Harrison G. Pope Jr. Professor of Psychiatry, Harvard Medical School, Capítulo 5.3.7
Boston; Chief, Biological Psychiatry Laboratory, McClean
Hospital, Belmont, Massachusetts, USA James R. Rundell Professor of Psychiatry, F. Edward Herbert School of
Capítulo 6.2.6 Medicine, Uniform Services University of the Health Sciences,
Bethesda, Maryland, USA
Robert M. Post Chief, Biological Psychiatry Branch, National Institute Capítulo 5.3.4
of Mental Health, Bethesda, Maryland, USA
Capítulo 6.2.4 Gerald Russell Emeritus Professor of Psychiatry, Director of the Eating
Disorders Unit, Hayes Grove Priory Hospital, Hayes, Kent, UK
Graham E. Powell Psychology Services, London, UK Capítulo 4.10.1
Capítulo 1.10.3.1
Paul Salkovskis University of Oxford Department of Psychiatry,
Herschel Prins Professor, Midlands Centre for Criminology and Warneford Hospital, Oxford, UK
Criminal Justice, University of Loughborough, UK Capítulo 5.5
Capítulo 11.4.1
Diana Sanders University of Oxford Department of Psychiatry,
Frederic M. Quitkin Professor of Clinical Psychiatry, Columbia Warneford Hospital, Oxford, UK
University, New York, USA Capítulo 6.3.1
Capítulo 6.1.3
Russell Schachar Professor of Psychiatry, University of Toronto; Staff
Shulamit Ramon Professor of Interprofessional Health and Social Psychiatrist, Hospital for Sick Children, Toronto, Canada
Studies, Anglia Polytechnic University, Cambridge, UK Capítulo 9.2.3
Capítulo 6.4.3
Carlos H. Schenck Staff Psychiatrist, Minnesota Regional Sleep
James Reich Associate Clinical Professor, Department of Psychiatry, Disorders Center, Hennepin County Medical Center; Associate
Stanford Medical School, Palo Alto; Associate Clinical Professor, Professor of Psychiatry, University of Minnesota Medical School,
Department of Psychiatry, University of California Medical School Minneapolis, Minnesota, USA
at San Francisco, California, USA Capítulo 4.14
Capítulo 4.12.4
John Schlapobersky Group Analyst, Group Analytic Practice, London;
Burton V. Reifler Professor and Chair, Department of Psychiatry and Consultant Psychiatrist, Medical Foundation for Victims of
Behavioral Medicine, Wake Forest University School of Medicine, Torture, London, UK
Winston-Salem, North Carolina, USA Capítulo 6.3.6
Capítulo 8.7
Patricia Schreiner-Engel Associate Clinical Professor, Department of
Helmut Remschmidt Director, Department of Child and Adolescent Obstetrics, Gynecology and Reproductive Science, and Department
Psychiatry, Philipps Universität, Marburg, Germany of Psychiatry, Mount Sinai School of Medicine, New York, USA
Capítulo 9.2.1 Capítulo 4.11.2
LISTA DE COLABORADORES XXI

J. Scott Professor of Psychiatry, University of Glasgow Gartnavel Royal Elizabeth A. Stormshak Assistant Professor, University of Oregon,
Hospital, Glasgow, UK Eugene, Oregon, USA
Capítulo 4.5.7 Capítulo 9.5.4

Stephen Scott Institute of Psychiatry, King’s College London, UK Anthony Storr Emeritus Fellow, Green College, Oxford, UK
Capítulos 9.1.1 y 9.2.4 Capítulos 3.1 y 3.3.1
James J. Strain Professor/Director, Behavioral Medicine and
Nicholas Seivewright Consultant Psychiatrist in Substance Misuse, Consultation Psychiatry, Mount Sinai School of Medicine, New
Community Health Sheffield NHS Trust, Sheffield, UK York, USA
Capítulo 4.2.3.3 Capítulo 4.6.4
David Shaffer Department of Child Psychiatry, College of Physicians John Strang Professor; Director of the National Addiction Centre,
and Surgeons, Columbia University, New York, USA Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
Capítulo 9.2.10 Capítulos 4.2.3.2 y 4.2.4
Michael Sharpe Senior Lecturer in Psychological Medicine, University Albert Stunkard Professor of Psychiatry, University of Pennsylvania,
of Edinburgh, UK Philadelphia, Pennsylvania, USA
Capítulo 5.2.7 Capítulo 4.10.3
Gregory Simon Investigator, Center for Health Studies, Group Health J. Suckling Clinical Age Research Unit, Department of Health Care for
Cooperative, Seattle, Washington, USA the Elderly, King’s College School of Medicine and Dentistry,
Capítulo 5.2.2 University of London, UK
Capítulos 2.3.7 y 2.3.8
Andrew Sims Professor of Psychiatry, University of Leeds, UK
Capítulo 1.9 Michele Tansella Professor of Psychiatry and Chairman, Department
of Medicine and Public Health, Section of Psychiatry, University
Ian Sinclair Professor of Social Work, University of York, UK of Verona, Italy
Capítulo 9.5.6 Capítulos 7.5.1 y 7.6
Phillip R. Slavney Eugene Meyer III Professor of Psychiatry; Director, Mary Target Senior Lecturer in Psychoanalysis, Psychoanalysis Unit,
General Hospital Psychiatry, Johns Hopkins University School of University College London; Deputy Director of Research, Anna
Medicine, Baltimore, Maryland, USA Freud Centre, London, UK
Capítulo 1.7 Capítulo 9.5.2

George Freeman Solomon Emeritus Professor of Psychiatry and Anita Thapar Professor of Child and Adolescent Psychiatry, University
Biobehavioral Sciences, University of California, Los Angeles, of Manchester, UK
California, USA Capítulo 2.4.1
Capítulo 2.3.10 June Thoburn Professor of Social Work, University of East Anglia,
Norwich, UK
D. Souery Department of Psychiatry, University Clinics of Brussels, Capítulo 9.3.3
Erasme Hospital, Brussels, Belgium
Capítulo 4.5.5.1 Anne E. Thompson Consultant Child and Adolescent Psychiatrist,
Lincoln District Healthcare NHS Trust, Lincoln, UK
Elizabeth Spencer Senior Clinical Medical Officer, Early Intervention Capítulo 9.4.2
Service, Northern Birmingham Mental Health Trust, Birmingham, UK
Capítulo 6.3.2.4 Graham Thornicroft Professor of Community Psychiatry, Institute of
Psychiatry, King’s College London, UK
David A. Spiegel Center for Anxiety and Related Disorders at Boston Capítulos 7.5.1 y 7.6
University, Boston, Massachusetts, USA
Capítulo 4.7.1 Adolf Tobeña Professor of Psychiatry and Medical Psychiatry, School
of Medicine, Autonomous University of Barcelona, Spain
Ursula M. Staudinger Professor of Psychology, Dresden University of Capítulo 4.12.6
Technology, Dresden, Germany
Capítulo 2.5.1.2 Bruce J. Tonge Professor and Head, Monash University Department of
Psychological Medicine and Centre for Developmental Psychiatry,
Alan Stein Royal Free and University College Medical School, Monash Medical Centre, Clayton, Victoria, Australia
University College London, and Tavistock Clinic, London, UK Capítulo 10.5.1
Capítulo 9.3.4
Brian Toone Consultant, Maudsley Hospital; Honorary Senior
Barbara Stein Department of Psychosomatic Medicine, University Lecturer, Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
Hospital, Freiburg, Germany Capítulo 5.3.3
Capítulo 5.6
Ming T. Tsuang Stanley Cobb Professor of Psychiatry and Head,
Derek Steinberg Consultant Psychiatrist and Visiting Senior Tutor, Department of Psychiatry, Harvard Medical School at
Ticehurst House Hospital Children’s and Adolescent Service, Massachusetts Mental Health Center, Boston, Massachusetts, USA
Wadhurst, UK Capítulo 4.3.8
Capítulo 9.5.9
Cynthia L. Turk Adult Anxiety Clinic of Temple University,
William S. Stone Instructor in Psychology, Department of Psychiatry, Philadelphia, Pennsylvania, USA
Harvard Medical School at Massachusetts Mental Health Center, Capítulo 4.7.2
Boston, Massachusetts, USA
Capítulo 4.3.8 André Tylee Director, Royal College of General Practitioners Unit for
Mental Health Education in Primary Care, Institute of Psychiatry,
Gregory Stores Department of Psychiatry, University of Oxford, UK King’s College London, UK
Capítulos 4.14.1 y 9.2.9 Capítulo 7.8
XXII LISTA DE COLABORADORES

Peter Tyrer Division of Primary Care and Health Sciences, Imperial G. Clare Wenger Centre for Social Policy Research and Development,
College School of Medicine, London, UK University of Wales, Bangor, UK
Capítulo 4.12.7 Capítulo 8.2
Amy M. Ursano Department of Psychiatry, University of North Simon Wessely Professor of Epidemiological and Liaison Psychiatry,
Carolina at Chapel Hill School of Medicine, Chapel Hill, North Institute of Psychiatry, King’s College London, UK
Carolina, USA Capítulo 5.2.7
Capítulo 6.3.4
Kay Wheat Senior Lecturer in Law, Department of Academic Legal
Robert J. Ursano Professor and Chairman, Department of Psychiatry, Studies, Nottingham Law School, Nottingham Trent University, UK
Uniformed Services University of the Health Sciences, F. Edward Capítulo 11.1
Herbert School of Medicine, Bethesda, Maryland, USA
Capítulo 6.3.4 Barbara A. Wilson Medical Research Council Cognition and Brain
Sciences Unit, Addenbrooke’s Hospital, Cambridge, UK
Marcel van den Hout Professor of Medical Psychology and Mental Capítulo 2.5.2
Health, Maastricht University, The Netherlands
Capítulo 2.5.3 Adam R. Winstock National Addiction Centre, Institute of Psychiatry,
King’s College London, UK
Jim van Os Senior Lecturer, Department of Psychiatry, University of Capítulos 4.2.3.2 y 4.2.3.6
Maastricht, The Netherlands; Honorary Senior Lecturer,
Department of Psychological Medicine, Institute of Psychiatry, Michael G. Wise Professor and Vice-Chair, Department of Psychiatry,
King’s College London, UK University of California Davis Medical Center, Sacramento,
Capítulo 7.3 California, USA
Capítulo 5.3.4
Fred R. Volkmar Yale University, New Haven, Connecticut, USA
Capítulo 9.2.2 Richard Jed Wyatt National Institutes of Mental Health, Bethesda,
Maryland, USA
Thomas A. Wadden Professor of Psychology in Psychiatry, University Capítulo 1.1
of Pennsylvania, Philadelphia, Pennsylvania, USA
Capítulo 4.10.3 William Yule Professor of Applied Child Psychology, Institute of
Psychiatry, King’s College London, UK
John Weinman Professor of Psychology as Applied to Medicine, Capítulo 2.5.1.1
United Medical and Dental Schools, London, UK
Capítulo 5.7 Anne Zachary Consultant Psychotherapist, Portman Clinic, Tavistock
and Portman NHS Trust, London, UK
Myrna M. Weissman Professor of Epidemiology in Psychiatry, College
Capítulo 11.4.2
of Physicians and Surgeons of Columbia University; Chief,
Division of Clinical and Genetic Epidemiology, New York State Karl Zilles Brain Research Institute, University of Dusseldorf, Germany
Psychiatric Institute, New York, USA Capítulo 2.3.2
Capítulo 6.3.3
Joseph Zohar Psychiatric Medical Center, Sheba Medical Center, Tel
Sarah Welch Consultant Psychiatrist, South London and Maudsley Hashomer and Sackler School of Medicine, Tel Aviv University,
NHS Trust, London, UK Israel
Capítulo 4.2.3.5 Capítulo 4.8
Índice de capítulos

TOMO 1
Parte 1 Aproximación 1.10 Evaluación
a la psiquiatría 1.10.1 Principios de la evaluación clínica
1.1 en psiquiatría
La condición de paciente
John E. Cooper y Margaret Oates
Kay Redfield Jamison y Richard Jed Wyatt
1.10.2 Comunicación y salud mental
1.2 en atención primaria
El problema del estigma y las actitudes sociales:
R. M. Epstein, F. Borrell y M. Caterina
psiquiatría y medios de comunicación
1.10.3 Evaluación psicológica
Anthony Clare

1.3 La psiquiatría como problema de salud pública 1.10.3.1 Evaluación cognoscitiva


mundial Graham E. Powell
1.10.3.2 Evaluación comportamental
1.3.1 Psiquiatría y salud en poblaciones con bajos y observacional
ingresos John N. Hall
Leon Eisenberg
1.3.2 Psiquiatría transcultural 1.11 Clasificación
Julian Leff H. Dilling

1.4 1.12 De la ciencia a la práctica


Historia de la psiquiatría
John Geddes
1.4.1 Historia de la psiquiatría como especialidad
médica
Pierre Pichot Parte 2 Bases científicas
1.4.2 Historia de la psiquiatría española de la etiología psiquiátrica
Juan J. López-Ibor Jr.
1.5 2.1 Desarrollo histórico
Ética psiquiátrica: códigos, conceptos
y competencia clínica 2.1.1 Desarrollo histórico de las ideas sobre
K. W. M. Fulford y Sydney Bloch la etiología psiquiátrica
German E. Berrios
1.6 Principios de legislación en salud mental 2.1.2 Cerebro y mente
Alexander McCall Smith Francisco Mora
1.7 Formación de los psiquiatras 2.2 Estadística y diseño de estudios y experimentos
Paul R. McHugh y Phillip R. Slavney Graham Dunn

1.8 El psiquiatra en funciones directivas 2.3 Contribución de las neurociencias


Dinesh Bhugra
2.3.1 Neuroanatomía
1.9 Fenomenología descriptiva R. C. A. Pearson
Andrew Sims, Christoph Mundt, Peter Berner 2.3.2 Neurodesarrollo
y Arnd Barocka Karl Zilles
XXIII
XXIV ÍNDICE DE CAPÍTULOS

2.3.3 Neuroendocrinología
2.7 Contribución de la epidemiología a la etiología
Charles B. Nemeroff
psiquiátrica
2.3.4 Neurotransmisores y segundos mensajeros
Scott Henderson
Michael E. Newman y Bernard Lerer
2.3.5 Neuropatología
Peter Falkai y Bernhard Bogerts
2.3.6 Tomografía funcional por emisión Parte 3 Contribuciones
de positrones en psiquiatría
P. M. Grasby psicodinámicas a la psiquiatría
2.3.7 Imagen estructural por resonancia
magnética
3.1 Desarrollo histórico de la psiquiatría dinámica
J. Suckling y E. T. Bullmore Anthony Storr
2.3.8 Resonancia magnética funcional
E. T. Bullmore y J. Suckling
3.2 Psicoanálisis: teorías freudianas y su
2.3.9 Redes neuronales, epilepsia y otras desarrollo contemporáneo
disfunciones cerebrales Otto F. Kernberg
John G. R. Jefferys
2.3.10 Psiconeuroinmunología
3.3 Otras escuelas psicodinámicas
George Freeman Solomon
3.3.1 Psicología analítica (Jung)
2.4 Anthony Storr
Contribución de la genética
3.3.2 Relaciones objetales, teoría del apego,
psicología del self y psicoanálisis
2.4.1 Genética cuantitativa
interpersonal
Anita Thapar y Peter McGuffin
Jeremy Holmes
2.4.2 Genética molecular
Jonathan Flint
3.4 Aproximación existencial y fenomenológica a la
2.5 psiquiatría
Contribución de la ciencia psicológica
Otto Doerr-Zegers
2.5.1 Psicología evolutiva a lo largo del ciclo
3.5 Enfoques psicodinámicos actuales en psiquiatría
vital
Glen O. Gabbard
2.5.1.1 Psicología evolutiva
de la infancia, la niñez
y la adolescencia Parte 4 Síndromes clínicos
William Yule
2.5.1.2 Psicología del ciclo vital: en psiquiatría del adulto
ejemplos de la edad adulta
y la vejez 4.1 Delirio, demencia y otros trastornos
Alexandra M. Freund amnésicos y cognitivos
y Ursula M. Staudinger
4.1.1 Introducción a los trastornos cognitivos
2.5.2 Memoria y trastornos de la memoria Demetrio Barcia
Barbara A. Wilson 4.1.2 Delirio
2.5.3 Contribuciones de la psicología a la David Gill y Richard Mayou
comprensión de los trastornos 4.1.3 Demencia: enfermedad de Alzheimer
psiquiátricos Simon Lovestone
Marcel van den Hout, Arnoud Arntz 4.1.4 Demencias frontotemporales
y Harald Merckelbach Lars Gustafson
4.1.5 Enfermedad por priones
2.6 Contribución de las ciencias sociales John Collinge
4.1.6 Demencia por cuerpos de Lewy
2.6.1 Sociología médica y cuestiones de I. G. McKeith
etiología 4.1.7 Demencia en la enfermedad de Parkinson
George W. Brown R. H. S. Mindham
2.6.2 Antropología social y cultural: interés 4.1.8 Demencia debida a enfermedad
psiquiátrico de Huntington
Arthur Kleinman Susan Folstein
ÍNDICE DE CAPÍTULOS XXV

4.1.9 Demencia vascular 4.2.3.4 Trastornos relacionados con el


Timo Erkinjuntti consumo de fenciclidina y
4.1.10 Demencia debida a enfermedad por VIH alucinógenos
Mario Maj Henry David Abraham
4.1.11 Neuropsiquiatría de los traumatismos 4.2.3.5 Abuso de benzodiazepinas
craneoencefálicos Michael Farrell y Sarah Welch
Simon Fleminger 4.2.3.6 Trastornos relacionados con el
4.1.12 Demencia inducida por alcohol (alteración consumo de éxtasis, otras drogas
cognitiva secundaria al alcohol) de «fin de semana» y khat
Jane Marshall Adam R. Winstock
4.1.13 Síndromes amnésicos 4.2.3.7 Trastornos relacionados con el
Michael D. Kopelman consumo de sustancias volátiles
4.1.14 Tratamiento de las demencias Richard Ives
Simon Fleminger 4.2.3.8 Efectos del uso de Cannabis sobre
la salud mental
4.2 Trastornos mentales y del comportamiento Wayne Hall
debidos al consumo de sustancias psicotropas 4.2.3.9 Patrones de consumo,
epidemiología, efectos adversos y
4.2.1 Aspectos psicológicos y farmacológicos aspectos específicos del
del abuso de drogas tratamiento de la dependencia de
David J. Nutt y Fergus D. Law nicotina
4.2.2 Trastornos por consumo de alcohol Martin Jarvis
4.2.2.1 Etiología de los problemas de
4.2.4 Evaluación de las necesidades y organización
alcohol
de servicios para drogadictos
Juan C. Negrete
John Marsden y John Strang
4.2.2.2 Dependencia y problemas
relacionados con el alcohol
4.3 Esquizofrenia y trastornos psicóticos agudos
Jane Marshall
de carácter transitorio
4.2.2.3 Alcohol y trastornos
psiquiátricos y físicos
4.3.1 Esquizofrenia: historia conceptual
Karl F. Mann
German E. Berrios
4.2.2.4 Tratamiento de la
4.3.2 Manifestaciones clínicas descriptivas de la
dependencia de alcohol
esquizofrenia
Jonathan Chick
Peter F. Liddle
4.2.2.5 Servicios para los trastornos
4.3.3 Manifestaciones neuropsicológicas de la
asociados al consumo de alcohol
esquizofrenia
D. Colin Drummond
4.2.2.6 Prevención de los problemas
4.3.3.1 Neuropsicología clínica de la
relacionados con el alcohol
esquizofrenia
Robin Room
Anthony S. David
4.2.3 Trastornos mentales y del 4.3.3.2 Diagnóstico, clasificación y
comportamiento debidos al consumo de diagnóstico diferencial de la
sustancias psicotropas esquizofrenia
Anthony S. David
4.2.3.1 Introducción a los trastornos
mentales y del comportamiento 4.3.4 Epidemiología de la esquizofrenia
debidos al consumo de sustancias Assen Jablensky
psicotropas 4.3.5 Etiología
Philip Robson
4.2.3.2. Opiáceos: heroína, metadona y 4.3.5.1 Factores de riesgo genéticos y
buprenorfina ambientales en la esquizofrenia
Adam R. Winstock R. M. Murray y D. J. Castle
y John Strang 4.3.5.2 Neurobiología de la esquizofrenia
4.2.3.3 Trastornos relacionados con el Paul J. Harrison
consumo de anfetaminas y
cocaína 4.3.6 Evolución y pronóstico de la esquizofrenia
Nicholas Seivewright Assen Jablensky
XXVI ÍNDICE DE CAPÍTULOS

4.3.7 Tratamiento y manejo de la esquizofrenia 4.5.3 Diagnóstico, clasificación y diagnóstico


D. G. Cunningham Owens y E. C. Johnstone diferencial de los trastornos del humor
4.3.8 Trastornos esquizoafectivos y Gordon Parker
esquizotípicos 4.5.4 Epidemiología de los trastornos del humor
Ming T. Tsuang, William S. Stone Peter R. Joyce
y Stephen V. Faraone 4.5.5 Etiología
4.3.9 Trastornos psicóticos agudos transitorios
J. Garrabé y F.-R. Cousin 4.5.5.1 Etiología genética y social de los
trastornos del humor
D. Souery, S. Blairy y J. Mendlewicz
4.4 Trastornos y síntomas delirantes persistentes 4.5.5.2 Etiología neurobiológica de los
Alistair Munro trastornos del humor
Guy Goodwin
4.5 Trastornos del humor 4.5.6 Evolución y pronóstico de los trastornos
del humor
4.5.1 Introducción y revisión histórica Jules Angst
de los trastornos del humor 4.5.7 Tratamiento de los trastornos del humor
Frederick K. Goodwin y S. Nassir Ghaemi E. S. Paykel y J. Scott
4.5.2 Manifestaciones clínicas de los trastornos 4.5.8 Distimia, ciclotimia y otros trastornos del
del humor y la manía humor subclínicos crónicos
Per Bech Hagop S. Akiskal

TOMO II
4.10.2 Bulimia nerviosa
4.6 Reacciones al estrés y trastornos adaptativos
Christopher G. Fairburn
4.10.3 Obesidad
4.6.1 Reacciones a estrés agudo
Albert Stunkard y Thomas A. Wadden
Anke Ehlers y Allison G. Harvey
4.6.2 Trastorno de estrés postraumático 4.11 Sexualidad, identidad sexual y sus trastornos
Anke Ehlers
4.6.3 Recuerdos recuperados y falsos recuerdos 4.11.1 Función sexual normal
Chris R. Brewin R. J. Levin
4.6.4 Trastornos adaptativos 4.11.2 Disfunciones sexuales
James J. Strain, Jeffrey Newcorn Stanley E. Althof
y Angela Cartagena-Rochas y Patricia Schreiner-Engel
4.11.3 Parafilias
4.7 Trastornos de ansiedad Gene G. Abel y Candice A. Osborn
4.11.4 Trastornos de la identidad sexual en los
4.7.1 Trastorno de ansiedad generalizada adultos
David A. Spiegel y David H. Barlow Richard Green
4.7.2 Fobia social y fobias específicas
David M. Fresco, Brigette A. Erwin, 4.12 Trastornos de la personalidad
Richard G. Heimberg y Cynthia L. Turk
4.7.3 Trastorno de pánico y agorafobia 4.12.1 Introducción a los trastornos de la
James C. Ballenger personalidad
4.8 Trastorno obsesivo-compulsivo Juan J. López-Ibor Jr.
Iulian Iancu, Pinhas N. Dannon y Joseph Zohar 4.12.2 Descripción clínica general de los
trastornos de la personalidad
4.9 Trastorno de despersonalización Armand W. Loranger
K. W. de Pauw 4.12.3 Tipos específicos de trastornos de la
personalidad
4.10 Trastornos del comportamiento José Luis Carrasco y Dusica Lecic-Tosevski
4.12.4 Diagnóstico y clasificación de los
4.10.1 Anorexia nerviosa trastornos de la personalidad
Gerald Russell James Reich y Giovanni de Girolamo
ÍNDICE DE CAPÍTULOS XXVII

4.12.5 Epidemiología de los trastornos de la


personalidad
Parte 5 Psiquiatría y medicina
Giovanni de Girolamo y Patrizia Dotto 5.1 Consideraciones históricas y conceptuales en
4.12.6 Etiopatogenia de los trastornos de la psiquiatría y medicina
personalidad (de los genes a los procesos Rodolfo Fahrer
del biodesarrollo)
Adolf Tobeña 5.2 Trastornos somatomorfos y otras causas de
4.12.7 Manejo de los trastornos de la síntomas no explicados médicamente
personalidad
Peter Tyrer y Kate Davidson 5.2.1 Trastornos somatomorfos y síntomas no
explicados médicamente
Richard Mayou
4.13 Trastornos de los hábitos y del control de los
5.2.2 Epidemiología de los trastornos
impulsos
somatomorfos y otras causas de síntomas
no explicados médicamente
4.13.1 Trastornos del control de los impulsos Gregory Simon
Susan L. McElroy, Lesley M. Arnold 5.2.3 Trastorno de somatización y trastornos
y DeAnna A. Beckman relacionados
4.13.2 Tricotilomanía Per Fink
Gary Christenson 5.2.4 Conversión y disociación
4.13.3 Problemas psiquiátricos especiales Harold Merskey
relacionados con el juego 5.2.5 Hipocondría
Emanuel Moran Russell Noyes Jr.
5.2.6 Trastorno por dolor
4.14 Alteraciones del ciclo sueño-vigilia Sidney Benjamin
5.2.7 Síndrome de fatiga crónica
4.14.1 Introducción a las alteraciones del ciclo Michael Sharpe y Simon Wessely
sueño-vigilia 5.2.8 Trastorno dismórfico corporal
Gregory Stores Katharine A. Phillips
4.14.2 Insomnio 5.2.9 Trastorno facticio y simulación
Colin A. Espie Christopher Bass y David Gill
4.14.3 Somnolencia excesiva 5.2.10 Neurastenia
Michel Billiard Felice Lieh Mak
4.14.4 Parasomnias
Carlos H. Schenck y Mark W. Mahowald 5.3 Patologías médicas y quirúrgicas, y tratamientos
4.14.5 Trastornos psiquiátricos del ciclo asociados con trastornos psiquiátricos
sueño-vigilia 5.3.1 Adaptación a la enfermedad, discapacidad
Ruth M. Benca y duelo
4.14.6 Trastornos médicos del ciclo sueño-vigilia Alex Mitchell y Allan House
Sudhansu Chokroverty 5.3.2 Aspectos psiquiátricos de las
enfermedades neurológicas
4.15 Suicidio Maria A. Ron
5.3.3 Epilepsia
4.15.1 Epidemiología y causas del suicidio Brian Toone
Jouko K. Lonnqvist 5.3.4 Enfermedades físicas asociadas a
4.15.2 Intento de suicidio y autolesión trastornos psiquiátricos
deliberada: epidemiología y factores de James R. Rundell y Michael G. Wise
riesgo 5.3.5 Aspectos psiquiátricos de las infecciones
A. J. F. M. Kerkhof y E. Arensman J. L. Ayuso-Mateos
4.15.3 Aspectos biológicos del comportamiento 5.3.6 Aspectos psiquiátricos de la cirugía
suicida (incluidos los trasplantes)
Lawrence Amsel y J. John Mann Gary Rodin y Susan Abbey
4.15.4 Tratamiento de las tentativas de suicidio 5.3.7 Aspectos psiquiátricos del cáncer
y prevención del suicidio y sus intentos Marjaneh Rouhani
Keith Hawton y Jimmie C. Holland
5.3.8 Aspectos psiquiátricos de los accidentes,
4.16 Síndromes relacionados con la cultura quemaduras y otros traumatismos
Wolfgang G. Jilek Ulrik Fredrik Malt
XXVIII ÍNDICE DE CAPÍTULOS

6.2.7 Fármacos para los trastornos cognitivos


5.4 Situaciones obstétricas y ginecológicas asociadas a
Leslie Iversen
enfermedades psiquiátricas
6.2.8 Fármacos para el tratamiento de las
Ian Brockington
adicciones
Fergus D. Law y David J. Nutt
5.5 Programas de detección de salud
6.2.9 Otros tratamientos somáticos
Katharine Rimes y Paul Salkovskis
6.2.9.1 Terapia convulsiva en el siglo XXI
5.6 Tratamiento de los trastornos psiquiátricos en Max Fink
pacientes con enfermedades médicas y su manejo 6.2.9.2 Fototerapia
en urgencias P. J. Cowen
Thomas Herzog, Barbara Stein y Lutz Frölich 6.2.9.3 Neurocirugía en los trastornos
psiquiátricos
5.7 Psicología de la salud Andrea L. Malizia
John Weinman y Keith J. Petrie
6.3 Tratamientos psicológicos
5.8 Organización de los servicios de psiquiatría en el
hospital general 6.3.1 Consejo sociopsicológico (counselling)
Frits J. Huyse Mike Hobbs y Diana Sanders
6.3.2 Terapia cognitivo-conductual

6.3.2.1 Terapia cognitivo-conductual en


Parte 6 Métodos de los trastornos de ansiedad
tratamiento en psiquiatría David M. Clark
6.3.2.2 Terapia cognitivo-conductual en
Introducción los trastornos del comportamiento
Los Directores alimentario
Christopher G. Fairburn
6.1 Integración del tratamiento 6.3.2.3 Terapia cognitivo-conductual en
los trastornos depresivos
6.1.1 Evaluación del tratamiento médico Melanie J. V. Fennell
6.3.2.4 Terapia cognitivo-conductual en
6.1.1.1 Estudios clínicos y regulación de la esquizofrenia
fármacos Max Birchwood y Elizabeth Spencer
Paul Leber
6.1.1.2 Análisis de grupos de estudios 6.3.3 Psicoterapia interpersonal en la depresión y
Clive Adams otros trastornos
John C. Markowitz
6.1.2 Evaluación del tratamiento psicológico y Myrna M. Weissman
Paul Crits-Christoph y Madeline Gladis 6.3.4 Psicoterapia psicodinámica individual breve
6.1.3 Efecto placebo y otros factores no Robert J. Ursano y Amy M. Ursano
específicos 6.3.5 Psicoanálisis y otras psicoterapias dinámicas
Frederic M. Quitkin a largo plazo
6.2 Peter Fonagy
Tratamientos somáticos
6.3.6 Estrategias de grupo en psiquiatría
6.2.1 Principios generales de la terapia de adultos
farmacológica Malcolm Pines y John Schlapobersky
J. K. Aronson 6.3.7 Psicoterapia de pareja
6.2.2 Ansiolíticos e hipnóticos Michael Crowe
Malcolm Lader 6.3.8 Terapia familiar
6.2.3 Antidepresivos Sidney Bloch y Edwin Harari
George R. Heninger 6.3.9 Comunidades terapéuticas
6.2.4 Estabilizadores no anticonvulsivos: litio David Kennard
y antagonistas del calcio tipo L
Robert M. Post 6.4 Tratamiento realizado por otros
6.2.5 Fármacos antipsicóticos y anticolinérgicos profesionales
Herbert Y. Meltzer
6.2.6 Fármacos antiepilépticos 6.4.1 Técnicas de rehabilitación
Christopher M. Palmer y Harrison G. Pope Jr. W. Rössler
ÍNDICE DE CAPÍTULOS XXIX

6.4.2 Técnicas de enfermería psiquiátrica


6.5 Curación tradicional popular no occidental y
Kevin Gournay
psiquiatría
6.4.3 Aproximación a la salud mental desde la
Wolfgang G. Jilek
asistencia social: tendencias británicas y
norteamericanas
Shulamit Ramon

TOMO III
Parte 7 Psiquiatría social 7.10.2 Servicios de salud mental para personas
sin hogar con enfermedades mentales
y provisión de servicios Tom K. J. Craig
7.10.3 Servicios de salud mental para minorías
7.1 Políticas públicas y cuestiones ambientales étnicas
Rachel Jenkins Rosemarie Mallett y Tom K. J. Craig

7.2 Necesidades de servicios de los individuos


y de la población
William R. Breakey Parte 8 Psiquiatría
7.3 Diferencias culturales en la forma de asistencia,
del anciano
uso de servicios y pronóstico
8.1 Biología del envejecimiento
Jim van Os y Kwame McKenzie
Alan H. Bittles
7.4 Prevención primaria de los trastornos mentales
J. M. Bertolote 8.2 Sociología del envejecimiento normal
G. Clare Wenger
7.5 Planificación de servicios de salud mental
8.3 Población anciana y epidemiología de los
7.5.1 Planificación y prestación de servicios de trastornos mentales en la vejez
salud mental en la comunidad A. F. Jorm
Graham Thornicroft y Michele Tansella
7.5.2 Planificación de los servicios de 8.4 Valoración de los trastornos mentales en el
psiquiatría y salud mental en España anciano y necesidades de tratamiento del paciente
Blanca Reneses y sus cuidadores
Robin Jacoby
7.6 Evaluación de los servicios psiquiátricos
Michele Tansella y Graham Thornicroft 8.5 Características especiales de los síndromes clínicos
en la vejez
7.7 Análisis económico de los servicios
psiquiátricos 8.5.1 Delirio en el anciano
Martin Knapp y Daniel Chisholm James Lindesay
8.5.2 Trastornos por consumo de sustancias en
7.8 Psiquiatría en atención primaria el anciano
David Goldberg, Anthony Mann y André Tylee Roland Atkinson
8.5.3 Esquizofrenia y trastornos paranoides en
7.9 Papel del activismo, de los grupos de autoayuda la vejez
y cuidadores y de las organizaciones de Robert Howard
voluntarios 8.5.4 Trastornos del humor en la vejez
Laurie M. Flynn Robert Baldwin
8.5.5 Trastornos relacionados con el estrés,
7.10 Problemas específicos trastornos de ansiedad y trastornos
obsesivos en el anciano
7.10.1 Problemas psiquiátricos específicos de los James Lindesay
refugiados 8.5.6 Trastornos de la personalidad en la vejez
Richard F. Mollica Suzanne Holroyd
XXX ÍNDICE DE CAPÍTULOS

8.5.7 Suicidio y autolesiones deliberadas en el 9.2.8 Trastornos del sueño,


anciano del comportamiento alimentario
Robin Jacoby y de la eliminación en la primera infancia
8.5.8 Sexualidad en la vejez Jo Douglas
John Kellett 9.2.9 Trastornos del sueño en la infancia
y la adolescencia
8.6 Características especiales del tratamiento Gregory Stores
psiquiátrico en el anciano 9.2.10 Suicidio y tentativas de suicidio
Catherine Oppenheimer en la infancia y la adolescencia
8.7 Organización y provisión de servicios en la vejez David Shaffer, Cynthia R. Pfeffer
Deirdre Johnston y Burton V. Reifler y Jennifer Gutstein
9.2.11 Trastornos del habla y del lenguaje en la
infancia y mutismo psicológico
Parte 9 Psiquiatría de la Israel Kolvin
9.2.12 Trastorno de la identidad sexual en la
infancia y la adolescencia infancia y la adolescencia
Richard Green
9.1 Características generales
9.1.1 Psicopatología del desarrollo y clasificación 9.3 Situaciones que afectan a la salud mental en la
en la infancia y la adolescencia infancia
Stephen Scott
9.1.2 Influencia de la familia, la escuela y el 9.3.1 Abuso y negligencia en la infancia
ambiente David P. H. Jones
Barbara Maughan 9.3.2 Relación entre salud física y mental en la
9.1.3 Epidemiología de los trastornos infancia y la adolescencia
psiquiátricos en la infancia y la Julia Gledhill y M. Elena Garralda
adolescencia 9.3.3 Efectos de la adopción y la acogida en la
David R. Offord salud mental infantil
9.1.4 Valoración psiquiátrica en la infancia y la June Thoburn
adolescencia 9.3.4 Efectos de las enfermedades psiquiátricas
Adrian Angold y físicas de los progenitores sobre el
9.1.5 Prevención de los trastornos psiquiátricos desarrollo de sus hijos
en la infancia y otras implicaciones de Jacqueline Barnes y Alan Stein
salud pública 9.3.5 Efectos del duelo en la infancia
Peter Hill Dora Black

9.2 Síndromes clínicos 9.4 Aspectos forenses

9.2.1 Trastornos específicos del desarrollo en la 9.4.1 Delincuencia juvenil y comportamientos


infancia y la adolescencia antisociales graves
Helmut Remschmidt Susan Bailey
9.2.2 Autismo y trastornos generalizados del 9.4.2 El niño como testigo judicial
desarrollo Anne E. Thompson y John B. Pearce
Fred R. Volkmar y Ami Klin 9.5 Métodos terapéuticos en la infancia y la
9.2.3 Trastornos hipercinéticos con déficit de adolescencia
atención en la infancia y la adolescencia
Russell Schachar y Abel Ickowicz 9.5.1 Asistencia sociopsicológica y psicoterapia
9.2.4 Trastornos del comportamiento en la en la infancia
infancia y la adolescencia John B. Pearce
Stephen Scott 9.5.2 Psicoanálisis infantil
9.2.5 Trastornos emocionales de inicio en la Peter Fonagy y Mary Target
infancia 9.5.3 Terapias cognitivo-conductuales en la
Ian Goodyer infancia y la adolescencia
9.2.6 Trastorno obsesivo-compulsivo y tics en Richard Harrington
la infancia y la adolescencia 9.5.4 Intervenciones en padres y familias: una
Martine F. Flament y Nadia Chabane perspectiva del desarrollo de la
9.2.7 Trastornos neuropsiquiátricos psicopatología
James C. Harris Philip A. Fisher y Elizabeth A. Stormshak
ÍNDICE DE CAPÍTULOS XXXI

9.5.5 Medicación en la infancia y la


10.8 Familias con un miembro con retraso mental y
adolescencia
sus necesidades
Christopher Gillberg
Ann Gath
9.5.6 Asistencia residencial por motivos sociales
Ian Sinclair y Ian Gibbs 10.9 Planificación y provisión de servicios psiquiátricos
9.5.7 Organización de servicios asistenciales para pacientes con retraso mental
para niños y adolescentes Nick Bouras y Geraldine Holt
Anula Nikapota
9.5.8 Tratamiento de las urgencias psiquiátricas
en niños y adolescentes Parte II Psiquiatría forense
Ernest S. L. Luk
9.5.9 El psiquiatra infantil como consultor en Introducción
escuelas e institutos Robert Bluglass
Derek Steinberg
11.1 Principios generales del derecho relacionados con
las personas con trastornos mentales
Michael Gunn y Kay Wheat
Parte 10 Retraso mental
11.2 Causas psicosociales de los comportamientos
(discapacidad para el delictivos
aprendizaje) David P. Farrington

Introducción: la edad de las luces


11.3 Asociación entre trastorno psiquiátrico y delito
W. Fraser Derek Chiswick

10.1 Clasificación, diagnóstico, valoración psiquiátrica 11.4 Problemas especiales


y evaluación de las necesidades 11.4.1 Incendiarismo (provocación de incendios)
A. J. Holland Herschel Prins
10.2 Epidemiología del retraso mental 11.4.2 Evaluación y manejo de los agresores
Tom Fryers sexuales
Robert Hale, Carine Minn y Anne Zachary
10.3 Etiología del retraso mental: generalidades y 11.4.3 Peligrosidad, riesgo y predicción de
prevención probabilidad
Markus Kaski Paul E. Mullen
11.4.4 Aspectos médico-legales de los trastornos
10.4 Síndromes específicos que originan retraso mental relacionados con el consumo de alcohol
Shoumitro Deb y Zahir Ahmed y drogas
10.5 Trastornos psiquiátricos y del comportamiento en Andrew Johns
las personas con retraso mental 11.5 Impacto de la victimización criminal
10.5.1 Trastornos psiquiátricos y del Gillian C. Mezey y Ian Robbins
comportamiento en niños y adolescentes 11.6 Papel del psiquiatra en los tribunales
con retraso mental Adrian Grounds
Bruce J. Tonge
10.5.2 Trastornos psiquiátricos y del 11.7 Uso legal de la psiquiatría y del derecho como
comportamiento en adultos con retraso instrumento en la práctica psiquiátrica
mental Nigel Eastman
A. Dosˇen
10.5.3 Epilepsia y trastornos del comportamiento 11.8 Tratamiento y atención a la salud mental en
relacionados con la epilepsia en personas psiquiatría forense
con retraso mental Paul E. Mullen y Per Lindqvist
Matti Iivanaien 11.9 Organización de los servicios psiquiátricos
10.6 Métodos de tratamiento Robert Bluglass
T. P. Berney 11.10 Psiquiatría y ley en España
10.7 Necesidades especiales de los adolescentes y los Alfredo Calcedo Ordóñez
ancianos con retraso mental
Jane Hubert y Sheila Hollins Índice alfabético de materias
1
Aproximación
a la psiquiatría

1.1 La condición de paciente ................................ 3 1.7 Formación de los psiquiatras........................... 53


Kay Redfield Jamison y Richard Jed Wyatt Paul R. McHugh y Phillip R. Slavney

1.2 El problema del estigma y las actitudes 1.8 El psiquiatra en funciones directivas .............. 63
sociales: psiquiatría y medios de Dinesh Bhugra
comunicación...................................................... 5
Anthony Clare 1.9 Fenomenología descriptiva .............................. 71
Andrew Sims, Christoph Mundt, Peter Berner y
1.3 Arnd Barocka
La psiquiatría como problema de salud
pública mundial ............................................... 9
1.10 Evaluación ........................................................ 91
1.9.1 Psiquiatría y salud en poblaciones con
1.10.1 Principios de la evaluación clínica en
bajos ingresos......................................... 9
psiquiatría.............................................. 91
Leon Eisenberg
John E. Cooper y Margaret Oates
1.3.2 Psiquiatría transcultural.......................... 13
1.10.2 Comunicación y salud mental en
Julian Leff
atención primaria ............................... 110
R. M. Epstein, F. Borrell
1.4 Historia de la psiquiatría ................................. 17 y M. Caterina
1.10.3 Evaluación psicológica ...................... 118
1.4.1 Historia de la psiquiatría como
especialidad médica ................................ 17 1.10.3.1 Evaluación cognoscitiva .. 118
Pierre Pichot Graham E. Powell
1.4.2 Historia de la psiquiatría española ......... 29 1.10.3.2 Evaluación
Juan J. López-Ibor Jr. comportamental y
observacional..................... 130
1.5 Ética psiquiátrica: códigos, conceptos y John N. Hall
competencia clínica.......................................... 37 1.11 Clasificación ..................................................... 137
K. W. M. Fulford y Sydney Bloch H. Dilling

1.6 Principios de legislación en salud mental ....... 45 1.12 De la ciencia a la práctica ............................... 165
Alexander McCall Smith John Geddes
La condición de paciente
1.1 Kay Redfield Jamison y Richard Jed Wyatt

No es fácil ser un paciente psiquiátrico, pero un buen mé- viene moderar la esperanza imbuida mencionando las difi-
dico puede allanar el camino. La competencia clínica y la cultades que todavía acechan al paciente: los molestos efectos
comprensión superan entonces el aturdimiento y el miedo, y secundarios de los fármacos, la evolución inestable en pos de
la persuasión habilidosa modifica con relativa frecuencia la una recuperación mantenida que a menudo incluye muchos
actitud de resistencia al tratamiento. Pero lo más arduo, como ciclos desalentadores en los que el enfermo pasa de sentirse
bien sabía el fogoso y atormentado Byron, radica en los pe- bien a una nueva recaída, sin contar las probables conse-
queños detalles. cuencias que comporta toda enfermedad psiquiátrica en el
La primera vez que el paciente es objeto de un diagnósti- orden personal, profesional y económico.
co psiquiátrico suele mostrarse aliviado y amedrentado a un Es en verdad pavoroso perder la salud mental o sentirse
tiempo; aliviado porque no pocas veces ha experimentado amenazado por una depresión incapacitante; de ahí que nin-
dolor y ansiedad durante largos períodos, y amedrentado por- guna medicación pueda suplir por sí sola la experiencia clíni-
que desconoce el significado del diagnóstico y lo que conlle- ca de un médico competente y la humanidad de un faculta-
va el tratamiento. Ignora si volverá a ser el mismo de antes, si tivo que comprende las facetas médica y psicológica inheren-
el régimen terapéutico dará resultado, e incluso, en el su- tes a un trastorno mental, como tampoco puede sustituir a un
puesto afirmativo, qué repercusiones tendrá en la idea que al- especialista capacitado a la hora de mitigar los miedos y la zo-
berga de sí mismo, si habrá efectos secundarios adversos, y zobra de un paciente que pugna por comprender el suceso de
cuál será la reacción de familiares, amigos, compañeros de tra- que ha sido víctima.
bajo y patronos. Tampoco sabe si la depresión, la psicosis, la El médico debe responder a las preguntas con claridad,
ansiedad o las compulsiones reaparecerán y se convertirán en reconocer las limitaciones de su conocimiento de la materia
parte permanente de su vida, y esa incógnita tal vez sea más y alentar la consulta con especialistas si lo requieren las cir-
inquietante que otros aspectos antes apuntados. cunstancias clínicas. También necesita crear un ambiente te-
Las especificaciones que formula el médico y la forma de rapéutico en el que los pacientes y sus familiares se sientan li-
expresarlas revisten primordial importancia. El paciente que se bres para expresar, siempre que lo necesiten, las dudas que les
queja de la atención psiquiátrica que recibe argumenta su des- suscite el tratamiento, o para requerir una segunda opinión.
contento y lo extiende a diversos planos: opina, por ejemplo, Asimismo hay que afrontar sin reparo la falta de cumpli-
que los médicos dedican poco tiempo a explicarle la natura- miento del régimen terapéutico, una de las causas principales
leza de su enfermedad y el tratamiento; afirma que se mues- de padecimiento inútil, recidivas, hospitalización y suicidio.
tran reacios a consultar a sus familiares y a involucrarlos acti- Hay que puntualizar que los pacientes jóvenes son especial-
vamente; que adoptan una actitud condescendiente y no mente proclives a interrumpir la medicación en una fase tem-
atienden a lo que el paciente tiene que decir; que no se le ins- prana de su dolencia en contra de la opinión del médico, ac-
ta a preguntar ni abordan como corresponde las preocupa- titud que puede resultar nefasta (1, 2). Por desgracia, la capa-
ciones que le invaden, ya que no comentan posibles alterna- cidad perceptiva de los psiquiatras varía en gran manera cuan-
tivas al tratamiento que recibe, ni hablan del que está en cur- do se trata de evaluar y anticipar si los pacientes cumplirán o
so o del riesgo que implica no tratarse, y tampoco informan no con sus prescripciones (3).
de todos los efectos secundarios de la medicación. Preguntar a menudo y sin rodeos acerca de los recelos que
La mayoría de estas quejas son subsanables. El tiempo de despierta la medicación, programar frecuentes visitas de segui-
consulta, por difícil que sea procurárselo, debe darse por bien miento después de una primera evaluación diagnóstica e ins-
empleado en la fase inicial del tratamiento, cuando la confu- tauración de tratamiento, y animar al enfermo a recurrir a la psi-
sión y el desánimo son mayores, el incumplimiento de las pres- coterapia a modo de complemento, o bien a integrarse en un
cripciones alcanza sus máximos y la contingencia del suicidio grupo de ayuda, son medidas que entrañan una diferencia capi-
aumenta en gran medida. Sin perder de vista la realidad, cabe tal en cuanto al modo de obtener el máximo partido de la me-
extender la esperanza al paciente y a sus allegados próximos, dicación prescrita. Combatir los tratamientos agresivos que pro-
y ese trasvase explícito tiene vital importancia para aquellos ducen efectos secundarios molestos o insufribles a base de re-
cuya enfermedad les ha arrebatado no sólo las ilusiones, sino ducir al mínimo la dosis y el número de tomas, y facilitar una
también la fe en sí mismos y en el porvenir. Con todo, con- información progresiva sobre la enfermedad y su tratamiento
3
4 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

son, asimismo, medidas esenciales, siempre que sean juiciosas, Toda persona que haya tratado enfermedades mentales o
de neutralizar o disminuir el incumplimiento del régimen tera- las haya padecido reconocerá las dificultades que supone el
péutico. Ni qué decir tiene que el adecuado tratamiento de toda éxito terapéutico. La medicina actual ofrece alternativas im-
enfermedad conlleva una instrucción sostenida, sobre todo en pensables hace 10 años, y todo induce a creer que los avan-
el caso de enfermedades crónicas o que tienden a recidivar. Ha- ces en el campo de la psicofarmacología y las técnicas de
bría que animar a los pacientes y sus familiares a plasmar por diagnóstico proseguirán a ritmo acelerado. Aun así, la rela-
escrito cuantas dudas puedan tener, pues son muchas las perso- ción entre médico y paciente seguirá siendo esencial para el
nas que se sienten cohibidas cuando se hallan en la consulta del tratamiento, como ilustró Morag Coate hace 35 años en Be-
médico. Conviene repetir al paciente, tantas veces como sea ne- yond all reason (10):
cesario, cualquier dato o información facilitados de viva voz
(debido a que muchos pacientes psiquiátricos experimentan de- Si he sobrevivido para contarlo, fue debido a la solicitud
terioros cognitivos, en especial si se hallan gravemente enfermos de los médicos y porque uno de ellos continuó creyendo en
o se están recuperando de una crisis aguda) y también, siempre mí cuando yo no creía en nada. No son sólo los médicos
que sea posible, plasmarlos en el papel. Los pacientes y allega- que realizan delicadas intervenciones o que administran me-
dos pueden disponer de información complementaria en libros dicamentos salvadores en casos de evidente urgencia los que
y folletos asequibles en bibliotecas, librerías y en los grupos de mantienen el fiel de la balanza cuando el paciente se debate
entre la vida y la muerte. A mucha gente no le parecería sa-
ayuda al paciente, y pueden recurrir a cintas de audio y vídeo,
crificado ni espectacular ver a un hombre sentado tranquila-
y acceder a Internet (2, 4). También son provechosos los com- mente en una consulta en posición de dirigir la palabra a
plementos visuales, como las gráficas que muestran la evolución otra persona. En medicina hay distintos modos de salvar una
normal de las enfermedades tratadas y de las que no lo han vida, y el que he mencionado es uno de ellos.
sido, o las causas y consecuencias de los trastornos del sueño o
la interrupción de la medicación (5-7).
Una vez que el paciente se ha recuperado, el médico sue- Bibliografía
le programar una reunión con los familiares centrada en la
elaboración de planes de contención, por si ocurriese una re- 1. Jamison, K.R., Gerner, R.H., and Goodwin, F.K. (1979). Patient and
cidiva. En este tipo de encuentros se habla a veces de cómo physician attitudes toward lithium: relationship to compliance.
proceder en el caso de que el paciente deba ser hospitalizado Archives of General Psychiatry, 36, 866–9.
2. Goodwin, F.K. and Jamison, K.R. (1990). Manic–depressive illness.
contra su voluntad, o de los síntomas precoces que advierten Oxford University Press, New York.
de la inminencia de un episodio psicótico o depresivo, se co- 3. Sackett, D.L., Haynes, R.B., and Tugwell, P. (1985). Clinical
menta la mejor manera de normalizar el sueño o el régimen epidemiology: a basic science for clinical medicine. Little, Brown, Boston,
de actividades más adecuado, así como la forma de proteger MA.
4. Wyatt, R.J. (1998). Practical psychiatric practice. Forms and protocols for
al paciente en el aspecto económico o, si se diera el caso, cuá- clinical use (2nd edn). American Psychiatric Association, Washington,
les son los medios idóneos para afrontar un comportamiento DC.
con intención suicida. Entre las enfermedades psiquiátricas 5. Post, R.M., Rubinow, D.R., and Ballenger, J.C. (1986). Conditioning
and sensitization in the longitudinal course of affective illness. British
graves, el suicidio es la primera causa de fallecimiento pre- Journal of Psychiatry, 149, 191–201.
maturo (8, 9), por lo que es de gran trascendencia prevenir 6. Wehr, T.A., Sack, D.A., and Rosenthal, N.E. (1987). Sleep reduction
esta eventualidad. Las enfermedades que más probabilidades as a final common pathway in the genesis of mania. American Journal
tienen de acabar en suicidio (trastornos del humor, abuso of Psychiatry, 144, 201–4.
7. Suppes, T., Baldessarini, R.J., Faedda, G.L., Tondo, L., and Tohen,
concurrente de alcohol y drogas, esquizofrenia) deben tratar- M. (1993). Discontinuing maintenance treatment in bipolar
se sin dilación, con firmeza y, a menudo, por un período de manic–depression: risks and implications. Harvard Review of Psychiatry,
tiempo indefinido (2, 4, 10). Es necesario tener en cuenta los 1, 131–44.
datos cada vez más evidentes de que una intervención tem- 8. Harris, E.C. and Barraclough, B. (1997). Suicide as an outcome for
mental disorders: a meta-analysis. British Journal of Psychiatry, 170,
prana en las dolencias psiquiátricas pueden mejorar su evolu- 205–28.
ción a largo plazo, y tenerlo presente en los numerosos pa- 9. Roy, A. (ed.) (1986). Suicide. Williams and Wilkins, Baltimore, MD.
cientes que se muestran reticentes a seguir el tratamiento. 10. Coate, M. (1964). Beyond all reason. Constable, London.
El problema del estigma
1.2 y las actitudes sociales: psiquiatría
y medios de comunicación
Anthony Clare

■ Introducción lo sufre, la discriminación corre a cargo de terceros. Si abor-


damos la cuestión desde la plataforma de los derechos hu-
El vocablo «estigma» deriva del griego y alude a las mar- manos, resulta patente que se ejerce una discriminación
cas o signos corporales cuyo fin es exponer a la vista algo in- acentuada contra las personas mentalmente enfermas, y lo
que es más, esa plataforma ofrece también un método har-
usual y censurable acerca de la condición moral de un refe-
to probado para identificar y remediar los hábitos discrimi-
rente humano. El signo «se marcaba a fuego o por incisión natorios.
en carne viva, y denotaba que el portador era un esclavo, un
delincuente o un traidor» (1), alguien, en definitiva, al que La mayoría de nosotros elaboramos en la primera niñez
había que rehuir o rechazar, sobre todo en público. En la era las figuraciones y tópicos conductuales sobre el enfermo
cristiana se añadieron cambios alegóricos: el primero aludía mental, y aunque la mayoría de los esquemas incorporados
a huellas físicas, corporales, prueba de la espiritualidad y gra- son endebles o falsos, estas composiciones comunes se reafir-
cia divinas, denominadas estigmas, entre ellas erupciones y man y fortalecen de manera continua en la normal interac-
llagas similares a las de Cristo crucificado (2); el segundo re- ción social. Buena parte del lenguaje referente a la salud men-
mitía a las señales corporales propias de una dolencia orgá- tal se ha sumido en el discurso colectivo de forma claramen-
nica, como los conocidos estigmas de la lepra o de la cirro- te peyorativa. El empleo de calificativos como «psicópata»,
sis aguda en el alcohólico. Sin embargo, la idea convencio- «chiflado», «maníaco» o «esquizofrénico» con fines denigran-
nal que actualmente tiene el estigma conlleva un matiz de- tes contamina y corrompe todo el ámbito de la salud mental,
nigrante. La historia ofrece múltiples ejemplos de signos circunstancia que ha sido objeto de numerosas críticas (5).
afrentosos o infamantes por motivos de raza, etnia, género, El maltrato político de que ha sido objeto la psiquiatría
estrato social, nacionalidad e incluso inclinación sexual, o en ha puesto en guardia a los psiquiatras frente al riesgo profe-
razón de la capacidad física o mental de la persona. En un sional de verse manipulados como instrumentos de inspec-
libro ya clásico dedicado al análisis del estigma (1), el soció- ción social que contribuyen a la estigmatización de los enfer-
logo Erving Goffman afirma que el individuo que lo porta es mos mentales. Tal como indican Littlewood y Lipsedge (6), la
tenido con más frecuencia de lo normal por alguien que no psiquiatría occidental tiende a mantener posiciones conserva-
alcanza la plena condición de ser humano, y se opta enton- doras frente al orden social, y otros estudiosos (7, 8) se han
ces por desarrollar teorías o teologías ad hoc que tratan de ex- pronunciado a favor de un reconocimiento más acentuado de
plicar y de justificar la estigmatización. La que aflige a los en- las premisas sociales y culturales en que se sustenta buena
fermos mentales, por ejemplo, se asienta en teorías sobre la parte de la teoría y la práctica psiquiátricas, que contribuyen
flaqueza moral, la peligrosidad, el contagio y la culpabilidad de forma larvada a la estigmatización del paciente en los ser-
del sujeto. vicios de salud mental.
No obstante, Sayce (3) expone con mayor solidez que el
concepto de estigma no ha podido utilizarse como punto de
convergencia en favor de estrategias colectivas que combatan
los prejuicios, y que la noción misma de estigma es en sí ve-
■ Estigmatización del individuo
jatoria. En Nueva Zelanda rige una estrategia nacional que mentalmente enfermo
impugna la discriminación de los enfermos mentales y se ar-
gumenta en los siguientes términos (4): En el fondo del menosprecio de los enfermos mentales y
de aquellos que los asisten, subyacen una serie de conviccio-
Años de estudio de actitudes sociales frente al estigma nes (tabla 1).
no han fomentado el auge de modelos operantes en apoyo La falta de indicadores objetivos, coherentes y sólidos de
del cambio (…). En tanto que el estigma se adscribe al que la enfermedad mental es un factor que contribuye en gran
5
6 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla I. Ideas estigmatizantes sobre los que padecen una en-


fermedad psiquiátrica
Convicción Medidas requeridas

La enfermedad psiquiátrica no es
tal, sino:
Enfermedad simulada Obligar al doliente a responder de
Quejas desmesuradas sus actos y no reconocerle el
Evitación de responsabilidades papel de enfermo
Los enfermos mentales
Son peligrosos Vigilancia, custodia, disciplina
Son contagiosos Incomunicación
Son débiles de ánimo Deben/rechazan «recobrar la com-
postura»
Son culpables Imputarles los hechos, castigarles

Figura I. Goya: La casa de locos.


manera a la pervivencia de la convicción de que, en cierto
modo, si se la compara con los llamados trastornos orgánicos,
la enfermedad psiquiátrica no es una enfermedad tangible y A pesar de las ventajas de orden clínico y terapéutico que
genuina. Tampoco puede afirmarse que este prejuicio sea pri- ofrecían los asilos, la rémora principal era su emplazamiento,
vativo de la medicina occidental deformado por un dualismo incomunicación y el propio ambiente institucional. El asilo
cartesiano demasiado simplista. Raguram y cols. (9) han pues- mental, aludido de forma despectiva y notoriamente hostil en
to de manifiesto que, en una población mórbida de la India el transcurso de los años como «la carbonera», contribuyó a
meridional, los síntomas depresivos se habían configurado, garantizar que la imagen pública de la enfermedad mental si-
en el plano social, como mucho más perjudiciales que los de guiera adscrita a la idea de custodia, vigilancia, cronicidad, re-
tipo somatomorfo, en tanto que Fabrega (10), en un amplio presión y miedo al contagio y la violencia. Muchos de estos
análisis de la bibliografía relativa a la enfermedad psiquiátrica centros estaban sobresaturados, dotados de escaso personal y
y al desprecio que recibe en el ámbito geográfico no occi- marginados del grueso de la medicina oficial.
dental, llega a la conclusión de que, con la posible excepción Con el declive del asilo mental y el incremento simultá-
del Islam, el eventual repudio y el consiguiente estigma que neo de la unidad psiquiátrica en el marco del hospital gene-
acarrea la enfermedad están presentes en la mayoría de estas ral, que atendía los casos graves, y el auge de lo que se dio en
sociedades. llamar psiquiatría comunitaria, surgió la esperanza de que la
De los diversos estereotipos enumerados, el que conside- estigmatización de los enfermos mentales se reduciría y a la
ra a los enfermos mentales como seres violentos es, quizá, el postre terminaría por desaparecer. La enfermedad psiquiátrica
más arraigado y contribuye en parte a la virulencia y persis- se ha hecho más perceptible. Ya no se confina a los enajena-
tencia de otros aspectos de la estigmatización. Es una idea o dos mentales, ocultos a la vista y a la preocupación. Digamos,
interpretación que viene de antiguo. Una parte considerable sin embargo, que en países como Estados Unidos o el Reino
de los anales de la psiquiatría se refiere a la historia del con- Unido, en los que la racionalización del hospital psiquiátrico
finamiento. Las imágenes de la locura que poseemos, deriva- no siempre ha supuesto la creación de suficientes servicios te-
das de esa historia, refuerzan poderosamente el concepto de rapéuticos, se advierte mayor inquietud en lo tocante al nexo
enfermedad mental concebida como un estado de violencia entre enfermedad mental y violencia (12-14), y la exigencia de
real, incipiente y larvada. La propia palabra «casa de locos», una mayor custodia y vigilancia de los enfermos mentales en
definida en el Concise Oxford Dictionary como «lugar de frené- el seno de la colectividad suscita el temor de que pueda con-
tico griterío», entre otras cosas, proviene de una de las pri- trarrestar muchos de los avances científicos conseguidos en el
meras instituciones psiquiátricas: el Bethlem Hospital. El aleccionamiento de la población y menoscabar la actitud
auge de los asilos mentales, fenómeno relevante del siglo XIX, constructiva de los órganos de difusión en el tratamiento in-
no ayudó a reducir el miedo y la ignorancia respecto a los formativo de los temas de salud mental (15).
afectados por una enfermedad mental. Sea cual fuere la re-
percusión de los valores culturales en el desarrollo de estas
instituciones, lo cierto es que retuvieron en buena medida la ■ Actitud de la población general
fama de maltrato, abandono y crueldad que pesaba sobre los
asilos manicomiales de las primeras épocas, que Goya captó La mentalidad de la gente está influida a todas luces por
con notable maestría en La casa de locos, grabado de principios los medios de comunicación y se halla expuesta al cambio se-
del siglo XIX (fig. 1). El artista representa a los enajenados gún se altere la perspectiva informativa de esos medios. Es
como seres solitarios, inmersos en un mundo interior de alu- obvio que los órganos de difusión constituyen un entramado
cinaciones e ideas delirantes, «figuras trágicas en pugna consi- dispar que abarca no sólo la radio y la televisión, sino tam-
go mismas y con los demás» (11). bién el cine, la publicidad, los periódicos, las revistas y demás
1.2. EL PROBLEMA DEL ESTIGMA Y LAS ACTITUDES SOCIALES: PSIQUIATRÍA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN 7

material impreso. En un estudio del tratamiento informativo cada en 1996, reseña 7 antologías y 48 autobiografías de an-
que dan los medios de comunicación a los temas de salud tiguos pacientes que salieron a la luz a partir de 1980 (31). Al-
mental, Philo y cols. (5) aluden al notable aumento de los tra- gunos de sus autores son escritores, poetas y artistas reputa-
bajos de investigación sobre el sentir público acerca de la en- dos que dan vida a un relato genuino e incisivo de los reco-
fermedad mental, que han sido un rasgo distintivo del último vecos internos de la enfermedad mental. También se enume-
decenio. Este aumento del interés tiene que ver, al menos en ra la obra de varios psicólogos de renombre que escribieron
parte, con la entrada en vigor de leyes comunitarias en mate- sobre aspectos de su deficiente salud psiquiátrica, tratamiento
ria de asistencia psiquiátrica y la convicción de la necesidad y recuperación. Estas crónicas traslucen que también los pro-
de crear un clima social más constructivo que facilite la ob- fesionales de la atención psiquiátrica adoptan a veces com-
tención de ayuda sin miedo a ser discriminado ni estigmati- portamientos discriminantes y estigmatizantes frente a cole-
zado. Varias publicaciones (16-18) sugieren de manera caute- gas con antecedentes de trastornos y perturbaciones mentales
losa que las pautas sociales evolucionan en sentido positivo. (32, 33).
Son más las personas que admiten tener en la familia a un
miembro que sufre un trastorno mental, que creen en la im-
portancia y utilidad del tratamiento, y a las que no importa- ■ Medidas para combatir la estigmatización
ría dar trabajo o tener como vecino a un individuo mental-
mente enfermo. Otro factor positivo de primer orden es la la- Entre los factores determinantes que alientan la estigma-
bor de organizaciones no gubernamentales como la National tización se cuentan la ignorancia, el miedo y la hostilidad; y
Association for Mental Health (MIND) y la National Schi- a modo de antídotos, disponemos de la información solven-
zophrenia Fellowship, que subrayan el duro trance del que te, el ánimo sereno y las intensas campañas antidiscriminato-
padece una enfermedad psiquiátrica, el imperativo de contar rias por parte de los estamentos oficiales e instancias deciso-
con mejores servicios accesibles a todos, y el reconocimiento rias. Por lo común se acepta que para avanzar en la pugna
público del adecuado proceder de la prensa, la radio y la te- contra las actitudes vejatorias frente a la enfermedad mental y
levisión en el tratamiento informativo de esos temas. Pese a en la divulgación de opiniones objetivas en favor de la psi-
la reticencia de los profesionales de la salud mental en reali- quiatría, es preciso que los profesionales especializados en te-
zar declaraciones a los medios de comunicación por miedo a mas de salud mental y los pacientes, familiares y organizacio-
que se manipulen sus palabras o se caiga en simplificaciones nes de apoyo trabajen conjuntamente con los medios de co-
excesivas, existen pruebas de la meritoria labor de estos me- municación (16). Si atendemos a lo que ocurre en Estados
dios a la hora de informar sobre la enfermedad psiquiátrica y Unidos, se observa que hace falta aunar un conjunto de ini-
la salud mental (14, 19, 20). ciativas. Ante todo, hay que convencer a los periodistas y a
Pese a lo dicho, persiste una actitud recelosa en cuanto a los que trabajan en la radio y la televisión de que la informa-
la cobertura informativa de los medios de comunicación. El ción que no se ajusta a la realidad, la que recurre al tópico y
primer estudio de importancia (21), que acometió Nunally en al lenguaje sensacionalista y las calificaciones discriminatorias
1961, reveló un acercamiento francamente negativo de los ya no son aceptables. En algunas partes del país, grupos e in-
medios a la temática de la enfermedad mental, y los trabajos dividuos interesados se han unido para desarrollar campañas
posteriores indican que la situación no han cambiado mucho de «vigilancia de los medios» que señalan los informativos y
(22-24). En una recopilación más reciente (25), Philo llegaba programas ofensivos, a la par que promueven el envío de res-
a la conclusión de que «los resultados evidencian claramente puestas a jefes de redacción y productores. En el Reino Uni-
que las ideas sustentadas en una información parcial sobre, do es factible presentar quejas ante el Broadcasting Standards
por ejemplo, la conexión entre esquizofrenia y violencia, pue- Council, que en la última revisión del Código de Deontolo-
den retrotraerse sin duda a las interpretaciones de los medios gía Profesional examina a fondo la estigmatización del enfer-
de comunicación». mo mental (34).
El cine es un medio que desde sus comienzos ha mostra- En los últimos años se han lanzado campañas sistemáti-
do la fascinación que siente por la psiquiatría y los trastornos cas de información ciudadana con fines educativos y el obje-
mentales, pero se le acusa de haber reforzado no poco los es- tivo expreso de informar a la población general y combatir las
tereotipos negativos, tanto de los psiquiatras como de sus pa- actitudes difamatorias en materia de salud mental. En 1992,
cientes (26-29). En un estudio sobre 487 personas que tenían el Royal College of Psychiatrists y el Royal College of Gene-
un familiar aquejado de enfermedad mental grave, el 85,6% ral Practitioners organizaron una campaña para combatir la
afirmó de manera explícita que «las películas sobre asesinos depresión, con miras a incrementar la conciencia pública y
con trastornos mentales» eran, individualmente consideradas, profesional sobre la depresión y su tratamiento (35). En los
el factor que más contribuía a la actitud denigrante de este inicios de la campaña, los sondeos revelaron que la mayoría
tipo de enfermedades (30). de la gente ignoraba qué era una depresión. A muchos les re-
Como contrapunto a percepciones tan poco constructi- sultaba más fácil acomodarse a la dolencia física, ya que era
vas, cabe señalar una tendencia progresiva de los relatos au- algo perceptible. Un buen número opinaba que el mejor tra-
tobiográficos relacionados con enfermedades mentales graves, tamiento de la depresión era solicitar consejo profesional y
que además de francos, objetivos y detallados, suelen defend- que las causas desencadenantes eran, en buena medida, cir-
er con calor la efectividad de las intervenciones psiquiátricas. cunstancias de la vida, como la pérdida de su ser querido, la
Una bibliografía de memorias personales de este tipo publi- ruptura matrimonial o la pérdida del empleo. Los encuesta-
8 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

dos no acababan de entender la noción de «antidepresivos», 9. Raguram, R., Weiss, M.G., Channabasavanna, S.M., and Devins,
que confundían con los sedantes y estimaban que producían G.M. (1996). Stigma, depression and somatization in South India.
American Journal of Psychiatry, 153, 1043–9.
adicción grave. Con todo, el estudio puso de manifiesto que 10. Fabrega, H. (1992). Psychiatric stigma in non-Western societies.
en torno al 90% estaba de acuerdo en que los individuos con Comprehensive Psychiatry, 32, 6, 534–55.
depresión merecían más comprensión y afecto de sus familia- 11. MacGregor, J.M. (1989). The discovery of the art of the insane, p. 72.
res, parientes y amigos, que un porcentaje similar suscribía la Princeton University Press.
12. Torrey, E.F. (1994). Violent behaviour by individuals with serious
idea de que cualquier persona se hallaba expuesta a contraer mental illness. Hospital and Community Psychiatry, 45, 653–62.
una enfermedad psiquiátrica, y más de la mitad de los en- 13. Berlin, F.S. and Malin, H.M. (1991) Media distortion of the public’s
cuestados reconocía tener un pariente o un amigo que había perception of recidivism and psychiatric rehabilitation. American
Journal of Psychiatry, 148, 1572–6.
sufrido una depresión. Los estudios sobre el terreno revelaron 14. Wolff, G., Pathare, S., Craig, T., et al. (1996) Public education for
también que la moderación de las actitudes negativas hacia community care. British Journal of Psychiatry, 168, 441–7.
los enfermos mentales agudos se vinculaba a contactos pre- 15. Clare, A.W. (1994). Violence, mental illness and society. The Stevens
vios con esta población y a la divulgación de datos de raíz Lecture. Royal Society of Medicine, London.
16. MORI (1979). Public attitudes to mental illness. Market and Opinion
empírica, incluida la información sobre el nexo entre violen- Research International, London.
cia y enfermedad mental (36). 17. Brockington, I.F., Hall, P., Levings, J., and Murphy, C. (1993). The
En 1996, la Asociación Mundial de Psiquiatría organizó community’s tolerance of the mentally ill. British Journal of Psychiatry,
la primera reunión mundial, con representación de organiza- 162, 93–99.
18. Huxley, P. (1993). Location and stigma: a survey of community
ciones de consumidores, especialistas en sanidad pública, so- attitudes to mental illness. Journal of Mental Health 2, 73–80.
ciólogos, antropólogos y psiquiatras, e impulsó un vasto pro- 19. Barker, C., Pistrang, N., Shapiro, D.A., et al. (1993). You in mind: a
grama internacional para combatir la estigmatización, centra- preventative mental health television series. British Journal of Clinical
do principalmente en el estigma que pesa sobre la esquizo- Psychology, 32, 281–93.
20. Kay, R., Martin, B., Kelly, D., and Stark, C. (1997). Using the media
frenia (37). El objetivo del programa es fomentar la concien- during Mental Health Week. Psychiatric Bulletin, 21, 451–3.
cia y el conocimiento de la naturaleza de la esquizofrenia y 21. Nunally, J.C. (1961). Popular conceptions of mental health: their
las distintas posibilidades de tratamiento, a fin de mejorar el development and change. Rinehart and Winston, New York.
sentir general sobre los que padecen esquizofrenia, o la han 22. Matas, M., El-Guebaly, N., Harper, D., et al. (1986). Mental illness
and the media: part II. Content analysis of press coverage of mental
padecido, y sus allegados próximos, e instaurar medidas prác- health topics. Canadian Journal of Psychiatry, 31, 813–17.
ticas para acabar con la discriminación y los prejuicios. Se 23. Meagher, D., Newman, A., Fee, M., and Casey, P. (1995). The
han iniciado ya actividades experimentales en España, Cana- coverage of psychiatry in the Irish print media. Psychiatric Bulletin, 19,
dá y Austria, y se ha previsto involucrar en el programa a las 642–4.
24. Scott, J. (1994). What the papers say. Psychiatric Bulletin, 18, 489–91.
autoridades nacionales y regionales, los medios de comunica- 25. Philo, G. (1997). Changing media representations of mental health.
ción, las organizaciones de voluntarios y grupos de autoayu- Psychiatric Bulletin, 21, 171–2.
da, los profesionales de la asistencia psiquiátrica y la docen- 26. Gabbard, K. and Gabbard, G. (1980). From Psycho to Dressed to Kill:
cia, y los propios enfermos. the decline of the psychiatrist in the movies. Film/Psychology Review,
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27. Domino, G. (1983). Impact of the film One Flew Over the Cuckoo’s Nest
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8. Littlewood, R. (1992). Towards an intercultural therapy. In 37. Sartorius, N. (1997). Fighting schizophrenia and its stigma. A new
Intercultural therapy (ed. J. Kareem and R. Littlewood), pp. 3–13. World Psychiatric Association educational programme. British Journal
Blackwell Science, Oxford. of Psychiatry, 170, 297.
La psiquiatría como problema
1.3 de salud pública mundial

1.3.1 Psiquiatría y salud incapacidad permanente. Una posible respuesta es el índice


de años de vida ajustados por incapacidad (DALY) (2). El
en poblaciones DALY es una función estadística concebida para aglutinar en
con bajos ingresos1 un solo algoritmo el efecto de la muerte prematura, a la par
que la dolencia y la discapacidad, imputable a unas condi-
Leon Eisenberg ciones mórbidas concretas. Se toman en cuenta tanto la edad
de fallecimiento como la muerte misma, y para ello se resta
la primera de la esperanza de vida que queda en este tramo
En 1995 mis colegas y yo completamos un informe sobre de edad, a fin de calcular «los años de vida perdidos». Para no
la salud mental en el mundo (1) que esboza la amplitud de la infravalorar los años perdidos en los países en desarrollo, se
cuestión y el orden de prioridades para asistir a las poblacio- parte de la esperanza de vida del mundo desarrollado. A fin
nes con bajos ingresos. El hallazgo más relevante fue la rela- de incluir la afección y la discapacidad, cada año de supervi-
ción mutua de los problemas de salud, entre ellos la depre- vencia se ajusta según la duración y gravedad de la incapaci-
sión, las enfermedades cardiovasculares y pulmonares, las de dad (p. ej., la ceguera o la parálisis) producida por la enfer-
transmisión sexual y otras afecciones de tipo conductual, con medad. El tema central es el estado de salud; la vida se valo-
los trastornos psicosociales, como la violencia, el alcoholis- ra exactamente con igual criterio tan pronto corre peligro, y
mo, el maltrato de mujeres y niños y las condiciones sociales no se reseña dato económico alguno.
que los promueven: la guerra, la pobreza y la discriminación.
Son como espirales que se nutren de sí mismas indefinida-
mente. La carga de la enfermedad mental
Con motivo de la presentación del libro, en el curso de
una conferencia de prensa que tuvo lugar en Naciones Uni- El Informe sobre el desarrollo mundial (2), que utiliza el
das el 15 de mayo de 1995, el secretario general Boutros Bou- DALY como base estadística, llega a la conclusión de que los
tros Ghali manifestó: problemas de salud mental constituyen el 8,1% de la CGE to-
tal. Los elementos mórbidos que más influyen en ese por-
Este Informe (…) nos recuerda el enorme sufrimiento centaje son los trastornos depresivos, las lesiones autoinfligi-
que ocasiona la enfermedad mental (…). En el pasado, la co- das, la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, y la de-
munidad internacional se ha sobrepuesto a muchas situacio- pendencia del alcohol, seguidos de la epilepsia, las psicosis, la
nes arduas. Hoy, debe hacer lo propio en aras de la salud drogadicción y el trastorno de estrés postraumático. Los tras-
mental (…). El empeño estriba en conjugar la preocupación tornos depresivos y de ansiedad representan entre una cuarta
por la salud mental (…), la ayuda humanitaria y las medidas y una tercera parte de todos los casos de atención primaria de
de protección. Los programas de desarrollo deben (…) tute- salud a escala mundial (3, 4). Cuando el diagnóstico y el tra-
lar y auspiciar la salud mental. tamiento son los correctos, se mitiga el dolor, se previene la
discapacidad y se restaura la función vital; pero cuando se pa-
san por alto, las bajas son numerosas (5). En el año 2025, el
■ La carga de la enfermedad 75% de todas las personas ancianas aquejadas de demencia
(unos 80 millones) vivirán en colectividades con bajos ingre-
¿Qué medida o indicador resulta adecuado para ponderar sos. Los índices de retraso mental y de epilepsia son de tres a
la carga global de la enfermedad (CGE)? La estadística resul- cinco veces más elevados en los países con bajos ingresos que
tante debe incorporar la morbilidad y la mortalidad y, ade- en los industrializados, de modo que en algunos estados asiá-
más, ser lo bastante amplia para incluir el padecimiento y la ticos y africanos, hasta el 90% de las personas con epilepsia —
cuyo tratamiento farmacológico tiene un costo asequible— no
reciben medicación anticonvulsiva (6).
1
Este capítulo se publicó por vez primera en Comprehensive Psychiatry, Además de este 8%, nada menos que otro 34% de la
38, 69-73, y se reproduce con autorización del editor. CGE es achacable a trastornos del comportamiento, como la
9
10 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

violencia, el tabaquismo y el consumo de alcohol, el síndro- Tabla 2. Las 10 primeras causas de DALY en el mundo para
me de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y otras enferme- ambos sexos (2020)
dades de transmisión sexual, lesiones causadas por accidentes
Enfermedad o lesión DALY (× 103) Porcentaje acumulado
de tráfico y otros daños no buscados, así como las dolencias
gastrointestinales debidas a la falta de atención a las reco- Todas las causas 1.388.836
mendaciones de higiene pública. Se calcula que entre el 5 y 11. Cardiopatía isquémica 82.325 5,9
el 10% de los habitantes del planeta padecen enfermedades 12. Depresión 78.662 11,6
relacionadas con el alcohol. El consumo de estupefacientes y 13. Accidentes de tráfico 71.240 16,7
otras drogas ilegales constituye un foco de morbilidad im- 14. Accidente vascular cerebral 61.392 21,1
portante y en rápido aumento, tanto en los países pobres 15. Enfermedad pulmonar obstruc- 57.587 25,3
15. tiva crónica
como ricos. De lo dicho se desprende que es factible preve- 16. Infección de las vías respirato- 42.692 28,4
nir más de un tercio de la CGE si se modifican los hábitos de 15. rias bajas
comportamiento, empeño que requiere medidas de amplio 17. Tuberculosis 42.515 31,4
alcance capaces de influir en la comunicación social, y tam- 18. Guerra 41.315 34,4
bién el consejo psiquiátrico pertinente para cada individuo. 19. Afecciones diarreicas 37.097 37,1
El Informe sobre la salud mundial (7) relaciona en tablas 10. Virus de la inmunodeficiencia 36.317 39,7
15. humana (VIH)
distintas las 10 causas principales de morbilidad, y las 10
de incapacidad. En la lista de mortalidad no se reseña nin-
gún trastorno psiquiátrico; en cambio, la suma de los tras-
tornos neuróticos, los causados por el estrés y los somato- destacado de DALY, y de que en el plazo de 25 años la de-
morfos constituye el tercer factor de morbilidad. Si nos ce- presión pasará a ocupar el segundo puesto de la lista, la sa-
ñimos a las incapacidades crónicas, consideradas aislada- lud mental, por increíble que parezca, sigue brillando por su
mente, se deben principalmente a los trastornos del estado ausencia en buena parte de los programas sanitarios interna-
de ánimo; el retraso mental ocupa la cuarta plaza; la epi- cionales.
lepsia, la sexta; la demencia, la séptima, y la esquizofrenia,
la novena.
Más sorprendente resulta, si cabe, un trabajo reciente de Soluciones prometedoras
Murray y Lopez (8), del Harvard Center for Population and
Development Studies. En 1990, la depresión era, por orden A pesar del extendido pesimismo que existe en cuanto a
de incidencia, la cuarta causa de DALY, superada sólo por las los trastornos mentales en el ámbito de la salud pública, mu-
infecciones de las vías respiratorias bajas, las afecciones dia- cho puede hacerse si se aplican los medios de que se dispone
rreicas y las enfermedades perinatales (tabla 1). en la actualidad. Existen pruebas concluyentes relativas a la
Dentro de 25 años, la depresión sólo tendrá por delante eficacia del tratamiento farmacológico, el psicosocial y las te-
a la cardiopatía isquémica como primer motivo de la CGE rapias conjuntas en los trastornos depresivos (9, 10) y de an-
(tabla 2). En tanto que esta última supondrá el 5,9% del to- siedad (11, 12), así como de las intervenciones específicas
tal de la CGE, la depresión alcanzará el 5,7%. Pues bien, a para prevenir determinados trastornos del desarrollo (yodini-
pesar de que las enfermedades neuropsiquiátricas suponen 5 zación de la sal, reducción del plomo medioambiental, vacu-
de las 10 causas más importantes de incapacidad duradera, naciones, asistencia perinatal, etc.) (13).
de que la depresión por sí sola es hoy el factor mórbido más La cuestión por sí sola más trascendente es otorgar prefe-
rencia al sector de la salud mental en todo el mundo. En pa-
labras del Secretario General Boutros Boutros Ghali:
Tabla I. Las 10 primeras causas de DALY en el mundo para
(...) Los problemas médicos y sociales, que a menudo se
ambos sexos (1990)
contemplan por separado, deben concebirse como un todo
Enfermedad o lesión DALY (× 103) Porcentaje acumulado (...). Hay que reforzar la prioridad de la sanidad mental (...),
incrementar los recursos (...), subrayar en mayor grado las res-
Todas las causas 1.379.238 ponsabilidades.
11. Infección de las vías respira- 112.898 8,2
1. torias bajas
12. Afecciones diarreicas 99.633 15,4
13. Enfermedades perinatales 92.313 22,1 Iniciativas clínicas primordiales
14. Depresión 50.810 25,8
15. Cardiopatía isquémica 46.699 29,2
16. Accidente vascular cerebral 38.523 32,0 Un compromiso de primer orden para aumentar
17. Tuberculosis 38.426 34,8 la calidad de los servicios sanitarios
18. Sarampión 36.250 37,4
Los planes nacionales y regionales en materia de salud
19. Accidentes de tráfico 34.317 39,9
10. Anomalías congénitas 32.921 42,3 mental deben contemplar la atención a los individuos que su-
fren una enfermedad de esta naturaleza y consignar en el pre-
DALY, años de vida ajustados por incapacidad. supuesto los gastos que ello comporta. Si se pretende mejorar
1.3.1. PSIQUIATRÍA Y SALUD EN POBLACIONES CON BAJOS INGRESOS 11

el tratamiento de los trastornos neuropsiquiátricos se impone debe instaurar medidas más drásticas para reducir la deman-
«reprogramar» la atención primaria de salud. Introducir mejo- da. La educación ciudadana es de importancia crucial para
ras en los sistemas de salud mental exige la aplicación de cri- prevenir desde el inicio el consumo entre los jóvenes. Tanto
terios farmacológicos racionales en relación con los medica- los métodos terapéuticos tradicionales como los innovadores
mentos psicotropos, y garantizar el suministro de fármacos en el plano social e individual, requieren una aplicación y va-
adecuados. Además, la legislación en el ámbito de la salud loración rigurosa (14).
mental debe tutelar los derechos humanos del paciente.
Por este motivo, disponer de un equipo médico cualifica-
do, integrado por profesionales de la salud mental (y en par- Apoyo a la investigación
ticular personal de enfermería psiquiátrica), es un factor esen- La ignorancia es siempre más costosa que el conocimien-
cial para la buena marcha de un plan general de salud men- to; la investigación es imprescindible cuando la coyuntura
tal, a fin de elaborar y aplicar métodos de formación, facilitar económica pasa por un trance difícil (15). El hecho de que la
la consulta a los profesionales de la salud en general y super- problemática de la salud mental sea común a los países in-
visar la asistencia a los enfermos mentales crónicos. Al mismo dustrializados y en desarrollo facilita el trasvase recíproco del
tiempo, hay que fomentar la instrucción de los médicos ge- saber científico. Por lo que respecta a las naciones en vías de
nerales en materia de enfermedades psiquiátricas, mejorar la desarrollo, el orden de prioridad es, ante todo, sustentar el
enseñanza de las ciencias del comportamiento en la forma- potencial investigador autóctono entre colegas. Hoy es un
ción del médico y facilitar a los clínicos la capacitación en el imperativo fomentar los servicios de investigación internos en
servicio. el marco de una política de salud mental de carácter interdis-
ciplinario y procurar el enlace con la red internacional de in-
Mejores servicios de salud mental a los niños vestigadores, los cuales pueden hacer las veces de centros de
y adolescentes, incluyendo la detección coordinación o intercambio de ideas, métodos e información
y prevención precoz relevante (16).

Es imprescindible priorizar la provisión de servicios efica-


ces integrados en todas las modalidades de atención médica.
La detección temprana de la epilepsia y la medicación ade- ■ Patología psicosocial
cuada para controlar las crisis harán posible que los niños que
la padecen acudan normalmente a la escuela, trabajen en pro ¿Y qué se puede decir de la patología psicosocial y de las
de su futuro laboral y se eviten las heridas, daños, fracaso es- contingencias sociales que la sustentan? El informe de 1995
colar y estigma que acarrea la enfermedad. Por lo que atañe a de la Organización Mundial de la Salud (17) titulado Bridging
la prevención del retraso mental, puede lograrse si concurren the Gaps empieza con una introducción sobre el motivo prin-
factores como la planificación familiar y la asistencia prenatal cipal de la mortalidad y morbilidad en el mundo:
y perinatal, la atención hospitalaria de la gestante en los par-
tos difíciles, la vacunación, la nutrición óptima en calorías, El factor letal más implacable del mundo y el mayor in-
proteínas y oligoelementos, visitas domiciliarias y guardería, ductor de sufrimiento en la tierra es (…) la pobreza extrema.
Ella es la causante primera de la reducción de la esperanza de
medidas específicas que apunten a la seguridad infantil y cur-
vida, de la incapacidad permanente y de la discapacidad, y
sillos escolares sobre la vida familiar y la sexualidad (13). también del hambre. La pobreza es el factor más favorecedor
La escuela pública, de subvención estatal, es la principal de la enfermedad mental, el estrés, el suicidio, la desintegra-
institución social para propiciar el desarrollo cognitivo y ción familiar y el abuso de sustancias (…). Para muchos ha-
emocional del niño. Los maestros están en situación de bitantes del planeta, cada etapa de la vida arranca bajo la do-
aprender a identificar los signos y síntomas de la enfermedad ble servidumbre del dolor y la enfermedad, y para muchos la
mental y del maltrato infantil, solucionar conflictos precoces perspectiva de una vida más larga no es un premio, sino un
en el aula y remitir al niño que requiera más ayuda a los ser- castigo.
vicios de salud mental.
Durante los dos últimos decenios, la deuda externa de
los países en desarrollo ha aumentado 15 veces más; en
Actuación sistemática para determinar la carga global
1970 era de 100.000 millones de dólares, en 1980 ascendía
del abuso del alcohol y la droga con miras
ya a 630.000 millones, y en 1992 rebasaba los 1.500.000 mi-
a reducir el consumo y elaborar planes
llones (18). Las crecientes diferencias entre naciones y den-
de prevención y tratamiento
tro del propio país propician la conflictividad. El abismo
En ninguna otra parcela de la salud mental se observa una que separa a pobres y ricos se agranda por momentos. En
carencia tan manifiesta de datos fiables y regulares sobre la los 30 últimos años se ha triplicado la diferencia en la ren-
gravedad, magnitud y parcelación del problema como en el ta per cápita entre economías industrializadas y países en
ámbito del consumo ilícito de drogas, extremo necesario para desarrollo. Estos últimos, que albergan el 80% de la pobla-
poner en práctica estrategias normativas eficaces. Es preciso ción mundial, participan sólo del 21% del producto interior
que los organismos internacionales incrementen las posibili- bruto (PIB) nacional, y en materia de economía y sanidad,
dades de recogida de datos reveladores. La Administración las diferencias en el seno de un mismo país son tanto o más
12 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

grandes que las diferencias entre naciones. Brasil, al que el socioeconómicas en la salud mental de la población. Así, por
Banco Mundial clasifica como «país de ingreso medio-alto», ejemplo, la implantación del «ajuste estructural» de la econo-
tiene un PIB per cápita de 2.940 dólares, pero uno de cada mía de los países en desarrollo debe acompañarse de medidas
seis brasileños subsiste con menos de 1 dólar al día, y uno correctoras que atenúen el impacto sobre los pobres. Toda
de cada tres, con menos de 2 dólares al día. En relación con iniciativa que disminuya la pobreza, fomente el empleo re-
la esperanza media de vida, Estados Unidos se halla en el munerado y promueva la educación básica para todos, la
tramo más alto, con el 5% de las naciones, pero la esperan- atención primaria de salud, viviendas dignas y nutrición ade-
za de vida de un negro de Harlem entre los 15 y 44 años de cuada, debe considerarse sin más un bien o beneficio razona-
edad es inferior al de un varón de Bangladesh perteneciente ble; no se trata de meras concesiones a una concepción de la
al mismo grupo de edad (19). justicia social en abstracto, sino que tienen efectos tangibles
Si tomamos los 40 conflictos bélicos registrados en el sobre la salud del individuo y de la colectividad.
momento de escribir estas líneas, ninguno de ellos es una
guerra de alcance entre naciones (20). El objetivo no es ya la
destrucción de ejércitos confrontados, sino aterrorizar a la Iniciativas concretas
población civil, conceptuada como «el enemigo». Estas lu-
chas soterradas provienen del legado político y económico
Esfuerzos coordinados para mejorar
de la Guerra Fría, de la descomposición de la autoridad del
las políticas estatales sobre la discriminación sexual,
Estado y de la subversión del orden civil y político, de la ile-
prohibir la violencia contra la mujer
gitimidad de las instituciones nacionales, de las fisuras socia-
y fortalecer su condición
les que tienen un origen religioso, cultural o étnico, azuza-
das por demagogos sedientos de poder, y de un vasto anal- El factor que por sí solo más repercute en la salud de la
fabetismo, salud deficiente, represión política y declive eco- mujer, de sus hijos y de su familia, son los años de educación
nómico en los países de todo el mundo (21). Se reconoce que reciben (24, 25). Es preciso combatir todas las resolucio-
oficialmente la existencia, a escala mundial, de 20 millones nes oficiales que nieguen a la mujer la plenitud de sus dere-
de refugiados, el doble de hace diez años. En cuanto al nú- chos civiles, no sólo porque supone una violación de los de-
mero de personas desplazadas, alcanza poco más o menos la rechos humanos, sino por el efecto que tienen sobre la des-
misma cifra. Los refugiados y las personas desplazadas pre- trucción de su salud. La mujer tiene que asumir funciones
sentan elevadas tasas de depresión, trastornos de ansiedad, rectoras en la Administración estatal, en los organismos in-
trastorno de estrés postraumático y otras formas de sufri- ternacionales y en las organizaciones no gubernamentales.
miento físico y mental. Las leyes que favorecen la protección de la mujer contra la
El hambre, las privaciones, la depresión y la violencia in- violencia doméstica —leyes que deben sancionarse y aplicarse
ciden en la mujer de modo desproporcionado. En el seno fa- en la forma debida— son los pilares básicos en pro de su sa-
miliar, las mujeres son las que soportan en mayor grado los lud mental.
efectos negativos de la reestructuración económica. El aborto
discriminado, el infanticidio circunscrito a las niñas, los dis- Amplias iniciativas para controlar las causas
tintos criterios de selección que se aplican al niño enfermo en y consecuencias de la violencia
las familias sin recursos, y la mortalidad materna son factores
que se han cobrado un enorme tributo en la vida y la salud Sólo los cambios trascendentes en la política nacional e
mental de la mujer. Según estimaciones realizadas por Sen internacional pueden reducir la frecuencia de los conflictos ar-
(22) en Asia sudoriental, se echan en falta 100 millones de mados. La violencia debe ser el epicentro de toda iniciativa a
mujeres; es decir, que la única explicación viable del acusado favor de la paz y la seguridad, puesto que es la amenaza más
desfase en la relación varón/mujer que se observa en dicha grave contra el bienestar social. Los planes y programas de paz
zona geográfica, en contraste con la tendencia inversa que se y seguridad deben conceder mayor cabida y comprensión a las
registra en Occidente, es la muerte prematura de 100 millo- necesidades relativas a la salud mental. El factor determinante
nes de mujeres. El maltrato de los niños en un marco de ex- en la prevención del conflicto étnico es el estudio de los te-
plotación, en la actividad comercial del sexo, entre cientos de mas de salud mental, desde los efectos del racismo en la iden-
miles de niños sin hogar, en una atmósfera de conflicto étni- tidad de la persona hasta el círculo vicioso de la venganza.
co y político, y en familias sometidas a tensión ambiental, es
un factor denigrante clamoroso que conlleva la miseria y la
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Outcomes Study. Journal of the American Medical Association, 262,
914–19. tre psiquiatra y paciente, pero son también de vital impor-
6. Eisenberg, L. (1997). Sociocultural perspectives. In Epilepsy (ed. J. tancia aun en el caso de que el origen étnico de uno y otro
Engel and T.A. Pedley), pp. 41–6. Lippincott–Raven, New York. sea el mismo. Y ello es así porque en el ámbito de un grupo
7. World Health Organization (1996). The world health report 1996: étnico determinado siempre hallamos múltiples subculturas,
fighting disease, fostering development. World Health Organization,
Geneva. que comprenden diversidad de creencias, como, por ejemplo,
8. Murray, C.J.L. and Lopez, A.D. (1996). The global burden of disease and las que derivan de la filiación religiosa. Es esencial que el psi-
injury, Vol. 1. Harvard University Press, Cambridge, MA. quiatra tenga conocimiento de los sistemas de convicciones
9. Clarkin, J.F., Pilkonis, P.A., and Magruder, K.M. (1996).
Psychotherapy of depression. Archives of General Psychiatry, 53, 717–23.
comunes que es probable le salgan al paso, no sólo para re-
10. Kupfer, D.J. and Thase, M.E. (1996). Recent developments in the forzar el contacto con los pacientes y sus familiares, sino tam-
pharmacology of mood disorders. Journal of Consulting and Clinical bién para que no incurra en el grave error de catalogar como
Psychology, 64, 646–59. patológicas situaciones que en una subcultura dada se consi-
11. Barlow, D.H. and Lehman, C. (1996). Advances in the psychosocial
treatment of anxiety disorders. Archives of General Psychiatry, 53,
deran normales. Por ejemplo, es muy conveniente saber que
727–35. aproximadamente la mitad de las personas que guardan due-
12. Lydiard, R.B., Brawman-Mintzer, O., and Ballenger, J.C. (1996). lo perciben la imagen, la voz e incluso el tacto de la persona
Recent developments in the psychopharmacology of anxiety fallecida (1), y que el 2% de la población general admite que
disorders. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 64, 660–8.
13. Eisenberg, L. (1992). Child mental health in the Americas: a public
oye voces (2). Los efectos políticos que se engendran de la ig-
health approach. Bulletin of the Pan American Health Organization, 26, norancia de estos fenómenos subculturales tienen su reflejo
230–41. en las acusaciones por errores diagnósticos de pacientes de
14. Crits-Chistoph, P. and Siqueland, L. (1996). Psychology treatment for color procedentes tanto del ámbito externo como del interno
drug abuse. Selected review and recommendations for national health
care. Archives of General Psychiatry, 53, 749–56.
de la profesión.
15. Eisenberg, L. (1997). The social imperatives of medical research. Existen dos líneas principales de pensamiento y de inves-
Science, 198, 1105–10. tigación que han configurado la evolución de la psiquiatría
16. Weissman, M.M., Eisenberg, L., Goldberg, D., et al. (1999). World transcultural: la antropología social y la epidemiología psi-
mental health: epidemiologic strategies to address problems in
underserved populations: task force report. International Journal of quiátrica. En muchos aspectos, estas corrientes de opinión
Mental Health, in press. son antagónicas; la primera se centra en los datos cualitativos
17. World Health Organization (1995). Bridging the gaps. World Health y recalca la peculiaridad cultural, mientras que la segunda
Organization, Geneva. hace hincapié en la información cuantitativa y propugna la
18. UNICEF (1996). The state of the world’s children in 1996. Oxford
University Press, New York. búsqueda de categorías mórbidas universales. Los instrumen-
19. McCord, C. and Freeman, H.P. (1990). Excess mortality in Harlem. tos que utiliza el epidemiólogo son cuestionarios estandariza-
New England Journal of Medicine, 322, 173–7. dos desarrollados en función de definiciones de signos y sín-
20. Carnegie Commission on Preventing Deadly Conflict (1996). Report to tomas, y guías o directrices para llegar a un diagnóstico. Su
the Board of Trustees. Carnegie Corporation of New York, New York.
21. United Nations Development Program (1996). Human development instauración obedece al afán de reducir al mínimo la subjeti-
report 1996. Oxford University Press, New York. vidad del criterio del psiquiatra. En cambio, el objetivo prin-
22. Sen, A. (1990). More than 100 million women are missing. New York cipal del antropólogo es la experiencia subjetiva de la enfer-
Review of Books, 37, 61–7. medad, tal como la vive el individuo. En consecuencia, el an-
23. Frenk, J. (1993). The new public health. Annual Review of Public
Health, 14, 469–90. tropólogo censura el recurso a entrevistas psiquiátricas estan-
24. Caldwell, J.C. (1986). Routes to low mortality in poor countries. darizadas por entender que se impone el modelo biomédico
Population Development Review, 12, 171–220. occidental a la profusión de vivencias inherentes a la enfer-
25. Hobcraft J. Women’s education, child welfare and child survival. medad y al malestar que provoca. Lo más seguro es que la
Health Transition Review, 3, 159–75.
pugna entre estas dos perspectivas opuestas no tenga solu-
ción, y que lo más correcto sea contemplarlas como material
complementario para una mejor comprensión de la morbili-
dad psiquiátrica (3).
1.3.2 Psiquiatría transcultural
Julian Leff ■ Contribución de la epidemiología
psiquiátrica

■ Importancia clínica de la psiquiatría Influencias culturales en las psicosis


transcultural Los epidemiólogos se han esforzado en determinar si las
enfermedades psiquiátricas son universales y si inciden de
Habida cuenta de los movimientos de población que han igual manera en las poblaciones humanas. La globalidad re-
caracterizado la segunda mitad del siglo XX, pocos serán los duciría el influjo de la cultura en la forma clínica de la enfer-
psiquiatras que no hayan encontrado miembros de minorías medad, mientras que una incidencia uniforme indicaría que
étnicas en el ejercicio de la profesión. Ni qué decir tiene que los factores biológicos influyen decisivamente en su etiología.
14 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Son numerosas las encuestas epidemiológicas centradas en la países europeos padecen más trastornos psicóticos que un en-
esquizofrenia, en particular los estudios internacionales que fermo nigeriano o afrocaribeño (8, 9).
ha llevado a cabo la Organización Mundial de la Salud
(OMS). El Estudio piloto internacional sobre la esquizofrenia
(4) denota que es factible emprender un trabajo de epide- Influencias culturales en las neurosis
miología psiquiátrica en un vasto entramado de culturas y
lenguajes (5). El empleo de métodos de evaluación y técnicas Variaciones cuantitativas entre culturas
de diagnóstico estandarizados puso de manifiesto que los sín-
tomas básicos de la esquizofrenia apenas están sujetos a va- Si en el ámbito transcultural no se aprecia gran disparidad
riaciones de orden cultural. El rasgo más distintivo en la pre- en la forma clínica y en la incidencia de las psicosis, las neu-
sentación de la enfermedad es que los síntomas catatónicos rosis, en cambio, presentan notables variaciones en ambos as-
son bastante comunes en los pacientes de países en desarro- pectos. Los llamados síndromes dependientes de la cultura
llo, pero son raros en los países más desarrollados. constituyen un caso extremo en cuanto al índice de variabili-
La excelente acogida que tuvo ese estudio culminó en un dad, pues se dice que sólo afectan a determinados grupos cul-
proyecto aún más ambicioso denominado Determinantes del turales (v. cap. 4.16). No obstante, aun en el supuesto de en-
Resultado de Trastornos Mentales Graves (Determinants of fermedades tan corrientes como la depresión, los estudios in-
the Outcome of Severe Mental Disorders). Se trataba de re- ternacionales presentan enormes fluctuaciones en las tasas de
copilar, sobre una base epidemiológica, muestras de pacientes prevalencia. El análisis de 19 trabajos realizados mayoritaria-
psicóticos que contactaban por primera vez con un servicio mente en países desarrollados muestra que los márgenes de
médico en centros de todo el mundo. Esta fórmula se conci- prevalencia de las neurosis eran hasta 300 veces más altos,
bió con objeto de comparar las tasas de incidencia y, en una tomando como base los dos extremos de la escala (10). Ca-
fase posterior, comparar el resultado obtenido en pacientes de ben al menos tres explicaciones: la primera es que, a diferen-
distintas culturas, utilizando muestras relativamente objetivas cia de la psicosis, no existen unos límites definidos entre sín-
y no sesgadas. Ello permitió averiguar que la incidencia de la tomas depresivos lo bastante graves para catalogarlos de en-
esquizofrenia de diagnóstico restrictivo era notablemente uni- fermedad y la depresión subclínica. Si desplazamos el umbral
forme en numerosos países (6), pero que en el caso de la es- mínimo de la depresión al punto más benigno de la escala, se
quizofrenia de diagnóstico amplio sin el núcleo básico de sín- produce de inmediato un incremento de la tasa de prevalen-
tomas schneiderianos, se triplicaba la diferencia entre las tasas cia. Son muy pocos los estudios comparados de la neurosis a
de incidencia de los distintos centros, circunstancia de evi- escala internacional que posean el rigor de los proyectos de la
dente importancia, pues indica que, probablemente, los fac- OMS sobre la esquizofrenia realizados con el uso de cuestio-
tores socioculturales influyen mucho más en la etiología de la narios clínicos y técnicas diagnósticas estandarizadas. Con
esquizofrenia no schneideriana que en la concepción restrin- frecuencia, las tasas de prevalencia más altas aparecen en las
gida de la enfermedad, si bien falta por acotar la naturaleza encuestas que entrevistan al individuo mediante este tipo de
de estos factores. cuestionario, haciendo caso omiso de informadores clave y
Después de 2 años de seguimiento se observaron diferen- de criterios clínicos no uniformes.
cias notabilísimas en cuanto a los resultados terapéuticos, en Un segundo aspecto es que las neurosis adoptan manifes-
el sentido de que la evolución de los pacientes con esquizo- taciones clínicas muy diversas según los grupos culturales, lo
frenia asistidos en centros clínicos de países en desarrollo era que origina dificultades de percepción o identificación, y por
mucho más favorable que la de los enfermos tratados en ins- consiguiente de cómputo. Los primeros médicos que trabaja-
tituciones del mundo desarrollado, pese a la escasez de per- ron en África aseguraban que la depresión no se daba entre la
sonal y servicios psiquiátricos, circunstancia que no se expli- población indígena. Lo más probable es que ello se debiera a
caba porque hubiera en los centros menos dotados una ma- aspectos étnicos y no a la existencia de distintas variantes de
yor proporción de casos con síntomas iniciales graves, lo que la enfermedad. Con todo, hay pruebas de que en los países
plantea cuestiones un tanto intrigantes acerca de los aspectos en desarrollo se presta más atención a los síntomas físicos del
beneficiosos de las culturas tradicionales. Entre las explica- paciente. Por supuesto que en los países desarrollados la so-
ciones propuestas se encuentran la convicción de que las cau- matización no es un rasgo infrecuente, sobre todo entre los
sas de la afección son de tipo exógeno, las bajas exigencias de pacientes de situación socioeconómica baja, pero es más pro-
productividad y compromiso en las economías agrarias, y la bable que prevalezcan los síntomas somáticos en un país en
calidad de vida en el entorno familiar tradicional. Sólo se ha desarrollo. Esta situación viene determinada en parte por las
investigado este último parámetro, con arreglo al Índice de ideas sobre la enfermedad, y en parte por las expectativas re-
Emociones Expresadas (Expressed Emotion), y según parece cíprocas de médicos y pacientes, temas de los que nos ocu-
su aporte es considerable, ya que en la India los miembros de paremos más adelante. No sería extraño que los cuestionarios
la familia que atienden al paciente con esquizofrenia son mu- clínicos estandarizados, concebidos para captar los aspectos
cho más comprensivos y tolerantes que sus homólogos de cognitivos de la depresión, pasaran por alto la importancia de
Gran Bretaña (7). los síntomas físicos.
Las manías y síndromes maníacos no han sido objeto de La tercera explicación supone que las diferencias en las ta-
tanta investigación intercultural como la esquizofrenia, pero sas de prevalencia son auténticas e imputables a determinan-
lo poco que se ha hecho da a entender que los enfermos de tes culturales sobre el origen y la evolución de las neurosis. El
1.3.2. PSIQUIATRÍA TRANSCULTURAL 15

realce que se otorga a la medición de la prevalencia de las malestar asociándolo a síntomas somáticos. Los sanadores ex-
neurosis, en contraposición a la incidencia de la psicosis, se perimentados son buenos conocedores de los conflictos de re-
debe a que en el primer caso la proporción de nuevos pa- lación social en que se sustentan las dolencias físicas y el ma-
cientes que acuden a los servicios psiquiátricos es mínima. De lestar de los que acuden a ellos, y el fin que persiguen con la
ahí la necesidad de realizar encuestas de población, método prescripción de ritos y ceremoniales es involucrar al entorno
costoso en tiempo y en personal cualificado, un gasto que la social del cliente y normalizar las relaciones. Los problemas de
mayoría de los países en desarrollo no puede permitirse. Las comunicación surgen cuando el paciente con síntomas somá-
pocas encuestas de población realizadas tanto en unos países ticos acude a un médico formado en la escuela occidental, el
como en otros, utilizando el mismo método de entrevista y cual es incapaz de identificar esas dificultades de relación que
evaluación de casos, no indican que exista diferencia alguna motivan el malestar y las quejas en cuestión.
en el predominio de las neurosis (11, 12), ni que las tasas sean Sería un error pensar que los sanadores tradicionales se
más elevadas en el grupo de los países en desarrollo (13, 14). desenvuelven tan sólo en los países en desarrollo o entre las
minorías étnicas de las naciones industrializadas. Las medici-
nas alternativas aparecen cuando la gente estima que la bio-
Diversidad de formas clínicas entre culturas
medicina occidental carece de eficacia, y la psiquiatría entra
Uno de los aspectos transculturales de las neurosis que dentro de esa consideración. Es muy posible que los indivi-
más llama la atención es la gran diferencia en el número de duos con enfermedades psiquiátricas terminen por recurrir a
casos de histeria de conversión en su forma clásica. Se trata la acupuntura, la curación espiritual, la homeopatía o las
de una enfermedad hoy apenas vista en los servicios psiquiá- plantas medicinales, todo ello sin dejar de consultar al médi-
tricos y neurológicos de los países desarrollados, pero que to- co generalista o al psiquiatra. Una encuesta informal pondría
davía se presenta con frecuencia en los países en desarrollo. de relieve que en torno a un centro psiquiátrico existen di-
De los primeros 1.000 pacientes que acudieron a la Clínica versos centros de medicinas alternativas. Aunque no se ha de-
Psiquiátrica de la Universidad de El Cairo en 1996, el 11,2% mostrado fehacientemente la eficacia de estos tratamientos en
presentaba una enfermedad histérica (15). Con referencia a ninguna enfermedad psiquiátrica, hay motivos para creer que
un centro clínico ambulatorio de la parte oriental de Libia, la durante cientos de años los sanadores indios utilizaron la rau-
histeria afectaba al 8,3% de todos los pacientes atendidos por wolfia (fam. apocináceas) como hierba antipsicótica muy
primera vez (16), y al 8,9% de los enfermos ambulatorios del efectiva, antes de que se conociese la clorpromazina.
Centro Psiquiátrico de Chandigarh, en India septentrional,
en 1977 (17). La histeria de conversión solía ser bastante co-
mún en la Europa del siglo XIX, como se desprende de los ex- Concepto de depresión
perimentos de Charcot en París, y de las primeras experien-
cias clínicas de Freud. Era, asimismo, un diagnóstico corrien- Al tiempo que parece cobrar fuerza la idea de que la de-
te en los soldados de las dos guerras mundiales, pero con el presión tiene un sustrato biológico, los investigadores trans-
paso del tiempo ha pasado a ser casi una curiosidad. En los culturales critican el concepto de depresión tal como se en-
últimos 50 años ha desaparecido de la escena psiquiátrica en tiende en Occidente. Obeyesekere (18) estima que toda cul-
los países desarrollados, lo cual contrasta con su vigencia en tura desarrolla sus propios métodos para tratar las alteraciones
las naciones en desarrollo y plantea una incógnita confusa emocionales. Así, los budistas de Sri Lanka meditan sobre la
sobre los factores que concurren en esa situación. Lo más naturaleza ilusoria del mundo sensorial, del placer y de los
probable es que el cambio en la presentación de la afección asuntos domésticos para compensar la pérdida de un ser que-
neurótica se deba a que la variante física de la histeria ha ce- rido. Entre los kaluli de Nueva Guinea, la reacción ante esa
dido el paso a los cuadros clínicos más cognitivos de la de- pérdida es de ira y confianza en que la colectividad les resar-
presión y la ansiedad, proceso que ha culminado con mayor cirá adecuadamente. La culpa se exterioriza y el grupo social
rapidez en los países en desarrollo. Esa interpretación tiene debe facilitar apoyo al individuo apesadumbrado (19). En
efectos notables en el comportamiento que determina la bús- Irán, la mayoría de los niños aprenden a expresar sus senti-
queda de ayuda y en el concepto de depresión. mientos en el marco de ceremonias religiosas que honran a
los mártires iraníes. Observamos, pues, que la reacción ante la
pérdida de un ser querido queda sumida en la experiencia co-
■ Aportaciones de la antropología mún más amplia de la tragedia histórica (20). Obeyesekere
(18) alude a estas formas de superación como «la obra de la
Comportamiento de solicitud de ayuda cultura», y entiende que la configuración de una enfermedad
llamada depresión no es otra cosa que un recurso de la cul-
Por lo general, la persona afectada busca la ayuda de sa- tura de Occidente, y que su integración en las clasificaciones
nadores que compartan sus mismas creencias. Los curanderos internacionales de enfermedades puede interpretarse como «la
de los países en desarrollo tienen la ventaja de que comparten imposición de modelos culturales occidentales que se presen-
con sus clientes idéntico esquema de principios y creencias. tan como partes universales e inseparables de un emergente
De ahí que den por supuesta una variada gama de actitudes nuevo orden mundial» (21). En el supuesto de que pudiera
comunes que les evita perderse en largas explicaciones. Los acreditarse rigurosamente el sustrato biológico de la neurosis,
clientes del curandero o hechicero ancestral suelen expresar su sería fácil refutar tales formulaciones; pero la eficacia de tra-
16 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

tamientos no biológicos de la depresión y la ansiedad, como epidemiological study of mania. British Journal of Psychiatry, 129,
la terapia cognitiva, la de pareja y la conductual, inducen a 428–37.
9. Makanjuola, R.O. (1982). Manic disorder in Nigerians. British Journal
pensar que la opinión de Obeyesekere merece un concienzu- of Psychiatry, 141, 459–63.
do estudio. En todo caso, constituye un ejemplo concreto del 10. Leff, J. (1988). Psychiatry around the globe (2nd edn). Gaskell, London.
postulado general de que la biomedicina occidental es, en sí 11. Leighton, A.H., Lambo, T.A., Hughes, C.C., Leighton, D.C.,
misma, una elaboración cultural que debe concebirse como Murphy, J.M., and Macklin, D.B. (1963). Psychiatric disorder among the
Yoruba. Cornell University Press, Ithaca, NY.
una de las múltiples formas de abordar los casos de enferme- 12. Stanley, D. and Wand, R.R. (1995). Obsessive–compulsive disorder: a
dad y malestar (22). Es innegable que la biomedicina ha lo- review of the cross-cultural epidemiological literature. Transcultural
grado erradicar la viruela y otras afecciones mortales, pero en Psychiatric Research Review, 32, 103–36.
13. Orley, J. and Wing, J.K. (1979). Psychiatric disorders in two African
el campo concreto de la psiquiatría hay que mostrarse recep- villages. Archives of General Psychiatry, 36, 513–20.
tivo frente a los métodos que han elaborado otras culturas 14. Hollifield, M., Katon, W., Spain, D., and Pule, L. (1990). Anxiety and
para asistir a las personas que padecen lo que se conoce como depression in a village in Lesotho, Africa: a comparison with the
enfermedad psiquiátrica. United States. British Journal of Psychiatry, 156, 343–50.
15. Okasha, A., Kamel, M., and Hassan, A.H. (1968). Preliminary
psychiatric observations in Egypt. British Journal of Psychiatry, 114,
949–55.
Bibliografía 16. Pu, T., Mohamed, E., Imam, K., and El-Roey, A.M. (1986). One
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6. Jablensky, A., Sartorius, N., Ernberg, G., et al. (1992). Schizophrenia: human depressive illness and dysphoric affect. In Studies in the
manifestations, incidence and course in different cultures: a World anthropology and cross-cultural psychiatry of affect and disorder (ed. A.
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7. Wig, N., Menon, D.K., Bedi, H., et al. (1987). Expressed emotion and 21. Bibeau, G. (1997). Cultural psychiatry in a creolizing world: questions
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8. Leff, J.P., Fischer, M., and Bertelsen, A. (1976). A cross-national
Historia de la psiquiatría
1.4

1.4.1. Historia de la psiquiatría homme spécial con referencia al médico que se especializaba en
una rama de la medicina como la psiquiatría, pasado ya el
como especialidad médica año 1830 (3).

Pierre Pichot
■ Pinel y la concepción de la psiquiatría
■ Introducción como rama de la medicina
A pesar de las diferencias esbozadas, se acepta en general
En 1918, Emil Kraepelin escribió (1): que la obra de Philippe Pinel constituye un punto decisivo.
Su trayectoria profesional abarca varios aspectos, y se le co-
Hace cien años prácticamente no había alienistas. Casi
noce en todo el mundo como el médico que «liberó a los en-
en todas partes la asistencia a los pacientes mentales estaba
en manos de jefes de inspección, asistentes y gerentes admi- ajenados de sus cadenas» tras una resonante iniciativa em-
nistrativos de las instituciones para personas mentalmente prendida en 1793, en el culmen de la revolución francesa, en
enfermas; la función del médico se limitaba al tratamiento el asilo de Bicêtre, y que completó tres años más tarde en el
de las dolencias físicas del paciente. de la Salpêtrière. Pero la realidad es más complicada.
Pinel, nacido en 1745, estudió medicina, tradujo al francés
Apuntaba también que durante los primeros decenios del los libros de Cullen y publicó diversos trabajos científicos so-
siglo XIX, muchos de los libros que abordaban temas psiquiá- bre temas varios. Trabajó como médico en una pequeña «casa
tricos aún eran obra de profesores de medicina como Reil de locos» de París, la Pension Belhomme, en la que se encerra-
(que acuñó el término psiquiatría), sin apenas contacto con ba a enajenados ricos a instancias de sus familiares. Por aque-
pacientes mentales, e incluso de filósofos y teólogos, y que llos días solía confinarse en el hospital general, el Hotel Dieu,
sólo en los grandes centros del saber habían surgido especia- a la mayoría de perturbados mentales de la capital, y si su es-
listas «que decidieron dedicar su vida al estudio y tratamien- tado no mejoraba en un corto plazo se les consideraba incura-
to de las enfermedades mentales». bles y eran enviados a Bicêtre o a la Salpêtrière, construidos un
Hay que distinguir entre la historia de la psiquiatría como siglo antes, al que también iban a parar otros marginados so-
rama especializada de la medicina y la historia del conoci- ciales, como mendigos y prostitutas. Pinel, bien conocido de
miento médico psiquiátrico, que se remonta a la antigua Gre- sus influyentes amistades políticas por lo avanzado de sus tesis
cia y al nacimiento de la ciencia médica. Durante más de dos científicas, fue nombrado médico jefe del hospicio de Bicêtre.
milenios hubo médicos que observaron y trataron enferme- El ala destinada a los dementes estaba a cargo de un supervisor
dades mentales, y se crearon centros e instituciones para aco- (surveillant) llamado Pussin, que había introducido ya reformas
ger a los «lunáticos» y «dementes»; pero lo cierto, como se- de carácter humanitario en el trato a los pacientes. El mérito de
ñala atinadamente Kraepelin, es que la psiquiatría no era una Pinel fue la aprobación y mejora progresiva de las medidas im-
verdadera especialidad médica. Se puede especular acerca de provisadas de Pussin y la propuesta de una teoría científica cla-
la fecha exacta en que surgió la psiquiatría como campo aco- ra sobre la forma de aplicarlas. Imbuido de los criterios de
tado de la medicina y cuándo lo hizo el psiquiatra como es- Crichton sobre la naturaleza de las «pasiones», de la psicología
pecialista que dedicaba con exclusividad su competencia pro- de Condillac y de las ideas de Rousseau, implantó el traitement
fesional al cuidado de los enfermos mentales. Denis Leigh moral, cuya eficacia propugnaba en pacientes considerados has-
acredita que a mediados del siglo XVIII «apareció (en Inglate- ta el momento como enfermos incurables.
rra) algún grado de especialización entre médicos respeta- La mejora de las condiciones de asistencia a los enajena-
bles», cuando finalizó el monopolio del Bethlem Hospital y dos, que Pinel apoyó y extendió, no fue un fenómeno aisla-
se crearon nuevos «hospitales de lunáticos», como el de St. do privativo de Francia. Ya en 1789, en la Toscana, Chiarugi
Luke (2). Por otro lado, el historiador norteamericano Jan declaró que el fundamento de las grandes reformas que aco-
Goldstein subraya que en Francia el lenguaje, como trasunto metió en el hospicio mental de la región radicaba en que «es
de la realidad subyacente, dio entrada a apelativos tales como un supremo deber moral y una exigencia médica respetar al
17
18 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

paciente mental como persona». En Inglaterra, todavía con- especialista psiquiátrico, y aunque se mantuvo en el puesto
mocionada por el trato inhumano al que se había sometido que ocupaba en la Salpêtrière hasta su muerte en 1826, y hoy
al rey Jorge III durante la enfermedad mental que padeció, se le conoce por su aporte a la salud mental, lo cierto es que
William Tuke, un cuáquero piadoso afectado en lo más hon- tenía otros muchos intereses médicos que le dieron en vida un
do por las condiciones en las que había fallecido la esposa de lugar prominente entre sus colegas parisinos. Su Nosología filo-
un miembro de la Society of Friends en el asilo mental de sófica, que vio la luz en 1796 y fue un libro de referencia obli-
York, decidió crear una institución particular regentada por gada durante varios decenios, trata el tema de la patología ge-
esta comunidad y «destinada a proveer asistencia y acogida a neral. Muy distinto es el caso de Esquirol, discípulo y sucesor
sus afiliados». En el Retiro, construido en 1796 en los aleda- de Pinel, que se convirtió en el prototipo del terapeuta psi-
ños de York, se abolieron buena parte de las medidas de co- quiátrico. En la Salpêtrière sólo estaba al cargo de la «sección
erción física y se dio importancia a los valores religiosos y de dementes», pero más tarde se le nombró director médico
morales en el trato a los pacientes. del hospicio psiquiátrico de Charenton, cerca de París; ade-
Las reformas de Chiarugi se diluyeron a raíz de las con- más, poseía una pequeña clínica donde trataba a su clientela
vulsiones de las guerras ulteriores y la división política de Ita- particular. Dedicó toda su actividad al estudio y tratamiento
lia, y la creación del Retiro de Tuke no obedeció a razones de los trastornos mentales y a la enseñanza de la psiquiatría.
médicas, ya que constituía la expresión de unos afanes de ín- Su libro Acerca de las enfermedades mentales, publicado en 1838,
dole humanitaria y religiosa. La obra de Pinel tuvo importan- una recopilación de sus obras anteriores, alcanzó tanta fama
cia decisiva, no tanto por los cambios que operó en las con- como el Tratado de Pinel. En 1913, Karl Jaspers reconocía que
diciones de vida del paciente, por más que ejercieron un no- los últimos grandes representantes de la psiquiatría alemana,
table influjo, sino porque hizo del estudio y tratamiento de como Griesinger y Kraepelin, debían mucho a los escritos de
los trastornos mentales una rama específica de la medicina. Esquirol. Él y la escuela que fundó desarrollaron con gran efi-
En 1801, Pinel publicó el Tratado médico-filosófico sobre la lo- cacia uno de los postulados básicos de la especialidad médica
cura, en el que exponía las distintas manifestaciones clínicas recién implantada. Esquirol otorgaba un valor esencial a la ob-
que había observado, proponía un sistema nosológico sencillo servación atenta y escrupulosa del paciente y al análisis de los
tomado en buena parte de autores anteriores, analizaba los po- síntomas y el comportamiento que mostraba. Dio origen a la
sibles factores etiológicos y explicaba con detalle su visión del aproximación clínica descriptiva, que sus alumnos populariza-
«tratamiento moral». El libro se considera un verdadero hito en ron. Desconfiaba aún más que Pinel de toda teoría no funda-
los anales de la psiquiatría, e incluso el filósofo Hegel lo valo- mentada, y cuando en su momento expuso la relación entre
ró como «un suceso de capital importancia en la historia de la factores y síndromes patogénicos, se mostró muy cauto en la
humanidad». Desde el punto de vista de Pinel, la demencia o interpretación de la misma. Zilboorg, historiador de la psi-
locura era una enfermedad, y aquel que la padecía debía ser quiatría de orientación psicoanalítica, criticó este enfoque
considerado, pese a la pérdida del juicio, como un ser huma- esencialmente descriptivo de crear «una psiquiatría sin psico-
no. Sostenía que el estudio del paciente mental, como el resto logía», con el pretexto de que ante la ausencia de conceptos
de la medicina, debía ser «una ciencia basada en hechos minu- psicodinámicos, su pretendida objetividad quedaba reducida a
ciosamente observados». Goldstein (3) señala que lo que más un presunto plano superficial (4). Pero lo cierto es que sentó
preocupaba a Pinel era demostrar esta naturaleza científica de las bases de la descripción que hoy día se formula de los tras-
la especialidad médica recién aparecida, para lo cual necesitaba tornos mentales. El planteamiento descriptivo «ateórico» que
rechazar los métodos y prácticas anteriores de los «empíricos» se adopta en los sistemas nosológicos en vigor —tanto el Ma-
y «charlatanes», dos vocablos prácticamente sinónimos. Empe- nual diagnóstico y estadístico (DSM) norteamericano como la
zó por aceptar el método pragmático de Pussin y elaboró una Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE)— cuyo fin ex-
teoría científica sobre su forma de aplicación que dio paso al plícito es realzar el carácter médico de la psiquiatría, constitu-
concepto de tratamiento moral. En su Tablas para determinar la ye un retorno a los principios de Esquirol.
probabilidad de curación de la locura, publicado en 1808, trasluce
una curiosa faceta premonitoria de su insistencia en la necesi-
dad de contar con una metodología científica. Aportó datos es- ■ La vertiente social de la psiquiatría
tadísticos sobre la eficacia de su método terapéutico en los dis- y el sistema de asilo mental
tintos tipos de trastornos mentales, y en comparación con la
evolución espontánea de las dolencias, para llegar a la conclu- A finales del siglo XVIII se reconoció que el estudio de la
sión de que la medicina sólo puede ser una verdadera ciencia enajenación mental era parte integrante de la medicina. No
mediante el empleo del cálculo de probabilidades. obstante, la naturaleza misma de la enfermedada mental im-
pedía tratar a los enajenados en iguales condiciones que los
pacientes aquejados de otras dolencias. Las manifestaciones
■ La psiquiatría como profesión: más ostensibles y conspicuas de aquélla tenían evidente re-
Esquirol y la orientación clínica percusión social. Según la óptica filosófica en boga, los en-
fermos mentales carecían de libre albedrío a causa de su afec-
Si bien Pinel, debido a la difusión internacional de las ide- ción, y en la práctica eran incapaces de participar en la vida
as plasmadas en su libro, se considera el fundador de la psi- normal de la sociedad, además de que solía considerárseles
quiatría como disciplina médica, no es en sentido estricto un potencialmente peligrosos. Por esa razón, lo normal era ence-
1.4.1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA COMO ESPECIALIDAD MÉDICA 19

rrarlos en asilos u hospicios mentales diversos. Un aspecto de del país, así como para su funcionamiento y soporte econó-
las reformas que acometió Pinel fue el de clarificar en mayor mico, tenía vocación de modelo. En Inglaterra, por ejemplo,
medida la diferencia cualitativa entre el comportamiento an- se obtuvieron resultados similares con la aprobación de la As-
tisocial del demente —que, al ser consecuencia de una enfer- ylum Act en 1828 y de la Lunacy Act en 1945. En lo externo,
medad, era del dominio exclusivo de la medicina— y otros el sistema que acababa de implantarse era una continuación,
comportamientos marginales que la colectividad tenía que vi- en condiciones más humanas, de los métodos institucionales
gilar y, en su caso, reprimir. La aplicación de esta distinción anteriores. Aunque con algunos rasgos decididamente nove-
básica durante la primera mitad del siglo XIX contribuyó a do- dosos. Sin dejar de reconocer la necesidad de proteger a la so-
tar a la profesión psiquiátrica de su singular configuración, ya ciedad, subrayaba el derecho de los enajenados mentales a re-
que se erigió en el sustrato de la psiquiatría forense y llevó a cibir protección y tratamiento médico eficaces. La privación
la formulación de pautas precisas acerca de la reclusión de los de libertad a los pacientes, medida todavía implícita en el sis-
enajenados en instituciones de carácter estrictamente médico. tema, pasó a ser objeto de una supervisión estricta para im-
El Código napoleónico, promulgado en 1810, prescribía pedir posibles abusos, y en todo caso, Esquirol y la mayoría
que «no existirá delito o crimen si se han cometido en estado de los psiquiatras de la época entendían que se justificaba no
de demencia», vocablo éste de antiguo arraigo, empleado aquí sólo por la pérdida del libre albedrío, que era una conse-
como sinónimo de la enajenación mental a que aludía Pinel. cuencia de la enfermedad, sino también por el valor terapéu-
La introducción de variantes similares de esta disposición le- tico que suponía apartar al paciente de un medio patógeno.
gal en otros países abrió un importante campo de actividad a El régimen de asilo se convirtió en elemento central de la
la profesión médica de psiquiatra. En virtud del conocimien- asistencia psiquiátrica, y fue a la vez consecuencia y factor de-
to especializado de los alienistas, al fin reconocido, éstos asu- cisivo del surgimiento de la psiquiatría como especialidad
mieron la función de ayudar al magistrado a discernir si el es- médica, a la que dio hasta finales del siglo XIX, e incluso des-
tado mental de un individuo acusado de «crimen o delito» pués, un carácter singular. Los asilos mentales cobraron un
era normal o patológico, con efectos decisivos en la ulterior poder casi monopolístico en la atención a los enfermos men-
resolución judicial. En el título del Tratado de Esquirol se in- tales. Las primeras y escasas instituciones privadas, reservadas
dica de manera explícita que el libro describe las enfermeda- a los miembros más ricos de la ciudadanía, a menudo patri-
des mentales «en sus aspectos médico, higiénico y médico-le- monio de alienistas que a su vez se hallaban al frente de un
gal». La pugna, que perdura todavía, entre la magistratura — asilo, estaban por lo general supeditadas a la misma regla-
que contaba por lo común con el favor de la opinión públi- mentación jurídica. El ejercicio privado de la profesión con
ca y que adoptó un criterio restrictivo del concepto de enfer- pacientes ambulatorios, tal como hoy lo conocemos, era una
medad mental— y el estamento psiquiátrico, que se inclinaba excepción o se circunscribía a casos que en la época se consi-
a expandir esa noción a fin de incluir modalidades inéditas de deraban ajenos al campo de la enajenación mental. Como re-
comportamiento anómalo, se hace patente en las violentas sultado, el estudio de la enfermedad mental quedaba restrin-
polémicas que suscitó Esquirol con su definición de la «mo- gido básicamente a las formas más graves de trastorno. Otra
nomanía homicida». Estas teorías dieron más fama todavía a consecuencia fue que los alienistas que tenían a su cargo pa-
un homólogo inglés de Esquirol, J. C. Pritchard, admirador cientes encerrados en los asilos desempeñaban una función
del francés, que en dos libros publicados en 1837 y 1842 ti- doble, circunstancia que les distinguía de otros médicos de
pificaba el concepto de «locura moral» como un trastorno hospital. Además de atender a sus menesteres clínicos, tam-
mental singularizado, y en el segundo de ellos examinaba su bién intervenían en los trámites legales que determinaban las
«relación con la jurisprudencia». Medio siglo después, en condiciones de admisión, ingreso, permanencia y, llegado el
1897, Henry Maudsley, que estaba a favor del recurso a este caso, puesta en libertad del individuo mentalmente enfermo.
diagnóstico, puntualizó que si bien dicha categoría gozaba de Dada su condición de directores del centro, a menudo des-
aceptación internacional entre los psiquiatras, equivalía a: empeñaban también tareas de índole económica y financiera,
y se ocupaban de los aspectos tanto materiales como médicos
(...) una forma de enajenación mental envuelta hasta tal inherentes al funcionamiento de la institución.
punto en el hálito de la maldad y el crimen, que la gente A pesar de que la ley diferenciaba ya con rigor la natura-
puede pensar que se trata de una invención médica carente leza de las limitaciones de la libertad en asilos y prisiones, la
de base». Los jueces han denunciado repetidas veces desde el participación de los alienistas en una forma de fiscalización
estrado que se trata de «una doctrina médica sumamente pe- social, suscitaba en última instancia reacciones desfavorables
ligrosa», de «una innovación aventurada» que debe ser repu- por parte de la opinión pública, y a menudo también de
diada en interés de la sociedad. otros psiquiatras, hecho que contribuyó a realzar la singulari-
dad de la psiquiatría dentro de la medicina. Durante la terce-
La aceptación general del nuevo concepto médico de en- ra y cuarta década del siglo XIX, con la implantación del régi-
ajenación mental presuponía la existencia de servicios e ins- men de asilo, los psiquiatras adquirieron conciencia clara de
talaciones adecuados para el tratamiento de los pacientes. La su identidad como grupo profesional. En Inglaterra, Francia,
respuesta fue la construcción de más asilos —este término si- Alemania y Estados Unidos crearon sociedades corporativas y
guió en vigor— y la readaptación de los antiguos. La legisla- empezaron a publicar revistas con objetivos científicos espe-
ción francesa de 1838, que fijó normas detalladas para la ex- cializados. Esta apreciación simplifica en exceso lo que fue
tensión del régimen institucional recién instaurado al resto una evolución gradual, y que en algún caso derivó hacia otros
20 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

derroteros. La creación y propagación del sistema de asilos ponderante durante la primera mitad del siglo XIX. Esa escue-
mentales llevó muchos años y no alcanzó su forma clásica la psiquiátrica, influida por corrientes filosóficas, religiosas y
hasta finales de siglo, como demuestra la famosa campaña románticas, adoptó una actitud dualista radical que propug-
que emprendió Dorothea Dix en Estados Unidos, en la déca- naba la diferenciación estricta entre el cuerpo físico y el alma
da de 1840, en defensa de los muchos pacientes mentales que espiritual. El alma era la fuente de la vida psíquica en su con-
aún eran encerrados en hospicios, casas de caridad y prisio- junto, y por ello mismo y a la postre, el origen de su faceta
nes. El tratamiento moral dispensado en las instituciones se anormal, es decir, la demencia. En psiquiatría, un vocablo
utilizó a la postre para justificar medidas brutales, que se de- como el de enfermedad, apropiado para las afecciones somá-
cían terapéuticas, y el proceder de los ayudantes (a los que en ticas, sólo podía utilizarse en sentido metafórico. La causa de
Francia se denominaba surveillants, término elocuente de por los trastornos mentales era el pecado y las transgresiones del
sí), carentes por lo general de formación médica era, con más paciente, y se consideraba que la psiquiatría pertenecía más al
frecuencia de lo deseable, de carácter puramente represivo. ámbito de la filosofía moral que a la medicina. Tales ideas
Tuvo que transcurrir largo tiempo antes de que se aplicasen fueron impulsadas de varias formas conexas por la mayoría de
de manera general los principios formulados en 1856 por el los psiquiatras alemanes de la época (Heinroth, Ideler, Lan-
psiquiatra británico John Conolly en su libro The Treatment of german y muchos otros) y su posición ideológica tuvo dos
the Insane without Mechanical Restraints. consecuencias: la ruptura casi absoluta de la relación científi-
ca con otras escuelas, como la francesa y la inglesa, que vie-
ron en las publicaciones de estos médicos confusas teorías fi-
■ Modelos biológico y psicológico losóficas desprovistas de carácter médico, y en segundo lugar,
una violenta reacción en la propia Alemania. Los represen-
La orientación clínica de Pinel, Esquirol y sus seguidores tantes más radicales del grupo discrepante de los «somatistas»
tenía en esencia carácter práctico. Como se limitaba a descri- (Somatiker), como Jakobi y Friedreich, no concebían los tras-
bir síntomas observables y comportamientos anómalos, no tornos mentales como afecciones necesariamente cerebrales,
había lugar para las controversias teóricas. Sin embargo, mu- sino como síntomas de enfermedades somáticas. A decir ver-
chos especialistas albergaban la convicción de que si la psi- dad, desde su óptica la enfermedad mental en sí era inexis-
quiatría pretendía convertirse en una rama de la ciencia mé- tente. En contraposición a los mentalistas, defendían con vi-
dica y avanzar en su propuesta, debía incorporar modelos si- gor las hipótesis biológicas, algunas bastante peregrinas, como
milares a los aceptados por el resto de la medicina. Según la la función etiológica de los gusanos intestinales. Por fin, ha-
perspectiva anatomoclínica, a la sazón dominante, las enfer- cia 1850, alcanzaron el culmen de sus tesis. La publicación en
medades eran entidades diferenciadas. Cada una de ellas se 1845 de Pathology and Therapy of the Nervous Diseases, de Wil-
caracterizaba por un bloque de síntomas distintivos resultado helm Griesinger, heredero de su escuela e influido también
de una lesión o, según el caso, de la disfunción de un órgano por los alienistas franceses, marcó un hito en los anales de la
que sólo se identificaba al practicar la autopsia. En 1821, Bay- psiquiatría alemana. En 1865 se le nombró profesor de psi-
le, ciñéndose a este esquema, expuso el cuadro clínico tipifi- quiatría en Berlín, donde sucedió al mentalista Ideler, lo que
cado de los síntomas y lesiones cerebrales en la parálisis ge- supuso el arraigo definitivo en Alemania de la psiquiatría mé-
neral del demente. A pesar de los resultados decepcionantes dica como rama de las ciencias naturales.
de ulteriores estudios anatomopatológicos (sólo se observaron
lesiones cerebrales en una pequeña proporción de casos), cre-
cía la convicción de que la mejora de los métodos de investi- ■ Auge de la neuropsiquiatría
gación permitiría explicar los trastornos mentales, como otras
afecciones, por su etiología somática. La teoría degenerativa El Lehrbuch der Nervenkrankheiten, de Romberg, simboliza
propuesta por Morel en 1857, cuyo influjo perduró hasta el surgimiento de la neurología como especialidad médica au-
Kraepelin, atribuía numerosas formas de locura a la transmi- tónoma que estudia y trata las enfermedades del sistema ner-
sión hereditaria de la disfunción del sistema nervioso produ- vioso. Se publicó cinco años después del Textbook de Griesin-
cida por los efectos nocivos de factores ambientales, y cons- ger, en el que tras adaptar y ampliar el modelo anatomoclíni-
tituye otra muestra de esta corriente biológica que pretendía co de Bayle, afirmaba: «Las enfermedades mentales son en-
otorgar a la psiquiatría un estatus médico indiscutible. fermedades del cerebro». Así pues, si los síntomas tanto psi-
El esquema biológico y el puramente crítico guardaban quiátricos como neurológicos se originaban en el sistema ner-
relación con planos conceptuales distintos: el hallazgo de las vioso, parecía lógico pensar que existía cierto nexo entre am-
causas de la demencia y la explicación de sus manifestaciones, bas disciplinas, por lo menos en el plano conceptual. Un as-
respectivamente. En consecuencia, podían coexistir sin difi- pecto de la compleja relación entre una y otra fue la creación
cultad. Incluso cuando los discípulos de Pinel y de Esquirol de la neuropsiquiatría, que elaboró sus rasgos más caracterís-
formularon sus reservas sobre la posibilidad de aplicar el mo- ticos en los países de habla alemana.
delo biológico a toda clase de enfermedades mentales, se- En la segunda mitad del siglo XIX, las universidades ad-
guían creyendo en el trasfondo médico de la psiquiatría. Muy quirieron un poder y un influjo considerables. A partir de
diferente fue la situación que generó en los países de habla 1850 se crearon cátedras para la enseñanza de la recién aglu-
alemana la escuela de los «mentalistas» (conocidos con el vo- tinada disciplina común y se construyeron instituciones espe-
cablo Psychiker, que significa «de carácter psicológico»), pre- ciales, las clínicas universitarias, con dotación de camas para
1.4.1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA COMO ESPECIALIDAD MÉDICA 21

pacientes psiquiátricos (si los trastornos que padecían se vol- para definir un tipo de enfermedad que atribuía a ciertas dis-
vían crónicos, eran enviados al asilo más próximo), así como funciones del sistema nervioso. En el seno de este grupo,
laboratorios de investigación en neurofisiología y neuroana- muy heterogéneo, figuraban dos entidades conocidas desde
tomía, y salas para casos neurológicos. Lo primero que hizo hacía años, la histeria y la hipocondría, con manifestaciones
Griesinger cuando obtuvo la cátedra de psiquiatría fue habili- predominantemente psicológicas. Los pacientes afectados no
tar salas de neurología en la Charité. Los psiquiatras más ilus- eran internados por sistema en un asilo, ni constituían obje-
tres al cargo de las nuevas instituciones a menudo investiga- to de estudio por parte de los alienistas, sino de especialistas
ban en ambos campos con igual competencia, y así se evi- en medicina interna como Briquet, que en 1859 escribió Tra-
dencia en el trabajo de Wernicke y Westphal, y más tarde de tado sobre la histeria, un libro ya clásico en la materia. En vir-
Kleist y Bonhöffer en Alemania, y de Meynert en Austria. tud de la presunta naturaleza de las neurosis, la neurología,
El concepto de neuropsiquiatría surgió en una época en de tan nueva implantación, pronto fijó la atención en ellas.
que la escuela alemana iba ganando posiciones de forma gra- Charcot, fundador de la escuela neurológica francesa, te-
dual, hasta adquirir un profundo influjo en las teorías y en la nía a su cargo las salas de medicina interna de la Salpêtrière,
profesión psiquiátrica, a pesar de que el elemento motor de separadas de las «dependencias de los dementes», atendidas a
sus instituciones, el régimen de clínicas universitarias, no se su vez por los alienistas. Hacia 1880 se interesó por los pa-
desarrolló en todas partes con la misma intensidad que en cientes histéricos, que por presentar crisis convulsivas eran in-
Alemania. Es notoria, por ejemplo, su ausencia en Inglaterra, gresados en la misma sala que los epilépticos. Charcot elabo-
pese a que la posición teórica de Henry Maudsley, el psi- ró una teoría puramente neurológica de la histeria, que des-
quiatra más destacado de la época, era muy afín a la de Grie- cribió y estudio mediante la hipnosis, técnica equivalente a lo
singer. El National Hospital de Queen’s Square, en Londres, que antes se denominaba «magnetismo animal», que hacía
fundado en 1860, mantuvo por espacio de muchas décadas tiempo había caído en descrédito, pero a la que supo infun-
un virtual monopolio en la enseñanza de la neurología; y la dir de nuevo categoría científica. Las descripciones de Char-
psiquiatría, que se impartía básicamente en los hospitales, no cot sobre la grande hystérie, que demostró con pacientes esco-
tuvo representación en el ámbito universitario hasta la déca- gidos en el curso de sus espectaculares disertaciones públicas,
da de 1930. No obstante, conviene puntualizar que en la ma- fueron objeto de justa crítica tiempo después, pero la fama in-
yoría de los países las instituciones neuropsiquiátricas coexis- ternacional de que gozaba atrajo a estudiantes de todo el
tían con los asilos, donde los psiquiatras tenían encomenda- mundo. Uno de ellos era un joven profesor de neuropatolo-
da la poco envidiable tarea de asistir a los pacientes mentales gía de la Universidad de Viena llamado Sigmund Freud, que
crónicos, a menudo sin contar con los medios apropiados. El impresionado por las lecciones magistrales de Charcot deci-
concepto de neuropsiquiatría conllevaba una visión esencial- dió dedicar todas sus energías al estudio y tratamiento de la
mente biológica de la etiología de la enfermedad mental, lo neurosis. Otro adepto fue el francés Pierre Janet, profesor de
cual se tradujo en la creación de una especialidad de nuevo filosofía (la psicología era a la sazón una rama de aquella
cuño que presuponía la competencia profesional en dos cam- ciencia), que había pasado a interesarse por la faceta psicoló-
pos de la medicina poco antes aislados entre sí. Esta circuns- gica de las neurosis. Con el tiempo elaboraría junto con
tancia provocó, empero, tensiones en lo ideológico y lo pro- Freud una teoría psicopatológica que, si bien dejó su im-
fesional entre los psiquiatras «puros», en particular los que re- pronta (el concepto de psicastenia y los procesos disociativos
gentaban asilos mentales, y los neuropsiquiatras, dedicados en la histeria), nunca alcanzaría el éxito internacional de la teo-
sobre todo a la docencia y la investigación. Con el tiempo, ría psicoanalítica freudiana. Las ideas de Charcot chocaron
en la década de 1960, ese antagonismo fue uno de los facto- con la oposición de Bernheim, profesor de medicina interna
res que terminó por provocar la casi completa separación ad- de la Facultad de Medicina de Nancy y adepto también de la
ministrativa e institucional de las dos especialidades en países hipnosis, que criticó las interpretaciones neurológicas de la
como Francia, donde guardaban una relación cuando menos Salpêtrière y alegó que la sugestión tenía mucho que ver en
formal. Con todo, aún subsisten muchos vestigios de aquel los fenómenos descritos por Charcot.
estado de cosas. Nervenarzt, la más influyente publicación El interés general en las neurosis, que rebasó el campo de
científica en alemán, todavía aborda por igual los temas de la medicina y se extendió a la literatura fin de siècle, fue un fe-
neurología y psiquiatría, y el término «neuropsiquiátrico» aso- nómeno internacional. En 1880, Beard, neurólogo norteameri-
ma en los nombres oficiales de numerosas instituciones do- cano, definió una nueva neurosis, la neurastenia, que muy
centes y centros de investigación. pronto generó más atracción incluso que la histeria de Char-
cot. La psiquiatría apenas intervino en esta evolución, pero las
cosas darían un vuelco debido al efecto de tres acontecimien-
■ Las neurosis y el surgimiento tos relacionados: el cambio en el concepto de neurosis, el auge
de la psicoterapia de la psicoterapia y la incorporación a la psiquiatría de mani-
festaciones psicopatológicas, aunque no fueran de mucha enti-
El estudio de las neurosis, en el que también tuvo que ver dad. La transformación del concepto de neurosis se plasmó en
la relación entre psiquiatría y neurología, originó una serie de la posición que adoptó Kraepelin en la edición de 1904 de su
cambios que afectaron a la psiquiatría como especialidad mé- tratado, en la que introdujo un capítulo titulado «Las neurosis
dica, todos de muy diversa índole pero importantes por un psicógenas», aduciendo que «entre las neurosis, que incluyen la
igual. Fue Cullen quien en 1769 acuñó el vocablo neurosis epilepsia y la corea, hay que acotar un subgrupo caracterizado
22 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

por el origen puramente psicológico de la aparición de los sín- neurosis. Cuando se incorporó a la psiquiatría el estudio y
tomas». La desintegración de la idea vigente hasta entonces tratamiento de las neurosis, los psiquiatras estimaron que for-
transfirió al campo de la neurología, que en adelante abando- maban parte integral de su actividad y trataron de mantener
nó el término genérico de la disciplina, enfermedades cuyas el monopolio de su competencia en esta esfera, aunque nun-
manifestaciones somáticas daban pie a que se interpretasen ca lo consiguieron del todo. Según Jones, biógrafo de Freud,
como una disfunción de una parte concreta del sistema ner- éste ya había «acogido con calor la incursión en el campo te-
vioso, como era el caso de la epilepsia y la corea («baile de San rapéutico de personas idóneas procedentes de sectores profe-
Vito»). La psiquiatría tomó a su cargo la histeria, la hipocon- sionales distintos de la medicina». La cuestión de los «analis-
dría, la neurastenia y los consiguientes trastornos fóbicos, ob- tas legos» (sin titulación médica) generó no pocos conflictos
sesivos y de ansiedad, como parte integrante de las neurosis re- dentro del movimiento psicoanalítico, pero sólo como ele-
cién implantadas. Esta concepción se justificaba por la natura- mento aislado en el marco de un problema más amplio que
leza psicológica de los síntomas y las causas, admitida incluso posteriormente presidiría las relaciones de la psiquiatría como
por un psiquiatra de tendencia biologista como Kraepelin. Esta especialidad médica con el grupo profesional de los psicólo-
redistribución nosográfica de las especialidades neurológica y gos clínicos, de reciente constitución.
psiquiátrica también acreditaba la extensión de los límites de la
psiquiatría. El concepto de locura o demencia según Pinel, que
hasta el momento se definía por la exigencia de internamiento ■ Desde principios del siglo XX hasta
en instituciones especiales, dio paso a una noción más amplia. la segunda guerra mundial
En la edición de 1894 del tratado de Kraepelin, se incluía ya
una nueva entidad que se correspondía con lo que hoy cono- Durante la primera mitad del siglo XX, la psiquiatría se
cemos como trastornos de la personalidad. Fue el psiquiatra expandió en múltiples direcciones. La colosal síntesis de
Koch quien, en 1872-1874, definió por primera vez este tras- Kraepelin instauró hacia 1900 un sistema nosológico que,
torno. Al igual que con las neurosis, pocas veces se veían casos en líneas generales, ha mantenido su validez hasta nuestros
del mismo en los asilos, pero lo cierto es que se consideraba ya días. Sin sufrir alteraciones drásticas fue completado, por
como perteneciente al campo de estudio de la psiquiatría. mencionar sólo unos pocos nombres, en 1911 con la des-
El campo en cuestión experimentó otra transformación con cripción que hizo Bleuler de la esquizofrenia, y en 1913
el auge de las psicoterapias, que a decir verdad tenían tras de sí con la perspectiva psicopatológica de Jaspers, desarrolladas
una larga historia. En 1803, Reil, uno de los primeros menta- por la escuela de Heidelberg y Kurt Schneider, además de
listas alemanes, describía con el nombre de «terapia psíquica» otros psiquiatras que trabajaban en instituciones académi-
(psychische Curmethode) varios procedimiento capaces de influir cas. Sin embargo, el viejo conflicto entre «mentalistas» y
en las «pasiones exacerbadas del alma», entre ellos algunos de «somatistas» reapareció bajo nuevas formas. El grueso del
tipo somático muy violentos, y la terapia moral de Pinel com- estamento psiquiátrico abandonó las posiciones extremistas
prendía elementos psicoterapéuticos. Sin embargo, si se consi- de los «patólogos cerebrales» del género Meynert-Wernicke;
deran las psicoterapias como técnicas cuyas directrices formales sin dejar de reconocer el influjo limitado de los factores
se basaban en una teoría explícita acerca de los mecanismos de psicológicos, admitió en un sentido general el origen bio-
acción que utilizaban, derivaban en esencia del magnetismo lógico de los trastornos mentales más graves, es decir, las
animal de Mesmer readaptado por Charcot. El surgimiento de psicosis. Los hallazgos de las terapias biológicas obtenidos
la psicoterapia, característico de las últimas décadas del siglo por vía empírica —la terapia palúdica aplicada a la parálisis
XIX, guardaba estrecha relación con el estudio renovado de las general (Wagner von Jauregg en 1917), el coma insulínico
neurosis. Tras abandonar la hipnosis, Freud ideó el psicoanáli- utilizado en la esquizofrenia (Sakel en 1933) o las crisis
sis, aunque en el mismo período se elaboraron muchas otras convulsivas inducidas químicamente (von Meduna en
técnicas que en la época gozaron de tanta o más difusión, si 1935) con referencia a esa misma afección, y la terapia elec-
bien su pervivencia no fue tan larga. Una de ellas era el méto- troconvulsiva para combatir la depresión (Cerletti en
do de Janet, quien de vez en cuando seguía echando mano de 1938)— no sólo contribuyeron a diluir el pesimismo tera-
la hipnosis. En 1904, el suizo Dubois, neuropatólogo de Berna, péutico dominante, sino que aportaron argumentaciones de
introdujo en The Psychoneuroses and their Moral Treatment una apoyo. Pero el estudio de las neurosis suscitó la oposición
técnica influida por la teoría de Bernheim sobre la sugestión, de una corriente ideológica representada por el psicoanáli-
aduciendo que originaba una «reeducación psicológica» me- sis, cuyo centro de atención era el estudio de complejos
diante una mezcla de elementos racionales y persuasivos. La re- mecanismos psicológicos que se estimaba constituían el ori-
putación internacional de que gozaba le aportó pacientes de gen de los síntomas neuróticos primero, y de los psicóticos
todo el mundo. La «cura de reposo» que propuso en 1877 el después, que propugnaba la teoría de la etiología psicoge-
neurólogo norteamericano S. Weir Mitchell para el tratamien- nética, y que defendía la psicoterapia como el método te-
to de la histeria primero, y de la neurastenia después, se conju- rapéutico básico. Durante el período en cuestión, el psico-
gó con el método de Dubois por obra de Dejerine, que había análisis se difundió de forma continuada y ganó adeptos
sucedido a Charcot como profesor de neurología en París. entusiastas en numerosos países. Pese a ello, debido en par-
El muy incompleto resumen que hemos ofrecido subraya te a los recelos, e incluso hostilidad, de muchos miembros
el hecho sorprendente de que la psicoterapia vio la luz en el de la psiquiatría oficial, aquéllos se aglutinaron en grupos
ámbito de la neurología debido a su estrecha relación con la aislados que disponían de un programa docente específico
1.4.1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA COMO ESPECIALIDAD MÉDICA 23

diferenciado del plan de estudios académico, con lo que el d`aliénés por hôpital psychiatrique, y aliéniste por psychiatre, allá
empleo de su técnica terapéutica se restringió a un reduci- por los años treinta. En Inglaterra, entre 1924 y 1926, una Ro-
do número de pacientes, en su mayoría neuróticos, atendi- yal Commission utilizó por primera vez los vocablos «hospi-
dos en ambulatorios o, con mayor frecuencia, en la con- tal», «enfermero» y «paciente» en vez de «asilo», «sirviente» y
sulta privada. «lunático». Aparte de ello, también se intentó separar, siem-
La gran mayoría de los enfermos aquejados de trastornos pre que se terciaba, la función de protección social de las ins-
mentales seguía internada en asilos psiquiátricos, y el enorme tituciones de sus quehaceres médicos, para lo cual se les au-
incremento del número de casos, vinculado en especial a los torizó a ingresar pacientes en las mismas condiciones que los
cambios sociales que trajo consigo la industrialización y ur- hospitales generales. En 1923 se creó en el parisino asilo de
banización en gran escala, aunque se han aducido también Sainte-Anne una sección especial que facilitaba tratamiento a
otros factores, fue en verdad sorprendente. En Gran Bretaña pacientes voluntarios y que disponía de camas hospitalarias y
pasó de 16.000 en 1860 a 98.000 en 1910, es decir, una tasa de un departamento de tipo ambulatorio. En Inglaterra, la
de crecimiento que triplicaba el de la población, y esa misma Mental Health Act de 1930 posibilitó el ingreso voluntario en
tendencia se observa en todos los países hasta finales de la dé- los hospitales psiquiátricos, que en 1938 suponían ya el 35%
cada de 1940, pese a la introducción de las primeras terapias del total de admisiones.
biológicas. En 1910, había ya en Estados Unidos 188.000 pa- Las consideraciones sociales siempre han sido evidentes
cientes en los hospitales mentales, y al término de la segunda en psiquiatría, pero sus expresiones clásicas fueron las más
guerra mundial 850.000 enfermos se hallaban internados en de las veces de índole negativa, como, por ejemplo, el in-
grandes instituciones, saturadas, con escasa dotación de per- ternamiento de los pacientes en asilos mentales. La posibi-
sonal y que sólo podían facilitar guarda y custodia como ayu- lidad del ingreso libre abierta en fechas recientes denotaba
da. Esta degradación patente del régimen de asilos, en con- una mayor tolerancia para con el carácter perturbador de la
traste con los avances de la ciencia, promovió iniciativas para enfermedad mental. Al propio tiempo se manifestó otro as-
mejorar el ejercicio de la psiquiatría y de su contexto institu- pecto de distinta orientación y enfoque social más amplio.
cional. Muchas de esas aportaciones acaecieron después de El concepto de higiene mental surgió en Estados Unidos
1920, y aun cuando se obtuvieron resultados bastante limita- cuando Clifford Beers, ex paciente psiquiátrico, creó en
dos, sentaron las bases de ulteriores y más drásticas transfor- 1919 una organización cuyo creciente influjo internacional
maciones. se plasmó en congresos muy concurridos que tuvieron lu-
Se perfeccionó y sistematizó la formación de los especia- gar en Washington (1930) y París (1937). Desde el inicio,
listas psiquiátricos, que difería mucho de un país a otro. Du- ese movimiento no revistió carácter estrictamente médico y
rante estas fechas se pone de manifiesto una convergencia en se vio influido por diversas corrientes filosóficas humanita-
la evolución, y en cierto modo cabe afirmar que el período rias. Hacía hincapié en el peso de factores sociales en los
en cuestión fue testigo del reconocimiento administrativo ofi- trastornos mentales, como las condiciones de vida y los es-
cial de la psiquiatría como especialidad médica. Se instaura- quemas educativos, y auspiciaba su prevención y trata-
ron programas docentes y elementos fiscalizadores del grado miento mediante la estrecha cooperación de psiquiatras y
de competencia, que fueron más allá de los psiquiatras que personal enfermero con grupos ajenos a la medicina en el
ocupaban puestos universitarios, y se introdujo con carácter seno de la comunidad. Una de las repercusiones institucio-
obligatorio la enseñanza parcial de la psiquiatría, incluso en nales de estas ideas fue la instauración de la profesión de
los planes generales de enseñanza médica. En Francia se arbi- asistente social. Iniciaron su actividad en la clínica de Adolf
tró un régimen de selección por concurso-oposición entre los Meyer (Meyer fue uno de los principales impulsores del
psiquiatras que aspiraban a una plaza en los asilos estatales, y movimiento en pro de la higiene mental, cuyos postulados
en algunos casos también para los residentes de psiquiatría. coincidían con sus ideas), en el hospital parisino de Sainte-
En Inglaterra, el Board of Control recomendó en 1918 que Anne; en Inglaterra, donde la London School of Econo-
sólo ocupara cargos destacados en una institución mental el mics inauguró en 1929 un curso específico de formación, y
médico que hubiese obtenido un diploma en medicina psi- en otros lugares.
cológica otorgado por el Royal College of Physicians y cin- En la misma época en que se creaba el trabajo social en
co universidades. En Estados Unidos, el elemento motor de la esfera psiquiátrica, tuvo lugar la expansión de la psicología
las reformas fue Adolf Meyer, director de la Henry Phipps clínica. La escala Binet-Simon de medición de la inteligencia,
Clinic de la Johns Hopkins University entre 1913 y 1939, concebida en 1905, fue la primera aplicación a la psiquiatría
quien organizó un sistema de residencia regularizado y pro- de la psicología experimental, disciplina de reciente implan-
movió la creación del Board of Neurology and Psychiatry. tación que se remontaba a las postrimerías del siglo anterior.
Esta junta colegial se constituyó en 1936 y otorgaba un di- Este primer aporte abocó en la configuración de un estamen-
ploma que pasó a ser obligatorio para ser reconocido como to profesional de psicólogos clínicos, que en un principio se
especialista. ocuparon del desarrollo y empleo de instrumentos de evalua-
Los cambios tuvieron su reflejo en el lenguaje. El térmi- ción psicológica y de la investigación teórica en algunos cen-
no psiquiatría, surgido en las naciones de habla alemana y tros psiquiátricos. Al principio no constituyó un contingente
utilizado mayormente en esta zona geográfica, fue adoptado muy numeroso; en 1945 había en Estados Unidos, país que
con carácter general a comienzos de siglo. En lo que respec- contaba con la mayor proporción, unos 4.000 psiquiatras,
ta a Francia, las autoridades sanitarias reemplazaron el asile pero sólo 200 psicólogos clínicos.
24 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

■ Expansión de la psiquiatría una Sección (más tarde, división) de Salud Mental, que ade-
después de 1945 más de otras actividades de coordinación, elaboró un lengua-
je nosológico común para tratar de superar las dificultades de
comunicación entre las escuelas nacionales.
La segunda guerra mundial coincidió con una gran trans- Si bien los cambios afectaron a casi todas las naciones,
formación de la especialidad psiquiátrica. La contienda bélica en Estados Unidos adquirieron enorme realce. Desde finales
reveló con crudeza la tasa de trastornos mentales en Estados del siglo XIX hasta la década de 1930, los conceptos más ex-
Unidos, que se convirtieron en la primera causa de incapaci- tendidos eran los elaborados en los países de habla alemana,
dad para el servicio militar dictaminada por los tribunales mé- pero su influjo se diluyó con la instauración del régimen na-
dicos y en el motivo principal de casi el 40% de los rechazos cionalsocialista, que al amparo de teorías racistas expulsó de
selectivos para el servicio activo. De forma gradual se fue di- Alemania y Austria a muchos de los psiquiatras prominen-
luyendo la idea dominante de que la psiquiatría era una dis- tes, implantó la esterilización forzosa de los individuos con
ciplina médica de poca entidad, un tanto menospreciada, que varios tipos de enfermedad mental, y propició la muerte de
se ocupaba ante todo de la asistencia custodiada de los indi- niños con retraso mental y de enfermos crónicos en el ám-
viduos con anomalías psicológicas y una peligrosidad latente. bito de los hospitales psiquiátricos por libre iniciativa del
Los gobiernos empezaron a considerar como una tarea im- personal médico. Estados Unidos, que emergió de la segun-
portante la conservación y restablecimiento de la salud men- da guerra mundial como la nación más poderosa del mun-
tal, expresión que las instituciones nacionales e internaciona- do, empezó a ejercer una influencia creciente tanto en la
les emplearon a partir de entonces con frecuencia. Las modi- psiquiatría como en el resto de la medicina. Debido al pres-
ficaciones sustanciales que sucedieron después de 1945 y con- tigio de sus instituciones de investigación y docencia y al in-
figuraron la psiquiatría tal como hoy la conocemos, fueron flujo de sus publicaciones científicas en todo el mundo, su-
consecuencia de este clima de nueva implantación y del sur- mado a la gradual adopción del inglés como idioma de la
gimiento de perspectivas inéditas en tres campos tradiciona- comunicación científica en el orden internacional, la psi-
les: el psicológico, el social y el biológico. Los cambios apa- quiatría norteamericana fue acogida como modelo en nu-
recieron en formas un tanto diferenciadas y en épocas distin- merosos países, pese al hecho de que muchas de las co-
tas; la relativa influencia que ejercieron se hallaba sometida a rrientes de pensamiento y avances técnicos que adoptó y
fluctuaciones, y a la postre degeneraron en conflictos recí- perfeccionó eran de ascendencia europea, lo que no impidió
procos. Como resultado de esta situación, se produjo una for- que en Estados Unidos cobrasen matices autóctonos y ad-
midable expansión de la psiquiatría y un notable aumento de quiriesen particular impulso.
su eficacia, además de profundas transformaciones institucio-
nales, y oleadas ideológicas sucesivas que tuvieron singular
efecto en la catalogación profesional de la psiquiatría. La era psicodinámica
La estadística demográfica refleja la importancia de la psi-
quiatría en medicina. En Estados Unidos, la proporción de Un factor de importancia en la difusión de la doctrina del
psiquiatras en la profesión médica era del 0,7% en 1920, el psicoanálisis fue la emigración a Estados Unidos, de 1933 en
1,4% en 1940, y el 5,5% en 1970, mientras que la tasa de cre- adelante, de un número bastante crecido de psicoanalistas
cimiento se duplicó después de la segunda guerra mundial. alemanes y austríacos, obligados a emigrar de sus países de
En la actualidad hay en Francia 18 psiquiatras por cada origen por motivos raciales; el régimen nacionalsocialista ha-
100.000 habitantes, y constituyen el 6% del total de médicos. bía condenado el psicoanálisis por ser de raíz judía, y los li-
En las décadas de la posguerra se alcanzaron cifras equipara- bros de Freud fueron quemados en público. Muchos de los
bles en los países desarrollados que, hasta hoy, se mantienen jóvenes psiquiatras, instruidos en gran número para satisfacer
relativamente estables. Antes incluso de ese incremento nu- las demandas de las fuerzas armadas, adoptaron el psicoanáli-
mérico espectacular, los psiquiatras han sido conscientes de la sis por la influencia de algunos de los especialistas que esta-
necesidad de consolidar la identidad de la disciplina que cul- ban al frente de los programas de capacitación. Así pues, a lo
tivan. El Primer Congreso Mundial de Psiquiatría, celebrado largo de toda una generación y hasta finales de la década de
en París en 1950, fue seguido por asambleas periódicas y por 1960, el psicoanálisis pasó a ser la ideología dominante en el
la creación de la Asociación Mundial de Psiquiatría, a la que seno de la psiquiatría norteamericana.
pertenecen casi todas las sociedades nacionales de la especia- La variante psicodinámica norteamericana se apartaba a
lidad. Las autoridades sanitarias de diversos países han ido menudo de la ortodoxia freudiana, si bien realzaba la función
aceptando la necesidad de proveer los medios económicos su- de los factores psicogenéticos, el valor del estudio de los me-
ficientes para favorecer la investigación y la formación en esta canismos intrapsíquicos y la importancia capital de la psico-
disciplina. En 1946, el gobierno de Estados Unidos fundó a terapia, a la vez que concedía escasa atención al enfoque clí-
tal efecto los National Institutes of Mental Health, y en mu- nico tradicional y a la nosología. El predominio de esta ten-
chos países se llevaron a cabo iniciativas similares, aunque la dencia sustancialmente psicológica, comparada en ocasiones
estructura de las organizaciones constituidas era distinta. Ape- con el éxito de la escuela mentalista alemana durante la pri-
nas finalizada la contienda mundial se creó la Organización mera mitad del siglo XIX, tuvo consecuencias de relieve. Aun-
Mundial de la Salud (OMS), que con miras a la promoción que la interpretación de los trastornos psicóticos de enfermos
de idénticos objetivos en el plano internacional, contaba con hospitalizados se hacía a la postre según la teoría psicoanalí-
1.4.1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA COMO ESPECIALIDAD MÉDICA 25

tica, la psicoterapia se utilizaba en gran medida con los pa- La era social
cientes neuróticos que acudían en régimen ambulatorio,
como se ha venido haciendo desde sus orígenes. En la tem- Al término de la segunda guerra mundial había un nota-
prana fecha de 1951-1952, 3.000 de un total de 7.500 psi- ble afán de cambio social; una de sus vertientes era la idea de
quiatras norteamericanos declaraban que su principal activi- que todo el mundo tenía «derecho a la salud», o por lo me-
dad era atender su consulta privada, y en 1954, el número de nos el derecho a recibir asistencia médica apropiada al mar-
psiquiatras en el ejercicio privado de la profesión superaba gen de su situación económica. Este anhelo generalizado dio
por primera vez el de sus colegas asalariados; dentro del pri- lugar, en 1948, a la creación del National Health Service en
mer contingente, el 25% se dedicaba en exclusiva a la psico- el Reino Unido y al régimen de seguridad social en Francia,
terapia. Pero con el estímulo inicial de instituciones oficiales, a lo que se sumaron parecidas iniciativas en otros países. La
como la Veterans Administration, también el psicólogo clíni- óptica social, uno de los principios fundamentales en que se
co empezó a colaborar en ese terreno. En 1980, la cifra de sustentaban estos empeños, dio pie a grandes cambios insti-
miembros de la Clinical Psychology Section de la American tucionales en el campo de la psiquiatría, resultado de varios
Psychological Association, alcanzó la cota de los 20.000 afi- factores, entre ellos el imperativo de facilitar por un igual el
liados, en una época en que Estados Unidos contaba con acceso del ciudadano a la asistencia psiquiátrica, y la creencia
26.000 psiquiatras. En opinión de la ciudadanía, y hasta cier- de que los componentes sociales tenían mucho que ver en la
to punto también del estamento médico, se daba por supues- etiología de los trastornos mentales y podían contribuir en
to que la psiquiatría estaba constituida únicamente por la psi- buena medida al proceso de curación, con miras a la progre-
coterapia y la psicología. siva reinserción del paciente en la colectividad.
En la mayoría de los países restantes el curso de los acon- El hecho más llamativo del modelo propuesto fue el de-
tecimientos no registró un ritmo tan acelerado como en Es- clive del régimen de asilos mentales, que todavía ocupaba una
tados Unidos; por regla general, las innovaciones afloraban posición de relieve en la práctica psiquiátrica; a decir verdad,
más tarde y estaban supeditadas al condicionamiento de las el número de pacientes internados en instituciones mentales
costumbres e influencias de la zona. Por lo que atañe a las en el ámbito de los países desarrollados alcanzó su techo en
naciones de habla alemana, el freno provenía de la todavía 1955. Las críticas contra la «degradación» del funcionamiento
prepotente perspectiva neuropsiquiátrica y la moda efímera de los hospitales psiquiátricos y el aislamiento de los pacien-
de la fenomenología existencial. En el Reino Unido, la co- tes en instituciones, a menudo muy alejadas de sus casas y fa-
rriente ecléctica auspiciada por el influyente London Institu- miliares, no era cosa nueva. De todos modos, las mejoras par-
te of Psychiatry durante las décadas de la posguerra, limitó el ciales introducidas con anterioridad, como la disminución del
progreso de la psicodinámica; en 1956, una encuesta de Time número de internamientos forzosos o la creación de servicios
Magazine le permitía afirmar que «el conjunto de Gran Breta- ambulatorios, dieron paso a una estructuración del sistema to-
ña (tenía) la mitad de analistas que la ciudad de Nueva York». talmente nueva. Sobre el papel, se procedió a la división del
En Francia, el psicoanalista Jacques Lacan reformuló la doc- país en zonas o sectores geográficos con una población de
trina confiriéndole matices singulares. Pero, en general, el unos 100.000 individuos, en cada uno de los cuales se cons-
auge de la psicodinámica fue un fenómeno generalizado, sal- tituía un equipo multidisciplinario de psiquiatras, personal de
vo en los países comunistas, donde la teoría freudiana fue re- enfermería, psicólogos clínicos, asistentes sociales y terapeutas
chazada por motivos ideológicos. ocupacionales que tenía a su cargo la salud mental. Las visi-
En la década de 1960 se produjo una reacción derivada de tas domiciliarias y las prácticas terapéuticas en la vivienda de
los éxitos terapéuticos de la farmacoterapia, de reciente des- los pacientes, así como la creación de servicios ambulatorios
cubrimiento. Los psicólogos clínicos habían elaborado nue- de fácil acceso desempeñarían un papel cada vez más rele-
vos métodos terapéuticos radicalmente distintos sustentados vante. Si era precisa la hospitalización, se había previsto que,
en las teorías del aprendizaje, en particular la terapia conduc- en la medida de lo posible, se hiciera en pequeñas unidades
tista, que introdujo Wolpe en 1958, apoyada en el Reino situadas en el complejo de un hospital general, y que la du-
Unido por Eysenck, y la terapia cognitiva, a menudo vincu- ración de la estancia se redujera al mínimo indispensable. La
lada a ella. Estos métodos compitieron con éxito con las téc- implantación de instituciones especiales como hospitales de
nicas psicodinámicas y conquistaron gran parte del campo día, hospitales de noche y talleres especiales adaptados a las
conceptual. La ciencia psicodinámica no desapareció; buena necesidades, tenía por objeto facilitar la reinserción gradual
parte de sus postulados mantuvieron el rango que ocupaban del paciente a la vida en sociedad. La instauración de esta
en la psiquiatría y los métodos psicoterapéuticos continuaron «asistencia comunitaria», que debía funcionar en estrecha co-
aplicándose, pero perdió la posición ideológica prominente laboración con los médicos generales y diversas instituciones
de que gozaba. Cuando se pasa a considerar desde una pers- públicas y privadas, acabaría con los hospitales psiquiátricos
pectiva histórica el influjo de dicha doctrina en la faceta pro- de antaño y lograría «desinstitucionalizar» la psiquiatría. El
fesional de la psiquiatría, debe reconocerse que además de su sistema de nueva instauración fue introducido después de
aporte teórico, constituyó un elemento de relieve en la ex- 1969 en la mayoría de los países con distintas modalidades.
pansión subsiguiente de la actividad del psiquiatra en el tra- En Estados Unidos se promulgó en 1967 la Community Men-
tamiento de trastornos de no excesiva entidad, además de que tal Health Center Act. En el Reino Unido, que tenía una tradi-
indujo a los psicólogos clínicos a ejercer una función activa y ción muy arraigada en materia de psicología social, se estu-
autónoma en este terreno. diaron planes en la década de 1960 para la implantación de la
26 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

asistencia comunitaria, y en 1975, el Gobierno ordenó la ela- cual hizo que se sintiera un tanto discriminado por la pérdi-
boración del libro blanco Better Service for the Mentally Ill, que da de jerarquía médica.
estimulaba la formación de «equipos de atención primaria» La importancia otorgada a los factores sociales no se li-
multidisciplinarios que integraran también a los médicos ge- mitaba al régimen de dispensación de ayuda, y en ocasiones,
neralistas. En Francia, una ordenanza oficial de 1960 creó la en conjunción con posturas políticas e ideológicas radicales,
psychiatrie de secteur que debía conducir a la eliminación gra- adoptó manifestaciones más extremas. Las críticas se exten-
dual del hospitalocentrisme. Por su parte, la Organización Mun- dieron primero a las deficiencias de las instituciones, pero
dial de la Salud (OMS) alentó a todos los estados miembros luego se trasladaron al concepto mismo de enfermedad men-
a que adoptasen medidas similares. tal. El movimiento antipsiquiátrico sostenía que la enferme-
Por más que en los cuarenta últimos años la asistencia co- dad mental era una entelequia que nada tenía que ver con las
munitaria se ha convertido en la doctrina oficial por antono- afecciones en el sentido médico de la palabra. Afirmaba que
masia, salvo en Japón, país cuya tasa de hospitalización, ma- los supuestos comportamientos patológicos, como los deno-
yormente en instituciones privadas, no ha dejado de aumen- minados de tipo esquizofrénico, no eran sino una reacción
tar, la aplicación del sistema ha topado con dificultades a pe- normal frente a un modelo social inviable, y que los preten-
sar de las grandes mejoras terapéuticas aportadas por la far- didos tratamientos eran métodos que utilizaban la clase polí-
macoterapia. En algunas partes de Estados Unidos, el súbito tica y los poderes fácticos para mantener el orden social en
cierre de los hospitales psiquiátricos del Estado junto con las beneficio propio. De ello deducían que la única solución pa-
deficiencias de los Community Mental Health Centers pro- saba por la reforma drástica de la sociedad. Las tesis expues-
vocaron durante algún tiempo un formidable déficit asisten- tas variaban en cuanto al contenido y a los argumentos esgri-
cial que afectó a gran número de enfermos mentales. Las pre- midos. Los autores que las concibieron fueron, entre otros,
visiones de «evanescencia» de la hospitalización discurrieron Szasz, Laing y Cooper en el mundo de habla inglesa, el filó-
con lentitud. Según datos de la OMS, en 1976 el número de sofo Foucault en Francia, y el psiquiatra Basaglia en Italia. Al-
camas asignadas a la salud mental por cada 1.000 habitantes, canzaron su mayor influencia en la década de 1960, y se rea-
incluidas las destinadas a pacientes afectos de retraso mental, lizaron algunos intentos para aplicar los principios ideológi-
era de 6,5 en Suecia, 5,5 en el Reino Unido, 3 en Francia y 2 cos del grupo. Si bien atrajeron mucho interés en la época,
en Alemania. A partir de esa fecha las cifras han disminuido era muy limitado y tuvo corta duración. Uno de los pocos paí-
y el tipo de hospitalización no es el mismo. En 1955, el 77% ses en los que este movimiento tuvo efectos prácticos fue Ita-
de los «episodios de asistencia psiquiátrica» en Estados Uni- lia, donde las teorías de Basaglia, de fuerte connotación polí-
dos tuvieron lugar en hospitales mentales del Estado, en com- tica, incidieron en la ulterior reforma legal del caduco régi-
paración con el 20% de 1990. En 1994, se hospitalizó a 1,4 men de asilos; pero a pesar del carácter aparentemente revo-
millones de enfermos mentales, pero sólo el 35% fueron tra- lucionario de algunas de las normas administrativas recién
tados en hospitales psiquiátricos públicos, en comparación aprobadas, los cambios introducidos fueron muy similares a
con el 43% acogido en hospitales generales y el 11% ingresa- los que se estaban sucediendo en otras naciones.
do en instituciones privadas, que pasaron de 150 en 1970 a
444 en 1998. En Francia, donde el total de pacientes psiquiá-
tricos tratados en instituciones del Estado —niños incluidos— La era biológica
asciende en la actualidad a un millón, poco más o menos, el
60% es atendido en régimen estrictamente ambulatorio, pero Las sustancias psicotropas, como el opio, se utilizaron
el número de camas de hospital sólo se ha reducido la mitad. desde los inicios del tratamiento médico de los pacientes psi-
Como fiel reflejo del influjo progresivo de la perspectiva quiátricos. Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX
social, los cambios estructurales han transformado la profe- se sintetizaron fármacos como los bromuros, los barbitúricos
sión psiquiátrica. El incremento del número de psiquiatras y las anfetaminas. Algunos de ellos, en particular los sedantes
dedicados al ejercicio privado de su especialidad fue simultá- y los hipnóticos, tenían un valor genuino aunque marginal en
neo, aunque por lo general en menor medida, al aumento la práctica a la hora de mitigar determinados síntomas, pero
acaecido en el sector público, donde su cometido experimen- nunca constituyeron un tratamiento eficaz de los trastornos
tó modificaciones. En los asilos de antaño el psiquiatra tenía mentales. La moderna psicofarmacología no sólo inició lo
una autoridad indiscutida, sólo limitada por las disposiciones que se ha denominado justamente la revolución terapéutica
legales acerca de los trámites de reclusión. El personal de en- en la psiquiatría, sino que dio un fuerte e inédito impulso a
fermería, y más tarde los psicólogos clínicos, asistentes socia- la perspectiva biológica. Por lo común, su fecha de aparición
les y terapeutas ocupacionales, eran considerados como «au- suele retrotraerse a 1952, en coincidencia con el hallazgo de
xiliares paramédicos» que ocupaban una posición subordina- la notable acción de la clorpromazina sobre los síntomas de
da. La creación de equipos multidisciplinarios, que trabajaban la manía y la esquizofrenia, hallazgo que vino precedido, en
en diversos ámbitos, confirió al psiquiatra una función coor- 1949, por la constatación del efecto de las sales de litio en los
dinadora que ganó en complejidad en virtud de las reivindi- estados maníacos. Pocos años después quedó patente que la
caciones de autonomía profesional de los otros auxiliares. En administración ininterrumpida de sales de litio impedía la re-
algún caso, como el de los American Mental Health Centers, currencia de las fases maníaca y depresiva de los trastornos
el psiquiatra tenía una presencia muy minoritaria en el equi- del humor. A ello siguió la introducción de medicamentos
po y la supervisión que ejercía se reducía por momentos, lo que actuaban sobre los cuadros depresivos (imipramina e in-
1.4.1. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA COMO ESPECIALIDAD MÉDICA 27

hibidores de la monoaminooxidasa, en 1957) y de ansiedad La tercera consecuencia fue el formidable desarrollo de la


(entre ellos el clordiazepóxido, prototipo de las benzodiaze- investigación biológica en el campo de la psiquiatría. Los pri-
pinas, en 1960). En un lapso de diez años, los clínicos habí- meros hallazgos terapéuticos fueron en buena parte de tipo em-
an descubierto por vía empírica el campo de aplicación de las pírico, pero las últimas técnicas bioquímicas permitieron escla-
principales clases de fármacos psicoactivos —neurolépticos, recer cómo actuaban esos fármacos. Desde 1960 en adelante, el
antidepresivos, ansiolíticos y eutimizantes—, sintetizados por estudio de la incidencia de esas sustancias en diversos aspectos
bioquímicos y previamente experimentados por los farmacó- de la neurotransmisión cerebral alentó las hipótesis en torno a
logos en animales. La magnitud y rápida expansión de su em- los mecanismos bioquímicos anómalos que se estimaba consti-
pleo tuvieron grandes repercusiones. tuían el sustrato físico de los trastornos mentales. Durante ese
La primera fue un cambio de imagen de la psiquiatría. tiempo se habían incorporado métodos innovadores para exa-
Por regla general, el individuo esperaba que un médico le minar los cambios morfológicos del cerebro en vivo, e incluso
prescribiera medicamentos para tratar la enfermedad que pa- la naturaleza y localización de los procesos bioquímicos en sus
decía. A la psiquiatría, debido en parte a que no se adecuaba distintas partes. En 1953, Watson y Crick descubrieron las ba-
a los hábitos terapéuticos de rigor, se la tenía por una espe- ses químicas de la herencia, y en una fase ulterior se produjeron
cialidad atípica, por no decir ajena a la medicina. Además de avances espectaculares en el ámbito de la biología molecular,
la singularidad de las instituciones en que por lo general se factores ambos que dieron renovado impulso a la genética psi-
practicaba, las técnicas psicológicas eran desconocidas en el quiátrica, desacreditada en parte por los excesos del régimen
resto de la ciencia médica, e incluso técnicas biológicas re- nazi en esta materia. De forma gradual, los nuevos campos de
cientes, como la terapia electroconvulsiva y la lobotomía, te- investigación, aglutinados en la llamada neurociencia, alcanza-
nían cierto halo extraño y atemorizador. La consolidación de ron un papel dominante en la investigación psiquiátrica, a la
la farmacoterapia contribuyó en gran manera a modificar esta vez que aparecían fármacos en número siempre creciente, cada
idea, aunque persistieron cierto prejuicios. vez más potentes, por lo común con efectos secundarios más
La segunda consecuencia fue incluso más importante. En soportables y a veces con prescripciones terapéuticas inéditas.
la fase inicial cuando menos se suscitaron controversias acerca
del papel de la farmacoterapia y de las perspectivas sociales sur-
gidas de la recomposición del régimen de asistencia en salud «Remedicalización» de la psiquiatría
mental. De hecho, el número de pacientes internados en hos-
pitales psiquiátricos empezó a disminuir a partir de 1955, y pa- En 1983, Melvin Sabshin, Director de la American
rece obvio que el factor determinante fue la eficacia terapéuti- Psychiatric Association (APA), resumió la yuxtaposición cro-
ca de los fármacos, que consiguieron rebajar el tiempo de es- nológica de las teorías psicodinámicas, biológicas y sociales
tancia media en las instituciones e incluso hicieron innecesaria con estas palabras (6):
la hospitalización; y aun cuando cierta clase de pacientes no se
benefició de ellos y otros sólo mejoraron su estado mental, un
El psicoanálisis surgió en Estados Unidos durante la década
nutrido grupo de enfermos antes condenado a largas estancias de 1940 y el año 1950. En los cincuenta apareció un modelo
en hospitales pudieron reintegrarse en la colectividad y conti- psicofarmacológico nuevo que, de forma general, tuvo resonan-
nuar el tratamiento, si así procedía, en centros de rehabilita- tes efectos en la práctica psiquiátrica (...). En los años sesenta
ción, a menudo en régimen ambulatorio. La farmacoterapia emergió un enfoque psiquiátrico comunitario que trató de des-
posibilitó la aplicación práctica de la corriente social prevalen- arrollar una formidable desinstitucionalización de pacientes de
te. Pero además de este aporte esencial al movimiento de «des- los hospitales psiquiátricos públicos.
institucionalización», la farmacoterapia fue un elemento decisi-
vo en el auge del ejercicio privado de la profesión. La acepta- En otros países, el cuadro general era similar pero no
ción de la psicoterapia contribuyó a ello, pero lo complejo de idéntico, y también menos radical. En el curso de los sesenta
sus técnicas, la duración del tratamiento, su operatividad en se produjo una incómoda coexistencia de tres escuelas. Escri-
sólo una reducida tipología de trastornos y la incertidumbre be Sabshin: «La expansión de las fronteras y métodos de la
del resultado, restringieron su uso a un número bastante limi- psiquiatría norteamericana fue de tal magnitud que muchos
tado de pacientes escogidos, incluso en Estados Unidos duran- opositores empezaron a inquietarse cada vez más ante el
te el período de apogeo del psicoanálisis. La farmacoterapia era “pozo sin fondo” que era el espacio acotado». La extensión
de empleo más fácil, podía aplicarse a un número mucho más de la práctica psicoterapéutica, con frecuencia a casos que no
elevado de pacientes y no requería una formación larga y de- presentaban un cuadro patológico claro, llevó a difuminar los
tallada. Algunos de los medicamentos, como los ansiolíticos, límites del concepto de enfermedad mental y a descuidar la
tenían efecto inmediato sobre los síntomas, y otros (los anti- pauta diagnóstica convencional. La asistencia social, por su
depresivos y los neurolépticos) mitigaban o suprimían las ma- parte, también trató de involucrarse en cuestiones cuya índo-
nifestaciones patológicas en unas semanas, y superada la fase le médica no era evidente, como aquellas que aún en 1978,
aguda que sí requería hospitalización, era posible administrar- en Estados Unidos, explicitaba la President´s Commission of
los de manera ambulatoria. No sólo los psiquiatras que ejercí- Mental Health, asegurando que «la salud mental norteameri-
an por su cuenta podían tratar con éxito a sus pacientes, sino cana no puede entenderse sólo en función de la enfermedad
que también los médicos generales empezaron a prescribir fár- mental incapacitante y de trastornos mentales relacionados»,
macos psicotropos en proporción considerable. al tiempo que delimitaba como campo de actuación de los
28 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

que trabajaban en ese ámbito «la pobreza y el desempleo im- la aceptación general de la definición médica del concepto de
placables y la discriminación institucionalizada que acaece enfermedad mental y de la comprensión paulatina de que exis-
por motivos de raza, sexo, clase, edad (...)». En evidente con- te un régimen institucional de asistencia mental diversificado
traste con estas palabras, la nueva psiquiatría biológica sólo pero conexo. Aun cuando la perspectiva biológica ocupe un lu-
atendía a un modelo rigurosamente médico, haciendo hinca- gar destacado en materia de investigación y terapia, en la ac-
pié en la obligación de contar con un diagnóstico correcto tualidad se aglutina con la óptica psicológica y social en el mo-
para la receta de medicamentos y la comprobación de su efi- delo biopsicosocial. El psiquiatra, en armonía con sus actividad
cacia, a la vez que propugnaba la adopción de un criterio res- profesional en el campo de la medicina, ocupa una posición
trictivo en la definición de enfermedad mental. cardinal en el seno de un equipo multidisciplinario cuyos in-
En torno a 1970 tuvo lugar un profundo cambio. Si bien tegrantes aportan su capacitación específica al objetivo común.
las modificaciones institucionales del sistema sanitario propi- Pues bien, este cuadro idílico no refleja en absoluto la re-
ciado por la generalización de la farmacoterapia continuaron alidad, ni siquiera en los países desarrollados; de ahí que se ha-
en sus diversas modalidades y se expandieron por doquier, em- ble cada vez con mayor frecuencia de una situación de crisis
pezó a menguar el influjo del psicoanálisis en el seno de la pro- en la psiquiatría. La pérdida de prestigio de la psiquiatría den-
fesión psiquiátrica. Según el director de los National Institutes tro de la profesión médica se observa en el alarmante descen-
for Mental Health, «en 1945 era prácticamente imposible que so de estudiantes de medicina que, en Estados Unidos, optan
(en Estados Unidos) un médico no psicoanalista pudiera ser di- por una plaza de residente en la especialidad psiquiátrica. En
rector o presidente de un departamento de psiquiatría». Pero a 1990 cayó hasta la cota del 2%, porcentaje a todas luces insu-
mediados de la década de 1970 la situación dio un vuelco. La ficiente para garantizar la atención a la población. El peso de
publicación por la APA de la Tercera Revisión del Manual diag- las restricciones económicas induce por doquier a buscar la
nóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-III) suele con- forma de controlar el coste creciente de la atención sanitaria.
siderarse la expresión simbólica del cambio apuntado. Éste se Las medidas de contención del gasto varían según el país, des-
materializó en 1980, aunque su origen se remonta a más de de la gestión empresarial de la atención de salud en Estados
una década atrás, y sus defensores, como Klerman, lo presen- Unidos, hasta el sistema del numerus clausus en Francia, país en
taron —detalle significativo— como «un punto crucial en los el que la Administración central decide sobre el número de
anales de la psiquiatría norteamericana (...), una afirmación de plazas de médico interno disponibles; pero en ambos casos lo
su identidad médica». La nueva nosología psiquiátrica se es- que se busca es limitar el cupo de psiquiatras y el coste que
tructuraba en categorías, para cuya delimitación se introducían genera su actividad. Por otra parte, no deja de ser paradójico
criterios diagnósticos tomados de la psicología experimental, y que la admisión de la frecuencia de los trastornos mentales y
no autorizaba referencia alguna a factores etiológicos «por de- la demanda en aumento de tratamiento psiquiátrico se haya
mostrar» ni a mecanismos patógenos, salvo que estuvieran acompañado de una reducción del ámbito de intervención de
«científicamente probados». Afirmaba ser puramente descripti- los psiquiatras, que actualmente son largamente superados en
va y, en consecuencia, aceptable como instrumento de comu- número por los psicólogos clínicos y los asistentes sociales. En
nicación para cualquier psiquiatra, al margen de su particular 1990 había en Estados Unidos 80.000 asistentes sociales «clí-
escuela de pensamiento. Lo cierto es que el manual gustaba a nicos» que trabajaban en el terreno sociopsicológico de carác-
todos, y no sólo en su país de origen, como una especie de ré- ter psiquiátrico, de los cuales el 25% ejercían la profesión por
plica a las actitudes sociopsicológicas radicales —la supresión su cuenta, a tiempo completo o parcial. Las reivindicaciones
del vocablo neurosis por su habitual vinculación con la teoría de estos poderosos colectivos profesionales no se limitan a la
psicoanalítica del conflicto intrapsíquico generó violentas po- petición de estatus autónomo, ya que en el caso de los psicó-
lémicas— y, a pesar de su pretendido «ateorismo», favorecedor logos clínicos, las exigencias se extienden a que se les reco-
del modelo psicobiológico. Aunque en principio el texto se nozca por ley el ejercicio de «privilegios médicos» tan caracte-
concibió para uso de los psiquiatras norteamericanos, los auto- rísticas como el derecho de hospitalizar al paciente y de rece-
res se llevaron la sorpresa de ver que todos los países lo acep- tar fármacos. Así pues, la psiquiatría debe afrontar ataques des-
taban con rapidez, y la OMS terminó por adaptar sus princi- de el mismísimo campo de la medicina. En Alemania se creó
pios a su propio esquema nosográfico, la Clasificación Interna- una especialidad psicoterapéutica distinta de la psiquiatría.
cional de Enfermedades. Si el manual fue en su origen conse- Pero el cambio más llamativo radica en la proporción de tras-
cuencia de un cambio de orientaciones en el marco de la psi- tornos mentales tratados por médicos generalistas gracias a los
quiatría norteamericana, suponía un cambio general de rumbo actuales fármacos psicotropos con pocos efectos secundarios.
en la conceptualización psiquiátrica, encaminado a la consoli- En Francia, por ejemplo, los médicos generales recetan el 60%
dación del carácter médico de la psiquiatría frente a las fuerzas del total de antidepresivos. Es posible que estos ejemplos no
que presuntamente la amenazaban. arrojen un balance fiel de la situación global, pero no cabe
duda de que existe una tendencia a limitar la especialidad psi-
quiátrica a los casos más graves, que de hecho son las psico-
■ ¿Está en crisis la psiquiatría? sis. Aun así, algunos neurocientíficos expresan dudas sobre la
conveniencia de que la psiquiatría intervenga como tal inclu-
A primera vista diríase que el prestigio que adquirió la psi- so en ese ámbito. En fecha reciente, una serie de influyentes
quiatría ha terminado por arraigar con firmeza en el transcurso psiquiatras de orientación biológica han propuesto, por razo-
de las tres últimas décadas. Este reconocimiento se asienta en nes teóricas y prácticas, que la psiquiatría quede refundida en
1.4.2. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA ESPAÑOLA 29

una nueva disciplina médica, afín a la neuropsiquiatría de an- del océano Atlántico. De él, poco a poco ha llegado a for-
taño, y que todos o la mayoría de los aspectos sociopsicológi- marse un nexo común: lo español.
cos se reserven a profesiones no estrictamente médicas. Este entrecruzamiento dio lugar en algunos momentos a
Desde que la psiquiatría alcanzó el rango de especialidad un fructífero intercambio que se tradujo en una actitud ex-
médica entró en colisión con fuerzas antagónicas. Las de- cepcionalmente humanitaria hacia los que son diferentes, en-
mandas de la sociedad, los cambios en el concepto de trastor- tre otros los que padecen enfermedades mentales. En otros
no mental y de sus límites, las diferencias en la función ejer- momentos fue origen de intolerancia y exclusión.
cida por otras perspectivas teóricas y los sucesivos hallazgos
científicos son los causantes de una evolución que ha tenido
reflejo en el estatus y misión profesional de los psiquiatras. ■ Edad Antigua
Los desplazamientos del centro de gravedad de una estructura
compleja, en la que interaccionan factores biológicos, psicoló- La primera medicina en general, y la psiquiatría en parti-
gicos y sociales, han alterado la imagen de la psiquiatría. De cular, que se practicó en la península Ibérica que tuviese ca-
todos modos, la amenaza de que sea incorporada a otras ra- rácter científico fue la grecorromana. La medicina se basaba en
mas de la medicina o desposeída de su idiosincrasia médica, la patología humoral, y los métodos de tratamiento procedían
no pasará de ser otro episodio circunstancial en su historia. de las escuelas alejandrinas tardías. Aparte de la histeria y de la
epilepsia, se concedía gran importancia al estudio de la melan-
colía y sus variadas metamorfosis. Se estudiaba la unidad de la
Lecturas recomendadas enfermedad, sin querer disgregarla sintomatológicamente.
El autor más importante nacido en España fue Lucio An-
Hunter, R. and Macalpine, I. (1963). Three hundred years of psychiatry neo Séneca, aunque pasó toda su vida en Roma. En sus libros
1535–1860. Oxford University Press, London.
Pichot, P. (1996). Un siècle de psychiatrie. Synthelabo, Le Plessis-Robinson.
se hallan algunas ideas que pueden referirse a la psiquiatría,
Postel, J. and Questel, U. (ed.) (1994). Nouvelle histoire de la psychiatrie. tales como el que la ira desmesurada produce locura, el uso
Dunod, Paris. del heléboro, etc.
Shorter, E.A. (1997). History of psychiatry: from the era of the asylum to the age También adquirió gran fama Lucio Vivio, que se ocupó
of Prozac. Wiley, New York.
mucho de los llamados furiosos. En la iglesia del Salvador de
Sevilla se conserva una inscripción suya.
En tiempos de los romanos, la utilización de la palabra
Bibliografía furiosus o amens suponía un predominio de los puntos de vis-
1. Kraepelin, E. (1918). Hundert Jahre Psychiatrie. Zeitschrift für die gesamte ta jurídicos. Después se empezaron a utilizar las expresiones
Neurologie und Psychiatrie, 38, 161–275. «orates» y «endemoniados» y, más tarde, la palabra «inocen-
2. Leigh, D. (1961). The historical development of British psychiatry. Vol. I, tes», considerándolos irresponsables y necesitados de una pro-
Eighteenth and nineteenth centuries. Pergamon Press, Oxford.
3. Goldstein, J. (1987). Console and classify: the French psychiatric profession in tección y amparo especiales.
the nineteenth century. Cambridge University Press. Desde el punto de vista terapéutico, lo importante era la
4. Zilboorg, G. (1941). A history of medical psychology. Norton, New York. cura mediante las aguas (Alange, Lora del Río y otros muchos
5. Kraepelin, E. (1904). Psychiatrie (7th edn). Barth, Leipzig. balnearios).
6. Sabshin, M. (1983). Preface. In International perspectives on DSM-III (ed.
R.L. Spitzer, J.B.W. Williams, and A.E. Skodol). American Psychiatric En Sevilla, San Cosme y San Damián fueron los que más
Press, Washington, DC. se distinguieron en el cuidado de enfermos mentales. Fueron
torturados siguiendo órdenes de Diocleciano y Maximiliano
en 303, pero la devoción a dichos santos persistió y fue lo
que fomentó, siglos después, este nuevo espíritu de que los
inocentes y los enfermos mentales necesitaban cuidado y pro-
1.4.2. Historia de la psiquiatría tección. Desde entonces en España existen las llamadas her-
española1 mandades de San Cosme y San Damián, constituidas funda-
mentalmente por médicos con sentido religioso y dedicados
Juan J. López-Ibor Jr. de una manera especial al cuidado de los enfermos.
San Isidoro de Sevilla (560-636), en su libro Las Etimolo-
gías (año 600), consideraba la medicina como íntimamente
La historia de la psiquiatría española se halla determina- entrelazada con la filosofía, y es que en ella resultaban inse-
da, como cualquier aspecto de la historia española, por el parables la moderatio, la tristitia y la restauratio, es decir, que
constante entrecruzamiento de lazos y culturas en el territo- profilaxis, diagnóstico y tratamiento, en su íntima unión,
rio de la península Ibérica, en el Mediterráneo y al otro lado constituían la estructura del acto médico.

1
Texto reelaborado a partir de: López Ibor J. J. y López-Ibor Aliño J. J.
■ Edad Media
Historia de la Psiquiatría Española. En: Ruiz Ogara C, Barcia D, López-
Ibor Aliño JJ (eds.). Psiquiatría. Tomo I: Fundamentos, psicopatología y El largo período entre la invasión árabe (711) y la recon-
psiquiatría infantil. Toray, Barcelona, 1982. quista del reino de Granada (1492) fue crucial para la forma-
30 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

ción de España. Más que porque cuajó la lengua española, Avicebrom o Ibn-Gebirol (1021-1071) sistematizó los co-
como quiere Américo Castro, por la convivencia de las tres nocimientos aristotélicos sobre el alma: el alma vegetativa
religiones: cristiana, judía y musulmana, hecho de singular produce los movimientos necesarios para la reproducción y el
importancia histórica. Ahí radica el verdadero entrecruza- crecimiento; el alma vital para las sensacions y movimiento,
miento, el que formó las características del pueblo español, y el alma racional se encarga del pensamiento.
según Sánchez Albornoz. Avicena o Ibn-Sinah (de nombre completo Ibn Ali Ibn
Los árabes tenían lugares de reclusión para locos desde el Abdulla Ibn Sinah, 978-1036) probablemente no nació en la
siglo VII aproximadamente (Bagdad y Fez). En los primeros península Ibérica, pero vivió gran parte de su vida en Córdo-
tiempos, comprendidos entre el año 711 y el 1200, fecha de ba. Se inspiró en las enseñanzas de Aristóteles, aunque con
la fundación de la primera Universidad española en Palencia, pequeñas variantes en su doctrina. Distinguió cuatro estados
los conocimientos científicos estaban en manos de los mu- diversos para alcanzar la visión más pura. En el intelectus ad-
sulmanes. Al Hakem envió filósofos a Córdoba para traducir quisitus encuentra el ser dotado de cuerpo y el alma, o sea, el
las obras médicas de Hipócrates y Galeno. Pero la tradición género humano. En el alma humana hay que distinguir una
clínica pasó, sobre todo, a través de los árabes mediante la lla- potencia espiritual de otra sensorial. En su tratado De anima,
mada Escuela de Traductores de Toledo, que contribuyó a admite el paso del espíritu humano desde la inteligencia en
salvar para la posteridad buena parte del acervo cultural de la potencia a la inteligencia en acto.
época. Gracias a sus trabajos, se conservan muchas ideas psi- En el espíritu del ser humano, además de una inteligencia
quiátricas de la época clásica. sobrehumana hay una razón inteligente. En la melancolía, el
cerebro se halla afectado per consensum, y la causa original
puede estar en el estómago, en el hígado, en el bazo y en el
La psiquiatría en Al-Andalus útero. En un caso habló de la melancolía erótica. Éste es el
caso:
Para los árabes, Al-Andalus era solamente la provincia
de un vasto imperio. Como quiera que la Reconquista es- Una vez fue llamado al país de Georgia para visitar a un
sobrino de su rey. Avicena llamó al canciller de palacio e
pañola comenzó en el norte, la gran división de España se
hizo que le dijera el nombre de todas las personas que se ha-
estableció entre el Al-Andalus musulmán y las tierras más al llaban en él, mientras le tomaba el pulso al enfermo. Al pro-
norte, cristianas. Las distancias entre la cultura grecorroma- nunciar el nombre de una de ellas, el pulso se aceleró, de lo
na y la árabe aparecen resumidas en este comentario de que Avicena dedujo que era la persona de quien el enfermo
Watt y Cachia: se había enamorado, asegurando su curación si se le entrega-
ba la persona que inspiraba tal amor.
Hay una diferencia entre el Partenón, el palacio de Car-
los V y la Alhambra. Cuando admiramos el Partenón, lo ha-
Compartió con Aristóteles la idea de una inteligencia po-
cemos desde el exterior, mientras que la Alhambra sólo pue-
de mirarse desde el interior. Se ha sugerido que los esbeltos tencial, la cual se convertía en actual por la experiencia, por
pilares de la Alhambra, con su elaborada y maciza superes- la adquisición de conocimientos y, por otra parte, por lo que
tructura, expresan la venida al mundo, desde el reino celes- Dios depositaba directamente en ella. Avicena conoció que
tial, de algo cuyo valor y significado es eterno, mientras que los ventrículos cerebrales eran gemelos, y distinguía las fun-
los otros edificios expresan el intento del hombre por acudir ciones principales atribuidas a cada uno de ellos; sin embar-
a los cielos. go, así como Galeno y otros asignaban las funciones fisioló-
gicas y patológicas a la masa cerebral habitada por el neuma,
La expansión del imperio árabe se debió a un interés de en cambio, Avicena y los árabes en general pensaban que las
conquista al que se unía íntimamente otro de tipo científico. funciones del cerebro se desplegaban en el propio nido ven-
Al-Bermin decía, alrededor del año 1000, que las ciencias y tricular.
conocimientos de todo el mundo se habían traducido al ára- Abulcasis (1106) sentía gran inclinación por la cirugía.
be para lograr de este modo que el nuevo corazón, impulsa- Dice: «cuando la melancolía está producida por humedades
do por tantas corrientes vivas, pudiese poner en marcha y corruptas y pituita gruesa hay que cauterizar.»
mantener el nuevo y gran organismo formado. La herencia Avempace (Ibn-bajah), que murió en 1163, pensaba, en
grecolatina se extendió no sólo por el Occidente cristiano, contra del neoplatonismo imperante, que igual que los ani-
sino por China, India, el antiguo Oriente, Bizancio y África, males tienen instintos, el hombre también los tiene y, por
aparte de toda el área que formó el Islam propiamente dicho. tanto, la fuerza de las potencias venía desde abajo, hasta lle-
El árabe se situó entre la cultura helénica y el nuevo Occi- gar a la potencia intelectual, la cual era como una emanación
dente cristiano y determinó una difusión cultural más grande de Dios.
que la propia de sus conquistas. Averroes, o Muhamad Ibn Rusá (1126-1198), fue más co-
El médico árabe era un hakim, es decir, un médico filóso- nocido como filósofo que como médico. Se dejó influir com-
fo. Gracias al idioma, no ha habido ninguna cultura que haya pletamente por las ideas aristotélicas. Sin embargo, no conce-
asimilado el saber tradicional mejor que el árabe. bía el nous al modo aristotélico, puesto que, siguiendo a Ale-
A continuación se comentan los personajes que más apor- jandro de Afrodisios, afirmaba que el nous potencial era indi-
taron a las ideas psiquiátricas y psicológicas. vidual, pero no eterno, ya que desaparecía con la muerte;
1.4.2. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA ESPAÑOLA 31

además, afirmaba que el nous potencial no es sólo una ca- Pedro Hispano (1226-1277), como médico, fue galénico,
pacidad cuya necesidad se demuestra por su actividad, sino y como filósofo, siguió la línea aristotélica. Se ocupó mucho
que al mismo tiempo era activo y con potencial propio, de astrología. Su libro principal es el Tratado de Anima.
pero este nous no podía ser individual, como anteriormente La personalidad de Arnaldo de Vilanova (1250-1313) fue
se dice, sino que estaba ligado al nous activo y del cual to- extraordinaria. Aunque probablemente nació en Francia,
dos los hombres participaban. Cada uno de los hombres tie- Diepgen se inclina a considerarlo español, dado el lugar de
ne sólo la capacidad de tomar algunas partículas activas de su actividad y porque era de ascendencia valenciana (Peset,
este nous existencial, de la misma manera que todos los Ullersperger). Por la variedad de sus inclinaciones y conoci-
hombres poseen la capacidad de ver la luz. Después de la mientos recuerda a Paracelso. Fue médico de algunos reyes
muerte, el nous sigue existiendo, pero no individualmente, de Aragón y además alquimista. En su Práctica médica trata
sino como algo común a todos los hombres, y éste es el de la manía y melancolía, atribuyendo la primera a un vicio
nous que poseen los seres humanos como una emanación de de la celdilla anterior de la cabeza, que le priva, al mismo
Dios. Es decir, en cada alma individual hay una partícula tiempo, de imaginación, y la melancolía al espíritu animal,
del espíritu inmortal, puesto que toma su origen en él. Sin el cual provoca temor, tristeza y mutismo. Entre los ali-
embargo, hay diferencias de unos a otros, según la partici- mentos que causan melancolía se halla el vino porque, al
pación sea mayor o menor. quemar los humores, produce bilis negra. También influyen
causas internas como la ira, la inquietud del excesivo estu-
dio y la retención del flujo catamenial o del esperma co-
Aportación judaica rrompido. Merece destacarse su tratadito sobre interpreta-
ción de los sueños. Fue condenado por la Inquisición, por-
Mosén Maimónides vivió en Córdoba (1129-1205). Lo que trató de fundir principios hipocráticos con la venera-
más interesante de él, desde el punto de vista psicológico y psi- ción de los demonios.
copatológico, es su tratado Guía de descarriados, libro que in- Raimundo Lulio nació en Mallorca en 1232 y murió en
cluso actualmente merece ser leído y no sólo por interés histó- 1272. Fue franciscano y hombre de reputación poco fre-
rico. Sus conocimientos de psiquiatría, según Fidel Fernández, cuente en aquellos tiempos. Aunque no era médico, se ocu-
no eran despreciables para aquellos tiempos. Escribió: «No pó también de medicina. Según su diagrama, las combina-
debe considerarse demente —decía— al que corre por las calles, ciones entre las diferentes actividades del alma pueden dar
tira piedras o rompe enseres domésticos, sino también al que lugar a caracteres normales o psicopatológicos distintos. La
tiene la conciencia obnubilada por una idea fija, siendo normal actividad normal del alma exige, o supone, la actividad nor-
para lo que no tenga relación con esa idea», formulando así la mal de todas las facultades principales, que son: la memo-
idea de la monomanía. Por su origen judío, tuvo que llevar, a ria, el entendimiento y la voluntad; pero si su funciona-
pesar de su gran valía, una vida muy errante. miento no es correcto, el alma sufre un cambio en sus acti-
La obra más importante de la escolástica judía fue el libro vidades, por ejemplo, una memoria olvidadiza, una inteli-
de Suhar. Según este autor, Dios se manifiesta en su palabra gencia ignorante y una voluntad dirigida hacia el odio más
y en su actividad en tanto fue el creador de Adam Kadmon que hacia el amor. Dejó escrito un Liber de in strumentu inte-
(Cadmo según la mitología griega). Este hombre originario se llectus in medicina.
halla compuesto de diez fuerzas de las que se derivan, por
una parte, las facultades psicológicas o anímicas, y por otra,
las virtudes. El alma espiritual e inmortal del hombre (Nes- ■ Los primeros hospitales psiquiátricos
chama) es una parte del mundo espiritual; el alma que man-
tiene la vida (Ruach) pertenece al mundo psíquico, y la respi- Se discute, sin razón, si el primer hospital psiquiátrico del
ración (Nphesch) pertenece al tercer mundo material. Suhar es- mundo fue el de Valencia, fundado por Fray Gilaberto Jofré.
taba influido por Plotino y Platón. Es verdad que se recibían enfermos mentales en cuartos ais-
En los escritos de Salomo ben Debuda ben Gabirol lados de hospitales anteriores y que en ellos se autorizaba la
(1010-1070), todo lo que no es Dios, tiene materia y forma estancia de enfermos mentales con otros que, sin serlo, resul-
y, por tanto, eso ocurre en el alma, mezclando de esta ma- taban perturbadores. En 1326, en el Georges Hospital de El-
nera la doctrina aristotélica y neoplatónica con el pensa- bing, que perteneció al dominio de los Caballeros Teutóni-
miento judío. cos, se construyeron unas celdas en la llamada Doll-haus.
Celdas por el estilo se mencionan en los documentos del
Hospital Municipal de Hamburgo en 1375. En Erfurt, en el
La España cristiana Gran Hospital reconstruido en 1385, también las había. En
1403, en el Hospital St. Mary of Bethleem de Londres, se alo-
Cabe destacar la perspectiva medicolegal de Las siete par- jaban seis hombres mentecapti, o sea, privados de razón. Esto
tidas de Alfonso X el Sabio, que recoge la tradición romana, ocurrió también en el Hotel-Dieu de París, en el Hospital de
impregnada del humanitarismo cristiano. El loco es allí con- la Holy Trinity de Salisbury, en Mamberg, en Passau, en Re-
siderado sicut infantes, es decir, como si fuera un niño, irres- gensburg y en otros lugares. Hay indicaciones de que El Cid
ponsable de sus actos. También procede de la época la dis- fundó en 1068 un establecimiento destinado a los dementes,
tinción entre obsessio y posessio. llamado San Lázaro.
32 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Se ha dicho que el padre Jofré, como mercedario, tenía bitación u hospital en el que dichos locos inocentes estuvie-
conocimiento de la existencia de establecimientos de esta sen recogidos, de modo que no tuvieran que andar por la
clase en el imperio musulmán, pero el estudio detenido de ciudad haciendo y recibiendo daño.
lo que eran demuestra que tenían el mismo carácter que
posteriormente presentaron los asilos generales en Francia y Al terminar el sermón y bajar del púlpito, en la catedral,
en otros lugares de Europa. En Granada, durante la deno- le estaban esperando varios ciudadanos2 que se encontraban
minación musulmana, existió un maristán, edificio para la entre los oyentes, quienes, presididos por Lorenzo Salom, allí
reclusión de los asociales, del cual se han podido recons- mismo decidieron aportar los medios económicos necesarios
truir los planos. Según los datos recogidos por Delgado para fundar un hospital que se llamó Santa María de los Ino-
Roig, en Granada se inició la construcción de un hospital centes. El rey Martín I de Aragón concedió el permiso para el
en tiempos de Mohamed V, comenzando las obras el año funcionamiento y los títulos consiguientes, y el papa Benedic-
1356 y terminando en 1367. Se hallaba situado en el arra- to XIII, el 26 de febrero del año siguiente, otorgó la corres-
bal llamado del Placer (Haxasir) y siempre se le llamó casa pondiente carta apostólica. Se inauguró el 1 de junio de 1410.
de locos e inocentes. La descripción del arquitecto Lampé- La peculiaridad fundamental de la iniciativa del padre Jo-
rez dice que estaba formado por un plano rectangular con fre nace, precisamente, de haber visto a un enfermo mental
dos pisos, y en su fachada, un pequeño portal con pórticos acosado y perseguido por los sanos en las callejas próximas a
en los cuatro lados y sendas crujias. Detrás había un patio la catedral de Valencia. El fin era asistirlos e intentar curarlos.
con cuatro escaleras y cuatro salas en los ángulos. Los pór- El ejemplo cundió. En 1425 el rey Alfonso V fundó en Za-
ticos y las galerías servían para el paseo de los enfermos ragoza el Hospital llamado de la Virgen de Gracia, con una
convalecientes y en las crujias probablemene se encontra- inscripción en el frontispicio que decía Urbi et orbe, ya que en
ban las enfermerías. El agua salía de la boca de dos leones él podían ser admitidos cualquier clase de personas, sin dis-
que hoy dia están colocados frente a la Torre de las Damas, tinción de religión ni nacionalidad. En uno de los pabellones
en la Alhambra. En una de las salas, una serie de espolones de dicho hospital había un departamento para los enfermos
dejaban entre si espacios como pequeñas celdas, muy se- mentales, que se incendió y fue reedificado en 1829. Gozaba
mejantes a los construidos por Bar-el Moristan, de Bagdad, de fama este hospital por la introducción del llamado trata-
en el siglo XIII. miento moral de los enfermos mentales, desde el primer mo-
Sin embargo, un hospital destinado exclusivamente al mento de su fundación. En 1549 había internados en él cerca
cuidado de los enfermos mentales, sólo para ellos, separado de cien enfermos mentales. Los enfermos se encargaban de
de los hospitales para los demás enfermos, no existió ante- limpiar la casa, con excepción, precisamente, de las salas de
riormente al de Valencia. Éste es uno de los hechos más im- los enfermos, así como de transportar el agua, el carbón y la
portantes en la historia de la psiquiatría española. La funda- leña. Se les empleaba también en la farmacia y en los trabajos
ción del primer manicomio en Valencia en 1409 tuvo lugar del campo. Asimismo, transportaban en camillas a los enfer-
así: el 24 de febrero de dicho año, iba a predicar en la cate- mos y heridos que lo necesitaban, bajo la inspección de uno
dral de Valencia fray Juan Gilaberto Jofre, monje de la Orden de los guardianes a quien llamaban «padre». En 1859, Des-
de la Merced, el día de Nuestra Señora de los Desamparados, maissons subraya también la organización de este hospital y la
cuando contempló una turbamulta de muchachos que insul- del de Toledo, que le parecen perfectas para su época.
taba y apedreaba a un loco. Abrevió el sermón que tenía pre- En Sevilla, en 1436, Marco Sancho o Sánchez fundó el
visto para la festividad del día y convirtió su prédica en una tercer manicomio de España. Se cuenta que se dedicaba a re-
exhortación para fundar un hospital, en el que fueran acogi- coger a los locos que vagaban por las calles. Muchos enfer-
dos los enfermos mentales de diferentes tipos. Sus palabras, mos de los pueblos cercanos encontraban allí un refugio y a
según constan en el Libro viejo de las constituciones, ordenanzas algunos se les enviaba a las curas de aguas. Enrique IV, en
e indultos apostólicos concedidos a favor del Hospital General de Va- 1481, lo tomó bajo su protección, así como después fueron
lencia, fueron: protectores del mismo los reyes doña Isabel y don Fernando.
En Palma de Mallorca también se construyó otro en 1456, en
Hay en esta ciudad muchas obras piadosas, caritativas y Toledo en 1483 y en Valladolid en 1489.
de gran provecho para los pobres; pero falta una que es de Bernardino Álvarez, fundador del primer manicomio en
suma necesidad; es decir, un hospital o casa en donde los po- el Nuevo Continente, nació en Utrera en 1517, y a los 20
bres inocentes y enajenados fuesen acogidos. Pues muchos años emigró a México. Tomó parte con las milicias en varias
pobres inocentes van por esta ciudad pasando grandes nece- acciones de guerra, pero luego alternaba tales actividades con
sidades de hambre, frío y malos tratamientos; por tal razón
el despojo de las casas de juego, aunque tuviese que luchar a
y como por su estado no saben ganar ni pedir lo que nece-
sitan para el sustento, duermen por las calles y perecen de cuchilladas para ello. Era tan violento que sus compañeros le
hambre y frío, y hay personas tan malvadas, y tan sin Dios llegaron a proclamar capitán de aquella turba de malvada
ni conciencia, que los maltratan y ofenden, y especialmente conducta. Fueron detenidos, pero Bernardino Álvarez, apro-
si los encuentran dormidos les hieren, matan a algunos, y si vechando la oscuridad de la noche, saltó las tapias de la cár-
son mujeres inocentes sucede que abusan de ellas. Asimismo,
los pobres locos, andando por la ciudad, dañan a muchas 2
Sus nombres eran: Bernardo Andreu, Juan Armenger, Francisco
personas, y esto lo conoce toda la ciudad. Por lo cual, sería
Barceló, Pedro de Bonia, Sancho Calvo, Jaime Domínguez, Fernando
muy santo y muy bueno que en Valencia se hiciese una ha-
García, Pedro Pedrera, Esteban Valenza y Pedro La Plana (Sempere).
1.4.2. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA ESPAÑOLA 33

cel y escapó con otros tres compañeros menos afortunados cierta libertad, de lo que da testimonio Cervantes al describir
que él, puesto que fueron capturados y murieron en la horca; en El Quijote el episodio de un enfermo que se creía curado y
pero Bernardino, con mejor suerte, encontró refugio en casa que fue recogido por un enviado del arzobispo.
de una mujer en el barrio de Necaltitlán, quien le proporcio- A continuación se comentan los autores más importantes
nó armas, un caballo y dinero para facilitarle la huida. Así y sus aportaciones al pensamiento psiquiátrico.
consiguió llegar a Acapulco, donde embarcó para el Perú. Juan Luis Vives (1492-1540) fue uno de los humanistas
Abandonó la profesión de las armas, se convirtió en nego- que gozó de más fama en su tiempo. Sus publicaciones psi-
ciante y acumuló una enorme fortuna. Tras llevar una vida cológicas son muy novedosas, en especial en lo que se refie-
tan azarosa, a la muerte de su padre y contarle su madre las re a las asociaciones de ideas. En su Tratado del alma se apoya
desgracias que afligían a la familia, Bernardino, arrepentido no sólo en la contigüidad externa del tiempo y del espacio,
de la existencia depravada que había llevado, se entregó a la sino en la interna, y afirma que el estudio del alma humana
oración, a vigilias y ayunos se refugió en el Hospital del Mar- es indispensable para el educador, el sacerdote, el político,
qués del Valle para dedicar cuidados y limosnas a los enfer- etc. El médico se mueve entre el cuerpo y el alma —agrega; de
mos. Había tantos, que los hospitales de la colonia no podí- ahí su continua referencia a la parte somática para alcanzar
an atenderlos a todos. De regreso a México, se fijó especial- después el plano psicológico. La mente debe ser sana, y al
mente en los enfermos mentales, y aprovechando una casa que no la tenga hay que llevarlo al hospital para intentar su
del Conquistador (Hernán Cortés), concibió la idea de fun- curación. La perturbación de la imaginación puede producir
dar un nuevo hospital para ellos. Pidió licencia, la consiguió, trastornos del ánimo. Su detenido análisis de las pasiones ha
y puso manos a la obra. Al poco tiempo inauguró el primer sido minuciosamente expuesto por Zilboorg, que no ha du-
hospital para enfermos mentales en el Nuevo Mundo (1567). dado en compararlo con Freud.
Más tarde, Bernardino Álvarez decidió fundar otro nuevo A Andrés Laguna (1499-1560) se le llamó el Galeno espa-
centro, y en 1568 fundó el hospital de Oxtepec y después el ñol. Nació en Segovia y fue médico del emperador Carlos V.
de Xalapa, en memoria del virrey de ese nombre. Fundó hos- En su obra más conocida se ocupó de las diversas opciones
pitales en La Habana, Guatemala, Antequera, etc. Encontró sobre el alma, basándose en las antiguas teorías griegas y acep-
colaboración en muchísima gente, hasta el punto de que se tando la distinción de Platón entre el alma racional y la con-
decidió a fundar una orden religiosa que se llamó de San Hi- cupiscible, a la cual agrega el alma natural o vegetativa.
pólito. Bernardino Álvarez murió en la ciudad de México el Aunque no propiamente de psiquiatría, sino de psicolo-
12 de agosto de 1584. gía, uno de los escritores más famosos de su época fue Juan
Huarte de San Juan (1530-1592). Su libro Examen de ingenios
para las ciencias (Madrid, 1668) fue traducido a muchos idio-
■ Edad Moderna mas, dada la fama que adquirió. Siguiendo a Platón y Aristó-
teles, menciona que las diferentes disposiciones del hombre
En 1492 parecía que las nuevas luces del Renacimiento dependen de tres cualidades: calor, humedad y sequedad.
iban a extenderse en Europa. En los años comprendidos entre Distingue entre ánima vegetativa, sensitiva y racional, pero las
1590 y 1630, parecía que por fin iba a tener lugar el gran me- tres poseen una especie de sabiduría innata que determina el
diodía renacentista. Sin embargo, la realidad histórica nos in- temperamento de cada uno. Si en un momento determinado
dica que en los tiempos de Bacon, Montaigne y Descartes flo- cae el hombre en una enfermedad, tal como la manía, la me-
reció la irracionalidad. Las asambleas de brujas aumentaron lancolía o el frenesí, es porque ha cambiado el temperamen-
hasta tal punto que, en Hendaya, en los aquelarres se reunían to de su cerebro, y puede ocurrir al revés si cura. Cita a favor
hasta 12.000. Las brujas proliferaban en tierras de católicos y de estas afirmaciones varios casos clínicos, como por ejemplo
de protestantes. En tiempos de la Ilustración empezó a ser el de una dama frenética que a cada uno que la visitaba le
contenida tanta superstición, pero la «locura» persistía como echaba en cara sus virtudes y más aún sus vicios, porque el ca-
«error preternatural» (es decir, de intensidad anormal) en las lor está próximo al oriente del espíritu. El clima y el ambiente cul-
mentes de muchas gentes. La Iglesia y la Inquisición quisieron tural ejercen influencia sobre el espíritu. Al aumentar la cul-
acabar con la confusión entre endemoniados y locos que tan tura, aumentan las enfermedades mentales. El clima influye
frecuente era en la Edad Media y en parte de la Moderna, has- sobre las pasiones (influidor de sutilezas), dice Huarte. En su
ta el punto de que, recientemente, Trevor-Roper asegura que obra aparece por primera vez claro que algunas diferencias ca-
España ha sido el país donde menos brujas se han quemado o racteriales tiene un origen mórbido. Se ocupó también, en va-
castigado, por la razón simple de que las consideraban como rias publicaciones, de la educación de los niños, de la fisono-
enfermas (no debe ser ajeno al hecho la distinción que figura mía —en lo que le siguió Pujasol—y de la mezcla abigarrada de
ya en Las siete Partidas del rey Sabio entre obsessio y possessio), influencias raciales que constituyeron el temperamento espa-
opinión que aún más moderadamente expresa Kamen. El in- ñol. Finalmente, supuso que el cerebro era la sede de las en-
quisidor Alonso de Frías acabó con la persecución de las bru- fermedades mentales, siglos antes que Gall, Esquirol o Grie-
jas, en el segundo proceso de la Inquisición celebrado en Es- singuer.
paña, alegando su condición de enfermas. Luis Mercado (1520-1606) fue médico de cámara de Feli-
En esta época, el ingreso en los manicomios españoles so- pe II y Felipe III. Su obra principal se divide en tres partes.
lía hacerse sólo cuando era necesario, contando, además, con En la tercera se ocupa de la melancolía, repitiendo las ideas
el hecho de que, en cuanto los enfermos mejoraban, poseían de los griegos, y en la segunda se ocupa de una serie de tras-
34 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

tornos, como la epilepsia, la frenitis, el letargo, la hipocondría por temor a disolverse, etc. Sostuvo la unidad de la manía y
melancólica, etc. la melancolía.
Francisco Vallés o de Covarrubias (1524-1591) se plan- Gómez Pereira escribió la famosa Antoniana Margarita
tea, en su libro Sacra Philosophia, si existen enfermedades de- (Valladolid, 1605) . El título, tan extraño, se debió a que su
moníacas y si éstas requieren la misma terapéutica que aque- padre se llamaba Antonio y su madre Margarita. En su obra
llas que aparecen sin deberse a tal acción. Concluye que no contradice los puntos de vista galénicos: «Los animales no tie-
existen, y que la melancolía y la epilepsia son producidas por nen vida sensorial, sino dejan influir sus órganos por los objetos o
causas naturales. Como consecuencia, es muy importante se- fantasmas.» Negaba a los animales el alma sensitiva. No se
parar los exorcismos, predicciones y profecías de la Biblia, de sabe si esta negación fue espontánea o guiada por su senti-
los augurios y magias de romanos y árabes, es decir, separar miento religioso.
lo teológico y filosófico de lo propiamente médico. Las en- Alfonso Ponce de Santa Cruz, médico de Felipe II, es-
fermedades mentales son, para él, amencia, demencia, ma- cribió un libro sobre la melancolía, publicado en 1622, que
nía, furor insánico, melancolía y otros trastornos que no de- es uno de los más interesantes en la historia de la psiquia-
ben considerase enfermedades, sino vicios, que son la luju- tría española. Se halla distribuido en varios diálogos sobre la
ria, la iracundia y la avaricia. La melancolía no se produce naturaleza y origen de la melancolía, sus síntomas, su trata-
sin la aparición del humor o jugo melancólico, extendido en miento, etc. El humor melancólico es un producto de la bi-
el mismo cerebro si la influencia es propia, o en parte, si es lis que ataca el cerebro. Cuando este humor afecta especial-
consensum. mente a la memoria, produce tristeza, miedo y ansiedad. Si
Es de señalar que esta tradición helénica del origen de la el punto de ataque es la matriz, se produce el furor uterino,
melancolía conviviese con otra procedente de la tradición y si el humor ataca a los hipocondrios y se acompaña de
musulmana; así, por ejemplo, el médico de cámara de Carlos obstrucciones, entonces se engrendra la hipocondría. En su
V, Luys Lovera de Avila (1540), en su obra Quiebra en el regi- casuística, hay observaciones curiosas como la del enfermo
miento de la salud y en la esterilidad de los hombres y mujeres, se convertido en vaso de cristal y cubierto con paja durante
apoya totalmente en Avicena y asegura que, cuando a las par- cierto tiempo hasta que se curó, remitiendo su delirio y ma-
turientas se le cortan los loquios, caen en melancolía, y tam- nifestando que no había tal monomanía, sino que realmen-
bién cita como origen de esta enfermedad la detención de las te era un hombre desdichado (es el tema de El licenciado Vi-
menstruaciones. driera, de Cervantes). Otro enfermo de 30 años cayó prime-
Es probable que algún notable médico árabe o judío, que ro en tristeza, luego en una monomanía que incluso le ha-
escapara de la persecución en Alcaraz, iniciara a doña Oliva bía transformado en lobo (licantropía), haciéndole huir de
Sabuco de Nante en los estudios de filosofía y medicina. Esta los hombres y refugiarse en la montaña, donde pasaba las
mujer escribió un coloquio sobre La naturaleza del hombre y noches aullando, aparte de visitar los cementerios y llamar a
un diálogo de la Vera medicina (1587), aunque hay quien pien- los muertos. Se le trató con sangrías, purgantes, baños ge-
sa que el autor fue su padre. Estudió las diversas emociones y nerales y buena comida.
estados sentimentales con un gran conocimiento del corazón Esteban Pujasol escribió una Anatomía de ingenios (1637).
y de las costumbres humanas. Al cerebro —dice— llegan las Los autores anteriores dividían el cráneo en tres espacios: en
sensaciones de todos los daños y noxas del cuerpo y no de sí el primero y más anterior, asentaban el sentido común, la fan-
mismo, porque es el principio y causa del sentimiento. En tasía y la potencia imaginativa; en el segundo o medio, la po-
otra parte afirma que los españoles siguen el uso común de tencia intelectiva y el juicio, y en el tercero, la memoria o fa-
vestir de negro contra toda razón o motivo, ya que tal color cultad de recordar. Desde el punto de vista fisonómico decía,
da tristeza como las tinieblas. Su pensamiento muestra pecu- por ejemplo, que una cabeza grande denota bondad e ingenio,
liaridades que hacen recordar a Heráclito, como cuando dice valor y fuerza en los sentidos interiores, y el que la posee es
que la madurez y perfección es principio de imperfección y prudente y avisado. Como éste, establecía otros comentarios,
putrefacción, así como la salud causa de enfermedad, y don- poniendo en relación el tamaño y la forma de la cabeza con
de hay vida hay muerte. La vida es una prolija muerte, siem- los rasgos caracterológicos del enfermo. La parte tercera es más
pre disminuyendo y quitando vida. El principal y general re- bien una especie de tratado de astrología, puesto que se ocu-
medio de la vera medicina es componer el ánima con el cuer- pa del influjo de los astros sobre el temperamento.
po y quitar la discordia, y el mejor remedio es la palabra que, Francisco Núñez de Oria, en su Regimiento y aviso de sani-
en los adultos, engendra alegría y esperanza de bien, y así, a dad (Madrid, 1562 y 1572), se ocupa de la influencia de los
partir de estas afirmaciones, desarrolló todo un verdadero tra- alimentos sobre las buenas costumbres. Una naturaleza san-
tado de psicoterapia. guínea lleva consigo buen entendimiento y recto juicio. El
Andrés Velázquez publicó un libro sobre la melancolía melancólico es sensato, sagaz y dócil; el flemático es hombre
en 1585, libro de espíritu galénico. En su quinto capítulo ex- normativo y frío, y el colérico es osado, súbito y agudo.
plica los significados de la palabra y cuáles son los mecanis- Andrés Piquer (1711-1772) ha sido una de las grandes ce-
mos de su génesis. Sin embargo, completa el cuadro refirien- lebridades médicas de España, y fue médico de los reyes Fer-
do cómo, además de la sintomatología conocida, aparecen es- nando VI y Carlos III. En su tratado describe las convulsio-
crúpulos de conciencia en unos; en otros, prodigalidad; otros nes, los temblores, la epilepsia, el vértigo, la frenitis, el in-
se sienten como un gallo tratando de cacarear y batir las alas, somnio, el letargo, la catalepsia, el coma, la apoplejía, la pa-
y otros se sienten como un ladrillo y no se atreven a beber rálisis, la melancolía y la afección hipocondríaca. En otro ma-
1.4.2. HISTORIA DE LA PSIQUIATRÍA ESPAÑOLA 35

nuscrito se ocupa especialmente de esta última, lo que Chin- to de vista filosófico, aparte de Descartes, Kant, Fichte, Sche-
chilla, el conocido historiador de la medicina española, pone lling, etc. en él tuvo gran influencia Krause.
en relación con la enfermedad de Fernando VI. Piquer insis- En el siglo XIX comenzó la gran influencia de la psiquia-
te en que la manía y la melancolía son una misma enferme- tría francesa sobre la española, a través de los nombres de Pi-
dad y se distinguen sólo por el grado de la actividad morbo- nel y Esquirol, si bien no hay que olvidar que Cullen fue, en
sa del ánimo. «Su Majestad —dice— tenía desde hacía cinco su tiempo, ya traducido y leído por los médicos españoles.
meses la idea fija de la muerte acompañada de una gran an- Los hombres más conocidos de la época fueron Pi y Molist,
gustia, de manera que cuando estaba con él no tenía otra con- Pedro Mata (1811-1877), José María Esquerdo (1842-1912),
versación.» Jaime Vera (1859-1918), Juan Giné y Partagás (1836-1911) y
Gaspar Casal se estableció como médico en Oviedo des- Arturo Galcerán Granes (nacido en 1850). Pedro Mata se ocu-
pués de haberlo sido en Madrid. Escribió una obra sobre His- pó del diagnóstico diferencial entre la razón y la locura, se-
toria natural y médica del Principado de Asturias (Madrid, 1762), ñalando que el acto cuerdo proviene de un motivo razonable
publicada tras su muerte por Juan José Garcia Sevillano. Se y el acto del «loco» carecía, por así decirlo, de historia inter-
ocupó de las enfermedades endémicas en aquel Principado, y na, lo cual permitía diferenciar psicológicamente uno de otro,
describe como endémica la manía o locura furiosa en el pue- utilizando así un criterio de psicología comprensiva que to-
blo de Piñola. En otro capítulo habla de la frecuencia con davía tiene valor.
que se asocia la epilepsia con la melancolía, pero su mérito Pujadas (1811-1888) fundó el hospital psiquiátrico San
principal estriba en haber descrito los síntomas psíquicos en Baudilio de Llobregat, e intentó, sin éxito, desarrollar la psi-
el llamado entonces mal de la rosa (pelagra). quiatría científica. Publicó durante dos años la Revista de Me-
dicina e Higiene Mental. Los problemas económicos del hospi-
tal fueron grandes hasta que después del suicidio de Pujadas
■ Edad contemporánea se hizo cargo de él la Orden de San Juan de Dios (1895), que
encomendó su dirección a Galcerán. Éste fue luego director
Los último años del siglo XVIII son testigos de las grandes del centro Pedro Mata, colaboró en la Revista Frenopática Es-
transformaciones sociales que culminaron en la Revolución pañola (fundada en 1881) y en Archivos de Terapéutica de Enfer-
francesa, a las que la psiquiatría no fue ajena. Las transfor- medades Nerviosas y Mentales (1904). En Madrid, Esquerdo
maciones asistenciales (Tuke, Pinel, etc.) representaron el pre- fundó el sanatorio que lleva su nombre en 1886.
ámbulo indispensable para el nacimiento de la psicopatología Durante el siglo XIX, la decadencia científica se acentuó.
científica (Esquirol). La hospitalización psiquiátrica en Espa- Marañón, en un trabajo sobre medio siglo de psiquiatría refi-
ña se había mantenido dentro de unos límites de calidad y riéndose al XIX, cita a José María Esquerdo, Jaime Vera, Pérez
humanitarismo superiores al resto de Europa. Pinel, acompa- Valdés (1853-1927), Nicolás Achúcarro (1880-1918) y Sanchis
ñado de un joven médico escocés, probablemente Cullen, vi- Banús (1890-1932). Forman dos grupos distintos, que se
sitó el Hospital de Zaragoza, quedándose sorprendido de lo adentran en el siglo XX. A algunos de ellos, como Esquerdo y
que allí se hacía, y trasladó a París muchas de las actividades Jaime Vera, a pesar de su gran talento y de sus grandes dotes
de lo que se daría en llamar psiquiatría moral. Sin embargo, de psiquiatras prácticos, les atrajo más la política que la cien-
las penalidades del siglo XIX en España tuvieron consecuen- cia. Razones distintas esterilizaron la labor de R. Pérez Valdés
cias negativas sobre la psiquiatría. La desamortización de y R. Valle Aldabalde (1863-1937); Achúcarro se inclinó más
Mendizábal, que privó a la Iglesia católica de sus bienes, ter- por la anatomía patológica.
minó con los manicomios regidos por órdenes religiosas, y La aparición de Ramón y Cajal pareció librar a una Es-
acabó el siglo XIX con un sistema asistencial mucho peor que paña decadente de su complejo de inferioridad. Su obra y
el que se había desarrollado en la mayor parte de los países ejemplo resultaron decisivos en la creación de una nueva
europeos y en Norteamérica, y, sobre todo, peor que el que atmósfera en las ciencias experimentales. Cajal fue histólo-
existía cien años antes. Así, a mitad del siglo XIX quedaban en go y sus descubrimientos más conocidos se realizaron en
España 26 establecimientos psiquiátricos, mientras que en histología del sistema nervioso. Sus discípulos más próxi-
Francia había 111 y en Inglaterra 168 (Ferrer-Hombravella). mos fueron Tello, Villaverde, Lafora, Prados, Such, Castro
Merecen ser citados Ignacio María Ruiz de Luzimiaga y Río-Hortega. Pero, precisamente, las preferencias de Ra-
(1763-1822), quien escribió una disertación sobre la manía y món y Cajal como investigador no tenían contacto con la
otra sobre el método curativo de la demencia, gracias a la ex- psiquiatría. Considero curioso reproducir el siguiente tex-
periencia que había adquirido en Inglaterra, y Ramón López to suyo:
Matías, quien escribió, en 1810, un libro sobre los Demonía-
cos y endemoniados, medio en broma y medio en serio. En otra
Tengo que aludir a Freud y criticar algunas de sus aseve-
obra, publicada en 1810, discutía los problemas de la pertur-
raciones más audaces. Porque, en más de quinientos sueños
bación de la razón por causas externas, insistiendo en el po- que tengo analizados (sin contar con los de personas que co-
der de la melancolía, especialmente de la religiosa, y de la ma- nozco), resulta imposible comprobar, salvo rarísimos casos,
nía pertinaz, planteándose el problema desde el punto de vis- las doctrinas del arriscado y un poco egolátrico autor vienés,
ta forense o medicolegal. Su preocupación fundamental era la que me ha parecido siempre más preocupado con la idea de
de determinar la libertad con que obra el hombre en esos ca- fundar una teoría sensacional que con el deseo de servir aus-
sos y la proporción entre el delito y el castigo. Desde el pun- teramente la causa de la verdad científica.
36 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Kraepelin alude en sus memorias a la visita que hizo a Ra- ra docente. Con ello, la psiquiatría española alcanzó su ma-
món y Cajal con ocasión de su viaje a España, y escribe sor- yoría de edad.
prendido de la poca información e interés que tenía por los
grandes cambios que se estaban produciendo en la psiquiatría
centroeuropea. Lecturas recomendadas
En el seno de esta etapa «cajaliana» de la historia de la me-
dicina española, inmersos en el espíritu del 98 y con el afán Cervantes de Salazar, F. (1953). Life in the Imperial and Loyal city of México
in New Spain and the Royal and Pontifical University of México as
de sentar las bases de una psiquiatría española científica, co- described in the «Dialogues» for the Study of the Latin language (1554).
mienza a surgir una nueva generación de psiquiatras, forma- University of Texas Press, Shepard, Texas.
dos muchos de ellos en Austria, Alemania, Inglaterra, Estados Chamberlain, A. S. (1966). Early Mental Hospitals in Spain. Amercian
Unidos, Suiza y otros países, que se agrupan en los dos gran- Journal of Psychiatry, 123, 143-9
Chinchilla, A. (1841). Anales históricos de la medicina en general y datos
des núcleos urbanos del país. En Barcelona destacan Pi y Mo- biográfico-bibliográficos de la española en particular. López y Compañía,
list, Giné y Partagás, Mira López, etc. En Madrid, además de Valencia.
Pedro Mata, José María Esquerdo y Jaime Vera, ya citados, Delgado Roig, J. (1948). Fundaciones psiquiátricas en Sevilla y el Nuevo
destacan Luis Simarro (1851-1921), Conrado Rodríguez Lafo- Mundo, Paz Montalvo, Madrid.
Desmaison. (1938). L’assistance aux aliénés chez les arabes du VIII au XII
ra (1886-1971), J. Sanchis Banús, José María Villaverde (1888- siècle. An. Med. Psychol., 96, 689-709.
1936), José Miguel Sacristán (1887-1957) y Antonio Vallejo- Dieckhöfer, K. (en prensa) El desarrollo de la psiquiatría en España.
Nágera (1888-1960). Sanchis Banús fue el promotor de los Ferrer Hombravella, J. (1948). Aportaciones a la historia de la psiquiatría
conceptos de enajenado y trastorno mental transitorio recogi- española. Medicina Clínica, 2, 440-51.
Foucault, M. (1976). Historia de la locura. Breviarios del Fondo de Cultura
dos en el Código Penal vigente. Económica. México.
También de este siglo son las actuales revistas psiquiátri- Howells, J. G. (1975). World History of Psychiatry. Brunner/Mazel, New York.
cas: Archivos de Neurobiología (1920), Actas de Psiquiatría y Neu- Kamen, H. (1965). The Spanish Inquisition. G. Weidenfeld and Nicholson,
rología (1940, hoy Actas Españolas de Psiquiatría), Revista de Psi- London.
López Ibor, J. J. (1975). Spain and Portugal. In World History of Psychiatry.
cología General y Aplicada y Revista de Psiquiatría y Psicología Mé- (ed. J.G. Howells). Brunner/Mazel, New York.
dica de Europa y América Latina (1952), así como las sociedades Merenciano, F.M. (1950). Vida y obra del Padre Jofre. Archivos
científicas psiquiátricas Liga de Higiene Mental, Asociación Iberoamericanos de Historia de la Medicina, 2, 305-59.
Española de Neuropsiquiatría, Sociedad Española de Psiquia- Mora, G. (1967). From Demonology to the Narrenturm. In Historic
Derivations of Modern Psychiatry. (ed. I. Galdston). McGraw Hill Book
tría, Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, etc. Company, Montreal.
En los últimos años de la Segunda República y primeros Peset Llorca, V. (1961). Una introducción a la historia de la psiquiatría en
después de la Guerra Civil, surgen las primeras cátedras de España. Medicina Clínica, 369-79.
psiquiatría, cuya enseñanza en las facultades de Medicina es- Sauri, J.J. (1969). Historia de las ideas psiquiátricas. C. Lohlé, Buenos Aires.
Sempere Corbi, J. (1959). Cómo nació, cómo era, cómo funcionaba el
taba hasta entonces incorporada a la medicina legal. E. Mira «Hospitals dells folls de Sancta Maria dels Ignoscents». Real Academia de
López fue nombrado catedrático en Barcelona (aunque no fi- Medicina, Valencia.
guró en el escalafón), A. Vallejo-Nágera, R. Sarró, R. Alber- Ullesperg, J. B. (1954). La historia de la psicología y de la psiquiatría en
España. Alhambra, Madrid.
ca, J. López Ibor (era catedrático de Medicina Legal, Toxico- Watt, W.M., and Cachia, P. (1965). History of Islamic Spain. Edinburgh
logía y Psiquiatría desde 1932) y Rojas Ballesteros son los pri- University Press, Edinburgh.
meros psiquiatras que acceden al puesto máximo de la carre- Zilboorg, G. (1941). A History of Medical Psychology. W.W. Norton, New York.
Ética psiquiátrica: códigos, conceptos
1.5 y competencia clínica
K. W. M. Fulford y Sidney Bloch

En psiquiatría, los dilemas éticos se incluyen en todas las El precursor de los códigos modernos, el Code of Institutes
facetas de la actuación y la investigación clínicas; pero, salvo and Precepts, del médico inglés Thomas Perceval, publicado en
excepciones ocasionales (1-3), en general, la ética psiquiátrica 1803, pondría los cimientos de los primeros estatutos de la
ha recibido la consideración de anexo en relación con la bioé- Medical Association estadounidense y su homóloga británica.
tica convencional. Se parte del supuesto de que los «princi- En el siglo XX han visto la luz los textos de referencia y otros
pios» éticos elaborados para abordar cuestiones como la re- códigos nacionales, con el complemento de diversas declara-
producción asistida o el trasplante de órganos puede utilizar- ciones internacionales y documentos colaterales que se ocu-
se sin apenas modificación en la especialidad psiquiátrica (4). pan de aspectos parciales de la práctica profesional. La nor-
Como se verá, está fuera de duda que esto en parte resulta mativa propiamente psiquiátrica derivó en un principio de
útil en psiquiatría, pero los aspectos primordiales de la ética los códigos médicos, como es el caso del código de la Ame-
psiquiátrica han sido casi siempre mal interpretados, por no rican Psychiatric Association, de 1973, inspirado en el de la
decir que descuidados por entero. El presente trabajo se cen- American Medical Association.
trará en tres de esos aspectos: la función de los códigos éticos
en la configuración de un marco de actuación profesional lo-
able; la relevancia ética de los conceptos diagnósticos en psi- Función de los códigos
quiatría, y el razonamiento ético como objetivo para lograr
una cualificación básica en el ámbito de la especialidad. La elaboración de códigos deontológicos en la historia de
la medicina es, en parte, reflejo de su importancia en la im-
pulsión del correcto ejercicio de la profesión. Algunos de es-
■ Códigos tos códigos surgieron como respuesta directa a ciertos escán-
dalos: los Principles de Perceval fueron consecuencia de una
Desde la década de 1980, los códigos deontológicos, tan- pugna entre los médicos por el control del envío de pacien-
to los códigos de ética general como las normativas basadas tes a la Manchester Infirmary; la Declaración de Nuremberg
en la práctica profesional, aunque un tanto marginados por la se formuló como resultado de los crímenes cometidos por los
bioética académica, han pasado a ser un elemento destacado médicos nazis. Pero los códigos tienen también una misión
dentro de la medicina clínica. constructiva encaminada a:

• Proteger y enaltecer la profesión. Es conocida la men-


Contexto histórico ción que hizo George Bernard Shaw de las profesiones, a
las que calificó de «conjuras contra los legos». Un código
El juramento hipocrático, alumbrado probablemente por profesional sólo puede atender a sus intereses, como sería
discípulos de Hipócrates hacia el 400 a.C., es con mucho el establecer las prácticas comerciales restrictivas, lo que le
más conocido de los códigos éticos de la Antigüedad; sentó supondría un carácter no protector, sino proteccionista.
las bases de las primeras normativas que rigieron las medici- En todo caso, para que la actividad de una profesión re-
nas islámica y cristiana, y se mantiene como fuente de inspi- sulte eficaz, debe ser compacta y colegiada. Una normati-
ración de los códigos modernos. En muchas de las grandes va que reseñe una tras otra las obligaciones de un esta-
corrientes del pensamiento médico se hallan textos de índole mento profesional puede contribuir de forma sustancial al
similar. El Caraka Samhita, por ejemplo, escrito por un médi- logro del objetivo propuesto. Este tipo de códigos no pre-
co indio en el siglo I d.C., abarca temas como la confiden- cisan replegarse enteramente en su horizonte interno; la
cialidad, el respeto al paciente y la actualización constante de mayoría de ellos recalcan los aspectos médicos de abnega-
conocimientos. Son cuestiones comparables a las que trata el ción y compromiso; otros requieren un «toque de aten-
Book of Asaph Harofe, texto hebreo del siglo VI, y un texto so- ción» en circunstancias apropiadas, y la Declaración de
bre ética médica de Haly Abbas, clínico persa del siglo X. Madrid, que adoptó la World Psychiatric Association en
37
38 I. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

1996, suscribe de forma expresa una función que confiera Asì pues, los códigos ejercen diversos cometidos con res-
derechos al paciente. Por otra parte, la misión protectora pecto a la ética psiquiátrica y, además, estas funciones se su-
de los estatutos o códigos ha cobrado una importancia perponen y refuerzan mutuamente. Es de vital importancia,
paulatina en el marco internacional; así, los facultativos por ejemplo, que los códigos tengan cierto toque didáctico si
que trabajan en contacto con regímenes dictatoriales y se quiere enaltecer la práctica profesional; sin unos valores
oponen resistencia a las prácticas abusivas, han contado apropiados, la autorregulación puede degenerar en la auto-
con el apoyo que suponen los llamados códigos deonto- protección, y ésta menoscaba al final la actividad profesional.
lógicos reconocidos internacionalmente, como la Declara- Con todo, hay facetas importantes de la ética psiquiátrica
ción de Helsinki. que los códigos no mencionan; la más notable es la dimen-
• Autorregulación. Otra función de los códigos es poten- sión ética del diagnóstico.
ciar al máximo los patrones de actuación. Las profesiones
se caracterizan en parte por contar con un corpus de co-
nocimientos y técnicas poco accesibles al profano, que se ■ Conceptos
ofrecen a una clientela necesitada y en ocasiones vulnera-
ble (6). Por consiguiente, en la medida que sólo un espe- El hecho de que los códigos deontológicos psiquiátricos
cialista puede juzgar o evaluar el conocimiento especiali- ignoren el diagnóstico es imputable a que derivan de los có-
zado, es indispensable cierto grado de autorregulación. digos médicos. En casi todos los campos de la medicina, los
Pero esta facultad puede llevar a componendas y compa- dilemas éticos se refieren en buena medida a dificultades de
drazgos, y debe compensarse con la supervisión externa. gestión (p. ej., elección del tratamiento, asignación de recur-
En la psiquiatría francesa, por poner un ejemplo, fue pre- sos). Los principios éticos de atención y competencia rigen
ciso la aprobación de una nueva ley para convencer a los siempre el curso del diagnóstico; sin embargo, en el resto de
médicos de que se atuvieran a lo dispuesto en su propio la medicina, sobre todo en el ámbito de las «nuevas tecnolo-
código para cumplir con el requisito de obtener el con- gías», de las que la bioética se ha ocupado mayormente, diría-
sentimiento informado de sus pacientes (7). De igual se que el concepto de enfermedad en que se basa el diagnós-
modo, cuando prima la mala práctica, la autorregulación tico parece tener un carácter científico inapelable. Por el con-
puede reforzarla. En la ex Unión Soviética, fue la cúpula trario, en psiquiatría existe un gran número de importantes
de la profesión psiquiátrica la que propició los excesos de nexos prima facie entre los conceptos diagnósticos y la ética
la psiquiatría para eliminar cualquier discrepancia (8). El (11, 12).
contexto internacional cobra relieve una vez más en el
asunto. En palabras de Jim Birley, ex presidente del Royal • La justificación ética del tratamiento psiquiátrico no vo-
College of Psychiatrists, la instauración de una «sociedad luntario genera sin más un diagnóstico de trastorno men-
abierta» es del todo necesaria si se quiere prevenir el au- tal. Este hecho se refleja en las disposiciones legales sobre
mento de abusos en los regímenes cerrados, sean políti- salud mental con referencia al tratamiento involuntario,
cos, culturales o administrativos (9). cuyos requisitos son, además del factor de riesgo, la exis-
• Impulso de la práctica ética. En ocasiones se argu- tencia concreta de un trastorno mental (v. cap. 1.6).
menta que no es necesario un código ético explicativo, • De igual modo, en derecho penal, la defensa por trastor-
pues se considera que las enseñanzas implícitas (como no mental, según la cual la persona que no está en su sano
las expectativas profesionales) y un carácter distintivo co- juicio y comete un delito no es moralmente responsable
mún son suficientes para mantener la norma. Tal como de sus actos, considerados como «locuras, no malvadas»,
se ha visto, la historia entra en colisión con esta idea, y se basa en un diagnóstico de trastorno mental (por lo ge-
a menudo la aparición de un código se debe al desacier- neral, psicótico).
to de las normas imperantes. Con todo, son las circuns- • En psiquiatría existen diversos diagnósticos diferenciales
tancias las que dictan qué clase de código favorece en que implican a aspectos morales. El ejemplo más ilustrati-
mayor medida el correcto ejercicio de la profesión. Por vo es la distinción entre personalidad psicopática (con-
lo tanto, es lógico que existan entre ellos muchas dife- cepto médico) y delincuencia (concepto moral). Otros
rencias formales y materiales, desde los enunciados pro- diagnósticos diferenciales médico-morales, podrían ser la
gramáticos a las directrices pormenorizadas de orden histeria/fingimiento y el alcoholismo/embriaguez.
práctico. Estas últimas tienen especial importancia en la • Algunos de los peores abusos de la psiquiatría, en los que
enseñanza y la formación. El código del Royal Austra- ésta se utilizó como medio de control social, se han visto
lian and New Zeland College of Psychiatrists combina incentivados por el uso inadecuado de sus conceptos
los principios abstractos con comentarios detallados so- diagnósticos. En la ex Unión Soviética, por ejemplo, a
bre temas problemáticos concretos, como la confiden- menudo se confinaba a los disidentes políticos y no polí-
cialidad y el consentimiento válido (10). Los códigos ticos en instituciones psiquiátricas alegando «ideas deli-
también varían en su estructura: los hay inspirados en la rantes de reformismo» (8).
virtud, que subrayan los rasgos de carácter que ayudan al
digno ejercicio de la profesión, mientras que otros se ba- Estos vínculos prima facie entre diagnóstico y ética se dan
san en el deber y reseñan responsabilidades y obligacio- en todos los ámbitos de la medicina, aunque son más notables
nes específicas. en el caso de la psiquiatría. El dicho psiquiátrico de «loco, pero
1.5. ÉTICA PSIQUIÁTRICA: CÓDIGOS, CONCEPTOS Y COMPETENCIA CLÍNICA 39

no malvado» como justificante en lo jurídico, es una muestra enfermedad se define a partir de un modelo científico de-
de que la enfermedad suele conllevar la pérdida de responsabi- rivado de la anatomía y la fisiología, mientras que la en-
lidad (p. ej., un certificado de «incapacidad para trabajar» de- fermedad mental se define a partir de un modelo de na-
manda la baja laboral por enfermedad). Así pues, la diferencia turaleza «psicosocial, ética y jurídica» (18). Los detractores
entre la psiquiatría y el resto de la medicina a este respecto es de Szasz, como R. E. Kendell (19), adujeron en contra que
una cuestión de grado. No obstante, el mayor relieve del nexo la enfermedad mental bien entendida puede explicarse a
entre diagnóstico y ética en el ámbito de la psiquiatría ha in- partir de los mismos modelos biológicos de reducción de
ducido a un sector del estamento médico a considerar el tras- la esperanza de vida y/o de las expectativas reproductoras
torno mental intrínsecamente distinto del trastorno físico. En que la enfermedad física.
su manifestación más radical, este punto de vista refuerza la te-
sis de la antipsiquiatría según la cual la enfermedad mental no Al socaire de los grandes avances de la neurociencia, como
debería contemplarse en modo alguno desde la perspectiva mé- las técnicas de diagnóstico por la imagen aplicadas a la neuro-
dica, sino únicamente desde una perspectiva moral. logía, los medicamentos antipsicóticos y la genética, los psi-
quiatras «biológicos» incurren de nuevo en el tópico de consi-
derar que la antipsiquiatría ha fallecido. Es indiscutible que,
¿Problema médico o moral? desde la década de 1980, la antipsiquiatría radical ha perdido
importancia, pero la doctrina convencional ha absorbido mu-
Una incógnita persistente chas de sus tesis. La relevancia de la operatividad del ser se
manifiesta, por ejemplo, en el empleo casi general de las tera-
Algunos detractores de la psiquiatría argumentan que el
pias cognitivo-conductuales (recuperación del ser operante
modelo médico es un aporte relativamente moderno (13),
mediante técnicas de control autónomo), y en el influjo cre-
pero tal como indica Anthony Kenny, filósofo y clasicista ox-
ciente de la «voz del usuario». De igual forma, los juicios de
fordiano, la idea de que algunas formas de locura puedan
valor utilizados en el diagnóstico psiquiátrico, lejos de des-
vincularse genéricamente a una enfermedad somática se re-
aparecer son cada vez más claros. En la CIE-9 (20) los criterios
monta a la antigua Grecia (14). Sin embargo, en aquella épo-
diagnósticos estaban basados en gran parte en juicios implíci-
ca y a lo largo de la historia, el modelo médico tuvo que
tos, pero en el DSM-IV (21), la descripción de varios trastor-
afrontar gran variedad de interpretaciones espirituales y mo-
nos concretos incorpora criterios de evaluación. Por ejemplo,
rales (15). Con el auge de la psiquiatría moderna de finales
el criterio B para la esquizofrenia, exige no sólo un cambio
del siglo XIX y principios del XX, parecía que el modelo médi-
sino un deterioro de la actividad social y profesional; y el tras-
co se había impuesto. No obstante, incluso en esas fechas,
torno antisocial de la personalidad se define como una falta de
Karl Jaspers, uno de los creadores de la psiquiatría científica
consideración hacia los «derechos de los demás» y la incapaci-
moderna, previno contra la adopción de un biologicismo
dad para «adaptarse a las normas sociales» (la cursiva es nuestra).
cándido (16); y fue precisamente cuando surgieron fármacos
El DSM-IV recalca acertadamente que los trastornos men-
eficaces y teorías solventes sobre la enfermedad, en las déca-
tales no deben diagnosticarse únicamente con referencia a nor-
das de 1960 y 1970, que los modelos alternativos elaborados
mas sociales. Además de las enfermedades, otros muchos es-
por el movimiento antipsiquiátrico radical, lejos de desapare-
tados, como la delincuencia y la desesperanza, se definen en
cer, fueron más influyentes.
parte (y sólo en parte) mediante juicios de valor negativos.
La antipsiquiatría radical subrayaba dos características del
Por consiguiente, como se indica en el DSM-IV, el deterioro
trastorno mental referentes al plano moral: la operatividad
de la actividad que sirve para describir (parcialmente) la es-
del ser y los valores éticos (17).
quizofrenia al amparo del criterio B, o el quebrantamiento de
la norma inherente al trastorno antisocial de la personalidad,
• Un reflejo indirecto del arquetipo moral en la antipsi- deben ser, «clínicamente significativos» y síntomas de una
quiatría era la importancia que atribuía, de una forma u «disfunción del individuo» (la cursiva es nuestra; frase muy
otra, a la noción de ser operante. La antipsiquiatría insis- controvertida pero que presupone un nexo conceptual entre
tía en que los individuos que padecían un trastorno men- el modelo médico y la alteración en la toma de decisiones).
tal podían ser víctimas indistintamente de calificaciones En definitiva, lo expuesto hasta el momento significa que en
tópicas, una dinámica familiar represiva o fuerzas sociales el DSM-IV, un juicio de valor negativo, en los casos comen-
o políticas coactivas, pero que aun así seguían siendo tados y en otros similares, no es requisito suficiente para emi-
agentes morales por derecho propio, capaces de afrontar tir un diagnóstico de trastorno mental; pero, por la misma ra-
activamente sus problemas, y no simples pacientes, vícti- zón, siempre según el DSM-IV, es un requisito necesario.
mas pasivas de un proceso mórbido.
• Un trasluz más inmediato de la pauta moral vigente en la
antipsiquiatría era la importancia que otorgaba a los valo-
res a partir de los cuales se definen (en parte) los trastor- Criterios de valor en el diagnóstico psiquiátrico:
nos mentales. Un autor relevante como Thomas Szasz ba- exposición a partir de la teoría ética
saba su conclusión de que la enfermedad mental era un
«mito», en argumentos como el que el diagnóstico de la Se han dado varias explicaciones sobre la preponderancia
misma se basa en juicios de valor. Según él, la verdadera de los juicios de valor emitidos en el diagnóstico psiquiátrico.
40 I. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Para algunos, este hecho respalda la tesis de la antipsiquiatría diversidad de valores en los campos relativos a la medicina fí-
radical de que la psiquiatría no es parte integrante de la cien- sica y la psiquiatría.
cia médica (18). Otros argumentan que es una proyección del
estado originario de las ciencias en que se asienta la psiquia- • La medicina general se ocupa de parcelas de la experien-
tría (22, 23). Por el contrario, la teoría ética, el campo de la cia y el comportamiento humano en las que rigen valores
filosofía moral que se ocupa del significado y las consecuen- más o menos uniformes. Una toracalgia central y un co-
cias de los términos de valor, ofrece una explicación que está lapso, pongamos por caso, son experiencias desagradable
totalmente de acuerdo tanto con la jerarquía de la psiquiatría, para todos.
como disciplina científica desarrollada, como con la función • La psiquiatría, por el contrario, guarda relación con par-
capital de los juicios de valor en el diagnóstico psiquiátrico. celas de la experiencia y el comportamiento humano —
R. M. Hare, antiguo profesor de filosofía moral en la Uni- emociones, deseos, convicciones, volición, etc.— en las que
versidad de Oxford, ha expuesto una clara visión de esta im- privan valores sumamente variables. Lo que se juzga como
portante teoría ética (24, 25). Debería examinarse su labor a un deseo bueno o malo, una convicción aceptable o no, y
grandes rasgos para luego aplicarla al entorno médico. Hare tantos otros, cambia en gran manera en función de los in-
destacó que los términos de valor tienen un doble significa- dividuos, las culturas y las distintas épocas.
do compuesto por:
A este respecto, pues, la enfermedad física equivaldría al
• Un elemento valorativo característico, o sea, el juicio de ejemplo de Hare sobre la «manzana apetitosa», en tanto que
valor expresado por el término en cuestión (lo que Hare la enfermedad mental sería el caso de la «buena foto». De lo
denominó significado «prescriptivo» del término o signifi- dicho se desprende que, en psiquiatría, los conceptos diag-
cado que orienta la acción). nósticos están investidos a todas luces de valores en virtud de
• Un elemento expositivo, apelación que abarca el criterio la diversidad de valores humanos, y no por (supuestas) defi-
real en el que se basa el juicio de valor expresado por el ciencias de la ciencia psiquiátrica. En el lenguaje científico,
término de valor (lo que Hare llamó significado «descrip- puede decirse que si en gran parte de la medicina física los va-
tivo» del término). lores relacionados con el diagnóstico son una constante (por
el consenso entre individuos), en el caso de la psiquiatría
Por consiguiente, el término de valor «manzana apetitosa» constituyen una variable (por la discrepancia entre indivi-
expresa el criterio de valor de que la manzana es buena (sig- duos).
nificado valorativo del término), lo que se basa en hechos so- Esta explicación no supone que la psiquiatría sea menos
bre la manzana en cuestión, como que no tiene gusanos, tie- científica (por abundar más en ella los aspectos morales) que
ne la piel limpia, es dulce, etc. (significado expositivo del tér- otros campos de la medicina. Al contrario, ya que la distin-
mino). ción de Hare entre los elementos valorativos y expositivos en
Obsérvese, sin embargo, continúa diciendo Hare, que el significado de los términos de valor contribuye a esclarecer
cuando el empleo de un término de valor depende de crite- qué es realmente científico en psiquiatría. En este ámbito, el
rios expositivos ampliamente establecidos o que conllevan examen detenido del estado mental, la progresión de teorías
acuerdo general, puede darse el caso de que su significado ex- causales, y otros rasgos, siguen siendo tan importantes como
positivo termine imponiéndose por completo al significado en un modelo de diagnóstico psiquiátrico exclusivamente
valorativo. Así, en el caso antedicho de una «manzana apeti- científico. Ésta es la razón de que la teoría ética sea del todo
tosa», los criterios basados en los hechos merecen el consen- compatible con la condición de la psiquiatría como discipli-
so casi general; para la mayor parte de la gente y en la mayo- na científica consagrada, ya que le añade valores en vez de
ría de situaciones, una manzana buena es la que «no tiene gu- restarle hechos. Pero la verdadera implicación de la doctrina
sanos, tiene la piel limpia, es dulce, etc.». Entonces por aso- ética es que si en buena parte de la medicina general se pue-
ciación de ideas, una «manzana buena» ha pasado a significar den ignorar los valores individuales al efectuar un diagnósti-
una manzana que realmente no tiene gusanos, tiene la piel co (por que los valores en juego son una constante), en psi-
limpia, es dulce, etc.. Por el contrario, en el supuesto de una quiatría no ocurre lo mismo (por constituir aquéllos una va-
«buena foto», los valores de la gente difieren en gran manera; riable). Esta conclusión tiene una serie de consecuencias prác-
faltan, por consiguiente, criterios expositivos o reales que ticas de relieve en lo que atañe a la función del razonamien-
puedan adscribirse por asociación a una «buena foto», en to ético como competencia clínica de suprema importancia
cuyo caso el significado de esta apelación sigue teniendo un en la práctica de la medicina.
carácter notoriamente valorativo.
Si se aplica esta teoría al ámbito de la medicina, el punto
clave es que si «enfermedad» (incluidos sus afines, como ■ Competencia y formación clínicas
«afección») es un término de valor, entonces la persistencia
del significado manifiestamente valorativo cuando se habla Por lo general se considera que, en medicina, la bioética
de «enfermedad mental», reflejará diversidad de valores. Los por- desempeña una función poco menos que legal, ya que se si-
menores de estas afirmaciones se han expuesto en otros tra- túa al margen de la práctica clínica a la vez que fiscaliza y re-
bajos (26). Sin embargo, puede obtenerse una idea general so- corta las atribuciones de los médicos. En la Facultad de Me-
bre la importancia de la teoría de Hare a partir de la relativa dicina de Oxford, por ejemplo, se ha elaborado un modelo
1.5. ÉTICA PSIQUIÁTRICA: CÓDIGOS, CONCEPTOS Y COMPETENCIA CLÍNICA 41

alternativo según el cual el razonamiento ético se considera sen y Stephen Toulmin (29). Siendo miembros de una comi-
una calificación profesional determinante. La maestría clínica sión presidencial sobre bioética, observaron que sus integran-
está constituida por las aptitudes que demanda la aplicación tes solían estar de acuerdo en lo que debía hacerse en un caso
efectiva y eficaz del conocimiento médico en la práctica coti- concreto, pero en cambio discrepaban a menudo en cuanto
diana. El modelo de competencia y capacitación profesional al por qué. Ello les llevó a la conclusión de que para resolver
comprende la ética, el derecho y la comunicación entendidas las cuestiones éticas hay que atenerse al estudio de la situa-
como materias esenciales para la adquisición de una sólida ción concreta y dejar a un lado los postulados abstractos.
maestría práctica, para lo cual se vale de una propuesta de for- La casuística está hecha de valores comunes o comparti-
mación orientada a la solución de problemas (27). dos, y su fuerza como instrumento lógico radica en que faci-
En este apartado se perfilan tres aspectos del aporte de la lita el acceso a intuiciones éticas comunes que, como parte de
teoría ética a la maestría clínica en psiquiatría: las habilidades que conlleva la competencia médica, no sue-
len resultar del todo claras. Este poder es a la vez su punto
1. La importancia del razonamiento casuístico, o centrado vulnerable. Como apunta la filósofa estadounidense Loretta
en situaciones clínicas, como faceta de los conocimientos Kopelman, cuando los valores no configuran una casuística
inherentes a la competencia profesional en el ámbito de común, este método puede resultar ineficaz, y en el peor de
la medicina. los casos abusivo (30). Pero tal como se ha visto, la psiquia-
2. El rol de los principios, cuya especificidad es equidistan- tría se caracteriza por la diversidad de valores. La importancia
te de los códigos de la ética profesional y los postulados de la argumentación casuística en psiquiatría no radica en for-
éticos generales. zar un acuerdo sobre cuestiones éticas, sino en elucidar las di-
3. La relevancia, sobre todo para la ética psiquiátrica, de ferencias de valor (a menudo justificadas) en que se basa el
equilibrar diferentes perspectivas de valor, no sólo en el desacuerdo.
tratamiento, sino también en el diagnóstico.

Principios, códigos y teoría ética


Casuística y competencia médica
Mientras que la lógica casuística es de tipo inductivo, o
Además de conocimientos, la competencia médica re- sea, que parte de situaciones concretas, la de los principios
quiere notable pericia y experiencia. Los conocimientos pue- abstractos tiene carácter deductivo, es decir, parte de valores
den plasmarse de forma explícita, sea en libros de texto, có- generalmente aceptados y los aplica a casos específicos.
digos o guías prácticas; pero la pericia o capacitación técnica Los principios más difundidos en la ética médica son con
es una cualidad más recóndita y tácita, constituida por una mucho los que avanzaron los filósofos Tom Beauchamp y Ja-
serie de capacidades basadas en la experiencia y que (como en mes Childress (31) en Estados Unidos y el médico y filósofo
el caso de las habilidades ajenas a la medicina: ser un buen fi- Raanon Gillon en el Reino Unido (32). Son los siguientes:
sonomista o saber montar en bicicleta) se resisten a cualquier
definición, sin que por ello dejen de ser un elemento esencial • Autonomía: respetar los deseos y la libertad de elección
de la competencia en una materia. del paciente.
La casuística se vale de las técnicas del razonamiento éti- • Beneficencia: obrar por entero en interés del paciente.
co para abordar los dilemas no en términos teóricos ni me- • No maleficencia: evitar el infligir daño.
diante principios abstractos, sino a partir de la inducción so- • Justicia: tratar por un igual problemas iguales.
bre casos concretos. Frente a una situación compleja en el
plano ético, la casuística recurre a uno o ambos de los si- Beauchamp y Childress consideran que estos cuatro prin-
guientes métodos: cipios son aprehensibles prima facie, es decir, que probable-
mente vienen al caso en todas las cuestiones éticas. Así pues,
• Alteración del caso, lo que supone modificar las circuns- la lógica de los principios reseñados supone acotar reflexiones
tancias concurrentes para imaginar situaciones en las que éticas pertinentes en un caso dado en función de estos cuatro
se evidencia de manera más ostensible el acierto o el error principios, sopesándolos debidamente, y llegar así a una con-
de adoptar determinada opción. clusión sobre el equilibrio de las consideraciones éticas. Am-
• Evaluación de casos afines; es decir, comparar la situación bos autores analizan, por ejemplo, la ética del tratamiento in-
de que se trate con una serie de casos relacionados en los voluntario en términos de equilibrio entre el principio de be-
que, al igual que en el epígrafe anterior, las soluciones éti- neficencia y el respeto por la autonomía, y argumentan que
cas se presentan con mayor claridad. en base al principio de beneficencia éste está justificado cuan-
do la autonomía queda mermada por la pérdida suficiente de
Ambas técnicas contribuyen a esclarecer las intuiciones capacidad de raciocinio.
éticas mediante la focalización en los detalles concretos. La Se ha criticado ampliamente la lógica de los principios
cauística no goza de buena fama en términos de ética, ya que por alentar una concepción mecanicista de la ética, insensible
suscita la idea de que fuerza los principios según convenga a los matices de las situaciones reales. Este reproche supone,
para conseguir fines. La rehabilitación de la casuística es obra sin embargo, un desconocimiento del sistema de principios.
de dos filósofos que trabajan en Estados Unidos: Albert Jon- Los principios prima facie se hallan en un grado intermedio de
42 I. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

flexibilidad entre las formulaciones detalladas de los códigos conviene ampliar el marco de este respeto por las personas y
y las abstracciones de la teoría ética general. Los tres planos — dar cabida a la opinión del paciente sobre la forma de enten-
códigos, principios y teoría ética— tienen su importancia en la der su propios problemas. (Esta exposición argumental tan
ética psiquiátrica. La poca rigidez de los códigos y la especifi- clara es obra del doctor V.Y. Allison-Bolger). No se trata aquí
cidad de sus disposiciones contribuyen a dotarlos de eficacia de un mero interés teórico, sino que cada vez son más las
como reguladores del comportamiento profesional. En el pruebas —derivadas de los propios pacientes y de las ciencias
otro extremo, la doctrina ética proporciona la ductilidad ne- sociales— sobre el grado en que difieren, o están en conflicto,
cesaria para dar respuesta a situaciones nuevas y adaptarse al los valores de las personas que utilizan estos servicios (pa-
cambio de circunstancias. Además, relaciona la ética con dis- cientes y cuidadores) frente a los de las personas que los dis-
ciplinas afines. Así, la deontología (la teoría de los derechos y pensan (36) (v. caps. 1.1 y 2.6.2). También en la psiquiatría
obligaciones), vincula la ética al derecho, y el consecuencia- intercultural (37) son dignas de mención las discrepancias de
lismo, cuya ilustración más conocida es el utilitarismo, vin- valores en el orden religioso (38) en lo que respecta a organi-
cula la ética a la economía. Derecho y economía inciden en zación y prestación de servicios (39) y, factor no menos im-
gran manera en la psiquiatría, pero comportan riesgos que la portante, en materia de investigación (40). Sin embargo, debe
teoría ética puede sacar a la luz (v., p. ej., el trabajo de Mont- puntualizarse que el modelo de capacidades y competencia
gomery en materia legal [33] y el de Crisp sobre economía clínicas no es un esquema ético a favor del consumidor, de
[34]). tal modo que la tradicional primacía del médico quede susti-
La importancia de los principios, a un nivel intermedio tuida por la hegemonía del paciente. Cuando existe discre-
de flexibilidad entre los códigos y la teoría ética, estriba en pancia de valores, ningún punto de vista debe anteponerse a
que facilita una metodología bien estructurada para analizar otro, sino que hay que buscar un ángulo de visión equilibra-
el contingente de valores en una situación determinada. La do. Este criterio tiene gran trascendencia en psiquiatría, ya
mayoría de personas tiende a plantearse un dilema ético des- que muchas de las cuestiones éticas más difíciles se presentan
de su óptica individual; el principio de beneficencia puede en los casos en que el paciente «carece de percepción íntima»
ser importante para una persona, y el principio de autonomía (como ocurre con el tratamiento no voluntario). No hay vía
para otra. El análisis de una cuestión ética en términos de predeterminada para el logro del necesario equilibrio de pers-
principios de prima facie propicia la aprehensión de aspectos pectivas; en tal supuesto, la buena comunicación es indis-
del problema que se habían pasado por alto, con lo que se lo- pensable, como lo es el grado de autocomprensión que se de-
gra una comprensión más equilibrada. Una vez más, esa pun- duce de las explicaciones del paciente, y el aporte de las cien-
tualización es de importancia capital en psiquiatría, dada su cias sociales. En este ámbito también destaca la función del
intrínseca diversidad de valores. Con todo, ni siquiera la ló- equipo multidisciplinario. Es cierto que en ocasiones el cho-
gica de los principios puede garantizar una receptividad de las que de distintos modelos en el seno de estos colectivos coar-
perspectivas éticas distinta de la propia. ta seriamente la pauta clínica (v. cap. 1.10.1), pero según el
modelo de calificación y competencia profesional, las dife-
rentes perspectivas representadas por los miembros de un
equipo multidisciplinario pueden contribuir de forma decisi-
Perspectivas, conceptos y capacidad va a alcanzar este equilibrio de valores indispensable para una
de comunicación buena práctica de la psiquiatría.

Tony Hope, psiquiatra y especialista en bioética de la


Universidad de Oxford, ha destacado la importancia de las ■ Conclusiones
perspectivas, junto con la casuística y los principios, como
componente básico del modelo de competencia clínica en la En el presente trabajo, se han esbozado tres aspectos de
ética (35). El razonamiento ético, aplicado a la solución de la ética psiquiátrica que la bioética tradicional ignora en bue-
problemas clínicos en la práctica cotidiana, requiere que los na medida; a saber, la importancia de los códigos, sobre todo
partícipes tengan una comprensión recíproca de las perspecti- en el plano internacional; el significado ético de los concep-
vas individuales, condición que a su vez requiere una sólida tos diagnósticos, y el valor de un modelo integrado de com-
capacidad de comunicación. Es decir que sin ética esta capa- petencia clínica referido al razonamiento ético.
cidad puede utilizarse indistintamente con fines correctos o Al principio de este artículo se ha mencionado que el ol-
no. De ahí que la ética y la comunicación, competencias bá- vido de estos aspectos de la ética psiquiátrica debe atribuirse
sicas por antonomasia, sean inseparables. al hecho de que tanto la bioética como la biomedicina han
La importancia de estas perspectivas, sobre todo en la éti- considerado la psiquiatría como un anexo de la medicina con-
ca psiquiátrica, deriva de la diversidad de valores inherentes a vencional. Pero se ha visto que la trascendencia de los citados
la psiquiatría. En la medicina física de tecnología avanzada, aspectos es consecuencia de la mayor profundidad y comple-
donde las diferencias de valores se limitan sustancialmente a jidad de las cuestiones éticas en el campo de la psiquiatría.
cuestiones relacionadas con la elección de la terapia, el prin- Además, una vez reconocidos estos tres aspectos de la ética
cipio de autonomía implica que el paciente «tenga voz» en psiquiátrica, no sólo se consideran importantes en psiquiatría,
cuanto al tratamiento que debe aplicársele. La diversidad de sino en la medicina en general. La creación de patrones in-
valores inherentes al diagnóstico psiquiátrico, significa que tencionadamente reconocidos a través de códigos aceptados,
1.5. ÉTICA PSIQUIÁTRICA: CÓDIGOS, CONCEPTOS Y COMPETENCIA CLÍNICA 43

la relevancia de los valores del paciente, en cuanto a la com- 17. Fulford, K.W.M. (1998). Mental illness. In Encylopaedia of applied ethics
prensión y tratamiento de sus males, y la plena integración del (ed. R. Chadwick). Academic Press, San Diego, CA.
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razonamiento ético en la resolución de problemas médicos 15, 113–18.
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Principios de legislación en salud
1.6 mental
Alexander McCall Smith

■ Objetivos de la legislación en salud en el último cuarto del siglo XX, con el resultado de que hoy
mental y ámbito de aplicación son muchos los países que cuentan con una legislación espe-
cializada con carácter novedoso cuando se la compara con el
La legislación relativa a la salud mental se ocupa de equi- régimen legal antes vigente, de fuerte connotación paternalis-
librar intereses complejos y a veces contrapuestos. Entre ellos ta. Ello no quiere decir que el tema de los derechos humanos
destaca el interés en que la persona mentalmente enferma en psiquiatría pueda darse por zanjado, ya que sigue mante-
mantenga cierto grado de control sobre su vida tomando sus niéndose el diálogo entre los defensores de los derechos del
propias decisiones. Esta aspiración se basa en el derecho de paciente y aquellos que defienden la necesidad de obligar a
autonomía del paciente, que es un valor primordial en el los pacientes a recibir tratamiento. Existe asimismo una co-
seno de la deontología médica contemporánea. Con todo, rriente opositora que considera que las reformas legales han
por importante que sea el derecho de autonomía, las realida- ido demasiado lejos en lo que respecta a la autonomía del pa-
des de la afección mental evidencian que hay otros intereses ciente y que han tenido por efecto contrario no proporcionar
que deben tenerse en cuenta, como el interés de terceras per- tratamiento a individuos que lo precisan con el único propó-
sonas —la familia del paciente y la sociedad en general— en sito de evitar el abuso de poderes. Estos censores sostienen
proteger al paciente de las consecuencias de su enfermedad, y que la argumentación en pro de la intervención paternalista
el interés de la colectividad en protegerse de un posible daño debe exponerse con mayor convicción, y que el hecho de
causado por individuos afectados de trastorno mental. subrayar el derecho de oponerse al tratamiento forzoso, os-
El equilibrio de estos intereses no es en modo alguno ta- curece la genuina naturaleza de las necesidades del individuo
rea fácil. En ocasiones, la legislación en materia de salud men- afectado de un trastorno mental. A la polémica aludida se
tal otorga a la psiquiatría ciertos poderes, entre los que se han sumado las voces de los que defienden que debe reite-
cuenta la potestad, normalmente conferida a los tribunales de rarse una vez más la importancia de la protección social, y
justicia, de privar de libertad al individuo. Una de las misio- que la preocupación por el derecho a la libertad de los enfer-
nes de la legislación antedicha es proteger al paciente inde- mos mentales enmascara el peligro que supone dar el alta al
fenso de actuaciones posiblemente bienintencionadas pero paciente antes de tiempo o permitir que viva en comunidad
con carácter coercitivo que pueden no estar del todo justifi- sin estar sujeto a tutela ni supervisión alguna.
cadas. Los críticos de este régimen afirman que, en el pasado,
la ley no siempre ha logrado sus propósitos, y que se ha ne-
gado a los pacientes psiquiátricos muchos de los derechos hu- ■ Fundamento jurídico
manos fundamentales; y, ciertamente, a lo largo de la histo-
ria de la psiquiatría se han producido abusos de poder sobre Cada jurisdicción nacional cuenta con su particular dis-
personas tan vulnerables. Este reproche ha sido tomado muy positivo legal para dirimir los asuntos relacionados con la sa-
en serio por la psiquiatría contemporánea, que por regla ge- lud mental. No es nuestro objetivo acometer un estudio so-
neral no propugna una actitud intervencionista, sino que re- bre la gran variedad de soluciones jurídicas que se han arbi-
conoce que ostenta poderes importantes; de ahí que se haya trado, aunque existe una amplia bibliografía no especializada
esforzado en ejercerlos con mesura. En Gran Bretaña, por al respecto (1-3). El presente artículo se ciñe al modelo britá-
ejemplo, las reformas de las leyes en materia de salud mental nico —en sus variantes inglesa y escocesa— con fines ilustrati-
instauradas a principios de la década de 1980, reflejan la dis- vos. Como es lógico, se observarán discrepancias entre las dis-
posición de psiquiatras y legisladores de atender a las cues- posiciones legales de los distintos países, pero, por lo general,
tiones relacionadas con los derechos humanos y tratar de lo- la comprensión de un sistema de leyes contribuye a explicar
grar un equilibrio entre las facultades del psiquiatra por un las normas de otro régimen nacional o regional. Ni que decir
lado, y los derechos del paciente por otro. Las reformas en tiene que las cuestiones que abordan las leyes sobre salud
cuestión eran una muestra característica de las modificaciones mental son a todas luces de interés general, y en este sentido
legislativas acometidas en muchas jurisdicciones del exterior la controversia sobre el tratamiento jurídico de aquélla tiene
45
46 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

hoy una evidente influencia internacional. Esto se materializa La enfermedad mental suscita cuestiones legales de muy
en los procesos que se entablan sobre el tema y que son par- variada naturaleza. La ley ha estructurado un marco de ac-
te sustancial de la actividad del Tribunal Europeo de Dere- tuación muy claro en cuanto al tratamiento de las personas
chos Humanos. La dimensión internacional del problema afectadas de un trastorno mental. Este marco legal reconoce
también viene avalada por distintos códigos internacionales al médico la facultad de tratar al enfermo sin su consenti-
que enuncian la normativa en materia de derechos humanos miento y, como factor concomitante, la autoridad para pri-
que las naciones deberían incorporar al promulgar leyes sobre varle de libertad, aunque la concesión de este poder «de ofi-
salud mental. Estos códigos no tienen ninguna fuerza en el cio» tiene un alcance restringido. La concesión legal de po-
ámbito nacional, pero es innegable que influyen en la elabo- deres en materia de salud mental no pretende que estos se uti-
ración de normas internacionales relativas al tratamiento de licen para tratar otras afecciones, y en particular no tiene por
los pacientes psiquiátricos. Los Principles for the Protection of objeto dotar a la sociedad de un instrumento coercitivo con-
Persons with Mental Illness and the Improvement of Mental Health tra aquellos individuos que tal vez muestren un comporta-
Care, aprobado por las Naciones Unidas en 1991, constituyen miento antisocial o poco convencional, pero que no padecen
un ejemplo de la disposición de directrices en un contexto in- trastorno mental alguno.
ternacional (4).
Ya en el plano interno, el common law o derecho consue-
tudinario inglés, parte del supuesto de que todo individuo tie-
ne derecho a la integridad física, principio que no debe vul-
■ Comportamiento irracional
nerarse salvo autorización legal e inequívoca en contra (5). En e intervención psiquiátrica
el contexto médico ello supone que no puede someterse a
ningún adulto a tratamiento alguno salvo que el individuo En una sociedad liberal la ley tolera el comportamiento
haya dado consentimiento expreso. Este principio se arraiga desatinado o antisocial, y sólo actúa para prevenirlo o casti-
en la tradición jurídica angloamericana —el régimen legal que garlo cuando el individuo amenaza con violentar algún dere-
se aplica en gran parte de los países de habla inglesa, y el no cho reconocido a terceras personas o quebranta una disposi-
acatamiento del mismo puede dar lugar a demandas civiles y ción del derecho penal. Dentro de la tolerancia figura la acep-
penales. Así, todo individuo sujeto a un tratamiento no con- tación del comportamiento autodestructor; en la mayoría de
sentido tiene derecho a interponer una acción por daños y países el suicidio ha dejado de ser un delito, aunque ayudar a
perjuicios contra la persona que le trata, y en determinados otro a cometerlo pueda constituir una infracción penal. De lo
casos puede incluso presentar una querella criminal por ame- dicho se deduce que toda persona es libre de actuar de forma
nazas o agresión con referencia a una actuación no justifica- tal que ponga en peligro la salud o la vida, incluso si el ries-
da. Los tribunales han reiterado que el derecho a rehusar tra- go es grave y manifiesto. La medicina no puede obligar al ciu-
tamiento puede ejercitarse aun cuando sea necesario para sal- dadano a comportarse según las pautas que se le antojan más
var la vida del paciente. En Canadá, por ejemplo, en el caso beneficiosas para él, y por regla general, la ley no respaldará
Malette contra Shuman, un médico tuvo que pagar una com- al médico en la consecución de este propósito. En definitiva,
pensación considerable por daños y perjuicios por haber rea- la ley reconoce a la persona el derecho a obrar según su pe-
lizado una transfusión de sangre contra la expresa y clara culiar forma de ser.
oposición del paciente (6). La jurisprudencia inglesa también La actuación psiquiátrica en casos de comportamiento
reconoce el derecho a rechazar tratamiento, como en el Pro- irracional o antisocial cuenta, en cambio, con el apoyo legal,
ceso de T (Adult: Refusal of Treatment) (7), y en el caso Airedale cuando puede determinarse médicamente que el comporta-
NHS Trust v. Bland (8). En consecuencia, no cabe invocar el miento anómalo obedece a un trastorno mental y siempre que
argumento de que el apremio de salvar una vida justifica el concurran algunos criterios de distinta índole. En consecuencia, el
tratamiento coactivo, sin que medie el consentimiento de la diagnóstico psiquiátrico inicia un proceso que puede termi-
otra parte. nar por obligar al paciente a ponerse en tratamiento. Por otra
El derecho a rehusar un tratamiento exige, sin embargo, parte, es necesario que la intervención médica se encamine al
capacidad y competencia para ejercerlo. En este sentido, la tratamiento del trastorno mental y no hacia otros objetivos.
ley justifica que el médico aplique una terapia de urgencia a El derecho a imponer una terapia psiquiátrica no es potestad
una persona que no puede expresar sus preferencias por ha- policial, ni tampoco una autorización de la que el profesional
llarse inconsciente, y esta justificación se extiende a situacio- pueda valerse para tratar un trastorno no psiquiátrico.
nes en las que el paciente padece un trastorno mental que le Ese aspecto controvertido se hace patente en varias causas
impide tomar una decisión sensata en lo referente al trata- judiciales en las que media un rechazo médicamente inacep-
miento. Asimismo es importante remarcar que el principio de table por parte de una gestante. En el caso St George`s Health-
necesidad justifica la aplicación de un tratamiento urgente care NHS Trust v. S (9), el Tribunal de Apelación inglés esta-
cuando el estado mental del enfermo le impide otorgar con- bleció unos límites claros en cuanto a la instrumentación de
sentimiento válido. Sin embargo, es importante puntualizar la Mental Health Act de 1983 («la Ley de 1983») para obligar a
que el principio de necesidad tiene límites muy estrictos, y una mujer embarazada a someterse a una cesárea. La pacien-
que no cabe utilizarlo para ignorar las preferencias del pa- te fue ingresada en un hospital para su observación después
ciente, siempre que éste las formule de forma expresa y clara, de haberse negado a recibir consejo médico. El tribunal dic-
y cuando manifieste su objeción al tratamiento. taminó que aun cuando la actitud del individuo sea insólita,
1.6. PRINCIPIOS DE LEGISLACIÓN EN SALUD MENTAL 47

desatinada o contraria a la opinión pública, una persona tie- cultad coercitiva de internar y tratar al paciente afectado de
ne derecho, pese a todo, a rehusar tratamiento médico, y no un trastorno mental, y la decisión judicial recaída en la Cau-
deben utilizarse de oficio las facultades en materia de salud sa F (13) indica que el personal de atención médica está ca-
mental para soslayar esta negativa. Esta misma puntualización pacitado para dispensar cuidados cotidianos a los pacientes
del tribunal aparece también en el asunto canadiense Winni- retenidos por la fuerza. Otras prácticas de mayor calado qui-
peg Child and Family Services (Northwest Area) contra GFG (10), zá requieran una reflexión más detenida y la aprobación de
en el que los responsables del programa de asistencia social un tribunal. Lo que está fuera de duda es que si el trastorno
intentaron retener a la fuerza a una gestante adicta a la inha- mental no coarta la comprensión de la enfermedad y la tera-
lación de cola, y una vez más, el tribunal, al constatar la au- pia apropiada, debe procederse con cautela en caso de nega-
sencia de un trastorno mental susceptible de justificar la re- tiva del paciente a recibir tratamiento: es imprescindible tener
tención para administrar tratamiento, sancionó el derecho de en cuenta si el rechazo es achacable al trastorno mental o tie-
la mujer a comportarse de una forma que ponía en peligro la ne otra base distinta.
vida del feto.
En ninguna de estas dos causas judiciales pudo diagnosti-
carse un trastorno mental de relevancia jurídica; el proceder ■ Alimentación forzada
de las mujeres estaba fuera de la competencia legislativa. Otra
cuestión de límites de distinta índole es la que suscita un La alimentación forzada también plantea la cuestión de
diagnóstico de trastorno mental pero el tratamiento es perti- acotar los límites de intervención en los trastornos mentales.
nente por mediar una afección no psiquiátrica. En el caso Ta- Los tribunales británicos reconocen el derecho de un prisio-
meside and Glossop Acute Services NHS Trust v. CH (una pa- nero a rehusar los alimentos a raíz de una huelga de hambre;
ciente) (11), la cuestión giraba en torno a una gestante con es- se parte del supuesto de que son individuos en su sano juicio
quizofrenia paranoide aguda, que fue retenida contra su vo- que, si así lo desean, pueden negarse a ingerir alimentos por
luntad con fines terapéuticos, a tenor de lo dispuesto en la razones políticas o de otra índole. La alimentación obligada
Ley de 1983. En el curso de la semana 38 de embarazo se de un paciente psiquiátrico suscita diversos interrogantes, y
hizo patente la necesidad de practicarle una cesárea para evi- en ese contexto la ley suele ser bastante más intervencionista.
tar la muerte del feto, a lo que la paciente opuso firme resis- La causa de mayor relieve en la jurisprudencia británica es
tencia. El tribunal, sin embargo, se pronunció a favor de la el asunto B v. Croydon Health Authority (14). A la tal B se le ha-
intervención, por entender que el nacimiento de un niño bía diagnosticado un trastorno psicopático, y fue internada en
sano podía contribuir a que la madre se recuperase del tras- virtud del artículo 3 de la Ley de 1983. La paciente manifes-
torno mental, mientras que la pérdida del feto tendría efectos taba propensión a autolesionarse, lo cual se consideraba
negativos en su estado mental. En consecuencia, la práctica un síntoma de la afección psicopática diagnosticada. Después
de la cesárea pasaba a considerarse como parte de la terapia de rechazar alimentos durante algún tiempo, hasta el punto de
para combatir el trastorno mental. perder peso peligrosamente, se decidió alimentarla mediante
El mero hecho de que una persona padezca un trastorno intubación nasogástrica. Se interpuso recurso contra la legiti-
mental no le impide negarse por ley a recibir tratamiento midad de esta medida, pero el tribunal lo desestimó por en-
cuando la dolencia no guarda relación con el trastorno men- tender que la tendencia autolesiva de la paciente era una face-
tal. Este criterio viene avalado por la sentencia recaída en la ta del trastorno mental que padecía, y que por tal motivo ca-
Causa C (Adult: Refusal of Medical Treatment) (12), en la que el bía considerar la alimentación artificial como un tratamiento
paciente era un esquizofrénico paranoide crónico, internado encaminado a mitigar y prevenir un empeoramiento del pro-
en régimen abierto en una casa de acogida o minirresidencia. pio trastorno. Los tribunales de justicia también estiman que
El enfermo tuvo una úlcera necrótica en una pierna grave- alimentar por la fuerza a pacientes afectados de anorexia ner-
mente infectada, lo que supuso la recomendación médica de viosa forma parte del tratamiento de un trastorno mental. En
que había que amputar la pierna por debajo de la rodilla para el proceso Riverside Mental Health Trust v. Fox (15), se autorizó
salvarle de una muerte probable, pese a lo cual se mantuvo la alimentación forzada de este género de pacientes, aducien-
firme en la negativa a dejarse operar. El tribunal falló que de- do que la negativa a comer radicaba en un trastorno mental,
bía respetarse la actitud contraria del paciente, alegando que y que por lo tanto era un síntoma que a tenor de la Ley de
pese al menoscabo de su capacidad general causada por la es- 1983 podía tratarse de forma coactiva.
quizofrenia, todo parecía indicar que había logrado entender
la intervención propuesta y las consecuencias de una negati-
va; el tribunal dictaminó que, en tales circunstancias, el pa- ■ ¿Tratamiento o custodia preventiva?
ciente estaba en su derecho a rehusar el tratamiento médico.
Quede claro que si el paciente se hubiese negado a medicar- Todo régimen jurídico sobre salud mental tiene que
se por razón de la esquizofrenia, no le habría asistido el de- afrontar la cuestión básica de fijar la importancia que debe
recho a pronunciarse en contra. darse al factor de protección social. Uno de los requisitos
El fin de la resolución emitida en la Causa C no es impe- para el ejercicio de los derechos de coerción otorgados a la
dir que el personal médico y de enfermería intervenga en las psiquiatría, es que el paciente suponga un peligro para otras
enfermedades físicas de aquellos pacientes retenidos contra su personas. Este criterio alienta la esperanza colectiva de que la
voluntad; las medidas asistenciales están tuteladas por la fa- psiquiatría ejerza de custodio o guardián, función que suele
48 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

incomodar a los psiquiatras. La misión principal de la psi- grupo los enfermos que ingresan en un hospital por voluntad
quiatría no es proteger al ciudadano de individuos considera- propia, mientras que en el segundo caso se trata de pacientes
dos peligrosos, sino la de facilitar tratamiento a los que pade- obligados por ley a seguir tratamiento a causa de un trastor-
cen un trastorno mental. Con todo, y a pesar de esta situa- no mental. La filosofía subyacente a la Ley de 1983 es que,
ción incómoda, se encomienda a los hospitales psiquiátricos siempre que sea posible, el tratamiento dispensado a los pa-
la tarea de internar a los pacientes cuyo estado mental les cientes del primer grupo esté en la misma línea que el dis-
convierte en una amenaza para terceras personas. pensado a los enfermos no psiquiátricos; es decir, que sean li-
La tensión entre funciones de custodia y medidas terapéu- bres de abandonar el hospital o rehusar tratamiento si así lo
ticas se observa muy en especial en los trastornos psicopáticos desean. En cambio, la aplicación forzosa de una terapia está
de la personalidad. En este terreno vuelve a plantearse la cues- más reglamentada, con criterios inequívocos sobre las razones
tión de los límites: ¿se ajusta la psicopatía a su catalogación en por las que cabe imponer dicha medida y por cuánto tiempo.
la categoría de los trastornos mentales o es un fenómeno con- Cuando una persona padece lo que se denomina un tras-
ductual no específicamente médico? Mejor dejar las polémicas torno mental, la Ley de 1983 dispone el ingreso del paciente
para otra ocasión. Lo que de verdad importa en el plano jurí- para evaluar su estado mental, o el traslado del enfermo a un
dico es el hecho de que la psicopatía está medicalizada hasta lugar en condiciones de seguridad. Se trata de un criterio más
el punto de que: a) los manuales de diagnóstico psiquiátrico amplio que el que se aplica cuando se ingresa a un paciente
contemplan su estudio; b) los psiquiatras que actúan de testi- con fines terapéuticos. En aquel supuesto, el individuo debe
gos periciales la identifican como trastorno mental, y c) la le- padecer uno de los cuatro trastornos catalogados explícita-
gislación sobre salud mental la incluye en la categoría de los mente como trastorno mental, a saber: enfermedad mental,
trastornos mentales. Así pues, una vez que la afección se acep- deterioro mental grave, trastorno psicopático y deterioro
ta con estas connotaciones, la competencia médica en materia mental simple. El hecho de padecer una enfermedad mental
de psicopatías pasa a ser una cuestión de derecho. no es de por sí motivo suficiente para el ingreso con fines te-
La legislación sobre salud mental choca, en el caso de la rapéuticos; la enfermedad debe ser «de índole o grado que
psicopatía, con el dilema de que por una parte la entiende haga recomendable para el paciente recibir tratamiento en un
como un trastorno mental, pero en la práctica, la opinión hospital» (art. 3,2a). Este requisito excluiría, por ejemplo, a
mayoritaria de los profesionales es la de que se trata de un aquellos individuos que pueden, indistintamente, recibir tra-
trastorno incurable. Una vez que la psiquiatría identifica la tamiento en un entorno menos limitado, como el propio do-
enfermedad, puede mostrarse reticente en aceptar la respon- micilio o un centro de acogida social. En la práctica, habida
sabilidad de confrontarla en el plano terapéutico, lo que no cuenta de que el artículo 145,1 de la ley prescribe que el tra-
es ilógico si se tiene en cuenta la situación de sobrecarga que tamiento médico comprende «la atención de enfermería y la
crean en el personal psiquiátrico las demandas de aquellos in- asistencia», es legalmente permisible retener al paciente en el
dividuos aquejados de trastornos mentales menores. Vista la hospital aunque sólo puedan proporcionársele estos servicios.
cuestión a grandes rasgos, parece, pues, que sean los servicios Antes de retener a un enfermo en un hospital para tratar-
penitenciarios los más idóneos para hacerse cargo de un psi- lo, debe concurrir otro requisito, y es que el ingreso en el cen-
cópata peligroso, aunque se requiera para ello que la persona tro sea necesario «para la salud y seguridad del paciente y para
así catalogada haya cometido un delito que sea competencia la protección de terceros». Existen por lo tanto dos justifica-
de los tribunales penales. El psicópata que no ha incurrido en ciones de distinto orden: la primera es de inspiración pater-
delito, o que habiéndolo cometido ha sido dado de alta en el nalista, y la segunda supedita el objetivo terapéutico al de la
hospital, plantea un arduo problema a los servicios de salud protección social. El primero de los motivos aducidos para el
mental, puesto que si se estima que el trastorno no tiene cura, internamiento hospitalario —el de la salud y seguridad del pa-
es difícil recluir al enfermo en virtud de las leyes sobre salud ciente- goza de amplio consenso a la hora de justificar el ejer-
mental cuando la legislación en esta materia, como es el caso cicio de facultades coercitivas, a pesar del argumento de que
de Gran Bretaña, alude al imperativo de que prevalezca el cri- la única razón válida para la obligatoriedad es el daño que el
terio de la posibilidad de tratamiento para proceder al inter- paciente pueda infligirse a sí mismo o a los demás. Determi-
namiento del paciente en un hospital. El individuo con un nar en qué medida este criterio puede impugnarse por infrac-
trastorno psicopático de la personalidad sólo puede ser re- ción de los derechos humanos, depende de cómo se inter-
cluido en un centro psiquiátrico con garantías de seguridad si prete la noción de «salud» y en qué punto pueda considerar-
el término «tratamiento» se interpreta en un sentido lo bas- se que el trastorno mental quebranta de manera suficiente la
tante amplio para incluir la atención y cuidados de enferme- salud del individuo para justificar una acción coercitiva. En la
ría, y si se cuenta con un entorno hospitalario organizado. práctica es el médico quien decide, si bien la interposición de
Baker y Crichton estudian la respuesta de los tribunales in- un recurso de apelación o la demanda de revisión judicial
gleses a este dilema (16). comportan que un juez lego (o un magistrado) proceda al
examen de la resolución médica. Con todo, una cosa está cla-
ra, y es que la identificación de una enfermedad mental que
■ Fundamento de la intervención coactiva concuerde con el concepto psiquiátrico de lo que ha de en-
tenderse por trastorno mental, puede ser razón suficiente para
La legislación británica distingue entre el paciente común administrar tratamiento forzoso, en contra de la voluntad del
y el paciente por disposición reglamentaria. Forman el primer paciente. La ley no estipula con antelación cuál debe ser el ín-
1.6. PRINCIPIOS DE LEGISLACIÓN EN SALUD MENTAL 49

dice de gravedad del trastorno, y no existe ningún requisito tal. En el posterior recurso de apelación ante la Cámara de los
legal de que medie una amenaza seria, o muy seria, para la sa- Lores, el alto tribunal falló que la hospitalización de tales pa-
lud de paciente, de lo cual se infiere que todo trastorno men- cientes no constituía una retención improcedente, pues el tri-
tal que requiera tratamiento hospitalario puede dar pie a un bunal tenía conciencia de la sobrecarga de trabajo que recae-
internamiento obligatorio. Las razones conciernen a la situa- ría sobre los tribunales de justicia si había que proceder en
ción de apremio o estado de necesidad, y la norma confía al cada ocasión a un pronunciamiento judicial con respecto al
profesional de la medicina la interpretación de la imperiosi- internamiento de estos pacientes incapacitados pero sumisos.
dad de las circunstancias. Otros países tienen una legislación Al amparo de lo dispuesto en el artículo 63 de la Ley de
más restrictiva, y se centran en la existencia de un peligro para 1983, cabe administrar tratamiento a los pacientes con enfer-
el individuo afectado o para terceros. medades mentales retenidos con tal fin sin consentimiento
previo. En el párrafo siguiente se exponen las limitaciones
prescritas en cuanto al período de tiempo habilitado para
■ Consentimiento a recibir tratamiento aplicar la terapia, antes de que proceda el dictamen médico
sin más.
Los pacientes adultos que ingresan en el hospital por vo- Como en todos los casos, las leyes sobre salud mental es-
luntad propia o que, también de forma voluntaria, se hallan pecifican limitaciones temporales relativas a la duración del
en tratamiento ambulatorio, sólo pueden ser objeto de tera- plazo para retener a un paciente contra su voluntad. El in-
pia, incluida la de tipo psiquiátrico, si dan su aprobación (la greso de urgencia, tipificado en el artículo 4 de la Ley de
capacidad jurídica es una cuestión compleja, y de ella se ha- 1983, autoriza la retención del paciente en el hospital por un
bla en otra parte) (17, 18). Sin el consentimiento, sólo cabe plazo máximo de 72 h, pero sin otorgar facultades para im-
administrar tratamiento: a) en situaciones de urgencia; b) poner el tratamiento obligatorio. Sin embargo, una vez que el
cuando el paciente, por causa de su enfermedad, no tenga ca- enfermo ingresa en el centro, es posible alargar el período de
pacidad jurídica para consentir, y previamente no haya obje- internamiento. Para el ingreso de urgencia sólo se requiere el
tado la aplicación de tratamiento en tales circunstancias, y c) dictamen médico, pero se estima conveniente que el faculta-
cuando la ley autoriza el ingreso para recibir tratamiento no tivo que lo emite conozca al paciente desde antes de iniciar
consentido. los trámites en cuestión. El ingreso de larga duración se con-
El principio del llamado estado de necesidad prescribe la templa en el artículo 2 (que autoriza el ingreso para recono-
validez del tratamiento cuando el paciente no está capacitado cimiento por un lapso de 28 días), o en el artículo 3 (que re-
para otorgar su conformidad o formular un rechazo válido, y quiere especificaciones más detalladas para justificar el ingre-
también cuando las circunstancias impiden invocar los dere- so forzado). Un auto o mandamiento judicial sustentado en
chos que le asisten en virtud de la legislación vigente sobre sa- el artículo 3 es válido por espacio de 6 meses, transcurridos
lud mental. Por lo tanto, el médico está legitimado para los cuales cabe una renovación por igual período de tiempo,
adoptar medidas que tranquilicen al paciente necesitado de y después por intervalos de un año.
sedación inmediata, a fin de impedir que se autolesione o
cause daño a los demás. La ley reconoce asimismo al perso-
nal de enfermería la facultad de adoptar dichas medidas cuan-
do sean precisas para controlar los actos del paciente. Sin
■ Limitaciones aplicables a determinadas
embargo, toda iniciativa sustentada en el estado de necesidad formas de tratamiento
ha de comportar el mínimo empleo de la fuerza, y no debe
rebasar el punto en que sean practicables otros recursos, La legislación británica en materia de salud mental impo-
como las medidas coactivas sancionadas por la ley. Un tribu- ne restricciones especiales a la aplicación de ciertos trata-
nal escocés recalcó que no debe recurrirse a los poderes deri- mientos, Así, administrar fármacos psicoactivos después de
vados de una situación de apremio, en sustitución de lo pres- trascurridos 3 meses desde la primera toma (en el marco del
crito en las leyes sobre salud mental, para el tratamiento no período de retención de que se trate), exige el consentimien-
consentido (19). to del enfermo. Debe tratarse de un consentimiento feha-
Algunos pacientes carecen de capacidad (jurídica) para ciente y tiene que quedar probado que el paciente se hace
consentir en el tratamiento hospitalario de un trastorno men- cargo de la índole del tratamiento y de sus efectos. Si el pa-
tal, pero no se resisten a permanecer en el centro ni a some- ciente no da el consentimiento, o si no tiene capacidad (jurí-
terse a una terapia. Tales pacientes pueden ingresar en el hos- dica) para otorgarlo, la autorización debe provenir de una
pital como pacientes comunes, por voluntad propia, y en fuente médica independiente, en la que conste el tratamiento
consecuencia no están sometidos al régimen aplicable a los farmacológico prescrito necesario para paliar la dolencia o
enfermos retenidos por la fuerza. Esto quiere decir que tam- prevenir un deterioro del estado mental del paciente. El es-
poco tendrán derecho a algunas medidas de protección entre pecialista que emite el informe tiene la obligación previa de
las habilitadas para los enfermos recluidos. La legalidad de consultar con otras dos personas que por su cualificación ha-
esta práctica fue impugnada en el caso R. v. Bournewood Com- yan participado en la asistencia al enfermo, entre ellas un
munity and Mental Healt NHS Trust, ex parte L (20), en el que miembro del personal de enfermería, pero no otro médico.
medió un intento de obtener la declaración de ilegalidad por La finalidad de este requisito legal es evidente a la vista de las
el tratamiento hospitalario de un paciente con trastorno men- circunstancias: la ley estima que la decisión de aplicar una te-
50 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

rapia farmacológica prolongada contra la voluntad del pa- gislación en materia de salud mental no autoriza esta fórmu-
ciente no puede ser competencia exclusiva de los que admi- la. Así, entre los poderes que concede la Ley de 1983, no se
nistran el tratamiento al enfermo. contempla el de administrar tratamiento coactivo a los pa-
La terapia electroconvulsiva está sujeta a las misma res- cientes que no se hallan hospitalizados, y tiempo atrás, esta
tricciones. Puede aplicarse con el consentimiento del pacien- carencia propició tentativas de soslayar las restricciones lega-
te, pero si éste no consiente, o es incapaz para ello, se preci- les mediante la concesión de permisos condicionales para au-
sa un dictamen médico del tipo antes mencionado. sentarse del centro, en el bienentendido de que si el paciente
Cuando se trata de aplicar terapias de resultado proble- se negaba a recibir tratamiento externo, se le cancelaría el per-
mático, irreversible o controvertido, los obstáculo legales son miso en cuestión. En el caso R. v. Hallstrom, ex parte W (24),
mayores. Es el caso concreto de la psicocirugía y determina- el tribunal dictaminó que esta práctica no estaba autorizada
dos implantes hormonales concebidos para activar la libido por la ley, y en consecuencia quedaba prohibido recurrir a
del varón. La psicocirugía, que conlleva la destrucción selec- ella. Una posible solución a la cuestión planteada es la apli-
tiva de tejido cerebral, tiene una reputación particularmente cación de tratamiento en el seno de la comunidad, que exigi-
polémica, atribuible en buena parte a los resultados obteni- ría al paciente aceptar la administración del tratamiento en su
dos con el empleo desmedido e inadecuado de esta técnica domicilio, el hospital o la clínica, o cualquier otro lugar idó-
en otros tiempos, cuando los derechos del paciente psiquiá- neo. Estos mandamientos judiciales cuentan con autorización
trico no estaban tutelados (21). La inespecificidad de las téc- legal en muchas jurisdicciones de Estados Unidos (25), Aus-
nicas quirúrgicas iniciales fue sustituida con el tiempo por tralia y Nueva Zelanda (26).
técnicas más avanzadas, y aunque en la actualidad hay pocos Las razones a favor de la ampliación de la supervisión psi-
centros que las practiquen para tratar enfermedades graves o quiátrica en el propio domicilio se han visto reforzadas por
muy incapacitantes, lo cierto es que tienen sus defensores (22). graves incidentes que han afectado a pacientes con el alta
En el Reino Unido, el régimen estatutario que se aplica a hospitalaria, algunos de los cuales acabaron con la muerte del
la psicocirugía es extremadamente limitante. La Ley de 1983 paciente o con agresiones mortales a otras personas, atrajeron
requiere que un médico autónomo confirme que el paciente considerable atención y desencadenaron un alud de llamadas
comprende la terapéutica propuesta y sus efectos, y que ha de personas que exigían una más estrecha vigilancia de estos
otorgado consentimiento. La ley también exige que el médi- pacientes. Pero la oposición al régimen de órdenes prescripti-
co en cuestión certifique que el tratamiento se justifica como vas de tratamiento a domicilio, ha seguido manteniéndose
medio de prevenir un deterioro del estado mental o de pro- bajo el prisma de las libertades cívicas. Los detractores del tra-
piciar la mejoría del paciente. De lo dicho se desprende que tamiento comunitario a domicilio las consideran una prolon-
si éste no puede dar consentimiento pleno, la psicocirugía es gación sin garantías del poder psiquiátrico, que se sustrae al
impracticable, con lo que en la práctica se deniega su empleo marco consensuado y sobremanera fiscalizado del tratamien-
en pacientes que, teóricamente, serían candidatos válidos para to obligatorio en el hospital. Es innegable que, desde la pers-
someterse a ella. pectiva de la Convención Europea de los Derechos Huma-
Por lo que atañe a los implantes hormonales, la cuestión nos, su legalidad es discutible (27).
se centra en el dilema de si el enfermo está capacitado para La Mental Health (Patients in the Community) Act 1993 su-
dar consentimiento válido en circunstancias en las que tal vez puso una transacción a tenor de la cual la concesión del alta
interviene un factor de coerción. Cuando el paciente está hospitalaria vigilada es asequible a pacientes que, según la
cumpliendo pena de prisión o se enfrenta a una condena por práctica antes en boga, habrían obtenido permiso de ausencia
delito sexual, cabe preguntarse si desea el tratamiento para sí condicional mientras continuasen en tratamiento. La presen-
mismo o, simplemente, considera que es la menos ingrata de te ley autoriza a expedir un certificado de alta vigilada a favor
dos alternativas. De nuevo resurge aquí el tema del paterna- del paciente afectado de un trastorno mental y necesitado de
lismo: ¿es justo excluir el derecho de elección en esas cir- atención posthospitalaria para evitar un riesgo grave que afec-
cunstancias, aunque se trata de una elección no del todo li- te seriamente a su salud o seguridad. Esta supervisión tam-
bre? A raíz de un proceso sobre el tema, en Gran Bretaña bién puede concederse cuando se juzgue que existe peligro
(23), el tribunal falló que la inyección de una hormona aná- para la seguridad de otras personas. La orden o mandamien-
loga, al no estar contemplada en la ley, era en consecuencia to de supervisión se extiende por un lapso de tiempo igual al
una medida terapéutica permisible. El receptor de la inyec- período de retención forzosa del paciente, y puede renovarse
ción, en el caso que nos ocupa, apeló contra la denegación de con arreglo a los mismos trámites que aquélla, siempre que el
esta terapia, que él confiaba le ayudaría a evitar nuevos actos paciente aún esté sujeto a internamiento coactivo.
de pedofilia. Como sucede con la orden tutelar, el mandato de super-
visión requiere del paciente que cumpla varios requisitos,
como vivir en el lugar asignado, seguir cursillos de formación
■ Tratamiento en el seno de la comunidad y acudir en persona a recibir el tratamiento. Con todo, la Ley
de 1993 no otorga la facultad de obligar al individuo a que
El cierre de las salas de atención psiquiátrica en los hos- acepte el tratamiento propuesto. En última instancia, la re-
pitales y el movimiento a favor de la asistencia sanitaria en el tención en el hospital constituiría la sanción por incumpli-
seno de la comunidad aconseja que el tratamiento se admi- miento de las pautas terapéuticas. Sin embargo, cabe en lo
nistre fuera del entorno hospitalario. En algunos países, la le- posible que un supervisor tenga capacidad de influir en el te-
1.6. PRINCIPIOS DE LEGISLACIÓN EN SALUD MENTAL 51

rreno de la tutela de pacientes, y que el incumplimiento de ra nombrados por el secretario de estado. Tiene competencia
las prescripciones médicas se compensara con una más estric- en los asuntos relativos al tratamiento del paciente y en otros
ta vigilancia (28). de connotaciones más amplias, como las medidas de aplica-
ción del tratamiento adoptado, los códigos deontológicos
profesionales y la puesta en práctica general de la Ley de 1983
y otras normas pertinentes. También está capacitada para la
■ Revisión judicial como medio de proteger inspección de hospitales y otros centros que albergan pacien-
los derechos del paciente tes retenidos obligatoriamente; por otra parte sus miembros
pueden comentar con el paciente cuestiones acerca del trata-
La legislación en materia de derechos humanos subraya la miento médico y temas de asistencia social. La Comisión
necesidad de proceder a la revisión judicial del internamien- atiende las quejas y reclamaciones, pero éstas deben canalizar-
to psiquiátrico. El artículo 5.4 de la Convención Europea de se primero a través del procedimiento de quejas del hospital.
Derechos Humanos, por ejemplo, prescribe que todo indivi-
duo privado de libertad a causa de un ingreso forzoso tiene
derecho a que un tribunal revise la legalidad de esta medida
coactiva. Este derecho queda incorporado a la Ley de 1983, y
■ El derecho a litigar de los pacientes
a tal efecto arbitra cauces para apelar ante el Mental Health psiquiátricos
Review Tribunal (en Escocia sería ante un juez titular de pri-
mera instancia o sheriff). Si bien la apelación puede presentar- El hecho que una persona padezca una enfermedad men-
se a instancias del paciente (o pariente más cercano), existe tal no significa que pierda los derechos que por ley le corres-
una revisión «de oficio» para el caso de aquellos pacientes ponden. En otro apartado se comenta el tema de la capacidad
que no formulan solicitud alguna ante los tribunales. Si el en- jurídica del paciente (p. ej., para celebrar contratos u otorgar
fermo no presenta solicitud de revisión judicial durante los 6 testamento). En un párrafo anterior se dio cuenta de que los
primeros meses de internamiento, corresponde tramitarla al derechos del paciente estaban protegidos por medidas de re-
director del centro, del mismo modo que en la mediación de visión judicial y por la imposición de ciertas limitaciones en
una renovación del período de retención, si han transcurrido materia terapéutica. Pues bien, otra vertiente de esos derechos
3 años sin que un tribunal haya procedido a examinar la si- es la facultad de entablar pleitos, que es el instrumento que
tuación del paciente. suele utilizar el ciudadano para proteger sus intereses.
El objeto de una vista oral ante el Mental Health Review El enfermo internado en un psiquiátrico tiene el mismo
Tribunal, es dar al paciente, familiares o representante legal la derecho que cualquier otro paciente para presentar una de-
posibilidad de exponer el caso del enfermo a un órgano au- manda judicial por los daños que haya sufrido en el curso del
tónomo con capacidad para dictaminar sobre la justificación tratamiento aplicado. El paciente que, por ejemplo, sufre da-
de la retención continuada o la sujeción a un régimen de tu- ños o lesiones imputables a la negligencia del hospital o sus
tela o supervisión. Un tribunal de instancia no entra a consi- empleados, puede entablar una acción por daños y perjuicios
derar los tecnicismos jurídicos del ingreso o retención del pa- ante un tribunal civil y sólo tiene que seguir los trámites pro-
ciente, sino que, principalmente, se pregunta si la salud men- cesales de rigor. La obligación general que tiene el hospital o
tal del paciente requiere una atención médica obligatoria, o si centro asimilado de prestar asistencia al paciente se extiende
cabe autorizar su reinserción en la comunidad. Aunque los con frecuencia a los actos autolesivos, incluidos los daños por
tribunales de instancia se distinguen de los tribunales ordina- intento de suicidio al no estar el paciente debidamente vigi-
rios por muchos conceptos, se autoriza la representación le- lado. En tales supuestos, la determinación del grado de asis-
gal, y hoy se estima que las cuestiones de procedimiento tie- tencia requerido por el tribunal depende del contexto en el
nen un carácter cada vez más legalista. De todos modos, a di- que se produjeron los daños o lesiones físicas. Es evidente
ferencia de los tribunales ordinarios, en los que predomina el que no se puede vigilar al paciente de forma ininterrumpida
criterio de la revelación plena de las pruebas que obran en las 24 h del día, tanto por falta de medios como por el im-
poder de las partes, a veces los responsables de un hospital perativo de asistir a otros pacientes; pero los centros hospita-
ocultan al paciente cuestiones que a su parecer podrían aca- larios están obligados a proveer un entorno razonablemente
rrearle malestar o redundar en un empeoramiento de su esta- seguro a todos los enfermos que corren el riesgo de autole-
do. Por el contrario, sí debe facilitarse esta información al re- sionarse.
presentante (legal) del enfermo. No cabe iniciar acción judicial alguna y alegar privación
Un instrumento importante de protección del enfermo de libertad, siempre que la retención o internamiento forzosos
mental es el de los órganos independientes, dotados de am- se atengan a lo dispuesto en las leyes, pese a lo cual se reco-
plios poderes de supervisión sobre todos los asuntos que afec- noce al paciente el derecho a solicitar compensación por da-
tan al bienestar social de este grupo vulnerable de personas. ños y perjuicios en relación con situaciones ajenas al marco de
En Gran Bretaña, dicha función recae en la Mental Health la retención, como sería el uso improcedente de la fuerza. Es
Act Commission (para Inglaterra y Gales) y en la Mental decir que si un miembro del personal de enfermería amenaza
Welfare Commision (para Escocia). La primera de ellas, que o violenta sin motivo a un paciente puede ser objeto de una
es un organismo autónomo creado al amparo de la Ley de acción legal. Sin embargo, el derecho del paciente a recurrir a
1983, la integran jueces legos (magistrados) y jueces de carre- los tribunales tiene importantes limitaciones. De ellas se ocu-
52 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

pa la sección 139 de la Ley de 1983, la cual prescribe que no ponsabilidad civil a los hospitales por daños causados por pa-
cabe exigir responsabilidad civil por la actuación de alguien en cientes dados de alta prematuramente podría surtir el efecto
el desempeño de sus deberes reseñados en la norma, siempre contrario y propiciar un período de internamiento más largo
que el hecho en cuestión no sea producto de mala fe ni se de lo necesario, circunstancia que supondría un claro menos-
haya llevado a cabo sin razonable cautela. De lo dicho se de- cabo del derecho a la libertad de muchos pacientes.
duce que todo miembro del colectivo médico o de enfermería
que se exceda en el ejercicio de sus atribuciones no será teni-
do por responsable a menos que obre con alevosía o incurra Bibliografía
en agravio malicioso. Además, el paciente no puede instar ac-
ción judicial alguna sin la previa autorización de un magistra- 1. Hoggett, B. (1996). Mental heath law (4th edn). Sweet and Maxwell,
do del Tribunal Superior de Justicia (High Court); se trata de London.
2. Bean, P. (1986). Mental disorder and legal control. Cambridge University
un requisito de gran trascendencia, ya que aminora el riesgo Press.
de que se tramiten procesos, en beneficio de la labor del per- 3. Roth, M. and Bluglass, P. (1986). Psychiatry, human rights and the law.
sonal hospitalario y asistencial de los servicios psiquiátricos Cambridge University Press.
4. United Nations (1991). General Assembly, Res. 46/119.
que, de otro modo, tendrían que cargar con la amenaza cons-
5. Kennedy, I. and Grubb, A. (ed.) (1998) Principles of medical law, pp.
tante de entrar en terreno litigioso. 109–279. Oxford University Press.
Los pacientes psiquiátricos tienen el mismo derecho a la 6. Malette v. Shuman (1988), 47 Dominion Law Reports (4th) 18.
confidencialidad que el resto de enfermos. Por la propia ín- 7. Re T (Adult: Refusal of Treatment) [1993], Law Reports Family Division
95.
dole del trastorno psiquiátrico, es más que probable que es- 8. Airedale NHS Trust v. Bland [1993], Appeal Cases 789.
tos pacientes supongan una mayor amenaza para terceros que 9. St George’s Healthcare NHS Trust v. S [1998], 3 All England Law
el paciente común, por lo que en la práctica psiquiátrica se Reports 673.
justifica a veces la violación del secreto profesional y las con- 10. Winnipeg Child and Family Services (Northwest Area) v. GFG (1997),
Dominion Law Reports (4th) 193.
fidencias ajenas en aras del interés público. Sin embargo, tan- 11. Tameside and Glossop Acute Services NHS Trust v. CH (a patient) [1996],
to el médico como el personal de enfermería, deben tener 1 Family Law Reports 762.
muy presente que en esta materia no pueden obrar a la lige- 12. Re C (Adult: Refusal of Medical Treatment) [1994], 1 All England Law
ra, y que vulnerar la garantía de confidencialidad presupone Reports 819.
13. Re F [1990], 2 Appeal Cases 1.
la existencia de buenas razones para ello, y el compromiso de 14. B v. Croydon Health Authority [1995], 1 All England Law Reports 683.
facilitar la información estrictamente necesaria. El precedente 15. Riverside Mental Health Trust v. Fox [1994], 1 Family Law Reports 614.
judicial de mayor relieve en la jurisprudencia inglesa se refie- 16. Baker, E. and Crichton, J. (1995). Ex parte A: psychopathy,
re al caso de un psiquiatra al que el abogado-procurador de treatability and the law. Journal of Forensic Psychiatry, 6, 101–19.
17. Gunn, M. (1994). The meaning of incapacity. Medical Law Review, 2,
un paciente ingresado contra su voluntad le encargó un in- 8–29.
forme sobre el estado de salud del enfermo. El psiquiatra hizo 18. Brabbins, C., Butler, J., and Bentall, R. (1996). Consent to
lo que se le pedía, pero proporcionó el informe al Ministerio neuroleptic medication for schizophrenia: clinical, legal and ethical
del Interior (Home Office), convencido de que era un paso issues. British Journal of Psychiatry, 168, 540–4.
19. Black v. Forsey 1988, Scots Law Times 572.
necesario para garantizar que el paciente no fuera dado de 20. R. v. Bournewood Community and Mental Health NHS Trust, ex parte L
alta antes de tiempo. Aunque al final el tribunal justificó la [1998], 3 Weekly Law Reports 107 (House of Lords).
quiebra de la confidencialidad, no deja de ser significativo 21. Valenstein, E. (ed.) (1980).The psychosurgery debate: legal and ethical
que no rechazara la argumentación de la otra parte en contra perspectives. W.H. Freeman, San Francisco, CA.
22. Sachdev, P. and Sachdev, J. (1997). Sixty years of psychosurgery: its
de esa violación de la confidencialidad. present status and future. Australian and New Zealand Journal of
Los tribunales británicos no se han pronunciado sobre la Psychiatry, 31, 457–64.
cuestión de si un psiquiatra puede ser responsable ante terce- 23. R. v. Mental Health Act Commission, ex parte X (1988), 9 Butterworths
ros del daño que haya causado un paciente suyo. No existe Medico-Legal Reports 77.
24. R. v. Hallstrom, ex parte W [1986], 2 All England Law Reports 306.
obligación alguna de prever el peligro que supone determina- 25. Torrey, E.F. and Kaplan, R.J. (1995). A national survey of the use of
do paciente, por más que los tribunales estadounidenses rei- outpatient commitment. Psychiatric Services, 19, 778–84.
teren que sí existe tal obligación, como se evidencia muy en 26. McIvor, R. (1997). The community treatment order: clinical and
especial en el polémico caso californiano de Tarasoff v. The ethical issues. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry, 32,
223–8.
Regents of the University of California (30). En la causa citada, se 27. Winterwerp v. The Netherlands [1997], 2 European Human Rights
dictaminó que un psiquiatra tenía el deber de informar a una Reports 387.
joven del peligro que su paciente representaba para ella. Estas 28. Eastman, N. (1997). The Mental Health (Patients in the Community)
Act 1995: a clinical analysis. British Journal of Psychiatry, 170, 492.
resoluciones judiciales tienen repercusiones a la hora de valo-
29. W. v. Egdell [1990], 1 All England Law Reports 835.
rar el criterio clínico aplicable a la situación, como lo tienen 30. Tarasoff v. The Regents of the University of California, 551 P 2d 334
en la concesión del alta hospitalaria. La imposición de res- (1976).
Formación de los psiquiatras
1.7 Paul R. McHugh y Phillip R. Slavney

La mayoría de los buenos profesores de psiquiatría utili- tancias propias de cada centro y el entorno físico de trabajo,
zan dos cualidades en beneficio de sus alumnos. La primera las diferencias no tienen la trascendencia que marcan la cali-
es una clara comprensión de la disciplina: conceptos, funda- ficación y la entrega de profesores y alumnos. Por más que
mento de la información y metodología; la segunda es la asi- una formación cabal requiera pasar algún tiempo —de 2 a 3
milación de las técnicas discursivas a través de las cuales se años— viendo a una diversidad de pacientes, existen centros
imparten los conocimientos. En este capítulo se lleva a cabo con escasos entornos clínicos que arrojan un excelente balan-
una revisión de estos temas porque se cree que la falta de un ce en el plano pedagógico, y otros dotados de un entorno
esquema conceptual —qué enseñar— y la indiferencia hacia los complejo que logran pobres resultados. Lo que de verdad
métodos pedagógicos —cómo enseñar— mediatizan la ense- cuenta son las personas, no la variedad de ambientes.
ñanza de la psiquiatría. A modo de conclusión, y para ilustrar
de qué forma se ponen en práctica los principios postulados,
se describen la estructura, fines y elementos específicos del Plan de formación (curriculum)
programa para residentes de la Johns Hopkins University
School of Medicine. La misma conclusión vale para los planes de enseñanza.
Un programa de estudios articulado facilita una secuencia de
experiencias clínicas escalonadas que comportan la asunción
■ Cuestiones de forma gradual de responsabilidades tuteladas. Estas situaciones clíni-
cas deben combinarse con labores didácticas que esclarezcan
Antes de pasar al estudio de los temas básicos que inte- principios básicos. A decir verdad, las juntas de titulación y los
gran la enseñanza de la psiquiatría, es necesario detenerse comités de estudio del período de formación de residente so-
primero en algunos aspectos siempre vigentes, aunque menos licitan estos planes. Nadie discute el valor de esta fiscalización,
esenciales, relacionados con el entorno clínico, el plan de for- por cuanto garantiza al alumno y al ciudadano en general pro-
mación y la «orientación» en el ámbito de la enseñanza psi- gramas de residencia que son razonablemente comparables. El
quiátrica. Si aquí se propone explicar con cierto detalle nues- error estriba en confundir el cumplimiento de una reglamen-
tro propio programa de formación, estamos convencidos de tación con lo que se entiende por enseñanza. La esencia de
que la pura confluencia de profesores y alumnos para asistir una formación de calidad no depende de un programa con-
en común a los pacientes de forma organizada, se traduce sensuado ni de la magnitud del entorno de trabajo; la ense-
siempre en una formación psiquiátrica de calidad superior. ñanza cualificada puede darse cuando un profesorado entre-
Los programas pueden configurarse en torno a ideas y crite- gado a su tarea y un conjunto de estudiantes celosos de su la-
rios derivados de cualquier tipo de tendencia, siempre que bor confluyen en el ejercicio diario de la psiquiatría.
ésta goce de aceptación, se debata con franqueza entre alum-
nos y docentes, y se demuestre que redunda en el progreso de
los objetivos de aprendizaje. El contexto clínico, el plan de Escuelas de pensamiento (orientación general)
estudios y la orientación son los ingredientes, no la esencia,
de cualquier programa de formación. Por último, debido a la influencia que ejercen en la psi-
quiatría teorías o doctrinas de distinta orientación, como la
psicodinámica, la escuela biológica, el conductismo, etc., cabe
Entorno clínico preguntarse cómo conseguir que los programas educativos
rindan justicia a todas ellas. Aunque la lectura tutelada de tex-
La diversidad de marcos de experiencia clínica durante el tos clásicos y de trabajos de investigación actuales puede con-
período de aprendizaje realza el valor de un plan de forma- tribuir en gran manera a ensanchar conocimientos, se cree que
ción. El tiempo empleado en los servicios de pacientes hos- la exposición de puntos de vista antagónicos resulta más efec-
pitalizados y en régimen ambulatorio, pasando consulta en tiva si se trabaja sobre ejemplos de casos concretos, ya que las
un hospital general, y en un servicio de pediatría, conduce a teorías explicativas y las consecuencias terapéuticas pueden co-
una mayor competencia clínica. Aunque cambien las circuns- tejarse sin que el estudiante tenga que adherirse resueltamente
53
54 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

a ninguna de ellas. Una vez más, se constata que es posible lo- ha de buscar la explicación en su correlación con el estado ce-
grar una enseñanza de calidad y un contraste de opiniones rebral o concebirlos como reacciones expresivas frente a con-
siempre que existan buenos profesores que reconozcan al pa- tingencias vitales. De la correlación y la interpretación pue-
ciente en presencia del alumno, y que comenten con deteni- den surgir teorías «de salón», origen de especulaciones y usos
miento las observaciones y posibles interpretaciones. extravagantes o inmoderados. Estas rémoras emergen de vez
en cuando en la psiquiatría, se enquistan en algún programa
de formación y, al final, tal como se ha visto, son difíciles de
Discurso coherente eliminar.
Antes de conceptuar los trastornos físicos como muestras
Aun cuando el entorno clínico, el plan de estudios y el de vida en condiciones precarias, los internistas y cirujanos
sesgo orientativo son parte integrante de todo proceso de for- también tuvieron que lidiar con teorías sesgadas o falsas.
mación, el factor primordial es la interconexión lógica. El jui- Aprendieron a sortear el obstáculo sometiendo su disciplina
cio discursivo —conversaciones, observaciones, conferencias y al cribado de un discurso e investigación científicamente sol-
seminarios— debe estar bien ensamblado y sometido a disci- ventes, derivados en parte de la investigación de estructuras y
plina mental. Lo que se afirma hoy no puede refutarse maña- funciones orgánicas en el laboratorio. Como el psiquiatra no
na sin que medie una explicación u otra. Los miembros del es- suele disponer de ese instrumento que es el laboratorio para
tamento profesoral deben atenerse a las mismas pautas de ob- confirmar o desechar una opinión, debe pugnar con la pro-
servación e interpretación, de forma que cuando el alumno pensión a diluir las diferencias entre salud y trastorno. En
pase de un docente a otro encuentre planteamientos afines y consecuencia, le corresponde esforzarse en hallar una fórmu-
razonamientos similares a partir de lo observado. Palabras y la de acceso a la realidad que esté bien estructurada y sea con-
conceptos deben tener un significado homogéneo y límites in- sistente en su metodología, un instrumento que propicie los
teligibles. No todo se reduce a tener que definir palabras como avances y suprima los errores. La formación del psiquiatra
«delirio» y «alucinación»; la coherencia debe extenderse al dis- debe sustentarse precisamente en este enfoque, lo que obliga
curso lógico, al estudio crítico y a la argumentación. al profesorado a incorporarlo y debatirlo en el curso de la
En especial, hay que respetar las diferencias entre una ob- asistencia al paciente y en las labores de investigación.
servación y una interpretación, entre causa y efecto, entre sín- Los psiquiatras han tratado siempre de dar congruencia al
toma y síndrome, e incorporarlas al diálogo pedagógico. Es la carácter amorfo de su disciplina. Por lo que respecta a Esta-
única forma de que los profesores fomenten en el alumnado la dos Unidos, en las dos últimas décadas se ha intentado seria-
capacidad de seguir un razonamiento y defender una opinión. mente conferir fiabilidad, ya que no validez, al diagnóstico
psiquiátrico. Ese empeño culminó en la tercera y sucesivas
ediciones del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disor-
■ Estructura conceptual ders (DSM-III, DSM-III-R y DSM-IV), publicado bajo los aus-
picios de la American Psychiatric Association (1). Aunque
La esencia de la enseñanza que se imparte en la Johns esos manuales nosográficos establecen una nomenclatura co-
Hopkins es el esquema conceptual, la información y la apli- mún y una técnica mecanizada de diagnóstico en aras de la
cación práctica, por este mismo orden. Por encima de todo, investigación empírica, son meros catálogos, al igual que sus
la estructura, porque se estima que la incomprensión del nexo predecesores. No ofrecen una estructura explicativa de la psi-
entre observación y explicación, coarta en buena medida la quiatría arraigada en alguna concepción de la naturaleza bási-
lógica general de la psiquiatría, incluida la enseñanza de la ca de los trastornos que reseña. Es cierto que los autores del
misma. A decir verdad, en la Johns Hopkins se llegó a la con- DSM-IV rechazan expresamente cualquier noción explicativa
clusión de que si se quería mejorar la cualificación docente y, de su método de clasificación, y se decantan por «un enfoque
para el caso, los servicios clínicos y de investigación de la uni- descriptivo que intente ser neutral con respecto a los princi-
versidad, había que hacer explícita la estructura conceptual de pios de etiología» (DSM-IV, pág. xviii).
la psiquiatría implícita en la disciplina. Cuando se publicó el DSM-III en 1980, George Engel (2)
A finales del siglo XX, las técnicas de médicos y cirujanos esbozó un planteamiento teórico integrador (el concepto
evolucionaron al constatar que los trastornos y tratamientos «biopsicosocial») para explicar los trastornos psiquiátricos
de sus pacientes tenían una base más consistente en los avan- enumerados en aquel catálogo. Pero la noción biopsicosocial
ces de la biología y las respuestas biológicas ante los daños e es de tan vasto alcance y tan poco pormenorizada, y ofrece
incidencias físicas. La enfermedad pasó a contemplarse no tan pocos detalles en relación con los trastornos mentales
tanto como señal o presagio deshumanizante de mortalidad, concretos, que ha resultado ser estéril como factor de estimu-
sino como factor de vida en situaciones alteradas. lación. No procura fundamento alguno a la enseñanza, en el
Los psiquiatras no pueden supeditarse a una traducción sentido de que si bien precisa los elementos para la explica-
directa de la información procedente de mecanismos cerebra- ción de los trastornos mentales, no ofrece recetas concretas
les a explicaciones de los trastornos de la vida psíquica. El que validen o expliciten los trastornos reseñados en el DSM.
vínculo entre cerebro y mente es la relación peor comprendi- La psiquiatría estadounidense está de acuerdo en emplear la
da de las ciencias naturales. El psiquiatra, adepto de una dis- terminología sugerida, pero no ha podido consensuar una es-
ciplina «deductiva» (del planteamiento general al juicio parti- tructura conceptual de la cual deducir opiniones, métodos y
cular), identifica signos y síntomas de trastorno mental, pero propuestas docentes.
1.7. FORMACIÓN DE LOS PSIQUIATRAS 55

Perspectivas de la psiquiatría un paciente tras otro y están configurados, para mayor con-
veniencia, como entidades mórbidas o como síndromes cons-
A fin de abordar la cuestión del diagnóstico y la explica- titutivos de una afección clínica. Esta identificación impulsa
ción justificativa, en la Johns Hopkins se organiza la docen- a continuación la búsqueda de una anomalía cerebral o cor-
cia en torno a cuatro métodos de razonamiento o «perspecti- poral que fundamente dicho trastorno categórico, con parti-
vas» acerca de los trastornos psiquiátricos (3, 4). Este plantea- cular hincapié en la prueba etiológica que justifique esta irre-
miento presupone una concepción de la afección psiquiátrica gularidad física: genes, traumas, infecciones, deficiencias ali-
cuya índole básica se asienta en diferencias de vital impor- mentarias, entre otros.
tancia para el tratamiento, la prevención y la investigación. Desde la óptica psiquiátrica, el cerebro es el principal
Este punto de vista procede en parte del enfoque psiquiátrico órgano en que las lesiones originan trastornos mentales, y
de Karl Jaspers en General Psychopathology, un texto ya clásico en buena lógica cabe esperar encontrar trastornos mentales
en la materia (5). que coarten cualquiera de las funciones mentales vincula-
Se enseña al alumnado que existen cuatro clases de tras- das al cerebro. En el delirio, la función menoscabada es la
tornos mentales y que la interpretación de cada uno de ellos conciencia misma de los procesos mentales; en la demen-
—en especial, la exigencia de diferentes métodos explicativos cia, la cognición; en el síndrome de Korsakoff, la memoria;
con repercusiones terapéuticas también distintas— configura en la afasia, el lenguaje; en la depresión mayor, el control
un esquema conceptual integrador de la psiquiatría. Cual- de la afectividad, y en la esquizofrenia alguna faceta del
quier paciente puede sufrir al mismo tiempo trastornos de ámbito del comportamiento. El análisis de la enfermedad
distintas tipologías, aun cuando cada uno de los trastornos facilita el estudio y la atención clínica de estos trastornos
tiene causas, mecanismos y fórmulas terapéuticas idóneas di- mentales con miras a la mitigación o cura de los mismos.
ferenciadas. Así, por ejemplo, puede darse el caso de que un El estudio riguroso de estos trastornos mentales, que para
paciente con un trastorno afectivo bipolar incurra en un mayor conveniencia se analizarán desde el punto de vista
comportamiento anómalo, como el síndrome de dependen- de la enfermedad, mejora nuestro conocimiento de las fuer-
cia del alcohol, y se sienta afectado anímicamente por la in- zas de la naturaleza capaces de dañar el cerebro, y también
cidencia de ambos trastornos en su vida. Estas distintas face- pone de relieve —a través de estos «experimentos de la na-
tas de la idiosincrasia clínica requieren diferentes terapias co- turaleza»— cómo está organizado el cerebro para generar
ordinadas dentro de un plan general de tratamiento. una vida anímica normal.
Se denomina «perspectivas» a estos métodos de exposi-
ción y discurso para recalcar, en una especie de metáfora vi-
sual, de qué manera cada uno de ellos es susceptible de es-
Perspectiva dimensional
clarecer algunas manifestaciones del trastorno psiquiátrico y Es de sobra conocido que en medicina no todos los tras-
oscurecer otras. Las cuatro ópticas en cuestión son: la pers- tornos pueden concebirse como enfermedades, pues cabe
pectiva de la enfermedad, la perspectiva dimensional, la considerar que algunos de ellos son una muestra de la varia-
perspectiva del comportamiento y la perspectiva de la cró- bilidad del organismo humano. Un ejemplo clásico es la hi-
nica vital. Todas ellas dan pie a distintas definiciones psico- pertensión, que confronta al individuo con la perspectiva de
patológicas y, por tanto, de lo que es normal o no en el ám- un riesgo futuro sólo porque la tensión arterial rebasa los va-
bito anímico. lores medios. De la misma forma, en psiquiatría se emplea
una óptica dimensional para asimilar el hecho de que algunos
pacientes están expuestos al trastorno mental porque se ha-
Perspectiva de la enfermedad
llan en un extremo de la curva (estadística) de variabilidad
En medicina, el término enfermedad es un vocablo humana (la llamada «curva del vientre», por el perfil de las
muy arraigado y tiene, como concepto, un largo historial gráficas) referida a la capacidad cognitiva (el individuo sub-
evolutivo. Se sostiene que los psiquiatras emplean la pers- normal) o a la reacción afectiva (las personas emocionalmen-
pectiva de la enfermedad en un sentido médico convencio- te inestables). Desde el ángulo psicológico, la diferencia entre
nal, que empieza por clasificar a los pacientes en grupos se- estas personas y el individuo normal es una simple cuestión
gún los síntomas, signos y progresión médica, y diferenciar de grado, y el tratamiento estudia el medio de fortalecerlas y
así a los pacientes con demencia, esquizofrenia y trastorno encauzarlas de forma que, en el futuro, aprendan a desenvol-
bipolar, y también a los individuos que no padecen afec- verse con mayor soltura. Las categorías del Eje II en el DSM-
ción alguna. La confirmación definitiva de cualquier cate- IV (personalidad narcisista, histriónica y antisocial, etc.) no
goría clínica es la evidencia de una anomalía estructural o transmiten esa idea de que el individuo al que se considera
funcional de una parte del cuerpo que condiciona el fenó- afectado de un trastorno mental no es más que una muestra
meno clínico. El objetivo último del tratamiento es corre- de desviación extrema de los niveles afectivo y cognitivo del
gir esta anomalía, sea mediante la cura o la mitigación de la ser humano. La óptica o perspectiva dimensional sostiene
dolencia. que muchas reacciones emocionales inquietantes son fruto de
En medicina y psiquiatría la lógica de la enfermedad si- la interacción entre el potencial psicológico de una persona
gue un curso uniforme. El proceso empieza, como es natural, (cognitivo o afectivo) y las circunstancias de la vida sobrema-
con la detección de síntomas de malestar o trastorno, segui- nera agresivas. Los programas terapéuticos no buscan la cura-
dos de la constatación de que algunos síntomas concurren en ción —como si estas respuestas emocionales fueran síntoma
56 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

de una enfermedad—, sino que pretenden el fortalecimiento y des emocionales, superarán la angustia que padecen. La tera-
la orientación de los individuos cuya indefensión frente a di- péutica que conlleva esta perspectiva consiste en aliviar al pa-
chas respuestas procede de su desviación de las facultades ciente en el curso natural de la recuperación y ayudarle a rein-
cognitivas y temperamento afectivo. El fin del tratamiento es terpretar sus propias circunstancias, de modo que le imbuyan
ayudar al paciente a confrontar aquellas dificultades vitales mayor optimismo y una mayor sensación de autodominio, y
que zahieren su particular vulnerabilidad. ayudándoles a evitar futuros tropiezos.

Perspectiva del comportamiento Resumen


Los psiquiatras trabajan para asistir a un nutrido y hete-
rogéneo grupo de personas que padecen no por lo que «tie- Se parte del supuesto que la enseñanza de la psiquiatría
nen», como si de una enfermedad se tratase, sino más bien utiliza datos e información de una o varias de las perspectivas
por lo que «hacen». Para ellas, el comportamiento descontro- enumeradas. Cada método de análisis subraya una serie dis-
lado —drogadicción, anorexia nerviosa, alcoholismo— se ha tinta de teorías y observaciones, y cualquier profesor de
convertido en una forma de vida y ello les induce a solicitar psquiatría que se precie debe ser capaz de individualizarlas y
ayuda psiquiátrica. Se emplea la perspectiva del comporta- explicarlas. Con el esbozo de estas perspectivas se pretende
miento para identificar a este tipo de pacientes y adscribir su aportar cohesión estructural y conceptual a la enseñanza de la
problema a los fines inusuales y destructores que persiguen. psiquiatría y esclarecer cuestiones que a menudo se exponen
Algunos de estos individuos padecen pulsiones fisiológicas de manera difusa o se dejan implícitas. Estos métodos de in-
anómalas que engendran un anhelo o ansia desmedidos, terpretación cimentan las ideas sobre temas de la especialidad
como es el caso de la drogadicción. Otros padecen trastornos y fomentan la colaboración con disciplinas que van desde la
achacables a condiciones sociales que generan reacciones des- genética molecular a la antropología.
tructivas, como el suicidio o la histeria. Los psiquiatras se va-
len de instrumentos cognitivos, conductuales y farmacológi-
cos para neutralizar estos comportamientos, pero como en el ■ Métodos de formación
quehacer humano hay siempre un componente de elección,
el psiquiatra intenta reconducir una forma de vida: cambio, El primer requisito que debe cumplir un docente es com-
más que curación. En este terreno, la ayuda depende de la prender el entramado conceptual de la psiquiatría, pero tam-
persuasión, y ésta mejora cuando comporta una terapia de bién se precisa estar cualificado en diversas técnicas de ense-
grupo. Los psiquiatras que se ocupan de estos pacientes de- ñanza. La formación es una labor discursiva, y con un alum-
ben estar preparados para afrontar un curso evolutivo que a nado idóneo —licenciados bien preparados en el plano médi-
menudo está jalonado de remisiones parciales y recurrencias. co y resueltamente interesados en el tema—, la tarea docente
La perspectiva conductual es, posiblemente, la más difícil de gana en eficacia mediante diversos métodos, cada uno de los
comprender y trasladar a la práctica. cuales tiene sus propios objetivos, fines y exigencias básicas.
Los tres métodos concretos de transmisión del conocimiento
del profesor al alumno son la lección magistral, la tutoría y la
Perspectiva de la historia vital
interpelación oral. En la Johns Hopkins esta idea se basa en
La alteración del estado mental puede ser el resultado nat- la obra de Gilbert Highet, The Art of Teaching (6), aunque con
ural y comprensible de una experiencia traumática en la que los cambios necesarios para adaptarlos a los entornos clínicos
la realidad de la vida tuerce las esperanzas y proyectos de una donde discurre la formación de psiquiatras. A continuación,
persona; de ahí la razón de ser de la óptica enunciada. La se exponen estos métodos tal y como se entienden en la prác-
aflicción y la congoja son una respuesta emocional generali- tica.
zada frente a la pérdida, la ira o el miedo que suele produ-
cirse tras un acontecimiento traumático, que sumada a una
sensación desalentadora de pérdida de las oportunidades Lección magistral
puede provocar desánimo y abatimiento de cara al futuro en
cualquier individuo. El relato, o mejor, la formación crono- La lección o clase —que en un medio clínico se denomi-
lógica del ambiente, secuencia y resultado, puede hacer que naría clase práctica— viene a ser en esencia un discurso fluido
tanto el paciente como el psiquiatra comprendan la evolu- y articulado del profesor al alumno. Puede estructurarse en
ción de estos estados emocionales. El relato es, por cierto, el torno a la presentación clínica de un paciente, como en las
modo más natural de racionalizar muchos contratiempos de sesiones clínicas (disertaciones médicas magistrales a cargo de
la existencia, y muestra el tipo de realidades que plasman las un especialista, a veces junto al lecho del enfermo), en el cur-
narraciones de cualquier género. En el caso de los pacientes, so de las cuales se resaltan los aspectos médicos deducidos del
un relato válido tiene un poder excepcional para suscitar es- examen del paciente, para pasar luego al estudio de lo que re-
peranza. Pueden entender con facilidad que si el malestar que presenta la sintomatología a efectos de diagnóstico y trata-
experimentan es precisamente lo que dejaría entrever la na- miento. Otras lecciones facilitan información selectiva, entre-
rración de sus propias circunstancias, si comprenden mejor sacada de libros y revistas, para hacerla más accesible al estu-
como administrar su vida y evitar en el futuro estas dificulta- diante y, a la vez, más comprensible.
1.7. FORMACIÓN DE LOS PSIQUIATRAS 57

Una lección o clase como la que se ha comentado no es Las tutorías son el foro idóneo para el examen de los de-
una charla que el alumno pueda interrumpir de buenas a pri- talles más sutiles y las diferencias de apreciación en el marco
meras, sino una difusión de ideas a cargo de alguien que las de los temas de formación y tratamiento psiquiátricos. Mu-
ha meditado a fondo y que precisa exponerlas sin solución de chas veces, bien se trate de una cuestión ejemplificada por un
continuidad en beneficio de la claridad conceptual. Una vez paciente o de un trabajo de investigación, genera la sensación
finalizada la explicación, siguen el comentario y el debate. de estudio acabado y concienzudo, y a la postre refuerza la
«La esencia de este tipo de enseñanza tiene por objeto (susci- confianza del alumno en la temática objeto de estudio.
tar) un flujo constante de información que va del profesor a
los alumnos» (6). Una lección es realmente la formulación
personal de una sucesión de hechos y opiniones, y como la Interpelación oral
explicación no puede ser enciclopédica, debe constituir una
presentación más bien corta, pero concebida como un bloque Es el tercer método de enseñanza discursiva, y se aseme-
pedagógico consolidado en la opinión del docente sobre lo ja a la tutoría en que se mantiene un diálogo fluido e ince-
que de veras importa. Las lecciones así entendidas son para sante entre profesor y alumno, pero se diferencia en el uso de
los psiquiatras el mejor modo de proporcionar datos y opi- la interpelación oral por parte del docente que examina al
niones. Los parlamentos clínicos pueden plantear en un cor- alumno. El examen oral suele ser un método de enseñanza
to lapso aquellos principios generales que exigirían del prin- bastante ignorado en las disciplinas médicas, por cuanto pa-
cipiante demasiado esfuerzo para deducirlos por su cuenta. rece propugnar una distinción paternalista y jerárquica entre
el profesor que pregunta y el alumno que responde, cosa que
no parece estar en boga. Aunque el alumno haya pasado por
Tutoría el trance de los exámenes orales en etapas anteriores de su for-
mación (sea en el instituto de secundaria o incluso en algu-
El segundo método pedagógico discursivo es la tutoría, nos centros universitarios), lo cierto es que no están tan ha-
vocablo que se emplea para aludir a la relación recíproca en- bituados a superar este reto después de haber obtenido un tí-
tre profesor y alumno a propósito del material que éste pre- tulo universitario. Por nuestra parte, la opinión es que es un
senta (obtenido en las rondas de visitas a pacientes hospitali- instrumento básico en la enseñanza de una materia como la
zados, en la psicoterapia supervisada, y en seminarios, colo- psiquiatría, en la que los vínculos entre hechos, observacio-
quios y hemerotecas). La tutoría se diferencia básicamente de nes, conceptos y opiniones deben valorarse y resaltarse por
la lección práctica en que el estudiante explicita su criterio vía discursiva.
ante el profesor, que a su vez valora y amplía las ideas y opi- En la interpelación directa, un grupo de alumnos estudia
niones plasmadas en el trabajo del alumno. un caso clínico y a continuación el docente les pregunta uno
En esta modalidad didáctica es el estudiante el que más por uno acerca de lo observado y de las conclusiones que de-
trabaja y conversa, al amparo de la preparación previa a la en- ducen de tales observaciones. Esta fórmula, que en la prácti-
trevista con el tutor. La función del docente es formular una ca se aplica en grupo y en forma de interpelación oral, es muy
crítica constructiva que cuestiona la labor del alumno con la eficaz para evidenciar lo que el alumno sabe (o lo que no
pretensión de corregir errores, inducir al estudiante a defend- sabe), pero también para refutar opiniones asumidas por el es-
er sus tesis, e infundir más profundidad a sus conocimientos tudiante que, pese a ser erróneas, han configurado de algún
sobre los temas abordados. La interacción es el factor básico modo su percepción del caso. Es siempre un proceso activo;
de la tutoría; alumno y profesor comparan lo que aquél es ca- el alumno debe reflexionar a fondo antes de emitir una res-
paz de hacer por sí solo con el resultado conjunto de la sesión puesta. El profesor que conduce el examen oral debe propo-
tutorial. La estimación real de la mejora de conocimientos se ner una serie de preguntas articuladas y deducir de las res-
basa en el cotejo que haga el alumno de su labor inicial y la puestas (completas o incompletas, según el caso) un criterio
opinión definitiva y los conocimientos incorporados una vez global de las cuestiones planteadas. Las preguntas que el do-
que el tutor ha examinado y valorado el trabajo en cuestión. cente formula se insertan en una serie de objetivos pedagógi-
Las tutorías, concebidas de este modo como rondas de vi- cos. Ante todo, exploran asuntos de evaluación y exposición,
sitas a las salas supervisadas por el tutor, se asemejan hasta tal pero después indagan las limitaciones en cuanto al conoci-
punto al quehacer clínico cotidiano, que cabe desvirtuar su miento del tema debatido.
estructura y objetivos. Ante todo, no deben degenerar en mi- Para que el examen tenga éxito, el alumno debe aportar al-
nilecciones a cargo del jefe de grupo, sino que han de culmi- gunos conocimientos a la sesión. El esfuerzo implícito en pre-
nar en una concurrencia de criterios esgrimidos por unos guntas y respuestas cuando el individuo está poco documen-
alumnos preparados a costa de su esfuerzo y de un personal tado no tarda en degenerar en confusión e incomodidad, una
docente experimentado y documentado. De ahí que en el ré- situación violenta tanto para el alumno como para el docen-
gimen de tutorías, el estudiante traiga consigo algún trabajo te. La labor de la interpelación oral es ponderar la amplitud de
preparado con antelación y que posteriormente es objeto de conocimientos y mejorar su base y contenido. Así, las pre-
una crítica constructiva de comentarios entre el alumno y el guntas que se plantean en exámenes satisfactorios pocas veces
miembro del profesorado. El tutor es el crítico, no el autor son tan triviales como para buscarlas en un diccionario
del trabajo, por más que su opinión pueda sumarle méritos (p. ej., ¿cuál es la dosis normal de un antidepresivo?), sino que
en la dialéctica subsiguiente. son preguntas que enfilan la historia de la psiquiatría y apun-
58 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

tan a su futuro (p. ej., ¿qué justifica el empleo de diagnósticos es más lo que se requiere del docente. En definitiva los he-
de la personalidad atendiendo a categorías de trastorno?). chos y teorías que el alumno aprende deben cohesionarse en
Puesto que se pregunta a todos los alumnos y que todos es- un conocimiento maduro de la temática propuesta y en el
cuchan las respuestas de sus compañeros, el examen oral co- modo de poner en práctica estos conocimientos. Gilbert Hig-
hesiona a un grupo de estudiantes en las interpretaciones y het alude a esta consolidación del aprendizaje como «fijación
conversaciones sobre el tema. La participación activa en el de ideas». Esta faceta final de una enseñanza psiquiátrica se
seno del grupo tranquiliza a todos los presentes sobre la mag- basa en el contacto diario entre alumnos y profesores en la
nitud de sus conocimientos y la forma de entenderlos. práctica de la asistencia y estudio del paciente. La informa-
En una primera fase del aprendizaje, los exámenes orales ción, producto de métodos de enseñanza elemental, se «fija»
deben ceñirse a los hechos y teorías sobre aspectos clínicos. Al mediante la insistencia en la práctica y el estudio clínicos co-
principio las preguntas suelen ser meras reformulaciones de tidianos. Los repetidos esfuerzos por mejorar la claridad de
cuestiones obvias, ya que el tema abordado puede confundir los criterios que son la base de la práctica médica hacen que,
de muchas formas al alumnado. A medida que el alumno ad- a la hora de aplicarlos, lo abstracto se convierta en algo con-
quiere madurez y consistencia, las interpelaciones pueden creto y palpable.
convertirse en debates e indagaciones que generan una infor- A medida que pueden definirse mejor los problemas clí-
mación más profunda y un mayor grado de implicación, todo nicos, aumenta también la conciencia que tiene el alumno de
ello sin abandonar el marco de preguntas y respuestas. El as- lo que resta por conocer y el imperativo de nuevas investiga-
pecto determinante de un examen o interpelación oral es que ciones para proseguir el avance. La impresión de que falta
nunca deben limitarse a lo que el alumno ya sabe, sino que mucho por descubrir suscita un fuerte afán de acometer un
conviene dejar a un lado el cuestionamiento fácil en pro de un análisis meticuloso del tema. Por último, y tal como suscribi-
espíritu de búsqueda y revulsión. Con frecuencia, los estu- ría cualquier docente cualificado, el modo más eficaz de
diantes consideran que esta fórmula de aprendizaje es exigen- «consolidar las ideas» de que dispone el alumno es, ni más ni
te e interesante, sobre todo si es posible deslizarse mediante menos, que permaneciendo al lado del docente todo el tiem-
preguntas y respuestas a interpretaciones sobre psiquiatría que po posible mientras dure su etapa de formación. Así, se con-
han pasado desapercibidas, a pesar de ser fundamentales. sigue una experiencia común en la que pueden darse remi-
Si bien las interpelaciones orales tienen un comienzo con- siones conexas a lecciones magistrales, tutorías, interpelacio-
creto (como sucede con la presentación de casos), el curso que nes orales, y simples acontecimientos cotidianos. Lo que un
siguen debe improvisarse, porque las respuestas a las pregun- día se enseña como principio general puede tener otro día
tas iniciales determinan el rumbo de las que luego se formu- confirmación práctica; pero sólo si profesores y alumnos con-
lan, y este cauce es imprevisible hasta que no tienen lugar las viven día tras día y conversan juntos, tanto formal como in-
primeras cuestiones. El examen oral ha de concluir con una formalmente sobre su experiencia común en torno al análisis
especie de acuerdo resolutivo entre los componentes del gru- y el cuidado del paciente, podrá desarrollarse una capacidad
po. Esta solución emerge conforme las preguntas acaban por de relieve.
impulsar al grupo de manera racional hacia una propuesta de-
fendible. Los principales objetivos de la interpelación oral son
la provisión al alumno —mediante un intercambio de pregun- ■ ¿Qué incita a la enseñanza?
tas y respuestas, y el esclarecimiento de lo que sólo se presu-
mía vagamente— de un mejor conocimiento de la temática y Teniendo en cuenta la carga que supone la preparación
de un creciente interés por la psiquiatría entendida como un de las clases y la falta de tiempo para otros menesteres ex-
empeño valioso, sugestivo e intelectualmente creativo. cepto enseñar a un grupo de jóvenes la mayor parte de las ve-
Los exámenes orales siempre suscitan muchas de las pre- ces sin experiencia, ¿por qué enseñar? Lo más seguro es que
sunciones y prejuicios que el alumno aporta al estudio de la psi- la respuesta a esa cuestión varíe según el docente. Enseñar psi-
quiatría. El mero proceso de articular una respuesta a una pre- quiatría es una labor que proporciona una de las mayores gra-
gunta pone de manifiesto criterios básicos que el estudiante al- tificaciones en el plano profesional. Supone un contacto es-
berga y sobre los cuales no suele pararse a reflexionar. Las pre- trecho con otras personas con un grado de interacción difícil
sunciones y prejuicios son previsibles; las ideas preconcebidas de emular en cualquier otro ámbito.
(es decir, opiniones que se mantienen a pesar de facilitarse y es- La formación de alumnos se basa siempre en la esperan-
tudiarse una argumentación que las refuta), son lo que se elimi- za de que éstos se valdrán de lo aprendido para enaltecer e
na en los contactos del grupo con otros compañeros de estu- impulsar dicha profesión. En efecto, la docencia tiene como
dios. La experiencia de grupo bajo la dirección de una autoridad contraprestación un sentimiento de mutuo compromiso con
crítica y fidedigna promueve el aprendizaje y mengua los pre- el futuro (7). La enseñanza es, por otra parte, algo más que la
juicios con más eficacia que cualquier otro método pedagógico. mera experiencia de una comunión de grupo, ya que formar
es una forma especial de creatividad. Esta cualidad se experi-
menta cuando uno percibe en su ánimo el atractivo y la sa-
Consolidación de ideas tisfacción que depara observar la aparición de un nuevo pro-
fesional a partir de los difíciles inicios —llenos de entusiasmo
La formación de psiquiatras incluye los tres métodos an- y aturdimiento— con que uno se topó en un primer momen-
tedichos de comunicación con los estudiantes. Sin embargo, to. Tratar con el alumno es un empeño de lo más arduo, y la
1.7. FORMACIÓN DE LOS PSIQUIATRAS 59

vida cotidiana en su compañía es siempre una manera de «vi- ción psiquiátrica, lo que se sabe de sus causas y de su trata-
vir al límite» del desengaño o la desaprobación. Como do- miento. Las revisiones bibliogáficas realizan una tutoría a car-
centes, ¿qué es lo que nosotros sabemos, y cómo lo sabemos? go de un miembro del profesorado que se concentra en algún
Recomendamos la enseñanza, ¡pero no a los timoratos! artículo entresacado de la bibliografía científica a elección de
un residente, que estima vale la pena estudiarlo con detalle.
El ciclo de seminarios de investigación y programa de confe-
■ Ejemplo concreto de la aplicación rencias de profesores invitados comprende una conferencia
que aborda los últimos avances de la psiquiatría y que suele
de estos principios: el programa correr a cargo de uno de los profesores invitados del departa-
de psiquiatría para residentes mento. El seminario de ciencias básicas consiste en una serie
de la Johns Hopkins University de lecciones dictadas en el transcurso del año sobre un tema
científico apto para que el psiquiatra lo estudie con atención
A modo de ejemplo de la aplicación práctica de los prin- y dirigido por miembros del departamento expertos en la ma-
cipios antedichos, a continuación se exponen los fines y ob- teria. En los 4 años del programa de residencia el seminario
jetivos del programa de psiquiatría para médicos residentes anual se ha dedicado a la genética, la epidemiología, la psi-
en la Johns Hopkins. Teniendo en cuenta que las circuns- cofarmacología y las técnicas de obtención de imágenes cere-
tancias no son las mismas en todas partes, es obvio que brales. El seminario de psicoterapia es una tutoría o semina-
nuestro programa no puede aplicarse en todas partes. Lo ex- rio que se ocupa de un caso que un residente ha seguido mu-
ponemos como un punto de referencia; pero, sean cuales cho tiempo y que se estudia minuciosamente desde la pers-
fueren esas circunstancias, el programa sale beneficiado pectiva autobiográfica. Las sesiones clínicas dirigidas por el
cuando se explicitan las metas y acotan los objetivos que director del departamento corresponden a una interpelación
persigue. o examen oral basado en la presentación de un paciente a los
residentes, a cargo del presidente que dirige la discusión sub-
siguiente en forma de preguntas y respuestas.
Objetivo global y rasgos programáticos generales La integración de los distintos elementos didácticos con
la tutoría cotidiana en las rondas de visitas a las salas de pa-
El objetivo integral de la Johns Hopkins en la formación cientes hospitalizados y la presencia en las unidades, depen-
de residentes especializados en psiquiatría es cualificar a un dencias o centros ambulatorios anexos, se lleva a cabo me-
psiquiatra capacitado y con amplia experiencia, capaz de ha- diante un contacto menos formalista entre residentes y pro-
cerse valer en sus ulteriores perspectivas profesionales. Este fesores, dentro de los límites de este tipo de sesiones. El dis-
objetivo es objeto de un planteamiento sistemático mediante curso lógico de la «comunidad» departamental es un factor
la amalgama de numerosas sesiones clínicas en múltiples en- primordial, aunque difícil de perfilar, de la experiencia edu-
tornos, supervisadas muy de cerca, con un completo plan di- cativa vivida por todos, tanto alumnos como docentes. Con
dáctico. Estas sesiones ganan en amplitud y profundidad a lo todo, el lugar que ocupan en la formación del alumno, pue-
largo de los 4 años del período de residencia. Dichas expe- de encontrarse en los fines y objetivos concretos de cada uno
riencias clínicas son coherentes con las actuales exigencias de de los años lectivos que a continuación se describen.
reforma de la atención sanitaria en cuanto a asignar respon-
sabilidades clínicas a los residentes en un proceso continuo e
integrado de régimen asistencial a través de los distintos ser- Primer año de residencia: metas
vicios. Cada año de residencia combina una práctica clínica y objetivos concretos
de gradual complejidad en las salas hospitalarias y en los dis-
pensarios o ambulatorios con una serie de clases didácticas (1 h Los objetivos del primer año de residencia tienen carácter
semanal) ajustadas al año en cuestión. Además, se aplica con- introductorio e integrador; se trata de facilitar al psiquiatra en
juntamente año tras año un programa de enseñanza conti- prácticas una base ad hoc en medicina interna y neurología, a
nuada a nivel de departamento, que consiste en reuniones se- la par que una iniciación en los rudimentos de la práctica psi-
manales distribuidas en sesiones clínicas del departamento quiátrica, mediante la función supervisada de evaluar y tratar
(1,5 h), seminarios de investigación y programa de conferen- a un contingente diverso de pacientes hospitalizados.
cias de profesores invitados (1 h), seminarios de ciencias bá- En consecuencia, se pretende que al final de este primer
sicas (0,5 h), revisiones bibliográficas (1 h), seminarios de psi- año, los residentes posean un sólido conocimiento iniciato-
coterapia (1 h) y sesiones clínicas dirigidas por el director del rio de:
departamento (2 h).
En el curso de estos encuentros semanales, todos los resi- • Medicina interna y neurología.
dentes, noveles y veteranos, participan en el examen de los • Métodos de evaluación diagnóstica y plan de tratamiento
principios generales de psiquiatría, con especial atención a la del paciente.
noción perspectivista ya descrita. Las sesiones clínicas del de- • Diferentes categorías de pacientes psiquiátricos y las im-
partamento se estructuran en torno a una disertación acadé- plicaciones categoriales con miras al tratamiento y la prog-
mica a cargo de un miembro del profesorado, y se centran en nosis (p. ej., los diagnósticos y el concepto perspectivista
el análisis de un paciente que ilustra una determinada afec- del DSM-IV).
60 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

• Noción del entorno psiquiátrico en régimen de hospitali- • Nociones básicas de la terapia breve en función de los sín-
zación. tomas, y de las terapias a largo plazo relacionadas con la
• Cometido de otros profesionales de la salud mental in- autopercepción, todo ello mediante la aplicación de psi-
corporados al tratamiento en equipo del paciente: perso- coterapia, estrictamente tutelada, a pacientes selecciona-
nal de enfermería, asistentes sociales, psicólogos, terapeu- dos cuya atención y seguimiento se desarrolla en un mar-
tas ocupacionales, gestores de casos, asesores en drogoa- co ambulatorio.
dicción, etc. • Capacitación básica sobre la integración vertical de la
• Las diversas modalidades de tratamiento aplicado al pa- práctica clínica, adquirida en hospitales de día y servicios
ciente psiquiátrico (psicológico, farmacológico, físico y de de consulta médica ambulatoria dentro de la secuencia
rehabilitación). asistencial continuada.

Segundo año de residencia: metas Tercer año de residencia: metas


y objetivos concretos y objetivos concretos
Las metas propuestas en el segundo año son el trabajo La finalidad de este tercer año es reforzar la competencia
sobre las capacidades adquiridas durante el primer año y la del residente en materia de asistencia ambulatoria, mediante la
introducción de métodos y conocimientos asistenciales más práctica supervisada en parcelas más complejas de la atención
avanzados. Tales objetivos se alcanzan mediante la estrecha psiquiátrica; hacer hincapié en la solución de los problemas de
supervisión de residentes en una diversidad de unidades de evaluación y tratamiento psiquiátricos en campos singulares
pacientes internos (es decir, salas de psiquiatría general y sub- del sistema de atención sanitaria. El residente sigue las prácti-
especialidades psiquiátricas). Por otra parte se pretende fami- cas de tratamiento en régimen de consulta, pero en un marco
liarizar al residente con la secuencia asistencial verticalmente ambulatorio de vasto alcance, y se supervisa con minuciosidad
integrada mediante prácticas atentamente supervisadas en su intervención en la estimación y tratamiento de la esquizo-
hospitales de día especialmente diseñados y en ambulatorios frenia crónica, los trastornos afectivos, y los causados por con-
basados en el régimen de consulta individual. El contacto sumo de alcohol y drogas. Se propicia el aprendizaje estricta-
asiduo con pacientes mejora con un programa didáctico de mente tutelado de terapias especiales: psicofarmacología en
2 años de duración en cuyo marco se imparten enseñanzas los trastornos crónicos, terapia de pareja y terapia de familia,
de valoración diagnóstica, tratamiento e investigación psi- junto con un ciclo muy completo de lecciones prácticas de
quiátrica. inspiración psicodinámica. También se facilita al residente un
Al final de este segundo año, se espera que el residente contacto significativo con la psiquiatría comunitaria, de la que
posea: forman parte los servicios de rehabilitación y extensión social.
La consulta psiquiátrica de urgencia, tanto en los servicios
• Competencia en la evaluación y dictamen de trastornos clínicos de urgencia como las unidades, dependencias o cen-
psiquiátricos, a la vez que una idea clara de las técnicas tros ambulatorios, realza la confianza del residente en los mé-
confirmatorias que comportan la administración de tests todos de evaluación diagnóstica y fortalece su capacidad de
psicológicos y la valoración de pruebas de laboratorio. dirimir situaciones clínicas y estabilizar el comportamiento
• Aptitud para el trato con el paciente afectado de los más del paciente. Cierto número de consultorios e interconsultas
graves trastornos mentales; competencia para dirimir los médico-psiquiátricas —SIDA, tratamientos neuropsiquiátricos,
problemas médicos y quirúrgicos que suelen complicar el unidades de dolor crónico— facilitan el acceso a la consulta
caso, y los aspectos de medicina legal susceptibles de con- ambulatoria a médicos de atención primaria. Esta práctica en
dicionar el tratamiento. régimen ambulatorio ayuda al residente a introducirse en el
• Conocimientos generales de las terapias psicológicas, far- aprendizaje de cómo actúa el psiquiatra en un vasto disposi-
macológicas y físicas que conllevan la asistencia a pacien- tivo sanitario.
tes con una enfermedad mental grave. Al finalizar el tercer año, se espera que el residente posea:
• Capacidad para asumir un papel rector en el seno de un
equipo multidisciplinario y en un entorno de pacientes • Dominio de la situación general para efectuar valoracio-
hospitalizados. nes diagnósticas y administrar tratamiento en distintos
• Formación en planes terapéuticos selectivos de índole del centros, unidades o dependencias ambulatorias.
comportamiento, para el tratamiento de alteraciones del • Aptitud diagnóstica para fijar los trastornos psiquiátricos
comportamiento (trastornos del comportamiento alimen- que dificultan los estados mórbidos médico-quirúrgicos,
tario, adicciones). así como capacidad para facilitar esta información en con-
• Conocimientos de base sobre las subespecialidades psi- sulta con médicos de atención primaria en los servicios de
quiátricas, adquiridos en el ámbito de los servicios de es- pacientes hospitalizados y en el entorno ambulatorio de
pecialidad, como psiquiatría geriátrica, trastornos afecti- un hospital general.
vos, neuropsiquiatría, y trastornos del comportamiento • Ideas claras sobre el apoyo teórico y dificultades prácticas
alimentario. de la psicoterapia ambulatoria, tanto en la terapia breve
1.7. FORMACIÓN DE LOS PSIQUIATRAS 61

centrada en la sintomatología, como en el tratamiento a en una época de profundos cambios en la atención sani-
largo plazo y orientado a la autopercepción. taria.
• Competencia en la evaluación y tratamiento de aspectos
psiquiátricos que suelen ser más frecuentes en los contac-
tos con pacientes ambulatorios, en especial los trastornos Objetivo fundamental del presente
de ansiedad, familiares, conyugales, sexuales, y trastornos programa de formación
mentales derivados de comportamientos adictivos.
• Capacitación para acometer tratamientos psicofarmacoló- El programa para residentes propuesto en este capítulo se
gicos en la esquizofrenia crónica y los trastornos afectivos. estructura en función de las metas y objetivos explicitados.
• Conocimientos en materia de psiquiatría a domicilio ba- Con el decurso del tiempo se han producido complicaciones y
sados en la práctica tutelada en centros ambulatorios, do- cambios como reacción ante el aumento de conocimientos psi-
tados de un programa de extensión social. quiátricos y ante los requisitos de un sistema de atención sani-
• Disposición para participar, como elemento activo de un taria que se modifica a tenor de la coyuntura. De ahí que el ob-
equipo de atención primaria, en el diagnóstico y trata- jetivo principal sea abrir el campo de la psiquiatría a los alum-
miento de pacientes ambulatorios que padecen enferme- nos y ayudarles a ser tolerantes y realistas al mismo tiempo.
dades médicas.

■ Conclusión
Cuarto año de residencia: metas
y objetivos concretos El presente capítulo hace hincapié en los aspectos con-
ceptuales y pedagógicos que a menudo se diluyen en los por-
Los objetivos de ese último año son los de complemento menores de la confección del programa. Nuestra opinión es
definitivo de la formación y profundidad perceptiva. A los co- que la mejor enseñanza psiquiátrica que puede impartirse no
nocimientos que ya posee, el residente sumará la práctica en se centra en cuestiones relacionadas con instalaciones, entor-
el campo de la psiquiatría infantil y el refuerzo de su cualifi- nos, planes de estudio y tendencias doctrinales, por importan-
cación para facilitar una asistencia constante mediante la rota- tes que sean todas ellas a efecto de tipificación general, sino
ción clínica en un hospital psiquiátrico de día. El residente, a en la presencia de un profesorado capaz de exponer de forma
través de una opción libremente elegida, adquiere conoci- articulada una estructura conceptual coherente que abarque la
mientos avanzados en una subespecialidad psiquiátrica; una naturaleza peculiar de cada trastorno psiquiátrico y que sea ex-
especie de «campo de concentración» supervisado por uno o perto conocedor de los diversos métodos discursivos para tras-
más docentes a fin de acreditar en qué medida acrece el cau- mitir información al alumno. En este capítulo se plantean dos
dal de conocimientos que depara la investigación y el estudio cuestiones primordiales: qué enseñar y cómo hacerlo. Las res-
detallado. Por último, se facilita al residente nociones de ad- puestas propuestas —evidenciadas en la descripción del pro-
ministración psiquiátrica a través de una reunión semanal con grama de residencia y de sus metas y objetivos concretos— de-
el jefe de departamento, en el curso de la cual se examina la rivan en última instancia de lo que se ha denominado pers-
razón de ser de las respuestas pasadas y presentes del departa- pectivas de la psiquiatría y de nuestra opinión acerca del
mento a las exigencias de reforma de la sanidad, gestión de la modo de obtener el máximo provecho de las lecciones, tuto-
asistencia médica y necesidades de los hospitales clínicos. Se rías e interpelaciones orales en el contexto de una secuencia de
pretende que al final del año en cuestión el residente posea: servicios clínicos progresivos para formar a los psiquiatras.

• Competencia profesional para evaluar al niño y a la fami-


Bibliografía
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El psiquiatra en funciones directivas
1.8 Dinesh Bhugra

■ Introducción cepto jerárquico de la función pública basada en el escalafón


y la nominación de especialistas encargados de estructurar y
Las tareas de gestión y dirección requieren varias cualida- dispensar los servicios. Tratándose del aparato interventor del
des. Como resultado de la instrucción recibida, el psiquiatra Estado, lo ideal es la provisión de funcionarios de carrera que
posee una serie de cualificaciones que favorecen su actuación apliquen con imparcialidad el mandato del gobierno de tur-
en el ámbito gerencial. Está preparado para dirigir grupos y no (1). En un sistema administrativo de estas características,
solucionar dificultades, y tiene una clara percepción de cómo lo que se pretende es apartar a los políticos de la función eje-
se comporta el individuo en diferentes entornos. En determi- cutiva, encomendada al aparato administrativo, que aplica de
nados ambientes, médicos y psiquiatras tienen un grado de forma objetiva las directrices de aquél y que, a la vez, sirve de
autonomía que facilita la reflexión sobre la prestación de ser- enlace entre la clase política y los colectivos de profesionales
vicios y su previsión futura, aunque esto no siempre es váli- cuya misión es proveer el servicio. Pero en la década de 1980,
do. Las motivaciones del experto en medicina clínica presu- el tránsito a un orden lineal de control, promovió la sustitu-
ponen un claro sentido de la responsabilidad y un toque de ción gradual del régimen de administración burocratizada por
amor propio profesional. un sistema de gestión y dirección pública de orientación em-
Es probable que los clínicos atraídos por las labores de presarial. Es decir, que si el antiguo administrador se atenía a
gestión y dirección, posean algunas de las cualidades necesa- las líneas de actuación elaboradas por otros cargos, los direc-
rias para obrar como corresponde en la promoción y dispen- tores o gerentes debían marcar ellos mismos los objetivos y
sación de servicios médicos. Cuando estas prestaciones se llevarlos a buen fin. Poco a poco, el centro de atención em-
efectúan en un medio hospitalario, el cometido del facultati- pezó a desplazarse hacia nociones como la economía, la efi-
vo clínico difiere del requerido en los servicios de atención a cacia y eficiencia, los nuevos métodos de gestión de personal,
domicilio; y de igual forma, si el profesional trabaja en el sec- y la potenciación de la dirección financiera delegada.
tor privado o en un medio universitario, las expectativas y atri- Todos los gobiernos conceden o deberían conceder la
buciones son también diferentes. En el presente capítulo se ex- mayor prioridad a la creación de un régimen sanitario efi-
pone la función directiva que cumple el psiquiatra en el Na- ciente y eficaz, al igual que a los especialistas clínicos que fa-
tional Health Service (NHS) del Reino Unido, y a la vez se re- cilitan asistencia médica. En cualquier proceso de desarrollo
calcan las competencias y condiciones básicas que precisa el de servicios sanitarios, son estos profesionales los que están
especialista clínico para ejercer con eficacia la dirección o ge- en mejor situación para detectar las necesidades de la pobla-
rencia de estos servicios. Algunas de las cualificaciones forman ción a la que, por libre decisión, han decidido atender, y ela-
parte de la formación clínica recibida (dirigir equipos y gru- borar al mismo tiempo un modelo que surta efectos positi-
pos, dirimir situaciones conflictivas y negociar), pero otros co- vos. La profesionalidad de los médicos quiere decir, además,
metidos requieren una capacitación complementaria (p. ej., que los propios clínicos son responsables de gestionar su pro-
gestionar el tiempo, los recursos humanos y las finanzas). pia autonomía y que su actuación está influenciada por la in-
violabilidad de la relación entre médico y paciente.
Por lo general, la gestión y dirección de la atención sani-
■ Antedecentes históricos taria funciona como lo haría un departamento de atención al
cliente, es decir, adecuando a la realidad los recursos del en-
En 1983, el Informe Griffiths sobre administración del torno, los modelos de asistencia sanitaria y los esquemas so-
NHS aludía a la necesidad de cambios, sobre todo en la mo- cioeconómicos. En el caso del sector privado, hay que aña-
dalidad de la gestión jerárquica y en los sistemas de mando y dirle la figura de un intermediario entre el profesional sanita-
control, reflejo de un amplio movimiento reformista, tanto rio y el enfermo. En ocasiones, esta afirmación parece evi-
en el Reino Unido como en otras partes del mundo (Estados dente, pero otras veces no se sabe muy bien quién negocia
Unidos, Australia, Nueva Zelanda, etc.). Este cambio del ré- con el médico en representación del paciente, esto en el su-
gimen de administración al de gestión y dirección es un paso puesto de que alguien asuma esta misión. Es preciso que el
realmente importante. Tradicionalmente, la organización y especialista clínico entienda cuál es su misión respecto a la
prestación de servicios públicos en el Reino Unido (entre promoción de servicios y dispensación de los mismos a las
ellos la sanidad y la enseñanza), se ha distinguido por un con- personas más necesitadas de forma eficaz y accesible.
63
64 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

En el presente capítulo se estudian los cometidos y atri- cepto en el equipo multidisciplinario, sino que la retenga el
buciones de los gerentes clínicos, y se analiza cómo pueden ente o institución que originariamente examinó y reenvió al
confluir estas funciones en un individuo. Se exponen tam- enfermo. Pero además de liderar el grupo, el consultor tiene
bién la línea y contenido de la función gerencial, al igual que que tomar la iniciativa en los menesteres clínicos y en la for-
la tarea que incumbe al especialista en un entorno clínico. mación del personal.
En el Reino Unido y otros muchos países, el psiquiatra
que ostenta la dirección médica, es competente por ley para
■ Función y atribuciones de un psiquiatra internar a los pacientes con una enfermedad mental y, a la
vez, para supervisar la terapia clínica durante el período de
En el Reino Unido, los psiquiatras asesores o consejeros hospitalización y la fase subsiguiente de rehabilitación.
que trabajan en el NHS no forman parte por sistema de una Como es lógico, esta misión está supeditada a la asignación
determinada estructura de gestión lineal, y aunque tengan de los recursos necesarios para facilitar una atención médica
que ponerse de acuerdo con el director general —directamen- aceptable, y también al cumplimiento del nivel de calidad
te o a través de los directores médicos y clínicos— para llevar que se espera de los órganos de formación: colegios profesio-
adelante sus planes de trabajo. En la actualidad, el consultor nales y entidades de acreditación y registro, como el General
no responde ante un gerente de la coyuntura clínica, situa- Medical Council. Además, formar parte de un órgano con-
ción que cambiará en el futuro, cuando se instauren los mo- sultivo que programa y dispensa servicios idóneos, constituye
delos en trámite de aprobación y se implante la gerencia clí- por lo general un factor complementario de responsabilidad
nica. Sin embargo, el psiquiatra consultor constituye la uni- y competencia profesional. El especialista clínico en funcio-
dad de gestión básica encargada de asistir a pacientes indivi- nes de gerente debe estar al corriente de la normativa laboral
dualizados en el seno de un equipo multidisciplinario. Lo vigente en la zona o el país, y de cuáles son sus deberes la-
ideal sería que todos los niveles de dirección fuesen compe- borales.
tentes para capacitar al psiquiatra, de modo que éste pudiera Para ser eficaces, los gestores clínicos han de saber confi-
llevar a cabo su labor con más eficacia; convendría, también, gurar un equipo y motivarlo, proponer metas claras y realis-
que un grupo de consejeros o consultores pudiese compartir tas que lleven a la obtención de resultados, y controlar la
los recursos asignados, o que un consejero en particular tu- marcha del trabajo. Ello presupone la capacidad de relacio-
viese facultades para supervisar los recursos clínicos de que narse, aptitud que un buen psiquiatra suele poseer en virtud
dispone, a fin de dotar a los servicios pertinentes de la mayor de la formación clínica recibida. Las tareas asignadas a los
efectividad posible (2). El psiquiatra (sea en calidad de con- componentes del grupo deben ser concretas, determinables,
sultor o puesto equivalente) está en condiciones de jugar va- posibles, realistas y sincronizadas (3).
rias bazas; algunas por el mero hecho de su especialidad clí- Para un buen funcionamiento, es preciso que el grupo ad-
nica, y otras en virtud de su interés personal y condiciones di- quiera sentido de la responsabilidad e integración, de modo
rectivas, algunas de las cuales se comentan a continuación. que la actividad de cada miembro discurra en el mismo sen-
tido, y se les debe alentar a desarrollar un sentimiento de au-
toestima, logro y moral elevada. Para llevar a cabo una buena
Director de equipo labor, conviene proponer a los componentes del equipo el lo-
gro de objetivos y cotas de calidad superiores a las realmente
Las dotes de dirección y mando en el marco de un equi- exigibles, por lo que el director debe supervisar la progresión
po multidisciplinario guardan íntima relación con las faculta- de las tareas con un diálogo constructivo y ser consciente de
des que se hayan otorgado al psiquiatra. El cometido de un las posibles dificultades que pueden salirle al paso. Asimismo,
jefe de equipo varía según trabaje en un medio hospitalario o debe ser consciente de los conflictos que puede haber dentro
un ámbito comunitario, ya que en el segundo caso los lími- del grupo que debe intentar resolver lo antes posible, sin de-
tes son difusos, pues en ocasiones el personal de enfermería jar que la situación se degrade más de la cuenta. Todos los
u otros profesionales (p. ej., el terapeuta ocupacional) son el conflictos deben solucionarse de un modo eficaz y positiva-
primer contacto para la evaluación clínica inicial, y el médi- mente; y cuando esto no sea posible, el gerente debería asu-
co o el psicólogo vienen a continuación. La jefatura de equi- mirlo y tener bien presente que el conflicto sigue sin resolver.
po no reside forzosamente en la personalidad o manera de ac- Hay que estimular a cada uno de los integrantes del equi-
tuar del individuo, sino en la función asignada y en la tarea po a asumir tareas que estén al alcance de su preparación, y
clínica encomendada. Algunos de estos elementos son inhe- un gerente que se precie debe asignar el cumplimiento de la-
rentes a la formación integral del psiquiatra en los aspectos bores que se hallen dentro de los límites de la experiencia, co-
biológico, psicológico y social de la enfermedad. La capacita- nocimientos y aptitudes respectivas. No debe permitir que los
ción en materia de diagnóstico y tratamientos aplicables, el miembros del grupo se vean desbordados por los trabajos en-
criterio en la programación del servicio, la eficacia en el apo- comendados, y siempre que cumplan de manera satisfactoria
yo o desarrollo de ideas, y el grado de contacto con los pa- estos cometidos conviene que cuenten con el reconocimien-
cientes son factores que refuerzan la posibilidad de que el to oficial de rigor. El gestor clínico necesita, como es lógico,
consultor asuma la dirección de un equipo de estas caracte- estar al corriente de los acuerdos (contractuales) vigentes con
rísticas. En un medio comunitario, puede que la responsabi- otros profesionales que se hallan implicados en el ejercicio
lidad clínica sobre el paciente no recaiga bajo ningún con- clínico de su especialidad, y de las funciones que por ley
1.8. EL PSIQUIATRA EN FUNCIONES DIRECTIVAS 65

competen a cada uno de ellos. La cualidad de saber delegar traduce en absentismo laboral, bajas crecientes por enferme-
tareas no sólo motiva al personal elegido, sino que también dad, poca puntualidad, escasa comunicación, deficiente cali-
permite al gerente clínico establecer prioridades en cuanto al dad del trabajo, ausencia de participación y arrebatos súbitos
tiempo de que disponen y concentrarse en otros menesteres. de cólera. Muchas son las razones de la desmotivación, entre
Es recomendable inducir a los miembros veteranos del equi- ellas la falta de aceptación, tedio, no participación en las de-
po multidisciplinario a ejercitar y ampliar su competencia; y cisiones, falta de comunicación, estancamiento en la tarea, y
a los miembros nuevos se les debe formar y pasar por un pe- sobrecarga de trabajo (4). Un gerente ha de saber escuchar,
ríodo de iniciación que les permita entender el funciona- delegar en quien corresponda, facilitar instrucción, implicar al
miento del equipo. personal en la toma de decisiones, alentar las ideas y suge-
Dirigir un contingente humano requiere tomar decisiones rencias, elogiar cuando sea necesario, y tratar a la gente como
en base a modalidades y políticas de empleo y adoptar formas personas. En el contexto sanitario la motivación del indivi-
novedosas de gestión y desarrollo organizativo. La dirección duo no depende únicamente del simple interés personal en la
de un grupo en coyunturas de cambio origina graves compli- retribución económica, sino que tiene gran importancia el re-
caciones, sobre todo si el régimen general de asistencia sani- conocimiento público de la tarea que se lleva a cabo.
taria es objeto de remodelaciones periódicas.

Investigador y formador
Clínico experimentado
El clínico experimentado, sobre todo en la universidad o
Debido a su experiencia como especialista clínico, el con- los hospitales clínicos, está en condiciones de pasar a primer
sultor o consejero es, además, el médico que más tiempo pasa plano a la hora de elaborar proyectos de investigación que
en el entorno multidisciplinario. Los cometidos del psiquia- comprendan la investigación empírica o la que evalúa la mar-
tra en este terreno se amparan en la pauta de la profesionali- cha de los servicios sanitarios. No todos los que ejercen me-
dad, caracterizada a su vez por la autorregulación de su acti- dicina clínica tienen el interés o las condiciones para realizar
vidad; es decir, la aplicación de criterios propios y libertad en labores de investigación; en buena medida, la decisión de-
el ejercicio de su función clínica. La autonomía profesional pende del entorno en que se desarrolla la actividad médica,
puede ser consecuencia de una formación muy cualificada o de la experiencia personal anterior, y del afán o deseo de in-
fruto de la responsabilidad personal. Por otra parte, un ge- vestigar. Aquí se hace mención de este aspecto para agotar el
rente (por más que sea titulado superior y, hasta cierto pun- tema y para destacar la importancia de un proceso como éste.
to, disfrute de autonomía personal), quiérase o no, ordena y En el capítulo 7.6 se estudian con más detalle estas funciones.
dice a los demás lo que tienen que hacer. La pugna que sus-
cita en el individuo ser por un lado especialista clínico, y por
otro incorporar un margen de libertad y autonomía para asu- ■ Sistemas de dirección
mir funciones gerenciales, es realmente importante. Los ge-
rentes y clínicos capacitados saben combinar competencias La gestión y supervisión de la atención sanitaria com-
tan dispares y sortear las dificultades que plantean exigencias prende la elaboración de estrategias sanitarias, asesoramiento
a veces antagónicas. El clínico gerente tiene que resolver las y evaluación de las mismas, gestión financiera y recursos, y
demandas que genera el servicio asistencial, como son la pres- gestión de personal y equipos de trabajo. Algunas de estas
tación de dichos servicios y la creación de otros nuevos. La modalidades, como la gestión estratégica y financiera, son
posición de un individuo en esa situación adquiere consis- más generales, en tanto que la supervisión del tiempo de tra-
tencia gracias a su formación clínica, que le habilita para se- bajo y el estrés son más personales.
leccionar las terapias acordes con los síntomas y que es pro- Aunque tales métodos se apliquen al NHS, en el Reino
bable tengan éxito y sean bien toleradas. El especialista clíni- Unido, es posible que no sean válidos en otros países o que
co también se halla en mejor situación para distinguir entre no resulten idóneos en otros regímenes de atención sanitaria.
demandas y necesidades, y para aconsejar el servicio que me- Si bien se parte del supuesto que las distintas formas de ges-
jor se corresponda con las exigencias del paciente o su entor- tión se diferencian unas de otras, en la práctica suelen com-
no social. binarse entre sí. La ejecución de estos métodos requiere una
Los psiquiatras cuentan a menudo con la ventaja de ha- serie de cualidades personales que se explicitan más adelante.
ber recibido formación en el trabajo de grupo, por lo que Una de las funciones primordiales del psiquiatra es impulsar
pueden detectar actitudes parciales en el contexto del grupo y y disponer estrategias.
a partir de las reuniones identificar objetivos y resultados más
precisos. Dirigir a otros colegas no es tarea fácil, sobre todo
cuando no hay acuerdo en la asignación de recursos; pero si Desarrollo de estrategias
se trata de satisfacer las necesidades del paciente, entonces el
especialista clínico tiene que estar capacitado para luchar por A menudo se tiene una visión lineal, racional y arquetí-
ellas. pica de lo que supone el desarrollo de estrategias. Definir es-
Un gestor debe evitar la falta de motivación en el equipo, tas estrategias y responder a ellas plantea algunas dificultades.
producida tal vez por un clima de tensión excesiva, que se Hunter (5) define la estrategia como contingente, tanto en la
66 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

naturaleza de la organización (magnitud, principio valorativo, minado tipo de actividades) y variables (que cambian en fun-
grado de especialización) como en el medio externo en que ción directa de los aumentos o decrementos de actividad). En
se circunscribe (estable/inestable). Desde esta perspectiva, la la gestión financiera, la vía de consultas entre gerentes y pro-
estrategia es una secuencia continua que va desde la estrategia veedores de servicios médicos es de vital importancia. Cierta-
de intencionalidad planificada en un extremo, a la estrategia mente, el presupuesto tiene que elaborarse con antelación,
de aparición inesperada en el otro. pero existe la responsabilidad complementaria de garantizar
La estrategia actúa en tres planos: empresarial, comercial que se tienen en cuenta las fluctuaciones de los gastos de pla-
y funcional. En tanto que el nivel de estrategia de empresa nificación y explotación. Tanto si el servicio se dispensa en el
tiene carácter global, el nivel de estrategia operativa tiene que sector privado como en el público, debe hacerse con efectivi-
ser local. A menudo cabe proyectar la estrategia de tipo glo- dad, eficacia y al menor coste posible.
bal, pero debe contener una indicación clara de como apli- La gestión financiera debe comportar una idea precisa no
carla en el ámbito de la zona, región o país; un paso positivo sólo de todos los gastos, tanto de los costes fijos como los va-
en este sentido, de fácil supervisión, es el recurso a la gestión riables. A la mayoría de los especialistas clínicos les importará
estratégica, concepto unificador que intenta agrupar progra- poco entrar en los detalles de la gestión presupuestaria, pero la
mación y administración. Además, esta fórmula intenta com- estrecha cooperación con sus respectivos directores financieros
paginar la rígida disciplina de las funciones de planificación y hará que se hagan cargo tanto de los costes y gastos generales,
gestión con la flexibilidad que demanda la instauración y como del capítulo de ingresos, cuyo balance puede utilizarse
puesta en práctica de medidas ad hoc. en la programación y prestación de servicios asistenciales.
Mintzberg (6) coteja la estrategia emergente o inesperada Según Bainton (8), la gestión de recursos comporta tres
con la de tipo intencional, y aquélla se nos aparece como una elementos:
sucesión de iniciativas que forman una estructura o una serie
de estructuras. Otras formas de estrategia combinan la inten- 1. Estrecha participación del personal médico y de enfer-
cionalidad y la contención con la flexibilidad y la capacita- mería en la gestión.
ción institucional. En opinión de Johnson (7), existen tres 2. Instauración de sistemas de información, en especial do-
conceptos de estrategia: sificación de casos (método de clasificación del volumen
de actividades mediante la agrupación adecuada de tare-
1. Una concepción racional, que contempla la estrategia as).
como la derivación de una búsqueda secuencial planifi- 3. Estructuración orgánica, de forma que gerentes y profe-
cada de soluciones óptimas para problemas bien delimi- sionales de la atención sanitaria puedan trabajar más
tados. compenetrados.
2. Una concepción adaptativa y gradual a tenor de la cual la
estrategia evoluciona siguiendo una línea acumulativa.
3. Una concepción explicativa que considera la estrategia Dirección general
como el resultado de la dispensación de servicios clínicos
o individualizados. La explicación facilitada en la sección anterior sobre ges-
tión de recursos reconoce la función de supervisión general
La dirección o administración se nutre del contenido, en de los especialistas clínicos, con lo que proyecta una idea más
tanto que la estrategia comprende contenido y progresión. La precisa de los cometidos y atribuciones de los psiquiatras que
gestión estratégica no pretende facilitar una receta que sol- asumen funciones como gestoras.
vente la cuestión, sino que trata de amalgamar la concepción En la tabla 1 se exponen las labores básicas del gerente.
intencional y emergente en la formulación de estrategias, y El director ejecutivo debe adoptar un criterio de progresión
con frecuencia ello se entiende como proceso y resultado al y mejora del marco institucional. Cada estructura orgánica pasa
mismo tiempo (5). Además de formular estrategias, cabe es-
perar que el supervisor clínico posea cualificaciones propias
en la gestión de finanzas, conflictos entre partes, empleo del Tabla I. Principales cometidos del gerente
tiempo y situaciones de tensión y agobio.
Marcar orientaciones claras mediante la propuesta de metas y niveles
de calidad, objetivos en materia de comunicación, y delegación in-
Dirección financiera equívoca de poderes
Fomentar sin reservas los cauces de comunicación
Albergar el propósito de que sus decisiones lleguen al personal de
La gestión financiera añade varios elementos nuevos. apoyo
Siempre que se dispensa un servicio clínico —en un hospital Reconocer los valores del individuo y formular críticas constructivas
clínico, hospital general o clínica privada— el coste de trata- Instaurar la valoración del trabajo
miento del paciente varía en función de su estado, la compe- Incentivar al personal
tencia profesional del personal involucrado y los gastos com- Estar en primera línea de la innovación
Tener una idea cabal de las repercusiones económicas
plementarios, como la enseñanza, los gastos generales de in-
Tomar decisiones claras
vestigación, etc. Los costes pueden ser fijos (invariables sea Ser persona de gran integridad
cual fuere el grado de actividad), semifijos (fijos para deter-
1.8. EL PSIQUIATRA EN FUNCIONES DIRECTIVAS 67

por las siguientes fases: a) iniciación, con un organigrama dis- Gestión de conflictos
perso y laxo; compromiso y entrega; ferviente ilusión ante la
creación de algo novedoso; b) expansión, es decir, cuando el La controversia y el antagonismo suelen darse incluso en los
interés y entusiasmo de la gerencia contagia a otros miembros equipos mejor gestionados. Es imposible evitar la pugna y el
del personal, que participan del idealismo; determinación en la desacuerdo en un equipo, ya que en ocasiones sus componen-
tarea; sueños de futuro; c) consolidación y eficacia, caracteriza- tes adoptan actitudes rígidas e inamovibles. Los gerentes evitan
da por la atención en la calidad; promulgación de directrices y los conflictos si impiden que se produzcan situaciones mani-
procedimientos; negociación con organismos y entidades ex- queístas entre los miembros del equipo, dejan bien claro lo que
ternas, y creación de programas de formación e investigación. se espera de ellos, promueven su participación en los trámites
Durante la fase final de consolidación se otorgan poderes a los decisorios, y suscitan y fomentan un clima de confianza dentro
integrantes del equipo. En este punto, un buen gestor sabe di- del equipo. A menudo la reacción humana ante las situaciones
lucidar cuándo delegar poder y en qué orden. En las primeras conflictivas es ignorarlas, librarse de uno de los implicados en el
fases el gestor puede que sea un dirigente carismático, lo que a conflicto y/o arbitrar una solución para luego imponerla. Todas
veces sustica envidias y rivalidades que originan una situación esas alternativas tienen sus pros y sus contras. Según Barnes (3),
incómoda. En la tabla 2 se enumeran algunas de las cualidades lo mejor es enfocar la cuestión por la vía racional.
que debe poseer un gestor cualificado. Gestionar un conflicto y un acuerdo depende como es ló-
gico del tipo de conflicto (para un estudio más a fondo de la
gestión de conflictos, v. Hill [10]). Existen dos clases de pug-
La gestión en situaciones de estrés nas: la integradora y la distributiva. En el primer caso, hay
cierto acuerdo inicial entre ambas partes (una situación de
Saber afrontar el estrés, propio y ajeno, es una función buen pronóstico), pues se avienen a negociar y concuerdan en
primordial del gestor competente. Las principales causas de el estado actual de la cuestión; a ello sigue un análisis del pro-
estrés tienen su origen fuera del lugar de trabajo. Hay profe- blema que desemboca en el arbitraje de soluciones que se lle-
siones que son estresantes en sí mismas, como es el caso de van a la práctica y se revisan con periodicidad. Por el contra-
los mineros, que presentan el mayor índice de tensión psí- rio, el conflicto distributivo es una situación ganador-perde-
quica, seguidos de la policia; y los médicos se hallan sólo li- dor, de forma que cada parte formula una serie de demandas
geramente por debajo de los actores (4). Ciertos individuos se a cambio de concesiones para resolver el conflicto y llegar a
refugian en el trabajo para huir de los problemas familiares. un acuerdo satisfactorio. El buen negociador realiza concesio-
Existen factores coadyuvantes que aumentan el estrés, como nes de poco valor intrínseco pero de gran importancia para la
la tensión nerviosa por falta o exceso de trabajo, supervisión otra parte, de tal modo que cada contendiente abandona la
insuficiente, aislamiento, frustración, y deficientes condicio- mesa de negociaciones sintiéndose satisfecho y con la sensa-
nes de trabajo. Saber acotar los síntomas de estrés en el tra- ción de haber salido ganador (10). Las fases que atraviesa una
bajo y afrontarlos estableciendo prioridades, delegando pode- negociación de este género comprenden un acuerdo de trans-
res y fomentando la comunicación, son medidas que contri- acción, seguido de un debate general, un intercambio de in-
buyen a paliar el exceso de tensión. tenciones y un consenso final, que deja para una fecha ulte-
Es posible implantar estrategias preventivas para tratar de rior la revisión del acuerdo. Un negociador hábil debe estudiar
evitar las situaciones previsiblemente estresantes de la vida. el caso a conciencia, tener una idea clara de los puntos fuertes
Cuando un individuo padece estrés, debe combatirlo me- y débiles que comporta, y aceptar sin reticencias la fórmula
diante técnicas como la relajación y la meditación. Además, que más convenga al resultado preferido, cuidando de no
el estrés puede utilizarse como un elemento positivo que pro- otorgar concesiones sin obtener alguna ventaja a cambio.
pulsa las prestaciones del individuo. Pero, además, un buen Antes de afrontar los diferentes tipos de conflictos, el ge-
directivo sabrá identificar los signos del estrés invalidante y rente tiene que ser consciente de su forma personal de en-
de agotamiento nervioso. En el capítulo 7.4, se estudia más a tender la gestión de los asuntos. Los datos de que ya dispone
fondo esta última cuestión. y los que puedan procurarle el análisis racional, las encuestas,
servicios existentes y profesionales de prestigio, constituyen
un aporte informativo que puede y debe utilizar para zanjar
las discordias. El conflicto distributivo crea mayores dificul-
Tabla 2. Cualidades que se requieren de un buen gestor tades al gerente, que debería prepararse para tratar este tipo de
conflictos. En este tipo de situaciones es menos probable que
Atributos (cualidades in- Integridad, flexibilidad, decisión, tole-
prevalezcan la confianza o la franca exposición de ideas, por
trínsecas) rancia, imparcialidad, entusiamo, ima-
ginación lo que corresponde al directivo esforzarse en impulsar ambos
Capacidades (cualidades Saber escuchar, comunicar, delegar, mo- extremos. En ocasiones, para afrontar un conflicto se requie-
que pueden aprender- tivar, planificar re la intervención de un árbitro o juez de avenencia.
se y desarrollarse)
Conocimiento (informa- Necesidades de personal, objetivos en
ción que puede apren- materia de prestación sanitaria, finan- Gestión del tiempo
derse y adquirirse) zas, servicios, fometo y evaluación
del servicio La gestión del tiempo es una factor determinante para una
buena función gestora. Establecer un orden de prioridad, dele-
68 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

gar tareas y planificar permite al gerente mostrarse categórico y sición, lo que obliga a la persona que los preside a interpre-
sacar mejor partido de un lapso de tiempo limitado. La admi- tar diversos papeles. De todos modos, llegado el momento de
nistración del factor tiempo presupone la elección de ciertas elaborar el temario de cada encuentro y notificarlo a los
opciones y la fidelidad a las mismas. Zarod (11) ha expuesto al- miembros del comité, es de gran trascendencia estar impues-
gunas técnicas pragmáticas y exitosas en este tipo de gestión. to del asunto y proponer la planificación que corresponda.
Así, el directivo debe localizar problemas concretos relaciona- Un buen presidente ejercerá un control sobre los puntos a de-
dos con la gestión del tiempo; cuando se sigue el criterio de es- batir, pero dará a los participantes la oportunidad de exponer
tablecer prioridades, un paso decisivo es delegar en otros fun- sus opiniones, de modo que cunda en ellos la sensación de
ciones que complementen su cualificación. La gestión gana en que se han hecho públicas sus opiniones. El directivo que li-
eficacia si se avanzan iniciativas en vez de esperar a recibirlas. dere la reunión instará a los componentes del colectivo a que
Un buen gerente pondera con la misma eficacia el tiempo intervengan en defensa de sus puntos de vista, y coordinará
dedicado al trabajo y a la actividad social. Distribuir el tiempo las respuestas. Valiéndose de declaraciones de principios y de
entre diversas actividades y saber priorizar es un paso importan- la evaluación de las expresiones verbales o gestuales, el presi-
te. Es posible una gestión eficaz del tiempo si se delega lo más dente de una reunión está en situación de resumir y formular
posible, se ayuda a los individuos a resolver sus problemas y se las decisiones que convengan al caso (12).
adopta una actitud pragmática, subrayando las tareas prioritarias
de cada día. Los directivos pasan buena parte de sus vidas en reu-
niones; de ahí la importancia de acotar minuciosamente el or- ■ Formación de directivos
den del día y la finalidad de cada reunión. En la tabla 3 se pro-
pocionan algunas pautas de buena o mala gestión del tiempo. Los médicos competentes deben compaginar las aptitudes
directivas con la capacidad clínica; para ello deben tener una
visión realista de los elementos que conforman la gestión di-
Gestión de reuniones y comités rectiva y una actitud positiva hacia ella. No cabe duda de que
la formación clínica y la formación de directivos, aunque dis-
A menudo los integrantes del equipo asisten a reuniones tintas, pueden reforzar alguna de las cualificaciones y compe-
ajenas a la actividad clínica «porque sí». Es muy importante tencias que poseen. La finalidad de este tipo de instrucción es
saber cuál es la finalidad de la reunión y comprobar si está en profundizar en el conocimiento de las cualidades necesarias
el orden del día del director. Presidir reuniones debe poten- para dirigir y gestionar con miras a mejorar la prestación del
ciar la eficacia, y además hay que difundir las decisiones servicio, y revisar de forma periódica la práctica clínica y pon-
adoptadas. Un buen presidente deja que intervengan todos derar las diversas facetas del servicio. El gestor debe antici-
los que piden la palabra, pero sin dejar que ninguno de ellos parse a las situaciones de conflicto entre especialidades y neu-
domine el tono de la asamblea. Tampoco debe tomar partido tralizarlas. Además, ha de tener la habilidad y la capacidad de
por nadie, pero dejará que todos los integrantes del grupo decir no. Como ya se comentó anteriormente, la función ges-
participen en el debate. Es importante que la atención del tora comprende la gestión de recursos —económicos y huma-
equipo se centre en el temario de la reunión, pero cuidará de nos— y, en un plano más personal, la gestión del tiempo, la
resaltar los aspectos positivos del planteamiento general. Las negociación, la relación con los comités y órganos afines, etc.
reuniones suelen terminar en amigables tertulias o en pugnas En cuanto al psiquiatra, tiene ya, por formación, la capacidad
abiertas, pero el objeto de las mismas es tomar decisiones, de negociar y presidir comisiones, pero es posible que necesi-
compartir información y alcanzar un compromiso público. te incorporar otras técnicas, en cuyo caso el aprendizaje re-
Un gerente cualificado sabe cómo presidir comités y ob- viste distintas modalidades.
tener el resultado deseado. Si es hábil, concurrirá a todos los Una de ellas son los cursos de dirección y gestión, pero
comités, juntas o comisiones con una noción muy clara de la no deja de ser significativo que se pueda aprender más emu-
solución que él prefiere. No todos los comités son órganos lando la labor de los jefes clínicos y dirigentes de otro sesgo,
decisorios; las funciones varían según su estructura y compo- y a través de la propia experiencia médica. En todo caso, es-
tas funciones presuponen un tipo de gestión de segundo ni-
vel, como puede ser la labor en los comités y grupos de tra-
bajo. Es muy posible que en otros países el jefe o director mé-
Tabla 3. Gestión del tiempo dico que ejerce en el sector privado o al margen del entorno
académico y los hospitales clínicos, no pueda asumir las fun-
Buena gestión del tiempo Mala gestión del tiempo
ciones en cuestión, o no tenga oportunidades de hacerlo. Al
Programar Talante desorganizado director clínico corresponde la iniciativa de instaurar progra-
Establecer prioridades Implicación excesiva mas de formación destinados al personal de enfermería, psi-
Delegar Amante de las interrupciones cólogos, asistentes sociales y terapeutas ocupacionales, según
Saber decir «no» Proliferación de reuniones el caso.
Prever tiempo para el personal Dedicación abusiva a tareas «pla- Si bien se ha instituido por un período de tiempo la for-
Ser flexible centeras»
Convocar reuniones sólo cuando mación profesional continuada, haciendo hincapié en la re-
sea preciso validación de estudios y la certificación de la competencia
profesional, el clínico en funciones directivas tiene que agen-
1.8. EL PSIQUIATRA EN FUNCIONES DIRECTIVAS 69

ciarse el tiempo necesario para atender a su propia expansión Algunos de estos rasgos se yuxtaponen y se hallan presen-
personal. Para estar en situación de delegar y comunicar, el tes en un mismo individuo. Ahora bien, los individuos pueden
gerente médico debe aprender a controlar las emociones a la cambiar sus cometidos a medida que ganan en experiencia y
par que la tensión en el lugar de trabajo. La fluidez de la co- son más competentes. El buen hacer del equipo depende de las
municación verbal es un proceso de doble sentido basado en dotes de liderazgo, a menudo democrático, y la estructura del
la reciprocidad, y los psiquiatras, en virtud de la formación grupo. Aunque ejercer el liderazgo democrático resulta sencillo
recibida, deberían ser capaces de ello. Humphries (4) expone cuando sobra el tiempo para efectuar ciertas tareas, es de vital
con acierto los requisitos necesarios para comunicarse con los importancia que el gerente actúe con cierta autoridad cuando
demás: el lenguaje correcto, el tono pertinente, y una comu- deben tomarse decisiones de urgencia. Lamentablemente este
nicación no verbal adecuada, son factores importantes para es el modo más atractivo para la mayoría de las personas que
una buena comunicación. quieren demostrar su poder o situación jerárquica. Ambas mo-
El estamento médico sigue insistiendo en que son ellos dalidades de liderazgo tienen sus inconvenientes, por lo que un
los que formulan sus pautas de actuación, tradición de anti- directivo clínico sagaz y experimentado echará mano de ambas
guo arraigo y de muy amplia aceptación; pero aumentan las en función de las necesidades del equipo médico.
presiones para cambiar esa actitud y trazar una distinción en-
tre la gestión directiva y el ejercicio clínico de la profesión.
Bibliografía
■ Conclusión 1. Gray, A. and Jenkins, B. (1995). Public management and the National
Health Service. In Managing health care (ed. J. Glynn and D. Perkins),
Es obvio que si los profesionales de la medicina no ges- pp. 4–32. W.B. Saunders, London.
tionan su entorno ni los recursos adscritos, hay otros que es- 2. Sims, A. (1995). The clinician and the clinical team in the
tán dispuestos a ello. Los gerentes y directores deben gestio- community. In Management for psychiatrists (ed. D. Bhugra and A.
Burns), pp. 176–82. Gaskell, London.
nar el cambio prestando atención al medio y, además, atre- 3. Barnes, P. (1995). Managing people. In The clinicians management
verse a cuestionar el estado actual de cosas sin darse por ven- handbook (ed. D. Hansell and B. Salter), pp. 43–68. W.B. Saunders,
cidos. Los gestores deben comprender que su función y su ta- London.
rea principal son la misma cosa; es decir, dispensar una aten- 4. Humphries, J. (1995). How to manage people at work. How To Do
Books, Plymouth.
ción de salud solvente en beneficio de sus pacientes. 5. Hunter, D. (1995). Creating health services strategy. In Managing
Para lograr los fines propuestos, los directores acreditados health care (ed. J. Glynn and D. Perkins), pp. 37–73. W.B. Saunders,
demuestran su iniciativa y dotes empresariales, aprenden a London.
ejercitar el pensamiento analítico, y ejercen su influencia es- 6. Mintzberg, H. (1990). Mintzberg on management. Free Press, London
7. Johnson, G. (1987). Strategic change and the management process. Basil
tratégicamente (3). También deben tener una idea clara de su Blackwell, Oxford.
potencial y sus puntos vulnerables, y saber rodearse de aque- 8. Bainton, D. (1995) Resource management. In Management for
llos miembros del equipo que complementen sus capacidades. psychiatrists (ed. D. Bhugra and A. Burns), pp. 75–84. Gaskell, London.
9. Waters, H. (1995). Stress management: taking the strain. In
La condición de dirigente no es siempre hereditaria, tal
Management for psychiatrists (ed. D. Bhugra and A. Burns), pp.
como han demostrado a lo largo del tiempo las dinastías po- 284–308. Gaskell, London.
líticas. Algunas cualificaciones pueden adquirirse, pero otras 10. Hill, P. (1995). Negotiation. In Management for psychiatrists (ed. D.
no son susceptibles de aprendizaje. Es indispensable que el Bhugra and A. Burns), pp. 262–73. Gaskell, London.
11. Zarod, H. (1995). Time management. In Management for psychiatrists
gerente trabaje de manera conjunta con sus equipos a fin de (ed. D. Bhugra and A. Burns), pp. 274–83. Gaskell, London.
perfilar objetivos claros que puedan cumplirse mediante la 12. Hill, P. (1995). Committee practice. In Management for psychiatrists (ed.
colaboración y la programación rigurosa de actividades. D. Bhugra and A. Burns), pp. 248–61. Gaskell, London.
Fenomenología descriptiva
1.9 Andrew Sims, Christoph Mundt, Peter Berner
y Arnd Barocka

■ Principios de la fenomenología una alucinación hipnagógica puede ser estadísticamente anor-


mal pero de ningún modo un indicador de mala salud o en-
descriptiva fermedad mental. Asimismo, no es prudente hacer extrapola-
ciones de una población con enfermos mentales y llevar a
Definiciones y explicaciones cabo afirmaciones sobre la naturaleza del comportamiento en
aquellas personas que no padecen enfermedades mentales.
La psicopatología es el estudio sistemático de las viven- Es importante reconocer factores culturales en la expe-
cias, la cognición y el comportamiento anormales. En ella se riencia subjetiva, la expresión de síntomas psicológicos y su
incluyen las psicopatologías explicativas, en las que se asu- expresión en el comportamiento. En algunas culturas se des-
men factores causantes de acuerdo con las estructuraciones o aprueban y censuran las manifestaciones excesivas de la expe-
planteamientos, y la psicopatología descriptiva, que describe riencia subjetiva y las emociones; en otras se tiende a la so-
con precisión y categoriza las experiencias anormales tal y matización de los sentimientos, y aun en otras las experien-
como las relata el paciente y como se observan en su com- cias subjetivas individuales se subyugan al bienestar del grupo
portamiento (1). En consecuencia, los dos componentes de la social. Existen expresiones específicas para hacer referencia al
psicopatología descriptiva son la observación del comporta- malestar subjetivo relacionado con la imagen corporal en los
miento y la evaluación empática de la experiencia subjetiva. pacientes con trastornos de ansiedad, que están influidas por
Esta última es referida por Jaspers como fenomenología (2), e factores culturales. En el caso de los delirios de pasividad,
implica que el paciente es capaz de hacer una introspección aunque las manifestaciones psicopatológicas permanecen re-
y describir como son estas experiencias, y que el médico res- lativamente estables, la descripción de su contenido puede
ponde a través del reconocimiento y comprensión de esta variar en función de la cultura; por ejemplo, «el djinn me
descripción. La fenomenología descriptiva, como aquí se des- obligó a que lo hiciera», «mis pensamientos están controlados
cribe, es un sinónimo de la fenomenología psicopatológica, por la televisión». Sucede lo mismo con los estados de pose-
que comprende la observación y categorización de los suce- sión, aunque la descripción psicopatológica es similar, la ex-
sos psicopatológicos anormales, las experiencias internas del presión cultural actual es muy diferente entre un miembro de
paciente y sus comportamientos posteriores. Se intenta ob- una secta fundamentalista de los montes Apalaches en Amé-
servar y entender este suceso psicológico o fenómeno de rica del Noste y una chica budista de Sri Lanka.
modo que pueda conocer, en la medida de lo posible, como
se siente el paciente a causa de esta experiencia.
Entender los síntomas del paciente
Aunque en medicina interna se establece una clara distin-
Fenómenos mentales en la salud ción entre síntoma (queja que hace el paciente) y signo (in-
y variación cultural dicador de una enfermedad específica que se observa o se ob-
tiene en la exploración), en psiquiatría ambos se incluyen en
Es difícil identificar y clasificar los fenómenos de la en- el discurso del paciente. Cuando éste se queja de su estado de
fermedad mental mientras no haya consenso sobre qué com- ánimo al mismo tiempo que identifica el síntoma; atribuye el
portamientos deben aceptarse como normales y sanos. La sa- dolor de rodilla a fuerzas ajenas, lo que revela un signo de en-
lud se ha contemplado como un estado completo de bienes- fermedad psicótica. Puesto que tanto los síntomas como los
tar físico, mental y social (3); la enfermedad mental se ha signos emanan de la conversación con el paciente, en la prác-
considerado de diferentes formas como la consecuencia de tica psiquiátrica el término síntoma se utiliza a menudo para
un cerebro enfermo, los síntomas que los médicos tratan, o ambos conceptos. Para que un síntoma tenga utilidad diag-
como la variación estadística de la norma que conlleva des- nóstica, éste debe ser típico de la enfermedad y presentarse
ventajas biológicas; y la enfermedad mental tiene con fre- con relativa frecuencia. En la exploración psiquiátrica es fun-
cuencia repercusiones legales. Es mejor conservar el uso de la damental el uso de la comprensión empática para explorar y
palabra «normal» en un sentido estadístico; de esta forma, clarificar las experiencias subjetivas del paciente. El método
71
72 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

de la empatía implica la capacidad de «ponerse en la piel» del casa y me roban el dinero». La forma depende de la natura-
otro y proceder a través de series organizadas de preguntas, leza de la enfermedad mental y en último lugar depende de
parafraseando y reiterando las palabras del paciente de distin- los factores etiológicos de esa enfermedad. El contenido de-
ta forma cuando sea necesario hasta estar seguros de lo que pende de la situación vital, la cultura y la sociedad en la que
éste describe. El estadio final es volver a explicar al paciente el paciente se encuentra. Esta distinción es importante para el
lo que uno, el psiquiatra, cree que es la experiencia del pa- diagnóstico y el tratamiento. De este modo, es necesario de-
ciente, y que él acepte esta explicación como una representa- terminar la forma psicopatológica para un diagnóstico preci-
ción precisa de su estado interior. La empatía utiliza la capa- so, puesto que la demostración de la relación entre el signifi-
cidad del psiquiatra, como prójimo humano, para experi- cado actual y el contenido del síntoma puede ser útil para di-
mentar personalmente como se siente el estado subjetivo del señar un tratamiento bien dirigido.
paciente que resulta de una combinación del entorno y las Si la mayor parte de las ciencias están interesadas en la
propias circunstancias personales. objetividad e intentan que el observador no sea una variable
Puede ser difícil identificar fenómenos como indicadores dentro del experimento, la fenomenología descriptiva intenta
específicos de un trastorno psicopatológico concreto. Para realizar una evaluación cuantificable y científica de lo subje-
ello, puede que sea necesario registrar gran parte de la con- tivo. Es un error desacreditar la subjetividad en la práctica clí-
versación del paciente en busca de palabras y frases significa- nica, ya que ésta es inevitable y debería aprenderse a servirse
tivas que tengan importancia diagnóstica dentro del discurso de ella de forma hábil y fiable. Al realizar la evaluación del
irrelevante del paciente. El psiquiatra, cuando desempeña el estado mental de un paciente deprimido con el Examen del
papel de psicopatólogo, debe suponer que el discurso y el Estado Mental, al menos en alguna medida, se hace un juicio
comportamiento del paciente, así como sus matices tienen un subjetivo basado en el uso experimentado y disciplinado de
significado, al menos para el paciente en el momento en que la empatía: «si me sintiera tal como veo a mi paciente y como
tienen lugar; no se trata únicamente de un epifenómeno del él dice que se siente, estaría triste». En psicopatología también
funcionamiento cerebral. se distingue entre desarrollo, cuando el cambio en el pensa-
Jaspers ha contrastado la comprensión (verstehen) y la ex- miento y el comportamiento emerge de los patrones previos,
plicación (erklären), y la fenomenología descriptiva se ha inte- debido a la comprensión de una experiencia subjetiva del in-
resado por el primero. La comprensión es la percepción del dividuo, y proceso, cuando el suceso es impuesto desde fue-
significado personal de la experiencia subjetiva del paciente ra y no puede entenderse como una progresión natural del es-
que incluye la capacidad humana para la empatía. Es decir, tado previo. Los síntomas de ansiedad pueden considerarse
«comprendo porque soy capaz de ponerme en la situación de un desarrollo en alguien con personalidad anancástica con-
mi paciente y sé como se siente, yo también siento esta tris- frontada con circunstancias externas completamente nuevas;
teza». En cambio, la explicación hace referencia a las obser- la epilepsia y sus síntomas psiquiátricos serían un proceso im-
vaciones externas y al establecimiento de conexiones causales puesto en el individuo que no puede entenderse en términos
de igual forma que el método científico. En psicopatología, de la historia de su vida previa.
los términos primario y secundario se basan en la importante
distinción entre conexiones significativas y causales. Lo que
es primario no puede considerarse en términos de compren- Bases teóricas de la fenomenología descriptiva
sión, es decir, de empatía. Mientras que lo secundario emer-
ge de lo primario de forma que puede comprenderse si uno Desde la psicopatología dinámica hay importantes dife-
se pone en la situación del paciente; así, si estuviera tan pro- rencias teóricas. La psicopatología descriptiva no propone ex-
fundamente deprimido como mi paciente, también sentiría la plicaciones para las experiencias subjetivas ni para el com-
desazón de creer que es el fin del mundo, un delirio nihilista portamiento, simplemente las observa y las describe. La psi-
secundario. copatología psicoanalítica estudia las raíces del comporta-
miento actual y la experiencia consciente a través de los con-
flictos inconscientes y entiende la anormalidad basándose en
La experiencia subjetiva y su categorización los procesos teóricos descritos previamente. En el psicoanáli-
sis no se consideran importantes las diferencias entre forma y
Dentro de algunos límites la experiencia subjetiva es pre- contenido, ni entre proceso y desarrollo, en cambio se consi-
decible y cuantificable. Cuando alguien pierde a un pariente dera que los síntomas tienen una base psicológica incons-
cercano puede predecirse que va a experimentar sentimientos ciente. La fenomenología descriptiva no da ninguna explica-
de desdicha y pérdida. Los síntomas depresivos pueden cuan- ción sobre la mente inconsciente, que sólo entra en juego
tificarse y compararse los niveles de depresión en diferentes cuando el sujeto es capaz de describir experiencias interiores,
momentos en una misma persona, o las diferencias entre in- es decir conscientes. Además, la fenomenología descriptiva
dividuos al mismo tiempo. Para la psicopatología es impor- no depende esencialmente de la localización cerebral, sino de
tante distinguir entre forma y contenido. La forma de la ex- la clarificación de la naturaleza de los fenómenos subjetivos
periencia psicológica es la descripción de su estructura en tér- que se discuten con el paciente. Si posteriormente pueden es-
minos fenomenológicos (p. ej., un delirio). Su contenido es tablecerse relaciones entre determinados fenómenos y lesio-
el contexto ambiental psicosocial dentro del cual el paciente nes cerebrales específicas, evidentemente serán de gran utili-
describe las anomalías de la forma: «las enfermeras vienen a dad para el conocimiento psiquiátrico posterior. La fenome-
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 73

nología descriptiva puede ser un factor unificador entre los Definición de los trastornos perceptivos
conceptos mente y cerebro, puesto que no depende en últi-
ma instancia de ninguna postura filosófica particular por lo Cutting (5) define las alucinaciones como «percepción
que respecta a la naturaleza de la mente o el cerebro. sin objeto (dentro del marco filosófico del realismo) o como
la aparición de un objeto en el mundo sin que se correspon-
da con ningún suceso material (dentro del marco kantiano)».
■ Trastornos de la percepción Hay un problema con esta definición, aunque algunos pa-
cientes con alucinaciones confunden una percepción alucina-
La percepción es un proceso complejo que no se limita a toria por una percepción real, otros pueden diferenciarlas;
la detección de signos físicos por parte de los órganos senso- existe una cualidad «como si» incluso cuando los pacientes
riales, sino que implica el procesamiento de esa información afirman que perciben objetos o sucesos reales. Esto fue de-
para representar la realidad. Los conceptos psiquiátricos de mostrado experimentalmente por Zucker (6). Las voces des-
percepción y constitución de la realidad han sido influidos critas con detalle por los pacientes con alucinaciones eran
por ideas estructuralistas, constructivistas y relacionadas con imitadas e introducidas sin previo aviso a los mismos pacien-
la filosofía de la mente. Entre la década de 1950 y 1970 la psi- tes que no tenían ninguna dificultad para discriminar estas
cología gestaltista puso de relieve el complejo moldeamiento voces externas de sus alucinaciones. Por este motivo Janzarik
de los preceptos y las alteraciones de este proceso en los fe- (7) definió las alucinaciones sin asociarlas con la percepción
nómenos psicóticos. Se sugirieron el gestaltismo arcaico y como «contenidos psíquicos que fluyen libremente» (utili-
«protopático» y elaborados procesos gestálticos «epicríticos» zando un concepto similar a la desinhibición de Jackson).
racionales. Más recientemente la investigación neurocognitiva Continuando con esta idea, la falta de percepción puede fa-
ha confirmado la distinción entre detección sensorial e inter- cilitar las alucinaciones como en la privación sensorial o en
pretación cognitiva. los estados oníricos de los pacientes parapléjicos (8).
También se han utilizado ideas de la filosofía. Hundert Hay una transición gradual en la cualidad perceptiva de
(4) usó la distinción kantiana entre categorías a priori y expe- las alucinaciones a otras experiencias sensoriales similares,
riencias a posteriori como marco para diferenciar la percepción como en el delirio o las percepciones extrañas de algunos es-
de los órganos sensoriales del proceso de evaluación secun- quizofrénicos. Asimismo, la afectación que la alucinación
dario. El énfasis de Kant por la interacción entre la percep- puede realizar en la persona puede variar enormemente, des-
ción «distal» y la conceptualización «proximal» puede ser de descripciones de alucinaciones como si se trataran de una
ejemplificado con la percepción y el reconocimiento de caras, película en las psicosis anfetamínicas a experiencias afectivas
que está alterado en el síndrome de Capgras y en menor gra- agobiantes en las alucinaciones asociadas a humor delirante.
do en la esquizofrenia. El procesamiento de la percepción vi- A veces se utiliza el término seudoalucinación cuando
sual está organizado como mínimo en cuatro niveles de com- las alucinaciones se reconocen como irreales. Jaspers (9) de-
plejidad: la retina, el núcleo geniculado lateral, el córtex vi- finió las alucinaciones como corpóreas y tangibles (Leibhaf-
sual occipital y el hipocampo. El tercer nivel (el córtex occi- tigkeit), mientras que las seudoalucinaciones carecen de estas
pital), en el que se da el proceso de «la visión», no contiene características. Según Jaspers, las seudoalucinaciones no son
una mejor imagen que los niveles precedentes; más bien con- tan tangibles y reales como las percepciones alucinatorias,
forma la base de datos compuesta por señales procedentes de aparecen espontáneamente, pueden diferenciarse de la per-
neuronas específicas para bordes, ángulos, curvas, movimien- cepción real y, aunque es difícil pero no imposible, pueden
tos bruscos, etc. Comparado con la detección perceptiva de finalizarse voluntariamente. Kandinsky ejemplificó la defini-
la retina, estas señales son «confusas» pero aun así forman ción de seudoalucinación de Jaspers con un caso: un pa-
una noción de lo que percibimos como realidad. El recono- ciente que cuando cerraba los ojos presentaba espontánea-
cimiento de caras necesita un mayor procesamiento, que pro- mente imágenes de personas que habían resucitado. El pa-
bablemente se da en la zona del hipocampo donde se inte- ciente tenía plena conciencia de que las imágenes no eran re-
gran asociaciones de otros campos corticales con la informa- ales y podía dejar de verlas abriendo los ojos. Así, para Jas-
ción visual (p. ej., la voz que pertenence a cada cara). En psi- pers las seudoalucinaciones están más próximas a las imáge-
quiatría se trata con etiologías muy heterogéneas y alteracio- nes imaginadas excepto en que aparecen de forma espontá-
nes perceptivas que pueden originarse a diferentes niveles del nea y son más vívidas. La definición de Jaspers no se utiliza
procesamiento, generalmente a un nivel en el que hay más in- de forma consistente en la literatura medica; en la literatura
tegración que la que se da en las enfermedades neurológicas angloamericana para definir una seudoalucinación es sufi-
y más distante de la detección inmediata de los estímulos fí- ciente el conocimiento subjetivo de que el precepto no tiene
sicos por parte de los órganos sensoriales. Por otro lado, los un equivalente externo real y que se origina en la mente del
trastornos psiquiátricos de la percepción afectan a diferentes individuo.
niveles del procesamiento de la información, desde alteracio- El término ilusión describe las experiencias visuales vívi-
nes en los órganos sensoriales a fenómenos complejos en los das que pueden producirse y manipularse voluntariamente.
que se implican los sentimientos y las ideas. Las ilusiones se dan en los estados de trance cuando se pro-
A continuación nos centraremos básicamente en las alu- ducen voluntariamente percepciones, pero son más reales y
cinaciones y algunos fenómenos relacionados que son rele- duran más tiempo que las ilusiones que suceden en estados
vantes en las enfermedades psiquiátricas. normales de la mente.
74 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Las ilusiones se diferencian de las alucinaciones en que interlocutor. Los pacientes esquizofrénicos omiten estas cla-
se basan en la percepción de un objeto o suceso real, que es ves no verbales concisas y no son hábiles en el juicio de las
malinterpretado, generalmente conforme al humor o a un intenciones de los demás, además su comunicación no verbal
tema específico. Las ilusiones deben diferenciarse de las per- está pobremente coordinada. La disfunción resultante será
cepciones delirantes, éstas son percepciones basadas en he- una competencia social disminuida. Los pintores esquizofré-
chos reales a los que se ha asociado un significado erróneo. nicos con una formación adecuada antes del inicio de la en-
En las percepciones delirantes este «error» no puede ser co- fermedad ya mostraban distorsiones en la percepción de la
rregido por el paciente, en las ilusiones, en cambio, al final perspectiva (12).
puede reconocerse el significado real.
Kurt Schneider describió Gedankenlautwerden (también lla-
mado écho de la pensée, o pensamientos en voz alta) como un Modalidades sensoriales
fenómeno transitorio entre la imaginación muy vívida, los
pensamientos de difícil control y las alucinaciones auditivas. Las alucinaciones pueden afectar a todas las modalidades
Este concepto es idéntico al que la literatura angloamericana sensoriales. Las alucinaciones auditivas son las más frecuen-
ha otorgado a las seudoalucinaciones. El paciente puede re- tes en las psicosis idiopáticas, generalmente en forma de vo-
conocer que las palabras que oye son sus propios pensamien- ces, aunque pueden aparecer otros tipos de sonidos asociados
tos, pero no puede iniciarlos o finalizarlos voluntariamente. a los contenidos delirantes. Se consideran típicas de la esqui-
El gedankenlautwerden puede interrumpir el pensamiento, por zofrenia, aunque no son específicas de ella, aquellas voces
ejemplo distrayendo la concentración al hablar con otra per- que hablan del paciente, y las que se refieren a las actuacio-
sona. El gedankenlautwerden puede diferenciarse de la inser- nes o pensamientos del paciente (13). Las voces que llaman al
ción del pensamiento, por ejemplo, en la que el paciente oye paciente por su nombre y las voces que conversan sin hacer
la voz de Dios o el diablo, que puede diferenciar de sus pro- referencia al paciente se consideran inespecíficas a nivel no-
pios pensamientos pero no tiene porqué reconocer como una sológico.
alucinación. También puede diferenciarse el gedankenlautwer- Las alucinaciones visuales aparecen con más frecuencia
den de las alucinaciones auditivas en que éstas presentan un en las psicosis orgánicas, particularmente en el delirio, en el
menor grado de alienación. que pueden ocurrir durante pocas horas sobre todo por la no-
Klosterkötter (10) describió la transición de las sensacio- che si el síndrome no es completo. Las alucinaciones visuales,
nes de tipo alucinatorio elemental y poco formadas, como con más frecuencia que en las otras modalidades sensoriales,
un «estallido», un «golpe» o un «silbido», a las percepciones incluyen representaciones de animales y escenas con algunas
con más significado que aún pueden localizarse en el «inte- personas. En particular, en el delirium tremens aparecen aluci-
rior» de la cabeza, hasta las alucinaciones complejas que for- naciones visuales de estructuras finas (como pelos, filamentos
man parte de la estructura cognitiva delirante. Estas transi- y telarañas) y aparecen con mayor probabilidad si el paciente
ciones estaban relacionadas con una mayor implicación afec- mira fijamente una pared blanca. Una combinación típica,
tiva en los temas de las alucinaciones. Las observaciones de pero no específica, de delirios y alucinaciones en las psicosis
Klosterkötter apoyan la interpretación de Janzarik de las alu- orgánicas es la «experiencia de sitio», en la que los pacientes
cinaciones como «contenidos psíquicos que fluyen libre- creen que están sitiados por enemigos y deben atrancar sus
mente», al igual que los estudios experimentales sobre el mo- puertas y ventanas.
delo de psicosis que demuestran una secuencia regular de Las alucinaciones corporales, táctiles o cenestésicas se
tres estados psicopatológicos: activación neurovegetativa, asocian con más frecuencia a la esquizofrenia que con las
cambio afectivo y fenómenos «productivos» como las aluci- psicosis afectivas u orgánicas. La fenomenología incluye sen-
naciones y los delirios. saciones táctiles simples en la piel, sensaciones sexuales, sen-
Algunos errores perceptivos, encontrados principalmente saciones de contracción, expansión o rotación de los órganos
en pacientes esquizofrénicos, son menos complejos que las internos o dolor atípico. Generalmente estas sensaciones se
alucinaciones, parecen estar más relacionados con trastornos asocian a explicaciones delirantes. Las alucinaciones localiza-
neuropsicológicos y se caracterizan por una menor sistemati- das en la piel pueden esconder un delirio de parasitosis. Los
zación. Éstas comprenden las distorsiones visuales del tama- pacientes de edad avanzada en estadios iniciales de alteracio-
ño, color, distancia y perspectiva, que pueden asemejarse a las nes orgánicas cerebrales presentan un riesgo elevado de pa-
experiencias descritas por personas que consumen cannabis u decerlos.
otras sustancias psicoactivas. Estas oscilaciones delimitadas de La cenestesia es una forma de percepción errónea que
los errores perceptivos se describen en los síntomas básicos de puede considerarse como una alucinación fracasada (14). Es-
Hubert, que son un buen ejemplo del modo en que un fe- tas percepciones corporales erróneas pueden durar desde mi-
nómeno más complejo de la psicopatología puede originarse nutos hasta días, son fluctuantes (algunas veces se relacionan
a partir de algo más básico. Krause y cols. (11) grabaron en ví- con el estrés) y generalmente no se atribuyen a agentes exter-
deo el comportamiento no verbal de pacientes esquizofréni- nos ni se explican por ideas delirantes. Los pacientes rara-
cos en una conversación con sus parejas sanas. La comunica- mente las explican espontáneamente y están categorizadas
ción no verbal desempeña un importante papel en el diálogo, como síntomas básicos. Klosterkötter (10) sugirió que cuando
por ejemplo al señalar un cambio en el turno de palabra o al las cenestesias se atribuyen claramente a influencias externas
formar un comentario no verbal sobre las palabras del otro es más probable que se acompañen de esquizofrenia.
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 75

Puede haber alucinaciones de sensaciones gustativas y ol- güedades de la percepción y establecen jerarquías de con-
fatorias, por ejemplo oler a gas (quizás el paciente cree que tingencias.
los vecinos quieren matarlo). En algunas ocasiones los pa-
cientes melancólicos explican que tienen las sensaciones gus-
tativas mitigadas o que notan la comida muy salada o con de- ■ Trastornos del humor
masiadas especias.
Esta sección incluye los elementos psicopatológicos que
comprenden los trastornos del humor, en particular las dife-
Teorías etiológicas de las alucinaciones rentes variedades de depresión, manía, estados de ansiedad y
despersonalización. La relación de síntomas va a hacer refe-
Existen tres tipos de teorías etiológicas: rencia principalmente a la fenomenología descriptiva, y sólo
brevemente a los conceptos interpretativos de la fenomeno-
1. La sobreestimulación que afecta a diferentes niveles del logía antropológica.
procesamiento de la información. El humor puede considerarse como una cualidad del es-
2. El fallo en la inhibición de las funciones mentales. tado de la mente que es más duradero que las emociones y
3. La distorsión del procesamiento de la información senso- los sentimientos. El humor abarca todo el pensamiento, no
rial a nivel interpretativo. está influido por la voluntad y está fuertemente relacionado
con los valores. El filosofo Heidegger (21) consideró el hu-
Penfield y Perot (15) sugirieron que la sobreestimula- mor (Stimmung, Befindlichkeit) como la expresión más funda-
ción puede ser un mecanismo patógeno. Estimularon las re- mental de la existencia individual (Daseinsverfassung). Kierke-
giones temporales de 500 pacientes, de los cuales el 8 % re- gaard (22) subrayó el papel de la orientación existencial en la
firió alucinaciones escénicas, algunas en diversas modalida- determinación del humor, especialmente en la ansiedad ge-
des. La estimulación de la corteza occipital visual producía neral.
alucinaciones simples como «destellos», «círculos», «estrellas» Las características principales, pero no únicas, de los sín-
o «líneas». Este fenómeno, conocido como Formkonstanz tomas en los trastornos del estado de ánimo son la extensión
(16), se ha observado en psicosis experimentales inducidas y el tipo de desviación del humor. Aunque no existen barre-
por drogas, que constituye el paradigma más evidente de so- ras delimitadas entre las variaciones normales y los estados de
breestimulación. Es interesante como los pacientes con es- ánimo patológicos, los estados graves son claramente anor-
quizofrenia generalmente pueden diferenciar las alucinacio- males y generan dificultades de empatía. El humor puede ser
nes inducidas por drogas de las alucinaciones producidas por anormal en diferentes formas: triste o ansioso en los trastor-
su enfermedad. Hoffman (17) utilizó las teorías de redes neu- nos depresivos; eufórico en la manía; irritable en la manía y
ronales para simular alucinaciones utilizando las redes de las depresiones agitadas; disfórico en la depresión o los tras-
Hopfield, sobrecargó la capacidad de almacenamiento de la tornos maniacodepresivos mixtos; malhumorado en los esta-
red generada que puede considerarse como el equivalente de dos depresivos crónicos, a menudo con un componente de
las alucinaciones. resentimiento; embotado (el sentimiento de «no tener senti-
La teoría de la desinhibición creada por Hughlings Jack- mientos» o tener sentimientos «petrificados») en trastornos
son, que considera que los síntomas productivos están causa- depresivos muy graves de larga evolución. Stanghellini (23)
dos por la desinhibición de las actividades de control neuro- realizó análisis fenomenológicos de pacientes con depresión y
nal, mientras que los síntomas negativos resultan de lesiones describió como podía emerger el malhumor cuando el pa-
en los sistemas que generan los síntomas productivos. Una ciente se esfuerza en no empeorar sus habilidades y experi-
aproximación moderna a la teoría de la desinhibición es la in- menta resistencia. En estos casos los sentimientos de timidez
vestigación en privación sensorial utilizando ambientes oscu- y desesperación pueden contraponerse con una apariencia ex-
ros e insonorizados, que hasta el momento ha generado re- terna de hostilidad.
sultados contradictorios. Las alucinaciones, estrechamente de- Deben diferenciarse dos tipos de euforia: un tipo de exal-
finidas, raramente ocurren tras la privación, que parece ser tación vital, con sentimientos de mayor de poder espiritual,
más relevante que las experiencias generalmente visuales e intelectual o físico, y un tipo resultante de la desinhibición
imaginadas de forma vívida que Galton (18) en 1880, y más propia de los estados orgánicos y la demencia. Los demás
tarde Jaensch (19), describieron como de tipo «eidético». La pueden ver este segundo tipo no como una exaltación, sino
desinhibición también podría ser el mecanismo subyacente como una falta de interés y una actitud negligente hacia la ac-
en las «alucinaciones hipnagógicas» que pueden aparecer en tual situación del paciente.
personas sanas justo antes de quedarse dormidas. Estos estados de ánimo anormales están estrechamente re-
El papel en la producción de alucinaciones de la inter- lacionados con alteraciones de los sentimientos corporales y
pretación postsensorial y la evaluación del estímulo es in- del pensamiento.
cierto. En este contexto las alucinaciones son un tipo de en- Los síntomas somáticos anormales pueden dividirse en
gaño, pero este concepto no es suficiente para definir su na- vegetativos, como la disregulación cardiovascular, el aumento
turaleza. Las recientes hipótesis neuropsicológicas y los ha- de la sudoración y la sensación de frío, y síntomas hipocon-
llazgos de los estudios con neuroimagen han sugerido que dríacos, como dolor de cabeza y sensación de opresión pre-
hay una «censura interna» (20) que se encarga de las ambi- cordial, extremidades pesadas, sensación de ahogo o dificul-
76 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

tades para tragar. En Alemania, los últimos síntomas se han responde a la situación. Pueden presentar sentimientos subje-
denominado «vitales» y los trastornos depresivos con estos tivos de vacío, debilidad y tensión. Si la enfermedad es
síntomas se conocen como «vitalizados». Se ha considerado grave puede ser difícil diferenciar un estupor depresivo del es-
que están relacionados con la pérdida subjetiva de energía, y tupor catatónico, aunque los pacientes con estupor depresivo
son diferentes de los síntomas vegetativos que aparecen en raramente presentan un incremento de la tensión muscular o
una alteración somática real. la rigidez. En la depresión puede aparecer un aumento de la
López-Ibor (24) ha sugerido el término «equivalentes de- actividad psicomotriz en forma de agitación, es decir, inquie-
presivos» para los trastornos en los que los síntomas somáti- tud sin la capacidad de alcanzar metas u organizar el com-
cos (p. ej., dolores de cabeza con un patrón de variación portamiento. En la manía, el aumento de la actividad psico-
diurna) predominan en el cuadro clínico. En las investiga- motriz también puede observarse en una actividad sexual ex-
ciones transculturales se han encontrado índices más eleva- cesiva y en la compra extravagante de objetos innecesarios.
dos de síntomas somáticos en África (25) y Sudamérica (26), El retraso psicomotor, y probablemente también la acele-
y una tasa inferior de culpabilidad comparada con los países ración, pueden estar acompañados por un cambio en la vi-
occidentales industrializados. Sin embargo, los resultados vencia del tiempo (32). Los pacientes con depresión insisten
no son del todo consistentes y los informes de cambios en demasiado en el pasado, recordando sucesos relacionados con
los perfiles de síntomas en Norteamérica y África ponen en la culpabilidad (petits faux); en cambio, los pacientes manía-
tela de juicio si estos cambios están relacionados con la acul- cos sienten que el futuro está a su alcance. La dificultad para
turación o con limitaciones metodológicas de los primeros diferenciar los deseos de la realidad puede llevar a decisiones
estudios. poco acertadas, tanto en las personas con depresión como
Puede desarrollarse un vínculo de retroalimentación entre con manía. Algunos pacientes con depresión son incapaces
la ansiedad y la activación (arousal) neurovegetativa, como, de decidir la ropa que ponerse por la mañana. El taller de un
por ejemplo, las palpitaciones que la acompañan (27, 28). La paciente con manía puede reflejar su incapacidad para dife-
prevalencia de prolapso de la válvula mitral es superior en los renciar entre las cosas más y menos importantes, por ejemplo
trastornos de ansiedad (37 %) que en la población general las herramientas de uso inmediato y frecuente y las que se
(5 %) (29). Este hallazgo es coherente con la idea de que las usan raramente (33). En el estupor depresivo puede observar-
palpitaciones pueden conducir a una respuesta de ansiedad se un enlentecimiento extremo, los pacientes no se mueven,
condicionada. La técnica de exposición de la terapia conduc- no hablan, no beben ni comen. En cambio, en la manía se
tual intenta romper el condicionamiento de este reflejo. En la produce una aceleración extrema («el derrame de la manía»)
fobia social y el trastorno de pánico la ansiedad suele com- que puede acompañarse de sentido de confusión.
plicarse con las situaciones que la provocan, que pueden con- El retraso y la aceleración están estrechamente relaciona-
ducir a una discapacidad social grave. Los síntomas somáticos dos con los trastornos del pensamiento depresivos y manía-
de la ansiedad pueden prevalecer en algunos estados depresi- cos. En la depresión, la fluidez de las asociaciones es reduci-
vos, y los pacientes son mal diagnosticados, considerados da y lenta, y puede haber alteraciones en la memoria a corto
como pacientes con enfermedades físicas, con pérdida de plazo (seudodemencia) (v. cap. 4.5.2). Los pacientes con de-
peso, dolor atípico y alteraciones sensoriales o motoras. Este presión suelen reflexionar sobre temas negativos y tienen di-
tipo de depresión se ha denominado depressio sine depressione o ficultades para finalizar estos pensamientos. En la manía, la
«depresión somatoforme». aceleración del pensamiento produce una plétora de asocia-
También pueden considerarse como síntomas vegetativos ciones, «fuga de ideas» y logorrea. A diferencia de los trastor-
las alteraciones de los ritmos diurnos, aunque estos influyen nos del pensamiento en los pacientes esquizofrénicos, los pa-
en toda la sintomatología de los trastornos del estado de áni- cientes con depresión conservan la lógica de las asociaciones.
mo (30). Los procesos biológicos subyacentes provocan una El contenido de los pensamientos en los trastornos del
alteración de la arquitectura del sueño, visible en el electro- humor está influido por el estado de ánimo. Predomina el
encefalograma con una latencia REM acortada (en fase avan- pensamiento negativo sobre uno mismo, el futuro y el mun-
zada) y cambios en los ritmos circadianos endocrinológicos y do (34). Los contratiempos y los errores se atribuyen a erro-
cardiovasculares. En la depresión, el trastorno del sueño se ca- res personales, los éxitos se atribuyen a acciones de los de-
racteriza por un despertar temprano, mientras que el hecho más. El pensamiento depresivo se extiende desde el punto
de dormirse al atardecer no está alterado. Cerca del 70 % de inicial de los sucesos vitales negativos a sucesos más genera-
los pacientes melancólicos muestran una variación diurna del les, y tiende a permanecer durante mucho tiempo. Este pun-
estado de ánimo, la actividad psicomotriz, los síntomas so- to de vista fijo que emerge se denomina «esquema cogniti-
máticos, y retraso y empobrecimiento del pensamiento. En vo». Después de la recuperación de un episodio agudo este
resumen, se encuentran peor por la mañana, y mejoran por la esquema puede permanecer latente, y puede ser reactivado
tarde y la noche (31). por sucesos vitales desagradables, que también pueden pro-
El retraso o la aceleración psicomotriz es uno de los sín- longar los síntomas. El pensamiento negativo se inicia por
tomas más prominentes del trastorno del humor. La aparien- pequeños contratiempos que pueden convertirse en autóno-
cia y los movimientos expresivos de los pacientes suelen re- mos y empeorar el estado de ánimo, hecho que a su vez in-
velar más que sus propias palabras. La actividad motriz del tensifica los pensamientos negativos. El esquema negativo
paciente está enlentecida, las extremidades están rígidas, el puede prolongar un episodio depresivo o precipitar uno
cuerpo está curvado, y la expresión es triste o ansiosa y no nuevo. No está claro si los esquemas se activan por cogni-
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 77

ciones o emociones, aunque probablemente ambas pueden Akiskal (36) recalcó la importancia de los signos menores
activarlos. Los pensamientos de culpabilidad están estrecha- en la disregulación afectiva anteriores al inicio de la enferme-
mente conectados con este tipo de pensamiento, que pue- dad, como las rabietas causadas por el temperamento. Su mo-
den alcanzar la intensidad de un delirio. Hasta cierto pun- delo del temperamento (disposición biológica), personalidad
to, los pensamientos de culpabilidad en la depresión depen- (desarrollo psicológico) y carácter (unión de los dos) describe
den de la cultura. En la manía, el contenido del pensa- el desarrollo a largo plazo de la manifestación del síndrome,
miento está relacionado con la euforia, una disminución de que puede tardar una década o más. Entre los precursores de
la autocrítica y un exceso de autoestima. En las fobias y la depresión mayor destacan los síntomas depresivos, las de-
otros estados de ansiedad, los pensamientos centrados en las presiones breves recurrentes y la distimia. El punto de vista
situaciones producen ansiedad. Los contenidos típicos de de la comorbilidad intenta separar la personalidad de la de-
los delirios en la depresión son de culpabilidad, pecado y presión, así como de otros síndromes del eje I como la ansie-
condena, inutilidad personal, empobrecimiento, hipocon- dad y el alcoholismo (37).
dría e ideas nihilistas (p. ej., la convicción de estar muerto).
En la manía, los contenidos de las ideas delirantes son reli-
giosos, con sentimientos irreales de poder espiritual o eco- ■ Trastornos del pensamiento
nómico. A diferencia de los delirios esquizofrénicos, los de-
lirios afectivos son sintónicos, es decir, son concordantes Tipos de pensamiento
con un humor expansivo y no aparecen como algo nuevo y
ajeno a la personalidad. El proceso que tiene por resultado un pensamiento pue-
La despersonalización (v. más adelante) puede observar- de variar de acuerdo al grado en que se tiene en cuenta la re-
se aisladamente o formar parte de un estado depresivo. En alidad externa y las acciones dirigidas a consecución de me-
este último caso, alguna parte del cuerpo, la identidad, la tas. Con esta perspectiva pueden diferenciarse tres tipos de
mente, las actuaciones o el pensamiento se sienten como aje- pensamiento que representan un continuum sin delimitación
nos y no perteneciente al yo. En los trastornos del humor, la de fronteras estrictas y que se entrelazan en la vida cotidiana:
despersonalización no suele alcanzar una intensidad delirante pensamiento fantástico, pensamiento imaginativo y pensa-
como puede suceder en la esquizofrenia. La despersonaliza- miento realista (38). Puesto que cada uno de estos pensa-
ción en la depresión puede relacionarse con la disminución mientos puede predominar en algunos trastornos, esta distin-
de energía vital, pero también con la ansiedad, y sería com- ción es útil para ayudar a entender algunos fenómenos anor-
parable al «estupor emocional» o a las experiencias de «que- males. Las diferencias entre estos tres tipos de pensamiento
darse en blanco», por ejemplo, cuando en un examen una pueden entenderse mejor si se tienen en cuenta las diferencias
persona se olvidad de algo que normalmente era fácil de re- entre el pensamiento fantástico y el pensamiento racional.
cordar. El pensamiento fantástico (también llamado pensamien-
Aunque los trastornos de ansiedad y la depresión mayor to dereístico o autista) produce ideas que no se corresponden
se han definido con criterios categoriales en los manuales con la realidad externa. Este proceso puede darse con ausen-
diagnósticos, hay una variación considerable de los síntomas cia completa de dirección a consecución de metas, tanto si el
clínicos en los diferentes estados. Se ha intentado definir los paciente es hasta cierto punto consciente del ánimo, el afec-
síntomas esenciales del síndrome utilizando el análisis facto- to o se deja llevar por aquello que le motiva. En otras oca-
rial mediante evaluaciones con diversas escalas y diferentes siones el pensamiento fantástico sirve para excluir la realidad
muestras de depresivos para identificar el perfil de síntomas debido a que ésta requiere acciones que el sujeto no quiere
latente característico. Las comparaciones transculturales de realizar, en este caso el pensamiento sí es dirigido. Su objeti-
los perfiles de síntomas también pueden ayudar a identificar vo no es resolver un problema sino evitar la realidad por me-
los síntomas esenciales. Los rasgos latentes más frecuentes dio de la negligencia, la negación o la distorsión. Los sujetos
fueron la lentitud, junto a la pérdida de interés y la alteración sin patología utilizan el pensamiento fantástico de forma de-
de los ritmos diurnos. En cambio, no fueron consistentes los liberada y esporádica. Sin embargo, si los contenidos resultan
datos sobre culpabilidad, deseo de morir y reactividad de la aceptados subjetivamente como un hecho real se convierten
afectividad (25, 35). en patológicos. Esta exclusión patológica de la realidad pue-
Se ha estudiado la personalidad de los pacientes con de- de permanecer limitada (p. ej. en la conversión histérica y la
presión, manía y trastorno bipolar antes y después del inicio disociación, en la seudología fantástica y en algunos delirios)
de la enfermedad. Hay acuerdo en que la sensibilidad social, o puede manifestarse como una ausencia autista y completa
el perfeccionismo y la dependencia son características muy del mundo real.
frecuentes en la personalidad de las personas con depresión. El pensamiento racional (conceptual) intenta resolver
Las características comunes de los pacientes con trastorno bi- un problema a través del uso de la lógica y excluyendo la fan-
polar son la autonomía, el comportamiento no convencional tasía. La adecuación de este proceso depende de la inteligen-
y el respeto a las normas. La dependencia y el perfeccionismo cia de la persona, que puede afectarse por diversas alteracio-
son probablemente actitudes de afrontamiento para la regula- nes de los diferentes componentes implicados en la com-
ción de la afectividad alterada, así como un factor de riesgo prensión y el razonamiento.
para la descompensación en respuesta a determinados sucesos El pensamiento imaginativo puede ubicarse entre el pen-
de la vida. samiento fantástico y el pensamiento racional. Es un proceso
78 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

en el que se forma una representación de un objeto o una si- 2. Las percepciones delirantes, en las que una percepción
tuación a partir de la fantasía pero sin exceder de lo que es ra- normal adquiere un significado delirante. Schneider (42)
zonable y posible. Este pensamiento está dirigido al logro me- asumió que en este proceso era claramente evidente la
tas pero es más frecuente que se dirija a planes generales que «irreducibilidad psicológica», e incluyo las percepciones
a la solución de problemas inmediatos. La diferencia esencial delirantes en sus «síntomas de primer rango» para la es-
entre el pensamiento imaginativo y el pensamiento racional quizofrenia.
es que el pensamiento imaginativo no tiene en cuenta el con- 3. Las memorias delirantes pueden incluir tanto las distor-
sejo de Popper (39), en el que cada asunción teórica debe siones o las falsas memorias, que llegan espontáneamen-
acompañarse de un intento de refutación. El pensamiento te a la mente, como las intuiciones delirantes. En otros
imaginativo puede convertirse en patológico cuando la per- casos suceden en dos estadios, como en las percepciones
sona otorga mayor peso a la representación de los sucesos delirantes, es decir que una memoria normal es interpre-
que a otras interpretaciones objetivas con la misma probabi- tada con un significado delirante.
lidad. En las ideas sobrevaloradas, la interpretación imagina- 4. La atmósfera delirante hace referencia a un conjunto de
da sobrepasa en firmeza a otras interpretaciones, en cambio minúsculas y casi inadvertidas experiencias que conceden
en las ideas delirantes se excluyen otras posibilidades. a la situación un aspecto nuevo y confuso. El mundo pa-
rece haberse alterado sutilmente, parece que haya sucedi-
do algo misterioso en lo que el sujeto se siente personal-
Ideas delirantes mente implicado, pero sin saber cómo. A partir de esta
incertidumbre primero se desarrolla una certeza autorre-
El término «ideas delirantes» se refiere a una estructura ferente y después la formación de significados delirantes
compleja de ideas en que las «ideas delirantes» están relacio- completamente estructurados y específicos. Este cambio
nadas con los otros pensamientos («normales»). Estas ideas se aparente de las situaciones circundantes se acompaña de
comunican a los demás en forma de juicios. En este contex- tensión, depresión o desconfianza, y expectativas ansiosas
to, el concepto «idea delirante» suele hacer referencia a los o excitantes, que con frecuencia se denominan «humor
juicios falsos patológicos para los que se han propuesto tres delirante».
criterios: la firme convicción con la que se sostienen, la irre-
batibilidad por la argumentación lógica y la imposibilidad de La distinción entre primario y secundario asume que la
su contenido (40). Este último criterio debe descartarse por atmósfera delirante es parte de un proceso subyacente de to-
dos motivos: en primer lugar, los pensamientos colectivos de- dos los fenómenos delirantes primarios. Si esta perturbación
rivados de un determinado ambiente sociocultural pueden ser preliminar no se percibe claramente o el paciente no lo co-
considerados, en otros ambientes, como falsos o imposibles. munica como un cambio general en la situación, puede ma-
Si se tiene este factor en cuenta, las ideas delirantes se han de- nifestarse sólo como una percepción o una intuición o una
finido con frecuencia como «creencias falsas e inamovibles memoria delirante simple. En los casos en los que se experi-
que no obedecen a los antecedentes sociales y culturales del menta claramente el cambio en toda la atmósfera y la consi-
paciente». En segundo lugar, en algunas (p. ej., en las ideas guiente perplejidad que conlleva, puede desencadenarse una
delirantes de celos) el contenido no va más allá de lo que es po- reducción en las ideas primarias en el ambiente o una idea
sible. Así, las ideas delirantes se definen mejor como conviccio- delirante completamente formada. En estos casos el origen de
nes rígidas y dominantes que crean una evidencia privada y ais- las ideas delirantes primarias suele atribuirse a una anomalía
lada de la realidad y que no requieren comprobación (41). básica de la cognición que perturba el procesamiento de la in-
formación, la cual reduce la influencia de las experiencias pa-
sadas en la percepción actual. Se ha considerado que este he-
Formación de las ideas delirantes
cho acarrea un aumento de la conciencia de los estímulos
Las ideas delirantes pueden darse por diferentes razones. irrelevantes y una desestructuración ambigua de las entradas
Jaspers (40) introdujo la distinción entre primarias y secunda- sensitivas que permiten la intrusión de material inesperado e
rias. Supuso que las primarias, llamadas también ideas deli- indeseado de la memoria a largo plazo (43).
rantes verdaderas, se caracterizan por su «irreducibilidad psi- Se ha cuestionado la asunción del origen puramente cog-
cológica», mientras que las secundarias, llamadas ideas de noscitivo de algunos fenómenos delirantes por la hipótesis de
tipo delirante, emergen de forma comprensible de experien- que las ideas delirantes suceden únicamente si están precedi-
cias vitales perturbadoras o de otros fenómenos patológicos, das por alteraciones afectivas. Este punto de vista se pone de
como estados de ánimo patológicos o errores perceptivos. relieve en el concepto de Janzarik (7) de «coherencia dinámi-
Esto nos conduce a la asunción de que las primarias son la ca estructural»: el término «dinámico» designa un reino fun-
expresión directa de alteraciones somáticas específicas, que damental que incluye la afectividad y el instinto, y que con-
con frecuencia se consideran la base de la esquizofrenia. En trasta con la «estructura psíquica» que contiene los patrones
esta perspectiva se han diferenciado cuatro tipos de ideas de- de reconocimiento innato y las representaciones adquiridas.
lirantes: Los patrones de reconocimiento innatos así como algunas de
las representaciones adquiridas se han investigado dinámica-
1. Las intuiciones delirantes (autóctonas), que suceden es- mente, es decir, unidos a sentimientos positivos, negativos o
pontáneamente, «inesperadamente». ambivalentes. Generalmente, estos elementos cargados diná-
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 79

micamente («valores») se almacenan permanentemente en un con la depresión. Las de grandeza y eróticas son más fre-
segundo plano por representaciones neutrales de experiencias cuentes en los estados de euforia, excitación o manía. Las ideas
aprendidas que aseguran una evaluación crítica y realista de la delirantes de persecución y celos son más frecuentes en los es-
situación. Además de los sentimientos ligados a los elemen- tados de ánimo suspicaces o en la atmósfera delirante, aun-
tos estructurales, todo el mundo tiene una determinada can- que también pueden observarse en individuos con depresión.
tidad de «dinámica libre flotante» que puede desarrollar esta- La anterior clasificación temática se ha complementado con
dos depresivos, ansiosos, eufóricos o de irritación. categorías que hacen referencia a algunos temas específicos:
Si estas fluctuaciones dinámicas alcanzan un nivel pato-
lógico, las pruebas de realidad se distorsionan por la influen- • Religiosas, con frecuencia asociadas a las ideas delirantes
cia exagerada de los valores. Las modificaciones estables del de grandeza y de culpabilidad.
trasfondo dinámico dan poder a los correspondientes valores. • Infestación, un subtipo de idea delirante hipocondríaca
Las restricciones dinámicas, por ejemplo en la depresión, ac- que se caracteriza por la convicción de estar infestado por
tivan únicamente los valores negativos que no pueden com- pequeños organismos.
pensarse con una evaluación crítica de los aspectos positivos • Identificación delirante, en la que el paciente cree, ba-
de la situación. La expansión dinámica, como en la manía, sándose en una percepción delirante, que una persona ha
produce el efecto opuesto. En estados de inestabilidad diná- sido suplantada por un impostor, o en la que está con-
mica, suceden cambios rápidos en la activación de diferentes vencido de que otra persona ha sido transformada física-
valores que causan la incomprensible incertidumbre de la at- mente en él mismo.
mósfera delirante. En el caso de la esquizofrenia, la inestabi- • De control, en las que la persona experimenta sus sensa-
lidad dinámica se atribuye de forma hipotética a la «irrita- ciones, sus sentimientos, sus impulsos, sus deseos o sus
ción» provocada por la alteración del procesamiento de la in- pensamientos como si fueran influidos por otros (este tipo
formación (44) o a un incremento de la activación producido de idea delirante se da en la esquizofrenia y se cree que es
por cambios neuroquímicos que subyacen a las alteraciones consecuencia de una alteración cognoscitiva que consiste
cognoscitivas de base (45). Pueden presentarse fluctuaciones en un fallo del sistema que dirige la voluntad [46]).
similares de la afectividad y los instintos en otros trastornos,
por ejemplo en las personalidades temperamentales hiperre-
Estructura de las ideas delirantes
activas o en los estados mixtos maníaco-depresivos de cicla-
dores rápidos. Este hecho origina dudas sobre la asunción de La estructura de las ideas delirantes implica tres criterios:
que la atmósfera delirante es específica de la esquizofrenia.
1. Las alternativas «lógicas» o «paralógicas» indican si la co-
nexión de las ideas es consistente o no con el pensa-
Contenido de las ideas delirantes
miento lógico.
El contenido de las ideas delirantes está determinado por 2. Las nociones «organizado» o «no organizado» indican si las
el estado de ánimo en el que emergen y se desarrollan, por la ideas delirantes están integradas o no a un concepto forma-
personalidad del paciente y su entorno sociocultural, y las ex- do. El conjunto de ideas delirantes altamente organizado de
periencias vitales previas. En principio, el contenido puede forma lógica se conoce como «idea delirante sistematizada».
abarcar toda clase de presunciones que se han clasificado en 3. El tercer criterio hace referencia a la relación entre la rea-
categorías separadas según determinadas características. Gene- lidad delirante y la realidad:
ralmente se diferencian las siguientes seis temáticas delirantes:
• En las ideas delirantes polarizadas la realidad deli-
• De persecución, basadas en la asunción de que el pa- rante está inextricablemente entrelazada con los he-
ciente es perseguido, espiado o acosado. chos actuales.
• De celos. • Se habla de yuxtaposición cuando las creencias deli-
• De amor, caracterizadas por la convicción de los pacien- rantes y la realidad se sitúan codo a codo sin influirse
tes de que alguien se ha enamorado de ellos. una a la otra.
• De culpabilidad, inutilidad o ruina que en algunas oca- • En las ideas delirantes autistas los pacientes no tie-
siones alcanza el grado de «delirios nihilistas», en los que nen en cuenta la realidad y viven completamente en
el paciente cree que el mundo real ha desaparecido por un mundo delirante.
completo.
• De grandeza, en las que el paciente está convencido de
que tiene mucho talento, destaca en la sociedad, o posee Ideas sobrevaloradas
poderes sobrenaturales.
• Hipocondríacas, basadas en la convicción de padecer una Una idea sobrevalorada es básicamente una idea acepta-
enfermedad grave. ble y comprensible que preocupa al sujeto hasta el extremo
de dominar su vida. Las ideas sobrevaloradas comprenden in-
El estado de ánimo en el que emerge la idea delirante fa- ferencias y aprensiones a las que se atribuye una probabilidad
vorece unos temas sobre otros. Las ideas de culpabilidad o in- excesiva, los objetivos se persiguen más allá de los límites de
utilidad y las hipocondríacas están fuertemente relacionadas lo razonable, o son deseos abrumadores.
80 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Las ideas sobrevaloradas de perjuicio (ideas sobrevalora- zación a otros estímulos, esta situación puede provocar un
das paranoides) se caracterizan por una interpretación auto- deterioro grave, como por ejemplo no poder salir de casa.
rreferencial de los comportamientos o las verbalizaciones de
los demás. Los pacientes asumen que son observados, des-
Estados anancásticos
preciados, tratados injustamente, provocados o amados. Las
aprensiones sobrevaloradas adoptan la forma de celos pato- Los fenómenos anancásticos se dividen en dos subtipos:
lógicos, hipocondría, fobias (p. ej., parasitofobia) o dismor-
fofobia, en la que los pacientes creen que atraen la atención 1. Las obsesiones en forma de pensamientos, memorias,
debido a un defecto corporal real o ficticio. En la anorexia imágenes, reflexiones o impulsos repetidos que el pacien-
nerviosa los sujetos se preocupan por el empeño de seguir te reconoce como propios pero que no es capaz de con-
siendo delgados, y en el transexualismo por el deseo de cam- trolar. El contenido de estas ideas suele ser desagradable,
biar de sexo debido al sentimiento de pertenencia al sexo aterrador, tenebroso o agresivo.
opuesto. 2. Las compulsiones son acciones, rituales o comporta-
Las ideas sobrevaloradas generalmente aparecen en perso- mientos que el paciente reconoce como propios y altera-
nalidades anormales en las que la «estructura psíquica» con- dos, pero que no puede evitar.
tiene representaciones alteradas debido a los procesos de
aprendizaje o experiencias previas. En estas circunstancias las
Síndromes combinados
variantes temperamentales pueden modelar el cuadro clínico.
Así los sujetos hipertímicos, basándose en una supuesta in- Los pacientes con síndromes fóbicos-anancásticos inten-
justicia, pueden desarrollar ideas sobrevaloradas paranoides tan reducir sus miedos fóbicos con algunas acciones, como la-
de tipo querellante o litigante. En algunas ocasiones pueden varse las manos en los casos de fobia a la infección. El tér-
aparecer ideas sobrevaloradas únicamente durante períodos mino síndrome fóbico-anancástico se utiliza cuando los pen-
de estados de ánimo anormal (de diferentes orígenes) en los samientos obsesivos o las compulsiones producen ansiedad
que ejercerían una influencia de compensación. (p. ej., ideas obscenas mientras rezan, o el impulso a precipi-
tarse desde una balaustrada) y conllevan la evitación de las si-
tuaciones que las provocan.
Trastornos fóbicos y anancásticos Las fobias, obsesiones y compulsiones suelen ser el resul-
tado de conflictos neuróticos intrapsíquicos, pero también se
Los fenómenos fóbicos y anancásticos tienen en común presentan en trastornos mentales funcionales y orgánicos, y
que el paciente los experimenta como no deseados pero no en todos los casos están implicados los procesos de condicio-
los puede suprimir, y con frecuencia aparecen juntos. namiento. Los pacientes con personalidad anancástica, carac-
terizada por perfeccionismo, rigidez, susceptibilidad e indeci-
sión tienen una importante propensión a desarrollar obsesio-
Estados fóbicos
nes y compulsiones.
Las fobias son miedos exagerados e inapropiados que
están fuera del control voluntario, no son razonables y cau-
san un comportamiento de evitación (47). Los miedos se Trastornos del proceso de pensamiento
desencadenan por estímulos específicos que pueden ser ob-
jetos percibidos, como animales (fobia a animales) o pústu- El término «proceso de pensamiento» hace referencia a la
las (en algunas fobias a enfermedades), o lugares, como los producción del pensamiento. Las alteraciones en este proceso
espacios abiertos (agorafobia) o los lugares cerrados (claus- pueden ser reconocidas y descritas por el paciente o deduci-
trofobia). das a partir del discurso del sujeto por un observador (48).
Inicialmente las fobias se desencadenan a partir de estí- Las alteraciones en la producción del pensamiento se lla-
mulos muy específicos que pueden generalizarse; así, una fo- man convencionalmente «trastornos formales del pensamien-
bia a los ascensores puede extenderse a cualquier tipo de es- to» y difieren de las alteraciones del «contenido del pensa-
pacio cerrado. Algunas fobias se asocian desde el principio a miento» observadas en los delirios. Esta distinción parece ar-
circunstancias generales. En las fobias sociales, por ejemplo, bitraria ya que las pruebas de realidad desviadas de los pa-
los pacientes evitan relacionarse con gente porque tienen cientes delirantes siempre incluyen una alteración del pensa-
miedo a ser observados debido a algunas de sus característi- miento formal.
cas físicas o rasgos de la personalidad. Estímulos diferentes
pueden desencadenar los mismos miedos en personas distin-
Trastornos del flujo de pensamiento
tas. De este modo en algunos pacientes la fobia a la enfer-
medad se activa por la observación de cambios corporales, La psicología asociacionista indica que la memoria se-
pero en otros por situaciones relacionadas con riesgo de in- mántica está organizada en forma de red. Esto significa que
fección. cada representación está unida a otras ideas, con relaciones
Los estados fóbicos se caracterizan por los comporta- estrechas o distantes. En el pensamiento racional, una «ten-
mientos de evitación: los pacientes evitan aquellas situaciones dencia determinista» (40) guía el flujo de las ideas en la di-
u objetos que les provocan ansiedad. A causa de la generali- rección escogida y excluye las asociaciones que no siguen este
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 81

propósito. Este procedimiento puede alterarse de distintas cia un tema relacionado. En la fusión se mezclan en una pa-
formas que se agrupan bajo el título de «trastornos formales labra o frase diferentes tipos de asociaciones evocadas por un
del pensamiento». pensamiento. El descarrilamiento se caracteriza por la inter-
polación de ideas que ni el paciente ni el observador pueden
relacionar con la corriente del pensamiento previa. El em-
Alteraciones de la velocidad del pensamiento
botamiento designa un grado extremo de descarrilamiento y
En la aceleración del pensamiento, las asociaciones se fusión.
forman correctamente pero a una velocidad excesiva. No se Las investigaciones neuropsicológicas sugieren que la pér-
mantiene un propósito y la intervención de nuevos pensa- dida de asociaciones puede estar causada por un fallo de in-
mientos puede alcanzar el grado de «fuga de ideas». hibición en la red de asociaciones (49), que se presentan
El retraso hace referencia a la disminución de la veloci- como un síntoma positivo en la esquizofrenia.
dad del proceso de pensamiento que dificulta la formación de En los trastornos orgánicos, el pensamiento incoherente,
asociaciones y que puede impedir que el paciente alcance el que es clínicamente similar al descarrilamiento, puede atri-
objetivo original de su pensamiento, como resultado es difí- buirse a una alteración intelectual primaria y no a una mayor
cil concentrarse y tomar decisiones. amplitud de asociaciones.
La aceleración y el retraso del pensamiento son debidos a
cambios en el estado de ánimo y son característicos de los
Pensamiento sobreinclusivo
trastornos del humor.
Este tipo de trastorno del pensamiento no se basa en una
interrupción del flujo del pensamiento sino en una incapaci-
Circunstancialidad
dad de conservar las fronteras conceptuales, sólo las ideas
En la circunstancialidad, la tendencia determinista se muy alejadas del concepto en consideración se incorporan a
mantiene pero el paciente únicamente puede alcanzar su ob- éste (50). El pensamiento sobreinclusivo se presenta en la es-
jetivo tras explorar exhaustivamente todas las asociaciones in- quizofrenia y en otros trastornos psicóticos y neuróticos.
necesarias que le vienen a la mente. Cuando contesta a una
pregunta comenta muchos detalles irrelevantes antes de re-
Pensamiento concreto y abstracto
tornar al objetivo. Esta incapacidad para excluir las asociacio-
nes que no son importantes se presenta en los trastornos En los trastornos mentales orgánicos y en el retraso men-
mentales orgánicos y en el retraso mental. tal la incapacidad para pensar de un modo abstracto puede
atribuirse a una disminución en la capacidad para estructurar
un concepto. El pensamiento concreto de las personas con
Perseveración
esquizofrenia puede ser consecuencia de una disfunción en la
La perseveración suele darse en los trastornos mentales or- memoria operativa (49), el paciente no puede recordar el uso
gánicos y se define como la incapacidad para cambiar de un abstracto de un concepto en un contexto determinado y uti-
tema a otro, el pensamiento se mantiene más allá de lo que liza significados más concretos. Además, este proceso puede
se considera apropiado al contexto. Por ejemplo, un paciente intensificarse con la pérdida de asociaciones. El hecho que
puede dar una respuesta adecuada a la primera pregunta, pero personas esquizofrénicas manifiesten en algunas ocasiones un
repite la misma respuesta en las siguientes preguntas aunque pensamiento abstracto excesivo también puede explicarse
sean completamente diferentes. una alteración tal de la memoria operativa que no se retiene
el significado concreto del pensamiento inicial.
Interrupciones en el flujo del pensamiento
Trastornos en el control del pensamiento
El bloqueo del pensamiento es una interrupción súbita
y no intencionada del curso del pensamiento que el pacien- En las obsesiones y compulsiones el individuo reconoce
te experimenta como una «ruptura completa». Después de sus pensamientos como propios pero es incapaz de contro-
esta ruptura, que puede suceder en medio de una frase, larlos.
puede recuperarse la idea previa o remplazarse con otro pen- En la pasividad de pensamiento el paciente experimenta
samiento. El bloqueo del pensamiento se presenta en los sus pensamientos como manipulados por fuerzas ajenas. Las
trastornos orgánicos, en la depresión y, frecuentemente, en interpretaciones resultantes de estos sentimientos se describen
la esquizofrenia, en la que se describe como un síntoma ne- como «robo del pensamiento», «inserción del pensamiento» o
gativo. «transmisión del pensamiento» (denota la convicción del pa-
En la pérdida de asociaciones el flujo del pensamiento ciente de que sus pensamientos se difunden a otras personas).
se interrumpe por desviaciones hacia pensamientos distantes Estos delirios de «control del pensamiento» fueron incluidos
o sin relación, a diferencia de la fuga de ideas que se carac- por Schneider (42) en sus «síntomas de primer rango» de la
teriza por la rapidez de acceso a asociaciones próximas. Pues- esquizofrenia.
to que la pérdida de asociaciones conduce a una producción Una variación particular de la inserción del pensamiento
de conceptos anormales, se consideran como síntomas posi- es el arremolinamiento del pensamiento propio de la esqui-
tivos. En la tangencialidad las ideas se desvían de forma ha- zofrenia, en la que los pacientes experimentan un gran nú-
82 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

mero de pensamientos impuestos desde el exterior y compri- La ecolalia es la repetición de palabras o partes de frases
midos en su mente. que dicen otras personas. Puede observarse en la esquizofre-
nia, en trastornos orgánicos y en el retraso mental.
A veces los pacientes dan respuestas aproximadas, es de-
Trastornos del habla y el lenguaje cir, evitan dar respuestas correctas a preguntas que han en-
tendido, es frecuente en los trastornos orgánicos, la esquizo-
Los «trastornos del habla» hacen referencia a los defectos frenia y la histeria.
en la capacidad de hablar y pronunciar, mientras que los La parafasia se utiliza frecuentemente como sinónimo de
«trastornos del lenguaje» designan déficit en el uso del len- respuestas aproximadas. En una definición más estricta el
guaje (51). En vista de las frecuentes dificultades para hacer concepto se limita a la pronunciación de un sonido inapro-
esta distinción suelen utilizarse los dos términos de manera piado en lugar de una palabra o frase. Esta alteración se da en
indistinta. los trastornos orgánicos del habla, pero también puede tener
En la nomenclatura médica, el prefijo «a» denota la pér- causas psicógenas.
dida completa de la capacidad, y el prefijo «dis» denota una El habla puede ser ininteligible por diferentes razones. El
alteración menos pronunciada. Sin embargo, este principio paragramaticalismo y la parasintaxis (pérdida de la coheren-
no se sigue siempre de forma estricta, así los términos «afasia» cia gramatical y sintáctica) puede presentarse en trastornos
y «disfasia» se usan con frecuencia como sinónimos. mentales orgánicos y estados maníacos de excitación, y en la
esquizofrenia en la que los graves descarrilamientos del pen-
samiento se ponen de manifiesto como una «ensalada de pa-
Alteración en la formación y pronunciación
labras». Pueden observarse tres formas de simbolismo priva-
de palabras
do en la esquizofrenia: uso de palabras existentes con un sig-
La afonía designa la incapacidad para vocalizar. El habla nificado simbólico particular, creación de «neologismos» (pa-
en susurros ocurre en las enfermedades físicas (parálisis del labras nuevas con un significado idiosincrásico) y producción
par craneal IX o enfermedades de las cuerdas vocales) y en la de un lenguaje privado e ininteligible, que puede ser hablado
histeria. La disfonía es una alteración física que produce ron- (criptolalia) o escrito (criptografía).
quera. El mutismo (contención del habla) puede encontrarse en
La disartria hace referencia a los trastornos de la articula- diferentes trastornos psiquiátricos. Es una característica del es-
ción que tienen lugar en diversas malformaciones y enferme- tupor y también puede ocurrir como una reacción «histérica»
dades que alteran los mecanismos de la fonación, lesiones del al estrés.
tronco encefálico, esquizofrenia y trastornos psicógenos. La seudología fantástica se caracteriza por un mentir ex-
Las causas del tartamudeo y el balbuceo todavía no se cesivamente fluido que evoluciona a un planteamiento fan-
han esclarecido, pero con frecuencia se han considerado de tástico. Esta «mitomanía» se presenta en los trastornos histé-
origen neurótico. La logoclonía (repetición espasmódica de ricos y antisociales de la personalidad.
sílabas) ocurre en el parkinsonismo (parálisis agitada).
Trastornos orgánicos del lenguaje
Alteraciones del habla Este término abarca las alteraciones del lenguaje espontá-
Scharfetter (41) propuso el término «alteraciones del ha- neo, la denominación, la escritura y la lectura, que suceden
bla» como un concepto general para los trastornos del habla como resultado de disfunciones cerebrales localizadas distin-
o del lenguaje que no pertenecen al grupo anterior de tras- tamente, que a veces se hallan asociadas. Estos trastornos
tornos. pueden dividirse en defectos «sensitivos» (receptivos) y «mo-
Los cambios en el volumen y la entonación se presen- tores» (expresivos) que incluyen las siguientes principales sub-
tan en los estados esquizofrénicos y afectivos, y hacen refe- categorías. Los pacientes disfásicos presentan a menudo una
rencia al discurso en voz alta y excitado, y discurso monóto- mezcla de alteraciones receptivas y expresivas.
no y tranquilo.
La bradifasia (habla lenta) y la taquifasia (habla rápida)
Trastornos sensoriales del lenguaje
ocurren en los trastornos del estado de ánimo, en la esquizo-
frenia y en las disfasias orgánicas. En la disfasia sensorial primaria el paciente no puede
La logorrea (verborrea) se observa en varios trastornos, es- entender el habla de los demás. Su lenguaje continúa siendo
pecialmente en los trastornos maníacos. fluido, pero contiene errores en el uso de las palabras, tam-
La alogia (pobreza de lenguaje) es una disminución del bién están alteradas la sintaxis y la gramática, la lectura, y la
habla espontánea, aparece en la depresión y la esquizofrenia. escritura. En este trastorno, si el habla del paciente es ininte-
En la pobreza de contenido del discurso éste es adecua- ligible, la alteración se denomina «afasia jergo». Si únicamen-
do pero contiene poca información, y suele relacionarse con te está alterada la repetición del mensaje, entonces se deno-
la desorganización del pensamiento esquizofrénico. mina «disfasia de conducción».
La verbigeración hace referencia a la repetición monóto- En la sordera pura para las palabras, el habla, la lectura
na de sílabas y palabras que se observa en los trastornos or- y la escritura son fluidas y correctas. Sin embargo, el pacien-
gánicos del lenguaje, la esquizofrenia y la depresión agitada. te oye las palabras como si fueran sonidos y no puede reco-
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 83

nocer su significado. En la ceguera pura para las palabras Las causas del retraso mental se exponen en la parte 10.
(alexia) el habla y la escritura son normales pero el paciente
no puede comprender lo que lee.
Trastornos de inicio tardío
En estos trastornos hay una disminución del rendimiento
Trastornos motores del lenguaje intelectual después de su desarrollo normal. Esto puede suce-
En la disfasia motora primaria las expresiones verbales o der como resultado de trastornos orgánicos cerebrales y tras-
escritas de las palabras y la construcción de las oraciones es- tornos psicóticos y afectivos.
tán alteradas, en cambio está preservada la comprensión del Los trastornos orgánicos pueden ser de tipo tóxico, trau-
habla y la escritura. mático, inflamatorio o a causa de hipoxia. Si estas alteracio-
En la mudez pura para las palabras la alteración se limi- nes se tratan con éxito puede llegar a detenerse la evolución
ta a una incapacidad para producir y repetir palabras cuando del deterioro o incluso revertir.
hay intención de hacerlo. La agrafia pura es la incapacidad En la demencia hay un deterioro progresivo de la función
aislada para escribir palabras. La disfasia nominal es la inca- intelectual, su inicio suele ser insidioso y a menudo se reco-
pacidad para producir nombres de cosas y personas. noce por una alteración de la memoria.
En los trastornos psicóticos las pruebas y evaluaciones
distorsionadas de la realidad pueden alterar el rendimiento in-
Trastornos del rendimiento intelectual telectual. En la esquizofrenia, los trastornos formales del pen-
samiento pueden contribuir a este proceso.
Los trastornos afectivos graves pueden deteriorar la per-
Definición de inteligencia
cepción, la atención y la motivación, conduciendo a un ren-
La «inteligencia» hace referencia a la capacidad para re- dimiento intelectual pobre. Estas alteraciones se observan con
solver problemas, afrontar situaciones nuevas, adquirir habi- más frecuencia en la depresión, pero también pueden suceder
lidades a través del aprendizaje y la experiencia, establecer en la manía.
deducciones lógicas y formar conceptos abstractos. También
se han identificado algunas habilidades específicas como
componentes mutuamente interdependientes en la inteli-
gencia (52), como la capacidad para producir representacio-
■ Trastornos del yo y de la imagen
nes espaciales, la velocidad perceptiva, la habilidad de cál- corporal
culo, la comprensión de significados verbales, la memoria,
la fluidez verbal y el razonamiento. Algunos autores han su- Trastorno del yo
gerido, que además de estas habilidades específicas, existe
un factor general unitario en la inteligencia (53) basado en Este término describe las experiencias anormales internas
la capacidad de reconocer y establecer conexiones significa- del «yo» y del «mi» que ocurren en los trastornos psiquiátri-
tivas. cos. Scharfetter añadió la característica de la conciencia de
existir o vitalidad del yo a las cuatro características formales
descritas previamente por Jaspers: sentimiento de conciencia
Medidas de la inteligencia de actividad, conciencia de unidad, conciencia de identidad y
La capacidad intelectual individual se gradúa con referen- conciencia de los límites del yo (2, 54).
cia al coeficiente de inteligencia (CI) que se define como el
cociente entre la inteligencia del sujeto y la inteligencia me- Trastorno de la conciencia de existencia
dia de los sujetos de la misma edad. La evaluación de la in-
teligencia se considera en el capítulo 1.10.3.1. Este trastorno se demuestra por el delirio nihilista que se
Además de la evaluación de la inteligencia global, se han presenta con frecuencia en trastornos depresivos graves, un
desarrollado muchas pruebas para evaluar el deterioro orgáni- tipo específico de éste es el conocido como síndrome de Co-
co, el rendimiento académico y las aptitudes. tard (55). Las alteraciones no psicóticas se ejemplifican con la
despersonalización en la que el paciente experimenta cam-
bios en la calidad de sus actividades mentales, físicas o del en-
Retraso mental (trastornos del aprendizaje) torno que aparece como irreal, remoto o automatizado.
Cuando el desarrollo de la actividad intelectual no alcan-
za un nivel de CI de 70, se habla de «retraso mental». Esta al- Trastorno de la conciencia de actividad
teración puede subdividirse según su gravedad. En la CIE-10
se reconocen cuatro niveles: Los trastornos de la conciencia de actividad se presentan
en pacientes con lesiones neurológicas, como en algunas dis-
• Leve (CI: 50-69). praxias, y también en trastornos psicóticos en los que el indi-
• Moderado (CI: 35-49). viduo cree que no ha realizado ninguna acción cuando sí lo
• Grave (CI: 20-34). ha hecho, o viceversa. Este fenómeno no incluye los casos en
• Profundo (CI inferior a 20). los que el paciente sabe que ha ejecutado una acción pero
84 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

cree que la realizó bajo la influencia de otro. Los trastornos que es un cambio subjetivo y que no ha sido impuesto por
no psicóticos de la actividad se dan cuando el paciente pien- fuerzas externas. Pueso que para los pacientes es difícil des-
sa que no tiene libertad de acción y que su rango de elección cribir estos fenómenos, su experiencia tiende a pasar desaper-
está limitado por circunstancias externas, por ejemplo una cibida y no se diagnostica, pero la tristeza y la alteración del
persona con síntomas depresivos que cree que no puede ha- funcionamiento es considerable. Se experimenta con sensa-
cer nada para mejorar su incompetencia. ciones subjetivas tan desagradables que no sorprenden las au-
tolesiones intencionadas.
Trastorno de la conciencia de unidad
La conciencia de la unidad propia esencial implica que en Trastornos de la conciencia corporal
cualquier momento «yo sé que soy una persona». El trastor-
no se presenta en experiencias perceptivas visuales peculiares
Quejas corporales sin causa orgánica
como la autoscopia (56). Los ejemplos no psicóticos del tras-
torno de individualidad incluyen tanto el trastorno de la per- Estas alteraciones crean dificultades para la comprensión
sonalidad múltiple como el fenómeno del doble que descri- de la psicopatología por varios motivos:
bió Jaspers (2). La característica esencial del trastorno de la
personalidad múltiple es la aparente existencia de dos o más 1. La etiología suele ser confusa, en algunas ocasiones apa-
personalidades distintas en un mismo individuo, y el hecho recen dudas sobre la posibilidad de que haya una causa
de que únicamente una de ellas es evidente en cada momen- física oculta.
to. El fenómeno del doble es mucho más frecuente, y des- 2. Los términos descriptivos utilizados provienen de dife-
cribe la experiencia de sentir que hay dos partes de uno mis- rentes ámbitos teóricos y han cambiado su significado a
mo en conflicto, que causa problemas en todos los aspectos través de los años.
de su vida, pero el paciente es plenamente consciente de las 3. Suele haber discrepancias entre los significados atribuidos
dos al mismo tiempo. a los síntomas entre paciente y médico.

La CIE-10 incluye en la categoría de «trastornos somato-


Trastorno de la conciencia de identidad
morfos» tanto los trastornos por somatización como los hi-
El trastorno de la identidad se caracteriza por el delirio pocondríacos (58). Los trastornos somatomorfos se caracteri-
de control y la experiencia de pasividad, en las que el pa- zan por la presentación repetida de síntomas físicos con peti-
ciente cree que alguien ajeno está apoderándose de él, y la ciones persistentes de exploraciones médicas, a pesar de que
creencia de que hay una ruptura de la continuidad de «uno las pruebas sean negativas repetidamente y de que los médi-
mismo» respecto a como era antes. Los trastornos no psicó- cos aseguren que los síntomas no tienen ninguna base física.
ticos de la conciencia de identidad se ejemplifican por el El paciente cuyo trastorno principal es la somatización se
trastorno de posesión, en éste hay una pérdida temporal del queja de múltiples, recurrentes y a menudo variables sínto-
sentido de la identidad personal y el sujeto puede actuar mas físicos en distintos sistemas corporales durante mucho
como si hubiera sido poseído por otra personalidad, espíritu tiempo. Sin embargo, el paciente con hipocondría tiene una
o fuerza. preocupación persistente por la función corporal, la posibili-
dad de enfermedad y la seriedad con que los síntomas deben
tratarse. Estos dos grupos de síntomas pueden solaparse, y
Trastorno de la conciencia de los límites del yo
también es frecuente la presencia de ansiedad y depresión co-
El trastorno de los límites del yo se emplaza en los sínto- mórbida tanto en la somatización como en la hipocondría. El
mas de primer rango de Schneider de la esquizofrenia en la contenido de la hipocondría puede tomar la forma de deli-
forma de robo, control y difusión de pensamientos (57). El rios, ideas sobrevaloradas, alucinaciones, reflexiones depresi-
paciente cree que los pensamientos «que yo creía bajo control vas o ansiosas, o preocupación ansiosa.
me han sido arrebatados por una causa externa». Los trastor- En la CIE-10 el término «trastorno disociativo (de con-
nos no psicóticos de los límites del yo suceden en estados de versión)» ha remplazado el término gráfico «histeria» que ge-
éxtasis, descritos característicamente «como si» fuera una ex- neraba confusión. Los síntomas de conversión pueden ca-
periencia. Habrá un trastorno de los límites del yo si el indi- tegorizarse en motores, sensitivos (incluido el dolor) o psi-
viduo puede sentir que no hay límites entre uno mismo y el cológicos. Los síntomas motores incluyen la debilidad o pa-
mundo exterior. rálisis de las extremidades o alguna parte de la extremidad y
la alteración de la marcha; los síntomas sensitivos compren-
den la anestesia en guante y calcetín. Entre los síntomas psi-
Despersonalización
cológicos destaca el estrechamiento del campo de la con-
La despersonalización es la experiencia de que los senti- ciencia con amnesia selectiva que puede ocurrir en los tras-
mientos y experiencias propios se han separado, distanciado, tornos de fuga. Para poder diagnosticar un trastorno con-
no son propios, se han perdido o alterado. La desrealización versivo, o histeria, los síntomas deben tener una naturaleza
se caracteriza por los mismos sentimientos pero para la con- psicógena, debe pensarse que su causa es inconsciente, los
ciencia del mundo exterior. El individuo afectado reconoce síntomas deben conllevar algún tipo de ventaja para el pa-
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 85

ciente y deben presentarse por mediación de procesos de discrepancia entre la talla percibida y la deseada, también
conversión o disociación. ocurren en la bulimia nerviosa y pueden asociarse a depresión
Los trastornos facticios incluyen dos categorías: elabo- y sentimientos de culpabilidad y de indignidad.
ración de síntomas físicos por razones psicológicas y pro-
ducción o fingimiento intencionado de síntomas o alteracio-
Cambios orgánicos en la imagen corporal
nes, tanto físicos como psíquicos. A diferencia de los sínto-
mas de conversión, que aparecen sin estar implicada la con- Los cambios orgánicos pueden ser resultado de una le-
ciencia del individuo, en los trastornos facticios la enferme- sión del objeto conceptualizado (p. ej., después de una am-
dad, lesión o queja es en última instancia una producción putación un miembro fantasma) o lesiones en el proceso de
consciente del individuo. La simulación implica la produc- conceptualización (p. ej., sección del cuerpo calloso). La
ción o fingimiento de síntomas por las ventajas sociales de acentuación patológica de la imagen corporal (hyperschema-
estar enfermo, mientras que en los trastornos facticios se in- zia) se presenta cuando una enfermedad física o una lesión
cluyen otras motivaciones y simplemente describen el com- neurológica causan un aumento en la percepción de un ór-
portamiento. gano. La disminución o la ausencia de la imagen corporal
El narcisismo no suele aceptarse con entidad de enfer- (hyposchemazia o aschemazia) puede suceder con la pérdida
medad pero es útil considerarlo como un síntoma psicopato- de inervación o en lesiones del lóbulo parietal. Las altera-
lógico. El paciente otorga a su imagen una importancia exa- ciones de la imagen corporal pueden ser simples (p. ej., ne-
gerada, especialmente a la apariencia personal. Este ensimis- gligencia o pérdida de un miembro) o complejas. También
mamiento con uno mismo se asocia generalmente a marcados pueden darse distorsiones de la imagen corporal (parasche-
sentimientos de inferioridad y ambivalencia sobre el yo, y a mazia) en las que puede haber un aumento o disminución
sentimientos de amenaza de la integridad personal. de las partes del cuerpo.
El desagrado del cuerpo y la distorsión de la imagen cor-
poral son dos experiencias subjetivas distintas pero que con
Trastornos de la identidad sexual y la sexualidad
frecuencia se dan juntas, como en la anorexia nerviosa y en
la obesidad extrema. En la dismorfofobia el síntoma prima- El núcleo de la identidad sexual se establece en etapas
rio es la creencia del paciente de que no es atractivo: piensa muy tempranas de la vida y, una vez establecido biológica-
que tiene un defecto físico, como el tamaño de la nariz o los mente, recibe influencias y refuerzos sociales. El transexua-
pechos, y que los demás se dan cuenta de ello, pero objeti- lismo es un trastorno de la identidad sexual, mucho más co-
vamente su apariencia se sitúa dentro de los límites de la nor- mún en el sexo biológico masculino, en el que hay una dis-
malidad. La insatisfacción con su apariencia, la intensidad crepancia entre el sexo anatómico y la identidad sexual que la
con la que sienten que los otros se dan cuenta de su desfigu- persona se asigna. Esta creencia subjetiva es una idea sobre-
ración, el malestar que les causa, y el hecho de que como valorada que en algunas ocasiones toma unas dimensiones ex-
consecuencia pueden llegar al suicidio o a otros comporta- tremas (v. caps. 4.11.4 y 9.2.12).
mientos autodestructivos, no son proporcionales a la impor- Los trastornos más frecuentes de la sexualidad pueden di-
tancia del problema, aunque exista alguna alteración. El con- vidirse psicopatológicamente en diversos trastornos de distin-
tenido en el trastorno de la dismorfofobia toma la forma psi- ta fenomenología: trastornos de la preferencia sexual, trastor-
copatológica de idea sobrevalorada en la que el nivel de im- nos psicológicos y del comportamiento asociados con el des-
portancia y el consiguiente malestar es claramente despropor- arrollo y la orientación sexual, y disfunciones psicosexuales.
cionado y domina la vida por completo. En la dismorfofobia La experiencia subjetiva de desviación sexual está muy deter-
la idea sobrevalorada puede asociarse a un trastorno anancás- minada por el contexto social, únicamente aquellos compor-
tico de la personalidad o dominante subyacente, o a otros tamientos exhibicionistas que dificultan la relación con los
trastornos psiquiátricos. demás o que son ilegales llegan al psiquiatra. Entre los tras-
La conciencia de la imagen corporal y los trastornos tornos del desarrollo y la identidad se encuentran aquellos in-
del comportamiento alimentario suelen presentarse conjun- dividuos que no tienen clara su identidad u orientación se-
tamente, así, la alteración de la imagen corporal se asocia con xual. Las disfunciones psicosexuales comprenden los sínto-
los trastornos del comportamiento alimentario. En sociedades mas asociados con la evolución normal del comportamiento
occidentales con conciencia de la importancia de la dieta, la heterosexual, que se dividen generalmente en los que son
obesidad en la adolescencia da con frecuencia como resulta- propios de los varones, las mujeres, o los problemas en la re-
do la aversión hacia uno mismo, esto sucede más en las chi- lación sexual.
cas que en los chicos, y se da una sobreestimación de la obe-
sidad corporal y un miedo patológico a verse en el espejo. La
El dolor como entidad psicopatológica
alteración de la imagen corporal se presenta en pacientes con
anorexia nerviosa, que sobreestiman sus dimensiones y en El dolor es una experiencia subjetiva que ocurre única-
cambio realizan una estimación precisa de la dimensión de mente en la conciencia, es difícil de categorizar y describir, y
los objetos inanimados. Cuanto mayor sea la consideración no está bien encuadrado fenomenológicamente. Parece que
de un individuo de su «sobrepeso», más insatisfacción consi- tiene más en común con un trastorno del estado de ánimo
go mismo experimentará (59). Estos trastornos de la propia que con uno de la percepción. El dolor asociado a enferme-
imagen, con una importante sobreestimación de la talla y una dades psiquiátricas tiende a ser más difuso y menos localiza-
86 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

do, y se extiende con una distribución que no coincide con ciones, existe un mejor cumplimiento del tratamiento y el
la anatómica. Además, los pacientes tienden a referirlo como pronóstico es mejor (64). Sin embargo, sorprendentemente,
constante, que puede aumentar en intensidad pero sin remi- algunos pacientes están preparados para cumplir el trata-
siones. Puede estar claramente asociado con un trastorno sub- miento aunque piensen que no están enfermos, especial-
yacente del humor, que aparece como un trastorno primario mente si el entorno social es propicio a recibir tratamiento
tanto en el tiempo como en la causa. Es más difícil describir (61), este hecho muestra lo poco que se sabe acerca de la in-
claramente la calidad del dolor psicógeno, que tiende a ser trospección.
progresivo en cuanto a gravedad y extensión en el tiempo. Se La introspección es un fenómeno formado por múltiples
ha denominado trastorno por dolor persistente somato- componentes con una considerable relevancia clínica tal
morfo al dolor persistente, intenso y que crea malestar que como se desprende de su relación con el cumplimiento del
no puede explicarse plenamente por procesos psicológicos o tratamiento. Se ha intentado operacionalizar el concepto y
alteraciones físicas (v. cap. 5.2.6.). dividirlo en escalas para medirlo. Sin embargo, todavía no
hay un acuerdo general en las características que deberían
incluirse en la definición. La mayoría de los estudios sobre
■ Introspección (insight) introspección se han realizado exclusivamente en pacientes
con esquizofrenia, y sería importante extender los estudios a
La evaluación clínica de la capacidad del paciente para otras patologías mentales graves. En este aspecto la fenome-
entender la naturaleza, importancia y gravedad de su enfer- nología descriptiva tiene implicaciones para la práctica tera-
medad se ha denominado introspección (insight). Reciente- péutica.
mente ha aumentado el interés por describir sus característi-
cas con más certeza y por establecer como se relaciona con
otros aspectos de la enfermedad (60). La actitud de los pa- ■ Síntomas y signos motores
cientes hacia su enfermedad tiene claras implicaciones clíni-
cas, y la evaluación de la introspección intenta investigar la Los síntomas y signos motores pueden deberse a un tras-
conciencia del paciente acerca del impacto que la enfermedad torno neurológico que cause un síndrome cerebral orgánico,
ha causado en su entorno, y su capacidad para adaptarse a los como la rigidez en la enfermedad de Parkinson, o puede es-
cambios causados por la enfermedad. En la práctica clínica tar relacionado con estados emocionales como la inquietud y
tienen una importancia considerable la conciencia del pa- el temblor en la ansiedad. Sin embargo, hay un grupo de sín-
ciente de la presencia de la enfermedad y la forma como ésta tomas que afectan a los movimientos voluntarios y que ocu-
interfiere en el funcionamiento y el cumplimento del trata- rren con frecuencia en las psicosis funcionales. Estos sínto-
miento prescrito. David (60) sugirió que la introspección mas no tienen un origen inequívocamente neurológico ni cla-
constaba de tres dimensiones que se solapaban: la capacidad ramente psicógeno y algunos autores los denominan trastor-
para reetiquetar los sucesos mentales infrecuentes como pato- nos de la motricidad. La tabla 1 contiene un glosario de los
lógicos, el hecho de reconocer que uno tiene una enfermedad
mental y el cumplimiento del tratamiento. Se han estableci-
do algunas relaciones entre la pérdida de introspección en los
pacientes psiquiátricos y la negación de la enfermedad o la Tabla 1. Síntomas y signos de los trastornos de la motricidad
pérdida de funciones que ocurre en algunas alteraciones neu- Catalepsia (sinónimos: Mantener posturas incómodas en contra de
rológicas. flexibilidad cérea) la resistencia
Debido a su importancia para el manejo clínico del pa- Actitud corporal Mantener posturas incómodas que pueden
ciente, en los últimos años ha habido varios intentos de eva- tener un significado delirante
luar la introspección. McEvoy y cols. (61) desarrollaron un Estupor Incapacidad para comunicarse a pesar de es-
cuestionario para medir la introspección basado en la defini- tar consciente
Acinesia Incapacidad para moverse
ción de que los pacientes fueran conscientes de la naturaleza
Mutismo Incapacidad para hablar
patológica de sus experiencias y basándose también en el gra- Ecolalia Repetición de lo que dice otra persona
do de acuerdo con los profesionales en la necesidad de trata- Ecopraxia Repetición de los actos de otra persona
miento. La medida diseñada por David y cols. (62) añadía la Manierismo Expresiones inusuales que llaman la atención
capacidad de reetiquetar los sucesos mentales extraños como a través de gestos, el habla u objetos
patológicos al reconocimiento de la enfermedad mental y al Amimia Expresiones faciales inusuales que llaman la
cumplimiento del tratamiento. Otras escalas incluyen otras atención
Estereotipia Repetición de los actos
características, pero este conjunto de síntomas es el que tiene Verbigeración Repetición del habla
mayor influencia en el manejo clínico. Tic Movimientos rápidos de los músculos facia-
La relación entre la alteración de la introspección y la les o las extremidades
presencia de otros aspectos de la psicopatología es comple- Acatisia Incapacidad para estar sentado o de pie
ja, no hay una clara relación entre el deterioro de la intros- Retraso psicomotor Enlentecimiento de la actividad mental y mo-
pección y la presencia de déficit intelectuales o neurológicos tora
Agitación psicomotora Activación de la actividad mental y motora
(63). En los pacientes en que no hay una alteración de la in- (generalmente debida a ansiedad)
trospección se observa un menor número de rehospitaliza-
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 87

trastornos de la motricidad. Si los pacientes son incapaces de suficiencia hepática, los pacientes pueden mostrarse hipoacti-
moverse con normalidad o son reacios a hacerlo es todavía vos antes de llegar a estar somnolientos y comatosos. La in-
motivo de debate. Las alteraciones de la psicomotricidad suficiencia hepática también puede resultar en un trastorno
pueden deberse a una alteración funcional (más que morfo- catatónico.
lógica) de los ganglios basales. Algunas enfermedades, como un tumor cerebral, la ence-
Otra clasificación de los trastornos de la motricidad di- falitis y los trastornos endocrinos y metabólicos pueden pro-
ferencia los síntomas en hiperfenómenos psicomotores (p. ducir síntomas catatónicos. Los pacientes con diversos tras-
ej., trastorno por tics), hipofenómenos (p. ej., estupor) y pa- tornos mentales pueden mostrar movimientos anormales de
rafenómenos psicomotores (p. ej., manierismos) (65). Los naturaleza histriónica. Pueden tirarse al suelo, buscar y man-
tics son movimientos irregulares y rápidos que aparecen en tener el contacto corporal, o presentar por el contrario agita-
los grupos musculares faciales o de las extremidades. El es- ción psicomotora; alternativamente también pueden mostrar
tupor es un estado en el que el paciente no se comunica, es paresias psicógenas.
decir, no habla (mutismo) o no se mueve (acinesia), aunque En la demencia puede haber alteraciones de las funciones
está en estado de alerta. Los manierismos no son muy fre- psicomotrices que conducen a una alteración de la coordina-
cuentes, y son expresiones inusuales de tipo gestual, del ha- ción y torpeza. Durante la progresión de la demencia puede
bla o a través de objetos (p. ej., la vestimenta) que parecen aparecer letargo y acinesia.
tener un significado particular, la mayor parte de las veces Se sabe que las secuelas de la encefalitis pueden incluir
delirante. diferentes síntomas motores a parte del parkinsonismo; un
La catatonía es un trastorno caracterizado por la altera- ejemplo histórico es la encefalitis letárgica que sucedió al-
ción de la moctricidad. Es más frecuente en la esquizofrenia rededor de 1920. La discinesia tardía se asocia de forma
que en las enfermedades generales o en la depresión mayor. precisa a los efectos adversos del tratamiento neuroléptico.
Algunos trastornos pueden provocar síntomas catatónicos Sin embargo, dado que los signos de la discinesia tardía
como los tumores cerebrales, la encefalitis y los trastornos en- como las hipercinesias periorales y las distonías se descri-
docrinos y metabólicos. La catatonía puede tomar la forma bieron antes de la introducción de los neurolépticos (66)
de hipomovilidad o inmovilidad, y en casos extremos condu- forman parte de los síntomas motores de los trastornos
ce al estupor catatónico. En algunas ocasiones puede presen- mentales.
tarse en forma de actividad motora excesiva (agitación cata-
tónica), y en un estado extremo pueden producirse situacio-
nes en las que el paciente puede causarse daño a sí mismo o ■ Trastornos de la memoria
a los otros. Un síntoma muy importante en la catatonía es la
catalepsia, en la que el paciente adopta posturas incómodas La descripción que sigue a continuación hace referencia a
y extrañas que se mantienen en contra de la gravedad o los la aproximación a los trastornos de la memoria adoptada por
intentos por rectificarla. Puede observarse la «flexibilidad cé- la psicopatología clínica. Los trastornos de la psicología de la
rea» cuando la persona que examina al paciente cataléptico memoria se describen en el capítulo 2.5.2.
trata de mover de forma pasiva una de sus extremidades, este Dentro de la memoria puede diferenciarse la memoria a
fenómeno es algo diferente de la rigidez o la espasticidad. Los corto plazo o reciente, y la memoria a largo plazo o remota.
ecofenómenos pueden ocurrir cuando el paciente interactúa Además también puede distinguirse la memoria inmediata de
con otra persona y aparecen en forma de ecolalia (repetición la memoria a corto plazo. La memoria inmediata abarca el re-
de lo que dicen los demás) o ecopraxia (repetición de lo que gistro inmediato en la atención, la memoria a corto plazo re-
hacen los demás). fleja el nuevo aprendizaje y la memoria a largo plazo suele
Los trastornos del habla también pueden observarse asociarse con la información temprana o con otra informa-
como síntomas de un trastorno de la motricidad, como suce- ción almacenada meses o años antes.
de en el mutismo y la verbigeración, mientras que la afasia se- Se han utilizado gran variedad de términos para describir
ría un síntoma neurológico focal. las funciones de la memoria, por ejemplo, pueden ser útiles
En el delirio a menudo aparecen temblores como signo el contraste de términos como los de memoria procedimental
neurovegetativo; en cambio, la ansiedad se acompaña de in- y declarativa. La memoria declarativa comprende los hechos
quietud. En el delirium tremens (delirio por abstinencia de al- que pueden evocarse de forma consciente, mientras que la
cohol) se observa un patrón motor particular, parece que el memoria procedimental comprende las habilidades y las acti-
paciente recoja objetos o que sacude la suciedad de la sábana. vidades automáticas. En la demencia, tanto degenerativa (de
Generalmente los movimientos no parecen conseguir lo pre- tipo Alzheimer) como vascular (demencia multiinfarto) se
tendido y por lo tanto son forzosamente repetitivos. Los pa- suele deteriorar antes la memoria reciente que la remota.
cientes pueden mostrar manifestaciones de acciones intencio- La memoria biográfica es la evocación de sucesos pasados
nadas, que sin embargo no consiguen su objetivo. La suges- de la persona con una carga emocional y por lo tanto rele-
tionabilidad en el delirio puede llevar a realizar movimientos vante para comprender la depresión.
basados en asunciones erróneas, como intentar coger un hilo La amnesia es la imposibilidad de recordar un período de
que no existe. Los pacientes pueden desarrollar sensación de tiempo y puede ser parcial o global. De acuerdo con criterios
pánico e intentar huir; el habla puede acelerarse y llegar a ser temporales puede ser retrógrada, expresión derivada de la idea
ininteligible. En algunos delirios, como los causados por in- de que uno mira hacia atrás a partir de un suceso (como un
88 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

traumatismo craneal o la terapia electroconvulsiva) para hallar Tabla 2. Características del comportamiento que indican
el período anterior al suceso que ha sido borrado. Por su par- obnubilación
te, la amnesia anterógrada hace referencia a un período de
La persona está despierta pero puede estar somnolienta
memoria borrado después de un suceso. Aunque es difícil dis-
Estrechamiento del campo de la conciencia
tinguir entre diferentes tipos de amnesia, las lesiones focales Alteración de la memoria inmediata y reciente
del hipocampo parecen afectar en menor medida a la memo- El pensamiento está desorganizado y puede ser irreal; por ejemplo,
ria remota que a la reciente, mientras que las lesiones cere- puede haber distorsiones o errores en la percepción
brales difusas suelen afectar a ambas. En la amnesia psicóge- Reducción de la capacidad para aprender
na a veces se detectan significados personales específicos en La persona es incapaz de salir de su estado aunque se esfuerce por
los sucesos que no pueden recordarse (67). Bonhoeffer (68) hacerlo
consideró que los trastornos amnésicos eran «puramente exó-
genos», es decir, altamente específicos de un trastorno cere-
bral. Aunque esto no es cierto para las amnesias psicógenas,
los trastornos amnésicos siempre deberían alertar de la posi- lo que se denomina normalmente obnubilación basándose en
bilidad de una patología cerebral. una serie de características del comportamiento (tabla 2). En
Los trastornos de la memoria están estrechamente rela- contraste con la actitud escéptica de Lipowski, el concepto
cionados con otros trastornos, como los trastornos de la con- conciencia ha generado un nuevo interés en la filosofía y la
ciencia; es frecuente que la amnesia esté provocada por epi- neurología clínica (véase cap. 2.1.2).
sodios de alteraciones de la conciencia. La conciencia es una forma de conexión entre la mente y
Algunos pacientes son conscientes del trastorno de me- el mundo. Las alteraciones de la conciencia se dan en una
moria y se quejan de ello, otros tienden a omitir sus déficit dimensión de gravedad que va desde la lucidez hasta la ob-
de memoria y manifiestan signos secundarios como las con- nubilación, y puede llegar hasta la inconciencia, es decir, el
fabulaciones. Éstas son contenidos inventados para sustituir coma. Además, la conciencia puede evaluarse desde la di-
los contenidos que se han perdido en los vacíos de memoria mensión de la vigilancia (1). Ey (71) entiende la conciencia
y el paciente no es consciente de que no son verdaderos con- como un atributo de la vigilancia. En realidad, la somnolen-
tenidos de memoria. cia implica una reducción de la vigilancia, sin embargo la
Los pacientes suelen omitir los trastornos de la memoria conciencia también puede reducirse aunque haya una vigi-
a corto plazo, como el síndrome de Korsakoff o la amnesia lancia normal. Este hecho sería un ejemplo de como la con-
global transitoria. El comportamiento es normal y la prime- ciencia se relaciona con otras facultades mentales. De este
ra impresión es que la personalidad está intacta. Aparente- modo, la conciencia está alterada en los trastornos de la me-
mente, el paciente participa activamente en una conversa- moria, de la orientación o coherencia, así como en la obnu-
ción o parece que realiza actividades con una finalidad. Úni- bilación del delirio. Algunos autores han sugerido que la con-
camente tras exploraciones posteriores puede ser obvio que ciencia alterada podría ser la base del estupor.
estas actividades no están basadas en hechos. Este tipo de al- Cuando la conciencia está alterada hay una distorsión de
teraciones de la memoria pueden evaluarse explorando di- las percepciones, las ideas y las imágenes. La intensidad de las
rectamente al paciente. Otras formas se hacen evidentes de percepciones está disminuida y hay una desintegración del or-
forma retrospectiva cuando se revisa el historial del pacien- den en el campo perceptivo; de acuerdo con esto los pacien-
te. En este caso los pacientes se quejan de períodos de am- tes están desorientados.
nesia global o parcial. La memoria de algunos sucesos pue- El término trastorno confusional es simplemente un si-
de desvanecerse o estar enmascarada por otros sucesos (pa- nónimo de delirio que recalca el trastorno del pensamiento y
limpsesto), lo que es característico de los períodos repetidos la desorientación. La desorientación puede hacer referencia a
de amnesia producidos por borracheras. En los trastornos aspectos temporales, espaciales o relacionados con las perso-
del estado de ánimo pueden presentarse quejas de alteracio- nas; la desorientación temporal y geográfica son muy fre-
nes de la memoria, aunque en las pruebas objetivas no se cuentes. Los contenidos remotos son más sólidos que los re-
encuentran déficit de memoria. Un ejemplo de falsas me- cientes, así son más accesibles el nombre propio y la fecha de
morias (paramnesia) es el déjà vu, un sentimiento erróneo de nacimiento que la edad o el nombre del hospital. Después de
familiaridad con una persona o un lugar. El déjà vu puede una excusa educada, puede ser útil hacer preguntas directas
darse en la epilepsia del lóbulo temporal, aunque no es es- sobre orientación, aunque puedan parecer triviales, pues al-
pecífico de este trastorno. Las memorias delirantes también gunos pacientes son muy hábiles para evitar aspectos que
son ejemplos de paramnesia. puedan mostrar su grado de desorientación.
Otro aspecto es el que se describe bajo el término estre-
chamiento de la conciencia, es decir, que la conciencia del
■ Trastornos de la conciencia entorno personal está reducida, por ejemplo debido a una al-
teración de la afectividad o a un trastorno delirante.
La conciencia es la suma de diferentes funciones menta- En el aura epiléptica o tras el consumo de determinadas
les, en palabras de Jaspers (69) «la totalidad de la vida mental drogas puede experimentarse un aumento del campo de la
presente». Lipowski (70), que considera que el concepto con- conciencia caracterizado por un incremento de la intensidad
ciencia (consciousness) es completamente redundante, describe de la conciencia.
1.9. FENOMENOLOGÍA DESCRIPTIVA 89

Los estados crepusculares son una interrupción bien de- Bibliografía


limitada de la continuidad de la conciencia. La conciencia
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Evaluación
1.10

1.10.1 Principios del malestar del paciente, o la interferencia que éstos ejercen
en sus actividades sociales?». De esta forma puede verse cómo
de la evaluación clínica las respuestas a estas preguntas justifican las diferencias en el
en psiquiatría énfasis y la prioridad de intereses. El tercer punto es impor-
tante para ilustrar algunos aspectos de la gran cantidad de in-
John E. Cooper y Margaret Oates ventarios (llamados «instrumentos» por conveniencia) actual-
mente disponibles. Por lo general, en los artículos de investi-
gación se hace una breve mención de los instrumentos utili-
zados, pero dados los numerosos avances en el método clíni-
■ Introducción co y en el desarrollo de los servicios obtenidos gracias a los
estudios que han utilizado instrumentos de evaluación, es ne-
Este capítulo se centra en las necesidades del médico que cesario que los médicos conozcan algo más de ellos.
ejerce en un servicio de psiquiatría para adultos, en el que El objetivo de la evaluación clínica inicial es permitir al
tiene que llevar a cabo la evaluación inicial del paciente y de facultativo y al equipo trazar un plan de tratamiento y abor-
la familia, sea trabajando en el contexto de un equipo inter- daje completo, que tenga componentes a corto y largo plazo.
disciplinario o de forma independiente. La exposición se li- Su realización se presentará en los siguientes apartados:
mitará a los principios generales que guían la práctica de la
psiquiatría en un plano general, ya que sería demasiado am- • Conceptos subyacentes a los procedimientos de evalua-
plio centrarnos en aspectos concretos de la asistencia. Así, el ción.
capítulo no incluye aquellos procedimientos y técnicas espe- • Influencias contextuales en los procedimientos de evalua-
cíficos necesarios para la evaluación de niños y adolescentes, ción.
ancianos, personas con retraso mental, personas con proble- • La evaluación como actividad interdisciplinaria.
mas forenses, o que requieren evaluación para valorar la po- • Instrumentos de evaluación.
sibilidad de aplicar tipos específicos de psicoterapia. • Recogida y resumen de la información.
Se asume que el lector ya tiene una considerable expe- • Establecimiento del pronóstico.
riencia en psiquiatría clínica y que ha finalizado la primera • Revisiones.
fase del programa de posgraduado en psiquiatría. Teniendo • Informes escritos.
en cuenta esta consideración, no se recogerán en este capítu-
lo detalles sobre la metodología básica para recoger la infor-
mación esencial, como son la historia, el desarrollo personal, ■ Conceptos subyacentes
el estado mental y el comportamiento del paciente, que pue- a los procedimientos de evaluación
den encontrarse en manuales o libros de texto (1-3).
Se ha concedido especial atención a tres aspectos: la eva-
luación mediante un equipo interdisciplinario, la diferencia Discernir forma de contenido y de efectos
entre la enfermedad objetivable por el médico (disease), la ex- en las actividades
periencia subjetiva que de la enfermedad tiene el enfermo (ill-
ness) y la repercusión sociocultural de la enfermedad (sickness), En la práctica psiquiátrica, más que en otras disciplinas,
y el desarrollo de entrevistas estructuradas y escalas de eva- la información relevante que permite la identificación de los
luación. Los dos primeros tienen una conexión específica, y síntomas y de los signos de los trastornos psiquiátricos suele
el interés se justifica por el actual aumento de los estilos de estar inserta en una mezcla de quejas sobre las alteraciones de
evaluación interdisciplinaria. Por ejemplo, cuando diferentes las relaciones personales y sociales, junto con descripciones
miembros de un equipo no están de acuerdo sobre la inter- de problemas en el trabajo, en el hogar y económicos. Estas
vención que hay que realizar, generalmente es útil formular la quejas y problemas pueden ser causa contribuyente o el re-
pregunta: «¿Qué estamos discutiendo: si el paciente tiene una sultado de los síntomas del trastorno psiquiátrico, o simple-
enfermedad física, la experiencia personal de los síntomas y mente pueden aparecer de forma paralela a los síntomas. Por
91
92 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

todo ello, es esencial una clasificación preliminar de las dife- ción proviene de una única persona. La información objetiva
rentes las categorías de información. es, probablemente, más fiel a los hechos que la subjetiva, mo-
Es particularmente importante distinguir entre forma y tivo por el que siempre debe ponerse el máximo empeño en
contenido de los síntomas, así como diferenciar ambos de sus que la mayor parte de la información recogida sobre el pa-
efectos en el funcionamiento del paciente (aquí se utiliza el ciente se encuadre en la categoría de objetiva. Sin embargo,
término función en un sentido general, aplicándolo a todas muchos de los síntomas más relevantes en psiquiatría pueden
las actividades, a diferencia del significado específico que se ser únicamente subjetivos, debido a que hacen referencia a
le da en la clasificación de discapacidades). Esta diferencia- experiencias internas que sólo el paciente puede describir.
ción se expone en el capítulo 1.9. por lo que sólo se hace una Cuando se valora la fiabilidad y utilidad de otros tipos de
breve mención en este capítulo. información, como los resultados del tratamiento o posibles
El motivo principal de consulta suele ser la interferencia explicaciones sobre las causas, puede realizarse otra distinción
con el funcionamiento, pero la exploración de los motivos útil entre información objetiva, como se define anteriormen-
debe revelar los contenidos de los pensamientos y sentimien- te, y «científica», en la que se han realizado esfuerzos siste-
tos del paciente. La forma del síntoma (es decir, los términos máticos para obtener pruebas basadas en comparaciones (o
técnicos, como fobia o delirio, usados para identificar un pa- «controles») que demuestran que una explicación puede pre-
trón recurrente de experiencias o comportamiento que son ferirse sobre otras que se hayan considerado.
importantes) permite identificar el trastorno psiquiátrico. El Definiciones simples como éstas pueden ser útiles en los
conocimiento de los efectos sobre las funciones es esencial análisis clínicos, pero no hay que olvidar que, en último tér-
para decidir cómo abordar al paciente y a su familia, y es un mino, quedan sin resolver muchos problemas filosóficos y se-
aspecto importante de la gravedad del trastorno. mánticos complejos. Algunas de estas sugerencias sobre el es-
Algunas veces, esta clasificación de la información en di- tado de la información en clínica están basadas en los escri-
ferentes tipos implica un conflicto de prioridades en la entre- tos y en las enseñanzas médicas de Kraupl Taylor (7).
vista. El médico debe hacer ver al paciente que comprende
sus preocupaciones y malestar, pero también debe formular
preguntas que le permitan identificar los síntomas, y es pro- Enfermedad: experiencia médica,
bable que la noción de síntoma (incluyendo la forma y el experiencia personal y repercusión social
contenido) no sea compartida por el paciente y su familia.
Parte esencial de la formación clínica es el aprendizaje para Las diferentes formas de abordar la enfermedad en la lite-
equilibrar este conflicto de intereses, ya reconocido anterior- ratura médica y sociológica hacen referencia a diferentes as-
mente por psiquiatras descriptivos, incluyendo a Jaspers (4). pectos de la persona enferma1 (8). Son útiles de manera con-
Otra parte necesaria en el proceso de evaluación consiste en junta, pues sirven de recordatorio de los tres niveles que de-
separar los efectos sociales del síntoma del propio síntoma. ben considerarse en la evaluación clínica, aunque en los dis-
Post (5) y McHugh y Slavney (6), estos últimos influidos en tintos pacientes puede variar enormemente su importancia re-
cierta medida por conceptos psicodinámicos, han trabajado lativa. No hay respuestas simples para las preguntas sobre
en estos temas y en aspectos relacionados. cuáles son sus mejores definiciones o cómo están relaciona-
dos, pero el tiempo que se dedica a estos aspectos no es en
balde, porque refleja algunos de los intereses y prioridades de
Categorías de la información: subjetiva, objetiva los diferentes profesionales de la salud (y son la base de los
y científica diversos puntos de vista sugeridos por los diferentes miem-
bros de un equipo interdisciplinario).
¿Existe alguna descripción de los sucesos verdaderamente Otro motivo para familiarizarse con estos conceptos es
objetiva? Si «objetivo» pretende significar absolutamente ver- que en los ámbitos legales y administrativos puede ser nece-
dadero e independiente de cualquier observador, entonces la sario realizar pronunciamientos simples y categóricos sobre la
respuesta es no. Los estudiantes y psiquiatras en formación a presencia de una enfermedad mental, así como sus causas y
menudo llegan a la práctica clínica psiquiátrica de otras dis- efectos, independientemente de cuál sea el punto de vista
ciplinas médicas y quirúrgicas, en las que se les ha alentado a médico sobre la complejidad de estos conceptos.
«explorar los hechos» lo que implica que los hechos «verda- Los médicos de cualquier disciplina conocen, a partir de
deros» existen. A éstos hay que recordarles que los supuestos la experiencia cotidiana, que este modelo de experiencia mé-
hechos de todas las historias clínicas, incluidas aquellas con dica, personal y social no siempre presenta una secuencia de
enfermedades físicas claras, dependen de percepciones, opi- causalidad que, a primera vista, puede parecer obvia a cual-
niones y memorias de personas que pueden dar diferentes quier persona que no sea profesional de la medicina. Aunque
versiones de los mismos sucesos en diferentes momentos. la enfermedad generalmente hace que el paciente se sienta en-
El concepto «objetivo» tiene diferentes matices en el len- fermo y este estado de enfermedad interfiere con la mayoría
guaje común, pero en la evaluación clínica el significado más de sus actividades personales y sociales, esta secuencia no
útil es el que hace referencia a que la descripción de un su- siempre se da así. Pueden descubrirse enfermedades (disease)
ceso o comportamiento está basado en el acuerdo entre dos
o más personas o fuentes de información. En cambio, el tér-
mino «subjetivo» puede utilizarse para indicar que la descrip- 1
Véase la diferencia entre disease, illness y sikness (pág. 91) (N. del T.).
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 93

potencialmente graves a nivel físico, bioquímico o fisiológico la experimenta el paciente: «cuando el médico desestima la
en personas aparentemente sanas que no presentan ningún queja subjetiva por la ausencia de enfermedad, está descui-
síntoma, malestar o interferencia con las actividades persona- dando las responsabilidades sociales que se le han asignado».
les (illness), y algunos pacientes presentan experiencias subjeti- Un modelo similar con una estructura de tres dimensiones de
vas de enfermedad e interferencia con las actividades sociales mayor aceptación es el que generalmente se conoce como
sin que se detecte enfermedad alguna. «biopsicosocial», que también fue descrito por Engels (17).
Varios sociólogos, antropólogos y filósofos se unieron a Más recientemente, Susser (18) ha señalado la estrecha rela-
los psiquiatras para intentar definir la enfermedad y la salud ción entre los conceptos enfermedad como experiencia médi-
mental, sin llegar a establecer ninguna clarificación. Aubrey ca, personal y social, y la clasificación paralela desarrollada
Lewis (9) y Barbara Wootton (10), aunque escriben basándo- por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de deficien-
se en ámbitos diferentes, uno la psiquiatría clínica y el otro cia, discapacidad y minusvalía (19). Históricamente, estos
la sociología, concluyeron que no pueden darse definiciones conceptos pueden considerarse variaciones y desarrollos ex-
precisas de enfermedad mental ni de salud mental, aunque plícitos del tema que generaciones de psiquiatras, influidos
son términos útiles en el lenguaje cotidiano (y lo mismo pue- por la «psicobiología» de Adolf Meyer y sus distinguidos dis-
de aplicarse a los conceptos de salud física y enfermedad fí- cípulos, han aceptado de forma implícita, manifestado en la
sica). importancia concedida a la construcción de la formulación
De los intentos por definir la enfermedad han surgido clínica tradicional.
conclusiones más positivas: Scadding (médico generalista) su- El segundo punto, relacionado con el hecho de que la en-
girió que debe definirse como una anomalía de la estructura fermedad no es el mejor punto de partida para los modelos
o la función que resulta en una «desventaja biológica» (11, conceptuales de la práctica clínica, tiene un origen más re-
12). Esta definición parece razonable si únicamente se tratan ciente y más específico en el ámbito de la psiquiatría. Tanto
trastornos con una clara base física, pero si la aplicamos a la Kraupl Taylor (20) como, más recientemente, Fulford (21)
psiquiatría implica, por ejemplo, que comportamientos como dieron explicaciones detalladas que concluyen en que la ex-
la homosexualidad que reducen la probabilidad de reproduc- periencia de enfermedad del paciente es un punto inicial más
ción deben ser vistos como una enfermedad, del mismo tipo satisfactorio desde el cual desarrollar un modelo en la prácti-
que las infecciones, los carcinomas o enfermedades similares. ca clínica. Taylor presentó su punto de vista como una causa
Esta idea parece llevar demasiado lejos un concepto tradicio- lógica, pero Fulford trabajó ampliamente a partir de justifica-
nal, y resulta obvia la necesidad de explorar aproximaciones ciones filosóficas y éticas. Este nuevo punto de vista tiene la
diferentes. virtud de empezar con el encuentro entre paciente y médico,
Una solución sería aceptar que las definiciones simples y que tiene la fuerza de ser una de las pocas cosas que tienen
los conceptos expresados con una única palabra no pueden en común todos los tipos de práctica clínica. En términos de
englobar ideas complejas como las de enfermedad y salud, y Taylor, la descripción de los síntomas y el malestar el pa-
tener en cuenta la diferencia entre estas definiciones como ciente incita el «interés terapéutico» en el médico y establece
conceptos en sí mismos y los intentos por desarrollar mode- el primer «comportamiento de paciente». Otros objetivos de
los en la práctica médica. El debate anterior hace referencia a gran importancia son el hecho de llegar o no a un diagnósti-
los conceptos de salud, enfermedad y trastorno, que se ha co y la posterior detección de la presencia de una enferme-
completado recientemente con dos artículos muy extensos en dad, y si ésta interfiere o no en las actividades sociales del pa-
el ámbito de la psiquiatría sobre los tipos de conceptos (13) y ciente, pero estos objetivos no deben reducir la importancia
sus posibles contenidos (14). Las explicaciones que se expo- de la primera interacción; en ella, tanto el paciente como el
nen a continuación pueden concebirse como modelos utili- médico desempeñan sus roles apropiados según sus antece-
zados en la práctica médica, y se sugieren dos aspectos bási- dentes personales, sociales, culturales y científicos.
cos del debate. En primer lugar, debe incluirse más de una di- La formación y la práctica médica guiadas por este mo-
mensión o aspecto de la persona afectada en la descripción de delo no interfieren en la obligación esencial del médico de
su estado de salud, y en segundo lugar, los modelos de la te- identificar y tratar cualquier enfermedad grave que esté pre-
oría y la práctica clínicas no deben empezar necesariamente sente. Sin embargo, también debe tenerse en cuenta la obli-
con la asunción de que la alteración física (enfermedad) es el gación paralela de convencer a la familia y al paciente de que
concepto básico del cual se derivan los restantes. la enfermedad tanto objetiva (incluyendo las quejas y el ma-
En cuanto al primer punto (más de un aspecto o dimen- lestar) como subjetiva (interferencia con las actividades), ha
sión), poco después de la contribución de Susser y Watson sido reconocida y va a ser atendida.
(8) comentada, Eisenberg, un psiquiatra con intereses sociales Cómo contestar a la pregunta de la familia y el paciente
y antropológicos (15), hizo una petición a todos los médicos, de si padece o no una enfermedad mental, y lo que esto im-
pero en especial a los psiquiatras, de que reconocieran la im- plica, necesita un abordaje cuidadoso. En un equipo interdis-
portancia de los comportamientos subjetivos ante la enfer- ciplinario es mejor que primero se llegue a un acuerdo en la
medad apropiados, además de prestar la atención necesaria a forma específica en que se describirá la enfermedad del pa-
los diagnósticos y tratamientos de los trastornos graves y pe- ciente, con la finalidad de que los diferentes miembros no
ligrosos (16). Hizo un especial énfasis en la necesidad de mi- proporcionen involuntariamente informaciones contradicto-
nimizar los problemas que podían surgir de las discrepancias rias si se les pregunta. Este hecho es relevante porque el pa-
entre la enfermedad como la conceptualiza el médico y como ciente o la familia esperará este tipo de afirmaciones, y no por
94 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

el hecho de que las diferencias entre enfermedad física y men- da y científica, como si proviene de una sociedad no indus-
tal, o entre enfermedad nerviosa o trastorno emocional, sean trializada que confía en los curanderos étnicos y en los reme-
vistas como fundamentales desde el punto de vista psiquiátri- dios populares. La confianza obvia del paciente y de su fami-
co. Este difícil objetivo se verá facilitado si en la fase inicial lia en la comunicación de un diagnóstico «oficial» suele ser
de la evaluación se incluyen algunos aspectos relacionados evidente en cualquier tipo de actividad en el ámbito de la sa-
con la visión que tiene el paciente de la naturaleza y las im- lud, aunque los términos diagnósticos por sí mismos tienen
plicaciones de conceptos como «enfermedad mental» o «crisis muy poco significado. La comunicación de un diagnóstico
nerviosa». De forma similar, todos los miembros del equipo oficial es tomada como una demostración de que el doctor
deben familiarizarse con los trastornos conductuales y la for- sabe qué es lo que va mal, y será capaz de proporcionar un
ma en que están determinados por las influencias culturales tratamiento o un consejo eficaz. Si el diagnóstico se expresa
(22) (v. cap. 2.6.2). en términos que el paciente pueda entender, tendrá más fuer-
za como explicación.
La habilidad de los curanderos étnicos y de los sanadores
El proceso diagnóstico: síntomas, signos de las medicinas alternativas para proporcionar un diagnósti-
y diagnósticos co y un tratamiento en términos que tienen significado y que,
en consecuencia, son muy atrayentes para sus clientes es, pro-
Durante su formación en medicina general los psiquia- bablemente, la principal razón de su supervivencia y popula-
tras aprenden que uno de los propósitos centrales de la eva- ridad continua y paralela a la medicina basada en la ciencia.
luación médica es la búsqueda de un diagnóstico subyacen- Este sería uno de los aspectos diferenciados de la pregunta so-
te a los síntomas. Esto es debido a que si se encuentra una bre si los tratamientos alternativos de los curanderos tienen
causa subyacente puede disponerse de tratamientos altamen- éxito en el sentido de que tengan efectos que puedan ser de-
te eficaces y basados en la lógica. Pero incluso en la medici- mostrados mediante estudios clínicos controlados.
na general, como había indicado Scadding, «el proceso diag- En la psiquiatría y la psicología clínica, el hábito médico
nóstico y el significado que emerge del diagnóstico están su- de la búsqueda de un diagnóstico a veces ha sido malenten-
jetos a una gran variación… El diagnóstico, que es el criterio dido como una preocupación injustificada por la presencia de
de valoración del proceso, puede constatar únicamente el pa- una enfermedad física como causante de los trastornos men-
recido entre los síntomas y los signos con un patrón previa- tales. Este hecho fue más evidente en las décadas de 1950 y
mente reconocido» (11, 12). En psiquiatría, la «posibilidad» 1960 en Estados Unidos, expresado específicamente en los es-
se convierte en lo «habitual» y así lo han reconocido los critos de Menninger, en los que el proceso diagnóstico y los
compiladores de la CIE-10 y del DSM-IV, en los que no se intentos de clasificación de los pacientes eran considerados
establece una clasificación de diagnósticos sino de trastor- una pérdida de tiempo (23). Este punto de vista ignora dos as-
nos; las frases clave en la CIE-10 son la «existencia de un pectos que se citan aquí y que comparten otros autores: en
conjunto de síntomas o comportamientos clínicamente reco- primer lugar, la elección de un diagnóstico es solamente una
nocibles asociados en muchos casos a malestar y que inter- parte del proceso de evaluación que conlleva también una
fieren con el funcionamiento personal», y en el DSM-IV «un formulación personal, y en segundo lugar, cualquier evalua-
síndrome conductual o psicológico o un patrón que se pre- ción de una persona, tanto si se trata de afirmaciones de pro-
senta en un individuo y que está asociado a malestar e inca- cesos psicodinámicos como de alteraciones estructurales y
pacidad…». bioquímicas, o afirmaciones sobre la interferencia con las ac-
Es necesario usar definiciones amplias debido al limitado tividades, es inevitablemente una acción de clasificación de
conocimiento actual sobre las causas de la mayoría de los cualquier tipo.
trastornos psiquiátricos, y el conocimiento también es limita- Scadding (11) ha proporcionado una explicación más de-
do en lo que se refiere a los procesos que subyacen a los sín- tallada sobre la importancia del diagnóstico como médico ge-
tomas constituyentes. Para evitar conjeturas demasiado opti- neralista, y Kendell (24) como psiquiatra. Cooper (25) ha re-
mistas, hay mucho que decir en cuanto a que los psiquiatras alizado un análisis detallado del proceso diagnóstico en psi-
eviten la utilización del término «diagnóstico» excepto para quiatría y su estrecha relación con la clasificación y la formu-
una pequeña minoría de casos en los que puede ser usado en lación.
el sentido estricto que indica el conocimiento de alguna cau-
sa subyacente a los síntomas. La consecuencia de este punto
de vista es que el término «criterios diagnósticos» utilizado ac- Conceptos de discapacidad
tualmente en ambas clasificaciones debería reemplazarse por
el de «criterios para la identificación de trastornos». El término discapacidad se utiliza como un concepto ge-
No obstante, debe aceptarse que es probable que el pa- neral que incluye cualquier tipo de interferencia con las acti-
ciente y su familia esperen que se les proporcione informa- vidades causada por la enfermedad. Este hecho suele ser más
ción sobre las causas de su malestar y sus síntomas. Los importante para el paciente que los síntomas de la enferme-
miembros de todos los grupos humanos esperan que sus sa- dad en sí, pues suele originar el miedo a tener que depender
nadores descubran las causas de sus infortunios (es decir, que de los demás a largo plazo, aunque no se exponga en los es-
hagan un diagnóstico) y les ofrezcan remedios. Esto sucede tadios tempranos. La pregunta que se origina es si debe de-
tanto si el grupo pertenece a una sociedad moderna sofistica- jarse que los diferentes miembros del equipo realicen una
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 95

descripción y evaluación de la discapacidad en sus diferentes


formas, o si debe fomentarse la utilización de uno de los es- Proceso diagnóstico Evaluación social y personal
quemas descriptivos sistemáticos que están disponibles en la
actualidad. Incluso cuando no se utilizan de forma tan com- QUEJAS del paciente
pleta como los autores proponen, tienen el valor de servir
como listados o recordatorios para todo el equipo, con el ob- Identificación
jetivo de asegurar que se han considerado los diferentes efec- de las quejas
tos de la enfermedad. del paciente
Dos esquemas utilizados ampliamente son la Clasifica-
SÍNTOMAS y/o ALTERACIONES funcionales (ICIDH-1980)
ción Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minus-
valías (International Classification of Impairments, Disabilities i
Contribuyen u
and Handicaps) (ICIDH) (19), y un amplio sistema descrito u
a la identificación de Pueden interferir con u
por Nagi (26) similar al anterior que suele utilizarse en Esta- uA
dos Unidos, especialmente por los neurólogos. Estos dos es- u
uN
quemas se consideran más sistemas descriptivos conceptuales SÍNDROME o TRASTORNO ACTIVIDADES PERSONALES u Á
que clasificaciones, y comparten una estructura básica en al- (conjunto de síntomas (discapacidades uL
que pueden reconocerse en la ICIDH-1980) y I
gunos de los niveles de conceptos. Para la ICIDH estos ni- u
veles son la deficiencia, la discapacidad y la minusvalía. La
clínicamente) uS
u I
deficiencia es la interferencia con las funciones física o psi- uS
Puede interferir con u
cológicas (es decir, partes de la totalidad de la persona); la Con u
discapacidad hace referencia a la interferencia de la persona investigaciones u
puede conducir a u
con relación al medio inmediato (que también figuran en PARTICIPACIÓN SOCIAL t
otros instrumentos como «actividades de la vida diaria»), y la (minusvalía en la ICIDH-1980) i I
minusvalía es la desventaja social derivada de la discapaci- uN
DIAGNÓSTICO uT
dad. Aunque en la versión de la ICIDH de 1980 no estaba uE
completamente desarrollada como una clasificación o como uG
un grupo de escalas de evaluación, es manifiesta la idea de la u
uR
interferencia con las actividades a diferentes niveles relacio- Una parte Una parte yA
nados entre sí (27). esencial de
FORMULACIÓN
esencial de uC
u I
Como se describe en la figura 1, estos tres conceptos pue- uÓ
den situarse a lo largo de la secuencia de conceptos que con- y u
consiguientes
uN
ducen de las quejas a los síntomas para identificar los trastor- u
nos o los diagnósticos. Esto puede representar una secuencia t
causal en algunos individuos, y se da de forma clara en las en- REVISIONES
fermedades físicas agudas. Pero en muchos de los pacientes
que se atienden en la práctica psiquiátrica, las enfermedades Figura I. Análisis e integración de la información.
suelen contener componentes sociales prominentes, y las rela-
ciones causales pueden estar ausentes o darse en un sentido
opuesto al esperado. Por ejemplo, un duelo súbito, es decir, la
pérdida de relaciones sociales, puede ser causa clara de la in- nales mostrarán una especial experiencia en la evaluación de
terferencia con la capacidad para realizar actividades de la vida las actividades de la vida diaria, y los psicólogos clínicos ofre-
diaria (discapacidad), así como del llanto incontrolado (una al- cerán sus habilidades para evaluar las funciones cognitivas u
teración del control de las emociones). Las minusvalías socia- otras. En las diferentes disciplinas de la salud, los investiga-
les también pueden ser impuestas de forma injustificable por dores han creado escalas de evaluación que reflejan sus pro-
otras personas, como cuando un paciente que está parcial o pios intereses e ideas, independientemente del la ICIDH o de
completamente recuperado de una larga enfermedad psiquiá- otros esquemas generales, pero es frecuente observar que es-
trica y ya es capaz de trabajar es rechazado en un empleo de- tas escalas se corresponden estrechamente con alguno de los
bido a los prejuicios que tiene sobre él el posible empleador. conceptos descritos anteriormente. Por este motivo, la
Muchos profesionales de la salud mental encuentran que ICIDH ha recibido un amplio reconocimiento internacional
el uso de un esquema de este tipo ayuda a clarificar cómo en- como vía de evaluación útil, y actualmente está siendo revi-
cajan los diferentes aspectos del problema que presenta el pa- sada (28). Continúa siendo un problema la renuencia, tanto
ciente. De forma similar, los diferentes miembros del equipo de los investigadores como de los clínicos, a adoptar un con-
pueden apreciar más claramente cómo sus actividades con el junto estándar de términos que cubra los diferentes niveles o
paciente y la familia se complementan unas con otras, vien- conceptos; hay que advertir al lector de que diferentes auto-
do cómo los diferentes conceptos del sistema se correspon- res utilizan con frecuencia los términos deficiencia, discapa-
den con los intereses de las distintas disciplinas de la salud. cidad y minusvalía como sinónimos.
Los trabajadores sociales se centrarán en la evaluación del La descripción de las relaciones sociales e interpersonales
trabajo y de las relaciones sociales, los terapeutas ocupacio- se incluye en esquemas amplios como la ICIDH y el de Nagi,
96 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

pero los psicoterapeutas, terapeutas familiares y otros han cre- con las funciones fisiológicas y psicológicas). Algunas quejas
ado a lo largo de los años muchos instrumentos que tratan las comprenden tanto síntomas como alteraciones: síntomas de-
relaciones con gran detalle (29-31). bido a que sabemos que pueden contribuir al reconocimien-
to de un diagnóstico subyacente o a la identificación del tras-
torno, y alteraciones porque indican una interferencia con la
Secuencia de la evaluación: recogida, análisis, función de una parte corporal o con un órgano en concreto
síntesis y revisión que se puede medir. Por ejemplo, la incapacidad para recor-
dar la hora del día es un síntoma (desorientación en el tiem-
Con la información que se ha acumulado y expuesto, de- po) que puede contribuir al diagnóstico de algún tipo de de-
ben recordarse algunos aspectos diferentes pero relacionados mencia. También es una alteración de la función cognosciti-
sobre el paciente y la enfermedad. La buena práctica psiquiá- va que puede interferir en la realización de las actividades dia-
trica forma una parte de lo que se ha dado en llamar «medi- rias, como levantarse y acostarse a la hora correcta y organi-
cina de la persona como un todo» en la que serán necesarios zar las tareas domésticas.
los procesos complementarios de análisis y síntesis de la in- La parte izquierda de la figura 1 representa el proceso ha-
formación disponible en diferentes momentos. El paciente cia la identificación del trastorno y quizá la identificación de
debe ser visto como un individuo con un conjunto de atri- un diagnóstico subyacente. Estos conceptos son importantes
butos, habilidades, problemas y experiencias, y como un porque pueden indicar tratamientos más útiles y posiblemen-
miembro de un grupo que está sujeto a las influencias fami- te su resultado final. La parte derecha de la figura muestra la
liares, sociales y culturales, y cada uno de estos aspectos ne- progresión desde la alteración de las funciones de partes del
cesitará de una consideración específica en los diferentes es- cuerpo u órganos, pasando por la interferencia de las activi-
tadios del proceso de evaluación. dades diarias (llamadas «discapacidad» en términos de la
El análisis es necesario para identificar estos atributos, ex- ICIDH-1980 [19]), hasta la interferencia en la realización de
periencias y problemas del paciente y de su familia, que pue- actividades sociales («minusvalía» en la ICIDH-1980).
den requerir intervenciones específicas de diferentes miem- Una evaluación clínica no está completa hasta que han
bros del equipo. Este análisis debe ser seguido por diferentes sido considerados todos los componentes de las dos partes de
tipos de síntesis (o confrontación de la información) para in- la figura 1. Al hacerlo, se darán amplias variaciones en el én-
tentar entender las relaciones objetivas y subjetivas entre el fasis de los diferentes componentes y de las dos vías de con-
paciente y la enfermedad. En primer lugar, las posibles inter- ceptos en los diferentes pacientes, e incluso en el mismo pa-
venciones deben situarse por orden de prioridad de las accio- ciente en diferentes momentos. Por ejemplo, si hay una cau-
nes. En segundo lugar, es necesario revisar todo el programa sa física para las alteraciones conductuales, un diagnóstico
en diferentes intervalos, así como evaluar su evolución y de- minucioso puede conducir a un tratamiento rápido y con éxi-
cidir sobre cualquiera de las intervenciones que sean necesa- to. Por el contrario, si la alteración del comportamiento so-
rias. En estos momentos de la revisión, y particularmente ha- cial tiene su origen en las relaciones personales o ha sido im-
cia el final del episodio de la enfermedad, las afirmaciones puesta al paciente a causa de prejuicios sociales de los demás,
globales sobre la «mejoría total» o los cambios en la «calidad la categoría diagnóstica adecuada no aportará gran cosa, y en
de vida» pueden ser vías adicionales útiles para el resumen y este caso el objetivo principal será la evaluación de la red so-
la evaluación de lo que ha estado sucediendo desde el punto cial y de relaciones de apoyo.
de vista del paciente.

Acontecimientos vitales y enfermedad


De la demanda a la formulación
Para mejorar su claridad expositiva, la parte derecha de la
La figura 1 muestra cómo la información contenida en la figura 1 se presenta muy comprimida, pero en la práctica es
demanda que presenta el paciente debe ser clasificada en di- necesario dividirla en varios componentes. Hay que tener
ferentes categorías conceptuales que pueden configurar la siempre en mente la posibilidad de descubrir relaciones tem-
base de las acciones que realizarán los diferentes miembros porales entre los acontecimientos vitales y el inicio de los sín-
del equipo interdisciplinario. tomas o la interferencia con las actividades, especialmente si
El primer nivel representa la demanda. Los síntomas des- se repiten, debido a que ello puede ser una buena guía para
agradables también están al principio de la lista, pero la inca- planificar el abordaje y la evaluación del pronóstico, y la me-
pacidad en la realización de las actividades de la vida diaria o jor guía con esta finalidad será la historia clínica vital. Deben
la descripción de los problemas con las relaciones también escucharse con respeto las opiniones de los pacientes y de su
podrían situarse al principio. No pueden identificarse los sín- familia acerca de las causas de la enfermedad, mientras se tie-
tomas clave para el trastorno, el diagnóstico y los posibles tra- ne en cuenta que la atribución de la enfermedad a los efectos
tamientos sin una entrevista realizada por alguien que sepa de experiencias desagradables es una asunción humana en
qué es lo que debe preguntar. menor o mayor grado universal que con frecuencia no tiene
El segundo nivel indica la necesidad de clasificar las de- una justificación lógica. Los médicos deben llegar a sus pro-
mandas en quejas y alteraciones (como se explica anterior- pias conclusiones acerca de estas relaciones mediante su ex-
mente; en este sentido, una alteración implica la interferencia periencia, sentido común y algún conocimiento sobre los ha-
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 97

llazgos de la investigación. Los investigadores que buscan especial para realizarla allí. Además, el comportamiento del pa-
pruebas robustas de estas relaciones se enfrentan a una tarea ciente y de la familia suele ser diferente en el hospital o en la
muy difícil, pues la evaluación de la vulnerabilidad a los clínica del que puede observarse en el entorno familiar del ho-
acontecimientos vitales es un objetivo enormemente comple- gar. También hay ventajas adicionales para la evaluación y el
jo y controvertido. El principal método en este campo es la tratamiento realizados en el domicilio de madres con trastor-
Escala de Acontecimientos Vitales y Dificultades (Life Events nos psiquiátricos durante el puerperio (36).
and Difficulties Schedule) desarrollada por Brown y Harris; para Las entrevistas en los servicios de atención primaria sue-
su aplicación es necesario realizar un curso especial en el que len ser apreciadas por los pacientes a quienes les disgusta acu-
se aprende a manejar un extenso manual de práctica que ser- dir a cualquier hospital, y una ventaja adicional es la tranqui-
virá como guía de una entrevista que puede durar varias ho- lidad de realizar la visita con el médico generalista. Un estilo
ras. La extensión y el detalle de estos procedimientos ilustran de trabajo que parece estar aumentando es la realización de
la técnica y los problemas conceptuales a los que se debe ha- visitas regulares a los servicios de atención primaria por parte
cer frente (32-34). de un psiquiatra consultor, lo que constituye el principal ele-
mento de cooperación entre psiquiatras y médicos generalis-
tas, con todas las ventajas que esto comporta (37).
Psicodinámica e historia vital Es necesario hacer consideraciones cuidadosas sobre la
privacidad de la entrevista y la confidencialidad de la infor-
En un sentido general, la «psicodinámica» hace referencia mación; hay pocas reglas absolutas, pero desde el principio
a las interacciones entre acontecimientos vitales concretos, re- deben explicarse claramente al paciente y a sus parientes los
laciones personales y atributos de personalidad, e incluye los siguientes puntos del procedimiento. En primer lugar, el pa-
procesos psicológicos internos (como los mecanismos de de- ciente y cualquier miembro de su familia debe conocer que si
fensa y las estrategias de afrontamiento). Es necesario exami- lo desean tiene derecho a hablar con el doctor en privado, y
nar todos estos procesos cuando intentamos entender cuál de deben tener la sensación de que lo que digan no será comu-
las posibles causas de una enfermedad es la más probable en nicado a ningún otro miembro de la familia aunque éste lo
un momento determinado. pida. En segundo lugar, además de las reglas habituales de se-
Para valorar la historia vital del paciente es necesario com- creto profesional, el paciente debe estar de acuerdo en no pre-
binar el conocimiento de las influencias sociales locales y cul- guntar a los otros miembros de la familia sobre lo que cuen-
turales y aspectos psicológicos más técnicos; además, los di- tan al médico y viceversa. Estos puntos pueden parecer ele-
ferentes miembros del equipo pueden hacer sugerencias sobre mentales para los profesionales formados, pero a menudo no
los componentes del patrón en su conjunto. En el capítulo son apreciados por pacientes o familiares que se temen unos
1.7 se presentan las diferentes perspectivas desde las que pue- de los otros, o como mínimo sienten aprensión ante la posi-
de observarse al paciente. ble reacción de los demás si llegaran a conocer las construc-
Con frecuencia la psicodinámica interna del paciente ciones críticas que puedan haber hecho. La confianza entre el
debe considerarse en detalle, y una forma de realizarlo puede paciente y el médico debe establecerse y mantenerse sobre es-
ser construir una subdivisión de la parte derecha de la figu- tos aspectos, y por esta razón debe evitarse firmemente cual-
ra 1 que muestre las relaciones interpersonales y los procesos quier intento de los familiares por mantener entrevistas sin
psicodinámicos. En algunos pacientes la conclusión principal que el paciente no lo sepa.
de esta evaluación inicial puede ser que estos aspectos son bá- Siempre debe buscarse un intérprete cuando el paciente
sicos, indicando la necesidad de derivarlo a un servicio de psi- no pueda expresarse libremente en la lengua del entrevista-
coterapia especializado. La valoración de la adecuación a for- dor. Actualmente están aumentando los profesionales de la
mas específicas de psicoterapia y de aproximaciones cogniti- salud mental que también pueden ejercer como intérpretes
vo-conductuales se detalla en la parte 6. debido a la multitud de minorías étnicas presentes en la ma-
yoría de las comunidades. A causa del objetivo de confiden-
cialidad descrito anteriormente, los miembros de la familia
■ Influencias contextuales suelen preferir a un profesional del mismo sexo del paciente
en los procedimientos de evaluación cuando es necesario un intérprete.
Las barreras lingüísticas generalmente, pero no siempre,
La ubicación de la evaluación no debe contemplarse como se acompañan de diferencias culturales. El entrevistador debe
automáticamente fijada en el paciente ambulatorio o en otros recordar que el concepto de entrevista privada entre dos ex-
servicios de salud. Pueden realizarse una o más entrevistas de traños en la que se tratan libremente aspectos y experiencias
evaluación en casa del paciente (35), cuando el paciente o la personales que son frecuentemente desagradables proviene de
familia piensan que van a estar más tranquilos, ya que esto fa- la cultura de la «clase media occidental», y que no tiene por
vorece la expresión de forma más libre en el entorno familiar, qué ser compartida por personas de otras culturas. Una valo-
pero hay que advertir que puede ser más difícil conseguir la pri- ración antes de la entrevista de este aspecto con un profesio-
vacidad. El evaluador puede sorprenderse de la cantidad de in- nal de la salud mental que esté familiarizado con el entorno
formación sobre las circunstancias del hogar y la familia que del paciente puede ayudar al entrevistador a determinar a qué
puede conseguir en una entrevista en el domicilio del pacien- puede aspirar en términos de proximidad o a detectar posible
te, aun cuando en principio parezca que no hay ninguna razón información molesta.
98 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

La posibilidad de tener múltiples fuentes de información nario como aquí se describe. El estilo más desarrollado de tra-
es siempre una ventaja para aquellos aspectos (principalmen- bajo interdisciplinario en equipo implica un compromiso
te acontecimientos) cuya descripción objetiva es posible. La profesional significativo de tiempo por parte de cada uno de
experiencia clínica es la mejor guía cuando las descripciones los miembros, pues todos deben asistir a las sesiones, además
que se proporcionan son conflictivas. Las contradicciones en del tiempo que dedican a la asistencia directa del paciente y
la información importante que surjan en la evaluación inicial su familia.
que impliquen las descripciones de sucesos del paciente pue- Es necesario compartir las responsabilidades, y los roles
den resolverse intentando obtener más información. Puede no son fijos, pero cada miembro debe conocer las habilidades
evitarse confrontar al paciente con informaciones contradic- profesionales de la disciplina a la que pertenece. Esta falta de
torias por cuanto conduce fácilmente a malentendidos. Debi- claridad en los roles es más obvia en las fases de evaluación,
do a todo esto, la confrontación debe reservarse para los es- en las que se reúne y comparte la información disponible, y
tadios tardíos del abordaje cuando forme parte de una inter- en las discusiones del equipo que conducen al acuerdo sobre
vención planificada con un propósito específico. los contenidos del programa asistencial.

■ La evaluación Liderazgo
como actividad interdisciplinaria
El concepto de equipo implica que se reconozca un líder,
Los equipos interdisciplinarios pueden tomar múltiples que no tiene que ser un portavoz dominante ni el que toma
formas, variando desde el grupo de cirugía estrictamente or- las decisiones, y la mayoría de los buenos líderes de equipo
ganizado y necesariamente jerarquizado, en el que el papel de «guían desde atrás» de forma efectiva y para satisfacción de
cada miembro está claramente definido y no se puede cam- todos. La principal razón para tener un líder acordado es, en
biar, hasta los grupos relacionados de forma indeterminada primer lugar, conseguir que las reuniones sean breves y en un
en otros servicios de salud, en los que solamente algunos de horario razonable; en segundo lugar, facilitar las decisiones
los que asisten a las sesiones sobre los pacientes observan lo entre alternativas razonables, y en tercer lugar, mediar cuan-
que se está llevando a cabo como acción de equipo. Con la do se produce un desacuerdo entre los miembros del grupo
finalidad de explicar los tipos de trabajo que se dan en los que no puede solucionarse.
grupos interdisciplinarios, cuya presencia en los servicios de En algunos ámbitos de los servicios de salud mental no es
salud mental va en aumento, es útil diferenciar entre la prác- necesario que el líder sea un médico debido a las tareas que se
tica interdisciplinaria, familiar a muchas generaciones de tra- realizan. Esto ocurre con frecuencia en las unidades de inter-
bajadores de la salud mental, y el equipo de trabajo interdis- vención en crisis y emergencias, en las unidades de rehabilita-
ciplinario desarrollado más recientemente. Ambos estilos de ción y en los servicios para las personas con retraso mental. Sin
trabajo tienen múltiples variaciones, pero también tienen al- embargo, los miembros de los equipos que deben conocer las
gunas características fundamentales que deben ser reconoci- decisiones sobre la presencia de enfermedades físicas, y si es ne-
das por quienes están implicados. cesario administrar medicación o realizar pruebas de laborato-
En la práctica interdisciplinaria, el consultor o el médico rio, únicamente pueden ser guiados por una persona con cua-
sénior que está presente en las sesiones o «pases de planta» es lificación médica. El equipo debe aceptar la autoridad del mé-
aceptado por todos como el líder del grupo, y escucha (y ge- dico en estas situaciones, debido a las responsabilidades éticas
neralmente depende) de los puntos de vista de las enfermeras y legales que solamente atañen a la cualificación médica.
especializadas, y de otros profesionales de la salud, que pue- En los equipos que trabajan en unidades de pacientes
den o no estar presentes. Pero las decisiones sobre el trata- hospitalizados, como una planta de ingresos agudos, hay una
miento y el abordaje se asumen claramente como responsa- clara necesidad de que todo el equipo acepte que los docto-
bilidad de los médicos presentes. En muchos ámbitos los úni- res y las enfermeras tengan libre acceso a todos los pacientes
cos que deben asistir a estas sesiones son los médicos y las en- con el propósito de realizar exámenes físicos y estudios de la-
fermeras, aunque generalmente la asistencia de otros profe- boratorio, así como administrar la medicación y una gran va-
sionales de la salud es bienvenida y valorada, si bien no son riedad de procedimientos de enfermería.
vistos como miembros necesarios del grupo.
Los equipos de trabajo interdisciplinarios probablemente
se han desarrollado en respuesta al marcado aumento en el Clínico responsable y programas asistenciales
número de trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales,
psicólogos clínicos y otros profesionales, en aquellos servicios La asignación a un miembro del equipo como clínico res-
en los que los pacientes y familiares con múltiples necesida- ponsable para que cada paciente sea evaluado es el método
des son más la regla que la excepción. Las habilidades y téc- de trabajo usual en los equipos de este tipo. Qué miembro
nicas clínicas que anteriormente no estaban disponibles sí lo será el responsable de cada paciente depende de la capacidad
están en la actualidad, y los profesionales de la salud que las del equipo para unir las necesidades de un paciente con las
ofrecen esperan que se les proporcione un mayor reconoci- habilidades que ofrece cada uno de los miembros del equipo
miento personal y profesional, que con frecuencia puede en- según su capacitación. Aunque todos los pacientes se comen-
contrarse cuando se es miembro de un equipo interdiscipli- tan en detalle en los encuentros de equipo, y cada miembro
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 99

del equipo puede hacer sugerencias y dar su punto de vista, estrés laboral en los miembros del equipo. Este último pro-
generalmente se acepta que tras haber identificado y acorda- blema es particularmente importante en los equipos que tra-
do las actividades del programa asistencial, la mayor parte de bajan en situaciones de crisis o en urgencias psiquiátricas, por
los contactos con el paciente y la familia los hará el clínico el rápido cambio que se produce de pacientes y familiares,
responsable. Además, éste tiene también la responsabilidad que serán visitados por un corto período de tiempo.
de informar al equipo sobre los progresos y problemas que, Hay ciertos tipos de problemas que el líder del equipo y
por su importancia, requieran nuevas decisiones o cambios otros miembros con autoridad externos al equipo deberán
en el programa asistencial. manejar con delicadeza, como la relación entre los miembros
Los términos «clínico responsable» y «programa asisten- del equipo y con sus superiores inmediatos en la jerarquía de
cial» se han utilizado anteriormente para referirse a los profe- su propia disciplina. Cada miembro del equipo debe hacer
sionales de la salud mental en contacto directo con el pa- un balance entre las necesidades personales de supervisión
ciente, pero estos conceptos no deben confundirse con la profesional y formación y la habilidad de tomar decisiones en
«contención del gasto sanitario», un término introducido re- el equipo, debido a que los otros miembros del equipo no
cientemente que hace referencia al modelo de «compra y ven- poseen habilidades para hacerlo. Este tipo de problemas pue-
ta de gestión asistencial» recomendado, por ejemplo, por el de minimizarse si los miembros del equipo tienen la misma
Department of Health del Reino Unido (38, 39), en el que los experiencia en la disciplina. Los profesionales de la salud que
gestores asistenciales no están directamente implicados en la están en formación no son adecuados como miembros de un
ejecución de la asistencia directa. Estos términos se utilizan, equipo, pero pueden beneficiarse mucho si se unen a él como
por desgracia, como sinónimos en ocasiones, y han causado observadores. Así pueden tener la oportunidad de aprender
confusiones entre los conceptos y los modelos del Care Pro- algunas cosas sobre cómo operan las otras disciplinas, un as-
gramme Aproach, también del Department of Health del Rei- pecto que generalmente está ausente en su formación.
no Unido (40), y con el más positivamente evaluado Pro- En los equipos suelen producirse desacuerdos sobre el me-
gramme for Assertive Community Treatment (41). Las revi- jor momento para dar el alta a los pacientes, o sobre el mo-
siones de Burns (42) y otros autores (41) son guías muy útiles mento preciso en que debe derivarse un paciente cuando pue-
sobre la complejidad de este tema. de ser interesante para él que sea evaluado por otro servicio.
Además de las responsabilidades específicas que se han En diferentes países, los servicios hospitalarios y ambulatorios
descrito anteriormente, los psiquiatras miembros de un equi- son llevados por equipos de organizaciones distintas y pueden
po interdisciplinario tienen otras áreas de conocimientos teó- producirse muchas interrupciones en el tratamiento, por lo
ricos y prácticos que deben ser reconocidas por los otros que el equipo interdisciplinario puede frustrarse. Pero general-
miembros del equipo. Los psiquiatras con conocimientos y mente suele darse una continuidad de la asistencia entre las di-
experiencia pueden tener habilidades especiales en la evalua- ferentes partes de los servicios de psiquiatría general, y los
ción de peligros y riesgos de diferentes tipos, y en cualquier principales cambios suelen darse porque el paciente necesita
estadio de su formación pueden mostrar, con ejemplos útiles, ser evaluado para realizar un tratamiento más especializado,
que están especialmente entrenados para resumir la informa- como rehabilitación, terapia cognitivo-conductual o psicotera-
ción. Mucho más importante es su capacidad para producir pia intensiva. Es necesario que el equipo desarrolle sistemas de
una formulación completa que puede ser crucial para elabo- actuación para estas ocasiones, y este hecho dependerá de la
rar un programa asistencial. extensión de la estructura de los servicios locales disponibles.
Para que un equipo sea eficaz, sus miembros deben com- Aunque no se dispone de información sistematizada, no
partir de forma abierta formulaciones comunes sobre los ob- hay muchas dudas sobre que el estilo de trabajo en equipos
jetivos y los planes de actuación, y es necesario que desarro- interdisciplinarios que se ha descrito se está extendiendo en
llen un «espíritu de equipo» fundamental que es difícil de de- los servicios de salud mental de muchos países. Su populari-
finir, el cual ayudará a depender y apoyarse unos en los otros, dad y éxito probablemente se deban al aumento de la satis-
aun cuando entre ellos existan diferencias en su formación, facción laboral experimentado por los miembros de los equi-
estatus y remuneración. Para ser un miembro aceptado y efi- pos que no pertenecen al ámbito médico, además del recono-
ciente de este tipo de equipos es necesario poseer unas carac- cimiento de las necesidades múltiples, más que las simples, de
terísticas de personalidad que no necesariamente comparten una amplia proporción de los pacientes psiquiátricos y sus fa-
todos los profesionales de la salud mental. Es esencial la to- milias. Los estilos de trabajo interdisciplinarios son especial-
lerancia respecto a los diferentes puntos de vista de los otros mente útiles en los servicios de urgencias psiquiátricas y en las
miembros del equipo, además de aportar habilidades profe- unidades de intervención en situaciones de crisis (43, 44).
sionales para llevar a cabo el trabajo requerido.
La frecuencia de los encuentros del equipo se determina
por la cantidad y la naturaleza del trabajo. También suele ser ■ Instrumentos de evaluación
necesario realizar sesiones especiales para debatir temas que
no están directamente relacionados con los pacientes, como Razones para el desarrollo de entrevistas
los planes de actuación del equipo, la incorporación de otros estructuradas o instrumentos de evaluación
miembros y nuevos nombramientos, relaciones con servicios
externos (p. ej., derivaciones escasas, excesivas o inadecuadas), La formación de los profesionales de la salud mental in-
problemas interpersonales entre los miembros del equipo, y cluye algunos sistemas de recogida y registro de la informa-
100 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

ción basados en una estructura conceptual que ayuda a orga- ción sobre los detalles de los sentimientos del paciente ni de
nizar la gran cantidad de información que generalmente es su comportamiento, y por este motivo tiene un interés limi-
necesario recoger. Con la experiencia, la mente del profesio- tado para el clínico.
nal incorpora la lista de temas bajo los que se recoge esta in- Los instrumentos de detección suelen ser cuestionarios, es
formación, y se dispone de forma automática de una guía decir, son simplemente una forma de recoger las respuestas a
para conducir las entrevistas de evaluación. Sin embargo, un conjunto de preguntas, y no se realizan más preguntas ni
cuando hay un propósito de investigación es necesario de- se indaga sobre hasta qué punto el paciente ha entendido la
mostrar de forma manifiesta que se han contemplado los te- pregunta o si quiere matizar la respuesta que da. Los cuestio-
mas esenciales de una manera sistemática y comprehensiva. narios generalmente son completados por el paciente como
En diferentes tipos de investigación no sólo se deben registrar un ejercicio de «lápiz y papel», como en el GHQ, aunque
los temas revisados, sino que es necesario que se detallen los uno de los cuestionarios más ampliamente utilizados que tie-
ítems que se han registrado para que los investigadores que ne un contenido muy detallado, la Entrevista Diagnóstica In-
estudien los resultados de la investigación estén seguros de ternacional Compuesta (Composite International Diagnostic In-
que no se ha obviado ninguna variable, y que la información terview, CIDI [52, 53]), se completa con una entrevista.
obtenida no es una selección sesgada de los datos que estaban Los instrumentos detallados pueden contener los siguien-
disponibles. Desde la década de 1950 se reconoce de forma tes aspectos:
general que, para mejorar la comunicación entre investigado-
res en diferentes centros, las conclusiones deben basarse en 1. Síntomas de un único tipo, como en la Escala de Hamil-
información que ha mostrado una fiabilidad satisfactoria en- ton para la Depresión (Hamilton Rating Scale for Depres-
tre evaluadores. sion, HAM-D) (54), o la Escala para la Evaluación de Sín-
Con este objetivo en mente, se han desarrollado entrevis- tomas Negativos (Scale for Assessment of Negative
tas estructuradas completas e inventarios de evaluación para Symptoms, SANS) (55).
la recogida de la información (actualmente suelen llamarse 2. Una selección de síntomas para estudiar las relaciones en-
«instrumentos», y utilizaremos este término para designar tre dos tipos estrechamente relacionados, como los sínto-
cualquier tipo de entrevista o inventario de evaluación publi- mas depresivos y los esquizofrénicos en la Escala para
cado). Los tipos más comunes incluyen el estado mental ac- Trastornos Afectivos y Esquizofrenia (Schedule for Affecti-
tual y el comportamiento. Muchos de estos instrumentos no ve Disorders and Schizophrenia, SADS) (Vizcarro, 1982)
son adecuados en la práctica clínica diaria porque han sido (56).
diseñados con finalidades de investigación; aun así, es útil 3. Un número limitado de ítems que cubren diferentes sín-
que los clínicos tengan algunos conocimientos sobre cómo se tomas y comportamientos seleccionados por tener una
han creado (45). importancia especial, como en las recientemente desarro-
Desde la primera aparición de instrumentos estructurados lladas Escalas de Salud de la Nación (Health of the Nation
de evaluación psiquiátrica en la década de 1950, ha habido Scales, HNS) en el Reino Unido (57).
un gran aumento en cuanto a su número, tipo y complejidad. 4. Un conjunto de síntomas más o menos completo que
En la explicación que se presenta a continuación, se comen- permite el estudio de la distribución de síntomas de di-
tan en forma de ejemplos algunos de los instrumentos más ferentes tipos, como las Escalas de Evaluación Clínica
ampliamente utilizados, pero no se mencionan muchos de en Neuropsiquiatría (Schedules for Clinical Assessment in
los que también están disponibles. Pueden encontrarse listas Neuropsychiatry, SCAN) (58) y la CIDI (52, 53). Otros
de estos instrumentos en los catálogos y revisiones de la instrumentos ampliamente utilizados pero estructurados
OMS, así como en otros textos (46-50). de forma menos estricta y con un contenido compre-
hensivo son la Escala Breve de Evaluación Psiquiátrica
(Brief Psychiatric Rating Scale, BPRS) (59) y la Escala de
Instrumento para la evaluación del estado mental Valoración Psicopatológica Compuesta (Composite Psycho-
y del comportamiento pathological Rating Scale, CPRS) (60), que intentan medir
el cambio.
Los instrumentos que están disponibles en la actualidad
pueden agruparse según los principales propósitos para los Generalmente, los diseñadores del instrumento especifi-
que fueron diseñados. can la fuente y el método de recogida de la información, que
Los instrumentos de identificación sistemática, como el puede incluir entrevistas con los pacientes, parientes y cuida-
Cuestionario de Salud General (General Health Questionnaire, dores, observación del paciente, información a partir de otros
GHQ) (51) son necesarios para la detección de posibles casos documentos, y cualquier combinación de éstos.
o individuos con alto riesgo de entre extensas poblaciones. Los instrumentos más detallados generalmente dependen
Tienden a ser cortos y económicamente asequibles. Están di- del entrevistador, y el estilo de entrevista recomendado y la
señados para generar una puntuación única que indica el es- formación necesaria para administrarlo dependen tanto de la
tado del sujeto en relación con la población en la que ha sido calidad de la información requerida como del tipo de entre-
desarrollado y validado el instrumento. Estos instrumentos vistador de investigación para el que se diseñó el instrumen-
son imprescindibles para los estudios de detección y epide- to. Estos aspectos pueden variar enormemente; por ejemplo,
miológicos, pero esta puntuación no ofrece mucha informa- la SCAN requiere una formación profesional en clínica y un
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 101

curso especial para la administración del instrumento, la fármacos psicotropos, que empezaban a estar disponibles en
CPRS, la BPRS y la Entrevista Clínica Estructurada para el ese momento. La medida de los cambios en los síntomas es
DSM (Structured Clinical Interview [SCI] for DSM) (61) única- mucho más útil de forma inmediata para el estudio de la res-
mente requieren formación profesional clínica. Por su parte, puesta al tratamiento que para asegurar una mejora completa
la CIDI requiere experiencia en la realización de entrevistas, o esperar un cambio de diagnóstico. Pero en ausencia de
así como en investigación, y un curso específico para la ad- guías sobre cómo se definen los síntomas, los problemas resi-
ministración del instrumento, pero no se necesita formación dían en la interpretación de los resultados.
profesional clínica. Las mejoras en los instrumentos más recientes, que han
El período de tiempo que cubren varía desde el formato conducido a una mejor calidad y significación de la informa-
transversal para el estado mental y la conducta actual («ac- ción recogida, son básicamente de dos tipos, en los que la es-
tual» generalmente toma el significado de las 2 o 4 últimas se- tructura y los procedimientos asociados a los instrumentos se
manas) a períodos prolongados del seguimiento, anamnesis y han hecho más elaborados con el paso del tiempo. En primer
desarrollo, y la historia del trastorno psiquiátrico a lo largo de lugar, los datos se han mejorado con el abastecimiento de
la vida. Los instrumentos más complejos y largos, que alcan- descripciones por escrito y definiciones de los síntomas, y
zan largos períodos de tiempo, generalmente se diseñan para con la recomendación de estilos particulares de entrevistar.
estudios específicos, pero en pocas ocasiones son adecuados Esto implica que los investigadores que utilizan el instru-
para el uso general. mento antes de empezar el estudio deben entrenarse en su ad-
ministración para conseguir niveles satisfactorios de fiabilidad
entre evaluadores (algunos ejemplos de los instrumentos de
Desarrollo desde la década de 1950 este tipo más utilizados se describen en el apartado siguien-
te). En segundo lugar, se han mejorado los resultados con la
Es útil una aproximación histórica para intentar entender utilización de ordenadores que organizan y resumen las pun-
cómo y por qué se han desarrollado los numerosos instru- tuaciones de los síntomas, paralelos al desarrollo de clasifica-
mentos disponibles actualmente. La HAM-D, publicada en ciones psiquiátricas de amplio uso.
1959, es un buen ejemplo de la primera generación de ins- Los primeros programas de ordenador basados en árboles
trumentos, muchos de los cuales son cortos y simples (54). de decisión (algoritmos) aparecieron en la década de 1970, y
Sus contenidos pueden resumirse fácilmente en una página, y actualmente son muy frecuentes. Éstos permiten la especifi-
comprenden los siguientes aspectos: cación de un conjunto de síntomas que identifican los tras-
tornos o sugieren los diagnósticos; así, las informaciones re-
1. Nombres de los síntomas que deben evaluarse. sultantes sobre los perfiles de síntomas o la presencia de tras-
2. Una escala de evaluación, la misma para todos los sínto- tornos o diagnósticos están libres de errores de decisión hu-
mas, con la que se registra la ausencia o presencia del sín- manos, como pueden ser la negligencia, los simples descuidos
toma y su intensidad. y las variaciones personales en las diferentes situaciones. Sin
3. Un cuadro en el que se anota la puntuación de cada sín- embargo, otros autores opinan que la presencia de sesgos y
toma. asunciones de los autores que han construido el programa
puede ser problemática.
No se ofrecen recomendaciones especiales sobre la lon- Los programas también pueden diseñarse para asignar
gitud y el estilo de la entrevista, ni se aportan más explica- trastornos y diagnósticos de acuerdo con una clasificación en
ciones ni definiciones de los síntomas que las que se pro- concreto, como la CIE-10 o el DSM-IV, y algunos de los ins-
porcionan en la hoja de evaluación. En otras palabras, la in- trumentos construidos recientemente, como las SCAN y la
terpretación de las evaluaciones se basa en la asunción de CIDI, son de este tipo. Cuando se utiliza de forma intencio-
que los evaluadores tienen experiencia y formación suficien- nada, la información resultante de estos instrumentos estruc-
tes para conocer que es lo qué sus coetáneos entienden con turados de reciente creación es versátil y posee una alta fiabi-
los síntomas nombrados. El análisis de los datos se sitúa a la lidad, pero para obtener estos beneficios el investigador tiene
izquierda del usuario, y se dan recomendaciones sobre el po- que pagar el precio de realizar un gran esfuerzo para conse-
sible significado de la suma de las puntuaciones con respec- guir y mantener la fiabilidad entre evaluadores.
to a la gravedad de la enfermedad y sobre si se trata de un Evidentemente, hay una gran variedad de usos para los
posible caso. Este y otros instrumentos tempranos no esta- instrumentos más simples, pueden ser útiles para diseñar y
ban unidos al uso de ningún conjunto particular de catego- llevar a cabo un estudio, para decidir el tipo de información
rías diagnósticas, probablemente porque las clasificaciones necesaria y seleccionar los instrumentos de acuerdo con esos
diagnósticas disponibles en las décadas de 1950 y 1960 no datos. Para aquellos que están interesados en la interpretación
eran muy utilizadas. de los resultados, en todas las ocasiones debe incluirse en la
La primera generación de instrumentos hizo mucho más descripción de los hallazgos una justificación de la calidad de
fácil la comunicación por parte de los investigadores de los la información que se obtiene.
resultados detallados en sus estudios clínicos a los demás, Una vez que un instrumento (o a menudo un conjunto
principalmente facilitando el estudio de los cambios en los de instrumentos relacionados entre sí) ha demostrado su uti-
síntomas en períodos cortos de tiempo. La necesidad de estos lidad puede ser utilizado durante muchos años, y a la vez ser
estudios estaba sin duda relacionada con el aumento de los sometido a ampliaciones y revisiones para mejorarlo. En con-
102 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

secuencia, se desarrollan y mantienen familias de instrumen- relevante para determinar la duración, frecuencia e intensidad
tos o tradiciones de estilos de entrevistar en los principales de los síntomas, de igual modo que en cualquier entrevista.
grupos y centros de investigación, y es posible identificar al- En otras palabras, el entrevistador debe conducir la entrevista
gunos de ellos y seguirlos a través del tiempo. de la forma que ha sido estructurada en la mayor medida po-
Se han seleccionado tres de estas tradiciones en el des- sible para facilitar que los síntomas registrados tengan la ma-
arrollo de instrumentos para demostrar la continuidad y las yor fiabilidad entre evaluadores, pero sin seguir una estructu-
estrechas relaciones que en algunos casos se dan entre los di- ra desagradablemente rígida tanto para el sujeto como para el
ferentes instrumentos, aunque estas relaciones pueden no ser entrevistador. Se necesita mucha práctica y formación para
patentes en los artículos en los que se han utilizado estos ins- llegar a conseguir estos objetivos, pero no cabe duda de que
trumentos. Tres centros de investigación en los que se han es posible alcanzarlos.
creado conjuntos de instrumentos especialmente prominentes El PSE no fue creado atendiendo a una clasificación diag-
son la Medical Research Council Social Psychiatry Unit en el nóstica en particular, sino que fue propuesto desde el princi-
Institute of Psychiatry de Londres, el Biometrics Research en pio como un medio simple para llegar a un conjunto de sín-
el New York State Psychiatric Institute en la Columbia Uni- tomas completo y definido descrito de forma fiable, dejando
versity de Nueva York, y el Department of Psychiatry de que el usuario decida si quiere reunir los síntomas en grupos
Washington University, en St. Louis, Missouri. Los instru- y cómo quiere hacerlo, y qué hacer con estos resultados. Este
mentos que se mencionarán son sólo una pequeña propor- estilo de organización del instrumento se refiere en ocasiones
ción de los existentes y publicados, pero son los más conoci- como de «abajo arriba». Las versiones 7 y 8 del PSE fueron
dos debido a su asociación con numerosos estudios multi- las primeras en utilizarse a gran escala en dos estudios de co-
céntricos de investigación internacional y con las clasificacio- laboración internacional comparativos, el United States-Uni-
nes de trastornos psiquiátricos más ampliamente utilizadas ted Kindom Diagnostic Project entre Londres y Nueva York
como la CIE-8, la CIE-9 y la CIE-10, y el DSM-III, el DSM- (63, 64) y en el International Pilot Study of Schizofrenia coor-
III-R y el DSM-IV. dinado por la OMS, en Ginebra (65). Hasta este momento su
A principios de la década de 1960, aproximadamente al contenido se ha revisado y ampliado, creando las versiones
mismo tiempo pero de forma independiente, los grupos de 9 y 10, pero las técnicas de entrevista y las puntuaciones per-
investigación encabezados por John Wing, en el Institute of manecen iguales. El PSE-10 es uno de los principales compo-
Psychiatry de la University of London (en el Maudsley Hos- nentes de la SCAN.
pital), y por Robert Spitzer en la Biometrics Research Unit en
el New York State Psychiatric Institute de la Columbia Univer-
sity, empezaron a producir entrevistas estructuradas y escalas Escala para Trastornos Afectivos y Esquizofrenia
de evaluación que proporcionaban una amplia cobertura de y Entrevista Clínica Estructurada para el DSM
los síntomas y se acompañaban de recomendaciones para el
proceso de formación. La serie de instrumentos desarrollados por Spitzer y cols.
en el Biometrics del New York State Psychiatric Institute ha
tomado distintas formas, y como mínimo en sus inicios, te-
Examen del Estado Actual nía una estructura mucho más rígida que el PSE. Los usua-
rios de la Escala del Estado Mental (Mental Status Schedule) y
El Examen del Estado Actual (Present State Examination, del la Escala del Estado Psiquiátrico (Psychiatric Status Sche-
PSE) (62) es un procedimiento semiestructurado, basado en dule), instrumento más largo, se formaron para seguir el or-
una entrevista en forma de inventario que contiene ítems que den de las preguntas como se encuentran en el inventario; la
se consideran productos de la entrevista. El contenido siem- única desviación de este orden que se puede hacer es la re-
pre ha sido más o menos completo y contiene diferentes sín- petición de la misma pregunta si el entrevistador lo conside-
tomas, como preocupación, tensión muscular, inquietud, ra necesario. Sin embargo, los instrumentos posteriores,
etc., que no están asociados con un diagnóstico en particular. como la SADS (56) y, más recientemente, la SCI para el
Estos síntomas se incluyen porque suelen ser patentes clíni- DSM-III y el DSM-IV (61) permiten una mayor flexibilidad
camente y son importantes para el paciente (v. los comenta- al entrevistador, tanto en el estilo de entrevistar como en la
rios sobre la organización de las entrevistas de «abajo arriba» elección de un mayor o menor entrenamiento (a pesar de su
y de «arriba abajo» más adelante). longitud, la SCI para el DSM se recomienda tanto para uso
Las puntuaciones que anota el entrevistador no dependen clínico como en investigación). En el grupo de Nueva York
por completo de la respuesta inmediata del sujeto, sino que también se observa un aumento en la tendencia hacia los
representan el juicio clínico del entrevistador sobre si el suje- instrumentos que tienen un propósito determinado. Por
to presenta o no el síntoma tal y como se describe en el glo- ejemplo, el contenido de la SADS es clave en el estudio de
sario de definiciones aprendido durante el proceso de forma- las relaciones entre la esquizofrenia y los trastornos afectivos,
ción para la entrevista. Se formulan las preguntas para todos y la SCI para el DSM contiene solamente aquellos ítems que
los síntomas y los ítems deben presentarse, siempre que sea son necesarios para identificar los trastornos que están in-
posible, en el orden proporcionado, pero el orden puede va- cluidos en el DSM. Igual que la Escala de Entrevista Diag-
riar si el entrevistador lo cree adecuado. También se anima al nóstica (Diagnostic Interview Schedule) que se comenta en el
entrevistador a realizar cualquier pregunta que pueda parecer próximo apartado, la SADS y la SCI para el DSM tienen una
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 103

estructura de «arriba abajo», es decir, su contenido está de- Escalas de Evaluación Clínica en Neuropsiquiatría
terminado desde el principio por un conjunto de criterios o y Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta
síntomas existentes.
Los instrumentos producidos por estos dos centros en las Aunque la PSE y la DIS se originaron en diferentes gru-
décadas de 1960 y 1970 han sido ampliamente utilizados en pos con diferentes tradiciones y propósitos, actualmente han
muchos países, y su éxito ha conducido a que otros investi- dado origen a descendientes directos como las SCAN y la
gadores produjeran numerosos instrumentos similares. La CIDI, que están estrechamente conectadas. A principios de la
adopción por parte de la OMS del uso del PSE para diversos década de 1980, un programa de trabajo multicéntrico entre
estudios multicéntricos ha propiciado que se tradujera a más la OMS y el NIMH de Estados Unidos (conocido como el
de 25 lenguas, con diferentes grados de variación pero nunca «Joint Project») dio como resultado la transformación de la DIS
con ampliaciones, para que se adaptara mejor a las diferentes en la CIDI (69), aumentando su contenido al añadir partes
culturas y ámbitos sociales implicados. extensas del DSM-III-R al principio, y posteriormente de la
CIE-10 y del DSM-IV. Este hecho se unió a la evolución del
PSE-9 al PSE-10, la pieza central de las SCAN (58), cuyo con-
Escala de Entrevista Diagnóstica tenido cubría de forma similar la CIE-10 y el DSM-IV. Las
únicas secciones de la CIE-10 y del DSM-IV que no se in-
El tercer grupo más importante de investigación se en- cluyen en las SCAN ni en la CIDI son aquellas que tratan so-
cuentra en la Universidad de Washington University, en St bre trastornos de personalidad en adultos, trastornos de la in-
Louis, Missouri, y son conocidos por ser los autores que ori- fancia y la adolescencia, y retraso mental.
ginaron el primer sistema de los Criterios Diagnósticos de La coordinación de la OMS en el desarrollo de los esta-
Investigación (Diagnostic Criteria for Research), ampliamente dios finales de las SCAN y la CIDI tenía el propósito de pro-
utilizados (66). Después de la publicación del DSM-III en ducir dos instrumentos con usos diferentes pero complemen-
1980, había gran interés en descubrir cómo estaban distri- tarios en los estudios epidemiológicos. La CIDI puede admi-
buidos los trastornos que contenía el DSM-III en la pobla- nistrarse a un gran número de sujetos de la población por su
ción americana. Lee Robins y cols., apoyados por el Natio- bajo coste, debido a la utilización de entrevistadores no pro-
nal Institute of Mental Health (NIMH), diseñaron la Escala fesionales. En cambio, las SCAN son más adecuadas para los
de Entrevista Diagnóstica (Diagnostic Interview Schedule, DIS) profesionales (y en consecuencia más cara) en la evaluación
(67) con este propósito. Está compuesta por preguntas que de sujetos con trastornos evidentes y graves, si éstos han sido
incluyen los síntomas necesarios para identificar los 15 tras- seleccionados de entre la población mediante la CIDI u otros
tornos más importantes del DSM-III. El Estudio Epidemio- instrumentos de detección, o si han sido estudiados clínica-
logical Catchmen Area (ECA) del NIMH fue el primero que mente por otras razones. El último desarrollo en este progra-
utilizó de forma amplia la DIS, en la que se incluyó una ma a largo plazo ha sido el establecimiento de centros de for-
muestra de la población de 18.000 personas de cinco amplias mación subvencionados por la OMS en distintos países. Ac-
áreas urbanas (68). tualmente, los psiquiatras y otros profesionales de la salud
Para evitar los costes y otros problemas derivados de con- mental pueden obtener la formación necesaria para la admi-
tratar psiquiatras o psicólogos formados como entrevistado- nistración de las SCAN o la CIDI en inglés, francés, alemán,
res, la DIS fue diseñada como un cuestionario muy estruc- español, chino, japonés y árabe (69).
turado que se administraba en forma de entrevista por en- Estos y otros instrumentos experimentarán desarrollos
trevistadores no profesionales. Los entrevistadores, general- posteriores, pero cada nuevo instrumento y cada cambio con-
mente con experiencia en realizar entrevistas para estudios lleva problemas de interpretación de la información. Así, aun-
de mercado, tenían que seguir un programa de formación in- que el contenido del instrumento nuevo o los cambios en
tensivo de una semana de duración para aplicar la DIS. Las uno existente pueden parecer iguales a los de sus predeceso-
preguntas de la DIS deben formularse en el orden que se in- res, pequeños cambios en el método o en la secuencia de
dica en el inventario. Los síntomas no se califican como pre- aplicación pueden tener importantes efectos, especialmente
sentes si pueden ser debidos a trastornos físicos según la opi- en los instrumentos muy estructurados en los que las pun-
nión del sujeto, pero no hay posibilidad de preguntar libre- tuaciones no son filtradas por el juicio clínico de un profe-
mente sobre la duración, gravedad u otros detalles de los sín- sional de la salud mental instruido. Por ejemplo, un artículo
tomas. Pueden repetirse las preguntas, pero únicamente pue- reciente de Estados Unidos (70) indica la posibilidad de que
den formularse las preguntas que se recogen en el inventario. las diferencias en las prevalencias de algunos trastornos apre-
Esta manera de proceder es muy distinta de la técnica del ciadas en el Estudio ECA (68) y más recientemente en el Co-
PSE, y está basada en la asunción, por los diseñadores de la morbidity Study (71) sean debidas en parte a los cambios en
DIS, de que, controlando a los entrevistadores de esta ma- la «estructura de las preguntas», que introducen otras pregun-
nera, la DIS podría «capacitar a los entrevistadores para ob- tas específicas más que diferencias reales entre los sujetos de
tener diagnósticos psiquiátricos comparables a los que obtie- la población.
nen los psiquiatras» (67). En otras palabras, se asume que la Asimismo, hay problemas que no se han resuelto en el es-
expresión de las quejas puede usarse casi como equivalentes tudio de los individuos en la población mediante instrumen-
de síntomas inferidos con el propósito de identificar un tras- tos diseñados originalmente para el estudio de pacientes psi-
torno psiquiátrico. quiátricos que están en contacto con los servicios de salud,
104 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

como en el caso de aquellos individuos que no buscan ayuda Clínicamente es útil evaluar tres aspectos de la personali-
profesional. El hecho de cumplir los criterios de un trastorno dad, teniendo en cuenta la prominencia de las características
psiquiátrico no indica necesariamente la necesidad de trata- personales y los problemas que originan. En primer lugar,
miento; así, la evaluación de «casos posibles» requiere algo uno o más de los trastornos de la personalidad descritos en la
más que un simple recuento de síntomas. El debate sobre este CIE-10 o el DSM-IV deben utilizarse únicamente cuando hay
problema dura más de 20 años, pero es necesario que conti- descripciones claras de problemas y comportamientos repeti-
núe (72, 73), juntamente con el examen de un tema estrecha- dos tal y como se especifican. y además no pueden ser debi-
mente relacionado, la validez clínica (74). dos a síntomas de ningún otro trastorno que pueda estar pre-
sente. En segundo lugar, el concepto de «tipo de personalidad
acentuada» puede ser útil para aquellos problemas y compor-
Otros aspectos seleccionados tamientos que se dan de forma repetida pero que son menos
graves, utilizando una breve descripción a través de una lista
La importancia de los síntomas negativos en la evalua- de adjetivos comunes. Éstos indican comportamientos y acti-
ción de los pacientes con síndromes esquizofrénicos ha con- tudes recurrentes que pueden causar diferentes problemas in-
ducido al desarrollo de instrumentos dedicados a ellos; la Es- terpersonales o sociales moderados, y que, como en el caso
cala para la Evaluación de Síntomas Negativos (Scale for As- anterior, no pueden atribuirse a síntomas de otros trastornos.
sessment of Negative Symptoms, SANS) (55) es uno de los que Finalmente, si ninguno de los dos tipos anteriores de trastor-
más se utiliza, especialmente en Estados Unidos. La Escala de nos de la personalidad está presente, siempre son importantes
Deterioro Psicológico (Psychological Impairments Rating Scale, las características usuales del paciente mediante unos cuantos
WHO/PIRS) (75) se ha considerado adecuada en diversos adjetivos (como «preocupadizo», algo tímido e inhibido so-
medios culturales, y ha sido utilizada en numerosos estudios cialmente, muy gregario, etc.). Deben evitarse los términos
multicéntricos internacionales coordinados por la OMS. Am- vagos y algo optimistas que suelen dar los amigos y familia-
bos instrumentos y otros son útiles como inventarios para res como «despreocupado».
propósitos clínicos habituales (76). No obstante, debido a la Los sistemas descriptivos multiaxiales (a menudo lla-
naturaleza de los síntomas que se evalúan, muchos de ellos mados clasificaciones de manera optimista) están disponi-
todavía presentan importantes problemas de fiabilidad entre bles desde hace muchos años (77), y actualmente se aplican
evaluadores y en el significado exacto de los ítems que los tanto a la CIE-10 como al DSM-IV. Los sistemas multiaxia-
constituyen. les describen diversos aspectos de la persona además del
La evaluación de la personalidad presenta problemas es- trastorno, y puede considerarse que proporcionan una for-
peciales debido a la necesidad de obtener una descripción sa- mulación sistematizada que facilita el registro codificado de
tisfactoria de la personalidad, y aunque el concepto está defi- diferentes aspectos del individuo. La mayor parte de ellos
nido, requiere mucho más que la opinión del individuo. Así, han sido diseñados principalmente para la investigación,
son necesarias, para poder establecer comparaciones, las des- pero también se utilizan en la clínica diaria, aunque todos
cripciones adicionales de los familiares o amigos íntimos so- pueden ser útiles como listas de referencia cuando se prepa-
bre el desarrollo personal y las relaciones. Los conceptos ac- ran las revisiones clínicas. El DSM-IV, igual que el DSM-III,
tuales de los trastornos de la personalidad tal y como se defi- se presenta como un esquema multiaxial que cubre cinco as-
nen en la CIE-10 y el DSM-IV también tienen serias limita- pectos del individuo (Eje I, trastornos clínicos; Eje II, tras-
ciones; los problemas se ilustran en un reciente y amplio es- tornos de la personalidad y retraso mental; Eje III enferme-
tudio multicéntrico coordinado por la OMS en el que se uti- dades médicas; Eje IV, problemas psicosociales y ambienta-
lizó el Examen Internacional de los Trastornos de la Persona- les; Eje V, evaluación de la actividad global). Actualmente
lidad (International Personality Disorder Examination, IPDE) se dispone de instrumentos similares para la CIE-10 (78),
(69). La administración de este instrumento requiere algunas que incluyen la psiquiatría en adultos y en la infancia y ado-
horas de entrevista, con dos informantes como mínimo, para lescencia (v. cap. 9.1.1).
cubrir el contenido de todos los ítems necesarios para identi- La calidad de vida ha tomado fuerza en los últimos años,
ficar los trastornos de la personalidad en adultos que incluyen pero de la misma forma que con la evaluación multiaxial, el
los dos sistemas de clasificación. Este estudio y otros con pro- uso de este término no hace más que demostrar algo que
pósitos similares han hallado que si un sujeto cumple los cri- siempre ha estado implícito en la buena evaluación clínica. El
terios para un trastorno de la personalidad, es posible que examen de la mayor parte de los instrumentos de evaluación
cumpla criterios para otro trastorno más como mínimo. Esto que no llevan este título muestra que contienen, cómo míni-
implica que las categorías actuales únicamente reflejan partes mo, diversas combinaciones de cada uno de los posibles atri-
de la personalidad global, que pueden ser útiles, pero las ca- butos de la persona, la enfermedad y el ambiente. No hay ne-
tegorías utilizadas actualmente necesitan un examen detalla- cesidad de utilizar un nuevo término cuando la información
do drástico y completo si se quiere proporcionar un concep- recogida hace referencia únicamente a problemas tan conoci-
to global en las clasificaciones descriptivas. Sea lo que sea la dos como los síntomas, las discapacidades, cómo ocupa el
personalidad, no existe en términos abstractos, sino que es tiempo el paciente y los contactos con los servicios sanitarios.
una parte de los complejos factores en interacción que resul- Constantemente aparecen publicaciones que se realizan sobre
tan de las enfermedades pasadas y de las vulnerabilidades fu- la «calidad de vida» en poblaciones enteras en muchos países,
turas. en las que se calculan índices a partir de las estadísticas na-
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 105

cionales o regionales sobre, por ejemplo, la vivienda, la edu- ■ Recogida y resumen de la información
cación, el transporte o el consumo de recursos materiales. Es-
tos índices tienen valor para los economistas o los demógra- Resumen y formulación
fos, pero están lejos de las evaluaciones clínicas. También
debe comentarse el hecho de la utilización del término en el Las habilidades requeridas para producir resúmenes y
ejercicio clínico cuando únicamente indica juicios de valor de formulaciones pueden adquirirse en estadios tempranos de
«alto nivel» y conceptos como los de satisfacción personal, la formación, pues son centrales en el proceso de obtención
autorrealización, y ausencia de malestar. Muchos de estos de la información sobre el paciente, de forma que facilite la
conceptos son subjetivos y difíciles de medir, pero reflejan en toma de decisiones y asigne prioridades a las acciones. La
diferentes formas el objetivo último de la asistencia médica. lista de problemas y una historia vital pueden ser instru-
Una excelente revisión reciente sobre este tema desde el pun- mentos útiles para escribir tanto el resumen como la for-
to de vista de la psiquiatría (79) ilustra el amplio rango de as- mulación, y la manera de prepararlo debe aprenderse en los
pectos que incluye este término. primeros estadios de la formación. El resumen de la historia
La revisión científica de un tema estrechamente relacio- clínica de un paciente debe ser aproximadamente igual para
nado, las necesidades de evaluación, ha dado como fruto la cualquier persona que lo realice, pues debe ser un simple re-
producción de algunos instrumentos detallados que, una vez gistro de lo que se sabe del paciente, ordenado bajo títulos
más, son de interés para los médicos como listas de referen- convencionales. Un estilo «telegráfico» de escritura es acep-
cia potencial. Un buen ejemplo es el MRC Needs for Care As- table por su brevedad. En cambio, una formulación debe es-
sessment (80) del Reino Unido. cribirse con una narrativa gramaticalmente correcta, y no
La presión administrativa para proporcionar algún tipo de tiene por qué esperarse que dos médicos distintos que usan
calificación del resultado de la intervención ha generado al- el mismo resumen de un paciente lleguen a conclusiones
gunos instrumentos breves diseñados para su uso clínico. Dos idénticas en sus formulaciones. Esto es debido a que una
ejemplos de instrumentos muy utilizados con este fin son la formulación es un intento del autor por entender, y en con-
Escala de Evaluación Global de la Actividad (Global Assess- secuencia en alguna medida hay una interpretación, que ha
ment of Fuctioning [GAF] Scale) (Eje V del DSM-IV) y, en el sido influida (y quizás causada) por los sentimientos y los
Reino Unido, recientemente se ha desarrollado la Escala de comportamientos del paciente, y en la que pueden haber re-
Resultados de la Salud de la Nación (Health of the Nation Out- laciones entre los acontecimientos vitales, la enfermedad y
come Scale, HONOS) (57). los contactos con los servicios asistenciales. En otras pala-
En ambas, el evaluador utiliza toda la información dispo- bras, el autor está intentando explicar la historia vital y el
nible sobre el paciente para hacer un juicio sobre la presencia desarrollo del paciente, aunque de forma muy breve. La his-
y gravedad de los síntomas y comportamientos molestos, y la toria complementaria del episodio de asistencia debe clarifi-
forma en que éstos interfieren con las actividades, las relacio- carse mediante una lista de problemas clara y se debe em-
nes y la actuación social. En la Escala GAF se proporciona plazar en el curso clínico en diferentes estadios. Esto tiene
una puntuación global, pero en la HONOS se obtienen por objetivos recordar las acciones realizadas y evaluar la
12 puntuaciones separadas que pueden ser utilizadas inde- progresión cuando queramos volver a examinar el caso un
pendientemente, o sumarse para dar una única puntuación si tiempo después.
es necesario. Este tipo de instrumentos probablemente serán Igual que las demás historias clínicas escritas, el sumario,
cada vez más importantes, ante el aumento de la «medicina la formulación y las listas de problemas deben elaborarse te-
basada en la evidencia», pero fueron diseñados para que cual- niendo en cuenta a los lectores futuros más que a los cuida-
quier profesional de la salud en casi todos los ámbitos pudie- dores presentes. Un resumen escrito de forma clara y una for-
ra utilizarlos. Siempre deben tomarse precauciones para ase- mulación bien argumentada recogida en la historia clínica
gurar que las puntuaciones son tan fiables y válidas como la asegurarán que se tienen claras las razones para realizar un
situación lo permita, y deben tenerse en mente las posibles tratamiento y las decisiones que se toman sobre la enferme-
fuentes de error, para que su uso pueda ser una ayuda valio- dad actual, y pueden ser de gran ayuda para los demás si el
sa para todos los tipos de evaluación clínica. paciente tiene que ser evaluado en posteriores episodios de la
Debe mencionarse otro ejemplo de instrumento de eva- enfermedad.
luación completo, pues fue diseñado con propósitos de in- Los resúmenes y las formulaciones escritas por psiquia-
vestigación y clínicos, y en algunos períodos ha sido amplia- tras miembros de un equipo interdisciplinario deben estar
mente utilizado en muchos países europeos. Del ADMP (un disponibles libremente para todos los miembros del equipo;
acrónimo para la Association of Methodology and Docu- así, puede discutirse antes de las sesiones con qué diagnósti-
mentation in Psychiatry, tanto en inglés como en alemán) co se está de acuerdo y los programas de asistencia que se
existen versiones en inglés, alemán, francés, español y japo- han establecido, si bien generalmente no es adecuado enviar
nés, engloba toda la información necesaria para una evalua- los resúmenes o las formulaciones generalistas o a médicos
ción completa mediante listas de ítems que deben ser codifi- de otras especialidades, sino que suele ser mejor escribir car-
cados como presentes o ausentes. El usuario debe decidir el tas breves para este propósito, teniendo en cuenta la posibi-
significado de cada uno de los ítems, y cómo entrenarse con lidad de que el paciente y su familia pueden tener acceso a
los compañeros (o no) para mejorar la fiabilidad entre eva- documentos sobre ellos que son enviados a otros profesio-
luadores (81). nales médicos.
106 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Diagnóstico diferencial, principal, subsidiario rios vagos como «pronóstico reservado» (que se encuentra
y alternativo con demasiada frecuencia en las historias clínicas). El pacien-
te y la familia generalmente esperan que se les expliquen las
El diagnóstico diferencial debe emplazarse en un lugar perspectivas de recuperación y la posibilidad de recaídas, y
destacado de la historia clínica, con una indicación clara de deben realizarse esfuerzos para ofrecer esta información, pero
quién lo ha realizado (se utilizará el término «diagnóstico» en intentando hacer énfasis en que un pronóstico es únicamen-
este apartado debido a las convenciones actuales, pero debe te una estimación, que puede ser errónea cuando los hechos
tenerse en mente la diferencia entre identificar un trastorno e sucedan. El pronóstico ideal debe incluir predicciones sobre:
inferir el diagnóstico subyacente). Cuando el paciente pre-
senta más de un diagnóstico suele ser posible identificar uno 1. Respuesta inmediata al tratamiento, una vez asumido su
de ellos como el diagnóstico principal y especificar el otro o cumplimiento.
los otros como diagnósticos adicionales o subsidiarios. El 2. Duración del episodio o la enfermedad específica, o de la
diagnóstico principal generalmente es el que conduce las ac- estancia en el hospital.
ciones inmediatas, pero la elección puede depender de los 3. Grado de recuperación de la enfermedad actual (es decir,
propósitos con los que se han recogido los diagnósticos. Ge- parcial o completa) en términos de vuelta a la normali-
neralmente refleja el motivo por el que se realizan los con- dad de los síntomas y las actividades previas.
tactos con los servicios asistenciales o el ingreso, pero hay pa- 4. Riesgo de recurrencia, expresado en función de determi-
cientes y situaciones en las que, por ejemplo, tiene más sen- nados momentos en el tiempo, dependiendo de las cir-
tido registrar el diagnóstico a lo largo del tiempo (como en la cunstancias del caso (períodos de 6 meses, 1 año y 2 años
esquizofrenia o en el trastorno bipolar) como el diagnóstico desde el momento actual suelen ser apropiados).
principal, aunque el motivo de atención por el que se busca
asistencia sea un episodio de ansiedad o un trastorno fóbico. Aunque pueda parecer difícil, hay que intentar registrar el
Cuando se establece claramente el diagnóstico principal, pronóstico en estos términos y firmarlo. Hacerlo puede signi-
algunos síntomas pueden quedar excluidos, y aunque son ficar cumplir las expectativas legítimas del paciente y su fami-
parte significante del cuadro clínico, no llegan a cumplir cri- lia, y puede ser una experiencia única de aprendizaje para el
terios para un diagnóstico adicional; en este caso puede ser médico cuando deba enfrentarse a estas afirmaciones en aque-
útil registrarlos simplemente como «síntomas adicionales» (p. llos pacientes que pueda atender en episodios posteriores.
ej., trastorno depresivo con síntomas obsesivos, agorafobia
con síntomas depresivos, etc.). Ni la CIE-10 ni el DSM-IV
mencionan esta vía de registrar los síntomas después del diag- ■ Revisiones
nóstico principal, aunque es un hábito útil en clínica que se
ha seguido durante muchas generaciones en muchos países. La evaluación inicial producirá una lista de acciones que
No obstante, no debe permitirse la omisión de las clasifica- deben ser llevadas a cabo en el orden de prioridades fijado
ciones formales como excusa para reprimir a los médicos el acordado por los diferentes miembros del equipo. La división
que sigan hábitos clínicos que encuentran útiles. en acciones inmediatas y a medio plazo puede ayudar en el
Cuando hay una reflexión razonable sobre cuál es el me- proceso, y también indica los períodos de tiempo en que
jor diagnóstico entre dos o más posibilidades, debe escogerse debe revisarse la evaluación del progreso. Una de las princi-
uno de ellos como diagnóstico principal provisional como pales funciones del líder del equipo es no perder de vista la
base para llevar a cabo las acciones pertinentes y registrar los evolución de todos los pacientes que están al cuidado del
otros como diagnósticos alternativos. También es una buena equipo, y negociar con cada uno de los coordinadores de los
práctica en los estadios tempranos del proceso de evaluación casos, tanto dentro como fuera de las sesiones de grupo, el
registrar diagnósticos provisionales, que puedan ser cambia- mejor momento para la próxima revisión. Las sesiones de re-
dos cuando se disponga de más información. Cerca de una visión deben registrarse en las historias clínicas, con las con-
tercera parte de los pacientes psiquiátricos cumplen criterios clusiones sobre la evolución que se observa y cualquier cam-
para más de un trastorno tal y como se definen en las clasifi- bio en los planes u objetivos. Es muy importante, para los fu-
caciones actuales, pero como ya se ha indicado anteriormen- turos lectores de las historias clínicas, anotar de forma clara si
te, este hecho no conlleva las mismas implicaciones sobre la hay alguna respuesta al tratamiento (es muy frustrante leer en
presencia de procesos mórbidos fisiológicos, psicológicos o las historias clínicas los tratamientos anteriores y no encon-
anatómicos subyacentes que puedan tener el mismo número trar ninguna indicación sobre los resultados de éstos).
de diagnósticos médicos o quirúrgicos.

■ Informes escritos
■ Establecimiento del pronóstico
Algunos servicios externos suelen pedir a los psiquiatras
La última parte de la formulación debe ser el pronóstico. asesores informes escritos sobre los pacientes que tienen bajo
Con el pronóstico se intenta predecir lo que le pasará al pa- su responsabilidad clínica en ese momento, y también pue-
ciente en el futuro y debe expresarse con enunciados claros den recibirse peticiones de informes de pacientes a los que
sobre la posible respuesta al tratamiento, evitando comenta- nunca ha visto. El propósito de estos informes externos suele
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 107

ser diferente al de las comunicaciones clínicas que suelen lle- y el posible impacto del trastorno psiquiátrico sobre la
varse a cabo en la atención cotidiana del paciente, ya que ge- futura paternidad del paciente.
neralmente se pide una opinión sobre un aspecto concreto. b) Los procuradores que forman parte de todo el proceso de
Normalmente estas peticiones hacen referencia a la opinión atención a la infancia (el niño, el departamento de servi-
del médico sobre los riegos para los demás debidos a la inca- cios sociales y el paciente) pueden solicitar un informe
pacidad del paciente para realizar algunas habilidades, o el psiquiátrico sobre el progenitor con una enfermedad
efecto adverso de los problemas del paciente en los demás. mental para pedir información sobre los posibles riesgos
También suele pedirse una opinión sobre la capacidad del pa- para el niño de sufrir daños físicos, del desarrollo o emo-
ciente para comprender y consentir de forma competente en cionales por parte del paciente en cuestión.
asuntos importantes.
4. Procedimientos médico-legales y de indemnización: los
abogados de un paciente o un servicio al que se ha lleva-
Objetivos de los informes do a juicio pueden pedir un informe sobre el impacto del
suceso en la salud mental del paciente, juntamente con
Los informes pedidos por personas o servicios (tanto ju- información sobre la naturaleza del trastorno psiquiátrico
diciales como no judiciales) pueden encuadrase en cuatro gru- y su pronóstico. Estos informes pueden ser solicitados a
pos principales. asesores de supervisión, u otro psiquiatra como perito in-
dependiente.
1. Protección de la salud pública o las instituciones:
Los informes forenses o de procedimientos criminales se
a) Las compañías de seguros de vida e hipotecas que están tratan en el capítulo 11.6.
interesadas en el riesgo de suicidio, o la pérdida de ga-
nancias a causa de una futura enfermedad.
b) Autoridades con competencia sobre las licencias y permi- Principios rectores
sos de conducir y compañías de transporte implicadas en
la valoración de la capacidad para conducir vehículos o Los principios generales que se comentan a continuación
los riesgos para la población, a causa de alteraciones de hacen referencia a todos los informes, tanto si el psiquiatra
las habilidades o la capacidad de juicio debidas a una en- conoce al paciente porque está o había estado bajo su res-
fermedad psiquiátrica. ponsabilidad clínica, como si debe hacerse un informe de un
c) Agencias de empleo y de subsidios que se encargan de paciente al cual el psiquiatra nunca ha visitado (esto último
evaluar la aptitud para trabajar. se conoce como «dictamen pericial»).
d) Médicos de empresa o medicina laboral que se ocupan
de los riesgos producidos por los trastornos psiquiátricos
Confidencialidad
del paciente a los clientes de una institución o sobre la
posibilidad de períodos de ausencia causados por baja En muchas ocasiones debe obtenerse el consentimiento es-
por enfermedad. crito del paciente antes de ofrecer información personal a un
servicio externo. En casi todas las situaciones que engloban la
2. Protección de la salud del paciente: escritura de un informe sobre un individuo para un servicio ex-
terno, la persona debe poder ver el informe o se le debe dar de-
a) Los procuradores o tribunales pueden solicitar informes recho a hacerlo. Por lo tanto, es una buena práctica clínica que
sobre la competencia del individuo para su organización el paciente sea informado del contenido del informe, y espe-
económica, para protegerlos de la explotación e insertar- cialmente de las opiniones y recomendaciones que pueda con-
los en contratos civiles. tener. Sin embargo, en algunas situaciones el deber de atención
b) Departamentos implicados en la Major Health Act (en el a la salud pública o a los niños pasa por encima del deber a la
Reino Unido la Mental Health Act Commission y la Mental confidencialidad, y en estas circunstancias el psiquiatra puede
Health Review Tribunals) pueden requerir informes sobre emitir un informe incluso sin el consentimiento del paciente.
la competencia del individuo para dar su consentimiento
informado para tratamientos psiquiátricos no voluntarios
Parcialidad
o ingresos, y el riesgo para la seguridad y el bienestar del
paciente que recibe el tratamiento. La opinión del psiquiatra va a ser considerada como la de
un profesional especializado. El informe no debe sesgarse a
3. Protección en la infancia: favor de ninguna de las partes y no debe verse influido inde-
bidamente por los intereses de la administración o por el
a) Los departamentos de servicios sociales de atención a la punto de vista del psiquiatra sobre los intereses de sus pa-
infancia y otros que están implicados en el bienestar de cientes. Esto puede causar dificultades si el paciente está bajo
los niños pueden pedir informes de supervisión psiquiá- la asistencia del psiquiatra, porque en muchas situaciones clí-
trica para la Child Protection Case Conferences sobre la in- nicas los psiquiatras tratan de no ser críticos ni emitir juicios,
fluencia del trastorno psiquiátrico en el cuidado del niño, adoptando un papel de soporte al paciente, y esto conduce a
108 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

una tendencia a animar más que a prevenir. Pero el hecho de sado a niños anteriormente. Las compañías de seguros de
velar por los intereses de los pacientes no debe utilizarse para vida e hipotecarias pueden estar especialmente interesadas en
ponerse en una situación en la que los resultados posibles el comportamiento.
sean no hacer lo que se espera que se haga o funcionar a un La última parte debe contener la opinión del psiquiatra
nivel subóptimo. sobre las preguntas formuladas por la administración. Estas
preguntas pueden ser extremadamente simples, o bien solici-
tudes sobre aserciones categóricas de la evolución del pacien-
Estructura de los informes te que simplemente son imposibles de realizar. El autor debe
evitar caer en la trampa de cumplir demandas poco razona-
Todos los informes tienen tres apartados principales. En bles sobre la certeza de la información. Una forma de evitar-
primer lugar, el informe debe empezar con los detalles perso- lo es expresar opiniones sobre los riesgos o la evolución con
nales del paciente y el motivo por el que se ha solicitado el diferentes grados de probabilidad, expresados mediante pala-
informe, juntamente con la identidad de la administración. bras como posible, probable y seguro.
También debe especificarse la relación entre la persona que En las situaciones en que una de las variables implicadas
realiza el informe y el paciente. Si el paciente es o ha sido en el pronóstico del paciente es la respuesta de los servicios
atendido por el informante, debe indicarse la duración de la de atención y la disponibilidad de recursos, la parte del in-
atención y la última fecha en la que el paciente fue visitado. forme que la contenga debe elaborarse con mucho cuidado,
Deben detallarse todas las fuentes de información que se han para asegurarse de que esta contingencia queda clara. Si es po-
utilizado para preparar el informe, y todos los documentos sible, deben emitirse sugerencias sobre cómo puede asegurar-
que se hayan leído. Los informes para los procesos de pro- se la disponibilidad de estos recursos. Cuando se considera el
tección civil, legal o infantil requieren, además, un breve pá- posible impacto sobre otra persona, como un niño, de una re-
rrafo con el empleo actual y el estatus del autor del informe, caída futura de la salud mental del enfermo, debe tenerse en
y una nota sobre si tiene alguna experiencia específica o rele- cuenta no sólo el impacto directo de la enfermedad, sino
vante. también las consecuencias indirectas, así como la presencia o
En el segundo apartado debe describirse con detalle la ausencia de otros factores de protección. Por ejemplo, si una
historia personal, social, médica y psiquiátrica del paciente, la paciente con esquizofrenia vive con sus padres, quienes pue-
exploración de su estado mental y comportamiento, el diag- den encargarse de su hijo, entonces el impacto sobre el niño
nóstico y el diagnóstico diferencial, y comentarios sobre la de un nuevo episodio de la enfermedad puede ser mucho me-
etiología, el abordaje y el pronóstico. Casi en todos los in- nor que si viviera sola y fuera necesario que la autoridad le-
formes el pronóstico es el aspecto principal, y por lo que se gal se hiciera cargo del niño.
le ha de dar una atención especial. Es importante recordar En otras ocasiones, puede requerirse la opinión médica
que uno de los predictores más fiables de la recurrencia de los para determinar si un accidente o un acto de omisión como
comportamientos o episodios de la enfermedad en el futuro la negligencia médica ha causado el trastorno psiquiátrico o
es la frecuencia de su aparición en el pasado. De forma simi- las discapacidades actuales del paciente. Si el psiquiatra con-
lar, la vulnerabilidad del paciente en el pasado (es decir, fac- cluye que el accidente o la omisión es una causa que contri-
tores de predisposición permanentes y patrones de factores buye, pero que en sí misma es insuficiente para causar todos
precipitantes) va a predecir la vulnerabilidad futura y la pro- los aspectos del trastorno y la discapacidad presente, entonces
babilidad de futuros episodios de la enfermedad, pero en la se esperan más comentarios sobre otras influencias que pue-
mayor parte de los casos esta información puede reducirse a dan estar contribuyendo, como rasgos de personalidad pre-
un breve comentario de pocas líneas, si bien en otras situa- disponentes o una especial vulnerabilidad a las adversidades
ciones, en particular aquellas que implican acciones judiciales actuales. En estas circunstancias, hay que intentar hacer un
o procedimientos de atención a menores, puede ser necesaria balance del peso específico de los factores que contribuyen al
una descripción más detallada del pasado trastorno según su importancia etiológica.
Dependiendo del propósito del informe y de las pregun- La última parte del informe suele ser el mejor emplaza-
tas que se han hecho al psiquiatra deben destacarse algunos miento para indicar las fuentes de información que se han
aspectos de la historia pasada del paciente y de los niveles de utilizado al redactarlo, dejando claro la distinción entre las
funcionamiento previos. Por ejemplo, si el informe se realiza observaciones personales y la información obtenida del autor,
por petición de un médico laboral sobre la capacidad del pa- las observaciones y opiniones realizadas por otros miembros
ciente para reincorporarse al trabajo, entonces la atención del equipo, y la información escrita obtenida de otras fuen-
debe centrarse en la duración de la enfermedad en el pasado tes. Siempre debe quedar clara la distinción entre las opinio-
y en el tiempo de baja que ha requerido; también será nece- nes basadas en información objetiva y la exploración directa,
sario detallar si la enfermedad ha causado algún impacto en y las suposiciones basadas en interpretaciones, especulaciones
la capacidad de trabajar que tenía anteriormente el paciente. y experiencias clínicas pasadas. Si las opiniones están basadas
Si el informe que se ha pedido hace referencia a la seguridad en la investigación que han realizado otros autores, entonces
para el cuidado de un niño por parte del paciente, entonces las fuentes de esta información deben ser reconocidas y cita-
es necesario dar información sobre la historia anterior del pa- das de la forma habitual.
ciente respecto al impacto de la enfermedad en su capacidad El lenguaje del informe debe ser apropiado para la comi-
para cuidar niños, así como cualquier riesgo que hubiera cau- sión de servicios. Si el informe ha sido solicitado por un mé-
1.10.1. PRINCIPIOS DE LA EVALUACIÓN CLÍNICA EN PSIQUIATRÍA 109

dico laboral o de una compañía, resulta apropiado utilizar la rehabilitation. In Sociology and rehabilitation (ed. M.B. Sussman), pp.
terminología médica y psiquiátrica al uso. En cambio, en el 110–13. American Sociological Association, Washington, DC.
27. Badley, E.M. (1987). The ICIDH: format, application in different
caso de que el informe lo haya solicitado una autoridad civil settings, and distinction between disability and handicap; a critique of
o judicial, puede utilizarse un lenguaje que no sea técnico papers on the application of the International Classification of
siempre que sea posible, y todos los términos médicos y psi- Impairments, Disabilities and Handicaps. International Disability
quiátricos utilizados deben ser definidos. En todo momento, Studies, 9, 122–5.
28. Ustun, T.B., van Duuren-Kristen, S., and Cooper, J.E. (1995).
cuando se escribe un informe psiquiátrico, es importante uti- Revision of the ICIDH: mental health aspects. Disability and
lizar términos psiquiátricos de la forma correcta y adecuada, Rehabilitation, 17, 201–15
de acuerdo con las clasificaciones internacionales actuales, 29. Weissman, M.M. (1975). The assessment of social adjustment: a
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63. Cooper, J.E., Kendell, R.E., Gurland, B.J., Sartorius, N., and Farkas,
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dible una comunicación eficaz entre paciente y médico. El
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of Psychiatry, 125 (Supplement), 21–9. tunidades únicos en comparación con los ámbitos de salud
64. Cooper, J.E., Kendell, R.E., Gurland, B.J., Sharpe, L., Copeland, mental en los que se tratan pacientes ingresados o ambulato-
J.R.M., and Simon R. (1972). Psychiatric diagnosis in New York and
London: a comparative study of mental hospital admissions. Maudsley rios. Los pacientes que se atienden en atención primaria sue-
Monograph No. 20. Oxford University Press. len presentar síntomas somáticos, y tienen explicaciones cau-
65. Sartorius, N., Jablensky, A., and Shapiro, R. (1977). Two year follow- sales somáticas para su sufrimiento (1-4). Muchos tienen una
up of the patients included in the WHO International Pilot Study of o más enfermedades crónicas que producen síntomas «vege-
Schizophrenia: preliminary communication. Psychological Medicine, 7,
529–41. tativos» difíciles de interpretar. Además, separar los proble-
66. Feighner, J.P., Robins, E., Guze, S.B., Woodruff, R.A., Winokur, G., mas «físicos» de los «psicológicos» suele ser difícil o indesea-
and Munoz, R. (1972). Diagnostic criteria for use in psychiatric ble. La mayor parte de los pacientes con malestar psicológico
research. Archives of General Psychiatry, 26, 57–63. no tienen un trastorno psiquiátrico; muchos de ellos pueden
67. Robins, L.N., Helzer, J.E., Croughan, J., and Ratcliffe, K.S. (1981).
National Institute of Mental Health Diagnostic Interview Schedule. presentar síntomas de diferentes trastornos, y otros pueden
Its history, characteristics and validity. Archives of General Psychiatry, carecer de un diagnóstico claro aunque se hayan realizado las
38, 381–8. exploraciones pertinentes. Por otra parte, los pacientes de
68. Regier, D.A., Boyd, J.H., Burke, J.D., et al.(1988). One month atención primaria pueden ser más reticentes a aceptar deriva-
prevalence of mental disorders in the United States: based on the five
Epidemiological Catchment Area sites. Archives of General Psychiatry, ciones a los servicios de psiquiatría. Además, es frecuente que
45, 977–86. haya una comunicación pobre entre los especialistas (5).
69. Pull, C. and Wittchen, H.-U. (1991). CIDI, SCAN and IPDE: En el ámbito de la atención primaria, los médicos que tra-
structured diagnostic interviews for ICD-10 and DSMIII-R. European tan problemas de salud mental necesitan saber cómo ganarse
Journal of Psychiatry, 6, 277–85.
70. Regier, D.A., Kaelber, C.T., Rae, D.S., et al. (1998). Limitations of la confianza del paciente, cómo recoger información de él, de
diagnostic criteria and assessment instruments for mental disorders. la familia, de los amigos y de las relaciones sociales relevantes,
Archives of General Psychiatry, 55, 9–115. y cómo implicarlo en un plan de tratamiento. La comunica-
71. Kessler, R.C., McGonagle, K.A., Zhao, S., et al. (1994). Lifetime and
ción poco efectiva puede tener efectos importantes. Así, los as-
12 month prevalence of DSM-III-R psychiatric disorders in the
United States; results from the National Co-morbidity Study. Archives pectos que no son explorados llevan a que el paciente piense
of General Psychiatry, 51, 8–19. que el médico no está interesado por ellos, y quizá los atribu-
72. Wing, J.K., Bebbington, P., and Robins, L.N. (1981). What is a case? ya a una enfermedad grave, hecho que hará que busque la
The problem of definition in psychiatric community surveys. Grant
McIntyre, London.
opinión de otro especialista. Por contrario, cuando el médico
73. Spitzer, R.L. (1998). Diagnosis and need for treatment are not the responde de manera eficaz a los problemas del paciente, éste
same (commentary). Archives of General Psychiatry, 55, 120. probablemente estará más satisfecho, y revelará más informa-
74. Kendell, R.E. (1989). Clinical validity.Psychological Medicine, 19, 45–56. ción personal con más detalle (6, 7), ayudando a que mejoren
75. Biehl, H., Maurer, K., Jablensky, A., Cooper, J.E., and Tomov, T.
(1989). The WHO/PIRS : introducing a new instrument for rating
los resultados biomédicos (8, 9) y siendo menos exigente (10).
observed behaviour, and the rationale of the psychological impairment Una buena comunicación también tiene efectos terapéuticos
concept. British Journal of Psychiatry, 155 (Supplement 7), 68–81. inespecíficos; a menudo los pacientes de atención primaria
1.10.2. COMUNICACIÓN Y SALUD MENTAL EN ATENCIÓN PRIMARIA 111

con una enfermedad mental mejoran después de comentar sus Tabla I. Situaciones problemáticas en la interconsulta
problemas con el médico, aunque no se realice ninguna inter-
Comportamientos del paciente que violan las normas
vención psicoterapéutica específica.
personales del médico
Las habilidades esenciales para una buena comunicación El paciente no expone el problema
son: preguntar de forma activa el modo en que el paciente No adhesión al tratamiento
entiende el problema; mostrar una actitud favorable a la co- Llamadas telefónicas frecuentes
laboración y a compartir la autoridad; utilizar un lenguaje Demandas frecuentes de derivaciones a especialistas
que el paciente pueda entender; buscar un acuerdo sobre la Búsqueda de discapacidad o indemnización a causa de una lesión
Falta de higiene
naturaleza del problema y su tratamiento, y compartir emo- Lenguaje grosero y desagradable
ciones (11). En este capítulo expondremos cómo superar las Promiscuidad sexual
barreras comunes de la comunicación, utilizando el tiempo Baja motivación
de forma eficaz y programada, adoptando una aproximación Pacientes que no pagan las facturas
centrada en el paciente, e incluyendo en la atención a las fa- Expresión emocional (ira, hostilidad)
Búsqueda de fármacos
milias y a las redes socioculturales. También sugeriremos mé-
todos para mejorar la colaboración entre el médico de aten- Pacientes con diagnósticos específicos (12, 13)
ción primaria y los especialistas de salud mental. Psicopatología moderada a grave
Malestar somático sin hallazgos físicos
Abuso de sustancias
Hipocondría
■ Superar las barreras de la comunicación Obesidad
Dolor crónico
De las barreras a la comunicación eficaz entre el médico Trastornos relacionados con el comportamiento sexual
y el paciente (tabla 1), la más importante es el profesional de Trastornos en los que se percibe al paciente como culpable
Cáncer y otras enfermedades terminales
la salud en sí mismo (16-18). Aunque la práctica de la aten- Problemas complejos y ambiguos
ción primaria es estresante debido al ritmo rápido y a la obli-
gación de complacer las demandas que realizan en momentos Características de la personalidad de los pacientes
que pueden causar dificultades (12, 14)
inoportunos los pacientes, los profesionales de la salud pue- Dependencia extrema
den afrontar estos retos mostrándose empáticos, asertivos y Adjetivación
respetuosos, lo cual es más fácil de decir que de hacer. Manipulación
El primer paso para desarrollar la relación médico-paciente Rechazo de los intentos de ayuda por parte del médico
es ser empático. La empatía se define como la habilidad de re- Comportamiento autodestructivo
flejar adecuadamente la experiencia interior de otra persona. Búsqueda constante de segunda opinión (doctor shopping)
Quejas
Permite al médico abrir las puertas a las emociones del pacien- Expresión de ira
te. Pero aun sabiendo que la empatía es importante, muchas ve- Demandas que superan la disposición del médico
ces los médicos no son empáticos (19). Para expresar empatía
Características de personalidad del médico que pueden
los médicos deben estar lo suficientemente motivados para to- causar dificultades (12)
lerar y aceptar los sentimientos del paciente, sus secretos y mie- Deseo de resolver problemas y sensación de finalización
dos, y estar dispuestos a mostrar sus propios sentimientos y Deseo de ayudar
emociones al paciente cuando lo crean apropiado y útil. Ade- Autosacrificio, estoicismo
más, la empatía requiere paciencia. Las emociones del médico, Sobrecarga de trabajo
Creer que la ciencia puede solucionar el sufrimiento humano
como el enfado, la irritación, la simpatía o la atracción, inter-
Aversión al riesgo
fieren con la habilidad de tener paciencia y de escuchar aquello Expectativas de que el paciente va a compartir sus valores
que los pacientes están intentando expresar. Los médicos pue- Arrogancia (15)
den cumplir su obligación moral de ser respetuosos cultivando
Circunstancias en las que pueden presentarse situaciones
la capacidad de ser conscientes de las propias reacciones emo- problemáticas
cionales, es decir, anteponer la dignidad humana del paciente a Diagnóstico incierto
sus propios valores y necesidades. Los médicos que reconocen Deterioro del estado funcional del paciente
sus limitaciones pueden afrontar situaciones difíciles con flexi- Errores médicos u hospitalarios
bilidad y humildad. Una actitud asertiva positiva puede ayudar Deshonestidad del paciente
al profesional a evitar sentimientos agresivos, pasivos o de frus- Necesidad de toma de decisiones difíciles
Conflictos con los familiares del paciente
tración, así como a mantener la serenidad. Sin renunciar a sus Conflictos con los principios del médico
sentimientos, o suprimiendo la contratransferencia, el médico Secretos sobre los pacientes o su revelación
puede «reciclar» los sentimientos de forma positiva (20). Pacientes con alteraciones neurológicas o cognoscitivas
El hecho de permitir la expresión de emociones negativas Comunicación transcultural
en la relación médico-paciente se ha asociado con mejores re- Dar malas noticias
Trato con pacientes enfadados o violentos
sultados (9). Los pacientes suelen percibir esta «descarga emo- Obtener el consentimiento informado
cional» de forma positiva, como un indicador de atención ge- Hablar de la progresión del tratamiento
nuina. Un psiquiatra puede ayudar al médico de atención pri- Determinar la competencia
maria a facilitar y normalizar la expresión de las emociones del
112 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

paciente, lo cual es especialmente útil cuando el médico se sien- • Atender todos los aspectos del comportamiento, la apa-
te saturado o experimenta desgaste laboral (burn-out), y permiti- riencia, el habla, el estado emocional y el juicio del pa-
rá al médico recuperar una relación positiva con el paciente. ciente cuando se realiza la evaluación global de su salud
(23). Los comportamientos no verbales proporcionan una
información valiosa al principio de la entrevista. Por otra
■ Uso del tiempo parte, los médicos que mantienen el contacto visual de-
tectan mejor el malestar emocional (24).
En general, los psiquiatras que trabajan en el ámbito de la • Utilizar los «indicios de oportunidad» (25). A menudo los
atención primaria tienen más pacientes de los que pueden pacientes no explican aquellos aspectos que les producen
asistir en su horario. Para una buena atención es necesaria la más miedo en la primera visita con el médico. Así, las pre-
selección eficaz de los nuevos pacientes (tabla 2), incluyendo guntas deben hacerse cuando el paciente da un indicio,
la habilidad para adaptarse a las interconsultas urgentes. Tam- indicado muchas veces por un comentario casual o que se
bién es útil hacer una transferencia completa y en el mo- repite, o por una pregunta (¿Se trata de algo grave?). Con
mento oportuno de los datos del paciente, de los informes de frecuencia el médico no puede predecir los temas que al
derivación y de los resultados de los tests psicológicos reali- paciente le serán difíciles de comentar. Un paciente que
zados antes de la consulta inicial. Además, el psiquiatra de- habla sin problemas sobre una historia pasada de abuso
berá adoptar un estilo de entrevista que se adapte al ámbito sexual, puede tener una terrible dificultad para hablar so-
de la atención primaria. bre una relación extramatrimonial (o viceversa).
La atención primaria se caracteriza por entrevistas breves • Utilizar las palabras que el paciente usa para describir sus ex-
pero frecuentes con el paciente. Las historias clínicas de los periencias. Para muchos pacientes puede ser la primera visi-
pacientes y la información sobre su familia suelen estar dis- ta con un psiquiatra, y quizá no diferencien entre los pro-
ponibles en el ámbito de la atención primaria, debido a que blemas que los médicos suelen considerar somáticos (p. ej.,
el médico puede haber tratado a diferentes miembros de la fa- la fatiga) o psiquiátricos (p. ej., una depresión). Cuando se
milia a lo largo del tiempo. Aunque es esencial crear y soste- describen estados de ánimo debemos asegurarnos de que los
ner una conexión emocional con el paciente durante la en- pacientes entienden palabras como «débil» o «paranoide».
trevista, una buena entrevista no tiene por qué ser individual, • Garantizar la confidencialidad. Averiguar las preocupaciones
no directiva, interpretativa o caracterizada por silencios y re- sobre la confidencialidad que pueda tener el paciente y co-
velaciones. El otro extremo del estilo de intervención, las en- mentar con él cómo se establece la comunicación con los
trevistas estructuradas, permite al médico obtener respuestas, demás miembros del equipo, así como con sus familiares.
pero como dijo Balint, sólo repuestas (18), y puede que que- • Encontrar la forma de respetar al paciente. Este objetivo
de sin revelar información particularmente importante sobre puede ser especialmente difícil cuando el paciente revela
el paciente. El estilo de «alto control» caracterizado por las información que viola los valores personales del médico
respuestas simples de tipo sí/no puede llevar al médico a un (como un paciente que admite que acosa a los niños). En
diagnóstico correcto, pero escueto, que no le ayudará a en- este caso, el médico puede reconocer el coraje del pacien-
tender al paciente (21). Dada la falta de tiempo, el reto del te para revelar esta información, o permitir que el pacien-
médico es encontrar un equilibrio entre la entrevista directi- te conozca que es una persona con valores intrínsecos y
va y la no directiva, y entre el listado de emociones y su ex- cualidades positivas. En estas situaciones las acciones pue-
ploración. A continuación se indican algunas guías que pue- den ser más importantes que las palabras.
den ayudar a conseguir este equilibrio (22): • Utilizar la larga relación entre el médico de atención pri-
maria con el paciente y la familia para recoger informa-
ción sobre los antecedentes, en especial la adaptación a la
enfermedad anterior o el nivel de funcionamiento inicial.
Tabla 2. Comunicación telefónica Esto puede proporcionar indicios sobre la cronicidad de
Entrenar a las secretarias a reconocer y clasificar los trastornos psi- los síntomas, las expectativas de tratamiento y trastornos
quiátricos, y crear un protocolo simple para determinar si las lla- de personalidad subyacentes. Los tratamientos psiquiátri-
madas son rutinarias, urgentes o de emergencia. Incluir la informa- cos, las hospitalizaciones y las medicaciones previas pue-
ción que debe ser registrada, un teléfono de contacto y el motivo den ofrecer pistas sobre diagnósticos anteriores, tanto si el
de derivación paciente desconoce los diagnósticos psiquiátricos previos
Establecer un horario de atención telefónica y animar a los pacientes como si no quiere mencionarlos.
a que lo sigan
Cuando la llamada está fuera del horario de atención, y se ha con-
vertido en algo rutinario, la secretaria debe indicarle cuándo se En la tabla 3 se resumen algunas de las habilidades bási-
contestará cas de comunicación.
Cuando se es interrumpido por una llamada, intentar no manifestar
irritación o enfado, incluso si no es a la hora acordada y no pare-
ce inicialmente urgente. Los pacientes suelen pensárselo antes de
llamar y pueden tener motivos no manifiestos
■ Objetivo central de la entrevista
Marcar límites a los pacientes que realizan llamadas inapropiadas o
frecuentes ¿Cuál es el propósito de una entrevista clínica concreta?
¿Es una llamada de emergencia? ¿Estoy haciendo lo correc-
1.10.2. COMUNICACIÓN Y SALUD MENTAL EN ATENCIÓN PRIMARIA 113

Tabla 3. Habilitades básicas de comunicación en atención pueden generar actitudes compartidas sobre un paciente o
primaria un tipo de pacientes. Los equipos pueden confundir las
proyecciones, características de la compasión, con la empa-
Saludar al paciente y obtener el nombre
tía, y éstas enturbian la comprensión adecuada de los pen-
Identificar el motivo o motivos de la visita
Escuchar atentamente, sin interrumpir ni dirigir la respuesta del pa- samientos y los sentimientos del paciente. Los equipos
ciente también pueden idealizar a los pacientes, ignorando sus
Animar al paciente a que explique lo que le pasa con sus propias pa- comportamientos manipulativos. Pueden darse actitudes
labras inapropiadas o disfuncionales cuando el paciente es visto
Clarificar la información ambigua como intrusivo, amenazante o agresivo, lo que es especial-
Ir de las preguntas abiertas a las cerradas, según la información y los mente común en pacientes con rasgos límites, antisociales
indicios que proporcione el paciente
Entender la perspectiva del paciente antes de explicar la propia o adictivos de la personalidad. Tratar la contratransferencia
Organizar la exposición de la información grupal puede ser difícil, pues los miembros que retan la
Dar la información de forma que el paciente la entienda contratranferencia tienen el riesgo de ser rechazados y ex-
Verificar que el paciente entiende lo que se le explica cluidos del grupo; por este motivo en ocasiones pueden ser
Recoger los aspectos verbales y no verbales sobre las creencias del útiles los sistemas externos de consulta (34). El objetivo es
paciente, sus reacciones y sentimientos que los médicos y los equipos de atención sanitaria se re-
Animar al paciente a asumir responsabilidades y a confiar en sí mismo
Ofrecer ayuda para ocasiones futuras y un plan de seguimiento
conozcan como instrumentos sensibles de diagnóstico y se
calibren de la forma debida (18). El proceso de calibración
Datos de Borrell i Carrio (22), Kaplan y cols. (26) y Lipkin (27). implica el desarrollo del autoconocimiento, y éste es uno
de los aspectos intangibles que diferencian un médico con
poca experiencia de un médico formado (17), y un equipo
maduro de uno que es reacio a aprender de su propia ex-
to? ¿Debo cambiar mis objetivos? Estas son las preguntas periencia.
que los médicos se hacen, a veces de manera inconsciente.
Mientras se centra en el paciente y sus síntomas, el médico
también debe centrar la atención en un aspecto mucho más ■ Ver a la persona antes que al paciente
global para mantener la trayectoria de la entrevista. Duran-
te la entrevista, el médico debe preguntarse: «¿He entendido La realidad humana va más allá del diagnóstico multiaxial
claramente por qué está aquí el paciente? (28). A través de del DSM-IV. Aunque las categorías diagnósticas son extrema-
una escucha activa, el médico reúne la comprensión de los mente útiles, éstas no evalúan la discapacidad ni capturan la
síntomas del paciente, y entiende sus creencias, opiniones y experiencia de sufrimiento del paciente, como tampoco pre-
expectativas. dicen su capacidad para recuperarse, en parte porque están
Además de la transferencia y de la contratransferencia, conducidas psicopatológicamente. Por otra parte, es útil con-
otros factores dificultan esta tarea: la pérdida de perspectiva, siderar la personalidad del paciente como los intentos que
la incapacidad para incorporar datos discordantes y la contra- hace para permanecer en equilibrio con el entorno, más que
transferencia grupal. Algunas veces, el médico puede perder la únicamente como un trastorno.
perspectiva cuando está convencido de la legitimidad de las Los estilos de personalidad hacen referencia a «patrones
creencias del paciente, sin haberse construido previamente duraderos de percibir, relacionarse y pensar acerca del entor-
sus propios objetivos y modelos de realidad. En estos casos, no y de uno mismo» que se manifiestan en todos o casi to-
el médico puede verse envuelto en justificaciones poco útiles dos los aspectos de la vida (35). La comprensión del estilo de
sobre las causas de la depresión de un paciente, como los personalidad del paciente ayuda al internista a entender al
«problemas en casa», o «la necesidad de convencer a su espo- paciente con su enfermedad, en vez de a la enfermedad. Las
sa para que deje de beber», y descuida factores importantes percepciones que tiene el paciente de sus rasgos de personali-
que contribuyen al trastorno. dad suelen diferir de las que tienen las personas con las que
En segundo lugar, la tendencia a etiquetar a los pacientes vive y trabaja. La información que se reúne sobre las relacio-
como «deprimidos» o «hipocondríacos» puede interferir en la nes y las perspectivas de los demás añade datos relevantes,
habilidad clínica para apreciar indicios diagnósticos impor- tanto si las fuentes de información son el paciente como los
tantes, y hace que se rechacen los datos discrepantes. Esta amigos y su familia.
tendencia puede ser debida, en parte, al esfuerzo y la humil- Con el estrés de las circunstancias vitales, incluyendo la
dad que se requiere para reconocer los propios errores y re- enfermedad, los estilos de personalidad que habían sido
clasificar a los pacientes. adaptativos pueden volverse maladaptativos; además, pue-
En tercer lugar, los pacientes y su familia pueden esti- den reducirse significativamente los grados normales de fle-
mular algunos aspectos que afectan a la capacidad del mé- xibilidad del paciente (tabla 4). Por ejemplo, un buen con-
dico o del equipo para proporcionar atención sanitaria (29, table con algunos rasgos obsesivo-compulsivos puede empe-
30). La contratransferencia grupal (31-33) es una forma de zar a preocuparse de forma disfuncional cuando debe en-
responder al malestar emocional del equipo de atención sa- frentarse a las incertidumbres de una enfermedad crónica
nitaria. En un intento de afrontar las situaciones estresan- como la esclerosis múltiple. Un ejecutivo con éxito y preo-
tes del paciente, el equipo comparte las emociones que cupado por conseguir sus objetivos puede enfadarse si tiene
114 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla 4. Estilos de personalidad Para vencer el uso de simplificaciones y etiquetas superfi-


ciales (pesado, analfabeto, quejica, etc.), el internista debe in-
Cualidades potencialmente Trastornos teresarse por la vida cotidiana del paciente. Una parte de la en-
Rasgos normales disfuncionales de personalidad
trevista debe centrarse en la búsqueda de información sobre
Cauteloso Mesurado/suspicaz Paranoide atributos que no se hayan identificado: ¿Cuáles son las habi-
Excéntrico Extraño/esquizoide Esquizotípico lidades profesionales del paciente? ¿Está orgulloso de algún as-
Efusivo Dramático Histriónico pecto de su vida, como el trabajo, o la familia? Para recoger
Centrado en sí mismo Grandiosidad Narcisista esta información existen dos técnicas biográficas muy útiles.
Disconformidad Disruptivo Antisocial La patobiografía es una técnica simple en la que el médico
Hipersensible Tímido Evitador
Fiel Pegadizo/necesitado Dependiente
traza una línea que empieza en el nacimiento del paciente y
Atento Controlador/rígido Obsesivo-compulsivo se extiende hasta el momento actual, en el que se especifican
Resentido No cooperador Pasivo-agresivo los acontecimientos vitales relevantes, incluyendo las enfer-
Impredecible Errático Límite medades (fig. 1), para contextualizar la situación actual. El ge-
nograma, o árbol de familia, puede revelar información im-
portante sobre la estructura familiar, las tareas de desarrollo en
el ciclo vital, la estabilidad familiar, así como los patrones de
que esperar 15 minutos para que el médico le entregue los falta de armonía (39). Las dos técnicas pueden formar parte de
resultados de unas pruebas «rutinarias». Los estilos de per- la historia clínica y ser actualizadas periódicamente.
sonalidad que son maladaptativos en las circunstancias coti-
dianas pueden volverse todavía más maladaptativos bajo el
estrés de la enfermedad. Así, una trabajadora con ánimo de- ■ La entrevista en niños y adolescentes
presivo de una fábrica puede asumir que el tumor que tiene
en el pecho es cancerígeno antes de que le practiquen la Los niños deben implicarse en la entrevista según lo permi-
biopsia, y un estudiante universitario pasivo-dependiente ta su grado de desarrollo (40), tanto si vienen para su propia
puede pedir visitas demasiado frecuentes para problemas atención o acompañando a los padres. Aunque indudablemen-
aparentemente banales. te serán los padres los que proporcionen la mayor parte de la
Hay aspectos problemáticos comunes en la evaluación de información histórica de los niños en etapa preescolar, un niño
los perfiles psicológicos de los pacientes: de 3 años puede describir la localización del dolor y señalar en
un dibujo el sitio que le duele. Un niño de 5 años puede des-
• Algunos rasgos de personalidad pueden parecen más per- cribir con detalle sus síntomas, y puede dar descripciones bas-
manentes de lo que son realmente. En situaciones de tante introspectivas de la dinámica familiar. La intensidad de los
malestar emocional, las actitudes defensivas, la descon- síntomas, las comparaciones con experiencias anteriores y el
fianza y la ira manifiesta pueden responder más a un es- curso temporal pueden describirse a partir de los 8 años.
tado dependiente de la situación que a un rasgo. Los in- Debe elegirse el medio y el estilo de comunicación que
ternistas pueden subestimar las habilidades de afronta- más se adecua al niño. En los adolescentes puede ser más im-
miento de un paciente al que se le ha muerto una per- portante la comunicación no verbal que la elección de las pa-
sona querida; si el familiar fallecido tenía poder para es- labras. El médico debe situarse de forma que mantenga el
tabilizar al paciente, éste puede experimentar una des- contacto visual con los padres y con el niño. Algunas suge-
orientación transitoria. rencias para implicar al niño son las siguientes:
• Cuando hay confusión subyacente o manifiesta en la re-
lación con el paciente, los médicos pueden ser propensos • Pedir al niño que haga un dibujo de su familia y describa
a emitir juicios sobre él utilizando adjetivos peyorativos lo que pasa en él.
como «manipulador», «desalmado» o «somatizador». • Utilizar preguntas indirectas para que los padres pregun-
• Los médicos tienden a infravalorar la inteligencia de los ten al niño.
pacientes analfabetos, discapacitados, sordos o inmigran- • Ser amable, distendido y en ningún caso coercitivo.
tes (36, 37). También tienden a subestimar el nivel de su- • Hacer que el niño se interese por un objeto o un regalo.
frimiento de los pacientes que provienen de grupos cultu-
rales diferentes al propio (38).
• Los médicos a menudo pueden desorientarse con los diag- Paciente: Sra. A.B.
nósticos anteriores, especialmente si están asociados a Fiebre tifoidea Depresión posparto Episodio
transgresiones legales o éticas por parte del paciente. Hay maníaco
que dar a cada paciente la oportunidad de ser diferente y 1961 1982 1998
de obtener un diagnóstico diferente del previo.
• Los pacientes con hipocondría, los que tienen problemas 1954 1974 1982 1990 2001
legales y los «manipuladores» pueden ser el blanco de los
errores médicos. Por este motivo, cuando se describe a los Nacimiento Boda Nacimiento Problemas
del primer hijo económicos
pacientes en la historia clínica es mejor aplicar adjetivos
no peyorativos y flexibles. Figura I. Muestra de patobiografía.
1.10.2. COMUNICACIÓN Y SALUD MENTAL EN ATENCIÓN PRIMARIA 115

En los jóvenes de 12 a 18 años, los médicos deben en- ■ Recogida de información de las redes
frentarse con frecuencia a la tensión entre mantener la priva- sociales
cidad y confidencialidad de los adolescentes y facilitar una
comunicación fluida con los familiares. Aunque hay leyes El contexto social del paciente incluye las relaciones pasadas
que protegen los derechos de los niños, no hay leyes especí- y presentes con los amigos, compañeros de trabajo, y grupos cul-
ficas que traten sobre muchas de las situaciones que se dan en turales y religiosos. La red social forma el «telón de fondo» para
la práctica. Es útil hablar con los padres de lo importante que las actividades del paciente. Los amigos, las familias y las redes
es para el adolescente poder compartir sus problemas guar- sociales están en constante interacción y cambio, y esto debe ser
dando la confidencialidad. La mayor parte de los padres es- considerado como una parte del contexto del paciente.
tán de acuerdo en salir de la consulta como mínimo durante Para el médico es útil descubrir cuáles son las redes sociales
una parte de la entrevista cuando se les plantea de esta forma. más importantes para el paciente:
En el caso de que se apreciara una resistencia significativa,
quedarán aspectos por comentar que necesitarán ser explora- • Empezar con preguntas abiertas para evocar aspectos
dos en otro momento. Para más información sobre las entre- importantes de la red social que el paciente está descri-
vistas con niños, véase el capítulo 9.1.4. biendo. («Cuéntame más cosas sobre ti mismo, tu en-
torno, tu trabajo y las actividades que son importantes
para ti»).
■ Recogida de información de la familia • Es importante esperar a que el paciente mencione a un
miembro de su familia, compañero o amigo espontánea-
La familia puede ser de enorme utilidad en la atención mente, y entonces realizarse una serie de preguntas sobre
del paciente (41). Cada familia tiene miembros con un con- esa relación en particular. («Acabas de mencionar a tu jefe.
junto único de talentos, virtudes e idiosincrasias que se han ¿Qué tal van las cosas en el trabajo?». «¿Qué puedes de-
desarrollado, en parte, en respuesta a situaciones estresantes y cirme sobre las otras personas o actividades que son im-
oportunidades previas. Muchos de estos patrones familiares, portantes en tu vida?»).
como en el caso de los estilos de personalidad individual, son • Conectar las preguntas sobre el contexto social con las ob-
altamente adaptativos, y es trabajo del médico descubrir los servaciones o preguntas sobre los intereses del paciente.
rasgos familiares adaptativos y maladaptativos para entender («Has mencionado un encuentro especialmente desagra-
mejor cómo ayudar al paciente. La mayor parte de los médi- dable. ¿En qué forma crees que este hecho ha contribui-
cos de familia y de los pediatras, así como muchos internis- do a tu ansiedad en general?»).
tas, atienden a diferentes miembros de una misma familia, lo • Evitar interpretaciones prematuras. Aunque suele ser ten-
que les proporciona una visión más completa del contexto fa- tador interpretar la información del paciente sobre sus re-
miliar. Las visitas domiciliarias también pueden proporcionar laciones y acontecimientos vitales, hay que estar atento a
información sobre el contexto, que puede ser facilitada por el no hacerlo prematuramente.
médico de atención primaria. Cuando nos encontramos ante
la familia como un todo es necesario desarrollar una buena El médico de familia suele desempeñar un papel impor-
relación (rapport) (42) con todos los presentes para que la vi- tante como asesor familiar, que suele ser básico en el sistema
sita concluya con éxito, encontrar una fecha para la visita, ob- social del paciente y en el sistema de apoyo de atención sa-
tener la perspectiva del problema de cada uno de los miem- nitaria. Cuando realiza el papel de asesor, el conocimiento
bros de la familia y desarrollar un plan de colaboración (v. ta- del médico de familia y su estatus ayuda al paciente y a la fa-
bla 5) (41, 43, 44). milia a dar sentido a la información médica, incluyendo la
que pueden aportar los profesionales de la salud mental. Los
profesionales de la salud mental pueden forjar alianzas con
los médicos de familia que trabajan en la misma comunidad,
Tabla 5. Habilidades para la entrevista con familiares incorporando su conocimiento y opiniones sobre las familias
en el tratamiento (v. tabla 6).
Presentarse a todos los miembros de la familia y expresar interés por
sus puntos de vista
Asegurarse que todos los miembros de la familia han tenido la opor- ■ Incorporación de los aspectos culturales
tunidad de hablar sin interrupciones
Verificar que cada miembro de la familia ha sido escuchado En las sociedades industrializadas hay gran diversifica-
No tomar parte cuando hay una disputa
ción étnica. Los médicos tienen la oportunidad de observar
Respetar la confidencialidad, pero no prometer que no se revelarán
secretos a cada paciente como un informador de la cultura a la que
No establecer relaciones demasiado estrechas o distales con un pertenece, que en ocasiones es extranjera. La curiosidad del
miembro de la familia médico por cada una de las creencias del paciente y su me-
Animar a la familia a escuchar y a respetar todas las opiniones, sin im- dio puede ser gratificada con más información sobre los mo-
portar quién está hablando delos de explicación de la enfermedad del paciente que es-
Adaptado de McDaniel y cols. (41) y Campbell y McDaniel (43).
tán influidos culturalmente (45). Sería un error considerar
que todos los miembros de una cultura comparten las mis-
116 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla 6. Guías para los profesionales de la salud mental que dos en la relación médico-paciente de forma individual, sin
trabajan con médicos de atención primaria considerar la influencia de la familia. Por el contrario, mu-
chas culturas mediterráneas (50), latinas y asiáticas (51) utili-
Establecer contacto personal con el médico de atención primaria me-
zan un modelo de toma de decisiones centrado en la familia,
diante una carta, una llamada telefónica o un correo electrónico lo
antes posible después de la solicitud de interconsulta. Este contac- incluyendo la preferencia de informar a la familia antes que
to probablemente proporcionará información útil y establecerá una al paciente de su diagnóstico y/o pronóstico. Estos modelos
colaboración que facilitará el trabajo de toma de decisiones médicas son de enorme importancia
Asegurarse que el paciente, el médico de familia y el psiquiatra en- en la atención en salud mental, debido a que la implicación
tienden el motivo de la interconsulta de la familia en el apoyo y en el plan de tratamiento puede
Utilizar sesiones conjuntas con el médico de atención primaria, el psi- establecer la diferencia entre el éxito y el fracaso. Además, los
quiatra y el paciente, especialmente en pacientes reacios o descon-
fiados sanadores tradicionales pueden tener un papel importante y
Programas contactos periódicos entre los profesionales mediante car- adaptativo en el proceso de curación si el médico puede man-
ta o correo electrónico para aquellos pacientes que mantienen tener la mente abierta.
contactos regulares con ambos
Como mínimo una vez al año, enviar un resumen del tratamiento al
médico de atención primaria, incluyendo el diagnóstico, si el pa-
ciente continúa en tratamiento, si se necesita seguimiento, o si el
■ Colaboración, interconsulta y derivación
paciente ha abandonado el tratamiento
Establecer un medio de contacto durante las urgencias El éxito de la atención en salud mental suele depender de
Negociar quién va a asumir la responsabilidad del tratamiento y del la comunicación entre el médico de atención primaria de re-
seguimiento ferencia y el psiquiatra asesor (52, 53). La atención puede ser
compartida entre el médico de atención primaria y el profe-
sional de la salud mental de acuerdo con uno de los muchos
modelos existentes.
mas creencias; por ejemplo, los inmigrantes que han llegado Puede ser útil realizar una consulta con el psiquiatra y
hace poco suelen tener creencias diferentes a las de sus hi- que el médico de familia continúe el seguimiento para con-
jos, aunque pueden hacerse algunas generalizaciones. En es- firmar el diagnóstico o para sugerir el uso de farmacoterapia
tudios realizados en América, los diferentes grupos cultura- cuando el tratamiento de primera elección no ha sido efecti-
les muestran respuestas al dolor muy distintas. Los america- vo. En casos más complejos, el psiquiatra puede asumir tem-
nos de origen italiano están más preocupados por la expe- poralmente la responsabilidad de la salud mental del pacien-
riencia inmediata de dolor, mientras que a los de origen ju- te hasta que haya mejorado lo suficiente. En cambio, en los
dío les inquieta más el significado o el pronóstico que tiene pacientes con trastornos psiquiátricos crónicos y enfermeda-
el estado doloroso, pero ambos consideran peligroso no in- des médicas concurrentes será necesaria una colaboración a
formar sobre el dolor (46). En cambio, los americanos de as- largo plazo. Las visitas conjuntas con el médico de familia, el
cendencia inglesa se espera que tengan una respuesta más es- paciente y, a veces, los familiares, pueden ayudar a evitar ma-
toica al dolor. Conocer las expectativas de estoicismo de las lentendidos y favorece el adecuado diagnóstico, el tratamien-
culturas asiáticas, por ejemplo, puede ser útil al médico que to apropiado y la adherencia al tratamiento. En los pacientes
atiende a una mujer laosiana que se está recuperando de una que padecen un trastorno psiquiátrico crónico complejo sin
operación de cáncer de mama y que muestra «aplanamiento otra enfermedad crónica puede ser apropiado transferir toda
afectivo». la responsabilidad a un psiquiatra. En la tabla 6 se muestran
En la cultura china se cree que exponerse al viento puede las sugerencias para una colaboración eficaz entre el médico
ser dañino (47). Los trastornos de un órgano específico pueden de atención primaria y el psiquiatra.
implicar significados complejos y miedos para los miembros de
una cultura; así en la cultura iraní los pacientes temen el «ma-
lestar cardíaco» (48), y los puertorriqueños temen cualquier he- ■ Conclusiones
morragia aunque sea pequeña. Los pacientes chinos informan
más de síntomas somáticos que de síntomas psicológicos debi- La habilidad principal en la atención en salud mental en
do al estigma que producen los trastornos psicológicos sobre el el ámbito de la atención primaria es la comunicación eficaz,
paciente y su familia (49). En Japón la úlcera péptica puede te- que incluye ganarse la confianza del paciente, organizar la vi-
ner connotaciones positivas, pues es vista como un síntoma de sita de forma que se evoquen y escuchen los sentimientos del
diligencia y de que se trabaja duro. En las culturas mediterrá- paciente, reconocer los indicios indirectos de malestar emo-
neas se considera sano expresar las emociones, y algunas enfer- cional y utilizar la empatía. Explorar los aspectos familiares y
medades se atribuyen al hecho de «no haber llorado lo sufi- sociales, formular preguntas activas acerca de temas que son
ciente» después de una pérdida, en cuyo caso el tratamiento difíciles de explicar, como la sexualidad y la violencia inter-
con antidepresivos y ansiolíticos puede ser contraproducente. personal, y reconocer y ajustarse a las diferencias culturales
Los pacientes de diferentes grupos étnicos hacen diferen- proporciona al médico más información para entender y
te hincapié en el papel de la familia en la toma de decisiones atender mejor a los pacientes. La conciencia personal y la ha-
médicas. Las culturas del norte de Europa valoran la autono- bilidad para colaborar con otros profesionales de la asistencia
mía individual, y muchos de los principios éticos están basa- sanitaria también son habilidades que facilitan la exploración
1.10.2. COMUNICACIÓN Y SALUD MENTAL EN ATENCIÓN PRIMARIA 117

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118 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

1.10.3 Evaluación psicológica La relación entre el EEM y la fiabilidad de los tests es:
——————
EEM = DT √(1 – r11)
1.10.3.1 Evaluación cognoscitiva
en la que DT es la desviación típica del test y r11 es la fiabili-
Graham E. Powell dad test-retest (expresado como un coeficiente de correlación
con rango –1a +1). Como podemos ver, si la fiabilidad del
test es perfecta (+1), el EEM será cero:
■ Principios de evaluación ————— ————
EEM = DT √(1 – 1) = EEM = DT √0 = 0
La evaluación, la testología (testing) o la medida es la va-
loración del individuo en términos numéricos o categóricos, Así, el test será lo más fiable posible, porque la puntuación
de acuerdo con unos principios estadísticos y psicométricos. observada será la puntuación verdadera y el EEM será cero.
Posibles ejemplos de medida son asignar a la gente o los com- Un test que no sea fiable será poco útil, pero si puede
portamientos a categorías, utilizando escalas para obtener au- conseguirse una buena fiabilidad entonces debe considerarse
toevaluaciones o autoinformes, utilizar los tests de habilida- la puntuación del test, y más específicamente, qué es lo que
des y ejecución, u obtener valores psicofisiológicos. El diag- mide. El grado en que un test mide lo que se supone que
nóstico también es una forma de medida y debe tener dife- debe medir se conoce como validez. Pero diferentes aspectos
rentes propiedades psicométricas, como fiabilidad y validez amenazan a la validez; por ejemplo, un test de numeración
satisfactorias. En este capítulo nos centraremos en la evalua- puede ser tan estresante que las puntuaciones dependan más
ción cognoscitiva y neuropsicológica, que utiliza típicamente del nivel de ansiedad del paciente que de su capacidad, o un
tests psicométricos, pero es un axioma que los principios bá- test de comprensión social puede tener preguntas sesgadas
sicos son aplicables a todas las formas de medida sin excep- culturalmente que provoquen que las puntuaciones del suje-
ción. Por ejemplo, afirmar que el paciente presenta un sínto- to dependan de su entorno étnico.
ma es potencialmente lo mismo que afirmar su coeficiente in- En la práctica, hay diferentes tipos de fiabilidad y validez,
telectual o de inteligencia (CI). Debe advertirse que esta des- que se resumen en las tablas 1 y 2. Puede encontrarse más in-
cripción hace referencia a los tests en lengua inglesa, y los lec- formación en la obra de Kline (1).
tores de otros países deben seguir estos principios pero deben Cuando se ha utilizado un test fiable y válido, lo siguiente
consultar con los psicólogos de su ámbito qué tests utilizan. es conocer cómo se analizan y expresan los datos. En primer lu-
Los tests psicométricos intentan medir una cantidad real, el gar hay que destacar que existen tres tipos de escalas de medi-
grado en que cada persona posee o no una característica o ras- da. La escala nominal hace referencia a la asignación de dife-
go, como ansiedad social, habilidad verbal o memoria espacial. rentes categorías a los números simplemente para dar etiquetas
Esta cantidad real es conocida en la teoría clásica de los tests a las categorías de una forma que posibilite introducirlas en una
como puntuación verdadera t, y la puntuación que se obtiene base de datos informatizada. Estas nuevas categorías no tienen
con un test determinado es la puntuación observada x. Se asu- una relación numérica lógica entre ellas. Algunos ejemplos serí-
me que la puntuación observada está en función de dos valo- an el estado civil, el entorno étnico, o si los padres están divor-
res, la puntuación verdadera más una cantidad de error e, de- ciados o no. Las escalas nominales se utilizan para repartir a los
bido a que no hay ningún test que sea perfecto. Así obtenemos individuos en grupos y sus estadísticos están basados en la fre-
la ecuación más básica en psicometría: x = t + e. El objetivo de cuencia de individuos de cada grupo. La relación o asociación
la estadística en la medida psicométrica es conseguir que el entre grupos puede examinarse con el estadístico χ2, por ejem-
error sea el mínimo absoluto para que la puntuación observa- plo para probar si existe relación entre divorciarse y tener padres
da sea igual a la puntuación verdadera, lo que se conseguiría divorciados. En la escala ordinal la distancia de los números in-
cuando el error fuera cero. Evidentemente, esto nunca puede dica una mayor posesión de la propiedad que se mide. Como
conseguirse, pero el error debe reducirse al mínimo haciendo en el orden de ganadores de una carrera, en ésta no se asume
que el test sea lo más fiable posible, teniendo en cuenta que la ninguna magnitud en las diferencias entre dos puntos de la es-
fiabilidad hace referencia a la simple noción de que las res- cala, no se da importancia a si el ganador ha ganado por un cen-
puestas del test sean las mismas en dos ocasiones. tímetro o por un kilómetro. Las escalas ordinales permiten or-
En la práctica, si un test se repite muchas veces dará re- denar a los individuos, y al igual que las escalas numéricas, es-
sultados ligeramente diferentes, dependiendo de cómo se tán sujetas al análisis estadístico no paramétrico (que es una
siente la persona, la forma precisa en que se hacen las pre- rama de la estadística que hace las mínimas asunciones sobre los
guntas, el detalle con que se puntúa la respuesta o si ha ha- intervalos y las distribuciones), e incluye la comparación de me-
bido alguna suposición afortunada. Como la distribución de dias y de las distribuciones, y el cálculo de algunos coeficientes
cualquier variable, la distribución de las puntuaciones obser- de correlación. Finalmente están las escalas de intervalos, en las
vadas tiene una media y una desviación típica. La media es la que cada punto de la escala está fijado con respecto al anterior,
puntuación verdadera y la desviación típica ha recibido un como al valorar el peso o la velocidad. La mayor parte de las
nombre especial, el error estándar de medida (EEM). El ob- pruebas que se describen en este capítulo se utilizan en las es-
jetivo de un buen test es mantener el EEM tan próximo a calas de intervalo, estas permiten el uso de un amplio abanico
cero como sea posible, y los manuales de los tests tienen que de estadísticos paramétricos (en los que se asume intervalos
dar la información sobre el EEM. iguales y variables distribuidas según la ley normal).
1.10.3.1. EVALUACIÓN COGNOSCITIVA 119

Tabla 1. Tipos de fiabilidad Tabla 2. Tipos de validez


Fiabilidad del evaluador Probabilidad de que dos evaluadores: Validez aparente Grado en que un test parece sensible a lo
a) den la misma puntuación a una que quiere evaluar, es decir, ¿parece que
respuesta dada; b) puntúen un com- mide lo que pretende medir? Este no es un
portamiento de una misma forma, o concepto estadístico, pero sin una validez
c) sumen la puntuación adecuada- aparente razonable el paciente puede mos-
mente. La fiabilidad del evaluador trarse poco cooperador para completar un
debe ser próxima a la perfección test que le parece que no tiene sentido
Fiabilidad test-retest Grado en que el test dará el mismo Validez de contenido Grado en que el test mide todos los aspec-
resultado en dos ocasiones diferen- tos de la cualidad que se está evaluando.
tes; normalmente se expresa como Nuevamente, no es un concepto estadís-
un coeficiente de correlación. Una tico sino más bien el juicio de un experto
fiabilidad menor de 0,8 es dudosa Validez concurrente Grado en que las puntuaciones de un test dis-
Fiabilidad de formas paralelas Grado en que dos versiones equiva- criminan a dos personas que se diferencian
lentes de un test dan el mismo re- en algún criterio (p. ej., ¿las puntuaciones
sultado (generalmente se utiliza de un test de neuroticismo son más altas
cuando el test no puede ser repe- en aquellas personas que tienen un trastor-
tido exactamente, debido a los no neurótico que en aquellas que no lo tie-
efectos de la práctica) nen?). También se puede valorar si las pun-
Fiabilidad de dos mitades Si no se puede repetir el test no pue- tuaciones en un test se correlacionan con
de haber formas paralelas, y en- las puntuaciones de un test conocido que
tonces el test puede dividirse en evalúa las mismas características o similares
dos partes y hacer la correlación Validez predictiva Grado en que un test predice un criterio en
de una parte con la otra (p. ej., los el futuro (p. ej., si un test de CI en un
ítems pares con los impares). Tam- niño predice el éxito laboral cuando sea
bién existe una fórmula matemáti- adulto o si un test de afrontamiento psi-
ca para calcular la media de todas cológico predice problemas psiquiátricos
las mitades posibles del test (mé- futuros). Por motivos obvios, los dos úl-
todo de Kuder-Richardson) timos tipos de validez se refieren de for-
Consistencia interna Grado en el que un ítem del test se ma conjunta como validez de criterio
correlaciona con los demás ítems, Validez de constructo Grado en que un test tiene algún constructo
es decir, una correlación «intercla- hipotético específico, es decir, el «signifi-
se» como el coeficiente α, que no cado» de la puntuación de un test. Por
debe ser inferior a 0,7 ejemplo, si el test mide un constructo, no
hay factores o ítems que parezcan medir
cosas diferentes, el test debe correlacio-
nar con otras medidas del constructo (va-
En el momento en que se obtiene la puntuación del test de lidez convergente), y no debe correlacio-
una persona, debe interpretarse esta puntuación de acuerdo a narse con las medidas que son irrelevantes
para el constructo (validez divergente)
cómo realizan el test la población general o un grupo de varios Validez factorial Al dividir el test en diferentes factores, el
pacientes. Deben recordarse dos características de una escala: en número y la naturaleza de estos factores
primer lugar, las medidas de tendencia central. Suele conside- debe permanecer estable a través del
rarse la media (aritmética), pero en ocasiones puede ser útil te- tiempo y de los diferentes sujetos de las
ner en cuenta la mediana (la puntuación del medio) y la moda poblaciones
(la puntuación que se obtiene con más frecuencia). Éste suele Validez incremental Grado en que el resultado del test mejora
la toma de decisiones (p. ej., el hecho de
ser el primer indicio para saber si una puntuación es normal o
conocer los resultados de un test neu-
si es más típica de un grupo o de otro. Sin embargo, para saber ropsicológico mejora la detección de una
con precisión en qué medida es típica una puntuación, debe te- lesión cerebral)
nerse en cuenta la desviación típica (DT) del test (pueden con-
siderarse otras medidas relacionadas con la dispersión de las CI, coeficiente intelectual.
puntuaciones del test, pero no son de relevancia inmediata).
Cuando conocemos la media y la DT de un test es posi-
ble saber el porcentaje exacto de gente que obtiene la pun- valores. Este porcentaje es conocido como percentil y se ob-
tuación x observada, convirtiendo la puntuación observada tiene de tablas estadísticas. Por ejemplo, una puntuación en
en una puntuación típica z y ésta en un percentil. La pun- el percentil 25 significa que el 25 % de la gente puntúa por
tuación típica es simplemente el número de desviaciones tí- debajo de esa puntuación específica. Obviamente, el percen-
picas en que la puntuación se distancia de la media m, y pue- til 50 es la media del test. En la tabla 3 también se indican las
de tener valores positivos y negativos (porque una puntua- equivalencias en puntuaciones de coeficiente intelectual (CI)
ción observada puede situarse por encima o por debajo de la (las puntuaciones CI tienen una media de 100 y una DT de
media, respectivamente). En otras palabras, z = (x – m) / DT. 15) y las descripciones verbales.
En la tabla 3 se describen algunos de los principales valores El conocimiento de los percentiles puede ayudar a deci-
de z y el porcentaje de gente que puntúa por encima de estos dir a qué categoría pertenece el sujeto. Por ejemplo, si un pa-
120 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla 3. Puntuaciones z, percentiles, puntuaciones de CI y muestran una discrepancia de 10 puntos entre el CI verbal y
descripciones manipulativo, es decir, una diferencia de 10 puntos no es in-
usual. De hecho, para obtener una diferencia anormal entre
Puntuaciones Z Percentiles CI Descripción
el CI verbal y el manipulativo, la discrepancia entre las pun-
–2,00 2,5 70 Puntuaciones inferiores al percentil tuaciones debe ser de 22 puntos en los adultos y de 25 pun-
–1,67 5 75 2,5 son deficientes o en el rango tos en los niños (menos del 5 % de los adultos o los niños
del retraso mental muestran una discrepancia de las puntuaciones de este tama-
–1,33 10 80 Las puntuaciones entre los percen- ño).
–1,00 16 85 tiles 2,5 y 10 son límite Una vez introducidos los conceptos básicos de la evalua-
–0,67 25 90 Las puntuaciones entre los percen- ción psicométrica y antes de pasar a la descripción de los tests
–0,33 37 95 tiles 10 y 25 están por debajo de
la media específicos, es apropiado resumir la información que puede
0,00 50 100 Puntuación media (o debería) encontrarse en un manual de tests típico, que se
0,33 63 105 detalla en la tabla 4.
0,67 75 110 Las puntuaciones entre los percen-
1,00 84 115 tiles 25 y 75 están por encima de
la media
1,33 90 120 Las puntuaciones entre los percen- Tabla 4. Elementos que se incluyen en un buen manual de tests
tiles 75 y 90 están muy por enci-
ma de la media Teoría Historia del desarrollo del concepto y
120+ Las puntuaciones superiores al per- anteriores versiones del test
centil 90 son de superdotados Naturaleza del constructo y próposito
de su medida
Estandarización Características de la muestra de estan-
darización, cómo se llevó a cabo el
muestreo y hasta qué punto las ca-
ciente completa un test de signos para la disfasia y su pun- racterísticas de la muestra se co-
tuación se sitúa en el percentil 5 de los controles normales y rresponden con las de la población
en el percentil 63 del grupo de individuos con disfasia, la general
puntuación es claramente más típica del grupo con disfasia. Datos similares para todos los grupos
Sin embargo, en la práctica clínica no suele necesitarse criterio
una comparación con los demás, sino una comparación en- Datos similares para cada uno de los
rangos de edad si se trata de un test
tre dos puntuaciones del propio paciente. Por ejemplo, el
para niños
CI verbal puede ser bajo comparado con el CI espacial, o Administración Cómo administrar el test de forma es-
el cociente de memoria de un paciente puede parecer bajo tándar para minimizar la variabilidad
en comparación con su CI. Estas diferencias son conocidas de la administración como fuente de
como discrepancias de puntuaciones, y su análisis es una error
parte crucial del análisis estadístico del perfil del paciente. Puntuación Cómo puntuar el test y criterios para
Hay dos conceptos clave: la fiabilidad de las discrepancias asignar las diferentes puntuaciones
para minimizar los errores del eva-
de puntuaciones y la anormalidad de las discrepancias de luador
puntuaciones. Errores en la distinción entre estos dos con- Propiedades estadísticas Medias y desviaciones típicas para to-
ceptos pueden llevar a todo tipo de conclusiones erróneas. dos los grupos
Es poco probable que la fiabilidad de la discrepancia sea Coeficientes de fiabilidad y cómo se
debida a factores del azar; así, si volvemos a pasar las prue- han obtenido
bas al individuo volverá a encontrarse la diferencia. Si el Medidas de validez y cómo se han de-
rivado
test es muy fiable (v. la descripción anterior de fiabilidad), Error estándar de medida
una diferencia pequeña en la puntuación también puede Fiabilidad de las diferencias de puntua-
ser fiable. Expondremos un ejemplo concreto: el manual de ción
la Escala de Inteligencia de Wechsler para Adultos, 3. a ed. Anormalidad de las diferencias de pun-
(Wechsler Adult Intelligence Scale-Third Edition, WAIS-R) (2) tuación
indica que una diferencia de 9 puntos entre el CI verbal y Otros datos sobre la dispersión de las
puntuaciones de los subtests
el CI manipulativo es estadísticamente fiable con el 95 %
Puntuaciones de los grupos criterio
de certeza. Consideraciones especiales Grupos para los que el test no es ade-
Sin embargo, aunque una diferencia de este tamaño pue- cuado o es menos adecuado, es de-
de ser fiable, ello no significa necesariamente que sea anor- cir, el rango de conveniencia del test
mal y consecuencia de un trastorno. La anormalidad de la Efecto techo: ¿en qué punto el test ya
discrepancia de puntuaciones es el porcentaje de población no discrimina bien entre las puntua-
general que muestra una diferencia en las puntuaciones de ciones altas?
Efecto suelo: ¿en qué punto el test ya
esta magnitud o mayor. Cuando consultamos las tablas pu- no discrimina bien entre las puntua-
blicadas (3, 4), puede observarse que el 18 % de los adultos ciones bajas?
y el 22 % de los niños (en la versión para niños del test)
1.10.3.1. EVALUACIÓN COGNOSCITIVA 121

■ Tests cognoscitivos y de funcionamiento WISC-IIIUK, pero pueden utilizarse las puntuaciones de las es-
neuropsicológico calas no verbales, aunque con precaución, por si pudieran
darse efectos transculturales inesperados.
Habilidad general e inteligencia
Velocidad de procesamiento
Un test de detección muy útil, en especial cuando se sos-
pecha que las funciones mentales están gravemente afectadas, El razonamiento no es únicamente la capacidad para re-
es el Miniexamen del Estado Medntal (Mini-Mental State Exa- solver problemas difíciles; también para resolverlos de forma
mination, MMSE) (5, 6). Es un test breve, objetivo, y puede re- rápida. Así, establecemos la diferencia entre capacidad y ve-
petirse con el tiempo para medir los cambios. Mide la orien- locidad. Los tests de CI, como los comentados anteriormen-
tación general en el tiempo y el espacio, la denominación bá- te, tienen subtests cronometrados que son sensibles a la velo-
sica, las funciones de lenguaje y memoria, y las habilidades no cidad, pero puede ser útil administrar tests específicos que no
verbales básicas. Además tiene buenos baremos para el rango generen confusiones con la capacidad intelectual.
de edad adulta, especialmente en la vejez, con un apropiado Un ejemplo, particularmente sensible a la conmoción cere-
ajuste a la edad. La puntuación máxima es de 30, y una pun- bral moderada, es el Test Auditivo de Sumación Seriada Crono-
tuación inferior a 24 indica la posibilidad de demencia en per- metrada (Paced Auditory Serial Addition Test, PASAT) (11, 12), en
sonas de edad avanzada, especialmente si tienen 9 años o más el que el paciente escucha una lista de números que se le leen, y
de educación (una puntuación de 24 se sitúa alrededor del cada vez que se le lee un número debe sumarlo al número an-
percentil 10 en los sujetos de 65 años y mayores). terior y contestar en voz alta (tabla 6). Esta tarea debe hacerse rá-
Sin embargo, el MMSE es únicamente un test de detec- pidamente, antes de que se diga el número siguiente. Se forman
ción y sólo con él no puede realizarse el diagnóstico de la series de números en los que los números cada vez se ofrecen
presencia o la naturaleza de una alteración cognoscitiva. Las más deprisa: el intervalo de tiempo al principio es de 2,4 segun-
escalas de Wechsler proporcionan una evaluación cognosciti- dos, y de 1,2 segundos al final. Parece una tarea fácil pero es de
va detallada: la versión británica de la WAIS-R (WAIS-IIIUK) una elevada exigencia: en la velocidad más lenta la puntuación
(2), la Escala de Inteligencia de Wechsler para Niños, 3.a ed., media es sólo de alrededor del 70 % de aciertos, y en la veloci-
versión británica (Wechsler Intelligence Scale for Children-III UK dad más lenta la puntuación baja al 40 % de aciertos. Ni que de-
Version, WISC-IIIUK) (7) y la Escala de Inteligencia de Wechs- cir tiene que si el paciente tiene un retraso mental significativo
ler para Preescolar y Primaria Revisada (Wechsler Preschool and no finalizará el test. El test no puede administrarse a pacientes
Primary Scale of Intelligence-Revised, WPPSI-III) (8). En la tabla con tartamudeo, disartria o problemas de cálculo.
5 se detalla el perfil de la WAIS-IIIUK y la WISC-IIIUK. Un test de velocidad mental menos estresante es el Test
Las puntuaciones del CI por sí mismas son medidas muy de Velocidad de Comprensión (Speed of Comprehension Test)
amplias, sirviéndose de un amplio rango de funciones. Ello (13), en el que la persona debe indicar lo más rápido posible
significa que las puntuaciones son muy estables (fiables); no si una oración simple es verdadera o falsa (p. ej., la sopa de
obstante, son relativamente insensibles a todo aquello que no tomate es un líquido, las uvas son personas). Tiene cuatro
sea una lesión cerebral bastante extensa. Por ello será preferi- versiones paralelas, y puede leerse en voz alta para los pa-
ble un análisis cuidadoso de las puntuaciones de los subtests, cientes que no saben leer.
teniendo siempre en cuenta los conceptos de fiabilidad y Dos tests de velocidad mental visual son el Test de Bús-
anormalidad de las discrepancias de puntuaciones. Por ejem- queda en el Mapa (Map Search) (búsqueda de símbolos en un
plo, las diferencias de 11 y 12 puntos en los subtests pueden mapa lo más rápido posible) y el Test de Búsqueda en el Lis-
considerarse anormales (se ha observado que se dan en me- tín (Telephone Search) (búsqueda de distintos símbolos en una
nos del 5 % de la población) en el WAIS-IIIUK, la versión an- página del listín telefónico) (14), que tienen tres formas para-
terior WAIS-R (4) y el WISC-IIIUK (7). lelas.
En ocasiones el paciente puede tener un trastorno del len- Un test que intenta diferenciar la contribución relativa
guaje, o la lengua en que se le pregunta no es su lengua ma- del retraso en la velocidad motora y en la mental es la Bate-
terna. En estas circunstancias puede utilizarse el Test de Ma- ría de Procesamiento de Información y Memoria para Adul-
trices Progresivas de Raven (Raven’s Progressive Matrices Test) tos (Adult Memory and Information Processing Battery) (15), que
(9), que es un test no verbal de racionamiento inductivo (no incluye dos tests en los que se deben tachar dígitos específi-
verbal en el sentido de que las instrucciones que requiere no cos con control del tiempo.
son verbales, y de que las respuestas no son verbales ni se es-
criben). Nosotros no estamos de acuerdo con los baremos
nuevos porque no se recogieron de la forma habitual (es de- Atención y concentración
cir, en una sesión de test formal bajo la supervisión directa de
un psicólogo), pero los baremos anteriores son buenos. El Hay distintos aspectos implicados en la atención y la con-
Test de Matrices tiene la ventaja adicional de contar con una centración: la capacidad para focalizar los recursos, la aptitud
versión superior para individuos que se sitúan en el extremo para focalizar en los aspectos correctos, la habilidad para
superior de capacidad (10). No están disponibles versiones en mantener esta atención, la capacidad para ignorar informa-
otras lenguas diferentes a la inglesa del WAIS-IIIUK y del ción no relevante o sucesos que pueden distraer y la habili-
122 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla 5. Perfiles del WAIS-IIIUK y del WISC-IIIUK

WAIS-IIIUK WISC-IIIUK

Rangos de edad 16-89 años 6,0-16,11 años


Subtests verbales Vocabulario Información
Semejanzas Semejanzas
Aritmética Aritmética
Test de dígitos Vocabulario
Información Comprensión
Comprensión Test de dígitos
Secuencia de letras y números
Substest manipulativos o espaciales Historietas Historietas
Clave de números Llaves
Cubos Figuras incompletas
Matrices Cubos
Figuras incompletas Rompecabezas
Búsqueda de símbolos Búsqueda de símbolos
Rompecabezas Laberinto
Puntuación CI CI verbal CI verbal
CI manipulativo CI manipulativo
CI total CI total
Índices de puntuación (puntuaciones factoriales) Comprensión verbal Comprensión verbal
Organización perceptiva Organización perceptiva
Memoria de trabajo Libertad de la distracción
Velocidad de proceso Velocidad de proceso
Media del CI o de los índices de puntuación 100 (DT = 15) 100 (DT = 15)
Media de las puntuaciones en los subtests 10 (DT = 3) 10 (DT = 3)
Fiabilidad del test-retest del CI 0,98 para el CI total 0,96 para el CI total
Error estándar de medida del CI Sobre 2,5, así todas las puntuaciones están en Sobre 3,2, así todas las puntuaciones están en
±5 puntosa ±6 o 7 puntos
Diferencia CI verbal-manipulativo fiable Sobre 9 puntos Sobre 11 puntos
Anormalidad de la diferencia CI verbal-mani- Sobre 22 puntos Sobre 25 puntos
pulativo Correlación alta con los otros tests de capa- Correlación alta con los otros tests de capa-
Validez cidad y con los criterios relacionados con cidad y con los grupos de criterio
la capacidad
a
95 % de las veces, la puntuación verdadera es la puntuación observada ±EEM. En otras palabras, la puntuación verdadera probable se encuentra en el rango
definido por dos EEM a cada uno de los lados de la puntuación obtenida.

dad para repartir la atención en distintas tareas. Los tests de queda en el Mapa y a 0,86 en el Test de Búsqueda en el Listín,
velocidad indicados en el apartado anterior también son me- y en cuanto a validez ambos subtests son sensibles a los efectos
didas de la atención, pues debe centrarse la atención y man- del traumatismo cerebral y el accidente vascular cerebral.
tenerse la atención selectiva durante todo el test. En el WAIS-
IIIUK la Prueba de Dígitos (Digit Span) también es un test de
atención, ya que si hay algún lapso en la atención a los dígi- Memoria
tos se responderá incorrectamente.
Sin embargo, además de estos tests puede utilizarse una ba- La memoria es un conjunto complejo de procesos por
tería como el Test de Atención Diaria (Test of Everyday Attention) medio de los cuales la persona registra, almacena y recupera
(14), que tiene 8 subtests distintos. La fiabilidad test-retest es su- información de diferentes modalidades (p. ej., memoria ver-
ficientemente buena, siendo superior a 0,83 en el Test de Bús- bal, memoria espacial) y a través de diferentes períodos de
tiempo (p. ej., memoria primaria o a corto plazo, memoria se-
cundaria o a largo plazo, aprendizaje). En consecuencia, igual
Tabla 6. Muestra del PASAT que para la inteligencia, se han desarrollado diversas baterías
con subtests que cubren estos aspectos distintos. Dos ejem-
Número (Proceso mental) El paciente dice plos de estas baterías son la Escala de Memoria de Wechsler,
3.a ed. (Wechsler Memory Scale-Third Edition) (16) para adultos
7 y la Escala de Memoria para Niños (Children’s Memory Scale)
5 (5 + 7) 12 (17), que se resumen en la tabla 7. Otra batería, que se dise-
1 (1 + 5) 6
4 (4 + 1) 5
ñó para reflejar las tareas cotidianas reales, es el Test de Me-
9 (9 + 4) 13) moria de Rivermead (Rivermead Behavioural Memory Test) (18),
que tiene también una versión para niños (19).
1.10.3.1. EVALUACIÓN COGNOSCITIVA 123

Tabla 7. Resumen de las dos baterías de memoria


Escala de Memoria de Wechsler-III Escala de Memoria de Wechsler para Niños

Rango de edad 16-89 años 5-16 años


Subtests Información y orientación Localización de puntosa
Memoria lógicaa Historiasa
Carasa Carasa
Pares verbales asociadosa Pares de palabrasa
Dibujo de la familiaa Dibujo de la familiaa
Lista de palabrasa Lista de palabrasa
Reproducción visuala Números
Secuencia de letras y números Secuencias
Test espacial Localización de figuras
Control mental (Medias de 10 y DT 3)
Test de dígitos
(Medias de 10 y DT 3)
Índice de puntuaciones Auditiva inmediata Verbal inmediata
Visual inmediata Verbal diferida
Memoria inmediata Reconocimiento verbal diferido
Auditiva diferida Aprendizaje
Visual diferida Visual inmediata
Reconocimiento auditivo diferido Visual diferida
Memoria general Atención/concentración
Memoria operativa Memoria general
(Medias de 100 y DT 15) (Medias de 100 y DT 15)
Fiabilidad 0,60-0,87 par los índices de puntuaciones (es decir, 0,76-0,91 para los índices de puntuaciones (con efecto
algo más bajos, y con efecto de la práctica de hasta de la práctica de 10-15 puntos a los 2 meses)
15 puntos a las 5 semanas)
Error estándar de medida 3,88-7,40 (las puntuaciones verdaderas se sitúan a ±8 4,5-7,4 (las puntuaciones verdaderas se sitúan a ±9
puntos de las puntuaciones observadas) puntos de las puntuaciones observadas)
Validez Véase el manual para más información sobre la validez Véase el manual para más información sobre la validez
del contenido, de criterio, de constructo y otros tipos de contenido, de criterio, de constructo y otros tipos
a
También tiene prueba diferida

En ocasiones, la inevitable falta de tiempo hace difícil jus- puede ser larga, por lo que suelen utilizarse tests de detección rá-
tificar la aplicación de baterías de memoria completas. A me- pida, como el Test de Denominación de Boston (Boston Naming
nudo se seleccionan únicamente algunos subtests esenciales, Test) (27) o el Test de Denominación Graduada (Graded Naming
o se pueden administrar tests específicos. Por ejemplo, para Test) (28), que evalúan el hecho de encontrar palabras, o el Test
medir el aprendizaje verbal un test bien fundamentado es el de Símbolos (Token Test) (29), que evalúa la comprensión verbal.
Test de Aprendizaje Auditivo-Verbal de Rey (Rey Auditory- Por último, un buen test para valorar la lectura y la capacidad de
Verbal Learning Test) (20), y para la memoria visual el Test de deletrear es el Test de Dimensiones Lectoras Objetivas de
la Figura Humana Compleja de Rey-Osterrieth (Rey-Osterrieth Wechsler (Wechsler Objective Reading Dimensions Test) (30), en el
Complex Figure Test) (21, 22); en cuanto a los tests de recono- que se obtiene una edad lectora y de deletreo, y que proporcio-
cimiento de palabras y caras por medio de elección forzada, na la anormalidad de las diferencias entre las puntuaciones CI y
un test muy útil es el Test de Reconocimiento Mnésico (Re- las puntuaciones de la lectura y del deletreo.
cognition Memory Test) (23). Puede utilizarse la Entrevista de
Memoria Autobiográfica (Autobiographical Memory Interview)
(24) cuando el objetivo de evaluación es la capacidad del pa- Funciones frontales y ejecutivas
ciente para recordar detalles de su vida pasada.
El concepto de función ejecutiva se deriva de la teoría
que postula la existencia de un sistema de supervisión que
Lenguaje ejerce un control ejecutivo sobre la atención (31). Los déficit
de este sistema producen amplios cambios en los patrones
Las baterías que se utilizan con más frecuencia para evaluar cognitivos y comportamentales: el llamado síndrome de défi-
los déficit en el lenguaje son el Examen para el Diagnóstico de cit ejecutivo (32), que incluye cambios en la volición, déficit
Afasia de Boston (Boston Diagnostic Aphasia Examination) (25) y en la planificación y alteración de la actividad, con propósito
la Batería de Afasia de Western (Western Aphasia Battery) (26), y eficacia reducidos. Una de las causas más frecuentes de este
que están estrechamente relacionadas. La primera incluye la eva- síndrome es la lesión de los lóbulos frontales (el síndrome del
luación de la comprensión auditiva, la expresión oral, la com- lóbulo frontal es un síndrome de déficit ejecutivo), pero tam-
prensión del lenguaje escrito y la escritura. La realización del test bién pueden causarlo otras lesiones. En la tabla 8 se recogen
124 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla 8. Características y tests para el síndrome de déficit ejecutivo


Característica Test

Cambio conductual Cuestionario de Déficit Ejecutivo (Dysexecutive Questionnaire, DEX), en versión autoadminis-
tada y heteroadministrada (33)
Planificación e impulsividad El subtest de laberintos del WISK-IIIUK (7)
Fluidez Al generar palabras: Asociación de Palabras Orales Controladas (Controlled Oral Word Asso-
ciation) (34)
Al generar patrones espaciales: fluidez de modelos (35)
Formación de conceptos y capacidad de cambiar Test de Ordenación de Tarjetas Modificado (Modified Card-Sorting Test) (36)
esquemas mentales Test de Cambio de Tarjetas según la Regla (Rule Shift Cards Test) (33)
Estimación De diferentes aspectos: Test de Estimaciones Cognoscitivas (Cognitive Estimates Test) (37, 38)
Estimación temporal: Test de Juicio Temporal (Temporal Judgement Test) (33)
Alternancia de planes Alternancia de números y letras: Test de Seguimiento de Pistas (Trail-Making Test) (39)
No selección de estímulos distractores Test de Stroop (40), por ejemplo, leer la palabra AZUL cuando está escrita en tinta roja
Supresión de respuestas de competencia Test de Hyling (41) que requiere que los pacientes escojan palabras que tienen conexión o sin
ella con una frase acabada
Seguimiento de reglas Test de Brixton, que requiere que el paciente aprenda la regla a medida que cambian los mo-
delos (41)
Planificación Test de Programa de Actuación (Action Programme Test), en el que se da una serie de mate-
riales para que consiga un objetivo especificado (33)
Test de Mapa del Zoo (Zoo Map Test) en el que se debe organizar una ruta (33)
Test de 6 Elementos Modificado (Modified Six-Elements Test), en el que debe planificarse el
orden de las tareas de acuerdo con unas reglas (33)

algunas de las características del síndrome de déficit ejecutivo Otro punto que debe tenerse en cuenta es que un test
y ejemplos de los tests que son sensibles a estas alteraciones. con buenas normas psicométricas y probado puede no ser
aplicable a un determinado paciente, debido a que los tests
únicamente tienen un rango determinado de aplicación. Ante
■ Aspectos clínicos la presencia de factores de confusión deben escogerse los tests
con mucho cuidado; por ejemplo, cuando la lengua materna
Fuentes y referencias de los tests del paciente no es el inglés, o si presenta déficit sensoriales o
Puede encontrase un buen resumen de los principios de la motores (p. ej., problemas visuales que afectan la agudeza o a
teoría de los tests en Kline (1). También puede encontrarse in- la calidad visual, disartria que altera la velocidad de la res-
formación sobre los tests y dónde conseguirlos en Neuropsycho- puesta verbal, o paresia de las extremidades superiores que
logical Assessment de Lezzak (42) y en el Compendium of Neurops- afecta a la manipulación de los materiales de los tests).
ychological Tests de Spreen y Strauss (3); algo anterior pero toda- Existen variables de confusión potenciales incluso para
vía utilizado es el Handbook of Neuropsychological Assessment de aquellos pacientes que están dentro del rango de aplicación
Crawford y cols. (43). Muchos de los tests son «restringidos», es del test, como la medicación, la fatiga a medida que progre-
decir, sólo pueden ser usados por personas cualificadas que es- san las pruebas, la motivación, el estado mental, los trastor-
tén registradas como usuarios de tests en áreas específicas. nos del comportamiento, el entorno cultural, las creencias y
la educación. Los manuales de los tests pueden proporcionar
información sobre estas variables de confusión, pero a menu-
Comprensión de los tests do es necesario conocer la investigación realizada sobre el test
y su sensibilidad a estos factores.
El hecho de que un test esté publicado no significa que
sea un buen test, al igual que no todos los artículos publica-
dos son buenos artículos. La responsabilidad del usuario de Evaluación de los niños
tests es tener el suficiente conocimiento sobre la teoría de los
tests para valorar los puntos fuertes y débiles del test. Los pro- En la evaluación de niños se originan problemas específicos
blemas comunes de los tests son la estandarización con mues- debidos a las diferencias en la teoría neuropsicológica y en el
tras pequeñas, estructura de factores desconocida o inestable, marco conceptual, y a que los efectos de las lesiones especifica-
adecuación teórica pobre o inexistente, no utilizar grupos ca- das cambian con la edad, al igual que los patrones de recupera-
tegoriales o que éstos sean escasos, criterios de puntuación ción de las funciones, y los baremos de desarrollo son amplios
confusos y falta de información sobre las discrepancias de y es necesario tener en cuenta el rango de edad; además, los ni-
puntuaciones entre tests. Como ejemplo de un test con bue- ños pueden angustiarse más con los tests, o pueden encontrar
na construcción psicométrica resulta útil tomar el manual de más duro colaborar con los procedimientos. Estos aspectos y
la Escala de Memoria para Niños (17). otros se tratan ampliamente en los libros de psicología del des-
1.10.3.1. EVALUACIÓN COGNOSCITIVA 125

arrollo (44), de neuropsicología pediátrica (45) y de lesiones ce- ficit objetivo, como la alteración de la resolución de proble-
rebrales en niños (46). En los apartados anteriores se han citado mas o la toma de decisiones, y en segundo lugar, debe ser in-
diferentes tests infantiles, y muchos de los tests para adultos que capaz de delegar la responsabilidad en los demás. De este
se han citado también han sido estandarizados con niños, a me- modo, la evaluación cognoscitiva debe tener en cuenta los
nudo en estudios posteriores que no fueron llevados a cabo por dos aspectos. En el primer aspecto, la evaluación puede ayu-
el autor del test. Algunos ejemplos de tests con baremos para ni- dar a medir si realmente hay un déficit, y en su caso la gra-
ños son el Test de fluidez verbal, de fluidez en el dibujo, de vedad de este déficit y sus características precisas. Por ejem-
aprendizaje verbal-auditivo, la primera versión de la Escala de plo, la mayoría de las personas pueden ser capaces de mane-
Memoria de Wechsler, el Test de Stroop, el Test de Símbolos, jar sus propias vidas a pesar de padecer una reducción mode-
el Test de Rastreo, el Test de Ordenación de Tarjetas de Wis- rada de la eficacia intelectual o problemas de memoria mo-
consin, el Test Auditivo de Sumación Seriada Cronometrada y derados, ya que después de todo este aspecto forma parte del
el Test de Matrices Progresivas. También existen baremos para curso natural de envejecimiento. Pero es mucho más difícil
niños de diferentes test de memoria que no se han menciona- de afrontar cuando hay un déficit grave de memoria, por
do anteriormente, como el Test de Repetición de Frases (Sen- ejemplo, cuando para la persona es difícil recuperar informa-
tence Repetition Test) (34) y el Test de Retención Visual de Ben- ción para conseguir tomar una decisión adecuada, o para
ton Revisado (Benton Visual Retention Test-Revised) (47). mantener la información suficiente tiempo en mente hasta
tomar una decisión. En el segundo criterio, la evaluación cog-
noscitiva puede indicar los déficit que hacen que la persona
Evaluación de la capacidad premórbida sea incapaz de delegar apropiadamente determinadas respon-
sabilidades. Por ejemplo, los pacientes con síndrome de défi-
Es necesario estimar la inteligencia premórbida para en- cit ejecutivo pueden mostrarse crédulos o impulsivos con
tender los efectos de una lesión cerebral, medir la pérdida in- aquellos que les dan consejos, o pueden ser reacios a aceptar
telectual, planificar la rehabilitación e informar sobre los as- los consejos, delegando únicamente de manera inconsciente
pectos relacionados con la compensación individual de la le- o diciendo que aceptan el consejo y después obrando de for-
sión. En la tabla 9 se presenta un resumen de las estrategias ma opuesta. Así pues, no pueden planificar el hecho de dele-
para la estimación del CI premórbido. gar, o si hay una planificación, realizan una supervisión esca-
sa y la ponen en práctica inconscientemente. No existe un
test psicométrico para evaluar esta capacidad, pero aumenta
Capacidad la tendencia a utilizar tests que reflejan el funcionamiento en
la vida real, lo que facilita la estimación de las implicaciones
En el contexto del funcionamiento intelectual y cognos- de los resultados del test en la vida diaria. Por ejemplo, Goel
citivo, una persona es incapaz de manejar sus propios asun- y cols. (49) han observado la toma de decisiones financieras
tos si se dan dos criterios: en primer lugar, debe haber un dé- como análoga de la planificación de tareas.

Tabla 9. Estrategias para estimar el CI premórbido


Estrategia Test y/u observaciones

Asumir que la puntuación del subtest más alta en el Las personas normales tienen un perfil de habilidades y muestran un amplio rango de
WAIS-R representa el nivel anterior puntuaciones en el subtest (4). No tiene mucho sentido decir que la mejor puntua-
ción de una persona es su «potencial» real
Utilizando este método puede sobreestimarse mucho la pérdida del CI
Considerar las puntuaciones de los subtests menos La prueba de vocabulatorio tiene una alta correlación con el CI y también es una habili-
sensibles a la lesión cerebral dad relativamente insensible a los efectos del daño cerebral. Así, las puntuaciones en
el subtest de vocabulario pueden constituir una buena estimación del CI premórbido
Medir el CI a partir del expediente académico Puede ser una buena estimación si la persona ha tenido pleno acceso a la educación y
ha estado motivada para aprobar los exámenes. Actualmente, con la publicación anual
en Gran Bretaña de las estadísticas nacionales de las notas de acceso es más fácil me-
dir esta habilidad
Médir el CI a partir de los éxitos laborales Nuevamente ésta puede ser una buena aproximación, pero deben tenerse en cuenta las
restricciones culturales y sociológicas en la elección del trabajo y en la progresión en él
Medir habilidades sobreaprendidas, como la lectura La habilidad lectora se correlaciona con el CI y es sobreaprendida, que no suele afec-
tarse con la lesión cerebral. Es el método más seguro si el paciente no tiene histo-
ria de dislexia o no sufre disfasia actualmente. Pueden utilizarse las pruebas del Test
Nacional de Lectura para Adultos (National Adult Reading Test), 2.a ed. (48) y el Test
de Marcar la Palabra (Spot the Word Test) (13)
Dotación genética Si el paciente sufre una lesión desde el nacimiento o si la lesión causó déficit físicos im-
portantes que afectaron el potencial educativo o laboral, pueden considerarse las ha-
bilidades de los padres y los hermanos biológicos
126 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Simulación Evaluación neuropsicológica clínica habitual


No hay ningún test para evaluar la simulación (es decir, la Una vez establecidos la teoría, los test y los objetivos, po-
realización de un test por debajo de las posibilidades del indivi- demos configurar un esquema sobre la evaluación neuropsi-
duo con motivación consciente y deliberada). Más bien, se for- cológica habitual, que se presenta en la tabla 10.
ma un patrón de respuesta que aumenta gradualmente la sospe-
cha de que el paciente está simulando. Las características en la
realización del test que aumentan la sospecha son las siguientes: ■ Teoría de la generalización
y validez ecológica
1. El grado del déficit es desproporcionado teniendo en
cuenta la gravedad de la lesión (los estudios de labora- Cómo hacer una afirmación general basada en la puntua-
torio con personas a las que se les pide que finjan los ción de un test genera una amplia discusión, es decir, cómo
déficit o los actos de una determinada lesión cerebral generalizar lo que podría ser observado en otros contextos a
han observado de forma consistente que los participan- partir de una observación realizada en un contexto. Como se
tes exageran la gravedad y la extensión de los síntomas, ha expuesto en otros lugares (54), debe esperarse la generali-
incluso cuando se les advierte de ello [50]). zación a partir de lo siguiente:
2. Errores peculiares que no se observan normalmente en
los pacientes con déficit genuinos (la implicación de la • Puntuaciones obtenidas por un juez a aquellas obtenidas
suposición de la persona sobre lo que representan los de otros jueces.
síntomas sin estar informado). • Puntuaciones de un test, por ejemplo de memoria verbal
3. Patrones de respuesta a las pruebas que no siguen una a largo plazo, a otros test que midan este aspecto de la
lógica (p. ej., realizar peor un ítem fácil que uno difícil). memoria.
4. No presentar los patrones esperados (p. ej., realizar peor • Puntuaciones del momento particular del test a puntua-
una prueba de reconocimiento que una de recuerdo li- ciones de cualquier momento en el futuro.
bre, errores en todas las tareas de aprendizaje verbales- • Puntuaciones obtenidas bajo un conjunto de condiciones
auditivas, supresión de la primera mitad de los ítems en motivacionales a aquellas obtenidas bajo otras condiciones.
tareas de aprendizaje de listas, discrepancias entre las
puntuaciones de los tests que miden procesos similares). Observando estos ejemplos puede verse que la división
5. Incoherencias entre los resultados del test y el compor- tradicional entre fiabilidad y validez parece confusa, debido a
tamiento en la vida diaria (p. ej., ser incapaz de repetir que ambas son expresiones del grado y la naturaleza en que
secuencias cortas de dígitos o frases cortas y en cambio una puntuación puede generalizarse. Este hecho obliga a
ser capaz de responder a instrucciones múltiples duran- cambiar la noción de puntuación verdadera y reemplazarla
te la conversación; retraso extremo en responder las pre- por el concepto de universo de puntuaciones, que es la me-
guntas del test cuando el ritmo de la conversación es dia de todas las posibles observaciones bajo todas las condi-
normal, pero cuenta su historia con normalidad). ciones posibles. La teoría clásica de los tests es reemplazada
6. Quejas inexplicables de pérdida de la memoria remota por la teoría de la generalización, en la que la variación de la
incluso para los acontecimientos vitales importantes, puntuación de un test puede ser debida a factores diversos.
como su boda (51). Una puntuación observada se convierte en el producto de di-
7. Respuestas al azar en los tests de elección forzada (23) ferentes factores identificables y medibles, en vez de la suma
(si fuera así sugeriría que la persona no ha pensado lo de una puntuación verdadera y una puntuación errónea to-
que responde). talmente impredecible (55). No obstante, en la práctica, la te-
8. Respuestas al azar en los tests de conducción forzada, es oría de la generalización dirige la construcción de los tests en
decir, sugerir que la persona debería conocer la respues- vez de reemplazar la teoría clásica de los tests (17).
ta correcta para poder dar una falsa (52). Un aspecto muy importante en la generalización es la va-
9. Resultados bajos en tests que parecen difíciles pero que lidez ecológica o el grado en que la puntuación de un test
en realidad son fáciles, como el test de Rey de 15 o 16 predice el funcionamiento en la vida real. En la tabla 11 se
ítems (53). describen algunas de las amenazas a la validez ecológica (v.
10. Ausencia de síntomas de ansiedad grave o estado de áni- Long [56] para más información), pero la tendencia reciente
mo muy bajo que puedan ser la causa del bloqueo en la se dirige a hacer que los tests neuropsicológicos reflejen cada
realización de la prueba. vez más las tareas de la vida real para disminuir los problemas
11. Después del daño cerebral, la ausencia de cualquier me- de la generalización (14, 18, 33).
jora o mantenimiento de un rendimiento pobre a lo lar-
go del tiempo.
12. No informar sobre los déficit después de una lesión ce- ■ Evaluación cognoscitiva
rebral y posteriormente afirmar que estos déficit son de los trastornos psiquiátricos
más graves.
13. Ausencia relativa de antecedentes de somatización o Únicamente nos es posible ofrecer un resumen de los ha-
trastornos relacionados. llazgos de la evaluación cognoscitiva de los trastornos psi-
1.10.3.1. EVALUACIÓN COGNOSCITIVA 127

Tabla 10. Protocolo habitual para la evaluación y el informe neuropsicológico


Objetivos Própositos de la evaluación, como describir los déficit, seguir los avances, informar sobre la planificación
de la rehabilitación, dirigir algunos aspectos específicos
Antecedentes Información relevante para la interpretación de los hallazgos de las pruebas, como lenguaje, destrezas, ma-
nuales, edad, historia académica, historia laboral, historia médica y psiquiátrica
Naturaleza de la lesión cerebral Por ejemplo, tiempo desde la lesión, edad del paciente en el momento de la lesión, amnesia retrógrada,
pérdida de conciencia, amnesia postraumática, resultados de las exploraciones neurológicas, resultados
de neuroimagen
Comportamiento y estado mental Motivación, cooperación con el proceso, ansiedad, estado de ánimo, cualquier aspecto que amenace la fia-
bilidad o la validez, cualquier afirmación clara que ponga en duda la fiabilidad
Inteligencia Verbal, no verbal y perfil de habilidades
Velocidad Verbal, no verbal y motora
Atención y concentración Tareas verbales/espaciales
Comportamiento general y errores en los tests
Memoria Verbal/no verbal
Recuerdo inmediato/diferido
Aprendizaje
Lenguaje Lectura
Test de detección de afasia
Batería de afasia si es necesario
Habilidades constructivas Subtests relacionados con la actividad
Copia de una figura compleja
Déficit sensoriales Déficit objetivos y descripciones subjetivas
Problemas detectados en las pruebas
Remisiones para exploraciones neurológicas
Pruebas de negligencia espacial
Pruebas de agnosia visual
Déficit motores Déficit objetivos y descripciones subjetivas
Problemas detectados en las pruebas
Remisiones para exploraciones neurológicas
Pruebas de apraxia
Funciones ejecutivas Fluidez
Planificación
Estimación
Personalidad/comportamiento
Problemas detectados en los déficit de ejecución o en otras pruebas
Situación vital Estilo vital, un día típico, actividades de ocio
Naturaleza y cantidad respecto a cualquier apoyo
Impacto de los déficit en las actividades de la vida diaria
Entrevistas con terceros Un observador describe los déficit, cambios, afrontamiento, etc.
Formulación Descripción coherente de la lesión y sus repercusiones, teniendo en cuenta toda la información y cen-
trándose en los objetivos de la evaluación

quiátricos y neuropsiquiátricos. Puede encontrarse más infor- de un amplio rango de tareas intelectuales, cognoscitivas y de
mación en Grant y Adams (57). velocidad.

Epilepsia Parkinsonismo
El patrón de déficit en pacientes sin demencia manifiesta
No se observa un único perfil cognoscitivo en las personas se caracteriza por alteraciones de la memoria y síndrome de
con epilepsia. La relación entre epilepsia y la presencia de re- déficit ejecutivo (p. ej., reducción de la fluidez, de la forma-
traso mental (problemas de aprendizaje) puede estar mediada ción de conceptos y del cambio de esquemas) (59). Si hay
principalmente por una lesión cerebral primaria que cause tan- una demencia manifiesta (subcortical), son poco frecuentes la
to la epilepsia como el retraso mental. Sin embargo, los pa- afasia, la agnosia y la amnesia grave, pero es frecuente el cam-
cientes con convulsiones frecuentes e incontroladas, o con bio del estado de ánimo.
lapsos en los estados epilépticos, pueden presentar deterioro
intelectual. En cuanto a la epilepsia parcial, el patrón de alte-
ración es el de la memoria verbal si el foco es temporal iz- Demencia
quierdo (dominante) o de la memoria no verbal si el foco está
en el hemisferio derecho (58). Los anticonvulsivos en sí mis- El primer signo que aparece y el más común en la enfer-
mos pueden causar alteraciones moderadas en el rendimiento medad de Alzheimer es el bajo rendimiento en la memoria
128 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Tabla 11. Amenazas a la validez ecológica de los resultados de los tests


Sesión de evaluación La información se recoge en un ambiente tranquilo en el que el paciente puede concentrarse, mientras
que la vida real es ruidosa y está llena de distracciones
Tipo de test Los tests cognoscitivos suelen estar construidos para medir un aspecto puro y único del procesa-
miento; en cambio, las tareas de la vida real son multidimensionales
Tipo de interación El comportamiento de los pacientes está restringido a la naturaleza de la relación paciente-examinador,
que no es un comportamiento espontáneo
Contenido de los tests El número limitado y el contenido de los tests que pueden ser administrados quizá no cubran las que-
jas del paciente en la vida real (p. ej., reducción del sentido del humor)
Factores de confusión Ansiedad ante la prueba
Motivación para cooperar con la evaluación o realizar las tareas de una forma determinada
Sesiones cortas para evitar la fatiga, mientras que la mayor parte de los problemas se dan cuando el
paciente está cansado
Exceso de confianza en la información Tener en cuenta solamente los números, excluyendo el resto de la información, observaciones gene-
del test rales, información de terceros y el sentido común
No considerar la validez ecológica Falta de comprensión del objetivo
No hacer un seguimiento del paciente de forma que se obtenga información sobre la validez ecológica
de la evaluación, cuando es necesario diseñar procedimientos de evaluación con validez ecológica
Soluciones Utilizar tests de concentración y distracción
Desarrollar nuevos tests o versiones nuevas de los tests que reflejen las tareas de la vida real
Encontrar fuentes de información sobre el comportamiento en la vida real
Continuar ampliando el tipo de tests disponibles, centrando el desarrollo de los tests en las necesida-
des clínicas
Estimar los efectos de los factores de confusión
Tratar los números como una forma de información más
Especificar los aspectos ecológicos en el informe final

verbal diferida (60), posiblemente con signos de déficit ejecu- Otras drogas (42)
tivo (61), finalmente unido a deterioro del significado del ha-
bla, con alteración de las relaciones semánticas y de la com- Los hallazgos sobre los efectos neuropsicológicos a largo
prensión; el habla aparece carente de contenido y emergen plazo de la marihuana no son claros, pero en el caso de que
déficit ejecutivos frontales. se den cambios a largo plazo probablemente implicarán a la
atención. El uso de cocaína a largo plazo también afecta a la
atención y la memoria. Los artículos sobre el uso de opiáce-
Depresión os a largo plazo son confusos, pero puede aparecer un efecto
difuso en las actividades visuoespaciales y visuomotoras. El
En sujetos jóvenes neurológicamente sanos, la depresión abuso crónico de disolventes puede producir ataxia cerebelo-
afecta a la atención y la memoria (62, 63). Tras una lesión ce- sa y algunas alteraciones en el CI y en la memoria (66).
rebral, niveles de ansiedad y depresión por encima de la me-
dia pueden generar una diferencia de más de una desviación
típica en las puntuaciones de los tests neuropsicológicos, in- Esquizofrenia
cluyendo el coeficiente intelectual (CI), la velocidad mental y
la memoria verbal y espacial (64). Existe un amplio conocimiento del papel de los déficit
ejecutivos en la etiología de los síntomas esquizofrénicos (67),
por ejemplo en los trastornos relacionados con las acciones
voluntarias. Los pacientes con esquizofrenia tienen puntua-
Alcohol ciones bajas en el Test de Evaluación del Comportamiento
en el Síndrome de Déficit Ejecutivo (Behavioural Assessment of
Los alcohólicos crónicos presentan un perfil neurocog- the Dysexecutive Syndrome) (68) y muestran otras características
noscitivo típico después de unas 2-4 semanas de la desinto- de déficit ejecutivo (69).
xicación, que se caracteriza por CI y habilidades verbales
intactas, y alteraciones en la resolución de problemas nue-
vos, en el razonamiento abstracto, en el aprendizaje y la
memoria, en el análisis espacial visual y en la integración
■ Resumen, conclusiones
perceptiva-motora compleja (65). En caso de deficiencia de y direcciones futuras
tiamina grave puede aparecer síndrome de Wernicke-Korsa-
koff, que se caracteriza por una amnesia anterógrada pro- Los métodos psicométricos basados en la teoría clásica de
funda. los tests han permitido desarrollar pruebas fiables y válidas
1.10.3.1. EVALUACIÓN COGNOSCITIVA 129

para evaluar un amplio rango de funciones intelectuales y cog- 23. Warrington, E.K. (1984). Recognition Memory Test manual. NFER-
noscitivas. Los resultados de los tests son de ayuda en la for- Nelson, Windsor.
24. Kopelman, M., Wilson, B., and Baddeley, A. (1990). The
mulación y el diagnóstico, guían la rehabilitación y el trata- Autobiographical Memory Interview. Thames Valley Test Company,
miento, proporcionan medidas de línea base para detectar el Bury St Edmunds.
cambio, y generalmente ayudan en la toma de decisiones te- 25. Goodglass, H. and Kaplan, E. (1983). The assessment of aphasia and
niendo en cuenta aspectos como la capacidad. Los tests y los related disorders (2nd edn). Lea and Febiger, Philadelphia, PA.
26. Kertesz, A. (1982). Western Aphasia Battery. Psychological Corporation,
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130 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

An investigation into the reliability and validity of two tests used in manifiesto. Para proporcionar formulaciones clínicas válidas y
the detection of malingering. International Journal of Clinical evaluaciones de los resultados, es necesario que se cubran to-
Neuropsychology, 14, 1–9.
54. Powell, G.E. (1966). The selection and development of measures. In das las áreas de evaluación. Este modelo también sugiere que
Behavioural and mental health research: a handbook of skills and methods hay tres categorías básicas en el método de evaluación: los au-
(2nd edn) (ed. G. Parry and F. N. Watts), pp. 29–57. Erlbaum–Taylor toinformes, el uso de la observación y de instrumentos, y el
and Francis, Hove. uso de equipos técnicos.
55. Cronbach, L.J., Gleser, G.C., Nanda, H., and Rajaratnam, N. (1972).
The dependability of behavioural measurements. Wiley, New York. Ni los tests cognoscitivos, que ofrecen información preci-
56. Long, C.J. (1996). Neuropsychological tests: a look at our past and sa y controlada sobre el funcionamiento intelectual, ni las res-
the impact that ecological issues may have on our future. In Ecological puestas a las preguntas que se realizan en la entrevista, que re-
validity of neuropsychological testing (ed. R. J. Sbordone and C.J. Long),
pp. 1–41. GR Press–St Lucie Press, Delray Beach, FL.
velan algunos aspectos de los pensamientos y el conocimien-
57. Grant, I. and Adams, K.M. (ed.) (1996). Neuropsychological assessment of to de la persona, describen necesariamente cómo piensa en
neuropsychiatric disorders (2nd edn). Oxford University Press, New York. detalle la persona en el día a día. Es importante conocer
58. Bennett, T.L. (1992). The neuropsychology of epilepsy. Plenum Press, New cómo pensará la mayor parte del tiempo tanto en el contex-
York.
59. Levin, B.E., Tomer, R., and Rey, G.J. (1992). Cognitive impairments
to clínico como en el ambiente «normal», especialmente
in Parkinson’s disease. Neurologic Clinic, 10, 471–85. cuando se diseñan programas de tratamiento. La evaluación
60. Morris, J.C., McKeel, D.W., Storandt, M., and Rubin, E.H. (1991). del comportamiento y la observación poseen una alta «vali-
Very mild Alzheimer’s disease: information-based clinical, dez ecológica» que puede ser útil para este objetivo, y es un
psychometric, and pathological distinction from normal ageing.
Neurology, 41, 469–78.
complemento esencial de otras formas de evaluación.
61. Monsch, A.U., Bondi, M.W., Butters, N., and Paulsen, J. (1994). A Esta familia de métodos de observación puede utilizarse
comparison of category and letter fluency in Alzheimer’s disease and de la misma forma que los otros métodos: para la evaluación
Huntington’s disease. Neuropsychology, 8, 25–30. inicial de los pacientes como parte de la formulación clínica,
62. Massman, P.J., Delis, D.C., Butters, N., and Dupont, R.M. (1992).
The subcortical dysfunction model of memory deficits in depression:
para controlar la evolución en el curso del tratamiento, y
neuropsychological validation in a subgroup of patients. Journal of como medida de los resultados. También puede utilizarse en
Clinical and Experimental Neuropsychology, 14, 687–706. la planificación de la atención grupal de los pacientes, cuan-
63. Brand, A.N., Jolles, J., and Gipsen-deWied, C. (1992). Recall and do se seleccionan pacientes de una extensa población para
recognition memory deficits in depression. Journal of Affective
Disorders, 25, 77–86. programas o regímenes terapéuticos específicos, y cuando se
64. Powell, G. E. (1999). Depression, anxiety and neuropsychological test planifican los servicios.
performance. Proceedings of the British Psychological Society, 7, 132. El adjetivo «comportamental» tiene dos significados,
65. Rourk, S.B. and Loberg, T. (1996). The neurobehavioural correlates of ambos referidos al contenido. Por una parte, hace referencia
alcoholism. In Neuropsychological assessment of neuropsychiatric disorders
(ed. I. Grant and K.M. Adams), pp. 423–85. Oxford University Press, al comportamiento manifiesto del paciente que se está eva-
New York. luando, más que a una facultad o rasgo interior atribuido o
66. Fornazzari, L., Wilkinson, D.A., Kapur, B.M., and Carlen, P.L. imputado, y por otra a una familia de métodos. Las escalas
(1983). Cerebellar, cortical and functional impairment in toluene de evaluación son el método comportamental mejor esta-
abuse. Acta Neurologica Scandinavia, 67, 319–29.
67. Frith, C.D. (1992). The cognitive neuropsychology of schizophrenia. blecido. Las primeras se desarrollaron sobre la década de
Erlbaum, Hove. 1910, y muchas de las más utilizadas actualmente tienen
68. Evans, J.J., Chua, S.E., McKenna, P.J., and Wilson, B.A. (1997). más de 30 años.
Assessment of the dysexecutive syndrome in schizophrenia. Muchos de los métodos de observación fueron depurados
Psychological Medicine, 27, 635–46.
69. Shallice, T., Burgess, P.W., and Frith, C.D. (1991). Can the con la introducción de los procedimientos de la terapia con-
neuropsychological case-study approach be applied to schizophrenia? ductual en la década de 1960, y continúan asociados a las in-
Psychological Medicine, 21, 661–73. tervenciones cognitivo-conductuales contemporáneas. Un
término asociado es la «evaluación funcional» (v. ref. 2 para
un ejemplo detallado), que describe la extensión en que las
habilidades de un individuo pueden relacionarse con las que
se requieren para mantener una existencia independiente en
1.10.3.2 Evaluación la comunidad. Las compañías de seguros médicos americanas
pueden requerir una evaluación funcional para demostrar
comportamental y observacional cómo el tratamiento proporcionado se relaciona con las dis-
capacidades del paciente. Los procedimientos de evaluación
John N. Hall comportamental, que se han desarrollado de forma paralela al
crecimiento de los tratamientos conductuales y cognitivo-
conductuales, tienen una serie de características. Se centran el
■ Naturaleza del comportamiento comportamiento manifiesto actual, y buscan las variables que
y evaluación observacional controlan o mantienen el comportamiento en situaciones es-
pecíficas y en individuos determinados.
Un modelo de evaluación (1) sugiere que hay cuatro áre- Andrews y cols. (3) ofrecen una excelente revisión de las
as de contenido básicas en la evaluación: la cognición, el medidas de la evolución en la salud mental, abarcando la ma-
afecto (incluye los componentes subjetivos verbales del com- yor parte de las escalas de evaluación más comunes. También
portamiento), la actividad fisiológica y el comportamiento existen diferentes guías de evaluación comportamental muy
1.10.3.2. EVALUACIÓN COMPORTAMENTAL Y OBSERVACIONAL 131

útiles, como la de Bellack y Hersen (4), una de las mejor con- pueden realizar observaciones cada 5 o 10 minutos, y en este
solidadas. En el cuadro 1 se resumen los principales miem- caso se llama «muestreo del tiempo».
bros de la familia de los procedimientos de evaluación com- El término «análisis funcional» generalmente hace referen-
portamental. cia al intento de realizar una explicación y una predicción de las
funciones de un fenómeno mediante la exploración de cual-
quier relación entre las variables contribuyentes. En el ámbito
■ Métodos de evaluación clínico, este término suele describir una variante específica de
del comportamiento los métodos de observación conductual, en la que la observa-
ción del comportamiento clínicamente significativo del indivi-
y de la observación duo se relaciona con la observación de aquellos acontecimien-
tos del entorno clínico inmediato que lo preceden directamen-
Métodos de observación comportalmental te, se asocian de forma concurrente o siguen al comportamien-
to objetivo, con la finalidad de descubrir cualquier relación en-
Estos métodos se utilizan para registrar los aconteci-
tre ellos. Esta secuencia de sucesos antecedentes del entorno,
mientos en el mismo momento en que suceden, general-
comportamiento objetivo, sucesos concurrentes y sucesos con-
mente registrando el número de veces que se da un suceso
secuentes del entorno suele llamarse análisis ABC. Por ejemplo,
(que nos proporciona un índice de frecuencia), o registran-
en el caso de un cliente en un centro de día, los incidentes pue-
do inmediatamente el suceso observado mediante un con-
den estar en función de que otros clientes estén cerca de él o de
junto de categorías preestablecidas que cubren todas las po-
que hablen con él; así, registrar su presencia o ausencia puede
sibilidades que se habían anticipado de forma exhaustiva y
ser importante. Mientras el análisis funcional no implica estric-
mutuamente excluyente. También puede ser de interés la
tamente ningún modelo particular, históricamente se ha asocia-
duración de un suceso o el intervalo entre dos aconteci-
do estrechamente con el análisis comportamental.
mientos. Un posible ejemplo de codificación de un aconte-
cimiento sería el siguiente: cualquier paciente en un entor-
no observado puede codificarse si está esperando, sentado,
estirado, caminando o corriendo, con códigos complemen-
Métodos etológicos
tarios que pueden describir, por ejemplo, la forma de inter-
Los métodos etológicos también emplean el registro di-
acción social o de la actividad que está ocurriendo simultá-
recto del comportamiento, pero enfatizan la detección de la
neamente.
forma natural en que se dan las cadenas de comportamiento,
Cuando los elementos de interés clínico son muy com-
con especial interés en los patrones, la secuencia y la com-
plejos puede ser muy costoso codificar cada uno de los acon-
plejidad del comportamiento más que en la frecuencia o la
tecimientos de forma completa; en este caso, únicamente se
simple categorización del comportamiento.
codifican con detalle cinco o diez elementos. Este procedi-
miento se denomina «muestreo de los sucesos». Cuando los
sucesos se dan de forma muy rápida, o cuando tienen ten-
dencia a suceder en el mismo momento del día, es una pér-
Evaluación comportamental e inventarios
dida de tiempo observar durante todo el rato; entonces se
Estas escalas hacen referencia a las cualidades o caracte-
rísticas del comportamiento y se completan a partir de la ob-
servación directa del comportamiento en cuestión. A menu-
do las personas que realizan la evaluación son las enfermeras
Cuadro 1 o los profesionales sanitarios en servicios de día o ámbitos
hospitalarios, o un miembro de la familia o un cuidador in-
Categorías en la evaluación formal. Típicamente, estas evaluaciones pueden ser completa-
comportamental y la observación das después de un período de observación que puede variar
desde varias horas a varios días, y en estos casos habrá un re-
traso variable entre la observación del comportamiento rele-
Métodos de observación conductual
• Muestreo de los sucesos vante y su registro. Un ejemplo de estas evaluaciones es la
• Muestreo del tiempo British Health of the Nation Outcome Scale (HONOS) (5). Cada
• Análisis funcional uno de sus ítems consiste en un encabezamiento (p. ej., el en-
• Codificación de la respuesta cabezamiento del ítem 1 es comportamiento hiperactivo,
agresivo, disruptivo o agitado), seguido de cinco categorías de
Métodos etológicos respuesta que oscilan desde 0 (ningún problema) a 4 (proble-
Evaluación comportamental e inventarios ma grave o muy grave), con una descripción verbal de unas
25 palabras del comportamiento típico de las categorías de
Métodos de cuestionarios respuesta. En el capítulo 1.10.1 se hace una completa des-
• Métodos de autorregistro y autocontrol
cripción de estas evaluaciones a partir de la entrevista clínica.
Métodos psicofisiológicos Los inventarios siguen esencialmente el mismo método,
excepto en que en la definición sólo se admiten respuestas
132 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

del tipo sí/no o presente/ausente, sin que haya una gradación y la sensibilidad al cambio, así como las aproximaciones a la
más compleja de la respuesta, y pueden ser completadas por generalización. Algunos aspectos psicométricos, así como los
el paciente formando parte del programa conductual. relacionados con los tests de velocidad, no son aplicables a
las medidas conductuales, pero algunos se originan primaria-
mente con las medidas conductuales.
Métodos de cuestionario
Estos métodos ofrecen diferentes preguntas escritas al eva- Procedimientos de muestreo
luador, que cubren el área de interés clínico. Las preguntas
pueden responderse marcando una plantilla con las catego- Un objetivo básico en la mayor parte de los métodos de
rías de respuesta predeterminadas (cuestionarios de «elección observación es que los procedimientos de muestreo para ob-
forzada») o que el paciente responda a las preguntas de forma tener los datos sean adecuados. En el caso de que los com-
abierta. Los métodos de «autoinforme» y «autocontrol» son portamientos cambien de frecuencia a lo largo del día, teóri-
similares al último tipo de cuestionarios, en los que se pro- camente, muchos sucesos deberían observarse de forma con-
porciona al paciente un diario o unas hojas con espacios es- tinua a lo largo del día. Sin embargo, si no se dispone del
tablecidos de antemano para que los rellene. Sin embargo, tiempo para realizar una observación continua, debe obser-
éstos tienden a ser más abiertos y deben incluirse todos los varse una muestra representativa del día entero. Aunque en la
pensamientos del paciente asociados a la situación. Las medi- práctica sólo sea posible la observación en períodos fijos de
das de autoinforme suelen usarse en clínica en las interven- tiempo, éstos deben distribuirse a lo largo de todo el día, por
ciones cognitivo-conductuales. ejemplo de 9:30 a 11:00 de la mañana, de 2:00 a 3:30 del me-
diodía y de 7:00 a 8:30 de la tarde. Pueden ser adecuadas
muestras más pequeñas si cada uno de los sucesos relevantes
Métodos psicofisiológicos o secuencias de comportamiento son cualitativamente simila-
res; en cambio, en los comportamientos que son cualitativa-
Se incluye el uso de diferentes tipos de sensores de super- mente muy variables es necesario establecer muestras más lar-
ficie para medir los cambios en, por ejemplo, la conductancia gas para obtener una línea base estable.
eléctrica (como medidas de cambios en la sudoración), la trans- Los efectos terapéuticos adquiridos en un contexto no tie-
misión superficial (como en la medida de los cambios de pre- nen por qué darse posteriormente en otros. Este fenómeno se
sión sanguínea en el dedo), y el volumen (como en la pletis- denomina «generalización pobre del aprendizaje» y se en-
mografía peneana). Cuando estos cambios físicos tienen una cuentra especialmente en los adultos con enfermedades men-
estrecha relación con un cambio subyacente de la activación fi- tales graves. En consecuencia, cuando se utiliza la observa-
siológica pueden ser tomados como una medida relevante, que ción conductual como medida de eficacia del tratamiento,
puede ser valiosa tanto en la evaluación inicial como en el se- debe realizarse tanto en el ambiente actual del paciente como
guimiento del cambio terapéutico. La principal limitación en los demás contextos.
práctica de algunas de estas medidas es que los factores am-
bientales externos, como los cambios en la temperatura del aire
o la humedad, pueden afectar a la fiabilidad de la medida. Fiabilidad entre observadores
La reducción en el tamaño y en el coste, así como el au-
mento de la sofisticación y de la fiabilidad de los equipos de Otro aspecto que debe tenerse en cuenta es la fiabilidad
registro electrónicos, de vídeo y de audio ha hecho que a me- entre observadores de las evaluaciones conductuales. Para las
nudo los registros de lápiz y papel puedan ser reemplazados evaluaciones estándar basadas en períodos de observación de
por alguno de los métodos citados. Por ejemplo, las grabado- más de un día, un observador debería realizar toda la obser-
ras de acontecimientos electrónicas portátiles permiten ac- vación durante todo el período (que puede durar 1 semana).
tualmente el registro inmediato y discreto de los sucesos, y Pero si el observador, cuya fiabilidad ha sido valorada, no
ofrecen la ventaja de un menor esfuerzo en el análisis de da- puede hacerse cargo de todo el período de observación, pue-
tos. No obstante, su uso depende de que los usuarios sean en- de ser que los períodos no sean coincidentes. Bajo estas cir-
trenados, y todavía no están disponibles para que los pacien- cunstancias una evaluación doble no es exactamente una ve-
tes más discapacitados puedan utilizarlas por sí mismos. rificación de la fiabilidad, sino más bien una verificación de
la estabilidad del comportamiento. Patel y cols. (6) explican
cómo el uso de una lista de ocurrencia de los sucesos clave
■ Requerimientos formales de las medidas puede mejorar sustancialmente la fiabilidad de este tipo de es-
calas.
conductuales y la observación
en la práctica clínica
Reactividad
Los principios psicométricos indicados en el capítulo
1.10.3.1 son aplicables a todas las medidas psicológicas, in- Otro aspecto relevante es la reactividad, es decir, el cam-
cluyendo las aproximaciones clásicas a la fiabilidad, la validez bio en el comportamiento del paciente debido al conoci-
1.10.3.2. EVALUACIÓN COMPORTAMENTAL Y OBSERVACIONAL 133

miento de la presencia de un observador. Los factores de re- ciones formales como las reglas informales de los cuidadores,
actividad pueden reducirse haciendo que el proceso de ob- que deberían incluir si los visitantes van a pasar la noche con
servación sea lo menos intrusivo posible (p. ej., con la ubica- el paciente, cuándo se apagan las luces, y si los internos pue-
ción cuidadosa del observador). Se discute la aceptación ética den cocinarse su comida.
de las medidas en que no hay ningún grado de intrusión y el
paciente no sabe que es evaluado, en las que el paciente no
puede dar el consentimiento informado para el procedimien- ■ Contenido de las medidas
to. Pero en los casos en que el paciente corre riesgo de auto-
lesionarse se puede imponer algún nivel de observación pró- Las medidas comportamentales pueden incluir un amplio
xima sin su consentimiento. Estos dos aspectos deben abor- rango de contenidos clínicamente relevantes. Los síntomas
darse en la preparación de observadores antes del uso clínico suelen explicarse durante la entrevista clínica y su evaluación
de la medida. Cualquier observador inducirá algún efecto de se explica en el capítulo 1.10.1. Sin embargo, los cuestiona-
reactividad, y este aspecto suele ser totalmente ignorado. Sin rios autoadministrados y los inventarios pueden complemen-
embargo, la introducción de los procedimientos de evalua- tar la entrevista clínica, y los problemas comportamentales es-
ción computarizados permite que muchas de las medidas, in- pecíficos pueden evaluarse con registros o inventarios com-
cluidas las comportamentales, puedan ser administradas de pletados por el observador. Woo y col. (9) describen un inte-
esta forma, y la prueba es que son bien aceptadas (7). resante abordaje de evaluación sintomática en la que se regis-
También hay otros factores prácticos que deben tenerse tran en vídeo las interacciones entre los pacientes (que cum-
en mente; así, es preferible utilizar medidas cortas a largas, y plían criterios diagnósticos para esquizofrenia, incluyendo las
la codificación de las categorías debe ser lo suficientemente familias de alta y baja «emoción expresada») y un miembro de
simple como para que pueda completarse rápidamente. Ade- la familia que había sido identificado por presentar signos
más, cuando se utiliza la observación continua, especialmen- subclínicos del trastorno.
te para comportamientos con alta frecuencia, el observador Generalmente, las escalas de evaluación cubren el com-
debe efectuar períodos de descanso regulares. Por último, el portamiento social general y funcional. Mientras muchas de
material debe estar escrito en un vocabulario lo suficiente- estas medidas abarcan un número relativamente limitado de
mente simple para que puedan realizar el test aquellos indi- áreas funcionales y se utilizan con subgrupos específicos de
viduos con el nivel educativo más bajo que pueda encontrar- clientes, otras medidas se diseñan para un uso amplio. Un
se el observador. ejemplo es el Registro de Comportamiento Funcional (Func-
tional Performance Record) (10), formado por 600 ítems, que
puede utilizarse en personas con discapacidades psiquiátricas
■ Focalización de los métodos de larga evolución, así como en aquellas con discapacidades
físicas y con alteraciones del aprendizaje. Está formado por
Normalmente, la evaluación se centra en el paciente pro- 27 contenidos distintos en los que se agrupan diferentes pre-
pio o derivado. Sin embargo, puede ser necesario centrarse guntas que permiten realizar una planificación dirigida a ob-
también en algún miembro de la familia (o en todos los jetivos muy detallada.
miembros de la familia) o en los cuidadores directos formales Las medidas comportamentales se usan especialmente en
o informales del paciente. Platt (8), por ejemplo, revisó cinco la evaluación de comportamientos alterados y extraños, en
escalas de evaluación que medían la carga familiar de la en- los que el paciente suele tener poca conciencia o conoci-
fermedad psiquiátrica, que se rellenaban a partir de una en- miento de la naturaleza o el grado de la alteración, y también
trevista con uno o más miembros de la familia, y determinó cuando el mantenimiento de estos comportamientos supone
la distinción entre la carga objetiva y la subjetiva, así como la un problema importante en el seguimiento del abordaje o
necesidad de que las escalas fueran psicométricamente ade- una barrera para su adaptación a la comunidad. Un ejemplo
cuadas. Otro ejemplo es la Entrevista Familiar de Camberwell de esta medida es el Inventario de Comportamiento Abe-
(Camberwell Family Interview), que combina una escala de eva- rrante (Aberrant Behavior Checklist) (11), que está formado por
luación basada en la entrevista y la evaluación de la observa- una escala de evaluación del comportamiento de 58 ítems
ción, y se centra en las reacciones de la familia hacia el pa- que completa el informante y su contenido cubre 5 subesca-
ciente. las: irritabilidad, agitación y llanto; retraimiento social y le-
Otro foco potencial es el ambiente del paciente. El rango targo; comportamiento estereotipado; hiperactividad e in-
de comportamientos que puede realizar el paciente está limi- cumplimiento; y habla inapropiada.
tado por la dimensión física o el área del entorno, por el ran- Las Escalas de Adaptación de Katz (Katz Adjustement Sca-
go de equipamientos disponibles, y por las reglas institucio- les) (12) son unos cuestionarios autoadministrados de amplia
nales del contexto (como las reglas que prohíben fumar). En utilización que abarcan el tipo de trabajo y ocupaciones dia-
un espacio pequeño o en un ambiente restrictivo quizás el rias, con escalas separadas que contestan el paciente y los fa-
paciente no pueda exhibir todas las habilidades que posee; en miliares. La escala del paciente está formada por 134 ítems
estas situaciones puede ser útil evaluar las características del que incluyen síntomas, adaptación social, actividades sociales
ámbito físico o social, por ejemplo observando todos los ma- esperadas, y realización y satisfacción con estas actividades
teriales disponibles en la sala de estar del hospital. Una me- (juntamente con la experiencia de malestar causada por los
dida de la restricción ambiental debe medir tanto las regula- síntomas). La escala para los familiares comprende 205 ítems
134 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

que abarcan las mismas áreas, pero únicamente evalúa la pre- (17) utilizaron diez medidas de evolución para la evaluación
sencia de síntomas sin hacer referencia al malestar. de la eficacia de un tratamiento para la fatiga crónica, con-
Un aspecto que está cobrando el interés es la calidad de cretamente tres medidas de alteraciones funcionales, dos me-
vida subjetiva de los pacientes, y debido a que es un aspecto didas de fatiga, dos cuestionarios o inventarios de malestar
multidimensional (que incluye factores físicos, económicos, psicológico y tres para otras variables que incluían un auto-
estéticos, etc.) a menudo se utiliza de forma inconexa. En los rregistro global de las afirmaciones sobre las atribuciones de
estudios psiquiátricos se ha utilizado mucho la Escala de Ca- la enfermedad. En la práctica clínica, deben seleccionarse las
lidad de Vida (American Quality-of-Life) propuesta por Leh- medidas múltiples en función de qué medida es más útil para
man (13), pero en los estudios ingleses cada vez se utiliza más cada una de las categorías comportamentales, teniendo en
la Escala de Lancashire (14). cuenta la carga total de la evaluación en cada individuo en
La mayoría de las medidas simplemente describen el fun- vista de sus restantes obligaciones clínicas, sin olvidar el tiem-
cionamiento actual del paciente, sin ofrecer un marco que po que se necesitará para analizar los resultados.
permita la traducción de las puntuaciones obtenidas en prio-
ridades clínicas para el tratamiento. La aproximación de las
«necesidades de evaluación» tiene en cuenta el punto de vis- ■ ¿Medidas estandarizadas
ta del paciente y del cuidador, así como la importancia rela-
tiva de los diferentes aspectos de la evaluación, y también la o individualizadas?
medida en que se han encontrado estas necesidades o si si-
guen sin encontrarse. Marshall y cols. (15) realizaron una ver- Existen muchas medidas estandarizadas, en especial cues-
sión de la Escala de Necesidades Cardinales (Cardinal Needs tionarios e inventarios, que cubren la mayoría de las áreas de
Schedule) para medir las necesidades de la atención psiquiátri- interés clínico. Sin embargo, el hecho de que una escala sea
ca y social en pacientes con trastornos psiquiátricos graves. utilizada no implica necesariamente que sea psicométrica-
Midieron 15 áreas de funcionamiento psiquiátrico y social mente apropiada (3, 18) o que el contenido que trate sea
(como los efectos secundarios de los fármacos y la habilidad apropiado a un determinado propósito clínico o de investi-
del paciente para gestionar su dinero), considerando tres cri- gación. Las escalas de evaluación pueden ser muy utilizadas,
terios: cooperación —los pacientes quieren que se les ayude— como la ampliamente establecida escala NOSIE publicada en
; malestar del cuidador, y gravedad. Las 15 áreas de funcio- 1965, aun cuando no sean las mejores técnicamente, pero el
namiento que identificaron (v. cuadro 2) son un resumen útil volumen de estudios publicados que las utilizan permite que
de las áreas más relevantes para la rehabilitación y el cuidado se realicen más comparaciones con otros estudios. Regier y
continuado de los adultos con enfermedades mentales graves. cols. (19) indicaron la necesidad de utilizar medidas estanda-
En muchas de estas áreas de la práctica psiquiátrica pue- rizadas tanto en la práctica clínica como en epidemiología,
de ser útil el uso de múltiples medidas, incluyendo algunas dadas las «desviaciones» o las «mutaciones» que pueden suce-
medidas comportamentales. Rutter (16), en una revisión de der incluso con las medidas diseñadas con más cuidado, y las
los cambios en psiquiatría infantil, puso especial atención en importantes consecuencias para la salud pública y la política
las medidas de detección contrastando la entrevista y los in- si no pueden estimarse las prevalencias de forma fiable.
ventarios estandarizados, y destaca que son necesarias medi- Una solución adecuada a este dilema es crear una medida
das múltiples que implican a diferentes informadores y que se totalmente nueva, asegurándose de que es mejor que sus pre-
repiten en el tiempo para reducir el error y minimizar el ses- decesoras, o mejorar sistemáticamente las propiedades de una
go del evaluador. Los estudios de investigación pueden utili- medida existente. Parkel y cols. (20) describen una modifica-
zar múltiples medidas complejas de evaluación que son irrea- ción del ampliamente utilizado Instrumento de Relación Pa-
lizables en la práctica clínica; así, por ejemplo, Deale y cols. rental (Parental Bonding Instrument) para incluir los abusos pa-
rentales, que habían sido omitidos en la versión inicial. Su ar-
tículo demuestra cómo modificar una medida inicial para me-
jorar la redacción de los ítems, y al mismo tiempo incorporar
material adicional para aumentar el valor de la medida. Una
Cuadro 2 solución inadecuada sería cambiar la medida con un fin de-
terminado («¡vandalización de una escala!») sin conocer los
Áreas de funcionamiento que cubre principios de la escala ni la construcción de los ítems, que
la Escala de Necesidades Cardinales dará como resultado una escala de la que conoceremos poco
o nada sobre su fiabilidad o validez.
Síntomas psicóticos Habilidades domésticas
Los métodos de observación directa pueden utilizarse de
Baja actividad Dinero y asuntos finan-
Efectos secundarios cieros forma estandarizada para un grupo de pacientes, pero deben
Peligrosidad u obstrucción Higiene y vestimenta proporcionar por sí mismos modificaciones flexibles. Así,
Síndromes orgánicos Transporte y comodidades puede escogerse la frecuencia de la observación y la duración
Enfermedades físicas Educación de los períodos de observación para que se adapten a los re-
Síntomas neuróticos Ocupación querimientos de la tarea. Los problemas más comunes en el
Fobia social Comunicación diseño o la modificación de las medidas comportamentales
son: escoger las categorías de codificación que abarquen to-
1.10.3.2. EVALUACIÓN COMPORTAMENTAL Y OBSERVACIONAL 135

dos los sucesos más probables y que se puntúen adecuada- 3. Andrews, G., Peters, L., and Teesson, M. (1994). The measurement of
mente; utilizar un lenguaje claro y sin ambigüedades, y utili- consumer outcome in mental health: a report to the National Mental Health
Information Strategy Committee. Clinical Research Unit for Anxiety
zar frecuencias exactas (como «dos veces al día» o «cada Disorder, Sydney, Australia.
hora») en vez de términos vagos como «con frecuencia» o «a 4. Bellack, A.S. and Hersen, M. (1988). Behavioral assessment. A practical
menudo». handbook (3rd edn). Pergamon Press, Oxford.
5. Wing, J.K., Curtis, R.H., and Beevor, A.S. (1996). HONOS: Health of
the Nation Outcome Scales. Royal College of Psychiatrists Research
Unit, London.
■ Resumen y conclusiones 6. Patel, V., Hope, T., Hall, J.N., and Fairburn, C.G. (1995). Three
methodological issues in the development of observer-rated behaviour
rating scales: experience from the development of the rating scale for
Las medidas de evaluación comportamental y observacio- aggressive behaviour in the elderly. International Journal of Methods in
nal constituyen un subgrupo de métodos clínicos útiles. El Psychiatric Research, 5, 21–7.
valor específico de los métodos de observación directa es que 7. French, C.C. and Beaumont, J.G. (1987). The reaction of psychiatric
tienen una elevada validez respecto al funcionamiento diario. patients to computerized assessment. British Journal of Clinical
Psychology, 26, 267–78.
El valor de los métodos de cuestionario y de los inventarios 8. Platt, S. (1985). Measuring the burden of psychiatric illness on the
es que pueden ser administrados por diversos evaluadores que family: an evaluation of some rating scales. Psychological Medicine, 15,
no tienen por qué ser profesionales cualificados de la salud 383–93.
mental, aunque debe tenerse en cuenta la necesidad de algu- 9. Woo, S.M., Goldstein, M.J., and Nuechterlein, K.H. (1997). Relatives’
expressed emotion and non-verbal signs of subclinical
na formación en los métodos de evaluación. Pueden presen- psychopathology in schizophrenic patients. British Journal of Psychiatry,
tarse en versiones muy cortas que cumplan las demandas mí- 170, 58–61.
nimas del evaluador, y producen altos niveles de cumpli- 10. Mulhall, D.J. (1986). The functional performance record—an
miento. En el momento en que pueden ser utilizadas por los observational procedure for use with disabled people. Behavioural
Psychotherapy, 14, 69–80.
pacientes, pueden ser herramientas que en sí mismas aumen- 11. Aman, M.G., Singh, N.N., and Stewart, A.W. (1985). The aberrant
ten el cumplimiento y den al paciente información directa behavior checklist: a behavior rating scale for the assessment of
sobre su estado actual. No obstante, su extrema simplicidad treatment effects. American Journal of Mental Deficiency, 89, 485–91.
puede enmascarar la necesidad de ser cuidadoso en su cons- 12. Katz, M.M. and Lyerly, S.B. (1963). Methods for measuring
adjustment and social behaviour in the community: I rationale,
trucción, y debe tenerse precaución en la interpretación de description, discriminative validity and scale development.
los datos derivados de su uso. Psychological Reports, 13, 503–35.
13. Lehman, A.F. (1988). A quality of life interview for the chronically
mentally ill. Evaluation and Program Planning, 11, 51–62.
Lecturas recomendadas 14. Oliver, J., Huxley, P., Bridges, K., and Mohamad, H. (1996). Quality
of life and mental health services. Routledge, London.
Andrews, G., Peters, L., and Teesson, M. (1994). The measurement of 15. Marshall, M., Hogg, L.I., Gath, D.H., and Lockwood, A. (1995). The
consumer outcome in mental health: a report to the National Mental Health Cardinal Needs Schedule—modified version of the MRC Needs for
Information Stratety Committee. Clinical Reseach Unit for Anxiety Care Assessment Schedule. Psychological Medicine, 25, 605–17.
Disorder, Sydney, Australia. 16. Rutter, M. (1997). Child psychiatric disorder: measures, causal
Bellack, A.S. and Hersen, M. (1998). Behavioral assessment. A practical mechanisms, and interventions. Archives of General Psychiatry, 54,
handbook (3rd edn). Pergamon Press, Oxford. 785–9.
17. Deale, A., Chalder, T., Marks, I., and Wessely, S. (1997). Cognitive
behaviour therapy for chronic fatigue syndrome: a randomized
controlled trial. American Journal of Psychiatry, 154, 408–14.
Bibliografía 18. Hall, J.N. (1980). Ward rating scales for long stay patients: a review.
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assessment: a conceptual and methodological reappraisal. Behaviour diagnostic criteria and assessment instruments for mental disorders.
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2. Farkas, M.D., O’Brien, W.F., Cohen, M.R., and Anthony, W.A. 20. Parker, G., Roussos, J., Hadzi-Pavlovic, D., Mitchell, P., Wilhelm, K.,
(1994). In Psychological assessment and treatment of persons with severe and Austin, M.-P. (1997). The development of a refined measure of
mental disorders (ed. J.R. Bedell), pp. 3–30. Taylor and Francis, dysfunctional parenting and assessment of its relevance in patients
Washington, DC. with affective disorders. Psychological Medicine, 27, 1193–203.
Clasificación
1.11 H. Dilling

■ Principios generales y definiciones ■ Objetivos del diagnóstico y la clasificación


Durante miles de años los seres humanos han intenta- Tanto en medicina como en psiquiatría, los diagnósticos
do comprender su mundo. El lenguaje les permitió deno- se emplean para recopilar experiencias sobre el tratamiento y
minar todos los objetos relacionados con sus vidas, inclu- el pronóstico. Idealmente, no deberían aplicarse tratamientos
yendo los alimentos y las enfermedades. En la antigüedad sin un diagnóstico previo. El diagnóstico, el tratamiento y el
ya se había planteado la cuestión de si las cosas son reales pronóstico pueden encontrarse más estandarizados en medi-
porque los seres humanos les dan un nombre o si la natu- cina que en psiquiatría, pero incluso cuando los diagnósticos
raleza existe independientemente de la existencia humana. son menos exactos, como los que se establecen con frecuen-
Cuestiones de este tipo pueden reactivarse en relación con cia en psiquiatría, son necesarios. El trabajo científico y prác-
discusiones modernas acerca de los diagnósticos psiquiátri- tico realizado en el ámbito clínico no puede darse a conocer
cos. Norman Sartorius manifestó que los diagnósticos y las sin un sistema de diagnósticos comparados. No se puede lle-
clasificaciones son un medio de ver el mundo (1). De he- var a cabo la investigación sin un medio para comparar gru-
cho, es difícil imaginar cómo se podría existir sin algún pos de pacientes. Los datos epidemiológicos acerca de los dis-
tipo de orden clasificatorio. Por tanto, la clasificación es un tintos diagnósticos pueden proporcionar datos para la plani-
orden sistemático del mundo para vencer estructuras y en- ficación de los servicios que serán necesarios en el futuro, y
tidades caóticas, y se corresponde con la estructura del pen- permitir a los gestores realizar los cálculos de costes y benefi-
samiento humano. cios. Estos distintos objetivos apuntan a diferentes tipos o
En medicina, diagnosticar significa describir una enfer- disposiciones de diagnósticos y clasificaciones de acuerdo con
medad según sus síntomas y la denominación de la dolencia una necesidad determinada.
descrita. Además de dar nombre a la enfermedad, diagnosti-
car también puede entenderse como el proceso de elabora-
ción de un diagnóstico. En medicina general se utilizan varios ■ Antecedentes históricos
términos: «trastorno» (disease) para describir una patología ob-
jetiva, «enfermedad» (illness) para la conciencia subjetiva de Los médicos de la antigüedad ya habían dado nombre a
malestar, e «indisposición» (sickness) para la pérdida de la ca- algunos trastornos psiquiátricos, como la depresión o la con-
pacidad de desempeñar actividades de la vida diaria. En psi- fusión, y diagnósticos del médico griego Galeno se utilizaron
quiatría, el término trastorno (disease) se utiliza con frecuencia hasta que se inventó una clasificación más sistemática en el
cuando la fisiopatología y, por consiguiente, la etiología de la siglo XVIII. En el capítulo 5 de Genera Morborum, publicado en
categoría diagnóstica todavía no se conoce. 1742, Carl von Linné menciona un grupo de trastornos psi-
Asignar a varios diagnósticos un orden determinado en quiátricos mayores que se complementa con trastornos men-
función de sus semejanzas y diferencias dentro de un sistema tales menores de naturaleza neurótica en otros capítulos (2).
siguiendo ciertos principios, implica la elaboración de una Sólo 30 años más tarde, William Cullen publicó su Synopsis
clasificación. Así, la clasificación puede entenderse como un Nosologiae Methodicae, en la que también describía trastornos
sistema de clases en el que todos los casos descritos encuen- psiquiátricos (3). En el esquema de Cullen los trastornos
tran un lugar. Sin embargo, también significa el trabajo de mentales formaban parte del amplio grupo de las neurosis, un
atribuir a las categorías diagnósticas el lugar que les corres- término que más delante se utilizaría de forma muy distinta.
ponde en el sistema. Estas reflexiones muestran claramente En la misma época, el filósofo alemán Immanuel Kant des-
que el diagnóstico y la clasificación están conectados y son cribió distintas formas de trastornos psiquiátricos en su Klei-
interdependientes. No hay clasificación sin diagnósticos, y ne Onomastik der Gebrechen des Kopfes, proporcionando una
cada diagnóstico necesita su lugar en una clasificación. descripción clásica del pensamiento delirante (4). Posterior-
Los tipos de clasificación utilizados pueden ser muy dis- mente Heinroth, en Leipzig, siendo el primer profesor uni-
tintos. La clasificación puede seguir un único principio (p. ej., versitario de psiquiatría, elaboró un complicado sistema de
el principio etiológico), puede ser puramente descriptiva, o clasificación de los trastornos psiquiátricos semejante al siste-
puede hacer converger varios principios. ma botánico desarrollado por von Linné. Estableció muchos
137
138 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

diagnósticos interesantes pero que no podían identificarse de francesa. Los psiquiatras franceses fueron especialmente reti-
forma fiable, ni sus descripciones eran replicables (5). En centes al concepto kraepelineano de esquizofrenia, a pesar de
Francia, Pinel (6) delimitó el campo del diagnóstico a un pe- que aceptaron el concepto de psicosis maníaco-depresiva, tal
queño número de diagnósticos psiquiátricos, como la manía vez porque algunos autores franceses (9, 18) ya habían utili-
con y sin ideas delirantes, la melancolía, la demencia y la zado conceptos similares. En Escandinavia defendían el con-
idiocia. Él y su discípulo Esquirol (7) tuvieron una fuerte in- cepto de psicosis psicógena (19), así como antiguos conceptos
fluencia internacional durante el siglo XIX, y muchos psiquia- del diagnóstico multidimensional (20). También debería
tras siguieron su sistema de clasificación. En 1845, Wilhelm mencionarse la particular clasificación de psicosis de Wernic-
Griesinger publicó su manual (8), en el cual afirmaba que las ke, Kleist y Leonhard, adoptada en Alemania (21). Estos au-
psicosis eran un trastorno único, aunque distinguía distintos tores afirmaban que, a partir de la descripción fenomenológi-
estados y diferentes manifestaciones clínicas. De este modo, ca de las psicosis, era posible dar un pronóstico correcto que
en los siglos XVIII y XIX hubo numerosas y variadas aproxima- incluyera la carga genética.
ciones a la clasificación, que surgieron desde distintos ámbi- Fuera de Europa, por ejemplo en Asia, algunos elementos
tos y enfocaron distintos aspectos. tradicionales estaban relacionados con conceptos europeos.
En 1854, Falret (9) describió la folie circulaire, que era esen- En Japón, el pensamiento diagnóstico tradicional se abando-
cialmente el trastorno bipolar moderno, teniendo en cuenta nó después de la reforma meijí en 1868 y se aceptó la in-
el curso de la enfermedad. La importancia del curso del tras- fluencia europea (22). El sistema kraepeliniano influyó du-
torno fue destacada por Kahlbaum (10) en 1863. Emil Krae- rante mucho tiempo en Tokio y en otros lugares. Hoy día, la
pelin puede considerarse el nosologista más importante a fi- CIE-10 y el DSM se utilizan ampliamente en Japón. En Chi-
nales del siglo XIX y principios del XX. Describió los síntomas na se intentaron introducir aspectos modernos de diagnóstico
y el curso de los trastornos mentales y estableció tipos de al- en la Clasificación China de Trastornos Mentales, mientras
teraciones, proponiendo, en consecuencia, dos categorías de aún conservaban determinados elementos tradicionales (23).
trastornos psicóticos dominantes —la demencia precoz y el Tradicionalmente el diagnóstico de neurastenia se emplea
trastorno maníaco-depresivo— además de otros descritos en con frecuencia; esta categoría no se halla en el DSM-IV pero
su famoso libro (11). A pesar de que su perspectiva obtuvo aparece en la CIE-10, la cual ofrece una amplia visión inter-
reconocimiento mundial, Kraepelin tropezó con alguna opo- nacional.
sición; por ejemplo Alfred Hoche (12) pedía un sistema al- Para construir una clasificación que pueda ser utilizada en
ternativo de síndromes, rechazando la concepción nosológica todo el mundo, debe recordarse que muchos trastornos como
kraepeliniana. la anorexia, los trastornos de ansiedad, las desviaciones se-
La postura defendida por Eugen Bleuler (13) puede des- xuales y el trastorno límite de la personalidad, que son fre-
cribirse como intermedia entre la nosológica de Kraepelin y cuentes en Occidente, no son importantes en muchos países
la sindrómica de Hoche. Bleuler no estaba convencido de en vías de desarrollo, donde son más frecuentes los episodios
que sólo hubiera una entidad mórbida denominada dementia psicóticos agudos, los fenómenos histéricos y los trastornos
praecox o, como él la denominó, esquizofrenia; por éste mo- de somatización (24). El dualismo entre cuerpo y mente que
tivo prefirió referirse al «grupo de las esquizofrenias». domina la psiquiatría occidental se desconoce en muchos sis-
En Alemania, autores cuyo pensamiento estaba domina- temas tradicionales. En consecuencia, hay diferencias funda-
do por una visión biologicista de la nosología elaboraron el mentales entre la medicina ayurvédica (brahmánica) de la In-
esquema de diagnóstico neuropsiquiátrico de Würzburg (14), dia o la curación tradicional en Nigeria, por ejemplo, y la me-
que fue utilizado hasta que se introdujo la CIE-8 en la déca- dicina occidental moderna. No obstante, la CIE-10 satisface
da de 1960. Se trataba de una clasificación bastante simplista varias necesidades relacionadas con la psiquiatría en el Tercer
que no diferenciaba los estados neurológicos de los psiquiá- Mundo (24).
tricos, sin entrar siquiera en los trastornos psicógenos.

■ Desarrollo de las clasificaciones


■ Clasificaciones nacionales modernas
A pesar de que se han desarrollado muchas clasificaciones En las décadas de 1960 y 1970, el diagnóstico y la clasifi-
nacionales durante el siglo XX, no diferían esencialmente de cación fueron criticados por la antipsiquiatría y el psicoanáli-
las que surgieron en Europa Central. Es imposible describir o sis. Muchos psicoterapeutas sostenían que el diagnóstico y la
incluso enumerar las numerosas clasificaciones utilizadas en clasificación se desviaban de la comprensión de los proble-
distintos países; y además, sólo algunas son interesantes (15). mas de la persona como individuo, y que las categorías diag-
En Francia y Escandinavia, el concepto kraepelineano de nóstica no contaban con suficiente precisión. Por otra parte,
psicosis fue aceptado sólo en parte. Magnan y Serieux (16) muchos psiquiatras, en especial los que trabajaban en el cam-
desarrollaron una clasificación (17) que permaneció restringi- po de la investigación psicofarmacológica, creían que era ne-
da a la psiquiatría francófona. Algunas alteraciones, como los cesario un sistema sólido de diagnóstico y clasificación
estados delirantes agudos y crónicos (bouffées délirantes y délires (25, 26). En Estados Unidos, como reacción a la psiquiatría
chroniques), estaban reconocidas en Francia pero no se com- psicodinámica dominante surgió el denominado «neokraepe-
prendían realmente más allá de los límites de la psiquiatría linismo», que volvía a prestar atención al diagnóstico y la no-
1.11. CLASIFICACIÓN 139

sología de Kraepelin. Se desarrollaron los criterios Feighner determinados criterios (p. ej., síntomas psicopatológicos) son
(Feighner criteria) (28) y posteriormente los Criterios Diagnósti- obligatorios, mientras otros son opcionales para la constitu-
cos de Investigación (CDI) (Research Diagnostic Criteria, RDC) ción de un diagnóstico. Hay ciertos síntomas «característicos»
(29) con fines científicos, siendo los precursores especializados adecuados al diagnóstico, como el síntoma de depresión que
de clasificaciones posteriores, de las cuales el DSM-III (30) de- puede encontrarse en muchos trastornos distintos, y hay sín-
bería considerarse el primero de los grandes sistemas. tomas «distintivos», como la idea delirante de que los pensa-
La larga historia del desarrollo de la clasificación en psi- mientos son insertados en la mente, lo cual puede ser de poca
quiatría empieza con los esquemas de diagnóstico de unos importancia para el paciente pero es importante para el diag-
cuantos psiquiatras célebres y culmina hoy en un consenso nóstico, puesto que no aparece en otro trastorno. Aparte de
entre numerosos expertos nacionales e internacionales (31), los síntomas característicos y distintivos, puede haber una je-
describiendo el camino hacia la versión actual de la Clasifi- rarquía de síntomas, por orden de importancia (p. ej., la de-
cación Internacional de Enfermedades (CIE-10) (International presión por encima de la ansiedad, las alucinaciones auditivas
Classification of Diseases) y del sistema nacional americano de por encima de la depresión, etc.). Además, hay que tener en
clasificación en psiquiatría, la versión vigente del Manual cuenta los criterios de inclusión y exclusión, puesto que las
Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 4.a edi- categorías diagnósticas deben ser mutuamente excluyentes,
ción (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, sin solapamientos en lo esencial.
DSM-IV) (32) (estas clasificaciones se reproducen al final del Tradicionalmente, los psiquiatras han estado acostumbra-
capítulo). Esto significa que sólo sobrevivirán una o dos cla- dos a los diagnósticos tipológicos que, pese a utilizar sínto-
sificaciones útiles. Sin embargo, es de esperar que se manten- mas característicos, se basaban esencialmente en los casos tí-
gan ciertas tendencias diagnósticas y clasificatorias o diferen- picos. De este modo, el diagnóstico se realizaba de acuerdo
cias determinadas geográficamente en algunos trastornos con- con la máxima similitud al compararlo con un caso típico (el
cretos. prototipo o el caso principal). Había una considerable liber-
La primera Clasificación Internacional de Enfermedades, tad con respecto a los casos comparables que podían ser diag-
en 1855, se interesó por la nomenclatura de las causas de nosticados por el clínico según el caso típico que hubiese in-
muerte (33). Después de muchas revisiones esta lista fue teriorizado.
adoptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Por eso el diagnóstico tipológico y operativo toma dife-
1948, y se elaboró la denominada Sexta Revisión de la Clasi- rentes vías diagnósticas: el diagnóstico tipológico empieza
ficación Estadística Internacional de Enfermedades y Causas con el caso típico, mientras que el operacional empieza con
de Muerte (CIE-6) (Sixth Revision of the International Statistical los síntomas y síndromes sin tener en cuenta la etiología.
Classification of Disease, Injuries and Causes of Death) (34). Has- Puesto que en el diagnóstico operacional no se persigue nin-
ta la octava versión de la CIE (35) no fue aceptada por los guna entidad nosológica, se diagnostican «trastornos», no «en-
psiquiatras de muchos países. En esta edición se publicó por fermedades».
primera vez un glosario. Esta breve descripción de los tras- Los sistemas categoriales a menudo implican una utiliza-
tornos, que se basaba principalmente en el punto de vista bri- ción jerárquica de los diagnósticos: las «enfermedades» orgá-
tánico, fue elaborada por un grupo de trabajo presidido por nicas están situadas a la cabeza, seguidas por los «trastornos»
Sir Aubrey Lewis. Aproximadamente 10 años más tarde se psicóticos, y la jerarquía termina con los «trastornos» neuró-
presentó la novena revisión (36), con sólo algunos cambios ticos. Para evitar este tipo de jerarquía en la clasificación, se
de poca importancia. introdujo el principio de comorbilidad. La comorbilidad
La ausencia del diagnóstico multiaxial, las dificultades para otorga el mismo peso a los diagnósticos, con el trastorno pre-
clasificar las depresiones y otros trastornos afectivos, los pro- dominante en ese momento ocupando el primer lugar.
blemas para diagnosticar trastornos sexuales, y especialmente Los trastornos en una clasificación categorial forman en-
las insuficientes descripciones de los trastornos, que a su vez tidades discretas, mientras que los diagnósticos dimensionales
causaban una baja fiabilidad, llevaron a los psiquiatras ameri- no utilizan entidades discretas y no están claramente diferen-
canos a construir un sistema completamente nuevo de clasifi- ciados de la normalidad o de otros trastornos. El diagnóstico
cación, que difería radicalmente del sistema propuesto por la dimensional es ampliamente utilizado en psicología clínica y
OMS, en la Tercer Revisión del Manual Diagnóstico y Esta- hasta cierto punto en la descripción de los trastornos de per-
dístico de los Trastornos Mentales (Third Revision of the Diag- sonalidad.
nostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM-III) (30).

■ Desarrollo de la CIE-10
■ Diagnóstico operacional
La sección psiquiátrica de la CIE-10 se elaboró en varias
El sistema clasificatorio del DSM-III se caracteriza por el conferencias bajo la presidencia de Norman Sartorius. Des-
diagnóstico operacional. Esto significa que las enfermedades pués de un encuentro de los representantes y consultores de
están descritas de acuerdo con su fenomenología e indepen- la OMS, junto con los representantes de la American Drug
dientemente de su etiología (el denominado abordaje ateóri- and Mental Health Administration en Copenhague, en
co), utilizando criterios típicos que incluyen la gravedad y du- 1982, tuvieron lugar varias reuniones (p. ej., en Yakarta y en
ración de los síntomas. Siguiendo un diagnóstico algorítmico, Alemania en 1984) en las que se planteó una clasificación
140 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

psiquiátrica provisional. El primer borrador del capítulo psi- o sexto dígito. Utilizando códigos de otros capítulos de la
quiátrico (capítulo V [F]) se escribió en inglés y fue distri- CIE-10, como el X, el Y y el Z, se pueden codificar circuns-
buido por la World Psychiatric Association a las sociedades tancias adicionales (p. ej., suicidio) o síntomas especiales
nacionales de psiquiatría para recibir comentarios y críticas. (p. ej., náuseas), así como factores psicosociales. La comorbi-
Nueve años más tarde se publicaron las Descripciones Clí- lidad somática se codifica desde los capítulos relacionados,
nicas y Normas Diagnósticas (Clinical Descriptions and Diag- por ejemplo afecciones de los oídos, la nariz y la garganta del
nostic Guidelines) (37). Siguiendo el texto original en inglés, capítulo VIII encabezado por la letra H (p. ej., acúfenos
las guías fueron traducidas a muchas otras lenguas, inclui- H93.1) o enfermedades del sistema gastrointestinal del capí-
das árabe, chino, francés, alemán y español; en 1995 esta- tulo XI encabezado por la letra K (p. ej., gastritis alcohólica
ban disponibles en 19 idiomas. Muchas de las traducciones K29.2). Las especiales dificultades con que se tropieza el diag-
y de los estudios comparativos fueron realizados por los nóstico de los trastornos psiquiátricos llevaron a la OMS a in-
Field Trial Coordinating Centres, posteriormente llamados cluir definiciones breves a las condiciones de inclusión y ex-
WHO Reference and Training Centres in Classification, clusión para todos los trastornos psiquiátricos del capítulo V
Diagnosis and Assessment of Mental and Behavioural Di- (F). En el resto de los capítulos, los diagnósticos se nombran
sorders. Estos centros también fueron útiles para facilitar la sin explicación adicional.
introducción de la CIE-10 en los respectivos países o regio-
nes lingüísticas.
La familia de documentos relacionados
con el capítulo V (F)
Objetivos de la CIE-10, capítulo V (F)
El capítulo V de la CIE-10 no es sólo un catálogo de tras-
La clasificación debe de ser empleada por todo el mun- tornos con fines estadísticos, sino que también es un manual
do, y para ello debería ser aceptable para una gran variedad clínico, un libro de texto de diagnósticos, y un instrumento
de usuarios en diferentes culturas, ser práctica, claramente de investigación para los usuarios. Por consiguiente fue nece-
comprensible, y fácil de traducir a otros idiomas. De ser po- sario elaborar varios textos que sirvieran a los diversos pro-
sible debería de servir como referencia para clasificaciones pósitos: la denominada «familia de documentos» (38).
nacionales y de otro tipo. Basada en principios operaciona- El Glosario Breve de la CIE-10, capítulo V (F) (Short Glossary
les, debería de ser versátil y permitir diferentes versiones of ICD-10, Chapter V [F]) es una parte de la obra elemental co-
para distintos usuarios y diferentes propósitos, por ejemplo nocida como Clasificación Internacional de Enfermedades y
una versión flexible para los usuarios clínicos y una versión Problemas Relacionados con la Salud (39). El glosario breve
más precisa para los investigadores. Finalmente, debería de es parte del primero de tres volúmenes, la clasificación siste-
contribuir a la educación y formación continuada en psi- mática general, y ofrece definiciones breves que son muy úti-
quiatría (38). les no sólo para el personal médico sino también para los es-
tadistas, los gestores y otras personas que no pertenecen a la
profesión médica.
Estructura y utilización de la CIE-10, capítulo V (F) Las Descripciones Clínicas y Normas Diagnósticas (Clinical
Descriptions and Diagnostic Guidelines, CDDG version), el deno-
La clasificación psiquiátrica es parte de la clasificación minado Libro Azul, fueron desarrolladas primero y pueden
médica general (39). Las versiones anteriores (CIE-8 y CIE- considerarse como la parte central de la clasificación psiquiá-
9) incluían un máximo de sólo 300 diagnósticos. El uso de trica (37) destinada al uso de psiquiatras clínicos en su prácti-
un sistema alfanumérico abierto hace posible ampliar la ca diaria. Una amplia descripción de cada diagnóstico se si-
CIE-10 en comparación con la CIE-9, de modo que posee gue de criterios para el diagnóstico, junto con condiciones de
un alcance considerablemente mayor, que permite el diag- inclusión y exclusión.
nóstico en todas las especialidades médicas. Hay 21 capítu- Los Criterios Diagnósticos para la Investigación (Diagnostic
los, cada uno designado con un número romano. Los tras- Criteria for Research), el denominado Libro Verde, fueron des-
tornos psiquiátricos están incluidos en el capítulo V, que arrollados para un uso científico (40). Se ofrecen varios de los
también se identifica con la letra F, seguida de números ará- criterios más restrictivos para cada trastorno, para facilitar la
bigos, el denominado segundo dígito para el grupo diagnós- selección de grupos de sujetos cuyos síntomas sean similares.
tico principal y el tercer dígito para los grupos más específi- Los criterios de investigación deberían utilizarse junto con las
cos. De este modo, el uso de tres dígitos permite una alter- pautas diagnósticas. En comparación con el Libro Azul, los
nativa de 100 posibilidades diagnósticas. Si proseguimos criterios de síntomas están definidos con mayor claridad, los
con un cuarto dígito, están disponibles 1.000 posibles diag- criterios temporales son más estrictos, y los criterios de inclu-
nósticos, de los cuales se utilizan alrededor de una tercera sión y exclusión son más precisos. De este modo se excluyen
parte en la actualidad. Este sistema permitirá añadir un nue- muchos casos poco claros que son inadecuados para la inves-
vo dígito en el futuro sin tener que cambiar partes funda- tigación. Sin embargo, a pesar de su título, este libro también
mentales de la clasificación. lo utilizan los que realizan el diagnóstico en la práctica clíni-
Además, es posible codificar el curso o los rasgos caracte- ca. Su combinación con el Glosario Breve, publicados como
rísticos de un trastorno mediante la utilización de un quinto Guía de Bolsillo (41), resulta útil.
1.11. CLASIFICACIÓN 141

La versión multiaxial de la clasificación de los trastornos Otros textos de la familia de documentos


mentales de la CIE-10 permite evaluar diferentes aspectos de
la salud del paciente y su situación social. Se han hecho va- Se facilitan tablas de correlaciones (cross-walks) para la
rios intentos de ampliar la perspectiva diagnóstica conside- correcta comparación de las categorías diagnósticas en la
rando aspectos adicionales, como el diagnóstico multidimen- CIE-8, la CIE-9 y la CIE-10. A pesar de sus diagnósticos si-
sional de Kretschmer (42) o, mucho después, el sistema mul- milares, existe una diferencia fundamental entre la CIE-
tiaxial de Essen-Möller (43), quien propuso codificar el cua- 8/CIE-9 y la CIE-10: en la más reciente, se utilizan los diag-
dro clínico y la etiología en ejes diferentes. Introducido por nósticos operacionales. Sin embargo, la comparabilidad tiene
Rutter y cols. (44), el diagnóstico multiaxial se ha utilizado que asegurarse en la recogida de datos estadísticos. Esto no es
durante muchos años en psiquiatría infantil y juvenil. Inclu- difícil para trastornos como la esquizofrenia catatónica o la
ye síndromes clínicos, problemas de desarrollo, inteligencia, neurosis obsesivo-compulsiva, pero es difícil traducir el diag-
trastornos somáticos y problemas psicosociales. En psiquiatría nóstico CIE-9 de depresión neurótica (300.4) a un diagnósti-
del adulto se han llevado a cabo numerosos esfuerzos para co CIE-10. Normalmente se escoge la distimia (F34.1), pero
iniciar un sistema multiaxial. Algunos de ellos están asociados otros diagnósticos pueden ser igualmente apropiados. Otro
con el sistema multiaxial de la CIE-10, que fue desarrollado problema es identificar qué diagnóstico CIE-8/CIE-9 corres-
independientemente, después de que se concluyera la parte ponde a los diagnósticos tan comunes actualmente como el
principal de la clasificación. trastorno de angustia o pánico y el trastorno de somatización.
En buena medida la versión multiaxial de la CIE-10 es Por eso las tablas de correlaciones confeccionadas por la
comparable con la del DSM-IV. Sin embargo, en el DSM-IV, OMS no son una traducción automática del sistema antiguo
el eje I es para el trastorno psiquiátrico, el eje II para el tras- al nuevo, sino que proporcionan sólo una ayuda y pautas de
torno de personalidad y el retraso mental, y el eje III para en- actuación. Hay que destacar que un cambio de un sistema de
fermedades médicas generales. En la CIE-10, el eje I incluye diagnóstico a otro sólo es posible sobre la base de un pacien-
los tres grupos. Por consiguiente, los trastornos psiquiátricos te determinado.
(F1-F5), los trastornos de personalidad (F6) y el retraso men- La OMS ha elaborado un léxico para la psicopatología y
tal (F7), así como los capítulos sobre comorbilidad somática, otros términos de la CIE-9, la CIE-10 y la psiquiatría trans-
utilizan todos un solo eje. cultural.
El eje II de la CIE-10 es para la discapacidad. Para facili- Se ha desarrollado un libro de casos que proporciona
tar su uso, la OMS desarrolló un instrumento, la Escala Bre- ejemplos de la aplicación de los criterios diagnósticos para el
ve de Evaluación de la Discapacidad (WHO Disability Assess- médico, y como ayuda en los seminarios de diagnóstico. El
ment Schedule, WHO-DAS-S), que ayuda a describir y evaluar libro en inglés contiene 100 casos, cada uno bien descrito y
las consecuencias de los trastornos del eje I (45). El eje II co- estructurado, recorriendo sistemáticamente la totalidad del
rresponde al ampliamente utilizado eje V del DSM-IV, la Es- capítulo F (Üstün y cols., 1986) (49). El libro en alemán (50)
cala de Evaluación Global de la Actividad (Global Assessment contiene historias de casos, cuyo estilo difiere dependiendo
of Functioning Scales, GAF). En relación con el eje de discapa- del autor.
cidad debería mencionarse la Clasificación Internacional de La OMS también elaboró material de entrenamiento
Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (International Clas- para lecturas preliminares y seminarios de diagnóstico, que
sification of Impairments, Disabilities and Handicaps, ICIDH) incluye soporte visual. Este material clarifica muchos aspectos
(46), creada por la OMS para la medicina de rehabilitación, de la CIE-10; el soporte visual ha sido traducido a otras len-
de la cual la psiquiatría es sólo una parte. En junio de 2001 guas.
se publicó una nueva versión de esta clasificación (ICIDH-II) La disponibilidad del procesamiento electrónico de datos
en estudios de campo (47). Utiliza un abordaje más positivo, y el desarrollo de diagnósticos operacionales ha llevado a una
sustituyendo las discapacidades por actividades y las minus- CIE-10 tutorial como hipertexto para ser utilizado a modo
valías por participación. de ayuda rápida en las demostraciones y las discusiones sobre
El eje III de la CIE-10 abarca los problemas psicosociales diagnósticos (51).
y de otro tipo y se corresponde con el eje IV del DSM-IV Otro avance ha supuesto el uso del diagnóstico infor-
(problemas psicosociales y ambientales). matizado, que puede generarse desde los programas de algo-
La versión de la clasificación de trastornos mentales de la ritmos de decisión lógica o desde modelos estadísticos. Ejem-
CIE-10 para atención primaria (48) fue elaborada debido a la plos de programas de algoritmos de decisiones diagnósticas
gran importancia de los trastornos psiquiátricos en la práctica son DIAGNO (52) y CATEGO (53), y los programas para el
general, por ejemplo la elevada prevalencia de depresiones, tras- SCAN (54) y el SIDI (55).
tornos de ansiedad y dependencia del alcohol y las drogas psi-
cotropas (48). Contiene 24 síndromes, incluyendo la demencia,
el delirio, la depresión, etc. Cada trastorno se entiende en un Diagnósticos psicodinámicos operacionales
sentido más global y no subdividido, y las descripciones son
más sencillas que las que aparecen en la clasificación principal. La CIE-10 es un sistema abierto, lo que significa que los
Para cada síndrome se proporciona una ficha que contiene sín- sistemas nacionales o tradicionales pueden encajar o coexis-
tomas, criterios diagnósticos, diagnóstico diferencial y asesora- tir con él, y es posible añadir anexos o textos complementa-
miento sobre el tratamiento del paciente y su familia. rios a la clasificación básica o indicar las variaciones. Un
142 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

ejemplo de un texto complementario podría ser el diagnósti- Características de los apartados del capítulo V (F)
co psicodinámico operacional, desarrollado por un grupo
alemán que incluía psicoterapeutas y psiquiatras analíticos
(Arbeitskreis OPD, 1996) (56). Se creía que determinados F0 Trastornos mentales orgánicos, incluidos
ejes que podían ser importantes para el diagnóstico y la tera- los sintomáticos
pia estaban ausentes en los textos de la CIE-10. Por ello, al En este apartado se agrupan trastornos de etiología orgá-
igual que en un diagnóstico CIE-10 según el capítulo V (F), nica, con independencia de si presentan síntomas psicóticos
se tiene en cuenta la experiencia subjetiva del trastorno, las o no psicóticos. Sin embargo, la utilización del término «or-
condiciones de tratamiento, las relaciones y los conflictos gánico» no implica que las enfermedades de otras partes de la
con los demás, y la estructura de personalidad. El sistema, clasificación no sean orgánicas en el sentido de no tener sus-
que requiere una clasificación, puede ser importante en mu- trato cerebral. La demencia puede incluir casos irreversibles y
chos aspectos de la psicoterapia, como las decisiones acerca reversibles, y este término se ha extendido de la misma ma-
de la conveniencia del tratamiento y la evaluación del pro- nera al DSM-IV, aunque uno de los criterios es la duración
greso y el resultado. de al menos 6 meses. El diagnóstico de delirio es menos es-
pecífico que el utilizado anteriormente; por ejemplo, las alte-
raciones de la percepción sensorial, como las alucinaciones
Estructura del capítulo V (F) y sus apartados visuales, ya no son obligatorias.

A primera vista, la estructura de la CIE-10, capítulo V


(F), es como la de la CIE-8 o la CIE-9. La clasificación em- F1 Trastornos mentales y del comportamiento
pieza con los «trastornos orgánicos», seguidos por los tras- debidos al consumo de sustancias psicotropas
tornos debidos al consumo de sustancias psicotropas. La si- Un avance con respecto a la CIE-9 es la recopilación de
guiente sección contiene la esquizofrenia y otros trastornos todos los trastornos mentales y del comportamiento debidos
psicóticos. A ésta le siguen los trastornos afectivos y des- al consumo de sustancias psicotropas en un único apartado.
pués los trastornos neuróticos y de la personalidad. El ca- El tercer dígito indica qué sustancia o tipo de sustancias
pítulo termina con el retraso mental y los trastornos de la (p. ej., en F10 el alcohol) es responsable del trastorno, que se
infancia y la adolescencia. Un examen más próximo revela codifica como un cuarto dígito (p. ej., F10.3 Síndrome de
que el principio dualista tradicional —psicosis en una mano abstinencia del alcohol) o un quinto dígito (p. ej., F10.31 Sín-
(en la CIE-9: códigos 290-299) y neurosis en la otra (en la drome de abstinencia del alcohol con convulsiones). Es posi-
CIE-9: códigos 300-310)— ha sido abandonado. Los térmi- ble diferenciar la intoxicación aguda, el consumo perjudicial,
nos diagnósticos utilizados suponen un abordaje descripti- el síndrome de dependencia, el síndrome de abstinencia con
vo más fenomenológico. Según los autores de la CIE-10, el o sin delirio, diversos trastornos psicóticos, el síndrome am-
mismo trastorno psiquiátrico puede presentar tanto sínto- nésico y otros trastornos. De este modo se puede describir las
mas psicóticos como no psicóticos. «Psicótico» se define alteraciones psicopatológicas y relacionarlas con el tipo de
como la manifestación de síntomas productivos. El térmi- sustancia dominante.
no «neurosis» no apareció en los primeros borradores de
CIE-10 porque se utilizaba en sentidos distintos y contra-
dictorios y, supuestamente, está basado en las teorías de los F2 Esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos
procesos intrapsíquicos, y muchos de los expertos de la de ideas delirantes
OMS consideraron que éstas no eran aceptadas de forma Este apartado incluye la esquizofrenia, trastornos psicóti-
general. Sin embargo, después de protestas y objeciones por cos agudos, trastornos esquizoafectivos, trastornos de ideas
parte de muchos clínicos en todo el mundo, se concluyó delirantes y trastornos esquizotípicos. Antes de poder diag-
que «psicótico» y «neurótico» debían utilizarse, aunque úni- nosticar la esquizofrenia, tienen que haberse observado los
camente como términos descriptivos y no como entidad síntomas durante al menos 1 mes, a diferencia del DSM-IV,
diagnóstica. Así, el término de «trastorno neurótico» man- donde los síntomas deberían observarse durante 6 meses an-
tiene el uso tradicional de la palabra pero no implica una tes de emplear este diagnóstico, aunque sólo se exige 1 mes
teoría etiológica. de síntomas psicóticos floridos. Se tiene un cuidado especial
Los subapartados están dispuestos en un orden jerárqui- con la descripción de los episodios psicóticos breves, puesto
co, lo que significa que las descripciones de las entidades que los trastornos psicóticos agudos y transitorios son de es-
diagnósticas principales también son válidas para las siguien- pecial importancia en los países en vías de desarrollo, donde
tes categorías de tres y cuatro dígitos. se observan bastante a menudo psicosis agudas breves con
Aparte de algunas excepciones, en el capítulo V (F) se em- buen pronóstico.
plea el término de trastorno mental en lugar de enfermedad
mental para acentuar la naturaleza descriptiva provisional y
ateórica de la clasificación. No obstante, los hallazgos etioló-
F3 Trastornos del humor (afectivos)
gicos se tienen en cuenta en algunos apartados, como la etio- Todos los trastornos afectivos son recogidos en este apar-
logía orgánica en F0, las sustancias psicotropas en F1 y el es- tado, el cual representa un cambio considerable en compara-
trés en F4. ción con la CIE-9. Los trastornos anteriormente conocidos
1.11. CLASIFICACIÓN 143

como depresiones endógenas y neuróticas se codifican aquí, aparece un trastorno equivalente en F3 como ciclotimia. Asi-
y se ha abandonado la diferenciación entre estas categorías. mismo, el trastorno esquizotípico se podría haber asignado a
La categoría de la CIE-9 de depresión neurótica (300.4) ya no este apartado, pero aparece en F2 (como F21). Como en el
se encuentra en la CIE-10. Ahora la mayoría de los casos se DSM-IV, el trastorno de inestabilidad emocional de la perso-
codifican como distimia (F34), aunque no hay una regla fija. nalidad se encuentra en este capítulo, donde se subdivide en
Los episodios maníacos únicos se codifican como F30, mien- un tipo impulsivo (F60.30) y en un tipo límite (F60.31). Una
tras que los episodios maníacos recurrentes se codifican como categoría nueva es el trastorno facticio, la producción inten-
trastorno bipolar (F31), sin tener en cuenta si ha habido un cionada o fingimiento de síntomas o invalideces somáticas o
episodio depresivo previo o no. Con frecuencia surge una di- psicológicas, ya sean físicos o psicológicos (F68.1). Si se de-
ficultad práctica relacionada con la diferenciación entre epi- sea, el trastorno narcisista de la personalidad y el trastorno pa-
sodios depresivos leves, moderados y graves debido al núme- sivo-agresivo de la personalidad se pueden codificar utilizan-
ro de síntomas. La estructura de este capítulo se parece a la do los criterios del Anexo 1 de los Criterios Diagnósticos de
del DSM-IV, pero por desgracia la gravedad del trastorno de- Investigación.
presivo se establece con criterios ligeramente distintos. Un aspecto importante de este capítulo es la inclusión de
transformaciones persistentes de la personalidad tras expe-
riencia catastrófica (F62.0) o tras una enfermedad psiquiátrica
F4 Trastornos neuróticos, secundarios a situaciones
(F62.1). Las transformaciones de la personalidad tras expe-
estresantes y somatomorfos riencias en campos de concentración o torturas se codifican
Los trastornos de este capítulo se dividen en un gran nú- bajo el primero de ellos.
mero de categorías. Por ejemplo, los trastornos disociativos
están divididos en siete subcategorías, algunas de las cuales re-
Apartados restantes
presentan trastornos bastante raros. El término histeria ya no
se utiliza y, desafortunadamente, no hay distinción entre con- F7 Retraso mental, F8 Trastornos del desarrollo psicoló-
versión y disociación como en el DSM-IV. En este apartado gico y F9 Trastornos del comportamiento y de las emociones
se enumeran las reacciones a estrés grave y trastornos de adap- de comienzo habitual en la infancia y adolescencia se utilizan
tación en función de criterios de tiempo y gravedad. En este principalmente en psiquiatría infantil y juvenil.
caso se acepta generalmente como causa el estrés mental o
acontecimientos vitales especiales. Un nuevo grupo de tras-
tornos en esta clasificación son los somatomorfos, que son de Investigación empírica relacionada con la CIE-10
especial importancia en los países en vías de desarrollo. El tér-
mino tradicional de neurastenia todavía se mantiene para una La clasificación en el capítulo V (F) está basada en la ex-
categoría especial, en contraste con el DSM-IV. periencia clínica práctica de muchos investigadores de todo el
mundo, pero la bondad de ajuste, la fiabilidad y la validez tie-
nen que ser probadas. Por eso, la División de Salud Mental
F5 Trastornos del comportamiento asociados
de la OMS inició varios estudios de campo multicéntricos
a disfunciones fisiológicas y a factores somáticos sobre la clasificación, diagnóstico y evaluación de los trastor-
Este apartado engloba trastornos del comportamiento nos mentales y del comportamiento, que fueron llevados a
alimentario, trastornos no orgánicos del sueño, disfunción cabo por los centros de referencia y formación de la OMS.
sexual no orgánica, trastornos mentales y del comportamien- Diez centros ubicados en China, Dinamarca, Egipto, Alema-
to en el puerperio y abuso de sustancias que no producen nia, India, Japón, Luxemburgo, España, Reino Unido y Esta-
dependencia. En la CIE-9 todos los trastornos sexuales se en- dos Unidos tomaron parte para que hubiera una amplia va-
cuentran en un apartado, pero en la CIE-10 sólo los trastor- riedad de idiomas y áreas geográficas. Se han publicado varios
nos por disfunción sexual están en F5; los trastornos de la artículos describiendo estos estudios (57, 58).
identidad y la inclinación sexual se han asignado a dos sec- Los primeros grandes estudios fueron de los de las Des-
ciones diferentes del capítulo F6 de trastornos de la persona- cripciones Clínicas y Guías Diagnósticas, que abarcaban
lidad. Esta nueva clasificación de los trastornos sexuales pa- 112 centros en 39 países, y los Criterios Diagnósticos para
rece mejor, ya que acentúa las diferencias entre los trastor- la Investigación, que incluían 151 centros en 32 países. Los
nos. El código especial F54 Factores psicológicos y del com- casos fueron diagnosticados por varios clínicos en sesiones
portamiento en trastornos o enfermedades clasificados en clínicas y utilizando cintas de vídeo. La fiabilidad intereva-
otro lugar, permite la clasificación de trastornos psicosomá- luador fue mucho más alta para los criterios diagnósticos
ticos mediante la codificación de un diagnóstico somático (0,8–1,0 κ) que para las guías diagnósticas (0,5 κ). Los valo-
adicional. res kappa (κ) reflejan la fiabilidad ajustada interevaluador,
con una elevada correspondencia para κ > 0,81 y baja co-
rrespondencia para κ < 0,20 (59). Estos dos estudios, que
F6 Trastornos de la personalidad
formaron la mayor empresa científica en psiquiatría que ja-
y del comportamiento del adulto más se haya llevado a cabo, demostraron que era posible re-
En este capítulo se codifican trastornos específicos de la alizar estudios de tales dimensiones, pero que hay que tener
personalidad. No se incluye la personalidad ciclotímica, pero en cuenta muchas diferencias e inconvenientes si se em-
144 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

prende un estudio en tantos centros distintos con un nú- del DSM-IV se parece a la del capítulo V de la CIE-10, ex-
mero tan grande de evaluadores. cepto en que los trastornos de la infancia y la adolescencia se
Otro estudio iniciado por la OMS hacía referencia a la encuentran en los primeros apartados, seguidos por capítulo
clasificación multiaxial. En la primera parte de este estudio, de trastornos mentales orgánicos, denominado «Delirium, de-
varios centros en todo el mundo evaluaron 10 casos propor- mencia, trastornos amnésicos y otros trastornos cognosciti-
cionados por la OMS. Como siguiente paso se analizó la fia- vos». El título de «Trastornos orgánicos» se cambió por éste
bilidad interevaluador y la validez de los ejes diagnósticos en porque los datos de la investigación sugerían que muchos
los casos de los centros. También se estudió la fiabilidad in- otros trastornos mentales tenían algún tipo de causa orgánica.
terevaluador en un programa de investigación internacional. La diferencia entre el DSM-IV y la CIE-10 en el criterio
Aunque la fiabilidad interevaluador de la mayoría de los de duración para el diagnóstico de esquizofrenia ya se ha
diagnósticos ha sido valorada y es satisfactoria, no puede de- mencionado, al igual que la distinción entre los trastornos de
cirse lo mismo para algunas medidas de validez, como la ex- conversión y disociativos que se hace en el DSM-IV y no en
periencia clínica (validez externa), predecir el resultado (vali- la CIE-10. Además, ambos sistemas clasifican los trastornos
dez predictiva) o satisfacer las asociaciones con variables in- de comportamiento alimentario de modo diferente. El DSM-
dependientes (validez de constructo). IV incluye dos formas distintas de anorexia (tipo restrictivo,
tipo compulsivo purgativo) y dos tipos diferentes de bulimia
(tipo purgativo, tipo no purgativo), mientras que la CIE-10
■ DSM-III y DSM-IV incluye únicamente anorexia, bulimia y sus formas atípicas
(sin especificación).
El desarrollo americano por separado del DSM empezó Aparte de estas diferencias específicas, hay algunas diver-
hace más de 30 años, cuando la OMS no ofrecía diagnósticos gencias estructurales. Sólo existe una versión del DSM-IV, de
operacionales. En 1980, poco después de la publicación de la manera que no hace distinciones entre las normas diagnósti-
CIE-9, la American Psychiatric Association publicó el DSM- cas para la práctica clínica, para los criterios de investigación
III, seguido 7 años después por la revisión DSM-III-R (60) y, y para el uso en atención primaria. Esto puede ayudar en la
en 1994, por el DSM-IV (32). utilización de los criterios diagnósticos del DSM en investi-
La introducción del DSM-III inauguró la utilización de gación, porque están pensados principalmente para el trabajo
criterios diagnósticos explícitos y definidos operativamente, la científico. Sin embargo, en algunos casos, como en la prácti-
multiaxialidad y, hasta donde fue posible, una clasificación ca general, la aplicación puede ser más difícil, porque no hay
basada en la neutralidad más que en las teorías etiológicas. una versión más sencilla de la clasificación. En la CIE-10 se
Esta versión del DSM fue revisada en la década de 1980 y se han evitado los criterios sociales y ocupacionales hasta donde
propusieron muchos cambios. Finalmente, se realizó un pro- ha sido posible, debido a la dificultad para equiparar estos cri-
ceso de análisis sistemático para el DSM-IV con revisores de terios entre varias culturas, pero se utilizan en el DSM-IV,
la bibliografía mundial y un proceso final de consenso. La que es una clasificación nacional. Otra diferencia, ya men-
OMS estuvo implicada en este proceso, y antes de que se ter- cionada, se refiere a la utilización de ejes múltiples.
minara, delegados de la American Psychiatric Association y la Debido a las dificultades con los sistemas de registro y de
OMS se reunieron en varias sesiones. Se alcanzó un consen- gestión, los números de los códigos en la edición americana
so en muchas cuestiones, aunque se mantuvieron las diferen- del DSM-IV todavía son análogos a los de la CIE-9–Modifi-
cias en otras. cación Clínica (CIE-9-MC). Sin embargo, la edición interna-
cional y varias traducciones (p. ej., la traducción alemana)
han adoptado los números de los códigos de la CIE-10. En
CIE-10 y DSM-IV Estados Unidos se están preparando para adoptar el sistema
de codificación de la CIE-10 e introducirlo por completo (es
Las diferencias entre la CIE-10 y el DSM-IV (32) son pe- decir, para todas las especialidades médicas). La edición ame-
queñas en comparación con las que existen entre la CIE-9 y ricana del DSM-IV utilizará entonces los mismos códigos
la CIE-10. Hay varias razones para estas semejanzas, y una de numéricos que la CIE-10, capítulo V (F), pero mantendrá las
las más importantes es la implicación de los clínicos ameri- diferencias en el texto. El DSM-IV proporciona mucha infor-
canos en el diseño de la nueva clasificación CIE-10. Sin em- mación adicional, por ejemplo sobre prevalencia, estrés en la
bargo, aunque los dos sistemas han confluido, todavía no familia o en el trabajo, y diagnóstico diferencial. En conse-
son completamente congruentes. Pero, a pesar de las dife- cuencia, no sólo es un manual diagnóstico, sino también un
rencias que quedan, los psiquiatras de todo el mundo coin- libro de texto, aunque sin información acerca de la terapia.
ciden ahora más que nunca con respecto al diagnóstico y a
la clasificación.
Instrumentos diagnósticos
Estructura del DSM-IV En la actividad clínica, los diagnósticos tipológicos se ba-
san en los casos típicos, sin que sean necesarios instrumentos
El DSM-IV no es una clasificación médica general, sino especiales. Sin embargo, en los diagnósticos operacionales se
que se centra sólo en los trastornos mentales. La estructura utilizan criterios y algoritmos, y se pueden apoyar con los de-
1.11. CLASIFICACIÓN 145

nominados «instrumentos» para uso de los profesionales o, mente para los trastornos de personalidad de acuerdo con las
con ciertas restricciones, de los no profesionales. Los profe- descripciones clínicas y las normas diagnósticas. En ocho
sionales a menudo utilizan entrevistas semiestructuradas, lo centros de habla germana se ha desarrollado y validado una
que significa que tienen que evaluar el cuadro psicopatológi- lista adicional, la ICD-10 Merkmalsliste, que contiene 750 cri-
co de modo sistemático. Las entrevistas realizadas por perso- terios en 14 grupos (67).
nas no especializadas deben ser estandarizadas, con preguntas
formuladas exactamente como están escritas y respuestas re-
Instrumentos adicionales
gistradas con precisión para evitar cualquier variación. Por
esta razón, ciertos síndromes son bastante difíciles de diag- En 1996 se publicó la SIDAM, una entrevista estructura-
nosticar utilizando las entrevistas estandarizadas, especial- da para la demencia de tipo Alzheimer, la demencia multiin-
mente los trastornos psicóticos agudos, en los que muchas de farto, o demencia vascular, para diagnosticar las demencias de
las respuestas de los pacientes no pueden tomarse literalmen- acuerdo con el DSM o la CIE-10 (68). Los instrumentos diag-
te. Para facilitar el diagnóstico de los trastornos mentales, la nósticos se analizan de forma más extensa en el capítulo
OMS ha desarrollado varios instrumentos que son adecuados 1.10.1.
para diagnosticar de acuerdo tanto con la CIE-10 como con
el DSM.
■ Ventajas de la clasificación internacional
Escala de Evaluación Clínica en Neuropsiquiatría
La clasificación internacional hace posible futuros estu-
(Schedule for Clinical Assessment in Neuropsychiatry,
dios psicofarmacológicos mundiales con pacientes que ten-
SCAN) gan diagnósticos estandarizados, así como evaluaciones psi-
El Examen del Estado Actual (Present State Examination) se coterapéuticas y socioterapéuticas. Mientras tanto, se hace un
desarrolló de forma más extensa en la SCAN, una entrevista amplio uso de las entrevistas estandarizadas y estructuradas,
estructurada para clínicos (61). La SCAN es una entrevista es- lo cual permite diagnosticar según la CIE-10 y el DSM-IV. Se
tructurada que contiene un glosario con definiciones de sín- espera que el empleo de este tipo de instrumentos diagnósti-
tomas, una lista de items agrupados y un cuestionario sobre cos llegue a ser obligatorio en los trabajos científicos que se
la historia previa. El entrevistador tiene que utilizar su crite- publiquen en el futuro.
rio clínico sobre la psicopatología. La entrevista dura de 60 a Los diagnósticos equivalentes internacionalmente permi-
90 minutos aproximadamente. tirán a los epidemiólogos comparar la prevalencia y la inci-
dencia de trastornos diferentes en varios países y culturas. La
ventaja de la CIE-10 sobre el DSM-IV, más regional, puede
Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta ser que satisface tanto las necesidades europeas como las del
(Composite International Diagnostic Interview, CIDI) Tercer Mundo. Para planificar los objetivos sería más intere-
La CIDI fue desarrollada sobre la base de la Escala de En- sante comparar los datos administrativos de diversos países y
trevista Diagnóstica (Diagnostic Interview Schedule, DIS), y ha regiones junto con los diagnósticos psiquiátricos.
sido traducida a varios idiomas (62). Después de varios días
de entrenamiento, tanto entrevistadores profesionales como
no profesionales pueden utilizar la CIDI. En esta entrevista ■ Riesgos y peligros de la clasificación
estandarizada las respuestas de los entrevistados son decisivas. internacional
La entrevista requiere alrededor de una hora.
Aunque hay mayores ventajas en un diagnóstico opera-
cional internacional, también hay riesgos y peligros (69). Es
Examen Internacional de Trastornos de Personalidad importante recordar que la mayor parte de los trastornos psi-
(International Personality Disorder Examination, IPDE) quiátricos, como se describen en la CIE-10 y en el DSM-IV,
La IPDE fue desarrollada para diagnosticar trastornos de son convenciones y no alteraciones basadas en las leyes de las
personalidad (63). Debería ser utilizada por clínicos con ex- ciencias naturales. La definición de trastorno debe ser flexi-
periencia. ble, de manera que puedan incorporarse los futuros cambios
en nuestro conocimiento sobre etiología, epidemiología y sin-
tomatología.
Lista de Síntomas Internacional de la CIE-10
Hay una fuerte tendencia en los diagnósticos operaciona-
(International Symptom Checklists, ISCL)
les para definir entidades categóricas, y sólo en ciertas seccio-
La ISCL permite juzgar la gravedad, la causa y la dura- nes, como en los trastornos de personalidad, se aprecian lige-
ción de los síndromes (64, 65). La Escala de Síntomas ras tendencias dimensionales. Los diagnósticos categoriales en
(Symptom Checklist, SCL) puede utilizarse como instrumento medicina están limitados a la etiología, la cual no puede des-
de detección, mientras que los diagnósticos CIE-10, más cribirse en la mayoría de los trastornos mentales. Por consi-
exactos, pueden formularse empleando la Lista de Diagnós- guiente, la psiquiatría está obligada a utilizar convenciones o
ticos Internacional 32 (32 International Diagnoses Checklists, constructos en muchos trastornos. De este modo, aunque la
IDCL). Otra lista, la IDCL-P (66), fue desarrollada especial- fiabilidad interevaluadores de los diagnósticos suele ser satis-
146 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

factoria, la validez necesitaría una base de conocimiento mu- diagnósticos adicionales y más diferenciados en algunas sec-
cho más amplia. ciones de la clasificación (p. ej., trastornos psicógenos).
Incluso si la OMS fomentara el mantenimiento de la tra- A pesar de que se ha introducido la CIE-10, los diagnós-
dición diagnóstica local, a la larga la uniformidad de una cla- ticos operacionales todavía no son totalmente aceptados.
sificación mundial no admitiría diferentes escuelas y diagnós- Existen muchas dificultades prácticas, especialmente en el tra-
ticos locales. No obstante, se espera no perder la sensibilidad bajo en la comunidad, pero también hay una resistencia pro-
y la imparcialidad con respeto a las culturas locales; estas tra- fundamente arraigada. Muchos neurólogos y psiquiatras cre-
diciones podrían ser una fuente de creatividad futura en los en que su pensamiento diagnóstico tradicional, como el sis-
diagnósticos. tema triádico (trastorno mental orgánico, endógeno y psicó-
No debería olvidarse que la corrección política afecta a geno), está siendo destruido por las nuevas clasificaciones. Se
los diagnósticos. No tendrían que utilizarse en los diagnósti- dan cuenta de que carecen de un conocimiento detallado del
cos términos que pudieran ofender a determinados indivi- diagnóstico, pero les molesta comprometerse con un nuevo
duos. En el pasado, palabras como «psicopatía», «perversión sistema que puede ser impuesto desde fuera (70). Por consi-
sexual» u «homosexualidad» se utilizaban como diagnósticos guiente, el entrenamiento en las nuevas clasificaciones debe-
sin pensarlo. Además, algunos diagnósticos podían implicar ría ofrecerse no sólo como una introducción para principian-
que determinados actos criminales, como la piromanía o la tes, sino también para los clínicos con más experiencia. En las
cleptomanía, se consideraran generalmente como síntomas de conferencias de casos, debería intentar alcanzarse un diagnós-
trastornos psiquiátricos; en la CIE-10 la cuestión se decide tico uniforme y, sobre todo, consensuado. Cuanto más se
sólo después de considerar cada caso. acepten los nuevos sistemas, más ayudarán los diagnósticos
Un peligro inherente en el diagnóstico operacional actual operacionales a mejorar las indicaciones terapéuticas y el co-
es que sólo se permiten los diagnósticos internacionales equi- nocimiento del pronóstico.
valentes. Si en el futuro se propusiera una clasificación mejor,
no tendría ninguna oportunidad para desarrollarse, porque las
publicaciones científicas sólo admiten los sistemas reconoci- ■ Desarrollos futuros en la clasificación
dos. Lo mismo ocurre con las subvenciones y las becas de in- internacional
vestigación.
El mayor riesgo relacionado con toda clasificación codifi- Es posible imaginar el desarrollo de nuevos aspectos glo-
cada se encuentra en su utilización en los sistemas de seguros bales del diagnóstico, una expansión de muchas de las sec-
sociales y sanitarios. Aquí, podrían tomarse acciones en con- ciones especiales y la producción de más instrumentos diag-
tra de los intereses del paciente. Por ejemplo, una compañía nósticos. Los diagnósticos descriptivos establecidos ahora
de seguros de salud podría poner restricciones al tratamiento no tienen en cuenta algunos modelos psiquiátricos y psico-
en régimen de ingreso según el diagnóstico. El psiquiatra de- terapéuticos tradicionales, como el concepto de endogenici-
bería defender a los pacientes en contra de este fallo, al con- dad o las teorías de la neurosis. Sin embargo, la influencia
siderar sus circunstancias individuales y el curso del trastorno de estos tipos de diagnóstico está aumentando, incluso en la
en cada uno. Los psiquiatras deberían ser conscientes del pe- psiquiatría psicodinámica, en la que el diagnóstico opera-
ligro de que sus convenciones diagnósticas sean malinterpre- cional parecía imposible hace unos años. Se ha propuesto la
tadas y puedan utilizarse como si fueran realidades científicas, reducción de la negligencia psicoanalítica en el diagnóstico
tanto en el terreno de la economía sanitaria como en el ám- y la adhesión a normas aceptadas y que puedan ser comu-
bito forense. nicadas (71). Además, se ha desarrollado una clasificación
Otro peligro es que los diagnósticos operacionales pue- de terapias conductuales para los trastornos neuróticos, y se
den ser utilizados de modo simplista en la práctica clínica sin está estudiando el nuevo ICIDH-II en un gran estudio de
que se apliquen los criterios diagnósticos tal y como se re- campo de la OMS. El sistema multiaxial también puede re-
quiere en la CIE-10 (70). La CIE-10 contiene un gran núme- visarse; por ejemplo, en lugar del eje III de la CIE-10, po-
ro de diagnósticos (p. ej., 50 formas de codificar la depre- dría establecerse una clasificación más extensa de diagnósti-
sión), pero pocos se utilizan de forma regular. Una compara- cos psicosociales.
ción de las estadísticas de los diagnósticos psiquiátricos en los Es de esperar que, en un futuro, se utilizará un único sis-
departamentos de psiquiatría de diferentes países mostraría tema de clasificación en psiquiatría en lugar de las dos clasi-
que sólo se utilizan algunos (71). Así, el 40 % de los diagnós- ficaciones actuales. La CIE-10 se emplea más en la práctica y
ticos iniciales de pacientes psiquiátricos hospitalizados en el DSM-IV en la ciencia, ¡un inconveniente para ambos!
Alemania se encuentran en una de estas tres categorías: alco- También tendría que desarrollarse la clasificación en la
holismo, depresión y trastorno adaptativo. práctica general. El diagnóstico no puede ser tan sofisticado
Como se apuntaba anteriormente, los artículos científicos como en la práctica especializada, y se tratan muchos trastor-
que no utilizan diagnósticos operacionales internacionales no nos psiquiátricos menores. Para este tipo de trastornos, los
son aceptados para su publicación, y existe una fuerte ten- médicos de cabecera necesitan que el diagnóstico ayude y
dencia a conceder fondos para la investigación únicamente si oriente sobre el tratamiento, que es lo que ofrece actualmen-
se utiliza uno de los sistemas operacionales. Sin embargo, te la versión de la CIE-10 para atención primaria (v. cap. 7.8).
otros conceptos diagnósticos se utilizan a menudo en la prác- Por muy cuidadosamente que se apliquen las pautas y
tica clínica y en la planificación terapéutica, y son necesarios los criterios para el uso de los diagnósticos operacionales, al-
1.11. CLASIFICACIÓN 147

gunos casos no pueden codificarse. En estos casos, el clíni- psychiatric classification. In International classification in psychiatry (ed.
co necesita juzgar y describir al paciente de forma indivi- J. E. Mezzich and M. von Cranach), pp. 37–47. Cambridge
University Press.
dualizada. En cualquier caso, el médico debería considerar 18. Baillarger, J. (1854). De la folie à double forme. Annales Medico-
el sufrimiento del paciente en su totalidad y su individuali- Psychologiques, 6, 369–84.
dad. El diagnóstico debería complementarse con una exten- 19. Wimmer, A. (1916). Psykogene sindssygdomsformer. In Sct. Hans
sa historia biográfica del paciente. Mental Hospital 1816–1916, Jubilaeumsskrift, pp. 85–216. Gad,
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La etiología, el diagnóstico y la terapia deberían estar 20. Sjöbring, H. (1919). Mental constitution and mental illness. Svenska
relacionados. Aunque la mayoría de los diagnósticos actua- Läkare Sällskap, 45, 462–93.
les son descriptivos, es posible que la nosología pueda, en 21. Leonhard, K. (1986). Aufteilung der endogenen Psychosen und ihre
differenzierte Ätiologie. Akademie-Verlag, Berlin.
el futuro, basarse de forma más consistente en la etiología. 22. Asai, K. (1994) Psychiatric diagnosis and mental health services in
Es probable que la etiología de las psicosis se comprenda Japan. In Psychiatric diagnosis: a world perspective (ed. J. E. Mezzich, Y.
mejor, especialmente si se hace un esfuerzo para estudiar Honda, and M. C. Kastrup), pp. 228–40. Springer, New York.
los subgrupos de estas categorías, relacionándolos con alte- 23. Yu-cun, S. and Changhui, C. (1988). Principles of the Chinese
Classification of Mental Disorders (CCMD). In International
raciones somáticas siempre que sea posible. Esto puede classification in psychiatry (ed. J. E. Mezzich and M. von Cranach), pp.
conseguirse con los trastornos bipolares y las depresiones 73–80. Cambridge University Press.
estacionales, y también con determinados tipos de esquizo- 24. Wig, N.N. (1990). The Third-World perspective on psychiatric
frenia, como la catatonía periódica, con su elevada carga diagnosis and classification. In Sources and traditions of classification in
psychiatry (ed. N. Sartorius, A. Jablensky, D.A. Regier, J.D. Burke, and
genética, como la describieron Kleist y Leonhard (21). El R.M.A. Hirschfeld), pp. 181–210. Huber, Bern.
trabajo futuro, tanto en trastornos psicóticos como no psi- 25. Kendell, R.E. (1975). The role of diagnosis in psychiatry. Blackwell
cóticos, debería enfocarse al desarrollo de una nueva noso- Science, Oxford.
logía y superar el actual abordaje ateórico popular del diag- 26. Sass, H. (1987). Die Krise der psychiatrischen Diagnostik. Fortschritte
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Podemos esperar que el diagnóstico y la clasificación and classification of mental disorders, alcoholism and drug abuse. In
cambien con más rapidez en el nuevo siglo que en los últi- Sources and traditions of classification in psychiatry (ed. N. Sartorius, A.
mos cien años. A los ojos del clínico, el mundo de la psi- Jablensky, D. A. Regier, J. D. Burke, and R.M.A. Hirschfeld), pp.
93–137. Huber, Bern.
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1.11. CLASIFICACIÓN 149

Un quinto dígito debe utilizarse para especificar la demencia F10-F09 Trastornos mentales
en F00-F03, como sigue: y del comportamiento debidos
.X0 Sin síntomas adicionales.
.X1 Con otros síntomas, predominantemente de ideas de- al consumo de sustancias psicotropas
lirantes.
.X2 Con otros síntomas, predominantemente alucinato- F10 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
rios. dos al consumo de alcohol
.X3 Con otros síntomas, predominantemente depresivos.
.X4 Con otros síntomas, mixtos. F11 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
dos al consumo de opioides

F04 Síndrome amnésico orgánico no inducido por al- F12 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
cohol u otras sustancias psicotropas dos al consumo de cannabinoides

F05 Delirio no inducido por alcohol u otras sustancias F13 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
psicotropas dos al consumo de sedantes o hipnóticos
F05.0 Delirio no superpuesto a demencia.
F05.1 Delirio superpuesto a demencia. F14 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
F05.8 Otro delirio. dos al consumo de cocaína
F05.9 Delirio sin especificación.
F15 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
dos al consumo de otros estimulantes (incluyendo
F06 Otros trastornos mentales debidos a lesión o dis- la cafeína)
función cerebral o a enfermedad orgánica
F06.0 Alucinosis orgánica. F16 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
F06.1 Trastorno catatónico orgánico. dos al consumo de alucinógenos
F06.2 Trastorno de ideas delirantes (esquizofreniforme) or-
gánico. F17 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
F06.3 Trastornos del humor (afectivos) orgánicos. dos al consumo de tabaco
.30 Trastorno maníaco orgánico.
.31 Trastorno bipolar orgánico. F18 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
.32 Trastorno depresivo orgánico. dos al consumo de disolventes volátiles
.33 Trastorno del humor (afectivo) mixto orgánico.
F06.4 Trastorno de ansiedad orgánico. F19 Trastornos mentales y del comportamiento debi-
F06.5 Trastorno disociativo orgánico. dos al consumo de múltiples drogas o de otras sus-
F06.6 Trastorno de labilidad emocional (asténico) orgánico. tancias psicotropas
F06.7 Trastorno cognoscitivo leve.
F06.8 Otros trastornos mentales especificados debido a Se utilizará un cuarto o quinto dígito para especificar las
daño y disfunción cerebral y a enfermedad física. condiciones clínicas, como sigue:
F06.9 Trastorno mental no especificado debido a daño y
disfunción cerebral y a enfermedad física. F1x.0 Intoxicación aguda
.00 No complicada.
F07 Trastornos de la personalidad y del comporta- .01 Con traumatismo o lesión corporal
miento debidos a enfermedad, lesión o disfunción .02 Con otras complicaciones médicas.
cerebral .03 Con delirio
F07.0 Trastorno orgánico de la personalidad. .04 Con distorsiones de la percepción
F07.1 Síndrome postencefalítico. .05 Con coma
F07.2 Síndrome posconmocional. .06 Con convulsiones
F07.8 Otros trastornos de la personalidad y del comporta- .07 Intoxicación patológica
miento debidos a enfermedad, lesión o disfunción ce- F1x.1 Consumo perjudicial.
rebral. F1x.2 Síndrome de dependencia.
F07.9 Trastorno de la personalidad y del comportamiento .20 En la actualidad en abstinencia.
debido a enfermedad, daño o disfunción cerebral sin .21 En la actualidad en abstinencia, en un medio
especificación. protegido.
.22 En la actualida en un régimen clínico supervisa-
do.
F09 Trastorno mental orgánico o sintomático sin espe- .23 En la actualidad en abstinencia, con tratamien-
cificación to con sustancias aversivas o bloqueantes.
150 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

.24 Con consumo actual de la sustancia. .X2 Episódico con déficit estable.
.25 Con consumo continuo. .X3 Episódico remitente.
.26 Con consumo episódico. .X4 Remisión incompleta.
.X5 Remisión completa.
F1x.3 Síndrome de abstinencia. .X8 Otra.
.30 No complicado. .X9 Curso incierto, período de observación corto.
.31 Con convulsiones.
F21 Trastorno esquizotípico
F1x.4 Síndrome de abstinencia con delirium.
.40 Sin convulsiones. F22 Trastornos de ideas delirantes persistentes
.41 Con convulsiones. F22.0 Trastorno de ideas delirantes.
F22.8 Otros trastornos de ideas delirantes persistentes.
F1x.5 Trastorno psicótico. F22.9 Trastorno de ideas delirantes persistentes sin especifi-
.50 Esquizofreniforme. cación.
.51 Con predominio de ideas delirantes.
.52 Con predominio de las alucinaciones (incluye la F23 Trastornos psicóticos agudos y transitorios
alucinosis alcohólica) F23.0 Trastorno psicótico agudo polimorfo sin síntomas de
.53 Con predominio de síntomas polimorfos. esquizofrenia.
.54 Con predominio de síntomas depresivos. F23.1 Trastorno psicótico agudo polimorfo con síntomas
.55 Con predominio de síntomas maníacos. de esquizofrenia.
.56 Trastorno psicótico mixto. F23.2 Trastorno psicótico agudo de tipo esquizofrénico.
F23.3 Otro trastorno psicótico agudo con predominio de
F1x.6 Síndrome amnésico inducido por alcohol o drogas. ideas delirantes.
F1x.7 Trastorno psicótico residual y de comienzo tardío in- F23.8 Otros trastornos psicóticos agudos transitorios.
ducido por alcohol u otras sustancias psicotropas. F23.9 Trastorno psicótico agudo transitorio sin especificación.
.70 Con reviviscencias (flashbacks).
Debe utilizarse un quinto dígito para identificar la pre-
.71 Trastorno de la personalidad o del comporta-
sencia de estrés agudo asociado.
miento.
.72 Trastorno afectivo residual. .X0 Sin estrés agudo asociado.
.73 Demencia. .X1 Con estrés agudo asociado.
.74 Otro deterioro cognoscitivo persistente.
.75 Trastorno psicótico de comienzo tardío. F24 Trastorno de ideas delirantes inducidas

F1x.8 Otros trastornos mentales o del comportamiento in- F25 Trastornos esquizoafectivos
ducidos por alcohol u otras sustancias psicotropas. F25.0 Trastorno esquizoafectivo de tipo maníaco.
F25.1 Trastorno esquizoafectivo de tipo depresivo.
F1x.9 Trastorno mental o del comportamiento inducido F25.2 Trastorno esquizoafectivo de tipo mixto.
por alcohol u otras sustancias psicotropas sin especi- F25.8 Otros trastornos esquizoafectivos.
ficación. F25.9 Trastorno esquizoafectivo sin especificación.
F28 Otros trastornos psicóticos no orgánicos
F20-29. Esquizofrenia, trastorno esquizotípico F29 Psicosis no orgánica sin especificación
y trastornos de ideas delirantes
F20 Esquizofrenia F30-39 Trastornos del humor (afectivos)
F20.0 Esquizofrenia paranoide.
F20.1 Esquizofrenia hebefrénica. F30 Episodio maníaco
F20.2 Esquizofrenia catatónica. F30.0 Hipomanía.
F20.3 Esquizofrenia indiferenciada. F30.1 Manía sin síntomas psicóticos.
F20.4 Depresión postesquizofrénica. F30.2 Manía con síntomas psicóticos.
F20.5 Esquizofrenia residual. F30.8 Otros episodios maníacos.
F20.6 Esquizofrenia simple. F30.9 Episodio maníaco sin especificación.
F20.8 Otras esquizofrenias.
F20.9 Esquizofrenia sin especificación. F31 Trastorno bipolar
F31.0 Trastorno bipolar, episodio actual hipomaníaco.
Debe utilizarse un quinto dígito para clasificar el curso. F31.1 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco sin sínto-
mas psicóticos.
.X0 Continuo. F31.2 Trastorno bipolar, episodio actual maníaco con sín-
.X1 Episódico con déficit progresivo. tomas psicóticos.
1.11. CLASIFICACIÓN 151

F31.3 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo leve o F39 Trastorno del humor (afectivo) sin especificación
moderado.
.30 Sin síndrome somático.
.31 Con síndrome somático. F40-48 Trastornos neuróticos,
F31.4 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave sin
síntomas psicóticos.
secundarios a situaciones estresantes
F31.5 Trastorno bipolar, episodio actual depresivo grave y somatomorfos
con síntomas psicóticos.
F31.6 Trastorno bipolar, episodio actual mixto. F40 Trastornos de ansiedad fóbica
F31.7 Trastorno bipolar, actualmente en remisión. F40.0 Agorafobia.
F31.8 Otros trastornos bipolares. .00 Sin trastorno orgánico.
F31.9 Trastorno bipolar sin especificación. .01 Con trastorno orgánico.
F40.1 Fobias sociales.
F40.2 Fobias específicas (aisladas).
F32 Episodios depresivos
F40.8 Otros trastornos de ansiedad fóbica.
F32.0 Episodio depresivo leve.
F40.9 Trastorno de ansiedad fóbica sin especificación.
.00 Sin síndrome somático.
.01 Con síndrome somático.
F41 Otros trastornos de ansiedad
F32.1 Episodio depresivo moderado.
F41.0 Trastorno de pánico (ansiedad paroxística episódica).
.10 Sin síndrome somático.
F41.1 Trastorno de ansiedad generalizada.
.11 Con síndrome somático.
F41.2 Trastorno mixto ansioso-depresivo.
F32.2 Episodio depresivo grave sin síntomas psicóticos.
F41.3 Otro trastorno mixto de ansiedad.
F32.3 Episodio depresivo grave con síntomas psicóticos.
F41.8 Otros trastornos de ansiedad especificados.
.30 Con síntomas psicóticos congruentes con el es-
F41.9 Trastorno de ansiedad sin especificación.
tado de ánimo.
.31 Con síntomas psicóticos no congruentes con el
F42 Trastorno obsesivo-compulsivo
estado de ánimo.
F42.0 Con predominio de pensamientos o rumiaciones ob-
F32.8 Otros episodios depresivos.
sesivos.
F32.9 Episodio depresivo sin especificación.
F42.1 Con predominio de actos compulsivos (rituales obse-
sivos).
F33 Trastorno depresivo recurrente F42.2 Con mezcla de pensamientos y actos obsesivos.
F33.0 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual leve. F42.8 Otros trastornos obsesivo-compulsivos.
.00 Sin síntomas somáticos. F42.9 Trastorno obsesivo-compulsivo sin especificación.
.01 Con síntomas somáticos.
F33.1 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual mo- F43 Reacciones a estrés grave y trastornos de adapta-
derado. ción
.10 Sin síntomas somáticos F43.0 Reacción a estrés agudo.
.11 Con síntomas somáticos F43.1 Trastorno de estrés post-traumático.
F33.2 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave F43.2 Trastornos de adaptación.
sin síntomas psicóticos. .20 Reacción depresiva breve.
F33.3 Trastorno depresivo recurrente, episodio actual grave .21 Reacción depresiva prolongada.
con síntomas psicóticos. .22 Reacción mixta de ansiedad y depresión
F33.4 Trastorno depresivo recurrente actualmente en remi- .23 Con predominio de alteraciones de otras emo-
sión. ciones.
F33.8 Otros trastornos depresivos recurrentes. .24 Con predominio de alteraciones disociales.
F33.9 Trastorno depresivo recurrente sin especificación. .25 Con alteraciones de las emociones y disociales
mixtas.
F34 Trastornos del humor (afectivos) persistentes .28 Con otros síntomas predominantes especifica-
F34.0 Ciclotimia. dos.
F34.1 Distimia. F43.8 Otras reacciones a estrés grave.
F34.8 Otros trastornos del humor (afectivos) persistentes. F43.9 Reacción a estrés grave sin especificación.

F38 Otros trastornos del humor (afectivos) F44 Trastornos disociativos (de conversión)
F38.0 Otros trastornos del humor (afectivos) aislados. F44.0 Amnesia disociativa.
.00 Episodio del humor (afectivo) mixto. F44.1 Fuga disociativa.
F38.1 Otros trastornos del humor (afectivos) recurrentes. F44.2 Estupor disociativo.
.10 Trastorno depresivo recurrente breve. F44.3 Trastornos de trance y de posesión.
F38.8 Otros trastornos del humor (afectivos). F44.4 Trastornos disociativos de la motilidad.
152 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

F44.5 Convulsiones disociativas. F51.9 Trastorno no orgánico del sueño de origen sin espe-
F44.6 Anestesias y pérdidas sensoriales disociativas. cificación.
F44.7 Trastornos disociativos (de conversión) mixtos.
F44.8 Otros trastornos disociativos (de conversión). F52 Disfunción sexual no orgánica
.80 Síndrome de Ganser. F52.0 Ausencia o pérdida del deseo sexual.
.81 Trastorno de personalidad múltiple. F52.1 Rechazo sexual y ausencia de placer sexual.
.82 Trastorno disociativo (conversión) en la infancia .10 Rechazo sexual.
y adolescencia. .11 Ausencia de placer sexual.
.88 Otro trastorno disociativo (conversión) específi- F52.2 Fracaso de la respuesta genital.
co. F52.3 Disfunción orgásmica.
F44.9 Trastorno disociativo (de conversión) sin especifica- F52.4 Eyaculación precoz.
ción. F52.5 Vaginismo no orgánico.
F52.6 Dispareunia no orgánica.
F45 Trastornos somatomorfos F52.7 Impulso sexual excesivo.
F45.0 Trastorno de somatización. F52.8 Otras disfunciones sexuales no debidas a enfermeda-
F45.1 Trastorno somatomorfo indiferenciado. des o trastornos orgánicos.
F45.2 Trastorno hipocondríaco. F52.9 Disfunción sexual no debida a enfermedad o trastor-
F45.3 Disfunción vegetativa somatomorfa. no orgánico.
.30 Corazón y sistema cardiovascular.
.31 Tracto gastrointestinal alto. F53 Trastornos mentales y del comportamiento en el
.32 Tracto gastrointestinal bajo. puerperio no clasificados en otro lugar
.33 Sistema respiratorio. F53.0 Trastornos mentales y del comportamiento en el
.34 Sistema viogenital. puerperio no clasificados en otro lugar leves.
.38 Otros órganos y sistemas. F53.1 Trastornos mentales y del comportamiento en el
F45.4 Trastorno de dolor persistente somatomorfo. puerperio no clasificados en otro lugar graves.
F45.8 Otros trastornos somatomorfos. F53.8 Otros trastornos mentales en el puerperio no clasifi-
F45.9 Trastorno somatomorfo sin especificación. cados en otro lugar.
F53.9 Otro trastorno mental o del comportamiento del
F48 Otros trastornos neuróticos puerperio, sin especificación.
F48.0 Neurastenia.
F48.1 Trastorno de despersonalización-desrealización. F54 Factores psicológicos y del comportamiento en tras-
F48.8 Otros trastornos neuróticos especificados. tornos o enfermedades clasificados en otro lugar
F48.9 Trastorno neurótico sin especificación.
F55 Abuso de sustancias que no producen dependencia
F55.0 Antidepresivos.
F50-59 Trastornos del comportamiento F55.1 Laxantes.
asociados a disfunciones fisiológicas F55.2 Analgésicos.
y a factores somáticos F55.3 Antiácidos.
F55.4 Vitaminas.
F50 Trastornos del comportamiento alimentario F55.5 Hormonas o sustancias esteroideas.
F50.0 Anorexia nerviosa. F55.6 Hierbas o remedios populares.
F50.1 Anorexia nerviosa atípica. F55.8 Otras sustancias que no produzcan dependencia.
F50.2 Bulimia nerviosa. F55.9 Otras sustancias sin especificación
F50.3 Bulimia nerviosa atípica.
F50.4 Hiperfagia asociada a otros trastornos psicológicos. F59 Trastornos del comportamiento asociados a disfun-
F50.5 Vómitos asociados a otros trastornos psicológicos. ciones fisiológicas y a factores somáticos sin espe-
F50.8 Otros trastornos del comportamiento alimentario. cificación
F50.9 Trastorno del comportamiento alimentario sin espe-
cificación.
F60-69 Trastornos de la personalidad
F51 Trastornos no orgánicos del sueño y del comportamiento del adulto
F51.0 Insomnio no orgánico.
F51.1 Hipersomnio no orgánico. F60 Trastornos específicos de la personalidad
F51.2 Trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia. F60.0 Trastorno paranoide de la personalidad.
F51.3 Sonambulismo. F60.1 Trastorno esquizoide de la personalidad.
F51.4 Terrores nocturnos. F60.2 Trastorno disocial de la personalidad.
F51.5 Pesadillas. F60.3 Trastorno de inestabilidad emocional de la personali-
F51.8 Otros trastornos no orgánicos del sueño. dad.
1.11. CLASIFICACIÓN 153

.30 Tipo impulsivo. F66.0 Trastorno de la maduración sexual.


.31 Tipo límite. F66.1 Orientación sexual egodistónica.
F60.4 Trastorno histriónico de la personalidad. F66.2 Trastorno de la relación sexual.
F60.5 Trastorno anancástico de la personalidad. F66.8 Otros trastornos del desarrollo psicosexual.
F60.6 Trastorno ansioso (con comportamiento de evitación) F66.9 Trastorno del desarrollo psicosexual sin especifica-
de la personalidad. ción.
F60.7 Trastorno dependiente de la personalidad.
F60.8 Otros trastornos específicos de la personalidad. Puede utilizarse un quinto dígito para indicar la asocia-
F60.9 Trastorno de la personalidad sin especificación. ción con:

F61 Trastornos mixtos y otros trastornos de la persona- .X0 Heterosexualidad.


lidad .X1 Homosexualidad.
F61.0 Trastornos mixtos de la personalidad. .X2 Bisexualidad.
F61.1 Variaciones problemáticas de la personalidad no cla- .X8 Otros, incluida la edad prepuberal.
sificables en F60 o F62.
F68 Otros trastornos de la personalidad y del compor-
F62 Transformación persistente de la personalidad no tamiento del adulto
atribuible a lesión o enfermedad cerebral F68.0 Elaboración psicológica de síntomas somáticos.
F62.0 Transformación persistente de la personalidad tras ex- F68.1 Producción intencionada o fingimiento de síntomas
periencia catastrófica. o invalideces somáticas o psicológicas (trastorno ficti-
F62.1 Transformación persistente de la personalidad tras en- cio).
fermedad psiquiátrica. F68.8 Otros trastornos de la personalidad y del comporta-
F62.8 Otras transformaciones persistentes de la personali- miento del adulto especificados.
dad.
F62.9 Transformación persistente de la personalidad sin es- F69 Trastorno de la personalidad y del comportamien-
pecificación. to del adulto sin especificación

F63 Trastornos de los hábitos y del control de los im-


pulsos F70-F79 Retraso mental
F63.0 Ludopatía.
F63.1 Piromanía. F70 Retraso mental leve
F63.2 Cleptomanía.
F63.3 Tricotilomanía. F71 Retraso mental moderado
F63.8 Otros trastornos de los hábitos y del control de los
impulsos. F72 Retraso mental grave
F63.9 Trastorno de los hábitos y del control de los impul-
sos sin especificación. F73 Retraso mental profundo

F64 Trastornos de la identidad sexual F78 Otros retrasos mentales


F64.0 Transexualismo.
F64.1 Transvestismo no fetichista. F79 Retraso mental sin especificar
F64.2 Trastorno de la identidad sexual en la infancia.
F64.8 Otros trastornos de la identidad sexual. Debe utilizarse un cuarto dígito para especificar la caren-
F64.9 Trastorno de la identidad sexual sin especificación. cia del deterioro del comportamiento.

F65 Trastornos de la inclinación sexual F7x.0 Inexistente o mínima alteración del comportamiento.
F65.0 Fetichismo. F7x.1 Alteración significativa del comportamiento, requi-
F65.1 Transvestismo fetichista. riendo atención y tratamiento.
F65.2 Exhibicionismo. F7x.8 Otras alteraciones del comportamiento.
F65.3 Escoptofilia (voyeurismo). F7x.9 Sin mención sobre alteraciones del comportamiento.
F65.4 Paidofilia.
F65.5 Sadomasoquismo.
F65.6 Trastornos múltiples de la inclinación sexual. F80-F89 Trastornos del desarrollo psicológico
F65.8 Otros trastornos de la inclinación sexual.
F65.9 Trastorno de la inclinación sexual sin especificación. F80 Trastornos específicos del desarrollo del habla y
del lenguaje
F66 Trastornos psicológicos y del comportamiento del F80.0 Trastorno específico de la pronunciación.
desarrollo y orientación sexuales F80.1 Trastorno de la expresión del lenguaje.
154 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

F80.2 Trastorno de la comprensión del lenguaje. F91.9 Trastorno disocial sin especificación.
F80.3 Afasia adquirida con epilepsia (síndrome de Landau-
Kleffner). F92 Trastornos disociales y de las emociones mixtos
F80.8 Otros trastornos del desarrollo del habla y del len- F92.0 Trastorno disocial depresivo.
guaje. F92.8 Otros trastornos disociales y de las emociones mixtos.
F80.9 Trastorno del desarrollo del habla y del lenguaje sin F92.9 Trastorno disocial y de las emociones mixto sin espe-
especificación. cificación.

F81 Trastornos específicos del desarrollo del aprendi- F93 Trastornos de las emociones de comienzo habitual
zaje escolar en la infancia
F81.0 Trastorno específico de la lectura. F93.0 Trastorno de ansiedad de separación de la infancia.
F81.1 Trastorno específico de la ortografía. F93.1 Trastorno de ansiedad fóbica de la infancia.
F81.2 Trastorno específico del cálculo. F93.2 Trastorno de hipersensibilidad social de la infancia.
F81.3 Trastorno mixto del desarrollo del aprendizaje esco- F93.3 Trastorno de rivalidad entre hermanos.
lar. F93.8 Otros trastornos de las emociones en la infancia.
F81.8 Otros trastornos del desarrollo del aprendizaje esco- .80 Trastorno de ansiedad generalizada de la infan-
lar. cia.
F81.9 Trastorno del desarrollo del aprendizaje escolar sin F93.9 Trastorno de las emociones en la infancia sin especi-
especificación. ficación.

F82 Trastorno específico del desarrollo psicomotor F94 Trastornos del comportamiento social de comien-
zo habitual en la infancia y adolescencia
F83 Trastorno específico del desarrollo mixto F94.0 Mutismo selectivo.
F94.1 Trastorno de vinculación de la infancia reactivo.
F84 Trastornos generalizados del desarrollo F94.2 Trastorno de vinculación de la infancia desinhibido.
F84.0 Autismo infantil. F94.8 Otros trastornos del comportamiento social en la in-
F84.1 Autismo atípico. fancia y adolescencia.
F84.2 Síndrome de Rett. F94.9 Trastorno del comportamiento social en la infancia y
F84.3 Otro trastorno desintegrativo de la infancia. adolescencia sin especificación.
F84.4 Trastorno hipercinético con retraso mental y movi-
mientos estereotipados. F95 Trastornos de tics
F84.5 Síndrome de Asperger. F95.0 Trastorno de tics transitorios.
F84.8 Otros trastornos generalizados del desarrollo. F95.1 Trastorno de tics crónicos motores o fonatorios.
F84.9 Trastorno generalizado del desarrollo sin especificación. F95.2 Trastorno de tics múltiples motores y fonatorios com-
binados (síndrome de Gilles de la Tourette).
F88 Otros trastornos del desarrollo psicológico F95.8 Otros trastornos de tics.
F95.9 Trastorno de tics sin especificación.
F89 Trastorno del desarrollo psicológico sin especifica-
ción F98 Otros trastornos de las emociones y del comporta-
miento de comienzo habitual en la infancia y ado-
lescencia
F90-98 Trastornos del comportamiento F98.0 Enuresis no orgánica.
F98.1 Encopresis no orgánica.
y de las emociones de comienzo F98.2 Trastorno del comportamiento alimentario en la in-
habitual en la infancia y adolescencia fancia.
F98.3 Pica en la infancia.
F90 Trastornos hipercinéticos F98.4 Trastorno de estereotipias motrices.
F90.0 Trastorno de la actividad y de la atención. F98.5 Tartamudeo (espasmofemia).
F90.1 Trastorno hipercinético disocial. F98.6 Farfulleo.
F90.8 Otros trastornos hipercinéticos. F98.8 Otros trastornos de las emociones y del comporta-
F90.9 Trastorno hipercinético sin especificación. miento en la infancia y adolescencia especificados.
F98.9 Trastorno de las emociones y del comportamiento de
F91 Trastornos disociales comienzo habitual en la infancia o la adolescencia sin
F91.0 Trastorno disocial limitado al contexto familiar. especificación.
F91.1 Trastorno disocial en niños no socializados.
F91.2 Trastorno disocial en niños socializados.
F91.3 Trastorno disocial desafiante y oposicionista. F99 Trastorno mental, no especificado en otro
F91.8 Otros trastornos disociales. lugar
1.11. CLASIFICACIÓN 155

■ Apéndice 1I: Trastornos de la comunicación


Clasificación DSM-IV F80.1 (315.31) Trastorno del lenguaje expresivo.
F80.2 (315.31) Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expre-
Cuando aparece una x en un código diagnóstico significa sivo.
que se requiere un número específico de código. F80.0 (315.39) Trastorno fonológico.
En los nombres de algunos trastornos se añaden parénte- F98.5 (307.0) Tartamudeo.
sis (…) para indicar que hay que incluir el nombre del tras- F80.9 (307.9) Trastorno de la comunicación no especificado.
torno mental específico o de la enfermedad médica (p. ej.,
F05.0 Delirio debido a hipotiroidismo).
Los números entre paréntesis indical en número de pá- Trastornos generalizados del desarrollo
gina. F84.0 (299.00) Trastorno autista.
Si se cumplen todos los criterios se puede anotar uno de F84.2 (299.80) Trastorno de Rett.
los siguientes especificadores de gravedad a continuación del F84.3 (299.10) Trastorno desintegrativo infantil.
diagnóstico: F84.5 (299.80) Trastorno de Asperger.
F84.9 (299.80) Trastorno generalizado del desarrollo no espe-
Leve cificado.
Moderado
Grave
Trastornos por déficit de atención y comportamiento
Si no se cumplen todos los criterios, se puede anotar uno perturbador
de los siguientes especificadores: ———.— (314.xx) Trastorno por déficit de atención con hiper-
actividad.
En remisión parcial F90.0 (.01) Tipo combinado.
En remisión total F98.8 (.00) Tipo con predominio del déficit de aten-
Historia anterior ción.
F90.0 (.01) Tipo con predominio hiperactivoimpulsivo.
En la versión española de esta clasificación se ofrece el có- F90.9 (314.9) Trastorno por déficit de atención con hipe-
digo numérico de la CIE-10, seguido entre paréntesis del có- ractividad no especificado.
digo de la CIE-9-MC que se utiliza en el DSM-IV en su ver- F91.8 (312.8) Trastorno disocial.
sión americana, para facilitar al lector la comparación de los Especificar tipo:
diagnósticos en ambas clasificaciones. De inicio en la infancia.
De inicio en la adolescencia.
F91.3 (313.81) Trastorno negativista desafiante.
Trastornos de inicio en la infancia, la niñez F91.9 (312.9) Trastorno de comportamiento perturbador
o la adolescencia no especificado.

Retraso mental Trastornos de la ingestión y de la conducta


alimentaria de la infancia o la niñez
Nota: Se codifican en el Eje II.
F98.3 (307.52) Pica.
F70.9 (317) Retraso mental leve. F98.2 (307.53) Trastorno de rumiación.
F71.9 (318.0) Retraso mental moderado. F98.2 (307.59) Trastorno de la ingestión alimentaria de la
F72.9 (318.1) Retraso mental grave. infancia o la niñez.
F73.9 (318.2) Retraso mental profundo.
F79.9 (319) Retraso mental de gravedad no especifica- Trastornos de tics
da.
F95.2 (307.23) Trastorno de la Tourette.
F95.1 (307.22) Trastorno de tics motores o vocales cróni-
Trastornos del aprendizaje cos.
F81.0 (315.0) Trastorno de la lectura. F95.0 (307.21) Trastorno de tics transitorios.
F81.2 (315.1) Trastorno del cálculo. Especificar si:
F81.8 (315.2) Trastorno de la expresión escrita. Episodio único.
F81.9 (315.9) Trastorno del aprendizaje no especificado. Recidivante.
F95.9 (307.20) Trastorno de tics no especificado.

Trastornos de las habilidades motoras Trastornos de la eliminación


F82 (315.4) Trastorno del desarrollo de la coordinación. ———.— (— —) Encopresis
156 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

R15 (787.6) Con estreñimiento e incontinencia por re- .10 (.0) No complicada.
bosamiento. .— (.3) Con delirium.
F98.1 (307.7) Sin estreñimiento ni incontinencia por rebo- .11 (20) Con ideas delirantes.
samiento. .13 (.21) Con estado de ánimo depresivo.
F98.0 (307.6) Enuresis (no debida a una enfermedad mé- Especificar si: Con trastorno de comporta-
dica). miento.
Especificar tipo: F01.xx (290.xx) Demencia vascular.
Sólo nocturna. .80 (.40) No complicada.
Sólo diurna. .— (.41) Con delirium.
Nocturna y diurna. .81 (.42) Con ideas delirantes.
.83 (.43) Con estado de ánimo depresivo.
Otros trastornos de la infancia, la niñez Especificar si: Con trastorno de comporta-
o la adolescencia miento.
F02.4 (294.9) Demencia debida a enfermedad por VIH
F93.0 (309.21) Trastorno de ansiedad por separación. (codificar también 043.1 Infección por VIH que
Especificar si: De inicio temprano. afecta al sistema nervioso central en el Eje III).
F94.0 (313.23) Mutismo selectivo. F02.8 (294.1) Demencia debida a traumatismo craneal
F94.x (313.89) Trastorno reactivo de la vinculación de la in- (codificar también 854.00 Lesión cerebral en el
fancia o la niñez. Eje III).
.1 Tipo inhibido. F02.3 (294.1) Demencia debida a enfermedad de Parkinson
.2 Tipo desinhibido. (codificar también 332.0 Enfermedad de Parkin-
F98.4 (307.3) Trastorno de movimientos estereotipados son en el Eje III).
Especificar si: Con comportamientos autolesi- F02.2 (294.1) Demencia debida a enfermedad de Huntington
vos. (codificar también 333.4 Enfermedad de Hun-
F98.9 (313.9) Trastorno de la infancia, la niñez o la ado- tington en el Eje III).
lescencia no especificado. F02.0 (290.10) Demencia debida a enfermedad de Pick
(codificar también 331.0 Enfermedad de Pick en
el Eje III).
Delirium, demencia, trastornos amnésicos F02.1 (290.10) Demencia debida a enfermedad de Creutz-
y otros trastornos cognoscitivos feldt-Jakob
(codificar también 046.1 Enfermedad de Creutz-
Delirium feldt-Jakob en el Eje II)
F05.0 (293.0) Delirium debido a… (Indicar enfermedad mé- F02.8 (294.1) Demencia debida a…
dica). (indicar enfermedad médica no enumerada antes)
———.— (— —) Delirium inducido por sustancias (consultar (codificar también la enfermedad médica en el
trastornos relacionados con sustancias para los có- Eje III).
digos específicos de cada una de ellas). ———.— (— —) Demencia persistente inducida por sustan-
———.— (— —) Delirium por abstinencia de sustancias (con- cias
sultar trastornos relacionados con sustancias para (consultar los trastornos relacionados con sustancias
los códigos específicos de cada una de ellas). para los códigos específicos de cada una de ellas).
———.— (— —) Delirium debido a múltiples etiologías (codi- F02.8 (— —) Demencia debida a múltiples etiologías
ficar cada etiología específica). (codificar cada una de las etiologías).
F05.9 (780.09) Delirium no especificado. F03 (294.8) Demencia no especificada.

Demencia Trastornos amnésicos


F04 (294.0) Trastorno amnésico debido a…
F00.xx (290.xx) Demencia tipo Alzheimer, de inicio tempra-
(indicar enfermedad médica).
no (codificar también 331.0 Enfermedad de Alz-
Especificar si: Transitorio/crónico.
heimer, de inicio temprano en el Eje III).
———.— (— —) Trastorno amnésico persistente inducido por
.00 (.10) No complicada.
sustancias
.— (.11) Con delirium.
(consultar los trastornos relacionados con sustan-
.01 (.12) Con ideas delirantes.
cias para los códigos específicos de cada una de
.03 (.13) Con estado de ánimo depresivo.
ellas).
Especificar si: Con trastorno de comporta-
R41.3 (294.8) Trastorno amnésico no especificado.
miento.
F00.xx (290.xx) Demencia tipo Alzheimer, de inicio tardío
(codificar también 331.0. Enfermedad de Alzhei- Otros trastornos cognoscitivos
mer, de inicio tardío en el Eje III). F06.9 (294.9) Trastorno cognoscitivo no especificado.
1.11. CLASIFICACIÓN 157

Trastornos mentales debidos a enfermedad Trastornos relacionados con alucinógenos


médica, no clasificados en otros apartados
Trastornos por consumo de alucinógenos
F06.1 (293.89) Trastorno catatónico debido a… F16.2x (304.50) Dependencia de alucinógenosa,b,c.
(indicar enfermedad médica). F16.1 (305.30) Abuso de alucinógenos.
F07.0 (310.1) Cambio de personalidad debido a…
(indicar enfermedad médica). Trastornos inducidos por alucinógenos
Especificar tipo: Lábil/desinhibido/agresivo/ F16.00 (292.89) Intoxicación por alucinógenos.
apático/paranoide/otros tipos/combinado/ F16.70 (292.89) Trastorno perceptivo persistente por aluci-
inespecífico. nógenos (flashbacks).
F09 (293.9) Trastorno mental no especificado debido a… F16.03 (292.81) Delirium por intoxicación por alucinógenos.
(indicar enfermedad médica). F16.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por alucinóge-
nos.
.51 (.11) Con ideas delirantesI.
Trastornos relacionados con sustancias .52 (.12) Con alucinacionesI.
a
Se pueden aplicar las siguientes especificaciones a la dependen- F16.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
cia de sustancias según la CIE-10 y a,b,c,d para la CIE-9: alucinógenosI.
F16.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por alucinó-
Con dependencia fisiológica/sin dependencia fisiológicaa. genosI.
F16.9 (292.9) Trastorno relacionado con alucinógenos no
Codificación del curso de la dependencia en el quinto dígito: especificado.
0 = Remisión total temprana/remisión parcial tempranab.
0 = Remisión total mantenida/remisión parcial mantenidac.
1 = En entorno controladod.
2 = En tratamiento con agonistase. Trastornos relacionados con anfetaminas (o sustancias
4 = leve/moderada/grave. de acción similar)
(la versión original americana del DSM-IV con códigos CIE-9 descri-
be los 4 primeros especificadores del curso sin código numérico)
Trastornos por consumo de anfetamina
F15.2x (304.40) Dependencia de anfetaminaa,b,c.
Se aplican las siguientes especificaciones a los trastornos induci- F15.1 (305.70) Abuso de anfetamina.
dos por sustancias:
1
Trastornos inducidos por anfetamina
De inicio durante la intoxicación/Ade inicio durante la absti- F15.00 (292.89) Intoxicación por anfetamina.
nencia. F15.04 Intoxicación por anfetamina, con alteracio-
nes perceptivas.
Trastornos relacionados con el acohol F15.3 (292.0) Abstinencia de anfetamina.
Trastornos por consumo de alcohol F15.03 (292.81) Delirium por intoxicación por anfetamina.
F10.2x (303.90) Dependencia del alcohola,b,c. F15.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por anfetamina.
F10.1 (305.00) Abuso del acohol. .51 (.11) Con ideas delirantesI.
.52 (.12) Con alucinacionesI.
Trastornos inducidos por alcohol F15.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
F10.00 (303.00) Intoxicación por alcohol. anfetaminaI,A.
F10.3 (291.8) Abstinencia de alcohol. F15.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por anfeta-
Especificar si: Con alteraciones perceptivas. minaI.
F10.03 (291.0) Delirium por intoxicación por alcohol. F15.8 (292.89) Trastorno sexual inducido por anfetaminaI.
F10.4 (291.0) Delirium por abstinencia de alcohol. F15.8 (292.89) Trastorno del sueño inducido por anfetami-
F10.73 (291.2) Demencia persistente inducida por alcohol. na.
F10.6 (291.1) Trastorno amnésico persistente inducido por F15.9 (292.9) Trastorno relacionado con anfetamina no es-
alcohol. pecificado.
F10.xx (291.x) Trastorno psicótico inducido por alcohol.
.51 (.5) Con ideas delirantesI,A.
.52 (.3) Con alucinacionesI,A. Trastornos relacionados con cafeína
F10.8 (291.8) Trastorno del estado de ánimo inducido por
alcoholI,A. Trastornos inducidos por cafeína
F10.8 (291.8) Trastorno de ansiedad inducido por alcoholI,A. F15.00 (305.90) Intoxicación por cafeína.
F10.8 (291.8) Trastorno sexual inducido por alcoholI. F15.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por cafeínaI.
F10.8 (291.8) Trastorno del sueño inducido por alcoholI,A. F15.8 (292.89) Trastorno del sueño inducido por cafeínaI.
F10.9 (291.9) Trastorno relacionado con el alcohol no es- F15.9 (292.9) Trastorno relacionado con cafeína no espe-
pecificado. cificado.
158 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Trastornos relacionados con Cannabis F19.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
fenciclidinaI.
Trastornos por consumo de Cannabis F19.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por fencicli-
F12.2x (304.30) Dependencia de Cannabisa,b,c. dinaI.
F12.1 (305.20) Abuso de Cannabis. F19.9 (292.9) Trastorno relacionado con fenciclidina no es-
pecificado.
Trastornos inducidos por Cannabis
F12.00 (292.89) Intoxicación por Cannabis.
F12.04 Intoxicación por Cannabis, con alteraciones
Trastornos relacionados con inhalantes
perceptivas. Trastornos por consumo de inhalantes
F12.03 (292.81) Delirium por intoxicación por Cannabis. F18.2x (304.60) Dependencia de inhalantesa,b,c.
F12.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por Cannabis. F18.1 (305.90) Abuso de inhalantes.
.51 (.11) Con ideas delirantesI.
.52 (.12) Con alucinacionesI. Trastornos inducidos por inhalantes
F12.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por Canna F18.00 (292.89) Intoxicación por inhalantes.
bisI. F18.03 (292.81) Delirium por intoxicación por inhalantes.
F12.9 (292.9) Trastorno relacionado con Cannabis no espe- F18.73 (292.82) Demencia persistente inducida por inhalantes.
cificado. F18.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por inhalantes.
.51 (.11) Con ideas delirantesI.
.52 (.12) Con alucinacionesI.
Trastornos relacionados con cocaína
F18.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
inhalantesI.
Trastornos por consumo de cocaína
F18.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por inhalan-
F14.2x (304.20) Dependencia de cocaínaa,b,c.
tesI.
F14.1 (305.60) Abuso de cocaína.
F18.9 (292.9) Trastorno relacionado con inhalantes no espe-
cificado.
Trastornos inducidos por cocaína
F14.00 (292.89) Intoxicación por cocaína.
F14.04 Intoxicación por cocaína, con alteraciones Trastornos relacionados con nicotina
perceptivas.
Trastornos por consumo de nicotina
F14.3 (292.0) Abstinencia de cocaína.
F17.2x (305.10) Dependencia de nicotinaa,b.
F14.03 (292.81) Delirium por intoxicación por cocaína.
F14.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por cocaína.
Trastornos inducidos por nicotinas
.51 (.11) Con ideas delirantesI.
F17.3 (292.0) Abstinencia de nicotina.
.52 (.12) Con alucinacionesI.
F17.9 (292.9) Trastorno relacionado con nicotina no espe-
F14.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
cificado.
cocaínaI,A.
F14.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por cocaínaI,A.
F14.8 (292.89) Trastorno sexual inducido por cocaínaI. Trastornos relacionados con opiáceos
F14.8 (292.89) Trastorno del sueño inducido por cocaínaI,A.
Trastornos por consumo de opiáceos
F14.9 (292.9) Trastorno relacionado con cocaína no especi-
F11.2x (304.00) Dependencia de opiáceosa,b,c,d.
ficado.
F11.1 (305.50) Abuso de opiáceos.

Trastornos relacionados con fenciclidina Trastornos inducidos por opiáceos


(o sustancias de acción similar) F11.00 (292.89) Intoxicación por opiáceos.
F11.04 Intoxicación por opiáceos, con alteraciones
Trastornos por consumo de fenciclidina perceptivas.
F19.2x (304.90) Dependencia de fenciclidinaa,b. F11.3 (292.0) Abstinencia de opiáceos.
F19.1 (305.90) Abuso de fenciclidina. F11.03 (292.81) Delirium por intoxicación por opiáceos.
F11.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por opiáceos.
Trastornos inducidos por fenciclidina .51 (.11) Con ideas delirantesI.
F19.00 (292.89) Intoxicación por fenciclidina. .52 (.12) Con alucinacionesI.
F19.04 Intoxicación por fenciclidina, con alteraciones F11.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
perceptivas. opiáceosI.
F19.03 (292.81) Delirium por intoxicación por fenciclidina. F11.8 (292.89) Trastorno sexual inducido por opiáceosI.
F19.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por fenciclidina. F11.8 (239.89) Trastorno del sueño inducido por opiáceosI,A.
.51 (.11) Con ideas delirantesI. F11.9 (292.9) Trastorno relacionado con opiáceos no espe-
.52 (.12) Con alucinacionesI. cificado.
1.11. CLASIFICACIÓN 159

Trastornos relacionados con sedantes, hipnóticos F19.03 (292.81) Delirium inducido por otras sustancias (o
o ansiolíticos desconocidas)
(codificar F19.4 si comienza durante la abstinencia).
Trastornos por consumo de sedantes, hipnóticos F19.73 (292.82) Demencia persistente inducida por otras sus-
o ansiolíticos tancias (o desconocidas).
F13.2x (304.10) Dependencia de sedantes, hipnóticos o an- F19.6 (292.83) Trastorno amnésico persistente inducido por
siolíticosa,b,c. otras sustancias (o desconocidas).
F13.1 (305.40) Abuso de sedantes, hipnóticos o ansiolíticos. F19.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por otras sus-
tancias (o desconocidas).
Trastornos inducidos por sedantes, hipnóticos o ansiolíticos
.51 (.11) Con ideas delirantesI,A.
F13.00 (292.89) Intoxicación por sedantes, hipnóticos o an-
.52 (.12) Con alucinacionesI,A.
siolíticos.
F19.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
F13.3 (292.0) Abstinencia de sedantes, hipnóticos o ansio-
otras sustancias (o desconocidas).
líticos.
F19.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por otras
Especificar si: Con alteraciones perceptivas.
sustancias (o desconocidas)I,A.
F13.03 (292.81) Delirium por intoxicación por sedantes, hip-
F19.8 (292.89) Trastorno sexual inducido por otras sustan-
nóticos o ansiolíticos.
cias (o desconocidas)I.
F13.4 (292.81) Delirium por abstinencia de sedantes, hip-
F19.8 (292.89) Trastorno del sueño inducido por otras sus-
nóticos o ansiolíticos.
tancias (o desconocidas)I,A.
F13.73 (292.82) Demencia persistente inducida por sedantes,
F19.9 (292.9) Trastorno relacionado con otras sustancias
hipnóticos o ansiolíticos.
(o desconocidas) no especificado.
F13.6 (292.83) Trastorno amnésico persistente inducido por
sedantes, hipnóticos o ansiolíticos.
F13.xx (292.xx) Trastorno psicótico inducido por sedantes,
hipnóticos o ansiolíticos.
Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos
.51 (.11) Con ideas delirantesI,A.
F20.xx (295.xx) Esquizofrenia.
.52 (.12) Con alucinacionesI,A.
.0x (.30) Tipo paranoide.
F13.8 (292.84) Trastorno del estado de ánimo inducido por
.1x (.10) Tipo desorganizado.
sedantes, hipnóticos o ansiolíticosI,A.
.2x (.20) Tipo catatónico.
F13.8 (292.89) Trastorno de ansiedad inducido por sedan-
.3x (.90) Tipo indiferenciado.
tes, hipnóticos o ansiolíticosA.
.5x (.60) Tipo residual.
F13.8 (292.89) Trastorno sexual inducido por sedantes, hip-
nóticos o ansiolíticosI.
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito (la CIE-
F13.8 (292.89) Trastorno del sueño inducido por sedantes,
10 no adjudica códigos numéricos):
hipnóticos o ansiolíticosI,A.
2 = Episódico con síntomas residuales interepisódicos
F13.9 (292.9) Trastorno relacionado con sedantes, hipnóti-
(especificar si: Con síntomas negativos acusados).
cos o ansiolíticos no especificado.
3 = Episódico sin síntomas residuales interepisódicos.
0 = Continuo (especificar si: Con síntomas negativos
Trastorno relacionado con varias sustancias acusados).
4 = Episodio único en remisión parcial (especificar si:
F19.2x (304.80) Dependencia de varias sustanciasa,b,c,d. Con síntomas negativos acusados).
5 = Episodio único en remisión total.
8 = Otro patrón o no especificado.
Trastornos relacionados con otras sustancias
9 = Menos de 1 año desde el comienzo de los sínto-
(o desconocidas)
mas de la fase activa inicial.
Trastornos por consumo de otras sustancias (o desconocidas)
F19.2x (304.90) Dependencia de otras sustancias (o descono- F20.8 (295.40) Trastorno esquizofreniforme.
cidas)a,b,c,d. Especificar si: Sin síntomas de buen pronósti-
F19.1 (305.90) Abuso de otras sustancias (o desconocidas). co/con síntomas de buen pronóstico.
F25.x (295.70) Trastorno esquizoafectivo.
Trastornos inducidos por otras sustancias (o desconocidas) .0 Tipo bipolar.
F19.00 (292.89) Intoxicación por otras sustancias (o desco- .1 Tipo depresivo.
nocidas). F22.0 (297.1) Trastorno delirante.
F19.04 Intoxicación por otras sustancias (o desco- Especificar tipo: Erotomaníaco/de grandiosi-
nocidas), con alteraciones perceptivas. dad/celotípico/persecutroio/somático/mix-
F19.3 (292.0) Abstinencia de otras sustancias (o descono- to/no especificado.
cidas). F23.xx (298.8) Trastorno psicótivo breve.
Especificar si: Con alteraciones perceptivas. .81 Con desencadenante(s) grave(s).
160 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

.80 Sin desencadenante(s) grave(s). En la CIE-10 codificar el estado actual del episodio maníaco en
Especificar si: De inicio en el posparto. el cuarto dígito:
F24 (297.3) Trastorno psicótico compartido (folie à deux). 1 = Leve, moderado o grave sin síntomas psicóticos
F06.x (293.xx) Trastorno psicótico debido a… 2 = Grave con síntomas psicóticos
(indicar enfermedad médica). 8 = En remisión parcial o total
.2 (.81) Con ideas delirantes.
.0 (.82) Con alucinaciones. F31.0 (.40) Trastorno bipolar I, episodio más reciente
———.— (— —) Trastorno psicótico inducido por sustancias hipomaníacog,h,i.
(consultar los trastornos relacionados con sustancias F31.x (.4x) Trastorno bipolar I, episodio más reciente
para los códigos específicos de cada una de ellas). maníacoa,c,f,g,h,i.
Especificar si: De inicio durante la intoxica-
En la CIE-10 codificar el estado actual del episodio maníaco en
ción/de inicio durante la abstinencia.
el cuarto dígito:
F29 (298.9) Trastorno psicótico no especificado.
1 = Leve, moderado o grave sin síntomas psicóticos
2 = Grave con síntomas psicóticos
Trastornos del estado de ánimo 7 = En remisión parcial o total
Codificar el estado actual del episodio depresivo mayor F31.6 (.6x) Trastorno bipolar I, episodio más reciente
(o del trastorno bipolar según la CIE-9) I en el cuarto dígito mixtoa,c,f,g,h,i.
(quinto dígito, señalado aquí entre paréntesis, para la CIE-9): F31.x (.5x) Trastorno bipolar I, episodio más reciente
0 (1) = Leve. depresivoa,b,c,d,e,f,g,h,i.
1 (2) = Moderado.
2 (3) = Grave sin síntomas psicóticos. En la CIE-10 codificar el estado actual del episodio de-
3 (4) = Grave con síntomas psicóticos. presivo en el cuarto dígito:
Especificar: Síntomas psicóticos congruentes 3 = Leve o moderado
con el estado de ánimo/síntomas psicóticos 4 = Grave sin síntomas psicóticos
no congruentes con el estado de ánimo. 5 = Grave con síntomas psicóticos
4 (5) = En remisión parcial. 7 = En remisión parcial o total
4 (6) = En remisión total.
9 (0) = No especificado. F31.9 (.7) Trastorno bipolar I, episodio más reciente
no especificadog,h,i.
Se aplicarán (para los episodios actuales o más recientes) a los tras- F31.8 (296.89) Trastorno bipolar IIa,b,c,d,e,f,g,h,i.
tornos del estado de ánimo las siguientes especificaciones: Especificar (episodio actual o más reciente):
a
Gravedad/psicótico/especificadores en remisión/ Hipomaníaco/depresivo.
b
crónico/c con síntomas catatónicos/d con síntomas F34.0 (301.13) Trastorno ciclotímico.
melancólicos/e con síntomas atípicos/f de inicio en el F31.9 (296.80) Trastorno bipolar no especificado.
posparto. F06.xx (293.83) Trastorno del estado de ánimo debido a…
(indicar enfermedad médica) (la CIE-9 no ad-
Se aplicarán a los trastornos del estado de ánimo las siguientes espe- judica código numérico para estos especificado-
cificaciones: res):
g
Con o sin recuperación interepisódica total/h con pa- .32 Con síntomas depresivos.
trón estacional/i con ciclos rápidos. .32 Con síntomas de depresión mayor.
.30 Con síntomas maníacos.
.33 Con síntomas mixtos.
Trastornos depresivos
———.— (— —) Trastorno del estado de ánimo inducido por
———.— (296.xx) Trastorno depresivo mayor. sustancias
F32.x (.2x) Trastorno depresivo mayor, episodio úni- (consultar los trastornos relacionados con sustancias
coa,b,c,d,e,f,g,h. para los códigos específicos de cada una de ellas).
F33.x (.3x) Trastorno depresivo mayor, recidivan- Especificar tipo: Con síntomas depresivos/con
tea,b,c,d,e,f. síntomas maníacos/con síntomas mixtos.
F34.1 (300.4) Trastorno distímico. Especificar si: De inicio durante la intoxica-
Especificar si: De inicio temprano/de inicio ción/de inicio durante la abstinencia.
tardío/con síntomas atípicos. F39 (296.90) Trastorno del estado de ánimo no especifi-
F32.9 (311) Trastorno depresivo no especificado. cado.

Trastornos bipolares
Trastornos de ansiedad
F30.x (296.0x) Trastorno bipolar I, episodio maníaco úni-
coa,c,f. F41.0 (300.01) Trastorno de angustia sin agorafobia.
Especificar si: Mixto. F40.01 (300.21) Trastorno de angustia con agorafobia.
1.11. CLASIFICACIÓN 161

F40.00 (300.22) Agorafobia sin historia de trastorno de an- (.19) Con predominio de signos y síntomas so-
gustia. máticos.
F40.2 (300.29) Fobia específica. (.19) Con combinación de signos y síntomas
Especificar tipo: Animal/ambiental/sangre-in- psicológicos y somáticos.
yecciones-daño/situacional/otro tipo. F68.1 (300.19) Trastorno facticio no especificado.
F40.1 (300.23) Fobia social.
Especificar si: Generalizada.
F42.8 (300.3) Trastorno obsesivo-compulsivo. Trastornos disociativos
Especificar si: Con poca conciencia de enfer-
medad. F44.0 (300.12) Amnesia disociativa.
F43.1 (309.81) Trastorno por estrés postraumático. F44.1 (300.13) Fuga disociativa.
Especificar si: Agudo/crónico. F44.81 (300.14) Trastorno de identidad disociativo.
Especificar si: De inicio demorado. F48.1 (300.6) Trastorno de despersonalización.
F43.0 (308.3) Trastorno por estrés agudo. F44.9 (300.15) Trastorno disociativo no especificado.
F41.1 (300.02) Trastorno de ansiedad generalizada.
F06.4 (293.89) Trastorno de ansiedad debido a…
(indicar enfermedad médica).
Especificar si: Con ansiedad generalizada/con Trastornos sexuales y de la identidad sexual
crisis de angustia/con síntomas obsesivo-com-
pulsivos. Trastornos sexuales
———.— (— —) Trastorno de ansiedad inducido por sustancias
(consultar los trastornos relacionados con sustancias Se aplicarán los siguientes especificadores a todos los trastornos
para los códigos específicos de cada una de ellas). sexuales primarios:
Especifiar si: Con ansiedad generalizada/con
crisis de angustia/con síntomas obsesivo-com- De toda la vida/adquirido.
pulsivos/con síntomas fóbicos. General/situacional.
Especificar si: De inicio durante la intoxica- Debido a factores psicológicos/debido a factores combinados.
ción/de inicio durante la abstinencia.
F41.9 (300.00) Trastorno de ansiedad no especificado. Trastornos del deseo sexual
F52.0 (302.71) Deseo sexual hipoactivo.
F52.10 (302.79) Trastorno por aversión al sexo.
Trastornos somatomorfos
Trastornos de la excitación sexual
F45.0 (300.81) Trastorno de somatización F52.2 (302.72) Trastorno de la excitación sexual en la mujer.
F45.1 (300.81) Ttastorno somatomorfo indiferenciado. F52.2 (302.72) Trastorno de la erección en el varón.
F44.x (300.81) Trastorno de conversión.
(la CIE-9 no adjudica código numérico a los si- Trastornos orgásmicos
guientes especificadores): F52.3 (302.73) Trastorno orgásmico femenino.
.4 Con síntomas o déficit motores. F52.3 (302.74) Trastorno orgásmico masculino.
.5 Con crisis o convulsiones. F52.4 (302.75) Eyaculación precoz.
.6 Con síntomas o déficit sensoriales.
.7 Con presentación mixta. Trastornos sexuales por dolor
F45.4 (307.xx) Trastorno por dolor. F52.6 (302.76) Dispareunia (no debida a una enfermedad
(.80) Asociado a factores psicológicos. médica).
(.89) Asociado a factores psicológicos y a enfer- F52.5 (306.51) Vaginismo (no debido a una enfermedad
medad médica. médica).
Especificar si: Agudo/crónico.
Trastorno sexual debido a una enfermedad médica
F45.2 (300.7) Hipocondría.
N94.8 (625.8) Deseo sexual hipoactivo en la mujer debi-
Especificar si: Con poca conciencia de enfer-
do a…
medad.
(indicar enfermedad médica).
F45.2 (300.7) Trastorno dismórfico corporal.
N50.8 (608.89) Deseo sexual hipoactivo en el varón debi-
F45.9 (300.81) Trastorno somatomorfo no especificado.
do a…
(indicar enfermedad médica).
Trastornos facticios N48.4 (607.84) Trastorno de la erección en el varón debi-
do a…
F68.1 (300.xx) Trastorno facticio. (indicar enfermedad médica).
(.16) Con predominio de signos y síntomas psi- N94.1 (625.0) Dispareunia femenina debida a…
cológicos. (indicar enfermedad médica).
162 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

N50.8 (608.89) Dispareunia masculina debida a… Trastornos del sueño


(indicar enfermedad médica).
N94.8 (625.8) Otros trastornos sexuales femeninos debi- Trastornos primarios del sueño
dos a…
Disomnias
(indicar enfermedad médica).
F51.0 (307.42) Insomio primario.
N50.8 (608.89) Otros trastornos sexuales masculinos debi-
F51.1 (307.44) Hipersomnia primaria.
dos a…
Especificar si: Recidivante.
(indicar enfermedad médica).
G47.4 (347) Narcolepsia.
———.— (— —) Trastorno sexual inducido por sustancias
G47.3 (780.59) Trastorno del sueño relacionado con la res-
(consultar los trastornos relacionados con sustancias
piración.
para los códigos específicos de cada una de ellas).
F51.2 (307.45) Trastorno del ritmo circadiano.
Especificar si: Con alteración del deseo/con
Especificar tipo: Sueño retrasado/jet lag/cam-
alteración de la excitación/con alteración del
bios de turno de trabajo/no especificado.
orgasmo/con dolor sexual.
F51.9 (307.47) Disomnia no especificada.
Especificar si: De inicio durante la intoxicación.
F52.9 (302.70) Trastorno sexual no especificado. Parasomnias
F51.5 (307.47) Pesadillas.
Parafilias F51.4 (307.46) Terrores nocturnos.
F51.3 (307.46) Sonambulismo.
F65.2 (302.4) Exhibicionismo. F51.8 (307.47) Parasomnia no especificada.
F65.0 (302.81) Fetichismo.
F65.8 (302.89) Frotteurismo.
F65.4 (302.2) Pedofilia. Trastornos del sueño relacionados con otro trastorno
Especificar si: Con atracción sexual por los va- mental
rones/con atracción sexual por las mujeres/ F51.0 (307.42) Insomnio relacionado con…
con atracción sexual por ambos sexos. (indicar trastorno del Eje I o del Eje II).
Especificar si: Limitada al incesto. F51.1 (307.44) Hipersomnia relacionada con…
Especificar tipo: Exclusiva/no exclusiva. (indicar trastorno del Eje I o del Eje II).
F65.5 (302.83) Masoquismo sexual.
F65.5 (302.84) Sadismo sexual.
F65.1 (302.3) Fetichismo transvestista. Otros trastornos del sueño
Especificar si: Con disforia sexual.
F65.3 (302.82) Voyeurismo. G47.x (780.xx) Trastorno del sueño debido a…
F65.9 (302.9) Parafilia no especificada. (indicar enfermedad médica).
.0 (.52) Tipo insomnio.
.1 (.54) Tipo hipersomnia.
Trastornos de la identidad sexual .8 (.59) Tipo parasomnia.
F64.x (302.xx) Trastorno de la identidad sexual. .8 (.59) Tipo mixto.
.2 (.6) En la niñez. ———.— (— —) Trastorno del sueño inducido por sustancias
.0 (.85) En la adolescencia o en la vida adulta. (consultar los trastornos relacionados con sustan-
Especificar si: Con atracción sexual por los va- cias para los códigos específicos de cada una de
rones/con atracción sexual por las mujeres/ ellas).
con atracción sexual por ambos/sin atracción Especificar tipo: Insomnio/hipersomnia/para-
sexual por ninguno. somnia/mixto.
F64.9 (302.6) Trastorno de la identidad sexual no especifi- Especificar si: De inicio durante la intoxica-
cado. ción/de inicio durante la abstinencia.
F52.9 (302.9) Trastorno sexual no especificado.

Trastornos del control de los impulsos


Trastornos de la conducta alimentaria no clasificados en otros apartados
F50.0 (307.1) Anorexia nerviosa. F63.8 (312.34) Trastorno explosivo intermitente.
Especificar tipo: Restrictivo/compulsivo/pur- F63.2 (312.32) Cleptomanía.
gativo. F63.1 (312.33) Piromanía.
F50.2 (307.51) Bulimia nerviosa. F63.0 (312.31) Juego patológico.
Especificar tipo: Purgativo/no purgativo. F63.3 (312.39) Tricotilomanía.
F50.9 (307.50) Trastorno de la conducta alimentaria no es- F63.9 (312.30) Trastorno del control de los impulsos no es-
pecificado. pecificado.
1.11. CLASIFICACIÓN 163

Trastornos adaptativos G24.0 (333.7) Distonía aguda inducida por neurolépticos.


G21.1 (333.99) Acatisia aguda inducida por neurolépticos.
F43.xx (309.xx) Trastorno adaptativo. G24.0 (333.82) Discinesia tardía inducida por neurolépticos.
.20 (.0) Con estado de ánimo depresivo. G25.1 (333.1) Temblor postural inducido por medicamentos.
.28 (.24) Con ansiedad. G25.9 (333.90) Trastorno motor inducido por medicamen-
.22 (.28) Mixto con ansiedad y estado de ánimo de- tos no especificado.
presivo.
.24 (.3) Con trastorno de comportamiento Trastornos inducidos por otros medicamentos
.25 (.4) Con alteración mixta de las emociones y
el comportamiento. T88.7 (995.2) Efectos adversos de los medicamentos no es-
.9 (.9) No especificado. pecificados.
Especificar si: Agudo/crónico.
Problemas de relación
Z63.7 (V61.9) Problema de relación asociado a un trastor-
Trastornos de la personalidad no mental o a una enfermedad médica.
Z63.8 (V61.20) Problemas paterno-filiales
Nota: Se codifican en el Eje II. (código Z63.1 si el objeto de atención es el niño).
F60.0 (301.0) Trastorno paranoide de la personalidad. Z63.0 (V61.1) Problemas conyugales.
F60.1 (301.20) Trastorno esquizoide de la personalidad. F93.3 (V61.8) Problema de relación entre hermanos.
F21 (301.22) Trastorno esquizotípico de la personalidad. Z63.9 (V62.81) Problema de relación no especificado.
F60.2 (301.7) Trastorno antisocial de la personalidad.
F60.31 (301.83) Trastorno límite de la personalidad.
F60.4 (301.50) Trastorno histriónico de la personalidad. Problemas relacionados con el abuso o la negligencia
F60.8 (301.81) Trastorno narcisista de la personalidad.
T74.1 (V61.21) Abuso físico del niño.
F60.6 (301.82) Trastorno de la personalidad por evitación.
T74.2 (V61.21) Abuso sexual del niño.
F60.7 (301.6) Trastorno de la personalidad por depen-
T74.0 (V61.21) Negligencia de la infancia.
dencia.
T74.1 (V61.1) Abuso físico del adulto.
F60.5 (301.4) Trastorno obsesivo-compulsivo de la perso-
T74.2 (V61.1) Abuso sexual del adulto.
nalidad.
F60.9 (301.9) Trastorno de la personalidad no especificado.
Problemas adicionales que pueden ser objeto
de atención clínica
Otros problemas que pueden ser objeto Z91.1 (V15.81) Incumplimiento terapéutico.
de atencion clínica Z76.5 (V65.2) Simulación.
Z72.8 (V71.01) Comportamiento antisocial del adulto.
Factores psicológicos que afectan al estado físico Z72.8 (V71.02) Comportamiento antisocial en la niñez o la
F54 (316) …(Especificar el factor psicológico) adolescencia.
que afecta a… R41.8 (V62.89) Capacidad intelectual límite.
(indicar enfermedad médica). R41.8 (780.9) Deterioro cognoscitivo relacionado con la
Elegir según la naturaleza de los factores: edad.
Trastorno mental que afecta a una enferme- Z63.4 (V62.82) Duelo.
dad médica. Z55.8 (V62.3) Problema académico.
Síntomas psicológicos que afectan a una en- Z56.7 (V62.2) Problema laboral.
fermedad médica. F93.8 (313.82) Problema de identidad.
Rasgos de personalidad o estilo de afronta- Z71.8 (V62.89) Problema religioso o espiritual.
miento que afectan a una enfermedad médica. Z60.3 (V62.4) Problema de aculturación.
Comportamientos desadaptativos que afec- Z60.0 (V62.89) Problema biográfico.
tan a una enfermedad médica.
Respuesta fisiológica relacionada con el es-
trés que afecta a una enfermedad médica. Códigos adicionales
Otros factores psicológicos o no especifica-
dos que afectan a una enfermedad médica. F99 (300.9) Trastorno mental no especificado (no psicó-
tico).
Z03.2 (V71.09) Sin diagnóstico o estado en el Eje I.
Trastornos motores inducidos por medicamentos R69 (799.9) Diagnóstico o estado aplazado en el Eje I.
G21.0 (332.1) Parkinsonismo inducido por neurolépticos. Z03.2 (V71.09) Sin diagnóstico en el Eje II.
G21.0 (333.92) Síndrome neuroléptico maligno. R46.8 (799.9) Diagnóstico aplazado en el Eje II.
164 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Evaluación multiaxial Eje II Trastornos de la personalidad.


Retraso mental.
Eje I Trastornos clínicos. Eje III Enfermedades médicas.
Otros problemas que pueden ser objeto de atención Eje IV Problemas psicosociales y ambientales.
clínica. Eje V Evaluación de la actividad global.
De la ciencia a la práctica
1.12 John Geddes

■ Dificultades para mantenerse al día dica continua a través de conferencias) eran más accesibles,
pero de validez limitada.
Todos los médicos y los otros profesionales sanitarios tie- La dificultad para acceder a información fiable significa
nen una considerable necesidad de información precisa y ac- que muchas decisiones clínicas se toman con un grado de in-
tualizada que normalmente pasa desapercibida y no se satis- certidumbre mayor del necesario, y surge una laguna entre la
face (1). En psiquiatría se han introducido muchos trata- investigación y la práctica clínica. Este vacío se llena con fre-
mientos nuevos durante la última década, incluidos nuevos cuencia con otras influencias que incluyen una combinación
antidepresivos, antipsicóticos y fármacos para el tratamiento no sistemática de creencias y observaciones clínicas. A veces
de la demencia. También se ha avanzado en tratamientos no esto conduce a variaciones innecesarias en la práctica clínica.
farmacológicos, como en psicoterapia y en modelos de orga- Este fenómeno ha sido ampliamente documentado en psi-
nización de servicios, así como en el diagnóstico, el pronós- quiatría e incluye variaciones en el uso de la terapia electro-
tico (que incluye la evaluación del riesgo) y la etiología. Del convulsiva (4, 5), el empleo de antipsicóticos (6, 7) y el trata-
mismo modo que se llevan a cabo estos avances clínicos, es miento de la depresión (8-10). La existencia de estas variacio-
importante que los médicos estén informados acerca de ellos nes sólo puede significar que algunos pacientes no están reci-
a su debido tiempo y de modo preciso e imparcial. Lo ideal biendo el tratamiento óptimo.
tal vez sería que cada psiquiatra tuviera acceso a los artículos
científicos originales. Sin embargo, normalmente esto no es
factible. El tiempo en la práctica clínica está muy limitado y ■ Técnicas de utilización avanzada
muchos médicos no poseen las habilidades necesarias para
una búsqueda sistemática adecuada y una valoración e inter- de la mejor evidencia disponible
pretación crítica de las pruebas de los estudios de investiga-
ción. Se estima que se publican dos millones de artículos en La Universidad McMaster en Canadá fue la primera en
20.000 revistas biomédicas cada año (2), un número clara- desarrollar una serie de estrategias diseñadas para ayudar a los
mente por encima de los recursos de la mayoría de los ata- médicos en sus intentos de basar su práctica sobre la mejor
reados médicos. Incluso limitando la lectura a aquellas pu- evidencia disponible; al conjunto de estas estrategias se le lla-
blicaciones centradas en los aspectos clínicos de la psiquia- mó medicina «basada en la evidencia» (11), un abordaje ba-
tría, eso significaría que sería necesario leer alrededor de sado en las pruebas que divide el proceso en cinco etapas
5.500 artículos cada año, lo que equivale a 15 artículos al día (v. fig. 1). El proceso de la medicina basada en la evidencia
(3). Está claro que son necesarias algunas estrategias para también conduce a otra fase: la identificación de cuestiones
identificar de un modo eficaz aquellas investigaciones que clínicas que requieren más investigación.
sean tanto metodológicamente sólidas como clínicamente re- Para conseguir que la medicina basada en la evidencia sea
levantes. posible en la práctica clínica real, es necesario resolver varios
Tradicionalmente, los médicos han utilizado varios méto- problemas en cada etapa del proceso.
dos para estar actualizados con respecto a la investigación,
como la consulta a colegas y la lectura de libros de texto y re-
vistas. Smith (1) revisó los estudios sobre las necesidades de Formulación de una cuestión clínica estructurada
información de los médicos y evaluó las fuentes de informa-
ción en varias dimensiones: su relevancia para la práctica clí- Cuando surge la duda en la práctica clínica, es necesario
nica, su validez científica, la facilidad con que podían utili- que el médico formule una cuestión clínica estructurada. Este
zarse y una estimación global de su utilidad. La mayoría de paso es fundamental para el proceso de la medicina basada en
las fuentes que obtuvieron puntuaciones elevadas en todas las la evidencia porque primero permite al médico clasificar la
dimensiones (como los libros de texto basados en la eviden- cuestión, segundo, identificar el diseño experimental que con
cia que se actualizan regularmente) tenían una utilidad limi- más probabilidad obtenga un resultado fiable y, finalmente,
tada. Los métodos tradicionales para obtener información determinar la forma más eficaz para buscar la investigación
(como los libros de texto convencionales y la educación mé- más fiable.
165
166 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

1. Formular una pregunta clínica estructurada que pueda mayoría de cuestiones que surgen en la práctica clínica tienen
responderse que ver con la terapia, el diagnóstico, el pronóstico o la etio-
logía. Una vez la cuestión ha sido formulada y clasificada,
ésta sugiere el diseño de investigación más fiable (v. tabla 1).
2. Encontrar la evidencia

Encontrar la evidencia y los avances


3. Valoración clínica de la evidencia en la organización del conocimiento clínico
La identificación de la naturaleza de la cuestión clínica y
4. Aplicar la evidencia al problema clínico
el diseño de estudio más fiable permite al clínico realizar una
búsqueda focalizada y eficiente en la literatura médica. Uno
de los principales avances de la medicina basada en la evi-
dencia ha sido el desarrollo de métodos de síntesis en la in-
5. Evaluación y mejora del proceso
vestigación, o el proceso de identificación, valoración y resu-
men de los principales estudios de investigación dentro del
Figura I. Las cinco etapas de la medicina basada en la evi-
dencia. conocimiento clínicamente útil. Actualmente existen princi-
palmente dos procedimientos de síntesis en la investigación:
las revisiones sistemáticas y las guías clínicas prácticas. Ambos
abordajes se basan en una metodología explícita que empieza
Ejemplo
con la construcción de una jerarquía de la evidencia en la
En un paciente que padece un trastorno depresivo cróni- cual ciertas formas de diseño experimental se consideran más
co leve: el médico diagnostica trastorno distímico pero pue- fiables que otras. La metodología está claramente más avan-
de dudar si al recomendar un antidepresivo se aportaría algún zada en cuestiones acerca del tratamiento, en las que se cen-
beneficio por encima del que obtendría si se le ofreciera un tra este capítulo.
apoyo inespecífico durante varias sesiones. El proceso para
hallar rápidamente la mejor respuesta empieza por la formu-
lación de una pregunta clínica:
Niveles de evidencia
A continuación se presenta la jerarquía de evidencia ha-
1. En pacientes con distimia (el problema).
bitualmente utilizada en los estudios de tratamientos:
2. ¿Cuán efectivos son los antidepresivos (la intervención).
3. …comparados con tratamientos alternativos (incluyendo
Ia. Evidencia a partir de una revisión sistemática de ensa-
ninguno) (la intervención comparativa).
yos aleatorizados controlados.
4. …para aliviar los síntomas depresivos y mejorar el fun-
Ib. Evidencia a partir de al menos un estudio aleatorizado
cionamiento psicosocial (el resultado)?
controlado.
El siguiente paso es clasificar la pregunta. Este ejemplo, IIa. Evidencia a partir de al menos un estudio controlado
obviamente, implica una cuestión acerca del tratamiento. La no aleatorizado.

Tabla I. Tipos de cuestiones clínicas y diseños experimentales más fiables

Tipo de cuestión Forma de la pregunta Diseño experimental más fiable

Diagnóstico ¿Qué probabilidad tiene un paciente que pre- Un estudio transversal de pacientes que se sospecha que presentan el tras-
senta un síntoma particular, un signo o un torno, que compara la proporción de pacientes que realmente tienen el
resultado en una prueba diagnóstica, de te- trastorno, y han obtenido un resultado positivo en una prueba, con la
ner un trastorno determinado? proporción de pacientes que no presentan el trastorno pero que tienen
un resultado positivo en la prueba
Tratamiento ¿Es el tratamiento estudiado más efectivo al Evidencia en la que los pacientes son asignados aleatoriamente para recibir
producir un resultado deseado que un trata- el tratamiento de interés o el alternativo; normalmente se trata de una
miento alternativo (sin incluir ningún trata- revisión sistemática de estudios aleatorizados controlados o un estudio
miento)? aleatorizado controlado de calidad superior
Pronóstico ¿Cuál es la probabilidad para un resultado es- Un estudio en el que se hace el seguimiento de una cohorte inicial (pa-
pecífico en este paciente? cientes en un estadio común del desarrollo de la enfermedad (especial-
mente el primer episodio) durante un período de tiempo adecuado
Etiología ¿Cuál ha sido la causa del trastorno? Un estudio que compare la frecuencia de una exposición en un grupo de
personas con el trastorno (casos) que se estudia con un grupo de per-
sonas sin el trastorno (controles); éste puede ser un estudio aleatoriza-
do controlado, un estudio de caso-control o un estudio de cohorte
1.12. DE LA CIENCIA A LA PRÁCTICA 167

IIb. Evidencia a partir de al menos un estudio casi experi- mendaciones se basan directamente en la evidencia se descri-
mental de otro tipo. be utilizando un segundo nivel de clasificación (14):
III. Evidencia a partir de estudios descriptivos no experi-
mentales, como los estudios comparativos, estudios de 1. Basada directamente en la categoría I de evidencia.
correlación y estudios de caso-control. 2. Basada directamente en la categoría II de evidencia o re-
IV. Evidencia de informes de comités de expertos u opinio- comendación extrapolada de la categoría I de evidencia.
nes y/o experiencia clínica de autoridades reconocidas. 3. Basada directamente en la categoría III de evidencia o re-
comendación extrapolada de la categoría I o II de evi-
En esta jerarquía, la evidencia aleatorizada se considera dencia.
más fiable que la no aleatorizada, y una revisión sistemática 4. Basada directamente en la categoría IV de evidencia o re-
de evidencias aleatorizadas se considera la mejor defensa con- comendación extrapolada de la categoría I, II o III de evi-
tra el error sistemático. dencia.
Las jerarquías de evidencia también se han formulado
para estudios no terapéuticos, como los estudios de etiología, Las guías clínicas se desarrollan principalmente a nivel na-
diagnóstico y pronóstico. Por otra parte, la característica fun- cional y es necesario que estén diseñadas a medida de las cir-
damental de estas jerarquías es que tienen en cuenta el dise- cunstancias locales. Habitualmente, los organismos profesio-
ño experimental menos susceptible de error. En la tabla 1 se nales como la American Psychiatric Association y el Royal
muestra el diseño experimental considerado más fiable para College of Psychiatrists (cada una con su programa activo de
cada tipo de cuestión clínica. desarrollo de guías) asumen la responsabilidad de elaborar
guías nacionales.
Hay varias limitaciones para las guías clínicas. En primer
Revisiones sistemáticas
lugar, las guías clínicas basadas en la evidencia son caras y re-
En el capítulo 6.1.1.2 se describe porqué son necesarias quieren mucho tiempo para su elaboración, y rápidamente se
las revisiones sistemáticas y qué metodología se utiliza. El re- vuelven anticuadas. En segundo lugar, para influir en la prác-
conocimiento de la necesidad de revisiones sistemáticas de es- tica, las guías basadas en la evidencia necesitan difundirse e
tudios aleatorizados controlados, y el desarrollo de la meto- implementarse de una forma activa. Las guías de ámbito na-
dología científica para realizar las revisiones, ha sido uno de cional que se envían a los médicos a menudo no llegan a uti-
los avances más significativos en la investigación de los servi- lizarse (15). Existen varios modos activos de favorecer un
cios sanitarios durante la última década. Un paso fundamen- cambio en la actitud de los médicos (16):
tal fue la fundación de la Cochrane Collaboration, una orga-
nización internacional que tiene por objetivo elaborar regu- • Visitas al exterior (también conocidas como de carácter
larmente revisiones sistemáticas y actualizadas de la eficacia académico).
de todas las intervenciones en asistencia sanitaria (12). El pri- • Líderes locales de opinión.
mer Cochrane Centre se estableció en Oxford en 1992 como • Intervenciones en las que participa el paciente (incluida la
parte de las estrategias de los sistemas de información des- educación del paciente).
arrollados para dar apoyo al National Health Service Rese- • Intervenciones polifacéticas que incluyen una serie de téc-
arch and Development Programme; posteriormente se han nicas.
instalado centros en otros muchos países.
Existe alguna evidencia de que las guías pueden mejorar
los resultados del paciente por su efecto sobre la práctica clí-
Guías clínicas
nica, especialmente cuando se han elaborado para aplicarse a
En algunas áreas de la asistencia sanitaria hay suficiente circunstancias locales (15). En un estudio realizado en los Es-
evidencia, que coexiste con una considerable incertidumbre tados Unidos, 217 pacientes con trastornos depresivos fueron
clínica, de la necesidad de desarrollar guías clínicas. Estas guías asignados aleatoriamente a una asistencia convencional o a
se han definido como «informes desarrollados de forma siste- una intervención polifacética diseñada para seguir las normas
mática para apoyar las decisiones médicas acerca de la aten- de la Agency for Health Care Policy and Research sobre el
ción sanitaria adecuada en una circunstancia médica específi- manejo de la depresión (17). Los pacientes del grupo de in-
ca» (13). Las guías se han desarrollado durante varios años, tervención tenían más probabilidad de ser tratados de acuer-
pero recientemente se han producido progresos en la metodo- do con las guías, y ello condujo a mejores resultados en los
logía para la elaboración de guías explícitamente basadas en la pacientes con trastorno depresivo mayor (reducción de más
evidencia. Un grupo que elabora guías confecciona las guías del 50 % en la Escala de Síntomas Depresivos-90 (Symptom
clínicas basadas en la evidencia; este grupo está compuesto Checklist-90 Depressive Symptom Scale) a los 4 meses en el 74 %
por importantes investigadores que deciden sobre las cuestio- de los pacientes del grupo experimental comparado con el
nes clínicas concretas que necesitan respuesta. Posteriormente 44 % de los pacientes del grupo control).
se revisa la evidencia y se clasifica de forma sistemática de Comprensiblemente, los médicos también buscan pautas
acuerdo a una jerarquía de evidencia (v. arriba) y se presenta sobre cuestiones clínicas importantes que están pobremente
al grupo que prepara las guías. Después, el grupo hace las re- cubiertas por demostraciones de calidad superior, en especial
comendaciones que cree oportunas. El grado en que las reco- las aleatorizadas. Para ayudar en estas decisiones clínicas,
168 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

Frances y cols. han desarrollado un método innovador para la efectiva, la mejor evidencia actual a partir de un método es-
elaboración de la pauta basado en una encuesta sistemática tándar (v. fig. 2). Esta técnica cambiará tan pronto como se des-
de las opiniones de los expertos clínicos (18, 19). arrollen nuevos métodos de organización del conocimiento.

El uso de la comunicación electrónica Ejemplo (continuación)


y la World Wide Web
No se ha podido encontrar ninguna guía clínica práctica,
El desarrollo de Internet durante la década de 1990 está es- pero la búsqueda en la Cochrane Library identifica las si-
trechamente vinculado al desarrollo de la práctica basada en la guientes revisiones:
evidencia. La World Wide Web se ha convertido en una enor-
me fuente de información para médicos y pacientes. El acceso Lima, M.S. y Moncrieff, J.A. (1998). Comparison of
mejorado a la información ofrecida a los pacientes significa que Drugs versus placebo for the treatment of dysthymia: a syste-
a menudo estarán bien informados sobre su enfermedad. Éste matic review. En Cochrane Database of Systematic Reviews, Up-
es uno de los factores que contribuyen a la necesidad de los mé- date Software.
dicos para mejorar su propio acceso a la información. Internet
tiene varios inconvenientes, entre los que se incluyen la desor- Ésta es una revisión exhaustiva de 15 estudios aleatorizados
ganización de la información y la falta de control de calidad y controlados que comparan varios antidepresivos (incluidos
(20, 21). Al igual que con las publicaciones en papel, se están tricíclicos, inhibidores selectivos de la recaptación de serotoni-
desarrollando medios para crear un índice selectivo de las valo- na [ISRS], inhibidores de la monoaminooxidasa y antipsicóti-
raciones críticas de los sitios web. Un ejemplo de uno de es- cos a dosis bajas) con placebo en el tratamiento de la distimia.
tos sitios que contiene amplios links con información útil en
la Web es el Centre for Evidence Based Mental Health
(http://www.cebmh.com). Aunque todavía es muy joven, pro- Valoración crítica de los artículos
bablemente esta Web se convertirá durante los próximos años de investigación
en el principal medio para transmitir y suministrar conocimien-
to. Las fuentes electrónicas fiables como la Cochrane Library ya Una vez que se ha hallado evidencia, es necesario realizar
están disponibles (http://www.update-software.com/ccweb). una valoración crítica sobre su fiabilidad y utilidad. Los psi-
quiatras necesitan ser capaces de estimar el valor científico y la
relevancia clínica de un estudio. Para ello son necesarias una
Mejora del conocimiento general
serie de habilidades epidemiológicas y bioestadísticas que, tra-
Otra mejora ha sido el desarrollo de herramientas para dicionalmente, los psiquiatras no han considerado clave. En el
ayudar a los médicos a mantener su conocimiento general so- Reino Unido, el Royal College of Psychiatrists introdujo en
bre los avances en la investigación. La idea de las revistas que 1999 una parte nueva en el principal examen profesional, di-
revisan y resumen no es nueva pero se ha reconocido que es- señada para evaluar estas habilidades, reconociendo su impor-
tas publicaciones también necesitan una metodología que les tancia fundamental para los psiquiatras clínicos (22).
permita identificar los estudios de investigación más fiables y Una valoración crítica estructurada es un proceso activo
de mayor relevancia clínica. que incluye una evaluación sistemática de los aspectos meto-
Han aparecido varias revistas nuevas con el propósito de dológicos clave del artículo. En particular, la valoración críti-
mejorar la disponibilidad de evidencias de calidad superior ca se centra sistemáticamente en aquellos aspectos de la me-
para los clínicos. La primera de ellas fue la ACPJournal Club todología experimental que tienen más probabilidad de con-
(orientada principalmente a los médicos de medicina gene- ducir a resultados no fiables. Se han elaborado varias listas, di-
ral), seguida por Evidence-Based Medicine (principalmente señadas para que la evaluación sea más rápida y sistemática,
orientada a los médicos de cabecera) y, más recientemente, para distintos diseños experimentales (23). Por ejemplo, la va-
Evidence-Based Mental Health (dirigida a los clínicos en salud loración crítica de una revisión sistemática incluye un análisis
mental de todas las disciplinas). Evidence-Based Mental Health de los aspectos de la metodología que se describen en el capí-
examina regularmente alrededor de 200 publicaciones y se- tulo 6.1.1.2. La tabla 2 muestra la lista de comprobación que
lecciona sólo aquellos artículos que cumplen criterios meto- suele utilizarse habitualmente en las revisiones sistemáticas.
dológicos determinados (cuadro 1), y que son clínicamente
relevantes. Posteriormente los artículos se sintetizan en resú-
Ejemplo (continuación)
menes estructurados y se publican en una página junto con el
comentario de un clínico experto. La lista de comprobación permite hacer una rápida valora-
ción crítica de la revisión. Se trata de una revisión sobre la efec-
tividad de los antidepresivos en la distimia y por lo tanto pa-
Un método sistemático para buscar la mejor rece relevante en la cuestión clínica. Los autores sólo han in-
evidencia disponible cluido estudios aleatorizados controlados, lo cual disminuirá la
probabilidad de error sistemático y mejorará la fiabilidad de la
Los progresos en la organización del conocimiento clínico revisión. La estrategia de búsqueda en la literatura médica está
facilitan al médico la posibilidad de buscar, de forma rápida y claramente documentada e incluye bases de datos electrónicas
1.12. DE LA CIENCIA A LA PRÁCTICA 169

Cuadro 1
Ejemplos de criterios para la selección y la revisión de artículos cuyo resumen incluir
en Evidence-Based Mental Health
Se tienen en cuenta los artículos para resumirlos si cumplen los siguientes criterios:
Criterios básicos
• Artículos originales o revisados
• En inglés
• Sobre humanos
• Sobre temas importantes para la práctica de los clínicos en el amplio campo de la salud mental
Los estudios de prevención o tratamiento deben cumplir estos criterios adicionales
• Asignación aleatorizada de los participantes a los grupos de comparación
• Seguimiento (evaluación final) de al menos el 80 % de los que formaron parte de la investigación
• Medida del resultado cuya relevancia clínica sea conocida o probable
• Análisis congruente con el diseño experimental
Los estudios sobre diagnóstico deben cumplir estos criterios adicionales
• Grupos de comparación claramente identificados, de los que al menos uno carezca del trastorno o la alteración de interés
• Interpretación del diagnóstico estándar sin conocer los resultados de la prueba
• Interpretación de la prueba sin conocer el resultado del diagnóstico estándar
• Diagnóstico (patrón) estándar (p. ej., diagnóstico según criterios del DSM-IV a la CIE-10 después de evaluar a un
entrevistador clínicamente cualificado)
• Análisis congruente con el diseño experimental
Los estudios sobre pronóstico deben cumplir estos criterios adicionales
• La cohorte inicial de individuos (primer episodio o agrupados en un punto uniforme en el desarrollo del trastorno), en que
todos se hallan inicialmente libres del resultado de interés
• Seguimiento de al menos el 80 % de los pacientes hasta realizar una de las principales evaluaciones del estudio o hasta el
final de la investigación
• Análisis congruente con el diseño experimental
Los estudios sobre causalidad deben cumplir estos criterios adicionales
• Grupo de comparación claramente identificado para los que presentan el resultado de interés, o corren el riesgo de presentarlo
(es decir, ensayos aleatorizados y controlados, estudios controlados casi aleatorizados, estudio analítico de cohorte con
equiparación caso a caso o ajuste estadístico para crear grupos comparables, y estudios de caso-control)
• Ocultar los resultados de la exposición a los observadores (se asume que se cumple este criterio si el resultado es objetivo), los
observadores de la exposición desconocen los resultados de los estudios de caso-control, o los sujetos ignoran la exposición de
los otros diseños experimentales
• Análisis congruente con el diseño experimental

(Medline, Psyclit, Embase, Lilacs y la Cochrane Library), bús- tratamiento) ocurre con menos frecuencia en los pacientes
queda manual de publicaciones y correspondencia con investi- tratados con antidepresivos. El odds ratio más pequeño co-
gadores que están trabajando en ese campo. La calidad de los rresponde al mayor efecto del tratamiento encontrado en este
estudios aleatorizados controlados se estimó a partir de las des- estudio concreto. Para cada estudio, el rombo central repre-
cripciones de asignación de tratamiento y mediante la evalua- senta el valor más probable del odds ratio y el rectángulo alre-
ción de otros aspectos metodológicos como, por ejemplo, si el dedor del odds ratio muestra un IC del 95 %. Los estudios más
primer análisis fue hecho como un análisis de la intención-de- grandes (p. ej., Thase y cols. [24]), tienen IC más estrechos
tratar y el grado en que el clínico y el paciente desconocen el porque son más grandes y por lo tanto tienen menos error
tratamiento asignado (estudio a doble ciego). Se puede concluir aleatorio y mayor precisión.
que los revisores han realizado un esfuerzo considerable para A partir de la figura puede observarse que, a parte del pe-
identificar los principales estudios, aunque es posible que otros queño estudio de Stewart (1995) los odds ratios de todos los es-
estudios, quizá con resultados negativos, no hayan sido publi- tudios se encuentran a la izquierda de la línea y por lo tanto
cados (sesgo de publicación, v. cap. 6.1.1.2). obtienen aproximadamente el mismo efecto. Hay un solapa-
Los resultados de los primeros estudios se muestran gráfi- miento considerable entre los IC de un estudio a otro. Esto
camente como cocientes de posibilidades (odds ratio) (v. glo- significa que es poco probable que haya una heterogeneidad
sario) en la figura 3. Los odds ratio que caen a la izquierda de significativa entre los estudios (v. cap. 6.1.1.2). En ausencia de
la línea vertical indican que el resultado (ninguna respuesta al heterogeneidad, probablemente sería razonable combinar los
170 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

1. Buscar una guía clínica práctica basada en la evidencia


Tabla 2. Lista de comprobación útil para la valoración crítica
de una revisión sistemática
Validez
2. Buscar una revisión sistemática de buena calidad 1. ¿Abordaba la revisión una cuestión clínica claramente enfocada?
de estudios aleatorizados y controlados de la intervención ¿Describía la revisión:
Cochrane Database of Systematic Reviews la población estudiada?
Database of Abstracts of Reviews of Effectiveness la intervención dada?
Evidence-Based Mental Health los resultados considerados?
Bases de datos electrónicas de bibliografía (Medline, EMBASE, PsycLIT) 2. ¿Seleccionaron los autores el tipo adecuado de estudios para la
revisión?
Los estudios adecuados deberían:
abordar la pregunta de la revisión
3. Buscar un único estudio aleatorizado controlado
tener un diseño experimental adecuado (p. ej., para una cues-
Cochrane Controlled Trials Register
Evidence-Based Mental Health tión referente al tratamiento, un ensayo aleatorizado con-
Bases de datos electrónicas de bibliografía (Medline, EMBASE, PsycLIT) trolado)
3. ¿Estaban incluidos los estudios adecuados más importantes en la
revisión?
¿Qué base de datos bibliográficos utilizaba?
4. Buscar el siguiente nivel de evidencia Contacto personal con los expertos
Bases de datos electrónicas de bibliografía (Medline, EMBASE, PsycLIT) Búsqueda de estudios tanto publicados como no publicados
Búsqueda de estudios tanto en inglés como en otros idiomas
Figura 2. Abordaje sistemático para identificar la mejor evi- 4. ¿Evaluaron los autores de la revisión la calidad de los estudios in-
dencia sobre un tratamiento. cluidos?
¿Utilizaron:
una descripción de la aleatorización?
una escala de evaluación?
resultados de los estudios para producir un odds ratio agrupa-
do que en la figura aparece como el rombo vacío de la base. Resultados
La combinación de los resultados experimentales proporciona 5. ¿Eran los resultados similares de un estudio a otro?
una estimación más precisa de la efectividad relativa del fár- ¿Se presentaron claramente los resultados de todos los estudios
incluidos?
maco, con IC más ajustados. El odds ratio global agrupado de ¿Los resultados de estudios diferentes eran similares?
que no haya respuesta al tratamiento con antidepresivos com- Si la respuesta es no, ¿se han discutido las razones para las varia-
parado con el del placebo es 0,68 (del IC 95 % 0,59-0,78). ciones entre los estudios?
6. ¿Cuál es el resultado global de la revisión?
¿Hay una conclusión clínica clara (un determinante clínico)?
Métodos de utilización de los hallazgos ¿Cuál es?
¿Cuál es el resultado numérico?
de la investigación en cada paciente 7. ¿Cómo son de exactos los resultados?
¿Hay un intervalo de confianza?
Después de haber realizado una valoración crítica del estu-
dio en cuanto a su fiabilidad, el clínico necesita determinar cuá- Revelancia clínica de los resultados
les son los resultados, y su importancia para el paciente. Los pa- 8. ¿Puedo aplicar los resultados a mi paciente?
cientes de los ensayos experimentales difieren de los de la prác- ¿Es este paciente tan distinto de los del estudio que no pueden
tica clínica real en modos que pueden ser difíciles de valorar. aplicarse los resultados?
Por consiguiente, los resultados de estos estudios deben utilizar- 9. ¿Debería aplicar los resultados a mi paciente?
se con prudencia en la práctica clínica y siempre requieren cier- ¿Cómo será de grande el beneficio de la terapia para este pacien-
te particular?
ta extrapolación. La epidemiología clínica contribuye en el des- ¿Es la intervención congruente con los valores y las preferencias
arrollo de métodos para aplicar los resultados experimentales a de mi paciente?
cada uno de los pacientes que son biológica y estadísticamente ¿Se tuvieron en cuenta todos los resultados clínicamente impor-
sólidos y son explícitos acerca de cualquier suposición. Una de tantes?
las cuestiones más útiles que uno debe preguntarse al aplicar los ¿Superan los beneficios los riesgos y los costes?
resultados de un ensayo experimental es: «¿es mi paciente tan
distinto a los del ensayo como para que los resultados no pue-
dan ser útiles?» El siguiente paso es intentar interpretar los re-
sultados del ensayo para un paciente en concreto, en cuanto a Una medida clínicamente más útil es el número de trata-
sus características clínicas y preferencias terapéuticas. mientos necesarios (NTN). El NTN es una estimación del nú-
Los odds ratios se utilizan habitualmente en las revisiones mero de pacientes que sería necesario tratar con una inter-
sistemáticas y los metaanálisis porque tienen propiedades esta- vención de interés, comparado con una alternativa, para con-
dísticas válidas. En particular, permiten combinar los efectos seguir un buen resultado o para evitar un resultado perjudi-
del tratamiento a través de ensayos con tasas de incidencia dis- cial. El NTN se calcula tomando el recíproco de la diferencia
tintas y de distinta duración. Sin embargo, su utilidad clínica es entre las tasas de resultados de interés en los grupos experi-
limitada porque son difíciles de interpretar clínicamente (26). mental y control.
1.12. DE LA CIENCIA A LA PRÁCTICA 171

Ninguna respuesta terapéutica hacer una estimación adecuada de la calidad de los ensayos in-
Bersani 1991 cluidos. Las cuestiones más importantes a responder durante
Botte 1989 la evaluación del artículo son las que se relacionan con aspec-
Boyer 1996 tos metodológicos que se ha demostrado que influyen ocasio-
nalmente en la validez de los resultados (v. tabla 3).
Costa e Silva 1990
Este estudio (24) fue un ensayo aleatorizado controla-
Hellerstein 1993
do. Un programa de ordenador se encargó de la aleatoriza-
Kocsis 1988
ción, en la que no se proporcionaron detalles sobre la ocul-
Ravindran 1997 tación de la asignación al tratamiento. La ocultación de la
Reyntgens 1986 asignación al tratamiento es una de las características más im-
Stewart 1985 portantes a evaluar en un estudio aleatorizado y controlado,
Stewart 1989 y hace referencia a si la asignación del siguiente paciente está
Thase 1996 bien oculta para el clínico que participa en el ensayo (28). Si
Vanelle 1997 un médico tiene conocimiento concreto de la siguiente asig-
Versiani 1997 nación, o puede predecir la razonablemente, puede decidir
no incluir un paciente si prefiere algún tratamiento en ese
Odds ratio agrupado
caso específico. Esto llevaría obviamente a una alteración del
0,001 0,01 0,1 0,2 0,5 1 2 5 10 100 proceso de aleatorización y a unos resultados sesgados. Esto
Odds ratio agrupado, 0,34 (IC 95 %, 0,27-0,41) es porque los métodos de casi aleatorización, como la asig-
nación alternada, no suelen ser satisfactorios. Los métodos
Figura 3. Antidepresivos frente a placebo en el tratamiento
más satisfactorios de asignación aleatoria son cuando una
de la distimia. (De Lima y Moncrieff [25].)
tercera parte realiza la asignación una vez que el paciente
participa en el ensayo, por ejemplo mediante un servicio te-
lefónico centralizado. La ocultación de la asignación debe
Ejemplo (continuación) distinguirse del ciego en la asignación del tratamiento. El
ciego se refiere a si el paciente (a simple ciego), o tanto el
Puede considerarse que un ISRS es más apropiado que un paciente como el clínico (a doble ciego), desconocen a qué
tricíclico para pacientes con distimia porque, en la revisión, brazo del ensayo se ha asignado la siguiente aleatorización. El
los ISRS fueron mejor tolerados (medida como la proporción ciego protege contra el sesgo en el tratamiento durante el es-
global de abandonos de un ensayo clínico) que los tricíclicos. tudio y en la evaluación de los resultados del sujeto, pero
Un psiquiatra puede querer conocer qué probabilidad de efi- puede ser difícil mantenerlo cuando el tratamiento experi-
cacia tiene un ISRS para conseguir una remisión total de los mental tiene efectos adversos característicos (p. ej., los anti-
síntomas más que para obtener simplemente una respuesta al depresivos). Este estudio fue publicado para ser doble ciego;
tratamiento. La revisión de Cochrane identifica dos estudios sin embargo, es difícil decir si el ciego fue efectivo y si afec-
que responden directamente ésta cuestión. Uno de ellos (24) tó al tratamiento que los pacientes recibieron o a la puntua-
fue un estudio multicéntrico realizado en 17 clínicas univer- ción de los resultados.
sitarias de investigación de los Estados Unidos que incluía De los 410 pacientes que fueron aleatorizados, 310
410 pacientes ambulatorios (media de edad 42 años, 65 % (75,6 %) completaron el ensayo. Las razones de abandono es-
mujeres) que cumplían criterios DSM-III-R para la distimia tán claramente expuestas y se tuvieron en cuenta todos los
primaria de inicio temprano (comienzo antes de los 21 años). pacientes que participaron en el ensayo. Los pacientes que
Un grupo de pacientes fueron tratados con sertralina, inicial- abandonan un ensayo pueden ser distintos de los que lo com-
mente a dosis de 50 mg, que fue aumentada a criterio del mé- pletan: éste es un problema particular si hay un abandono
dico en incrementos de 50 mg después de 3 semanas, duran- diferencial entre los brazos del ensayo. Por esta razón, el mé-
te las semanas 4, 6 y 7, hasta una dosis máxima de 200
mg/día. Un segundo grupo de 136 pacientes fue tratado con
imipramina, cuya dosis se aumentaba semanalmente 50 mg
desde 50 a 300 mg/día a menos que se alcanzara una res- Tabla 3. Cuestiones que deben contestarse durante la valo-
puesta o un efecto adverso que limitara la dosis. Las 140 pa- ración de un artículo
cientes restantes recibieron tratamiento con placebo. 1. ¿La asignación de los pacientes era aleatoria?
2. ¿La lista de aleatorización permaneció oculta?
Estimación de la validez de los ensayos aleatorizados 3. ¿Se tuvieron en cuenta para la conclusión todos los pacientes in-
cluidos en el ensayo?
controlados 4. ¿Fueron analizados en los grupos a los que fueron aleatorizados?
En la valoración de un estudio aleatorizado determinado 5. ¿Los sujetos y los clínicos desconocían qué tratamiento se admi-
nistraba?
también se incluyen problemas de la validez interna y externa.
6. A parte del tratamiento experimental, ¿se trataron igual todos los
La principal diferencia comparada con la evaluación de una grupos?
revisión sistemática es que el lector puede valorar el estudio 7. ¿Eran los grupos similares al inicio del ensayo?
directamente, más que confiar en el autor de la revisión para
172 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

todo más fiable estadísticamente y más útil clínicamente para ¿Cuáles son los resultados?
el análisis es el que incluye en el mismo todos los pacientes
que fueron aleatorizados. Es lo que se denomina análisis de De los 134 pacientes tratados con sertralina, 67 respon-
la intención de tratar (AIT). En el estudio de Thase y cols. dieron totalmente al tratamiento, con una respuesta, o tasa de
(24) el análisis preliminar fue hecho sobre un análisis AIT ocurrencia experimental (TOE), del 50 % o una probabilidad
base (con la excepción de dos pacientes que abandonaron an- de respuesta completa de 0,5. En el grupo tratado con place-
tes de la primera evaluación de seguimiento), y los pacientes bo, 39 de los 140 pacientes respondieron completamente,
se analizaron en los grupos a los cuales habían sido aleatori- dando una tasa de ocurrencia control (TOC) del 28 %. Por lo
zados. Sin embargo, el análisis de seguimiento no se obtuvo tanto, la diferencia absoluta entre las tasas fue:
antes de que los pacientes abandonaran el estudio y por eso
el AIT tuvo que utilizar la última medida de resultado dispo- TOE – TOC = 50 % – 28 % = 22 %
nible. Ésta es la última observación llevada a término para
el análisis e introduce una duda considerable acerca de la evo- y la diferencia entre las probabilidades es 0,22. Esto significa
lución subsiguiente y real de los pacientes que abandonan el que por cada 100 pacientes tratados con un antidepresivo tri-
ensayo. El grado de incertidumbre depende de la proporción cíclico, comparado con placebo, 22 respondieron más. Por
de pacientes que abandonan el ensayo; por lo general, si me- consiguiente, para alcanzar una remisión más completa en 12
nos del 80 % de los pacientes completa el ensayo, uno debe- semanas, el NTN, 100/22, con sertralina es de aproximada-
ría ser prudente acerca de la fiabilidad global de los resulta- mente cinco pacientes.
dos. Un acercamiento alternativo al análisis que a menudo También puede establecerse un IC del 95 % para el NTN
aparece en ensayos aleatorizados y controlados en psiquiatría y utilizar la siguiente fórmula para calcular el intervalo de
es el análisis de resultados o de los que terminan. Este tipo confianza del 95 % para la diferencia de riesgo absoluto:
de análisis incluye sólo a aquellos pacientes que completan el
ensayo y puede dar una idea del resultado comparativo en es- diferencia
tos pacientes. Sin embargo, puede resultar engañoso cuando
hay una proporción elevada de abandonos, y cuando los
abandonos no son aleatorios, es decir, cuando existen dife-
de riesgo = +/– 1,96
absoluto √ TOC (1 – TOC) TOE (1 – TOE)
———————————— + —————————————
N (control) N (experimental)

rencias sistemáticas entre los que abandonan y los que termi-


nan, y quizás también diferentes razones para el abandono
entre los grupos de comparación.
= +/–1,96
√ 0,28 (1 – 0,28) 0,50 (1 – 0,50)
———————————— + —————————————
140 134
Por último, aunque la aleatorización evitará sesgos en la = +/– 0,113
asignación del tratamiento, es posible que, por casualidad, los
grupos estén desequilibrados en algún factor pronóstico im- Después se suma y se resta éste valor a la diferencia de riesgo
portante como la edad, el sexo, y la duración y gravedad de absoluto para obtener el IC para la tasa, es decir, 0,22 +
la enfermedad. Por consiguiente, es importante evaluar las ca- 0,113 = 0,333 y 0,22 – 0,113 = 0,107. El IC para el NTN
racterísticas básicas de los pacientes para identificar cualquier puede entonces calcularse tomando el recíproco de cada uno
diferencia obvia. En Thase y cols. (24) los pacientes fueron ra- de estos valores (NTN se redondea hacia el entero más pró-
zonablemente similares en las características básicas en el mo- ximo):
mento de entrar a formar parte del ensayo.
NTN = 5 (IC 95 %, 3-10)
¿Los resultados son relevantes para su paciente? Los odds ratios en este estudio fueron de 0,39 (IC 95 %, 0,24-
Para determinar la relevancia del estudio para los pacien- 0,64) (el odds ratio es para el fracaso en conseguir la remisión
tes reales, es importante examinar los criterios de inclusión y completa).
exclusión del ensayo. Los principales criterios de inclusión se El otro estudio también duró 12 semanas y comparó fluo-
han discutido anteriormente. Los pacientes excluidos del es- xetina con placebo en 140 pacientes con distimia (29). Los
tudio fueron mujeres embarazadas o en edad de dar a luz pacientes de este ensayo eran menos crónicos que en el estu-
pero reacias a utilizar un método anticonceptivo eficaz. Los dio de Thase y cols. (24), pero los hallazgos fueron similares.
criterios de exclusión también incluían enfermedades médicas El TOE fue del 44 % y el TOC del 26 %, lo que daba un
graves, trastorno bipolar, psicosis, trastorno de pánico, tras- WTN de 6 (IC del 95 %, de 3 a infinito). El IC superior in-
tornos depresivos mayores concurrentes, trastorno de ansie- cluye infinito; esto significa que el resultado de este ensayo
dad generalizada, antecedentes de dependencia de alcohol u por sí mismo no es significativo. El odds ratio fue 0,45 (IC del
otras drogas durante los últimos 12 meses, riesgo suicida gra- 95 %, 0,20-1,01) (el odds ratio es para el fracaso en conseguir
ve, falta de respuesta previa a dos o más antidepresivos ade- la remisión completa).
cuados, y uso de drogas psicotropas durante las 2 semanas La combinación de ambos estudios produce un odds ratio
previas al ensayo. El uso de los resultados de este estudio de- agrupado de 0,41 (IC del 95 %, 0,27-0,62). Las tasas de ocu-
berá tener en cuenta estos criterios de inclusión y exclusión, rrencia y la duración del tratamiento en ambos estudios era
y es necesario que el médico juzgue la relevancia de los re- similar y del mismo modo se puede obtener una estimación
sultados para cada uno de los pacientes. aproximada del NTN agrupado a partir simplemente de los
1.12. DE LA CIENCIA A LA PRÁCTICA 173

resultados de ambos estudios. El TOE es del 48 % y el TOC tio, es más constante a través de diferentes niveles de riesgo en
del 27 %. Por lo tanto, la disminución de riesgo absoluto es la línea base.
del 21 % y el NTN es 5 (IC del 95 %, 4-10). El NTN de un único estudio también puede extrapolarse
a un paciente individual dividiendo el TIEP por el TOC del
estudio. Si se utilizan los valores del segundo de los anterio-
Interpretación del número de tratamiento necesarios
res estudios, éste sería 10/26 = 0,38. El NTN se divide des-
La interpretación clínica del NTN depende de la grave- pués, con esta fórmula, para obtener una estimación aproxi-
dad del resultado y la naturaleza (y el coste) de la interven- mada del NTN en este paciente en concreto, es decir,
ción. 6/0,38 ≈ 16.
Por ejemplo, si el NTN con ácido acetilsalicílico a conti-
nuación de un infarto para evitar una muerte a corto plazo es
100, ésta parece una intervención muy útil porque la muerte ■ Valoración crítica de otros diseños
es un resultado tan grave que vale la pena tratar a muchos pa- experimentales
cientes para salvar a algunos; especialmente en el caso del áci-
do acetilsalicílico, que es muy barato. En la tabla 4 se dan al- El método empleado para la valoración de los diseños ex-
gunos ejemplos de NTN. perimentales aplicado a otras cuestiones clínicas es similar al
que se ha mencionado anteriormente. Más que leer pasiva-
Ajustar el número de tratamientos necesarios mente el artículo o resumen, el clínico debe descubrir activa-
mente la característica metodológica más importante para de-
a cada paciente
terminar la fiabilidad del estudio. Aplicando los métodos des-
Con frecuencia es posible calcular el NTN de un único arrollados por los epidemiólogos clínicos, los resultados que
ensayo aleatorizado y controlado de una revisión sistemática se presentan en el artículo pueden ser utilizados para calcular
que proporciona tasas de ocurrencia. Sin embargo, algunos medidas clínicamente más significativas. Éstas, a su vez, pue-
metaanálisis sólo proporcionan los odds ratio. Hay métodos den diseñarse a medida de las características del paciente in-
para estimar el NTN mediante la combinación de odds ratio dividual. Es necesario que el clínico desarrolle un conoci-
(OR) con la tasa de incidencia esperada del paciente (TIEP, miento práctico de las herramientas que le permitan un uso
patient expected event rate). rutinario y rápido en la práctica clínica y también para des-
arrollar suficiente familiaridad para ser capaz de describir los
1 – TIEP (1 – OR) resultados de los estudios a colegas y pacientes.
NTN = —————————————————————
(1 – TIEP) × TIEP (1 – OR)

Un psiquiatra puede tener evidencia de que, en su prácti-


■ Glosario
ca, la proporción de remisión sin tratamiento a las 12 sema-
nas en pacientes distímicos estará probablemente alrededor • Disminución de riesgo absoluto es la diferencia aritmé-
tica absoluta en el riesgo de un resultado adverso entre el
del 10 %. Por consiguiente el NTN será:
grupo control (TOC) y el grupo experimental (TOE).
Cuando una intervención aumenta la probabilidad de un
1 – (0,1 × [1 – 0,4])
NTN = —————————————————— = 18 resultado positivo se conoce como aumento del beneficio
(1 – 0,1) × 0,1 (1 – 0,4) absoluto (ABA).
• Intervalo de confianza (IC) es el rango dentro del cual se
En otras palabras, sería necesario tratar con antidepresivos espera que se encuentre el valor verdadero de una medida
a 18 pacientes para obtener una remisión completa. Obvia- estadística. El IC se acompaña habitualmente de un valor
mente, éste es un número de pacientes mucho más grande de porcentaje (usualmente el 95 %) que indica el nivel de
que el NTN derivado de los ensayos y demuestra que el NTN confianza con que el valor verdadero cae dentro de ese in-
varía según la tasa de ocurrencia esperada. Habitualmente se tervalo.
asume que una medida de la tasa de eficacia, como el odds ra- • Tasa de ocurrencia o tasa de incidencia es la proporción

Tabla 4. Ejemplos del número de tratamientos necesarios (NTN) en intervenciones de psiquiatría

Intervención Resultado NTN IC del 95 % Referencia

Terapia cognitiva en la bulimia nerviosa Remisión a largo plazo 2 1-40 30


Antidepresivos en el trastorno distímico Respuesta clínica 5 3-10 25
Terapia de familia en la esquizofrenia Recaída en el primer año 7 4-14 31
ISRS comparados con antidepresivos tri- Sigue el tratamiento a las 6 semanas 39 20-426 32
cíclicos en el trastorno depresivo

ISRS, inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina.


174 1. APROXIMACIÓN A LA PSIQUIATRÍA

de pacientes en un grupo en el cual se observa el aconte- medicine. A new approach to teaching the practice of medicine.
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12. Chalmers, I., Dickersin, K., and Chalmers, T.C. (1992). Getting to grips
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po experimental se denomina (TOE, experimental event 13. Field, M.J. and Lohr, K.N. (1990). Clinical practice guidelines: direction of
rate). La tasa de ocurrencia esperada por paciente (TOEP, a new agency. Institute of Medicine, Washington, DC.
patient expected event rate) se refiere a la tasa de ocurrencia 14. Eccles, M., Freemantle, N., and Mason, J. (1988). North of England
evidence based guidelines development project: methods of
que se esperaría en un paciente que no recibe tratamiento developing guidelines for efficient drug use in primary care. British
o recibe el tratamiento convencional. Medical Journal, 316, 1232–5.
• Número de tratamientos necesarios (NTN) es el recí- 15. Grimshaw, J.M. and Russell, I.T. (1993). Effect of clinical guidelines
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proco de la disminución de riesgo absoluto y constituye Lancet, 342, 1317–22.
el número de pacientes que deben tratarse para prevenir 16. Oxman, A.D., Thomson, M.A., Davis, D.A., and Haynes, R.B.
un mal resultado o para lograr un resultado positivo. (1995). No magic bullets: a systematic review of 102 trials of
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resultado en el grupo experimental dividido por la dife- 17. Katon, W., Von Korff, M., Lin, E., et al. (1995). Collaborative
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310, 1433–8.
2
Bases científicas
de la etiología psiquiátrica

2.1 2.3.10 Psiconeuroinmunología..................... 272


Desarrollo histórico.......................................... 177
George Freeman Solomon
2.1.1 Desarrollo histórico de las ideas
sobre la etiología psiquiátrica.............. 177 2.4 Contribución de la genética............................ 279
German E. Berrios
2.4.1 Genética cuantitativa............................ 279
2.1.2 Cerebro y mente .................................. 184
Anita Thapar y Peter McGuffin
Francisco Mora
2.4.2 Genética molecular .............................. 290
2.2 Jonathan Flint
Estadística y diseño de estudios y
experimentos..................................................... 191 2.5 Contribución de la ciencia psicológica .......... 309
Graham Dunn
2.5.1 Psicología evolutiva a lo largo del
2.3 Contribución de las neurociencias ................. 199 ciclo vital............................................... 309
2.3.1 Neuroanatomía..................................... 199 2.5.1.1 Psicología evolutiva
R. C. A. Pearson de la infancia, la niñez
2.3.2 Neurodesarrollo .................................... 213 y la adolescencia.................... 309
Karl Zilles William Yule
2.3.3 Neuroendocrinología ........................... 218 2.5.1.2 Psicología del ciclo vital:
Charles B. Nemeroff ejemplos de la edad adulta
2.3.4 Neurotransmisores y segundos y la vejez ................................ 321
mensajeros............................................. 226 Alexandra M. Freund
Michael E. Newman y Bernard Lerer y Ursula M. Staudinger
2.3.5 Neuropatología ..................................... 237
2.5.2 Memoria y trastornos de la memoria .... 326
Peter Falkai y Bernhard Bogerts
Barbara A. Wilson
2.3.6 Tomografía funcional por emisión de
2.5.3 Contribuciones de la psicología a la
positrones en psiquiatría...................... 246
comprensión de los trastornos
P. M. Grasby
psiquiátricos .......................................... 333
2.3.7 Imagen estructural por resonancia
Marcel van den Hout, Arnoud Arntz
magnética .............................................. 253
y Harald Merckelbach
J. Suckling y E. T. Bullmore
2.3.8 Resonancia magnética funcional......... 261 2.6 Contribución de las ciencias sociales ............. 353
E. T. Bullmore y J. Suckling
2.3.9 Redes neuronales, epilepsia y otras 2.6.1 Sociología médica y cuestiones de
disfunciones cerebrales......................... 268 etiología ................................................ 353
John G. R. Jefferys George W. Brown
176 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

2.6.2 Antropología social y cultural:


2.7 Contribución de la epidemiología a la
interés psiquiátrico ............................... 361
etiología psiquiátrica ........................................ 369
Arthur Kleinman
Scott Henderson
Desarrollo histórico
2.1

2.1.1 Desarrollo histórico ■ Causa y etiología: palabras y conceptos


de las ideas sobre El Oxford English Dictionary (segunda edición) define «cau-
la etiología psiquiátrica sa» como «lo que produce un efecto; lo que ocasiona una ac-
ción, fenómeno o condición» y «etiología» como «la rama de
la ciencia médica que investiga las causas y origen de las enfer-
German E. Berrios medades; la exposición científica del origen de cualquier en-
fermedad»1. Con el tiempo, sin embargo, ambos términos
Este capítulo describe la «evolución de las ideas respecto (y sus conceptos asociados) han sufrido repetidas metamorfosis.
a la etiología (es decir, el concepto de causalidad) en psiquia- La raíz latina causa significa «razón, motivo, inducción,
tría» y pretende clarificar lo siguiente: ocasión y oportunidad». Es la traducción del griego αιτια y
αιτιον (raíces de «etiología»), las cuales por sí mismas signifi-
• El significado de causa, causalidad y etiología en general. can «origen», «fundamento» y «la ocasión de algo malo» (si
• Cómo han influido dichas ideas en las opiniones sobre el bien para el tercer significado los romanos utilizaban la pala-
trastorno mental. bra crimen). Para los griegos, «causa» fue un concepto de rela-
• Si en su actual estado dichas ideas ayudan o estorban a la ción, esto es, uno «sin el cual otra cosa (llamada efecto) no
psiquiatría. podría ser». Tal como resultó después, causa se introdujo en
la mayoría de las lenguas europeas y, hasta el período medie-
Tanto el «trastorno mental» como la «causa» han cambia- val tardío, todas las rendiciones vernáculas compartían con
do sus significados a lo largo del tiempo. «Causa» y «causali- Aristóteles (4) el reconocimiento de cuatro tipos de causa:
dad» son los dos viejos conceptos que subyacen bajo el tér-
mino médico de «etiología». 1. Material.
La explicación en psiquiatría dependerá de cómo se de- 2. Formal.
finan estos dos términos. Por ejemplo, según la física del si- 3. Eficiente.
glo XVII, «causa» y «efecto» eran entidades ontológicamente 4. Final.
estables (p. ej., una pelota de billar que golpea a otra y hace
que se mueva). Mientras se consideraba la «enfermedad» En el Renacimiento tardío, sin embargo, surgió el debate
como un objeto estable, el modelo físico funcionaba. Sin sobre si los cuatro significados: a) eran «realmente» diferentes;
embargo, a mediados del siglo XIX, empezó a destacar una b) podían funcionar mejor cuando se «combinaban», o c) tenían
visión dinámica de la enfermedad como un estado cam- la misma importancia o uno era más importante que los otros.
biante y resultado de una fisiología alterada. Esto condujo Además, tras la revolución científica del siglo XVII y el desarro-
a la revisión más importante de la definición de causalidad llo de modelos «mecanicistas» del mundo (5), el tercer y efi-
(1, 2). ciente tipo adquirió el significado esencial de causalidad.
El trastorno mental no es apto para explicaciones lineales La clasificación cuádruple sugiere la cuestión de cuál de
del siguiente tipo: a) una lesión provoca un trastorno de la los cuatro sentidos de la causalidad «aristotélica» tuvo mayor
anatomía cerebral; b) un cerebro alterado conduce a una fun- influencia en medicina. La opinión de que la enfermedad
ción alterada, y c) una función alterada (comportamiento) mental era «causada» por demonios tiene un significado dis-
trastorna la competencia psicosocial. tinto según si la causa se entiende como formal, material o
Un énfasis excesivo en a, b o c conduce a los llamados eficiente. La opinión más extendida es la que seguía el signi-
«modelos» médico, psicológico y social de la enfermedad ficado eficiente, es decir, que los médicos creían que existían
mental (3). Aparte del mal uso del término «modelo», este
tipo de taxonomías fragmentan el proceso de causalidad y re- 1
El Diccionario de la lengua española de la RAE, en su 22.a edición
sultan estériles. Sería más útil preguntarse de qué manera su- (2001) define «causa» como «aquello que se considera como fundamen-
til a, b y c interaccionan realmente para provocar una enfer- to u origen de algo», y «etiología» como «estudio de las causas de las en-
medad mental. fermedades». (N. del T.)
177
178 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

objetos reales denominados demonios que podían ocasionar los alienistas de principios del siglo XIX y muchos, como Es-
locura (6). Así entendido, este punto de vista etiológico pue- quirol (10), elaboraron largas listas de acontecimientos causa-
de invalidarse fácilmente, pero es posible que en aquel tiem- les externos (independientes). Más tarde su interés se centró
po los médicos (y todos conocían muy bien su Aristóteles) en los cambios del cerebro supuestamente efectuados por di-
pensaran en el significado de causa formal, (2), es decir, que chas causas externas.
«demonio» era el «significado formal» de locura. A medida que las neurociencias y la química se desarro-
llaban durante la segunda mitad del siglo XIX, los cambios o
mecanismos internos empezaron a considerarse como una
■ Etiología, casos clínicos y narraciones nueva forma de causalidad «simultánea», «estructural» o «sin-
crónica». A diferencia de esto y en parte debido a que no se
Los médicos de todas las épocas han elaborado narrativas estaba realizando ninguna investigación sobre los «antece-
para dar cuenta de las «enfermedades» objeto de su atención dentes externos», las antiguas listas causales se convirtieron en
y que debían ser persuasivas. Los casos clínicos de Hipócrates estereotipos y al final perdieron la mayor parte de su poder
(7), escritos como aides-mémoire, incluían los antecedentes explicativo (para una información más completa, v. Berrios
personales y la historia de la enfermedad, pero carecían de in- [11] y Berrios y Porter [12]). No obstante, esto no significa
formación crucial respecto a la causa de la enfermedad. Las que se abandonaran, sino que se transformaron en otras teo-
explicaciones causales no se incorporaron a los informes de rías que aún sobreviven en la teoría psicodinámica, el con-
casos médicos hasta mucho más tarde. Los concilia medieva- cepto de acontecimientos de la vida y el componente narrati-
les (consejos para neófitos) contenían información sobre las vo de los casos clínicos donde proporcionan la retórica de las
causas de la enfermedad, que abarcaba desde «constituciones» explicaciones de los médicos de cabecera. Por este motivo los
hasta hechos considerados relevantes para una enfermedad es- libros de texto de psiquiatría siguen haciendo un listado de
pecífica. Los «acontecimientos causales» solían estar dictados los acontecimientos previos al inicio de la enfermedad como
más a menudo por la tradición y la teoría que por la «obser- «causas eficientes». En una ocasión, Griesinger, se refirió a
vación y la experiencia» (en el sentido que Sydenham dió a ellas como «tablas de causas físicas y morales» (13).
estos términos en el siglo XVII).
El inicio de los estudios post mortem en el siglo XVI pro-
porcionó datos correlacionales que condujeron a Morgagni y ■ Primera mitad del siglo XIX
Bichat a situar la enfermedad en el cuerpo. Esta interpreta-
ción de «causa» proporcionó los fundamentos para el mode- Escritores sobre las «causas eficientes»
lo «anatomoclínico» de la enfermedad y para la medicina mo-
derna. A mediados del siglo XIX, los casos clínicos se convir-
(o causalidad longitudinal, externa, antecedente
tieron en narraciones completas que comprendían decriptio o diacrónica)
subjecti, praegressa remota, origo morbi, praegressa proxima, status
Bayle
praesens y cursus morbi (8). Este estilo narrativo influyó, a su
vez, en el modo en que se concebiría la propia «causalidad» Muchos consideran el informe de A. L. J. Bayle (1799-
médica (v. más adelante). 1858), de 1822, sobre 6 pacientes que presentaban una combi-
nación de «aracnoiditis crónica» y «frenitis sintomática» como
el inicio de la neuropsiquiatría en Francia (14, 15), es decir,
■ Modelos etiológicos antes del siglo XIX de la visión de que todos los trastornos psiquiátricos tienen
una etiología orgánica (16). Sin embargo, Bayle no extrajo
Hobbes y Bacon cuestionaron las cuatro definiciones aris- esta conclusión en su disertación. Pero tras la muerte de su
totélicas de causa y proporcionaron un nuevo significado a la mentor Antoine Royer-Collard se sintió libre para escribir: «la
«causa eficiente». En medicina, desde Sydenham y Willis has- mayoría de los trastornos mentales están causados por una in-
ta Morgagni y Bichat, este nuevo significado llevó a la trans- flamación primitiva crónica de las membranas de cerebro»
formación de causas externas en mecanismos internos. Sin (17). Por aquel entonces, Bayle tenía tan pocas pruebas cien-
embargo, el viejo concepto de causa antecedente, externa, tíficas para esta afirmación como para la declaración más es-
longitudinal o diacrónica no desapareció, y ambos puntos de pecífica de que «la inflamación empieza en las membranas y
vista convivieron durante el siglo XIX. desde allí se extiende (secundariamente) hacia la corteza».
Un segundo desafío al viejo concepto de causa apareció Las opiniones de Bayle sobre la «causalidad» son impor-
durante el siglo XVIII en el trabajo de Hume, cuyo ataque so- tantes históricamente debido al mito que se creó sobre su con-
bre la validez epistemiológica de «causas eficientes» estableció tribución y al cual él contribuyó. Así, por ejemplo, en los úl-
dos requisitos lógicos para futuras aplicaciones del modelo: timos años creía que «la meningitis crónica que he descrito es
a) que causa y efecto eran entidades diferentes, y b) que la pri- una enfermedad primaria totalmente distinta de la aracnoidi-
mera acontecía antes que la última: «una causa es un objeto tis aguda y de su forma crónica. El término crónica sólo se ha
precedente y contiguo a otro y de tal modo unido a éste, que utilizado para poner énfasis en su duración y evolución lenta»
la idea de uno determina que la mente se forme la idea del (17). La meningitis crónica respondía a tres tipos de causas:
otro y la impresión de uno forme una idea más viva del otro» «predisponente, ocasional y eficiente (o proximal)». Las causas
(9). Esta «visión en serie» de causalidad dirigió el trabajo de predisponentes eran ser varón, ni demasiado joven ni dema-
2.1.1. DESARROLLO HISTÓRICO DE LAS IDEAS SOBRE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 179

siado viejo, tener un temperamento sanguíneo, estar en el ejér- cluía una combinación de «causalidad diacrónica, anteceden-
cito, presentar antecedentes personales o familiares del trastor- te, longitudinal o eficiente» con el conocimiento de los esta-
no, ser sedentario, abusar del alcohol y haber sufrido una in- dos internos del propio organismo (es decir, mecanismos in-
solación, golpes en la cabeza, enfermedad venérea, supresión ternos o explicaciones estructurales simultáneas o sincróni-
del sangrado hemorroidal, disgustos y frustraciones. cas). De forma patriótica, Griesinger continuaba (13):
Entre la causas eficientes, Bayle citó la «congestión cere-
bral», que él consideraba una vía final común. Considerar un Los psicólogos alemanes reclaman el mérito de haber en-
estado fisiopatológico como una «causa» eficiente puede pare- tendido siempre la etiología y patogenia de la locura más
cer extraño al lector moderno, pero es un hecho histórico que profunda y correctamente y de haberla elaborado con mayor
la fisiología, como mediador conceptual entre la anatomía y el éxito que la escuela francesa. Mientras que ésta, parcialmen-
te incluso en los últimos años (Moreau de Jonnès (sic), Brie-
comportamiento, no se había desarrollado completamente du-
rre, Parchappe), todavía se adhieren a tablas de causas físicas
rante la década de 1820. Esto llevó a Bayle, como a Rostan, a y morales, en las cuales embriaguez, epilepsia, ambición,
concebir la «congestión» del cerebro como un estado cerebral prostitución, política, pérdida de fortunas, etc. se consideran
independiente (L. L. Rostan [1791-1866] era un médico y neu- de la misma importancia, los psicólogos alemanes (Heinroth
ropatólogo francés que realizó un importante trabajo sobre la e Ideler del lado psíquico; Bergman, Flemming, Jacobi, Jen-
fisiopatología del ictus). Al redefinir las antiguas causas eficien- sen, Nasse, Zeller y cols. en parte con mayor atención a las
tes como predisponentes y los mecanismos internos como las causas orgánicas) han insistido mucho en la investigación de
causas eficientes reales, Bayle preparó el camino para un nuevo las causas en cada uno de los casos; y ha sido más nuestro
estilo de pensamiento respecto a las causas psiquiátricas, que modo de hacer el considerar más cuidadosamente todas las
iba a tomarse muy en serio en la segunda mitad del siglo XIX. circunstancias, en sus diversas conexiones, que pueden in-
fluir en el desarrollo del estado mórbido.

Griesinger Surge, no obstante, la cuestión de cómo pueden identifi-


carse las causas a nivel individual. A este respecto, Griesinger
Wilhelm Griesinger (1817-1868) fue un médico y alienista creía que (13):
alemán que actuó como intermediario entre una psiquiatría ba-
sada en los conceptos de la Naturphilosophie y una nueva cien- La indagación en los antecedentes del caso debiera abar-
cia positivista asentada en el estudio del cerebro (18). Cuando car el conjunto de los antecedentes orgánicos y mentales del
escribió la segunda edición de su Manual (1861), la discusión individuo. Debe empezar ab ovo, por supuesto desde las pri-
de causa en medicina y psiquiatría en Europa empezaba a ver- meras generaciones (predisposición familiar) y seguir el rastro
se influida por las ideas radicales de Claude Bernard (1813- pormenorizado de los desarrollos orgánicos, el estado habi-
tual de salud, la naturaleza de las enfermedades que pueden
1878), quien creía que la información causal obtenida del aná-
afectar al paciente y de aquellas que ya tiene.
lisis de grupos raramente ayudaba al conocimiento de los casos
individuales, si es que lo hacía en alguna ocasión (19, 20). Grie-
Pero este exhaustivo estudio del caso dejaría al alienista
singer dedicó un capítulo de su libro a las «causas de la locu-
con una enorme cantidad de datos. Un método para organi-
ra» (una introducción conceptual), un segundo a las «causas
zar una narración etiológica e identificar factores específicos
predisponentes» (generales y especiales), y un tercero a los «mo-
consiste en guiarse por la teoría. Pero hay teorías y teorías y
dos de acción de las causas» (psíquico, mixto y orgánico). No-
Griesinger advertía frente al «modo francés»: «debemos esfor-
tables en detalle y sentido común, esos capítulos son un exce-
zarnos por todos los medios en mantener la mente no sesga-
lente compendio del estado del concepto de causalidad en psi-
da por esta u otra teoría y por preferencias unilaterales de una
quiatría de mediados del siglo XIX. Según Griesinger (13):
o ciertas series de causas; por ejemplo las somáticas o las
Bajo el término de causas en patología mental y general, se mentales». En su lugar deben usarse dos criterios, asociación
sobreentienden todas las diferentes clases de circunstancias a temporal y estadísticas fiables (13):
las que puede adscribirse una influencia en el desarrollo de la
enfermedad aunque su modo de conexión pueda presentarse Una influencia de causalidad puede atribuirse natural-
de forma variada. Las causas comprenden, por un lado, las cir- mente con mayor certeza a aquellas circunstancias cuyo
cunstancias externas (nacionalidad, clima, estación del año) modo de acción pueda rastrearse claramente y cuyos efectos
bajo cuya influencia se observa, generalmente, con mayor o puedan considerarse, por lo tanto, necesidades fisiológicas; o
menor frecuencia, la locura; por otro lado, significan ciertas si éste no es el caso, a aquellas circunstancias cuya influencia
agresiones externas (insolación, heridas en la cabeza) de las cua- se establece por una estadística fiable. Una afección gástrica
les la locura suele ser una consecuencia; finalmente, compren- leve, hemorroides o una erupción cutánea transitoria no pue-
den ciertos estados internos que dependen del propio organis- den, por ejemplo, considerarse causas, puesto que ninguna
mo (predisposición hereditaria, enfermedad previa u otras alte- estadística garantiza la opinión, no existe ninguna conexión
raciones generales de mecanismos orgánicos, como son enfer- visible entre estas afecciones y la locura ni en cuanto a su
medades de los pulmones, órganos genitales, etc.) que se sabe gravedad ni su naturaleza.
por experiencia que influyen en el desarrollo de la locura.
En otras palabras, los alienistas deben recurrir a la útil y
En otras palabras, Griesinger creía que una valoración antigua noción de causalidad de Hume. Griesinger, realista,
etiológica completa de un trastorno mental determinado in- concluye (13):
180 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

En algunos casos, todos los datos etiológicos fallan com- emocional, o un trastorno mental previo» (25). En este caso,
pletamente y la locura se origina gradualmente, como mu- argumentaba Morel, ni siquiera puede decidirse si la «causa»
chas otras enfermedades crónicas, a partir de influencias ab- de la actual enfermedad mental de la persona es física o mo-
solutamente desconocidas… ral.
Tras la revisión de otras causas morales y físicas propues-
Respecto al pensamiento causal, Griesinger puede consi- tas por otros, Morel diseñó una clasificación etiológica de los
derarse un escritor «de transición», es decir, alguien que pone trastornos mentales: «se necesitan tres elementos para realizar
atención tanto en las «causas eficientes» como en los «meca- esta clasificación: predisposición, causa ocasional (eficiente) y
nismos internos». cambio o lesión funcional (mecanismos internos)» (25). Su
clasificación incluía 6 grupos: demencias hereditarias, demen-
Morel cias debidas a intoxicación, demencias causadas por la trans-
formación de ciertas neurosis, demencias idiopáticas, demen-
Bénédict-Augustin Morel (1809-1873), nacido en Viena, cias simpáticas y demencia (25).
fue un alienista francés que, entre otras cosas, propuso la lla- Como Griesinger, Morel también fue un escritor de tran-
mada «teoría de la degeneración» (21). Según esta teoría, que sición, es decir, creía que las causas eficientes eran incomple-
tenía como fundamento el mito cristiano del «pecado origi- tas y sugirió que «los mecanismos internos» también se con-
nal», el trastorno mental puede empezar en cualquier mo- sideraran causas. Un problema con las causas «eficientes»,
mento como resultado de una causa ambiental (p. ej., alco- cuando se definen como acontecimientos «predisponentes» o
holismo), y llegar a hacerse hereditario (a través de un meca- «remotos», es que su «certeza» sólo puede evidenciarse pro-
nismo lamarckiano). Cuando pasa de generación en genera- babilísticamente (es decir, mediante correlaciones). En otras
ción se vuelve aún peor hasta perder toda capacidad repro- palabras, no se espera que la predisposición P sea aplicable a
ductiva (teoría de la «degeneración») (22, 23). Morel acuñó el todos los casos. Sin embargo, no existe ningún modo de de-
término de demencia precoz, desarrolló un modelo para rela- cir qué casos son los afectados. Por otro lado, los «mecanis-
cionar las neurosis con el sistema nervioso autónomo y escri- mos internos», pueden considerarse explicaciones «personali-
bió con acierto sobre la epilepsia, clasificación y etiología. zadas» en tanto que son un sine qua non respecto a un indivi-
Como católico romano, las especulaciones etiológicas de duo en particular. Esto da origen a una cuestión interesante,
Morel se basaban en el punto de vista de Aquino de que «el a saber, si la «esencia» o «definición» de una enfermedad de-
cuerpo confiere individualidad sobre la mente [l’âme]». Esta bería basarse en la existencia de su determinado mecanismo
última tiene una afinidad natural por el primero y estaría in- interno (independientemente de que exista o no expresión
completa sin él. Sin la intervención directa de Dios, la «men- del comportamiento). Esto no estaba claro en el siglo XIX y,
te sola carece de ideas claras». Mente y cuerpo se relacionan por supuesto, sigue sin estarlo.
de dos modos: «a) lazos esenciales sin los cuales la unidad sus- Un interesante juego dialéctico afecta también a la rela-
tancial no sería posible y que subyacen en la normalidad, y ción entre las causas eficientes y los mecanismos internos. Las
b) lazos accidentales (en el sentido de ocasionales) que varían primeras, aunque presentándose a sí mismas como contex-
según los individuos y constituyen el ámbito en que actúan tualizadoras (es decir, como lazos que conectan el sujeto con
la voluntad y la libertad humanas» (24). Los lazos accidenta- su entorno), sólo pueden comportarse como afirmaciones
les influyen sobre los lazos esenciales. probabilísticas. Los últimos, si bien (habitualmente) estrictas
Morel creía que «la locura se desarrolla como consecuen- afirmaciones biológicas, pueden comportarse como más cla-
cia de un cambio en los lazos entre cuerpo y mente». Debi- ramente demostrables vis-à-vis del individuo.
do a que los cambios que tienen lugar en el cuerpo son los En resumen, el proceso histórico descrito anteriormente
más habituales de todos los cambios posibles, la locura es forma parte de una gradual «internalización de las causas».
«una enfermedad del cerebro, idiopática o del sistema simpá-
tico, que priva al individuo de sus funciones fisiológicas y psi-
cológicas, el ejercicio de su libertad moral, acciones, tenden- ■ Segunda mitad del siglo XIX
cias y sentimientos y que afecta total o parcialmente su fun-
ción intelectual» (24). El hecho de que durante la segunda mitad del siglo XIX
Sus puntos de vista se endurecieron en posteriores traba- los «mecanismos internos» se consideraran como la forma
jos: «la división convencional de las causas de la enfermedad más importante de explicación causal requiere un análisis más
mental entre físicas y morales (psicológicas) ya no es adecua- amplio. Factores tanto positivos (es decir que contribuían al
da para las necesidades actuales de la ciencia» puesto que se desarrollo de las «explicaciones internas») como negativos (es
basa en estadísticas que son demasiado superficiales para de- decir, que menoscababan el valor de las causas eficientes)
tectar interacciones entre acontecimientos reales. (La influencia desempeñaron un papel en este cambio.
de Claude Bernard, con quien Morel compartió alojamiento Los factores positivos incluían:
en París como estudiante, resulta aquí evidente.) Por ejem-
plo, «puede decirse que la locura de alguien estaba relacio- • El rápido incremento, durante el siglo XIX, del conocimien-
nada con el abuso de alcohol y por lo tanto tenía una causa to sobre la estructura y organización del cerebro (26, 27).
física. No obstante, el abuso de alcohol es un fenómeno • El desarrollo de nuevas teorías de la relación entre cerebro
complejo que puede ser resultado del hábito, un trastorno y mente (28).
2.1.1. DESARROLLO HISTÓRICO DE LAS IDEAS SOBRE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 181

• El predominio de la psiquiatría académica, con preferen- A continuación se describe brevemente el trabajo de los
cia de los conceptos relativos a la enfermedad sobre los escritores de finales del siglo XIX, que apoyaron la opinión
conceptos relativos a la persona. de que los «mecanismos internos» eran las verdaderas causas
de la enfermedad. Poco se va a exponer sobre el siglo XX,
Los factores negativos importantes eran: puesto que no existe ninguna evidencia de que los últimos
modelos etiológicos sean en nada mejores que los que aquí
• El reto de la causalidad probabilística (v. los puntos de se comentan. Por ejemplo, uno no siempre se da cuenta de
vista de Claude Bernard, con anterioridad). que la investigación etiológica que utiliza técnicas como la
• La ausencia de modelos de estadística multivariante capa- tomografía por emisión de positrones o la genética todavía
ces de manejar las interacciones entre causas eficientes. se basa en asunciones lineales del siglo XIX (es decir, cuanto
• El cambio cultural general desde explicaciones históricas a más de uno, más del otro, o viceversa). Por lo tanto, los in-
estructurales que empezaron en lingüística (29, 30) hacia vestigadores actuales se han aprovechado poco de las lec-
finales de siglo y pronto se extendieron a otras disciplinas. ciones de la historia y no han hecho caso de las propuestas
conceptuales de Meynert y von Monakow (descrito más
Respecto al dogma científico neuropsiquiátrico y las prác- adelante) y de Jackson.
ticas sociales acompañantes, la segunda mitad del siglo XIX es
similar al tiempo actual. También se creía que sólo la neuro-
ciencia podía explicar el trastorno mental, que la psicopato-
Autores que escribieron sobre los «mecanismos
logía descriptiva era obsoleta y redundante y que una vez se
internos» como causas (causalidad simultánea,
encontraran las lesiones cerebrales y los patrones de herencia,
estructural o sincrónica)
sería poco necesaria cualquier otra forma de enfoque social al
trastorno mental. Estas creencias fueron recogidas del mismo
Meynert
modo por los gobiernos y las autoridades universitarias. Los Theodor Meynert (1833-1892), que fue catedrático de psi-
hospitales universitarios se vieron económicamente favoreci- quiatría en Viena, desarrolló un criterio de enfermedad men-
dos a expensas de los hospitales estatales, y las cátedras clíni- tal basado en las asunciones siguientes:
cas (financiadas por fondos asignados a la formación médica)
fueron ocupadas por científicos básicos con escaso conoci- 1. Todos los procesos psicológicos tienen una base orgánica
miento clínico y poco interés en los estudiantes de medicina. (Meynert creía en una forma de materialismo eliminativo
La reacción freudiana es sólo una de las consecuencias histó- [37]).
ricas de esas políticas mal dirigidas. 2. El cerebro era una red de arcos reflejos innatos y adqui-
Los cambios anteriormente descritos no hicieron que los ridos (para una discusión sobre la relevancia de la teoría
alienistas renegaran del todo de la causalidad antecedente. de los arcos reflejos en las neurociencias del siglo XIX, v.
Más bien, los llevaron a un creciente interés en los «mecanis- Fearing [38]).
mos o estructuras internas» tal como lo demuestran creadores 3. Puesto que las vías de «asociación» coordinaban y alma-
de opinión como Meynert, Jackson, Wernicke y von Mona- cenaban información y conectaban puntos corticales con
kow. En general, los psiquiatras académicos eran más entu- subcorticales, eran cruciales para el funcionamiento men-
siastas de los mecanismos internos que los psiquiatras de los tal. El término «asociación» en este contexto permanece
manicomios, y esto fue para ellos un motivo más de enfren- estrechamente relacionado con los dogmas del llamado
tamiento (31). movimiento de «psicología de la asociación» que, desde
Para entender la idea de «mecanismo interno» debe co- Locke, ha sido el criterio oficial del empirismo filosófico.
mentarse brevemente el concepto de «mecanismo». Definido Sobrevivió bien al siglo XIX cuando éste tenía el apoyo de
como «el modo en que una acción o serie de acciones se lle- la mayoría de alienistas (39-41).
va a cabo, como el mecanismo de la respiración o el parto» 4. El flujo sanguíneo era uno de los principales reguladores
(32), el concepto fue cambiando rápidamente, en especial en de la función cerebral (estas ideas se han considerado pre-
el campo de la biología (33) y la medicina. Una razón fue la cursoras de la neuroimagen [42, 43]).
decadencia del «vitalismo», es decir, la opinión de que la vida
se beneficiaba de la presencia de una inefable fuerza de orga- Estas opiniones influyeron en dos alumnos de Meynert;
nización. Una vez abandonado este principio, los propios Freud y Wernicke.
mecanismos se convirtieron en el objetivo final de la investi- Meynert se ha considerado el precursor del actual pensa-
gación: «mecanismo es el criterio de que cada acontecimien- miento neurocientífico (42). Sin embargo, declaraciones como
to biológico es un patrón de sucesos no biológicos» (34). Esto que los trastornos mentales son «trastornos del cerebro» o
se vio reforzado por el establecimiento de la anatomía y la fi- que «el flujo sanguíneo es importante para la función cere-
siología como las ciencias explicativas en investigación cere- bral» significan poco a menos que estén ancladas en una teo-
bral. Ésta es una de las razones por las que, en aquella época, ría fisiopatológica. A este respecto, hay que recordar que en
los términos «mecanismo» y «proceso» pasaron a ser sinóni- el tiempo de Meynert aún no se había desarrollado el con-
mos (35). Rosenberg (36) facilitó una excelente relación de la cepto completo de «neurona». Por otro lado, sus opiniones
«metafísica y explicaciones epistemiológicas y funcionales» en neurocientíficas (como las actuales) incluían metáforas e ins-
biología. trumentos disuasorios que crearon el espejismo de una «ver-
182 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

dad absoluta», alcanzaron coherencia al incorporar asuncio- 3. Introdujo el primer «enfoque neuropsicológico» a los sín-
nes ocultas (y en principio no comprobables) (esta afirmación tomas mentales.
parafrasea una observación crítica del trabajo de Meynert re-
alizada por Kraepelin, citada por Lesky [31]) y sacaron pro- La idea central del modelo de Wernicke era que las fibras
vecho de la creencia que la neurociencia por sí sola podía re- de proyección y asociación (transcortical) constituían el órga-
solver todos los problemas de la psiquiatría. no de la conciencia y de las funciones intelectuales superio-
Meynert fue nombrado catedrático de psiquiatría clínica res. Como consecuencia, la enfermedad del sistema de aso-
dada la importancia de sus descubrimientos anatómicos, pero ciación originaba la enfermedad mental. En este sentido, el
sin haber tenido ninguna experiencia clínica real. Esto con- «órgano de asociación» de Wernicke recuerda el actual con-
dujo a un amargo conflicto con los psiquiatras del hospital cepto de red neural. En la jerga actual, Wernicke tenía más de
psiquiátrico de Viena. Tras la muerte de Meynert, sin embar- conexionista que de localizacionista convencional (para más
go, la Universidad de Viena nombró a Krafft-Ebing, quien información sobre el conexionismo y la psicopatología,
creía que «los resultados experimentales en campos relaciona- v. Stein y Ludik [46]). Al igual que su maestro Meynert, Wer-
dos tendrán valor para la psiquiatría, pero el verdadero pro- nicke creía que los cambios patológicos en el sistema de aso-
greso de la psiquiatría sólo se conseguirá a partir de una ob- ciación (es decir, un mecanismo interno) eran la «verdadera»
servación inalterable e incondicional y una descripción de los causa de la enfermedad mental.
fenómenos clínicos» (44).
Más que cualquier otro de los alienistas mencionados en
Von Monakow
este capítulo, Meynert pasó por alto los factores causales ex-
ternos (predisponentes o eficientes) en favor de los mecanis- Constantin von Monakow (1853-1930) nació en Rusia,
mos internos. Estas ideas etiológicas fueron el punto de con- pero a los 10 años emigró con su familia a Dresden. Se for-
vergencia de tres procesos, todos ellos iniciados a principios mó como médico en Zurich, donde trabajó más tarde como
del siglo XIX: neuropatólogo y neurólogo. A pesar de haber realizado im-
portantes descubrimientos, tuvo que esperar hasta 1912 para
1. Una reduction ad absurdum de la vieja opinión de Cabanis que su clínica e instituto de investigación privados fueran in-
que el cerebro segregaba pensamientos como el hígado corporados a la Universidad de Zurich (47, 48).
bilis. Junto con Mourgue (un psiquiatra francés), von Mona-
2. Una resignada aceptación del hecho que, en el terreno de kow escribió uno de los libros más importantes (y olvidados)
la enfermedad mental, el modelo anatomoclínico tiene sobre psicopatología del siglo XX (49). Los autores empezaron
que funcionar sin la fisiopatología y la semántica. proponiendo la noción de horme, es decir, la «tendencia de to-
3. La redefinición de causa eficiente en términos de meca- dos los seres vivos a desarrollar todo su potencial genético».
nismo interno. Horme (del griego ορµη, impulsión, lo que pone a algo en
movimiento) era «una propiedad del protoplasma vivo». En
Respecto al último de estos tres procesos, se ha afirmado los humanos, horme se expresaba en los instintos que favore-
correctamente que (44): cían la preservación de cada órgano del cuerpo, el desarrollo,
la especie, la sociedad y la cultura, y la religión. En cada in-
El sistema explicativo de Meynert no busca realmente es- dividuo, horme está regulada por la sineidesis, es decir, por el
tablecer una relación causa-efecto … simplemente establece principo que regula y equilibra los instintos en interés del in-
el modo en que los fenómenos psicológicos aparecen a me- dividuo.
dida que el cerebro cambia su estructura y función. La esen- Basándose en estos principios, von Monakow y Mourgue
cia de esta doctrina fue que, al contrario que Griesinger, en
desarrollaron un modelo neuropsiquiátrico del tipo que Gui-
quien había dos grupos separados de fenómenos físicos y psi-
cológicos, Meynert considera que todos estos fenómenos y raud denominó «dinamomorfológico» (50). Al considerar la
significados son exactamente lo mismo, de modo que no psiquiatría como un campo dentro de la biología, los autores
tiene que explicar en absoluto el modo en que lo psicológi- fueron capaces de adoptar dos nociones cruciales: «localiza-
co surge de lo físico. ción cronogenética» y «diasquisis».

Wernicke Localización cronogenética


Karl Wernicke (1848-1905) realizó tres importantes apor- Según este concepto (tomado de Richard Semon [1859-
taciones a la psiquiatría (45). 1918], profesor de zoología en la Universidad de Jena, que
propuso una teoría de la memoria orgánica basada en la no-
1. Desarrolló un modelo para englobar todas las enferme- ción de «engrama» [51, 52]), el «tiempo» es el parámetro cru-
dades relativas al cerebro (tanto psiquiátricas como neu- cial de todos los fenómenos neuropsiquiátricos. Las funcio-
rológicas). nes (p. ej., el movimiento) son procesos que, como la músi-
2. Desarrolló un modelo fisiopatológico para actuar como ca, se desdoblan en el tiempo y de acuerdo con una «melo-
mediador entre el cerebro y el comportamiento. Hasta día cinética» específica. Por lo tanto, sería un error intentar
entonces no había existido ningún modelo de este tipo localizar procesos (es decir, funciones cerebrales) en términos
en psiquiatría. de sitios cerebrales específicos (es decir, espacio solo). Tam-
2.1.1. DESARROLLO HISTÓRICO DE LAS IDEAS SOBRE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 183

bién sería erróneo localizar los síntomas mentales sobre zonas portamiento y que son simultáneos y coexistentes con los
cerebrales específicas porque, como los movimientos, su lo- propios síntomas mentales. Multitud de razones históricas hi-
calización también es en el tiempo. Influidos por Jackson, cieron posible este cambio tanto favoreciendo la investiga-
von Monakow y Mourgue creyeron que la localización cro- ción sobre los mecanismos internos como menoscabando el
nogenética era una adquisición tardía en la evolución y, por valor evidente de las «causas eficientes».
lo tanto, la consideraron un mecanismo complejo pero ines- A finales del siglo XIX, los «mecanismos internos» predo-
table. minaban y las viejas listas de causas predisponentes se habían
Una implicación interesante es que la localización «cro- vuelto estereotipadas y carentes de interés. No obstante, los
nogenética» de los síntomas neuropsiquiátricos no puede es- médicos siguieron utilizando las causas eficientes, en especial
tudiarse mediante estudios transversales ni estudios longitudi- en el contexto de informes de casos clínicos. El interés sobre
nales tradicionales (es decir, como colecciones de instantá- los mecanismos internos favoreció la psiquiatría académica y
neas transversales). Los síntomas neuropsiquiátricos se expo- conllevó cierto progreso para la investigación cerebral.
nen en el tiempo según su propia melodía cinética; por ejem- La historia de los conceptos etiológicos en psiquiatría ha
plo, una alucinación sólo puede comprenderse plenamente enseñado dos lecciones importantes. Una es que los criterios
cuando el episodio alucinatorio se ha completado y esto pue- de causalidad (incluidos los conceptos actuales) son hechos
de conllevar minutos u horas. Esto permite una información históricos, resultado de una ideología y experiencia social. No
longitudinal real sobre variables específicas a recoger e inte- son «empíricos» en ningún sentido real y, por lo tanto, no es
grar (p. ej., modulaciones de intensidad, cambios de imágenes posible decidir «cuál es el mejor» sólo con la investigación
y emociones acompañantes). Un conocimiento longitudinal e empírica. La segunda lección es que la idea convencional de
integrado de este tipo es una fuente crucial de información «verdad» es apenas aplicable en este campo. Tiene poco sen-
etiológica. tido decir que un modelo causal es «más cierto» que otro,
porque no existe una forma empírica de demostrarlo. Todo lo
que puede decirse es que, en este período de tiempo en par-
Diasquisis
ticular y en términos de las múltiples demandas culturales y
Diasquisis (del griego διασχιζω, me separo a distancia) se sociales en relación a qué ciencia se realiza, éste o aquel cri-
refiere al fenómeno clínico, reversible y súbito (habitualmen- terio de causalidad parece ser aceptable, sensible, efectivo,
te negativo) que se observa como consecuencia de un shock aprovechable, atractivo, etc. Ésta es, quizá, la única «verdad»
causado por lesiones localizadas del sistema nervioso central. que valga la pena recordar.
Su elemento definitorio es que no puede explicarse mera-
mente en términos de extensión y localización de la lesión ce-
rebral. Por ejemplo, una hemiplejía incluye más déficit fun- Bibliografía
cionales de lo que la lesión puede explicar. La inhibición di-
1. Riese, W. (1950) La pensée causal en médecine. Presses Universitaires de
fiere de la diasquisis en que la primera es el resultado de la France, Paris.
actividad de una conexión nerviosa conocida. 2. Bunge, M. (1959). Causality. World Publishing, Cleveland, OH.
Se desprenden dos conclusiones: 3. Siegler, M. and Osmond, H. (1966). Models of madness. British
Journal of Psychiatry, 112, 1193–1203.
4. Aristotle (1984). Metaphysics, Book V. The complete works of Aristotle (ed.
1. Algunos síntomas mentales pueden resultar de una dias- J. Barnes), Vol. 2, p. 1600. Princeton University Press.
quisis, es decir, no tienen una localización anatómica di- 5. Dijksterhuis, E.J. (1961). The mechanization of the world picture. Oxford
recta. University Press.
2. Puesto que las funciones localizadas cronogenéticamente 6. Zilboorg, G. (1941). A history of medical psychology. W.W. Norton, New
York.
son más inestables, es probable que su trastorno pueda 7. Hippocrates (1923) Epidemics I and III (ed. trans. W.H.S. Jones), Vol.
originar más síntomas mentales. 1, pp. 139–287. Heinemann, London.
8. Laín Entralgo, P. (1961). La historia clínica, p. 634. Salvat, Barcelona.
9. Hume D. (1888) A treatise of human nature (ed. L. Selby-Bigge), p. 170.
Clarendon Press, Oxford.
■ Resumen y conclusiones 10. Esquirol, E. (1838). Des maladies mentales, Vol. I, pp. 31–3. Ballière,
Paris.
Este capítulo empezaba con una descripción de las vicisi- 11. Berrios, G.E. (2000). Aetiology. In The great notions of psychiatry: a
conceptual history. Oxford University Press.
tudes históricas de las cuatro definiciones aristotélicas de cau- 12. Berrios, G.E. and Porter, R. (1995) The history of clinical psychiatry.
sa (formal, material, eficiente y final). El modelo aristotélico Athlone Press, London.
fue puesto a prueba por Hobbes y Bacon durante el siglo XVII 13. Griesinger, W. (1867). Mental pathology and therapeutics (trans. C.L.
y por Hume durante el siglo XVIII y en ambas ocasiones hubo Robertson and J. Rutherford), pp. 127–31. New Sydenham Society,
London. (First published in German, 1861.)
de ajustarse el modo en que los doctores definían la etiología. 14. Coury, C. (1971). La méthode anatomo-clinique et ses promoteurs en
Durante el siglo XIX, el concepto de causalidad eficiente France: Corvisart, Bayle, Laennec. Médicine de France, 1, 13–22.
(interpretado en términos de causas predisponentes y remo- 15. Imbault-Huart, M.J. (1981) Bayle, Laennec et la méthode anatomo-
tas, es decir, causas previas al inicio de la enfermedad y ex- clinique. Revue du Palais de la Découverte, 22, 79–90.
16. Postel, J. (1983) La paralysie générale. In Nouvelle histoire de la
ternas al sujeto) fue considerándose gradualmente defectuoso psychiatrie (ed. J. Postel and C. Quétel), pp. 322–33. Privat, Paris.
y fue reemplazado por la idea de «un mecanismo interno», es 17. Bayle, A.L.J. (1826). Traité des maladies du Cerveau et de ses membranes, p
decir, cambios que ocurren en el propio sustrato del com- xxiv. Gabon, Paris.
184 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

18. Wahring-Schmidt, B. (1985). Der junge Wilhelm Griesinger in


Spannungsfeld zwischen Philosophie und Physiologie. Gunter Narr, 2.1.2 Cerebro y mente
Tübingen.
19. Déchambre, E. (1883). Déterminisme. In Dictionnaire encyclopédique des
sciences médicales (ed. E. Dechambre and L. Lereboullet), Vol. 28, pp.
Francisco Mora
435–49. Masson, Paris.
20. Brochin (1887) Étiologie médicale. In Dictionnaire encyclopédique des
sciences médicales (ed. E. Dechambre and L. Lereboullet), Vol. 36, pp.
340–53. Masson, Paris.
■ Introducción
21. Constant, F.M.C. (1970). Introduction à la vie et à l’oeuvre de Bénédict-
Augustin Morel. Thèse de Paris. Cuando se piensa en el cerebro se tiene en mente un ór-
22. Morel, B.A. (1857). Traité des dégénérescences physiques, intellectuelles et gano constituido por células nerviosas (las neuronas), sinapsis
morales de l’espèce humaine. Baillière, Paris.
23. Friedlander, R. (1973). B.A. Morel and the development of the theory
(conexiones entre neuronas), mensajeros químicos que comu-
of degenerescence. PhD Dissertation, University of California. nican información entre neuronas (neurotransmisores), recep-
24. Morel, B.A. (1852) Études cliniques. Traité théorique et pratique des tores, conexiones interneuronales múltiples y circuitos. Cuan-
maladies mentales, Vol. 1, pp. 211–12. Masson, Paris. do se habla del cerebro se utiliza el lenguaje específico y pre-
25. Morel, B.A. (1860). Traité de maladies mentales, pp. 77–8. Masson,
Paris.
ciso de las ciencias básicas (matemáticas, química y física,
26. Clarke, E. and Jacyna, L.S. (1987). Nineteenth-century origins of moléculas, proteínas, potenciales eléctricos), el mundo de la
neuroscientific concepts. University of California Press, Berkeley, CA. materia que puede manipularse, dividirse, desmenuzarse y
27. Clarke, E. and O’Malley, C.D. (1996). The human brain and spinal cord analizarse (1).
(2nd edn). Norman, San Francisco, CA.
28. Engelhardt, H.T. (1975). J.H. Jackson and the mind–body relation.
Pero, ¿qué sucede con la mente? En las percepciones,
Bulletin of the History of Medicine, 49, 137–51. emociones, pensamientos, memoria, conciencia y timidez uno
29. Droixhe, D. (1978). La Linguistic et l’appel de l’histoire (1600–1800). se preocupa por entidades íntimas y subjetivas que son es-
Droz, Geneva. quivas o difíciles de comprender o medir. En este contexto se
30. Aarsleff, H. (1982). From Locke to Saussure. Athlone Press, London.
31. Lesky, E. (1976). The Vienna Medical School of the nineteenth century.
utiliza un lenguaje diferente, el de la psicología.
Johns Hopkins University Press, Baltimore, MD. Durante cientos de años, ha habido una clara separación
32. Power, H. and Sedgwick, L.W. (ed.) (1892). The New Sydenham de estos dos conceptos, el del cerebro o materia que ocupa
Society’s lexicon of medicine and the allied sciences, Vol. 4. New Sydenham espacio y tiempo y el de la mente o espíritu que ocupa tiem-
Society, London.
33. Boirel, R. (1982). Le mécanisme. Presses Universitaires de France, Paris. po y sólo se experimenta individualmente y es, por lo tanto,
34. Beckner, M.O. (1966). Mechanisms in biology. In The encyclopedia of único (2, 3).
philosophy (ed. P. Edwards), Vol. 5, pp. 250–2. Macmillan, New Han sido necesarias solamente unas cuantas décadas de
York. investigación en neurociencia para empezar a intentar trazar
35. Auroux, S. (ed.) (1990). Les notions philosophiques, Vol. 2, p. 1582.
Presses Universitaires de France, Paris. un puente entre el cerebro y la mente. La neurociencia mo-
36. Rosenberg, A. (1985). The structure of biological science, pp. 62–8. derna y la neurociencia cognitiva están intentado de hecho,
Cambridge University Press. unir ambos conceptos en uno: el del ser humano resultado de
37. Churchland, P.M. (1993). Eliminative materialism and propositional la evolución darwiniana, y su mente como serie de procesos
attitudes. In Folk psychology and the philosophy of mind (ed. S.M.
Christensen and D.R. Turner), pp. 42–62. Erlbaum, Hillsdale, NJ. llevados a cabo por el cerebro.
38. Fearing, F. (1930). Reflex action. a study in the history of physiological
psychology. Williams and Wilkins, Baltimore, MD.
39. Claparède, E. (1903). L’association des idées. Doin, Paris.
40. Warren, H.C. (1921). A history of the association psychology. Charles ■ Neurociencia moderna y mente
Scribner’s Sons, New York.
41. Rapaport, D. (1974). The history of the concept of association of ideas. Lo que la neurociencia ha proporcionado en el intento de
International Universities Press, New York.
42. Whitehouse, P.J. (1985) Theodor Meynert: foreshadowing modern unificar ambos conceptos es un nuevo conocimiento del ce-
concepts of neuropsychiatric pathology. Neurology, 35, 389–91. rebro. Éste ya no se considera en aquellos términos groseros
43. Meynert T. (1885) Psychiatry. a clinical treatise on diseases of the fore-brain de simple materia como se concebía en el siglo XVIII. Hoy se
(transl. B. Sachs). G.P. Putnam, New York. sabe que el cerebro es un órgano en continuo cambio, tanto
44. Lévy-Friesacher C. (1983). Meynert–Freud. L’amentia. Presses
Universitaires de France, Paris. en su estructura como en su función. Debajo y dentro de la
45. Lanczik, M. (1988). Der Breslauer Psychiater Carl Wernicke. Jan aparentemente fija y casi universal anatomía de circunvolu-
Thorbecke, Sigmaringen. ciones y surcos de la corteza cerebral existe un flujo constan-
46. Stein, D.J. and Ludik, J. (ed.) (1998). Neural networks and te de información, que procesa actividad endógena o aconte-
psychopathology. Cambridge University Press.
47. von Monakow, C. (1970). Vita mea. Mein leben (ed. A.W. Gubser and cimientos sensitivos (los que proceden del entorno). Este flu-
W.H. Ackerknecht). Huber, Bern. jo de información no es tan sólo un procesamiento pasivo en
48. Mourgue, R. (1931). L’oeuvre et la personnalité du Professeur el que un área inmutable del cerebro o un sistema distribui-
Constantin von Monakow (1853–1930). Encephale, 26, 417–28. do por el mismo dispone de un código inalterable para pro-
49. von Monakow, C. and Mourgue, R. (1928). Introduction biologique a
l’étude de la neurologie et de la psychopathologie. Alcan, Paris. cesar. El cerebro es un órgano neuronal plástico, lo que sig-
50. Guiraud, P. (1950). Psychiatrie générale, p. 165. Le François, Paris. nifica que el proceso neuronal está cambiando constante-
51. Semon, R. (1908). Die Mneme als erhaltendes Prinzip intramuscular mente el procesador. Un buen ejemplo son los cambios de
Wechsel des organischen Geschehens (2nd edn). Wilhelm Engelman, los mapas corticales de las sensaciones somáticas que tienen
Leipzig
52. Schacter, D.L. (1982). Stranger behind the engram. Theories of memory and lugar como respuesta al aprendizaje de nuevos usos de los de-
the psychology of science. Erlbaum, London. dos (4). Ahora se sabe que estos cambios plásticos se generan
2.1.2. CEREBRO Y MENTE 185

en neuronas y vías que liberan neurotransmisores y activan nes, la construcción de imágenes mentales en ausencia de es-
receptores y esto, a su vez, activa genes, síntesis de nuevas tímulo externo y la interpretación de los símbolos implicados
proteínas, receptores y otros componentes de membrana y fi- en la lectura» (6).
nalmente cambios morfológicos y fisiológicos de neuronas y
actividad de los circuitos. Es en esta forma dinámica que el
mundo de la química y la física del cerebro se transforma en ■ Neurociencia y teoría
bioquímica y luego en anatomía, fisiología y comportamien- de la unidad del conocimiento
to como un continuo. Por lo tanto la bioquímica, la anato-
mía y la fisiología ya no se conciben como compartimentos Lo que se necesita es una teoría unificada del conoci-
estancos, sino como una dimensión continua a través del es- miento (8, 9). En los últimos 100 años, la humanidad ha ana-
pacio y el tiempo. lizado el universo, incluida ella misma, dividiéndolo en par-
Pero, ¿qué sucede con la mente en este constante flujo de tes. Cada grupo de científicos de cada disciplina ha analizado
información en el cerebro?. ¿Es que el cerebro y su actividad con sus herramientas correspondientes las piezas de su ámbi-
producen o causan lo que se denomina mente? La mente no to de estudio dividiéndolo y subdividiéndolo y, después, a su
existe en el sentido de ser una entidad real o un concepto glo- nivel de análisis, intentando entender y describir el significa-
bal que capta una cosa estática o permanente. Lo que existe do de aquella pequeña parte de la realidad. Hoy en día uno
son procesos mentales, es decir, acontecimientos que se defi- se da cuenta de que, como todo es un continuo en el uni-
nen en términos de actividad, variable en el tiempo, de cir- verso, nunca se alcanzará un conocimiento aceptable de una
cuitos distribuidos e interconectados en el cerebro. El tiempo, única parte de la realidad puesto que su significado completo
no el espacio, es la dimensión crucial de la mente: “la mente sólo se establece al vincularla a otros fragmentos de aquella
es el tejido cerebral cosido con los hilos del tiempo”. Ni que misma realidad, en ocasiones a un nivel de organización di-
decir tiene que para la mayoría de neurocientíficos la mente ferente.
no es una entidad espiritual e inmaterial ni tampoco un pro- En cada nivel de análisis, la ciencia en general y la neu-
ducto que surge o está causado por el cerebro y que es dife- rociencia en particular han creado sus propias herramientas
rente del mismo. La mente es la actividad del propio cerebro, de análisis que incluyen su lenguaje específico de descripción
nada más y nada menos. y conocimiento. La ciencia del ser humano es como la Torre
La cuestión es, pues: ¿cómo puede ser que los sentimien- de Babel con mucha gente trabajando en ella y hablando mu-
tos, pensamientos e incluso la conciencia sean, de hecho, la chas lenguas distintas y, por lo tanto, sin entenderse entre sí.
actividad de moléculas y células en los circuitos del cerebro? Ha llegado el momento para la neurociencia y la neurocien-
Soy de los neurocientíficos que creen que existe una identi- cia cognitiva de intentar realizar una síntesis y construir puen-
dad entre procesos cerebrales y procesos mentales y que es el tes entre los niveles de análisis, para aproximar las lenguas y
distinto lenguaje descriptivo el que los hace parecer distintos. adquirir un mejor conocimiento de la realidad única que es
Por ejemplo, cuando nos quemamos un dedo y lo describi- el ser humano. Ésta es una de las principales tareas de la neu-
mos en términos neurobiológicos todos los sucesos que tie- rociencia en la actualidad.
nen lugar en la médula espinal y el cerebro, es decir, neuro- Uno de los acontecimientos clave en dicho enfoque es sa-
transmisores, actividad genética, potenciales eléctricos y acti- ber que desde un nivel de análisis al siguiente hay un salto que
vación de los circuitos neuronales en sistemas distribuidos del implica la aparición en el nuevo nivel de nuevas propiedades,
sistema límbico y de la corteza cerebral, describimos la reac- que no son reducibles a las del nivel previo. Estas nuevas pro-
ción emocional y el componente cognitivo de dolor, pero en piedades emergentes, son, sin embargo, estrecha y completa-
un lenguaje diferente al de la psicología. En otras palabras, los mente dependientes de los elementos del nivel previo. El
sucesos neurobiológicos no producen algo distinto expresado ejemplo más clásico y simple al respecto es el agua, que está
a nivel psicológico o mental, en este ejemplo “dolor”. Todos compuesta por átomos de oxígeno y de hidrógeno. No obs-
los acontecimientos que tienen lugar en el cerebro son dolor, tante, se sabe que el oxígeno y el hidrógeno por sí solos no
primero descrito en términos neurobiológicos a un nivel son agua. Esta molécula particular, denominada agua, con to-
(neurotransmisores y todo esto) y después al sentir el dolor, das sus peculiares características y propiedades inherentes, que
percibido conscientemente y expresado verbalmente, se des- son distintas de las de sus componentes atómicos, oxígeno e
cribe en términos cognitivos habituales o psicológicos tradi- hidrógeno, adquiridas cuando se ha efectuado una determina-
cionales. da unión entre los átomos de oxígeno e hidrógeno. Se sabe
Actualmente se dispone de gran cantidad de pruebas res- que las leyes que gobiernan la molécula de agua son distintas
pecto a la actividad de diferentes sistemas sensitivos, espe- de las que rigen los átomos de oxígeno e hidrógeno. También
cialmente del sistema visual, la percepción e incluso la con- se sabe que las propiedades del agua no se limitan a las del hi-
ciencia de lo que se percibe visualmente (5-7). A este respec- drógeno y el oxígeno por separado. Pero cuando oxígeno e hi-
to, la visión ha contribuido considerablemente a la aproxi- drógeno se unen entre sí, surge algo nuevo: la molécula de
mación entre cerebro y mente. Como indicaron Posner y agua, y con ella las nuevas leyes que la gobiernan.
Raichle, «los científicos no sólo han acumulado un conside- En neurociencia y neurociencia cognitiva se ha dedicado
rable conocimiento del sistema visual, sino que la visión es un considerable esfuerzo a entrelazar los diferentes niveles de
un buen punto de entrada para muchas formas de la más ele- análisis (desde los genes, moléculas, orgánulos, microcircui-
vada actividad mental, como es el reconocimiento de patro- tos, compartimentos neuronales, células nerviosas, regiones
186 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

específicas y sistemas de distribución hasta actuaciones, ope- por las condiciones ambientales del momento, hayan cam-
raciones mentales y sistemas cognitivos. Un buen ejemplo de biado sus funciones en los últimos tiempos, readaptándose a
este esfuerzo es el proyecto cerebro humano que se inició en las nuevas condiciones del entorno. Un buen ejemplo es el
la década de 1980 (10). Con el tiempo, este trabajo propor- modo en que las especies, incluidos los humanos, han evolu-
cionará una comparación de datos obtenidos mediante dife- cionado para realizar, por ejemplo, una función fisiológica
rentes metodologías y a distintos niveles de análisis y, even- aparentemente simple como es la termorregulación (15).
tualmente, clasificará los procesos cognitivos complejos a par-
tir de sus fundamentos más básicos, moléculas, células y cir-
cuitos. ■ Genes, cerebro y mente
En la actualidad nadie combatiría la idea de que el cere-
■ Evolución biológica, cerebro y mente bro se construye durante la ontogenia mediante un patrón or-
questado de actividad genética y que la expresión de esos ge-
La evolución es uno de los elementos básicos de este con- nes, durante el desarrollo precoz, también está determinada
tinuo que constituye el ser humano. El cerebro humano es el en parte por el entorno a través de las experiencias sensoria-
resultado, primero, de varios millones de años de evolución les, emocionales y de aprendizaje. Nuestro conocimiento ac-
y, después, de la selección natural a través de miles de gene- tual de los gemelos con un genoma idéntico pero con perso-
raciones. La reconstrucción del modo en que el cerebro ha nalidades y patologías cerebrales diferentes en la edad adulta,
evolucionado con el tiempo constituye una de las partes más es un argumento a favor del importante papel que desempe-
intrigantes del progreso integrador en las neurociencias. Sin la ña el entorno. El mundo exterior es, pues, aprendido e in-
reconstrucción de tales antecedentes no se puede entender corporado al cerebro no sólo como mera información fun-
adecuadamente el cerebro humano. De hecho, nada en bio- cional sino para influir en la configuración del propio cere-
logía puede conocerse de forma adecuada a menos que se bro. Por esta vía los humanos construyen su individualidad.
analice con la perspectiva de la evolución. Las capacidades más influyentes del entorno para el des-
Entre las diferentes especies biológicas, el ser humano es arrollo del cerebro se presentan tras el nacimiento. Es intere-
el que tiene mayor volumen cerebral en relación al peso cor- sante en este sentido que los humanos nacen con un cerebro
poral (11). Este volumen cerebral se ha adquirido muy depri- de unos 350 g, de aproximadamente el mismo peso cerebral
sa durante la evolución de los últimos 2 o 3 millones de años, que el chimpancé. Sin embargo, con el tiempo, mientras que
desde el australopiteco (500 g) hasta el Homo habilis (600- el cerebro humano alcanza un peso final de 1.400 g, el del
700 g), Homo erectus (900-1.000 g), Homo sapiens (1.300 g) y chimpancé sólo alcanzará los 450 g. La importancia de esta
Homo sapiens sapiens (1.400 g) (12-14). El cerebro del ser hu- observación es que el chimpancé nace con el 60 o el 65 % de
mano actual se caracteriza no sólo por un incremento cuan- su peso cerebral final, mientras que los humanos nacen con
titativo y global del número de neuronas, ordenadas en el sólo el 20-25 %. En otras palabras, más del 70 % del peso ce-
mismo patrón preexistente que en el cerebro del primitivo rebral total del ser humano se obtiene en contacto inmediato
primate, sino también por la reorganización de este cerebro con el entorno y es este entorno el que da forma a la sinap-
con incrementos selectivos en áreas específicas (12). tología final del cerebro durante el desarrollo.
En este proceso evolutivo del cerebro humano, la parte En la edad adulta, el cerebro también cambia constante-
más espectacular ha sido, sin duda alguna, el extraordinario mente su bioquímica, anatomía y fisiología. La idea de que el
desarrollo de aquellas partes del cerebro denominadas áreas aprendizaje y la memoria son la actividad de conexiones si-
de asociación. Estas áreas cerebrales, no directamente relacio- nápticas, modificadas entre neuronas bajo el control de genes
nadas con el control sensitivo o motor, parecen desarrollarse específicos, está casi plenamente aceptada en neurociencia
paralelamente a la adquisición de aptitudes mentales. Duran- (16). El entrenamiento de animales en una determinada tarea
te la evolución de estas áreas de la corteza cerebral (cortezas de aprendizaje puede dar lugar a la síntesis de nuevas proteí-
prefrontal y parietotemporal) han aumentado selectivamente nas neuronales, y esta síntesis implica primero la activación
de volumen y en número de neuronas (las denominadas ex- de los denominados genes precoces inmediatos y de sus pro-
traneuronas, cuya lesión no afecta a los procesos sensitivo y ductos proteicos c-fos y c-jun. Estas proteínas podrían, a su
motor). Se ha estimado que en dichas áreas, a lo largo de la vez, actuar como activadores de otros genes cuyos productos
evolución, el chimpancé ha acumulado 3,4 miles de millones pueden eventualmente cambiar la estructura de membrana y
de neuronas, el australopitecos 4,1, el Homo habilis 5,5, el las sinapsis y, como consecuencia, su función. Por esta vía la
Homo erectus 7,0 y el Homo sapiens 8,5 (13, 14). Entonces, bioquímica se transforma en morfología y fortalece a su vez
¿cómo no debe creerse que existe una íntima relación entre el las sinapsis y por lo tanto influye en propiedades importantes
cerebro y la mente? de las neuronas, los circuitos y el comportamiento (17).
La evolución ha seguido múltiples y desconocidas rutas También va quedando claro que las experiencias de apren-
para determinar las especies actuales, incluido el ser humano. dizaje y, en consecuencia, los recuerdos no están confinados
Es posible que muchas estructuras del cerebro hayan cambia- a un único grupo de sinapsis en una localización cerebral de-
do su función a lo largo de la evolución. Es decir, que fun- finida, sino que a medida que se forma la memoria a largo
ciones de partes del cerebro las cuales inicialmente aparecie- plazo, se distribuyen más extensamente a través de varias re-
ron con un valor de supervivencia específico, determinado giones cerebrales y, por lo tanto, se convierten en una pro-
2.1.2. CEREBRO Y MENTE 187

piedad distribuida de un sistema neuronal definido (18). Es características, que el cerebro analiza individualmente, debe-
así como se construye un cerebro individual único en con- rían, de algún modo, estar estrechamente relacionadas. Por
tacto continuado con el entorno. lo tanto, cuando el cerebro percibe una simple manzana, re-
En una reciente revisión sobre genes, comportamiento y quiere una unidad temporal de la actividad de todas las cé-
mente, Kandel (19) afirmó: lulas que componen los circuitos relevantes para el objeto
manzana: es lo que se denomina el problema de vinculación
No puede haber cambios en el comportamiento que no o enlace (binding). Se ha sugerido que la actividad de vincu-
se reflejen en el sistema nervioso y no hay cambios persis- lar todas las propiedades del objeto se produce por la activi-
tentes en el sistema nervioso sin que se reflejen en cambios dad sincrónica (activación neuronal) de todas aquellas célu-
estructurales realizados a algún nivel de resolución. La expe-
las importantes para el análisis de las propiedades del objeto
riencia sensorial diaria, la privación sensorial y el aprendiza-
je pueden conducir, probablemente, a un debilitamiento de manzana. Se ha sugerido que la actividad neuronal sincróni-
conexiones sinápticas en algunas circunstancias y al fortale- ca tiene lugar a ráfagas y a una frecuencia dentro del rango
cimiento de conexiones en otras. de 40-60 Hz (21).
Si se asume que la actividad sincrónica y semisincrónica
de todos estos circuitos distribuidos por el cerebro se activa
■ Circuitos cerebrales y conciencia cuando se aportan juntas todas las propiedades del objeto
único denominado manzana, ¿de qué modo es esto relevan-
La conciencia es, sin duda alguna, la esencia de cualquier te para las correlaciones neurales que permiten tener con-
enfoque neurobiológico sobre los procesos de la mente. Mu- ciencia de la manzana? Se han propuesto tanto la atención
chos libros han tratado este problema desde un punto de vis- como las uniones de reentrada a las áreas activadas como los
ta filosófico o cognitivo. Aunque estos últimos enfoques son dos ingredientes fundamentales del establecimiento de la con-
importantes, muchos neurocientíficos creen que nunca serán ciencia. Además, la atención parece desempeñar un papel
suficientes para explicar completamente lo que es la concien- crucial en la vinculación, aunque la localización exacta y el
cia, a menos que aparezcan otros estudios o teorías que los fi- mecanismo de la atención no están claros a pesar de que el
jen a un nivel neurobiológico. Para algunos, la conciencia ya mecanismo del lóbulo parietal se considera relevante en este
no es un problema filosófico sino científico (5, 7). Muy re- contexto (24).
cientemente, algunos autores han empezado a abordar este Las uniones de reentrada entre las áreas afectadas parecen
problema desde la perspectiva del propio cerebro (7, 20-22). ser específicamente significativas a este respecto. Zeki (5) pro-
¿Qué quiere decirse cuando se habla de conciencia? La puso una respuesta a esta pregunta que sugería que la con-
definición del término es, desde luego, un reto considerable ciencia es un hallazgo de la organización neural visual, como
y existen dificultades importantes para conseguir una defini- lo son otros hallazgos del sistema como el movimiento o el
ción formal. Crick y Koch (20) admitieron la dificultad en un color: «es lógico suponer que el conocimiento consciente del
primer enfoque de definir la conciencia y reconocieron que estímulo visual se hace posible no sólo por la actividad si-
la forma más útil de avanzar en este problema era utilizar las multánea y correlacionada de las células (en diferentes áreas
descripciones de psicólogos y científicos cognitivos. Con este visuales), sino también por las uniones de reentrada entre
tipo de enfoque, junto con otras observaciones, llegaron a la ellas». Como apuntaron Tononi y Edelman (22): «pruebas
conclusión de que la conciencia «depende crucialmente de al- sustanciales indican que se requiere la integración de las po-
guna forma de memoria a corto plazo y también de alguna blaciones neuronales distribuidas mediante interacciones de
forma de mecanismos de atención en serie». Tononi y Edel- reentrada para la experiencia consciente». Zeki (5) propone:
man (22) consideraron que «la experiencia consciente es un
proceso unificado y privado, diferenciado en extremo y que La conciencia es un hallazgo de ambos tipos de organi-
evoluciona en una escala de tiempo de cientos de milisegun- zación neural (es decir, movimiento y color) y también de
dos». El problema de la definición de la conciencia es abor- muchos otros sistemas neurales, aunque no todos. No existe
el color si no se ve. No se puede ver si no se es consciente.
dado más específicamente por Searle (23).
No existe conocimiento consciente salvo que ciertas organi-
Como se ha mencionado anteriormente, la conciencia o zaciones neurales estén intactas y funcionen con normalidad
el conocimiento del mundo exterior (percepción sensitiva) y es una característica de estas organizaciones neurales pose-
ha recibido una atención considerable. En las dos décadas er conciencia.
pasadas, la mayor parte del trabajo ha estado dedicado a in-
tentar entender de qué manera el cerebro puede percibir un Ha habido muchos otros enfoques distintos a la concien-
objeto único (5). Actualmente se sabe que el cerebro analiza cia desde la neuropsicología y la neurociencia cognitiva, in-
un objeto determinado, por ejemplo una manzana, en cada cluidos estudios de pacientes con síndrome de la visión cie-
uno de sus componentes individuales como son la forma, la ga, déficit de memoria, cerebro disociado, negligencias uni o
orientación, el color, la profundidad, el movimiento, etc., y contralaterales o pacientes con lesiones cerebrales específicas,
que toda esta variada información se distribuye a lo largo del que permiten un conocimiento de algunas de las bases neu-
cerebro en diferentes áreas y circuitos donde posteriormente robiológicas del aprendizaje, memoria y procesos lingüísticos
se analiza y almacena. No obstante, no puede observarse ni en el ser humano (25-28). Las nuevas técnicas de experimen-
la forma ni el movimiento de un objeto por separado de la tación cognitiva como son la tomografía por emisión de po-
percepción de un determinado objeto unificado. Todas estas sitrones, las imágenes de resonancia magnética y la técnica de
188 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

grabación más reciente, la electroencefalografía magnética, con bio de fase de 12 a 13 mseg entre la parte frontal y la poste-
una resolución capaz de correlacionar la actividad eléctrica de rior del cerebro, podrían servir para producir una vinculación
áreas cerebrales específicas y acontecimientos cognitivos me- temporal de los estímulos sensitivos. Durante esta unidad de
didos en tiempo real, han contribuido considerablemente a tiempo (12 mseg) el cerebro procesaría un único aconteci-
este desarrollo. miento cognitivo o quantum. La cognición sería, por lo tanto,
Para las formulaciones neurobiológicas más restrictivas del un conjunto de períodos de tiempo. Llinas y Paré concluye-
conocimiento y la conciencia, véase Crick y Koch (20), Llinas ron que «la integración de los acontecimientos sensitivos en
y Paré (21) y Tononi y Edelman (22). un estado computable más amplio, que es la base de la cog-
Crick y Koch (20) propusieron que, a pesar de las muy di- nición, es una función de su relación temporal con las activi-
ferentes formas que puede tomar la conciencia en cualquier dades oscilatorias en curso del cerebro».
momento, éstas podrían estar relacionadas con uno o pocos
mecanismos neurobiológicos básicos en cuyo núcleo tuvieran
«un tipo particular de actividad en un grupo transitorio de ■ Consideraciones finales
neuronas que utilizaran un subgrupo de un grupo mucho
mayor de candidatos potenciales». Esta especulación llevó a La neurociencia está empezando a considerarse una cien-
Crick y Koch a preguntarse cuáles eran y dónde estaban estas cia con competencias que van más allá de las que persigue
neuronas y en qué sentido eran especiales (conexiones, pa- el simple conocimiento del cerebro. De hecho, en 1978,
trón de activación, etc.). Schmitt (29) ya señaló que «estos avances (en neurociencia)
Tononi y Edelman (22) criticaron este enfoque tras con- son de gran valor y utilidad para un intento significativo de
siderar que «el conferir esta propiedad a las neuronas parece comprender el mecanismo más complejo que se conoce, el
contribuir a un error de categoría, en el sentido de adscribir a cerebro humano, y alcanzar el más elevado y último objeti-
las cosas propiedades que no pueden tener». A la luz de es- vo, la comprensión de la propia identidad y psique huma-
tudios de lesión clásica, de estimulación y neurofisiológicos, nas». La conferencia «Neurociencia y espíritu humano» (pa-
propusieron lo que denominaron la hipótesis nuclear y diná- trocinada por el Ethics and Public Policy Center y celebrada
mica de la conciencia: en Washington DC, en septiembre de 1998) y la conferencia
«Neurociencia y acción divina» (patrocinada por el Vatican
Se propone que una amplia agrupación de grupos neu- Observatory y celebrada en Paserbic, Polonia, en junio de
ronales que, en una escala temporal de cientos de milisegun- 1998) son buenos ejemplos de cómo el conocimiento desde
dos, constituyen juntos un proceso neuronal unificado de la neurociencia está cada vez más involucrado en proporcio-
elevada complejidad se denomine «núcleo dinámico», a fin nar una nueva perspectiva sobre la naturaleza humana. En
de resaltar tanto su integración como sus patrones de activi- un comentario editorial de la revista Nature Neuroscience titu-
dad constantemente cambiantes. El núcleo dinámico es una lado «¿Amenaza la neurociencia los valores humanos» (30),
agrupación funcional: los grupos neuronales que lo constitu-
se analizó desde una perspectiva crítica la idea de la neuro-
yen son mucho más intensamente interactivos entre sí que
con el resto del cerebro. El núcleo dinámico también debe ciencia como un reto al libre albedrío y «un nuevo argu-
tener una elevada complejidad: sus patrones de actividad glo- mento para una consideración materialista de la naturaleza
bal deben seleccionarse en menos de un segundo de entre un humana y, por lo tanto, un ataque a las creencias tradicio-
repertorio muy amplio (22). nales».
A los neurocientíficos en general no les gusta discutir te-
Quizá una de las formulaciones originales de esta hipóte- mas de religión y moralidad, pero es cierto que la neuro-
sis es que el núcleo dinámico se concibe no como un grupo ciencia proporciona una nueva perspectiva que engloba tan-
invariable de neuronas o circuitos distribuidos a lo largo del to mente como cerebro y amplía nuestro conocimiento so-
cerebro, sino como un grupo de circuitos que pueden variar bre la naturaleza humana. Las implicaciones de esta nueva
con el tiempo y que, a veces, también podrían servir de base perspectiva van a incluir, inevitablemente, aspectos de valo-
a la experiencia conciente, mientras que otros podrían estar res morales.
involucrados en procesos inconscientes. Un componente im- Esta nueva perspectiva en que se analizan cerebro y men-
portante de los sustratos neuroanatómicos de este núcleo di- te en un contexto de identidad tiene consecuencias en todos
námico lo constituirían las conexiones talamocorticales, tan- los campos del conocimiento, especialmente la biología y la
to en las regiones anteriores como posteriores. medicina, y por lo tanto también en la psiquiatría. Kandel
Llinas y Paré (21) propusieron que, de hecho, el sistema (19) ha señalado recientemente que los fármacos psicotrópi-
talamocortical, que comprende un conjunto de regiones talá- cos y neurotrópicos no sólo alteran los procesos mentales
micas específicas (el complejo ventrobasal y los núcleos ines- cambiando la maquinaria cerebral sino también:
pecíficos de la línea media, y un conjunto de sus equivalen-
Ya no se cree que ciertas enfermedades, como las orgá-
tes corticales que crean estados funcionales resonantes), es un
nicas, afectan al proceso mental a través de cambios biológi-
componente central de los sustratos cognitivos del cerebro. cos en el cerebro y que otras, las funcionales, no lo hacen.
Estos autores mantienen que las oscilaciones de 40 Hz que Los fundamentos del nuevo contexto intelectual en psiquia-
pueden registrarse en numerosas áreas de la corteza cerebral tría es que todos los procesos mentales son biológicos y, por
son la resonancia de oscilaciones neuronales en núcleos talá- lo tanto, cualquier alteración de estos procesos es necesaria-
micos específicos. Estas oscilaciones, que muestran un cam- mente orgánica.
2.1.2. CEREBRO Y MENTE 189

Como consecuencia, Kandel (19) señala que: 13. Tobias, P.V. (1971). The brain in hominid evolution. Columbia
University Press, New York.
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Cuando un terapeuta habla a un paciente y el paciente human brain (ed. J.P. Changeaux and J. Chavaillon), pp. 61–83.
escucha, el terapeuta no sólo mantiene un contacto ocular y Clarendon Press, Oxford.
con la voz, sino que la acción de la maquinaria neuronal del 15. Gisolfi, C.V. and Mora, F. (1999). The hot brain: survival, temperature
cerebro del terapeuta tiene un efecto indirecto y, cabe espe- and the human body. MIT Press, Cambridge, MA.
rar, prolongado sobre la maquinaria neuronal del cerebro del 16. Kandel, E.R. (1995). Cellular mechanisms of learning and memory. In
paciente; y, muy probablemente, viceversa. En tanto que Essentials of neural sciences and behaviour (ed. E.R. Kandel, J.H.
nuestras palabras originen cambios en la mente del paciente, Schwartz, and T. M. Jessel), pp. 667–94. Appleton and Lange, East
Norwalk, CT.
es probable que estas intervenciones psicoterapéuticas pro- 17. Rose, S.P.R. (1993). Synaptic plasticity, learning and memory. In
duzcan cambios en su cerebro. Desde esta perspectiva, los Synaptic plasticity. molecular, cellular and functional aspects (ed. M.
enfoques biológicos y sociopsicológicos coinciden. Baundry, R.F. Thompson, and J.L. Davis), pp. 209–29. MIT Press,
Cambridge, MA.
18. Fuster, J.M. (1995). Memory in the cerebral cortex. MIT Press,
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Estadística y diseño de estudios
2.2 y experimentos
Graham Dunn

■ Introducción ■ Fiabilidad de los instrumentos


En este apartado se tratan dos cuestiones:
La investigación en la enfermedad mental utiliza mayor
variedad de métodos estadísticos de los que resultan familia- • ¿Qué se entiende por fiabilidad?
res para un estadístico médico típico. En muchos sentidos, • ¿Cómo se estiman las fiabilidades?
hay mayor similitud con las herramientas estadísticas de los
sociólogos o pedagogos.
Sería un ejercicio inútil intentar describir aquí esta va- Modelos y definiciones
riedad, por lo que vamos a ocuparnos de algunos aspectos
que son más especialmente características de la psiquiatría; La mayoría de los clínicos tienen una idea intuitiva de lo
el primero y quizá el más obvio es el problema de la medi- que significa el concepto de fiabilidad y creen que es bueno
ción. La fiabilidad de la medición y su estimación se co- poder demostrar que los propios instrumentos de medida tie-
menta en el siguiente apartado. Los errores de clasificación nen una elevada fiabilidad. La fiabilidad se refiere a la consis-
incorrecta constituyen el tema central del tercer apartado, tencia de mediciones repetidas, de modo que las repeticiones
gran parte del cual se dedica a la estimación de la prevalen- pueden ser entrevistas repetidas por el mismo entrevistador,
cia mediante el uso de cuestionarios de cribado no infali- puntuaciones alternativas del mismo entrevistador (como gra-
bles. Seguidamente se tratan los errores de medición y los baciones de vídeo) por diferentes puntuadores, formas alterna-
de clasificación incorrecta en el contexto de los modelos de tivas o administración repetida de un cuestionario o, incluso,
patrones de riesgo. diferentes subescalas de un mismo cuestionario, y así sucesiva-
El otro problema importante es la existencia de datos mente. Se aprende de los textos elementales que la fiabilidad se
desconocidos. Aunque esto es habitual en todos los campos estima mediante el coeficiente de correlación (en el caso de
de la investigación médica, tiene especial interés para el epi- puntuaciones cuantitativas) o el estadístico kappa κ o κ pon-
demiólogo psiquiátrico, puesto que existe una larga tradición derado (en caso de una valoración cualitativa como un diag-
(desde inicios de la década de 1970) de introducir datos des- nóstico). Ocasionalmente, los clínicos conocen ya sea la defi-
conocidos en el diseño. Estamos hablando del muestreo do- nición formal de fiabiliad o su estimación mediante el uso de
ble o en dos fases (a menudo confusamente denominado diversas formas del coeficiente ro (ρ) de correlación intraclase.
muestreo de dos períodos por psiquiatras y otros investiga- En primer lugar, vamos a considerar una medición cuan-
dores clínicos). En este diseño de una muestra de primera titativa X. Vamos a empezar asumiendo que es falible y que
fase todos los participantes reciben un cuestionario de se- es la suma de dos componentes: la «verdad» V y el «error» E.
lección. Posteriormente se estratifican según los resultados Si V y E son estadísticamente independientes (no correlacio-
de la selección (habitualmente, aunque no necesariamente, nados), entonces puede demostrarse que:
en dos estratos: probablemente casos y probablemente no
casos) y se hace una submuestra para una entrevista diag- Var(X) = Var(V) + Var(E) [1]
nóstica de segunda fase. Este es el tema principal del tercer
apartado. donde Var(X) es la varianza de X (es decir, el cuadrado de su
Al final de este capítulo se proporcionan indicaciones en desviación estándar), y así sucesivamente. La fiabilidad ρX de
el que el lector interesado puede encontrar más material im- X se define como la proporción de la variabilidad total de X
portante y útil sobre estadística psiquiátrica. (es decir, Var[X]), que se explica por la variabilidad de las
No obstante, la metodología del ensayo clínico constitu- puntuaciones verdaderas (es decir Var[V]):
ye un ámbito que no se tratará en este capítulo, pero al que
se hace referencia posteriormente (v. otros capítulos de este Var(V) Var(V)
ρX = ——————— = —————————————— [2]
volumen). Var(X) Var(V) + Var(E)
191
192 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Esta proporción se aproximará a cero a medida que au- tudio es valorado independientemente por dos (o más) entre-
mente la variabilidad de los errores de medición comparada vistadores, seleccionados aleatoriamente de un grupo muy
con la de la verdadera. Por el contrario, se acercará a 1 cuan- amplio de posibles entrevistadores. En el segundo diseño
do disminuya la variabilidad de los errores. La desviación es- cada sujeto del estudio es evaluado independientemente por
tándar de los errores de medición (es decir, la raíz cuadrada de dos (o más) entrevistadores, pero en este caso los entrevista-
la Var(E) suele conocerse como el error estándar de medición dores son los mismos para todos los sujetos. Las ecuaciones
del instrumento. Nótese que la fiabilidad no es una caracterís- [1] y [2] son relevantes para el análisis de datos procedentes
tica fija de un instrumento incluso cuando se ha fijado su del primer diseño, mientras que las ecuaciones [3], [4] y [5]
error estándar de medición (es decir, su precisión). Cuando el son importantes para el análisis de datos del segundo diseño.
instrumento se utiliza en una población relativamente homo-
génea (valores bajos de Var[V]), tendrá una fiabilidad relativa-
mente baja. No obstante, a medida que la Var(V) aumenta Estimación de ρ y κ a partir de las tablas
también lo hace la fiabilidad del instrumento. Por muchas co- ANOVA
sas, el error estándar de medida es un resumen mucho más útil
del funcionamiento de un instrumento, pero siempre habría Cuando se analizan los datos, suele ser adecuado llevar a
que recordar que también podría variar de una población a cabo un análisis de varianza (ANOVA). Para el primer diseño
otra, posibilidad que deberían investigar cuidadosamente tan- se realiza un ANOVA de una vía (X para el sujeto) y para el
to los que desarrollan el instrumento como los que lo utilizan. segundo se efectúa un ANOVA de dos vías (X para evaluador
Vamos a complicar las cosas ligeramente. Supongamos que y sujeto). En el último caso se asume que no hay interacción
una tasación depende no sólo de la denominada puntuación entre el sujeto y el tasador y por lo tanto se hace que la co-
verdadera V del sujeto y del error de medición aleatorio E, sino rrespondiente suma de cuadrados sea cero. Se asume que los
también de la identidad R, es decir del entrevistador o evaluador lectores están razonablemente familiarizados con una tabla
(del inglés rater). O sea, cada evaluador tiene su propio sesgo ca- de análisis de la varianza. Cada sujeto ha sido evaluado, di-
racterístico (que es constante de una evaluación a otra) y los ses- gamos, por dos tasadores k. El ANOVA de una vía permite
gos pueden considerarse como aleatoriamente variables de un obtener una media cuadrática de la variación entre sujetos
evaluador a otro. Por otra parte, asumiendo la independencia es- (between-subjects variation, BMS) y una media cuadrática de la
tadística, puede demostrarse que si X = V + R + E, entonces: variación intrasujetos (within-subjects variation, WMS). La
WMS es una estimación de la Var(E) en la ecuación [1]. Por
Var(X) = Var(V) + Var(R) + Var(E) [3] lo tanto, la raíz cuadrada de WMS proporciona una estima-
ción del error estándar de medición del instrumento. La co-
Pero, ¿cuál es la fiabilidad del instrumento? Depende. Si rrespondiente estimación de ρ se obtiene por:
cada uno de los sujetos de un estudio o experimento van a
ser evaluados por un entrevistador seleccionado al azar de un BMS – WMS
amplio conjunto de entrevistadores posibles, entonces: rX = ———————————————— [6]
BMS + (k – 1) WMS
Var(V) Var(V) donde rX se usa para representar la estimación de ρX más que el
ρxa = ———————— = —————————————————————— [4]
Var(X) Var(V) + Var(R) + Var(E) valor real, pero desconocido. En el caso de k = 2, r resulta de:

Sin embargo, si se utiliza un único evaluador para todos BMS – WMS


rX = ——————————— [7]
los sujetos del estudio propuesto, no existirá variación debida BMS + WMS
al entrevistador y entonces la fiabilidad resulta:
En el ligeramente más complejo ANOVA de dos vías, la
Var(V) tabla del ANOVA proporciona valores de media cuadrática
ρxb = —————————————— [5]
Var(V) + Var(E) para sujetos o pacientes (mean square for patients, PMS), tasa-
dores (mean square for raters, RMS) y error (mean square for
Por supuesto, ρxb > ρxa. Por otra parte el valor de la fiabi- error, EMS). No nos concentraremos en los detalles de esti-
lidad del instrumento depende del contexto en que se utilice. mación de los componentes de la ecuación [3] (v. Fleiss [2]
Ésta es la esencia de la teoría de la capacidad de generaliza- o Streiner y Norman [3]), sino que simplemente indicaremos
ción (1). Las tres versiones de ρ dadas anteriormente son to- que ρXa se estima a partir de
dos coeficientes de correlación intraclase y son también ejem-
plos de lo que la teoría de la capacidad de generalización de- n(PMS – EMS)
rXa = ——————————————————————————————— [8]
nomina como coeficientes de generalización. n × PMS + k × RMS + (nk – n – k) EMS

donde n es el número de sujetos (pacientes) del estudio.


Diseños Al publicar los resultados de un estudio de fiabilidad, es
importante que los investigadores aporten alguna idea de la
Vamos a considerar dos simples diseños de estudios de precisión de sus estimaciones de fiabilidad, por ejemplo dan-
fiabilidad (generalización). En el primero cada sujeto del es- do un adecuado error estándar o, aún mejor, un adecuado in-
2.2. ESTADÍSTICA Y DISEÑO DE ESTUDIOS Y EXPERIMENTOS 193

tervalo de confianza. El tema queda más allá del alcance de También se requiere que la muestra se obtenga a partir de la
este capítulo, no obstante, se remite al lector interesado a población muestra de un modo objetivo y no sesgado. La me-
Fleiss (2) o Dunn (4) para mayor información. jor manera de conseguirlo es utilizando algún tipo de meca-
Por último, ¿qué sucede con las mediciones cualitativas? nismo de muestreo aleatorio. El muestreo aleatorio implica
De ningún modo va a discutirse aquí la estimación e inter- que el hecho de que un sujeto acabe o no formando parte de
pretación de κ, sino que simplemente se indica que para las la muestra viene determinado por el azar. Barajar y repartir
mediciones binarias (si/no) también puede efectuarse un aná- una mano en un juego de cartas es un ejemplo de proceso de
lisis de la varianza de dos vías (aunque ignorando cualquier selección aleatorio denominado muestreo aleatorio simple.
prueba de significación, puesto que éstas no son válidas para Cada posible mano de, por ejemplo, cinco cartas tiene la mis-
datos binarios) y la estimación rXa como anteriormente. En ma probabilidad de salir que cualquier otra. Si pudiera hacer-
muestras de gran tamaño, rXa equivale a κ3. Como corolario se una lista de todas las muestras posibles de un tamaño de-
se puede decir que κ es otra forma de coeficiente de fiabili- terminado, entonces el muestreo aleatorio simple implicaría
dad y, como cualquiera de los coeficientes de correlación an- que todas tienen la misma probabilidad de ser incluidas en
tes descritos, va a variar de una población a otra (es decir, de- nuestro estudio. También implica que cada uno de los posi-
pende de la prevalencia del síntoma o la característica eva- bles sujetos tiene la misma probabilidad de ser seleccionado.
luados). Pero nótese que esta última condición no es suficiente para
definir un muestra aleatoria simple. En una muestra aleatoria
sistemática, por ejemplo, hay una lista de todas las personas
■ Estimación de prevalencia que pueden seleccionarse (el ámbito del muestreo) y simple-
mente selecciona al azar a uno de los 10 primeros sujetos y
Atendiendo a Dunn y Everitt (5), hacemos las siguientes después se selecciona sistemáticamente al sujeto 10. Todos
preguntas sobre un informe de investigación. los individuos tienen la misma probabilidad de selección,
pero hay muchas muestras que son imposibles de extraer con
• ¿Definen claramente los autores la población de la muestra? este mecanismo. Por ejemplo, puede seleccionarse tanto el su-
• ¿Comentan los autores las similitudes y posibles diferen- jeto 2 como el sujeto 3 con la misma probabilidad (1/10),
cias entre la población de su muestra y la población dia- pero es imposible extraer una muestra que contenga a ambos.
na establecida? ¿Qué otras formas de mecanismos de muestreo aleatorio
• ¿Informan los autores sobre el mecanismo de muestreo podrían utilizarse? Quizá la más frecuente sea la muestra alea-
utlilizado? toria estratificada. En este caso se divide la población de la
• ¿Se trata de un método de muestreo aleatorio? En caso muestra en grupos mutuamente excluyentes o estratos (varo-
contrario, ¿por qué no? nes y mujeres, o cinco grupos de edad separados). Tras esco-
• Exactamente ¿qué tipo de método aleatorio de muestreo ger los estratos, se procede, por ejemplo, a tomar una mues-
se ha utilizado? tra aleatoria simple de cada uno. La proporción de individuos
• Los métodos de análisis de datos, ¿tienen en cuenta el mé- de la muestra de cada estrato (es decir, la fracción de mues-
todo de muestreo utilizado? treo) podría ser constante en todos los estratos (asegurando
que la muestra global tiene la misma composición que la po-
Por supuesto, es fundamental que lo que cuenta como un blación original), o podría decidirse que uno o más estratos
caso debería explicarse con todo lujo de detalles, incluyendo (p. ej., los ancianos) tuvieran una representación más elevada.
el método de obtención de los síntomas (p. ej., cuestionario Otro método de muestreo habitual es el muestreo de agrupa-
de entrevista estructurada), parámetros de detección, criterios ciones multiescalonadas. Por ejemplo, en un estudio de pre-
adicionales de afectación, etc., así como criterios de actuación valencia nacional se puede escoger, primero, obtener una
o algoritmos utilizados en el diagnóstico. A partir de ahora muestra de regiones o distritos sanitarios, después una mues-
nos concentraremos en los temas estadísticos. En primer lu- tra de los códigos postales dentro de los distritos y, por últi-
gar, vamos a considerar el diseño del estudio (y los mecanis- mo, pueden seleccionarse los pacientes aleatoriamente de
mos de muestreo asociados) y después, pasaremos a comentar cada código postal seleccionado (v. Kessler [6] y Jenkins y
las implicaciones del diseño sobre el consiguiente análisis de cols. [7] para comentarios sobre complejos estudios multies-
los resultados. calonados de morbilidad psiquiátrica).
Un diseño particular y muy utilizado en estudios diseña-
dos para estimar la prevalencia de los trastornos psiquiátricos
Diseño del estudio se denomina muestreo doble o de dos fases. Los psiquiatras
suelen referirse a este diseño como muestreo en dos períodos.
Aquí interesa la estimación de una proporción simple (o Se trata de una costumbre incorrecta, puesto que confunde el
porcentaje). Se calcula esta proporción utilizando datos de la diseño de dos fases con formas simples de muestreo por agru-
muestra y se utiliza para inferir la correspondiente proporción paciones en el cual el primer período corresponde a la ob-
de la población subyacente. Un componente fundamental de tención de una muestra aleatoria de agrupaciones y el segun-
este proceso es asegurar que la población de la muestra de la do período a una muestra aleatoria de sujetos de cada una de
que se obtienen los sujetos sea lo más cercana posible a la las agrupaciones. Sin embargo, en el muestreo de dos fases, se
población diana sobre la cual se quieren extraer conclusiones. obtiene primero una muestra preliminar (que puede ser sim-
194 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ple, estratificada y/o agrupada) y después se aplica un cues- p = P (selección ve+) × P (entrevista ve+|selección ve+) +
tionario de cribado de primera fase como el Cuestionario P (selección ve–) × P (entrevista ve+|selección ve–) =
de salud general (General Health Questionary, GHQ) (v. cap. 2.7). (100/300) × (65/70 + (200/300) × (5/30) = 0,42 [10]
Según los resultados detectados, se estratifica después la
muestra de primera fase. Obsérvese que no nos limitamos a donde P(A) debería leerse como «probabilidad de A» y
dos estratos (del tipo casos frente al resto), aunque quizá sea P(A/B) debería leerse como «probabilidad de A dado B» o
ésta la forma más habitual de diseño. Posteriormente, se ex- «probabilidad de A condicionada a que ocurra B». La vertical
trae la muestra de segunda fase de cada uno de los estratos de | no debe confundirse con la división, representada por /.
la primera fase y se somete a esos sujetos a una evaluación La prevalencia estimada a partir del estudio de dos fases
psiquiátrica definitiva. Lo destacable de este diseño es que no es considerablemente inferior que si se hubiera asumido un
se gastan costosos recursos entrevistando a un gran número muestreo aleatorio simple. ¿A qué se debe esto? Evidente-
de sujetos que no parecen tener ningún problema (según la mente, la muestra de segunda fase se ha visto enriquecida con
selección de primera fase). Como consecuencia, las fracciones personas que probablemente presentaban depresión. La frac-
de la muestra suelen diferir a lo largo del estrato de primera ción de muestreo para los seleccionados positivos es 70/100,
fase. No obstante, es fundamental que cada estrato de la pri- es decir, cada participante de segunda fase puede considerar-
mera fase tenga una representacion razonable en la segunda se como representante de 100/70 de los seleccionados positi-
fase y es especialmente importante que todos los estratos de vos a partir de la muestra original. Del mismo modo, la frac-
la primera fase proporcionen algún sujeto a la segunda fase. ción de muestreo de los seleccionados negativos es 30/200 y
Para una exposición adicional de temas de diseño en el mues- cada participante de segunda fase representa 200/30 partici-
treo de dos fases (incluida la discusión de si merece la pena pantes seleccionados negativos a partir de la muestra de pri-
la molestia) se remite al lector a Pickles y Dunn (8). mera fase. El recíproco de la fracción de muestreo se deno-
mina ponderación del muestreo. El tamaño total ponderado
de la muestra de segunda fase es 70 × (100/70) + 30 ×
Análisis de los resultados (200/30) = 300, la muestra de primera fase. Del mismo
modo, el número ponderado total de casos de depresión es
En este punto, estamos especialmente interesados en la 65 × (100/70) + 5 × (200/30) = 126. Este último es el núme-
última de las preguntas expuestas al inicio de la sección. De ro estimado de casos de la muestra de primera fase. De ahí
hecho, es una pregunta que debería hacerse no sólo en estu- que la prevalencia estimada sea 126/300 = 0,42, como antes.
dios de prevalencia sino en todas las investigaciones, ya se tra- Recapitulando en términos ligeramente más técnicos, si al in-
te de estudios epidemiológicos, estudios de intervención o ex- dividuo i de la muestra de segunda fase se le asigna una pon-
perimentos de laboratorio. ¿Cómo se ha incorporado el dise- deración de la muestra wi y si el resultado del entrevistador yi
ño al análisis? A menudo no se dispone de la información so- tiene un valor de 1 y el sujeto i es un caso y por otra parte es
licitada. O bien los autores desconocen las implicaciones del cero, entonces la prevalencia estimada se obtiene según
diseño o el editor de la revista ha insistido en que los detalles
técnicos se excluyan de la publicación, o ambas cosas. p = ∑wiyi / ∑wi [11]
Consideremos una muestra hipotética de 100 participan-
tes que han contribuido a una estimación de prevalencia de donde ∑ significa «sumatorio del conjunto de observaciones
la depresión mediante una entrevista psiquiátrica cerrada. de la muestra de segunda fase» y xi simplemente es un indi-
De todos los participantes se ha diagnosticado a 70 de de- cador de que la observación es, efectivamente, una observa-
presión. ¿Cuál es la estimación válida de la prevalencia? ción de segunda fase (xi = 1 para cada uno). Este indicador es
¿Cuál es el error estándar de la estimación? Si se asume que un ejemplo del bien conocido indicador o estimador de
los datos se han obtenido mediante un muestreo aleatorio Horwitz-Thompson de la bibliografía de estudios de mues-
simple, la prevalencia p estimada es del 0,70 % y su varianza treo (9) pero no especialmente familiar para los psiquiatras o
se obtiene según: estadísticos médicos. Volverá a comentarse el uso de los ajus-
tes ponderados más adelante.
1 Volviendo a nuestros cálculos originales de dos fases,
Var(p) = ——————— [9]
Np(1 – p) donde A = P(selección ve+) y B = 1 – A = P(selección ve–).
Igualmente, p = P(entrevista ve+|selección ve+) y q = P(en-
donde N es el tamaño de la muestra y el error estándar es la trevista ve+|selección ve–), de modo que la ecuación [10] se
raíz cuadrada de esta expresión. convierte en:
Supongamos que nos dicen que los resultados se han ob-
tenido a partir de un estudio de dos fases. El tamaño de la p = Ap + Bq [12]
muestra de la primera fase fue de 300. De éstos, se seleccio-
naron 100 positivos y 200 negativos. La segunda fase consis- La varianza de la prevalencia estimada a partir del diseño
tía en 70 de los seleccionados positivos, de los cuales se de- de segunda fase se obtiene según (10):
tectaron 65 con depresión según la entrevista, junto con 30
negativos, de los cuales se hallaron 5 con depresión según la A2p(1 – p) B2q(1 – q) (p – q)2 AB
Var(p) = ————————— + ————————— + ———————— [13]
entrevista. La estimación de la prevalencia se obtiene según: N1 N2 N
2.2. ESTADÍSTICA Y DISEÑO DE ESTUDIOS Y EXPERIMENTOS 195

donde N1 es el número de seleccionados positivos de la pri- casos y no casos). Se ha dicho, en ocasiones, que no pueden
mera fase y N2 es el número de seleccionados negativos de la investigarse las curvas ROC utilizando datos de dos fases.
primera fase. Esta opinión es, de hecho, errónea. Se puede pensar que el
diseño de muestreo de dos fases es un mecanismo por el que
se pueden introducir deliberadamente los análogos de un ses-
Validación de los cuestionarios de cribado go de verificación (12). Cabe destacar que no hay necesidad
de restringir la estratificación de la primera fase justo a dos es-
A menudo, los datos de un estudio de dos fases que se ha tratos (casos posibles frente a no casos) para definir las frac-
designado para estimar la prevalencia también se utilizan para ciones de muestreo para la segunda fase del estudio. Se em-
valorar las características del cuestionario de cribado o selec- pieza calculando las fracciones de muestreo observadas para
ción (especialmente, la sensibilidad y especificidad). Se remi- cada resultado discreto del cuestionario de cribado. Esto de-
te a los lectores no familiarizados con estos conceptos al ca- fine las correspondientes ponderaciones de muestreo. Se con-
pítulo 2.7 o a Goldberg y Williams (11). La sensibilidad es la sideran entonces todas las posibilidades para definir zi en las
proporción de casos verdaderos entre los seleccionados posi- ecuaciones [14] y [15], no es necesario que zi corresponda al
tivos. La especificidad es la proporción de no casos verdade- modo en que las fracciones de muestreo de segunda fase
ros entre los seleccionados negativos. El problema se debe a estén determinadas. Después, se utilizan repetidamente las
que se utiliza primero el cribado y después se diferencian las ecuaciones [14] y [15], manteniendo las ponderaciones cons-
submuestras para llevar a cabo la entrevista diagnóstica defi- tantes a medida que se cambia la definición de zi. Una cues-
nitiva. Los lectores familiarizados con el teorema de Bayes sa- tión importante a tener en cuenta es que si las características
bían resolver el problema, pero aquí se utiliza otra versión del de la selección no son suficientemente bien conocidas de an-
indicador de Horwitz y Thompson: temano y si uno de los prinicipales objetivos del estudio es
llevar a cabo un análisis ROC, en ese caso, éste no es un di-
sensibilidad = ∑wiyizi / ∑wiyi [14] seño particularmente eficiente para usar. Sería mejor volver al
muestreo aleatorio simple, todos los sujetos evaluados por
y ambos cribado y entrevista.
Si uno necesita intervalos de confianza para estimar la
1 – especificidad = ∑wi (1 – yi)zi / ∑wi (1 – yi) [15] sensibilidad y especificidad, es relativamente directo hacerlo
mediante regresión logística ponderada (v. el siguiente aparta-
donde, como antes, yi indica si el sujeto i es un caso verda- do). El archivo puede dividirse en casos y no casos y después,
dero de depresión (1 = sí, 0 = no). Esto asegura que los cál- utilizando un programa informático apropiado (v. más ade-
culos en la ecuación [14] sólo se efectúan en los casos verda- lante), se consigue un modelo logístico que contiene una va-
deros y, del mismo modo, que los cálculos en la ecuación riable predictiva que vale 1 para todos los sujetos (es decir,
[15] sólo se llevan a cabo en los no casos. Además, wi es la corresponde justamente a una constante). Posteriormente, se
ponderación del muestreo de la segunda fase. La nueva varia- obtiene el intervalo de confianza para el término intercepta-
ble zi indica si el resultado del cribado fue positivo (1 = sí, do en el desarrollo. Por último, la inversa de la transforma-
0 = no). Un enfoque alternativo, y quizá más sencillo, es di- ción logística de los límites de confianza superior e inferior
vidir la muestra de segunda fase en dos: casos y no casos. La determinará los correspondientes límites para la propia sensi-
estimación de la sensibilidad y especificidad en estos dos sub- bilidad (especificidad). Nótese que el intervalo será asimétri-
archivos (asumiendo que se han guardado en un ordenador) co y estará dentro de los límites permitidos de cero y uno.
es entonces, mediante la informática, exactamente igual que
la prevalencia estimada ponderada y comentada en el aparta-
do anterior. En el primer archivo, la sensibilidad es simple- ■ Elaboración de modelos de patrones
mente la suma ponderada de los seleccionados positivos divi- de riesgo
dida por la suma ponderada de los casos. Del mismo modo,
en el segundo archivo, la especificidad es la suma ponderada Henderson (v. cap. 2.7) introdujo la idea de una odds ra-
de los seleccionados negativos dividida por la suma pondera- tio (razón de probabilidades) para medir la asociación entre
da de los no casos. factores de riesgo sospechosos y enfermedad. En un modelo
Muchos lectores estarán familiarizados con la idea de es- logístico lineal la respuesta variable es el logaritmo natural de
coger un rango de puntos de corte para los cuestionarios de la probabilidad u odds (de la enfermedad), por lo tanto la di-
cribado y después estimar la sensibilidad y especificidad en ferencia entre dos grupos en esta escala logística (es decir,
cada una de las elecciones. La gráfica de la sensibilidad fren- log(a/b) – log(c/d) utilizando la notación de Henderson) es
te a 1 – especificidad, se denomina curva de las características equivalente al logaritmo de la odds ratio (es decir, log[ad/bc]).
operatorias del receptor (ROC). Si el cribado es inútil, en- Esto proporciona un camino fácil para calcular los intervalos
tonces la gráfica será una línea recta desde el origen con una de confianza para la odds ratio: el log(odds ratio) o log(ad/bc)
pendiente igual a 1. Una buena selección determinará una se distribuye normalmente con una varianza 1/a + 1/b + 1/c
curva convexa (cuanto mayor sea el área entre la curva obser- + 1/d (el error estándar correspondiente es la raíz cuadrada de
vada y lo indicado por una línea recta con una pendiente uni- esta varianza). El intervalo de confianza IC del 95 % para el
taria, mejor es el cribado respecto a la discriminación entre log(odds ratio), por ejemplo, es entonces la estimación puntual
196 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

más o menos el error estándar ±1,96. Al coger los exponen- permiten que los efectos de variables explicativas distintas
tes (antilogaritmos) de estos límites se obtienen los corres- tengan un impacto a diferentes niveles de la jerarquía. Los en-
pondientes límites de la propia odds ratio. El exponente de la foques con ecuación de estimaciones generalizadas también
estimación del parámetro en el resultado del desarrollo de la han permitido la generalización de modelos de regresión lo-
regresión logística proporciona la estimación puntual de la gística para hacer frente a los resultados binarios repetidos y
correspondiente odds ratio. correlacionados de archivos de datos longitudinales (18). Por
La gran ventaja de la regresión logística es que permite último, la creciente disponibilidad de complejos programas
elaborar un modelo de posibles efectos de diferentes factores informáticos para el análisis de estudios ha permitido estable-
de riesgo simultáneamente. Permite ajustar según los efectos cer estudios complejos que incluyen estratificación y/o agru-
del o los supuestos factores de confusión al evaluar los efec- pación y/o fracciones de muestreo desiguales (9).
tos del factor de riesgo que interese. La regresión logística Finalmente, ¿qué sucede con el error de medición? Fuller
también puede generalizarse frente al uso de ponderaciones (19) constituye la «biblia» sobre la elaboración de modelos li-
de muestreo, sea para hacer frente a los datos desconocidos neales a partir de modelos explicativos que contienen errores de
debido al diseño (como en los estudios de dos fases), sea para medición. Desde hace algunos años ha aumentado el interés
permitir una no respuesta y/o el desgaste (13). No obstante, por este aspecto. El error de medición en los modelos no linea-
uno debe ser muy cauto al usar las ponderaciones en los pa- les (p. ej., los modelos logísticos) se trata en una monografía re-
quetes de programas informáticos que no tratan explícita- ciente (20). Los modelos de ecuaciones estructurales o análisis
mente con ponderación de muestras. Muchos paquetes tie- de pasos que incluyen variables latentes tienen una historia re-
nen funciones de ponderación pero se interpretan como pon- lativamente larga en la investigación psiquiátrica (21-23) y tam-
deración de frecuencias, número de veces que se ha realizado bién se han desarrollado para incluir la regresión logística a par-
la observación en lugar del número de veces que podría ha- tir de variables predictivas latentes. La descripción detallada de
berse realizado (como es el caso de las muestras ponderadas). la elaboración de modelos de ecuaciones estructurales queda
El uso de ponderaciones de frecuencia, en contraposición a la fuera del alcance de este capítulo, pero debería hacerse incapié
ponderación de muestras, produce errores estándar e interva- en que la creación de modelos de regresión, cuyas variables ex-
los de confianza que son con mucho demasiado pequeños. plicativas se consideran sujetas a errores de medición, es un área
No se trata de un efecto sutil; puede establecer una enorme de la estadística especialmente importante en la investigación
diferencia para un valor P, dando la impresión de un efecto psiquiátrica y del comportamiento, cuya importancia probable-
altamente significativo cuando, en realidad, es pequeño o mente sea cada vez más reconocida. La aplicación de la elabo-
nulo (14). Para ilustrar este punto debe hacerse referencia a ración de modelos de ecuaciones estructurales en la genética del
un estudio de dos fases sobre morbilidad psiquiátrica realiza- comportamiento se expone en el capítulo 2.4.1.
do en Cantabria, en el norte de España (15, 16). La estima-
ción de prevalencia ponderada a partir de estos datos es del
31 %. El apropiado IC del 95 %, obtenido mediante mues- ■ Conclusiones
treo ponderado, es (26; 40). El uso incauto de ponderaciones
de frecuencias produce un IC del 95 % de (28; 35), que es La recientemente publicada Encyclopedia of Biostatistics (24)
mucho más estrecho. La odds ratio que indican cuanto más consta de seis grandes volúmenes de capítulos semejantes a
alta es la prevalencia del trastorno en mujeres en compara- éste, que abarcan cada una de las áreas de supuesto interés
ción con los varones es 2,02 con un IC de (0,86; 4,74). El uso para quienes trabajan en la investigación clínica interesados
incauto de ponderaciones de frecuencias proporciona la mis- en estadística. Por lo tanto, era inevitable que este capítulo
ma estimación puntual (2,02), pero el IC del 95 % es (1,45; fuera muy resumido. Inevitablemente, podría pensarse que la
2,77); nuevamente, mucho más estrecho. En el análisis de un elección de los temas fuera más bien idiosincrática. Áreas que
estudio similar realizado en Verona, en el norte de Italia, podrían haberse tratado pero que han sido ignoradas, inclu-
Dunn y cols. (14) hallaron una odds ratio correspondiente a yen los modelos de supervivencia (especialmente los recientes
2,85 con un IC del 95 % de (1,31; 6,19). El valor p para esta avances en la denominada elaboración de modelos de fragili-
odds ratio es de alrededor de 0,008. El uso incorrecto de las dad), análisis de datos longitudinales (con especial referencia
ponderaciones de frecuencias nos da un IC del 95 % de (2,31; a los modelos de patrones de desgaste), genética y toda una
3,53) y un valor p correspondiente inferior a 0,00001: ¡una di- gama de métodos multivariantes clásicos como el análisis de
ferencia de por lo menos 800 veces! factores y componentes principales, el análisis discriminante
Otra modo en que los recientes desarrollos teóricos de la (aunque el modelo logístico es uno de los mejores métodos
estadística han ayudado al análisis de los estudios psiquiátri- de análisis discriminante), escalas multidimensionales y análi-
cos es en el análisis del complejo seguimiento de muestras sis de agrupaciones (cluster analysis). Henderson (v. cap. 2.7)
que contienen observaciones correlacionadas o agrupadas. también mencionó posibilidades estimulantes acerca del des-
Hay varios cabos en este desarrollo. Los pedagogos y otros arrollo de rasgo latente (teoría de respuesta a ítem) y modelos
han desarrollado una teoría global de modelos jerárquicos o de clase latente. Hace varios años me pedían, a menudo, que
niveles múltiples (17). Los modelos de niveles múltiples tam- enseñara a psiquiatras entrenados todo lo que necesitaban co-
bién tienen una importancia extrema en el análisis de inter- nocer sobre estadística en dos sesiones de 2 h. Lo primero era
pretación de los resultados de los estudios de intervención tratar los métodos univariantes y lo segundo, el análisis mul-
aleatorizados por agrupaciones o conglomerados. También tivariante. ¡Era imposible!
2.2. ESTADÍSTICA Y DISEÑO DE ESTUDIOS Y EXPERIMENTOS 197

Así pues, ¿dónde debería dirigirse el lector ahora? ¿Cuáles 8. Pickles, A. and Dunn, G. (1998). Prevalence of disease, estimation
son los libros más útiles? En términos de estadística médica ge- from screening data. In Encyclopedia of biostatistics (ed. P. Armitage and
T. Colton), Vol. 5, pp. 3484–90. Wiley, Chichester.
neral, la elección obvia es Armitage y Berry (25). Everitt y 9. Lehtonen, R. and Pahkinen, E.J. (1995). Practical methods for design and
Dunn (26) y Everitt (27) proporcionan una introducción gene- analysis of complex surveys. Wiley, Chichester.
ral a la metodología multivariante. Los problemas relacionados 10. Cochran, W.G. (1977). Sampling techniques (3rd edn). Wiley, New
con errores de medición, incluidos los modelos de ecuaciones York.
11. Goldberg, D.P. and Williams, P. (1988). A user’s guide to the General
estructurales, son tratados por Dunn (4) y Dunn y cols. (23). El Health Questionnaire. NFER–Nelson, Windsor.
papel de la estadística en genética está bien expuesto por Sham 12. Begg, C.B. and Greenes, R.A. (1983). Assessment of diagnostic tests
(28). Aunque existen muchos textos sobre el uso de estadística when disease verification is subject to selection bias. Biometrics, 39,
207–15.
en psicología (27) y pedagogía (p. ej., Plewis [17], que incluye 13. Dunn, G. (1998). Compensating for missing data in psychiatric
una introducción a los modelos de niveles múltiples), la única surveys. Epidemiologia e Psichiatria Sociale, 6, 159–62.
referencia especializada para los psiquiatras es la de Dunn (22). 14. Dunn, G., Pickles, A., Tansella, M., and Vázquez-Barquero, J.L.
No obstante, hay un artículo especial de la revista Statistical (1999). The role of two-phase epidemiological surveys in psychiatric
research. British Journal of Psychiatry, 174, 95–100.
Methods in Medical Research sobre estadística en psiquiatría (vo- 15. Pickles, A., Dunn, G., and Vázquez-Barquero, J.L. (1995). Screening
lumen 7, octubre 1998). Los lectores que busquen un material for stratification in two-phase (‘two-stage’) epidemiological surveys.
más especializado podrían encontrar útiles otros artículos de Statistical Methods in Medical Research, 4, 75–91.
esta revista, y también encontrarían mucha información im- 16. Vázquez-Barquero, J.L., Garcia, J., Artal Simón, J., et al. (1997).
Mental health in primary care: an epidemiological study of morbidity
portante y útil en la Encyclopedia of Biostatistics (24). and use of health resources. British Journal of Psychiatry, 170, 529–35.
17. Plewis, I. (1997). Statistics in education. Arnold, London.
18. Diggle, P.J., Liang, K., and Zeger, S.L. (1994). Analysis of longitudinal
data. Oxford University Press.
Bibliografía 19. Fuller, W.A. (1987). Measurement error models. Wiley, New York.
20. Carroll, R.J., Ruppert, D., and Stefanski, L.A. (1995). Measurement
1. Shavelson, R.J. and Webb, N.M. (1991). Generalizability theory: a error in nonlinear models. Chapman & Hall, London.
primer. Sage, Thousand Oaks, CA. 21. Fergusson, D.M. (1998). Annotation: structural equation models in
2. Fleiss, J.L. (1987). The design and analysis of clinical experiments. Wiley, developmental research. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 38,
New York. 877–87.
3. Streiner, D.L. and Norman, G.R. (1995). Health measurement scales: a 22. Dunn, G. (1999). Statistics in psychiatry. Arnold, London.
practical guide to their development and use (2nd edn). Oxford University 23. Dunn, G., Everitt, B., and Pickles, A. (1993). Modelling covariances and
Press. latent variables using equations. Chapman & Hall, London.
4. Dunn, G. (1989). Design and analysis of reliability studies. Arnold, 24. Armitage, P. and T. Colton, T. (ed.) (1998). Encyclopedia of biostatistics.
London. Wiley, Chichester.
5. Dunn, G. and Everitt, B.S. (1995). Clinical biostatistics: an introduction 25. Armitage, P. and Berry, G. (1994). Statistical methods in medical research
to evidence based medicine, Chapter 4. Arnold, London. (3rd edn). Blackwell Science, Oxford.
6. Kessler, R.C. (1994). The National Comorbidity Survey of the United 26. Everitt, B.S. and Dunn, G. (1993). Applied multivariate data analysis.
States. International Review of Psychiatry, 6, 365–76. Arnold, London.
7. Jenkins, R., Bebbington, P., Brugha, T., et al. (1997). The National 27. Everitt, B.S. (1996). Making sense of statistics in psychology. Oxford
Psychiatric Morbidity Surveys of Great Britain—strategy and methods. University Press.
Psychological Medicine, 27, 765–74. 28. Sham, P. (1998). Statistics in human genetics. Arnold, London.
Contribución de las neurociencias
2.3

2.3.1 Neuroanatomía cos, recorren extensamente la superficie de los hemisferios ce-


rebrales. Unos cuantos son relativamente constantes y se uti-
R. C. A. Pearson lizan para subdividir el hemisferio cerebral en lóbulos, el
nombre de los cuales procede de los huesos del cráneo que
hay debajo (fig. 1).
■ Introducción La cisura lateral profunda, también denominada cisura de
Silvio, se extiende desde el gancho del hipocampo, anterior y
Los síntomas, signos y síndromes psiquiátricos, exista o medialmente, hasta el lóbulo parietal, posterior y medialmen-
no enfermedad psiquiátrica orgánica o biológica, reflejan te. Tiene un tronco corto y unas ramas anterior, ascendente y
principalmente alteraciones de funciones que radican en la posterior. Las ramas anterior y ascendente abrazan la porción
corteza cerebral, incluido el lóbulo límbico, y en aquellas es- triangular del lóbulo frontal, que aloja el área motora del habla
tructuras y vías estrechamente relacionadas con la corteza. Es- de Broca. La rama posterior, mucho más larga, se usa para de-
tas manifestaciones corticales de la enfermedad psiquiátrica finir los lóbulos del hemisferio. La cisura central (de Rolando)
incluyen alteraciones del pensamiento, lenguaje, percepción, es prominente aproximadamente hacia la mitad de la extensión
humor, memoria, motivación, personalidad, comportamiento anteroposterior de la superficie lateral del hemisferio y, en ge-
e inteligencia. Por lo tanto, esta breve relación de estructuras neral, se extiende por encima del margen medial, donde su ex-
y vías cerebrales, que son importantes en psiquiatría, se va a tremo inferomedial queda rodeado por el lóbulo paracentral en
concentrar en la corteza cerebral y las estructuras y vías rela- forma de U. En la superficie lateral, pasa desde el margen me-
cionadas. Los lectores que deseen una relación más completa dial, hacia adelante y lateralmente, para alcanzar el surco late-
de la anatomía del sistema nervioso central pueden consultar
numerosos libros de texto que ofrecen una información más
completa del tema.
Hablando en términos generales, la neuroanatomía puede
subdividirse en dos partes: la organización topográfica del ce-
rebro y la médula espinal y las conexiones anatómicas que Parietal
constituyen las vías funcionales del sistema nervioso central.
La primera es de vital importancia clínica, puesto que las en- Frontal Occipital
fermedades raramente respetan los límites de los sistemas
funcionales, y el conocimiento de las relaciones espaciales de Temporal
las diferentes estructuras cerebrales es cada vez más útil a me-
dida que los modernos métodos de imagen visualizan de for-
ma más precisa la estructura cerebral detallada in vivo. No
A
obstante, es la segunda subdivisión del tema la que más con-
tribuye al conocimiento de las bases biológicas de la enfer-
medad psiquiátrica y es ésta la que va a constituir el núcleo
de este capítulo.
Parietal Frontal

■ Estructura y organización
Occipital
de la corteza cerebral
Lóbulos de la corteza cerebral Temporal

B
Un patrón variable de cisuras (surcos) y pliegues (circun-
voluciones), muchos de los cuales tienen nombres específi- Figura I. Lóbulos de la corteza cerebral.
199
200 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ral. La línea de la cisura central se aproxima mucho a la línea suele definir el límite anterior y en frente de éste se halla la
de la sutura coronal del cráneo del adulto, es decir, la unión corteza premotora. El margen inferior del surco transcurre por
entre los huesos frontal y parietales; como consecuencia, la ci- la porción triangular, que incluye el área motora del lenguaje
sura separa los lóbulos frontal y parietales. La delimitación del de Broca. En el margen y la superficie mediales, la corteza in-
lóbulo occipital la constituyen el surco parietooccipital dorsal cluye el área motora suplementaria. La corteza prefrontal late-
y medialmente y el surco preoccipital ventral y lateralmente, ral, frente a dichas áreas motora y asociada, suele estar reco-
con una línea imaginaria que conecta ambos y cruza el extre- rrida por dos surcos horizontales principales, que definen las
mo posterior de la cisura lateral. El lóbulo temporal se extien- circunvoluciones frontales superior, media e inferior. La cor-
de por delante de esta línea y por debajo (ventral) de la cisura teza de la superficie medial del lóbulo frontal anterior a la cir-
lateral. La cisura lateral profunda se ensancha en su fondo de cunvolución prefrontal forma la corteza prefrontal medial. La
modo que un área de la corteza forma el amplio suelo del sur- superficie cóncava inferior del lóbulo frontal, que descansa so-
co, especialmente en sus dos tercios anteriores. Esta corteza es bre la órbita ósea in vivo, es la corteza orbitofrontal.
la ínsula, que no forma parte de ninguno de los lóbulos ante-
riormente mencionados. El lóbulo de la ínsula está rodeado
Lóbulo parietal (fig. 3)
por el surco circular y está tapado por encima por los opérculos
frontal y parietal y por debajo (ventralmente) por el opérculo Por detrás del surco central, la corteza sensitivosomática
temporal. Los límites anatómicos de los lóbulos de la corteza primaria (SI), que se extiende por la superficie medial para
cerebral y otras marcas de surcos y circunvoluciones tienen un ocupar la parte posterior del lóbulo paracentral, donde están
paralelismo poco exacto con las fronteras funcionales. Sin em- representados los segmentos espinales sacros, ocupa la cir-
bargo, la terminología lobar está tan firmemente arraigada en cunvolución poscentral. El surco poscentral limita posterior-
la neurociencia clínica y no clínica que la consideración de sus mente la circunvolución poscentral. Por detrás de ésta, el pa-
características anatómicas es esencial. trón de surcos es variable, pero uno o más surcos intraparie-
tales horizontales dividen el lóbulo en parte superior e infe-
rior. La corteza sensitivosomática secundaria (SII) se localiza
Lóbulo frontal (fig. 2) en el opérculo parietal, justo por detrás del extremo inferola-
La circunvolución precentral, situada inmediatamente por teral del surco central. Patrones específicos de surcos en la re-
delante del surco central y continuando por su superficie me- gión de transición entre el lóbulo parietal y los lóbulos tem-
dial, contiene la corteza motora primaria. El surco precentral poral y occipital (las circunvoluciones angular y supramargi-

Corteza motora
suplementaria PT
Pierna Corteza motora primaria
Pierna Circunvolución poscentral
Brazo Brazo
Cara CPH

Cara

Corteza
premotora Motora suplementaria
A
Corteza motora primaria Corteza motora Corteza prefrontal
suplementaria
Dorsolateral
aria

Pie Cara Ventrolateral


rim

Pie
Premotora
CVF

ap
tor
Mo

Polo
frontal Área de
Broca
PT
Orbitofrontal
CPH
B C

Figura 2. Áreas motoras del lóbulo frontal. PT, polo temporal; CPH, circunvolución parahipocámpica; CVF, campos visuales frontales.
2.3.1. NEUROANATOMÍA 201

PT
CPH

Área de asociación parietal superior (SIII)


Área sensitivosomática primaria (SI)
Circunvolución Áreas visuales
poscentral Vía dorsal
19
Pierna Pierna Vía ventral
Brazo 18
Brazo Cara 17
Área 5
Brazo Pierna
Cara SI
Cara Área 7
Áreas SII
3, 1, 2

Ínsula ×2

CTM

PT
Área sensitivosomática secundaria (SII) Hacia la CPH
A Opérculo parietal B

Figura 3. A) Áreas del lóbulo parietal; B) vías de asociación sensitivosomáticas. PT, polo temporal; CPH, circunvolución parahi-
pocámpica; CTM, circunvolución temporal media.

PT
Ant IT Post
CPH IT
V4

Corteza estriada
Vía dorsal y periestriada
Vía ventral (incluidas las áreas
V1, V2 y V3)

Corteza periestriada (área 19)

Corteza
periestriada V5
(área 18) CTS

Corteza estriada
(área 17) PT CTM
Corteza periestriada
(área 18)
A Corteza periestriada (área 19) B Hacia la CPH

Figura 4. Lóbulo occipital. A) Áreas visuales; B) vías de asociación visual. PT, polo temporal; IT, corteza inferotemporal; CPH,
circunvolución parahipocámpica; CTS, circunvolución temporal superior; CTM, circunvolución temporal media; Ant, anterior;
Post, posterior.
202 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

nal) son territorios importantes en la localización detallada de al propio hipocampo. Más adelante se expone una considera-
las funciones del lenguaje. ción más detallada de la anatomía del hipocampo.
La corteza del opérculo temporal contiene la circunvolu-
ción de Heschl, en la cual se sitúa la corteza auditiva prima-
Lóbulo occipital (fig. 4)
ria y está rodeada por diversas áreas de asociación auditivas,
El lóbulo occipital está principalmente involucrado en la extendiéndose por la circunvolución temporal superior. Las
visión y percepción visual. La superficie medial está recorrida funciones de la corteza temporal media no están claras, pero
por la cisura calcarina horizontal profunda, que clásicamente incluyen complejas áreas de asociación visual, auditiva y sen-
alcanza el polo posterior del hemisferio. Entre sus paredes se sitiva somática. La corteza inferotemporal está fundamental-
sitúa la corteza visual primaria. Este área (el área 17 de Brod- mente dedicada a la percepción y cognición visuales. Más
mann) suele denominarse corteza estriada; en la lección del adelante se comentan las vías anatómicas que sirven de base
cerebro se observa claramente una fina banda de sustancia a estas funciones.
blanca, la línea de Gennari, que transcurre por el centro del
cordón gris cortical. La extensión de esta línea delimita de for-
Ínsula
ma precisa la corteza visual primaria. Las áreas circundantes de
la superficie medial y lateral, la corteza preestriada y peries- El margen anterior de la ínsula, donde la corteza establece
triada, contienen algunas de las áreas de asociación visual in- continuación con la sustancia perforada anterior, se conoce
dependientes. como limen de la ínsula (margen de la ínsula). Por encima y por
debajo, donde la corteza insular se enrolla sobre el opérculo, se
halla la cisura circular, cuyas ramas superior e inferior se fu-
Lóbulo temporal (figs. 5 y 6)
sionan en la parte posterosuperior para formar el vértice de la
Dos surcos horizontales, los surcos temporales superior e ínsula. Varios surcos variables marcan la ínsula, pero se cono-
inferior, dividen la superficie lateral del lóbulo temporal en las ce poco sobre las divisiones funcionales de esta corteza; se han
circunvoluciones superior, media e inferior. Esta última, que descrito áreas gustativas, sensitivosomáticas y auditivas.
se extiende por la superficie interna, también se conoce como
corteza inferotemporal. En la superficie medial, el surco cola-
teral circula desde cerca del polo temporal hacia la cisura cal- Estructura de la neocorteza
carina en dirección posterior. La circunvolución parahipo-
cámpica se sitúa medialmente a este surco. Por delante, se cur- La sustancia gris neocortical se describe, habitualmente,
va dorsal y caudalmente para formar el uncus (o gancho del hi- como compuesta por seis capas (lámina 1, A). Una amplia va-
pocampo por su forma). La corteza entorrinal ocupa aproxi- riación en las características de dicha laminación microscópi-
madamente el tercio anterior de la circunvolución parahipo- ca constituye la base de la subdivisión de la neocorteza en
cámpica. Lateralmente a esto, en las paredes de la cisura rinal, múltiples áreas (habitualmente numeradas). Simplificando al
se halla la corteza perirrinal. El gancho cubre prácticamente la máximo, dos tipos de neuronas constituyen la sustancia gris:
amígdala; la corteza olfatoria primaria, la corteza piriforme, se las células piramidales y las no piramidales (o granulares).
sitúa inmediatamente en frente. La cisura coroidea limita me- Una aparente predominancia de uno u otro tipo da lugar a
dialmente la circunvolución parahipocámpica. En el suelo del los extremos de la corteza granular y agranular, que se equi-
ventrículo lateral, las áreas subiculares de la corteza conducen paran a las áreas sensitivas (granular) y a la corteza motora

Ínsula

Áreas
de la cintilla
medial * Área caudal (C)
* Área * Corteza auditiva
primaria PT
rostrotemporal (RT)
* Corteza auditiva
Áreas de la cintilla lateral rostral (R) (AII)

CPH
A B
Figura 5. Conexiones de asociación auditiva. PT, polo temporal; CPH, circunvolución parahipocámpica *Áreas auditivas cen-
trales.
2.3.1. NEUROANATOMÍA 203

Constituyen aproximadamente el 60 % de todas las neuronas


Bulbo olfativo
de la corteza. Las células estrelladas espinosas constituyen el
Tracto olfativo segundo tipo neuronal de células espinosas más numeroso, y
Tracto olfativo también utilizan un aminoácido estimulador, muy probable-
medial mente el glutamato, como neurotransmisor. A diferencia de
Sustancia
las células piramidales, sin embargo, sus axones quedan con-
Tracto perforada finados a la sustancia gris cortical; son interneuronas, que
olfativo constituyen un 25 % adicional de neuronas corticales. Todas
lateral Anterior
Cuerpo las demás neuronas son interneuronas inhibidoras, que utili-
mamilar Posterior zan el ácido γ-aminobutírico (GABA) como neurotransmisor
principal. Muchas también contienen uno o más neuropépti-
Surco dos, y su contenido de proteínas de unión al calcio específi-
colateral
cas es variable. Tienen un amplio abanico de formas dendrí-
Circunvolu- ticas y axonales y han recibido múltiples clasificaciones en el
ción parahipo-
cámpica pasado. En términos muy generales, pueden agruparse en
aquellas que presentan arborizaciones axonales horizontales,
aquellas cuyos axones se ramifican en ángulo recto hacia la
A superficie de la piamadre, es decir, hacia la profundidad de
la corteza y las que poseen axones radiales (fig. 7).
Fórnix
Comisura anterior

Estructura de la alocorteza
La alocorteza abarca numerosas áreas, todas ellas con es-
tructuras muy distintas. Son tanto límbicas como olfativas (o
ambas) y se hallan predominantemente en el lóbulo temporal
Corteza
piriforme medial. La mayor de estas regiones es el hipocampo, que bá-
3
2 y amígdala sicamente incluye la corteza de tres capas del hipocampo,
olfativa junto con las áreas de transición entre éste y la neocorteza, de
la que se dice que consta de tres, cuatro, cinco o seis láminas.
Hipocampo Bulbo y tracto olfativos
1 La formación hipocámpica comprende la circunvolución
Corteza entorrinal olfativa
B Corteza entorrinal dentada, el cuerno de Ammón (campos CA) y el subículo.
La circunvolución dentada y los campos CA constan cada
Figura 6. Estructuras olfativa y límbica. A) Superficie ventral uno de una sola capa de neuronas prominente, con una capa
del cerebro; B) lóbulo temporal medial. 1, corteza de asocia- molecular encima y una capa polimórfica debajo. En la cir-
ción a la circunvolución parahipocámpica; 2, circunvolución pa- cunvolución dentada las células son células granulares, mien-
rahipocámpica a la corteza entorrinal; 3, corteza entorrinal al tras que en los campos CA son predominantemente células
hipocampo (espacio perforante). piramidales grandes: el estrato piramidal. Ambos tipos de cé-
lulas son neuronas estimuladoras y de proyección. Inmedia-
tamente por debajo de la lámina de células principales y en
(agranular). De hecho, la proporción de los distintos tipos ce- las capas moleculares, se hallan poblaciones dispersas de in-
lulares es constante en todas las áreas. Efectivamente, con la terneuronas inhibidoras gabaérgicas. Los campos CA están
única excepción de la corteza visual primaria, el número de numerados 1, 2 y 3 desde el subículo hasta la circunvolución
neuronas bajo una superficie determinada también es cons- dentada. El subículo es la zona de transición entre el hipo-
tante en todas las áreas corticales. Los cambios de tamaño de campo de tres capas, propiamente dicho, y la corteza entorri-
las células piramidales, particularmente, conllevan un cambio nal y la corteza de la circunvolución parahipocámpica late-
aparente en las proporciones. Tales variaciones reflejan, pro- ralmente. A veces se vuelve a subdividir en subzonas que in-
bablemente, diferencias en el volumen axonal de las células cluyen el presubículo, entre la corteza lateral y el subículo, y
piramidales individuales, como reflejo de la distancia y el vo- el prosubículo, entre el propio subículo y el CA-1 del hipo-
lumen de las fibras de proyección desde un área cortical. campo. El aspecto histológico del hipocampo y las áreas ad-
Las células piramidales tienen una única dendrita apical yacentes está representado en la figura 8, y sus conexiones se
principal que asciende hacia la superficie de la piamadre y di- analizan con detalle más adelante.
versas dendritas basales que se distribuyen de forma horizon-
tal. Todas las dendritas poseen espinas dendríticas que captan
las sinapsis (lámina 1, B). Todas las células piramidales utili- Patrón general de conexiones de la corteza
zan aminoácidos estimuladores como neurotransmisores y
poseen axones que se introducen en la sustancia blanca sub- Todas las áreas corticales comparten, en general, un pa-
cortical; de ahí que todas sean neuronas de proyección. trón similar de conexiones. Lo que varía es la cantidad relati-
204 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Piamadre Tabla 1. Conexiones generales de la corteza cerebral

Núcleo/área Aferentes Eferentes


Células en candelabro
Subcortical
Tálamo
Neurona Principal + +
opositopolar Intralaminar + +
Locus coeruleus (NA) + –
Rafe (serotonina) + –
Núcleos basales (ACh) + –
Célula Péptidos cotransmisores Hipotálamo (histamina) + –
de Martinotti (p. ej., polipéptido intestinal SN y ATV (dopamina) + –
vasoactivo, colecistocinina, Claustro + +
vasopresina, acetilcolina) Cuerpo estriado – +
Protuberancia – +
Sustancia blanca Tubérculo cuadrigémino superior y sustancia – +
reticular
A Específicos (p. ej., corticospinal) – (+/–)

Cortical
Piamadre Célula horizontal (de Cajal-Retzius) Contralateral
Homotópico + +
Heterotópico + +
Ipsolateral
Corto + +
Célula en cesta
Largo + +
Neurona en NA, noradrenalina; ACh, acetilcolina; SN, sustancia negra; ATV, área teg-
tela de araña mental ventral.
(tipo neuroglia)

lámicos vienen de la capa VI. Es como si la entrada de infor-


mación más importante, que requiere una transmisión deta-
B llada, centrada y fiable, llegara a la capa IV y fuera transmiti-
Figura 7. Neuronas inhibidoras (gabaérgicas) de la neocor- da desde la parte más profunda de la capa III. Las entradas
teza. A) Vertical; B) horizontal. que modulan o moderan este paso a uno y otro lado de las
capas centrales y las salidas que no forman parte directamen-
te de esta progresión surgen de las capas más profundas.
va de conexiones en cada categoría, así como los detalles con- Existe un principio general en la organización de las co-
cretos de origen y final. Las extensas categorías de conexiones nexiones con la corteza cerebral de conectividad superpuesta
que comparten todas las áreas corticales se observan con ma- de áreas funcionalmente relacionadas a través de la variedad
yor facilidad en una tabla (tabla 1). Se tratarán con detalle en de conexiones realizadas. En otras palabras, las áreas corticales
los siguientes apartados. funcionalmente relacionadas, que están conectadas entre sí,
La característica central de las conexiones de la neocorte- también tienden a presentar conexiones superpuestas o inter-
za es su organización relacionada con las láminas corticales caladas con otras estructuras. Esto se observa en el cuerpo es-
(lámina 1, A). En aras de la simplificación, generalmente pue- triado, el tálamo, el claustro o antemuro, el prosencéfalo ba-
de asumirse que el flujo anterógrado de conexiones para la sal colinérgico y los núcleos pontinos.
percepción y acción utiliza la lámina central, las proyecciones
descendentes se originan en las capas más profundas y las afe-
rentes no específicas y de retroalimentación finalizan tanto en ■ Aferentes subcorticales
las láminas superficial como profunda. Por lo tanto, en las de la corteza cerebral
áreas sensitivas primarias la información talámica procedente
de los núcleos principales (p. ej., el núcleo geniculado lateral Tálamo (lámina 2)
de la corteza visual) acaba en la capa IV. Las proyecciones a
las áreas de asociación más elevadas se originan en las células Los núcleos del tálamo pueden clasificarse como específi-
piramidales inmediatamente adyacentes, en la capa III. A me- cos (principales) y no específicos. En general, los núcleos es-
dida que la vía de asociación ipsolateral progresa de áera en pecíficos degeneran completamente cuando se extrae la cor-
área, las fibras de asociación finalizan en esta región central y teza, mientras que los núcleos no específicos no lo hacen.
las aferentes talámicas acaban en las láminas superficial y pro- Esto se debe a que la única proyección principal de los nú-
funda. Las proyecciones hacia los núcleos subcorticales, tales cleos específicos se dirige hacia la corteza cerebral. Los nú-
como el estriado, surgen de la capa V y los axones corticota- cleos no específicos son los núcleos intralaminar y medial,
2.3.1. NEUROANATOMÍA 205

Ventrículo lateral (cuerpo)

Cuerpo del caudado


Claustro

Tálamo

Putamen
Globo
pálido

Núcleo subtalámico
Cola del caudado
Sustancia negra
Asta inferior del
ventrículo lateral

A Hipocampo

Circunvolución dentada Célula piramidal del campo CA-1


CA-4 Subdivisiones
CA-3 del cuerno Espacio perforante
CA-2 de Ammón (desde la corteza entorrinal)

CA-1
Células granulosas

Célula piramidal del campo CA3


Fimbria y fórnix

Álveo
Complejo subicular Corteza entorrinal Colateral Schaffer

B C
Figura 8. A) Formación hipocámpica en el lóbulo temporal; B) subdivisiones de la subdivisión hipocámpica; C) organización del
hipocampo.

que se proyectan tanto hacia los ganglios basales como hacia ventral y el núcleo anterior ventral, que reciben fibras del
la corteza, y el núcleo reticular que sólo se proyecta hacia los segmento interno del globo pálido, y los núcleos anteriores
otros núcleos talámicos. que reciben el tracto mamilotalámico. Los núcleos de aso-
Todas las áreas corticales reciben aferentes de por lo me- ciación son aquellos que previamente no se sabía que reci-
nos un núcleo talámico específico y una entrada adicional de bieran una vía subcortical principal, fundamentalmente el
los núcleos intralaminares mediales. Las fibras corticotalámi- núcleo medial y el pulvinar. Este criterio ya no es sostenible,
cas se corresponden con todas las proyecciones talamocorti- dado que hoy día se sabe que el pulvinar recibe una aferen-
cales, probablemente sin excepción. te importante del tubérculo cuadrigémino superior y que di-
versas subdivisiones del núcleo medial reciben fibras desde el
pálido ventral y la vía olfativa, entre otras. Las aferentes sub-
Núcleos específicos
corticales a los principales núcleos talámicos se muestran en
Las proyecciones corticales de los núcleos específicos se la lámina 2, A.
muestran en la lámina 2. La subclasificación de los núcleos
talámicos específicos se basa en sus conexiones subcorticales
Núcleos no específicos
aferentes. Los principales núcleos (como estaciones de trans-
misión) reciben las vías sensitivas más importantes: los nú- El núcleo reticular se sitúa lateralmente al cuerpo princi-
cleos geniculados lateral y medial para las vías del tracto óp- pal del tálamo, separado de éste por la lámina medular exter-
tico y auditivas, respectivamente, y el núcleo posterior ven- na. Las células del núcleo son inhibidoras y utilizan GABA
tral para las vías sensitivosomáticas. Los núcleos secundarios como neurotransmisor. Las fibras estimuladoras talamocorti-
son los que reciben una vía subcortical principal conocida cales y corticotalámicas, que van y vienen de los núcleos prin-
que no es sensitiva. Habitualmente, se considera que inclu- cipales, atraviesan el núcleo reticular y proporcionan axones
yen la subdivisión caudal del núcleo lateral ventral, que re- colaterales a las células del núcleo reticular. Existe una orde-
cibe la vía cerebelosa, la división anterior del núcleo lateral nación muy estricta, según la cual las ramas de los axones que
206 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

van desde el tálamo hacia una determinada área cortical aca- Serotonina, noradrenalina y adrenalina:
ban en el núcleo reticular, muy cerca de los axones corticota- rafe y núcleos asociados
lámicos procedentes de la misma área cortical. Las células del
núcleo reticular, envían a su vez axones inhibidores al tála- El grupo medio de núcleos de la formación reticular del
mo, que alcanzan, precisamente, los núcleos de los cuales re- tronco encefálico está formado fundamentalmente por los
ciben una entrada colateral. diversos núcleos del rafe, que utilizan serotonina (5-hidroxi-
Los núcleos intralaminar y medial reciben aferentes des- triptamina) como neurotransmisor. Sus proyecciones se dis-
de las vías más importantes a sus núcleos principales y pro- tribuyen extensamente a través del sistema nervioso central.
yectan hacia el cuerpo estriado (caudado, putamen y estria- Hablando en términos generales, existe una topografía rostro-
do ventral) así como a la corteza. Existe una extensa relación caudal para las proyecciones eferentes de estos núcleos. El
topográfica en su proyección hacia ambas áreas. Los núcleos más rostral, especialmente el núcleo del rafe medio dorsal en
mediales inervan el estriado ventral (núcleo accumbens) y la el tegmento mesencefálico, envía proyecciones a la corteza
corteza límbica, incluida la formación hipocámpica. Los nú- cerebral y al núcleo estriado. Existe una proyección promi-
cleos intralaminares anteriores conectan con las cortezas pre- nente hacia el tálamo, especialmente a los núcleos mediales
frontal, parietal, occipital y temporal y proyectan hacia todas que, a su vez, proyecta parcialmente hacia la formación hi-
las partes del caudado. Los núcleos intralaminares posteriores, pocámpica. El tracto rafe-espinal serotoninérgico, que tiene
de los cuales el núcleo centromedial es el mayor, proyectan funciones importantes relacionadas con el dolor, surge de los
hacia el putamen y están relacionados recíprocamente con las núcleos más rostrales, el rafe oscuro y el rafe mayor.
áreas motora, premotora y motora suplementaria de la corte- El locus coeruleus se halla en la protuberancia dorsolateral,
za del lóbulo frontal. Muchos axones que se dirigen hacia la inmediatamente en la profundidad del epéndimo ventricu-
corteza y proceden de los núcleos intralaminares son ramas lar. Junto con el subcerúleo, inmediatamente por debajo de
colaterales de los axones talamostriados. Las áreas cortical y éste, este núcleo proporciona fibras colinérgicas a la mayor
estriada hacia las cuales proyectan cada uno de ellos son pre- parte del sistema nervioso central. Las fibras ascendentes
cisamente aquellas partes de la corteza y el cuerpo estriado atraviesan hacia el tálamo y el hipotálamo, toda la corteza
que están directamente conectadas por fibras corticostriadas. cerebral (neocorteza y alocorteza), la amígdala, los núcleos
septales y el bulbo olfativo. Las células adrenérgicas del tron-
co encefálico no parecen enviar proyecciones ascendentes
Aferentes subcorticales no talámicas hacia la corteza.
que se dirigen a la corteza cerebral
Dopamina: sustancia negra y núcleos adyacentes
Diversos núcleos envían aferentes a la corteza cerebral. Se
clasifican en dos categorías: las fibras procedentes del deno- El principal grupo celular dopaminérgico del mesencéfa-
minado núcleo isodendrítico del tronco encefálico y el pro- lo es la porción compacta de la sustancia negra, que proyec-
sencéfalo basal, que son no recíprocas y aminérgicas, y las in- ta hacia el estriado (caudado, putamen, núcleo accumbens y
terconexiones de dos vías con el claustro. tubérculo olfativo). Otros dos núcleos adyacentes, el área teg-
mental ventral de Tsai y el núcleo pigmentado parabraquial,
también son dopaminérgicos. En conjunto, estos tres grupos
Acetilcolina y prosencéfalo basal celulares proyectan rostralmente en el haz prosencefálico me-
Un sistema de núcleos colinérgicos se extiende desde el dio para inervar el tálamo y el hipotálamo, la formación del
septum verum en dirección anterior, a través de los núcleos de hipocampo, la corteza entorrinal y la amígdala, y áreas dise-
la banda diagonal de Broca, hacia el núcleo basal de Meynert minadas de la neocorteza, en especial las cortezas prefrontal,
en la sustancia innominada, ventral hacia el globo pálido, so- orbitofrontal y cingulada.
bre todo posteriomente. Desde ellos, las fibras colinérgicas
atraviesan toda la corteza cerebral. Una nomenclatura alter- Histamina e hipotálamo posterior
nativa para dichos núcleos utiliza un sistema numérico, de
Ch1 a Ch4. El grupo celular anterior proyecta hacia el hipo- Toda la corteza cerebral, incluido el lóbulo límbico, recibe
campo y la corteza entorrinal y hacia el bulbo y la corteza ol- una proyección histaminérgica desde el núcleo tuberomamilar
fativos. Existe una relación topográfica aproximada en la pro- del hipotálamo posterior. Los receptores postsinápticos son de
yección de los núcleos de la base hacia la neocorteza, si bien dos tipos, H1 y H2, y sus efectos son generalmente opuestos.
con un considerable solapamiento; las regiones adyacentes o
superpuestas del núcleo proyectan hacia áreas de la neocorte- Corteza y claustro (antemuro)
za ampliamente separadas aunque interconectadas y relacio-
nadas funcionalmente. La degeneración de este sistema se aso- El claustro es una delgada lámina de sustancia gris situada
cia con la demencia de la enfermedad de Alzheimer y la en- inmediatamente por debajo de la corteza de la ínsula y sepa-
fermedad de los cuerpos de Lewy. rada de ésta por la sustancia blanca de la cápsula externa. Me-
Las células colinérgicas del núcleo pedunculoprotuberan- dialmente, la cápsula externa (fig. 8, A) la separa del putamen.
cial del mesencéfalo proyectan hacia el tálamo, en especial El núcleo recibe y proyecta fibras hacia toda la corteza cere-
hacia los núcleos intralaminares y mediales. bral, incluida la alocorteza. La conexión correspondiente está
2.3.1. NEUROANATOMÍA 207

organizada topográficamente, pero con solapamiento de zonas bras comisurales atraviesan hacia el lado contralateral en el
que proyectan hacia áreas corticales extensamente separadas cuerpo calloso. La comisura anterior transporta fibras que co-
pero interconectadas y funcionalmente relacionadas. Muchas nectan aproximadamente el tercio anterior del lóbulo tempo-
de las neuronas del claustro poseen axones ramificados con ral con su homólogo, así como fibras que conectan entre sí
colaterales que van a dos o más de dichas áreas interconecta- los bulbos olfativos de cada lado. Algunas fibras del fórnix
das. Por ejemplo, la corteza parietal superior (área 5) está muy cruzan la línea media, la denominada comisura del fórnix,
separada de la corteza premotora (área 6), pero se conecta a para conectar entre sí las dos formaciones hipocámpicas. Las
ella mediante fibras de asociación ipsolateral, y las dos áreas fibras comisurales son de dos tipos, las homotópicas y las he-
están funcionalmente muy relacionadas. Ambas áreas proyec- terotópicas. Las fibras homotópicas van de un área de la cor-
tan hacia el claustro y reciben desde una de sus zonas de su- teza a la misma área del lado contrario. La fibras heterotópi-
perposición y muchos axones de las células del claustro de cas van de un área a otra diferente, aunque a menudo fun-
esta zona pueden emitir ramas hacia ambas áreas. cionalmente relacionada, del lado contrario. Generalizando,
las funciones de las comisuras pueden clasificarse en dos ca-
tegorías. En primer lugar, sirven para conectar entre sí repre-
Modulación de la activación cortical y anatomía sentaciones del entorno sensitivo-contralateral a través de la
del sistema reticular activador ascendente línea media, por ejemplo las representaciones de las dos mi-
tades corporales, los dos hemicampos visuales y así sucesiva-
La información específica que se envía a la corteza cere- mente. En áreas que contienen una representación sensitiva
bral, relacionada por ejemplo con los estímulos sensitivos pe- lateralizada, ya sea del cuerpo o el campo visual, las fibras ca-
riféricos, se transmite a través de los principales núcleos talá- llosas están confinadas, de principio a fin, a las partes del área
micos. Los otros sistemas, de proyección difusa, están proba- que contiene una representación de la línea media y las re-
blemente más involucrados en la regulación de la respuesta giones adyacentes. De este modo, la representación del tron-
cortical. Dicha función se ha demostrado electrofisiológica- co en las áreas sensitivas somáticas envía y recibe fibras co-
mente en el caso del claustro y la farmacología de los antihis- misurales, mientras que las representaciones de la mano y el
tamínicos sugiere la influencia de este sistema de neurotrans- pie no están conectadas a través de la línea media. Del mis-
misores en la regulación de la activación cortical. Es necesario mo modo, los meridianos verticales en las representaciones
el estímulo colinérgico procedente del prosencéfalo basal para visuotópicas están conectados entre sí por fibras callosas
un adecuado funcionamiento de la corteza y su degeneración mientras que la periferia no lo está. Por otro lado, la segunda
se asocia con el declive cognitivo y la afectación de la memo- función de las comisuras es conectar áreas de un hemisferio
ria. Es bien conocida la posible relación entre las vías dopa- con áreas del otro lado, cuando las funciones de cada una
minérgicas mesolímbicas y la esquizofrenia. Del mismo sólo están representadas en un lado, es decir, están lateraliza-
modo, la psicofarmacología de la serotonina también implica das. Por supuesto, esto es más evidente en las áreas del len-
una mayor influencia de este sistema neurotransmisor en el guaje; por ejemplo, los objetos que se sujetan con la mano no
correcto funcionamiento de la corteza. Existen dos caminos dominante no pueden denominarse siguiendo la sección ca-
por los que estas vías «no específicas» afectan a la corteza: las llosa, puesto que la corteza sensitiva del hemisferio no domi-
proyecciones directas y las vías indirectas a través del tálamo. nante no puede comunicar a través de la línea media con las
Los núcleos del tronco encefálico envían fibras a los núcleos áreas del lenguaje y el habla del hemisferio dominante.
intralaminares y mediales, que a su vez envían fibras a la cor-
teza, incluido el hipocampo. El estímulo colinérgico del nú-
cleo interpeduncular hacia los núcleos intralaminares es pro- Conexiones de asociación corticocortical
minente. La serotonina se concentra especialmente en los nú- ipsolaterales
cleos mediales. Existen otras proyecciones de la formación
reticular hacia estos núcleos, pero se desconocen con exactitud Todas las áreas corticales se conectan con otras áreas en
los neurotransmisores. Este último camino indirecto, mediante el mismo hemisferio. Las áreas sensitivas primarias se hallan
el cual la formación reticular del tronco encefálico afecta a la en los lóbulos parietal, occipital y temporal. Desde éstos par-
corteza cerebral a través del tálamo, constituye el denominado ten vías paralelas en una secuencia bastante jerárquica a tra-
sistema activador reticular ascendente. La función de este siste- vés de numerosas áreas en la corteza de asociación adyacen-
ma en la activación cortical está bien documentada. te, dirigiéndose hacia el lóbulo temporal medial donde con-
vergen todas las vías en la circunvolución parahipocámpica y
en la corteza del polo temporal. En general, pueden recono-
■ Conexiones corticocorticales cerse tres «niveles» de áreas de asociación en esta secuencia;
el primer nivel recibe desde áreas sensitivas centrales y el ter-
Cuerpo calloso y conexiones comisurales cero proyecta en el polo temporal y la circunvolución para-
de la corteza cerebral hipocámpica. Las conexiones que van en dirección a la cor-
teza temporal medial desde las áreas sensitivas primarias tie-
Todas las áreas corticales envían y reciben fibras del he- nen un patrón de finalización de regulación anterógrada,
misferio contrario, si bien las conexiones no tienen lugar a mientras que las conexiones recíprocas tienen un carácter re-
través de toda el área. En la mayor parte de la corteza, las fi- trógrado. Aunque las interconexiones de múltiples áreas a lo
208 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

largo de esta secuencia de conexiones son complejas, puede 1 y 2 y el área 1 lo hace del mismo modo hacia la 2. Las tres
observarse un patrón general y común en todas las vías sen- áreas proyectan de forma anterógrada hacia la segunda área
sitivas. Básicamente, toda modalidad sensitiva presenta una sensitiva somática en el opérculo parietal. Esto representa el
zona central en la corteza que comprende tres áreas. Cada primer paso de la vía de asociación ventral. La vía dorsal em-
una de éstas se halla vinculada con los principales núcleos ta- pieza con la proyección de todas las subdivisiones de la cor-
lámicos y contiene una representación completa del entorno teza sensitiva somática primaria hacia el área 5 de Brodmann,
sensitivo. Están vinculadas entre sí mediante conexiones de en la corteza parietal superior. Posteriores pasos a lo largo de
asociación cortas que desde la primera zona receptora talámi- la vía ventral son las áreas de la ínsula. En la vía ventral, la
ca se dirigen hacia adelante y de un modo escalonado hacia información fluye desde la corteza parietal superior hacia
las otras dos. De ahí surgen dos corrientes de conexiones, re- la inferior y, de este modo, hacia la circunvolución temporal
lacionadas con distintos aspectos de la percepción sensitiva y media. Las áreas de la parte final de ambas vías proyectan so-
hacia las áreas de asociación circundantes. Una de ellas, la co- bre la circunvolución parahipocámpica y el polo temporal.
rriente ventral (el sistema «qué» o «estímulo-relevante»), se
ocupa principalmente de la percepción detallada y la caracte-
Vías de asociación cortical para la audición (fig. 5)
rización del estímulo. La segunda, la corriente dorsal (el sis-
tema «dónde» o «autorrelevante»), se ocupa principalmente Las vías de asociación procedentes de la corteza auditiva
de la localización espacial, sobre todo en el espacio extraper- son menos conocidas. Las tres áreas centrales se hallan a lo
sonal. Cada área en esta jerarquía sensitiva está conectada re- largo de la circunvolución de Heschl, en el opérculo tempo-
cíprocamente con una parte del lóbulo frontal, donde las co- ral, junto con el área auditiva primaria clásica (AI) más pos-
rrientes de vías duales están representadas por una subdivi- terior, el área auditiva rostral (AII), más anterior, y el área au-
sión prefrontal ventral y dorsal, y alimenta la corteza motora ditiva rostrotemporal en frente de éstas. Cada una de ellas
suplementaria y premotora y, también, la corteza motora. contiene una representación completa del entorno auditivo,
organizada tonotópicamente, y conecta con el núcleo geni-
culado medial. En cada uno de sus lados se encuentran nu-
Vías de asociación cortical para la visión (fig. 4) merosas áreas de asociación auditiva, denominadas áreas de
Las tres áreas visuales centrales o básicas son la V1 (la cor- las cintillas medial y lateral, que representan los primeros pa-
teza visual primaria, corteza estriada), la V2, que rodea la V1 sos a lo largo de las dos corrientes de conexiones de asocia-
y se encuentra dentro del área 18 de Brodmann y, fuera de ción, aunque no queda claro cuál es «dorsal» y cuál «ventral»
ésta, el complejo V3, que probablemente aún se halla dentro en un sentido funcional. Las áreas de las cintillas mediales
del área 18. Desde éstas pasan proyecciones anterógradas ha- presentan conexiones con partes de la ínsula, mientras que las
cia áreas de las cortezas parietal inferior y temporal superior, áreas de las cintillas laterales proyectan hacia la corteza de
como la corriente dorsal, y hacia la V4, dentro del área 19 de asociación de la circunvolución temporal superior. La primera
Brodmann, en la unión de la corteza de asociación occipital vía de asociación probablemente continúa a través de áreas de
con la circunvolución temporal inferior en la superficie me- la parte anterior de la circunvolución temporal superior y, así,
dial, formando la vía ventral. Las áreas del surco temporal su- hacia la circunvolución parahipocámpica y el polo temporal.
perior y la circunvolución temporal media constituyen el se- La segunda sigue desde la circunvolución temporal superior a
gundo nivel de corteza de asociación para la vía dorsal. La la media y después hacia la corteza parahipocámpica y el
ruta ventral progresa a través de la corteza inferotemporal polo temporal.
posterior hacia la corteza inferotemporal anterior. Ambas áreas
corticales, inferotemporal anterior y temporal media, en el ex-
Vía olfativa hacia la corteza cerebral (fig. 6)
tremo distal de estas dos vías de asociación visual proyectan
hacia la corteza del polo temporal y la circunvolución para- La vía olfativa es única entre las modalidades sensoriales
hipocámpica, que a su vez proyecta hacia la corteza entorri- porque tiene un acceso directo a la corteza cerebral sin pasar
nal a un nivel anterior, y el polo temporal conecta con la a través del tálamo. Las principales neuronas receptoras y ol-
amígdala. La corteza entorrinal proporciona una entrada prin- fativas de la mucosa olfativa envían sus axones (la fila olfac-
cipal a la circunvolución dentada del hipocampo a través del toria) a través de la placa cribiforme del hueso etmoidales di-
espacio perforante (v. más adelante). Del mismo modo, la rectamente al bulbo olfativo que hay encima, donde estable-
amígdala proyecta hacia la formación hipocámpica. cen contacto con las células mitrales en los glomérulos si-
nápticos. Los axones de las células mitrales pasan caudalmen-
te por el tracto olfativo hacia la sustancia perforada anterior.
Vías de asociación cortical para la sensación En este punto, el tracto olfativo se divide en una estría olfa-
somática (fig. 3) tiva medial y una lateral. Todos los axones de las células mi-
Las tres áreas básicas de la corteza sensitiva somática son trales pasan por la estría lateral. La estría medial contiene,
las áreas 3, 1 y 2 de Brodmann en la circunvolución poscen- principalmente, axones del núcleo olfativo anterior, que se di-
tral, que constituyen, en conjunto, la clásica corteza sensitiva rigen al bulbo olfativo contralateral a través de la comisura
somática primaria. Cada una recibe una entrada principal del anterior. La estría olfativa lateral pasa por el lóbulo temporal
núcleo posterior y ventral del tálamo y contiene una comple- medial, donde los axones finalizan en el margen anterior de
ta representación corporal. El área 3 proyecta hacia las áreas las cortezas entorrinal, piriforme y la división corticomedial
2.3.1. NEUROANATOMÍA 209

de la amígdala. Las tres zonas terminales se conectan entre sí. gulada y circunvolución parahipocámpica. El término «siste-
La corteza entorrinal olfativa y la amígdala olfativa presentan ma límbico» suele hacerse extensivo a estructuras que, como
conexiones con sus correspondientes no olfativos, es decir, la amígdala, se hallan estrechamente relacionadas con estos
con las subdivisiones entorrinales más posteriores y la parte componentes.
laterobasal de la amígdala, respectivamente.
Conexiones de asociación del lóbulo frontal (fig. 2)
Corteza límbica y amígdala (figs. 6 y 8) La secuencia jerárquica de conexiones de las vías de aso-
Los últimos niveles de las vías de asociación sensitiva ciación sensitiva mencionada anteriormente se refleja en una
convergen en las cortezas entorrinal y perirrinal y la amígda- secuencia similar que va desde las áreas de asociación de la
la, que están conectadas entre sí. Éstas, a su vez, proyectan corteza prefrontal y en dirección posterior hacia la corteza
hacia el hipocampo. La corteza perirrinal se sitúa lateralmen- motora primaria de la circunvolución precentral. Las dos co-
te a la corteza entorrinal, en los bordes de la fisura rinal, y re- rrientes de conexiones están estrechamente relacionadas entre
cibe aferentes de los últimos niveles de las vías de asociación sí mediante vías de asociación largas, con cada nivel de co-
sensitiva, en especial del polo temporal; además está extensa- nexiones en las vías de asociación sensitiva conectado con un
mente conectada con la amígdala, la corteza entorrinal y el área del lóbulo frontal. Las áreas temporales mediales, inclui-
hipocampo. La amígdala proyecta hacia las células piramida- das las cortezas entorrinal y perirrinal y la circunvolución pa-
les de los campos CA, en especial hacia el CA-1. La entrada rahipocámpica están estrechamente interrelacionadas con áreas
entorrinal del hipocampo proviene de agrupaciones celulares de la corteza orbitofrontal. El polo temporal se une recípro-
de la capa II y forma la vía perforante, con axones que fina- camente con el polo frontal (área 10 de Brodmann). El nivel
lizan en las dendritas de las células granulosas de la circun- de áreas de asociación sensitiva en las cortezas parietal, occi-
volución dentada. Fibras entorrinales adicionales pasan hacia pital y temporal está relacionado con las cortezas de asocia-
las células piramidales de los campos CA. Los axones de las ción prefrontal dorsolateral y ventrolateral, que ocupan las
células granulosas de la circunvolución dentada se distribu- áreas 9, 46 y 45 de Brodmann. Hablando en términos gene-
yen por la capa molecular de los campos CA, sobre todo del rales, las áreas de asociación de la corriente dorsal de cone-
CA-3, donde establecen sinapsis con las dendritas apicales de xiones para cada modalidad interconectan las áreas prefronta-
las neuronas piramidales. Las células piramidales del campo les dorsolaterales 9 y 46. En cambio, las áreas de la corriente
CA-3 proyectan al exterior a través de la fimbria (o cuerpo ventral se conectan con la corteza prefrontal ventrolateral en
franjeado), pero también envían axones colaterales para esta- las áreas 45 y 46. Igual que las áreas de asociación sensitiva,
blecer sinapsis con las células piramidales del campo CA-1 en estas regiones parecen separarse funcionalmente en una jerar-
particular. La actividad de las neuronas piramidales en los quía dorsal, que se ocupa de las acciones generadas interna-
campos CA está regulada por las interneuronas gabaérgicas mente, y una jerarquía ventral relacionada con los comporta-
inhibidoras en la capa molecular y por las células en cesta, mientos guiados externamente. Las conexiones desde la cor-
que también son gabaérgicas, inmediatamente subyacentes a teza prefrontal dorsolateral se dirigen, preferentemente, hacia
la capa piramidal. Estas últimas neuronas inhibidoras tienen la corteza motora suplementaria, mientras que la corteza pre-
axones que se ramifican alrededor de los cuerpos de las célu- frontal, situada más ventralmente, alimenta la corteza premo-
las piramidales y forman cestas de fibras terminales de donde tora. Ambas cortezas, premotora y motora suplementaria, ali-
procede su nombre. El campo CA-1 envía algunas fibras ha- mentan la corteza motora primaria de la circunvolución pre-
cia el fórnix, pero proyecta fundamentalmente al complejo central. El campo visual prefrontal (área 8 de Brodmann), que
subicular. La principal salida de la formación hipocámpica tiene importantes conexiones de asociación ipsolaterales con
procede del complejo subicular y se distribuye por el fórnix a las áreas visuales del lóbulo occipital, se sitúa estratégicamen-
través del álveo y la fimbria. La proyeción de fibras en el fór- te entre las áreas prefrontal y premotora. También recibe co-
nix hacia el hipotálamo, incluido el núcleo mamilar, se ex- nexiones de asociación ipsolateral desde áreas de asociación
pone más adelante. Sin embargo, algunas fibras eferentes hi- prefrontal dorsolateral y ventrolateral.
pocámpicas se saltan estos núcleos y se introducen en el trac-
to mamilotalámico sin establecer sinapsis, sino que pasan
Áreas del habla de la corteza cerebral
directamente hacia los núcleos talámicos anteriores donde fi-
nalizan. Desde los núcleos talámicos anteriores, de los que Puesto que el lenguaje y el habla no están presentes en las
existen diversas subdivisiones, los axones proyectan hacia la especies de primates no humanos habitualmente utilizadas en
corteza de la circunvolución cingulada, a lo largo de toda su la investigación neuroanatómica de las conexiones corticales,
longitud, y se extienden a la circunvolución del parahipo- se sabe poco sobre estas conexiones en el ser humano. El área
campo en sentido inferior. Las fibras que forman el haz del del habla posterior (área de Wernicke) ocupa una gran exten-
cíngulo se conectan con estas áreas corticales mediales, lo que sión de la corteza parietal inferior y temporal posterior en los
transcurre, predominantemente, en sentido anteroposterior y límites posteriores de los surcos temporal superior y lateral y,
finalizan en la circunvolución parahipocámpica, donde al- a menudo, se considera que se extiende anteriormente a lo
canzan la corteza entorrinal. Esto completa el circuito de Pa- largo de la circunvolución temporal superior. Incluye las cir-
pez y define las estructuras del lóbulo límbico: formación hi- cunvoluciones angular y supramarginal (fig. 9). Representaría
pocámpica, núcleos mamilares y tálamo anterior, corteza cin- una región en que las vías de asociación de las tres modali-
210 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Circunvolución supramarginal encuentra en la superficie medial, inmediatamente en frente


Área de de la representación de la cara en la corteza motora suple-
Wernicke mentaria. Parece, pues, razonable suponer que estas dos áreas
funcionen hasta cierto punto como áreas del habla premoto-
Circunvolución ra y motora suplementaria.
angular

■ Vías eferentes subcorticales


Asociación auditiva de la corteza cerebral
Vía corticostriada y ganglios basales (fig. 10)

La definición anatómica de los ganglios basales abarca


Área de Broca (áreas 44/45), aquellos núcleos de sustancia gris profunda que se desarrollan
porción triangular a partir de la vesícula telencefálica (cerebral). Estrictamente,
incluiría los componentes del cuerpo estriado, el globo páli-
Figura 9. Corteza de asociación auditiva y área del habla
sensitiva de Wernicke. do, la amígdala y el claustro. Puesto que los dos últimos sue-
len considerarse dentro de la corteza y el sistema límbico,
respectivamente, normalmente no se denominan ganglios ba-
dades —sensación somática, visión y audición— se hallan muy sales. Asimismo, debido a su estrecha relación funcional y
cercanas. Incluiría muchas áreas de asociación auditiva a lo anatómica con el cuerpo estriado y el globo pálido, la sus-
largo de la cirvunvolución temporal superior. Dentro del ló- tancia negra y los núcleos subtalámicos suelen incluirse en los
bulo frontal, el área de Broca ocupa la porción triangular en- ganglios basales. El caudado y el putamen son, embriológica,
tre las ramas anterior y ascendente de la cisura lateral, que se anatómica, farmacológica y funcionalmente una única estruc-
halla justo al lado del área que representa la cara en la corte- tura, que secundariamente se subdivide por el desarrollo de la
za premotora lateral. Igualmente, el área del habla medial se cápsula interna. Ambos se fusionan por debajo del margen in-

Caudado
Cápsula interna Putamen

Toda la corteza
Lóbulo frontal
Amígdala
Globo
pálido
A

Cuerpo estriado
Caudado Tálamo: núcleos
VLa, VA y MD
Putamen

GPe

Estriado ventral
(núcleo NST GPi y SNpr SC y RF Médula espinal
B accumbens) C

Figura 10. Vía corticostriada y ganglios basales. A) Núcleos constituyentes de los ganglios basales; B) cuerpo estriado; C) vías
principales a través de los ganglios basales. GPe, segmento externo del globo pálido; NST, núcleo subtalámico; GPi, segmento in-
terno del globo pálido; SNpr, parte reticulada de la sustancia negra; VLa, parte anterior del núcleo ventral lateral del tálamo; VA,
núcleo ventral anterior del tálamo; MD, núcleo mediodorsal del tálamo.
2.3.1. NEUROANATOMÍA 211

ferior del limbo anterior de la cápsula interna para formar el entre compartimentos a lo largo de la longitud anteroposte-
núcleo accumbens. Dicha fusión alcanza la superficie del he- rior de su zona de finalización. Los núcleos intralaminares
misferio a nivel de la sustancia perforada anterior, área que a del tálamo envían axones estimuladores (glutamatérgicos) al
veces se denomina tubérculo olfativo. Juntos, el caudado, el cuerpo estriado. Los núcleos proyectan a las partes del cau-
putamen, el núcleo accumbens y el tubérculo olfativo forman dado o putamen que reciben de áreas corticales a las que ese
el cuerpo estriado. El globo pálido consta de dos partes, un núcleo intralaminar particular proyecta. La mayoría, si no to-
segmento externo (GPe) y un segmento interno (GPi), separa- das, de las áreas interconectadas en los lóbulos frontal, parie-
dos por una delgada lámina de sustancia blanca. Ambos seg- tal, temporal y occipital también reciben una proyección
mentos se extienden, ventralmente, en la región de la sustan- compartida desde un único núcleo intralaminar. Por lo tanto,
cia innominada, por debajo de la comisura anterior, para for- existe una relación estrictamente organizada, aunque topo-
mar el pálido ventral. La porción reticular de la sustancia ne- gráficamente compleja, entre las conexiones de áreas cortica-
gra (SNpr) es embriológica, anatómica, farmacológica y fun- les funcionalmente relacionadas entre sí, con el cuerpo estria-
cionalmente una parte del segmento interno del globo pálido, do y con el núcleo intralaminar del tálamo. Se ha observado
que se ha separado durante el desarrollo de las fibras de la una relación muy similar en las conexiones corticales del
cápsula interna al pasar por la porción anterior o pie pedun- claustro y el prosencéfalo basal, y, posiblemente, incluso en
cular del mesencéfalo. Por lo tanto, según estas consideracio- la proyección cortical hacia los núcleos de la protuberancia.
nes, los ganglios basales y los núcleos relacionados compren- Otra proyección principal del cuerpo estriado es dopaminér-
derán el cuerpo estriado, el GPe, el GPi-SNpr y los núcleos gica y procede de la porción compacta de la sustancia negra
subtalámicos (v. fig. 10). y núcleos adyacentes. Hay cierta topografía en esta proyec-
La corteza cerebral proyecta hacia el cuerpo estriado. El ción, donde las partes lateral y central de la porción compac-
putamen recibe predominantemente de la corteza sensitivo- ta de la sustancia negra proyectan hacia el caudado y el pu-
motora de alrededor de la cisura central. El caudado recibe tamen. La parte medial y los núcleos adyacentes, tales como
información de la mayor parte de los lóbulos parietal, occipi- el área tegmental ventral, proyectan hacia el estriado ventral.
tal, temporal y frontal. Las áreas límbicas, incluidas las corte- El efecto de la dopamina sobre las neuronas del cuerpo es-
zas entorrinal y perirrinal, el hipocampo y la amígdala, pro- triado resulta distinto en los dos compartimentos. De los nú-
yectan hacia el estriado ventral (núcleo accumbens y tubérculo cleos del rafe del tronco encefálico (serotonina) y la amígda-
olfativo) y la porción ventral adyacente de la cabeza del cau- la (hacia el estriado ventral y la cabeza del caudado) salen afe-
dado. La vía corticostriada surge de las células piramidales, rentes adicionales hacia el cuerpo estriado.
predominantemente de la capa V de la corteza, y actúa de es- La información de salida del cuerpo estriado se dirige a
timuladora, utilizando glutamato como neurotransmisor. El todas las partes del globo pálido (el pálido ventral, los seg-
final de la vía suele estar organizado topográficamente, pero mentos externo e interno). Estas fibras son inhibidoras y uti-
con una considerable intersección o solapamiento de las pro- lizan GABA como neurotransmisor. En este punto, la vía a
yecciones de diferentes áreas corticales. Las áreas corticales in- través de los ganglios basales se divide en una ruta directa y
dividuales proyectan hacia una banda longitudinal del cuerpo una indirecta, que pasa finalmente hacia el tálamo. Las fibras
estriado orientada anteroposteriormente. Las bandas que reci- de los estriosomas (parches) del cuerpo estriado son ricas en
ben del lóbulo frontal se extienden más rostralmente, mien- sustancia P (y asimismo son gabaérgicas) y proyectan hacia el
tras que las que reciben de los lóbulos parietal, occipital y segmento interno del globo pálido, cuyos axones van directa-
temporal se extienden más caudalmente. En la parte anterior, mente hacia la parte anterior del núcleo lateral ventral y el
las zonas que reciben proyecciones de áreas interconectadas núcleo anterior ventral adyacente del tálamo, formando la
en el lóbulo frontal se entrelazan o se solapan; en la parte ruta directa. Las neuronas del compartimento de la matriz es-
central, las zonas que reciben de las áreas frontales se solapan triada contienen encefalina como cotransmisor con GABA y
con zonas conectadas con áreas de la corteza parietal, tem- proyectan hacia el segmendo exterior del globo pálido, cuyos
poral u occipital con las cuales las áreas frontales están co- axones van a los núcleos subtalámicos, que a su vez proyec-
nectadas mediante fibras de asociación ipsolateral. Más pos- tan hacia el segmento interno del mismo globo pálido (la vía
teriormente, las áreas de asociación sensitiva interconectadas indirecta). De la parte ventral del pálido salen vías equivalen-
proyectan hacia zonas que se solapan en el cuerpo estriado. tes, cuyo destino final es el núcleo mediodorsal del tálamo.
El propio cuerpo estriado está compartimentado, en función Todas las eferentes del globo pálido son gabaérgicas e inhibi-
de la histoquímica de la acetilcolinesterasa (AChE), en par- doras. Las neuronas de los núcleos subtalámicos son gluta-
ches pobres en AChE (estriosomas) y matriz rica en AChE. matérgicas y estimuladoras. La activación de la salida del
La corteza proyecta hacia ambos compartimentos, aunque cuerpo estriado a través de la vía directa conduce a una dis-
con un origen laminar ligeramente distinto. Las neuronas pi- minución de la inhibición tónica del tálamo. En cambio, la
ramidales de la parte más profunda de la lámina V proyectan activación a través de la vía indirecta conduce a un aumento
hacia los parches, mientras que las células más superficiales de la activación del segmento interno del globo y, en conse-
de la lámina V y algunas células de la lámina III proyectan cuencia, incrementa la inhibición del tálamo. El equilibrio
hacia la matriz. Es posible que proyecciones corticoestriadas entre los efectos opuestos es crucial para el funcionamiento
y aparentemente solapadas, procedentes de diferentes áreas normal de los ganglios basales. La alteración de este equili-
corticales, estén segregadas en distintos compartimentos. La brio se ha utilizado para explicar gran parte de la fisiopatolo-
proyección de una determinada área cortical puede cambiar gía de los trastornos extrapiramidales. Los núcleos anterior
212 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ventral y lateral ventral rostral del tálamo proyectan princi- unidos en la línea media, cuelgan del cuerpo calloso median-
palmente hacia las áreas premotora y motora suplementaria te el septo pelúcido y se arquean sobre el techo del tercer ven-
del lóbulo frontal. La vía del pálido ventral a través del tála- trículo y la cisura coroidea del cuerpo del ventrículo lateral, y
mo mediodorsal nutre las áreas de asociación prefrontales. rápidamente giran ventralmente en frente del agujero inter-
Las principales vías a través de los ganglios basales se resumen ventricular de Monro. Los dos fórnix se separan y cada uno
en la figura 10 (C). se divide en una columna anterior y posterior, que pasan por
delante y detrás de la comisura anterior. La columna anterior
transporta axones hacia y desde los núcleos septales. Los cam-
Vía corticopontina y cerebelo pos CA-3, CA-1 y el subículo proyectan hacia el núcleo sep-
tal lateral. Éste presenta diversas proyecciones eferentes hacia
Existe una proyección principal desde la corteza hacia los el hipotálamo, el epitálamo y el tálamo de la línea media,
núcleos de la protuberancia. Lo que varía es el grado de con- pero también lo hace hacia el núcleo septal medial adyacen-
tribución de cada una de las áreas corticales a esta vía. La ma- te. El núcleo medial septal es la principal fuente de fibras co-
yor proyección procede de las regiones de alrededor de la ci- linérgicas hacia el hipocampo a través del fórnix. La columna
sura central, que también contribuye al tracto piramidal posterior del fórnix se curva posteriormente hacia el hipotá-
(v. más adelante). No obstante, existe una proyección impor- lamo, y proporciona muchas fibras a los núcleos hipotalámi-
tante desde la corteza prefrontal y un significativo número de cos lateral y medial. Finaliza en los núcleos mamilares que, a
fibras del lóbulo occipital. Muy pocos axones corticoponti- su vez, proyectan hacia el tálamo anterior a través del tracto
nos se originan en la neocorteza temporal, aunque ciertas áre- mamilotalámico. Esta proyección es parcialmente bilateral.
as envían algunos y es posible que la mayoría de áreas envíe Existe una importante vía de entrada al hipotálamo desde
al menos unos pocos. la amígdala, a través de la estría terminal, un tracto de sus-
Los núcleos del puente envían sus axones a la corteza ce- tancia blanca que sigue la curva del núcleo caudado alrededor
rebelosa de las partes laterales del lóbulo posterior. Finalizan del ventrículo lateral, y se sitúa entre el caudado y el tálamo.
como fibras musgosas que contactan con las células granulo- Las conexiones entre hipocampo y amígdala son recíprocas.
sas. Además, hay axones colaterales que pasan al núcleo cere- Las proyecciones directas hacia la corteza desde el hipo-
beloso profundo dentado lateral. El lóbulo anterior y la línea tálamo se han expuesto anteriormente. Se han descrito pro-
media y la región paramedial del lóbulo posterior están rela- yecciones directas desde la neocorteza hacia el hipotálamo,
cionados con estímulos espinocerebelosos. El lóbulo floculo- pero se discute su extensión y distribución. Si en el ser hu-
nodular está conectado con la vía vestibular. Las células de mano existen, probablemente salgan de la corteza prefron-
Purkinje de la corteza cerebelosa envían fibras inhibidoras a tal/orbitofrontal e insular.
los núcleos cerebelosos profundos, y de ellos parten los es-
tímulos procedentes del cerebelo. Los núcleos profundos
intermedio (globoso y emboliforme) y medial (fastigial) pro- Vías corticobulbar y corticospinal
yectan hacia el núcleo rojo y los núcleos vestibulares y la sus-
tancia reticular. El núcleo dentado proyecta a la parte poste- La proyección directa de la corteza cerebral al tronco en-
rior del núcleo lateral ventral del tálamo. Éste, a su vez, pro- cefálico y la médula espinal, la vía piramidal, nace de la cor-
porciona el principal estímulo talámico a la corteza motora teza en frente y detrás de la cisura central. Alrededor del 40 %
primaria de la circunvolución precentral. De este modo, el es- de las fibras se originan en la corteza sensitivosomática pri-
tímulo de la neocorteza hacia el cerebelo a través de los nú- maria y el lóbulo parietal superior adyacente. En el lóbulo
cleos de la protuberancia se transmite, a través del tálamo, frontal, los axones parten de las áreas motora primaria, pre-
hacia la corteza motora. motora y motora suplementaria. Aparte de la inervación di-
recta de la médula espinal y los núcleos motores de los pares
craneales, las fibras corticales directas inervan el núcleo rojo,
Fórnix (trígono) y conexión cortical los núcleos vestibulares, la sustancia reticular y el tubérculo
al hipotálamo cuadrigémino superior. En el caso de los dos primeros, el ori-
gen de las fibras es probablemente muy similar al de las áreas
Las fibras que de entrada y salida del hipocampo forman de origen de la vía piramidal. En cambio, las proyecciones
una capa delgada de sustancia blanca sobre la superficie ven- corticales hacia la sustancia reticular y el tubérculo cuadrigé-
tricular, en la profundidad del epéndimo, denominada álveo. mino superior tienen un origen mucho más extenso y pueden
Estas fibras pasan al fórnix a través de la fimbria. El fórnix incluir la mayor parte de las áreas corticales, en mayor o me-
transcurre, inicialmente, posterior y superiormente y después nor grado.
anteriormente, incurvándose alrededor de la curvatura exter-
na del ventrículo lateral y formando un ángulo hacia la línea
media durante su trayecto. Los fórnix de ambos lados discu- ■ Contribución de la neuroanatomía
rren juntos hasta casi la unión del tercio posterior y los dos a la psiquiatría
tercios anteriores del cuerpo calloso. Muchas fibras cruzan la
línea media, la comisura del fórnix, y giran caudalmente para Todo lo anterior es necesariamente un resumen de la ana-
introducirse en el hipocampo contralateral. Los dos fórnix, tomía del sistema nervioso central, que se basa en la organi-
2.3.2. NEURODESARROLLO 213

zación y conexiones de la corteza, incluido el lóbulo límbico. La formación del tubo neural requiere una expresión con-
Se ha ignorado la neuroanatomía topográfica, a pesar de su trolada de las moléculas de adhesión celular en los pliegues
importancia en la lectura de las modernas imágenes cerebra- laterales del surco neural. Si el neuroporo rostral no consigue
les en pacientes vivos. En psiquiatría, la importancia de la vi- cerrarse, se impide el desarrollo del prosencéfalo, lo que da
sión conexionista del cerebro se basa en su posible contribu- lugar a un anencéfalo. Si el neuroporo caudal no consigue ce-
ción al conocimiento del funcionamiento normal y patológi- rrarse, el resultado más grave es la raquisquisis, malformación
co del sistema nervioso central. La neuropsicología actual y la que consiste en la exposición del surco neural, lo cual tiene
neurociencia cognitiva están enfocadas al conocimiento de graves consecuencias neurológicas. El resultado más leve es la
los niveles más superiores de procesamiento y función del sis- espina bífida oculta, una hendidura del arco vertebral recu-
tema nervioso central. Son estas áreas o sistemas los que sue- bierta de epidermis.
len involucrarse en los signos y síntomas de la enfermedad A medida que el desarrollo continúa, el tubo neural y la
psiquiátrica. Es a las vías subyacentes de la cognición, per- cresta se desplazan a una posición situada entre el ectodermo
cepción, memoria, humor y atención, donde los psiquiatras y la notocorda. La parte rostral del tubo neural se diferencia
interesados en la fisiopatología de la enfermedad mental de- en el encéfalo; la parte caudal se diferencia en la médula es-
berían dirigir su interés y ésa es el área que el resumen ex- pinal a partir del quinto somito.
puesto ha intentado revisar.

■ Organogénesis
Lecturas recomendadas del sistema nervioso central
Gloor, P. (1977). The temporal lobe and limbic system. Oxford University El encéfalo embrionario posee tres dilataciones vesicula-
Press.
Pearson, R.C.A. (1995). Dorsal thalamus. In Gray’s anatomy (38th edn)
res: el prosencéfalo, el mesencéfalo y el rombencéfalo. Pues-
(ed. P.L. Williams, L.H. Bannister, M.M. Berry, et al.), pp. 1080–91. to que el encéfalo en desarrollo crece mucho más deprisa que
Churchill Livingstone, Edinburgh. el resto del embrión, sufre una desviación en sentido ventral.
Pearson, R.C.A. (1995). Cerebral cortex. In Gray’s anatomy (38th edn) (ed. Una flexura cefálica y convexa dorsalmente marca la frontera
P.L. Williams, L.H. Bannister, M.M. Berry, et al.), pp. 1141–71.
Churchill Livingstone, Edinburgh.
entre el rombencéfalo y el mesencéfalo, y una flexura cervical
Passingham, R. (1993). The frontal lobes and voluntary action. Oxford señala el límite entre el rombencéfalo y la médula espinal
University Press. (fig. 1). La flexura pontina, ventralmente convexa, forma el
Paxinos, G. (ed.) (1990). The human nervous system. Academic Press, San rombencéfalo. Durante la semana 5, el prosencéfalo se dife-
Diego, CA.
Tovée, M.J. (1996). An introduction to the visual system. Cambridge rencia aún más en el telencéfalo rostral y el diencéfalo, más
University Press. caudal. El telencéfalo consiste en dos vesículas hemisféricas y
Zeki, S. (1993). A vision of the brain. Blackwell Science, Oxford. conectadas entre sí mediante una delgada lámina terminal,
cuya parte más dorsal se desarrolla y da lugar a la lámina co-
misural, el primordio del cuerpo calloso. La parte ventral de
la lámina terminal se diferencia en la comisura anterior. La
cavidad central del diencéfalo (el tercer ventrículo) está co-
2.3.2 Neurodesarrollo nectada con las cavidades de las vesículas hemisféricas (los
ventrículos laterales) mediante el agujero intraventricular. El
Karl Zilles diencéfalo desarrolla evaginaciones bilaterales, las vesículas
ópticas, las cuales se diferencian en la retina y el nervio ópti-
co. Mientras, el rombencéfalo se subdivide en un metencéfa-
■ Inducción neural lo rostral y un mielencéfalo caudal.
El cerebelo empieza a desarrollarse a partir del metencé-
El sistema nervioso central se origina en la región de la falo durante la semana 6 (fig. 1). Al principio, la dilatada ca-
línea media como un área especializada del ectodermo, el vidad central del tubo neural (el futuro cuarto ventrículo)
neuroectodermo o placa neural. A medida que las células del posee una delgada lámina superior bordeada por dos engro-
neuroectodermo proliferan, se forma una indentación deno- samientos del tubo neural, los labios romboides, los cuales
minada surco neural, en la placa neural. Los pliegues latera- se funden en la línea media. Estos engrosamientos se desa-
les de este surco su unen en la línea media, dando lugar al rrollan y originan los hemisferios cerebelares, mientras que
tubo neural. Los pliegues empiezan a fusionarse en la parte la parte de la línea media es el origen del vermis del cere-
central del surco, pero la parte más rostral y la más caudal no belo. Aparecen fisuras en los hemisferios cerebelares, que
se cierran, dejando los llamados neuroporos rostral y caudal. forman los lóbulos anterior y posterior, y la úvula. El cere-
Una pequeña zona de transición entre la placa neural y el ec- belo está conectado al rombencéfalo mediante tres pedún-
todermo circundante proporciona las células de la cresta culos: el pedúnculo superior, que contiene fibras eferentes
neural, que se diferencian en células sensoriales de la médu- y los tractos espinocerebelares aferentes ventral y rostral; el
la espinal, células ganglionares craneales de los sistemas ner- pedúnculo medial, que contiene el tracto pontocerebelar
viosos somático y autónomo, células de Schwann y células aferente, y el pedúnculo inferior que contiene otros tractos afe-
cromafines. rentes.
214 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

FC nervios craneales desarrollan conexiones entre el rombencéfa-


FCE C
lo y los órganos periféricos no derivados de los arcos viscera-
FC R M N.V N.VII les. Son los nervios oculomotor (III), troclear (IV), abducens
FCE
M (VI), vestibulococlear (VIII) e hipogloso (XII). El nervio olfa-
N.V N.VII MO torio (I) y el nervio óptico (II) surgen de forma diferenciada
DVO FP como evaginaciones del prosencéfalo.
T VH PO
LT
0,5 mm 0,5 mm
A FC B ■ Histogénesis de la médula espinal
M
LF LO En un principio, el tubo neural consiste en una única
C capa de células neuroepiteliales que rodean un canal central
N.V FCE LT TE lleno de líquido cefalorraquídeo. La superficie externa de la
VH D LI futura médula espinal posee una membrana externa limitan-
MO
P C te, mientras que la superficie interna, que limita el canal cen-
BO N.II IV.V tral, presenta una membrana interna limitante. La totalidad
PO
N.V N.VII de la pared del tubo neural se denomina zona ventricular (2).
Las células del tubo neural proliferan, con lo que la su-
0,5 mm 0,5 mm perficie de la médula espinal aumenta de tamaño. La médula
C D se engrosa a medida que las células se dividen para producir
SC
un epitelio multiestratificado. Las células hijas presentan di-
ferentes potencialidades: un tipo de células (el neuroblasto)
LP
LF LF retiene la capacidad de sufrir mitosis, mientras que el otro
FL
tipo (la proneurona) es posmitótica y representa una neurona
LI inmadura. La proliferación de neuronas es casi completa alre-
LI
LT
LO dedor del momento del nacimiento. Sin embargo, hay evi-
LT LO dencias de que pueden formarse nuevas neuronas en áreas es-
C pecíficas del cerebro adulto, especialmente en la circunvolu-
MO C ción dentada del hipocampo.
10 mm 10 mm Algunas células neuroepiteliales se convierten en las pre-
MO cursoras de las células de la neuroglia, los glioblastos, que se
E F
diferencian en células astrogliales, oligodendrogliales y micro-
gliales. Los primeros glioblastos se diferencian en células de
Figura I. Desarrollo del encéfalo humano. Encéfalos de em- expansión radial y se extienden por toda la médula espinal (lo
briones humanos de: A) 4 mm; B) 10,4 mm; C) 13,8 mm y D) mismo ocurre en los hemisferios cerebrales y la corteza cere-
53 mm, y de fetos de: E) 21 semanas, y F) 24 semanas. C, ce- belar, como se describirá posteriormente). Durante el des-
rebelo o primordio cerebelar; FCE, flexura cervical; FC, flexu- arrollo posterior, estas células se transforman en células epen-
ra cefálica; SC, surco central; D, diencéfalo; PO, pedúnculo dimales y de la astroglia. El número de células gliales adultas
ocular; VO, vesícula ocular; LF, lóbulo frontal; R, rombencéfa- no se alcanza hasta el segundo año después del nacimiento.
lo; VH, vesícula hemisférica; LI, lóbulo insular; FL, fisura lateral; La histogénesis de la médula espinal empieza a nivel cer-
LT, lámina terminal; M, mesencéfalo; MO, médula oblongada;
vical y progresa en dirección caudal. Después de la semana 3,
N.II, nervio óptico; N.V, nervio trigémino; N.VII, nervio facial;
puede reconocerse un surco longitudinal limitante en la su-
LO, lóbulo occipital; BO, bulbo olfatorio; P, puente; FP, flexu-
ra pontina; LP, lóbulo parietal; T, telencéfalo; TE, tectum; LT, perficie interna del tubo neural, que divide la pared en las
lóbulo temporal; IV.V, cuarto ventrículo. placas dorsal (alar) y ventral (basal). Las placas dorsales de am-
bos lados se unen mediante una delgada placa superior, y las
ventrales mediante una delgada placa inferior. La placa dorsal
se diferencia en el cuerno dorsal de la médula espinal adulta,
El rombencéfalo se divide temporalmente en ocho rom- mientras que la ventral da lugar al cuerno ventral. Las neuro-
bómeros (1), cuyos límites desaparecen durante el posterior nas preganglionares simpáticas forman el cuerno lateral, que
desarrollo. La expresión local de la homeosecuencia de genes sólo está presente a nivel torácico. La subdivisión en placas
conduce a la formación de la corteza cerebral y la cadena dorsal y ventral es importante no solamente en la médula es-
ganglionar. pinal, sino también en el tronco encefálico (v. más adelante).
El rombencéfalo se desarrolla en íntima asociación con Durante la semana 5 se desarrollan tres zonas organizadas
los arcos viscerales, que aparecen durante la semana 4. Esta concéntricamente en la pared de la médula espinal: una zona
estructura inerva estos arcos, y los órganos de ellos derivados, ventricular de elevada densidad celular, una zona del manto
mediante un grupo de nervios branquiales, los cuales se con- o intermedia de menor densidad, y una zona periférica mar-
vertirán más tarde en los nervios craneales trigémino (V), fa- ginal en la que no hay células neuronales. Las proneuronas
cial (VII), glosofaríngeo (IX), vago (X) y accesorio (XI); otros abandonan la zona ventricular y migran a lo largo de las cé-
2.3.2. NEURODESARROLLO 215

lulas gliales radiales hacia la zona intermedia, donde se orga- rentes. La capa granular externa desaparece finalmente duran-
nizan en los núcleos. Las motoneuronas desarrollan los axo- te el segundo año de vida, dando paso a una organización de
nes de la raíz ventral, y los procesos de las células de los gan- tres capas (capas granulares molecular, ganglionar e interna)
glios espinales crecen en la médula espinal para formar las de la corteza cerebelar adulta.
raíces dorsales. Las sinapsis se desarrollan primero en la zona
motora, y posteriormente en la zona sensitiva, durante las se-
manas 10 a 13. ■ Histogénesis de la corteza cerebral
Durante el tercer mes, la zona ventricular se reduce hasta
convertirse en un pequeño anillo que rodea el canal central y Inicialmente, la pared de la vesícula hemisférica está com-
que se transforma finalmente en la capa de células ependi- puesta por una única zona. En la semana 5, ésta se transfor-
males. La zona intermedia se organiza en los cuernos dorsal, ma en una zona periventricular interna de elevada densidad
ventral y lateral (este último, únicamente a nivel torácico). celular y una zona marginal externa de reducida densidad ce-
Los tractos ascendentes y descendentes de fibras de la médu- lular. En la semana 6 las proneuronas posmitóticas abando-
la espinal aumentan de tamaño en la zona marginal. Duran- nan la zona periventricular interna y forman una zona inter-
te las semanas 14 y 15, los oligodendrocitos empiezan a mie- media (manto) situada entre las otras dos zonas. Al final de la
linizar las fibras de estos tractos. El tracto corticospinal, o pi- semana 6, la zona periventricular se subdivide en una zona
ramidal, es visible por primera vez durante la semana 14, y ventricular de elevada densidad celular y una zona subventri-
alcanza sus neuronas diana, principalmente motoneuronas cular de menor densidad celular.
del cuerno ventral, entre las semanas 17 y 29. La mieliniza- El suceso más importante del desarrollo cortical ocurre
ción del tracto piramidal se completa entre el primer y se- durante la semana 8. Entre las zonas marginal e intermedia se
gundo año posnatal. Esta mielinización tardía explica la pre- forma una placa cortical, a partir de proneuronas que han mi-
sencia del reflejo de Babinski en los recién nacidos y su des- grado a lo largo de las células radiales de la neuroglia desde
aparición durante los dos primeros años. las zonas ventricular y subventricular y a través de la zona in-
termedia (2-6). Una única célula radial de la neuroglia puede
cubrir completamente la distancia entre las superficies ventri-
■ Histogénesis del tronco encefálico cular y pial. A medida que las proneuronas «suben» a la pla-
y el cerebelo ca cortical por los procesos de las células radiales de la neu-
roglia, construyen una columna de células corticales orienta-
Durante la histogénesis del tronco cerebral y la médula das verticalmente. Esta migración orientada radialmente es
espinal, las zonas motora, sensitiva, somática y visceral están responsable de la organización arquitectónica de las capas
organizadas de un modo similar. A nivel del cuarto ventrícu- corticales II a VI. Éste es un prototipo del mapa cortical del
lo, la organización es distinta: la placa dorsal de la médula cerebro adulto (7). Otra característica de la migración cortical
espinal se mueve hacia una posición lateral en el tronco en- es la distribución de capas desde el interior hacia el exterior,
cefálico de forma que diversas zonas del rombencéfalo se dis- en la que las primeras neuronas se encuentran en las capas
ponen en una secuencia de lateral a medial (somatosensitiva, más profundas de la placa cortical y las más nuevas se hallan
viscerosensitiva, visceromotora, somatomotora). En el tronco en las capas más superficiales. Así, las capas V y VI de la cor-
encefálico, las proneuronas no sólo migran radialmente, teza adulta son generadas antes que la capa IV, y ésta es ge-
como en la médula espinal, sino que también lo hacen tan- nerada antes que las capas III y II. Al mismo tiempo, se pro-
gencial y longitudinalmente. Esta compleja migración y el duce una importante migración tangencial de células (8).
crecimiento de los tractos de fibras provocan cambios de la Las diferencias regionales en el desarrollo de la placa cor-
secuencia lateral-medial de los núcleos de los nervios cranea- tical subdividen el hemisferio en segmentos. El segmento la-
les (p. ej., el núcleo facial) en el adulto. teral, con una placa y una presubplaca corticales bien desa-
En el cerebelo, entre las semanas 10 y 11, los neuroblas- rrolladas, se transforma en la neocorteza. El segmento me-
tos migran desde la zona ventricular, a través de la zona in- diodorsal, con una amplia zona marginal y una placa cortical
termedia, hasta un área (la capa granular externa) en la super- delgada y plegada, se transforma en la arqueocorteza, que in-
ficie de la zona marginal. Durante las semanas 12 y 13, las cluye el hipocampo. El segmento mediobasal, con su placa
proneuronas de la zona ventricular empiezan a migrar a lo cortical discretamente desarrollada, constituye el precursor de
largo de las células de la neuroglia extendidas radialmente en la paleocorteza. El segmento laterobasal se transforma en el
una región inferior a esta capa granular externa, donde for- cuerpo estriado, la amígdala y el septo.
man las células de Purkinje de la capa ganglionar de la corte- Durante las semanas 10 y 12, los axones de las neuronas
za cerebelar. Otras proneuronas de la zona ventricular se con- serotoninérgicas y noradrenérgicas contribuyen en las prime-
vierten en los núcleos cerebelares. En ese momento, las pro- ras sinapsis en las zonas marginal y presubplaca, en las que se
neuronas de la capa granular externa migran hacia el interior expresan los receptores de la neurotropina (v. más adelante).
para formar la capa granular interna y las células en cesta y es- Durante las 3 semanas siguientes, se desarrolla la zona de la
trelladas de la capa molecular. La migración de las proneuro- subplaca, a medida que los axones crecen a partir del prosen-
nas cerebelares no se completa hasta el primer año después céfalo basal y el tálamo, las dendritas aumentan de tamaño y
del nacimiento. Durante las semanas 16 y 26, se desarrollan se forman las sinapsis. A partir de las semanas 16 a 24, el pri-
las sinapsis y empiezan a formarse los sistemas de fibras afe- mordio cortical presenta una pequeña zona marginal, una
216 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

amplia placa cortical de elevada densidad celular, y una sub- ZM ZM ZM ZM I C


ZI II
placa muy amplia y con menor densidad celular. PC PC O
La transformación en el patrón neocortical adulto empie- III
ZV SP R
za entre las semanas 25 y 34, cuando la migración y la proli- SP PC IV T
feración de proneuronas disminuyen. Las dendritas empiezan ZI
4 semanas E
a diferenciarse y las sinapsis comienzan a desarrollarse en las V
ZSV ZI Z
capas corticales más profundas, progresando hacia las capas 0,5 mm
más superficiales (9). Antes del nacimiento, pueden recono- VI A
ZV
cerse seis capas en todas las regiones de la neocorteza. En el ZSV
12 semanas SP
período posnatal, la capa IV (capa granular interna) desapare-
ce como parte de la diferenciación de la corteza motora y da 1 mm ZV
lugar a la neocorteza agranular de cinco capas de la región
21 semanas
motora (10). Poco antes del nacimiento, la subplaca, la zona SB
subventricular y gran parte de la zona ventricular desapare- 1 mm ZI
cen, la proliferación neuronal cesa y la zona intermedia se
transforma en la sustancia blanca de la corteza cerebral. El
resto de la zona ventricular forma parte de la capa ependimal
de la superficie ventricular.
La diferenciación de las dendritas y los axones continúa
tras el nacimiento y en la vida adulta. La sinaptogénesis al- Adulto
canza un máximo durante el primer año después del naci- 1 mm
miento, pero continúa a un ritmo más lento durante la in-
fancia. La mielinización del sistema vestibular se completa Figura 2. Desarrollo de la neocorteza entre las 4 semanas
poco antes del nacimiento, con lo que los tractos de fibras so- de gestación y la edad adulta. Los numerales romanos indican
matosensitivas, visuales, auditivas, piramidales y extrapirami- las seis capas citoarquitectónicamente definidas de la neocor-
dales están casi terminados al final del tercer año de vida, teza, que tienen su origen en la zona marginal (capa 1) y la pla-
mientras que los tractos de fibras asociativas situados en los ca cortical. PC, placa cortical; ZI, zona intermedia; ZM, zona
hemisferios cerebrales continúa hasta la segunda década (11). marginal; SP, subplaca; ZSV, zona subventricular; ZV, zona ven-
El cambio clave en las sinapsis tras el nacimiento es la tricular; SB, sustancia blanca.
«poda»: la densidad de sinapsis en el cerebro adulto es la mi-
tad de la que presentan los neonatos (12).
El desarrollo de la neocorteza se resume en la figura 2. ral) en el lóbulo temporal, se curva alrededor del extremo
posterior (esplenio) del cuerpo calloso, y alcanza su posición
en lo alto del mismo (la parte supracomisural). La parte pre-
■ Forma de los hemisferios comisural del hipocampo termina delante de la rodilla del
y formación de las circunvoluciones cuerpo calloso.
Tras la aparición de la fisura lateral, la superficie neocor-
La forma esférica de los hemisferios en la época fetal se tical desarrolla numerosos surcos y circunvoluciones. Los sur-
transforma en la forma adulta gracias a los distintos ritmos de cos central, colateral, cingulado, parietooccipital, temporal
crecimiento de las diversas regiones del telencéfalo (v. fig. 1). superior y calcarino aparecen entre las semanas 16 y 21, se-
El futuro lóbulo insular crece menos que otras regiones te- guidos por los surcos pre y poscentral, frontal, temporal e in-
lencefálicas, con lo que hacia el octavo mes se encuentra cu- traparietal. Entre la semana 29 y el nacimiento, cuando ya se
bierto por los lóbulos frontal, parietal y temporal. En el cere- han formado todos los surcos, aparecen surcos secundarios y
bro adulto, la ínsula está completamente enterrada en la pro- terciarios muy variables (13, 14).
fundidad de la fisura lateral. No se comprenden completamente las razones por las
El enorme crecimiento de la corteza de asociación parie- que se forman las circunvoluciones en muchos cerebros de
tooccipitotemporal provoca la curvatura del lóbulo temporal mamíferos, incluido el cerebro humano. Debido a que la or-
alrededor de la fisura lateral. Al mismo tiempo, el polo tem- ganización básica de la corteza cerebral está orientada verti-
poral es empujado rostralmente. Esta dirección de crecimien- calmente, con columnas de células colocadas unas al lado
to (fig. 1 [d]) también afecta a las estructuras situadas dorso- de las otras, el crecimiento de la corteza provoca, inevita-
medialmente, es decir, la arqueocorteza con el hipocampo, el blemente, un considerable incremento de la superficie corti-
cuerpo estriado y los ventrículos laterales. El cuerpo estriado cal. Una gran superficie cortical sin pliegues presentaría dos
se divide, por el crecimiento interior de las fibras de la cáp- inconvenientes: uno, el volumen del cráneo debería aumen-
sula interna, en el núcleo caudado y el putamen. La cabeza tar hasta tal punto durante el desarrollo fetal que sería im-
del caudado está situada ventrolateralmente al cuerpo calloso posible un parto normal; dos, la distancia entre regiones
en el lóbulo frontal, y la cola del caudado se localiza en el ló- corticales interconectadas mediante fibras de proyección in-
bulo temporal, dorsal al cuerno inferior del ventrículo lateral. trahemisférica debería aumentar, y con ella, el tiempo de
El hipocampo forma su gran extensión (la parte retrocomisu- transmisión de la información. Las circunvoluciones permi-
2.3.2. NEURODESARROLLO 217

Tabla 1. Neurotropinas importantes, sus lugares de síntesis en el sistema nervioso central, receptores y estructuras diana

Neurotropina Lugar de síntesis Receptores Estructuras diana

FCN Hipocampo TrkA, p76NTR Neuronas colinérgicas en el prosencéfalo basal


Neocorteza
FNDC Hipocampo TrkB, p75NTR Neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo, células ganglionares retinales, neuronas
colinérgicas en prosencéfalo basal
Neocorteza
NT-3 Hipocampo TrkC, p75NTR Neuronas dopaminérgicas del mesencéfalo, neuronas del núcleo mesencefálico del ner-
Cerebelo vio trigémino, neuronas originadas en el tracto piramidal

FCN, factor de crecimiento del nervio; FNDC, factor neurotrópico derivado del cerebro; NT-3, neurotropina 3.

ten la máxima superficie cortical en el mínimo volumen po- neurotropinas y los receptores de la tirosincinasa. Se ha ob-
sible, lo que incrementa la velocidad de transmisión neural servado una función particular del glutamato, que actúa vía
entre áreas corticales adyacentes. Mediciones recientes receptores del N-metil-D-aspartato, así como del ácido γ-ami-
muestran que la formación de circunvoluciones es mayor en nobutírico y la acetilcolina.
las cortezas de asociación (14). Aunque todas las circunvo-
luciones y todos los surcos están presentes en el nacimien-
to, la profundidad de los surcos aumenta hasta que, final- Bibliografía
mente, dos tercios de la superficie cortical está escondida en
ellos (13). 1. Lumsden, A. and Krumlauf, R. (1996). Patterning the vertebrate
neuraxis. Science, 274, 1109–15.
2. Kostovic, I. (1990). Zentralnervensystem. In Humanembryologie (ed.
K.V. Hinrichsen), pp. 381–448. Springer-Verlag, Berlin.
■ Muerte celular y factores tróficos 3. Levitt, P. and Rakic, P. (1980). Immunoperoxidase localization of glial
fibrillary acid protein in radial glial cells and astrocytes of the
durante el desarrollo developing rhesus monkey brain. Journal of Comparative Neurology,
193, 815–40.
La expresión coordinada, en el tiempo y el espacio, de 4. Rakic, P. (1985). Limits of neurogenesis in primates. Science, 227,
muchos genes está tras el desarrollo neurológico. Cada vez se 154–6.
reconocen más mutaciones en estos «genes del neurodesarro- 5. Supèr, H., Soriano, E., and Uylings, H.B.M. (1998). The functions of
the preplate in development and evolution of the neocortex and
llo» como causantes de trastornos del desarrollo neurológico hippocampus. Brain Research Reviews, 26, 40–64.
(15) como displasia cortical y epilepsia. También pueden ser 6. Schmechel, D.E. and Rakic, P. (1979). A Golgi study of radial glial
relevantes en la incapacidad de aprender y la esquizofrenia. cells in developing monkey telencephalon: morphogenesis and
Diferentes familias de genes se hallan implicadas en los prin- transformation into astrocytes. Anatomy and Embryology, 156, 115–52.
7. Rakic, P. (1988). Specification of cerebral cortical areas. Science, 241,
cipales componentes del neurodesarrollo, como, por ejemplo, 170–6.
la organogénesis, la neurogénesis, la migración neuronal, la si- 8. Rakic, P. (1995). Radial versus tangential migration of neuronal clones
naptogénesis y la muerte celular programada (apoptosis) (16, in the developing cerebral cortex. Proceedings of the National Academy of
17). Los detalles están fuera del alcance de este trabajo, aun- Sciences of the United States of America, 92, 11&hairsp;323–7.
9. Huttenlocher, P.R. and de Courton, C. (1987). The development of
que se proporcionan algunos ejemplos. synapses in striate cortex of man. Human Neurobiology, 6, 1–9.
La homeosecuencia genética es importante en la segmen- 10. Brodmann, K. (1909). Vergleichende Lokalisationslehre der Großhirnrinde
tación inicial del cerebro. Más tarde, cuando las proneuronas in ihren Prinzipien dargestellt auf Grund des Zellenbaues. Barth, Leipzig.
corticales migran radialmente, su «señal de detención» se re- 11. Yakovlev, P.I. and Lecours, A.-R. (1967). The myelogenetic cycles of
regional maturation of the brain. In Regional development of the brain in
tira, produciéndose células especializadas (células de Cajal- early life (ed. A. Minkowski), pp. 3–70. Blackwell Science, Oxford.
Retzius). De esta forma, se organiza la disposición por capas 12. Bourgeois, J.P. (1997). Synaptogenesis, heterochrony and epigenesis in
desde dentro hacia fuera de la corteza. Las neurotropinas (fac- the mammalian neocortex. Acta Paediatrica Scandinavica, 422
tores de crecimiento) son genes que, como su propio nombre (Supplement), 27–33.
13. Zilles, K., Armstrong, E., Schleicher, A., and Kretschmann, H.-J.
sugiere, son fundamentales para el crecimiento y la supervi- (1988). The human pattern of gyrification in the cerebral cortex.
vencia de las neuronas, especialmente a través de su influen- Anatomy and Embryology, 179, 173–9.
cia en la apoptosis, que debido a la insuficiencia de neuro- 14. Armstrong, E., Zilles, K., Omran, H., and Schleicher, A. (1995). The
ontogeny of human gyrification. Cerebral Cortex, 5, 56–63.
tropinas como factor de crecimiento de nervios, y se inhibe 15. Berger-Sweeney, J. and Hohmann, C.F. (1997). Behavioral
al aumentar el funcionamiento de este factor. Los efectos de consequences of abnormal cortical development: insights into
las neurotropinas están mediados por receptores específicos developmental disabilities. Behavioural Brain Research, 86, 121–42.
de la tirosincinasa (tabla 1). Los neurotransmisores clásicos y 16. Levitt, P., Barbe, M.F., and Eagleson, K.L. (1997) Patterning and
specification of the cerebral cortex. Annual Review of Neuroscience, 20,
sus receptores también están implicados en el neurodesarro- 1–24.
llo, ambos directamente mediante la formación de conexio- 17. Lambert de Rouvroit, C. and Goffinet, A.M. (1998). A new view of
nes sinápticas e indirectamente mediante la regulación de las early cortical development. Biochemical Pharmacology, 56, 1403–9.
218 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

2.3.3 Neuroendocrinología dió su valor heurístico. De hecho, ahora se sabe que una mis-
ma sustancia funciona a menudo en un lugar como una sus-
Charles B. Nemeroff tancia endocrina y en otro como un neurotransmisor. Así, la
adrenalina (epinefrina) funciona como una hormona en la
médula suprarrenal y como una sustancia neurotransmisora
■ Definiciones y principios convencional en el SNC de los mamíferos. De forma similar,
el factor de liberación de corticotropina (CRF) funciona
A finales de la década de 1950, fue notoria la controver- como una auténtica hormona en su papel como factor hipo-
sia en endocrinología y neurociencias respecto a la posibili- tálamo-hipofisotrópico en el complejo hipotálamo-adenohi-
dad de que las neuronas fueran capaces de producir y secre- pofisario, aunque se trata de un neurotransmisor «convencio-
tar hormonas. Es decir, ¿es posible que determinadas neuro- nal» en las áreas cortical y límbica del cerebro. Puede actuar
nas favorezcan la función endocrina? Gran parte del debate como una sustancia paracrina en la médula suprarrenal (v.
posterior, que persistió a lo largo de aproximadamente dos más adelante). Así pues, el campo ha progresado hasta el pun-
décadas, se centró en dos hallazgos principales. Liderado por to de que actualmente se lucha por caracterizar el papel de un
los esposos Scharrer en primer lugar, un grupo de neurohis- mensajero químico concreto en una regional concreta del eje
tólogos que trabajaban con especies mamíferas, así como con endocrino. Ahora, se cree firmemente en los tradicionales pa-
vertebrados inferiores e invertebrados, documentaron —me- peles endocrino y neurotransmisor de diversos péptidos a los
diante microscopio óptico y electrónico— la presencia de neu- que se ha aludido con anterioridad, pero los igualmente im-
ronas que presentaban todas las características de las células portantes papeles paracrinos de tales sustancias, a saber, la se-
endocrinas estudiadas con anterioridad. Estas células se tiñe- creción desde una célula de una sustancia que actúa sobre cé-
ron positivamente con la tinción de Gomori, lo cual se con- lulas circundantes, permanecen inexplorados. Esto, quizá, se
sideraba específico de tejidos endocrinos, e incorporaban grá- ilustra mejor en el apartado gastrointestinal, donde diversos
nulos o vesículas que contenían la sustancia endocrina pre- péptidos que funcionan como hormonas o como sustancias
tendidamente liberada por estas células. El segundo hallazgo neurotransmisoras en otros lugares, incluyendo el SNC, in-
importante de la investigación se centró en el control, por fluyen en la función celular local. Ejemplos serían el péptido
parte del cerebro, de la secreción de hormonas hipofisarias, intestinal vasoactivo, la colecistocinina y la somatostatina.
las cuales, a su vez, como se sabe desde hace mucho tiempo, Así pues, la neuroendocrinología comprende el estudio
controlan la secreción de hormonas endocrinas con dianas del papel endocrino de las células neuronales o gliales, así
periféricas, como la hormona tiroidea, esteroides gonadales, como la regulación neural de la secreción endocrina, consis-
esteroides suprarrenales, etc. Una observación crucial llevada tiendo gran parte de esta última en la biología de diversos
a cabo por diversos investigadores había demostrado previa- ejes hipotálamo-hipófiso-órgano final y las principales hor-
mente la existencia de un sistema neuroendocrino vital, a sa- monas neurohipofisarias, vasopresina y oxitocina. Como
ber, las células magnocelulares del núcleo paraventricular del consecuencia de la elegante y precisa regulación de la secre-
hipotálamo, que sintetizaban vasopresina y oxitocina, los no- ción de hormonas endocrinas periféricas, proporcionada en
napéptidos que se transportan por el axón hacia las termina- parte por la retroalimentación de hormonas secretadas peri-
ciones nerviosas de estas neuronas de la hipófisis posterior féricamente en la hipófisis y en diversos lugares del SNC, las
(neurohipófisis) y que son liberadas en respuesta a estímulos acciones de tales hormonas en el cerebro se han convertido
fisiológicos. Así, por ejemplo, la liberación de vasopresina, en parte integral de esta disciplina. La psiconeuroendocrino-
llamada comúnmente hormona antidiurética, actúa como un logía, disciplina relacionada, aparece a partir del momento
regulador crítico del balance de líquidos, y la oxitocina se en que se comprueba que existen lugares de unión (recepto-
sabe que regula el reflejo de subida de la leche durante la lac- res) para hormonas periféricas en el interior del SNC que tie-
tancia. nen poco que ver con la regulación por retroalimentación de
Actualmente, se cree que las neuronas son realmente ca- los ejes hipotálamo-hipófiso-órgano final, y con el reconoci-
paces de funcionar como tejidos endocrinos reales, sinteti- miento posterior del papel seminal del SNC en la regulación
zando y liberando sustancias conocidas como neurohormo- de la función endocrina, como por ejemplo, en el efecto del
nas, las cuales son liberadas directamente en el sistema circu- estrés en varias de estas mediciones. A menudo se establece
latorio y transportadas a sitios de acción distantes. A menudo su inicio en las observaciones pioneras de Berthold, quien
se cita como ejemplo la liberación de vasopresina desde la hi- describió que eliminando las gónadas secretoras de testoste-
pófisis posterior y su acción sobre el riñón. La acción de la li- rona en gallos, se eliminaba su comportamiento sexual. La
beración hipotalámica y los factores inhibidores de la libera- psiconeuroendocrinología se ha expandido hasta incluir los
ción en las células productoras de hormonas tróficas adeno- efectos de las hormonas en el comportamiento, así como el
hipofisarias es otro ejemplo. estudio de las alteraciones endocrinas en alteraciones psi-
Aunque era evidente la importancia de documentar la ca- quiátricas y, a la inversa, los síntomas psiquiátricos en alte-
pacidad de las neuronas para funcionar como células neuro- raciones endocrinas. De hecho, esta hijastra de la neuroen-
endocrinas, particularmente aquéllas pertenecientes al sistema docrinología y de la medicina psicosomática ha sido una de
nervioso central (SNC), el hecho de centrarse en un sistema las áreas de crecimiento más rápido en la investigación psi-
de clasificación artificial con claras demarcaciones «endocrino quiátrica, enorgulleciéndose actualmente de poseer una so-
frente a neuronal frente a neuroendocrino» rápidamente per- ciedad internacional (International Society of Psichoneuro-
2.3.3. NEUROENDOCRINOLOGÍA 219

endocrinology), una convención anual y su propia publica- más amplias sobre esta materia (1). En general, el hipotálamo
ción (Psychoneuroendocrinology). contiene neuronas que sintetizan factores de liberación y de
Una de las estrategias más empleadas en las décadas de inhibición de la liberación. Estas hormonas peptídicas, resu-
1970 y 1980, y todavía de uso ocasional en nuestros días, es midas en la figura 1, se sintetizan mediante un proceso que
la denominada estrategia de la «ventana» neuroendocrina. empieza con la transcripción de la secuencia de ADN para la
Hasta el descubrimiento relativamente reciente y disponibili- prohormona peptídica. Tras la traducción en el retículo en-
dad de técnicas funcionales de imagen cerebral, el cerebro si- doplasmático y el procesado durante el transporte axonal, y el
guió siendo relativamente inaccesible al estudio, con la ex- empaquetado en las vesículas en los nervios terminales, el
cepción del líquido cefalorraquídeo (LCR) y estudios tisula- péptido ahora activo biológicamente es liberado desde los
res post mortem. Con la aparición de las teorías de las mono- nervios terminales en la eminencia media y secretado en el
aminas en las alteraciones del estado anímico y en la esqui- plexo primario de los vasos portales hipotálamo-hipofisarios.
zofrenia, muchos investigadores intentaron sacar conclusio- A continuación es transportado humoralmente hacia los si-
nes acerca de la actividad de los circuitos noradrenérgicos, nusoides de la adenohipófisis, donde actúa sobre receptores
serotoninérgicos y dopaminérgicos en pacientes con diversas de membrana específicos en su objetivo específico: las células
alteraciones psiquiátricas mediante la medición de la secre- productoras de hormona trófica hipofisaria. La activación de
ción basal y estimulada en plasma de hormonas hipofisarias sus receptores resulta en la liberación o en la inhibición de la
y de órgano final. Existen pocas dudas de que este enfoque liberación de la hormona trófica hipofisaria. El incremento o
posee evidentes limitaciones, pero los resultados, compara- la reducción de la secreción de la hormona trófica hipofisaria
dos actualmente con enfoques más modernos, han contri- produce el correspondiente incremento o disminución en la
buido al sustancial progreso llevado a cabo en la elucidación secreción hormonal en el órgano final. Así, la hormona libe-
de la fisiopatología de las alteraciones del estado de ánimo y radora de gonadotropina, un decapéptido, induce la libera-
de la ansiedad y, en menor grado, de la esquizofrenia. Una ción de gonadotropinas, hormona luteinizante y hormona es-
asunción de la estrategia de la ventana neuroendocrina es timulante de los folículos en la adenohipófisis, lo cual, a su
que las neuronas que contienen monoaminas que regulan la
secreción endocrina se hallan alteradas (o no alteradas), del
mismo modo que los circuitos de monoaminas que se con- Factor Hormona Hormona
sideran implicados en la fisiopatología de la alteración bajo hipofisotrópico adeno- diana
estudio. Tal asunción puede ser perfectamente real en circui- hipotalámico hipofisaria endocrina
tos neurales en los que las células de origen se hallan en un
área circunscrita y se proyectan a áreas difusas más amplias CRF Estimula Estimula
del SNC (p. ej., las proyecciones serotoninérgicas y noradre- (41 aminoácidos) ACTH Cortisol
nérgicas hacia el prosencéfalo desde células del rafe y del
cuerpo cerúleo del tronco cerebral, respectivamente). En TRH Estimula Estimula
TSH T3 y T4
(3 aminoácidos)
contraste, se hallan los diferentes circuitos dopaminérgicos
en el SNC, con su bien conocida distribución topográfica Estimula
punto a punto. Así, no hay muchas razones por las que cre- Inhibe Actúa sobre
Dopamina PRL Glándula
er que la actividad de la principal proyección hipotalámica
mamaria
que contiene dopamina, el sistema tuberoinfundibular, con
pericarios en los núcleos hipotalámicos arcuato y periventri- GHRH Estimula Estimula
(44 aminoácidos) GH Somatomedina C
cular, y las proyecciones hacia la eminencia media, está, de Factor
algún modo, relacionada con la actividad de la ruta meso- de crecimiento
limbicocortical de la dopamina, con cuerpos celulares en el semejante
e
hib

a la insulina
tegmento ventral del mesencéfalo y proyecciones a núcleo
In

(16F-1)
accumbens, amígdala y regiones corticales. Esta última ruta
está implicada en la fisiopatología de la esquizofrenia. Por lo
tanto, estudios sobre la modulación de la dopamina en la se- Somatostatina
(14 aminoácidos)
creción de prolactina en la esquizofrenia es poco probable
que aporten información sobre la naturaleza de las alteracio- Hormona Estradiol
Estimula Estimula
nes neuronales de la dopamina límbica y cortical en este de- liberadora de LH, FSH Testosterona
vastador trastorno. gonadotropina Inhibina
Una gran parte de la neuroendocrinología relativa a la psi- (10 aminoácidos)
quiatría está relacionada con el eje hipotálamo-hipófiso-ór- Figura I. Hormonas del eje hipotálamo-hipófiso-órgano dia-
gano final, por lo que las alteraciones en cada uno de estos na: CRF, factor de liberación de corticotropina; TRH, hormo-
sistemas en pacientes con una afección psiquiátrica impor- na liberadora de tirotropina; TSH, hormona estimulante del ti-
tante se tratan posteriormente en este capítulo. Con el fin de roides; T3, triyodotironina; T4, tiroxina; PRL, prolactina;
evitar la repetición, se llevará a cabo una breve descripción GHRH, hormona liberadora de la hormona del crecimiento;
genérica de la organización jerárquica de los diversos compo- GH, hormona del crecimiento; LH, hormona luteinizante; FSH,
nentes de estos sistemas. Se encuentran disponibles revisiones hormona estimulante de los folículos.
220 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

vez, estimula la secreción de estrógeno en las mujeres y de mona trópica hipofisaria, y de las secreciones de las hor-
testosterona en los varones. La administración exógena intra- monas hipotálamo-hipofisarias.
venosa de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH) se • El papel de los sistemas de neurotransmisores en la regu-
conoce como prueba de estimulación de la GnRH, muy sen- lación de todo lo anterior.
sible de la actividad del eje hipotálamo-hipófiso-gonadal • Los efectos de la hormona en cada uno de los ejes endo-
(HHG). Se cree que tales pruebas de estimulación son una crinos en el SNC, alteraciones en la actividad de diversos
medida sensible de la actividad de este eje, ya que está influi- ejes endocrinos en los principales trastornos psiquiátricos
do por la secreción de GnRH, por la secreción de gonado- y, a la inversa, las consecuencias en el comportamiento de
tropina y por la retroalimentación en la hipófisis y en el ce- las endocrinopatías.
rebro mediante esteroides gonadales. La organización y los • Los efectos de las hormonas dirigidas a una glándula en el
principales mecanismos de retroalimentación demostrados SNC en individuos normales; por ejemplo, los efectos de
hasta el momento en el eje hipotálamo-adenohipofisario-ór- glucocorticoides sintéticos en los procesos de la memoria.
gano final se ilustran en la figura 2.
En resumen, la neuroendocrinología (y la disciplina con
ella relacionada, la psiconeuroendocrinología) abarca de for- ■ Eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo
ma amplia el estudio de lo siguiente:
Se sabe desde hace más de un siglo que los pacientes
• La regulación neural de las secreciones de hormonas diri- adultos con hipotiroidismo exhiben profundas alteraciones
gidas a un órgano periféricas, de las secreciones de hor- en la función del SNC, incluido el deterioro cognitivo y la

Aferentes a neuronas liberadoras de factor

Dopamina Noradrenalina Serotonina Acetilcolina

Neuronas productoras de factor ?


de liberación (y de inhibición
de la liberación)

Hormonas
hipotalámicas hipofisotrópicas
(TRH, LHRH, SRIF, MIF, CRF, G-RF)

Adenohipófisis

Hormonas adenohipofisarias
(p. ej., TSH, LH, FSH, PRL, GH, ACTH)

Órganos diana

Retroalimentación Hormonas periféricas (p. ej.,


esteroides, hormonas tiroideas)

Figura 2. Relaciones entre sistemas de neurotransmisores cerebrales, neuronas hipotalámicas peptidérgicas (factores de libera-
ción), adenohipófisis y órganos endocrinos periféricos, que muestran los círculos de retroalimentación establecidos: LHRH, hor-
mona liberadora de hormona luteinizante; SRIF, somatostatina; MIF, factor inhibidor de la liberación de melanotropina; GHRF, fac-
tor de liberación de hormona del crecimiento. Resto de abreviaturas como en la figura 1.
2.3.3. NEUROENDOCRINOLOGÍA 221

depresión. En años más recientes, la atención se ha centrado histoquímicos y de radioinmunoanálisis revelaron una distri-
en alteraciones más sutiles del eje hipotálamo-hipófiso-tiroi- bución cerebral heterogénea de la TRH. Éste fue el primero
deo (HHT) en pacientes deprimidos. El hipotiroidismo se de una serie de resultados experimentales que condujeron a la
subclasifica habitualmente en los siguientes cuatro grupos: inexorable conclusión de que este péptido y, como se co-
menta posteriormente, otras hormonas liberadoras e inhibi-
• Hipotiroidismo grado 1 o hipotiroidismo primario clási- doras de la liberación funcionan en regiones extrahipotalámi-
co, con incremento de la hormona estimulante del tiroi- cas del cerebro como sustancias neurotransmisoras. Así, la
des (TSH), aumento en las concentraciones de hormonas TRH ha demostrado producir efectos cerebrales directos, in-
tiroideas periféricas e incremento en la respuesta de la dependientemente de su acción en los tirotropos hipofisarios.
TSH a la hormona liberadora de tirotropina TRH). Se han descrito efectos antidepresivos de la TRH administra-
• Hipotiroidismo grado 2 se caracteriza por concentraciones da intravenosa e intratecalmente (3), pero no se han confir-
basales de hormona tiroidea normales, pero aumento en mado los resultados en grandes ensayos clínicos controlados
las concentraciones basales de TSH y respuesta exagerada (6). Por el contrario, diversos informes a lo largo de los últi-
de la TSH a la TRH. mos 30 años han documentado la eficacia de la T3 (25-
• Hipotiroidismo grado 3, que únicamente puede detectar- 50 mg/día) tanto en la aceleración del ritmo de presentación
se mediante una prueba de estimulación de la TRH. Los de la respuesta antidepresiva (7) como en la conversión de pa-
pacientes presentan concentraciones de hormona tiroidea cientes que no responden a la terapia antidepresiva en indivi-
basal y de TSH normales, pero respuesta exagerada de la duos que presentan respuesta (8). Estos estudios se iniciaron
TSH a la TRH. cuando se demostró que pacientes (y animales de laboratorio)
• Hipotiroidismo grado 4, que se caracteriza por hallazgos con hipotiroidismo no respondían a los agentes antidepresi-
normales en las tres pruebas de funcionalidad del eje ti- vos. Esto condujo a la hipótesis de que los pacientes con for-
roideo vistas anteriormente, pero los pacientes presentan mas sutiles de hipotiroidismo (grados 2-4) quizá no respon-
anticuerpos antitiroideos. dan óptimamente a antidepresivos a menos que sean tratados
adecuadamente con hormona tiroidea exógena. Esta hipótesis
Sin tratamiento, la mayoría de los pacientes, si no todos, está siendo comprobada actualmente en un gran ensayo clí-
progresan desde el hipotiroidismo de grado 4 hasta el hipoti- nico, que se ha propuesto determinar si la efectividad del au-
roidismo de grado 1. Diversos estudios han revelado una pro- mento de la T3 en pacientes que no responden a los antide-
porción desmesuradamente elevada de disfunción en el eje presivos se asocia con una sutil disfunción del eje HHT. Con
HHT, en su mayor parte hipotiroidismo, en pacientes con de- la clonación del receptor de la hormona tiroidea y su locali-
presión importante. En nuestro estudio piloto, pacientes con zación en el SNC, en la actualidad pueden llevarse a cabo es-
depresión comórbida y ansiedad estaban especialmente pre- tudios post mortem en tejido cerebral sobre su regulación en la
dispuestos a exhibir anomalías en el eje HHT, especialmente depresión, así como la regulación de la biosíntesis de TRH.
la presencia de hipotiroidismo grado 4, es decir, tiroiditis au- Otros pocos puntos notables merecen un estudio, aunque
toinmune asintomática. Pacientes con otros diagnósticos psi- una extensa discusión de cada uno de ellos se encuentra fue-
quiátricos importantes, incluida la esquizofrenia, parecen ra de los límites de esta revisión, con sus evidentes limitacio-
mostrar una función del eje HHT normal. nes de espacio. El primero es el papel crítico que la hormona
En pacientes que precisen la sustitución de hormonas ti- tiroidea tiene en el desarrollo del SNC, y las trágicas conse-
roideas por ablación del tiroides, Bunevicius y cols. (2) han cuencias del hipotiroidismo en las primeras etapas de la vida,
informado recientemente de que el tratamiento con una com- conocido como cretinismo, un síndrome que se asocia a re-
binación de triyodotironina (T3) y tiroxina (T4) es óptimo traso mental grave (9). El segundo es la evidente presencia en
para el estado de ánimo y para la función cognitiva, más que el SNC de cada una de las hormonas que constituyen el eje
la medicación estándar de T4 sola. HHT, es decir, la hormona tiroidea, la TSH y la TRH. La sig-
Además, se observa una respuesta aplanada de la TSH a la nificación de esta última constatación sigue siendo poco cla-
TRH en aproximadamente el 25 % de los pacientes con de- ra, aunque se considera que la TRH es un neurotransmisor en
presión importante. Esta observación, descrita por primera vez el tejido cerebral extrahipotalámico. El tercero es la descrip-
por Prange y cols. (3) y Kastin y cols. (4) hace más de 25 años, ción llevada a cabo por Hauser y cols. (10) de que un por-
ha sido replicada en muchos estudios. Por desgracia, los fun- centaje desmesuradamente elevado de pacientes con trastorno
damentos fisiopatológicos de esta observación siguen siendo por déficit de atención con hiperactividad exhibe resistencia
poco claros, aunque existen pruebas considerables de que pue- del receptor de la hormona tiroidea. Es probable que el des-
de ser debida, al menos en parte, a la hipersecreción crónica arrollo de ligandos para tomografía por emisión de positrones
de TRH y la subregulación subsiguiente del receptor de TRH para los receptores de la hormona tiroidea y la TRH aporte
en la glándula adenohipofisaria. De hecho, nuestro grupo (5) datos que incrementarán el avance en este campo.
y otros han descrito concentraciones elevadas de TRH en el lí-
quido cefalorraquídeo de pacientes deprimidos no tratados.
La TRH fue el primero de los factores liberadores hipota- ■ Eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal
lámicos caracterizados químicamente. Es un tripéptido con la
secuencia pGlu-His-Pro-NH2. Cuando fue secuenciada y se Aunque fue identificado por primera vez de forma tosca
produjo el antisuero contra el péptido, los métodos inmuno- por Saffran y cols. (11) en 1955, el factor de liberación de cor-
222 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ticotropina (CRF) no se identificó químicamente hasta que males, que se cree secundaria a la subregulación de los recep-
en 1981 Vale y cols., trabajando con extractos derivados de tores del CRF en los corticotropos tras una hipersecreción de
500.000 hipotálamos de oveja, aclararon la estructura de los larga duración, y/o a retroalimentación negativa intacta del
41 péptidos que contienen aminoácidos (12). El descubri- cortisol hipersecretado en la adenohipófisis y centros supe-
miento permitió finalmente la valoración global de la activi- riores del SNC. Como con otras medidas de la función del
dad del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal (HHS), lo que eje HHS, esta anomalía endocrina se normaliza al recuperar-
condujo asimismo al escrutinio del rol de este péptido, del se el paciente de la depresión. De hecho, alteraciones persis-
cual se sabe actualmente que coordina los efectos endocrino, tentes en la función del eje HHS, debidas tanto a la ausen-
inmunitario, autonómico y comportamental del estrés en di- cia de supresión de la dexametasona como a la hipersecreción
versas alteraciones psiquiátricas. de CRF en el líquido cefalorraquídeo, son precursoras de una
La mayoría de los investigadores estarían de acuerdo en pobre respuesta al tratamiento antidepresivo. En años recien-
que el hallazgo más importante en toda la psiquiatría bioló- tes, Holsboer y cols. (19) han sido pioneros en el empleo de
gica es la hiperactividad del eje HHS observada en un signi- una prueba combinada dexametasona-CRF, en la que se ad-
ficativo subgrupo de pacientes con depresión importante. Se ministra a los pacientes el glucocorticoide sintético y, al día
ha descrito que la magnitud de la hiperactividad del eje HHS siguiente, reciben una prueba de estimulación de CRF estan-
está correlacionada con la gravedad de la depresión (13). Han darizada. Los resultados han revelado que esta prueba pre-
aparecido, literalmente, miles de informes sobre esta materia senta mucha más sensibilidad a la detección de incrementos
desde las observaciones originales e independientes de los en la actividad del eje HHS. Actualmente se emplea para de-
grupos de investigación conducidos por Board, Bunney y tectar alteraciones en el eje HHS en los parientes de primer
Hamburg, así como por Carroll, Sachar, Stokes y Besser. Es- grado de pacientes con depresión que nunca han sido sinto-
tos estudios, llevados a cabo desde finales de la década de máticos, presentando por primera vez la cuestión de un rasgo
1950 hasta la década de 1980, emplean pruebas desarrolladas (vulnerabilidad) componente de esta medición (20).
principalmente para el diagnóstico del síndrome de Cushing Las limitaciones de espacio impiden una discusión más
en pacientes con depresión importante y otras alteraciones extensa de esta rica bibliografía, pero merece la pena tratar
psiquiátricas. Una panoplia de tales pruebas, desde cortisol li- unos pocos puntos adicionales. En primer lugar, datos preclí-
bre en orina a niveles de cortisol en el líquido cefalorraquí- nicos contundentes han documentado los efectos depresóge-
deo y el test de supresión de la dexametasona, condujeron a nos y ansiogénicos del CRF administrado exógenamente en
la inexorable conclusión de que un respetable porcentaje de animales de laboratorio. Cuando el CRF se inyectó directa-
los pacientes deprimidos mostraban hiperactividad del eje mente en el SNC produjo efectos que recordaron los sínto-
HHS. Nuestro grupo y otros, centrándose en los mecanismos mas cardinales de la depresión en los pacientes, incluyendo
responsables de estos hallazgos, documentamos el aumento disminución de la libido, reducción del apetito y pérdida de
del tamaño corticosuprarrenal (14) y de la hipófisis (15) en peso, alteraciones del sueño y neofobia. De hecho, los anta-
pacientes deprimidos, mediante tomografía computarizada gonistas de los receptores de CRF1 recientemente desarrolla-
(TC) y resonancia magnética (RM), respectivamente. La hi- dos representan una posible nueva clase de antidepresivos.
persecreción de cortisol se asocia con hipersecreción de Tales compuestos muestran actividad en virtualmente todos
ACTH (y de su producto cosecretado, el precursor de la pro- los paneles preclínicos para antidepresivos y ansiolíticos ac-
opiomelanocortina), la cual, debido a sus propiedades trófi- tualmente utilizados. Recientemente se ha identificado un se-
cas, causa también aumento de tamaño de la glándula corti- gundo receptor del CRF, el receptor CRF2. Es interesante
cosuprarrenal. Tanto las medidas directas del CRF en el lí- destacar que muestra polimorfismo genético, es decir, que
quido cefalorraquídeo (16) como las medidas directas del ocurre en más de una de las isoformas o de sus variantes que
CRF y de la expresión de su gen (expresión del ARNm CRF) naturalmente se dan. Se cree que usa el péptido urocortina
en tejido post mortem, confirmaron la hipotética hipersecre- como ligando endógeno. No hace mucho tiempo que se es-
ción de CRF en pacientes con depresión (17). De forma si- tán examinando las consecuencias a largo plazo de la hiper-
milar a la hipersecreción de cortisol, la hipersecreción de CRF secreción de cortisol en la depresión. Una de ellas parece ser
se normaliza al recuperarse el enfermo de la depresión. De la pérdida neuronal en el hipocampo, uno de los principales
hecho, actualmente existen considerables pruebas, derivadas sitios de retroalimentación para los glucocorticoides en el
tanto de estudios preclínicos como clínicos, de que la hipe- SNC. Este hecho se ha documentado recientemente median-
ractividad del CRF neuronal se reduce mediante el trata- te estudios de imagen de la estructura cerebral que emplearon
miento con diversos antidepresivos, incluidas paroxetina y RM (21). Si se produce realmente la degeneración de las neu-
fluoxetina, inhibidores selectivos de la recaptación de seroto- ronas que representan los sitios de retroalimentación de glu-
nina (ISRS), reboxetina (inhibidor de la recaptación de nor- cocorticoides en pacientes con depresión, esto debería incre-
adrenalina), venlafaxina (inhibidor dual de la recaptación de mentar la hiperactividad del eje HHS, lo cual explicaría los
noradrenalina/serotonina), desipramina (antidepresivo tricícli- numerosos artículos que informan de un aumento de la hi-
co) y tranilcipromina (inhibidor de la monoaminooxidasa), peractividad corticosuprarrenal en los pacientes de avanzada
así como con terapia electroconvulsiva (18). edad con depresión, cuando se comparan con pacientes con
Cuando los pacientes con depresión no tratados recibían depresión más jóvenes apareados.
CRF intravenoso, mostraban, como grupo, una respuesta Futuros estudios se centrarán en el desarrollo de ligandos
aplanada de ACTH en comparación con sujetos control nor- para la tomografía por emisión de positrones (PET), tanto
2.3.3. NEUROENDOCRINOLOGÍA 223

para el receptor de glucocorticoides como para el receptor del la depresión. Existen informes de hallazgos similares con
CRF, en el papel de la proteína de unión del CRF —una úni- otros estímulos sobre la hormona del crecimiento, como el
ca proteína que se liga al CRF en el líquido extracelular y el empleo de apomorfina, desipramina o levodopa. Además, la
plasma, evitando su predisposición para actuar en su recep- respuesta aplanada de la hormona del crecimiento a la cloni-
tor– y en el papel de la CRF peptidasa, que degrada el pépti- dina en pacientes con depresión es particularmente evidente
do en estados normal y patológico. Finalmente, se encuen- en aquellos que han intentado suicidarse recientemente. Es
tran los estudios de nuestro grupo y de otros, que han docu- obvia la necesidad de profundizar en el trabajo en esta área,
mentado los incrementos persistentes a largo plazo en la ac- especialmente en el contexto de diversos informes sobre alte-
tividad neuronal del CRF extrahipotalámico y del eje HHS raciones en la secreción basal de la hormona del crecimiento
tras la exposición a sucesos fatales precoces, como abuso y en este trastorno. La naturaleza de esta alteración es una re-
negligencia infantil, tanto en animales de laboratorio (ratas y ducción del aumento nocturno normal de la secreción de la
primates no humanos) como en pacientes (18, 22). Este fe- hormona del crecimiento, aunque el acuerdo sobre este pun-
nómeno se ha propuesto como principio básico para la ac- to no es generalizado. También se han descrito alteraciones
tualmente bien descrita asociación entre abuso precoz y ne- en la secreción de la hormona del crecimiento en otros tras-
gligencia y aumento de la vulnerabilidad a alteraciones del es- tornos psiquiátricos (en concreto la esquizofrenia), aunque
tado de ánimo (23-25). Una estrategia de intervención precoz los resultados puedan ser debidos en gran parte a un trata-
con antagonistas del receptor del CRF puede prevenir tales al- miento a largo plazo de esos pacientes con antagonistas del
teraciones a largo plazo en el SNC. receptor de la dopamina, fármacos antipsicóticos.
Las alteraciones del eje HHS también se han investigado La secreción de la hormona del crecimiento y la regula-
en otros trastornos psiquiátricos. Cuando la depresión es co- ción de este eje son distintas de las de otros ejes endocrinos
mórbida con diversas alteraciones, como la esclerosis múlti- por diferentes razones. En primer lugar, éste es el único eje en
ple, la enfermedad de Alzheimer, la demencia multiinfarto, la el que dos hormonas hipotálamo-hipofisotrópicas han de-
enfermedad de Huntington y otras, tanto la hipersecreción mostrado inequívocamente su papel fisiológico. La primera
del CRF como la hiperactividad del eje HHS son comunes. en ser descubierta fue la somatostatina u hormona inhibido-
No existen pruebas evidentes de disfunción en el eje HHS en ra de la hormona del crecimiento, aislada a partir de hipotá-
la esquizofrenia. Por el contrario, diversos trastornos de an- lamo ovino en 1974. Se trata de un tetradecapéptido que pre-
siedad (principalmente trastorno de estrés postraumático) se senta un puente disulfuro que une dos residuos cisteína. Se
asocian con la hipersecreción de CRF extrahipotalámico, distribuye en el SNC no solamente en las células del núcleo
como evidencian las elevadas concentraciones de CRF en el periventricular del hipotálamo, el cual se proyecta en la pro-
LCR (26), pero se asocian con medidas normales o reducidas minencia media, sino también en diversas áreas extrahipota-
de la actividad corticosuprarrenal. Finalmente, en la actuali- lámicas. De hecho, se sabe que la somatostatina funciona
dad se sabe perfectamente que la degeneración neuronal del como un neurotransmisor del SNC, siendo de particular in-
CRF se produce en la corteza cerebral de los pacientes con terés para los psiquiatras debido a su precoz implicación en
enfermedad de Alzheimer (27, 28), un efecto que ocurre tem- el proceso de la enfermedad de Alzheimer. Nuestro grupo y
poralmente antes de la implicación neuronal colinérgica, me- otros hemos documentado la notable reducción de las con-
jor estudiada. Con la reducción de las concentraciones del centraciones de somatostatina en este trastorno demenciante
CRF en la corteza cerebral, se produce un incremento recí- (28). Además, las concentraciones de somatostatina se hallan
proco en la densidad de receptores de CRF. Actualmente, to- significativamente aumentadas en los ganglios basales de pa-
davía no se sabe con certeza si la modificación de estos efec- cientes con enfermedad de Huntington (30). Las implicacio-
tos asociados a la enfermedad en el sistema neuronal del CRF nes patológicas de este hallazgo siguen siendo poco eviden-
que se observan en la corteza y en el hipocampo, puede su- tes. En contraste con los receptores de los otros péptidos des-
poner una novedosa estrategia para el tratamiento de este critos anteriormente, en los que se ha identificado uno o, a lo
trastorno demencial tan común. sumo, dos subtipos de receptores, en la actualidad se han
identificado diferentes subtipos estructurales de receptores de
somatostatina. Tal diversidad sugiere la posibilidad de que
■ Eje hipotálamo-hormona del crecimiento agonistas y antagonistas de los subtipos de receptores especí-
ficos funcionen como posibles agentes terapéuticos.
Aunque los ejes HHS y HHT se han estudiado más pro- Varios años después de que se aclarase la estructura de la
fundamente en pacientes con alteraciones psiquiátricas, exis- somatostatina, se hallo en extractos de un tumor ectópico
te el acuerdo generalizado de que una respuesta aplanada de asociado con la acromegalia el largamente postulado factor de
la hormona del crecimiento a diversos estímulos provocado- liberación de la hormona del crecimiento (GHRF). Se trata de
res (en concreto clonidina, un agonista α2-adrenérgico) en pa- un péptido de 44 aminoácidos, siendo el de distribución más
cientes con depresión es el hallazgo más consistente en la in- limitada en el SNC de todas las hormonas liberadas por el hi-
vestigación de los trastornos afectivos (29). El mecanismo que potálamo conocidas hasta el momento. La inmensa mayoría
subyace a este fenómeno sigue siendo incierto, pero es espe- del péptido se encuentra en el núcleo arcuato del hipotálamo,
cialmente interesante que, al menos en algunos estudios, pa- a partir del cual proyecta terminaciones nerviosas hacia la
rece persistir al recuperarse el enfermo de la depresión, lo que eminencia mediana. A diferencia de los otros ejes, el eje de la
sugiere su papel como rasgo marcador de la vulnerabilidad a hormona del crecimiento también es único porque no posee
224 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

una única glándula endocrina diana. De hecho, la hormona giones hipotalámicas y al área preóptica y al septo. Estimula
del crecimiento estimula la liberación de somatomedina C la secreción de la hormona luteinizante y de la hormona es-
desde el hígado y produce efectos directos sobre diversas dia- timuladora de los folículos, tanto en los varones como en las
nas, incluyendo el hueso y el músculo. La mayoría, aunque mujeres. Se sabe que la GnRH actúa estimulando los recep-
no todos, los investigadores han descrito una respuesta no tores de la GnRH en la hipófisis anterior, lo cual resulta en
aguda de la hormona del crecimiento a la GHRH en pacien- un incremento de la síntesis y liberación de gonadotropinas
tes deprimidos, pero el número total de pacientes estudiados hipofisarias, causando éstas, a su vez, la liberación de estró-
palidece al compararlo con los datos de las pruebas sobre la geno y de progesterona en las mujeres, y de testosterona en
estimulación de la TRH y el CRF. No existen datos publica- los varones. Existen pruebas de que los estrógenos, que pose-
dos sobre las respuestas de la somatomedina C a la GHRH en en receptores localizados extensivamente por todo el SNC,
pacientes con depresión. No se dispone de estudios publica- pueden presentar alguna actividad antidepresiva, aunque es-
dos en los que se hayan estudiado en tejidos post mortem de tos datos todavía no están claros (32). Existen indicios, a par-
pacientes con depresión, o en controles comparables, las con- tir de la literatura sobre ensayos clínicos, que mujeres posme-
centraciones de GHRH o la expresión del ARNm de la nopáusicas en tratamiento de sustitución con estrógenos pue-
GHRH, estudios que resultan obvios ante los datos observa- den responder mejor al tratamiento con fluoxetina que las
dos anteriormente. que no están siendo sometidas a este tratamiento (33), aun-
que la base de datos es pequeña y está cargada de elementos
de confusión.
■ Eje hipotálamo-hipófiso-gonadal
Ante las notables diferencias sexuales en el índice de pre- ■ Eje hipotálamo-prolactina
valencia de la depresión, los relativamente elevados índices de
depresión posparto, así como la reducción de la libido carac- La hormona hipofisaria, que actúa sobre la glándula ma-
terística de esta enfermedad, es plausible proponer como prin- maria, desempeña un papel crítico en la lactancia. A diferen-
cipio una reducción de la actividad del eje HHG en los pa- cia de otros ejes anteriormente descritos, éste es único, ya que
cientes deprimidos. Además, resulta sorprendente la poca in- posee un factor de liberación-inhibición no peptídico, la do-
vestigación realizada sobre la actividad del eje HHG en la de- pamina. Además, a pesar de que hay pruebas suficientes de la
presión y en otras alteraciones psiquiátricas. De hecho, una existencia de un factor de liberación de prolactina, todavía no
base de datos exhaustiva sobre esta área extraordinariamente se ha logrado su aislamiento e identificación. Una de las difi-
importante no está disponible, aunque el campo ha sido revi- cultades al intentar llevar a cabo esta tarea es la presencia de
sado recientemente (31). Una serie de viejos estudios docu- la TRH, un potente factor liberador de prolactina, que puede
mentó que no existían diferencias en los niveles basales de go- funcionar de modo fisiológico. Es importante destacar que,
nadotropina en pacientes con depresión tras ser comparados aunque la respuesta de la TSH a la TRH en pacientes con de-
con controles. La prueba de estimulación de la hormona libe- presión suele ser aplanada, la respuesta de la prolactina no lo
radora de gonadotropina (GnRH) se ha administrado única- es. Aunque los resultados no son inequívocos, muchos estu-
mente a un número reducido de pacientes con depresión. A dios no han observado alteraciones en la secreción de prolac-
pesar de que los resultados revelaron una respuesta aplanada o tina en pacientes con depresión (34). Contrastando con esta
normal, no pueden extraerse conclusiones sólidas a partir de pequeña base de datos, encontramos mucha información so-
este conjunto limitado de datos. De hecho, tales estudios re- bre el empleo de pruebas de provocación de secreción de pro-
quieren el control del estado menopáusico, la fase del ciclo lactina en pacientes con alteraciones psiquiátricas. Para resu-
menstrual, el uso de anticonceptivos orales y la medición de mirlo brevemente, utilizan sobre todo agentes que incremen-
las concentraciones plasmáticas de progesterona, estrógenos y tan la neurotransmisión serotoninérgica, como por ejemplo el
gonadotropina. Un notable hallazgo relevante para estas cues- L-triptófano, el 5-hidroxitriptófano (5-HTP) y la fenfluramina
tiones es la marcada efectividad del agonista de la GnRH leu- (tanto la forma racémica con la forma [+]). En general, la res-
prolida en el tratamiento del síndrome premenstrual. Se cree puesta de la prolactina a L-triptófano, 5-HTP, L-(+)-fenflura-
que actúa produciendo una ovariectomía química a través de mina, D-(+)-fenfluramina, clomipramina y agonistas de los re-
una marcada subregulación de los receptores de la GnRH ade- ceptores de la serotonina directos es aplanada en pacientes
nohipofisaria y la esperada reducción resultante en la secre- con depresión, así como en pacientes con trastorno de la per-
ción de gonadotropina y de esteroides gonadales. El trata- sonalidad del grupo B y trastorno límite de la personalidad.
miento a largo plazo con este compuesto puede, en teoría, re- Los datos disponibles sugieren que esta respuesta aplanada de
sultar en reducciones de la densidad ósea y riesgo de padecer la prolactina está mediada por alteraciones en la capacidad de
trastornos cardiovasculares. Además, se ha sugerido la suple- respuesta del receptor 5-HT1A.
mentación con estrógeno y progesterona en combinación con
leuprolida, a pesar de que existen informes que sostienen que
tal estrategia reduce la efectividad del tratamiento. ■ Discusión y resumen
La GnRH fue la segunda de las hormonas hipotálamo-hi-
pofisiotrópicas en ser caracterizada químicamente. Se trata de Aunque la hipótesis de que la estrategia de la ventana
un decapéptido cuya distribución se limita relativamente a re- neuroendocrina proporcionaría finalmente la información
2.3.3. NEUROENDOCRINOLOGÍA 225

tanto tiempo buscada sobre la naturaleza de las alteraciones debería proporcionar un mayor ímpetu para investigar la neu-
del circuito de monoaminas en pacientes con trastornos psi- roendocrinología de las alteraciones psiquiátricas.
quiátricos nunca ha sido confirmada, el enfoque ha conduci-
do a importantes avances en psiquiatría biológica. Se ha pos-
tulado la hipótesis del CRF de la depresión, la cual se apoya Bibliografía
en una base de datos multidisciplinaria considerable, que, a
su vez, ha dirigido el campo hacia el desarrollo de nuevos en- 1. Campeau, S., Day, H.E.W., Helmreich, D.L., Kollack-Walker, S., and
foques terapéuticos, a saber, los antagonistas del receptor del Watson, S.J. (1998). Principles of psychoneuroendocrinology.
CRF. También explica, aparentemente, el incremento de la Psychiatric Clinics of North America, 21, 259–76.
2. Bunevicius, R., Kazanavicius, G., Zalinkevicius, R., and Prange, A.J.
depresión (postulado por primera vez por Freud a principios (1999). Effects of thyroxine as compared with thyroxine plus
del siglo XX) en pacientes expuestos a traumatismo durante triiodothyronine in patients with hypothyroidism. New England
sus primeras etapas de la vida. Si el CRF es realmente la «bi- Journal of Medicine, 340, 424–9.
lis negra» de la depresión —responsable de la endocrinopatía 3. Prange, A.J., Wilson, I.C., Lara, P.P., et al. (1972). Effects of
thyrotropin-releasing hormone in depression. Lancet, 2, 999–1002.
de la depresión, así como de otras características cardinales de 4. Kastin, A.J., Ehrensing, R.H., Schlach, D.S., and Anderson, M.S.
esta alteración—, entonces los antagonistas de los receptores (1972). Improvement in mental depression with decreased thyrotropin
del CRF representarían una nueva clase de antidepresivos que response after administration of thyrotropin-releasing hormone.
Lancet, ii, 740–2.
serían bienvenidos al arsenal terapéutico. De hecho, diversas 5. Banki, C.M., Bissette, G., Arato, M., and Nemeroff, C.B. (1988).
compañías farmacéuticas están probando actualmente los an- Elevation of immunoreactive CSF TRH in depressed patients.
tagonistas de los receptores del CRF como nuevos ansiolíti- American Journal of Psychiatry, 145, 1526–31.
cos y antidepresivos en ensayos preclínicos y clínicos. 6. Nemeroff, C.B. and Evans, D.L. (1989). Thyrotropin-releasing
hormone (TRH), the thyroid axis and affective disorder. Annals of the
Además de los trabajos replicando ampliamente los datos New York Academy of Sciences, 553, 304–10.
sobre las alteraciones del eje HHS y del CRF en la depresión, 7. Prange, A.J., Wilson, I.C., Rabon, A.M., et al. (1969). Enhancement of
se añaden las anomalías en el eje HHT. La mayoría de los pa- imipramine antidepressant activity by thyroid hormone. American
cientes con depresión presentan, de hecho, alteraciones en Journal of Psychiatry, 126, 457–69.
8. Joffe, R.T., Singer, W., Levitt, A.J. et al. (1993). A placebo-controlled
uno de estos dos ejes. Adicionalmente, hay evidencia con- comparison of lithium and triiodothyronine augmentation of tricyclic
trastada del aplanamiento de la respuesta de la hormona del antidepressants in unipolar refractory depression. Archives of General
crecimiento a la clonidina y a otros estímulos y la respuesta Psychiatry, 50, 387–94.
aplanada de la prolactina a estímulos serotoninérgicos en pa- 9. Anand, K.J.S. and Nemeroff, C.B. (1996). Developmental
psychoneuroendocrinology. In Textbook of child and adolescent psychiatry
cientes con depresión. Es evidente, a partir de estos datos, (2nd edn) (ed. M. Lewis), pp. 64–86. Williams and Wilkins,
que la inmensa mayoría de los estudios se han centrado en Baltimore, MD.
pacientes con trastornos del ánimo, en concreto la depresión 10. Hauser, P., Zamethlein, A.J., Martinez, R., et al. (1993). Attention
unipolar. Asimismo, otras alteraciones, incluyendo los tras- deficit-hyper-activity disorder in people with generalized resistance to
thyroid hormone. New England Journal of Medicine, 328, 997–1001.
tornos del comportamiento alimentario, trastornos de ansie- 11. Saffran, M., Schally, A.V., and Benfey, B.G. (1955). Stimulation of
dad, la esquizofrenia y los diagnósticos del eje II deberían ser the release of corticotropin from the adenohypophysis by a
evaluadas críticamente y comparadas con los datos existentes neurohypophysial factor. Endocrinology, 57, 439–44.
sobre la depresión. La estrategia de la ventana neuroendocri- 12. Vale, W., Spiess, J., Riveir, C., et al. (1981). Characterization of a 41
residue ovine hypothalamic peptide that stimulates secretion of
na original también puede haber fracasado en la recogida de corticotropin and β-endorphin. Science, 213, 1394–7.
datos acerca de la actividad del circuito de monoaminas, pero 13. Evans, D.L. and Nemeroff, C.B. (1987). The clinical use of the
los estudios mecanicistas que le han seguido han sido nota- dexamethasone suppression test in DSM-III affective disorders:
blemente provechosos. Como se ha mencionado repetida- correlation with the severe depressive subtypes of melancholia and
psychosis. Journal of Psychiatric Research, 21, 185–94.
mente con anterioridad, la disponibilidad de ligandos que 14. Nemeroff, C.B., Krishnan, K.R.R., Reed, D., Leder, R., Beam, C., and
puedan ser utilizados en la tomografía por emisión de posi- Dunnick, N.R. (1992). Adrenal gland enlargement in major
trones con el fin de determinar las alteraciones en los recep- depression: a computed tomography study. Archives of General
tores de péptidos en el cerebro y la hipófisis de pacientes con Psychiatry, 49, 384–7.
15. Krishnan, K.R.R., Doraiswamy, P.M., Lurie, S.N., et al. (1991).
trastornos psiquiátricos, pueden suponer avances en este Pituitary size in depression. Journal of Clinical Endocrinology and
campo, como la capacidad de medir los receptores de las hor- Metabolism, 72, 256–9.
monas diana endocrinas (glucocorticoides, estrógenos, hor- 16. Heit, S., Owens, M.J., Plotsky, P., and Nemeroff, C.B. (1997).
monas tiroideas, etc.) en los cerebros de pacientes con estos Corticotropin-releasing factor, stress and depression. Neuroscientist, 3,
186–94.
graves trastornos mentales. 17. Raadsheer, F.C., Hoogendijk, W.J.G., Stam, F.C., et al. (1994).
Finalmente, es importante destacar que el creciente nú- Increased number of corticotropin-releasing hormone neurones in the
mero de datos sugiere que la depresión es un trastorno sisté- hypothalamic paraventricular nuclei of depressed patients.
Neuroendocrinology, 60, 436–44.
mico con importantes implicaciones en cuanto a la vulnera- 18. Nemeroff, C.B. (1999). The preeminent role of early untoward
bilidad a otras alteraciones. Así, es mucho más probable que experience on vulnerability to major psychiatric disorders: the
pacientes con depresión desarrollen arteriopatía coronaria e nature–nurture controversy revisited and soon to be resolved.
infarto, y, quizá, cáncer. Se ha demostrado que presentan una Molecular Psychiatry, 4, 106–8.
19. Holsboer, F., Von Bardeleben, U., Weidemann, K., et al. (1987). Serial
densidad ósea reducida, lo que supone mayor riesgo de sufrir assessment of corticotropin-releasing hormone response after
una fractura de cadera. Estos hallazgos pueden ser mediados dexamethasone in depression—implications for pathophysiology of
por las alteraciones endocrinas descritas en la depresión. Esto DST nonsuppression. Biological Psychiatry, 22, 228–34.
226 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

20. Holsboer, F., Lauer, C.J., Schreiber, W., and Krieg, J.C. (1995). centrado la atención de la investigación psicofarmacológica y
Altered hypothalamic–pituitary–adrenocortical regulations in healthy la psiquiatría biológica. De hecho, los efectos de los agentes
subjects at high familial risk for effective disorders. Neuroendocrinology,
62, 340–7. psicofarmacológicos en las monoaminas cerebrales fueron ex-
21. Sheline, Y.I., Wang, P.W., Gado, M.H., et al. (1996). Hippocampal tensamente estudiados mucho antes de que se formularan es-
atrophy in recurrent major depression. Proceedings of the National tas hipótesis, siendo dogmas cardinales en los que se basaron
Academy of Sciences of the United States of America, 93, 3908–13. tales teorías. Como se remarcará en este capítulo, desde en-
22. Coplan, J.D., Andrews, M.W., Rosenblum, L.A., et al. (1996).
Persistent elevations of cerebrospinal fluid concentrations of tonces se ha producido una explosión de conocimientos en
corticotropin-releasing factor in adult non-human primates exposed to este campo. Este hecho ha implicado un cambio a la hora de
early life stressors: implications for the pathophysiology of mood and resaltar los mismos neurotransmisores hacia la multitud de re-
anxiety disorders. Proceedings of the National Academy of Sciences of the
United States of America, 93, 1619–23.
ceptores sobre los que actúan, y hacia mecanismos distales a
23. Kendler, K.S., Neale, M.C., Kessler, R.C., Heath, A.C., and Eaves, los receptores, que incluyen efectos en la expresión de genes
L.J. (1992). Childhood parental loss and adult psychopathology in diana. La creciente complejidad del campo supone una carga
women. A twin-study perspective. Archives of General Psychiatry, 49, de conocimientos todavía mayor para el psiquiatra contempo-
109–16.
24. McCauley, J., Kern, D., Kolodner, K., et al. (1997). Clinical
ráneo de la que se exigió a sus predecesores cuando sólo se
characteristics of women with an history of childhood abuse. Journal consideraban unos cuantos neurotransmisores y un limitado
of the American Medical Association, 277, 1362–8. número de receptores. Sin embargo, con tal complejidad se
25. Agid, O., Shapira, B., Zislin, J., et al. (1999). Environment and abre un abanico de posibilidades mucho más amplio para en-
vulnerability to major psychiatric illness: a case control study of early
parental loss in major depression, bipolar depression and
tender el mecanismo de acción de un antidepresivo, un antip-
schizophrenia. Molecular Psychiatry, 4, 163–72. sicótico y otros fármacos psicotrópicos, y un amplio número
26. Bremner, J.D., Licinio, J., Darnell, A., et al. (1997). Elevated CSF de posibles dianas para el desarrollo de nuevos fármacos.
corticotropin-releasing factor concentrations in posttraumatic stress Los neurotransmisores en el cerebro, como las hormonas
disorder. American Journal of Psychiatry, 154, 624–9.
27. Bissette, G., Reynolds, G.P., Kilts, C.D., Widerlov, E., and Nemeroff,
en la periferia, localizan extracelularmente y ejercen sus efec-
C.B. (1985). Corticotropin-releasing factor-like immunoreactivity in tos al unirse a receptores situados en la superficie externa de la
senile dementia of the Alzheimer type: reduced cortical and striatal membrana celular. La transmisión del mensaje transportado
concentrations. Journal of the American Medical Association, 254, por el neurotransmisor más allá de la membrana de la célula
3067–9.
28. Bissette, G., Cook, L., Smith, W., Dole, K.C., Crain, B., and depende, por lo tanto, de la activación por parte del receptor
Nemeroff, C.B. (1998). Regional neuropeptide pathology in de un sistema de señales que no está limitado por la conten-
Alzheimer’s disease: corticotropin-releasing factor and somatostatin. ción física de la membrana. Los receptores de los neurotrans-
Journal of Alzheimer’s Disease, 1, 1–15. misores en el sistema nervioso central se han dividido en dos
29. Checkley, S.A., Slade, A.P., and Shur, P. (1981). Growth hormone
and other responses to clonidine in patients with endogenous clases (1). Los de la primera clase, conocidos como receptores
depression. British Journal of Psychiatry, 138, 51–5. ionotrópicos, están unidos directamente a los canales iónicos
30. Nemeroff, C.B., Youngblood, W.W., Manberg, P.J., Prange, A.J. Jr, y responden a la activación del neurotransmisor en un tiempo
and Kizer, J.S. (1983). Regional brain concentrations of neuropeptides de un milisegundo. Cada receptor está formado por una pro-
in Huntington’s chorea and schizophrenia. Science, 221, 972–5.
31. Young, E. and Korszun, A. (1998). Psychoneuroendocrinology of teína transmembrana oligomérica que contiene tanto el canal
depression, hypothalamic–pituitary–gonadal axis. Psychiatric Clinics of iónico como la localización, o las localizaciones, de unión de
North America, 21, 309–23. los agonistas. La masa molecular del oligómero es de 200 a
32. Schmidt, P., Rubinow, D., Neuman, L., et al. (1999). Estrogen 250 kDa, y consta de subunidades de cerca de 50 kDa, cada
replacement in perimenopause-related depression: a preliminary
report. American Journal of Obstetrics and Gynecology, in press. una de las cuales contiene cuatro segmentos transmembrana.
33. Schneider, L.S., Small, G.W., Hamilton, S.H., Bystritsky, A., Ejemplos de receptores de clase I son los receptores colinérgi-
Nemeroff, C.B., Myers, B.S., and the fluoxetine collaborative study cos nicotínicos, el receptor del ácido γ-aminobutírico A (GA-
group (1997). Estrogen replacement and response to fluoxetine in a BAA), y los receptores de la glicina y el glutamato.
multicenter geriatric depression trial. American Journal of Geriatric
Psychiatry, 5, 97–106. Los de la segunda clase, conocidos como receptores meta-
34. Nicholas, L., Dawkins, K., and Golden, R. (1998). botrópicos, median respuestas a lo largo de un prolongado pe-
Psychoneuroendocrinology of depression—prolactin. Psychiatric Clinics ríodo de tiempo, con una latencia de presentación de, como
of North America, 21, 341–58.
mínimo, 30 min, lo que sirve en general para modular las se-
ñales generadas por receptores de clase I. Los receptores de cla-
se II presentan una típica estructura heptahelicoidea, con siete
dominios hidrófobos transmembrana unidos mediante grupos
2.3.4 Neurotransmisores hidrofílicos (fig. 1) (2). Unido al extremo N-terminal, hay un
gran lazo extracelular que contiene el dominio de unión,
y segundos mensajeros mientras que el extremo C-terminal es citoplasmático. Estos
receptores están unidos a unidades efectoras, las cuales son
Michael E. Newman y Bernard Lerer tanto canales de iones como enzimas, responsables de generar
pequeñas moléculas que, en general, son capaces de difundir
Desde que se establecieron las hipótesis acerca de la rela- intracelularmente. Estas pequeñas moléculas fueron denomi-
ción entre la catecolamina y la indolamina en la depresión y nadas originalmente segundos mensajeros, ya que propagaban
la dopamina en la esquizofrenia, el efecto de los fármacos psi- la señal transportada inicialmente por un neurotransmisor o
cotrópicos en las monoaminas cerebrales y sus receptores ha primer mensajero. Sin embargo, actualmente resulta evidente
2.3.4. NEUROTRANSMISORES Y SEGUNDOS MENSAJEROS 227

CHO CHO
NH2

Receptor β2-adrenérgico humano

Superficie extracelular

Superficie citoplasmática

COOH

Figura I. Estructura de un receptor metabotrópico (unido a proteína G). El receptor ilustrado es el receptor β2-adrenérgico
humano, pero su estructura es similar a la que presenta el receptor β1-adrenérgico, el receptor muscarínico de la acetilcolina y
la rodopsina. El receptor posee siete regiones hidrofóbicas que amplían la membrana plasmática, creando de esta manera lazos
tanto extracelulares como intracelulares. El extremo amino es extracelular mientras que la región carboxiterminal es citoplasmá-
tica. (Reproducido con la autorización de R. J. Lefkowitz, B. K. Kobilka y M. G. Caron (1989). The new biology of drug recep-
tors. Biochemical Pharmacology, 38, 2941-8.)

que estas moléculas representan un paso a lo largo de una ruta 1950, era la molécula adenosín 3!,5!-monofosfato cíclico, ac-
de sucesos secuenciales, a la que se ha denominado cascada de tualmente denominada AMP cíclico (AMPc). Un ejemplo de
señales de transducción. Además, en la actualidad se han des- los primeros trabajos sobre la medición de este compuesto en
crito múltiples interacciones entre cascadas de señales, que ini- el tejido cerebral fue la determinación llevada a cabo por Ka-
cialmente se pensó que existían independientemente. Aunque kiuchi y cols. (3) de que la estimulación eléctrica de cortes ais-
el término «segundo mensajero» será el utilizado en este capí- lados de corteza de cobayas incrementaba en diez veces los
tulo como consecuencia de su importancia histórica, debería niveles de AMPc. La caracterización en el tejido cerebral de
quedar claro que la función general de las moléculas que cons- la enzima adenilato ciclasa, que forma AMPc a partir del ade-
tituyen segundos mensajeros no difiere de la de otras molécu- nosín trifosfato, y la enzima fosfodiesterasa, que degrada el
las que participan en la cascada de señales. Por lo tanto, lo AMPc a adenosín 5!-monofosfato (AMP), fue seguida del des-
más correcto sería emplear el término «mensajero intracelular» cubrimiento, en gran parte llevado a cabo por un grupo lide-
para todas estas sustancias. rado por Greengard, de que la adenilato ciclasa puede ser es-
timulada por neurotransmisores como la noradrenalina, la
dopamina y la histamina, lo que proporcionó así una base
■ Segundos mensajeros «clásicos» para la acción del AMPc como segundo mensajero en neuro-
nas que tuvieran receptores para estos compuestos.
Se conocen dos segundos mensajeros principales. El pri- El otro principal segundo mensajero es el inositol 1,4,5-
mero fue caracterizado, por Sutherland y Rall en la década de trifosfato, un compuesto soluble en agua derivado de la hi-
228 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

drólisis del fosfolípido de membrana fosfatidilinositol 4,5-


H
bifosfato por la enzima fosfolipasa C. Hokin y Hokin ob-
servaron por primera vez, en 1953, el ciclo del fosfatidilino-
sitol, en el cual cierta cantidad de fosfoinosítidos ligados a R
membrana, los cuales constituyen el 5 % de los fosfolípidos Gq/Go
PI PIP PIP2
de la membrana, es estimulada por neurotransmisores como PLC
la acetilcolina. Sin embargo, no se reconoció la importancia
de este proceso hasta que Michell (4) demostró que la hi-
drólisis de los fosfoinosítidos estaba relacionada con un in- CDP-DAG AP DAG Ins 1,4,5-P3
cremento de la concentración intracelular del ion calcio. Un
estímulo adicional para el estudio de esta ruta metabólica la Ins 1,4-P2 Ins 1,3,4,5-P4
proporcionó el trabajo de Berridge y cols. (5), quienes de- Li+
mostraron en 1982 que el litio inhibe el ciclo de los fosfoi- Inositol
nosítidos y conduce a la depleción del inositol cerebral y la Li+
acumulación de fosfatos de inositol. Aunque al principio no Ins 1,3,4,-P3
se sabía con seguridad cuál de estas moléculas (fosfatidili-
nositol, fosfatidilinositol 4-fosfato o fosfatidilinositol 4,5-bi- Figura 2. El ciclo fosfoinosítido. Cuando se ocupa el recep-
fosfato) era hidrolizada bajo condiciones de estimulación tor (R) por un neurotransmisor o una hormona (H), se inicia
por neurotransmisores para formar un segundo mensajero, la hidrólisis del fosfatidil inositol 4,5-bisfosfato (PIP2) por la
en la actualidad resulta evidente que la molécula relevante fosfolipasa C (PLC). La señal es transportada desde el recep-
es el fosfatidilinositol 4,5-bifosfato, y que el fosfatidilinosi- tor al efector (PLC) mediante diferentes clases de proteínas
tol 1,4,5-trifosfato es el segundo mensajero activo, mientras G (Gq o Go). La hidrólisis provoca la formación de dos se-
que el inositol bifosfato y el inositol monofosfato, en sus di- gundos mensajeros, el inositol 1,4,5-trifosfato (Ins 1,4,5-P3,
IP3) y el diacilglicerol (DAG). El IP3 puede ser desfosforilado a
versas formas isoméricas, son productos del metabolismo
inositol 1,4-bisfosfato (Ins 1,4-P2) o fosforilado para formar el
del inositol 1,4,5-trifosfato (fig. 2). Otra ruta metabólica im-
inositol 1,3,4,5-tetrafosfato (Ins 1,3,4,5-P4), el cual es, a su vez,
plica la fosforilación del inositol 1,4,5-trifosfato a inositol desfosforilado para dar el inositol 1,3,4-trifosfato (Ins 1,3,4-
1,3,4,5-tetrafosfato, el cual, es a su vez, descompuesto por P3). Las líneas horizontales gruesas indican puntos de inhibi-
una enzima fosfatasa, produciendo inositol 1,3,4-trifosfato. ción de las enzimas fosfatasa por acción del ion litio (Li+). La
El inositol 1,4,5-trifosfato actúa uniéndose a receptores del resíntesis de los fosfoinosítidos se produce mediante la trans-
retículo endoplasmático y liberando iones calcio al citoplas- ferencia al inositol de la mitad ácido fosfatídico (AP) del citi-
ma. El calcio en sí mismo posee muchas funciones en el in- dín-difosfoglicerol (CDP-DAG), que genera de esta manera el
terior de la célula (v. posteriormente), con lo que a menudo fosfatidil inositol (PI). Éste es fosforilado entonces a fosfatidil
también se le denomina segundo mensajero. La hidrólisis inositol 4-fosfato (PIP), y fosforilado de nuevo a PIP2. (Repro-
del fosfatidilinositol 4,5-bifosfato también conduce a la for- ducido con autorización de H. K. Manji y R. H. Lenox [1994].
mación de diacilglicerol, un segundo mensajero que actúa Long-term action of lithium: a role for transcriptional and
estimulando la enzima proteincinasa C (v. posteriormente). post-transcriptional factors regulated by protein kinase C.
El ciclo se completa con la resíntesis del fosfatidilinositol Synapse, 16, 11-28.)
mediante la transferencia de la mitad del ácido fosfatídico
de la molécula de citidindifosfato diacilglicerol al mioinosi-
tol. Este proceso es esencial en el mantenimiento de un ni-
vel suficientemente elevado de fosfoinosítidos, ya que en la estas proteínas, inicialmente llamadas proteínas N (ligadas a
mayoría de los tejidos el inositol no se obtiene de la co- nucleótido), se las conoce universalmente como proteínas G
rriente sanguínea, y por lo tanto éste debe proceder del re- (proteínas ligadas al nucleótido guanil).
ciclado intracelular. Actualmente se sabe que existen cuatro familias principa-
les de proteínas G (tabla 1), definidas en base a sus homolo-
gías de secuencias (7). Inicialmente se pensó que cada proteí-
■ Sistemas de transducción: proteínas G na G se acoplaba solamente a una única molécula efectora, y,
por lo tanto, se designaron las proteínas G con letras que es-
En un primer momento se creyó que las enzimas respon- pecificaban su acción, como por ejemplo, Ge y Gi para esti-
sables de la formación de los segundos mensajeros estaban di- mulación e inhibición de la adenilato ciclasa, respectivamen-
rectamente ligadas a receptores de membrana. Sin embargo, te. En la actualidad, se sabe que las proteínas G son «promis-
el trabajo pionero de Gilman y Rodbell (6), por el que fueron cuas», ya que pueden interaccionar con más de un sistema
galardonados con el premio Nobel en 1994, demostró que efector. La Ge, por ejemplo, no sólo es capaz de estimular la
existe otra clase de proteína que media entre los receptores y adenilato ciclasa sino también de abrir canales de calcio de
las enzimas efectoras, siendo por lo tanto responsable del tipo L. La Go, un miembro de la clase Gi, está unida a los ca-
efecto actualmente conocido como «acoplamiento receptor- nales de calcio y, en algunos sistemas, a la hidrólisis de los
efector». La activación de estas proteínas requiere la unión del polifosfoinosítidos vía estimulación de la fosfolipasa C. Otro
nucleótido de guanina guanosín trifosfato. En la actualidad, miembro de la clase Gi es la proteína Gt, originariamente lla-
2.3.4. NEUROTRANSMISORES Y SEGUNDOS MENSAJEROS 229

Tabla 1. Subunidades α de las proteínas G de mamíferos

Familia Subunidad Distribución tisular Agonistas del receptor Efectores

αe αe(s) Ubicua r β-adrenérgico. TSH r↑ Adenilato ciclasa


Dos variantes de corte u PIV; dopamina D u↑ Canales de Ca2+
αe(1)
w adenosín A 1
w↑ (tipo L)
u 2 u
Dos variantes de corte q histamina H2 q↓ Canales de Na+

αolf Epitelio olfatorio Estímulos olfativos ↑ Adenilato ciclasa (tipo III)

αi αi1 Casi ubicua r α -adrenérgico r↑ Canales de K+


αi2 Ubicua
u dopamina
2
D2, D4 u↓ Canales de Ca2+
u u↓
αi3 Casi ubicua u 5-HT-la, metencefalina Adenilato ciclasa
αo1 Cerebro w adenosín A1 w (tipos I, III, V, VI)
αo2 Cerebro u somatostatina u↑ PCL
u colinérgicos u
q↑ PLA-2
u muscarínicos M , M
q 2 4

αt1 Bastones de la retina Rodopsina ↑ GMPc PDE


αt2 Conos de la retina Conopsina ↑ GMPc PDE
αg Papilas gustativas ¿Estímulos gustativos? ?
αz Cerebro, glándula ¿Muscarínicos M2? ?
suprarrenal,
plaquetas

αq αq Ubicua r α1-adrenérgico r ↑ Fosfolipasa


Ubicua u muscarínicos M1, M3 u C-β
α11 w
α14 Riñón, pulmón, bazo u histamina H u (β3 > β1 >> β2 = β4)
u 1 q
α15/16 Células u tromboxano A2
hematopoyéticas w neurocinina
u bombesina
u endotelina
u vasopresina V1
u bradicinina B
q 2

α12 α12 Ubicua Tromboxano A2 ?


α13 Ubicua Trombina ?

Varios de los receptores y proteínas G citadas no se hallaron en el sistema nervioso central, pero se han incluido con el fin de que la lista sea completa.
TSH, hormona estimulante del tiroides; PIV, péptido intestinal vasoactivo; 5-HT, 5-hidroxitriptamina (serotonina); PLC, fosfolipasa C; PLA, fosfolipasa A; GMPc,
guanosín monofosfato cíclico; PDE, fosfodiesterasa.
Modificado a partir de Hepler y Gilman (20) y Offermans y Schultz (21).

mada transducina, que se acopla a la enzima fosfodiesterasa El mecanismo por el cual se activan las proteínas G es ac-
del guanosín monofosfato cíclico (GMPc). Las otras dos cla- tualmente (fig. 3). La interacción de un ligando con un re-
ses de proteína G son la Gq, que se acopla a la fosfolipasa C- ceptor resulta en la disociación de la subunidad α del com-
β, y la G12, de la que no se conoce el sistema efector. Cada plejo y en el cambio de un guanosín difosfato unido por un
una de las proteínas G está formada por subunidades α, β y guanosín trifosfato. Las unidades α disociadas activan enton-
γ, siendo la subunidad α la que confiere especificidad. En un ces los efectores intracelulares relevantes e hidrolizan el gua-
principio, se pensó que las subunidades β y γ eran similares o nosín trifosfato ligado a guanosín difosfato vía una guanosín
intercambiables en los heterotrímeros de todas las proteínas difosfatasa intrínseca, que facilita de esta manera la reasocia-
G. Sin embargo, actualmente se sabe que existen al menos ción del heterotrímero α-β-γ inactivo y finalizando la señal.
cinco subunidades β y once subunidades γ. No se sabe si cier- La ribosilación de las unidades α adenosindifosfato a través
tas subunidades α prefieren determinados complejos βγ. Los de toxinas bacterianas explica, por un lado, las enfermedades
estudios sobre clonación molecular han identificado, como producidas por bacterias relevantes, y posibilita, por el otro,
mínimo, cuatro formas de la subunidad α en la Ge que pue- la intervención en el ciclo de activación de la proteína G.
den resultar del corte alternativo de un único precursor Este hecho puede utilizarse para establecer la identidad de la
ARNm. Tres formas de la subunidad α de Gi, que parecen ser proteína G implicada en un proceso fisiológico concreto. La
productos de tres genes distintos, han sido identificadas y de- modificación de la Ge por la toxina del cólera inhibe la acti-
nominadas Gi1-α, Gi2-α y Gi3-α. El tejido neural contiene so- vidad de la guanosín trifosfatasa y conduce a la estimulación
bre todo Gi1-α y Gi2-α, mientras que las plaquetas contienen constitutiva de la formación de AMPc, mientras que la toxi-
Gi2-α y Gi3-α. na de la tos ferina (pertussis) modifica la Gi y la Go, y bloquea
230 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Tabla 2. Adenilato ciclasas de mamíferos (agrupadas por


relación estructural)
α-GDP
Tipo Estimulada por Inhibida por Pincipales fuentes
β γ α-GDP
I αe (ligeramente), Ca2+ αia, βγ Circunvolución dentada,
hipocampo
β γ III αe, Ca2+ Epitelio olfatorio
R GDP VIII αe (ligeramente), Ca2+ Hipocampo
II αe, βγ, PKC Cerebelo
IV αe, βγ Escaso
α α-GTP VII αe, PKC Cerebelo
V αe αi, Ca2+ Núcleo caudado
β γ VI αe αi, Ca2+ Corazón
a
Inhibición por αi solamente al ser estimulada con Ca2+.
R GTP Modificado a partir de Mons y Cooper (22) y Cooper y cols. (23).

Figura 3. El ciclo de activación de la proteína G. Durante la


implicada en los procesos de transducción de la señal que
activación mediante un receptor (R), el guanosín trifosfato
(GTP) se une a la unidad α del heterotrímero de la proteína dan lugar a la respuesta. Por ejemplo, se ha demostrado que
G (α-β-γ) e induce su disociación en unidades α-GTP y βγ. En- la inhibición de los canales de calcio por receptores de la so-
tonces, se hidroliza el GTP a guanosín difosfato (GDP) me- matostatina en las células GH3 está mediada por la combina-
diante la guanosín trifosfatasa (GTPasa), enzima intrínseca de ción αo2β1γ3, mientras que la inhibición por receptores mus-
la unidad α, y entonces se recombina la unidad α-GDP inacti- carínicos M4 está mediada por αo1β1γ4 (8).
va con la βγ. (Reproducido con autorización de P. C. Stern- La función principal desempeñada por las proteínas G en
weis e I.-H. Pang [1990]. The G protein-channel connection. el proceso de transducción de la señal se explica por la pre-
Trends in Neurosciences, 13, 122-6.) sencia de moléculas de proteína G que superan en mucho las
moléculas receptoras en cualquier célula. Las proteínas G ac-
túan, por lo tanto, amplificando las señales químicas relativa-
mente pequeñas, generadas por las moléculas transmisoras y
la transducción de la señal al desacoplar la proteína G de su receptoras. El elevado grado de complejidad generada por la
receptor. La sensibilidad a la toxina de pertussis es una carac- interacción de los receptores acoplados a las proteínas G con
terística del grupo Gi de las proteínas G, siendo la única ex- estas mismas proteínas puede ser un mecanismo mediante el
cepción la proteína Gz. Es importante destacar que los recep- cual las neuronas adquieren la flexibilidad necesaria para ge-
tores pueden estar asociados a la hidrólisis de fosfoinosítidos nerar la amplia variedad de respuestas observadas en el siste-
mediante Gi o Go sensibles a la toxina de pertussis, o median- ma nervioso central.
te Gq insensible a la toxina de pertussis.
Los últimos años han constituido un drástico período de
transición para comprender el papel desempeñado por las dis- ■ Enzimas efectoras: adenilato ciclasa
tintas subunidades de las proteínas G. Inicialmente se creyó
que los mensajes eran transportados únicamente por las uni- En la actualidad se han purificado ocho isoenzimas de la
dades α, y que las unidades βγ servían para finalizar los men- adenilato ciclasa a partir de tejidos de mamíferos (v. tabla 2)
sajes al combinarse con ellos, de modo que inactivasen las uni- (9). Estas proteínas tienen pesos moleculares de aproximada-
dades α. Actualmente se sabe que las unidades βγ poseen mente 120.000 y una compleja topología dentro de la mem-
efectos bien determinados en algunas isoformas de los siste- brana, que consiste en un corto extremo amino citoplasmáti-
mas de segundos mensajeros clásicos, incluidas las fosfolipa- co seguido de seis trayectos transmembranal, un gran domi-
sas C-β2 y C-β3, y diversos canales de iones potasio, calcio e nio citoplasmático, un segundo conjunto de seis trayectos
incluso sodio, que responden a la proteína G. Además, algu- transmembrana, y un gran dominio carboxiterminal intrace-
nas isoformas de la adenilato ciclasa se activan a través de las lular (fig. 4). Esta estructura guarda una asombrosa similitud
unidades βγ, mientras que otras se inhiben (tabla 2). Mientras con las proteínas transportadoras de membrana. Los domi-
que estudios in vitro han demostrado que pueden existir mu- nios transmembrana no están muy conservados entre las dis-
chas combinaciones de unidades α y unidades βγ, puede exis- tintas adenilato ciclasas, que comparten poca, o ninguna, ho-
tir un alto grado de especificidad in vivo tanto para interac- mología con los dominios transmembrana de los canales de
ciones entre unidades α y unidades βγ, como para interac- iones, los cuales se han conservado en gran medida. Las iso-
ciones entre los receptores y las proteínas G. Este hecho ha enzimas pueden dividirse en tres grupos según las similitudes
sido demostrado empleando oligonucleótidos de sentido con- de la secuencia y las propiedades que regulatorias que com-
trario con el fin de suprimir la traducción de subunidades es- parten. El primer grupo, que comprende los tipos I, III y VIII,
pecíficas de las proteínas G. El examen de la posterior res- es sensible a la estimulación de iones calcio, junto con su pro-
puesta celular alterada indica si la subunidad específica está teína de unión, la calmodulina, y en menor grado por la Ge.
2.3.4. NEUROTRANSMISORES Y SEGUNDOS MENSAJEROS 231

M1 M2

OR Canal
de Ca2+

GTP IP3
Golf PLC
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 PIP2
GDP Calmodulina
ATP GDP
AC G Estímulos
AMPc Amplificación GTP olfativos

N Canal de OR
C1a C2a cationes Cationes

Despolarización
C1b C2b
Figura 5. Activación dual de la adenilato ciclasa olfativa (AC)
de tipo III mediante la activación olfativa de la Golf y la Ca2+-
Figura 4. Estructura de la adenilato ciclasa. Los 12 cilindros calmodulina resultante de la síntesis de inositol trifosfato (IP3).
representan los dominios transmembrana, divididos en dos Los estímulos olfativos interactúan con receptores olfativos
grupos, M1 y M2. El extremo amino N es citoplasmático y pre- (OR), los cuales están acoplados con la adenilato ciclasa o la
senta dos grandes dominios citoplasmáticos, C1 y C2, cada uno fosfolipasa C (PLC). (Reproducido con autorización de R. R.
de los cuales se subdivide en regiones de gran similitud de ami- H. Anholt [1994]. Signal integration in the nervous system:
noácidos entre todos los miembros de la familia, indicadas en adenylate cyclase as molecular coincidence detectors. Trends in
negrita y marcadas como C1b y C2b. (Reproducido con autori- Neurosciences, 17, 37-41.)
zación de R. Taussig y A. G. Gilman [1995]. Mammalian mem-
brane-bound adenylyl cyclases. Journal of Biological Chemistry,
270, 1-4.)
superiores a los inducidos por una mezcla de estímulos olfa-
tivos. La activación de la adenilato ciclasa de tipo III por la
calmodulina es más efectiva cuando la enzima está asociada a
El tipo I es inhibido por las unidades βγ, mientras que el la subunidad α activada de la proteína Golf, que contiene gua-
tipo III, que se halla en grandes cantidades en las neuronas nosín trifosfato, permitiendo así una amplificación significa-
olfatorias, es insensible a las unidades βγ. El segundo grupo, tiva de la señal olfativa.
que comprende los tipos II, IV y VII, se activa por la unidad
αe y sinérgicamente por las unidades βγ, habiéndose pro-
puesto que actúan como «detectores de coincidencia»; es de- ■ Otras acciones de los segundos
cir, son moléculas que integran mensajes producidos por dis- mensajeros: cascadas de fosforilación
tintas fuentes. Esto puede explicar los incrementos observa-
dos en el hipocampo en la formación de AMPc como resul- La primera acción conocida del AMPc fue la de regulador
tado de la activación de los receptores que no están acopla- del metabolismo del glucógeno. Actualmente se sabe que el
dos a la proteína Ge, como el receptor de la serotonina 5- AMPc posee diversas funciones en la célula. Todas sus accio-
HT1A. El tejido cerebral posee grandes cantidades de Go, lo nes son mediadas a través de la activación de la proteincina-
que representa el 0,5 % del total de proteínas del cerebro. La sa dependiente del AMPc, una enzima constituida por dos
disociación de esta proteína G proporciona ingentes cantida- unidades reguladoras y dos unidades catalíticas. La unión de
des de unidades βγ, las cuales actuarán sinérgicamente con dos moléculas de AMPc a las subunidades reguladoras hace
las unidades αe con la finalidad de activar la adenilato cicla- que se liberen las dos subunidades catalíticas, que rápida-
sa. El tercer grupo, que comprende los tipos V y VI, se acti- mente fosforilan la membrana o las proteínas citoplasmáticas.
va por la unidad αe y se inhibe por la unidad αi, y también Además de la proteincinasa dependiente del AMPc, las célu-
por los iones calcio. las también contienen una proteincinasa dependiente del
La figura 5 ilustra la acción de la adenilato ciclasa de tipo GMPc (proteincinasa C) que se activa con el diacilglicerol, y
III como detector de coincidencia (10). La interacción de es- diversas cinasas dependientes del calcio. Éstas pueden ser ac-
tímulos olfativos con sus receptores en el epitelio nasal con- tivadas por iones de calcio producidos extracelularmente vía
duce a la disociación de la proteína Golf de la G, un miembro canales de calcio de tipo L, dependientes del voltaje, o a par-
de la familia Ge, en unidades βγ y α, las cuales activan la ade- tir de reservas intracelulares resultado de la acción del inosi-
nilato ciclasa. La activación simultánea de la ruta del inositol tol 1,4,5-trifosfato en el retículo endoplasmático.
1,4,5-trifosfato produce la liberación de iones calcio que se Las proteincinasas activadas por segundos mensajeros se
unen a la calmodulina y como resultado se produce una ma- denominan generalmente proteincinasas serina/treonina, ya
yor activación de la enzima adenilato ciclasa. La calmodulina que los aceptores del fosfato en las moléculas diana son resi-
es abundante en las neuronas olfatorias, lo que puede con- duos serina o treonina. En la proteincinasa, la cinasa depen-
ducir a la generación de niveles de AMPc de tres a seis veces diente del GMPc y la cinasa dependiente de Ca2+-calmoduli-
232 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

na, los dominios reguladores y catalíticos forman parte de la na unida al elemento de respuesta al AMPc/calcio. La fosfo-
misma cadena de polipéptidos. La unión del segundo mensa- rilación de esta proteína requiere la traslocación de una pro-
jero hace que se desdoble la molécula, con lo que se expone teincinasa del citoplasma a la membrana nuclear. La proteína
y activa la región catalítica. Las reacciones de fosforilación fosforilada induce la transcripción del gen al unirse a una se-
mediadas por estas cinasas pueden servir para integrar señales cuencia del ADN denominada elemento de unión al AMPc.
transmitidas por diversos segundos mensajeros. Los sustratos La activación de la transcripción requiere sinergismo entre la
para la fosforilación incluyen, en muchos casos, las mismas proteína unida al elemento de respuesta al AMPc/calcio y la
enzimas cinasas. Las unidades reguladoras de la proteincinasa proteinfosfatasa dependiente del calcio, la calcineurina. Así,
dependiente del AMPc, por ejemplo, pueden ser fosforiladas el elemento de unión al AMPc actúa como un detector de
por las unidades catalíticas de la misma enzima. Este proceso coincidencia.
de autofosforilación provoca una menor proporción de re- Ejemplos de genes cuya transcripción se activa cuando el
combinación entre las unidades reguladoras y catalíticas, que sitio del elemento de unión al AMPc está ocupado incluyen
se produce cuando la concentración de AMPc dentro de la los «genes inmediato-precoz», como los c-fos y c-jun. El pro-
célula es baja. ducto de estos genes, conocidos como proteínas Fos o Jun,
son en sí mismos factores de transcripción, capaces de regu-
lar la expresión de gran variedad de otros genes, incluidos ge-
Enzimas proteinfosfatasa nes para enzimas sintéticas de neurotransmisores como la ti-
roxín hidroxilasa, y para neuropéptidos como el dinorfín. En
Aunque en la mayoría de casos la actividad biológica pro- algunos casos, la transcripción génica está controlada por un
viene de la fosforilación mediada por una cinasa de una pro- dímero de las proteínas Fos y Jun, conocido como factor de
teína que actúa como sustrato, en algunos casos se requiere la transcripción AP-1. De esta forma, los genes inmediato-pre-
desfosforilación de proteínas fosforiladas por enzimas fosfata- coz proporcionan un nexo de unión entre los cambios ocu-
sa con la finalidad de que sirvan de señal. Actualmente se co- rridos en el nivel receptor/segundo mensajero en la membra-
nocen ocho enzimas fosfoproteinfosfatasa, clasificadas en fun- na de la célula y los cambios relativos a expresión del gen en
ción de si eliminan los grupos fosfato de residuos fosfoseri- el núcleo, lo cual proporciona entonces la base para adapta-
na/fosfotreonina o de residuos fosfotirosina. También se ciones a largo plazo. La inducción de la expresión de este tipo
denomina calcineurina a la proteinfosfatasa 2B. Muy reciente- de genes siempre se produce en rutas anatómicas específicas,
mente, se ha descrito un mecanismo molecular adicional en la y los neurotransmisores pueden presentar efectos diferencia-
regulación de la retroalimentación de las rutas de señalización les en el mismo gen diana en diferentes tipos de célula, o ge-
de la cinasa, según el cual una proteincinasa, que al mismo nes distintos en la misma célula, lo que induce patrones dis-
tiempo es regulada mediante fosforilación proteica, se con- tintos de los productos de los genes inmediato-precoz. Un
vierte en el sustrato de una proteinfosfatasa específica en un corolario de este mecanismo es que en determinadas situa-
complejo de señales autorregulado. Un ejemplo de ello es la ciones los neurotransmisores pueden confundirse con facto-
interacción entre la proteincinasa IV dependiente de Ca2+-cal- res de crecimiento, incluso en células completamente dife-
modulina y la proteinfosfatasa 2A. La proteincinasa IV depen- renciadas. Esta acción del tipo factor de crecimiento puede
diente de Ca2+-calmodulina se activa a través de una vía de- manifestarse como una capacidad de mantener el estado di-
pendiente del calcio, que implica la fosforilación por la acción ferenciado de la célula al influir en la característica de trans-
de la cinasa proteincinasa dependiente de Ca2+-calmodulina. cripción de los genes del fenotipo celular.
La activación es transitoria y reversible, incluso en presencia Otra función proporcionada por las reacciones de fosfori-
de niveles intracelulares de iones calcio, puesto que la protein- lación es la desensibilización de receptores. Los receptores β-
fosfatasa 2A se une a la región de la proteincinasa dependien- adrenérgicos, por ejemplo, son desensibilizados tras la fosfo-
te de Ca2+-calmodulina que incluye el dominio catalítico de la rilación en el dominio citoplasmático de la molécula por la
cinasa. Esta regulación tan fina de la fosforilación de la pro- cinasa del receptor β-adrenérgico dependiente del AMPc, así
teincinasa IV dependiente de Ca2+-calmodulina realizada por como por las cinasas dependientes del AMPc o por la pro-
la enzima fosfatasa en un complejo de señales constitutivo teincinasa C. Se incorporan de dos a tres moléculas de fosfa-
permite un rápido ajuste de la señal transmitida por la cinasa, to por molécula de receptor, correlacionándose el grado de
con el fin de lograr una respuesta celular apropiada. desensibilización con el grado de fosforilación. La fosforila-
Otro nivel de regulación lo proporciona la existencia de ción enlentece la capacidad del receptor de activar la Ge y
inhibidores de la proteinfosfatasa, como la DARPP-32, locali- también promueve la unión de la proteína inhibidora arresti-
zado en neuronas que expresan receptores de dopamina D1. na al receptor fosforilado.
La DARPP-32 es una proteinfosfatasa regulada por la dopa-
mina y el AMPc, que actúa como un inhibidor de la pro-
teinfosfatasa, cuando ésta se encuentra fosforilada, y puede Proteincinasa C
regular los efectos postsinápticos de la dopamina en las célu-
las dopaminoceptivas. La proteincinasa C desempeña un papel básico en la re-
Aunque gran variedad de proteínas celulares son fosfori- gulación no solamente de los aspectos pre y postsinápticos de
ladas por proteincinasas, debe prestarse mucha atención a la la neurotransmisión, sino también de procesos fisiológicos a
fosforilación de una proteína nuclear conocida como proteí- largo plazo, como el crecimiento y desarrollo celular (11). La
2.3.4. NEUROTRANSMISORES Y SEGUNDOS MENSAJEROS 233

activación de la proteincinasa C por el diacilglicerol es segui- Fosfatidilcolina


Fosfoinosítidos Fosfatidilcolina
da por la traslocación de la proteincinasa C citosólica a la Fosfatidiletanolamina
Fosfatidilinosítidos
membrana celular, donde la proteincinasa C vuelve a ser ac- Fosfatidilserina
tivada por iones de calcio extracelular y por fosfolípidos ací- Ácido fosfatídico Plasmológeno Fosfolipasa C
dicos, en concreto por la fosfatidilserina. Inicialmente se cre-
yó que todo el diacilglicerol presente en la célula y capaz de
activar la proteincinasa C derivaba de la hidrólisis del fosfati- Lipoplasmológeno
Lisofosfolípido Diglicérido
dilinositol 4,5-difosfato. Sin embargo, pruebas más recientes
sugieren que la activación inducida por neurotransmisores de
otras dos fosfolipasas, la fosfolipasa D y la fosfolipasa A2, Fosfolipasa A2
puede contribuir significativamente a la formación de diacil- Diglicérido-lipasa
glicerol y, por lo tanto, a la activación de la proteincinasa C.
La fosfolipasa D actúa en el fosfolípido fosfatidilcolina. La hi-
drólisis de dos fosfolípidos de membrana distintos puede
conducir a un aumento bifásico del diacilglicerol, con un in- COOH
cremento inicial rápido y temporal debido a la hidrólisis del
fosfatidilinositol 4,5-difosfato por la fosfolipasa C, seguida de
un aumento más sostenido debido a la hidrólisis de la fosfa- Ácido araquidónico
tidilcolina por la fosfolipasa D. Además, como se ha demos-
trado que la activación de la proteincinasa C potencia la ac-
tividad de la fosfolipasa D, el incremento transitorio de los Lipooxigenasa Epooxigenasa Ciclooxigenasa
niveles de diacilglicerol, producido a partir de la rotura del
fosfatidilinositol 4,5-difosfato, puede actuar como un induc-
tor de la hidrólisis de la fosfatidilcolina. Este ciclo autoper- HETE Epóxidos PG
LT TBX
petuante puede ser responsable de la activación sostenida de
la proteincinasa C necesaria para sus efectos biológicos de lar- Figura 6. Vías de generación y metabolismo del ácido ara-
ga duración. quidónico (AA). El ácido araquidónico puede producirse di-
En la actualidad, se han identificado ocho isoformas de la rectamente a partir de fosfolípidos mediante la acción de la
proteincinasa C, todas ellas codificadas por genes distintos. fosfolipasa A2 (PLA2) o a través de la acción previa de la fos-
Cada holoenzima de la proteincinasa C contiene dominios folipasa C, seguida de la acción de la diglicérido-lipasa. De for-
reguladores y catalíticos en una única cadena continua de po- ma alternativa, el diglicérido puede fosforilarse a ácido fosfatí-
lipéptidos. Del mismo modo que la proteincinasa depen- dico mediante la diglicérido-cinasa, liberándose ácido araquidó-
diente del AMPc, la proteincinasa C también puede autofos- nico gracias a la acción de la PLA2. El ácido araquidónico libera-
do es metabolizado por las enzimas lipooxigenasa, ciclooxigenasa
forilarse. Las principales formas de la proteincinasa C (α, βI,
o epooxigenasa, y se forma leucotrienos (LT), ácidos hidroxiei-
βII y γ) poseen un sitio de unión para el calcio y son depen-
cosatetraenoicos (HETE), prostaglandinas (PG), tromboxanos
dientes, en diversos grados, de estos iones, mientras que otras (TBX) y epóxidos. (Reproducido con autorización de J. Axelrod,
formas «menores» de la proteincinasa C (δ, ε, ζ y η) carecen R. M. Burch y C. L. Jelsema [1988]. Receptor-mediated activa-
del dominio de unión al calcio y por lo tanto su actividad es tion of phospholipase A2 via GTP-binding proteins: arachidonic
independiente de los iones de calcio. Además, la proteincina- acid and its metabolites as second messengers. Trends in Neuros-
sa C γ se activa con bajas concentraciones de ácido araqui- ciences, 11, 117-23.)
dónico. Puesto que el ácido araquidónico también puede sin-
tetizarse vía activación de la fosfolipasa C (v. fig. 6), la pro-
teincinasa C puede ser activada sinérgicamente por, al menos,
dos segundos mensajeros (diacilglicerol y calcio) y, en algunos acción similar a la que lleva a cabo un transmisor sobre un ca-
casos, por tres (diacilglicerol, calcio y ácido araquidónico). nal iónico de entrada directa. Las cinasas activadas por segun-
dos mensajeros también pueden cerrar canales que están abier-
tos en el potencial de reposo, o cerrar canales de potasio sin
Activación de los canales iónicos función barrera, lo cual contribuye al potencial de reposo por
salida. El cierre de estos canales posee un efecto despolariza-
Además de la activación por los receptores de tipo I, que dor, que aumentan la excitabilidad de la neurona y anula su
están directamente acoplados a canales de iones, y por las uni- tendencia a acomodarse durante una estimulación prolonga-
dades α, derivadas de algunas proteínas G como la Ge, los ca- da. Un ejemplo de tal efecto es el cierre de canales de potasio
nales iónicos también pueden activarse mediante reacciones estimulados por calcio por la noradrenalina, que actúa a través
de fosforilación. Por ejemplo, los canales de calcio regulados del AMPc en las neuronas del hipocampo, provocando un pe-
directamente por la Ge son fosforilados adicionalmente por la ríodo más largo de activación en respuesta al glutamato. Al-
proteincinasa A, lo cual provoca un incremento en su activi- gunos canales iónicos también pueden modularse directamen-
dad funcional. Las proteincinasas pueden abrir canales que es- te por segundos mensajeros como el AMPc o el GMPc sin ne-
tén cerrados con un potencial de membrana de reposo, una cesidad de que se produzca fosforilación de proteínas.
234 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Los receptores de clase I también pueden regularse me- ma soluble y una forma unida a la membrana, y no se halla-
diante la fosforilación. Un ejemplo es el receptor nicotínico ban ligandos que estimulasen esta enzima. La primera situa-
de la acetilcolina, el cual es fosforilado en su subunidad α por ción en la que se detectó una función del GMPc fue en la
la proteincinasa C, en su subunidad β por cinasas tirosín-es- mediación de señales visuales en los bastones de la retina. La
pecíficas, en su subunidad γ por la proteincinasa A y cinasas acción del GMPc aquí difiere de la función convencional de
tirosín-específicas, y en su subunidad δ por los tres tipos de los segundos mensajeros porque una disminución de su nivel
cinasas mencionados. La fosforilación dependiente del AMPc estimula más el proceso de transducción de la señal que un
de las subunidades β y γ aumenta la proporción de desensi- incremento del mismo. En ausencia de luz, el GMPc mantie-
bilización del receptor. Éste es un ejemplo de una de las múl- ne abiertos los canales de sodio de la membrana celular del
tiples regulaciones por retroalimentación que sirven para lo- segmento externo del bastón, permitiendo así la entrada de
grar respuestas celulares mucho más precisas. iones calcio y magnesio en la célula. Los fotones de la luz in-
ducen la isomerización de la molécula sensible a la luz 11-cis-
retinal, unida a la proteína 7-transmembrana, llamada rodop-
■ Otros segundos mensajeros sina, conviertiéndola en transretinal. Este proceso activa la ro-
dopsina, de forma que ésta interactúa con la proteína G trans-
Ácido araquidónico ducina (Gαt1), induciendo su disociación en las unidades Gα
y βγ. La unidad Gα estimula la enzima efectora GMPc fosfo-
Es sabido que el ácido araquidónico y sus metabolitos, diesterasa, que fracciona el GMPc, lo que causa el cierre de
conocidos en su conjunto como eicosanoides, son importan- los canales de sodio de la membrana.
tes en la modulación de los impulsos nerviosos, pero la iden- La forma soluble de la guanilato ciclasa transduce los
tificación de estas sustancias como segundos mensajeros no se mensajes transportados por el óxido nítrico y el monóxido de
produjo hasta la década de 1980, cuando el grupo de Axelrod carbono, moléculas de señalización gaseosas. Estos gases son
determinó que su producción implicaba la acción de una pro- mensajeros extracelulares y liposolubles que difunden hacia el
teína G (12). El ácido araquidónico puede producirse directa- interior de sus células diana y activan la guanilato ciclasa al
mente a partir de diversos fosfolípidos mediante la acción de unirse a su mitad hemo (13). El óxido nítrico se sintetiza a
la fosfolipasa A2, o indirectamente por acción de la enzima partir de la arginina vía la enzima óxido nítrico sintetasa, la
diglicérido lipasa en diglicéridos producidos como resultado cual se expresa constitutivamente en las neuronas y es activa-
de la acción hidrolítica de la fosfolipasa C, tanto en fosfo- da por el calcio y la calmodulina. Las proteincinasas pueden
inosítidos como en la fosfatidilcolina (fig. 6). El ácido ara- regular esta enzima fosforilándola, de manera que un incre-
quidónico libre y algunos de sus metabolitos, como la pros- mento en su fosforilación produce una disminución de la ac-
taglandina E2, los leucotrienos y la lipoxina A, pueden incre- tividad de la enzima. La principal fuente de iones calcio para
mentar las concentraciones de calcio citosólico independien- la activación de la óxido nítrico sintetasa es el receptor del N-
temente del inositol 1,4,5-trifosfato, asimismo pueden actuar metil-D-aspartato glutamato, un receptor ionotrópico, cuya
como reguladores fisiológicos de la guanilato ciclasa. El ácido concentración es elevada en las células granuladas del cerebe-
araquidónico también puede abandonar la célula y actuar lo. El óxido nítrico actúa así como un segundo mensajero
como un primer mensajero en las células adyacentes. respecto del glutamato, pero es un primer mensajero respecto
Una ruta del metabolismo del ácido araquidónico (fig. 6) del GMPc (fig. 7).
implica enzimas del grupo de las lipooxigenasas, las cuales in-
troducen una molécula de oxígeno en una de las mitades
pentadieno y poliinsaturadas para formar un ácido hidrope- Tirosincinasas
roxieicosatrienóico. Se ha demostrado que la despolarización
de cortes cerebrales con elevadas concentraciones de iones Si se habla de forma estricta, la ruta de la tirosincinasa
potasio extracelular, glutamato o N-metil-D-aspartato incre- no implica segundos mensajeros en el sentido clásico, pero
menta muy notablemente la actividad de la 12-lipooxigenasa. es de vital importancia ya que representa una alternativa a la
El ácido 12- hidroperoxieicosatrienóico y algunos de sus me- ruta de la proteína G para la activación de enzimas efectoras,
tabolitos actúan modulando las acciones de los canales ióni- las cuales pueden considerarse en sí mismas mensajeros in-
cos en sinapsis específicas. tracelulares. Los receptores unidos a las tirosincinasas, como
los receptores para el factor de crecimiento epidérmico, el
factor de crecimiento nervioso, y para la insulina, existen
Guanosinmonofosfato cíclico y óxido nítrico tanto en forma de monómeros como de dímeros, que sólo
cruzan la membrana una vez, y están situados en la misma
El guanosín 3!-5!-monofosfato cíclico es un compuesto proteína o muy cerca de ella. La unión del ligando al recep-
relacionado con el AMPc que se encuentra en el encéfalo, es- tor activa la enzima efectora, la tirosincinasa, en el lado in-
pecialmente en el cerebelo. La dilucidación del papel del tracelular de la membrana sin que intervenga ninguna prote-
GMPc se retrasó porque no se cumplieron las expectativas ína transductora. Se producen elaboradas cascadas de señales
iniciales, respecto a que su regulación sería similar a la del para propagar la señal recibida por la tirosincinasa desde la
AMPc. Se descubrió que la enzima guanilato ciclasa, que for- membrana hasta el núcleo, lo que implica la autofosforila-
ma GMPc a partir de guanosintrifosfato, presentaba una for- ción y la fosforilación de otras proteínas sustrato. En una
2.3.4. NEUROTRANSMISORES Y SEGUNDOS MENSAJEROS 235

estimular, mediante fosforilación, la proteína de unión a la


Proceso Shc, proceso que implica otras cinasas conocidas como Pyk2
astrocítico y Src (v. fig. 8). Además, también puede ocurrir el proceso in-
verso, por el cual la cascada de la proteincinasa activada por
GMPc GC mitógenos modula los receptores unidos a la proteína G.
GMPc Terminal
presináptica
Otra ruta atribuye un papel a las unidades βγ de la proteína
GC
G en la activación de la Ras y, así, en la estimulación de la
Ca2+ Glu proteincinasa activada por mitógenos. La activación continúa
Na+ vía fosforilación de la Shc mediada por las unidades βγ, lo
N A que lleva a un incremento de la asociación funcional entre la
+ Shc, la Grb y la Sos. En algunos tipos celulares, la acción de
las unidades βγ implica la enzima fosfatidilinositol 3-cinasa,
M

NO
Ca

sint. la cual cataliza la fosforilación de la posición 3 del anillo de


NO O2
Arginina inositol de los fosfoinosítidos. Esta ruta para la activación de
Dendrita Citrulina NADP NADPH la proteincinasa activada por mitógenos es, por lo tanto, de-
pendiente de la proteína G pero es independiente del calcio.
Figura 7. Modelo de actuación del sistema del óxido nítrico Uno de los objetivos de la activación convergente de los
(NO) en el sistema nervioso central. El glutamato (Glu) libera- productos de la ruta de la tirosincinasa y la ruta vinculada a
do en las terminales presinápticas actúa sobre los receptores la proteína G es el gen inmediato-precoz c-fos. Esta regulación
del N-metil-D-aspartato (NMDA, N) y el ácido α-amino-3-hi- dual capacita al gen c-fos para activarse minutos después de la
droxi-5-metilisoxazol-4-propiónico (AMPA, A). Cuando la mem- estimulación con diversos agentes, como factores del creci-
brana postsináptica está suficientemente despolarizada, entran miento séricos, citocinas y neurotransmisores.
los iones calcio y vía calmodulina (CaM), activan la NO sinteta-
sa. El óxido nítrico formado difunde hacia las fibras de los as-
trocitos vecinos y/o las terminales presinápticas, donde se acti- ■ Segundos mensajeros extracelulares:
va la guanilato ciclasa (GC). (Reproducido con autorización de ¿una contradicción en términos?
J. Garthwaite [1991]. Glutamate, nitric oxide and cell-cell signa-
lling in the nervous system. Trends in Neuroscience, 14, 60-67.) Un último punto de interés es que, aunque por defini-
ción los segundos mensajeros son intracelulares, la microdiá-
lisis y otros estudios han tenido éxito al medir tanto el AMPc
como el inositol 1,4,5-trifosfato en el espacio extracelular ce-
ruta típica, conocida como la vía de la proteincinasa activa- rebral. Estas reservas extracelulares de segundos mensajeros
da por mitógenos, el cambio conformacional inducido por la son sensibles a la manipulación farmacológica, incrementán-
unión del ligando pasa a lo largo de una serie de proteínas dose los niveles por los agentes que aumentan sus concentra-
conocidas como Shc, Grb y Sos (v. fig. 8), y se activa enton- ciones intracelulares. Así, Lazareno y cols. (16) hallaron que
ces una proteína asociada a la membrana llamada Ras. Ésta la dopamina incrementa los niveles de AMPc, tanto en cortes
posee actividad guanosín trifosfatasa de un modo análogo a de núcleo estriado de rata como en medio de incubación,
la subunidad α de la proteína G. La proteína Ras unida al mientras que Egawa y cols. (17) demostraron que los aumen-
guanosín trifosfato activa una proteincinasa serina/treonina tos del AMPc extracelular producidos al añadir noradrenalina
conocida como Raf, la cual fosforila y activa la cinasa pro- en los cortes de rata eran equivalentes a los obtenidos intra-
teincinasa activada por mitógenos. Esta última es una cinasa celularmente, y que, además, la infusión de noradrenalina
de especificidad dual, que activa la proteincinasa activada mediante una sonda de microdiálisis implantada en la corte-
por mitógenos mediante la fosforilación de residuos treoni- za producía un incremento dependiente de la dosis del
na y tirosina. Esta proteincinasa activada por mitógenos tam- AMPc. De forma similar, la formación de inositol 1,4,5-tri-
bién se conoce como cinasa regulada por señal extracelular. fosfato en el microdializado de hipocampo de rata fue esti-
La relación cruzada entre esta ruta de la proteincinasa ac- mulado mediante carbacol e inhibido a través del antagonis-
tivada por mitógenos y las rutas mediadas por proteínas G ta muscarínico pirenzepina (18).
pueden actuar vía cualquiera de los segundos mensajeros: Una cuestión fascinante es la relativa a la función de estos
AMPc, inositol 1,4,5-trifosfato y diacilglicerol (14, 15). La segundos mensajeros extracelulares. El descubrimiento llevado
proteincinasa C, activada por el diacilglicerol, puede activar a cabo por el grupo de Gilman acerca de la estructura de la
la cascada de la proteincinasa activada por mitógenos me- molécula de adenilato ciclasa y su similitud con transportado-
diante la activación directa de la Raf. El AMPc, al actuar a tra- res de membrana sugirió que la misma adenilato ciclasa podía
vés de la proteincinasa A, puede reprimir la activación de esta formar un canal para el eflujo de AMPc, y que el AMPc po-
ruta mediante interacciones inhibitorias tanto con la Raf día, por lo tanto, funcionar como una señal intercelular. Una
como con el receptor de la tirosín proteincinasa. Las protein- posibilidad es que el AMPc extracelular se convierta en la sus-
cinasas estimuladas por Ca2+-calmodulina activadas por el tancia transmisora adenosina, que tiene diversas acciones im-
inositol 1,4,5-trifosfato también pueden provocar la activa- portantes en las neuronas, incluida la inhibición de la libera-
ción de la ruta de la proteincinasa activada por mitógenos al ción de glutamato y la activación de los canales de potasio. En
236 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

A Receptor Receptor de la
acoplado a Gq tirosincinasa

αo γ Ras
β
P Shc Grb Sos
PLC Raf
Src
Pyk2
Ins 1,4,5-P3 MAPKK (MEK)
CA2+
DAG
PKC MAPKK (ERK 1/2)

B Receptor Receptor de la
acoplado a Gi/o tirosincinasa

αi/o γ Ras
β
P Shc Grb Sos

PLC Raf
cSrc
PI-3-cinasa Shc-P
Ins 1,4,5-P3 MAPKK (MEK)
DAG Pyk2
CA2+
MAPKK (ERK 1/2)
PKC

Figura 8. Interacciones entre los receptores acoplados a la proteína G y los receptores de las tirosincinasas. Activación de la
proteincinasa activada por mitógenos (MAPK) por a) receptores acoplados a Gq, y b) receptores acoplados a Gi/o. MAPKK, cina-
sa MAPK, también conocida como MEK; PKC, proteincinasa C; ERK 1/2 cinasa regulada por señal extracelular. (Reproducido con
autorización de L. A. Selbie y S. J. Hill (1998). G protein-coupled-receptor cross-talk; the fine tuning of multiple receptor-signa-
lling pathways. Trends in Pharmacological Science, 19, 87-93.

1977, Pull y McIlwain (19) describieron como la estimulación rán presumiblemente implicados en sus acciones. Es posible
eléctrica de cortes marcados con adenina-C14 inducían la libe- que los fármacos puedan atenuar algunas cascadas de transduc-
ración de AMPc hacia el fluido extracelular, y que la adenosi- ción de señales mientras activan otras, dependiendo del tipo de
na extracelular procedía de este AMPc. célula y la combinación precisa de proteínas G expresadas en
neuronas concretas. Pueden producir cambios en la transcrip-
ción de algunos conjuntos de genes, siendo la activación o des-
■ Conclusiones: implicaciones activación de estos genes la que produce una respuesta clínica
para la psiquiatría favorable. Además, enfermedades como la depresión o la esqui-
zofrenia pueden resultar de alteraciones de la actividad de dis-
Puede parecer que los múltiples sistemas de señales y casca- tintas cascadas de transducción de señales. La apreciación de es-
das de activación descritas en este capítulo no formen parte de tos procesos contribuirá, por lo tanto, en la larga carrera hacia
los problemas psiquiátricos tratados normalmente. Sin embar- una mejor comprensión tanto de la patología de las enfermeda-
go, debería recordarse que cualquier fármaco que interaccione des mentales como de la psicofarmacología.
con un receptor necesariamente activará o inhibirá, como mí-
nimo uno, si no más, de estos sistemas de segundos mensajeros,
siendo por lo tanto sus efectos farmacológicos y terapéuticos Bibliografía
una consecuencia directa de los cambios inducidos en los siste-
mas efectores intracelulares. Por lo que respecta a fármacos an- 1. Strange, P.G. (1988). The structure and mechanism of neurotransmitter
tidepresivos, los sistemas activados por los receptores de la se- receptors: implications for the structure and function of the central
nervous system. Biochemical Journal, 249, 309–18.
rotonina y la noradrenalina pueden ser particularmente impor- 2. Lefkowitz, R.J., Kobilka, B.K., and Caron, M.G. (1989). The new
tantes, mientras que para los antipsicóticos, los efectores intra- biology of drug receptors. Biochemical Pharmacology, 38, 2941–8.
celulares activados al unirse a los receptores de dopamina esta- 3. Kakiuchi, S., Rall, T.W., and McIlwain, H. (1969). The effect of electrical
2.3.5. NEUROPATOLOGÍA 237

4. stimulation upon the accumulation of adenosine 3‘,5’-phosphate in mía patológica evidente, como tumores, infecciones, trastor-
isolated cerebral tissue. Journal of Neurochemistry, 16, 485–91. nos vasculares, traumatismos o cambios tóxicos o hipoxémi-
4. Michell, R.H. (1975). Inositol phospholipids and cell surface receptor
function. Biochimica et Biophysica Acta, 415, 81–147. cos, así como enfermedades cerebrales degenerativas (p. ej.,
5. Berridge, M.J., Downes, C.P., and Hanley, M.R. (1982). Lithium enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y corea
amplifies agonist-dependent phosphatidylinositol responses in brain de Huntington). Las investigaciones neuropatológicas sobre
and salivary glands. Biochemistry Journal, 206, 587–95. estas alteraciones cerebrales han dado sus frutos, ya que pue-
6. Rodbell, M. (1980). The role of hormone receptors and GTP-
regulatory proteins in membrane transduction. Nature, 284, 17–22. de esperarse que los pacientes con alguna de estas afecciones
7. Simon, M.I., Strathmann, M.P., and Gautam, N. (1991). Diversity of presenten anomalías morfológicas macroscópicas o neurohis-
G proteins in signal transduction. Science, 252, 802–8. tológicas más o menos específicas relacionadas con los sínto-
8. Hamm, H.E. (1998). The many faces of G protein signalling. Journal
of Biological Chemistry, 273, 669–72.
mas clínicos del trastorno. Además, el tipo de anatomía pa-
9. Taussig, R. and Gilman, A.G. (1995). Mammalian membrane-bound tológica cerebral de estas entidades patológicas tan bien defi-
adenylyl cyclases. Journal of Biological Chemistry, 270, 1–4. nidas es bastante homogéneo. Por ejemplo, es muy poco
10. Anholt, R.R.H. (1994). Signal integration in the nervous system: probable que un paciente con enfermedad de Parkinson no
adenylate cyclases as molecular coincidence detectors. Trends in
Neurosciences, 17, 37–41.
presente cambios morfológicos y cuerpos de Lewy en el siste-
11. Nishizuka, Y. (1992). Turnover of inositol phospholipids and signal ma negroestriado, que una persona con corea de Huntington
transduction. Science, 258, 607–14. muestre un cuerpo estriado normal, o que un paciente con
12. Axelrod, J., Burch, R.M., and Jelsema, C.L. (1988). Receptor-mediated enfermedad de Alzheimer o de Pick no sufra cambios en la
activation of phospholipase A2 via GTP-binding proteins: arachidonic
acid and its metabolites as second messengers. Trends in Neurosciences,
corteza cerebral.
11, 117–23. En contraste, la historia de la neuropatología de las alte-
13. Garthwaite, J. (1991). Glutamate, nitric oxide and cell-cell signalling raciones psiquiátricas es mucho más controvertida, ya que
in the nervous system. Trends in Neurosciences, 14, 60–67. hasta la fecha no se han definido tipos de anatomía patoló-
14. Eyster, K.M. (1998). Introduction to signal transduction: a primer for
untangling the web of intracellular messengers. Biochemical
gica cerebral tan probados ni tan homogéneos (como los
Pharmacology, 55, 1927–38. aparecidos en las alteraciones neurológicas) para las enfer-
15. Selbie, L.A. and Hill, S.J. (1998). G protein-coupled-receptor cross- medades psiquiátricas más importantes, tales como la esqui-
talk; the fine tuning of multiple receptor-signalling pathways. Trends zofrenia, los trastornos afectivos, las alteraciones relaciona-
in Pharmacological Science, 19, 87–93.
16. Lazareno, S., Marriott, D.B., and Nahorski, S.R. (1985). Differential das con sustancias o los trastornos de la personalidad. Esto
effects of selective and non-selective neuroleptics on intracellular and refleja nuestros conocimientos y creencias actuales en lo que
extracellular cyclic AMP accumulation in rat striatal slices. Brain se refiere a la estructura y la función del cerebro. Franz Jo-
Research, 361, 91–8. seph Gall (1758-1828), por ejemplo, fue uno de los prime-
17. Egawa, M., Hoebel, B.G. and Stone, E.A. (1988). Use of microdialysis
to measure brain noradrenergic receptor function in vivo. Brain ros en proponer que el cerebro humano no era una masa
Research, 458, 303–8. uniforme, sino que las diferentes habilidades intelectuales
18. Minisclou, C., Rouquier, L., Benavides, J., Scatton, B., and Claustre, están localizadas en regiones concretas. Su punto de vista
Y. (1994). Muscarinic receptor-mediated increase in extracellular no se tuvo en cuenta hasta que Paul Broca demostró la co-
inositol 1,4,5-trisphosphate levels in the rat hippocampus: an in vivo
microdialysis study. Journal of Neurochemistry, 62, 557–62. nexión entre la afasia y lesiones del lóbulo frontal izquierdo
19. Pull, I. and McIlwain, H. (1977). Adenine mononucleotides and their (1). Con la introducción de los métodos histológicos fue
metabolites liberated from and applied to isolated tissues of the posible visualizar la citoestructura del cerebro humano.
mammalian brain. Neurochemical Research, 2, 203–16. Científicos como Cajal (2) permitieron conocer la compleji-
20. Hepler, J.R. and Gilman, A.G. (1992). G proteins. Trends in
Biochemical Science, 17, 383–7. dad de la estructura del cerebro, introduciendo la idea de la
21. Offermanns, S. and Schultz, G. (1994). Complex information red neuronal. Basándose en este conocimiento, fue posible
processing by the transmembrane signaling system involving G desentrañar la base neuroanatómica de la corea de Hunting-
proteins. Naunyn-Schmiedebergs Archives of Pharmacology, 350, 329–38. ton (ganglios basales) o de la enfermedad de Parkinson (sus-
22. Mons, N. and Cooper, D.M.F. (1995). Adenylate cyclases: critical foci
in neuronal signaling. Trends in Neurosciences, 18, 536–542. tancia negra). Estos hallazgos fueron muy esperanzadores,
23. Cooper, D.M.F., Mons, N., and Karpen, J.W. (1995). Adenylyl dando lugar a la creencia de que algunas alteraciones psi-
cyclases and the interaction between calcium and cAMP signalling. quiátricas, como las demencias y la esquizofrenia, poseían
Nature, 374, 421–4.
un sustrato neuromorfológico demostrable. Por el contrario,
otros trastornos psiquiátricos como la depresión, la neurosis
o las alteraciones de la personalidad, se creía que estaban
causados por factores psicosociales, o que representaban va-
riaciones de rasgos normales de la personalidad y que, por
2.3.5 Neuropatología lo tanto, nunca serían sujeto de estudios neuropatológicos
sistemáticos.
Peter Falkai y Bernhard Bogerts En 1898, Alois Alzheimer (3) describió anomalías sutiles
en la neocorteza de pacientes con esquizofrenia. Hasta 1951,
se publicaron cerca de 200 estudios de anatomía patológica
■ Introducción (4, 5) que describían abundantes y variados hallazgos sobre la
esquizofrenia. Sin embargo, en el Primer Congreso Interna-
El campo tradicional de la neuropatología son las enfer- cional de Neuropatología celebrado en Roma se concluyó
medades cerebrales orgánicas bien definidas, con una anato- que no existía una base neuropatológica común para la es-
238 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

quizofrenia, ya que no se alcanzó el consenso sobre esta base Tabla 1. Hallazgos morfométricos macroscópicos en la esqui-
morfológica. Por lo tanto, se clasificó la esquizofrenia como zofrenia
una psicosis funcional, en contraste con una psicosis orgáni-
Región/parámetro Hallazgo
ca en la que, por ejemplo, eran los fármacos o un tumor los
que causaban los síntomas. La introducción en la medicina a General
mitad de la década de 1970 de técnicas de representación por Longitud cerebral (↓)
imágenes del cerebro reavivó la investigación neuropatológi- Peso del cerebro ↓
ca de los trastornos psiquiátricos. Las imágenes del cerebro Área/volumen ventricular ↑
mostraron claras evidencias in vivo de cambios estructurales, Grosor de la corteza (↓)
como por ejemplo en la esquizofrenia, donde se observa una
Lóbulo temporal
proporción ventrículo/cerebro aumentada (6), y permitieron Área/volumen lobular –
acceder a las pruebas que configuraban una disfunción cere- Área/volumen del hipocampo (↓)
bral en alteraciones tales como el trastorno obsesivo-compul- Área/volumen de la circunvolución parahipocámpica (↓)
sivo, del que se creía que sólo los factores psicosociales eran Grosor cortical de la circunvolución parahipocámpica ↓
importantes. Área/volumen de la amígdala –
La intención de este capítulo es resumir los hallazgos neu- Longitud de la cisura de Silvio, volumen plano temporal ↓
Patrón surco-circunvolución (Anormal)
ropatológicos de la esquizofrenia, los trastornos afectivos y el
alcoholismo. Con este propósito se han resumido los estu- Lóbulos frontal, parietal y occipital
dios publicados en las tablas 1, 2, 3 y 4, en las que se resal- Grosor de la corteza del cingulado –
tan los hallazgos más significativos. Para la esquizofrenia y el Área/volumen de la ínsula –
alcoholismo, solamente se han relacionado los principales ha- Grosor del cuerpo calloso (↑)
llazgos, ya que son demasiados los estudios publicados para Área/volumen de la cápsula interna –
relacionarlos todos. Está más allá de la intención de este ca-
Ganglios basales
pítulo el revisar el amplio cuerpo de la literatura médica so- Área/volumen del globo pálido (↓)
bre las demencias seniles, incluida específicamente la enfer- Área/volumen núcleo accumbens ↓
medad de Alzheimer. Se remite al lector a diversas excelentes Área/volumen núcleo caudado-putamen ↑
revisiones (7-9).
Tálamo
Área/volumen del núcelo mediodorsal ↓
Área/volumen de los núcleos en conjunto y por separado –
■ Esquizofrenia y otros trastornos
Cerebelo
psicóticos Área anterior del vermis ↓

Estudios entre 1898 y 1975 Tronco cerebral


Volumen de la sustancia negra ↓
Volumen del locus coeruleus –
Tras Alzheimer, Southard describió la atrofia cortical en
Volumen periventricular gris ↓
la esquizofrenia y mencionó que las áreas de asociación de la
corteza cerebral eran las más afectadas en este trastorno (10). En comparación con los controles: ↓, reducido; ↑, aumentado; –, sin dife-
Buscaino (11) describió diversos cambios histopatológicos, rencias; (), hallazgo que no se ha comprobado, o contrastado sólo parcial-
mente.
principalmente en los ganglios basales, los cuales consideró Adaptado a partir de Arnold y Trojanowski (20).
responsables del comportamiento estereotipado y parecido a
la catatonía. Vogt y Vogt y cols. llevaron a cabo otro acerca-
miento a la neuropatología de las enfermedades psiquiátricas,
describiendo alteraciones celulares en la corteza, tálamo y
ganglios basales en las personas con esquizofrenia (12–19). Hallazgos neuropatológicos en la esquizofrenia
Estos considerables esfuerzos llevados a cabo por parte de mu- desde 1975
chos neuroanatomistas y neuropatólogos bien conocidos para
probar que la esquizofrenia es un trastorno cerebral primario, Los avances registrados en los últimos 40 años han pro-
terminó en hallazgos inconsistentes e insustanciales (4, 5). Es- porcionado criterios psiquiátricos diagnósticos más fiables,
tas inconsistencias pueden atribuirse hasta cierto punto a di- técnicas de neuroimagen estructural y funcional mejoradas,
versas insuficiencias metodológicas, incluidas las dudas diag- una gran cantidad de pruebas moleculares altamente sensi-
nósticas, las muestras de control inapropiadas, los procedi- bles y específicas y procedimientos de clasificación, aptos
mientos de manipulación de tejidos inadecuados, la elección para ser utilizados en estudios neuropatológicos, y metodo-
variable de las regiones cerebrales para realizar estudios neu- logías de análisis por imagen asistidas por ordenador. Por és-
ropatológicos, las limitaciones en la sensibilidad y la especifi- tas y otras razones, ha resurgido el interés por el sustrato
cidad de las tinciones histológicas clásicas, así como la au- neurobiológico de la esquizofrenia y los estudios neuropato-
sencia de métodos cuantitativos para delinear y analizar ano- lógicos contemporáneos han enumerado muchos hallazgos
malías cerebrales sutiles (20). realizados en cerebros de pacientes con esquizofrenia (para
2.3.5. NEUROPATOLOGÍA 239

Tabla 2. Hallazgos morfométricos neuronales en la esqui- gión amigdalohipocámpica), frontal o parietal, ni en el tála-
zofrenia mo, aunque encontró diversas anormalidades en otras regio-
nes, como pérdida neuronal o infarto en el globo pálido en 5
Región/parámetro Hallazgo
pacientes, aumento de la gliosis en la sustancia blanca del ce-
Lóbulo temporal rebelo en 5 pacientes, excesiva pérdida de células de Purkinje
Densidad neuronal en la circunvolución temporal ↓ en 13 y, lo más remarcable, un aumento de la gliosis fibrilar
superior (Tpt) a nivel bilateral en las regiones periventricular, periacueductal
Densidad neuronal en el hipocampo (↓) y basal del telencéfalo.
Tamaño neuronal en el hipocampo (↓) En otras series acumuladas prospectivamente, Bruton y
Densidad neuronal en la corteza entorrinal (↓) cols. (28) descubrieron que 5 de 56 pacientes con esquizofre-
Tamaño neuronal en la corteza entorrinal ↓
Densidad neuronal en la amígdala (nevio laterobasal) – nia presentaban otras enfermedades neurológicas distintas (es-
clerosis múltiple, ataxia de Friedreich, epilepsia, ictus), y que
Lóbulo frontal a 3 de ellos se les habían practicado leucotomías prefrontales
Densidad de las neuronas piramidales en la corteza (↑) como tratamiento de la esquizofrenia. En los 48 restantes, no
prefrontal se apreciaron diferencias entre aquellos con esquizofrenia y
Densidad interneuronal en la corteza prefrontal (↓) los controles en lo referente a patologías cerebrovasculares de
Tamaño de las neuronas de la corteza prefrontal ↓
Densidad de las neuronas piramidales en el cingulado ↓
vasos grandes o pequeños, placas seniles o degeneración neu-
anterior rofibrilar. Sin embargo, se halló una «incrementada inciden-
Densidad interneuronal en el cingulado ↓ cia de patologías inesperadas en el grupo con esquizofrenia,
Tamaño de las neuronas en el cingulado ↓ en comparación con el grupo control». De estos 48 pacientes
Densidad de las neuronas en la corteza motora (↓) con esquizofrenia, 21 presentaban algún grado de patología
Tamaño de las neuronas en la corteza motora – focal, comparados con 12 de los 56 controles, pero estas ano-
malías eran de diversa naturaleza y localización. La tinción de
Ganglios basales y telencéfalo basal
Recuento de neuronas del globo pálido – Holzer sugirió un significativo incremento de la gliosis fibro-
Recuento de neuronas del nucleus accumbens ↓ sa en la neocorteza, sustancia blanca y estructuras periventri-
Recuento de neuronas del núcelo basal de Meynert – culares, pero todo ello ocurría generalmente en cerebros en
los que se hallaban otras patologías focales. Al eliminarse es-
Tálamo tos casos, el grupo «purificado» no mostraba evidencia de un
Recuento de neuronas del núcelo mediodorsal (↓) incremento en la gliosis.
Cerebelo En una serie de 101 ancianos con esquizofrenia, Golier y
Densidad de las células de Purkinje ↓ cols. (29) solamente encontraron a 10 con enfermedad de
Alzheimer confirmada o probable mediante criterios diagnós-
Tronco cerebral ticos neuropatológicos modernos, 29 con placas seniles, 15
Densidad neuronal de la sustancia negra ↓ con lesiones vasculares, 2 con enfermedad de Parkinson, 3
Tamaño de las neuronas de la sustancia negra ↓ con tumores no especificados, y 5 con «otros» hallazgos.
Densidad neuronal del locus coeruleus –
Tamaño de las neuronas del locus coeruleus ↓
En resumen, las investigaciones neuropatológicas diag-
Densidad neuronal del núcleo pedunculopontino (↑) nósticas solamente hallan anormalidades variadas y no es-
pecíficas en los cerebros de personas con esquizofrenia que
En comparación con los controles: ↓, reducido; ↑, aumentado; –, sin dife- son probablemente representativas de lesiones encontradas en
rencias; (), hallazgo que no se ha comprobado, o contrastado sólo parcial- los grupos control de edades compatibles.
mente.
Adaptado a partir de Arnold y Trojanowski (20).
Estudios morfométricos

revisiones, v. Bogerts y Lieberman [21], Falkai y Bogerts


Hallazgos macroscópicos (tabla 1)
[22], Arnold y Trojanowski [20], Roberts y cols. [23] y Ha- Se han llevado a cabo diversos estudios planimétricos post
rrison [24]). Además, durante este período se han llevado a mortem sobre toda la corteza, revelando algunos de ellos una
cabo investigaciones extensivas sobre neuroquímica y neuro- significativa reducción del volumen cortical (12 %) y sustan-
rreceptores, siendo este aspecto de la investigación posmor- cia gris central (6 %), mientras que otros no revelaron ningu-
tem de la esquizofrenia el tema de diversas revisiones recien- na diferencia entre pacientes con esquizofrenia y controles en
tes (23, 25, 26). el volumen de la corteza, la sustancia blanca ni los hemisfe-
rios en conjunto. Se midieron otros parámetros generales del
cerebro, que mostraron una reducción de la longitud del cere-
Neuropatología diagnóstica
bro, del peso y un incremento del área/volumen ventricular.
Stevens (27) examinó los cerebros de 28 pacientes con es- Desde que se publicara el primer informe sobre la reduc-
quizofrenia en busca de anormalidades macroscópicas y mi- ción del volumen tisular en estructuras temporolímbicas en
croscópicas mediante tinciones diagnósticas estándar, sin ha- personas con esquizofrenia (30), han visto la luz otros muchos
llar ninguna alteración en los lóbulos temporal (incluida la re- estudios anatómicos post mortem, cuantitativos o cualitativos,
240 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Tabla 3. Estudios morfométricos post mortem en trastornos afectivos


Número de
Estudio pacientes/controles Región/parámetro Hallazgo

General
Jellinger (43) 4/15 Todo el cerebro Lesiones en el
núcleo caudado

Lóbulo temporal
Altshuler y cols. (45) 12/27 Área del hipocampo –
Área de la circunvolución parahipocampal ↓
Beckmann y Jakob (47) 4/0 Citoarquitectura de la corteza entorrinal Alterada
Cantidad de células del nervio de la ínsula rostroventral ↓
Casanova y cols. (48) 5/10 Cantidad de neuronas de la corteza entorrinal ↓

Otras regiones corticales


y subcorticales
Brown y cols. (44) 70/32 Estructuras lobares –
Grosor del cuerpo calloso –
Cuerpo estriado –
Peso del cerebro ↑
Ventrículos laterales ↓
Diekmann y cols. (49) 12/12 Corteza cingulada (interneuronas en la membrana II) ↓
Baumann y cols. (46) 8/8 Volúmenes de los núcleos accumbens, putamen, caudado, segmento ↓
externo del pálido

Cerebelo
Lohr y Jeste (50) 12/23 Cerebelo: células de Purkinje en los hemisferios y vermis anterior –
y posterior

Tronco cerebral
Hankoff y Peress (51) 4/26 Tronco encefálico –
Baumann y cols (46) 12/12 Cantidad de neuronas del locus coeruleus ↑

Sistema nervioso periférico


Ross-Stanton y Meltzer (52) Ramificación de montoneuronas (periféricas) ↑

En comparación con los controles: ↓, reducido; ↑, aumentado; –, sin diferencia; (), hallazgo que no se ha comprobado, o contrastado sólo parcialmente.

sobre las estructuras límbicas de las personas con esquizofre- debía a una disminución del grupo catatónico. Debería se-
nia. De estos estudios, la mayoría hallaron sutiles cambios es- guirse la línea de estos hallazgos iniciales, ya que los estudios
tructurales (reducción del volumen medio del 15 al 20 %) en, longitudinales con RM han sugerido que puede observarse un
como mínimo, una de las áreas investigadas, mientras que aumento de tamaño de los ganglios basales en la esquizofre-
muy pocos proporcionaron resultados completamente negati- nia, como consecuencia del tratamiento con neurolépticos
vos. Los hallazgos comprenden volúmenes o áreas de seccio- clásicos, cuyos efectos pueden revertirse mediante el empleo
nes del hipocampo reducido, amígdala y circunvolución para- de sustancias atípicas.
hipocámpica, que fueron posteriormente corroborados me- Después de no encontrar inicialmente cambios volumétri-
diante estudios de resonancia magnética (RM) morfométrica. cos en los núcleos talámicos, se hallaron reducciones en el
La figura 1 demuestra la ligera reducción bilateral del volumen área/volumen del núcleo mediodorsal y el núcleo anteroven-
del hipocampo en pacientes con esquizofrenia, visualizando tral del tálamo.
además la apariencia hipoplásica del hipocampo anterior, lo Se describieron cambios en la medición del área del cuer-
cual puede apreciarse en un tercio de los pacientes (fotografí- po calloso en diversos estudios. Los hallazgos, sin embargo,
as de la fila inferior). Otros hallazgos en regiones límbicas del no fueron consistentes: existen informes tanto de un aumen-
cerebro son: aumento del tamaño del cuerno temporal iz- to como de una reducción de las áreas de la línea media. Son
quierdo, reducción de la sustancia blanca en la circunvolución más consistentes los informes sobre anomalías en la forma,
parahipocámpica o en el hipocampo, y un aumento de la in- en los que la diferencia por sexo del grosor de las zonas an-
cidencia en la cavidad del septo prelúcido. terior y posterior del cuerpo calloso parecen estar invertidas
Volúmenes invariables de los núcleos estriado y el seg- en la esquizofrenia, donde también se aprecia una curvatura
mento externo del pálido pero una ligera disminución del vo- hacia arriba del cuerpo calloso.
lumen del segmento interno del pálido fueron hallazgos de la Todavía deben confirmarse los hallazgos sobre una dis-
era preneuroléptica. La reducción de volumen del pálido se minución del volumen de la sustancia negra y de la sustancia
2.3.5. NEUROPATOLOGÍA 241

gris periventricular, así como la ausencia de cambios Tabla 4. Estudios morfométricos post mortem en el alcoholismo
volumétricos en el locus coeruleus.
En resumen, los estudios morfométricos macroscópicos Región/parámetro Hallazgo
post mortem demuestran un incremento del tamaño ventricu- General
lar y una reducción del área/volumen de las zonas tem- Peso del cerebro ↓
porolímbicas en la esquizofrenia. Se espera la confirmación Volumen intracraneal ↓
de los hallazgos en otras regiones, como ganglios basales, Volumen ventricular ↑
tálamo, cerebelo y tronco encefálico. Volumen de la sustancia blanca > gris ↓

Lóbulo temporal
Hallazgos microscópicos (tabla 2) Cantidad de neuronas en el hipocampo (↓)
Cantidad de neuronas en la amígdala ↓
Se ha llevado a cabo un buen número de estudios so-
bre cantidad, densidad y tamaño de las neuronas en la es- Lóbulos frontal, parietal y occipital
quizofrenia. Como se resume en la tabla 2, la mayoría de Cantidad de neuronas en la corteza frontal superior (BA 8) ↓
ellos se centran en los lóbulos temporal ventromedial y Cantidad de neuronas en la corteza motora primaria (BA 4) –
Cantidad de neuronas en la corteza cingulada frontal (BA 32) –
frontal. Cantidad de neuronas en la corteza temporal inferior –
Se ha descrito, de forma poco constante, un incremen- (BA 20 + 36)
to de la densidad neuronal en la corteza prefrontal lateral, Neuronas piramidales gabaérgicas en la corteza frontal superior –
lo cual puede estar relacionado con la disminución del
tamaño observada en las neuronas (con una reducción de la Tálamo
ramificación dendrítica y una disminución del comparti- Volumen de los núcleos talámicos mediodorsal y anterior (↓)
Cantidad de neuronas de los núcleos hipotalámicos supraóptico ↓
mento del neurópilo). En el cingulado anterior se observó
y paraventricular
una reducción de la densidad de las neuronas del circuito Neuronas inmunorreactivas arginina-vasopresina ↓
local y piramidal, acompañada de un incremento de la den-
sidad de axones verticales y una inervación dopaminérgica Ganglios basales
alterada. Estos hallazgos se interpretaron como representa- Volumen en el núcleo caudado, putamen y globo pálido –
tivos de alteraciones en las conexiones del cingulado ante-
rior. Cerebelo
Volumen cerebelar en general ↓
Dentro del lóbulo temporal ventromedial, se describió Volumen del vermis, y de las zonas lateral e intermedia ↓
una reducción de la cantidad de células, o del tamaño celu- Densidad de las células de Purkinje ↓
lar, y una organización anormal de las neuronas en el
hipocampo o la corteza entorrinal. Sin embargo, algunos gru- Tronco cerebral
pos no pudieron confirmar la desorganización celular en el Cantidad de neuronas noradrenérgicas en el locus coeruleus (↓)
hipocampo (31), y no pudieron encontrar reducciones signi- Cantidad de neuronas en los núcelos mediano y dorsal del rafe –
ficativas de la cantidad de neuronas y del volumen en el En comparación con los controles: ↓, reducido; ↑, aumentado; –, sin diferen-
hipocampo o la corteza entorrinal (32). cias; (), hallazgo que no se ha comprobado, o contrastado sólo parcialmente.

4.500
Hipocampos de sujetos control
4.000
Controles (n = 28)
3.500
Volumen del hipocampo (mm3)

Con esquizofrenia (n = 26)


3.000

2.500

2.000
Hipocampos de pacientes con esquizofrenia
1.500

1.000
ANOVA
500 (factor diagnóstico)
Izquierda p = 0,019*
0 Derecha p = 0,020*
Izquierda Derecha Izquierda Derecha
Figura I. Volúmenes del hipocampo (izquierda) y fotografías de los cuerpos mamillares (derecha) en pacientes con esquizofrenia
y sujetos control.
242 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

En investigaciones posteriores se han confirmado estudios siopatología de la esquizofrenia (33), aunque también existe
originales que mostraban recuentos neuronales disminuidos una creciente literatura médica que sugiere un deterioro
en los núcleos mediodorsal y anteroventral del tálamo. progresivo a lo largo de la enfermedad, al menos en al-
Se han evaluado las partes lateral (negroestriada) y medial gunos pacientes (34). Debería resaltarse que los procesos
(mesolímbica) de los sistemas dopaminérgicos mesencefáli- del desarrollo neurológico anormales no son mutuamente
cos, hallándose que el tamaño de los cuerpos neuronales es- exclusivos de mecanismos neurodegenerativos en la patogé-
taba significativamente disminuido en la parte medial en un nesis de alteraciones neuropsiquiátricas complejas. De he-
16%, mientras que la cantidad de células permanecía inva- cho, mientras algunos trastornos genéticos son puramente
riable. Se consideró que el reducido tamaño de las neuronas problemas de desarrollo (p. ej., el síndrome del cromosoma
mediales, mesolímbicas, indicaba una actividad dopaminér- X frágil) y otros son puramente neurodegenerativos (p. ej.,
gica reducida. Se han publicado dos informes cualitativos so- la enfermedad de Huntington), algunos presentan pa-
bre cambios degenerativos en las células colinérgicas del nú- tologías tanto del desarrollo como degenerativas (p. ej., el
cleo basal de Meynert de la esquizofrenia, aunque estudios síndrome de Down). Basándose en la literatura neuropa-
cuantitativos más recientes mostraron que la cantidad de cé- tológica de los últimos 30 años, pueden hacerse algunas
lulas en el núcleo basal de estas personas era normal. Las me- sugerencias por lo que se refiere a la fisiopatología de la es-
diciones del volumen y los recuentos celulares en el locus co- quizofrenia.
eruleus noradrenérgico revelaron una tendencia hacia una re-
ducción del volumen del locus coeruleus sin pérdida de neu-
Gliosis
ronas, lo que indica una disminución del neurópilo en estas
personas. Estos resultados parecen ser comparables a los des- Las células de la glia, principalmente los astrocitos
critos sobre la sustancia negra. Al investigar la formación re- (v. figs. 2 y 3), presentan cambios en respuesta a casi todos los
ticular del tronco encefálico, se encontró que el número de tipos de lesión o enfermedad del sistema nervioso central. Por
neuronas colinérgicas del núcleo pedunculopontino y el nú- lo tanto, en trastornos cerebrales degenerativos típicos, como
cleo tegmental dorsal se había doblado, y se había reducido la enfermedad de Alzheimer o la corea de Huntington, se
el tamaño celular en el locus coeruleus. aprecia una mayor densidad de células gliales. No se halló
En resumen, los estudios microscópicos morfométricos so- ninguna diferencia entre pacientes con esquizofrenia y con-
bre la esquizofrenia describieron alteraciones en la densidad, troles en las estructuras temporolímbicas, el tálamo y la cor-
el tamaño, la forma y la posición de las neuronas, principal- teza cingulada en estudios que emplean el recuento de célu-
mente en las regiones temporolímbica y frontal. Se espera la las de la glia, la proporción entre neuronas y células de la glia,
confirmación de los hallazgos en otras regiones, teniendo en y el volumen del núcleo de las células de la glia. En nuestro
cuenta especialmente las muestras de estudios reducidos. propio estudio a gran escala, contamos el número de astroci-
tos en diversas regiones clave, como el área que rodea el cuer-
no temporal, y no encontramos ninguna evidencia de astro-
La esquizofrenia como trastorno gliosis en la esquizofrenia (v. fig. 3) (35). Aunque la cuestión
en la maduración del cerebro de la gliosis fibrosa (es decir, el incremento de fibras en las cé-
lulas de la glia) sigue siendo más controvertida, el estudio
Investigaciones clínicas han proporcionado pruebas de bien controlado de Bruton y cols. (28) también rechaza la
procesos aberrantes en el desarrollo neurológico en la fi- gliosis fibrosa en la esquizofrenia. Por lo tanto, parece poco
probable que la mayoría de los pacientes con esquizofrenia
muestren un grado considerable de gliosis.

120 Controles
Mujer Varón
100 Con
esquizofrenia
80

60

40

20

0
Izquierda Derecha Izquierda Derecha
Valores de p según ANOVA (diagnóstico por sexos): p = 0,40 (izquierda),
p = 0,59 (derecha).
Figura 2. Astrocitos positivos para la proteína acídica, fibri- Figura 3. Recuento de astrocitos (células por campo de vi-
lar y glial (GFAP) en la corteza humana. sión) alrededor de los cuernos temporales.
2.3.5. NEUROPATOLOGÍA 243

Indicios neurohistológicos de desarrollo malmente espaciados en esta región. Posteriormente, encon-


cerebral alterado traron una reducción en la densidad de las interneuronas (40)
y un aumento en la cantidad de axones verticales (en origen,
Se describieron sutiles anomalías citoarquitectónicas en la glutaminérgicos) en las capas corticales, en las que se ha ha-
formación del hipocampo, corteza frontal, circunvolución cin- llado una citoarquitectura alterada (41). En conjunto, se ha
gulada y corteza entorrinal en pacientes con esquizofrenia, en interpretado que estos hallazgos representan un problema de
comparación con los sujetos del grupo control. Por ejemplo, se conexión del cingulado anterior. Investigaciones más especí-
describió una significativa desorganización celular en la zona ficas sobre la conectividad se encuentran en un estadio muy
de contacto entre CA3 y CA4 del hipocampo izquierdo, que inicial, pero describen densidades de espinas dendríticas anor-
se reprodujo en el derecho (36). Este hecho se interpretó como males en la corteza, diversos cambios en la expresión de las
una anomalía migratoria bilateral, que se correlacionó amplia- proteínas de las vesículas sinápticas en las cortezas límbica,
mente con el nivel de gravedad de la enfermedad. En un estu- temporal y frontal, y alteraciones en las inervaciones gluta-
dio posterior no pudieron reproducirse completamente estos matérgicas, catecolaminérgicas e intrínseca en el la corteza
hallazgos, pero se confirmó una correlación dentro del caso cingulada anterior. Estos hallazgos sugieren una «mala cone-
con la gravedad, mientras que otro examen no halló ninguna xión» en el cerebro de los pacientes con esquizofrenia.
desorganización significativa que frecuencia a las personas con En resumen, hay cada vez más pruebas de anormalidades
esquizofrenia de los controles. Otro hallazgo importante fue el patomorfológicas en los estudios post mortem de cerebros de
de un patrón de surcos y circunvoluciones anómalo o una con- pacientes que sufrían esquizofrenia. Los cambios se centran
figuración macroscópica anormal del lóbulo temporal, y anom- en el lóbulo frontal y las regiones temporolímbicas. Son su-
alías citoarquitectónicas de la región entorrinal rostral, así tiles, con ausencia de signos típicos de degeneración, y apun-
como de la corteza insular ventral de personas con esquizofre- tan a problemas en los períodos prenatal (migración celular)
nia (37, 38). Las anomalías citoarquitectónicas de la región en- y posnatal (conectividad) del desarrollo del cerebro. Actual-
torrinal rostral consistieron en células pre-α heterotópicas en la mente, no están claras las causas subyacentes, pero debe dis-
membrana pre-β (membrana III), que normalmente pertenecían cutirse la interacción entre factores genéticos y no genéticos
a la membrana pre-α (membrana II). Esta observación estimuló (p. ej., complicaciones en el nacimiento).
considerablemente la investigación, con estudios que apoyaban
estos hallazgos y otros que no lo hacían.
En conclusión, las anomalías citoarquitectónicas re- ■ Trastornos del humor (tabla 3)
cientemente descritas en diferentes estructuras límbicas en
la esquizofrenia son muy sutiles, pudiendo ser fácilmente La cantidad de estudios anatomopatológicos publicados
omitidas si se utilizan métodos neuropatológicos clásicos. sobre la esquizofrenia contrasta vívidamente con el escaso
Para cuantificarlas, suelen ser necesarios métodos de tin- número de exámenes neuropatológicos llevados a cabo sobre
ción sofisticados, como por ejemplo la inmunohistoquími- trastornos afectivos. Si se revisa la literatura médica mundial
ca, las secciones seriadas y un grupo control coincidente, e de los últimos 60 años, Jeste y cols. (42) encontraron 15 es-
incluso así parece difícil reproducir los hallazgos origi- tudios neuropatológicos sobre trastornos afectivos, 7 de los
nales, como se subrayó anteriormente. Estos hallazgos cuales se publicaron entre 1949 y 1969, que presentaban me-
pueden interpretarse como un signo de que la migración nos de 4 casos, y empleaban una evaluación cualitativa de los
neuronal se alterará posteriormente, o pueden reflejar una tejidos. En el Medline Research de entre 1970 y 1999, halla-
muerte celular programada alterada, como las heteropias, mos 11 estudios morfométricos post mortem, en los cuales se
que suelen hallarse en la corteza temporal de niños a los incluyeron pacientes con trastornos afectivos (v. tabla 3). Sin
que se ha realizado una autopsia, que parecen desaparecer embargo, estos pacientes generalmente se incluían como ca-
en los adultos. sos control al buscar anomalías en los cerebros de personas
con esquizofrenia.
Investigaciones de conectividad
Los estudios post mortem han aportado pruebas de asime- Hallazgos macroscópicos
tría cerebral alterada en la esquizofrenia, por ejemplo el pla-
no temporal (para una revisión, v. Falkai y Bogerts [22]). Los En 4 estudios se examinaron mediciones macroscópicas
cambios en el patrón de asimetría cerebral se relacionan es- tales como la morfología macroscópica del cerebro (43), el
trechamente con la conectividad. Recientemente, estudios peso cerebral y el volumen ventricular (44), y el área o el vo-
cuantitativos sobre axones, dendritas, sinapsis y proteínas re- lumen de regiones concretas como el hipocampo, la circun-
lacionadas con la sinapsis, y el ARNm han empezado a ex- volución parahipocámpal (45), el estriado, el globo pálido y
plorar la hipótesis de la alteración de la conectividad en la es- el cuerpo calloso (44, 46). En comparación con los pacientes
quizofrenia. Aunque los resultados aportados hasta la fecha con esquizofrenia y/o los sujetos control no psiquiátricos, los
han sido de algún modo inconsistentes, los datos prelimina- pacientes con trastornos afectivos presentaron lesiones en el
res parecen prometedores. Benes y cols. (39) se han centrado caudado (43), una reducción del área de la circunvolución pa-
en la corteza cingulada anterior, describiendo una disminu- rahipocámpica derecha (45), y un mayor volumen cerebral y
ción de la densidad neuronal y agregados neuronales anor- menor volumen ventricular (44).
244 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Hallazgos microscópicos manifestaciones clínicas asociadas al síndrome de Wernicke-


Korsakoff incluyen oftalmoplegia, nistagmo, ataxia y síntomas
En 7 estudios se examinó la citoarquitectura y la cantidad psíquicos como confusión, desorientación e incluso coma, que
de células nerviosas o interneuronas de las cortezas entorrinal pueden estar relacionados con sistemas funcionales dañados en
e insular (47, 48), el cingulado (49), el cerebelo (50), y el tron- el hipotálamo, mesencéfalo y cerebelo (56). Otras manifesta-
co encefálico (46, 51), y el sistema nervioso periférico (52). ciones neuropatológicas importantes del alcoholismo crónico
Los hallazgos en los pacientes con trastornos afectivos in- son la mielinólisis de la zona central del puente, el síndrome
cluyeron una cantidad de neuronas reducida en general, jun- de Marchiafava y el síndrome alcohólico fetal (v. cap. 4.2.2.3).
to con una citoarquitectura de la corteza entorrinal alterada,
reducción del número de neuronas en la ínsula rostroventral,
disminución de la cantidad de células de Purkinje en el ver- Estudios sobre lesión cerebral por alcohol
mis anterior y posterior y en los hemisferios cerebelares, can-
tidad reducida de neuronas en la membrana II del cingulado, La mayoría de los cambios mencionados anteriormente
pero mayor cantidad de neuronas en el locus coeruleus y un in- ocurren en asociación con una deficiencia de tiamina, que con
cremento de la ramificación de las motoneuronas. frecuencia, aunque no siempre, está correlacionada con el
consumo de gran cantidad de alcohol a largo plazo. Una de
las principales dificultades es identificar las lesiones causadas
Resumen y conclusiones fisiopatológicas por el alcohol per se (alcoholismo no complicado [57]) y aque-
llas causadas por otros factores relacionados con el alcohol,
En resumen, el número de estudios post mortem sobre principalmente la deficiencia de tiamina. A continuación, se
trastornos del humor (afectivos) es aún muy limitado, pero exis- resumen los resultados más recientes producidos en este cam-
ten pruebas de cambios en los ganglios basales y el tronco po, que han sido revisados en detalle por otros (57, 58). Pue-
encefálico. Los estudios de imagen de la estructura cerebral de encontrarse reducción cerebral en el alcoholismo no com-
apoyan la noción de que los trastornos del humor se asocian a plicado, pudiéndose explicar en gran parte por una pérdida de
anomalías de la estructura cerebral regional, en concreto de re- sustancia blanca. Algunas de estas lesiones parecen ser reversi-
giones implicadas en la regulación del estado de ánimo, como bles. Sin embargo, la pérdida neuronal relacionada con el al-
la porción límbica de los ganglios basales y estructuras del tron- cohol se ha documentado en regiones concretas de la corteza
co encefálico. Como consecuencia de la escasa cantidad de su- cerebral (corteza de asociación frontal superior), hipotálamo
jetos estudiados, solamente algunos estudios post mortem distin- (núcleos supraóptico y paraventricular) y cerebelo. Los datos
guieron entre depresión unipolar y bipolar (46). A pesar de ello, son conflictivos por lo que respecta al hipocampo, amígdala y
una revisión reciente de estudios de imagen de la estructura (53) locus coeruleus. No se apreciaron cambios en los ganglios basa-
concluyó que esta distinción era útil. Las principales anormali- les, núcleos basales o núcleos serotoninérgicos del rafe. Como
dades halladas en la depresión unipolar era la reducción de gan- se señaló anteriormente, muchas de las regiones que son nor-
glios basales, cerebelo y posiblemente lóbulo frontal, lo cual males en el alcoholismo no complicado se hallan lesionadas
puede reflejar atrofia local. El trastorno bipolar parece asociarse en pacientes con el síndrome de Wernicke-Korsakoff. Se han
con un aumento de tamaño del tercer ventrículo, un cerebelo descrito degeneraciones dendríticas y sinápticas en pacientes
reducido, un lóbulo temporal posiblemente reducido, y quizá con alcoholismo no complicado, y éstas, junto con cambios
cambios en el hipocampo. En ambos grupos parece que se pro- en receptores y transmisores, pueden explicar los cambios fun-
duce un índice elevado de lesiones de la sustancia blanca cionales y los déficit cognitivos que preceden la más grave de-
además de hiperintesidades periventriculares. Son necesarios generación estructural de las neuronas.
más estudios, en los que se combinen parámetros endocrinos y
bioquímicos con parámetros estructurales (54), para identificar
las regiones clave implicadas en los principales procesos de los Resumen y conclusiones fisiopatológicas
trastornos del humor (afectivos), como cambios en la regu-
lación del eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal (55). Esto permi- En resumen, existen pruebas neuropatológicas que de-
tiría centrarse en estas regiones en futuros estudios post mortem, muestran que el alcohol per se causa daño tanto a la sustancia
lo cual produciría resultados prometedores. gris como a la blanca. La lesión en la sustancia blanca es pre-
dominante y da como resultado en una reducción del volu-
men del cerebro. Un componente de la pérdida de sustancia
■ Alcoholismo (tabla 4) blanca parece ser reversible en algunos casos, tras un signi-
ficativo período de abstinencia. La lesión de la sustancia gris
La manifestación neuropatológica del alcoholismo mejor parece ser regionalmente selectiva, pero muchas áreas del
conocida es la encefalopatía de Wernicke, que se caracteriza cerebro parecen ser resistentes a la lesión.
por cambios degenerativos, que incluyen gliosis y pequeñas Se considera que la deficiencia de tiamina es uno de los
hemorragias en las estructuras que rodean el tercer ventrículo y principales causantes de las lesiones cerebrales en los alcohó-
el acueducto (es decir, los cuerpos mamilares, el hipotálamo, el licos. Los modelos animales sugieren que la distribución y la
núcleo talámico mediodorsal, los colículos y el tegmento del extensión de la pérdida neuronal depende de la duración del
mesencéfalo), así como atrofia cerebelar. La mayoría de las consumo de alcohol, la magnitud y el modo de exposición
2.3.5. NEUROPATOLOGÍA 245

(ingestión, inhalación, etc.), la susceptibilidad genética de la Bibliografía


especie, y la cepa animal estudiada (57). Se ha sugerido que
la retirada del alcohol puede desempeñar un papel importan- 1. Broca, P. (1865). Sur la faculté du langage articulé. Bulletins de la
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2.3.6. TOMOGRAFÍA FUNCIONAL POR EMISIÓN DE POSITRONES EN PSIQUIATRÍA 247

Tabla I. Radiotrazadores nuevos y establecidos en psiquiatría

Radiotrazador Aplicación Comentarios

Radiotrazadores PET
15CO2/H215O Flujo sanguíneo Usado para representar áreas cerebrales no funcionales implicadas en enfer-
[18F]desoxiglucosa medades psiquiátricas. Puede sustituirse por técnicas de RMf
Metabolismo de la glucosa Usado en muchos estudios en reposo para definir los efectos de los fárma-
[11C]SCH 23390 cos antipsicóticos
Receptor D1 de la dopamina Estudios de ocupación de receptores con muchos neurolépticos. Reciente
publicación de descenso del número de receptores D1 corticales en per-
[11C]racloprida sonas con esquizofrenia sin tratamiento farmacológico
Receptor D2 de la dopamina Demostración consistente de que no hay elevación de receptores D2 en per-
sonas con esquizofrenia sin tratamiento farmacológico. Estudios de ocupa-
ción de los receptores D2 estriados con muchos neurolépticos
[11C]FLB-457 Receptor D2 de la dopamina Ligando de gran afinidad; permite la medición de receptores D2 extraestriados
[11C]RTI 121 y 32 Marcadores de la recaptación de Estudios sobre enfermedad de Parkinson en curso
dopamina
[18F]dopa y [18F]metatirosina Densidad e integridad de la neu- Radiotrazador predominantemente detectable en los ganglios basales. Señal
rona dopaminérgica cortica débil. Alguna aplicación en estudios de psicosis
[11C]flumazenilo Receptores centrales de las ben- Marca todos los subtipos de receptor central. Estudios en trastorno de an-
zodiazepinas siedad, en curso
[18F]altanserina Receptor de la 5-HT2 Débil señal específica en el cerebro humano. Estudios en pacientes con de-
presión, en curso
[18F]setoperona Receptor de la 5-HT2 Débil señal específica en el cerebro humano. Estudios en pacientes con de-
presión, en curso
[11C]metilespiperona Receptores corticales 5-HT2 y re- Estudios de ocupación por neurolépticos
ceptores estriados D2
[11C]MDL-100907 Receptores de la 5-HT2A Puede ser el ligando más adecuado para representar los receptores 5-HT2
[11C]WAY 100635 Receptores de la 5-HT1A Estudios en la depresión mayor, en curso
[11C]McN 562 Transportador de la serotonina Estudios en consumidores de éxtasis, en curso
[11C]metiltriptófano Posible medición de la síntesis de Trazador potencialmente importante en psiquiatría. La validez de la medición
serotonina está siendo investigada
[11C]diprenorfina Receptores µ, k, γ Potencialmente para estudios en la depresión
[11C]carfentanilo Receptores opiáceos µ Estudios en la adicción y los trastornos del humor, en curso

Radiotrazadores SPET
[99mTc]HMPAO Flujo sanguíneo Muchos estudios en reposo y activación en dos exploraciones en la psicosis
[123I]yodobenzamina Receptores D2 de la dopamina Estudios de ocupación y desplazamiento
[123I]epideprida Receptores D2/D3 de la dopamina Estudios en esquizofrenia, en curso. Puede medir los receptores extraestria-
dos de la dopamina
[123I]yomacenilo Receptores benzodiazepínicos Estudios en alcoholismo
[123]nor-β-CIT Transportador de la dopamina y la Estudios en consumidores de éxtasis, en curso
serotonina

biológico para formar un trazador radiactivo para ser ad- (18F) (con semividas de 2,03, 20,4 y 109,8 min, respectivamen-
ministrado a humanos (v. lámina 3). te), mientras que los radioisótopos utilizados en la SPET com-
2. Representación de la imagen de la distribución del traza- prenden el tecnecio99m (99mTc) y el yodo 123 (123I) (con semivi-
dor radiactivo, durante minutos u horas, en el cerebro das de 6,02 y 13,2 h, respectivamente). Los isótopos para la
humano vivo. Las cámaras de PET o SPET se emplean SPET son menos versátiles que los de la PET porque los áto-
para detectar la radiación gamma emitida por el isótopo mos no son constituyentes normales de muchas moléculas or-
radiactivo al desintegrarse (v. lámina 4). gánicas (a diferencia del carbono y el oxígeno) y porque un
3. Cuantificación de un parámetro fisiológico de interés, gran tamaño molecular altera las propiedades de la molécula a
como el número total de receptores (Bmáx) o el flujo san- la que se adhieren. Sin embargo, la SPET es más barata que la
guíneo cerebral regional, a partir de la medición de la ra- PET y técnicamente menos exigente, lo que la hace más fácil-
diactividad cerebral a lo largo del tiempo (v. láminas 5 y 6). mente disponible en hospitales y centros de investigación.

■ Producción de isótopos ■ Radioquímica


Los radioisótopos habituales de la PET, producidos por un Para producir, por ejemplo, el radioisótopo [11C]racloprida
ciclotrón, son el oxígeno 15 (15O), carbono 11 (11C) y flúor 18 (usado para estudiar los receptores dopaminérgicos D2 estria-
248 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

dos), los protones son acelerados mediante un ciclotrón para «función de entrada» (2) que describa el curso temporal de pre-
golpear un objetivo constituido por gas de nitrógeno. La reac- sentación del radiotrazador en el cerebro empleado en el mo-
ción nuclear produce (11CO2) anhídrido carbónico [11C]. El delo cuantitativo del radiotrazador (v. lámina 6).
11
CO2 se convierte en [11C]yodometano, que a su vez es utili-
zado para marcar el precursor de racloprida para formar [11C]ra-
cloprida. Este procedimiento de radiosíntesis precisa de equipos ■ Limitaciones técnicas y prácticas
de síntesis química rápidamente automatizados. Tras los proce- de la PET y la SPET comparadas
sos de control de calidad para estimar la actividad específica y la
pureza química, la [11C]racloprida se inyecta por vía intraveno-
con otras técnicas de diagnóstico
sa a los pacientes que yacen en la cámara de PET (v. lámina 3). por la imagen
Es importante señalar que la masa total inyectada de radiotraza-
dor es muy pequeña (típicamente inferior a 5 µg) y por lo tan- La PET y la SPET destacan en la medición de parámetros
to el radiotrazador no tiene efecto farmacológico por sí mismo. neuroquímicos in vivo a concentraciones muy bajas (subnano-
molares) (1, 2). Esta sensibilidad no puede ser emulada por
otros métodos in vivo como la espectroscopia por resonancia
■ Imagen del radiotrazador, magnética de protones (rango milimolar). Sin embargo, la dosi-
metría de radiación limita el número de exploraciones que pue-
obtención de datos y análisis den practicarse a una persona. La cuantificación completa pue-
La PET se basa en la desintegración de los positrones emi- de lograrse a menudo mediante PET, lo que no sucede con la
tidos por un núcleo inestable como el 11C (v. lámina 4). Los SPET. Sin embargo, para representar los cambios de riesgo san-
positrones emitidos viajan una corta distancia en el tejido an- guíneo, la resonancia magnética funcional (RMf) ofrece en la
tes de ser aniquilados por la colisión con un electrón (1). En actualidad la posibilidad de mediciones repetidas (sin radiación)
dicha aniquilación se generan dos rayos gamma de alta ener- que sobrepasa con creces las posibilidades de la PET, y la SPET,
gía separados en un ángulo de 180° (v. lámina 4). Los detec- para plasmar la imagen del flujo. Sin embargo, la cuantificación
tores de radiación (p. ej., el germanato de bismuto), situados a completa del flujo sanguíneo no es fácil de obtener mediante
180° y unidos por circuitos de coincidencia electrónica, detec- RMf sin inyección de contraste. Una desventaja de la RMf so-
tan la radiación gamma resultante y así localizan la fuente de bre la PET, en algunas personas, es el entorno ruidosamente
radiación en un volumen entre cualquier par de detectores (v. claustrofóbico del aparato, aunque los pacientes y paradigmas
lámina 3). Disponiendo anillos de detectores alrededor de la estudiados mediante la representación del flujo con PET pue-
cabeza del paciente y con técnicas de retroproyección, basadas den investigarse fácilmente con RMf (v. cap. 2.3.8), si bien los
en la informática, puede obtenerse la distribución del radio- materiales próximos al aparato no deben ser magnéticos.
trazador en cortes tomográficos del cerebro (1, 2). Por el con- La RM estructural se usa a menudo conjuntamente con la
trario, los radioisótopos de la SPET se desintegran emitiendo activación de la PET y técnicas de unión de ligandos. La in-
un solo rayo gamma, de modo que los detectores de radiación formación anatómica de alta resolución contenida en las
no están unidos por circuitos de coincidencia. Las cámaras de imágenes de RM puede emplearse para definir con precisión
PET y SPET de última tecnología tienen una resolución espa- áreas de activación o unión al radiotrazador en los estudios
cial transaxial del orden de 4 a 5 mm (amplitud completa me- con PET de pacientes individuales (2).
dia máxima, medida estándar de resolución espacial) y pueden La PET y la SPET, e incluso la RMf, tienen una resolu-
detectar concentraciones subnanomolares de receptores (1, 2). ción temporal relativamente mala (segundos) en comparación
Los isótopos emisores de positrones pueden incorporarse a con métodos electrofisiológicos como el electroencefalogra-
moléculas asociadas a diversos procesos bioquímicos del cere- ma (EEG), los potenciales evocados y la magnetoencefalogra-
bro. Por ejemplo, el emisor de positrones 11C puede incorpo- fía (milisegundos), aunque a su vez estos métodos adolecen
rarse a una molécula WAY 100635, que se une selectivamente de una mala resolución espacial. En la actualidad, en muchos
a los receptores de 5-HT1A, y puede inyectarse por vía intrave- centros de imagen, el gran objetivo de la investigación meto-
nosa en cantidades de trazador. La radiación gamma resultante dológica es intentar integrar la información proporcionada
se detecta mediante una cámara de positrones. Las regiones ce- por estas diferentes modalidades.
rebrales mostrarán distintos perfiles de acumulación radiactiva
a lo largo del tiempo a medida que el radiotrazador se une a
áreas con alta densidad de receptores 5-HT1A (corteza temporal ■ Espacios cerebrales estándar,
medial) mientras que regiones sin o con pocos receptores (ce- representación estadística paramétrica
rebelo) presentarán un lavado (v. lámina 5). Por estos medios, y bases de datos
pueden distinguirse las uniones específicas y no específicas.
Con un modelo adecuado de la historia del radiotrazador en el Un desafío para la representación funcional del cerebro es
tejido a lo largo del tiempo, puede obtenerse una medida cuan- maximizar la detección de pequeños cambios de señal a la vez
titativa del número de receptores en cortes tomográficos del ce- que se mantiene la precisión con que se detectan los cambios
rebro humano (2). Con algunos radiotrazadores (p. ej., [11C]di- de señal (2-4). Muchos centros se han dedicado a esta tarea, en
prenorfina para marcar los receptores opiáceos) puede ser ne- particular en los estudios de flujo, mediante alguno de los si-
cesario realizar una canulación arterial radial para obtener una guientes métodos: suavización de los datos de imagen; trans-
2.3.6. TOMOGRAFÍA FUNCIONAL POR EMISIÓN DE POSITRONES EN PSIQUIATRÍA 249

formación estereotáxica de las imágenes de la PET, en pacien- Tabla 2. Resumen de las aproximaciones a la imagen cerebral
tes individualizados, en un espacio cerebral estándar; y análisis funcional con PET
vóxel a vóxel de los cambios de señal por medio de pruebas es-
Mapa funcional cerebral: FSCr o metabolismo medidos como ín-
tadísticas de las múltiples comparaciones llevadas a cabo.
dice de la actividad neurológica local
Un espacio cerebral estándar que suele utilizarse es el de a) Estudios en voluntarios normales o en los que los paradigmas de
Talairch y Tournoux. En este espacio, las imágenes se orien- «activación» se emplean para identificar la anatomía funcional que
tan en planos paralelos al plano transverso que pasa por las es relevante en las enfermedades psiquiátricas
comisuras anterior y posterior. Así, por ejemplo, las imágenes b) Estudios de activación en pacientes que son comparados con con-
del flujo sanguíneo cerebral regional de diferentes pacientes, troles semejantes
en un experimento de activación, puede transformarse para c) Estudios en los que la variable biológica (p. ej., FSCr) se correla-
ciona con una variable clínica relevante (p. ej., alucinaciones) den-
simular un patrón de la imagen del flujo sanguíneo en este tro del grupo de pacientes
espacio. Las coordenadas de los cambios de señal en el grupo d) Comparación longitudinal de pacientes antes y después de diver-
pueden por lo tanto especificarse a través de coordenadas en sos tratamientos y con mejoría clínica
los ejes x, y y z del espacio de Talairch, lo que permite com- e) Estudios transversales de la actividad cerebral en reposo en gru-
paraciones con estudios de otros centros. pos de pacientes en comparación con controles adecuados
Los métodos de análisis de la imagen vóxel a vóxel, que
Imagen de radioligandos: se mide la recaptación y adhesión espe-
reducen la varianza de error y adolecen de sesgo de observa- cífica de trazadores marcados radiactivamente
ción, se hallan actualmente muy difundidos. Una de estas téc- a) Para estimar la recaptación basal del radioligando en reposo en
nicas es el mapeo estadísitico paramétrico (3, 4), que consiste grupos de pacientes comparados con controles
en la realineación de las imágenes, la normalización espacial, b) Correlaciones intragrupo entre la recaptación del radioligando y
la suavización espacial y el análisis estadístico análogo al del signos/síntomas particulares
vóxel. En un futuro próximo, podrá disponerse de un atlas ce- c) Comparación longitudinal de la recaptación del radioligando en
pacientes antes y después de varios tratamientos y en su recupe-
rebral genérico en el que puedan introducirse los resultados de
ración clínica
los estudios realizados con PET, SPET y RMf, como coorde- d) Estudios de «desplazamiento» o activación del radioligando dise-
nadas que permitan un metaanálisis y una fácil comparación ñados para detectar cambios en los niveles intrasinápticos de neu-
de resultados entre los distintos centros de imagen (4). rotransmisores en respuesta a provocaciones farmacológicas o
cognitivas
e) Investigación de la unión al receptor y características dela ocupa-
■ Estrategias de la imagen con PET ción de los fármacos psicotropos

y SPET en psiquiatría FSCr, flujo sanguíneo cerebral regional.

Estas técnicas (tabla 2) se emplean tanto para medir los


receptores y la neuroquímica cerebrales, como para establecer muchas de las variables de confusión inherentes a otras téc-
un mapa de la actividad funcional del cerebro por medio de nicas. Pueden estudiarse muchos sistemas de receptores (v. ta-
índices del flujo sanguíneo cerebral y la utilización de gluco- bla 1). Sin embargo, el descubrimiento de nuevos radiotraza-
sa. Cada perspectiva intenta definir el perfil y establecer ano- dores adecuados para su uso en humanos es relativamente
malías en las enfermedades psiquiátricas o en el efecto de la lento. Deben cumplirse muchas condiciones para producir
acción de los fármacos psicotropos. un radiotrazador adecuado para su uso en humanos, incluida
A causa de la complejidad técnica de la representación de la permeabilidad en la barrera hematoencefálica, alta especifi-
la imagen del cerebro, es importante tener en cuenta las si- cidad de unión, selectividad del receptor, ausencia de meta-
guientes cuestiones al juzgar los resultados experimentales. bolitos radiactivos y un modelo adecuado de la cinética del
¿Qué se ha dado por sentado respecto a la conducta del ra- trazador (v. lámina 6).
diotrazador in vivo? ¿Se ha hecho una validación correcta del
radiotrazador para el parámetro fisiológico medido? ¿Es sufi-
ciente la resolución espacial de la cámara PET para las regio- Representación de la actividad cerebral
nes medidas? ¿Cuál es la fiabilidad entre pruebas de la medi-
ción de la PET? ¿En los análisis de datos, cómo se han trata- mediante la imagen del flujo sanguíneo
do las imágenes de la PET? ¿Cómo se han definido las regio- y el metabolismo de la glucosa
nes de interés? ¿Qué técnicas estadísticas se han empleado, y
son los márgenes estadísticos los adecuados? El flujo sanguíneo y el metabolismo de la glucosa en las re-
giones cerebrales son indicadores de la actividad sináptica en
las regiones neuronales (6). Los radiotrazadores para estos pro-
Medición de receptores y neuroquímica cesos, como el H215O para indicar el flujo sanguíneo, se em-
cerebrales (5) plean para representar la actividad cerebral en las enfermedades
psiquiátricas. El mapa del metabolismo de la glucosa que em-
Muchas hipótesis neuroquímicas, generadas a partir de plea [18F]desoxiglucosa tiene algunas desventajas sobre el mapa
datos post mortem y animales, pueden comprobarse con rigor de flujo. Los límites de la dosimetría de la radiación para la
con PET y SPET en el cerebro vivo, a la vez que se evitan [18F]desoxiglucosa y la larga semivida del trazador, restringen
250 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

la repetición de la medición en un paciente durante un perío- Diseños factoriales


do corto de tiempo. Por el contrario, los métodos basados en
el 15O permiten realizar, por ejemplo, 12 mediciones del flujo Las técnicas de PET con 15O que permiten múltiples me-
sanguíneo regional en un período de 3 h en un solo paciente. diciones del flujo sanguíneo en sujetos individuales (típica-
El rápido desarrollo de cámaras PET y las técnicas auto- mente de 6 a 12 exámenes) ha permitido la implementación
máticas de análisis de datos han establecido durante la última de diseños factoriales. En dichos diseños, se examinan los
década la imagen funcional basada en el flujo como una acti- efectos en el flujo de dos o más variables, solas o en combi-
vidad de investigación amplia y activa (4). Los primeros estu- nación. Un ejemplo de este diseño sería un estudio donde se
dios examinaron pacientes y controles normales mientras se examinara la influencia de la actividad A en las activaciones
encontraban en reposo en el aparato. En vista de la libertad de de flujo inducidas por la actividad B. Estos diseños factoria-
los estados cognitivos de los sujetos en reposo, algunos inves- les pueden utilizarse para examinar la influencia modulatoria
tigadores pidieron a los pacientes que evocaran ciertas expe- de un fármaco psicotropo en los procesos fisiológicos (4, 5).
riencias mentales, como la presencia de alucinaciones mientras
se les estaba explorando.
A medida que las técnicas de representación del flujo san- Nuevos métodos de análisis de datos para PET
guíneo de las regiones cerebrales ha avanzado se ha producido
una sofisticación equivalente del diseño experimental en la que Los avances en esta área son muy rápidos (2, 4). Entre los
los estudios en reposo han sido ocultados/eclipsados por para- ejemplos recientes se incluyen el uso de técnica de compo-
digmas de activación (4). En un diseño de activación, los suje- nentes principales para analizar los conjuntos de datos de la
tos se involucran en una tarea cognitiva específica mientras se activación mediante PET y los intentos de determinar medi-
les examina, por ejemplo pensar palabras, y se compara el mo- das de conectividad funcional y efectiva entre las regiones ce-
delo de flujo sanguíneo con el flujo inicial como el de repetir rebrales activadas por una tarea determinada. En los estudios
palabras. Los experimentos de activación mediante PET pueden de receptores por PET, son de considerable interés el uso del
comprender diseños de categoría, correlación y factoriales (4). análisis de grupos, los procedimientos paramétricos y los mo-
delos simplificados de regiones de referencia.
Comparación de categorías: sustracción cognitiva
La mayoría de los estudios de activación por PET han ■ Fisiopatología de la imagen:
empleado la comparación de categorías de la sustracción cog- ejemplos a partir de la investigación
nitiva (4-6) para aislar las correlaciones neuronales de los pro- en esquizofrenia
cesos cognitivos. La principal presunción de la sustracción
cognitiva es que la diferencia del flujo sanguíneo cerebral re- Representación de los receptores dopaminérgicos
gional entre dos gammagrafías PET (en cada una de las cua-
les los sujetos desarrollan diferentes actividades fisiológicas) Se ha dedicado mucho esfuerzo en la medición in vivo del
aísla las correlaciones neuronales de la diferencia en compo- número de receptores dopaminérgicos D2 del núcleo estriado
nentes cognitivos entre las actividades. La validez de la sus- en la esquizofrenia, a partir de las publicaciones iniciales sobre
tracción cognitiva radica en asunciones acerca de la naturale- su aumento en determinaciones post mortem. Inicialmente, con
za compuesta de los procesos fisiológicos subyacentes en una el empleo de N-metilespiperona [11C] como radiotrazador, se
actividad fisiológica determinada (lo que quizás no siempre es informó de un aumento de dos a tres veces el número de re-
válido). Específicamente, se asume que las actividades fisioló- ceptores estriados dopaminérgicos D2 en pacientes con esqui-
gicas pueden ser resueltas en componentes únicos que pue- zofrenia sin tratamiento farmacológico (7). Sin embargo,
den añadirse o sustraerse de otro para aislar un componente investigaciones posteriores que empleaba [11C]racloprida,
psicológico de interés. [11C]N-metilespiperona, [123I]yodobenzamida, y [76Br]bromo-
lisurida no pudieron detectar dicha elevación en el número de
receptores estriados dopaminérgicos D2 (8, 9). Las distintas
Diseños de correlación: respuesta graduada metodologías de radiotrazado empleadas, la selectividad de los
radiotrazadores para los subtipos de receptores D2, D3 y D4 de
Un enfoque alternativo, basado en menos presunciones la dopamina, y las características clínicas de los pacientes es-
acerca de la naturaleza compuesta de los procesos psicológi- tudiados se han esgrimido como posibles explicaciones para
cos a investigar, es el diseño de correlación, también llamado no poder reproducir el aumento del número de receptores do-
paradigma de «respuesta graduada». Aquí, un parámetro de paminérgicos estriados. Sin embargo, dados estos resultados
interés psicológico/fisiológico varía sistemáticamente a través conflictivos, pero esencialmente negativos, la atención se ha
de las exploraciones PET y se obtienen correlaciones entre el dirigido en los últimos años a las publicaciones sobre el au-
flujo sanguíneo cerebral regional y el parámetro manipulado mento de la función dopaminérgica presináptica, medida con
(4). Este tipo de procedimiento puede identificar sistemas ce- [18F]dopa (10), y el descenso de los receptores dopaminérgicos
rebrales que responden por encima del intervalo, o sobre el corticales D1, medidos con [11C]SCH 23390 en la esquizofre-
umbral, de la variable manipulada. nia (11). Estos estudios esperan futuras corroboraciones.
2.3.6. TOMOGRAFÍA FUNCIONAL POR EMISIÓN DE POSITRONES EN PSIQUIATRÍA 251

Una nueva extensión de los estudios que utilizan radiotra- una disfunción que podría observarse si se exige a los pacien-
zadores de PET/SPET para representar los receptores dopami- tes un nivel «normal» de actuación. Es ésta una dificultad pen-
nérgicos D2 ha sido la medición de la liberación de dopamina diente de resolución. Acelerar a los pacientes y los controles
durante una provocación farmacológica en la esquizofrenia. significa poder emular los niveles de actuación, y por lo tanto
Teóricamente, ambas PET/SPET tienen el potencial de detec- las diferencias en la activación cerebral no se confunden por
tar la liberación de neurotransmisores asociados a provocacio- la ineficacia del paciente en el desarrollo del ejercicio. Tam-
nes conductuales o farmacológicas si se libera suficiente neu- bién puede ser instructivo representar la imagen de los pa-
rotransmisor endógeno como para causar un cambio aprecia- cientes intentando llevar a cabo una actividad que estrese (dis-
ble (por medio de la ocupación del receptor) en el número de funcional) los procesos cognitivos, produzca una actividad ce-
receptores «disponibles» que pueden «visualizarse» por un ra- rebral alterada y por lo tanto una actuación alterada.
dioligando (5). Por ejemplo, premedicar a personas y animales Muchos autores han sugerido que la hipofrontalidad pue-
con D-anfetamina, que libera dopamina, disminuye el número de ser extremadamente pronunciada en los pacientes con es-
de receptores dopaminérgicos D2 que se unen a la [11C]raclo- quizofrenia que tengan síntomas predominantemente «nega-
prida y la [123I]yodobenzamina (12). Recientemente, Laruelle y tivos». Esta visión tiene el apoyo de un amplio estudio trans-
cols. (13) han informado del aumento de la liberación de do- versal de pacientes con síntomas crónicos en el que se midió
pamina del núcleo estriado en pacientes con síntomas agudos el flujo sanguíneo en reposo de 30 pacientes (17). Dentro de
de esquizofrenia, tras una provocación farmacológica. En este este grupo de pacientes con esquizofrenia, el mayor grado de
estudio, el desplazamiento del radiotrazador (que refleja pre- hipofrontalidad se observó entre quienes presentaban sínto-
sumiblemente un aumento de la liberación de dopamina) se mas negativos más pronunciados, valorados por análisis de
correlaciona con el empeoramiento de los síntomas positivos. factores. Que los síntomas, y no el diagnóstico de esquizo-
Todavía debe establecerse completamente si este importante frenia per se, pueden ser un importante factor en la hipofron-
hallazgo referente al aumento de la respuesta dopaminérgica talidad, es patente en un estudio en que la pobreza verbal (un
va a ser un marcador fiable de la esquizofrenia. signo de retraso psicomotor o deterioro) se asociaba con un
flujo sanguíneo regional cerebral reducido en la corteza dor-
solateral prefrontal izquierda, sin relación alguna con el diag-
Representación de los cambios nóstico de depresión o esquizofrenia (18). Algunos estudios
de flujo sanguíneo e hipofrontalidad con PET/SPET sugieren asimismo una relación entre la hipo-
frontalidad y la presencia de síntomas positivos (19, 20), y la
Desde el inicio de la neuroimagen funcional en la esqui- hipofrontalidad (en reposo o activación) puede resolverse
zofrenia existe una discusión sobre si los lóbulos frontales de cuando mejoran los síntomas (21).
los pacientes son «menos activos» que los de las personas nor- En conclusión, la hipofrontalidad puede no ser un rasgo
males. El término «hipofrontalidad» indica tanto una activi- estable, sino más bien una anomalía relacionada con la situa-
dad reducida «en reposo» como el fallo en la activación (rela- ción de las psicosis esquizofrénicas (y posiblemente en otros
tiva a la situación inicial) cuando el sujeto lleva a cabo una ac- diagnósticos), quizás en relación con la presencia y/o grave-
tividad cognitiva determinada. Los estudios del grupo de dad de un grupo determinado de síntomas.
Weinberger, que emplearon el Test Wisconsin de Evaluación
Neuropsicológica (Wisconsin Card Sorting Task, WCST) mien-
tras se realizaba la exploración, demostraron que las cohortes ■ Fisiopatología de la imagen:
de pacientes con esquizofrenia que realizaban este ejercicio ejemplos de trastornos depresivos
mostraban una relativa hipofrontalidad (14). Esta hipofronta-
lidad se reprodució en otras cohortes de pacientes con esqui-
zofrenia, con y sin medicación, y la realización del ejercicio se Representación de los receptores
correlacionó positivamente con el flujo sanguíneo prefrontal. de la 5-hidroxitriptamina
Sin embargo, la hipofrontalidad, tanto en reposo como
durante un test cognitivo, no ha sido un hallazgo universal en Los últimos progresos han contemplado el desarrollo de
todos los estudios, lo que la hace un marcador de alguna for- nuevos radiotrazadores para el sistema de la 5-hidroxitriptamina
ma poco fiable de la esquizofrenia. Se ha identificado en cer- (5-HT), sobre el que radican hipótesis de disfuncionalidad en
ca del 50 % de los estudios en reposo, pero más a menudo en las enfermedades afectivas y diana sobre la que se dirigen mu-
los paradigmas de activación (15). Los resultados discrepantes chos tratamientos antidepresivos (5). En particular, se están de-
pueden atribuirse a la naturaleza y exigencias del ejercicio em- sarrollando radioligandos para los receptores 5-HT1A y 5-HT2A, el
pleado, la realización de la actividad, y el perfil sintomático de transportador de 5-HT, y radiotrazadores de la síntesis de 5-HT
los pacientes estudiados. Frith y Fletcher emplearon la PET (v. tabla 1).
para estudiar las activaciones de la fluidez verbal rápida en pa- Un reciente éxito es el ligando [11C] WAY 100635para mar-
cientes con esquizofrenia aguda y crónica, con y sin medica- car los receptores 5-HT1A en el cerebro humano (22). Como mu-
ción neuroléptica respectivamente, sin lograr identificar hipo- chos tratamientos antidepresivos diferentes alteran la función de
frontalidad (16). Pero los ejercicios rápidos podrían criticarse los receptores 5-HT1A en roedores, este ligando será útil para in-
en base al retraso del ejercicio para que los pacientes y los su- vestigar las poblaciones de receptores 5-HT1A en pacientes con
jetos normales actúen de forma equiparable impide detectar depresión antes y especialmente después del tratamiento.
252 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

La [11C]N-metilespiperona, [18F]altaserina, [18F]etilespipe- dios más recientes, se ha observado un aumento del flujo en
rona, [18F]setoperona o [18F]altanserina y el trazador para estructuras límbicas y paralímbicas, como la corteza prefron-
SPET, [123I]ketanserina, se han empleado para medir el nú- tal izquierda, cingulada anterior de ambos lóbulos, el hipotá-
mero de receptores 5-HT2 implicados en la depresión, el lamo y la corteza prefrontal inferomedial (27).
comportamiento suicida y la psicosis. Muchos de estos ligan-
dos de los receptores 5-HT2 han sido atacados por su falta de
selectividad o su relativamente baja relación entre la señal es- ■ Imagen de la acción de los fármacos
pecífica e inespecífica obtenida en el cerebro humano (23), psicotropos
aunque han aparecido algunos trabajos que informan de una
reducción del número de receptores 5-HT2 en pacientes con Existen estudios de imagen de relevancia clínica sobre la
depresión que no se medican. Se precisan más estudios en los acción de los fármacos antipsicóticos, en los que la eficacia
que se empleen ligandos más selectivos y con una mayor re- clínica y los efectos adversos están relacionados con la ocu-
lación entre la señal y el ruido, como el [11C]MDL 100907, pación del receptor (9, 28).
un ligando selectivo y prometedor para los receptores 5-HT2A Muchos estudios han investigado la ocupación de los re-
(v. tabla 1). ceptores dopaminérgicos estriados D1 y D2 y los receptores
corticales de la serotonina 5-HT2 a cargo de los neurolépticos.
El grupo de Farde fue el primero en demostrar que las dosis
Cambios en la imagen del flujo sanguíneo clínicamente eficaces de varios neurolépticos causan una ocu-
en la depresión pación de entre el 65 y el 85 % de los receptores dopaminér-
gicos centrales D2 (9, 28). La mayor ocupación de receptores
De forma parecida a lo que sucede en los estudios sobre ({gt} 85 %) se asocia a una mayor incidencia de efectos extra-
mapas cerebrales en pacientes con esquizofrenia, pueden de- piramidales adversos. Por lo tanto, debe existir una ventana
tectarse déficit regionales de actividad neurológica (expresa- terapéutica de ocupación entre el 65 y el 85 % que sea anti-
dos por el flujo sanguíneo cerebral o la utilización de gluco- psicótica y a la vez de menor probabilidad de efectos extrapi-
sa) en los cerebros en «reposo» de los pacientes con depresión ramidales adversos. Por el contrario, el tratamiento con neu-
(24, 25). Muchos estudios en estado de reposo han mostrado rolépticos produce niveles variables de ocupación de los re-
una reducción de la actividad funcional cerebral regional, ha- ceptores estriados D1. Es interesante resaltar que las dosis efi-
llada con mayor frecuencia en la corteza prefrontal, en com- caces de un antipsicótico de segunda generación como la clo-
paración con los controles normales. Sin embargo, la locali- zapina se asocia a un estado de ocupación relativamente bajo
zación exacta de los cambios prefrontales (área dorsolateral, de los receptores D2 (38-63 %) y D1 (38-52 %) (9, 28). Este ha-
ventrolateral, orbitofrontal y frontal medial) ha sido destaca- llazgo inexplicado de una baja ocupación de los receptores D2
da de forma variable por diferentes autores (24-26). se reprodució en distintos grupos de pacientes, tanto con PET
Como se ha demostrado en la esquizofrenia, existen aso- como con SPET, poniendo en cuestión las teorías sobre la re-
ciaciones significativas entre la actividad cortical y la función lación simple entre la eficacia clínica y la ocupación de los re-
cognitiva; los grupos sintomáticos, incluido el humor, y la ceptores D2 per se. Otra evidencia de esta perspectiva deriva de
respuesta a los tratamientos (25). De forma similar a la esqui- estudios que muestran que los pacientes con esquizofrenia
zofrenia, las anomalías del cerebro funcionalmente en reposo que no responden a los antipsicóticos tienen los mismos ni-
pueden representar la correlación fisiológica de aspectos del veles de ocupación de los receptores dopaminérgicos D2 que
estado de depresión como la hipoforia, la lentitud, o el dete- los que responden, y que esta ocupación se da rápidamente
rioro cognitivo, más que marcadores de la enfermedad en sí al cabo de 2 h de haber administrado el antipsicótico, cuya
misma. eficacia tarda semanas en aparecer.
Los paradigmas de provocación psicológica se han aplica- Tanto la PET como la SPET son útiles en la tipificación
do en algunos estudios de cohortes con depresión para com- de los antipsicóticos de segunda generación. La unión de los
probar si existe un deterioro de alguna región cerebral deter- fármacos antipsicóticos a los receptores centrales 5-HT2 es un
minada, subyacente de forma selectiva a algún proceso cog- posible candidato al mecanismo por el cual el fármaco es «atí-
nitivo en pacientes con depresión. Por ejemplo, se ha em- pico». Algunos estudios sugieren una elevada ocupación de
pleado el plan de ejercicios Torre de Londres (v. Tower of los receptores corticales 5-HT2 con risperidona (80 %) y clo-
London) para investigar una «red de proyectos» en pacientes zapina (84-90 %) (9, 28, 29).
con depresión (27). Los pacientes de este estudio mostraron
una actividad reducida durante el ejercicio con una pérdida
completa de actividad funcional en la corteza anterior cingu- ■ Conclusiones
lada, región cortical implicada en el proceso de atención y
muy conectada con otras áreas prefrontales. Con una estrate- Hasta el momento, las técnicas de PET y SPET con ra-
gia de activación diferente, los paradigmas de inducción del diotrazadores y las aplicaciones descritas no han proporcio-
humor han representado la imagen de las correlaciones neu- nado ninguna prueba diagnóstica, o una guía exacta del re-
ronales del humor subjetivo. En uno de estos primeros estu- sultado en las enfermedades psiquiátricas mayores. Sin em-
dios, el recuerdo de situaciones tristes resultó en un aumento bargo, se han evaluado inmediatamente para valorar los efec-
de la actividad en la corteza orbitofrontal inferior. En estu- tos de los fármacos antipsicóticos en la ocupación de los re-
2.3.7. IMAGEN ESTRUCTURAL POR RESONANCIA MAGNÉTICA 253

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2.3.7 Imagen estructural
11. Okubo, Y., Suhara, T., Suzuku, K., et al. (1997). Decreased prefrontal
dopamine D1 receptors in schizophreia revealed by PET. Nature, 385,
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13. Laruelle, M., Abi-Dargham, A., van Dyck, C.H., et al. (1996). Single
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■ Introducción
induced dopamine release in drug-free schizophrenia subjects.
Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of La resonancia magnética (RM) es una tecnología versátil
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14. Weinberger, D.R. and Berman, K.F. (1996). Prefrontal function in
bolismo del cerebro humano en vivo. Todos los datos de RM
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of the Royal Society of London. Series B: Biological Sciences, 351, pueden obtenerse sin exponer a los sujetos a radiaciones io-
1495–503. nizantes ni a isótopos radiactivos. La instalación de los apa-
15. Chuam, S.E. and McKenna, P.J. (1996). Schizophrenia—a brain ratos de RM representa una importante inversión de capital,
disease? A critical review of structural and functional cerebral
abnormality in the disorder. British Journal of Psychiatry, 166, 563–82.
de unos 1,5 millones de libras esterlinas (unos 2,37 millones
16. Frith, C.D., Friston, K.J., Herold, S., et al. (1995). Regional brain de €), pero es considerablemente más barato que el coste del
activity in chronic schizophrenic patients during the performance of a montaje de una unidad de tomografía por emisión de posi-
verbal fluency task. British Journal of Psychiatry, 167, 343–9. trones. Por estas tres razones, versatilidad, seguridad y coste
17. Liddle, P.F., Friston, K.J., Frith, C.D., Hirsch, S.R., Jones, T., and
Frackowiak, R.S.J. (1992). Patterns of cerebral blood flow in
(relativamente) aceptable, la RM va a ser probablemente la
schizophrenia. British Journal of Psychiatry, 160, 179–86. técnica de diagnóstico por imagen predominante en la prác-
18. Dolan, R.J., Bench, C.J., Liddle, P.F., et al. (1993). Dorsolateral tica y la investigación psiquiátricas durante, al menos, los pró-
prefrontal cortex dysfunction in the major psychoses; symptom or ximos 15 años.
disease specificity? Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 56,
1290–4.
En este capítulo se exponen los principios y utilidad prác-
19. Andreasen, N.C., O’Leary, D.S., Flaum, M., et al. (1997). tica de la RM y se describen los métodos habituales de ob-
Hypofrontality in schizophrenia: distributed dysfunctional circuits in tención y análisis de datos de la RM estructural. El capítulo
254 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

2.3.8 sobre RM funcional proporciona información más de- Cuando el cerebro se sitúa dentro de un campo magnéti-
tallada sobre los temas estadísticos que surgen en el análisis co potente, los protones en rotación se alinean espontánea-
de imágenes. mente según el campo externo, exactamente como las lima-
duras de hierro se alinean en el campo de una barra magnéti-
ca. El ángulo de alineación entre cada momento del protón y
■ Fundamentos históricos el eje (longitudinal) del campo magnético externo es α. Los
protones obedecen las leyes de la mecánica cuántica, de modo
Los imanes o piedras magnéticas naturales se considera- que son posibles dos formas de alineación o estados de rota-
ban mágicos por parte de los primeros habitantes de Magne- ción, uno con el momento magnético en la dirección del cam-
sia en la Turquía moderna; de ahí el nombre de magnetismo. po (α = 0°) y uno con el momento en la dirección opuesta
Los principios físicos fueron formulados por Karl Friedrich (α = 180°). Según la potencia del campo aplicado, los estados
Gauss en el siglo XVIII. James Clerk Maxwell descubrió las le- de rotación tienen probabilidades ligeramente distintas, con
yes fundamentales del electromagnetismo en el siglo XIX. En aquellos protones que se alinean en la dirección del campo en
1946, Felix Bloch y Edward Mills Purcell, de forma indepen- alrededor de 5 ppm de más sobre una potencia de campo ex-
diente, publicaron el fenómeno de la resonancia magnética terno de 1,5 T. (La potencia del campo magnético se mide en
(RM). Por este descubrimiento consiguieron, conjuntamente, unidades de gauss [G] o tesla [T]: 1 T = 10.000 G. El campo
el premio Nobel de Física en 1952. La técnica fue rápida- magnético terrestre es, aproximadamente, de 0,5 G; un imán
mente llevada a la práctica, y en las décadas siguientes se de- de juguete tiene un campo de alrededor de 10 G.)
sarrolló la espectroscopia de resonancia magnética in vitro. A Por lo tanto, si se calcula el promedio de los momentos
finales de la década de 1960, convergieron otras tecnologías: magnéticos de todos los protones en rotación, el vector de
imanes superconductores, ordenadores y técnicas de recons- magnetización neto, o resultante, para el cerebro en su totali-
trucción de imagen desarrolladas por Sir Godfrey Hounsfield, dad tendrá un α = 0°. La longitud del vector de magnetiza-
con las que se combinaba la tomografía de rayos X para pro- ción neto representa, pues, la potencia de la magnetización
ducir las primeras imágenes de RM in vivo a principios de la longitudinal (fig. 1).
década de 1970. Los avances tecnológicos y de ingeniería Los protones alineados según un campo magnético está-
continuaron rápidamente, así como las ideas sobre las nuevas tico no son estáticos. Rotan o procesan a una frecuencia muy
perspectivas de técnicas por la imagen. No se han alcanzado alta alrededor del eje del campo externo. La frecuencia de ro-
todavía los límites de la RM. tación, o frecuencia de Larmor, es constante para un deter-
minado tipo de núcleo atómico y una determinada potencia
de campo externa. Para los protones, la frecuencia de Larmor
■ Magnetización a 1,5 T es 63,9 MHz. Sin embargo, aunque todos los núcle-
os de hidrógeno del cerebro tienen una precesión de la mis-
Si se esparcen limaduras de hierro sobre una hoja de pa- ma frecuencia en el mismo campo, no todos lo hacen con la
pel, se orientarán al azar. Si después se coloca una barra misma fase. En un momento dado, diferentes núcleos han al-
imantada debajo del papel, las limaduras de hierro se alinea- canzado un punto distinto en su rotación alrededor del eje
rán por sí solas, de modo que cada una se situará paralela al del campo externo.
campo magnético producido por el imán. En términos más
técnicos, podemos decir que las limaduras de hierro son sus-
ceptibles de imantarse por un campo magnético estático. ■ Resonancia magnética
La susceptibilidad se refiere tanto al efecto del campo
magnético sobre un objeto como al efecto de dicho objeto Cuando se golpea un vaso de vino con un cuchillo, se
sobre el campo. Los materiales paramagnéticos, como algu- produce un sonido agudo de frecuencia característica. Si un
nos metales, tienden a ser atraídos por los imanes y ocasionan cantante pudiera imitar exactamente esta frecuencia con su
un incremento local de la potencia del campo magnético. Los voz, entonces el vaso resonaría y podría romperse. La idea bá-
materiales diamagnéticos, como el carbón y muchos com- sica es que si un objeto tiene una frecuencia de oscilación ca-
puestos orgánicos, tienden a ser repelidos por los imanes y racterística, su exposición a una energía precisamente a esa
producen una disminución local de la potencia del campo frecuencia va a producir un cambio en su estado físico.
magnético. Análogamente, si administramos un pulso de una energía
El cerebro también posee la capacidad de imantarse. Está de radiofrecuencia a (y sólo a) la frecuencia de Larmor a un
compuesto en gran parte por agua, y cada molécula de agua, cerebro situado en un campo magnético, los protones del ce-
por supuesto, está formada por dos átomos de hidrógeno y un rebro absorberán la energía y resonarán. Su ángulo de alinea-
átomo de oxígeno. El núcleo del hidrógeno es un protón úni- ción α con el campo externo aumenta. Si se aplica la sufi-
co con una carga positiva, que tiene una propiedad dinámica ciente energía para provocar un α = 90°, el pulso de radiofre-
denominada spin (espín, momento angular o rotación). Como cuencia se denomina «pulso de 90°». Si el vector de magneti-
todas las partículas cargadas en movimiento, los protones en zación neto se abre de golpe a un ángulo α = 180°, el pulso
rotación generan un campo magnético. El eje del dipolo mag- de radiofrecuencia se denomina «pulso de 180°». Al mismo
nético generado por un protón en rotación se denomina, a ve- tiempo que el ángulo de alineación aumenta por la irradia-
ces, su momento magnético, y se dibuja como un vector. ción de radiofrecuencia, la fase de precesión se vuelve cohe-
2.3.7. IMAGEN ESTRUCTURAL POR RESONANCIA MAGNÉTICA 255

z terno. Los dos componentes de este proceso de relajación se


caracterizan por tiempos de relajación. El primer tiempo de
relajación (T1), también denominado tiempo de relajación es-
pín-retícula, describe el tiempo que tarda la potencia de la
magnetización longitudinal para volver al 63 % de su valor
previo a la irradicación de radiofrecuencia: es la medida del
tiempo que tarda α para volver a cero después de haber pa-
sado de golpe a 90° o a 180°. T1 viene determinado por las
x
interacciones entre protones y su entorno lejano (molecular)
o retícula. El segundo tiempo de relajación (T2), también de-
nominado tiempo de relajación espín-espín, describe el tiem-
po que tardan los núcleos golpeados en detener su «marcha
al paso» alrededor del eje del campo. Este proceso de desfase
empieza tan pronto como cesa el pulso de radiofrecuencia,
pero su velocidad depende del entorno inmediato (atómico)
y de los protones. Pequeñas variaciones en el campo magnéti-
co aplicado acentúan la relajación espín-espín, dando lugar a
un tiempo de relajación T2* que es, en cierto modo, más rá-
A pido que el «verdadero» tiempo de relajación T2 que se habría
observado en un campo homogéneo ideal.
z
Al relajarse los protones, liberan la energía absorbida del
pulso de radiofrecuencia en forma de una débil señal de ra-
diofrecuencia, que cae a una tasa normalmente determinada
por T2*. Este proceso se denomina caída de inducción libre,
y la señal emitida forma los datos a partir de los cuales se ela-
boran, finalmente, las imágenes de resonancia magnética.

x
■ Imágenes de resonancia magnética
Secuencia espín-eco
α = 90°
Los principios básicos de la RM pueden explotarse para
generar imágenes de resonancia magnética del cerebro. Una
y
técnica de RM ampliamente utilizada es la secuencia espín-
eco. Se aplica de forma repetitiva un pulso de radiofrecuen-
cia de 90° al cerebro con un tiempo de repetición constante
(TR ms) entre pulsos consecutivos. Tras cada pulso de 90°,
B
los protones se excitan y se relajan. El componente de desfa-
Figura I. Vector de magnetización neto. A) En un campo mag- se de relajación puede revertirse aplicando un segundo pulso
nético estático, el vector se alinea paralelo al eje longitudinal z de 180° un tiempo (TE/2 ms) después del pulso de 90°. Po-
del campo y α = 0. B) Inmediatamente después de un pulso de demos imaginar que tras el primer pulso de 90°, los protones
excitación de 90° de energía de radiofrecuencia a la frecuencia empiezan inmediatamente su movimiento de precesión según
de Larmor, el ángulo de alineación α aumenta (magnetización su idiosincrasia y la señal emitida disminuye. Al revertir este
transversa) y la fase de precesión en el plano x-y es coherente proceso, el pulso de 180° origina un cambio de fase y un au-
sobre todos los protones del cerebro. A medida que los pro-
mento de la señal emitida que tiene su punto máximo o eco
tones se relajan tras la excitación, el ángulo del vector neto
a TE ms (tiempo de eco) tras el pulso de 90° inicial (fig. 2).
disminuye (vuelta a la magnetización longitudinal) y la fase de
precesión se vuelve más variable de un protón a otro (desfase). La localización espacial de la señal de radiofrecuencia
emitida mediante inducción libre de caída en un volumen
dado de cerebro se codifica en tres dimensiones espaciales
gracias a una irradiación de radiofrecuencia selectiva de plano
rente para todos los protones. En otras palabras, en lugar de o corte combinada con gradientes de codificación de fre-
la variación aleatoria en la fase de precesión que existía antes cuencia y de fase. Para mejorar el tiempo de exploración, pue-
del pulso de radiofrecuencia, ahora los protones «marchan al den excitarse múltiples planos de modo intercalado (adquisi-
paso» todos juntos alrededor del eje del campo externo. ción multiplano). Esto significa que después de que la señal
Tras el cese del pulso de radiofrecuencia, los núcleos en de salida sea detectada desde un corte y mientras el vector de
resonancia se relajan gradualmente hasta el estado de equili- magnetización neto se relaja de nuevo hasta su estado de
brio de la precesión aleatoria en alineación con el campo ex- equilibrio previo, otros cortes pueden excitarse. La resolución
256 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Tabla I. Tiempos de relajación a 1,5 T para diferentes tipos


90° 90° de tejidos
Tipo de tejido T1 (ms) T2 (ms)
180° Tiempo (ms)
Sustancia gris 980-1.040 64-71
TE/2
Sutancia blanca 740-770 64-70
TE Líquido cefalorraquídeo >2.000 >300
TR Grasa (a 1 T) 180 90

Figura 2. Secuencia de pulso espín-eco. Un pulso de excita-


ción de 90° de energía de radiofrecuencia es seguido inmedia-
tamente por una caida exponencial de la señal T2 ponderada.
campo magnético externo, que pueden deberse a efectos pa-
Un pulso de 180° TE/2 ms más tarde provoca la recuperación
ramagnéticos locales de compuestos que contengan hierro, ta-
de la fase de los espín protónicos y un incremento exponen-
cial de la señal T2 ponderada con un máximo (eco) TE ms des- les como la hemoglobina.
pués del pulso de 90°. Las imágenes se obtienen en TE (flecha Los parámetros de la secuencia de pulso espín-eco, tiem-
gruesa). Los protones pueden relajarse completamente antes po de repetición (TR) y tiempo para el eco (TE), pueden ajus-
del siguiente pulso de 90°, TR ms después de la excitación tarse juiciosamente para conseguir imágenes que sean sensi-
previa. bles a o ponderadas por una u otra de estas posibles fuentes
de contraste de tejidos.
Si el TR es largo (>1.000 ms) y el TE es corto (<20 ms),
intraplano (tamaño de vóxel) de la imagen viene determinada el contraste en las imágenes estará ponderado por diferencias
por el campo de visión y el número de vóxels de la imagen. tisulares en la densidad de protones. Las imágenes pondera-
Típicamente, la resolución intraplano a 1,5 T es del orden de das por densidad de protones muestran un buen contraste en-
0,5 a 2 mm y el grosor de los cortes es de 2 mm o más. tre el paréquima tisular relativamente hiperintenso y el líqui-
do cefalorraquídeo hipointenso (lámina 7).
Si el TR es corto (<1.000 ms) y el TE es corto (<20 ms),
Contraste de tejidos el contraste en las imágenes vendrá ponderado por diferencias
tisulares en la relajación espín-retícula. Las imágenes T1 pon-
La extraordinaria ventaja de la RM para la exploración deradas muestran un excelente contraste entre la sustancia
anatómica del cerebro es el contraste fácilmente visible en las blanca hiperintensa y la relativamente hipointensa sustancia
imágenes entre la sustancia gris, la sustancia blanca y el líqui- gris (lámina 7). Por este motivo, las imágenes T1 ponderadas
do cefalorraquídeo. En particular, el contraste entre tejidos son ampliamente utilizadas para medir anomalías cuantitati-
parenquimatosos (sustancia gris y blanca) ha hecho de la RM vas del tamaño o la forma de la corteza cerebral.
el instrumento de elección en el diagnóstico por la imagen Si el TR es largo (>1.000 ms) y el TE es largo (>20 ms),
para identificar sutiles anomalías subcorticales en una gran el contraste en las imágenes estará ponderado por diferencias
variedad de trastornos psiquiátricos. tisulares en la relajación espín-espín. Las imágenes T2 ponde-
El contraste tisular en las imágenes de RM viene determi- radas muestran un fuerte contraste entre el líquido cefalorra-
nado por diferencias de densidad de los protones y su entor- quídeo hiperintenso y tejidos parenquimatosos (lámina 7),
no físico y químico. Un tejido fundamentalmente compues- salvo que exista edema o congestión del parénquima, en cuyo
to por aire, como los pulmones, tiene una densidad de pro- caso la señal T2 ponderada estará aumentada. Por esta razón,
tones más baja que un tejido compuesto básicamente por las imágenes T2 ponderadas se utilizan ampliamente para
agua, como el líquido cefalorraquídeo, el cual a su vez tendrá identificar lesiones agudas, inflamatorias e isquémicas.
menor densidad de protones que los tejidos del parénquima
cerebral. El entorno fisicoquímico de los protones tiene un
importante efecto sobre la relajación espín-retícula. Si los pro- Secuencia espín-eco rápida
tones se hallan principalmente en moléculas de agua que di-
funden libremente, como lo hacen en el líquido cefalorraquí- Las imágenes de espín-eco rápidas suponen un refina-
deo, el T1 será prologado, mientras que si se encuentran prin- miento en la secuencia espín-eco básica. En lugar de producir
cipalmente unidas a grandes macromoléculas, como en el una única señal eco tras un pulso de recuperación de fase de
caso de la grasa, el T1 será corto (tabla 1). Dado que la sus- 180° en cada ciclo de longitud TR, las imágenes de espín-eco
tancia gris contiene proporcionalmente menos grasa que la rápido emiten varias señales (tren de ecos) mediante múltiples
sustancia blanca mielinizada, el T1 es más largo para la sus- pulsos de 180° tras un único pulso de 90°. Los ecos más pre-
tancia gris. La relajación espín-espín está asimismo determi- coces (TE <20 ms) se utilizan para formar una imagen pon-
nada, en parte, por el entorno físico inmediato de los proto- derada de densidad de protones, y los que llegan más tarde
nes en el tejido; los tejidos líquidos tienen un T2 prolongado (TE >80 ms) se usan para formar una imagen T2 ponderada.
en comparación con los tejidos sólidos. Otros efectos sobre Este par de imágenes eco-dual proporciona un contraste tisu-
los tiempos de relajación aparentes (T2*) incluyen fluctuacio- lar complementario para no incrementar el tiempo de panta-
nes de minutos o falta de homogeneidad en la potencia del lla, haciendo del espín-eco rápido una secuencia favorable.
2.3.7. IMAGEN ESTRUCTURAL POR RESONANCIA MAGNÉTICA 257

Imágenes ponderadas por difusión ■ Artefactos


Las imágenes ponderadas por difusión son otro refina- Se necesitan protocolos que aseguren la calidad y una
miento de la secuencia espín-eco. Pueden proporcionar infor- asistencia diligente del equipo informático para mantener
mación sobre la organización de los tractos de sustancia elevados estándares en la RM. Los artefactos de imagen se re-
blanca del cerebro que no puede obtenerse por otros méto- fieren a la pérdida de calidad de la imagen (es decir, resolu-
dos de RM. ción espacial o contraste tisular) debida a una causa específi-
La idea básica es que los protones se mueven dentro y en- ca. A menudo es posible remediarlo, y tener conocimiento de
tre las células con un movimiento aleatorio. Típicamente, un sus causas suele permitir anticiparse al problema.
protón puede viajar alrededor de 20 µm en 100 ms gracias a
este movimiento browniano o de difusión. La tasa de difu-
sión será máxima para los protones que se mueven libremen- Movimiento
te por el líquido cefalorraquideo y menor para los constreñi-
dos por barreras físicas tales como las membranas de células El movimiento del sujeto es el artefacto más habitual y
mielinizadas. La tasa de difusión afecta al tiempo de relaja- tiene dos componentes: uno voluntario y otro involuntario
ción espín-espín, de modo que los protones que difunden rá- (fisiológico). El resultado del movimiento voluntario durante
pidamente tienden a relajarse más deprisa. Para conseguir la realización puede ser, obviamente, una imagen borrosa (lá-
imágenes que estén ponderadas por diferencias en la difusión, mina 7). La cooperación de los individuos es vital y se re-
se aplican brevemente dos gradientes extra durante una se- quiere especial atención con los niños, los ancianos y las per-
cuencia espín-eco (1). sonas afectas de trastornos neurológicos o psiquiátricos, que
La sustancia blanca es, generalmente, hiperintensa en las pueden encontrar el entorno de la RM desconcertante. La ca-
imágenes ponderadas por difusión debido a que los axones beza del sujeto se inmoviliza físicamente con unas almohadi-
empaquetados estrechamente proporcionan la mayor barrera llas adicionales y con tiras de velcro colocadas cruzando la
a la difusión libre de agua en el cerebro. Además, es posible frente. El movimiento involuntario proviene principalmente
deducir de los datos de las imágenes ponderadas por difusion del ciclo cardiorrespiratorio, que ocasiona la pulsación de los
la compacta organización de la sustancia blanca e, incluso, es- vasos sanguíneos y del líquido cefalorraquídeo. Esto es más
timar en qué dirección están orientados los tractos de fibras evidente en las imágenes estructurales que muestran las arte-
(lámina 8). Esta información es de considerable interés en rias principales.
psiquiatría, dado que la patología de muchos trastornos psi-
quiátricos puede involucrar las conexiones axonales entre
áreas corticales simples (2). Sensibilidad
Donde dos materiales con muy distintas sensibilidades
son estrechamente adyacentes puede existir una gran distor-
■ Seguridad sión del campo magnético, ocasionando una pérdida o exa-
geración de la señal de RM falsa (artefacto). Esto se ve clara-
La RM está absolutamente contraindicada en pacientes mente con una imagen obtenida con un clip metálico colo-
que tienen un objeto metálico fuertemente magnetizado en cado cerca del cuero cabelludo (lámina 7). Los materiales fe-
su cabeza. Esto incluye grapas de aneurismas, placas de metal rromagnéticos (altamente paramagnéticos) que pueden oca-
reconstructivas o fragmentos metálicos alojados de forma sionar artefactos incluyen los empastes y placas dentales, pin-
traumática. La RM también está contraindicada en pacientes zas del cabello, pendientes y aros de la nariz, e incluso algu-
portadores de dispositivos electrónicos implantados, como nos cosméticos. Una forma menos evidente de artefacto por
un marcapasos cardíaco. Es aconsejable hacer una selección sensibilidad surge si se coloca más tejido (diamagnético) en
de todos los pacientes que han de ser sometidos a una RM un extremo del campo de visión de la imagen que en el otro,
mediante un cuestionario para detectar posibles contraindica- ya que se establece un gradiente de campo a través de la ima-
ciones. La radiografía de cráneo es una exploración prelimi- gen que determina una pérdida de señal. Esto se denomina
nar útil si existe alguna duda sobre la presencia de metal in- artefacto por sensibilidad de volumen y suele observarse en
tracraneal. Todos los sujetos necesitan cumplimentar el con- imágenes de cabeza y cuello (lámina 7).
sentimiento informado por escrito.
Campos magnéticos fuertes, como los de 2 T, no produ-
cen efectos perjudiciales para el tejido biológico. Un cambio Volumen parcial
rápido de gradientes de campo puede inducir corrientes eléc-
tricas en el tejido, pero a las velocidades de cambio utilizadas Los tamaños de vóxel son mayores que algunas escalas
en RM estas corrientes inducidas son varias veces menores de de organización anatómica en el cerebro. Un vóxel puede
lo que se necesita para la contracción muscular. Dado que la representar una mezcla heterogénea de clases de tejidos o
energía de radiofrecuencia puede ocasionar un calentamiento, sólo estar parcialmente ocupado por tejido de un solo tipo.
los estándares nacionales han establecido unos límites a las Este artefacto de volumen parcial es particularmente evi-
cantidades de energía absorbida. dente en la interfase entre la sustancia gris cortical y el lí-
258 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

quido cefalorraquídeo de las cisuras y en la interfase entre la Sala del aparato


sustancia gris cortical y la sustancia blanca central, y deter-
mina errores en la estimación de los volúmenes de diferen- La habitación que aloja los aparatos de RM debe estar es-
tes clases de tejidos. pecialmente diseñada, con un suelo reforzado y un entorno
controlado para mantener una temperatura y humedad cons-
tantes. Las paredes y el techo contienen un escudo magnéti-
■ Equipo informático (hardware) de RM co que previene las fugas del campo hacia el exterior de la
sala y evita que las emisiones de radio de FM sean captadas
Imán superconductor por la bobina de radiofrecuencia.

Los campos magnéticos de más de 0,5 T sólo pueden ser


generados por electroimanes extremadamente pesados o por ■ Diseño de caso y control
imanes superconductores mucho más ligeros. Se prefieren los
imanes superconductores de forma casi universal. El equipa- Los estudios de RM estructural en psiquiatría han adop-
mento auxiliar incluye los sistemas de enfriamiento con helio tado generalmente un diseño transversal o de caso-control.
líquido necesarios para mantener la temperatura lo suficien- Esto supone realizar resonancias a dos grupos de sujetos, pa-
temente baja (4 K) para la superconducción. El enfriamiento cientes y controles comparables, una sola vez. El objetivo
consume la mayor parte de la fuerza suministrada. Sólo se re- suele ser identificar diferencias anatómicas en la estructura ce-
quiere inicialmente una pequeña corriente para generar el rebral entre los casos y los controles. Al evaluar o planificar
campo, que después se mantiene a sí mismo. un estudio de este tipo, es importante prestar atención a di-
Pequeñas variaciones en la homogeneidad del campo versos aspectos del diseño, algunos de los cuales se resumen
magnético dan lugar a distorsiones y artefactos. El campo se a continuación.
ajusta minuciosamente para mejorar la homogeneidad utili-
zando imanes adicionales mediante un procedimiento auto-
matizado conocido como shimming. Potencia
Los gradientes de campo magnético son esenciales en la
RM. El cambio brusco de gradiente de las bobinas produce el ¿Cuál es la potencia del estudio para rechazar la hipótesis
fuerte sonido de «golpeteo» asociado a los aparatos de RM. nula (no existen diferencias anatómicas entre las poblaciones
Sin embargo, hay tres gradientes ortogonales disponibles que de casos y de controles) cuando no es cierta? Por desgracia,
se acoplan para generar gradientes en cualquier dirección. pocos estudios de imagen publicados consideran esta cues-
tión de forma explícita. En general, la potencia de un estudio
es proporcional al tamaño de la muestra (el número de suje-
Bobina de radiofrecuencia tos analizados), el tamaño del efecto (la diferencia anatómica
entre poblaciones) y el umbral de probabilidad o valor p
La función de la bobina de radiofrecuencia es doble: adoptado para el análisis de las hipótesis. El valor p se decide
transmitir los pulsos de radiofrecuencia de las secuencias de frecuentemente según el número de pruebas realizadas: a ma-
imágenes y recibir la señal de salida emitida. Las bobinas de yor número de pruebas, menor es el valor p adecuado. Por
cabeza utilizadas en neuroimagen se ajustan perfectamente a tanto, el riesgo de baja potencia y de error tipo 2 asociado
la cabeza del sujeto y suelen tener un diseño de jaula de pá- probablemente sea máximo cuando las diferencias entre dos
jaro tridimensional, con gran sensibilidad a través del volu- grupos pequeños hayan sido repetidamente analizadas en
men que encierran. Los diseños de las bobinas de superficie función de muchas variables anatómicas. En general, es razo-
se utilizan para obtener imágenes de pequeñas regiones con nable mostrarse escéptico respecto a los hallazgos negativos
una gran resolución espacial, y las bobinas alineadas en fase publicados en muestras de menos de 30 o 40 individuos por
combinan varias bobinas de superficie para obtener una co- grupo.
bertura más amplia.

Representatividad
Ordenadores
¿A qué población representa la muestra de pacientes es-
La RM produce una gran cantidad de datos que requieren tudiada? ¿Se trata de la población que interesa? Si la ambi-
un rápido procesamiento y almacenado, de modo que las ción del estudio es establecer inferencias sobre la población
imágenes puedan ser visualizadas y otras secuencias prescritas de pacientes con, pongamos, un trastorno maníaco-depresivo,
en el mismo momento. El sistema informático forma parte es importante que el diagnóstico se establezca según criterios
integral de la máquina y contiene un equipo y un programa estándar fiables, y que el procedimiento de muestreo sea tal
informáticos especializados para la obtención de datos y re- que cualquier paciente de aquella población tenga la misma
construcción de la imagen, así como el control del imán, el probabilidad de ser incluido en el estudio. Esto significa que
gradiente, las bobinas de radiofrecuencia y otros componen- los autores del estudio van a necesitar, para el muestreo, ca-
tes del aparato. sos obtenidos de la práctica general y de la comunidad, así
2.3.7. IMAGEN ESTRUCTURAL POR RESONANCIA MAGNÉTICA 259

como de clínicas y hospitales. El muestreo de pacientes hos- del trastorno? En la práctica, la mayoría de los estudios pu-
pitalarios es, en general, mucho más fácil; los pacientes ya es- blicados tienden a corregir las diferencias de grupo respecto a
tán bien catalogados y las instalaciones de tratamiento hospi- variables globales mediante modelos estadísticos, a fin de cen-
talario es probable que sean relativamente poco numerosas y trar la atención en diferencias regionales que pueden ser más
cercanas a la unidad de RM. No obstante, si sólo se recogen interesantes. Un problema comparable surge con la medica-
pacientes hospitalarios en la muestra, la inferencia sólo podrá ción. Es probable que los casos hayan sido tratados, a menu-
aplicarse a la población de pacientes hospitalizados, más que do durante muchos años, mediante fármacos que pueden
a la mayor y más general población de individuos con el tras- ocasionar cambios estructurales en el cerebro; los sujetos con-
torno. trol, por definición, no han recibido este tratamiento. Dado
que la exposición a tratamiento farmacológico se confunde
sistemáticamente con el diagnóstico, no puede corregirse bien
Heterogeneidad mediante modelos estadísticos después de haber obtenido los
datos. La única manera de asegurarse de que las diferencias de
Las categorías diagnósticas en psiquiatría pueden subsu- grupo no están contaminadas por los efectos de la medica-
mir una considerable heterogeneidad en términos de feno- ción es tomar como muestra, selectivamente, a los pacientes
menología y etiología. Por ejemplo, los pacientes con diag- que nunca han recibido tratamiento. Sin embargo, el mues-
nóstico de esquizofrenia pueden diferir profundamente en treo de un grupo tan puro de pacientes probablemente con-
términos de perfiles sintomáticos positivos o negativos, defi- lleve mucho tiempo y también va a limitar el alcance de la in-
ciencia cognitiva y factores de riesgo genéticos o ambientales. ferencia.
Estas fuentes naturales de heterogeneidad pueden estar com-
puestas por diferencias en el tratamiento. Cualquiera o todos
estos factores pueden afectar a la estructura cerebral. Los es- Otros diseños
tudios que simplemente ignoran la heterogeneidad, o inten-
tan tratarla mediante una corrección estadística post hoc, pue- Una probable tendencia futura de investigación en RM
den tener menos potencia para detectar una diferencia de gru- en psiquiatría en los próximos años sea que las hipótesis in-
po que los estudios que definen los casos según criterios sub- vestigadas se centrarán más en los mecanismos etiológicos y
diagnósticos o más perfilados. De este modo, el estudio de modelos patogénicos y menos en la cuestión básica de si un
una muestra de pacientes con esquizofrenia con puntuacio- determinado grupo de pacientes tiene una estructura cerebral
nes de síntomas muy negativas y marcadas deficiencias de anormal. Este cambio de interés de las hipótesis va a condi-
memoria de trabajo es más probable que revele anomalías cionar un cambio de diseño más alla de los estudios de caso-
anatómicas de la corteza frontal que el estudio de una mues- control o transversales.
tra no perfilada de pacientes con esquizofrenia. No obstante, Los estudios longitudinales, en los que una cohorte de
el muestreo refinado presenta inconvenientes. Es probable pacientes se explora repetidamente durante un período de
que se consuma más tiempo para conseguir una muestra de meses o años, son una forma poderosa de demostrar los cam-
un tamaño adecuado, y el ámbito de la inferencia se reduce bios degenerativos o del desarrollo en la estructura cerebral
al subgrupo diagnóstico en cuestión. (3). Tienen el evidente inconveniente de que consumen tiem-
po para completarse, y los sujetos pueden no acudir a las ex-
ploraciones repetidas. Los diseños longitudinales mixtos, en
Ajuste (de casos y controles) los que cada sujeto se explora sólo unas cuantas veces pero la
muestra en conjunto incluye sujetos de un amplio rango de
En condiciones ideales, los sujetos control o de compara- edades, constituyen una alternativa pragmática para estudios
ción deberían ser indistinguibles de los pacientes en cada ca- de desarrollo cerebral normal y anormal.
racterística salvo en los hallazgos del trastorno. Por ejemplo, Los diseños genéticos incluyen sujetos definidos genotípi-
es importante que los casos y los controles estén ajustados o camente, más que fenotípicamente como en el diseño caso-
emparejados según edad, lateralidad (zurdos o diestros) y control estándar. Los estudios por la imagen de gemelos ho-
sexo, dado que todos estos factores pueden afectar a la es- mocigotos discordantes para un trastorno (4) y de familias
tructura cerebral y bien podría surgir una diferencia espúrea con múltiples casos afectos de un trastorno, son ejemplos de
entre casos y controles si, pongamos, los pacientes tuvieran diseños genéticos en los que puede haber un completo cono-
de promedio 20 años más que los controles. Por desgracia, cimiento de la proporción de información genética comparti-
hay muchos otros posibles factores de confusión que no ca- da entre sujetos, pero un conocimiento incompleto sobre la
recen tan claramente de relación con la presencia del trastor- constitución genética de cada sujeto. A medida que el geno-
no. Por ejemplo, una muestra no refinada de pacientes con ma humano está mejor definido y los factores de riesgo ge-
esquizofrenia tendrá, en general, un menor coeficiente inte- néticos para el trastorno psiquiátrico se identifican con mayor
lectual (CI) y un perímetro craneal menor que los sujetos de precisión, es probable que los diseños de imagen genética se
un grupo de comparación ajustados por edad y sexo. ¿Debe- enfoquen cada vez más sobre la expresión anatómica de uno
ríamos intentar corregir estas diferencias como si fueran falsas o más genes específicos.
(mediante un muestreo refinado o un modelo estadístico post En conjunto, no existe un único diseño perfecto para un
hoc), o deberíamos aceptar que representan hallazgos reales estudio por la imagen. Con frecuencia, diseñar un estudio
260 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

comportará encontrar soluciones pragmáticas y sostenible- hipotética suposición de que una o más regiones anatómica-
mente justificables a problemas para los cuales no existe una mente definidas del cerebro son especialmente relevantes para
respuesta absolutamente correcta. Además, la «bondad» de un el trastorno (6). El área o volumen de cada una de esas regio-
diseño sólo puede, realmente, ser juzgada en relación con la nes de interés puede medirse directamente dibujando una lí-
hipótesis investigada y los métodos de análisis aplicados a los nea alrededor de la región en una visualización informatiza-
datos. Los mejores estudios por imagen van a transmitir un da de los datos y contando el número de vóxels incluidos en
sentido de que el diseño es a la vez ingenioso e inevitable, la línea. Las medidas de varias regiones de interés pueden
dada la hipótesis y los métodos disponibles, y probablemen- combinarse para producir mediciones resumidas de asimetría
te también incluya una franca discusión de las limitaciones o (7) o de sistemas anatómicos distribuidos espacialmente
implicaciones del diseño particular adoptado. como la corteza de asociación heteromodal. Las ventajas de
la morfometría de regiones de interés son su simpleza con-
ceptual y que permite la medición de estructuras (p. ej., el hi-
■ Análisis de datos pocampo) o de partes de estructuras (p. ej., segmentos del
cuerpo calloso) que serían difíciles de medir de otro modo.
Análisis clínico Algunos inconvenientes habituales son que consume tiempo
y que su fiabilidad no es perfecta. Además, y más importan-
La imagen estructural por RM se utiliza muy a menudo en te, la morfometría de regiones de interés tiene un uso limita-
la práctica clínica para excluir causas no psiquiátricas de psico- do si no es obvio de antemano cuál es la región de interés o
patología. Por ejemplo, en muchos hospitales es una práctica si hay varias regiones posibles de anomalía (lo que es proba-
rutinaria la exploración por RM en todo primer episodio de ble si el trastorno viene determinado por una lesión precoz
enfermedad psicótica para excluir tumores, malformaciones ar- durante el desarrollo cerebral). Por estos motivos, y aun cuan-
teriovenosas u otras causas de psicosis raras (aunque quirúrgi- do la mayor parte de la investigación por imagen en psiquia-
camente tratables). La exploración clínica de estos casos puede tría publicada hasta la fecha ha utilizado la morfometría de
revelar, a veces, anomalías tales como esclerosis del hipocampo regiones de interés, es de esperar que futuros estudios utili-
o agenesia del cuerpo calloso, que sugieren que dicha psicopa- cen, preferentemente, técnicas alternativas informáticamente
tología ha sido determinada por una lesión connatal o un de- más profundas.
sarrollo anormal. En la evaluación de un paciente con demen- En la actualidad, tales técnicas son el centro activo de
cia, la RM puede demostrar de forma útil signos de enferme- investigación, y diferentes grupos de investigadores han
dad vascular (como infartos o cambios periventriculares de la adoptado enfoques algo distintos; el enfoque adoptado por
sustancia blanca) o un patrón focal de atrofia de la sustancia nuestro grupo se resume en la lámina 9. En este esquema, el
gris sugestiva de enfermedad de Pick (corteza frontal) o de en- primer paso en el procesamiento de la imagen consiste en
fermedad de Huntington (núcleo caudado y corteza frontal). retirar los tejidos extracerebrales tales como el cuero cabe-
Todas estas anomalías pueden detectarse simplemente con una lludo y el cráneo, dejando la imagen del cerebro solo. La
valoración visual experimentada de los datos. Sin embargo, el imagen cerebral se segmenta, entonces, en tres clases de te-
diagnóstico clínico de anomalías más sutiles asociadas con, jidos principales. Existen diversas técnicas para la segmenta-
pongamos, la esquizofrenia, un trastorno obsesivo-compulsivo ción o clasificación tisular cerebral (8), pero generalmente la
o el autismo requeriría un análisis cuantitativo de los datos del calidad de la segmentación mejora si se dispone de una ima-
paciente y el acceso a bases de datos de mediciones de RM gen eco-dual (espín-eco rápida). Un método, basado en el
normativas sobre muestras adecuadamente ajustadas de la po- análisis discriminante, requiere que el operador seleccione
blación general. Ni el análisis cuantitativo ni las bases de datos un subgrupo de vóxels en la imagen que sean representati-
normativas se utilizan de forma generalizada en la práctica ra- vos de cada clase de tejido; estos datos se utilizan después
diológica, limitando el valor de la RM en psiquiatría clínica, para efectuar una asignación probabilística de cada vóxel a
aunque es de esperar que esto cambie en el futuro. una de las tres clases posibles. Se han desarrollado otros mé-
todos para evitar incluso este mínimo requisito de la inter-
vención del operador humano, mejorando así la velocidad y
Análisis cuantitativo la fiabilidad.
Una vez la imagen cerebral se ha dividido en sus clases
En términos generales, existen dos requisitos para el análi- componentes, o incluso antes de la segmentación en algunos
sis cuantitativo de los datos de la imagen estructural por RM. laboratorios, puede registrarse en un espacio anatómico es-
El primero es medir la estructura anatómica del cerebro (lo que tándar (9), buscando la transformación matemática que mini-
se suele denominar morfometría). El segundo es probar las hi- mice la diferencia entre la imagen y una imagen modelo ya
pótesis de interés en función de estas variables morfométricas registrada en un espacio estándar. El valor de hacer esta trans-
(5). En este capítulo nos centraremos en la morfometría. formación es doble. En primer lugar, ello permite comparar
la estructura cerebral entre individuos en la resolución espa-
cial de la imagen, es decir, en términos de porcentaje de ocu-
Morfometría
pación de cada vóxel por cada clase tisular. Esto significa que,
El método más extensamente utilizado para medir la es- en último término, pueden analizarse diferencias anatómicas
tructura cerebral a partir de las imágenes de RM se basa en la entre grupos sobre todo el cerebro con detalle, sin tener que
2.3.8. RESONANCIA MAGNÉTICA FUNCIONAL 261

asumir a priori qué cambio patológico se localiza en una re- 10. Wright, I.C., Ellison, Z.R., Sharma, T., Friston, K.J., Murray, R.M.,
gión en particular (10). La segunda ventaja importante del re- and McGuire, P.K. (1999). Mapping of grey matter changes in
schizophrenia. Schizophrenia Research, 35, 1–14.
gistro de imagen es que los parámetros de transformación uti- 11. Csernansky, J.G., Joshi, S., Wang, L., et al. (1998). Hippocampal
lizados para alinear la imagen con el modelo pueden, por sí morphometry in schizophrenia by high dimensional brain mapping.
mismos, utilizarse como medidas de estructura cerebral. Por Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of
tanto, si una imagen representa un cerebro que es estructu- America, 95, 11406–11.
12. Barta, P.E., Pearlson, G.D., Powers, R.E., Richards, S.S., and Tune,
ralmente anormal de algún modo, la deformación matemáti- L.E. (1990). Auditory hallucinations and smaller superior temporal
ca que debe aplicarse para alinear dicha imagen con un mo- gyral volume in schizophrenia. American Journal of Psychiatry, 147,
delo estándar puede ser anormalmente grande (11). 1457–62.
13. Tien, A.Y., Eaton, W.W., Schlaepfer, T.E., et al. (1996). Exploratory
factor analysis of MRI brain structure measures in schizophrenia.
Schizophrenia Research, 19, 93–101.
Análisis estadístico
Las variables morfométricas de cualquier descripción pue-
den utilizarse para probar la hipótesis mediante numerosos
análisis estadísticos. Por ejemplo, la hipótesis nula de diferen- 2.3.8 Resonancia magnética
cia cero en la estructura cerebral entre dos grupos puede rea-
lizarse mediante una prueba t de una única región de interés
funcional
o por muchos miles de pruebas t o, pongamos, la ocupación
de sustancia gris medida en todos y cada uno de los vóxels.
E. T. Bullmore y J. Suckling
Del mismo modo, hipótesis referentes a la relación entre la
estructura cerebral y la función psicológica pueden llevarse a ■ Introducción
cabo analizando la correlación entre una variable morfomé-
trica y las puntuaciones del sujeto en un instrumento psico- La resonancia magnética funcional (RMf) es una técnica
métrico (12). De forma alternativa, las relaciones entre varia- relativamente nueva para medir los cambios de flujo cere-
bles morfométricas pueden explorarse mediante métodos bral. Los primeros estudios de RMf, que mostraban la acti-
multivariantes, como componente principal o análisis de fac- vación funcional de la corteza occipital mediante estimula-
tores (13). ción visual y la activación de la corteza motora mediante
movimientos de los dedos, se publicaron a principios de la
década de 1990 (1-3). Desde entonces, en pocos años se ha
Bibliografía utilizado la RMf para investigar la respuesta fisiológica a
una gran variedad de procedimientos experimentales tanto
1. Pierpaoli, C., Jezzard, P., Basser, P.J., Barnett, A., and Di Chiro, G. en individuos sanos como en diversos grupos de pacientes.
(1996). Diffusion tensor MR imaging of the human brain. Radiology,
201, 637–48. Hacia 1997, había en todo el mundo aproximadamente 500
2. Buchsbaum, M.S., Tang, C.Y., Peled, S., et al. (1998). Fronto-striatal lugares con posibilidad de realizar investigación en RMf, y
circuitry, MRI white matter diffusion anisotropy, and PET metabolic se espera que este número se incremente considerablemente
rate in schizophrenia. NeuroReport, 9, 425–30. en los próximos 15 años. Para ese momento, la RMf proba-
3. Weinberger, D.R., Berman, K.F., Suddath, R., and Fuller Torrey, E.
(1992). Evidence of dysfunction of a prefrontal-limbic network in blemente vaya a tener por sí misma un papel en la práctica
schizophrenia: a magnetic resonance imaging study and regional radiológica y psiquiátrica; actualmente, el papel clínico de la
cerebral blood flow study of discordant monozygotic twins. American RMf se limita a aplicaciones especializadas, tales como la
Journal of Psychiatry, 149, 890–7.
4. Saeed, N., Puri, B.K., Oatridge, A., Hajnal, J.V., and Young, I.R.
evaluación de la dominancia hemisférica previa a la neuro-
(1998). Two methods for semi-automated quantification of changes in cirugía (4).
ventricular volume and their use in schizophrenia. Magnetic Resonance La excepcional ventaja de la RMf sobre otros métodos de
Imaging, 16, 1237–47. imagen alternativos de flujo sanguíneo cerebral, tales como la
5. Bullmore, E.T., Suckling, J., Overmeyer, S., Rabe-Hesketh, S., Taylor,
E., and Brammer, M.J. (1999). Global, voxel and cluster tests, by
tomografía por emisión de positrones (PET) o la tomografía
theory and permutation, for a difference between two groups of computarizada por emisión de fotón único (SPECT), es que
structural MR images. IEEE Transactions on Medical Imaging, 18, no supone exposición a radiactividad. Esto significa que un
32–42. determinado sujeto puede ser explorado sin riesgo en nume-
6. Lawrie, S.M. and Abukmeil, S.S. (1998). Brain abnormality in
schizophrenia. A systematic and quantitative review of volumetric
rosas ocasiones, y que los problemas éticos de la exploración
magnetic resonance imaging studies. British Journal of Psychiatry, 172, de pacientes quedan minimizados. La RMf tiene, además,
110–20. una resolución espacial superior (del orden de milímetros) y
7. Bilder, R.M., Wu, H., Bogerts, B., et al. (1994). Absence of regional una resolución temporal (del orden de segundos) en compa-
volume asymmetries in first episode schizophrenia. American Journal of
Psychiatry, 151, 1437–47.
ración con la PET y la SPECT.
8. Clarke, L.P., Velthuizen, R.P., Camacho, M.A., et al. (1995). MRI En este capítulo se expone una introducción a los aspectos
segmentation: methods and applications. Magnetic Resonance Imaging, técnicos relevantes para la obtención de datos, diseño de estu-
13, 343–68. dio y análisis en la RMf. En el capítulo 2.3.7 se proporciona
9. Andreasen, N.C., Arndt, S., Swayze, V., et al. (1994). Thalamic
abnormalities in schizophrenia visualised through magnetic resonance una introducción a los principios físicos básicos de la magneti-
image averaging. Science, 266, 294–8. zación y la resonancia magnética así como la tecnología.
262 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

■ Activación cerebral y cambios partimento vascular. La actividad neural ocasiona una reduc-
de flujo sanguíneo ción local de la relación entre hemoglobina desoxigenada y
oxigenada, de modo que los efectos paramagnéticos de la des-
oxihemoglobina quedan «diluidos». Dado que la relajación
Intente cerrar sus ojos y después ábralos de nuevo. En el
aparente espín-espín o desfase se acelera mediante faltas de
momento en que abre los ojos, las neuronas de la corteza ce-
homogeneidad microscópicas en el campo magnético debidas
rebral que están especializadas en la recepción de estímulos vi-
a la presencia de medios de contraste paramagnéticos, el efec-
suales mostrarán un súbito y espectacular incremento de su
to neto de la dilución de la desoxihemoglobina se va a pro-
tasa de descarga. Existe un pequeño retraso (aproximadamen-
longar T2* veces en áreas del cerebro que reciben flujo san-
te 100 ms) entre el estímulo y la respuesta neural que permite
guíneo aumentado como consecuencia de la actividad neural.
la propagación de la actividad eléctrica desde la retina a través
El efecto hemodinámico de la relajación espín-espín puede
de los nervios ópticos y tractos de la corteza visual. Más tarde,
medirse mediante una señal T2* ponderada que depende del
entre unos 3 y 8 seg tras el inicio del estímulo, aparecerá un
nivel de oxígeno sanguíneo (DNOS).
cambio en el aporte de sangre local en el área estimulada de
Obsérvese que la infusión de gadolinio causa un descen-
la corteza. El flujo sanguíneo aumenta sin un incremento pro-
so de señal de algún modo mayor (alrededor del 5 %) que el
porcionado del consumo de oxígeno por parte de la corteza
incremento de señal (alrededor del 3 %) asociado a la dilu-
visual, lo que conduce a un incremento local en la relación de
ción de la hemoglobina dependiente de la actividad. Sin em-
formas de hemoglobina oxigenadas y desoxigenadas.
bargo, el contraste endógeno generalmente es preferible, ya
La relación entre la actividad neural y el flujo sanguíneo
que no requiere infusión intravenosa.
cerebral regional, a veces denominada acoplamiento neuro-
vascular, se conoce desde los «cambios en el aporte sanguíneo
según variaciones locales de actividad funcional» publicados
por Roy y Sherrington por primera vez en 1894. Sin embar-
■ Secuencias de imagen para RMf
go, los mecanismos moleculares del acoplamiento neurovas-
Pueden utilizarse diversas secuencias de pulsos distintas
cular aún son inciertos. La actividad neuronal ocasiona una
para la recogida de datos de RM que son sensibles a cambios
acumulación local de metabolitos vasodilatadores, tales como
determinados funcionalmente en la potencia de la señal. Va-
los iones de hidrógeno, que pueden hacer de mediadores de
mos a centrarnos en las secuencias eco gradiente, las cuales,
una respuesta vascular. También puede existir un mecanismo
combinadas con técnicas especiales para la rápida obtención
neurogénico por el cual grupos de neuronas controlen su pro-
de datos, han sido las más ampliamente usadas hasta la fecha
pia perfusión mediante la inervación de las paredes muscula-
en RMf. No obstante, hay que destacar que las secuencias es-
res lisas de las arteriolas que les aportan sangre.
pín-eco también pueden utilizarse para la obtención de datos
de RMf, y que las secuencias eco gradiente pueden usarse
para RM estructural.
■ Medios de contraste exógenos
y endógenos
Secuencia eco gradiente
El hecho de que la actividad neural esté relacionada con
el flujo sanguíneo local ofrece una oportunidad a la RMf. Ha- El principio básico es similar a las imágenes de espín-eco.
blando en términos generales, existen dos maneras en que el Se aplica un pulso de excitación inicial de energía de radio-
flujo sanguíneo alterado puede producir cambios medibles en frecuencia a la frecuencia de Larmor al cerebro en presencia de
señales de resonancia magnética. un potente campo magnético estático. Los protones se exci-
El primero implica la administración de un medio de tan a un estado caracterizado por la magnetización transversa
contraste exógeno, como el ácido dietilenotriaminopentaacé- aumentada y una fase coherente de precesión alrededor del
tico de gadolinio (Gd-DTPA). El Gd-DTPA tiene marcadas eje del campo externo. Inmediatamente después del cese del
propiedades paramagnéticas que producen un cambio local pulso de radiofrecuencia, los protones empiezan a relajarse de
en el campo magnético efectivo. Cuando se administra en nuevo hacia su estado de equilibrio de magnetización longi-
bolo por vía intravenosa mientras el individuo se expone a un tudinal máxima y fase aleatoria de precesión, emitiendo una
estímulo experimental, el Gd-DTPA produce un aumento lo- señal de radiofrecuencia por caída de inducción libre.
cal de la potencia de campo en esas regiones (y sólo en esas En la técnica de eco gradiente, el proceso de relajación es-
regiones) que están activadas neuralmente por estímulos. Este pín-espín (desfase) es acelerado en primer lugar por la aplica-
efecto sobre el campo altera las propiedades de resonancia ción breve de un gradiente al campo magnético poco después
magnética de los protones, esto es, el tiempo de relajación es- del pulso de excitación. Luego, en algún momento (TE/2)
pín-espín, creando un contraste de tejidos entre regiones ce- tras el pulso de excitación, se aplica un segundo gradiente
rebrales activadas por estímulos y regiones no activadas. para revertir el proceso de desfase, provocando la recupera-
El segundo enfoque implica la explotación de la existen- ción de fase y una señal máxima o eco algún tiempo (TE) des-
cia de un medio de contraste endógeno. El hierro en la he- pués de la excitación. La secuencia se aplica de forma repeti-
moglobina desoxigenada tiene propiedades paramagnéticas da con un intervalo de tiempo constante entre excitaciones
parecidas al Gd-DTPA. Tampoco se difunde fuera del com- consecutivas (TR).
2.3.8. RESONANCIA MAGNÉTICA FUNCIONAL 263

El objetivo es manipular la relajación espín-espín mediante cómodos en el escáner antes de que empiece la recogida de da-
breves perturbaciones del cambio magnético externo más que tos. Deben diseñarse los experimentos de modo que no re-
mediante la aplicación de pulsos adicionales de energía de ra- quieran que el sujeto se mueva demasiado; los pequeños mo-
diofrecuencia, como en la técnica de espín-eco. Se aplican gra- vimientos de dedos necesarios para apretar un botón no suelen
dientes codificadores de frecuencia y de fase para localizar las causar graves movimientos de cabeza. Sin embargo, incluso
fuentes de señal en un espacio tridimensional (v. capítulo 2.3.7). muy pequeños movimientos de la cabeza (menos de 1 mm)
Una ventaja de la técnica de eco gradientes es que TE y pueden ocasionar artefactos significativos en los datos de RMf.
TR pueden ser más cortos que en la técnica espín-eco, lo que Los movimientos involuntarios o fisiológicos son debi-
permite una reducción del tiempo total de exploración. Sin dos, principalmente, al ciclo cardiorrespiratorio, ocasionando
embargo, si el TR es corto, pueden necesitarse gradientes la pulsación del líquido cefalorraquídeo y los espacios vascu-
spoiler o pulsos de radiofrecuencia para asegurar que los pro- lares. Por lo tanto, estos movimientos suelen suceder a una
tones han vuelto al equilibrio antes de que se aplique el si- frecuencia mayor que la frecuencia de obtención de volumen
guiente pulso de excitación. El ángulo basculante α inducido de imágenes y están enmarcados en la señal como un factor
por excitación de radiofrecuencia puede ajustarse para generar de confusión de baja frecuencia. El problema puede minimi-
imágenes ponderadas por diferentes fuentes de contraste tisu- zarse mediante gating cardíaco, lo que significa temporizar la
lar. Las imágenes T1 ponderadas se generan mediante pulsos obtención de imágenes en relación con el ciclo cardíaco me-
de radiofrecuencia que ocasionan ángulos basculantes del or- dido por ECG.
den de 10° a 20°. Para imágenes T2 ponderadas funcional-
mente sensibles, hay que aplicar más energía de radiofre-
cuencia en el pulso de excitación para proporcionar un ángu- Sensibilidad
lo de flip cercano a los 90°.
El artefacto de sensibilidad viene exagerado por la técni-
ca de gradiente eco-planar, provocando típicamente una pér-
Técnica eco-planar dida de señal en las regiones cerebrales temporal inferior y or-
bitofrontal cercanas a los huesos o a los senos. El problema
La secuencia eco gradiente equivalente a una secuencia se agrava después si se pide a los sujetos que hablen durante
espín-eco rápida se obtiene por la rápida aplicación, o señali- la exploración, dado que ligeras deformaciones de los senos
zación, de una serie de gradientes de recuperación de fase tras asociadas con la articulación abierta pueden ocasionar cam-
el pulso de excitación y el gradiente de desfase. El gradiente bios en el artefacto de sensibilidad que pueden imitar cam-
de señalización se hace extremadamente deprisa (<1 ms) y bios de señal debidos a la actividad neural relacionada con el
pueden generarse hasta 128 ecos a partir de una única excita- habla. Si la articulación abierta es necesaria para controlar la
ción. Evidentemente, la ventaja de esta técnica eco-planar es actuación del sujeto en la tarea experimental, es aconsejable
la velocidad de obtención. Pueden obtenerse imágenes de diseñar la secuencia de modo que no se obtengan las imáge-
multicortes de toda la corteza, con grosores de corte de sólo nes mientras el sujeto está hablando.
unos pocos milímetros, en 3 segundos o menos. Esta técnica
de alta velocidad es muy deseable en RMf, cuando deseamos
detectar cambios determinados fisiológicamente en la señal ■ Soporte informático
de RM con la mejor resolución temporal posible. De todos
modos, el equipo informático necesario para un gradiente de Las necesidades de soporte informático (hardware) para la
señalización rápido sólo está disponible en las clínicas desde RMf incluyen un imán superconductor, una bobina de ra-
hace pocos años. diofrecuencia, ordenadores y una habitación construida a
propósito, tal como se describe en el capítulo 2.3.7.

■ Artefactos
Bobinas de gradiente
Las principales fuentes de artefactos en la RMf son las
mismas que para la RM estructural (v. cap. 2.3.7). El requisito previo esencial son bobinas de gradiente ca-
paces de señalizar muy rápidamente el campo magnético ex-
terno para la técnica eco-planar. Los gradientes requeridos son
Movimiento pequeños comparados con el campo magnético externo (de 1
a 10 mT/m), pero pueden necesitar ser aplicados durante me-
El movimiento de la cabeza del individuo durante la ob- nos de 1 ms. La velocidad con que el gradiente es activado, o
tención de datos de RMf es inevitable, y los intentos de elimi- frecuencia de giro, ha de ser rápida (hasta 200 mT/m/s). Estos
narlo fijando la cabeza al escáner pueden exacerbar, paradóji- gradientes tan rápidamente cambiantes pueden ocasionar co-
camente, el problema. El mejor método para minimizar el mo- rrientes de remolino en las bobinas de gradiente, que afectan
vimiento es asegurarse de que los individuos no estén excesi- negativamente la homogeneidad del campo. Este problema se
vamente ansiosos respecto al procedimiento, que entiendan minimiza creando, enérgicamente, un escudo para las bobinas,
claramente lo que se les va a pedir que hagan y que se sientan que requiere aun otro conjunto de bobinas.
264 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Equipo audiovisual presentarse alternativamente, empezando por la condición B,


en cinco ciclos durante un tiempo total de experimento de 5
Debe ser posible presentar estímulos visuales y auditivos minutos. Los datos de RMf se obtendrían de forma conti-
a los sujetos mientras están tumbados con la cabeza en el agu- nuada a lo largo del experimento (fig. 1).
jero del imán. Se necesitan auriculares para presentar con cla- El fundamento de este diseño es que las dos condiciones
ridad los estímulos auditivos en presencia del fuerte ruido de son equiparables en todos los aspectos salvo en el análisis se-
fondo del cambio de gradiente. Los estímulos visuales pue- mántico; las palabras se presentan visualmente al mismo ritmo
den presentarse en una pantalla que se ve mediante un siste- y a los sujetos se les pide que señalen su decisión mediante un
ma de espejos. El sujeto debe tener acceso a un botón de aler- dispositivo idéntico. Pero mientras que la condición A solici-
ta. Además, generalmente es útil para los individuos utilizar ta un análisis semántico de las palabras (qué significan), la
un dispositivo para apretar el botón con que indicar su res- condición B solicita sólo un análisis ortográfico (qué aspecto
puesta a tareas experimentales exigentes desde el punto de vis- tienen). Se asume que sólo aquellas regiones del cerebro espe-
ta cognitivo. Estos datos de comportamiento deberán ser con- cíficamente responsables del análisis semántico van a mostrar
trolados durante la exploración. un aumento de la señal de RM durante la condición A; las re-
giones responsables de la percepción visual y la respuesta mo-
tora se activarán del mismo modo en ambas condiciones y no
■ Diseño experimental van a mostrar ningún cambio de señal periódico a la frecuen-
cia de la alternancia AB. Este conjunto de asunciones a me-
El principio básico del diseño experimental de la RMf es nudo se conoce como sustracción cognitiva (5).
manipular la experiencia o el comportamiento del sujeto de Los diseños periódicos bloqueados pueden generar fuer-
modo que sea probable que determine una respuesta neuro- tes cambios de señal en RMf, en tanto las dos condiciones no
vascular específica funcional. Generalmente, es importante estén demasiado exactamente equiparadas. Los inconvenien-
que se diseñe el experimento de forma que permita otra me- tes son que es imposible evaluar la respuesta a un único estí-
dida de respuesta, por ejemplo la presión de un botón, para mulo, y la asunción crítica de la sustracción cognitiva puede
ser registrada simultáneamente. Vamos a ilustrar este y otros no ser siempre válida. En ocasiones dos tareas experimentales
principios considerando de qué modo podría diseñarse un ex-
perimento para identificar las regiones del cerebro que son
importantes en la toma de decisiones respecto al significado 4
de las palabras (semántica). Como se verá, no existe un úni-
co diseño ideal; cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes,
y la elección debe llevarse a cabo cuidadosamente en función 2
de la hipótesis particular para cuyo análisis se usa la RMf.
Señal ponderada T2*

0
Diseño periódico bloqueado
Se trata del diseño experimental más habitual y se adapta –2
a un amplio abanico de investigaciones. La forma más simple
consiste en presentar al sujeto en dos condiciones de forma
alternativa: una condición de activación (A) y una condición –4
basal (B). Cada condición se presenta en un período de tiem-
po idéntico. En cada período se presentan diversos estímulos
de forma secuencial, con un intervalo entre estímulos (IEE) 0 20 40 60 80 100
inferior a la longitud del período. El ciclo de alternancia en- Imágenes (TR = 3 s)
tre las condiciones A y B se repite muchas veces en el trans-
Figura I. Diseño, respuesta y modelo de respuesta de un
curso de cada experimento.
experimento con diseño periódico bloqueado. El diseño expe-
Por ejemplo, durante cada período de 30 seg de la condi-
rimental o función estímulo está representado por una onda
ción A podríamos presentar visualmente sujetos con series de quebrada (línea gruesa), con alternancias periódicas entre la
12 nombres concretos habituales (IEE = 2,5 seg) y pregun- condición basal (B) y la condición de activación (A). Se pre-
tarles para cada palabra si se refiere a un objeto animado (p. senta primero la condición B, y se repite el ciclo BA cinco ve-
ej., «cabra») o inanimado (p. ej., cubo). Podría pedirse a los ces durante el experimento. Se toman imágenes cada 3 segun-
sujetos que indicaran su decisión presionado uno de dos bo- dos durante el experimento, y la señal ponderada T2* que se
tones: el izquierdo para objetos animados y el derecho para observa con un vóxel activado se muestra con puntos unidos
inanimados. Durante cada período de 30 seg de la condición por una línea. Se aprecia un claro aumento de la señal duran-
B, podríamos presentar palabras al mismo ritmo, pero pedir a te la condición A. El modelo de respuesta, una onda sinusal de
los sujetos que decidan si están escritas con letras mayúsculas fase cambiada, se muestra como una línea quebrada. Según es-
o minúsculas. Esta decisión podría controlarse presionando tos datos el retraso hemodinámico estimado era de 3,6 se-
un botón como en la condición A. Los dos períodos podrían gundos.
2.3.8. RESONANCIA MAGNÉTICA FUNCIONAL 265

que parecen diferir sólo en términos de un proceso constitu- lo que todos los sujetos deberían recibir un entrenamiento
yente pueden, en realidad, invocar estrategias cognitivas com- preliminar en la tarea según un protocolo estándar. En caso de
pletamente distintas y originar la activación de redes neuro- existir una variabilidad considerable entre sujetos en cuanto a
cognitivas completamente distintas. su habilidad para realizar la tarea, habría que considerar la po-
sibilidad de ajustar la dificultad de la tarea presentada en la ex-
ploración, de modo que cada sujeto actúe al mismo nivel en
Diseño paramétrico términos de precisión y o tiempo de reacción. El uso de la
RMf para estudiar cambios longitudinales mediante la explo-
El diseño paramétrico se denomina así porque la misma ta- ración repetida del mismo sujeto, por ejemplo antes y después
rea se presenta durante todo el experimento, pero algún pará- de la administración de un fármaco, mejorará el poder esta-
metro continuamente variable de la tarea se manipula experi- dístico para detectar el efecto de interés, al controlar la varia-
mentalmente (6, 7). Por ejemplo, podemos pedir a los sujetos bilidad idiosincrásica de la respuesta funcional entre sujetos.
que realicen una tarea de análisis semántico durante 5 minutos,
pero variando continuamente el intervalo entre estímulos con-
secutivos (palabras) desde 10 segundos al inicio del experimen- ■ Análisis de datos
to hasta 1 segundo al final. En este caso estamos asumiendo
que, a medida que la tarea se vuelve más difícil, es decir, el in- Se revisan en este apartado los principios generales del
tervalo entre estímulos es menor, el flujo sanguíneo a las re- análisis de datos; para una cobertura más detallada de los te-
giones especializadas en el análisis semántico va a aumentar. La mas y métodos implementados en numerosos paquetes de
principal ventaja de este diseño es que evita la asunción de la programas informáticos, véanse las revisiones de Lange (9) y
sustracción cognitiva; el principal inconveniente es que puede Rabe-Hesketh y cols. (10).
perder especificidad. La corteza visual y motora, así como las
regiones cerebrales especializadas en el análisis semántico, mos-
trarán probablemente un flujo sanguíneo aumentado a medida Estimación de movimiento y su corrección
que la velocidad de presentación de los estímulos aumenta.
El primer paso en el análisis de datos de la RMf es esti-
mar la extensión del movimiento de la cabeza durante la ob-
Diseño de ensayo único tención de datos para corregirla (11). Grandes movimientos
de cabeza (de varios milímetros) pueden detectarse simple-
Los diseños de ensayo único se denominan a veces dise- mente mirando las imágenes obtenidas durante un tiempo en
ños relacionados con acontecimientos (8, 9). Se presenta una un corte determinado. Sin embargo, debido a los protocolos
serie de estímulos y se mide la respuesta de la señal de RM de obtención de cortes múltiples generalmente utilizados en
para cada estímulo. Los diseños de ensayo único pueden aco- RMf, el campo magnético al que el cerebro está expuesto
plarse por secuencias para la obtención muy rápida de imáge- cambiará de forma espectacular en el espacio de pocos mi-
nes, de modo que el patrón de respuesta temporal a un acon- crómetros en los extremos superior e inferior de un corte irra-
tecimiento único puede resolverse con detalle. Un diseño de diado selectivamente. Esto significa que movimientos de ca-
ensayo único sería ventajoso para nuestro experimento de aná- beza mínimos (<1 mm) pueden tener efectos desproporcio-
lisis semántico si estuviéramos particularmente interesados en nadamente grandes en la emisión de la señal de RM
correlacionar algún aspecto de la respuesta de comportamien- Los movimientos de la cabeza que suceden simultánea-
to para cada estímulo, por ejemplo la precisión de la decisión mente a la presentación del estimulo experimental, esto es, el
o el tiempo de reacción, con la respuesta neurovascular medi- movimiento correlacionado con el estímulo, pueden exagerar
da mediante RMf. Un inconveniente de estos diseños es que la respuesta neurovascular de forma artificial. El movimiento
los cambios de señal inducidos por un único ensayo son, ge- de cabeza que ocurre al azar respecto al diseño experimental
neralmente, débiles en comparación con el 2-5 % de cambios es más probable que ocasione el problema opuesto, de ate-
de señal típicos de los experimentos periódicos bloqueados. nuar artificialmente la respuesta medida. Por lo tanto, es esen-
cial suplementar la inspección visual de los datos mediante
métodos computarizados para la estimación del movimiento
y su corrección.
Más allá de un único experimento
Si la hipótesis en cuestión exige la investigación de más Modelos estadísticos para la respuesta
que unos pocos sujetos y/o más de una condición experimen- neurovascular
tal, es aconsejable buscar consejo estadístico experto al princi-
pio. En general, es importante que la aleatorización se use ade- El siguiente paso en el análisis es la estimación de la po-
cuadamente para eliminar los efectos de confusión del orden tencia del cambio de señal determinado experimentalmente
en que los experimentos se llevan a cabo y del orden en que en series temporales de mediciones de señal de RM en cada
diferentes sujetos son explorados. La práctica en una tarea vóxel de la imagen. Esto requiere algún tipo de modelo esta-
puede alterar sustancialmente la respuesta neurovascular, por dístico para la respuesta. El modelo más simple, para un di-
266 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

seño periódico bloqueado, es una onda cuadrada a la misma estándar frente al que debe comprobarse la validez de las
frecuencia que la función de entrada experimental. Este mo- aproximaciones teóricas.
delo asume que una región cerebral activada específicamente Una vez tenemos una distribución de probabilidad para
por la condición A mostrará un inmediato aumento en la in- la prueba estadística, aún hay que decidir qué valor p desea-
tensidad de la señal, que se mantendrá a lo largo del período mos adoptar como nuestro umbral de activación. Si se esco-
hasta el inicio de la condición B. El problema con este mo- ge un valor p pequeño (conservador) (es decir, <0,00001),
delo es que el incremento de la señal de RM durante la con- sólo se identificarán como activados aquellos vóxels que han
dición A se debe a cambios en el flujo sanguíneo y la oxige- demostrado una respuesta muy poderosa. Habrá pocos falsos
nación, que están retrasados varios segundos en relación con positivos o errores tipo 1, es decir, casi todos los vóxels que
el inicio de la condición A. Además, este retraso hemodiná- se identifiquen como activados estarán verdaderamente acti-
mico entre el inicio del estímulo y la respuesta medible va a vados. Pero probablemente habrá un gran número de falsos
ser variable de una a otra serie temporal de RMf. Por tanto, negativos o errores tipo 2, es decir, muchos vóxels que están
es importante que el efecto experimental sea modelado como realmente activados no serán identificados como tales. A la
un incremento de la intensidad de la señal que está arbitra- inversa, si se escoge un valor p grande (indulgente) (es decir,
riamente retrasada respecto al inicio del estímulo activador. 0,01), habrá un gran número de errores falsos positivos pero
Se han propuesto varios modelos adecuados para diseños pe- un menor número de errores falsos negativos. La elección
riódicos, incluyendo una onda sinusal de fase cambiada a la del valor p debería ser informada por el volumen de bús-
frecuencia de la alternancia AB (fig. 1). La incapacidad para queda o el número de vóxels analizado para significación. A
permitir un retraso hemodinámico variable puede producir mayor volumen de búsqueda, menor necesitará ser el valor p
una subestimación del efecto experimental y la consiguiente para un grado aceptable de control del error tipo 1. Una re-
pérdida de poder estadístico para detectar vóxels activados. gla general es que el valor p debería ser aproximadamente el
Ningún modelo es perfecto, y cualquiera que sea el mo- recíproco del volumen de búsqueda. Se han invocado méto-
delo escogido para la respuesta neurovascular en RMf, habrá dos más elaborados para corregir los valores p para grandes
probablemente algún mal emparejamiento con los datos. Por números de pruebas sobre datos de imagen.
ejemplo, tanto los modelos de onda cuadrada como de onda Un enfoque alternativo para analizar decenas de miles de
sinusal para la respuesta a experimentos diseñados periódica- vóxels frente a un umbral de probabilidad adecuadamente
mente asumen que la amplitud de la respuesta es exactamen- pequeño, con un riesgo asociado de error tipo 2 principal, es
te la misma para cada período de la condición de activación. combinar la información sobre la respuesta experimental so-
De hecho, no es infrecuente que la amplitud de la repuesta bre varios vóxels. Por ejemplo, podemos inicialmente aplicar
varíe de un período a otro. El mal emparejamiento entre da- un umbral indulgente (p = 0,05) para analizar los estadísticos
tos y modelo significa que los residuales obtenidos haciendo estimados en cada vóxel y poner a cero cualquier vóxel que
encajar el modelo a los datos pueden no ser artefactos. A su no tenga una prueba estadística mayor que el valor crítico
vez, esto puede conllevar que los vóxels sean incorrectamen- correspondiente. El resultado va a ser un mapa de varias
te identificados como activados. Otra fuente de este proble- agrupaciones contiguas en el espacio, con un tamaño que va-
ma son los movimientos fisiológicos de elevada frecuencia ría desde un simple vóxel hasta varios cientos de vóxels (lá-
debidos al ciclo respiratorio. mina 10). Podemos calcular la distribución de probabilidad
para un tamaño de agrupación inferior a la hipótesis nula sea
por teoría o por permutación. Después se puede proceder a
Mapas de activación identificar las agrupaciones significativamente activadas en
lugar de vóxels. La ventaja del análisis de hipótesis en agrupa-
El siguiente paso en el análisis suele ser decidir cuáles de ciones es un mayor poder para detectar focos significativos de
los varios miles de vóxels de la imagen han demostrado una activación, parcialmente porque habrá mucho menos agrupa-
respuesta tan intensa al experimento que es improbable que ciones que vóxels para analizar, de modo que el valor p pue-
sea debida al azar. En otras palabras, queremos identificar los de aumentar legítimamente. El inconveniente es la pérdida
vóxels activados significativamente. Asumamos que hemos de la resolución espacial de la activación.
estimado la respuesta neurovascular por la amplitud de una
onda sinusal en todos y cada uno de los vóxels y nos referi-
mos a ello como nuestra prueba estadística. El problema es, Enfoques multivariantes
entonces, asignar una probabilidad a cada amplitud estimada
bajo la hipótesis nula de que el experimento no tuvo efecto Muchas de las tareas cognitivas «superiores» que probable-
en el cerebro. Para ello se necesita conocer la distribución de mente son del mayor interés en la investigación psiquiátrica no
probabilidades de nuestra prueba estadística bajo la hipótesis activan una única región modular del cerebro. Por el contrario,
nula. Existen, en términos generales, dos modos de conocer típicamente activan varias regiones espacialmente distintas o
esta distribución: podemos extraerla de una teoría matemáti- distribuidas que juntas componen una red neurocognitiva a
ca o podemos tomar una muestra mediante una permutación gran escala para el desarrollo de la tarea. Después puede ser in-
aleatoria de los datos. Las distribuciones teóricas son más rá- teresante investigar la integración funcional entre diferentes re-
pidas de evaluar que las distribuciones de permutaciones, giones o nodos de la red. El modo más sencillo de hacerlo es
pero la permutación implica menos asunciones y es el patrón estimando la correlación entre un par de series temporales de
2.3.8. RESONANCIA MAGNÉTICA FUNCIONAL 267

RMf observadas en diferentes vóxels o regiones. Pueden des- se debería estar alerta ante la potencial discrepancia en la dis-
cribirse grandes correlaciones, sean positivas o negativas, como torsión geométrica entre imágenes del mismo cerebro obteni-
evidencia de conectividad funcional. Los trastornos psiquiátri- das usando diferentes secuencias.
cos pueden caracterizarse por relaciones funcionales anormales La imagen de fondo a menudo se combina con —o se sus-
entre regiones coactivadas o disconectividad funcional. tituye por— una rejilla rectangular que permite que cualquier
Técnicas más sofisticadas para investigar las relaciones hallazgo de interés sea referido directamente al atlas apropiado
funcionales entre gran número de vóxels o regiones incluyen de espacio anatómico estándar. Si la imagen se proyecta como
métodos multivariantes, tales como el análisis de componen- series de cortes bidimensionales, la coordenada z para cada cor-
te principal, el análisis discriminante y el análisis de vía. Es- te en el espacio estándar también debería aparecer. Las imáge-
tos métodos son igualmente aplicables a datos de RM estruc- nes suelen entregarse de modo que el lado derecho del cerebro
tural, donde pueden proporcionar una evidencia indirecta de está representado por el lado izquierdo de cada corte.
la conectividad anatómica entre regiones. Los vóxels o agrupaciones que demuestran un efecto sig-
nificativo se colorean sobre la imagen de fondo de escala de
grises (lámina 11). Puede utilizarse una gama de colores para
Análisis intra e intergrupos codificar la información adicional. Por ejemplo, el retraso
hemodinámico de respuesta para cada vóxel activado genéri-
Una vez estimada una medida o parámetro de respuesta camente puede ser codificado con un espectro continuo de
experimental en cada serie temporal de RMf, los mapas de pa- color. Otras estrategias para la visualización incluyen el uso
rámetros resultantes pueden registrarse en un espacio estándar. de representación tridimensional para mostrar focos de acti-
Existen múltiples algoritmos computarizados posibles para el vación en el contexto de la anatomía de surcos y circunvo-
registro espacial. El más utilizado en la actualidad es una trans- luciones de todo un hemisferio y la «cartografía plana», don-
formación afín, que aplica un reescalado global y lineal en tres de la imagen predeterminada se deforma en una esfera suave
dimensiones para cada imagen. El espacio estándar adoptado y después se traza el mapa sobre un plano antes de que los
generalmente es el representado en un atlas esterotáctico del focos de activación se superpongan encima (13).
cerebro originalmente descrito por Talairach y Tournoux para
ayudar a los neurocirujanos a localizar las estructuras subcor-
ticales (12). En ambos sistemas, a cada vóxel se asigna un gru- Bibliografía
po de coordenadas {x, y, z} que definen su posición. En el es-
1. Kwong, K.K., Belliveau, J.W., Chesler, D.A., et al. (1992). Dynamic
pacio de Talairach-Tournoux, las coordenadas se definen en magnetic resonance imaging of human brain activity during primary
relación con la línea media cerebral y una línea dibujada en- sensory stimulation. Proceedings of the National Academy of Sciences of the
tre las comisuras anterior y posterior (línea AC-PC o comisu- United States of America, 89, 5675–9.
ral). Tras el registro, los mapas de parámetros suelen suavizar- 2. Stehling, M.K., Turner, R., and Mansfield, P. (1991). Echo-planar
imaging: magnetic resonance imaging in a fraction of a second.
se aplicando un filtro de Gauss bi o tridimensional para aco- Science, 254, 43–50.
modar la variabilidad en la anatomía de surcos y circunvolu- 3. Le Bihan, D. and Karni, A. (1995). Applications of magnetic resonance
ciones entre sujetos y el error en el registro espacial. imaging to the study of human brain function. Current Biology, 5, 231–7.
Posteriormente, es posible analizar una gran variedad de hi- 4. Desmond, J.E., Sum, J.M., Wagner, A.D., et al. (1995). Functional
MRI measurement of language lateralisation in Wada-tested patients.
pótesis respecto a los parámetros de respuesta medidos en va- Brain, 118, 1411–19.
rios sujetos en cada vóxel en el espacio estándar. Por ejemplo, 5. Friston, K.J., Price, C.J., Fletcher, P., Moore, C., Frackowiak, R.S.J.,
se puede analizar la hipótesis nula de que existe una media and Dolan, R.J. (1996). The trouble with cognitive subtraction.
cero o poder medio de respuesta experimental en un grupo, o NeuroImage, 4, 97–104.
6. Braver, T.S., Cohen, J.D., Nystrom, L.E., Jonides, J., Smith, E.E., and
la hipótesis nula de que existe diferencia cero en el poder de Noll, D.C. (1997). A parametric study of prefrontal cortex
respuesta entre dos grupos. También es posible analizar corre- involvement in human working memory. NeuroImage, 5, 49–62.
laciones entre el poder de la respuesta funcional y algunos 7. Buckner, R.L., Bandettini, P.A., O’Craven, K.M., et al. (1996). Detection
of cortical activation during averaged single trials of a cognitive task
comportamientos o medidas de síntomas dentro de un grupo. using functional magnetic resonance imaging. Proceedings of the National
Todas estas pruebas estadísticas pueden realizarse por permuta- Academy of Sciences of the United States of America, 89, 11069–73.
ción, así como por teoría y en agrupación o en vóxel (v. antes). 8. Zarahn, E., Aguirre, G., and D’Esposito, M. (1997). A trial-based
experimental design for fMRI. NeuroImage, 6, 122–38.
9. Lange, N. (1996). Statistical approaches to human brain mapping by
functional magnetic resonance imaging. Statistics in Medicine, 15,
Visualización 389–428.
10. Rabe-Hesketh, S., Bullmore, E.T., and Brammer, M.J. (1997). The
El resultado final del análisis de datos de RMf se visuali- analysis of functional magnetic resonance images. Statistical Methods in
Medical Research, 6, 215–37.
za a menudo como un mapa en el espacio estándar. El fon- 11. Bullmore, E. T., Brammer, M.J., Rabe-Hesketh, S., et al. (1999). Methods
do del mapa será generalmente una imagen de escala gris de for diagnosis and treatment of stimulus correlated motion in generic
la anatomía cerebral. Esta imagen puede ser simplemente los brain activation studies using fMRI. Human Brain Mapping, 7, 38–48.
datos de RMf promediados en el tiempo para cada corte. De 12. Talairach, J. and Tournoux, P. (1988). Co-planar stereotaxic atlas of the
human brain. Thieme, Stuttgart.
forma alternativa, se podría desear utilizar un conjunto de da- 13. Sereno, M.I., Dale, A.M., Reppas, J.B., et al. (1995). Borders of
tos de RM estructural con mejor resolución espacial o con- multiple visual areas in human brain revealed by functional magnetic
traste tisular entre la sustancia gris y la blanca. En este caso, resonance imaging. Science, 268, 889–93.
268 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

2.3.9 Redes neuronales,


epilepsia y otras disfunciones Aferentes a.a. e e e

cerebrales r.a.
e e
John G. R. Jefferys r.e.
I i.m. I
i
■ Propósito E i E

El hipocampo está implicado en varios problemas psi-


quiátricos y neurológicos de importancia. El hipocampo y la
amígdala son a menudo el lugar donde se localizan focos de
epilepsia que pueden llevar a problemas de aprendizaje y me-
moria, emoción, angustia y otro tipo. Este tipo de epilepsia se
conoce indistintamente como epilepsia del lóbulo temporal, Figura 1. Ilustración esquemática de la red neuronal del hi-
convulsiones parciales complejas, o epilepsia límbica. El hi- pocampo. Existen muchas más células piramidales excitadoras
pocampo, junto con áreas límbicas asociadas, se ha vinculado (E y triángulos) que interneuronas inhibidoras (I y círculos).
tanto a trastornos afectivos como a psicosis, entre las cuales Como la mayoría de las neuronas, éstas reciben estímulos de
se halla la esquizofrenia. Este capítulo considera la organiza- las dendritas y el cuerpo (este último contiene el núcleo y está
ción celular del hipocampo y luego subraya algunos aspectos representado por un triángulo o un círculo). El nivel de simpli-
de las propiedades emergentes de las redes neuronales en el ficación está claro, a partir de la observación: cada célula pira-
hipocampo y su posible papel en los trastornos psiquiátricos. midal recibe decenas de miles de sinapsis. Los axones de otras
Asimismo revisa los mecanismos celulares y de conexión en regiones, conocidos como aferentes, establecen sinapsis excita-
la epilepsia focal y las dificultades de aprendizaje en la epi- doras (e) tanto con células piramidales como con interneuro-
lepsia límbica. nas. La mayoría de las interneuronas establecen sinapsis inhibi-
doras (i) en las células piramidales. La inhibición de las células
Un elemento central de este capítulo es la idea de que la
piramidales se denomina «de alimentación anterógrada» (a.a.) si
organización funcional de las redes neuronales desempeña un
las interneuronas son excitadas por axones aferentes y «de re-
papel clave en el funcionamiento cerebral normal y patológi- troalimentación» (r.a.) cuando son excitadas por células pira-
co. Por mor de la brevedad (y por conveniencia del autor) los midales. Las interneuronas también se inhiben entre sí forman-
ejemplos se refieren al hipocampo aunque los mismos princi- do una red inhibidora mutua (i.m.); esta red es importante en
pios se aplican a la neocorteza y otras partes del cerebro. algunos tipos de oscilación de red fisiológica (v. texto). Por úl-
timo, las células piramidales establecen sinapsis excitadoras en-
tre sí (r.e.), que pueden conducir a descargas epilépticas si no
■ Organización del hipocampo se contienen mediante mecanismos inhibidores.

Anatomía
tos estímulos aferentes son excitadores; estimularlos propor-
El hipocampo se parece a la neocorteza en que contiene ciona una herramienta adecuada para estudiar la actividad de
una mayoría de neuronas excitadoras, las células piramidales los circuitos neuronales implicados. Las respuestas evocadas
y las granulares, que emplean el glutamato como neuro- en las neuronas del hipocampo empiezan típicamente con un
transmisor (E en la fig. 1) (1, 2). La mayoría de las neuronas potencial excitador postsináptico. Si éste es suficientemente
restantes del hipocampo son inhibidoras, y emplean el ácido fuerte, dará como resultado un potencial de acción desenca-
γ-aminobutírico (GABA) como neurotransmisor (I en la denado en una zona de bajo umbral y cercana al cuerpo ce-
fig. 1). Las neuronas inhibidoras comprenden distintos subti- lular, probablemente a poca distancia siguiendo el axón. Tras
pos de acuerdo con el destino de sus axones (y por tanto con el potencial postsináptico excitador se produce un potencial
las células que inhiben), el lugar donde se encuentra el cuer- postsináptico inhibidor rápido y uno lento. Tanto el poten-
po celular, el tamaño de las dendritas, si contienen uno o cial postsináptico excitador como el inmediato inhibidor se
más neurotransmisores, y si contienen proteínas fijadoras del deben a canales enmarcados por ligandos donde el receptor
calcio. Este capítulo no entrará en la diversidad de interneu- del transmisor (GABAA y glutamato del ácido α-amino-3-hi-
ronas. droxi-5-metil-4-isoxazolpropiónico [AMPA]/ácido caínico o
N-metil-D-aspartato respectivamente) forma parte de la misma
estructura molecular como el canal iónico (cloruro y catióni-
Respuestas evocadas co parcialmente selectivo respectivamente). El lento potencial
postsináptico inhibidor se debe a receptores GABAB, que son
Cada área del hipocampo (o cortical) recibe estímulos si- proteínas G emparejadas y emplean segundos mensajeros para
nápticos «aferentes» desde otras áreas. La mayor parte de es- abrir canales de potasio separados.
2.3.9. REDES NEURONALES, EPILEPSIA Y OTRAS DISFUNCIONES CEREBRALES 269

Las neuronas inhibidoras pueden activarse en las células ronales. Se han realizado cortes de aproximadamente unos
principales (piramidales o granulares), lo que resulta en una 0,4 mm de grosor de cerebros de animales profundamente
inhibición recurrente o de retroalimentación, o directamente anestesiados o recién muertos, o en ocasiones de humanos
por medio de las aferencias de entrada, lo que resulta en una sometidos a neurocirugía. Los cortes cerebrales pueden sobre-
inhibición anterógrada. La sincronía de la estimulación de la vivir varias horas in vitro en líquido cefalorraquídeo artificial,
entrada aferente impone una sincronía en la respuesta, con la habitualmente equilibrado con un 95 % de oxígeno y un 5 %
útil consecuencia de que las corrientes extracelulares genera- de dióxido de carbono (con bicarbonato que proporciona un
das por la actividad de las células piramidales individuales o tampón del pH). Si los cortes se preparan en condiciones es-
las células granulares pueden sumarse (puesto que las células tériles, pueden sobrevivir durante semanas como «cultivos de
se localizan en capas muy próximas) y producir grandes «po- cortes organotípicos». En ambos casos la visualización de la
tenciales de campo» que comprenden un potencial postsi- anatomía del corte vivo ayuda a colocar electrodos, la estabi-
náptico excitador de la población, seguido por una punta de lidad mecánica simplifica en gran manera los registros de den-
la población. tro de las neuronas y la ausencia de una barrera hematoence-
Los potenciales de campo evocados duran entre 10 y 20 ms fálica facilita la administración de fármacos y cambios en las
y los componentes celulares más lentos oscilan entre unos po- concentraciones de electrólitos. Los cortes cerebrales se han
cos cientos de milisegundos y un segundo. No obstante, la es- vuelto muy populares, pero es muy importante recordar que
timulación puede producir respuestas mucho más prolongadas sólo constituyen una herramienta del armamento necesario
en el hipocampo. La que se conoce mejor es la potenciación a para el estudio de la función cerebral, y que en último térmi-
largo plazo, en la que una breve sucesión de estímulos puede no los resultados con ellos obtenidos deben analizarse en el
determinar un aumento, de horas o días de duración, en la res- contexto de todo el organismo.
puesta a un estímulo de prueba determinado. El modesto
acontecimiento condicionante y la consecuencia permanente
Estimulaciones realistas realizadas por ordenador
hacen de la potenciación a largo plazo un atractivo modelo de
aprendizaje y memoria, a pesar de las pruebas de que realmen- Las estimulaciones por ordenador constituyen un medio
te se trata del sustrato celular directo del aprendizaje, que sigue para determinar si lo que se conoce a un nivel, por ejemplo de
siendo circunstancial (3). Quizá sea más probable que la po- las propiedades de las neuronas individualmente y sus interco-
tenciación a largo plazo proporcione una herramienta experi- nexiones, es necesario y suficiente para explicar las propiedades
mental artificial que depende de mecanismos celulares y mole- emergentes al nivel siguiente, en este caso de circuitos de unos
culares que podrían estar involucrados en el aprendizaje y/u cuantos miles de neuronas. Los modelos más útiles para ello
otros cambios plásticos en la potencia sináptica. están muy limitados por los datos experimentales y lo ideal es
utilizarlos para realizar predicciones comprobables experimen-
talmente. La mayoría consisten en diversos «compartimentos»
Circuitos locales que representan la anatomía de las dendritas y el cuerpo neu-
ronal. Cada compartimiento consta de diversas ecuaciones di-
Las neuronas del hipocampo no se disponen como un ferenciales que representan canales iónicos específicos, que
mero relé sináptico donde las aferentes excitan las células dia- pueden agruparse por el potencial de membrana, neurotrans-
na para producir un resultado, dependiendo del tamaño del misores extracelulares o calcio intracelular. De este modo pue-
estímulo y el estado de inhibición en ese momento dado. den activarse numerosas neuronas al mismo tiempo en esti-
Más bien al contrario existe una compleja red sináptica, o cir- mulaciones a gran escala, utilizando una conectividad anató-
cuito local, que relaciona entre sí neuronas de todo tipo (la mica biológicamente realista y propiedades sinápticas (4, 5).
fig. 1 proporciona una ilustración mucho más simplificada de
algunas de las características sobresalientes de los circuitos lo-
cales hipocámpicos). Este capítulo considera dos tipos de ac- ■ Propiedades emergentes de las redes
tividad de red emergentes, que surgen de esta organización: hipocámpicas
epilepsia focal y ritmos gamma.
Ritmos hipocámpicos
Enfoques experimentales
La organización de las redes hipocámpicas (fig. 1) condu-
Desentrañar los mecanismos celulares y de red del fenó- ce a diversos tipos distintos de oscilación, que pueden consi-
meno de red emergente, depende de una combinación de derarse como «propiedades emergentes de la red» (2). Quizás,
electrofisiología, farmacología, anatomía y estimulaciones rea- el ritmo más prominente en el hipocampo sea el θ (3-7 Hz)
listas realizados por ordenador. Es necesario hacer una breve que, por lo menos en las ratas, se asocia a la locomoción. El
introducción respecto a dos temas prácticos. ritmo θ resulta de las interacciones del hipocampo con otras
estructuras límbicas, el septo y la corteza entorrinal. Existe un
ritmo más rápido, a menudo superpuesto al θ, conocido
Cortes cerebrales
como γ (30-100 Hz). La mejor evidencia de la que se dispone
Los cortes cerebrales han desempeñado un papel crucial actualmente es que el ritmo γ está generado por circuitos lo-
en el desarrollo de teorías sobre la función de las redes neu- cales en el hipocampo y las neuronas inhibidoras desempe-
270 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ñan un papel crucial (4). El papel de las ondas γ en el hipo- sobre el ritmo γ tetánico se prestan a controversia, existien-
campo sigue sin aclararse; en la neocorteza éste se ha impli- do pruebas recientes que apuntan a un modelo no sináptico
cado en procesos cognitivos superiores como la «unión» de alternativo, lo que puede estar más estrechamente relaciona-
efectos sensoriales individuales a objetos percibidos coheren- do con las convulsiones que con la cognición. Cualquiera
temente. que sea el resultado de este debate, los conceptos desarrolla-
dos alrededor del ritmo γ tetánico están probando ser muy
útiles en la comprensión del ritmo γ carbacol/cainato men-
Redes de ritmos γ (4)
cionado anteriormente, y en su momento desempeñará un
La primera pista sólida de que las neuronas inhibidoras papel preponderante desvelando los mecanismos de los rit-
desempeñaban un papel central en los ritmos γ viene de los mos γ in vivo.
cortes del hipocampo y la neocorteza en los cuales los poten-
ciales postsinápticos excitadores han sido bloqueados por fár-
macos. La excitación por pulsos de glutamato o fármacos ago- Significado del ritmo γ
nistas que actúan en los receptores metabotrópicos del gluta-
mato (p. ej., proteinas G emparejadas) dieron como resultado Los ritmos γ se han vinculado al procesado sensorial, la
rítmicos potenciales postsinápticos inhibidores en la banda de percepción y otras funciones cognitivas. Los ritmos γ pue-
frecuencia γ. Una serie de pruebas experimentales de predic- den desempeñar papeles en otras afecciones psiquiátricas.
ción, procedentes de simulaciones realistas realizadas por orde- Por ejemplo, un reciente estudio revela un aumento de la
nador mostraron que este ritmo γ se generaba por la inhibición señal en la banda β y un descenso en la γ, en pacientes con
mutua de las neuronas inhibidoras que producía una interrup- esquizofrenia. Es tentador especular la posible existencia de
ción sincrónica de la rápida descarga que la activación meta- una imperfección en los cambios más bien sutiles de las re-
botrópica del receptor de glutamato hubiera de otro modo des responsables de los ritmos γ y β.
evocado. Estas interrupciones duraron un tiempo, del orden de Los ritmos γ están íntimamente vinculados a la epilepsia.
25 ms, que dependía de la evolución temporal de los poten- La actividad neurológica coherente a frecuencias γ se asocia
ciales postsinápticos inhibidores en las interneuronas. Este fe- con algunos tipos de actividad epiléptica. Los ritmos γ se in-
nómeno se denomina «red interneuronal γ». terrumpen en al menos un modelo crónico de epilepsia, aso-
Durante la red interneuronal γ, las células piramidales ge- ciada a trastornos del aprendizaje. Finalmente, las ideas que
neran rítmicos potenciales postsinápticos inhibidores, pero hay detrás de los mecanismos de las redes sinápticas de los
no alcanzan el umbral a menos que sean conducidas por otro dos tipos de fenómeno tienen mucho en común.
impulso. Si se lleva a las células piramidales cerca del umbral,
al mismo tiempo que las neuronas inhibidoras, las propieda-
des del ritmo γ cambian. Esto sucede cuando se someten los ■ Epilepsia: una propiedad emergente
cortes a series cortas de estímulos eléctricos (típicamente 20 de las redes neuronales
estímulos durante un período de 200 ms), en ausencia de fár-
macos que bloqueen los potenciales postsinápticos excitado- Las descargas epilépticas implican típicamente una activi-
res. Un tipo intermedio de ritmo γ es el que se da cuando se dad excesivamente sincrónica en las neuronas principales. En
exponen los cortes a fármacos colinérgicos como el carbacol, la epilepsia focal experimental, esta sincronización excesiva se
o fármacos no sensibilizadores y agonistas del glutamato debe a la mutua excitación de las células piramidales en el hi-
como el ácido caínico. En este caso, cada célula piramidal pocampo, la neocorteza, o áreas relacionadas. La idea esencial
dispara algunos ciclos del ritmo de forma que normalmente es la de una reacción en cadena. Las áreas que están más pre-
en cada ciclo se dispara alguna fracción fluctuante de células dispuestas a las descargas epilépticas tienen fuertes intercone-
piramidales. xiones sinápticas entre sus células principales (p. ej., les célu-
Van apareciendo nuevas propiedades del ritmo γ tetáni- las piramidales de la región CA3 del hipocampo o los planos
co, incluida la capacidad de sincronizar ritmos de pares de 3 y 5 de la neocorteza). La actividad de unas cuantas células
localizaciones separados por largas distancias (varios milíme- piramidales puede propagarse a través de la red sináptica para
tros) con retrasos de fase más cortos de los predichos por los reclutar toda la población de neuronas. Esta propagación nor-
retrasos de la conducción. Los detalles son complejos, pero malmente se mantiene gracias a las neuronas inhibidoras; si
existe una teoría según la cual las conexiones sinápticas de el mecanismo de control es ineficaz se produce la descarga
largo alcance que van de las neuronas piramidales a un lugar epiléptica. En los modelos experimentales, el balance de la
distante de las interneuronas producen dobletes del poten- sincronización contra el control se ve comprometido por tra-
cial de acción que desempeñan un papel corrector de los tamientos que debilitan la inhibición (habitualmente por fár-
errores. Un segundo aspecto de esta teoría se refiere al en- macos como la bicuculina o la picrotoxina), aumentan la ex-
lentecimiento de frecuencias γ a β (15-30 Hz), que se atribu- citación (incubación de cortes cerebrales en solución sin ion
ye por un lado a la recuperación de la posthiperpolarización magnesio) o aumentan los potenciales sinápticos en general
y por el otro a la potenciación de sinapsis entre las células (aminopiridina-4). La combinación de estudios teóricos y ex-
piramidales (esto difiere de la potenciación a largo plazo, perimentales de estos modelos ha conducido a algunos prin-
que afecta primordialmente a las sinapsis «aferentes» de en- cipios generales (5). Las descargas epilépticas sincrónicas apa-
trada, más que a las sinapsis asociativas locales). Estas ideas recerán en las siguientes condiciones:
2.3.9. REDES NEURONALES, EPILEPSIA Y OTRAS DISFUNCIONES CEREBRALES 271

1. Las conexiones entre las neuronas excitadoras son diver- ■ Epilepsia: aprendizaje y memoria
gentes, es decir que cada una conecta con más de una
neurona excitadora postsináptica. Los pacientes con epilepsia del lóbulo temporal pueden
2. Las conexiones entre las neuronas excitadoras son sufi- tener problemas con el aprendizaje y la memoria. Los fárma-
cientemente potentes para que sea elevada la probabili- cos antiepilépticos pueden tener notables efectos adversos
dad que se disparen las células postsinápticas. Precisa- marcados, pero la observación de que los modelos animales y
mente el nivel de la probabilidad depende de factores crónicos de epilepsia del lóbulo temporal también tienen di-
como la conectividad y el tamaño de la red. Las propie- ficultades en el aprendizaje y la memoria sugiere que no es
dades eléctricas «intrínsecas» de las neuronas son impor- ésta la única causa. Pueden darse alteraciones de la memoria
tantes. Muchas áreas con predisposición a la epilepsia tie- derivadas de una clara lesión del hipocampo como la produ-
nen células con corrientes de calcio sensibles al voltaje, cida por esclerosis. La clara patología hipocámpica tendrá
que son más prolongadas que las clásicas corrientes de efectos similares a las lesiones experimentales del hipocampo,
sodio sensibles al voltaje del potencial de acción axonal, aunque la observación de que al menos algunos de los mo-
y que hacen que las neuronas disparen series de rápidos delos animales crónicos carecen de clara patología del hipo-
potenciales de acción para el sodio. Estas series intrínse- campo no apoya la muerte neuronal como causa única de la
cas amplifican enormemente la transmisión entre células dificultad en el aprendizaje y la memoria.
piramidales. Al menos dos epilepsias crónicas y experimentales care-
3. La red es suficientemente grande como para permitir que cen de pérdida celular o ésta es mínima durante su inducción.
todas las neuronas establezcan conexiones entre sí. La Consisten en la inyección estereotáxica o la microinyección
masa crítica de una red, donde la probabilidad de que de una dosis muy pequeña de toxina tetánica. El modelo con
dos células cualquiera estén directamente conectadas es toxina tetánica produce una dificultad bien caracterizada y
del 1 % y la probabilidad de que una célula excite su ho- persistente del aprendizaje y la memoria, que pervive al sín-
móloga diana es aproximadamente del 50 %, suma apro- drome epiléptico activo en todas las ratas menos en algunas
ximadamente de 1.000 a 2.000 neuronas. que muestran recaídas. La ausencia de medicación y pérdida
celular sugiere que los deterioros psicológicos en este modelo
Estas características explican muy bien las breves descar- tienen alguna causa funcional. La potenciación a largo plazo
gas epilépticas experimentales. El cerebro cuenta con meca- permanece intacta, al menos durante un período de hasta
nismos inhibidores, ambos sinápticos (potenciales inhibido- 1 hora. Existe una asociación entre la dificultad de aprendi-
res postsinápticos, inhibición presináptica) e intrínsecos (ca- zaje y el tamaño de las espículas registradas en las mismas ra-
nales de potasio sensibles al calcio y al voltaje), para terminar tas in vivo y con anestesia. La inhibición sigue presentando di-
las descargas hipersincrónicas. Se precisan otros mecanismos ficultades en ratas en un estadio (>3 meses tras la inyección)
para superar los mecanismos de terminación de series para la en el que se habían recuperado del estado de epilepsia activa,
transición crucial a convulsiones generalizadas que duran de pero seguían con las dificultades de aprendizaje. Las anoma-
decenas de segundos a minutos. Estos mecanismos compren- lías de la electrofisiología celular de la fase postepiléptica pue-
den mecanismos de sinapsis lentas (receptores del N-metil-D- den llevar a la interrupción de las propiedades de la red, in-
aspartato y el glutamato metabotrópico, GABA, que paradó- cluidos los ritmos γ, lo que a su vez puede proporcionar un
jicamente pueden hacerse despolarizantes si se encuentran en nexo con el problema del comportamiento.
exceso), mecanismos no sinápticos (acumulación de potasio, Los seres humanos con epilepsia límbica a menudo tie-
campos eléctricos [6]), y actividad anormal procedente de los nen una lesión sustancial del hipocampo, y ello contribuirá a
axones (espículas ectópicas, conexión comunicante o unión las dificultades del aprendizaje. Las pruebas experimentales
intercelular) (5). sugieren que incluso en ausencia de una lesión importante en
Los fármacos convulsivos pueden desencadenar las con- el hipocampo pueden aparecer dificultades en el aprendizaje
vulsiones en cerebros normales, incluidos los humanos. Las como resultado de una desorganización funcional de la red
personas con epilepsia tienen un umbral de convulsión redu- del hipocampo.
cido. Las razones aún no son claras, pero incluyen anomalías
en las propiedades intrínsecas de las neuronas o en su inter-
conectividad. Las mejoras en la imagen no invasiva y la neu- ■ Conclusiones
ropatología revelan cada vez más neuronas mal colocadas y
otras malformaciones anatómicas menos sutiles en muchas Comprender la operatividad de las redes neuronales
epilepsias focales, lo que sugiere que los circuitos locales es- proporciona una visión profunda muy útil en una serie de
tán alterados. enfermedades psicológicas y psiquiátricas. El papel de las
Otros tipos de epilepsia tienen mecanismos muy diferen- redes sinápticas de las neuronas excitadoras en las epilepsias
tes. Las ausencias son otra clase principal de epilepsia en la focales está bien establecido en la actualidad. La manera
que los mecanismos celulares se entienden relativamente bien. por la que breves descargas epilépticas se transforman en
Involucran la interacción del tálamo y la neocorteza, aunque episodios, que duran tanto como las convulsiones comple-
el conocimiento referente a los mecanismos subyacentes haya tas, está empezando a aclararse y puede ofrecer nuevos ca-
sido cuestionado recientemente mediante experimentos en minos para el desarrollo de nuevos tratamientos. Ideas nue-
uno de los modelos animales clave sobre las ausencias (7). vas en la generación de ritmos fisiológicos sugieren nuevos
272 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

modelos para los problemas psiquiátricos y neurológicos, rias, y ofrece la esperanza de desarrollar nuevos modelos no
que van de las dificultades en el aprendizaje y la memoria lineales de salud y enfermedad.
en las epilepsias límbicas hasta (de forma más especulativa) Por su naturaleza, la psiconeuroinmunología une discipli-
la desestructuración de la percepción sensorial en las psico- nas tradicionales como la psiquiatría, la psicología, la neuro-
sis. Los casos clínicos reales van a ser inevitablemente mu- logía, la endocrinología, la inmunología, las neurociencias, la
cho más complejos, pero las ideas y modelos subrayados medicina interna, e incluso la cirugía (curación de heridas).
con anterioridad ayudarán a comprender los mecanismos La colaboración interdisciplinaria suele ser esencial e intrínse-
subyacentes. ca para su investigación. El campo de la psiconeuroinmuno-
logía crece rápidamente, tal como lo demuestran los 14 capí-
tulos de la primera edición del reconocido libro de texto
Bibliografía Psychoneuroimmunology, los 46 capítulos de la segunda edición
de 1991 (2), y los 80 capítulos proyectados de la tercera edi-
1. Somogyi, P., Tamás, G., Lujan, R., and Buhl, E.H. (1998). Salient
features of synaptic organisation in the cerebral cortex. Brain Research
ción en tres volúmenes, que se encuentra en estos momentos
Reviews, 26, 113–35. en preparación.
2. Traub, R.D. and Miles, R. (1991). Neuronal networks in the hippocampus.
Cambridge University Press.
3. Bliss, T.V.P. and Collingridge, G.L. (1993). A synaptic model of
memory: long-term potentiation in the hippocampus. Nature, 361, 31–9. ■ Historia
4. Traub, R.D., Jefferys, J.G.R., and Whittington, M.A. (1999). Fast
oscillations in cortical circuits. MIT Press, Cambridge, MA La sabiduría antigua y premoderna reflejaba la percepción
5. Traub, R.D. and Jefferys, J.G.R. (1996). Epilepsy in vitro: de una interacción bidireccional. Aristóteles dijo: «Psique y
electrophysiology and computer modeling. In Epilepsy. A comprehensive
textbook (ed. J. Engel Jr and T.A. Pedley), pp. 405–18. Raven Press, cuerpo reaccionan comprensivamente entre sí, según me pa-
New York. rece. Un cambio en el estado de la psique produce un cam-
6. Jefferys, J.G.R. (1995). Non-synaptic modulation of neuronal activity in bio en la estructura del cuerpo y, de forma recíproca, un cam-
the brain: electric currents and extracellular ions. Physiological Reviews, bio en la estructura del cuerpo produce un cambio en el es-
75, 689–723.
7. Pinault, D., Leresche, N., Charpier, S., et al. (1998). Intracellular tado de la psique». Sir Francis Bacon sugirió de forma pareci-
recordings in thalamic neurones during spontaneous spike and wave da: «Investiguemos cómo y hasta qué punto los humores y
discharges in rats with absence epilepsy. Journal of Physiology, 509, afecciones del cuerpo alteran y actúan sobre la mente, o a su
449–56. vez, cómo y hasta qué punto las pasiones o temores de la
mente alteran o actúan sobre el cuerpo».
Algunos médicos han sido muy conscientes del papel de
las emociones en el inicio y curso de enfermedades mediadas
y resistidas inmunológicamente. Se explica que Sir William
2.3.10 Psiconeuroinmunología Osler dijo que es tan importante saber qué pasa en la cabeza
de una persona como en su pecho para predecir una tuber-
George Freeman Solomon culosis pulmonar. El tisiólogo británico George Day, experto
en tuberculosis, destacó la «creciente dificultad de ajuste» en-
tre los 18 y los 24 meses previos al inicio de la enfermedad y
■ Definición dijo: «que los factores psicológicos pueden influir e influyen
en el curso de la tuberculosis una vez se ha establecido, es
La psiconeuroinmunología es el campo científico inter- algo que puede observar cualquiera que tenga la oportunidad
disciplinario que se ocupa de las interacciones entre el cere- de presenciar la evolución del paciente durante un período
bro (mente/comportamiento ) y el sistema inmunitario y sus razonable de tiempo» (3). Durante los años anteriores a la dé-
implicaciones clínicas (1). La psiconeuroinmunología es el cada de 1940 se hicieron muchas observaciones «psicosomá-
término acuñado por Robert Ader a finales de la década de ticas» respecto a los factores emocionales en el inicio y curso
1970, pero este campo también se conoce con el término de de enfermedades autoinmunitarias, principalmente artritis
neuroinmunomodulación y, menos a menudo, por neuroen- reumatoide, pero también lupus eritematoso diseminado, ti-
docrinoinmunología o inmunología del comportamiento. roiditis/enfermedad de Graves, y otras (4). En la que quizás
Sus aspectos clínicos van de la comprensión de los mecanis- fue la observación más curiosa de este período, se descubrió
mos biológicos, subyacentes a la influencia de factores psico- que los familiares físicamente sanos de pacientes con artritis
sociales en el inicio y curso de enfermedades mediadas y re- reumatoide que tenían el autoanticuerpo sérico característico
sistidas inmunológicamente, hasta la comprensión de los sín- de esta enfermedad, el factor reumatoide (antiinmunoglobuli-
tomas psiquiátricos generados inmunológicamente. Sus as- na G), estaban mejor adaptados psicológicamente, en prome-
pectos científicos básicos envuelven la comprensión de la dio, que los que carecían del factor, lo que sugería que el
compleja interacción de las redes neuroendocrina e inmuno- bienestar psicológico podría tener una influencia protectora
lógica para mantener la salud y combatir la enfermedad. La frente a la vulnerabilidad genética (5). Al contrario, al menos
psiconeuroinmunología puede proporcionar una base para una enfermedad autoinmunitaria, el lupus eritematoso dise-
entender los fundamentos biológicos de la medicina huma- minado, puede producir síntomas psiquiátricos, incluso
nística y de las técnicas médicas alternativas o complementa- como manifestación clínica inicial (6). La relativamente abun-
2.3.10. PSICONEUROINMUNOLOGÍA 273

dante literatura médica, de calidad muy variable, los factores guiente, Ader y Cohen descubrieron, de forma relevante
de la personalidad que predisponen al cáncer y los factores tanto en la clínica como en relación con la naturaleza de la
psicológicos que predicen su evolución son difíciles de inter- respuesta placebo, la capacidad de utilizar este tipo de con-
pretar psiconeuroinmunológicamente, ya que sólo algunos dicionamiento para prolongar la vida de ratones con una en-
cánceres (como el melanoma maligno, el linfoma no Hodg- fermedad autoinmunitaria (lupus eritematoso diseminado)
kiniano, y algunos cánceres de mama) son claramente resisti- mediante un tratamiento principalmente con sacarina (10).
dos inmunológicamente, aunque la resistencia inmunológica De forma destacable, sólo tras la aceptación general del fe-
a la diseminación metastática (por medio de la citotoxicidad nómeno de condicionamiento de la inmunidad (que poste-
de las células agresoras naturales o natural killer [NK]) es im- riormente se demostró que podía lograrse tanto en dirección
presionante (7,8). ascendente como descendente) se constató que el fenómeno
Los fundamentos científicos de la psiconeuroinmunolo- había sido demostrado, en la inflamación peritoneal, por
gía constituyen el tema principal de una recopilación de ar- Metal’nikov y Chorine (1926), ciencia realmente avanzada a
tículos históricos, de los cuales se citará alguno (9). A finales su tiempo. El crítico sistema inmunitario hacia la rama ce-
de la década de 1950 y principios de 1960, los experimentos rebral del eje neuroendocrino-inmunitario fue demostrado
animales implicaron que el estrés podría afectar tanto a la in- convincentemente a finales de la década de 1970 por Bese-
munidad humoral como a la celular. Rasmussen, Marsh y dovsky y Sorkin, quienes demostraron que la activación in-
Brill descubrieron que los ratones sometidos a un estrés de munitaria (estimulación antigénica) desencadena en el eje
evitación de aprendizaje eran más susceptibles a la infección hipotálamo-hipófiso-suprarrenal una función inmunorregu-
por virus del herpes simple. Wistar y Haldemann hallaron ladora. El siguiente hito fue el entonces controvertido ha-
que el mismo estrés prolongaba la retención de homoinjer- llazgo de Blalock (11) de que las células inmunológicamente
tos. La primera prueba experimental directa de los efectos del competentes (linfocitos) pueden sintetizar hormonas (ACTH)
estrés sobre la inmunidad era la observación de una reduc- y neuropéptidos (β-endorfina), lo que antes se creía que sólo
ción de la respuesta de los anticuerpos frente a los antígenos podían hacer las células neuroendocrinas.
como resultado del estrés de estabulación en un grupo de ro-
edores realizado por Vessey y Solomon en los 1960. Aproxi-
madamente al mismo tiempo, Solomon, Levine, y Kraft de- ■ Pruebas de las interacciones
mostraron que la primera experiencia vital (educación infan- entre el sistema inmunitario
til) podría influir en la respuesta de los anticuerpos en la vida
adulta. La investigación del área más extensa de anomalías
y el sistema nervioso
inmunológicas que ocurren junto con las enfermedades men-
tales empezó con el trabajo de Solomon y Fessel sobre los Hay diversas categorías de evidencia —experimental y
niveles anormales de inmunoglobulinas y anticuerpos que naturalística, básica y clínica, animal y humana, in vitro e in
reaccionnan en el cerebro en algunos pacientes con esquizo- vivo, física y psiquiátrica— sobre la comunicación bidirec-
frenia. cional entre el sistema nervioso central y varios componen-
La investigación inicial más definitiva en psiconeuroin- tes del sistema inmunitario. Teleológicamente, tiene sentido
munología, que en el mundo occidental pasó inadvertida, que estos dos sistemas estuvieran vinculados. Ambos rela-
fue la de Korneva y Khai que trabajaban en Leningrado (San cionan el organismo con el mundo exterior y evaluan sus
Petersburgo). En 1963, informaron de que las lesiones elec- componentes como inofensivos o peligrosos, ambos reali-
trolíticas destructivas en el hipotálamo dorsal de los conejos zan funciones de defensa y adaptación, ambos poseen me-
llevaban a una supresión del desarrollo de anticuerpos de fi- moria y aprenden de la experiencia, ambos contribuyen a la
jación del complemento y prolongaban la retención de an- homeostasis, y cada vez que producen errores de defensa
tígenos en la sangre. En definitiva, habían demostrado que pueden producir enfermedad, por ejemplo autoinmunidad
el cerebro estaba involucrado en la inmunorregulación, o alergias por un lado y fobias o angustia por el otro. Bla-
tema de especulación en el artículo de 1964 Emotions, inmu- lock (11) se ha referido al sistema inmunitario como el «sex-
nity and disease de Solomon y Moos (4), a veces citado como to sentido», que transmite información al cerebro a propó-
«marcador» del inicio del campo de la psiconeuroinmuno- sito de aspectos moleculares y celulares del entorno que no
logía. En las décadas de 1960 y 1970 se publicaron diversos son accesibles a los cinco sentidos, y más recientemente,
artículos prescientes del inmunólogo yugoslavo B. D. Jan- como «un espejo del alma».
kovic. Éste señaló, por ejemplo, las similitudes antigénicas Las clases de evidencia de la interacción entre el sistema
entre el cerebro y las proteínas inmunológicas. Sin embargo, nervioso central y el sistema inmunitario, algunas de las cua-
el artículo más crítico que establecía la credibilidad y la sig- les ya se han mencionado, comprenden las siguientes:
nificación de la comunicación entre el sistema inmunitario
y el cerebro fue el artículo de Ader y Cohen (1975) sobre la • Evidencia directa (lesión) del control de la inmunidad por
inmunosupresión condicionada por la aversión al gusto. Si parte de una región del cerebro y de la inervación de órga-
un estímulo condicionado (sacarina) podía producir la in- nos inmunitarios.
munosupresión de un estímulo no condicionado (el fárma- • Factores psicológicos (rasgo y estado) en el inicio y curso
co ciclofosfamida), el cerebro y el aprendizaje debían estar de enfermedades mediadas (autoinmunitarias y alérgicas) y
relacionados con las respuestas inmunológicas. Por consi- resistidas inmunológicamente (infecciosas y neoplásicas).
274 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

• Influencia de las hormonas de respuesta al estrés en la in- titis atópica y el asma (14-16). Existe literatura médica hasta
munidad. cierto punto controvertida que sugiere que la hipnosis puede
• Efectos de los neurotransmisores y los neuropéptidos en la alterar la hipersensibilidad inmediata y retardada (17).
inmunidad. La psiconeuroinmunología del cáncer es un campo al que
• Efectos del estrés experimental animal en la inmunidad. cada vez se presta más atención (18). La antigenicidad de las
• Efectos del ejercicio y el estrés vital naturalístico y experi- neoplasias, y asimismo la capacidad del sistema inmunitario
mental en la inmunidad humana. para resistir cánceres específicos, es variable. Las inmunotera-
• Modificadores del comportamiento de los efectos del estrés pias están cobrando mayor atención, en particular en el tra-
en la inmunidad en animales y humanos. tamiento del melanoma, los linfomas y el cáncer de mama.
• Efectos de los fármacos psicoactivos en la inmunidad. Las «toxinas de Cooley», que tuvieron alguna eficacia antes
• Correlación de las diferencias psicológicas individuales con de la aparición de la quimioterapia, ahora se sabe que han
la inmunidad en animales y personas. sido potentes estimulantes de la inmunidad. La célula NK, un
• Existencia de anomalías inmunológicas relacionadas con linfocito no B y no T, tiene actividad citotóxica inespecífica
enfermedades mentales (depresión y esquizofrenia). y no restringida por el sistema HLA. Muchos estudios clíni-
• Influencia de los productos del sistema inmunitario en el cos y experimentales realizados en humanos y animales han
sistema nervioso central, incluidos los comportamientos in- demostrado que el número y actividad de estas células son
ducidos inmunológicamente. sensibles al estrés y los factores psicosociales. La célula NK
• Alteración de la inmunidad y el curso de enfermedades re- puede desempeñar un papel en la vigilancia inmunitaria con-
lacionadas con la inmunidad por intervención psicológica tra la aparición de nuevas células neoplásicas, y se sabe con
y ejercicio. claridad que tienen una función importante en la prevención
de la diseminación metastásica del cáncer. El estrés aumenta
la diseminación metastásica del carcinoma mamario en la rata
suprimiendo la citotoxicidad de la célula NK (19). La psico-
Evidencia directa oncología, que se comenta en el capítulo 5.3.7, contempla la
calidad de vida además de la supervivencia de los pacientes
El trabajo pionero en el hipotálamo ha proporcionado con cáncer. La psiconeuroinmunología sugiere que éstas están
evidencia directa de la modulación neurológica de la inmu- relacionadas. Hasta la fecha, sólo un estudio sobre interven-
nidad (12). Las neuronas hipotalámicas descargan de forma ción psicoterapéutica ha incluido criterios de valoración in-
espacial y secuencial tras la administración de antígenos, y munológicos junto con los clínicos (20). Comparados con los
el eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal se activa mediante las controles, los pacientes con melanoma maligno, sometidos a
citocinas proinflamatorias de forma parecida a como pasa una actuación psiquiátrica estructurada, mostraron a los 6
en el estrés. Órganos inmunitarios como el timo, el bazo y meses de seguimiento una mayor capacidad de afrontar pro-
la médula ósea reciben inervación simpática con uniones se- blemas, menos sufrimiento y una mayor capacidad de esti-
mejantes a las sinapsis entre las terminaciones nerviosas y mulación de células NK. Dichos pacientes mostraron menor
los inmunocitos. La inmunidad está regulada de manera es- recidiva y mejor supervivencia 6 años después.
pecífica por la parte lateral de la corteza cerebral, cuya par- La psiconeuroinmumología, el estrés y la infección —el
te izquierda influye en la maduración y función de las célu- tema de las antiguas observaciones y los primeros trabajos ex-
las T. perimentales— son en la actualidad objeto de una investiga-
ción rigurosa (21). Los sujetos a los que se administraron di-
versos virus del resfriado por vía intranasal desarrollaron tan-
Factores psicológicos to anticuerpos reactivos a la infección como resfriados clíni-
cos de un modo proporcional a la dosis con aumentos de gra-
Los factores emocionales en el inicio y curso de enferme- do de estrés psicológico percibido (22). Hay más confirma-
dades autoinmunitarias incluyen la necesidad de factores pre- ción de los primeros trabajos sobre los efectos del estrés en las
disponentes a ciertos rasgos de personalidad/forma de en- infecciones víricas y bacterianas (incluidas las micobacterias)
frentamiento, como la tensión y la inseguridad, la timidez, la en animales de experimentación.
dificultad para expresar sentimientos y ser asertivo, caracterís-
ticas masoquistas y «mártires», y sensibilidad al enfado de los
demás. Los factores del estado psicológico incluyen la pérdi- Respuesta hormonal al estrés
da/aflicción y depresión y factores de situación como la pér-
dida de un modo de adaptación que anteriormente funciona- Las hormonas que responden al estrés, incluidos los cor-
ba (13). La afectividad negativa y las dificultades para enfren- ticosteroides y las catecolaminas suprarrenales, pero no ex-
tarse a las cosas se han relacionado con la evolución y el gra- clusivamente, tienen una miríada de efectos en diversos as-
do de incapacitación y una menor respuesta al tratamiento pectos de la respuesta inmunitaria tanto en sentido ascen-
médico, en especial en la artritis reumatoide. Respecto a las dente como descendente (23). A menudo, las hormonas in-
áreas menos estudiadas de la alergia, el estrés, la ansiedad y la fluyen en la inmunidad en un modo «en forma de U inver-
depresión, éstas se han relacionado con la hipersensibilidad tida», siendo supresoras tanto a niveles anormalmente altos
retardada (células T) o inmediata (células B), y con la derma- como bajos. Como se ha mencionado con anterioridad, el
2.3.10. PSICONEUROINMUNOLOGÍA 275

eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal, activado a su vez por generalmente en un aumento transitorio en la inmunidad «de
episodios inmunológicos o psicológicos, es inmunorregula- primera línea» de defensa, como el número y actividad de cé-
dor y tanto la ACTH como el factor liberador de la cortico- lulas NK, y tales efectos establecen correlaciones psicofisioló-
tropina tienen efectos directos sobre la inmunidad además gicas (30).
de los que tienen por medio de la inducción de la liberación Los episodios de estrés que ocurren con naturalidad en
de cortisol. La hormona del crecimiento aumenta las funcio- los humanos, sean agudos (p. ej., exámenes) o crónicos (p. ej.,
nes de las células T y NK en animales ancianos. La prolacti- el cuidado de pacientes con enfermedad de Alzheimer), afec-
na antagoniza la inmunosupresión inducida por glucocorti- tan desfavorablemente a una amplia serie de medidas inmu-
coides. Las hormonas gonadales influyen en la inmunidad. nológicas (31), entre las que se incluyen la función de las cé-
La actividad de las células NK es mayor en la fase luteínica lulas T, la actividad de las células NK, la respuesta de anti-
del ciclo menstrual (lo que debería influir en los cirujanos cuerpos frente a inmunización, la función de los macrófagos
respecto a la programación de la cirugía oncológica en mu- y la activación de virus latentes como el del herpes simple
jeres premenopáusicas). La inmunidad celular se halla redu- (controlado por la inmunidad celular y no la humoral). Cada
cida durante el embarazo. Las hormonas tiroideas pueden es- vez es más claro que dichos efectos tienen implicaciones en
timular la actividad NK e influir en el desarrollo de células la salud. El apoyo social puede mejorar los efectos del estrés.
T, y puede modular la influencia de las citocinas en las cé- Los desastres naturales pueden tener efectos prolongados en
lulas inmunitarias (24). la inmunidad (32).

Neuropéptidos Modificadores del comportamiento


por los efectos del estrés
Los neuropéptidos, que responden frente al estrés (25),
tienen múltiples efectos inmunológicos (26) e incluso han El ejercicio puede afectar a la inmunidad de forma posi-
sido citados como «directores de la orquesta inmunitaria» tiva o negativa (33). El ejercicio aeróbico intenso aumenta
(27). La β-endorfina es un estimulante de la actividad de la cé- transitoriamente el número y actividad de células NK. Sobre-
lula NK. La sustancia P, liberada junto con la noradrenalina entrenarse sin los períodos de descanso y recuperación puede
en las terminaciones simpáticas, puede ser particularmente disminuir las funciones de las células NK y T y aumentar la
importante en la inmunidad local (y por consiguiente en las incidencia de enfermedades infecciosas. Diversos estudios
influencias psicológicas). El péptido intestinal vasoactivo mo- han infomado de la relación entre la inactividad física y el
dula la producción de inmunoglobulinas. El neurotransmisor riesgo de cáncer de colon, y los experimentos sobre la géne-
simpático noradrenalina (también una hormona) mobiliza las sis de tumores en animales tienden a mostrar que el ejercicio
células NK en la circulación y es probablemente responsable regular reduce el riesgo de tumor. Incluso el ejercicio mode-
de su incremento durante el estrés agudo. Las catecolaminas rado en personas ancianas muy débiles puede reducir las fun-
e indolaminas cerebrales (p. ej., la serotonina) son liberadas ciones de las células NK y T, lo que es bastante contrario a
por activación inmunitaria y citocinas proinflamatorias como los efectos de un moderado ejercicio de resistencia que supo-
la interleucuina 1 (IL-1), que a su vez influyen probablemen- ne un aumento de la resistencia a las enfermedades infeccio-
te en la neuroinmunomodulación (24). sas en personas normales. El ejercicio aumenta la duración de
la vida en ratas alimentadas ad libitum. La combinación de
ejercicio y de fuerte restricción de alimentos observada en pa-
Estrés experimental e inmunidad cientes con anorexia nerviosa lleva (como en los animales de
experimentación) a una inmunosupresión patológica.
Animales
El estrés experimental y la inmunidad en animales, ya Efectos de las sustancias psicoactivas
mencionado en los estudios pioneros, es el tema de una
amplia literatura médica (28). El tipo, duración, intensidad, Las sustancias de las que se abusa, particularmente el al-
tiempo (en relación con la administración de antígeno) y cohol, tienen efectos adversos sobre varios aspectos de la in-
capacidad de control del factor estresante son relevantes munidad y hacen más susceptible al consumidor de contraer
para su impacto inmunológico. En los primates, el apoyo enfermedades infecciosas (34, 35). La exposición fetal al alco-
social es un modificador de los efectos del estrés (29). La hol puede influir permanentemente en las respuestas endo-
respuesta conductual frente al factor estresante, como una crina e inmunitaria. El alcohol inhibe la producción de cito-
postura de derrota, puede ser crítica para el resultado in- cinas proinflamatorias, reduce la actividad de las células NK
munológico. y suprime la inmunidad de las células T y B. Los alcohólicos
son propensos a las infecciones. Aunque las personas adictas
a la heroína y seronegativas frente al virus de la inmunodefi-
Seres humanos
ciencia humana (VIH) suelen tener reducidas sus funciones
El estrés agudo experimental en humanos (similar a la re- inmunitarias, las personas que siguen un programa con meta-
acción de lucha o huida), como la aritmética mental, resulta dona y mantienen una tolerancia regular, tienen una inmuni-
276 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

dad normal. La marihuana suprime la producción de interfe- son hasta cierto punto inmunosupresores in vitro, mientras
rón α y β, y la actividad citolítica de los macrófagos. Otras que el litio puede tener propiedades inmunoestimuladoras.)
sustancias psicoactivas tienen a menudo efectos inmunitarios. En este capítulo no pretende hablarse de las numerosas
Las benzodozepinas antagonizan la supresión de la actividad anomalías halladas en pacientes con esquizofrenia, y menos
de las células NK mediante el factor de liberación de cortico- de afirmaciones tan anticuadas de que la esquizofrenia podría
tropina y así pueden modificar los efectos del estrés en la in- ser una enfermedad autoinmunitaria (40). Ha habido muchas
munidad (36). afirmaciones, fundamentalmente basadas en pruebas epide-
miológicas, de que la esquizofrenia tiene una etiología viral o
posviral (41). Se han publicado informes inconsistentes que
Diferencias individuales relacionan la esquizofrenia con diversas anormalidades en los
niveles de clases distintas de inmunoglobulinas en el suero y
Las diferencias individuales en el comportamiento, estilo el líquido cefalorraquídeo. Parece ser que, en relación a los
de enfrentamiento y rasgos psicológicos puede acompañarse controles normales, en la esquizofrenia existe una mayor in-
de diferencias en las características inmunológicas. Cepas de cidencia de diversos autoanticuerpos, como los factores reu-
ratones hembra con una conducta espontánea de lucha mos- matoide (anti-IgG) y el antinuclear. Mucho más controverti-
traron una mayor resistencia inmunológica frente a un tumor do ha sido el concepto de la esquizofrenia como enfermedad
inducido por virus (37). Un enfoque pesimista se correlacio- autoinmunitaria, basada en un considerable número de infor-
nó con menores medidas de inmunidad celular (38). mes sobre la presencia de anticuerpos anticerebrales (normal-
mente heterólogos) en el suero de pacientes con esquizofre-
nia, estudios iniciados por Fessel y especialmente promocio-
Anomalías inmunológicas en las enfermedades nados por Heath, cuyas afirmaciones sobre la producción de
mentales síntomas de equizofrenia después de inyectar inmunoglobuli-
nas de pacientes en monos y humanos no han sido nunca rei-
Las anomalías inmunológicas que ocurren junto con las teradas. Una teoría autoinmunitaria sobre la esquizofrenia si-
enfermedades mentales mayores deben separarse en aquellas gue siendo interesante visto que en otras enfermedades au-
asociadas con la depresión (trastornos afectivos) y aquellas toinmunitarias existen factores predisponentes y desencade-
asociadas con la esquizofrenia, que constituyen un área de in- nantes genéticos y psicológicos. Trabajos más modernos sugi-
vestigación mucho más confusa. Puesto que el sistema ner- ren inmunopatología de los receptores de neurotransmisores,
vioso central y el sistema inmunitario se hallan muy relacio- tanto serotoninérgicos como dopaminérgicos. (Los autoanti-
nados entre sí, lo que cada vez más pone en claro la psico- cuerpos pueden actuar como bloqueantes o estimulantes de
neuroneuroinmunología, parecería que las alteraciones fun- los receptores de neurotransmisores, como en la miastenia
cionales mayores en un sistema se reflejarían en el otro. Al- grave y la enfermedad de Graves, respectivamente. Se ha pos-
gunas podrían tener implicaciones en la salud física, lo que tulado que un autoanticuerpo podría actuar como un agonis-
implicaría a su vez el carácter inseparable de la salud física y ta de la dopamina en la esquizofrenia). Se han detectado ano-
mental. Sin embargo, la contribución de los procesos inmu- malías en la producción de citocinas, especialmente la IL-2.
nológicos a la etiología de las enfermedades mentales es muy Una primera observación de Hirata-Hibi sobre las anomalías
problemática, al contrario de su contribución a algunos tras- morfológicas de los linfocitos de muchos pacientes con es-
tornos neurológicos, en particular la esclerosis múltiple que quizofrenia (en particular aquellos con síntomas «negativos»)
es una enfermedad autoinmunitaria. y algunos de los miembros de sus familias parecen estar apo-
Se ha documentado un descenso importante en las fun- yados por estudios reterativos. Probablemente se trata de una
ciones inmunológicas en la depresión, en particular en la de- célula T activada. Estos hallazgos numerosos, variados y, ge-
presión mayor (39) en la que la función de las células T dis- neralmente, inconsistentes, posiblemente reflejo de subtipos
minuye de forma dependiente de la edad. Así, las personas de de esquizofrenia, son difíciles de interpretar. La hipótesis de
20 a 40 años con una puntuación significativamente alta en alteración neuropsicológica-inmunológica parece la más pru-
los tests psicológicos de depresión podrían no presentar nin- dente.
guna reducción funcional de las células T, mientras que una
persona anciana con la misma puntuación probablemente pa-
decería un descenso clínicamente significativo. La intensidad Influencia de productos del sistema inmunitario
y duración de los síntomas depresivos son relevantes. Por el en el sistema nervioso central
contrario, la disminución en la citotoxicidad de las células
NK es independiente de la edad. Es de destacar que la de- El sistema inmunitario influye en el cerebro y el com-
presión se asocia no sólo a la inmunosupresión sino también portamiento, especialmente a través de citocinas inmunita-
a signos de activación inmunitaria (como la activación de rias sobre el sistema nervioso central (42). Aunque las cito-
marcadores de la superficie linfocitaria, como el HLA-DR). El cinas son moléculas relativamente grandes, algunas, en par-
tratamiento efectivo de la depresión, que incluso se ha hecho ticular la IL-1, pueden cruzar la barrera hematoencefálica
referencia como «enfermedad inflamatoria», se acompaña en por transporte activo. La IL-1 también se produce en el ce-
cualquier modalidad de un retorno gradual de las funciones rebro tanto por la microglia, macrófagos del sistema nervio-
inmunitarias a la normalidad. (Los antidepresivos tricíclicos so central, como por los astrocitos. La IL-1 periférica puede
2.3.10. PSICONEUROINMUNOLOGÍA 277

afectar al cerebro, incluida la producción de citocinas, a tra- samente con el recuento a largo plazo de células CD4. Los
vés de la estimulación de fibras aferentes vagales. En el ce- pacientes diagnosticados de SIDA clínico desde hace mucho
rebro hay receptores de citocinas, como los de la IL-1, la IL- tiempo y aquellos que permanecen asintomáticos por un pe-
8 y el interferón, tanto en las células gliales como en las ríodo de tiempo prolongado, con recuentos muy bajos de
neuronas. Las citocinas influyen en el desarrollo y regenera- CD4, parecen ser aquellos que cuentan con buenos recursos
ción de los oligodendrocitos productores de mielina. Las ci- para enfrentarse a la enfermedad, sus vidas tienen sentido, en-
tocinas cerebrales desempeñan un papel en mecanismos cuentran nuevos sentidos como resultado de la enfermedad,
efectores inmunitarios regulados por el cerebro, como en la están relativamente poco estresados y son emocionalmente
infección y la inflamación cerebral. Las citocinas son im- expresivos y positivos. La demencia asociada al VIH, que en
portantes en la progresión de la esclerosis múltiple, gliomas, sus fases iniciales es reversible, está estrechamente relacionada
demencia asociada al VIH, lesión cerebral y, probablemen- a la acción de las citocinas proinflamatorias, y en especial el
te, enfermedad de Alzheimer. Las citocinas proinflamato- factor de necrosis tumoral, sobre las neuronas. Los síntomas
rias, especialmente la IL-1 y el factor de necrosis tumoral, psiquiátricos, así como el vacío cognitivo, probablemente
son responsables del comportamiento de la enfermedad que también inducido por citocinas, también aparece en la infec-
incluye fiebre, somnolencia, anorexia y fatiga. El comporta- ción del cerebro por VIH (principalmente de la microglia);
miento de la enfermedad es adaptativo. Los microbios cre- éstos incluyen apatía, timidez psicosis y comportamientos re-
cen pero a temperaturas corporales altas, que también son gresivos.
inmunoestimuladoras. La producción de IL-1 es mejor en el
sueño de onda corta. La hipoglucemia «desnutre» las bacte-
rias. La fatiga conserva energía para luchar contra la infec- ■ Hacia nuevos modelos de salud
ción. No «escuchar al cuerpo», ignorar los mensajes senso- y enfermedad
riales que están inducidos inmunológicamente y no modifi-
car de forma adecuada el comportamiento hacia la enfer- La salud puede considerarse como la capacidad del orga-
medad puede influir de forma negativa en el curso de la in- nismo para regular su propio comportamiento y fisiología y
fección. Existen pruebas de que el síndrome de fatiga cróni- producir modelos de respuesta coordinada a los retos. Los
ca, que puede aparecer tras una infección vírica, desgaste fí- dos sistemas que median en la interacción con el entorno, el
sico o estrés psicológico, y que puede acompañarse de de- sistema nervioso central y el sistema inmunitario, se comuni-
presión, está relacionado con una señal inadecuada de cito- can entre sí y pueden visualizarse como un único sistema in-
cinas y, en caso de infección, se han detectado niveles ele- tegrado para la adaptación y la defensa. La psiconeuroinmu-
vados de IL-1 (43). El síndrome de fatiga crónica se asocia a nología disuelve los dualismos cuerpo-mente, cuerpo-entorno
niveles bajos de cortisol, a diferencia de la depresión donde e individuo-población. Al darse cuenta de que los estados del
los niveles de cortisol suelen estar elevados. La evidencia de cuerpo físico están relacionados con la experiencia corporal
inmunosupresión y activación aparecen tanto en el síndro- del individuo, el filósofo David Levin y el propio autor han
me de fatiga crónica como en la depresión. La IL-1 produce expresado la esperanza de que los pacientes experimentarán
vacíos cognitivos y disminución del umbral doloroso en con sus cuerpos y consigo mismos de maneras nuevas (45). La
animales. Los vacíos cognitivos, mialgias y cefaleas son a conciencia somática es semejante a la introspección (insight)
menudo síntomas prominentes en el síndrome de fatiga cró- psicológica, y cada una tiene su papel en el mantenimiento
nica. El uso terapéutico de citocinas, especialmente de in- de la salud física y mental. Un paciente puede darse cuenta
terferón, puede producir síntomas psiquiátricos, psicóticos, de que en un tratamiento su cuerpo es resultado de la inte-
afectivos o de ansiedad. gración de una conciencia somática y mental y una experien-
cia con sentido, y que está influenciado por su propia sensi-
bilidad. La psiconeuroinmunología no sólo debería ayudar-
Efectos de los factores psicosociales nos a comprender la fisiopatología y psicofisiología de la en-
en la evolución de la enfermedad fermedad en un enfoque más orientado a la teoría de siste-
mas, sino también a valorar la relación médico-paciente y el
Los vínculos entre el cerebro y el comportamiento y en- papel del propio paciente en la recuperación de su enferme-
tre la psiquiatría y la medicina quedan bien ilustrados por la dad y en el mantenimiento de su salud. Por lo tanto, la psi-
importante investigación sobre la influencia de factores psi- coneuroinmunología proporciona una base científica para la
cosociales en el curso de una infección por VIH y SIDA (44). práctica de la medicina humanística.
El humor depresivo persistente y las expectativas negativas,
en especial cuando se complican por la aflicción de la muer-
te de un ser querido, se asocian a un descenso más rápido de Bibliografía
las células T CD4+ colaboradoras (helper) y a un aumento de
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Contribución de la genética
2.4

2.4.1 Genética cuantitativa ban transmisión independiente. Actualmente se sabe que la


transmisión independiente ocurre cuando los genes que codi-
fican estos rasgos están situados, o bien muy alejados en el
Anita Thapar y Peter McGuffin mismo cromosoma, o bien en cromosomas distintos (v. liga-
miento).
■ Patrones de herencia
Alteraciones de un solo gen
Nuestra comprensión de cómo los rasgos y las alteracio-
nes pasan de una generación a la siguiente empezó con el tra- A pesar de que las alteraciones que demuestran un mo-
bajo llevado a cabo por un monje agustino, Gregor Mendel. delo de herencia mendeliano simple son escasos, éstas tien-
A pesar de que, en un principio, el trabajo publicado por den a ser clínicamente graves y colectivamente suponen una
Mendel en 1866 fue ignorado, su redescubrimiento a princi- carga significativa.
pios del siglo XX anunció el nacimiento de la genética mo- Para que las alteraciones autosómicas dominantes se ma-
derna. Los experimentos de Mendel con plantas de guisantes nifiesten, solamente es necesario un alelo para la patología; es
y sus observaciones sobre los patrones de herencia de deter- decir, que tanto los heterocigotos como los homocigotos
minados caracteres condujeron al desarrollo de su teoría de la (aquellos que llevan ambos genes de la patología) estarán
herencia por partículas. Fue más tarde, en 1909, cuando las afectados. En la mayoría de los casos, cuando uno de los pro-
unidades de la herencia que él describió se denominaron ge- genitores afectados es un heterocigoto para la enfermedad,
nes, y las formas alternativas de un gen se llamaron alelos. aproximadamente el 50 % de la descendencia mostrará la al-
También fue en ese momento cuando se introdujeron los tér- teración. Las afecciones autosómicas tienden a ser graves y a
minos fenotipo, empleado para describir el carácter observa- manifestarse en cada una de las generaciones. La enfermedad
do, y genotipo, utilizado para referirse a la dotación genética. de Huntington y la porfiria intermitente aguda son ejemplos
de enfermedades autosómicas dominantes, que a menudo
presentan con síntomas psiquiátricos.
Leyes de Mendel Enfermedades autosómicas recesivas, tales como la fe-
nilcetonuria, requieren la presencia de dos alelos para mostrar
Mendel examinó caracteres dicotómicos bien definidos, manifestaciones clínicas del trastorno. Así, a menudo parece
como vainas de guisantes lisas frente a rugosas. Primero ob- que se saltan generaciones. Estas alteraciones generalmente
servó que cuando se cruzaban progenitores de tipos distintos, ocurren en la descendencia de dos progenitores heterocigotos
la descendencia de primera generación (F1) manifestaba uni- «portadores» y son más comunes dónde existe una elevada
formidad para ese carácter. Dedujo que esa uniformidad se proporción de consanguinidad (p. ej., matrimonios entre pri-
debía a que un fenotipo era dominante y el otro era recesivo. mos), ya que estas poblaciones consanguíneas mostrarán una
Así, cuando unos progenitores homocigóticos AA y aa pro- mayor homocigosidad en todos los loci.
ducían descendencia heterocigótica Aa, esta descendencia El otro grupo de alteraciones de un solo gen consiste en
manifestaba el fenotipo del progenitor AA en lugar de exhi- condiciones ligadas al sexo, tales como el síndrome X frágil.
bir un fenotipo intermedio al de ambos progenitores. Las mujeres normales presentan dos cromosomas X mientras
Más tarde, Mendel demostró que cuando los heterocigo- que los varones normales presentan un cromosoma X y un
tos (Aa) de la F1 se entrecruzaban (Aa × Aa), el resultado era cromosoma Y. Así, para afecciones recesivas en el cromoso-
la segregación en la segunda generación F2 que mostraba fe- ma X, si la madre es portadora (X*X), y asumiendo que el pa-
notipos recesivo y dominante en una proporción de 1 a 3. dre no está afectado (XY), la mitad de los hijos de esta mujer
Entonces Mendel dedujo que esta generación F2 estaba for- manifestarán el trastorno (X*Y) y la mitad de sus hijas serán
mada por tres tipos (AA, Aa y aA, y aa), que se producían con portadoras (X*X). Cuando el padre está afectado por una en-
una probabilidad de 1:2:1. fermedad recesiva ligada al sexo, todas las hijas serán porta-
Finalmente, Mendel demostró que cuando se estudiaba la doras. Como los hijos deben heredar el cromosoma X de su
transmisión de dos rasgos fenotípicamente distintos, mostra- madre, habrá una ausencia de transmisión de padre a hijo.
279
280 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Las condiciones dominantes ligadas al sexo son extremada- miliar se explica tanto por factores ambientales como por
mente raras. múltiples genes, entonces esto se denomina herencia multi-
factorial.

Rasgos continuos
Trastornos complejos y fenotipos irregulares
Las leyes de Mendel se basan en la transmisión de carac-
teres dicotómicos, aunque muchos fenotipos humanos im-
Modelos de umbral poligénico/multifactorial
portantes como la altura, el peso y la presión sanguínea están
distribuidos de forma continua. Sin embargo, es posible de- Los trastornos físicos y psiquiátricos más habituales entre
mostrar que los principios mendelianos también pueden apli- los humanos, tales como la esquizofrenia, la diabetes y la car-
carse a estos tipos de rasgos cuantitativos. diopatía, no muestran un patrón de herencia mendeliano.
Si se considera en primer lugar un fenotipo medido en Tampoco pueden considerarse rasgos continuos en aquellas
una escala continua, resultante de la influencia de un único personas descritas como afectadas o no afectadas. Sin embargo,
gen con dos alelos A1 y A2 (fig. 1), pueden describirse los fe- estas enfermedades deberían contemplarse como casi continuas
notipos de los tres genotipos posibles en términos de un va- ya que los afectados pueden clasificarse en una escala de gra-
lor cuantitativo en la escala continua. A1A1 tiene un valor de vedad lo cual puede ampliarse con el fin de asumir que existe
–a; A2A2 presenta un valor de +a; y A1A2, el heterocigoto, tie- un riesgo subyacente a desarrollar el trastorno, que se distribu-
ne un valor de d. Cuando d = 0, A1A2 se encuentra exacta- ye de un modo continuado entre la población. Aquellos que
mente a medio camino entre A1A1 y A2A2; esto es, la contri- sobrepasan un determinado umbral manifiestan la enfermedad.
bución genética es totalmente aditiva. Cuando d = –a, A2 es Si el riesgo subyacente a desarrollar el trastorno se hereda de
recesivo respecto de A1, y cuando d = +a, A2 es dominante forma poligénica o multifactorial, entonces puede asumirse
respecto de A1. que la distribución será, aproximadamente, normal (fig. 2). El
Al más simple nivel, se asume que no existen efectos de riesgo genético de parientes de individuos afectados aumentará
dominancia y que no se dan mutaciones, selecciones, migra- y la distribución del riesgo se desplazará hacia la derecha (fig.
ciones ni consanguinidad en la población. Si p es la frecuen- 2). Por lo tanto, la proporción de parientes por encima del
cia del alelo A1 y q es la frecuencia de A2 en la población don- umbral de la enfermedad será mayor en comparación con la
de p + q = 1, entonces la frecuencia de genotipos puede ex- población general. Si se conoce la proporción de afectados en
presarse como sigue: parientes de probandos y la proporción de afectados en la po-
blación general, es posible calcular la correlación del riesgo en-
A 1A 1 A1A2 A2A2 tre pares de parientes con este tipo de modelo.

p2 2pq q2
Modelo de locus principal único y patrones
de herencia mendelianas atípicas
Esto se conoce como el equilibrio de Hardy-Weinberg. Si
aún se simplifica más y se establece que las frecuencias de los Una alternativa al modelo poligénico de enfermedad
alelos son p = q = 0,5, entonces los valores fenotípicos de compleja es un modelo de locus principal único. Las altera-
A1A1, A1A2 y A2A2 estarían distribuidos en la población con ciones de un solo gen no siempre muestran patrones de he-
unas frecuencias relativas de 1:2:1. rencia mendelianos típicos. Por ejemplo, la transmisión fami-
Si ahora se considerase un rasgo resultante de dos genes, liar puede modificarse mediante expresión y penetrancia va-
cada uno de los cuales presentase dos alelos de igual fre-
cuencia y efecto aditivo, se producirían cinco posibles valo-
res fenotípicos con frecuencias relativas de 1:4:6:4:1. En ge-
Umbral
neral, a medida que el número de loci genéticos (n) aumenta,
el número de valores fenotípicos se incrementa (2n + 1) y la
distribución de los valores fenotípicos se aproxima cada vez
más a una distribución normal. Se cree que la mayoría de Media de la Proporción de
los rasgos cuantitativos o continuos son resultado de la ac- población población afectada
ción aditiva de los genes en varios loci, lo cual, por su par-
te, se conoce como herencia poligénica. Si la herencia fa-

Media de los Proporción de


A1A1 A1A2 A2A2 parientes parientes afectados

–a 0 d +a Riesgo

Figura I. Fenotipo medido en una escala continua, resultado Figura 2. Modelo de umbral poligénico o multifactorial de
de un único gen con dos alelos A1 y A2. transmisión de una enfermedad.
2.4.1. GENÉTICA CUANTITATIVA 281

riables. Algunas enfermedades pueden mostrar una gran va- Aunque hasta el momento solamente se ha considerado
riabilidad en términos de expresión clínica. Por ejemplo, la un tipo de contribución genética, la varianza genética vg pue-
neurofibromatosis, una alteración autosómica dominante, de volver a subdividirse en una varianza debida a influencias
puede expresarse como una alteración completa o simple- genéticas aditivas (va) y en efectos de dominancia (vd).
mente en forma de algunas manchas de color café con leche. La influencia relativa de los factores genéticos se expresa
La penetrancia se define como la probabilidad de manifestar como heredabilidad, y cuando se define como la propor-
un trastorno en función de un genotipo concreto. Para los ción de la varianza fenotípica total atribuible a la varianza
trastornos mendelianos, esto es siempre 1 o 0, pero pueden genética aditiva, se conoce como heredabilidad en sentido
producirse patrones de herencia irregulares, debido a una pe- estricto:
netrancia incompleta, en los que la probabilidad de manifes-
tar el trastorno es superior a 0 pero inferior a 1. h2e = va/vf
Por último, en la actualidad existen explicaciones mole-
culares para otros tipos, menos comunes, de patrones de he- La heredabilidad también se emplea en ocasiones para
rencia para genes simples. Ahora se sabe que la anticipación describir la proporción de la varianza explicada por la varian-
en trastornos que muestran una aparición cada vez más pre- za genética total (varianza genética aditiva y no aditiva), co-
coz y una gravedad mayor en las siguientes generaciones pue- nociéndose entonces como heredabilidad en sentido am-
de explicarse por secuencias repetidas de nucleótidos inesta- plio:
bles (v. más adelante). La corea de Huntington y el síndrome
del cromosoma X frágil son ejemplos de trastornos causados h2a = va/vg
por repeticiones inestables. Para algunas enfermedades, tales
como el síndrome Angelman y el síndrome Prader-Willi, la Del mismo modo, puede estimarse la proporción de la
manifestación del trastorno depende del origen parental del varianza fenotípica total explicada por el ambiente comparti-
gen. Esto se conoce como impronta (del inglés imprinting). do, donde c2 = vc/vf, siendo la proporción restante atribuible
a factores ambientales no compartidos y al error (e2).
Es importante recordar que la estimación de la heredabi-
Otros modelos
lidad y la contribución del ambiente compartido y el am-
Explicaciones alternativas de cómo se heredan enferme- biente no compartido son proporciones de la variación total
dades complejas, como los trastornos psiquiátricos, incluyen dentro de una población dada; es decir, estos parámetros in-
patrones de transmisión mixtos y oligogénicos. Un modelo forman acerca de las fuentes de diferencia entre individuos en
mixto incluye un gen principal y una contribución poligéni- una población, pero no tienen sentido a nivel individual. Por
ca/multifactorial. Sin embargo, para muchos de estos trastor- ejemplo, si se seleccionó a un individuo de una población en
nos, los genes de mayor efecto pueden no existir. Es posible la que se ha demostrado que el coeficiente intelectual (CI)
que estos fenotipos irregulares se expliquen mediante mode- presenta una heredabilidad del 50 %, no podría afirmarse que
los oligogénicos en los cuales la acción común o interacción el 50 % del CI de ese individuo estaba determinado por los
de una pequeña cantidad de genes contribuye al trastorno. genes. Otro punto importante es que estas estimaciones son
Los estudios genéticos moleculares siguen sin resolver estas específicas para la población estudiada, pudiendo diferir en
cuestiones (v. más adelante). otras poblaciones.

■ Componentes de variación fenotípica Efectos genéticos no aditivos


Ahora se considerarán las diferentes influencias que con- Hasta este momento se ha asumido de una forma muy
tribuyen a la variación fenotípica en una población. La varia- simplista que la variación fenotípica está influida de modo
ción total observada en un rasgo observado (fenotipo vf), al aditivo. Sin embargo, la contribución de los genes y el am-
más simple nivel (ignorando los efectos no aditivos), puede biente probablemente sea más complicada que todo esto. Ya
dividirse en una proporción debida a influencias genéticas se ha hecho referencia a los efectos de la dominancia genéti-
(vg), un componente que se explica por factores ambientales ca, en la que se produce una interacción no aditiva de los ale-
compartidos (vc) y un resto debido a factores ambientales no los dentro de un locus. Otra influencia posible es la interac-
compartidos que incluyen error (ve): ción no aditiva entre alelos situados en diferentes loci, lo cual
se conoce como interacción gen-gen o epistasia.
Vf = vg + vc + ve De modo similar, es posible que genes y ambiente tam-
bién interactúen de un modo no aditivo. Por ejemplo, se ha
Las influencias ambientales compartidas o comunes son demostrado que, aunque la actuación de ratones en determi-
aspectos del ambiente, como la pobreza, que son compartidos nadas tareas mejora cuando se les cría en un ambiente enri-
por todos los miembros de la familia. Los factores ambienta- quecido, el grado de respuesta a este ambiente depende del
les no compartidos se refieren a influencias ambientales que genotipo del ratón. Sin embargo, hasta el momento, ha sido
son específicas de cada individuo (p. ej., una lesión en la ca- difícil demostrar este tipo de efectos gen-ambiente en el
beza) y no son comunes a todos los miembros de la familia. comportamiento y la psicopatología del ser humano.
282 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Correlación gen-ambiente que debe invertirse mucho más tiempo, es el método del es-
tudio familiar, en el cual se entrevista a todos los parientes
A la complejidad de la interacción entre los genes y el posibles.
ambiente debe añadirse la correlación gen-ambiente, que apa-
rece cuando el genotipo de una persona establece correlación Determinación
con el ambiente al que está expuesto. Por ejemplo, progeni-
tores sociables no solamente dotan a sus hijos con genes, sino Un tema importante es saber cómo determinar una mues-
que también proporcionan un ambiente que estimula una tra en un estudio familiar. Lo ideal sería determinar, los pro-
mayor sociabilidad de sus hijos (correlación gen-ambiente pa- bandos independientemente uno de otro. Es probable que
siva). Además, se producirá una correlación gen-ambiente po- esto no suponga un problema para trastornos raros. Sin em-
sitiva allí dónde un niño sociable busque más situaciones en bargo, para enfermedades más comunes en las que se recoge
las que se produzca socialización (correlación gen-ambiente una serie de casos, por ejemplo mediante remisiones conse-
activa) o donde despierte respuestas amigables en los demás cutivas del trastorno a un hospital determinado, es posible
(correlación gen-ambiente evocativa). que en familias incluidas en un estudio familiar haya más de
un probando. Esto se conoce como determinación múltiple
incompleta. La determinación completa, en la que se inclu-
■ Estudios de familia, de gemelos, yen todos los individuos afectados de una población dada
rara vez es posible, identificándose los probandos en la ma-
y de adopción yoría de los casos tras un proceso de selección (p. ej., remi-
Hasta ahora se ha considerado la base teórica de la he- siones a un hospital determinado). De este modo, los facto-
rencia y las posibles fuentes de variación fenotípica y seme- res que influyen en la selección, como la comorbilidad y la
janza familiar. Por una parte, la investigación de la base ge- búsqueda de ayuda, también pueden influir en los modelos
nética de los trastornos psiquiátricos requiere examinar si los de agrupación familiar observados.
genes contribuyen en un determinado trastorno o rasgo. Por
otra parte, deben examinarse el papel de la influencia tanto Corrección por la edad
de los genes como del ambiente, y, finalmente, investigar la
base genética de los trastornos a nivel molecular. En los estudios genéticos, interesa la proporción de indi-
Los métodos tradicionales en la investigación de la gené- viduos que en algún momento ha presentado el trastorno
tica psiquiátrica incluyen los estudios familiares, de gemelos (prevalencia a lo largo de toda la vida), más que la proporción
y de adopción. Los estudios familiares permiten examinar de los que presentan el trastorno en un momento concreto
hasta qué punto un trastorno o un rasgo se agrupan en fami- (prevalencia puntual). Sin embargo, una de las dificultades de
lias. La familiaridad de un trastorno puede explicarse, eviden- llevar a cabo estudios familiares es que las proporciones ob-
temente, tanto por influencias ambientales como por genes servadas del trastorno también dependerán de la edad del in-
compartidos. Los estudios de gemelos y de adopción permi- dividuo, el período de riesgo para el trastorno, y si el indivi-
ten desentrañar los efectos debidos a genes y los debidos a un duo ya ha experimentado ese período de riesgo. Así, es posi-
ambiente compartido. ble que algunos miembros no hayan alcanzado aún la edad
de riesgo para el trastorno, algunos no están afectados, pero
lo estarán más tarde, y otros podrían haber fallecido sin estar
Estudios familiares aún afectados. El método más apropiado es corregir por la
edad y expresar la proporción del trastorno en los parientes
como el riesgo mórbido o esperanza de vida.
Métodos Existen muchos métodos para corregir la edad, de los
Los estudios familiares permiten determinar si un trastor- cuales el método más corto de Weinberg es el más directo. La
no se agrupa en familias mediante el examen de la propor- frecuencia no corregida de parientes afectados es F = A/(A +
ción de trastorno que aparece en los parientes de individuos U) donde A = número de parientes afectados y U = número
afectados (probandos) y comparándolo con la proporción de de parientes no afectados. Sin embargo, existen tres tipos de
trastorno que aparece en la población general o un grupo parientes no afectados (U): aquellos que aún deben superar
control. Como alternativa, puede compararse la frecuencia por la edad de riesgo (u1), aquellos que se encuentran en el
del trastorno en los parientes de los probandos con su fre- período de riesgo (u2), y aquellos que ya han superado la edad
cuencia en los parientes de un grupo control de individuos de riesgo (u3). La frecuencia de parientes afectados se corrige
normales, o entre aquellos que presentan otro trastorno. entonces mediante la asignación de ponderaciones a los tres
Existen dos tipos de estudios familiares. El método de la grupos de parientes afectados, siendo 0 para u1, 0,5 para u2 y
historia familiar es más económico ya que la historia psi- 1 para u3.
quiátrica se obtiene del probando. Sin embargo, como la La frecuencia corregida de los parientes afectados, es de-
mayoría de los individuos es probable que sepan tan poco cir, el riesgo mórbido, se expresa como:
acerca de los miembros de su familia como de sí mismos,
este método da como resultado una subestimación diagnós- A
F = ———————–—–––––
tica en los parientes. Un enfoque más profundo, pero en el A + 0,5u2 + u3
2.4.1. GENÉTICA CUANTITATIVA 283

Estudios de gemelos Cigosidad

Los gemelos idénticos o monocigóticos comparten el Otra fuente posible de error se encuentra en la asignación
100 % de los genes puesto que proceden de la fertilización de de la cigosidad. Lo ideal sería determinar la cigosidad median-
un solo óvulo. Los gemelos no idénticos o dicigóticos proce- te la tipificación del ADN. Sin embargo, puede que sea más
den de dos óvulos fertilizados y como todos los hermanos práctico utilizar un cuestionario de semejanza entre gemelos,
biológicos comparten el 50 % de los genes. Así, asumiendo que incluye preguntas tales como si los gemelos comparten el
que los gemelos monocigóticos y los gemelos dicigóticos mismo color de cabello/ojos, o si se parecen como dos gotas
comparten el ambiente en la misma proporción, los gemelos de agua. Este método de asignación de la cigosidad es sencillo
monocigóticos deberían presentar una mayor similitud que y barato, con una precisión demostrada superior al 90 %.
los gemelos dicigóticos para un trastorno influido genética-
mente. Los estudios gemelares son un método útil para dis-
cernir los efectos debidos a los genes y los debidos al entor-
Asunción de ambientes idénticos
no compartido, y pueden emplearse para estimar la contribu- En determinadas ocasiones se ha argumentado que uno
ción de las influencias genéticas, los factores ambientales de los principales inconvenientes del método de estudio de
compartidos y los factores ambientales no compartidos en la gemelos es que los gemelos monocigóticos pueden experi-
variación total para un rasgo o trastorno determinado. mentar un entorno más similar, y pueden tratarse de un
Para rasgos continuos, la semejanza de los gemelos se ex- modo más parecido que los gemelos dicigóticos. Sin embar-
presa como un coeficiente de correlación intraclase, en el go, donde existen pruebas de que los gemelos monocigóticos
cual: comparten una mayor semejanza ambiental que los gemelos
dicigóticos es en la dificultad para deducir si esto contribuye
rmc = h2 + c2 a la semejanza para el trastorno, o si es consecuencia de una
rdc = 0,5h2 + c2 mayor semejanza genética. Se han adoptado diversos enfo-
ques para explorar con más detalle esta cuestión.
Así, a partir de las correlaciones monocigóticas y dicigó- En algunos estudios tipo cuestionario se han empleado
ticas observadas para un rasgo dado puede calcularse la here- mediciones de ambiente compartido (p. ej., vestirse como un
dabilidad a partir de las ecuaciones anteriores, donde h2 = niño, compartir amigos). Éstos sugieren que, en efecto, los ge-
2(rmc – rdc), c2 = 2rdc – rmc, siendo e2 la varianza restante = 1 – melos monocigóticos comparten más el entorno que los ge-
h2 – c2 (v. análisis del circuito más adelante). melos dicigóticos. Sin embargo, parece que para diversos ras-
Para los caracteres dicotómicos (p. ej., los afectados por gos y trastornos, tales como la capacidad cognitiva, la perso-
un trastorno y los no afectados), la semejanza de los geme- nalidad, los síntomas depresivos y los trastornos depresivos,
los se expresa mediante proporciones de concordancia. Se este grado de semejanza ambiental en la infancia no explica
estima una proporción de concordancia respecto de los la similitud de los gemelos monocigóticos para el rasgo. Una
pares, como el número de pares de gemelos donde ambos manera de desentrañar causa y efecto es utilizar estudios ob-
presentan el trastorno, dividido por el número total de pa- servacionales directos. A pesar de que este método no ha sido
res. Sin embargo, allí donde se ha producido una determi- muy empleado, un estudio sobre gemelos jóvenes sugirió que
nación sistemática, como por ejemplo un registro de geme- la mayor semejanza de las respuestas de los padres a los ge-
los, será preferible referirse a una proporción de concor- melos monocigóticos, comparado con los gemelos dicigóti-
dancia respecto de los probandos, que se calcula como el cos, parecía ser producida por los propios gemelos.
número de gemelos afectados dividido por el número total Un método alternativo que permite examinar los efectos
de gemelos. de compartir el ambiente es estudiar gemelos confundidos
acerca de su cigosidad. Sin embargo, la mayoría de los estu-
dios que han empleado este método sugieren que la cigosidad
Determinación percibida es una influencia menos importante en la semejan-
za gemelar que la cigosidad real.
Una posible fuente de sesgo en los estudios de gemelos Finalmente, el medio más potente para examinar los efec-
proviene de los procedimientos de determinación. Por ejem- tos de compartir el ambiente es observar gemelos monocigó-
plo, es más probable que los gemelos afectados remitidos a ticos criados por separado. Sin embargo, estos pares de ge-
un estudio específico, o las muestras de voluntarios, incluyan melos son escasos y la mayoría se han determinado de un
un mayor número de pares de gemelos que sean monocigóti- modo sesgado. No obstante, estudios de gemelos criados por
cos y concordantes. La determinación de pares de gemelos a separado han confirmado que existe una contribución genéti-
través de los registros hospitalarios resuelve este problema ca respecto de la cognición, la personalidad y la psicosis.
hasta cierto punto, pero para algunos trastornos puede existir
sesgo debido al proceso de remisión. Las muestras basadas en
la población superan estos sesgos, aunque cuando se exami-
Comparación de gemelos
nan trastornos, más que rasgos, se requieren muestras extre- La última posible crítica que puede realizarse al método
madamente grandes para obtener un número adecuado de in- de gemelos es si se les puede considerar representativos de
dividuos afectados. la población general dadas algunas diferencias importantes.
284 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Los nacimientos de gemelos son relativamente comunes (1 ■ Métodos de análisis


de cada 80 nacimientos), aunque el número de gemelos di-
cigóticos varía en los diferentes países, y depende de facto- Aunque los métodos estadísticos empleados en la genéti-
res tales como la edad de la madre y la multiparidad, una ca cuantitativa pueden parecer complejos, los principios son
historia familiar de gemelos, y, de forma cada vez más im- sencillos. Se considerarán los métodos de análisis más habi-
portante, el uso de fármacos que potencian la fertilidad. La tuales para examinar la contribución de factores genéticos y
probabilidad de que se produzcan problemas intrauterinos y ambientales a los rasgos y trastornos psiquiátricos.
perinatales en los gemelos es mayor, y de hecho, la expe-
riencia de ser criado como un gemelo es en sí misma poco
habitual. También existen pruebas de que la depresión es Análisis de circuito
más común en madres de hijos gemelos que en madres de
hermanos no gemelos. No obstante, estas diferencias única- El análisis de circuito proporciona un método diagramá-
mente son importantes si resultan en proporciones de tras- tico sencillo para estimar la contribución de factores genéti-
torno o síntomas distintas en los gemelos que en los her- cos y ambientales. El diagrama de circuito básico de la figu-
manos no gemelos. Por el momento, se dispone de pocas ra 3 muestra las fuentes de semejanza para fenotipos (F1 y F2)
evidencias que sugieran que la proporción de trastornos psi- en un par de hermanos. Empleando las reglas del análisis de
quiátricos en gemelos es mucho más elevada que entre her- circuito, la correlación entre los hermanos (rher) proviene de
manos no gemelos. multiplicar los coeficientes de circuito para cada ruta conec-
tada y sumar después estos coeficientes. Así:

Estudios de adopción rher = h × rg × h + c × c

Los estudios de adopción proporcionan un medio para di- La correlación genética rg es 1 para gemelos homocigóti-
ferenciar los efectos de los genes y el ambiente. El método bási- cos que comparten el 100 % de los genes, y 0,5 para los her-
co de estudio de adopción se basa en la comparación de las pro- manos o gemelos dicigóticos. Así, empleando el análisis de
porciones de un trastorno en parientes biológicos y parientes circuito, se obtienen las ecuaciones descritas anteriormente,
adoptivos. Existen tres tipos principales de estudios de adopción: en las cuales:

1. Estudio del adoptado: en él, la proporción del trastorno rmc = h2 + c2


en adoptados descendientes de individuos afectados se rdc = 1/2 h2 + c2
compara con la proporción del trastorno en adoptados
control, cuyos padres biológicos no estaban afectados.
2. Estudio de la familia de un adoptado: en este diseño, la Comprobación del modelo
proporción del trastorno en parientes biológicos de adop-
tados afectados se compara con la proporción que se da A pesar de que para datos más complejos puede estimar-
entre parientes adoptivos. se h2, c2 y e2 sencillamente a partir de las ecuaciones anterio-
3. Estudio de crianza cruzada: este estudio permite exami- res, resolver ecuaciones lineales múltiples resulta complicado.
nar la interacción gen-ambiente mediante la comparación Del mismo modo, quizás quieren probarse modelos alterna-
de la proporción del trastorno en adoptados con padres tivos, por ejemplo, uno en el cual no exista contribución ge-
biológicos sanos y padres adoptivos afectados, con la pro- nética o en el cual se hayan suprimido las influencias am-
porción del trastorno en adoptados con padres biológicos bientales compartidas. La comprobación del modelo permite
afectados y padres adoptivos sanos.

Aunque los estudios de adopción permiten examinar los


B
efectos tanto de los genes como del ambiente, se han descri-
to posibles diversos inconvenientes de este método. Primero,
la adopción en sí misma es un hecho poco usual, existiendo
además entre los adoptados una tendencia a presentar pro- G1 G2
porciones más elevadas de algunas alteraciones psiquiátricas,
como rasgos de personalidad antisocial. Segundo, la distribu-
ción de las adopciones no es aleatoria ya que las agencias de h AC h
adopción generalmente intentan que los padres adoptivos y c c
los padres biológicos coincidan en características físicas, so-
F1 F2
ciales o de otro tipo. Sin embargo, a pesar de estos inconve-
nientes, las pruebas proporcionadas por la adopción han Figura 3. Modelo de circuito simple de las fuentes de simi-
apoyado el papel de los genes y el ambiente en distintos ras- litud entre gemelos o pares de hermanos. G1 y G2 son geno-
gos y comportamientos, como la capacidad cognitiva y la cri- tipos con correlación β, AC es ambiente común, F1 y F2 son
minalidad. fenotipos, y h y c son coeficientes de circuito.
2.4.1. GENÉTICA CUANTITATIVA 285

probar primero lo bien que un modelo explica los datos ob- Esta estrategia permite examinar hasta qué punto la covaria-
servados y comparar entonces modelos distintos. ción o correlación entre dos fenotipos, por ejemplo depresión
Los paquetes informáticos como el Mx1 se basan en los y ansiedad, se debe a factores genéticos que tengan influencia
mismos principios. El programa lee los datos brutos y el in- en ambos fenotipos, y cuánto puede explicarse mediante la
vestigador proporciona los valores de arranque iniciales para etiología ambiental común a ambos trastornos. Así, el análi-
los parámetros desconocidos (h, c y e para un modelo genéti- sis genético multivariable puede emplearse para examinar la
co completo). Entonces el programa opera repetidamente con coocurrencia o comorbilidad de distintos trastornos psiquiá-
distintas estimaciones de los parámetros hasta hallar valores tricos. Este método, por ejemplo, ha demostrado que el mis-
que proporcionan un ajuste óptimo (generalmente esto im- mo conjunto de genes, pero diferentes factores ambientales
plica maximizar una función de probabilidad o minimizar no compartidos, influyen en los trastornos de la ansiedad y la
una χ2). Se valora la calidad del ajuste del modelo examinan- depresión (y sus síntomas). De forma similar, este método se
do la calidad del ajuste de la χ2, donde un valor pequeño in- utiliza cada vez más para examinar la relación entre los fac-
dica una mejor calidad de ajuste. tores de riesgo ambientales y la psicopatología, y el papel de
El ajuste de un modelo reducido (R) puede entonces los factores de mediación genéticos y ambientales.
compararse con el modelo completo (C) restando los valores
de χ2 (R – C). Alternativamente, puede compararse el ajuste
Análisis de regresión múltiple
de diversos modelos empleando la prueba del coeficiente de
probabilidad, en el cual se calcula el doble de la diferencia Otro método muy habitual para analizar datos de geme-
entre el logaritmo de las probabilidades para cada modelo los es el análisis de regresión múltiple (3). Éste predice el re-
(esto se aproxima a una distribución χ2). gistro de cogemelos C mediante el registro del gemelo pro-
Se muestra un ejemplo de comprobación de modelos en bando P, el coeficiente de relación o cigosidad R y un térmi-
la tabla 1. no de interacción PR. Los coeficientes de regresión parcial
Un modelo ACE completo (genes aditivos, ambiente co- proporcionan estimaciones directas de la heredabilidad y el
mún/ambiente compartido, y ambiente no compartido) pro- ambiente compartido. La ventaja de este método estriba en
porciona un buen ajuste (χ2 = 0,6; df = 3; P = 0,90) con es- que también puede emplearse para comprobar si la etiología
timaciones de 0,59 para h2, 0,15 para c2, y 0,26 para e2. Cuan- genética de registros extremos para un rasgo continuo difieren
do se compara el ajuste del modelo AE reducido donde se de los registros englobados en el rango normal.
han suprimido los efectos ambientales compartidos, no se
aprecia una diferencia significativa en el ajuste del modelo (χ2
= 1,36 – 0,6 = 0,76; df = 1; P < 0,001). Sin embargo, se pro- ■ Análisis de segregación
duce un significativo empeoramiento del ajuste para el mo-
delo CE (χ2 = 15,18), y un ajuste muy precario para un mo- En el inicio de este capítulo se consideró únicamente la
delo de transmisión no familiar E (χ2 = 102,3). Así, en base a herencia mendeliana simple. El análisis de segregación se
la calidad del ajuste y la escasez (aceptando el modelo más desarrolló originalmente para demostrar la hipótesis de se-
simple), el modelo AE proporciona la explicación más satis- gregación de un rasgo en familias según un modelo domi-
factoria de los datos. nante, recesivo o ligado al cromosoma X. Los procedimien-
tos estadísticos como tales, son sencillos y la mayoría de las
veces implican una prueba χ2 de la calidad del ajuste. En su
Comprobación del modelo multivariable mayor parte, las complicaciones que aparecen resultan de los
Hasta ahora se ha considerado la influencia de los genes distintos métodos de determinación. Esto ya se ha mencio-
y el ambiente en la variación de un único fenotipo. Este tipo nado brevemente en el apartado anterior, al hablar de los es-
de análisis se conoce como análisis genético univariable. Ac- tudios familiares. Cuando un trastorno es escaso en una po-
tualmente existe un interés creciente en conocer la contribu- blación determinada, de modo que la probabilidad de deter-
ción de los genes y el ambiente en la covariación o correla- minación es baja y no hay ninguna familia con más de un
ción de dos o más fenotipos (análisis genético multivariable). probando, se habla de determinación sencilla. Por el con-
trario, existe determinación completa cuando se identifican
todos los probandos con seguridad. En la práctica, con tras-
Tabla I. Datos sobre síntomas depresivos en gemelos en tornos moderadamente comunes se producirá una determi-
edad escolar: ejemplo de comprobación del modelo nación incompleta múltiple, con algunas familias con más
de un probando (y, por lo tanto, siendo incluidas en la
h2 c2 e2 χ2 df P
muestra más de una vez). Los diferentes métodos de deter-
ACE 0,59 0,15 0,26 0,60 3 0,900 minación influyen en las proporciones de segregación espe-
AE 0,75 [0] 0,25 1,36 4 0,850 radas y, por lo tanto, es importante especificarlos. Sham (4)
CE [0] 0,61 0,39 15,18 4 0,004 proporciona un registro detallado.
E [0] [0] 1,00 102,3 5 0,000 Los principios del análisis de segregación se han extendi-
do a trastornos comunes que no muestran de forma evidente
Reproducido con autorización de A. Thapar y P. McGuffin (1996). The gene-
tic aetiology of childhood depressive symptoms – a developmental perspective. un modelo mendeliano sencillo de transmisión de la genea-
Development and Psychopathology, 8, 751-760. logía, en los cuales otras pruebas (p. ej., menos del 100 % de
286 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

concordancia en gemelos monocigóticos) indican que existen trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia (11) tenían que
influencias tanto ambientales como genéticas (5). Los detalles sustentarse únicamente en marcadores genéticos «clásicos»
de estos métodos se hallan fuera de las pretensiones de este como los antígenos HLA de los grupos sanguíneos y en varios
trabajo, pero en esencia pueden aplicarse tanto en rasgos con- polimorfismos proteicos. Las posibilidades de realizar un ma-
tinuos como en rasgos de tipo presente/ausente (como, p. ej., peo sistemático de los genes, que implicase organizar una in-
tener o no una enfermedad) mediante la asunción de que vestigación a través de todo el genoma completo (es decir, los
existe una continuidad en el riesgo de manifestar el rasgo so- 22 pares de autosomas y los cromosomas sexuales), solamente
lamente en aquellos que superen un determinado valor um- pudo llevarse a cabo tras el descubrimiento de marcadores ba-
bral (v. anteriormente en este capítulo la discusión sobre los sados en la variación de la longitud del ADN. Los primeros
modelos de umbral). Probablemente, el enfoque que suele fueron polimorfismos en la longitud de fragmentos de restric-
aplicarse más a menudo, y el más riguroso, esté encarnado ción, los cuales habían sido suplantados en gran parte por po-
por el denominado modelo «unificado» de Lalouel y cols. (6) limorfismos de repetición de secuencia simple, como los poli-
que permite al investigador comprobar lo bien que la combi- morfismos de dinucleótidos repetidos. Actualmente existe un
nación de un locus principal más un entorno multifactorial «mapa de referencia» del genoma muy detallado, basado en
explican un conjunto de datos de una familia, y compararlo varios miles de repeticiones de dinucleótidos, más o menos
(como se describió anteriormente en la sección de compro- uniformemente espaciados. Puede esperarse un mapa aún me-
bación de modelo) con modelos reducidos empleando una jor en los próximos años, con el Proyecto Genoma Humano
prueba de proporción de probabilidad. Los modelos reduci- en curso para secuenciar el genoma humano antes del plazo
dos consisten en un único gen o en una sola transmisión final del año 2003, y la introducción de miles de nuevos ma-
multifactorial. Si existen evidencias para un único gen, en- pas de marcadores basados en polimorfismos de nucleótidos
tonces podrá aplicarse una nueva prueba para comprobar si simples. Estos mapas de marcadores permiten localizar los ge-
las probabilidades de transmisión (7) se ajustan a lo esperado nes que contribuyen a un rasgo o a un trastorno, lo cual es el
según Mendel. primer paso en la clonación posicional, en la que se identifi-
En la práctica, este complejo análisis de segregación ha re- quen los mismos genes. Los métodos de mapeo son el liga-
sultado ser desalentador en genética psiquiátrica. En la esqui- miento y la asociación. La realización de mapas de genes se
zofrenia, por ejemplo, los hallazgos no han sido concluyen- discutirá posteriormente en el capítulo 2.4.2.
tes, con una escasa (8) capacidad para distinguir entre los
modelos en competencia. Además, el análisis de segregación
ha producido resultados erróneos, tales como sugerir un locus Ligamiento
autosómico para la enzima monoaminooxidasa de las pla-
quetas, que ahora se sabe que está codificada en dos loci dis- En estudios de ligamiento (linkage), mas que estudiar so-
tintos ligados al cromosoma X (9). Intentar aplicar este enfo- lamente la segregación de una enfermedad en familias, se in-
que a rasgos que son familiares, pero no necesariamente ge- vestigan la cosegregación de la patología y un grupo de mar-
néticos, también puede confundir al incauto, de manera que cadores genéticos. Los objetivos son, primero, detectar el li-
un estudio sugirió que la asistencia a la facultad de medicina gamiento, indicado por el trastorno y el marcador que coo-
por parte de parientes de estudiantes de medicina podía ex- curre más a menudo de lo que debería esperarse por azar (es
plicarse mejor por la segregación de un gen recesivo (10). decir, no demuestran transmisión independiente mendeliana)
y, segundo, estimar la distancia entre un marcador ligado y el
gen que confiere la susceptibilidad a la patología.
■ Mapa genético Es posible detectar ligamiento solamente en familias que
contengan, como mínimo, un progenitor que sea doble hete-
Un enfoque más directo para localizar e identificar los ge- rocigoto (es decir, heterocigoto tanto para el marcador como
nes implicados en trastornos psiquiátricos sería realizar un para los loci de la patología). Técnicamente, tales familias se
mapa de estos genes. La tecnología necesaria para la realiza- denominan emparejamientos de doble retrocruzamiento o in-
ción de mapas de genes ha evolucionado a un ritmo increíble tercross/intercross pero, para simplificar, sólo se observará el
a lo largo de los últimos 20 años. Los primeros estudios sobre tipo de doble retrocruzamiento (tabla 2). La tabla muestra un

Tabla 2. Emparejamiento de doble retrocruzamiento

Progenitor 1 × Progenitor 2

AB/ab ab/ab

Descendencia AB/ab Ab/ab aB/ab ab/ab


No recombinante Recombinante Recombinante No recombinante
1 1 1 1
Sin ligamiento /4 /4 /4 /4
Ligamiento (1 – θ)/2 θ/2 θ/2 (1 – θ)/2
2.4.1. GENÉTICA CUANTITATIVA 287

progenitor doble heterocigoto en el cual los alelos A y B es- probabilidad (θ = θ!)


tán en un cromosoma, y los a y b en el otro. Por consiguien- lod = log10 ––——————————————-–-—
te, la descendencia de los tipos aaBb o Aabb resultan de la re- probabilidad (θ = 0,5)
combinación o cruzamiento entre el par de cromosomas ho- Por convención, se acepta un lod de 3 o superior para in-
mólogos durante la meiosis. Este tipo de descendientes se de- dicar que se ha detectado ligamiento, mientras que un lod de
nominan recombinantes. Los descendientes del mismo tipo –2 o inferior indica que puede excluirse el ligamiento para ese
que los progenitores (es decir, AaBb, aabb) son no recombi- determinado valor de θ. Un lod de 3 se corresponde con una
nantes. Entonces, puede definirse simplemente la fracción de probabilidad de ligamiento de 1.000:1 y un valor nominal de
recombinación, θ, como el número de recombinantes dividi- P de 0,0001. A primera vista, parece que éste sea un criterio
do por el número total de descendientes. muy riguroso. Sin embargo, el ligamiento entre dos loci toma-
Para dos loci que estén muy separados en el mismo cro- dos al azar es inherentemente improbable (13), y Morton (12),
mosoma (y todos los pares de loci situados en dos cromoso- en su argumentación original, consideró la baja probabilidad
mas diferentes) se produce transmisión independiente, siendo de ligamiento previa para llegar a un criterio que proporcio-
θ = 1/2. Cuando los dos loci están muy juntos, puede obser- nase una probabilidad posterior, o fiabilidad, del 95 %. Más
varse transmisión independiente, indicada por una fracción recientemente, algunos investigadores han mostrado su preo-
de recombinación inferior a la mitad. El tamaño de la frac- cupación por los posibles efectos de llevar a cabo tantas prue-
ción de recombinación depende de la distancia física entre bas estadísticas en una amplia investigación del ligamiento en
los dos loci y (dentro de unos límites) es proporcional a ella, el genoma completo, intentando encontrar un nivel de regis-
con lo que para loci que están muy juntos, la recombinación tro lod que compensase este hecho. De hecho, a medida que
ocurre muy rara vez y θ tiende a cero. Las distancias genéti- se avanza, la sugerencia original de un lod de alrededor de 3
cas estimadas por el ligamiento se miden en centimorgans se acerca a los cálculos recientes sobre qué lod se requiere para
(cM), siendo 1 cM el equivalente a una fracción de recombi- concluir a favor de la significación del genoma completo (14).
nación de 0,01. Por razones que aún no son totalmente cla- Como se diseñó originariamente, el método lod trata úni-
ras, la recombinación ocurre con más frecuencia en las meio- camente con rasgos mendelianos normales. Sin embargo,
sis femeninas que en las masculinas. Por lo tanto, el tamaño puede adaptarse rápidamente para detectar genes simples que
del genoma humano femenino expresado en centimorgans es presenten penetrancia incompleta aplicando el modelo del lo-
mayor que el genoma masculino. El tamaño del genoma hu- cus principal simple discutido anteriormente (15). El principal
mano medio, independientemente del sexo, es de alrededor inconveniente es que el modelo (especificado por los valores
de 3.700 cM. Con tamaños de muestras razonables, pueden de penetrancia, y menos críticamente, la frecuencia génica)
detectarse de forma bastante fiable efectos de genes principa- debe conocerse de forma muy precisa. Si el modelo se espe-
les sobre distancias de alrededor de 10 a 15 cM. Por lo tanto, cifica mal, existe un elevado riesgo de fracaso en la detección
puede investigarse el genoma completo utilizando de 200 a del ligamiento (16).
300 marcadores polimórficos, ya que éstos se encuentran uni- Otra dificultad es que las enfermedades pueden mostrar
formemente espaciados. Puede definirse un polimorfismo heterogeneidad de locus; es decir, pueden existir dos o más loci
como un gen o secuencia de ADN que se presenta en dos o distintos (y no ligados) en los que mutaciones resulten en fe-
más formas comunes. Clásicamente, «común» significa una notipos similares. Existen muchos ejemplos de este hecho en-
frecuencia alélica de, al menos, un 1 %. Sin embargo, los tre patologías mendelianas raras. Un buen ejemplo es el sín-
marcadores modernos, tales como polimorfismos de repeti- drome de Usher, causante de sordera y retinitis pigmentosa,
ción de secuencia simple, suelen ser mucho más polimórfi- que puede ser resultado de mutaciones en uno de seis genes
cos, presentando múltiples alelos muy comunes. Ya que, distintos (17). Subformas de enfermedades comunes también
como se ha comentado, la heterocigosidad en la generación pueden mostrar heterogeneidad de locus, siendo el más rele-
parental es un pre requisito para el análisis de ligamiento; a vante para la psiquiatría la presentación precoz de la enferme-
menudo los polimorfismos de repetición de secuencia simple dad de Alzheimer familiar, en la que pueden producirse for-
proporcionan mucha más información que los primeros tipos mas autosómicas dominantes a partir de mutaciones en 3 ge-
de marcadores, mucho menos polimórficos. nes diferentes, llamados presenilina 1, presenilina 2 y proteína
precursora de amiloide. Aunque existen métodos para detectar
el ligamiento en presencia de heterogeneidad (12, 15), en la
Análisis de ligamiento práctica no han sido de gran ayuda en trastornos psiquiátricos
o de otro origen. Además, la estrategia general más frecuente
El método estándar para llevar a cabo un análisis de liga- ha sido centrarse en familias múltiples (es decir, aquellas que
miento en los seres humanos es el marcador lod diseñado por contienen diversos miembros cuyo trastorno está sometido a
Morton (12). Para un conjunto dado de datos, básicamente se estudio) y hacer las siguientes asunciones simplificadoras:
calculan los registros lod sobre un intervalo de valores de θ
entre 0 y 0,5. Allí donde el registro lod alcanza el máximo, 1. Existen subformas del gen principal del trastorno en al
proporciona la mejor estimación (o la máxima probabilidad) menos algunas familias.
de θ. El registro lod se denomina así porque es el logaritmo 2. Aunque el modo de transmisión es desconocido, puede
común del cociente de probabilidad (odds) en que θ presenta llevarse a cabo una suposición razonable en la definición
un cierto valor θ! en lugar de un valor de 0,5; es decir: de parámetros.
288 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

3. Aunque en conjunto pueda existir heterogeneidad de lo- Otra utilidad de los métodos de pares de hermanos estri-
cus en el trastorno, dentro de una familia determinada es ba en el estudio de rasgos continuos (p. ej., altura, peso, re-
probable que exista homogeneidad. sultados de tests de personalidad) con el fin de detectar los loci
de rasgos cuantitativos que contribuyen a la heredabilidad
Esto ha funcionado muy bien en diversos trastornos, in- (21). Un posible enfoque es seleccionar probandos que pre-
cluida, como ya se ha mencionado, la enfermedad de Alzhei- senten resultados extremos en alguna medida cuantitativa, e
mer, pero ha producido gran cantidad de resultados más bien investigar hasta qué punto el alelo marcador compartido por
confusos procedentes de un gran número de centros para la los hermanos predice la regresión de la media de la población
esquizofrenia (18) y el trastorno maníaco-depresivo (19). La respecto de los registros de los hermanos (22). Esto se ha lle-
causa más probable de esto es que la asunción 1 es incorrec- vado a cabo con éxito en la realización de mapas de loci de ras-
ta y las subformas de estas enfermedades procedentes de ge- gos cuantitativos que contribuyen en la capacidad lectora de
nes principales son muy escasas o quizás inexistentes. Por los niños. Desafortunadamente, el inconveniente de estos mé-
consiguiente, se ha producido un giro hacia otros métodos de todos y de los enfoques de ligamiento de pares de hermanos
proceder en estudios sobre ligamiento en psiquiatría, que no es que generalmente sólo son capaces de detectar efectos mo-
dependen de ninguna asunción acerca del modo de transmi- deradamente grandes. Esto significa que un locus de un rasgo
sión. Estos métodos se concentran en hermanos afectados u cuantitativo que contribuya en menos del 10 % de la varian-
otros pares de parientes, ambos afectados por el trastorno. za, o un locus de susceptibilidad para la patología que confie-
ra un riesgo relativo inferior a 2, probablemente requerirá
muestras de grandes dimensiones, de varios cientos o incluso
Métodos basados en pares de parientes miles de pares. Si se asume que la mayoría de las patologías
comunes y los comportamientos complejos implican la acción
El principio esencial del enfoque de pares de hermanos combinada de varios genes de efecto reducido, se requieren es-
afectados es simple. Para un locus cualquiera, la probabilidad trategias complementarias basadas en la asociación alélica.
de que ambos hermanos compartan 0, 1 o 2 alelos idénticos
por descendencia de sus progenitores es respectivamente 1/4,
1
/2, 1/4. Por otra parte, si ambos miembros de un par de her- Asociación
manos están afectados por la misma patología y se está estu-
diando un locus cercano al gen que confiere susceptibilidad En su forma clásica, los estudios de asociación de alelos son
para esa patología, habrá mayor cantidad de alelos comparti- más sencillos de realizar que los estudios de ligamiento. Se
dos. Esto ocurrirá sea cual sea el modo de transmisión del gen compara una muestra de casos afectados por un trastorno (o su-
de la susceptibilidad, pudiéndose utilizar, por lo tanto, ins- jetos que presentan registros superiores a un determinado um-
trumentos estadísticos simples y no paramétricos para com- bral en una medida cuantitativa) con controles que no presen-
probar si se produce alguna alteración en las proporciones es- tan dicho trastorno (o sujetos cuyos registros están dentro de la
peradas de alelos idénticos por descendencia. Los métodos de media). Se compara entonces la frecuencia de alelos en el locus
pares de hermanos afectados son fiables, y en la actualidad se marcador de ambos grupos. La significación de la diferencia
consideran el método de elección para la detección de liga- puede compararse entonces de la manera habitual para un aná-
miento en trastornos oligogénicos o poligénicos. Si se pre- lisis de tabla de contingencia, empleando una prueba de χ2 (o
tende estar seguro de que un par de hermanos comparten ale- una prueba exacta de Fisher si se espera que las frecuencias sean
los idénticos por descendencia, es necesario conocer los ge- pequeñas). Además de la significación, es útil tener una medi-
notipos de sus progenitores. Si no, podría suceder que uno de da de la fuerza de asociación. Esto puede conseguirse por me-
los hermanos heredase del padre el alelo compartido idénti- dio de varios factores estadísticos, pero probablemente el más
co, y el otro hermano lo heredase de la madre. Sin embargo, útil y llamativo intuitivamente, sea el riesgo relativo; es decir,
una ventaja de emplear polimorfismos de repetición de se- la proporción de casos entre aquellos que son portadores del
cuencia simple, altamente polimórfica, es que no siempre es alelo marcador o factor de riesgo, P1, dividido por la propor-
necesario genotipar a los progenitores; es decir, si la pobla- ción de casos, P2, entre aquellos que no son portadores del fac-
ción es suficientemente homogénea y pueden estimarse las tor. Esto puede calcularse a partir de la tabla 3: RR = P1/P2 =
frecuencias genéticas, es posible calcular la probabilidad de (a/(a + b))/(c/(c + d)). Si la patología no es habitual, es decir, a
que un par que comparte uno o dos alelos idénticos sean real- y c son pequeños en relación con b y d, puede aproximarse RR
mente idénticos por descendencia. Esto significa que, a cam- mediante otro factor estadístico más fácil de obtener, la razón
bio de una muy modesta reducción en la potencia (ya que de probabilidad, RP = a × d/(b × c). Si se ha descubierto una
ahora se trabaja con una probabilidad en lugar de hacerlo con
una cantidad contabilizada de alelos que son idénticos por
descendencia), se reduce a la mitad la cantidad de genotipa- Tabla 3. Asociación alélica caso-control
dos que es necesario llevar a cabo (20). En nuestra propia ex-
periencia, la otra ventaja de ser capaces de trabajar sin geno- Marcador N afectados N no afectados
tipos parentales es que, a menudo, estos son difíciles de ob- Presente a b
tener en trastornos que aparecen en la edad adulta, como la Ausente c d
esquizofrenia.
2.4.1. GENÉTICA CUANTITATIVA 289

asociación positiva del marcador de la patología, la razón de el transmitido, o si es el alelo no transmitido. La tabla 4 ilus-
probabilidad será significativamente superior a 1. tra el caso de un marcador con dos alelos, A1 y A2. Las entra-
Antes de la actual era de la genética molecular, muchos das en cada una de las celdas de la tabla, a, b, c y d son re-
de los estudios de asociación de la enfermedad con marcado- cuentos del número de progenitores que transmiten o no
res clásicos se llevaban a cabo sobre todo con los grupos san- transmiten cada alelo a su descendencia afectada. La significa-
guíneos y el sistema HLA. Uno de los primeros hallazgos ción de la prueba de desequilibrio de la transmisión se valora
bien replicados fue una asociación entre el grupo sanguíneo simplemente mediante una prueba χ2 de McNemar.
0 y la úlcera duodenal. La razón de probabilidad fue inferior Asumiendo que puede superarse la estratificación, existen
a 2 en la mayoría de los estudios, y Edwards (23) señaló que dos modos de proceder con los estudios de asociación. El pri-
la proporción de la varianza en el riesgo del trastorno expli- mero es concentrarse en polimorfismos que se encuentran en
cada por la asociación era solamente de alrededor del 1 %. A los genes candidatos o cerca de ellos, es decir, genes que codi-
pesar de que posteriores estudios de asociación entre la en- fican para proteínas que es probable que estén implicadas en el
fermedad y el HLA, con otras patologías como la diabetes de trastorno. Éste ha sido hasta el momento el tipo de estudio de
tipo I y diversos trastornos autoinmunitarios, fueron incluso asociación más común en psiquiatría, como en la mayoría de
más sólidos, se ha señalado que solamente se tiene en cuenta otras enfermedades comunes, y existen algunos primeros resul-
una pequeña proporción de la varianza. Aunque esto podría tados interesantes en lo que respecta a, por ejemplo, polimor-
considerarse hasta cierto punto decepcionante, demuestra fismos en el receptor 5-HT2a de la serotonina en la esquizofre-
que la asociación de alelos puede detectar pequeños efectos nia, el transportador de la serotonina en trastornos afectivos, y
genéticos en rasgos poligénicos o multifactoriales, lo que pue- el transportador de la dopamina (DAT1) en el transtorno por
de resultar más útil que el ligamiento. déficit de atención con hiperactividad. El segundo es intentar
¿Cómo se produce una asociación de alelos y qué nos dice llevar a cabo una búsqueda sistemática a través de la región
su detección? Existen tres mecanismos principales de asocia- cromosómica o, con mayor ambición, del genoma entero para
ción. El primero es el desequilibrio de ligamiento. Normal- detectar el desequilibrio del ligamiento. Se deduce de lo que se
mente los pares de alelos de dos loci distintos no se encontra- ha comentado anteriormente que una investigación sobre todo
rán juntos más a menudo de lo que se esperaría por azar (es el genoma para el desequilibrio del ligamiento ejerce una par-
decir, están en «equilibrio»). En la mayoría de los casos esto ticular atracción en el estudio de trastornos poligénicos en los
es consecuencia de la transmisión independiente. Sin embargo, que debería ser posible detectar genes de efecto reducido. Los
incluso si los loci están ligados, normalmente se acercarán al inconvenientes son dos: existen problemas para realizar prue-
equilibrio muy rápidamente, con la proporción de alelos aso- bas estadísticas múltiples y hay problemas de viabilidad con la
ciados disminuyendo en un 1 -– θ en cada generación. Única- cantidad de genotipados necesarios para explorar el genoma
mente cuando dos loci están muy juntos tiende el desequilibrio completo. Todo ello ha conducido a algunas autoridades a
a persistir. Por ejemplo, cuando la distancia es de 1 cM, co- concluir que las exploraciones sistemáticas del genoma para
rrespondiente a una proporción de recombinación de una genes implicados en trastornos complejos no son factibles (17).
meiosis de cada 100, el tiempo necesario para que una asocia- Respecto del segundo problema, de la discusión sobre los
ción se encuentre a medio camino del equilibrio es de 69 ge- mecanismos subyacentes en la asociación se deduce que serán
neraciones. Para una distancia de 0,1 cM, el tiempo necesario necesarios muchos marcadores para explorar el genoma com-
es de 693 generaciones, o alrededor de 20.000 años. La segun- pleto. Esto se debe a que el desequilibrio del ligamiento gene-
da causa de asociación ocurre cuando un polimorfismo dentro ralmente sólo es detectable en distancias muy cortas, de 1 cM
de un mismo gen presenta un efecto funcional cuyo resultado o menos. Esto significa que serán necesarios miles de marca-
es la susceptibilidad a la enfermedad. El tercer fenómeno, y en dores espaciados uniformemente. Si a ello se añade el proble-
la mayoría de las ocasiones el menos interesante, es la estratifi- ma de que pequeños efectos requieren grandes muestras de su-
cación de la población. Ocurre donde se ha producido una re- jetos para proporcionar un poder de detección adecuado, la ta-
ciente mezcla de poblaciones, o cuando conviven juntas dos o rea se convierte en desalentadora. Supongamos que se desea
más poblaciones de etnias distintas y hay poco entrecruza- probar 3.000 marcadores en 1.000 sujetos (500 pacientes y el
miento. Si las poblaciones difieren en términos de frecuencia mismo número de controles). Esto significaría 3 millones de
de alelos de los marcadores genéticos y en la frecuencia de la genotipados, lo que significa una enorme cantidad de trabajo.
enfermedad estudiada, las asociaciones de los marcadores de Afortunadamente, esto es posible gracias a dos métodos re-
la enfermedad pueden aumentar si no se lleva a cabo un cui-
dadoso emparejamiento étnico de pacientes y controles.
Otra forma de superar la estratificación es no estudiar ca- Tabla 4. Prueba de transmisión de desequilibrio: sujetos afec-
sos y controles no relacionados, sino estudiar familias y deri- tados con al menos un protenitor heterocigoto para el alelo A
var los controles «internamente». El método más familiar en la
práctica habitual es la prueba de desequilibrio de la transmi- No transmitido
sión (24). Requiere que los individuos afectados tengan como
mínimo un progenitor heterocigoto para el locus a estudio. Por Transmitido A1 A2
A1 a b
lo tanto los afectados pueden recibir uno de los dos alelos a A2 c d
partir de esos progenitores. Entonces puede construirse una ta-
bla de contingencia de 2 × 2 sobre si un determinado alelo es χ2, 1df = (b – c)2/(b + c).
290 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

cientes. Los métodos de mezcla de ADN (25) permiten realizar 16. Clerget-Darpoux, F. (1991). The uses and abuses of linkage analysis in
el cribado inicial de muestras combinadas, de modo que todos neuropsychiatric disorder. In The new genetics of mental illness (ed. P.
McGuffin and R. Murray), pp. 44–57. Butterworth Heinemann, Oxford.
los controles pueden procesarse como un solo grupo y todos 17. Strachan, T. and Read, A.P. (1996). Human molecular genetics. BIOS,
los pacientes como el otro. Entonces puede llevarse a cabo un Oxford.
seguimiento de los hallazgos positivos mediante un genotipa- 18. Moldin, S.O. (1997). The maddening hunt for madness genes. Nature
do individual. Esto significa que la exploración inicial implica Genetics, 17, 127–9.
19. Risch, N. and Botstein, D. (1996). A manic depressive history. Nature
6.000 genotipados en lugar de 3 millones. El otro método in- Genetics, 12, 351–3.
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materia prima implica la hibridación del ADN en microcolec- analysis. American Journal of Human Genetics, 52, 362–74.
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ciones de cientos de oligonucleótidos unidos a «chips», lo que associations between 100 DNA markers and high versus low IQ.
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Como en el procedimiento de la mezcla de ADN, el pro- mapping of quantitative trait loci. American Journal of Human Genetics,
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blema de las pruebas múltiples puede superarse llevando a 23. Edwards, T.H. (1965). The meaning of the associations between
cabo un análisis en dos pasos, con criterios de prueba bas- blood groups and disease. Annals of Human Genetics, 29, 77–83.
tante liberales en el primer paso, seguido de criterios restricti- 24. Spielman, R.S., McGinnis, R.E., and Ewenst, W.J. (1993).
vos en el segundo, o simplemente estableciendo un criterio Transmission test for linkage disequilibrium: the insulin gene region
and insulin-dependent diabetes mellitus (IDDM). American Journal of
muy restrictivo al principio. Recientemente se ha demostrado Human Genetics, 52, 506–16.
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el mapeo del desequilibrio de ligamiento utilizando tanto la 26. Risch, N. and Merikangas, K.(1996). The future of genetic studies of
mezcla de ADN como polimorfismos de nucleótidos simples complex human diseases. Science, 273, 1516–17.
en chips avanzará probablemente en gran medida el descu-
brimiento de loci de susceptibilidad y loci de rasgos cuantita-
tivos a lo largo de los próximos años.

2.4.2 Genética molecular


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14. Lander, E. and Kruglyak, L. (1995) Genetic dissection of complex traits:
Las modificaciones de los estados mentales, estén determinadas
guidelines for interpreting and reporting linkage results. Nature Genetics.
15. Ott, J. (1991). Analysis of human genetic linkage. Johns Hopkins ambiental o genéticamente, presentan correlación biológica, lo
University Press, Baltimore, MD. cual puede observarse en determinadas circunstancias (p. ej.,
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 291

mediante resonancia magnética funcional). Actualmente se de bases nitrogenadas unidas a un azúcar (ribosa) y a un es-
sabe que los cambios persistentes en la función mental impli- queleto de fosfato. Como consecuencia de la forma en que los
can alteraciones en la expresión génica, tal como han demos- azúcares se unen entre sí, en cada cadena de ácido nucleico hay
trado investigaciones acerca de la memoria; los estudios con un extremo con un azúcar terminal en el que el átomo de car-
animales demuestran que el comportamiento aprendido pro- bono en la posición 5 de la ribosa no está ligado. El otro ex-
voca cambios moleculares en las conexiones sinápticas. tremo presenta un átomo de carbono libre en la posición 3. Es-
Se está llegando a un punto en el que es posible correla- tos dos extremos se denominan extremos 5! (5 prima) y 3! (3
cionar cambios en la expresión génica con cambios en el com- prima), respectivamente. Es habitual describir una secuencia de
portamiento. Así, los enfoques genéticos en psiquiatría no se ADN o ARN escribiendo el orden de bases de una sola cade-
limitan a entender patologías hereditarias. Estos enfoques se na, en la dirección 5! a 3!. El ADN contiene cuatro bases ni-
han convertido en un pilar básico para entender la biología de trogenadas: adenina (A), guanina (G), citosina (C) y timina (T).
los trastornos psiquiátricos, con lo que todos los psiquiatras El ARN difiere en que contiene uracilo (U) en lugar de timina.
deberán familiarizarse con la biología molecular (4). Dos diferencias estructurales entre el ADN y el ARN son
Las explicaciones sobre genética molecular se ven obsta- importantes para comprender la función del ácido nucleico.
culizadas por el rápido ritmo de cambios en el campo y por Primero, el ADN presenta un grupo hidroxilo en parte de su
una proliferación de jerga asociada. En este capítulo se subra- constituyente azúcar, mientras que el ARN presenta un átomo
yan los antecedentes esenciales necesarios para apreciar los te- de hidrógeno. El resultado es que, en la mayoría de los entor-
mas aportados actualmente por la literatura de investigación, nos biológicos, el ARN es mucho más inestable. Segundo, nor-
intentando cubrir áreas de genética molecular, que probable- malmente el ARN se encuentra en forma de cadena simple,
mente se conviertan en relevantes al completarse el Proyecto mientras que el ADN es una doble hélice en la cual las dos ca-
Genoma Humano, y ser capaces de explorar todos y cada uno denas se mantienen unidas mediante débiles puentes de hidró-
de los genes para buscar diferencias en secuencias que puedan geno entre pares de bases opuestas, C unida a G, y A a T. Por
estar relacionadas con la patología. El capítulo empieza con lo tanto, puede deducirse la secuencia de una cadena a partir de
una introducción básica a la estructura y función del ADN, la otra. Se dice que las dos cadenas son complementarias, pro-
tras lo cual se esbozan las maneras en que se identifican los piedad que se explota siempre que se copia el ADN (durante la
genes de una enfermedad. meiosis, la mitosis, o en procesos in vitro como la amplificación
La segunda parte del capítulo revisa la patología molecular del ADN mediante la reacción en cadena de la polimerasa).
de los trastornos psiquiátricos (limitados aún a raras alteracio- Como corresponde a una molécula inestable, el ARN me-
nes de un único gen). En los dos últimos apartados se cubren dia en la expresión de la información genética; su producción
las investigaciones que probablemente tengan más impacto en y degradación se hallan bajo estricta regulación. El ARN es
la práctica clínica en un futuro próximo, es decir, las bases bio- traducido, en un orden lineal de aminoácidos, en proteínas
lógicas de los procesos mentales y los efectos genéticos en los según un código de tres letras (por ejemplo, GAA codifica
trastornos psiquiátricos comunes. El trabajo en ambos campos para el aminoácido glutamina). El ADN actúa como un mol-
aún está en mantillas, pero está progresando rápidamente. de para la producción de ARN en un proceso denominado
El apartado sobre la neurobiología del aprendizaje y la me- transcripción. Pero el ADN es más que un depósito estable de
moria muestra cómo pueden interpretarse las influencias gené- información de secuencias de proteínas codificadas: también
ticas en los procesos cognitivos al actuar a nivel del sistema contiene información que controla la transcripción del ARN.
neural (memoria espacial), proeza lograda por primera vez y, Las alteraciones de la función patrón del ADN constitu-
sin duda, paradigma de próximos avances. En la última parte yen la base molecular de enfermedades y propensiones here-
de este capítulo, se revisan los pocos datos sobre la base mo- ditarias, y son el tema central de la genética. Por el contrario,
lecular de trastornos genéticos complejos y sus implicaciones la expresión de un gen (la transcripción y la traducción del
en alteraciones psiquiátricas. A pesar de la gran cantidad de tra- ARN) no está completamente predeterminada por la genéti-
bajo llevado a cabo, aún no se ha logrado encontrar buenos ca. Está regulada estrictamente, pero en respuesta a cambios
candidatos para genes de susceptibilidad, excepto en el caso de en el entorno celular, que a su vez reflejan cambios en el es-
la diabetes. Las complejidades encontradas en ese trastorno tado del organismo. Lamentablemente, no se sabe mucho
son, una vez más, paradigmáticas, lo que indica que será nece- acerca del modo en que se regula la expresión de un gen en
sario un conocimiento sofisticado de la genética para que ten- los eucariotas, aunque esta materia evoluciona rápidamente y
gan sentido los futuros resultados de la realización de un mapa sin duda tendrá un impacto muy considerable en la com-
de genes de susceptibilidad para trastornos psiquiátricos comu- prensión y tratamiento de enfermedades humanas. Posterior-
n e s . mente, se proporciona una introducción sobre esta importan-
te cuestión. Para más detalles, se recomienda al lector consul-
tar el libro de texto de Strachan y Read (5).
■ Estructura y función de los ácidos
nucleicos
Regulación y expresión de un gen
Los componentes químicos de la información genética son
el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico Un gen es una sección de ADN que se transcribe en
(ARN). Ambas moléculas están formadas por cadenas lineales ARN, el cual, a su vez, codifica una proteína (aunque un pe-
292 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

queño número de genes poco comunes no se traducen y, de Sitios de empalme


Isla CpG
hecho, no pueden traducirse en una proteína). Por razones
que aún resultan poco evidentes, se eliminan grandes porcio- Promotor Exón
Intrón Intrón
nes de ARN transcrito (mediante enzimas de corte y empal- 5! 3!
me de ARN), produciéndose modificaciones adicionales en Región de regulación Transcripción
los extremos de la molécula de ARN (estructura cap de un ex-
tremo y poliadenilación del otro). El producto final, ARN
mensajero (ARNm) contiene una sección central, traducida
en una proteína, y regiones contiguas no codificadoras. La Transcripción primaria
consecuencia de estas manipulaciones es que el ADN y el
ARNm no terminan del mismo modo; las secciones de ADN
que codifican el ARNm (llamadas exones) a menudo están in-
terrumpidas por secciones muy grandes de ADN que no se
traducen (denominadas intrones) (fig. 1). Empalme y procesado del ARN
Se conocen diferentes maneras de controlar la expresión
de los genes. Se realiza predominantemente a nivel de trans-
cripción (aunque para algunos genes son importantes el pro-
cesado postranscripcional y el control de la traducción). El ARNm
control de la traducción implica como mínimo tres mecanis-
mos, los cuales se ilustran en la figura 2. Región 5! Región 3!
Primero, los factores de transcripción ejercen su control no traducida no traducida
sobre la expresión de los genes. La transcripción ocurre cuan- Traducción
do las ARN polimerasas producen ARN a partir de un patrón
de ADN, proceso que requiere la ayuda de factores de trans-
cripción, proteínas que reconocen secuencias concretas de Proteína
ADN a las que se ligan (adviértase que los factores de trans- Figura 1. Proceso de transcripción mediante el cual se pro-
cripción también pueden reprimir la transcripción). A pesar de duce ARNm a partir de ADN. En el extremo superior de la fi-
que los sitios de unión de los factores de transcripción se en- gura, se muestra la organización de un gen en el ADN genómi-
cuentran cercanos a un gen en la región 5!, conocido como co. Los recuadros no sombreados corresponden a regiones co-
promotor (fig. 1), también pueden estar alejados, en ocasio- dificadoras (exones) y los dos recuadros sombreados corres-
nes en otros genes. Los mismos factores de transcripción son ponden a regiones de control. La región de control inmediata a
productos de los genes, por lo que pueden controlar su pro- 5! en el primer exón, donde se inicia la transcripción, se conoce
pia expresión, o formar parte de conjuntos de vías regulado- como promotor y a menudo presenta una composición caracte-
ras interactivas más complejas. rística de la secuencia. En casi todos los genes expresados en to-
Segundo, puede controlarse la transcripción hasta el pun- das partes (y en muchos de los genes específicos de un tejido),
to que el ADN sea accesible a la maquinaria transcripcional. éste es no metilado, rico en GC y con un exceso relativo del di-
El ADN no existe en forma libre en el interior de la célula; nucleótido CpG. La región, que típicamente contiene tanto el
se encuentra íntimamente asociado a un complejo protéico primer exón como el promotor, se denomina isla CpG. Las fron-
teras entre intrones y exones se denominan sitios de empalme y
denominado cromatina. Durante mucho tiempo, se conside-
se conservan; los intrones empiezan casi siempre con una se-
ró que la cromatina era simplemente una manera de empa-
cuencia GT y terminan con una secuencia AG. La región genó-
quetar el ADN dentro del núcleo, pero actualmente es evi- mica completa se transcribe en una transcripción primaria (flecha
dente que está profundamente implicada en el metabolismo negra), que se procesa con el fin de eliminar los intrones. Muchos
del ADN. La figura 2 muestra el modo en que el ADN está genes humanos sufren un empalme alternativo para proporcio-
enrollado alrededor de los nucleosomas, los cuales están com- nar una cantidad de productos del ARNm distintos. El ARNm
puestos por proteínas de la cromatina. En la parte derecha, maduro se traduce entonces en un producto proteico.
los nucleosomas se hallan empaquetados juntos y, aunque no
se conoce la estructura de orden superior, la presencia de nu-
cleosomas muy bien empaquetados significa que el ADN no
puede transcribirse. El ADN debe estar separado de los nu- la cromatina y, por consiguiente, tengan influencia en diver-
cleosomas para ser accesible a los factores de transcripción y sas rutas bioquímicas, incluido el control de los genes impli-
al gran complejo de proteínas que constituye la ARN poli- cados en el desarrollo y la actividad del sistema nervioso cen-
merasa. El ADN activamente transcrito se encuentra en re- tral. Por ejemplo, el síndrome de retraso mental ATRX (co-
giones de cromatina relativamente abierta, la cual puede iden- mentado ulteriormente) se debe a una mutación en un regu-
tificarse experimentalmente por su accesibilidad a enzimas lador de la transcripción, que probablemente actúa remode-
que digieren el ADN (nucleasas). Por lo tanto, comprender lando la cromatina (6).
qué controla el empaquetamiento de la cromatina revelará un También puede modificarse la expresión de los genes me-
modo de controlar la expresión de los genes. Por esta razón, diante la adición de grupos metilo a las bases de citosina. La
existe mucho interés en caracterizar proteínas que remodelen metilación del ADN no cambia la secuencia de ADN, pero
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 293

condrias. Como las mitocondrias en el óvulo fertilizado pro-


ceden de la madre, la herencia mitocondrial es de origen fe-
menino. Las alteraciones mitocondriales, aunque sean peque-
ñas, contribuyen sustancialmente en trastornos degenerativos,
incluido el envejecimiento (7). Más importante es el ADN
Nucleosomas Factores nuclear. El tamaño total del genoma nuclear es de aproxima-
de transcripción damente 3.000 millones de pares de bases (megabases), que
ARN polimerasa codifica entre 65.000 y 100.000 genes. Únicamente el 3 % del
genoma codifica proteínas. Es posible que el 90 % del ADN
nuclear no tenga ninguna función y consista principalmente
en secuencias repetitivas.
Factores de transcripción El ADN nuclear se encuentra en los 22 pares de cromo-
ARNm somas (los autosomas), uno heredado de la madre y el otro
del padre, y en los dos cromosomas sexuales, X e Y. Cada par
Figura 2. Factores implicados en la regulación de la trans-
de cromosomas intercambia fragmentos de ADN durante la
cripción del ADN. La expresión de un gen requiere una ARN
división sexual (meiosis) en un proceso denominado recom-
polimerasa que, inicialmente, se une al extremo 5! del gen, en
el promotor. La figura muestra la polimerización que sucede binación (sin el cual sería imposible realizar el mapa genéti-
una vez los factores de transcripción se han unido al ADN y a co, método básico para encontrar genes de enfermedades).
la polimerasa. Obsérvese que los factores de transcripción se Los cromosomas poseen tres elementos funcionales: orí-
unen no solamente cerca del gen, sino también a cierta dis- genes de replicación, centrómeros y telómeros. Los orígenes
tancia. La transcripción tiene lugar en el centro de la figura, en de replicación son necesarios para iniciar la replicación del
una región del ADN desprovista de cromatina. Las figuras ova- ADN y mantener el número de copias de cromosomas. Su es-
les sombreadas indican nucleosomas, a cuyo nivel la cromatina tructura molecular es desconocida. Los centrómeros son res-
empaqueta el ADN. Se desconoce la estructura de orden más ponsables de la segregación de los cromosomas durante la di-
alto de la cromatina, pero a la derecha de la figura se indica visión celular. Tampoco se comprende su naturaleza molecu-
mediante nucleosomas firmemente empaquetados. lar, pero son visibles mediante microscópico óptico en forma
de constricción en la cual se mantienen unidos los cromoso-
mas duplicados (llamados cromátides). Se dice que los cro-
cuando afecta a regiones de control se la asocia a la inactiva- mosomas poseen dos brazos separados por el centrómero, el
ción del gen. No está claro si la metilación es un mecanismo cual, a pesar de su nombre, no siempre se encuentra en el
independiente de regulación de la expresión genética, ya que centro. Los brazos cortos se denominan p (petit) y los largos
la metilación conduce la cromatina hacia una conformación q (queue). Los telómeros son los extremos de los cromosomas.
inactiva, mediada por proteínas ligadas al ADN metilado. Se Su naturaleza molecular es bien conocida. Consisten en lar-
han visto implicadas alteraciones en la metilación en, como gos fragmentos de la secuencia TTAGGG, sin la cual el cro-
mínimo, dos síndromes de retraso mental (síndromes de Pra- mosoma es inestable, tendiendo a romperse y fundirse consi-
der-Willi y de Angelman, que se comentan más adelante). go mismo o con otros cromosomas.
Nadie ha hallado ningún principio general que organice
el material genético en el interior de los cromosomas. Si bien
Organización del genoma existen ejemplos de familias de genes agrupadas en la misma
localización cromosómica (p. ej., los genes implicados en la
Pocas disciplinas están tan cargadas de jerga como la ge- regulación inmunitaria están agrupados en el cromosoma 6p),
nética molecular. Esto se debe en parte a la proliferación de es más habitual que la posición de los genes en los cromoso-
técnicas moleculares, pero también es algo parcialmente in- mas no refleje una similitud funcional. Por ejemplo, el análi-
trínseco a la materia; el único principio unificador es la evo- sis estructural y funcional más completo hasta la fecha de una
lución, que a menudo actúa de una manera muy ad hoc. Las gran región de la secuencia genómica humana (la región ter-
soluciones biológicas a los problemas propuestos por la se- minal del cromosoma 16p) muestra que los genes que sólo se
lección son resultado de la adaptación de las estructuras exis- expresan en el tejido eritroide están inmediatamente adya-
tentes a nuevos usos, más que de la invención de sistemas centes a genes ampliamente expresados, como los «de mante-
construidos para tal propósito. Esto en ningún lugar es más nimiento» (del inglés housekeeping) (8).
cierto que a nivel del genoma, el cual, más que ser un plan La figura 3 muestra la organización de genes en el extre-
del organismo eficientemente organizado y consistente en es- mo del cromosoma 16p y resume muchos de los puntos abor-
quemas precisos, parece un borrador escrito sobre incontables dados hasta el momento. Remarca nuestra limitada compren-
esbozos y versiones descartadas, entre los cuales hay, literal- sión de la relación entre estructura y función del genoma, ya
mente, miles de apuntes y garabatos, la mayor parte de los que, a pesar de la extensiva caracterización de la región, úni-
cuales son irrelevantes para la estructura final. camente conocemos la función de algunos de los genes mos-
El ADN, del interior de las células está empaquetado en trados. Los posibles sitios de unión de las proteínas regulado-
cromosomas dentro del núcleo celular, con una minúscula ras están esparcidos por toda la región, sin lógica aparente. El
cantidad (16.569 bases que contienen 37 genes) en las mito- principal elemento regulador de los genes de la α-globina
294 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Elemento principal regulador de la globina

Enzima Inhibidor de la disociación


de reparación Genes
α tipo α-globina del GDP a partir de rho
del ADN
Regiones de control putativo * Proteindisulfuro
isomerasa
Eritroide-específicas

Constitutivas ζ ααααθθ

Islas CpG

Seudogén receptor Proteína asociada Proteína ligada Axina


Axin
de la interleucina 9 a la membrana al poliadenilato
Figura 3. Relación entre estructura del cromosoma y función en el extremo del cromosoma 16p. La figura oval de la izquier-
da de la figura indica el telómero (el extremo del cromosoma). Los recuadros que se encuentran sobre la línea indican genes
transcritos hacia el centrómero, y los recuadros que se encuentran debajo de la línea indican genes transcritos hacia el telóme-
ro. Los recuadros negros son genes tisulares específicos: los cuatro genes tipo α-globina (un gen ζ, dos α y uno θ) y un gen es-
pecífico del hígado (un inhibidor de la disociación de difosfato de guanina a partir de rho). Los recuadros grises son genes ex-
presados en todas partes. No se muestra la distinción entre intrones y exones. Solamente se muestra la función de algunos ge-
nes, tal como se indica en la figura. Aparte de las globinas, sólo es clara la función de cuatro genes (la enzima de reparación del
ADN, la proteindisulfuro isomerasa, el inhibidor de la disociación del difosfato de guanina y la axina). La función de otros pocos
se deduce a partir del análisis de secuencia, pero para el resto no se dispone de demasiadas pistas. Se indican dos tipos de re-
giones de control putativo. Las flechas que hay sobre la línea indican regiones desprovistas de nucleosomas, donde pueden unir-
se proteínas reguladoras, que pueden ser de dos clases, aquéllas presentes en todos los tejidos (constitutivas) y aquéllas presen-
tes únicamente en tejidos eritroides (específicas de eritroide). Obsérvese que las últimas se extienden más allá de la región que
contiene los genes γ-globina. Debajo de la línea se muestran las posiciones de las islas CpG (definidas en la fig. 1).

(que codifican una subunidad de la proteína hemoglobina, na locus, término general que puede referirse a un gen o a un
transportadora de oxígeno) se encuentra dentro del intrón de segmento de ADN sin función conocida. Las secuencias de
otro gen (de función desconocida). Están apareciendo imáge- ADN de un mismo locus que difieren se llaman variantes alé-
nes similares de la organización del genoma a partir del aná- licas. Puesto que hay dos copias de cada cromosoma, por de-
lisis de otras regiones del genoma. finición, habrá dos alelos en cada locus. Si estos alelos son
idénticos, se dice que el individuo es homocigoto en ese lo-
cus; si son distintos, el individuo será heterocigoto. El núme-
■ Realización de un mapa físico y genético ro de alelos en un locus varía notablemente; en la mayoría de
loci polimórficos pueden encontrarse cientos de alelos. El po-
La caracterización molecular de una enfermedad genética limorfismo en el genoma humano es importante en un senti-
se basa en la suposición de que es posible identificar una al- do práctico porque permite realizar un mapa de genes y, por
teración en la expresión del gen que causa la enfermedad. En lo tanto, identificar el gen de una enfermedad.
trastornos de un único gen, la tarea es conceptualmente sen- La idea básica de la realización de un mapa de genes es
cilla (aunque a menudo técnicamente exigente). El objetivo es seguir la pista y encontrar genes recombinantes en la genea-
establecer que todas aquellas personas que sufren el trastorno logía. La recombinación puede suceder en casi cualquier par-
presentan cambios en la secuencia de ADN (mutaciones) que te de un cromosoma, rompiendo la asociación de alelos entre
afectan al mismo gen, y que tales cambios no se encuentran diferentes loci a lo largo del cromosoma (tal asociación se de-
en individuos no afectados. Se conoce lo suficiente de la se- nomina haplotipo). Los alelos, como la mayoría de las enfer-
cuencia de códigos para reconocer una mutación que pueda medades de un solo gen, siguen las leyes de Mendel de la se-
interrumpir la expresión de un gen, pudiendo verificarse ex- gregación, con lo que es posible preguntarse si uno está se-
perimentalmente mediante la observación de la producción y gregando para una enfermedad, y comprobar el resultado es-
estructura del ARNm. El reto técnico es encontrar una muta- tadísticamente empleando métodos descritos en el capítulo
ción entre 3.000 millones de bases responsables del cambio 2.4.1. El resultado esperado nos dirá la probabilidad de que
en la expresión de un gen. un alelo y un locus de una enfermedad se recombinen. Cuan-
La realización de un mapa de genes es aún el método bá- to más baja sea la probabilidad, más juntos se encuentran los
sico empleado para localizar el gen de una enfermedad en dos loci en el cromosoma.
una pequeña región de un cromosoma. Antes de explicar qué Las pruebas estadísticas nos dirán la probabilidad de que
supone realizar un mapa de genes, es necesario explicar algo la estimación de la distancia de recombinación sea correcta.
de terminología. Una posición en un cromosoma se denomi- Si la probabilidad es aceptablemente elevada, la siguiente ta-
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 295

rea será avanzar en la realización del mapa con la finalidad de en tándem cortas (RTC), o microsatélites, cada 50 kb, y tam-
reducir lo máximo posible el intervalo genético, hasta el pun- poco tienen consecuencias fenotípicas conocidas. Existen
to en que el mapa físico y la caracterización de la región se otras secuencias de polimorfismos más complejas, pero los
conviertan en la principal herramienta de la identificación del polimorfismos de nucleótido único (PNU) y los microsatéli-
gen de una enfermedad. El último proceso es actualmente tes son los más útiles para identificar los genes de enferme-
uno de los más caros y en los que más tiempo se invierte, dades. El proceso de definir qué alelos presenta una persona
pero resultará más fácil cuando se complete el Proyecto Ge- en un locus polimórfico se denomina genotipado.
noma Humano. Los microsatélites son actualmente los marcadores genéti-
La realización de un mapa genético para los genes de una cos preferidos para la realización de un mapa de enfermeda-
enfermedad es un método sólido porque no requiere ningún des porque éstos pueden detectarse mediante una reacción en
conocimiento de la función de un gen para hallar la localiza- cadena de la polimerasa (RCP) (fig. 4). Miles de ellos ya se
ción cromosómica e identificar entonces el gen de la enfer- han colocado en un mapa genético, que proporciona un re-
medad. Es un método que funciona porque el genoma está curso cartográfico básico para la clonación molecular y, en úl-
lleno de polimorfismos de secuencias de ADN, cuyo único timo término, la secuenciación del genoma humano. Sin em-
uso conocido es capacitar a los genetistas para realizar el bargo, las innovaciones técnicas recientes prometen convertir
mapa de genes de enfermedades. De media, cada 1.000 pares el genotipado de los PNU en la forma preferida de realizar el
de bases contendrán 1,4 bases que difieran entre 2 individuos mapa genético de una enfermedad.
elegidos al azar (aunque no se conozca la variación comple- Actualmente se dispone de una serie de métodos para ge-
ta), casi todas las cuales no tienen consecuencias fenotípicas. notipar miles de PNU en sólo unas horas. Un método utiliza
Además, existen pequeños fragmentos de secuencias repetidas la espectrometría de masas para medir las diferencias de tama-
(la mayoría de las veces CA) que difieren de longitud entre ño entre fragmentos de ADN; otro emplea la hibridación en
individuos. Al menos se encuentra una de estas repeticiones un portaobjetos de cristal diminuto (más pequeño que un se-

ADN polimerasa
ADN Productos de la RCP
1 2 3 4

1 Desnaturalización
Primers

Unión
2

Extensión
3

Figura 4. Reacción en cadena de la polimerasa (RCP). Los ingredientes esenciales para la amplificación del ADN in vitro son los
siguientes: una ADN polimerasa (forma ensombrecida); un par de oligonucleótidos (denominados primers que en la figura apare-
cen como líneas grises onduladas y cortas) que generalmente son ADN monocatenario sintético, normalmente con una longitud
de entre 15 y 25 bases, complementarios a dos secuencias situadas en cadenas opuestas en el ADN diana; el ADN diana mismo;
los cuatro nucleótidos, generalmente presentes en exceso; un protector adecuado y cofactores para la reacción. La reacción se
produce en un ciclo de tres pasos: 1) la mezcla se calienta a más de 90 °C durante 1 min con el fin de separar las cadenas com-
plementarias del ADN diana; 2) se enfría la mezcla, a alrededor de 50 °C, con lo que los oligonucleótidos se unen a su secuen-
cia complementaria en el ADN diana y permiten la unión de la ADN polimerasa (los oligonucleótidos son necesarios para guiar
la polimerasa); 3) se ajusta la temperatura para permitir que la polimerasa funcione en el componente de extensión de la reac-
ción. Generalmente, la polimerasa proviene de una bacteria termofílica con una temperatura permisiva de 72 °C. Los productos
del primer ciclo pueden servir de dianas para una segunda ronda de amplificación y normalmente puede repetirse el ciclo hasta
unas cuarenta veces. A la derecha de la figura, se muestra un modo de visualizar los productos de una RCP. Se somete el ADN
a electroforesis en gel de agarosa, que separa los productos de la RCP por tamaño, de forma que los fragmentos más pequeños
se encuentran por debajo del gel. Se tiñen los productos de la RCP del gel con una tinción fluorescente bajo luz ultravioleta y
aparecen en la fotografía como bandas blancas. En el gel se observan muestras de cuatro individuos en un locus polimórfico. Las
bandas 2 y 4 son heterocigotas, y las bandas 1 y 3 son homocigotas.
296 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

llo postal y denominado chip ADN) que contiene miles de nominado ADNc) con el fin de generar un conjunto de eti-
pequeños fragmentos de ADN (oligonucleótidos). La hibrida- quetas de secuencias expresadas (ESE) que se colocan en los
ción es el proceso mediante el cual dos cadenas de ADN ge- mapas físicos y genéticos existentes del genoma humano (12).
nómico, separadas químicamente o mediante calor (en cuyo Estos avances significan que puede llevarse a cabo la identifi-
caso se dice que el ADN está desnaturalizado), se emparejarán cación de genes de una enfermedad mediante la búsqueda en
con sus secuencias complementarias, que pueden ser su pareja la base de datos de ESE, y otra información sobre la secuen-
originaria u otro ADN cualquiera con la misma secuencia com- cia, dentro de la región de la que se sabe que contiene el lo-
plementaria. La tecnología del chip implica hibridar ADN mar- cus de la enfermedad. El tamaño de la base de datos es enor-
cado con un nucleótido fluorescente con oligonucleótidos que me; en el momento de escribir este trabajo, en las bases de
han sido sintetizados directamente sobre el porta de cristal. datos disponibles había 1,7 millones de entradas de ESE.
La ventaja de estas nuevas técnicas es la gran cantidad de Sin embargo, la secuenciación del ARNc solamente signi-
material original utilizado, lo que hace posible genotipar fica una pequeña porción de los esfuerzos dedicados al Pro-
enormes cantidades de individuos con gran cantidad de mar- yecto Genoma Humano. Un gran número de laboratorios se
cadores (9). Por razones estadísticas, solamente será posible dedica exclusivamente a la clonación y secuenciado posterior
realizar un buen análisis genético de enfermedades psiquiátri- de cromosomas humanos, con lo que una vez se localiza el
cas comunes mediante el genotipado masivo proporcionado gen de una enfermedad, el método más eficiente para identi-
por el análisis del PNU. ficar una transcripción anormal es ponerse en contacto con el
laboratorio adecuado. Por lo tanto, puede realizarse mucha
biología básica con un ordenador y un teléfono. Es más, es
■ Cómo encontrar un gen probable que la bioinformática acapare el trabajo clave al ser
de una enfermedad uno de los principales instrumentos para identificar los genes
de una enfermedad.
Clonar un gen de enfermedad basándose en información Las técnicas moleculares han ido muy bien para identifi-
posicional todavía es un trabajo extremadamente intensivo y car mutaciones genéticas en trastornos con una base de gen
un proceso técnicamente exigente, que puede llevarse a cabo único: un gen mutado y segregado de acuerdo con la genéti-
mucho más fácilmente si se dispone de información adicional. ca mendeliana que causa enfermedad de forma recesiva o do-
Una de las cosas más útiles es saber qué genes están presentes minante. Tales mutaciones de gen único proporcionan una
en la región sospechosa de contener el gen de la enfermedad, pequeña contribución a los trastornos psiquiátricos, con la
lo que permite al investigador probar a cada candidato (10). excepción de síndromes asociados con el retraso mental.
Lo que anteriormente era una tarea complicada, encontrar ge- ¿Puede funcionar la misma estrategia en los trastornos psi-
nes en un locus, actualmente es algo que puede realizar cual- quiátricos comunes? Hay tres razones para ser prudentes.
quiera con acceso a Internet, haciendo que el método del can- Primero, no todas las alteraciones genéticas que presentan
didato posicional para identificar un gen de una enfermedad una base de gen único han dado lugar a estrategias de clona-
sea una estrategia muy efectiva. Cada día se identifican genes ción posicional. Un buen ejemplo es la distrofia muscular fa-
y muchas otras cosas como parte del Proyecto Genoma Hu- cioescapulohumeral, de la que se ha realizado el mapa del ex-
mano, que están disponibles para el público en las páginas tremo 4q y se ha asociado con la presencia de una serie poco
web de los laboratorios participantes (p. ej., http://www.san- usual de repeticiones. A pesar de la extensiva caracterización
ger.ac.uk y http://www.genome.wi.mit.edu). Los procedimien- y secuenciación de la región, no han podido hallarse genes
tos para la identificación de genes de una enfermedad están mutados. La sospecha es que la región repetida está implica-
tan intrincadamente ligados a la evolución del Proyecto Ge- da en el control de un conjunto de genes distantes y aún no
noma Humano que no pueden discutirse los acercamientos a caracterizados (13, 14). Complejidades similares han dificul-
la genética molecular para la salud y la enfermedad humanas tado los intentos de clonar genes implicados en algunos sín-
sin considerar los objetivos y el ámbito del Proyecto. dromes de deleción cromosómica (v. más adelante). Así,
Incluso desde sus comienzos, se ha discutido si los recur- nuestro conocimiento de la regulación de los genes aún no
sos deberían centrarse únicamente en la secuenciación del ha avanzado lo suficiente para permitir reconocer todas las
ADN codificador. El interés biológico del genoma humano mutaciones.
recae principalmente en los genes, los cuales pueden secuen- Segundo, es sabido que el mismo fenotipo puede apare-
ciarse con una fracción del coste y los esfuerzos requeridos cer a partir de mutaciones en diferentes loci (heterogeneidad
para secuenciar el genoma entero. Los genes pueden identifi- genética). Por el contrario, las mutaciones en un único gen
carse mediante el aislamiento del ARNm, empleando una en- pueden resultar en un conjunto de fenotipos distintos (una
zima (transcriptasa inversa) para copiar el ARN en ADN, y se- serie alélica). Quizá el mejor ejemplo de una serie alélica sea
cuenciar entonces el ADN. Producir ARN a partir de dife- la mutación en uno de los genes del receptor de un factor de
rentes tejidos, y a partir de distintos estados de desarrollo, in- crecimiento de fibroblastos (RFCF2), los cuales son responsa-
crementa las oportunidades de obtener una colección repre- bles de cuatro síndromes craneofaciales distintos (15). No se
sentativa de secuencias expresadas, por lo que este proyecto conocen ejemplos (todavía) de series alélicas en genética psi-
ha sido llevado a cabo por un buen número de grupos de in- quiátrica. Sin embargo, ya se ha documentado la heteroge-
vestigación académicos e industriales (11). Se secuencian pe- neidad genética para la enfermedad de Alzheimer, que puede
queños fragmentos de ADN complementario al ARNm (de- ser debida a mutaciones en los genes de la presenilina en los
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 297

cromosomas 1 y 14, y mutaciones en el gen de la proteína expresados e identificados en el genoma humano, y el 70 %


precursora de amiloide en el cromosoma 21 (16-19). La hete- de los genes de la levadura [20] no tienen función conocida).
rogeneidad genética es, casi con toda seguridad, una caracte- Actualmente se está desarrollando una disciplina genómica
rística importante de la arquitectura genética de la esquizo- funcional, con la finalidad de descubrir qué es lo que hacen
frenia y la psicosis maníaco-depresiva. Ambas, las series aléli- los genes. Con la culminación del Proyecto Genoma Huma-
cas y la heterogeneidad genética, complican seriamente la ta- no, la disciplina genómica funcional se convertirá en el fun-
rea de asociar genotipos con fenotipos, la base para la reali- damento de la biología.
zación de un mapa y de la identificación de los genes de una Una de las maneras más fructíferas de investigar la fun-
enfermedad. ción de los genes es utilizar la manipulación genética de ani-
Tercero, la contribución genética a muchos trastornos males, introduciendo generalmente una copia del gen en un
psiquiátricos comunes puede no consistir en una mutación ratón o mutando la versión del gen del ratón. Ambos enfo-
que interrumpa la expresión del gen, sino en una que pre- ques funcionan gracias a que el ADN exógeno puede inte-
sente un efecto más sutil, siendo considerablemente más difí- grarse dentro de los cromosomas. Si en lugar de ser aleatorio,
cil de detectar. Rasgos como la ansiedad y la depresión son puede seleccionarse el sitio de integración, el ADN exógeno
rasgos cuantitativos con una distribución normal, para los cua- puede utilizarse para crear mutaciones en genes específicos.
les la distinción entre alteración clínica y normalidad es con- Se producen ratones transgénicos mediante la inyección
vencional. Es difícil creer que la base molecular de las dife- de ADN humano en oocitos de ratón fertilizados. La integra-
rencias alélicas que subyacen a los rasgos cuantitativos se ción es un suceso raro y aleatorio, pero casi siempre implica
deba al tipo de mutación mencionado anteriormente. Mien- que múltiples copias entren en un único sitio, provocando
tras la base genética para algunos fenotipos extremos puede que la interpretación de algunos experimentos transgénicos
deberse a la deleción de un gen o una mutación inactivado- sea complicada. Se logra una manipulación genética más es-
ra, es mucho más probable que rasgos extremos como la an- pecífica explotando la recombinación homóloga de células
siedad y la depresión se deban a cambios sutiles en la expre- madre embrionarias, a pesar de que la técnica es muy exigen-
sión de un gen, que quizá afecte a genes de desarrollo en una te. Se introduce el ADN que contiene una copia mutada del
etapa precoz de la vida y produzca posiblemente diferencias gen estudiado en el interior de células madre embrionarias,
alélicas en regiones no expresadas del genoma que contengan en tándem con un marcador seleccionable (p. ej., un gen de
secuencias que controlan la expresión de genes. Por consi- resistencia a un antibiótico). Una vez allí, en un pequeño nú-
guiente, será muy complicado diseñar un modo de probar mero de casos se recombina con, y por lo tanto reemplaza, la
que un gen candidato es realmente la base del fenotipo. Pue- copia celular del gen. Las células madre embrionarias son ais-
de que no existan diferencias evidentes en secuencias o dife- ladas de los embriones, pudiendo ser cultivadas en frascos, y
rencias de expresión que permitan identificar el gen e, inclu- conservan el potencial de formar cualquier tipo de tejido.
so si las hay, su presencia no prueba que sean etiológicamen- Una vez manipulados genéticamente y reinyectados en el ra-
te significativas. tón preñado, el embrión resultante es una mezcla de células
Aunque los estudios de asociación puedan implicar de al- normales y células mutantes. Si alguna de estas células madre
guna manera una secuencia concreta, nunca podrán ser una embrionarias participa en la línea germinal del embrión, en-
prueba de relación causal. Es necesario un ensayo funcional: tonces su descendencia constará por completo de mutantes
una manera de alterar la secuencia y observar si ese cambio heterocigotos, a partir de los cuales pueden criarse homoci-
resulta en un fenotipo alterado. Actualmente estos experi- gotos.
mentos sólo son posibles en animales, y quizá son la única Dos avances en la tecnología de knockout —cuando se anu-
forma de comprender el modo en que las diferencias genéti- lan los alelos de un gen— ya están teniendo un gran impacto
cas producen variación individual en la susceptibilidad a los en las investigaciones neurocientíficas (21). El knockout de gen
trastornos psiquiátricos comunes. inducido emplea la recombinación de homólogos para reem-
plazar el gen en cuestión, pero además del gen mutado y un
marcador seleccionado, el ADN de reemplazo contiene una
■ Manipulación genética en animales secuencia que pone la expresión del gen bajo control exóge-
no. La expresión del gen puede alterarse dando al animal te-
Las técnicas moleculares descritas anteriormente se utili- traciclinas, por ejemplo. Una tecnología ligeramente distinta
zan con la finalidad de encontrar alteraciones genéticas que está implicada en la creación de knockouts restringidos del tipo
causen o incrementen la susceptibilidad a padecer un trastor- celular. Se introducen a ambos lados del gen en cuestión se-
no psiquiátrico. Como consecuencia de lo poco que se asu- cuencias reconocidas por una enzima que corta el ADN, y se
me como cierto acerca de la patogenia de la enfermedad cruza a los ratones con una línea que contiene el gen para la
(aparte de que presenta un componente genético), la meto- enzima de escisión, que a su vez está bajo control exógeno
dología es extremadamente útil cuando se tiene poca, o nin- (generalmente, de un modo para el tipo de célula o tejido).
guna, información etiológica. El inconveniente es que, una En la progenie con el gen flanqueado por los sitios de reco-
vez identificado el gen, es posible no tener idea de lo que nocimiento, el gen sólo se corta en aquellas células en las que
hace. Una de las grandes sorpresas de los proyectos de se- la enzima esté activada.
cuenciación del genoma es que existen tantos genes de fun- El poder de la tecnología de ingeniería genética es impre-
ción desconocida (más del 80 % de los genes secuenciados, sionante, pero, como todas las nuevas tecnologías, todavía no
298 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

están claras sus limitaciones. Al menos deberían tenerse en ural que provocan un trastorno psiquiátrico.
cuenta dos reservas. Primero, los efectos de cualquier experi- Mecanismos mutacionales
mento knockout estarán presentes en todos los tejidos y a tra-
vés de todo el desarrollo. Por consiguiente, los efectos obser- La complejidad de los modelos de herencia y los fenoti-
vados en el adulto pueden ser resultado de anomalías en el pos de los trastornos psiquiátricos sugiere que las anormali-
desarrollo. Los nuevos knockouts específicos de tejido, o aque- dades genéticas subyacentes son igualmente complejas. De
llos en que la expresión del gen sea regulada por un promo- hecho, es probable que no haya nada único en los defectos
tor específico de tejido, son mejoras, pero no son modelos moleculares, aunque debe admitirse que no se sabe casi nada
perfectos. Como se ha explicado anteriormente, la compren- acerca de la base molecular de enfermedades psiquiátricas co-
sión de la regulación del gen específico de tejido todavía es munes. Siempre que se han descrito mutaciones en genes
rudimentaria y aún no se sabe exactamente qué secuencias se simples que han producido alteraciones del comportamiento,
requieren para controlar la expresión de un gen. son típicas de otras alteraciones genéticas humanas; cambios
Segundo, los antecedentes genéticos de un mutante pue- en un simple par de bases (p. ej., de C a T) de la secuencia de
den tener efecto en el mutante (22). La mayoría de los expe- codificación del gen pueden alterar la función de la proteína
rimentos dirigidos utilizan células madre procedentes de una (mutaciones con sentido), hacer que exista una terminación
sublínea de 129 ratones, cruzados con otra línea endogámica. prematura de la producción de proteína (mutaciones sin sen-
La elección de una línea endogámica en la que se engendra la tido), o crear o destruir un sitio de corte y empalme. Además,
mutación puede ser crítica, ya que muchas líneas endogámicas las deleciones (de un simple par de bases o muchas megaba-
presentan fenotipos de comportamiento específicos. Por ejem- ses de ADN) y las inserciones (de nuevo, de cualquier tama-
plo, la línea endogámica DBA muestra un escaso aprendizaje ño) interrumpen la transcripción y la traducción de un gen.
dependiente del hipocampo (23) y los ratones C57BL/6 mues- Las deleciones o inserciones que no afectan a un múltiplo de
tran escaso comportamiento de huida (24). tres bases alteran la manera en que se traduce el mensaje,
Ninguna reserva debería esconder el hecho que la mani- siendo conocidas como mutaciones de cambio de lectura.
pulación genética de animales ya ha producido considerables Ninguno de estos mecanismos es especial de la genética psi-
incursiones en problemas de la neurobiología, como se verá quiátrica, y, por sí mismos, no dicen nada acerca del modo
más adelante en este capítulo. La técnica es una forma útil de en que la mutación produce la alteración.
explorar la función de los genes, siendo sin duda necesario Un mecanismo mutacional que merece un comentario
profundizar en la patogenia de los trastornos psiquiátricos co- especial es la expansión de repeticiones de trinucleótidos
munes. (25). Su importancia en psiquiatría radica en que se produce
en los trastornos neurológicos, algunas con fenotipos de
comportamiento, y en dos síndromes de retraso mental (ta-
■ Patología molecular bla 1). Nadie sabe por qué las expansiones de las repeticio-
nes de trinucleótidos tienden a encontrarse en trastornos del
Casi todos los análisis moleculares de patologías humanas sistema nervioso central, y el extraordinario mecanismo mu-
acaban con la caracterización de variantes de secuencias de tacional aún no ha explicado la patogenia de ninguno de los
ADN que producen la enfermedad. Los enfoques experimen- trastornos en los que se produce. El mecanismo se descubrió
tales descritos al final del presente capítulo proporcionan un en 1991 como causa del síndrome del cromosoma X frágil,
enfoque alternativo a la comprensión de la relación entre gen una forma hereditaria y habitual de retraso mental ligado al
y comportamiento, pero por ahora, al menos en seres huma- cromosoma X (26).
nos, nos limitaremos a documentar la mutación y observar el Los tipos de repetición más comunes son AGC y CGG
fenotipo. El apartado siguiente documenta lo que se sabe (tabla 1), que pueden expandirse espectacularmente desde un
acerca de esta relación en mutantes producidos de forma nat- pequeño fragmento en individuos no afectados hasta mu-

Tabla 1. Patologías de triplete repetido

Enfermedad Normal Premutación Afectados Repetición

Síndrome del cromosoma X frágil (FraxA) 6-54 43-200 >200 CCG


FRAXE 6-30 >200 CCG
Enfermedad de Huntington 4-36 36-41 42-121 AGC
Ataxia espinocerebelar 1 6-39 39-83 AGC
Ataxia espinocerebelar 2 14-32 32-34 35-77 AGC
Ataxia espinocerebelar 3 12-40 41-62 63-86 AGC
Ataxia espinocerebelar 6 4-18 19-21 22-30 AGC
Atrofia dentorrubropalidoluisiana 3-36 37-38 39-62 AGC
Atrofia muscular espinobulbar 9-36 37-41 42-121 AGC
Distrofia miotónica 5-50 50-100 >100 AGC
Ataxia de Friedrich 7-32 >100 AAG
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 299

chos centenares de copias. En cada locus hay un número nor- tes sin sentido? Debe recordarse que los mutantes con senti-
mal de copias por encima del cual la repetición del frag- do alteran un aminoácido de la proteína y, por lo tanto, pue-
mento se vuelve inestable, cuánto mayor sea el número de den alterar su función. Además, las mutaciones en la prese-
copias más inestable es el alelo. Además, los alelos más gran- nilina presumiblemente produzcan una adquisición de fun-
des producen una enfermedad más grave y de presentación ciones, aunque se desconoce cuáles puedan ser. Si se preten-
más temprana. La consecuencia es que la edad de presenta- de discernir si alguna parte de la proteína está implicada con
ción de un trastorno puede adelantarse progresivamente con más frecuencia en una mutación, pueden obtenerse indicios
cada nueva generación de individuos afectados en una genea- observando dónde ocurren las mutaciones dentro de la pro-
logía, fenómeno denominado anticipación. La asociación en- teína. La distribución de las mutaciones en la presenilina es
tre expansiones de trinucleótidos repetidos y trastornos del efectivamente no aleatoria: éstas se producen en los mismos
sistema nervioso central, junto con evidencias de que se pro- residuos en ambos genes de la presenilina, se sitúan a un
duce anticipación en la psicosis maníaco-depresiva y, con lado de la hélice α del dominio transmembrana, preferible-
menos fiabilidad, en la esquizofrenia, provocó la búsqueda mente en el exón 8. Así, el espectro mutacional pone de ma-
de expansiones de trinucleótidos repetidos en las psicosis. nifiesto residuos clave para entender las funciones de la pro-
Los resultados, aunque preliminares, sugieren que las perso- teína (31, 32).
nas con esquizofrenia pueden presentar un exceso de trinu- Si se conoce la función de un gen, la distribución de mu-
cleótidos repetidos y expandidos en comparación con los taciones puede apuntar cuál es la patogenia probable. Por
controles (27-29). ejemplo, se sabe qué mutaciones en el gen tau causan de-
Sin embargo, de nuevo debería remarcarse que los meca- mencia frontotemporal con parkinsonismo (enfermedad de
nismos moleculares aún no nos han dicho nada acerca de la Pick) (33, 34). La mutación más común se produce en el sitio
patogenia. de corte y empalme del exón 10 en el extremo 5!, lo que re-
sulta en la sobreproducción y acumulación de una forma de
τ; mutaciones en otras regiones del gen provocan la acumu-
Espectro mutacional lación de una forma distinta de la proteína. La posición de las
mutaciones en τ indica que éstas causan la desorganización
Describir la base mutacional de una alteración genética es de las uniones de los microtúbulos de tau, lo que puede cau-
un primer paso para comprender cómo se presenta la altera- sar la muerte celular por degeneración de los microtúbulos o
ción; un cambio en la secuencia del ADN hace que la prote- a través de un incremento de tau no ligada.
ína proporcione un indicio sobre cuáles son la función de la
proteína (si se conoce) y la patogenia de la enfermedad. Un
ejemplo son los análisis de mutantes que causan demencia, Patogenia molecular
aislados mediante clonado molecular posicional.
Las presenilinas son proteínas transmembrana expresadas Los esfuerzos dedicados a la clonación del gen de una en-
de modo ubicuo, de función desconocida, en las que se pro- fermedad rara vez se han visto recompensados con tanta pro-
ducen mutaciones que dan lugar a raras formas hereditarias fundización en la biología de la enfermedad como con las de-
de la enfermedad de Alzheimer (16-18, 30). Todas las muta- mencias. Además, los pasos siguientes a la clonación son, a
ciones descritas, excepto una, son mutaciones con sentido. menudo, todavía más duros. En las tablas 2 y 3 se propor-
¿Por qué no hay mutaciones de cambio de lectura o mutan- ciona una lista de trastornos con un fenotipo de comporta-

Tabla 2. Genes clonados responsables del retraso mental

Patología Fenotipo Localización Gen Función

Síndrome de Angelman Retraso mental sindrómico 15q11-q13 UBE3A Ligasa de la proteína ubiquitina E6-Ap
Síndrome del cromosoma X frágil Retraso mental sindrómico Xq27 FMR1 Desconocida
Hidrocéfalo ligado a X/paraplejía Retraso mental sindrómico Xq28 L1 CAM Molécula de adhesión a la célula neural
espástica/MASA
Síndrome de Kallman Retraso mental sindrómico Xq22 NCAM Molécula de adhesión a la célula neural
Síndrome Rubinstein-Taybi Retraso mental sindrómico 16p13 CBP Proteína ligada al elemento sensible al AMPc
Eslerosis tuberosa Retraso mental sindrómico 16p13 Tuberina Desconocida
ATRX Retraso mental sindrómico Xq13 ATRX Regulador de la expresión del gen
Optiz G/BBB Retraso mental sindrómico Xp22 MID1 Regula el desarrollo de la línea media
FRAXE Retraso mental no específico Xq27 FMR2 Desconocida
Retraso mental ligado a X Retraso mental no específico Xp11 MAOA Metabolismo de monoamina
Retraso mental ligado a X Retraso mental no específico Xq12 Oligofrenina Proteína activadora de Rho GTP
Retraso mental ligado a X Retraso mental no específico Xq28 GDI 1 Inhibilidor de la disociación de Rab3a GDP
Retraso mental ligado a X Retraso mental no específico Xq22 PAK3 Une Rac y Cdc42 a la actina del citoesqueleto

MASA, retraso mental, pulgares aducidos, parálisis espástica y afasia.


300 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Tabla 3. Síndromes de aneusomía segmentaria

Trastorno Fenotipo Localización Mecanismo Gen del RM Función

Síndrome de Williams Retraso mental 7q11,23 Haploinsuficiencia LIM 1 cinasa Desconocida


sindrómico
Síndrome de Angelman Retraso mental 15a11-q13 Trastorno UBE3A Degradación de la proteína
sindrómico deleción/impronta mediada por la ubiquitina
Síndrome de Prader-Willi Retraso mental 15a11-q13 Trastorno Muchos candidatos
sindrómico deleción/impronta
Síndrome de Langer-Giedion Retraso mental 8q24,1 Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico
Síndrome de Miller-Dieker Retraso mental 17p13,3 Haploinsuficiencia LIS 1 Neurotransmisor-factor de
sindrómico activación plaquetaria
Síndrome de Smith-Magenis Retraso mental 17p11,2 Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico
Síndrome de DiGeorge/ Retraso mental 22q11,2 ¿Haploinsuficiencia? Muchos candidados
velocardiofacial sindrómico
Síndrome de Wolf-Hirschhorn Retraso mental 4p16,3 Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico
Cri-du-chat Retraso mental 5p13-5pter Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico
ATR-16 Retraso mental 16p13,3 Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico
Síndrome de Turner Retraso mental X Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico
WAGR Retraso mental 11p13 Haploinsuficiencia Desconocido
sindrómico

miento (excluidas la enfermedades metabólicas), debido a produzcan, no sorprende que los linajes conocidos mues-
anomalías de un único gen o una región pequeña del cromo- tren ligamiento al cromosoma X (retraso mental ligado al
soma, analizado a nivel molecular. Para algunas enfemedades, cromosoma X) (35).
se han identificado genes mutantes. Para otras, la causa sigue
siendo desconocida a pesar de la gran cantidad de análisis ge-
néticos llevada a cabo. A menudo, incluso habiéndose halla- Retraso mental no sindrómico
do un gen, se desconoce su función.
Las tablas pueden interpretarse de dos maneras distintas: Se ha identificado la base genética de las cuatro alteracio-
o bien sugieren que los enfoques genéticos no son una ma- nes no sindrómicas del retraso mental ligado al cromosoma X
nera eficiente de entender la patogenia de las enfermedades y, curiosamente, tres de los cuatro genes están relacionados.
genéticas, o bien que la patogenia es extremadamente com- Estos son el GDI1, la oligofrenina y el PAK3 (36-38). El
pleja. Lamentablemente, la última parece ser la verdadera. GDI1 es un inhibidor de la disociación del guanidindifosfato
Posteriormente, se proporcionará una descripción de lo que (GDP) de la proteína Rab3a, una pequeña proteína ligada al
se conoce sobre las enfermedades relevantes. guanosintrifosfato (GTP), que desempeña un papel en el re-
clutamiento de vesículas sinápticas durante la exocitosis (39).
La oligofrenina codifica una proteína rhoGAP que estimula la
■ Retraso mental actividad de la GTPasa intrínseca de pequeñas proteínas G.
La PAK3 vincula la Rac y la Cdc42 a la actina del citosque-
Es útil dividir el retraso mental en dos categorías: sin- leto y a la activación transcripcional. Así, GDI1, oligofrenina
drómicos y no sindrómicos (tabla 2). La distinción se basa y PAK3 están implicadas en las redes de señales de la Rho
en la observación de que muchas de las más de 800 altera- GTPasa. ¿Qué nos dice todo esto acerca de la patogenia del
ciones genéticas y cromosómicas asociadas con el retraso retraso mental?
mental presentan un fenotipo complejo, incluido, por ejem- En la actualidad, existen dos posibilidades. La primera es
plo, el dimorfismo facial, las anomalías congénitas menores que se interrumpe el desarrollo normal de las conexiones axo-
en las manos y los pies, los defectos cardíacos, las anorma- nales en pacientes con mutaciones en estos genes. Por el mo-
lidades genitourinarias, la corta estatura y la microcefalia. mento esta hipótesis no se ha demostrado, pero encaja con lo
En el retraso mental no sindrómico la única anomalía co- que se conoce acerca de la biología de las Rho GTPasas (40).
nocida es cognitiva, habiéndose descubierto que en muchas Axones y neuritas encuentran su camino a través del encéfalo
familias la alteración segrega como un gen mendeliano sim- en desarrollo mediante el muestreo de señales moleculares,
ple. Al ser poco probable que los individuos afectados se re- ayudadas por GTPasas, reduciéndose la formación dendrítica
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 301

(del mismo modo que otras extensiones celulares, filopodios y picos del mutante.
lamelas) mediante la inhibición de las Rho GTPasas. Además, El ejemplo final es el síndrome Optiz G/BBB, un trastor-
el modelo de expresión de la GDI1 en el encéfalo en desarro- no multiorgánico ligado al cromosoma X que incluye retraso
llo es consistente con una función en el desarrollo (37). La se- en el desarrollo. Se han observado mutaciones en un gen lla-
gunda posibilidad es que la función sináptica esté comprome- mado MID1, cuyas características sugieren que está implica-
tida. En este punto, la principal evidencia proviene de nuestra do en la regulación del desarrollo mediante interacciones pro-
comprensión de la función de la proteína Rab3a, que única- teína-proteína (53). Nuevamente, esto no ha sido (todavía)
mente se expresa en neuronas y células neuroendocrinas, y se útil para mejorar nuestra comprensión de la patogenia del re-
localiza en las vacuolas secretoras. Una disminución de la con- traso mental.
centración intracelular de Rab3a, debido a una mutación de
GDI1, podría reducir la liberación de neurotransmisor.
El cuarto gen implicado en el retraso mental no sindró- Síndromes de aneusomía segmentaria
mico es el FMR2 (41, 42). No se sabe prácticamente nada de
lo que hace este gen, a parte de codificar una proteína nucle- Se ha demostrado que un cierto número de síndromes
ar que regula la transcripción (43, 44). La escasez de informa- asociados con el retraso mental son debidos a reorganizacio-
ción acerca de su función es más típica de nuestro conoci- nes cromosómicas, entre los cuales el síndrome de Down (tri-
miento sobre los genes implicados en el retraso mental de lo somía 21) es, de lejos, el más común (representa aproximada-
que sugiere el buen resultado con los genes de la familia de mente un tercio de todos los casos con retraso de moderado
la Rho GTPasa. a grave). Las reorganizaciones cromosómicas pueden ser ex-
tremadamente complejas, del mismo modo que lo es la no-
menclatura empleada para describirlas. La anormalidad en el
Retraso mental sindrómico número de cromosomas se denomina aneuploidía. La dele-
ción de parte de un cromosoma o de todo entero se llama
monosomía (o haploinsuficiencia). Una copia extra de parte
Genes únicos
de un cromosoma o de uno entero se denomina trisomía. Un
El análisis molecular del retraso mental sindrómico ha término general para describir tanto la pérdida como el exce-
identificado numerosos genes, pero no ha aportado mucha so de material cromosómico es la aneusomía.
luz sobre la patogenia de la enfermedad. Separar las enferme- Se cree que los fenotipos de las reorganizaciones cromo-
dades debidas a mutaciones en un único gen de aquellas de- sómicas provienen de la pérdida, en el caso de la monosomía,
bidas a reorganizaciones cromosómicas es una división útil o la adición, en el caso de la trisomía, de genes funcional-
para propósitos descriptivos, pero probablemente no refleje mente dependientes de la dosis, de función no relacionada,
una distinción importante en la patogenia. que se localizan cerca unos de otros en el cromosoma. La ma-
Quizá el resultado más decepcionante provenga de la yoría de las anomalías cromosómicas implican pequeñas re-
clonación del gen FMR1, en el cual las mutaciones produ- giones de aneusomía que se conocen como síndromes de
jeron el síndrome del cromosoma X frágil, una causa heredi- aneusomía segmentaria (54) (v. tabla 3). El pequeño tamaño
taria y común del retraso mental (v. capítulo 10.4). El mecan- de algunas regiones aneusómicas ha permitido la búsqueda de
ismo de inactivación del gen ha resultado ser extremada- genes dependientes de la dosis, y actualmente se dan dos
mente interesante (amplificación de una repetición CGG en ejemplos en los que este enfoque parece haber tenido éxito.
el primer exón del gen), pero aunque el gen fue clonado en Lamentablemente, en ningún caso puede afirmarse que el
1991, su función sigue siendo un misterio (26, 45, 46). En un descubrimiento haya conducido a la comprensión de la pato-
encéfalo normal, la proteína se encuentra en casi todas las genia del retraso mental.
neuronas, pero está ausente en las células no neuronales. La En el síndrome de Williams (v. cap. 10.4) ha sido posible
proteína puede unirse al ARN, incluida su propia transcrip- identificar genes que contribuyen a diferentes componentes
ción, habiéndose postulado que la proteína FMR desempeña del síndrome, uno de los cuales es el deterioro cognitivo. Se
un papel en la maquinaria de traducción (47-51). Los ratones han encontrado familias con una mutación que afecta al gen
knockout FMR1 presentan macroorquidia y las capacidades de de la elastina y presenta estenosis aórtica supravalvular y ca-
aprendizaje espacial deterioradas, pero no se sabe nada más racterísticas faciales típicas del síndrome de Williams, pero in-
acerca de lo que hace el gen (52). teligencia normal. Otras familias, muy escasas, presentan al-
Se sabe más acerca de un gen ligado a un síndrome de re- gunas características faciales, estenosis aórtica supravalvular,
traso mental mucho más raro, el ATRX (6). La alteración está capacidad verbal y memoria a corto plazo similar a la de los
ligada al cromosoma X y los pacientes presentan anemia individuos no afectados, pero un notable deterioro de las ha-
(α-talasemia), una apariencia facial característica, profundo re- bilidades visuoconstructivas. La caracterización molecular de
traso en el desarrollo, hipotonía neonatal y anormalidades estos individuos mostró que la deleción cromosómica era re-
genitales. El gen contiene detalles en la secuencia que indican ducida (solamente 84 kb, comparado con las más de 500 kb
que pertenece a un grupo de proteínas que se ligan a la cro- halladas en la mayoría de los pacientes con síndrome de Wi-
matina. El ATRX puede estar implicado en la remodelación lliams), lo cual permitió a los investigadores aislar un gen can-
de la cromatina (fig. 2). Posiblemente regula la expresión de didato, el LIMK1 cinasa (55). El dominio LIM, identificado
una clase restringida de genes, a tenor de los efectos pleiotró- primero en tres proteínas de homeodominios (de desarrollo),
302 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

es una región de dedos de cinc, que se cree que funciona de Prader-Willi. Alrededor de una cuarta parte de los casos de
como módulo de unión proteína-proteína en el desarrollo síndrome de Prader-Willi y un 2 % de los de Angelman son
neural (56). El LIMK1 se une a diferentes isoformas de la pro- debidos a disomía uniparental, es decir, herencia de ambos
teincinasa C y a la neurregulina (57). Las neurregulinas trans- cromosomas 15 de un solo progenitor.
membrana interactúan con la LIMK1 y se colocalizan en la Se han hallado mutaciones del gen de la ubiquitinpro-
sinapsis neuromuscular, lo que sugiere que ambas proteínas teinligasa (UBE3A) en algunas familias con síndrome de An-
desempeñan un papel en la formación y el mantenimiento de gelman (60) y se ha propuesto que el gen UBE3A se expresa
la sinapsis, aunque el modo en que esto explica el defecto en por vía maternal. Si las mutaciones son la causa del síndrome
la cognición visuoespacial en los pacientes con síndrome de de Angelman, entonces es poco probable que informen del
Williams sigue siendo un misterio. origen del fenotipo. El producto del gen forma parte de una
El síndrome de Rubinstein-Taybi se manifiesta por carac- vía de degradación de la ubiquinina mediada por proteína y
terísticas craneofaciales anormales, pulgares anchos y retraso muy utilizada. Es casi seguro que la deleción tiene efectos
mental. Lo provoca una monosomía en una pequeña región pleiotrópicos que será difícil, si no imposible, desentrañar.
del cromosoma 16p13,3, donde se han documentado muta- El síndrome de Prader-Willi probablemente no sea el re-
ciones en el gen Cbp (58). La proteína producto del gen Cbp sultado de un defecto en un único gen. Se han identificado
se une a la proteína de unión del elemento de respuesta del siete genes (y genes candidatos) en la región del síndrome de
adenosín monofosfato cíclico (AMPc) y a diversos elementos Prader-Willi que parecen ser específicos del encéfalo. La fun-
de la maquinaria de transcripción basal, lo que sugiere que las ción de estos genes es desconocida. Uno, el IPW, ni siquiera
mutaciones alterarán la transcripción de numerosos genes. codifica una proteína. Por lo tanto, posiblemente el fenotipo
Así, del mismo modo que en el síndrome de retraso mental procede de déficit en todos estos genes. De nuevo, no se sabe
ATRX, la base molecular del síndrome de Rubinstein-Taybi cómo pueden explicarse las anomalías específicas del com-
se encuentra en un gen con efectos en muchos sistemas dis- portamiento a través del defecto genético.
tintos. Problemas similares dificultan los intentos llevados a cabo
para entender cómo las deleciones del cromosoma 22q11 dan
lugar a discapacidades cognitivas. Los síndromes de DiGeor-
Alteraciones no mendelianas
ge, velocardiofacial y de la anomalía facial conotruncal son
Dos alteraciones clínicamente distintas, el síndrome de diferentes manifestaciones de deleciones del cromosoma
Prader-Willi y el síndrome de Angelman, aparecen a partir de 22q11 (61). Los síndromes de DiGeorge y velocardiofacial es-
anomalías de una región reducida del cromosoma 15q11-q13 tán asociados a retraso mental; además, se ha hallado psicosis
(59). Los dos síndromes presentan perfiles neurocomporta- en algunos pacientes con deleciones del cromosoma 22q11
mentales característicos y distintivos. En el síndrome de An- (62). La región más constantemente sometida a deleción es
gelman, el retraso es grave (muy pocos individuos afectados grande (> 1,5 megabases) y contiene como mínimo 14 genes.
pueden hablar), y los individuos afectados presentan ataxia, La clonación y el secuenciado de la región completa no han
temblores, un electroencefalograma anormal, microcefalia, di- identificado ningún candidato evidente para el defecto cog-
morfismo facial, hiperactividad y risa paroxística. Por el con- nitivo, pareciendo probable que los síndromes procedan de la
trario, en el síndrome de Prader-Willi el retraso mental puede monosomía combinada de más de un gen (54). Por ejemplo,
ser solamente leve. La apariencia facial es característica y la un gen de esta región, el HIRA, codifica una proteína similar
anormalidad del comportamiento específica: hiperfagia que a los represores de la transcripción de la levadura. Posible-
resulta en obesidad grave. mente, el HIRA, como el ATRX, remodela la cromatina lo-
A pesar de las diferencias fenotípicas, el defecto básico es calmente y altera la expresión de muchos genes (63).
el mismo en ambos trastornos: un fallo en la expresión de un
gen específico de origen parental. Normalmente se hereda un
Aneuploidía
cromosoma 15 de la madre y otro del padre. Si ambos pro-
ceden de la madre, el individuo tendrá el síndrome de Prader- Tanto el síndrome de Down como el síndrome de Tur-
Willi; si ambos proceden del padre, el fenotipo será el del sín- ner se deben a un número anormal de cromosomas, un cro-
drome de Angelman. En ambos casos, la secuencia de ADN mosoma 21 extra en el caso del síndrome de Down y un úni-
es la misma que la de un individuo normal, aunque el feno- co cromosoma X (sin un cromosoma Y) en el caso del sín-
tipo es anormal, mostrando que los cromosomas poseen una drome de Turner. Epstein argumentó que los fenotipos de
señal molecular adicional que afecta a la expresión del gen e los síndromes aneuploides (de los cuales, éstos son solamen-
indica su progenitor de origen. La señal se denomina im- te dos ejemplos) no pueden deberse a efectos no específicos
pronta y se cree que es una metilación del ADN. de desequilibrios cromosómicos porque las características fe-
La mayoría de los casos (cerca del 70 %) de síndrome de notípicas son distintas (64). Este punto de vista tiene sus crí-
Angelman y síndrome de Prader-Willi se producen porque ticos (65); realmente, existen algunas características fenotípi-
hay una deleción dentro de una región de 1,5 Mb del cro- cas comunes en las anomalías cromosómicas, como por
mosoma 15q11-q13. Una deleción en el cromosoma materno ejemplo, corta estatura, microcefalia y retraso mental. A pe-
deja que se expresen únicamente genes paternos, lo que da sar de ello, los síndromes de Turner y de Down presentan su-
como resultado el síndrome de Angelman; por el contrario, ficientes características específicas para promover una bús-
una deleción en el cromosoma paterno provoca un síndrome queda de genes dependientes de la dosis que determinen el
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 303

fenotipo sindrómico. conduce al crecimiento de nuevas conexiones sinápticas,


Se han propuesto diversos genes candidatos para algunas ca- como se exploró en profundidad en el caracol Aplysia (70).
racterísticas somáticas del síndrome de Turner: SHOX/PHOG En un experimento típico, se aplican al caracol estímulos do-
codifica una proteína de homeodominio que puede explicar lorosos, que provocan el desarrollo de una vigorosa respuesta
la corta estatura; el RPS4Y (que codifica una isoforma de una de retirada previa a la aplicación de un estímulo neutro o in-
pequeña subunidad proteica ribosómica) y el ZFY (que codi- diferente. El hallazgo clave aquí es que la memoria del ani-
fica un factor de transcripción cuya función es desconocida) mal presenta, como mínimo, dos formas: mientras un simple
pueden presentar efectos pleiotrópicos (66). No se han halla- estímulo doloroso produce una sensibilización que puede du-
do candidatos para el perfil cognitivo anormal. Sin embargo, rar de minutos a horas, la estimulación repetitiva provoca una
existe un informe en el que pacientes con síndrome de Tur- sensibilización que puede mantenerse de días a semanas. Los
ner con un cromosoma X procedente del padre poseían ma- cambios a corto y largo plazo poseen diferentes propiedades;
yor capacidad verbal y habilidad implicadas en interacciones la sensibilización a largo plazo, pero no la de corto plazo, es
sociales (67). Quizá haya un gen improntado en el cromoso- bloqueada por inhibidores del ARN y por la síntesis de pro-
ma X que medie algunas capacidades cognitivas. teínas, y la sensibilización a largo plazo implica la sinaptogé-
En el síndrome de Down se han llevado a cabo diversos nesis. Así, los cambios a largo plazo requieren la inducción
intentos para correlacionar regiones de trisomía con diferen- de genes, lo cual es esencial para el desarrollo de nuevas co-
tes anomalías fenotípicas, y, a partir de aquí, deducir la loca- nexiones neuronales.
lización de genes específicos. Aunque no se han identificado Se ha identificado, como mínimo, parte de la vía molec-
genes a partir de esta única premisa, la información aportada ular implicada: receptores de superficie celular activan la pro-
ha sido crucial para intentar llevar a cabo un modelo del sín- teincinasa A (PKA) mediante un incremento del AMPc. La
drome de Down en ratones. En primer lugar los ratones con PKA actúa en el núcleo activando la proteína 1 de unión del
tres copias del cromosoma 16 (el homólogo de los ratones al elemento de respuesta del AMPc (CREB1) y liberando la re-
21 de los seres humanos) muestran muchas de las caracterís- presión mediada por la CREB2. Una consecuencia es la
ticas del síndrome de Down (68). La astrocitosis, las anorma- subregulación de las moléculas de adhesión celular (en el
lidades craneofaciales y los temblores imitan, en la trisomía Aplysia se denominan apCAMs), que disminuye la interac-
16 en ratones, el fenotipo del síndrome de Down. Segundo, ción de las neuritas y produce la generación de nuevas cone-
se ha prestado atención al cromosoma 21q22,2 como posible xiones sinápticas.
sitio de genes dependientes de la dosis que afecten al apren- Actualmente está claro que otros organismos utilizan la
dizaje y comportamiento. Introduciendo fragmentos de ADN misma vía; mutaciones en la PKA, o en alguna de sus subu-
humano a partir del cromosoma 21q22,2 en los ratones, y nidades, interrumpen el aprendizaje olfatorio en la mosca de
probando a los ratones con respecto a déficit de memoria, ha la fruta Drosophila (71). Se han identificado dos formas de
podido identificarse un gen (69). Es un homólogo humano CREB con efectos complementarios en el aprendizaje olfato-
del gen de la Drosophila minibrain, una cinasa tirosina/serina rio de la Drosophila, del mismo modo que en el Aplysia. La si-
expresada en neuroblastos en desarrollo. La utilización de ra- tuación en los mamíferos es más compleja, pero se ha identi-
tones transgénicos para aislar el minibrain demuestra que pue- ficado la CREB como molécula clave en el aprendizaje. Ra-
den analizarse minuciosamente fenotipos complejos hasta su tones con una mutación dirigida hacia el gen de la CREB pre-
base molecular, pero aún no hay pruebas de que el minibrain sentan déficit en la memoria espacial (72). Pudo condicionar-
en humanos sea dependiente de la dosis o sea un determi- se a los animales a un tono, y pudieron aprender a encontrar
nante crítico del retraso mental en el síndrome de Down. una plataforma escondida en una bañera, pero ambas habili-
dades se perdieron a los 30 min. En otras palabras, el déficit
espacial afectó a la memoria a largo plazo. Se descartaron los
■ Neurobiología del aprendizaje déficit motivacionales sensitivos o motores como explicación
y la memoria tras el éxito en el aprendizaje a corto plazo.
La implicación de la CREB en la memoria a largo plazo
El último apartado de este capítulo trata sobre enfoques en moluscos, moscas y ratones indica la existencia de una vía
de genética molecular en la neurobiología del aprendizaje. conservada a lo largo de la evolución que actúa en las neuro-
Puesto que incluso los cambios en el comportamiento son nas. Parece que existen pocas dudas de que lo que se aplica a
aprendidos (una proposición que se aplica tanto a interven- nivel neuronal en moluscos, moscas y ratones, podrá aplicar-
ciones terapéuticas como al desarrollo de comportamientos se en seres humanos. Aunque es un consuelo, también sugie-
alterados), la comprensión de la neurobiología del aprendiza- re que los enfoques genéticos pueden no informar de lo que
je abarca casi todas las prácticas psiquiátricas (4). En el futu- realmente se quiere saber. La neurobiología molecular es muy
ro, será posible la comprensión neurobiológica de la relación buena revelando las cosas comunes entre especies, pero a mu-
entre cerebro y mente, utilizando el conjunto de enfoques chos psiquiatras les interesa el repertorio de comportamientos
mencionados más adelante. Aunque todavía se encuentran le- que distingue a los seres humanos. Desde un punto de vista
jos de tener un fuerte impacto en la práctica clínica, su po- estrictamente biológico, eso significa que debemos preguntar-
tencial para hacerlo es enorme. nos qué es distintivo en las conexiones y la actividad neura-
Los estudios de memoria en animales indican que el les en los seres humanos.
aprendizaje induce la expresión de genes, lo cual a su vez Una respuesta requiere conocer primero de qué modo los
304 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

efectos genéticos determinan la actividad neural, y actual- formas no pueden compensarse), o es el resultado acumula-
mente eso es posible. El mejor ejemplo aparece nuevamente do, y presumiblemente impredecible, de mecanismos com-
en el estudio de la memoria, esta vez en el hipocampo. Las pensatorios? Por el momento, no hay respuestas definitivas a
células piramidales del hipocampo se activan cuando un roe- estas cuestiones.
dor se halla en una región restringida, pudiéndose estimar la La observación importante aquí es que los enfoques ge-
información acerca de la localización de un animal a partir de néticos por sí mismos no dicen cómo los genes modelan el
patrones de activación simultáneos de muchas neuronas del comportamiento. De hecho, a menudo plantean más cuestio-
hipocampo (73, 74). Se han empleado knockouts genéticos nes de las que responden, y todo ello tiene implicaciones en
para investigar la base molecular de este fenómeno. las esperanzas depositadas en el clonaje posicional, como mé-
Se empleó una modificación de la tecnología del gen todo de desentrañar la biología de la mente. Parece posible
knockout con la finalidad de provocar la ablación específica de acceder a las correlaciones neurales de los trastornos del hu-
los receptores del N-metil-D-aspartato de las neuronas pirami- mor (afectivos) y la psicosis o del comportamiento normal y
dales del hipocampo (75, 76), resultando en el deterioro de la los rasgos cognitivos, utilizando las estrategias de clonación
memoria espacial. ¿Cómo se media este efecto genético? Se del candidato posicional descritas anteriormente. Pero, inclu-
empleó un instrumento de registro en miniatura con múlti- so con los genes en las manos, es posible que no sepamos lo
ples electrodos para examinar los patrones de activación de suficiente acerca de qué hacen. Los detallados ensayos fun-
las neuronas del hipocampo. Se observó una actividad celular cionales sobre la memoria descritos anteriormente han sido
local casi normal, pero se produjeron alteraciones significati- posibles porque ya se sabía mucho sobre su base anatómica,
vas en el tamaño y la calidad de los campos locales. Células celular y molecular.
con campos superpuestos tendían a no activarse al mismo
tiempo, produciendo señales incorrectas acerca de la posición
del animal y el deterioro de la memoria espacial. Así, los cam- ■ Base molecular de los trastornos
bios determinados genéticamente en la plasticidad sináptica complejos
están relacionados con deterioros tanto electrofísicos como
de comportamiento. Este experimento demuestra por prime- Aún no se conoce la base molecular de ningún trastorno
ra vez que las influencias genéticas en los procesos cognitivos psiquiátrico común, pero es casi seguro que tardará bastante
pueden interpretarse a nivel del sistema neural (memoria es- en conocerse. Se está elaborando el mapa de los loci que de-
pacial), y no solamente a nivel de sus componentes celulares terminan la susceptibilidad a la psicosis, los trastornos del hu-
(neuronas). mor (afectivos) y los trastornos de la personalidad, a pesar de
Así, mientras la neurobiología molecular todavía no ha que hay diferentes grados de acuerdo entre los distintos gru-
evolucionado hasta el punto de explicar como la actividad pos de investigación. Una vez se hayan identificado los genes,
neural determina el comportamiento, sí ha empezado a pro- es razonable esperar que las próximas investigaciones genéti-
porcionar una descripción molecular de un sistema neural. cas sean igualmente desalentadoras, tal como se ha explicado
¿Significa esto que pueden esperarse avances similares en la en el contexto de la neurobiología del aprendizaje y la me-
comprensión de otros sistemas neurales? Un poco de refle- moria. La compleja base genética de trastornos con modelos
xión vislumbrará que el buen resultado de la aplicación de de herencia simples sugiere que será difícil comprender la he-
enfoques genéticos requiere que la neurobiología del sistema rencia más compleja.
proporcione resultados. Considere nuevamente el ejemplo La complejidad de la materia no disminuye su relevancia
del gen CREB en la memoria a largo plazo (72). clínica; muchos pacientes y sus familias querrán saber qué
Las proteínas CREB no son específicas del hipocampo. significan los nuevos análisis genéticos, tanto en general para
De hecho, se distribuyen ampliamente por todos los tejidos comprender el trastorno, como en particular para tratar a los
del cuerpo, y están implicadas en tantos procesos celulares individuos afectados y sus allegados. ¿Con qué temas es pro-
fundamentales que sorprende que sea posible el knockout del bable que deban lidiar los psiquiatras?
CREB en el ratón. Así, los experimentos knockout, aunque Además de la dificultad de comprender la acción de los
apoyan consistentemente la opinión de que la CREB es ne- genes, será necesario saber cómo aparece un fenotipo a partir
cesaria para la memoria a largo plazo, plantean otra cuestión. de una combinación de genes, y qué predisposición significa
¿Por qué son, en contra de nuestras expectativas, aparente- a un determinado nivel molecular. Aún es temprano para
mente tan específicos los efectos del knockout? comprender esto, pero es un concepto fundamental.
La respuesta probablemente reside en el hecho de que los Poco después de descubrir la genética mendeliana se hizo
efectos específicos aparecen porque se produce una conside- evidente que no siempre era posible predecir un fenotipo
rable redundancia en la mayoría de los sistemas genéticos; mediante una sencilla combinación de efectos conocidos de
otro gen puede llevar a cabo, al menos parcialmente, el papel cada gen. Así, si un alelo a en el cromosoma 1 contribuía
de un gen perdido o anormal. Sin embargo, esa respuesta 10 cm en la altura y un alelo b en el cromosoma 2 contribuía
plantea nuevos problemas. Si los fenotipos aparecen a causa 5 cm, no siempre se daba el caso de que un individuo con am-
del rescate parcial de un mutante, ¿a qué se atribuye este efec- bos alelos a y b fuese 15 cm más alto que un individuo con
to? ¿Es simplemente un efecto reducido de un único gen que ninguno de los alelos. Epistasia es el término empleado habi-
actúa en distintos sistemas cerebrales?, ¿es la ausencia absolu- tualmente para describir el fenómeno en el que el efecto de
ta de efectos genéticos en un sistema cerebral (donde las iso- un locus enmascara los efectos de otro (así, en el ejemplo an-
2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 305

terior, el individuo sería 5 cm más alto debido al efecto epis- schizophrenia. Cold Spring Harbor Symposia on Quantitative Biology, 61,
tásico de a sobre b) (77). Son posibles interacciones más com- 815–22.
3. Karayiorgou, M. and Gogos, J.A. (1997). A turning point in
plejas, y a menudo se utiliza la epistasia en un sentido amplio schizophrenia genetics. Neuron, 19, 967–79.
para describir todas las interacciones genéticas. No sabemos 4. Kandel, E.R. (1998). A new intellectual framework for psychiatry.
ni tan siquiera cómo de habitual es un fenómeno epistásico, American Journal of Psychiatry, 155, 457–69.
y algunos han argumentado que puede ser más extremo en es- 5. Strachan, T. and Read, A.P. (1996). Human molecular genetics. Bios
Scientific, Oxford.
tados patológicos (78). Evidentemente, no sabemos nada 6. Gibbons, R.J., Picketts, D.J., Villard, L., and Higgs, D.R. (1995).
acerca de sus mecanismos moleculares. Mutations in a putative global transcriptional regulator cause X-linked
¿Qué es probable que signifique una predisposición ge- mental retardation with α-thalassemia (ATR-X syndrome). Cell, 80,
837–45.
nética para un trastorno genético complejo? En el caso más 7. Wallace, D.C. (1997). Mitochondrial DNA in aging and disease.
simple, se identificará un alelo predisponente que incremen- Scientific American, 277, 40–7.
tará la probabilidad de que un individuo desarrolle el trastor- 8. Flint, J., Thomas, K., Micklem, G., et al. (1997). The relationship
no. La presencia de epistasia complicará con toda seguridad between chromosome structure and function at a human telomeric
region. Nature Genetics, 15, 252–7.
esta simple relación, pero lamentablemente son posibles es- 9. Wang, D.G., Fan, J.B., Siao, C.J., et al. (1998). Large-scale
cenarios mucho más complicados, como demostrará el si- identification, mapping, and genotyping of single-nucleotide
guiente ejemplo. La diabetes dependiente de la insulina, o polymorphisms in the human genome. Science, 280, 1077–82.
diabetes tipo 1, es un paradigma de las enfermedades genéti- 10. Collins, F. (1995). Positional cloning moves from perditional to
traditional. Nature Genetics, 9, 347–50.
cas complejas (79) y un ejemplo de las dificultades que po- 11. Adams, M.D., Kerlavage, A.R., Fleischmann, R.D., et al. (1995). Initial
drían encontrarse en la interpretación de los datos genéticos. assessment of human gene diversity and expression patterns based
Algunos estudios han rastreado a través de todo el genoma upon 83-million nucleotides of cDNA sequence. Nature, 377, 3–17.
(sin identificar los mismos loci) (80, 81) y actualmente se re- 12. Schuler, G.D., Boguski, M.S., Stewart, E.A., et al. (1996). A gene map
of the human genome. Science, 274, 540–6.
conoce el gen de la insulina como un gen de susceptibilidad 13. Tupler, R., Berardinelli, A., Barbierato, L., et al. (1996). Monosomy of
(82). El interés de este locus radica en la enorme complejidad distal 4q does not cause facioscapulohumeral muscular-dystrophy.
de la herencia de susceptibilidad. Journal of Medical Genetics, 33, 366–70.
Precisamente el extremo 5! del gen es un corto fragmen- 14. Lemmers, R., van der Maarel, S.M., van Deutekom, J.C.T., et al.
(1998). Inter- and intrachromosomal sub-telomeric rearrangements on
to de una secuencia repetida en tándem que, como muchas 4q35: implications for facioscapulohumeral muscular dystrophy
otras repeticiones, es polimórfica. En los individuos caucási- (FSHD) aetiology and diagnosis. Human Molecular Genetics, 7,
cos, los alelos se dividen en dos clases. Los alelos de clase I 1207–14.
predisponen a la diabetes dependiente de la insulina de modo 15. Wilkie, A.O.M. (1997). Craniosynostosis: genes and mechanisms.
Human Molecular Genetics, 6, 1647–56.
recesivo, mientras que los de la otra clase (denominada, poco 16. Levy-Lahad, E., Wijsman, E.M., Nemens, E., et al. (1995). A familial
coherentemente, clase III) son preventivos de modo domi- Alzheimer’s-disease locus on chromosome-1. Science, 269, 970–3.
nante. Esta simple situación esconde un efecto de origen pa- 17. Levy-Lahad, E., Wasco, W., Poorkaj, P., et al. (1995). Candidate gene
rental. Los alelos de clase I heredados del padre son preven- for the chromosome-1 familial Alzheimer’s-disease locus. Science, 269,
973–7.
tivos, pero (y aquí radica el siguiente nivel de dificultad) no 18. Sherrington, R., Rogaev, E.I., Liang, Y., et al. (1995). Cloning of a
en todos los casos. ¿Qué determina que un alelo de clase I sea gene bearing missense mutations in early-onset familial Alzheimer’s-
preventivo o sea predisponente? La respuesta parece ser el disease. Nature, 375, 754–60.
otro alelo paterno (83). Los alelos de clase I son preventivos 19. Goate, A., Chartierharlin, M.C., Mullan, M., et al. (1991). Segregation
of a missense mutation in the amyloid precursor protein gene with
si el padre es heterocigoto y posee un alelo de clase III. En familial Alzheimer’s-disease. Nature, 349, 704–6.
otras palabras, el efecto preventivo de los alelos de clase III se 20. Mewes, H.W., Albermann, K., Bahr, M., et al. (1997). Overview of the
transmite al alelo de clase I cuando los dos alelos están pre- yeast genome. Nature, 387, 7–8.
sentes juntos en el padre, de manera que se sugiere una for- 21. Tonegawa, S., Li, Y., Erzurumlu, R.S., et al. (1995). The gene
knockout technology for the analysis of learning and memory, and
ma inusual de impronta parental. neural development. Progress in Brain Research, 105, 3–14.
Los comentarios sobre la base molecular de los trastornos 22. Threadgill, D.W., Dlugosz, A.A., Hansen, L.A., et al. (1995). Targeted
complejos son necesariamente breves, debido a nuestro limi- disruption of mouse Egf receptor—effect of genetic background on
mutant phenotype. Science, 269, 230–4.
tado conocimiento. Sin embargo, probablemente sean rele- 23. Upchurch, M. and Wehner, J. (1988). Differences between inbred
vantes para comprender las alteraciones genéticas en psiquia- strains of mice in the Morris water maze performance. Behavior
tría. Dentro de unos pocos años es probable que la situación Genetics, 18, 55–68.
sea muy distinta, y que dispongamos de mucha más infor- 24. Schwegler, H. and Lipp, H.-P. (1983). Hereditary covariations of
neuronal circuitry and behaviour: correlations between the
mación acerca de la interacción de genes y la herencia de las proportions of hippocampal synaptic fields in the regio inferior and
alteraciones genéticas complejas. Los indicios sugieren que la two-way avoidance in mice and rats. Behaviour and Brain Research, 7,
materia será muy compleja. 1–39.
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2.4.2. GENÉTICA MOLECULAR 307

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Contribución de la ciencia
2.5 psicológica

2.5.1 Psicología evolutiva ben aparecer para distinguir el desarrollo normal del irre-
gular. Por ejemplo, la sustitución de consonantes simples
a lo largo del ciclo vital es muy común en el lenguaje de los niños preescolares,
pero indica retraso o desviación en el habla de los ado-
lescentes.
2.5.1.1 Psicología evolutiva 2. Muchos aspectos del comportamiento pueden examinarse
de la infancia, la niñez evolutivamente, en su desarrollo a lo largo de una secuen-
cia normal. Debe admitirse que algunos teóricos de las eta-
y la adolescencia pas evolutivas como Freud, Piaget y Bowlby ponen dema-
siado énfasis en etapas discontinuas, mientras que teóricos
William Yule del aprendizaje social, como Staats, Bijou y Baer, destacan
más la continuidad en el desarrollo. De cualquier modo,
comprender las secuencias y edades normales permite eva-
■ Introducción luar si el niño se ha desviado de su desarrollo.
3. Las distintas etapas del desarrollo están asociadas con di-
«El niño es padre del hombre». Este refrán parece una ver- ferentes factores estresantes y diferentes tareas evolutivas.
dad tan evidente que a algunos les puede sorprender que sea La educación para el control de los esfínteres se alcanza
necesario analizarlo y que ciertos supuestos inherentes a él normalmente entre los 2 y los 4 años de edad. Los estre-
deban ser discutidos si la práctica psiquiátrica a lo largo del santes graves sobre el niño o la familia en ese momento
ciclo vital tiene que estar debidamente informada a través de pueden interferir con el adecuado logro del control de es-
los hallazgos de la psicología evolutiva. Este capítulo exami- fínteres. Los cambios de humor son muy habituales en la
na diferentes conceptualizaciones del niño y la infancia a tra- adolescencia, lo cual dificulta el diagnóstico de la grave-
vés de las edades y las ideas y modelos teóricos que han dado dad de una depresión a esta edad (2, 3).
lugar a opiniones populares —así como profesionales— sobre 4. Comprender el proceso fundamental de ambos desarro-
cómo se desarrollan los niños. Ello indica que no hay teorías llos normal y anormal ayudará a entender cómo han sur-
que abarquen el desarrollo infantil, sino más bien un grupo gido los problemas (4). Una perspectiva histórica como
heterogéneo de modelos menores, la mayoría de los cuales ésta puede ayudar a explicar a los padres por qué se ha
tratan distintos aspectos del desarrollo. desarrollado un problema determinado, así como dar po-
La psicología evolutiva no intenta solamente trazar las sibles claves para futuros programas de prevención. La
normas del desarrollo, aunque su conocimiento sea funda- principal implicación de esto para la práctica clínica es
mental en toda práctica clínica. Más bien, hay muchos as- que siempre es necesario obtener una buena descripción
pectos que deben examinarse de forma crítica para intentar de la historia del desarrollo del niño.
entender cómo se desarrollan los individuos. Adoptar una 5. Una mejor comprensión de los procesos subyacentes al
«perspectiva evolutiva» implica la integración de este conoci- desarrollo del niño conducirá a intervenciones y preven-
miento y la comprensión de los problemas que presenta el ción mucho mejores. Una vez se hayan entendido mejor
paciente dentro de un esquema de este tipo. las causas distales y proximales del comportamiento, se
El significado que el clínico quiera darle a un acto deter- llevarán a cabo intervenciones mejor enfocadas.
minado de comportamiento no sólo dependerá del contexto
sociocultural del niño, sino también de su edad evolutiva.
Cox y Rutter (1) destacan cuatro razones para adoptar una ■ Teorías y perspectivas evolutivas
postura evolutiva.
Hay un conjunto desconcertante de minimodelos y mini-
1. Los niños se comportan de forma diferente a distintas teorías de los procesos evolutivos, cada uno de los cuales in-
edades. El clínico debe estar familiarizado con el reper- tenta ocuparse de los cambios en el funcionamiento de los ni-
torio de comportamientos y la edad adecuada en que de- ños tanto en los diferentes períodos de sus vidas como en las
309
310 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

distintas funciones psicológicas como la percepción, el len- moldear el ambiente. De esta manera, los padres reaccionan
guaje y la memoria. Además, los distintos teóricos parecen ig- a las diferencias individuales en los niños. Diferentes niños
norar el trabajo de otros grupos, y muchos también parecen «evocan» distintas respuestas de su entorno social. Tal como
más interesados en las teorías que en los datos que puedan los padres han sabido desde el principio, los niños tienen dis-
probar las teorías. tintos temperamentos desde que nacen, y estos moldean su
Por ejemplo, las teorías de Piaget tratan principalmente de desarrollo (7, 8).
como el niño desarrolla una comprensión cognitiva de su Las implicaciones de esto para la psiquiatría infantil son
mundo. Piaget tenía una visión biológica del desarrollo, y su muchas. Por ejemplo, ello significa que los médicos deben te-
metodología transversal destacaba la separación entre los es- ner en cuenta un temperamento del niño cuando planifican
tadios que propuso. Staats (5) afirmaba que la mayoría de los el tratamiento (7, 9). Los niños que son extremadamente in-
fenómenos descritos por Piaget y sus seguidores podrían in- trovertidos reaccionan de modo distinto al premio y al casti-
terpretarse dentro de un marco teórico del aprendizaje social go que los niños que son extremadamente extrovertidos (9,
que, en cambio, resaltaba la continuidad del desarrollo a tra- 10). Ellos también responden a los distintos estilos educativos
vés de las etapas. del aula. Estas diferencias deben adaptarse a la hora de plani-
La teoría de Kohlberg sobre el juicio moral es una teoría ficar los programas terapéuticos individualizados.
de etapas, que difiere radicalmente de Piaget en que pueden Puede ser muy tranquilizador para un padre con niños
coexistir las distintas formas de razonamiento que represen- pequeños que se le diga que cualquiera encontraría difícil
tan etapas diferentes. Sin embargo, la forma en que los niños criar a su impredecible hijo. Puede favorecerse la autocon-
(o los adultos en este caso) juzgan un dilema ético, no deter- fianza de los padres si se les dice (cuando es cierto) que su es-
mina necesariamente como se comportan. La mayoría de fi- tilo de paternidad es perfectamente apropiado para la mayo-
nancieros tendría pocas dificultades para realizar sofisticados ría de los niños, pero que precisamente con éste en concreto
juicios morales en este tipo de tareas, pero muchos de ellos no funciona. Esta confianza debería modificar en gran parte
también representan la «cara inaceptable del capitalismo» en el modo en que un padre participa en programas de entrena-
sus despiadados negocios. No es cierto que, cuanto más vie- miento para padres que cada vez más forman parte de los ser-
jos más sabio es nuestro comportamiento. vicios de salud mental en la primera y segunda infancia.
En la teoría de Freud sobre el desarrollo psicosexual, pa- Todo esto no quiere decir que las teorías de las etapas no
rece que los niños pasaran pasivamente a través de las etapas, tengan implicaciones para los servicios de salud mental in-
y este paso puede ser dificultado por obstáculos o incluso re- fantil. Nada de eso. Es muy útil recordar que los niños pe-
gresar ante el trauma. Esta perspectiva se debe más a la litera- queños piensan y razonan acerca de sus mundos de un modo
tura que a la ciencia, y la evidencia sobre el desarrollo psico- distinto a los niños mayores. Hay que tener esto presente al
sexual del niño demuestra claramente que Freud ignoraba por entrevistar al niño, al intentar averiguar su propia compren-
completo que durante el período de «latencia» los niños están sión de su problema e, igualmente, cuando se les dan ins-
lejos de la inactividad (6). trucciones, retroalimentación o explicaciones. Sin embargo,
Aparte de ser teorías «de etapas», estos tres tipos de influ- otra vez hay que destacar que las etapas deberían considerar-
yentes teorías tienen muy poco en común. Los mecanismos se única y exclusivamente como directrices aproximadas. Sa-
psicológicos que determinan el desarrollo de la comprensión bemos que existen diferencias individuales tan grandes en la
cognitiva mantienen poca relación con algo que supuesta- velocidad a la que los niños se desarrollan que no deberíamos
mente subyace al comportamiento socioemocional. Ninguna formular suposiciones acerca de un niño en particular cono-
de las teorías tiene en cuenta todo el trabajo realizado sobre ciendo sólo su edad cronológica.
desarrollo perceptivo, desarrollo del lenguaje, desarrollo de la Pongamos un ejemplo al que los médicos se enfrentan
memoria, desarrollo de las relaciones entre iguales, desarrollo cada vez más: la cuestión de ayudar a los niños a afrontar la
durante la adolescencia, etc. Le prestan poca atención al tra- aflicción por la muerte de un familiar (v. cap. 9.5.3). No es
bajo sobre diferencias individuales en la personalidad o el hasta alrededor de los 10 o 11 años que la mayoría de niños
temperamento, o al desarrollo biológico en general. advierten que la muerte es universal e irreversible (11-13).
Los nuevos teóricos de la modificación del comporta- Esto ayuda a explicar por qué algunos niños más pequeños
miento y la terapia conductual de la década de 1960 conde- muestran un interés casi casual ante el hecho de la muerte de
naron la perspectiva determinista y totalmente biológica del un ser querido y están menos desconcertados que los adultos
desarrollo. Se consideraba que era demasiado pesimista, que (13). Pero sería erróneo asumir que ningún niño pequeño tie-
ofrecía poca esperanza de cambio. Sin duda alguna, al igno- ne una visión adulta sobre el significado de la muerte y, de
rar las bases biológicas del comportamiento y buscar explica- hecho, es posible encontrar niños pequeños, de sólo 4 años,
ciones únicamente en las influencias de aquí y ahora (proxi- con una comprensión madura del tema. El conocimiento del
mal) sobre el comportamiento, descubrieron indudablemente amplio perfil del desarrollo de la conceptualización de la
una era de intervenciones mucho más optimista. muerte ayuda al médico a formular sus preguntas, pero la
Al mismo tiempo, los evolutivos infantiles fueron reco- carga tiene que estar siempre en el clínico para comprobar si
nociendo las contribuciones que el niño aportaba a todos los un niño determinado se ajusta a la media o no. La tarea del
aspectos del desarrollo. El niño se consideraba, cada vez más, adulto puede no terminar una vez se ha ayudado al pequeño
como un participante activo en el desarrollo. La dirección de a comprender la pérdida de un ser querido al nivel que el
la influencia no era en un sólo sentido: el niño ayudaba a niño pueda hacerle frente. Este mismo niño seguramente
2.5.1.1. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE LA INFANCIA, LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA 311

querrá volver a hablar del tema cuando sea mayor y pueda cos de crecimiento cerebral y los cambios hormonales in-
entenderlo de un modo más maduro. Lo que es cierto sobre fluyen considerablemente en el desarrollo del niño.
la aflicción por la muerte de un ser querido también lo es 3. Hay que esperar tanto continuidades como discontinui-
para entender cualquier otro acontecimiento vital importante dades en el desarrollo. A veces, las continuidades son in-
y su efecto sobre el niño. trínsecas a un proceso particular, como en el desarrollo
del lenguaje; otras veces, como en el logro académico,
las continuidades están influidas en gran parte por las
■ Puntos críticos en el desarrollo continuidades impuestas por el entorno social. Los pa-
dres preocupados por la educación influyen en la elec-
Cuando uno observa más de cerca cómo se desarrollan ción de escuelas y proporcionan apoyo para el estudio.
los niños, no puede hacer mucho más que asombrarse ante 4. La duración de una experiencia es tan importante como
las complejidades del proceso. Los niños de todo el mundo su naturaleza. El cerebro es más vulnerable a la agresión
empiezan a utilizar palabras alrededor de su primer cumplea- cuando se está desarrollando con más rapidez, durante y
ños, y en un par de años muchos de ellos ya formulan ora- poco después del nacimiento. La interrupción del cuida-
ciones complejas y utilizan ideas complicadas. El contraste do tiene su mayor efecto desde los 9 meses hasta los 2 o
entre el desarrollo del lenguaje de la mayoría de niños y de la 3 años. Antes de eso, el niño no muestra la misma cali-
minoría que sufren un déficit mental grave es devastador. Asi- dad de apego selectivo; después de que el lenguaje esté
mismo, los niños ciegos empiezan a reír al mismo tiempo que bien establecido, el niño puede retener mejor el recuerdo
los niños que pueden ver; los niños sordos empiezan a utili- de un ser querido, y esto puede actuar como protección
zar una gama similar de fonemas; en Japón, Francia y el Rei- contra la separación.
no Unido los niños empiezan a articular la misma gama de 5. Los niños son criaturas activas. No sólo evocan respues-
sonidos que limitan poco a poco a los que necesitan en su tas de otros, sino que a medida que se desarrollan cogni-
lengua natal, con la consecuencia final de que no siempre se- tiva y lingüísticamente, buscan activamente dar sentido a
rán capaces de discriminar algunos de los sonidos no utiliza- su mundo. Advierten la amenaza de los otros, aunque no
dos, y mucho menos incorporarlos al aprender un idioma ex- siempre consiguen hacerlo correctamente. Cuando están
tranjero. La extensa trayectoria evolutiva parece muy similar a implicados en una catástrofe grave, su «supuesto mundo»
través de los grupos culturales, pero los niños no siempre si- (15) puede trastocarse y ellos pueden tardar mucho tiem-
guen la media de un modo uniforme y predecible. po en reconstruir el mundo como un lugar seguro. La
Rutter y Rutter (14) atrajeron la atención hacia varios forma en que el niño interpreta la experiencia determi-
puntos que debían tenerse en cuenta al intentar entender los nará en parte el modo en que va a responder a experien-
procesos evolutivos. Los clínicos centran su atención com- cias similares en el futuro.
prensiblemente en tratar de entender los casos donde algo ha 6. «La continuidad puede ser tanto heterotípica como ho-
ido mal en el desarrollo. Principalmente en la psiquiatría in- motípica» (14). La brillante idea desarrollada en el New
fantil, los comportamientos anormales de los niños difieren York Longitudinal Study (16) acerca del temperamento
cuantitativamente más que cualitativamente de los normales. pretendía, más que buscar evidencias sobre la previsibili-
Cada vez se reconoce más que los trastornos que siguen a le- dad y la continuidad de comportamientos infantiles de-
siones cerebrales o alteraciones genéticas/cromosómicas y terminados a través del tiempo cuando el comporta-
muchos de los trastornos que implican un nivel muy elevado miento se desarrollaba rápidamente, que los investigado-
de déficit mental, incluido el autismo infantil, son cualitati- res observaran cómo se expresaban diversos comporta-
vamente distintos. La mayoría de los otros trastornos que se mientos topográficamente distintos y encontraran consi-
ven en los servicios de salud mental infantil y juvenil proba- derables continuidades en aspectos como la regularidad
blemente se consideran más bien desviaciones situadas en el de las funciones, la fuerza de la respuesta y la reacción
extremo de un continuo. ¿Pero por qué algunos niños se de- predominante hacia un estímulo nuevo. Asimismo, adu-
rrumban bajo el estrés mientras otros no? ¿Por qué algunos se jeron pruebas de características temperamentales que eran
recobran más fácilmente que otros? ¿Qué factores protegen a independientes de los comportamientos específicos mos-
los niños contra los estresantes ambientales y sociales? ¿Es trados y, además, estas características temperamentales
realmente la depresión grave en la adolescencia tardía simple- demostraron ser predictivas del comportamiento y la
mente el extremo final de un continuo que va desde la felici- adaptación posteriores (16).
dad hasta el suicidio, pasando por la tristeza? Para abordar es- 7. Deben tenerse en cuenta tanto los factores de riesgo
tas cuestiones es necesario aclarar algunos de los conceptos como los factores de protección y las interacciones entre
del desarrollo. ellos. No todas las experiencias aparentemente adversas
son necesariamente del todo malas para el desarrollo
1. Debe aceptarse que los mismos mecanismos subyacen al sano. Del mismo modo que la exposición a un virus o in-
desarrollo normal y anormal. fección puede favorecer la resistencia a la infección, la ex-
2. Es necesaria una perspectiva biológica para comprender posición a estresantes leves puede ayudar a resistir otras
el desarrollo humano en su totalidad. El cerebro es sin experiencias estresantes posteriores. En parte, ésta es la
duda el órgano más importante que está implicado; la he- base de la terapia de inoculación del estrés (17). Hay
rencia genética, los incidentes durante los períodos críti- quien sostendría que los niños pequeños deberían tener
312 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

práctica en la separación de sus padres bajo condiciones ■ Psicopatología evolutiva


agradables de manera que, en caso de que fuese necesaria
una separación repentina, inesperada o traumática, podrían La psicopatología evolutiva surge en la década de 1980
mitigarse los efectos de esta experiencia. para cubrir la distancia entre la psicología académica y la clí-
8. Como se apuntaba antes, las continuidades pueden sur- nica (20, 21). «El psicopatólogo evolutivo se ocupa del curso
gir indirectamente en el modo en que los padres o la so- temporal de un trastorno determinado, sus distintas manifes-
ciedad en general apoyan el logro y, a su vez, la intro- taciones a lo largo del desarrollo, sus precursores y secuelas, y
ducción en el mercado laboral. Las correlaciones mode- su relación con modelos normales de comportamiento» (21).
radamente altas entre el logro temprano y el poder con- Los psicopatólogos evolutivos, al igual que los teóricos del
seguido posteriormente se hallan de este modo parcial- aprendizaje social, se fijan en el desarrollo normal para expli-
mente determinadas por el entorno. car el desarrollo patológico. Están interesados en las conti-
9. Asimismo, la realización de un comportamiento particu- nuidades y los cambios en el comportamiento a través del
lar puede poner en marcha una cadena de acontecimien- tiempo. Esto concuerda con la tradición de estudios de ries-
tos. Es importante comprender los procesos que yacen go (22) y los intentos de responder a cuestiones, no sólo acer-
bajo este tipo de secuencia. Con demasiada frecuencia, ca de por qué algunos niños son más vulnerables que otros,
los estudios son a corto plazo y transversales en su dise- sino también sobre qué factores de protección actúan para
ño y, a pesar de ser conscientes de la trampa de confun- disminuir el impacto de los factores estresantes.
dir la correlación con la causalidad, los investigadores si- Sroufe y Rutter (21), siguiendo a Santostefano (23), arti-
guen dispuestos a identificar una correlación como agen- cularon algunas proposiciones ampliamente aceptadas por va-
te causal. Por ejemplo, en los primeros días de los estu- rias de las teorías mencionadas anteriormente.
dios sobre dificultades de lectura, se observó que los que
leían peor tenían peores resultados en los tests de per- • Holismo: «el significado del comportamiento sólo puede
cepción visual. Por este motivo se supuso que presenta- determinarse en el contexto psicológico total (21)». Así,
ban un déficit en la percepción visual y durante horas se un comportamiento como el llanto sólo puede evaluarse
sometió a distintas generaciones de malos lectores a tra- de acuerdo con la edad del niño y las circunstancias en las
zar líneas sin sentido y andar por encima de bancos. El que ocurre. Llorar por una separación puede considerarse
resultado final fue que realizaron mejor los tests de per- normal a los 3 años, pero inusual a los 15. Uno no puede
cepción visual, ¡pero no mejoraron la lectura! Era nece- juzgar simplemente el significado de un comportamiento
sario un diseño experimental distinto para demostrar re- únicamente en base a sus propiedades físicas, de estímulo,
laciones causales entre procesos psicológicos y una mala sino que debe evaluarse en el contexto social más amplio.
lectura (18), y cuando esto se comprendió, se abrió el ca- • Direccionalidad: los niños no reaccionan pasivamente a
mino para un mejor trabajo terapéutico basado en una las demandas del entorno. El desarrollo consiste en una
correcta comprensión de los mecanismos causales. reorganización de elementos previos, capacidades y com-
portamientos, no sólo en una suma lineal de habilidades.
Esto también puede considerarse un error al confundir un • Diferenciación de estilos y metas: con el tiempo, las re-
indicador de riesgo con un proceso de riesgo. Hace 30 años, acciones de los niños a su entorno se vuelve más flexible y
los estudios sobre los efectos deshumanizadores de la institu- cada vez más compleja en su organización. Por lo tanto,
cionalización en adultos y niños (19) descubrieron que las ma- un signo de patología para los niños es perseverar en una
las condiciones de vida y el «tratamiento en bloque» de los re- forma determinada de intentar solucionar un problema.
sidentes estaban relacionados con un mayor riesgo de proble- • Movilidad de las funciones conductuales: el comporta-
mas conductuales y emocionales. En un conjunto de estu- miento antiguo se integra en modelos posteriores y «… el
dios, un buen indicador del tratamiento en bloque fue si los individuo no sólo actúa en términos de comportamientos
pacientes tenían su propio cepillo de dientes. Sin duda, pro- limitados a una única etapa. Especialmente en épocas de
porcionar cepillos de dientes individuales para todos no ha- estrés, pueden manifestarse estilos remotos de funciona-
bría supuesto mucha diferencia si todos los otros aspectos de miento (21)». En otras palabras, bajo condiciones de es-
la institucionalización seguían vigentes. Es necesaria una trés, aquellos modelos de comportamiento que se han in-
comprensión más completa del proceso de institucionaliza- tegrado más recientemente en el repertorio del niño son
ción para ser capaces de desarrollar un cuidado más humano más susceptibles de interrupción. Esto es muy distinto del
que pueda mejorar la evolución. inaceptable concepto de «regresión» en el que todas las
Estos aspectos críticos demuestran precisamente lo com- habilidades conseguidas se mantienen disponibles en el
plicada que puede ser la relación entre la naturaleza, la expe- repertorio del niño; algunas de las más antiguas también
riencia y el desarrollo. Pero los seres humanos son verdadera- se manifiestan en momentos de estrés.
mente muy complicados y por eso es necesaria una valora- • El problema de la continuidad y el cambio: por encima
ción correcta de todos estos factores para poder comprender de todo se considera que el desarrollo sigue unas leyes,
cómo un niño determinado llega a un punto particular del aunque todavía estamos lejos de comprender los procesos
desarrollo, para ser capaces de predecir qué futuro puede es- implicados en estas leyes. Sroufe y Rutter (21) destacaron:
perarle y poder desarrollar intervenciones racionales que re- «La continuidad no radica en los comportamientos iso-
presenten una esperanza real para la vida de los niños. mórficos a lo largo del tiempo, sino en las relaciones líci-
2.5.1.1. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE LA INFANCIA, LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA 313

tas con comportamientos posteriores, por muy complejos en edad preescolar a menudo reaccionan con juegos y dibu-
que sean los vínculos». Como es sabido, Thomas y cols. jos más repetitivos que los mayores. Incluso los niños más pe-
(16) fueron de los primeros en demostrar continuidad en queños referirán pensamientos intrusivos muy molestos sobre
el estilo del comportamiento (temperamento) más que el desastre. Almqvist y Brandell-Forsberg (33) informaron acer-
continuidad del comportamiento per se. ca de un modo de averiguar síntomas evolutivamente ade-
cuados de reacciones ante el estrés, utilizando material de jue-
Ahora se reconoce que hay muchas formas complejas en go estándar, mientras que Scheeringa y cols. (34) sugirieron
que el comportamiento infantil se relaciona con la adapta- criterios variables para realizar el diagnóstico de trastorno de
ción posterior e incluso adulta (24). Uno de los factores de estrés postraumático en niños más pequeños. Dejando a un
predicción más potentes de una psicopatología adulta poste- lado el problema lógico de cambiar los criterios pero mante-
rior son las relaciones inadecuadas con los iguales. Todo ello niendo el mismo nombre para la enfermedad supuestamente
puede deberse a la interacción entre dos procesos: las malas subyacente, éste es claramente un aspecto del isomorfismo
relaciones con los iguales son indicadores del fracaso para que se ha mencionado antes. También es interesante teorizar
adaptarse durante la infancia y que este fracaso persista; el sobre si el juego repetitivo que se observa en los niños de
apoyo social posterior actúa como un amortiguador contra 6 años equivale funcionalmente a los pensamientos intrusivos
los factores estresantes en la edad adulta (21). que pueden observarse a los 10 años, y cuando uno se trans-
Sin duda alguna, esta visión del desarrollo, con sus im- forma en lo otro.
plicaciones para la psicopatología, está muy alejada de las lec- Garber (30) también señala que algunos trastornos, como
ciones aprendidas de la caja de Skinner. No obstante, es ne- el retraso mental y el autismo, se manifiestan primero en la
cesario integrar lo que se ha aprendido de los paradigmas del infancia y persisten durante la edad adulta. Otros problemas,
condicionamiento clásico y operante de modo que los tera- como la encopresis y la enuresis se presentan en la infancia,
peutas infantiles evalúen los problemas del niño si se le van pero raramente persisten durante la madurez a menos que to-
a proporcionar mejores tratamientos. Esta perspectiva holísti- men parte de un retraso global del desarrollo. Algunos, como
ca pretende incorporar ideas sobre las bases biológicas del la anorexia y la bulimia, son más típicos de la adolescencia.
comportamiento y la idea del niño como un participante ac- El suicidio, aunque es raro antes de la pubertad, se está con-
tivo que interactúa con su entorno social afectivo dentro de virtiendo rápidamente en la principal causa de muerte duran-
un marco más amplio de aprendizaje social (25, 26). Com- te la adolescencia, pero alcanza el máximo en la vejez. La de-
prender el origen de un problema puede ser útil para saber so- presión mayor y la esquizofrenia son raras durante la infan-
bre qué aspectos concentrarse, aunque el tratamiento seguirá cia, aunque se estén estableciendo firmemente sus precurso-
centrándose en el presente. Tendrá implicaciones en el man- res. Si bien es loable el deseo de tratar los trastornos en la in-
tenimiento de los beneficios terapéuticos y la prevención de fancia para prevenir que persistan durante la edad adulta, tra-
problemas futuros, y también tendrá implicaciones en la pre- tarlos para mejorar la adaptación durante la infancia es igual-
vención de problemas similares que surjan en otros niños. mente correcto.
Para los clínicos más acostumbrados a trabajar con pa-
cientes adultos, es importante señalar que los niños se dife-
rencian en muchos sentidos de sus semejantes adultos. Esto
tiene implicaciones para mejorar los sistemas clasificatorios
■ Relacionar la psicopatología evolutiva
diagnósticos, ya que tanto el DSM como la CIE todavía es- con el niño en desarrollo
tán demasiado orientadas a los adultos y prestan una atención
insuficiente a los aspectos evolutivos de los trastornos (27-29). Estas estimulantes ideas necesitan salir de las situaciones
Garber (30) insiste en que los niños se diferencian de los experimentales y entrar en los marcos clínicos, el objetivo de
adultos en cognición, lenguaje, fisiología y emociones: «Estas los teóricos de la psicopatología evolutiva. En esta segunda
diferencias madurativas pueden incidir en las capacidades de mitad del capítulo se pondrán de relieve algunos de los as-
los niños para experimentar o expresar ciertos sentimientos, pectos clave del desarrollo infantil que son importantes para
cogniciones o comportamientos, y por lo tanto el modo en la práctica clínica.
que se expresan los síntomas puede ser distinto a lo largo del
curso del desarrollo». En un trabajo reciente del autor sobre
el efecto de grandes desastres y estrés agudo en la adaptación Diferencias individuales
de los niños, se demostró que niños de 8 años mostraban la
mayoría de los síntomas del trastorno de estrés postraumáti- Los niños se diferencian en su personalidad, carácter o
co, con pensamientos desagradables, poca concentración y temperamento. Los psicólogos europeos siempre han destaca-
trastornos del sueño predominantemente (31, 32). Los padres do estas diferencias individuales y han aducido evidencia de
y los profesores desconocían con frecuencia la naturaleza y la que muchas de ellas se basaban en formas biológicamente de-
magnitud del malestar subjetivo de los niños y sólo un inte- terminadas de responder al mundo. Si bien la estructura de la
rrogatorio comprensivo y directo conseguía evocar el espectro personalidad de tres factores de Eysenck evolucionó en la ac-
completo de la sintomatología. tual estructura de los «cinco grandes» quedaba el problema de
Los criterios para el trastorno de estrés postraumático son cómo podría demostrarse la continuidad de la personalidad
menos adecuados para niños menores de 8 años. Los niños desde una edad muy temprana. El mismo problema compli-
314 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

caba los estudios que pretendían establecer la continuidad de Desarrollo cognitivo


las diferencias en el funcionamiento intelectual; por ejemplo,
los bebés pequeños mostraban un repertorio de comporta- Uno de los principales aspectos del desarrollo que ejercen
mientos tan distinto de los niños en edad preescolar, que ha- los padres y los profesores por igual es cómo desarrollar me-
blan y se mueven, que era imposible evaluar los mismos com- jor el funcionamiento intelectual de los niños, ya sea en el
portamientos a diferentes edades. lenguaje, la lectura, la memoria o la inteligencia general. To-
El problema se solucionó en el New York Longitudinal davía está de moda la cuestión de hasta qué punto las dife-
Study (16), observando las diferencias en el estilo de com- rencias individuales en estas áreas están relacionadas funda-
portamiento más que las diferencias en su contenido o topo- mentalmente con la herencia o el ambiente. Sin duda, los re-
grafía. Evitando hablar acerca de las bases biológicas de la sultados finales surgen de una interacción entre la predisposi-
personalidad, los hallazgos volvieron a despertar el interés ción genética y la experiencia, pero sigue habiendo problemas
por la genética de las diferencias individuales. Por medio de para manipular mejor el entorno y ayudar así a los niños a lo-
una combinación de observación y entrevistas exhaustivas grar su máximo potencial. Con este fin es esencial compren-
con madres, se desarrollaron en un principio nueve catego- der la genética conductual moderna (v. capítulos 2.4.1 y
rías distintas de estilo conductual o temperamento (tabla 1). 2.4.2). Aquí se presentan algunos de los aspectos metodológi-
En la muestra original de 78 bebés, los investigadores pu- cos relacionados con la evaluación de los procesos cognitivos
dieron demostrar diferencias individuales notables en el tem- de los bebés y los resultados referentes al desarrollo cogniti-
peramento. Había una buena fiabilidad entre los evaluadores vo, el lenguaje y la memoria.
que realizaban las evaluaciones, y las observaciones directas
también concordaban con la información de los padres. Se
Introduirse en la cabeza del bebé
halló que las características temperamentales eran estables
tanto a corto plazo (2 años) como a medio plazo, e incluso Hasta que los bebés empiezan a hablar, es difícil saber
podían predecirse bien en la infancia tardía. qué piensan. Los padres afectuosos interpretan las muecas di-
Se describieron tres grandes tipos de temperamento: los rigidas al aire como sonrisas; parece que estos niños recono-
niños regulares y predecibles que normalmente mostraban re- cieran a la gente y fuesen inteligentes desde muy pequeños.
acciones positivas, los bebés fáciles; aquellos que eran casi lo ¿Pero cómo puede decirse qué pasa realmente dentro de la ca-
contrario, a los que Chess llamó «asesinos de madres»; y una beza de un bebé?
minoría regular que eran «lentos para activarse» en las situa- Fantz (35) desarrolló un método experimental basado en
ciones nuevas pero que finalmente se adaptaban. Los niños di- un trabajo anterior con polluelos. Poco después de salir del
fíciles estaban sobrerrepresentados entre aquellos que desarro- cascarón, los polluelos picoteaban las cosas para comer. Ante
llaron problemas de comportamiento en la infancia tardía. una variedad de objetos de diferentes formas, los polluelos
prefirieron los objetos redondeados a los angulosos, y los ob-
jetos cúbicos a los bidimensionales. Estas preferencias apare-
cían incluso en los polluelos privados de experiencias tem-
pranas y, por tanto, se pensó que esta preferencia innata tenía
Tabla I. Características temperamentales un valor para la supervivencia, puesto que era más probable
que los objetos redondos y tridimensionales del tamaño de
Principalmente positivas Principalmente negativas
las semillas fuesen comestibles.
1. Activo 1. Pasivo Fantz decidió observar los movimientos oculares de los
2. Regular (p. ej., en los hábitos 2. Irregular niños y utilizó el tiempo de fijación como una medida de
de comer y dormir) preferencia para diferentes estímulos. Las filmaciones se hi-
3. Reacciona intensamente 3. Reacciona ligeramente cieron con luz refleja alejada de los ojos del bebé. En un es-
(con fuerza)
tudio de 30 niños a los que se evaluaba semanalmente desde
4. Muestra comportamientos 4. Presenta comportamiento
de «aproximación» hacia de alejamiento la semana 1 a la 15 de edad, se demostró que los niños em-
personas, lugares, juguetes o plean más tiempo mirando los dibujos complejos que los
comidas nuevos simples. Esta demostración de una preferencia perceptiva cla-
5. Adaptativo, se adapta bastan- 5. No adaptativo ra en las primeras semanas después del nacimiento desmintió
te fácilmente al cambio la idea de que todo empieza como una «gran explosión con-
6. Reacciona fácilmente a los 6. Reacciona lentamente fusa». Los niños de sólo una semana de vida demostraron una
pequeños cambios
7. Principalmente «buen hu- 7. Predominantemente «mal» clara preferencia por las caras humanas más que por otras for-
mor», tendencia a sentirse humor, irritable, difícil de mas que se les presentaron a unos 25 cm de distancia.
feliz y satisfecho complacer Fantz aprovechó la tecnología de que disponía en aquel
8. Persiste en lo que está ha- 8. No es persistente momento. Desde entonces, otros han utilizado medidas de
ciendo puesto que tiene en los cambios en la temperatura, la respuesta galvánica de la
cuenta el tiempo y afronta las piel y los latidos cardíacos para proporcionar índices conduc-
dificultades
9. No se distrae fácilmente 9. Se distrae fácilmente de lo
tuales de preferencias. Además, no sólo se han utilizado índi-
que esté haciendo ces brutos del tiempo empleado mirando fijamente un obje-
to, sino que los investigadores también han usado varios ín-
2.5.1.1. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE LA INFANCIA, LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA 315

dices de los paradigmas de aprendizaje y condicionamiento.


Shaffer y Parry (36) compararon niños de 6 y 12 meses en la Cuadro 1
realización de un test donde se les presentaban nuevos estí-
mulos dentro de su alcance. Durante las primeras siete pre-
Etapas de Piaget del desarrollo cognitivo
sentaciones, se enseñó el mismo objeto «sin sentido» y ambos Desde el nacimiento hasta los 18 meses: período
grupos de niños perdieron interés rápidamente (o se habitua- sensitivomotor
ron). Cuando se enseñó un objeto nuevo en el octavo ensa- La cognición se basa principalmente en las acciones de
yo, ambos grupos mostraron un renovado interés, pero sólo los niños y se describen seis subetapas. Un concepto clave
los niños mayores fueron capaces de actuar sobre la informa- en este estadio es el de la «permanencia del objeto», la ca-
ción y extender la mano con prudencia hacia el juguete. Una pacidad para entender que un objeto sigue existiendo in-
explicación de este resultado es que el conocimiento y la ac- cluso cuando está fuera de su vista. Los niños de 12 meses
ción están fuera del umbral en la segunda mitad del primer continuarán buscando un objeto cuando vean que el expe-
año. El reconocimiento visual no ejerce ningún control sobre rimentador lo esconde, incluso cuando vean que el experi-
el comportamiento. Pero a los 12 meses, el niño puede influir mentador lo mueve. Es como si el objeto sólo «pertenecie-
sobre la información. Esta capacidad para distinguir lo cono- ra» a un lugar determinado.
cido de lo desconocido, lo amigo de lo enemigo, pero tam-
bién para ser capaz de actuar adecuadamente tiene un valor De los 18 meses a los 12 años: operaciones concretas
evidente para la supervivencia. Ésta es la etapa de las operaciones concretas. En el perí-
Estudios similares han demostrado que los bebés recién odo anterior, el lenguaje se desarrolla rápidamente. Los ni-
nacidos reconocen la voz de sus madres y ¡que también re- ños empiezan a mostrar el juego simbólico, demostrando
que tienen recuerdos y representaciones internas. Se de-
conocen las sintonías de las telenovelas que las madres se-
sarrollaron muchos experimentos ingeniosos para ilustrar
guían durante la última etapa del embarazo! Fagan (37) exa-
cómo se desarrolla el pensamiento de los niños acerca de
minó la preferencia visual en bebés de 7 meses y después eva- su propio mundo. Otras diversas tareas de conservación
luó su inteligencia a los 3 y los 5 años. El tiempo empleado —de tamaño, masa y número, por ejemplo— convencen a
en observar el nuevo estímulo cuando se era bebé tenía una los profesores de que los niños piensan de una forma dis-
correlación de 0,42 con la realización del test de vocabulario tinta acerca del mundo que los adultos y esto ha tenido un
ideográfico (Picture Vocabulary) posterior. De este modo se efecto principal, aunque no siempre provechoso, en el
hizo sencillo evaluar varios índices de las reacciones de los modo de enseñar.
bebés y se observó que algunos de estos índices eran factores
de predicción útiles del desarrollo y la adaptación posteriores. A partir de los 12 años: operaciones formales
Desde la pubertad en adelante, el niño es capaz de for-
mular y probar hipótesis acerca del mundo. El niño se da
Piaget y el desarrollo cognitivo cuenta que la masa y el volumen pueden alterarse de mu-
Piaget era un biólogo que estudió las amebas en su tesis chas formas aunque básicamente permanecen sin cambiar.
doctoral. Los modelos biológicos que parecían útiles para Los niños pueden examinar sus propios procesos de pensa-
aquel propósito influyeron claramente en el modo de consi- miento y empezar a razonar de un modo más lógico.
derar el desarrollo cognitivo. Él defendió una especie de ho-
meostasis que se transforma, los niños desarrollan un mode-
lo del mundo. La nueva información que desafía ese esque-
ma es asimilada gradualmente y finalmente el modelo aco- te llamándolo «la cuestión americana«. Piaget solía argumen-
moda las nuevas formas de pensamiento, algo parecido a lo tar que los niños no podían ser acuciados a través de los es-
que hace una ameba cuando alcanza una pieza de comida, la tadios. Sin embargo, pronto aparecieron críticos que sostení-
rodea y la asimila. an que algunas de las regularidades que aparentemente se re-
Según su teoría los niños pasan por tres etapas de pensa- producían en su trabajo se debían más al modo en que se pre-
miento (v. cuadro 1): un período sensitivomotor, una larga sentaban las tareas al niño, que a cualquier cohesión necesa-
etapa donde piensan en términos de lo que él denominó ope- riamente subyacente a los tipos de pensamiento.
raciones concretas y finalmente un período en el que pueden Un experimento típico es darle a un niño dos piezas de
pensar de manera lógica. barro idénticas. Una de ellas se amasa en forma de salchicha
La teoría de las etapas de Piaget ha sido muy influyente y y se pregunta al niño si sigue siendo la misma. Por otra par-
ha suscitado un corpus de investigación que ha conducido a te, se le muestran al niño dos tubos de ensayo de distintos
una mejor comprensión del proceso de desarrollo cognitivo diámetros. En cada uno de ellos se vierte la misma cantidad
infantil. Sin embargo, sus modelos originales eran un poco de líquido pero, por supuesto, alcanzan diferentes alturas.
simplistas y no parece adecuado que contemplase sólo tres es- ¿Cuál de los tubos de ensayo tiene más líquido? Como cabe
tadios principales para cubrir un período de desarrollo tan rá- esperar, los niños más pequeños cometen más errores que los
pido. Por otra parte, para el clínico, la pregunta que necesita mayores y se ha demostrado que entre los 7 y los 8 años los
formular es cómo puede emplearse este conocimiento para niños ya comprenden el concepto de conservación de la masa
apoyar el razonamiento de un niño con un retraso en el de- (ya que la cantidad de materia sigue siendo la misma a pesar
sarrollo, lo que Piaget se quitaba de encima vergonzosamen- de los cambios en la forma), mientras que la conservación del
316 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

peso no se comprende hasta los 9 o los 10 años. Normal- una casualidad, las palabras más emocionalmente evocadoras
mente no es hasta los 11 o 12 años que el niño piensa que que los padres quieren oír. Alrededor de los 12 meses, apare-
una forma también ocupa la misma cantidad de espacio (es ce la primera palabra de verdad, normalmente cuando el pe-
decir, entiende la conservación del volumen). queño da su primer paso, las chicas alcanzan la meta ligera-
Bruner fue uno de los primeros en demostrar que los jui- mente por delante de los chicos.
cios de los niños podían ser extremadamente manipulados Los estudios de la década de 1960 y 1970 establecieron
por pequeños cambios en la forma de presentación de las ta- que el desarrollo del lenguaje seguía complicadas reglas sub-
reas. Por ejemplo, en los estudios sobre la conservación del yacentes. La idea de que los niños aprendían el lenguaje me-
volumen, se colocó una pantalla entre el niño y los tubos de diante aproximaciones sucesivas al habla adulta, y eran refor-
ensayo de modo que sólo se veía la parte superior de los tu- zados diferencialmente, fue rápidamente abandonada. Dichas
bos, pero no los niveles que alcanzaba el líquido. Este simple técnicas ocupan un lugar importante en la intervención tera-
cambio significó que muchos de los niños más pequeños péutica para los niños con un desarrollo lingüístico atípico,
comprendieran entonces que al verter el líquido de un con- pero para los niños normales la mera inevitabilidad, rapidez
tenedor a otro, seguramente algo que se hacía diariamente en y belleza de la adquisición es aplastante. Esto conduce a que
el baño, no cambiaba nada. Algunos niños, incluso con sólo muchos postulados defiendan la existencia de un mecanismo
4 años, fueron capaces de llevar a cabo la tarea modificada, de la adquisición del lenguaje, codificado genéticamente, que
pero cuando tuvieron que juzgar otra vez sin la pantalla, vol- guía la comunicación, aunque no la forma concreta de len-
vieron a la forma más primitiva de razonamiento. En otras guaje que un determinado niño va a desarrollar. Eso todavía
palabras, los niños más pequeños están más a merced de sus depende de la lengua a la que estén expuestos.
impresiones perceptivas, un hallazgo que es necesario tener Las primeras sentencias son telegráficas, con algunas pala-
en cuenta en muchas circunstancias. bras que actúan de ejes donde se acoplan otras palabras para
formar sentencias flexibles. De este modo, el eje semántico
«desaparecido» puede insertar los términos «calcetín», «leche»
Desarrollo lingüístico o «papá» para crear un amplio abanico de frases simples con
significado. Los niños desarrollan reglas para la expresión. Un
Los niños se comunican desde el primer momento. Indi- error común para ellos es extraer una regla y sobregenerali-
can sus necesidades básicas, con frecuencia mediante el llanto. zarla a una situación que es una excepción en su lengua es-
Los padres aprenden pronto a responder a las distintas señales. pecífica. Por ejemplo, el presente se utiliza antes que el pasa-
El llanto de su propio niño puede ser muy aversivo para la do. En lugar de decir «vi», los niños a menudo forman parti-
mayoría de los padres, ¡de modo que aprenden rápidamente cipios pasados añadiendo «-ido» a una raíz y aparecen con la
cómo interrumpir el ruido! Los niños autistas y con lesiones tan escuchada «he veído». Esto demuestra que están apren-
cerebrales emiten llantos irregulares, pero a menudo los padres diendo una regla, aunque cometan algunos errores por el ca-
con poca experiencia no reconocen la naturaleza rara del llan- mino.
to. Aunque los primates inferiores y otros animales pueden Durante los últimos años se han propuesto distintas for-
comunicar, ninguno utiliza el lenguaje del modo flexible que mas de describir y clasificar los trastornos del lenguaje (38).
lo harán los humanos. El lenguaje, tanto hablado como escri- Los hallazgos del estudio gemelar de Bishop (39) son im-
to, es en realidad el más humano de los atributos. portantes para los clínicos que deben identificar a los niños
No obstante, no se convirtió en tema de estudio serio que presentan estas dificultades; en aquel estudio, cuando
hasta hace 40 años. Pese a haber empezado con sencillos es- un trastorno del lenguaje se definía como la discrepancia en-
tudios descriptivos sobre la adquisición de las palabras, la tre el coeficiente intelectual (CI) no verbal y la puntuación
complejidad de la gramática y las comparaciones transcultu- lingüística, la herencia estaba más involucrada que cuando
rales, ahora los estudios sobre el desarrollo del lenguaje abar- el retraso y el trastorno se consideraban sin referencia al CI
can muchas otras dimensiones desde la neuropsicología, la (v. cap. 9.2.11).
imagen cerebral y la genética. Lo que se destaca, precisamen- El vocabulario crece de forma espectacular entre el primer
te, es lo difícil que resulta influir en el inicio del lenguaje me- y el tercer año y de ahí en adelante. Las oraciones de los ni-
diante la manipulación del entorno. Esto supone que una ños llegan a ser más largas y complejas (40). Una buena for-
privación ambiental extraordinaria interferiría en el desarrollo ma de comprobar que el desarrollo es adecuado es que la lon-
del lenguaje pero incluso entonces, cuando se normalizase el gitud media de la oración esté en concordancia con el núme-
entorno, tendría lugar una considerable recuperación. ro de años de edad (tabla 2).
Los gruñidos y los monosílabos de los dos primeros me-
ses pronto son reemplazados por la producción de la serie
completa de fonemas y el balbuceo entre los 2 y 4 meses. El
estado emocional se comunica con claridad entre los 3 y los Tabla 2. Longitud media de las oraciones: de los 2 a los 5 años
7 meses. Desde los 6 meses el bebé empieza a imitar sonidos
Edad (meses) 24 42 30 36 48 54 60
simples y los fonemas que no reciben refuerzo desaparecen
del vocabulario. Hacia los 8 meses, el bebé empieza a articu- Número medio 1,7 4,0 2,4 3,3 4,3 4,7 4,6
lar combinaciones de dos sílabas como «ma-ma» y «pa-pa», de palabras
por oración
entre las más fáciles de producir físicamente y, tal vez no sea
2.5.1.1. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE LA INFANCIA, LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA 317

Una vez establecida en el primer año de vida, la memoria


Memoria de reconocimiento no cambia mucho.
• La memoria implícita es otro término para la «memoria
Una de las observaciones más intrigantes en la literatura sin conciencia». Aunque no puedan expresarlo en palabras,
médica actual sobre desarrollo infantil es el contraste entre la la gente puede actuar de modo distinto hacia los estímulos
creciente evidencia acerca de lo complicado que es el de- expuestos previamente que ante los nuevos. Esta capacidad
sarrollo cognitivo infantil y el fenómeno conocido como «am- parece estar totalmente desarrollada hacia los 4 años.
nesia infantil». Básicamente, la gente tiene muy pocos recuer- • La memoria episódica implica conciencia. Es el sistema
dos anteriores a los 3 años. A partir de todo lo descrito ante- de memoria que organiza los recuerdos en historias o
riormente acerca de las reacciones diferenciales de los bebés a guiones acerca de actividades similares. Estos esquemas
estímulos específicos, como reconocer la voz de sus madres o contienen tanto información temporal como causal. La
tender los brazos a sus padres antes que a un extraño, no cabe capacidad para aprender las secuencias en una determina-
duda de que los niños tienen algún tipo de representaciones da cadena de acontecimientos se desarrolla con la edad.
centrales que van en aumento sobre las que pueden trabajar. Es ahora cuando se comprende que allí debe haber algún
Sin embargo, estos recuerdos tempranos luego no son accesi- mecanismo para librarse de muchos de los recuerdos du-
bles. En realidad, no es hasta que el lenguaje está bien esta- rante las actividades cotidianas, de lo contrario toda la
blecido que la gente tiene lo que se llama comúnmente me- memoria se vería colapsada por información no esencial.
moria para los acontecimientos pasados. • La memoria de los testigos visuales ha adquirido espe-
No cabe duda de que la amnesia infantil plantea un gran cial importancia puesto que se espera que los niños testi-
reto para cualquier teoría del desarrollo infantil o la persona- fiquen en los tribunales sobre cosas que han presenciado
lidad que intente vincular experiencias muy tempranas con la que les sucedían a ellos o a los demás. Los niños pueden
adaptación posterior. Pero las experiencias tempranas afectan recordar cosas con bastante precisión, con tal de que no
al modo en que se forman las relaciones, entonces ¿cuáles se les formulen preguntas que insinúen las respuestas de-
son los mecanismos? Puesto que se comprenden mejor los liberadamente (42). Los niños de 3 años son más suges-
distintos tipos de memoria, es posible una mejor evaluación tionables que los de 5. Bruck y cols. (42) descubrieron que
de estas funciones. adultos experimentados, como los psiquiatras o los jueces,
Algunos trabajos muy recientes han investigado tanto la evaluaban las respuestas de los niños a interrogatorios
memoria implícita y explícita como los procesos de atención acerca de hechos reales, utilizando el comportamiento del
en los niños con trastorno de ansiedad generalizada, trastor- niño mientras daban su respuesta. Cuando los niños da-
no de estrés postraumático y depresión. En un sentido am- ban respuestas firmes con muchos detalles, se consideraba
plio, los resultados preliminares concuerdan con los nume- que su memoria era clara y precisa. Cuando los niños eran
rosos hallazgos en pacientes adultos, es decir, que los niños imprecisos y vacilantes, se creía que inventaban; cuando
con depresión tienden a presentar sesgos en la memoria para por el contrario estaban indecisos porque el interrogador
cosas tristes, mientras los niños con ansiedad no. Por el con- formulaba preguntas erróneas, los que estaban en conflic-
trario, los niños con trastornos de ansiedad (incluido el tras- to con lo que realmente habían visto eran los que real-
torno de estrés postraumático) tienen sesgos en la atención mente decían la verdad. ¡Los niños pequeños más seguros
que les hacen prestar más atención a las señales amenazadoras a menudo decían a los adultos lo que éstos querían oír! Es
de su entorno, o al menos a palabras amenazadoras proyecta- necesario hacer mucho más para ayudar a los niños a re-
das en pantallas de ordenador. Los estudios que utilizan estos cordar qué les ha sucedido sin utilizar preguntas que in-
paradigmas derivados de la investigación con adultos, pero los duzcan las respuestas. (La capacidad de los niños para de-
han empleado en un marco evolutivo, deberían aumentar clarar como testigos se examina con más detalle en el ca-
enormemente nuestro conocimiento de por qué algunos niños pítulo 9.4.2.)
se derrumban bajo el estrés y otros no. Los sesgos en el pro- • La memoria operativa (working memory) era concebida
cesamiento cognitivo de las reacciones emocionales están im- por Baddeley y cols. como un ejecutivo central vinculado
plicados y ahora ya pueden estudiarse más fácilmente. a dos subsistemas separados: un bucle fonológico y una
Goswami (41) recoge muchos experimentos ingeniosos agenda visuoespacial. La información decae en el bucle
que establecen los parámetros de la memoria de los niños. fonológico en 1 o 2 s, a menos que se repita activamente.
Mientras los padres y los profesores hablan con frecuencia de Se cree que los niños utilizan principalmente una codifi-
niños que tienen problemas con la memoria e incluso con la cación visuoespacial hasta que cambian al sistema fonoló-
«memoria a corto plazo«, los psicólogos evolutivos trabajan gico-verbal hacia los 5 años. Los niños sordos siguen con-
con paradigmas mucho más complejos y han identificado va- fiando en el código visual durante mucho más tiempo.
rios sistemas de memoria distintos:

• La memoria de reconocimiento es simplemente la capa- Desarrollo social y emocional


cidad de darse cuenta de que ya se había tropezado antes
con un estímulo determinado. El reconocimiento es siem- Junto al desarrollo cognitivo, los niños se desarrollan tan-
pre más fácil que el recuerdo, como pueden certificar to social como emocionalmente. Durante años se ha recono-
aquellos que están aprendiendo un idioma extranjero. cido que los niños criados en instituciones, lejos de sus pa-
318 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

dres naturales, a menudo presentaban problemas serios y su- en concordancia con la opinión de otros teóricos cognitivistas
tiles en las interacciones sociales y el desarrollo emocional. como George Kelly, Aaron Beck y Ronnie Janoff-Bulmann.
Bowlby recurrió a la etología para comprender las rela- Es necesario destacar que el modelo de apego representa
ciones infantiles tempranas, a partir por un lado de sus estu- una relación diádica determinada y los niños pueden mostrar
dios con niños en instituciones y sus estudios de colabora- distintos tipos de apego hacia diferentes cuidadores. Aun así, la
ción sobre las reacciones de los niños ante el hecho de estar caracterización de este comportamiento de apego entre los 12
en el hospital, así como de su insatisfacción con la teoría psi- y 18 meses ha demostrado predecir razonablemente los mode-
coanalítica contemporánea. Bowlby llegó a considerar que la los de comportamiento social de 4 años más tarde. Un proble-
intensa relación entre el niño y el cuidador, habitualmente la ma principal para los que trabajan en este terreno ha sido el
madre biológica pero no siempre, cumplía un valor biológico desarrollo de medidas para describir el apego social después de
de supervivencia y se había llegado a él mediante la selección la infancia. Como concluyen Belsky y Cassidy (43), «...la no-
natural. ción de modelos de funcionamiento interno como el proceso
Puesto que la memoria se desarrolla en el primer año de causal que explica la asociación entre el apego de seguridad y
vida, y puesto que el niño se vuelve más capaz para expresar las secuelas evolutivas sigue siendo un útil heurístico de inter-
emoción y moverse independientemente, existen pruebas del pretación que requiere evaluación empírica».
apego selectivo. Éste aparece alrededor de los 6–8 meses en Un aspecto negativo del enfoque sobre los apegos ha sido
forma de disgusto al desaparecer la figura de apego, de bús- la aparición de un mal llamado trastorno descrito como «tras-
queda de consuelo cuando el niño se siente amenazado y torno reactivo del apego», que parece diagnosticarse por la
como un temor general hacia los extraños. presencia de alguno o todos los síntomas y signos de una lar-
La idea de que los apegos son simplemente aprendizajes ga lista que obsesionaba a generaciones anteriores bajo eti-
asociativos, como que el bebé llega a querer a la persona que quetas como disfunción cerebral mínima y cosas así. En al-
lo alimenta, fue desechada rápidamente gracias a las pruebas gunos países se ha asociado con el uso de agresivas «terapias
proporcionadas por los estudios de Harlow sobre las crías de de contención» destinadas a romper la resistencia del niño
primates. Los bebés desarrollaban apego hacia el sustituto cá- para la creación de vínculos. Sin duda, es necesario llevar a
lido y suave en lugar de hacia el sustituto de alambre que les cabo estudios más detallados para intentar determinar con
proporcionaba alimento. El apego selectivo en humanos sir- precisión las sutiles dificultades sociales de los niños que han
ve más bien para proteger al bebé durante el prolongado pe- padecido desestructuración de pequeños, como en la adop-
ríodo de impotencia. La función del apego cambia a lo largo ción, pero también es necesario tener cuidado al presentar
de los años, utilizando una figura de apego como base segu- pruebas con respecto a intervenciones adecuadas.
ra desde donde explorar. Por eso, casi paradójicamente, el Ainsworth y cols. (44) desarrollaron la teoría y un método
niño pequeño que está bien vinculado puede separarse de la para identificar diferencias individuales en el apego. Introdu-
figura de apego más que el bebé con apego inseguro. El ape- jeron la prueba de la «situación extraña» en la que un bebé se
go no es lo mismo que la adherencia. deja al cuidado de un extraño durante unos minutos. El ob-
A la edad de 3 o 4 años, la mayoría de los niños de- servador registra cómo afronta el niño tanto la separación
muestran tener múltiples figuras de apego. Por esta edad, sus como el reencuentro con la figura de apego. Estas observacio-
recuerdos son tantos que son menos dependientes de la pre- nes llevan a una clasificación tripartita de los vínculos:
sencia física de la figura de apego para que les proporcione
seguridad y bienestar. Bowlby vio que los apegos correctos • Apego seguro: el bebé tiende a buscar la proximidad y el
en la infancia sentaban las bases de futuras relaciones socia- contacto con la figura de apego, muestra una preferencia
les e íntimas y actualmente son muchos los trabajos que re- por la figura de apego más que por el extraño y demues-
analizan los trastornos psiquiátricos desde una «perspectiva tra muy poco malestar antes y después de la separación.
del vínculo». Cualquier malestar se alivia fácilmente con el consuelo de
La teoría de Bowlby resalta considerablemente la expe- la figura de apego.
riencia real del niño. Como Belsky y Cassidy (43) señalaron: • Evitación insegura: el bebé no se sujeta cuando se le sos-
tiene, evita a la madre (o cuidador) durante el reencuentro
La idea de que con el tiempo se produce un entramado y no diferencia mucho entre el cuidador y el extraño.
inextricable entre el modelo de funcionamiento del yo y la • Inseguridad resistente: el niño se resiste al contacto y la
figura de apego, es el fundamento de la teoría de Bowlby so- interacción con la madre. Hay mucho malestar en el re-
bre el modelo de funcionamiento del yo y la figura de ape- encuentro.
go. De este modo, un niño cuyas necesidades de apego son
refutadas no sólo va a desarrollar un modelo de la madre que • Inseguridad evitativa o desorganizada: esta categoría se
lo rechaza, sino de sí mismo como indigno de amor y aten- introdujo cuando se observó que los bebés de madres con
ción... el modelo de funcionamiento llega a estar tan pro- depresión y abusivas mostraban un modelo mixto de ape-
fundamente arraigado que influye en los sentimientos, los go. El niño presenta modelos contradictorios y atípicos de
pensamientos y el comportamiento de forma inconsciente y emociones negativas.
automática.
Tener buenas relaciones sociales de apoyo ha demostrado
Asimismo, Bowlby consideraba al niño un sujeto que de- ser un factor protector primordial en la etiología y el mante-
sarrollaba un modelo cognitivo de su mundo social efectivo, nimiento de muchos trastornos psiquiátricos. La capacidad
2.5.1.1. PSICOLOGÍA EVOLUTIVA DE LA INFANCIA, LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA 319

para establecer y conservar relaciones de amistad, inicialmen- Los estudios empíricos nos han alejado de las primitivas
te de la misma edad y posteriormente de cualquier edad, se y engañosas «teorías de las etapas» popularizadas en la déca-
relaciona a menudo con la existencia de alteraciones como da de 1920. El interés de los niños por las funciones corpo-
los trastornos de personalidad, los trastornos de ansiedad so- rales se mantiene durante la infancia y no hay ningún perío-
cial, la depresión e incluso el trastorno de estrés postraumáti- do de latencia. El comportamiento sexual en los niños pe-
co. El entrenamiento en habilidades sociales para personas queños es habitual y sólo debería considerarse como indica-
socialmente inadaptadas apunta a las bases tempranas de ta- dor de abuso sexual cuando está fuera de contexto y es in-
les déficit aunque puedan tener su mayor impacto en la edad apropiado.
adulta. Algunos niños son menos sensibles a las señales so- Con la pubertad, las cosas cambian y la identidad y el
ciales que otros, y algunos interpretan mal las intenciones de comportamiento sexuales, así como el control de la fertilidad,
los demás. Ambos conducen a dificultades, aunque de distin- adoptan una nueva importancia. A pesar del aumento de em-
tos tipos. barazos no deseados en la adolescencia en muchos países oc-
Los niños y las niñas tienden a desarrollar distintos tipos cidentales, todavía hay demasiados debates ignorantes sobre
de relaciones sociales. Los niños tienden a preferir jugar con el papel y la importancia de la educación sexual y la anticon-
otros del mismo género cuando no les influyen los adultos. cepción (6, 14, 46). La aparición del virus de la inmunodefi-
Los chicos tienden a jugar en grupos más grandes y dispersos ciencia humana (VIH) empieza lentamente a dirigir la men-
en los que predominan las cuestiones de poder y los juegos talidad de la gente hacia esta cuestión.
de lucha; las chicas se relacionan en grupos más pequeños Mientras el género físico está determinado principalmen-
con vínculos más intensos, aunque la mejor amiga cambia te por los cromosomas, la actividad hormonal in utero tam-
con frecuencia. bién puede influir hasta cierto punto en el desarrollo físico y
Los niños pequeños muestran interés por sus semejantes psicosexual. Los problemas asociados con la identidad sexual
desde una edad muy temprana: («chicas masculinas» y «chicos afeminados») surgen en la pri-
mera infancia y la etapa preescolar. Los estudios de segui-
• 2 meses: los niños se orientarán hacia otros bebés. miento con chicos afeminados revelan que éstos muestran
• 3 meses: tenderán la mano e intentarán tocar a otros bebés. posteriormente una proporción más elevada de comporta-
• 6 meses: además se reirán y vocalizarán hacia otros bebés. miento homosexual, pero todavía hay un considerable deba-
• De 6 a 12 meses: incremento en las interacciones tentati- te acerca de los mecanismos subyacentes al desarrollo de la
vas, pero con una baja tasa de respuesta. homosexualidad. A medida que las sociedades desarrollan
• De 12 a 24 meses: interacciones más variadas, cada vez menos prácticas discriminatorias, más se manifiesta el com-
con más respuestas negativas. portamiento homosexual. Aun así, los chicos homosexuales,
que normalmente tienen clara su orientación sexual antes de
El altruismo y la empatía están presentes en los niños la pubertad, todavía experimentan discriminación y presentan
normales desde una edad muy temprana, cuando empiezan a una proporción superior de exclusión e incluso de comporta-
aumentar las interacciones positivas. Pero la competitividad y miento suicida que los otros.
la rivalidad también aumentan en los años preescolares. De Un mejor conocimiento empírico del desarrollo psicose-
hecho, los primeros estudios observacionales de Patterson so- xual ayudaría a consolidar una mejor comprensión acerca de
bre niños de guarderías demostraron que éstas eran además la formación y el mantenimiento de relaciones saludables y
efectivas para educar a los niños a ser más asertivos (45). felices a lo largo de la vida. Las relaciones fracasadas pueden
perjudicar enormemente a los niños criados en familias di-
vorciadas.
Desarrollo psicosexual
Mientras la actividad sexual es a menudo el foco de pre- ■ Comentarios finales
ocupación paterna cuando un niño alcanza la adolescencia, el
desarrollo psicosexual surge desde el nacimiento, si no antes. Si se adopta una perspectiva evolutiva de los problemas
En la segunda mitad del primer año de vida, los niños pue- relacionados con la salud mental deberían aplicarse durante
den distinguir los géneros por separado y hacia el segundo toda la vida. Los psiquiatras que trabajan con adultos deben
año son conscientes de su propio género. Como se señalaba saber de dónde vienen sus clientes y adónde van. Es necesa-
anteriormente, a partir de entonces prefieren jugar con niños rio que conozcan el placer y las presiones que los niños su-
de su propio género. En los años preescolares, cada vez son ponen para sus padres y, cuando sea apropiado, deben tener
más conscientes de su propio cuerpo. Lejos de confirmar el en cuenta el impacto de la enfermedad paterna sobre el niño.
estereotipo de que la obesidad es sinónimo de alegría, los ni- La separación institucionalizada de la psiquiatría infantil y del
ños obesos tienen más probabilidad de ser rechazados por adulto (en términos de servicios) no debería llevar a una se-
otros niños y acabar con depresión que los niños físicamente paración en el modo de considerar el contexto evolutivo de
discapacitados. Actualmente, en las culturas occidentales pre- los problemas en curso.
domina la preocupación por la talla y la imagen e incluso los Este capítulo ha mostrado que son muchos los pequeños
niños de primaria muestran preocupaciones por estar dema- modelos de desarrollo que se ocupan de áreas discretas. Las teo-
siado gordos. rías de las etapas destacan las diferencias en las distintas etapas;
320 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

las teorías del aprendizaje social destacan la continuidad en los 20. Cicchetti, D. (1984). The emergence of developmental
procesos de desarrollo. Es importante que los profesionales se psychopathology. Child Development, 55, 1–7.
21. Sroufe, L.A. and Rutter, M. (1984). The domain of developmental
den cuenta de que cuando dicen que un niño está «en una eta- psychopathology. Child Development, 55, 17–29.
pa determinada», esto no es más que una pauta aproximativa 22. Garmezy, N. (1974). Children at risk: the search for the antecedents
para describir al niño. Cuando se toman estos modelos literal- of schizophrenia. I: Conceptual models and research methods.
mente, la simplificación excesiva conduce a una mala práctica. Schizophrenia Bulletin, 8, 14–90.
23. Santostefano, S. (1978). A biodevelopmental approach to clinical child
No existe una única teoría que abarque por completo todo el psychology. Wiley, New York.
desarrollo infantil y, aunque esto puede representar un incon- 24. Rutter, M. (1983). Continuities and discontinuities in socioemotional
veniente para los examinadores, realmente refleja la rica diver- development: empirical and conceptual perspectives. In Continuities
and discontinuities in development (ed. R. Harmon and R. Emde), pp.
sidad del desarrollo humano. Si se pone más atención a las 41–68. Plenum Press, New York.
interacciones entre factores biológicos, sociales y psicológicos se 25. Bandura, A. (1973). Aggression: a social learning analysis. Prentice-Hall,
conseguirá comprender mejor el desarrollo normal sano. Los es- London.
tudios empíricos ayudarán a identificar factores de riesgo y de 26. Yule, W. (1978). Behavioural treatment of children and adolescents
with conduct disorders. In Aggression and anti-social behaviour in
protección que, a su vez, conducirán a una mejor promoción childhood and adolescence (ed. L. Hersov, M. Berger, and D. Shaffer),
de la salud mental y a intervenciones más efectivas cuando se pp. 115–41. Pergamon Press, Oxford.
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2.5.1.2. PSICOLOGÍA DEL CICLO VITAL: EJEMPLOS DE LA EDAD ADULTA Y LA VEJEZ 321

46. Paikoff, R. and Brooks-Gunn, J. (1994). Psychosexual development que estos recursos son limitados a lo largo del ciclo vital, su
across the lifespan. In Development through life: a handbook for clinicians disponibilidad y eficacia cambia con la edad (3, 4). La infan-
(ed. M. Rutter and D.F. Hay), pp. 403–55. Blackwell Science, Oxford.
cia se caracteriza principalmente por un incremento de los re-
cursos (p. ej., la adquisición de nuevas habilidades), aunque
las trayectorias evolutivas de los niños también incluyen al-
gunas pérdidas. Partiendo de una base muy positiva, la pro-
2.5.1.2 Psicología del ciclo vital: porción de ganancias y pérdidas se vuelve progresivamente
menos positiva con la edad. Los recursos se reponen menos
ejemplos de la edad adulta cuanto más viejo es el individuo y se retiran más exhaustiva-
y la vejez mente. Hay tres razones para ello (3):

1. Las ventajas de la selección evolutiva declinan a medida


Alexandra M. Freund y Ursula M. Staudinger que aumenta la edad.
2. La necesidad de cultura aumenta a lo largo de la vida.
3. La eficacia de la cultura disminuye a lo largo de la vida y
La psicología del ciclo vital define el desarrollo como un en especial en la vejez.
cambio selectivo en la capacidad adaptativa que está relacio-
nado con la edad (1). Si se tiene en cuenta que la salud men- La esperanza de vida se ha prolongado hasta la vejez sólo
tal puede considerarse un indicador importante de la adapta- recientemente. Como se discute detalladamente en otra parte
ción, la psicología del ciclo vital es relevante para los investi- (1, 3), los beneficios de la selección evolutiva disminuyen con
gadores y profesionales del campo de la psiquiatría. La psico- la edad llevando a un material, mecanismos y expresiones ge-
logía del ciclo vital especifica las condiciones y los límites del néticos menos efectivos del desarrollo y mantenimiento de
desarrollo a lo largo de toda la vida. Empezaremos este capí- niveles elevados de funcionamiento. Además, nuestra cultura
tulo subrayando tres de las proposiciones de la psicología del no ha tenido bastante tiempo para evolucionar hasta propor-
ciclo vital que abordan los efectos de los procesos biológicos cionar la misma riqueza de oportunidades para los mayores
y culturales sobre el desarrollo humano. Después, presentare- que para los niños (3). En la tercera edad, cuando la cultura
mos un modelo que identifica tres procesos que regulan la más necesita compensar las disminuciones en el rendimiento
interacción de las influencias biológicas y culturales en el des- debidas al declive biológico, es cuando menos apoyo propor-
arrollo individual, a saber, selección, optimización y com- ciona. Además, debido a los reducidos recursos, la gente ma-
pensación. A continuación ilustraremos la aplicación de estos yor utiliza menos las condiciones de apoyo ambientales. Ello
conceptos teóricos en un área del funcionamiento psicológi- supone más inversión cultural para alcanzar metas compa-
co: el yo y la personalidad. Finalmente, presentaremos las ca- rables y algunos objetivos no pueden volverse a alcanzar
racterísticas específicas de la última senectud y algunas de sus nunca más. En conjunto, las tres trayectorias evolutivas dan
consecuencias para la investigación y la práctica en psiquia- como resultado un balance de crecimiento (ganancias) y de-
tría. Este período tardío del ciclo vital, en ocasiones llamado clive (pérdidas) menos favorable a medida que aumenta la
«cuarta edad», plantea retos específicos para la ciencia y la so- edad. Asimismo, con los individuos de más edad hay que
ciedad. destinar recursos para el mantenimiento y la elasticidad
contra las pérdidas más que para los procesos de crecimien-
to (5).
■ Desarrollo del ciclo vital: la dinámica Una suposición importante subyacente a nuestra idea de
entre la biología y la cultura elasticidad es que el desarrollo es un proceso dinámico tanto
de reaccionar hacia el propio entorno y moldearlo activa-
A diferencia del concepto tradicional de desarrollo, la mente como a uno mismo. La gente no sólo reacciona hacia
psicología del ciclo vital propone que el desarrollo no se las demandas del entorno sino que también lo moldea (6). De
completa al entrar en la edad adulta, sino que éste sigue a lo hecho, moldear el propio ambiente de modo que se ajuste a
largo de la madurez y hasta la última senectud (2). La psico- las necesidades de cada uno es una importante fuente de elas-
logía del ciclo vital mantiene que el desarrollo se describe me- ticidad cuando tienen que afrontarse situaciones adversas (p.
jor como la interacción dinámica entre los factores biológicos ej., mudarse a un apartamento en una planta baja en el que
y culturales, lo que da lugar a múltiples trayectorias que in- pueda utilizarse una silla de ruedas cuando disminuya la mo-
cluyen crecimiento y declive, ganancias y pérdidas (3). vilidad).
Aunque algunos recursos pueden aumentar a lo largo del Una manera importante de que los individuos desempe-
ciclo vital (p. ej., la experiencia), los recursos internos y ex- ñen un papel activo en su desarrollo es escogiendo, compro-
ternos son finitos. Los recursos pueden definirse como las ca- metiéndose y persiguiendo una serie de metas (vitales), como
racterísticas personales o ambientales que apoyan o facilitan tener un niño o seguir una carrera determinada. Las metas de
una transacción de la persona con el entorno. Los recursos in- una persona están limitadas por factores socioculturales, bio-
cluyen características biológico-genéticas (p. ej., el tempera- lógicos y filogenéticos. Cuanto menos influyan estos factores,
mento), características psicológicas (p. ej., la conciencia) y ca- más libertad tiene una persona para desarrollar y elegir sus
racterísticas socioculturales (p. ej., el sistema sanitario). Aun- metas y los caminos para alcanzarlas. Durante la infancia, la
322 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

adolescencia y la primera etapa de la madurez hay limitacio- recursos relativos a las metas (es decir, selección basada en la
nes biológicas relativamente fuertes y expectativas sociales pérdida). La distinción entre la selección electiva y basada en
con respecto al tipo de metas que deben alcanzarse (7). Tam- la pérdida se fundamenta en la suposición de que el desarro-
bién hay estructuras que ofrecen oportunidades sociales (8) llo incluye tanto ganancias como pérdidas. Mientras que la
como los incentivos financieros o institucionales para intro- selección electiva aborda los procesos de establecimiento de
ducir la mano de obra o fundar una familia. objetivos que están asociados a las trayectorias de crecimien-
En la edad adulta tardía y la vejez, hay pocas expectativas to, la selección basada en la pérdida se centra en el ámbito de
normativas relacionadas con la edad sobre las metas que una la pérdida o el declive en los recursos destinados a las metas.
persona debe alcanzar (9). Esta mayor libertad social en la ter- La selección basada en la pérdida abarca estrategias como li-
cera edad da más peso a la selección de objetivos y a la con- brarse de un objetivo que ya no puede alcanzarse a causa del
secución de objetivos como proceso de regulación evolutiva. declive o la pérdida de recursos, y reconstruir la propia jerar-
Por otro lado, la gente mayor se caracteriza por una disminu- quía de objetivos o buscar nuevas metas que se ajusten mejor
ción en los recursos que limita el grado en que una persona a los recursos disponibles para la persona.
es capaz de moldear el ambiente de acuerdo a sus objetivos Para alcanzar niveles óptimos de funcionamiento en los
(10, 11). Cuando los recursos tienden a ser más limitados que dominios seleccionados (metas), uno necesita adquirir, dis-
en etapas anteriores de la vida, es crucial hacer una prudente tribuir y pulir los recursos internos o externos (optimiza-
selección de las metas en las que concentrarse (12). ción). En otras palabras, el modelo SOC postula que la gen-
En consecuencia, no debe sorprender que la selección de te necesita invertir en los recursos destinados a las metas
objetivos y la consecución de los mismos tenga un lugar des- para optimizar su nivel de funcionamiento. La optimiza-
tacado en los modelos de desarrollo satisfactorio (3, 10-12). ción hace referencia a la adquisición, aplicación y organiza-
En el siguiente apartado, describiremos el modelo de selec- ción de los medios (recursos) dirigidos a alcanzar el funciona-
ción, optimización y compensación (SOC) (1, 12-14), que es miento óptimo o el resultado deseado. La adaptación de un
particularmente útil para conceptualizar el desarrollo del recurso determinado para lograr un objetivo depende de fac-
adulto. tores como el contenido de la meta, las características de la
persona (p. ej., edad, habilidades) y la estructura de opor-
tunidades dada. En un nivel más abstracto, pueden identifi-
■ Selección, optimización y compensación carse varias estrategias que contribuyen a la consecución de
objetivos (13): planificación y creación de intenciones espe-
como procesos del dominio adaptativo cíficas (15), inversión de tiempo y energía, adquisición de
en la edad adulta nuevas habilidades o recursos, práctica de habilidades (16),
persistencia (17), modelar a otros con éxito (18) y creencias
El metamodelo SOC conceptualiza los procesos generales de control (19).
de la capacidad adaptativa a lo largo de la vida (12-14). Aquí, La optimización aborda los procesos relacionados con la
se ofrece sólo una breve definición de estos tres procesos de consecución de objetivos y el crecimiento, es decir, se invier-
regulación evolutiva; para una descripción más detallada ver ten medios para fomentar las ganancias evolutivas. La pérdi-
Freund y Baltes (13). da de los medios para el logro de objetivos se controla me-
La limitación de los recursos (p. ej., tiempo, energía, apo- diante procesos de compensación (12, 20), es decir los recur-
yo social, dinero) presente a lo largo de toda la vida hace ne- sos invertidos evitan una pérdida en el funcionamiento (5,
cesaria la cuidadosa selección de dominios de funcionamien- 13). La compensación incluye la sustitución de medios o el
to en los que concentrar los recursos, puesto que no pueden uso de accesorios externos, por ejemplo audífonos (21).
seguirse todas las oportunidades. La selección se refiere a des- La compensación puede ser de especial importancia en
cribir la gama de dominios alternativos de funcionamiento la tercera edad cuando son habituales el deterioro de la sa-
mediante el desarrollo, la elaboración y el compromiso hacia lud (22), el funcionamiento sensorial (23), el tamaño de la
una serie de objetivos. La selección le da al desarrollo una di- red social (24) y el funcionamiento cognitivo (25). El fun-
rección porque las metas organizan el comportamiento en se- cionamiento en estos dominios es un recurso cuando se
cuencias de acción con significado, las cuales pueden motivar persiguen objetivos. Por ejemplo, si los paseos regulares se
y guiar el comportamiento a través de las situaciones y en el ven amenazados cuando la movilidad está gravemente de-
tiempo. Por otra parte, comprometerse con un conjunto de teriorada, una buena estrategia de compensación sería utili-
objetivos le permite a la persona concentrar sus recursos en zar una ayuda externa como una silla de ruedas. Otro ejem-
los dominios que considera más importantes y que mejor se plo de compensación es el uso de ayudas externas de me-
ajustan a sus valores, estructuras de oportunidades y deman- moria como las anotaciones en la agenda cuando disminu-
das ambientales. ye la memoria. Puesto que este tipo de pérdidas son más
La selección se refiere tanto a las metas evolutivas o a las frecuentes en la vejez, el mantenimiento de las funciones
preferencias, construyendo una jerarquía de objetivos y com- ante la pérdida cobra más importancia que la consecución
prometiéndose con estos objetivos (es decir, selección electi- de nuevas metas (11) y la necesidad de compensación pue-
va), como reconstruyendo la jerarquía de metas de uno mis- de ser mayor (5).
mo, adaptando los objetivos estándar, o seleccionando nue- Hay algunas pruebas que apoyan la utilidad del modelo
vas metas como una respuesta a la pérdida o el declive en los SOC para conceptualizar el dominio vital en la edad adulta.
2.5.1.2. PSICOLOGÍA DEL CICLO VITAL: EJEMPLOS DE LA EDAD ADULTA Y LA VEJEZ 323

Por ejemplo, en los adultos jóvenes la selección, optimización elasticidad y amortiguaban el efecto negativo del deterioro re-
y compensación que ellos mismos refieren está relacionada de lacionados con la salud en la vejez. Más específicamente, he-
forma positiva con los indicadores subjetivos del dominio vital mos encontrado que la selectividad con respecto a la inver-
en el terreno laboral y familiar (26). En la madurez tardía la se- sión personal en la vida es adaptativa cuando los recursos (p.
lección, la optimización y la compensación establecen correla- ej., energía) se encuentran limitados por las pérdidas relacio-
ción con indicadores subjetivos de envejecer con éxito (satis- nadas con la salud. Asimismo, una autodefinición polifacéti-
facción con el envejecimiento, la pérdida de agitación, emo- ca ayuda a prevenir la depresión ante los riesgos relacionados
ciones positivas y ausencia de soledad) (27). En el siguiente con la salud.
apartado, debemos presentar ilustraciones más específicas de la
elasticidad en dos áreas del yo y la personalidad, es decir, au-
todefinición e inversión en la vida personal en la vejez. Autodefinición
La autodefinición, es decir, lo que una persona considera
■ Dos ejemplos de elasticidad central para lo que es, organiza y estructura la experiencia,
en la vejez guía el comportamiento, proporciona orientación para la
interacción con el entorno y ofrece un sentido de la identidad
La gente mayor, en especial los ancianos, experimentan (40). Para cumplir esta función, la autodefinición debe tener
pérdidas con más frecuencia que la gente joven. La mayoría algún grado de estabilidad temporal. Sin continuidad, el sen-
de la gente mayor está excluida de los empleos productivos y tido de identidad de la persona puede verse amenazado (41).
experimenta un deterioro en la capacidad física y la salud Debido a las pérdidas en varios ámbitos de funciona-
(28). La gente mayor también tiene más probabilidad de per- miento en la vejez (22), el mantenimiento de la autodefini-
der conocidos de la misma edad, amigos o compañeros so- ción puede estar en peligro en este grupo de edad (10). Por
ciales, es decir, cambia su red social y sus compañeros de ejemplo, las limitaciones en la movilidad podrían impedir las
apoyo (24). Sin embargo, la mayoría de la gente mayor no actividades deportivas que son importantes para la autodefi-
presenta depresión o descontento. De hecho, están como mí- nición. En la última etapa de la edad adulta, el número de
nimo tan contentos y satisfechos con sus vidas como sus se- ámbitos de autodefinición disminuye a medida que aumenta
mejantes jóvenes y de mediana edad (29). El mantenimiento la edad a causa de las limitaciones debidas a la edad (36).
del bienestar subjetivo ante la pérdida y el declive se ha de- De acuerdo con el modelo SOC, la autodefinición de
nominado paradoja (5, 10). La capacidad para restablecer y una persona mayor se mantendría mejor si constara de una
mantener el statu quo en respuesta a los acontecimientos es- variedad de dominios de funcionamiento. Una autodefini-
tresantes o las situaciones adversas es a lo que se llama elasti- ción que consista en distintos dominios proporciona una re-
cidad (30). La elasticidad psicológica es un concepto utiliza- serva de apoyo de los ámbitos de autodefinición que pueden
do originalmente en la investigación en niños y adolescentes ayudar a compensar las propias pérdidas (36, 42). En con-
que más recientemente se ha aplicado a adultos (5, 31). ¿Cuá- gruencia con esta hipótesis, una autodefinición multifacética
les son los procesos que ayudan a que la gente mayor man- contribuye a la elasticidad contra la depresión cuando se en-
tenga un sentido del bienestar cuando se enfrenta a aconteci- frenta a riesgos relacionados con la salud (39). Sin embargo,
mientos estresantes? no proporciona bienestar emocional positivo en estas situa-
El incremento de problemas relacionados con la salud ciones (36). Esto sugiere que puede haber limitaciones para la
son una causa de las limitaciones y las pérdidas en la vejez elasticidad en la senectud. En una situación de limitación de
(22, 28, 32). En numerosos estudios transversales se ha en- los recursos de gran alcance, puede ser más adaptativo librar-
contrado una asociación moderada entre los síntomas físi- se de los dominios relevantes para uno mismo o las metas
cos y el bienestar subjetivo. En uno de los pocos estudios que están sujetas a pérdidas. Cuando los recursos están tan
longitudinales que investigaban la relación entre la salud ob- restringidos, una autodefinición multifacética puede agobiar
jetiva y el bienestar subjetivo, Feist y cols. (33) observaron más que estabilizar a la persona. Si esto ocurre, puede ser más
que la salud predice el bienestar subjetivo. No obstante, en adaptativo abandonar los dominios de funcionamiento que
general, la asociación entre las medidas objetivas de salud no son de central importancia para la autodefinición. Los ha-
(p. ej., número de diagnósticos) y el bienestar subjetivo es llazgos que provienen del área de inversión personal en la
bastante baja (34, 35). Estos hallazgos son consistentes con vida apoyan esta interpretación.
el resultado general de que el bienestar está más asociado
con las percepciones subjetivas y las evaluaciones que con
factores objetivos de las circunstancias de la vida de una per- Inversión personal en la vida
sona (29). El yo y la personalidad parecen moderar la rela-
ción entre las circunstancias objetivas de la vida y el bienes- La inversión personal en la vida es una faceta del sistema
tar objetivo. En muchos ancianos, sin embargo, la elevada de objetivos. Hace referencia a la cantidad de atención y es-
multimorbilidad puede poner en peligro los límites de esta fuerzo que la gente asegura invertir en ámbitos de su vida
fuerza compensatoria. como la familia, el trabajo, el ocio o la salud (37, 38).
En nuestra propia investigación (36-39), hemos hallado El contenido y las prioridades de las inversiones perso-
que las características que uno mismo refería contribuían a la nales de la vida no son arbitrarios. Están integrados en con-
324 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

cepciones subjetivas de su trayectoria vital y también refle- condiciones descritas al principio del capítulo (disminución
jan el suceso de las distintas tareas evolutivas cambiantes y del funcionamiento biológico, menos apoyo cultural y re-
los temas de la vida. A lo largo del ciclo vital adulto, la ducción de la eficacia del apoyo cultural) pueden tener con-
gente asegura invertir más (por lo que se refiere a tiempo y juntamente un efecto acumulativo que amenaza seriamente la
esfuerzo) en dominios que reflejan tareas evolutivas y asun- elasticidad de la gente muy mayor y agota sus fuentes (inter-
tos del período determinado de la vida en que se encuentra nas y externas) (45).
(43). De los 25 a los 35 años, trabajo, amigos, familia e in- Puesto que muchos de los procesos que contribuyen a la
dependencia ocupan los lugares más importantes en cuan- elasticidad se vuelven en contra de los recursos (p. ej., ener-
to a inversión personal. De los 35 a los 45 años, familia, gía), el agotamiento de las fuentes internas o externas puede
trabajo, amigos y capacidad cognitiva son básicos. De los llegar al punto en que los esfuerzos relacionados con la elas-
55 a los 65 años, los cuatro ámbitos principales de la vida ticidad se encuentren limitados. Cuando las pérdidas tienen
en los que hay más inversión personal los ocupan la fami- lugar en una variedad de dominios, los medios que pueden
lia, la salud, los amigos y la capacidad cognitiva. Para la invertirse en la selección, optimización y compensación son
persona de entre 70 y 80 años, el único cambio es que los escasos. En una muestra de gente mayor y anciana de edades
amigos y la capacidad cognitiva invierten sus puestos. Fi- comprendidas entre los 70 y los 103 años, se encontró que, a
nalmente, en la senectud (de los 85 a los 105 años) la salud medida que aumentaba la edad, los sujetos referían menos
se convierte en el tema en que se invierte más, seguido de comportamientos relacionados con la selección, optimización
la familia, la reflexión acerca de la vida y la capacidad cog- y compensación (27). El compromiso en la selección, opti-
nitiva. Hacia el final de la vida (70-105 años) la cantidad to- mización y compensación podría haber excedido los recursos
tal de energía psicológica que la gente invierte en los ám- de la persona anciana.
bitos básicos de la vida disminuye ligeramente, pero mucho Alcanzar los límites de la elasticidad en la senectud tam-
menos de lo que sugerirían los marcadores biológicos de vi- bién podría tener importantes implicaciones para la salud
talidad (37) mental. La frecuencia relativamente alta de depresión y de-
Las teorías teleológicas sobre el bienestar han afirmado, mencia en los ancianos (46) puede reflejar la ruptura asocia-
y la evidencia empírica lo ha demostrado, que tanto la im- da con el agotamiento de los recursos internos y externos.
plicación en la consecución como en la selección de metas Por ejemplo, mientras que es posible compensar las pérdidas
contribuyen al bienestar subjetivo (44). La relación entre la en las fases tempranas de la enfermedad de Alzheimer
proporción de inversión vital entre los aspectos fundamenta- (p. ej., aunque sea necesario el apoyo social o el uso de ayu-
les de la vida, como el trabajo, la salud o la familia, y los in- das mnésicas), los medios compensatorios pierden su efica-
dicadores de bienestar subjetivo, es bastante débil puesto que cia a medida que avanza la enfermedad. El entrenamiento
la inversión en estos aspectos parece ser una necesidad vital cognitivo busca poder proporcionar alguna evidencia para
y no hace distinciones entre personas (37). Sin embargo, esta eficacia decreciente y la consiguiente ruptura de la com-
cuando estas necesidades vitales no pueden darse por su- pensación (47).
puestas o se ven amenazadas, surge la fuerza de protección La «cuarta edad» plantea desafíos a la ciencia y la socie-
de la inversión personal en la vida. Por ejemplo, con una dad. Todavía no poseemos bastante conocimiento sobre los
mala salud, los niveles reducidos de inversión vital total (pro- diversos procesos que contribuyen a la elasticidad en la vejez.
mediado a través de los 10 ámbitos) y el incremento selecti- Por otra parte, la sociedad todavía no está suficientemente a
vo de inversión en salud se relacionan con niveles más ele- favor de las particulares necesidades de los ancianos. Será ne-
vados de bienestar tanto transversal (38) como longitudinal- cesario desarrollar más el trabajo en ambas áreas para conse-
mente (39). guir que la «cuarta edad» sea un momento de la vida que la
Este resultado es congruente con el modelo SOC (12, 13), gente espere con placer.
que predice que la selección de objetivos en los que centrar
el tiempo y la energía llegan a tener una importancia especial
para un buen dominio vital cuando los recursos están limita- Bibliografía
dos. Centrarse en un pequeño conjunto de las metas más im-
portantes, cuando hay que hacer frente a una mala salud, pa- 1. Baltes, P.B., Lindenberger, U., and Staudinger, U.M. (1998). Life-span
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2.5.1.2. PSICOLOGÍA DEL CICLO VITAL: EJEMPLOS DE LA EDAD ADULTA Y LA VEJEZ 325

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326 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

2.5.2 Memoria y trastornos típicos junto con alguno de los trastornos de memoria menos
habituales.
de la memoria Aunque pocas de las personas que trabajan en rehabilita-
ción de la memoria podrían afirmar que son capaces de res-
Barbara A. Wilson tablecer el funcionamiento de la memoria en algunas perso-
nas cuyos problemas tienen una causa orgánica, es mucho lo
que puede hacerse para ayudar a la gente con deterioro de
■ Introducción memoria y a sus familias o cuidadores. Podemos organizar el
entorno para facilitar a estas personas el funcionamiento sin
Un varón joven con traumatismo craneal describió el fun- una memoria adecuada; podemos ayudar a las personas con
cionamiento de su memoria con las siguientes palabras: «Mi deterioro de memoria a aprender de modo más eficiente; po-
memoria es como una cinta magnetofónica en una grabado- demos enseñarles a compensar sus déficit; y podemos reducir
ra con grandes fragmentos borrados o de mala calidad». Al la ansiedad u otras secuelas emocionales que se hayan origi-
igual que él, muchas veces la gente habla de su memoria nado a partir del daño cognitivo. Estos procedimientos de re-
como si fuera una habilidad determinada o una única fun- habilitación volverán a comentarse posteriormente y con más
ción. Es posible haber oido a alguien decir: «Tiene una me- detalle en este capítulo.
moria fotográfica» o «Mi memoria es espantosa». De hecho,
la memoria comprende un determinado número de subhabi-
lidades, subsistemas o subfunciones, que trabajan conjunta- ■ Formas de entender la memoria
mente. El número de subdivisiones y su función, depende del
modelo o sistema de clasificación utilizado para interpretar o Duración del almacenamiento
explicar el funcionamiento de la memoria. Un conocido mo-
delo propuesto por Baddeley y Hitch (1) subdivide la memo- El modelo de la memoria operativa de Baddeley y Hitch
ria en tres categorías principales dependiendo de la duración (1) subdivide la memoria en tres tipos principales, depen-
de la información almacenada. Nosotros también podemos diendo tanto de las diferencias basadas en el tiempo como las
dividir la memoria en varios sistemas para recordar diferentes conceptuales. El primer sistema, la memoria sensorial, es un
tipos de información que pueden clasificarse como semánti- trazo breve y bastante literal que tiene su origen en un acon-
ca, episódica o de procedimientos. No obstante, otro modo tecimiento sensorial visual, auditivo o de otra modalidad, que
de conceptualizar la memoria es considerando las distintas probablemente no dura más de un cuarto de segundo. Éste es
etapas implicadas en el recuerdo: esto es, codificación, alma- el sistema que utilizamos para dar sentido a las imágenes en
cenamiento y recuperación. Otras formas de considerar la movimiento (memoria sensorial visual) o al lenguaje (memo-
memoria incluyen la subdivisión de los tipos de recuerdo ne- ria sensorial auditiva). La mayoría de los individuos que tie-
cesarios para la evocación o el reconocimiento; o la demos- nen este sistema dañado presentarán trastornos perceptivos o
tración de que se ha recordado algo en términos de si es ex- del lenguaje y a nosotros normalmente no se nos ocurriría
plícito o implícito; o, en el caso de los recuerdos perdidos, si creer que tienen problemas de memoria.
éstos datan de antes o después de una lesión neuropsicológi- El segundo sistema, la memoria operativa, se considera
ca, es decir, si hay amnesia retrógrada o anterógrada. En este que tiene dos componentes o funciones principales. El pri-
capítulo hablaremos de todos estos subsistemas y categorías mer componente es la memoria a corto plazo o inmediata,
con más detalle. que dura varios segundos. Este período de tiempo puede pro-
Aunque la demencia es probablemente la mayor causa de longarse a varios minutos si la persona repite la información
deterioro orgánico de la memoria, los problemas de memoria específica o se concentra en ella. A diferencia de la memoria
son comunes después de otros daños neurológicos como el sensorial, la información en la memoria operativa ya ha sido
traumatismo craneoencefálico, la encefalitis, las enfermedades sometida a un considerable análisis cognitivo, de modo que
vasculares, el abuso crónico de alcohol, la epilepsia del lóbu- suele representarse en fragmentos con significado como pala-
lo temporal, el tumor cerebral y la anoxia. Cualquiera que sea bras o números. Utilizamos este sistema cuando buscamos un
la causa, las personas con deterioro de la memoria tienden a nuevo número de teléfono y lo retenemos durante el tiempo
compartir ciertas características: no pierden la identidad per- suficiente para marcar.
sonal, el funcionamiento de la memoria inmediata es normal El segundo componente de la memoria operativa es un
o casi normal, tienen problemas para recordar tras una de- ejecutivo central que puede entenderse como un organizador,
mora o distracción, les cuesta aprender información nueva, controlador o distribuidor de los recursos. Este componente
normalmente recuerdan mejor las cosas que han sucedido al- nos permite tanto conducir un coche como hablar a nuestro
gún tiempo antes de la lesión que las que han ocurrido poco pasajero al mismo tiempo. Para cada una de estas tareas se
tiempo antes y es característico que no hayan olvidado cómo asignan suficientes recursos, y si tiene lugar una situación que
hacer las cosas que habían aprendido bien antes de la con- exige nuestra atención o no es habitual en la carretera, deja-
moción como leer, nadar o montar en bicicleta. Por supues- mos de hablar mientras todos nuestros recursos sean necesa-
to, hay excepciones a este patrón general, en especial en al- rios para ocuparnos de la situación imprevista.
gunos síndromes como la demencia semántica. A medida que El tercer sistema en el modelo de Baddeley y Hitch (1) es
avance el capítulo, se explicarán casos de pacientes amnésicos la memoria a largo plazo, que codifica la información en un
2.5.2. MEMORIA Y TRASTORNOS DE LA MEMORIA 327

formato bastante sólido que puede permanecer durante déca- episódica son tal vez la característica más notable del síndro-
das. Aunque hay diferencias en la memoria para cosas que me amnésico.
han sucedido hace 10 min y cosas que ocurrieron hace 10 Un tercer sistema que actúa de modo distinto, tanto de la
años, las diferencias son menos claras que las existentes entre memoria semántica como episódica, es la memoria de procedi-
los sistemas de memoria sensorial (un cuarto de segundo) e mientos, el sistema empleado para aprender habilidades como
inmediata (unos segundos). No obstante, puesto que la me- montar en bicicleta o aprender a escribir a máquina. La gente
moria a largo plazo significa diferentes cosas para distintas mejora con la práctica y puede demostrar la habilidad aunque
personas, pueden utilizarse los siguientes términos para redu- no pueda recordar cómo aprendió a montar en bicicleta o a es-
cir la ambigüedad: cribir a máquina. J.C., uno de mis pacientes jóvenes con amne-
sia, aprendió con éxito a escribir a máquina aunque no tenía un
1. La memoria demorada se refiere a la memoria para la in- recuerdo consciente del aprendizaje. En sus propias palabras,
formación presentada en los últimos minutos. «habilidades prácticas desarrolladas sin que yo fuera consciente
2. La memoria reciente hace referencia al conocimiento de cómo ocurría. Podría hacer cosas sin ser capaz de explicar
acumulado en los últimos días o semanas. cómo». Es característico que la memoria de procedimientos sea
3. La memoria remota corresponde al conocimiento acu- normal o casi normal en los pacientes amnésicos.
mulado a lo largo de varios años.

Todos los sistemas descritos hasta ahora están conectados Etapas implicadas en el recuerdo
con la memoria retrospectiva, que es recordar información o
acontecimientos que ya han ocurrido. Sin embargo, con fre- Hay tres fases típicamente implicadas en el recuerdo: co-
cuencia queremos acordarnos de algo que debemos hacer en dificación, almacenamiento y recuperación. La codificación se
el futuro, como tomar nuestra medicación, regar las plantas, refiere a la etapa de registro o entrada de información en la
o hacer una llamada telefónica. El sistema activado para re- memoria. El almacenamiento hace referencia al mantenimien-
cordar algo que hay que hacer se conoce como memoria to de la información en el almacén de memoria y la recupera-
prospectiva. Es significativo que muchas de las quejas de las ción se refiere a la fase de extraer o recordar la información
personas con déficit de memoria se refieran a fallos en la me- cuando es necesaria. Después de una lesión neurológica en el
moria prospectiva. cerebro cada una de estas fases puede verse afectada.
A continuación se presentan algunas sugerencias para me-
jorar la codificación, el almacenamiento y el recuerdo:
Tipo de información que recordar
1. Simplificar la información que se da a una persona con
En 1972 Tulving (2) publicó un influyente artículo que un déficit de memoria.
distinguía dos tipos de memoria: semántica y episódica. La 2. Reducir la cantidad de información que se proporciona
memoria semántica es la memoria de nuestro conocimiento en cualquier momento.
acerca del mundo, por ejemplo recordar que Dublín es la ca- 3. Asegurarse que la distracción es mínima.
pital de Irlanda, o que un zorro tiene una cola peluda. La me- 4. Cerciorarse de que la información se entiende, pidiéndo-
moria semántica también hace referencia a nuestro conoci- le a la persona que la repita con sus palabras.
miento de las costumbres sociales, los significados de las pa- 5. Animar a la persona a relacionar o asociar la información
labras, los colores y las texturas de los objetos y cómo huelen con material que ya sea conocido.
las cosas. La mayoría de los pacientes con deterioro de la me- 6. Intentar asegurarse de que se procesa a un nivel más pro-
moria no olvidan este tipo de información, aunque pueden fundo, animándole a hacer preguntas.
tener dificultades para añadir algo a su almacén de conoci- 7. Utilizar la regla «poco y muchas veces».
miento semántico. Los pacientes amnésicos muchas veces son 8. Asegurarse de que el aprendizaje tiene lugar en distintos
incapaces, por ejemplo, de aprender palabras nuevas que in- contextos para evitar la especificidad contextual y mejo-
troducen en el vocabulario después de su lesión neurológica. rar la generalización.
Por eso C.W., un ex paciente mío, no puede entender los
términos «SIDA» o «e-mail» o «enfermedad de las vacas lo-
cas», ya que el uso de estas palabras empezó a difundirse des- Recuerdo y reconocimiento
pués de 1985, cuando C.W. desarrolló una encefalitis por
herpes simple. Recordar y reconocer son dos de las principales formas de
La memoria episódica, en cambio, representa lo que la retener información. El recuerdo implica encontrar activa-
mayoría de nosotros consideraríamos memoria pues hace re- mente la información a recordar. Si yo le pidiese a alguien
ferencia a un episodio específico que se ha experimentado y que me resumiera lo que hubiese leído hasta ahora en este ca-
puede recordarse. Por tanto, recordar lo que comió para ce- pítulo podría demostrarlo evocando la información. Sin em-
nar anoche, cuando fue la última vez que llamó a su madre bargo, en algunas situaciones, no necesitamos recordar la in-
o qué ha leído hace unos minutos son ejemplos de memoria formación sino reconocerla. La mayoría de nosotros, en al-
episódica. Este sistema suele estar dañado en las personas con gún momento, hemos sido incapaces de decirle a alguien
deterioro orgánico de la memoria y los déficit en la memoria cómo encontrar una calle determinada pero no obstante po-
328 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

demos llegar allí sin ningún problema. Reconocemos qué 1. Trastornos degenerativos (particularmente la enfermedad
desvío hay que tomar y cuándo pero no podemos recordar de Alzheimer y la enfermedad de Huntington).
activamente la ruta. La mayoría de las personas con déficit de 2. Abuso crónico del alcohol que ocasiona el síndrome de
memoria encuentran más difícil el recuerdo que el reconoci- Korsakoff.
miento, aunque normalmente están afectados ambos siste- 3. Traumatismo craneoencefálico.
mas. Algunas personas pueden tener dificultades tanto con la 4. Cirugía del lóbulo temporal.
información verbal como visual, mientras que otras pueden 5. Encefalitis.
tener problemas sólo en una de estas modalidades. 6. Enfermedades vasculares cerebrales (incluida la hemorragia
subaracnoidea que resulta de la rotura de un aneurisma).
7. Lesión anóxica cerebral (p. ej., después de un infarto de
Memoria explícita e implícita miocardio, intoxicación por monóxido de carbono o
paro respiratorio).
En muchas situaciones necesitamos recordar consciente- 8. Tumores cerebrales.
mente la información recibida. Por ejemplo, si yo le pregun-
tase a alguien dónde estuvo durante sus vacaciones de verano Estas enfermedades se describen en el capítulo del apar-
el año pasado y él o ella fuera capaz de contármelo, estaría tado 4.1 de este libro y con más detalle en varias publicacio-
utilizando la memoria explícita puesto que podría recuperar nes: Kapur (4) y Lishman (5) ofrecen buenas descripciones de
conscientemente la información deseada. En cambio, si yo le todas estas patologías, así como de otras menos habituales.
preguntara a alguien cuándo y dónde aprendió a montar en Los clientes remitidos a centros de rehabilitación para te-
bicicleta y los pasos mediante los cuales consiguió la pericia, rapia de rehabilitación de la memoria es más probable que
probablemente lo encontraría muy difícil. Podría demostrar hayan sufrido una lesión traumática cerebral grave, un acci-
cómo montar en bicicleta sin demasiada dificultad, lo que dente vascular cerebral, encefalitis por herpes simple o lesión
significaría que tiene memoria implícita de aquella habilidad, anóxica cerebral. Debería recordarse que estas enfermedades
recordaría cómo hacerlo aunque no le fuera fácil explicar o no son mutuamente excluyentes. Una vez vi a un paciente
recordar cuándo y cómo aprendió la habilidad. Al igual que que había tenido un accidente vascular cerebral mientras con-
la memoria de procedimientos, normalmente la memoria im- ducía, así que sufrió algún daño cerebral por este motivo; su
plícita está intacta o relativamente conservada en las personas coche se estrelló y sufrió más daño cerebral debido al trau-
con deterioro orgánico de la memoria. matismo craneoencefálico provocado por el golpe; posterior-
mente tuvo un paro respiratorio durante algún tiempo y pa-
rece que sufrió daño adicional a causa de la anoxia; entonces,
Memoria retrógrada y anterógrada además de todo lo demás, desarrolló un hematoma y fue ne-
cesario intervenirlo quirúrgicamente para extraerle el coágulo
Una de las cuestiones que se plantean con frecuencia los de sangre. De modo que sufrió daño cerebral por cuatro cau-
familiares de personas con déficit de memoria es «¿por qué sas distintas. Respondió bastante bien a la rehabilitación y,
recuerda lo que ocurrió hace varios años pero no lo que su- aunque nunca pudo volver a trabajar como conferenciante
cedió ayer?». La respuesta más corta es que los recuerdos an- universitario, llegó a ser secretario del Headway Group local
tiguos están almacenados en el cerebro de modo distinto a (National Head Injuries Association).
los recuerdos nuevos. Aunque la información adquirida antes Cualquiera que sea la causa del deterioro orgánico de la
de una lesión neurológica puede ser olvidada, esto ocurre memoria, se tiende a ver ciertas características en los supervi-
normalmente durante un período de tiempo determinado, vientes. Las personas con un síndrome amnésico clásico pre-
que va desde unos pocos minutos para algunas personas con sentan amnesia anterógrada, es decir que tienen más dificul-
lesiones cerebrales, hasta varias décadas para algunas personas tades para aprender y recordar casi todos los tipos de infor-
con síndrome de Korsakoff o encefalitis vírica por herpes sim- mación nueva. La memoria inmediata, sin embargo, es nor-
ple. La pérdida de los recuerdos registrados antes de la lesión mal cuando se evalúa mediante la prueba de repetición de dí-
se conoce como amnesia retrógrada. Este tipo de amnesia gitos avanzada o el efecto de recencia en el recuerdo libre.
suele ser menos problemática y es menos incapacitante para Normalmente hay un período de amnesia retrógrada. Este in-
la persona que la amnesia anterógrada, la cual hace referen- tervalo o período de amnesia retrógrada es muy variable en su
cia a las dificultades con los recuerdos que datan a partir del duración y puede oscilar desde unos pocos minutos hasta dé-
momento de la lesión neurológica (v. Kapur [3] para una re- cadas. El conocimiento semántico adquirido previamente y la
visión de la amnesia retrógrada). memoria implícita (recuerdo sin conciencia o memoria cons-
ciente) normalmente están intactos en los sujetos amnésicos.
Otras habilidades cognitivas, aparte de la memoria, son nor-
■ Enfermedades que ocasionan problemas males o casi normales. Puesto que la mayoría de pacientes
de memoria y presentaciones típicas con trastornos graves de memoria presentan problemas cog-
nitivos adicionales como déficit de atención, problemas de
Una variedad de patologías cerebrales pueden dar lugar a denominación o un procesamiento de la información más
graves déficit de memoria, los más comunes de los cuales se lento, aquellos que presentan un síndrome amnésico clásico
presentan a continuación: son relativamente escasos.
2.5.2. MEMORIA Y TRASTORNOS DE LA MEMORIA 329

No obstante, las personas con un síndrome amnésico Los pacientes con alteraciones en la memoria semántica
«puro» y las personas con déficit cognitivos más generales tien- constituyen otro grupo de personas con un patrón distinto de
den a compartir ciertas características. En ambos casos la me- características. La memoria semántica es el sistema que utili-
moria inmediata es relativamente normal; presentan dificulta- zamos para almacenar el conocimiento acerca del mundo. No
des para recordar después de una demora o distracción; el nue- sólo conocimientos como el significado de la palabra «feliz» o
vo aprendizaje es difícil y tienden a recordar mejor las cosas el nombre del océano más grande del mundo, sino también el
que sucedieron mucho tiempo antes del accidente o la enfer- conocimiento acerca del aspecto que tienen las cosas, cómo
medad, que las cosas que ocurrieron poco tiempo antes. Las suenan, cómo huelen o qué tacto tienen y el conocimiento
personas con amnesia orgánica nunca parecen perder la me- acerca de los hábitos sociales como cuándo estrechar la mano.
moria para la identidad personal, al contrario de los que pade- El daño ocasionado en el almacén de memoria semántica (o
cen amnesia funcional tras, por ejemplo, un trauma emocional. el daño en el acceso a éste almacén) puede ser debido a una
A pesar del exagerado interés de los medios de comunicación lesión cerebral. Warrington (10), por ejemplo, sugiere que la
por la amnesia funcional, en la práctica clínica es más habitual agnosia visual para objetos (la incapacidad de reconocer obje-
hallar casos de amnesia orgánica. En algunos casos no es fácil tos a pesar de que la vista, el lenguaje y la denominación son
distinguir entre las dos y, de hecho, algunas personas tienen adecuados) se debe a un déficit del sistema de memoria se-
problemas de memoria a consecuencia tanto de una lesión ce- mántica visual. Además, Warrington y Shallice (11) demostra-
rebral como de un trastorno funcional o inferior de memoria, ron que hay déficit específicos por categoría de manera que al-
posiblemente causado por una necesidad de simpatía o algún gunos pacientes pierden la capacidad de reconocer los objetos
otro beneficio secundario. Kopelman (6) cree que hay un con- vivos pero siguen siendo capaces de reconocer las cosas inani-
tinuo entre la amnesia totalmente orgánica y los problemas to- madas. Hillis y Caramazza (12) describen lo contrario, es de-
talmente funcionales más que dos dimensiones ortogonales. cir, sujetos con un mayor conocimiento de los objetos anima-
dos que de las cosas manufacturadas. Los pacientes con défi-
cit en la memoria semántica es más probable que tengan pro-
■ Manifestaciones menos habituales blemas para reconocer objetos en el mundo real, problemas
de los trastornos de memoria para expresarse a sí mismos y puede que se les considere inte-
lectualmente discapacitados debido a los errores que cometen.
A pesar de los cuadros típicos de déficit orgánicos de me- En los últimos años ha habido un considerable interés
moria descritos anteriormente, hay otras manifestaciones po- por el síndrome conocido como demencia semántica, térmi-
sibles que se encuentran de vez en cuando. Volviendo por un no acuñado por Snowden y cols. (13) y estudiado en detalle
instante al modelo de memoria operativa de Baddeley y Hitch por Hodges y Patterson (14). Las características esenciales de
(1) al que nos hemos referido antes, uno puede encontrar pa- la demencia semántica son las siguientes:
cientes con déficit de memoria en el sistema de memoria a
corto plazo o inmediata (es decir a los pocos segundos). Bad- 1. Deterioro selectivo de la memoria semántica que provo-
deley y Hitch subdividieron este sistema en varios sistemas ca anomia grave, déficit en la comprensión de palabras
«esclavos» que ayudaban al ejecutivo central en su papel de sueltas (tanto habladas como escritas), disminución de la
coordinador de los sistemas provisionales de almacenamiento. generación de ejemplos típicos en los test de fluidez por
Dos de estos sistemas esclavos se han estudiado en detalle. categoría y escasos conocimientos generales.
Uno es el bucle fonológico que utiliza el habla subvocal y está 2. Preservación relativa de otros componentes de la produc-
implicado en muchas tareas de memoria verbal a corto plazo. ción del habla, en especial la sintaxis y la fonología.
El segundo sistema es la agenda visuoespacial, un sistema pro- 3. Habilidades perceptivas y capacidades de solución de
visional utilizado para la creación y manipulación de imáge- problemas no verbales intactas.
nes visuales. También se ha informado acerca de pacientes 4. Memoria episódica relativamente bien conservada.
con dificultades con el bucle fonológico o la memoria verbal
a corto plazo (7) y también se ha informado acerca de déficit Los pacientes con demencia semántica presentan deterio-
en la agenda visuoespacial o la memoria a corto plazo (8). ro progresivo del almacén de memoria semántica asociado
Wilson y cols. (9) describen a una escultora con una enfer- con la lesión de la neocorteza temporal. Sin embargo, tam-
medad autoinmunitaria, el lupus eritematoso sistémico, que le bién pueden observarse déficit en memoria semántica en pa-
dañó la memoria visual a corto plazo además de causarle pro- cientes con enfermedades no evolutivas. Wilson (15) describe
blemas para generar imágenes. Esto afectó drásticamente a su a 4 pacientes, de los cuales 2 habían sufrido una lesión cere-
estilo de escultura; antes del episodio que le provocó las difi- bral grave y 2 una encefalitis vírica por herpes simple. En mu-
cultades en la memoria visual a corto plazo, realizaba escul- chos sentidos, los pacientes de Wilson eran similares a aque-
turas llenas de detalles, mientras que las esculturas posteriores llos descritos por Hodges y Patterson (14), aunque más jóve-
eran abstractas y carecían completamente de detalles. Su esti- nes y con déficit más graves en la memoria episódica (en es-
lo cambió por que no podía mantener imágenes en su mente pecial los 2 pacientes con encefalitis vírica por herpes simple).
para ver donde deberían figurar los detalles. Si intentaba mi- En este apartado hemos buscado algunos de los trastor-
rarse en un espejo o utilizar un modelo «perdía» la memoria nos de memoria más típicos. Aquellos lectores interesados en
visual en el breve intervalo entre que contemplaba al modelo la amnesia retrógrada sin amnesia anterógrada pueden con-
y volvía a mirar el material con el que trabajaba. sultar a Kapur (3), y los que deseen conocer en qué se dife-
330 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

rencia la amnesia postraumática del síndrome amnésico y el ñanza por medio de la cual se evita, tanto como sea posible,
deterioro crónico de memoria, a Wilson y cols. (16). que la gente cometa errores mientras están aprendiendo una
nueva habilidad o adquiriendo información nueva. En lugar
de enseñar mediante la demostración, que puede llevar al
■ Manejo y tratamiento de los déficit alumno al ensayo y error, el experimentador o profesor pre-
de memoria senta la información correcta o el procedimiento de manera
que minimiza la posibilidad de respuestas erróneas.
Aunque no se conoce el remedio para el déficit de me- Hay dos antecedentes teóricos que influyen en el aprendi-
moria hay varias formas en que podemos ayudar a las perso- zaje inequívoco en personas con deterioro cognitivo. El pri-
nas con estas dificultades y sus familiares o cuidadores. Los mero es el aprendizaje inequívoco discriminativo de la psico-
métodos principales son: adaptaciones medioambientales, me- logía conductual, inicialmente desarrollado por Terrace (17) en
jorar el aprendizaje, compensar los problemas de memoria y su trabajo con palomas y, posteriormente utilizado en personas
tratar la ansiedad u otras secuelas emocionales que resultan con retraso mental (incapacitados para el aprendizaje) (18). La
del deterioro cognitivo. segunda influencia procede de los estudios de aprendizaje im-
plícito en sujetos con amnesia (19), que demuestran que las
personas con amnesia normalmente pueden aprender alguna
Adaptaciones ambientales información aunque no tengan memoria consciente (recuerdo
explícito) de haber realizado previamente la tarea.
Una de las formas más sencillas de ayudar a las personas En base a estas dos líneas de investigación nosotros plan-
con déficit de memoria es adaptar el entorno para que no teamos la pregunta «¿aprenden mejor los sujetos con amnesia
cuenten tanto con la memoria. Los ejemplos incluyen la uti- cuando se evita que cometan errores durante el proceso de
lización de etiquetas escritas o dibujos para los armarios de la aprendizaje?». En un estudio de grupo y varios estudios
cocina o la habitación como recordatorios de dónde están de caso único (20) se demostró que las personas con trastornos
guardadas las cosas; la colocación de los objetos de modo que graves de memoria aprenden con más éxito con una estrategia
no puedan perderse ni olvidarse (p. ej., sujetar la llave de la de aprendizaje inequívoco. Otros han adaptado esta estrategia a
puerta principal a un cinturón); o pintando la puerta del pacientes con amnesia no progresiva (21) y, recientemente,
baño con un color distintivo para que sea más fácil de en- nosotros hemos empleado procedimientos de aprendizaje
contrar. Algunas veces podemos reducir los problemas cam- inequívoco con pacientes con enfermedad de Alzheimer
biando la formulación de nuestras preguntas o comentarios. (22). Todos los pacientes se beneficiaron en mayor o menor
Por ejemplo, C.W., un ex músico, se volvió profundamente grado y fueron capaces de aprender alguna información co-
amnésico después de una encefalitis. A menudo cree que aca- tidiana útil.
ba de despertarse y dice: «Ésta es la primera vez que me he
despertado. No recuerdo cuándo ha entrado usted en esta ha-
bitación, pero ahora estoy despierto» (o palabras de este tipo). Compensar la pérdida de memoria
Simpatizar con él, u ofrecerle explicaciones, parece aumentar
su agitación y provoca una escalada del número de repeticio- Gran parte del trabajo relacionado con la rehabilitación
nes acerca del despertar. Una solución parcial es distraerlo in- de la memoria implica enseñar a la gente a compensar sus dé-
troduciendo otros temas de conversación o planteándole una ficit mediante la utilización de ayudas como diarios, graba-
pregunta sobre música. Una táctica de este tipo también pue- doras, organizadores, ordenadores y otros elementos simila-
de considerarse una adaptación medioambiental, aunque, en res. Estas ayudas externas de la memoria son probablemente
este caso, es más bien el entorno verbal que el físico lo que los recursos más útiles para ayudar a las personas con déficit
se está modificando. mnésicos y son lo que, probablemente, utilizarán más a la lar-
Para las personas con déficit intelectuales graves, o dete- ga (23). A pesar de su valor, no siempre es fácil tratar de con-
rioro progresivo, o amnesia extremadamente profunda, las vencer a los pacientes para que utilicen estrategias de com-
adaptaciones medioambientales pueden ser la mejor forma de pensación. Algunos piensan que les están estafando y no
permitirles, a ellos y a sus familias o cuidadores, afrontar y creen que deban confiar en estas ayudas, otros creen que ta-
reducir parte de la frustración y la confusión asociadas con les dispositivos reducirán sus posibilidades de que ocurra una
sus enfermedades. recuperación natural y otros simplemente olvidan emplearlos
o puede que los utilicen de una forma desorganizada. Des-
pués de todo, acordarse de utilizar una compensación es por
Mejorar el aprendizaje en las personas sí misma una tarea de memoria. A pesar de estas dificultades,
con déficit de memoria algunas personas con déficit mnésicos utilizan ayudas y estra-
tegias de compensación de forma muy efectiva. Kime y cols.
Uno de los mayores obstáculos de las personas con déficit (24) describen a una mujer joven con amnesia que fue capaz
mnésicos es su incapacidad para aprender información nueva. de volver a su empleo remunerado una vez se le hubo ense-
En los últimos años se han llevado a cabo varios estudios para ñado a utilizar un amplio sistema de ayudas externas. Wilson
investigar el aprendizaje inequívoco en la rehabilitación de la y cols. (25) describen el curso natural durante 10 años de un
memoria. El aprendizaje inequívoco es una estrategia de ense- sistema compensatorio de memoria ideado para un varón jo-
2.5.2. MEMORIA Y TRASTORNOS DE LA MEMORIA 331

ven con amnesia causada por la rotura de un aneurisma en la referencia útil sobre los problemas a los que deben hacer fren-
arteria cerebral posterior. Utilizando los resultados de un es- te los familiares de las personas con déficit mnésicos y pro-
tudio de seguimiento a largo plazo, Wilson y Watson (23) ha- pone sugerencias acerca de lo que puede hacerse para ayudar.
cen predicciones sobre qué personas es más probable que uti- Proporcionar información o explicaciones es una estrategia
licen ayudas compensatorias eficazmente y cuáles no. La muy simple y terapéutica que puede ayudar a reducir el mie-
edad, la ausencia de déficit cognitivos adicionales y la pun- do y la ansiedad que acompañan el déficit de memoria. La in-
tuación por encima del nivel inicial en una prueba de me- formación escrita es la mejor, puesto que la mayoría de las
moria cotidiana, fueron factores de predicción de indepen- personas, tanto si presentan déficit mnésico como si no, no
dencia y uso de ayudas. tendrán probablemente un buen recuerdo de la información
Otro trabajo que busca el modo de ayudar a compensar en momentos de estrés. Memory Problems After Head Injury
a las personas con déficit de memoria implica la utilización o (32), escrito por la National Head Injuries Association; Ma-
modificación de tecnología nueva (26). Un avance bastante naging Your Memory (33) y Coping With Memory Problems (34)
reciente que parece ayudar a las persona con una amplia serie son publicaciones útiles que hay que tener disponibles para
de condiciones y grados de déficit mnésico es NeuroPage® los pacientes y sus familiares.
(27), un sistema de buscapersonas sencillo y portátil con una Además de proporcionar información, puede ser necesa-
pantalla que puede sujetarse a un cinturón. Utiliza un sistema rio ofrecer terapia para la ansiedad y la depresión. La terapia
organizado de microordenadores unidos a una memoria in- de relajación puede ser útil para reducir la ansiedad, aun
formática convencional y, por teléfono, a una compañía de cuando los problemas de memoria son tan graves como para
buscapersonas para producir un sistema de mensajería pro- impedir que un participante recuerde las sesiones de terapia
gramable. La planificación de los recordatorios o las señales actuales. Asimismo, la depresión puede exacerbar las dificul-
para cada individuo se introducen en el ordenador y a partir tades en las personas con deterioro orgánico de la memoria.
de este momento no se precisa ninguna otra intervención hu- Es posible que los procedimientos de terapia cognitivo-con-
mana. En la fecha y hora oportunas NeuroPage® accede a los ductual, como los empleados por Beck (35), puedan ser apro-
archivos de datos del usuario y transmite la información per- piados para aquellos que presenten depresión asociada con
tinente por modem a un terminal donde se procesa el recor- un déficit orgánico de la memoria, aunque no parece que se
datorio y se transmite al receptor correspondiente del usuario haya publicado ningún estudio. La psicoterapia, en cambio,
particular. La notificación se visualiza gráficamente en la pan- es una intervención demostradamente útil para pacientes con
talla del receptor. NeuroPage® es fácil de utilizar y evita mu- daño neurológico. Prigatano y cols. (36) creían firmemente en
chos de los problemas inherentes a otras ayudas externas. Es la psicoterapia de grupo e individual para clientes con lesio-
muy portátil, tiene una alarma sonora que puede adaptarse nes cerebrales. Jackson y Gouvier (37) proporcionan descrip-
como vibrador si es necesario, junto con un mensaje explica- ciones e instrucciones para la psicoterapia de grupo de pa-
tivo acompañante y, más que ser embarazoso de utilizar, cientes adultos con lesión cerebral y sus familias.
transmite cierto prestigio. En un estudio piloto (28), el nú- Otros grupos para las personas con déficit mnésicos pue-
mero medio de comportamientos objetivo conseguidos por den ser útiles para reducir el aislamiento social, que también
15 personas durante un intervalo inicial de 2 a 6 semanas fue es habitual en la gente con problemas de memoria (31). Wil-
del 37 %. Cuando se proporcionó el buscapersonas (durante son y Moffat (38) describen varios tipos de grupos para los
un período de 12 semanas) el número medio de objetivos pacientes. Moffat (39) informa de un grupo de memoria para
conseguidos aumentó por encima del 85 %. El análisis preli- familiares de personas con demencia, y Wearing (31) propo-
minar de los primeros 38 clientes de un amplio estudio de ne sugerencias para montar un grupo de autoayuda. Evans y
200 personas, muchas de las cuales tenían déficit muy graves, Wilson (30) señalan el valor social de los grupos de memoria,
sugiere resultados similares (aunque menos drásticos), que os- así como su efecto en la reducción de la ansiedad.
cilan entre el 50 % de objetivos conseguidos en un inicio y
un 77 % en la fase de tratamiento.
■ Conclusión
Tratamiento de la ansiedad y otras secuelas Este capítulo ha destacado que la memoria debería consi-
emocionales consecuencia del deterioro cognitivo derarse un sistema cognitivo multifuncional que puede en-
tenderse de varias formas. Podemos considerar el período de
La ansiedad y la depresión pueden presentarse con fre- tiempo que se almacena la información, el tipo de informa-
cuencia en las personas con déficit mnésicos. Kopelman y ción que se almacena, las fases implicadas en la recuperación,
Crawford (29) detectaron depresión en más del 40 % de 200 si la información se recuerda o se reconoce, o si los recuerdos
remisiones consecutivas a una clínica de memoria. Evans y son anteriores o posteriores al daño neurológico.
Wilson (30) detectaron que la ansiedad era habitual entre los El capítulo ha descrito varias afecciones que pueden dar
asistentes a un grupo semanal de memoria. Ocuparse de estos lugar a un déficit mnésico orgánico, los más comunes de los
problemas debería ser parte esencial de la rehabilitación de la cuales son las enfermedades degenerativas, el síndrome de
memoria. Obviamente, escuchar, intentar entender y propor- Korsakoff, el traumatismo craneoencefálico, la cirugía del ló-
cionar información son factores clave para animar a las fami- bulo temporal, la encefalitis, la lesión por anoxia cerebral y
lias a afrontar sus dificultades. Wearing (31) proporciona una los tumores cerebrales.
332 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

La mayoría de las personas con déficit de memoria tienen 16. Wilson, B.A., Baddeley, A.D., Shiel, A., and Patton, G. (1992). How
dificultades para aprender y recordar información nueva; tie- does post traumatic amnesia differ from the amnesic syndrome and
from chronic memory impairment? Neuropsychological Rehabilitation, 2,
nen un lapso de memoria inmediata normal o casi normal 231–43.
pero tienen problemas para recordar después de una demora 17. Terrace, H.S. (1963). Discrimination learning with and without
o distracción y normalmente tienen un período de amnesia ‘errors’. Journal of Experimental Analysis of Behavior, 6, 1–27.
retrógrada que puede fluctuar desde minutos hasta décadas. 18. Sidman, M. and Stoddard, L.T. (1967). The effectiveness of fading in
programming simultaneous form discrimination for retarded children.
Los trastornos de memoria menos habituales incluyen el de- Journal of Experimental Analysis of Behavior, 10, 3–15.
terioro de la memoria semántica y los déficit de la memoria 19. Graf, P. and Schacter, D.L. (1985). Implicit and explicit memory for
inmediata verbal o visuoespacial. new associations in normal and amnesic subjects. Journal of
Experimental Psychology: Learning, Memory and Cognition, 11, 501–18.
Aunque es improbable que tenga lugar el restablecimien- 20. Wilson, B.A., Baddeley, A.D., Evans, J.J., and Shiel, A. (1994).
to del funcionamiento de la memoria en la mayoría de las Errorless learning in the rehabilitation of memory impaired people.
personas cuyos déficit mnésicos son consecuencia de una le- Neuropsychological Rehabilitation, 4, 307–26.
sión neurológica, sin embargo, es mucho lo que puede ha- 21. Squires, E.J., Hunkin, N.M., and Parkin, A.J. (1997). Errorless learning
of novel associations in amnesia. Neuropsychologia, 35, 1103–37.
cerse para reducir el impacto de los problemas de memoria 22. Clare, L., Wilson, B.A., Carter, G., Breen, E.K., Gosses, A., and
invalidantes e incapacitantes, y fomentar la comprensión de Hodges, J.R. Intervening with memory problems in dementia of
los problemas que implican. Esto incluye modificaciones am- Alzheimer type: an errorless learning approach. Journal of Clinical and
bientales que permitan a las personas con déficit muy graves Experimental Psychology, in press.
23. Wilson, B.A. and Watson, P.C. (1996). A practical framework for
hacer frente a sus vidas cotidianas a pesar de la falta de una understanding compensatory behaviour in people with organic
memoria que funcione adecuadamente, la utilización de memory impairment. Memory, 4, 465–86.
principios de aprendizaje inequívoco para mejorar la capaci- 24. Kime, S.K., Lamb, D.G., and Wilson, B.A. (1996). Use of a
dad de aprendizaje de las personas con déficit mnésicos, en- comprehensive program of external cuing to enhance procedural
memory in a patient with dense amnesia. Brain Injury, 10, 17–25.
señar a utilizar ayudas externas para ayudar a compensar los 25. Wilson, B.A., and Hughes, E. (1997). Coping with amnesia: the
problemas de memoria y tratar con secuelas emocionales natural history of a compensatory memory system. Neuropsychological
como pueden ser la ansiedad o la depresión, que a menudo Rehabilitation, 7, 43–56.
se asocian con el déficit orgánico de la memoria. 26. Kapur, N. (1995). Memory aids in the rehabilitation of memory
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2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 333

2.5.3 Contribuciones combinación de creencia (podría llover) e intención (X no


quiere mojarse). Esta combinación de creencia e intención es
de la psicología a la comprensión la idea que ofrece una explicación adecuada. Por eso el cono-
de los trastornos psiquiátricos cimiento acerca de las creencias relacionadas con el clima nos
permiten predecir el comportamiento de los demás y modifi-
car su comportamiento cambiando sus creencias.
Marcel van den Hout, Arnoud Arntz Casi desde sus inicios, la psicología académica ha estado
y Harald Merckelbach profundamente descontenta con este tipo de «explicación in-
tencional» del comportamiento. Los problemas que surgen
con este tipo de explicaciones son muchos, pero este contex-
■ Introducción to bastará con mencionar los siguientes puntos. Para empe-
zar, el conocimiento acerca de las creencias y las intenciones
La contribución de la psicología a la psiquiatría se re- depende extremadamente de la capacidad del individuo de
monta a los primeros días de la psicología experimental. De dar una explicación introspectiva fiable y válida. Sin embar-
hecho, Kraepelin llevó a cabo un trabajo pionero sobre psi- go, hay un gran cuerpo de conocimiento que proviene de la
cofarmacología en el laboratorio de Wundt (1), y Jung estu- psicología experimental que indica una asimetría entre la dis-
dió las reacciones electrodérmicas de pacientes con esquizo- posición de las personas para verbalizar su actividad cogniti-
frenia durante la realización de tareas de asociación de pala- va y su inexactitud en este terreno. Pueden encontrarse intri-
bras, método que tomó prestado de la doctrina asociacionis- gantes ejemplos en el artículo clásico de Nisbett y Wilson Te-
ta británica (2). Desde entonces, el impacto de la psicología lling more than we can know («Decir más de lo que podemos sa-
sobre la psiquiatría ha ido creciendo de modo estable. Un vis- ber») (4). Otro ejemplo sobre este tema es el que proporcio-
tazo rápido a las publicaciones más influyentes en el terreno na toda clase de ilusiones de la memoria que pueden ocurrir
de la psiquiatría muestra que muchos autores proceden de la en niños y adultos, y que a menudo adquieren la forma de re-
psicología experimental. cuerdos autobiográficos claramente inexactos que se descri-
Los problemas psiquiátricos son tan numerosos como las ben con una gran confianza subjetiva (5).
contribuciones de la psicología en su comprensión, con apor- Un segundo problema con las explicaciones intencionales
taciones que van desde la psicología evolutiva hasta la psico- es, tal vez, incluso más fundamental. Las creencias y las inten-
farmacología. Ni siquiera es posible, en el presente capítulo, ciones pueden asociarse sin duda con el comportamiento o las
abarcar los elementos esenciales del trabajo teórico y empíri- emociones. Pero el tipo de sentimientos y pensamientos que lle-
co que se han llevado a cabo en este terreno. Por consiguien- gan a la conciencia y son accesibles a la verbalización pueden
te, en lugar de intentar resumir las contribuciones empíricas ser «productos finales» de procesos profundos (6). En la vida co-
o teóricas, nos centraremos en tres líneas de investigación tidiana, las personas pueden tener acceso a estos productos fi-
que, pensamos, han sido las contribuciones más importantes nales y pueden confiar comprensiblemente en ellos cuando in-
de la psicología a la psiquiatría. El tipo de aportaciones que tentan predecir el comportamiento de los demás. Mientras tan-
se tratarán provienen de la psicología biológica, los sistemas to, muchos investigadores opinan que es tarea de la psicología
de procesamiento de la información y las teorías sobre es- científica ir más allá de los productos finales y tratar las creen-
quemas, creencias e intenciones. El objetivo es ofrecer una vi- cias y las intenciones como fenómenos que deben explicarse en
sión global crítica, aunque equilibrada y no técnica, de los lugar de utilizarlos como planteamientos explicativos.
méritos relativos de estos tres procedimientos y al hacerlo, se Una objeción final a las explicaciones intencionales es es-
pondrá más énfasis en los trastornos de ansiedad y los tras- pecialmente importante para la psicopatología. Las explica-
tornos afectivos. La justificación para ello es tanto epidemio- ciones intencionales asumen que los sujetos son racionales en
lógica como teórica; los trastornos de ansiedad y afectivos el sentido que, dadas sus intenciones y creencias, están pen-
son los problemas de salud mental más comunes en las so- sadas para actuar en su mejor interés. No obstante, en este
ciedades industriales modernas, con una prevalencia vital de sentido del término, los pacientes con trastornos psiquiátricos
cerca del 25 % para los trastornos de ansiedad y el 20 % para se comportan, casi por definición, irracionalmente. De este
los trastornos afectivos (3). Por lo tanto, el análisis psicológi- modo, incluso si se aceptara un rol para la explicación inten-
co de estos trastornos ha sido amplio y ha producido resulta- cional en la psicología de individuos sanos, podría argumen-
dos clínicamente significativos. tarse que, seguramente en psiquiatría, las explicaciones inten-
Las personas intentan comprender su entorno y el com- cionales están condenadas a fracasar.
portamiento de sus semejantes y, en la medida en que lo con- Si la psicología tiene algo que aportar la comprensión de
siguen, ello les permite cierta predicción y control. Al querer los problemas psiquiátricos, debería ser capaz de determinar
comprender cómo se comportan los otros en la vida diaria, las con precisión los procesos psicológicos que «subyacen» a los
personas tienden a seguir una estrategia explicativa bastante es- problemas psiquiátricos. El éxito de este esfuerzo explicativo
pecífica. El comportamiento y la expresión emocional se re- debería ser evidente a partir de sus frutos; debería producir
ducen a creencias e intenciones que se atribuyen a la persona predicciones sólidas de los fenómenos clínicos y las interven-
cuyo comportamiento o emoción se quiere explicar. Analice- ciones, fructuoso preferiblemente no sólo en los laboratorios
mos un ejemplo sencillo pero real: si queremos explicar por de psicología sino también en los contextos terapéuticos. A
qué X lleva un paraguas, este comportamiento se reduce a una continuación se introducen las tres categorías en que se divi-
334 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

de la contribución psicológica a la psiquiatría, que constitu- ■ Psicología biológica


yen el objeto principal del presente capítulo.
En la primera categoría, los fenómenos clínicos que de- En gran parte, los síntomas psiquiátricos pueden interpre-
ben explicarse y tratarse se reducen a fenómenos biopsicoló- tarse en términos de temperamentos radicales y emociones ex-
gicos. El cerebro organiza la cognición, la emoción y el com- tremas (11). Por ejemplo, la timidez implicada en la fobia so-
portamiento, y algunos autores se basan en ello para señalar cial se asocia al neuroticismo o, como algunos investigadores
que los trastornos mentales son, de hecho, trastornos del ce- prefieren llamarlo, la afectividad negativa. Asimismo, el com-
rebro. Este planteamiento se mantiene firme en la tradición portamiento impulsivo de un criminal psicópata es la manifes-
de que «los trastornos mentales son trastornos cerebrales», tación extrema de un rasgo conocido como búsqueda de sen-
doctrina impulsada con éxito por Wilhelm Griesinger en su saciones. Las reacciones fóbicas representan exageraciones del
Mental Pathology and Therapeutics (para más detalles, v. Arens miedo normal, mientras que el embotamiento afectivo de un
[7]) y todavía ejerce influencia. En palabras de uno de los paciente con esquizofrenia indica la ruptura de la regulación
pioneros de la psiquiatría biológica moderna, «el comporta- emocional normal. Por tanto es obvio que el estudio del tem-
miento anormal presupone un funcionamiento cerebral alte- peramento y las emociones es relevante para la psiquiatría.
rado» (8). Las explicaciones más importantes de este plantea- Las emociones, el humor, la psicopatología y el tempera-
miento son las teorías y los datos acerca de la neuropsicolo- mento hacen referencia a lo que Oatley y Jenkins (11) deno-
gía de la ansiedad y sus trastornos (9, 10). Obviamente, con- minaron el «reino afectivo». La principal diferencia entre estos
ceptos como las creencias y las intenciones no tienen lugar en planteamientos debe hacerse con el curso temporal de los fe-
las contribuciones biopsicológicas a la psiquiatría. En cual- nómenos afectivos involucrados, con estados emocionales que
quier caso, estos conceptos merecen una explicación. duran unos pocos segundos y temperamentos que duran años.
Una segunda categoría de esta contribución psicológica Aunque es tentador considerar los fenómenos afectivos como
evita la explicación intencional sin centrarse en las disfuncio- experiencias internas subjetivas, la investigación demuestra
nes del sistema nervioso central, sino resaltando aberraciones que pueden conceptualizarse adecuadamente como tenden-
en la forma en que los pacientes con trastornos psiquiátricos cias a la acción con una base biológica. De hecho, la función
procesan la información. Cuando se relacionan los abordajes de los fenómenos afectivos es guiar y controlar nuestros pen-
del procesamiento de la información con la biopsicología, es samientos y acciones en un mundo complejo y difícil de pre-
tentador trazar paralelismos con la ingeniería informática. decir. En consecuencia, los trastornos emocionales graves so-
Mientras la biopsicología se centra en el «hardware» neuronal cavan la planificación de la vida real. Esto es exactamente lo
de los pacientes, la investigación acerca del procesamiento de que demuestra el trabajo de, por ejemplo, Damasio (12). Con-
la información se concentra en el «software». Las alteraciones sideremos el siguiente experimento: a sujetos normales y a pa-
en el filtrado de estímulos, regulación de la atención, funcio- cientes con daño en el lóbulo frontal bilateral se les enseña a
namiento de la memoria, etc., se investigan como posibles jugar a un juego por dinero que incluye varias barajas de car-
antecedentes o factores de mantenimiento de la psicopatolo- tas. Algunas de las barajas tienen la ventaja de que a la larga
gía. Del mismo modo que las aberraciones del software del or- suponen una ganancia global, mientras que otras barajas con-
denador pueden analizarse sin asumir «intenciones» de la má- llevan inconvenientes porque a la larga cuestan dinero. Mien-
quina, los problemas psiquiátricos podrían explicarse sin ape- tras tanto, no es posible que los sujetos realicen un cálculo
lar a las creencias y las intenciones como ideas explicativas. exacto de las ganancias y las pérdidas asociadas con cada ba-
Por último, hay procedimientos psicológicos que desafían raja. Por lo tanto los sujetos tienen que probar todas las bara-
explícita y deliberadamente la hipótesis ampliamente sosteni- jas y, basándose en esta información, adoptan de forma pro-
da, a la que nos hemos referido anteriormente, que las creen- gresiva una estrategia en la que evitan las malas barajas. Los su-
cias no son más que epifenómenos con poco o ningún poder jetos normales son capaces de desarrollar estrategias de este
explicativo. La idea central aquí es que muchos problemas tipo, pero los pacientes con lesiones frontales bilaterales no.
psiquiátricos pueden reducirse fructífera y correctamente a Ellos continúan probando las barajas malas y por consiguien-
creencias erróneas que mantienen los pacientes. Al igual que te pierden todo el dinero. Este hallazgo está asociado con la
las creencias de la gente normal acerca del clima, se supone insensibilidad de estos pacientes a las pérdidas repetidas y al
que estas creencias son accesibles a la introspección y están castigo. En términos más generales, los resultados de este ex-
abiertas a la verbalización. Además, se cree que estas creencias perimento coinciden con la observación que, debido al em-
son mucho más que productos finales; se mantienen para botamiento afectivo, los pacientes con lesión del lóbulo fron-
contribuir al origen y mantenimiento del trastorno. tal bilateral tienen grandes dificultades para planificar la vida
El resto del capítulo se dedicará a ejemplos de estos tres diaria. De este modo, los fenómenos afectivos nos proporcio-
tipos de contribución a la comprensión de los trastornos psi- nan heurísticos que orientan nuestras decisiones (11).
quiátricos. Hasta el punto que el conocimiento sea válido y
relevante, debería permitir predecir y modificar los fenóme-
nos psiquiátricos. Al tratar de las diversas contribuciones, de- Emociones y estilo afectivo
bemos centrarnos en estos dos criterios de validez y relevan-
cia; qué introspecciones (insights) permiten hacer predicciones Hace pocos años atrajo una considerable atención la idea
e intervenciones que sean relevantes para la ciencia pragmáti- que los dos hemisferios cerebrales realizan contribuciones dife-
ca que es la psiquiatría por naturaleza. rentes al desarrollo de las emociones disfóricas (p. ej., depresión,
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 335

ansiedad). Los indicios de esta idea proceden de dos líneas dis- mática. La depresión se considera la consecuencia emocional
tintas de investigación. La primera se demuestra con el trabajo más habitual de un accidente, que ocurre entre el 20 y el 50 %
experimental de Hugdahl (13), quien manipuló directamente el de los pacientes accidentados. Hay indicios sólidos de que la
procesamiento hemisférico de la información (p. ej., limitando depresión postraumática tiene un impacto negativo en la re-
los estímulos visuales al campo visual de un hemisferio) para habilitación de estos pacientes (19). Además, la lesión del área
examinar la implicación diferencial de los dos hemisferios en las frontal izquierda tiene más probabilidades de asociarse con la
reacciones emocionales. Sus estudios indicaron que los estímu- depresión, que el daño en cualquier otra región cortical. Una
los relacionados con el miedo (p. ej., imágenes de serpientes) interpretación plausible de esta relación es que las lesiones
provocaban un reacción cardíaca de defensa cuando se mostra- frontales izquierdas tienen como consecuencia una actividad
ban como un destello al hemisferio derecho (es decir, en el disminuida en esta región que, a su vez, llevaría a un déficit
campo visual izquierdo) de los sujetos sanos, pero no cuando se del sistema de aproximación de valencia positiva sostenido
proyectan rápidamente al hemisferio izquierdo (es decir, campo por las áreas frontales izquierdas. Esta interpretación concuer-
visual derecho) de estos individuos. Además, los dos hemisfe- da con el hallazgo de que los pacientes con depresión unipo-
rios de los sujetos normales se diferencian, aparentemente, en su lar activa o historia de depresión unipolar presentan una acti-
condicionabilidad. Es decir, cuando el estímulo visual que apa- vidad electroencefalográfica frontal izquierda reducida (20).
rece brevemente en el lado derecho o izquierdo del cerebro va Algunos autores han argumentado que la hipoactivación
precedido de descargas eléctricas, sólo el estímulo presentado en frontal izquierda representa un factor de riesgo para la depre-
el hemisferio derecho provocará en el futuro reacciones condi- sión, ya que dispone a los individuos en favor de un sistema
cionadas de miedo. Asimismo, los estudios de Wittling (14) in- de evitación con valencia negativa. Es interesante que existan
dican que la presentación de imágenes emocionalmente provo- indicios experimentales de que la hipoactivación frontal iz-
cadoras en el hemisferio derecho de sujetos normales provoca quierda se acompaña de sesgos cognitivos (v. más adelante),
un incremento superior de la secreción de cortisol que la pre- de los que se sabe que intervienen en la etiología de la de-
sentación en el hemisferio izquierdo de estas mismas imágenes. presión. La futura investigación sobre la asimetría afectiva ce-
Esto sugiere que la reacción del cortisol a los estímulos emo- rebral puede explicar las bases neuropsicológicas de estos ses-
cionales está bajo el control fundamental del hemisferio dere- gos cognitivos (21). Además, la investigación en este terreno
cho. Tomados en conjunto, estos hallazgos parecen dar a en- puede proporcionarnos herramientas clínicas para predecir
tender que el hemisferio derecho es más sensible a la informa- los resultados terapéuticos. Un estudio de Bruder y cols. (22)
ción emocional. ilustra muy bien este punto. Estos autores evaluaron la acti-
Una segunda línea de investigación se basa en medidas di- vación hemisférica mediante una tarea de escucha dicótica
rectas de la actividad cerebral. Un buen ejemplo son los es- antes de someter a pacientes con depresión a terapia cogniti-
tudios electroencefalográficos de Davidson (15), quien de- vo-conductual. Los que respondieron a la terapia cognitiva
mostró que, en sujetos normales, las emociones negativas (p. presentaban mayor actividad del hemisferio izquierdo (tal
ej., asco, miedo) se acompañan de una activación más fuerte como indicaba la superioridad del oído derecho para el ma-
del hemisferio derecho que del izquierdo. Hallazgos experi- terial verbal) que los que no respondieron. De hecho, la acti-
mentales como estos han llevado a muchos autores a concluir vación del hemisferio izquierdo fue el mejor factor de pre-
que las áreas frontales derechas sostienen las emociones ne- dicción de una respuesta favorable a la terapia cognitiva.
gativas y el comportamiento de evitación, mientras que las
áreas frontales izquierdas están más implicadas en las emo-
ciones placenteras y el comportamiento de aproximación Temperamento
(para una versión más detallada de esta teoría, v. Heller y
Nitschke [16]). Existen buenas razones para llevar estos argu- Aunque los detalles son todavía un tema de debate, la
mentos un paso adelante y aceptar que la hiperactivación mayoría de los investigadores están de acuerdo en que sólo se
frontal derecha e izquierda es una característica que refleja la necesitan algunas dimensiones para clasificar una amplia va-
susceptibilidad a un comportamiento de evitación y aproxi- riedad de tipos de personalidad (23). Los que estudian la per-
mación respectivamente. Es decir, la hiperactivación habitual sonalidad admiten que el neuroticismo (o la afectividad ne-
de un área frontal o la hipoactivación de otra área frontal, co- gativa, la inhibición conductual o la evitación) corresponde a
rresponde a estilos afectivos claros. En relación con esta cues- una dimensión nuclear, mientras que la extraversión (o la
tión, un estudio encontró que los niños pequeños con el he- afectividad positiva o de acercamiento) se refiere a otra di-
misferio frontal derecho fuertemente activado tienden a reac- mensión nuclear. Además, la mayoría de los investigadores
cionar llorando al separarse de la madre (17). La idea de que consideran que el psicoticismo (o búsqueda impulsiva de sen-
las asimetrías en la activación frontal están relacionadas con saciones) es un rasgo básico. La taxonomía tan utilizada de
estilos afectivos se sostiene además por el hallazgo de que una los Big Five (24) enumera la cordialidad y la apertura a la ex-
activación elevada del hemisferio derecho durante el reposo periencia como dos rasgos básicos adicionales.
predice la magnitud con la que los adultos sanos reacciona- Como Gray (25) y Zuckerman (23) han señalado, no hay
rán con miedo y asco ante imágenes provocadoras (18). ninguna relación uno-a-uno entre los rasgos básicos y los sis-
La investigación sobre asimetría frontal y fenómenos afec- temas neurohormonales. Por ejemplo, la enzima monoami-
tivos es importante porque puede arrojar algo de luz sobre nooxidasa, que tiene una función importante en el bloqueo
ciertas enfermedades psiquiátricas, como la depresión postrau- dopaminérgico, se relaciona negativamente con la búsqueda
336 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

de sensaciones (26). Esto concuerda con la observación de de ansiedad (estos niños cumplían con frecuencia criterios de
que las formas desinhibidoras de la psicopatología (p. ej., tras- inhibición conductual). Estos mismos autores señalaron que
torno límite de la personalidad, trastorno bipolar, síntomas estos niños mostraban un reflejo de sobresalto de una magni-
positivos de esquizofrenia) se acompañan de niveles bajos de tud muy elevada. Esto coincide con la idea de que los niños
monoaminooxidasa. Sin embargo, la búsqueda de sensacio- con tendencia a la ansiedad (es decir, inhibidos conductual-
nes también está muy relacionada con la testosterona. Asi- mente) tienen unos circuitos subcorticales hiperexcitables que
mismo, se cree que el componente de excitación de la ansie- pueden promover el comportamiento de miedo y evitación.
dad neurótica está mediado por niveles elevados de noradre- Las personas con afectividad positiva o extraversión ele-
nalina, mientras que el componente de evitación se ha rela- vadas con frecuencia se sienten alegres, optimistas y asertivas,
cionado con niveles bajos de ácido γ-aminobutírico. El pun- mientras que aquellas que tienen una afectividad positiva
to importante a destacar es que las dimensiones de personali- baja, no tienen intereses y son pesimistas. La afectividad po-
dad pueden descomponerse en tendencias conductuales más sitiva es una dimensión temperamental estable con un com-
básicas, que probablemente corresponden a sistemas neuro- ponente genético considerable. También hay indicios de que
hormonales discontínuos. Por ejemplo, la búsqueda impulsi- está relacionado específicamente con la depresión. Sin em-
va de sensaciones implica un fuerte comportamiento de apro- bargo, los detalles de esta relación aún no son claros. Algunos
ximación, que depende de la dopamina y la testosterona, una estudios indican que la afectividad positiva baja refleja una
inhibición débil, que depende de la serotonina, y una activa- predisposición a desarrollar síntomas depresivos, mientras que
ción (arousal) baja que se halla en función de la noradrenali- otros estudios sugieren que modula el curso de los síntomas
na. De esta manera, una puntuación alta en la búsqueda de depresivos (34). Otra cuestión no resuelta hace referencia a las
sensaciones es posible gracias a la interacción de varios siste- variables cognitivas concretas que median la conexión entre la
mas neurohormonales (23, 26). afectividad positiva y la depresión. Está bien demostrado que
Determinar los vínculos exactos entre la personalidad, las los individuos que cuentan con un estilo explicativo pesimis-
tendencias conductuales y las neurohormonas llevará a una ta (es decir, que habitualmente atribuyen los acontecimientos
mejor apreciación de los estudios relacionados con la genética vitales desagradables a sus propios errores) corren un mayor
de la psicopatología. En un estudio sobre gemelos, Andrews y riesgo de deprimirse que aquellos que cuentan con un estilo
cols. (27) hallaron indicios de una transmisión genética de la explicativo optimista. También parece claro que el estilo ex-
depresión y los trastornos de ansiedad, pero también conclu- plicativo tiene un componente genético (35) y es un buen fac-
yeron que este componente genético se refiere al factor de vul- tor de predicción de los resultados a largo plazo del trata-
nerabilidad general de neuroticismo más que a síntomas espe- miento cognitivo de la depresión (36). Sin embargo, existen
cíficos o categorías diagnósticas. Sin embargo, hay que señalar indicios sólidos que confirmen que un estilo explicativo pesi-
que, en el análisis final, no eran rasgos de personalidad como mista funciona como mediador cognitivo específico entre la
el neuroticismo lo que se heredaba, sino genes que codifica- reducida afectividad positiva y la depresión. Bien podría darse
ban proteínas que, a su vez, regulaban neurohormonas. el caso de que un estilo de este tipo predisponga a los indivi-
El concepto de inhibición conductual o conducta inhibi- duos tanto a la ansiedad como a la depresión (34).
da está estrechamente vinculado al de neuroticismo y afecti-
vidad negativa (28). Hace referencia a la tendencia de algunos
niños a interrumpir el comportamiento que está en marcha y Parámetros psicofisiológicos
reaccionar con restricción vocal y alejamiento cuando se en-
frentan a situaciones o personas desconocidas. Se cree que la En general, la búsqueda de marcadores biológicos únicos
inhibición conductual es una tendencia de respuesta estable y de los trastornos psiquiátricos ha producido resultados decep-
heredada que presentan aproximadamente el 10-15 % de los cionantes. Un buen indicador diagnóstico es aquél que posee
niños (29). Los datos transversales y longitudinales recogidos la sensibilidad (es decir, proporción elevada de detección de
por Biederman y cols. (30) indican que la inhibición conduc- un trastorno determinado) y la especificidad (es decir, potente
tual es un factor de vulnerabilidad para una amplia gama de discriminación entre un trastorno concreto y otros trastornos)
trastornos de ansiedad. Acerca de las bases biológicas de la in- suficientes. Aunque la investigación psicofisiológica ha descu-
hibición conductual, Schmidt y cols. (31) identificaron pará- bierto distintas desviaciones en las poblaciones con trastornos
metros relevantes y señalaron que los niños con un compor- psiquiátricos, que van desde un exceso de actividad electroen-
tamiento inhibido presentaban niveles elevados de cortisol, la cefalográfica rápida en el alcoholismo hasta movimientos de
hormona del estrés, por la mañana. Ellos mismos especularon seguimiento ocular anormales en la esquizofrenia (37, 38),
que estos niveles elevados de cortisol podrían sensibilizar los ninguna de estas desviaciones satisface los criterios para ser
circuitos subcorticales de la activación (arousal) (p. ej., la buenos marcadores. Aparentemente, el principio organizador
amígdala) y esto daría lugar a que los niños fuesen más pro- que se encuentra detrás de estas desviaciones es bastante dife-
pensos a desarrollar síntomas graves de ansiedad. Curiosa- rente del que se encuentra en el Manual diagnóstico y estadísti-
mente, el trabajo sobre los parámetros psicofisiológicos que co de los trastornos mentales (DSM). Esto ha llevado a algunos
intervienen en la sensibilidad subcortical al miedo (p. ej., el re- autores a concluir que deberíamos dejar de buscar marcadores
flejo del parpadeo por sobresalto [32]) apoya ésta interpreta- biológicos de las categorías nosológicas enumeradas en el
ción. Por ejemplo, Grillon y cols. (33) evaluaron los reflejos de DSM. Después de todo, no hay motivo para tratar la taxono-
sobresalto en los niños con una historia paterna de trastorno mía que ofrece el DSM como la regla de oro (39).
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 337

Esto no quiere decir que las alteraciones psicofisiológicas sistemáticas entre los síntomas esquizofrénicos y los déficit
descubiertas en varias poblaciones con trastornos psiquiátri- cognitivos (47). Aunque no queda claro cuales de estos déficit
cos no tengan sentido. Las limitaciones de espacio no permi- son primarios y centrales en el trastorno y cuales son reaccio-
ten una revisión sistemática de esta cuestión y, por consi- nes secundarias a los síntomas, algunos autores han concluido
guiente, nos centraremos en unos cuantos ejemplos seleccio- que es el momento adecuado para llevar a cabo los programas
nados al azar. terapéuticos a pequeña escala para la esquizofrenia (48).
Aproximadamente el 40-60 % de los pacientes con esqui- Los parámetros psicofisiológicos, como la respuesta elec-
zofrenia no muestran una respuesta electrodérmica de orien- trodérmica o la actividad electromiográfica, se han considera-
tación a estímulos sensoriales simples (p. ej., sonidos). Esta do tradicionalmente los extremos periféricos de una cadena.
falta de respuesta electrodérmica no se debe a los efectos de Pueden reflejar disfunciones centrales, pero no sirven como
la hospitalización o la medicación, sino que refleja una pro- determinantes de estas disfunciones por sí mismos. Otro
funda alteración de la atención. La ausencia de respuesta elec- ejemplo de estos parámetros periféricos es el reflejo de parpa-
trodérmica en la esquizofrenia tiene varios correlatos clínicos deo por sobresalto. Los antecedentes centrales del reflejo de
interesantes. Por ejemplo, se ha visto que la no respuesta elec- sobresalto han sido muy bien estudiados porque este reflejo
trodérmica está relacionada con una escasa adaptación pre- proporciona un índice objetivo de las tendencias de acción
mórbida, síntomas negativos y/o de esquizofrenia más graves defensiva. Por ejemplo, los pacientes con fobias, trastorno de
(p. ej., embotamiento afectivo), respuesta parcial a los neuro- angustia o trastorno de estrés postraumático manifiestan una
lépticos, alteraciones en la tomografía computarizada (TC) (p. potenciación exagerada del sobresalto cuando se examinan
ej., mayor proporción de los ventrículos cerebrales) y escaso los reflejos de sobresalto en el contexto de estímulos amena-
funcionamiento social a largo plazo (40, 41). Asimismo, aun- zantes (p. ej., imágenes de objetos fóbicos). Por el contrario,
que la ausencia de respuesta electrodérmica no es ni un mar- los individuos con psicopatías no pueden mostrar ninguna
cador sensible (es decir, sólo un subgrupo de pacientes con potenciación del sobresalto en presencia de estímulos amena-
esquizofrenia presentan este fenómeno) ni específico (hay zantes. Precisamente porque el reflejo de sobresalto no de-
otras enfermedades, como el autismo o el trastorno esquizo- pende de la introspección, el análisis experimental del sobre-
típico de la personalidad, en los que ocurre este fenómeno) salto puede ser útil para evaluar los efectos de las interven-
de la esquizofrenia; es un fenómeno clínicamente relevante. ciones conductuales o farmacológicas (49).
Una hipótesis acerca de los orígenes de las alucinaciones Los estudios recientes con animales sugieren que hay en-
es que los pacientes malinterpretan su propio habla subvocal, fermedades en las que los parámetros periféricos pueden ac-
sobre temas con carga emocional, como si fueran voces. Esta tuar como los determinantes de disfunciones centrales. Un
idea se ha examinado en varios estudios donde los datos elec- ejemplo interesante es el que proporciona el cortisol. La ex-
tromiográficos de la actividad de los músculos vocales se re- posición a acontecimientos aversivos pone en funcionamien-
gistraba juntamente con la notificación de alucinaciones (42). to el eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, lo que se traduce
Los resultados de estos estudios fueron por lo general negati- en un incremento de la secreción de cortisol. Los niveles ele-
vos, puesto que no se encontró ninguna asociación temporal vados de cortisol pueden tener efectos neurotóxicos sobre los
entre el incremento de la actividad vocal y el comienzo de las circuitos del hipocampo, por consiguiente producen déficit
alucinaciones. Aunque la teoría de la subvocalización de las de memoria. Estos hallazgos pueden aclarar algunas caracte-
alucinaciones ha demostrado ser incorrecta, ha servido como rísticas clínicas de la depresión y el trastorno de estrés pos-
inspiración para un conjunto de nuevas formas de investiga- traumático. Ambos trastornos están asociados con el estrés y
ción que se centran en lo que se ha denominado habla inte- alteraciones de la memoria, y existen indicaciones prelimina-
rior (43). De hecho, los estudios de neuroimagen de la activi- res de que al menos algunos pacientes con estos trastornos
dad en las áreas cerebrales de lenguaje (p. ej., área de Broca) tienen un hipocampo de volumen reducido (50).
durante las alucinaciones encontraron indicios que sugerían
que las alucinaciones estaban relacionadas con el habla inte-
rior (44). Hallazgos como éstos han dado un mayor impulso Conclusiones
a las teorías cognitivas sobre la esquizofrenia. Un buen ejem-
plo es el que plantea Frith (45), quien defiende que la mayo- Muchos de los hallazgos resumidos anteriormente invitan
ría de los síntomas esquizofrénicos pueden interpretarse en a sostener una perspectiva de diátesis-estrés de la psicopatolo-
términos de déficit del autocontrol. De acuerdo con esta pers- gía. De acuerdo con esta visión, los síntomas psiquiátricos
pectiva, las alucinaciones ocurren cuando las personas atribu- son el producto final de una predisposición con base bioló-
yen su propio lenguaje interior a una fuente externa. gica (p. ej., neuroticismo) que interactúa con experiencias
Hace algunas décadas, Chapman y Chapman (46) conclu- aversivas de la vida. Mientras este abordaje ha demostrado ser
yeron en su clásica monografía sobre la esquizofrenia que «la un sistema valioso para muchos trastornos (51), no debería li-
mayoría de los psicólogos y los psiquiatras clínicos creen, casi mitar nuestra reflexión acerca de la etiología de los síntomas
como en un acto de fe, que los trastornos del pensamiento y psiquiátricos. Por ejemplo, el modelo de diátesis-estrés se ha
los otros síntomas de la esquizofrenia son una respuesta del tomado con frecuencia como si implicase que las alteraciones
paciente a sus problemas emocionales». Esta situación ha cam- biológicas de los individuos sintomáticos son de algún modo
biado drásticamente debido al extenso trabajo biopsicológico más fundamentales que los síntomas y, por consiguiente, de-
realizado en este terreno. Este trabajo ha revelado relaciones ben preceder a estos síntomas. En su excelente revisión, Ha-
338 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

rrop y cols. (52) demuestran que esta línea de razonamiento están en gran parte vinculadas a temperamentos con base bio-
es problemática. Incluso en el caso de la dilatación ventricu- lógica. Una ciencia psicológica que ignorase las diferencias in-
lar o los bloqueos de dopamina en la esquizofrenia, existe la dividuales sería de poca utilidad para la psiquiatría (58).
posibilidad de que las alteraciones pertinentes del sistema Otra limitación importante de la psicología conductista
nervioso central estén provocadas por síntomas de esquizo- era que ignoraba una cuestión tan importante, como el modo
frenia o determinados factores ambientales que intervienen en que el organismo produce una respuesta después de perci-
en la etiología de la esquizofrenia (53). Hay que destacar que bir un estímulo. Está claro que pueden estar implicadas la
existen ejemplos bien investigados de trastornos psicológicos percepción del estímulo y la preparación de la respuesta, pero
que se traducen en alteraciones biológicas. Consideremos el algunas relaciones entre el estímulo y la respuesta (p. ej., mie-
paradigma de la indefensión aprendida. Cuando los animales do condicionado) se adquieren a través de procesos de apren-
se vuelven indefensos mediante descargas ineludibles, no sólo dizaje. ¿El aprendizaje no incluye la memoria? ¿Y el concep-
se vuelven pasivos, sino que también presentan depleción de to de memoria no implica ciertas cualidades de la caja negra?
noradrenalina y serotonina (54). Esto implica que una deter- Asimismo, el comportamiento inteligente requiere atención,
minada historia de aprendizaje puede incrementar las altera- autocontrol de los actos motores, emoción y lenguaje, y ade-
ciones de los neurotransmisores, que tradicionalmente se han más todas estas funciones implican una arquitectura cogniti-
considerado la causa de la depresión. Asimismo, mientras el va y altamente específica de la caja negra.
examen mediante tomografía por emisión de positrones En la década de 1960, las ciencias informáticas empeza-
(PET) revelaba profundas alteraciones cerebrales en los pa- ron a ofrecer una poderosa metáfora para conceptualizar esta
cientes obsesivo-compulsivos, estas diferencias cerebrales en- arquitectura cognitiva. En una década, el estudio de la caja
tre pacientes y controles desaparecieron después de la terapia negra se convirtió en un reto atractivo y científicamente res-
conductual satisfactoria (55). petable, que cambió drásticamente el panorama de la psico-
Incluso cuando es plausible aceptar que una alteración logía. Algunas veces se ha hecho referencia a este cambio
biológica precede el comienzo de los síntomas, no es eviden- como a la «revolución cognitiva« en la psicología (59). Mien-
te que esta irregularidad desempeñe un papel etiológico sig- tras la tradición conductual se concentraba en cómo apren-
nificativo. Una disfunción con base biológica (p. ej., puntua- den los organismos, el principal objetivo de la psicología cog-
ción baja en afectividad positiva) puede afectar al curso más nitiva era saber cómo procesan la información los sistemas in-
que el comienzo de un trastorno. Este tipo de causalidad se teligentes. La importancia para la psiquiatría es clara. Dado
conoce como modelo patoplástico y, en comparación con el un determinado trastorno, por ejemplo la depresión, la cues-
procedimiento tan difundido de diátesis-estrés, ha recibido tión es saber si ésta está asociada con peculiaridades en el pro-
muy poca atención. cesamiento de la información y si estas peculiaridades
Entonces, tal vez el beneficio de la psicobiología para la desempeñan algún papel en la génesis o el mantenimiento del
psiquiatría no consiste en grandes teorías sobre la causalidad, trastorno. Antes de comentar algunos de los principales ha-
sino en medidas fiables de conceptos básicos. Es decir, que la llazgos de esta investigación, es necesario hacer dos observa-
psicobiología puede informar a la psiquiatría acerca de los ciones preliminares.
rasgos de la personalidad fundamentales, la naturaleza de las Primero, posiblemente debido a su asociación con las
emociones y como se relacionan con el cerebro. También ciencias informáticas, gran parte de las primeras investigacio-
puede aportar buenas herramientas psicofisiológicas y neu- nes sobre el procesamiento de la información en psiquiatría se
ropsicológicas con algún valor diagnóstico y pronóstico. Por concentró en la información emocionalmente neutra. En los
este motivo, puede ser útil definir los límites dentro de los test de memoria, se pedía a los pacientes que memorizaran pa-
cuales puede darse una buena teoría. labras emocionalmente neutras o incluso sin sentido. Se con-
sideraba que la relevancia que tiene para uno mismo y la «va-
lencia emocional» de la información reflejaban un «ruido»
■ Procesamiento de la información irrelevante para la cuestión. Ahora está claro que esto no es
cierto; la valencia o el significado de la información que se tie-
En la primera mitad del siglo XX la psicología académica ne que procesar es muy importante para la psicología cogniti-
tenía principalmente una orientación conductista, y se basaba va de los trastornos emocionales. Los pacientes con depresión,
en la relación entre los estímulos (input) y las respuestas (out- por ejemplo, realizan peor los test que evalúan la memoria
put) ignorando en gran manera los procesos que tienen lugar para la información emocionalmente neutra. Curiosamente, el
entre los estímulos y las respuestas. Dada la ambición por rendimiento en memoria de las personas con depresión es me-
desarrollar una verdadera ciencia del comportamiento, esta jor con material emocionalmente negativo (p. ej., palabras
reticencia a detenerse en la «caja negra» es comprensible, pero como muerto, culpable, sufrimiento) que con información
este procedimiento tuvo serias limitaciones (56, 57). Por ejem- neutra. Esto indica que, aparte de una disfunción general de la
plo, los primeros conductistas del siglo, en especial en Esta- memoria, los pacientes con depresión presentan un sesgo
dos Unidos, mantuvieron un prolongado silencio sobre las mnésico específico en este dominio. Otro ejemplo es el de los
diferencias individuales puesto que se asumió que todas las pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo, quienes a veces
manifestaciones conductuales son el resultado de configura- son extremadamente inseguros respecto a su propio rendi-
ciones de estímulos. Sin embargo, evidentemente las personas miento en memoria (¿habré apagado el gas o no?). Esta inse-
se diferencian mucho entre sí y estas diferencias individuales guridad puede contribuir al comportamiento de comproba-
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 339

ción y hace pensar en un fallo de la metamemoria, es decir, la desviación de la atención fuese accesible a la introspección,
capacidad para juzgar si un fragmento recuperado de memoria los investigadores adoptaron paradigmas de la psicología ex-
se refiere a acontecimientos que realmente han ocurrido o no. perimental para documentar y explicar el fenómeno. Nor-
Sin embargo, dado el cuadro clínico de trastorno obsesivo- malmente, se pedía a varios grupos de pacientes y controles
compulsivo, no tiene sentido suponer un déficit general de sanos que realizaran una tarea durante la cual se presentaban
metamemoria. Los pacientes confían en su memoria cuando distractores, que variaban en cuanto a contenido (p. ej., emo-
hace referencia a si han ido a la tienda de comestibles o no. cionalmente neutro frente a emocionalmente negativo). Se-
Lo que ilustra este ejemplo es que las aberraciones en el pro- gún el grado de atención que se asigne selectivamente al ma-
cesamiento de la información tienen lugar en la psicopatolo- terial emocionalmente negativo, por ejemplo, el rendimiento
gía, pero que tales aberraciones a menudo son específicas de en la tarea primaria se deteriorará más cuando se presenten
un dominio y se limitan al procesamiento de la información distractores negativos que cuando los distractores sean neu-
con una valencia emocional específica. tros. Cuando determinados pacientes están más distraídos,
Una segunda cuestión preliminar está relacionada con el por ejemplo, por determinados distractores negativos que por
hecho de que el procesamiento de la información ocurra en distractores neutros, respecto de los controles sanos o con
etapas distintas que están organizadas jerárquicamente. Estas trastornos psiquiátricos, se infiere que éstos presentan un «ses-
fases incluyen atención hacia la información que tiene que go atencional» específico del dominio. Si bien se dispone de
procesarse, registro sensorial de la información, comparación una extensa variedad de este tipo de tareas, la mejor estudia-
de los estímulos entrantes con la información almacenada en da es con mucho el llamado test emocional de Stroop. Los
la memoria, interpretación, decisión acerca de la acción, pre- pacientes se sientan frente a una pantalla de ordenador y se
paración y ejecución motoras, etc. Todavía no es claro el nú- les presenta una secuencia de palabras que varían de color.
mero preciso de etapas que hay que distinguir y su secuencia Unas veces las palabras son emocionalmente neutras y otras
exacta. Aquí no vamos a entrar en este debate, sino que nos veces tienen un valor emocional (p. ej., en relación con la
concentraremos en aquellos aspectos y etapas del procesa- amenaza). La tarea del sujeto es ignorar el significado de la
miento de la información que estén mejor estudiados y sean palabra y nombrar su color. Los resultados derivados de este
más interesantes para la psiquiatría, es decir, la atención, la paradigma se encuentran entre los datos más sólidos de la psi-
memoria y la interpretación. cología cognitiva de los trastornos afectivos. Los pacientes
con ansiedad suelen reducir la velocidad de respuesta cuando
el color designa palabras emocionalmente provocativas en
Atención comparación con palabras neutras. Generalmente los contro-
les sanos no lo hacen. El sesgo atencional, evaluado con este
Posiblemente no podemos procesar toda la información procedimiento, se ha documentado en los trastornos adicti-
que está disponible. Mediante la distribución de los limitados vos y del comportamiento alimentario, pero sobre todo en
recursos atencionales que tenemos para los estímulos especí- los trastornos de ansiedad, es decir, las fobias, el trastorno de
ficos, se selecciona alguna información para un procesamien- angustia, la fobia social, el trastorno de ansiedad generaliza-
to más extenso a expensas de otra información. Las aberra- da, el trastorno de estrés postraumático y el trastorno obsesi-
ciones en la regulación de la atención se presentan en una vo-compulsivo (61-63). El aspecto más sorprendente de este
amplia gama de trastornos psiquiátricos. fenómeno no es que los pacientes presten atención selectiva-
En primer lugar, los trastornos graves como la esquizofre- mente hacia puntos de interés personal, sino que son, apa-
nia o el trastorno de hiperactividad con déficit de la atención rentemente, incapaces de abstenerse voluntariamente de aten-
se acompaña de un déficit general en la atención selectiva. Los der de forma selectiva hacia la amenaza. Después de todo, in-
pacientes muestran déficit de la atención que son, en gran par- tentan ignorar el significado del contenido de la palabra dis-
te, independientes del contenido semántico de la información tractora. En psicología, esta ausencia de control voluntario se
a procesar. Un buen ejemplo es el trabajo sistemático de Sha- considera como un rasgo del «procesamiento automático»,
kow y cols., quienes intentaron identificar la fase temprana en que se compara con el «procesamiento controlado» que re-
la que tienen lugar los déficit cognitivos en la esquizofrenia. quiere un esfuerzo voluntario (64).
Este trabajo reveló que los pacientes con esquizofrenia tienen Otra característica psicológica que distingue el procesa-
un rendimiento dentro de la normalidad en las tareas motoras miento controlado del automático es la conciencia. Mientras
repetitivas y las tareas que evalúan la agudeza visual, pero el procesamiento controlado (p. ej., conducir un coche para
muestran un enlentecimiento de la velocidad cuando tienen un conductor novel) requiere conciencia de la información
que reaccionar a un estímulo diana indicado (60). Estos resul- que debe procesarse y las operaciones que deben llevarse a
tados coinciden con las observaciones clínicas de Kraepelin, cabo, el procesamiento automático o automatizado (p. ej.,
para quien la disfunción general de la atención es una de las conducir un coche para un conductor experto) no requiere
alteraciones fundamentales en la esquizofrenia. esta conciencia. De este modo surge la cuestión acerca de si la
Sin embargo, en muchas otras enfermedades, las altera- atención selectiva, involuntaria, relacionada con la ansiedad,
ciones atencionales no son generales sino específicas de un hacia la amenaza, requiere conciencia del material que se pro-
dominio, puesto que dependen del contenido (o la «valencia» cesa. La respuesta a esta pregunta es negativa. Existen buenas
o el «significado») de la información a procesar. Puesto que razones para pensar que incluso cuando los pacientes con an-
no había razón para suponer que este «sesgo atencional» o siedad, no puedan ser posiblemente conscientes de la infor-
340 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

mación que se les presenta, preferentemente procesan infor- minución del síndrome. A pesar de ello, hay más sesgo aten-
mación de contenido negativo. Los indicios provienen princi- cional que éste. MacLeod y Hagan (65), utilizaron el test de
palmente de una modificación del test de Stroop. Las palabras Stroop «enmascarado» de funcionamiento preconsciente en
de las que hay que decir el color se presentan durante un pe- un estudio prospectivo y observaron que el malestar futuro
ríodo ultracorto de tiempo, 20 ms, después de lo cual se sus- podía predecirse a partir de una tendencia del momento a
tituyen por una máscara de color que bloquea eficazmente la prestar atención selectiva hacia la amenaza. Este resultado se
imagen que hay detrás de la palabra, previniendo así el reco- repitió en un estudio transversal (67). Tiene especial interés
nocimiento consciente. Estas palabras enmascaradas son emo- que la predicción del malestar a partir del actual sesgo aten-
cionalmente neutras o negativas y se pide al sujeto que diga el cional no estaba relacionada con los niveles de ansiedad. In-
color de la máscara tan rápido como sea posible. Asimismo, dependientemente de la ansiedad, el sesgo atencional era un
los pacientes con ansiedad reducen la velocidad de un modo factor de predicción de los siguientes síntomas. Esto sugiere
selectivo cuando la máscara es precedida de una palabra ame- que la ansiedad y el sesgo atencional están relacionados mu-
nazante en oposición a las palabras neutras. Esta atención se- tuamente; la ansiedad puede mantener el sesgo atencional,
lectiva hacia las señales que no se identifican de manera cons- pero por ello el sesgo atencional puede ser un factor de vul-
ciente se ha observado en sujetos con una elevada ansiedad nerabilidad. Una implicación terapéutica sería que la reduc-
rasgo (65-67), con fobia (68) y en pacientes que padecen un ción del sesgo atencional podría ayudar a disminuir los tras-
trastorno de ansiedad generalizada (69). En la ansiedad, aten- tornos de ansiedad o prevenir la recaída después de un trata-
der selectivamente hacia señales amenazantes preconscientes miento con éxito. Mientras se publican observaciones pro-
no sólo afecta a las operaciones cognitivas de bajo nivel que metedoras (76), todavía no se dispone de datos controlados.
están en marcha, sino también parece activar la rama simpáti-
ca del sistema nervioso autónomo; los sujetos temerosos pre-
sentan mayor actividad electrodérmica cuando se enfrentan Memoria
con presentaciones enmascaradas de imágenes amenazantes,
mientras que los controles no (70). La memoria no es lo que la mayoría de la gente piensa
Mientras el sesgo atencional se ha observado en varios que es. No es un disco duro del que puede recuperarse fácil-
trastornos, una curiosa excepción a esta regla es la depresión. mente la información mediante un simple botón. A veces la
Los pacientes con depresión tienden a recordar selectivamen- información representada en la memoria puede ser temporal-
te la información cargada negativamente («sesgo de memo- mente inaccesible y en otras ocasiones puede aparecer repen-
ria»), pero generalmente no prestan atención de forma selecti- tinamente de forma inesperada. Algunas veces los recuerdo
va hacia la amenaza (71). Esto puede ser debido a que las per- son tan vívidos que parece como si se experimentara el suce-
sonas con depresión se preocupan por lo que han perdido en so otra vez, pero otros recuerdos son sólo una forma abstrac-
el pasado (percibido) y no, como las personas con ansiedad, ta y global de saber qué ha ocurrido. En algunos estados afec-
por el daño futuro (percibido). Desde una posición funciona- tivos se recuerdan cosas que no se recordarán fácilmente en
lista, parece que la atención selectiva se espera para aquellas otros estados afectivos. Puesto que las alteraciones relaciona-
señales que son relevantes para la acción inmediata, como el das con la memoria a menudo se asocian a problemas psi-
acercamiento o la evitación. De acuerdo con esta deducción quiátricos, incluso si no existe una causa orgánica directa para
procedente de la teoría general de las emociones, se observó estas alteraciones y, puesto que la memoria parece ser im-
que también se producía sesgo atencional para señales emo- prescindible para nuestro funcionamiento cotidiano, el estu-
cionalmente positivas, ya que las señales se refieren a la acción dio de los procesos de la memoria en distintas formas de psi-
inmediata apetecible. Por ejemplo, los sujetos que ayunan du- copatología se ha convertido en uno de los temas principales
rante 24 h prestan atención selectivamente a señales con con- de la investigación psicológica.
notaciones positivas relacionadas con la comida (72). Una cuestión importante es la influencia del estado de
Teórica y clínicamente, una cuestión crucial es el estatus ánimo en la accesibilidad a determinados recuerdos. Varios
causal del sesgo atencional: ¿está relacionado con la génesis experimentos indican que el estado de ánimo de una persona
y/o el mantenimiento de los trastornos o es una consecuen- influye en los recuerdos que refiere cuando se le pide que re-
cia de estos trastornos? Las pruebas empíricas acumuladas cupere un recuerdo relacionado con una señal específica; la
apoyan ambas interpretaciones. En consecuencia, varios estu- palabra señal puede ser neutra (p. ej., calle) o con mucha car-
dios han hallado que el sesgo atencional desaparece o se re- ga emocional (p. ej., frustración). Los recuerdos de aconteci-
duce después de una terapia cognitivo-conductual satisfacto- mientos negativos de períodos tristes de la vida, e incluso de
ria (73-75). El descubrimiento de que la terapia cognitivo-con- las autodescripciones negativas aprendidas recientemente, son
ductual no sólo influye en el comportamiento y las quejas más accesibles en un estado de ánimo negativo que en un es-
subjetivas, sino también en las manifestaciones objetivas del tado de ánimo feliz, mientras que lo contrario es cierto para
procesamiento de la información, aun cuando es alentador los recuerdos de acontecimientos positivos de períodos felices
para la terapia cognitivo-conductual, sugiere que el sesgo de la vida y las autodescripciones positivas. Parece que esto se
atencional es consecuencia de la ansiedad. Obviamente, la mantiene para las fluctuaciones naturales del humor y los es-
importancia del sesgo atencional sería bastante más limitada tados de ánimo inducidos experimentalmente, así como para
si hubiera una característica epifenoménica y superficial del los estados afectivos psicopatológicos, en especial la depre-
trastorno, que aparece y desaparece con el aumento y la dis- sión clínica (62, 63, 77).
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 341

Este fenómeno de los recuerdos congruentes con el esta- es decir, los pacientes con depresión tienden a reaccionar con
do de ánimo parece ser bastante más específico para los pa- recuerdos muy globales ante las palabras señal. Por ejemplo,
cientes con depresión o los pacientes con humor depresivo un paciente con depresión podría reaccionar a la palabra señal
concomitante. En consecuencia, los investigadores se han «fiesta» con «a mi nunca me han gustado las fiestas», más que
centrado en el papel que podría desempeñar en el origen o el con «no me gustó la fiesta que mi vecino organizó el sábado
mantenimiento de los trastornos depresivos. El modelo de pasado por la tarde; casi no había nadie a quien yo conociera
Teasdale es probablemente el que mejor se conoce y ha sido y la música estaba demasiado alta, de manera que no podía-
muy influyente. Este modelo formula que los pacientes con mos hablar unos con otros». Aunque no está claro hasta qué
depresión están atrapados en un círculo vicioso, de manera punto este fenómeno de «memoria sobregeneralizada» es es-
que sus recuerdos negativos los conducen a interpretaciones pecífico de la depresión. Williams (80) ha especulado que este
negativas de los acontecimientos actuales, lo cual a su vez déficit puede desempeñar un papel crucial en el manteni-
mantiene el estado de ánimo depresivo, mientras el humor miento del trastorno depresivo. Una de las formas en que la
depresivo mantiene la accesibilidad aumentada para los re- memoria sobregeneralizada podría suponer un problema es
cuerdos positivos (78). El estado exacto de la influencia del que, si no pueden encontrarse recuerdos o acontecimientos es-
estado de ánimo sobre la memoria no está totalmente claro pecíficos, la solución de problemas será muy difícil. Los re-
(79) y los hallazgos en este ámbito no llevan a intervenciones cuerdos sobre sucesos específicos pueden ayudarnos a encon-
terapéuticas directas, a parte del tipo de métodos terapéuticos trar soluciones eficaces para problemas actuales y evitar formas
cognitivos que parecen estar más relacionados con las teorías ineficaces de afrontar la vida. Por ejemplo, Evans y cols. (81)
de esquemas (v. apartado sobre esquemas y creencias) que informaron de la relación entre la incapacidad de los pacien-
con las teorías de memoria. Sin embargo, está claro que la re- tes con depresión para reaccionar con recuerdos detallados
cuperación de recuerdos autobiográficos está influida por el ante palabras señal y su escasa capacidad para solucionar pro-
estado de ánimo del individuo. Por eso el funcionamiento de blemas; y un estudio longitudinal de Brittlebank y cols. (82)
la memoria en la depresión no está alterado en un sentido ge- demostró que la memoria sobregeneralizada de recuerdos au-
neral, sino que está sesgado hacia el contenido cargado emo- tobiográficos predice un fallo en la recuperación de la depre-
cionalmente de los recuerdos. Al igual que en el caso del ses- sión posterior a una intervención psicofarmacológica.
go atencional, el sesgo de la memoria está relacionado con el Además, puede especularse acerca de la función original
contenido de la información a procesar. de los recuerdos sobregeneralizados en la depresión. Una po-
¿Por qué los pacientes con ansiedad presentan un claro sibilidad, relacionada con nuestra teoría sobre el sesgo de
sesgo atencional, mientras que los pacientes con depresión no memoria congruente con el estado de ánimo en el humor de-
presentan sesgo atencional pero se caracterizan por un sesgo primido es que, en el duelo, la principal tarea para el indivi-
de memoria congruente con el estado de ánimo? Una hipó- duo es integrar la pérdida dentro de las representaciones es-
tesis es que tiene que ver con las funciones originales del es- quemáticas generales de sí mismo y el mundo. No parece útil
tado emocional del paciente. Es útil considerar los trastornos integrar la pérdida de un niño, por ejemplo, en cada uno de
de ansiedad como variantes disfuncionales de la ansiedad los distintos recuerdos de los miles de acontecimientos espe-
normal y los trastornos depresivos como variantes disfuncio- cíficos que se han compartido con el niño. Así, el sesgo ob-
nales de los estados normales de aflicción. En la ansiedad servado parece estar, nuevamente, estrechamente relacionado
«normal» o «funcional», existe un peligro (posible) y el estado con el contenido del trastorno. Sin embargo, existen otras
de ansiedad resultante está dirigido a la supervivencia inme- conjeturas acerca de las funciones originales de los recuerdos
diata. Así, el sistema atencional trata de señalar rápidamente sobregeneralizados (83). Por ejemplo, se ha propuesto que los
(aunque tal vez de una forma un tanto «sucia») el peligro, y recuerdos sobregeneralizados son el resultado de estrategias
de este modo facilita suficientemente la lucha o la huida. Por sobreaprendidas para evitar recuerdos traumáticos dolorosos.
definición, la perspectiva está en el futuro. En condiciones de No obstante, otra hipótesis es que la incapacidad para elabo-
aflicción, sin embargo, la atención se centra en lo que se ha rar determinados recuerdos es consecuencia de una especie de
perdido y el procesamiento de la información trata de inte- estancamiento cognitivo en la infancia temprana; los niños
grar la nueva realidad (p. ej., la muerte de un ser querido) con más pequeños tienen más dificultades para elaborar recuerdos
los recuerdos del objeto perdido. Asimismo, la perspectiva se específicos que los adultos, y las experiencias traumáticas du-
encuentra en el pasado, hasta que la nueva realidad ha sido rante estos períodos podrían conducir a dicho estancamiento.
suficientemente asimilada. Parece que en la ansiedad disfun- Más recientemente, la atención se ha ampliado hasta los
cional y en los trastornos depresivos, el sistema de procesa- recuerdos traumáticos. En las enfermedades psicopatológicas
miento de la información presenta sesgos directamente rela- directamente relacionadas con traumas, como el trastorno de
cionados con los procesos que tienen prioridad en las varian- estrés postraumático, los esfuerzos por recordar completa-
tes funcionales. mente lo que ha sucedido parecen tener menos éxito del es-
Últimamente la investigación sobre el funcionamiento de perado, puesto que los sucesos emocionales normalmente se
la memoria en los pacientes con depresión ha centrado más su recuerdan mejor que los acontecimientos neutros (84). Sin
atención en el grado de especificidad de los recuerdos. Wi- embargo, parece que repentinamente afloran recuerdos extre-
lliams (80) observó que para los pacientes suicidas y con de- madamente vívidos que pueden tener una calidad casi real;
presión era más difícil relatar recuerdos de acontecimientos es- algunas veces el paciente huele, ve, escucha, etc. aquello que
pecíficos que para los pacientes somáticos y las personas sanas, ha ocurrido durante el trauma. Parece como si la memoria
342 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

verbal almacenada, es decir, el significado conceptual del su- la interferencia de correlaciones ilusorias y la utilización de
ceso traumático, estuviera escasamente desarrollada, mientras respuestas emocionales como fuente de información acerca
que a nivel sensorial la memoria estuviera muy desarrollada. de la seguridad o el peligro del entorno inmediato.
Aparentemente, estos recuerdos «codificados sensorialmente» El grado en que las situaciones son positivas o negativas,
son poco accesibles a los esfuerzos voluntarios para recordar. peligrosas o seguras, etc., es muchas veces bastante ambiguo,
Según una teoría psicológica de la memoria (85), esto podría y evaluar el significado de estas situaciones requiere interpre-
estar relacionado con el modo en que se ha codificado la ex- tación o «desambiguación». Los psicólogos han estudiado qué
periencia; las experiencias codificadas en el nivel de datos emoción está relacionada con la interpretación del material
sensoriales son poco accesibles a los intentos explícitos de re- ambiguo. En estos estudios, se solicita a personas con ansie-
cordar, pero son fácilmente accesibles cuando se utilizan se- dad o depresión y a sujetos normales que reduzcan la ambi-
ñales que se parecen a los datos originales (memoria implíci- güedad individualmente a estímulos ambiguos. Por ejemplo,
ta). No obstante, cuando se procesa una experiencia dándole se pide a los sujetos que anoten los homófonos que se pre-
un significado conceptual, parece ocurrir lo contrario: la me- sentan oralmente como «killed» y «kilt», o «dye» y «die». Con
moria explícita es relativamente buena, pero la memoria im- relación a las personas sin ansiedad, los sujetos con ansiedad
plícita es relativamente escasa. Lo que puede suceder durante tienden a favorecer la versión negativa de una palabra ambi-
las experiencias sumamente traumáticas es que la experiencia, gua por encima de la versión neutra (86). Asimismo, los pa-
a menudo inesperada, lo cual es difícil de comprender con- cientes clínicamente ansiosos, a diferencia de los pacientes re-
ceptualmente, se procese en un nivel inferior (es decir, en el cuperados y los no pacientes, tienden a las oraciones que re-
nivel de datos sensoriales) y no a nivel conceptual. Los nive- ducen la ambigüedad negativamente como «Discutieron las
les elevados de estrés y la falta de control también pueden convicciones de los sacerdotes» o «El médico examinó el cre-
desempeñar un papel en la paralización de las funciones cog- cimiento de la pequeña Emma» (87). De igual modo, las per-
nitivas superiores, de manera que hay poco procesamiento sonas con ansiedad tienden a sobrestimar las probabilidades
conceptual del trauma. Esta hipótesis explica como las intru- de que les sucedan acontecimientos desafortunados (88) y tar-
siones vívidas y la pésima memoria explícita forman parte del dan menos tiempo en comprender los giros negativos en las
trastorno psicopatológico que puede seguir a una experiencia narraciones, pero son más lentos para entender los cambios
traumática. Además, existe una implicación terapéutica direc- positivos de la historia (89).
ta; ayudando al paciente a dar significados conceptuales me- El hecho de que el sesgo de desambiguación en la ansie-
jor organizados de la experiencia traumática, los recuerdos dad desaparezca después de un tratamiento satisfactorio (87)
que se encuentran en el nivel de datos sensoriales se transfor- sugiere que el sesgo proviene de la ansiedad. Esta idea está
man a un nivel conceptual y las quejas relacionadas con la consolidada por la observación que al disminuir experimen-
memoria deberían reducirse. En las próximas décadas, los es- talmente el humor en sujetos sanos, aparece un sesgo inter-
tudios psicológicos sobre la memoria indudablemente ayuda- pretativo negativista (63). Por otro lado, parece obvio que la
rán mucho más a entender los problemas relacionados con la desambiguación del mundo en un sentido negativo puede
memoria que siguen una experiencia traumática y a conocer contribuir al mantenimiento de un humor negativo. Por eso
qué tratamiento puede ayudar a los pacientes a recuperarse de parece que el sesgo interpretativo y el estado de ánimo nega-
sus consecuencias. tivo están relacionados recíprocamente, el humor negativo fo-
menta el sesgo interpretativo y viceversa.
La investigación acerca de los sesgos de desambiguación
Interpretación tienen por lo menos dos limitaciones. En primer lugar, las
configuraciones de estímulos que deben interpretarse se pre-
La investigación sobre atención y memoria destaca el pro- sentan simultáneamente en lugar de secuencialmente. No se
cesamiento sesgado de fragmentos relativamente aislados de puede demostrar si las interpretaciones están relacionadas con
información con carga emocional. A un nivel de procesa- secuencias causales que han asumido los pacientes pero no
miento que típicamente se ha caracterizado como «superior», los sujetos normales. Además, la validez de las interpretacio-
estos fragmentos de información que provienen de la memo- nes que dan los pacientes y los sujetos normales no puede es-
ria y el mundo exterior se integran para elaborar una repre- tablecerse de forma independiente; los pacientes pueden ser
sentación más o menos coherente de lo que ocurre. Por con- más negativistas que los controles normales, pero no hay una
veniencia, nos referimos a esta integración de la información regla de oro que puede utilizarse para decidir si los pacientes
con el término genérico «interpretación». Mientras, debe re- son demasiado negativistas o si los no pacientes son indebi-
conocerse que la interpretación, definida de este modo, abar- damente optimistas.
ca la actividad cognitiva que va desde el engaño fácil e inme- Tomarken y cols. (90) fomentaron un tipo de investiga-
diato de una psicología basada en una configuración de estí- ción sobre el sesgo interpretativo que no tenía estos proble-
mulos visuales (p. ej., la famosa ilusión de Rubin, en la que mas. En el primer estudio, a sujetos con alta y baja ansiedad
puede verse tanto un jarrón como dos caras), hasta la más se les presentaban unas series de diapositivas de tres categorí-
bien difícil deducción lógica de una conclusión válida a par- as, dos neutras y una que evocaba temor. Cada diapositiva se
tir de una serie de premisas. seguía inmediatamente por una de estas tres consecuencias:
La atención actual se dirigirá hacia los tres tipos relacio- un tono, nada o una descarga. La probabilidad condicional
nados de sesgos interpretativos: el sesgo de desambiguación, de cualquiera de las consecuencias, cualquiera que fuese la
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 343

diapositiva precedente, era exactamente de un tercio. Después Si las correlaciones ilusorias en y por sí mismas contribu-
de la exposición a docenas de combinaciones diapositiva- yen al mantenimiento de la ansiedad, los sujetos normales de-
consecuencia, se pidió a los sujetos que estimaran la probabi- berían volverse resistentes a la desconfirmación después de
lidad de una determinada consecuencia siempre que estuvie- que se induzca una correlación ilusoria entre la señal y el
ra precedida de una determinada diapositiva. Los sujetos con daño. En un experimento que abordaba específicamente esta
mucha ansiedad sobrestimaban sistemáticamente la covaria- cuestión (94), se mostraba a sujetos normales una serie alea-
ción entre las diapositivas que provocaban miedo y la descar- torizada de diapositivas neutras (círculos y cruces), cada una
ga. En una replicación extensiva, de Jong y cols. (91), se mos- de las cuales se asociaba algunas veces con una descarga y
traban diapositivas de arañas, diapositivas de armas y diapo- otras no. Durante los ensayos iniciales, se sugirieron combi-
sitivas neutras a personas con fobias muy fuertes hacia las ara- naciones mediante la presentación asociada de la diapositiva
ñas. Las diapositivas se asociaban aleatoriamente con descar- diana con la descarga en el 70 % de las presentaciones y con
ga, tono o nada. De nuevo, los pacientes con fobia a las ara- la diapositiva control en el 30 % de las presentaciones. Du-
ñas tendieron a sobrevalorar excesivamente la asociación en- rante los ensayos restantes, las diapositivas diana fueron aso-
tre las diapositivas de arañas y la descarga. Esto sugiere que la ciándose gradualmente con una frecuencia menor de descar-
ansiedad está asociada con una tendencia a sobrestimar la re- gas mientras que las diapositivas control se apareaban más a
lación entre una señal de miedo y el daño personal. menudo con descargas, de manera que, al final, tanto las dia-
El procesamiento selectivo de las combinaciones araña- positivas diana como control se habían asociado con la des-
descarga fue manifiesto, no sólo por las «correlaciones iluso- carga exactamente en el 50 % de los ensayos. Durante el ex-
rias», tal como lo refirieron los sujetos, sino también por la perimento, se obtuvo la probabilidad estimada de conexión
respuesta electrodérmica. Los sujetos no sólo reaccionaron entre las diapositivas y las descargas después de cada diaposi-
con respuestas electrodérmicas más fuertes a las diapositivas tiva. En la fase sugestiva, los sujetos refirieron que esperaban
de arañas, sino que también reaccionaron con respuestas elec- que la diapositiva diana estuviera específicamente relacionada
trodérmicas más pronunciadas en las descargas precedidas por con la descarga. Después de las series sugestivas, aunque la
diapositivas de arañas que las que se presentaban tras diapo- asociación real diana-descarga descendió por debajo del 50 %
sitivas control (91, 92). y por debajo de la asociación entre la diapositiva control y la
Por lo que se refiere a la cuestión de la causalidad, el ra- descarga, los sujetos seguían convencidos de la asociación
zonamiento de Jong y cols. fue similar al empleado en los es- diana-descarga y no hubo ningún signo de que los indicios
tudios mencionados anteriormente sobre atención selectiva. desconfirmatorios condujeran a la extinción de esta creencia.
Si la ansiedad es la culpable de las correlaciones ilusorias en- Por tanto es bastante fácil inducir una ilusión de control en-
tre la señal y el daño, la disminución de la ansiedad debería tre la señal y el daño en sujetos sanos. La observación sor-
acompañarse de una reducción de las correlaciones ilusorias. prendente fue que, una vez establecida, la correlación ilusoria
Sin embargo, si las correlaciones ilusorias actúan como una permanece igual, incluso ante indicios desconfirmatorios.
ansiedad antecedente, deberían predecir la futura ansiedad, Los sujetos con ansiedad dicen que creen que las señales
con independencia de la ansiedad presente, y la inducción de de miedo predicen daño. Estos experimentos indican que, si
una expectativa terrible en sujetos normales debería hacer que se establece una asociación de este tipo, se vuelve indepen-
sus confirmaciones estuvieran sesgadas y presentasen una co- diente. Los indicios confirmatorios se sobrevaloran, los indi-
rrelación ilusoria. cios desconfirmatorios se ignoran y las temibles expectativas
De acuerdo con el concepto de que la ansiedad causa co- permanecen intactas.
rrelaciones ilusorias, se publicó que, utilizando el paradigma La investigación sobre las correlaciones ilusorias es intere-
de Tomarken y cols. (90), los pacientes con fobia no tratados sante pero parece que sufre de una falta de validez clínica o
mostraban mayores correlaciones ilusorias que los pacientes «ecológica». Bajo condiciones de laboratorio, los pacientes
tratados no examinados anteriormente (91, 92). Hay que se- pueden ver asociaciones poco realistas entre las señales y las
ñalar que, aunque las correlaciones ilusorias después de la te- consecuencias temidas, pero fuera del laboratorio la asocia-
rapia tiendan a ser menores, existe una variación interindivi- ción entre las señales de miedo y los desastres anticipados
dual considerable. Asimismo, aunque el seguimiento a largo está prácticamente ausente; tocar el tirador de la puerta no
plazo de terapia conductual para la fobia a las arañas tiende a contagia la infección por el virus de la inmunodeficiencia hu-
ser bueno, también aquí la variación es notable. La evaluación mana (VIH), las palpitaciones no predicen un paro cardíaco,
de si existe correlación ilusoria residual después de la terapia etc. aunque las señales temidas y evitadas no pueden predecir
predice la recaída, puede obtenerse una primera impresión del el daño objetivo, predicen con fiabilidad algo más: la ocu-
rol ansiogénico de la correlación ilusoria. La correlación entre rrencia de una respuesta de ansiedad. ¿Podría, la sola ocu-
la correlación ilusoria residual después de la terapia y el incre- rrencia de un fenómeno output, como una respuesta emocio-
mento de la gravedad de la fobia desde el postest hasta el se- nal, influir en la interpretación del estímulo que servía como
guimiento después de 2 años resultó ser de 0,61. Esta correla- input? Existen claros indicios que así lo demuestran. En gran
ción permanece igual, incluso cuando la gravedad de las que- parte, la gente deduce el significado y la valencia de una si-
jas tras el tratamiento se elimina parcialmente (93). Esto indi- tuación a partir de sus respuestas a esa situación. Así queda
ca que la tendencia a sobrestimar la asociación entre la señal ilustrado en el trabajo psicológico social de Valins (95), quien
fóbica y el daño, en y por sí mismo, independiente de la an- demostró, por ejemplo, que cuando los estudiantes masculi-
siedad, puede contribuir a la (re)ocurrencia del miedo. nos recibían información falsa acerca de la aceleración car-
344 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

díaca mientras veían una determinada imagen erótica, aumen- para la conciencia racional dirigen las emociones y el com-
taba la atracción subjetiva de la imagen. Existe abundante in- portamiento de las personas con problemas emocionales. El
formación que proviene de la psicopatología e indica que los problema principal de esta perspectiva es que no existe un
pacientes con angustia en particular se toman los «fenómenos cuerpo de datos científicos que la confirmen (99). Es decir,
output» de las respuestas de ansiedad como factores de predic- muchos procesos psicológicos como la memoria o la aten-
ción de un daño grave (96). De acuerdo con esto, Ehlers y ción no requieren conciencia (v. anteriormente los comenta-
cols. (97), utilizando trampas semejantes a las que acabamos rios sobre atención), pero estos procesos «inconscientes» o
de mencionar, demostraron que, una vez que se proporcio- «preconscientes» normalmente son bastante difusos y no es-
naba información falsa a los pacientes con trastorno de an- pecíficos, o «rápidos y torpes» (100) y mucho menos elabora-
gustia sobre la aceleración cardíaca, el miedo subjetivo au- dos que las creencias.
mentaba, al igual que el ritmo cardíaco y la presión arterial. Una segunda vía de aplicación de las explicaciones inten-
La tendencia a interpretar las respuestas de miedo como cionales a la psicopatología es aceptar claramente que las emo-
indicadores de peligro se ha denominado «razonamiento ciones y el comportamiento de los pacientes y las personas sa-
emocional». En el terreno de la ansiedad y la amenaza, este nas se orientan del mismo modo por las creencias. La dife-
razonamiento emocional parece ser una característica desta- rencia fundamental entre los grupos clínicos y no clínicos pue-
cable no sólo de los pacientes con trastorno de angustia, sino de ser el contenido de sus creencias. En las teorías cognitivas
de los pacientes con ansiedad en general. A grupos de 41 pa- del carácter discutidas aquí, se acepta que varias formas de psi-
cientes con trastorno de angustia, 20 con fobia a las arañas, copatología están asociadas con creencias específicas sobre el
58 con fobias sociales, otros pacientes con ansiedad y sujetos yo, los otros o el mundo exterior. Según la psicología cogniti-
normales, se les dieron situaciones escritas que hacían refe- va, cada creencia básica está organizada en esquemas. El es-
rencia a la angustia, interacción social, confrontación con una quema es un término muy teórico que indica una hipotética
araña y una situación no relacionada con los trastornos. Se estructura de conocimiento en la memoria. Se adoptan esque-
construyeron y administraron cuatro subtipos para cada esce- mas para organizar la atención selectiva, la interpretación de
nario: se daba o no se daba información acerca del peligro los acontecimientos y las estrategias de supervivencia. En otras
objetivo; igualmente, se presentaba o no se presentaba infor- palabras, los esquemas son la base del procesamiento de la in-
mación sobre la ocurrencia de una respuesta de miedo. Se pi- formación, los pensamientos conscientes, las emociones y el
dió a los sujetos que valoraran cada uno de los cuatro tipos comportamiento. Aunque gran parte del conocimiento repre-
de escenario en cuanto al peligro objetivo. sentado en estos esquemas no es necesariamente accesible a la
Los sujetos normales apenas estaban influenciados por la introspección directa, es posible reconstruirlo en términos ver-
información de la respuesta. Sus valoraciones de peligro sim- bales. Estas reconstrucciones se llaman, habitualmente, supo-
plemente seguían la información de peligro proporcionada siciones o creencias y se supone que, en los pacientes psiquiá-
por los guiones, pero las puntuaciones no se vieron afectadas tricos, estas creencias «patogénicas» son poco realistas o dis-
por la información sobre el miedo. El patrón en los grupos funcionales, resistentes a la desconfirmación mediante infor-
de pacientes fue notablemente diferente. En comparación mación correctiva y con un papel crucial en la génesis y/o el
con los controles, los pacientes generalmente daban valora- mantenimiento del trastorno (63). En el resto del apartado,
ciones superiores de peligro, incluso cuando se proporciona- discutiremos primero los indicios relacionados con la existen-
ba información sobre la seguridad del objeto. Aún fue más cia y la naturaleza de estas ideas poco realistas y considerare-
importante que los pacientes, pero no los controles normales, mos después una cuestión tan importante como la condición
se ajustaran en el «razonamiento emocional»; la peligrosidad casual de las creencias poco realistas/disfuncionales en los tras-
de una situación se infería a partir del hecho que las respues- tornos psiquiátricos.
tas de ansiedad estaban incluidas en los guiones. Notable-
mente, este «razonamiento emocional» de los pacientes no
era específico, es decir, todos los grupos de pacientes mostra- Presencia y credibilidad subjetiva
ban el patrón de razonamiento del mismo modo en todos los de las creencias «patogénicas»
dominios que se estudiaron (relativo a la angustia, relativo a
lo social y relativo a las arañas) (98). Tradicionalmente, se creía que los síntomas «neuróticos»
eran experimentados por los pacientes como egodistónicos y
que los pacientes reconocían el carácter irracional de sus
■ Esquemas y creencias emociones o comportamiento. Datos recientes muestran que
es necesario modificar esta idea tan arraigada. La forma habi-
Reducir las emociones y el comportamiento a las creen- tual de conseguir acceder a las creencias de alguien es pre-
cias y objetivos de una persona parece estar estrechamente re- guntar a la persona. Varios estudios han seguido este proce-
lacionado con el concepto del humano como actor racional. dimiento y han obtenido resultados que no confirman la hi-
Esta idea puede tener alguna virtud explicativa en áreas no pótesis de la egodistonicidad de los problemas neuróticos. Se
clínicas, pero a veces es difícil entender que las creencias y las podría responder que cuando, por ejemplo, una paciente ob-
intenciones pueden explicar problemas psiquiátricos. sesiva-compulsiva afirma que realmente cree que si no se lava
La teoría psicoanalítica propuso una solución inicial, que las manos después de dar la vuelta al tirador de la puerta co-
planteaba que las intenciones (deseos, anhelos) desconocidas gerá una enfermedad, esto puede ser una racionalización. Es
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 345

decir, al confrontarla con su propio comportamiento irracio- cias deformadas son los procesos cognitivos. Son ejemplos, la
nal de lavarse, la creencia formulada puede ser una explica- creencia, observada en mucha gente mayor, de que la propia
ción post memoria está fallando aunque el funcionamiento objetivo de
hoc pensada para justificar su propio comportamiento ante la memoria es, según todas las medidas, normal (111). Así
ella misma y/o los demás (101). Sin embargo, no resulta nada como las sensaciones corporales que temen los pacientes con
obvio que sea socialmente más deseable expresar creencias trastorno de angustia son bastante comunes, también lo son
que los demás consideren sumamente irracionales (tocar los los tipos de intrusiones que refieren los pacientes obsesivos.
tiradores de las puertas provoca enfermedades) que «admitir» El contenido de las intrusiones clínicas no es distinto del de
que se aprueba la opinión de que el comportamiento es irra- las intrusiones no clínicas. Estas últimas también dan vueltas
cional (102). Las impresiones ampliamente defendidas sobre alrededor de temas como el sexo, la agresión, la blasfemia y
la egodistonía, obtenidas en la consulta, pueden venir deter- la enfermedad (112). Sin embargo, lo que es diferente es la va-
minadas por los pacientes que niegan las creencias que espe- loración de las intrusiones. Mientras los pacientes obsesivo-
ran que el clínico considerará insostenibles. compulsivos las consideran como sumamente aversivas e in-
Las creencias irracionales sobre el mundo exterior son co- tentan resistirse a ellas (112, 113), las personas sanas no lo ha-
munes en los trastornos de ansiedad. Son especialmente inte- cen. En relación a esto, las intrusiones negativas son habitua-
resantes las personas con fobia monosintomática que tienden, les tras la pérdida y el trauma. Las intrusiones postraumáticas
en contraste con otros pacientes con ansiedad, a no padecer pueden interpretarse como respuestas normales y adaptativas
ninguna otra patología comórbida y presentan el caso más a acontecimientos extremadamente aversivos o, alternativa-
claro de emociones y comportamiento irracionales, a diferen- mente, a señales de que se está perdiendo el control, que no
cia de las personas sanas. Mientras que la egodistonía en las es posible concentrarse nunca o que ya no se disfruta de la
fobias específicas es incluso un criterio diagnóstico del DSM- vida, etc. Las víctimas con trastorno de estrés postraumático
IV («la persona reconoce que el miedo es excesivo o irracio- refieren muchas más ideas negativas acerca de las intrusiones
nal»), un interrogatorio sistemático en una tarea con lápiz y que las víctimas sin trastorno de estrés postraumático (114).
papel, sin la presión social de un entrevistador, revela que los La preocupación es una marca de calidad del trastorno de an-
pacientes con fobia a las arañas tienden a respaldar enorme- siedad generalizada, en el que los pacientes parecen sostener
mente las creencias irracionales acerca de la peligrosidad de una amplia gama de creencias acerca de los pros y los contras
las arañas. La credibilidad de estas ideas aterradoras es espe- de preocuparse (las denominadas «metacogniciones») que se
cialmente elevada en presencia de la señal fóbica (102). Los supone que alimentan el proceso de preocupación (115). Oír
pacientes con fobias sociales parecen tener creencias negativas voces, aunque parezca extraño, no es un signo patognomóni-
acerca de su propia competencia social y acerca de los demás, co de esquizofrenia. Este fenómeno ocurre, aproximadamen-
de quienes piensan que son más críticos y rechazadores de lo te, en el 10 % de la población general y está relacionado con
que son en realidad (103-105). Además, pueden observarse enfermedades como la privación sensorial, los problemas re-
notables convicciones relacionadas con problemas y centra- lacionados con el sueño, la fantasía intensa, etc. El modo en
das en los otros en pacientes que padecen trastorno límite de que la gente afronta las voces podría ser importante cuando
la personalidad, quienes tienden a creer que los demás son se considera hasta qué punto las alucinaciones pueden con-
malvados y que abusarán, castigarán o abandonarán al pa- vertirse en fenómenos patológicos (116).
ciente cuando la relación se convierta en íntima (106). Así que hay buenos indicios de que los pacientes con va-
Aparte de las creencias acerca del mundo exterior y los rios trastornos mantienen creencias relacionadas con el pro-
demás, varios trastornos psiquiátricos parecen estar caracteri- blema que son muy poco realistas o disfuncionales. Se plan-
zados por creencias problemáticas acerca del yo en general o tean dos preguntas. Primero, puesto que no hay ningún tras-
acerca de acontecimientos internos específicos. Pueden en- torno formal del pensamiento, ¿por qué los pacientes no re-
contrarse creencias generalizadas acerca de la insignificancia y nuncian a estas creencias a la luz de los indicios desconfir-
vulnerabilidad del yo en la depresión (107) y en el trastorno matorios? Segundo, ¿existen argumentos de que las creencias
límite de la personalidad (106). Los pacientes con trastornos estén causalmente relacionadas con los problemas? En tal
de angustia creen firmemente que determinadas sensaciones caso, ¿cuáles son las implicaciones clínicas?
corporales benignas, como las palpitaciones, predicen catás-
trofes inminentes (p. ej., infarto cardíaco) (108). Curiosamen-
te, la ocurrencia paroxismal de las sensaciones temidas por el Inmunidad frente a desconfirmación
paciente con trastorno de angustia es sumamente común en
la población general (109). La diferencia crucial entre esta an- Es perfectamente posible que un gran número de personas
gustia no clínica y la clínica es que los que padecen angustia desarrolle creencias irracionales del tipo anteriormente men-
no clínica son mucho menos propensos a creer, durante las cionado, pero la inmensa mayoría las desecha rápidamente y
crisis, que pueden morir de asfixia, tener un paro cardíaco, no precisan atención sanitaria. Sin embargo, eso haría que la
perder la conciencia, etc. (110). Notablemente, los pacientes pregunta fuera más obligada para aquellos que sí buscan ayu-
con fobias parecen esperar este tipo de consecuencias catas- da. ¿Por qué estos pacientes no consiguen rechazar las creen-
tróficas al experimentar miedo y sensaciones corporales rela- cias relacionadas con el problema que son lógica y empírica-
cionadas durante la confrontación con el objeto fóbico (102). mente insostenibles o extremadamente disfuncionales?
Otros sucesos internos que pueden estar sujetos a creen- Los procesos conductuales parecen estar implicados en el
346 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

miedo irracional. La convicción de que una situación deter- Puesto que los pacientes con ansiedad toman la ansiedad
minada predice daño produce evitación y escape de esa si- como indicio de la presencia de peligro, las creencias pueden
tuación. Esto priva al paciente de la oportunidad de experi- consolidarse por el mismo miedo al que han dado lugar las
mentar la realidad de que la situación temida es inofensiva. creencias (98). Otros sesgos cognitivos también pueden servir
En las explicaciones conductuales tradicionales de los miedos para mantener el trastorno (90). La atención selectiva hacia la
y las fobias, la evitación y el escape también se veían como amenaza refuerza la experiencia de vivir en un entorno ame-
factores de mantenimiento. El escape y la evitación se man- nazante y recordar selectivamente las experiencias negativas
tenían para reducir la ansiedad inmediatamente y se creía que puede fomentar la desesperación. Los sesgos interpretativos
esta reducción de la ansiedad reforzaba la evitación. Desde la pueden proporcionar indicios subjetivos de que las creencias
posición cognitiva actual, parece que esta perspectiva no es perturbadoras son válidas.
totalmente correcta. Los pacientes no evitan porque, de lo
contrario, experimentarían ansiedad, sino porque creen que
se les infligirá un daño si no evitan. En consecuencia la evi- Causalidad y relevancia clínica
tación mantiene los trastornos de ansiedad porque impide la
desconfirmación de las creencias relacionadas con el miedo. La cuestión de la causalidad de las creencias con respecto
Asimismo, los pacientes con depresión parecen comportarse al comportamiento y las emociones puede tratarse no sólo
de modo que tienden a confirmar sus creencias disfunciona- como un tópico filosófico, sino también como una verdade-
les y no se comprometen en actividades que podrían llevar a ra cuestión empírica. Si las creencias son causa de patología,
la no confirmación de la información. Los pacientes con de- los sujetos normales deberían presentar comportamientos y
presión que creen que no merecen ser queridos tienden a ais- emociones relacionadas con la patología cuando se les trans-
larse a sí mismos y, la ausencia de interacción social, se in- miten experimentalmente las creencias que sostienen los pa-
terpretará probablemente, como otro indicio que confirma su cientes. Por el contrario, reducir la credibilidad de las creen-
creencia. cias irracionales en los pacientes debería traducirse en una re-
Las situaciones temidas pueden evitarse pero, como se ha ducción de la sintomatología. Si rechazan completamente las
indicado antes, algunas creencias se refieren a acontecimien- creencias, la patología debe desaparecer. Existe algún indicio
tos internos. Algunos pacientes temen sucesos internos como que tiene en cuenta una evaluación del estatus causal y (por
las sensaciones corporales (p. ej., los pacientes con trastorno tanto) la relevancia clínica de las creencias relacionadas con el
de angustia o hipocondría) o las intrusiones (p. ej., los pa- problema en los trastornos neuróticos.
cientes obsesivo-compulsivos), y estas experiencias internas Cuando se hace creer a sujetos sanos, al igual que lo cre-
no pueden evitarse. Los pacientes con angustia han experi- en los pacientes con trastorno de angustia, que una sensa-
mentado cientos de crisis acompañadas de las temidas sensa- ción corporal particular predice el daño, inmediatamente se
ciones, pero tras las cuales no se ha producido la catástrofe angustiarán al experimentar estas sensaciones (117). Asimis-
que ellos creen que estas sensaciones predicen. Asimismo, los mo, los sujetos normales tienden a no angustiarse durante la
pacientes obsesivos han experimentado de un modo caracte- perfusión de lactato, mientras que los pacientes con angustia
rístico cientos o miles de intrusiones sin que se materialice la sí. Pero cuando se hace creer a sujetos normales que la per-
consecuencia temida. ¿Por qué estos pacientes no renuncian fusión de lactato es una experiencia sumamente aversiva, se
a sus creencias a la luz de estos indicios contradictorios que angustian extremadamente durante la perfusión (118). Algu-
experimentan clara y personalmente? nos autores (119) han indicado que un determinado tipo de
El fenómeno del comportamiento de seguridad, que pa- sesgo en la valoración, conocido como fusión entre pensa-
rece ser funcionalmente equivalente a la evitación y el esca- miento y acción, subyace a la etiología de las obsesiones pa-
pe, puede ser importante aquí. Una vez se tropieza con la si- tológicas. Brevemente, la fusión entre pensamiento y acción
tuación temida y el paciente cree que el daño está a punto de se refiere a una sobrestimación de los pensamientos intrusi-
ocurrir, puede intentar evitarlo. Por ejemplo, los pacientes vos, de modo que los pensamientos no deseados son valora-
con angustia pueden sentarse e intentar relajarse para evitar el dos como equivalentes a acciones no deseadas. Un ejemplo
fallo cardíaco. La no ocurrencia de un problema cardíaco sería la creencia de que los pensamientos inaceptables son tan
puede entonces atribuirse, no a la inofensividad de las palpi- malos como la acción real que describen. No es difícil com-
taciones, sino a la eficacia de sentarse y relajarse. Los rituales prender que la fusión entre pensamiento y acción puede con-
mediante los cuales los pacientes obsesivo-compulsivos res- tribuir a una percepción exagerada de la responsabilidad y,
ponden a las intrusiones parecen cumplir la misma función; con el tiempo, a los intentos de supresión y neutralización.
el daño presentido se evita mediante alguna operación de se- Se sometió a unos estudiantes a una sesión ficticia de registro
guridad. electroencefalográfico. El grupo experimental fue informado
Aparte de la evitación, el escape o los comportamientos de que el aparato podía captar la palabra «manzana» y, por
de seguridad que inmunizan contra la desconfirmación, los tanto, pensar en esa palabra podía traducirse en la adminis-
sesgos cognitivos mencionados anteriormente pueden, desde tración de una descarga eléctrica la persona que ocupaba la
luego, tener aquí su relevancia. El fenómeno del razona- habitación contigua. Al grupo control sólo se le dijo que el
miento emocional parece ser especialmente importante para equipo electroencefalográfico era sensible a la «lectura» de pa-
comprender la hipocondría. Las sensaciones temidas no se si- labras sencillas como «manzana». Después de haber pasado
guen de ninguna catástrofe, sino de una intensa ansiedad. 15 min en el laboratorio electroencefalográfico, los estudian-
2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 347

tes completaron un breve cuestionario acerca de las caracte- aparentemente, las creencias manipuladas desempeñan algún
rísticas (p. ej., frecuencia, aversión) de la palabra diana (es de- papel en el origen o el mantenimiento de la patología. Desde
cir, manzana). Los resultados demostraron que los estudian- un punto de vista clínico, son mucho más interesantes los
tes del grupo experimental informaron de una mayor fre- efectos que se consiguen reduciendo las creencias catastrófi-
cuencia de los pensamientos sobre la palabra, más incomodi- cas fuera del laboratorio y en contextos terapéuticos. Estos es-
dad y un mayor impulso de omitir comparados con los del fuerzos adquieren normalmente la forma de terapia cognitiva
grupo control. Estos hallazgos son congruentes con la idea de para trastornos específicos. Estas intervenciones abordan las
que la fusión pensamiento y acción desarrolla el pensamien- creencias que se supone que son el núcleo cognitivo de un
to intrusivo (120). determinado trastorno. El terapeuta identifica el contenido
Más importantes aún pueden resultar los numerosos expe- específico que tiene la supuesta creencia patogénica para un
rimentos que indican que, al reducir la credibilidad de los paciente concreto, mientras que el objetivo táctico del tera-
conceptos erróneos catastróficos, disminuyen mucho los efec- peuta es reemplazar estas creencias por otras menos irracio-
tos generadores de angustia de las llamadas pruebas de desafío nales y menos invalidantes. Desde el momento que se acepta
farmacológico en el trastorno de angustia. Las intervenciones el estatus causal de estas creencias, la terapia cognitiva debe-
farmacológicas como la perfusión de lactato o la inhalación de ría ser singularmente efectiva.
CO2 inducen notables sensaciones corporales tanto en sujetos Por supuesto, no sería correcto inferir la etiología a partir
normales como en pacientes con trastorno de angustia, quie- de los efectos del tratamiento. Aunque sean positivos, nunca
nes al contrario de los sujetos normales creen que estas sensa- puede excluirse que la efectividad de la terapia cognitiva, o
ciones predicen daño. Si antes del desafío se tranquiliza a los cualquier otro tratamiento biológico o psicológico, pueda ser
pacientes con angustia acerca del procedimiento, ya sea me- el resultado de otros procesos distintos a aquellos que se pre-
diante una cuidadosa explicación de la naturaleza de las sen- tendía abordar. No obstante, lo que sí puede decirse es que
saciones que van a experimentar, bien haciéndoles creer que los fallos de la terapia cognitiva habrían planteado grandes
estarán bajo control, o aumentando mucho la predictibilidad problemas a la teoría subyacente. Hasta ahora, la literatura
de lo que va a suceder, el desafío se vuelve mucho menos ate- médica muestra que las teorías cognitivas se encuentran entre
rrador y se bloquean las crisis de angustia (121, 122). los tratamientos más efectivos para los problemas psicopato-
Un experimento de Lopatka y Rachman (123) ofrece otra lógicos (124-128).
demostración del papel causal de las creencias en psicopato-
logía. Se sabe que los pacientes con rasgos obsesivo-compul-
sivos creen que son excesivamente responsables de las catás- ■ Resumen
trofes que pueden ocurrir si cometen un error en un área de-
terminada, que varía de un paciente a otro. Se sienten incó- Este capítulo se ha organizado en torno a tres perspecti-
modos si no están muy seguros de haber llevado a cabo to- vas psicológicas de los problemas psiquiátricos: la psicología
das las acciones posibles para reducir su responsabilidad y biológica, los procedimientos relacionados con el procesa-
comprueban, lavan o realizan otros rituales compulsivamente miento de la información y la psicología cognitiva de las cre-
para asegurarse de que ellos no han tenido nada que ver para encias. Estas perspectivas reflejan los tres niveles relacionados
ocasionar cualquier desgracia a los demás o a ellos mismos. jerárquicamente a partir de los cuales pueden estudiarse los
Lopatka y Rachman (123) pidieron a los pacientes obsesivo- problemas psiquiátricos. El procesamiento humano de la in-
compulsivos que firmaran unos contratos que exponían que formación presupone el hardware neuronal y las creencias pre-
el experimentador asumía toda la responsabilidad por las po- suponen el procesamiento de la información. Cuando se ex-
sibles consecuencias perjudiciales que pudieran derivarse de plican fenómenos psiquiátricos en términos psicológicos, de-
una acción concreta de los pacientes, que normalmente in- berían reducirse a los procesos psicológicos subyacentes. Con
ducían malestar y comportamientos compulsivos. En compa- frecuencia se asume que, cuanto más se acepte esta reducción,
ración con los que habían firmado contratos neutros, no sólo más respetable y fundamental será la teoría. A la vista de esto,
los sentimientos de responsabilidad, sino también el impulso las teorías que se basan en las creencias serían relativamente
de comprobar, el malestar y otras variables relacionadas, fue- superficiales, mientras que las teorías sobre el hardware neu-
ron significativamente inferiores cuando los pacientes habían ronal serían relativamente fundamentales, si no «las auténti-
firmado el contrato en el que el experimentador asumía toda cas». No entraremos en la discusión algo filosófica sobre los
la responsabilidad. Cuando el contrato manifestaba que se le méritos y las necesidades de la reducción, pero sí reiteraremos
daba toda la responsabilidad al paciente, la responsabilidad que no compartimos la opinión de que la calidad de las ex-
percibida aumentaba en comparación con aquellos que habí- plicaciones depende en un modo decisivo del grado de re-
an firmado contratos neutros y las quejas obsesivo-compulsi- ducción. Al contrario, se sugiere que el grado óptimo de re-
vas también tendían a aumentar. El experimento demostró ducción es pragmático, es decir, el grado de reducción debe-
que las quejas obsesivo-compulsivas pueden incrementar o ría venir dictado por la posición científica que ofreciera las
disminuir mediante la manipulación experimental de las cre- mejores oportunidades de predicción y manipulación experi-
encias de responsabilidad. mental de los fenómenos psicopatológicos. Después de todo,
Si al reducir la credibilidad de las creencias negativas con- sería difícil defender que una determinada perspectiva psico-
siguen reducirse, en el laboratorio, los fenómenos relaciona- lógica es superficial cuando permite realizar predicciones e in-
dos con la patología, puede justificarse su relevancia teórica: tervenciones eficaces. Y a la inversa, sería problemático afir-
348 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

mar que las perspectivas que no nos proporcionan prediccio- cluso para trastornos considerablemente complejos como la
nes e intervenciones precisas, ofrezcan, sin embargo, una esquizofrenia, y los resultados de los estudios controlados son
comprensión profunda. bastante alentadores (129, 130).
Los méritos de las contribuciones neurocientíficas a la En psicología clínica, suele hacerse una distinción entre
psiquiatría se comentan extensamente en otra parte de este los procesos causales en el origen de los trastornos (etiología
volumen. Los desarrollos tecnológicos en el terreno de la y patogenia) y los factores causales implicados en su mante-
neuroimagen ofrecen la perspectiva de relacionar el compor- nimiento. Acerca de la etiología, el progreso en genética con-
tamiento alterado con su hardware neuronal. Será especial- ductual y en la identificación y medida de diferencias indivi-
mente interesante descubrir qué diferencias neurofisiológicas duales estables en temperamento, han señalado rasgos que ac-
entre paciente y control reflejan las emociones y las cogni- túan como factores de vulnerabilidad en el desarrollo de la
ciones de los pacientes y qué características cerebrales repre- psicopatología. En el terreno de los trastornos de ansiedad y
sentan psicopatología real. En el trastorno obsesivo-compul- depresivos, la denominada «afectividad negativa» tiene una
sivo, por ejemplo, el examen mediante la PET descubre cam- importancia particular. Mientras, aunque la afectividad nega-
bios cerebrales distintivos. Estos cambios desaparecen des- tiva, o el «neuroticismo», contribuya al desarrollo de la pato-
pués de un tratamiento adecuado del trastorno obsesivo-com- logía y mientras los pacientes con trastornos de ansiedad o
pulsivo, no importa si el tratamiento es farmacológico o con- afectivos puntúan, casi invariablemente, en los extremos de la
ductual (55). Por supuesto, esto sugiere que las desviaciones afectividad negativa, la inmensa mayoría de las personas que
observadas en el examen PET reflejan, en lugar de la causa, la obtienen puntuaciones elevadas en afectividad negativa no
patología obsesivo-compulsiva. La implicación es que los su- padecen trastornos del eje I. Existen muy pocos datos que in-
jetos normales a los que, experimentalmente, se les hace sen- diquen bajo qué condiciones algunas personas con riesgo desa-
tir, creer y actuar como los pacientes obsesivo-compulsivos rrollan esquemas desadaptativos y negativos sobre el yo, los
presentarán las mismas anomalías observadas en estos pacien- otros y el mundo exterior. Se sabe mucho más acerca de
tes. Sin lugar a dudas, se emprenderán estudios como estos y, como se mantienen estos esquemas y creencias una vez esta-
muy probablemente, se hallará una imagen diferenciada: así blecidos. Los sesgos de procesamiento, la evitación, el escape
como las diferencias entre los pacientes y los controles en las y el comportamiento de seguridad pueden actuar en con-
creencias pueden ser epifenómenos o no serlo, las diferencias gruencia para mantener los trastornos neuróticos. Sin duda,
que se visualizan en la función cerebral pueden ser o no un esta imagen está muy incompleta, pero abarca gran parte de
simple reflejo, en lugar de una causa biológica, del trastorno. la información existente, tiene una buena marca cuando se
Afortunadamente, estos problemas son empíricos y pueden valida experimentalmente y tiene implicaciones terapéuticas
resolverse y se resolverán mediante la obtención de datos que son alentadoramente efectivas.
controlados.
Las teorías y los paradigmas de los procedimientos sobre
procesamiento de la información se han aplicado a una amplia Bibliografía
gama de fenómenos psicopatológicos. Este capítulo ha desta-
cado el procesamiento selectivo de la información con valen- 1. Shepherd, M. (1993). The placebo: from specificity to the non-
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2.5.3. CONTRIBUCIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA COMPRENSIÓN DE LOS TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS 351

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117. Salkovskis, P.M. and Clark, D.M. (1990). Affective responses to 124. Chambless, D.L. and Gillis, M.M. (1993). Cognitive therapy of
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compulsive checking: an experimental analysis. Behaviour Research psychosis. British Journal of Psychiatry, 173, 101–6.
Contribución de las ciencias sociales
2.6

2.6.1 Sociología médica ficado se debatió ampliamente en Alemania a finales del siglo
XIX (5). Estas ideas fueron introducidas en la sociología por
y cuestiones de etiología Max Weber (6) y en la psiquiatría por Karl Jaspers (7), aun-
que ninguno de estos primeros autores mostró la forma de
George W. Brown aplicar los métodos sistemáticamente a ejemplos concretos
(8). Jaspers, en su Allgemeine Psychopathologie, destacó el modo
en que la Verstehen, o comprensión, por parte del investiga-
■ Introducción dor «depende primariamente de hechos tangibles» (es decir,
contenidos verbales, factores culturales, actos llevados a cabo
por las personas, modos de vida y gestos expresivos) en cuan-
En su obra pionera Medical Sociology (1), David Mechanic to al modo en que se comprende la conexión, y que propor-
considera la actividad humana, dentro de un marco adaptativo, ciona los datos objetivos (7). Al tiempo que este punto de vis-
como una lucha de los seres humanos para controlar su entor- ta influyó en el enfoque dado al significado en lo que viene
no y situación vital. Aunque este punto de vista perfila el en- a continuación, existe una diferencia importante. No se ha
foque de la investigación, su énfasis difiere en varios aspectos realizado ningún intento de extender el método para establecer
de la mayor parte de la sociología médica: en primer lugar, por una conexión entre un conjunto particular de circunstancias
su preocupación por trastornos particulares definidos en térmi- definidas como tales y la aparición de un episodio psiquiátri-
nos médicos; en segundo lugar, por su énfasis en el empleo del co concreto. El método se limita a la emisión de un juicio so-
investigador y no del encuestado para la definición de los fe- bre el posible significado de un conjunto de circunstancias a
nómenos, al decidir, por ejemplo, si una incidencia debe clasi- la luz de cualesquiera «factores tangibles» acerca del pasado y
ficarse como un suceso vital o si el relato que hace una perso- el presente que parecieran revelantes. Una vez se ha estable-
na de su tristeza o llanto es suficiente para que entre en la cla- cido esto, cualquier conexión con el trastorno se explora em-
sificación como «estado de ánimo deprimido»; y en tercer lu- pleando procedimientos científicos establecidos.
gar, por su reconocimiento de que es necesario tener en cuen- Como Jaspers comprobó, ha sido posible tomar nota de
ta la emoción si hay que valorar el significado de los aconteci- factores culturales; por ejemplo, al calificar las posibles impli-
mientos ambientales, ya que ésta hace que las cosas adquieran caciones de un nacimiento, como parte de una investigación
significado para nosotros: «un mundo percibido sin ningún realizada entre mujeres que habitaban en un asentamiento in-
afecto resultaría pálido y carente de significado. Sabríamos que dígena de Zimbabwe, puede observarse la importancia atri-
las cosas ocurrían, pero no nos importaría» (2). Las emociones buida a una esposa que diera un hijo varón a su esposo y a la
son las que nos dan información sobre lo que es importante y familia de éste (9).
significativo en nuestras vidas, sobre lo que es bueno o malo Un segundo uso del contexto, aunque más limitado, tie-
(3, 4). En cuarto lugar, difiere por su énfasis en la necesidad de ne que ver con la propia observación de la emoción (10, 11).
tener en cuenta el contexto. Para comprender, por ejemplo, el La Entrevista a la Familia de Camberwell (Camberwell Family
posible significado de un suceso como la pérdida de un em- Interview), al tener en cuenta aspectos vocales y verbales del
pleo es esencial saber si éste da una imagen mala o humillante habla, por ejemplo, considera hasta qué punto la opinión ex-
de la persona, su impacto sobre la familia del afectado, sus po- presada por un progenitor sobre su hijo o hija lleva una car-
sibilidades de conseguir otra ocupación, etc. Son las circuns- ga de insatisfacción más «crítica» que «no crítica» (12, 13). El
tancias que rodean a un evento como la pérdida de empleo o contexto relevante se limita aquí a la propia entrevista y a lo
una separación matrimonial las que le suelen dar un significa- que ésta revela sobre el modo de expresar emociones de una
do por medio de la emoción que ayudan a crear. persona (14, 15). En la vida cotidiana se asume automática-
mente que algunas personas son más cordiales y abiertas e in-
cluso se expresan de un modo extrovertido, y, al tomar esto
Contexto y medida en consideración para calificar el grado de emoción expresa-
da, es posible que se establezca una equivalencia para estilos
El interés por el contexto en las ciencias sociales fue fun- expresivos bastantes dispares, por ejemplo en cuanto a la pun-
damental para la Geisteswissenschaften y el problema del signi- tuación de la «cordialidad».
353
354 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Este empleo del contexto posibilita tener en cuenta las di- longitudinales es importante ser capaz de establecer el orden
ferencias individuales incluso cuando se trata de conceptos so- temporal de lo que ha ocurrido entre las entrevistas, por ejem-
ciológicos básicos. Por ejemplo, las madres de clase trabajado- plo si se ha producido un «factor de estrés», antes o después
ra del norte de Londres han mostrado diferencias sustanciales del inicio de un trastorno, y esto sólo es posible preguntando
en cuanto a su dedicación a los roles de «madre» o «esposa». detalles sobre lo que ha ocurrido.
Esto se juzga por el entusiasmo con que hablan de las activi-
dades típicas contempladas para estos roles en una entrevista
en la que se les animaba a contar detalladamente sus vidas. Acontecimientos vitales y construcción
de modelos etiológicos
Algunas consideraciones metodológicas Los rasgos característicos de los estudios etiológicos que
han surgido con la creación de tales instrumentos pueden
Estos procesos han permitido la cuantificación de las que a ilustrarse mediante los que evalúan sucesos vitales (y en me-
menudo se denominan variables «blandas», y esto a su vez ha nor medida las dificultades que se producen). Aunque la Es-
hecho posible establecer una hipótesis razonablemente consis- cala de Acontecimientos Vitales y Dificultades constituye el
tente, que no se desprende significativamente de la práctrica del instrumento más detallado y completo, sólo es uno de los
investigador como instrumento primario de evaluación. Por muchos que se han empleado. La importancia de los hallaz-
ejemplo, Creed (16), en un estudio sobre situaciones estresantes gos relativos a la depresión aumenta porque la mayoría de los
de la vida y apendectomía, estableció una relación entre situa- estudios han proporcionado pruebas ampliamente consisten-
ciones muy amenazantes, calificadas contextualizadamente, y el tes respecto al papel de los acontecimientos (21-27). De he-
inicio de enfermedades inflamatorias y no inflamatorias. La in- cho, durante algunos años el desafío no ha consistido tanto
vestigación era consistente por dos razones. En primer lugar, al en establecer la presencia de un efecto debido a sucesos vita-
tomar como base la descripción detallada de la situación y las les, sino en aprender más sobre la naturaleza de estos sucesos
circunstancias que la rodeaban, un equipo calificador consen- implicados y en integrar los hallazgos en un modelo etiológi-
suado se puso de acuerdo sobre el posible grado de amenaza de co más completo (28).
las distintas situaciones vitales, sin tener conocimiento de la res- A continuación, se exponen cuatro cuestiones relativas a
puesta de la persona relatada y si era o no un paciente. En se- sucesos de la vida:
gundo lugar, el investigador que proporcionó esta información
al equipo desconocía los detalles clínicos (tan sólo consultó las • Significado: ¿qué los hace ser tan críticos?
historias médicas después de realizar las calificaciones). Tal fle- • Vulnerabilidad: ¿qué papel desempeñan los actuales fac-
xibilidad es difícil, si no imposible, cuando el instrumento se tores psicosociales?
basa en un cuestionario, que pone la tarea de evaluación en ma- • Transcurso de la vida: ¿contribuyen al riesgo las experien-
nos del que responde, y por ello se halla en una posición mu- cias de la infancia y la vida adulta?
cho más débil para valorar el posible prejuicio. • Perspectiva de la población: ¿qué factores sociales están
En la actualidad, existen varios instrumentos basados en implicados cuando se hallan diferencias en los índices de
el investigador que cubren áreas que abarcan desde la «emo- depresión según las poblaciones?
ción expresada» (p. ej., comentarios críticos, cordialidad, etc.),
actitudes hacia uno mismo (p. ej., autoestima), planes e inte-
reses (p. ej., compromiso con varios roles), modos de com- ■ Papel de los acontecimientos vitales
portamiento (p. ej., formas de estar apegado), experiencias ad- en la etiología de la depresión
versas en la infancia (p. ej., abuso sexual o físico) y caracte-
rísticas de grupos no familiares (p. ej., las limitaciones de un Medición y significados
régimen psiquiátrico cerrado). Cada uno de los instrumentos
puede emplearse con sus escalas de componentes con cierto La versión original de la Escala de acontecimientos vitales
grado de confianza a causa del tipo de salvaguardas metodo- y dificultades se confeccionó para estudiar episodios de es-
lógicas ya mencionadas y porque ha surgido un buen núme- quizofrenia (29, 30) y desde entonces se ha investigado mu-
ro de hallazgos repetibles y teóricamente relevantes. Fue par- cho con pacientes psicóticos (31). Un logro inicial consistió
ticularmente importante en la década de 1960 la formulación en dejar claro que la proporción de cambio en la actividad
del Examen del Estado Actual (Present State Examination, como tal a causa de un acontecimiento parece ser irrelevante
PSE), basado en una entrevista y clínicamente informado, por y que el impacto de los sucesos se debe a su significado (32).
parte de Wing y cols. (17), posteriormente corregido para eva- Asimismo, se ha dejado claro que también debe prestarse
luar un período de 12 meses (18), y las medidas psicosociales cierta atención a las dificultades en curso que pueden estar
como la de «emoción expresada» (12, 13, 15, 19) y la Escala causadas por un suceso (p. ej., la muerte de un esposo que
de Acontecimientos Vitales y Dificultades (Life Events and Dif- conduce a dificultades económicas) o conducir a uno (p. ej., un
ficulties Sohedule) (20). Parte de la fuerza de la investigación re- problema matrimonial que termina en separación).
sultante se debe a los niveles alcanzados de fiabilidad entre En lo que respecta al significado, dos perspectivas han de-
evaluadores y a la habilidad del enfoque para valorar el orden mostrado ser eficaces. La primera queda resumida por la afir-
temporal. Se suele pasar por alto que incluso con los diseños mación de que no podemos conocer por completo el signifi-
2.6.1. SOCIOLOGÍA MÉDICA Y CUESTIONES DE ETIOLOGÍA 355

cado de un suceso o un conjunto de circunstancias hasta que años. El umbral de «viabilidad de caso» que se desarrolló en
los relacionamos de algún modo con nuestros intereses. Una aquel entonces reflejó lo que un psiquiatra que visitara a pa-
forma de concebir dichos intereses es calcular el impacto de un cientes ambulatorios aceptaba como «caso» (18). Esta investi-
suceso en particular sobre los planes o propósitos que surgen gación, y otras tantas posteriores, han establecido que la ma-
de la propia actividad y que quedan atrapados en la crisis: yoría de los episodios de relevancia clínica van precedidos de
como, por ejemplo, el rechazo de reubicación en otra vivienda un suceso gravemente amenazante (20). Para el índice de gra-
por parte de la autoridad local frustra el anhelo que tiene una vedad sólo se consideran los sucesos que impliquen una ame-
mujer de marcharse de un piso hacinado y húmedo y le impi- naza a largo plazo entre 10 y 14 días después. La presencia de
de proporcionar a sus hijos «un mejor comienzo en la vida». una dificultad simultánea grave ha demostrado tener menos
Una segunda perspectiva asume que los patrones de res- importancia. Hasta la fecha no ha surgido nada que sugiera
puesta basados en la evolución, que nos sirven de ayuda res- que los sucesos que supongan sólo una amenaza a corto pla-
pecto a qué desear y qué evitar, suelen estar implicados, y di- zo desempeñen algún papel.
chas formas de comportamiento son sensibles a una serie par- La tabla 1 proporciona un resultado típico procedente de
ticular de estímulos. Son ejemplos obvios el modo de estar un estudio prospectivo de 400 mujeres de Islington, al norte de
apegado y las respuestas al miedo (33). Naturalmente, dichas Londres, con al menos un hijo viviendo en su domicilio. La ta-
respuestas estarán influidas por diferencias individuales de bla muestra las mujeres que en el momento del primer con-
distinto tipo y por reglas culturales en lo que se refiere a las tacto no daban el perfil de depresión; 29 de los 32 inicios en
emociones, pero existen buenas razones para creer que tales el primer año de seguimiento estaban precedidos por al menos
formas de comportamiento suelen estar implicadas en la apa- un suceso grave durante los 6 meses anteriores, y la mayoría
rición de trastornos psiquiátricos. Por ejemplo, la gran im- ocurrió en un plazo de semanas (36). Por ejemplo, una mujer
portancia que tienen en algunas culturas los «comentarios crí- que sufrió un segundo aborto tras intentos persistentes de te-
ticos» más que la «insatisfacción» en la recaída esquizofréni- ner su primer hijo probablemente calificaría el suceso de grave,
ca, refleja probablemente una sensibilidad basada en la evo- pero un primer aborto poco después del matrimonio se califi-
lución a las críticas de tono emocional que interactúan con caría seguramente como motivo de disgusto pero no tan grave.
algunas predisposiciones constitucionales al trastorno (34). Este conjunto de resultados se produjo a pesar del empleo
La Escala de Acontecimientos Vitales y Dificultades se ocu- de calificaciones contextuales de los sucesos que, como ya se
pa de ambos tipos de significado. Los índices de consenso a cie- ha aclarado, se basan en una cantidad de información limita-
gas se suelen basarse en escalas de 4 puntos, confeccionadas por da y están diseñadas especialmente para que sean aproximadas
varios investigadores y empleadas para descartar artefactos en el y probabilísticas. Además, fue posible obtener pruebas más
relato, utilizan relatos «editados» y proporcionados por la per- claras sobre la relevancia de planes y propósitos. Su impor-
sona que lleva a cabo la entrevista. De este modo se califican las tancia fue confirmada evaluando la dedicación a unos cuantos
amenazas tanto de tipo general como específico. Éstas son con- roles básicos a partir de la primera entrevista y basándose en
textuales en el sentido que tienen en cuenta las posibles preo- la forma en que hablaban de ellos y de las actividades aso-
cupaciones para la persona sobre la relevancia del suceso, ya ciadas con los mismos. Donde un suceso grave (p. ej., la de-
que éstas pueden valorarse desde el punto de vista de las cir- lincuencia de un hijo) «correspondía» en el seguimiento anual
cunstancias anteriores y actuales del individuo. En la realización posterior a una elevada dedicación emocional (p. ej., con la
de dichas calificaciones no se tienen en cuenta los sentimientos maternidad), el riesgo de inicio aumentaba considerablemen-
manifestados ni si los trastornos aparecieron tras un aconteci- te cuando se comparaba con un suceso grave que no se co-
miento. Como ya se ha señalado, de este modo han podido evi- rrespondía (36).
tarse los posibles prejuicios por parte de los calificadores. Tam-
bién se hace frente con ello al problema de que los procesos
cognitivos implicados en la apreciación de un suceso no son ne- Significado específico
cesariamente los que una persona desea o es capaz de comuni-
car (35). Las directrices generales para calificar la gravedad de la Se han empleado los índices contextuales originales de gra-
amenaza se proporcionan en un extenso manual que contiene vedad de una amenaza como base para tener en cuenta aspec-
miles de ejemplos listados en categorías de sucesos (como «des- tos más específicos del significado. Los sucesos graves que pre-
censo de categoría en el trabajo» o «un embarazo no deseado»).
Se sigue un procedimiento similar para las dificultades.
Tabla I. Inicio de la depresión en los 6 meses posteriores a
un suceso grave o una dificultad grave entre 303 mujeres de
Algunos hallazgos Islington

El primer uso de la Escala de Acontecimientos Vitales y Porcentaje de inicio


dificultades para estudiar alteraciones depresivas tuvo lugar a
principios de la década de 1970 e incluía series de pacientes Suceso grave 22 (29/130)
Dificultad grave y suceso no grave 5 (1/20)
visitados en el Maudsley Hospital junto a una serie aleatoria Ninguno de los dos 1 (2/153)
de mujeres procedentes de la población local de Camberwell. Total 11 (32/303)
Todas ellas tenían edades comprendidas entre los 18 y los 65
356 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ceden el inicio de la depresión suponen generalmente una pér- humillación se combinaban con los de atrapamiento, el riesgo
dida, si ésta se define ampliamente no sólo en términos de pér- aumentaba el triple (38). El riesgo relativamente bajo asociado
dida de una persona sino de pérdida de un rol o una idea muy únicament a una pérdida, excepto cuando se trataba de un su-
apreciada, esta última sobre uno mismo o alguien cercano (37). ceso grave que incluía una muerte, sugiere que aunque la ma-
(Por el contrario, los sucesos que preceden al inicio de la an- yoría de los sucesos depresógenos implican una pérdida, nor-
siedad tienden a implicar un «peligro», amenaza o pérdida fu- malmente implican algo más y la experiencia de humillación
tura.) No obstante, aunque normalmente se trata de una pér- o atrapamiento asociada con la pérdida es a menudo crítica.
dida puede que ésta no sea el factor de importancia etiológica
básica. La tabla 2 ilustra esto con un esquema de calificación
más completo, de nuevo llevado a cabo por el investigador. Se Cuestiones diagnósticas
consideran cuatro tipos generales de significado, que abarcan
un total de nueve categorías. Las calificaciones son jerárquicas. Hasta la fecha sólo se han considerado los inicios de de-
Cuando es posible más de una calificación, se toma la más alta presión en la población general del tipo casi enteramente
de la escala. Las tres primeras categorías incluyen posibles tipos «neurótico». En el estudio Camberwell, aunque los sucesos
de humillación, es decir, la posibilidad de que el suceso pro- fueron bastante menos frecuentes antes de la depresión «me-
voque en el individuo un sentimiento de haber sido menosca- lancólica», se produjo un considerable solapamiento entre los
bado o notablemente menospreciado. La primera categoría, por tipos de depresión. Anteriormente ya se había comunicado
ejemplo, abarca la separación de un compañero o amante en la esta falta de relaciones claras entre la presencia de un suceso
que fueron ellos quienes tomaron la iniciativa o el encuestado provocador y el diagnóstico (39), como también ocurrió en
se vio «forzado» a marcharse o romper una relación a causa de varios estudios posteriores (40, 41).
la violencia o el descubrimiento de infidelidad. Un estudio reciente de los pacientes psiquiátricos del nor-
Los sucesos asociados con el atrapamiento, el segundo te de Londres ha proyectado algo de luz sobre este cuadro en
tipo principal, tenían que incumplir criterios de alguna de las cierto modo inesperado. Cuando se tuvo en cuenta el núme-
tres categorías de humillación. Dichos sucesos resaltaban el ro de episodios, los pacientes con diagnóstico tanto melan-
hecho de estar cautivo en una situación de castigo que se ha- cólico como psicótico y un episodio anterior de depresión
bía estado produciendo durante cierto tiempo. El tercer tipo presentaban una posibilidad mucho menor de experimentar
de suceso está relacionado con cuatro tipos de pérdida (en un suceso grave antes del inicio (42). Una serie de pacientes
ausencia de humillación o atrapamiento) con el tipo final, pe- de Pittsburgh proporcionó hallazgos consistentes (43). Estos
ligro, que incluía la amenaza de una pérdida futura (37). resultados, si se confirman, también pueden ayudar a explicar
La tabla muestra si tras un suceso grave en particular (o incoherencias en resultados publicados, ya que la proporción
una secuencia de sucesos íntimamente relacionados) se produ- con un cuadro melancólico/psicótico y un episodio previo
jo un inicio, tomando el suceso (o la secuencia) más cercana está destinada a variar según el tipo de centro de tratamiento.
al inicio cuando se producía más de un suceso durante los 6 Es interesante que también se haya descubierto que un
meses anteriores. Tomando un período de 2 años para las mu- menor número de acontecimientos provocadores, a medida
jeres de Islington, se comprueba que hubo grandes diferencias que aumenta el número de episodios, está relacionado con el
en cuanto al riesgo según el tipo de suceso: los que suponían curso de trastornos bipolares siempre que haya cierta eviden-
cia de sensibilización o mecanismo de ignición (44). También
es digno de mención que este mismo estudio de Londres con-
Tabla 2. Inicio según el tipo de suceso grave en un período cluyera que, a pesar del detallado interrogatorio, hasta una
de 2 años en las series de Islington décima parte de los pacientes con trastorno depresivo «neu-
rótico» no dieron muestras de haber sido provocados por ad-
Índice versidad social de ningún tipo (42).
de inicio
Clasificación jerárquica del suceso N.o de inicios (%)

a) Todos los sucesos de «humillación» 31/102 30 Curso y remisión


Humillación: separación 12/34 35
Humillación: delincuencia de otros 7/36 19 La investigación de los acontecimientos de la vida tam-
Humillación: hacer de menos 12/32 38 bién ha arrojado algo de luz sobre los procesos implicados en
b) Todos los sucesos sólo de «atrapamiento» 10/29 34 la remisión o la recuperación de la depresión. Han empezado
(no a)
c) Todos los sucesos sólo de «pérdida» 14/157 9 a aparecer pruebas de que a menudo estos acontecimientos
(no a ni b) implican la inversión del proceso que conduce al inicio. Ge-
Muerte 7/24 29 neralmente se comprueba que ha habido un acontecimiento
Separación: sujeto iniciado 2/18 11 positivo o la reducción del nivel de una dificultad grave (con
Otra pérdida clave 4/58 7 o sin acontecimiento) en el período de 20 semanas antes de
Pérdida menor 1/57 2 cualquier remisión (o notable mejoría). Sin embargo, es inte-
d) Todos los sucesos sólo de «peligro» 3/89 3
(no a, ni b ni c)
resante comprobar que aunque los suceso implicados se clasi-
Todos los sucesos graves 58/377 15 ficaron contextualmente como susceptibles de haber propor-
cionado una renovada esperanza ante el futuro, una tercera
2.6.1. SOCIOLOGÍA MÉDICA Y CUESTIONES DE ETIOLOGÍA 357

parte de éstos se juzgó al mismo tiempo como gravemente ha producido el suceso (51-53). Naturalmente, la considera-
amenazadores (45). ción del apoyo social relaciona la investigación con concep-
En las series de la población general de Islington, algo tos de ciencia social como la «integración social», los «lazos
más de la mitad de las remisiones de los episodios que ha- sociales» y la «alineación» social (54). El tópico es demasiado
bían durado 20 semanas o más estuvieron precedidos por un complejo para estudiarlo detalladamente en esta breve reseña.
acontecimiento de este tipo. No había este tipo de relación La investigación ha subrayado hasta la fecha la necesidad de
con episodios que duraban menos. En las series de pacientes reconocer que el apoyo en un momento determinado no pre-
el resultado fue prácticamente el mismo, aunque las posibili- dice necesariamente lo que ocurrirá en una crisis posterior y,
dades de un acontecimiento positivo o la reducción de una ciertamente, que un aspecto significativo de varios sucesos gra-
dificultad para los que estaban tomando medicación antide- ves es que implican un retraimiento del apoyo social que has-
presiva fue algo menor (46). ta ese punto se había tenido por seguro (55). Existe también
Un enfoque distinto a la cuestión del resultado hace refe- algún indicio de que la capacidad de una mujer de establecer
rencia a determinantes de la longitud de un episodio en par- lazos de apoyo puede utilizarse en una futura crisis, y que de
ticular. Aquí, la presencia de una grave dificultad interperso- hecho también puede utilizarse en tales circunstancias, se ha-
nal en el momento del inicio (pero no otra dificultad) cons- lla influida negativamente por la experiencia inicial de abuso
tituyó un elemento de predicción importante de si un episo- y abandono en la infancia (56-58). Finalmente, el poder pre-
dio depresivo continuaría hasta durar al menos 1 año, y esto dictivo de estos dos factores «negativos» de vulnerabilidad se
fue válido para ambas series (47, 48). (Se obtuvieron resulta- debe en parte a su relación con la carencia de apoyo básico
dos muy parecidos en cuanto a la cronicidad, si el factor de con un suceso grave en el año de seguimiento.
predicción era la presencia de dificultad durante el episodio.) La figura 1, que hace referencia a las series de Islington, re-
Consecuentemente, es necesario tener en cuenta las dificulta- sume la investigación de la cuestión de la vulnerabilidad. Tie-
des en curso tanto en la remisión como en el caso en que un ne en cuenta tanto el tipo de suceso como la vulnerabilidad y
episodio adquiere un curso crónico. muestra que un suceso grave, sea lo amenazante que fuere, no
era suficiente para provocar depresión sin la presencia de al
menos un factor de vulnerabilidad. Investigaciones posteriores
Vulnerabilidad psicosocial han confirmado este cuadro general, aunque no indican que en
ocasiones es imposible que varios sucesos graves provoquen
La influencia de los sucesos graves en la depresión ha de- depresión sin la presencia de un factor de vulnerabilidad (53).
mostrado ser una plataforma particularmente efectiva para ex-
plorar la vulnerabilidad psicosocial. De hecho, la importancia
de esta cuestión quedó ilustrada en la tabla 1 donde, a pesar Diferencias de sexo
de que la mayoría de los comienzos estuvieron precedidos por
un suceso grave, tan sólo una quinta parte de las personas que Un asunto que todavía no se ha considerado ha sido el del
experimentaron un suceso grave presentaron depresión. Tal sexo. La mayoría de las investigaciones sobre depresión basadas
como se ha comentado, mientras se tenga en cuenta el tipo de en la Escala de acontecimientos vitales y dificultades han trata-
suceso se reduce en cierto modo esta proporción, aunque si- do de mujeres, aunque en la investigación original en Camber-
gue siendo necesario preguntar por qué sólo una minoría desa- well una pequeña serie de varones proporcionó resultados simi-
rrolla depresión clínicamente relevante tras un suceso grave. lares, y lo mismo ocurrió en la encuesta de población posterior
En la serie de Islington, dos factores antecedentes y pre- (59). No obstante, la reciente investigación ha ido más allá para
sentes en el momento de la primera entrevista demostraron sugerir que el bien reconocido riesgo principal del comienzo de
ser altamente predictivos respecto al comienzo durante el año la depresión entre las mujeres puede estar relacionado con su
posterior: un factor psicológico negativo (evaluación negativa mayor sensibilidad ante los sucesos graves que afectan a su rol
de sí mismo o ansiedad crónica o síntomas depresivos subclí- de madres. En un estudio realizado con parejas que estaban ex-
nicos) y un factor ambiental negativo (interacción negativa perimentando un suceso grave en común, las mujeres presenta-
con los demás en el hogar y, en el caso de las madres solas, ban el doble de riesgo de sufrir un episodio depresivo tras su-
carencia de un confidente cercano y frecuentado a menudo). cesos que afectaban a la procreación, los hijos o la vivienda;
Se puede juzgar su poder predictivo por el hecho de que, para otros sucesos el riesgo fue más o menos igual (60). Aunque
aunque tan sólo el 23 % de las mujeres sin depresión al reali- esta investigación requiere repetición, apoya la opinión cada vez
zar el primer contacto presentaban ambos factores, tres cuar- más aceptada de que la gran diferencia en razón al sexo en la
tas partes de los inicios aparecidos en el período de segui- experiencia de la depresión «neurótica» es probable que tenga
miento tuvieron lugar entre estas mujeres (49). Recientemen- una explicación esencialmente psicosocial (61).
te se ha confirmado el resultado en una segunda investigación
prospectiva (50).
En términos de un modelo etiológico general, el poder Perspectiva de la proyección vital
predictivo de los dos índices parece evidente en gran medida
porque se relacionan con una mayor posibilidad tanto de que Hasta ahora sólo se han tenido en cuenta circunstancias
se produzca un suceso grave como con la carencia de un apo- ambientales actuales. La investigación en Camberwell sólo iden-
yo emocional efectivo de un confidente cercano una vez se tificó la pérdida de la madre antes de los 11 años como factor
358 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

70 sis a otra, comenzando por la falta de cuidados en la infancia


16/25
60 y pasando por medio del embarazo prematrimonial al actual
Porcentaje del inicio

estatus de clase trabajadora, carente de apoyo social y con un


50
índice elevado de acontecimientos graves (68).
40 Aunque a menudo era difícil descubrir por medio de los
6/17 7/21
30 relatos de las mujeres como podían haber salido de esta cin-
ta transportadora después de que su infancia las hubiera co-
20
locado en ella, es posible que un elemento más personal haya
10 desempeñado un papel importante en muchos casos. Aquí el
0/6 0/4 0/6 0/18 0/18 0/15
0 trabajo de Quinton y Rutter (69, 70) ha sido particularmente
0 1 2 0 1 2 0 1 2 significativo en el desarrollo de una perspectiva de la proyec-
N.o de factores N.o de factores N.o de factores ción vital a este respecto, y en lo que concierne a este asunto
de riesgo de riesgo de riesgo
Sucesos sólo Sucesos sólo Sucesos
los resultados de las dos investigaciones se han complemen-
de peligro de pérdida de humillación/ tado unos a otros en gran medida (71, 72).
atrapamiento El tipo de experiencia inicial adversa acabada de perfilar
se incorporó posteriormente a un índice más amplio de ad-
Figura I. Índice de inicio de depresión entre 130 mujeres
versidad en la infancia que incluía el maltrato físico grave
de Islington con un suceso grave por tipo de suceso y núme-
ro de factores de riesgo de su entorno. dentro de la familia y también el abuso sexual grave en cual-
quier medio (73). Este índice no sólo se relaciona con el do-
ble de riesgo de un comienzo de depresión en la vida adulta,
sino también con otros tantos resultados adversos, por ejem-
de riesgo (62). Aunque ha habido una gran controversia sobre plo con el riesgo de que un episodio tome un curso crónico
estos hallazgos (57, 62-65), dos estudios de población posterio- (muy por encima del riesgo indicado anteriormente, a con-
res produjeron una evidencia igualmente clara con la sugerencia secuencia de una dificultad interpersonal grave en curso) y
añadida de que tal pérdida entre la edad de 11 y 17 años tam- también con el riesgo de sufrir una alteración depresiva co-
bién puede incrementar el riesgo (57, 62, 66, 67). El modo en mórbida con trastorno de ansiedad definido por los criterios
que impacta una pérdida tan temprana de la madre para las mu- del DSM-III-R (excluyendo las fobias simples y la agorafobia
jeres es indudablemente complejo, pero varios estudios han es- leve) (74).
tablecido en la actualidad la importancia crítica de las experien-
cias adversas posteriores a la pérdida y han quitado importancia
al papel de la pérdida como tal (57, 62, 66, 67). Ha sido nece- ■ Perspectiva de población
sario repasar la historia de una mujer desde la propia pérdida
hasta cualquier experiencia de depresión posterior para descu- En cuanto a la última de las cuatro cuestiones sobre su-
brir algo del sentido de la trayectoria de una vida. Ciertas expe- cesos listadas anteriormente, es necesario considerar las alte-
riencias iniciales se asocian particularmente a la posibilidad de raciones «neuróticas» que forman el grueso de los trastornos
sufrir uno de los dos factores de riesgo ya comentados (57, 66). depresivos, incluso en las series de pacientes, en términos de
Más importante que la pérdida de la madre en sí misma perspectiva de población. La figura 2 resume los hallazgos de
fue la calidad del cuidado parental sustitutorio tras la pérdida seis estudios de población de mujeres de edades comprendi-
(en cuanto al índice de indiferencia parental o lasitud de con- das entre los 18 y los 65 años llevado a cabo comparativa-
trol). El riesgo de padecer una depresión de adulto se dobló mente, empleando las mismas mediciones semiestructuradas
para las que se encontraban en el índice positivo. basadas en la entrevista utilizadas en la encuesta de Islington,
Un factor que desempeñaba un papel de mediador críti- inluido el PSE. La mitad inferior de la figura 2 muestra el ín-
co fue la experiencia de embarazo prematrimonial, y, al igual dice de casuística depresiva en un período de 12 meses. Entre
que el propio índice de cuidados, se comprobó que ésta esta- las dos poblaciones extremas hay una diferencia 10 veces su-
ba asociada al hecho de padecer posteriores sucesos graves perior, 3 % en una población rural vasca de España (75) y
(32). Lo que parecía crucial acerca de los embarazos prema- 30 % en una población urbana e indígena de Zimbabwe (8,
trimoniales era que a menudo atrapaban a mujeres en rela- 76). Además, estos índices guardan una relación paralela bas-
ciones que no hubieran elegido en otras circunstancias y que tante próxima con las diferencias en el sufrimiento de sucesos
se convertían en una fuente continua de problemas, como di- graves que particularmente pueden provocar depresión (v.
ficultades económicas y de vivienda debidas al hecho que parte superior de la fig. 2).
una pareja que forme una familia demasiado joven no ha po- Una de las implicaciones de estos resultados queda clara
dido ahorrar lo suficiente, o bien dificultades matrimoniales en el contexto de una perspectiva genética conductual. Un
a causa de cónyuges poco fiables. Estas mujeres también apa- punto clave sobre el concepto de herencia es que es específi-
recieron como menos proclives a subir peldaños, en términos ca para una población particular. El índice se basa en la con-
de clase social, que sus compañeras no abrumadas por dichos sideración de las discrepancias individuales desde una media
embarazos. Al interpretar este conjunto de experiencias, se de población. Aunque es ciertamente posible que la herencia
perfiló una cinta transportadora de adversidades, en la que al- de la depresión sea positiva en cada una de las seis poblacio-
gunas mujeres parecían desplazarse con frecuencia de una cri- nes, esto sólo reflejaría la contribución de factores genéticos
2.6.1. SOCIOLOGÍA MÉDICA Y CUESTIONES DE ETIOLOGÍA 359

87 Islington dichos sucesos eran comunes entre las madres solas,


90
Índice por 100 mujeres

80 categoría social que se ha expandido enormemente en la ma-


70 Sucesos yoría de las poblaciones occidentales en los últimos años y en-
60 irregulares/disruptivos
50 tre las que existe un elevado riesgo de depresión (81).
40 31
30 21
20
10
11 8
0
■ Comentarios finales
0
5 2,4 Existen dos formas de considerar los hallazgos que se han
10 examinado. En primer lugar, que el estudio de los sucesos vi-
tales ha constituido una manera eficaz de abrir a la investiga-
Porcentaje

10,3 10,6 11,0


15
15,1 ción cuestiones más amplias y relativas a la etiología de la de-
20
Casos presión, y, se podría añadir otros trastornos psiquiátricos que
25
de depresión no se han contemplado (82-86). Esto ha sido posible porque,
30 dada la presencia de una conexión causal sustancial, se consi-
30,0
35 gue una plataforma para estudiar una amplia variedad de ex-
Zimbabwe Londres Bilbao Hébridas España País Vasco
exteriores rural rural periencias adicionales. A medida que avanza la investigación
ha ido retrocediendo en el tiempo para considerar el papel
Figura 2. Índice anual de sucesos graves, irregulares o dis-
etiológico de las experiencias iniciales de abandono y abuso,
ruptivos, en 100 mujeres de 6 poblaciones distintas y preva-
puesto que pueden tener características similares a los del su-
lencia de idoneidad de caso de depresión por año.
ceso. En términos más generales, el estudio de los sucesos ha
conducido a la consideración de asuntos de vulnerabilidad y
protección, producción de sucesos, cronicidad y curso de epi-
a la variabilidad individual de riesgo dentro de cada pobla- sodios particulares y también cuestiones no cubiertas en esta
ción, que aunque sea importante no es probable que tenga re- relación como afrontamiento y apoyo social.
levancia para explicar las verdaderas diferencias de la pobla- Hasta ahora, este tipo de extensión de la investigación de
ción en cuanto a índices de depresión. La interpretación más los sucesos vitales ha permanecido en gran medida en el ám-
plausible de éstos es que las diferencias son esencialmente re- bito psicosocial, pero sus ramificaciones potenciales son más
sultado de factores psicosociales. amplias (para una excepción relativa a la investigación bioló-
Las diferencias en la frecuencia de genes relevantes nece- gica, v. Calloway y Dolan [87]). En cuanto al diagnóstico,
sitarían ser extremadamente grandes para explicar dichas dis- por ejemplo, han surgido asuntos relativos al rol de la igni-
crepancias, y además ahora parece posible que existan cam- ción para explicar la reducción de la importancia del estrés
bios seculares significativos en los índices de depresión (77- con relación al número de episodios en los inicios de los tras-
79). Sin embargo, no hay un conflicto inherente entre las dos tornos depresivos melancolicopsicóticos.
perspectivas, se refieren a diferentes formas de considerar a la También ha podido aislarse un pequeño grupo de episo-
«variancia» de la alteración (80). La cuestión general es que el dios depresivos neuróticos «endógenos». Dichos hallazgos re-
estudio de la variabilidad individual dentro de poblaciones quieren una investigación en colaboración e insinúan la posi-
particulares no puede descartar la posibilidad de que el nivel ble ventaja de tener en cuenta los modelos etiológicos que se
medio del trastorno esté en gran medida bajo control am- han desarrollado en torno a la relación con el comienzo del
biental; que se pueda incrementar o reducir marcadamente suceso. Además, aunque esta reseña se ha circunscrito en gran
mediante cambios externos bastante influidos por las caracte- medida al trabajo sobre la depresión, el enfoque ha sido em-
rísticas genéticas de una población. pleado con éxito con otras varias alteraciones psiquiátricas y fí-
La perspectiva de la población también está implicada en sicas, y se demuestra relevante para una amplia gama de asun-
la variabilidad de los índices del trastorno dentro de la pobla- tos pertenecientes a la investigación médica, como el «com-
ción en cuanto a categorías sociales como el estatus socioeco- portamiento de la enfermedad» y la relación médico-paciente.
nómico. Así, la investigación llevada a cabo en Camberwell, en La segunda contribución se refiere a la introspección so-
el sur de Londres a principios de la decada de 1970 halló que, bre la propia relación suceso-depresión. Éste es un tema com-
aunque el índice de sucesos graves estaba relacionado con la plejo porque los sucesos vitales depresogénicos se correlacio-
posición dentro de la clase social, esto explicaba comparativa- nan con una amplia gama de factores que abarcan desde la
mente poco sobre la gran diferencia de clases en la prevalencia genética y la personalidad (88) hasta el macronivel social (89).
de la depresión. De mayor importancia fueron los factores de Sin embargo, es posible que tengan que estudiarse los hallaz-
vulnerabilidad ambiental como un matrimonio sin apoyo (19). gos concernientes a sucesos que impliquen humillación y
No obstante, recientemente el cuadro se ha hecho más com- atrapamiento desde una perspectiva evolutiva, es decir, que
plejo con el hallazgo de que los sucesos graves que implicaban puede estar implicado de algún modo un patrón de respuesta
humillación y atrapamiento no sólo son especialmente depre- desarrollado entre animales que viven en grupo, íntimamente
sogénicos sino particularmente comunes en las poblaciones de unidos a asuntos que giran en torno a la derrota y la exclu-
alto riesgo (como las de Harare) y entre los subgrupos de alto sión (90). Es posible que las alteraciones depresivas clínica-
riesgo (como las mujeres de clase trabajadora de Londres). En mente relevantes sean con frecuencia una complicación de las
360 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

respuestas de sumisión y apaciguamiento, esencialmente no Depression: neurobiological psycho-pathological and theraputic advances (ed.
patológicas, que se dan ante la derrota entre los mamíferos A. Honig and H.M. van Praag), pp. 279–96. Wiley, Chichester.
23. Bebbington, P., Hurry, J. Tennant, C., Sturt, E., and Wing, J.K.
que viven en grupo (81). Por lo tanto, los altos niveles de de- (1981) Epidemiology of mental disorders in Camberwell. Psychological
presión clínicamente relevante que a veces de observan en al- Medicine, 11, 561–79.
gunas poblaciones es fácil que sean resultado de los desarro- 24. Dohrenwend, B.P., Shrout, P.E., Link, B.P., Martin, J.L., and Skodol,
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and Psychiatry, 25, 211–29.
70. Quinton, D. and Rutter, M. (1984). Parents with children in care: 2.
Intergenerational continuities. Journal of Child Psychology and Psychiatry, La antropología social y cultural es una de las ciencias so-
25, 231–50. ciales (junto con la historia, la economía, las ciencias políti-
71. Pawlby, S.J., Mills, A., and Quinton, D. (1997). Vulnerable adolescent cas, la sociología y la psicología social) que se ocupa funda-
girls: opposite-sex relationships. Journal of Child Psychology, 38, 909–20.
72. Quinton, D., Pickle, A., Maughan, B., and Rutter, M. (1993).
mentalmente del estudio de la sociedad en casi todos sus as-
Partners, peers and pathways: assertive pairing and continuities in pectos. Junto con la lingüística, la arqueología y la antropo-
conduct disorder. Development and Psychopathology, 5, 763–83. logía biológica, la antropología social y cultural formó la clá-
362 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

sica (y en la actualidad casi considerada excesivamente ambi- interaccionismo (George Herbert Mead, Pierre Bourdieu), por
ciosa) base de cuatro campos de la antropología, la ciencia del mencionar algunos ejemplos.
ser humano. Sin embargo, en muchas universidades los de- En el siglo XX, la división del trabajo entre la antropolo-
partamentos de antropología salvan las divisiones tradiciona- gía social y cultural ha dado origen al menos a dos subcam-
les entre humanidades, ciencias sociales y ciencias naturales. pos que tienen una relevancia particular para la psiquiatría: la
Desde un principio, los antropólogos definieron su campo en antropología psicológica y la antropología médica. La prime-
términos holísticos destinados a contextualizar a los varones ra procede de la escuela de la cultura y la personalidad
y las mujeres en una jerarquía protegida de entornos influ- (c. 1930-1950), cuando los psicoanalistas y los antropólogos
yentes que van del cuerpo humano al cuerpo social, y que decidieron colaborar para comprender en qué se diferencia-
asumen que estos niveles estaban relacionados entre sí, de ban o se asemejaban los procesos mentales en las diferentes
modo que el individuo y los procesos colectivos (biológicos, sociedades. Margaret Mead, Ruth Benedict e Irving Hallowell
psicológicos, de relación social y culturales) se entrecruzaban son los antropólogos asociados con más frecuencia a esta es-
de algún modo. La antropología social y cultural, en particu- cuela. Pero en un sentido más amplio, los intereses psicológi-
lar, adoptó como objeto primordial el estudio de las comuni- cos se vieron influidos a través de la antropología estadouni-
dades, desde grupos prealfabetizados a pequeña escala hasta dense e incluso entre figuras prominentes de la antropología
vecindarios o instituciones de las grandes ciudades. La com- social británica como Bronislaw Malinowskii y Meyer Fortes.
paración de diferentes sociedades, o de diferentes estructuras No obstante, los antropólogos sociales y culturales de ambos
y procesos en esas sociedades, todavía aparece como el enfo- países se volvieron cada vez más críticos con las suposiciones
que definitorio, como es el análisis de los sistemas de símbo- psicoanalíticas, la orientación hacia los individuos y la dudo-
los culturales (desde las lenguas a la estética), la historia del sa correlación de los mismos con culturas completas lo cual,
parentesco y otros sistemas de relación social, al igual que la entre otras cosas, presentaba los desafortunados efectos ad-
investigación de cambios sociales a gran escala como la glo- versos de legitimar estereotipos étnicos. Un pequeño grupo
balización de nuestra década, el etnonacionalismo y el resur- de antropólogos sociales y culturales continuó, a pesar de
gimiento del fundamentalismo religioso. todo, en esta dirección y con el transcurso del tiempo han es-
La principal metodología de la antropología es la etnogra- tablecido lazos más amplios con la psicología, como se pue-
fía, que es el estudio detallado de un mundo local: una aldea, de observar fácilmente por sus principales intereses en inves-
un vecindario urbano, una institución, una red. La etnografía tigaciones sobre la cognición, el desarrollo del ciclo vital y las
se centra en la lengua, categorías conceptuales, valores y prác- categorías etnopsicológicas. Los antropólogos que trabajan en
ticas locales. Su procedimiento consiste en comenzar con las esta tradición han estudiado autoconceptos y autoimágenes,
definiciones y percepciones locales de la realidad (algunas ve- términos emocionales, procesos interpersonales y otras rela-
ces denominados «émicos», de fonémicos), y sólo cuando se ciones relativas a la persona, además de las experiencias de la
comprenden los patrones cercanos a la experiencia de un con- niñez, crianza de los niños, adolescencia, mediana edad y en-
texto particular de la vida cotidiana (con las fuerzas políticas, vejecimiento. La memoria, las afecciones, en especial la de-
económicas y culturales superiores que la influyen) se estable- presión, el enfado y la culpabilidad, los significados y las
cen comparaciones con otros mundos locales en el marco de prácticas sexuales y las experiencias de trance/posesión y otras
las definiciones científicas de la realidad de la experiencia dis- alteraciones del estado mental reciben considerable atención
tante (conocida como «ética», fonética). El conocimiento está por parte de los investigadores. Otros procesos, en especial el
generado por la observación participativa, las entrevistas in- pesar por la pérdida de un ser querido, han recibido mucha
formales y el empleo de procedimientos más formales proce- menos atención. (Extraña ironía, dada toda la atención que
dentes de entrevistas estructuradas en cuestionarios. Mientras los antropólogos han concedido al estudio de las prácticas fu-
algunos etnógrafos emplean métodos cuantitativos y orienta- nerarias.) La antropología psicológica ha influido en la psico-
dos estadísticamente, la mayoría reúnen datos cualitativos que logía durante los últimos años, cuando una subdisciplina her-
son más cercanos, en cuanto al tipo, a los hallazgos de la his- mana llamada psicología cultural ha comenzado su andadura
toria social, la escolástica en las humanidades y la escritura de en estrecha conexión con ella.
biografías. Pero en muchos casos, los etnógrafos combinan las La antropología médica, el otro subcampo relevante, ha
narrativas y los números. La comparación transcultural es otro tenido una historia diferente. Entre los fundadores de la an-
método básico de producción de conocimiento. Tanto la et- tropología se encontraban los médicos, y algunos, como el
nografía como las comparaciones transculturales se nutren de erudito británico W. H. R. Rivers, combinaron la medicina y
datos empíricos para plantear mayores cuestiones a la teoría la antropología. Rivers escribió sobre el significado de la en-
social, que está reorganizándose constantemente en esta apli- fermedad y las prácticas curativas, y, durante la primera guerra
cación dialéctica. La teoría social, que conceptualiza el modo mundial, practicó una forma de psicoterapia que se informó
en que se organizan y trabajan las sociedades, se basa en la for- mediante la etnografía. Otra fuente de antropología médica
mulación clásica de Karl Marx, Emil Durkheim, Max Weber, fue la medicina social y la salud pública; ciertamente el gran
Franz Boas, E. E. Evans-Pritchard y otros, pero durante la mi- patólogo alemán y abogado de la medicina social, Rudolf Vir-
tad del siglo XIX ha proliferado en varias direcciones, entre chow, fue uno de los primeros en emplear el término «antro-
ellas el estructuralismo (Claude Lévi-Strauss), el análisis basa- pología médica». De este modo, se aplicaron las raíces inicia-
do en el significado (Clifford Geerzt), el posmodernismo (Mi- les de la antropología médica. Después de la segunda guerra
chael Foucault, George Marcus, David Harvey y otros) y el mundial, este campo adquirió relevancia cuando los antropó-
2.6.2. ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL: INTERÉS PSIQUIÁTRICO 363

logos desarrollaron interés por los aspectos teóricos y empíri- normativas y normales. La incapacidad de reconocer este fe-
cos de las tradiciones no occidentales, las curaciones religiosas nómeno, y en consecuencia el diagnóstico de psicosis en per-
y su relación con la medicina y cada vez más por la experien- sonas en trance religioso, crea una «falacia de categoría» en la
cia del sufrimiento. En años más recientes, los antropólogos aplicación de los criterios diagnósticos de la psicosis en las
médicos, de los que hay varios miles en todo el mundo, han personas normales. De igual modo, los antropólogos han fa-
adquirido intereses especiales en las enfermedades infecciosas llado en los criterios diagnósticos al no tener en cuenta sín-
(especialmente los trastornos diarreicos, malaria, tuberculosis y dromes indígenas (como los ataques y los nervios entre los
SIDA), los problemas del ciclo vital reproductor femenino, los puertorriqueños), y por lo tanto no diagnosticar psicopatolo-
problemas de salud en niños y ancianos, las drogadicciones, el gías definidas en términos culturales como que pueden o no
cáncer, la diabetes, las discapacidades, la ética médica y la presentar un parecido familiar con las categorías profesionales
transformación económica y social de la atención sanitaria. establecidas, o excederse al diagnosticar psicopatologías (defi-
Uno de los primeros y principales intereses se ha centrado en nidas según la CIE o el DSM). Lo que escuchan son expre-
los diagnósticos, trastornos y tratamientos psiquiátricos. Aun- siones idiomáticas colectivas de malestar que siguen un pa-
que el término antropología psiquiátrica no se usa con tanta trón cultural y son modos de quejarse de una manera com-
frecuencia como el de antropología médica, hay cientos de an- partida socialmente de problemas personales o sociales en un
tropólogos médicos en todo el mundo que llevan a cabo in- idioma de términos corporales y psicológicos, que no signifi-
vestigaciones y enseñan en cursos de salud mental y psiquia- ca necesariamente que haya una patología psiquiátrica. La crí-
tría como profesión. Un número creciente de los mismos son tica cultural también se ha aplicado a los trastornos de la per-
a su vez psiquiatras con entrenamiento en antropología. En la sonalidad, dado que esta categoría determina el modelo del
actualidad este subcampo de la antropología social y cultural autoproceso en un tipo de estilo de vida y comportamiento,
está muy relacionado con la psiquiatría cultural (v. cap. 4.16) de clase media y habitualmente masculino claramente euro-
y ha permanecido activo en los últimos años en un esfuerzo peo y estadounidense. Los antropólogos luchan para lograr
por introducir el interés por la salud mental en la salud inter- una comprensión mucho más flexible e interactiva de la sub-
nacional (v. cap. 1.3.1). Ciertamente, las secciones culturales jetividad que cambia básicamente en respuesta a diferentes
del DSM-IV recibieron las contribuciones de un grupo de tra- circunstancias sociales. Afirman que los índices extremada-
bajo que incluía tanto antropólogos médicos como psiquiatras mente elevados de sociopatía entre los adolescentes de mino-
culturales, en igual número. rías étnicas que viven en las grandes ciudades se deben a esos
prejuicios culturales en el diagnóstico. El marco antropológi-
co para la comprensión de la personalidad y la patología es-
■ Principales contribuciones tablece las condiciones en la conjunción de las representacio-
de la antropología a la psiquiatría nes culturales cambiantes, los procesos colectivos y la expe-
riencia individual. Los antropólogos están divididos en lo que
Crítica cultural de la biomedicina respecta a la naturaleza humana. Algunos ven las alteraciones
humanas como un proceso continuo de cambio sin una «na-
La teoría se ve minimizada en la psiquiatría académica, turaleza» fija; otros consideran que la naturaleza humana es
aunque hay mucho más en ella que la visión que tenían los sólo un elemento de este proceso. Sin embargo, en conjunto,
positivistas ingenuos del diagnóstico psiquiátrico ateórico re- incluso los que aceptan la naturaleza humana la consideran
flejado en el DSM-IV. Aún así, una de las contribuciones cru- transcultural e históricamente maleable. Intentan evitar natu-
ciales de la antropología es teórica, en realidad una crítica de ralizarla o hacerla esencial resaltando que es inseparable de
los prejuicios teóricos inherentes en la ciencia psiquiátrica y contextos particulares.
la práctica clínica. ¿Y, cómo podría no ser así? Al contrario En la década de 1990, antropólogos y psiquiatras étnicos
de otras ramas de la medicina, en ésta no hay análisis de san- desplegaron una crítica cultural que examinaba la influencia
gre, biopsias o radiografías que sirvan para diagnosticar el del racismo institucional en el diagnóstico, una asignación y
trastorno psiquiátrico (a excepción de la enfermedad de Al- el tratamiento psiquiátricos. Los ejemplos más relevantes son
zheimer, que después de todo es una enfermedad neurológica). el mayor número de diagnósticos de esquizofrenia atribuidos
Esto significa que el diagnóstico psiquiátrico se basa en el es- a afroamericanos y afrocaribeños británicos, la tendencia a
tablecimiento de criterios para los síntomas y los signos, que percibirlos como más peligrosos y menos proclives a la psi-
a su vez se basan en el lenguaje, las categorías laicas y la ex- coterapia y las diferencias en el modo de organización del
periencia social cotidiana. En otras palabras, no existe validez alta y los cuidados posteriores. Los antropólogos han exami-
biológica sino tan sólo fiabilidad psicológica en la valoración nado el modo en que el racismo está inadvertidamente inte-
psiquiátrica. En este proceso se pueden introducir prejuicios grado en las categorías psiquiátricas y se infiltra en los casos
culturales de varias maneras. Los antropólogos han demostra- modelo empleados para ilustrar los criterios diagnósticos, así
do que esto puede ocurrir cuando los criterios diagnósticos como en la forma en que se entrena a los psiquiatras para re-
que se han desarrollado en una sociedad se aplican a otra en producir tales pautas en la práctica de selección.
la que carecen de validez. Esto se denomina «falacia de cate- La crítica cultural, informada mediante datos transcultu-
goría», expresión introducida por Kleinman (1). Los ejemplos rales e internacionales, constituye la base de las dudas de los
clásicos incluyen los estados de trance y posesión de muchas antropólogos sobre la validez de muchas de las alteraciones
sociedades no occidentales, que a menudo son experiencias psiquiátricas detalladas en el DSM-IV y la CIE-10. La idea de
364 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

que no existen síndromes psiquiátricos estables transcultural- Tabla 1. Conceptos, métodos y hallazgos antropológicos que
mente es algo que poco antropólogos psiquiátricos avanza- están a la espera de investigación en psiquiatría
rían, aunque en una época anterior de un relativismo cultural
Etnografía
más radical en este campo, esta idea tenía bastantes defensores.
Etnografía como estrategia en la investigación clínica y epidemiológica.
Pero la base de datos etnográficos sugiere persistentemente Por ejemplo, como medio de estudiar la agrupación de alteraciones
que, dejando a un lado los tumores y las infecciones cerebra- psiquiátricas con los problemas sociales. También tiene aplicaciones
les, la enfermedad de Alzheimer, la encefalopatía metabólica, en la investigación de evaluación, para generar categorías y pregun-
el abuso de drogas y otros trastornos cerebrales bien docu- tas en estudios epidemiológicos y en la investigación sociosomáti-
mentados, como ciertas alteraciones del sueño, sólo cinco ca. También constituye un medio para entrenar a investigadores
síndromes psiquiátricos en adultos se consideran transcultu-
Base de datos etnográficos
rales; es decir, sólo éstos tienen estabilidad como síndromes Base de datos etnográficos como recurso rutinario de conocimiento
fuera del entorno cultural de las sociedades europeas y esta- sobre comunidades (extranjeras y domésticas) para médicos, plani-
dounidenses. Estas alteraciones son la esquizofrenia, las psico- ficadores de la salud mental e investigadores
sis reactivas breves, la depresión mayor, enfermedad bipolar y
una serie de trastornos de ansiedad que van desde los estados Comparaciones interculturales
de pánico a los trastornos obsesivo-compulsivos pasando por Comparaciones interculturales como forma rutinaria de producción
de conocimiento. Por ejemplo, las comparaciones transculturales
las fobias. La mayoría de los cientos de trastornos descritos en de psicoterapia pueden ayudar a: a) clarificar lo que es común en-
el DSM-IV, por ejemplo, están determinados por la cultura tre la curación religiosa, moral y médica; b) determinar el modo en
europea y estadounidense. Este punto ha llevado a muchos que la cultura influye sobre la práctica psicoterapéutica, y c) de-
antropólogos médicos a sospechar en general de la idea de los sarrollar técnicas psicoterapéuticas que se empleen en pacientes y
trastornos determinados por la cultura. ¿Por qué tendrían que familias procedentes de diferentes poblaciones minoritarias, étnicas
listarse como síndromes determinados por la cultura la psico- e internacionales
sis del tren, la shenjing shuairuo (neurastenia diagnosticada por
Teoría social
la psiquiatría china) y el trance patológico y los estados de Lectura sistemática de la teoría social como fuente de hipótesis para
posesión en China, cuando por lo menos son síndromes es- la investigación en psiquiatría social y como medio de preparar a
tables en una quinta parte de la población mundial? Estos an- los médicos para que practiquen psiquiatría comunitaria. Se pueden
tropólogos también se preguntan: cuando muchos trastornos usar conceptos como capital social y simbólico, globalización, mar-
listados en los sistemas DSM y CIE que se hallan en Europa ginalización, identidad étnica y racismo institucional para enmarcar
y Estados Unidos no se encuentran en China, o en la mayor la investigación psiquiátrica y la intervención clínica
parte del mundo no occidental, ¿por qué no se consideran
condicionados por la cultura?
En relación con estas contribuciones a la crítica cultural,
los antropólogos también han contribuido a la formación de sino que viven sus vidas como miembros activos de mundos
criterios diagnósticos informados culturalmente, cuestiona- locales, es decir aldeas, vecindarios, redes y familias, además
rios, entrevistas estructuradas y directrices para trabajar con de instituciones sociales particulares, incluidos hospitales o
traductores. El enfoque psiquiátrico globalizador e indigenis- sistemas ambulatorios. La investigación etnográfica ilustra los
ta incide aún más en la antropología. En gran medida a cau- procesos interpersonales de comunicación, negociación y
sa de la política relativa a los grupos étnicos y el movimiento contestación que dan forma a las experiencias cotidianas de
mundial de la globalización, los investigadores en psiquiatría los mundos locales en todas partes. Las comunidades, o in-
y los que la llevan a la práctica deben prestar atención a la cluso las redes, rara vez son homogéneas como se había creí-
base de datos internacional y a las preocupaciones de las co- do erróneamente. Por el contrario, los mundos locales se di-
munidades étnicas y de cada uno de los pacientes. Pese a ello, ferencian según clase, etnia, género, cohorte de edad, facción
pocos parecen ser asiduos lectores de literatura antropológica política, lazos religiosos y otras diferencias sociales. Por esto
relevante, que después de todo es la ciencia básica de este conviene ser muy cauteloso sobre la categorización de un
campo. La antropología contiene numerosos conceptos y mé- mundo local como si se tratara de algo singular. Pero lo que
todos que pueden probarse, pero relativamente pocos han puede aplicarse a todos y cada uno de los mundos locales es
sido experimentados o adoptados. Junto a los que se descri- que existen asuntos cruciales que orientan la atención y ac-
ben a continuación, en la tabla 1 se ofrece una lista de ejem- ciones de los participantes. Lo que está en juego, más en jue-
plos de conceptos, métodos y hallazgos de la antropología go, puede compartirse (estatus, recursos, supervivencia, tras-
que están a la espera de ser probados. cendencia), pero también puede ser tan distintivo como los
diferentes significados de destino que hace a las religiones dis-
tintas entre sí.
Mundos locales morales: bases interpersonales La experiencia de la enfermedad y las experiencias de tra-
de la experiencia de enfermedad tamiento también están muy atrapadas en estos procesos trans-
personales agonísticos y antagonísticos que determinan lo que
Las etnografías (cientos de ellas, muchas sobre temas psi- tiene importancia en la experiencia como experimentación de
quiátricos) demuestran, con gran consistencia, que la mayoría la realidad. Así, para un antropólogo es simplemente crucial
de las personas y los pacientes no son individuos aislados el modo en que la enfermedad de una persona se detecta,
2.6.2. ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL: INTERÉS PSIQUIÁTRICO 365

afronta, comprende y vive para entender la propia enferme- tes y un largo etc. La marginalización y la impotencia relativa
dad y el tratamiento. Por este motivo los antropólogos escri- como posiciones sociales encajan mejor con los suicidios que
ben sobre el curso social de la enfermedad, en el sentido de el estado psicológico. Aquí las perspectivas individuales y so-
que las palabras locales dan forma al curso de la enfermedad ciales conducen a interpretaciones enormemente diferentes de
de un modo tan completo que el mismo proceso patológico las determinaciones del suicidio. El concepto chino de «pérdi-
(diabetes, SIDA, depresión, esquizofrenia) puede seguir dife- da de rostro» (pérdida del estatus moral, lianmian) señala las
rentes trayectorias. Cuando los enfermos solicitan tratamien- relaciones interpersonales entre los niveles morales y emocio-
to, a quien acuden en primer lugar, si cumplen o no con el nales de la experiencia que parecen particularmente importan-
régimen terapéutico, la forma en que valoran su experiencia tes para comprender el suicidio (por la razón de que muchos
de tratamiento; todo está de un modo u otro influido por lo suicidios en China siguen a graves «pérdidas de rostro» y se
que más importa en las comunidades, familias, redes e indi- pueden percibir como un medio desesperado pero aún acep-
viduos. Aquí, la contribución antropológica sirve para realzar table de recobrarlo), y quizá no sólo en China. También se va-
el proceso a través del cual se relacionan los individuos con lora el suicidio altruista.
los colectivos. De este modo, Estroff (2) muestra que las de-
finiciones colectivas e individuales de la identidad afectan al
modo en que los pacientes con esquizofrenia viven su afec- Relevancia clínica práctica
ción como una identidad enferma, que a su vez afecta a sus
avances como pacientes y a sus experiencias en otros aspectos Los procesos de inmigración han alterado tanto los pa-
(familia, lugar de trabajo, etc.). trones demográficos nacionales que la mayoría de los estados
Otro ejemplo de la diferencia entre el enfoque antropoló- tienen hoy en día poblaciones plurales con antecedentes ét-
gico y psiquiátrico de las alteraciones humanas es el modo en nicos distintos. En 1900, la población de Estados Unidos, por
que las dos disciplinas contemplan el suicidio. En la psiquia- ejemplo, sólo incluía un 13 % de miembros categorizados
tría estadounidense, al menos, es ampliamente aceptado que como minoría étnica. Hacia 1990, esa cifra superó el 25 %. Se
la mayoría de las veces el suicidio se produce en el contexto supone que el porcentaje alcanzará una tercera parte en el
de un trastorno depresivo, y que ese trastorno al igual que im- año 2010, y hacia la mitad de siglo alcanzará un sorprenden-
pulsividad individual son los principales determinantes del te 50 %. En California, el mayor estado de Estados Unidos,
mismo. La comprensión antropológica deriva del estudio del los estadounidenses euroasiáticos que no son de origen his-
suicidio como experiencia colectiva. A partir de ahí, los an- pano son ya una minoría.
tropólogos observan que los índices de suicidio tienen que ver Se ha demostrado empíricamente que los antecedentes ét-
con cierto número de cambios sociales, en los que predomina nicos influyen en los índices epidemiológicos de la enferme-
la depresión económica y la violencia política. Actualmente dad, los patrones de acceso a la atención médica, la solicitud
en la China, el índice de suicidio es al menos el doble, y po- de tratamiento y las interacciones paciente-médico, a menu-
siblemente el triple, que en Estados Unidos. Sin embargo, la do con resultados negativos como el retraso del tratamiento,
tasa de trastornos depresivos en China es muy baja según los el diagnóstico equivocado, la falta de cumplimiento y el fallo
modelos internacionales; de hecho, los datos epidemiológicos del mismo. Tener en cuenta la etnia en la provisión de servi-
más recientes procedentes de China sugieren que dichos índi- cios significa varias cosas, como disponer de un traductor, es-
ces pueden ser hasta de 5 a 200 veces inferiores a los registra- cribir carteles en varias lenguas, establecer horarios de con-
dos en Estados Unidos. De ahí que sea muy improbable que sultas en horas en que los pacientes de clase trabajadora pue-
la depresión pueda ser la principal causa determinante del dan acudir y prestar atención a las diferencias existentes en las
enorme índice de suicidios en China. Además, el suicidio en prácticas culturales. Actualmente la idea popular de atención
China es distinto del observado en el resto del mundo porque sensible e informada culturalmente está auspiciada por con-
es más común entre mujeres que entre varones. De todos los ceptos y métodos antropológicos, varios de los cuales proce-
suicidios del mundo, el 40 % acontece en China (que tiene el dentes de la literatura médica.
20 % de la población mundial) y un sorprendente 50 % de to-
dos los suicidios femeninos comunicados ocurren allí. Las mu- 1. Las distinciones entre estado patológico y enfermedad:
jeres de medios rurales entre los 15 y los 25 años de edad y los para los antropólogos médicos el estado patológico es
varones y mujeres mayores de 55 años son los que corren ma- aquel estado en que el paciente experimenta síntomas en
yor riesgo de suicidio (3). Una investigación reciente (autop- el contexto familiar, laboral o de la comunidad; la enfer-
sias psicológicas en el contexto de estudios epidemiológicos medad es el modelo que tiene el profesional del proceso
basados en una aldea) sugiere que en la mayoría de los casos patológico. La solicitud de tratamiento suele estar orien-
no hubo evidencia de depresión importante. Por el contrario, tada en derredor de la experiencia patológica respecto a
se comprobó que existían conflictos familiares y otros proble- lo que es más importante para el paciente y sus allegados.
mas personales bien documentados. Además, el análisis de las La atención puede zozobrar cuando los intereses prima-
notas de suicidio sugiere que en muchos casos el suicidio fue rios del paciente respecto a la experiencia de la enferme-
un acto de resistencia social contra condiciones patriarcales dad entran en conflicto o son enteramente distintos del
opresivas como el matrimonio forzado, presiones que impo- enfoque del médico ante la misma. Así pues, muchos pa-
nía el conflicto de producir hijos varones, infanticidio, mari- cientes afectados de dolor crónico experimentan el inte-
dos agresivos, maridos que tomaban segunda esposa o aman- rrogatorio del médico escéptico sobre el proceso de la en-
366 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

fermedad como deslegitimación de su experiencia. Esto • Factores culturales relacionados con el ambiente psicoso-
lleva a un índice elevado de insatisfacción respecto a la cial y los niveles de funcionamiento.
atención recibida entre este grupo de pacientes. Muchas • Elementos culturales de la relación entre el individuo y
de las llamadas «enfermedades huérfanas»: dolor crónico, los médicos.
síndrome de fatiga crónica, etc., producen este resultado.
Cuando los pacientes y las familias pertenecen a mino- Éste es un enfoque factible de la atención rutinaria con
rías étnicas, las diferencias de significado y las prácticas miembros de minorías étnicas e inmigrantes y refugiados re-
culturales intensifican el conflicto entre los modelos del cientes que tiene grandes posibilidades de permitir una aten-
paciente y los del médico. ción culturalmente informada y sensible. La clave para ello,
2. La antropología médica patrocina un método para redu- como lo es para la metodología central de la antropología, es
cir este vacío explicatorio y por lo tanto mejorar las rela- mostrar un respeto genuino por los pacientes, las familias y el
ciones clínicas. La metodología de los modelos explica- significado de sus prácticas. Ese respeto por la persona y su
torios implica tres pasos: experiencia patológica es una condición indispensable para la
a) Estimulación de los modelos explicatorios de la ex- atención antropológicamente informada. Esto incluye, como
periencia de la enfermedad del paciente y la familia, primer paso, el acto ético de reconocer el sufrimiento del otro
que puede lograrse al formular las siguientes pre- en sus propios términos como base para el diagnóstico y el
guntas: tratamiento. En este sentido, esto modifica los supuestos cul-
• ¿Cómo llamaría a su problema? turales del profesional biomédico en relación con el proceso
• ¿Qué cree que lo ha causado? de la enfermedad y establece la relación interpersonal como
• ¿Por qué comenzó, cuándo lo hizo? base del conocimiento y la atención prestada.
• ¿Qué curso seguirá a partir de ahora?
• ¿Cómo funciona en su cuerpo?
• ¿Qué es lo que más teme de la enfermedad? ■ Conclusiones
• ¿Qué clase de tratamiento desea para esta enfer-
medad? La principal contribución de la antropología a la psi-
• ¿Qué es lo que más teme del tratamiento? quiatría es realzar la importancia del mundo social en el
b) Presentación del modelo explicatorio del médico diagnóstico, pronóstico y tratamiento, y proporcionar con-
acerca del proceso de la enfermedad. ceptos y métodos que los psiquiatras puedan aplicar (no obs-
c) Negociación de un acuerdo mutuamente aceptable tante, primera traducción transdisciplinaria realizada). Pero
del problema clínico que incluya los modelos del no es esa la única contribución que ofrece la antropología.
paciente, la familia y el médico (4). Los etnógrafos son conscientes de que el conocimiento está
posicionado, los hechos y los valores son inseparables, y la
El desarrollo de una minietnografía está íntimamente rela- experiencia es simplemente demasiado compleja y sólida
cionado con esta técnica. Ésta es una breve descripción basada para ser simplemente encerrada entre estrechas categorías
en la entrevista con los interlocutores clave acerca del impacto analíticas. De ahí que la sensación de fiabilidad de la com-
que tienen el contexto familiar y laboral en la experiencia pa- prensión, la limitación de la práctica y la ironía y paradoja
tológica y viceversa. La minietnografía y la estimulación de los de las alteraciones humanas sea la consecuencia de la etno-
modelos explicatorios suelen dar origen a relatos del paciente grafía como método de producción de conocimiento. Natu-
sobre la experiencia patológica. Estas narrativas sobre la enfer- ralmente esto no es muy diferente de la introspección «hu-
medad pueden valorarse en relación con los principales signifi- manística» proporcionada por la experiencia de «hacer» psi-
cados y las prácticas asociadas con la alteración y su trata- coterapia. Ambas formas de conocimiento son transpersona-
miento. La narrativa de la enfermedad puede interpretarse te- les e incompletas y, por esas mismas razones, profundamen-
niendo en cuenta las metáforas básicas, los comentarios cul- te humanas. Ambas revelan que al igual que los pacientes es-
turalmente específicos, además de los asuntos biográficos con tán atrapados en los procesos morales de la vida cotidiana
los que los psiquiatras están más familiarizados. Desde este también lo están los médicos absortos en lo que se juegan en
punto de vista se puede abordar la influencia de las catego- instituciones profesionales y carreras personales (que después
rías, valores y prácticas culturales sobre la enfermedad y su de todo también es un proceso moral). Ambos necesitan que
tratamiento. esos procesos morales cotidianos sean abordados con auto-
rreflexión ética (epistemológica y ontológica), para que los
médicos y los pacientes puedan abrir un espacio de autoper-
Formulación cultural cepción en la mejora de asuntos psicobiológicos y sociocul-
turales que son tan influyentes (aunque no determinantes)
El apéndice I del DSM-IV contiene una descripción de en la mayor parte de la experiencia. Esta autopercepción y
cómo se pueden formular culturalmente los casos psiquiátri- espacio requerido para la misma, además de servir para ayu-
cos. Esta descripción incluye: dar a los demás, es la razón por la cual la etnografía ha atraí-
do a generaciones de médicos y la antropología, al igual que
• La identidad cultural del individuo. la psicoterapia, siempre tendrá un papel que desempeñar en la
• Explicaciones culturales de la enfermedad del individuo. psiquiatría.
2.6.2. ANTROPOLOGÍA SOCIAL Y CULTURAL: INTERÉS PSIQUIÁTRICO 367

La antropología también complementa la idea de las rela- problemas crecientes en la organización y prestación de servi-
ciones psicosomáticas con evidencia y teorización sobre rela- cios sanitarios mentales con las transformaciones fundamenta-
ciones sociosomáticas. Aquí los procesos morales, es decir lo les de la política económica, instituciones y cultura que están
que es importante en los mundos locales, aparecen íntima- rediseñando nuestra época. Al hacerlo, la antropología pro-
mente relacionados con procesos emocionales, que a menudo yecta una visión de la psiquiatría como disciplina básica para
tratan de experiencias de pérdida, miedo, vejación y traición el bienestar social y las políticas sanitarias. También se opone
de lo que es importante colectiva e individualmente en las re- al etnocentrismo profesional y está a favor del campo como
laciones interpersonales. Un cambio en lo primero puede pro- un componente principal de la salud internacional. La antro-
ducir un cambio en lo segundo, y en ocasiones también pue- pología (junto con la economía, la sociología y las ciencias
de funcionar al revés. Los ejemplos incluyen el modo en que políticas) también proporciona los instrumentos para que la
los síntomas se intensifican o incluso aumentan en respuesta psiquiatría desarrolle políticas y programas que exploren los
al miedo o la vejación relacionada con amenazas percibidas lazos íntimos que existen entre las alteraciones sociales y las
como serio peligro para lo que más se considera. de la salud mental, políticas sociales, y políticas de salud
La relación de pobreza con morbilidad y mortalidad es mental. En este sentido, la antropología urge a la psiquiatría
un ejemplo diferente de los procesos sociosomáticos. La po- a encaminarse en una dirección global, en la que el conoci-
breza se relaciona en el incremento de la morbilidad y mor- miento y la práctica psiquiátrica, una vez alterados para en-
talidad. A menudo los psiquiatras han tenido dificultad para cajar de manera más adecuada a los mundos locales de todo
comprender lo que los expertos en enfermedades infecciosas el mundo, ocupen un lugar más importante en la política (6).
y salud pública han sabido desde hace tiempo. Pero no son
solamente los procesos diarreicos, la tuberculosis, el SIDA, la
cardiopatía y el cáncer los que demuestran esta poderosa co- Lecturas recomendadas
rrelación epidemiológica social: también lo hacen las altera-
ciones psiquiátricas. La depresión, el abuso de drogas y la vio- Barrett, R. (1996). The psychiatric team and the social definition of
schizophrenia: an anthropological study of person and illness. Cambridge
lencia con sus dramáticas consecuencias no sólo se producen University Press.
con mayores índices en los mundos locales más pobres, sino Kleinman, A. and Good, B. (ed.) (1985). Culture and depression. University
que también se agrupan (de forma muy parecida a como lo of California Press, Berkeley, CA.
Littlewood, R. (1995). The butterfly and the serpent: essays in psychiatry, race
hacen las enfermedades infecciosas), y estas agrupaciones de- and religion. Free Association Books, London.
finen un lugar local, generalmente una comunidad interurba- Young, A. (1995). The harmony of illusions: inventing post-traumatic stress
na en desintegración. De ahí los hallazgos del National Co- disorder. Princeton University Press.
Morbidity Study en Estados Unidos de que la mayoría de las
alteraciones psiquiátricas se producen como comorbilidad es
un paso hacia este conocimiento etnográfico, que en los Bibliografía
mundos locales más vulnerables, peligrosos y desestructura-
1. Kleinman, A. (1977). Depression, somatization and the new cross-
dos las enfermedades psiquiátricas no constituyen problemas cultural psychiatry. Social Science and Medicine, 11, 3–10.
separados sino que forman parte de estas agrupaciones socio- 2. Estroff, S.E. (1993). Disability and schizophrenia. In Knowledge, power
somáticas. and practice: the anthropology of medicine and everyday life (ed. S.
Finalmente, la antropología es también notable por el Lindenbaum and M. Lock), pp. 247–86. University of California Press,
Berkeley, CA.
desarrollo de políticas y programas en psiquiatría. Contra un 3. Lee, S. and Kleinman, A. (1997). Mental illness and social change in
marco neurobiológico extremadamente estrecho de alteracio- China. Harvard Review of Psychiatry, 5, 43–5.
nes psiquiátricas, la antropología en la psiquiatría se nutre de 4. Kleinman, A. (1988). The illness narratives. Basic Books, New York.
datos de comunidades transnacionales, transétnicas y desinte- 5. Kleinman, A. (1988). Rethinking psychiatry: from cultural category to
personal experience. Free Press, New York.
gradoras para realzar la relación entre los índices crecientes de 6. Desjarlais, R., Eisenberg, L., Good, B., and Kleinman, A. (ed.) (1995).
problemas de salud mental, especialmente entre las poblacio- World mental health: problems and priorities in low-income countries. Oxford
nes desheredadas y empobrecidas de todo el mundo, y los University Press, New York.
Contribución de la epidemiología
2.7 a la etiología psiquiátrica
Scott Henderson

■ Introducción de riesgo putativo. Puede ser biológico o psicosocial y puede


haberse producido en cualquier momento, desde la concep-
La epidemiología trata con patrones generales. Por un ción hasta el momento actual. En cada una de estas pregun-
lado, las personas son singulares al estar dotadas de caracte- tas la perspectiva tradicional del médico se expande para con-
rísticas genéticas y experiencias vitales propias. Este paradig- siderar la totalidad de la población y no únicamente a los en-
ma ideográfico está equilibrado por el nomotético en el que fermos que llegan a las consultas y los hospitales.
se intentan buscar los patrones recurrentes y previsibles en El establecimiento de las conexiones causales entre algu-
toda la humanidad. A la epidemiología psiquiátrica corres- nos fenómenos y un trastorno constituye un ejercicio exi-
ponde determinar la distribución de los trastornos mentales gente pero muy interesante. Vale la pena leer las exposicio-
en la población, los factores que determinan dicha distribu- nes clásicas de Bradford Hill (1) y Mervyn Susser (2, 3) sobre
ción y las medidas que pueden ayudar a prevenirlos. el modo de inferir razonablemente una causa a partir de los
Desde los años previos a su graduación, los médicos están datos.
acostumbrados a pacientes que presentan trastornos y que al
mismo tiempo proporcionan una historia que contiene ciertas
experiencias que se extienden desde su nacimiento hasta el ■ Usos de la epidemiología
momento presente. Tanto para el paciente como para el pro-
fesional, puede resultar tentador establecer conexiones causa- En la aclamada monografía de J. N. Morris (4), que lleva
les. Pero si se emplean los principios de la epidemiología, es este mismo título, el autor describe los siete usos de la epide-
necesario formular previamente algunas preguntas. ¿Qué pro- miología. Ésta sigue proporcionando un marco para valorar el
porción de la población en general ha tenido las mismas ex- estado de la epidemiología psiquiátrica en relación a las alte-
periencias pero no ha presentado el trastorno? ¿Qué propor- raciones biológicas y psicosociales del mundo contemporá-
ción padece el mismo trastorno pero no ha tenido estas expe- neo. Podemos reinterpretar la lista de Morris para emplearla
riencias? ¿Qué proporción presenta el mismo trastorno pero en los siguientes apartados.
los servicios sanitarios no tienen conocimiento de ello? ¿Y
pudiera la propia exposición estar ligada de algún modo a ese
conocimiento, o ausencia del mismo, por parte de los servi- Completar el cuadro clínico
cios sanitarios? Éstos son los interrogantes que surgen me-
diante una simple tabla de dos por dos (tabla 1). Esto significa conocer todas las formas en que puede pre-
Las hileras están formadas por personas pertenecientes a sentarse un trastorno y cual es su curso clínico. Pero también
una población que padece o no un trastorno en particular. significa relacionar casos subclínicos con los que están com-
Las columnas constituyen el número de pacientes que han pletamente desarrollados. Aquí, un ejemplo excelente serían
sido o no expuestos. Esta exposición se considera un factor los estados de ansiedad, depresión y somatización observados
en el ejercicio general o en investigaciones de campo compa-
rados con los síndromes más graves especificados en los cri-
terios internacionales y constatados por los psiquiatras.
Tabla I. Casos y exposición: una tabla dos por dos

Caso
Diagnóstico comunitario
Sí No
En este apartado, se obtienen estimaciones de la morbili-
Expuesto Sí a b
No c d dad tal como ocurre en la población general, no sólo entre las
personas que se han dirigido a los servicios de atención pri-
Las letras se refieren al número de personas. maria o salud mental. Ejemplos de ello son el National Co-
369
370 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

morbidity Study en Estados Unidos (5), el Survey of Psychia- ajusta bien con la experiencia reciente de lesión por esfuerzo
tric Morbidity en el Reino Unido (6) y el National Survey of repetitivo, síndrome de fatiga crónica y trastorno de estrés
Mental Health and Wellbeing en Australia (1). Sólo con tales postraumático o sus congéneres.
estimaciones de la prevalencia o incidencia de todas las po-
blaciones puede determinarse el alcance del peso de su enfer-
medad. Esto se debe a que las mediciones de la morbilidad Investigación de los servicios sanitarios
basadas en la comunidad no sólo incluyen a personas con
trastornos tratados sino también a las que son sintomáticas Comienza con una determinación de las necesidades y re-
pero aún no se han dirigido a los servicios mencionados. cursos, después un análisis de los servicios que en ese mo-
mento se encuentran en acción y finaliza con intentos de eva-
luación. La actividad investigadora en este ámbito se ha ex-
Cambios seculares en la incidencia pandido mucho en los últimos años, impulsada por las fuer-
zas del racionalismo económico.
Esto se refiere al aumento y disminución de las enferme-
dades en la población, con la posibilidad de efectuar proyec-
ciones para el futuro. Por ejemplo, hay ciertos indicios de que Prevención
la esquizofrenia ha ido disminuyendo en incidencia y vol-
viéndose más benigna en su curso clínico (8), es posible que A los siete usos de la epidemiología de Morris debe aña-
el trastorno depresivo se haya hecho más frecuente entre las dirse la prevención, de la que Ernest Gruenberg (11) dijo que
personas nacidas después de la Segunda guerra mundial (9, 10) era su «servicio final». Todos los demás usos son subsidiarios
(el índice de suicidio entre los jóvenes ha aumentado indiscu- de éste. Ejemplos de ello son la actual actividad de preven-
tiblemente en muchos países industrializados), es posible que ción del suicidio entre los jóvenes y del consumo de alcohol
los trastornos del comportamiento alimentario hayan aumen- y drogas. En éstos, el enfoque médico tradicional de centrar-
tado en frecuencia en algunos países industrializados y es cier- se en grupos de alto riesgo debería contrastarse con el enfo-
to que el empleo de heroína y la epidemia del síndrome de in- que epidemiológico y basado en la población descrito por
munodeficiencia adquirida (SIDA) con sus secuelas neuropsi- Rose (12, 13) (la prevención se comenta con más detalle en el
quiátricas son recién llegados y continuarán siendo una carga. cap. 7.4).

Búsqueda de las causas ■ Investigación de la etiología:


tres niveles y tres diseños
La epidemiología busca pistas etiológicas tanto dentro de
los grupos de individuos como de las comunidades en las que Pueden aplicarse métodos epidemiológicos en cualquiera
viven. Esta es la esencia de este capítulo. de los tres niveles: a trastornos que se encuentren en hospita-
les y servicios sanitarios especializados, en la atención prima-
ria o entre la población general. Estos tres niveles se represen-
Aplicación de los datos de la población tan con un diagrama en la figura 1 que tiene forma de cono
al riesgo individual tridimensional, derivado del volumen seminal de las vías de la
atención de Goldberg y Huxley (14). La base del cono com-
En este apartado, el enfoque vuelve de la población y al prende la población general que presenta síntomas psicológi-
individuo. Por ejemplo, si se conoce el índice de incidencia cos clínicamente significativos (etapa 1). Cuando estos sínto-
anual de la esquizofrenia en una población y esta información mas ya no son manejables por sí mismos, o los demás, las per-
es específica respecto a la edad, es posible estimar la probabi- sonas solicitan ayuda del médico o de otros profesionales sa-
lidad de que una persona de una edad determinada presente nitarios (etapa 2). Pero sólo algunos de ellos obtienen el reco-
este trastorno durante el siguiente año. Éste es el índice basal, nocimiento del profesional de que tienen problemas mentales
antes de comenzar a considerar factores de riesgo como la his- significativos (etapa 3). Una pequeña proporción puede remi-
toria familiar. Después, agregando datos pertenecientes al cur- tirse a los servicios de salud mental (etapa 4), y una parte aún
so de la esquizofrenia, pueden estimarse las posibilidades de más pequeña de ésta ingresa para recibir atención en una ins-
recuperación que tienen las personas que en ese momento pa- titución (etapa 5). ¡Nótese que los criterios diagnósticos y de
decen su primer episodio. El principio común es que los da- enseñanza de pregrado en el uso internacional se basan en
tos iniciales de un elevado número de personas se emplean gran medida en las etapas 4 y 5!
para realizar estimaciones de probabilidad en los individuos.

Diseños más empleados


Delineación de síndromes
A cualquiera de estos niveles, la investigación dirigida a la
Esto se lleva a cabo examinando la distribución de los fe- etiología emplea uno de estos tres diseños: el transversal, el
nómenos clínicos a medida que ocurren en la población. Se longitudinal prospectivo o el estudio de casos. El estudio trans-
2.7. CONTRIBUCIÓN DE LA EPIDEMIOLOGÍA A LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 371

Etapa 5. Pacientes psiquiátricos ingresados

Servicios de salud mental Cuarto filtro


Etapa 4. Pacientes que se remiten
a los servicios psiquiátricos
Tercer filtro
Etapa 3. Personas detectadas por el médico
de cabecera

Atención primaria Segundo filtro


Etapa 2. Personas visitadas por el médico
de cabecera

Población Primer filtro Etapa 1. Todas las personas de la población general


general que padecen trastornos psiquiátricos

Figura I. Vías para la atención. (Adaptado de Goldberg y Huxley [14].)

versal suele ser un excelente comienzo, ya que proporciona un tienen datos sobre la personalidad, el estilo de vida, la expo-
cuadro de la cantidad de morbilidad presentada en un punto sición reciente o pasada a la adversidad, el estado de salud an-
en el tiempo y las variables más íntimamente asociadas con terior y la historia familiar. Entonces vuelve a examinarse la
ella. Pero, puesto que sólo se trata de una «instantánea», este cohorte al menos una vez tras un intervalo apropiado. Puede
tipo de estudio rara vez permite comentar mucho los casos. que algunos hayan desarrollado síntomas. La pregunta de in-
Por ejemplo, supongamos que en una muestra de una comu- vestigación que debe formularse es si los factores de riesgo
nidad de varios miles de adultos consiguen medirse los sínto- putativo que se valoraron al principio se presentaron con ma-
mas psiquiátricos que cada uno ha experimentado durante el yor frecuencia en aquellos que desarrollaron posteriormente
mes anterior y la exposición admitida a varios acontecimientos los síntomas. Un diseño de este tipo proporciona considera-
adversos durante el año anterior. Los datos mostrarán que las blemente más información sobre los procesos causales que
personas que se han enfrentado a muchas adversidades tam- probablemente actúan, ya sea los que conducen a los trastor-
bién tienden a presentar más síntomas de ansiedad o depresión nos mentales como los que brindan protección contra ellos.
que los que no lo han hecho. Pero sería prudente llegar a la También supera el problema de que un factor de riesgo pu-
conclusión, sólo a partir de estos hallazgos, de que la adversi- tativo sea en realidad una consecuencia y no un antecedente
dad contribuye al comienzo de los síntomas. En primer lugar, de un trastorno. Pero, obviamente, es muy exigente en cuan-
las personas con ansiedad o depresión pueden ser más procli- to a recursos humanos, administrativos y económicos. Tam-
ves a manifestar que han tenido muchos problemas. Esto pue- bién precisa mucho tiempo. Por estas razones los epidemió-
de ocurrir haciéndoles recordar selectivamente los aconteci- logos suelen emplear el método de control de casos como
mientos desagradables, ya que es sabido que las personas con una alternativa más viable.
depresión tienen tendencia a recordar más este tipo de aconte- En la investigación psiquiátrica se han usado poco los di-
cimientos que los buenos tiempos pasados (15, 16). Otro me- seños de control de casos, pero pueden constituir una podero-
canismo es el esfuerzo tras el significado, en el que las perso- sa estrategia para identificar factores de riesgo para un trastor-
nas intentan demostrar que se encuentran psicológicamente no específico (17, 18). La esencia del diseño de control de ca-
mal. En segundo lugar, las personas sintomáticas puede ser más sos reside en la obtención de datos para completar las celdas de
proclives a que les ocurran cosas desagradables secundariamen- la tabla 1. El objetivo consiste en lograr una muestra de todas
te a su estado mental. En tercer lugar, las personas con ansie- las personas de la población que han llegado al nivel de caso
dad o depresión pueden presentar ciertos rasgos de personali- con un trastorno en particular y un número equivalente de per-
dad o estilos de vida que les hagan más propensos a tener vidas sonas de edad, género y otras variables similares, pero que no
problemáticas y también a ser vulnerables a trastornos mentales presentan el trastorno, o al menos todavía no. En una situación
comunes. ideal, los casos deben ser «incidentes» o de inicio reciente. Por
Tales problemas de metodología pueden resolverse en el contrario el estudio tiene que recurrir a todos los casos del
cierta medida pasando al diseño longitudinal prospectivo o trastorno conocidos en el servicio, algunos de los cuales serán
estudio de cohorte. En éste, se valora una muestra de pobla- de larga duración y otros más recientes. Esto puede llevar a ob-
ción al comienzo, cuando la mayoría de las personas están tener resultados engañosos debido a que un factor de riesgo
psicológicamente bien. En un tipo de estudio de cohorte, la putativo puede aparecer como «positivo» no porque sea una
muestra puede incluir deliberadamente a un grupo que ya ha causa o un verdadero factor de riesgo, sino porque está asocia-
sufrido una exposición en particular, como una lesión craneal do con la cronicidad, ya sea por la prolongación de la duración
o un desastre natural. En un estudio prospectivo, es menos del trastorno, o por la prolongación de la vida del que lo sufre.
probable que la información esté sometida a parcialidad por Este problema sólo puede evitarse reclutando casos incidentes
el estado de ánimo o el recuerdo selectivo. Al inicio, se ob- o de inicio reciente para los estudios de control de casos. En-
372 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

tonces se cuestiona a los casos y a los controles sobre las posi- El principio esencial es que todo el mundo que se encuen-
bles exposiciones. Si los casos no pueden proporcionar infor- tre en el denominador común (generalmente la población to-
mación porque sufren un deterioro cognitivo (como demen- tal dentro de una zona geográfica o administrativa definida)
cia), debe encontrarse al menos a un informador para cada debe tener igual probabilidad de ser incluido en esa muestra. Si
caso, generalmente su pareja o un familiar cercano. esto no se consigue, existe la posibilidad de que haya parciali-
En la tabla 1, la pregunta importante es si hay más per- dad, ya que la muestra obtenida puede diferir sistemáticamen-
sonas en la celda a que las que habría casualmente. Desco- te en aspectos que pueden ser importantes para el análisis. Por
nocemos la incidencia del trastorno en todas las personas de ejemplo, la muestra de casos no debe diferir de todos los casos
la población que resultaron expuestas a cada factor de riesgo, de incidencia en esa población en cuanto a atributos como ni-
y tampoco sabemos el número de las no expuestas. Asimis- vel de educación, edad, posibilidad de haber estado expuesto o
mo, no sabemos cuántas personas de la población han pre- algún factor de riesgo. Así pues, en un estudio de la asociación
sentado el trastorno recientemente. A consecuencia de ello, entre, por ejemplo, el abuso sexual en la infancia y un trastor-
no podemos comparar la incidencia en las personas expuestas no depresivo en la vida adulta, los casos de depresión deberán
y no expuestas a acontecimientos adversos para toda la po- ser representativos de todos los que sufran trastornos depresi-
blación. Todo lo que tenemos son los datos procedentes de vos en la comunidad y no sólo de aquellos que lleguen a un
los casos examinados, que necesariamente sólo son una frac- servicio en particular. Esto se aplica especialmente si se sabe
ción de todos los casos incidentes de la población; y los da- que este servicio tiene un interés especial en el abuso infantil.
tos procedentes de una fracción de todas las personas sanas.
Pero podemos proceder del siguiente modo. Primero, el ries-
go relativo se calcula en la tabla 1. El riesgo relativo es: Falta de respuesta no ignorable
a/(a + b) En las investigaciones de campo, hace mucho que se ha
———————— aceptado que no todas las personas de la «muestra objetivo»
c/(c + d)
estarán de acuerdo en ser entrevistadas o estarán disponibles
Mediante álgebra simple esto se convierte en: en el momento en que les llame el entrevistador. Es habitual
comprobar que sólo se evalúan entre el 70 y el 90 %. Ade-
a(c + d) más, se sabe que los que se niegan o están menos disponibles
——————— repetidamente son más proclives a presentar el trastorno men-
c(a + b) tal que trata de investigarse. Por esta razón, la prevalencia ha-
llada suele infravalorarse. Un factor de riesgo putativo puede
Entonces puede hacerse algo muy útil. Donde un trastorno aumentar por sí sólo la posibilidad de que una persona no se
sea bastante poco común entre la población general, a será muy encuentre dentro de una muestra en primer lugar, deje de par-
pequeño en comparación con b, y c será pequeño en compara- ticipar o muera durante el estudio. Estadísticamente, durante
ción con d. Si asumimos una contribución insignificante por muchos años se ha dispuesto de métodos para estimar el gra-
parte de a en el término a + b, el riesgo relativo será casi igual a: do de error que puede haberse producido a causa de los re-
ad chazos y cómo corregirlo a la hora de sacar conclusiones.
——— La otra ocasión en la que la falta de respuesta constituye
bc
un problema es en los estudios longitudinales, en los que se
hace un seguimiento de una muestra durante varios años. Si
Éste es el cociente de probabilidad, que expresa la fuer-
el asunto a estudiar es un trastorno que presenta una morta-
za del factor de riesgo.
lidad aumentada, como la demencia o la esquizofrenia, se re-
conoce que se perderán algunos casos en el seguimiento. Esto
significa que aquellos a los que se reexamina satisfactoria-
■ A quién estudiar: principios de la toma mente constituyen una élite superviviente y en aspectos im-
de muestras portantes son diferentes del resto de la cohorte original. Estas
distorsiones pueden conducir a conclusiones erróneas si no se
Sea cual sea el diseño, en pocas ocasiones es posible exa- hacen concesiones a las pérdidas. Se han desarrollado varias
minar a toda la población. En estudios realizados a nivel de técnicas para tratar con estas dificultades, incluidos los méto-
población en general, ello significaría valorar a todos los in- dos bayesianos que ajustan las conclusiones finales tomando
dividuos de una ciudad o una región entera. En un entorno como base el conocimiento previo (19).
de atención primaria, significaría valorar a todas las personas
que realizan consultas al personal en cualquier dispensario ge-
neral o centro sanitario durante un período de tiempo espe- ■ Especificación de los trastornos
cífico. En clínicas u hospitales, significaría examinar a todos
los individuos que presenten un trastorno en particular en Categorías diagnósticas
todo un país, tanto en el sector público como en el privado.
La solución consiste en tomar muestras para formar un grupo La epidemiología de los trastornos mentales podría no ha-
al que investigar. ber realizado verdaderos progresos si no hubiera contado con
2.7. CONTRIBUCIÓN DE LA EPIDEMIOLOGÍA A LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 373

métodos para especificar los trastornos que se investigan, y presentan cifras mayores. Un comité de médicos de Ginebra
después se evalúan, de modo que pueda compararse la inves- o Washington, cuya experiencia se deriva en gran medida de
tigación de la depresión o la esquizofrenia, por ejemplo, en- hospitales universitarios, decidió por consenso cuál debía ser
tre distintos lugares, dentro de un país y entre países distin- el punto de corte para que las personas se considerasen «casos».
tos. Independientemente de que el estudio se realice a nivel Aunque esto sea enteramente apropiado para algunos propó-
de comunidad, atención sanitaria primaria o servicios de sa- sitos, es posible que no siempre sea una verdadera represen-
lud mental, es esencial especificar cuáles son los síntomas o tación de la patología subyacente. En términos estadísticos,
los diagnósticos que van a someterse a estudio. La consisten- puede perderse información.
cia en el diagnóstico se ha facilitado mucho por medio del No se discute que los trastornos mentales existan en esta-
desarrollo de los criterios diagnósticos que en la actualidad se dos categóricos y que éstos tengan algún valor utilitario: un
emplean en todo el mundo. episodio depresivo, la enfermedad de Alzheimer, la anorexia
La primera de estas clasificaciones es la Clasificación Inter- nerviosa o la dependencia de alcohol son entidades clínica-
nacional de Enfermedades (CIE-10) con su Clasificación de mente realistas. Lo que aquí se propone es que, en los estu-
Trastornos Mentales y Conductuales. Ésta tiene dos presenta- dios epidemiológicos realizados en la población general, las
ciones que se complementan: la Descripción Clínica y Di- hipótesis sobre la etiología de los trastornos con nivel de caso
rectrices Diagnósticas (20) y la de Criterios Diagnósticos de no están bien fundamentadas a menos que se entreviste a
Investigación (CDI) (21). Ambos conjuntos de criterios diag- gran número de pacientes, únicamente porque los índices de
nósticos se han preparado tras amplias consultas a psiquiatras base para tales trastornos no son amplios. Pero es posible
expertos de 40 países. Por consiguiente representan un con- identificar a personas con algunos síntomas de depresión, de-
senso internacional. Además, los CDI se han empleado como terioro cognitivo, trastornos del comportamiento alimentario
base para realizar los instrumentos diagnósticos que contie- o abuso de alcohol, y la puntuación en una escala de estos
nen algoritmos informáticos para aplicar estos criterios, preci- síntomas puede convertirse en una variable dependiente en
sa e invariablemente, a la información obtenida mediante en- un análisis de los factores de riesgo del candidato. Por tanto,
trevista (v. más adelante). suele ser más rentable estadísticamente buscar asociaciones
Otro sistema es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los entre un factor de riesgo putativo y la morbilidad expresada
Trastornos Mentales (DSM-IV) de la American Psychiatric As- como una variable continua, en lugar de considerar una di-
sociation (22). Éste es un sistema nacional que se usa en los cotomía entre caso y no-caso.
Estados Unidos y con bastante frecuencia en otros lugares. Cuando se aplica a una población la medición continua
Gracias a un proceso de consultas extensas entre la Organiza- de los habituales síntomas psicológicos, como el Cuestiona-
ción mundial de la Salud y los creadores del DSM-IV, es bas- rio de Salud General (General Health Questionnaire, GHQ)
tante similar a la CIE-10. Estos dos conjuntos de criterios (24), se obtiene una curva de distribución unimodal, sin inte-
diagnósticos han aportado un lenguaje común a la práctica rrupción entre los denominados casos y los normales. Rose
clínica y la investigación. En la actualidad cuando los autores (12, 13) adujo que de este tipo de enfoque al estudio de la
entregan un artículo a alguna prestigiosa publicación científi- morbilidad se desprenden tres importantes consecuencias. En
ca, es virtualmente obligatorio que los trastornos investigados primer lugar, surge una característica de la comunidad en su
sigan la clasificación de uno de los dos sistemas. conjunto. Ésta es la desviación media y estándar de sus pun-
Estas clasificaciones se describen con más detalle en el ca- tuaciones en el Cuestionario GHQ. En segundo lugar, estas
pítulo 1.11. características colectivas pueden mostrar grandes diferencias
entre varones y mujeres, regiones geográficas, estratos sociales
y grupos de ingresos. Estas diferencias se basan en cambios de
Mediciones continuas de la morbilidad toda la distribución. La tercera consecuencia es que las dife-
rencias entre estos grupos en la prevalencia de casos proba-
Debe asumirse que el establecimiento de los casos es la bles (aquellos que presentan una puntuación que está por en-
condición sine qua non para cualquier progreso en la epide- cima del umbral) están relacionadas con las diferentes pun-
miología de los trastornos mentales. Pero el empleo de la ex- tuaciones medias de estos grupos. Como Rose (12) afirmó
presión tradicional «establecimiento de caso» ilustra elocuen- concisamente: «La parte visible del iceberg (prevalencia) se
temente el mismo problema que debe reconsiderarse, ya que halla en función de su masa total (población media)».
ello implica una estructura categórica de la morbilidad que se Este mismo autor sugirió (13) que «los psiquiatras, al con-
desea estudiar. Dentro de una población, existen tradicional- trario de los sociólogos, parecen no ser conscientes, en general, de la
mente casos y no-casos. Como afirmó Pickering (23): «La me- existencia y la importancia de los atributos sanitarios de poblaciones
dicina en su estado actual puede contar hasta dos, pero no enteras, ya que su interés se centra sólo en los individuos enfermos»
más allá». Se estaba refiriendo a la hipertensión, aunque otros (énfasis añadido). Es interesante que las poblaciones, aunque
autores han argumentado que la mayor parte de los trastornos estén indudablemente compuestas por individuos y, que se-
mentales poseen propiedades dimensionales (12, 13). La dis- pamos, por ningún otro componente, adquieren propiedades
tribución de la frecuencia de sus síntomas componentes como propias, en gran medida igual que las moléculas adquieren
ansiedad, depresión o deterioro cognitivo suele tener forma atributos no hallados en sus átomos constituyentes. El con-
de J invertida, donde la mayoría de las personas presenta po- cepto de que las poblaciones tengan diferentes distribuciones
cos o ningún síntoma y progresivamente algunas personas de morbilidad, y no simplemente distintos índices de preva-
374 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

lencia de casos clínicos implica que algunos factores varían en nario de Salud General (General Health Questionnaire, GHQ) en
algunas poblaciones pero no en otras. La idea es que existe al- sus versiones de 60, 30, 28 o 12 ítems (24). El GHQ detecta
guna fuerza activa que se difunde en el entorno biológico o los síntomas de ansiedad y depresión. La versión más corta
social y favorece el inicio o la persistencia de un trastorno. del cuestionario, la GHQ-12, es un instrumento de cribado
Ésta es una hipótesis muy atractiva, pero no nueva. No se ale- muy eficiente. Una puntuación de 2 o superior indica que la
ja demasiado del factor atmosférico de Galeno, las quetástasis persona es proclive a lo que Goldberg y Huxley (29) deno-
o miasmas, o las fuerzas sociales que Durkheim (25) propuso minaron trastornos mentales comunes. Otro instrumento de
que estaban relacionadas con los índices de suicidios nacio- cribado es la Lista de Síntomas de Hopkins (Hopkins Sympton
nales. Checklist) (30), mientras que se obtiene una buena medición con
el módulo de ansiedad y depresión de 14 ítems que se encuen-
tra en el Inventario de Ideas Delirantes, Síntomas y Estados (De-
Incapacidad lusions-Symptoms-States Inventory, DSSI) realizado por Bedford y
Foulds (31). Para los estados depresivos específicamente, los
Existe además una ventaja adicional al considerar la mor- ejemplos son la Escala de Depresión del Centro de Estudios
bilidad como un continuo dentro de una población. La mor- Epidemiológicos (Center for Epidemiologic Studies Depresion Sca-
bilidad se refiere a los síntomas, síndromes o trastornos. Pero le, CES-D) (32) y la Escala de Beck para la Depresión (Beck
existe un universo discursivo íntimamente ligado a ella, es de- Depresion Inventory, BDI) (33).
cir la incapacidad. Éste es el término actualmente empleado El Test de Identificación de Trastornos Causados por el
para referirse al deterioro, incapacidad y discapacidad para Consumo de Alcohol (Alcohol Use Disorders Identification Test,
asumir el rol social en la vida cotidiana que conllevan los AUDIT) fue confeccionado por la OMS para el cribado de
trastornos. Es evidente que las categorías principales de tras- poblaciones. Este formulario de 10 ítems ha demostrado te-
torno mental, en especial la psicosis, los trastornos afectivos ner propiedades psicométricas y predictivas satisfactorias. La
y las demencias, están casi siempre asociadas a una incapaci- puntuación total es de 40 y se recomienda una puntuación de
dad sustancial. Pero los niveles subclínicos de los trastornos 8 o más (7 para la mujeres) para la amplia gama de conse-
mentales también implican cierta incapacidad. Desde el pun- cuencias adversas de la bebida (34).
to de vista de la totalidad de la población, la incapacidad cau- Para el deterioro cognitivo, el Miniexamen del Estado
sada por enfermedades subclínicas o leves es sustancial acu- Mental (Mini-Mental State Examination, MMSE) (35) propor-
mulativamente. Ello se debe a que dichas enfermedades tie- ciona la puntuación para determinar la función cognitiva ac-
nen una prevalencia elevada. Por consiguiente, desde la pers- tual de una persona, o mediante la aplicación de un punto de
pectiva de la salud pública, la importancia de los trastornos corte a la medición, puede usarse para identificar a las perso-
mentales leves no es trivial a causa de la incapacidad que pue- nas que posiblemente tienen demencia (36, 37). El MMSE se
den acarrear a la vida cotidiana. Recientemente, la incapaci- ha empleado en muchos estudios comunitarios de ancianos y
dad ha cobrado un nuevo significado en la interpretación de ha demostrado ser un valioso instrumento de cribado para las
las estimaciones de prevalencia procedentes de encuestas rea- demencias de moderadas a graves, aunque no para los casos
lizadas en comunidades grandes. Éstas suelen facilitar índices leves. Al igual que otros tests cognitivos, no puede por sí mis-
de prevalencia de 12 meses del 15 % o más para todos los ti- mo realizar un diagnóstico de demencia. Detecta el deterioro
pos de trastornos mentales considerados en conjunto. Pero es cognitivo, no el declive cognitivo, que precisa una historia. Se
muy improbable que el 15 % de una población precise trata- sabe que el MMSE es sensible a la educación, en cuanto a
miento profesional. Únicamente una parte de este 15 % pue- que las personas con inteligencia o educación limitada pre-
de encontrar sus síntomas incapacitantes. Consecuentemente, sentan puntuaciones bajas sin que hayan sufrido ningún de-
es probable que la interpretación y la importancia adminis- clive cognitivo.
trativa de las estimaciones de la prevalencia requieran mucha Todos estos instrumentos pueden utilizarse de dos mane-
más atención en el futuro. Esto es necesario si esa informa- ras: aplicando un punto de corte para identificar a las perso-
ción epidemiológica tiene que informarnos de la carga que nas que tienen probabilidades de ser casos clínicamente sig-
suponen los trastornos mentales para la comunidad (26-28). nificativos, y empleando la puntuación como una variable
continua. Cuando en investigación se usa un cuestionario o
instrumento autocalificado, es preciso conocer de antemano
■ Medición de los síntomas psiquiátricos sus propiedades psicométricas, y éstas suelen ser específicas
para la población que se está estudiando. Dos propiedades
Los instrumentos para la investigación epidemiológica son importantes son la sensibilidad y la especificidad del instru-
de dos tipos: cuestionarios y exámenes psiquiátricos. mento. Ambas se refieren a su funcionamiento cuando se
compara con un criterio o «regla de oro», como un examen
psiquiátrico completo o un consenso diagnóstico entre ex-
Cuestionarios pertos. En la tabla 2 se ha examinado una muestra de perso-
nas con ambos instrumentos de cribado y un examen com-
El tipo más simple consiste en una escala de síntomas, pleto. Consideramos el número de personas que son «casos»
que puede completarse por los propios pacientes o mediante según las dos valoraciones (a), de acuerdo con una pero no
un entrevistador. El instrumento más conocido es el Cuestio- con la otra (b o c) y según ninguna de las dos (d).
2.7. CONTRIBUCIÓN DE LA EPIDEMIOLOGÍA A LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 375

Tabla 2. Cribado de una muestra de población dos se colocan, como si se tratara de los ladrillos de una cons-
trucción, exactamente de la misma manera, tanto en el inte-
Criterio (casos mediante rior de los estudios como transversalmente a ellos. Esto se lo-
valoración psiquiátrica completa)
gra mediante la aplicación de los datos de un algoritmo que
Sí No es una expresión precisa de los criterios diagnósticos de la
CIE-10 o el DSM-IV. El algoritmo puede ser informatizado
Caso mediante Sí a b a+b de modo que las respuestas a cada ítem en la entrevista se co-
pruebas de cribado No c d c+d loquen automáticamente. Esto determina si los síntomas y el
a+c b+d comportamiento de la persona satisfacen los criterios diag-
Las letras se refieren al número de personas. nósticos. Mediante la programación apropiada, también pue-
de obtenerse una puntuación del síntoma además de la cate-
goría diagnóstica.
La sensibilidad es la proporción entre quienes dieron po- Hay dos tipos de examen psiquiátrico estandarizado, por-
sitivo al cribado y quienes son realmente casos según el crite- que, aunque las entrevistas clínicas completas realizadas por
rio, es decir: a/a + c, mientras que la especificidad es el nú- profesionales experimentados puedan resultar ideales, dichos
mero de los que dieron negativo en el cribado y que en rea- recursos no suelen estar disponibles. Estos instrumentos per-
lidad no son casos: d/b + d. miten algo de flexibilidad en la formulación de preguntas, y
La sensibilidad y la especificidad de un test se expresan permiten a los médicos emplear el buen juicio al realizar una
como un porcentaje y varían según donde se coloque el pun- puntuación sobre la presencia o ausencia de cada síntoma o
to de corte en las puntuaciones. A medida que aumenta la comportamiento. El segundo tipo de instrumento está desti-
sensibilidad, la especificidad tiende a disminuir, por tanto nado a ser usado por entrevistadores no especializados. Estos
hay que determinar un equilibrio apropiado entre las dos. entrevistadores «siguen por completo un guión» en el que las
Para la mayoría de los fines, como en el cribado para detec- preguntas formuladas son invariables y deben respetarse es-
tar la depresión, es más importante identificar el mayor nú- trictamente, habiendo muy pocos apartados en los que pue-
mero posible de casos reales, pero no tiene importancia que de aplicarse el juicio. En la actualidad, dichos instrumentos
haya unos cuantos falsos positivos porque pueden corregirse pueden informatizarse para su empleo mediante ordenadores
mediante un segundo examen más minucioso. En estas con- portátiles. La puntuación de las respuestas carece de error y
diciones, sería deseable que hubiera una prueba de cribado al- está disponible de inmediato al finalizar la entrevista.
tamente sensible que colocara la mayor parte de los casos ver- La Escala de Evaluación Clínica en Neuropsiquiatría (Sche-
daderos en la casilla a y pocos en la c. Importa bastante me- dule for Clinical Assessment in Neuropsychiatry, SCAN) pertene-
nos si unos cuantos de los verdaderos no-casos se colocan in- ce al primer tipo. Es la sucesora del novedoso Examen del Es-
correctamente en b. tado Actual (Present State Examination, PSE) confeccionado
por Wing y cols. (39) y en la actualidad revisado por la OMS.
La SCAN es un instrumento médico porque requiere fami-
Entrevistas psiquiátricas estandarizadas liaridad con la fenomenología de los trastornos mentales.
Asume que el entrevistador se siente cómodo examinando a
Incluso los cuestionarios mejor diseñados, con las mejo- personas que padecen trastorno mental. A diferencia de las
res propiedades psicométricas, no pueden sustituir la entre- entrevistas destinadas al uso de personal no profesional, los
vista psiquiátrica. Sólo esta última puede obtener la informa- médicos formulan la pregunta principal, pero está permitido
ción que conduce al diagnóstico, que se alcanza de acuerdo indagar mediante preguntas adicionales si fuera necesario an-
con los criterios internacionales. Aunque durante muchos tes de decidir acerca de la presencia de un síntoma. El uso
años, las valoraciones psiquiátricas estuvieron enteramente en correcto de la SCAN requiere entrenamiento formal en uno
manos de médicos individuales. A consecuencia de esto, di- de los centros designados que hay en todo el mundo. La
ferentes psiquiatras obtuvieron diferente información, y los SCAN tiene varios módulos, cada uno dedicado a un grupo
distintos psiquiatras dispusieron esa información de formas de trastornos como los estados de ansiedad, trastornos afec-
distintas para alcanzar un diagnóstico. No es sorprendente tivos, abuso de sustancias o psicosis. Puede obtenerse de la
que las coincidencias entre los entrevistadores fuesen muy es- OMS.
casas, incluso dentro del mismo centro, como muestra Kreit-
man (38). Desde finales de la década de 1960 se ha produci-
do un progreso de fundamental importancia para todos los Escala de Entrevista Clínica Revisada
psiquiatras con la creación de valoraciones estandarizadas de (Clinical Interview Schedule-Revised, CIS-R)
dos formas que se complementan. La primera es que ni las
preguntas formuladas ni las puntuaciones del comportamien- Este instrumento se creó a partir de una versión anterior
to se dejan a merced de la idiosincrasia del entrevistador. Por destinada a médicos para que pudiera emplearse por perso-
el contrario, esta variancia en la información se reduce ha- nal no médico (41). Se empleó para el National Survey of
ciendo que los entrevistadores formulen las preguntas sobre Psychiatric Morbidity in the United Kingdom (6, 42). La CIS-R
síntomas del mismo modo. La segunda es la reducción del genera diagnósticos mediante CIE-10 y DSM-IV, pero tam-
criterio de variancia, en la que los signos y síntomas obteni- bién puede dar puntuaciones para los síntomas. Se sabe que
376 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

ha sido bien recibido por los encuestados y que resulta có- tinuación tienen un apartado para valorar a los ancianos y un
modo para los entrevistadores que lo emplearon en la en- apartado separado para un informador, que suele ser un fa-
cuesta británica. miliar o un amigo íntimo. El primero en aparecer fue el Exa-
men del Estado Mental en Geriatría (Geriatric Mental State
Examination, GMS) (48), que en la actualidad se emplea mu-
Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta cho. El segundo es el CAMDEX (49), que estaba pensado
(Composite International Diagnostic como instrumento para el médico, pero que puede utilizar un
Interview, CIDI) profano después de algún entrenamiento. En un gran estudio
llevado a cabo en el Reino Unido sobre el deterioro cogniti-
La CIDI fue creada por Robins y cols. (43) para la OMS vo y la demencia, se empleó una combinación de partes del
y la United States Alcohol, Drug Abuse and Mental Health GMS y de CAMDEX (50). El tercer instrumento es la Entre-
Administration. Combina preguntas procedentes de su pre- vista de Canberra para el Anciano (Canberra Interview for the
decesora, la Escala de Entrevista Diagnóstica (Diagnostic Inter- Elderly, CIE) (51), que está disponible en la versión inglesa,
view Schedule), con ítems procedentes del PSE y la SCAN. No alemana y francesa (52). A partir del CIE, Jorm y Mackinnon
obstante, la CIDI está redactada de tal forma que puede rea- (53) dieron forma a unas muy parsimoniosas Escalas de Eva-
lizarla cualquier persona no profesional tras sólo unos cuan- luación Psicogeriátrica (Psychogeriatric Assessment Scales, PAS)
tos días de entrenamiento. Su realización ha sido descrita, in- que permitieran a los que no eran médicos trabajar con los
cluyendo la fiabilidad y la validez (44, 45). La CIDI sigue un ancianos para detectar depresión, declive cognitivo y acci-
guión establecido y se ha automatizado para que pudiera rea- dentes vasculares cerebrales de manera estandarizada (54, 55)
lizarse mediante un ordenador portátil (46). Sus módulos cu- En la actualidad la PAS se emplea mucho a nivel internacio-
bren las principales categorías de trastorno mental, y generan nal.
tanto diagnósticos CIE-10 como DSM-IV además de puntua-
ciones de síntomas.
Estimaciones de la prevalencia típica
Validez Los instrumentos antes mencionados se han empleado en
gran número de encuestas de prevalencia de los principales
La calidad de la información que obtienen estos instru- trastornos mentales entre la población general. En la tabla 3
mentos tiene claramente una gran importancia. Sabemos que se muestran ejemplos. Lo que tiene más importancia es que
unos no obtienen la misma información que los otros, y que proporcionan una estimación de la prevalencia de los síndro-
no identifican a las mismas personas como casos de una cate- mes en la comunidad que resulta familiar a los psiquiatras
goría diagnostica en general. Su validez es por consiguiente un que trabajan en ambulatorios y hospitales. Esto pone en pers-
asunto de considerable preocupación para los directores mé- pectiva la importancia de estos síndromes para la salud pú-
dicos que emplean los datos obtenidos en estudios grandes blica, tanto para médicos como para directores médicos de
que ayudan a efectuar la planificación. Pero también es un servicios sociales.
asunto que genera preocupación para la investigación etioló-
gica. La tendencia general es que los entrevistadores no profe-
sionales obtengan índices más elevados de casos que un ins- Incapacidad
trumento como la SCAN. Un estudio importante llevado a
cabo por Brugha y cols. (47) comparó las escalas SCAN, CIS- La medición más completa es la Escala de Evaluación de
R y CIDI en una muestra de la población general, y descubrió Discapacidades (Disability Assessment Schedule, DAS) (56), que
que generalmente la coincidencia era escasa, con valores κ en- valora el funcionamiento del individuo en su vida cotidiana.
tre 0,1 y 0,4. Su recomendación es que en la actualidad debe Su forma abreviada (57) es adecuada para ser empleada en la
revisarse la SCAN para comprobar su funcionamiento cuando investigación. Los instrumentos de autocumplimentación son
esté en manos de entrevistadores no profesionales pero minu- el Cuestionario Breve de Discapacidades (Brief Disability Ques-
ciosamente entrenados. Entretanto, no es posible determinar tionaire, BDQ) (58) y el SF-36 (59) o su versión más breve, el
cual de los instrumentos existentes es superior. Se precisa ur- SF-12.
gentemente desarrollo técnico en este campo tan exigente.
Posibles causas de los trastornos mentales:
Instrumentos para valorar la demencia ámbitos
y la depresión en los ancianos Habiendo especificado el trastorno psiquiátrico o la clase
de síntoma, y habiendo establecido métodos para evaluarlos,
La investigación epidemiológica de los trastornos menta- la siguiente tarea consiste en evaluar todos los factores que se
les en la ancianidad precisa instrumentos construidos espe- consideran sospechosos de contribuir en su inicio y evolu-
cialmente para detectar el deterioro y el declive cognitivos, ción. Esto se incluye dentro de los tres ámbitos tradicionales:
los estados depresivos, los síntomas psicoticos y la actuación el biológico, el social y el psicológico. Pero en epidemiología,
en las actividades cotidianas. Todos los que se detallan a con- cualquier variable empleada para explorarlos rara vez es espe-
2.7. CONTRIBUCIÓN DE LA EPIDEMIOLOGÍA A LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 377

Tabla 3. Algunas estimaciones de la prevalencia comunitaria (porcentajes)

Abuso o dependencia Esquizofrenia o psicosis


Trastornos depresivos Trastornos de ansiedad de alcohol no afectiva Instrumento usado

V M V M V M V M

Henderson y cols. (100), 2,6 6,7 4,1 3,0 — — — — GHQ/PSE


Canberra (1 mes)
Bebbington y cols. (101), 4,8 9,0 1,0 4,5 — — — — PSE
Londres (1 mes)
Von Korff y cols. (102), — — — — — — 0,4 0,8 DIS
EE.UU. (de por vida)
Mavreas y cols. (103), 3,0 7,4 3,9 12,1 — — — — PSE
Atenas (1 mes)
Lehtinen y cols. (104), 3,6 5,5 4,6 7,5 — — — — PSE
Finlandia (1 mes)
Regier y cols. (105), 3,5 6,6 4,7 9,7 5,0 0,9 0,7 0,7 DIS
EE.UU. (1 mes)
Kessler y cols. (5), 8,5 14,1 11,8 22,6 14,1 5,3 0,5 0,6 CIDI
EE.UU. (12 meses)
Jenkins y cols. (6), 1,7 2,5 2,8 3,4 7,5 2,1 0,4 0,4 CIS-R
Reino Unido
(1 semana)
Australian Bureau of 4,2 7,4 7,1 12,1 9,4 3,7 — — CIDI-A
Statistics (7),
Australia (12 meses)

cífica de un ámbito en concreto. A menudo se combinan fac- siste en los que rodean al individuo y tienen con él tanto
tores biológicos, sociales y psicológicos. Por ejemplo, el gé- interacción como compromiso. Después hay la comunidad,
nero expresa diferencias biológicas pero también puede im- más amplia, con un nivel de vida, estilo de vida y valores
plicar distintas experiencias sociales en el pasado, contextos culturales. Posiblemente, ambos pueden tener influencia en
sociales distintos en el presente y diferencias psicológicas o la incidencia de los trastornos mentales y su evolución. Los
intrapersonales en los rasgos de personalidad y del comporta- instrumentos para evaluar el entorno social inmediato del
miento. Asimismo, el grupo de edad también puede reflejar individuo y el apoyo que le puede proporcionar han sido re-
un rol social, oportunidades educativas en el pasado, estado visados eficientemente por Turner (64). La mayoría de estos
civil y salud física. Por tanto es importante no dejarse enga- instrumentos son entrevistas que duran aproximadamente
ñar y pensar que una variable explora únicamente aquello en 30 min (65, 66). La hipótesis de que el apoyo social protege
lo que uno está interesado. La confusión siempre está pre- contra la depresión y otros trastornos mentales comunes ha
sente y a menudo es inesperada. resultado difícil de investigar (67). Esto se debe a que el apo-
yo social está influido probablemente por factores intraper-
sonales en lugar de ser sólo un producto del ambiente indi-
Variables sociodemográficas
vidual. He aquí un buen ejemplo de confusión: una impor-
Cuando los datos sobre una muestra de población se di- tante variable relativa al entorno social de algunos indivi-
viden según edad, género, estado civil, origen étnico y nivel duos resulta estar influida no sólo por factores ambientales,
socioeconómico y educativo, el nivel medio de la morbili- sino parcialmente por sus propios atributos de personalidad.
dad psiquiátrica puede diferir significativamente. Los trastor- Los indicios sugieren que el apoyo social, despojado de fac-
nos depresivos se consideran más prevalentes en las mujeres tores que llevan a confusión, no constituye un factor im-
(60) y la demencia tiene una prevalencia más alta entre los portante de la etiología (68). Una cuestión distinta es si el
grupos de escasa educación (61, 62). Además, puede que apoyo social influye en el resultado de los trastornos psi-
haya importantes efectos interactivos entre variables en rela- quiátricos una vez han aparecido.
ción a la morbilidad. Por ejemplo, la edad media del inicio Durante mucho tiempo se ha sospechado que las varia-
de la esquizofrenia es diferente en los varones y las mujeres bles sociales (macrosociales) desempeñaban un importante
(v. cap. 4.3.4). papel en la etiología. Tal hipótesis fue investigada en el re-
nombrado Stirling County Study en Canadá realizado por
Dorotea y Alexander Leighton (69, 70) con su concepto de
Entorno social
desintegración sociocultural. El actual aumento de la depre-
Éste puede considerarse en dos partes: primero está el sión y el suicidio entre los jóvenes también se atribuye a la
entorno social inmediato del individuo, lo que sociólogos variable macrosocial. El problema es que los factores indica-
como Cooley (63) denominaron el grupo primario, que con- dores son difíciles de encontrar.
378 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Variables experienciales Abuso infantil


El término «experiencial» resulta útil para referirse in- Parece intuitivamente probable que los niños que han su-
clusivamente a todo aquello a lo que los individuos se ven frido malos tratos físicos o sexuales presenten un riesgo ma-
expuestos desde la concepción hasta la muerte. En la inves- yor de padecer ansiedad, depresión u otros trastornos psi-
tigación epidemiológica esto incluye exposiciones intrauteri- quiátricos en la edad adulta. Los hallazgos logrados por estu-
nas, como la gripe o la malnutrición materna, y aconteci- dios epidemiológicos o muestras no referidas señalan hacia
mientos perinatales. En la lactancia y la infancia, las expe- las otras muchas experiencias adversas que acompañan al abu-
riencias sociales y las interpersonales han sido el principal so sexual en la infancia, como la violencia física, las relacio-
foco de investigación. La privación materna se estudió in- nes inestables o la falta de confianza con los padres y la pri-
tensamente tanto en muestras clínicas como comunitarias vación emocional (77). Knutson (78) ha revisado las conse-
durante dos décadas. Lo que se esperaba de la teoría de la cuencias psicológicas del maltrato psíquico en niños. Pueden
relación de adhesión de Bowlby es que la pérdida o separa- encontrarse valiosas revisiones de las consecuencias del abuso
ción de la madre sería patogénica y causaría depresión y po- sexual en Browne y Finkelhor (79) y Beitchman y cols. (80).
siblemente trastornos de personalidad (71). Se ha compro-
bado que esta hipótesis es muy difícil de demostrar debido Exposición reciente a la adversidad
a la confusión con otros factores. También es probable que
hayan estado presentes otras experiencias desventajosas y si Las experiencias adversas se han estudiado muy profusa-
las personas han perdido a sus madres por muerte o separa- mente para determinar su contribución al inicio y evolución
ción. La privación de la madre prometía ser un asunto im- de trastornos psiquiátricos. En la investigación epidemiológi-
portante tanto para la teoría psiquiátrica como para la polí- ca, se ha otorgado mucha atención a las cuestiones relaciona-
tica social. Las pruebas fueron reunidas por Rutter (72), das con la evaluación de adversidad. Algunas de estas cues-
quien llegó a la conclusión de que «…los efectos residuales tiones son igualmente relevantes en la práctica clínica y entre
de experiencias tempranas sobre el comportamiento del ellas se incluyen las siguientes:
adulto tienden a ser bastante ligeros debido tanto a los cam-
bios madurativos, que tienen lugar durante la infancia me- • La duración del factor estresante: agudo o de larga dura-
dia y tardía, como a los efectos de las experiencias benefi- ción.
ciosas y adversas durante todos los años posteriores a la in- • La magnitud y el modo de determinarlo, independiente-
fancia...». mente de la reacción de la persona.
Más recientemente, se han conseguido hallazgos pro- • La independencia del acontecimiento desde el punto de
metedores mediante la asociación entre estilos parentales y vista del individuo: algunos acontecimientos son entera-
trastornos depresivos durante la edad adulta. Parker (73, mente independientes, mientras que otros se han produ-
74) ideó un Instrumento de Vínculo Parental (Parental Bon- cido a causa del comportamiento o el estado psiquiátrico
ding Instrument, PBI) para evaluar dos dimensiones funda- del propio individuo.
mentales de la manera en que los padres se comportan con • La interacción con variables sociodemográficas: la misma
sus hijos: cuidado y afecto como una dimensión y protec- experiencia puede tener un significado marcadamente di-
cionismo como otra. Los estudios de muestras clínicas en ferente en función de dichas variables.
las que se utilizaba el PBI sugieren que el escaso cuidado • El contexto personal de la experiencia puede aumentar o
parental y el excesivo proteccionismo parental, por separa- reducir su impacto psicológico.
do o juntos, se asocian con algunos trastornos psiquiátricos • La confusión causada por rasgos de la personalidad que
que aparecen en la vida adulta. Se comprobó que la expo- pueden asociarse independientemente con la morbilidad
sición «tóxica» era el control carente de afecto: es decir, pa- psiquiátrica.
dres que habían sido muy controladores pero carentes de • El efecto aditivo de múltiples acontecimientos, algunos de
afecto o cuidado. Parker (75) ha revisado los indicios de los cuales pueden estar encadenados causalmente.
cuidado parental inadecuado como factor de riesgo para la • La calidad del acontecimiento: si es una pérdida o una
depresión adulta, integrándolos con los indicios de pérdida amenaza.
parental y, lo que es más importante, con factores com- • El esfuerzo por el significado, en el que los pacientes y los
pensatorios o mitigantes. El PBI es demasiado extenso para médicos pueden atribuir síntomas a una experiencia parti-
la investigación epidemiológica de muestras comunitarias, cular como forma de explicar el comienzo de una enfer-
en las que la entrevista ya suele ser extensa. Por consi- medad.
guiente, Parker y cols. desarrollaron un instrumento menos
extenso, la Medición del Estilo Parental (Measure of Paren- Estas cuestiones han sido descritas en su totalidad por
ting Style, MOPS), que incluye la experiencia de abuso se- Katschnig (81) y Brown y Harris (82). En el volumen editado
xual y maltrato físico (76). Es probable que la MOPS prue- por Dohrenwend (83) hay una valiosa recopilación de estas
be su utilidad en los estudios prospectivos y de control de cuestiones y de los indicios. Los instrumentos para evaluar los
casos de los trastornos psiquiátricos para obtener sistem- acontecimientos de la vida son de dos tipos. Los más simples
áticamente información de las exposiciones de relevancia son los inventarios breves, que generalmente completa el pro-
teórica. pio individuo. Un ejemplo es la evaluación realizada por
2.7. CONTRIBUCIÓN DE LA EPIDEMIOLOGÍA A LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 379

Brugha y cols. (84). Un enfoque completamente distinto con- vuelva la espalda a las variables psicosociales. Por el contrario,
siste en realizar la valoración basada en el entrevistador. Pri- pueden evaluarse los genes en su interacción con una amplia
mero se identifican la experiencias adversas en la entrevista a gama de factores sociales y relativos a la experiencia. Se si-
partir de una lista muy completa, después se determina el guen dos estrategias complementarias: la primera es una bús-
contexto total para esa persona. Pero la valoración de la gra- queda continua de genes asociados con enfermedades discon-
vedad la realiza un equipo de investigación mediante un jui- tinuas como el trastorno bipolar afectivo o la esquizofrenia.
cio externo. Este método, la Escala de Acontecimientos Vita- La segunda estrategia es bastante diferente: consiste en no
les y Dificultades (Life Events and Difficulties Schedule), fue in- buscar genes que puedan causar o estar directamente relacio-
ventado por Brown y cols., y se ha reconocido que obtiene nados con los trastornos, sino buscar aquellos que les conce-
información de alta calidad (85). Dohrenwend y cols. (86) dan vulnerabilidad. Este enfoque encaja bien con los méto-
también desarrollaron una valoración global que se realiza dos epidemiológicos.
mediante entrevista (los acontecimientos vitales se comentan Cloninger y cols. (93) comentaron las dificultades de re-
con más detalle en el cap. 2.6.1). plicar asociaciones de genes con trastornos psiquiátricos com-
plejos y argumentaron que podría ser más fructífero hacer
mapas de genes que contribuyeran al temperamento y no a
Variables de personalidad los síntomas. Dentro de las poblaciones, los rasgos de perso-
nalidad están distribuidos como continuos y probablemente
Aunque los rasgos de personalidad puedan contribuir al implican a muchos genes, siendo cada uno de ellos ni nece-
grado de vulnerabilidad de los individuos respecto a las ex- sario ni suficiente para el rasgo. En los últimos años, se ha
periencias adversas, no siempre ha sido posible evaluarlos en despertado un creciente interés por los genes que contribuyen
la población general, entonces se sigue la muestra prospecti- a la variación de los rasgos cuantitativos. Estos loci de rasgos
vamente para demostrar si la incidencia de los trastornos es- cuantitativos pueden variar en el alcance de su efecto sobre
pecíficos es realmente superior en algunos tipos. Muchas eva- un rasgo de pequeño a modesto. El objetivo de la actual in-
luaciones de la personalidad son demasiado extensas para uti- vestigación de los loci de rasgos cuantitativos consiste en ha-
lizarlas en los estudios. Una excepción es el Cuestionario de llar los loci que causan el mayor efecto. En la actualidad exis-
Personalidad de Eysenk (Eysenk Personality Questionnaire, EPQ- ten unas cuantas técnicas para estudiar estos loci, incluidos el
R) (87), en el que se ha observado consistentemente que el análisis de conexión entre familias, los métodos de alelo com-
rasgo de neuroticismo confiere un riesgo elevado de ansiedad partido entre parientes y los estudios de asociación en mues-
y depresión (64, 88, 89). tras de población. Se aduce que los estudios de asociación
alélica son en la actualidad la estrategia de elección para de-
tectar los loci de rasgos cuantitativos (tabla 4). Puesto que se
Genética molecular y epidemiología investiga un número elevado de marcadores candidatos, exis-
te un riesgo elevado de errores de tipo I.
En su búsqueda de factores etiológicos, la epidemiología En los próximos años, se espera encontrar algunos rasgos
psiquiátrica ha trabajado principalmente con variables psico- de personalidad que aparezcan más a menudo en personas
sociales. El paradigma dominante es que es probable encon- con alelos particulares en genes relacionados con la función
trar las causas de la mayoría de los trastornos mentales en el cerebral. Entre éstos, un grupo favorito de candidatos son los
entorno social y en las experiencias que éste impone. Una genes con conocidos polimorfismos que alteran la función de
contribución importante a su corrección proviene de Kendler los sistemas neurotransmisores, ya sea afectando al metabolis-
y cols. En lugar de usar a la población general, tomaron una mo de un transmisor o algún aspecto de su función como el
muestra grande de adultos gemelos procedentes del registro transporte, la unión de receptores o la transducción de señal.
de gemelos de Virginia. Esto les permitió estimar en qué me- El interés por la epidemiología psiquiátrica es doble: la pro-
dida puede atribuirse un trastorno a la herencia genética, al mesa de introducir una variable biológica de importancia fun-
entorno común que compartieron ambos gemelos y al entor- damental en los estudios de población y la posibilidad de
no particular de cada gemelo. Este método ha generado ha- buscar una interacción entre la vulnerabilidad de base bioló-
llazgos de importancia fundamental para la etiología (90-92). gica y la esperanza de vida. Aunque ya se han publicado al-
Es en este contexto donde se vuelven muy atractivos los gunos estudios en los que se comunica la existencia de aso-
avances técnicos descritos a continuación. ciaciones entre rasgos de personalidad y polimorfismos rela-
Desde hace tiempo, los epidemiólogos psiquiátricos han cionados con el metabolismo de la serotonina y la dopamina,
reconocido que la suma de evaluaciones biológicas sería teó- sería prematuro aceptar cualquier asociación como demostra-
ricamente deseable, pero esto no ha sido muy practicable da hasta que esto haya podido replicarse en muestras signifi-
para la administración de números importantes de personas cativas en diferentes poblaciones (94).
en las investigaciones de campo. La situación ha cambiado re- Están apareciendo otras estrategias para hallar los loci de
cientemente y han aparecido nuevas e interesantes oportuni- rasgos cuantitativos. Una de ellas consiste en obtener mues-
dades. Éstas se refieren a los avances sin precedentes que se tras de la población general, no de individuos sino de parejas
han llevado a cabo en genética molecular. Lo que se ha con- o tríos de parientes de primer grado. En la actualidad también
seguido es un nuevo conjunto de predicción en forma de ge- se aplica el scanner genómico y la tecnología de la expresión
notipos. No es cuestión que la epidemiología psiquiátrica genética. Las indagaciones han sido valoradas críticamente por
380 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

Tabla 4. Búsqueda de la causa: matriz para los estudios epidemiológicos

Trastornos del comportamiento


Trastornos de la personalidad

Abuso de alcohol y drogas


Trastornos de ansiedad
Trastornos psiquiátricos

Incapacidad intelectual

Bienestar psicológico
Trastornos afectivos

Esquizofrenia

Parasuicidio
alimentario
Demencias
infantiles

Suicidio
Factores Sexo
sociodemográficos
Edad
Estado civil
Clase social
Educación
Empleo
Urbano/rural
Región del mundo
Factores Estación de nacimiento
experienciales
Edad parental
Separación en la infancia
Estilo parental
Creencias y actitudes culturales
o subculturales
Experiencias adversas
Experiencias extremas
Pérdidas sufridas
Emoción expresada
(para recaída)
Apoyo social
Cambios seculares en la sociedad
Otros factores macrosociales
(depresión económica, guerra,
cohesión social)
Migración
Clima y luz diurna
Ruido
Toxinas ambientales
Dieta
Alcohol y drogas
Medicación
Infecciones
Enfermedad física
Otros factores Interacción de dos o más factores
Comorbilidad
Genética: genes principales
Loci de rasgos cuantitativos

No se ha pretendido ser exhaustivo en las clases de morbilidad o en los posibles factores causales.
2.7. CONTRIBUCIÓN DE LA EPIDEMIOLOGÍA A LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA 381

Henderson y Blackwood (95), pero el campo avanza tan rápi- ejemplo el posible exceso de esquizofrenia en los hijos de
damente que los lectores interesados deberán permanecer mujeres que tuvieron gripe durante el segundo trimestre
muy pendientes de la literatura médica. del embarazo. Un estudio mostró un aumento del riesgo
entre las hijas de mujeres embarazadas durante la ham-
bruna holandesa de 1944 a 1945 (96). El trabajo realiza-
■ Cómo piensan los epidemiólogos do con la cohorte de nacimientos de 1945 en Gran Bre-
taña produjo importantes hallazgos, como que las perso-
Ahora podemos echar un vistazo a las estrategias emplea- nas que más tarde presentaron esquizofrenia en la infan-
das para hallar las causas de los trastornos mentales y el modo cia habían presentado más problemas lingüísticos y edu-
en que los epidemiólogos llevan a cabo su tarea. Para encon- cativos, ansiedad social y preferencia por el juego en so-
trar pistas etiológicas, buscan conexiones. Esto se logra mejor litario (97). A partir de la simple observación de un lige-
trabajando no con pacientes individuales ni con series de pa- ro exceso de nacimientos invernales en la esquizofrenia,
cientes en un ambulatorio. Por el contrario, lo mejor es con- se efectuaron otros varios estudios, todos ellos basados en
tar con datos que representen todos los casos de un trastorno la hipótesis del neurodesarrollo. Éstos se alejan mucho de
en una población determinada. Cualquier otra forma distinta la hipótesis de las familias «esquizofrenogénicas», tan se-
de ésta puede ser parcial, en cuanto a que los datos no serían riamente defendida hace sólo tres décadas.
representativos de todas las ocurrencias. Después pueden co- 3. La investigación está impulsada por teorías. Un buen
menzarse a formular preguntas que arrojen luz sobre la etio- ejemplo es lo que derivó de la teoría de la relación de ad-
logía. hesión. La teoría postulaba que si en la infancia no se ex-
perimenta una relación afectiva, el individuo será vulne-
1. ¿Existe una diferencia de género en cuanto a la prevalen- rable a la depresión y la ansiedad en la edad adulta. En la
cia, o si se dispone de datos, la incidencia? Si existiera, un investigación epidemiológica sobre la enfermedad de Al-
género podría acarrear mayor susceptibilidad biológica, o zheimer, fue la teoría la que condujo a la búsqueda de fac-
podría estar expuesto a un mayor número de algunos fac- tores de riesgo putativos como una historia familiar de
tores ambientales. síndrome de Down, aluminio en el agua de consumo,
2. ¿Varía la incidencia regionalmente, o entre ambientes con- edad materna al nacer el paciente e historia de una lesión
trastados, o entre diferentes grupos socioeconómicos? Si craneal previa. También fue la teoría lo que llevó a Jen-
hay poca variación, sugiere que los factores ambientales kinson y cols. (98) a buscar una asociación inversa entre
pueden tener poco que ver con la etiología. la enfermedad de Alzheimer y la artritis reumática. Esto
3. Si se comparan las personas que padecen el trastorno con condujo posteriormente a estudios de personas que habían
los que no lo tienen, ¿se han expuesto los casos a algún sido tratadas con fármacos antiinflamatorios durante mu-
factor ambiental con mayor frecuencia que los controles? cho tiempo. La conclusión de Breitner es que estas per-
sonas tienen menor probabilidad de padecer esta enfer-
Cada una de estas preguntas conduce a hipótesis verifica- medad (99).
bles.
Es muy interesante el modo en que se propone un factor Una matriz. Estos tres enfoques pueden juntarse y uti-
de riesgo candidato. Hay tres tipos: lizarse después como material de construcción para generar
una matriz, lo cual puede llevar a la investigación sistemáti-
1. La hipótesis inspirada. Un buen profesional de la me- ca. En la tabla 4, aparecen listadas en columnas las princi-
dicina tiene la idea de que algún factor, de cualquiera de pales categorías de trastorno mental, mientras que las filas
los tres campos, está presente con mayor frecuencia que están constituidas por variables que pueden contribuir al ini-
por azar en cierto trastorno; y que ese factor puede con- cio y evolución de la morbilidad. La matriz demuestra ser
tribuir al inicio del mismo. Esto es exactamente lo que le una forma ordenada de organizar la información disponible;
ocurrió al oftalmólogo Sir Norman Gregg en Sydney pero actúa también heurísticamente proponiendo asociacio-
cuando observó que muchos niños discapacitados tenían nes que requieren investigación y que de otro modo po-
padres que habían contraído rubéola durante el embara- drían no haberse considerado. Las variables pueden colocarse
zo. Más tarde se probó la asociación, demostrándose que en categorías: sociodemográfica, experimental, intrapersonal
era causal. De este modo, una hipótesis que surgió en el (psicológica) y biológica. El buen observador notará que la
curso del trabajo clínico se sacó de este contexto y se ve- matriz tiene una limitación: sólo tiene dos dimensiones y
rificó con métodos epidemiológicos, aplicándose poste- por consiguiente no muestra las interacciones entre dos o
riormente este conocimiento a la prevención. más variables, aunque esto tenga mucha importancia. Ejem-
2. Una observación ordinaria. Un segundo camino hacia plos básicos son la indiscutible interacción entre la edad y el
la hipótesis comienza con un observación ordinaria de la género y el inicio de la esquizofrenia; o la posible interac-
relación entre un trastorno y alguna variable demográfi- ción entre la lesión craneal y tener el alelo de la lipoproteí-
ca. En la etiología de la esquizofrenia, se observó un li- na E ε4. Para pensar en tales interacciones, los usuarios de la
gero exceso de nacimientos invernales de personas que matriz tienen que seleccionar sus propias combinaciones, o
posteriormente padecieron esquizofrenia. Esta observación bien expandirla añadiendo otros trastornos o posibles facto-
ha conducido a otras a lo largo de los años, como por res de riesgo.
382 2. BASES CIENTÍFICAS DE LA ETIOLOGÍA PSIQUIÁTRICA

■ Conclusión bias in epidemiologic research. Journal of Clinical Epidemiology, 43,


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3
Contribuciones
psicodinámicas
a la psiquiatría

3.3.2 Relaciones objetales, teoría del


3.1 Desarrollo histórico de la psiquiatría
apego, psicología del self
dinámica............................................................ 387
y psicoanálisis interpersonal ................ 414
Anthony Storr
Jeremy Holmes
3.2 Psicoanálisis: teorías freudianas y su
desarrollo contemporáneo ............................... 395 3.4 Aproximación existencial y fenomenológica
Otto F. Kernberg a la psiquiatría .................................................. 425
Otto Doerr-Zegers
3.3 Otras escuelas psicodinámicas......................... 411
3.5 Enfoques psicodinámicos actuales en
3.3.1 Psicología analítica (Jung) .................... 411 psiquiatría ......................................................... 431
Anthony Storr Glen O. Gabbard
Desarrollo histórico
3.1 de la psiquiatría dinámica
Anthony Storr

El adjetivo «psicodinámico» es definido de diferente mane- empezaron a trabajar en la práctica privada. Los enfermos
ra por diversas autoridades. En este capítulo se hará referencia mentales adinerados eran dirigidos hacia pequeños manico-
a los sistemas psicológicos y teorías que definen a las personas mios privados. Una proporción creciente de pacientes que
como entidades cambiantes y en desarrollo, en lugar de como buscaba consejo del alienista no requería certificado o confi-
entidades estáticas, y que asumen que los individuos están mo- namiento, sino que se describieron como «neurastenia» o «lo-
tivados por instintos de los que pueden ser o no conscientes. cura incipiente» en vez de «locura establecida». Estos pacien-
tes, a los que ahora nosotros denominaríamos neuróticos, se
consideraron portadores de alguna forma de tara hereditaria o
■ Psiquiatría del siglo XIX «enfermedad cerebral latente» (1). Se creía que la neurosis, al
igual que la locura, era constitucional, y que no podía espe-
Hasta el final del siglo XIX la psiquiatría se encargaba prin- rarse del tratamiento más que un mínimo alivio. La neurolo-
cipalmente del cuidado y custodia de los enfermos mentales gía se estableció como una especialidad médica entre las dé-
en los manicomios. Se creía que la locura era causada por en- cadas de 1870 y 1880 y muchos pacientes con neurosis prefi-
fermedad cerebral, aunque se sabía que el cerebro no siempre rieron el consejo de los neurólogos que eran reconocidos
mostraba signos de anormalidad en los análisis post mortem en como «especialistas de los nervios» pero que no tenían el es-
muchas de las formas frecuentes de enfermedad mental. La tigma de estar relacionados con los manicomios. El escaso
enfermedad mental se consideraba un signo de degeneración, número de casos en comparación con la enfermedad neuro-
causado quizás por determinados factores, como el alcoholis- lógica orgánica, ha hecho que muchos neurólogos continua-
mo en alguno de los progenitores. ran ganándose la vida tratando a pacientes con neurosis con
La importante diferenciación kraepeliniana entre la enfer- sedantes hasta la década de 1940 o incluso más tarde.
medad maniacodepresiva y la demencia precoz (esquizofre-
nia) no se definió hasta 1896. Los manicomios acogían a todo
tipo de pacientes, afectados de una gran variedad de enfer- ■ Primera psiquiatría dinámica
medades psiquiátricas, sin parecido entre sí a excepción de la
incapacidad común para cumplir con el comportamiento Al mismo tiempo que esta concepción estática y depresi-
normal demandado por la sociedad. va de la enfermedad mental, fuera del ámbito psiquiátrico se
Los pacientes que padecían enfermedades mentales fue- estaba desarrollando otra concepción de los trastornos men-
ron objeto de muy diversos tratamientos, desde la aplicación tales. En su libro The Discovery of Unconscious, Henri Ellenber-
de electricidad hasta la prescripción de purgas y eméticos, hi- ger hace referencia a la primera psiquiatría dinámica, que él
drato de cloral, paraldehído, bromidas e incluso inyecciones ubica entre 1775 y 1900, es decir, desde la época de Mesmer
de morfina. Debido a que ninguno de esos tratamientos era hasta la de Charcot. Durante este período los estudiosos de
eficaz, los manicomios se convirtieron en instituciones depri- las extravagancias de la mente estaban especialmente preocu-
mentes en las que se acumulaban los casos crónicos y de las pados por los fenómenos relacionados o producidos a través
que muy pocos internos fueron o pudieron ser dados de alta de la hipnosis. Los sujetos hipnotizados, al despertar de dicho
como curados. Como consecuencia, ningún médico que qui- estado, generalmente no recordaban lo que había sucedido
siera distinción profesional elegía por aquella época trabajar durante el período del trance. Esto demostraba que a veces la
en un manicomio y aquellos que lo hicieron eran desprecia- mente no debía considerarse necesariamente como una enti-
dos por sus colegas. dad única y podía subdividirse. Algunas manifestaciones clí-
nicas, como el sonambulismo, los estados de fuga, la perso-
nalidad múltiple y la escritura automática confirmaban esta
■ Neurosis como «locura incipiente» concepción de la mente como un patio de juego o un cam-
po de batalla, de fuerzas en conflicto o interacción. Y donde
Esta deplorable situación fue modificándose gradualmen- hay un conflicto, existe la posibilidad de resolución de este
te a medida que figuras destacadas como Henry Maudsley conflicto.
387
388 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

Mesmer y sus sucesores observaron que la sugestión po- God made them, high or lowly (Dios los hizo a los dos,
día alterar los estados mentales y librar a algunos sujetos de grandioso o humilde),
los síntomas perturbadores. Mesmer creía que un misterioso And order’d their estate (y dispuso sus bienes).
fluido parecido al «éter» de los físicos impregnaba el cuerpo,
y que la enfermedad estaba causada por una distribución des- Las congregaciones modernas consideran embarazoso este
igual de este fluido. A través de lo que él llamó «magnetismo himno (cantarlo), a menos que se omita este verso. La visión
animal», se podía recuperar el equilibrio. En otras palabras, al dinámica de la sociedad puede ilustrarse con la famosa frase
menos algunas formas de trastornos mentales podían modifi- que Karl Marx escribió en 1888:
carse o curarse, lo que arrojó dudas sobre su origen total-
mente genético o degenerativo. Los filósofos han ofrecido previamente diversas interpre-
taciones del mundo. Es nuestro trabajo cambiarlo (3).

■ Idea del inconsciente Aunque Marx no fue introspectivo, a diferencia de Freud


que lo fue mucho, ambos compartieron algunas característi-
Lancelot Law Whyte, en The Unconscious Before Freud, des- cas. Ambos estaban completamente convencidos de que sus
cribe la transición desde los conceptos estáticos a los procesos, descubrimientos eran correctos y ambos consideraban a la
cuyo inicio él data alrededor de 1750. Muchos pensadores gente corriente con aversión o incluso desprecio. Marx consi-
contribuyeron a este cambio en el modo en el que el ser hu- deraba a la mayoría de la gente tonta o impostora. Freud es-
mano se consideraba a sí mismo y a la mente, entre ellos Vico, cribió que la mayoría de los seres humanos eran basura.
Herder, Goethe, Schopenhauer y Nietzsche. Whyte escribió:
«He proporcionado suficientes pruebas para demostrar que el
concepto general de proceso mental inconsciente era concebible ■ Estático frente a dinámico
en la Europa poscartesiana de alrededor de 1700, habitual al-
rededor de 1800 y estaba de moda alrededor de 1870-1880 (2)». Los psiquiatras que adoptaron la concepción estática de
los trastornos psiquiátricos pretendían mostrarse como obser-
vadores objetivos e imparciales, estaban preocupados princi-
■ Llegada del individualismo palmente por las clasificaciones diagnósticas y resaltaban una
nature rather than nurture (la importancia de la naturaleza fren-
De esta manera, el concepto estático y pesimista de en- te a la de la crianza). Por el contrario, los psiquiatras que adop-
fermedad mental vigente dentro de los manicomios se en- taron la concepción dinámica estaban menos interesados en
frentó con otro concepto más dinámico y optimista en el que la descripción y diagnosis exactas, y más interesados en desa-
el cambio y desarrollo intrapsíquico podía llevar a un mejor rrollar empatía con la vida emocional interna del paciente e
equilibrio o incluso a una cura completa. Las teorías psicodi- insistir en el papel de la crianza frente al de la naturaleza.
námicas están centradas fundamentalmente en la psicología Ambas actitudes se ven limitadas cuando se llevan al ex-
del individuo, y difícilmente habrían podido desarrollarse en tremo. Es posible para un psiquiatra ser tan científicamente
sociedades preindustriales, que difícilmente veían a la perso- objetivo que sólo pueda percibir a su paciente como un
na como una entidad separada en vez de como un miembro ejemplo de una u otra alteración mental, y no poder enten-
de una tribu o familia. Puede seguirse la pista del desarrollo y derlo en su conjunto como persona. Es igualmente posible
crecimiento del individualismo y la conciencia de uno mismo para un psiquiatra desarrollar tanta empatía con su paciente
a través del estudio del diccionario. Por ejemplo, muchas de que no pueda llegar a adoptar una postura suficientemente
las palabras compuestas que combinan la palabra self (auto) crítica para llegar a un diagnóstico, pudiendo ver evolución y
con otras palabras, como autosuficiente, autoconocimiento, auto- mejora donde no la hay. La controversia naturaleza frente a
determinación, autoconciencia, se incorporaron al lenguaje du- crianza también se ha puesto en relieve en la disputa sobre la
rante el siglo XVII. Una cita de Southey de 1809 constituye el herencia del coeficiente intelectual (CI) y la capacidad de ser
primer ejemplo de la utilización de la palabra autobiografía educado. Queda claro que prejuicios caprichosos pueden in-
por el diccionario Oxford inglés. El psicoanalista moderno fluir en la postura que un psiquiatra o psicólogo adopta.
pretende dar un sentido coherente a la historia vital de su pa-
ciente, para ello lo anima a generar una detallada autobiogra-
fía verbal. Sólo una sociedad que valorara el individualismo ■ Primeras teorías de Freud
podría considerar que este procedimiento merece la pena.
El cambio de una perspectiva estática a otra en la que se El auge de la teoría psicodinámica moderna, liderada por
consideran los procesos, también quedó reflejada en las ideas Freud, comenzó hacia finales del siglo XIX; proviene de forma
sobre la sociedad. En 1848, Mrs. Alexander escribió en el directa de su período de estudio con Charcot durante el in-
himno All things bright and beautiful («Todas las cosas brillan- vierno de 1885-1886. Charcot había estado estudiando la hip-
tes y bonitas»): nosis durante algunos años con el deseo de descubrir alguna
técnica diagnóstica que le permitiera distinguir entre la pará-
The rich man in his castle (el hombre rico en su castillo), lisis secundaria a una dolencia orgánica y la parálisis histéri-
The poor man at his gate (el hombre pobre en su puerta), ca. Cuando un paciente desarrollaba una parálisis histérica, la
3.1. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSIQUIATRÍA DINÁMICA 389

forma que adoptaba no coincidía con la correspondiente a la na). Freud trató las emociones intensas como alteraciones que
lesión de ningún nervio periférico concreto, sino que más debían eliminarse, más que como estados placenteros a al-
bien parecía determinada por la idea que tenía el paciente de canzar. Parecía no darse cuenta del hambre de estímulos (sti-
donde comenzaba y terminaba su brazo o pierna. Este tipo mulus hunger). Los seres humanos no parecen mostrarse satis-
de parálisis con frecuencia podían curarse y después restituir- fechos con la tranquilidad de un ambiente restringido y abu-
se por sugestión hipnótica, mientras que la parálisis causada rrido, en realidad añoran estímulos emocionales e intelectua-
por la dolencia orgánica del sistema nervioso se mantenía. les, pero Freud no consideró este hecho.
Freud aprendió dos grandes lecciones de las demostracio- En segundo lugar, Freud tenía la esperanza de que la neu-
nes de Charcot. En primer lugar que si los sujetos que habí- rosis podría finalmente mostrar un origen físico. En 1895 uti-
an sido hipnotizados eran incapaces de recordar lo ocurrido lizó sus conocimientos neurológicos para representar los pro-
durante el trance hipnótico, debía ser que los procesos men- cesos psicológicos en términos de lo poco que se conocía en
tales que influyen en el comportamiento se producían de for- aquella época sobre el funcionamiento neuronal. Este «pro-
ma inconsciente. En segundo lugar descubrió que las ideas yecto para una psicología científica», como fue denominada
podían actuar como agentes causales en la generación de sín- por los traductores de Freud, continuó influyendo en su tra-
tomas histéricos. bajo posterior, aunque no llegó a publicarse durante su vida.
Freud trató inicialmente con hipnosis a sus pacientes con Se trata de un intento de unificar la psicología y la neurolo-
neurosis. Además de las sugestiones de buena salud, utilizó gía que todavía no se ha logrado.
esta técnica como un medio para facilitar al paciente el re- Sin embargo, la sexualidad establece de alguna manera un
cuerdo del origen olvidado de síntomas determinados. Freud nexo entre lo físico y lo mental. Obviamente tiene su origen
adoptó esta técnica de su colaborador y amigo, Josef Breuer físico y hormonal pero también da lugar a fenómenos pura-
que había tratado su conocido caso «Anna O» con hipnosis. mente psicológicos como pensamientos, fantasías y sueños.
Breuer descubrió que si Anna O podía recordar el momento Como escribió Freud a Jung:
exacto en el que un síntoma concreto había empezado y ex-
presar además la emoción sentida en ese momento, el sínto- En los procesos sexuales tenemos el indispensable «fun-
ma desaparecía. Breuer denominó a esta forma de tratamien- damento orgánico» sin el que un médico sólo puede sentir-
to catarsis. Breuer y Freud proclamaron su conocida frase: se molesto (enfermar) en la vida de la psique (5).
«Los pacientes con histeria padecen principalmente de remi-
niscencias (4)».
■ Reconciliación de la ruptura cartesiana
■ Sexualidad y represión En el siglo XVII Descartes postuló una división tajante en-
tre la mente y el cuerpo.
Freud descubrió que la mayor parte de esas reminiscen-
cias eran dolorosas o embarazosas y no eran fácilmente acce- Es posible (o más bien es cierto, como diré más adelan-
te) que yo tenga un cuerpo que está muy unido a mí. Sin
sibles al recuerdo consciente. Esto le llevó a postular un me-
embargo, teniendo en cuenta por un lado que tengo una cla-
canismo mental que llamó represión, que consistía en recha- ra y diferenciada idea de mí mismo como básicamente algo
zar recuerdos desagradables de la conciencia. A partir de aquí que piensa y no es extenso, y por otro lado tengo la idea dis-
Freud postuló un estado de conflicto dentro de la mente en tinta del cuerpo como algo que es extenso y no piensa, es
el que parte de ésta busca expresar una emoción dolorosa, cierto que este yo, es decir mi alma, que me hace ser lo que
mientras que otra parte pretende impedir que esto ocurra. En soy, es completa y ciertamente distinta de mi cuerpo, y pue-
opinión de Freud casi todas estas reminiscencias están rela- de ser o existir sin él (6).
cionadas con experiencias sexuales.
Freud estaba convencido que la satisfacción sexual cons- L. L. Whyte considera esta afirmación uno de los errores
tituía la clave para alcanzar la felicidad, y que la problemáti- fundamentales cometidos por la mente humana y sugiere que
ca del neurótico estaba muy relacionada con su incapacidad una de las razones por las que las ideas de Freud llegaron a
para lograr una vida sexual normal. Esta convicción tenía su ser tan atractivas fue que al unir la mente de forma indisolu-
origen en dos raíces. En su estudio autobiográfico, Freud re- ble con el cuerpo estaba reparando el error de la dualidad car-
conoció su deuda intelectual con las ideas G. T. Fechner, pro- tesiana. Si bien no lo hizo, Whyte también podía haber des-
fesor de física y posteriormente de filosofía en la Universidad tacado que Freud era un agnóstico sin necesidad de postular
de Leipzig. Durante el curso de una enfermedad maniacode- acerca de un alma porque no creía en la inmortalidad de ésta.
presiva, Fechner, introdujo la idea del «principio del placer Freud pensaba que la actividad mental se producía en último
universal» adoptada posteriormente por Freud, al igual que la lugar a través de impulsos psíquicos inconscientes e instinti-
del «principio de constancia», que defendía la idea que la fun- vos, aproximándose por lo tanto a la afirmación de que el
ción principal del aparato mental es propiciar la descarga de propio cuerpo «piensa», en contraposición con la concepción
tensión de los instintos para mantener así la estabilidad. de Descartes.
Freud creía que uno de los principios dominantes que rigen La idea original de que la neurosis estaba causada por
el comportamiento humano era la búsqueda de un estado traumas específicos, ocurridos en la infancia temprana y que
tranquilo y sin tensiones (que denominó principio del Nirva- se habían reprimido, fue sustituida progresivamente por la
390 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

idea de que la neurosis en la vida adulta se debía a la deten- acercamiento que permitiera al paciente tomar la iniciativa en
ción parcial del desarrollo sexual del niño en una fase inma- lugar de obedecer órdenes.
dura lo cual dificultaba o incluso imposibilitaba la realización En el capítulo 3.2 se trata con más detalle como el «mo-
sexual del adulto. La explicación freudiana sobre el desarrollo delo médico» sobre el origen y tratamiento de la neurosis fue
infantil no tiene en cuenta los elementos cognitivos, percep- modificándose de forma progresiva. El descubrimiento de la
tivos o los fundamentos del aprendizaje, y únicamente se pre- transferencia de Freud llevó finalmente al psicoanálisis y sus
ocupa de la sexualidad, que en un amplio sentido incluye seguidores se preocuparon más por el desarrollo y mal de-
todo tipo de placeres físicos. sarrollo de las relaciones del paciente con las personas signi-
ficativas desde la infancia en adelante, y menos por su sexua-
lidad infantil. El psicoanálisis se convirtió en una técnica de
■ Sexualidad infantil reeducación emocional en la que la investigación, interpreta-
ción y la modificación consecuente de las actitudes del pa-
Las etapas del desarrollo freudianas estaban basadas en el ciente hacia el analista se convirtió en el principal vehículo de
órgano corporal que él consideraba predominante. Durante cambio, quedando en segundo lugar la exploración de la se-
el primer año de vida las gratificaciones corporales infantiles xualidad infantil.
se centran en la región de la boca, por lo que este estadio se
denomina «oral». Desde el primer año hasta el tercero, la re-
gión anal gana protagonismo. La etapa anal se sigue por la ■ Psicoanálisis y psicosis
etapa fálica, en la que el interés por la libido se centra en los
genitales y la masturbación, aunque el niño es incapaz de Aunque Freud prácticamente no tenía experiencia con pa-
obtener satisfacción sexual a través de la relación con otra cientes con psicosis y declaró específicamente que dichos pa-
persona. Tras la pubertad, el individuo «normal» alcanza la cientes no eran sujetos apropiados para el psicoanálisis, esto
etapa genital a partir de la cual es posible obtener satisfac- no le disuadió de escribir acerca de la presunta patología aso-
ción de relaciones sexuales con una persona del sexo opues- ciada en términos psicoanalíticos. Por ejemplo escribió una
to, aunque persisten vestigios de etapas sexuales anteriores, profunda explicación de la enfermedad depresiva grave en
incluso en los caracteres más maduros. Si un paciente pu- Mourning and Melancholia (7) y una interpretación menos
diera superar los bloqueos impuestos por la represión y re- convincente de la paranoia en Psycho-Analytic Notes on an Au-
cordar los impulsos sexuales infantiles más tempranos, éstos tobiographical Account of a case of Paranoia (8) y A case of Para-
podrían ser llevados al consciente, produciéndose una catar- noia Running Counter to the Psycho-Analytic Theory of the Disease
sis y desbloqueándose así las vías hacia una sexualidad ma- (9). Las ideas psicoanalíticas fueron intensamente discutidas
dura. en los hospitales psiquiátricos ya que ofrecían una nueva in-
Breuer y Freud publicaron Estudios sobre la histeria como terpretación de la enfermedad mental en términos de psico-
coautores en 1895. Éste se considera habitualmente el primer patología, incluso cuando no existía una perspectiva de cura.
libro psicoanalítico. El segundo fue La interpretación de los sue- El psicoanálisis fue gradualmente estableciéndose por toda
ños, que apareció en noviembre 1899. El término psicoterapia Europa.
fue introducido por los seguidores del líder de la llamada Es-
cuela Nancy de hipnosis, Hippolyte Bernheim (1840-1919)
que llegó a ser muy popular. Durante un tiempo Bernheim ■ Dos «herejes»
llegó a ser tan popular como Charcot. Freud lo visitó en el
verano de 1889. De él aprendió que la hipnosis daba mejores Alfred Adler
resultados con personas de clase social baja, las cuales tendían
a acatar las sugerencias de sus superiores en la escala social. Alfred Adler (1870-1937) se incorporó al grupo de discu-
Era el momento oportuno para la introducción de una forma sión de Freud en 1902 y fue nombrado presidente de la So-
de psicoterapia adecuada para el «comercio del carro» que res- ciedad Psicoanalítica de Viena en 1910. Las ideas de Adler
pondía mejor a una aproximación menos autoritaria. Freud fueron sin embargo tomando progresiva distancia de las de
descubrió que los recuerdos traumáticos podían recuperarse Freud, de manera que en 1911 se separó de Freud junto con
sin la ambigua ayuda de la hipnosis. Si el paciente se tumba- seis partidarios, fundando más tarde su propia Sociedad de
ba en el diván y era lo suficientemente honesto como para re- Psicología Individual. Adler, que había sufrido raquitismo en
velar todo lo que le pasaba por la cabeza, llegaría inevitable- la infancia, estudió el modo en que las personas compensan
mente al material incómodo de relevancia en relación con sus o sobrecompensan sus defectos físicos. Desde su punto de
problemas neuróticos. Esta técnica se denominó «asociación vista la «agresión» en el sentido amplio de asertividad y fuer-
libre». Desde 1892 Freud abandonó gradualmente el uso de la za de voluntad, tiene prioridad sobre el impulso sexual como
hipnosis en favor de esta nueva técnica. Ésta constituyó una motor principal del comportamiento humano. La aproxima-
importante innovación ya que requería que el paciente asu- ción freudiana había sido histórica, la de Adler teológica.
miera el liderazgo mientras el analista permanecía como Esto es, Freud intentó reconstruir la infancia del paciente
oyente pasivo que realizaba interpretaciones, en vez de como mientras Adler se afanó en determinar las motivaciones del
un médico corriente, dando órdenes o consejos. La clientela paciente. Adler describió al niño como un ser con sentimien-
de Freud, mayoritariamente de clase alta, pudo agradecer un tos de debilidad e inferioridad respecto a los adultos, pero de-
3.1. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSIQUIATRÍA DINÁMICA 391

terminado a superar dichos sentimientos de inferioridad me- C. G. Jung


diante diversas estrategias impuestas por su dotación genética,
posición dentro de la familia y tipo de educación recibida. Es En diciembre de 1900 Jung obtuvo un puesto como asis-
decir, que el niño inteligente intenta lograr la superioridad a tente en el hospital mental Burghölzli de Zurich, entonces di-
través del intelecto mientras que su hermano físicamente más rigido por Eugen Bleuler, el psiquiatra que introdujo el tér-
ágil desarrolla sus músculos. Adler creía que el individuo mino «esquizofrenia». En 1905 fue nombrado profesor aso-
adoptaba en una etapa temprana de la vida un característico ciado de psiquiatría en la Universidad de Zurich y promocio-
«estilo de vida» que determinaría su desarrollo posterior. Se nado como médico senior en la Clínica Psiquiátrica. Duran-
consideraba que los individuos dirigían sus esfuerzos hacia te esos primeros años en psiquiatría, Jung escribió su tesis
una variedad de metas ocultas de las que eran conscientes doctoral Sobre la psicología y patología del llamado fenómeno ocul-
sólo parcialmente. El individuo completamente maduro de- to, y comenzó sus estudios basados en los tests de asociación
bería reemplazar el esfuerzo para lograr la superioridad sobre de palabras. Por aquella fecha las teorías asociacionistas sobre
sus compañeros por Gemeinschaftsgefühl, el «interés social» den- el funcionamiento mental eran de la mayor importancia. Jung
tro de una comunidad cooperativa. transformó el test de asociación de palabras, una técnica para
Adler, socialista por convicción, protestante por conver- investigar la similitud, contraste y contigüidad, en una técni-
sión y a través de su mujer rusa conocido de Trosky y otros ca para desenmascarar preocupaciones emocionales. El médi-
revolucionarios, estaba intensamante preocupado por la pro- co lee una lista de 100 palabras y pide al sujeto que responda
blemática social y estuvo influenciado por Nietzsche y Marx. a cada una de ellas con la primera palabra que se le ocurra.
Freud consideró la sociedad como una limitación del indivi- Al evaluar la latencia entre el estímulo y la respuesta se ob-
duo, que le reprimía actuar de un modo instintivo desinhibi- servó que los sujetos, sin saberlo, estaban influidos por deter-
do. Adler, fiel a sus convicciones socialistas, creía que la coo- minadas palabras, aquellas que despertaban emociones que
peración e interacción social eran esenciales para la salud enlentecían sus respuestas. Éste fue un importante elemento
mental. de investigación, ya que mostraba experimentalmente la in-
La Psicología individual de Adler alcanzó su máxima po- fluencia de los contenidos mentales inconscientes sobre el
pularidad durante la década de 1920 y principios de 1930. comportamiento.
Durante una época existían 34 asociaciones locales promoto- Las ideas de Freud fueron muy discutidas en el Burghölz-
ras de las ideas de Adler, la mayoría de las cuales se encon- li. Eugen Bleuler enumera cinco referencias a Freud en su co-
traban en Europa central, pero también en Gran Bretaña y Es- nocida monografía Dementia Praecox oder die Gruppe der Schi-
tados Unidos, y se publicaban revistas adlerianas en inglés en zophrenien. Bleuler escribió a Freud informándole que tenían
ambos lados del Atlántico. La llegada de Hitler puso fin a la en cuenta sus artículos. En 1907 Jung publicó un libro pio-
mayoría de las asociaciones europeas y muchos de los asocia- nero sobre la esquizofrenia, La psicología de la demencia precoz
dos fueron obligados a emigrar. Durante un tiempo el nom- (10), considerado el primer intento memorable de interpreta-
bre de Adler se desvaneció. Era principalmente un maestro y ción, desde un punto de vista psicoanalítico, del fenómeno
publicista más que un teórico. A diferencia de Freud y Jung, de la locura. Jung demostró que incluso las expresiones frag-
no dejó un trabajo erudito muy extenso. Sus libros están es- mentadas del demente pueden tener un significado personal.
critos en un estilo popular porque casi todos ellos tenían su Jung envió este libro a Freud, lo cual promovió que Freud le
origen en conferencias. Muchas de sus ideas fueron apropia- invitara a Viena. Su primer encuentro tuvo lugar en marzo de
das por otros, a menudo sin el reconocimiento apropiado, 1907. Jung (v. cap. 3.3.1) continuó escribiendo artículos de
pero él realizó importantes y originales contribuciones a la orientación dinámica sobre la esquizofrenia hasta poco tiem-
psiquiatría. po antes de morir, pero también consideró la probabilidad
El interés de Adler por las reacciones psicológicas ante los que un factor químico estuviera implicado en la enfermedad.
defectos físicos, la «inferioridad del órgano» y sus consecuen- En la conferencia On the problem of Psychogenesis in Mental Di-
cias, proporcionó una plataforma para el desarrollo de la me- sease (11), que tuvo lugar en la Real Sociedad de Medicina, en
dicina psicosomática. Por otro lado fue pionero en el de- julio de 1919, Jung proporciona ejemplos del comportamien-
sarrollo de clínicas para la orientación y tratamiento en la in- to psicótico precipitado por acontecimientos emocionalmen-
fancia. Éstas estaban unidas a las escuelas de Viena, donde los te intensos, e insiste en que los factores psicológicos deben
profesores y psiquiatras colaboraban para tratar los problemas considerarse junto con la enfermedad cerebral para compren-
educativos y emocionales de los niños. Estas clínicas fueron der totalmente la enfermedad mental.
finalmente abolidas por los nazis, presumiblemente porque De 1907 a 1913 Freud y Jung colaboraron, aunque fun-
Adler era judío. damentalmente lo hicieron desde la distancia ya que Freud
Freud no se dio cuenta por completo de la importancia vivía en Viena y Jung en Zurich. El acercamiento de Jung
de la agresión hasta 1920. Adler destacó desde el inicio la im- para la causa psicoanalítica fue particularmente bienvenido
portancia de la agresión, la fuerza de voluntad y el deseo de por dos motivos. En primer lugar, ya era un distinguido psi-
dominar a los otros. La idea adleriana de que todo individuo quiatra de otro país. En segundo lugar, a diferencia de la ma-
maduro debía contribuir y ser parte de la sociedad contrasta- yoría de los asociados cercanos a Freud, él no era judío. No
ba con la visión negativa de la sociedad de Freud, como un obstante, esto no pudo impedir que las diferencias tempera-
freno a la expresión de los instintos, y el interés jungiano en mentales y teóricas entre los dos se hicieron cada vez más evi-
el desarrollo del individuo aislado. dentes. Jung se separó finalmente de Freud en 1913, unos
392 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

2 años más tarde que Adler y 6 años después de haberse reu- consciente de las fuerzas contrapuestas en su psique o serlo
nido por primera vez con Freud en 1907. Jung renunció a la sólo parcialmente.
presidencia de la Asociación internacional de psicoanálisis en Durante la década de 1920 los intelectuales británicos co-
1914. menzaron a interesarse por los psicoanalistas. James Strachey,
Adler y Jung no fueron los únicos herejes que dimitieron cuya traducción de los artículos freudianos se publicó entre
de la Sociedad psicoanalítica de Viena, pero sí los miembros 1953 y 1974 como Edición estándar de los trabajos psicológicos
más originales y más importantes que lo hicieron. completos de Sigmund Freud, estuvo en Viena bajo análisis con
Freud en 1920. El interés por el psicoanálisis influyó sobre
Bloomsbury hasta el extremo de llegar a tener repercusión so-
■ Difusión del psicoanálisis bre el libro de Lytton Strachey’s Elizabeth y Essex. El día de
navidad de 1928, el propio Freud escribió una cautelosa car-
En 1909 Freud, Jung y Ferenczi visitaron los Estados ta a Lytton Strachey acerca de dicho libro. Lionel S. Penrose,
Unidos y dieron conferencias en las Universidades de Clark, que más tarde sería conocido por su trabajo sobre genética de
Worcester y Massachusetts. Hacia 1911, Havelock Ellis noti- las minusvalías mentales, fue otro intelectual que estudió a
ficó que el psicoanálisis se estaba practicando en Australia, Freud.
Suiza, Estados Unidos, Inglaterra, India y Canadá. Antes del
inicio de la primera guerra mundial, el psicoanálisis ya había
comenzado a asumir el carácter de movimiento mundial. ■ Promoción hitleriana del psicoanálisis
La segunda guerra mundial también propició la difusión
Shock de las bombas («neurosis de guerra») de las ideas psicodinámicas, aunque en este caso por causas
completamente diferentes. Una elevada proporción de psi-
La primera Guerra Mundial promovió un aumento del coanalistas europeos eran, al igual que su fundador, judíos. La
interés por las explicaciones psicoanalíticas de la neurosis de- persecución hitleriana motivó su emigración. Algunos fueron
bido al elevado número de soldados que padecieron «shell- a Inglaterra, pero la mayoría encontraron refugio en los Esta-
shock» (o shock de las bombas). Algunos presentaban sordera, dos Unidos e influyeron profundamente en el desarrollo de
mutismo, ceguera, amnesia y otros síntomas histéricos. Mu- la psiquiatría en ese país. Se ha argumentado que el psicoa-
chos se quejaban de pesadillas recurrentes, o tenían visiones nálisis pudo producir un impacto especialmente intenso en
diurnas y de intensidad alucinatoria de los horrores de las una sociedad basada en la inmigración que se había separado
trincheras. Los efectos devastadores de la privación prolonga- de una red social estable, vínculos familiares y religión, lo que
da de sueño no fueron totalmente apreciados. El término caracterizaba a culturas más antiguas. Los miembros de las so-
shell-shock, introducido en 1915, se refería a la creencia de ciedades tradicionales dan sentido a su experiencia en fun-
aquella época de que la proximidad a la explosión de pro- ción de estas relaciones, mientras que la cultura del inmi-
yectiles, incluso sin lesión física, podía dañar el sistema ner- grante tiene menos puntos de referencia y sus miembros bus-
vioso. Sin embargo el ejército británico tardó en admitir lo can por lo tanto formas de comprenderse que se basan en el
que hoy se denomina trastorno de estrés postraumático, y el desarrollo psicológico del individuo aislado.
diagnóstico del shell-shock no sirvió de argumento de defensa A medida que el psicoanálisis se extendió más allá de los
en los casos de deserción. consultorios, a través de incursiones en el terreno de la an-
tropología, sociología, religión, literatura, arte y lo sobrenatu-
Ya en mayo de 1916, el entonces psicólogo y consultor ral, se convirtió en lo que Ernest Gellner denominó el «idio-
del ejército Coronel Myers, dijo que desde el punto de vista ma dominante para la discusión sobre la personalidad del ser
militar un desertor es alguien «demente» cuyo destino es el humano y las relaciones interpersonales (14)». De forma gra-
«manicomio» o alguien responsable que debe por lo tanto dual se establecieron más y más institutos de formación psi-
ser ejecutado (12). coanalítica. En la década de 1970 se habían establecido insti-
tutos en todos los continentes menos en África.
El shell-shock se convirtió en un problema tan importante Incluso en Inglaterra, donde el entusiasmo por el psicoa-
que debieron adecuarse hospitales para su tratamiento. Los nálisis y sus variantes siempre fue menor que en Estados Uni-
listados oficiales de bajas mostraron 28.533 casos de shell-shock dos, el instituto de formación del Hospital Maudsley y el Ins-
notificados a finales de 1917 (13). Cada vez era más evidente tituto de Psiquiatría consideraron recomendable reclutar psi-
que incluso el individuo más valiente podía derrumbarse si el coterapeutas en psicodinamia para su equipo docente. A fi-
estrés al que estaba sometido era suficiente. Unos años más nales de 1940, un kleiniano, un jungiano y un psicoanalista
tarde los estudios sobre los técnicas de interrogatorio comu- ecléctico se codeaban sin generar demasiada fricción. La Clí-
nistas reforzaron la convicción de que nadie puede soportar nica Tavistock se estableció como un centro donde la terapia
indefinidamente un estrés intenso acompañado de privación psicoanalítica era accesible a pacientes ambulatorios seleccio-
del sueño. El estudio de lo que se denominaría ahora «neu- nados y donde la formación personal era predominantemen-
rosis de la guerra « contribuyó a la percepción general de que te freudiana. El Hospital Cassel era otra institución constitui-
el conflicto psicológico era un determinante importante de la da por psicoanalistas que ofrecían terapia psicoanalítica a sus
enfermedad y que la persona que lo padece puede no ser pacientes ingresados.
3.1. DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSIQUIATRÍA DINÁMICA 393

En Estados Unidos el psicoanálisis llegó a ser una parte Aunque no se ha mejorado en la prevención del crimen o
tan esencial de la formación de los psiquiatras, que desde tratamiento de los criminales respecto a la época previa al psi-
1930 a 1960 era prácticamente imposible llegar a una posi- coanálisis, hay un mayor reconocimiento entre los psiquiatras
ción destacada dentro de la psiquiatría sin formar parte de al- forenses de que el crimen representa una forma de enajena-
guno de los institutos psicoanalíticos. Con la introducción de ción social más que un acto innato de maldad, y una mayor
psicofármacos efectivos el péndulo osciló de una forma tan conciencia de que los castigos violentos son inefectivos.
violenta en dirección contraria que los psiquiatras jóvenes La diversidad sexual ya no se considera una degeneración
que se forman en aquel país apenas han oído hablar de Freud moral. Freud intentó dar cuenta de la sexualidad y otras for-
y en la mayoría no lo ha leído. mas de desviación sexual en términos de vicisitudes del de-
sarrollo emocional infantil. Aunque hoy se cree que algunas
formas de desviación sexual se deben a variaciones en el de-
sarrollo cerebral durante la infancia, la discusión franca de
■ Influencia de las teorías Freud sobre la sexualidad infantil contribuyó a disipar la
psicodinámicas nube de desaprobación que hasta entonces había entorpecido
la comprensión de este fenómeno.
La investigación ha mostrado que el psicoanálisis, tal y La utilización por parte de Freud de la asociación libre en
como fue originalmente promulgado por Freud y sus segui- lugar de la hipnosis se ha mencionado anteriormente. La téc-
dores, no es más eficaz que otras formas de psicoterapia nica freudiana de escucha prolongada para pacientes con tras-
para la resolución de los síntomas neuróticos menos exigen- tornos de angustia ha tenido una profunda y positiva in-
tes y menos caras. La teoría freudiana de los sueños, que el fluencia sobre las técnicas psicoterapéuticas derivadas del psi-
mismo Freud consideró su revelación más significativa, no coanálisis. El psicoanálisis y sus derivados son técnicas que
ha resistido el paso del tiempo, al igual que sus ideas sobre pretenden ayudar al paciente a entenderse para poder llegar a
religión, antropología y arte. A pesar de que muchas de sus ayudarse a sí mismo, en lugar de proponer órdenes o instruc-
interpretaciones psicopatológicas están siendo cuestionadas, ciones que el paciente ha de cumplir. No obstante, Freud des-
Freud fue un gran observador clínico y un gran escritor, cu- cubrió que sus pacientes tendían a colocarlo en la posición de
yas descripciones sobre la neurosis obsesiva y la melancolía figura paterna, amante idealizado, o incluso salvador. El des-
aún no se han superado. A pesar de la debilidad comparati- cubrimiento de lo que llamó «transferencia» ha afectado a to-
va del psicoanális, como sistema psicopatológico o como das las modalidades de psicoterapia analítica. Hoy en día la
modalidad de tratamiento, las ideas del psicoanálisis han exploración e interpretación de la actitud cambiante del pa-
provocado una revolución acerca de cómo el individuo oc- ciente hacia el analista constituye un instrumento de gran im-
cidental se considera a sí mismo, al igual que han ejercido portancia para comprender y mejorar las relaciones del pa-
gran influencia sobre la literatura y el arte del siglo XX. El ciente con los demás, en el mundo fuera de la consulta.
psicoanálisis se ha incorporado al lenguaje en uso y es difí- Aunque el psicoanálisis y sus derivados no nos han lleva-
cil eliminar de nuestros textos o discursos palabras como do a la tierra prometida de Freud, el impacto de las teorías
«represión», «sublimación», «yo», «ello», «superyó», «incons- psicodinámicas ha sido considerable. Freud causó una revo-
ciente», «proyección» y «mecanismos de defensa». La postu- lución respecto a lo que el individuo piensa de sí mismo. Tal
ra reduccionista e intransigente freudiana pretendía explicar y como afirmó Karl Popper, nuestra comprensión del mundo
el comportamiento humano en términos de denominador y de nosotros mismos evoluciona a través de la refutación de
instintivo menos común. El resultado ha sido que seamos las hipótesis existentes. Incluso aunque cada una de las teorí-
menos proclives a tomar lo que en otros tiempos se consi- as propuestas por Freud se demostraron incorrectas, seguiría-
deraban virtudes aparentes. Así, el altruismo y el sacrificio mos estándole enormemente agradecidos.
personal son interpretados como masoquistas y el celibato
se considera una huida del sexo o una perversión enmasca-
rada. Bibliografía
Aunque las teorías psicodinámicas nos han hecho más
conscientes de la tendencia humana al autoengaño, también 1. Scull, A. (1993). The most solitary of afflictions: madness and society in
nos han hecho más tolerantes. Puesto que Freud afirmó que Britain 1700–1900, p. 255. Yale University Press, New Haven, CT.
2. Whyte, L.L. (1962). The unconscious before Freud, pp. 168–9. Tavistock
las neurosis tenían sus raíces en la primera infancia, los psi- Publications, London.
quiatras y otros profesionales que trabajaban en clínicas de 3. Marx, K., quoted in Berlin, I. (1978) Karl Marx (4th edn), p. 107.
niños han estudiado el desarrollo infantil dentro de la familia Oxford University Press.
y basan el tratamiento de las dificultades de los niños en el 4. Breuer, J. and Freud, S. (1893). The standard edition of the complete
psychological works of Sigmund Freud (translated by James Strachey in
conocimiento de la dinámica familiar. Los psiquiatras, gesto- collaboration with Anna Freud, assisted by Alix Strachey and Alan
res hospitalarios y otros facultativos han comprendido la ne- Tyson). Vol. 2, Studies on hysteria, p. 7. Hogarth Press and Institute of
cesidad de seguridad y apego del niño, y de las espantosas Psycho-Analysis, London, 1955.
5. McGuire, W. (ed.) (1974). The Freud/Jung letters (translated by Ralph
consecuencias que pueden derivarse si ésta se elimina brusca- Manheim and R.F.C. Hull), pp. 140–1. Hogarth Press and Routledge &
mente. Por ejemplo, se procura mantener a las madres junto Kegan Paul, London.
a sus hijos durante todo el tiempo posible, sea uno u otro el 6. Quoted in Williams, B. (1978). Descartes: the project of pure enquiry,
que deba ingresar en el hospital. pp. 104–5. Penguin, Harmondsworth.
394 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

7. Freud, S. (1917). Mourning and melancholia. In The standard edition of 10. collaboration with Anna Freud, assisted by Alix Strachey and Alan
the complete psychological works of Sigmund Freud (translated by James Tyson), Vol. 14, pp. 261–72. Hogarth Press and Institute of Psycho-
Strachey in collaboration with Anna Freud, assisted by Alix Strachey Analysis, London, 1957.
and Alan Tyson), Vol. 14, pp. 239–58. Hogarth Press and Institute of 10. Jung, C.G. (1900). The psychology of dementia praecox. In The
Psycho-Analysis, London, 1957. collected works of C.G. Jung (translated by R.F.C. Hull) (ed. Sir Herbert
8. Freud, S. (1911). Psycho-analytic notes on an autobiographical account Read, Michael Fordham, and Gerhard Adler), Vol. 3, pp. 3–151.
of a case of paranoia. In The standard edition of the complete psychological Routledge and Kegan Paul, London, 1960.
works of Sigmund Freud (translated by James Strachey in collaboration 11. Jung, C.G. (1907). On the problem of psychogenesis in mental
with Anna Freud, assisted by Alix Strachey and Alan Tyson), Vol. 12, disease. In The collected works of C.G. Jung (translated by R.F.C. Hull)
pp. 3–82. Hogarth Press and Institute of Psycho-Analysis, London, (ed. Sir Herbert Read, Michael Fordham, and Gerhard Adler), Vol. 3,
1958. pp. 211–25. Routledge & Kegan Paul, London, 1960.
9. Freud, S. (1915). A case of paranoia running counter to the psycho- 12. Babington, A. (1997). Shell-shock, p. 57. Leo Cooper, London.
analytic theory of the disease. In The standard edition of the complete 13. Babington, A. (1997). Shell-shock, p. 104. Leo Cooper, London.
psychological works of Sigmund Freud (translated by James Strachey in 14. Gellner, E. (1985). The psychoanalytic movement, p. 5. Paladin, London.
Psicoanálisis: teorías freudianas
3.2 y su desarrollo contemporáneo
Otto F. Kernberg

El psicoanálisis es: puede realizarse un resumen general de sus ideas sin trazar de
forma paralela la historia de su pensamiento. Esta revisión
1. Una teoría de la personalidad, y de forma más general nos conducirá a resúmenes de sus conclusiones finales en re-
una teoría del funcionamiento psicológico que se centra lación con la estructura de la mente y el modo en que ésta se
particularmente en los procesos mentales inconscientes. refleja en el desarrollo de la personalidad y la psicopatología.
2. Un método de investigación de las funciones psicológicas El psicoanálisis se considerará entonces un método de trata-
basado en la exploración de asociaciones libres dentro de miento, desde el punto de vista de la resolución de los con-
un contexto terapéutico especial. flictos entre los impulsos y las defensas, y de la teoría de las
3. Un método de tratamiento de un amplio espectro de en- relaciones objetales. Exploraremos los cambios significativos
fermedades psicopatológicas, incluidas las neurosis sinto- que han ocurrido en todas estas áreas y concluiremos con una
máticas (estados de ansiedad, depresión caracterológica, revisión del psicoanálisis contemporáneo, en la que se resal-
trastorno obsesivo-compulsivo, histeria de conversión y tarán sus actuales tendencias convergentes y sus nuevos y
patología histérica disociativa), así como las inhibiciones controvertidos desarrollos.
sexuales y perversiones («parafilias») y los trastornos de
personalidad.
■ Teorías freudianas del aparato mental:
El psicoanálisis también se ha aplicado, fundamental- motivación, estructura y funcionamiento
mente en ciertas versiones modificadas como la psicoterapia
psicoanalítica, al tratamiento de los trastornos graves de la Procesos mentales inconscientes: teoría
personalidad, enfermedades psicosomáticas y ciertos estados topográfica y mecanismos de defensa
de psicosis, en particular el subgrupo de paciente con esqui-
zofrenia crónica. El punto de partida de Freud (4) fue el estudio de los pa-
Estos tres aspectos del psicoanálisis fueron originalmente cientes con histeria y cuando encontró una manera de ayudar
desarrollados por Sigmund Freud (1-3), cuyas teorías sobre el a su pacientes a encontrar coherencia en relación con los an-
inconsciente dinámico, el desarrollo y estructura de la perso- tecedentes de sus síntomas de conversión, los fenómenos di-
nalidad, la psicopatología, la metodología, la investigación sociativos y las disposiciones patológicas de tipo afectivo, des-
psicoanalítica y los métodos de tratamiento todavía tienen un cubrió que podía relacionar estos fenómenos psicopatológi-
peso importante en dicho campo. En concreto muchas de sus cos con experiencias traumáticas del pasado de sus pacientes
ideas básicas continúan siendo la base del pensamiento psi- que ellos mismos habían convertido en inconscientes. Es de-
coanalítico contemporáneo y el marco general de sus contri- cir, estas experiencias traumáticas seguían influyendo en el
buciones proporcionan todavía una mejor comprensión de funcionamiento de los pacientes a pesar de un activo meca-
los aspectos divergentes, controversias o innovaciones radica- nismo de defensa de «represión» que las excluía de la con-
les. Los planteamientos freudianos sobre el análisis de los ciencia. Al cabo de poco tiempo Freud abandonó sus inten-
sueños, los mecanismos de defensa y la transferencia se han tos iniciales de recuperar el material reprimido a través de la
convertido en aspectos fundamentales de buena parte de los hipnosis y sustituyó esta técnica por la «asociación libre», un
procedimientos contemporáneos. elemento esencial de la técnica psicoanalítica hasta la fecha
Las ideas freudianas acerca del desarrollo de la personali- actual. Freud instruyó a sus pacientes a dejar a un lado en
dad y la psicopatología, el método de investigación psicoana- todo lo posible todas las «agendas preparadas» e intentar ex-
lítico, así como la aproximación analítica al tratamiento, cam- presar todo lo que se les pasara por la cabeza, mientras pro-
biaron gradualmente a lo largo de su vida tan creativa. Más curaban ejercer la mínima censura sobre dicho material. Ofre-
aún, la teoría de la estructura de la mente, que creyó debía ció una atmósfera estable y sin juicios de valor para llevar a
subyacer a los acontecimientos que observaba en la clínica, cabo dicha tarea, invitándoles a reclinarse en un diván mien-
cambió en sus aspectos importantes, de manera que apenas tras él se sentaba detrás del mismo. Las sesiones duraban 1 h,
395
396 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

y se efectuaban una media de cinco a seis veces por semana. principio de realidad se relajaba y por tanto podían emerger
En lo esencial se han producido muy pocos cambios de este derivados del inconsciente dinámico. La asociación libre se
formato, con la excepción de que las sesiones se han acorta- nutre en realidad del preconsciente y del conjunto de opera-
do, son de 45 o 50 min y la frecuencia oscila entre tres y cin- ciones defensivas e inconscientes que se oponen a la salida
co veces por semana. El método de asociación libre permitía del material desde el inconsciente dinámico.
la progresiva recuperación de recuerdos reprimidos y relacio- Este modelo de la mente como un «lugar» con regiones
nados con acontecimientos traumáticos del paciente. Origi- inconscientes, preconscientes y conscientes constituía la «teo-
nalmente Freud pensó que el hacer al paciente consciente de ría topográfica» de Freud (1), que finalmente sustituyó por la
dichos recuerdos permitiría su abreacción y elaboración, lo «teoría estructural», que hacía referencia a la existencia de tres
que permitiría así la resolución de los síntomas asociados. estructuras psíquicas interactivas: yo, superyó y ello (5). Esta
La práctica de este método propició descubrimientos im- teoría estructural tripartita sigue siendo el modelo mental que
portantes por parte de Freud. En primer lugar le permitió con- domina el pensamiento psicoanalítico. El determinante prin-
ceptualizar los mecanismos inconscientes de defensa, que ac- cipal del cambio del modelo topográfico al estructural fue el
túan dificultando el restablecimiento de los recuerdos a través reconocimiento por parte de Freud de que las «regiones» del
de la asociación libre durante la sesión terapéutica. Describió inconsciente, preconsciente y conciencia eran permeables y
los siguientes mecanismos: represión, negación, aislamiento, los mecanismos de defensa dirigidos contra la emergencia a la
proyección, introspección, transformación en el contrario, ra- conciencia de los contenidos del inconsciente dinámico tam-
cionalización, intelectualización y en especial la formación re- bién eran inconscientes. Otro determinante importante fue el
activa. Este último mecanismo involucra patrones manifiestos descubrimiento de Freud (6) del superyó, un sistema especia-
y crónicos de pensamiento y comportamiento que sirven para lizado e inconsciente de moralidad infantil. A continuación
disfrazar y rechazar tendencias opuestas asociadas con los se hará un resumen de las características de estas estructuras,
acontecimientos traumáticos inconscientes y los conflictos in- análisis que nos llevará directamente a las formulaciones psi-
trapsíquicos que originan. El descubrimiento de la formación coanalíticas contemporáneas.
reactiva condujo a Freud a estudiar desde el punto de vista psi-
coanalítico el normal desarrollo del carácter así como su pa-
tología y todavía constituye un aspecto importante para el en- Teoría estructural, teoría dual de los instintos
tendimiento de la teoría psicoanalítica contemporánea, así y complejo de Edipo
como del tratamiento de los trastornos de la personalidad (en
la práctica, la patología del carácter y los trastornos de la per-
Ello: sexualidad infantil y complejo de Edipo
sonalidad se consideran conceptos sinónimos).
Una línea afín del desarrollo de las teorías freudianas fue El ello es una estructura mental que contiene las repre-
el descubrimiento de las características diferenciales entre el sentaciones mentales de los «instintos», es decir motivaciones
pensamiento consciente e inconsciente. Freud diferenció el pen- intrapsíquicas fundamentales que Freud (7) describió en su
samiento consciente, el «proceso secundario», dedicado a la «teoría dual de los instintos» de la libido y la agresividad, o
«catexia atencional» y dominado por la percepción sensorial metafóricamente, el instinto sexual o de la vida y de destruc-
y la lógica cotidiana en relación con el ambiente psicosocial ción o muerte, que se comentarán más adelante. Detrás de
en cuestión, del llamado «proceso primario» del «inconscien- esta formulación categórica se esconde un conjunto comple-
te dinámico». Dicha parte de la mente inconsciente que des- jo de descubrimientos relacionados con las experiencias in-
cribió como «dinámica», ejercería presión o influencia cons- conscientes del paciente que Freud encontró al aplicar el mé-
tante sobre los procesos conscientes, luchando en contra de todo psicoanalítico en el tratamiento de síntomas neuróticos
una barrera activa constituida por varios mecanismos de de- y caracterológicos. Al explorar los procesos mentales incons-
fensa, en particular la represión. El inconsciente dinámico cientes descubrió que lo que a primera vista parecían expe-
que Freud propuso presentaría una movilidad general de las riencias traumáticas específicas reflejaban un conjunto de ex-
inversiones afectivas y se regiría por el «principio del placer» periencias intrapsíquicas de naturaleza sexual y agresiva sor-
en contraposición al «principio de la realidad» que moviliza- prendentemente constantes y repetitivas.
ba la conciencia. El pensamiento del «proceso primario» del Freud (4) estaba especialmente impresionado por la regu-
inconsciente dinámico se caracterizaría por la ausencia del prin- laridad con la que sus pacientes hablaban de recuerdos de in-
cipio de contradicción y del pensamiento lógico cotidiano, fancia que reflejaban por un lado experiencias traumáticas se-
así como la ausencia de negación y del sentido del tiempo y xuales y de seducción, y por otro deseos sexuales intensos
espacio ordinarios, además del tratamiento de una parte asociados a sentimientos de culpa. Descubrió una continui-
como si fuese equivalente al todo, y una tendencia general a dad entre los primeros deseos de dependencia y cuidados (la
la condensación de los pensamientos y el desplazamiento de psicología del bebé en el pecho de la madre, tal y como él la
las inversiones afectivas de un contenido mental a otro. entendió), durante lo que denominó «fase oral» del desarro-
Finalmente, Freud propuso el «preconsciente», un espacio llo; el placer en el ejercicio del control y la lucha por la au-
intermedio entre el inconsciente dinámico y la conciencia. tonomía durante la siguiente «fase anal» del desarrollo (la psi-
Representaba un almacén de recuerdos recuperables y de co- cología del «aprender a ir al baño», y en particular el deseo se-
nocimientos, así como de inversiones afectivas en general, y xual hacia el progenitor del sexo opuesto y la rivalidad ambi-
constituía el lugar de las ensoñaciones diurnas en las que el valente con el progenitor del mismo sexo por el amor exclu-
3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 397

sivo del otro progenitor. Describió este último estado como decir el sistema motivacional biológico fundamental. Los ins-
característico de la «etapa genital infantil» (desde el tercer o tintos son sistemas motivacionales constantes, muy indivi-
cuarto año hasta el sexto año de vida), y denominó su ca- dualizados y formados según las influencias del desarrollo.
racterística constelación de deseos y conflictos complejo de Bajo la influencia de los instintos y guiado por el proceso pri-
Edipo positivo, que diferenció del complejo de Edipo nega- mario el ello ejerce una presión constante encaminada hacia
tivo, es decir, el enamoramiento del progenitor del mismo la gratificación que actúa de acuerdo con el principio del pla-
sexo, y la correspondiente rivalidad ambivalente con el pro- cer. Inicialmente Freud equiparó los instintos con los afectos
genitor del sexo opuesto. Freud propuso que los deseos edí- primitivos. Tras descartar otros modelos de motivación in-
picos llegaban a dominar la jerarquía infantil de deseos ora- consciente, llegó finalmente a la teoría dual de los impulsos
les y anales, convirtiéndose en el dominio inconsciente bási- instintivos, de la libido y la agresividad.
co del deseo. Describió la libido o impulso instintivo sexual con su ori-
La represión de los deseos infantiles fuera de la concien- gen en la naturaleza erotogénica de las principales zonas cor-
cia estaba motivada por intensos miedos: a) el miedo a la pér- porales oral, anal y genital; su «impulso» como la expresión
dida del objeto y posteriormente a la pérdida del amor del cuantitativa de la intensidad del instinto por la intensidad de
objeto es el miedo básico predominante en la fase oral, diri- los afectos correspondientes; su «deseo» reflejado en el acto
gido contra los deseos por la libido de posesión del pecho; particular de la gratificación del instinto; y su «objeto», que
b) el miedo a la aniquilación o control destructivo del yo o consiste en los desplazamientos a partir de los objetos paren-
del objeto, era el miedo más importante en la fase anal, diri- tales de deseo.
gido contra los deseos por la libido de expulsión y retención La introducción de la idea de un instinto agresivo o ins-
anal, y c) el miedo a la castración, «ansiedad de castración», tinto de muerte llegó algo más tarde en los escritos freudia-
dominante en la fase edípica del desarrollo, dirigido contra el nos (7, 8), y fue el resultado de sus observaciones sobre los
deseo por la libido del objeto edípico. El sentimiento de cul- profundos deseos autodestructivos que se manifiestan parti-
pa inconsciente es el miedo dominante en etapas posteriores, cularmente en la psicopatología de la depresión mayor y el
originado en el superyó y generalmente dirigido contra la gra- suicidio, así como de la «compulsión de repetición» de los
tificación del instinto (v. posteriormente el superyó). La cul- comportamientos guiados por los instintos, que con frecuen-
pa inconsciente por los impulsos sexuales, que se equipara in- cia parecen ir en contra del principio del placer que supues-
conscientemente con los deseos edípicos, constituye el origen tamente gobernaría los instintos inconscientes. Freud nunca
fundamental de diversos tipos de patología, como por ejem- detalló las características del instinto agresivo o sus orígenes.
plo la inhibición sexual y la patología caracterial asociada. Este asunto fue retomado más tarde por Melanie Klein (9),
Las experiencias intrapsíquicas infantiles relacionadas con Fairbairn (10), Winnicott (11), Edith Jacobson (12) y Marga-
el complejo de Edipo son fantasías y percepciones sobre la in- ret Mahler y cols. (13). Freud describe los instintos como ele-
timidad sexual de los padres («la escena principal»), así como mentos intermedios entre el cuerpo y la mente. Tal y como
fantasías inconscientes derivadas de las experiencias con los sugirió Freud (14), lo único que conocemos de ellos son «re-
cuidadores primarios («seducción principal»). En estas fases presentaciones y afectos».
del desarrollo infantil de los deseos y miedos motivacionales
instintivos, los esfuerzos relacionados con la libido se acom-
Estructura y funciones del yo
pañan de deseos muy agresivos, como los impulsos caníbales
de dependencia física del pecho y dependencia psicológica de Mientras el ello es la ubicación para los instintos incons-
la madre durante la fase oral, las fantasías sádicas asociadas cientes y funciona de acuerdo con el «proceso primario» del
con la fase anal, y deseos y fantasías parricidas en la fase edí- inconsciente dinámico, el yo según propuso Freud (5), es la
pica del desarrollo. ubicación de la conciencia así como de los mecanismos de
Esencialmente, Freud describió que la fase oral se solapa defensa inconscientes, que en la terapia psicoanalítica apare-
con el estadio infantil de lactancia materna, la fase anal con cen como «resistencias» a la asociación libre. El yo funciona
el esfuerzo para controlar esfínteres y el estadio edípico se de acuerdo con los principios de la lógica y la realidad del
desarrolla gradualmente a partir del segundo y hasta el cuar- «proceso secundario», y establece las relaciones entre la reali-
to año de vida, terminando en el cuarto y quinto año de vida. dad interna y externa. Está guiado por el principio de la rea-
Esta última fase se prosigue entonces con procesos represivos lidad, ejerce control sobre la percepción y motilidad, trabaja
más generales bajo la influencia de la instauración del super- con el material preconsciente, controla las «catexis atenciona-
yó que da lugar a la «fase de latencia» que se corresponde en les» y permite retrasos motores, así como la selección de la
términos generales con la etapa escolar y finalmente con una imaginería y percepción. El yo es también donde se localizan
reactivación transitoria de todos los conflictos infantiles in- los afectos básicos, particularmente de ansiedad como señal
conscientes bajo la influencia de los temas edípicos durante de alarma ante el peligro de la aparición de impulsos incons-
la pubertad y adolescencia precoz. cientes reprimidos. Esta señal de aviso puede producir un es-
tado desorganizado de angustia cuando el yo queda inunda-
do de percepciones externas que activan deseos y conflictos
Ello: instintos
inconscientes, o a través de experiencias traumáticas y abru-
Los impulsos representan para el comportamiento huma- madoras que activan estos conflictos inconscientes que so-
no lo que los instintos representan para el reino animal, es brecargan a un yo particularmente sensibilizado.
398 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

Freud había considerado el yo como lugar donde se lo- trapsíquicos inconscientes. La descripción de la «formación
calizaban los afectos, que previamente había descrito como reactiva», como una de las defensas del yo, permitió a Freud
fenómenos de descarga reflejo de los instintos (junto a sus re- describir los caracteres «oral», «anal» y «genital», particular-
presentaciones mentales). Este hecho producía una disocia- mente en la descripción de la personalidad obsesivo-compul-
ción entre los afectos y los instintos, en contraposición con siva como manifestación típica de las formaciones reactivas
las primeras formulaciones freudianas en las que éstos se en contra de los derivados de los instintos anales. La poste-
equipararon. Como veremos, la importancia de los afectos rior descripción de Abraham (18) atribuía la personalidad his-
en la realidad psíquica y sus interacciones ha adquirido nue- térica a formaciones reactivas múltiples contra el complejo de
vo protagonismo en el pensamiento psicoanalítico contem- castración femenino. Con el tiempo las investigaciones psi-
poráneo. coanalíticas permitieron describir un amplio espectro de
Freud equiparó originalmente el «yo», es decir el self cate- constelaciones caracteriales patológicas, que actualmente for-
górico de los filósofos, con la conciencia. Más tarde, una vez man parte del espectro de los trastornos de personalidad.
establecida la teoría del yo como una organización, las fun- Quizás la contribución psicoanalítica más importante a la
ciones conscientes e inconscientes, algunas veces se refería al patología del carácter y trastornos de personalidad es la des-
yo como si fuera una organización impersonal de funciones cripción clínica del trastorno narcisista de personalidad. Si
y otras como la vivencia subjetiva de uno mismo. De esta bien Freud proporcionó los elementos básicos que al final
ambigüedad surgió el concepto contemporáneo del self den- llevaron a la descripción, entendimiento y tratamiento psico-
tro de la psicología moderna del yo, así como en las teorías analítico; no fue él quien concretó los conceptos de narcisis-
británicas y norteamericanas de las relaciones objetales y las mo normal y patológico. Freud (19) conceptualizó el narci-
contribuciones del psicoanálisis cultural (15). Kohut, creador sismo como la ubicación de la libido en el yo o self, en vez
de la psicología del yo dentro del psicoanálisis contemporá- de en los otros significativos («objetos»). Proponiendo la po-
neo, propuso una teoría del self alternativa (16). sibilidad de una retirada de la inversión de la libido de los
Hoy día se considera que un concepto de self integrado, otros junto a una excesiva inversión de ésta en el yo como la
como lugar donde se localiza la subjetividad, constituye una característica principal de la patología narcisista, apuntó hacia
estructura esencial del yo. El concepto de «identidad del yo» un amplio espectro de psicopatología y propició de este
se refiere a la integración del concepto del self. Debido a los modo contribuciones importantes, como la de Abraham (20),
procesos de desarrollo durante la infancia, que hoy en día son y posteriormente de Melanie Klein (21), Herbert Rosenfeld
mejor comprendidos, la concepción de un self integrado sue- (22), Grunberger (23), Kohut (16), Jacobson (12) y Kernberg
le asociarse con la capacidad de generar una concepción in- (24). Así, la descripción de la personalidad narcisista quedó
tegrada de los otros (significativos). Se ha descrito la existen- cristalizada como trastorno derivado de la integración pato-
cia de una tendencia inconsciente hacia la disociación primi- lógica de un yo grandioso, a modo de defensa contra con-
tiva o «escisión» del concepto del yo de los conceptos de los flictos agresivos insoportables y sobre todo relacionados con
objetos significativos que se opone a dicha integración a la la envidia primitiva.
que volveremos a hacer referencia más adelante. Freud (17) ya
describió, en una de sus últimas contribuciones, un proceso
Superyó en la normalidad y la patología
de escisión del yo como forma de proceder ante conflictos in-
trapsíquicos intolerables, y abrió así el camino para la consi- En su análisis sobre los conflictos intrapsíquicos entre los
deración de los procesos de «escisión» del yo como una de- instintos y las defensas, Freud observó frecuentes sentimien-
fensa patológica contra los conflictos intrapsiquícos intole- tos de culpa en sus pacientes, que reflejaban una moralidad
rantes (que actuaría de forma alternativa a la represión de di- infantil inconsciente y extremadamente estricta a la que de-
cho conflicto). nominó superyó. Esta moralidad inconsciente podría propi-
Desde una perspectiva psicoanalítica puede decirse que el ciar autorreproches y autoataques graves en el paciente y so-
carácter comprende los aspectos comportamentales de la bre todo reacciones depresivas anormales, que consideró una
identidad del yo (concepto de uno mismo del self) y las rela- expresión de los ataques del superyó en el yo. En concreto
ciones internas con los otros (significativos) (el mundo inte- durante el estudio del duelo normal y patológico, fue cuando
riorizado de las «relaciones objetales»). El sentido de una Freud (6) llegó a la conclusión de que el duelo excesivo y la
identidad personal y el del mundo interno de relaciones ob- depresión podrían ser un reflejo de la interiorización incons-
jetales refleja el lado subjetivo del carácter. La psicología del ciente de un objeto perdido amado y odiado de forma ambi-
yo (una de las escuelas psicoanalíticas contemporáneas domi- valente. Al identificarse de forma inconsciente el self con di-
nantes) desarrolló más que otras el análisis de las operaciones cho objeto introyectado en el yo, el individuo atacaría en-
defensivas del yo y la formación del carácter patológico, or- tonces a su propio self en sustitución del odio inconsciente
ganización defensiva estable que debía explorarse y resolverse previo hacia el objeto y la interiorización de aspectos de di-
en el tratamiento psicoanalítico. En este proceso, la psicolo- cho objeto en el superyó refuerza la rigidez de la moralidad
gía del yo contribuyó de forma relevante al tratamiento psi- inconsciente infantil preexistente.
coanalítico de los trastornos de personalidad. Freud atribuye el origen del superyó a la superación del
Los trastornos de personalidad reflejan constelaciones tí- complejo de Edipo a través de la identificación inconsciente
picas de rasgos de carácter patológico, derivados de procesos con el progenitor del mismo sexo. La moralidad infantil in-
anormales de desarrollo bajo la influencia de conflictos in- consciente cristalizaría como resultado de la interiorización de
3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 399

la prohibición parental edípica de rivalizar con él o ella y de ■ Tratamiento psicoanalítico


los deseos de muerte inconscientes generalmente asociados a
esta rivalidad contra los deseos incestuosos del sexo opuesto. Teoría psicoanalítica de la psicopatología
Basándose en la prohibición de incesto y el parricidio y en
una demanda de sumisión e identificación con el rival edípi- La teoría psicoanalítica de la psicopatología propone que
co, el superyó se convierte por tanto en el guardián del de- las manifestaciones clínicas de las neurosis sintomáticas, la pa-
sarrollo de la capacidad de identificación con valores éticos y tología del carácter, las perversiones, inhibiciones sexuales y de-
morales en general. En términos sencillos, el niño renuncia a terminados tipos de patología psicosomática y psicótica, refle-
la madre por el amor y el miedo que le produce un padre, asu- jan la existencia de conflictos intrapsíquicos inconscientes en-
me las fantasías de prohibición paterna de su sexualidad en el tre los derivados de los instintos que se rigen por el principio
superyó, a modo de prohibición fundamental, y establece una del placer, las operaciones defensivas que siguen el principio
identificación con su padre que consolida la estructura de su de realidad y las motivaciones inconscientes del superyó. Los
carácter. El niño representa la fantasía inconsciente de que a conflictos inconscientes entre los impulsos y las defensas se ex-
través de la identificación con su padre se pondrá gradual- presan en forma de conflictos estructurados entre los elemen-
mente en su rol y podrá satisfacer su deseo sexual en un futu- tos de la estructura tripartita: hay defensas del yo que actúan
ro más distante a través de la elección de otra mujer, que de contra los impulsos del ello, el superyó produce las inhibicio-
forma inconsciente o simbólica representará a la madre. El su- nes y restricciones sobre el yo, y a veces la expresión repetiti-
peryó introduce por tanto una nueva perspectiva temporal en va y disociada de los impulsos del ello («compulsión de repe-
el funcionamiento del aparato mental. tición») constituye una defensa efectiva del ello contra las pre-
Freud también describió la interiorización de la represen- siones del superyó. La resolución de los conflictos inconscien-
tación idealizada de ambos padres en el superyó, en la forma tes implica el análisis de todos estos conflictos intersistémicos.
de «yo ideal». Sugirió que las fuentes más tempranas de auto- Estos conflictos se expresan clínicamente a través de tres
estima proceden del amor materno, que el niño fija gradual- tipos de fenómenos:
mente en el yo ideal mediante la interiorización de represen-
taciones del amor materno, lo que también implica la inte- 1. Inhibición de las funciones normales del yo relacionadas
riorización de las demandas parentales. En otras palabras, la con la sexualidad, la intimidad, las relaciones sociales y la
autoestima se mantiene a través del cumplimiento de las ex- activación afectiva.
pectativas interiorizadas de los objetos parentales idealizados 2. Formaciones de compromiso entre los impulsos reprimi-
y el acatamiento de las prohibiciones. Este planteamiento dos y las defensas dirigidas contra ellos.
acerca de la regulación de la autoestima da lugar al concepto 3. Expresión disociada del impulso y la defensa.
clínico de narcisismo, como regulación normal o patológica
de dicha autoestima, en contraposición con su concepción te- La última categoría implica una supremacía de los meca-
órica en la que el narcisismo se considera una inversión por nismos de escisión citados previamente. Éstos han adquirido
la libido del self. una importancia fundamental en el entendimiento de la pa-
El superyó es, en resumen, una estructura mental consti- tología grave del carácter, como se refleja en el pensamiento
tuida por demandas y prohibiciones interiorizadas de los ob- psicoanalítico contemporáneo.
jetos parentales durante la infancia, «el heredero del comple-
jo de Edipo». Esta estructura inconsciente es de gran impor-
tancia para determinar las «fijaciones» inconscientes de las Formulación estructural del método psicoanalítico
prohibiciones infantiles en contra de los derivados de los ins-
tintos, así como la correspondiente motivación inconsciente El tratamiento psicoanalítico consiste básicamente en una
para la activación de un amplio espectro de defensas del yo terapia que facilita la reactivación de los conflictos patológi-
en contra de ellos, que impide al yo la reevaluación y reinte- cos inconscientes, a través del análisis sistemático de las ope-
gración de los conflictos patológicos de la infancia no resuel- raciones defensivas dirigidas contra los mismos. Esto da lugar
tos. En las personas sanas, este sentido interno de moralidad a la progresiva emergencia de los impulsos reprimidos, lo que
inconsciente es la base de los sistemas éticos y morales. Un ri- posibilita su elaboración en relación con el analista y su even-
gor excesivo del superyó, generalmente resultado de una acti- tual integración adaptativa en el yo adulto. Freud (25) había
tud excesivamente estricta de los padres, genera mecanismos descrito el concepto de «sublimación» como transformación
represivos excesivos, inhibiciones del yo, un comportamiento adaptativa de los instintos inconscientes. Los derivados de los
moralista irracional o una activación patológica de sintoma- instintos, que asumen una forma consciente tolerable, pue-
tología depresiva con pérdida de autoestima. den obtener gratificación de un modo simbólico mientras su
Una vez resumidas las bases de la teoría psicoanalítica de origen permanece inconsciente. El resultado de este proceso
la motivación (instintos), desarrollo (estadios del desarrollo es una formación adaptativa y no defensiva (de compromiso)
desde la fase oral hasta la superación del complejo de Edipo), entre el impulso y la defensa. En el análisis la integración gra-
estructura (modelo tripartito), así como sus implicaciones psi- dual de los deseos inconscientes del pasado en el yo cons-
copatológicas, pasaremos a describir de forma más específica ciente del paciente, así como la comprensión de los amena-
la teoría psicopatológica psicoanalítica contemporánea y el zas y peligros imaginarios relacionados, facilita su elaboración
tratamiento psicoanalítico. gradual y expresión sublimada en la consulta y la vida diaria.
400 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

Formulación de la teoría de las relaciones Merton Gill (26), en una definición clásica que actual-
objetales del tratamiento psicoanalítico mente sigue siendo relevante, propuso la definición del psi-
coanálisis como tratamiento que facilita el desarrollo de una
La teoría de las actuales relaciones objetales ha modifica- «neurosis regresiva de trasferencia», así como su resolución a
do la formulación inicial basada en la teoría estructural (reso- través de tan sólo la interpretación llevada a cabo por el ana-
lución de conflictos inconscientes entre los impulsos y las de- lista desde una posición de neutralidad técnica.
fensas), en el sentido que todos los conflictos inconscientes se La «regresión» hace referencia al retorno del paciente ha-
encuadran en relaciones objetales interiorizadas inconscien- cia experiencias (regresión temporal) y modos de funciona-
tes. Dichas relaciones determinan tanto la naturaleza de las miento (regresión estructural y formal) más primarios bajo los
operaciones defensivas como los impulsos hacia los que se di- efectos del análisis de las resistencias. Es una expresión de la
rigen. Asismimo constituyen los «ladrillos» de la estructura reactivación en la trasferencia de los conflictos inconscientes
tripartita del yo, el ello y el superyó. La teoría de las relacio- del pasado del paciente. En esencia, el paciente activa o re-
nes objetales propone que el análisis gradual de los conflictos presenta en la transferencia relaciones objetales más tempra-
intersistémicos entre los impulsos y las defensas (estructura- nas. Los estadios pasados del desarrollo en que ocurrieron ex-
dos como conflictos entre el yo, el superyó y el ello) des- periencias traumáticas particulares actúan como puntos de
compone la estructura tripartita en las relaciones objetales in- encuentro («fijaciones») que promueven una regresión en esa
teriorizadas conflictivas que los constituyen. Estas relaciones dirección. El concepto de neurosis de transferencia regresiva
objetales se reactivan en la situación terapéutica en forma de hace referencia a la gradual incorporación en la relación con
relación inconsciente entre el self y los otros, lo que se repite el analista de las experiencias patogénicas más importantes
en la relación entre el paciente y el analista, es decir en la del pasado y los conflictos inconscientes. El concepto de neu-
«transferencia». rosis de transferencia regresiva ha sido ampliamente abando-
La transferencia es la repetición inconsciente en el «aquí nado en la práctica actual porque la transferencia regresiva,
y ahora» de las relaciones patológicas inconscientes del pasa- sobre todo en pacientes con patología caracterial grave, ocu-
do. La transferencia refleja la reactivación de los conflictos rre tan pronto y de forma tan consistente que la idea del de-
del pasado, no en forma de recuerdo sino de repetición. Esta sarrollo gradual de dicha neurosis deja de ser de utilidad.
repetición proporciona información esencial acerca del pasa- La propuesta de Merton Gill de que la resolución de la
do y al mismo tiempo constituye una defensa en el sentido transferencia se lleve a cabo «únicamente a través de la inter-
que el paciente repite en lugar de rememorar. Por tanto la pretación», hace referencia a la «interpretación» como parte de
transferencia tiene características informativas importantes, un grupo de intervenciones de psicoanalistas que comienzan
que deben facilitarse en su desarrollo, y características defen- con la «clarificación» de las experiencias subjetivas que el pa-
sivas que deben resolverse durante el tratamiento, una vez ciente ha comunicado a través de la asociación libre, se amplía
clarificada su naturaleza. El análisis de la transferencia es el con la «confrontación» cuidadosa de aspectos del patrón de
ingrediente fundamental del tratamiento psicoanalítico. comportamiento del paciente, expresados de forma disociada
o separada de su estado de conciencia subjetivo y que facilitan
por lo tanto la manifestación completa de la vida intrapsíqui-
ca del paciente en el entorno terapéutico, y finalmente evolu-
Proceso terapéutico en el psicoanálisis ciona hacia la interpretación per se. La interpretación per se im-
plica la formulación de hipótesis en relación a los significados
El tratamiento psicoanalítico consiste en la creación de inconscientes en el «aquí y ahora» del material del paciente,
una atmósfera de seguridad en la que el paciente está dis- así como la relación de estos significados inconscientes con el
puesto a expresar cualquier idea que le venga a la cabeza. En «ahí y entonces» de las pasadas experiencias patogénicas in-
sesiones de 40-50 min, de tres a cinco veces por semana, el conscientes del paciente. El análisis de la transferencia es «sis-
paciente suele reclinarse en un diván mientras el analista, ha- temático», en el sentido que se interpretan todas las disposi-
bitualmente detrás del paciente, ayuda al paciente a darse ciones transferenciales que emergen de forma ideal en la se-
cuenta de sus actuaciones defensivas («resistencias») a través cuencia natural de su aparición en la situación analítica. La
de las interpretaciones. La interpretación sistemática de las re- frase de Gill «únicamente a través de la interpretación» impli-
sistencias permite gradualmente al paciente una soltura de ca que el psicoanalista se abstiene de medidas que no propor-
asociación libre cada vez mayor y le ayuda a darse cuenta de cionen ayuda al paciente para comprender completamente los
sus deseos, miedos inconscientes, fantasias y terrores, traumas conflictos inconscientes activados en el aquí y ahora. Por lo
y duelos no resueltos. Las activaciones defensivas general- tanto, proporcionar instrucciones para las decisiones de la vida
mente se clasifican en: defensas del yo (en la forma de los o intentar modificar el comportamiento o estado del paciente
mecanismos enumerados anteriormente), defensas del super- a través del elogio, la prohibición o la recompensa, no forma
yó en forma de sentimientos de culpa excesivos durante la te- parte del método psicoanalítico de tratamiento.
rapia, resistencias del ello en forma de compulsión de repeti- El concepto de «neutralidad técnica» hace referencia a la
ción, resistencias, el desarrollo de ganancia secundaria ante imparcialidad del analista hacia los impulsos y defensas, con
los síntomas como una fuerte resistencia y, de forma destaca- una objetividad preocupada que brinda una colaboración con
da, la transferencia como resistencia dominante y fuente de los esfuerzos del paciente para enfrentarse a sus conflictos in-
información. trapsíquicos.
3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 401

Esta definición sobre la naturaleza del tratamiento psico- te y a su transferencia, enormemente cambiante de un mo-
analítico debe complementarse con los actuales conceptos de mento a otro y que proporciona información importante para
«transferencia», «contratransferencia», «actuación o acting out» el análisis. La contratransferencia definida de este modo pue-
y « reelaboración». de considerarse parcialmente derivada de los problemas no
resueltos del analista, pero también del impacto de las reac-
ciones transferenciales dominantes del paciente, incluidos los
Modelo de la teoría de las relaciones objetales aspectos reales de su vida y en ocasiones de la del analista,
para la transferencia y la contratransferencia que se activan emocionalmente en el contexto del desarro-
llo transferencial. En general cuanto más intensa es la regre-
La moderna teoría de las relaciones objetales, que se es- sión transferencial, mayor es la influencia de la trasferencia
tudia más adelante y que se introduce con más detalle en re- sobre la contratransferencia. Por tanto ésta última puede ser
lación a las diversas escuelas en el capítulo 3.3.2, propone que una herramienta diagnóstica importante. La contratransfe-
cualquier conflicto relacionado con impulsos sexuales o agre- rencia incluye tanto las identificaciones empáticas del ana-
sivos se encuadra en una relación objetal interiorizada, es de- lista con la experiencia central y subjetiva del paciente («iden-
cir a una representación del self reprimida o disociada («auto- tificación concordante») como con la representación recípro-
rrepresentación») relacionada con una representación particu- ca y objetal o del self («identificación complementaria»), acti-
lar del otro, que es objeto significativo de deseo u odio («re- vada de forma inconsciente en el paciente como parte de una
presentación objetal»). Dichas unidades, la autorrepresenta- determinada unidad diádica y proyectada en el analista (27).
ción y la representación objetal así como el afecto sexual, de- En otras palabras, la contratransferencia del analista implica
pendiente o agresivo dominante, ligado a éstas constituyen una identificación con lo que el paciente no puede tolerar en
las «unidades diádicas» básicas cuya consolidación dará lugar sí mismo y debe disociar, proyectar o reprimir.
a la estructura tripartita. Las relaciones diádicas interiorizadas En este punto es importante referirnos a algunas de las ac-
dominadas por impulsos sexuales o agresivos constituirán el tuaciones defensivas primitivas descritas por Melanie Klein (9)
ello; las relaciones diádicas interiorizadas de naturaleza idea- y su escuela, en el contexto del análisis de la patología carac-
lizada o prohibitiva, el superyó, y aquellas relacionadas con el terial grave. Las actuaciones defensivas primitivas son caracte-
desarrollo del funcionamiento psicosocial y la experiencia rísticas de pacientes con trastornos de personalidad graves y en
preconsciente y consciente, así como con las organizaciones otros casos emergen durante períodos de regresión. Incluyen
defensivas inconscientes contra los impulsos inconscientes, la escisión, la identificación proyectiva, la negación, la omni-
constituirán el yo. Estas relaciones objetales interiorizadas se potencia, el control omnipotente, la idealización primitiva y la
activan en la transferencia distribuyendo los roles alternati- devaluación (desprecio). Todas estas defensas primitivas se re-
vamente, es decir que el paciente realiza una autorrepresenta- lacionan con la escisión, es decir que una disociación activa de
ción y proyecta la correspondiente representación objetal en un yo contradictorio (o self) se experimenta como una defen-
el analista, mientras que en otras ocasiones proyecta su pro- sa contra el conflicto intrapsíquico inconsciente. Representan
pia autorrepresentación en el analista y se identifica con la co- una regresión a la fase de desarrollo (los primeros 2 o 3 años
rrespondiente representación objetal. El derivado del impulso de vida) antes de que se establezcan la represión y sus meca-
o instinto se refleja a través de una disposición afectiva do- nismos relacionados.
minante, generalmente primitiva, asociada con una relación Las actuaciones defensivas primitivas tienen componentes
diádica particular. La operación defensiva asociada también comportamentales importantes que tienden a inducir com-
queda representada de forma inconsciente a través de la co- portamientos o reacciones emocionales en el analista que éste
rrespondiente relación diádica entre la autorrepresentación y debe contener para poder diagnosticar en él aspectos proyec-
una representación objetal bajo la influencia de un estado tados de la experiencia del paciente. «La identificación pro-
afectivo determinado. yectiva» es concretamente un proceso en el que:
Por ejemplo, el conflicto entre una agresividad incons-
ciente y unos sentimientos inconscientes de culpa, ubicados 1. El paciente proyecta inconscientemente aspectos intole-
en el ello y el superyó respectivamente, daría lugar a las ma- rables de su propia experiencia sobre (o «en» ) el analista.
nifestaciones clínicas de una representación objetal provoca- 2. El analista representa inconscientemente la correspon-
dora de culpa y asociada a un self culpable (la defensa del su- diente experiencia («identificación complementaria»).
peryó) y una representación del self rabioso intentando atacar 3. El paciente intenta controlar al analista, quien está ahora
la representación objetal de amenaza o frustración. El de- bajo los efectos de este comportamiento proyectado.
sarrollo de la transferencia consiste por lo tanto en una se- 4. El paciente mientras tanto mantiene conexión empática
cuencia de activación de dichas relaciones objetales, interiori- con lo proyectado.
zadas determinadas de forma impulsiva y defensiva, así como
su clarificación sistemática, confrontación e interpretación Este escenario contrasta con el mecanismo mucho más ma-
por parte del analista. duro de la «proyección», secundaria a la represión, donde deja
El concepto de contratransferencia, originariamente idea- de haber contacto emocional consciente con lo proyectado.
do por Freud como disposiciones transferenciales del analis- Esta identificación complementaria en la contratransferencia
tas reactivadas y no resueltas, se define actualmente como la permite al analista identificarse a través de su propia experiencia
disposición afectiva global del analista en respuesta al pacien- con aspectos de la experiencia del paciente comunicados a tra-
402 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

vés de la identificación proyectiva. Esta información comple- portamiento, al igual que suele ocurrir en la experiencia de la
menta lo que el analista ha descubierto sobre el paciente a tra- transferencia-contratransferencia.
vés de la clarificación y la confrontación, y le permite integrar La compulsión de repetición como resistencia del ello es
toda esta información como un «hecho selecto» que constituye probablemente una forma de actuación como defensa contra
el objeto de la interpretación. La interpretación es, por lo tanto, un contenido emocional de un conjunto de experiencias ex-
una técnica compleja y estrechamente relacionada con el análi- tremadamente dolorosas o traumáticas. La reelaboración
sis sistemático de la transferencia y la contratransferencia. hace referencia a la elaboración repetida de un conflicto in-
consciente en la situación analítica. El analista tiene que estar
atento a las variaciones sutiles de los significados y a las im-
Tendencias contemporáneas plicaciones de lo que superficialmente puede parecer una re-
del método psicoanalítico petición permanente del mismo conflicto en la transferencia.
La elaboración por parte del paciente del conflicto que apa-
Podría decirse que la técnica psicoanalítica contemporánea rece con estas características repetitivas también implica la
ha evolucionado desde una «psicología unipersonal» a una función de «sostén» inicialmente descrita por Winnicott (11).
«psicología bipersonal», y posteriormente a un modelo «tri- Ésta consiste en la capacidad del analista de aguantar el ata-
personal». El concepto de «psicología unipersonal» hace refe- que de las transferencias primitivas sin represalias, sin aban-
rencia al análisis freudiano original de los conflictos intrapsí- donar al paciente o sin una rendición autodesvalorizante, y
quicos inconscientes del paciente a través del análisis de las ac- manteniendo la relación terapéutica (o «alianza terapéutica»)
tuaciones defensivas que se oponían a la asociación libre. En que se dirige a la parte sana del paciente, incluso cuando éste
la «psicología bipersonal» se destaca la importancia nuclear del se halla bajo el control de sus comportamientos más conflic-
análisis de la transferencia y contratransferencia. En opinión tivos. El concepto «contener» de Bion (28) es complementario
de las escuelas psicoanalíticas contemporáneas intersubjetiva e con el de «sostén», en el sentido de que «sostén» se refiere
interpersonal y la psicología del yo, la relación entre la trans- principalmente a la disposición afectiva del analista y «conte-
ferencia y la contratransferencia es mutua, en el sentido que la ner» a su capacidad cognitiva para mantener una objetividad
transferencia es por lo menos en parte una reacción ante cier- comprometida y centrarse en el «hecho seleccionado» que al
tos aspectos de la realidad del analista, que por lo tanto debe analista permite integrar lo que el paciente sólo puede expre-
ser especialmente precavido con su contribución en la activa- sar a través de patrones de comportamiento dispersos.
ción de la transferencia. La llamada posición «constructivista» El análisis de los sueños desarrollado en el contexto de
en relación al análisis de la transferencia asume que es impo- la técnica de asociación libre, constituyó desde el punto de
sible para el analista llegar a una posición totalmente objetiva vista freudiano (29), un «camino real hacia el inconsciente».
fuera de la relación transferencia-contratransferencia. El descubrimiento freudiano de los procesos primarios del
Por el contrario, la posición «objetivista» contemporánea, pensamiento procedía de su método de análisis de los sueños.
representada por el modelo de la «psicología tripersonal» de Hoy en día el pensamiento psicoanalítico ha evolucionado y
la escuela kleiniana, la corriente psicoanalítica francesa, así considera que existen numerosos «caminos reales» hacia el in-
como importantes segmentos de la psicología del yo, propo- consciente. El análisis de las defensas del carácter, por ejem-
nen que el analista debe dividirse en una parte influenciada plo, o de las complicaciones particulares de la transferencia,
por el desarrollo de la transferencia y contratransferencia, y puede ser un camino igual de importante para introducirse en
en otra que debe mantenerse fuera de este proceso a través de la mente inconsciente del paciente.
la autorreflexión, a modo de una «tercera parte excluida» que La técnica del análisis de los sueños consiste concreta-
simbólicamente proporciona una triangulación temprana a la mente en pedir al paciente que asocie libremente los «conte-
regresión diádica que domina los desarrollos transferenciales. nidos manifiestos» del sueño para llegar a su contenido «la-
Esta triangulación tiene especial importancia durante el pro- tente»; los mecanismos de defensa inconscientes que defien-
ceso terapéutico y sobre todo en lo relacionado con el trata- den y distorsionan el deseo inconsciente constituyen el «tra-
miento de los trastornos graves de la personalidad. bajo de los sueños» y transforman el contenido latente en el
La «representación» de las relaciones objetales patológicas sueño manifiesto. El contenido latente se revela con la ayuda
del pasado, interiorizadas en forma de desarrollos transferen- del análisis simultáneo del modo en que el sueño es transmi-
ciales y contratranferenciales, debe diferenciarse de las exoac- tido al analista, los «residuos del día» que pudieron poner en
tuaciones (acting out), o sustitución de la autoconciencia por marcha el sueño, los conflictos inconscientes revelados en él
una acción a menudo drástica y a veces violenta. Es caracte- y las disposiciones transferenciales dominantes en cuyo con-
rístico de los pacientes con patología caracterial grave y bajo texto se produjo el sueño. El sueño también proporciona al-
la influencia de la regresión puede ocurrir tanto en el pacien- gunos significados simbólicos y residuales que pueden facili-
te como en el analista. Las exoactuaciones pueden ocurrir tar el total entendimiento del contenido latente.
tanto dentro como fuera de las sesiones. Teniendo en cuenta El análisis del carácter puede ser el elemento aislado más
que reflejan una operación defensiva intensa y una resisten- importante del método psicoanalítico para propiciar el cam-
cia, también ofrecen la oportunidad de explorar un conflicto bio caracterológico. El análisis caracterial se facilita a través de
primitivo si se manejan con interpretaciones consistentes en la utilización por parte del paciente de las formaciones reac-
toda la profundidad que sea posible. La exoactuación tam- tivas, es decir los rasgos caracteriales motivados por las de-
bién puede considerarse una manifestación extrema del com- fensas, como las resistencias transferenciales. Por lo tanto, la
3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 403

activación de los comportamientos defensivos en la transfe- un amplio grupo de pacientes con psicopatología grave, que
rencia, reflejo de los patrones caracterológicos del paciente en por diversos motivos no pueden beneficiarse de tratamiento
todas las interacciones interpersonales, facilita tanto el análi- psicoanalítico puro, es el desarrollo de la psicoterapia psico-
sis de los conflictos inconscientes subyacentes, como la reso- analítica, también llamada psicoterapia expresiva o explorato-
lución de los patrones caracteriales patológicos durante el ria, y la psicoterapia de apoyo basada en los principios psico-
proceso. Como resultado de este proceso se incrementa la au- analíticos.
tonomía, la flexibilidad y la capacidad de adaptación del pa-
ciente. El análisis del carácter fue desarrollado inicialmente
por Wilhelm Reich (30) dentro del enfoque de la psicología Psicoterapia psicoanalítica
del yo, aunque reapareció en el trabajo de Herbert Rosenfeld
(31) y John Steiner (32), de la escuela kleiniana, en el análisis La psicoterapia psicoanalítica se caracteriza por las mis-
de las «organizaciones patológicas» durante la transferencia. mas técnicas básicas que el psicoanálisis pero con modifica-
El análisis del carácter, aunque no siempre considerado ciones cuantitativas que en conjunto producen un cambio
de esta manera, constituye uno de los objetivos más impor- cualitativo en la naturaleza del tratamiento. Es difícil distin-
tantes del tratamiento psicoanalítico contemporáneo. Esta guir una sesión concreta de psicoterapia psicoanalítica de una
técnica se dirige principalmente a patrones de comporta- sesión psicoanalítica, pero con el tiempo las diferencias se ha-
miento repetitivos, egosintónicos en la transferencia, que des- cen patentes. La psicoterapia psicoanalítica utiliza la interpre-
piertan la curiosidad del paciente acerca de su función en la tación, aunque con pacientes con psicopatología grave debe
relación con el analista y que invitan al paciente a realizar dedicarse mayor cantidad de tiempo a la clarificación y con-
asociaciones y reflexionar acerca de este comportamiento. frontación para que la interpretación sea eficaz. Además, las
Gradualmente sus exploraciones convierten las resistencias ca- interpretaciones de los significados inconscientes en el «aquí
racteriales en egodistónicas, facilitándose el descubrimiento y ahora» ocupan el primer plano hasta bien avanzado el tra-
de las relaciones objetales interiorizadas subyacentes que se tamiento, cuando las interpretaciones sobre el origen en el
condensan en estos rasgos caracteriales patológicos, tanto en «allí y entonces» devienen útiles (15, 34).
su significado defensivo como impulsivo. La disyuntiva acer- En el tratamiento de pacientes con patología caracterial
ca de la conveniencia de analizar dichos comportamientos rí- grave es fundamental analizar desde el inicio la transferencia,
gidos en primer lugar, para así liberar la capacidad del pa- según el enfoque de la psicoterapia psicoanalítica. No obs-
ciente para desarrollar el trabajo analítico o abandonar estos tante, ésta debe modificarse según las conexiones interpretati-
comportamientos para más adelante después de haber resuel- vas de dicho análisis con las situaciones de la vida cotidiana
to conflictos menos recalcitrados, se ha resuelto hoy en día si- del paciente que han de investigarse en profundidad. Esta
guiendo uno de los principios de la técnica psicoanalítica, por aproximación se hace necesaria debido al protagonismo de
lo que las interpretaciones tienden a centrarse en la temática las actuaciones defensivas primitivas en estos pacientes. Las
dominante, desde el punto de vista de los afectos, en cada actuaciones de escisión, en particular, tienden a disociar la si-
hora/sesión (33). La (dominancia) afectiva se refiere una vez tuación terapéutica de la vida exterior del paciente, y pueden
más al «hecho seleccionado» (28) a interpretar. Todas las in- provocar una exoactuación disociada grave, tanto en la sesión
terpretaciones suelen llevarse a cabo desde la superficie hasta como fuera de ella. Por lo tanto es fundamental hacer cone-
la profundidad, lo que en la práctica significa analizar en pri- xiones interpretativas entre la realidad externa del paciente y
mer lugar la relación objetal activada por la necesidad de me- los desarrollos transferenciales durante la sesión.
canismos defensivos antes de analizar la correspondiente re- Para que el terapeuta pueda llegar a analizar los desarro-
lación objetal activada por el impulso. llos transferenciales en profundidad son necesarios un míni-
El objetivo general del tratamiento psicoanalítico no es mo de dos sesiones semanales. Generalmente se llevan a cabo
sólo la resolución de los síntomas y pautas comportamenta- en sesiones «cara a cara».
les patológicas, sino también un cambio estructural funda- La neutralidad técnica es una característica fundamental
mental es decir la expansión y enriquecimiento de las fun- del análisis en general, pero en el tratamiento de pacientes con
ciones del yo como consecuencia de la resolución de los con- patología caracterial grave la necesidad de establecer límites
flictos inconscientes y la integración de lo previamente repri- puede requerir el abandono repetido de la neutralidad a fin de
mido, así como las presiones dinámicamente activas del ello lograr controlar las exoactuaciones que puedan amenazar el
y el superyó, en el potencial del yo. Dicho cambio se refleja tratamiento o incluso la vida. La tendencia a la autoperpetua-
en un aumento de la capacidad adaptativa y la autonomía res- ción de la exoactuación en esos casos puede hacer imposible
pecto a demandas y expectativas psicosociales, así como una el uso de la interpretación si no se establece sin estructuras ni
mayor capacidad para la gratificación y el buen funciona- límites. Es esencial que el analista explore inmediatamente el
miento en el amor y el trabajo. episodio en el que se vea obligado a abandonar la neutralidad
técnica para proteger a su paciente o el tratamiento. Deben de-
limitarse las implicaciones transferenciales del comportamien-
■ Modalidades de tratamiento derivadas to estructural del terapeuta, y a continuación se realiza el aná-
lisis de las implicaciones transferenciales del comportamiento
Una de las contribuciones contemporáneas y más impor- del paciente que hicieron necesaria la imposición de límites o
tantes de la teoría y técnica psicoanalítica al tratamiento de el inicio de una nueva estructura en el tratamiento. Este hecho
404 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

se sigue a continuación con la resolución gradual de la estruc- siones al mes en función de la urgencia de la problemática
tura o la instauración de límites, restaurando así la neutralidad del paciente, los objetivos a largo plazo y su capacidad para
técnica. En resúmen, la neutralidad técnica en la psicoterapia tolerar y utilizar la relación con el terapeuta.
psicoanalítica supone una forma de trabajo que se abandona
y retoma de forma preventiva una y otra vez (15, 35, 36) y se
restaura interpretativamente. ■ Indicaciones y contraindicaciones
del psicoanálisis y terapias derivadas
Psicoterapia de apoyo Las indicaciones de las tres modalidades de tratamiento
siguen siendo controvertidas. A la vez que se han reconocido
La psicoterapia de apoyo basada en la teoría psicoanalítica las limitaciones del psicoanálisis en muchos pacientes con
también puede definirse en función de las tres grandes técni- comportamientos autodestructivos graves y crónicos como el
cas: interpretación, análisis de la transferencia y neutralidad comportamiento suicida crónico, los trastornos del compor-
técnica. Utiliza los pasos preliminares de la técnica de inter- tamiento alimentario graves, la dependencia a drogas o alco-
pretación, es decir la clarificación y confrontación, pero en ra- hol y el comportamiento antisocial grave, la psicoterapia psi-
ras ocasiones utiliza la interpretación per se. Pretende fortalecer coanalítica ha demostrado ser muy eficaz para muchos pero
al yo propiciando compromisos adaptativos entre los impul- de ninguna manera todos los pacientes con estas enfermeda-
sos y las defensas a través del apoyo cognitivo en forma de in- des. El diagnóstico diferencial dentro del espectro de grave-
formación, persuasión y consejo, así como del apoyo emocio- dad del comportamiento antisocial, y de los pacientes con
nal con sugerencias, consuelo, aliento y alabanza. La psicote- comportamientos autodestructivos y antisociales graves, para
rapia de apoyo puede requerir intervención ambiental directa detectar a los candidatos al tratamiento con psicoterapia psi-
por parte del terapeuta, familiares u otro personal de la salud coanalítica, ha sido una de las consecuencias importantes de
mental encargado de funciones terapéuticas de auxilio (37). la exploración psicoanalítica de estos casos (35).
A pesar de que la transferencia se interpreta en pocas oca- La psicoterapia de apoyo concebida originalmente como
siones durante la psicoterapia de apoyo, no se ignora. Una el tratamiento de elección para pacientes con trastornos de
atención cuidadosa de los desarrollos transferenciales ayuda personalidad graves, puede considerarse ahora un tratamiento
al terapeuta a analizar aquellos que son desadaptativos, para alternativo para estos pacientes en el caso que no sea viable
así llamar su atención sobre la reproducción patológica con el la psicoterapia psicoanalítica. El proyecto para la investiga-
terapeuta de interacciones patológicas que el paciente gene- ción en psicoterapia de la Menninger Foundation mostró que
ralmente establece con otros significativos, y animarlo así a los pacientes con alteraciones psicopatológicas menos graves
controlar dichos comportamientos patológicos. La naturaleza respondían de forma muy positiva a las tres modalidades de
improductiva, destructiva o confusa de los comportamientos tratamiento derivadas de la teoría psicoanalítica, aunque algo
del paciente se acompaña de la clarificación de las razones mejor al psicoanálisis convencional (38).
conscientes para dicho comportamiento, seguido de la trans- El psicoanálisis convencional constituye el tratamiento de
ferencia o exportación del conocimiento obtenido en las re- elección para pacientes con organizaciones de personalidad
laciones interpersonales del paciente fuera de la terapia. En neurótica, es decir con buena integración de la identidad y un
resúmen, la psicoterapia de apoyo incluye la clarificación, re- repertorio de defensas centradas en la represión junto a una
ducción y «exportación» de la transferencia, contribuyendo a patología suficientemente grave que requiere intervención de
las funciones de reeducación de dicha terapia, junto con el dichas características. El psicoanálisis también ha expandido
apoyo cognitivo y afectivo directo para lograr combinaciones su campo de acción a alguno de los trastornos de personali-
adaptativas entre los impulsos y defensas, así como interven- dad graves, en particular pacientes con el trastorno de perso-
ciones ambientales directas de apoyo. nalidad narcisista, características histriónicas e histéricas y al-
La neutralidad técnica se abandona de forma sistemática gunos casos con rasgos paranoides, esquizoides y sadomaso-
en la psicoterapia de apoyo, debido a que el terapeuta se po- quistas graves.
siciona del lado del yo, superyó y ello, o la realidad externa, No disponemos de estudios sistemáticos sobre la relación
en función del elemento que en el momento determinado entre los tipos particulares de psicopatología y los resultados
represente el potencial más adaptativo para el paciente. Los con los tratamientos psicoterapéuticos derivados de la teoría
peligros más importantes en la psicoterapia de apoyo son, por psicoanalítica. De forma general puede afirmarse que existe
supuesto, por un lado, la infantilización del paciente debido una relación definitiva entre el resultado y la gravedad de la
a una postura excesivamente proteccionista, y por otro la ac- enfermedad en cualquiera de las categorías diagnósticas. Los
tivación de la contratransferencia como consecuencia del casos menos graves responderán favorablemente tanto a la
abandono de la posición de neutralidad técnica. El terapeuta psicoterapia psicoanalítica breve como a la psicoterapia de
que aplique psicoterapia de apoyo debe, por lo tanto, estar apoyo o al psicoanálisis. El psicoanálisis representa la oportu-
atento al riesgo de este tipo de complicaciones. Al igual que nidad de una mayor mejoría si la gravedad del caso justifica
la psicoterapia psicoanalítica, la psicoterapia de apoyo se lle- el tratamiento psicoanalítico. Para las personalidades con or-
va a cabo en sesiones «cara a cara». Entre las ventajas destaca ganizaciones neuróticas de moderada gravedad, el psicoanáli-
la flexibilidad considerable en relación con la frecuencia de vi- sis es el tratamiento de elección; en estos casos puede espe-
sitas, de una o varias sesiones semanales, hasta una o dos se- rarse mucho menos de la psicoterapia psicoanalítica. Para los
3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 405

pacientes más gravemente enfermos (aquellos con identidad ferente a su posicionamiento a favor o en contra de la tradi-
difusa grave, predominio de mecanismos defensivos primiti- cional teoría freudiana de los instintos: es decir, si las rela-
vos centrados en la escisión y «debilidad del yo» general), la ciones objetales se consideran sustitutos de los instintos
psicoterapia psicoanalítica es el tratamiento de elección, y la como sistema motivacional del comportamiento humano.
psicoterapia de apoyo la segunda elección si la anterior está Desde esta perspectiva Klein (9, 21), Mahler y cols. (13) y Ja-
contraindicada. Muy pocos de estos pacientes serán capaces cobson (12) se posicionan en un lado. Ellos combinaron la
de participar en un psicoanálisis y beneficiarse de él. teoría dual de los instintos de Freud con la teoría de las rela-
En todos los casos deben tenerse en cuenta las contrain- ciones objetales. Para Fairbairn (10) y Sullivan (39), por otro
dicaciones individuales para cualquiera de los tratamientos: lado, las mismas relaciones objetales sustituirían a los instin-
en el caso del psicoanálisis, las contraindicaciones individua- tos freudianos como sistemas motivacionales principales. En
les dependen de aspectos relacionados con la fuerza del yo, la este caso, el establecimiento de relaciones objetales gratifi-
motivación, la introspección (insight), las ganancias secunda- cantes constituye en sí mismo el sistema motivacional funda-
rias a la enfermedad, la inteligencia y la edad. En el caso de mental. El psicoanálisis interpersonal contemporáneo, repre-
la psicoterapia psicoanalítica, la ganancia secundaria, la im- sentado por Greenberg y Mitchell (40) y basado en la inte-
posibilidad de controlar la exoactuación que amenace la vida o gración de los principales conceptos del planteamiento de
el tratamiento, la inteligencia limitada, los rasgos antisociales Fairbairn y Sullivan, destaca la incompatibilidad entre los
significativos y una situación vital desesperada pueden consi- modelos sobre los sistemas motivacionales psíquicos basados
derarse contraindicaciones en pacientes individuales, en par- en los instintos y aquellos centrados en las relaciones objeta-
ticular si todos estos factores son simultáneos. Cuando se les. Winnicott (11), Sandler (42), Loewald (41), así como Sand-
contraindica la psicoterapia psicoanalítica por estos motivos ler y Sandler (43) (cada uno por diferentes razones), mantie-
la psicoterapia de apoyo se convierte en el tratamiento de nen una postura intermedia. Ellos creen que el marco afecti-
elección. La participación en una psicoterapia de apoyo exige vo de la relación madre-hijo es un determinante crucial en el
como requisito individual mínimo una capacidad de com- desarrollo y modelado de los instintos. Si bien se adhiere a la
promiso a la participación y cumplimiento del tratamiento y teoría dual freudiana, Kernberg (15) considera que los instin-
la ausencia de rasgos antisociales graves. Éste no pretende ser tos son sistemas motivacionales subordinados, mientras que
un listado completo pero sí una ilustración del tipo de crite- los afectos sus componentes constitutivos.
rios que orientan la toma de decisiones a la hora de seleccio- Un aspecto controvertido es el origen y papel de la agresi-
nar de forma individualizada el tratamiento y sus contraindi- vidad como motivador del comportamiento. Los teóricos que
caciones. rechazan la idea de los instintos innatos (39), o equiparan la
libido con la búsqueda de relaciones objetales (10), conciben
la agresividad como secundaria a la frustración de las necesi-
■ Teorías psicoanalíticas de las relaciones dades de la libido, en particular experiencias traumáticas en la
objetales: revisión y crítica díada precoz madre-niño. Los teóricos que se adhieren a la te-
oría dual de los instintos freudianos, creen, por el contrario,
Dada la importancia de la teoría de las relaciones objeta- que la agresividad es innata y desempeña un papel importan-
les en prácticamente todas las formulaciones psicoanalíticas te en el modelado de las interacciones tempranas: este grupo
contemporáneas y modalidades de tratamiento, incluimos el incluye particularmente a Klein y de alguna manera a Winni-
siguiente resumen cuya finalidad es ayudar al lector a clarifi- cott, así como a teóricos de las relaciones objetales y pertene-
car y ampliar las anteriores referencias acerca de esta teoría. cientes a la psicología del yo, como Kernberg (35).
Las teorías psicoanalíticas de las relaciones objetales pue- Por último, merece la pena destacar el contraste entre las
den definirse como aquellas que ubican en el centro de sus teorías de las relaciones objetales y los enfoques franceses,
formulaciones clínicas y sus concepciones acerca de la moti- tanto corrientes psicoanalistas lacanianas como no lacanianas.
vación, patogénesis, desarrollo y estructura psíquica a la inte- Las corrientes psicoanalíticas francesas (44, 45) han manteni-
riorización, estructuralización y reactivación de la transferen- do estrechos nexos de unión con el psicoanálisis tradicional,
cia y contratransferencia de las relaciones objetales diádicas incluidas las teorías británicas de las relaciones objetales. En
más tempranas. La interiorización de las relaciones objetales tanto que Lacan (46) concibe el inconsciente como un len-
hace referencia a la idea que, en todas las interacciones del guaje natural y se centra en los aspectos cognitivos del de-
niño con las figuras parentales significativas, lo que el niño sarrollo del inconsciente, él resta importancia al afecto, un
interioriza no es simplemente una imagen o representación elemento dominante en las teorías sobre las relaciones obje-
del otro («el objeto» del miedo, odio o deseo), sino la relación tales. Al mismo tiempo postula una estructuralización edípi-
entre el yo y el otro, en forma de una autoimagen o repre- ca muy temprana de todas las interacciones madre-hijo, y re-
sentación del yo unida a una imagen del objeto o representa- salta así los desarrollos edípicos arcaicos, lo que relaciona de
ción del mismo, en función del afecto que domine la inter- forma implícita esta formulación con la teoría kleiniana ge-
acción entre ambos. Esta estructura interna reproduce en el neral sobre las relaciones objetales. El análisis realizado por la
mundo intrapsíquico las relaciones con los otros, reales y fan- corriente francesa también se centra en los aspectos arcaicos
taseadas. de los desarrollos edípicos, aunque pone un tradicional énfa-
Las diversas teorías acerca de las relaciones objetales se di- sis en la teoría dual de los instintos freudianos y la naturale-
ferencian en algunos elementos básicos, en especial en lo re- za afectiva y precoz del yo y el ello. Puesto que ni la corriente
406 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

francesa ni el psicoanálisis lacaniano explican consecuencias el superyó y el yo están constituidos por diferentes constela-
estructurales específicas de las relaciones objetales y diádicas ciones de relaciones objetales interiorizadas, de manera que el
interiorizadas, ninguno encajaría en la definición que enmar- desarrollo de los instintos y el desarrollo del aparato psíquico
ca el campo de la teoría de las relaciones objetales propuesta (la estructura tripartita) ocurre a la par.
en este capítulo. Quizás la implicación práctica más importante de la teo-
Todas las teorías de las relaciones objetales insisten en la ría de las relaciones objetales es la noción de identificación
representación de las relaciones objetales interiorizadas du- como una serie de procesos de interiorización de unidades
rante la transferencia y el análisis de la contratransferencia en diádicas de representaciones objetales y del yo asociadas por
el desarrollo de las estrategias interpretativas. Se centran espe- un estado afectivo dominante, desde las introyecciones más
cialmente en la psicopatología grave, incluidos aquellos pa- tempranas hasta las identificaciones per se, para llegar a la for-
cientes con psicosis tratables con técnicas psicoanalíticas, pa- mación de la identidad compleja. Cada paso incluye la inte-
tología límite, patología caracterial narcisista grave, así como riorización de las representaciones objetales y el yo, así como
las perversiones («parafilias»). Las teorías de las relaciones ob- sus interacciones afectivas en las condiciones que prevalecen
jetales exploran las actuaciones defensivas primitivas y las re- en los diferentes niveles de desarrollo.
laciones objetales tanto en casos de psicopatología grave En la transferencia de pacientes más sanos, con una ade-
como en momentos de regresión intensa con todos los pa- cuada y consolidada identidad del yo, las diversas representa-
cientes, que consideran dicha exploración de gran importan- ciones del yo son relativamente estables en su conexión co-
cia para la facilitación del análisis de la transferencia y la re- herente y mutua. Esto fomenta una proyección bastante con-
solución del conflicto. sistente en el analista de aspectos de la representación objetal
La reevaluación contemporánea de la teoría dual de los de la relación objetal elaborada. Por el contrario, los pacien-
instintos freudianos que ha tenido lugar principalmente en tes con identidad difusa grave carecen de dicha conexión de
Francia, ha sido relevante para lograr un acercamiento entre representaciones del yo en un self integrado. En la transferen-
la teoría de las relaciones objetales y la teoría de los instintos. cia tienden a alternar rápidamente entre la proyección del yo
En concreto el trabajo de Laplanche (47) y Green (44) resal- y las representaciones objetales, de manera que la situación
tan el papel central de las manifestaciones destructivas y au- analítica parece caótica. Una interpretación sistemática del
todestructivas, en forma de ataques sobre las relaciones obje- modo en que una misma relación objetal se representa una y
tales, así como la importancia de la erotización inconsciente otra vez con rápidas inversiones del rol entre el paciente y el
de la relación madre-hijo en el desarrollo de la libido, plan- analista hace posible clarificar la naturaleza de la relación ob-
teamiento que relaciona de forma íntima la teoría de los ins- jetal inconsciente, así como la doble disociación, la de la re-
tintos con la teoría de las relaciones objetales. presentación del yo a la representación objetal y de la ideali-
Otro desarrollo importante en la teoría psicoanalítica se zada a la persecutoria. Este proceso de interpretación pro-
relaciona con la importancia creciente del papel de los afec- mueve la integración de las representaciones disociadas que
tos como motivadores primarios, así como la importancia de caracterizan la psicopatología grave y justifican la marcada in-
sus funciones comunicativas durante el desarrollo temprano, estabilidad de las emociones, comportamiento y relaciones
en especial en la relación madre-hijo (48). Esta importancia interpersonales de estos pacientes .
ha llegado a aproximar la teoría de los afectos con la teoría de Kernberg (35) propone que los afectos son los sistemas
las relaciones objetales, a pesar de la controversia persistente motivacionales primarios y que interiorizados o «fijados»
entre aquellos que consideran los afectos, en especial los es- como el esqueleto mismo de las relaciones objetales «buenas»
tados afectivos agudos, como representaciones esenciales de o «malas», se integran gradualmente en los instintos de la li-
los instintos (48) y los que destacan la naturaleza psicofisio- bido o agresivos para formar sistemas motivacionales jerar-
lógica de la respuesta afectiva e intentan sustituir la teoría de quicamente subordinados. En otras palabras, los afectos pri-
los instintos por una teoría sobre los afectos (49). mitivos son los «ladrillos» de los instintos. Este autor destaca
Las unidades básicas (representación del yo, representa- los conflictos intrapsíquicos inconscientes entre los siguientes
ción objetal) de las relaciones objetales interiorizadas incluyen elementos:
los afectos representativos, o bien los componentes afectivos
de los instintos. Podría decirse que el afecto central de la libi- 1. Algunas unidades de las representaciones objetales y del
do es la excitación sexual, del mismo modo que el afecto de yo, bajo el impacto de derivados de un instinto particu-
los componentes primitivos del odio lo sería del instinto de lar (en la clínica, una determinada disposición afectiva
muerte o agresión. El ello se concibe dentro del modelo de la concreta que refleja el elemento del conflicto derivado
teoría de las relaciones objetales como la suma de todas las re- del instinto).
laciones objetales primitivas reprimidas, deseadas y temidas. 2. Unidades contradictorias u opuestas de las representacio-
La integración gradual de sucesivos estratos de relaciones ob- nes objetales y del yo y sus respectivas disposiciones afec-
jetales interiorizadas, persecutorias e idealizadas, prohibitivas y tivas, que reflejan la estructura defensiva.
demandantes, forman parte del superyó primitivo, mientras
que las relaciones objetales interiorizadas y activadas en bene- Los conflictos intrapsíquicos inconscientes no ocurren
ficio de las defensas se consolidan como parte de una estruc- únicamente entre los impulsos y las defensas, más bien am-
tura integrada del self y rodeada de representaciones integradas bos encuentran su expresión, respectivamente, a través de de-
de los otros. En resumen, el ello, o inconsciente dinámico y terminadas relaciones objetales interiorizadas.
3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 407

En pacientes con organización límite de personalidad y secutorias («objeto parcial»), en relaciones de «objeto total», o
conflictos graves relacionados con agresiones tempranas, los bien de las transferencias primitivas (que reflejan en buena
mecanismos de disociación estabilizan dichas estructuras di- medida los estadios mahlerianos del desarrollo que preceden a
námicas dentro de una matriz yo-ello y posibilitan que as- la constancia del objeto) en las transferencias avanzadas de la
pectos contradictorios de dichos conflictos se mantengan al fase edípica. En otras palabras, en la transferencia se desarrolla
menos parcialmente conscientes, en forma de transferencias primero una integración gradual de las representaciones del yo
primitivas, mutuamente excluyentes, idealizadas y persecuto- en un concepto integrado del yo y una integración paralela de
rias. Por el contrario, los pacientes con organizaciones neuró- las representaciones objetales significativas en conceptos inte-
ticas presentan configuraciones impulso-defensa que contie- grados de los otros y más tarde se generaliza a las relaciones
nen deseos inconscientes y específicos de un yo integrado del paciente con los otros. La exploración de la contratransfe-
aunque infantil, que refleja derivados sexuales y agresivos de rencia por parte del analista incluye las identificaciones con-
los instintos encuadrados en las fantasias inconscientes y re- cordantes y complementarias con la misma (27), facilita el
lacionadas con los objetos edípicos. Sin embargo, los deseos análisis de la transferencia y de las actuaciones defensivas pri-
reprimidos inconscientes, siempre aparecen en forma de co- mitivas, sobre todo de escisión e identificación proyectiva, y
rrespondientes unidades, compuestas por las representaciones también contribuye a reforzar el yo del paciente.
objetales y del yo, así como los afectos asociados.
Los pacientes con organizaciones neuróticas de la perso-
nalidad presentan estructuras del yo, el superyó y el ello bien ■ Resultados del tratamiento: investigación
integradas. En la situación psicoanalítica, el análisis de las re- sobre eficacia y pronóstico
sistencias produce la activación de la transferencia, en primer
lugar de las características globales de estas estructuras y pos- La profesión psicoanalítica no ha sido lenta a la hora de
teriormente de las relaciones objetales interiorizadas de las desarrollar investigaciones sistemáticas acerca del proceso te-
que están compuestas. Los conflictos edípicos dominan el in- rapéutico y sus resultados, y mucho más en lo que se refiere
consciente dinámico de estos pacientes. El análisis de los de- a comparaciones con control estadístico y aleatorio de los
rivados de los instintos tiene lugar en el contexto del análisis métodos de tratamiento para evaluar su eficacia y eficiencia.
de la relación del yo infantil del paciente hacia los objetos pa- Las razones son diversas: complejidad del tratamiento psico-
rentales, tal y como se proyectan en el analista. analítico y cambios en la técnica, larga duración del trata-
Los pacientes con trastornos de la personalidad graves u miento que dificulta la investigación sistemática y la compa-
organización límite de la personalidad muestran, sin em- ración controlada con otras modalidades de tratamiento, la
bargo, un predominio de la representación psíquica del con- naturaleza privada de la exploración psicoanalítica en el con-
flicto preedípico, con agresión preedípica en particular, entre- texto de la regresión del paciente y las limitaciones para la
mezclada con representaciones de la fase edípica. Los con- grabación u observación directa de las sesiones por el riesgo
flictos no están en su mayor parte reprimidos y por lo tanto de entorpecer la relación terapéutica. Por otro lado, la meto-
no son dinámicos inconscientemente, sino que más bien son dología general de la investigación en psicoterapia no ha evo-
evitados a través de su representación en estados del yo mu- lucionado hacia un grado de sofisticación que fuese aplicable
tuamente disociados que representan la defensa de disocia- a la evaluación del tratamiento psicoanalítico hasta las últi-
ción o escisión primitiva. La activación de las relaciones ob- mas décadas. A pesar de todas estas reservas se ha logrado un
jetales primitivas que preceden a la consolidación del yo, el considerable avance y los estudios sobre los resultados de di-
superyó y el ello se manifiesta en la transferencia como esta- chos tratamientos comienzan a estar disponibles.
dos afectivos aparentemente caóticos que deben analizarse en El Menninger Psychotherapy Research Project, un estudio
pasos secuenciales tal como se describe a continuación: naturalístico que compara el psicoanálisis, la psicoterapia psi-
coanalítica y la psicoterapia de apoyo, mostró que el psicoaná-
1. Clarificación de la relación objetal primitiva y dominan- lisis era la modalidad más efectiva para los pacientes con forta-
te en la transferencia, con su correspondiente representa- leza adecuada del yo, mientras que aquellos con un yo muy dé-
ción objetal y del yo, así como del afecto dominante que bil o vulnerable (lo que hoy en día se denominaría trastorno
las asocia. grave de la personalidad u organización límite de personalidad)
2. Análisis de la proyección alternativa de la representación podían mejorar más con la psicoterapia psicoanalítica (38). Este
objetal y del yo sobre el analista, mientras el paciente se estudio también mostró la importancia de los elementos de
identifica con una representación objetal y del yo recí- apoyo en cualquiera de las modalidades antes enumeradas (50).
proca a esta relación objetal. Esto permite al paciente dar- Una amplia revisión de los estudios sobre resultados con psi-
se cuenta de forma progresiva de su identificación con un coterapia psicoanalítica y psicoanálisis realizada por Bachrach
objeto en dicha relación. y cols. (51) concluyó que las tasas de mejoría oscilaban entre el
3. Integración interpretativa de las relaciones «objeto par- 60 y el 90 %, aunque también se destacaron limitaciones y pro-
cial» mutuamente excluyentes, idealizadas y persecuto- blemas con la metodología utilizada.
rias, con las características mencionadas. Recientemente los estudios sobre el proceso terapéutico y
resultados del psicoanálisis y psicoterapia psicoanalítica han
Este análisis puede propiciar una transformación de las re- aumentado su precisión en lo relativo a la definición de va-
laciones mutuamente escindidas/separadas, idealizadas y per- riables específicas del tratamiento psicoterapéutico y psicoa-
408 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

nalítico, esto ha permitido que se estén llevando a cabo va- 8. Freud, S. (1961). Civilization and its discontents. In Standard edition of
rios estudios sistemáticos sobre estas modalidades terapéuti- the complete psychological works of Sigmund Freud, Vol. 21 (ed. J.
Strachey), pp. 57–145. Hogarth Press, London.
cas (52). Un estudio reciente del Proyecto Estocolmo sobre 9. Klein, M. (1952). Notes on some schizoid mechanisms. In
los resultados del psicoanálisis y la psicoterapia psicoanalítica Developments in psycho-analysis (ed. J. Riviere), pp. 292–320. Hogarth
(Stockholm Outcome of Psychoanalysis and Psychotherapy Press, London.
Project), basado en una muestra de población relativamente 10. Fairbairn, W.R.D. (1954). An object-relations theory of the personality.
Basic Books, New York.
amplia, observó que el tratamiento psicoanalítico lograba una 11. Winnicott, D. (1965). The maturational processes and the facilitating
mejoría a largo plazo significativamente mayor que la psico- environment. International Universities Press, New York.
terapia psicoanalítica (53). La medida en la que el psicotera- 12. Jacobson, E. (1964). The self and the object world. International
Universities Press, New York.
peuta tiene años de experiencia asociada a una supervisión a 13. Mahler, M., Pine, F., and Bergman, A. (1975). The psychological birth of
largo plazo, es decir un «grupo de aprendizaje por la expe- the human infant. Basic Books, New York.
riencia», se asoció con los resultados obtenidos en el trata- 14. Freud, S. (1957). Instincts and their vicissitudes. In Standard edition of
miento, de manera que aquellos terapeutas con experiencias the complete psychological works of Sigmund Freud, Vol. 14 (ed. J.
Strachey), pp. 109–40. Hogarth Press, London.
prolongadas en la enseñanza o supervisión en psicoterapia, 15. Kernberg, O. (1984). Severe personality disorders. Psychotherapeutic
obtenían resultados mucho mejores que los terapeutas que strategies. Yale University Press, New Haven, CT.
sólo habían estado en supervisión o terapia personal durante 16. Kohut, H. (1971). The analysis of the self. International Universities
períodos largos. También se descubrió que el mantenimiento Press, New York.
17. Freud, S. (1964). Splitting of the ego in the process of defence. In
de una actitud «psicoanalítica» rígida como parte de la tera- Standard edition of the complete psychological works of Sigmund Freud, Vol.
pia psicoanalítica no era tan efectiva como un enfoque más 23 (ed. J. Strachey), pp. 273–4. Hogarth Press, London.
flexible en lo referente a las técnicas de psicoterapia, pero no 18. Abraham, K. (1920). Manifestations of the female castration complex.
fue así en el propio análisis (54). Una psicoterapia psicoana- Reprinted in Selected papers on psycho-analysis, pp. 338–69.
Brunner–Mazel, New York, 1979.
lítica manualizada para una población de pacientes específi- 19. Freud, S. (1957). On narcissism. In Standard edition of the complete
ca, como por ejemplo el tratamiento de los pacientes con psychological works of Sigmund Freud, Vol. 14 (ed. J. Strachey), pp.
personalidad límite del proyecto de investigación psicotera- 69–102. Hogarth Press, London.
péutica del Cornell Personality Disorders Institute (36), está 20. Abraham, K. (1919). A particular form of neurotic resistance against
the psychoanalytic method. Reprinted in Selected papers on psycho-
en marcha en este momento. Existen algunas pruebas que ra- analysis, pp. 303–11. Brunner–Mazel, New York, 1979.
tifican la eficacia de dicho enfoque de tratamiento con pa- 21. Klein, M. (1957). Envy and gratitude. Basic Books, New York.
cientes gravemente enfermos, aunque todavía no se han lle- 22. Rosenfeld, H. (1964). On the psychopathology of narcissism: a
vado a cabo estudios comparativos con otras modalidades de clinical approach. International Journal of Psycho-Analysis, 45, 332–7.
23. Grunberger, B. (1979). Narcissism: psychoanalytic essays. International
tratamiento. Universities Press, New York.
En resumen, la investigación sobre el procedimiento se ha 24. Kernberg, O.F. (1975). Borderline conditions and pathological narcissism.
adelantado a la investigación sobre los resultados en el psico- Jason Aronson, New York.
análisis y las psicoterapias derivadas. Se están haciendo es- 25. Freud, S. (1953). Fragment of an analysis of a case of hysteria. In
Standard edition of the complete psychological works of Sigmund Freud, Vol.
fuerzos importantes que deberían contribuir a comprender 7 (ed. J. Strachey), pp. 3–122. Hogarth Press, London.
mejor los efectos no sólo del propio psicoanálisis, sino tam- 26. Gill, M. (1954). Psychoanalysis and exploratory psychotherapy. Journal
bién de los procedimientos psicoterapéuticos derivados que of the American Psychoanalytic Association, 2, 771–97.
se están llevando a cabo en la práctica clínica. 27. Racker, H. (1957). The meaning and uses of countertransference.
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28. Bion, W.R. (1967). Second thoughts. Selected papers on psychoanalysis.
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3.2. PSICOANÁLISIS: TEORÍAS FREUDIANAS Y SU DESARROLLO CONTEMPORÁNEO 409

40. Greenberg, J.R. and Mitchell, S.A. (1983). Object relations in 50. Wallerstein, R. (1986). Forty-two lives in treatment: a study of psycho-
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49. Mitchell, S. (1988). Relational concepts in psychoanalysis. Harvard at the Annual Meeting of the Society for Psychotherapy Research,
University Press, Cambridge, MA. Geilo, Norway.
Otras escuelas psicodinámicas
3.3

3.3.1 Psicología analítica (Jung) nes probando su coraje antes de obtener y disfrutar de la po-
sibilidad de un trono. Ésta es una exposición, a través del
Anthony Storr lenguaje de los cuentos, del progreso de la infancia a la ma-
durez de un niño. Todos los niños tienen que dejar a su ma-
dre, crecer, afrontar los peligros asociados con la indepen-
«Psicología analítica» es el nombre que C. G. Jung dio a dencia, conseguir un compañero o compañera sexual y lograr
este tipo de teoría psicodinámica para distinguirla del «psico- una posición en la sociedad. Diferentes culturas tienen dife-
análisis» de Freud. rentes ideas acerca de como un héroe debe ser; Galahad, el
caballero perfecto, ejemplifica la idea inglesa del héroe; Uli-
ses, el astuto embaucador, personifica el héroe griego. Las
■ Antecedentes y primeros trabajos dos ideas de lo heroico son muy distintas, pero cada una de
de Jung ellas es una expresión de arquetipo heroico. Es como si hu-
biera una especie de molde flexible subyacente a la idea de
Jung nació el 26 de Julio de 1875, hijo de un pastor de la héroe que no puede definirse claramente hasta que una cul-
iglesia reformista suiza. Fue hijo único hasta los 9 años y de- tura la completa con un mito, pero que por sí sola era inde-
bido a que era más inteligente que sus compañeros de la es- finida.
cuela permaneció algo aislado. Fue estudiante de medicina en
la Universidad de Basilea. Cuando obtuvo su titulación como
médico, tenía prácticamente decidido que quería ser cirujano, Anima, animus y sombra
pero la lectura de un libro de psiquiatría de Krafft-Ebing le
hizo cambiar de opinión y decidió especializarse en esta igno- En el transcurso del análisis de los sueños de los pa-
rada rama de la medicina. De 1900 a 1909 fue psiquiatra en el cientes, éstos encontraban varias «imágenes primordiales» o
hospital mental de Burghölzli, en Zurich, donde se interesó arquetipos típicos que se experimentan como algo de una
por la esquizofrenia en particular y llevó a cabo investigacio- profunda significación. Por ejemplo la imagen primordial
nes que están recogidas en los dos primeros volúmenes de The del sexo opuesto, que en la especie humana se denomina
Collected Works of C.G. Jung (1, 2). «anima», podía ser alguien parecido al «Ella» de Rider Hag-
gard’s. El ampliamente denominado «Ella» no es sólo es-
pectacularmente bello, sino que es una sacerdotisa inmortal
■ Arquetipos e inconsciente colectivo con acceso a la sabiduría divina. «Ella» no es la mujer actual
La investigación de Jung sobre la esquizofrenia le permitió sino la imagen de la feminidad eterna. El fenómeno de es-
llegar a la conclusión de que había un sustrato para la creación tar enamorado, al que Freud se refirió como «el prototipo
de mitos en la mente de todas las personas: un «inconsciente co- normal de la psicosis»(3), consiste en proyectar la imagen
lectivo» que permanece por debajo de lo meramente personal, y del anima en el objeto de amor (enamorado), alguien que en
que es responsable de la producción espontánea de mitos, vi- realidad puede ser insignificante a los ojos de cualquiera sal-
siones, ideas religiosas, y determinados tipos de sueños comunes vo para los del amante delirante. Las actrices de cine y las
a diferentes culturas y en diferentes períodos de la historia. Jung princesas son a menudo percibidas de forma parecida. La
había leído mucho sobre historia y religión comparada. Llamó imagen primordial del sexo opuesto en las mujeres es el lla-
«arquetipos» a las imágenes del inconsciente colectivo. mado «animus» y se proyecta de forma similar en las estre-
llas de cine desde Valentino a Cary Grant. La imagen suele
estar en desacuerdo con la del personaje actual de la perso-
Mitos heroicos na idealizada.
Otra imagen arquetipo es la «sombra», que es la personi-
Como ejemplo, muchas culturas tienen «mitos heroicos» ficación de los aspectos menos aceptables del ser humano,
donde el héroe tiene que superar varias pruebas y tribulacio- con frecuencia simbolizada por un siniestro y oscuro «otro»
411
412 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

terrorífico. Es una forma de expresar la necesidad de aceptar contemplar sus fantasías como obras de arte, en realidad les
lo peor de uno mismo. estaba induciendo al estado mental que muchos escritores y
Jung encontró que los mitos y creencias religiosas de las compositores describen como momentos de inspiración o
civilizaciones primitivas tenían mucho en común con los creación de ideas. La iniciativa de Jung es responsable del
delirios de los enfermos mentales. Tanto los sistemas deli- amplio desarrollo de unidades de terapia artística en hospi-
rantes como las creencias religiosas tienen la función de dar tales mentales.
sentido a la experiencia individual y dar significado a su
propia existencia. Por ejemplo un sistema delirante paranoi-
de que explica el fracaso del individuo en la vida alegando ■ Sueños y psique autorregulada
que él es víctima de una persecución maliciosa, preserva la
autoestima del individuo y evita que perciba su vida como El análisis jungiano ha hecho siempre un uso considera-
en vano. Éste es el mismo mecanismo que explica la creen- ble de los sueños, pero desde el punto de vista de Jung el sue-
cia de ser el hijo de Dios. Desde la perspectiva racional más ño difiere completamente de la idea de sueño de Freud.
fría, la mayoría de las vidas humanas tienen muy poca sig- Freud consideraba que la mayoría de los sueños son realiza-
nificación que perdure en el tiempo. Posiblemente tanto la ciones satisfactorias alucinatorias que encubren deseos sexua-
gente normal como los que presentan psicosis, necesitan les insatisfechos de la infancia. Jung consideraba que este
una fe religiosa o mito para darse cuenta de que sus vidas punto de vista era demasiado constreñido. Los sueños podían
no son triviales del todo. expresarse en un lenguaje simbólico que era difícil de enten-
El concepto de inconsciente colectivo de Jung ha sido cri- der, no había razón para asumir que pretendían disimular de
ticado con frecuencia, pero la existencia de un sustrato mito- forma invariable lo inaceptable.
lógico en la experiencia humana está reconocida por los psi- A menudo los sueños parecían ser compensatorios, es de-
coanalistas de orientaciones teóricas completamente diferen- cir, que expresaban lo opuesto a una actitud unilateral cons-
tes. Los analistas que se refieren a los «objetos internos» es- ciente.
bozan el mismo fenómeno. La fase kleiniana del desarrollo Este punto de vista de los sueños procede de la concep-
infantil, conocida como postura «paranoide-esquizoide», ex- ción jungiana de la mente como un sistema autorregulador.
plica que el niño percibe a la madre como completamente Durante sus estudios de medicina, Jung había aprendido
«buena» o completamente «mala» en función de que cubra o que la fisiología humana estaba gobernada por un sistema
no sus necesidades. La madre se percibe como una bruja de- de controles y equilibrio (autocompensación) que aseguraba
moníaca, por un lado, o como la Virgen María por el otro. que cualquier tendencia exagerada en una dirección era
En la terminología de Jung, éstas son imágenes arquetípicas compensada por un giro en dirección opuesta. Por lo tanto
típicas. El concepto de inconsciente colectivo postula que al si la sangre se vuelve demasiado alcalina se ponen en mar-
igual que se comparte una anatomía similar entre los seres cha diversos mecanismos que permiten que el riñón excrete
humanos también se comparte una tendencia común a en- más alcalis y retenga ácidos. Esta tendencia fisiológica a bus-
garzar sus experiencias más profundas en mitos, fantasías e car el equilibrio se conoce como «homeóstasis» y depende
imágenes similares. del mecanismo cibernético conocido como retroalimenta-
ción negativa.
Jung aplicó este concepto fisiológico a la mente. Creía
■ Contribución de Jung a la psicoterapia que existía una relación recíproca entre el consciente y el in-
consciente que aseguraba que si la actitud consciente de una
Las contribuciones de Jung a la psiquiatría y la psicote- persona se vuelve exagerada o distorsionada y sesgada se pon-
rapia son tanto prácticas como teóricas. A diferencia de drían en marcha mecanismos inconscientes que a través de
Freud, él prefería un encuentro cara a cara con el paciente y los sueños, síntomas neuróticos o incluso a través de crisis,
no utilizó diván. No insistió en ver a sus pacientes cinco ve- podían forzar al individuo a reconsiderarse a sí mismo y su
ces por semana y después de un período inicial de verlos actitud hacia la vida.
cuatro veces por semana, reducía la frecuencia a dos o tres Jung consideró, por lo tanto, la neurosis de una forma
veces. Además, creía que debía haber unas «vacaciones» de completamente distinta a Freud. En lugar de intentar recons-
análisis para que los pacientes pudieran trabajar sus proble- truir el pasado infantil del paciente, Jung se preguntó qué ha-
mas por si mismos. bía ocurrido en el presente para que sus pacientes presentaran
Jung introdujo una técnica que fue conocida como «ima- neurosis.
ginación activa» donde se pedía al paciente que dejara de ha-
cer juicios de valor y entrara en un estado de ensoñación. El
paciente debía expresar cualquiera de las fantasías que se le Tipos psicológicos
ocurriera por escrito, o mediante un dibujo, escultura o de
cualquier otra forma que él eligiera. Mientras Freud pensaba En su libro Psychological Types (1921) Jung introdujo los
que las fantasías eran un escape de la realidad, Jung las con- términos extraversión e introversión, conceptos que fue-
cibe con mucho respeto y se refiriere a su técnica como «una ron tomados posteriormente por los psicólogos experimen-
forma de desarrollar las posibilidades creativas latentes en el tales. Jung creía que las personas se aproximaban al estudio
propio paciente» (4). Aunque Jung prohibía a sus pacientes de la mente y vida en general desde actitudes fundamental-
3.3.1. PSICOLOGÍA ANALÍTICA (JUNG) 413

mente diferentes. El extrovertido estaba principalmente in- esto el equivalente psicológico de Dios, una especie de
teresado en el mundo de los objetos externos, el introverti- «Dios interior», en vez de un «Dios exterior»?; Jung escri-
do en aquello que ocurría dentro de su propia mente. Am- bió:
bas actitudes eran necesarias para una completa compren-
sión de la realidad pero en humanos generalmente están ses- De entre todos mis pacientes de la segunda parte de mi
gadas. Un ejemplo típico sería el empresario extrovertido, vida, es decir, más de 35, no hubo ninguno cuyo problema
en última instancia no fuera la búsqueda de un punto de
que se dedica a acumular riquezas y se olvida de los demás
vista religioso de la vida. Puede decirse que cada uno de
aspectos de la vida pero que cae en una depresión en la mi- ellos enfermó porque había perdido lo que las religiones vi-
tad de su vida (crisis de los 40). Los síntomas neuróticos no vas de todas las épocas han dado a sus seguidores, y ningu-
son siempre residuos de la experiencia de la infancia, tal y no de ellos fue realmente curado sin haber recobrado una
como Freud suponía, sino que a menudo eran intentos por perspectiva religiosa. Esto por supuesto no tiene nada que
parte de la mente de corregir su propia falta de equilibrio y ver con un credo particular o pertenencia a una determina-
por lo tanto indicadores de una síntesis nueva y más satis- da iglesia (6).
factoria. Jung en ocasiones decía del paciente, «gracias a
Dios que se volvió neurótico».
■ Resumen
■ Proceso de individuación Hoy día, en que la psiquiatría está dominada por la bio-
química y la genética, las ideas de Jung parecen no tenerse
La idea de que la psique, como el cuerpo, está autorregu- en cuenta. Pero la investigación ha mostrado que una psi-
lada asume implícitamente que hay algo entre el cuerpo y la coterapia adecuada y bien llevada a cabo por profesionales
mente que «conoce mejor» que el yo consciente. Estamos bien formados todavía desempeña un papel importante en
acostumbrados a que la fatiga, el hambre, o la falta de sueño la psiquiatría. Jung hizo importantes contribuciones a la
son mensajes físicos que debemos escuchar y constituyen res- psicoterapia. Demostró que podía ayudarse a las personas
tricciones sobre lo que deseamos llevar a cabo. de mediana edad y edad más avanzada. Su mayor contri-
El individuo está menos atento a las señales que provie- bución fue en el terreno del desarrollo del adulto. Exhor-
nen de la mente. Jung fue una de las primeras personas que tando a sus pacientes a recordar y representar sus conflictos
analizó a pacientes de mediana edad que los analistas Freu- psicológicos, demostró el valor de la autoexploración y pro-
dianos rechazaban analizar por su edad más avanzada. Mu- moviendo la independencia del paciente con respecto del
chos de estos pacientes habían conseguido una buena posi- analista. Jung prestó atención a un fenómeno que no ha
ción en la vida y no sufrían una neurosis clínicamente defi- sido suficientemente investigado: la necesidad de los que
nible pero se quejaban de que sus vidas parecían carecer de han perdido su fe de encontrar algo que la sustituya, y los
sentido y propósito. A través del análisis de los sueños y fan- peligros que acechan a la sociedad cuando grandes masas
tasías, Jung inició a dichas personas en un proceso de de- de gente adoran a Hitler, Stalin o Mao más que al Dios de
sarrollo psicológico personal al que denominó proceso de in- los cielos.
dividuación. Esto puede describirse como una forma de Pro- Todos los psicoterapeutas han visto a pacientes que no se
greso de Pilgrim (peregrino sin un credo), que no apunta al han curado de todos sus síntomas neuróticos, pero que no
cielo, sino a la integración e integridad. obstante reconocen que la psicoterapia ha transformado sus
La mayor parte del trabajo posterior de Jung está relacio- vidas. Jung describe a este grupo de gente como aquellos que
nado con el proceso de individuación. Jung se convirtió más han alcanzado el bienestar mental tras haber pasado por el
en un gurú que en un médico o científico. Como el mismo proceso de una «larga e infructuosa lucha»:
reconoció, el concepto de individuación tiene orígenes subje-
tivos. En su temprana infancia, Jung empezó a tener dudas Si se suma totdo lo que la gente dice acerca de sus ex-
periencias, puede hacerse una formulación del tipo: ellos
sobre la fe cristiana que su padre le había enseñado; en la
vuelven a sí mismos, se aceptan tal y como son, son capaces
adolescencia finalmente la abandonó. Pero, al igual que otros de reconciliarse consigo mismos y por lo tanto con las cir-
que han sido educados en ambientes religiosos estrictos, Jung cunstancias y acontecimientos adversos. Esto es más o me-
encontró difícil vivir sin fe. nos lo que solía expresarse como: ha hecho las paces con
Después de su ruptura con Freud, Jung sufrió un episo- Dios, ha sacrificado su propia voluntad, se ha sometido a la
dio de psicosis que se prolongó durante toda la primera voluntad de Dios (7).
guerra mundial. Estuvo prácticamente desbordado pero su
enfermedad le enseñó que al mismo tiempo que su mente Este cambio de actitud en la vida y los problemas podría
parecía desintegrarse, un proceso de cura procuraba dar expresarse en otros términos más acordes con el pensamien-
sentido al caos y alcanzar un estado nuevo de integración. to moderno. Pero Jung describe un fenómeno que sin duda
Él mismo escribió: «Los años en los que estuve persiguien- se desarrolla durante el transcurso de una psicoterapia analí-
do mis imágenes interiores fueron los más importantes de tica de forma más frecuente de lo que se ha admitido en ge-
mi vida, en ellos se decidió todo lo esencial» (5). Se dio neral. Quizás los cambios de actitud hacia la vida son facto-
cuenta de que debía orientarse por algo de sí mismo que res más importantes para la curación que la propia cura de
era independiente de su intención consciente. ¿Podía ser los síntomas.
414 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

Bibliografía puestas. La primera, a grandes rasgos, era la represión y subli-


mación. En la situación edípica el niño experimenta deseos
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R.F.C. Hull) (ed. Sir Herbert Read, Michael Fordham, and Gerhard
Adler). Vol. 1, Psychiatric studies. Routledge & Kegan Paul, London,
tos producen ansiedad (ansiedad de castración), por eso son
1957. reprimidos o cambiados a través de actividades exploratorias
2. Jung, C.G. (1904–1911). The collected works of C.G. Jung (translated by inofensivas o creativas sublimatorias. Si, no obstante, el pro-
R.F.C. Hull) (ed. Sir Herbert Read, Michael Fordham, and Gerhard ceso de represión es excesivo la consecuencia en el adulto es
Adler). Vol. 2, Experimental researches. Routledge & Kegan Paul,
London, 1973.
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3. Freud, S. (1913). Totem and taboo. In The standard edition of the complete aparecen trastornos por ansiedad, trastornos psicosomáticos
psychological works of Sigmund Freud (translated by James Strachey in o, finalmente, la psicosis. Una segunda respuesta que surgió
collaboration with Anna Freud, assisted by Alix Strachey and Alan posteriormente, forjada ante los horrores de la primera guerra
Tyson), Vol. 13, p. 89. Hogarth Press and Institute of Psycho-Analysis,
London, 1958.
mundial, sugería que la «civilización» era superficial. En este
4. Jung, C.G. (1931). The aims of psychotherapy. In The collected works of punto Freud menciona el instinto de muerte y la regresión.
C.G. Jung (translated by R.F.C. Hull) (ed. Sir Herbert Read, Michael Eros, el instinto del amor, está equilibrado por Thanatos, el
Fordham, and Gerhard Adler). Vol. 16, The practice of psychotherapy, p. instinto de la muerte. Los seres humanos pueden entrar fácil-
41. Routledge & Kegan Paul, London, 1954.
5. Jung, C.G. (1932). Memories, dreams, reflections (recorded and edited by mente en un estado de regresión donde el instinto de muer-
Aniela Jaffé) (translated by Richard and Clara Winston), p. 191. te se desata, produciendo a nivel individual autodestrucción
Collins and Routledge & Kegan Paul, London, 1958. y trastornos perversos de la personalidad, y a nivel del grupo
6. Jung, C.G. (1932). Psychotherapists or the clergy. In The collected works ruptura social y guerra.
of C.G. Jung (translated by R.F.C. Hull) (ed. Sir Herbert Read, Michael
Fordham, and Gerhard Adler). Vol. 11, Psychology and religion: West and A medida que las ideas de Freud evolucionaron comenzó
East, p. 334. Routledge & Kegan Paul, London, 1958. a emerger un nuevo paradigma. La teoría de los instintos te-
7. Jung, C.G. (1932). The history and psychology of a natural symbol. nía poco que decir sobre las relaciones: la otra gente aparece
The third of the Terry Lectures published as Psychology and religion. In como meros agentes de satisfacción o frustración de una ne-
The collected works of C.G. Jung (translated by R.F.C. Hull) (ed. Sir
Herbert Read, Michael Fordham, and Gerhard Adler). Vol. 11, cesidad instintiva individual. Freud comenzó a preguntarse
Psychology and religion: West and East, pp. 81–2. Routledge & Kegan cómo los niños a medida que se iban desarrollando, y ya
Paul, London, 1958. adultos, reconciliaban sus deseos —sus impulsos y sus instin-
tos— con aquellos de los que les cuidaban e iguales. Traba-
jando este problema aunque manteniéndose dentro de los lí-
mites de la teoría de los instintos diferenció entre el amor a
3.3.2 Relaciones objetales, teoría uno mismo o narcisismo y el dirigido hacia el otro o amor
del apego, psicología del self «anaclítico» dirigido hacia fuera. En este modelo el individuo
emerge gradualmente del ensimismamiento y el narcisismo
y psicoanálisis interpersonal sano al mundo de las relaciones.
Otro avance hacia una teoría más relacional vino de
Jeremy Holmes Abraham, que más tarde sería el analista de Melanie Klein,
quien advirtió las analogías entre el fenómeno de pena y la
depresión. El intenso dolor psíquico y alteración asociado
A pesar de varias divisiones y cismas, volviendo desde la con una pérdida sugería una conexión entre las relaciones y
ruptura temprana de Adler y Jung de Freud, ha habido un in- la estructura de la psique más íntima de lo que la teoría de
tento duradero (o persistente) dentro del psicoanálisis de los instintos permitiría. El inconsciente no es tanto un de-
mantener una visión psicodinámica central y encontrar un pósito de instintos y deseos, sino que es un mundo interior
fondo común entre las diversas teorías y procedimientos clí- poblado por otros significativos u «objetos». El self está for-
nicos. El objetivo de éste capítulo es describir el trabajo de al- jado a partir de estos «objetos» con los que el individuo tie-
gunas de las figuras más importantes que han ampliado y de- ne o ha tenido relaciones importantes: «la sombra del obje-
sarrollado las ideas de Freud, llamando la atención a los as- to cae en el yo» (1). Otro avance teórico más surge cuando
pectos discordantes y convergentes, y cuando sea posible, re- se considera el origen de la conciencia y los ideales. Es cues-
lacionando sus conceptos a la práctica cotidiana de la psi- tión de observar que gran parte del desarrollo depende de
quiatría. los procesos de imitación e identificación. El niño en de-
sarrollo interioriza, o en términos psicoanalíticos «introyec-
ta», los valores y modelos de su padre o madre. ¿Cómo y
■ De la teoría de los instintos dónde en la psique tiene lugar este proceso? En el «modelo
a las relaciones objetales tripartito» de Freud, el «superyó», junto al yo y el ello, son
el foro de estos valores y aspiraciones paternas interioriza-
El psicoanálisis empezó su existencia como una teoría de dos. El mundo interior ahora contiene no sólo «objetos»
los instintos. Es decir, Freud preguntó, ¿puede la vida instin- sino relaciones entre ellos basadas en valores: prohibiciones,
tiva del niño ser domesticada a través del desarrollo de ma- aliento, reprimendas y gratificaciones. Buena parte de la teo-
nera que el resultado final sea un individuo civilizado para la ría posfreudiana consiste en intentos de desarrollar y elabo-
sociedad adulta? Para esta pregunta Freud ofreció dos res- rar estas ideas.
3.3.2. RELACIONES OBJETALES, TEORÍA DEL APEGO, PSICOLOGÍA DEL SELF Y PSICOANÁLISIS INTERPERSONAL 415

■ Relaciones objetales 1: Klein, Fairbairn Segundo, íntimamente relacionada con las fantasías in-
y sus sucesores conscientes está la idea de objetos internos, inicialmente par-
tes del cuerpo y más tarde «objetos enteros» que son pri-
Éste era el estado de la teoría psicoanalítica cuando Me- mordiales para la vida emocional: la madre y su pecho, el
lanie Klein apareció en escena a finales de la década de 1920. padre y su pene, vientres y sus contenidos como niños no
Como en el caso de Freud, su trabajo puede dividirse en una nacidos, heces y esfínteres. Estos objetos tienen propiedades
serie de fases (2, 3). motivacionales que reflejan la vida emocional del niño, que
El psicoanálisis se preocupa por la vida mental tempra- Klein consideró dominadas por la ansiedad persecutoria. El
na, que se ve como la base de gran parte de la alteración «instinto de muerte» asegura que el niño reacciona ante la
del adulto. Pero ¿cómo accedemos a los procesos del pen- frustración con sentimientos incontenibles de odio y des-
samiento de los niños pequeños, cuyas capacidades verba- trucción. Estos sentimientos son entonces proyectados hacia
les e introspectivas son limitadas o inexistentes? La gran in- fuera hacia objetos del entorno del niño, que son posterior-
novación técnica de Klein fue la introducción de la terapia mente reintroyectados para llenar su mundo interior. Para
del juego. Proporcionaba a sus pequeños pacientes materia- preservar los buenos sentimientos de estos objetos terrible-
les para jugar, papel, lápices, una casa de muñecas con per- mente malos, el niño también proyecta bondad hacia fuera.
sonajes, arenero y una granja con animales, y observó los Por lo tanto se produce una escisión radical entre las expe-
dibujos y juegos de los niños, de los cuales hizo interpreta- riencias buenas y malas, que se atribuyen a objetos buenos y
ciones. Aquí utilizó técnicas de interpretación de los sueños malos: «en el primer estadio cualquier estímulo desagradable
para formular sus ideas. Lo que observó con el juego —mo- se relaciona con lo “malo”, negación y pecho persecutorio y
vimiento de figuras hacia dentro y hacia fuera; juntando todas las experiencias buenas se relacionan con el “buen” pe-
elementos, a menudo violentamente; separación y disrup- cho gratificante» (2).
ción— lo consideró como una representación del trabajo de Klein representa la vida emocional del niño desde fuera
la mente del niño. Todavía muy influenciada por la teoría (externa) como dominada por los miedos infantiles de ani-
de los instintos, y la insistencia de Freud en la dominancia quilación, y el uso de mecanismos de escisión y proyección
de la sexualidad y la ansiedad de castración, acabó encon- para reducir esos miedos. Postuló el comienzo de un nuevo
trando significados agresivos y sexuales en todo lo que se le tipo de ansiedad hacia el final del primer año de vida. Aquí
presentaba (a través de esta técnica). Cualquier dibujo de el niño empieza a juntar la imagen el pecho «bueno» y el pe-
una línea vertical o un orificio tenía una connotación se- cho «malo», y a darse cuenta de que son uno y lo mismo. A
xual, cada conjunción o sonido emitido se entendía como medida que deja el período de lactancia, el niño experimenta
las relaciones sexuales de los padres, por las cuales el niño su primera pérdida importante. Aquí empieza la ansiedad
podía verse tanto fascinado como asustado. La exploración «depresiva». El niño cree que es responsable de la pérdida, y
y el impulso por conocer eran vistos como una expresión que ha destruido el objeto bueno con su agresión y sadismo.
de deseo de poseer el cuerpo de la madre, y las inhibicio- Empieza a sentir culpa y remordimiento, y quiere reparar el
nes del aprendizaje como manifestaciones de la ansiedad de daño que cree ha causado en sus objetos. Sus intentos de
castración. creación, los regalos que ofrece y el encanto con el que se re-
Aquí Klein empezó a separarse de Freud. Para él el com- laciona con sus cuidadores son motivados por su desespera-
plejo de Edipo comenzaba alrededor de los 3 años, cuando el ción depresiva y el deseo de reparar el daño.
niño empezaba a observar las relaciones de sus padres y a sen- Klein describió, por tanto, una secuencia de desarrollo:
tir emociones como amor apasionado, envidia, miedo y celos agresión inherente, ansiedad de aniquilación, proyección y es-
vengativos. Klein, por el contrario, encontró el fenómeno cisión del objeto en bueno y malo, pérdida y unión de los
edípico más temprano en el desarrollo. Por ejemplo, el niño objetos escindidos, desesperación depresiva, preocupación
podía experimentar el destete como un castigo o una castra- por los objetos y finalmente reparación. Para ella ésta era una
ción simbólica y creer que el pecho de su madre había sido descripción del desarrollo normal y encontró estados patoló-
desplazado desde su boca por el pene paterno en la vagina de gicos como resultado de la interrupción del desarrollo a lo
su madre. Dos aspectos kleinianos distintos empezaron a sur- largo de esta secuencia. El fulcro de esta secuencia es el mo-
gir de este punto. El primero, en el esquema de Klein el niño vimiento desde lo que, utilizando terminología de Fairbairn
tiene conocimiento instintivo de su cuerpo y sus relaciones (v. posteriormente) Klein denominó la posición «esquizopa-
con éste. Parece haber una reserva de fantasías inconscientes ranoide» hacia la posición «depresiva», de un movimiento de
que considera como el acompañamiento mental a las funcio- escisión, inculpación y evitación, a la integración, responsa-
nes corporales: fantasías acerca del pecho, la boca, el pene, la bilidad y preocupación por el objeto (v. Hobson y cols. [4]
vagina y sus relaciones que no podrían haber surgido a través para evidencia objetiva de la validez de la distinción posición
de la observación directa y por lo tanto debían estar presen- esquizoparanoide-posición depresiva). Klein vio la lucha entre
tes desde el interior como correlatos de las sensaciones cor- ambas posiciones como un proceso para toda la vida, un
porales del niño, las cuales Klein consideró dominantes en equilibrio en un sentido o en otro que dependía de la expe-
los primeros años de vida. Las fantasías inconscientes son si- riencia de la vida y la constitución.
milares a los arquetipos jungianos: construcciones mentales Klein estaba en general bastante poco preocupada por el
preconcebidas que dan forma a la experiencia y las pautas de impacto de la realidad externa en el desarrollo psicológico
relación de manera inconsciente. (punto de vista que como veremos fomentó la separación de
416 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

sus ideas por parte de Bowlby). Cuando tiene en cuenta el rol entonces representan la fantasía que se les ha transferido. Los
real de los padres como opuesto al rol fantaseado, lo hace individuos con trastornos paranoides tienen la capacidad de
como figuras benignas cuyo trabajo es mitigar las fuerzas de hacer que la gente de su alrededor tenga comportamientos
la necesidad del niño de odiar, proyectar y escindir. Sin em- hostiles y suspicaces, y por lo tanto, la identificación proyec-
bargo, una importante contribución teórica posterior se inte- tiva puede concebirse como una forma de comunicación en
resó por el rol de la envidia en la vida psíquica (uno de sus la que el destinatario de la proyección es inducido a pensar o
estudiantes se quejaba: «Estaba acercándome al final de mi sentir en términos que propiamente «pertenecen» al que está
largo análisis cuando la señora Klein descubrió la envidia, haciendo la proyección. Los autores poskleinianos, principal-
esto supuso otros 5 años!»). Uno de los puntos más fuertes mente Bion (5), Heimann (6) y más tarde Grotstein (7) y Og-
del enfoque psicoanalítico de la psicoterapia es que se toma den (8) han ampliado el concepto de la identificación pro-
en serio el fenómeno de la resistencia y el hecho que el cre- yectiva insistiendo en este aspecto comunicativo en el que la
cimiento psíquico habitualmente sólo se gana con mucho es- identificación proyectiva necesita tanto un destinatario como
fuerzo, a menudo con recaídas y autoderrotismo. Resaltando uno que hace la proyección.
el lado oscuro de la naturaleza humana, Klein se dio cuenta La identificación proyectiva está ampliamente extendida
de que el niño podía sentirse perseguido no sólo por la frus- como modo «primitivo» de comunicación, por ejemplo en re-
tración y la separación sino también por la propia capacidad laciones «donde las dan las toman». Por lo tanto si un miem-
de sus cuidadores para satisfacer sus necesidades. El pecho, bro de una pareja tiene un affair, el otro, incapaz de mostrar
del que depende la satisfacción y el placer del niño, también directamente su dolor, puede tomar represalias con la misma
puede ser una fuente de envidia y odio en su plenitud y ca- moneda. Aquí la parte inicialmente dañada expresa dolor, hu-
pacidad de crear dependencia. Esta envidia se convierte en millación y furia y no a través de la expresión directa de en-
una base de destrucción dentro de la psicoterapia y más ge- fado sino induciendo esos sentimientos en el otro a través de
neralmente: quizás una explicación de los graffiti que apare- la identificación proyectiva. Si bien el uso de la identificación
cen inevitablemente en los edificios bonitos o el hecho de proyectiva es frecuente, un abuso de ésta suele ser un signo
que los pacientes ataquen y parezcan querer destruir la mis- de patología y una característica frecuente de las personas con
ma ayuda que se les ofrece. trastorno límite de personalidad.
La envidia une el mundo interior (que en el kleiniano, al Bion, analizado por Klein, se dio cuenta de que la identifi-
contrario que en el esquema freudiano original, se ha con- cación proyectiva también subyace a la empatía y compañeris-
vertido en un mundo de fantasías y no de impulsos/instintos mo normal. La identificación proyectiva es primitiva en el sen-
con los cuidadores de los niños y otras personas significativas tido de que quizás los niños preverbales la utilizan de forma
del entorno) con objetos y sus relaciones. Los kleinianos utili- casi exclusiva para comunicar sus sentimientos, pero denota
zan cada vez más la frase de identificación proyectiva como inmadurez más que patología. Bion desarrolló su teoría con-
un término general para describir esta relación entre el mun- tenedor-contenido de la comunicación emocional temprana.
do interior y el exterior. La identificación proyectiva es un Aquí la madre, o «pecho», actúa a través de la identificación
concepto importante pero difícil y probablemente mal nom- proyectiva como destinaria o contenedor de los sentimientos
brado, acuñado casi por casualidad por Klein en su intento intratables de miedo, odio o aniquilación, etc. del niño. Es-
por describir como las partes del yo podían ser escindidas y tos sentimientos son contenidos o soportados por la madre y
proyectadas no solamente sobre objetos en el entorno, como «desintoxicados» antes de ser «devueltos» al niño a través de
se visualiza en la noción freudiana de proyección, sino en su comprensión y empatía. Ella sabe intuitivamente —a través
ellas mismas. de la identificación proyectiva— si su hijo llora por hambre o
El término identificación proyectiva se utiliza con distin- frío, aburrimiento, etc. y responde adecuadamente, a menudo
tas acepciones. Tal y como fue originariamente concebida poniendo estos sentimientos en palabras a medida que actúa.
por Klein se refiere al mundo solipsístico del niño descrito De esta forma el niño empieza a construir un sentido de sí
antes, donde los sentimientos insoportables de rabia y odio se mismo a través de la concienciación reflexiva de la madre. La
escinden, se proyectan en el pecho, que el niño entonces per- interrupción de este proceso, por ejemplo debido a la depre-
cibe como «poseedor» de propiedades que realmente son ori- sión materna o el uso violento por parte de la figura paterna
ginadas en sí mismo. La identificación proyectiva es aquí una del niño como contenedor (reversión de roles), como ocurre
forma de mala percepción o percepción delirante, que pue- en el abuso infantil, puede ser la semilla de trastornos de la
de servir para explicar que la experiencia del mundo de los identidad observados en los trastornos límite de personalidad
adultos normales está inevitablemente coloreada por su esta- durante su vida posterior.
do emocional (las gafas oscuras o color de rosa con las que La identificación proyectiva es importante en la psicote-
vemos el mundo) y para explicar las ideas delirantes en las rapia en la concepción contemporánea de la contratransfe-
psicosis, como las ideas paranoides de persecución, que hi- rencia. Paula Heimann señaló que las reacciones de los tera-
potéticamente están originadas por sus propias fantasías agre- peutas hacia los pacientes, sin duda también influidas en cier-
sivas pero son atribuidas, vía identificación proyectiva, a los ta medida por sus propios conflictos (conceptualización freu-
perseguidores. diana clásica de la contratransferencia) también representan
La identificación proyectiva difiere de la proyección sim- sentimientos inducidos por el contacto con el paciente, es de-
ple en que los objetos de las identificaciones proyectivas son cir son una manifestación de la identificación proyectiva.
inducidos o controlados por la proyección de tal manera que Atendiendo a estas ideas y sentimientos el terapeuta obtiene
3.3.2. RELACIONES OBJETALES, TEORÍA DEL APEGO, PSICOLOGÍA DEL SELF Y PSICOANÁLISIS INTERPERSONAL 417

pistas sobre el estado de la mente del paciente, que puede en- ante la frustración. John Steiner (10) desarrolló una idea si-
tonces poner en palabras a través de interpretaciones. Aquí la milar en su noción del retiro psíquico, un lugar interior en el
mente del terapeuta es el contenedor de los sentimientos es- que los individuos con personalidad límite podían refu-
cindidos del paciente. En ocasiones estas relaciones contene- giarse ante el trauma ambiental, y que los podía hacer relati-
dor-contenido fallan y el terapeuta es inducido a representar vamente inaccesibles a la terapia. Otro desarrollo neoklenia-
algún aspecto de la vida interior del paciente, por ejemplo ol- no importante fue el intento de Ronald Britton (11) de unir
vidar una cita con el paciente que se ha sentido abandonado el complejo de Edipo con la tolerancia ante la separación y
y olvidado durante la infancia, o expresar rabia o aburri- la pérdida implícita en la posición depresiva. Britton observa
miento en su tono de voz, movilizándose él mismo por sen- en ocasiones la habilidad para dejar ir a la madre a medida
timientos que propiamente pertenecen al paciente. que el complejo de Edipo se renegocia exitosamente —cuan-
Los claros límites de la psicoterapia son, en parte, diseña- do el niño llega a ver que su padre y su madre están sexual-
dos para minimizar estas situaciones (aunque son inevitables mente relacionados el uno con el otro y que él queda nece-
y a menudo pueden utilizarse de forma positiva profundi- sariamente fuera de esa relación—, como un paso importante
zando en el conocimiento), pero en las unidades psiquiátricas del desarrollo para el establecimiento de un mundo interior
hospitalarias o los centros de salud mental, entornos mucho y para ser capaz de ver las cosas desde distintas perspectivas.
más carentes del contenido, dichas representaciones son muy Esto puede relacionarse con la idea de Bion sobre el pensa-
frecuentes. Un ejemplo común sería la polarización que los miento creativo en el que las ideas se agrupan para crear
pacientes con trastorno de personalidad límite puede inducir «conceptos», en contraposición con la capacidad destructiva
en sus cuidadores, algunos viéndolo como manipulador y de- del pensamiento esquizoide donde, como vía para reducir la
mandante, y otros sintiendo intensa simpatía y deseos de re- ansiedad, se critican las conexiones entre las cosas y las ide-
parar sufrimientos pasados del paciente. Cada perspectiva re- as, y el mundo se vacía de sentido. El objetivo central de la
presenta un aspecto escindido del mundo interior del pacien- psicoterapia es el restablecimiento del sentido. La dialéctica
te que ha sido tomado a través de la identificación proyecti- de intensa implicación y separación repetidas inherentes a la
va por diferentes miembros del equipo. Esto es básicamente relación terapéutica fomenta esta capacidad, permitiendo a
un proceso interactivo, ya que sin duda aquello que lo deter- pacientes con angustia o incluso psicosis encontrar primero
mina depende de la historia del desarrollo y las estrategias de- su experiencia reflejada por un terapeuta sensible, para pos-
fensivas de los propios cuidadores. teriormente y de forma gradual tolerar la pérdida y envidia y
Trabajando en un aislamiento relativo en Escocia y lle- por lo tanto obtener capacidad para pensar y sentir de forma
gando a conclusiones similares sobre la importancia de la es- más autónoma.
cisión Klein, W. R. D. Fairbairn (9) desarrolló aún más esta
perspectiva interpersonal. Para él los instintos eran una «señal
hacia el objeto», el pegamento que une a los seres humanos. ■ Relaciones objetales 2: Balint y Winnicott
El sexo es lo que nos acerca a las personas que nos importan,
más que lo contrario, como había enunciado Freud previa- Las relaciones objetales son como una amplia iglesia lle-
mente. Como hizo Bion más tarde, Fairbairn también insis- na de pensadores dispares, a los cuales principalmente les une
tió en el rol de la madre y el fracaso (falta) ambiental como su pertenencia a la British Psychoanalitic Society, que consiguió
origen de la psicopatología. La frustración desempeña un pa- evitar las escisiones típicas de algunas sociedades psicoanalíti-
pel protagonista en su esquema. Con una madre perfecta- cas a través de «acuerdos de caballeros» y creó una estructura
mente sensible el niño no tiene necesidad de pensar o des- donde diferentes tendencias teóricas podían coexistir dentro
arrollar un mundo interior. Cuando la separación y la frus- de una asociación, un buen ejemplo quizás es «el pensamien-
tración entran en juego, el niño construye entonces una ima- to sobre la posición depresiva» señalado anteriormente.
gen del objeto, que está dividida en tres partes: el objeto ide- El punto de vista de Klein sobre la mente y la psicopa-
al (aquel que nunca causaría frustración), el objeto libidinal tología era esencialmente un modelo de conflicto: la actitud
(aquel que satisface las necesidades relacionadas con los ins- defensiva y la dificultad surgen del conflicto inherente en
tintos) y el objeto antilibidinal (aquel que frustra). Esto a su una mente inmadura entre amor y odio, e intenta evitar la
vez escinde al self en tres partes respectivamente: el self ideal, pérdida inevitable. Para ella, este tipo de conflicto era carac-
el self libidinal y el self antilibidinal. El modelo de Fairbairn terístico de un desarrollo normal y la patología únicamente
proporciona claridad para entender algunos de los fenómenos una exageración del conflicto normal en el que el entorno ha
típicos hallados en trastornos de personalidad graves: las os- fallado a la hora de mitigar sus efectos potencialmente des-
cilaciones entre idealización y menosprecio/denigración de tructivos (así pues, el psicoanálisis kleiniano puede verse
los terapeutas y compañeros (que se convierten en el objeto como una versión secularizada de la doctrina del pecado ori-
antilibidinal oculto en ese momento), la autodestrucción del ginal). Por el contrario, los miembros no klenianos de la es-
self antilibidinal o «saboteador interno» y la búsqueda de la cuela de «relaciones objetales» tendían a adoptar alguna va-
escisión para la satisfacción libidinal pura no relacionada con riedad del modelo deficitario, en el que el desarrollo normal
personas, representada por el abuso de sustancias y la pro- y anormal están más claramente diferenciados, y la base de
miscuidad. la psicopatología está en un fallo del entorno a la hora de
La noción de retractación esquizoide de Fairbairn fue proveer las condiciones necesarias para el crecimiento psí-
conceptualizada como una estrategia interpersonal típica quico saludable.
418 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

Michael Balint (12) es quizás más conocido por sus in- el juego interactivo. En este espacio transicional Winnicott
tentos de aumentar la conciencia psicológica entre los médi- encontró los orígenes de la creatividad y la cultura y un nue-
cos de cabecera a través de la introducción de los «grupos de vo sentido del self. Sugirió que la cara de la madre es una es-
Balint», pero también fue una figura destacada del psicoaná- pecie de espejo donde el niño ve reflejados sus propios senti-
lisis que introdujo términos clave y conceptos. A diferencia mientos y que mediante este reconocimiento empieza a to-
de Klein, que veía al recién nacido como un ser asustado y en mar conciencia de quien es él. Este proceso se interrumpe si
conflicto, Balint propuso un estado de amor primario que ca- la madre presenta depresión o es abusiva, posiblemente aquí
racteriza la relación madre-hijo temprana, que describió están los orígenes del trastorno de personalidad borderline ca-
como «mezcla armoniosa interpretativa». Cuando los padres racterizado por un sentido deficiente del self y sentimientos
actuaban de forma inadecuada, por negligencia, intromisión de vacío interno y esterilidad. Winnicott consideró «el apren-
excesiva, agresión o abuso, él argumenta que el niño queda- der a jugar» un elemento clave de la terapia para ayudar a los
ría permanentemente asustado al nivel del «defecto básico». pacientes a recuperar su sentido de sí mismos.
Insistió en la importancia de la regresión en psicoterapia en Un fenómeno relacionado es el que se produce con el ob-
estos casos, y concluyó que la terapia sólo podía ser efectiva jeto transicional: los pañuelos especiales, los ositos de pelu-
si alcanzaba el nivel del defecto básico. Su modelo de terapia che y juguetes preciados que los niños necesitan a menudo
implicaba una experiencia reparadora con el terapeuta, más para estar cómodos y poder dormir. Winnicott los consideró
que una mera interpretación, que incluía tanto la aceptación amortiguadores contra la pérdida, objetos que están revestidos
como en ocasiones respuestas de acción del terapeuta: Balint con las propiedades del objeto primario (la madre y su pecho)
sostenía en ocasiones la mano del paciente de forma amable pero que permanecen bajo el control del niño. Son «transi-
y en una señalada ocasión animó a una paciente, que afirma- cionales» en el sentido que están entre el objeto ideal fanta-
ba que nunca había tenido el valor de hacer un salto de cam- seado y el objeto real, pero son potencialmente poco fiables,
pana, a probar de hacer uno fuera de la sala de consultas en y objetos de realidad externa.
ese mismo momento (¡la terapia conductual se encuentra con La sutileza del pensamiento de Winnicott está ejemplifi-
el psicoanálisis!). Freud identificó en un origen dos defensas cada en su noción de la madre suficientemente buena. A di-
fundamentales contra la ansiedad: la retirada esquizoide, ob- ferencia de algunos escritores psicoanalíticos, no atribuyó to-
servada en trastornos obsesivo-compulsivos y psicosis y el dos los males humanos al fracaso parental. Al igual que Freud
apego dependiente de la histeria. Balint elaboró este tema, di- consideró la fantasía como reacción ante la pérdida (no hay
vidiendo a los pacientes entre los que temían los espacios en- necesidad de imaginar, fantasear, un pecho si estás próximo a
tre la gente y por lo tanto tendían a adherirse a sus objetos, y uno e intrusivamente); así pues Winnicott se dio cuenta de
los que encontraban amenazante el contacto cercano con las que una «madre perfecta» que está siempre pendiente de las
personas y usaban la evitación como forma de controlar la necesidades de su hijo podía inhibir, más que fomentar, el
ansiedad. La teoría del apego (v. posteriormente) ha propor- desarrollo del sentido de sí mismo como un ser autónomo y
cionado algunas pruebas experimentales para apoyar esta di- separado. Las madres (y presumiblemente los padres) debían
cotomía. ser «suficientemente buenos», no perfectos, porque a través
Donald Winnicott (13), después de Klein, es quizás el de la protesta sana sobre el fallo parental el niño reconoce su
psicoanalista británico más conocido, fue una figura incon- propia fuerza y encuentra límites que le reafirman que sus pa-
formista que combinaba una sensibilidad clínica excepcional dres pueden tolerar su agresión y seguir queriéndole.
con una gran originalidad teórica. Su trabajo aproxima a Los objetos transicionales pueden ayudar a los niños a ne-
Klein con el grupo independiente, y al igual que Bowlby ob- gociar con este conflicto, como representantes de un mundo
tuvo una gran resonancia a través de sus artículos y la divul- interno intacto de objetos amados, mientras que las relacio-
gación sobre el desarrollo infantil. Un número considerable nes externas son tormentosas.
de sus expresiones y conceptos han pasado al lenguaje colo- Winnicott observó que el déficit del desarrollo no siem-
quial, especialmente aquella de la madre suficientemente bue- pre viene en forma de negligencia o violencia manifiesta. Es-
na y la objeto transicional. El interés central de Winnicott gi- taba especialmente interesado en las formas en las que los pa-
raba en torno a la interacción entre la madre y el bebé, al dres, conducidos por sus necesidades inconscientes, podían
igual que en la mayoría de las escuelas basadas en las relacio- imponer sutilmente sus deseos en un niño sumiso, e inhibir
nes objetales. A diferencia de Freud, tuvo poco que aportar así el crecimiento de un sentido de sí mismo sólido y dife-
sobre el padre cuyo rol principal consideraba que era la pro- renciado. La distinción self falso, self real, trata de capturar las
tección de la pareja madre-bebé de las interferencias externas, formas en las que los niños, y posteriormente los adultos con
incluido él mismo. trastornos de personalidad, pueden presentar un aspecto
Winnicott observó una zona intermedia en los primeros aceptable al mundo que es completamente distinto de los
años de vida que no era del ámbito de la fantasía pura (como sentimientos internos de miedo, vacío y rabia. En su obra clá-
describió Klein) ni de la realidad (para la que la adaptación sica, pero hoy olvidada The Divided Self, R. D. Laing (14)
por parte del yo era necesaria tal y como describió Freud), tomó la distinción de Winnicott self falso, self real como tema
aunque participaba de los dos. En esta zona intermedia o central de su explicación psicodinámica de esquizofrenia,
transicional el niño aprende, con la ayuda de la madre, a ju- considerando los delirios como una forma de mantener jun-
gar (otro punto esencial de Winnicott). Aquí las fantasías tos, aunque «falsamente», un self real en desintegración y su
pueden convertirse en realidad, por lo menos mientras dura mundo interno.
3.3.2. RELACIONES OBJETALES, TEORÍA DEL APEGO, PSICOLOGÍA DEL SELF Y PSICOANÁLISIS INTERPERSONAL 419

■ John Bowlby y la teoría del apego nómenos disociativos en la adolescencia y la edad adulta
temprana.
John Bowlby (15), contemporáneo de Winnicott, fue Mary Main (18) ha desarrollado una entrevista estructura-
considerado durante muchos años un renegado del psicoaná- da psicodinámica, la Entrevista del Apego para Adultos
lisis, a pesar (o quizás a causa) de que su trabajo fue un in- (Adult Attachment Interview, AAI), que se puntúa según el es-
tento de aportar lógica y rigor científico al pensamiento psi- tilo narrativo del entrevistado, un estudio de seguimiento a
coanalítico. La teoría del apego, que puede considerarse una largo plazo con niños cuyas pautas de apego se habían clasi-
versión de la teoría de las relaciones objetales empíricamente ficado en la infancia, generó interesantes conexiones con es-
validada, empieza con la teoría revisada de la ansiedad de tas tempranas pautas de apego. Al igual que ocurre con la res-
Freud (16), que más que considerar la ansiedad como el re- puesta a la amenaza en la infancia, la forma de hablar sobre
sultado de una represión incompleta de los deseos incestuo- sí mismos de los adultos y sus formas de vida son muy varia-
sos la considera en términos interpersonales como una res- das. Algunos, con un estilo seguro de sí mismos y autónomo,
puesta a la amenaza de la pérdida de la persona amada. Ba- hablan libremente de sí mismos y de sus sufrimientos pasados
sado en la observación de jóvenes delincuentes, muchos de en un tono coherente y adecuado. Las personas con estilo
los cuales sufrieron la pérdida de un progenitor durante la más inseguro-desdeñoso minimizan los problemas y se carac-
primera infancia, y las reacciones depresivas de niños peque- terizan por un discurso poco elaborado y carente de metáfo-
ños ante la separación de sus padres al entrar en el hospital, ras e intensidad. El estilo inseguro-enredado es confuso y
Bowlby determinó que la protección del peligro era un com- emocionalmente cargado, mientras que el inseguro-desorgani-
ponente clave en la relación padres-hijo, y que existían meca- zado tiene interrupciones en la continuidad y flujo lógico del
nismos psicológicos incorporados que aseguraban el mante- discurso. Estos patrones de habla inseguros, típicos en las en-
nimiento de los vínculos de apego. trevistas psicoterapéuticas con pacientes trastornados, son
La teoría del apego postula que ante la amenaza, enfer- manifestaciones de las disposiciones relacionales psicobioló-
medad o cansancio, el niño buscará la proximidad de sus cui- gicas que las diversas teorías de las relaciones objetales tratan
dadores. Una respuesta protectora del cuidador calma las ne- de explicar. La forma en la que hablamos de nosotros mismos
cesidades de apego del niño, que puede así volver a jugar o a revela el estado en que se encuentra nuestro mundo interior.
su comportamiento explorador, seguro de que puede dispo- Peter Fonagy (19) ha sugerido que la capacidad de representar
ner de ayuda en caso de que la vuelva a necesitar. Esto ofre- la experiencia, que él llama función reflexiva, especialmente
ce las condiciones ideales para el apego seguro y el niño crea si es problemática o traumática (una versión contemporánea
un modelo interno de trabajo (el término preferido por de la clásica noción psicoanalítica de la introspección), es un
Bowlby para referirse al mundo interior) de un self seguro y amortiguador contra las alteraciones psiquiátricas. Por lo tan-
sólido y de los otros como sensibles. Esta formulación es to, una vez representado el sufrimiento la persona que sufre
muy similar a la noción de Winnicott de «sólo en presencia puede distanciarse de éste y considerar las diversas formas de
de la madre», una paradoja winnicottiana típica que repre- respuesta. La mejora de la función reflexiva es una estrategia
senta a un niño absorto en el juego con una madre que pro- psicoterapéutica genérica y se aplica tanto en la terapia cog-
tege y supervisa pero que no es intrusiva, su intento de cap- nitiva (dándose cuenta de las cogniciones negativas y pensa-
turar las condiciones bajo las cuales puede desarrollarse un mientos automáticos) como en la terapias psicodinámicas.
fuerte sentido del yo y la capacidad para tolerar o incluso dis- Bowly discrepó en cuanto a la apropiación del término
frutar el estar solo. «biológico» por la psiquiatría orgánica, ya que creyó que las
El apego seguro surge de padres que responden y son relaciones de apego y sus vicisitudes, que tomaban forma a
sensibles y contrasta con el apego inseguro que Bowlby vio través de las presiones evolutivas, no eran menos «biológicas»
como factor de predisposición para la neurosis del adulto. que la neuroquímica que parecía mediar en el proceso. Para
La colaboradora de Bowlby, Mary Ainsworth y sus estu- él la psicologia humana era fundamentalmente relacional y
diantes, han investigado las diferentes pautas de apego inse- también se resistió a la idea que la dependencia era en cierta
guro así como las condiciones bajo las que aparecen (17). medida una señal de inmadurez psicológica, o por el contra-
Esbozaron tres tipos de apego inseguro: inseguro-evitativo, rio, que el aislamiento de la autonomía era una buena medi-
inseguro-ambivalente e inseguro-desorganizado. El niño evi- da de madurez. Al considerar que las necesidades de apego
tativo ha experimentado relaciones bruscas o agresivas con eran constantes durante todo el ciclo de vida, puso la separa-
sus padres y tiende a evitar el contacto cercano con gente, ción y la pérdida en el punto de mira de su noción sobre el
permaneciendo inmóvil cerca de sus cuidadores más que origen del trastorno psiquiátrico. En el modelo de apego, la
yendo directamente hacia ellos cuando se enfrenta a una separación del cuidador es una amenaza: estamos biológica-
amenaza. El niño ambivalente se aferra a sus padres incon- mente preparados para responder con shock, negación y enfa-
sistentes y encuentra el juego exploratorio difícil, incluso do y comportamientos de búsqueda cuando nos separan de
cuando el peligro ya haya pasado. Los niños desorganizados la persona u objeto querido. La pérdida es una separación
se comportan de modo extraño ante la amenaza, y suelen irrevocable y las primeras fases de la respuesta de duelo son
tener padres emocionalmente ausentes, a menudo con una intentos infructuosos para reestablecer el statu quo. La deses-
historia de abusos en su propia infancia. La desorganización peración y la depresión son resultado del reconocimiento de
se considera una forma grave de apego inseguro y un posi- que la separación es final, y detrás de esto la reorganización
ble precursor de trastornos graves de la personalidad y fe- de los modelos de trabajo interno, sostenidos quizás por lo
420 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

que Klein llamó «restauración del objeto perdido», el reconoci- cuando se trabaja con pacientes con trastornos graves, muchos
miento de que aunque la persona amada se ha perdido en la de los cuales son supervivientes de abusos, es que los propios
realidad, los buenos recuerdos permanecen en el mundo in- cuidadores pueden sentirse atacados o simbólicamente «abusa-
terior. dos» por estos pacientes. Detectar el modo en que el paciente
Por lo tanto, a pesar de tener puntos de vista radicalmen- puede identificarse inconscientemente con su agresor ayuda a
te distintos especialmente en el papel que desempeña el am- los terapeutas a entender mejor el problema de éste y que su
biente en la salud mental, Bowlby y Klein están de acuerdo respuesta ante este ataque sea menos defensiva.
en la importancia de la capacidad para hacer frente a la pér- Vaillant observó que los pacientes que utilizaban meca-
dida y consideran que la capacidad de entristecerse de forma nismos de defensa más maduros eran menos vulnerables a en-
adecuada se opone a la depresión como signo de salud men- fermedades psiquiátricas y psicológicas, por lo que un objeti-
tal. La investigación sobre factores psicosociales en la depre- vo importante de la psicoterapia sería ayudar al paciente a uti-
sión han confirmado de alguna forma estos puntos de vista. lizar formas menos primitivas de los mecanismos de defensa.
La perspectiva del apego también tiene implicaciones en la Las defensas son por lo tanto vistas de un modo legítimo
práctica diaria de la psiquiatría. Una de las funciones del hos- como formas de adaptación, y desde una perspectiva del des-
pital psiquiátrico y el psiquiatra es ofrecer al paciente una arrollo cuanto más temprano sea el supuesto trauma psíquico
«base segura», que reduzca de alguna forma su ansiedad. Una más probable será el uso de mecanismos de defensa primiti-
dependencia adecuada es esencial para una relación psicote- vos. Heinz Hartmann (22), fundador de la escuela de psico-
rapéutica de apoyo que es una parte clave de la dimensión logía del yo, hizo hincapié en el aspecto adaptativo de la fun-
psicoterapeútica de la psiquiatría. Las rotaciones de residentes ción —yo y en lo positivo de las defensas. Para Freud el yo es
frecuentes y relaciones poco sensibles o de rechazo de psi- una estructura relativamente débil, que hace lo posible para
quiatras u otros trabajadores en salud mental refuerzan el ape- moderar las arrogantes demandas del ello, y las censuras del
go inseguro y pueden favorecer que ciertos pacientes redo- superyó, y así ayudar al individuo a sobrevivir ante el trauma
blen sus esfuerzos de aferrarse a la institución psiquiátrica, un ambiental. Hatmann propuso un modelo más benigno. Para
conocido círculo vicioso. él había una «esfera del yo sin conflicto» donde el yo puede,
si las circunstancias son lo suficientemente favorables, tratar
con facilidad y suavemente el mundo exterior. Las funciones
■ El yo y sus defensas: Anna Freud, psicológicas básicas del pensamiento, percepción, memoria,
Hartmann y Lacan planificación e incluso la experiencia del placer y satisfacción
son manifestaciones de este aspecto del yo sin conflicto. Una
La importancia de las relaciones objetales supuso que el ventaja de la fórmulación de Hartmann y que es consistente
objeto de interés permanente de Freud, la estructura psíquica, con el pensamiento psiquiátrico, es que hace una clara dis-
recibiera poca atención por parte de los teóricos. El papel del tinción entre forma de funcionamiento mental normal y
yo y de los mecanismos de defensa era sin embargo una pre- anormal a diferencia por ejemplo del modelo Freud-Klein en
ocupación particular de Anna Freud (20), que representó una el que la normalidad está construida sobre una infraestructu-
tendencia paralela a las escuelas de relaciones objetales. Ela- ra infantil y universal de trastorno y falta de integración.
boró una taxonomía de las defensas utilizadas por el yo, para El modelo triangular de David Malan (23) de ansiedad,
mantener su integridad ante la amenaza interna del ello y las defensa e «impulso oculto» es otra variedad de psicología del
demandas e intrusiones de la realidad externa. Valliant (21) yo que encontró aceptación en los círculos psiquiátricos.
agrupó las defensas de Anna Freud en inmaduras (como la Ofrece una clara fórmula para estudiar los problemas neuró-
identificación proyectiva y la escisión), defensas neuróticas ticos: por ejemplo, las personas que padecen agorafobia con
(que incluyen intelectualización, formación reactiva e identi- frecuencia se defienden de la ansiedad a través de la evitación
ficación con el agresor) y las maduras (como humor y subli- y la dependencia, por lo que puede haber sentimientos ocul-
mación). tos de insatisfacción y agresión contra la pareja en el presen-
La formación reactiva describe los modos en que el ego te y en el pasado contra una controladora y poco afectuosa
reacciona ante deseos o impulsos inconscientes que amena- madre. Hay puntos en común interesantes entre la propuesta
zan su equilibrio aferrándose de forma consciente a perspec- de Malan y las escuelas no psicodinámicas de psicoterapia y
tivas que son contrarias a éstos: el militante pacifista que no con las terapias integradoras como la terapia analítica cogni-
está en contacto con ninguno de sus sentimientos de agre- tiva y las terapias interpersonales. (v. cap. 6.3.3). La terapia
sión, por ejemplo, o el humilde narcisista secreto. La identi- conductual ayuda al yo a tolerar la ansiedad y por lo tanto la
ficación con el agresor, descrita por primera vez por Anna situación de miedo. Para Malan la función de la terapia es
Freud, es evocada con frecuencia en las discusiones sobre los permitir al yo tolerar y expresar los sentimientos ocultos. La
efectos psicológicos de los abusos en la infancia. Una forma de terapia cognitiva ayuda de forma parecida al paciente a darse
sobrellevar el horror de un abuso es «desidentificarse» con uno cuenta y a contrarrestar los pensamientos automáticos (que
mismo (una forma de disociación) y ponerse uno mismo en el equivalen a sentimientos ocultos) que merman los intentos
lugar de la persona que ataca, reduciéndose así los sentimien- del yo por alcanzar un funcionamiento sin conflicto.
tos de dolor y desamparo. Esta idea explica por qué los que han La psicología del yo ha sido duramente criticada por el
sido víctimas de abusos durante la infancia pueden convertirse psicoanalista francés Lacan y sus seguidores, quienes procla-
en abusadores en la edad adulta. Una experiencia frecuente man que mina el mensaje principal de Freud. Lacan dice que
3.3.2. RELACIONES OBJETALES, TEORÍA DEL APEGO, PSICOLOGÍA DEL SELF Y PSICOANÁLISIS INTERPERSONAL 421

el punto de vista de Hartmann anima al sujeto a adaptarse, y laciones sociales que han subyugado a la mujer, y de las cua-
por lo tanto a aceptar, el statu quo social. Lacan aboga por un les con una actuación adecuada, incluida la psicoterapia, po-
retorno a Freud, que implica resaltar la importancia del con- dían liberarse. Un contemporáneo de Horney, Erich Fromm,
flicto ineludible entre los deseos de un niño, especialmente trajo consigo una influencia marxista al psiconánlisis, desta-
por la posesión de la madre, y las relaciones de poder del cando la contribución de los métodos de producción capita-
mundo adulto encarnadas en la capacidad del padre de decir lista en el aislamiento y anonimato de los individuos moder-
«no» y de imponer su realidad sobre el niño, incluida la del nos y sus problemas psicológicos.
lenguaje. La ansiedad generada por este conflicto fue obser- A pesar de que el tratamiento psicoanalítico convencional
vada por Freud como «la ansiedad de castración». Las psicoa- para la esquizofrenia está actualmente muy desacreditado,
nalistas feministas han adoptado la crítica de Lacan para de- existe un creciente interés en la función que desempeñan las
mostrar que el patriarcado más que ser un hecho biológico es intervenciones psicosociales en la psicosis. Aquí los princi-
un planteamiento social incrustado profundamente en nues- pios de Sullivan en relación con el respeto por la experiencia
tra psicologia. La «realidad alternativa» de la psicosis puede del paciente y su significado, la necesidad de una relación de
entenderse en términos lacanianos como un intento de eva- apoyo psicoterapéutico a largo plazo, la atención hacia los
dir esta colisión inherente entre el deseo infantil y el condi- desencadenantes sociales de la psicosis, y el centrarse en la
cionamiento social. forma en la que el terapeuta, quizás a través de la contra-
transferencia, puede alentar una recuperación o reforzar la pa-
tología, son muy relevantes para la psiquiatría contemporá-
■ El self, significado y psicoanálisis nea.
interpersonal: Sullivan, Horney y Kohut Heinz Kohut (26) no se preocupó tanto por la esquizofre-
nia como por el terreno intermedio entre la neurosis y la psi-
Los modelos de Freud sobre la mente eran esencialmente cosis, que los psicoanalistas llaman trastorno límite (borderline).
intrapsíquicos y tratados en un lenguaje casi científico. Las re- El punto en común con Sullivan está en que para Kohut los
laciones objetales, en distintos grados, mantenían esta pers- trastornos límite y narcisistas son analizados en términos de
pectiva pero introdujeron una dimensión relacional nunca deficiencias del self. Al igual que Sullivan, Kohut ubica la au-
desarrollada completamente por Freud. El psicoanálisis inter- toestima y sus trastornos en el centro de su psicología. Como
personal en los Estados Unidos era radicalmente mucho más Balint, Bowlby y Winnicott (con quienes su pensamiento está
interpersonal que las relaciones objetales y también crítico más próximo), encuentra el origen de la autoestima en el in-
con la ortodoxia freudiana, que consideró estar descuidando terés empático de los cuidadores en los primeros años de vida.
el dominio humano con su uso de jerga y un rígido dogma- Para él hay cierto narcisismo saludable que se basa en la gran-
tismo intelectual. Harry Stack Sullivan (24) era un libre pen- diosidad y la omnipotencia del niño joven («su majestad el
sador que destacó este aspecto existencialista de la psicotera- bebé», como dijo Freud) que es aceptada y fomentada por los
pia, aunque se mantuvo en la tradición psicoanalítica. Traba- padres eficaces. En esta fase los padres son «objetos del self»,
jó con personas que padecían esquizofrenia, con las que un concepto similar con el del objeto transicional de Winni-
Freud tuvo poca experiencia. Sullivan pone el self en el cen- cott en el que forman parte tanto del self como el entorno y
tro de su psicología en el sentido que «lo que le hace a uno que el niño, en su estado de sano delirio, cree que están ahí
ser uno mismo», equivale a la noción contemporánea de «au- exclusivamente para su propio beneficio.
torrepresentación». Los pacientes con esquizofrenia sufren Como Winnicott, Kohut resalta el «hacer de espejo»
baja autoestima y desbordante ansiedad, que Sullivan consi- como aspecto interpersonal clave. Para Winnicott los padres
deró era el producto de relaciones parentales negligentes, y al al hacer de espejo ayudan al niño a adueñarse de sus emo-
igual que Klein en su esquema esta ansiedad se equipara con ciones y tomar conciencia de quién es. Kohut, por el contra-
la representación de la «mala madre». Los seres humanos tie- rio, ensalza el aspecto narcisista del «espejo»: el niño ve su
nen dos tipos de necesidades: la necesidad de satisfacción y gloria reflejada en los ojos de sus padres que lo admiran, y
la necesidad de seguridad. La «buena madre», como en la te- esto contribuye a reforzar su autoestima positiva. A medida
oría del apego, surge en un contexto de seguridad y ausencia que el desarrollo transcurre hay un proceso de «desilusión óp-
de ansiedad. tima», similar a la resolución del complejo de Edipo, donde
Sullivan creía en la importancia de conseguir una gran el niño aprende gradualmente que sus objetos tienen una
complicidad con sus pacientes con psicosis. Su misión era vida propia. Para entonces, sin embargo, su sentido de sí mis-
siempre encontrar sentido a sus experiencias, más que igno- mo como valorado y efectivo estará lo suficientemente des-
rarlas como manifestaciones incomprensibles generadas por arrollado y el narcisismo residual alimentará funciones útiles
una enfermedad biológica. Él tuvo una gran influencia en como la ambición, la aspiración por el éxito y admiración, o
una generación de psiquiatras de formación psicoanalítica en- el sentido de laboriosidad y preocupación por los otros.
tre los que se incluyen Harold Searles, Freida Fromm-Reich- En aquellas circunstancias en las que el ambiente no pro-
man y Karen Horney (25). Ésta última, como Sullivan, tenía porciona empatía, el «espejo» es deficiente, la frágil grandio-
una visión crítica de los aspectos pseudobiológicos del psico- sidad aniquilada o la desilusión resulta traumática, esto pre-
análisis, en especial en relación a la psicologia femenina. Para dispone al desarrollo de una patología límite, donde el yo
ella el complejo de castración y la envidia del pene eran fe- absorto en sí mismo y el uso de otros como objetos del self
nómenos sociales más que biológicos, manifestaciones de re- —apropiado durante la infancia— persiste en la vida adulta
422 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

(aunque en el desarrollo psicológico normal las necesidades dad interpersonal está teñida de forma inevitable por el esta-
del objeto del self no terminan nunca de superarse). Los com- do de ánimo de los participantes. La teoría del apego ha co-
portamientos autolesivos, como el uso de drogas, trastornos menzado a proporcionar un enfoque del desarrollo humano
del comportamiento alimentario, y comportamientos suici- psicológico que tiene en cuenta el significado y se basa en
das son «productos parciales» de un yo desintegrado que tra- pruebas empíricas. El psicoanálisis está saliendo de su aisla-
ta de usar el entorno como un objeto del self que le propor- miento y comienza a trazar nexos con las ciencias cognitivas:
cionará una momentánea e ilusoria satisfacción y autoafir- el mundo interior de la fantasía no es distinto del mundo de
mación. las asunciones y esquemas que son el foco de la terapia cog-
Una implicación terapéutica del enfoque de Kohut es que nitiva. A través de las modernas técnicas de neuroimagen se
el terapeuta brinda más apoyo al paciente que en el análisis observan puntos de unión con la neurobiología: hoy en día
clásico, y es tolerante con sus grandiosos designios, especial- podemos ver el impacto de la intervención de una terapia
mente en las primeras fases del tratamiento. Esto contrasta efectiva en la arquitectura del cerebro. El progreso depende-
con el enfoque de Otto Kernberg (27) que sintetiza concep- rá de futuras síntesis teóricas y avances de la tecnología,
tos clásicos y klenianos y aboga por una rigurosa interpreta- mientras se mantiene firme el énfasis humanístico en el sig-
ción, especialmente de los comportamientos destructivos y nificado personal y la experiencia interior como contribu-
autolesivos en los pacientes con trastornos límite. Las teorías ción fundamental del psicoanálisis a la psiquiatría contem-
de Kohut y Kernberg reflejan la polarización típica que di- poránea.
chos pacientes evocan en el marco clínico, reflejando quizás
un mundo interior separado rápidamente en buenos y malos
objetos. Un tratamiento efectivo requiere una síntesis: hace Lecturas recomendadas
falta empatía y tolerancia para crear una alianza terapéutica
pero también es esencial marcar límites firmes y claros y con- Bateman, A. and Holmes, J. (1995). Introductoin to psychoanalysis:
frontar la destructividad. Otra síntesis interpersonal se en- contemporary theory and practice. Routledge, London.
Greenberg, J. and Mitchell, S. (1982). Object relations in psychoanalytic theory.
cuentra en el trabajo de Stephen Mitchell (28), cuya teoría re- Harvard University Press, Cambridge, MA.
cuerda al terapeuta la reciprocidad de la relación terapéutica Kohon, G. (1986). The British school of psychoanalysis—the independent
en lo que Robert Lang llama «campo bipersonal»: el paciente y tradition. Free Association, London.
el terapeuta forman un sistema de influencia mutua, la tarea Sandler, J., Holder, A., and Dare, C. (1992). The patient and the analyst
(2nd edn). Karnac, London.
del terapeuta es participar en este proceso y al mismo tiempo Symington, N. (1986). The analytic experience: lectures from de Tavistock. Free
estar lo suficientemente separado de él como para ser capaz Association Books, London.
de hacer una respuesta de reflejo/espejo sobre lo que está su- Wallerstein, R. (1992). The common ground of psychoanalysis. Jason Aronson,
cediendo. New York.
El cambio del psicoanálisis interpersonal alejándose de la
figura del analista como un observador objetivo y privilegia-
do más como un coparticipante, ha dado lugar al interés Bibliografía
contemporáneo en la narrativa o las explicaciones herme-
néuticas en psicoterapia (29), en contraste con la psicología 1. Freud, S. (1917). Mourning and melancholia. In Standard edition of the
complete psychological works of Sigmund Freud (ed. J. Strachey), Vol. 14,
científica que Freud inicialmente intentó establecer. Estos pp. 239–58. Hogarth Press, London, 1957.
autores ven el psicoanálisis como una disciplina hermenéuti- 2. Klein, M. (1986). The selected Melanie Klein (ed. J. Mitchell). Penguin,
ca que pretende explorar el significado más que la verdad ob- Harmondsworth.
jetiva. Si Freud es uno de los fundadores intelectuales del 3. Spillius, E. (1988). Melanie Klein today. Routledge, London.
4. Hobson, R.P., Patrick, M., and Valentine, J. (1998). Objectivity in
modernismo, su enfoque es «posmoderno», en el sentido en psychoanalytic judgements. British Journal of Psychiatry, 173, 172–7.
que resalta el relativismo de los valores y significados y la im- 5. Bion, W. (1988). In Melanie Klein today (ed. E. Spillius), pp. 178–86.
portancia del poder a la hora de determinar el concepto que Routledge, London.
uno tiene acerca del mundo. Aquí hay un punto de cone- 6. Heimann, P. (1950). On countertransference. International Journal of
Psychoanalysis, 31, 81–4.
xión, aunque por ahora bastante distante, con el movimien- 7. Grotstein, J. (1981). Splitting and projective identification. Basic Books,
to «usuario» emergente en psiquiatría y la importancia de dar New York.
tanto peso a la voz del cliente como a la del profesional. Las 8. Ogden, T. (1979). On projective identification. International Journal of
Psychoanalysis, 60, 357–73.
verdades psicológicas son inherentemente contextuales, y sin 9. Fairbairn, W.R. (1952). Psychoanalytic studies of the personality.
el conocimiento del contexto social pueden ser poco clarifi- Routledge, London.
cadoras. 10. Steiner, J. (1993). Psychic retreats. Routledge, London.
11. Britton, R., Feldman, M., and O’Shaughnessy, E. (1989). The Oedipus
complex today. Karnac Press, London.
12. Balint, M. (1968). The basic fault. Tavistock Press, London.
■ Conclusiones 13. Winnicott, D. (1971). Playing and reality. Penguin, Harmondsworth.
14. Laing, R. (1961). The divided self. Penguin, Harmondsworth.
Han surgido muchas perspectivas desde la aparición del 15. Bowlby, J. (1988). A secure base: clinical applications of attachment theory.
Routledge, London.
psicoanálisis. La atención se ha ido desviando de lo intrapsí- 16. Freud, S. (1926). Inhibitions, symptoms, and anxiety. In Standard
quico a lo interpsíquico e interpersonal. El psicoanálisis kle- edition of the complete psychological works of Sigmund Freud (ed. J.
niano ofrece una visión única de las formas en que la reali- Strachey), Vol. 20. Hogarth Press, London.
3.3.2. RELACIONES OBJETALES, TEORÍA DEL APEGO, PSICOLOGÍA DEL SELF Y PSICOANÁLISIS INTERPERSONAL 423

17. Holmes, J. (1996). Attachment, intimacy, autonomy: using attachment 23. Malan, D. (1996). Individual psychotherapy and the science of
theory in adult psychotherapy. Jason Aronson, New York. psychodynamics (2nd edn). Butterworth, London.
18. Main, M. (1995). In Attachment theory: social, development and clinical 24. Sullivan, H.S. (1962). Schizophrenia as a human process. Norton, New
perspectives (ed. S. Goldberg, R. Muir, and J. Kerr), pp. 407–74. York.
Analytic Press, New York. 25. Horney, K. (1939). New ways in psychoanalysis. Norton, New York.
19. Fonagy, P. (1995). In Attachment theory: social, development and clinical 26. Kohut, H. (1977). The restoration of the self. International Universities
perspectives (ed. S. Goldberg, R. Muir, and J. Kerr), pp. 233–78. Press, New York.
Analytic Press, New York. 27. Kernberg, O. (1975). Borderline conditions and pathological narcissism.
20. Freud, A. (1936). The ego and the mechanisms of defense. Hogarth Press, Jason Aronson, New York.
London. 28. Mitchell, S. (1988). Relational concepts in psychoanalysis: an integration.
21. Valliant, G. (1992). Ego mechanisms of defense: a guide for clinicians and Harvard Universities Press, Cambridge, MA.
researchers. American Psychiatric Press, Washington, DC. 29. Roberts, G. and Holmes, J. (ed.) (1998). Healing stories: narrative in
22. Hartmann, H. (1964). Essays in ego psychology. International psychiatry and psychotherapy. Oxford University Press.
Universities Press, New York.
Aproximación existencial
3.4 y fenomenológica a la psiquiatría
Otto Doerr-Zegers

■ Introducción ge ingenuamente hacia el mundo de los objetos. No obs-


tante, esto no nos dirige hacia el conocimiento y mucho me-
Es prácticamente imposible hacer un breve resumen de nos el conocimiento científico. Para transformar esta actitud
los métodos y principios básicos de la fenomenología, así natural en conocimiento científico reducimos el objeto vi-
como de su enorme influencia sobre las ciencias humanas. Lo viente a sólo uno de sus aspectos. Por ejemplo, cuando los
mismo se puede decir de las características básicas de uno de químicos se refieren al agua, reducen todos los significados
sus derivados, la psiquiatría existencial. Intentaremos por lo del sujeto a tan sólo su composición molecular: dos átomos
tanto destacar únicamente los aspectos que nos parecen fun- de hidrógeno y un átomo de oxígeno. En esencia, el cientí-
damentales acerca de su papel en la historia de la psiquiatría. fico natural proyecta la teoría fisicoquímica de la realidad
El filósofo alemán Edmun Husserl es considerado el fun- sobre la totalidad del fenómeno, olvidándose de los demás
dador de la fenomenología y el movimiento fenomenológico, elementos que constituyen el objeto real «agua». Los quími-
a principios del siglo XX. Husserl había estudiado matemáti- cos no tienen en cuenta la capacidad del agua para eliminar
cas. Más adelante estudió filosofía con Franz Brentano, de la sed o hacer que los cultivos den fruto, ni invocan el sim-
quien adoptó el concepto de intencionalidad de la conciencia: bolismo de la profundidad del mar, la importancia de las
«y así, podemos definir los fenómenos psíquicos como aque- nubes, o la belleza de un lago. Por el contrario, cuando un
llos fenómenos que, precisamente con la intención, contie- fenomenólogo adopta una actitud reflexiva dirige su aten-
nen un objeto en ellos mismos (1)» Husserl expresó más tar- ción a todas las diversas maneras en que se percibe un ob-
de la misma idea con sus propias palabras: «en el simple acto jeto en la conciencia. Broekman, un destacado alumno de
de percibir nos dirigimos a las cosas percibidas; en el recuer- Husserl, afirma en este contexto: «esta división fundamental
do, a las cosas recordadas; en el pensamiento, a los pensa- en dos actitudes (natural y fenomenológica) y sus respecti-
mientos; en la evaluación a los valores; en el deseo, a los ob- vos campos constituye un leitmotive que puede encontrarse
jetivos y perspectivas… (2)». La realidad se experimenta en en toda la fenomenología (4)».
primer lugar como el «noema» de una «noesis», como el con- Según Blankenburg, la actitud fenomenológica pretende:
tenido de nuestros actos conscientes.
La filosofía tiene que desarrollar una aproximación inme- …estar tan abierta como sea posible a las diversas mane-
diata y directa a los objetos y evitar los numerosos prejuicios ras de ser del objeto, es decir, intenta ser (incluso) «más nat-
ural» que la propia experiencia natural. Pero, por otro lado,
que caracterizan la historia y el conocimiento humano. La
también intenta ser «más científica» que la experiencia cien-
frase de Husserl «a las cosas mismas» no sólo significa aban- tífica, ya que no se limita a un proyecto en particular, sino
donar los dogmas tradicionales, es más bien una invitación a que transforma en su objetivo (la totalidad de) las formas de
sumergirse plenamente en las cosas. Eugen Fink, seguidor de ser de lo que nos encontramos (5)».
Husserl, escribió: «(es una cuestión de) inmersión en el au-
téntico problema tal como… (sin) equipararse con evidencias En otras palabras: en cada experiencia real experimenta-
ingeniosas (3)». Un retorno a las cosas tal y como son en ellas mos más de lo que nos ofrece la percepción del simple obje-
mismas no significa que deben tomarse los hechos concretos to. Esta idea fue brillantemente formulada por Goethe casi
en sentido literal, como defendería el realismo, por ejemplo. 100 años antes que Husserl, quien afirmó en uno de sus afo-
Por el contrario, se debería ir más allá del dominio de lo que rismos: «La experiencia es siempre sólo la mitad de la expe-
se muestra a sí mismo. Además, la fenomenología no limita riencia (6)». Siempre vivimos más de lo que vivimos y expe-
su campo de investigación a las experiencias sensoriales, sino rimentamos más de lo que experimentamos, la exploración
que acepta de la misma medida información no sensorial de esta otra parte es la gran tarea de la fenomenología. El
(como las relaciones y valores) que se presentan intuitiva- principio goethiano, en sí mismo tan paralelo al de Husserl,
mente. La fenomenología obtiene su conocimiento de un nos lleva directamente a la oeuvre del autor francés Marcel
«supuesto» (la intuición) completo y directo del objeto. Proust. El significado profundo de su novela Rememberance of
La experiencia fenomenológica no es de ningún modo Things Past se basa en la recuperación de todo lo que él expe-
una experiencia natural, aunque proviene de ésta. En la vida rimentó en el pasado y vivió en aquel momento casi sin dar-
cotidiana uno se da cuenta de que su actitud natural se diri- se cuenta. Los aspectos fundamentales de su trabajo fueron
425
426 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

son equiparables a las fases iniciales del método fenomenoló- decimos que las “enfermedades mentales son enfermedades
gico: una abertura completa a la realidad, una actitud reflexi- cerebrales”, pero en las enfermedades mentales encontramos
va que percibe la realidad como dada a la conciencia y una modificaciones trascendentales de la estructura esencial y los
eliminación progresiva de todas las presunciones, prejuicios e elementos estructurales del estar en el mundo» (14).
incidencias como instrumento para tomar conciencia de la Esta aproximación tiene al menos dos ventajas. En primer
esencia de lo que se ha experimentado. lugar, el análisis de varias de las modalidades de los mundos
psicóticos puso en relieve que estas variaciones conducían a
la comprensión de nuevas formas de estar en el mundo. En-
■ Propuesta de Jaspers tre los ejemplos destaca el sentimiento de que el mundo está
lleno de luz en la manía (15), o la excentricidad en la esqui-
El médico y filósofo alemán Karl Jaspers fue el primero zofrenia (16). En segundo lugar, el uso del lenguaje es de gran
en aplicar el método fenomenológico a la psiquiatría (7, 8). importancia. Los psiquiatras biólogos estudian las alteracio-
Según Jaspers, la fenomenología es una «psicología descripti- nes del lenguaje dentro de los límites del cuadro clínico y el
va» que está muy relacionada con los hechos y proporciona psicoanalista investiga su contenido biográfico, mientras que
una descripción imparcial de las experiencias de los pacientes. el analista existencial dirige su atención a los «proyectos del
Jaspers combinó un interés por la empatía (Einfühlen) con un mundo en los que el interlocutor vive o ha vivido» (14). Asi-
entendimiento inmediato (Verstehen) de la otra persona, sin mismo, el análisis existencial investiga las formas en que Da-
explotar técnicas fenomenológicas de reducción del yo, libre sein «descubre» y «proyecta» mundos (15). Intentaremos resu-
variación imaginaria, e intuición de los rasgos esenciales. Sin mir los hallazgos de Binswanger relacionados con la vida y el
embargo, el presente autor no comparte la opinión de Berríos mundo de los pacientes con esquizofrenia:
(9), que destacó las diferencias entre Husserl y Jaspers. Dife-
rencias que por otro lado no son tan extremas como preten- 1. En primer lugar, el descubrimiento de una existencia es-
dió Berríos, al menos no en lo concerniente a la aplicación de quizofrénica se caracteriza por la «ruptura de la coheren-
sus enfoques fenomenológicos a la psiquiatría. Algunos de los cia con la experiencia natural». Binswanger consideró este
informes de Jaspers ilustran esta opinión: «la fenomenología patrón de «incoherencia» como principal tendencia de es-
se refiere a lo que se experimenta como real; observa la psi- tos pacientes, incluso durante la infancia. Por esta razón
que «desde dentro» a través de la representación inmediata sus vidas son dolorosas y difíciles, porque permanente-
(Vergegenwärtigung)», o «(él) como no tiene ojos no puede mente buscan formas y modos de reestablecer un orden
practicar histología; (él) como que se repudia o es incapaz de perdido.
imaginar la psique y percibirla como una entidad viviente, no 2. Otro elemento esencial de la existencia esquizofrénica es
puede entender la fenomenología» (7). Así, los puntos de par- su escisión en alternativas que no son reconciliables. Una
tida de Jaspers eran en realidad los mismos que los de Hus- alternativa dominante es a menudo un ideal excéntrico.
serl: el retorno a las cosas, la intencionalidad de los fenóme- Esta tendencia a la escisión suele aparecer en el período
nos psíquicos y el cambio de una actitud natural a una acti- anterior a la enfermedad, y en diferentes ámbitos de la
tud fenomenológica. Una búsqueda escrupulosa en los escri- vida, como el trabajo, las relaciones sociales o la relación
tos de Jaspers al final también nos conduce a la intuición de con el propio cuerpo.
las esencias de Husserl, como cuando Jaspers reclamar «una 3. La tercera característica constitutiva es el encubrimiento
clasificación que agrupe los fenómenos psíquicos, según su si- del lado rechazado de la alternativa en favor de la supre-
militud fenomenológica, como lo que ocurre con los colores macía absoluta del ideal excéntrico. Esta perspectiva per-
infinitamente múltiples del arco iris» (7). Algunos destacados mite entender la relación entre la esquizofrenia y la bús-
autores estadounidenses, como Wiggins y Schwartz (10, 11), queda de formas originales de expresión observada en el
han expresado recientemente una opinión similar en relación movimiento artístico manierista, ya que el encubrimien-
con el nexo de Jaspers con Husserl. to de la alternativa temida se logra a menudo a través de
modos de expresión arbitrarios, enrevesados e innecesa-
riamente detallados (lenguaje, escritura, movimiento y di-
■ Propuesta de Binswanger bujo).
4. La última característica es el instinto de «aniquilación»
El segundo psiquiatra que aplicó el método fenomenoló- que se manifiesta como la culminación de las tensiones
gico a la psiquiatría fue el suizo-germano Ludwig Binswanger. en conflicto y la retirada del mundo. Éste es el «anhelo
En su artículo «Sobre la fenomenología» (12) ya sugiere que por el final», que puede alcanzarse a través del autismo
«la intuición de las esencias constituye el proceso fundamen- pasivo, las ideas delirantes crónicas o el suicidio.
tal del método fenomenológico (en psiquiatría)». Posterior-
mente fue muy influenciado por el Being and Time de Hei- Al final de su vida, Binswanger abandonó estos análisis
degger (13) y se convirtió al existencialismo. A través de su biográficos, tan cercanos al trabajo de Heidegger, y volvió a
conversión, Binswanger concibió la forma de ser y la biogra- la fenomenología transcendental de Husserl. En sus últimos
fía de los pacientes psiquiátricos según el modelo de la des- dos libros, Melancholie und Manie (17) y Wahn (18), intentó
cripción de Heidegger de la existencia humana como «estar describir la constitución de los mundos patológicos como al-
en el mundo». Por lo tanto, de acuerdo con Binswanger, «no teraciones de la conciencia transcendental. Para entender el
3.4. APROXIMACIÓN EXISTENCIAL Y FENOMENOLÓGICA A LA PSIQUIATRÍA 427

tiempo en términos de su idea de intencionalidad (v. ante- obsesión. Sus descripciones de la hipersensibilidad de los in-
riormente), Husserl diferencia entre protentio (futuro), retentio dividuos con fobia al espacio, y la descomposicion, la sucie-
(pasado) y prasentatio (presente). En el caso de la depresión dad y la impureza como elementos constitutivos del mundo
endógena, Binswanger describió una profunda alteración en de las obsesiones, contribuyó a entender ambas enfermeda-
la constitución de la experiencia del tiempo. El protentio es des. Straus (25) contribuyó en gran manera a entender la ex-
invadido por elementos del pasado (en una idea delirante psi- periencia del espacio, y sus estudios fueron igualmente rele-
cótica, por ejemplo, una mera posibilidad de arruinarse se vantes en lo que respecta a la experiencia del tiempo en la de-
transforma en un hecho que ya ha ocurrido). El retentio es in- presión. Asimismo, merece la pena destacar el libro de Min-
vadido por elementos del futuro (como en los frecuentes au- kowski Le Temps Vécu (26), el cual, basado en la filosofía de
torreproches, donde los acontecimientos pasados se experi- Bergson, no sólo constituye un estudio profundo de la expe-
mentan como si siguieran existiendo en el presente). riencia del tiempo en la psicosis, sino también una contribu-
Binswanger descubrió en la manía un debilitamiento de ción conclusiva al entendimiento del «autismo». El trabajo de
los nexos entre los tres elementos de la experiencia temporal. López-Ibor, que influyó enormemente sobre la comunidad
El futuro no está anclado en el presente o el pasado, y el pa- hispanohablante, es un buen ejemplo de cómo la intuición
sado no necesita sostener el presente o futuro. Por lo tanto, fenomenológica va por delante de los resultados de la inves-
una persona con manía no necesita haber estudiado medici- tigación empírica. En 1950, López-Ibor (27) ya había defini-
na para considerarse un gran médico. Binswanger también en- do el carácter «endógeno» de los estados que posteriormente
contró una alteración del paciente con manía en la experi- se denominarían «neuróticos». La desaparición del concepto
mentación de los otros seres humanos. Esto es el resultado de de «neurosis» desde la publicación del DSM-III en 1980 y la
un complejo proceso, que comienza con la percepción del amplificación del concepto de depresión en las últimas déca-
cuerpo del otro y continúa con la «apercepción» de aquel das ha justificado su introspección fenomenológica.
cuerpo como diferente del de uno mismo. A partir de aquí,
se procede a la que Husserl llamó Appräsentation («apresenta-
ción») del otro en su totalidad y Alterität (la convicción de ser ■ Trabajo de Zutt
otra persona). Nuestra percepción común del mundo se basa
en la reciprocidad de estas representaciones. Esto se manifies- Otro autor que ha contribuido principalmente en la
ta de forma clara en el ejemplo de Szilasi (19) sobre el maes- orientación fenomenológica de la psiquiatría es Jürg Zutt. Su
tro y los estudiantes. Los distintos modos en que el maestro análisis sobre las alucinaciones (28) es uno de los mejores
ve a los alumnos como presentes y ellos lo ven a él son dife- ejemplos de como una aproximación fenomenológica puede
rentes. Sin embargo ambos conciben la «apercepción» de que revelar la esencia de un fenómeno psicopatológico. Muchos
él es el maestro y ellos los alumnos. Binswanger observó el pacientes oyen voces, y esto tradicionalmente se ha interpre-
modo en que el paciente con manía demuestra una falta de tado como «falsas percepciones del oído». Si el órgano senso-
respeto hacia la otra persona, evaluando constantemente al rial «engañado» es el oído, entonces la función alterada debe-
otro por sus puntos débiles. Consideró esta actitud como un ría ser la del tracto acústico. Según Zutt, la investigación em-
fallo en «la continuidad de la apercepción» (17). La pérdida pírica para encontrar dichas alteraciones se había llevado a
de esta apercepción compartida es devastadora, ya que forma cabo durante la primera mitad del siglo XX sin ningún resul-
la base de la experiencia mutua de la otra persona. tado evidente. Además, los autores clásicos estaban intrigados
El retorno de Binswanger a la fenomenología trascenden- porque los pacientes con esquizofrenia oyeran voces, pero no
tal de Husserl fue criticado por algunos de sus seguidores, in- tuvieran visiones. ¿Por qué existe esta discrepancia? Esta apro-
cluido Kisker (20) y Tellenbach (21). No ven con toda clari- ximación a la alucinación y sus discrepancias se relaciona con
dad si este regreso al estudio de la conciencia trascendental la teoría de que el organismo humano se basa en la anatomía
constituye un progreso real hacia una base científica de la psi- y la fisiología. Sin embargo, existen otras teorías, como el psi-
quiatría. Lamentan que Binswanger abandonara el análisis coanálisis, donde las alucinaciones no se interpretan como
existencial insistiendo en su historicidad y que procediera al una alteración de la percepción auditiva sino como el resul-
estudio de las estructuras no históricas de la conciencia tras- tado de un «ego débil» confrontado con contenidos amena-
cendental. zantes de la conciencia. Sin embargo, el síntoma «oír voces»
Sin embargo no se puede negar que la aplicación de la fe- como tal no fue investigado en la teoría orgánica ni en la psi-
nomenología transcendental de Husserl puede ser beneficiosa coanalítica. Dichas teorías tienden a «ocultar» el fenómeno,
para la psiquiatría; cosa que demostró Blankenburg (5, 22) y no permiten que éste hable por sí mismo. ¿Qué es lo que per-
que ha sido subrayado por recientes esfuerzos para construir manece constante en el paciente con esquizofrenia que «oye
un nexo entre la fenomenología y la psicopatología a la luz voces» cuando lo liberamos de todos los factores contingen-
de las tendencias emergentes, tanto en neurobiología como tes, tanto anecdóticos como específicos? El presente autor ha
en la filosofía de la conciencia (23). contribuido al análisis de Zutt, comparando las alucinaciones
Otros autores europeos contemporáneos de Binswanger, esquizofrénicas con aquellas asociadas con la psicosis alcohó-
como por ejemplo von Gebsattel, Straus y Zutt en Alemania, lica (29). Los pacientes alcohólicos oyen personas inexistentes
Minkowski en Francia y López-Ibor en España, fueron influi- que aparecen repentinamente en el espacio real y les hablan
dos por igual por Husserl y Heidegger. Von Gebsattel (24) («detrás de la puerta», «en la calle»), mientras que los pacien-
desarrolló una nueva teoría sobre el mundo de la fobia y la tes con esquizofrenia se sienten perplejos y agobiados por las
428 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

voces y generalmente no actúan en concordancia con lo que y la imposibilidad de mantener el orden habitual pueden
oyen. La alucinación alcohólica es una percepción activa que convertirse en una amenaza existencial y desencadenar el
implica una identificación («es la policía»), una localización cambio hacia la depresión («endocinesis»). Quizás el aspecto
(«ya han atravesado la puerta») y una acción (el paciente se es- más interesante de la conceptualización de Tellenbach es que
conde debajo de la cama), mientras que la alucinación esqui- pudo demostrar una coherencia perfecta entre la personalidad
zofrénica, tal como Zutt señaló, se caracteriza por la pasivi- predepresiva, el acontecimiento desencadenante y los sínto-
dad y la indefensión porque el paciente no oye realmente voces mas de depresión. Sus ideas visionarias y exhaustivas le per-
(como hace el paciente alcohólico) sino que es la persona a mitieron mostrar, ya en 1961, la existencia de un único sín-
quien se dirigen las voces, con quien hablan. Sin embargo, drome depresivo unipolar «endorreactivo», mientras que en
esta formulación permite darnos cuenta de que la discrepan- aquella época se diferenciaban aproximadamente veinte tipos
cia mencionada previamente ha desaparecido, puesto que al de depresión. La descripción de Tellenbach se adelantó 20
paciente con esquizofrenia, al igual que le hablan también le años al concepto de «depresión mayor» del DSM-III. Más tar-
observan. Por consiguiente la relación contextual no es voz-vi- de, von Zerssen (32) demostró empíricamente la validez de
sión sino voz-mirada. Por lo tanto en este cuadro clínico el las intuiciones de Tellenbach.
trastorno fundamental no afecta a la percepción sino al fenó- Previamente, Blankenburg intentó aplicar estrictamente la
meno más complejo de las relaciones interpersonales. fenomenología transcendental de Husserl a un caso de humor
El nombramiento de von Baeyer primero (en 1955) y de con ideas delirantes (Wahnstimmung). Un estudiante joven que
Janzarik posteriormente (en 1973), a la cátedra de psiquiatría se encontraba frente al escaparate de una tienda de libros tuvo
en Heidelberg inició una nueva era en la psiquiatría fenome- la sensación extraordinaria de que todos los libros estaban ex-
nológica y existencial, también relacionada con Blankenburg, puestos para él: «fue como un reproche. Quizás quería decir
Braeutigam, Haefner, Kisker y Tellenbach. Muchos psiquia- que tenia que estudiar más en la universidad» (5). El punto de
tras alemanes y de otros países se formaron en la Clínica de partida de Blankenburg es el análisis de la perplejidad que él
Heidelberg, o fueron influidos por esta escuela, y la mayoría mismo experimenta cuando se enfrenta al episodio vivido por
de ellos permanecieron vinculados a la fenomenología. Entre el paciente y descubre que su capacidad de sorprenderse es
estos psiquiatras destacan Kraus (un conocido seguidor de Te- sobrepasada, y de alguna manera abrumada. A partir de ahí in-
llenbach), Lang, Schmidt-Degenhard y Spitzer en Alemania, tenta investigar con más profundidad los significados de
Bin Kimura en Japón, Ballbé en Argentina y Figueroa, Lolas, «asombro» y «ser abrumado». En el «asombro» lo que emana
Parada y Doerr-Zegers en Chile. Puesto que no es posible co- del mundo (Zuwurf) se incluye en un programa (Entwurf) to-
mentar aquí el trabajo de cada autor, nos centraremos única- davía más amplio de la existencia humana (5), mientras que en
mente en Tellenbach y Blakenburg, cuyo trabajo tuvo el ma- el «ser abrumado» la misma emanación o «corriente» (Zus-
yor impacto fuera de Alemania. trom) sobrepasa los límites de lo que la existencia humana pue-
de contener. Éste es el caso del joven estudiante. Los libros
habían perdido su carácter neutro y desprenden algo que urge
■ Trabajo de Tellenbach y Blankenburg y presiona al paciente, lo que le hace sentirse expuesto, sin
ninguna protección, y finalmente le conduce a una pérdida de
El trabajo de Tellenbach es prodigioso, no sólo muestra coherencia de su experiencia natural. Ésta es la semilla de lo
la capacidad de la fenomenología para comprender la esencia que conocemos en los casos más graves como «limitación del
de las enfermedades mentales, sino también las muchas posi- pensamiento» (Gedankenbeeinflussung).
bilidades que se derivan de su aplicación en la práctica clíni- Otra contribución importante de Blankenburg es su con-
ca. Su campo de investigación más importante fue la depre- cepto de «la pérdida de la evidencia natural» (der Verlust der
sión (30), pero también contribuyó a comprender las ideas natürlichen Selbstverständlichkeit) en la esquizofrenia (22). Sus
delirantes, «lo atmosférico», con lo que se refería al aura aso- observaciones de este fenómeno se hicieron en base a una se-
ciada con una persona o lugar. También estaba interesado rie de pacientes con un nivel intelectual elevado y gran capa-
por la importancia del rol paterno en la psicopatología, así cidad de autorreflexión. Un paciente expresó esto diciendo:
como por los diversos modos de concebir esta importancia a «Me falta algo, algo pequeño… pero tan importante que no
lo largo de la historia. Tellenbach también llevó a cabo nu- puedo vivir sin ello» (22). Otro dijo que la salud y la felicidad
merosos análisis hermeneúticos sobre personajes literarios y sólo eran posibles porque había «algo» de lo que uno nor-
religiosos, como el rey Edipo, Hamlet, Otelo, el rey Lear y el malmente no se daba cuenta. El mismo paciente terminó di-
príncipe Myshkin (31), investigando lo que dichos personajes ciendo que este misterioso «algo» parece resistirse de forma
podían decirnos sobre fenómenos psicopatológicos como las obstinada a la conciencia» (22). Las personas sanas no pien-
ideas delirantes, melancolía, los celos, la demencia y la epi- san en la evidencia natural en que los pacientes con esquizo-
lepsia. Tellenbach también describe una tipología humana es- frenia reflejan en ocasiones en la compulsión porque en cier-
pecífica, el «tipo melancólico», que presenta cierta predispo- ta medida ya la han perdido. La única situación en la que las
sición a la depresión unipolar. La característica fundamental personas sanas se aproximan a lo que les ocurre a los pacien-
de este tipo es lo que Tellenbach denomina «orden», lo que tes con esquizofrenia se produce en la reducción fenomeno-
constituye una forma de permanecer fijado a los órdenes na- lógica o epoché, lo cual consiste en «liberarse en la existencia
turales de la vida, como el hogar, el matrimonio, la materni- diaria del modo ingenuo de elaborar opiniones, arraigadas en
dad, el trabajo…, de manera que los riesgos de la vida diaria nuestro mundo personal» (22). Al hacerlo adoptamos una ac-
3.4. APROXIMACIÓN EXISTENCIAL Y FENOMENOLÓGICA A LA PSIQUIATRÍA 429

titud reflexiva y nos distanciamos del mundo de cada día. La mo. Además, la prestigiosa revista Current Opinion in Psychiatry,
resistencia que experimentan los fenomenologistas al adoptar editada por la Asociación Mundial de Psiquiatría (World
esta actitud no existe en el caso del paciente con esquizofre- Psychiatric Association) está publicando un creciente número
nia que, por el contrario, vive en un epoché más o menos per- de contribuciones fenomenológicas.
manente.

■ Desarrollo futuros
■ Fenomenologistas franceses
Y en cuanto al futuro, estamos de acuerdo con las ideas
La psiquiatría fenomenológica también se desarrolló en recientemente expresadas por Wiggins y Schwartz (36). La fe-
Francia, paralelamente a su desarrollo en Alemania, en parti- nomenología puede contribuir a la psiquiatría permitiendo en
cular en París, bajo el liderazgo de Pelicier, y Marsella, donde primer lugar una comprensión de la enfermedad mental más
se relacionó con Sutter, Tatossian, Azorin, Giudicelli y Nau- allá de la dualidad mente-cuerpo, y en segundo lugar hacien-
din. Actualmente Francia es uno de los centros más impor- do cumplir un método científico riguroso. Y al hacerlo pue-
tantes de investigación fenomenológica, tal y como puede de destacar aspectos de la psicopatología que diferencian, por
comprobarse en el periódico L’Art de Comprendre, editado por ejemplo, las ideas delirantes en la esquizofrenia, la manía y
Philippe Forget y Georges Charbonneau. El trabajo de Peli- las psicosis exógenas (37).
cier es de gran alcance y se caracteriza por una perspectiva clí- Por último sugerimos una crítica a la psiquiatría fenome-
nica combinada con importantes referencias éticas. Pelicier nológica y al mismo tiempo ofrecemos algunas soluciones. La
toca casi todos los temas de la psiquiatría, y contribuye en la aplicación del método fenomenológico en psiquiatría siem-
ansiedad, la depresión, las adicciones, la demencia y las en- pre causa la determinación de «pérdida» de algo que la per-
fermedades psicosomáticas (33). Podría decirse que su méto- sona sana posee, problema que también identificó Broeck-
do se encuentra entre el de Jaspers y Husserl. Al igual que Jas- man (38). Por ejemplo, hablamos de la «pérdida de la evi-
pers, se mantiene próximo a la experiencia subjetiva del pa- dencia natural» (Blankenburg) o la «pérdida de la coherencia
ciente en concreto, pero al igual que Husserl busca las carac- de la experiencia natural» (Binswanger). La búsqueda de la
terísticas esenciales y los elementos invariables dentro de la mera deficiencia puede significar que la fenomenología pare-
complejidad de los hechos psicopatológicos. Sin embargo, no cer ser tan sólo la traducción de los conceptos psicopatológi-
pretende alcanzar la constitución misma de los actos de la cos en otro lenguaje; por ejemplo, en lugar de «devastación»
conciencia en el sentido husserliano. El libro de Tatossian esquizofrénica (Verblödung) se habla de «retirada existencial»
Phénoménologie des Psychoses (34) proporcionó la primera revi- (Rückzug). Sólo encontramos una manera de superar esta difi-
sión sistemática del estado del conocimiento en el campo de cultad, y consiste en desarrollar un planteamiento fenomeno-
las psicosis, que incluye una introducción, para los lectores lógico positivo de las desviaciones psicopatológicas. Esto sig-
franceses, al trabajo de los autores alemanes desde Binswan- nifica que éstas deberían concebirse no sólo como deficien-
ger hasta Blankenburg. No podemos finalizar esta breve revi- cias sino «como la emancipación de aspectos particulares de
sión de la fenomenología francesa sin mencionar el extraor- la realidad humana, que en la persona sana permanecen inte-
dinaro libro de Naudin Phénoménologie et Psychiatrie: Les Voix gradas» (39). En el caso de las ideas delirantes (fenómeno per-
et la Chose (35), que constituye el análisis fenomenológico más teneciente al campo de los actos intencionales que fijan la
completo de la alucinación en el sentido husserliano. Para realidad y adquieren solidez en los juicios), Blankenburg ha
Naudin, como anteriormente para Zutt, la alucinación no es demostrado que la elaboración normal de un juicio sobre la
una alteración de la percepción sino de la intencionalidad en realidad aparece como una formación delirante in statu nas-
sí misma: «es una deshumanización insoluble que pone al cendi, permanentemente corregida o abolida. En las ideas de-
descubierto la propia “fenomenalidad” de los procesos inten- lirantes existe una emancipación y radicalización de las posi-
cionales». Posteriormente añadiría (35): bilidades humanas, por ejemplo la capacidad de proceder de
lo particular a lo general, o la imaginación de cosas que están
Transparente y con una voz única, el otro alucinado se más allá de la realidad o la búsqueda entusiasta de la verdad.
caracteriza por su falta de reciprocidad. Este otro no es un al- Doerr-Zegers y Tellenbach (37) han destacado la estrecha re-
ter ego, ya que es vivido (por el paciente) en el presente in-
lación entre las ideas delirantes y la verdad. En un sentido es-
mediato. Todo ocurre como si los procesos de percepción,
que ponen las cosas en perspectiva mediante una sucesión de tricto, las ideas delirantes poseen casi todos los atributos de la
esquemas, estuvieran invertidos: aquí la idea aparece de re- verdad, incluso su capacidad para iluminar (en el sentido del
pente como un todo. griego aletheia); sin embargo su carácter radical conduce al pa-
ciente al deslumbramiento y el aislamiento.
Esta perspectiva fenomenológica y dialéctica es de inte-
■ Otros enfoques rés para la psicoapatología en dos sentidos. El primero es que
permite entender aquellos estilos de experimentar y compor-
Francia no es el único país donde se ha desarrollado la fe- tarse que aparecen en la práctica clínica diaria, no como una
nomenología psiquiátrica. La revista Philosophy, Psychiatry and desviación pura de la norma, sino como comportamientos
Psychology reúne a importantes autores del Reino Unido y Es- que existen con derechos propios. El segundo es la visión po-
tados Unidos, como Fulford del primero y Schwartz del últi- sitiva de lo negativo, originalmente desarrollada por Hegel y
430 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

aplicada a la psiquiatría por Blankenburg (40) y posterior- 8. Psychopathologie. In Gesammelte Schriften zur Psychopathologie, pp.
mente por Doerr-Zegers (41). Este enfoque dirige la atención 314–28. Springer, Berlin.
8. Jaspers, K. (1963). Allgemeine Psychopathologie. Springer, Berlin
no sólo a las deficiencias de los pacientes con esquizofrenia 9. Berrios, G.E. (1989). What is phenomenology? Journal of the Royal
(lo que es negativo), sino también a los muchos aspectos po- Society of Medicine, 82, 425–8.
sitivos, como el sentido metafísico, la capacidad de percibir 10. Wiggins, O.P., Schwartz, M.A., and Spitzer, M. (1992).
matices de la realidad, que son desconcertantes para las per- Phenomenological/descriptive psychiatry: the methods of Edmund
Husserl and Karl Jaspers. In Phenomenology, Language and Schizophrenia
sonas y en general, la búsqueda inflexible de la verdad (37). (ed. C. Mundt), pp. 1–25. Springer, New York.
Este mismo enfoque podría ser adoptado por pacientes con 11. Wiggins, O.P. and Schwartz, M.A. (1997). Edmund Husserl’s
depresión, histeria u obsesión. La personalidad depresiva es influence on Karl Jaspers’ phenomenology. Philosophy, Psychiatry, and
Psychology, 4, 15–36.
fiel a las normas sociales, muestra gran capacidad de trabajo 12. Binswanger, L. (1947). Über Phänomenologie. In Ausgewählte Vorträge
y de olvidarse de sí mismo. La personalidad histérica se adap- und Aufsätze, Vol. I, pp. 13–49. Francke, Bern.
ta a cualquier contexto, posee una gran calidez emocional y 13. Heidegger, M. (1963). Sein und Zeit (10th edn). Niemayer, Tübingen.
es muy entretenida. El paciente con obsesiones muestra una 14. Binswanger, L. (1947). Über die dasesinsanalytische
Forschungsrichtung in der Psychiatrie. In Ausgewählte Vorträge und
gran capacidad para llevar adelante proyectos, tiene una apa- Aufsätze, Vol. I, pp. 190–217. Francke, Bern.
riencia sobria y un cuidado escrupuloso en la relación con 15. Binswanger, L. (1945). Über die manische Lebensform. In Ausgewählte
otras personas. Vorträge und Aufsätze, Vol. II, pp. 252–63. Francke, Bern.
Esta línea de pensamiento es de importancia teórica y 16. Binswanger, L.(1957). Schizophrenie. Neske, Pfullingen.
17. Binswanger, L. (1960). Melancholie und Manie. Neske, Pfullingen.
también práctica. Cuando los psiquiatras no tienen en cuen- 18. Binswanger, L. (1965). Wahn. Neske, Pfullingen.
ta únicamente la visión negativa están forzados a ampliar sus 19. Szilasi, W. (1959). Einführung in die Phänomenologie Edmund Husserls.
horizontes de conocimiento, cambiar sus marcos de referen- Niemayer, Tübingen.
cia y cuestionarse el concepto tradicional de enfermedad. 20. Kisker, K.P. (1961). Die phänomenologische Wendung Ludwig
Binswanger’s. Jahrbuch für Psychologie, Psychotherapie und Medizinische
Además, desde esta perspectiva los estados psicopatológicos Anthropologie, 8, 143–153.
aparecen como polaridades (p. ej., esquizofrenia frente a de- 21. Tellenbach, H. (1962). Abbreviatur und Epikritisches zu Ludwig
presión o histeria frente a obsesión) con múltiples transicio- Binswanger’s Buch ‘Melancholie und Manie’. Nervenarzt, 33, 515–20.
nes que se corresponden con la experiencia clínica más que 22. Blankenburg, W. (1971). Der Verlust der natürlichen Selbstverständlichkeit.
Enke, Stuttgart.
con categorías nosológicas determinadas. La enumeración de 23. Mishara, A. and Schwartz, M.A. (1997). Psychopathology in the light
los aspectos positivos en los estados psicopatológicos condu- of emergent trends in the philosophy of consciousness, neuropsychiatry
ce a mejores métodos de acción terapéuticas. Asimismo, el and phenomenology. Current Opinion in Psychiatry, 10, 383–9.
doctor debería evitar adaptar sin más al paciente a una norma 24. von Gebsattel, V.E. (1954). Prolegomena einer medizinischen Anthropologie.
Springer, Berlin.
que en realidad no existe. Por el contrario, el paciente es 25. Straus, E. (1960). Psychologie der menschlichen Welt. Springer, Berlin.
consciente de los valores positivos de características que a me- 26. Minkowski, E. (1933). Le temps vécu. Collection de L’Évolution
nudo se definen como anormales y se le ayuda a reorientar- Psychiatrique, Paris.
las hacia el polo contrario, por ejemplo desde el polo de la 27. López-Ibor, J.J. (1950). La angustia vital. Paz Montalvo, Madrid.
28. Zutt, J. (1963). Auf dem Wege zu einer anthropologischen Psychiatrie.
esquizofrenia hasta la depresión y viceversa. Al hacer esto la Springer, Berlin.
actitud fenomenológica existencial ayuda al paciente a acer- 29. Doerr-Zegers, O. (1997). Psiquiatría antropológica (2nd edn).
carse a lo que en la Grecia antigua llamaban «mesura», la cual, Universitaria, Santiago.
según Aristóteles, es la posición perfecta entre dos extremos 30. Tellenbach, H. (1983). Melancholie (4th edn). Springer, Berlin.
31. Tellenbach, H. (1992). Schwermut, Wahn und Fallsucht in der
imperfectos. Tal y como afirmó Heráclito, «(al final) lo que abendländischen Dichtung. Pressler, Hürtgenwald.
está frío se vuelve caliente, lo que está caliente se vuelve frío, 32. von Zerssen, D. (1982). Personality and affective disorders. In Handbook
lo que es húmedo se vuelve seco y lo que es seco se vuelve of affective disorders, pp. 213–28. Churchill Livingstone, New York.
húmedo» (fragmento 126). 33. Pelicier, Y. (1987). Asthme, souffle et culture. Psychologie Médicale, 19,
1849–50.
34. Tatossian, A. (1979). Phénoménologie des psychoses. Masson, Paris.
35. Naudin, J. (1997). Phénoménologie et psychiatrie. Presses Universitaires
Bibliografía du Mirail, Toulouse.
36. Wiggins, O. and Schwartz, M. (1997). Psychiatry. In Encyclopaedia of
1. Brentano, F. (1925). Psychologie vom empirischen Standpunkt. Meiner, phenomenology (ed. L. Embree), Vol. 18. Kluwer, Boston, MA.
Leipzig. 37. Doerr-Zegers, O. and Tellenbach, H. (1980).
2. Husserl, E. (1962). Husserliana, Vol. IX, Phänomenologische Psychologie. Differentialphänomenologia des depressiven Syndroms. Nervenarzt,
Nijhoff, The Hague. 51, 113–18.
3. Fink, E. (1958). Studien zur Phänomenologie. Nijhoff, The Hague. 38. Broekman, J. (1998). Schizophrenie als Erkenntnisproblem.
4. Broekman, J.M. (1965). Phänomenologisches Denken in Philosophie Fundamenta Psychiatrica, 12, 47–52.
und Psychiatrie. Confinia Psychiatrica, 8, 165–87. 39. Blankenburg, W. (1985). Perspectiva antropológica y analítico-
5. Blankenburg, W. (1962). Aus dem phänomenologischen Erfahrungsfeld existencial del delirio. Revista Chilena de Neuropsiquiatría, 23, 165–78.
innerhalb der Psychiatrie. Schweizer Archiv für Neurologie, Neurochirurgie 40. Blankenburg, W. (1981). Wie weit reicht die dialektische
und Psychiatrie, 90, 412–21. Betrachtungsweise in der Psychiatrie? Zeitschrift für Psychiatrie und
6. Goethe, W. (1966). Naturwissenschafte Schriften II, Sprüche in Prosa, No. Psychotherapie, 29, 45–66.
172. Artemis, Zürich. 41. Doerr-Zegers, O. (1990). Hacia una concepción dialéctica en
7. Jaspers, K. (1963). Die phänomenologische Forschungsrichtung in der psiquiatría. Actas Luso-Españolas de Neurología y Psiquiatría 18, 244–57.
Enfoques psicodinámicos actuales
3.5 en psiquiatría
Glen O. Gabbard

Actualmente la psiquiatría psicodinámica se define de La siguiente puede ser una definición comprehensiva de
muchas maneras. De hecho, el término psicodinámico suele la psiquiatría psicodinámica actual (1):
utilizarse casi como un sinónimo de psicoanalítico. Freud
empleó en un principio el término psicodinámico para resal- La psiquiatría psicodinámica es una técnica diagnóstica y
tar el conflicto entre fuerzas intrapsíquicas opuestas: un deseo terapéutica que se caracteriza por una forma de pensar sobre
en oposición a una defensa, y diferentes agentes intrapsíqui- el paciente y el clínico que incluye el conflicto inconsciente,
cos (el yo, el ello y el superyó) estaban en conflicto entre sí. los déficit y alteraciones de las estructuras intrapsíquicas y las
relaciones objetales internas.
De hecho, buena parte de la teoría psicoanalítica del siglo XX
estaba dominada por el modelo de impulso-defensa, a menu-
Esta definición resalta la presencia de dos psicologías o
do llamado psicología del yo.
subjetividades individuales que interaccionan en el campo del
Sin embargo, en las últimas décadas del siglo XX, dismi-
tratamiento. Los clínicos deben reconocer que sus propias
nuyó la hegemonía de la psicología del yo y otros modelos
creencias inconscientes, sesgos y sentimientos influirán de
de la mente obtuvieron amplia aceptación. Gracias a la in-
forma inevitable en su forma de ver al paciente.
fluencia de Melanie Klein y la escuela británica de las rela-
ciones objetales, la teoría psicoanalítica se expandió más allá
de la noción de conflicto entre los agentes intrapsíquicos. La
interiorización de las relaciones objetales comenzó a conside-
■ Principios básicos
rarse de gran importancia en los modelos derivados de estas Un conjunto de principios básicos, observados desde
fuentes. Además, el trabajo de los teóricos de las relaciones hace tiempo y derivados todos de la técnica y teoría psicoa-
objetales británicos, como Balint y Winnicott dio lugar a un nalítica, definen el enfoque habitual de los psiquiatras diná-
modelo de la sintomatología deficitario. En los Estados Uni- micos (tabla 1).
dos, la psicología del yo de Kohut también desarrolló un mo-
delo basado en los déficit del desarrollo. En otras palabras, se
consideraba que las estructuras psíquicas de los pacientes en- El inconsciente
fermos que acudían a tratamiento estaban ausentes o debili-
tadas debido a fracasos en el desarrollo por parte de sus pa- Una de las premisas fundamentales de la psiquiatría psi-
dres o cuidadores en el ambiente de la infancia temprana codinámica es que la actividad mental que está fuera de nues-
(v. cap. 3.2 en relación con el desarrollo y práctica moderna tra conciencia puede ser profundamente influyente. Freud en-
del psicoanálisis). contró signos de la existencia del inconsciente en dos tipos
Como resultado de estas innovaciones en la teoría psicoa- principales de evidencia clínica: las parapraxia y los sueños.
nalítica, la psiquiatría psicodinámica se encuentra en el mo- Las parapraxia, a menudo denominadas lapsus linguae o lapsus
mento actual en una etapa de pluralismo. El psiquiatra psico-
dinámico típico utiliza por lo tanto múltiples modelos para lo-
grar la comprensión de un paciente concreto. Además, el
Tabla I. Principios básicos de la psiquiatría psicodinámica
diagnóstico y el tratamiento de cada uno de los pacientes se
llega a enfocar desde el punto de vista psicodinámico incluso El inconsciente
cuando se ha tomado la decisión de renunciar a la psicotera- Determinismo psíquico
pia psicodinámica. El pensamiento psicodinámico proporcio- Orientación hacia el desarrollo
na un marco conceptual dentro del cual se prescriben todos Insistencia en la unicidad del individuo, más que su forma de ser
los tratamientos, incluidos la farmacoterapia, la psicoterapia, el en relación con los demás
Transferencia
tratamiento en régimen de hospitalización completa o parcial, Contratransferencia
así como las terapias de grupo o de familia. La psiquiatría psi- Resistencia
codinámica no es sinónimo de psicoterapia psicodinámica.
431
432 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

freudianos, se refieren a la sustitución de una palabra por otra. que las palabras neutras, incluso antes de ser reconocidas de
Por ejemplo, un paciente que pretende decir «protestante», forma consciente (6). En otro estudio, un equipo de clínicos
puede sin quererlo decir «prostituta». Las parapraxias también evaluaron los conflictos que podían ser relevantes para deter-
incluyen acciones, como olvidar o realizar una acción cuan- minados síntomas del paciente. Se seleccionaron las palabras
do se pretendía hacer otra. que reflejaban aquellos conflictos y posteriormente se presen-
Freud observaba los sueños como el «Camino Real» ha- taron tanto de forma subliminal como superliminal (7). Se
cia la comprensión del inconsciente. Aunque los sueños ya observó un patrón diferente de respuesta para aquellas pala-
no se consideran el único camino hacia los conflictos, mie- bras relacionadas de forma consciente con los síntomas del
dos y deseos inconscientes del paciente, para los clínicos si- pacientes y aquellas que se creía que estaban relacionadas de
guen siendo de gran ayuda lograr una mayor comprensión forma inconsciente.
de las dificultades del paciente. El material de los sueños dis-
fraza típicamente un deseo infantil inconsciente, por lo que
no es fácil analizar un sueño si se presume que un símbolo Determinismo psíquico
debe significar siempre la misma cosa. Más bien debe esta-
blecerse una colaboración psicoterapéutica en la manera en La noción de determinismo psíquico está íntimamente
que el paciente hable acerca de la conexión del sueño con relacionada con el planteamiento de inconsciente. Freud
experiencias pasadas, así como inquietudes y conflictos ac- creía que el comportamiento y la vida mental estaban rela-
tuales. cionados con una causalidad múltiple y compleja (8). El
El comportamiento del paciente hacia el clínico es otra término sobredeterminación implica que una variedad de
de las formas principales que tiene el inconsciente de mani- factores intrapsíquicos e inconscientes se asocian para pro-
festarse en la clínica. Algunos patrones característicos de rela- ducir síntomas o comportamientos específicos. La noción
ción con los demás y establecidos en la infancia se interiori- de multicausalidad implica que pueden existir conjuntos
zan y se manifiestan automáticamente y de forma incons- con variadas enfermedades, algunas relacionadas principal-
ciente como parte del carácter del paciente. Por lo tanto al- mente con fuerzas inconscientes en conflicto y otras rela-
gunos pacientes pueden actuar de forma respetuosa hacia el cionadas con influencias ambientales y biológicas, que en
clínico, mientras que otros se comportan de forma muy re- última instancia producen síntomas o comportamientos si-
belde. Este tipo de memoria de procedimiento está muy rela- milares.
cionado con la noción de Squire (2) de la memoria implícita, Mientras los factores inconscientes influyen intensamente
que ocurre fuera del dominio de la memoria verbal narrativa. sobre buena parte de la experiencia humana, también debe re-
Mientras la memoria declarativa o autobiográfica incluye conocerse que existen factores biológicos muy fuertes que ac-
el recuerdo de acontecimientos y narraciones de la propia túan al unísono. Un paciente con una lesión cerebral puede
vida, la memoria de procedimiento almacena el «cómo» de olvidar el nombre de alguien importante para él, pero esto no
las secuencias de ejecución de las acciones, como por ejem- refleja necesariamente una parapraxis basada en un conflicto
plo las habilidades motoras. Una vez se denomina la técnica inconsciente. Del mismo modo, el decir que los factores in-
para tocar la guitarra o ir en bicicleta, no es necesaria su evo- conscientes son importantes no excluye la posibilidad de que
cación consciente cuando uno se sienta a tocar la guitarra o un propósito consciente pueda anular las fuerzas inconscien-
monta en bicicleta. Las denominadas relaciones objetales in- tes. Los clínicos psicodinámicos deben evitar topar con pa-
ternas inconscientes son, de alguna manera memorias de pro- cientes que dicen que no pueden cambiar porque son vícti-
cedimiento repetidas una y otra vez en distintas situaciones mas pasivas de fuerzas inconscientes que están fuera de su
interpersonales. Son no conscientes pero no dinámicamente control.
inconscientes, en el sentido que son desterradas de forma de-
fensiva de la consciente.
La idea que buena parte de la actividad mental es in- Orientación hacia el desarrollo
consciente es una de las más discutidas por los críticos del
psicoanálisis, pero es también una de las más extensamente Al margen de la teoría psicoanalítica que pueda acoplarse
validadas por la literatura médica en el campo de la psicolo- mejor a las necesidades de un determinado paciente, el psi-
gía experimental (3). Los sujetos de investigación que presen- quiatra dinámico piensa siempre en términos de modelos de
tan lesiones bilaterales del hipocampo tienen muchas dificul- desarrollo. Los patrones de relación establecidos en la infan-
tades para aprender que dos acontecimientos aislados están cia se repiten en las relaciones adultas. Los psiquiatras diná-
conectados, pero sus respuestas emocionales sugieren que micos modernos evitan el anterior reduccionismo del psicoa-
han hecho una conexión inconsciente entre ambos aconteci- nálisis que pretendía asociar un síndrome psicopatológico en
mientos (4). Se ha demostrado que la presentación subliminal el adulto con una fijación o bloqueo específico del desarrollo
de estímulos de contenido emocional o psicodinámico en es- en la infancia. Las influencias ambientales y los factores ge-
tos sujetos de investigación influye sobre varios tipos de com- néticos interaccionan de forma recíproca para dar forma al ser
portamiento, incluso aunque los pacientes no tengan con- humano en la salud y la enfermedad. La idea del enfoque psi-
ciencia de dichos estímulos (5). Los estudios con potenciales codinámico todavía sigue siendo que dentro de cada uno de
evocados cerebrales revelaron que las palabras con significa- nosotros hay un niño ansioso por completar cosas inacabadas
do emocional evocaban más ondas electroencefalográficas α de la edad temprana.
3.5. ENFOQUES PSICODINÁMICOS ACTUALES EN PSIQUIATRÍA 433

Insistencia en la unicidad del individuo gravemente trastornados. El paciente se comporta de una ma-
nera tan provocativa que prácticamente cualquier persona res-
Buena parte de la psiquiatría descriptiva se centra en la ta- pondería con determinadas respuestas emocionales. Esta forma
xonomía, específicamente: ¿cómo se agrupan los pacientes de entender la contratransferencia se considera a menudo la
bajo una clasificación? La psiquiatría psicodinámica por el perspectiva amplia o totalística. Es inherente a ésta la idea que
contrario tiene gran interés en aquello que hace de un pa- las reacciones del clínico tienen menos que ver con su pasado
ciente el único, es decir, diferente de los otros. La experiencia individual que con las características específicas del paciente y
subjetiva del individuo ha dado lugar a una narrativa idiosin- su capacidad para inducir reacciones intensas en los otros.
crásica que es distinta de todas las demás y que incluye una A medida que se ha desarrollado la definición, se ha con-
interacción específica entre la predisposición genética, los fac- siderado que la contratransferencia implica aspectos de ambas
tores intrapsíquicos y la influencia ambiental. perspectivas. En otras palabras, la mayoría de los plantea-
mientos teóricos consideran la contratransferencia como una
reacción del clínico, que en parte procede de aspectos rela-
Transferencia cionados con el pasado del clínico y en parte de los senti-
mientos inducidos en el clínico por el comportamiento del
La idea que los adultos repiten de forma constante en el paciente (11). En algunos casos debe darse más importancia a
presente patrones infantiles es intrínseca al modelo de de- las contribuciones del clínico que a las del paciente, en otros
sarrollo de la organización mental. La transferencia es el ejem- al contrario. Este modelo también considera la contratransfe-
plo más conocido de este fenómeno. El paciente experimenta rencia como una construcción única que varía en función de
inconscientemente al doctor como alguien significativo de su las dos subjetividades implicadas (v. cuadro 1). En esta pers-
pasado y reacciona ante él en función de un conjunto de atri- pectiva contemporánea, la contratransferencia es tanto una
buciones inconscientes basadas en experiencias pasadas. La fuente de información útil sobre el mundo interno del pa-
transferencia ha sido objeto de considerables revisiones en es- ciente, como un elemento de interferencia con el tratamiento.
critos más recientes, de modo que actualmente se da más im-
portancia a la contribución del clínico en la transferencia del
paciente. En otras palabras, si un clínico es silencioso y lejano, Resistencia
el paciente puede experimentar al clínico como desinteresado
y frío. Si bien la percepción del paciente puede relacionarse En 1912 Freud (12) escribió: «la resistencia acompaña al
con una especie de plantilla interna de experiencias pasadas tratamiento paso a paso. Cada una de las asociaciones, cada
del paciente con figuras autoritarias, también debe reconocer- acto de la persona en tratamiento debe considerar la resisten-
se la contribución del comportamiento real del clínico en este cia y representa un compromiso entre las fuerzas que procu-
paradigma transferencial concreto. En ese sentido la visión ran una recuperación y las que se oponen». La resistencia del
más contemporánea de la transferencia sería que cada una de paciente defiende su enfermedad del intento por parte del clí-
las relaciones terapéuticas es una mezcla de nuevos elementos nico para tratarlo y cambiarlo. La resistencia puede ser cons-
basados en las características reales del clínico y las experien- ciente, preconsciente o inconsciente. Puede adoptar muchas
cias pasadas del paciente. Los clínicos psicodinámicos también formas, como por ejemplo no tomar la medicación tal y
reconocen la cualidad bidimensional de la transferencia: mien-
tras que una dimensión se relaciona con la rememoración del
pasado, la otra busca experiencias con un nuevo objeto para
facilitar un mayor crecimiento emocional. Cuadro 1
Perspectivas de cambio
Contratransferencia de la contratransferencia
En la perspectiva psicodinámica es básica la idea que el clí-
Restringido. Punto de vista freudiano original sobre la
nico y el paciente dirigen su subjetividad a un encuentro du-
transferencia del analista hacia el paciente: obstáculo que
rante el acto terapéutico, y se influyen mutuamente. La contra- debe eliminarse a través de un análisis cuidadoso por parte
transferencia es, en este sentido, la contrapartida de la transfe- del clínico.
rencia. En otras palabras, y tal y como consideró originalmente Amplio o totalístico. Todos los sentimientos experi-
Freud, hace referencia a las atribuciones realizadas por el analis- mentados hacia el paciente, algunos de los cuales son indu-
ta en relación con ciertas cualidades del paciente, basadas en sus cidos por el comportamiento del paciente.
experiencias pasadas con figuras similares. Esta perspectiva, a Punto de unión. Perspectiva contemporánea que re-
menudo considerada la perspectiva más estrecha de la contra- salta las contribuciones mutuas por parte del comporta-
transferencia, considera este fenómeno un obstáculo que debe miento del paciente hacia el clínico y las experiencias pasa-
eliminarse porque interfiere con la objetividad del analista. das del clínico con figuras similares. Esta perspectiva resalta
Otras contribuciones a la bibliografía de la contratransfe- la contratransferencia como fuente de información útil ade-
rencia (9, 10) destacaron que a menudo está implicado un más de ser una interferencia.
componente objetivo en la contratransferencia con pacientes
434 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

como se prescribe, olvidar las sesiones con el psiquiatra, También existen pruebas en algunas especies de mamíferos
cambiar de tema en mitad de una sesión por algo trivial y re- de que el cerebro es plástico y puede ser influido por factores
chazar cada introspección que ofrece el psiquiatra. Los meca- ambientales. Las ratas que han crecido en un ambiente social
nismos de defensa característicos del paciente son transforma- que requiere un aprendizaje complejo para sobrevivir presen-
dos a menudo en resistencias durante la situación terapéutica,. tan un número significativamente mayor de sinapsis por neu-
Si un paciente sexualiza las relaciones como forma de evitar el rona en comparación con las ratas que crecieron aisladas (16).
abandono, ese mismo paciente puede sexualizar la relación te- La actividad derivada del ambiente parece dirigir el desarrollo
rapéutica para asegurar el interés continuado del terapeuta y dendrítico, dando forma a los esquemas cognitivos para la
alejar el miedo a que éste pueda terminar el tratamiento. Los construcción de las representaciones mentales. El cerebro no es
psiquiatras dinámicos saben que todo progreso se acompaña una pantalla en blanco y la dotación genética del individuo li-
de cierta resistencia y la exploración de esta resistencia es uno mitará el impacto de los factores ambientales. Sin embargo, las
de los aspectos fundamentales del trabajo terapéutico. La re- conexiones neurales entre el sistema límbico, la corteza y el sis-
sistencia está íntimamente relacionada con la transferencia tema nervioso autónomo se agrupan en circuitos de acuerdo
porque el paciente a menudo se rebela contra el doctor como con experiencias específicas del organismo en desarrollo. Este
resultado de las configuraciones transferenciales inconscientes patrón de desarrollo puede resumirse de la siguiente manera:
que lo llevan a oponerse a la ayuda que le ofrece el clínico. «las neuronas que se activan juntas permanecen juntas (17)».
La investigación con primates sugiere que algunas formas
específicas de relacionarse pueden servir para superar la vulne-
■ Límite entre la mente y el cerebro rabilidad genética. Por ejemplo, Suomi (18) identificó en su la-
boratorio una cohorte de crías, que constituían aproximada-
Los psiquiatras psicodinámicos evitan el reduccionismo. mente el 20 % de una colonia de monos Rhesus, con una vul-
Al reconocer que tanto la vida mental como los síntomas psi- nerabilidad innata de base genética. Estos animales reacciona-
quiátricos están sobredeterminados y tienen múltiples causas, ron ante separaciones breves con depresiones reactivas, au-
los clínicos psicodinámicos se interesan por el límite entre lo mentaron sus niveles de cortisol y ACTH, y mostraron un re-
biológico y lo psicosocial. La psiquiatría psicodinámica no es cambio exagerado de noradrenalina. Suomi colocó estos ani-
antibiológica, es integradora par exccellence. Al evitar el dualis- males con madres inusualmente cuidadosas dentro de la colo-
mo cartesiano se ve la mente como la expresión de la activi- nia de monos, a las que denominó «supermadres». Observó
dad cerebral (13). Las experiencias subjetivas afectan al cerebro que la vulnerabilidad innata a la ansiedad de separación y las
de la misma forma que el fenómeno mental surge de él. Cada reacciones depresivas podía superarse cuando los animales te-
intervención terapéutica se considera de naturaleza biopsico- nían la posibilidad de tener libre acceso a estas extraordinarias
social. Los medicamentos tienen efectos psicológicos. Las in- madres. De hecho, la interacción llevó a estos monos a con-
terpretaciones psicoterapéuticas afectan al cerebro. Además, la vertirse en líderes dentro de la jerarquía social. Puede especu-
psicoterapia psicodinámica y los medicamentos pueden actuar larse que con un tipo especial de relación de crianza, la sensi-
de forma sinérgica para proporcionar mejores resultados a los bilidad aumentada y característica de estos monos sobre una
pacientes. Por ejemplo, un paciente con trastorno bipolar que base genética, se había transformado en un modo adaptativo
niega estar enfermo y rechaza tomar litio, puede, en última de relacionarse con sus iguales en el contexto social.
instancia tener un mejor cumplimiento farmacológico si el La investigación con primates también está sirviendo para
médico explora el significado de su negación y su reticencia a confirmar algunas nociones psicoanalíticas sobre el desarro-
considerarse como alguien necesitado de tratamiento. llo. En un estudio sobre el trauma moderado (19), las crías de
La estrategia comprehensiva mente-cerebro de la psiquiatría mono se asignaron de forma aleatoria a madres sanas o ma-
psicodinámica encaja bien con nuestro mayor conocimiento de dres que se habían transformado temporalmente en ansiosas
la interacción entre genes y el ambiente. En una serie de expe- mediante un horario impredecible de las comidas. Las crías
rimentos con Aplysia, Kandel (14, 15) ha demostrado la per- con madres ansiosas se volvieron socialmente subordinadas y
manente intensificación y alteración de las conexiones sinápti- mostraron menor capacidad para las interacciones sociales
cas a través de la regulación de su expresión génica, relaciona- normales. Sin embargo, estos cambios sociales no aparecieron
da con el aprendizaje ambiental. En Aplysia el número de si- hasta la adolescencia, lo que confirmaba la noción psicoana-
napsis es actualmente el doble o el triple como resultado del lítica de que las alteraciones que se dan en las fases precoces
aprendizaje. Kandel sugirió que la psicoterapia podría lograr producen cambios psicopatológicos posteriores que aparecen
efectos neuroanatómicos similares en las sinapsis. Argumenta durante la adolescencia y la edad adulta. Estos cambios en el
que, al igual que las representaciones del yo y los otros son ma- comportamiento se acompañaron de alteraciones serotoni-
leables, el propio cerebro es una estructura dinámica y plástica. nérgicas y noradrenérgicas, lo que indicaba que el trauma
Postula que la psicoterapia es una forma de aprendizaje que moderado de tener una madre convertida en ansiosa debido
modifica la expresión génica y por lo tanto la intensidad de las a sus dificultades para obtener alimento también puede pro-
conexiones sinápticas. Mientras la función de plantilla o la se- ducir cambios cerebrales.
cuencia génica no se ve afectada por la experiencia ambiental, El estudio resumió algunos aspectos de la interacción di-
la función de descripción de los genes (la capacidad de un gen námica entre la expresión genética y el ambiente. La expresión
determinado de dirigir la producción de una proteína específi- génica no puede considerarse estática. Es un fenómeno diná-
ca) es muy sensible y estaría regulada por factores ambientales. mico que interacciona con las experiencias ambientales y re-
3.5. ENFOQUES PSICODINÁMICOS ACTUALES EN PSIQUIATRÍA 435

acciona ante ellas. Las características hereditarias de los niños otro varón con una problemática similar, pero éste no recibió
conforman en realidad su relación con sus padres y hermanos psicoterapia ni ningún otro tipo de tratamiento.
(20). Por otro lado, la respuesta de los miembros de la familia Las imágenes iniciales del SPECT mostraron en ambos pa-
hacia el niño influye en la expresión genética. Asimismo las cientes una marcada reducción de la recaptación de serotonina
influencias genéticas sobre algunos tipos de psicopatología en el área medial prefrontal y el tálamo, comparada con 10 su-
pueden depender de la mediación de los procesos sociales. La jetos control sanos. Tras 1 año de terapia psicodinámica, las
dotación genética de un niño influirá en la manera en que los imágenes de seguimiento SPECT mostraron que el paciente
padres se relacionan con él, y la manera en que los padres tra- que había recibido psicoterapia tenía un patrón de recaptación
tan al niño influirá entonces sobre su cerebro en desarrollo. de serotonina normal mientras que el paciente control que no
Los procesos biológicos y psicológicos interaccionan constan- había recibido psicoterapia seguía mostrando una marcada re-
temente, y ninguno de ellos es prioritario. ducción de esta recaptación. Teniendo en cuenta que el pa-
En muchos de los principales trastornos psiquiátricos, ciente que había realizado terapia no estaba en tratamiento far-
como la depresión, los factores genéticos parecen influir en macológico concomitante, los hallazgos sugieren que la terapia
la posibilidad que un factor estresante produzca un episodio dinámica por sí misma podía haber normalizado el metabolis-
de enfermedad (21). Desde una perspectiva psicodinámica, mo de la serotonina. Estos datos preliminares, al igual que
también debe incorporarse el significado de los factores es- otros muchos estudios que no utilizan técnicas de neuroima-
tresantes. Algunos de estos factores pueden parecer modera- gen pero que, no obstante, muestran resultados con la psicote-
dos para un individuo, pero son arrolladores para otro a cau- rapia que son comparables a la medicación, son un argumento
sa de su significado idiosincrásico consciente o inconsciente. a favor de que la psicoterapia puede ser una intervención tan
Además, la presencia de síntomas generados biológicamente «médica» como la farmacoterapia. El cerebro responde ante las
no disminuye de ninguna manera la importancia del signifi- palabras igual que lo hace ante las sustancias químicas.
cado. Los conflictos psicodinámicos preexistentes pueden in-
corporarse a síntomas originados por mecanismos biológi-
cos, y estos síntomas funcionan entonces como un vehículo ■ Desarrollo de la personalidad
de expresión de estos conflictos (22). Las alucinaciones audi-
tivas son generadas por alteraciones en los neurotransmisores Otro componente clave de la orientación psicodinámica es
de las personas con esquizofrenia, pero el contenido de la la intención del clínico de tratar la persona y no solamente la
alucinación a menudo tiene significados específicos que se enfermedad. En la práctica esta perspectiva significa tener en
basan en los conflictos psicodinámicos del paciente. Por lo cuenta la personalidad en cada uno de los casos. La interrela-
tanto, un paciente al que una alucinación auditiva le ha di- ción de lo biológico y lo psicosocial es particularmente eviden-
cho que es un fracasado y debería suicidarse puede estar ator- te en el área de la personalidad. El modelo psicobiológico de la
mentado por la idea que su vida ha sido destruida por su en- personalidad desarrollado por Cloninger y cols. (27) reconoce
fermedad y que ya no tiene motivos para seguir viviendo. una misma contribución de los factores biológicos y ambienta-
les (v. tabla 2). Las cuatro dimensiones del temperamento son
hereditarias en un 50 o 60 % aproximadamente, de forma inde-
Impacto de la psicoterapia en el cerebro pendiente las unas de las otras. Todas se manifiestan de forma
temprana en la vida e implican sesgos preconceptuales, forma-
En el pasado la psicoterapia solía concebirse como el tra- ción de hábitos y memoria perceptual. Incluyen lo siguiente:
tamiento para los trastornos «de base psicológica», mientras
que se prescribía farmacoterapia para trastornos considerados 1. Búsqueda de novedades, caracterizada por una evitación
«de base biológica». Esta distinción se está volviendo rápida- activa de la frustración, arrebatos de mal genio, respuesta
mente obsoleta con los avances en las técnicas de imagen que exploratoria frecuente frente a las novedades y extrava-
demuestran como la psicoterapia altera el cerebro (23, 24). gancia en la aproximación a estímulos y recompensas.
Tanto la terapia conductual como la fluoxetina parecen
producir disminuciones similares en las tasas metabólicas ce-
rebrales cuando se emplean en el tratamiento del trastorno ob- Tabla 2. Desarrollo de la personalidad
sesivo-compulsivo, en concreto en la cabeza del núcleo cau-
dado derecho (25). Las tasas metabólicas cerebrales y locales Personalidad
para la glucosa pueden medirse mediante tomografía por emi-
sión de positrones (PET), y se ha observado que tienen la mis-
ma respuesta de reacción ambos tipos de tratamiento.
Temperamento Carácter
Un estudio finlandés (26) sugirió que la terapia psicodiná- (50 % contribución): (50 % contribución):
mica podía tener un impacto significativo en la neurotransmi-
sión serotoninérgica. Al inicio de un proceso de psicoterapia Búsqueda de novedades Autodirección
Evitación del peligro Cooperación
de 1 año de duración, se realizó un estudio de neuroimagen Dependencia de la recompensa Autotrascendencia
con tomografía computarizada por emisión de fotón único Persistencia
(SPECT) a un varón de 25 años con trastorno de personalidad
y depresión. Se realizó el mismo estudio de neuroimagen a Datos de Cloninger y cols. (27).
436 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

2. Evitación del (sufrimiento) peligro, que incluye preocu- sideran a ellos mismos parte de una red de mutuo soporte so-
pación pesimista sobre el futuro, comportamientos pasi- cial y compasión.
vos de evitación, como miedo ante la incertidumbre, ti- La tercera dimensión del carácter, la autotrascendencia,
midez hacia extraños y rápida fatigabilidad. también incluye varios aspectos:
3. Dependencia de la recompensa, caracterizada por senti-
mentalismo, apego social y dependencia a la aprobación 1. Capacidad de perderse u olvidarse de uno mismo en lu-
de los otros. gar de experimentarse autoconscientemente.
4. Persistencia, que hace referencia a la capacidad de perse- 2. Identificación con valores u objetivos transpersonales en
verar a pesar de la fatiga y la frustración. lugar de la autodiferenciación.
3. Aceptación espiritual en lugar de materialismo racional.
Algunas de estas dimensiones temperamentales parecen
establecer correlación con trastornos de personalidad especí- La baja autodirección y la baja cooperación se asocian
ficos. Las personalidades de «tipo A» del DSM-IV, por ejem- con todas las categorías de trastornos de personalidad del
plo, están muy asociadas con una baja dependencia de la re- DSM-IV (27). La autotrascendencia, por otro lado, no dife-
compensa. Los trastornos de personalidad «tipo B» han mos- rencia entre los pacientes con trastorno de personalidad y los
trado puntuaciones elevadas en búsqueda de novedad, mien- que no lo tienen.
tras que los trastornos de personalidad «tipo C» tienden a La autodirección y la cooperación reflejan dos aspectos
mostrar elevada evitación del (sufrimiento) peligro. fundamentales del desarrollo de la personalidad, tal como de-
El otro componente de la personalidad en este modelo es finieron Blatt y cols. (28): el logro de una identidad estable, di-
el carácter. El temperamento está determinado genéticamen- ferenciada, realista y positiva, así como el establecimiento de
te, mientras que el carácter se forma a través de experiencias relaciones duraderas y mutuamente gratificantes con los otros.
ambientales, como las relaciones familiares, relaciones con los Estas dos dimensiones evolucionan en una relación dialéctica
demás, el trauma y el abandono. Estas dimensiones parecen y sinérgica entre sí a lo largo de toda la vida. Los pacientes con
ser responsables de un 50 % de la personalidad. Se han iden- patología del carácter tienden a dividirse en dos grupos: intro-
tificado hasta tres dimensiones del carácter que madurarían vertidos, que se centran principalmente en su autodefinición, y
en la edad adulta. Estas dimensiones determinan la eficacia anaclíticos que se preocupan más por las relaciones.
social y personal a través del aprendizaje de introspección de Las dimensiones del carácter se prestan fácilmente a los
los autoconceptos. Las tres dimensiones del carácter son au- planteamientos psicodinámicos típicos. La dimensión autodi-
todirección, cooperación y autotrascendencia. rección está muy relacionada con las denominadas funciones
La autodirección es un proceso de desarrollo que incluye del yo o estructuras del yo. La dimensión cooperación es una
diversos aspectos: medida directa del patrón personal característico de las rela-
ciones objetales internas, exteriorización en la relación con
1. Aceptación de la propia responsabilidad para las decisio- los otros. En la valoración de la personalidad del paciente las
nes que uno toma, en lugar de exteriorizar o culpar a los dimensiones transferencia y contratransferencia de la interac-
otros. ción clínica proporcionan una información privilegiada sobre
2. Identificación de los propias metas y objetivos en lugar los patrones típicos en la forma de relacionarse del paciente
de una falta de dirección o de propósitos. que pueden estar detrás de sus dificultades en las relaciones
3. Desarrollo de confianza en los propios recursos y habili- externas (29). El paciente se involucra en un intento de ac-
dades de resolución de problemas (iniciativa en lugar de tualizar ciertos patrones de relación, que reflejan algunos de-
apatía). seos de su inconsciente. A través de su comportamiento, in-
4. Autoaceptación frente a autorrechazo. tenta imponer sutilmente al clínico una cierto estilo de res-
5. Naturaleza congruente en lugar de recelosa. puesta o experiencia (30).
Un individuo interioriza una autorrepresentación en la
La segunda dimensión del carácter, la cooperación, se re- interacción con una representación objetal vinculada a un
fiere a la medida en que una persona puede ser agradable o afecto a través de interacciones repetitivas durante la infancia.
por el contrario hostil y egocéntrica. Al igual que en la di- Este patrón (pauta) finalmente conduce a un conjunto inte-
mensión anterior incluye varios aspectos relacionados: riorizado de representaciones objetales y del yo (self) que
interaccionan las unas con las otras. El individuo adulto re-
1. Aceptación social en lugar de intolerancia. pite esos patrones una y otra vez como un intento de cum-
2. Empatía en lugar de desinterés social. plir un deseo inconsciente. Pueden incluso desearse relacio-
3. Amabilidad en lugar de antipatía. nes abusivas o dolorosas asociadas a un objeto «malo» o que
4. Compasión en lugar de venganza. atormenta debido a la seguridad y afirmación que dichas re-
5. Principios de corazón puro (bueno) en lugar de aquellos laciones ofrecen. En otras palabras, un niño del que se ha
basados en el propio beneficio. abusado ha interiorizado una relación enormemente conflic-
tiva y abusiva como patrón predecible y familiar. Puede ser
Los individuos que son no cooperativos ven el mundo preferible tener un objeto abusivo a no tener ningún objeto
como un adversario amenazante y hostil, mientras que aque- o ser abandonado. Muchos pacientes con historias previas de
llos cuyas puntuaciones son elevadas en cooperación se con- abuso durante la infancia se convencen de que la única ma-
3.5. ENFOQUES PSICODINÁMICOS ACTUALES EN PSIQUIATRÍA 437

nera de permanecer unido a una persona significativa es man- la resistencia son aplicables a todas las modalidades de trata-
tener una relación de abusador-víctima. miento psiquiátrico, incluso aunque suelen asociarse a la psi-
Las interacciones repetitivas observadas en pacientes con coterapia psicodinámica. En el estudio sobre el tratamiento de
trastornos de la personalidad pueden reflejar relaciones actua- la depresión, realizado por el National Institute of Mental
les con objetos reales en el pasado, pero también pueden es- Helth (32) se analizó la relación entre la alianza terapéutica y
tar asociadas a relaciones deseadas, como aquellas que a me- el pronóstico en 250 pacientes ambulatorios con depresión y
nudo se observan en pacientes con traumas infantiles que se descubrió que ésta era de enorme importancia. Los pacien-
buscan un salvador. Los clínicos que se ven influidos por la tes se distribuyeron aleatoriamente a una de cuatro modalida-
presión interpersonal del paciente para responder de una ma- des de tratamiento: terapia breve interpersonal, terapia cogni-
nera determinada pueden estar aceptando de forma incons- tivo-conductual breve, imipramina más tratamiento clínico o
ciente el rol que se les ha asignado. Cuando este fenómeno placebo más tratamiento clínico. Los investigadores observa-
ocurre con frecuencia se denomina identificación proyectiva ron que la alianza terapéutica era tan importante para la tera-
(11). En otras palabras, el paciente puede «empujar» al tera- pia farmacológica como lo era para la psicoterapia. En las cua-
peuta para que asuma el de abusador en respuesta al rol de tro modalidades de tratamiento estudiadas, la alianza terapéu-
«víctima» del paciente, ante lo cual el terapeuta puede sentir tica daba cuenta de una proporción mayor de la varianza del
odio o rabia contratransferencial y verse forzado a hacer co- resultado del tratamiento que el propio método de tratamien-
mentarios sarcásticos o degradantes hacia el paciente. to. Éste fue el primer estudio empírico en mostrar la impor-
Además de este patrón de relaciones objetales, el otro tancia de la alianza terapéutica en el resultado obtenido con
componente fundamental del carácter, desde el punto de vis- psicoterapia, farmacoterapia o tratamiento con placebo.
ta psicodinámico, es la constelación particular de los meca- La falta de cumplimiento es uno de los problemas a los
nismos de defensa que caracterizan al paciente individual que se enfrentan los psiquiatras. A las 12 semanas de la pres-
(31). Clásicamente se consideraba que las defensas eran me- cripción de antidepresivos sólo el 40 % de los pacientes rea-
canismos diseñados para prevenir la toma de conciencia de lizan un cumplimiento terapéutico tal y como se les había
los deseos inconscientes agresivos o sexuales, mientras que el indicado (33). Cerca del 60 % de los pacientes con enfer-
concepto actual de los mecanismos de defensa va más allá de medades bipolares incumplirían el tratamiento con sales de
la teoría freudiana dual del impulso. Actualmente se cree que litio (34). En un estudio sobre la esquizofrenia, Weiden y
las defensas también presentan la autoestima ante la vulnera- cols. (35) hallaron que el 74 % de los pacientes con esqui-
bilidad narcisista, proporcionan seguridad cuando la persona zofrenia ambulatorios abandonaban el tratamiento neuro-
se siente peligrosamente amenazada por el abandono y sirven léptico durante los primeros 2 años tras el alta hospitalaria.
para aislar al individuo de los peligros externos a través de, En general, sólo una tercera parte de los pacientes cumple
por ejemplo la negación o minimización. adecuadamente el tratamiento y toma la medicación pres-
Los diferentes tipos de personalidades o trastornos de per- crita, otro tercio lo hacen parcialmente y el resto son no
sonalidad utilizan mecanismos de defensa característicos. Por cumplidores (36).
ejemplo, la personalidad paranoide normalmente puede utili- Este cumplimiento depende de muchos factores . Aunque
zar la proyección como forma de rechazar sentimientos no muchos pacientes lo atribuyen a los efectos adversos, a me-
reconocidos que se atribuyen a otras personas. Los pacientes nudo sabotean inconscientemente el plan de tratamiento. El
con trastorno obsesivo-compulsivo de personalidad pueden paciente puede tener una transferencia negativa hacia el clíni-
tener una actuación defensiva como aislamiento del afecto, la co que le prescribe el tratamiento que esté en relación con las
intelectualización y formación reactiva para controlar los es- actitudes que tiene hacia los padres y otras figuras de autori-
tados afectivos altamente amenazantes. En la relación con el dad, lo que le lleva a rebelarse y desafiar las órdenes del doc-
clínico, tal y como se ha mencionado anteriormente, estas de- tor. Algunos clínicos pueden tener reacciones de contratrans-
fensas se manifestarán como resistencias. Por lo tanto, si un ferencia hacia pacientes específicos que les conduzcan a pres-
paciente con trastorno obsesivo-compulsivo de personalidad cribir con un estilo muy autoritario o por el contrario inse-
utiliza la intelectualización como defensa contra los afectos guro y ambivalente, facilitando mensajes inconscientes al pa-
dolorosos, durante el tratamiento utilizará la intelectualiza- ciente que reflejan su actitud acerca de la medicación. Los pa-
ción como resistencia para evitar llegar a sus sentimientos en cientes que sienten que el médico les está intimidando para
la psicoterapia. que tomen la medicación pueden incumplir la prescripción.
Del mismo modo, los pacientes que sienten que su médico
tiene una actitud ambivalente acerca de la utilidad del medi-
■ Aplicaciones del pensamiento camento también pueden decidirse a no cumplir la prescrip-
ción.
psicodinámico en el diagnóstico La resistencia inconsciente es a menudo un factor impor-
y tratamiento tante en el no cumplimiento. Para los pacientes la medica-
ción puede tener significados idiosincrásicos basados en iden-
Farmacoterapia dinámica tificaciones inconscientes con miembros de la familia que
han tomado la misma medicación, el concepto de enferme-
Los planteamientos psicodinámicos más habituales como dad mental como signo de debilidad o los miedos acerca de
la alianza terapéutica, la transferencia, la contratransferencia y los efectos de la medicación. En la autobiografía de Jamison
438 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

(37) sobre sus contiendas con su enfermedad bipolar, esgri- Entorno terapéutico dos personas
mió un sólido argumento para la combinación de la psicote-
rapia y la farmacoterapia en el tratamiento de dicha enferme- Uno de los mayores cambios en el pensamiento psicodi-
dad. Durante el trabajo psicoterapéutico con su psiquiatra se námico de los últimos años ha sido un mayor reconocimien-
dio cuenta de que una de las razones para no tomarse el litio to de la influencia de la perspectiva del clínico en sus impre-
que éste le había prescrito era el miedo oculto a que no fun- siones sobre el paciente. Las contribuciones posmodernas, des-
cionara, lo que le producía una sensación de desesperación de la intersubjetividad y el constructivismo social, han puesto
asociada a una enfermedad intratable. a prueba la idea que el clínico evalúe al paciente desde un
punto de vista imparcial y objetivo. Desde esta perspectiva se
considera fundamental la idea que los clínicos no pueden
Entorno multiterapeuta transcender su irreducible subjetividad (40). En este contexto
los psiquiatras no pueden saber nunca del todo de qué forma
En las unidades de hospitalización y hospitalización influye su subjetividad en la evaluación diagnóstica del pa-
parcial, los conceptos psicodinámicos son de gran impor- ciente o el proceso terapéutico. La contratransferencia se en-
tancia para entender la psicopatología del paciente tal y tiende como un fenómeno inconsciente y continuo, de ma-
como se observa en un entorno grupal. Los pacientes recrean nera que el terapeuta probablemente no es capaz de mante-
sus relaciones objetales internas en un ambiente de hospi- nerse al tanto de cada reacción emocional del paciente (41).
talización completa o parcial (38). Los conflictos que ocu- Este modelo bipersonal de la situación terapéutica ha con-
rren en el contexto familiar volverán a emerger al relacio- tribuido al abandono de la noción psicoanalítica clásica del te-
narse con el personal del hospital. A través de la identifica- rapeuta o el analista como una pantalla en blanco u observa-
ción proyectiva, el paciente presiona de forma sutil a varios dor (desconectado emocionalmente). La influencia de los ses-
miembros del personal hospitalario para que asuman los ro- gos y sentimientos inconscientes del clínico hacia el paciente
les que están en armonía con el mundo interior del pacien- puede tener implicaciones importantes en diversos aspectos
te. Así, un paciente, cuyo progenitor haya abusado física- de la psiquiatría. La frustración acerca de la falta de respuesta
mente o sexualmente de él, se comportará de tal modo ha- al tratamiento por parte del paciente, por ejemplo, puede lle-
cia una enfermera determinada, por ejemplo, que hará que var al clínico a recomendar la terapia electroconvulsiva como
ésta se sienta como abusadora hacia el paciente. El mismo una reacción de desesperación más que como el resultado de
paciente puede tratar a otra enfermera como una figura sal- árboles sistemáticos de decisión del tratamiento de la depre-
vadora e idealizada, incitando sentimientos de protección y sión resistente. Incluso en el caso del suicidio asistido por el
amor por parte de esta enfermera. Esta forma de generar di- médico, la contratransferencia puede desempeñar un papel,
ferencias (38) separación (triangular) puede crear conflictos aunque oculto, muy importante (42). En este contexto, el de-
extraordinarios entre los miembros del personal acerca del seo de morir del paciente puede derivarse de un concepto ne-
procedimiento terapéutico para el paciente. Por lo tanto una gativo de sí mismo al verse como un inútil y una carga para
falta de atención hacia las dimensiones de transferencia y los otros, lo que puede ser en parte un reflejo de algo que el
contratransferencia en el entorno del tratamiento pueden médico lleva al encuentro. Del mismo modo la ansiedad por
conducir a una ruptura total de la capacidad del personal la muerte del médico puede subyacer a una necesidad omni-
asistencial para actuar de forma efectiva con determinados potente de triunfar sobre ella, por lo que a través de la pres-
pacientes. cripción del suicidio asistido, estaría intentando preservar una
Además, los pacientes a menudo representan conflictos ilusión de control y dominio. En la peor de las situaciones, un
encubiertos entre el personal (39). El tratamiento hospitalario intenso odio contratransferencial hacia un paciente puede pro-
sensible desde el punto de vista psicodinámico puede ayudar ducir en el clínico un deseo de matar que se transforma en la
a identificar estos conflictos y permitir al personal procesarlos recomendación del suicidio asistido por el médico.
de manera que los pacientes no sigan necesitando represen-
tarlos. Cuando los conflictos encubiertos entre el personal
asistencial se vuelven manifiestos y abiertos a discusión, el ■ Enfoques psicodinámicos
comportamiento disruptivo del paciente a menudo mejora/se en trastornos específicos
estabiliza (39). Esta observación refleja que la dinámica del
grupo de pacientes y la de los miembros del personal son a El enfoque psicodinámico puede ser interesante para el
menudo paralelas la una con la otra. El clínico psicodinámi- tratamiento de la mayoría de los trastornos psiquiátricos de la
co también entiende que los individuos se comportan de for- práctica clínica. En función de la naturaleza de la enferme-
ma distinta en grupo que en solitario o en un contexto de dad, el entorno en el que ésta se trata y las características psi-
interacción uno a uno. Las fuerzas grupales, como el fenó- cológicas del paciente, las estrategias psicodinámicas pueden
meno del chivo expiatorio, pueden reconocerse y procesarse adquirir un papel más o menos relevante en el plan de trata-
de manera que no se conviertan en destructivas para el trata- miento. Por motivos de falta de espacio no es posible incluir
miento. Igualmente, los problemas recurrentes del paciente una discusión exhaustiva sobre los fundamentos psicodiná-
en los grupos pueden diagnosticarse, en parte, a través de un micos en los principales trastornos psiquiátricos, aunque una
estudio cuidadoso de las respuestas de transferencia y contra- muestra de las tres entidades más importantes proporcionará
transferencia. una orientación general.
3.5. ENFOQUES PSICODINÁMICOS ACTUALES EN PSIQUIATRÍA 439

Depresión mayor un episodio depresivo porque se relaciona con un profundo


sentimiento de inutilidad.
Pocos trastornos ilustran la interacción entre la genética y En el tratamiento de la depresión mayor, la terapia diná-
el ambiente de forma más clara que la depresión mayor. En el mica breve ha demostrado ser tan efectiva como la terapia
estudio de Kendler (21) sobre gemelos, el autor hizo el se- cognitivo-conductual (44). Sin embargo, incluso cuando el
guimiento de 2.164 miembros de pares de gemelos formados tratamiento principal es una medicación antidepresiva, el en-
por mujeres. Los acontecimientos estresantes recientes fue- foque dinámico de la farmacoterapia puede ser de gran ayu-
ron el único factor de riesgo con posibilidades de originar un da, sobre todo porque algunos pacientes con depresión sien-
episodio de depresión mayor. La influencia de los factores ten que no merecen encontrarse mejor porque han «pecado».
genéticos fue esencial, pero no abrumadora. El seguimiento Así pues, pueden analizarse estos problemas relacionados con
de esta cohorte de individuos duró 17,3 meses. Durante ese el cumplimiento desde una perspectiva psicodinámica. Ade-
tiempo el 14% de las mujeres presentaron episodios depresi- más, la exploración de los factores estresantes y su significado
vos mayores. Kenler encontró que los cuatro factores de pre- puede ser crítica como parte de un procedimiento de mante-
dicción más potentes para la depresión durante el mes en el nimiento continuado para prevenir episodios futuros.
que ocurrió eran la muerte de un familiar cercano, los pro- Un subgrupo de pacientes con depresión puede requerir
blemas matrimoniales importantes, las agresiones y el divor- una terapia psicodinámica más extensa e intensiva. En una
cio o la separación. Los factores genéticos podían alterar la evaluación de los datos del NIMH Treatment of Depression
sensibilidad (de los individuos) al efecto inductor de depre- Collaborative Research Program, Blatt y cols. (45) hallaron
sión ante los acontecimientos de la vida estresantes (fig. 1). que el perfeccionismo mantenía una relación consistente y de
En otras palabras, aquellos con mayor riesgo genético sólo tipo negativo con todos los parámetros utilizados para medir
tenían una probabilidad del 1,1 % de presentar un episodio la evolución clínica en las cuatro modalidades terapéuticas es-
depresivo no se producía ningún acontecimiento estresante, tudiadas. Descubrieron que el patrón de paciente con depre-
pero el riesgo aumentaba al 14,6 % si se exponían a un fac- sión con rasgos perfeccionistas importantes se asociaba a un
tor estresante. Por otro lado, en aquellos sujetos con menor alto riesgo de suicidio. Asimismo, los investigadores recono-
riesgo genético, la probabilidad de padecer depresión en au- cieron que era necesario un período de tiempo sustancial para
sencia de factores ambientales estresantes era del 0,5% al modificar representaciones mentales negativas de uno mismo
mes. Esta probabilidad se incrementa al 6,2 % ante la pre- y los demás profundamente arraigadas. Estudios no controla-
sencia de factor estresante. dos sugieren que los pacientes que se ajustan a este perfil pue-
Tal y como se ha mencionado anteriormente, el signifi- den mejorar con terapia psicodinámica prolongada (28).
cado del estrés para el paciente concreto influye mucho en su
capacidad para inducir un episodio depresivo. La investiga-
ción ha puesto en relieve que los factores estresantes tienen Trastornos de ansiedad
más probabilidad de inducir una depresión si están relacio-
nados con aspectos de su autodefinición (43). Así los aconte- Las categorizaciones ateóricas de los trastornos de ansie-
cimientos que se interpretan como una aniquilación de la au- dad en la nomenclatura oficial y la investigación sobre sus
toestima y las expectativas para cubrir las propias necesidades, fundamentos biológicos tienden a categorizar la ansiedad
tendrán más probabilidades de producir depresión. Por lo únicamente como una enfermedad y no como un síntoma de
tanto, un mínimo insulto al amor propio puede dar lugar a un conflicto inconsciente (1). En este marco conceptual debe
eliminarse la ansiedad o por lo menos minimizarse mediante
intervenciones farmacoterapéuticas. Una interesante perspec-
Predisposición genética
tiva psicodinámica que está en peligro de desaparecer consi-
16 Cogemelo monocigoto afectado dera que la ansiedad tienen utilidad como señal de un con-
Cogemelo bicigoto afectado La más alta flicto interno o aflicción que puede requerir reflexión y com-
14
Riesgo de inicio de depresión

Cogemelo bicigoto no afectado Alta prensión.


12 Cogemelo monocigoto no afectado La erradicación de la ansiedad no es necesariamente de-
10 seable. En el Menninger Foundation Psychotherapy Research
mayor (%)

8 Baja Project, 18 de 35 pacientes mostraron un aumento de la an-


6
siedad al final de un psicoanálisis o una psicoterapia psico-
La más baja
analítica de larga duración, aunque 13 de esos 18 pacientes
4 habían logrado una importante mejoría clínica a juicio de
2 evaluadores independientes (46, 47).
0 Las pruebas de este estudio fueron consistentes con la ob-
Ausente Presente servación clínica de que un aumento en la tolerancia de la an-
Acontecimiento vital grave siedad, definida como la capacidad de experimentar ansiedad
Figura I. Riesgo de presentar depresión mayor por persona- sin tener que descargarla, puede ser uno de los resultados a
mes en función de la predisposición genética y la presencia o largo plazo de una psicoterapia psicoanalítica o psicoanálisis,
ausencia de acontecimiento vital estresante grave durante aquel lo que reflejaría una expansión de la capacidad del yo en el
mes, entre 2.060 gemelas. (Datos de Kendler y cols. [21].) control de la ansiedad. Los investigadores diferenciaron entre
440 3. CONTRIBUCIONES PSICODINÁMICAS A LA PSIQUIATRÍA

la ansiedad que sirve para indicar la ansiedad primaria o des- podría reducir la vulnerabilidad psicosocial asociada al tras-
organizadora, como por ejemplo la asociada con el trastorno torno de angustia.
de angustia. Muchos de los pacientes con buena evolución
clínica de este estudio habían mejorado notablemente su ca-
pacidad para utilizar la actividad ideativa de forma más eficaz Trastorno límite de personalidad
para comprender la ansiedad.
El clínico psicodinámico también quiere entender los co- El modelo psicobiológico de personalidad propuesto por
rrelatos en el desarrollo de la ansiedad para lograr una mayor Cloninger y cols. (27) sugiere una estrategia de tratamiento
comprensión del miedo del paciente. Es posible construir una que combine la medicación y la psicoterapia. Algunas medi-
jerarquía del desarrollo de la ansiedad basada en la teoría psi- caciones parecen mejorar síntomas concretos asociados con el
coanalítica (tabla 3). temperamento, como la impulsividad y la labilidad afectiva,
Esta jerarquía del desarrollo permite entender las situa- mientras que la psicoterapia puede centrarse en los problemas
ciones de peligro que están implicadas con la ansiedad del pa- del carácter como la autodirección o la capacidad de coope-
ciente. La forma más primitiva de ansiedad se relaciona con ración. Por lo menos tres estudios con diseños a doble ciego
el miedo a la desintegración o ruptura y Kohut (48) la deno- y grupo control placebo han demostrado que la impulsividad
minó ansiedad de desintegración. También es posible sentir y la rabia en los pacientes con trastorno límite de personali-
temor a la desintegración a través de la fusión con otra per- dad mejoran de forma significativa con inhibidores selectivos
sona. La ansiedad persecutoria es un miedo paranoide basado de la recaptación de serotonina (50-52), agentes que no curan
en la convicción de que fuerzas malévolas del exterior inva- el trastorno pero facilitan el proceso psicoterapéutico. Cuan-
dirán y destruirán al paciente desde dentro. La ansiedad de se- do la inestabilidad afectiva y la impulsividad disminuyen gra-
paración implica el miedo a ser abandonado y la pérdida del cias a la medicación, es más fácil para los pacientes reflexio-
objeto significativo. Se relaciona con la noción kleiniana de nar sobre los estados internos y procesar lo que ocurre entre
la ansiedad depresiva, en la que el individuo teme la destruc- ellos y los demás.
ción del objeto amado como consecuencia de su propia agre- La mejora del temperamento a través de la medicación es
sión. tan sólo una estrategia parcial de tratamiento porque, como
Avanzando en esta jerarquía, el miedo a la pérdida del se ha indicado anteriormente, las variables caracteriales deter-
amor está más asociada a los individuos con organizaciones minan si el paciente tiene o no un trastorno de personalidad.
neuróticas, y se caracteriza por el miedo a comportarse de La terapia psicodinámica puede dirigirse al patrón caótico de
una manera concreta debido a que el amor del otro tiene un relaciones objetales y las deficiencias en la autoestima y la co-
equilibrio tenue. La ansiedad de castración se relaciona con el hesión interna. Aunque no se han llevado a cabo estudios sis-
miedo edípico de que el progenitor del mismo sexo responda temáticos sobre el uso combinado de la psicoterapia psicodi-
con un ataque violento si el individuo es muy competitivo o námica y la medicación, un estudio prospectivo que admi-
rivaliza con él por el progenitor del otro sexo. Finalmente, la nistraba terapia dinámica dos veces por semana mostró cam-
ansiedad del superyó implica el miedo a no cumplir con los bios sustanciales y duraderos tras 12 meses de tratamiento
propios ideales y valores, que provienen de la interiorización (53). Mientras el modelo conceptual del temperamento y el
de los valores parentales. carácter proporciona una base para la combinación de la me-
La medicación y la psicoterapia dinámica pueden actuar dicación y la psicoterapia, son necesarios más estudios para
de forma sinérgica en algunos trastornos de ansiedad. En un demostrar la eficacia de la combinación de estas terapias.
estudio controlado y aleatorizado sobre el tratamiento del
trastorno de angustia, los pacientes se asignaron a tratamien-
to con clomipramina durante 9 meses o la misma estrategia ■ Direcciones futuras
farmacológica combinada con 15 sesiones de terapia dinámi-
ca breve (49). Al cabo de 20 semanas habían desaparecido los Las pruebas sobre el impacto de la psicoterapia en el ce-
ataques de pánico en todos los pacientes; sin embargo, una rebro abren nuevas líneas de investigación para ampliar nues-
vez concluido el tratamiento la tasa de recaída fue significati- tro conocimiento sobre psicopatología y tratamiento. Éstas
vamente mayor en el grupo que sólo recibió clomipramina. incluyen:
Los investigadores concluyeron que la terapia dinámica breve
1. Mecanismos de acción de la psicoterapia.
2. Interrelaciones entre el mecanismo de acción de la psico-
Tabla 3. Jerarquía del desarrollo de la ansiedad terapia y la medicación.
3. Comprensión clara de la patogenia de los principales
Ansiedad del superyó trastornos psiquiátricos, así como de la maleabilidad de
Ansiedad de castración algunos de los componentes de sus mecanismos patogé-
Miedo a la pérdida del amor nicos.
Miedo a la pérdida del objeto (ansiedad de separación)
Ansiedad persecutoria
Ansiedad de desintegración Es necesario seguir investigando acerca de los tratamien-
tos psicodinámicos porque sólo existe una base empírica mo-
Datos de Gabbard (1). derada de dichas terapias. Se requieren muchos más estudios,
3.5. ENFOQUES PSICODINÁMICOS ACTUALES EN PSIQUIATRÍA 441

en especial controlados y aleatorios dirigidos a trastornos es- 18. Suomi, S.J. (1991). Early stress and adult emotional reactivity in
pecíficos. Son necesarios estudios sobre la terapia dinámica rhesus monkeys. In Childhood environmental and adult disease:
Symposium 156 (ed. CIBA Foundation Symposium Staff), pp. 171–88.
prolongada durante más de 1 año, para demostrar qué tipo de Wiley, Chichester.
pacientes pueden beneficiarse de una mayor inversión de 19. Rosenblum, L.A. and Anderson, M.W. (1994). Influences of
tiempo y dinero. En el clima actual de ahorro, los terapeutas environmental demand on maternal behavior and infant
dinámicos deben tener en cuenta la rentabilidad. development. Acta Paediatrica Supplement, 397, 57–63.
20. Reiss, D., Plomin, R., and Hetherington, E.M. (1991). Genetics and
El tratamiento óptimo para muchos pacientes psiquiátri- psychiatry: an unheralded window on the environment. American
cos incluye la combinación de medicación y psicoterapia, Journal of Psychiatry, 148, 283–91.
aunque el apoyo procedente de la investigación para esta es- 21. Kendler, K.S., Kessler, R.C., Walters, E.E., et al. (1995). Stressful life
events, genetic liability, and onset of an episode of major depression
trategia es más bien moderado. Son necesarios estudios com- in women. American Journal of Psychiatry, 152, 833–42.
parativos para los tratamientos combinados frente a modali- 22. Gabbard, G.O. (1992). Psychodynamic psychiatry in the decade of
dades terapéuticas aisladas para los trastornos de personalidad the brain. American Journal of Psychiatry, 149, 991–8.
y los trastornos de ansiedad. Por otro lado, el papel de los 23. Gabbard, G.O. (1994). Mind and brain in psychiatric treatment.
Bulletin of the Menninger Clinic, 58, 427–46.
planteamientos psicoanalíticos en los problemas relacionados 24. Gabbard, G.O. and Goodwin, F. (1996). Clinical psychiatry in
con el cumplimiento terapéutico requiere una investigación transition: integrating biological and psychosocial perspectives. In
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Mientras, el modelo psicodinámico sigue enriqueciendo Oldham), pp. 527–48. American Psychiatric Press, Washington, DC.
25. Baxter, L.R., Schwartz, J.M., Bergman, K.S., et al. (1992). Caudate
la comprensión del paciente y la práctica del psiquiatra. Los glucose metabolic rate changes with both drug and behavior therapy
principios elaborados actúan aquí como un ventanal para los for obsessive–compulsive disorder. Archives of General Psychiatry, 49,
oscuros rincones del inconsciente e iluminan la motivación 681–9.
humana. También proporcionan una «segunda visión» al clí- 26. Viinamäki, H., Kuikka, J., Tiihonen, J., and Lehtonen, J.L. (1998).
Change in monoamine transporter density related to clinical recovery:
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4
Síndromes clínicos
en psiquiatría del adulto

Tomo I

4.1 Delirio, demencia y otros trastornos 4.1.13 Síndromes amnésicos......................... 540


amnésicos y cognitivos .................................... 447 Michael D. Kopelman
4.1.14 Tratamiento de las demencias........... 550
4.1.1 Introducción a los trastornos Simon Fleminger
cognitivos............................................ 447
Demetrio Barcia 4.2 Trastornos mentales y del comportamiento
4.1.2 Delirio ................................................ 452 debidos al consumo de sustancias
David Gill y Richard Mayou psicotropas .......................................................... 561
4.1.3 Demencia: enfermedad
de Alzheimer ...................................... 459 4.2.1 Aspectos psicológicos y
Simon Lovestone farmacológicos del abuso de drogas . 561
4.1.4 Demencias frontotemporales............. 471 David J. Nutt y Fergus D. Law
Lars Gustafson 4.2.2 Trastornos por consumo de
4.1.5 Enfermedad por priones .................... 480 alcohol ................................................ 568
John Collinge
4.1.6 Demencia por cuerpos de Lewy ....... 494 4.2.2.1 Etiología de los problemas
I. G. McKeith de alcohol ............................ 568
4.1.7 Demencia en la enfermedad Juan C. Negrete
de Parkinson ....................................... 502 4.2.2.2 Dependencia y problemas
R. H. S. Mindham relacionados con el alcohol.. 574
4.1.8 Demencia debida a enfermedad Jane Marshall
de Huntington.................................... 505 4.2.2.3 Alcohol y trastornos
Susan Folstein psiquiátricos físicos ............. 581
4.1.9 Demencia vascular ............................. 510 Karl F. Mann
Timo Erkinjuntti 4.2.2.4 Tratamiento de la
4.1.10 Demencia debida a enfermedad dependencia de alcohol ...... 588
por VIH .............................................. 518 Jonathan Chick
Mario Maj 4.2.2.5 Servicios para los
4.1.11 Neuropsiquiatría de los trastornos asociados al
traumatismos craneoencefálicos ........ 522 consumo de alcohol............ 602
Simon Fleminger D. Colin Drummond
4.1.12 Demencia inducida por alcohol 4.2.2.6 Prevención de los
(alteración cognitiva secundaria problemas relacionados
al alcohol)................................................ 537 con el alcohol...................... 613
Jane Marshall Robin Room
444 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.2.3 Trastornos mentales y del 4.3.3 Manifestaciones neuropsicológicas


comportamiento debidos al de la esquizofrenia ............................. 687
consumo de sustancias 4.3.3.1 Neuropsicología clínica
psicotropas .......................................... 619 de la esquizofrenia .............. 687
Anthony S. David
4.2.3.1 Introducción a los trastornos 4.3.3.2 Diagnóstico, clasificación
mentales y del y diagnóstico diferencial
comportamiento debidos de la esquizofrenia .............. 691
al consumo de sustancias Anthony S. David
psicotropas............................ 619
Philip Robson 4.3.4 Epidemiología de la esquizofrenia.... 697
4.2.3.2. Opiáceos: heroína, Assen Jablensky
metadona y buprenorfina ... 624 4.3.5 Etiología.............................................. 712
Adam R. Winstock
y John Strang 4.3.5.1 Factores de riesgo genéticos
4.2.3.3 Trastornos relacionados y ambientales en la
con el consumo de esquizofrenia......................... 712
anfetaminas y cocaína......... 633 R. M. Murray y D. J. Castle
Nicholas Seivewright 4.3.5.2 Neurobiología de la
4.3.2.4 Trastornos relacionados esquizofrenia........................ 720
con el consumo de Paul J. Harrison
fenciclidina y alucinógenos 638
Henry David Abraham 4.3.6 Evolución y pronóstico de la
4.2.3.5 Abuso de benzodiazepinas . 643 esquizofrenia....................................... 728
Michael Farrell y Sarah Welch Assen Jablensky
4.2.3.6 Trastornos relacionados 4.3.7 Tratamiento y manejo
con el consumo de éxtasis, de la esquizofrenia ............................. 738
otras drogas de «fin de D. G. Cunningham Owens
semana» y khat .................... 646 y E. C. Johnstone
Adam R. Winstock 4.3.8 Trastornos esquizoafectivos
4.2.3.7 Trastornos relacionados y esquizotípicos.................................. 756
con el consumo de Ming T. Tsuang, William S. Stone
sustancias volátiles............... 652 y Stephen V. Faraone
Richard Ives 4.3.9 Trastornos psicóticos agudos
4.2.3.8 Efectos del uso de Cannabis transitorios .......................................... 765
sobre la salud mental .......... 657 J. Garrabé y F.-R. Cousin
Wayne Hall
4.2.3.9 Patrones de consumo, 4.4 Trastornos y síntomas delirantes persistentes 773
epidemiología, efectos Alistair Munro
adversos y aspectos
específicos del tratamiento 4.5 Trastornos del humor ...................................... 805
de la dependencia de
nicotina ............................... 661 4.5.1 Introducción y revisión histórica
Martin Jarvis de los trastornos del humor .............. 805
Frederick K. Goodwin
4.2.4 Evaluación de las necesidades y S. Nassir Ghaemi
y organización de servicios 4.5.2 Manifestaciones clínicas
para drogadictos .................................. 668 de los trastornos del humor
John Marsden y John Strang y la manía ........................................... 811
Per Bech
4.3 Esquizofrenia y trastornos psicóticos agudos 4.5.3 Diagnóstico, clasificación
de carácter transitorio ...................................... 677 y diagnóstico diferencial
de los trastornos del humor .............. 818
4.3.1 Esquizofrenia: historia conceptual.... 677 Gordon Parker
German E. Berrios 4.5.4 Epidemiología de los trastornos
4.3.2 Manifestaciones clínicas descriptivas del humor ........................................... 827
de la esquizofrenia ............................. 681 Peter R. Joyce
Peter F. Liddle 4.5.5 Etiología.............................................. 833
445 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.5.5.1 Etiología genética y social 4.5.6 Evolución y pronóstico


de los trastornos del de los trastornos del humor .............. 855
humor................................... 833 Jules Angst
D. Souery, S. Blairy 4.5.7 Tratamiento de los trastornos
y J. Mendlewicz del humor ........................................... 861
4.5.5.2 Etiología neurobiológica E. S. Paykel y J. Scott
de los trastornos del 4.5.8 Distimia, ciclotimia y otros
humor................................... 845 trastornos del humor subclínicos
Guy Goodwin crónicos .............................................. 875
Hagop S. Akiskal

Tomo II

4.6 Reacciones al estrés y trastornos adaptativos . 895 4.11.2 Disfunciones sexuales ...................... 1054
Stanley E. Althof
4.6.1 Reacciones a estrés agudo.................. 895 y Patricia Schreiner-Engel
Anke Ehlers y Allison G. Harvey 4.11.3 Parafilias 1071
4.6.2 Trastorno de estrés postraumático.. 902 Gene G. Abel y Candice A. Osborn
Anke Ehlers 4.11.4 Trastorno de la identidad sexual
4.6.3 Recuerdos recuperados y falsos en la vida adulta .............................. 1090
recuerdos........................................... 919 Richard Green
Chris R. Brewin
4.6.4 Trastornos adaptativos..................... 922 4.12 Trastornos de la personalidad ....................... 1095
James J. Strain, Jeffrey Newcorn
y Angela Cartagena-Rochas 4.12.1 Introducción a los trastornos
de la personalidad ............................ 1095
4.7 Trastornos de ansiedad .................................. 935 Juan López-Ibor
4.12.2 Descripción clínica general
4.7.1 Trastorno de ansiedad generalizada 935 de los trastornos de la personalidad 1100
David A. Spiegel y David H. Barlow Armand W. Loranger
4.7.2 Fobia social y fobias específicas...... 946 4.13.3 Tipos específicos de trastornos
David M. Fresco, Brigette A. Erwin, de la personalidad ............................ 1104
Richard G. Heimberg y Cynthia L. Turk José Luis Carrasco
4.7.3 Trastorno de pánico y agorafobia... 962 y Dusica Lecic-Tosevski
James C. Ballenger 4.12.4 Diagnóstico y clasificación
de los trastornos de la personalidad 1136
4.8 Trastorno obsesivo-compulsivo..................... 981 James Reich y Giovanni de Girolamo
Iulian Iancu, Pinhas N. Dannon 4.12.5 Epidemiología de los trastornos
y Joseph Zohar de la personalidad ............................ 1142
Giovanni de Girolamo y Patrizia Dotto
4.9 Trastorno de despersonalización................... 991 4.12.6 Etiopatogenia de los trastornos
K. W. de Pauw de la personalidad (de los genes
a los procesos del biodesarrollo...... 1148
4.10 Trastornos del comportamiento Adolf Tobeña
alimentario...................................................... 995 4.12.7 Manejo de los trastornos
de la personalidad ............................ 1155
4.10.1 Anorexia nerviosa ............................ 995 Peter Tyrer y Kate Davidson
Gerald Russell
4.10.2 Bulimia nerviosa .............................. 1021 4.13 Trastornos de los hábitos y del control
Christopher G. Fairburn de los impulsos ............................................ 1167
4.10.3 Obesidad........................................... 1034
Albert Stunkard y Thomas A. Wadden 4.13.1 Trastornos del control
de los impulsos ................................ 1167
4.11 Sexualidad, identidad sexual y sus trastornos. 1045 Susan L. McElroy, Lesley M. Arnold
y DeAnna A. Beckman
4.11.1 Función sexual normal .................... 1045 4.13.2 Tricotilomanía.................................. 1175
R. J. Levin Gary Christenson
446 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.13.3 Problemas psiquiátricos especiales


4.15 Suicidio .......................................................... 1233
relacionados con el juego................ 1181
Emanuel Moran
4.15.1 Epidemiología y causas del suicidio 1233
Jouko K. Lonnqvist
4.14 Alteraciones del ciclo sueño-vigilia............... 1187
4.15.2 Intento de suicidio y autolesión
deliberada: epidemiología y factores
4.14.1 Introducción a las alteraciones
de riesgo............................................ 1240
del ciclo sueño-vigilia ...................... 1187
A. J. F. M. Kerkhof y E. Arensman
Gregory Stores
4.15.3 Aspectos biológicos
4.14.2 Insomnio .......................................... 1198
del comportamiento suicida............ 1247
Colin A. Espie
Lawrence Amsel y J. John Mann
4.14.3 Somnolencia excesiva ...................... 1204
4.15.4 Tratamiento y prevención
Michel Billiard
del suicidio y sus intentos............... 1253
4.14.4 Parasomnias ...................................... 1211
Keith Hawton
Carlos H. Schenck
y Mark W. Mahowald
4.16 Síndromes relacionados con la cultura ........ 1265
4.14.5 Trastornos psiquiátricos del ciclo
Wolfgang G. Jilek
sueño-vigilia...................................... 1220
Ruth M. Benca
4.14.6 Trastornos médicos del ciclo
sueño-vigilia...................................... 1226
Sudhansu Chokroverty
Delirio, demencia y otros
4.1 trastornos amnésicos y cognitivos

4.1.1 Introducción opinaban que la mayoría de los casos de estupor eran inde-
pendientes.
a los trastornos cognitivos Chaslin (3) incluyó el término stupidité bajo la denomi-
nación de confusión mental. Tanto el concepto como mu-
Demetrio Barcia chas de las manifestaciones clínicas corresponden con el tipo
de reacción exógena de Bonhoeffer (die exogenen Reaktions-
typus) (4), quien la clasificó en tres grupos:
■ Introducción
1. Formas características, que comprenden amencia, delirio,
Los términos delirio, demencia y síndrome amnésico apa- estados crepusculares y alucinosis.
recen juntos en la clasificación de los manuales, debido a que 2. Formas homónimas, como aquéllas cuyas manifestacio-
comparten una etiología común, aunque no exclusiva. Sin nes son similares a las de la esquizofrenia, la manía y la
embargo, consideradas desde una perspectiva histórica, clíni- depresión.
ca y psicopatológica, las tres enfermedades tienen poco en 3. Un grupo residual que incluye los trastornos hiperestési-
común. Dada la imprecisión de la noción de «organicidad», cos, sensoriales o neurasteniformes, y también el síndro-
quizá sea preferible utilizar el término de Schneider «mani- me de Korsakoff.
festaciones con base corporal» (Körperlich begründbaren Psycho-
sen). En este capítulo, se tratarán de manera independiente el Las dos propiedades esenciales son: las manifestaciones
delirio, la demencia y la amnesia desde las perspectivas histó- carecen de especificidad, e implican una alteración de la con-
rica y psicopatológica. ciencia (Bewusstsein). Kraepelin (5) abordó el estudio de las
psicosis exógenas utilizando el modelo médico etiológico,
con la concepción de que cada etiología correspondía a un
■ Delirio mecanismo etiopatogénico específico y a una sintomatología
característica. Este punto de vista contradecía la idea de Bon-
Georget introdujo el término stupidité (estupor), sustitu- hoeffer (4), quien defendía que en las formas características,
yendo al término demencia aguda de Esquirol, para referirse cada etiología podría dar origen a cualquier síndrome y cada
al estado mental en el que la persona deja de tener ideas o no síndrome podría estar causado por cualquier factor específico.
es capaz de expresarlas. El término fue adoptado tanto por Las formas características tienen como síntoma predomi-
autores alemanes como por autores franceses. Baillarger (1) nante la alteración de la conciencia. La amencia, el delirio y
sugirió que los pacientes con este síndrome se mostraban me- los estados crepusculares se deben a una reducción en el ni-
lancólicos, e introdujo el término «melancolía con estupor», vel de conciencia, mientras que la alucinosis se debe a un au-
que fue ampliamente aceptado a pesar de los problemas de mento en la claridad de la conciencia (6).
diagnóstico diferencial. Según Griesinger (2): En las clasificaciones habituales, se incluyen erróneamen-
te todas las formas características de Bonhoeffer bajo el tér-
La melancolía con estupor tiene una relevancia no úni- mino delirio. En primer lugar, no se destaca suficientemente
camente teórica, debido a que los síntomas psíquicos apare- la alteración de la conciencia, y en segundo, aquellos síndro-
cen fuertemente marcados y a que existe, en muchos casos,
mes que deberían aparecer separados porque tienen unas ca-
presencia de lesiones cerebrales características. Su relevancia
también es debida a que frecuentemente se confunde con la racterísticas psicopatológicas diferentes, aparecen juntos. En
demencia, hecho que contribuye a aumentar el número de la amencia hay poca alteración de la conciencia; puede in-
errores relacionados con el pronóstico y con el tratamiento. cluso no apreciarse aunque esté presente. La amencia se ca-
Por todo ello, también tiene gran importancia en la práctica. racteriza por la presencia de un pensamiento incoherente y
por un trastorno motor grave, mientras que el delirio se ca-
Esta controversia se parece a la que existe actualmente en racteriza por una alteración mas grave de la conciencia con
torno al término «seudodemencia depresiva». Otros autores, a onirismo, alucinaciones e ideas delirantes. En el estado cre-
pesar de haber aceptado que existe la melancolía con estupor, puscular, la pérdida de nivel de conciencia es intensa, pero
447
448 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

fluctuante. Puede darse con una reducción de la conciencia Otros autores confirmaron pronto este hallazgo. Kraepelin (5)
del despertar (Bewustsein), pero sin alteración de la «concien- denominó esta afección como demencia senil, e incluyó en
cia reflexiva» (conciencia de sí mismo de Ey [7]). Finalmente, ella a la presbifrenia de Kahlbaum, considerándola una de-
en la alucinosis, el aumento en la claridad de la conciencia se mencia que aparece en edad temprana.
acompaña de ansiedad, alucinaciones auditivas y una tenden- En 1906, Alzheimer (16) describió el caso de una pacien-
cia a la ideación paranoide. te de 52 años que presentaba una demencia grave con sínto-
Algunos opinan que para evitar errores diagnósticos, debe- mas neurológicos, afasia, apraxia y agnosia, que se iniciaron
rían mantenerse fundamentalmente los cuatro síndromes des- con presencia de alucinaciones e ideas delirantes de tipo ce-
critos por Bonhoeffer. La amencia con pocos cambios en el ni- lotípico, y cuyo cerebro mostraba la histopatología descrita
vel de conciencia a veces se confunde con la esquizofrenia o, en en la demencia senil. Publicó el caso sin ser capaz de explicar
personas de edad avanzada, con la demencia. El paciente mues- su causa. Otros autores refirieron observaciones semejantes
tra perplejidad, comete errores de identificación y presenta des- entre 1908 y 1910 (17-19). Kraepelin (5) dio a esta enferme-
personalización. Estas manifestaciones de amencia pueden tam- dad el nombre de demencia presenil tipo Alzheimer.
bién existir en los trastornos endógenos agudos, como la psico- Entre 1892 y 1904, Pick estudió las lesiones de cerebros
sis cicloide. A veces, estas manifestaciones subconfusionales son de pacientes afásicos y publicó diversos casos que incluían a
crónicas y de larga evolución, con lo que es fácil diagnosticarlas dos personas menores de 50 años con unas manifestaciones
erróneamente como demencia. Debe tenerse en cuenta la posi- clínicas similares a las de la demencia presenil de Alzheimer,
bilidad de que una amencia asociada al envejecimiento pueda pero sin sus lesiones características. Posteriormente, Ornari y
tener un origen psicógeno (insensibilidad psicógena). Spatz (20) adoptaron el término demencia presenil de Pick
para referirse a estos casos, y describieron las características
histopatológicas del trastorno y la topografía de las lesiones.
■ Demencia Sugirieron que existía una etiología degenerativa hereditaria.
Posteriormente, fueron añadiéndose otras formas a las
El término «demencia» se refiere a los pacientes con daño cuatro demencias principales, incluyendo la seudosclerosis es-
cerebral crónico y deterioro grave de los procesos intelectua- pástica descrita por Creutzfeldt y Jackob en 1927. En la dé-
les. Con frecuencia, también se dan síntomas psicóticos (alu- cada de 1920, después de la primera guerra mundial, la in-
cinaciones e ideas delirantes) y síntomas afectivos. Este sín- vestigación se orientó hacia nuevas cuestiones, como la im-
drome tiene una larga historia. En la antigüedad, ya se en- portancia y la frecuencia de las formas de demencia mixta
tendía de una forma similar a la de hoy en día (Celsus, 150 vascular y parenquimatosa (21), la correlación entre el grado
a.C). El término «demencia» fue introducido por Pinel (8), y de lesión anatómica y la gravedad de la demencia (22), y la
Esquirol (9) estableció la diferencia entre demencia aguda identificación de nuevas manifestaciones clínicas tales como
(posteriormente denominada confusión mental) y demencia la «alteración leve de la memoria» (23). En general, las de-
crónica. Georget (10) subdividió a su vez esta última en de- mencias se consideraron enfermedades con unas característi-
mencias primarias, denominadas así porque el trastorno inte- cas histopatológicas específicas.
lectual aparece en primer lugar, y demencias secundarias, en
las cuales otras manifestaciones mentales (p. ej., manía y de-
mentia praecox) preceden al déficit intelectual. Cambios en el concepto de demencia
En la historia posterior de la demencia, pueden diferen-
ciarse dos períodos. En el primero y más largo, que va desde En la década de 1950, se produjeron dos sucesos impor-
los inicios de la psiquiatría hasta los años setenta, la demen- tantes que supusieron un nuevo enfoque del concepto de de-
cia estaba considerada como un síndrome. mencia.
El concepto de demencia como enfermedad se basó en
los nuevos hallazgos clínicos y anatómicos. Se definieron tres 1. Se identificaron formas intermedias entre la demencia se-
enfermedades: nil y la demencia presenil de Alzheimer. Sjögren (24)
describió una serie de casos en que la demencia se mani-
1. Demencia por parálisis general. Descrita por Bayle (11) y festaba en edades más tardías que las descritas en la de-
posteriormente atribuida a la sífilis (12). mencia presenil de Alzheimer, sin signos extrapiramida-
2. Demencias vasculares, como las descritas por Klippel les, lesiones vasculares ni signos de afasia, apraxia o ag-
(13), por ejemplo, las demencias de origen exclusivamen- nosia, pero con histopatología similar, aunque las placas
te vascular. y los ovillos neurofibrilares se presentaban en menor den-
3. Demencias parenquimatosas. sidad. Sjögren denominó a esta nueva afección «atrofia
cerebral senil». Durante esos años, la escuela de Ginebra
En 1898, se produjo un avance en el conocimiento de la demostró que los pacientes con demencia senil podían
estructura cerebral, gracias a la utilización de la tintura de pla- presentar, durante la evolución de su trastorno, manifes-
ta desarrollada por Ramón y Cajal. Alzheimer (14), al estudiar taciones focales y lesiones análogas a las halladas previa-
las demencias, apuntó que no todas no eran debidas a una mente en la demencia presenil, y adoptaron el nombre
causa vascular, y en 1911 describió las demencias parenqui- de «demencia senil alzheimerizada». Este hallazgo permi-
matosas con degeneración neurofibrilar y placas seniles (15). tió que se estableciera un concepto unificador, y las de-
4.1.1. INTRODUCCIÓN A LOS TRASTORNOS COGNITIVOS 449

mencias parenquimatosas fueron habitualmente denomi- nerativa del sistema nervioso: frontotemporal, temporoparie-
nadas como «demencia senil tipo Alzheimer». tal y demencia subcortical (tabla 2).
2. Los estudios de lesiones que se encuentran en la demencia La demencia subcortical fue descrita por Albert y cols. (30)
senil y en las demencias no asociadas a la edad condujeron y por McHugh y Folstein (31) en relación con la parálisis su-
al abandono de la idea de que la demencia senil era una pranuclear progresiva y con la enfermedad de Huntington. El
forma grave de envejecimiento normal (25) y a la opinión término, de hecho, ya había sido utilizado por von Stocker (32)
de que las lesiones de las demencias parenquimatosas no en 1932 (subcortical Demenz). Las características coinciden de for-
eran debidas a la edad. En 1970, Sourander y Sjögren (26) ma exclusiva con las propuestas por Wilson (33) en su descrip-
describieron series de casos en que aparecían las lesiones ción de la degeneración hepatolenticular, con las de la «bradi-
características de la demencia senil (tabla 1). Sus hallazgos frenia» descrita por Naville (34) y con las de la demencia del
derivaron en la idea de la demencia como un síndrome tronco cerebral (Hirnstamm-demenz) referida por Sterz (35). El es-
producido por una enfermedad patológica subyacente. tudio de Sterz fue probablemente el mejor de los realizados has-
Como consecuencia, aparecieron los términos de demen- ta el año 1974, cuando los autores americanos introdujeron el
cia reversible y demencia irreversible, junto con tablas de término «demencia subcortical» y promovieron las investigacio-
agentes que podían producir trastorno mental crónico. nes que pudieran diferenciarla de la demencia cortical.
Las demencias corticales y subcorticales pueden distin-
Poco a poco, se fue instaurando un enfoque distinto, ba- guirse bien en el terreno anatómico, pero es importante que
sado en la comprensión del funcionamiento del sistema ner- se definan por características clínicas diferentes. En la tabla 3
vioso, que supuso el estudio de la demencia como un sín- se detallan las diferencias más características (36). La demen-
drome más amplio. Barcia (27) sugirió que el concepto de de- cia subcortical puede subdividirse en síndrome axial, cuyo
mencia debería basarse en la organización del sistema nervio- modelo es el síndrome de Korsakoff, y en síndrome secunda-
so y que eran importantes dos conceptos: los niveles funcio- rio a lesiones en los ganglios de la base.
nales del sistema nervioso, como los propuestos por Jackson
(28), y la idea de especialización del sistema nervioso.
La primera de las ideas derivó en la diferenciación entre Demencias corticales
demencias corticales y subcorticales. Sin embargo la descrip-
ción que coincide más con los conceptos de Jackson es la que Las demencias corticales se clasifican en demencias fron-
diferencia tres tipos de demencia: cortical, axial y demencia totemporales, demencias temporoparietales y demencias occi-
debida a enfermedades de los ganglios de la base y de la vía pitales.
extrapiramidal.
El concepto de especialización del sistema nervioso llevó
Demencias frontotemporales
a la distinción entre «cerebro derecho y cerebro izquierdo»,
«cerebro anterior», responsable de los procesos mentales, y Las demencias frontotemporales se caracterizan por la in-
«cerebro posterior», responsable de la percepción de los mun- capacidad para llevar a cabo actividades, no por la pérdida de
dos externo e interno.
Un esquema alternativo, propuesto por el Consenso Sue-
co (29), hace referencia a los tres tipos de enfermedad dege- Tabla 2. Clasificación de las demencias degenerativas primarias

Predominio frontotemporal
Enfermedad de Pick
Tabla I. Enfermedades asociadas con los tipos anatomopa- Degeneración del lóbulo frontal no Alzheimer
tológicos de Alzheimer Enfermedad de Pick atípica
Formas familiares inusuales
Polioencefalitis degenerativa primaria tipo Alzheimer
Enfermedad de Alzheimer (presenil y de inicio tardío) Predominio temporoparietal
Demencia senil tipo Alzheimer Enfermedad de Alzheimer de inicio temprano
Demencia presenil tipo Alzheimer Enfermedad de Alzheimer de inicio tardío
Síndrome de Down con demencia
Enfermedad de Alzheimer secundaria Demencia traumática tipo Alzheimer
Síndrome de Down y otras posibles formas de retraso mental
Síndromes postraumáticos (p. ej., demencia pugilística) Predominio subcortical
Disfunción endocrina Enfermedad de Huntington
Parálisis supranuclear progresiva
Enfermedad de Alzheimer atípica (p. ej., angiopatía congófila) Síndrome de Shy-Drager
Neuropatía de Alzheimer Degeneración multisistémica con demencia
Senectud normal Gliosis subcortical progresiva
Demencia senil simple y demencia presbiofrénica Enfermedad de Hallervorden-Spatz
Síndrome de Parkinson postencefálico Otras formas
Complejo demencia de Guam-Parkinson Otros tipos de demencia
Panencefalitis crónica esclerosante Enfermedad de Parkinson
Otras encefalopatías orgánicas raras Demencia por cuerpos de Lewy
450 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Tabla 3. Diferencias entre la demencia cortical y la subcortical

Característica Demencia subcortical Demencia cortical

Lenguaje No afasia (si la demencia es grave, dificultades Afasia temprana


de comprensión y anomia)
Disartria Sin disartria
Memoria Alteración de la memoria Alteración de la memoria y del reconocimiento
Reconocimiento normal
Funciones visuoespaciales Alteradas Alteradas
Cálculo Se conserva hasta el final Alterado desde el principio
Funciones frontales Desproporcionadamente afectadas Gravemente alteradas junto con el resto
en comparación con otras funciones de las funciones
Velocidad de procesamiento cognitivo Enlentecimiento desde el principio Normal hasta el final
Personalidad Apático, inercia Indiferente
Humor Deprimido Eutímico
Postura Encorvado Vertical
Coordinación Alterada Normal
Movimientos anormales Corea, temblor, tics No presentes (ocasionalmente miclonía)
Velocidad motora Enlentecida Normal

la función. La clínica cursa con apatía, indiferencia o, por el Si se examina a los enfermos con una amplia batería de
contrario, pérdida de inhibición. El paciente fracasa en la rea- pruebas, es posible diagnosticar cuáles son las funciones psi-
lización de planes que le permitan cambiar de una actividad copatológicas que están alteradas. Por ejemplo, en una prue-
a otra, y en seleccionar las acciones necesarias para resolver ba en la que se manipulan cubos de distintos tamaños, y en
un problema. El síndrome no está necesariamente producido donde los más pequeños son también los que tienen mayor
por lesiones en el lóbulo frontal, sino que puede observarse peso, los pacientes con enfermedad de Alzheimer identifican
también por lesiones en el sistema de proyección frontal y los más pesados como los más grandes, hecho que indica una
por otras alteraciones subcorticales, como el síndrome de pérdida de la capacidad para diferenciar volumen y peso. En
Korsakoff. otra prueba, se coloca un objeto en una caja que está cerrada
Cummings (37) describió tres síndromes complejos aso- del lado del paciente y abierta en la parte opuesta, pero su
ciados con la patología del lóbulo frontal, atribuidos a dis- abertura puede verse en un espejo situado enfrente. Cuando
tintos circuitos prefrontales: se pide al enfermo que coja el objeto, no sabe hacerlo, por-
que ha perdido la representación espacial. Estos descubri-
1. Síndrome prefrontal dorsolateral, que se caracteriza por mientos resultan interesantes no sólo porque aumentan el co-
alteraciones neuropsicológicas, como reducción de la nocimiento de la organización cerebral, sino también porque
fluidez verbal, déficit en la habilidad para planificar, alte- permiten diferenciar la enfermedad de Alzheimer de la seu-
ración en la planificación motora, alteraciones del apren- dodemencia.
dizaje y recuperación de recuerdos y alteración en la ca-
pacidad de resolución de problemas.
Demencia occipital
2. Síndrome orbitofrontal, que se caracteriza por pérdida
de inhibición, irritabilidad y alteraciones en la iniciativa La demencia occipital fue descrita por primera vez en
y en la introspección dependiente de la situación am- 1902 por Dide y Bocazzo (41), quienes observaron la presen-
biental (38). cia de un síndrome de Korsakoff producido por lesiones oc-
3. Síndrome cingular anterior, caracterizado por la presen- cipitales bilaterales. En 1912, Dide y Perzet (42) describieron
cia de apatía y una reducción de la iniciativa que, en ca- las características del síndrome occipital: olvido, fabulación,
sos extremos, se manifiesta como mutismo acinético. desorientación temporal, reducción del campo visual y ce-
guera psíquica. Esta sintomatología puede observarse en una
amplia proporción de pacientes con lesiones occipitales: en
Demencia temporoparietal
un 24 % según Delay (43) y en más de un 60 % según Allen
La demencia temporoparietal incluye la enfermedad de (44). Esta afección se superpone al síndrome de Korsakoff (v.
Alzheimer. En una serie de estudios, la Escuela de Ginebra más adelante) y se produce por lesiones focales simétricas en
(39, 40) observó que, según el esquema de Piaget, esta enfer- el lóbulo occipital y la circunvolución lingual. Se produce
medad de caracteriza por una desintegración de las funciones una destrucción de la sustancia gris y de la sustancia blanca,
psicológicas que se produce de una forma opuesta al modo aunque no más allá de las astas occipitales de los ventrículos.
en que son adquiridas. Esta desintegración se inicia con las A pesar de que nos hallamos ante una demencia cortical, esta
funciones abstractas y se extiende a las funciones concretas, enfermedad está relacionada con los síndromes diencefálicos
para finalmente llegar al nivel «preoperacional». (45).
4.1.1. INTRODUCCIÓN A LOS TRASTORNOS COGNITIVOS 451

Demencias axiales y diencefálicas gicos. De forma simplificada, en la demencia senil tipo Alz-
heimer existe desorganización de las funciones; en la de-
El prototipo de demencia axial o diencefálica es el síndro- mencia frontal, alteración en la programación de las tareas;
me de Korsakoff. Se caracteriza por la presencia de una am- en el síndrome de Korsakoff, alteración en la organización
nesia anterógrada y retrógrada, desorientación temporoespacial, temporal de las experiencias; en la demencia diencefálica, dé-
confabulación, falsos reconocimientos y, ocasionalmente, eufo- ficit en las tareas perceptivas y psicomotoras, y en la demen-
ria. Las lesiones se localizan en el circuito de Papez, especial- cia subcortical extrapiramidal, alteración en la estructuración
mente en los cuerpos mamilares, aunque siempre existe una espacial.
afectación frontal. La amnesia es tanto anterógrada como re-
trógrada, y se ha observado que los pacientes no presentan con-
ciencia de déficit (46). Shimamura y Squire (47) han detectado, Bibliografía
sin embargo, que algunos pacientes con síndrome de Korsakoff
1. Baillarger, J. (1843). De l’état désigné chez les aliènes sous le nom de
son conscientes de su amnesia y de sus errores en las pruebas.
stupidité. Annales Médico-psychologiques, 1, 76–256.
Existe una disociación entre la memoria explícita y la implícita. 2. Greisinger, W. (1861). Die Pathologie und Therapie der psychischen
El paciente con síndrome de Korsakoff puede aprender, pero es Krankheit (2nd edn). Krabe, Stuttgart.
incapaz de recordar el proceso de aprendizaje, hecho ya descri- 3. Chaslin, P. (1895). La confusion mentale primitive. Asselin et Houreau,
Paris.
to por Calparede en 1911 (48). Por ejemplo, si un paciente con 4. Bonhoeffer, K. (1917). Die exogene reaktion Typen. Archiv für
síndrome de Korsakoff siente un escozor al dar la mano, apren- Psychiatrie und Krankheiten, 58, 58–70.
de a no darla otra vez aunque no pueda explicar por qué. El 5. Kraepelin, E. (1899). Psychiatrie. Ein Lehrbuch für Studirende und Ärzte
síndrome de Korsakoff se describe en el capítulo 4.1.13. (6th edn). Barth, Leipzig.
6. Zutt, J. (1943). Über die polare Struktur der Bewussteins. Nervenartz,
Otro síndrome diencefálico es la demencia vascular 16, 145–63.
diencefálica, que ha sido reconocida recientemente como re- 7. Ey, H. (1963). La conscience. Presses Universitaires de France, Paris.
sultado del estudio de las lesiones cerebrales a través de las 8. Pinel, P. (1801). Traité médico-philosophique sur l’aliénation mentale ou la
técnicas radiológicas modernas (49, 50). manie. Richard, Caille et Ravier, Paris.
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la enfermedad de Parkinson se describe en el capítulo 4.1.7. späteren Alters. Zeitschrift für die Gesamte Neurologie und Psychiatrie, 4,
Estas formas de demencia subcortical están estrechamente 356–85.
relacionadas con anormalidades en el núcleo estriado y en las 16. Alzheimer, A. (1907). Über eigenartige Erkrankung der Hirnrinde.
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Pathologie Arbeit, 3, 297–302.
co y con la corteza cerebral, en especial con los lóbulos fron- 19. Rodríguez Lafora, G. (1910). Beitrag zur Kenntnis der
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Los principales neurotransmisores implicados son la dopami-
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lina y el ácido γ-aminobutírico (GABA), que, en las demencias 470–511
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452 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

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operativa en el envejecimiento. Presented at Envejecimiento
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compléte surajoutée. Bulletin de la Societé des Cliniciens Médicales et pleaba originariamente para describir una alteración primaria
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43. Delay, J. (1969). Les maladies de la memoire. Presses Universitaires de como un modelo clínico de alteración cerebral aguda. A pe-
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Schachter). Oxford University Press, New York. aquellos pacientes que se presentaban con un aumento de la
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50. Markowitsch, H.J. (1991). Memory disorders after diencephalic ralizado, independientemente de que el paciente se mostrase
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G.V. Goddard (ed. W.C. Corbalis and K.G. White). Erlbaum, vación clínica de que el paciente delirante que muestra alte-
Hillsdale, NJ. ración del comportamiento y alucinaciones en un momento
51. Leiva. C. and Gimeno, A. (1985). Affectación psíquica en la
enfermedad de Parkinson. In Síndromes extrapirimidale. Parkinson y dado, a menudo se encuentra somnoliento e inactivo poco
Parkinsonosmos. Chapter 3. Médica Internacional, Madrid. después. Este cambio en la definición tuvo una aceptación
4.1.2. DELIRIO 453

general y tanto el DSM-IV como la CIE-10 utilizan el térmi- fluctuación entre ambos estados o por un término medio
no en ese sentido. Sin embargo, en la medicina son comunes (p. ej., un paciente somnoliento tirando sin un propósito
otros errores de interpretación y otras confusiones con la ter- fijo de las sábanas de la cama).
minología, aunque es importante destacar que delirio es el • Humor: frecuentemente lábil, con perplejidad, períodos
término de preferencia, y que incluye el síndrome orgánico intermitentes de ansiedad o depresión, u ocasionalmente
cerebral agudo, al trastorno mental orgánico y el estado con- de otros estados de ánimo, como euforia o irritabilidad.
fusional. Es recomendable no utilizar el término «confusión» Habitualmente, los estados de ánimo tienen una cualidad
para referirse al delirio, puesto que en su sentido estricto, vacía y transitoria.
también puede aplicarse a los pacientes con demencia, ansie- • Habla: el paciente puede musitar y ser incoherente.
dad, depresión grave u otros estados. • Percepción: la modalidad más afectada suele ser la percep-
ción visual. Son frecuentes las ilusiones y los errores de in-
terpretación. Por ejemplo, un paciente puede mostrarse agi-
■ Manifestaciones clínicas tado y desconfiado, creyendo que una sombra en una ha-
bitación oscura es un intruso que quiere atacarle. También
• La alteración de la conciencia es la característica clave se observan alucinaciones visuales. El ejemplo más conoci-
que diferencia al delirio de la mayoría de los otros tras- do son los pequeños bichos vivientes que se observan en el
tornos psiquiátricos. Existe una gradación entre la altera- delirium tremens. Las distorsiones visuales complejas, como
ción grave del nivel de conciencia y la casi inconsciencia. la descripción de colores que se experimentan como sabo-
La intensidad fluctúa, y los síntomas son con frecuencia res, pueden sugerir intoxicación por alucinógenos.
peores durante la noche. El paciente puede estar eviden- • Cognición: hay anomalías en todas las áreas de funciona-
temente somnoliento, pero en los estados muy leves es fá- miento cognitivo. La memoria inmediata, la retención y la
cil el error, especialmente por parte de aquellos que no se evocación están afectadas. Los casos leves pueden mani-
encuentran familiarizados con el rendimiento intelectual festar la disfunción únicamente en un enlentecimiento en
normal del paciente. Los pacientes pueden mostrar un la ejecución de las tareas, o en la pérdida de atención a la
rendimiento cognitivo sólo aparentemente reducido o hora de realizarlas.
lento en la ejecución de las pruebas cognitivas. Hay des- • Orientación: en los casos obvios, la orientación está alte-
orientación en el tiempo, en el espacio y en la identifica- rada en lo que respecta al tiempo, al espacio y a la perso-
ción de las personas conocidas (tabla 1). na. En los grados leves, la desorientación deberá interpre-
• Apariencia y comportamiento: el paciente tiene aspecto tarse en el contexto individual del paciente. Por ejemplo,
de no estar bien, y su comportamiento puede estar mar- puede considerarse normal el error en el día del mes cuan-
cada por la presencia de agitación o hipoactividad, por do una persona ha estado ingresada en un hospital du-
rante largo tiempo debido a una enfermedad grave.
• Concentración: se ve afectada, por ejemplo, en pruebas
Tabla 1. Manifestaciones clínicas del delirio como las «series de siete» o los «días de la semana en or-
den inverso».
Apariencia y comportamiento
Sobreactivo y agitado/hipoactivo y somnoliento/mixto
• Memoria: se observan deficiencias de la memoria, con al-
Fluctúa, peor por la noche
teraciones en el registro (p. ej., prueba de dígitos), en la
Características de causa médica subyacente memoria a corto plazo (p. ej., preguntas sobre noticias ac-
tuales) y en la memoria a largo plazo (p. ej., nombre y di-
Humor (afecto)
Ansioso/irritable/deprimido/perplejo/tiende a variar
rección). Después de la recuperación de la enfermedad, se
observa (aunque no siempre) una amnesia de ésta.
Pensamiento
Velocidad reducida
• Introspección (insight): normalmente está afectada. El pa-
ciente no entiende por qué se ha pedido una exploración
Desordenado en la forma, confuso
Contenido: ideas de referencia, ideas delirantes psiquiátrica.
Habla
Musitación, incoherente
■ Epidemiología
Percepción
Ilusiones visuales/interpretaciones erróneas/alucinaciones; menos El delirio es un trastorno muy común, entendido como
frecuentes en otras modalidades sensoriales
un inevitable trastorno concomitante de enfermedades graves
Cognición agudas en niños y adultos. El riesgo probable a lo largo de la
Anomalías en todas las áreas vida es del 100 %, y todos los individuos tienen la posibili-
Memoria de registro, retención y evocación alteradas
Orientación alterada dad de padecer síntomas de delirio asociado con enfermeda-
Concentración alterada; los casos leves pueden estar sólo des físicas graves. Es más frecuente en personas con lesión ce-
enlentecidos en la ejecución de las tareas o estar distraídos rebral y en condiciones de baja estimulación sensorial (como
Introspección (insight)
luz deficiente o aislamiento).
Alterada Por tanto, la atención médica se centra en aquellos casos
en que no existe una causa obvia, en los que se observan sín-
454 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tomas problemáticos, como una alteración del comporta- de alcohol y otras drogas, o en los servicios en donde ingresa
miento o la presencia de síntomas psicóticos, o en los que el mucha gente de edad avanzada. Sin embargo, también se ob-
diagnóstico resulta dudoso. Los casos menos llamativos, nor- serva en otros servicios, en donde se presenta más esporádica-
malmente no se reconocen como parte de un trastorno psi- mente, como en los de urgencias. El delirio debería formar par-
quiátrico diagnosticable. Los exámenes evidencian que mu- te del diagnóstico diferencial de cualquier cambio agudo en el
chos pacientes con alteraciones cognitivas transitorias y un comportamiento o de la reducción en el nivel de conciencia, in-
rendimiento por debajo de lo normal en las exploraciones cluyendo a aquellos pacientes que se encuentran en tratamien-
neuropsicológicas no satisfacen totalmente el criterio de deli- to para desintoxicación alcohólica. La somnolencia o la altera-
rio. Por ejemplo, se ha descrito que de 70 pacientes ingresa- ción del comportamiento pueden asociarse con el consumo de
dos para intervención quirúrgica coronaria, seis presentaban alcohol, pero el delirio debido a otras causas (p. ej., traumatis-
delirio según criterios DSM-III durante el segundo o tercer mo craneal, diabetes) puede pasar desapercibido, con las conse-
día después de la intervención. La mayoría tenían alteraciones cuentes implicaciones clínicas (y médico-legales) negativas.
leves que no cumplían criterios DSM. Los pacientes que de-
sarrollaron delirio fueron los que tuvieron peor rendimiento
cognitivo y peor función cardíaca postoperatoria (2). Delirio en el paciente psiquiátrico
Es importante no olvidar las presentaciones poco comu-
Delirio en niños nes del delirio en los pacientes psiquiátricos, especialmente en
los de edad avanzada. En los pacientes psiquiátricos ancianos,
Los niños son más propensos al delirio que los adultos. la prevalencia es elevada. Ocasionalmente, puede requerirse
Pueden desarrollar delirio con muchas enfermedades agudas un seguimiento muy constante en aquellos casos con causas
graves, más comúnmente con pirexia asociada a infección neurológicas del delirio, como epilepsia o problemas con me-
aguda. Tales casos se observan con frecuencia en centros de dicamentos anticonvulsivos y, en niños con alteraciones del
atención primaria. La causa subyacente puede ser una simple aprendizaje, el tratamiento debe ser llevado a cabo por el psi-
infección respiratoria, o una enfermedad más grave, como quiatra especialista en colaboración con el neurólogo.
una neumonía. Pueden aparecer convulsiones. Todos los ni- En la psiquiatría adulta, la forma probablemente más co-
ños con delirio grave, y cuando la causa no ha sido total- mún de delirio observada es el delirium tremens. El síndrome
mente esclarecida, deben ser remitidos con urgencia al espe- de delirium tremens incluye ricas alucinaciones e ilusiones (au-
cialista para su diagnóstico y tratamiento. ditivas y visuales) ideas delirantes, alteración evidente de la
conciencia, temblor, agitación e hiperactividad. Destacan la
ansiedad, e incluso el terror. Las presentaciones menos espec-
Delirio en el anciano taculares de confusión son más frecuentes: alucinaciones y
temblor. En los casos graves, pueden presentarse síntomas y
El delirio en la población anciana, solo o con demencia co- signos de insuficiencia cardiovascular. No debe olvidarse que
mórbida, se describe en el capítulo 8.5.1. Los ancianos son no- puede estar seguido de convulsiones, con una morbilidad y
tablemente más propensos a padecerlo que los adultos más jó- una mortalidad apreciables. Con frecuencia, el diagnóstico
venes. Pueden experimentar delirios debido a problemas físicos será obvio, con historia conocida de abuso de alcohol y/o
de poca importancia, como estreñimiento o infección del apa- con signos clínicos. Es también esencial recordar que el pa-
rato urinario, o por ambas causas. Con frecuencia, contribuyen ciente no tiene por qué haber ingerido necesariamente al-
a su aparición factores como la polimedicación (como en el cohol durante el episodio agudo.
caso de los psicotropos, en especial los hipnóticos), la deshi- El síndrome neuroléptico maligno (v. cap. 6.2.5) es una
dratación y las enfermedades crónicas. Los ancianos con de- causa de delirio poco frecuente pero importante. Los pacien-
mencia son especialmente proclives a presentar delirio, y a me- tes desarrollan agitación e hiperpirexia, normalmente cuando
nudo es un episodio de delirio lo que origina la solicitud de consumen elevadas dosis de antipsicóticos.
asistencia médica para los pacientes con demencia. Si el síndrome no se detecta, el delirio puede ir seguido por
el fallecimiento. Requiere el ingreso en un hospital general.
Los psiquiatras también pueden atender casos de delirio
Delirio en el hospital secundario a infecciones. En algunos grupos de poblaciones,
puede no ser infrecuente el delirio secundario a VIH y a de-
En todos los servicios hospitalarios pueden observarse casos mencia. Tampoco deben olvidarse la sífilis y la tuberculosis.
de delirio. Se produce aproximadamente en el 15 % de todos Los psiquiatras pueden encontrarse con otros muchos casos
los pacientes médicos y quirúrgicos y, en una proporción con- de delirio, incluyendo el secundario a lesión cerebral.
siderablemente mayor, en personas de edad avanzada. Es co-
mún en los individuos con enfermedades graves, que se hallan
en el postoperatorio (3), en cuidados intensivos y en otras ins- ■ Clasificación
talaciones para situaciones graves. En aquellos servicios médicos
donde el delirio es relativamente frecuente, suele diagnosticarse Hasta hace poco, en las dos clasificaciones internaciona-
con rapidez, como es el caso de los servicios de desintoxicación les relevantes, el delirio se incluía dentro de un grupo de
4.1.2. DELIRIO 455

«trastornos cerebrales orgánicos». Sin embargo, con las modi- ■ Etiología


ficaciones de la CIE-10 y del DSM-IV, han aparecido dife-
rencias entre ellas. El DSM-IV suprimió el apartado de «sín- En la tabla 2 se enumeran algunas de las posibles causas
dromes y trastornos mentales orgánicos», que habían apareci- de delirio (4, 5). Sin embargo, las relaciones entre estos agen-
do en otras ediciones, pues «el término trastorno mental or- tes y la neuropatogénesis del delirio están todavía poco escla-
gánico … implica incorrectamente que los trastornos menta- recidas. Los estudios electrofisiológicos, de neuroimagen y de
les “no orgánicos” carecen de una base biológica». El DSM- neurotransmisores muestran la presencia de una alteración ge-
IV introduce una nueva categoría general de «delirium, de- neralizada cortical y subcortical. Pero no está claro si existen
mencia, trastornos amnésicos y otros trastornos cognosciti- subtipos asociados con los diferentes mecanismos, aunque el
vos» agrupada en tres secciones. delirium tremens parece tener un patrón electroencefalográfico
distinto con actividad rápida, en relación con el patrón de ac-
1. Delirium, demencia, trastornos amnésicos y otros trastor- tividad lenta que se observa en otras formas de delirio (4).
nos cognoscitivos. Existen también pocas evidencias (6) de los mecanismos que
2. Trastornos mentales debidos a enfermedad médica. producen delirio después de una intervención quirúrgica car-
3. Trastornos relacionados con sustancias. díaca (posible papel de los microémbolos) y de otros trastor-
nos, como la insuficiencia renal y los traumatismos.
Sabemos que con el aumento de la edad, se incrementa
Los códigos relevantes de subcategorías del DSM-IV in-
también la susceptibilidad para padecer delirio. Generalmen-
cluyen:
te, esto se atribuye a la «reserva cerebral», que a su vez puede
asociarse con la reducción de la actividad acetilcolinesterási-
291.0 Delirium debido al uso de alcohol (intoxicación o ca, y con los cambios cerebrovasculares. También son un fac-
abstinencia). tor de riesgo los antecedentes de patología cerebral previa de
292.0 Delirium inducido por sustancias (intoxicación o cualquier tipo (p. ej.. estados degenerativos como la enferme-
abstinencia). dad de Parkinson, enfermedad vascular cerebral, demencia o
293.0 Delirium debido a cambios metabólicos generales, infecciones crónicas como la provocada por el VIH). Cuanto
delirium debido a múltiples etiologías. más grave es la enfermedad precipitante, más probabilidades
780.09 Delirium no especificado en otros apartados. existen de que ésta vaya seguida por la aparición de delirio (4,
5). Un factor importante que en muchos casos contribuye a
La categoría «delirium debido a múltiples etiologías» re- la enfermedad crónica es la reducción de los niveles séricos
sulta de utilidad, puesto que refleja la experiencia clínica de de albúmina. La reducción de proteínas asociada con los fár-
que el delirio es con frecuencia el resultado de diversos fac- macos psicoactivos y con otros fármacos contribuye a au-
tores (p. ej., deshidratación, fiebre o polifarmacología). mentar las concentraciones del fármaco libre y, por tanto, a
Por el contrario, la CIE-10 ha mantenido el término ge- aumentar la toxicidad al nivel de dosis administrado.
neral «trastornos mentales orgánicos». Los criterios diagnósti- Los fármacos psicoactivos de todos los tipos son especial-
cos para la presencia de delirio de la CIE-10 son algo más res- mente propensos a generar o a contribuir a la aparición de de-
trictivos que los del DSM. Los síntomas han de estar presen- lirio. Incluyen los antipsicóticos (especialmente aquéllos con
tes en las siguientes áreas: acciones anticolinérgicas, y sobre todo la tioridazina), los an-
tidepresivos y los hipnóticos.
Se ha desarrollado un número notable de investigaciones
• Alteración de la conciencia.
sobre algunas de las causas neuropsiquiátricas (incluyendo el
• Déficit cognitivo global.
• Alteraciones psicomotoras.
• Alteración del ciclo sueño-vigilia.
Tabla 2. Causas de delirio
• Alteración emocional.
Infección: intracerebral (meningitis, encefalitis), extracerebral
Del mismo modo que en el DSM, la CIE-10 también in- Abstinencia (alcohol, sedantes)
cluye subcategorías para las varias causas y tipos de delirio. El Metabólica aguda (hipoglucemia), insuficiencia renal o hepática
delirio debido al uso de sustancias se codifica como F1x.0 (in- Traumatismo (lesión cerebral, quemaduras, cambios térmicos)
Enfermedad del SNC: lesiones ocupantes de espacio, infección,
toxicación) o F1x.3 (abstinencia), y x es el código numérico epilepsia (status y estados postictales), encefalopatía de Wernicke
para la sustancia particular que lo produce. Otros subcódigos y otras encefalopatías
denotan la presencia o ausencia de convulsiones y de depen- Hipoxia
dencia. Otra categoría significativa de la CIE-10 es la que está Deficiencia: tiamina, vitamina B12, ácido fólico, etc.
definida por exclusión: F05.1, Delirio no inducido por al- Endocrina: hiper o hipofunción tiroidea, paratiroidea o suprarrenal
cohol u otras sustancias psicotropas. Otra subcategoría es Vascular aguda: accidente isquémico transitorio, accidente vascular,
encefalopatía hipertensiva, shock
F05.1 Delirio superpuesto a demencia. Otras categorías tienen
Toxinas y drogas (legales o ilegales)
un carácter más general (F05.0 Delirio no superpuesto a un Metales pesados (plomo, mercurio)
cuadro de demencia; F05.8 Otro delirio; F05.9 Delirio, sin es-
pecificación). Modificado de Wise y Trzepaez (4).
456 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

delirio) de diversos trastornos (como las insuficiencias renal y ■ Diagnóstico y diagnóstico diferencial
hepática) y de los tratamientos. Un ejemplo de estos últimos
es la evidencia de déficit neuropsicológicos agudos que apa- Es importante tener en cuenta el delirio en el paciente
recen posteriormente a la cirugía cardíaca, algunos de los cua- psiquiátrico que presenta alteraciones físicas. El diagnóstico
les son transitorios, pero pueden también ser permanentes. es fundamentalmente clínico, e incluye dos partes. En primer
Las manifestaciones clínicas y psicométricas se han relaciona- lugar, debe realizarse el diagnóstico del delirio en sí mismo, y
do con los procedimientos de perfusión, con la asociación de en segundo lugar, el de su causa. Si el diagnóstico no resulta
lesión microembólica postoperatoria y con el papel de diver- claramente evidente, deberá realizarse una exploración cogni-
sos procedimientos protectores (6). tiva. Es esencial que en el abordaje inicial, los psiquiatras sean
Otro trastorno particularmente importante que puede rápidos y eficaces, y que exploren la función cognitiva al in-
causar delirio es la intoxicación alcohólica, así como por otras greso utilizando métodos clínicos (v. más adelante). Sin em-
sustancias psicoactivas legales o no, como el LSD (dietilami- bargo, algunos casos de delirio pueden pasar desapercibidos.
da del ácido lisérgico) y el MDMA («éxtasis», metilendioxi- Son frecuentes los casos clínicos atípicos.
metanfetamina). Muchos episodios no llegan a consulta mé- Es inusual que los pacientes con delirio acudan a la con-
dica. El delirium tremens (delirio debido a la abstinencia de al- sulta médica por sí mismos, con la excepción de los alcohó-
cohol en una persona químicamente dependiente) es una licos que tienen conciencia de la emergencia de alucinaciones
causa común de derivación en la práctica psiquiátrica. Es im- visuales durante la abstinencia. Otros, pueden alertarse por la
portante porque, a pesar de que es previsible y tratable, im- presencia de somnolencia y de alteraciones del comporta-
plica una morbilidad significativa (v. cap. 4.2.2.3). miento. La alteración del comportamiento incluye agitación
con presencia de ideas delirantes y alucinaciones, o la expre-
sión de ideas falsas, como por ejemplo, que el cuidador o el
■ Evolución y pronóstico familiar está tratando de causarle algún perjuicio. En algunos
casos, puede resultar obvio el déficit en el nivel de concien-
El conocimiento en este ámbito es limitado (4, 5). La ex- cia, pero puede pasar fácilmente desapercibido si es leve y no
periencia clínica habitual nos indica que el delirio es un tras- está asociado con la alteración del comportamiento en forma
torno que se presenta asociado con una enfermedad aguda, de sobreactivación. Una situación frecuente de presentación
que no se diagnostica específicamente y que suele tener una en la psiquiatría de interconsulta suele darse durante la estan-
buena recuperación. Los sujetos que se han sobrepuesto a un cia hospitalaria de un paciente que es referido como posible
estado de delirio, acostumbran a tener pocos recuerdos de lo psicótico, basándose en la presencia de ideas delirantes y alu-
que ha sucedido durante ese tiempo, aunque una pequeña cinaciones. La tarea aquí debe incluir la distinción entre un
minoría puede tener recuerdos desagradables de haber estado nuevo episodio de psicosis funcional (infrecuente) y un deli-
asustados y de no saber que les estaba sucediendo. rio (común en esta situación).
Las investigaciones han confirmado la experiencia clínica
de que el delirio, en la edad avanzada, puede preceder al fa-
llecimiento o a la recuperación, pero que está frecuentemen- Diagnóstico de delirio
te seguido de una supervivencia con alteración cognitiva. Un
trabajo que examinó el pronóstico de delirio en ancianos a Aunque lo esencial en el diagnóstico es la evaluación clí-
través de una revisión sistemática y un metaanálisis (7) de nica en el momento del ingreso, puede resultar de ayuda la
ocho estudios, que incluían un total de 573 pacientes con de- información proporcionada por otras personas cercanas. Prue-
lirio, demostró que al mes siguiente de la admisión, el 46,5 % bas como el MMSE resultan extremadamente útiles, pero el
fueron trasladados a residencias y el 14,2 % fallecieron. Úni- psiquiatra no debe encontrarse en la posición de no poder se-
camente el 54,9 % habían mejorado mentalmente. A los guir adelante cuando no se disponga de ellas. El examen cog-
6 meses del ingreso, el 43,2 % se hallaban ingresados en resi- nitivo debería introducirse con tacto, si existe sospecha de de-
dencias. En comparación con los sujetos control, estos pa- terioro cognitivo, iniciando la valoración desde el principio
cientes presentaban estancias hospitalarias más largas, mayor de la entrevista y aprovechando el tiempo de ésta para tratar
mortalidad al cabo de 1 mes y un mayor porcentaje de aten- de obtener una historia del paciente que resulta tener graves
ción médica al cabo de 1 y de 6 meses. En algunos casos, la anomalías cognitivas cuando se valora al final de la entrevis-
presencia de demencia o de enfermedad física puede estar re- ta. Las pruebas formales también resultan útiles para seguir la
lacionada con el empeoramiento. Los autores concluyen que evolución.
en el envejecimiento, el delirio tiene un mal pronóstico, aun- Existen numerosas escalas de valoración. Algunas de ellas
que este hallazgo puede confundirse por la presencia conco- están ideadas para la práctica rutinaria de profesionales no es-
mitante de demencia o de enfermedad física grave. pecialistas (8). Un ejemplo de valoración breve es la que pro-
Treolar y MacDonald (5) confirmaron que el diagnóstico porciona el Test Cognitivo para el Delirio (Cognitive Test for
clínico de delirio en los pacientes médicos geriátricos no in- Delirium) (9). Sin embargo, sólo dos de las pruebas de las es-
dica necesariamente que los supervivientes deban tener un calas (atención visual y reconocimiento de imágenes) resultan
funcionamiento cognitivo normal, según los resultados en el útiles para diferenciar el delirio de la demencia, la esquizo-
Miniexamen del Estado Mental (Mini-Mental State Examina- frenia y la depresión (p < 0,0001), así como de la demencia
tion, MMSE). moderada a grave (p < 0,0002). Estos datos confirman la im-
4.1.2. DELIRIO 457

portancia de valorar la atención y la memoria a corto plazo rencias entre el tratamiento con alprazolam y dosis bajas de
en estos pacientes. Las pruebas complementarias, como la haloperidol en ancianos con deterioro cognitivo (ingresados
electroencefalografía (10), tienen un papel poco relevante en en residencias) que presentaban episodios de cambio conduc-
el diagnóstico del delirio (v. más adelante), y básicamente se tual asociado con delirio, demencia, amnesia y otros trastor-
utilizan para comprobar de que se han descartado las causas nos cognitivos (14). Por tanto, observamos que existen pocos
tratables. estudios aleatorizados sobre la efectividad de diversos medi-
camentos para el delirio, excepto para el delirium tremens.
El tratamiento del delirium tremens sigue los principios ge-
Diagnóstico diferencial del delirio nerales de sustitución multivitamínica o psicotrópica. Pero
también combina el manejo de problemas físicos tales como
• Los trastornos psicóticos funcionales pueden presentar la aparición de insuficiencia cardiovascular, infección o hipo-
las características clínicas positivas del delirio, como las termia. Las benzodiazepinas son el tratamiento de elección
alucinaciones. Pero la psicosis funcional se produce con empezando con una dosis normal adecuada para controlar
un nivel de conciencia claro y en el delirio, el predominio los síntomas de abstinencia. Se ha de reducir la dosis de los
de alucinaciones visuales no es típico. fármacos de forma progresiva durante varios días. El clome-
• El estupor debido a depresión grave o a manía puede tiazol es un fármaco alternativo ampliamente utilizado, pero
confundirse con la reducción del nivel de conciencia. su uso debería restringirse al tratamiento de los pacientes con
Pero estos estados son ya muy infrecuentes en los países riesgo de dependencia y abuso.
desarrollados. Un inicio gradual con empeoramiento de Recientemente, se ha publicado una guía clínica para el
los síntomas debería diferenciarlo del delirio. tratamiento de los pacientes con delirio (15).
• La demencia cursa, excepto en las fases terminales, con la
conservación de la conciencia clara. En la demencia tem-
prana, las alucinaciones visuales suelen ser inusuales. En ■ Abordaje clínico
edades avanzadas es frecuente la asociación de demencia
y delirio. En las situaciones agudas, puede resultar difícil El cuidado de los pacientes con delirio en los servicios so-
evaluar la importancia relativa del delirio y de la demen- brecargados de los hospitales a menudo presenta dificultades.
cia, aunque esta situación generalmente se revela con el En los países desarrollados y en la mayoría de las situaciones,
tiempo. la valoración inicial y el tratamiento es responsabilidad de los
• Los trastornos amnésicos, como el síndrome de Korsa- médicos.
koff, también se producen sin una alteración de la con- El papel del psiquiatra consiste en contribuir al diagnós-
ciencia, aunque los déficit cognitivos se centran en la me- tico en aquellos casos en que éste no es claro y en aconsejar
moria a corto plazo. En los trastornos amnésicos se con- sobre el tratamiento y sobre la organización del cuidado de
serva la memoria inmediata (p. ej., prueba de dígitos) y enfermería posterior. Con frecuencia, es necesario explicar el
también la memoria a largo plazo. En el delirio, ambas diagnóstico y facilitar un pronóstico al personal, que puede
memorias están afectadas. creer que el paciente está iniciando una demencia o una psi-
• Los trastornos de sueño (p. ej., narcolepsia) y diversas cosis, y limitar su intervención al cuidado psiquiátrico.
formas de epilepsia (p. ej., el infrecuente status epiléptico Los médicos normalmente son solicitados para valorar el
infantil) también podrían excluirse. delirio como un problema clínico urgente. Si bien es cierto
que es imprescindible el tratamiento inmediato y efectivo del
problema, también es necesario establecer un régimen de in-
■ Tratamiento tervención continuado y flexible durante un período de va-
rios días. Para ello se precisa de una revisión médica y de en-
Cole y cols. (12) identificaron únicamente una revisión fermería regular. En la tabla 3 se resumen los principios fun-
sistemática de los efectos del tratamiento, tras una búsqueda damentales.
en Cochrane (11). Examinaron las estrategias de prevención y En todos los pacientes se necesitan cuidados médicos ge-
su posterior discusión e identificaron un amplio número de nerales y de enfermería. Esto incluye una hidratación adecua-
ensayos individuales aleatorizados. Pero sólo dos de ellos eran da y medidas de control de la fiebre. También son importan-
evaluaciones de tratamientos farmacológicos del delirium tre- tes el cuidado intestinal y el control de la presión arterial.
mens. Breitbart y cols. (13) llevaron a cabo un ensayo a doble
ciego sobre el tratamiento con haloperidol, clorpromazina y • Con frecuencia se necesitan cuidados específicos persona-
lorazepam en el delirio, en una muestra de 30 pacientes con lizados, que pueden requerir habitaciones exteriores. Las
SIDA hospitalizados. Concluyeron que los síntomas del deli- estancias bien iluminadas pueden ayudar a los pacientes
rio eran tratados con efectividad al utilizar antipsicóticos con con alucinaciones visuales intensas.
pocos efectos secundarios y a dosis bajas. Sin embargo, esto • Los pacientes necesitan que se les tranquilice y se les reo-
representaba únicamente a seis pacientes del estudio, con lo riente para reducir tanto su ansiedad como su desorienta-
que resulta difícil concluir de forma generalizada que los an- ción. Esto debería repetirse frecuentemente.
tipsicóticos son superiores a las benzodiazepinas en el trata- • Los familiares viven el delirio de forma desconcertante y
miento del delirio. Otro trabajo reciente no encontró dife- por ello necesitan una explicación clara del trastorno para
458 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Tabla 3. Abordaje del delirio Otra alternativa son las benzodiazepinas, que pueden resul-
tar de utilidad para reestablecer el ciclo sueño-vigilia, aunque a
Obtener datos de otros informantes y anotaciones médicas menudo a costa de aumentar la somnolencia durante el día.
Valorar el estado mental del paciente
Confirmar el diagnóstico de delirio Para estos casos, debería elegirse un agente de acción corta.
Determinar la causa física
Tratar la causa física, si es posible
Reducir la desorientación, reorientar permanentemente, rutina ■ Implicaciones médico-legales
constante
Reducir la ansiedad, tranquilizar Normalmente, la contención física se debe acompañar de
Evitar la falta o exceso de estimulación
cuidados de enfermería y de medicación. El psiquiatra no de-
Informar y dar apoyo a los familiares
Si está tranquilo, controlar la evolución bería tomar parte de las prácticas dudosas en este área, como
Si está alterado, agitado o angustiado: pueden ser la utilización de contenciones de facto con cami-
Considerar el uso de hipnóticos durante la noche sas de fuerza o de parkinsonismos inducidos con tranquili-
Considerar medicación regular zantes mayores. Si, en casos excepcionales es necesaria la con-
Controlar la evolucion, revisar la medicación tención física, ésta debería hacerse constar dentro del plan es-
pecífico de tratamiento después del consentimiento médico-
legal.
El consentimiento informado del tratamiento también
aliviarles su propia ansiedad y para que puedan colaborar implica aspectos médico-legales (16). Los pacientes con deli-
tranquilizando y reorientando al paciente. rio están con frecuencia muy enfermos y a menudo requieren
• En el hospital, debería planearse una rutina fundamenta- cirugía o la utilización de otros procedimientos invasivos, que
da y coherente. Podría ser adecuado mantener al paciente ellos no son capaces de comprender ni aprobar dando su con-
en una habitación individual. Los familiares y amigos de- sentimiento. La posición legal es compleja y puede variar se-
berían ser animados a visitar con frecuencia al paciente y gún las diferentes jurisdicciones. Debería estudiarse la capaci-
a contribuir para tranquilizarlo. Durante la noche, debería dad legal antes de pedir el consentimiento. Casi siempre es
mantenerse una iluminación suficiente para facilitar al pa- necesario implicar a los familiares en las decisiones que deben
ciente el reconocimiento del lugar en que se encuentra, tomarse en estas circunstancias. También puede ser necesario
pero sin estorbar su sueño. consultar a consejeros médico-legales, como a las autoridades
• Es importante prescribir los menos fármacos posibles, hospitalarias.
dado que pueden empeorar el cuadro de delirio.

La sedación no debería utilizarse por el simple hecho de ■ Prevención


que el paciente padece delirio. Si se halla somnoliento o hi-
poactivo, o si presenta pensamiento incoherente o alteracio- Para los pacientes hospitalarios, se ha sometido a evalua-
nes perceptivas, debería retirarse la medicación, puesto que ciones de control toda una variedad de métodos para la pre-
los fármacos pueden favorecer la somnolencia e interferir en vención del delirio. En su revisión sistemática, Cole y cols.
la mejora del delirio. identificaron diez trabajos, de los cuales tres eran aleatoriza-
Sin embargo, la medicación puede resultar imprescindible dos (12). En estos estudios se incluían pacientes médicos y
si el paciente se muestra gravemente agitado o en peligro de quirúrgicos, adultos o ancianos. Las intervenciones incluían
lesionarse o de lesionar a los demás (4). En situaciones agu- tanto valoraciones psiquiátricas previas a la intervención
das, puede ser necesario comenzar por dosis orales líquidas como cuidados pre y postoperatorios. Sólo uno de estos es-
inyectadas, pero el objetivo debería ser reducir la medicación tudios mostró una reducción significativa del delirio en el
a dosis orales regulares que se revisen a diario. El fármaco de grupo de tratamiento, aunque éste era un estudio no aleatori-
elección depende de las características del paciente. La res- zado. Por tanto, parece ser que existen pocas evidencias que
puesta es imprevisible y el prescriptor debe de estar prepara- apoyen la utilización de medidas especiales, sobre todo los
do para modificar el tipo de fármaco y la dosis, si resulta ne- cuidados sistemáticos, en la prevención del delirio.
cesario. La clave para la prevención, el diagnóstico precoz y el tra-
La primera elección puede ser el uso de tranquilizantes tamiento efectivo son los cuidados médicos generales y de en-
mayores. El haloperidol es el fármaco preferido por algunos fermería. Resulta especialmente relevante la información so-
autores (3), aunque las dosis no parecen basarse en la eviden- bre los antecedentes de dependencia de alcohol. Los pacien-
cia de una superioridad en la eficacia obtenida en ensayos tes ancianos que están físicamente muy deteriorados, que tie-
aleatorizados. Los pacientes delirantes son especialmente sus- nen problemas cognitivos previos o que están en politrata-
ceptibles a los efectos secundarios de tipo parkinsoniano y, miento farmacológico (especialmente con fármacos psicoacti-
por lo tanto, las dosis iniciales deben ser bajas, sobre todo en vos) son los más propicios a desarrollar delirio y sólo por este
los ancianos. Entre las fenotiazinas, la promazina es el sedan- hecho, deberían seguirse clínicamente. Los hipnóticos están
te de uso más común, con menor acción anticolinérgica que asociados con un aumento del riesgo de delirio. Debería eli-
la clorpromazina y, por tanto, con menor riesgo de aumentar minarse su utilización rutinaria, sobre todo en estos pacientes
los déficit cognitivos. que son vulnerables.
4.1.3. DEMENCIA: ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 459

Bibliografía que cuidan al individuo o que pagan para que sea cuidado.
Cada vez más, a medida que se dispone de tratamientos, se
1. Berrios, G. and Porter, R. (1995). A history of clinical psychiatry. The plantea como objetivo la transformación de estos costes, que
origin and history of psychiatric disorders. Athlone, London.
2. Walzer, T., Herrmann, M., and Wallesch, C.W. (1997).
se incluyen en los análisis de coste-beneficio de los nuevos
Neuropsychological disorders after coronary bypass surgery. Journal of compuestos, especialmente el mayor coste directo simple, la
Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 62, 644–8. provisión de cuidados sanitarios y otras formas de cuidados
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bién se produce un impacto emocional, que deriva en agota-
consultation–liaison psychiatry (ed. J.R. Rundell and M.G. Wise). miento y morbilidad psiquiátrica.
American Psychiatric Press, Washington, DC. A medida que la población envejece, estos costes supo-
5. Treloar, A.J. and Macdonald, A.J. (1997). Outcome of delirium: Part nen problemas sociales y económicos sustanciales. Aunque la
1. Outcome of delirium diagnosed by DSM-III-R, ICD-10 and
CAMDEX and derivation of the Reversible Cognitive Dysfunction
esperanza de vida se ha mantenido estática, el número de an-
Scale among acute geriatric inpatients. International Journal of Geriatric cianos está incrementándose rápidamente, tanto en las socie-
Psychiatry, 12, 609–13. dades desarrolladas como en las sociedades en vías de de-
6. Newman, S. and Stygall, J. (2000). Changes in cognition following sarrollo. En el mundo desarrollado, el crecimiento previsto
cardiac surgery (Editorial). Heart, in press.
7. Cole, M.G. and Primeau, F.J. (1993). Prognosis of delirium in elderly más marcado es el de la cohorte de los más ancianos, preci-
hospital patients. Canadian Medical Association Journal, 149, 41–6. samente la que presenta el mayor riesgo de padecer esta en-
8. Trzepacz, P.T. (1994). A review of delirium assessment instruments. fermedad. En estas sociedades, se prevé que el número total
General Hospital Psychiatry, 16, 397–405. de personas de edad avanzada aumentará sustancialmente,
9. Hart, R.P., Best, A.M., Sessler, C.N., and Levenson, J.L. (1997).
Abbreviated cognitive test for delirium. Journal of Psychosomatic como reflejo en gran parte la mejor nutrición y salud infanti-
Research, 43, 417–23. les. En el futuro, en los países de Sudamérica y de Asia, con
10. Hughes, J.R. (1996). A review of the usefulness of the standard EEG poblaciones grandes y crecientes, los costes relacionados con
in psychiatry. Clinical Electroencephalography, 27, 35–9. los cuidados de las personas con demencia se convertirán en
11. Cochrane Library, Issue 3 on CD-ROM. Update Software/BMJ
Publishing, London. una pesada carga para los presupuestos de los servicios sani-
12. Cole, M.G., Primeau, F., and McCusker, J. (1996). Effectiveness of tarios y sociales. En ausencia de tales servicios, las familias de-
interventions to prevent delirium in hospitalized patients: a berán sufragar inevitablemente la mayor parte de los cuidados
systematic review. Canadian Medical Association Journal, 155, 1263–8. proporcionados, a pesar de que el proceso real de desarrollo
13. Breitbart, W., Marotta, R., Platt, M.M., et al. (1996). A double-blind
trial of haloperidol, chlorpromazine and lorazepam in the treatment se asocia a una urbanización creciente y, en cierto grado, a
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Psychiatry, 153, 231–7. ras familiares amplias.
14. Christensen, D.B. and Benfield, W.R. (1998). Alprazolam as an
alternative to low-dose haloperidol in older, cognitively impaired
nursing facility patients. Journal of the American Geriatrics Society, 46,
620–5. ■ Del descubrimiento a la comprensión
15. American Psychiatric Association (1999). Practice guidelines for the
treatment of patients with delirium. American Journal of Psychiatry, 156,
A principios del siglo XX, Alois Alzheimer describió su en-
Supplement to Issue 5.
16. Auerswald, K.B., Charpentier, P.A., and Inouye, S.K. (1997). The fermedad epónima en una mujer de mediana edad que no
informed consent process in older patients who developed delirium: a sólo sufría deterioro cognitivo y declive funcional, sino tam-
clinical epidemiologic study. American Journal of Medicine, 103, bién experiencias psicóticas, como ideas delirantes y alucina-
410–18.
ciones auditivas. La anatomía neuropatológica incluía atrofia
a nivel macroscópico, y ovillos neurofibrilares y placas seni-
les a nivel microscópico. Aunque todas las características im-
portantes de la enfermedad de Alzheimer fueron descritas en
4.1.3 Demencia: ese momento, dos avances importantes llegaron mucho más
tarde. Primero, en la década de 1960, en los estudios de Roth
enfermedad de Alzheimer y cols., en Newcastle (1), y en otros estudios de otros lugares
se apreció que muchas demencias en ancianos presentaban
Simon Lovestone una apariencia neuropatológica idéntica a la de esta patología
en gente más joven. El otro avance fue el redescubrimiento
de que la enfermedad de Alzheimer presenta una rica feno-
■ Introducción menología. La sintomatología no cognitiva de esta enferme-
dad es parte esencial de sus manifestaciones clínicas, consti-
La enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencias tuyendo una de las principales causas de ocupación de los
representan enormes costes para la sociedad, para las familias cuidadores y de intervención de los médicos. Esta segunda
de los afectados y para los individuos mismos. Los costes para fase de la investigación —el reconocimiento de que tanto la
la sociedad incluyen tanto gastos directos, en servicios sanita- neuropatología como la fenomenología clínica descritas por
rios y sociales, como costes indirectos, en cuanto a pérdida de Alzheimer ocurren en lo que previamente se había tomado
productividad, ya que los cuidadores se desvían de sus pues- por una demencia senil o, peor aún, por el mero envejeci-
tos de trabajo, además del coste económico para las familias miento— se vio acompañada por una creciente comprensión
460 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

de los déficit de neurotransmisores encontrados en esta en- Amnesia


fermedad. La hipótesis colinérgica proporcionó la primera in-
dicación para posibles intervenciones, y sigue siendo el ha- La pérdida de memoria en la enfermedad de Alzheimer
llazgo más importante de este período de investigaciones so- es precoz e inevitable. De manera característica, se pierde
bre la enfermedad de Alzheimer. La tercera fase de las inves- antes la memoria reciente que los recuerdos antiguos. Sin
tigaciones sobre este trastorno incluye el empleo de enfoques embargo, existen notables diferencias entre individuos, sien-
moleculares con la finalidad de comprender la patogenia. Se do algunos pacientes capaces de recordar sucesos específicos
han aplicado técnicas de biología molecular para entender la y detallados de la infancia mientras que otros sólo tienen ac-
formación de ovillos neurofibrilares y de placas seniles, con ceso a escasos recuerdos remotos. Con el progreso de la pa-
el fin de seguir profundizando en la comprensión de la etio- tología, se pierden incluso los recuerdos más lejanos y emo-
logía genética de la enfermedad de Alzheimer, y, a través de cionalmente más importantes. La discrepancia entre pérdida
enfoques transgénicos, con la finalidad de desarrollar mode- de memoria reciente y remota sugiere que el problema pri-
los animales y celulares de patogénesis. mario es la adquisición o la recuperación de la memoria más
La investigación, así como la respuesta clínica a la en- que la destrucción de la memoria, confirmándose este he-
fermedad, puede dividirse en términos generales en tres fa- cho en la enfermedad de Alzheimer precoz (2), aunque a
ses: descubrimiento, neuropatología y aspectos moleculares. medida que la patología progresa es probable que todos los
Durante muchos años, el deterioro cognitivo en las personas procesos de la memoria se deterioren. Se cree que se con-
de edad fue percibido como senilidad. Era complicado esta- serva la recuperación de la memoria remota durante más
blecer modelos de cuidados médicos puesto que se inter- tiempo debido a los ensayos llevados a cabo a lo largo de la
pretaba que el proceso era una consecuencia inevitable del vida.
envejecimiento. Por lo tanto, se creía que las necesidades de
los ancianos afectados por esta enfermedad no requerían la
Afasia
intervención de un especialista, no se percibía la necesidad
de utilizar cuidadores y la apreciación general era que el im- Muchos pacientes han presentado problemas de lenguaje,
pacto de la demencia en las personas de edad y en las fami- aunque los déficit del lenguaje en la enfermedad de Alzhei-
lias era despreciable. El cambio en la percepción de la en- mer no son tan graves como los de las degeneraciones fron-
fermedad de Alzheimer, de considerarse «solamente enveje- totemporales (3), pudiendo apreciarse únicamente tras un
cimiento» a ser vista como una patología, vino acompaña- examen detallado. La dificultad para encontrar palabras (dis-
do, y en cierto modo provocado, por un lado por el de- fasia nominal) es uno de los fenómenos observados más pre-
sarrollo de la «psiquiatría de la ancianidad» como una espe- cozmente, y suele estar acompañado por circunlocuciones y
cialidad y por otro lado por el rápido crecimiento de la en- otras respuestas, como por ejemplo, repeticiones y utilización
fermedad de Alzheimer en la sociedad. Durante esta segun- de palabras alternativas. A medida que la enfermedad progre-
da fase del tratamiento de esta patología, los objetivos han sa, se ve afectada la sintaxis, y el habla es cada vez más para-
sido asegurar que se cubran las necesidades de cuidados de fásico. Aunque es difícil de valorar, la afasia sensitiva, o com-
los pacientes, que las preocupaciones de las familias sean prensión del habla, está casi siempre afectada. En los estadios
atendidas y que se minimicen los trastornos del comporta- finales de la enfermedad, el habla está muy deteriorada, con
miento. La tercera fase del tratamiento de la enfermedad de disminución de la fluidez, perseveración, ecolalia y produc-
Alzheimer empezó con la llegada de intervenciones especí- ción de sonidos anormales.
ficamente diseñadas. Se han introducido componentes dise-
ñados con el fin de mejorar algunos de los déficit provoca-
Agnosia
dos por el proceso patológico, y actualmente se están de-
sarrollando otros enfoques con el objetivo de tratar los pro- Los pacientes con enfermedad de Alzheimer pueden te-
cesos patológicos en sí mismos. ner dificultades en reconocer objetos, y en nombrarlos. Este
hecho puede tener implicaciones de cara a las necesidades
de cuidados y a la seguridad si los objetos no reconocidos
■ Manifestaciones clínicas son importantes para el funcionamiento en la vida cotidia-
na. Una agnosia particular que se ha descrito en la enfer-
Deterioro cognitivo medad de Alzheimer consiste en no reconocer la propia cara
(autoprosopagnosia). Este angustioso síntoma es la causa
La demencia es un deterioro cognitivo adquirido y pro- subyacente del que es quizá el único signo clínico de esta
gresivo observado en múltiples áreas. La enfermedad de Al- patología: el signo especular. Los pacientes que lo presentan
zheimer es una causa de demencia, siendo el deterioro cog- interpretan su cara en el espejo como la de otro individuo;
nitivo su principal síntoma clínico. Sin embargo, como se la respuesta es que hablan con él o bien muestran un apa-
mencionó anteriormente, la enfermedad de Alzheimer es rente temor. La autoprosopagnosia puede manifestarse
clínicamente heterogénea e incluye diversos síntomas no como una experiencia alucinatoria aparente, hasta que re-
cognitivos y un deterioro funcional inevitable. El declive sulta evidente que la «alucinación» se ha fijado tanto en
cognitivo se manifiesta en amnesia, afasia, agnosia y apraxia contenido como en espacio, y sólo se produce al ver el pro-
(«las 4 as»). pio reflejo.
4.1.3. DEMENCIA: ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 461

Apraxia usar correctamente el teléfono o de manejar las finanzas de


forma adecuada no sea muy evidente. Las actividades relacio-
En las fases moderadas de la enfermedad de Alzheimer, nadas con el propio cuidado incluyen el vestirse y la higiene
aparecen dificultades con tareas complejas no debidas a pro- personal, y también se pierden gradualmente. Por ejemplo, el
blemas motores. Típicamente, lo primero que se advierte son desaliño en el vestir progresa hacia dificultades para ponerse
las dificultades en vestirse o en las tareas en la cocina, pero la ropa. Se descuida la higiene personal, de modo que no se
todas ellas son inevitablemente precedidas por la pérdida de lavan los dientes o se duchan con menos frecuencia, hasta
la habilidad para llevar a cabo tareas más complejas. A me- que finalmente se precisa la asistencia en todas las tareas de
nudo, a medida que la enfermedad progresa, se desarrollan es- cuidados personales.
trategias con el fin de evitar tales tareas, y la dispraxia se hace
únicamente evidente cuando estas estrategias fallan.
Síntomas neuropsiquiátricos
Otros deterioros cognitivos
Parece que no existen funciones cognitivas que queden
Estado de ánimo
realmente a salvo de la enfermedad de Alzheimer. Las dificul- La relación entre la enfermedad de Alzheimer y la depre-
tades visuoespaciales ocurren habitualmente en las fases inter- sión es compleja: la depresión es un factor de riesgo para la
medias de la enfermedad, y pueden dar lugar a desorientación enfermedad de Alzheimer, puede confundirse con la demen-
topográfica, deambulación y extravío. También se producen di- cia (seudodemencia), se produce como parte de la demencia y
ficultades con el cálculo, la atención y las funciones ejecutivas. da lugar a deterioros cognitivos. Aquí, consideraremos la de-
presión que se produce como síntoma de la demencia. La va-
loración del estado de ánimo de una persona con demencia es
Deterioro funcional difícil por razones evidentes. Sin embargo, a menudo se pro-
duce retardo psicomotor, apatía, llanto, apetito disminuido,
Aunque el declive cognitivo es el síntoma principal de la alteraciones del sueño y expresiones de tristeza. Los índices de
enfermedad de Alzheimer, el deterioro funcional es el que tie- depresión hallados en cohortes de pacientes con enfermedad
ne el mayor impacto los enfermos, y la mayoría de atenciones de Alzheimer varían ampliamente, reflejando cambios en la
que precisan estos pacientes, incluida la atención domiciliaria prevalencia con diferentes niveles de gravedad y dificultades
(4), se debe a la pérdida funcional. Las capacidades para fun- en la clasificación de los síntomas sugestivos de depresión en
cionar en la vida cotidiana (actividades de la vida diaria) se los que presentan pérdida cognitiva. Se encuentran episodios
pierden de forma gradual, empezando con las más sutiles y fá- depresivos importantes en aproximadamente el 10 % de los
cilmente evitables, y progresando hacia lo más básico y esen- pacientes, episodios depresivos menores en el 25 %, algunos
cial. En general, las capacidades funcionales se deterioran jun- rasgos de depresión en el 50 % y una valoración de depresión
to con las capacidades cognitivas. Sin embargo, la precisa co- llevada a cabo por un cuidador en cerca del 85 % (8-10). Una
rrelación entre estas funciones no es perfecta, lo que sugiere idea ampliamente aceptada es que la depresión es más habi-
que otros factores, además de la gravedad de la enfermedad, tual en las fases precoces de la enfermedad de Alzheimer que
forman parte de la variancia entre pacientes (5). Las capacida- en sus últimas etapas, aunque esto puede reflejar únicamente
des funcionales están asociadas al sexo. Por ejemplo, las capa- la dificultad de valorar la depresión en aquellos pacientes afec-
cidades culinarias son llevadas a cabo más frecuentemente por tados más gravemente y menos comunicativos. De hecho, los
las mujeres, y las tareas de reparaciones domésticas por los pacientes graves acogidos en residencias de ancianos pueden
hombres. Sin embargo, el patrón general demuestra algunas si- ser más propensos a la depresión (11). En la enfermedad de
militudes entre grupos de pacientes con una gravedad de la Alzheimer pueden experimentarse sentimientos de alegría,
enfermedad parecida. Esto se evalúa mediante la Escala de la desinhibición e hipomanía, pero son relativamente poco fre-
Valoración Funcional por Niveles (Functional Assessment Sta- cuentes, y sólo se encuentra un estado de ánimo eufórico en
ging Scale, FAST) (6). En su forma original, se trata de una es- el 3,5 % de los pacientes, según Burns y cols. (10).
cala de deterioro funcional de siete niveles, en la que en el ni- Se desconoce la causa subyacente de los cambios en el es-
vel 1 no existe deterioro, y en el nivel 7 existe enfermedad de tado de ánimo en esta patología. Sin embargo, la pérdida de
Alzheimer grave. Se realiza un mapa del declive secuencial marcadores serotoninérgicos y noradrenérgicos acompaña a la
mediante la descripción de las capacidades que se van per- pérdida colinérgica. En algunos estudios post mortem, se han
diendo: nivel 2, dificultades con el lenguaje y en hallar obje- hallado que en pacientes con enfermedad de Alzheimer con
tos; nivel 4, dificultades con las finanzas; nivel 6, incontinen- depresión existe una pérdida de estos marcadores mayor que
cia e incapacidad para vestirse o lavarse. en los pacientes no deprimidos (12, 13).
Las actividades de la vida diaria se dividen en aquellas
que se relacionan con el cuidado de uno mismo y aquellas
que tienen relación con actividades instrumentales. Las ins-
Psicosis
trumentales, relacionadas con la utilización de objetos o con Los síntomas psicóticos aparecen en muchos pacientes,
el mundo exterior, son las que se pierden primero y pueden aunque, como en la depresión, la dificultad de determinar la
ser sutiles (7). Es posible que un cambio en la capacidad de presencia de ideas delirantes o experiencias alucinatorias en
462 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

los pacientes con demencia moderada a grave da lugar a un teraciones del comportamiento y de las agresiones descritas
amplio abanico de índices de frecuencia. Pocos estudios han en la enfermedad de Alzheimer (22).
sido capaces de determinar los índices de psicosis en muestras
extrahospitalarias de pacientes con enfermedad de Alzheimer
Personalidad
plenamente representativas. Sin embargo, de los conocidos,
sobre todo en los servicios psiquiátricos, entre el 10 y el 50 % Los cambios en la personalidad son un hecho casi in-
sufre ideas delirantes, y entre el 10 y el 25 % experimenta alu- evitable concomitante de la enfermedad de Alzheimer. En
cinaciones (14-16). Las ideas delirantes a menudo son para- realidad, es difícil concebir que el profundo deterioro cog-
noides, siendo la más común la del robo. En el contexto de nitivo que da lugar a la pérdida de la capacidad de recono-
la confusión y de la amnesia de la demencia, es fácil apreciar cer a nuestros seres queridos y a una pérdida de la com-
cómo la experiencia de extraviar un objeto se traduce en la prensión y de la capacidad para interaccionar con el mundo
convicción de que se ha sido víctima de un robo. Otros pa- exterior no se traduzca en un cambio en la personalidad.
cientes están convencidos de que alguien, a menudo un Los miembros de la familia han descrito la pérdida de la
miembro de su propia familia, está tratando de perjudicarles. personalidad del paciente como «un duelo en vida»: el indi-
Las alucinaciones son sólo ligeramente menos frecuentes viduo sigue estando ahí, pero ha desaparecido la persona
que las ideas delirantes: la mediana de una serie de estudios que una vez conocimos. El cambio de personalidad más fre-
fue del 28 % (17). Son más comunes las alucinaciones visua- cuente es la pérdida de la conciencia y de la respuesta nor-
les que las auditivas, y las otras modalidades son más raras mal al entorno. Los individuos pueden estar más ansiosos o
(16). La mayoría de los estudios sobre la sintomatología no temerosos, su afecto se aplana y evitan en lo posible las si-
cognitiva de la enfermedad de Alzheimer preceden a la total tuaciones arriesgadas. Las reacciones catastróficas son reac-
aceptación y cumplimiento de los criterios aceptados para la ciones emocionales de corta duración que se producen
demencia con cuerpos de Lewy, uno de cuyos síntomas car- cuando el paciente se enfrenta a una de estas situaciones sin
dinales son las alucinaciones visuales (18). Es probable que poder evitarlas. Menos a menudo los cambios de personali-
una gran cantidad de los pacientes con enfermedad de Al- dad pueden ser de desinhibición, con comportamientos se-
zheimer que sufren alucinaciones visuales descritas en los es- xuales inapropiados o de afecto inadecuado. La agresividad,
tudios sería clasificada actualmente como pacientes con de- como se ha mencionado anteriormente, suele ir acompaña-
mencia por cuerpos de Lewy. da por psicosis, pero puede formar parte de un cambio de la
Fenómenos que no alcanzan la categoría de ideas deli- personalidad más general.
rantes o alucinaciones, como las ideas persecutorias o expe-
riencias ilusorias intrusivas, son comunes en la enfermedad de
Otras manifestaciones del comportamiento
Alzheimer, y son síndromes de identificación errónea. Puede
producirse el síndrome de Capgras, pero frecuentemente el Las alteraciones del comportamiento en la enfermedad de
síntoma no está completamente desarrollado cuando el pa- Alzheimer se han convertido en uno de los principales obje-
ciente confunde a una persona por otra. La incapacidad de re- tivos del tratamiento. Sin embargo, el término abarca un am-
conocer la propia cara puede ser debida a dificultades visuos- plio abanico de comportamientos, algunos de los cuales in-
paciales o a un verdadero síndrome de identificación errónea. cluyen síndromes neuropsiquiátricos, otros están causados
Resulta difícil distinguir cuál es el problema. por estos síndromes y otros parecen tener poca relación apa-
En la enfermedad de Alzheimer, se han asociado varios rente con el estado de ánimo o con el contenido del pensa-
factores con la psicosis, pero pocos han sido comprobados en miento. El concepto de alteraciones del comportamiento es,
estudios múltiples. Burns y cols. (16) encontraron que los en sí mismo, muy subjetivo, pues depende en gran medida de
hombres sufren ideas delirantes de robo más frecuentemente la evaluación del informador: un comportamiento puede
que las mujeres, aunque otros han establecido que la psicosis considerarse una alteración en un contexto, pero no en otro.
ocurre más a menudo o más precozmente en las mujeres. Se Los comportamientos que se manifiestan en la enferme-
ha descrito una asociación con variación polimórfica en los dad de Alzheimer incluyen la deambulación, cambios en los
receptores de la serotonina (19). Pacientes con síntomas psi- hábitos alimentarios, alteraciones del sueño o de los ritmos
cóticos muestran diferencias metabólicas regionales en neu- circadianos e incontinencia. Estos comportamientos están ín-
roimágenes funcionales (20). La relación entre psicosis y gra- timamente ligados a la gravedad de la patología, producién-
vedad de la demencia no está tan bien definida como la rela- dose, hasta cierto punto, en la mayoría de los pacientes con
ción entre la capacidad funcional y la gravedad de la demen- esta enfermedad. La deambulación puede ser la manifestación
cia. La psicosis puede producirse en cualquier fase del proce- de una confusión topográfica, de la necesidad de ir al baño o
so morboso, a pesar de que muchos estudios sitúan el índice el reflejo de hambre, aburrimiento o ansiedad. El sueño está
máximo de psicosis en los que sufren al menos una demen- perturbado a menudo, y muchos pacientes presentan ciclos
cia moderada (16, 17). de sueño-vigilia alterados, mientras que otros experimentan
Aunque no se conoce totalmente la base biológica de la un aumento de la confusión hacia el atardecer (23). Se ha
psicosis en el marco de la enfermedad de Alzheimer, es pro- postulado que existe un defecto importante en la regulación
bable que los síntomas de psicosis tengan un impacto en los de los ritmos circadianos que origina todos estos fenómenos
cuidadores que ocasiona una fatiga creciente (21), y que la (24). En las últimas fases del trastorno, se producen vocaliza-
psicosis subyacente sea la responsable de gran parte de las al- ciones excesivas o inapropiadas (gruñidos y gritos).
4.1.3. DEMENCIA: ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 463

■ Clasificación te a 0,65), pero la NINCDS-ADRDA presentaba una sensibi-


lidad más alta (0,92 frente a 0,76). Otros hallaron una especi-
La enfermedad de Alzheimer se clasifica, como todas las ficidad incluso más baja (28).
otras alteraciones, mediante los criterios DSM-IV y CIE-10.
Además, también existe un sistema de clasificación especiali-
zado elaborado por el National Institute of Neurological and ■ Diagnóstico
Communicative Disorders and Stroke-Alzheimer’s Disease
and Related Disorders Association (NINCDS-ADRDA) (25). La enfermedad de Alzheimer es la más común de las de-
Este sistema de diagnóstico clínico está aceptado internacio- mencias, y representa un 60-70 % de los casos. Sin embargo,
nalmente y es de amplia utilización. Existen otros sistemas de esta afirmación tan a menudo asumida debe tratarse con cier-
clasificación del diagnóstico neuropatológico, de los cuales el ta precaución por dos razones. Primero, los casos obtenidos
que más destaca es el basado en los criterios del Consortium en diagnósticos post mortem representan una muestra sesgada,
to Establish a Registry for Alzheimer’s Disease (CERAD) (26). siendo desconocida la proporción de enfermos de esta condi-
El DSM-IV estipula que el síndrome de demencia se ca- ción confirmados patológicamente en muestras representati-
racteriza por un declive de múltiples déficit cognitivos, in- vas de enfermos residentes en la comunidad. Segundo, inclu-
cluida la amnesia, que se traduce en un deterioro cognitivo. so la distinción entre diferentes demencias no queda bien de-
Una presentación y un declive graduales en ausencia de otras finida mediante diagnósticos post mortem: muchos cerebros de
condiciones suficientes para causar demencia son indicativos pacientes con esta patología muestran la presencia de cuerpos
de la enfermedad de Alzheimer. La CIE-10 comparte con el de Lewy, mientras que otros presentan considerables eviden-
DSM-IV la definición de síndrome de demencia como un de- cias de lesión vascular. La frecuencia de patologías mixtas es
terioro en más de un área de la cognición, pero incluye la me- realmente bastante elevada, con una proporción del 15-30 %
moria que es suficiente para perjudicar la función. De nuevo, de todas las demencias.
una presentación insidiosa y un declive lento en ausencia de
otras alteraciones suficientes para causar demencia son indi-
cativos de la enfermedad de Alzheimer. Los criterios de la Historia
NINCDS-ADRDA definen las categorías de posible, probable
y definitiva; la última categoría queda restringida a la confir- Realizar un diagnóstico clínico de la enfermedad de Al-
mación neuropatológica de un diagnóstico clínico (25). Es zheimer es un proceso positivo, no un proceso de exclusión.
importante hacer notar que se requieren los datos tanto clí- La valoración diagnóstica más valiosa es una historia ex-
nicos como neuropatológicos: una lesión neuropatológica ais- haustiva, prestando especial atención al patrón y al momen-
lada no es patognomónica de la enfermedad de Alzheimer. to de presentación, y a la progresión. En el contexto de la in-
Aún no está claro con qué frecuencia o hasta qué punto las vestigación, una entrevista telefónica para confeccionar la
lesiones neuropatológicas de esta enfermedad aparecen tam- historia familiar proporciona un grado de precisión compati-
bién en el curso del envejecimiento normal. Una enfermedad ble con una valoración clínica completa (29, 30). Actual-
de Alzheimer probable, según la NINCDS-ADRDA, requie- mente disponemos de detalladas escalas diagnósticas semies-
re una demencia con un progresivo declive de la memoria y tructuradas informadas por la familia, como el CAMDEX
de otras áreas cognitivas, deterioro cognitivo confirmado me- (31). Se debe obtener una historia sobre la presencia de fac-
diante un examen formal, sin alteración de la conciencia y tores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer (p. ej., una
ausencia de otras alteraciones suficientes para causar demen- historia familiar positiva), y sobre factores de riesgo vascula-
cia. Los rasgos que lo apoyan incluyen declive funcional, res y de otro tipo (p. ej., hipertensión y traumatismo crane-
cambio de comportamiento, historia familiar positiva y de- al). La obtención de una historia familiar para las alteracio-
clive de determinadas áreas cognitivas, como afasia, apraxia nes de presentación tardía, como este trastorno, requiere una
y agnosia. Los cambios no específicos en el electroencefalo- atención especial. A causa de los efectos de otras enfermeda-
grama (EEG) y los cambios progresivos en la tomografía des, muchos ancianos tienen pocos parientes que hayan al-
computarizada (TC) también son hallazgos de apoyo, pero canzado la edad de presentación de una demencia, lo cual
no necesarios. Debería diagnosticarse una enfermedad de impide trazar un análisis genealógico informativo. Se debe
Alzheimer posible si existen variaciones en la presentación establecer la edad de fallecimiento de todos los parientes,
clínica, otro trastorno suficiente para causar demencia (in- junto con la causa de muerte y la presencia o ausencia de de-
cluso si no se cree que lo haga en este caso) o un declive cog- mencia o de problemas de memoria en las últimas etapas de
nitivo restringido. la vida. Debería evitarse el término demencia «esporádica»,
Algunos estudios han tratado de determinar la precisión ya que puede ser fuente de confusión cuando se aplica a un
de los criterios diagnósticos al compararlos con diagnósticos individuo con una demencia en la que un progenitor falleció
post mortem. Una de las dificultades de estos estudios se halla joven y ningún hermano alcanzó una edad de 65 a 70 años.
en que, debido a que la enfermedad de Alzheimer es la de- La historia también debe buscar la presencia de otras enfer-
mencia más común (de alguna manera), es muy probable que medades suficientes para causar una demencia, y debe ex-
tales estudios hallaran un elevado valor predictivo positivo. plorar la salud sistémica en general. La presencia de cualquier
Kukull y cols. (27) observaron que la especificidad del DSM- enfermedad física importante, desde el dolor crónico hasta el
III era más elevada que la de la NINCDS-ADRDA (0,8 fren- delirio, puede alterar significativamente las capacidades cog-
464 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

nitivas de los ancianos, especialmente las de los que sufren vedad funcional es de la mayor relevancia para la provisión
la enfermedad de Alzheimer. de servicios, por lo que se recomienda utilizar este enfoque.
Una historia minuciosa debería establecer la presencia de
cualquier alteración del comportamiento ocurrida anterior-
mente. Debería establecerse la relación entre la agresividad, Valoración global
deambulación, agitación u otros comportamientos con las ta-
reas de atención al enfermo y con otros cambios recientes en Impulsada en gran medida por la Food and Drugs Admi-
la provisión de cuidados. Como el principal pilar del manejo nistration (FDA) de Estados Unidos, la valoración global se
de las alteraciones del comportamiento en todas las demen- incluye en la valoración de todos los pacientes de la enfer-
cias es el comportamental, establecer los antecedentes de medad de Alzheimer en los ensayos clínicos, y empieza a in-
comportamiento es un requisito previo imprescindible para troducirse en la práctica clínica. La premisa fundamental es
un manejo efectivo. que una valoración llevada a cabo por un clínico, suplemen-
tada a menudo por la historia aportada por un informador,
proporciona una información sobre la gravedad que ni una
Evaluación valoración cognitiva ni una valoración funcional pueden pro-
porcionar por sí solas. En este contexto, se emplea cada vez
Además de llevar a cabo una evaluación del estado men- más una escala, la Entrevista Médica del Cambio (Clinicians
tal con el fin de establecer la presencia de alteraciones del es- Interview of Change), que se trata de un interesante intento de
tado de ánimo y del contenido del pensamiento, la explora- semiformalizar la impresión clínica rutinaria sin criterios ope-
ción deberá establecer el patrón específico del deterioro cog- racionales.
nitivo y el grado de éste. Las pruebas de exploración emplea-
das con la finalidad de establecer la presencia de deterioro
cognitivo incluyen el Miniexamen del Estado Mental (Mini- Pruebas de laboratorio
Mental State Examination) (32), que se trata de una escala de
30 puntos empleada de forma rutinaria en todos los ensayos En una valoración inicial, debería investigarse si los pa-
clínicos de fármacos destinados a tratar la enfermedad de Al- cientes con demencia padecen otras alteraciones que pudie-
zheimer, y que también es una potente y útil medida de la ran complicar, exacerbar o ser confundidas con la enferme-
gravedad. Debería acompañarse de otras pruebas de valora- dad de Alzheimer. Una exploración para demencias puede in-
ción cognitiva, incluyendo exámenes complementarios para cluir bioquímica de rutina, pruebas de función tiroidea, de-
la detección de afasia y apraxias. Serán necesarios otros exá- terminaciones de vitamina B12 y ácido fólico y un recuento
menes cognitivos y físicos cuando se trate del diagnóstico di- sanguíneo completo. Algunos autores incluirían una serología
ferencial entre una demencia lobar (p. ej., demencia fronto- para sífilis, aunque la frecuencia de hallazgos anormales es
temporal) o una demencia subcortical (p. ej., la que acompa- baja. En muchos casos, la exploración del cerebro mediante
ña la enfermedad de Huntington). TC no es necesaria y tampoco se requiere para la clasificación
Además del examen cognitivo, debería llevarse a cabo una NINCDS-ADRDA, aunque encontrar una atrofia que mues-
exploración física en todos los pacientes aquejados por esta tra un empeoramiento en la TC apoya el pronóstico. La ex-
patología, aunque es posible que esto no pueda ser realizado ploración funcional (en particular, la TC por emisión de fo-
de la forma más efectiva y conveniente en la valoración ini- tón único, SPECT) puede ser útil cuando se sospechan de-
cial. Las enfermedades físicas, como el dolor crónico, infec- mencias regionales, y la resonancia magnética puede propor-
ción, insuficiencia cardíaca o anemia, son habituales en la cionar pruebas de apoyo cuando la demencia vascular sea una
población de edad avanzada, pudiendo complicar el diagnós- posibilidad. El EEG es casi siempre inespecíficamente anor-
tico de la enfermedad de Alzheimer e incrementar la confu- mal, incluso en las fases más precoces de la patología, en con-
sión en aquéllos que se sabe que la padecen. traste con las degeneraciones frontotemporales, en las que el
EEG permanece no afectado para una gravedad equivalente.
Esto puede ser de ayuda para distinguir las dos afecciones, en
Valoración de la función particular cuando hay evidencia por neuroimagen de insufi-
ciencia regional.
La valoración clínica de la función puede realizarse me-
diante la historia relatada por un informador y mediante la
observación directa. El terapeuta ocupacional desempeña un ■ Etiología y neurobiología molecular
papel fundamental en el establecimiento de las capacidades
funcionales detalladas de los pacientes de esta enfermedad, La enfermedad de Alzheimer es la más común de las de-
además de llevar a cabo cambios en sus hogares, destinados a mencias, y afecta a más del 20 % de la población de edad su-
favorecer su funcionalidad. La escala FAST (6) se basa en la perior a los 85 años. Las pruebas epidemiológicas sugieren
premisa de que el patrón de declive de la función es relativa- factores de riesgo y supuestos factores preventivos, pero los
mente uniforme en la enfermedad de Alzheimer, con lo que mayores avances en la comprensión de su patogenia proce-
establece unos niveles de gravedad sobre la función más que den de la combinación de enfoques moleculares y epide-
sobre la cognición. Como en muchos otros ejemplos, la gra- miológicos.
4.1.3. DEMENCIA: ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 465

Neuropatología nes han conducido a una amplia aceptación de la gradación


neuropatológica de la enfermedad de Alzheimer. Las fases
En estudios post mortem, el cerebro del individuo que ha más precoces, anteriores a la manifestación clínica de la de-
padecido enfermedad de Alzheimer es más ligero que el de mencia, se caracterizan por la aparición de tau hiperfosforila-
los ancianos controles no afectados, con surcos más promi- da en el hipocampo. En fases más tardías, los ovillos neurofi-
nentes y un volumen ventricular mayor. El examen micros- brilares aparecen en las mismas regiones cerebrales, distribu-
cópico revela las lesiones más importantes descritas por Al- yéndose entonces muy ampliamente.
zheimer: placas seniles extracelulares y ovillos neurofibrilares
intracelulares (26). No se ha llegado a un consenso acerca de
cuál de estas lesiones es la responsable del deterioro cogniti- Hipótesis colinérgica
vo producido por esta patología. Las placas, o de forma más
precisa el depósito amiloide, se pueden correlacionar con el Los cambios patológicos en la enfermedad de Alzheimer
grado de deterioro cognitivo (33), pero también se halla un se han identificado tanto estructural como funcionalmente.
significativo depósito amiloide en ancianos normales, sin al- Las placas y los ovillos aparecen primero en el hipocampo,
teraciones (34). Sin embargo, existe un elevado grado de co- antes de expandirse y afectar otras regiones. Algunas áreas del
rrelación entre la gravedad de la demencia y la formación de cerebro se conservan relativamente bien: el lóbulo occipital
ovillos neurofibrilares (35), aunque es posible que algunas ca- se ve afectado relativamente tarde, mientras que en el cerebe-
racterísticas de la enfermedad de Alzheimer sean más estables lo parece que no se producen cambios neuríticos (ovillos neu-
que otras. Por ejemplo, los ovillos neurofibrilares intracelula- rofibrilares y placas completamente maduras, aunque sí se
res persisten después de la muerte de la neurona, mientras producen depósitos amiloides). Se demostró la afectación
que no se encuentran cuerpos de Lewy extracelulares. funcional mediante pruebas que revelaron que la pérdida de
Las placas consisten en un núcleo de material amiloide la neurotransmisión era relativamente mayor y más precoz.
rodeado de neuritas distróficas, las cuales están repletas de En los diagnósticos post mortem se hallaron evidencias de una
proteína tau altamente fosforilada. Estudios sobre cerebros pérdida neuronal significativamente mayor en el núcleo coli-
con síndrome de Down han sugerido la existencia de un cur- nérgico de la base de Meynert y pérdida de marcadores coli-
so temporal en la formación de estas placas. Primero, los pép- nérgicos (42-44). Estas observaciones condujeron a la hipóte-
tidos derivados de la proteína precursora de amiloide (APP) se sis colinérgica, la cual establece que el deterioro cognitivo en
depositan en forma de placa difusa (36). Con el tiempo, esta esta patología es debido a una alteración que afecta predomi-
placa se organiza a medida que los péptidos amiloides se nantemente a neuronas colinérgicas. Fue esta hipótesis la que
transforman en fibras y forman el depósito amiloide, produ- condujo al desarrollo de estrategias farmacológicas con la fi-
ciéndose la transformación en las neuritas, y las placas madu- nalidad de rectificar la pérdida colinérgica, y a la introduc-
ran completamente. ción de los primeros compuestos específicamente diseñados
Los ovillos neurofibrilares están compuestos por parejas para la enfermedad de Alzheimer con resultados eficaces. Sin
de filamentos en forma de hélice, estructuras que también se embargo, la hipótesis colinérgica no fue más que una simpli-
encuentran en las neuritas distróficas que rodean las placas ficación, ya que otros sistemas de neurotransmisores (p. ej.,
maduras, y junto con filamentos rectos, en las hebras del neu- serotoninérgico y noradrenérgico) también se ven afectados
ropilo. Estos filamentos están compuestos por la proteína en esta enfermedad.
asociada a los microtúbulos, tau, la cual está presente en un
estado hiperfosforilado y estable (37). La tau es una proteína
específica de las neuronas, hallada principalmente en el axón, Hipótesis de la cascada amiloide
cuya función es estabilizar los microtúbulos, una propiedad
regulada mediante fosforilación. La tau fosforilada es menos En 1984, se demostró que la proteína depositada en los
efectiva en favorecer la polimerización de la tubulina en for- vasos sanguíneos en la enfermedad de Alzheimer (angiopatía
ma de microtúbulos, con lo que en células muy fosforiladas, cognofílica) es un péptido de 4 kDa conocido como β-ami-
la tau no estabiliza los microtúbulos (38). En un cerebro adul- loide (45). Este péptido, que es idéntico al amiloide de las
to normal, existe una proporción de proteina tau muy fosfo- placas, deriva de un péptido mayor, el APP, cuyo gen está co-
rilada, pero esta proporción es considerablemente mayor en dificado en el cromosoma 21. Tras una serie de estudios de li-
la enfermedad de Alzheimer. Los depósitos de tau son carac- gamiento erróneos, se encontraron mutaciones en el gen de
terísticos de otras alteraciones, como la parálisis supranuclear la APP en una familia con enfermedad de Alzheimer de ini-
progresiva y algunas degeneraciones frontotemporales. Se han cio precoz autosómica dominante (46). Estos dos descubri-
hallado mutaciones en degeneraciones frontotemporales con mientos —la identificación del β-amiloide y el hallazgo de
parkinsonismo (FTDP-17) (39), y la parálisis supranuclear pro- mutaciones en el gen APP parental— condujeron a la hipóte-
gresiva también se ha asociado con cambios en el gen tau sis de la cascada amiloide, la cual sigue siendo el modelo mo-
(40), lo que destaca la importancia de esta molécula en la lecular dominante de la alteración (47). Muchas observacio-
neurodegeneración. nes moleculares posteriores han coincidido con este modelo,
Braak y Braak (41) estudiaron una gran cantidad de cere- el cual propone como principio la formación de β-amiloide
bros de individuos que fallecieron con edades diversas y con como el suceso iniciador, o al menos precoz, que conduce a
distintos grados de gravedad de demencia. Estas investigacio- todos los demás cambios observados, incluidos la agregación
466 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

de tau y la fosforilación, la pérdida neuronal, los déficit coli- ca dominante (55). No se comprende totalmente cuál es la
nérgicos y los síntomas clínicos. Quizá la prueba más con- función de estos genes, pero la homología con genes en mos-
vincente de que existe una cascada unidireccional provenga cas y gusanos sugiere que las presenilinas participan en la se-
de la observación de que las mutaciones en el gen APP pro- ñal NOTCH: una cascada compleja de transducción de seña-
vocan la formación de placas y de ovillos neurofibrilares, les esencial, entre otras cosas, en la determinación del destino
mientras que las mutaciones en el gen tau provocan la for- de la célula neuronal. Las mutaciones en los genes de las pre-
mación de ovillos neurofibrilares pero no la de placas en senilinas pueden dar lugar a una interferencia con el funcio-
FTDP-17. namiento normal de la proteína, y de aquí su papel en la pa-
Gran parte de las investigaciones posteriores se han con- togénesis de esta enfermedad, o puede inducir la aparición de
centrado en la comprensión del metabolismo de la APP y la una nueva función patogénica. Cualquiera que sea el meca-
formación del péptido β-amiloide (48, 49). La APP es una nismo, está claro que las mutaciones en las presenilinas pro-
proteína ubicua de la membrana celular de un solo paso ex- ducen un incremento de la producción de β-amiloide (49).
presada en muchas líneas celulares con un alto grado de con- Por lo tanto, hallar mutaciones en estos genes, más que restar
servación evolutiva. Al menos tres posibles secretasas fraccio- valor, refuerza la hipótesis de la cascada amiloide, aunque
nan la APP, pudiéndose detectar los productos metabólicos como con cualquier hipótesis, se incrementa la complejidad
en individuos no afectados por la patología. El procesado no de una simple idea original.
es patológico en la enfermedad de Alzheimer, pero se puede
transformar el equilibrio entre diferentes rutas metabólicas en
el estado morboso. La α-secretasa fracciona la APP en la su- Formación de ovillos y fosforilación de tau
perficie exterior de la membrana celular, en un lugar que se
encuentra en medio del mismo β-amiloide. Evidentemente, la Los ovillos neurofibrilares están compuestos por parejas
α-secretasa no puede dar lugar a un β-amiloide intacto, por lo de filamentos en forma de hélice, compuestos a su vez por
que esta ruta metabólica, que produce una sustancia secreta- tau hiperfosforilada. No se ha determinado completamente si
da, la APPs, y otros fragmentos, se denomina no amiloidogé- la tau fosforilada precede a la agregación de tau, pero esta
nica. La actividad de la α-secretasa se incrementa tras la esti- proteína está muy fosforilada en el cerebro fetal y, aunque en
mulación de la proteincinasa C (50). Este hecho puede tener menor grado, en el cerebro adulto normal (37). No obstante,
cierta relevancia clínica, ya que algunos receptores neuronales la evidencia neuropatológica sugiere que la proteína tau hi-
están emparejados con la proteincinasa C y, por lo tanto, los perfosforilada empieza a acumularse en el cerebro antes de la
agonistas muscarínicos incrementan el metabolismo no ami- formación de ovillos, y antes de que se produzca la manifes-
loidogénico. Estos estudios predicen que las terapias diseña- tación clínica de la enfermedad de Alzheimer (56). Parece
das con el fin de corregir el déficit colinérgico en la enferme- como si el incremento en la fosforilación de tau fuera, si no
dad de Alzheimer pueden presentar un efecto de modifica- el único suceso en la formación del filamento helicoidal, sí al
ción de la patología (51). menos un suceso precoz.
El metabolismo amiloidogénico es el resultado de un La fosforilación proteica es un producto de la actividad
fraccionamiento de la APP por la β-secretasa más allá del ex- de cinasas y fosfatasas. Es probable que muchos de tales en-
tremo amino del β-amiloide y de la división llevada a cabo zimas puedan participar en la regulación de la fosforilación
por la γ-secretasa de los péptidos resultantes en el extremo de tau en el cerebro, pero se ha demostrado que predominan
carboxi de la célula. Los productos de β-amiloide varían en dos de ellas. En células, y también in vitro, la cinasa-3 glucó-
longitud, predominando los que alcanzan una longitud de 40 geno sintetasa es la taucinasa predominante, y la proteinfos-
o 43 aminoácidos. Los péptidos de mayor longitud son algo fatasa 2A es la principal fosfatasa tau (57, 58).
más propensos a formar fibrillas in vitro. Es probable que la
proporción de péptidos largos de β-amiloide (42, 43) relativa
a péptidos de β-amiloide (40) sea crítica en la patogenia (49), Genética molecular
y que las mutaciones en el gen APP incrementen la cantidad
de estos péptidos amiloides más largos (52, 53). Ratones Se ha demostrado que las mutaciones en tres genes son
transgénicos que sobreexpresan el gen APP mutante también las causantes de la enfermedad de Alzheimer familiar de ini-
producen más péptido β-amiloide y presentan depósitos de cio precoz, la cual se hereda de forma autosómica dominan-
amiloide en el cerebro (54). Es interesante observar que estos te (59). Las mutaciones en el gen APP (en el cromosoma 21)
animales no desarrollan otros aspectos patológicos de la en- son las menos comunes, y afectan a lo sumo, a 20 familias en
fermedad de Alzheimer. todo el mundo. Las mutaciones en el PS-1 (en el cromosoma
14) son algo más frecuentes, aunque también son una causa
poco frecuente de esta patología. Las mutaciones en el PS-2
Genes de presenilina (en el cromosoma 1) parecen estar en gran parte restringidas
a una población de etnia germánica residente en Estados Uni-
Las mutaciones en los genes de presenilina-1 (PS-1) y pre- dos, sugiriendo «un efecto fundador». No se han identificado
senilina-2 (PS-2), dos genes muy similares situados en el cro- mutaciones en estos genes en la enfermedad de Alzheimer de
mosoma 14 y en el cromosoma 1, respectivamente, también inicio tardío verdadera. Los individuos con el síndrome de
causan enfermedad de Alzheimer de inicio precoz autosómi- Down tienen un riesgo extremadamente elevado de padecer
4.1.3. DEMENCIA: ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 467

la enfermedad de Alzheimer, y en casi todos los individuos cultivo de diferentes maneras, y que las isoformas apoE4 in-
que llegan a la edad adulta se encuentran evidencias neuro- ducen unas neuritas más cortas y un colapso de los microtú-
patológicas de la enfermedad, probablemente a causa de una bulos (67).
trisomía del APP. Se han asociado otros genes con la enfermedad de Al-
Se ha demostrado el componente genético de la enfer- zheimer, pero ninguno ha sido replicado en tantos estudios
medad de Alzheimer de inicio tardío mediante estudios epi- como el APOE. Es probable que mediante una combinación
demiológicos, revelándose que una historia familiar de de- de estudios de ligamiento y de asociación, empleando gran-
mencia es el mayor factor de riesgo para esta patología (60). des poblaciones, se llegue a identificar los otros genes que in-
Sin embargo, muchos, quizá la mayoría de los pacientes fluyen en esta patología, tanto por separado como a través de
aquejados de esta enfermedad, no presentan una historia fa- interacciones con otros genes o con el ambiente.
miliar positiva, dando así lugar a la idea de enfermedad de
Alzheimer «esporádica», con un etiología distinta de la enfer-
medad de Alzheimer «familiar». Para la enfermedad de Alz- ■ Tratamiento
heimer de inicio tardío, este concepto es anticuado y redun-
dante. Muchos pacientes con esta demencia no presentan una En muchas patologías, los objetivos del tratamiento o de
historia familiar debido a la eliminación de miembros de la la intervención son evidentes: curar, prevenir y procurar la re-
familia a causa de su fallecimiento por otras razones. Los pro- solución de los síntomas. Sin embargo, para la enfermedad de
genitores de la cohorte que actualmente sufre la enfermedad Alzheimer, los objetivos del tratamiento pueden no ser tan
de Alzheimer nacieron en la última parte del siglo XIX o en obvios, difiriendo tanto entre pacientes como para un pa-
los primeros años del siglo XX, sobrevivieron a dos guerras ciente en concreto a lo largo del tiempo. En definitiva, debe-
mundiales y alcanzaron la edad adulta antes del descubri- ría mejorarse la calidad de vida del paciente; pero valorar la
miento de los antibióticos. No debe sorprendernos que pocos calidad de vida es especialmente difícil en los pacientes con
pacientes con enfermedad de Alzheimer de inicio tardío ten- demencia, y dada la precoz pérdida de activación (insight),
gan los dos progenitores y más de un hermano vivos en la ¿quién puede juzgar estos temas? (68). La calidad de vida pue-
edad de presentación de la patología; pero si un progenitor de parecer escasa: los pacientes pueden tener muy disminui-
falleció joven y no hay hermanos mayores, la historia familiar do su repertorio de emociones, pocas actividades placenteras
no resulta, entonces, informativa. Estudios bien diseñados y una considerable minusvalía. Pero también es posible que
que examinaron la proporción de enfermedad de Alzheimer, no compartan ninguna de las cogniciones negativas experi-
por edad, en parientes de primer grado, hallaron una inci- mentadas por otros y su calidad de vida podría ser tan cues-
dencia acumulada del 50 % o superior a la edad de 90 años tionable como la inducida por diferentes patologías. Otros
(61, 62). pacientes pueden parecer contentos o felices, a pesar de la
Se ha asociado inequívocamente un gen con la enferme- pérdida de autonomía y del cuidado personal, componentes
dad de Alzheimer de inicio tardío, a pesar de que incluso este que normalmente se consideran esenciales para una buena ca-
gen representa únicamente alrededor del 50 % de la variancia lidad de vida. Por otro lado, la enfermedad de Alzheimer
genética (63). El gen de la apolipoproteína E (gen APOE; pro- también afecta a los cuidadores, sucediendo en ocasiones que
teína apoE), en el cromosoma 19, presenta tres alelos comu- la calidad de vida del paciente entra en conflicto con la cali-
nes, y codifica para tres isoformas proteicas que difieren por dad de vida de los miembros de su familia. Resolver tales pro-
la substitución de un aminoácido en dos únicas posiciones. blemas y otros temas morales y éticos forma parte del proce-
De los tres alelos, el ε3 es el más frecuente y el ε2 el menos so de tratamiento en la enfermedad de Alzheimer. Con la
frecuente. Siguiendo el ligamiento al cromosoma 18, se de- aparición de tratamientos específicos para esta patología, y la
mostró que el alelo ε4 confería riesgo, mientras que el ε2 po- perspectiva de terapias de modificación de la enfermedad, se
día ser protector (64). Este hallazgo ha sido replicado en una plantea una cuestión aún más dura respecto a prolongar la
enorme cantidad de estudios y en distintas poblaciones, a pe- existencia de los aquejados de demencia: si a los cuidadores
sar de que aún existen inexplicables diferencias, puesto que la les parece escasa la calidad de vida, ¿es justo prolongar el pro-
población negra afroamericana, aparentemente, no muestra ceso?, ¿puede valorarse realmente la calidad de vida en los pa-
un incremento en el riesgo con el alelo ε4 (65). cientes con demencia, o debería permitirse que cuidadores y
Se desconoce el mecanismo de acción mediante el cual el familiares valoraran por ellos mismos los beneficios y los cos-
gen APOE produce un aumento del riesgo de enfermedad de tes del tratamiento? (69).
Alzheimer. Como la variación del APOE es una influencia No existe un único modelo de manejo de pacientes con
genética importante en el colesterol sérico (la población con estas patología. En muchos países, el manejo está en manos
el genotipo APOE ε4/* presenta niveles de colesterol más ele- de gerontólogos o de neurólogos. En otros, como en el Rei-
vados), es posible que un metabolismo lipídico alterado —tan- no Unido, el equipo de gerontopsiquiatría es el que propor-
to periférica como localmente— pueda afectar la patogenia de ciona los principales servicios especialistas. Muchos, quizá in-
la enfermedad de Alzheimer (66). Han aparecido teorías al- cluso la mayoría, de los que padecen la enfermedad de Al-
ternativas a partir de estudios in vitro, los cuales muestran una zheimer, son atendidos en atención primaria con el apoyo de
unión diferencial de las isoformas de la proteína APOE tanto los servicios sociales. La derivación desde la atención prima-
a proteína amiloide como a proteína tau (64). Realmente, pa- ria a la atención especializada se realizará según acuerdos lo-
rece como si las isoformas APOE afectasen las neuronas en cales, pero la mayoría debería estar de acuerdo en que las al-
468 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

teraciones del comportamiento o el uso de fármacos específi- el cuidador es quien proporciona las principales intervenciones
cos para el tratamiento de esta enfermedad justifican la deri- durante la mayor parte del período del proceso patológico, se
vación a atención secundaria. Debería interpretarse que las in- debe prestar especial atención en asegurar que se le proporcio-
tervenciones en caso de enfermedad de Alzheimer, propor- ne una información apropiada y suficientemente completa.
cionadas a través de la atención primaria o de la secundaria, Cuidar a un paciente de Alzheimer puede resultar difícil y
van dirigidas hacia el paciente, hacia la familia del paciente y estresante, por lo que algunos cuidadores sufren las conse-
hacia el entorno que rodea a éste. Se han elaborado directri- cuencias (74). Las características tanto de los cuidadores como
ces sobre la identificación y el manejo de pacientes con de- de los pacientes influyen en el impacto que esta «carga» supo-
mencia, que pueden constituir un enfoque constructivo para ne para los mismos cuidadores. Los hombres en general, y los
asegurar la mejor práctica clínica (70–72). maridos en particular, parecen ser menos vulnerables a los efec-
tos adversos de la atención a los enfermos, posiblemente debi-
do a la respuesta observada en muchos de los cuidadores mas-
Manejo del paciente culinos de solicitar ayuda externa rápida y efectiva (75). Las mu-
jeres pueden estar más mentalizadas para aceptar el papel de
El manejo del paciente con demencia se abordará con cuidadoras, de forma que buscan menos ayuda. Los cuidadores
mayor detalle en el capítulo 4.1.14. El manejo empieza con no blancos parece que sufren menos las consecuencias adversas
la valoración y el diagnóstico, y el dilema quizá radica en has- de la atención a pacientes, quizá debido a diferencias culturales
ta qué punto se debe comentar con el paciente el diagnósti- en la percepción de los lazos familiares (76). Las características
co y el pronóstico (73). La mayoría de clínicos no discuten de los pacientes que incrementan la carga de su atención in-
con el paciente sobre el diagnóstico, aunque una consulta cluyen deterioro del comportamiento (77, 78), depresión (79) y
franca, especialmente en las primeras etapas, puede ser bene- la falta de conciencia respecto del deterioro cognitivo (80), pero
ficiosa. Para la mayoría de los pacientes, no obstante, el dete- no el deterioro cognitivo en sí mismo. Aunque la variable prin-
rioro cognitivo hace que la apreciación del diagnóstico y del cipal del resultado en los ensayos clínicos sobre fármacos para
pronóstico sea difícil. la enfermedad de Alzheimer es la gravedad del deterioro cog-
Una gran parte del manejo del paciente se dirige hacia el nitivo, no es la variable que induce mayor estrés en los parien-
manejo de su estado de ánimo y del deterioro del comporta- tes ni es la que predice la inclusión en asistencia residencial.
miento. Una valoración precisa del deterioro es esencial, in- Otras variables son casi con toda seguridad preventivas, y cui-
cluyendo la determinación de antecedentes y respuestas a la dar a una persona querida con demencia no es una experiencia
conducta, así como una completa descripción del comporta- universalmente negativa. Muchos cuidados se prestan de buena
miento y de cualquier anomalía asociada con el estado men- gana, de forma efectiva y con amor, y sin queja.
tal. Los tratamientos para el deterioro de la conducta en la en- Los grupos de apoyo a los cuidadores pueden ayudar mu-
fermedad de Alzheimer son, a menudo, sobre todo compor- cho a una persona con un pariente aquejado de Alzheimer. A
tamentales, y algunas veces restringidos a proporcionar infor- través de grupos de apoyo, y especialmente a través de socie-
mación a los cuidadores. Sin embargo, las intervenciones far- dades nacionales de la enfermedad de Alzheimer y del Um-
macológicas son una parte importante del manejo del dete- brella Group —Alzheimer’s Disease International— los cuida-
rioro del comportamiento, incluso a pesar de que es necesa- dores pueden obtener información muy útil y actualizada
rio tener precaución en el uso de medicaciones psicotrópicas acerca de todos los aspectos relativos a esta patología. Un gru-
en aquellos que sufren demencia. po de apoyo puede ayudar a un individuo práctica y emo-
Se han desarrollado tratamientos específicos para la enfer- cionalmente en tiempos difíciles. Muchos cuidadores deno-
medad de Alzheimer, que se han centrado en ensayos clínicos minan a los grupos de apoyo «cuerda salvavidas», aunque
sobre la mejora de los principales síntomas del deterioro cog- existen pocas pruebas empíricas sobre su impacto en el bien-
nitivo. Los enfoques colinegicomiméticos son los más avanza- estar de los cuidadores.
dos, pero se están evaluando extensamente otras terapias. Aun- Una intervención concreta para la familia es el consejo ge-
que diseñados, en gran medida, como estrategias para aumen- nético. A muchos parientes les preocupa el tema de la heren-
tar la cognición, estos compuestos también parecen afectar fa- cia en la enfermedad de Alzheimer. Esta preocupación puede
vorablemente la función, reduciendo el deterioro del compor- tener dos orígenes: los frecuentes debates sobre los genes
tamiento. Se están llevando a cabo más evaluaciones con el «para» la enfermedad de Alzheimer en los medios de comuni-
fin de determinar si presentan efectos modificadores de la pa- cación y la observación de la incidencia familiar de esta de-
tología. Los tratamientos farmacológicos para la enfermedad mencia en muchas familias de individuos afectados. Las fami-
de Alzheimer se describen en el capítulo 6.2.7. lias con enfermedad de Alzheimer familiar clínicamente evi-
dente pueden recibir consejo, obtener información y, siempre
que sea apropiado, someterse a pruebas genéticas en un centro
Manejo de la familia genético. Cuando se contemple la posibilidad de realizar una
prueba predictiva para los genes que causan la enfermedad de
Aunque los pacientes no puedan valorar o no sean capaces Alzheimer de inicio precoz autosómica dominante, se seguirán
de seguir una discusión en detalle sobre el diagnóstico y el pro- las directrices establecidas para la enfermedad de Huntington.
nóstico, sus parientes, cónyuges y otros cuidadores sí pueden. No es probable que lleguen a realizarse pruebas predictivas rea-
Ésta es una parte importante del proceso de tratamiento. Como les para la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío (81).
4.1.3. DEMENCIA: ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 469

Manejo del ambiente tioxidante, pueden ser de utilidad en estrategias dirigidas a pre-
venir la enfermedad de Alzheimer. La prevención puede ser
Las principales intervenciones en la enfermedad de Alzhei- primaria, antes de la aparición de cualquier signo de enferme-
mer las proporcionan los servicios sociales. El objetivo de la dad, o secundaria, tras alguna manifestación del proceso. Las
provisión de atención social a personas con esta demencia es medidas preventivas primarias deberían dirigirse tanto a la po-
ofrecer un ambiente que sea confortable, estimulante y, sobre blación total como a los grupos de riesgo (identificados, p. ej.,
todo, seguro. Para muchos pacientes, y para todos los pacientes mediante la historia familiar o el genotipo), y por lo tanto,
en las fases iniciales, esto significa atención domiciliaria, quizá para ser aceptables, deberían ser totalmente benignas y casi sin
con el apoyo de un sistema de distribución de la comida a do- costes. La prevención secundaria, posiblemente en aquellos
micilio y ayudas en casa, con el fin de proporcionar asistencia casos con deterioros de memoria que no alcanzan criterios de
en la compra y en la limpieza. Además, la asistencia domicilia- demencia (deterioro cognitivo mínimo), es una perspectiva
ria puede convertirse en necesaria en el caso de que el paciente más realista, que convierte en prioritaria la determinación de
requiera ayuda en las tareas personales, como lavarse y vestirse. los signos de enfermedad más precoces o la evidencia de un
El cuidador puede requerir un servicio de cuidadores de apoyo, estado prodrómico. Un marcador biológico para la enferme-
tanto durante el día para disponer de tiempo para él mismo, dad de Alzheimer tendría una utilidad inmensa tanto en la
como por la tarde para que pueda asistir a un grupo de cuida- práctica clínica como en los ensayos clínicos. Los marcadores
dores o para que se relacione socialmente. Los temas de seguri- sugeridos han incluido la fluidez de la membrana de las pla-
dad son especialmente importantes para todos los que padecen quetas y la medición del amiloide, apoE, y de la tau en el lí-
demencia y viven solos. Existen riesgos inherentes para los mis- quido cefalorraquídeo, así como marcadores genéticos (82).
mos pacientes si deambulan fuera de casa, y riesgos para los de- De todos ellos, la proteína tau en el líquido cefalorraquídeo
más si se deja el gas abierto o se produce un incendio. parece tener algún posible valor como biomarcador.
El cuidado de día es apropiado para muchos pacientes, La prevención terciaria o modificación de la enfermedad
idealmente en una unidad especializada. En una instalación se refiere a tratamientos destinados a detener o retrasar el pro-
genérica para ancianos, los que sufren demencia inicial pue- ceso morboso tras haberse convertido en clínicamente evi-
den recibir pocos estímulos, y aquellos con demencia mode- dente. Existen algunas pruebas de que los fármacos ya dispo-
rada o avanzada pueden precisar demasiada atención del per- nibles pueden poseer un efecto modificador de la enferme-
sonal de un centro de día. Un buen centro de día especiali- dad, y se están desarrollando otros componentes diseñados
zado en demencias proporcionará el índice de personal ade- para reducir la formación de amiloide, o la agregación o la
cuado a los pacientes ancianos, además de ofrecer un progra- fosforilación de la tau. Se han desarrollado otros enfoques
ma variado de actividades de grupo y recreacionales para con el fin de reducir el componente inflamatorio de la pato-
mantener su interés y la estimulación. Aquellos centros de genia, o para intensificar la función y proporcionar apoyo a
día, donde los pacientes se colocan en círculo junto a las pa- las restantes neuronas mediante un factor de crecimiento de
redes de una habitación, con un televisor como único foco los nervios. Este prometedor último enfoque es problemático
de atención, están, o deberían estar, relegados a la historia. La por el hecho de que la administración oral o parenteral de un
asistencia en los centros de día proporciona un respiro esen- péptido daría lugar a su rápida degradación.
cial a muchos cuidadores, y estos períodos de descanso más Ya que la enfermedad de Alzheimer es una afección cróni-
largos, ocasionales o regulares, pueden prolongar el tiempo ca deteriorante, es difícil determinar la eficacia de la modifica-
en que un paciente puede permanecer en su propio hogar. ción de la patología. Se han sugerido dos enfoques (83). En el
El equipo multidisciplinario, consistente en cuidadores pro- ensayo aleatorizado inicial se asigna al azar a los pacientes a
fesionales, servicios sociales, terapeuta ocupacional, enfermera fármaco o a placebo, y en un punto predeterminado, se cambia
psiquiátrica comunitaria y psicólogo, puede mantener a los pa- a tratamiento con fármaco a aquellos que estaban asignados a
cientes en casa de forma más efectiva y por más tiempo de lo placebo. Si el tratamiento fuera solamente sintomático, se debe-
que pueden lograr los clínicos solos. Sin embargo, en algún mo- ría esperar que, al cambiar a tratamiento, estos individuos estu-
mento, la atención a largo plazo se convierte en una necesidad viesen «en el mismo nivel» que los que habían recibido el trata-
para muchos pacientes. Los costes de proporcionar atención en miento desde el principio. Sin embargo, si el tratamiento hubie-
residencias de ancianos son enormes, y sobrepasan de largo los ra disminuido la enfermedad, los tratados desde el principio de-
costes de proporcionar cuidados extrahospitalarios relativamen- bían presentar una mejoría relativa, en comparación con el gru-
te intensivos, o fármacos relativamente costosos. Si se demos- po cambiado. El ensayo de eliminación aleatorizada es lo con-
trase que los tratamientos reducen la duración total de la estan- trario del anterior. Los pacientes a los que se les retira de un tra-
cia en residencias de ancianos, la proporción coste-beneficio de tamiento activo empeoran cuando son asignados a placebo si el
estos compuestos se vería considerablemente afectada. compuesto ha influido positivamente en el proceso patológico.

■ Prevención de la enfermedad ■ Conclusiones


de Alzheimer y futuros tratamientos
En un futuro previsible, la enfermedad de Alzheimer se-
Algunos factores, como los fármacos antiinflamatorios no guirá siendo una alteración que afecte a una gran proporción
esteroideos, la terapia hormonal sustitutiva y la vitamina E an- de los ancianos del mundo. El impacto en los países en vías
470 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

de desarrollo será especialmente considerable. Diversas fuen- 19. Holmes, C., Arranz, M.J., Powell, J.F., Collier, D.A., and Lovestone,
tes seguirán proporcionando asistencia a estos pacientes, y los S. (1998). 5-HT2A and 5-HT2C receptor polymorphisms and
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servicios primarios y genéricos, particularmente en aquellos 20. Kotrla, K.J., Chacko, R.C., Harper, R.G., Jhingran, S., and Doody, R.
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Apolipoprotein E and Alzheimer’s disease: a review of recent studies. logía, el cuadro clínico, el sustrato patológico y la localiza-
Pharmacology, Biochemistry and Behavior, 56, 675–85. ción predominante del daño cerebral. Este capítulo trata de la
65. Maestre, G., Ottman, R., Stern, Y., et al. (1995). Apolipoprotein E
and Alzheimer’s disease: ethnic variation in genotypic risks. Annals of demencia causada por una enfermedad degenerativa que afec-
Neurology, 37, 254–9. ta de forma primaria a los lóbulos frontales y a los tempora-
472 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

les, y que se denomina demencia del lóbulo frontal (1) o de- tancia blanca y la atrofia son muy evidentes. La demencia del
mencia frontotemporal (1). La terminología debe revisarse lóbulo frontal se caracteriza por una atrofia de leve a mode-
desde una perspectiva histórica. Pick, en una serie de publi- rada, más marcada en la convexidad de la corteza frontal, la
caciones que comienzan en el año 1892 (3), describió por pri- circunvolución cingular anterior y, en aproximadamente un
mera vez la relación entre la atrofia cortical localizada en los tercio de los casos, también en la corteza temporal anterior.
lóbulos frontales y temporales en la demencia y los síntomas Los cambios degenerativos se restringen a las capas 1, 2 y 3
de afasia. Alzheimer, en 1911, describió la característica pato- de la corteza, y los cambios histopatológicos no son específi-
lógica de esta degeneración lobular, que se caracterizaba por cos, con pérdida neuronal y atrofia, microvacuolación, y glio-
la presencia excesiva de neuronas «abalonadas» (células de sis astrocitaria. La circunvolución cingular posterior, el hipo-
Pick) y corpúsculos argentófilos (cuerpos de Pick) (4). En campo y el cuerpo estriado son normales, aunque la sustan-
1929, esta entidad clinicopatológica fue denominada enfer- cia negra, a veces, presenta una degeneración moderada, pero
medad de Pick (5). nunca tan grave como la que se observa en la enfermedad de
Sin embargo, la enfermedad de Pick «pura» es rara y en Parkinson (14). La sustancia blanca frontal puede mostrar pér-
décadas recientes se ha centrado la atención sobre un grupo dida de mielina (15). La corteza parietal y la circunvolución
más amplio de demencias del lóbulo frontal, clínicamente se- cingular posterior están comparativamente preservadas, en
mejantes a la enfermedad de Pick, pero que no presentan las contraste con el patrón degenerativo de la enfermedad de
características patológicas de ésta ni las de la enfermedad de Alzheimer de edad de inicio similar (6). En la demencia del
Alzheimer (6-8). La enfermedad se denominó degeneración lóbulo frontal no existen inclusiones neuronales o priones,
del lóbulo frontal de tipo no Alzheimer (6), para destacar su placas, ovillos, cuerpos de Lewy, ni amiloide. En la enferme-
diferencia con la enfermedad de Alzheimer. Otras denomina- dad de la neurona motora con demencia asociada, la patolo-
ciones alternativas han sido «demencia sin histología definiti- gía cerebral es semejante a la descrita en la demencia del ló-
va» (9) y «demencia degenerativa primaria sin patología de bulo frontal, pero además, se observan inclusiones neurona-
Alzheimer» (10). En 1944, el consenso de Lund-Manchester les reactivas a la ubiquitina en la lámina superficial, por ejem-
perfiló los criterios clínicos y neuropatológios de la demencia plo, en la corteza frontotemporal, secundarias a una pérdida
frontotemporal, cuyos constituyentes principales son la en- celular en las astas anteriores (13, 16).
fermedad de Pick, la demencia del lóbulo frontal y la de-
mencia asociada a enfermedad de la neurona motora (2).
Otras enfermedades consideradas como pertenecientes al mis- ■ Prevalencia y edad
mo espectro clínicopatológico son la afasia progresiva no fluen-
te, y la demencia frontotemporal con parkinsonismo asociada La enfermedad de Pick, tal y como se ha definido ante-
al cromosoma 17 (DFTP-17). riormente, es rara, con una prevalencia del 1 al 2 % en los es-
tudios de demencia post mortem (17), en comparación con la
prevalencia del 7,5 % de la demencia del lóbulo frontal y con
■ Neuropatología la del 40 a 50 % correspondiente a la enfermedad de Alzhei-
mer (18). Se conoce poco acerca de la prevalencia real y la in-
Las características neuropatológicas de la enfermedad de cidencia de la demencia frontotemporal. Podría ser responsa-
Pick, de la demencia del lóbulo frontal, de la enfermedad de ble de un 20 % de todas las demencias de inicio temprano
la neurona motora y de la enfermedad de Alzheimer aparecen (19). La mayoría de los datos demográficos relativos a la agru-
resumidas en la tabla 1. pación de la demencia frontotemporal, no diferencian la de-
En la enfermedad de Pick, la atrofia cortical es grave, pre- mencia del lóbulo frontal de la enfermedad de Pick. En un
senta una apariencia en cuchillo-espada, es a menudo asimé- sentido amplio, la frecuencia total de la enfermedad de Pick
trica e implica al cuerpo estriado y al hipocampo. La degene- se ha estimado entre 24 y 60 por cada 100.000 habitantes en
ración afecta a todo el manto cortical, con exceso de neuro- Minnesota, y entre 30 y 60 en Suiza (20). La prevalencia esti-
nas «abalonadas» y de cuerpos de Pick, los cuales son reacti- mada de demencia frontotemporal en Holanda es de 10,7 ca-
vos a la tau y la ubiquitina (13). La degeneración de la sus- sos por millón de habitantes entre los 50 y los 60 años de

Tabla 1. Características patológicas de la demencia frontotemporal y la enfermedad de Alzheimer

Demencia Enfermedad
por enfermedad de Alzheimer
Enfermedad Demencia de la neurona de inicio
Característica de Pick del lóbulo frontal motora temprano

Atrofia frontal circunscrita + – – –


Topografía cortical principal Frontotemporal Frontotemporal Frontal Parietotemporal
Implicación laminar I-VI I-III I-III I-VI
Inclusiones neuronales Tau y ubiquitina positivas _ Ubiquitina positiva –
Placas, ovillos y amiloide – – – +
4.1.4. DEMENCIAS FRONTOTEMPORALES 473

edad y de 28, entre los 60 y los 70 años (21). Sobre 1.015 ca- Tabla 2. Consenso Lund-Manchester sobre los criterios clínicos
sos examinados en la Memory Clinic de Lille, Francia, Pas- de demencia frontotemporal
quier y cols. (22) diagnosticaron demencia frontotemporal en
Características centrales
el 4,8 % de ellos, y enfermedad de Alzheimer probable o po-
sible, en el 71,4 %. La evidente variación geográfica en la pre- Trastorno del comportamiento
valencia de demencia frontotemporal podría deberse a facto- Inicio insidioso y progresión lenta
res genéticos y ambientales, pero también podría estar influi- Pérdida temprana de introspección (insight)
da por diferencias en el proceso diagnóstico. En la enferme- Pérdida temprana de conciencia personal y social
dad de la neurona motora, la prevalencia de demencia con un Signos tempranos de desinhibición y pérdida de juicio
inicio de la clínica principalmente presenil se estimó entre el Rigidez mental e inflexibilidad
Conducta estereotipada, repetitiva y de imitación
2 y el 6 % (23). Hiperoralidad, cambios alimentación/dieta
Conducta de utilización
Tendencia a la distracción, impulsividad y perseveración
■ Manifestaciones clínicas Síntomas afectivos
Depresión, ansiedad, excesiva emocionalidad
Las primeras manifestaciones clínicas de la demencia fron- Hipocondría, quejas somáticas extrañas
totemporal aparecen normalmente en la presenilidad, en al- Embotamiento emocional, apatía, pérdida de empatía
gunos casos incluso a los 35 años, y es más rara a partir de los Amimia
70 años de edad. La edad media de inicio, verificada post mor- Trastornos del habla
tem, en casos de demencia del lóbulo frontal es de 56 ± 7,6 Reducción progresiva del habla expresiva
años; con una duración media de 8 ± 3,4 años (con un inter- Estereotipias verbales, perseveración
valo de 13 a 17 años) (18). La edad media de inicio de la en- Ecolalia
Mutismo tardío
fermedad de Pick es similar: 62 años con un intervalo de 45
a 80 años y una media de supervivencia de 9,8 años, con un Orientación espacial, lenguaje comprehensivo y praxias comparativamente
intervalo de 4,8 a 21,2 años (20). Esta variación tan amplia en bien preservados
el tiempo de evolución en la demencia del lóbulo frontal y la Signos físicos
enfermedad de Pick es semejante a la de la enfermedad de Reflejos primitivos tempranos
Alzheimer de inicio temprano, que es de 10,6 ± 3 años, con Incontinencia temprana
un intervalo que oscila entre los 5 y los 16 años (18). En la Acinesia tardía, rigidez y temblor
Presión arterial baja y oscilante
enfermedad de la neurona motora, el inicio se produce nor-
malmente durante la sexta década y su duración media es de Pruebas complementarias
aproximadamente 30 meses (24). EEG normal, a pesar de los indicios clínicos de demencia
Imagen cerebral (estructural y/o funcional): anormalidad
predominante en lóbulo frontal y/o temporal anterior
Neuropsicología: alteración grave en las pruebas de «función frontal»
Alteraciones conductuales en ausencia de amnesia grave, o trastorno visuoperceptivo

El consenso de Lund-Manchester sobre los criterios clíni- Características que apoyan el diagnóstico
cos de demencia frontotemporal se resume en la tabla 2. El Inicio anterior a los 65 años
Antecedentes familiares positivos de un trastorno semejante, en un
estadio inicial de la demencia del lóbulo frontal y de la en-
pariente de primer grado
fermedad de Pick se caracteriza por cambios de personalidad Parálisis bulbar, tensión muscular, fasciculaciones (enfermedad de la
y conductuales, síntomas afectivos y por una reducción pro- neurona motora)
gresiva del habla expresiva que revelan la disfunción de las es-
tructuras cerebrales frontotemporales. El inicio de la clínica es
insidioso, con una progresión lenta y sin episodios ictales. La
evolución de la enfermedad puede ser fácilmente infravalora-
da. Los cambios de personalidad y de conducta, tales como mas de ansiedad, insomnio o sensaciones somáticas extrañas,
alteraciones del humor, hipocondría, esquizofrenia u otras que acompañan a ideas hipocondriacas bizarras. La hipocon-
reacciones psicóticas, son fundamentalmente inespecíficos y dría puede, a veces, ser secundaria a alucinaciones o distor-
fácilmente malinterpretados como expresiones de enferme- siones sensoriales.
dad mental no orgánica. La pérdida temprana de conciencia personal y social, se
Tambien pueden sugerirse explicaciones de la conducta manifiesta en negligencia de la propia higiene, descuido del
del paciente referidas a una reacción ante problemáticas fa- aspecto y pérdida de habilidades sociales o conducta antiso-
miliares, sobre todo por parte de aquellas personas que care- cial. La alteración en el control y la modulación de las emo-
cen de información previa acerca del paciente. Una manifes- ciones se manifiesta con un incremento del sentimentalismo,
tación temprana de la enfermedad es la pérdida de concien- risa inadecuada, jocosidad inapropiada, irritabilidad y con-
cia acerca de los cambios mentales y sus consecuencias. Aun- ductas agresivas que crean conflictos en casa y en el trabajo.
que algunos pacientes no tienen conciencia de déficit cogni- Puede observarse fácilmente un ansia por recibir afecto o por
tivo o de enfermedad, otros consultan al médico por sínto- tener contacto sexual, aunque lo más frecuente es que las ex-
474 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

presiones de desinhibición sexual tengan un carácter infantil da, sino con la distribución patológica cerebral que conoce-
e inocente y sean, posiblemente, desviadas. Las compras im- mos a través de las autopsias o de la imagen cerebral (25).
pulsivas, los hurtos en negocios y algunas conductas inde-
centes pueden derivar en el rechazo por parte de la familia y
la sociedad. Tales conductas impredecibles y seudopsicopáti- Otros síntomas
cas generan una grave distorsión en la familia del paciente, y
ocasionan, en algunos casos, problemas económicos, divor- Una característica llamativa de la demencia frontotempo-
cios e incluso suicidos en el entorno familiar. En la enferme- ral es el comportamiento perseverativo y estereotipado, que
dad de Alzheimer son poco frecuentes las complicaciones fa- se observa en forma de vagabundeo, palmadas, canturreos,
miliares de este tipo. La alteración del paciente en la regula- bailes y acumulación de objetos, así como en comportamien-
ción de la conducta puede derivar en la incidencia de acci- tos rituales complejos en el aseo y el vestirse. La intensidad
dentes de tráfico. Los pacientes con demencia frontotempo- de tales comportamientos a veces alcanza a la de la psicosis.
ral tienden a mostrarse distraídos y faltos de cuidado; aunque En la demencia frontotemporal es frecuente la conducta de
usen el carril correcto, pueden no respetar los semáforos, así imitación, que se manifiesta en la repetición de los gestos o
como los límites de velocidad y otras normas de tráfico. El las expresiones de los demás, y que se presenta con mayor fre-
paciente con enfermedad de Alzheimer es más autocrítico y cuencia que en la enfermedad de Alzheimer.
ansioso, temerosos de sus dificultades en la conducción. Al- Se ha informado de la existencia de alucinaciones e ideas
gunas veces, se refieren cambios en el hábito de consumo de delirantes en alrededor del 20 % de los casos de demencia
bebidas alcohólicas. Los pacientes con restricción alcohólica frontotemporal y de enfermedad de Alzheimer de inicio tem-
previa comienzan a beber con mayor frecuencia y en mayo- prano; este porcentaje puede ser incluso superior, si se obser-
res cantidades que antes. El alcohol es probablemente utili- va cuidadosamente al paciente desde el comienzo de la en-
zado para reducir la ansiedad y el ánimo depresivo. La con- fermedad. Los síntomas psicóticos en la demencia frontotem-
ducta alcohólica patológica, que puede llevar al diagnóstico poral son con frecuencia bizarros y, junto con la pérdida de
erróneo de demencia inducida por el consumo de alcohol, la introspección (insight), la brusquedad emocional, la reduc-
normalmente puede controlarse con una actitud firme por ción del sueño y las estereotipias en el habla y en el compor-
parte de los familiares. tamiento, pueden conducir a la impresión de psicosis funcio-
nal con esquizofrenia como diagnóstico provisional (7-9). Los
síntomas psicóticos en la enfermedad de Alzheimer de inicio
Síntomas afectivos temprano parecen más estrechamente relacionados con la alte-
ración de memoria, el déficit perceptivo, la desorientación y la
El paciente con demencia frontotemporal deviene una degeneración de la corteza témporoparietal de asociación.
persona emocionalmente frívola y embotada, mostrando una En la demencia del lóbulo frontal y en la enfermedad de
pérdida de consideración hacia la familia y los amigos. Se lo Pick se ha descrito el homólogo humano del síndrome de
describe como egocéntrico, rígido y falto de empatía. Los Klüver-Bucy con elementos como el embotamiento afectivo,
cambios emocionales tempranos pueden ser difíciles de dife- la hiperoralidad y la desinhibición sexual. La hiperoralidad y
renciar de los trastornos de personalidad no orgánicos y de los cambios en la conducta oral y alimenticia se presentan en
los trastornos afectivos. Los cambios de humor que se mani- forma de bulimia, manía con determinados alimentos, taba-
fiestan en forma de euforia, especialmente cuando se acom- quismo, consumo de alcohol excesivos y exploración oral de
pañan de un aumento en la producción del habla y una re- los objetos inanimados. La conducta de utilización, definida
ducción de las horas de sueño, pueden confundirse con esta- como el impulso irreprimible de buscar y utilizar los objetos
dos hipomaníacos o maníacos. La apatía, que se va desper- del entorno visual, muestra una importante semejanza con la
tando lentamente, en combinación con la pérdida de expre- hipermetamorfosis y la distractibilidad del síndrome de Klü-
sión facial y con la pérdida de espontaneidad, pueden diag- ver-Bucy, especialmente cuando está presente la exploración
nosticarse erróneamente como depresión. oral (26). En la enfermedad de Alzheimer, el síndrome de
Durante las reacciones depresivas, que normalmente tie- Klüver-Bucy es normalmente más incompleto que en la de-
nen una duración breve, el paciente puede mostrarse agitado mencia frontotemporal, con menos hipersexualidad y menos
o disfórico, y puede presentar pensamientos suicidas. Duran- conducta de utilización, lo que apoya la idea de que para que
te el primer estadio de la enfermedad, los pacientes con de- el síndrome aparezca en seres humanos, es necesaria la impli-
mencia frontotemporal con frecuencia son diagnosticados cación de los lóbulos frontal y temporal.
como depresivos y tratados con fármacos antidepresivos.
Los síntomas iniciales de demencia deben juzgarse tenien-
do en cuenta la información sobre la personalidad premórbi- Disolución del lenguaje
da del paciente, su educación y su funcionamiento social. En
la mayoría de casos, no existen alteraciones de la personalidad Una característica central de la demencia frontotemporal
premórbida, aunque en algunos se ha manifestado la presen- es la alteración progresiva de la expresión del habla descrita
cia previa de ansiedad e inquietud. Las características emocio- como dissolution du langage o Sprachverödung (27). El habla
nales de la demencia frontotemporal no parecen estar relacio- pierde espontaneidad, con dificultades para evocar las pala-
nadas directamente con los rasgos de personalidad premórbi- bras y utilización frecuente de comentarios estereotipados y
4.1.4. DEMENCIAS FRONTOTEMPORALES 475

juegos de frases. Durante el estadio inicial puede observarse rara en las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer. Esta
un periodo de presión del habla. El paciente con demencia característica es común, también, en la demencia vascular y
frontotemporal puede también perder el tono de su voz, y en la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío y parece re-
hablar utilizando un tono muy inapropiado y sin modula- lacionarse con la lesión frontobasal y en la circunvolución
ción. La disfunción del lenguaje está más dominada por los cingular anterior.
errores en la expresión dinámica que por los errores recep- Los pacientes con demencia frontotemporal tienen, en ge-
tivos semánticos, hecho que concuerda con la lesión en la neral, una baja presión sanguínea, con una elevada prevalen-
corteza frontal, especialmente en la áreas premotoras. En cia (50 %) de caídas de la presión sanguínea ortostática y de
un 50 % de los pacientes con demencia frontotemporal y ataques sincopales. Estos síntomas también se observan en
con enfermedad de Pick se observa ecolalia. Finalmente, los los pacientes con enfermedad de Alzheimer de inicio tem-
pacientes acaban presentando mutismo, que al combinarse prano (40 %) y en el curso avanzado de la demencia vascular
con una amimia, hace que la comunicación sea realmente (50 %) (30). No está clara la relación que existe entre los
difícil. La capacidad para comprender información e ins- cambios en la presión sanguínea y la lesión cerebral, espe-
trucciones se mantiene por lo general preservada hasta fases cialmente los cambios en la sustancia blanca que se producen
tardías de la enfermedad, así como la capacidad para la es- en la demencia frontotemporal. (14).
critura. La escritura manual, sin embargo, muestra dificul-
tades en el tamaño, en la ortografía y en la velocidad. Estas
alteraciones son distintas a la agrafia y la afasia global de ■ Comparación entre la demencia
tipo temporoparietal que se observan en la enfermedad de del lóbulo frontal y la enfermedad
Alzheimer. En la demencia frontotemporal es característica
la constelación formada por los siguientes síntomas: palila-
de Pick
lia (estereotipia del habla), ecolalia, mutismo y amimia (sín-
La semejanzas clínicas entre la demencia del lóbulo fron-
drome PEMA de Guiraud). En la enfermedad de Alzheimer
tal y la enfermedad de Pick son importantes, independiente-
son raros.
mente de las diferencias histopatológicas y de la distribución
Hay algunas semejanzas entre el trastorno del habla ini-
de la patología cerebral. En ambas enfermedades se produce
cial en la demencia frontotemporal y el espectro clínico de la
un deterioro de la personalidad y de la conducta, alteraciones
afasia progresiva no fluente, (11) caracterizada por una pro-
del lenguaje expresivo y pérdida gradual de la expresión fa-
ducción con esfuerzo y una memoria y unas habilidades ins-
cial. También ambas presentan inicialmente un EEG normal,
trumentales conservadas. Normalmente, a lo largo de la evo-
incontinencia urinaria y baja y oscilante presión sanguínea.
lución suele aparecer demencia, y el proceso degenerativo
En la enfermedad de Pick es más prevalente la alteración gra-
que subyace puede ser similar al de la demencia del lóbulo
ve de memoria con confabulaciones, mientras que en la de-
frontal, pero con una implicación más temprana y predomi-
mencia del lóbulo frontal son más frecuentes los síntomas
nante del hemisferio dominante para el lenguaje.
afectivos, especialmente la depresión. La relación entre la de-
mencia del lóbulo frontal y la enfermedad de Pick podrá elu-
cidarse a través del análisis de muestras amplias de pacientes,
■ Signos físicos de la utilización de la imagen funcional cerebral y de marca-
dores genéticos u otros marcadores biológicos.
Se han descrito muy pocos signos patológicos somáticos
en la demencia frontotemporal, incluyendo síntomas neuro-
lógicos. Pueden aparecer relativamente pronto reflejos pri-
mitivos como el de asir, el de hociqueo o el de succión, ■ Demencia en la enfermedad
mientras que la acinesia, la rigidez y el temblor son fenó- de la neurona motora
menos tardíos. Aunque también se observa en la demencia
frontotemporal, el aumento de la tensión muscular es más El cuadro clínico de la enfermedad de la neurona moto-
frecuente en la enfermedad de Alzheimer (7). Recientemen- ra es parecido al de la demencia del lóbulo frontal en los pri-
te, el espectro del trastorno en la demencia frontotemporal meros estadios, presentando cambios en la personalidad y la
se ha extendido e incluye el complejo desinhibición-demen- conducta, pérdida de introspección y signos de desinhibi-
cia-parkinsonismo-amiotrofia (28), también denominado de- ción, tales como insomnio, irritabilidad, sexualidad no con-
mencia frontotemporal con parkinsonismo asociada al cro- tenida e hiperoralidad (16, 31). El lenguaje se vuelve estereo-
mosoma 17 (29). tipado y perseverativo y, posteriormente, se produce mutis-
En la demencia frontotemporal pueden aparecer crisis mo. La función lingüística receptiva, la orientación y las ha-
epilépticas generalizadas, con menos prevalencia que en la bilidades instrumentales se encuentran relativamente bien
enfermedad de Alzheimer. La presencia de mioclonias, que preservadas durante el proceso degenerativo. Pueden apare-
presentan un 50 % aproximadamente de los pacientes con en- cer cambios emocionales, tales como euforia o apatía, y los
fermedad de Alzheimer de inicio temprano, son poco fre- pacientes pierden la expresión facial. En la enfermedad de la
cuentes en la demencia frontotemporal. La incontinencia uri- neurona motora los cambios mentales pueden aparecer muy
naria temprana se observa en aproximadamente el 50 % de tempranamente, e incluso pueden preceder a las característi-
los pacientes con demencia frontotemporal, y en cambio, es cas motoras típicas.
476 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

■ Pruebas complementarias bal, el Test de Stroop y el Test del Trazo. La exploración tem-
prana revela un enlentecimiento en la producción verbal con
Electroencefalograma una preservación relativa de las habilidades visuoespaciales, el
razonamiento y la memoria. La velocidad motora y cognitiva
El EEG puede ser normal, no sólo en el primer estadio, están alteradas (39). En la fase inicial de la enfermedad de
cuando existe únicamente sospecha de demencia frontotem- Alzheimer, habitualmente se observa una habilidad verbal re-
poral, sino a lo largo de la evolución de la enfermedad. Esto lativamente preservada y un déficit en el razonamiento, en la
se ha observado en la demencia del lóbulo frontal, en la en- memoria verbal y espacial, afasia y apraxia (39, 40). Única-
fermedad de Pick y en la demencia por enfermedad de la neu- mente una minoría de casos con demencia frontotemporal
rona motora (32). Por el contrario, en la enfermedad de Al- presentan alteraciones en la comprensión lingüística. Ocasio-
zheimer, el EEG casi siempre está alterado, incluso en el es- nalmente, en la demencia frontotemporal se observan de for-
tadio inicial. El diagnóstico diferencial entre demencia fron- ma temprana la presencia de déficit en la escritura y en el cál-
totemporal y enfermedad de Alzheimer puede facilitarse a tra- culo.
vés de mapeo cuantitativo y de registros repetidos (32). La discriminación entre la demencia frontotemporal y la
enfermedad de Alzheimer puede realizarse con baterías breves
de tests (habilidad verbal, habilidad visuoespacial y memoria
Imagen cerebral verbal), cuando éstos se utilizan en el contexto de una explo-
ración neuropsicológica, tanto cuantitativa como cualitativa
Las técnicas de imagen cerebral estructural y funcional (39, 41). Utilizando un instrumento de detección de signos
han mejorado indiscutiblemente la detección de la degenera- de disfunción frontal, basado en la conciencia de un dilema
ción frontal y frontotemporal en la demencia frontotemporal. social/ético presentado en una historia corta, se clasificó co-
En la tomografía computarizada (TC) y en la resonancia mag- rrectamente a la demencia frontotemporal en el 83 % de los
nética (RM) puede observarse la mayor o menor acentuación casos, con validación diagnóstica clínica (42). El Miniexamen
focal frontal de la atrofia cortical (9, 33). La RM puede mos- del Estado Mental (Mini-Mental State Examination, MMSE)
trar lesiones hiperintensas periventriculares en la sustancia (43) no refleja realmente el verdadero rendimiento de los pa-
blanca profunda más graves y permanentes en los pacientes cientes con demencia frontotemporal, debido a la influencia
con demencia frontotemporal que en los sujetos control (34). de factores motivacionales o conductuales (44).
Puede resultar difícil el diagnóstico diferencial con la demen- El deterioro de la personalidad y de la conducta en los
cia vascular, que presenta lesiones subcorticales frontales y pacientes con demencia frontotemporal contrasta con una
ausencia de infartos corticales. orientación espacial, un lenguaje comprehensivo y unas habi-
La imagen cerebral del metabolismo y del flujo sanguíneo lidades instrumentales comparativamente preservadas.
cerebral regional ha mejorado radicalmente la detección y el
diagnóstico diferencial de las enfermedades demenciantes. Las
anomalías de la demencia frontotemporal en el flujo sanguíneo ■ Diagnóstico diferencial
regional frontotemporal, observado en la tomografía computa-
rizada por emisión de fotón único (SPECT) y en la tomografía El diagnóstico diferencial entre la demencia frontotem-
por emisión de positrones (PET), contrasta con la patología poral y la enfermedad de Alzheimer u otras demencias es a
temporoparietal de la enfermedad de Alzheimer (35-37). Sin menudo posible si se utilizan criterios clínicos bien definidos,
embargo, estos resultados no son específicos de la enfermedad, exploraciones neuropsicológicas y neuroimagen. En la tabla 3
dado que también pueden obtenerse en la lesión cerebral vas- se presenta una lista de demencias orgánicas con característi-
cular, en la enfermedad de Alzheimer con implicación del ló- cas frontales.
bulo frontal (38) y en la parálisis supranuclear progresiva. La re- Las diferencias clínicas entre la demencia frontotemporal
ducción del flujo sanguíneo cerebral regional en la afasia pro- y la enfermedad de Alzheimer suelen ser manifiestas en una
gresiva es más pronunciada en el hemisferio izquierdo (11). fase inicial (tabla 4). En la demencia frontotemporal, las fases
iniciales están caracterizadas por los cambios emocionales y
conductuales, mientras que la apraxia, las alteraciones vi-
Valoración de la alteración cognitiva suoespaciales la alteración de memoria y la desorientación
espacial se presentan más tardíamente. Las áreas corticales
Los síntomas cognitivos, que aparecen tempranamente en temporoparietales y occipitales se mantienen más preservadas.
la demencia frontotemporal, pueden resultar difíciles de eva- Por el contrario, en la enfermedad de Alzheimer de inicio
luar, debido a los cambios emocionales y conductuales del temprano las caracterísiticas iniciales son la pérdida de me-
paciente. Frecuentemente se observa distraibilidad y reduc- moria, la apraxia, la agnosia y la desorientación, mientras que
ción de la memoria reciente; la memoria remota también está los rasgos habituales de personalidad, así como la competen-
alterada, pero en forma más leve que en la enfermedad de cia social y la capacidad de introspección, están más preser-
Alzheimer. Los pacientes muestran alteraciones graves en las vados, de acuerdo con el patrón de cambios corticales. Una
pruebas de «lóbulo frontal» como el Test Wisconsin de Eva- minoría de casos de Alzheimer, aproximadamente un 5 %,
luación Neuropsicológica Mediante Ordenación de Tarjetas muestran en una etapa temprana una marcada implicación
(Wisconsin Card Sorting Test, WCST), el Test de Fluidez Ver- del lóbulo frontal, que es adicional a los síntoma temporopa-
4.1.4. DEMENCIAS FRONTOTEMPORALES 477

Tabla 3. Demencias orgánicas con características frontales dos trastornos, algunas características neurológicas, como las
crisis epilépticas generalizadas, la mioclonia y la logoclonia,
Demencia frontotemporal y trastornos relacionados que son más prevalentes en la enfermedad de Alzheimer. Al
Degeneración del lóbulo frontal de tipo no Alzheimer (demencia
del lóbulo frontal)
mismo tiempo, el EEG puede ser normal en los casos de de-
Enfermedad de Pick mencia frontotemporal con síntomas claros de demencia,
Enfermedad de la neurona motora con demencia frontal mientras que en la enfemedad de Alzheimer es casi siempre
Demencia sin características histológicas distintivas patológico. En la enfermedad de Alzheimer el síndrome de
Demencia frontotemporal con parkinsonismo Klüver-Bucy se presenta normalmente más incompleto que
Trastorno progresivo del lenguaje debido a atrofia lobular, afasia en la demencia frontotemporal, con menos hipersexualidad y
progresiva primaria, demencia semántica, etc.
menos conducta de utilización; esto permite suponer que,
Otros trastornos clínicamente similares para que el síndrome se produzca en seres humanos, es nece-
Enfermedad de Alzheimer con afectación frontal saria la implicación de los lóbulos temporal y frontal. La
Demencia vascular con afectación frontal conducta de imitación, entendida como ecolalia y como la
Infartos selectivos incompletos en la sustancia blanca repetición de los gestos del interlocutor, tiene una prevalen-
Enfermedad de Binswanger cia más elevada en la demencia frontotemporal que en la en-
Demencia multiinfarto con afectación frontal
fermedad de Alzheimer.
Infartos talámicos bilaterales
Enfermedad de Huntington La demencia vascular con alteración frontal puede estar
Parálisis supranuclear progresiva originada por infartos selectivos de la sustancia blanca, enfer-
Degeneración corticobasal medad de Binswanger o infartos talámicos frontales y estraté-
Enfermedad de Creuzfeldt-Jackob con afectación frontal gicos. La disfunción del lóbulo frontal causada por lesiones
Parálisis general vasculares puede imitar al curso de la demencia frontotem-
poral si se desarrolla gradualmente, sin el inicio agudo con
fluctuaciones (38, 45).
La distinción clínica entre la demencia frontotemporal y
Tabla 4. Características clínicas de la demencia frontotempo- la enfermedad de Huntington puede resultar difícil cuando
ral (DFT) y de la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano predominan los cambios de personalidad y los síntomas psi-
(EA) cóticos, y cuando las alteraciones neurológicas en la enferme-
dad de Huntington son poco claras o aparecen tardíamente a
DFT EA lo largo de la evolución. La implicación estriatal que se ob-
serva con técnicas de neuroimagen cerebral y los análisis ge-
Características iniciales néticos pueden contribuir al diagnóstico.
Pérdida de introspección (insight) ++ –
Pérdida de conciencia social ++ – La parálisis supranuclear progresiva y la gliosis subcortical
Desinhibición ++ – progresiva, ésta última muy rara, también pueden mostrar
Alteración de la memoria + ++ afección clínica del lóbulo frontal, observable con técnicas de
Apraxia + ++ neuroimagen (46, 47). La degeneración corticobasal también
Incontinencia + – puede presentarse con una demencia de tipo frontal, que se
Presión sanguínea baja y oscilante ++ +(+) añade al característico síndrome rígido acinético distónico asi-
Tratorno del habla
métrico. Ha crecido el interés por estas tres enfermedades de-
Estereotípia ++ – bido a que los estudios sugieren que tienen una relación con
Ecolalia + – el cromosoma 17 (12).
Mutismo con preservación de la comprehensión ++ – También se observa una demencia de tipo frontal y sub-
Logoclonia – + cortical en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (38), en el
Hipomimia/amimia ++ + complejo demencia-SIDA y en la parálisis general.
Signos extrapiramidales (+) ++
Gran mal – +
Mioclonía – ++
EEG normal ++ – ■ Clasificación
Síndrome de Klüver-Bucy Como guía para la detección clínica de la demencia fron-
Hiperoralidad ++ + totemporal es recomendable utilizar el consenso de Lund-
Conducta de utilización + – Manchester. Otros consensos para el diagnóstico clínico de
Hipersexualidad + –
demencia, como los criterios NINCDS-ADRDA para el diag-
nóstico de la enfermedad de Alzheimer, pueden propiciar la
inclusión de casos de demencia frontotemporal y de enfer-
medad de Pick, dentro del grupo de los casos de Alzheimer.
rietales (38). El síndrome PEMA con habla estereotipada (pa- El DSM-IV presenta la enfermedad de Pick como: «uno de
lilalia), ecolalia, mutismo tardío y amimia, es típico de la de- los procesos demenciales, que se asocian a la atrofia fronto-
mencia frontotemporal y raro en la enfermedad de Alzhei- temporal. El diagnóstico específico de demencia del lóbulo
mer. También pueden contribuir a la diferenciación entre los frontal, como la enfermedad de Pick, se establece habitual-
478 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

mente a través de la autopsia, con los hallazgos patológicos cambios patológicos no indican una asociación con lesiones
de los característicos cuerpos de inclusión argentófilos intra- anóxicas o isquémicas.
neuronales de Pick». Además, las demencias del lóbulo fron- Son pocos los estudios neuroquímicos sistemáticos sobre
tal «se caracterizan clínicamente por iniciarse con cambios de la demencia frontotemporal. No se han encontrado marcado-
la personalidad, deterioro de las habilidades sociales, embota- res colinérgicos en la demencia del lóbulo frontal, en la en-
miento emocional, deshinbición comportamental y anoma- fermedad de Pick, ni en la demencia por enfermedad de la
lías llamativas del lenguaje. A lo largo de la evolución se pre- neurona motora (9, 10, 20). En la enfermedad de Pick se ha
sentan dificultades de memoria, apraxia y otros síntomas ha- hallado una reducción de la dopamina nigroestriada y un des-
bituales de demencia» (1). censo de los receptores de serotonina y de los niveles de la
En la CIE-10 (49), se describe a la «demencia en la enfer- sustancia P, tanto en la sustancia negra como en la corteza
medad de Pick» como «una demencia progresiva, que se ini- frontal (53, 54). Los análisis de líquido cefalorraquídeo han
cia en la mitad del ciclo vital (habitualmente entre los 50 y evidenciado una reducción de los niveles de somatostatina
los 60 años), caracterizada por cambios lentamente progresi- tanto en la demencia frontotemporal como en la enfermedad
vos en las funciones cognitivas de memoria y lenguaje, con de Alzheimer, mientras que el péptido inductor del sueño δ
apatía y euforia y, ocasionalmente, fenómenos extrapiramida- se halla reducido significativamente en la enfermedad de Al-
les. Las manifestaciones sociales y conductuales suelen prece- zheimer y no en la demencia frontotemporal, y el factor li-
der a la alteración de la memoria». La CIE-10 explicita que la berador de la corticotropina está reducido de forma significa-
enfermedad de Pick es una enfermedad cerebral degenerativa tiva en la demencia frontotemporal y no en la enfermedad de
de tipo no Alzheimer, pero no introduce el concepto de de- Alzheimer (55). En la demencia frontotemporal se han halla-
mencia del lóbulo frontal o demencia frontotemporal. do proteínas τ patológicas en la corteza frontotemporal, a pe-
sar de la ausencia de lesiones neurofibrilares.

■ Etiología y patogenia
■ Tratamiento y cuidados
No se conoce la etiología de la demencia del lóbulo fron-
tal y de la enfermedad de Pick, ni la relación entre ambas en- La demencia frontotemporal conforma un grupo hetero-
fermedades. Entre un 40 y un 50 % de los pacientes con de- géneo, pero con muchas características clínicas y, probable-
mencia del lóbulo frontal tienen antecedentes de un trastor- mente, factores etiológicos comunes. El diagnóstico tempra-
no similar en un familiar de primer grado (18, 21). Se ha des- no es un requisito para el tratamiento adecuado, para el co-
crito el caso de una familia sueca de 21 miembros, con 10 ca- rrecto cuidado del paciente, y para proporcionar información
sos de demencia frontotemporal en tres generaciones (59). En y apoyo a la familia y a otros cuidadores implicados.
tres de los casos se confirmó post mortem el diagnóstico de de- Hasta ahora, no se conoce ningún tratamiento farmaco-
mencia del lóbulo frontal. En la mayoría de los estudios ac- lógico específico para la enfermedad degenerativa subyacente,
tuales sobre la enfermedad de Pick no se ha podido encontrar pero puede resultar efectivo el tratamiento sintomático de la
una base sólida para una herencia autosómica dominante. En ansiedad, el ánimo deprimido, el insomnio, la agresividad, las
13 familias con demencia frontotemporal con parkinsonismo alucinaciones e ideas delirantes. No obstante, el paciente con
asociada al cromosoma 17 heredada de forma autosómica do- demencia frontotemporal puede ser extremadamente sensible
minante se ha encontrado un enlace con el cromosoma a la medicación con psicotropos, observándose efectos se-
17q21-22 (12). El locus DFT-17 se ha localizado en una región cundarios perturbadores y reacciones paradójicas. Una conse-
en la que también está localizado el gen de la tau. Las prote- cuencia importante del proceso diagnóstico es la posibilidad
ínas tau patológicas, por lo tanto, podrían ser significativas de comprender y explicar la conducta extraña del paciente,
desde el punto de vista fisiopatológico en la demencia fron- así como diferenciarlo de la enfermedad de Alzheimer de ini-
totemporal, en la enfermedad de Alzheimer, y en otras de- cio temprano, para la cual existen en la actualidad tratamien-
mencias degenerativas (29). En una familia danesa con de- tos específicos. Los pacientes con demencia frontotemporal
mencia de tipo lóbulo frontal se ha identificado un nuevo suelen presentar insomnio y movimientos estereotipados, con
gen en el cromosoma 3 (51). En cuanto a la relación entre la una necesidad imperiosa de realizar ejercicio físico. Debido a
demencia del lóbulo frontal con el cromosoma 19 y con el que la memoria y las habilidades espaciales e instrumentales
patrón de alelo Apoe, los resultados son contradictorios (52). están relativamente bien preservadas estas manifestaciones clí-
En la demencia del lóbulo frontal y en la demencia fronto- nicas deben ser canalizadas de una forma cuidadosa, en lugar
temporal con parkinsonismo asociada al cromosoma 17 se ha de utilizar restricciones. El establecimiento de un programa
excluido la posibilidad de una etiología priónica (29). bien diseñado para las actividades diarias, que tenga en cuen-
El modelo de degeneración en la demencia frontotempo- ta la personalidad premórbida del paciente y sus aficiones o
ral podría estar relacionado con la vulnerabilidad selectiva de intereses, puede contribuir a minimizar la necesidad de trata-
distintas regiones cerebrales a factores tales como el estrés oxi- miento farmacológico. Las actividades diarias deben realizar-
dativo, las toxinas ambientales, la disfunción de determina- se al lado de alguna persona que esté bien informada de las
dos neurotrasmisores, la lesión anóxica o la lesión isquémica. dificultades del paciente para planificar, iniciar y controlar las
Los pacientes con demencia frontotemporal tienden a emociones y el comportamiento. La larga duración del pro-
presentar una presión arterial baja y ortostática, aunque los ceso de degeneración y el desconocimiento de los factores he-
4.1.4. DEMENCIAS FRONTOTEMPORALES 479

reditarios, generan un fuerte impacto en los miembros de la 24. Salazar, A.M., Masters, C.L., Gajdusek, D.C., and Gibbs, C.J. (1983).
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205–7.
en 1922 al reunir los casos descritos y publicados por Creutz-
53. Kanazawa, I., Kwak, S., Sasaki, H., et al. (1988). Studies on feldt y por Jakob. Muchos de estos casos no cumplirían los
neurotransmitter markers of the basal ganglia in Pick’s disease, with criterios diagnósticos modernos para la enfermedad de Creutz-
special reference to dopamine reduction. Journal of the Neurological feldt-Jakob; de hecho, hasta que la demostración de la trans-
Sciences, 83, 63–74.
54. Francis, P.T., Holmes, C., Webster, M-T., Stratmann, G.C., Procter,
misibilidad permitió llevar a cabo una revaloración y un refi-
A.W., and Bowen, D.M. (1993). Preliminary neurochemical findings namiento de los criterios diagnósticos, no se pudo desarrollar
in non-Alzheimer dementia due to lobar atrophy. Dementia, 4, 172–7. una entidad diagnóstica clara. Todas estas enfermedades com-
55. Edvinsson, L., Minthon, L., Ekman, R., and Gustafson, L. (1993). parten unas características histopatológicas comunes: la clásica
Neuropeptides in cerebrospinal fluid of patients with Alzheimer’s
disease and dementia in frontotemporal lobe degeneration. Dementia, tríada, formada por la vacuolización espongiforme (que afecta
4, 167–71. cualquier zona de la materia gris cerebral), la proliferación as-
56. Vermersch, P., David, J.P., Frigard, B., et al. (1995). Cortical mapping trocítica y la pérdida neuronal, que puede estar acompañada
of Alzheimer pathology in brains of aged non-demented subjects. por el depósito de placas amiloides (6).
Neuropsychopharmacology and Biological Psychiatry, 19, 1035–47.

■ Etiología
4.1.5 Enfermedad por priones Las enfermedades por priones, humanas y animales, se
asocian a la acumulación cerebral de una isoforma anormal,
John Collinge parcialmente resistente a la proteasa, de una glucoproteína co-
dificada por el huésped conocida como proteína prion (PrP).
La isoforma relacionada con la patología, PrPSc, deriva de su
■ Introducción precursor celular normal, PrPC, a través de un proceso postra-
ducción que implica un cambio de conformación. La PrPC es
Las enfermedades humanas por priones, también conoci- rica en hélices α, mientras que la PrPSc parece estar compues-
das como encefalopatías espongiformes subagudas, se han ta predominantemente por láminas β. Según la hipótesis de
clasificado tradicionalmente en enfermedad de Creutzfeldt-Ja- la «proteína sola» (7), una isoforma anormal PrP (8) es el prin-
kob, síndrome de Gerstmann-Sträussler (también conocido cipal, y posiblemente el único, componente del agente trans-
como enfermedad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker) y kuru. misible o prion. Se baraja la hipótesis de que la PrPSc actúe
Aunque raras, afectan aproximadamente a una persona por como un molde de conformación, favoreciendo la conver-
millón y año en todo el mundo, y recientemente han recibi- sión de PrPC en más PrPSc. La PrPC parece estar en equilibrio
do notable atención. Este interés se debe a la peculiar biolo- entre dos estados de plegamiento radicalmente distintos, for-
gía del agente transmisor o prion, y a la posible amenaza para mas α y β, y, en condiciones favorables, puede cambiar de
la salud pública que representa la encefalopatía espongiforme una forma a la otra (9). La PrP-β soluble se agrega en con-
bovina. Esta enfermedad priónica bovina epidémica ha trans- centraciones salinas fisiológicas para formar fibrillas con ca-
mitido a los seres humanos, aparentemente, una «nueva va- racterísticas morfológicas y bioquímicas muy similares a las
riante» de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, mediante la de la PrPSc. En la actualidad, se ha propuesto un mecanismo
exposición a tejidos infectados, a través de la dieta. molecular para la propagación del prion (9). Puede iniciarse la
Se demostró la transmisibilidad de las enfermedades hu- replicación del prion, con reclutamiento de PrPC en agregados
manas de kuru, en 1966, y de la enfermedad de Creutzfeldt- de la isoforma PrPSc, a través de una mutación patogénica
Jakob, en 1968, por inoculación intracerebral de homogenei- (queda como resultado una PrPC predispuesta a formar PrP-β)
zados de cerebro en chimpancés (1, 2). Se continuó con la en enfermedades hereditarias por priones, mediante la expo-
4.1.5. ENFERMEDAD POR PRIONES 481

sición a una «semilla» de la PrPSc en casos adquiridos, o como Un importante problema de la hipótesis de «proteína
resultado de la conversión espontánea de PrPC en PrP-β (y la sola» sobre la propagación de los priones ha sido cómo ex-
posterior formación de material agregado) como un raro su- plicar la existencia de múltiples priones aislados o en cepas
ceso estocástico en la enfermedad por priones esporádica. con propiedades biológicas distintas. Entender cómo un
El gen PrP humano (PRNP) es un gen de copia única si- agente infeccioso tipo proteína sola puede codificar esta in-
tuado en el brazo corto del cromosoma 20, ha sido un obvio formación fenotípica ha suscitado un gran interés biológico.
candidato para estudios de ligamiento genético en las formas Sin embargo, ahora está claro que se pueden distinguir cepas
familiares de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y de la en- de priones mediante diferencias en las propiedades bioquími-
fermedad de Gerstmann-Straüssler-Scheinker, que muestran cas de la PrPSc. La diversidad de cepas de priones parece estar
un patrón autosómico dominante de segregación de la enfer- codificada por diferencias en la conformación y patrón de
medad. Un punto de inflexión en la comprensión de las en- glucosilación de la PrP (18). Un acercamiento a la tipificación
fermedades por priones humanas fue la identificación de mu- molecular de cepas basado en estas características ha permiti-
taciones en el gen de la proteína priónica en la enfermedad de do identificar los cuatro tipos principales de enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob familiar y en la enfermedad de Gerstmann- Creutzfeldt-Jakob. Las PrPSc tipos 1-3 están asociadas a la en-
Straüssler-Scheinker, en 1989. La primera mutación identifica- fermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica y yatrogénica,
da en el PRNP se halló en una familia con la enfermedad de mientras que todos los casos de la nueva variante de esta pa-
Creutzfeldt-Jakob, y constituía una inserción de 144 pb en la tología están asociados a un tipo totalmente distinto, el tipo
secuencia codificadora (10). Se describió una segunda muta- PrPSc 4 (18, 19). Un tipo de PrPSc similar al observado en la
ción en dos familias con la enfermedad de Gerstmann-Straüss- nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob tam-
ler-Scheinker, y se confirmó el ligamiento genético entre esta bién se ha observado en la encefalopatía espongiforme bovi-
variante sin sentido (Missense) en el codón 102 y esta enfer- na y en esta última cuando se transmite a otras especies (18).
medad. También se demostró que este síndrome era una en- Esta tipificación molecular de cepas apoyó con fuerza la hi-
fermedad mendeliana autosómica dominante (11). Es digno pótesis de que la nueva variante de la enfermedad de Creutz-
de mención que estas dos enfermedades sean hereditarias y feldt-Jakob era la encefalopatía espongiforme bovina humana.
transmisibles. Las pruebas de que se dispone actualmente su- Esta conclusión se vio reforzada por posteriores estudios de
gieren que cerca del 15 % de las enfermedades por priones son transmisión de la nueva variante de la enfermedad de Creutz-
hereditarias, y que, como mínimo, se han reconocido 20 mu- feldt-Jakob en ratones transgénicos y convencionales. De
taciones codificadoras en el PRNP (12). acuerdo con estos estudios la encefalopatía espongiforme bo-
Con la excepción de los escasos casos de enfermedad de vina y la nueva variante humana estaban causadas por la mis-
Creutzfeldt-Jakob yatrogénica mencionados anteriormente, la ma cepa (20, 21). Estos estudios están permitiendo la elabo-
mayoría de las enfermedades por priones aparecen en forma ración de una clasificación molecular de las enfermedades por
de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica. Aunque, por priones en humanos. Es probable que se identifiquen tipos o
definición, no puede haber una historia familiar en los casos cepas de PrPSc adicionales. Esto puede abrir nuevas vías a la
esporádicos, se han observado mutaciones en casos esporádi- investigación epidemiológica y ofrecer pistas sobre las causas
cos aparentemente ocasionales, puesto que en una enferme- de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica. La capaci-
dad de inicio tardío los antecedentes familiares pueden no ser dad de una proteína de codificar un fenotipo patológico tie-
claros o puede no corresponderse la paternidad. Sin embargo, ne importantes implicaciones en la biología, ya que represen-
en la mayoría de los casos de enfermedad de Creutzfeldt-Ja- ta una forma de transmisión no mendeliana. Sería sorpren-
kob esporádica no se produce una mutación codificante ni dente que este mecanismo no hubiera sido utilizado amplia-
existen antecedentes de exposición yatrogénica. Las enferme- mente a lo largo de la evolución; por lo tanto, es de suma im-
dades por priones humanas pueden subdividirse, por lo tan- portancia el conocimiento de la biología del prion.
to, en formas hereditarias, esporádicas y adquiridas. No obs- La transmisión de enfermedades por priones entre dife-
tante, un polimorfismo PrP habitual en el residuo 129, don- rentes especies de mamíferos está limitada por la denomina-
de ni la metionina ni la valina pueden ser codificadas, es un da «barrera de especies» (22). Los primeros estudios sobre la
determinante clave de la susceptibilidad genética a las enfer- base molecular de la barrera de especies argumentaron que
medades por priones adquiridas y esporádicas, la gran mayo- consistía principalmente en diferencias en la estructura pri-
ría de las cuales ocurren en individuos homocigotos (13, 14). maria de la PrP entre las especies a partir de las cuales se de-
También se ha observado este efecto protector de la hetero- rivaba el inoculado y el huésped inoculado. Los ratones
cigosidad 129 del codón PRNP en algunas de las enfermeda- transgénicos que expresaron la PrP de hámster fueron, a dife-
des hereditarias por priones (15, 16). rencia de los ratones silvestres, muy susceptibles a la infec-
La etiología de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob espo- ción con priones de hámster (23). El hecho de que la mayo-
rádica sigue siendo poco clara. Se ha especulado que estos ca- ría de los casos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob adqui-
sos pueden provenir de una mutación somática del PRNP o rida y esporádica se produzcan en individuos homocigotos en
de la conversión espontánea del PrPC en PrPSc como un suce- el codón 129 polimórfico del PRNP apoya la idea de que la
so estocástico excepcional. La hipótesis alternativa, según la propagación del prion se produce con más eficacia cuando las
cual tales casos se producen como resultado de la exposición PrPSc y PrPC que interactúan presentan una estructura prima-
a una fuente ambiental de priones humanos o animales, no ria idéntica (13, 14). Sin embargo, se sabe desde hace mucho
está apoyada por pruebas epidemiológicas (17). tiempo que el tipo de cepa priónica influye en la facilidad de
482 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

transmisión hacia otras especies. Es interesante observar que enfermedad hereditaria por priones con fenotipos de la en-
en los priones de la encefalopatía espongiforme bovina pare- fermedad de Creutzfeldt-Jakob clásica, de la enfermedad de
ce predominar el componente de cepa de la barrera que, no Gerstmann-Straüssler-Scheinker y también con otros síndro-
sólo transmite eficientemente la encefalopatía espongiforme mes neurodegenerativos, incluido el insomnio familiar letal
bovina a un amplio espectro de especies, sino también man- (28). Algunos linajes muestran una notable variabilidad feno-
tiene las características de la transmisión incluso cuando pa- típica, que puede abarcar casos tanto del tipo enfermedad de
san a través de una especie intermediaria con un gen de la PrP Creutzfeldt-Jakob y enfermedad de Gerstmann-Straüssler-
distinto (24, 20). Es preferible el término «barrera especie- Scheinker, como otros casos que no se ajustan al fenotipo de
cepa», o simplemente «barrera de transmisión» (25). Tanto la ninguna de las dos enfermedades citadas (29). Se han descri-
secuencia de aminoácidos de la PrP como el tipo de cepa to casos diagnosticados mediante análisis del gen PrP que no
afectan la estructura tridimensional de la PrP glucosilada, la son sólo atípicos clínicamente, sino que presentan una au-
cual, presumiblemente, afectará a su vez la eficacia de las sencia total de las características histológicas clásicas (30).
interacciones proteína-proteína, que determinan, aparente- Existe un significativo solapamiento clínico con la enferme-
mente, la propagación de priones. Es posible que otros com- dad de Alzheimer familiar, la enfermedad de Pick, la degene-
ponentes contribuyan a la barrera de especies, y que diversos ración del lóbulo frontal de tipo no Alzheimer, y la esclero-
factores de interacción medien en la eficiencia de la propaga- sis lateral amiotrófica con demencia. Aunque la enfermedad
ción priónica. Dichos factores aún no han sido identificados. de Gerstmann-Straüssler-Scheinker clásica se describe más
La barrera de especie entre la encefalopatía espongiforme adelante, ahora parece más sensato designar las enfermedades
bovina del ganado bovino y los seres humanos no puede ser familiares como enfermedades hereditarias por priones, y sub-
medida directamente, pero puede ser representada en ratones clasificarlas posteriormente según la mutación. Las enferme-
transgénicos que expresen la PrPC humana, los cuales produ- dades por priones adquiridas incluyen la enfermedad de
cen PrPSc humana cuando se los excita con priones humanos Creutzfeldt-Jakob yatrogénica, el kuru y la actual nueva va-
(26). Cuando estos ratones, que expresan tanto PrP humana riente de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Las enfermeda-
con genotipo de valina 129 (en grandes cantidades) como PrP des por priones esporádicas incluyen actualmente la enferme-
de ratones, son expuestos a la encefalopatía espongiforme bo- dad de Creutzfeldt-Jakob y variantes atípicas de esta misma
vina, se pueden prever tres posibilidades: estos ratones pue- patología. Se han transmitido casos en los que destacaba la
den producir priones humanos, priones de roedores, o am- ausencia de las características histológicas de esta afección.
bos. De hecho, solamente se podría detectar la replicación de Como hasta el momento no existen marcadores diagnósticos
los priones de ratón. Aunque existen reservas con respecto a etiológicos para las enfermedades por priones esporádicas
este modelo, en particular con respecto a que la propagación equivalentes a los de las enfermedades hereditarias, todavía
de priones humanos en células de ratón pueda ser menos efi- no puede excluirse que existan más variantes fenotípicas de
ciente que la de los priones de roedores, este resultado sería las enfermedades por priones esporádicas. En la tabla 1 se
coherente con una barrera bovino-humano más elevada que proporcionan las características clínicas y las claves para el
la barrera bovino-roedor para este tipo de genotipo de PRNP. diagnóstico de las enfermedades por priones.
En la segunda fase de estos experimentos, los ratones que ex-
presan únicamente PrP humana fueron expuestos a encefalo-
patía espongiforme bovina. Mientras que a los 200 días, apro- Enfermedad por priones esporádica
ximadamente, se transmitían eficientemente los priones aisla-
dos de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob a estos ratones, so-
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
lamente se observaron esporádicas transmisiones con la ence-
falopatía espongiforme bovina a los 500 días, hecho acorde El síndrome clínico central de la enfermedad de Creutz-
con la existencia de una importante barrera de especies para feldt-Jakob clásica es el de una demencia multifocal de rápida
este genotipo de PRNP humano (27). Sin embargo, es impor- progresión, generalmente con mioclonía. La presentación sue-
tante repetir estos estudios en ratones que expresen solamente le darse en el grupo de edad de 45 a 75 años, con un pico de
la PrP humana de genotipo metionina 129 y en heterocigotos. presentación entre los 60 y los 65 años. La evolución clínica
Hasta el momento, parece que la encefalopatía espongiforme dura semanas, progresando hacia mutismo acinético y muerte,
bovina se transmite únicamente a humanos con el genotipo a menudo, en 2 a 3 meses. Alrededor del 70 % de los casos fa-
homocigoto metionina en el codón 129 del PRNP. llece antes de los 6 meses. Las características prodrómicas, pre-
sentes en cerca de un tercio de los casos son: fatiga, insomnio,
depresión, pérdida de peso, cefaleas, malestar general, y sensa-
■ Manifestaciones clínicas y diagnóstico ciones de dolor inespecífico. Además del deterioro mental y la
mioclonía, otras manifestaciones neurológicas adicionales fre-
Las enfermedades humanas por priones pueden ser divi- cuentes son: signos extrapiramidales, ataxia cerebelar, signos
didas etiológicamente en formas hereditarias, esporádicas y piramidales, y ceguera cortical. Alrededor del 10 % de los ca-
adquiridas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, enferme- sos se presentan inicialmente con ataxia cerebelar.
dad de Gerstmann-Straüssler-Scheinker y kuru. Actualmente, Las exploraciones hematológicas y bioquímicas habituales
se las considera síndromes clinicopatológicos dentro de un son normales, aunque en ciertas ocasiones se ha observado
amplio espectro de enfermedad. Se han descrito linajes con evolución de las transaminasas o de la fosfatasa alcalina séri-
4.1.5. ENFERMEDAD POR PRIONES 483

Tabla 1. Diagnóstico de enfermedad por priones También es positivo en un infarto o hemorragia cerebral re-
ciente y en la encefalitis vírica, aunque no se suele confundir
ECJ esporádica (clásica) el diagnóstico de estos procesos con el de la enfermedad de
Demencia de rápido progreso con dos o más mioclonías, ceguera cor-
tical, signos piramidales, signos cerebelares, signos extrapiramidales, Creutzfeldt-Jakob. La neuroimagen mediante TC o resonan-
mutismo acinético cia magnética (RM) es útil para excluir otras causas de pato-
La mayoría de los casos entre los 45 y los 75 años logía neurológica subaguda, pero no ofrece características
EEG seriado muestra complejos seudoperiódicos en la mayoría de los diagnósticas: pueden presentar atrofia cerebral y cerebelar. El
casos EEG puede, sin embargo, mostrar actividad de onda aguda
Proteína 14-3-3 en el LCR generalmente positiva seudoperiódica, lo cual es útil en el diagnóstico, pero sola-
TC y RM normales, o atrofia, o señal anormal en los ganglios basales
Análisis del PRNP: sin mutaciones patogénicas, la mayoría son homo-
mente está presente en cerca del 70 % de los casos. Hasta
cigotos 129 cierto punto, la demostración de un EEG típico depende del
Biopsia cerebral en casos altamente seleccionados (con el fin de ex- número de EEG llevados a cabo, con lo que está indicado un
cluir diagnósticos alternativos tratables): inmunocitoquímica para EEG seriado para intentar demostrar este hallazgo.
PrP o Western Blot para los tipos 1-3 de la PrPSc Estudios epidemiológicos prospectivos han demostrado
ECJ yatrogénica que casos con una demencia progresiva, y un EEG típico con
Síndrome cerebelar progresivo y alteración del comportamiento o examen neuropatológico casi siempre confirman la enferme-
síndrome tipo ECJ clásica con historia de exposición yatrogénica a dad de Creutzfeldt-Jakob, si previamente se observaron dos o
priones humanos (hormonas derivadas de la pituitaria, tejido de más de los siguientes síntomas: mioclonía, ceguera cortical,
trasplantes o neurocirugía) signos piramidales, cerebelares o extrapiramidales, o mutismo
Pueden ser jóvenes acinético.
EEG, LCR y RM generalmente menos útiles que en los casos esporá-
dicos
La confirmación neuropatológica de la enfermedad de
Análisis del PRNP: sin mutaciones patogénicas, la mayoría son homo- Creutzfeldt-Jakob se lleva a cabo mediante la demostración de
cigotos 129 degeneración espongiforme, pérdida neuronal y astrocitosis.
Biopsia cerebral en casos altamente seleccionados (con el fin de ex- Las placas amiloides de PrP normalmente no están presentes
cluir diagnósticos alternativos tratables): inmunocitoquímica para en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, aunque la inmunohis-
PrP o Western Blot para los tipos 1-3 de la PrPSc toquímica de PrP, empleando los pretratamientos apropiados
Variante de la ECJ (EEB humana) (36), será casi siempre positiva. La PrP resistente a la proteasa,
Hallazgos precoces: depresión, ansiedad, aislamiento social, síntomas observada en todas las enfermedades por priones reconocidas
sensitivos periféricos en la actualidad, puede ser demostrada mediante técnicas de
Ataxia cerebelar, corea o atetosis preceden a menudo a la demencia. immunoblot de homogeneizados de cerebro. El análisis de
Enfermedad avanzada como una ECJ esporádica PRNP es importante para excluir mutaciones patogénicas. Se
La mayoría de los casos se dan en adultos jóvenes
EEG: ondas lentas no específicas. Proteína 14-3-3 en el LCR puede es-
ha demostrado la susceptibilidad genética a la enfermedad de
tar elevada Creutzfeldt-Jakob por el hecho de que la mayoría de los casos
RM: puede haber una señal T2 ponderada en el tálamo posterior, bi- del tipo clásico de esta patología son homocigotos respecto
lateralmente del polimorfismo 129 común de la PrP (v. anteriormente el
Análisis del PRNP: sin mutaciones hasta la fecha, todas son 129MM apartado sobre etiología).
Biopsia de amígdalas, inmunotinción característica de la PrP y PrPSc en
Western Blot (tipo 4t)
Formas atípicas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
Enfermedad por priones hereditaria
Síndromes clínicos variados entre parentescos o dentro de un paren- Las formas atípicas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
tesco. Se debe considerar en todas las demencias preseniles y ata- son bien conocidas. Cerca del 10 % de los casos de esta en-
xias con independencia de la historia familiar fermedad presentan una evolución clínica mucho más pro-
Análisis del PRNP: diagnóstico, el genotipo codón 129 puede predecir
la edad de presentación en pruebas presintomáticas
longada, con una duración de la enfermedad de más de 2 años
(37). Estos casos pueden representar la ocurrencia ocasional de
ECJ, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob; EEB, encefalopatía espongiforme bo- la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en individuos heterocigo-
vina; LCR, líquido cefalorraquídeo. tos para polimorfismos de la PrP (38). Alrededor del 10 % de
los casos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob presentan ataxia
cerebelar, más que deterioro cognitivo, por lo que el trastorno
cas. No hay marcadores inmunológicos y las proteínas de fase se conoce como enfermedad de Creutzfeldt-Jakob atáxica (39).
aguda no están elevadas. El examen del líquido cefalorraquí- La variante de Heidenhain de la enfermedad de Creutzfeldt-
deo es normal, aunque se ha propuesto elevación de la eno- Jakob comprende casos en los que predomina la ceguera cor-
lasa neuronal específica y de la S-100 como marcadores úti- tical, con una importante implicación de los lóbulos occipita-
les, a pesar de que es evidente que no son específicos para la les. El tipo panencefalopático comprende casos con una ex-
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, sino marcadores de lesión tensa degeneración de la sustancia blanca cerebral, acompaña-
neuronal (31-33). Un posible marcador prometedor en el lí- da por la vacuolización de la materia gris; la mayoría de los
quido cefalorraquídeo es la estimación de la proteína 14-3-3, casos descritos proceden de Japón (39).
que, aunque no es un marcador específico, parece ser útil En las variantes amiotróficas de la enfermedad de Creutz-
para el diagnóstico en un contexto clínico apropiado (34, 35). feldt-Jakob se ha descrito una importante consunción muscu-
484 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

lar precoz. Sin embargo, la mayoría de los casos de demencia cipal manifestación clínica es una ataxia cerebelar progresiva.
con amiotrofia no son transmisibles experimentalmente (40), A diferencia de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, general-
y es dudosa su relación con la enfermedad de Creutzfeldt-Ja- mente no se produce demencia, incluso en las fases más tar-
kob. Muchos casos son, probablemente, variantes de una pa- días, aunque en las etapas terminales muchos pacientes pre-
tología de las motoneuronas con una demencia asociada. Las sentan sus facultades muy disminuidas (41). El caso ocasional
manifestaciones amiotróficas en la enfermedad de Creutz- en el que se aprecia demencia evidente se halla en marcado
feldt-Jakob se observan, generalmente, una vez que la dolen- contraste con la norma clínica. Diversos observadores han
cia está avanzada, cuando otros síntomas están bien estable- proporcionado descripciones clínicas detalladas, y las mani-
cidos. festaciones de la enfermedad no han cambiado a lo largo de
las etapas de la epidemia. Se describen una etapa prodrómica
y tres fases clínicas.
Enfermedades por priones adquiridas
Etapa prodrómica
Aunque las enfermedades humanas por priones pueden
ser transmitidas a animales experimentales mediante inocula- El kuru empieza de forma característica con síntomas pro-
ción, no son contagiosas entre humanos. Solamente se ha drómicos de cefalea, dolor en extremidades y articulaciones,
producido el contagio individual durante prácticas rituales de que pueden durar varios meses.
canibalismo (kuru) o tras la inoculación accidental de priones
durante procedimientos médicos o quirúrgicos (enfermedad
Etapa ambulatoria
de Creutzfeldt-Jakob yatrogénica).
El kuru es reconocido a menudo por los pacientes al co-
menzar a presentar inestabilidad en la bipedestación y al an-
Kuru
dar, disartria o diplopía. En esta etapa, es posible que no se
El kuru alcanzó proporciones epidémicas entre una po- presenten signos objetivos de la enfermedad. Sin embargo, la
blación concreta que habita las tierras altas orientales de Pa- ataxia al andar empeora, con lo que el paciente desarrolla un
púa-Nueva Guinea. Los primeros casos se cree que datan de paso amplio, inestabilidad truncal y titubeo. Generalmente,
principios de siglo. El kuru afectó la población de la tribu se aprecia un temblor postural brusco, acentuado por el mo-
Fore y sus vecinos, con los que contraían matrimonio. El vimiento. Es característico que estos pacientes junten sus ma-
kuru afectaba principalmente a mujeres y niños (de ambos se- nos en la línea media para suprimir este temblor. Al estar de
xos), representando los varones adultos únicamente el 2 % pie con los pies juntos, curvan los dedos de los pies, como si
(41), y fue la principal causa de muerte entre las mujeres de fueran garras, haciendo presión en el suelo, con la finalidad
los poblados afectados. Era práctica común entre estas gentes de mantener la postura. Esta marcada respuesta se considera
el consumir cadáveres de los parientes fallecidos como mues- patognomónica del kuru. En esta etapa, los pacientes a me-
tra de respeto y duelo. Las mujeres y los niños consumían nudo se encierran en sí mismos, desarrollando ocasionalmen-
principalmente los cerebros y las vísceras, hecho que permite te una depresión reactiva grave. Los síntomas prodrómicos
explicar la mayor incidencia de la enfermedad en estos colec- tienden a desaparecer. La astasia y la ataxia empeoran al an-
tivos. Debido a que las mujeres y los niños también prepara- dar, por lo que el paciente necesita un bastón para desplazar-
ban el cadáver para su consumo pudieron intervenir otras ru- se. Desarrollan temblor intencional, dismetría, hipotonía y
tas de exposición. Se piensa que la epidemia tuvo relación adiadococinesia. Aunque los movimientos oculares son atáxi-
con un único caso aislado de enfermedad de Creutzfeldt-Ja- cos y espasmódicos, rara vez se observa nistagmo. Pueden
kob esporádica que había ocurrido en la región algunas déca- presentar estrabismo, habitualmente convergente, especial-
das antes. Los estudios epidemiológicos no proporcionaron mente los niños. Este estrabismo no parece ser concomitante
pruebas de transmisión vertical, puesto que la mayoría de los o paralítico, puede fluctuar tanto en extensión como en tipo,
niños nacieron después de 1956 (cuando el canibalismo había y desaparece en ocasiones en un estadio más avanzado del
cesado) y todos aquellos nacidos después de 1959 de madres curso clínico. Es frecuente la fotofobia, y puede presentarse
afectadas por el kuru, o que lo estaban incubando, no esta- una anormal sensibilidad al frío con temblores y piloerección
ban afectados (41). A partir de la edad del paciente más joven incluso en ambientes cálidos. Los reflejos tendinosos están re-
afectado, el período de incubación más corto se estimó en 4,5 ducidos o son normales, y las respuestas plantares son flexo-
años, aunque pudo ser más breve, ya que el tiempo de infec- ras. Generalmente presentan disartria. A medida que la ataxia
ción generalmente no se conocía. En la actualidad, se produ- progresa, el paciente pasa de la primera etapa (ambulatoria) a
cen de dos a tres casos anuales, todos ellos en individuos de la segunda etapa (sedentaria). La duración clínica media de la
40 años o más, con una exposición anterior a 1956; este he- primera etapa es de aproximadamente 8 meses y está en rela-
cho indica que los períodos de incubación pueden ser de 40 ción con la duración total (42).
años o más (datos no publicados).
El kuru afecta a los dos sexos y su edad de presentación
Etapa sedentaria
va desde los 5 años hasta los 60. La duración clínica media de
la enfermedad es de 12 meses, con un intervalo de 3 meses a En esta etapa los pacientes son capaces de sentarse sin ser
3 años. El curso tiende a ser más corto en los niños. La prin- ayudados, pero no pueden andar. Cuando intentan andar
4.1.5. ENFERMEDAD POR PRIONES 485

con muletas, lo hacen con un paso alargado y amplio, tam- homocigotos del codón 129 (13) (v. la anterior discusión so-
baleante y con movimientos de braceo, en un intento por bre etiología).
mantener la postura. Se observa hiperreflexia, aunque las res- Los estudios epidemiológicos no han mostrado un au-
puestas plantares generalmente siguen siendo flexoras, con re- mento en el riesgo de determinadas situaciones laborales que
flejos abdominales intactos. Es característico que el clono sea puedan exponer a priones humanos o animales, aunque se
de corta duración. Pueden producirse movimientos atetósicos han documentado casos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
y coreiformes, y temblores parkinsonianos. No presentan pa- individual en dos técnicos de histopatología, un neuropató-
rálisis, aunque la potencia muscular está disminuida. En esta logo y un neurocirujano. Aunque se produjo cierta preocu-
fase, la obesidad es común, pero puede estar presente en las pación sobre la posibilidad de que la enfermedad de Creutz-
primeras etapas de la enfermedad, asociada a la bulimia. Es feldt-Jakob fuese transmisible a través de transfusión de san-
característica la labilidad emocional y una llamativa risa in- gre, análisis epidemiológicos extensivos en el Reino Unido
controlable, que ha conducido a que esta enfermedad sea de- han demostrado que la frecuencia de transfusiones y dona-
nominada la «muerte sonriente». No se produce déficit sensi- ciones de sangre no varió en más de 200 casos de la enfer-
tivo. A diferencia de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, rara medad de Creutzfeldt-Jakob y en una población control coin-
vez se observan espasmos mioclónicos. El EEG, generalmen- cidente (44). Los receptores de transfusiones de sangre que
te, es normal o puede mostrar cambios no específicos (43). desarrollaron la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob presentaron
Esta etapa dura entre 2 y 3 meses. Cuando la ataxia truncal características clínicas similares a las de los pacientes del tipo
alcanza un punto en el cual el paciente es incapaz de mante- esporádico de la enfermedad, y no a las de aquellos que su-
nerse sentado por sí mismo, se llega a la tercera etapa, o eta- frieron casos yatrogénicos tipo kuru a partir de la exposición
pa terciaria. periférica a priones humanos. Además, estudios sobre trans-
misión experimental sólo han mostrado indicios débiles de
infectividad en la sangre (45), incluso cuando se inoculó a
Etapa terciaria
través de la vía más eficiente (intracerebral). No se puede asu-
Se desarrolla hipotonía e hiporreflexia, caracterizándose el mir que este cuadro pueda aplicarse en la nueva variante de
estado terminal por debilidad muscular flácida. Las respuestas la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, ya que ésta está causada
plantares siguen siendo flexoras, con reflejos abdominales in- por una cepa de priones distinta (18) de la que causa la en-
tactos. Presentan disfagia progresiva e incontinencia urinaria fermedad de Creutzfeldt-Jakob clásica y presenta diferente pa-
y fecal. Se producen inanición y emaciación. Pueden obser- togénesis (46). También es concebible que muchos indivi-
varse signos oculares conjugados transitorios y demencia. En duos puedan estar incubando actualmente esta enfermedad.
determinados casos, se desarrollan reflejos primitivos. Se ve
implicado el tronco cerebral y aparecen signos tanto bulbares
como seudobulbares. La insuficiencia respiratoria y la bron- Nueva variante de la enfermedad
coneumonía conducen finalmente a la muerte. La etapa ter- por priones humana
ciaria dura de 1 a 2 meses.
A finales de 1995, se declararon 2 casos de enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob esporádica en adolescentes del Reino Uni-
Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob yatrogénica
do (47, 48). Previamente, sólo se habían declarado 4 casos de
La transmisión yatrogénica de la enfermedad de Creutz- enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica en adolescentes,
feldt-Jakob se ha originado mediante la inoculación acciden- y ninguno de ellos había ocurrido en el Reino Unido. Ade-
tal con priones humanos, como resultado de procedimientos más, ambos casos eran inusuales, ya que presentaron placas
médicos. Tales rutas yatrogénicas comprenden la utilización del tipo kuru, un hallazgo observado únicamente en cerca del
de instrumentos de neurocirugía inadecuadamente esteriliza- 5 % de los casos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Muy
dos, trasplantes de duramadre y de córnea, y el empleo de go- poco después, se produjo un tercer caso del tipo esporádico
nadotrofina u hormona de crecimiento derivada del hipófisis de la enfermedad en un varón muy joven (49). Este hecho
de cadáveres humanos. Resulta muy interesante constatar que causó una considerable preocupación, planteándose la posi-
los casos producidos a partir de la inoculación intracerebral u bilidad de que estos casos podían sugerir una conexión con
ocular se manifiestan clínicamente como enfermedad de la encefalopatía espongiforme bovina. Por cierto, era muy im-
Creutzfeldt-Jakob clásica, con una demencia de rápida pro- portante observar si ocurría algún otro caso tan raro en el Rei-
gresión, mientras que los que resultan de inoculación perifé- no Unido. Aproximadamente en mayo de 1996, surgieron
rica, sobre todo los producidos a través de la exposición a la más casos de presentación muy precoz. Una revisión de la
hormona del crecimiento derivada del hipófisis, se presentan histología de estos casos reveló un llamativo patrón único y
típicamente con un síndrome cerebelar progresivo, siendo en constante. A estos casos se les denominó «nueva variante» de
este aspecto una reminiscencia del kuru. No es sorprendente la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, aunque eran también
que el período de incubación en los casos intracerebrales sea bastante atípicos en su presentación clínica: de hecho, la ma-
corto (19–46 meses para los trasplantes de duramadre), en yoría de los casos no cumplían los criterios clínicos diagnós-
comparación con los casos periféricos (generalmente 15 años ticos aceptados para una probable enfermedad de Creutz-
o más). Existen pruebas de susceptibilidad genética a la en- feldt-Jakob. Extensos estudios sobre casos de archivo de esta
fermedad de Creutzfeldt-Jakob yatrogénica con un exceso de enfermedad, u otras enfermedades por priones, fracasaron en
486 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

su intento de demostrar este cuadro, por lo que parecía que ataxia al andar y en los miembros. La demencia se desarrolla
había llegado una nueva forma de enfermedad por priones al generalmente una vez avanzado el curso clínico, con progre-
Reino Unido. La probabilidad estadística de que casos como sión hacia mutismo acinético en la mayoría de los casos. Se
ésos ocurrieran por casualidad era enormemente pequeña, y observó mioclonía en muchos pacientes, precedida de corea
era poco creíble una explicación basada en una predisposi- en algunos casos. Se produjo ceguera cortical en una minoría
ción. Estaba claro que había emergido un nuevo factor de de pacientes en las últimas etapas de la enfermedad. En algu-
riesgo para la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, y parecía ser nos pacientes se ha apreciado paresia de los músculos ocula-
específica del Reino Unido. El comité asesor sobre la encefa- res que permiten mirar hacia arriba, una manifestación poco
lopatía espongiforme del gobierno del Reino Unido (Spongi- común en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob clásica (53). La
form Encephalopathy Advisory Committee) concluyó que, edad de presentación en los 14 casos inicialmente documen-
aunque no hubiera evidencias de un nexo de unión directo tados varió entre los 16 y los 48 años (media de 29 años),
con la encefalopatía espongiforme bovina, la exposición a vís- siendo el curso clínico inusualmente prolongado (9–35 me-
ceras de bovino, antes de la prohibición de su inclusión en ses, mediana 14 meses). El EEG es anormal, mostrando fre-
productos alimenticios para los seres humanos en 1989, era la cuentemente actividad de onda corta generalizada, pero sin la
explicación más factible. Poco después se declaró un caso de presencia del patrón seudoperiódico observado en la mayoría
la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en de los casos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob esporádica.
Francia (50). El análisis molecular de cepas de priones huma- La neuroimagen por TC puede ser normal o mostrar única-
nos y los estudios de transmisión en ratones transgénicos y mente una atrofia leve. Sin embargo, en la RM se observa
salvajes proporcionaron la prueba experimental directa de una señal hiperintensa en el tálamo posterior en las secuen-
que la nueva variante de la enfermedad estaba causada por la cias potenciadas en T2 en cierto número de casos (46, 53). Ac-
encefalopatía espongiforme bovina (v. etiología). Aunque ac- tualmente, la sensibilidad y la especificidad de esta señal to-
tualmente resulta claro que esta nueva variante es la encefa- davía no está clara. La proteína 14-3-3 en el líquido cefalo-
lopatía espongiforme bovina humana, se desconoce por qué rraquídeo puede estar elevada. El análisis del gen PrP mostró
afectó a este grupo de edad en particular y por qué ninguno que todos los casos observados en el estudio eran homocigo-
de estos casos presentaba un patrón anormal de exposición tos para la metionina en el codón 129. No se hallaron muta-
ocupacional o dietaria a la encefalopatía espongiforme bovi- ciones patogénicas conocidas, ni nuevas, en la secuencia co-
na. Sin embargo, se sabe poco acerca de qué productos ali- dificadora (54). Recientemente se demostró que la nueva va-
menticios contienen una cantidad elevada de vísceras bobi- riante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob puede ser diag-
nas. Es posible que determinados alimentos, con cantidades nosticada mediante la detección de una inmunotinción ca-
particularmente elevadas, fueran consumidos por la gente racterística de la PrP y de la PrPSc (46, 55). Se sabe desde hace
más joven. Una alternativa es que la gente joven sea más sus- mucho tiempo que la replicación del prion, en animales ex-
ceptible a la encefalopatía espongiforme bovina tras una ex- perimentalmente infectados, se detecta primero en el sistema
posición dietaria, o que presenten períodos de incubación linforreticular, mucho antes de la presentación de síntomas
más cortos. Es importante resaltar que se administraron ali- neurológicos. Es notable el hecho de que la PrPSc sea detecta-
mentos contaminados con priones de encefalopatía espongi- ble sólo en la nueva variante de la enfermedad de Creutz-
forme bovina a ovejas, cerdos y aves de corral y que, aunque feldt-Jakob, y no en ninguna otra forma conocida de enfer-
todavía no hay pruebas de transmisión natural a estas espe- medad humana por priones. El tipo de PrPSc detectada me-
cies, sería prudente considerar la posibilidad de otras exposi- diante Western blot en las amígdalas en la nueva variante de la
ciones por dieta a nuevos priones animales. enfermedad de Creutzfeldt-Jakob presentan un patrón carac-
Se presenta clínicamente con alteraciones de comporta- terístico denominado tipo 4t (46). Una biopsia amigdalina
miento y psiquiátricas y, en algunos casos, con trastornos sen- positiva obvia la necesidad de llevar a cabo una biopsia de ce-
soriales (51). Normalmente, los enfermos son remitidos a un rebro, la cual, por otro lado, puede ser necesaria en un con-
psiquiatra, y su principal manifestación es la depresión, aun- texto clínico con el fin de excluir diagnósticos alternativos,
que también son frecuentes la ansiedad, el retraimiento y los potencialmente tratables.
cambios de conducta (52). Las ideas suicidas son poco fre- Los hallazgos neuropatológicos de la nueva variante de la
cuentes y la respuesta a antidepresivos, pobre. Son habituales enfermedad de Creutzfeldt-Jakob son llamativos y constantes.
las ideas delirantes, que son complejas y discontinuas. Otras Mientras que se produce una degeneración espongiforme de
manifestaciones frecuentes son: labilidad emocional, agresivi- amplia distribución, gliosis y pérdida neuronal, más grave en
dad, insomnio y alucinaciones auditivas y visuales. En algunos los ganglios basales y el tálamo, la manifestación más remar-
pacientes se observó, como manifestación precoz importante, cable son las abundantes placas amiloides PrP en la corteza ce-
disestesia, o dolor en las extremidades o en el rostro, o dolor rebral y cerebelar. Estas placas consisten en placas tipo kuru,
más persistente que intermitente y no relacionado con los ni- «floridas» (rodeadas de vacuolas espongiformes) y multicéntri-
veles de ansiedad. Se percibió que una minoría de los casos cas. Las placas «floridas», observadas anteriormente sólo en el
presentaban déficit de memoria o una leve ataxia al caminar scrapie, eran una manifestación particularmente rara pero muy
desde una fase temprana, pero en la mayoría de los casos no constante. También se presenta con un abundante depósito
se apreciaban manifestaciones neurológicas evidentes hasta pericelular de PrP en la corteza cerebral y cerebelar. Otra ma-
pasados unos meses del curso clínico (53). En muchos pa- nifestación que también era muy inusual fue el extensivo de-
cientes se desarrolla un síndrome cerebelar progresivo con pósito de PrP en la capa molecular del cerebelo.
4.1.5. ENFERMEDAD POR PRIONES 487

Algunas de las características de la nueva variante de la en- 1. Mutaciones puntuales dentro de la secuencia codificado-
fermedad de Creutzfeldt-Jakob son reminiscencias del kuru, ra, que ocasionan sustituciones de aminoácidos en la PrP
en el cual predominan los cambios conductuales y la ataxia o, en un caso, producción de un codón stop, que deriva
progresiva. Además, las alteraciones sensitivas periféricas son en la expresión de una PrP truncada.
bien conocidas en el pródromo del kuru. Se observan placas 2. Inserciones que codifican copias íntegras adicionales de
de kuru en cerca del 70 % de los casos, siendo especialmente un octapéptido repetido, presente en una formación en
abundantes en los casos de kuru en pacientes más jóvenes. Es tándem de cinco copias en la proteína normal.
importante la observación de que la enfermedad por priones
yatrogénica relacionada con la exposición periférica a priones Una designación sugerida para estas enfermedades es «en-
humanos tiene más parecido con el kuru que con la enferme- fermedad hereditaria por priones (mutación de PrP)». Por ejem-
dad de Creutzfeldt-Jakob esporádica. Esta observación, ade- plo, enfermedad por priones hereditaria (inserción de 144-pb
más, es acorde con una exposición priónica periférica. en la PrP) o enfermedad hereditaria por priones (PrP P102L).
La presentación clínica y la neuropatología relativamente
estereotipadas de la nueva variante de la enfermedad de
Mutaciones sin sentido (missense)
Creutzfeldt-Jakob contrastan vivamente con el tipo esporádi-
co de esta dolencia. Esto puede ser debido a que la nueva va- PrP P102L. Se describió esta mutación por primera vez
riante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob está causada por en 1989 en una familia británica y estadounidense, y se de-
una única cepa de priones. También puede indicar que en la mostró posteriormente en otras familias del mundo. La ataxia
actualidad se ha seleccionado un subgrupo de población re- progresiva es la manifestación clínica predominante, con de-
lativamente homogéneo, susceptible genéticamente, con cor- mencia y alteraciones piramidales. Sin embargo, en algunas
tos períodos de incubación de la encefalopatía espongiforme familias se hace patente una marcada variabilidad tanto a ni-
bovina. vel clínico como neuropatológico; esto fue documentado re-
cientemente de forma extensiva en la familia austríaca origi-
nal afectada por la enfermedad de Gerstmann-Sträussler-
Enfermedades por priones hereditarias Scheinker (57). También se ha descrito una familia con ma-
nifestaciones amiotróficas marcadas. (58). De la misma forma,
se han descrito casos con demencia grave en ausencia de ata-
Enfermedad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker
xia prominente. El examen histológico revela placas PrP in-
El primer caso fue descrito por Gerstmann en 1928 y fue munorreactivas en la mayoría de los casos. Se ha demostrado
seguido por un informe más detallado sobre otros siete la transmisibilidad a animales de experimentación.
miembros de la misma familia afectados en 1936 (56). La pre-
sentación clásica de la enfermedad de Gerstmann-Sträussler- PrP P105L. Se ha hallado el cambio Pro-Leu en el co-
Scheinker es una ataxia cerebelar crónica acompañada de ma- dón 105 en cuatro pacientes de tres familias japonesas (59).
nifestaciones piramidales. La demencia surge más tarde, en un De hecho, no se ha descrito fuera del Japón. Los pacientes
curso clínico mucho más prolongado que el observado en la presentaron una historia de paraparesia espástica y demencia.
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. La duración media es de al- La duración clínica, desde el inicio hasta el desarrollo de un
rededor de 5 años, con el inicio generalmente en la tercera o mutismo acinético, fue de aproximadamente 5 años. No se
cuarta década. Histológicamente, el hallazgo más característi- produjo descarga sincrónica periódica en el EEG, pero la ex-
co es la presencia de placas amiloides multicéntricas. Tam- ploración mediante RM mostró atrofia de la corteza motora.
bién suele observarse degeneración espongiforme, pérdida En el examen patológico, se hallaron placas en la corteza ce-
neuronal y pérdida de materia blanca. Actualmente, se ha de- rebral y pérdida neuronal, pero no espongiosis. Los ovillos
mostrado que numerosas familias de diversos países (inclu- neurofibrilares estaban presentes de forma variable entre los
yendo la familia austríaca original descrita por Gerstmann- distintos casos y no se hallaron placas en el cerebelo.
Sträussler-Scheinker en 1936) presentan mutaciones en el gen
PrP. La enfermedad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker es una PrP A117V. Esta mutación se describió por primera vez
alteración autosómica dominante que, en la actualidad, pue- en una familia francesa (60) y, posteriormente, en una fami-
de ser clasificada dentro del amplio espectro de las enferme- lia estadounidense de origen alemán (61). Las manifestaciones
dades hereditarias por priones. clínicas son demencia presenil asociada a signos piramidales,
parkinsonismo, manifestaciones seudobulbares y signos cere-
Clasificación y manifestaciones clínicas belares. Neuropatológicamente, es habitual encontrar placas
PrP inmunorreactivas. Esta mutación también ha sido identi-
de enfermedades por priones hereditarias
ficada en una familia numerosa en el Reino Unido (62).
La identificación de una de las mutaciones patogénicas
del gen PrP en un caso con enfermedad neurodegenerativa PrP Y145STOP. Esta mutación fue detectada en una pa-
permitió, no sólo el diagnóstico molecular de una enferme- ciente japonesa que presentaba un diagnóstico clínico de en-
dad por priones hereditaria, sino también su subclasificación fermedad de Alzheimer. Desarrolló alteraciones en la memo-
según la mutación. Las mutaciones descritas hasta la fecha en ria y una demencia de progresión lenta a la edad de 38 años.
el gen PrP humano integran dos grupos: La duración de la enfermedad fue de 21 años. El examen his-
488 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tológico reveló los típicos hallazgos patológicos de Alzhei- letal, y una patología similar a la ataxia cerebelar autosómica
mer, sin degeneración espongiforme (63). Se observaron mu- dominante (70). Es interesante constatar que los casos que
chas placas amiloides en la corteza, junto con hebras del neu- presentan la variante tipo enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
rópilo difusas, de filamentos helicoidales pareados. Sin em- con codón 178 se han transmitido frecuentemente a animales
bargo, las placas eran inmunorreactivas con antisuero PrP. La de experimentación, mientras que el tipo insomnio familiar
inmunocitoquímica para la A4 fue negativa. Los hallazgos cli- letal no se transmite a primates de laboratorio (71). Reciente-
nicopatológicos, en este caso, enfatizan la importancia del mente se describió un caso de transmisión insomnio familiar
análisis del gen PrP en el diagnóstico diferencial de las de- letal a ratones, aunque este caso era algo inusual, ya que se
mencias. producía la deleción de un único octapéptido repetido en el
mismo alelo (72). Este individuo procedía de una numerosa
PrP D178N. Esta mutación fue descrita originariamente familia en la que otros miembros, con el mismo genotipo
en dos familias finlandesas con fenotipo similar de la enfer- PRNP, presentaban el fenotipo del tipo enfermedad de
medad de Creutzfeldt-Jakob (aunque el EEG no era típico) Creutzfeldt-Jakob (73). Sin embargo, dos casos de insomnio
(64). Desde entonces se ha demostrado en otras familias con familiar letal, uno británico y el otro italiano, ambos con el
la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en Hungría, Holanda, Ca- genotipo habitual del insomnio familiar letal de D178N,
nadá, Finlandia, Francia y el Reino Unido. El linaje finlandés 129M, se transmitieron a ratones transgénicos que expresaban
incluía 15 miembros afectos en cuatro generaciones. La edad proteína priónica humana (74).
media de presentación era de 47 años y la duración media fue
de 27,5 meses. La biopsia cerebral y las muestras de autopsia PrP V180I. Se identificó esta mutación en dos pacientes
mostraron degeneración espongiforme sin placas amiloides. japoneses con demencia subaguda y mioclonía (59). El perío-
También se describió la mutación en dos familias no re- do desde el inicio hasta el mutismo acinético fue de 6 a 10
lacionadas entre sí, con insomnio familiar letal (65, 66). Los meses. No se observaron antecedentes familiares. El EEG no
primeros casos descritos presentaban una enfermedad de rá- mostró actividad de onda aguda seudoperiódica. El examen
pida progresión caracterizada clínicamente por un insomnio neuropatológico demostró degeneración espongiforme, pérdi-
intratable, disautonomía y signos motores, y neuropatológi- da neuronal y astrocitosis. Es interesante reseñar que uno de
camente por atrofia selectiva de los núcleos talámicos antero- los pacientes con PrP Ile 180 también presentó PrP Arg 232
ventral y mediodorsal. Se apreciaba una marcada astrocitosis (v. más adelante). Ambos se hallaban en alelos distintos. Esta
talámica. Se observaba una degeneración espongiforme leve enfermedad no ha sido transmitida a animales de laboratorio.
en algunos casos, y se pudo demostrar mediante immunoblot,
aunque débilmente, que la PrP era resistente a la proteasa. El PrP T183A. Esta mutación fue descrita en una única fa-
tratamiento con proteinasa-K en la PrPSc procedente de casos milia brasileña con una demencia frontotemporal de inicio
de insomnio familiar letal ha mostrado en Western blot una medio a los 45 años y una duración de 4 años (75). Algunos
banda en la PrP de distinto tamaño que en las PrPSc proce- pacientes también presentaban manifestaciones parkinsonia-
dentes de casos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (67). nas. El examen neuropatológico reveló degeneración espon-
Esto sugiere que el insomnio familiar letal puede estar causa- giforme grave y pérdida neuronal en las membranas cortica-
do por un tipo de cepa de priones distinto. En un estudio re- les profundas y en el putamen, mientras que presentaban una
ciente, Goldfarb y cols. (68) informaron que todas las fami- gliosis relativamente reducida. Se demostró inmunorreactivi-
lias con codón 178 que estudiaron y que se presentaban con dad de la PrP en el putamen y en el cerebelo. Hasta la fecha
una enfermedad del tipo enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la no se ha informado de estudios sobre su transmisión.
mutación en el codón 178 estaba codificada en un alelo 129
valina, mientras que en todos los parentescos con insomnio fa- PrP F198S. Se describió una forma variante de la enfer-
miliar letal la misma mutación en el codón 178 codificaba en medad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker en una numerosa
un alelo 129 metionina. Sugirieron que el genotipo en el co- familia de Indiana de la que se había revisado la genealogía
dón 129 determina el fenotipo. Sin embargo, no demostraron hasta el 1792. A diferencia de otros pacientes afectados por la
que las familias que ellos describieron no estaban relaciona- enfermedad de Gerstmann-Sträussler-Scheinker con presenta-
das entre sí, con lo que su comparación podía basarse única- ción presenil de la incapacidad neurológica, la familia de In-
mente en dos familias extensas. El insomnio no es infrecuen- diana presentaba ovillos neurofibrilares del tipo Alzheimer
te entre los pacientes con la enfermedad de Creutzfeldt-Ja- extensamente distribuidos, compuestos por filamentos heli-
kob; esta enfermedad y el insomnio familiar letal pueden re- coidales emparejados en los núcleos cortical y subcortical,
presentar los extremos de un espectro de fenotipos con alte- además de placas amiloides. Estas placas amiloides estaban
raciones relacionadas. Recientemente se describió un caso he- compuestas por PrP, y no por βA4. Los individuos afectados
reditario con la mutación E200K, normalmente asociada a un en esta familia presentaban un codón 198 T-C de transición,
fenotipo similar al de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que producía una conversión de fenilalanina a serina (76).
que presentaba un fenotipo de insomnio familiar letal (69). Existe un aparente efecto codón 129 en esta mutación, ya que
También se ha descrito una familia australiana con el genoti- los individuos que eran heterocigotos en el codón 129 pre-
po del insomnio familiar letal, pero en la que los miembros sentaban una edad de inicio más tardía que los homocigotos.
afectos presentaban un abanico de fenotipos que incluía la No se ha descrito todavía la transmisión de esta enfermedad
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob típica, el insomnio familiar a animales de laboratorio.
4.1.5. ENFERMEDAD POR PRIONES 489

PrP E200K. Esta mutación fue descrita por primera vez PrP R208H. Esta mutación se describió en un solo pa-
en familias con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Los in- ciente con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob confirmada
dividuos afectos desarrollaban una demencia de rápida pro- mediante autopsia. Todavía no se han publicado detalles so-
gresión con mioclonía y signos piramidales, cerebelares y ex- bre los antecedentes familiares o sobre el fenotipo (85).
trapiramidales y una duración de la patología generalmente
inferior a los 12 meses. La edad media de presentación de la PrP V210I. Esta mutación ha sido descrita en un único
enfermedad era de 55 años. Histológicamente, las caracterís- caso en Francia (86) con demencia de progresión rápida, sig-
ticas de estos pacientes son las típicas de la enfermedad de nos cerebelares y mioclonía, y con una edad de presentación
Creutzfeldt-Jakob, con ausencia de placas, pero la PrPSc pue- de 63 años. El EEG mostró actividad de onda aguda seudo-
de ser demostrada mediante immunoblot. En un marcado periódica. La duración clínica fue de 4 meses. El examen neu-
contraste con otras variantes de enfermedades hereditarias por ropatológico reveló degeneración espongiforme, pérdida neu-
priones, el EEG habitualmente muestra la característica acti- ronal y astrocitosis. No se observaron placas amiloides. Los
vidad de onda aguda seudoperiódica observada en la enfer- progenitores fallecieron a las edades de 60 y 66 años, sin de-
medad de Creutzfeldt-Jakob esporádica. Resulta interesante mencia. Una hermana con la mutación falleció de cáncer de
constatar que esta mutación es la causa de los tres grupos et- colon a los 67 años. Es posible que esta mutación produzca
nogeográficos de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob descritos una presentación de la patología muy tardía o que sea no
en los que la incidencia de esta enfermedad es 100 veces más completamente penetrante. No se ha descrito la transmisión
alta que en cualquier otra parte (entre judíos de Libia, y en de esta enfermedad a animales de experimentación.
regiones de Eslovaquia y Chile) (77 – 80). Ahora que los ca-
sos pueden ser diagnosticados mediante el análisis de la PrP, PrP Q217R. Descrita hasta la fecha en una única fami-
se están detectando formas atípicas de esta enfermedad con lia sueca, se presenta con demencia seguida de ataxia al andar,
fenotipos distintos a los de la enfermedad de Creutzfeldt-Ja- disfagia y desorientación (16). Como ocurre en la enfermedad
kob clásica. También son interesantes los informes en los hereditaria por priones con mutación de serina en el codón
que se plantea la posibilidad de que se produzca neuropatía 198 (familia de Indiana), en esta mutación se producen pro-
periférica en esta enfermedad (81). Se han descrito portado- minentes ovillos neurofibrilares. Todavía no se ha demostra-
res de la mutación más ancianos no afectados. Chapman y do la transmisión de esta enfermedad a animales de experi-
cols. (82) han llevado a cabo un detallado análisis de 52 pa- mentación.
cientes portadores de la mutación con enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob definitiva o probable, y de 34 portadores PrP M232R. Esta mutación fue hallada por primera vez
de la mutación no afectos. Concluyeron que la penetrancia en el alelo opuesto a la mutación del codón 180 en un pa-
acumulada alcanza el 50 % a la edad de 60 años, y el 80 % a ciente japonés con enfermedad por priones (59). Se demostró
la edad de 80 años. Sin embargo, había un grupo de pacien- más tarde en otros dos pacientes japoneses con demencia.
tes, de edades comprendidas entre los 69 y los 82 años con Aparentemente, estos dos últimos casos fueron esporádicos,
posible enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que contenía 5 sin antecedentes familiares de enfermedad neurológica. Am-
portadores comprobados y 2 portadores obligados de la mu- bos pacientes presentaban demencia progresiva, mioclonía y
tación. Es decir, los pacientes presentaban demencia pero no descargas sincrónicas periódicas en el EEG. La duración me-
cumplían los criterios clínicos para una enfermedad de dia de la enfermedad fue de 3 meses. La neuropatología mos-
Creutzfeldt-Jakob probable. Si se llevaba a cabo el análisis tró degeneración espongiforme, pérdida neuronal y astrocito-
suponiendo que estos casos posibles eran realmente enfer- sis. La inmunotinción de la PrP demostró tinción difusa de la
medad de Creutzfeldt-Jakob, entonces la penetrancia alcan- materia gris, pero no placas.
zaba el 100 % a la edad de 80 años. Se han identificado in-
dividuos homocigotos para la mutación que son fenotípica-
Mutaciones por inserción
mente indistinguibles de los heterocigotos; esto indica que
esta afección es una alteración completamente dominante Inserción de 24-pb en la PrP (una repetición adicio-
(77). En la actualidad, se han descrito pacientes con este tras- nal). Se ha descrito una inserción de un solo octapéptido re-
torno en varios países fuera de los grupos bien conocidos, in- petido en un único paciente francés con 73 años que presentó
cluyendo el Reino Unido. Debido a que al menos uno de los vértigo. Más tarde desarrolló agnosia visual, ataxia cerebelar y
casos británicos no parece estar relacionado con los grupos deterioro intelectual, observándose actividad periódica difusa
etnogeográficos mencionados anteriormente, se cree que los en el EEG. Desarrolló mioclonía y ceguera cortical y, final-
casos del Reino Unido corresponden a un foco aislado de mente mutismo acinético. La duración de la enfermedad fue
este tipo de enfermedad hereditaria por priones (83). Gold- de 4 meses. El padre del paciente falleció a la edad de 70 de-
farb y cols. han encontrado esta mutación en 46 de las 55 fa- bido a una alteración neurológica no diagnosticada. No se
milias afectadas por la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es- dispone de información neuropatológica.
tudiadas en los National Institutes of Health, en Estados
Unidos (84). El genotipo del codón 129 no parece determi- Inserción de 48-pb en la PrP (cuatro repeticiones adicio-
nar la edad de inicio de esta enfermedad. No se ha demos- nales). Esta mutación fue descrita en una única familia de Es-
trado la transmisión de esta enfermedad a animales de expe- tados Unidos (87). El probando presentaba un fenotipo del
rimentación. tipo enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, tanto clínica como pa-
490 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tológicamente, con un EEG típico y una edad de inicio de 58 miembros de la familia sufrieron una enfermedad de dura-
años. Sin embargo, la madre del probando presentó inicio del ción más prolongada, tipo enfermedad de Gerstmann-Sträuss-
deterioro cognitivo a la edad de 75 años, con una lenta pro- ler-Scheinker. Los hallazgos histológicos también fueron ex-
gresión hacia una demencia grave en 13 años. El abuelo ma- tremadamente variables. Esta observación condujo a la reali-
terno presentó un inicio tardío (a la edad de 80 años) y un zación de un cribado de diversos casos de patología neurode-
deterioro cognitivo lento y progresivo a lo largo de 15 años. generativa y a la identificación de un caso clasificado clínica-
mente como enfermedad de Alzheimer familiar (92). Un tra-
Inserción de 96-pb en la PrP (cuatro repeticiones adi- bajo de cribado más extensivo identificó más familias con la
cionales). Se describió por primera vez una mutación por misma mutación, y se demostró mediante estudios genealógi-
inserción de 96-pb, codificando para cuatro octapéptidos, en cos que todas ellas formaban parte de un linaje extremada-
un individuo que falleció de cirrosis hepática a la edad de 63 mente numeroso (29, 93). Se ha recogido información clínica
años (88). No presentaba antecedentes de enfermedad neuro- de aproximadamente 50 individuos afectos a lo largo de siete
lógica y no está claro si este hallazgo indica una penetrancia generaciones. Los individuos afectados desarrollan, en la ter-
incompleta de la mutación. Éste es el único caso registrado cera o la cuarta década de vida, una demencia progresiva aso-
de mutación por inserción en la PRNP que no se ha produ- ciada a una variable combinación de ataxia cerebelar y disar-
cido en un individuo afecto por una enfermedad por priones tria, signos piramidales, mioclonía y, ocasionalmente, signos
o en un individuo en riesgo perteneciente a una familia afec- extrapiramidales, corea y convulsiones. La demencia se ve
tada. Se han descrito dos mutaciones por inserción de cuatro precedida a menudo de depresión y de comportamiento agre-
octapéptidos repetidos en individuos afectos, cada uno de los sivo. Algunos casos presentan una alteración de la personali-
cuales diferenciándose en la secuencia de ADN de la inser- dad de larga duración, caracterizada por agresividad, irritabi-
ción de cuatro repeticiones original, aunque tres de las muta- lidad, comportamiento antisocial y criminal, e hipersexuali-
ciones codificaban para la misma PrP. Laplanche y cols. (89) dad, la cual puede estar presente desde la infancia, mucho an-
describieron una inserción de 96-pb en una mujer francesa de tes de que se desarrolle abiertamente la patología neurodege-
82 años que desarrolló una depresión progresiva y alteracio- nerativa. Los hallazgos histológicos varían desde los de una
nes en el comportamiento. Progresó hacia mutismo acinético encefalopatía espongiforme clásica (con placas amiloides PrP
en 3 meses, con signos piramidales y mioclonía. El EEG mos- o sin ellas) hasta casos en los que no se produce ninguna de
tró complejos seudoperiódicos. La duración de la enfermedad las manifestaciones específicas de estas afecciones (30). La
fue de 4 meses. No presentaba antecedentes familiares cono- edad de presentación de esta enfermedad se puede predecir
cidos de enfermedad neurológica. Se observó otra mutación según el genotipo en el codón polimórfico 129. Como esta
por inserción de 96-pb en un paciente con las manifestacio- mutación patogénica por inserción se produce en un alelo
nes clínicas y patológicas clásicas de la enfermedad de PrP 129 metionina, hay dos posibles genotipos en el codón
Creutzfeldt-Jakob, con la excepción del inusual hallazgo de 129 para los individuos afectados: homocigotos 129 metioni-
una pronunciada inmunorreactividad de la PrP en la capa na o heterocigotos 129 metionina/129 valina. Los heteroci-
molecular del cerebelo (90). gotos presentan una edad de inicio que es de aproximada-
mente una década más tarde que los homocigotos (93). Los
Inserción de 120-pb en la PrP (cinco repeticiones adi- limitados estudios de transmisión llevados a cabo en monos
cionales). Se describió una mutación por inserción de cinco no han tenido éxito. Se ha logrado la transmisión a ratones
octapéptidos adicionales repetidos en una familia estadouni- transgénicos que expresan proteína priónica humana (datos
dense con una patología caracterizada por demencia progresi- no publicados). Se han descrito diversas familias con inser-
va, comportamiento anormal, signos cerebelares, temblores, ri- ciones de 144-pb, de secuencias de nucleótidos distintas, en
gidez, hiperreflexia y mioclonía. La edad de presentación fue el Reino Unido (94) y en Japón (95).
de 31 a 45 años, con una duración clínica de 5 a 15 años (88).
El EEG solamente mostró un enlentecimiento difuso. Las Inserción de 168-pb en la PrP (siete repeticiones adi-
manifestaciones histológicas fueron espongiosis, pérdida neu- cionales). Esta mutación se ha descrito en una familia esta-
ronal y gliosis. Se ha demostrado su transmisión. dounidense. Las manifestaciones clínicas descritas incluyen
cambios en el estado de ánimo, comportamiento anormal, des-
Inserción de 144-pb en la PrP (seis repeticiones adi- orientación, afasia, signos cerebelares, movimientos involun-
cionales). Esta fue la primera mutación de la PrP descrita y tarios, rigidez, demencia y mioclonía. La edad de presenta-
fue hallada en una familia británica poco numerosa con enfer- ción fue de 23 a 35 años, y la duración clínica de 10 a más
medad de Creutzfeldt-Jakob familiar (10). El diagnóstico en la de 13 años. El EEG mostró enlentecimiento difuso en dos ca-
familia se basó en un individuo que falleció en la década de sos. En un tercero, mostró supresión de onda lenta. El exa-
1940 con una enfermedad de rápido progreso característico men neuropatológico mostró degeneración espongiforme,
de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (91). La duración des- pérdida neuronal y gliosis de diversos grados (88). Se ha de-
crita fue de 6 meses. En la anatomía patológica se halló es- mostrado su transmisión experimental.
pongiosis en avanzado estado y astrocitosis que afectaban por
completo la corteza cerebral. Este caso se utilizó para ilustrar Inserción de 192-pb en la PrP (ocho repeticiones adi-
la histología clásica de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en cionales). Esta mutación se ha descrito en una familia france-
el texto Neuropathology de Greenfield. Sin embargo, otros sa con manifestaciones clínicas que incluyen comportamiento
4.1.5. ENFERMEDAD POR PRIONES 491

anormal, signos cerebelares, mutismo, signos piramidales, mio- otros miembros de la familia, además de para el individuo
clonía, temblores, retraso intelectual y convulsiones. La dura- analizado, y es preferible discutir con toda la familia todos los
ción de la enfermedad fue desde los 3 meses a los 13 años. Los temas antes de que empiece la prueba. Tras la identificación
hallazgos en el EEG comprenden enlentecimiento difuso, su- de una mutación, la familia debe ser remitida para consejo ge-
presión de onda lenta y complejos trifásicos periódicos. El exa- nético. La realización de pruebas a individuos asintomáticos
men neuropatológico reveló degeneración espongiforme, pér- debe llevarse a cabo únicamente tras aconsejarlos adecuada-
dida neuronal, gliosis y placas multicéntricas en el cerebelo (88, mente, requiriendo su consentimiento informado.
96). Se ha descrito su transmisión experimental.

Inserción de 216-pb en la PrP (nueve repeticiones adi- ■ Pronóstico y tratamiento


cionales). El hallazgo de una mutación por inserción de nue-
ve octapéptidos fue descrita por primera vez en un único caso Todas las formas de enfermedades por priones reconoci-
en el Reino Unido (97). La presentación clínica tuvo lugar das en la actualidad son invariablemente letales y siguen un
aproximadamente a los 54 años con caídas, rigidez axial, es- curso progresivo inexorable. Ningún tratamiento disponible
pasmos mioclónicos y demencia progresiva (98). Aunque no actualmente altera el curso clínico de la enfermedad. Todo lo
se encontraron antecedentes familiares claros de una enfer- que se puede ofrecer en este momento son cuidados genera-
medad parecida, la madre había fallecido a los 53 años pre- les de soporte para el paciente y su familia, con hospitaliza-
sentando un accidente cerebrovascular. La abuela materna fa- ción en las últimas fases. La duración de la enfermedad en pa-
lleció a los 79 años con demencia senil. El EEG fue de baja cientes esporádicos es muy corta, con una media de 3 a 4 me-
amplitud, pero no mostró actividad de onda aguda seudope- ses. Sin embargo, en algunos de los casos hereditarios, la du-
riódica. El examen neuropatológico no reveló degeneración ración puede ser de 20 años o superior (30). Las enfermeda-
espongiforme, pero sí un notable depósito de placas, de las des por priones quizá sean en la actualidad las afecciones de-
cuales las que estaban en el cerebelo y en los ganglios basales generativas del cerebro mejor comprendidas y es posible que
mostraron inmunorreactividad con antisuero PrP (98). En el puedan desarrollarse tratamientos racionales. En concreto, el
hipocampo se encontraron placas neuríticas positivas tanto desarrollo de fármacos que se unan selectivamente a la PrPSc
para la proteína β-amiloide como para τ. También se obser- o a la PrPC, con la finalidad de inhibir su conversión, podrían
varon algunos ovillos neurofibrilares. Por lo tanto, en algu- ser capaces de bloquear la propagación de los priones. Será
nos aspectos se parecía a la enfermedad de Alzheimer. No se crucial la mejora del diagnóstico precoz.
ha intentado llevar a cabo estudios de transmisión experi-
mental. Se ha descrito una segunda familia (alemana) con
una inserción de nueve octapéptidos repetidos de diferente ■ Profilaxis secundaria tras
secuencia (99). una exposición accidental
Ciertos grupos ocupacionales están en riesgo de expo-
■ Pruebas presintomáticas y prenatales nerse a priones humanos, como neurocirujanos y personal
quirúrgico, patólogos y forenses, técnicos histólogos y un
Desde que se dispone de una prueba genética directa es número cada vez mayor de técnicos de laboratorio. A causa
posible proporcionar un diagnóstico inequívoco en pacientes de los prolongados períodos de incubación de los priones
con formas hereditarias de la enfermedad. Esto también ha tras la inoculación en lugares distintos del sistema nervioso
proporcionado la posibilidad de llevar a cabo pruebas presin- central, lo cual está asociado a la replicación clínicamente
tomáticas de miembros de la familia no afectados pero con asintomática de los priones en el tejido linforreticular (101),
riesgo, así como pruebas prenatales (100). Debido a que el los tratamientos que inhiban la replicación de los priones en
efecto del genotipo del codón 129 en la edad de presentación los órganos linfoides pueden representar una estrategia viable
de la enfermedad está asociado a algunas mutaciones, es po- para una profilaxis secundaria racional tras una exposición
sible determinar dentro de una familia si un portador de una accidental. Un régimen preliminar sugerido es un período
mutación presentará un inicio de la enfermedad precoz o tar- breve de inmunosupresión con corticosteroides orales en in-
dío. La mayoría de las mutaciones parecen presentar pene- dividuos con una significativa exposición accidental a prio-
trancia completa. No obstante, la experiencia con algunas de nes humanos (102). En circunstancias excepcionales puede
ellas es extremadamente limitada. En familias con la muta- ser conveniente la escisión quirúrgica urgente del inóculo.
ción E200K existen ejemplos de individuos ancianos porta- Existe la esperanza de que el progreso en la comprensión de
dores del gen pero no afectados, que parecen haber evadido la patogénesis periférica identificará el tipo de células y las
la enfermedad. moléculas precisas implicadas en la colonización del orga-
El consejo genético (genetic counselling) para enfermedades nismo por parte de los priones. El objetivo último será de-
por priones se parece al de la enfermedad de Huntington en terminar los pasos que limitan el índice de dispersión de los
muchos aspectos y, por lo tanto, los protocolos establecidos priones con enfoques farmacológicos mucho más precisos,
para la enfermedad de Huntington pueden adaptarse a los lo cual puede resultar ser útil, en última instancia, en la pre-
protocolos para las enfermedades por priones. El análisis del vención de la enfermedad tras una exposición yatrogénica o
gen PrP puede tener consecuencias muy importantes para los alimentaria (103).
492 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

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494 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

93. Poulter, M., Baker, H.F., Frith, C.D., et al. (1992). Inherited prion luación del material obtenido en las autopsias realizadas du-
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94. Nicholl, D., Windl, O., De Silva, R., et al. (1995). Inherited mencia de Newcastle. En este estudio se encontraron cuer-
Creutzfeldt–Jakob disease in a British family associated with a novel pos de Lewy en un 17 % de los casos. El reconocimiento re-
144 base pair insertion of the prion protein gene. Journal of ciente de la demencia con cuerpos de Lewy como la segun-
Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 58, 65–9. da forma más frecuente de demencia degenerativa en la
95. Oda, T., Kitamoto, T., Tateishi, J., et al. (1995). Prion disease with
144 base pair insertion in a Japanese family line. Acta edad avanzada se ha debido a la amplia utilización de nue-
Neuropathologica (Berlin), 90, 80–6. vas técnicas neuropatológicas, en particular la inmunocito-
96. Guiroy, D.C., Marsh, R.F., Yanagihara, R., and Gajdusek, D.C. química antiubiquitina.
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associated with a novel insertion in the prion protein gene. Molecular
Brain Research, 13, 155–7.
En el envejecimiento normal probablemente no haya
98. Tagliavini, F., Giaccone, G., Prelli, F., et al. (1993). A68 is a cuerpos de Lewy. Su presencia indica enfermedad neuroló-
component of paired helical filaments of gica. Cuyas manifestaciones clínicas varían de acuerdo con
Gerstmann–Straussler–Scheinker disease, Indiana kindred. Brain la localización de los cuerpos de Lewy y la pérdida neuronal
Research, 616, 325–8.
99. Krasemann, S., Zerr, I., Weber, T., et al. (1995). Prion disease
asociada (5). Se han descrito tres síndromes clínicos patoló-
associated with a novel nine octapeptide repeat insertion in the gicos.
PRNP gene. Molecular Brain Research, 34, 173–6.
100. Collinge, J., Poulter, M., Davis, M.B., et al. (1991). Presymptomatic
detection or exclusion of prion protein gene defects in families with
• Enfermedad de Parkinson, un trastorno del movimiento
inherited prion diseases. American Journal of Human Genetics, 49,
extrapiramidal asociado con la degeneración de neuronas
1351–4. subcorticales, particularmente en la sustancia negra.
101. Aguzzi, A. (1997). Neuro-immune connection in spread of prions in • Demencia por cuerpos de Lewy, un trastorno que implica
the body. Lancet, 349, 742–3. demencia asociada con destacables características neurop-
102. Aguzzi, A. and Collinge, J. (1997). Post-exposure prophylaxis after
accidental prion inoculation. Lancet, 350, 1519–20. siquiátricas y degeneración de neuronas corticales, parti-
103. Collinge, J. and Hawke, S. (1998). B lymphocytes in prion cularmente localizada en las regiones frontal, cingular an-
neuroinvasion: central or peripheral players. Nature Medicine, 4, terior, insular y temporal.
1369–70.
• Alteración autonómica primaria con síncope e hipoten-
sión ortostática, asociada con la degeneración de neuronas
simpáticas en la médula espinal.

4.1.6 Demencia por cuerpos En la práctica clínica, los pacientes ancianos suelen mos-
trar combinaciones hetereogéneas de Parkinsonismo, demen-
de Lewy cia y alteración autónoma, que reflejan una implicación pa-
tológica de múltiples localizaciones.
I. G. McKeith
■ Manifestaciones clínicas
■ Introducción
En la tabla 1 se resumen los hallazgos clínicos de nueve
Los cuerpos de Lewy son incursiones neuronales, descri- estudios de casos con demencia con cuerpos de Lewy con-
tas en 1912 por el neuropatólogo alemán Friederich Lewy firmados por autopsia (6). La demencia es frecuentemente,
(1) mientras trabajaba en el laboratorio de Alzheimer en pero no siempre, la manifestación inicial. Una minoría de
Munich. En 1961, Okazaki publicó los casos de dos ancia- pacientes inicia el cuadro sólo con parkinsonismo; otros, con
nos que padecían demencia y que fallecieron poco tiempo trastornos psiquiátricos en ausencia de demencia, finalmen-
después de presentar una grave rigidez extrapiramidal. Las te, otros lo inician con hipotensión ortostática, caídas o al-
autopsias mostraron la presencia de cuerpos de Lewy en la teraciones transitorias del nivel de conciencia. La caracterís-
corteza cerebral (2). Durante los siguientes 20 años, fueron tica más específica de la demencia con cuerpos de Lewy es la
descritos 34 casos similares, todos por investigadores japo- fluctuación en el rendimiento cognitivo y en la capacidad
neses. La enfermedad de los cuerpos de Lewy se consideró funcional, ocasionada por las variaciones en la atención y en
una causa rara de demencia, hasta que a fines de la década el nivel de conciencia. Esta fluctuación normalmente se hace
de 1980, una serie de estudios europeos y norteamericanos, evidente entre un día y otro, e incluso en períodos más bre-
al realizar autopsias, identificaron cuerpos de Lewy en los ves. La marcada amplitud entre el mejor funcionamiento y el
cerebros de un 15 al 20 % de los casos de demencia en per- peor distingue a esta fluctuación de las variaciones que se
sonas de edad avanzada (3,4). La demencia con cuerpos de producen comúnmente en demencias de otras etiologías. En
Lewy (demencia por cuerpos de Lewy) se consideró un nue- aproximadamente dos tercios de los pacientes se producen
vo trastorno emergente, hasta que se llevó a cabo la reeva- repetidas alucinaciones visuales. Éstas toman forma de figu-
4.1.6. DEMENCIA POR CUERPOS DE LEWY 495

Tabla I. Características clínicas de 190 casos de demencia con cuerpos de Lewy y 261 casos de enfermedad de Alzheimer, con-
firmados en la autopsia (1989-1997)

Demencia por cuerpos de Lewya (n = 190) Enfermedad de Alzheimerb (n = 261)

Síntomas que se presentan Síntomas que se presentan durante Síntomas que se presentan Síntomas que se presentan durante
al inicio de la enfermedad la evolución de la enfermedad al inicio de la enfermedad la evolución de la enfermedad

Demencia 82 (40-100) 100 ( 100 ( 100 (


Fluctuación 58 (8-85) 75 (45-90) 6 (3-11) 12 (5-19)
Alucinaciones visuales 33 (11-64) 46 (13-80) 13 (3-19) 20 (11-28)
Alucinaciones auditivas 19 (13-30) 19 (0-45) 1 (0-3) 4 (0-13)
Depresión 29 (7-75) 38 (12-89) 16 (9-38) 16 (12-21)
Parkinsonismo 43 (10-78) 77 (50-100) 12 (5-30) 23 (19-30)
Caídas 28 (10-38) 37 (22-50) 9 (5-14) 18 (11-24)
Sensibilidad a los neurolépticos — 61 (0-100) — 15 (0-29)

Los números reflejan porcentajes y los paréntesis son los intervalos sugeridos en los diferentes estudios.
a
Proporción de varones respecto a mujeres: 1,7 (0,9-3,5); edad de inicio: 70 años (62-74 años); duración de la enfermedad: 75 meses (27-114 meses).
b
Proporción de varones respecto a mujeres: 0,53 (0,3-0,9); edad de inicio: 71 años (68-76 años); duración de la enfermedad: 88 meses (61-174 meses).
Datos procedentes de nueve estudios resumidos por McKeith (6).

ras de personas o animales vivos, coloreados y algunas veces ■ Clasificación


fragmentados, que son descritos con gran detalle. Las res-
puestas emocionales varían desde miedo intenso hasta indi- Clasificación patológica
ferencia, o incluso divertimento. Los pacientes pueden inter-
actuar con sus alucinaciones, por ejemplo, alimentando a un Los cuerpos de Lewy están compuestos por proteínas
perro imaginario, aunque a menudo, tienen una buena com- neurofilamentosas intermedias que están, normalmente, trun-
prensión posterior sobre su irrealidad. Otros pacientes de- cadas o fosforiladas. Su presencia indica que una neurona
sarrollan ideas delirantes, sistematizadas y elaboradas, nor- está tratando de eliminar de su citoplasma proteínas dañadas,
malmente de tipo persecutorio o con fantasmas internos. Las proceso que suele ir seguido de la muerte celular (5). Los
alucinaciones auditivas son mucho menos frecuentes, y úni- constituyentes principales son la ubiquitina, la sinucleína α,
camente una minoría presenta experiencias olfativas o gusta- la cristalina α, la cristalina β y las enzimas asociadas. Los
tivas. Son comunes los síntomas depresivos, y aproximada- cuerpos de Lewy subcorticales tienen un centro de hialina
mente un 40 % de pacientes padecerá un episodio depresivo denso, rodeado por un halo de filamentos radiados y son fá-
mayor, proporción que es similar a la que se observa en la ciles de detectar a través de técnicas histológicas convencio-
enfermedad de Parkinson y significativamente mayor que en nales. Los cuerpos de Lewy corticales carecen de este aspecto
la enfermedad de Alzheimer. La frecuencia y la gravedad de característico (centro rodeado por un halo), por lo que fue-
las características motoras espontáneas parkinsonianas varían ron muy difíciles de detectar hasta que el reciente desarrollo
enormemente entre los distintos casos clínicos. Las manifes- de los métodos inmunocitoquímicos antiubiquitina permitió
taciones más comunes son bradicinesia, rigidez de extremi- apreciar su prevalencia real (7).
dades y trastorno de la marcha. El temblor de reposo se pre- Se han establecido recomendaciones acerca de qué regio-
senta en un 20 %, o menos. Menos de la mitad de los casos nes cerebrales deben examinarse para estudiar la presencia de
con demencia por cuerpos de Lewy tienen parkinsonismo en cuerpos de Lewy (8), y también se ha elaborado un sistema
la instauración del cuadro, y un cuarto de los casos no lo simple de puntuación semicuantitativa. Estas puntuaciones
presenta en ningún momento de la evolución. Los clínicos, han derivado en la generación de tres categorías patológicas.
especialmente los especialistas en trastornos del movimiento,
deben estar preparados para realizar el diagnóstico de de- 1. Demencia con cuerpos de Lewy del tronco encefálico: lo-
mencia con cuerpos de Lewy en ausencia de la presencia de calización preferente en la sustancia negra, locus coeruleus,
síntomas motores extrapiramidales; de lo contrario, la pro- y núcleo dorsal del vago.
porción de casos diagnosticados será inaceptablemente baja. 2. Demencia con cuerpos de Lewy límbica (o transicional):
Las caídas recurrentes y el síncope en más de una tercera par- localización preferente en el cíngulo anterior y la corteza
te de casos reflejan la implicación del sistema nervioso autó- transentorrinal.
nomo. Las alteraciones transitorias de la conciencia, que oca- 3. Demencia con cuerpos de Lewy neocortical: localización
sionan que los pacientes permanezcan mudos y desconecta- preferente en la corteza frontal, temporal y parietal.
dos durante períodos de varios minutos, pueden representar
un extremo de fluctuación de la atención y la activación De los casos de demencia por cuerpos de Lewy que se
(arousal), y con frecuencia, son confundidas con accidentes presentan a través de la clínica psiquiátrica, el 69 % tienen
isquémicos transitorios, a pesar de que no existan signos neu- una distribución neocortical extensa de cuerpos de Lewy (9),
rológicos focales. aunque ello no es fundamental para el desarrollo de demen-
496 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

cia o de otros síntomas psiquiátricos, que pueden observarse demencia con cuerpos de Lewy se desarrolla en un paciente
aunque la enfermedad esté limitada a estructuras límbicas que tenía enfermedad de Parkinson motora durante por lo
(24 % de los casos) o del tronco encefálico (7 %). menos 12 meses antes del inicio de las características neu-
En la enfermedad de los cuerpos de Lewy se ha identifi- ropsiquiátricas, debe realizarse el diagnóstico de enfermedad
cado también un patrón distintivo de degeneración neurítica. de Parkinson y el de demencia con cuerpos de Lewy. El pe-
Se han observado «neuritas de Lewy» en la sustancia negra, la ríodo de 12 meses es puramente arbitrario y un abordaje más
región hipocampal CA2/3, el núcleo dorsal del vago, en el pragmático puede ser simplemente aplicar el diagnóstico clí-
núcleo basal de Meynert y en la corteza transentorrinal. Las nico que mejor describa la presentación de los síntomas ac-
nuevas técnicas inmunohistoquímicas antiubiquitina y espe- tuales del paciente. En el cap. 4.1.7 se comenta en detalle la
cíficas para la sinucleína α, han revelado la naturaleza de la base neurobiológica de la demencia en la enfermedad de Par-
extensión de estos cambios neuríticos (10), que probable- kinson.
mente son más relevantes para la formación de síntomas que En resumen, parecen existir por lo menos tres puntos de
los cuerpos de Lewy, distribuidos de forma más dispersa. anclaje en el espectro de los trastornos degenerativos. La en-
fermedad de Parkinson se caracteriza por la presencia de
cuerpos de Lewy subcorticales y por la degeneración nigro-
Cuestiones no resueltas en la clasificación estriada. La demencia con cuerpos de Lewy está tipificada
por la presencia de cuerpos de Lewy distribuidos más exten-
En torno a la clasificación de la demencia con cuerpos de samente, así como por la formación de placas seniles. En la
Lewy se han desarrollado dos importantes debates. El prime- enfermedad de Alzheimer están ausentes los cuerpos de
ro concierne a la interpretación de la coexistencia de una sin- Lewy, y se define mejor por la presencia de ovillos neurofi-
tomatología tipo Alzheimer (11). En el 80-90 % de los casos brilares neocorticales. La enfermedad vascular cerebral y sis-
con demencia con cuerpos de Lewy se ha encontrado un ele- témica frecuentemente contribuye a estos perfiles patológi-
vado número de placas seniles. Se observan placas difusas y cos y clínicos.
placas neuríticas de β-amiloide en la misma proporción que
en la enfermedad de Alzheimer pura. En el 80 al 90 % de los
casos, al aplicar medidas bioquímicas o recuento de ovillos ■ Diagnóstico y diagnóstico diferencial
neurofibrilares neocorticales, no se han encontrado alteracio-
nes de la τ. Muchos casos de demencia con cuerpos de Lewy Los pacientes con demencia con cuerpos de Lewy pueden
son clasificados como «variante con cuerpos de Lewy de la acudir a los servicios de psiquiatría (alteración cognitiva, psi-
enfermedad de Alzheimer» (3), cuando se define a la enfer- cosis o trastorno de comportamiento), de medicina interna
medad de Alzheimer por el aumento en la densidad de las (síndrome confusional o síncope) o de neurología (trastornos
placas. Por otro lado, si la enfermedad de Alzheimer es defi- de movimiento o alteración del nivel de conciencia). Los de-
nida por la frecuencia de ovillos neurofibrilares corticales, talles de la evaluación clínica y del diagnóstico diferencial es-
equivalente a los estadios de Braak 5 y 6, el 85 % de los ca- tarán, en muchos casos, enmascarados por estos síntomas y
sos de demencia con cuerpos de Lewy no satisfacen esos cri- por los sesgos de la especialidad (13). En todos los casos, se
terios (4, 11). (La clasificación patológica de la enfermedad de deben registrar cuidadosamente los antecedentes del paciente,
Alzheimer se comenta en el cap. 4.1.3.) En el 30 % de los ca- en especial, el tiempo del inicio de los síntomas clave, la na-
sos de demencia por cuerpos de Lewy también coexisten al- turaleza de su progresión y sus efectos sobre las funciones so-
teraciones vasculares menores (9). cial, laboral y personal.
El segundo tema controvertido se centra en la clasifica- En la tabla 2 se recogen los puntos del reciente consenso
ción de los pacientes que presentan síntomas motores de en- sobre los criterios para el diagnóstico clínico de demencia
fermedad de Parkinson y posteriormente, a veces, después de con cuerpos de Lewy. Debe ponerse especial énfasis en de-
varios años de alteración motora grave, desarrollan los sínto- tectar el síndrome característico de demencia. Las característi-
mas clínicos de demencia con cuerpos de Lewy. Se ha hecho cas principales son los déficit atencionales y la notoria altera-
responsable a la medicación antiparkinsoniana de las aluci- ción de las funciones frontosubcorticales y visuoespaciales.
naciones y la confusión en la enfermedad de Parkinson, pero No siempre se observará en el curso inicial una alteración
los hallazgos recientes no apoyan esta impresión clínica. Los destacada y persistente de la memoria, pero ésta se desarro-
factores asociados con las alucinaciones visuales son la edad llará en la mayoría de los pacientes con el progreso de la en-
de inicio tardía de la enfermedad de Parkinson, la duración fermedad. Los pacientes con demencia con cuerpos de Lewy
total de la enfermedad y la presencia de alteración cognitiva. rinden mejor que los que padecen enfermedad de Alzheimer
Los pacientes que presentan alucinaciones y los que no las en los tests de retención verbal, y relativamente peor en los
presentan no se diferencian ni por la gravedad de sus sínto- tests de copia y dibujo (14). Con la progresión de la demen-
mas motores ni por las dosis elevadas o bajas de fármacos an- cia, el modelo selectivo de déficit cognitivo puede difumi-
tiparkinsonianos. Aquellos individuos con alucinaciones de narse, haciendo que el diagnóstico basado en el examen clí-
presentación temprana, son más propicios a desarrollar una nico sea difícil durante los estadios tardíos.
demencia con cuerpos de Lewy (12). La declaración del con- La probable demencia con cuerpos de Lewy puede diag-
senso sobre la demencia con cuerpos de Lewy recomienda nosticarse si están presentes dos de los tres síntomas clave
(8) que si un síndrome que cumple criterios diagnósticos de (fluctuación, alucinaciones visuales, características motoras de
4.1.6. DEMENCIA POR CUERPOS DE LEWY 497

Tabla 2. Consenso sobre los criterios para el diagnóstico Tabla 3. Trastornos que deben considerarse en el diagnós-
clínico de demencia por cuerpos de Lewy probable y posible tico diferencial de la demencia por cuerpos de Lewy
1. El síntoma central que se requiere para el diagnóstico de demen- Otras causas de demencia
cia con cuerpos de Lewy es el deterioro cognitivo progresivo su- Enfermedad de Alzheimer
ficientemente prominente como para interferir en el funciona- Demencia vascular
miento social y laboral. La pérdida de memoria importante o per- Enfermedad de Creutzfeldt-Jackob
sistente puede no manifestarse en la fase inicial, aunque se pre-
senta en algún momento de la evolución. Es notorio el déficit en Otras causas de delirio
los tests de atención, habilidades fronto-subcorticales y visuoes- Infecciosas/farmacológicas/metabólicas/inflamatorias
paciales.
2. Dos de las siguientes características son esenciales para el diag- Otros síndromes neurológicos
nóstico de probable demencia con cuerpos de Lewy. Es esencial Enfermedad de Parkinson
una sola para el diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy Parálisis supranuclear progresiva (síndrome de Steele-Richardson-
posible Olszewski)
a) Cognición fluctuante con variaciones pronunciadas en la aten- Atrofia multisistémica
ción y el nivel de alerta Degeneración corticobasal
b) Alucinaciones visuales recurrentes, típicamente bien construi- Síncope recurrente/caídas inesperadas
das y detalladas Accidentes isquémicos transitorios
c) Características motoras espontáneas de parkinsonismo Crisis parciales complejas
3. Las características que apoyan el diagnóstico son:
a) Caídas repetidas Trastornos psiquiátricos funcionales de inicio tardío
b) Síncope Trastorno delirante (parafrenia tardía)
c) Pérdida de conciencia transitoria Psicosis depresiva
d) Sensibilidad a los neurolépticos Manía
e) Ideas delirantes sistematizadas
f) Alucinaciones de otro tipo
4. El diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy es menos pro-
bable ante la presencia de: de Lewy que se presentan primariamente con un síndrome
a) Enfermedad vascular que se manifiesta por signos neurológi- de demencia. Esto sugiere que la demencia con cuerpos de
cos focales o en neuroimagen Lewy debería excluirse sistemáticamente cuando se realiza el
b) Indicios, en la exploración física o complementaria, de alguna diagnóstico de enfermedad de Alzheimer. Más de una ter-
enfermedad física, u otro trastorno cerebral, que pueda ex- cera parte de los casos de demencia con cuerpos de Lewy
plicar el cuadro clínico
son erróneamente clasificados como demencia vascular por
Datos de McKeith y cols. (15). la escala de isquemia de Hachinski, debido al valor de ítems
tales como la naturaleza fluctuante y el curso de la enfer-
medad (15). Normalmente no existen síntomas piramidales
parkinsonismo). La fluctuación es, sin duda, el síntoma más ni signos neurológicos focales. El desarrollo de mioclonias
difícil de establecer. Algunos pacientes pueden identificar por en pacientes con un curso rápidamente progresivo puede
sí mismos la variación de su rendimiento cognitivo, pero ge- llevar al clínico a sospechar una enfermedad de Creutzfeldt-
neralmente, el abordaje más productivo es entrevistar a un in- Jackob (8).
formador. Pueden resultar útiles las preguntas del tipo «¿Hay
episodios en los que su pensamiento parece claro y otros en
los que parece ausente?». Durante la entrevista simple, o en-
Otras causas de delirio
tre exámenes consecutivos, pueden observarse cambios sus- En los pacientes con delirio intermitente deben realizarse
tanciales en el estado mental y el comportamiento. El par- exámenes y pruebas de laboratorio, durante la fase aguda,
kinsonismo y la presencia de alucinaciones visuales plantean para maximizar las posibilidades de detectar procesos infec-
pocos problemas de identificación. ciosos, metabólicos, inflamatorios o de otras etiologías. En las
personas de edad avanzada son especialmente comunes las
causas farmacológicas. Aunque la presencia de alguna de esas
Categorías del trastorno características hace que el diagnóstico de demencia con cuer-
pos de Lewy sea menos probable, tampoco es inusual la co-
Hay cuatro categorías principales del trastorno que deben morbilidad en pacientes ancianos, por lo que el diagnóstico
tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial de la demen- tampoco debe excluirse simplemente sobre esa base.
cia por cuerpos de Lewy (tabla 3).
Otros síndromes neurológicos
Otras causas de demencia
En pacientes con diagnóstico previo de enfermedad de
De los casos que se confirman con autopsia, el 65 % Parkinson, el inicio de las alucinaciones visuales y de la alte-
cumplen criterios NINCDS-ADRDA de probable o posible ración cognitiva fluctuante puede ser atribuido a las medica-
enfermedad de Alzheimer (15), y éste es el error diagnóstico ciones antiparkinsonianas. Esto puede comprobarse reducien-
más frecuente en los pacientes con demencia con cuerpos do las dosis o retirándolas. Otros síndromes parkinsonianos
498 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

atípicos, asociados a una respuesta pobre a la levodopa, dete- frecuentes los falsos positivos (especificidad 0,95). Aunque es
rioro cognitivo e inestabilidad postural, son la parálisis supra- posible que en los centros especializados se realice el diag-
nuclear progresiva y la atrofia multisistémica. En la demencia nóstico de demencia con cuerpos de Lewy con tanta preci-
por cuerpos de Lewy, los episodios sincopales suelen atri- sión como el de las enfermedades de Alzheimer y de Parkin-
buirse incorrectamente a accidentes isquémicos transitorios, a son, la clarificación de los criterios podría contribuir a su uso
pesar de que no se observan signos neurológicos focales. Las en la práctica clínica, particularmente de los ítems relaciona-
alteraciones recurrentes del nivel de conciencia que se acom- dos con la fluctuación cognitiva.
pañan de alucinaciones visuales pueden sugerir la presencia
de crisis parciales complejas (epilepsia del lóbulo temporal);
las pesadillas acompañadas de movimientos violentos duran- ■ Epidemiología
te el sueño pueden cumplir criterios de trastorno del com-
portamiento asociado al sueño REM. En pacientes con de- Diversos estudios han sugerido que la demencia con
mencia con cuerpos de Lewy confirmada por autopsia, se han cuerpos de Lewy se observa en un poco menos del 20 % de
descrito estas dos últimas alteraciones como síntomas de pre- todos los casos de demencia que llegan a autopsia neuro-
sentación infrecuente (16, 17). patológica (3, 4, 8). La distribución entre varones y mujeres
en estas series de autopsias es de 1,5 varones por cada mu-
jer, aunque no está claro hasta qué punto esta diferencia
Trastorno psiquiátrico funcional de inicio tardío
representa un aumento de la susceptibilidad masculina o
Debe considerarse la posibilidad de una demencia por una supervivencia reducida. La edad de inicio oscila entre
cuerpos de Lewy cuando un paciente desarrolla características 50 y 80 años y la edad de fallecimiento entre los 62 y los
parkinsonianas o deterioro cognitivo (o muestra excesiva sen- 92 años (22). Todos los casos cumplían criterios de demen-
sibilidad a los neurolépticos), en el curso del trastorno deli- cia con cuerpos de Lewy (24), de los cuales un 26 % fueron
rante de inicio tardío, la psicosis depresiva o la manía (16). derivados de servicios psiquiátricos para la tercera edad
(23), y un 24 % de hospitales de día para personas con de-
mencia. No se han estimado la prevalencia ni la incidencia
Pruebas complementarias en la población ni en atención primaria. Los estudios epi-
demiológicos que utilizan pruebas de memoria como ins-
La atrofia predominante de los lóbulos temporales en TC trumento de cribado, probablemente no detectan los casos
y resonancia magnética es más indicativa de enfermedad de iniciales de demencia con cuerpos de Lewy, en los cuales la
Alzheimer que de demencia con cuerpos de Lewy (18). La to- función mnésica está relativamente intacta.
mografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT)
con NAPO muestra reducciones corticales similares a las de
la enfermedad de Alzheimer. Dos trazadores nuevos de ■ Etiología
SPECT son el [123I] IBZM y el [123I]FP-CIT, que captan nive-
les de receptores D2 y del mensajero dopaminérgico presi- Se sabe muy poco de la etiopatogénesis de los cuerpos de
náptico, respectivamente. Ambos muestran cambios de por- Lewy. Probablemente surgen de la interacción entre estímulos
centaje en la transmisión del núcleo caudado al putamen en ambientales y respuestas intrínsecas de las neuronas (5). Las
la demencia con cuerpos de Lewy, que reflejan disfunción ne- demencias con cuerpos de Lewy, como la enfermedad de Par-
groestriada, y puede ser una prueba sensible y específica para kinson, no parecen tener un fuerte componente hereditario,
la discriminación con la enfermedad de Alzheimer y otros aunque la posesión del alelo apolipoproteico e4 parece conferir
trastornos sin cuerpos de Lewy (19). En la demencia con cuer- un riesgo de desarrollar la demencia con cuerpos de Lewy. Una
pos de Lewy es característico el enlentecimiento temprano en variante alélica inactiva de la citocromooxidasa (CYP2D6B) es
los ritmos electroencefálicos dominantes, que se asocia, en el más frecuente en la enfermedad de Parkinson que en los con-
50 % de los casos, con actividad transitoria focal de ondas δ troles, pero no existe acuerdo en si esto es cierto para la de-
en las regiones temporales (20). mencia con cuerpos de Lewy.

Precisión diagnóstica ■ Evolución y pronóstico


La validez predictiva de los criterios consensuados para la
demencia con cuerpos de Lewy todavía no está plenamente La tabla 1 recoge el perfil de síntomas de la demencia con
establecida. Al aplicarse retrospectivamente a casos clínicos cuerpos de Lewy en su forma de inicio y a lo largo de la evo-
confirmados con autopsia (21) se ha hallado una sensibilidad lución. La progresión es normalmente más rápida que en la
de 0,75 y una especificidad de 0,79. La validez interna fue enfermedad de Alzheimer: de 1 a 5 años desde el comienzo
aceptable para todos los síntomas clave, con la excepción de hasta el estado final de demencia profunda y parkinsonismo.
la fluctuación (κ = 0,25-0,36). En el primer estudio prospec- Los varones parecen tener un peor pronóstico que las muje-
tivo de validación (9), los criterios del consenso muestran una res. Incluso en los estadios tempranos, las funciones persona-
tendencia a diagnosticar por debajo del número de casos de les y sociales, así como el rendimiento en las actividades de
demencia con cuerpos de Lewy (sensibilidad 0,83) y son in- la vida diaria, están alterados por una combinación de dete-
4.1.6. DEMENCIA POR CUERPOS DE LEWY 499

rioro cognitivo, psiquiátrico y neurológico (25). Los síntomas déficit neuroquímicos que generan síntomas específicos (13).
psicóticos, en particular las alucinaciones, tienden a ser muy El más claramente establecido es la correlación entre la pér-
persistentes durante todo el curso de la enfermedad. Se han dida neuronal en la sustancia negra y la gravedad del parkin-
descrito tres estadios solapados de la enfermedad (16). sonismo. En la demencia con cuerpos de Lewy es menos pre-
El primer estadio suele detectarse sólo de forma retros- decible la respuesta a la levodopa que en la enfermedad de
pectiva, se extiende a 1-3 años atrás y en él se refieren episo- Parkinson (22). La actividad de la enzima colinérgica colina-
dios menores de déficit de memoria (forgetfullness), algunas ve- cetiltransferasa es menor en la demencia con cuerpos de Lewy
ces descritos como períodos de la concentración o «descone- que en la enfermedad de Alzheimer, en particular, en la cor-
xión». A veces se observa algún período breve de delirios, teza temporal y parietal (26). La alteración de la conciencia,
normalmente asociado con alguna enfermedad física y/o in- la confusión y las alucinaciones visuales son efectos recono-
tervención quirúrgica, pero después de la recuperación persis- cidos de la toxicidad de los fármacos anticolinérgicos. En la
ten alteraciones del sueño, pesadillas y descenso diurno del demencia con cuerpos de Lewy, la suma de los efectos de la
nivel de conciencia. disfunción colinérgica subcortical y cortical desarrollan, con
La progresión hacia el segundo estadio con frecuencia se probabilidad, un papel importante en la generación espontá-
produce con la presencia de síntomas psiquiátricos o físicos. nea de síntomas fluctuantes similares. Las reducciones en la
El deterioro cognitivo se ha establecido, aunque con claras colinacetiltransferasa están relacionadas con la gravedad de la
fluctuaciones en su gravedad. Los episodios de confusión re- alteración cognitiva (27) y las alucinaciones pueden estar re-
currente se acompañan de experiencias alucinatorias vividas lacionadas con la función neurotransmisora hipocolinérgica y
con gran realidad, síndromes de error en la identificación vi- (relativamente) hipermonoaminérgica (28).
sual y desorientación topográfica. Las pruebas de cribado mé- Diversos trabajos han concluido, a través de autopsia, que
dico normalmente son negativas. Los déficit atencionales se los pacientes con buena respuesta a los tratamientos con in-
muestran como apatía y somnolencia diurna, y la alteración hibidores de la colinesterasa son más susceptibles de presen-
conductual del sueño puede ser grave (17). A menudo se pre- tar una demencia con cuerpos de Lewy que una enfermedad
senta bradicinesia y trastorno de la marcha, particularmente de Alzheimer (25, 29, 30). Esto es acorde con el perfil neuro-
en las personas de edad avanzada. Se producen caídas fre- químico de la demencia con cuerpos de Lewy y, de hecho,
cuentes debido a la inestabilidad postural o a síncopes. los receptores muscarínicos postsinápticos están funcional-
El tercero y último estadio suele comenzar con un au- mente preservados (28). Los informes de casos sugieren que
mento de la alteración conductual que lleva a los cuidadores, los inhibidores de la colinesterasa pueden reducir los sínto-
exhaustos y perplejos, a la necesidad de requerir sedación o mas psicóticos en la demencia con cuerpos de Lewy (31) y ac-
ingreso hospitalario. El curso natural a partir de este punto tualmente se están realizando estudios controlados con pla-
es variable y oscuro por la elevada incidencia de reacciones cebo.
a la medicación neuroléptica. En los pacientes que no reci-
ben medicación, o que no la toleran, se produce un deterio-
ro cognitivo progresivo y una demencia grave con disfasia y Advertencias sobre el manejo del paciente
dispraxia, después de meses o años; la muerte se produce
normalmente como consecuencia de enfermedad cardíaca o El consejo práctico más importante para el manejo de un
pulmonar. Durante esta fase terminal, los pacientes muestran paciente con demencia con cuerpos de Lewy es la precaución
alteración conductual continua, incluso respuestas vocales y en el tratamiento con neurolépticos o, preferentemente, su
motoras a los fenómenos alucinatorios. Todavía pueden apre- eliminación. Estos fármacos, que son el núcleo del trata-
ciarse intervalos de lucidez con alguna capacidad de reten- miento antipsicótico en otros pacientes, producen en los pa-
ción o de memoria reciente y de introspección (insight). La cientes con demencia con cuerpos de Lewy graves reacciones
alteración neurológica es normalmente profunda, con defor- alérgicas (16, 32) que pueden precipitar un parkinsonismo
midades en el cuello y en el tronco debidas a la rigidez del irreversible, alteración posterior del nivel de conciencia, e in-
tronco y alteraciones graves de la marcha. Los signos parkin- ducir alteraciones autonómicas reminiscentes de síndrome
sonianos y la paraplejía en flexión también pueden observar- neuroléptico maligno. Esto ocurre en el 40-50 % de los casos
se en la enfermedad de Alzheimer avanzada o en otras de- de demencia con cuerpos de Lewy tratados con neurolépticos
mencias. El parkinsonismo que se instaura por primera vez y está asociado con mortalidad 2 o 3 veces superior. El me-
en el curso tardío de la demencia es compatible con el diag- diador de estos efectos se cree que es el bloqueo agudo de los
nóstico de demencia con cuerpos de Lewy, pero no es espe- receptores D2 y, a pesar de los datos iniciales, los antipsicóti-
cífico de ésta. cos de segunda generación parecen ser tan favorecedores de
las reacciones de sensibilidad a los neurolépticos como el res-
to de los fármacos antiguos. En la figura 1 se muestra un es-
■ Tratamiento quema para el manejo de los síntomas no cognitivos en la de-
mencia por cuerpos de Lewy.
Revisión de las pruebas Hasta que no aparezcan fármacos eficaces, no hay duda
de que lo principal de la atención clínica es la educación de
En la demencia con cuerpos de Lewy, las estrategias far- los pacientes y de los cuidadores sobre la naturaleza de sus
macológicas están basadas en el conocimiento acerca de los síntomas, así como la sugerencia de estrategias de conten-
500 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Explicar al paciente y al cuidador la naturaleza de las alucinaciones, ideas delirantes y otros síntomas no cogniti- Educación
vos de demencia con cuerpos de Lewy.

g
Establecer la naturaleza y la extensión de la alteración cognitiva, los síntomas neuropsiquiátricos y el parkinsonis- Valoración
mo motor a través de una entrevista con el paciente y con el cuidador. Determinar el grado en que ésta altera de línea base
la calidad de vida y requiere tratamiento activo. Cuantificar durante el pretratamiento utilizando escalas de valo-
ración apropiadas.

g
Reducir gradualmente, y si es posible eliminar, los fármacos antiparkinsonianos en el orden siguiente: Reducción de
Anticolinérgicos fármacos
L-deprenilo antiparkinso-
Amantadina nianos
Agonistas dopaminérgicos directos
Inhibidores COMT
Levodopa

g
Valoraciones repetidas de todos los síntomas para controlar los beneficios y las reacciones adversas. Control de la
respuesta

g
Si persisten los síntomas psicóticos a pesar de la retirada de los fármacos antiparkinsonianos y los síntomas mo- Ensayo con
tores son demasiado incapacitantes, puede estar justificado, con precaución, probar la utilización de fármacos neu- neurolépticos:
rolépticos durante el tiempo necesario, hasta que el paciente y los cuidadores comprendan el riesgo potencial de dosis muy
que aparezcan efectos secundarios adversos. Dado que la mayoría de las reacciones adversas por sensibilidad a bajas
los neurolépticos aparecen durante las primeras dos semanas de tratamiento, puede ser prudente el ingreso hos- y valoración
pitalario del paciente cuando se instaura el tratamiento con neurolépticos. Los nuevos antipsicóticos atípicos con lenta
menos afinidad a los receptores D1 y M1 deberían producir menos efectos secundarios, pero, en la práctica, no
se ha demostrado una eficacia mayor en ninguno de ellos. Los efectos secundarios están asociados con la dosis,
por lo tanto, el tratamiento debería iniciarse con la menor dosis posible, p. ej., 0,25 mg/día de risperidona. Es es-
perable que aproximadamente un 50 % de los pacientes respondan a la medicación.

g
Cuando el parkinsonismo aparece por primera vez en un paciente con demencia con cuerpos de Lewy, los neu- Retirada
rolépticos deben suspenderse y, en los pacientes cuyo parkinsonismo persistente empeora, la dosis deben redu- ante la
cirse sustancialmente o retirarse. Las reacciones graves alérgicas a los neurolépticos deben tratarse como una ur- sospecha de
gencia médica semejante al síndrome neuroléptico maligno. sensibilidad al
neuroléptico

g
Otras medicaciones psicotropas pueden ofrecer beneficios a corto plazo, p. ej., el clormetiazol para la sedación Posibilidad de
nocturna. Las benzodiazepinas aumentan la amnesia, la somnolencia y la inestabilidad postural. Los IRSS pueden fármacos
mejorar los trastornos del humor y las alteraciones del comportamiento. La mejor aproximación al tratamiento alternativos
(más efectiva y suave) será probablemente la inhibición de la colinesterasa, pero no puede defenderse su uso has-
ta que se dispongan datos de ensayos clínicos a doble ciego.

Figura I. Manejo de los síntomas no cognitivos en la demencia por cuerpos de Lewy.


4.1.6. DEMENCIA POR CUERPOS DE LEWY 501

ción. El médico puede descubrir cuáles son los síntomas and the nosology of dementia with Lewy bodies. Neurology, 48,
más problemáticos y explicar los riesgos y beneficios asocia- 126–32.
12. Goetz, C.G., Vogel, C., Tanner, C.M., and Stebbins, G.T. (1998).
dos con los cambios en la medicación (33). En estas cir- Early dopaminergic drug-induced hallucinations in parkinsonian
cunstancias, en que el médico debe decidir entre el parkin- patients. Neurology, 51, 811–14.
sonismo o la psicosis, la mejor solución es buscar un equi- 13. McKeith, I.G., Galasko, D., Wilcock, G.K., and Byrne, E.J. (1995).
librio entre un paciente relativamente móvil, pero psicótico, Lewy body dementia—diagnosis and treatment. British Journal of
Psychiatry, 167, 709–17.
y un individuo no psicótico, pero inmóvil. El paciente y sus 14. Gnanalingham, K.K., Byrne, E.J., Thornton, A., Sambrook, M.A., and
cuidadores pueden únicamente ser capaces de decidir cuál Bannister, P. (1997). Motor and cognitive function in Lewy body
es la peor de estas soluciones después de haber experimen- dementia: comparison with Alzheimer’s and Parkinson’s diseases.
Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 62, 243–52.
tado ambos estados. 15. McKeith, I.G., Fairbairn, A.F., Perry, R.H., and Thompson, P. (1994).
The clinical diagnosis and misdiagnosis of senile dementia of Lewy
body type (SDLT). British Journal of Psychiatry, 165, 324–32.
16. McKeith, I.G., Perry, R.H., Fairbairn, A.F., Jabeen, S., and Perry, E.K.
■ Posibilidades de intervención (1992). Operational criteria for senile dementia of Lewy body type
(SDLT). Psychological Medicine, 22, 911–22.
17. Boeve, B.F., Silber, M.H., Ferman, T.J., et al. (1998). REM sleep
Puesto que se desconoce la etiopatogénesis de los cuerpos behaviour disorder and degenerative dementia: an association likely
de Lewy y de la pérdida neuronal, no se dispone de estrate- reflecting Lewy body disease. Neurology, 51, 363–70.
gias específicas de enlentecimiento y prevención para la de- 18. Barber, R., Gholkar, A., Scheltens, P., Ballard, C., McKeith, I.G., and
mencia con cuerpos de Lewy, una situación análoga a la de la O’Brien, J.T. (1999). Medial temporal lobe atrophy on MRI in
dementia with Lewy bodies: a comparison with Alzheimer’s disease,
enfermedad de Parkinson. El solapamiento con la demencia vascular dementia and normal ageing. Neurology, 52, 1153–8.
tipo Alzheimer y con la patología vascular sugiere que toda la 19. Walker, Z., Costa, D.C., Janssen, A.G., Walker, R.W., Livingstone,
gama de posibles neuroprotectores para estos trastornos, in- G., and Katona, C.L. (1997). Dementia with Lewy bodies: a study of
cluyendo los antioxidantes y los antiinflamatorios, pueden ser post-synaptic dopaminergic receptors with iodine-123 iodobenzamide
single-photon emission tomography. European Journal of Nuclear
de alguna utilidad en la demencia con cuerpos de Lewy. El Medicine, 24, 609–14.
tratamiento con L-deprenilo, utilizado para el enlentecimien- 20. Briel, R. (1999). EEG findings in dementia with Lewy bodies and
to del trastorno en la enfermedad de Parkinson, es propicio a Alzheimer’s disease. Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry,
generar alucinaciones y es mejor descartarlo. 66, 401–3.
21. Mega, M.S., Masterman, D.L., Benson, F., et al. (1996). Dementia
with Lewy bodies: reliability and validity of clinical and pathologic
criteria. Neurology, 47, 1403–9.
22. Papka, M., Rubio, A., and Schiffer, R.B. (1998). A review of Lewy
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502 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.1.7 Demencia en la enfermedad emocionales o de personalidad, alteración de la memoria, dé-


ficit en la capacidad para utilizar conocimientos adquiridos
de Parkinson previos y enlentecimiento en el procesamiento de la infor-
mación (5).
R. H. S. Mindham Este concepto resultó convincente debido a que la altera-
ción observada en muchos individuos con patologías de la re-
gión subcortical del cerebro muestra un patrón de deterioro
■ Introducción cognitivo claramente diferente del que caracteriza a la enfer-
medad de Alzheimer. Sin embargo, se han planteado diversos
Las complicaciones psiquiátricas de la enfermedad de Par- interrogantes acerca de la naturaleza de la «demencia subcor-
kinson han atraído el interés por dos motivos: en primer lu- tical». ¿La demencia subcortical es un concepto clínico o pa-
gar, éstas tienen importancia práctica en la atención de los pa- tológico? ¿La diferencia entre éste y otros tipos de demencia
cientes que padecen esta enfermedad. En segundo lugar, su es simplemente una cuestión de grado? ¿Los cambios patoló-
estudio aumenta la comprensión de todo un conjunto de al- gicos cerebrales se producen exclusivamente en la región sub-
teraciones psiquiátricas. cortical? ¿El síndrome de deterioro cognitivo es claramente
diferente del de otras demencias, o es que la presencia de dé-
ficit motor contribuye a dar un carácter distinto al deterioro
■ Naturaleza de la demencia intelectual? ¿La demencia subcortical es una condición esta-
en la enfermedad de Parkinson ble o es un estado transitorio que ha de derivar en una de-
mencia global? La opinión ha ido variando, desde la acepta-
Numerosos trabajos han estudiado la alteración de fun- ción clara del concepto de «demencia subcortical» como una
ciones cognitivas específicas en la enfermedad de Parkinson. forma de deterioro cognitivo, hasta una posición de escepti-
Algunas de las disfunciones descritas son sólo identificables a cismo (6-8).
través de la utilización de métodos de evaluación diseñados McHugh (9) fue más allá que Albert y cols. (5) al sugerir
específicamente, pero otras pueden detectarse mediante tests que la región subcortical no solo está implicada en el control
cognitivos, muy difundidos actualmente. Mortimer y cols. y la función cognitiva, sino también en el control y manifes-
han descrito una prevalencia muy elevada de deterioro cog- tación de las emociones. Sugirió que algunos síndromes que
nitivo: 93 % en un grupo extenso de pacientes con enferme- aparecen como consecuencia de enfermedad subcortical re-
dad de Parkinson (1). Al analizar sus datos, no pudieron di- presentan una «tríada subcortical» de síntomas. Esta combi-
ferenciar grupos en función de su alteración, ni de subgrupos nación de síntomas se observa de forma más convincente en
en los cuales el deterioro cognitivo se presente con una ma- la enfermedad de Huntington. Una diferencia notable entre
yor ocurrencia. Estos hallazgos los llevaron a afirmar que la esta concepción y la de Albert y cols. radica en que la altera-
alteración cognitiva en la enfermedad de Parkinson constitu- ción patológica del humor está presente únicamente de for-
ye un continuum de gravedad, y no una característica de cier- ma intermitente, mientras que los cambios motores y cogni-
tos subgrupos particulares. Las alteraciones que identificaron tivos están permanentemente presentes.
incluyen déficit de memoria, lenguaje, funcionamiento vi- Cummings (10) propuso un desarrollo útil del concepto
suoespacial, razonamiento abstracto, enlentecimiento en las de «demencia subcortical». Según este autor, el concepto es
tareas intelectuales y dificultad en la capacidad de cambio de aplicable en varios grados a los trastornos del movimiento.
una tarea a otra. Estos déficit no únicamente se observan en Sugirió que la alteración cognitiva en la enfermedad de Par-
la clínica una vez establecida de la enfermedad de Parkinson, kinson se presenta de tres formas: una forma en la que el dé-
sino que pueden observarse en estadios muy tempranos de la ficit es relativamente leve, que cumple los criterios de de-
enfermedad (2, 3). mencia subcortical; otra más grave en la que se observa una
Un porcentaje de pacientes con enfermedad de Parkin- alteración amplia de las funciones cognitivas, pero neuropa-
son muestra alteración en un conjunto de funciones cogniti- tológicamente distinta a la alteración presente en la demencia
vas semejante a la alteración global que se observa en las en- senil tipo Alzheimer, y una forma grave, que muestra cam-
fermedades degenerativas, como la enfermedad de Alzheimer bios neuropatológicos en la región subcortical y en la corte-
(4). Sin embargo, el patrón de déficit es menos grave que el za. En la última forma los cambios son del tipo Alzheimer.
de la enfermedad de Alzheimer, en la que los cambios pato- Esta propuesta no resuelve algunos de los interrogantes que
lógicos cerebrales son mayores. Esta observación, junto con se han planteado sobre la naturaleza de la demencia subcor-
la presencia de alteración cognitiva en un conjunto de tras- tical, pero proporciona una base para entender los déficit cog-
tornos del movimiento ocasionados por cambios neuropato- nitivos en la enfermedad de Parkinson, al menos de forma
lógicos en estructuras subcorticales del cerebro, derivó en el provisional.
concepto de «demencia subcortical», una forma de alteración Muchas publicaciones han sugerido que la enfermedad de
intelectual de menor gravedad que la de la enfermedad de Parkinson se acompaña de una demencia global. Pero no está
Alzheimer, pero que afecta a diversas funciones cognitivas y claro si se presenta como una característica intrínseca de la
se asocia con trastorno del movimiento. En 1974, Albert y enfermedad, una extensión a otras áreas cerebrales del proce-
cols. proporcionaron una descripción del síndrome, en la so neuropatológico, o una neuropatología distinta que ini-
que destacaban como características principales: cambios cialmente se presenta con trastorno del movimiento.
4.1.7. DEMENCIA EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON 503

■ Metodología en los estudios de demencia mencia; eliminan la sobreestimación de demencia por pérdi-
en la enfermedad de Parkinson da selectiva después del fallecimiento, y revelan la incidencia
más que la prevalencia. Entre los problemas de los estudios
La investigación con el fin de establecer el status de de- de seguimiento destaca la dificultad en la elección de aquellos
mencia en la enfermedad de Parkinson ha sido sometida a di- métodos de diagnóstico y valoración que se mantendrán
versos interrogantes metodológicos (11). apropiados durante todo el periodo de seguimiento.
La mayor dificultad en la investigación sobre la demencia Otros estudios controlados, no prospectivos, sobre la in-
en la enfermedad de Parkinson se halla en el diagnóstico de cidencia de demencia en la enfermedad de Parkinson han uti-
la enfermedad en sí misma. La descripción original de «pará- lizado una metodología satisfactoria. Probablemente el más
lisis agitante», establecida por Parkinson, consistió en la iden- adecuado sea el de Biggins y cols. (15). Hughes y cols. (16)
tificación de un síndrome más que en la de una enfermedad. continuaron este estudio, realizando un seguimiento por mu-
Más de 50 años después, se reconoció el papel que desarro- chos años. Aunque este estudio empleó métodos satisfacto-
llan agentes como los metales pesados, las infecciones y la en- rios en muchos aspectos, su mayor debilidad radica en la se-
fermedad vascular. Más recientemente se reconoció la impor- lección de muestras originales de pacientes y controles. Big-
tancia del parkinsonismo inducido farmacológicamente, en el gins y cols. (15) refirieron una incidencia de demencia del
cual los pacientes se recuperaron generalmente del síndrome 19 % después de 4 años y medio de observación, o 48 por
de abstinencia del fármaco. El término enfermedad de Par- 1.000 individuos/años de observación. Un estudio posterior
kinson ha sido contemplado como sinónimo de enfermedad sobre la misma cohorte de sujetos mostró una incidencia de
de Parkinson idiopática y de «parálisis agitante», una enfer- demencia del 47,8 % después de 10 años de observación, o
medad degenerativa de causa desconocida. Estudios recientes, 46,9 casos por 1.000 personas/años de observación. El estu-
a pesar de haber utilizado métodos de diagnóstico estandari- dio muestra una incidencia sustancial de demencia en la en-
zados, han mostrado que una proporción relevante de pa- fermedad de Parkinson que aumenta con el paso de los años.
cientes diagnosticados de enfermedad de Parkinson en vida, El grupo control mostró casos de deterioro cognitivo, pero
no presentan los hallazgos cerebrales esperables post mortem ninguno que llegara a la demencia, mostrando, por lo tanto
(12, 13). En el estudio de Hughes y cols. (12) el 80 % de los que los pacientes con enfermedad de Parkinson tienen un
casos tenían cambios neuropatológicos característicos de la riesgo elevado.
enfermedad de Parkinson tras el fallecimiento, y más de un Los hallazgos mostrados en la figura 1 están en conso-
20 % habían sido diagnosticados de parálisis supranuclear nancia con los otros pocos estudios prospectivos realizados
progresiva, atrofia multisistémica o enfermedad de Alzhei- (17, 18).
mer. Por lo tanto, algunas enfermedades demenciantes pue-
den mostrar alteración del movimiento como característica
clínica, normalmente en un curso tardío de la enfermedad, ■ Predicción de demencia en la enfermedad
pero confundiendo el resultado del diagnóstico. de Parkinson
De acuerdo con las conclusiones de diversos estudios,
■ Estudios de demencia en la enfermedad existe consenso acerca de qué pacientes con enfermedad de
Parkinson son más susceptibles de padecer demencia: las per-
de Parkinson sonas de edad avanzada, los pacientes con enfermedad de
Parkinson de larga evolución, los sujetos que presentan ma-
Durante más de cien años se han descrito casos de de-
mencia por enfermedad de Parkinson. Con frecuencia, es im-
posible discernir la relación entre la demencia y esta enfer-
1,0
Proporción acumulada sin demencia

medad en los casos descritos. EP


Controles
Se han llevado a cabo diversos estudios transversales o de 0,8
prevalencia de demencia en la enfermedad de Parkinson. La
frecuencia de demencia sugerida varía de 0 al 81 %. Brown y 0,6
Marsden, en una revisión de 17 estudios encontraron que, en
0,4
total, fueron tratados como dementes un 35 % de los indivi-
duos (14). Sin embargo, cuando se aplican criterios más es- 0,2
trictos de demencia, las proporciones de demencia se reducen
a un 15-20 %. Los autores consideraron que estas últimas ci- 0,0
0 20 40 60 80 100 120
fras eran más reales. Este último intervalo está en consonan-
cia con los resultados de estudios transversales más recientes. Tiempo de seguimiento (meses)
Los diseños de seguimiento ofrecen grandes ventajas en el Figura I. Comparación de la incidencia de demencia en la
estudio de la frecuencia de la enfermedad de Parkinson: per- enfermedad de Parkison (EP) con un grupo control de sujetos
miten revisar el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson; de edad avanzada, apareados por edad y sexo. Obsérvese que
las evaluaciones repetidas reducen errores en la detección de la figura muestra el porcentaje de casos sin demencia. (Datos
demencia; puede seguirse el modelo de evolución de la de- de Biggins y cols. [15] y Hughes y cols [16].)
504 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

yores y más graves síntomas motores y signos de enfermedad Debido a que existen dificultades para aislar la enferme-
de Parkinson y los que presentan disfunciones físicas (15, 16). dad de Parkinson de otras enfermedades que se le parecen clí-
Algunos estudios han mostrado que la enfermedad de Par- nicamente, se plantean problemas para entender las interrela-
kinson en los varones o la de inicio tardío se relaciona más ciones de los trastornos que generan demencia. Hasta la fe-
con la presencia de demencia (19). En el parkinsonismo, una cha, la etiología de la enfermedad de Parkinson es desconoci-
forma distinta de enfermedad de Parkinson, la presencia de da. La enfermedad de Parkinson comparte esta situación con
demencia está estrechamente relacionada con los cambios pa- otros trastornos «neurodegenerativos», como la enfermedad
tológicos que subyacen a los síntomas parkinsonianos, en los de Alzheimer. Algunas enfermedades neurodegenerativas
que se incluyen enfermedades en las que la demencia es la ca- coinciden en diversos factores etiológicos, lo que puede re-
racterística principal, como la enfermedad de Alzheimer. La presentar una interacción entre factores de tipo ambiental y
explicación de una asociación aparente entre el tratamiento el proceso de envejecimiento, pero con resultados finales dis-
de la enfermedad de Parkinson con levodopa y la demencia tintos, debido a la acción de factores específicos (22, 23).
radica, probablemente, en que el tratamiento con éxito de los Los problemas en el diagnóstico de la enfermedad de Par-
síntomas motores en la enfermedad de Parkinson prolonga la kinson, la débil categoría de enfermedad de Parkinson idio-
vida y, por lo tanto, aumenta el riesgo de demencia. pática y las dificultades en explicar el desarrollo ocasional de
demencia en esta enfermedad, sugieren que es necesario rea-
lizar más investigaciones para comprender la interrelación en-
■ Neuropatología tre: los agentes causantes, las características clínicas de los
trastornos de movimiento, la presencia de deterioro cognitivo
Los cambios neuropatológicos característicos de la enfer- y la neuropatología de este grupo de trastornos.
medad de Parkinson se describieron antes de la segunda gue-
rra mundial. La lesión básica es la degeneración de las neuro-
nas pigmentadas en la parte compacta de la sustancia negra ■ Influencia de la demencia
en la base cerebral, la presencia de cuerpos de Lewy y de glio- sobre la mortalidad
sis. Se produce también una degeneración en las neuronas del
núcleo estriado y del globo pálido, pero estos cambios pue- La demencia de cualquier origen está asociada con un
den ser secundarios (20). La clínica de enfermedad de Parkin- aumento del riesgo de muerte prematura. Numerosos estu-
son no aparece hasta que no se ha producido la muerte de dios han mostrado un aumento de la mortalidad en la enfer-
aproximadamente un 80% de las neuronas dopaminérgicas medad de Parkinson que está asociado con la edad, la edad
nigroestriadas. Se ha demostrado que existe correlación entre de inicio tardía de la enfermedad, la presencia de deterioro
la extensión de la pérdida celular en la parte compacta y la cognitivo, la demencia y, en algunos casos, con el sexo mas-
gravedad y la duración de la enfermedad de Parkinson. Los culino. Se han asociado algunas medicaciones con el aumen-
cuerpos de Lewy se han considerado patognomónicos de la to de mortalidad. Muchos de los estudios se han llevado a
enfermedad de Parkinson, pero actualmente se sabe que pue- cabo con deficiencias metodológicas, por lo cual es difícil es-
den estar presentes en otras enfermedades (v. cap. 4.1.6). tablecer comparaciones entre estudios e identificar el efecto
Aunque se sabe que los cambios degenerativos en la sus- de factores particulares, entre ellos, la demencia. Un trabajo
tancia negra están estrechamente ligados a la reducción de la que cumple los requisitos para el estudio correcto de la mor-
neurotransmisión dopaminérgica en el cerebro, y que es esta talidad mostró una proporción de riesgo de 1,64 para la en-
deficiencia la que origina las características motoras principa- fermedad de Parkinson comparada con un grupo control, y
les de la enfermedad, otros neurotransmisores también se re- del 1,94 para la enfermedad de Parkinson con demencia (24).
ducen. Algunas de esas deficiencias se han relacionado con el La presencia de depresión asociada con la enfermedad de Par-
déficit cognitivo en otros trastornos: el déficit de acetilcoli- kinson tiende a aumentar la mortalidad, incluso más que la
nesterasa y el de noradrenalina en la corteza y el déficit de se- demencia, con una proporción de riesgo de 2,66.
rotonina (5-hidroxitriptamina) en el núcleo estriado y la cor-
teza. También puede estar alterada la concentración de diver-
sos neuropéptidos.
La neuropatología de los casos de enfermedad de Parkin-
■ Manifestaciones clínicas de la enfermedad
son que presentan demencia no muestra datos concluyentes. de Parkinson con demencia
Algunos muestran cambios neuropatológicos que se extien-
den a áreas cerebrales más allá de las regiones subcorticales, La detección de alteraciones cognitivas en la enfermedad
mientras que en otros, los cambios son similares a los obser- de Parkinson tiene importantes implicaciones para su trata-
vados en los pacientes con enfermedad de Parkinson sin de- miento. Algunos estudios prospectivos de pacientes con en-
mencia, cuyos cambios neuropatológicos se restringen a áreas fermedad de Parkinson muestran que la enfermedad normal-
subcorticales. En algunos pacientes con demencia, el diag- mente sigue un curso que se extiende durante años, y la de-
nóstico neuropatológico es de enfermedad de Alzheimer o de mencia comporta cambios importantes en el cuidado del pa-
otros trastornos degenerativos cerebrales conocidos (21). Un ciente. Las necesidades aumentan progresivamente, lo que
caso interesante es la enfermedad de los cuerpos de Lewy, que desborda a los familiares inmediatos y los cuidadores. Tam-
es tratada en el capítulo 4.1.6. bién implica intervenciones y procedimientos legales.
4.1.8. DEMENCIA DEBIDA A ENFERMEDAD DE HUNTINGTON 505

La medida más importante en la detección de la de- 12. Hughes, A.J., Daniel, S.E., Kilford, L., and Lees, A.J. (1992). Accuracy
mencia es la sospecha de su presencia. Son diversas las ca- of diagnosis of idiopathic Parkinson’s disease: a clinico-pathological
study of 100 cases. Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 55,
racterísticas de la enfermedad de Parkinson que tienden a 181–4.
enmascarar la aparición de nuevos síntomas clínicos de la 13. Anonymous (1992). Parkinson’s disease: one illness or many
enfermedad. La inexpresión facial típica que se observa en syndromes? (Editorial). Lancet, 339, 1263–4.
la enfermedad de Parkinson puede esconder un deterioro 14. Brown, R.G. and Marsden, C.D. (1984). How common is dementia
in Parkinson’s disease? Lancet, ii, 1262–5.
en la actividad intelectual, el enlentecimiento en los movi- 15. Biggins, C.A., Boyd, J.L., Harrop, F.M., et al. (1992). A controlled
mientos puede ir acompañado de enlentecimiento cogniti- longitudinal study of dementia in Parkinson’s disease. Journal of
vo y la tristeza puede sugerir que el ánimo deprimido es la Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 55, 566–71.
16. Hughes, T.A., Ross, H.F., Musa, S., et al. (1998). The incidence and
razón de la reducción de la vivacidad. Las características clí- associations of dementia in Parkinson’s disease. Journal of Neurology,
nicas son responsables del aumento de discapacidad. El Neurosurgery and Psychiatry, 65, 422.
cuadro clínico puede clarificarse normalmente con exáme- 17. Rajput, A.H., Offord, K.P., Beard, M., and Kurland, L.T. (1987). A
nes detallados del estado mental. En algunos casos resulta case–control study of smoking habits, dementia, and other illnesses in
idiopathic Parkinson’s disease. Neurology, 37, 226–32.
de utilidad la valoración más extensa con tests psicológicos 18. Mayeux, R., Chen, J., Mirabello, E., et al. (1990). An estimate of the
estandarizados. incidence of dementia in idiopathic Parkinson’s disease. Neurology, 40,
La importancia clínica de la demencia en la enfermedad 1513–17.
de Parkinson radica en que se produce un aumento marcado 19. Mahieux, F., Fénelon, G., Flahault, A., Manifacier, M-J., Michelet, D.,
and Boller, F. (1998). Neuropsychological prediction of dementia in
de la discapacidad, con problemas que afectan a áreas de fun- Parkinson’s disease. Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry,
cionamiento que no estaban previamente afectadas cuando el 64, 178–83.
trastorno era sólo motor. El desarrollo de tratamientos far- 20. Harding, A.E. (1993). Movement disorders. In Brain’s diseases of the
macológicos para la demencia hace que la detección de la en- nervous system (10th edn) (ed. J. Walton), pp. 393–425. Oxford
University Press.
fermedad de Parkinson sea especialmente importante. La de- 21. Gibb, W.R.G. (1989). Dementia and Parkinson’s disease. British
mencia puede acompañarse de un aumento en la vulnerabili- Journal of Psychiatry, 154, 596–614.
dad para padecer episodios confusionales, secundarios a los 22. Calne, D.B., McGeer, E., Eisen, A., and Spencer, P. (1986).
efectos tóxicos de los fármacos y a otras causas. Alzheimer’s disease, Parkinson’s disease and motor neurone disease
abiotrophic interactions between ageing and environment. Lancet, ii,
El manejo de la demencia es similar al de los pacientes 1067–70.
que padecen otras formas de demencia, pero debe prestarse 23. Ben-Shlomo, Y., Whitehead, A.S., and Smith, G.D. (1996).
especial atención a la presencia de trastornos del movi- Parkinson’s, Alzheimer’s, and motor neurone disease. Clinical and
miento. pathological overlap may suggest common genetic and environmental
factors. Lancet, 312, 728.
24. Hughes, T.A. (1998). A controlled study of dementia and mortality in
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Neurology, 14, 278–83. Su padre y su abuelo habían practicado la medicina en la mis-
7. Whitehouse, P.J. (1986). The concept of cortical and subcortical
dementia: another look. Annals of Neurology, 19, 1–6.
ma ciudad, hecho que le permitió el acceso a las historias de
8. Brown, R.G. and Marsden, C.D. (1988). Subcortical dementia: the casos de diversas generaciones de familias que residían en esa
neuropsychological evidence. Neuroscience, 25, 363–87. zona. La información recogida durante ese largo período le
9. McHugh, P.R. (1990). The basal ganglia: the region, the integration of permitió documentar una forma de corea hereditaria parecida
its systems and implications for psychiatry and neurology. In Function
and dysfunction in the basal ganglia (ed. A.J. Franks, J.W. Ironside,
a la «corea común (de Sydenham)», pero que progresaba, en
R.H.S. Mindham, R.J. Smith, E.G.S. Spokes, and W. Winlow), pp. unos años, hacia la muerte. Las personas que la padecían
259–69. Manchester University Press. mostraban una tendencia a la locura y al suicidio. El ensayo
10. Cummings, J.L. (1988). The dementia of Parkinson’s disease: breve de Huntington se ha convertido en una de las descrip-
prevalence, characteristics, neurobiology, and comparison with
dementia of the Alzheimer type. European Neurology, 28, 15–23.
ciones clásicas de un trastorno médico e incluye una descrip-
11. Mindham, R.H.S. The place of dementia in Parkinson’s disease: a ción clara de la herencia autosómica dominante de esta en-
methodological saga. Advances in Neurology, in press. fermedad (1).
506 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

■ Manifestaciones clínicas y evolución De la misma forma que sucede en la mayoría de trastor-


nos causados por la expansión de secuencias de triméricos in-
La enfermedad de Huntington es un trastorno neuropsi- estables repetidos, el número no se mantiene estable durante
quiátrico hereditario que afecta principalmente al núcleo es- la meiosis. En la enfermedad de Huntington, el número de
triado y a sus conexiones directas. Se caracteriza por una trí- repeticiones CAG aumenta más fácilmente cuando el gen es
ada de déficit que son comunes a diversas enfermedades que transmitido por los padres. Cuanto más aumenta el número
afectan al núcleo estriado y a sus conexiones: demencia sin de repeticiones, más temprana es la edad de inicio. De ma-
afasia, depresión y otros trastornos del humor, y una variedad nera que la transmisión paterna normalmente está asociada
de discinesias entre las que la corea es la más típica (2, 3). Co- con una «anticipación», un inicio temprano en las generacio-
rea proviene de una palabra griega que significa «baile» y se nes siguientes. En muchos casos de inicio infantil, los ante-
utiliza para describir los movimientos espasmódicos involun- cesores que están afectados son los padres (8).
tarios no estereotipados. La enfermedad, de inicio insidioso,
puede cursar con estas tres características. Los pacientes que
inicialmente consultan al psiquiatra por lo general presentan ■ Diagnóstico
depresión, algunas veces con intentos de suicidio, demencia
o pérdida de humor. Puede iniciarse a cualquier edad, desde A pesar de la posibilidad de realizar un test genético, el
la infancia hasta la vejez, pero más frecuentemente, entre los diagnóstico de la enfermedad de Huntington depende de la
35 y los 45 años de edad. Una vez que la enfermedad se ini- realización de una historia psiquiátrica completa que incluya
cia, se produce un deterioro gradual en el funcionamiento una detallada historia familiar, historia de los cambios en el
cognitivo y motor que dura varios años y que deriva en un ajuste social, una exploración neurológica y una valoración del
estado vegetativo persistente con una pérdida casi completa estado mental que incluya un examen cognitivo. La presenta-
de la función motora voluntaria. La muerte deviene aproxi- ción clínica varía durante la progresión de la enfermedad (9).
madamente al cabo de unos 16 años (aunque algunos pa-
cientes sobreviven mucho más tiempo) y normalmente está
causada por inanición o neumonía por aspiración. Algunos Diagnóstico de los pacientes
pacientes fallecen más tempranamente, como consecuencia con síntomas tempranos
de suicidio o de hematoma subdural secundario a una caída.
Los pacientes con enfermedad de Huntington que inicial-
mente consultan a psiquiatría, normalmente presentan depre-
■ Anatomía patológica y genética sión e irritabilidad y, ocasionalmente, trastorno bipolar, tras-
torno obsesivo-compulsivo, esquizofrenia o ansiedad excesiva.
La neuropatología más tempranamente visible afecta a los Aunque están asociados con la enfermedad de Huntington,
estriosomas del núcleo caudado/putamen (4), seguida de una estos síntomas no pueden diferenciarse de los trastornos psi-
pérdida progresiva desde el área dorsal hacia la ventral, de casi quiátricos idiopáticos y pueden persistir durante años como la
todas las neuronas de proyección estriatales. También puede única manifestación de la enfermedad. A menudo, es durante
producirse pérdida neuronal más leve en algunos núcleos de esta fase prodrómica, cuando se producen casos de suicidio,
la base cerebral y en capas profundas de la corteza. que puede ocurrir sin que los pacientes conozcan el riesgo de
El trastorno, que tiene una prevalencia de aproximada- padecer la enfermedad de Huntington (10). Durante la entre-
mente 6/100.000 (5), está originado por la expansión de la se- vista con otro informador, puede detectarse la presencia de
cuencia repetida de un triplete inestable (CAG) en el primer otros síntomas adicionales, que el paciente minimiza o que le
exón de un gen, cerca del telómero del cromosoma 4p (6). resultan embarazosos: pérdida de velocidad y eficiencia en el
Normalmente, esta secuencia en triplete contiene de entre 7 trabajo, que es advertida por los superiores y puede ser causa
a 30 repeticiones. Cuando el número sobrepasa a las 37, apa- de despidos o amonestaciones; tendencia a mostrarse irritado
rece la enfermedad de Huntington. El gen anormal se copia o físicamente agresivo en respuesta a estímulos que no habían
y comienza a funcionar anormalmente, generando un «au- provocado esa respuesta en el pasado, y una reducción del in-
mento de la función» (v. cap. 2.4.2). Se transmite de forma terés por sus actividades cotidianas. Muchos de estos síntomas
autosómica dominante: si un padre está afectado, cada des- y comportamientos son comunes en otros trastornos psiquiá-
cendiente (independientemente del sexo) tiene una posibili- tricos, pero en pacientes con enfermedad de Huntington la in-
dad independiente del 50 % de heredar el gen alterado. Aque- eficacia cognitiva es de una gravedad desproporcionada con
llos que heredan el gen casi con certeza desarrollarán la en- respecto al resto de los síntomas. Durante la valoración cog-
fermedad de Huntington. La proporción de mutaciones ge- nitiva, el paciente puede fallar en recordar fechas de eventos
néticas es baja y la mayoría de los enfermos tienen un ante- biográficos significativos y mostrar más dificultad de la espe-
cesor afectado. Sin embargo, puede resultar difícil obtener rada en las «series de siete». Pueden manifestar una inquietud
una historia familiar detallada. La fisiopatología puede estar motora (que erróneamente se puede interpretar como una ma-
relacionada con la acumulación de fragmentos de la proteína nifestación de ansiedad), así como mostrar signos motores
anormal de Huntington (denominada «huntingtina») en el muy sutiles en la exploración neurológica: enlentecimiento de
núcleo de las neuronas estriadas, o con la interacción anor- los movimientos oculares sacádicos (11), torcimiento de la len-
mal de esta proteína con otras proteínas (7). gua, al sacarla, y de las puntas de los dedos cuando se levan-
4.1.8. DEMENCIA DEBIDA A ENFERMEDAD DE HUNTINGTON 507

tan los brazos a 90°, o adiadococinesia leve. El diagnóstico empeorado y, normalmente, resultan evidentes. Un paciente
puede complicarse cuando existen antecedentes familiares de típico, después de 5 o 7 años de enfermedad, no es capaz de
enfermedad de Huntington. Es posible que la familia no haya trabajar, de manejar sus finanzas, pero puede permanecer en
sido informada sobre el diagnóstico de los familiares afecta- el hogar y ocuparse de sus necesidades personales. Algunos
dos, o incluso que su información se reduzca al fallecimiento pacientes se mantienen activos y enérgicos, y continúan par-
en una institución psiquiátrica o a un suicidio. ticipando de pleno en la vida mientras sus capacidades mo-
Con frecuencia, los cambios cognitivos son más fáciles de toras y cognitivas lo permiten. Otros están la mayoría del
detectar una vez que se ha tratado el problema psiquiátrico, tiempo apáticos, pero irritables cuando se los molesta. Final-
que normalmente se resuelve utilizando medicación conven- mente, algunos presentan depresión grave con ideas deliran-
cional. Al contrario de lo que sucede en los trastornos idio- tes, obsesiones y compulsiones. La mayoría de los pacientes
páticos, los déficit cognitivos y las dificultades en el trabajo, se muestran ansiosos y fácilmente afectados por cambios en
la apatía (si está presente) y, a veces, la irritabilidad, se man- la rutina diaria. Una característica infrecuente en la enferme-
tienen a pesar de que el ánimo, la energía y los patrones de dad de Huntington, pero muy problemática, es la alteración
sueño hayan vuelto a la normalidad. Cuando se observa esto de la sexualidad. La mayoría de los pacientes padecen impo-
en el curso del tratamiento de una depresión, debe conside- tencia y desinterés por el sexo, pero algunos casos pueden
rarse la posibilidad de una demencia emergente y es preciso mostrar hipersexualidad y pueden desarrollar parafilias (14).
investigar sobre los antecedentes familiares. Cuando éstos son Si la hipersexualidad se presenta en las fases iniciales de la en-
negativos (hecho infrecuente en la enfermedad de Hunting- fermedad, puede convertirse en un problema serio en los es-
ton) o imposibles de obtener (el caso de niños que han sido tadios más avanzados.
adoptados), debe confirmarse el diagnóstico realizando un Desde el punto de vista cognitivo, los pacientes muestran
test de ADN para la enfermedad de Huntington. déficit en la memoria de evocación y tendencia a la distrac-
Cuando la enfermedad de Huntington se inicia en la in- ción. El pensamiento está enlentecido, mostrando dificulta-
fancia o en la adolescencia temprana (12) los signos motores des en seguir una conversación y no pueden rendir correcta-
se limitan a un enlentecimiento de los movimientos volunta- mente en tareas múltiples. En el examen cognitivo, las pun-
rios de tipo parkinsoniano, que deriva en una rigidez en rue- tuaciones del Miniexamen del estado mental (Mini Mental
da dentada y en movimientos sacádicos muy lentos. Algunos State Examination, MMSE) (15) pueden estar por encima de
niños pueden presentar temblor de gran amplitud y se obser- 23, que es el punto de corte habitual. Pero suelen tener difi-
va mioclonía posterior. Cognitivamente, se refiere retardo en cultades en las series de siete, y en el recuerdo de palabras.
el aprendizaje escolar, deterioro de la escritura y con frecuen- Pueden estar alterados uno o dos ítems como consecuencia
cia, pérdida de interés por la escuela y por sus actividades (13). de la distracción. En la exploración neuropsicológica se ob-
La mayoría de los pacientes que se presentan con un síndro- serva descenso del CI con relación a lo esperado por su nivel
me esquizofrénico son adolescentes. La psicosis y la pérdida educacional, dificultad en el aprendizaje de listas de palabras
de capacidad cognitiva pueden ser las únicas características y déficit en los tests que requieren capacidad de cambio.
clínicas durante varios años hasta el comienzo de la alteración Muchos de los pacientes presentarán movimientos corei-
motora. Los niños con enfermedad de Huntington pueden te- cos involuntarios y dificultad en el control de los movimien-
ner convulsiones, generalmente de gran mal. Algunas veces, tos motores voluntarios, que se manifiesta en torpeza, enlen-
las mioclonías pueden confundirse con convulsiones. tecimiento, disartria y marcha inestable. Los movimientos in-
Es importante realizar el diagnóstico de enfermedad de voluntarios aumentarán y disminuirán con el nivel de activa-
Huntington lo antes posible en las personas con actividad la- ción (arousal). El habla tendrá un «staccato» irregular, con fre-
boral. El funcionamiento pobre en el trabajo (o en la escue- cuencia fatigada. Los movimientos sacádicos de los ojos serán
la) se produce tempranamente en la enfermedad, y los pa- lentos o irregulares y el paciente será evidentemente torpe en
cientes corren el riesgo de perder su trabajo bajo la sospecha la diadococinesia y la «percusión en los dedos», aunque la
frecuente de toxicomanía o abuso de alcohol. Esto puede evi- prueba dedo-nariz puede ser normal. La marcha será de base
tarse si los familiares y los empleados conocen el diagnóstico amplia e irregular, con dificultad en la coordinación. Los re-
y el paciente puede retirarse por causas de discapacidad. Un flejos normalmente son rápidos.
diagnóstico temprano no significa que deba informarse al
mismo tiempo al paciente. Algunos enfermos pueden depri-
mirse si se explica el diagnóstico muy tempranamente; otros Diagnóstico de los pacientes
manifiestan que no quieren escucharlo. El tratamiento debe con enfermedad avanzada
iniciarse a pesar de que el paciente no quiera dar nombre al
trastorno. Después de 10 años de enfermedad, la demencia es más
grave y los pacientes muestran un rendimiento pobre en to-
das las áreas de la exploración cognitiva, excepto en la deno-
Diagnóstico de los pacientes con signos minación. El habla es poco fluida, con largos periodos de
y síntomas bien establecidos tiempo entre la pregunta del examinador y la respuesta del
paciente, tal como se observa en la afasia de Brocca. Algunos
El diagnostico resulta fácil después de unos años de en- pacientes pueden ser incapaces de hablar, aunque el lenguaje
fermedad. Los signos y síntomas del trastorno motor habrán se encuentre relativamente preservado. Los pacientes (si son
508 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

colaboradores) pueden ejecutar instrucciones y reconocerán a atrofia dentatorrubropalidoluisiana (ADRPL). Los dos últimos
los familiares y al equipo de cuidadores. A veces aumentan la trastornos, que son mucho más raros que la enfermedad de
irritabilidad y la depresión, hasta el punto de que algunos pa- Huntington, únicamente pueden diagnosticarse a través de
cientes pueden continuar realizando intentos de suicidio o pruebas genéticas (en el caso de ADRPL) y de análisis de san-
mostrarse físicamente agresivos. Las discapacidades físicas se gre para los acantocitos (en el caso de la acantocitosis). La dis-
acentúan. Necesitan, con frecuencia ser alimentados, aseados cinesia tardía es el trastorno más frecuente que puede con-
y ayudados en la mayoría de las necesidades diarias. Tienen fundirse con la enfermedad de Huntington. Los pacientes
dificultad al caminar y se encuentran en riesgo de caídas, que con enfermedad de Huntington presentan ocasionalmente
pueden comportar un aumento de discapacidad por rotura durante varios años un síndrome esquizofrénico antes de la
ósea en los brazos o un hematoma subdural. A menudo la co- aparición de los trastornos motores. Si son tratados con neu-
rea se estabiliza y puede incluso reducirse (9), pero aumenta rolépticos, los trastornos motores propios de la enfermedad
la dificultad para llevar a cabo movimientos voluntarios. Si de Huntington pueden malinterpretarse como discinesia tar-
sobreviven durante largo tiempo, los pacientes degluten con día. Por otro lado, los movimientos involuntarios coreoatetó-
dificultad, son incapaces de iniciar el habla y de caminar y, sicos de la discinesia tardía a veces afectan al tronco, a las ex-
debido a una grave rigidez muscular están prácticamente im- tremidades y también a la cara, y pueden parecerse mucho a
posibilitados de mover su cuerpo. También se observan clo- los de la enfermedad de Huntington. Normalmente, es posi-
nos y fenomeno de Babinski. En este tipo de «estado vegeta- ble diferenciar a los pacientes con discinesia tardía por sus
tivo persistente» (16) el paciente es difícil de diferenciar de movimientos sacádicos normales, por el equilibro normal de
otros enfermos con trastornos del movimiento o demencias. la marcha, y por el habla fluida (17). Sin embargo, resulta
Tal como sucede en la fase inicial, la única forma de estable- apropiado muchas veces realizar pruebas genéticas para la en-
cer un diagnóstico sin recurrir al examen genético es a través fermedad de Huntington. La enfermedad de Wilson también
de los antecedes familiares. se presenta con la tríada subcortical y debe tenerse en cuenta
cuando no existen antecesores afectados. Su herencia es rece-
siva y por tanto, los únicos parientes afectados son hermanos.
■ Diagnóstico diferencial La enfermedad de Huntington de inicio muy tardío puede
diagnosticarse como «corea senil» cuando no existen antece-
El diagnóstico diferencial de la enfermedad de Hunting- dentes familiares. Algunos miembros de la familia pueden te-
ton es, en teoría, muy amplio (3), pero únicamente son fre- ner los síntomas únicamente en edades muy avanzadas y pue-
cuentes unos pocos trastornos con los que se puede confun- den fallecer antes de su manifestación.
dir (2): otras demencias, otros trastornos del movimiento y El diagnóstico diferencial de casi todos los trastornos psi-
otros trastornos psiquiátricos. La demencia subcortical más quiátricos incluye la enfermedad de Huntington. La primera
frecuente que cursa con un enlentecimiento motor similar es manifestación clínica puede ser un trastorno bipolar, depre-
la enfermedad de Parkinson, pero es raro que en la enfer- sión unipolar, esquizofrenia (particularmente en adolescen-
medad de Huntington aparezca temblor de pequeña ampli- tes), trastorno obsesivo-compulsivo o trastorno de ansiedad.
tud y marcha a pequeños pasos. La demencia asociada con Tal como se ha descrito anteriormente, el diagnóstico dife-
depresión en la edad avanzada puede parecerse a la enfer- rencial puede realizarse a través de los antecedentes familiares
medad de Huntington. La enfermedad de Alzheimer es fá- de enfermedad de Huntington, pero algunas familias única-
cilmente diferenciable por la ausencia de signos motores du- mente saben que un familiar se suicidó o murió instituciona-
rante los primeros años de la enfermedad y por la mayor gra- lizado, hechos que son compatibles con la enfermedad de
vedad de los trastornos de memoria y de lenguaje, en contra- Huntington y con otros trastornos psiquiátricos.
posición a una atención y cálculo más preservados. Quizá re-
sulte más difícil de distinguir clínicamente de las demencias
frontales que se presentan con alteraciones conductuales y ■ Tratamiento y abordaje
antecedentes familiares. Es posible que las manifestaciones
clínicas resulten insuficientes para distinguir entre estas dis- Actualmente no existe un tratamiento que modifique el
tintas formas de demencia en los pacientes que se encuentran curso de la enfermedad de Huntington, aunque el avance en
en una fase avanzada, puesto que todos ellos progresan hacia la investigación sobre la función del gen que produce la en-
un estado vegetativo. Pueden resultar útiles los antecedentes fermedad puede modificar este hecho. Sin embargo, los tra-
familiares y la evolución de la enfermedad (más larga en la tamientos psiquiátricos pueden mejorar algunos de los sínto-
enfermedad de Huntington que en la enfermedad de Alzhei- mas problemáticos. La experiencia clínica sugiere que la de-
mer y en la demencia frontal). presión, la ansiedad y el trastorno obsesivo-compulsivo que
Otras enfermedades clasificadas como trastornos del se asocian con la enfermedad de Huntington responden nor-
movimiento son todas las características de la tríada subcor- malmente a los tratamientos farmacológicos que se utilizan
tical. A menudo siguen un patrón de herencia autosómica do- para los trastornos idiopáticos similares. Algunos pacientes
minante y algunas están generadas por expansión de secuen- parecen no tener conciencia de su humor depresivo (como
cias triméricas inestables. Entre ellas se encuentra el síndrome pueden no tenerla de sus movimientos involuntarios), hecho
de Fahr (calcificación del núcleo estriado), algunas formas de que hace necesaria la ayuda de un informador para esclarecer
degeneración espinocerebelar, la corea por acantocitosis y la los síntomas. Es importante diferenciar la depresión (en la
4.1.8. DEMENCIA DEBIDA A ENFERMEDAD DE HUNTINGTON 509

cual el paciente se siente desgraciado y con insomnio) de la atención médica, negando la presencia de síntomas. Muy po-
apatía, que no genera aflicción. Ocasionalmente, los trastor- cas personas en riesgo deciden someterse a análisis genéticos
nos del humor y la ansiedad son crónicos y no responden al para saber si tienen el gen de la enfermedad de Huntington,
tratamiento. La depresión grave, que no responde al trata- pero las que lo hacen suelen reaccionar bien, independiente-
miento, puede ser tratada con éxito utilizando terapia elec- mente de los resultados del test (21). Se trata, normalmente,
troconvulsiva (18). El trastorno bipolar que se observa en la de personas interesadas en planificar el futuro, para las que la
enfermedad de Huntington no siempre mejora con litio, pero incertidumbre es peor que las malas noticias. La prueba ge-
puede responder a la carbamazepina o al ácido valproico, que nética suele ir precedida de una consulta genética en la que
pueden resultar de especial ayuda en los pacientes con mucha se discute las motivaciones de la persona para someterse a la
irritabilidad. El litio es difícil de administrar, debido a que los prueba: tener hijos, decisiones educacionales y de empleo, o
pacientes con enfermedad de Huntington necesitan ingerir proporcionar información a sus descendientes jóvenes. Algu-
volúmenes elevados de líquido, y el litio fácilmente puede nos individuos que se someten a las pruebas no han conside-
convertirse en tóxico si la cantidad de líquido es insuficiente. rado seriamente la posibilidad de que puedan obtener unos
En un caso descrito, resultó efectivo el tratamiento de la agre- resultados negativos, por lo que resulta necesario realizar se-
sividad con dosis elevadas de sertralina (19). Los síntomas es- siones de «role playing» en distintos escenarios. Ocasional-
quizofrénicos pueden responder relativamente poco al trata- mente, los individuos piden realizar el análisis después de ha-
miento. A veces puede obtenerse alguna mejora con la com- ber escuchado hablar de la enfermedad de Huntington en su
binación de clozaril y antidepresivos. En los primeros esta- familia, o porque se encuentran deprimidos o afligidos por
dios de la enfermedad, puede resultar de utilidad la adminis- otras razones. Se ha de tratar de convencer a estas personas
tración de dosis bajas de neurolépticos para reducir los movi- de abandonar la idea de realizar la prueba hasta que su situa-
mientos involuntarios (20). Los individuos con enfermedad ción personal se haya estabilizado. Finalmente, algunas per-
avanzada no responden a la mayoría de los medicamentos, sonas que piden realizarse la prueba presentan ya síntomas de
probablemente debido a que el número de receptores en el enfermedad de Huntington, pero todavía no han sido diag-
núcleo estriado es ya mínimo. nosticados. Es imprescindible un cuidado especial en la deci-
Como en la mayoría de las demencias, la enfermedad de sión de cómo apoyar a los individuos en esta situación, y para
Huntington influye en el entorno del paciente y, a su vez, ello, deben consultarse a otros familiares o amigos íntimos de
es influida por él. Los enfermos evolucionan mejor en un la persona (22).
ambiente tranquilo. Los pacientes cuyo déficit cognitivo al-
tera el funcionamiento de su actividad laboral pueden mos-
trar irritabilidad, especialmente dirigida a la familia. A me- Bibliografía
nudo, abandonar el trabajo puede aliviarlos casi totalmen-
te. La enfermedad de Huntington desestructura seriamente 1. Huntington, G. (1872). On chorea. Reprinted in Advances in
Neurology, 1, 33–5 (1973).
las relaciones familiares, hecho que revierte en el propio pa- 2. Folstein, S. (1989). Huntington’s disease. A disorder of families. Johns
ciente. Su pareja se responsabiliza de la familia, se hace car- Hopkins University Press, Baltimore, MD.
go de los niños, cuida al paciente y toma las decisiones fi- 3. Harper, P. (ed.) (1991). Huntington’s disease, Vol. 22. W.B. Saunders,
nancieras y familiares. La sobrecarga de la pareja hace que London.
4. Hedreen, J.C. and Folstein, S.E. (1995). Early loss of neostriatal
en ésta aparezca también irritabilidad y resentimiento. Al- striosome neurons in Huntington’s disease. Journal of Neuropathology
gunos pacientes no quieren dejar de participar en la toma and Experimental Neurology, 54, 105–20.
de decisiones económicas y familiares a pesar de que sus di- 5. Folstein, S.E, Chase, G.A., Wahl, W.E., McDonnell, A.M., and
ficultades pueden afectar la economía y las relaciones fami- Folstein, M.F. (1987). Huntington disease in Maryland: clinical aspects
of racial variation. American Journal of Human Genetics, 41, 168–79.
liares. Algunos pacientes ignoran a sus hijos o los tratan 6. Huntington’s Disease Collaborative Research Group (1993). A novel
mal. Si el otro familiar no previene esta situación, es pro- gene containing a trinucleotide repeat that is expanded and unstable
bable que el paciente acabe fuera de casa. No existe ningu- on Huntington’s disease chromosomes. Cell, 72, 971–83.
na investigación sobre el tratamiento de la agresión sexual, 7. Ross, C.A., Russell, L.M., Becher, M.W., et al. (1998). Pathogenesis of
neurodegenerative diseases associated with expanded glutamine repeats:
aunque nosotros hemos tratado con éxito a algunos varo- new answers, new questions. Progress in Brain Research, 117, 398–419.
nes con progesterona. 8. Ranen, N.G., Stine, O.C., Abbott, M.H., et al. (1995). Anticipation and
instability of (CAG)n repeats in IT-15 in parent–offspring pairs with
Huntington’s disease. American Journal of Human Genetics, 57, 593–602.
■ Ayuda a las personas con riesgo 9. Folstein, S.E., Leigh, R., Parhad, I.M., and Folstein, M.F. (1986). The
diagnosis of Huntington’s disease. Neurology, 36, 1279–83.
de padecer enfermedad de Huntington 10. Folstein, S.E., Abbott, M.H., Franz, M.L., Huang, S., Chase, G.A.,
and Folstein, M.F. (1983). The association of affective disorder with
Huntington’s disease in a case series and in families. Psychological
Las personas con riesgo de padecer la enfermedad de Medicine, 13, 537–42.
Huntington son distintas en cuanto a su capacidad de vivir 11. Leigh, R.J., Newman, S.A., Folstein, S.E., Lasker, A.G., and Jensen,
con el peso de la incertidumbre; esto depende de sus atribu- B.A. (1983). Abnormal ocular motor control in Huntington’s disease.
tos personales y de la experiencia personal de haber vivido la Neurology, 33, 1268–75.
12. Kosky, R. (1981). Children and Huntington’s disease: some clinical
enfermedad en algún familiar. Muy pocos consultan al médi- observations of children at risk. Medical Journal of Australia, 1, 405–7.
co para asegurarse e incluso lo evitan hasta que aparece la en- 13. Nance, M. (1997). Genetic testing of children at risk for Huntington’s
fermedad. En algunos casos, incluso, se resisten a recibir disease. Neurology, 49, 1048–53.
510 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

14. Federoff, J.O., Peyser, C.E., Franz, M.L., and Folstein, S.E. (1994). la memoria y el lenguaje (12). El curso del deterioro cogniti-
Sexual disorders in Huntington’s disease. Journal of Neuropsychiatry and vo suele ser escalonado, pero a menudo se presenta lenta-
Clinical Neuroscience, 6, 147–53.
15. Folstein, M.F., Folstein, S.E., and McHugh, P.R. (1975). ‘Mini-Mental mente progresivo y puede incluir periodos de estabilización o
State’: a practical method for grading the cognitive state of patients incluso de mejora.
for the clinician. Journal of Psychiatric Research, 2, 189–98. Es importante la relación que existe entre las lesiones vas-
16. Walshe, T.M. and Leonard, C. (1985). Persistent vegetative state: culares en el cerebro y la alteración cognitiva, aunque no se
extension of the syndrome to include chronic disorders. Archives of
Neurology, 42, 1045–7. ha establecido en detalle la asociación entre las características
17. David, A.S., Jeste, D.V., Folstein, M.F., and Folstein, S.E. (1987). de las lesiones vascualres (tipo, extensión, localización y fre-
Voluntary movement dysfunction in Huntington’s disease and tardive cuencia) y distintos tipos de demencia vascular (4-6, 13).
dyskinesia. Acta Neurologica Scandinavia, 75, 130–9.
18. Ranen, N.G., Peyser, C.E., and Folstein, S.E. (1994). ECT as a
Los criterios actuales para la demencia vascular se basan en
treatment for depression in Huntington’s disease. Journal of el concepto de infartos cerebrales. Por ejemplo, los criterios
Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences, 6, 154–9. NINDS-AIREN, ampliamente utilizados, contemplan demen-
19. Ranen, N.G., Lipsey, J.R., Treisman, G., and Ross, C.A. (1996). cia, enfermedad vascular cerebral y la relación entre ambos
Sertraline in the treatment of severe aggressiveness in Huntington’s
disease. Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neuroscience, 8, 338–40.
trastornos. Las herramientas principales para establecer el diag-
20. Barr, A.N., Fischer, J.H., Koller, W.C., Spunt, A.L., and Singhal, A. nóstico son una historia clínica detallada, un examen neuroló-
(1988). Serum haloperidol concentration and choreiform movements gico, un examen del estado mental, y pruebas de laboratorio,
in Huntington’s disease. Neurology, 38, 84–8. preferentemente una resonancia magnética (RM) cerebral.
21. Codori, A.M., Slavney, P.R., Young, C., Miglioretti, D.L., and
Brandt, J. (1997). Predictors of psychological adjustment in genetic
La investigación sobre la demencia vascular ha estado en-
testing for Huntington’s disease. Health Psychology, 16, 36–50. sombrecida por los trabajos en relación con la enfermedad de
22. Scourfield, J., Soldan, J., Gray, J., Houlihan, G., and Harper, P.S. Alzheimer, pero en la actualidad se está desarrollando con ra-
(1997). Huntington’s disease: psychiatric practice in molecular genetic pidez. Existen grandes esperanzas para la intervención. Los
prediction and diagnosis. British Journal of Psychiatry, 170, 146–9.
avances en la clasificación, el diagnóstico y el tratamiento son
prometedores.

4.1.9 Demencia vascular ■ Etiología y fisiopatología


Timo Erkinjuntti Etiología
Las causas principales de demencia vascular son las alte-
■ Introducción raciones vasculares cerebrales y sus factores de riesgo. Entre
los trastornos vasculares cerebrales de mayor prevalencia se
La demencia vascular es la segunda causa más frecuente encuentran la enfermedad arterial de gran vaso (embolias ar-
de demencia (1, 2). Dado que las causas vasculares de dete- teria a arteria, oclusión de una arteria extracraneal o intracra-
rioro cognitivo son frecuentes (algunas, incluso, evitables) y neal), embolias cardíacas, enfermedad de pequeños vasos (in-
los pacientes pueden beneficiarse de un tratamiento, es im- fartos lacunares, lesiones isquémicas en la sustancia blanca) y
portante realizar una detección precoz y un correcto diag- mecanismos hemodinámicos (13-15). Otras causas menos fre-
nóstico de demencia vascular (3). cuentes son las arteriopatías específicas, hemorragias (hemo-
La demencia vascular no se reduce exclusivamente a la rragia intracraneal, hemorragia subaracnoidea), factores hema-
demencia multiinfarto, sino que se asocia con otros mecanis- tológicos, enfermedad venosa y trastornos hereditarios. Pro-
mos vasculares y con otros cambios patológicos cerebrales y bablemente existan otras causas todavía desconocidas.
tiene otras causas y otras manifestaciones clínicas. La demen- En la mayoría de los pacientes diagnósticos de demencia
cia vascular no es un trastorno sino un síndrome. El origen vascular están implicados factores etiológicos graves, pero no
de este síndrome refleja las interacciones complejas entre etio- se ha identificado con precisión cuál es el papel que tienen
logías vasculares (enfermedades vasculares cerebrales y facto- estos factores y no está claro cuál de esos mecanismos dife-
res de riesgo vascular), alteraciones cerebrales (infartos, lesio- rencia la demencia vascular de la enfermedad vascular cere-
nes en la sustancia blanca, atrofia), factores individuales bral sin demencia (4, 5, 7, 16, 17).
(edad, educación) y cognición (4-8). Los factores de riesgo para la demencia vascular se pue-
Entre los interrogantes conceptuales en relación con la den dividir entre factores vasculares (p. ej., hipertensión arte-
demencia vascular destacan la definición del síndrome cogni- rial, fibrilación atrial, infarto de miocardio, enfermedad coro-
tivo (tipo, extensión y combinación de alteraciones de las dis- naria, diabetes, arteriosclerosis generalizada, anormalidades li-
tintas áreas cognitivas) y las causas vasculares (etiologías vas- pídicas, tabaquismo), factores demográficos (p. ej., edad, edu-
culares y cambios cerebrales). Las variaciones en estas defini- cación), factores genéticos (p. ej. historia familiar, característi-
ciones han derivado en diferentes estimaciones de la preva- cas genéticas individuales) y factores relacionados con el ac-
lencia, diferentes grupos de pacientes y distintas descripciones cidente vascular (p. ej., tipo de enfermedad vascular cerebral,
del tipo y la distribución de las lesiones (9-11). El síndrome localización y tamaño de la lesión vascular) (18, 19). Un fac-
cognitivo de la demencia vascular se caracteriza más por una tor de riesgo importante de demencia en pacientes con lesión
disfunción en las funciones ejecutivas que por un déficit en vascular es la presencia de episodios hipóxicos isquémicos
4.1.9. DEMENCIA VASCULAR 511

(arritmias cardíacas, disfunción cardíaca congestiva, infarto de 3. Las lesiones en la sustancia blanca observadas en TC o en
miocardio, crisis epilépticas, neumonía) (20). RM asociadas con la demencia vascular son amplias, ex-
tendiéndose a la sustancia blanca periventricular y a la
sustancia blanca profunda.
Alteraciones cerebrales 4. Es dudoso el hecho de que una lesión vascular pequeña
observada en neuroimagen pueda aceptarse como prueba
La demencia vascular está relacionada tanto con alteracio- de demencia vascular.
nes cerebrales isquémicas como no isquémicas (4, 5, 13, 14). 5. La ausencia de lesiones vasculares cerebrales en TC o en
Las lesiones isquémicas incluyen infarto en un territorio arteri- RM es un indicador contrario al diagnóstico de demen-
al, infarto en territorio distal (áreas limítrofes), infarto lacunar, cia vascular.
lesiones isquémicas en la sustancia blanca y daño isquémico
incompleto. La lesión isquémica incompleta comprende ne-
crosis laminar, gliosis focal, atrofia granular e infarto incom- Fisiopatología
pleto en la sustancia blanca (21, 22). Además, las alteraciones
isquémicas funcionales, tanto focales (alrededor de la lesión is- Todavía no se conoce hasta qué punto los cambios pato-
quémica) como distantes (diasquisis, desconexión) están rela- lógicos cerebrales originan el síndrome de demencia vascular,
cionadas con la demencia vascular, y en estos pacientes, el vo- lo componen o, simplemente, coexisten con él. Las alteracio-
lumen de tejido funcionalmente inactivo es mayor que el que nes vasculares en el cerebro pueden ser la causa principal de
corresponde a las lesiones isquémicas focales (23). Las limita- deterioro cognitivo (tal como se acepta en la demencia vas-
ciones en los métodos clínicos actuales han impedido detectar cular) (24, 25), pueden contribuir al cuadro clínico de otros
tanto la lesión isquémica incompleta como los cambios isqué- síndromes de demencia como la enfermedad de Alzheimer
micos funcionales en la demencia vascular. El factor no isqué- (7, 26), o pueden ser una coincidencia.
mico más relacionado con la demencia vascular es la atrofia. No está claro cuáles son las alteraciones cerebrales críticas
Sin embargo, los métodos no permiten diferenciar entre las que desembocan en el cuadro clínico de demencia vascular.
causas isquémicas o degenerativas de la atrofia. El síndrome se ha relacionado con el volumen de los infartos
cerebrales, con el número de infartos, con la localización de
los infartos (bilaterales, en zonas corticales estratégicas, sub-
Hallazgos en las técnicas de diagnóstico corticales o en la sustancia blanca), con otros factores isqué-
por la imagen micos (lesión isquémica incompleta, muerte neuronal retar-
dada, cambios funcionales), con cambios atróficos (origen, lo-
Los trabajos sobre la relación entre lesiones cerebrales y calización, extensión) y finalmente, con los efectos adiciona-
alteraciones cognitivas en la demencia vascular presentan va- les de otras afecciones (enfermedad de Alzheimer, demencia
riaciones en cuanto a las definiciones y la valoración de las por cuerpos de Lewy, demencia del lóbulo frontal). Por lo
funciones cognitivas utilizadas. Las técnicas utilizadas para re- tanto, existe incertidumbre en cuanto al tipo, extensión, lo-
velar alteraciones cerebrales son distintas, y también los crite- calización, y ocurrencia de las lesiones vasculares en el cere-
rios utilizados para la selección de pacientes (17) bro que se relacionan con la demencia vascular, así como en
Los estudios con TC y con RM han señalado la impor- cuanto a la combinación con otras enfermedades (4-6, 13).
tancia de las lesiones isquémicas bilaterales (4, 5, 7, 17). Al-
gunos trabajos hacen énfasis en los infartos profundos de las
áreas frontal y límbica, mientras que otros describen lesiones ■ Clasificación y criterios clínicos
corticales, especialmente temporales y parietales. No existe
acuerdo en cuanto al volumen y al número de infartos, y Clasificación
tampoco en cuanto a la extensión y localización de la atrofia.
Se ha sugerido que un factor importante es la presencia de le- La demencia vascular se ha dividido en diferentes subti-
siones extensas y difusas en la sustancia blanca, debido a que pos en función de las características clínicas, radiológicas y
comportan una desconexión funcional de las áreas corticales. neuropatológicas. No sabemos si estos subtipos son trastor-
Pueden extraerse algunas conclusiones generales sobre las le- nos distintos, con características patológicas y clínicas inde-
siones cerebrales en la demencia vascular: pendientes y con distintas respuestas al tratamiento (27). Si
pudieran identificarse subtipos homogéneos, los estudios de
1. No existe una única característica patológica, sino una investigación serían más comparables y los estudios multi-
combinación de infartos, lesiones isquémicas en la sus- céntricos más fáciles (28).
tancia blanca de tamaño y tipo variable, y atrofia de va- Los subtipos de demencia vascular especificados en la ma-
rios grados y localizaciones. yoría de las clasificaciones son la demencia multiinfarto (le-
2. Los infartos asociados con la demencia vascular tienden siones corticales), la demencia de pequeño vaso (lesiones en
a ser bilaterales, múltiples (más de dos), y localizados en la sustancia blanca profunda) y la demencia por infarto estra-
el hemisferio dominante y en las estructuras límbicas (cir- tégico (12, 14, 27, 29-32). Algunas incluyen también la de-
cuitos frontolímbico o prefrontal subcortical y límbico mencia por hipoperfusión (12, 14, 30, 33). Otros subtipos
medial o hipocámpico medial). que se han sugerido son la demencia hemorrágica, la demen-
512 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

cia vascular hereditaria y la demencia combinada o mixta (en- Tabla 1. Definición de demencia vascular según el DSM-IV
fermedad de Alzheimer con enfermedad vascular cerebral).
El DSM-IV (34) no especifica subtipos. La CIE-10 (35) se- Signos y síntomas neurológicos focales (p. ej., exageración de los reflejos
tendinosos profundos, respuesta de extensión plantar, parálisis seudo-
ñala seis tipos de demencia (de inicio agudo, multiinfarto, sub- bulbar, anomalías en la marcha, debilidad de una extremidad, etc.)
cortical, mixta cortical y subcortical, otras e inespecíficas). Los O bien
criterios NINDS-AIREN (30) incluyen, aunque sin una descrip- Pruebas de laboratorio sugerentes de la presencia de una enfermedad
ción detallada, demencia vascular cortical, demencia vascular vascular cerebral (p. ej., infartos múltiples que implican la corteza y
subcortical, enfermedad de Binswanger y demencia talámica. la sustancia blanca acompañante
Los déficit cognoscitivos provocan un deterioro significativo de la ac-
tividad laboral o social y representan una merma importante del ni-
Subtipos principales vel previo de actividad
Los signos y síntomas neurológicos y las pruebas de laboratorio se es-
La demencia multiinfarto o demencia vascular cortical, y timan etiológicamente relacionadas con la alteración
Los déficit no aparecen exclusivamente en el transcurso de un delirio
la demencia por enfermedad de pequeño vaso o demencia El curso se caracteriza por períodos mantenidos de estabilidad clínica
subcortical son los dos subtipos más comunes, pero su fre- interrumpidos por súbitas pérdidas funcionales y cognitivas impor-
cuencia varía en función de los estudios (12, 14, 31). tantes
La demencia vascular cortical se relaciona con enferme-
dad de vasos grandes, con embolias cardíacas y con la hipo-
perfusión. Los infartos se producen predominantemente en
focal, bajo la premisa de que éste es el que está relacionado
los territorios arteriales corticales y corticosubcorticales y sus
con el deterioro cognitivo (34). Se especifica el curso como
campos distales (áreas limítrofes). Las características clínicas
caracterizado por pérdidas cognitivas y funcionales abruptas.
típicas son los cambios sensoriomotores lateralizados y el ini-
Los criterios del DSM-IV no refieren un requerimiento espe-
cio abrupto de alteración cognitiva y afasia (31). Se han des-
cífico de imagen cerebral. La definición de demencia vascular
crito una combinación de síndromes neuropsicológicos corti-
del DSM-IV es razonablemente general y carece de una guía
cales en la demencia vascular cortical (36).
clínica y neurológica detallada.
La demencia vascular subcortical o demencia por enfer-
Los criterios de la CIE-10 (35) (tabla 2) requieren una dis-
medad de pequeño vaso, incluye a las entidades «estado la-
tribución desigual de los déficit cognitivos, signos focales como
cunar» y enfermedad de «Binswanger». Está relacionada con
prueba de lesión cerebral focal, y enfermedad vascular cerebral
enfermedad de los pequeños vasos y con hipoperfusión, pre-
significativa, entendiendo que éstos son los factores que están
dominantemente con infartos lacunares, lesiones isquémicas
relacionados con la demencia. Los criterios no especifican la
difusas en la sustancia blanca, y daño isquémico incompleto
necesidad de técnicas de neuroimagen, y diferencian seis subti-
(31, 36, 37). Clínicamente, la demencia subcortical se carac-
pos de demencia vascular (tabla 3). Los criterios para la de-
teriza por hemiparesia motora pura, signos bulbares, disartria,
mencia vascular son muy selectivos, y solamente aquellos pa-
depresión, labilidad emocional y alteraciones cognitivas que
cientes que cumplen todos los criterios generales pueden ser
afectan fundamentalmente a las funciones ejecutivas (36-39).
subclasificados en los diferentes tipos (11, 43). Entre las defi-
ciencias de estos criterios están la falta de una guía detallada (p.
Criterios clínicos ej., de los déficit cognitivos y de los cambios en neuroimagen),
la falta de criterios etiológicos y la heterogeneidad (11, 43).
Desde la década de 1970, se han publicado diversos cri- Los criterios NINDS-AIREN para la demencia vascular (30)
terios clínicos para la demencia vascular (11, 40, 41). Los más son el síndrome de demencia, la enfermedad vascular cerebral y
ampliamente utilizados son los del DSM-IV (34), la de la
CIE-10 (35) y los criterios NINDS-AIREN (30).
Los dos elementos cardinales de todos los criterios clíni-
Tabla 2. Criterios CIE-10 de demencia vascular
cos de demencia vascular son la definición del síndrome cog-
nitivo (42) y la definición de la causa (11, 41, 43). Todos los Desigual distribución de los déficit de las funciones cognoscitivas su-
criterios son criterios consensuados, que no se han derivado periores, estando algunas afectadas y otras relativamente conserva-
ni del resultado de estudios prospectivos en la población so- das. Así, la memoria puede estar marcadamente afectada mientras
bre los factores vasculares que afectan a la cognición, ni de que el pensamiento, el razonamiento y el procesamiento de la in-
historias naturales detalladas (28, 30, 40, 41, 44). Todos estos formación pueden estar sólo discretamente alterados
Presencia de daño cerebral focal sugerido por uno o más de los sín-
criterios están basados en el concepto de infarto isquémico.
tomas siguientes:
Están diseñados para tener gran especificidad, pero están Paresia espástica y unilateral de las extremidades
poco validados (40, 44). Una consecuencia importante de las Reflejos tendinosos vivos en forma unilateral
distintas definiciones del síndrome de demencia (9, 42) y de Respuesta plantar extensora
su causa vascular (10, 11) es que los distintos criterios diag- Parálisis seudobulbar
nósticos identifican a poblaciones diferentes. Evidencia por la historia, los exámenes o los tests de una enfermedad
La definición de demencia vascular del DSM-IV (tabla 1) vascular cerebral significativa que pudiera razonablemente estar
etiológicamente relacionada con la demencia (por ejemplo: historia
requiere la presencia de signos y síntomas neurológicos foca- de apoplejía, evidencia de infarto cerebral)
les o indicios en pruebas de laboratorio de daño neurológico
4.1.9. DEMENCIA VASCULAR 513

Tabla 3. Características de los subtipos de demencia vascular Tabla 4. Criterios NINDS-AIREN para la demencia vascular
en la CIE-10 probable
Demencia vascular de inicio agudo I. Los criterios para el diagnóstico clínico de demencia vascular
La demencia evoluciona rápidamente (por lo general en un mes, pero PROBABLE son todos los siguientes:
en no más de tres meses) tras una sucesión de infartos repetidos
o (rara vez) tras una única hemorragia masiva 1. Demencia
2. Enfermedad vascular cerebral definida por la presencia de signos fo-
Demencia multiinfarto
cales en el examen neurológico, tales como hemiparesia, debili-
El inicio de la demencia es gradual (entre tres y seis meses), siguien-
dad facial leve, signo de Babinski, déficit sensorial, hemianopsia,
do a un número de episodios isquémicos menores
disartria, etc., compatibles con accidente vascular (con o sin his-
Comentarios: Se presupone que hay un acúmulo de infartos en el pa-
toria clínica que lo apoye), e indicios de ECV en imagen cerebral
rénquima cerebral. Entre los episodios isquémicos puede haber pe-
(TC o RM), especialmente accidentes múltiples de arterias mayo-
ríodos de mejoría clínica
res, un único infarto localizado en zona estratégica (circunvolu-
Demencia vascular subcortical ción angular, tálamo, base cerebral, territorios de la ACA o de la
Antecedentes de hipertensión arterial ACP), así como infartos lacunares múltiples en los ganglios basa-
Evidencia de una enfermedad vascular localizada en la sustancia blan- les o en la sustancia blanca, lesiones extensas en la sustancia blan-
ca profunda de los hemisferios cerebrales que preserva la corteza ca periventricular, o la combinación de ellas
cerebral, puesta de manifiesto en la exploración clínica y en las ex- 3. Una relación entre la aparición de los dos trastornos, manifestada o
ploraciones complementarias inferida por la presencia de uno o más de los siguientes:
a) Inicio de la demencia en los tres meses posteriores al acci-
Demencia vascular mixta cortical y subcortical
dente vascular
Componentes mixtos corticales y subcorticales de demencia vascular
b) Deterioro abrupto de las funciones cognitivas, o progresión
pueden sospecharse por los rasgos clínicos, los resultados de las in-
escalonada y fluctuante de los déficit cognitivos
vestigaciones (incluyendo la autopsia), o ambos
Otras demencias vascularesa II. Las características clínicas indicativas de un diagnóstico de de-
mencia vascular PPROBABLE son:
Demencia vascular sin especificación a
a) Presencia temprana de alteraciones de la marcha (marcha a
a
En la CIE-10 no se ofrecen guías diagnósticas específicas para estos subti-
pequeños pasos, marcha apráxico-atáxica o parkinsoniana)
pos de demencia vascular. b) Antecedentes de inestabilidad o caídas inmotivadas
c) Frecuencia urinaria, urgencia urinaria u otros síntomas urina-
rios que no se explican por enfermedad urológica
la relación entre ambos trastornos (tabla 4). La enfermedad vas- d) Cambios en la personalidad y el humor, abulia, depresión, in-
continencia emocional, otros déficit subcorticales como el
cular cerebral está definida por la presencia de lesiones neuroló- enlentecimiento psicomotor y funciones ejecutivas alteradas
gicas focales e indicios en neuroimagen de alteraciones isquémi-
cas cerebrales. La relación entre demencia y trastorno vascular III. La características que hacen que el diagnóstico de demencia vas-
cerebral es inferida por la forma de inicio de la demencia, que cular sea incierto son:
aparece en los tres meses posteriores a la fecha del accidente vas- a) Déficit de memoria de inicio temprano y empeoramiento
cular, por el deterioro abrupto de las funciones cognitivas o por progresivo de la memoria y de otros déficit cognitivos como
el lenguaje (afasia sensorial transcortical), las habilidades mo-
la progresión escalonada y fluctuante de los déficit cognitivos.
toras (apraxia) y la percepción (agnosia), en ausencia de le-
Los criterios comprenden una lista de características indicativas siones focales en neuroimagen que se correspondan
del diagnóstico, así como una lista de síntomas que hacen que b) Ausencia de signos neurológicos focales que acompañen al
el diagnóstico resulte incierto. También establecen diferentes ni- déficit cognitivo
veles de certeza para el diagnóstico clínico (probable, posible, de- c) Ausencia de lesiones vasculares cerebrales en TC y en RM
finitivo). Los criterios NINDS-AIREN contemplan la heteroge-
ECV, enfermedad vascular cerebral; ACA, arteria cerebral anterior; ACP, ar-
neidad del síndrome (45) y la variabilidad del curso clínico en la teria cerebral posterior.
demencia vascular y clarifican la detección de lesiones isquémi-
cas y la relación entre la lesión y las funciones cognitivas, así
como entre el accidente vascular y el inicio de la demencia.
Los criterios NINDS-AIREN son los más utilizados nor- ■ Manifestaciones clínicas
malmente en los ensayos de fármacos para la demencia vascu-
lar. La sensibilidad de los criterios NINDS-AIREN es de un Síndrome cognitivo
58 % y su especificidad de 80 %, según series neuropatológicas
(47). Los criterios excluyen con éxito a la enfermedad de Alz- El síndrome cognitivo de la demencia vascular se caracteri-
heimer en el 91 % de los casos, y la proporción de casos mix- za por déficit de memoria, síndrome de disfunción ejecutiva,
tos erróneamente clasificados como probable demencia vascu- enlentecimiento en el procesamiento de la información, y cam-
lar es del 29 % (47). La fiabilidad de los criterios NINDS-AI- bios de personalidad y de humor. Estas características se iden-
REN es de moderada a elevada (κ = 0,46 – 0,72) (48). tifican especialmente en los pacientes con lesiones subcortica-
Los tres tipos de criterios para la demencia vascular no les. Los pacientes con lesiones corticales, suelen presentar otros
son intercambiables. Identifican números y grupos distintos síndromes neuropsicológicos corticales adicionales (36).
de pacientes. Los criterios DSM-IV son menos restrictivos El déficit de memoria que se observa en la demencia vas-
que los de la CIE-10 y que los NINDS-AIREN (11, 46). cular suele ser menos grave que el que caracteriza a la enfer-
514 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

medad de Alzheimer. Se caracteriza por una alteración en la Tabla 5. Escala de isquemia de Hachinski
evocación, un reconocimiento relativamente normal y un
mayor beneficio de las pistas (49). El síndrome de disfunción Ítem Valor
ejecutiva en la demencia vascular comprende la alteración en Inicio agudo 2
la formulación de objetivos, la iniciación, la planificación, la Deterioro en escalones 1
organización, la secuenciación, la ejecución, la capacidad de Curso fluctuante 2
cambio conceptual y su mantenimiento, y la abstracción (12, Confusión nocturna 1
36, 49). Este síndrome de disfunción ejecutiva que se observa Cambios de personalidad 1
en la demencia vascular está relacionado con las lesiones que Depresión 1
Quejas somáticas 1
afectan a circuitos prefrontales subcorticales (corteza prefron- Incontinencia emocional 1
tal, núcleo caudado, pálido, tálamo) y al circuito tálamo-cor- Historia de hipertensión 1
tical (rodilla capsular, cápsula anterior, centro semioval ante- Historia de accidentes vasculares 2
rior y corona radiada anterior) (50). En los casos leves y mo- Evidencia de aterosclerosis asociada 1
derados de demencia vascular, la personalidad y la conciencia Síntomas neurológicos focales 2
de déficit están relativamente preservadas. Signos neurológicos focales 2
Las características que hacen que el diagnóstico de de-
mencia vascular sea incierto son la alteración de la memoria
temprana, el deterioro progresivo de la memoria, y la presen- escalonado (razón de probabilidad [odds ratio]: 6,0); curso con
cia de otros déficit corticales en ausencia de las correspon- fluctuaciones (odds ratio: 7,6); historia de hipertensión (odds ra-
dientes lesiones focales en neuroimagen que las expliquen. tio: 4,3); historia de accidentes vasculares (odds ratio: 4,3) y sín-
tomas neurológicos focales (odds ratio: 4,4) (52). La confusión
nocturna y la depresión no resultaron discriminativos. La es-
Hallazgos neurológicos cala de isquemia no discrimina entre los pacientes con enfer-
medad de Alzheimer que presentan enfermedad vascular cere-
Los hallazgos neurológicos frecuentes que indican lesión bral y los que presentan demencia vascular.
cerebral focal en el curso inicial de la demencia vascular son
los déficit leves motores y sensoriales, dificultades de coordi-
nación, reflejos tendinosos exaltados, signo de Babinski, pér- ■ Evolución y pronóstico
dida de campo visual, signos bulbares, como la disartria y la
disfagia, signos extrapiramidales (especialmente rigidez y aci- Tradicionalmente, la demencia vascular se ha caracteriza-
nesa), dificultades en la marcha (hemipléjica, apráxica, atáxica do por un inicio relativamente abrupto (días a semanas), un
o a pequeños pasos), inestabilidad, caídas inmotivadas y fre- deterioro escalonado (con alguna mejora después del descen-
cuencia o urgencia urinaria (30, 31, 37-39). Las características so agudo) y un curso fluctuante de las funciones cognitivas
de demencia vascular incierta son la ausencia de signos neu- (p. ej., diferencia entre días). Estas características han estado
rológicos focales que acompañen a la alteración cognitiva (30). descritas en los pacientes con lesiones de repetición que afec-
En la demencia vascular cortical las características clínicas tan a estructuras corticales y corticosubcorticales, como, de-
típicas son los cambios sensoriomotores lateralizados y el ini- mencia vascular multiinfarto, o con infartos en áreas limítro-
cio abrupto de los déficit cognitivos, y en la demencia vascu- fes secundarios a problemas hemodinámicos. Sin embargo,
lar subcortical, la hemiparesia motora pura, los signos bulba- en los pacientes con demencia por enfermedad de los peque-
res y la disartria (31). ños vasos, p. ej., demencia vascular subcortical, el inicio es
más insidioso y el curso más lentamente progresivo (28, 30,
37, 53).
Síntomas conductuales y psicológicos La duración media de la demencia vascular es de aproxi-
de demencia madamente 5 años (2). En la mayoría de los estudios, la su-
pervivencia es menor que en la población general y que en la
En la demencia vascular los síntomas psiquiátricos más enfermedad de Alzheimer (54, 55). Sorprendentemente, se co-
frecuentes son depresión, ansiedad, labilidad e incontinencia noce aún muy poco sobre la proporción y el patrón de dete-
emocional; en la enfermedad vascular subcortical los más fre- rioro cognitivo, tanto en la demencia vascular en general,
cuentes son depresión, abulia, incontinencia emocional y re- como en cada uno de los subgrupos (56). Se pone, pues, de
tardo psicomotor (12, 36). manifiesto, la ausencia de estudios que refieran de una forma
detallada cuál es la evolución natural de la demencia vascular.
Escalas de isquemia
En la Escala de Isquemia de Hachinski (51) se incorporan ■ Diagnóstico y diagnóstico diferencial
las características principales de la demencia vascular (tabla 5).
Según series neuropatológicas recientes, los ítems que mejor La evaluación clínica de los pacientes con alteración de la
discriminan entre pacientes con demencia vascular definitiva memoria tiene dos fases: el diagnóstico sintomático (p. ej., la
de los pacientes con enfermedad de Alzheimer son: deterioro evaluación del tipo y de la extensión de la alteración cogniti-
4.1.9. DEMENCIA VASCULAR 515

va) y el diagnóstico etiológico (p. ej., la valoración de las cau- criterios utilizados para la demencia vascular (13, 25, 30, 59,
sas vasculares y de los factores relacionados). Otras categorías 60).
sintomáticas, además de la demencia, son el delirio, síndro- La tomografía computarizada por emisión de fotón único
mes neuropsicológicos circunscritos (p. ej., afasia) y alteracio- (SPECT) y la tomografía por emisión de positrones (PET)
nes psiquiátricas funcionales (p. ej., depresión) (44). Las fases pueden revelar una reducción no uniforme del flujo sanguí-
del diagnóstico etiológico son el diagnóstico de las causas es- neo cerebral y del metabolismo, así como una reducción del
pecíficas (especialmente las condiciones potencialmente trata- flujo y el metabolismo en la sustancia blanca (61).
bles), la valoración de los factores secundarios que pueden
afectar al funcionamiento cognitivo y una distinción más de-
tallada entre las causas específicas, especialmente entre la de- Otras pruebas
mencia vascular y la enfermedad de Alzheimer.
Las radiografías, el electroencefalograma y las pruebas de
laboratorio forman parte de la valoración básica (15, 62, 63).
Evaluación clínica En algunos casos específicos se precisan exámenes de labora-
torio más amplios, análisis del líquido cefalorraquídeo o EEG,
La piedra angular en la evaluación de un paciente con así como exámenes de las arterias extracraneales e intracranea-
sospecha de demencia vascular es la historia clínica y neuro- les o valoraciones cardiológicas más detalladas (15, 62, 63).
lógica detallada, incluyendo la entrevista con un informador El EEG es a menudo más normal en la demencia vascu-
allegado, y la evaluación. La valoración de las funciones so- lar que en la enfermedad de Alzheimer y, cuando resulta
ciales, las actividades de la vida diaria y los síntomas psiquiá- anormal, sugiere anormalidad focal. Tanto en la demencia
tricos y conductuales también forman parte de la valoración. vascular como en la enfermedad de Alzheimer, las anormali-
La sintomatología de estos pacientes es fluctuante, siendo ne- dades aumentan a medida que crece el deterioro cognitivo
cesario dedicarles el tiempo suficiente en la consulta, nor- (53).
malmente entre 40 y 60 minutos. Hasta la fecha, no existe ninguna prueba de laboratorio
específica para la demencia vascular. Las pruebas pueden re-
velar factores de riesgo y trastornos concomitantes como hi-
Examen del estado mental perlipemia, diabetes e irregularidades cardíacas (53). Se consi-
deraba que la apolipoproteína E4 era factor de riesgo para la
La evaluación del estado mental generalmente se realiza enfermedad de Alzheimer, pero su relación con la demencia
con el Miniexamen del Estado Mental (Mini-Mental State vascular no se comprobó (64). Actualmente, la determinación
Examination, MMSE) (57). Sin embargo se trata de un test de la apolipoproteína E no forma parte de la valoración clí-
con muchas limitaciones, puesto que no explora suficiente- nica de la demencia vascular.
mente el lenguaje, no incluye elementos que requieren con-
trol del tiempo ni una parte de reconocimiento para el ítem
de memoria, es insensible a los déficit leves y está influido Diagnóstico diferencial de la demencia vascular
por la edad y por el nivel educacional. Otros instrumentos de
evaluación propuestos para la demencia vascular son el test
Enfermedad de Alzheimer
de las 10 palabras, con recuerdo diferido, el test de copia de
un cubo, un test de fluidez verbal (número de animales nom- La enfermedad de Alzheimer típica se caracteriza por un
brados en 1 minuto), las alternancias motoras de Luria y un inicio insidioso, un deterioro intelectual lentamente progresi-
test de cancelación de letras (negligencia) (30). vo, ausencia de síntomas y signos que indiquen lesión cere-
Con frecuencia se necesita realizar una exploración neu- bral focal, y ausencia de otras enfermedades específicas que
ropsicológica más detallada. Ésta debe abarcar las principales afecten a nivel cerebral (65). La enfermedad de Alzheimer si-
áreas cognitivas, es decir, las funciones de memoria (a corto y gue una estadificación típica, desde los cambios iniciales has-
largo plazo), pensamiento abstracto, juicio, afasia, apraxia, ag- ta la demencia profunda (66, 67).
nosia, orientación, atención, funciones ejecutivas y velocidad La diferenciación de la enfermedad de Alzheimer puede
en el procesamiento de la información (42, 58). realizarse de una forma clínica en los casos en los que el pa-
ciente tiene una historia clínica, un examen neurológico y
unos hallazgos en neuroimagen cerebral que sean compati-
Técnicas de neuroimagen bles con alteraciones isquémicas.
Las dificultades de diagnóstico se presentan cuando la en-
Deben utilizarse las técnicas de neuroimagen cerebral fermedad de Alzheimer se combina con enfermedad vascular
como mínimo una vez, mientras se intenta establecer el diag- cerebral. Entre las dificultades clínicas se encuentran: el en-
nóstico inicial. Es preferible la RM, puesto que tiene mayor mascaramiento que realiza la enfermedad de Alzheimer de los
sensibilidad y permite ver el lóbulo temporal medial y las áreas accidentes vasculares que cursan con deterioro posterior; las
basales. Los infartos cerebrales focales están presentes en el formas de inicio insidioso y/o el curso lentamente progresivo
70-100 %, y las lesiones más extensas en la sustancia blanca de algunos pacientes con demencia vascular, y los casos en
en un 70-100 % de los casos; los porcentajes varían según los que es difícil valorar el papel de las lesiones de la sustancia
516 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

blanca o de los infartos observados en la neuroimagen. Este ñas, durante periodos breves de tratamiento, con variaciones
desafío clínico podrá resolverse cuando se disponga de un en los criterios diagnósticos, en poblaciones mezcladas y han
marcador específico ante mortem para la enfermedad de Alz- variado las valoraciones clínicas aplicadas.
heimer. La distinción sería menos dificultosa si dispusiéramos Recientemente, han despertado expectación para el trata-
de un conocimiento más detallado sobre las localizaciones, el miento sintomático de la demencia vascular el nimodipino
tipo y la extensión de las alteraciones cerebrales isquémicas en (79), la memantina (80) y la propentofilina (81). Están en cur-
la demencia vascular, y sobre la extensión y el tipo de atrofia so otros ensayos de fase 3 aleatorizados, a doble ciego y con-
del lóbulo temporal medial en la enfermedad de Alzheimer. trolados con placebo (82).
Otras afecciones importantes que deben diferenciarse de
la demencia vascular son la hidrocefalia normotensiva (68),
lesiones en la sustancia blanca y demencia (17, 30), tumores ■ Posibilidades de prevención
del lóbulo frontal y otras masas intracraneales (15), demencia
por cuerpos de Lewy (69), demencia frontotemporal (70), de- El objetivo para la prevención primaria recae en el cere-
mencia y enfermedad de Parkinson (71), parálisis supranuclear bro de riesgo de enfermedad vascular cerebral y de demencia.
progresiva (72) y atrofia multisistémica (73). Los métodos se refieren al tratamiento de los posibles facto-
res de riesgo de demencia vascular y a la promoción de po-
tenciales factores de protección. Entre los factores de riesgo
■ Epidemiología están los relacionados con trastornos vasculares cerebrales y
accidente vascular, con demencia vascular, con demencia post-
La demencia vascular es la segunda causa más frecuente ictal, con lesiones en la sustancia blanca, y con alteración
de demencia, variando entre el 10 y el 50 % de los casos en cognitiva o demencia. También se incluyen los relacionados
función de la localización geográfica, la población de pacien- con la enfermedad de Alzheimer (8). Los factores de riesgo
tes y los métodos clínicos utilizados (1, 2). La prevalencia de vascular son hipertensión arterial, fibrilación atrial, infarto de
la demencia vascular se sitúa entre el 1,2 y el 4,2 % de las per- miocardio, patología coronaria, diabetes, arteriosclerosis ge-
sonas de más de 65 años, y la incidencia es de 6 a 12 casos neralizada, anormalidades lipídicas y tabaquismo. Entre los
anuales por cada 1.000 individuos mayores de 70 años por factores demográficos se consideran factores de riesgo la edad
año (2). La prevalencia y la incidencia de la demencia vascu- y el nivel educacional. Los estrógenos son un supuesto factor
lar crecen con el aumento de la edad, y los varones parecen de protección (83).
tener una mayor prevalencia vascular que las mujeres. La epi- Todavía se sabe poco acerca de los efectos de la preven-
demiología de la demencia vascular se ha visto afectada por ción primaria sobre los factores de riesgo en las poblaciones
las variaciones en la definición del trastorno, los criterios clí- de individuos sin déficit cognitivo (8, 84). Según un estudio
nicos utilizados y los métodos clínicos aplicados (18, 74, 75). europeo, el tratamiento de la hipertensión sistólica leve redu-
En series recientes de personas ancianas (10), la frecuen- ce la incidencia de demencia (85). Los efectos positivos de la
cia de demencia vascular ha resultado ser más elevada de lo prevención primaria sobre el accidente vascular apoyan la idea
que se había descrito previamente. Los accidentes vasculares de que la actuación sobre los factores de riesgo vascular podría
y los trastornos cerebrovasculares se relacionan también con disminuir el número de pacientes con demencia vascular.
un riesgo elevado de deterioro cognitivo y demencia (24, 76). El objetivo de la prevención secundaria es el cerebro ya
Finalmente, los factores vasculares, como los accidentes vas- afectado por enfermedad vascular cerebral y en riesgo de de-
culares o las lesiones en la sustancia blanca, tienen un efecto mencia vascular. Entre las actuaciones destacan el diagnósti-
clínico sobre la enfermedad de Alzheimer (26). Por lo tanto, co y el tratamiento del accidente vascular agudo con el obje-
los factores vasculares pueden ser la mayor causa de deterio- tivo de evitar la extensión de los cambios cerebrales isquémi-
ro cognitivo a nivel mundial (77). cos, la prevención de la recurrencia del accidente vascular y
el tratamiento de los factores de riesgo. El tratamiento está
determinado por la etiología del trastorno vascular cerebral,
■ Tratamiento que puede ser la patología de arterias de gran calibre
(p. ej., aspirina, dipiridamol, endarterectomía carotídea), em-
Los objetivos del tratamiento en la demencia vascular son bolias cardíacas (p. ej., anticoagulación, aspirina), enfermedad
la mejora sintomática de los síntomas centrales (p. ej., cogni- de los pequeños vasos (p. ej., terapia antiplaquetaria) y meca-
tivos, conductuales), el enlentecimiento en el progreso de la nismos hemodinámicos (p. ej., control de hipotensión y arrit-
enfermedad y el tratamiento de los factores secundarios que mias cardíacas) (15, 29, 44). Un importante factor de riesgo
empeoran la cognición (p. ej., depresión, ansiedad, agitación). para la incidencia de demencia en pacientes con accidentes
Se han estudiado numerosos fármacos para el tratamien- vasculares, que debe tenerse en cuenta en la prevención se-
to sintomático de la demencia vascular, entre los cuales se en- cundaria, son los episodios isquémicos hipóxicos (arritmias
cuentran los fármacos cerebroactivos y vasoactivos, los noo- cardíacas, insuficiencia cardíaca congestiva, infarto de mio-
tropos y algunos antagonistas del calcio, pero los resultados cardio, epilepsia, neumonía) (20).
de esos estudios han resultado ampliamente negativos (78). Falta información detallada sobre los efectos de la pre-
Los estudios sobre la mejora sintomática en la demencia vas- vención secundaria de la demencia vascular. En muestras de
cular se han realizado mayoritariamente con muestras peque- pocos pacientes con demencia vascular establecida, las fun-
4.1.9. DEMENCIA VASCULAR 517

ciones cognitivas mejoraron o se estabilizaron con el control in dementia of Alzheimer’s type. Biochemical and neuropathological
de la hipertensión arterial elevada (86), la retirada del tabaco correlates. Brain, 111, 1425–39.
23. Mielke, R., Herholz, K., Grond, M., Kessler, J., and Heiss, W.D.
(86) y la utilización de aspirina (87). Se ha sugerido que una (1992). Severity of vascular dementia is related to volume of
baja viscosidad plasmática también podría afectar a la de- metabolically impaired tissue. Archives of Neurology, 49, 909–13.
mencia vascular (88). La ausencia de deterioro cognitivo pro- 24. Tatemichi, T.K., Paik, M., Bagiella, E. et al. (1994). Risk of dementia
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de reflejar el efecto de la intensificación del control de los fac- Accuracy of the clinical diagnosis of vascular dementia: a prospective
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4.1.10. DEMENCIA DEBIDA A ENFERMEDAD POR VIH 519

SIDA fue publicada en 1986 (1). El síndrome se denominó En las últimas fases de la enfermedad, normalmente hay
«complejo demencia-SIDA». En 1988 Price y cols. (2) propu- un deterioro global de las funciones cognitivas y un retraso
sieron una escala del síndrome, graduando desde 0 (normal) psicomotor grave. El habla es lenta y monótona, con difi-
hasta 4 (fase final). En 1990, la Organización Mundial de la cultades para encontrar palabras y una posible progresión al
Salud (OMS) introdujo el término «demencia asociada al mutismo. Los pacientes se vuelven incapaces de caminar, de-
VIH» (3), señalando que las disfunciones cognitivas y/o mo- bido a la paraparesia, y normalmente yacen en la cama indi-
toras subclínicas o leves sin deterioro en la ejecución de las ferentes a sus enfermedades y a lo que los rodea. Es común
actividades de la vida diaria, correspondientes a los niveles la incontinencia urinaria y fecal. Pueden presentarse mioclo-
0,5 y 1 de la escala de Price y cols., no podían ser incluidas nías y convulsiones; también puede observarse parestesia e
bajo el término «demencia». La expresión «trastorno leve cog- hipersensibilidad pedal, debido a una neuropatía sensorial
nitivo/motor» fue la propuesta para estas afecciones. En 1991 concurrente. El nivel de conciencia se mantiene normal-
la American Academy of Neurology (4) hizo la misma distin- mente preservado, con excepción de una hipersomnolencia
ción, identificando un «complejo demencia asociado al VIH» ocasional.
y un «trastorno cognitivo/motor menor asociado al VIH».
El presente capítulo está dedicado al síndrome de demen-
cia asociado con la infección por VIH. Para el desorden me- ■ Clasificación
nor cognitivo/motor, el lector puede dirigirse a Maj y cols. (5).
Los criterios de la OMS para la demencia asociada al VIH
(3) son los siguientes:
■ Manifestaciones clínicas
1. Se aceptan los criterios de investigación para la demencia
La aparición de la demencia asociada al VIH es normal- de la CIE-10 (7) con algunas modificaciones:
mente insidiosa. Los síntomas cognitivos iniciales son: el ol- a) El deterioro de la memoria puede no ser tan grave
vido, pérdida de concentración, enlentecimiento mental y re- como para deteriorar las actividades de la vida diaria.
ducción en la ejecución de las actividades mentales secuen- b) Puede haber deterioro en la función motora, que se
ciales de cierta complejidad. La persona olvida citas o necesi- verifica mediante examen clínico y, cuando es posi-
ta listas para recordar tareas habituales; pierde el hilo de la ble, mediante evaluación neuropsicológica formal.
conversación o su propio curso de pensamiento; necesita c) La duración mínima requerida de los síntomas es de
tiempo y esfuerzo adicional para organizar los pensamientos 1 mes.
y completar las tareas diarias. Los síntomas conductuales ini- d) La afasia, la agnosia y la apraxia son infrecuentes.
ciales son: apatía, reducción de la espontaneidad y de la res- 2. Las pruebas de laboratorio demuestran infección sistémi-
puesta emocional y abstinencia social. La persona se vuelve ca por VIH.
indiferente hacia sus responsabilidades profesionales y perso- 3. No hay indicios de otra etiología en los antecedentes,
nales; su producción en el trabajo disminuye, así como tam- el examen físico o las pruebas de laboratorio (específi-
bién la frecuencia de la interacción social; refiere fatiga tem- camente, debe efectuarse un análisis del líquido cefalo-
prana, sentirse mal y pérdida de iniciativa sexual. También rraquídeo y también una tomografía computarizada
puede haber depresión, irritabilidad o labilidad emocional, [TC] o una resonancia magnética [RM], para excluir
agitación y síntomas psicóticos. Los síntomas motores inicia- procesos oportunistas activos en el sistema nervioso
les son: pérdida de equilibrio y coordinación, torpeza y debi- central).
lidad en las piernas. El individuo es menos preciso en activi-
dades manuales normales, tales como escribir y comer; se le Los criterios requeridos por la American Academy of
caen cosas, tropieza y tiene caídas más frecuentemente de lo Neurology (4), son los siguientes:
normal, y perciben la necesidad de ejercer más cuidado al ca-
minar (1, 6). 1. Las pruebas de laboratorio demuestran infección sistémi-
En este estadio inicial, los tests habituales de estado men- ca por VIH.
tal pueden ser normales o mostrar sólo un enlentecimiento 2. Alteración durante 1 mes, como mínimo de dos o más de
en las respuestas verbales o motoras y/o dificultad en recor- las siguientes habilidades cognitivas: atención/concentra-
dar una serie de objetos después de 5 minutos o más. El exa- ción, velocidad en el procesamiento de la información,
men neurológico puede mostrar temblor (más apreciable abstracción/razonamiento, habilidades visuoespaciales,
cuando el paciente mantiene una postura, como sostener los memoria/aprendizaje y habla/lenguaje.
brazos y dedos estirados), hiperreflexia (especialmente en las 3. Al menos una de las siguientes situaciones:
extremidades inferiores), ataxia (normalmente sólo apreciable a) Alteración de la función motora o ejecutiva;
en pasos rápidos o marcha en tándem), lentitud en alternar b) Deterioro de la motivación o del control emocional,
movimientos rápidos (de los dedos, muñecas o pies), signos o cambios en el comportamiento social.
de liberación frontal (reflejo nasal, flexión palmar), disartria. 4. Ausencia de obnubilación de la conciencia durante un
Las pruebas de movilidad ocular pueden mostrar interrupción período suficientemente largo como las características es-
del seguimiento uniforme y lentitud o inexactitud de los mo- pecificadas en el punto 2.
vimientos sacádicos. 5. Ausencia de indicios de otra etiología.
520 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Tanto los criterios de la OMS como los de la American lesiones no producen efecto masa y por lo general se localizan
Academy of Neurology distinguen tres niveles de gravedad del en la materia blanca periventricular y en el centro semioval
síndrome de demencia (leve, moderado y grave), basándose en (con menos frecuencia, en los ganglios basales o en el tálamo).
el grado de deterioro de las actividades de la vida diaria. En lo referente al diagnóstico diferencial, tanto la TC
como la RM permiten mostrar por realzado las múltiples le-
siones bilaterales en forma de anillos que son características de
■ Diagnóstico y diagnóstico diferencial la toxoplasmosis cerebral, y, por contraste, las lesiones de la
masa del linfoma en el sistema nervioso central primario.
Tests neuropsicológicos
El examen neuropsicológico apoya el diagnóstico clínico Análisis de líquido cefalorraquídeo
de la demencia asociada al VIH, aportando muestras de la
disfunción cognitiva y motora. Además, puede ser útil en el El análisis de líquido cefalorraquídeo puede apoyar el
diagnóstico diferencial del síndrome depresivo. diagnóstico clínico de la demencia asociada al VIH, exclu-
El deterioro más prominente se observa en los tests de yendo varias infecciones oportunistas del sistema nervioso
control de motricidad fina (tamborileo con los dedos, table- central, en particular la meningitis criptocócica.
ro perforado), solución de problemas secuenciales rápidos El hallazgo más frecuente en el líquido cefalorraquídeo
(test del trazo A y B, símbolos de dígitos), solución de pro- en la demencia asociada al VIH es el aumento de las proteí-
blemas visuoespaciales (diseño de bloque), espontaneidad nas totales y de la fracción e índice de IgG. Puede producirse
(fluidez verbal), y memoria visual (reproducción visual). En pleocitosis mononuclear. Puede detectarse la presencia del an-
contraste, las habilidades de denominación y vocabulario se tígeno p24 del núcleo del VIH, aunque esto también se ob-
mantienen bastante preservadas incluso en los casos más serva en individuos neurológicamente normales. El ARN del
avanzados. Este patrón se ha considerado concordante con VIH puede mostrarse en el líquido cefalorraquídeo utilizando
las características de un cuadro clínico de «demencia subcor- la reacción en cadena de la polimerasa; los niveles de VIH
tical». ARN en el líquido cefalorraquídeo correlacionan con la gra-
Los signos que alertan de la posible presencia de una vedad de la demencia (9). Se ha informado un aumento en
«seudodemencia» depresiva son los siguientes (8): los niveles de neopterina, β-microglobulina y ácido quinolí-
nico (marcadores no específicos de activación inmunológica),
1. La variabilidad de ejecución entre diferentes pruebas (es así como en varias citocinas (interleucina 1β, interleucina 6,
decir, olvidar ítems sencillos, y responder correctamente factor de necrosis tumoral α) pero estos aumentos también
a preguntas más complejas). pueden ser detectados en infecciones oportunistas del sistema
2. Quejas congruentes con el estado de ánimo que están en nervioso central.
oposición con la actividad objetiva (es decir, la persona Como diagnóstico diferencial, las manchas de tinta china,
se queja de tener dificultades con un test, aunque su eje- los títulos de antígenos criptocócicos y el cultivo de hongos
cución es casi perfecta); pueden ser decisivos para la identificación de la meningitis
3. Respuestas tipo «no lo sé» o que expresan voluntad de criptocócica. Otras infecciones oportunistas del sistema nervio-
rendirse, seguidas por una respuesta correcta, cuando el so central que pueden ser identificadas mediante el análisis del
sujeto es instado a responder. líquido cefalorraquídeo son la tuberculosis del sistema nervio-
so central, la encefalitis por citomegalovirus, y la neurosífilis.
Debe considerarse, de todos modos, que la demencia y la
depresión pueden coexistir en individuos VIH seropositivos.
■ Epidemiología
Imagen cerebral La estimación de la incidencia y la prevalencia de la de-
mencia asociada al VIH varía ampliamente, según la fuente
La imagen cerebral proporciona un soporte adicional al desde donde los pacientes son reclutados y los criterios utili-
diagnóstico de demencia asociada al VIH, especialmente para zados para el diagnóstico.
excluir procesos oportunísticos del sistema nervioso central, En un reciente estudio de cohorte prospectivo con va-
en particular la toxoplasmosis cerebral y el linfoma primario rones homosexuales en Estados Unidos, encontró que en el
en el sistema nervioso central. 3 % de los casos el diagnóstico era concurrente con un diag-
El principal hallazgo en la demencia asociada al VIH es la nóstico de SIDA inicial, que la incidencia del síndrome de
atrofia cerebral; tanto el TC como la RM muestran los surcos demencia durante los primeros 2 años después del diagnós-
corticales ensanchados y, de forma menos común, agranda- tico de SIDA era del 7 % por año y que un 15 % de los pa-
miento de los ventrículos. Además, la RM muestra con fre- cientes desarrollan demencia durante el curso de la enfer-
cuencia anormalidad en la señal de alta intensidad en la ima- medad (10).
gen T2 ponderada (participación esparcida difusa, participa- Se han señalado varios factores de riesgo para el desarro-
ción localizada parcheada, participación de áreas distintas fo- llo de la demencia asociada al VIH, como la vejez, la reduc-
cales, o hiperdensidades puntuales en la materia blanca). Estas ción de la masa corporal, la reducción del hematócrito y an-
4.1.10. DEMENCIA DEBIDA A ENFERMEDAD POR VIH 521

tecedentes de abuso de drogas por vía intravenosa. Sin em- El único ensayo aleatorio controlado a doble ciego (12) com-
bargo, los datos obtenidos no son definitivos. parando zidovudina con placebo en pacientes con demencia aso-
ciada al VIH utilizó dosis altas (1.000 o 2.000 mg/día) de medi-
cación (la dosis estándar es de 500-600 mg/día). Después de 16
■ Patogenia semanas de tratamiento, la combinación media de puntuaciones
z en los tests neuropsicológicos mostraron una mejora significati-
La patogenia de la demencia asociada al VIH aún no está va en los pacientes que recibieron zidovudina; los efectos fueron
totalmente comprendida. En el cerebro, las infecciones están significativamente más pronunciados en los pacientes que reci-
casi exclusivamente restringidas a macrofagia y microglia. Ac- bieron 2.000 mg/día, con respecto al grupo que recibió 1.000
tualmente se cree que la lesión neuronal (muy probablemen- mg/día. La mejoría también resultó significativa después de 32 y
te apoptosis) está producida por productos tóxicos liberados 64 semanas de tratamiento. No se refirieron efectos adversos.
directamente por macrófagos infectados por el VIH y por la En un estudio prospectivo de 12 meses, Tozzi y cols. (13)
microglia o por astrocitos activados. Algunos de estos facto- utilizaron tres dosis diferentes de zidovudina (500, 750 o 1000
res han sido identificados: el factor de activación plaquetaria, mg/día, en función del estado hematológico) en 30 pacientes
ácido quinolínico, óxido nítrico, algunos metabolitos del áci- con demencia asociada al VIH. Se observó una mejoría en el
do araquidónico, que son neurotóxicos, y factor de necrosis estado demencial de 15 pacientes, después de un mes, y en 25
tumoral alfa (TNF-α), que es tóxico para los oligodendrocitos pacientes después de 6 meses. Tras esta mejoría inicial, el esta-
y puede causar desmielinización. do demencial de 8 pacientes se deterioró después de 6 a 12 me-
Las variedades del VIH que se aíslan del cerebro tienen en ses de tratamiento (5 de ellos habían recibido dosis de 500
común la característica de infectar macrófagos, pero no linfo- mg/día). Dos pacientes abandonaron el tratamiento a causa de
citos. Este tropismo de macrófagos correspondería a lo que los efectos adversos, 8 desarrollaron toxicidad hematológica
inicialmente se consideró como neurotropismo. El tropismo que requirió un temporal abandono de la medicación, y a 5 les
de macrófagos está relacionado con una mutación en una re- fue reducida la dosis debido a toxicidad sobre la médula ósea.
gión específica de la gp120, la glucoproteina externa del virus. El declive, después de una mejoría inicial, de las funcio-
En los últimos estadios de la infección, cuando la replicación nes cognitivas en pacientes con SIDA después de 6 a 12 me-
activa del virus genera más mutaciones y el sistema inmuni- ses de tratamiento con zidovudina se ha confirmado con
tario afectado permite el escape de estas mutaciones, es más otros ensayos (14).
probable que se desarrollen esas variedades con tropismo de Entre los otros inhibidores de la transcriptasa inversa, la
macrófagos, y esta probabilidad representa el paso decisivo didanosina no parece tener un impacto en la progresión de la
para la aparición de encefalopatía y demencia del VIH. demencia asociada al VIH, mientras que no hay estudios dis-
ponibles de la eficacia de la zalcitabina, estavudina, o lami-
vudina. Ningún ensayo ha probado la eficacia de inhibidores
■ Evolución y pronóstico de la proteasa, de acuerdo con los datos disponibles actual-
mente, estos fármacos no alcanzan concentraciones efectivas
La evolución de la demencia asociada al VIH es variable, y en el líquido cefalorraquídeo.
actualmente, no disponemos de factores predictivos de su pro-
gresión. A menudo el síndrome progresa rápidamente hacia un
Fármacos en estudio
deterioro grave y hacia la muerte, especialmente en pacientes
con una enfermedad sistémica avanzada, pero también puede Algunos fármacos que han demostrado efectos beneficio-
prolongarse en fases estables, o puede fluctuar con deterioro re- sos sobre las funciones cognitivas de los pacientes infectados
versible en concomitancia con infecciones oportunistas. La del VIH en estudios publicados son el deprenilo, que es un
muerte normalmente aparece como resultado de la inanición, inhibidor de la monoaminooxidasa (un supuesto agente an-
neumonía respiratoria, o infecciones oportunistas sistémicas. tiapoptótico) y el péptido T (un péptido neurotrófico). Tam-
bién se han investigado la memantina y la nitroglicerina (que
son receptores antagonistas del N-metil-D-aspartato), el nimo-
■ Tratamiento dipino (un antagonista del calcio) y la pentoxifilina (un inhi-
bidor de la producción y actividad del TNF-α). No se han pu-
blicado estudios sobre el uso de estos fármacos en pacientes
Revisión de las pruebas con demencia asociada al VIH.
Fármacos antirretrovirales
Fármacos para los síntomas conductuales
La zidovudina es un inhibidor de la transcriptasa inversa,
que atraviesa la barrera hematoencefálica y alcanza concentra- El psicoestimulante metilfenidato (en un intervalo de do-
ciones efectivas en el líquido cefalorraquídeo. Es capaz de in- sis de 10 a 90 mg/día) ha mostrado repetidamente una mejo-
hibir la replicación del VIH en los macrófagos y parece produ- ra en los síntomas cognitivos de los pacientes con SIDA, con
cir una mejoría de la sintomatología en los pacientes con de- efectos secundarios relativamente leves. No obstante, los estu-
mencia asociada al VIH, aunque su efecto parece ser transito- dios disponibles muestran limitaciones, como muestras de pa-
rio ( es decir, se disipa después de 6-12 meses de tratamiento). cientes pequeñas, diseños «abiertos» y la inclusión de pacien-
522 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tes con depresión. No se ha llevado a cabo ninguna investiga- de desarrollar demencia asociada al VIH. Pero este efecto parece
ción sistemática de pacientes con demencia asociada al VIH. tener un límite de tiempo: en un estudio retrospectivo llevado a
Los pacientes con SIDA, cuando son tratados con neuro- cabo con una cohorte longitudinal de 1.190 pacientes con SIDA
lépticos por la presencia de síntomas psicóticos o desorgani- (15), el uso de zidovudina durante un período de 6 a 18 meses
zación conductual, son especialmente propensos a desarrollar se relacionó con un riesgo reducido de demencia, mientras que
efectos secundarios extrapiramidales y el síndrome neurolép- el tratamiento durante más de 18 meses no fue beneficioso.
tico maligno. Según datos de investigaciones preliminares, el
antipsicótico de segunda generación risperidona es bien tole-
rado incluso por aquellos pacientes en los que se interrumpió Bibliografía
la administración de los neurolépticos estándar debido a los
efectos secundarios extrapiramidales. 1. Navia, B.A., Jordan, B.D., and Price, R.W. (1986). The AIDS dementia
complex: I. Clinical picture. Annals of Neurology, 19, 517–24.
Los pacientes con SIDA y humor depresivo responden a 2. Price, R.W., Brew, B., Sidtis, J., Rosenblum, M., Scheck, A.C., and
los antidepresivos tricíclicos y a los inhibidores selectivos de la Clearly, P. (1988). The brain in AIDS: central nervous system HIV-1
recaptación de serotonina (ISRS) igual que los individuos VIH infection and AIDS dementia complex. Science, 239, 586–92.
seronegativos. Datos preliminares parecen indicar que los ISRS 3. World Health Organization (1990). Report of the Second Consultation on
the Neuropsychiatric Aspects of HIV-1 Infection, Geneva, 11–13 January
(o al menos algunos de ellos) son mejor tolerados que los an- 1990. World Health Organization, Geneva.
tidepresivos tricíclicos, excepto en los pacientes con diarrea. 4. American Academy of Neurology AIDS Task Force (1991).
Los datos actuales no apoyan la idea de que los antidepresivos Nomenclature and research case definitions for the neurological
tricíclicos puedan empeorar el deterioro cognitivo relacionado manifestations of human immunodeficiency virus type-1 infection.
Neurology, 41, 778–85.
con el VIH, o precipitar el delirio, si bien no se dispone de es- 5. Maj, M., Starace, F., and Sartorius, N. (1993). Mental disorders in HIV-
tudios específicos en pacientes con demencia asociada al VIH. 1 infection and AIDS. Hogrefe and Huber, Bern.
6. Maj, M. (1990). Organic mental disorders in HIV-1 infection. AIDS,
4, 831–40.
7. World Health Organization (1993). The ICD-10 classification of mental
Consejo sobre la administración and behavioural disorders: diagnostic criteria for research. World Health
Organization, Geneva.
Los conocimientos actuales sugieren que los pacientes 8. Van Gorp, W.G., Satz, P., Hinkin, C., Evans, G., and Miller, E.N.
con demencia asociada al VIH deben ser tratados con zido- (1989). The neuropsychological aspects of HIV-1 spectrum disease.
Psychiatric Medicine, 7, 59–78.
vudina. Si bien se mantienen dudas acerca de la dosis más 9. McArthur, J.C., McClernon, D.R., Cronin, M.F., et al. (1997).
apropiada, la dosis estándar de 500-600 mg/día debe ser la Relationship between human immunodeficiency virus-associated
primera en probarse. Si el paciente no responde, debe au- dementia and viral load in cerebrospinal fluid and brain. Annals of
mentarse la dosis a 1.500-2.000 mg/día. Neurology, 42, 689–98.
10. McArthur, J.C., Hoover, D.R., Bacellar, H., et al. (1993). Dementia in
Las intervenciones psicosociales deben consistir en el AIDS patients: incidence and risk factors. Neurology, 23 (Supplement),
mantenimiento de un programa diariamente estructurado, la S34–7.
valoración de los estímulos externos, la restricción a los am- 11. Price, R.W. and Perry, S.W. (ed.) (1994). HIV, AIDS, and the brain.
bientes familiares, interacciones frecuentes orientadas de un Raven Press, New York.
12. Sidtis, J.J., Gatsonis, C., Price, R.W., et al. (1993). Zidovudine
modo significativo hacia los otros, y el seguimiento de los treatment of the AIDS dementia complex: results of a placebo-
asuntos personales y económicos. controlled trial. Annals of Neurology, 33, 343–9.
El cuidado de los pacientes con demencia asociada al VIH 13. Tozzi, V., Narciso, P., Galgani, S., et al. (1993). Effects of zidovudine
in 30 patients with mild to end-stage AIDS dementia complex. AIDS,
producirá un aumento de la demanda en los centros de salud, 7, 683–92.
así como del voluntariado y de los sistemas de apoyo comuni- 14. Melton, S.T., Kirkwood, C.K., and Ghaemi, S.N. (1997). Pharmacotherapy
tarios. Actualmente, se duda acerca de si tales cuidados serán of HIV dementia. Annals of Pharmacotherapy, 31, 457–72.
mejor proporcionados en unidades especializadas (es decir, 15. Baldeweg, T., Catalan, J., and Gazzard, B.G. (1998). Risk of HIV
dementia and opportunistic brain disease in AIDS and use of
unidades de ingreso para pacientes con SIDA), o en un psi- zidovudine. Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, 65, 34–41
quiátrico general o servicio médico. Pueden surgir problemas
de manejo especiales cuando las alteraciones conductuales
(descontrol de impulsos, comportamientos sexuales desinhibi-
dos) constituyan un riesgo para otros pacientes o profesionales.
También puede representar un problema la ubicación de los
pacientes en estado terminal; la carencia de opciones adecua-
4.1.11 Neuropsiquiatría
das en la comunidad puede obstaculizar el trabajo adecuado de de los traumatismos
los profesionales de la salud del hospital.
craneoencefálicos
■ Posibles medidas preventivas Simon Fleminger
Varios estudios sugieren que un tratamiento a largo plazo
con zidovudina puede producir un efecto profiláctico en pa- Los traumatismos encefálicos «aúnan en una sola acción
cientes sintomáticos infectados por el VIH, reduciendo el riesgo el trauma físico y el psicológico» (1), y las consecuencias a
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 523

menudo resultan devastadoras y permanentes (2). No es raro


que el traumatismo craneoencefálico conlleve una consulta
psiquiátrica, que necesitará tener en cuenta la interrelación
entre el cerebro y sus lesiones, así como el proceso psicodi-
námico consecuente de la lesión.
En las condiciones inmediatas al traumatismo craneoen-
cefálico, la intervención se apoya en cirugía urgente y en el
equipo médico. El psiquiatra no suele estar implicado en esta A
fase. No obstante, para entender los efectos neuropsiquiátri-
cos posteriores al traumatismo, es necesario saber primero
qué ocurrió en el cerebro cuando fue lesionado.

■ Neuropatología C

Efectos iniciales e inmediatos B

Figura I. Resumen de las contusiones halladas en 50 casos


Lesiones encefálicas abiertas que murieron por traumatismo craneoencefálico. (Reproducido
En las lesiones encefálicas abiertas se produce la rotura con autorización de C. B. Courville [1937]. Pathology of the cen-
craneal, a menudo con considerable destrucción del tejido ce- tral nervous system, Part IV. Pacific Press, Mountain View, CA.)
rebral cercano al traumatismo, pero relativamente menor a
mayor distancia, en particular en las lesiones debidas a perfo-
Hemorragias subdurales y extradurales
raciones a baja velocidad (como una puñalada).
Las lesiones encefálicas abiertas se asocian a pérdida de Una hemorragia en el espacio extradural o subdural ac-
la conciencia, que es característica de una lesión cerebral di- tuará como una lesión ocupante de espacio y contribuirá a
fusa. aumentar la presión intracraneal. La hemorragia extradural, si
se da con una presión alta, puede causar rápidamente el esta-
do de coma y la muerte. El paciente puede «hablar y morir»:
Lesiones encefálicas cerradas recobrar la conciencia después de un traumatismo craneoen-
cefálico y sólo unas horas después entrar en un estado de
Contusiones coma grave. Sin una intervención neurológica urgente para
En las lesiones encefálicas cerradas la fuerza de acelera- drenar la sangre, el paciente morirá.
ción/desaceleración y fuerzas cortantes dañan el cerebro. El Los hematomas subdurales tienden a trazar un recorrido
cerebro se mueve suavemente dentro de la caja ósea y se subagudo, y esto es de gran interés para la psiquiatría. Se pue-
daña. La contusión puede provocar desde el leve sangrado de den presentar sin señales de mejoría o somnolencia fluctuan-
pequeños vasos en el tejido circundante hasta casi la comple- te, semanas o meses después del traumatismo craneoencefáli-
ta destrucción de esa zona del cerebro. co. Pueden desaparecer espontáneamente o requerir un dre-
La corteza orbitofrontal medial y las puntas y superficies naje quirúrgico, pero suelen presentarse nuevamente.
inferiores de los lóbulos temporales son particularmente vul-
nerables a las contusiones (fig. 1). El cerebro se golpea con el
Lesión axonal difusa
hueso adyacente a la base del cráneo. A veces se aprecian
efectos contralaterales de las contusiones. La lesión axonal difusa ocurre en las zonas de materia
blanca de los hemisferios cerebrales, incluyendo el cuerpo ca-
lloso y el tronco encefálico, particularmente en los pedúncu-
Hemorragias cerebrales internas los cerebrales. Los axones se parten en el curso de las prime-
Las contusiones a menudo se asocian a hemorragias loca- ras 24 a 48 horas posteriores al traumatismo craneoencefálico
lizadas en el interior del cerebro. Con frecuencia se observan con la formación de las llamadas retraction balls, estructuras
hemorragias intracerebrales dispersas en la zona que hay en- globulares al final de los cortes transversales de los axones (4).
tre la materia gris y la materia blanca, y se piensa que están
asociadas a una lesión axonal difusa (v. más adelante). Un ex-
Edema e isquemia
tenso hematoma aislado sugiere la rotura de algún vaso san-
guíneo. En las primeras horas siguientes a la lesión cerebral pue-
En lesiones realmente graves también se encuentran he- de aparecer un edema que dañe al cerebro. El aumento de la
morragias alrededor del acueducto en el tronco encefálico, presión intracraneal resultante afecta a la circulación y da
quizá como resultado de la herniación cerebral en la fosa pos- como resultado una isquemia, que contribuye, además, a la
terior debido al aumento de la presión intracraneal. Se aso- lesión cerebral. El edema cerebral tiende a resolverse en el
cian con estado vegetativo o muerte. curso de unos cuantos días o semanas.
524 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Amiloide Recordemos que el traumatismo craneoencefálico puede


ser causado por un accidente provocado por una pérdida de
La proteína precursora amiloide puede estar en fase agu-
conciencia, por ejemplo, debido a hipoglucemia, intoxicación
da como reacción a la lesión cerebral traumática (5) y da
etílica o a una criris epiléptica. Los efectos sistémicos (es de-
como resultado una deposición de β-amiloide en el 30 % de
cir, hipoxia o embolia) pueden exacerbar la inconciencia, de-
las lesiones cerebrales fatales. El genotipo apolipoproteínico
bido a un traumatismo craneoencefálico o a una intoxicación
E (APOE) puede influir en el grado en que se deposita el ami-
farmacológica.
loide, siendo mayor en aquellos con el alelo e4 (6).

Efectos posteriores ■ Gravedad del traumatismo


La hidrocefalia que se produce tras un traumatismo cra-
Es sorprendentemente difícil predecir el grado de la le-
neoencefálico puede deberse a una atrofia cerebral, que pue-
sión cerebral por el tamaño del traumatismo craneoencefáli-
de desarrollarse en las semanas y los meses posteriores a la le-
co. Algunos pacientes sufren una pequeña lesión en el cere-
sión. El ensanchamiento ventricular difuso suele estar asocia-
bro después de un fuerte golpe en la cabeza. Otros experi-
do a la atrofia del cuerpo calloso, y normalmente se atribuye
mentarán lesiones cerebrales graves asociadas a un largo pro-
a la lesión axonal difusa. Se observa una atrofia más localiza-
ceso de inconciencia sólo por golpearse la cabeza contra el
da cuando las contusiones conllevan una pérdida del tejido
suelo al perder el equilibrio y caer. Hay pruebas anecdóticas
cerebral.
de que una lesión cerebral significativa puede ser resultado de
De mayor importancia es la hidrocefalia resultante de los
una herida en la cabeza, sin pérdida de conciencia momentá-
efectos residuales de la sangre subaracnoidea que interfiere
nea (v. síndrome poscontusional, más adelante). La presencia
con el líquido cefalorraquídeo normal que circula impidien-
de fractura de cráneo dice poco acerca de la gravedad de la le-
do su escape en el sistema venoso. Este puede requerir la in-
sión cerebral que conlleva.
serción de un desvio ventrículo-peritoneal para prevenir el de-
Hay algunos indicadores clínicos de la gravedad de un
terioro de las funciones cognitivas.
traumatismo craneoencefálico (cuadro 1). De ellos, la dura-
Las fracturas en la base del cráneo, particularmente si se
ción de la amnesia retrógrada es, probablemente, el menos
asocian con pérdida de líquido cefalorraquídeo, pueden favo-
valioso: su correlación no es significativa con la gravedad de
recer la infección del espacio subaracnoideo, causando me-
las lesiones craneales. La duración de la amnesia retrógrada
ningitis, en algunos casos años después de la lesión. Los abs-
tiende a disminuir cuando el paciente se recupera.
cesos cerebrales pueden darse meses antes de que sean clíni-
La duración de la amnesia postraumática es el mejor indi-
camente manifiestos.
cador de las consecuencias (8). Es el más usado, porque tiene
la capacidad de medir retrospectivamente con gran precisión.
La mayoría de los pacientes con amnesia postraumática de
Pérdida de conocimiento siguiente menos de una semana quedarán con pequeñas discapacidades,
al traumatismo craneoencefálico mientras que aquellos con duración de más de un mes proba-
blemente tendrán disfunciones duraderas y significativas.
El mecanismo de pérdida de conciencia después de trau-
matismos craneoencefálicos leves es poco conocido. Algunas
investigaciones sugieren, basándose en estudios con animales,
que la activación del núcleo colinérgico en el puente da
como resultado una pérdida de conciencia. (7)
Cuadro 1
La pérdida de conciencia perdurable más allá de unos Indicadores clínicos de la gravedad
cuantos minutos probablemente se debe a lesiones en cual-
quiera de las áreas corticales necesarias para mantener un
del traumatismo craneoencefálico
estado consciente, o en los sistemas de activación (arousal) • Duración de la amnesia retrógrada: el período próximo
subcorticales. El aumento de la presión intracraneal, en a la lesión en el cual la memoria se ha perdido.
parte como resultado del deterioro de la circulación cere- • Profundidad del coma: se evalúa por las puntuaciones de
bral causa el estado de coma. Los hematomas extensos o la Escala de Coma de Glasgow: una puntuación de 3 in-
múltiples probablemente están asociados a períodos de dica ausencia de respuestas, 15 indica conciencia normal.
coma, particularmente si están relacionados con un edema • Duración de coma: puede ser difícil de establecer a cau-
cerebral. sa de la ventilación y sedación habituales que siguen al
Algunos pacientes, no obstante, muestran un prolongado traumatismo craneoencefálico grave.
estado de coma, sin ninguna manifestación en un examen ce- • Pruebas neurológicas de la lesión cerebral: anomalías en
rebral, excepto indicios de edema cerebral generalizado. En la neuroimagen o en el EEG.
estos pacientes la lesión axonal difusa puede ser la causa de • Duración de la amnesia postraumática: el intervalo entre
su coma, seguramente debido a la lesión de las vías de la ma- la lesión y la recuperación de la memoria normal de la
teria blanca que conducen los signos de activación desde el cotidianidad.
tronco encefálico hasta la corteza.
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 525

Los factores predictivos de las consecuencias negativas pasos) o unido a él. Por lo tanto, en las unidades de traumatis-
después de la lesión son un traumatismo craneoencefálico mos TC son las exploraciones preferidas, por su rapidez y bue-
previo, edad avanzada, el estado e4 del APOE y dependencia na visualización de las zonas subdurales y extradurales.
al alcohol. De todas formas, en el momento postagudo la imagen
No hay una clasificación universalmente aceptada de la RM es el mejor instrumento (12). A menudo las contusiones
gravedad de las lesiones craneales. De todos modos, el siste- cerebrales se encuentran cerca de la cara interna del hueso (v.
ma gradual más usado está basado en una baja puntuación en antes) donde la calidad de imagen de una TC es deficiente
la Escala de Coma de Glasgow (Glasgow Coma Scale, GCS) (9) debido a la imagen proyectada del hueso adyacente. La RM
posterior a la lesión. no tiene tal limitación y también es capaz de detectar, en
imágenes en T2, cambios en signos asociados a lesiones axo-
• Leve: Una puntuación en la GCS entre 13 y 15. Probable- nales difusas cuando la materia blanca aparece como normal
mente asociada a una pérdida de conocimiento de menos en las imágenes cerebrales por TC. La mejor resolución de la
de 20 minutos y una amnesia postraumática de menos de RM juega también a su favor.
24 horas. Debe haber pruebas clínicas de contusión. A pesar de su gran sensibilidad, una imagen mediante
• Moderada: Puntuación en la GCS entre 9 y 12. Con pro- RM no descarta una lesión cerebral significativa. Por otro
babilidad, asociada a una pérdida de conciencia de más de lado, particularmente en pacientes de edad avanzada, la RM
unos minutos, pero de menos de 24 horas y una amnesia puede detectar anormalidades no relacionadas con la lesión
postraumática de más de un día, pero de menos de una en la cabeza.
semana. La exploración con imagen por RM puede ser una nor-
• Grave: Puntuación en la GCS de 3 a 8. Probablemente mal y una imagen funcional del metabolismo cerebral usan-
asociada a una pérdida de conciencia de más de un día o do tomografía computarizada por emisión de fotón único
una amnesia postraumática de más de una semana. (SPECT) o tomografía por emisión de positrones (PET) que
detectará anormalidades (13, 14). En general, los cambios en
la imagen funcional correlacionan mejor con los tests neu-
■ Epidemiología ropsicológicos que las lesiones que se hallan mediante ima-
gen estructural (15). De todas formas, las anomalías en las
Una media de 200 a 300 personas de cada 100.000 son imágenes funcionales no son necesariamente debidas a la le-
atendidas en un hospital por lesión craneal cada año (10). Los sión cerebral. Puede observarse hipometabolismo en enfer-
factores socioeconómicos y culturales parecen doblar o triplicar mos mentales sin lesiones en el cerebro, por ejemplo, en de-
el riesgo de traumatismo craneoencefálico e incluso de efectos presión. Existe una reciente publicación que informa de un
mayores. Alrededor de una sexta parte de esta gente que asiste marcado hipometabolismo en una imagen por PET en un va-
al hospital es admitida. Esto refleja el hecho de que en la ma- rón con deterioro cognitivo ocurrido inmediatamente des-
yoría de series, cerca de un 80 % de los traumatismos craneo- pués de un trauma psicológico (16). No tenía lesión craneal.
encefálicos son leves, un 10 % moderados y otro 10 % graves.
El mayor riesgo se encuentra en la franja de edad que va
de los 15 a los 25 años. La proporción en base al sexo es de Electroencefalograma
unos dos o tres varones por cada mujer. Los factores de ries-
go incluyen el consumo inadecuado de alcohol, así como la Si disponemos de imagen cerebral, el papel del electroen-
pertenencia a una clase económicosocial baja. Los accidentes cefalograma (EEG) queda relegado a la investigación del de-
de tráfico son, con mucho, la mayor causa de traumatismo terioro del nivel de conciencia y de una inesperada incon-
craneoencefálico entre la población civil, seguidos por las ciencia prolongada, así como a la investigación de trastornos
agresiones y las caídas. Una proporción significativa afirma- conductuales inusuales que pueden atribuirse a la epilepsia.
rá que su lesión es el resultado de una autolesión deliberada. De todas formas, el electroencefalograma no es un buen in-
La tasa de prevalencia de los que experimentan una dis- dicador de epilepsia postraumática.
capacidad considerable como consecuencia de un traumatis- Después de un traumatismo craneoencefálico no se ob-
mo craneoencefálico de alrededor de 100 por 100.000 (11). servan cambios específicos en un electroencefalograma. Un
signo temprano es la supresión del ritmo α, mientras que en
lesiones graves se produce una lenta difusión. Los hematomas
■ Pruebas complementarias producen una reducción localizada en amplitud y disminu-
ción de velocidad. Las mejoras del electroencefalograma se re-
Neuroimagen lacionan con una mejora clínica, pero éste no es un indicador
de pronóstico valido.
Las técnicas modernas de neuroimagen han transformado
la investigación de los traumatismos craneoencefálicos. Las
radiografías craneales son rara vez usadas si se dispone de Evaluación neuropsicológica
imágenes por RM o TC cerebral.
Las exploraciones por RM no pueden ser usadas si hay pre- Una evaluación neuropsicológica es un inestimable com-
sencia de algún material magnético en el cuerpo (p. ej., marca- plemento de la historia y el examen psiquiátrico, y una bue-
526 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

na vinculación con la neuropsicología es esencial. El deterio- serán el foco de la rehabilitación cognitivo-conductual del pa-
ro en las áreas ejecutivas puede ser documentado y cuantifi- ciente ingresado. Una vez que la persona vuelve a vivir en su
cado. Esto a menudo es útil como línea base para futuras eva- entorno, entonces el equipo de rehabilitación puede centrar-
luaciones y guía en la rehabilitación se en minimizar la minusvalía, por ejemplo mejorar el acceso
El Test de Lectura Nacional para Adultos (National Adult a centros comerciales.
Reading Test), para aquellos cuya lengua materna es el inglés, Los síntomas psiquiátricos y las medidas de calidad de
da una buena estimación del CI previo a la lesión (17). Las vida no se adaptan fácilmente dentro del modelo del ICIDH.
ejecuciones pueden entonces ser comparadas con la estima- Los síntomas psiquiátricos con sus etiologías multifactoriales
ción previa a la lesión para ver si ha habido un descenso de- muestran que no hay un modelo simple de recuperación.
bido al traumatismo craneoencefálico.
Si se encuentran deterioros neuropsicológicos sutiles, que
no sean clínicamente obvios, esto sugiere que el paciente po- ■ Secuelas psicológicas del traumatismo
drá tener más problemas cuando reanude el trabajo de los craneoencefálico
que se podrían esperar. Por otro lado, si hay indicios clínicos
de bajo rendimiento y los tests neuropsicológicos estándares Para entender los síntomas mentales que siguen a un trau-
resultantes son normales, entonces se han de aplicar tests de matismo craneoencefálico es necesario conocer acerca de la
funciones ejecutivas (18). persona lesionada, qué lesiones cerebrales mantiene y las con-
secuencias. Sin embargo, la interacción entre estos tres ante-
cedentes es compleja y poco comprendida.
■ Recuperación de las deficiencias,
discapacidades y minusvalías
Antecedentes
Los síntomas psicológicos dejan atrás los síntomas neuro-
físicos (p. ej., hemiparesia o disartria) como determinantes de
Factores pretraumáticos
la discapacidad crónica y del sufrimiento, del paciente y de
sus cuidadores, posteriores a la lesión cerebral. La gente que corre riesgos o participa en peleas tienen
Las ideas recogidas en la dosificación Internacional de más probabilidades de tener un traumatismo craneoencefáli-
Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías (International Clas- co; estos rasgos de personalidad, que existen antes de la le-
sification of Impairments, Disabilities and Handicaps, ICIDH) sión, se presentan nuevamente en los supervivientes de trau-
(19) son importantes para entender la recuperación en la le- matismo craneoencefálico. Los varones jóvenes están en una
sión cerebral. situación de alto riesgo, como lo están aquellos que ya han
tenido una lesión o tienen disfunciones cognitivas (20).
• Una deficiencia es una anomalía estructural o de las fun- La pobre adaptación social de algunos de los pacientes
ciones fisiológicas o psicológicas. De este modo, una po- antes del traumatismo craneoencefálico explica por qué tan-
bre realización en el test de memoria o en el test de co- tos incurren en problemas de comportamiento tiempo des-
ordinación indica una deficiencia. pués. Pero las características premórbidas no predicen con
• Una discapacidad se refiere al comportamiento de la per- seguridad quién desarrollará problemas emocionales y de
sona y a sus habilidades para realizar actividades. Diversas comportamiento. A pesar de ello, la lesión de traumatismo
deficiencias pueden contribuir a una única discapacidad. craneal probablemente tiene capacidad de convertir los rasgos
• Una minusvalía refleja las limitaciones en el desempeño de personalidad previos a la lesión en desajustes de la perso-
de conductas sociales y la interacción social de la persona. nalidad posteriores a la lesión.
Los factores externos (es decir, sistemas de apoyo personal
o la disponibilidad de un transporte apropiado) juegan un
Trauma
papel importante en el momento de determinar una mi-
nusvalía; ésta depende, en parte, de las expectativas indi- La extensión del traumatismo craneoencefálico probable-
viduales de cada paciente. mente explica menos del 10 % de la varianza en la morbili-
dad psiquiátrica que seguirá a la lesión cerebral (21). En ge-
El término «discapacidad» será probablemente reemplaza- neral, los síntomas psiquiátricos iniciales, en semanas y meses
do por «actividad» y «minusvalía» lo será por «participación», de la lesión, se relacionan mejor que los síntomas psiquiátri-
en la próxima versión del ICIDH. cos posteriores con el alcance y la localización de la lesión ce-
La recuperación de la deficiencia se completa normal- rebral. Se cree que la lesión en el hemisferio izquierdo está
mente en un año; la mejora en las disfunciones neurofísicas asociada con una mayor comorbilidad psiquiátrica. Las rela-
tiende a detenerse antes que la mejora de las disfunciones ciones específicas entre la localización cerebral de la lesión y
neuropsicológicas. los síntomas psiquiátricos se analizan más adelante.
De todas formas, el nivel de discapacidades continuará Pero el traumatismo craneoencefálico es también un trau-
bajando tiempo después de que la recuperación de las dis- ma psicológico. La amnesia relativa al suceso, como resultado
funciones implícitas hayan terminado. Esta reducción en las de la lesión, protege contra el trastorno de estrés postraumá-
discapacidades refleja la mejora de estrategias de copia y éstas tico (v. cap. 5.3.8). Sin embargo, es un error creer que la am-
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 527

nesia del suceso traumático previene la reacción de estrés psi- lesiones graves los pacientes están sujetos a todo tipo de EE,
cológico del suceso en sí mismo. es decir, respondiendo de una misma forma a todos y cada
uno de los estímulos a los que son expuestos. Al mismo tiem-
• El significado del suceso debe ser angustioso para el pacien- po, pueden presentar perseveración, con respuestas previas
te (22). En el caso de agresiones, el traumatismo craneoen- que interfieren de forma inapropiada con la respuesta a las
cefálico puede actuar como un indicador potencial de más preguntas, o continuar con un tema de conversación, cuando
agresiones. Un accidente puede ser una amenaza a la vida y ya ha sido cambiado.
un recuerdo brusco de que se es mortal. Se puede sentir
enojo por la acción negligente de quien causó el accidente.
Síndrome de incapacidad ejecutiva
• El paciente puede tener amnesia para el suceso, con falta
de recuerdos explícitos de lo que sucedió, pero conserva Los deterioros más específicos generalmente son referidos
memoria implícita de lo que pasó. Las consecuencias de como síndrome de incapacidad ejecutiva, resultante de la al-
esta memoria implícita deben ser semejantes a aquellas teración del sistema ejecutivo responsable de la organización,
observadas en uno de los pacientes amnésicos de Clape- planificación, enumeración, priorización y monitorización de
rède (23). El doctor le daba la mano del paciente, pin- las actividades cognitivas (27). En algunos pacientes con le-
chándole mientras lo hacía con una aguja que escondía. siones orbitofrontales mediales aisladas, el síndrome puede
Al día siguiente el paciente no recordaba haberse encon- presentarse solo. Las alteraciones en el sistema ejecutivo tam-
trado con el doctor, pero rehusaba darle la mano cuando bién dan como resultado la dificultad para atender a dos co-
éste se la ofrecía. sas a la vez y la tendencia a la distracción.
• El paciente puede tener reductos intactos de memoria que Los pacientes con el síndrome pueden tener más limita-
pueden provocarle gran desasosiego (24). ciones en su vida cotidiana de lo que podría suponerse por
sus realizaciones en los tests neuropsicológicos. Con instruc-
ciones claras, pueden arreglárselas en la situación bien estruc-
Factores postraumáticos
turada y artificial de un test. Pero en el mundo real están au-
Los factores postraumáticos merecen una atención espe- sentes; se tienen que fijar prioridades, planificar estrategias,
cial, porque tienen mucha probabilidad de ser susceptibles de tomar decisiones, etc. todo sin una guía. En el mundo real, el
intervención. El psiquiatra necesita considerar la reacción del deterioro del sistema ejecutivo puede ser catastrófico. Los
paciente a alguna discapacidad, así como las consecuencias de tests del síndrome ejecutivo han sido desarrollados en fun-
la discapacidad en la interacción del paciente con la familia y ción de ser buenos indicativos de esos problemas de la vida
con la sociedad. Puede haber ciclos reforzadores de los com- cotidiana (18).
portamientos desadaptativos y los reclamos de compensación
pueden complicar el cuadro.
Deterioro de la memoria
El deterioro de la memoria es, tal vez, la disfunción cog-
Deterioro cognitivo nitiva más común que sigue al traumatismo craneoencefálico,
y puede ser muy incapacitante (28). La gente que lo sufre ten-
El deterioro cognitivo correlaciona con el nivel de grave- drá problemas para recordar dónde puso las cosas, qué iba a
dad del traumatismo craneoencefálico mejor que cualquier hacer, cómo llegar a casa cuando está por la ciudad, qué hizo
otra secuela mental. Por ejemplo, hay una fuerte correlación ayer o cómo se llamaba un primo suyo. El término de amne-
entre la duración de la amnesia postraumática y la gravedad sia anterógrada se usa para referirse a esos problemas perdu-
del deterioro cognitivo. rables de memoria, y debe ser distinguida de la amnesia re-
trógrada y de la postraumática (v. cuadro 1).
No hay un modelo de lesión cerebral asociada a amnesia
Recuperación
anterógrada y parece probable que sea la combinación de da-
La recuperación de la función cognitiva, de una manera ge- ños de diferentes áreas la causa de la amnesia. Lesiones fron-
neral, se da en el primer año (25). Después de dos años la me- tales pueden estar particularmente implicadas y ello se puede
joría es resultado de estrategias de copia, por ejemplo, la ayuda deber a que éstas desembocan en una falta de procesos eje-
de la memoria permite volver al trabajo. La mejoría continua- cutivos necesarios para un funcionamiento mnésico normal,
da en la participación de la vida social y en el trabajo tiene lu- por ejemplo, en la recuperación de la memoria. Como con la
gar en los 5 o 10 años posteriores a la lesión (26). Pero algunas mayoría de los estados amnésicos, la amnesia que sigue a la
veces lo logros se dan antes, por ejemplo como resultado de es- lesión cerebral se circunscribe a recuerdos explícitos, es decir,
tar en un programa de rehabilitación para volver al trabajo, que aquellos que son conscientemente recordados. La memoria
se habrá perdido después de tan largo período. implícita, como recordar y aprender habilidades motoras, ge-
neralmente permanece intacta.
La memoria anterógrada normalmente se caracteriza por
Atención y concentración
distorsiones y recuerdos imprecisos con una pobre monitori-
Los deterioros cognitivos no específicos son la disminu- zación y conciencia de la limitación. Se suelen observar con-
ción de la velocidad y la reducción de la concentración. Con fabulaciones.
528 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Comunicación personalidad presente antes de la lesión pasa a ser mucho más


molesto, pero frecuentemente no hay una predisposición cla-
La disfasia es bastante común después del traumatismo
ra. Tiene mucho que ver el lugar donde se encuentra la le-
craneoencefálico y suele ser bastante diferente de la observa-
sión. Las lesiones en la superficie convexa, en la parte lateral
da tras una apoplejía. Una lesión más difusa y dispersa tras
del cerebro, pueden producir deterioros en el manejo. Las le-
una lesión traumática cerebral da como resultado deterioros
siones orbitofrontales pueden causar cambios en la personali-
cognitivos adicionales que matizan el cuadro. Los errores de
dad muy molestos con deterioro en las conductas sociales.
lenguaje monitorizados son a menudo especialmente pobres
También deben tenerse en cuenta los factores postraumá-
en los pacientes, que pueden mostrar una afasia con jerga, de
ticos. Algunos pacientes parecen aprender pautas de compor-
la que aparentemente son inconscientes, haciendo que su ha-
tamiento desadaptativas; por ejemplo, la respuesta de los cui-
bla sea completamente incomprensible.
dadores puede reforzar involuntariamente los comportamien-
También se observa aprosodia, en la que los ritmos y en-
tos no deseados. Los enfermos mentales crónicos pueden pre-
tonaciones normales del lenguaje están perdidos, sobre todo
sentar cambios de personalidad que pueden ser agravados por
después de una lesión en el hemisferio derecho. Esto inter-
estresores psicosociales crónicos. La dependencia de las dro-
fiere en su comunicación social, ya que la voz suena inexpre-
gas, particularmente el alcohol, frecuentemente confunde el
siva e incapaz de transmitir emociones. La comunicación so-
cuadro.
cial se ve desorganizada por otras razones, por ejemplo, el pa-
ciente no respeta el turno de intervención de una conversa-
ción normal. Son muy comunes las dificultades para encon- Características del cambio de personalidad
trar la palabra que quieren decir.
Los principales cambios en la personalidad (34) son la
apatía y el deterioro de la motivación y de la ambición. Los
Deterioros visuoespaciales pacientes son descritos normalmente como infantiles; esto in-
cluye una serie de rasgos como la impulsividad, la baja tole-
Se encuentran deterioros visuoespaciales, que contribuyen a rancia a la frustración, querer acaparar la atención y, en ge-
la desorientación espacial. La agnosia visual puede pasar des- neral, la pérdida de las habilidades necesarias para asumir un
apercibida en alguien con varios deterioros cognitivos extensos. papel responsable en los asuntos adultos, tomando sus pro-
pias decisiones. Los pacientes pueden ser fantasiosos y joco-
Deterioro de las funciones cognitivas sos. Las conductas antisociales (v. más adelante) y la desinhi-
bición resultan obstáculos muy importantes que dificultan de
Se ha encontrado un deterioro acelerado de la cognición, gran manera la integración en la vida social. La desinhibición
pero insuficiente para ser considerado demencia, en soldados sexual de cualquier tipo es particularmente preocupante. La
con traumatismo craneoencefálico 25 años después (30). La gama de severidad se observa en acciones que van desde el
reducida capacidad de recuperación del daño cerebral proba- coqueteo inapropiado hasta ataques sexuales indiscriminados.
blemente, lo haga más vulnerable a los efectos de la edad. Los Las lesiones cerebrales son un factor de riesgo para el trastor-
estudios de seguimiento y de casos control han mostrado una no límite de la personalidad de tipo límite (35).
relación entre la lesión cerebral y la enfermedad de Alzhei- Al adquirir un trastorno de personalidad antisocial (36),
mer. Los individuos con el alelo APOE e4 están sujetos a un las personas frecuentemente se centran en sí mismas y no tie-
riesgo especial (31). De todas formas, no está comprobada la nen muy en cuenta las necesidades de los otros. Con proba-
relación entre el deterioro acelerado de la cognición y el in- bilidad son indecorosos y, en ocasiones, ofensivamente ru-
cremento del riesgo de Alzheimer. dos. Se observa también irritabilidad, agresión y conductas
impulsivas. Estos rasgos de personalidad van con frecuencia
acompañados del síndrome de incapacidad ejecutiva. De este
Cambios de personalidad modo, la persona no sólo muestra desajustes en la toma de
decisiones del tipo social, sino también una perturbación en
El cambio en la personalidad posterior a una lesión cere- las habilidades de planificación y organización necesarias para
bral resulta ser más doloroso que cualquier otra secuela (32, las tareas cognitivas. Por ejemplo, amistades beneficiosas son
33). En general, los cambios en la personalidad son concor- reemplazas por relaciones desaconsejables, se gasta impulsiva-
dantes con los deterioros cognitivos. Sin embargo, en algunas mente dinero, y se embarca en proyectos arriesgados sin in-
ocasiones se encuentra un fuerte cambio de personalidad en tentar tener en cuenta las opciones posibles.
alguien con un leve deterioro en las funciones cognitivas. Las
puntuaciones en los tests estándar de memoria e inteligencia
no descartan la lesión cerebral como causa del cambio de per- Efectos en familiares y cuidadores
sonalidad después de ésta. Los familiares juzgan los cambios de personalidad como
particularmente difíciles de sobrellevar (37). Los niños son
ignorados y las necesidades de la pareja, especialmente las ne-
Etiología
cesidades emocionales, olvidadas. Se rompe el equilibrio en
No es fácil predecir quién sufrirá cambios de personali- la relación con la pareja, la persona lesionada es incapaz de
dad después de una lesión cerebral. Algunas veces un rasgo de asumir responsabilidad en el hogar. La pareja empieza a pre-
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 529

ocuparse y el cambio de funciones puede tener un serio im- Ocasionalmente, se observan alucinaciones, particular-
pacto en la relación sexual. A menudo llega el divorcio. Sin mente de tipo visual, mientras que son frecuentes las ilusio-
embargo, los familiares encuentran fácil de llevar la persona- nes de familiaridad. El paciente puede experimentar el fenó-
lidad infantiloide del lesionado y acaban asumiendo un papel meno de déja vu, tener la sensación de conocer con anteriori-
paternal. dad al personal sanitario o a los otros pacientes. Las distor-
El cambio en la personalidad puede agudizarse. Hay una siones en el sentido de familiaridad también parecen estar
pérdida en la red de apoyo social, el aislamiento y los proble- implicadas en muchas de las ilusiones que se observan de for-
mas económicos pueden contribuir a la depresión y al abuso ma inicial después de la lesión cerebral.
de alcohol, lo cual causa un deterioro en los problemas de con-
ducta asociados al cambio de personalidad. Los estudios de se-
Estados apáticos
guimiento de casos proporcionan algunos apoyos a este argu-
mento. Se ha observado que algunos problemas de comporta- En muchos pacientes el período de recuperación carece
miento se agravan a los 5 años del traumatismo craneoencefá- de las características positivas descritas anteriormente y se ca-
lico (38), incrementándose, en este período, la carga familiar. racterizan por un estado de síndrome de apatía.

Síntomas mentales tempranos posteriores Psicosis tras la lesión cerebral


a la lesión cerebral
Psicosis temprana
Algunos pacientes, después de un traumatismo craneoen-
cefálico grave, cuando recuperan la conciencia, pasan por un Las ideas delirantes, que se caracterizan por falsas identi-
período de delirios con obnubilación de la conciencia. Esto ficaciones de lugar, personas, objetos y acontecimientos, pue-
puede conducir a pasar de un estado confusional a una con- den observarse en el curso inicial de la recuperación. Estas
ciencia vigil con desorientación y trastornos del pensamiento ideas se hallan a menudo asociadas con alteraciones más ge-
consistentes en un pensamiento confuso, un lenguaje vago y neralizadas de la introspección (insight), en particular la con-
perseveraciones. El estado mental está dominado por errores ciencia de la propia enfermedad (anosognosia), juicio deterio-
en la percepción y en el recuerdo, lo que los hace pasar rápi- rado y desorientación. Los casos más documentados provie-
damente de una falsa observación a otra. El miedo es común. nen del estudio de las ideas delirantes tras golpes temporopa-
rietales derechos (40).
La mayoría de las ideas delirantes que ocurren durante el
Distorsiones de la memoria
período inicial de recuperación remiten de manera espontá-
En este momento surgen las confabulaciones y los falsos nea y no hay recaída. Sin embargo, en algunos pacientes que
recuerdos de corta duración. (24). Las confabulaciones se su- se han recuperado de estas ideas delirantes iniciales, la amilo-
ceden particularmente asociadas a perturbaciones en la me- barbitona produce un retorno de los síntomas. (41) Esto su-
moria que están relacionadas con lesiones frontales. Casi de giere que las alteraciones generalizadas de las funciones cerebra-
forma invariable, el paciente muestra una pobre percepción les juegan una parte importante en el desarrollo de las ideas de-
de sus problemas de memoria y probablemente se encuentre lirantes tempranas.
desorientado.
De forma ocasional, tras un traumatismo craneoencefáli-
Paramnesia reduplicativa
co intenso, hay destellos de memoria en un período amnési-
co intenso inmediatamente después del momento de la le- Quizás la idea delirante más patognomónica de la lesión
sión. Éstos pueden ser recolecciones de algo experimentado cerebral, la cual también está asociada con estados confusio-
de forma consciente en el momento. Por otra parte, los re- nales postictales, es la paramnesia reduplicativa. El término
cuerdos pueden haber sido creados a través de información paramnesia reduplicativa cubre una gama de fenómenos que
brindada al paciente sobre lo que ocurrió o pueden no tener a menudo se observan de forma concurrente. Pick (42), que
una base real, en cuyo caso pueden ser descritos como re- introdujo el término, lo usó para describir a un paciente que
cuerdos ilusorios. creía haber visitado un hospital duplicado. Otros fenómenos
comprendidos por término son los siguiente:
Alteraciones del humor y la percepción
• Alguna idea delirante relacionada con la duplicación, por
En el período de recuperación inicial pueden observarse ejemplo, que los acontecimientos están duplicados o que
estados oníricos. El paciente puede estar perplejo. Puede sen- el paciente tenga una segunda pierna izquierda.
tir que el trauma no ocurrió nunca y que el hecho en gene- • Ideas delirantes relacionadas con falsas identificaciones de
ral, incluida la estancia en el hospital, ha sido una invención. lugares, con duplicación o sin ella e ideas delirantes de
La desrealización/despersonalización puede asociarse con desorientación de lugar.
mucha ansiedad pidiendo, con el paciente constantemente
consuelo. También se observa agitación en este período ini- Las ideas delirantes de desorientación de lugar pueden es-
cial de recuperación. tar relacionadas con la creencia en que la situación actual es
530 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

un duplicado de la situación verdadera, o en la situación ac- Contrariamente, los estudios de control de casos de pa-
tual está desplazada (por ejemplo, creer que el hospital está cientes con esquizofrenia muestran índices mayores de trau-
en un país diferente). El paciente puede tener dos actitudes matismos craneoencefálicos en edad infantil (45).
de orientación incompatibles; esto algunas veces se refiere La asociación entre traumatismo craneoencefálico y una
como una doble orientación. Por ejemplo, un paciente que posterior esquizofrenia no significa que un traumatismo cra-
vive en Edinburgo reconoce que está en un hospital de Lon- neoencefálico cause esquizofrenia; los autores mencionados
dres, pero dice que a la vez su casa está a pocos kilómetros de quisieron relacionarlo con algún otro factor, como los pro-
la calle. blemas de comportamiento. Sin embargo, los modelos espe-
cíficos de lesión cerebral están asociados con el desarrollo de
estados de tipo esquizofrénico; esto sugiere que la lesión ce-
Síndrome de Capgras y otras ideas delirantes
rebral desempeña un importante papel causal. La psicosis tipo
de falsa identificación
esquizofrenia posterior a una lesión cerebral está particular-
Mientras que las ideas delirantes aisladas de falsa identifi- mente asociada a lesiones en el lóbulo temporal y en menor
cación de lugar son raras en ausencia de enfermedad cerebral proporción a la epilepsia postraumática (44). No obstante, es-
orgánica manifiesta, muchos casos de falsas identificaciones tas asociaciones son laxas.
de personas (es decir, síndrome de Capgras) se encuentran en
la esquizofrenia. Las ideas delirantes de falsas identificaciones
Psicosis paranoide
de personas pueden también observarse tras una lesión cere-
bral, a menudo junto a una paramnesia reduplicativa (v. tam- Tras una lesión cerebral puede surgir una psicosis para-
bién cap. 4.4). noide. No es infrecuente que en una fase relativamente inicial
los pacientes presenten deterioro cognitivo agudo y cambios
de personalidad. El deterioro de la memoria facilitará el des-
Factores orgánicos y psicológicos
arrollo de ideas persecutorias; por ejemplo, que el paciente
de las ideas delirantes de falsa identificación
crea que han robado sus pertenencias. Las ideas persecutorias
Los síndromes de ideas delirantes de falsa identificación o ilusiones de referencia son con frecuencia causa de agre-
pueden entenderse mejor como resultado de la interacción sión, y pueden ocultarse por dificultades de comunicación.
entre la alteración cerebral orgánica y el desorden psicológico
(43). Las lesiones en el hemisferio derecho, a menudo com-
Efectos de un traumatismo craneoencefálico
binadas con daño frontal o una alteración cerebral de com-
en la esquizofrenia
probación más difusa, están especialmente relacionadas con
ideas delirantes de falsas identificaciones. Los problemas cognitivos y conductuales de la esquizo-
frenia se superponen de forma considerable con los produci-
dos por una lesión cerebral traumática. En ambos trastornos
Psicosis tardía
se observa comportamiento antisocial, apatía, ausencia de es-
pontaneidad, estados de humor incongruente y labilidad
Psicosis tipo esquizofrenia
emocional. También compartirían los problemas cognitivos,
La enfermedad psicótica puede desarrollarse mucho tiem- entre ellos, alteraciones de la comunicación, memoria y pla-
po después de que el estado agudo confusional remita y re- nificación. Por lo tanto, ¿agrava una lesión cerebral estos sín-
sulta difícil distinguirla de la enfermedad psicótica que apare- tomas negativos de la esquizofrenia? Dado que una propor-
ce en ausencia de una enfermedad orgánica cerebral mani- ción significativa de los traumatismos craneoencefálicos se
fiesta. El paciente puede desarrollar una esquizofrenia típica encuentra en personas con esquizofrenia que se han precipi-
indistinguible de la esquizofrenia idiopática. ¿Hubieran des- tado al vacío, sigue cuestionándose esta posibilidad. Por el
arrollado esquizofrenia independientemente de haber tenido momento no hay estudios que confirmen este punto.
una lesión cerebral?
La mejor estimación del aumento de riesgo de desarrollar
psicosis tipo esquizofrenia, como resultado de una lesión ce- Trastornos del humor, con inclusión
rebral, proviene de un estudio de Davison y Bagley de hace de los trastornos de ansiedad
30 años (44). Estimaron un riesgo entre dos y tres veces su-
perior al de la población general. Hubo grandes variaciones
Depresión
en los diferentes casos que examinaron y la mayoría eran co-
hortes de veteranos de la guerra. No está claro si se encontra- El estudio de la depresión tras un traumatismo craneoen-
ría el mismo riesgo relativo en cohortes civiles, principal- cefálico plantea dos cuestiones fundamentales sobre el estado
mente con traumatismos encefálicos cerrados. Aquellos que nosológico de la depresión. En primer lugar, ¿con una inca-
desarrollaban esquizofrenia tras un traumatismo craneoence- pacidad grave, podría la creencia de que la vida no tiene va-
fálico, serían, de todas maneras, de alto riesgo, por ejemplo, lor considerarse un síntoma de depresión, o una reacción «ra-
debido a antecedentes familiares de esquizofrenia o a rasgos cional» a una situación insoportable? En segundo lugar, ¿de
de personalidad esquizoides, pero los datos al respecto no qué manera se pueden interpretar los síntomas de apatía o an-
son definitivos. hedonía cuando han sido dañadas las vías cerebrales involu-
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 531

cradas en generar el comportamiento espontáneo o la expe- La sintomatología ansiosa, especialmente en aquellos pa-
riencia de placer? Muchos de los síntomas biológicos de la cientes con lesión leve, puede aparecer después de semanas o
depresión pueden ser producidos por lesión cerebral. meses tras la lesión. Es entonces muy probable que se asocie
Así pues, el diagnóstico de depresión depende funda- a depresión, al síndrome posconmocional y con trastorno de
mentalmente de la identificación del humor depresivo. Los estrés postraumático. También se observa evitación fóbica,
síntomas como el autodesprecio y el sentimiento de culpa por ejemplo, ansiedad al viajar, tras un accidente de tráfico.
son particularmente útiles en el diagnóstico. Las estimaciones La aprensión es una queja habitual y quizás refleja problemas
de prevalencia de la depresión tras un traumatismo craneoen- causados por el deterioro cognitivo; la persona puede, ade-
cefálico varían en parte a causa de la ausencia de uniformidad más, mostrar indecisión. Por lo tanto, los síntomas ansiosos
al definir la depresión. Quizás el 25 % de los pacientes cum- pueden surgir al volver a trabajar. Los síntomas ansiosos serán
plan los criterios del DSM-III-R para depresión mayor 1 mes mayores en presencia de un estrés familiar o económico.
después de la lesión (46). La mayoría se recuperan de la de- El trastorno obsesivo-compulsivo es una secuela recono-
presión en 6 meses, mientras que al año, del 10 al 20 % de cida tras un traumatismo craneoencefálico. Esto, en parte, re-
los previamente no deprimidos desarrollan depresión. fleja la inflexibilidad y la rigidez de la persona con lesión ce-
Los factores etiológicos incluyen antecedentes personales rebral o una respuesta a la incertidumbre resultante de una al-
de depresión, que son el doble de frecuentes en aquellos que teración mnésica.
desarrollan depresión y que carecen de apoyo social. Las le-
siones frontales izquierdas predicen el desarrollo de la depre-
Suicidio
sión a los 3 meses de una lesión cerebral cerrada, pero no
predicen aquellos sujetos que se deprimen al año. Dos gran- El riesgo de suicidio aumenta tras un traumatismo crane-
des estudios longitudinales han encontrado que después de oencefálico. En una investigación con soldados finlandeses
lesiones penetrantes, la depresión al cabo de un año está aso- que sufrieron lesiones cerebrales durante la Segunda guerra
ciada a lesión en el hemisferio derecho, particularmente de mundial y fueron estudiados durante los 25 años siguientes,
los lóbulos frontales. el 1,6 % se suicidó, un riesgo casi tres veces mayor que el de
La depresión tras un traumatismo craneoencefálico inter- varones de la población general. (48) Un metaanálisis de seis
fiere en la rehabilitación y se asocia con agresión. Puede exa- cohortes civiles en seguimiento durante 40 años encontró un
cerbarse el deterioro cognitivo y en algunos casos producir riesgo tres veces superior comparándolo con las proporciones
seudodemencia. de mortalidad estándar (49). El aumento de riesgo atribuido a
Puede manifestarse labilidad emocional, especialmente un traumatismo craneoencefálico es probable que sea leve-
tras una lesión grave, y se asocia frecuentemente con la pre- mente inferior a estas proporciones estimadas.
sencia de depresión.

Manía Agitación y agresión


Un episodio maníaco tras un traumatismo craneoencefá- Es más probable que se le pregunte al psiquiatra por pau-
lico es mucho menos común que un cuadro depresivo. Debe tas en el manejo de la agitación y agresión que siguen a un
distinguirse de los síntomas neuroconductuales que pueden traumatismo craneoencefálico, que por cualquier otro sínto-
aflorar tras una lesión frontal, por ejemplo, desinhibición y ma psicológico.
comportamiento fatuo. Existen algunos indicios que permi- La agitación, en el período de recuperación inicial tras
ten relacionar la manía con lesiones en el hemisferio derecho una lesión cerebral grave, generalmente mejora de forma es-
y con epilepsia postraumática. La manía se asocia especial- pontánea en el curso de los días o las semanas (50). Normal-
mente con un comportamiento agresivo y violento tras una mente no se encuentra una causa específica y es un marcador
lesión cerebral. de alteración generalizada de la función cerebral. La epilepsia
puede ser un factor contribuyente, y las crisis complejas par-
ciales pueden obviarse clínicamente en un inicio. Cuanto
Trastorno de ansiedad
más leve sea el traumatismo craneoencefálico, con mayor pro-
Los trastornos de ansiedad se hallan en cerca de un 30 % babilidad pueden observarse los factores psicológicos. Deben
de los pacientes tras un traumatismo craneoencefálico en explorarse los miedos y las preocupaciones de los pacientes, y
igual porcentaje, como mínimo, en aquellos que sufren una considerarse el trastorno de ansiedad fóbico. El tratamiento
lesión leve (47). farmacológico puede empeorar la agitación y podrían apare-
Los síntomas iniciales pueden observarse en relación con cer efectos paradójicos con medicación sedativa si ésta au-
los síntomas de desrealización/despersonalización o perpleji- menta la confusión, la desinhibición o produce acatisia. El
dad. En el inicio, el período amnésico posterior a la lesión paciente puede estar en estado de abstinencia al interrumpir-
puede causar una gran angustia. En la reacción catastrófica, se la ingesta de la medicación que tomaba regularmente antes
que se observa en los pacientes con deterioro entre modera- del traumatismo craneoencefálico.
do y grave, aparece una angustia repentina cuando fallan en A la agitación inicial puede seguirle un comportamiento
tareas ejecutivas o a causa de su incapacidad para comuni- agresivo más intratable (51). El mayor factor predictivo de la
carse. agresión es el comportamiento antisocial antes del traumatis-
532 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

mo craneoencefálico. Otros factores predictivos del compor- Fenomenología


tamiento agresivo son la confusión y la desorientación, los
cambios de personalidad con desinhibición o impulsividad, Los síntomas iniciales tienden a ser más de tipo neuroló-
la epilepsia y el uso de anticonvulsivos (52). gico e incluyen a cefalea, mareos, y, ocasionalmente, diplo-
Por otra parte, los factores predictivos del comportamien- pía. La consecuencia inmediata de las lesiones leves es un de-
to agresivo no son demasiado diferentes de los que se han en- terioro en la velocidad del procesamiento de la información
contrado en ausencia de un traumatismo craneoencefálico. y de la concentración. La fatiga es otro de los síntomas en la
Los síntomas de enfermedad mental sin embargo no son in- fase inicial, junto con síntomas de sensibilidad al ruido. An-
mediatamente evidentes, a causa de las dificultades comuni- siedad, depresión e irritabilidad son síntomas comunes y pue-
cativas. Es, por lo tanto, necesario encontrar datos indicativos den aparecer tras un período de latencia. Los síntomas del
acerca de ideas delirantes persecutorias, manía, depresión, y síndrome posconmocional se solapan con los del trastorno de
ansiedad. La dependencia del alcohol y las drogas puede re- estrés postraumático y de la fatiga crónica. Otros síntomas
sultar especialmente problemática. ocasionalmente descritos son acúfenos, desequilibrio y dolo-
Si el comportamiento agresivo se manifiesta desde el ini- res musculares.
cio, es decir, durante el estado confusional, o poco después En general, los síntomas, particularmente los neurológi-
de que se haya resuelto, esto sugiere que su etiología es fun- cos, remiten en un período de 2 a 6 meses. Pero algunos pa-
damentalmente orgánica. Un modelo de agresión estereotipa- cientes, a menudo, tras un período de latencia, desarrollan
do, o que aparece durante segundos sin desencadenantes, o síntomas persistentes que se mantienen durante años. Esto
con desencadenantes triviales, o con características bizarras, y sugiere que los factores psicológicos, así como la lesión cere-
opuesto a un comportamiento calmado, puede sugerirnos la bral, son importantes.
posibilidad de epilepsia.
Etiología
Alcohol y traumatismo craneoencefálico Lesión cerebral
La dependencia del alcohol puede complicar el trata- Varias observaciones apoyan la contribución de la lesión
miento de una persona que haya padecido varios traumatis- cerebral. Se han descrito las lesiones microscópicas post mortem
mos craneoencefálicos. La persona puede haber sufrido pre- tras un traumatismo craneoencefálico leve (56). Las técnicas de
viamente lesiones, así como daños cerebrales producidos por diagnóstico por imagen, entre ellas, la SPECT y la PET, mues-
el alcohol. Un traumatismo craneal puede producir una le- tran pequeñas anomalías que se atribuyen a traumatismos cra-
sión cerebral mucho mayor por razones poco comprendidas neoencefálicos leves. Se ha hallado un enlentecimiento de los
(53). La falta de salud física perjudica de modo inmediato el potenciales provocados auditivos del tronco encefálico, que es
tratamiento tras un traumatismo craneoencefálico. Los hema- un factor predictivo de la cronicidad de los síntomas (57).
tomas subdurales pueden resultar problemáticos. El síndrome
de abstinencia puede interferir con los cuidados médicos y la
Factores psicológicos
rehabilitación (54). A menudo la red social es pobre, lo cual
complica el alta hospitalaria. También se sabe que los factores psicosociales desempe-
De forma muy ocasional, un traumatismo craneoencefáli- ñan un papel en el síndrome posconmocional, especialmen-
co parece curar la dependencia al alcohol. Desafortunada- te si los síntomas perduran más de un año. Si el accidente
mente, la dependencia del alcohol a menudo lo empeora; de ocurre en el trabajo, sobre todo si la persona culpa a su su-
hecho, algunos pacientes desarrollan una dependencia alco- perior, es más probable la sintomatología. Un metaanálisis
hólica cuando encuentran que el alcohol alivia los síntomas de los efectos de compensación de los síntomas concluyó
de ansiedad. que tras un traumatismo craneoencefálico, si el paciente re-
clama una compensación, los síntomas aumentan, en pro-
medio, un 25 % (58).
Síndrome posconmocional
Modelo de interacción
Algunas veces llamado síndrome postraumático, el sín-
drome posconmocional está muy poco definido (55). El tér- Lishman ha propuesto un modelo en el cual las alteracio-
mino está quizás reservado de manera más útil para describir nes de las funciones cerebrales tras un traumatismo craneoen-
una constelación de síntomas resultantes de una sorprenden- cefálico leve aparecen como síntomas iniciales en el síndrome
te incapacidad grave tras un traumatismo craneoencefálico posconmocional (1). En la mayoría de los pacientes se resuel-
leve. Estos síntomas también pueden observarse tras una le- ve de forma gradual y mediante una buena recuperación. Sin
sión grave o moderada, en cuyo caso probablemente se acom- embargo, puede desarrollarse síndrome posconmocional si los
pañan de síntomas que se comprenden mejor como resultan- efectos psicológicos interfieren con el proceso mental de recu-
tes de una lesión cerebral. No existe una relación constante peración. La ansiedad parece ser un factor importante que re-
entre la prevalencia de los síntomas posconmocionales y la trasa la recuperación; el paciente se preocupa de sus síntomas
gravedad de la lesión. y los focaliza. Esto se puede agravar si el paciente es vulnera-
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 533

ble a la somatización, o existen pendientes reclamos de com- Con frecuencia los niños sufren lesiones prefontales bila-
pensación. Los síntomas pueden causar discapacidad secunda- terales, que pueden explicar los déficit de concentración, con-
ria, provocando todavía más ansiedad, que lo hará empeorar trol de impulsos y autocontrol. Los trastornos psiquiátricos
si existen estresores psicosociales adicionales. más comunes que se observan tras un traumatismo craneoen-
El papel de los factores psicológicos es mayor en los trau- cefálico de la infancia son cambios de personalidad, trastorno
matismos encefálicos más leves y síntomas crónicos. Por hipercinético con déficit de atención y trastorno obsesivo-
ejemplo, los estudios que analizan los efectos de compensa- compulsivo (62). Los niños que desarrollan un trastorno hi-
ción generalmente muestran efectos más poderosos en aque- percinético con déficit de atención tras un traumatismo cra-
llos con lesiones más leves. neoencefálico tienden a mostrar una menor hiperactividad
que la observada en la forma idiopática del trastorno. A largo
plazo, el traumatismo craneoencefálico en la infancia puede
Epilepsia postraumática aumentar el riesgo de desarrollar esquizofrenia. Los niños tie-
nen una mayor probabilidad que los adultos de desarrollar
Los espasmos iniciales, en la primera semana, son relativa- una epilepsia postraumática.
mente benignos, sensibles a profilácticos anticonvulsivos, y son
sólo débiles factores predictivos de una epilepsia posterior.
Sólo un 5 % de los traumatismos craneoencefálicos ce- Boxeo
rrados desarrollarán crisis posteriores; en cambio, tras una le-
sión abierta el porcentaje será del 30 %. La mayoría de estas Entre el 10 y el 20 % de los boxeadores profesionales desa-
crisis posteriores se inician en el primero y el segundo año rrollan una encefalopatía traumática crónica (63), el síndrome
tras la lesión. Si durante un período de 5 años no se ha pro- punch-drunk, por lesión del sistema extrapiramidal, así como
ducido ninguna crisis, cualquiera que se desarrolle posterior- de las vías piramidales y cerebelares. Los afectados se mues-
mente no estará relacionada con el traumatismo craneoen- tran lentos y atáxicos. El deterioro cognitivo, en especial el
cefálico (59). deterioro de la memoria, es frecuente y se presenta demencia
La probabilidad de desarrollar crisis con un traumatismo en casi la mitad de los casos.
craneoencefálico cerrado aumenta con la presencia de una Las lesiones en la parte superior del tronco cerebral expli-
fractura craneal, un hematoma intracraneal y un ataque ini- carían los síntomas neurológicos, mientras que la atrofia ce-
cial, así como por la gravedad de la lesión. Las lesiones ence- rebral, con cambios en la materia blanca, y las lesiones de las
fálicas leves desarrollan un pequeño aumento de riesgo para estructuras diencefálicas explicarían los cambios cognitivos.
la epilepsia por encima de las normas de la población. En los La perforación del septum pellucidum, que separa los dos ven-
niños aumenta el riesgo de que se produzca una epilepsia trículos laterales, es una característica que se halla en la ence-
postraumática. El EEG no suele ser un buen factor predictivo falopatía de los «boxeadores». El estado del APOE e4 au-
de la epilepsia postraumática (v. antes). menta la vulnerabilidad del síndrome punch-drunk, (64) y es
La epilepsia postraumática aumenta la comorbilidad psi- concordante con la presencia de amiloide.
quiátrica, particularmente en los trastornos del humor, pro- Los futbolistas profesionales pueden mostrar un sutil de-
blemas conductuales y enfermedad psicótica, y puede au- terioro cognitivo, lo que plantea la posibilidad de que repeti-
mentar el riesgo de una posterior demencia. dos golpes en la cabeza con la pelota puedan ser suficiente
Los anticonvulsivos profilácticos no tienen efecto en la para causar lesiones cerebrales leves.
reducción de la incidencia de una epilepsia postraumática
posterior (60). La carbamazepina, más que la fenitoina, es el
fármaco anticonvulsivo de elección por producir un menor ■ Tratamiento
efecto a nivel cognitivo (61). La mitad de los pacientes con
epilepsia postraumática por traumatismos craneoencefálicos Se remite al lector al capítulo 4.1.14 para algunos de los
abiertos remiten en un período de 5 a 10 años. principales tratamientos que son apropiados para los pacien-
tes con un traumatismo craneoencefálico.

Traumatismo craneoencefálico en niños


Tratamiento de los problemas
Es posible que el mayor potencial de plasticidad, que se neuroconductuales iniciales
halla presente en el joven cerebro de los niños, produzca un
mejor resultado tras un traumatismo craneoencefálico. Existen Los problemas conductuales, y los síntomas mentales,
indicios claros al respecto en traumatismos craneoencefálicos que aumentan en los días y las semanas posteriores a la lesión
leves y moderados. Sin embargo, en los niños con traumatis- cerebral, deben considerarse una señal que indica la necesi-
mos craneoencefálicos graves aumenta la probabilidad de dé- dad de controlar el progreso de la recuperación. Deben revi-
ficit cognitivos persistentes y problemas conductuales. La ca- sarse los antecedentes, prestando atención al período anterior
lidad familiar tiene un gran efecto; aquellos con relaciones fa- al traumatismo. El paciente debe ser examinado físicamente,
miliares pobres tienen una mayor probabilidad de desarrollar prestando especial atención a la posibilidad de fiebre, y debe
problemas conductuales. someterse a un examen neurológico completo. Es esencial la
534 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

evaluación del nivel de conciencia y de la orientación. Deben formación ocupacional, o ayuda apropiada, puede aliviar los
practicarse los análisis de sangre habituales, y se debe evaluar síntomas mentales. Deberá pedirse a un asistente social que se
la necesidad de realizar radiografías de tórax y gasometría ar- haga cargo de una valoración continuada de la situación, para
terial. La medicación debe ser revisada. Es necesaria la opi- poder identificar la necesidad de una prórroga en la atención
nión de un neurólogo o neurocirujano para decidir la reali- o modificaciones en el hogar.
zación de una prueba de neuroimagen o EEG. No debe rea-
lizarse una punción lumbar, por ejemplo, para confirmar me-
Intervenciones neuropsiquiátricas específicas
ningitis, sin la indicación de un especialista.
Las causas específicas de deterioro tras un traumatismo Es importante averiguar, en una fase inicial, el grado de
craneoencefálico aparecen en el cuadro 2. Una vez que se ha- lesión cerebral que se ha producido. Si existiera alguna duda,
yan excluido, lo principal será permitir que la recuperación se sería necesario realizar una evaluación neuropsicológica. La
lleve a cabo en un ambiente saludable, prestando atención a gravedad de la lesión cerebral sugerirá si un síntoma en parti-
los principios generales del cuidado del paciente delirante o cular se debe principalmente a la lesión cerebral o a procesos
demenciado, como está indicado. Es necesaria una explica- psicológicos. Esto afectará al tratamiento.
ción al paciente y sus familiares acerca de lo que está ocu- La terapia cognitivo-conductual desempeña un papel fun-
rriendo. damental en el tratamiento de los síntomas neuroconductua-
les. Las estrategias conductuales son particularmente impor-
tantes en los problemas comportamentales que emergen tras
Tratamiento de las secuelas mentales la lesión cerebral (66). La tarea crucial es identificar las res-
puestas de los cuidadores y la familia que parecen reforzar los
comportamientos.
Principios generales de tratamiento
Se requiere un buen cuidado médico y quirúrgico, segui-
Tratamiento farmacológico
do de servicios de rehabilitación apropiados, para optimizar
la recuperación de un traumatismo craneoencefálico. Ade- Quizás la mayoría de los pacientes que sufren una lesión
más, el individuo y su familia deben tener acceso a un apoyo cerebral traumática necesiten tratamiento hospitalario, reci-
que ajuste los cambios producidos en ellos tras el traumatis- biendo fármacos psicotropos, (67) a pesar de que los estudios
mo. La educación y el acceso a la información son parte im- con animales sugieren que algunos pueden interferir en la re-
portante de la estrategia terapéutica (65). No es raro que apa- cuperación de la lesión cerebral. Los pacientes deben recibir
rezcan problemas psicológicos si alguna parte de este proceso psicotropos sólo si es absolutamente necesario, utilizando los
no se desarrolla adecuadamente, o el paciente cree que ha principios que se describen en el cuadro 3, y evitar la ingesta
fracasado. El psiquiatra ha de explorar cada uno de estos de varios fármacos a la vez.
componentes.
A menudo es necesario encontrar qué servicios están dis-
Agitación y agresión
ponibles en el área que puedan proporcionar rehabilitación o
soporte. El acceso a programas adecuados de rehabilitación, o A causa de la ausencia de ensayos clínicos, la prescripción
para la agitación y la agresión tras un traumatismo craneoen-
cefálico es en general por ensayo y error, mediante monitori-
zación y documentación adecuadas del comportamiento. Si no
Cuadro 2 hay signos de que el fármaco provoca efectos favorables, debe
ser suspendido, y se deberá probar con otro. Se ha de tener
Causas del deterioro de las funciones cautela, para evitar responder a cada episodio de agresión con
cognitivas tras una lesión cerebral el aumento de la dosis o el añadido de un nuevo fármaco.
De todos los fármacos utilizados en el tratamiento de la
Específicas agresión y la agitación, sólo los β-bloqueantes, en dosis ele-
• Hematoma subdural vadas, se han estudiado en ensayos aleatorizados controlados
• Hidrocefalia (68), mostrando un efecto leve a favor de la medicación.
• Epilepsia, particularmente de estado parcial complejo No obstante, para muchos psiquiatras, la carbamazepina
• Infección intracraneal posterior, incluyendo los abscesos es el fármaco de primera elección para el tratamiento de la
cerebrales agresión tras una lesión cerebral. Tiene la ventaja de tener
Inespecíficas propiedades anticonvulsivas, así como efectos eutimizantes.
• Enfermedad sistémica, como obesidad, embolia y dolor Quizás un tercio de los pacientes responderán. Algunos clíni-
• Intoxicación por drogas cos recomiendan valproato sódico.
• Enfermedad mental grave, en especial, depresión Suelen utilizarse antipsicóticos en presencia de ideas deli-
• El paciente «se abandona» a medida que gana concien- rantes o persecutorias de referencia, y posiblemente cuando el
cia de su estado paciente muestre indebidamente suspicaz. De cualquier
• Proceso demencial independiente modo, no constituirán el tratamiento de primera elección, en
parte a causa del peligro de que la acatisia pueda perpetuar el
4.1.11. NEUROPSIQUIATRÍA DE LOS TRAUMATISMOS CRANEOENCEFÁLICOS 535

No hay suficientes ensayos de fármacos antipsicóticos en


Cuadro 3 el tratamiento de los pacientes psicóticos tras un traumatismo
craneoencefálico. Una serie de casos han mostrado una bue-
Prescripción de fármacos psicotropos na respuesta en la mayoría de pacientes antipsicóticos, y esto
en lesiones cerebrales concuerda con la impresión clínica de que algunos delirios y
Pequeñas dosis: tanto en el inicio, como en el segui- alucinaciones responden al tratamiento. Los fármacos son los
miento posterior. mismos que los utilizados para el tratamiento de la agresión
Mantenimiento del tratamiento sólo si hay pruebas ab- (v. antes).
solutas del efecto.
Elección del perfil del fármaco con menor potencial, para: Apatía
• Disminuir el umbral de acción: evitar clorpromazina y La bromocriptina y el metilfenidato pueden ser útiles en
clozapina. el tratamiento de los estados de apatía. El efecto inicial des-
• Aumentar la actividad anticolinérgica: minimizar la posi- aparece en algunos pacientes, pero en otros los efectos bene-
bilidad de aumentar la confusión. ficiosos se mantienen a pesar de la retirada del fármaco. El
• Provocar efectos secundarios extrapiramidales, especial- metilfenidato, con sus riesgos adictivos y efectos secundarios
mente acatisia, parkinsonismo y síndrome neuroléptico negativos, sólo será prescrito si la bromocriptina no ha teni-
maligno. do éxito, bajo supervisión facultativa.
• Producir inducción enzimática, u otras interacciones psi-
codinámicas con otros fármacos.
La administración regular de fármacos de larga acción, Introspección, cumplimiento, competencia
en comparación con la administración de fármacos de ac- y detención en el hospital
ción corta, tiene menos probabilidades de producir: La falta de conciencia de los déficit es un problema co-
• Síndrome de abstinencia. mún en las personas que han sufrido traumatismos craneo-
• Adicción. encefálicos (69) y afecta el cumplimiento del tratamiento.
• Comportamiento no deseado. Como resultado, se llama al psiquiatra cuando el paciente de-
manda dejar el hospital, y el retorno al hogar constituye un
riesgo. Si el trastorno mental es manifiesto se justifica su de-
tención según la Mental Health Act de 1983 (Inglaterra y Ga-
les), pero no si el propósito es simplemente el tratamiento de
comportamiento agitado, que de otro modo se resolverá espon- una enfermedad física.
táneamente. La sulpirida y la olanzapina pueden ser recomen- Deben valorarse la introspección (insight) del paciente y
dados como fármacos de primera línea, con la risperidona y su capacidad de consentir el tratamiento. Debe examinarse la
otros nuevos agentes antipsicóticos que se mantienen en reserva. competencia sólo en el caso excepcional del paciente que de-
Pueden ser útiles los antidepresivos, y es preferible admi- manda dejar el hospital tras un traumatismo craneoencefálico
nistrar los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina y que, como resultado, pone en gran riesgo su salud. En esta
(ISRS) antes que tricíclicos. La trazodona, que es sedante, re- situación, en Inglaterra y Gales es posible detener a los pa-
sulta particularmente útil. cientes en el hospital por su propio interés para el tratamien-
En el tratamiento de la agitación y la agresión durante la to de una enfermedad física.
fase de recuperación inicial de un traumatismo craneoencefáli- Debe ser revisada la capacidad del paciente de dar su con-
co grave pueden administrarse benzodiazepinas y clormetiazol. sentimiento informado para cualquier tratamiento que se le
Pero hay que tener cuidado para no producir un aumento de ofrezca. También debe ser evaluado para determinar si es ca-
la confusión, y una violencia paradójica, debido a la desinhibi- paz de desenvolverse en sus tareas domésticas y en las finan-
ción. Debido a su potencial adictivo, no deben administrarse zas. Si no es así, deben tomarse las medidas legales apropia-
benzodiazepinas a pacientes con un trastorno agresivo crónico. das; en el Reino Unido quizá deba buscarse un tutor que pro-
teja sus intereses. Se debe evaluar la posibilidad de compen-
sación y, en caso afirmativo, se le debe orientar y ayudar en
Trastornos del humor y psicosis
la gestión de reclamación.
Clínicamente, se tiene la impresión de que la depresión
tras un traumatismo craneoencefálico es muy difícil de tratar.
Esto es acorde con la observación de que la depresión, en
Provisión de servicios para los traumatismos
aquellos que no han sufrido un traumatismo craneoencefálico,
craneoencefálicos
es más difícil que en aquellos que tienen lesión cerebral. Sin Los servicios de atención a personas con lesiones traumá-
embargo, algunos estudios con pacientes depresivos traumáti- ticas craneoencefálicas suelen ser muy heterogéneos y estar
cos han mostrado una proporción de buena repuesta. La se- mal coordinados (70). Un equipo de especialistas en trauma-
lección del antidepresivo no difiere de lo que se debe realizar tismos craneoencefálicos que identifique a los pacientes en
cuando no hay traumatismo craneoencefálico, siempre y cuan- un primer momento, por ejemplo, poco después de su ingre-
do se tengan en cuenta los principios dados en el cuadro 3. so en el hospital, es la mejor solución. Pueden indicar los ser-
536 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

vicios adecuados para aquel individuo y asegurar una conti- head injury disability. Models of brain injury rehabilitation (ed. R.L.
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Generalmente, los servicios de traumatismos craneales of disturbed executive function and memory in survivors of severe
disponen de pocos fondos. A menudo es difícil encontrar un closed head injury: a SPECT study. Journal of Neurology, Neurosurgery
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16. Markowitsch, H.J., Kessler, J., Van Der Van, C., Weber-Luxenburger,
do, un estudio reciente de la gestión de casos no pudo mos- G., Albers, M., and Heiss, W.D. (1998). Psychic trauma causing
trar un efecto beneficioso, probablemente a causa de la insu- grossly reduced brain metabolism and cognitive deterioration.
ficiencia de recursos a nivel local, para llevar a cabo los cui- Neuropsychologia, 36, 77–82.
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538 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

■ Criterios diagnósticos esta medida indirecta de la atrofia cerebral es más descriptiva


en alcohólicos con enfermedad hepática o encefalopatía de
Los criterios diagnósticos para «la demencia persistente Wernicke.
inducida por sustancias» se incluyen en el DSM-IV (3) (ta- La reducción del volumen cerebral en los alcohólicos se
bla 1), afirmando que debe haber demostración a través de debe principalmente a la pérdida de sustancia blanca en los
la historia, la exploración física o los hallazgos de laborato- hemisferios cerebrales (10, 11). El cuerpo calloso es menos
rio de que los déficit están etiológicamente relacionados con grueso (12). La sustancia gris cortical también parece estar
el consumo de sustancias (en este caso el alcohol). En la afectada, aunque esto no está demostrado. Un estudio descri-
CIE-10 (4), el síndrome amnésico (de Korsakoff) está clasifi- bió una pérdida neuronal selectiva en la corteza superior
cado separadamente, mientras que la «demencia» alcohólica frontal (13), aunque este hallazgo no fue confirmado en otros
se incluye bajo la categoría de «trastorno psicótico residual estudios (11). Sin embargo, existen pruebas de una reducción
y de inicio tardío», donde pueden encontrarse los criterios de neuronas en regiones donde el número debería ser normal,
diagnósticos. como en la corteza frontal superior, la corteza cingular o la
corteza motora (13, 14).
Las investigaciones con animales sugieren un efecto neu-
■ Neuropatología rotóxico directo del alcohol sobre el cerebro. Se ha demostra-
do que el consumo crónico de etanol en ratas bien alimenta-
Los estudios neuropatológicos iniciales sobre el cerebro y das tiene efectos tóxicos directos sobre las neuronas de pro-
el alcohol describieron una atrofia cerebral uniforme y mo- yección colinérgicas (15) y reducen la complejidad de la arbo-
derada, principalmente en las regiones frontales dorsolatera- rización dendrítica en neuronas piramidales del hipocampo
les, un ensanchamiento de los surcos, una capa cortical fina (16). En el primer estudio, el trasplante de neuronas colinérgi-
y un particular aumento del asta anterior de los ventrículos cas en el hipocampo y el neocorteza corrigieron los déficit co-
laterales (1). Los estudios encefalográficos indican que entre linérgicos y las alteraciones de la memoria. En el último, la
la mitad y tres cuartos de los individuos muestran cambios abstinencia tendía a incrementar la arborización dendrítica.
corticales o dilatación ventricular (5, 6). Al realizar las autop-
sias se comprueba que el peso de los cerebros de los pacien-
tes alcohólicos es menor al de los controles sanos (7, 8). El ■ Neuroimagen estructural
volumen cerebral, estimado por el volumen del espacio peri-
cerebral —regiones llenas de líquido cefalorraquídeo entre el Los estudios de neuroimagen por tomografía computari-
cerebro y el cráneo— también es menor (9). De todos modos, zada (TC) y por resonancia magnética (RM) que comparan al-
cohólicos recientemente desintoxicados sin alteraciones cog-
nitivas evidentes, con controles apareados por edad, confir-
man que los alcohólicos muestran un volumen cerebral cor-
tical más reducido que afecta la sustancia gris y la sustancia
Tabla 1. Criterios DSM-IV para el diagnóstico de demencia blanca y también un aumento de los espacios que contienen
persistente inducida por sustancias líquido cefalorraquídeo (17). Estos cambios en la estructura
del cerebro pueden observarse en los jóvenes «bebedores so-
A. La presencia de los múltiples déficit cognoscitivos se manifiesta por:
1) deterioro de la memoria (deterioro de la capacidad para
ciales» (18), pero son más acusados en los grupos de personas
aprender nueva información o recordar información aprendi- mayores. Las mujeres parecen ser particularmente más vulne-
da previamente) rables. De todos modos, las comparaciones clinicorradiológi-
2) una (o más) de las siguientes alteraciones cognoscitivas. cas son equívocas, ya que las medidas de los cambios radio-
a) afasia (alteración del lenguaje) lógicos no muestran una clara correlación entre la duración
b) apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo ac- del inicio del consumo de alcohol y la gravedad de la altera-
tividades motoras, a pesar de que la función motora está
ción cognitiva. El papel de la enfermedad hepática es poco
intacta)
c) agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de ob- claro. La abstinencia tiende a tener efectos reversibles sobre la
jetos, a pesar de que la función sensorial está intacta) reducción del volumen cerebral (19); esto está más marcado
d) alteración de la actividad de ejecución (p. ej., planificación, en personas más jóvenes y en mujeres (20). Sin embargo, mu-
organización, secuenciación y abstracción) chos alcohólicos abstemios continúan mostrando ensancha-
B. Los déficit cognoscitivos en cada uno de los criterios A1 y A2 miento de los ventrículos. Los estudios con TC también
provocan un deterioro significativo de la actividad laboral o social muestran una absorción de densidad alterada en el cerebro de
y representan una merma importante del nivel previo de activi-
dad. los alcohólicos (2), aunque el significado de este descubri-
C. Los déficit no aparecen exclusivamente en el transcurso de un miento no está del todo aclarado.
delirium y persisten más allá de la duración habitual de la intoxi- Los estudios con RM muestran reducción del volumen en
cación o abstinencia de sustancias. estructuras localizadas corticales y subcorticales, especialmen-
D. Demostración a través de la historia, de la exploración física o de te en los lóbulos frontales (21), estructuras del lóbulo tempo-
los hallazgos de laboratorio de que los déficit están etiológica- ral mesial (22), el hipocampo anterior (23), cuerpos mamila-
mente relacionados con los efectos persistentes del consumo de
sustancias (p. ej., una droga de abuso, un medicamento).
res y cerebelo (24, 25) y cuerpo calloso (26), especialmente en
grupos de personas mayores. Un estudio de seguimiento de
4.1.12. DEMENCIA INDUCIDA POR ALCOHOL 539

5 años sobre pacientes con dependencia alcohólica (n = 16) y correlación significativa entre el grado de atrofia/funcionamien-
controles (n = 26) encontró que ambos grupos mostraban re- to metabólico en la circunvolución cingular, y el rendimiento
ducciones relacionadas con la edad en la sustancia gris cortical en el Test Wisconsin de Evaluación Neuropsicológica Median-
(especialmente en la corteza prefrontal) y también ensancha- te Ordenación de Tarjetas (Wisconsin Card Sort Test) (39).
miento de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo (27). Las puntuaciones en los tests neuropsicológicos no pre-
Mientras que los pacientes dependientes de alcohol también decían los resultados de los pacientes alcohólicos (40, 41).
mostraban pérdida adicional en la corteza temporal superior,
los que se mantenían sobrios durante el período de segui-
miento mostraban índices de cambios en el volumen de los ■ Conclusión
ventrículos similares a los de los controles. El abuso conti-
nuado de alcohol en los grupos dependientes generó pérdida Los individuos con daño cerebral secundario al alcohol y
de volumen en sustancia gris cortical, cuyo grado se podía alteraciones cognitivas son un grupo heterogéneo. Los meca-
predecir por la cantidad de alcohol consumido. nismos subyacentes son probablemente numerosos, comple-
jos e interrelacionados. Son importantes tanto la neurotoxi-
cidad del alcohol y el acetaldehído como el déficit de tiami-
■ Neuroimagen funcional na, y los factores metabólicos, tales como hipoxia, desequili-
brio de los electrólitos e hipoglucemia, que resultan de la in-
Los estudios de neuroimagen funcional, que comparan toxicación aguda o crónica y la abstinencia de alcohol. Se ha
controles normales con alcohólicos crónicos, muestran hipo- hipotetizado que la abstinencia recurrente de alcohol tiene
metabolismo de la corteza frontal y parietal en alcohólicos un efecto kindling (42). Durante la abstinencia de alcohol hay
crónicos sin otra alteración neurológica mayor (28-30). Estas un incremento de la función de la N-metil-D-aspartato
anomalías mejoran durante la abstinencia (30, 31), sobre todo (NMDA) que, aparentemente, es responsable de un incre-
durante los días 16 a 30 después de la última ingesta. La re- mento de la excitabilidad neuronal y de la neurotoxicidad
cuperación metabólica es más marcada en el área frontal (30). inducida por el glutamato (43). La manera como el alcohol
La resonancia magnética espectroscópica (RMS) se puede interfiere con la neurotransmisión del glutamato, especial-
combinar con la RM, permitiendo el estudio del metabolis- mente a través de los receptores del NMDA, es probable-
mo cerebral in vivo (32-34). Los cambios metabólicos que se mente la clave para entender los efectos a largo plazo que
observan en algunos estudios en los que han utilizado la pueda tener en el cerebro.
RMS sugieren una pérdida neuronal y gliosis compensatoria.

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bios en la imagen estructural (19, 38), particularmente con los 10. Harper, C.G., Kril, J.J., and Holloway, R.L. (1985). Brain shrinkage in
chronic alcoholics: a pathological study. British Medical Journal, 290,
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540 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

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Mammillary body and cerebellar shrinkage in chronic alcoholics with
and without amnesia. Journal of the International Neuropsychological
a través de dos dimensiones ortogonales. La primera dimen-
Society, 2, 34–5. sión es la de amnesia transitoria o de episodios discretos en
26. Pfefferbaum, A., Lim, K.O., Desmond, J.E., and Sullivan, E.V. (1996). oposición a una alteración de la memoria persistente. En una
Thinning of the corpus callosum in older alcoholic men: a magnetic segunda dimensión, la pérdida de memoria puede resultar del
resonance imaging study. Alcoholism: Clinical and Experimental Research,
20, 752–7.
daño neurológico o de una causa psicológica, aunque ambos
27. Pfefferbaum, A., Sullivan, E.V., Rosenbloom, M.J., Mathalon, D.H., factores son, por supuesto, muy comunes. El término confa-
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Alteration of regional cerebral glucose metabolic rate in non- sos recuerdos pueden presentarse en un número de situacio-
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Bethesda, MD. dividuos de edad media o en la vejez, más frecuentemente en
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Clinical and Experimental Research, 4, 1078–82. de haber confusión, pero los pacientes no refieren pérdida de
34. Seitz, D., Widmann, U., Seeger, U., et al. (1999). Localised proton identidad personal (ellos saben quiénes son). A veces es pre-
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4.1.13. SÍNDROMES AMNÉSICOS 541

dia de la amnesia era de 4 h y la duración máxima de 12 h. grada. Interpretaron esto como un caso de «amnesia retró-
En un 25 % de su muestra, los pacientes tenían antecedentes grada aislada».
de migraña, que fue evaluada como una posible causa. En La epilepsia puede dar lugar a automatismos o estados
más del 7 % de su muestra, los pacientes desarrollaron poste- confusionales postictales. Cuando hay un automatismo siem-
riormente características inequívocas de epilepsia (no habían pre están involucradas las estructuras límbicas bilaterales im-
observado signos focales ni características de epilepsia duran- plicadas con la formación de la memoria, incluyendo tanto
te el ataque original), y la pérdida de memoria podría ser por las estructuras hipocámpicas y parahipocámpicas bilaterales
lo tanto atribuida, retrospectivamente a epilepsia previa no como el diencéfalo mesial. Consecuentemente, siempre hay
diagnosticada. No había asociación con antecedentes de en- amnesia, y normalmente total, durante el período del com-
fermedad vascular, ni signos clínicos sugestivos de trastorno portamiento automático.
vascular, ni factores de riesgo conocidos de enfermedad vas-
cular. En particular, no había asociación con accidentes is-
quémicos transitorios. En un 60-70 % de su muestra, la posi- Lesión cerebral
ble causa era desconocida.
En los casos donde se habían administrado tests neuro- En el daño cerebral debido a un traumatismo, es impor-
psicológicos durante el episodio agudo de pérdida de memo- tante distinguir entre un breve período de amnesia retrógra-
ria transitoria (1, 2), los pacientes mostraron una amnesia da, que suele durar sólo unos segundos o minutos, un perío-
anterógrada profunda, tal como se esperaba, en tests de me- do más largo de amnesia postraumática, e islas de memoria
moria verbal y no verbal. Sin embargo, el rendimiento en los conservadas dentro de una laguna amnésica (6, 7). Ocasio-
tests de memoria retrógrada era variado. Los estudios de se- nalmente puede haber amnesia postraumática sin amnesia re-
guimiento mostraron una completa o casi completa recupera- trógrada, aunque es más común en casos de lesiones pene-
ción de la memoria, algunas semanas o meses después del ata- trantes. En algunos casos hay una memoria particularmente
que agudo. vívida para imágenes o sonidos que ocurrieron inmediata-
El consenso general es que el trastorno amnésico resulta mente después de la lesión, durante la recuperación de la
de una disfunción transitoria en los circuitos límbico-hipo- conciencia o durante un período lúcido entre la lesión y el
cámpicos, cruciales para la formación de la memoria. Por inicio de la amnesia postraumática.
ejemplo, Stillhard y cols. (3) describieron hipoperfusión bi- Generalmente se considera que la amnesia postraumática
temporal grave durante un episodio de amnesia global transi- refleja el grado de la patología cerebral difusa subyacente, en
toria, usando la tomografía computarizada por emisión de fo- particular las fuerzas rotacionales que dan lugar al daño axo-
tón único (SPECT). La tomografía por emisión de positrones nal y a la alteración cognitiva generalizada. La duración de la
(PET) en pacientes con amnesia global transitoria daba unos amnesia postraumática es un factor predictivo de la recupera-
resultados acordes con los observados con el SPECT. ción cognitiva final (8), de la recuperación psiquiátrica (7) y
de la recuperación social (8). De todos modos, a menudo la
duración de la amnesia postraumática no está bien documen-
Amnesia transitoria epiléptica tada en el registro médico y esa relación es más débil de lo
que generalmente se supone. Además, la contusión en los ló-
La amnesia transitoria epiléptica se refiere a una minoría bulos frontales y temporales es una consecuencia común en
de pacientes con amnesia global transitoria en los que la el daño cerebral. Varios autores han descrito un grado des-
epilepsia parece ser la causa del síndrome (1). Cuando no se proporcionado de pérdida de memoria retrógrada asociada al
ha diagnosticado previamente la epilepsia, el principal fac- daño en estas estructuras, aunque no se debe excluir en estos
tor que apoya una posible etiología epiléptica son breves pe- casos la interacción de factores psicológicos y neurológicos.
ríodos de pérdida de memoria (de una hora o menos) con Es necesario distinguir entre la amnesia postraumática y la
múltiples ataques (1). Es importante destacar que, frecuen- alteración persistente de la memoria anterógrada, que tiene
temente, el resultado en el electroencefalograma estándar que ser detectada en la valoración clínica o tests cognitivos
(EEG) o la tomografía computarizada (TC) es normal. De mucho tiempo después de la resolución del período de am-
todos modos, la base epiléptica del trastorno tiene que re- nesia postraumática. Además, el olvido es una queja común
velarse con el registro EEG durante el sueño (4). en el contexto del síndrome postraumático, que también in-
Los pacientes con amnesia transitoria epiléptica pueden cluye ansiedad, irritabilidad, dificultades de concentración y
mostrar déficit residuales entre sus ataques, asociados a su quejas somáticas. Comúnmente, estas quejas persiten mucho
base neuropatológica. Kopelman y cols. (4) describieron el tiempo después del establecimiento de posibles mecanismos
caso de un paciente con un moderado grado de alteración de compensatorios (9).
la memoria retrógrada residual. Posteriormente encontraron
en el individuo signos de alteración en múltiples regiones
pequeñas del lóbulo temporal medial, así como hipometa- Lagunas alcohólicas
bolismo del lóbulo temporal medial usando PET con fluo-
rodesoxiglucosa (FDG). Kapur y col. (5) describieron un caso Las «lagunas» de los alcohólicos (blackouts) son episodios
en el que encontraron amnesia retrógrada residual interictal, discretos de pérdida de memoria tras acontecimientos signifi-
en presencia de sólo una leve alteración de amnesia anteró- cativos, que no deben confundirse con «crisis» de abstinencia
542 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

u otros fenómenos ictales. Las lagunas alcohólicas se asocian de memoria consiste en poner los electrodos en el lóbulo
a la intoxicación grave de alcohol, normalmente en el con- frontal más que en el temporal, o realizar la TEC en el ló-
texto de abuso prolongado de alcohol. Goodwin y cols. (10) bulo temporal no dominante. Según el punto de vista de
describieron dos tipos de lagunas: las fragmentarias y las com- este autor, es más importante la minimización de los efectos
pletas o permanentes (en bloque). De todos modos, las expe- adversos utilizando la técnica unilateral del hemisferio do-
riencias inducidas en estados de dependencia alcohólica pue- minante que el beneficio terapéutico marginal de la TEC bi-
den verse como un fenómeno relacionado, y se ha sugerido lateral.
que los tres representan grados de alteración de la memoria
secundarios al alcohol. En los estados dependientes, los indi-
viduos, cuando están sobrios, no pueden recordar aconteci- Trastorno de estrés postraumático
mientos o hechos sucedidos en el período de intoxicación,
aunque pueden ser recordados fácilmente cuando vuelven a Este síndrome, clínicamente importante, se analiza en el
estar intoxicados. En las lagunas fragmentarias, el sujeto es capítulo 4.6.2. Como es bien sabido, se caracteriza por pen-
consciente de su pérdida de memoria, hay fragmentos de me- samientos intrusivos y reexperimentación persistente del
moria perservados, y la amnesia tiende a recuperarse parcial- acontecimiento traumático. No obstante, puede haber una
mente a través del tiempo reduciendo así la laguna amnésica. breve pérdida de memoria, distorsiones, o incluso francas
En las lagunas en bloque hay un inicio y un final abruptos confabulaciones. Por ejemplo, una víctima del desastre del
del período de pérdida de memoria, y muy raras veces se re- Herald of Free Enterprise en Zeebruge describió cómo inten-
cuperan los recuerdos perdidos. Las lagunas son más comu- taba rescatar a un buen amigo que aún estaba a bordo del
nes en personas bebedoras y trasnochadoras, porque están re- barco, mientras que otro testigo relataba que, de hecho, el
lacionadas con las concentraciones altas de alcohol en sangre. amigo no había sido visto por la víctima desde el momento
La hipoglucemia también puede ser un factor contribuyente, en que el barco había naufragado. Por supuesto que estos ca-
al menos en algunos casos. sos pueden confundirse con otros fenómenos, provocados
por el daño cerebral o la hipotermia. De todos modos, es in-
teresante observar cómo los síntomas del trastorno de estrés
Después de terapia electroconvulsiva postraumático pueden ocurrir incluso cuando un individuo
sufre amnesia completa del episodio (15). Las víctimas del
Hay una forma yatrogénica de amnesia transitoria. Las trastorno de estrés postraumático pueden mostrar déficit en
benzodiazepinas (11) y los agentes anticolinérgicos (12) pue- memoria anterógrada en tareas formales incluso muchos años
den ocasionar pérdida de memoria transitoria de una manera después del trauma inicial, y también muestran una pérdida
moderada. de volumen hipocampal en la resonancia magnética (RM) ce-
Los individuos evaluados unas horas después de la terapia rebral. Esto último se ha atribuido a los efectos del metabo-
electroconvulsiva (TEC) muestran alteración retrógrada para lismo de los glucocorticoides, aunque estos descubrimientos
la información que precede de 1 a 3 años, alteración de la deben ser interpretados con cautela, ya que las medidas em-
memoria anterógrada pronunciada, tanto en tareas de recuer- pleadas son toscas y hay una amplia variabilidad del volumen
do como en reconocimiento, y un grado acelerado de olvido hipocámpico estimado con RM en individuos sanos.
(13). Cuando se reevalúan aproximadamente al cabo de 6 a
9 meses después de la finalización de la TEC en tests objeti-
vos, la memoria vuelve a la normalidad. De todos modos, las Fuga psicógena
quejas de alteración de la memoria pueden persistir incluso
hasta tres o más años después que la TEC haya finalizado Un estado de fuga es un síndrome que consiste en una
(14). Parece ser que los pacientes con quejas persistentes de pérdida repentina de todos los recuerdos autobiográficos y de
pérdida de memoria tienden a ser aquellos que no se han re- la identidad personal, normalmente asociada a un período de
cuperado bien de la depresión (13, 14), aunque sus quejas deambulación, seguido posteriormente por una recuperación
tienden a focalizarse en el período en el que inicialmente te- y una laguna amnésica de lo sucedido. Característicamente,
nían amnesia retrógrada y anterógrada. los estados de fuga pueden durar unas horas o días, aunque
La memoria verbal parece ser particularmente sensible a se describen quejas de pérdida de recuerdos autobiográficos
sufrir mayor afectación. La terapia electroconvulsiva unila- que pueden durar mucho más. Cuando las quejas persisten,
teral en el hemisferio no dominante produce una pérdida de deben surgir dudas sobre una posible simulación. Los estados
memoria considerablemente menor que la TEC bilateral, de fuga difieren de la amnesia global transitoria de la amne-
aunque es importante identificar el hemisferio no dominan- sia transitoria epiléptica en que el individuo no sabe quién es,
te a través de un procedimiento válido. Estudios recientes y no se caracteriza por preguntas repetitivas.
han intentado minimizar la afectación de la memoria ha- Tal como se ha discutido en algunos estudios (16), los es-
ciendo cambios en la premedicación o en la administración tados de fuga siempre están precedidos por un estrés grave.
concomitante de otras sustancias, como glucopirrolato, fi- Segundo, la depresión es un antecedente extremadamente co-
sostigmina, tiroxina, dexametasona, acetilcolina u otras. En mún en un estado de fuga psicógena, y puede haber ideas sui-
general, estos agentes pueden producir poco beneficio, o in- cidas inmediatamente antes o después de la recuperación de
cluso ninguno. El método más efectivo para evitar el déficit la fuga. Tercero, varios autores han notado que a menudo
4.1.13. SÍNDROMES AMNÉSICOS 543

hay antecedentes de amnesia neurológica transitoria secunda- tablecido que los delincuentes que alegan amnesia de lo su-
ria tanto a la epilepsia como al daño cerebral. Parece ser que cedido estén simulando.
aquellos pacientes que han experimentado una amnesia transi-
toria orgánica previa o los pacientes depresivos y/o con ideas
suicidas son más susceptibles a sufrir una fuga cuando hay un ■ Trastorno de la memoria persistente
estrés precipitante grave. Este estrés puede consistir en un
conflicto marital o emocional, duelo, problemas financieros,
El síndrome amnésico puede definirse de la siguiente ma-
una carga criminal, o estrés durante una guerra. Las fugas han
nera:
sido descritas como una «huida del suicidio».
Un estado mental anormal en el que la memoria y el
aprendizaje están afectados de manera desproporcionada con
Amnesia para delitos respecto a otras funciones cognitivas, en un paciente que está
alerta y consciente (18).
Éste es un fenómeno que a menudo ha llamado la aten-
ción de psiquiatras, sobre todo psiquiatras forenses, aunque El síndrome de Korsakoff se puede definir de la misma
la bibliografía empírica sobre este trastorno es escasa. De un manera pero añadiendo la siguiente frase:
25 a un 45 % de los delincuentes involucrados en casos de
homicidio alegan amnesia para lo sucedido, así como apro- ...como causa de un déficit nutricional, sobre todo, déficit de
ximadamente el 8 % de los involucrados en otros crímenes tiamina.
violentos y un pequeño porcentaje de delincuentes no vio-
lentos (16, 17). En estos casos, es necesario excluir factores De hecho, Victor y cols. (18) usaron la primera descrip-
subyacentes neurológicos u orgánicos tales como automatis- ción como una definición del síndrome de Korsakoff, pero el
mo epiléptico, estado confusional postictal, daño cerebral, autor de estas líneas creyó importante distinguir entre el sín-
hipoglucemia o sonambulismo. La enfermedad orgánica drome amnésico general (para el cual es suficiente la defini-
puede ser la causa de los llamados automatismos «patológi- ción de Victor y cols.) y la afección clínica particular descrita
cos» en la ley inglesa (si son el resultado de una enfermedad por Korsakoff (19), cuyos casos pueden ser vistos (retrospecti-
cerebral interna) o los automatismos «sanos» (si son conse- vamente) como relacionados con un déficit nutricional, fuera
cuencia de un agente externo), pero, de todos modos, la am- o no la causa alcohólica. Diferentes trastornos pueden dar lu-
nesia per se no constituye causa para atenuar la responsabili- gar a un síndrome amnésico.
dad en un delito.
La amnesia para delitos está asociada comúnmente a lo si-
guiente: Síndrome de Korsakoff
1. Estados de excitación emocional extrema, en los que el Tal como se ha mencionado, el síndrome de Korsakoff es
delito no es premeditado, y la víctima suele ser un aman- el resultado de un déficit nutricional, sobre todo, déficit de
te, el cónyuge o un miembro de la familia. Es el caso más tiamina. Korsakoff (19) describió esta enfermedad como el re-
común visto en homicidios («crimen pasional»). sultado del abuso del alcohol o de otras causas, pero actual-
2. Intoxicación por alcohol (en algunos casos junto a otras mente la causa más frecuente es el abuso de alcohol.
sustancias), normalmente asociado a valores elevados de
alcoholemia, así como a una historia larga de abuso de al-
Diagnóstico
cohol. La víctima no está relacionada necesariamente con
el delincuente, y el delito puede ser desde una acción cri- Hay frecuentes malentendidos sobre la naturaleza de este
minal, hasta un asalto o un homicidio. trastorno. La «memoria a corto plazo», en el sentido en que los
3. Estados psicóticos floridos o humor deprimido. Ocasio- psicólogos emplean el término, está intacta pero el aprendizaje
nalmente, los delincuentes describen ideas delirantes que alcanza períodos más prolongados está gravemente altera-
como explicación de lo sucedido, con pocas similitudes do, y, normalmente, hay una pérdida de memoria retrógrada
con lo observado por otros, y a veces resulta en confe- que característicamente se extiende a unos años o décadas atrás
siones de crímenes que la persona no podría haber lleva- (20). El mismo Korsakoff describió que estos pacientes «razo-
do a término (una paramnesia o memoria delirante). En naban perfectamente bien, sobre todo, extraían correctas de-
otros casos, el humor deprimido se asocia con amnesia ducciones a partir de premisas, hacían comentarios, jugaban al
para delitos, y también es común la asociación a una fuga ajedrez o a las cartas; en una palabra, se comportaban como
psicógena. unas personas mentalmente sanas» (19). No obstante, también
observó que estos pacientes hacían preguntas repetitivas, sufrí-
Hay que remarcar que algunos de los factores que se aso- an una extensa pérdida de memoria retrógrada, y una particu-
cian con un pobre recuerdo en delincuentes (elevada excita- lar dificultad en recordar la secuencia temporal de los aconte-
ción emocional, intoxicación alcohólica, crimen violento) cimientos, asociada a una grave desorientación temporal. Tal
son similares a aquellos relacionados con un pobre recuerdo como se discutirá más adelante, describió ejemplos de confa-
en las víctimas o testigos del delito. No parece ciertamente es- bulación que reflejaban el problema de la secuenciación tem-
544 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

poral de la memoria, así como la mezcla de recuerdos reales Se han realizado diferentes estudios de neuroimagen en el
con una inadecuada recuperación, fuera del contexto temporal. síndrome de Korsakoff. Los estudios con TC indican un gra-
Algunos casos del síndrome de Korsakoff se diagnostica- do general de atrofia cortical, que involucra especialmente los
ban después de una encefalopatía aguda de Wernicke, que lóbulos frontales (24). Los estudios con RM indican atrofia
implica confusión, ataxia, nistagmo y oftalmoplejía. No to- más específica en estructuras diencefálicas. Los descubrimien-
das estas características están siempre presentes y la oftalmo- tos con estudios de PET y SPECT son más variados, algunos
plejía responde rápidamente al tratamiento con dosis altas muestran hipoperfusión e hipometabolismo general y otros
de vitamina. Frecuentemente, estas características se asocian revelan pocos cambios en comparación con controles sanos,
con una neuropatía periférica. De todos modos, el trastor- aunque normalmente se manifiesta algún grado de hipometa-
no puede tener también un principio insidioso, y son estos bolismo frontal.
casos los que más a menudo llaman la atención de psi-
quiatras. En estos casos, puede ser que no haya anteceden-
Pronóstico
tes característicos de encefalopatía de Wernicke o que sólo
haya habido episodios transitorios. Hay también descrip- Victor y cols. (18) informaron que el 25 % de los pacien-
ciones en las que la neuropatología del Wernicke-Korsakoff tes con el síndrome de Korsakoff «se recuperaban», el 50 %
característica (v. más adelante) se diagnostica al realizar la mejoraban, y un 25 % se mantenían sin cambios. Aunque pa-
autopsia de pacientes alcohólicos y no en vida del pacien- rezca improbable que algún paciente muestre una recupera-
te, cosa que lleva a pensar que algunos casos se pueden es- ción completa, la experiencia del autor es que a través de los
tar pasando por alto. años ocurre una mejoría sustancial; aunque sea repetitivo, es
probablemente correcto decir que el 75 % de estos pacientes
muestran un grado variable de mejoría, mientras que el 25 %
Anatomía patológica
no muestran ningún cambio.
Las características neuropatológicas de lo que se conoce
como síndrome de Wernicke-Korsakoff consisten en pérdida
neuronal, microhemorragias y gliosis en la sustancia gris peri- Encefalitis herpética
ventricular y periacueductal (18). De todos modos, ha habido
mucho debate sobre qué lesiones en particular son críticas La encefalitis herpética puede dar lugar a un síndrome
para el trastorno de memoria crónico. Victor y cols. (19) se- particularmente grave de amnesia (25). Se dice que la mayo-
ñalaron que los 24 casos de su muestra en los que estaba afec- ría de los casos son infecciones primarias, aunque hay ante-
tado el núcleo medial dorsal del tálamo tenían una historia cedentes de herpes en el labio. Se caracteriza por un inicio
clínica de alteración de la memoria persistente (síndrome de abrupto de fiebre aguda, dolor de cabeza y náuseas. Puede ha-
Korsakoff), mientras que 5 casos en los que el núcleo no es- ber cambios comportamentales y presentarse convulsiones. El
taba afectado tenían características de Wernicke, sin ningún cuadro clínico completo desarrollado incluye rigidez de nuca,
registro de alteración de la memoria. En cambio, los cuerpos vómitos y déficit motor y sensorial, aunque raras veces ocu-
mamilares estaban implicados en todos los casos de Wernic- rren durante la primera semana (26). El diagnóstico se realiza
ke, hubiera o no alteración de la memoria. Mair y cols. (21) encontrando un elevado número de anticuerpos del virus en
proporcionaron una cuidadosa descripción patológica y neu- el líquido cefalorraquídeo, pero a menudo esto no se realiza
ropsicológica de dos pacientes con el síndrome de Korsakoff, y el diagnóstico presuntivo se establece en base al cuadro clí-
cuyas autopsias mostraban lesiones en los cuerpos mamilares nico con signos graves de afectación, hemorragias y atrofia de
y en la porción medial y anterior del tálamo, pero no en el los lóbulos temporales en la RM cerebral.
núcleo dorsal medial. Mair y cols. sugirieron que las lesiones Los estudios neuropatológicos y de neuroimagen mues-
que ellos describieron podían «desconectar» un circuito críti- tran lesiones extensas en los lóbulos temporales (27), aunque
co entre el lóbulo temporal y la corteza frontal, y propusie- ocasionalmente estos cambios son sorprendentemente unila-
ron una hipótesis que destacaba el significado funcional de terales. A menudo hay cambios frontales, más comúnmente
este circuito. Mayes y cols. (22) obtuvieron descubrimientos en las regiones orbitofrontales, y hay un grado variable de
similares en otros dos pacientes con el síndrome de Korsa- atrofia general. Las estructuras del lóbulo temporal medial es-
koff, que también habían sido descritos cuidadosamente, tan- tán afectadas de forma grave, especialmente el hipocampo, la
to neuropsicológicamente como mediante autopsia. Tomados amígdala, la corteza entorrinal y perirrinal, y otras estructuras
en conjunto, estos descubrimientos sugieren que los cuerpos parahipocámpicas. Los estudios de lobotomía temporal bila-
mamilares, los tractos mamilotalámicos y el tálamo anterior teral, así como estudios en animales afectos indican que estas
deben ser más importantes en la alteración de la memoria estructuras son particularmente decisivas en la formación de
que el núcleo dorsal medial del tálamo, pero este tema aún es la memoria.
motivo de controversia. A menudo el trastorno crónico de la memoria por ence-
En pacientes con síndrome de Korsakoff hay también sig- falitis herpética es grave (25), pero muestra mucha semejanza
nos de atrofia cortical general que involucra particularmente al observado en el síndrome de Korsakoff, debido a la impli-
los lóbulos frontales, y esto puede explicar por qué estos pa- cación de algunas conexiones neurales entre el tálamo, los
cientes muestran alteraciones en pruebas «frontales» o «ejecu- cuerpos mamilares y el hipocampo (28). La encefalitis, como
tivas» (23). daño cerebral, también puede implicar estructuras de la base
4.1.13. SÍNDROMES AMNÉSICOS 545

del cerebro que realizan proyecciones colinérgicas hacia el hi- muchas cosas en común entre el modelo de la alteración de
pocampo; éstas pueden modular la función hipocámpica, memoria episódica en pacientes que han experimentado un
exacerbando aun más el daño. Contrariamente a lo que se episodio grave de hipoxia y aquellos en los que el trastorno
postulaba en la década de 1980, aparentemente no hay dife- de memoria resultan de una lesión en el lóbulo temporal más
rencia entre los pacientes con el síndrome de Korsakoff y extenso, como el que se encuentra en la encefalitis herpética.
aquellos con encefalitis herpética en términos de grado de ol-
vido o en cuanto al efecto sobre la memoria de recuerdo
(frente a la memoria de reconocimiento). Parece que los pa- Enfermedades vasculares
cientes con herpes tienen mejor introspección (insight) sobre
la naturaleza de su trastorno y un gradiente temporal más «fa- Hay dos tipos característicos de enfermedad vascular que
vorecido» en su pérdida de memoria retrógrada (p. ej., menos pueden afectar particularmente la memoria, en relación con
déficit de recuerdos iniciales), y pueden tener un déficit par- el funcionamiento cognitivo general: el infarto talámico y la
ticularmente grave en la memoria espacial cuando está invo- hemorragia subaracnoidea.
lucrado el hipocampo derecho (20). De todos modos, las si- En un estudio realizado mediante TC, von Cramon y
militudes que muestran en el trastorno de la memoria episó- cols. (30) mostraron que la lesión en el tálamo anterior era la
dica tienden a sobrepasar estas diferencias. más crítica para producir un síndrome amnésico. Cuando la
Por otro lado, es característico de la encefalitis herpética afección se confinaba a regiones más posteriores del tálamo,
una alteración mayor de la memoria semántica, como resul- la memoria estaba relativamente preservada. La irrigación del
tado de la participación de las regiones temporales lateral, in- la región anterior del tálamo es variable en diferentes indivi-
ferior y posterior. La memoria semántica se refiere al conoci- duos, aunque generalmente se realiza a través de la arteria
miento sobre hechos, conceptos o lenguaje (v. cap. 2.5.2). La polar o la arteria paramediana: ambas son ramas de la arte-
patología del lóbulo temporal izquierdo en la encefalitis her- ria cerebral posterior, que también irriga la región posterior
pética da lugar a una alteración en la denominación en la lec- del hipocampo. Cuando hay un lesión relativamente pura
tura (la llamada «dislexia literal»), y a alteraciones en otros as- del tálamo anterior, suele dar lugar a una amnesia anteró-
pectos de la memoria léxico-semántica. El daño del lóbulo grada sin pérdida extensa de memoria retrógrada. De todos
temporal derecho puede dar lugar a una alteración particular- modos, los casos en los que hay pérdida de memoria retró-
mente grave en la memoria de reconocimiento de rostros y grada, o incluso una demencia generalizada, se ha descrito un
personas. infarto talámico secundario, y esto posiblemente se relaciona
con el grado en que las proyecciones talámicas estén implica-
das en el infarto.
Hipoxia grave La hemorragia subaracnoidea secundaria a la rotura de un
aneurisma puede provocar alteración de la memoria, esté o
La hipoxia grave puede surgir acompañando a un síndro- no involucrada la circulación cerebral anterior o posterior del
me amnésico secundario a intoxicación por monóxido de car- polígono de Willis. Comúnmente en la bibliografía neuro-
bono, paro cardíaco y respiratorio, o intentos de suicidio por psicológica se ha descrito la rotura de aneurismas de las arte-
ahorcamiento o por envenenamiento con gas de un automó- rias comunicantes anteriores, porque éstas afectan a las es-
vil. Las sobredosis de drogas pueden precipitar inconciencia tructuras frontales ventromediales y de la base del cerebro.
prolongada e hipoxia cerebral, y esto ocurre comúnmente en Gade (31) ha argumentado que la implicación del núcleo sep-
consumidores de heroína. Zola-Morgan y cols. (29) describie- tal de la base del cerebro es lo que determina si hay o no un
ron un paciente con repetidos episodios de hipoxia y/o pro- síndrome amnésico persistente en estos pacientes. Otros au-
blemas cardiovasculares que desarrolló una amnesia anteró- tores han atribuido la confabulación florida, que a menudo
grada grave. En la autopsia realizada 6 años después, este pa- muestran estos pacientes, a una lesión ventromedial conco-
ciente mostraba una grave pérdida de células piramidales en mitante (32).
la región CA1 del hipocámpica bilateral, mientras que el res-
to del cerebro parecía relativamente normal. Mediante la RM
se ha observado atrofia hipocámpica en pacientes con amnesia Lesión cerebral
secundaria a hipoxia. El grupo de investigación del autor de este
capítulo también ha demostrado atrofia en el lóbulo temporal Tal como se ha comentado anteriormente, el daño cere-
medial en pacientes hipóxicos. Pero este mismo grupo también bral grave puede producir una amnesia persistente que puede
encontró hipometabolismo talámico usando PET-FDG; estos o no estar asociada a una alteración cognitiva general. Puede
resultados son concordantes con los de otras investigaciones. haber una lesión directa en los lóbulos frontales o temporales
El trastorno de memoria parece producirse por la combina- anteriores, que produce contusión y hemorragia, lesión por
ción de cambios en el tálamo y en el hipocampo; estos cam- contragolpe, hemorragia intracraneal, daño axonal y gliosis
bios están relacionados con el circuito neural común que secundaria debido a las fuerzas rotacionales. La memoria es la
existe entre estas dos estructuras (28). última función cognitiva que suele mejorar después de un
Algunas investigaciones sugieren que el daño selectivo en traumatismo agudo, y los pacientes pueden mostrar síntomas
estos circuitos produce alteración en la recuperación de re- característicos del síndrome amnésico. El fenómeno de «am-
cuerdos, pero no en el reconocimiento (28). No obstante, hay nesia retrógrada aislada» se ha descrito en otros casos de daño
546 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

cerebral. En algunos de estos últimos parece haber un grado como en la encefalitis herpética, demencia tipo Alzheimer o
diferencial de recuperación entre la pérdida de memoria an- demencia semántica (una forma de demencia frontotempo-
terógrada inicialmente grave y el componente retrógrado; en ral). La memoria implícita se refiere a las habilidades percep-
otros casos, no está del todo claro que los neurólogos y neu- tivomotoras para realizar procedimientos y a la facilitación de
ropsicólogos que describen a estos pacientes tengan suficien- respuestas en ausencia de memoria explícita, fenómeno co-
temente en cuenta la interacción entre los factores psicológi- nocido como priming. Ambos aspectos son característicamen-
cos y neurológicos. El traumatismo craneoencefálico se con- te sensibles en el síndrome amnésico (35), aunque la precisa
sidera más detalladamente en el capítulo 4.1.11. extensión de esta debilidad no depende de las características
particulares en el diseño experimental (36).
A través de los años ha habido un extenso debate acerca
Otras causas de síndrome amnésico de si el déficit primario en el síndrome amnésico consiste en
una alteración en la codificación inicial de la información, o
Los tumores cerebrales profundos de la línea media pueden en algún tipo de «consolidación» fisiológica de la memoria se-
dar lugar a un síndrome amnésico (7), y éste puede exarcerbar- cundaria, o en el olvido acelerado de la información, o en
se por el tratamiento quirúrgico o radiactivo de los tumores pi- procesos de recuperación (37). Todavía hay poco acuerdo so-
tuitarios. Otras infecciones, como la meningitis tuberculosa, o bre este tema, pero, en cualquier caso, el consenso general es
el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), pueden, en que los problemas de recuperación son secundarios a altera-
ocasiones, dar lugar también a un síndrome amnésico. En los ciones previas en la codificación y la consolidación (37), al
estados iniciales, la demencia de Alzheimer se puede manifestar menos en la amnesia anterógrada. Los déficit de recuperación
como un síndrome focal amnésico (33). La cirugía sobre los ló- pueden ser más importantes si hay una pérdida extensa de
bulos temporales en la epilepsia puede provocar una amnesia memoria retrógrada (20), cosa que podría explicar por qué
profunda cuando hay afectación bilateral. Hay crecientes prue- hay poca correlación entre las puntuaciones en medidas de
bas de que las lesiones focales de los lóbulos frontales también memoria anterógrada y memoria retrógrada.
pueden producir una alteración grave de la memoria, tanto an- Recientemente, se ha puesto énfasis en la diferenciación
terógrada como retrógrada (20). Esto sucede incluso si no está entre las funciones específicas del hipocampo y las funciones
involucrada la base cerebral, aunque probablemente sea secun- de los lóbulos frontales, a través de estudios de neuroimagen.
daria a aspectos particulares relacionados con la memoria, como Se ha conjeturado que posiblemente el hipocampo contribu-
planificación y organización, monitorización y a otros aspectos ya a la unión de asociaciones complejas (38); otra posibilidad
particulares de procesos de recuperación (34). es que esté incolucrado en la conjunción de las diferentes ca-
racterísticas de un episodio, constituyendo un recuerdo cohe-
rente, con un patrón propio, que lo diferencia de episodios
Aspectos neuropsicológicos similares (39). El hipocampo puede estar especialmente invo-
lucrado en aprendizajes nuevos o incrementales (40), y tam-
Los términos de memoria a «corto plazo» y memoria «a bién puede contribuir en procesos de recuperación. (41). Los
largo plazo» no suelen utilizarse en el discurso psiquiátrico, y estudios de activación mediante PET y RM enfatizan el papel
esto causa confusión entre las disciplinas. Es más útil consi- de los lóbulos frontales en procesos de aprendizaje (42). Ge-
derar memoria actual o reciente frente a memoria remota o neralmente los lóbulos frontales contribuyen a la planifica-
autobiográfica. Además el término «memoria prospectiva» se ción y organización, en el recuerdo, de aspectos concernien-
refiere al recuerdo de tareas planificadas para el futuro. tes al contexto, a la fuente del recuerdo y a la percepción que
Los conceptos sobre la memoria se analizan en el capítu- se está recordando (metamemoria); también intervienen en
lo 2.5.2. Tal como se describen en ese capítulo, generalmen- aspectos particulares de los procesos de recuperación (34).
te se diferencia entre «memoria de trabajo», que guarda in- También existe controversia acerca de la naturaleza de la
formación durante un breve período de tiempo (algunos se- extensión de la pérdida de memoria retrógrada encontrada en
gundos) y asigna los recursos, y la memoria secundaria, que los trastornos que se han mencionado anteriormente. Los es-
mantiene diferentes tipos de información sobre una base per- tudios neuropsicológicos modernos han confirmado que la
manente o semipermanente. La memoria secundaria, a su pérdida de memoria retrógrada puede extenderse hacia atrás
vez, se puede subdividir en memoria episódica («explícita»), algunos años o décadas, pero que característicamente muestra
semántica e implícita. La memoria episódica se refiere a inci- un «gradiente temporal» con relativa preservación de las me-
dentes o acontecimientos sobre el pasado de una persona y es morias iniciales. El gradiente es característicamente brusco en
la que, característicamente, está más afectada en el síndrome el síndrome amnésico y no en enfermedades degenerativas
amnésico. Tal como se ha mencionado previamente, la me- como la demencia de Alzheimer o la enfermedad de Hun-
moria semántica se refiere al conocimiento sobre hechos, tington. De todos modos, puede haber diferentes patrones de
conceptos o lenguaje. El aprendizaje de elementos semánticos pérdida de memoria retrógrada. La lesión en el lóbulo tem-
nuevos puede verse afectado en un síndrome amnésico. poral izquierdo puede afectar característicamente la memoria
Otros aspectos de la memoria semántica (denominación, lec- para hechos y componentes lingüísticos de memoria remota
tura, conocimientos generales, cálculo mental, comprensión) (20), mientras que la lesión en el lóbulo temporal derecho
están afectados en trastornos donde hay una lesión amplia afecta de manera más común a la memoria para incidentes de
del lóbulo temporal o una patología cortical generalizada, la vida de la persona (20).
4.1.13. SÍNDROMES AMNÉSICOS 547

■ Trastornos confabulatorios contexto social. Asimismo, Johnson y cols. (49) encontraron


que las medidas de memoria contextual no discriminaban
La confabulación se puede subdividir en confabulaciones entre un paciente con confabulaciones graves y otros tres
«espontáneas», en las que surgen espontáneamente y de for- pacientes con lesiones frontales. Johnson y cols. concluye-
ma persistente recuerdos erróneos, y confabulaciones «mo- ron que la confabulación reflejaba una interacción entre una
mentáneas» o «provocadas», en las que hay errores de intru- imaginación vívida, una incapacidad para recuperar memo-
sión o distorsiones como respuesta a una prueba de su capa- ria autobiográfica semánticamente y un origen o déficit en
cidad mnésica, como sucede en un test de memoria (43). la monitorización del contexto.
Generalmente se cree que la confabulación se asocia par- El término «confabulación» o «falsa memoria» se ha ex-
ticularmente al síndrome de Korsakoff, pero no es correcto. tendido ahora a una variedad de otros trastornos, incluyendo
Las confabulaciones pueden surgir en los estados confusiona- memoria delirante, confabulación en esquizofrenia, falsas
les y en enfermedades del lóbulo frontal (44). La asociación confesiones, falsos recuerdos (aparentemente) de abuso sexual
con la patología del lóbulo frontal se ha establecido en nu- infantil, seudología fantástica y trastorno de identidad diso-
merosas investigaciones (32, 45). La confabulación espontá- ciativa. Mientras que cada una de estas alteraciones pueden
nea a menudo se observa en los estados confusionales de la explicarse dentro de un modelo general de la memoria y de
encefalopatía de Wernicke, pero es rara en fases más crónicas las funciones ejecutivas, y considerando que el contexto so-
del síndrome de Korsakoff (18, 43). Por otro lado, los breves cial y alguna noción del self son incorporadas, hay que dife-
errores de intrusión o distorsiones («confabulaciones momen- renciar los mecanismos por los que se dan estos diferentes ti-
táneas») ocurren en las fases crónicas del síndrome de Korsa- pos de falsos recuerdos (50).
koff, cuando se explora la memoria. De todos modos, estos
errores de intrusión también se observan en sujetos sanos
cuando la memoria es «débil» por alguna razón, como una ■ Neuroquímica y neurofarmacología
demora prolongada en lograr el recuerdo (43). También se de los trastornos de memoria
observan en la enfermedad de Alzheimer y en otros síndro-
mes amnésicos clínicos y, ciertamente, no son específicos del El síndrome de Korsakoff es relativamente inusual entre
síndrome de Korsakoff. los trastornos de la memoria, ya que tiene una patología
Últimamente hay un creciente interés sobre la naturale- neuroquímica diferente, con importantes repercusiones en
za de las confabulaciones espontáneas. Moscovitch y Melo el tratamiento. Desde los estudios con animales realizados
(32) argumentaron que es producto de lo siguiente: a) recu- durante las décadas de 1930 y 1940, y las importantes ob-
peración defectuosa de pistas, que significa que las pistas servaciones de De Wardener y Lennox (51) y cols. en pri-
pueden ser ambiguas, lo que causa errores en la recupera- sioneros de guerra desnutridos, se sabe que el déficit de tia-
ción, incluso en personas normales, pero particularmente en mina es el mecanismo que da lugar a un episodio agudo
aquellas cuya memoria está alterada; b) alteración en la bús- del síndrome de Wernicke, seguido por una alteración de la
queda de estrategias, que produce pistas engañosas y, por memoria tipo Korsakoff. De todos modos, todavía no está
consiguiente, recuerdos inapropiados, y c) déficit en la mo- claro cuál es el factor genético que predispone a algunos
nitorización, que ocasiona errores no controlados. Hipótesis grandes bebedores a desarrollar este síndrome antes que
similares han sido expuestas por Burgess y Shallice (46) y otras complicaciones hepáticas o gastrointestinales por el
por Schacter y cols. (39). Una segunda aproximación a este abuso de alcohol. En otros alcohólicos, los problemas to-
tema se centra en el problema de ordenar temporalmente man otro camino. Ha habido muchas especulaciones sobre
los recuerdos. Es una vieja teoría, expuesta por el mismo el gen de la transcetolasa, ya que la transcetolasa es una en-
Korsakoff, así como por otros autores (v. por ejemplo, Vic- zima que la tiamina pirofosfato (TPP) necesita como cofac-
tor y cols. [18]). En un estudio muy ingenioso, Schnider y tor. El gen de la transcetolasa fue identificado en 1993,
cols. (47) encontraron que un grupo de «confabuladores es- pero no se encontró ninguna variación alélica particular
pontáneos» se podían diferenciar de otros pacientes amné- que pudiera explicar las propiedades bioquímicas de la en-
sicos y controles por sus errores en el contexto temporal de zima. Además, no está claro cómo el déficit de tiamina pro-
la tarea de memoria, pero no en otras pruebas de memoria duce la neuropatología particular que se encuentra en los
o en tests ejecutivos. Dos estudios recientes han apoyado pacientes con síndrome de Wernicke-Korsakoff. El déficit
también este punto de vista, pero que han remarcado que el de tiamina afecta a seis sistemas de neurotransmisores, por
déficit temporal o de otros contextos de memoria no pue- reducción de la actividad de la enzima dependiente del TPP
den ser explicados en los casos de confabulación espontá- o por daño estructural directo. De estos neurotransmisores,
nea. En un análisis con pacientes confabulatorios graves (48) cuatro (acetilcolina, glutamato, aspartato y ácido γ-amino-
se puso de manifiesto que algunas confabulaciones (sobre butírico [GABA]) están directamente relacionados con el
todo en memoria episódica) podían producirse por la com- metabolismo de la glucosa. Cualquiera que sea el mecanis-
binación y la recuperación no apropiada de fragmentos de mo exacto, en pacientes con el síndrome de Wernicke-Kor-
memoria «reales» sin una secuencia temporal, mientras que sakoff es esencial la administración inmediata por vía pa-
otras eran ocasionadas por perseveraciones (sobre todo en renteral de altas dosis de multivitaminas. Las características
memoria semántica) o por respuestas instantáneas erróneas del síndrome de Wernicke responden bien a altas dosis de
y no corroboradas con las ciscunstancias inmediatas y el vitaminas, y este tratamiento previene el desarrollo de un
548 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

estado crónico del síndrome de Korsakoff (7, 18). El pe- influido por el nivel de activación (arousal) y que el efecto
queño riesgo de anafilaxis es completamente superado por del fármaco sea sobre la activación más que directamente
el alto riesgo de daño cerebral grave y el riesgo considera- sobre la memoria. Se ha dicho que la clonidina (un agonis-
ble de litigio (no es ninguna exageración) si este tratamien- ta adrenérgico) produce un pequeño, aunque estadística-
to no es administrado. mente significativo, beneficio en los pacientes con síndrome
Se ha escrito mucho sobre los efectos de los antagonis- de Korsakoff en tests de memoria y atención, aunque este
tas colinérgicos (como la escopolamina) sobre la memoria. descubrimiento no ha sido revalidado.
Kopelman y Corn (12) encontraron un patrón de alteración De manera similar, hace algunos años, aumentó el inte-
de la memoria anterógrada muy parecido al observado en el rés sobre el sistema serotoninérgico y la alteración de la
síndrome amnésico. Se argumentó que el bloqueo colinérgi- memoria secundaria al alcohol. Las investigaciones iniciales
co producía un efecto sobre el componente «central ejecuti- sugirieron que la zimeldina, un inhibidor de la recaptación
vo» de la memoria de trabajo, pero Rusted (52) concluyó que de serotonina, revertía la alteración de memoria en volun-
no era suficiente para explicar el efecto del fármaco sobre el tarios sanos después de la administración de etanol. Poste-
proceso de memoria. Aunque se ha argumentado que la es- riormente, se informó que la fluvoxamina mejoró el rendi-
copolamina actúa principalmente sobre la atención, Curran miento de la memoria en cinco pacientes con síndrome de
y cols. (53) encontraron que la covariación de la sedación o Korsakoff, y que esta mejoría se relacionaba significativa-
los efectos psicomotores del fármaco no eliminaban sus po- mente con reducciones de este producto en el líquido cefa-
tentes efectos sobre los tests de memoria episódica, y un des- lorraquídeo. La muestra era pequeña, los beneficios conse-
cubrimiento similar fue obtenido por Kopelman y Corn (12). guidos son mínimos, y el uso informal de este fármaco por
La fisostigmina, la tacrina y el donepezilo han sido desarro- el autor no ha producido ningún beneficio destacable. No
llados y autorizados por sus efectos sobre la demencia de Alz- obstante, se ha dicho que la 3,4-metilendioximetanfetamina
heimer, pero, en ausencia de pruebas inequívocas de déficit (éxtasis, MDMA) produce alteraciones de la memoria me-
colinérgico en los síndromes amnésicos, no se utilizan en es- diante efectos directos e indirectos. Describimos el caso de
tos trastornos. una intoxicación grave, que provocó un síndrome amnési-
Aunque su acción farmacológica sea diferente, los efectos co; la alteración de la memoria en este caso se atribuyó a
de las benzodiazepinas sobre la memoria y la atención son un hipometabolismo en el tálamo, particularmente en el tá-
muy similares a los de la escopolamina. Cuando se valora el lamo anterior, que es una región cerebral rica en seroto-
recuerdo o el reconocimiento después de un período de tiem- nina.
po, las benzodiazepinas producen una marcada alteración de
la memoria anterógrada explícita o episódica, similar a la es-
copolamina (53). De todos modos, tal como sucede con la ■ Conclusiones
escopolamina, una vez que se ha realizado el aprendizaje, el
grado de olvido es normal, y las benzodiazepinas no provo- A través de los años, las descripciones sistemáticas clíni-
can déficit retrógrados. Las benzodiazepinas y la escopolami- cas de los trastornos amnésicos y las alteraciones subyacentes
na muestran un efecto similar sobre el aprendizaje de proce- se han vuelto más detalladas y rigurosas. En particular, los
dimientos, con una curva de aprendizaje con el fármaco acti- avances recientes en neuroimagen (estructural, metabólica y
vo generalmente paralela a la observada con placebo (12, 54). de activación) han dado la oportunidad de describir anor-
Los efectos de la benzodiazepinas pueden ser atenuados con malidades cognitivas particulares debidas a cambios específi-
la coadministración de un antagonista de las benzodiazepi- cos de la función cerebral. El uso de agentes farmacológicos,
nas, el flumazenilo. junto con las técnicas de neuroimagen, puede fomentar el
Los efectos de las catecolaminas sobre la memoria se desarrollo de agentes farmacológicos más potentes que los
han estudiado durante años, pero el consenso general es que que tenemos actualmente para el tratamiento de trastornos
actúan sobre «el proceso atencional tónico», más que direc- graves de memoria.
tamente sobre el almacenamiento o la recuperación de los
recuerdos. Cahill y cols. (55) examinaron los efectos de un
antagonista de los receptores β-adrenérgicos, el propranolol, Lecturas recomendadas
sobre la memoria, en un estudio en el cual los pacientes de-
bían recordar una historia con carga emocional intensa y Hodges, J.R (ed.) (1991). Transient amnesia: clinical and neuropsychological
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una historia neutral. Tal como se esperaba, las personas que Kopelman, M.D. (1995) The Korsakoff syndrome. British Journal of
se les había administrado placebo tenían mayores recuerdos Psychiatry, 166, 154-73.
sobre la historia emocional que sobre la neutral, cuando se Kopelman, M.D. (1995) The assessment of psychogenic amnesia. In
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ban más alteración en la historia emocional. Cahill y cols. Parkin, A.J. and Leng, N.R.C. (1993). Neuropsychology of the amnesic
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(55) concluyeron que el recuerdo de las experiencias con Schacter, D.L., Norman, K.A., and Koutstaal, W. (1998). The cognitive
carga emocional estaba mediatizado por el sistema β-adre- neuroscience of constructive memory. Annual Review of Psychology 49,
nérgico. De todos modos, es posible que este aumento esté 289-318.
4.1.13. SÍNDROMES AMNÉSICOS 549

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550 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

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processing: are we asking the right questions? Journal of
cesario un informador que pueda entrevistarse a solas, por si
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53. Curran, H.V., Schifano, F., and Lader, M. (1991). Models of memory hay cuestiones que conviene no hablar delante del paciente.
dysfunction? A comparison of the effects of scopolamine and El diagnóstico se centra en identificar sobre todo cambios en
lorazepam on memory, psychomotor performance and mood. el rendimiento en tareas cognitivas que incluyan memoria,
Psychopharmacology, 103, 83–90.
54. Bishop, K.I., Curran, H.V., and Lader, M. (1996). Do scopolamine
pero también en términos de personalidad. La alteración fun-
and lorazepam have dissociable effects upon human memory? A cional de la ocupación o la vida social y las quejas del cuida-
dose–response study with normal subjects. Experimental and Clinical dor sobre la memoria del paciente son mejores factores pre-
Psychopharmacology, 4, 292–9. dictivos que las quejas subjetivas de poca memoria (2). Las
55. Cahill, L., Prins, B., Weber, M., and McGaugh, J.L. (1994). Beta-
adrenergic activation and memory for emotional events. Nature, 3H,
quejas subjetivas sobre la memoria se asocian más a la depre-
702–4. sión.
No obstante, un paciente con demencia moderadamente
grave debería tener brillo en los ojos, estar alerta, y tener pre-
servado el humor social, así como mantener el protocolo ne-
4.1.14 Tratamiento cesario al ser entrevistado. A primera vista puede parecer nor-
mal. Por lo tanto, se le debe realizar preguntas cuyas respues-
de las demencias tas puedan ser contrastadas. Realizar esto mientras se está ha-
ciendo las historia permite incluso detectar problemas de me-
Simon Fleminger moria leves, porque los acontecimientos recientes precisan de
la memoria. Es también una buena forma para examinar pa-
cientes, sobre todo con aquellos con seudodemencia depresi-
■ Introducción va, que rinden poco cuando se los enfrenta directamente con
tests de memoria y cognición (no lo hacen tan mal cuando
El término demencia se utiliza de dos maneras diferentes. no son conscientes de que se les está evaluando).
Primero, para designar enfermedades que causan daño cere- Es importante realizar el diagnóstico diferencial con el de-
bral progresivo y difuso, de las cuales la enfermedad de Alz- lirio, y es importante determinar si hay alteración o fluctua-
heimer es la más común. Segundo, la demencia se puede ción del nivel de conciencia.
referir a un síndrome clínico. Así, la demencia es una «alte-
ración global adquirida del intelecto, la memoria y la perso-
nalidad, pero sin alteración de la conciencia» (1). Para los clí- Evaluaciones de cribado e investigaciones
nicos, éste es el término usado con preferencia y es el que se La realización del cribado es un complemento útil para la
adopta en este capítulo. Esto implica la necesidad de la ex- valoración estándar del estado mental. El Miniexamen del Es-
ploración de la causa de la demencia, pero sin hacer ningún tado Mental (Mini-Mental State Examination, MMSE) (3) es pro-
comentario sobre el posible pronóstico. bablemente el mejor instrumento; cuando se utiliza para de-
Este capítulo describirá el tratamiento de personas que su- tectar enfermedad de Alzheimer, la sensibilidad y especifici-
fren demencia, cualquiera que sea su causa. No se discutirán dad pueden ser superiores al 80 % utilizando como punto de
los aspectos concernientes al tratamiento específico de enfer- corte 23 o menos (sobre un total de 30) (4). Es posible una
medades particulares que causan demencia. La discusión no especificidad y una sensibilidad equivalentes utilizando una
se centrará solamente en pacientes mayores, y se incluirá, por evaluación breve que incluya preguntas sobre orientación en
ejemplo, la demencia secundaria al daño cerebral o a trastor- el tiempo, restar de 100 en series de 7 y el recuerdo libre de
nos metabólicos. No se incluirán aquellos pacientes con de- tres ítems (5).
mencia antes de los 18 años; sus necesidades se tratan mejor El resultado de una evaluación de cribado necesita ser in-
y más a menudo en servicios donde se atienden personas con terpretado según los antecedentes, los hallazgos de la explo-
retraso mental. ración física y la prevalencia de demencia en la población
El primer paso para el tratamiento de una persona con donde se evalúa. Por ejemplo, en pacientes jóvenes las prue-
demencia es intentar identificar la causa, sobre todo las cau- bas de cribado pueden indentificar proporcionalmente más
sas tratables. falsos positivos (que no sufren demencia).
Las investigaciones deben focalizarse en identificar las
causas tratables. La tabla 1 sugiere las exploraciones que de-
■ Evaluación ben efectuarse de forma sistemática en personas con demen-
cia cuya causa no se ha identificado (6).
La evaluación tiene un doble propósito: primero estable- Los pacientes jóvenes necesitarán una exploración física y
cer si hay demencia y, posteriormente, si la hay, determinar una investigación más minuciosa, y con frecuencia es conve-
su causa. niente remitirlos a un neurólogo.
4.1.14. TRATAMIENTO DE LAS DEMENCIAS 551

Tabla 1. Pruebas requeridas en casos de demencia Tabla 2. Evaluación de riesgos en demencias

Pruebas sistemáticas Considerar las siguientes áreas:


Análisis de sangre completo
Eritrosedimentación Comportamiento antisocial y otros
Urea y electrólitos • Violencia/agresión
Pruebas de función hepática Hacia los otros
Calcio y fosfato Hacia sí mismo
Función tiroidea • Desinhibición sexual/ataques
Análisis de orina • Otros comportamientos antisociales que pueden provocar ataques
Vitamina B12 y folatos (p. ej., discutir, escupir, etc.)
• Vagabundeo/agitación
Pruebas de interés
Serología de sífilis Seguridad asociada a alteración de la memoria
Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la cognición y juicio pobre
Radiografía de tórax • Seguridad en casa
Electrocardiograma (ECG) Apagar estufas, fuegos, etc.
TC o RM Abrir puertas, ventanas, etc.
Electroencefalograma Cigarrillos
Evaluación neuropsicológica • Fuera del domicilio
Perderse
Puede ser necesario realizar pruebas específicas, por ejemplo, examen del Seguridad viaria (peatón, conductor)
líquido cefalorraquídeo, estudios de cobre o genéticos, búsqueda de enferme-
dad por priones, etc.
• Aspectos financieros
No ser capaz de llevar dinero, perder dinero
Gastar dinero inapropiadamente
• Trabajo
Fallar en el control de los errores
La evaluación de depresión puede ayudar en el diagnósti- Inseguridad con maquinaria peligrosa
co de la seudodemencia depresiva. Es importante esta evalua- • Supervisión de otros, especialmente niños (considerar el compor-
ción porque es muy frecuente que la depresión se presente jun- tamiento agresivo y sexual)
to con la demencia, y hace empeorar la enfermedad. La Esca-
la de Cornell (7) o la Escala de Depresión Geriátrica (Geriatric Vulnerabilidad a
Depression Rating Scale, GDS) (8) puede usarse para estos casos. • Abuso de otros
Físico, sexual, emocional y financiero
La valoración de riesgos es una parte importante en el tra-
• Negligencia
tamiento de pacientes con demencia y la tabla 2 muestra dife- Incluyendo no comer
rentes áreas de riesgo que deben ser consideradas. Una buena
anamnesis realizada con la colaboración de cuidadores y otras Salud física
personas involucradas en el cuidado del paciente es esencial • Caídas
para la valoración completa de riesgos, que rara vez se com- • Tratamiento de enfermedades (p. ej., diabetes, dieta)
Tomar medicación (anotar el riesgo de la interrupción brusca de
plementa sin la participación de un terapeuta ocupacional. anticonvulsivos o esteroides)
Es importante usar el resultado de la valoración de ries- Drogodependencia
gos para facilitar la independencia del paciente. Esto se hace • Epilepsia
introduciendo estrategias apropiadas para minimizar el ries-
go. Además, el análisis de los beneficios del riesgo puede de-
mostrar que es apropiado correr el riesgo de que sucedan al-
gunos acontecimientos adversos, si hay un beneficio claro al declive cognitivo. Sólo en el curso inicial de la enfermedad
hacerlo. Por ejemplo, un paciente puede estar en riesgo de serán capaces de delegar los poderes a un abogado, así como
deambular y extraviarse; de todos modos, si la estrategia asentar y discutir con sus médicos cómo quieren ser tratados
para prevenir esto incluye trasladar al paciente a un nuevo cuando la enfermedad esté avanzada.
alojamiento lejos de la familia y los alrededores familiares, La persona con demencia asimilará mejor la informa-
este hecho, suficientemente adverso, hace inapropiado el ción si ésta se da en pequeños fragmentos, con mensajes
traslado. simples. Es conveniente escribir un resumen sobre todo lo
que se dice. Es más fácil para ellos expresarse contestando a
preguntas simples, preferentemente las que se puedan res-
■ Comunicación y consentimiento ponder sí o no. Es conveniente ayudarlos para que no olvi-
den sus compromisos, por ejemplo, informando a personas
Las sospechas iniciales de demencia generalmente deben clave el día y la hora de estos compromisos. Se ha de pro-
ser discutidas con el paciente y su familia. Si la demencia es curar tener un cuidador presente cuando se discute infor-
progresiva y se van dejando estas discusiones hasta que el mación importante.
diagnóstico sea seguro, entonces será demasiado tarde; la ha- Si el lenguaje está alterado hay que estar alerta, ya que el
bilidad del paciente para tomar decisiones sobre su futuro tra- paciente dependerá más de claves no verbales. Se deben evitar
tamiento, y el futuro de su familia, estará en riesgo debido al los gestos rápidos y las confrontaciones directas cara a cara, si
552 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

el paciente parece asustado. Una voz calmada, firme, y ama- da para detectar un objetivo móvil (14, 15) y rehabilitación
bles caricias ayudarán a la persona a entender que está a salvo cognitiva mediante ordenador (16). No se ha demostrado
y en compañía de personas que lo cuidan. que estas técnicas produzcan efectos positivos. Los progra-
El vínculo normal entre el médico y el paciente pasa por mas para volver a trabajar se suelen ofrecer a los pacientes jó-
un momento crucial cuando el diagnóstico de demencia pare- venes con una demencia leve y relativamente estática. Aun-
ce probable, y es entonces cuando el psiquiatra debe hacer que no se ha realizado una evaluación al azar, utilizando una
una valoración de la capacidad del paciente para dar su con- metodología controlada, se ha comparado la situación labo-
sentimiento. Si el paciente es incapaz de dar el consentimien- ral de los pacientes antes de entrar en el programa con la si-
to informado, entonces es particularmente importante discutir tuación laboral posterior y se demostró la efectividad del
con la familia y los cuidadores la atención que se puede brin- programa (17).
dar. En cualquier caso, la autonomía de una persona con de-
mencia leve debe ser respetada en lo posible (9).
Farmacoterapia
■ Síntomas cognitivos Al describir los tratamientos farmacológicos en este ca-
pítulo es importante tener en cuenta los principios genera-
El deterioro cognitivo es una característica principal de la les de la farmacoterapia en personas con daño cerebral, sea
demencia. Muchas técnicas de rehabilitación cognitiva están cual sea la causa, lesión o enfermedad, discutidos en el ca-
orientadas a reducir la discapacidad y la minusvalía resultan- pítulo 4.1.11.
tes del deterioro cognitivo, más que a mejorar la alteración en El donepezilo, un inhibidor de la acetilcolinesterasa, ha
sí (v. caps. 1.10.1 y 4.1.11 para más información sobre los tér- demostrado una mejora en la cognición y funcionamiento
minos deterioro, discapacidad y minusvalía). global en los pacientes con enfermedad de Alzheimer entre
leve y moderada. Tarda unas semanas en surtir efecto (18), y
las mejorías pueden durar al menos un año con tratamiento
Técnicas psicológicas continuado. En el momento de este escrito, los datos publi-
cados procedían sólo de de un grupo de investigación. Apa-
Ya se ha analizado el tratamiento de las alteraciones de la rentemente, el donepezilo no tiene efectos adversos serios y
memoria (v. cap. 2.5.2). sus efectos deben controlarse y revisarse durante 12 semanas.
El tratamiento debe seguirse sólo en los casos en los que se
demuestra un beneficio claro (19). Más recientemente, se ha
Tercera edad
introducido la rivastigmina como alternativa al donepezilo en
La orientación en la realidad intenta mejorar el rendi- el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer (20). Una serie
miento cognitivo de las personas con demencia a través de de recientes casos sugieren que el donepezilo también puede
exposiciones que brinden información y faciliten la orienta- se efectivo en pacientes con daño cerebral (21).
ción de los pacientes. Esto puede realizarse mediante grupos Dentro de este grupo de inhibidores de la acetilcolineste-
de discusión con pacientes para analizar los acontecimientos rasa merece mencionarse la tacrina, por haber sido el primer
del día. Pueden utilizarse pizarras en las que se escribirá la in- fármaco aprobado por la Food and Drug Administration
formación sobre el día, por ejemplo, la fecha, el tiempo y el (FDA) para el tratamiento específico de la enfermedad de Alz-
nombre de la próxima comida. Una revisión sistemática (10) heimer. De forma similar al donepezilo, produce una mejoría
sugiere que el método es efectivo para mejorar funciones cog- cognitiva de aparición lenta. Con todo, la gran variabilidad
nitivas y de orientación, pero tiene poco impacto sobre el de respuesta y la intolerancia hepática (aumento de las tran-
comportamiento. Pero los beneficios no son permanentes y saminasas, en especial de la alanino aminotransferasa [ALT])
pueden perderse una vez interrumpido el tratamiento, y se ha observadas en un elevado porcentaje de los pacientes han he-
argumentado que afectan adversamente al humor. cho decrecer su interés terapéutico.
Otras estrategias psicológicas usadas durante la demencia Revisiones sistemáticas, que pueden encontrarse en la Bi-
en la vejez son la terapia de reminiscencia (11) y la terapia de blioteca Cochrane del 1998, no han mostrado apoyo para el
validación (12). En ambas terapias se abordan los recuerdos uso de piracetam, nimodipino o lecitina en la demencia. Hay
autobiográficos para mejorar el humor y promover un senti- soporte para el uso de selegilina (deprenilo) en la enfermedad
miento de bienestar y autoestima. Hay pocas pruebas de que de Alzheimer, pero no se recomienda su uso sistemático en la
estas terapias puedan producir algo más que beneficios mo- clínica. La vitamina E puede enlentecer el declive funcional
destos a corto plazo sobre el humor, la cognición y el com- en los pacientes de Alzheimer con alteración moderada, y
portamiento (13). dado los limitados efectos secundarios, su uso puede estar jus-
tificado (13). Se ha sugerido que la hidergina, una mezcla de
cuatro derivados de la ergotoxina, es efectiva, particularmen-
Demencia en personas jóvenes
te si se demuestra demencia vascular, pero la prueba es frágil
En pacientes jóvenes con demencia secundaria a un trau- (22). Algunos pacientes que han tomado extractos de hojas
matismo craneoencefálico se han utilizado técnicas cogniti- del árbol de Venus (Ginkgo biloba), cuyos mecanismos de ac-
vas: entrenamiento atencional, por ejemplo, práctica repeti- ción son desconocidos, muestran efectos similares a los ob-
4.1.14. TRATAMIENTO DE LAS DEMENCIAS 553

servados con hidergina. No se ha demostrado que pueda ser ríodos cortos para evitar rasguños, o sedación breve con la
perjudicial, pero tampoco beneficiosa (23). medicación. Es necesario que todo esto se documente, se re-
vise, y se discuta abiertamente en grupos apropiados, inclu-
yendo, por supuesto, al paciente y a su familia. El equipo de
■ Síntomas no cognitivos enfermería necesita tener habilidades para manejar el com-
portamiento agresivo y debe ser avisado del potencial agresi-
vo del paciente. Es necesario el ensayo de las medidas de alar-
Agresión y agitación ma y de solicitud de ayuda, por ejemplo, usando los botones
de alerta. La evaluación de riesgos para el tratamiento de los
Evaluación
comportamientos agresivos necesita ser efectuada teniendo en
La agitación es común en los pacientes mayores con de- cuenta la seguridad del paciente y la salud y seguridad del
mencia (24) y consiguiente daño cerebral (v. cap. 4.1.11). La equipo y los otros.
agitación y la agresión se asocian comúnmente con estados En el caso de los pacientes con comportamientos agresi-
confusionales, desorientación, falsos reconocimientos e ideas vos más crónicos debe evaluarse especialmente el tratamiento
delirantes. de la ira. Esto incluirá una evaluación y, si es necesario, tra-
Es necesario descartar las causas médicas del deterioro del tar un posible trastorno de ansiedad. Puede se necesario un
estado cognitivo. Se deben considerar posibles fuentes de do- programa conductual, aunque es difícil implementarlo, ex-
lor y miedo, así como la posibilidad de problemas de sueño cepto en unidades especiales. El programa empieza con un
o estreñimiento, frío o hambre. La información de la familia análisis situacional.
puede indicar un trastorno fóbico, que se manifieste como
agitación, o cierta tendencia a la agresividad. Debe evaluarse • Antecedentes: ¿qué sucedió antes de que empezara el
la posibilidad de abuso de alcohol u otras sustancias. Es ne- comportamiento?
cesario preguntar sobre alteraciones del comportamiento, in- • Comportamiento: una clara descripción del comporta-
vestigar la presencia de síntomas de ansiedad, depresión, psi- miento.
cosis y delirios persecutorios, y tener en cuenta la explicación • Consecuencias: ¿qué sucedió como resultado de su com-
del paciente para su agresión. portamiento? Se deben identificar, especialmente, los po-
sibles refuerzos de su comportamiento.
Abordaje psicosocial y comportamental
Este análisis debe sugerir que una estrategia conductual
Inicialmente el tratamiento debe depender de interven- específica es apropiada. Hay que explorar la línea de base de
ciones psicosociales implementadas por los cuidadores o el la frecuencia y gravedad del comportamiento para introducir
equipo de enfermería (25). La agitación puede responder a una intervención específica.
un cambio en el ambiente, en un intento de afrontar la so- Algunos programas se basan en el refuerzo diferencial de
ledad o el aburrimiento. Se ha de evitar la sobreestimulación, otros comportamientos que consiste en el reforzamiento po-
que comúnmente ocurre en las salas de medicina o cirugía. sitivo de otros comportamientos apropiados, con el deseo
Es de gran ayuda un ambiente calmado, predecible, sin nin- que reemplace el comportamiento agresivo. Una técnica útil
gún cambio inesperado en la rutina y sin reglas innecesarias para usar conjuntamente es el «tiempo fuera» (time out on the
ni restricciones. El paciente puede necesitar ser ingresado en spot, TOOTS): cuando el paciente se comporte de manera
una unidad psiquiátrica o unidad de daño cerebral, si la de- no deseada será excluido del contacto social, y cuando se
mencia es secundaria al daño cerebral. Pueden requerir ser comporte de manera apropiada recibirá contacto social ca-
trasladados desde la unidad de medicina o cirugía, donde luroso. Todo el equipo de enfermería/multidisciplinario tie-
precisan estar sedados para no interferir en el cuidado de los ne que saber cuáles son los principios del reforzamiento y
otros pacientes. de los comportamientos que extinguir, porque los progra-
Para los pacientes ingresados es necesario tener a disposi- mas conductuales no parecen ser efectivos a menos que sean
ción un equipo por si el paciente de forma repentina se agita aplicados coherentemente por todo el equipo. Las pruebas
o se vuelve agresivo. Esto ayudará a mantener la confianza de que técnicas conductuales funcionan se basa en gran par-
del equipo de enfermería. La enfermería debe ser proactiva; si te en un diseño A-B-A-B, estudio de caso único, y series de
sólo se responde cuando el paciente lo demande, se reforza- casos (27).
rán los comportamientos no deseados. Se debe evitar la con-
frontación, distrayendo al paciente o cambiando de tema. La Tratamiento farmacológico de la agitación
comunicación puede atenuar la agitación y la agresión; se
y la agresión
debe contar al paciente lo que sucede, los mensajes deben re-
petirse y anotarse. Es necesario que la familia también ayude, Deben usarse fármacos sólo si las estrategias psicosocia-
y debe ser animada y apoyada para lograrlo. les fracasan, y sólo si es absolutamente necesario. No hay
Las intervenciones de enfermería, en particular las tareas que precipitarse en un tratamiento farmacológico, pues el
de cuidado personal, a menudo son el foco del comporta- comportamiento puede remitir espontáneamente. Se debe
miento agresivo (26). Hay que cubrir los períodos de alto ries- empezar lentamente y continuar también lentamente, ensa-
go usando restricción física, por ejemplo, guantes durante pe- yando la dosis mínima efectiva. Si un fármaco no es efecti-
554 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

vo, debe abandonarse; no hay que hacer combinaciones. entonces es necesaria la monitorización continua de la pre-
Hay que revisar la prescripción regularmente para vigilar los sión arterial y el ECG.
efectos secundarios.
Frecuentemente, se prescriben tranquilizantes mayores
para pacientes con demencia, aunque no sean individuos con Deambulación errática
psicosis (28). Se ha comprobado que los fármacos antipsicó-
ticos se prescriben a veces con demasiada ligereza en las resi- Algunas personas con demencia deambularán, y otras se
dencias. Un estudio encontró que era posible reducir mucho fugarán o querrán marcharse. Puede ser necesaria la evalua-
el uso de fármacos antipsicóticos en las residencias sin oca- ción del riesgo para determinar su seguridad en el exterior,
sionar efectos adversos sobre el paciente (29). por ejemplo, valorando la seguridad viaria y su habilidad para
De todos modos, los estudios aleatorizados controlados encontrar el camino de vuelta a casa.
han demostrado que los antipsicóticos, como la tioridazina Antes que nada, hay que excluir las causas de agitación.
y el haloperidol, son efectivos para la agitación en la de- Hay que asegurarse de que el paciente tiene plena oportuni-
mencia, aunque la magnitud del efecto es modesto (30). No dad para realizar ejercicio físico y de que se anima a dar pa-
hay pruebas empíricas que sugieran que un antipsicótico sea seos. Se ha de procurar identificar cualquier motivación que
particularmente efectivo. Se recomienda que se usen peque- pueda llevar al comportamiento deambulante, por ejemplo,
ñas dosis, por ejemplo, de 2 a 3 mg de haloperidol al día, creer que deben volver a trabajar, o que su familia está en pe-
que pueden conseguir una buena respuesta (31). Los anti- ligro, o el deseo de consumir alcohol. Es posible que en una
psicóticos son razonablemente el primer tratamiento escogi- casa se necesiten cerraduras o protecciones adicionales; una
do para el manejo de la agitación en la demencia, particu- señal de «stop» delante de la puerta puede ser efectiva. Al-
larmente en una gran proporción de pacientes agitados que gunas unidades tienen cerraduras de código que el paciente
tienen claros síntomas psicóticos. La risperidona es efectiva con demencia no sabe utilizar. Las pulseras de identificación
para reducir las alteraciones conductuales (32); también deben o sistemas de etiquetas en los que suena una alarma si el pa-
ser considerados otros antipsicóticos de segunda generación, ciente deja la unidad son quizás el último recurso. Una uni-
incluyendo la olanzapina, particularmente por vía intramus- dad de hospitalización o residencial precisará de una política
cular, a dosis bajas (2,5 mg) y la ziprasidona (10-40 mg). de permisos que incluya un protocolo de información a la fa-
Los efectos adversos de los antipsicóticos son molestos, milia y a la policía, y una política de puerta cerrada con las
particularmente en la vejez. Pueden incrementar el riesgo de indicaciones en caso de incendio. Puede llegar a ser necesario
caídas. Puede empeorar la confusión, particularmente con fár- considerar el arresto bajo la Mental Health Act de 1983, o su
macos con efectos anticolinérgicos, y la sedación puede ser equivalente.
problemática. Son especialmente comunes los efectos extra-
piramidales en las personas mayores con demencia, particu-
larmente en la demencia con cuerpos de Lewy. La clozapina Alteraciones del humor
puede ser usada en caso de efectos extrapiramidales impor-
tantes y el uso en dosis bajas puede reducir el riesgo de agra-
Depresión
nulocitosis que, de por si, es elevado en la vejez. Hay que
considerar los nuevos antipsicóticos de segunda generación. Aunque en las personas con demencia la depresión es co-
Los pacientes mayores con demencia tienen un riesgo eleva- mún, puede ser difícil de diagnosticar, porque la comunica-
do de desarrollar discinesia tardía. ción está alterada. Por lo tanto, es importante considerar la
Si los antipsicóticos no funcionan, las benzodiazepinas depresión como causa de algún cambio en la función o el
pueden ser efectivas, particularmente si el paciente demuestra comportamiento, y buscar los factores de riesgo para la de-
mucha ansiedad. Las benzodiazepinas de acción a corto plazo, presión en los antecedentes, por ejemplo, un duelo reciente.
por ejemplo, el oxazepam o el lorazepam, son con frecuencia Puede ser apropiado un test de cribado para detectar la de-
recomendadas porque la probabilidad de acumulación en presión (v. antes).
sangre es menor. Pero, por otra parte, la acción a corto plazo Si el paciente está deprimido, será necesaria una revisión
de los fármacos puede producir valores muy variables en san- de su estado médico general, incluyendo fármacos que pue-
gre; esto quizás incremente el riesgo de dependencia o re- dan producir depresión. Hay que asegurarse de evaluar todos
fuerce el comportamiento adverso. El refuerzo conductual los aspectos psicosociales, por ejemplo, servicios de soporte
puede ocurrir, por ejemplo, si un paciente ansioso aprende apropiados, actividades de ocio y alojamiento. La terapia psi-
que si se vuelve agresivo se le dará inmediatamente una dosis cológica específica, por ejemplo, la terapia cognitiva no es un
de benzodiazepina, aliviando así su ansiedad. Los efectos se- procedimiento generalmente válido para la depresión en per-
cundarios de las benzodiazepinas, por ejemplo, el incremen- sonas con demencia. Algunos centros ofrecen programas in-
to en el riesgo de caídas, pueden limitar la dosis. Por otro novadores sobre la base del consejo psicosocial (counselling),
lado, si hay una depresión importante o un humor lábil, es pero no está probada su eficacia.
mejor considerar el uso de carbamazepina o un antidepresivo Así pues, la administración de fármacos antidepresivos
sedativo. La buspirona puede ser de elección si se trata de una constituye la principal estrategia terapéutica, aunque hay po-
agitación leve asociada con la ansiedad. También puede eva- cos indicios sobre la efectividad del tratamiento antidepresivo
luarse la administración de altas dosis de propranolol, pero en pacientes deprimidos con demencia.
4.1.14. TRATAMIENTO DE LAS DEMENCIAS 555

En los estudios terapéuticos con antidepresivos, que nor- nía en personas con demencia deba ser diferente del trata-
malmente duran unas semanas, cerca de la mitad de los pa- miento habitual.
cientes mayores con demencia y depresión muestran una bue-
na respuesta antidepresiva (33). Esta pobre respuesta difiere
poco de la observada en pacientes mayores con depresión sin Síntomas psicóticos
demencia, y se puede manifestar con síntomas somáticos, por
ejemplo, escaso apetito, que también se observan en la vejez Hay pocos datos en los que basar la decisión sobre el uso
sin asociación con depresión o demencia. Por otro lado, la de fármacos antipsicóticos para aliviar estos síntomas en la
pobre respuesta puede reflejar el hecho de que los pacientes demencia. La elección del antipsicótico, por lo tanto, puede
deprimidos con demencia tardan más en responder. Es, por estar determinada por sus posibles efectos secundarios. Por
lo tanto, necesario mantener el tratamiento antidepresivo du- ejemplo, los pacientes psicóticos que, además, estén agitados
rante más de unas semanas, antes de concluir que la depre- pueden necesitar un fármaco más sedativo; en cambio, será
sión es resistente al tratamiento con ese fármaco. necesario el uso de los antipsicóticos de segunda generación,
La elección del fármaco antidepresivo depende en su ma- con menos efectos extrapiramidales si los efectos secundarios
yor parte del perfil de sus efectos. Los nuevos antidepresivos, de los neurolépticos ocasionan dificultades.
que tienen poca actividad anticolinérgica y menor cardiotoxi- Es necesario, también, tener en cuenta aspectos psicoso-
cidad, son generalmente los preferidos. De los nuevos fárma- ciales. Por ejemplo, los delirios de robo, comunes en perso-
cos, sólo el citalopram y la moclobemida han sido hasta el nas con demencia (34), pueden encontrarse asociados a la al-
momento evaluados en casos de demencia, siendo ambos teración de la memoria, ya que el paciente pierde objetos y
efectivos para aliviar los síntomas de depresión (33). entonces atribuye la pérdida al robo. Las estrategias en estos
Algunos métodos para evaluar la efectividad de un trata- casos se basan en ayudar a las personas a cuidar sus perte-
miento necesitan tomar una medida de referencia. Por ejem- nencias, por ejemplo, etiquetando los lugares donde guardan
plo, el objetivo del tratamiento antidepresivo puede ser la re- las cosas.
cuperación de las actividades de la vida diaria. La evaluación del riesgo es una parte importante para el
La demencia no es una contraindicación para la terapia plan de tratamiento. ¿Los síntomas psicóticos están asociados
electroconvulsiva, aunque la respuesta es quizá más variada. a comportamientos por preocupaciones o son, por ejemplo,
Sin embargo, muchos pacientes con demencia desarrollan sólo una manifestación de su desorientación general y confu-
problemas de confusión, desorientación y alteración de la sión? Dados los riesgos de los tratamientos con antipsicóti-
memoria, especialmente tras la administración de terapia elec- cos, hay que realizar un análisis del riesgo-beneficio antes de
troconvulsiva bilateral. empezar el tratamiento, que debe ser discutido con el pa-
ciente, su familia y sus cuidadores.
Apatía
La apatía puede ser un síntoma de depresión o ser conse- Trastornos del comportamiento sexual
cuencia de la enfermedad cerebral orgánica que afecta a los
centros cerebrales implicados en la motivación. No está claro
Impotencia o reducción de la libido
si aporta algún beneficio distinguir entre estas dos rutas que
conducen a la apatía. Si hay indicios de que los síntomas de- La reducción de la actividad y el interés sexual es el tras-
presivos suceden junto a la apatía, puede usarse un antide- torno más común del comportamiento sexual asociado a la
presivo. Si, de todos modos, los síntomas de apatía se produ- demencia, aunque es el que llama menos la atención del clí-
cen en ausencia de depresión, hay que evaluar la prescripción nico. Probablemente es una de las causas más comunes de los
de bromocriptina o metilfenidato. La experiencia clínica per- casos de divorcio, por ejemplo, en parejas jóvenes después de
mite pensar que la bromocriptina y el metilfenidato son efec- que uno de ellos haya tenido un daño cerebral. Los efectos
tivos, aunque los efectos pueden tener una corta duración. El psicológicos, en particular el cambio en el papel del paciente
metilfenidato necesita ser prescrito bajo una estrecha supervi- con su pareja como resultado de la demencia, así como los
sión, ya que posee un gran potencial de abuso y produce efectos fisiológicos del daño cerebral en la función eréctil,
efectos secundarios psíquicos y/o motores. contribuyen a la impotencia y a la reducción de la libido.
El primero y más importante paso es reconocer el pro-
blema, para hablar sobre él. La pareja puede desear ser deri-
Manía
vada a un clínico especializado en trastornos sexuales. Si la re-
La manía no es especialmente frecuente en pacientes con ducción de la libido es parte de una apatía más generalizada
demencia, aunque existe posiblemente una asociación especí- o de una depresión, entonces se pueden mejorar estos sínto-
fica con la corea de Huntington. Es necesario distinguirla de mas apropiadamente (v. antes).
los estados irritables, desinhibidos y agitados que pueden ser
secundarios a una lesión del lóbulo frontal. Sin embargo, es
Desinhibición sexual y sobreactividad
importante considerar la manía como causa del comporta-
miento agresivo, particularmente después de un daño cere- Las manifestaciones de desinhibición sexual son un
bral. No hay datos que sugieran que el tratamiento de la ma- problema de más difícil manejo. Es necesaria una evalua-
556 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

ción minuciosa bien documentada, detallando qué com- suprimir la respiración. ¿La alteración del sueño se debe a la
portamientos han sido observados y cuando. Ocasional- depresión? ¿Ha habido algún cambio reciente que influya en
mente, estos síntomas pueden ser parte del síndrome de el proceso del sueño?; si es así, algunas alteraciones del sue-
Klüver-Bucy, con hiperoralidad e ingesta excesiva. El sín- ño pueden autolimitarse.
drome de Klüver-Bucy se asocia particularmente con daño
en los lóbulos temporales y puede ser secundario a encefa-
litis herpética o daño cerebral, y a la enfermedad de Pick. Higiene del sueño
Algunos de los síntomas del síndrome no son infrecuentes Ya que los hipnóticos parecen tener efectos secundarios
en la enfermedad de Alzheimer, particularmente en los úl- adversos sobre la cognición, es particularmente importante
timos estadios (34). La desinhibición sexual y la hiperacti- que estos fármacos se utilicen sólo si fracasan otras técnicas
vidad pueden ser secundarios al tratamiento con dopamina para mejorar la higiene de sueño: minimizar el tiempo de sue-
o a la epilepsia (1). ño durante el día, haciendo participar al paciente en progra-
La desinhibición sexual puede mejorar implantando es- mas de actividad física y mental; evitar líquidos diuréticos y
trategias psicosociales. Por ejemplo, cuando la desinhibición cafeína durante la noche, intentar introducir hábitos relajan-
sexual se dirige a miembros femeninos del equipo, se puede tes en el momento de acostarse, por ejemplo tomar un baño
asignar el trabajo de enfermería a personal masculino. Puede o escuchar música; cuidar los pormenores para asegurarse de
ser efectivo un programa conductual global para intentar ex- que están tranquilos, calientes y, si es posible, en un ambien-
tinguir este comportamiento, pero si éste implica contactos fí- te familiar o, al menos, lejos de un peligro percibido, por
sicos, entonces es esencial discutir y monitorizar el programa ejemplo, otro residente amenazante.
con aquellas personas involucradas en el cuidado del pacien-
te. Tales comportamientos pueden ser un contratiempo para
el equipo. Hipnóticos
Los antipsicóticos pueden reducir el comportamiento se-
Existen pocos datos definitivos que ayuden al clínico en
xual desinhibido. Pueden probarse los antiandrogénicos, ace-
la elección de hipnóticos para pacientes con demencia. Pro-
tato de ciproterona y medroxiprogesterona, si fracasan los an-
bablemente la mejor guía para escoger el fármaco sean los
teriores.
síntomas psicopatológicos secundarios. Si hay ansiedad o de-
presión, la trazodona es un sedante y antidepresivo útil para
personas con demencia. Deben escogerse antipsicóticos se-
Alteraciones del sueño dantes si hay síntomas psicóticos. Las benzodiazepinas y el
hidrato de cloral no deben, si es posible, administrarse inde-
Evaluación finidamente; hay que tener cuidado si el paciente ya está des-
inhibido.
Los pacientes con demencia a menudo tienen un patrón
Los hipnóticos, aparentemente, tienen un efecto negativo
alterado del sueño; esto es más problemático cuando el ci-
sobre la cognición, y esto debe ser controlado a través de una
clo del sueño está invertido y el paciente duerme durante el
evaluación del impacto del tratamiento sobre esta función y
día y está despierto durante la noche. La confusión, que fre-
sobre las actividades de la vida diaria.
cuentemente acompaña al hecho de estar despierto durante
la noche, dificulta más el problema; el paciente puede de-
ambular o crear problemas durante la noche. Este síntoma
puede requerir intervenciones urgentes si la familia deman- Incontinencia
da que el paciente sea admitido en un centro residencial ya
que ellos no pueden conseguir tranquilidad durante la no- La demencia en la vejez duplica el riesgo de incontinen-
che. Por otro lado, si el paciente ya está en un servicio don- cia urinaria (35). Para minimizar la incontinencia, los lavabos
de pueda hacerse frente a sus deambulaciones nocturnas, tienen que ser fácilmente identificables y rápidamente accesi-
¿importa que esté despierto durante la noche? bles. Hay que prestar atención para que la ropa sea fácil de
En la evaluación es importante considerar como causa quitar. Si existe incontinencia urinaria, deben excluirse las
de la alteración del sueño el síndrome de piernas inquietas. causas reversibles, como la infección de las vías urinarias, el
¿El paciente se tiene que despertar por la noche para vaciar estreñimiento y la medicación (diuréticos o fármacos antico-
su vejiga? La pérdida del control antidiurético durante la no- linérgicos con efectos secundarios, tales como retención de
che puede ser causado por una lesión en el hipotálamo. Una orina y desbordamiento).
dosis nocturna de desmopresina (1-desamino-8- D-arginina Debe realizarse un registro diario de la frecuencia de uso
vasopresina) puede suprimir la producción de orina y per- del lavabo y de la frecuencia de la incontinencia para ajustar
mitir un sueño adecuado en estos pacientes. ¿Existe alguna el número de concurrencias y minimizar la incontinencia. Es
otra causa médica por la que el paciente necesite caminar efectivo, en algunos pacientes, estar pendiente de sus hábitos
durante la noche, por ejemplo por el dolor de una úlcera (p. ej., preguntando periódicamente si necesitan ir al lavabo)
duodenal? La apnea nocturna, que es más común en la ve- y elogiando el uso adecuado (36). Puede ser necesario un pro-
jez, produce alteraciones del sueño y contraindica la admi- grama conductual para el paciente que orina o defeca en lu-
nistración de benzodiazepinas y otros fármacos que pueden gares inapropiados.
4.1.14. TRATAMIENTO DE LAS DEMENCIAS 557

Si la incontinencia persiste, se debe buscar la ayuda de un ■ Provisión de servicios y coordinación


especialista antes de considerar el tratamiento farmacológico.
Principios generales
■ Cuidadores Servicios de salud
La ayuda familiar y a los cuidadores debe empezar infor- Neurólogos, geriatras, gerontopsiquiatras, rehabilitadores
mando sobre las causas de la demencia, el posible pronóstico físicos, médicos y psiquiatras de adultos en general pueden
y los síntomas, los actuales y los que puedan desarrollarse. estar involucrados en el cuidado de pacientes con demencia.
Ellos pueden querer discutir los riesgos con otros miembros Por lo tanto es útil establecer los protocolos de actuación,
de la familia. La familia y los amigos necesitan entender que por ejemplo definiendo quién debe realizar el seguimiento
los síntomas cognitivos y comportamentales del daño cere- de los pacientes con demencia progresiva presenil (edad de
bral forman parte de la enfermedad. inicio antes de los 65 años), o pacientes con demencia
Los cuidadores necesitan consejos sobre los principios secundaria a un daño cerebral en edad adulta. La demencia
de los cuidados, por ejemplo, asegurarse de que la comuni- alcohólica particularmente suele causar debate entre los pro-
cación sea simple y directa, evitar cambios en la rutina, no fesionales. Tales debates se resuelven mejor si se hacen co-
discutir con el paciente, pero, por otro lado, no aprobar fal- rresponder las necesidades del paciente con las habilidades y
sas creencias. Se les debe indicar cuándo y cómo llamar para soporte que pueden ser ofrecidos por varios servicios. El mé-
conseguir ayuda profesional, se les puede ofrecer direcciones dico general puede desear tomar un papel central en el cui-
de grupos de autoayuda, y direcciones de Internet (p. ej., dado de la demencia (38).
http://www.dementia.ion.ucl.ac.uk). Los cuidadores pueden
necesitar ayuda para obtener consejo de personas apropia-
das, ayuda en el hogar (limpieza, enfermería y cocina), así
Servicios sociales y otros servicios
como consejos legales y financieros. Los trabajadores sociales tienen un papel principal en el
Si se va a establecer un programa conductual hay que cuidado de los pacientes con demencia. Pueden dar consejo,
considerar las funciones del cuidador; es difícil ser pareja y te- tanto al paciente como a la familia, sobre asuntos financieros
rapeuta. También hay que ser consciente del conflicto de in- y sobre los diversos tipos de apoyo, por ejemplo, centros de
tereses. Algunas veces será inapropiado para el pariente más día locales o cuidadores a domicilio. Intervienen en la eva-
cercano tener el control del dinero del paciente. luación de la necesidad del cuidado residencial a largo plazo.
El cuidado y la atención de alguien con demencia pueden Pueden ser parcialmente responsables de asegurar la calidad
producir depresión y otros síntomas de estrés. El cuidador del cuidado residencial, por ejemplo controlando que se cum-
debe tener la oportunidad de hablar sobre todos sus proble- plen los requisitos para el ingreso. Los servicios sociales pue-
mas y, si es necesario, debe recibir su propia atención psi- den proveer un enlace con organizaciones de autoayuda, ser-
quiátrica. Mejorar la salud mental del cuidador reduce la pro- vicio de abogados y, para los pacientes jóvenes con demen-
babilidad de la institucionalización del paciente. cia, servicios de empleo.
Una revisión sistemática de varias intervenciones diseña-
das para dar soporte a cuidadores de gente con la enfermedad
de Alzheimer encontró que pocas de ellas dieron resultado
Sistema integrado de cuidado de demencias
(37). En un solo estudio se demostró que era efectivo ofrecer Los servicios de salud, los servicios sociales y todas las
ayudas a las esposas. Todos los autores de la revisión pusie- partes interesadas, inclusive los grupos voluntarios, deben tra-
ron de manifiesto que no había una demostración conclu- bajar juntos para definir la estrategia local para el cuidado de
yente sobre la eficacia de los servicios de soporte al cuidador. la demencia (39) (tabla 3). La estrategia para adultos jóvenes
Un manual para cuidadores, que brinda excelentes conse-
jos, está disponible en Internet (http://www.biostat.wustl.edu/
lists/alzheimer/Caregivers_Handbook). El manual termina Tabla 3. Sistema efectivo en el cuidado de las demancias (39)
con un análisis acerca del momento adecuado para institu-
cionalizar al paciente; este tema delicado debe ser discutido • Un sistema que identifique personas con demencia y que evalúe sus
con anticipación con el cuidador. necesidades
Los cuidadores con estrés son probablemente los que más • Continuidad de los cuidados (sin interrupciones)
abusan, tanto física como emocionalmente, de la persona con • Un sistema que asegure que el paciente no quede fuera de los ser-
vicios
demencia. Hay que intentar asegurarse de que la persona con • Consejos y apoyo las 24 h: médicos, psiquiátricos y sociales
demencia no está bajo abuso físico o emocional. Es impor- • Realización de acuerdos con respecto al cuidado del paciente: pla-
tante que toda la gente involucrada en el cuidado de esta per- nificación, control, revisión
sona sepa cómo transmitir cualquier inquietud concerniente • Involucrar a organizaciones de voluntariado y de la comunidad para
a lo que está pasando. maximizar la participación comunitaria
Hay que asegurarse de que los cuidadores profesionales • Abogar por el paciente: maximizar su independencia, defender sus
derechos y libertades, protegerlo de los abusos
están bien supervisados y que sus empleados cumplen con las • Apoyo al cuidador
leyes locales.
558 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

con demencia (por lo general, secundaria a un traumatismo) 8. Yesavage, J.A., Brink, T.L., Rose, T.L., et al. (1983). Development and
será muy diferente de la de ancianos con demencia, que nor- validation of geriatric depression screening scale: a preliminary report.
Journal of Psychiatric Research, 17, 37–49.
malmente tienen una enfermedad progresiva. Un apropiado 9. Norman, A. (1989). Models of care in dementia: defining adequate
acuerdo acerca del tratamiento de los fondos puede ser la cla- standards. In Dementia disorders. Advances and prospects (ed. C.L.E.
ve para asegurar una coordinación entre los servicios, por Katona), pp. 192–210. Chapman & Hall, London.
ejemplo, definiendo un fondo común de provisión, al cual 10. Spector, A. and Orrell, M. (1998). Reality orientation for dementia: a
review of the evidence of effectiveness (Cochrane review). In The
sólo se pueda acceder trabajando conjuntamente. Cochrane Library, Issue 3. Update Software, Oxford.
11. Burnside, I. and Haight, B. (1994). Reminiscence and life review:
therapeutic interventions for older people. Nurse Practitioner, 19, 55–61.
El paciente 12. Jones, G.M.M. (1997). A review of Feil’s validation method for
communicating with and caring for dementia sufferers. Current
Opinion in Psychiatry, 10, 326–32.
Se ha de asegurar que las necesidades de cada paciente sean 13. American Psychiatric Association (1997). Practice guidelines for the
valoradas por un especialista apropiado. Una buena coordina- treatment of patient’s with Alzheimer’s disease and other dementias
ción con el médico general es, obviamente, esencial. La vigi- of late life. American Journal of Psychiatry, 154 (Supplement 5), 1–39.
14. Ruff, R., Mahaffey, R., Engel, J., Farrow, C., Cox, D., and Katzmark,
lancia es importante: el médico tiene que estar constantemen- P. (1994). Efficacy of THINKable in the attention and memory
te alerta sobre la posibilidad de un cambio conductual, que retraining of traumatically head-injured patients. Brain Injury, 8, 3–14.
puede ser debido a una mala visión o audición, dolor o infec- 15. Wood, R.Ll. and Fussey, I. (1987). Computer-based cognitive
retraining: a controlled study. International Disability Studies, 9, 149–53.
ción u otro problema médico. Es apropiado arbitrar los medios 16. Chen, S.H., Thomas, J.D., Glueckauf, R.L., and Bracy, O.L. (1997).
para realizar periódicamente un examen de salud general, que The effectiveness of computer-assisted cognitive rehabilitation for
incluya revisión dental, fondo de ojos y examen de audición. persons with traumatic brain injury. Brain Injury, 22, 197–209.
La discusión de los casos, particularmente si el paciente 17. Wehman, P., Sherron, P., Kregel, J., Kreutzer, J., Tran, S., and Cifu,
D. (1993). Return to work for persons following severe traumatic
está viviendo en la comunidad, es necesaria para asegurarse brain injury. Supported employment outcomes after five years.
de que todos los que intervienen saben lo que se está ha- American Journal of Physical Medicine and Rehabilitation, 72, 355–63.
ciendo y para identificar las necesidades. Estas sesiones faci- 18. Rogers, S.L., Farlow, M.R., Doody, R.S., Mohs, R., and Friedhoff,
litarán la coordinación con servicios sociales que, al menos L.T. (1998). A 24-week, double-blind, placebo-controlled trial of
donepezil in patients with Alzheimer’s disease. Neurology, 50, 136–45.
en el Reino Unido, tienen un papel importante en el mane- 19. Standing Medical Advisory Committee (1998). The use of donepezil for
jo de casos y posibilitarán que se realice una valoración co- Alzheimer’s disease. Department of Health/Pfizer, London.
munitaria. 20. Rosler, M., Anand, R., Cicin-Sain, A., et al. (1999). Efficacy and safety
of rivastigmine in patients with Alzheimer’s disease: international
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4.1.14. TRATAMIENTO DE LAS DEMENCIAS 559

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Trastornos mentales
4.2 y del comportamiento debidos
al consumo de sustancias psicotropas

4.2.1 Aspectos psicológicos puede conducir a intervenciones eficaces. Por ejemplo, mu-
chos alcohólicos apuntarán a la ansiedad como su motivo
y farmacológicos del abuso para beber (1); en efecto, la ansiedad social es una de las cau-
de drogas sas más comunes de alcoholismo en varones jóvenes (2). Si
ésta puede ser tratada (p. ej., con inhibidores selectivos de la
David J. Nutt y Fergus D. Law recaptación de serotonina, ISRS), en muchos casos podrán
hacerse abstinentes o incluso beber de forma normal. La an-
siedad social también es una razón común para el uso de es-
El abuso de drogas, el mal uso y la adicción son asuntos timulantes por parte de los jóvenes. Otro trastorno psiquiá-
de máxima importancia en nuestra sociedad, debido a sus trico asociado al abuso de drogas es la depresión, pues es muy
enormes costes económicos, personales y sociales. Estas cues- probable que conduzca a la ingestión excesiva de alcohol. Es
tiones también tienen componentes psiquiátricos importan- entonces cuando se desarrolla un círculo vicioso, ya que tan-
tes. Muchos programas de tratamiento de adicciones son lle- to el alcohol como la abstinencia de alcohol son depresóge-
vados a cabo por psiquiatras y los datos disponibles apoyan nos. El alcohol es también uno de los factores de riesgo más
claramente la noción de que una proporción importante de importantes para el suicidio. Existe un incremento del uso de
toxicómanos graves están mentalmente enfermos. Además, el estimulantes y Cannabis por parte de pacientes esquizofréni-
abuso de drogas se está haciendo más frecuente en pacientes cos. Esto refleja, en parte, la conducta de su grupo de amigos,
con otros trastornos psiquiátricos, lo cual puede conducir a pero el uso de estimulantes también puede ser debido, por
problemas en el tratamiento y a un peor pronóstico. Por lo otro lado, al hecho de que así pueden contrarrestar algunos
tanto, es esencial que todos los psiquiatras y profesionales de de los aspectos más negativos del tratamiento neuroléptico,
la salud tengan una buena comprensión de la base del abuso especialmente la pérdida de impulso y motivación. Como am-
de sustancias psicotropas. bos tipos de drogas pueden empeorar el trastorno psicótico,
tratar el abuso de drogas en este grupo es una prioridad.
Otros factores que afectan al uso de drogas pueden ser
■ ¿Por qué toma drogas la gente? menos susceptibles de intervención psiquiátrica, como la pre-
sión de los amigos u otras personas. Por ejemplo, las mujeres
Una falsa idea muy frecuente es que el abuso de drogas es adictas a los opiáceos tienen a menudo una pareja que tam-
simplemente una búsqueda de diversión. En realidad, las per- bién consume drogas o incluso negocia con ellas. Tras el
sonas toman drogas por muchas más razones que conseguir abandono de las drogas, es casi seguro que se produzca una
la «iluminación» o «colocarse». De hecho, los estudios mues- recaída si continúan viviendo con este compañero. Otro mo-
tran que la búsqueda del placer fácil es la razón primaria para tivo para el consumo de drogas es reducir el dolor o el abu-
la iniciación en el consumo de drogas en menos del 20 % de rrimiento, siendo el último una razón común que expresan
individuos. Aunque el arrebato de dicha es el efecto placen- los jóvenes menos favorecidos que viven en áreas con alto ín-
tero más obvio, muchas personas afirman utilizar drogas para dice de desempleo y baja calidad medioambiental, como ba-
sentirse plácidamente entumecidos, agradablemente soñolien- rrios céntricos o urbanizaciones de la periferia.
tos o llenos de energía y confianza. Muchos otros buscan la Otra razón para el uso de drogas, generalmente de los psi-
euforia que experimentaron la primera vez, intentando siem- codélicos, es la búsqueda de significado o de experiencias
pre alcanzar la intensidad de sus experiencias iniciales. Otros místicas. Este uso, aunque no directamente relevante para la
incluso se automedican para combatir la ansiedad, las emo- psiquiatría, puede, sin embargo, precipitar episodios psicóti-
ciones fuertes como la ira, el dolor, el aburrimiento, la falta cos en individuos susceptibles y actuar como desencadenante
de motivación, la falta de autoconfianza y muchos otros es- para la esquizofrenia.
tados aversivos, incluido el aislamiento. Finalmente, es importante recordar que los motivos para
La principal razón para averiguar por qué se usan las dro- el consumo de drogas no son estáticos. Un adicto a los opiá-
gas es que, en muchos casos, la identificación de la causa ceos puede utilizar la misma dosis de heroína para funcio-
561
562 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

nar por la mañana, «culminar» una experiencia placentera Tabla I. Problemas potenciales del consumo de drogas
más tarde, manejar sentimientos de furia cuando éstos apa-
recen y facilitar el sueño por la noche. De manera similar, Ejemplos/efectos
durante el período vital de consumo de drogas diferentes Uso terapéutico
motivaciones pueden hacerse dominantes. Esto se aprecia Efectos adversos
claramente en personas que consumen opiáceos, para la ma- Interacciones de la droga
yoría de las cuales el primer contacto con la droga fue por Abstinencia Anticonvulsivantes/epilepsia
placer o escape. Con el paso de los meses, a medida que la Analgésicos/dolor
dependencia física se hace cada vez más notoria, el consu-
Abuso/consumo problemático
mo de drogas se convierte en algo motivado por la necesi- Ilegalidad Antecedentes penales;
dad de evitar los síntomas de abstinencia y sentirse normal estigmatización social
a cualquier precio. Intoxicación Daños físicos/sociales
Consumo regular excesivo Daños físicos/sociales

■ Uso y abuso de drogas Dependencia


Tolerancia Aumento de la dosis
Abstinencia Dependencia física
Es posible considerar la cuestión del abuso de drogas des- Urgencia de consumo/ Dependencia psicológica
de diferentes perspectivas, que van desde lo molecular y ge- no poder abstenerse
nético, a través de lo farmacológico, hasta lo psicológico y so- Craving/búsqueda de la droga La droga domina la vida
cial. Cada perspectiva tiene sus aportaciones y su importan- La droga se convierte en el objetivo Declive social/personal
cia, pero casi nadie duda de la necesidad de un enfoque inte- vital dominante
grado, ya que para la mayoría de drogas y la mayoría de so- Nuevas recaídas Ciclos de dependencia
ciedades, ninguna perspectiva por sí sola puede explicar todas
las formas conocidas del abuso de drogas. Sin embargo, para
los propósitos de este capítulo nos hemos concentrado en los que varía desde el suplemento fisiológico (como la insulina
puntos de vista psicológico y farmacológico (3). en la diabetes mellitus), hasta la dependencia grave a drogas
ilícitas como la heroína (tabla 1). Adicción es aún un térmi-
no útil si se reserva al conjunto de fenómenos que ocurren en
■ Consumo problemático, adicción, el extremo final del espectro de dependencia e incluye con-
dependencia y deseo (craving) ceptos como el declive personal y social, así como la toleran-
cia y los síntomas de abstinencia (v. DSM-IV y CIE-10).
Éstos son algunos de los términos más comúnmente uti- Otra área de confusión es la distinción entre dependencia
lizados en las discusiones sobre el abuso de drogas, pero, al física y psicológica, con sus matices dualísticos. En su con-
mismo tiempo, son también los más problemáticos. El con- cepción original, esta distinción fue útil, en tanto que enfati-
sumo de drogas en cualquier circunstancia, terapéutica o de zaba que la dependencia de drogas era algo más que una
otro tipo, puede ser asociado con problemas, aunque la na- mera adaptación física, manifestada por los síntomas de abs-
turaleza y medida de éstos varía (tabla 1). Los términos con- tinencia, ya que los procesos psicológicos, especialmente la
sumo problemático y mal uso suelen referirse al consumo de afición por las drogas, eran también importantes. Sin embar-
drogas (prescritas o no) para obtener placer sin tener en cuen- go, las drogas sin síndromes de abstinencia física obvios (p.ej.,
ta los peligros sociales o personales que conllevan. Por ejem- los estimulantes) también originaban cambios de abstinencia
plo, el mal uso de alcohol puede conducir a una conducta fisiológica, que clínicamente se manifiestan como síntomas
irresponsable mientras se está intoxicado y, si se prolonga, de abstinencia psicológica. Además, las nuevas técnicas de
puede provocar lesiones en el hígado, gástricas y en el siste- neuroimagen, como la tomografía por emisión de positrones
ma nervioso, sin necesidad de que el individuo sea adicto o (PET), la tomografía computarizada por emisión de fotón
dependiente. Otro ejemplo actual e importante de un consu- único (SPECT) y la imagen por resonancia magnética funcio-
mo de drogas regular y excesivo potencialmente problemáti- nal empiezan a revelar los circuitos cerebrales subyacentes a
co es el consumo de éxtasis, que puede resultar neurotóxico los efectos placenteros de las drogas, lo cual ha dado lugar a
en las dosis comúnmente utilizadas. un oscurecimiento de la diferenciación entre procesos psico-
Adicción es un término que llegó a ser tan mal utilizado lógicos y físicos. Por ejemplo, la lámina 13 muestra una PET
en el lenguaje popular y adquirió unas connotaciones tan pe- de heroinómanos en la cual las regiones cerebrales que pre-
yorativas, que hubo intentos de eliminarlo del léxico psiquiá- sentan un aumento del flujo sanguíneo activado por el cra-
trico en las dos últimas décadas. Desgraciadamente, la termi- ving de heroína se iluminan utilizando el radiotrazador oxí-
nología sustitutiva de dependencia, o síndrome por depen- geno-15. Estudios similares han encontrado las regiones cere-
dencia, ha sido devaluada de forma similar por el uso popu- brales implicadas en los efectos placenteros de los opiáceos y
lar, hasta el punto de estar casi desprovista de significado. Los los estimulantes (4). De este modo, existe una clara conver-
periodistas e incluso algunos «expertos» mencionan la depen- gencia en cuanto a los mecanismos, pero en cuanto a moda-
dencia a drogas como la cafeína en la misma medida que a la lidades de tratamiento persiste la distinción entre lo físico y
heroína. La realidad es que existe un espectro de dependencia lo psicológico.
4.2.1. ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y FARMACOLÓGICOS DEL ABUSO DE DROGAS 563

Craving es también un término ampliamente utilizado, opiáceos puede reducir alrededor de un tercio el malestar aso-
aunque aún poco definido. Comúnmente se utiliza para de- ciado a la abstinencia (12). Efectivamente, éste es el efecto de
signar un deseo fuerte y, en ocasiones, irresistible de consu- los factores psicológicos sobre el tratamiento de las adiccio-
mir una droga. La valencia emocional del craving no es nece- nes, por lo que existen pocas dudas acerca de que el trata-
sariamente placentera. El craving puede ser provocado con miento de las toxicomanías debe siempre combinarse con las
fiabilidad en situaciones de valencia negativa. Aparece con intervenciones psicológicas adecuadas.
frecuencia durante la abstinencia, cuando puede provocar
una recaída. El craving también puede presentarse en forma
de urgencia o deseo de consumir una droga aunque el indi- ■ Procesos psicológicos e implicaciones
viduo pueda estar negándose activamente a consumirla o re- en el tratamiento
sistiendo ante su presencia. La compleja interacción de los
procesos físicos y psicológicos encuentra un buen ejemplo en Uno de los modelos más influyentes en el tratamiento de
las respuestas físicas que puede producir el craving. Por ejem- las adicciones es el conocido modelo de los estadios del cam-
plo, cuando a los individuos opiáceo-dependientes se les en- bio (13, 14). El estadio del cambio en que una persona se en-
seña la parafernalia asociada al consumo de drogas, éstos pue- cuentra determina la aproximación terapéutica y el tipo de
den experimentar emociones desde la anticipación placentera tratamiento que se le puede ofrecer. Así, en el estadio de pre-
a la abstinencia precoz (temblores, lagrimeo de los ojos, dila- contemplación, en el que no hay reconocimiento de la nece-
tación pupilar, etc.). Cada una de estas experiencias puede sidad de tratamiento, no tiene sentido ofrecer una interven-
originar un deseo de consumir la droga, es decir, el craving. ción terapéutica intensiva. De manera similar, en el estadio
Los estudios con animales y con seres humanos han de- de contemplación, cuando se está evaluando la posibilidad de
mostrado que se produce un condicionamiento tanto a los as- recibir tratamiento, la intervención adecuada consiste en ayu-
pectos positivos como negativos del craving (5, 6). La tole- dar a la persona a aclarar sus ideas y construir su motivación
rancia es, en gran medida, una respuesta condicionada, parti- para el cambio, más que ofrecer un tratamiento activo. En
cularmente relacionada con el contexto ambiental en que la efecto, sólo en los estadios de decisión y acción debe ofre-
droga ha sido consumida (7). Así, un contexto ambiental fa- cerse y facilitarse activamente el tratamiento.
miliar al del consumo de la droga produce cambios fisiológi- Se ha comprobado que la técnica breve de consejo (coun-
cos en el cerebro en preparación para el efecto de dicha dro- selling) de la entrevista motivacional (15, 16) mejora de forma
ga, por lo que el efecto real del consumo de la droga es, así, eficaz el pronóstico y encaja bien con el modelo de los esta-
menos efectivo (es decir, hay mayor tolerancia). Sin embargo, dios del cambio. En los primeros estadios, la terapia se centra
en un contexto nuevo no se producen estos cambios prepa- en animar al paciente a reducir o eliminar su ambivalencia,
ratorios, por lo que una dosis estándar provocará un efecto que actúa como una barrera psicológica para el tratamiento.
más amplio y un resultado potencialmente fatal (8). Así, la le- En el contexto de una terapia centrada en el cliente, pero con
talidad de una droga es ampliamente dependiente del am- la atención puesta en la terapia, al paciente se le facilita el
biente en el cual es consumida. descubrir la solución a sus propios problemas por él mismo.
Se ha intentado identificar los subcomponentes del craving Esta aproximación, que consiste en aceptar el nivel de pensa-
mediante el uso de cuestionarios. El más conocido de ellos es miento actual del cliente (más que ofrecer soluciones hechas,
el paquete diseñado por Tiffany y cols. (9), que evalúa de for- confrontarlos o intentar persuadirlos de la solución), ha mos-
ma independiente los cinco subcomponentes principales del trado una eficacia sorprendente en los ensayos clínicos (17).
craving: ansia y deseo de consumir, intención y planificación La efectividad de esta técnica posibilitó una nueva compren-
del consumo, anticipación de los efectos positivos, anticipa- sión de la motivación, que es considerada como una estado
ción del alivio de la abstinencia o de los efectos negativos y más dinámico que estático, y que puede ser influida por la
pérdida de control sobre el consumo. Los estudios de neuroi- postura terapéutica.
magen en curso están empezando a proporcionar apoyo a este Otras terapias cognitivas también contribuyen de forma
enfoque multiproceso del craving, mostrando que agrupacio- importante al tratamiento. La prevención de recaídas implica
nes de síntomas individuales correlacionan con la activación o la enseñanza de estrategias cognitivas y conductuales para ma-
inhibición de diferentes regiones cerebrales. nejar situaciones de alto riesgo y estados mentales (18, 19).
También existen signos claros de que las cogniciones par- Otras técnicas cognitivo-conductuales, que incluyen la extin-
ticulares de los pacientes pueden ser importantes para el tra- ción de los condicionamientos, el manejo de contingencias,
tamiento, especialmente durante la abstinencia. Así como los técnicas de refuerzo en la comunidad (20) y, por supuesto, la
pacientes con trastorno de angustia presentan un alto grado terapia cognitiva de Beck (21), han sido aplicadas de forma
de sensibilidad y de ansiedad y cogniciones catastróficas rela- efectiva en el abuso de sustancias. En el reciente y amplio es-
cionadas, los pacientes toxicómanos pueden tener un gran tudio de tratamientos para el alcoholismo Proyecto MATCH
miedo al craving y otros síntomas de abstinencia en relación (Matching Alcoholism Treatments to Client Heterogenity) se
a cogniciones catastróficas asociadas. Este miedo a la desin- compararon tres tipos de tratamientos y se encontró que el
toxicación ha sido medido en adictos a los opiáceos y parece incremento de la motivación, la facilitación en 12 pasos y la
ser predictivo del pronóstico (10). Otras expectativas juegan terapia cognitivo-conductual eran igualmente eficaces en ge-
también un papel importante (11) y una explicación de 15- neral, aunque cada terapia destacó en determinados subgru-
30 minutos acerca de lo que implica la desintoxicación de pos (22, 23). Sobre la base de estos resultados, parece proba-
564 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

ble que las terapias específicas dirigidas a determinadas cues- decir, activa las células) y el aminoácido estrechamente rela-
tiones de importancia en pacientes adictos sean aproximada- cionado ácido γ-aminobutírico (GABA), que es inhibidor (es
mente igual de efectivas, pero aún no sabemos lo suficiente decir, desactiva las células). El equilibrio adecuado entre estos
como para asociar con confianza determinados subtipos de neurotransmisores permite que se lleven a cabo los procesos
pacientes con terapias específicas. cerebrales que subyacen a la acción, la sensación, el aprendi-
Otras técnicas, como el entrenamiento en autocontrol, los zaje y la memoria. Los transmisores secundarios son las mo-
grupos de autoayuda, la terapia familiar y de pareja, el entre- noaminas y los péptidos como la dopamina, la 5-hidroxitrip-
namiento en habilidades sociales y de afrontamiento, el ma- tamina, la noradrenalina (norepinefrina), la acetilcolina y los
nejo del estrés y la ansiedad, las técnicas aversivas y las estra- opiáceos endógenos. Éstos añaden los matices, la valencia y
tegias de intervención breve, también han mostrado ser efecti- la emoción a los procesos primarios, y algunos, como la no-
vas (24, 25), especialmente en el campo del alcoholismo. radrenalina, son importantes en la formación de la memoria.
Todas las «drogas» (probablemente hasta las sustancias disol-
ventes, a través de efectos indirectos) actúan interfiriendo a
■ Variables de personalidad estos neurotransmisores en las formas que se resumen en la
y genética de la adicción tabla 2 (30, 31). Sin embargo, es importante comprender que
el cerebro tiene sus propios neurotransmisores «adictivos».
El papel de la personalidad en la adicción es una cuestión Los más conocidos son los péptidos opiáceos endógenos,
primordial. Algunos autores creen en la existencia de una como las endorfinas y las encefalinas, pero también hay can-
«personalidad adictiva» y otros sugieren que diferentes tipos nabinoides endógenos (anandamida) y probablemente otros
de personalidad podrían predisponer a diferentes aspectos o (32). Aún no se sabe si estas sustancias endógenas son me-
formas del abuso de drogas (26, 27). En este campo tan polé- diadoras de la adicción al Cannabis o a otras drogas, aunque
mico, hay, sin embargo, algunos hechos en los que, en gene- ciertamente, esto sería posible.
ral, se está de acuerdo. Es más probable que exista predispo- Lo que está claro es que algunos de los agentes más adic-
sición a experimentar con drogas lícitas e ilícitas en personas tivos (especialmente los agonistas totales de los opiáceos
con rasgos de búsqueda de sensaciones o con comportamien- como la heroína y la morfina) actúan en los circuitos de los
to impulsivo, y en extravertidos más que en introvertidos. Sin neurotransmisores opiáceos endógenos, pero con un efecto
embargo, una vez que la drogodependencia se ha establecido, mucho mayor que el del transmisor natural. La gran habili-
será más difícil interrumpir el consumo para aquellas perso- dad de los opiáceos como la heroína para producir adicción
nas con características ansiosas, dependientes u obsesivas (28). se debe a que estas drogas toman posesión del sistema trans-
La genética del abuso de drogas está empezando a ser de- misor natural haciendo que los niveles normales de estimula-
sentrañada y estos estudios ya han arrojado algunas cuestio- ción parezcan muy bajos en comparación, sobre todo, al
nes importantes en relación con la personalidad. La depen- principio de la abstinencia. El tratamiento con agonistas par-
dencia mejor estudiada es la del alcohol, respecto a la cual los ciales de los opiáceos, como la buprenorfina, ofrecen la ven-
estudios de adopción escandinavos han encontrado que el taja de que son menos adictivos que la heroína, pero com-
riesgo de alcoholismo en hijos varones de padres varones al- pensan algo de la deficiencia cerebral del tono opiáceo. Tam-
cohólicos es el mismo, independientemente de si el niño ha bién tienen la ventaja de ser mucho más seguros que los ago-
sido criado por el padre alcohólico o por una familia adopti- nistas totales en sobredosis, y rara vez provocan la muerte por
va no bebedora. En función de estos datos, Cloninger (27) ha depresión respiratoria. Otras drogas, especialmente el alcohol,
identificado dos formas básicas de alcoholismo. El Tipo I es parecen actuar, en parte, estimulando de forma indirecta el
de inicio tardío, con baja heredabilidad y asociado a ansiedad sistema opiáceo endógeno, motivo por el cual los antagonis-
y estrés, en la que la bebida se utiliza para obtener un alivio, tas opiáceos como la naltrexona pueden ser útiles para el tra-
a menudo en forma de estados de embriaguez. En cambio, el tamiento (33).
alcoholismo Tipo II empieza en edades más tempranas con Otras drogas actúan en el transmisor estimulante natural
una ingesta regular fuerte y se asocia a rasgos de personalidad dopamina. Se sabe desde hace tiempo que la deficiencia de
antisocial y criminalidad. Esta forma está limitada a los varo- dopamina (p. ej., en la enfermedad de Parkinson) limita la
nes, se relaciona con el rasgo de impulsividad y puede aso- conducta motora. Las drogas estimulantes aumentan la ener-
ciarse a una hipofunción de los sistemas cerebrales de la 5-hi- gía y la resistencia, incrementado los niveles sinápticos de do-
droxitriptamina, ya que se han encontrado polimorfismos ge- pamina, ya sea mediante su liberación, o bien bloqueando su
néticos en los receptores y enzimas de la 5-hidroxitriptamina recaptación en los ganglios basales. Muchas drogas adictivas
en estas personas (29). también pueden incrementar la disponibilidad de dopamina
en otras regiones cerebrales, siendo las dos regiones más im-
portantes el núcleo accumbens y la corteza prefrontal (34). Un
■ ¿Cómo afectan las sustancias amplio cuerpo de pruebas apunta al núcleo accumbens como
de abuso al cerebro? una región crítica para el abuso de drogas. Casi todas las sus-
tancias de abuso (con la única excepción de las benzodiaze-
El cerebro funciona transmitiendo información entre las pinas) actúan incrementando la liberación de dopamina en
neuronas mediante neurotransmisores primarios. Los neuro- esta área. El cómo lo hacen varía: la cocaína y la nicotina ac-
transmisores primarios son el glutamato, que es excitador (es túan en los terminales dopaminérgicos, mientras que la he-
4.2.1. ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y FARMACOLÓGICOS DEL ABUSO DE DROGAS 565

Tabla 2. Drogas y transmisores

Tipo de droga Transmisor endógeno Implicaciones en el tratamiento

Miméticos de los transmisores naturales


Opiáceos Endorfinas/encefalinas Antagonistas (naltrexona), agonistas parciales (buprenorfina)
Cannabis Anandamida/otros Antagonistas
Alcohol GABA GABA moduladores?, acamprosato
Benzodiazepinas/barbitúricos GABA Agonistas parciales de las benzodiazepinas, antagonistas (flumazenilo)
Nicotina Acetilcolina Antagonistas (mecamilamina)

Transmisores liberadores
Cocaína (bupropión) Dopamina Otros bloqueadores de la recaptación
Antagonistas de receptores D2
Anfetaminas Dopamina Igual que la cocaína
Nicotina Dopamina Igual que la cocaína
Éxtasis 5-HT, dopamina Bloqueadores/antagonistas de la recaptación de 5-HT
Alcohol, solventes (?) NA/DA Bloqueadores de la recaptación de NA/DA

Transmisores bloqueadores
Alcohol Glutamato Moduladores del glutamato (acamprosato)
Barbitúricos Glutamato Moduladores del glutamato
LSD/Otros psicodélicos 5-HT Antagonistas

DA, dopamina; GABA, ácido γ-aminobutírico; 5-HT, 5-hidroxitriptamina; NA, noradrenalina.

roína y el alcohol activan los cuerpos celulares en el tronco lógicamente reforzadoras son. Efectivamente, la historia «far-
cerebral. El efecto en red es el incremento de la transmisión macéutica» de la mayoría de drogas de abuso ilustra el refi-
de dopamina fuera del núcleo accumbens, en los ganglios ba- namiento progresivo de su preparación, con el fin de acelerar
sales y el tálamo, la corteza frontal, la amígdala y el hipotála- su velocidad de entrada en el cerebro. Un buen ejemplo es la
mo (26, 30). cocaína. Los indios de los Andes la utilizaban originariamen-
Este circuito es el que Olds, en la década de 1950, de- te masticando la hoja de coca, que produce niveles bajos de
mostró que subyacía a la autoestimulación eléctrica, y es con- cocaína durante un determinado período de tiempo. Se ex-
siderado como el circuito cerebral de la autorrecompensa. perimenta un incremento del vigor y resistencia a la fatiga,
Éste es activado normalmente por reforzadores positivos, pero poco placer. A lo largo de los siglos, la cocaína se ha ido
como la comida, el agua y el sexo, que son críticos para la su- refinando, primero en pasta y después en polvo de hidroclo-
pervivencia. Debido a que las drogas de abuso producen efec- ruro de cocaína (nieve), que por vía nasal produce altos nive-
tos mayores que los reforzadores naturales, el resultado es que les en el cerebro en unos 5-10 minutos y un claro «cuelgue».
el cerebro desplaza sus impulsos normales desde los reforza- Un mayor refinamiento de la «base libre» de la cocaína da lu-
dores naturales hacia las más placenteras drogas. En las adic- gar a una forma más lipofílica (crack) que puede ser fumada,
ciones graves, que frecuentemente ocurren con los reforzado- dando como resultado una entrada al cerebro en cuestión de
res más poderosos (como la heroína y la cocaína), todos los segundos. El uso intravenoso de la droga sirve al mismo pro-
impulsos naturales pueden ser sometidos a una irresistible pósito de permitir que la droga llegue a la zona activa mucho
búsqueda y consumo de la droga. De este modo, los adictos más rápidamente (35).
pueden abandonar el sexo, el cuidado, la higiene y el trabajo, Un proceso similar de refinamiento farmacéutico para
dejar prácticamente de comer o beber e ignorar los problemas acelerar la entrada al cerebro se ha llevado a cabo con los
de salud. opiáceos. Fumar opio es un método razonablemente rápido
de liberación de morfina y sustancias relacionadas, pero en
bajas cantidades. El refinamiento del opio en sus componen-
■ Métodos de administración tes activos (p. ej., la morfina) implica que dosis mayores serán
y riesgos de la adicción ingeridas más fácilmente. Sin embargo, la morfina cruza la
barrera hematoencefálica de forma relativamente lenta y, por
El abuso de drogas, además del impacto que producen en lo tanto, ha sido ampliamente suplantada por opiáceos como
aspectos sociales de la vida, puede originar problemas médi- la heroína, que la cruzan más rápidamente. La heroína es un
cos significativos. Los peligros del abuso de drogas se relacio- derivado sintético diacetilado de la morfina más lipofílico, lo
nan con dos factores principales: el método de administra- cual significa que es capaz de entrar en el cerebro más rápi-
ción de la droga y los efectos que ésta tiene en el cerebro fue- damente y proporcionar un mejor arrebato de euforia. Cu-
ra del circuito de refuerzo. riosamente, la forma activa de la heroína es la morfina; la he-
La mayoría de las drogas de abuso, cuanto más rápido al- roína tiene que ser diacetilada antes de poder actuar, lo cual
canzan su zona diana en el cerebro, más gustan y más psico- prueba que las diferencias farmacocinéticas son la variable crí-
566 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tica en la preferencia por los opiáceos. De manera similar, la • Riesgo relacionado con el método de administración.
codeína también permanece inactiva hasta que es metaboli- • Riesgo de la droga en sí misma.
zada en morfina, pero debido a que esto ocurre muy lenta- • En qué medida la droga controla el comportamiento (po-
mente, presenta menor potencial de abuso que la morfina. tencial adictivo).
El abuso de las benzodiazepinas fue relativamente poco • Facilidad para detener el consumo.
frecuente hasta el advenimiento de las cápsulas rellenas de gel
de temazepam. Éstas proporcionaban a los consumidores ex- Ya se han comentado los riesgos ocasionados por la vía
perimentados de opiáceos intravenosos una cómoda fuente de administración (v. antes). Los riesgos de las drogas en sí
de droga concentrada, con la que empezaron a experimentar mismas son determinados por pruebas estandarizadas y por la
a finales de la década de 1980. En un intento por detener experiencia clínica, y pueden ser englobados en conceptos
esto, la droga fue reformulada en cera. Desconcertados por como el de índice terapéutico: la ratio de dosis tóxica respec-
este cambio, los consumidores empezaron a calentar las ta- to a la dosis terapéutica (o habitual). La ratio es muy baja para
bletas hasta que se deshacían y entonces se inyectaban la so- la heroína y opiáceos similares, la cocaína, especialmente el
lución caliente en las venas (hot lining). A temperatura corpo- crack, el temazepam intravenoso y el éxtasis oral. Es bastante
ral, la cera se solidificaba y tendía a bloquear las venas y ar- alta, por el contrario, para los psicodélicos, el Cannabis, las
terias (con inyecciones equivocadas) a las cuales era adminis- benzodiazepinas y los estimulantes consumidos por vía oral,
trada. Algunas veces esto producía una isquemia grave que como las anfetaminas. Es importante tener en cuenta las
provocaba gangrena y la pérdida de la extremidad. Debido a complicaciones de salud ocasionadas por el consumo a largo
que el temazepam no posee ventajas terapéuticas sobre otras plazo, lo cual, en términos generales, refleja el índice tera-
benzodiazepinas con mucho menos potencial de abuso, esta péutico. Una excepción a esto son lo opiáceos que, siendo
droga ha sido puesta bajo un mayor control con la finalidad administrados con esterilización, se cree que tienen pocos
de evitar su prescripción. efectos perjudiciales, incluso si son utilizados de forma cró-
Al igual que afecta a la acción relativamente reforzadora nica e intravenosa. El consumo crónico de cocaína puede
de las drogas de abuso, la velocidad de entrada al cerebro tam- producir problemas cardíacos y el fumar mucho Cannabis in-
bién contribuye al riesgo. Una entrada muy rápida de la dro- duce cambios precancerosos del mismo modo que el fumar
ga hace que los ajustes de la dosis sean difíciles o imposibles tabaco, así como mayores niveles de bronquitis crónica.
y, por lo tanto, predispone a la sobredosis. Esto es más obvio El grado de control que la droga ejerce sobre el compor-
para el uso intravenoso de opiáceos, en el que la depresión res- tamiento es un factor muy importante en las drogodepen-
piratoria es la principal causa de muerte, pero es menos co- dencias y es el concepto más cercano al de potencial adicti-
mún con los opiáceos fumados, ya que la ingestión puede ser vo. Aunque la vía de administración es otra variable crítica,
más fácilmente controlada en función del efecto deseado. podemos hacer algunas generalizaciones razonables. Los opiá-
La vía de administración también afecta al riesgo, sobre ceos duros y la cocaína son los más adictivos, junto con la ni-
todo al de infección por consumo intravenoso, especialmen- cotina. Las benzodiazepinas, el éxtasis y los psicodélicos son
te cuando las jeringuillas no son desinfectadas o son compar- los menos adictivos, incluso significativamente menos adicti-
tidas. La mayoría de consumidores intravenosos actuales dan vos que el alcohol.
positivo para la hepatitis C, por lo que podemos esperar que Existen tres factores principales que contribuyen a que
la cirrosis se convierta en la principal causa de su muerte en las drogas tomen el control sobre el comportamiento, y to-
la próxima década. Esto también plantea cuestiones éticas y dos ellos afectan a la facilidad con que el consumo de la
económicas: el tratamiento con interferón reduce significati- droga puede ser detenido. El primero es el placer que pro-
vamente la progresión de la enfermedad, pero es costoso y su duce la droga, la motivación positiva para el consumo (bús-
uso sistemático en toxicómanos sería muy caro y probable- queda y recepción del placer). Los otros implican el dolor
mente provocaría malestar público. Las otras principales in- de la abstinencia —retirada tanto en términos físicos como
fecciones son la hepatitis B y el SIDA. El alarmante aumento psicológicos—, que conduce al consumo de la droga para
del SIDA entre los toxicómanos, en los que se propaga más aliviarlo (huida del malestar). El patrón de consumo de la
rápido que en cualquier otro grupo, fue el principal propul- droga durante el período de adicción generalmente empieza
sor de que el enfoque de reducción del daño se convirtiese en con la búsqueda de placer y progresivamente va convirtién-
la estrategia de tratamiento de la década de 1990. Se com- dose en evitación del malestar de la abstinencia, a medida
probó que los programas de intercambio de jeringuillas y la que se desarrollan los procesos neuroadaptativos. En este
mayor disponibilidad de metadona redujeron la expansión contexto, podría pensarse que el malestar de la abstinencia
del SIDA, por lo que se han convertido en la piedra angular se limita sobre todo a síntomas claramente físicos, es decir,
del tratamiento en muchos países. a los síntomas autonómicos indicadores de dependencia fí-
sica. No obstante, en términos de potencial adictivo, la abs-
tinencia psicológica puede ser más importante que la absti-
■ Riesgos relativos de las drogas de abuso nencia física. Las personas dependientes de opiáceos por ra-
zones médicas, aunque físicamente dependientes, experi-
Éste es un tema crítico, en cuanto implica aspectos mentan poco craving y riesgo de recaída una vez desintoxi-
médicos y legales en el abuso de drogas. Existen cuatro fac- cados, siempre que la razón por la que tomaban opiáceos se
tores que debe considerarse al determinar el riesgo relativo: haya resuelto. La facilidad para detener el consumo de dro-
4.2.1. ASPECTOS PSICOLÓGICOS Y FARMACOLÓGICOS DEL ABUSO DE DROGAS 567

Tabla 3. Potencial adictivo de diferentes agentes (1992). Relation of detoxification fear to methadone maintenance
outcome: 5-year follow-up. Psychology of Addictive Behaviors, 6,
Problemas Problemas 41–6.
Placer de abstinencia de abstinencia 11. Phillips, G.T., Gossop, M., and Bradley, B. (1986). The influence of
proporcionado física psicológica psychological factors on the opiate withdrawal syndrome. British
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Opiáceos +++ +++ +++ opiate withdrawal syndrome. British Journal of Addiction, 83, 305–9.
Anfetaminas ++ + ++ 13. Prochaska, J.O. and DiClemente, C. (1983). Stages and processes of
Crack/cocaína +++ ++ +++ self-change of smoking: towards a more integrative model of change.
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Barbitúricos ++ +++ ++ 14. Prochaska, J.O. (ed.) (1994). Changing for good. Avon Books, New
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Éxtasis ++ + 0 15. Rollnick, S. and Miller, W.R. (1995). What is motivational
Psicodélicos ++ + 0 interviewing? Behavioural and Cognitive Psychotherapy, 23, 325–34.
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Cigarrillos +++ + +++ preparing people to change addictive behaviour. Guilford Press, New
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Juego ++ 0 ++ 18. Marlatt, G.A. and Gordon, J.R. (ed.) (1985). Relapse prevention:
maintenance strategies in the treatment of addictive behaviors. Guilford
0, ninguno; +, leve; ++, moderado; +++, elevado. Press, New York.
19. Wanigaratne, S., Wallace, W., Pullin, J., Keaney, F., and Farmer, R.
(ed.) (1990). Relapse prevention for addictive behaviours: a manual for
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gas, por lo tanto, depende tanto de los síntomas de absti- 20. Stitzer, M.L. and Higgins, S.T. (1995). Behavioral treatment of drug
nencia física y psicológica, como de la habilidad de la dro- and alcohol abuse. In Psychopharmacology: the fourth generation of
ga para administrar refuerzo positivo. progress (ed. F.E. Bloom and D.J. Kupfer), pp. 1807–19. Raven Press,
New York.
Es posible proporcionar guías aproximadas de estos tres 21. Beck, A.T., Wright, F.D., Newman, C.F., and Liese, B.S. (ed.) (1993).
procesos para cada droga, con la finalidad de que el potencial Cognitive therapy of substance abuse. Guilford Press, New York.
adictivo general pueda ser calibrado (tabla 3). Para terminar, 22. Project MATCH Research Group (1997). Matching alcoholism
se ha demostrado que el consumo de las principales drogas lí- treatments to client heterogenity: Project MATCH postreatment
drinking outcomes. Journal of Studies on Alcohol, 58, 7–29.
citas también provoca comportamientos altamente motiva- 23. Project MATCH Research Group (1997). Project MATCH secondary
dos, como estados de adicción/dependencia, como puede ser a priori hypotheses. Addiction, 92, 1671–98.
el juego patológico. 24. Miller, W.R., Brown, J.M., Simpson, T.L., et al. (1995). What works?
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10. Schumacher, J.E., Milby, J.B., Fishman, B.E., and Higgins, N. Oxford University
568 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.2.2.Trastornos por consumo desarrollan estos trastornos clínicos. De hecho, se ha mostra-


do que los bebedores que limitan su promedio de consumo
de alcohol a no más de 2 unidades estándar por día pueden derivar al-
gunos beneficios saludables del alcohol, tales como un riesgo
menor de una enfermedad coronaria (4). Los cuestionarios de
4.2.2.1 Etiología discriminación, tales como el CAGE, un instrumento de cua-
tro ítems que considera la probabilidad de alcoholismo, iden-
de los problemas de alcohol tifican a alrededor del 20 % de la población adulta como pro-
bables abusadores de alcohol. Mediante procedimientos más
Juan C. Negrete estrictos, que aplican criterios diagnósticos detallados, obtu-
vieron tasas de prevalencia entre 5,4 y 7,4 %, en función de
la naturaleza del trastorno clínico evaluado: estrictamente de-
■ Introducción pendencia del alcohol o cualquier forma de consumo perju-
dicial (es decir, además de la dependencia del alcohol, abuso
El alcohol es una de las sustancias psicoactivas cuyo con- de él). Las cifras representan los porcentajes de la población
sumo está más extendido; aproximadamente 8 de cada 10 per- total; los porcentajes para los varones son cerca del doble de
sonas que viven en Europa y en América refieren haber con- los de las mujeres.
sumido alcohol a lo largo de su vida (1). La norma es iniciar El alcohol puede usarse en una forma relativamente menos
el consumo en la adolescencia: cerca de un 50 % de los estu- dañina, y existen guías de salud pública sobre prácticas de con-
diantes americanos han tenido experiencias de consumo de al- sumo de alcohol «seguras». Las recomendaciones varían consi-
cohol a la edad de 13 años y el índice se incrementa a 81,7 % derablemente de un país a otro, pero todos suponen una ma-
a la edad de 17 años (2). En Canadá, el 78 % de las personas yor vulnerabilidad de los efectos del alcohol en el género fe-
de 15 años o más son actualmente consumidores de alcohol, menino. En Inglaterra, por el momento, se considera consumo
el 12 % de los varones y el 3 % de las mujeres entran en la ca- de riesgo a partir de 21 unidades/semana para los varones y 16
tegoría de bebedores de riesgo (es decir, 14 unidades por se- unidades/semana para las mujeres (5); en Canadá el límite más
mana o más). Éste es el nivel de consumo asociado con una elevado para los bebedores moderados se estima en 14 y 12
elevada probabilidad de consecuencias adversas. Se observan unidades/semana respectivamente (6) y en Estados Unidos los
elevadas frecuencias en el consumo (p. ej., cuatro o más veces límites son de 14 y 7 consumisiones por semana (7).
por semana) en grupos de mayor edad, mientras que los be- La expresión de «problemas por consumo de alcohol»
bedores excesivos ocasionales (5 unidades o más) se encuen- abarca un amplio conjunto de acontecimientos adversos, des-
tran con más frecuencia entre los menores de 35 años (3). de comportamientos sociales inadaptados, disfuncionales o
Los datos que se presentan en la tabla 1 provienen de una perjudiciales, hasta complicaciones en la salud y dependencia
selección aleatoria de entrevistas a la población general sobre del alcohol. Los problemas por el alcohol no sólo se produ-
el abuso del alcohol y dependencia alcohólica, llevadas a cen en bebedores crónicos excesivos, sino también en perso-
cabo en cuatro países diferentes. El registro conseguido indi- nas que beben excesivamente en ocasiones aisladas (p. ej., ac-
ca que la mayor proporción de consumidores de alcohol no cidentes, violencia, envenenamiento, etc.). Dada la alta fre-

Tabla I. Prevalencia del abuso de alcohol


Índices (%)

Sitio/criterio Año Muestra Hombres Mujeres Total

EE.UU./CIE-10 1990 Población general: >18 años 7,8 3,4 5,4


Dependencia de alcohol
EE.UU./DSM-IV 1992 Población general: >18 años 11,0 4,1 7,4
Abuso de alcohol y dependencia
Nueva Zelanda 1988 Población general: 14-16 años 9,0 6,0 7,5
Pregunta:
¿Sintió la necesidad de parar pero fue incapaz?
Austria/CAGE 1995-1996 Población general: adultos
Puntuación ≥ 2 — — 20,0
Puntuación = 4 — — 2,2
Inglaterra/CAGE 1993-1994 Bebedores adultos excesivos
Puntuación ≥ 2 (V: > 21 unidades; 19,0 16,0 —
Pregunta (beber por la mañana) M: >14 unidades semana) 15,0 10,0 —
4.2.2.1. ETIOLOGÍA DE LOS PROBLEMAS DE ALCOHOL 569

cuencia y los costos sociales, estas consecuencias de embria- el modelo de enfermedad del alcoholismo. La primera es de
guez aguda representan el problema más significativo que la desarrollo relativamente reciente, desde la década de 1970 (9).
bebida ocasiona a la salud pública (8) (fig. 1). Este capítulo se Sostiene que el abuso de alcohol es una conducta adquirida
centra más en las causas de los problemas de naturaleza clí- que el individuo puede corregir con un adecuado entrena-
nica, como el que presentan los individuos que se involucran miento cognitivo-conductual, incluso hasta el punto de
en patrones repetidos de consumo excesivo, es decir, «depen- aprender a beber de forma «controlada» (10). Por lo tanto, el
dencia del alcohol» y «abuso de alcohol» (nomenclatura modelo de aprendizaje tiende a dar poca importancia a los
DSM-IV) o «consumo perjudicial» (nomenclatura CIE-10). factores de predisposición, y a ignorar la variabilidad indivi-
El abuso de alcohol es un fenómeno biopsicosocial par dual en las respuestas biológicas al alcohol, o los daños cere-
excellence, resultado de la contribución de múltiples factores brales causados por intoxicación crónica. De hecho, se supo-
de riesgo individuales y ambientales. Los mecanismos causa- ne que todos los alcohólicos son básicamente iguales y que
les propuestos por los investigadores pertenecen a campos tan no son diferentes de ningún otro bebedor en su capacidad de
diversos como las ciencias sociales, la psicología comporta- ejercer control sobre el consumo de alcohol.
mental, la psicopatología, la genética, la farmacología, la to- En acentuado contraste conceptual, la incapacidad para
xicología y la neurobiología. Pero ninguno de ellos, de forma restringir la cantidad o la frecuencia del consumo es una no-
aislada, proporciona una explicación completa de la aparición ción clave en el modelo «médico» del alcoholismo (el alco-
de este problema. Es una descripción de las interacciones que holismo como enfermedad) (11). Se piensa que esta anomalía
supuestamente desempeñan un papel en la génesis del alco- es resultado de una exposición excesiva al alcohol o que tam-
holismo. Se identifica al consumo excesivo como el compo- bién preexiste en individuos constitucionalmente vulnerables.
nente sine qua non en la ecuación. Las condiciones sociocul- Este modelo también sugiere que, una vez que se establece la
turales conducen, muchas veces, al consumo excesivo, pero pérdida de control sobre el consumo, esta falta de control es
éste puede resultar también de predisposiciones individuales, irreversible.
de naturaleza genética, neurofisiológica o psicopatológica. Actualmente, las teorías del aprendizaje se oponen al con-
Por lo general, es la combinación de varios factores lo que de- cepto de enfermedad, con fundamentos científicos. Los argu-
termina el desarrollo de una dependencia del alcohol o la mentos modernos son la continuación de viejos debates ide-
aparición de conductas perjudiciales de consumo en un indi- ológicos sobre la naturaleza del alcoholismo. Algunos médi-
viduo. cos pioneros, como T. Trotter a principios de 1800, Magnus
Huss, quien acuñó el término alcoholismo en 1849, y los fun-
dadores de la American and British Societies for the Study of
Antecedentes de los conceptos actuales Inebriety establecieron a fines del siglo XIX que el trastorno
sobre el alcoholismo implica la pérdida del control voluntario sobre el consumo
(12). Ésta aún sigue siendo la opinión de un importante sec-
Dos escuelas muy diferentes de pensamiento han logrado, tor de la comunidad científica (13). Los moralistas de princi-
hasta el momento, la mayor adhesión: el aprendizaje social y pios del siglo XX se opusieron a esa noción porque eximía al
bebedor de su propia culpa. Por supuesto, consideraron cual-
quier forma de consumo como intrínsecamente errónea y el
alcohol como un demonio que debía ser eliminado median-
Vulnerabilidad Influencias te su prohibición.
individual/familiar socioculturales Los líderes del movimiento de la «antipsiquiatría» en la
década de 1960, consideraban que la entidad de esta enferme-
dad no era más que una invención al servicio de la profesión
Personalidad/ médica (11). De acuerdo con estos ideólogos, los alcohólicos
• Necesidad Características
psicopatológicas
son siempre capaces de elegir beber o no, y deben asumir toda
imperiosa CONSUMO
de beber EXCESIVO Aprendizaje la responsabilidad por su comportamiento. Así, negando la
• Neuroadaptación DE ALCOHOL social existencia de un proceso patológico, los que se adhieren al
al etanol modelo de aprendizaje social defienden hoy las mismas ideas
que los viejos predicadores y los detractores de la psiquiatría.
Embriaguez Este capítulo es un resumen ecléctico de las teorías etio-
Efectos sobre la lógicas sobre el alcoholismo, la mayoría de las cuales tratan la
salud adversos dependencia del alcohol en términos de salud-enfermedad.
• Trauma
• Violencia

Deterioro del


Negligencia
Problemas
■ Factores socioculturales
Dependencia rendimiento sociales
del alcohol Discapacidad Es un hecho indiscutible que la prevalencia de los pro-
Mortalidad precoz blemas del alcohol varía según los diferentes escenarios cul-
turales y sociales y que ciertas condiciones medioambientales
Figura I. Causalidad de los problemas con el alcohol. parecen facilitar la aparición de estos problemas mientras que
570 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

otros parecen evitarlos (14). Los principales factores macro- tes tradiciones en el consumo de alcohol. Por el contrario, en
culturales que determinan la manera de consumir alcohol en culturas «sobrias», donde la embriaguez o el solo hecho de
las sociedades humanas son: valores, creencias, y costumbres; beber son vistos como comportamientos anómalos, los abu-
funciones de los roles sociales, economía local; costumbres y sadores de alcohol tienden a ser los individuos más «anorma-
hábitos alimentarios; cambios sociales rápidos. Pero, aun den- les», capaces de ignorar las fuertes barreras sociales en contra
tro de una sociedad uniforme, hay variaciones en el perfil de del consumo de alcohol (12).
los problemas de alcohol de diferentes subgrupos. Por ejem-
plo, el consumo de alcohol, el consumo excesivo de alcohol,
los trastornos por uso de alcohol y los tratamiento por alco- ■ Vulnerabilidad individual
holismo se registran con más frecuencia en varones que en
mujeres (1); el riesgo de un ingreso hospitalario por psicosis Influencias genéticas
alcohólica, intoxicación aguda y cirrosis hepática es más ele-
vado en trabajadores no cualificados y trabajadores de clase El factor predictivo más poderoso del abuso de alcohol
obrera que en las categorías ocupacionales más altas (15); se en cualquier individuo es la existencia de alcoholismo en fa-
observa mayor número de alcohólicos en ocupaciones con miliares de primer grado. Hombres y mujeres pertenecientes
horarios de trabajo flexibles, menos supervisados y en traba- a familias con padres y/o hermanos alcohólicos tienen el do-
jos en los que se facilita el acceso al alcohol (16); finalmente, ble de probabilidades de desarrollar el trastorno que aquellos
aunque hay una gran proporción de consumidores regulares que no tienen antecedentes familiares de alcoholismo. El ries-
de alcohol entre las personas de mayor edad, la gente aco- go se triplica cuando el trastorno se presenta también en fa-
modada y con mejor educación, la frecuencia de consumo ex- miliares de 2.o y 3.er grado (20). Un análisis más minucioso
cesivo (es decir, episodios de intoxicación, cinco o más con- demuestra que la agregación familiar también ocurre para
sumiciones en cada ocasión) está inversamente relacionada otras sustancias adictivas, además del alcohol (21). La proba-
con la edad, los ingresos y el nivel de educación (3, 17). bilidad excesiva observada entre grupos de familias de her-
Las creencias culturales con respecto al consumo y las manos sugiere que el abuso de alcohol podría ser una con-
normas sociales relacionadas determinan, en gran parte, la ducta genéticamente transmitida, y se han realizado estudios
forma en que se consume el alcohol. Los trastornos del com- con diferentes enfoques, para investigar esta vía etiológica.
portamiento y los episodios de violencia por consumo de al-
cohol tienen más probabilidades de ocurrir en sociedades que
Estudios de gemelos
al mismo tiempo que permiten el alcohol, lo consideran una
sustancia dañina (18). Similares consecuencias pueden espe- La comparación de los índices de concordancia para el al-
rarse si la sociedad tolera o disculpa los comportamientos so- coholismo en gemelos monocigóticos y dicigóticos permite
ciales inaceptables y considera a la embriaguez meramente examinar las bases genéticas del trastorno. Dado que los ge-
como una «pérdida de tiempo» (19). De hecho, se considera melos monocigóticos tienen en común la misma carga gené-
que la tolerancia social de la embriaguez es un factor epide- tica, mientras que los dicigóticos comparten solamente un
miológico de riesgo (14). promedio del 50 % de sus genes, la concordancia de una afec-
La gran disponibilidad de alcohol y la promoción social ción de origen genético debe ser mayor en los gemelos mo-
de un consumo frecuente o excesivo de alcohol son ejemplos nocigóticos que en los dicigóticos. La mayoría de los estu-
del riesgo social. Pero la facilitación medioambiental per se no dios, hasta hoy en día, han encontrado una concordancia
explica la génesis de la dependencia del alcohol en determi- muy significativa en gemelos idénticos, aunque los índices
nados individuos. El trastorno se entiende mejor como el re- nunca alcanzan el nivel del 100 % perfecto.
sultado de la presión social y la vulnerabilidad individual. Sin Utilizando los índices de prevalencia en la población ge-
embargo, la predisposición individual probablemente juega neral como referencia, tener un hermano alcohólico monoci-
un papel menor en sociedades de abundantes recursos y fuer- gótico incrementa de forma marcada las posibilidades de desa-
rrollar alcoholismo; se ha encontrado que el índice de riesgo
oscila entre 11,8 y 3,9 (22). El hermano gemelo dicigótico de
un alcohólico también presenta un elevado índice de riesgo,
pero en un menor grado, lo que es coherente con su bajo ín-
Cuadro 1 dice de concordancia (22). Los primeros estudios fueron rea-
lizados sólo con gemelos masculinos, y la aplicación de los
Factores de riesgo socioculturales descubrimientos a hermanas mujeres fue de dudosa fiabili-
• Rol masculino • Ambivalencia cultural dad. Sin embargo, datos más recientes de una gran muestra
hacia el consumo de mujeres gemelas indica una fuerte influencia genética en el
• Escasa instrucción
• Ingresos bajos • Profecía autocumplida alcoholismo en mujeres (23).

• Ruptura marital
• Tolerancia social a la A pesar de la trascendencia de estas observaciones, se
embriaguez debe tener en cuenta que entre el 40 y el 70 % de las per-
• Ciertas ocupaciones • Anomia/marginación sonas con un gemelo monocigoto alcohólico no presenta-
• Ociosidad • Estrés social ban el trastorno y tal varianza sólo puede deberse a causas
no genéticas.
4.2.2.1. ETIOLOGÍA DE LOS PROBLEMAS DE ALCOHOL 571

Estudios de adopción Los descubrimientos de investigaciones relacionadas indi-


can que los varones con una historia familiar multigeneracio-
El estudio de niños adoptados provenientes de padres al- nal de alcoholismo tienden a encontrar un gran efecto ansio-
cohólicos es una aproximación útil para aclarar la naturaleza lítico en el alcohol. Bajo condiciones experimentales, y des-
de la transmisión familiar del alcoholismo. Por supuesto, una pués de beber alcohol hasta una dosis intoxicante, la respues-
vulnerabilidad genética debe expresarse por sí misma, aun ta cardiovascular al estrés agudo es más atenuada que los con-
cuando los niños sean criados por padres no alcohólicos. To- troles (27). De esta forma, puede esperarse que el aumento de
dos los estudios de adopción informan de modo constante los efectos refuerce el consumo excesivo.
un riesgo incrementado en estos descendientes, independien-
temente del ambiente familiar donde hayan crecido. La pro-
babilidad de la aparición de los casos es mucho más alta que
Marcadores bioquímicos
en los controles de niños adoptados. Esto se demostró en En promedio, los alcohólicos tienen niveles más bajos de
muestras con daneses (proporción de riesgo 3,6), suecos (pro- lo normal de serotonina en las plaquetas y del metabolito áci-
porción de riesgo 1,3), y americanos (proporción de riesgo 3,5 do 5-hidroxiindolacético en el líquido cefalorraquídeo; esto
y 3,6) (22). Como en el caso de los estudios de gemelos, la in- ocurre especialmente en los bebedores problemáticos que
vestigación original con adoptados no fue concluyente con muestran una conducta impulsiva y violenta. Se encontró
respecto a las mujeres alcohólicas, o bien porque se excluye- que este perfil de deficiencia serotoninérgica era también
ron de las muestras a las mujeres, o porque los números pe- anormalmente prevalente en adultos jóvenes con una historia
queños de la muestra limitaron el poder estadístico. Sin em- familiar de alcoholismo (28).
bargo, los estudios posteriores demostraron también la in- La enzima monoaminooxidasa es de interés para los inves-
fluencia significativa del alcoholismo parental en mujeres, tigadores porque participa en la disfunción de los neurotrans-
particularmente cuando el progenitor afectado es la madre misores, que están implicados en la acción cerebral del alcohol.
biológica (23, 24). Se encontró que niveles anormalmente bajos de actividad pla-
Los descendientes de padres alcohólicos están incuestio- quetaria monoaminooxidasa estaban relacionados con una his-
nablemente expuestos a un riesgo aumentado, pero aún es li- toria familiar de alcoholismo, así como con una edad de inicio
mitado el conocimiento de la vía exacta de la transmisión fa- precoz y con un trastorno grave (29). Ambas alteraciones bio-
miliar. Un análisis más detallado de los datos de adopción químicas parecen ser más frecuentes en varones que en muje-
muestra que los padres biológicos de alcohólicos adoptados, res y estar fuertemente asociadas con conducta antisocial.
cuando se los compara con los controles, no solamente tie-
nen mayor probabilidad de presentar alcoholismo, sino tam-
bién comportamiento antisocial (25). La personalidad antiso-
Neurofisiología
cial también es significativamente más prevalente en adopta-
dos que abusan del consumo de alcohol que en los controles.
Potenciales evocados
Las pruebas indican que el conjunto de los dos trastornos (al- Se ha encontrado que los alcohólicos presentan una am-
coholismo y personalidad antisocial) es mucho más heredita- plitud de onda P300 más baja de lo normal cuando tal po-
rio que el alcoholismo solo. En orden decreciente de impor- tencial cerebral es evocado a través de complejas tareas viso-
tancia, el abuso de alcohol en adoptados se predice por su motoras. Se considera que el potencial P300 mide los proce-
propia personalidad antisocial, padres biológicos alcohólicos sos de atención y memoria, y su amplitud tiende a incre-
e «historia antisocial» y, en mucho menor grado, anteceden- mentarse con la edad y la madurez neurológica. Un trabajo
tes de alcoholismo o algún cuadro psicopatológico en padres posterior demostró que puede observarse también una baja
adoptivos. amplitud de la onda P300 en descendientes jóvenes de alco-
hólicos, tanto varones como mujeres, que aún no han empe-
zado a beber. Se sugirió que tal descubrimiento neurofisioló-
Predisposición biológica gico podría ser un marcador biológico de la vulnerabilidad
biológica al alcoholismo (30). Sin embargo, las anomalías en
la onda P300 no son específicas del alcoholismo y se obser-
Sensibilidad al alcohol
van también en otros trastornos psiquiátricos.
En comparación con los controles, un porcentaje signifi-
cativamente mayor de varones con antecedentes familiares de
alcoholismo presentan una menor respuesta fisiológica al al- Genética molecular
cohol; en términos tanto de medidas subjetivas y objetivas de
sensaciones (niveles de cortisol en plasma, y balanceo del Como en el caso de la mayoría de los trastornos de salud,
cuerpo después de la consumición). Se supone que la baja una importante actividad de investigación está encaminada a
sensibilidad induce el consumo excesivo de alcohol y predi- identificar los genes responsables del fenotipo de abuso del al-
ce, pues, el desarrollo final del alcoholismo. Los autores de cohol. Se ha informado originalmente que una variante (alelo
este estudio de seguimiento prospectivo concluyeron que la Taql-A1) del receptor dopaminérgico humano, gen DRD2 era
baja respuesta «innata» al alcohol es en sí misma un factor de más prevalente en alcohólicos que en controles (conexión des-
riesgo, independiente de los antecedentes familiares (26). equilibrada), y este alelo podría ser un marcador de respuestas
572 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

bargo, se han identificado algunos grupos de rasgos diferentes


Cuadro 2 que parecen caracterizar a diferentes tipos de alcohólicos (35).
Uno de estos grupos (tipo 1) se encuentra en personas que
Pruebas de predisposición tienden a obtener puntuaciones bajas como «buscadores de
constitucional hacia el abuso de alcohol sensaciones nuevas» y puntuaciones altas en evitación del
• Incremento significativo de los índices de concordancia daño y dependencia a la recompensa. Otro grupo (tipo 2) ca-
en gemelos monocigóticos racteriza a los buscadores naturales de emociones, que pare-
• Riesgo elevado en hijos de alcohólicos, aun cuando ha- cen no tener en cuenta las consecuencias dañinas y las res-
yan sido educados por padres adoptivos puestas de castigo. Este último grupo, que generalmente pre-
• Gran tolerancia innata a los efectos intoxicantes del al- valece en varones con alcoholismo de inicio precoz, es tam-
cohol bién típico de personalidades antisociales. De todas las carac-
• Asociación de anomalías bioquímicas y neurofisiológicas terísticas de la personalidad, los trastornos del comporta-
(marcadores) miento y el comportamiento antisocial son los que más pre-
• Conexión de ambos fenotipos, resistente y vulnerable, dicen el abuso del alcohol (36). Sin embargo, más de la mi-
con loci cromosómicos
tad de la población alcohólica no tiene tales antecedentes de
personalidad, y presentan, más bien, una inespecífica mezcla
de diferentes tipos de personalidad descritos en los grupos A,
B y C de la clasificación del DSM-IV (37).
elevadas a la estimulación farmacológica (p. ej., incremento de
la línea de base de refuerzo positivo). Sin embargo, investiga-
ciones posteriores demostraron que esa variación genética exis-
Procesos psicodinámicos
te entre grupos étnicos y no es ni siquiera un hallazgo cons- Los primeros escritos psicodinámicos con una noción
tante en todas las muestras de alcohólicos (31). «topográfica» de la estructura psíquica, describieron el alco-
Existen dudas acerca de si el abuso de alcohol puede con- holismo y otras adicciones como comportamientos regresivos
siderarse un trastorno poligénico. Se supone que los rasgos causados por conflictos inconscientes, como placeres libidi-
influidos genéticamente que subyacen a respuestas al alcohol nales, homosexualidad y agresividad. Formulaciones más re-
son rasgos cuantitativos. La sección de ADN de un cromoso- cientes enfatizan el yo y los problemas de desarrollo del self y
ma, que se cree que influye en un rasgo cuantitativo particu- consideran el abuso de sustancias psicoactivas como respues-
lar, se conoce como el locus del rasgo cuantitativo. La carto- ta al sufrimiento psicológico; un intento por restablecer la
grafía de los loci de los rasgos cuantitativos permite localizar homeostasis. Esto se conoce como la hipótesis de automedi-
y medir los efectos de un solo locus del rasgo cuantitativo so- cación de las adicciones (38), de acuerdo con la cual, las per-
bre un rasgo (fenotipo). Los datos disponibles hasta la fecha sonas con deficiencias autorreguladoras en las áreas de auto-
con respecto a estos loci pertenecen, en su mayoría, a anima- cuidado, autoestima, relaciones objetales y tolerancia afectiva,
les de laboratorio, y se han localizado fehacientemente en suelen beber para paliar el distrés.
cromosomas específicos marcadores de respuestas genética-
mente transmitidas, tales como hipotermia inducida por al-
cohol y preferencia por beber alcohol (28).
Aprendizaje
Los estudios sobre el genoma ampliado con respecto al al- Un importante sector de la comunidad científica consi-
coholismo en seres humanos comprobaron que varias regiones dera el abuso de alcohol como un patrón comportamental
cromosómicas están conectadas con la dependencia del alco- aprendido a través de mecanismos de condicionamiento clá-
hol. Un descubrimiento concluyente, hasta ahora es el de un sico (p. ej., pavloviano) y condicionamiento operante. De
locus «protector» cerca del gen alcohol deshidrogenasa agrupa- acuerdo con esta interpretación, la perpetuación del hecho de
do en el cromosoma 4 (32). Se sabe que las enzimas que me- beber en exceso resulta de su asociación con estímulos con-
tabolizan el etanol y el acetaldehído varían a través de diferen- dicionados (claves), y por la acción de refuerzos conductuales
tes poblaciones étnicas, y se supone que tal heterogeneidad jue- positivos (efectos placenteros) o negativos (reducción de es-
ga un papel en la variación étnica de los índices de prevalencia trés) (39). Componentes adicionales a esta ecuación son los
de alcoholismo (33). El Collaborative Study on the Genetics of llamadas «expectativas» al alcohol. Los abusadores de alcohol
Alcoholism de investigación refiere (34) que el análisis de liga- tienden a enfatizar los aspectos placenteros del consumo y a
miento de la dependencia grave del alcohol identificó un locus excluir los negativos; la teoría del aprendizaje supone que tal
en el cromosoma 16, cerca del marcador D16S675. elemento cognitivo es también adquirido por la experiencia
social (28).

Factores psicológicos Comorbilidad psiquiátrica


Las conclusiones de los estudios de la epidemiología co-
Personalidad
munitaria y clínica señalan que la presencia de otros trastor-
Se acepta actualmente que los alcohólicos no presentan nos psiquiátricos es uno de los factores psicológicos de riesgo
un perfil homogéneo de personalidad premórbida. Sin em- más significativos para el alcoholismo. El riesgo es particular-
4.2.2.1. ETIOLOGÍA DE LOS PROBLEMAS DE ALCOHOL 573

mente alto en personas con esquizofrenia, trastorno bipolar, 6. Royal College of Physicians and Surgeons of Canada (1990). Health
depresión mayor, fobia social, trastorno de angustia, estrés and public policy committee statement on alcohol and alcohol-related problems.
Royal College of Physicians and Surgeons of Canada, Ottawa.
postraumático, trastorno hipercinético con déficit de aten- 7. O’Connor, P.G. and Schottenfeld, R.S.(1998). Patients with alcohol
ción, y trastorno límite de la personalidad (40). problems. The New England Journal of Medicine, 338, 592–602.
Una de las mayores confusiones en la interpretación de 8. Single, E., Robson, L., Xie, X., and Rhem, J. (1996). The costs of
estos resultados es la pobre especificidad de los síntomas psi- substance abuse in Canada. Canadian Centre on Substance Abuse,
Ottawa.
quiátricos en la población alcohólica. Una gran proporción 9. Marlatt, G.A. and Donovan, D.M. (1982). Behavioural psychology
de los trastornos diagnósticados son inducidos por el alcohol approaches to alcoholism. In Encyclopedic handbook of alcoholism (ed.
y tienden a disiparse en condiciones de abstinencia. Este he- E.M. Pattison and E. Kaufman), pp. 560–76. Gardner Press, New York.
10. Annis, H.M. and Davis, C.S. (1988). Assessment of expectancies. In
cho permite que algunos autores concluyan que la mayor par- Assessment of addictive behaviors (ed. D.M. Donovan and G.A. Marlatt),
te de los numerosos rasgos patológicos observados en alco- pp. 84–111. Guilford Press, New York.
hólicos son secundarios al alcoholismo más que a factores de 11. Keller, M. (1976). The disease concept of alcoholism revisited. Journal
riesgo preexistentes (41). También se ha sugerido que la coe- of Studies on Alcohol, 37, 1694–717.
12. Jellinek, E.M. (1960). The disease concept of alcoholism. Hillhouse Press,
xistencia de alcoholismo y otras enfermedades psiquiátricas New Brunswick, NJ.
(p. ej., trastornos afectivos) no significan necesariamente que 13. Lyvers, M. (1998). Drug addiction as a physical disease: the role of
uno causa el otro, sino, más bien que ambos derivan de una physical dependence and other chronic drug-induced
influencia genética común (42). neurophysiological changes in compulsive drug self-administration.
Experimental and Clinical Psychopharmacology, 6, 107–25.
14. Blacker, E. (1966). Sociocultural factors in alcoholism. International
Disfunción cerebral Psychiatry Clinics, 3 (2), 51–80.
15. Hemmingsson, T., Lundberg, I., Romelsjo, A., et al. (1997).
Pueden considerarse que las funciones neuropsicológicas al- Alcoholism in social classes and occupations in Sweden. International
Journal of Epidemiology, 26, 584–91.
teradas constituyen un factor de riesgo adicional para el alcoho- 16. Mandell, W., Eaton, W.W., Anthony, J.C., et al. (1992). Alcoholism
lismo: daño cerebral mínimo, déficit de atención, discapacida- and occupations: a review of 104 occupations. Alcohol: Clinical and
des de aprendizaje, lesiones cerebrales, efectos del alcohol en el Experimental Research, 16, 734–46.
feto, o las acciones de otras drogas de abuso, son ejemplos de 17. Dawson, D.A., Grant, B.F., Chou, S.P., et al. (1995). Subgroup
variation in U.S. drinking patterns: results of the 1992 national
las alteraciones cerebrales que probablemente aumentan la vul- longitudinal alcohol epidemiological study. Journal of Substance Abuse,
nerabilidad individual. Además, se cree que una deficiencia de 7, 331–44.
transcetolasa (posiblemente genética), que afecta el metabolismo 18. Merton, R.K. (1972). Social theory and social structure. Free Press, New
de los carbohidratos en el cerebro, predispone para la aparición York.
19. Heath, D.B. (1993). Recent developments in alcoholism:
de complicaciones cerebrales orgánicas por el alcohol (43). anthropology. Recent Developments in Alcoholism, 11, 29–43.
20. Dawson, D.A., Harford, T.C., and Grant B.F. (1992). Family history
as predictor of alcohol dependence. Alcoholism: Clinical and
■ Conclusiones Experimental Research, 16, 572–5.
21. Bierut, L.J., Dinwiddie, S.H., Begleiter, H., et al. (1998). Familial
transmission of substance dependence: a report from the
Se ha determinado que diversos factores de riesgo pueden Collaborative Study on the Genetics of Alcoholism. Archives of
predecir la presencia de los siguientes fenómenos relaciona- General Psychiatry, 55, 982–8.
dos con el alcohol: consumo excesivo, conductas adversas 22. Heath, A.C. (1995). Genetic influences in alcoholism; a review of
adoption and twin studies. Alcohol Health and Research World, 19,
por el consumo, desarrollo de dependencia de alcohol y su 166–71.
gravedad, daños orgánicos inducidos por el alcohol, y algunas 23. Kendler, K.S., Heath, A.C., Neale, M.C., et al. (1994). A twin-family
complicaciones neuropsiquiátricas. Sin embargo, la conexión study of alcoholism in women. American Journal of Psychiatry, 151,
causal entre tales factores y sus posibles consecuencias se co- 707–15.
24. Allgulander, C., Nowak, J., and Rice, J.P. (1992). Psychopathology
noce sólo parcialmente, y una porción considerable de la va- and treatment of 30_344 twins in Sweden. Acta Psychiatrica
rianza permanece, en gran parte, sin explicación. Scandinavica, 86, 421–2.
25. Cadoret, R.J., Yates, W.R., Troughton, E., et al. (1995). Adoption
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General Psychiatry, 52, 42–52.
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trends in drug use among 8th, 10th and 12th graders. NIDA Notes, 13, stress reactivity and alcohol dampening discriminate the density of a
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3. Health and Welfare Canada (1992). Alcohol and other drug use by Research, 16, 585–90.
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4. Hanna, E.Z., Chou, S.P., and Grant, B.F. (1997). The relationship of Health and Human Services. US Department of Health and Human
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Experimental Research, 21, 111–18. oxidase (MAO) activity in subgroups of alcoholics and controls:
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Royal College of General Practitioners, London. Research, 22, 598–604.
574 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

30. Hill, S.Y., Steinhouser, S.R., Lowers, L., et al. (1995). Eight year Se han propuesto distintas definiciones de «alcoholismo»,
longitudinal follow-up of P300 and clinical outcome in children from realizadas por profesionales y organizaciones diversas: cientí-
high risk for alcoholism families. Biological Psychiatry, 37 (11), 823–7.
31. Gelernter, J., Kranzler, H., and Cubells, J.F. (1998). DRD2 allele ficos biomédicos, doctores en medicina y psiquiatras, psicó-
frequencies and linkage disequilibria, including the -141C Ins/Del logos, sociólogos, pacientes en tratamiento y otros grupos de
promoter polymorphism, in European-American, African-American la población en general (2). Términos tales como «alcoholis-
and Japanese subjects. Genomics, 51, 21–6. mo», «adicción» y «dependencia química» han sido parte de
32. Goate, A.M. and Edenberg, H.J. (1998). The genetics of alcoholism.
Current Opinion in Genetics and Development, 8, 282–6. los discursos de cada día, llegando a ser «popularmente enri-
33. Maezawa, Y., Yamauchi, M., Toda, G., et al.(1995). Alcohol quecidos» y «técnicamente empobrecidos» (2). Estos términos
metabolizing enzyme polymorphisms and alcoholism in Japan. significan diferentes cosas para diferentes personas y con fre-
Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 19, 951–4.
34. Foroud, T., Bucholz, K.K., Edenberg, H.J., et al. (1998). Linkage of an
cuencia tienen connotaciones peyorativas. La falta de una de-
alcoholism-related severity phenotype to chromosome 16. Alcoholism: finición precisa de «problemas del consumo de alcohol» im-
Clinical and Experimental Research, 22, 2035–42. piden la comunicación interdisciplinaria.
35. Cloninger, C.R. (1987). Neurogenetic adaptive mechanisms in En este capítulo se rastreará la evolución del término «de-
alcoholism. Science, 236, 410–16.
36. Harford, T.C. and Parker, D.A. (1994). Antisocial behaviour, family
pendencia de alcohol» y se lo pondrá dentro de un contexto,
history and alcohol dependence syndrome. Alcoholism: Clinical and como un aspecto del amplio espectro de problemas relacio-
Experimental Research, 18, 265–8. nados con el alcohol. También se analizará el concepto de
37. Driessen, M., Veltrup, C., Wetterling, T., et al. (1998). Axis I and Axis síndrome de dependencia alcohólica (3) será discutida y se re-
II comorbidity in alcohol dependence and the two types of
alcoholism. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 22, 77–86.
visará su influencia en la décima revisión de la Clasificación
38. Khantzian, E.J. (1985). The self-medication hypothesis of addictive Internacional de Enfermedades (CIE-10) (4) y las versiones
disorders. American Journal of Psychiatry, 142, 1259–64. más recientes del Manual diagnóstico y estadístico de los tras-
39. Wilson, G.T. (1988). Alcohol use and abuse: a social learning tornos mentales (DSM-III-R y DSM-IV) (5, 6). Se examinarán
analysis. In Theories on alcoholism (ed. C.D. Chaudron and D.A.
Wilkinson), pp. 239–287. Addiction Research Foundation, Toronto.
los términos «uso perjudicial» (CIE-10) y «abuso de alcohol»
40. Kessler, R.C., McConagle, K.A., Zhao, S., et al. (1994). Lifetime and (DSM-III-R/IV). Finalmente, se realizará un análisis de conse-
12 month prevalence of DSM-III-R psychiatric disorders in the cuencias de los «problemas de alcohol».
United States. Archives of General Psychiatry, 51, 8–19.
41. Schuckit, M.A. and Hesselbrock, V. (1994). Alcohol dependence and
anxiety disorders: what is the relationship? American Journal of
Psychiatry, 151, 1723–34. ■ Formulación de las definiciones
42. Winokur, G., Coryell, W., Endicott, J., et al. (1996). Familial
alcoholism in manic-depressive (bipolar) disease. American Journal of
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organic brain disease: nosology and pathophysiologic mechanisms. destacado papel en la formulación de definiciones de salud
Progress in Neuro-Psychopharmacology and Biological Psychiatry, 10, 147-
164.
pública de los términos «alcoholismo», «adicción» y «depen-
dencia» por medio de diversos comités expertos. Las primeras
definiciones acentuaron los aspectos sociológicos de la de-
pendencia, más que los físicos (7). «Alcohólicos» se definió
como (7):
4.2.2.2 Dependencia
…aquellos bebedores excesivos cuya dependencia del al-
y problemas relacionados cohol alcanzó tal grado que se muestra un evidente desorden
con el alcohol mental o una interferencia con su salud física y mental, sus re-
laciones interpersonales y su funcionamiento social y econó-
mico; o que muestran signos prodrómicos de tal desarrollo.
Jane Marshall
Esta definición tiene utilidad limitada para la investiga-
ción biológica y la clasificación psiquiátrica (8). Por ello, el
■ Introducción Committee of Experts on Alcohol and Alcoholism, en 1955,
destacó la importancia de criterios físicos, describiendo el «al-
El problema del consumo excesivo de alcohol es una de coholismo» como (9, 10):
las principales preocupaciones de salud pública, en la mayo-
ría de los países del mundo hoy en día. El consumo excesivo, …una enfermedad crónica caracterizada por una pertur-
bación del sistema nervioso que se manifiesta en un nivel
que implica mucho más que «dependencia», puede provocar
conductual por un estado de dependencia física. Las princi-
desgracias incalculables a los individuos que también son co- pales formas de esta dependencia son tanto la incapacidad
múnmente afectados por otras discapacidades físicas, psicoló- para dejar de beber antes de la embriaguez como la incapa-
gicas y sociales. cidad para abstenerse del consumo, debido a la aparición de
Ya en 1950, la Organización Mundial de la Salud (OMS) síntomas de abstinencia.
observó la falta de una terminología comúnmente aceptada,
como un serio obstáculo para la acción internacional en el »Alcoholismo» fue clasificado bajo «otros trastornos men-
campo del alcohol (1). tales no psicóticos» en la CIE-8 (11). Esta definición de «al-
4.2.2.2. DEPENDENCIA Y PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL 575

coholismo» fue genérica, e incluyó la subcategorías de consu- rianza de signos, síntomas, pronósticos, y respuestas al trata-
mo excesivo episódico, consumo excesivo habitual y adicción miento. A diferencia de modelos previos de «alcoholismo»,
al alcohol. «Adicción al alcohol» se definió como (11): que tenían elementos observacionales pero contribuciones te-
óricas, el síndrome de dependencia de alcohol fue influido
…un estado de dependencia física y emocional del con- por una concepción psicológica y propuesto como una sínte-
sumo de alcohol regular o periódico, excesivo e incontrola- sis de la teoría general de aprendizaje y modelos de condi-
do, durante el cual la persona experimenta una compulsión cionamiento específicos de la dependencia (13, 14).
a beber. En el cese del consumo de alcohol aparecen sínto-
mas de abstinencia, que pueden ser graves.
Validación del síndrome de dependencia
■ Síndrome de dependencia de alcohol de alcohol
Desde 1976, el síndrome de dependencia de alcohol ha
Descripción clínica asumido una posición de importancia creciente y ha estimu-
lado de forma considerable a la investigación. Los estudios se
En 1976, Edwards y Gross propusieron la existencia de han centrado en el grado en que los elementos del síndrome
dependencia del alcohol dentro de un modelo de síndrome aparecen al mismo tiempo (15-19). Otras áreas de investiga-
(3). Su descripción se basó en la observación clínica de que ción comprenden: validez teórica (20), validez concurrente
ciertos bebedores excesivos manifestaron un agrupamiento de (17, 21, 22) y validez predictiva (23, 24). Algunos trabajos de
signos y síntomas interrelacionado. Hipotetizaron que la de- campo, realizados como bases para la preparación de la CIE-
pendencia no era un fenómeno de todo o nada sino que exis- 10, el DSM-III-R y el DSM-IV, contribuyeron a formar el
ten grados de gravedad. En la tabla 1 se resumen los elemen- cuerpo de datos de investigación disponibles (6, 25-29). Se
tos del síndrome, como originalmente se formularon. No to- han encontrado dificultades en lograr que algunos términos
dos los elementos necesitan estar siempre presentes, y no sean operativos (p. ej., repertorio limitado, cambios subjetivos
siempre se presentan con la misma intensidad. Edwards y y rehabilitación) (29).
Gross (3) también reconocieron el hecho de que no todos los Estos estudios muestran una gran similitud, en términos
que bebían demasiado eran necesariamente dependientes del de la coherencia y dimensionalidad del síndrome, y se desta-
alcohol. Hipotetizaron que la dependencia del alcohol debe- can especialmente por la diversidad de los métodos y pobla-
ría ser conceptualmente diferenciada de los problemas rela- ciones utilizadas (13).
cionados con el alcohol.
Al introducir una clara diferencia entre el síndrome de
dependencia del alcohol y discapacidades relacionadas con el Elementos individuales del síndrome
alcohol, Edwards y Gross introdujeron el concepto de un mo-
delo biaxial. Éste fue descrito poco después en el informe de
de dependencia de alcohol
un grupo científico de la OMS publicado en 1977 (12). Las
discapacidades relacionadas con el alcohol se definen como Limitación del repertorio de bebidas alcohólicas
problemas físicos, psicológicos y sociales que son consecuen-
La mayoría de los bebedores varían en el consumo de al-
cia del consumo excesivo y de la dependencia. El consumo
cohol día a día y semana a semana. El patrón de su consu-
puede observarse en un tercer eje.
mo es influido por un amplio abanico de señales internas y
El síndrome de dependencia de alcohol fue propuesto en
circunstancias externas. Los bebedores excesivos pueden ini-
un primer momento como una formulación empírica. Se es-
cialmente extender su repertorio de bebidas. A medida que
peraba que futuras investigaciones podrían permitir una com-
avanza la enfermedad, disminuye la variabilidad del com-
prensión detallada del proceso «latente» que produjo la cova-
portamiento de consumo. La persona dependiente comienza
a beber de la misma forma cada día. El patrón diario esta-
blecido asegura que se mantiene un nivel relativamente alto
Tabla 1. Elementos clave del síndrome de dependencia del de alcohol en sangre y que se evitan los síntomas de absti-
alcohol nencia de alcohol. Como el consumo empieza a ser estereo-
tipado con el avance de la dependencia, los bebedores de-
Repertorio limitado pendientes son capaces de describir su día de consumo en
Compulsión por beber
sus mínimos detalles.
Incremento en la tolerancia del alcohol
Síntomas de abstinencia
Alivio o evitación de los síntomas de abstinencia a través de un Comportamientos extremos de búsqueda
nuevo consumo
Conciencia subjetiva de la compulsión por beber
de consumo de alcohol
Recaída después de la abstinencia Con el avance de la dependencia, los individuos dan
Reproducido con autorización de G. Edwards y M.M. Gross (1976). Alcohol
prioridad al mantenimiento del consumo de alcohol. El con-
dependance: provisional description of a clinical syndrome British Medical Jour- sumo de alcohol se mantiene, pese a las dolorosas conse-
nal, i, 1058-1061. cuencias directas, como enfermedad física, rechazo de la fa-
576 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

milia, y falta de dinero. «Suplicarán, pedirán prestado, roba- Náuseas


rán» para obtener dinero para el alcohol (3).
Los bebedores con dependencia frecuentemente dicen
que la primera cosa que quieren sus cuerpos por la mañana
Incremento de la tolerancia al alcohol es vomitar, pero no tienen nada que vomitar. Esto puede des-
cribirse como «naúseas secas» o «vómito seco». Por lo general,
Los bebedores regulares comienzan a tolerar los efectos
encuentran que es difícil tomar el desayuno y lavarse los
del alcohol en el sistema nervioso central y pueden soportar
dientes. El primer trago del día es vomitado con frecuencia.
niveles de alcohol en sangre que podrían incapacitar a un be-
bedor no tolerante. En breve, pueden «tomar unas cuantas
copas de más». La tolerancia puede disminuir en las últimas Sudación
etapas de la dependencia, cuando los individuos empiezan a
Los bebedores dependientes describen que se despiertan
intoxicarse con mucho menos alcohol que el que previamen-
de madrugada (3 a.m. o 4 a.m.) por encontrar las sábanas de
te los afectaba. La tolerancia transversal se extiende a otras
la cama «empapadas». En las primeras etapas de la dependen-
drogas, especialmente barbitúricos y benzodiazepinas.
cia refieren sentirse mojados.

Síntomas de abstinencia Cambios en el humor


El término de «abstinencia de alcohol» describe un am- Éste es un aspecto importante del síndrome de abstinencia.
plio abanico de síntomas y signos, desde aspectos relativa- Los individuos con dependencia leve pueden sentirse «un poco
mente triviales hasta amenazas a la vida. Al principio, los sín- inquietos». Individuos con dependencia grave pueden presentar
tomas son intermitentes y leves, pero a medida que aumenta síntomas clínicamente significativos de ansiedad y depresión.
el grado de dependencia, también aumentan la frecuencia y
la intensidad de los síntomas de abstinencia. Los síntomas va-
rían de persona a persona, y no necesariamente aparecen los Alivio o evitación de los síntomas de abstinencia
síntomas de abstinencia; pueden suceder cuando las concen- provocados al continuar el consumo
traciones de alcohol en sangre disminuyen. Cuando el cuadro En las etapas iniciales, los individuos con dependencia pue-
está totalmente desarrollado, el bebedor dependiente típica- den encontrar que necesitan una consumición alcohólica para
mente tiene múltiples síntomas graves cada mañana al des- almorzar y aliviar el malestar. Conforme avanza la dependencia,
pertarse; estos síntomas pueden despertarlo a mitad de la no- emerge la necesidad de beber un trago por la mañana para ali-
che. Aquellos que son muy dependientes por lo general ex- viar los síntomas de abstinencia de alcohol, que surgirán des-
perimentan síntomas leves de abstinencia durante el día, cada pués de una noche de abstinencia. Después, los individuos pue-
vez que sus niveles de alcohol bajan. den levantarse a mitad de la noche por un trago, y continuar
Los síntomas de abstinencia no pueden aparecer sin un bebiendo en la cama. Si tienen que estar 3 o 4 horas sin beber
alto grado de tolerancia del sistema nervioso central, pero la durante el día, sentirán un alivio al tomar el siguiente trago.
tolerancia puede aparecer sin síntomas de abstinencia clínica- Las señales del grado de dependencia pueden obtenerse re-
mente manifiestos (3). gistrando detalladamente el primer trago de la mañana. La per-
El espectro de síntomas es amplio, pero hay cuatro sínto- sona que bebe de una botella que mantiene al lado de la cama
mas claros, que son: temblores, naúseas, sudor y cambios del antes de levantarse, es más dependiente que la persona que de-
humor. Pueden también aparecer una serie de otros síntomas, sayuna y lee primero el periódico. La mujer que vierte whisky
entre ellos, sensibilidad al sonido (hiperacusia), zumbido en dentro de su primera taza de té es más dependiente que la bi-
los oídos (tinnitus), picazón, calambres musculares, trastornos bliotecaria que se escapa al mediodía al lavabo para beber un
del sueño, distorsiones en la percepción, alucinaciones, ata- cuarto de botella de vodka que esconde en su bolso de mano.
que generalizado (epilepsia), y delirium tremens.
Se describen a continuación con más detalle los cuatro
Abstinencia subjetiva de la compulsión por beber
síntomas clave:
Se describe una experiencia subjetiva alterada de la inca-
pacidad para limitar el consumo a un nivel aceptable. Aun-
Temblor que el término familiar «pérdida de control» se ha utilizado
La primera experiencia de temblor, producido por la para denotar este elemento, es más probable que el control
abstinencia de alcohol, puede recordarse vívidamente: «Una esté «deteriorado» más que pérdido.
tarde fui a cortar el césped a casa de una amiga. Ella me dio Otra experiencia compleja es el deseo imperioso de beber
una taza de té y mis manos comenzaron a temblar. Yo con- (craving), experiencia subjetiva que es influida poderosamente
tinuaba sacudiendo la taza sobre el plato y no podía llevar por el medioambiente. Los individuos pueden experimentar
la taza hacia mi boca. Tuve que dejarla y pretender que ha- un deseo de muy diferente intensidad en diferentes ocasiones.
bía terminado». Los hombres descubren con frecuencia que Los factores clave de este deseo son: la experiencia de intoxi-
es difícil afeitarse por la mañana y la simple acción de acer- cación, los síntomas de abstinencia, el estado de ánimo (ira,
car la primera bebida alcohólica a la boca será una tarea depresión, alegría) y aspectos relacionados con el lugar en que
muy difícil. presenta el deseo: un bar, negocio de bebidas, etc.
4.2.2.2. DEPENDENCIA Y PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL 577

La mejor manera de describir la experiencia es como da del DSM-III, el DSM-III-R (32). El criterio diagnóstico para
una compulsión a beber. El deseo por beber más es visto la dependencia fue ampliado en el DSM-III-R (5) para incor-
como irracional y es resistido, pero, a pesar de eso, se toma porar los elementos del síndrome de dependencia de alcohol
el trago. planteados por Edwards y Gross (3). Aquí, nueve ítems se in-
cluyeron en los criterios diagnósticos para la dependencia, la
Recaída después de la abstinencia mayoría focalizados en la evidencia de la pérdida de control, el
abuso de sustancias, la renuncia a aspectos importantes para to-
Los individuos dependientes del alcohol que empiezan a mar la sustancia, y el consumo de alcohol, sin tener en cuenta
beber de nuevo después de un período de abstinencia, inva- las consecuencias. Fuera de los nueve ítems, otros tres se rela-
riablemente recaen al estado previo del síndrome de depen- cionaban con la presencia de tolerancia o abstinencia, pero no
dencia. Este proceso dura un tiempo variable: en individuos se requería su presencia para el diagnóstico, como ocurría en el
moderadamente dependientes quizás toma semanas o meses, DSM-III. Para reunir los criterios diagnósticos para la depen-
y en individuos muy dependientes, un par de días. dencia, los individuos deben cumplir tres de los nueve ítems
por un período de por lo menos un mes.
El rasgo esencial de la categoría de dependencia del
■ Influencia del síndrome de dependencia DSM-III-R se definió en el texto como un «grupo de sínto-
del alcohol según las últimas mas cognitivos, conductuales y fisiológicos, que indican que
formulaciones de dependencia la persona ha perdido el control sobre el consumo y continúa
bebiendo a pesar de las consecuencias adversas» (tabla 2).
CIE-9
El concepto de síndrome de dependencia del alcohol re- DSM-IV (6)
presentó un desafío significativo para los investigadores y clí-
nicos, pues requirió que reflexionaran sobre muchos concep- En vista de los grandes cambios en los criterios, ocurridos
tos fundamentales y definiciones. En la CIE-9 el término «al- entre 1980 y 1987, el Substance Use Disorders Work Group
coholismo» fue reemplazado por «síndrome de dependencia estaba poco dispuesto a realizar cambios adicionales impor-
alcohólica» (30), que se clasificó bajo la categoría «Otros tras- tantes. Los nueve criterios del DSM-III-R fueron reducidos a
tornos mentales no psicóticos». La definición de la CIE-9 de siete: dos ítems extraídos del DSM-III-R; los criterios referen-
dependencia de alcohol quizás fue algo prematura, porque el tes a la abstinencia y consumo de drogas para tratar la absti-
proceso teórico estaba en ese momento en desarrollo (2). nencia se combinaron en uno solo; otro criterio se desplazó
de la sección de dependencia a la de abuso. Se subrayó la na-

DSM-III
Tabla 2. Criterios DSM-III-R de dependencia de una sustancia
Al mismo tiempo que la OMS formulaba definiciones de
salud pública en relación con «alcoholismo», «adicción», y A. Por lo menos 3 de los siguientes:
«dependencia», se desarrollaba en Estados Unidos una ten- 1. La sustancia se toma con frecuencia en cantidades mayores,
dencia hacia la formulación de criterios diagnósticos. Esto se o durante un período más largo de lo que inicialmente se
realizó teniendo en cuenta aspectos prácticos, como la nece- pretendía.
sidad de una mejor comunicación entre clínicos, investigado- 2. Deseo persistente o uno o más esfuerzos infructuosos de
controlar o interrumpir el consumo de la sustancia
res y la población en general. Otro factor que influyó en este 3. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la
proceso fue la creciente necesidad de categorizar a las perso- obtención de la sustancia, en el consumo de la sustancia o en
nas de un modo objetivo, por razones legales, médicas, o psi- la recuperación de los efectos de la sustancia
quiátricas, para recoger y comunicar información pública 4. Frecuente intoxicación o abandono cuando se debe asumir
exacta, y uniformar la práctica nacionalmente e internacio- un papel importante en las obligaciones del trabajo, la escue-
nalmente. Las dos primeras ediciones del DSM clasificaron el la o el hogar, o bien cuando el uso de la sustancia es física-
mente perjudicial
«alcoholismo» como una subcategoría de un trastorno de per-
5. Abandono de importantes actividades sociales, ocupacionales
sonalidad. En el DSM-III (31), se incluyó bajo la nueva cate- o recreativas, o una reducción importante de estas activida-
goría de «trastornos por uso de sustancias». Los términos «al- des por el uso de la sustancia
coholismo» y «adicción» perdieron importancia y los térmi- 6. Se continua con la sustancia, a pesar de tener conciencia de
nos de «dependencia» y «abuso de alcohol» se utilizaron en los problemas sociales, psicológicos o físicos recurrentes, que
su lugar. La dependencia se distinguió del abuso por la pre- son causados o exacerbados por su uso
sencia de tolerancia o de síntomas de abstinencia. 7. Marcada tolerancia
8. Síntomas característicos de abstinencia de la sustancia
9. La sustancia se toma con frecuencia para aliviar o evitar sín-
tomas de abstinencia
DSM-III-R B. Algunos síntomas del síndrome han persistido por lo menos
1 mes o han aparecido repetitivamente durante un período largo
A mitad de la década de 1980 el DSM-III y la CIE-9 su- de tiempo
frieron modificaciones, que se plasmaron en la edición revisa-
578 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

turaleza repetitiva del problema, pues se estableció que tres Tabla 4. Criterios CIE-10 para el síndrome de dependencia
criterios, o más, deben ocurrir durante el mismo período de de sustancias
12 meses y las dificultades asociadas deben llevar a un dete-
Tres o más de las siguientes manifestaciones deben haber aparecido
rioro o daño clínicamente significativo. El DSM-IV permite
simultáneamente durante al menos un mes o si han durado menos
también especialmente la subtipificación de dependencia: de un mes deben aparecer simultáneamente en un período de doce
con dependencia fisiológica o sin ella (tabla 3). meses:
1. Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir la sus-
tancia
CIE-10 (4) 2. Disminución de la capacidad para controlar el consumo de la
sustancia, unas veces para evitar el inicio del consumo, otras
para poder terminarlo y otras para controlar la cantidad con-
La CIE-10 incluye seis criterios para la dependencia, la sumida
mayoría de los cuales son similares a los del DSM-IV. Para un 3. Un cuadro fisiológico de abstinencia cuando se consume menos
diagnóstico de dependencia, tres o más ítems deberían haber sustancia o cuando se termina el consumo, apareciendo el sín-
ocurrido en el último año. Se considera que el «fuerte deseo drome de abstinencia característico por la sustancia o uso de
o sentido de compulsión para tomar la sustancia» es una ca- dicha sustancia (o alguna parecida) con la intención de evitar los
racterística central de la dependencia en la CIE-10. Este indi- síntomas de abstinencia
4. Evidencia de tolerancia a los efectos de la sustancia tales como
cador del uso compulsivo no se incluyó en el concepto de de- una necesidad de aumentar significativamente las cantidades de
pendencia del DSM-III-R ni en el DSM-IV (tabla 4). la sustancia necesaria para conseguir la intoxicación o el efecto
Aunque, los enfoques diagnósticos del DSM-III-R, el deseado, o una marcada disminución del efecto con el consu-
DSM-IV y la CIE-10 se basan en el concepto original del sín- mo de la misma cantidad de sustancia
drome de dependencia del alcohol, y son de valor en la es- 5. Preocupación con el consumo de la sustancia, que se manifies-
tandarización de la práctica psiquiátrica nacional e interna- te por el abandono de otras fuentes de placer o diversiones en
favor del consumo de la sustancia; o en gran parte del tiempo
cional, enmarcan la dependencia como un fenómeno de todo
empleado en obtener, tomar o recuperar los efectos de la sus-
o nada, más que como un estado dimensional (33). tancia
6. Persistencia en el consumo de la sustancia a pesar de sus evi-
dentes consecuencias perjudiciales, como se evidencia por el
consumo continuado una vez que el individuo es consciente o
Tabla 3. Criterios DSM-IV para la dependencia de sustancias era presumible que lo fuera con respecto a la naturaleza y am-
plitud del daño
Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un
deterioro o malestar clínicamente significativos, expresado por tres
(o más) de los ítems siguientes en algún momento de un período
continuado de 12 meses:
1. Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems: ■ Comparaciones de las definiciones
a) Una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de
la sustancia para conseguir la intoxicación o el efecto dese- de dependencia del alcohol
ado del DSM-III-R, el DSM-IV y la CIE-10 (32)
b) El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye
claramente con su consumo continuado 1. La CIE-10 reúne cuatro de los criterios de dependencia
2. Abstinencia
a) El síndrome de abstinencia característico para la sustancia del DSM-III-R y DSM-IV en dos:
b) Se toma la misma sustancia para aliviar o evitar los sínto- a) Los dos criterios del DSM de deterioro del control se
mas de abstinencia combinan en la CIE-10.
3. La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o b) Los términos «importantes actividades recreativas» y
durante un período más largo de lo que inicialmente se preten- «gran parte del tiempo lo gasta bebiendo» del DSM
día se combinó dentro del rechazo progresivo de place-
4. Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de con-
trolar o interrumpir el consumo de la sustancia
res alternativos.
5. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la ob- 2. La CIE-10 incluye el uso compulsivo, no incluido en el
tención de la sustancia, en el consumo de la sustancia o en la DSM-III-R o DSM-IV.
recuperación de los efectos de la sustancia 3. El DSM-IV y la CIE-10 combinan los criterios para la
6. Reducción de importantes actividades sociales, laborales o re- abstinencia y para la evitación de la abstinencia, que son
creativas debido al consumo de la sustancia criterios separados en el DSM-III-R.
7. Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia
4. La incapacidad para cumplir con las obligaciones en el
de problemas psicológicos o físicos recidivantes o persistentes,
que parecen causados o exacerbados por el consumo de la sus- trabajo, colegio o casa y los criterios de uso perjudicial,
tancia del DSM-III-R se desplazaron a la categoría de abuso en
Especificar si: el DSM-IV y se quitaron en la CIE-10.
Con dependencia fisiológica: signos de tolerancia o abstinencia 5. El «uso continuado pese a los problemas» categoría del
(p. ej., si se cumplen cualquiera de los puntos 1 o 2) DSM-IV y la CIE-10 comprende problemas físicos y psi-
Sin dependencia fisiológica: no hay signos de tolerancia o abs- cológicos; la categoría del DSM-III-R es más amplia, pues
tinencia (p. ej., si no se cumplen los puntos 1 y 2)
incluye también problemas sociales.
4.2.2.2. DEPENDENCIA Y PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL 579

6. El criterio de la duración de los síntomas también difie- DSM-III-R y el DSM-IV, el término «abuso» ha sido diversa-
re: en el DSM-III-R algunos síntomas deben haber per- mente considerado como «peyorativo y acientífico» (34),
sistido por lo menos un mes o aparecido repetidamente «oprobioso» y «vengativo» (35).
en un período largo de tiempo. El DSM-IV y la CIE-10
no especifican un criterio de duración. Sin embargo, al- DSM-III-R
gunos criterios de dependencia en el DSM-IV deben apa-
recer repetidamente. La ampliación del criterio diagnóstico para la dependen-
7. El DSM-IV permite la subtipificación del diagnóstico de cia del alcohol en el DSM-III-R relegó el «abuso» a una cate-
dependencia con dependencia fisiológica o sin ella. goría residual menos seria. Los dos criterios del DSM-III-R
para el abuso también son criterios del DSM-III-R para de-
La investigación muestra que el acuerdo entre los tres sis- pendencia; cumpliendo cualquier criterio se llega a un diag-
temas del diagnóstico de dependencia de alcohol es entre bue- nóstico positivo de dependencia, y el abuso queda relegado a
no y excelente para «diagnósticos con respecto a un año atrás, una categoría residual, a la categoría de dependencia, en este
más de un año, y diagnósticos para toda la vida, para hombres sistema (32). El diagnóstico de abuso también requiere que
y mujeres, diferentes grupos étnicos y para personas jóvenes y los síntomas «persistan por los menos un mes, o aparezcan re-
mayores» (32). Así, el esfuerzo internacional por integrar los petidamente en un período largo de tiempo».
dos principales sistemas de clasificaciones ha tenido éxito con
respecto a la categoría de dependencia. La clasificación del
DSM-III-R es la más inclusiva, pues tres de nueve criterios DSM-IV
diagnósticos positivos para el diagnóstico, y la clasificación de El Substance Use Disorders Workgroup del DSM-IV rea-
la CIE-10 la más exclusiva, pues requiere tres de seis criterios lizó un análisis muy extenso en un esfuerzo por definir el abu-
positivos. La clasificación del DSM-IV es intermedia, ya que so de forma más precisa. En consecuencia, en el DSM-IV se
requiere tres de siete criterios positivos de diagnóstico. indican para el diagnóstico de abuso, cuatro criterios separa-
dos no incluidos en dependencia. Los criterios se centran en
problemas sociales, físicos, legales e interpersonales asociados
■ Trastornos no adictivos con uso de alcohol. Estos problemas deben haber ocurrido re-
por uso de alcohol petidamente durante un período de 12 meses, y haber causa-
do «daño o dolor clínicamente significativo» (tabla 5).
Abuso de alcohol
El término «abuso de alcohol» apareció de modo infre- Uso perjudicial
cuente en la bibliografía americana antes de 1970, cuando se
constituyó el United States National Institute on Alcohol
CIE-10
Abuse and Alcoholism. Se adoptó como un diagnóstico for-
mal la categoría del DSM-III (31), que define el abuso como El criterio CIE-10 para el uso perjudicial del alcohol di-
un concepto comportamental: «un patrón de uso patológico fiere significativamente de la clasificación del DSM-III-R y el
de por lo menos un mes, que causa perjuicios en el funcio- DSM-IV. El diagnóstico de la CIE-10 del consumo perjudi-
namiento social u ocupacional». Aunque está incluido en el cial requiere un patrón de consumo que haya causado un

Tabla 5. Criterios para el abuso de sustancias o daño perjudicial

DSM-III-R DSM-IV CIE-10

Un patrón desadaptativo del uso de A. Un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que Evidencia de daño físico o psicológi-
sustancias indicado por uno de los conlleva un deterioro o malestar clínicamente significati- co relacionado con el uso de la
siguientes vos, expresado por uno (o más) de los ítems siguientes sustancia
durante un período de 12 meses:
Evidencia de uso en situaciones pe- 1. Consumo recurrente de sustancias, que da lugar al El uso perjudicial no debería ser
ligrosas incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la es- diagnosticado si existe un síndro-
cuela o en casa me de dependencia, un trastorno
o 2. Consumo recurrente de la sustancia en situaciones psicótico u otra forma especifica
en las que hacerlo es físicamente peligroso de trastorno relacionado con el
Uso continuado a pesar de proble- 3. Problemas legales repetidos relacionados con la sus- alcohol
mas en las dimensiones social, tancia
ocupacional, psicológica o física 4. Consumo continuadi de la sustancia, a pesar de tener
problemas sociales continuos o recurrentes o pro-
blemas interpersonales causados o exacerbados por
los efectos de la sustancia
B. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la
dependencia de sustancias
580 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

daño físico o psicológico actual para el usuario. Esta defini- de accidentes y contribuye al 15 % de las muertes de tráfico.
ción es demasiado restrictiva y no se superpone con las defi- Está implicado en el 26-54 % de lesiones en el hogar y en el
niciones de abuso de alcohol del DSM-III-R y DSM-IV. tiempo libre (37) y se asocia con violencia doméstica, abuso
de niños, crimen, homicidio y suicidio. El alcohol también
está relacionado con bajo rendimiento en el trabajo, destitu-
■ Problemas con el alcohol ción, desempleo, deudas, problemas de alojamiento y críme-
nes con violencia.
No todas las personas que experimentan un problema Existe una continuidad entre el consumo moderado y el
con el alcohol o discapacidad relacionada con el alcohol pa- excesivo y entre el consumo perjudicial y el consumo que re-
decerán de dependencia del alcohol. Pero los bebedores de- sulta en daño o en problemas. Una acumulación de proble-
pendientes y no dependientes, particularmente los bebedores mas de este tipo puede reflejar un problema de dependencia
de juerga, están en riesgo de tener problemas relacionados del alcohol en muchos de estos bebedores. Ante esta hetero-
con consumo excesivo de alcohol. De hecho, los datos epi- geneidad, es probable que ninguna forma de tratamiento sea
demiológicos apoyan la visión de que la mayoría de daños re- efectiva para los individuos con problemas de alcohol (36). Se
lacionados con el alcohol en la población general ocurren en requieren diversos tratamientos y debería ser posible para los
bebedores excesivos no dependientes. no especialistas ofrecer intervenciones breves (v. cap. 4.2.2.4).
Los problemas del alcohol son extremadamente diversos. El desarrollo de los estudios con respecto a los problemas
Se han definido como «aquellos problemas que podrían surgir relacionados con el alcohol ha quedado relegado, en compa-
en individuos alrededor del uso de bebidas alcohólicas, y que ración con el estudio de la dependencia del alcohol (38). Es
pueden requerir una respuesta de tratamiento apropiado para posible que haya varias razones para esto, no sólo las dificul-
su manejo óptimo» (36). Los términos «problema con el alco- tades inherentes a la medición de los problemas relacionados
hol» o «problemas relacionados con el alcohol» contienen una con el alcohol (39). Otro importante tema, central en estas di-
suposición de causalidad (37). La temática de los problemas ficultades, es la extensión con la que el alcohol se relaciona
con el alcohol es compleja e implica diversos factores: dife- casualmente con el problema (38).
rencias individuales, el contexto social del consumo, así como Se han desarrollado varios cuestionarios, midiendo una
el patrón, la duración y la intensidad del uso de alcohol. variedad de problemas relacionados con el alcohol (38, 40).
Los problemas del alcohol pueden relacionarse con el con- El Cuestionario de Problemas de Alcohol (Alcohol Problems
sumo agudo o crónico de alcohol. Una fractura de tobillo a cau- Questionnaire, APQ) (38) es un inventario estandarizado, que
sa de una caída mientras se estaba agudamente intoxicado es un incluye 46 ítems que cubren 8 dominios de problemas: físi-
ejemplo de problema por un consumo agudo. Una cirrosis de co, psicológico, amigos, finanzas, policía, marital, hijos y tra-
hígado es un ejemplo de un problema crónico. Un individuo bajo. Todas las preguntas se aplican al período de 6 meses
que bebe en juergas podrá experimentar diferentes problemas, en previo al cuestionario. La versión corta comprende los pri-
comparación con alguien que bebe la misma cantidad de alco- meros 5 dominios. Este cuestionario puede hacer una contri-
hol extendida en una semana, un mes o un año. La forma en bución útil a la evaluación global, y tiene un valor potencial
que una persona se comporta cuando está intoxicado es otro fac- en la investigación sobre la evolución de la enfermedad.
tor importante que determina la naturaleza de los problemas re-
lacionados con el alcohol. Las consecuencias sociales del consu-
mo, tales como pérdida de trabajo, encarcelamiento, ruptura ma- ■ Conclusiones
rital y familiar, y conducir bebido tienen efectos profundos en el
bienestar del bebedor, su familia y en la sociedad (37). La comprensión de los conceptos de dependencia del al-
cohol y problemas del alcohol es central para el proceso te-
rapéutico con pacientes individuales.
Tipos de problemas relacionados con el alcohol El desarrollo de criterios diagnósticos ha ayudado a es-
tandarizar la práctica nacional e internacionalmente y ha fa-
Es útil clasificar los problemas relacionados con el alco- vorecido la comunicación interdisciplinaria. Los criterios
hol dentro de tres categorías (aunque la clasificación es algo diagnósticos para la dependencia son imperfectos, porque
artificial): física, psicológica y social. Con frecuencia se ob- consideran al síndrome como un fenómeno de todo o nada
serva una superposición entre estas tres áreas. Cuanto más más que un estado dimensional. Los conceptos de abuso y
grave sea la dependencia, mayor será la probabilidad de que uso perjudicial necesitan ser mejor clasificados. La totalidad
existan problemas en las tres áreas (22). de los problemas del alcohol constituyen una vasta área, con
Los problemas físicos y psicológicos relacionados con el implicaciones importantes para la población en general, y no
alcohol son discutidos en el siguiente capítulo. Algunos de sólo para los bebedores dependientes.
los problemas sociales pueden incluirse aquí, por ejemplo, las
agudas consecuencias adversas del consumo del alcohol, tales
como traumas a consecuencia de accidentes de tráfico, lesio- Bibliografía
nes por peleas y muerte por sobredosis (37).
Los problemas sociales que resultan del consumo de al- 1. World Health Organization (1951). WHO technical report series, No 42.
cohol son abundantes. El alcohol está implicado en todo tipo WHO, Geneva.
4.2.2.3. ALCOHOL Y TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y FÍSICOS 581

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Experimental Research, 16, 215–21. rancia pueden producir cuadros clínicos completamente dife-
582 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

rentes, a pesar de tener niveles similares de concentraciones ción está inducida por la sustancia. Si esto ya no es así, es
de alcohol en sangre. Así, las características psicopatológicas probable que la sustancia induzca un trastorno psicótico o un
son más importantes que las concentraciones de alcohol en delirium tremens.
sangre para estimar la gravedad de un estado de intoxicación
aguda. Con el incremento de CAS se observa euforia, desin-
hibición, deterioro del juicio, beligerancia, daño en el fun- Abstinencia con crisis epilépticas
cionamento social y ocupacional, labilidad emocional, daño (convulsiones alcohólicas)
cognitivo, reducción en el mantenimiento de la atención, len-
guaje farfullante, incoordinación, marcha inestable, nistagmo, En aproximadamente el 30 % de los casos, el típico ata-
estupor o coma. que de epilepsia es seguido por un delirium tremens. La imagen
El termino «intoxicación patológica» puede encontrarse en electroencefalográfica es solamente anormal en el momento
la bibliografía antigua (revisada por Lishman [1]). Se describió de las crisis. Antes y después es normal, por lo que las con-
como una arranque de agresión y rabia incontrolable que po- vulsiones alcohólicas no tienen relación alguna con una epi-
dría ocasionar daños graves. Como regla, este comportamien- lepsia latente.
to, que no era común en los individuos, acababa en sueño ter-
minal y posterior amnesia. Sin embargo, teniendo en cuenta
que no había suficientes pruebas empíricas de la existencia de Psicosis inducida por el alcohol
este síndrome, no se consideró en el DSM-IV (2). (delirium tremens)
En el delirium tremens los síntomas de abstinencia de alco-
Amnesias inducidas por el alcohol hol descritos anteriormente se acompañan por reducción en
el nivel de conciencia, desorientación en tiempo y lugar, al-
Este término se refiere a un estado de amnesia transitorio teración en la memoria reciente, insomnio y trastornos sen-
después de un consumo excesivo de alcohol. Usualmente, el soperceptores. Estos últimos consisten en interpretaciones
comportamiento de los pacientes no es diferente de su com- erróneas de los estímulo sensoriales y alucinaciones; la mayo-
portamiento durante otros periodos de intoxicación sin episo- ría son visuales, aunque también se producen alucinaciones
dios amnésicos. No obstante, la laguna de memoria, por lo ge- auditivas y táctiles. Las alucinaciones pueden ser de tamaño
neral, dura algunas horas, pero puede extenderse por un día o liliputiense o normal, y pueden implicar escenas complejas,
más. En casos extremos, los pacientes se despiertan en lugares aterradoras y extremadamente realistas. El paciente está in-
desconocidos, sin ningún recuerdo de cómo llegaron ahí. tranquilo y temeroso, y puede llegar a estar intensamente agi-
tado. Se observa un temblor marcado y, cuando está de pie,
ataxia. Algunos pacientes experimentan trastornos vestibula-
■ Abstinencia res. Los trastornos autónomos consisten en sudoración, ta-
quicardia, presión arterial elevada y dilatación pupilar. Puede
Abstinencia sin complicaciones haber pirexia ligera. Los pacientes suelen estar deshidratados,
frecuentemente con alteración electrolítica, leucocitosis y al-
Cuando el consumo de alcohol se interrumpe totalmen- teración en la función hepática. Tal como sucede en otras for-
te, o se reduce de forma sustancial puede desarrollarse un sín- mas de delirios, los síntomas empeoran por la noche.
drome de abstinencia característico. Éste consiste en hiperac- El delirium tremens es de los estados más graves que siguen
tividad autonómica (como temblor de manos), insomnio, a la abstinencia de alcohol, con una mortalidad de hasta el
sudoración, taquicardia, hipertensión y ansiedad. Los sínto- 5 %. En su forma completamente desarrollada es poco co-
mas generalmente aparecen entre 6 y 12 horas después de la mún; los estados más frecuentes son temblores agudos, aluci-
última consumición de alcohol y, en función de su gravedad, naciones transitorias, con temblor y ataques sin complicacio-
pueden durar hasta 4 o 5 días. La base neurológica de la abs- nes. El delirium tremens por lo general comienza después del
tinencia es una sobrerregulación gradual de los receptores de tercero o cuarto día de abstinencia de alcohol, aunque oca-
la N-metil-D-aspartato bajo la influencia del uso de alcohol sionalmente esto comienza mientras se continúa con el con-
crónico. En cuanto se retira el alcohol, que actúa como un sumo. En este último caso se supone que los niveles de alco-
depresor del sistema nervioso central, se observa una abru- hol han caído por debajo de un nivel crítico. Se desconoce
madora acción excitatoria sobre el cerebro mediada por el sis- por qué mecanismo la abstinencia de alcohol provoca un sín-
tema glutamatérgico. drome clínico. El delirium tremens se inicia con frecuencia re-
pentinamente, aunque una investigación exhaustiva puede re-
velar un estado prodrómico de agitación, ansiedad e insom-
Abstinencia con alteraciones perceptuales nio. Por lo general dura de 2 a 3 días, con frecuencia termina
con un sueño profundo y prolongado del que el paciente se
El individuo por lo general experimenta más distrés y an- despierta libre de síntomas y con poca memoria del periodo
siedad si se presentan alucinaciones transitorias visuales, tác- de delirio. En escasas ocasiones, en el paciente el síndrome
tiles o auditivas, o ilusiones. En este estado, la prueba de rea- amnésico permanece, quizás como consecuencia de una en-
lidad aún está intacta: la persona aún conoce que la alucina- cefalopatía de Wernicke no detectada.
4.2.2.3. ALCOHOL Y TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y FÍSICOS 583

El tratamiento es a través de sedación, generalmente con sos se habla, por lo general, de trastornos comórbidos o de
benzodiazepinas, al mismo tiempo que con rehidratación diagnóstico dual. El alcoholismo puede ser una consecuencia
bajo observación cuidadosa. Deben investigarse posibles trau- de ansiedad y de trastornos del estado de ánimo («alcoholis-
matismos cerebrales o infecciones concomitantes. La seda- mo secundario»). También puede desarrollarse independien-
ción debe ser adecuda para prevenir convulsiones por absti- temente, después de la ansiedad y depresión, o antes de los
nencia, con monitorización de la respuesta. Se administran síntomas («alcoholismo primario»). Como ya se ha analizado
con frecuencia vitaminas de alta potencia para prevenir la en- el «alcoholismo secundario» anteriormente en este libro, aquí
cefalopatía de Wernicke. Se administra un anticonvulsivante nos concentraremos en el «alcoholismo primario».
cuando ha habido crisis convulsivas en el pasado. Ocasional-
mente se producen colapso cardiovascular e hipertermia que
requieren un tratamiento médico urgente. Trastornos del humor inducidos por el alcohol
El alcohol es un depresor del sistema nerviosos central.
Alucinosis Tomado regularmente en dosis altas puede provocar senti-
mientos de tristeza. Los episodios de abstinencia o absti-
La alucinosis alcohólica es una afección rara en la que las nencia relativa pueden producir excitabilidad y nerviosismo,
alucinaciones auditivas están presentes con conciencia clara y especialmente ansiedad. Cuánto más bebe la persona, es
sin hiperactividad autónoma, por lo general en una persona más probable que ocurran estos síntomas. En los estadios fi-
que ha bebido excesivamente por muchos años. Las alucina- nales de la dependencia del alcohol, más del 80 % de las
ciones con frecuencia empiezan como ruidos simples, pero son personas presentan síntomas depresivos alguna vez en su
remplazados gradualmente por voces que amenazan, maltratan vida. Alrededor de un tercio de pacientes masculinos y más
o reprochan a la persona. Por lo común, las voces hablan a la del 50 % de pacientes femeninos han experimentado largos
persona, pero algunas veces discuten con ella en tercera perso- períodos de depresión grave (4). Estas tasas de alta preva-
na. Las voces pueden ser ocasionales o implacablemente per- lencia son notables, porque más del 20 % de los alcohólicos
sistentes. Pueden manejar al paciente, que puede responder han intentado suicidarse alguna vez o más y alrededor del
con comportamientos incontrolados y suicidas. Las ideas deli- 15 % mueren en el intento. Aparte de las características de-
rantes son interpretaciones secundarias de las alucinaciones. presivas, los trastornos del estado de ánimo inducidos por el
Las alucinaciones autóctonas sugieren esquizofrenia, como los alcohol también pueden incluir síntomas maníacos o carac-
trastornos del pensamiento o el afecto incongruente. El pa- terísticas mixtas. Sin embargo, el diagnóstico debe ser efec-
ciente generalmente está estresado, ansioso e intranquilo. tuado sólo cuando los síntomas causan daño clínicamente
Tanto en la CIE-10 como en el DSM-IV, el trastorno es significativo o malestar social, ocupacional o en otras áreas
clasificado como un trastorno psicótico inducido por sustan- de funcionamiento.
cias y no, como se sugería en el pasado, una forma de esqui- Con respecto al tratamiento, es interesante notar que a
zofrenia (provocada por el consumo excesivo). El diagnóstico pesar de que la gran mayoría de los pacientes tienen síntomas
diferencial se basa en alucinaciones auditivas transitorias du- depresivos al principio del tratamiento del alcoholismo, sólo
rante la abstinencia, después de un período de consumo ex- muy pocos necesitan medicación antidepresiva específica o
cesivo, y en delirium tremens, en el que las alucinaciones audi- psicoterapia específica. En la mayoría de los casos, los sínto-
tivas pueden acompañar a las alucinaciones visuales más des- mas depresivos desaparecen dentro de unas semanas de absti-
tacadas. En ambos trastornos, las alucinaciones auditivas son nencia controlada (5).
transitorias y desorganizadas, y en el último la conciencia está
dañada. En contraste, las alucinaciones auditivas de una alu-
cinosis alcohólica son persistentes y organizadas y aparecen Trastornos de ansiedad inducidos por el alcohol
durante un estado de clara conciencia. Otro diagnóstico dife-
rencial es con el trastorno depresivo con síntomas psicóticos Este diagnóstico sólo debe realizarse cuando se conside-
y con la esquizofrenia; ambos trastornos pueden ser acompa- ra que los síntomas de ansiedad están relacionados con los
ñados por consumo excesivo de alcohol. efectos fisiológicos directos del alcohol. La sintomatología
Las alucinaciones responden por lo general rápidamente a puede consistir en ansiedad, ataques de angustia y fobias.
medicación antipsicótica. El pronóstico es bueno; normal- Tanto el trastorno de ansiedad inducido por el alcohol,
mente la afección mejora en unos días o unas semanas, siem- como los trastornos del humor pueden desarrollarse durante
pre que la persona permanezca abstinente. Los síntomas que el estado de intoxicación, durante la abstinencia, o hasta 4
permanecen durante 6 meses generalmente continúan duran- semanas después del cese del consumo de alcohol. Durante
te años (3). la intoxicación o la abstinencia el diagnostico debe hacerse
sólo cuando la sintomatología excede francamente aquello
que se podría esperar de las síntomas de ansiedad o depre-
■ Trastornos psiquiátricos sión durante una intoxicación regular o un episodio de abs-
tinencia.
Los pacientes con dependencia del alcohol con frecuen- Los trastornos de ansiedad se encuentran entre los tras-
cia presentan síntomas de ansiedad o depresión. En estos ca- tornos psiquiátricos más comunes en la población general,
584 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

con tasas de prevalencia de hasta el 25 % (6). En estudios clí- Encefalopatía de Wernicke


nicos, entre el 20 y el 70 % de los pacientes con alcoholismo
también padecen trastornos de ansiedad (7). Por otra parte, Las características más conocidas del consumo excesivo
entre el 20 y el 45 % de los pacientes con trastornos de an- de alcohol en adultos son la encefalopatía de Wernicke y el
siedad, también tienen antecedentes de alcoholismo (8). Sin síndrome de Korsakoff. La encefalopatía de Wernicke está di-
embargo, se ha argumentado que las cifras de comorbilidad rectamente causada por una deficiencia de tiamina, que se
fueron sobreestimadas, porque en algunos de los estudios el produce por una combinación de dieta inadecuada, reduc-
foco estaba en los patrones de consumo de alcohol más que ción de la absorción gastrointestinal, descenso del almacena-
en la dependencia alcohólica; o describían los síntomas de miento hepático y deterioro en la utilización. Sólo una parte
ansiedad más que los trastornos según los criterios diagnósti- de los alcohólicos con deficiencia de tiamina desarrollan la
cos (9). Los estudios de familia que analizan la comorbilidad encefalopatía de Wernicke, quizás porque han heredado o
del alcoholismo y los trastornos de ansiedad pueden ser una adquirido anormalidades de la enzima transcetolasa depen-
forma de clarificar este controversia. Por ejemplo, en el estu- diente de tiamina, que ha reducido su afinidad por tiamina.
dio de Yale la presencia de trastornos de ansiedad en los pro- La encefalopatía de Wernicke está caracterizada por cambios
bandos incrementó ligeramente el riesgo de dependencia del degenerativos, principalmente gliosis y pequeñas hemorragias
alcohol en sus familiares, en tanto que la dependencia del al- en las estructuras que rodean el tercer ventrículo y el acue-
cohol del probando no incrementó el riesgo para sus familia- ducto: cuerpos mamilares, hipotálamo, núcleos talámicos me-
res de presentar trastornos de ansiedad (10). De forma simi- diodorsales, colículos y el tegmento mesencefálico. Las carac-
lar, Maier y cols. (11) demostraron un riesgo incrementado de terísticas clínicas asociadas con el síndrome Wernicke-Korsa-
alcoholismo en los casos con trastornos de angustia pero no koff son: deficiencias de memoria, alteraciones oculares, ata-
al revés. Kendler y cols. (12), en un estudio de gemelos fe- xia y cuadros globales confusionales. La mayoría de ellas pue-
meninos, encontraron indicios de que algunos factores gené- den ser relacionadas con los sistemas funcionales dañados en
ticos en común pueden servir de base tanto al alcoholismo el hipotálamo, mesencéfalo y cerebelo. En un extenso estudio
como a los trastornos de pánico. escandinavo neuropatológico, el 12,5 % de todos los alcohó-
licos mostraron señales de encefalopatía de Wernicke (18).

■ Efectos en el cerebro
Síndrome de Korsakoff
Corteza cerebral
Alrededor del 80 % de los pacientes alcohólicos en recu-
El consumo crónico de alcohol produce cambios estruc- peración de la encefalopatía de Wernicke desarrollan el sín-
turales y funcionales en el cerebro. La demencia alcohólica drome amnésico de Korsakoff. Está caracterizado por defi-
ha sido tratada en el Capítulo 4.1.12. La pérdida de tejido ciencias marcadas en la memoria anterógrada y retrógrada,
de los hemisferios cerebrales en alcohólicos se debe princi- apatía, un sensorio intacto y una preservación relativa de
palmente a una reducción en el volumen de la sustancia otras habilidades intelectuales. El síndrome amnésico de Kor-
blanca cerebral; adicionalmente hay una reducción ligera en sakoff también puede aparecer sin un episodio anterior de en-
el volumen de la corteza cerebral. Esto ha sido demostrado cefalopatía de Wernicke. Pueden superponerse lesiones agu-
tanto patológicamente (13) como con la utilización de imá- das a lesiones crónicas, lo que sugiere que episodios subclíni-
genes a través de resonancia magnética con morfometría cos de la encefalopatía de Wernicke pueden culminar en el
cuantitativa (14). síndrome amnésico de Korsakoff. El trastorno de memoria se
Harper y cols. (15) comprobaron la pérdida neuronal en relaciona mejor con la presencia de lesiones histopatológicas
alcohólicos. Había una reducción del 22 % en el número de en el tálamo dorsomedial. (El síndrome amnésico se analiza
neuronas en la corteza frontal superior (área 8 de Brod- en el cap. 4.1.13.)
mann), mientras que las neuronas supervivientes mostraron
una pérdida de volumen en la corteza frontal superior, mo-
tora y cingular frontal (16). Este descubrimiento del daño Degeneración cerebelar
cortical en alcohólicos concuerda con los estudios neurorra-
diológicos (14). Muchos pacientes alcohólicos desarrollan un síndrome
Ferrer y cols. (17) examinaron el árbol dendrítico de neu- cerebelar crónico relacionado con la degeneración de células
ronas corticales en individuos alcohólicos usando técnicas de de Purkinje en la corteza cerebelar. Estudios cuantitativos re-
impregnación del aparato de Golgi. Describieron una reduc- velaron una pérdida significativa de las células cerebelares de
ción significativa en el árbol dendrítico basal de la capa III de Purkinje (alrededor del 10,35 %) y pérdida de volumen del
neuronas piramidales, tanto en la corteza frontal superior vermis cerebelar, molecular y capas de células granulares (19).
como en la corteza motora. Estos estudios sugieren que, aun- Los modelos animales suministran pruebas del efecto tóxico
que no hay una reducción significativa en el número de neu- directo causado por el etanol (20). Sin embargo, en estudios
ronas corticales en la corteza motora, existen anormalidades de neuroimagen, la ataxia cerebelar en alcohólicos no se co-
estructurales en las células que podrían tener importantes im- rrelaciona con el consumo de etanol diario, anual o durante
plicaciones funcionales. toda la vida. Como en la encefalopatía de Wernicke, se ha re-
4.2.2.3. ALCOHOL Y TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y FÍSICOS 585

lacionado este síndrome cereblar con la deficiencia de tiami- electróliticos graves, como hiponatremia inducida por tiazida;
na causada por una malnutrición. Se ha informado que la sin embargo, la mayoría de los casos ocurre en alcohólicos, lo
atrofia cerebelar se presenta en alrededor del 40 % de los al- que sugiere que el alcoholismo puede contribuir a la génesis de
cohólicos crónicos (19). En un estudio clínico de pacientes la mielinólisis pontina central de maneras hasta ahora indefini-
alcohólicos, el 49 % tenía por lo menos señales clínicas dis- das (23). Las lesiones pueden ser reducidas experimentalmente
cretas de atrofia cerebelar (21). por una corrección rápida de la hiponatremia crónica. Los sín-
El diagnóstico de ataxia cerebelar alcohólica está basado tomas comprenden pérdida de la sensación de dolor en los
en la historia clínica y en el examen neurológico. La ataxia miembros, parálisis bulbar, tetraplejía, movimientos oculares
afecta muy gravemente el paso, al caminar. La ataxia del desordenados, vómito, confusión y coma.
miembro y la disartria ocurren con mayor frecuencia que en
la encefalopatía de Wernicke, en tanto que rara vez se obser-
va nistagmo. Las pruebas de tomografía computarizada (TC) Reversibilidad del daño cerebral
o resonancia magnética (RM) pueden mostrar atrofia cortical
cerebelar, pero un número considerable de pacientes alcohó- Los cambios cerebrales neuroanatómicos relacionados
licos afectados no son atáxicos al examinarse. No está claro si con el alcohol han mostrado ser parcialmente reversibles. Es-
éstos representan casos subclínicos en los cuales los síntomas tos descubrimientos iniciaron un debate continuo sobre posi-
se desarrollarían con posterioridad. Es interesante notar que bles mecanismos y correlaciones clínicas (22).
la función cerebelar deteriorada mejora significativamente
cuando se mantiene la abstinencia (22).
Síndrome alcohólico fetal
Degeneración hepatocerebral La primera descripción del síndrome alcohólico fetal fue
realizada por científicos franceses en 1968 (24). Como un pa-
La degeneración hepatocerebral se desarrolla en muchos al- radigma de investigación, tiene gran impacto sobre nuestro en-
cohólicos con una enfermedad del hígado y está caracterizada tendimiento de los efectos del alcohol en el cerebro. Clínica-
por un sensorio alterado, signos de liberación frontal, temblor mente el síndrome se caracteriza por: retraso en el crecimien-
«metabólico» (flapping tremor), hiperreflexia, respuestas extenso- to, que afecta la altura, el peso y la circunferencia de la cabeza;
ras plantares y crisis convulsivas ocasionales. Mientras que al- deficiencia intelectual, desenvolvimiento social y coordinación
gunos pacientes pasan del estupor al coma y luego a la muer- muscular; ligeras anomalías estructurales de la cara, junto con
te, otros se recuperan y sufren episodios recurrentes. El cerebro una implicación variable de los miembros y el corazón.
de pacientes con encefalopatía hepática muestra un alarga- La base de este síndrome es un conjunto de efectos causa-
miento y proliferación de astrocitos protoplasmáticos en el dos por el alcohol en la célula en desarrollo. En condiciones
ganglio basal, tálamo, núcleo rojo, protuberancia y cerebelo, en normales, los factores de crecimiento amplían el crecimiento
ausencia de pérdida neuronal u otros cambios gliales (23). celular y su diferenciación, pero el alcohol puede disminuir es-
Los pacientes que no se recuperan totalmente después de tos efectos (25). Una segunda manera de dañar la célula ner-
un episodio de encefalopatía hepática van a desarrollar un viosa en desarrollo es por la producción de radicales libres que
síndrome progresivo de temblor, coreoatetosis, disartria, ata- permiten la acumulación de calcio en las células (26). La in-
xia al caminar y demencia. La degeneración hepatocerebral ducción de la formación de los radicales libres está inducida
puede progresar paso a paso, con una recuperación incom- por el alcohol. El resultado de ambos procesos patogénicos es
pleta después de cada episodio de encefalopatía hepática, o un descenso en el tamaño global del cerebro y una disminu-
lenta e inexorablemente, sin ningún episodio discreto de en- ción del espesor de las capas externas de la corteza, causada
cefalopatía. por una disminución del número total de las células. La mi-
gración de las células nerviosas dañadas puede también jugar
un papel en el desarrollo del síndrome alcohólico fetal (27).
Trastornos poco frecuentes Los efectos del alcohol en el cerebro en desarrollo son me-
didos clínicamente por la evaluación de la circunferencia de la
El síndrome de Marchiafava-Bignami es un trastorno de cabeza, con un efecto claramente dependiente de la dosis.
desmielización o necrosis del cuerpo calloso y de la sustancia En el capítulo 9.2.7. se tratará con más amplitud el sín-
blanca subcortical adyacente. El curso puede ser agudo, sub- drome alcohólico fetal.
agudo o crónico y está marcado por demencia, espasmos, di-
sartria e incapacidad de caminar. Los pacientes pueden caer
en coma y morir, sobrevivir durante muchos años en una ■ Efectos en el cuerpo
condición de demencia u ocasionalmente recuperarse.
La mielinólisis pontina central es un trastorno de la sus- Malnutrición y deficiencia vitamínica
tancia blanca cerebral que, por lo general, afecta a alcohólicos,
pero también ocurre en no alcohólicos con enfermedad del hí- La malnutrición puede ser una consecuencia de deficien-
gado incluyendo la enfermedad de Wilson, malnutrición, ano- cia alimentaria. Más importante en los alcohólicos parece ser
rexia, quemaduras, cáncer, enfermedad de Addison y trastornos la mala digestión y la mala absorción («malnutrición secun-
586 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

daria»). Aparte de los efectos tóxicos directos del alcohol en La mortalidad por cirrosis hepática ha sido extensamente
la mayoría de los tejidos del cuerpo, la malnutrición es un un correlato importante del consumo per capita en una po-
factor que contribuye de forma importante en la lesión en los blación determinada. La lesión hepática es importante tam-
órganos de los alcohólicos (28). El metabolismo vitamínico bién porque produce un incremento en las enzimas hepáti-
puede ser profundamente afectado por el consumo crónico cas; tales como la aspartato-aminotransferasa, la alanina-ami-
de alcohol. Como consecuencia, muchos alcohólicos tienen notransferasa y γ-glutamiltransferasa, las cuales tienen un gran
deficiencias en vitaminas B (tiamina), A, D, B6 y E y ácido fó- valor práctico como marcadores diagnósticos de consumo
lico. Esto puede llevar a una variedad de consecuencias físi- grave de alcohol. El alcohol cuenta con más del 80 % de to-
cas, entre ellas lesiones en diferentes órganos. das las muertes por cirrosis, una consecuencia que parece ser
más pronunciada en las mujeres (31).

Neuropatía periférica
Páncreas
Además de afectar el sistema nervioso central, el alcohol
daña también los nervios motores, sensoriales y autónomos Alrededor del 5 % de los alcohólicos desarrollan pancrea-
que controlan músculos y órganos internos. Los síntomas son titis crónica. El etanol, al parecer, daña lentamente el pán-
debilidad, entumecimiento, dolor y un hormigueo o una sen- creas. En general, se necesitan entre 10 y 15 años de consu-
sación de quemazón de la piel, especialmente en los pies. Ge- mo excesivo, antes de que la pancreatitis sea clínicamente ma-
neralmente en la exploración neurológica, los reflejos del ten- nifiesta. En la fase presomática pueden demostrarse ciertos
dón están disminuidos o han desaparecido completamente y cambios, como fibrosis, depósitos de calcio y, especialmente,
la sensibilidad de la piel está disminuida, especialmente en pérdida del funcionamiento de células que producen enzimas
los pies y en las extremidades inferiores. Cuando los pacien- y hormonas. Los síntomas agudos son dolor abdominal y vó-
tes se abstienen de alcohol, la progresión de los síntomas pue- mito. Las complicaciones crónicas son pérdida de peso, es-
de detenerse e, incluso, es posible una recuperación parcial. teatorrea, y diabetes mellitus (32).

Músculo Piel
El alcohol es tóxico para los músculos esqueléticos, de Originalmente se creía que las alteraciones de la piel en
una forma dependiente de la dosis. Los alcohólicos con fre- los alcohólicos se debían a enfermedades hepáticas alcohóli-
cuencia sufren de malnutrición, lo cual se añade a los cam- cas. Sin embargo, investigaciones más recientes han revelado
bios crónicos en los músculos. La miopatía crónica puede que la piel puede afectarse más tempranamente por el abuso
encontrarse entre el 40 y 60 % de los pacientes con depen- del alcohol (33). Mientras el eritema palmar y las arañas vas-
dencia del alcohol (29). Los mecanismos patofisiológicos culares son consecuencias conocidas de la enfermedad hepá-
del daño muscular comprenden alteraciones en la permea- tica alcohólica, que también sirven como marcadores diag-
bilidad de la membrana, en bombas y canales iónicos, y nósticos para el alcoholismo, la psoriasis y el eritema facial
en la síntesis proteica; también si produce una disfunción han sido con menor frecuencia vinculados con el consumo
hormonal. Los pacientes se quejan de dolor y debilita- excesivo de alcohol. El alcohol está entre la lista de agentes
miento. La hinchazón del músculo puede ser fácilmente que exacerban la psoriasis. Un posible mecanismo de la ac-
detectada. En estados crónicos, la atrofia muscular puede ción del alcohol sobre la piel podría ser un defecto en el sis-
ser detectada con facilidad. No hay otro tratamiento agudo tema inmunitario.
para la miopatía más que la abstinencia, en ese caso, la
miopatía aguda puede desaparecer rápidamente; por lo ge-
neral la miopatía crónica sólo puede mejorar, pero perdu- Corazón
ran debilidades.
La miocardiopatía es una de las más viejas consecuen-
cias físicas conocidas del consumo excesivo de alcohol. De
Hígado forma similar a los efectos del etanol sobre los músculos es-
queléticos, las células del músculo cardíaco están dañadas
Los efectos del etanol en el hígado son entre los primeros por la influencia del etanol sobre los canales y bombas ió-
y mejor conocidos síntomas de alcoholismo. La primera ma- nicos, etc. La atrofia conduce a una dilatación total del co-
nifestación de enfermedades alcohólicas en el hígado es el hí- razón.
gado graso, seguido poco después por fibrosis, que puede aso- Recientemente, se han analizado los efectos del alcohol
ciarse con hepatitis alcohólica. Si el proceso continúa, se ha sobre la insuficiencia coronaria. Al parecer, hay un efecto
observado que la lesión es irreversible llegando a fibrosis gra- beneficioso del consumo moderado de alcohol, al menos
ve y a cirrosis (30). Estos efectos aparecen a través del consu- en varones de edad mediana (34). Es posible que el incre-
mo excesivo de alcohol, aún en ausencia de deficiencias en la mento de lipoproteínas de alta densidad y el descenso de li-
dieta. poproteínas de baja densidad desempeñen un papel en este
4.2.2.3. ALCOHOL Y TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y FÍSICOS 587

proceso: una alteración en la agragación plaquetaria podría 11. Maier, W., Minges, J., and Lichtermann, D. (1993). Alcoholism and
ser un posible mecanismo de acción. Además de las mio- panic disorder: co-occurence and co-transmission in families. European
Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, 243, 205–11.
cardiopatías, las arritmias cardíacas son consecuencias des- 12. Kendler, K.S., Walters, E.E., Neale, M.C., Kessler, R.C., Heath,
tacadas del consumo de alcohol. Cerca de un tercio de to- A.C., and Eaves, L.J. (1995). The structure of genetic and
das las miocardiopatías pueden atribuirse al consumo de al- environmental risk factors for six major psychiatric disorders in
cohol. women: phobia, generalized anxiety disorder, panic disorder,
bulimia, major depression, and alcoholism. Archives of General
Psychiatry, 52, 374–83.
13. de la Monte, S.M. (1988). Disproportionate atrophy of cerebral white
Hipertensión matter in chronic alcoholics. Archives of Neurology, 45, 990–2.
14. Jernigan, T.L., Butters, N., Di Tragila, G., et al. (1991). Reduced
cerebral grey matter observed in alcoholics using magnetic resonance
Se ha demostrado la relación dosis-respuesta entre el con- imaging. Alcoholism, Clinical and Experimental Research, 15, 418–27.
sumo y la presión arterial diastólica y sistólica (31). No está 15. Harper, C., Kril, J., and Daly, J. (1987). Are we drinking our neurons
claro, sin embargo, si esta relación sólo puede observarse por away? British Medical Journal, 294, 534–6.
16. Harper, C.G. and Kril, J.J. (1989). Patterns of neuronal loss in the
encima del umbral de consumo. Como consecuencia, el in- cerebral cortex in chronic alcoholic patients. Journal of Neurology
farto vascular cerebral parece estar relacionado con hiperten- Sciences, 92, 81–9.
sión inducida por etanol. 17. Ferrer, I., Fabregues, I., Rairiz, J., and Galofre, E. (1986). Decreased
numbers of dendritic spines on cortical pyramidal neurons in human
chronic alcoholism. Neuroscience Letters, 69, 115–19.
18. Torvik, A., Lindbö, C.F., and Rodge, S. (1982). Brain lesions in
Cáncer alcoholics. Journal of Neurological Sciences, 56, 233–48.
19. Torvik, A. and Torp, S. (1986). The prevalence of alcoholic cerebellar
Los datos disponibles muestran que el alcohol incremen- atrophy. A morphometric and histological study of an autopsy
material. Journal of Neurological Sciences, 75, 43–51.
ta el riesgo de cáncer en el tracto broncodigestivo superior. 20. Riley, J.N. and Walker, D.W. (1978). Morphological alterations in
Esto comprende cáncer de boca, faringe, laringe y esófago. hippocampus after longterm alcohol consumption in mice. Science,
Adicionalmente, el consumo de alcohol se relaciona con el 201, 646–8.
cáncer primario de hígado. Un posible vínculo entre alcohol 21. Mann, K. (1992). Alkohol und Gehirn—über strukturelle und funktionelle
veränderungen nach erfolgreicher therapie. Springer, Berlin.
y cáncer de mama aún sigue siendo objeto de debate: tres es- 22. Mann, K., Mundle, G., Strayle, M., and Wakat, P. (1995).
tudios recientes de cohorte con muestras amplias encontraron Neuroimaging in alcoholism: CT and MRI results and clinical
un riesgo excesivo de cáncer de mama (35). Lo mismo parece correlates. Journal of Neural Transmission (General Section), 99, 145–55.
ser verdad para la correlación entre el consumo de cerveza y 23. Charness, M. (1993). Brain lesions in alcoholics. Alcoholism, Clinical
and Experimental Research, 17, 2–11.
cáncer de recto. 24. Lemoine, P., Harousseau, H., Borteyru, J.-P., and Menuet, J.-C.
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propos de 127 cas. Ouest Médical, 25, 477–82.
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Washington, DC. 27. Miller, M.W. (1993). Migration of cortical neurons is altered by
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alcoholic inpatients? Psychometric results from the Tübinger 29. Urbano-Márquez, A. and Fernández-Solà, J. (1996). Musculo-skeletal
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DC. London.
588 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.2.2.4 Tratamiento genera empatía y elimina la resistencia inicial. La actitud de


preguntar amistosamente ayuda al paciente a llegar a sus
de la dependencia de alcohol propias conclusiones sobre el papel que desempeña el alco-
hol en sus problemas. Esta actuación resultará más convin-
Jonathan Chick cente que limitarse a repetir el consejo médico. Las personas
tienden más a creer lo que escuchan de sí mismas que lo
que dicen los demás. Es menos probable que la entrevista
■ Trastorno crónico con recaídas de lugar a una confrontación si el médico está de acuerdo
en que, para el paciente, el beber alcohol ha sido placente-
Algunos individuos se exponen a sí mismos o a los demás ro. Por lo tanto, la valoración no consiste en una serie de
al riesgo de convertirse en bebedores. Hay quien opina que preguntas tales como: «¿Bebe más de lo que quisiera?» o
tales personas podrían beber con sensatez si fueran más con- «¿Le hace el alcohol sentirse deprimido?», sino otras mucho
siderados e hicieran mayor uso de su fuerza de voluntad. más abiertas: «Hábleme sobre su relación con la bebida.
Otro punto de vista cada vez más aceptado al respecto es que ¿Cuáles son los aspectos positivos… y cuáles son los incon-
muchos de tales individuos se encuentran en un estado, con venientes?», «¿de qué forma se asocia el alcohol a esos perío-
diferentes niveles de gravedad, en el cual la libertad para de- dos de desesperanza que describe?». El paciente puede que-
cidir sobre la bebida es inferior en relación con otros bebe- rer entender que el alcohol a veces ha amortiguado el dolor.
dores. Este estado depende parcialmente de la percepción de Sólo entonces admitirá que sobre todo ha empeorado su es-
que no vale la pena cambiar, así como de unas tendencias ad- tado de ánimo.
quiridas que son menos accesibles al control consciente. Ta- Un comentario del tipo «Soy un bebedor social, no un al-
les individuos sienten un deseo o una urgencia por beber que cohólico» no debe tenerse en cuenta; una discusión sobre las
supera el pensamiento racional. Entonces pueden buscar una definiciones distraerá el trabajo de clarificar y planificar el
explicación, del tipo «Claro que me apetece beber, he tenido modo de dar con el problema real. Por lo tanto, una res-
un mal día». puesta de tipo «Entiendo que no le gusten las etiquetas» pue-
Estos individuos precisan ayuda para desaprender esos pa- de revelar temores y prejuicios (p. ej., que los alcohólicos aca-
trones y para aprender distintas formas de afrontar los pro- ban ingresados en hospitales o son unos fracasados).
blemas. Poder hablar, sentirse cuidados y apoyados por los La negación permite rechazar hechos y sentimientos no
demás puede contribuir a que lo consigan. Puede ser útil la placenteros y no deseados. Es doloroso admitir que la familia
ayuda para establecer controles realizados por el mismo indi- le ha perdido a uno el respeto o que se necesita el alcohol para
viduo o por los demás. Algunas personas son capaces de ha- poder disfrutar. Los problemas con el alcohol todavía conlle-
cer esto sin necesidad de ayuda externa, y otros únicamente van la deshonra. En las culturas islámicas, en donde el alcohol
con la ayuda de Alcohólicos Anónimos (1). está prohibido, el daño que genera su consumo puede ser más
Este enfoque defiende que la dependencia del alcohol grave por el miedo a las represalias de las autoridades
debería manejarse del mismo modo que otras patologías con
recaídas, como la diabetes o el asma (2), utilizando programas
de seguimiento a largo plazo combinados con un tratamien-
Explicar los síntomas
to continuo o intermitente. Sin embargo las influencias so- Debe ayudarse al paciente a entender los síntomas de la
ciales y culturales son más fuertes que las condiciones médi- abstinencia y a cómo debe actuar para frenar los intentos de
cas para tratar las recaídas y ejercen un mayor efecto sobre los reducir el consumo. Los pacientes con frecuencia atribuyen
resultados. los síntomas de la abstinencia a otras causas; por ejemplo,
cuando se despiertan a las 4 de la madrugada con sudores y
ansiedad pueden atribuirlo a preocupación, o pueden inter-
■ Inicio del tratamiento pretar el temblor de manos matutino como una manifesta-
ción del estrés.
Entrevista inicial
La valoración es el primer paso de la intervención: una
Informante
entrevista torpe puede alejar a un paciente reticente. La clave Si desde el principio está presente un familiar, un amigo
del éxito es la aceptación de que el paciente probablemente íntimo o algún conocido, los puntos principales emergen de
está indeciso acerca de la visita y acerca del cambio de su há- forma más rápida. Sin embargo, también podría ser necesario
bito. La confrontación debe evitarse. El bebedor probable- visitar al paciente solo debido a la existencia de problemas
mente ya habrá mostrado su resistencia a la disuasión con ar- con la policía, el trabajo, el banco o un amante que sean des-
gumentos de miedo y dolor. Las motivaciones cognitivas de- conocidos para el familiar. Los familiares deberían escuchar la
ben dirigirse suavemente hacia la acción. entrevista entre el médico y el paciente, si no la versión pos-
Los pacientes pueden acudir derivados por los problemas terior que relata el paciente podría estar cambiada: «el médi-
del alcohol, o no. Aunque lo hayan sido, la entrevista debe- co dice que yo no soy un alcohólico». que antes de la visita,
ría empezar por averiguar la actitud del paciente al respecto. convencidos de que nadie entiende su estrés y de que el be-
La escucha reflexiva (3) ayuda al paciente a clarificar sus ideas, bedor de nuevo ha decepcionado al médico.
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 589

Valoración cos dependientes leves o moderados (4, 5). En el cuadro 1 se


presentan los consejos durante el período de deshabituación
El uso de alcoholímetro o de la prueba de saliva para me-
en casa. Hayashida y cols (4) distribuyeron aleatoriamente a
dir la concentración de alcohol permite valorar objetivamen-
164 pacientes afectados de leve a moderadamente en grupos
te el consumo de alcohol. Debe utilizarse la prueba antes de
de desintoxicación de pacientes ingresados y ambulatorios. La
que el individuo comience a explicar su consumo reciente;
intervención fue efectiva en el 95 % de los primeros y el 72 %
no ganará nada mostrando al paciente que a veces infravalo-
de los últimos. La atención a los pacientes ingresados cuesta
ra su consumo.
ocho veces más que la atención a los ambulatorios.
Los signos físicos pueden ser de ayuda. El alcoholismo
La admisión en el hospital está indicada cuando el hogar
puede causar una capilarización excesiva en la conjuntiva o
o el entorno social son negativos para la abstinencia, o cuan-
en la piel de la nariz y de las mejillas. El hígado puede estar
do existe una historia de convulsiones o delirio por abstinen-
agrandado. Puede detectarse temblor en la lengua cuando la
cia. El ingreso es urgente cuando existen signos de encefalo-
saque, que normalmente está menos disimulado (o exagera-
patía de Wernicke-Korsakoff.
do) que el de los dedos. La taquicardia es otro signo útil de
la abstinencia. En el paciente hiperexcitado y asustado, que
lleva alrededor de 24 horas sin beber, un pulso de más de 110
pulsaciones/minuto puede ser presagio de delirium tremens. Cuadro 1
Los clínicos varían en la forma en que prefieren estructu-
rar la valoración, pero sea como sea, en la primera o segunda Consejos a los pacientes que
entrevista debería tomarse nota de lo siguiente: patrones de se deshabitúan del alcohol en casa
bebida, historia de síntomas de abstinencia, intentos previos
de abandonar el hábito, consumo de fármacos (prescritos y Si usted es químicamente dependiente del alcohol, dejar
no prescritos), complicaciones físicas, incluidos los traumatis- de beber hará que se sienta tenso, crispado, quizás débil y
mos y los problemas policiales o legales (presente y pasado), sudoroso e incapaz de dormir. Pueden aparecer vómitos o
planes particulares, problemas en el hogar, dificultades en el diarrea. Esta «reacción» del sistema nervioso puede ser gra-
trabajo, especificando si los superiores le han llamado la aten- ve. La medicación controla los síntomas mientras el cuerpo
ción por el consumo de alcohol y/o han iniciado acciones se ajusta a su funcionamiento sin alcohol. Esto normalmen-
disciplinarias, enfermedades psiquiátricas, historia familiar, te tarda entre 3 y 7 días desde el momento en que tomó
tratamientos previos y experiencia en Alcohólicos Anónimos. su último trago. Si no toma medicación, los síntomas serán
peores en las primeras 48 horas, y después desaparecerán
gradualmente. Este es el motivo por el que la dosis co-
mienza siendo elevada y después se reduce.
■ Asistencia médica para la abstinencia
Usted ha acordado no tomar alcohol. Puede que
La asistencia médica para reducir la incomodidad a corto sienta sed. Beba zumos de frutas y agua, pero tampoco en
plazo de la abstinencia puede ser el comienzo de la reestruc- exceso. No tiene que expulsar el alcohol de su cuerpo a
turación del pensamiento y del estilo de vida hacia una abs- base de líquidos. Más de tres litros de líquido pueden ser
tinencia a largo plazo. excesivos. No beba más de tres tazas de café o cinco tazas
Si la dependencia es grave, especialmente en una situa- de té. Éstas contienen cafeína, que altera el sueño y causa
ción no planificada en la que un bebedor importante es de- nerviosismo.
privado repentinamente del consumo de alcohol por un acci-
dente, una enfermedad o un arresto policial, debe tenerse un Eliminar el estrés. Lo importante es no ceder al de-
especial cuidado en prevenir las complicaciones que pueden seo de beber alcohol. Relájese saliendo a caminar, escu-
amenazar la vida del individuo, como el delirio o la aparición chando música o tomando un baño.
de convulsiones. La clave está en la previsión.
Cuando la dependencia es menos marcada, los síntomas Dormir. Puede ocurrir que incluso con las pastillas, o
de abstinencia son leves y la persona puede dejar de beber a cuando comienza a reducirlas, se altere su sueño. No debe
través de una reducción regular, con el apoyo del médico y preocuparse por eso, la falta de sueño no le afectará seria-
de un amigo. mente, pero comenzar a beber de nuevo sí. Su patrón de
sueño volverá a la normalidad en aproximadamente un mes.
Cuando el objetivo del paciente es «controlar la bebida»
Es mejor no tomar pastillas para dormir, porque su sueño
(v. más adelante), también puede implicar una fase inicial de
natural se recuperará. Trate de acostarse tarde. Tome una
abstinencia, puesto que es más fácil conseguir el objetivo fi- pequeña comida o alguna bebida láctea antes de acostarse.
nal después de una abstinencia de 2 o 3 meses. Las pastillas pueden ocasionarle somnolencia, así que no de-
bería conducir ni manejar máquinas. Si se siente somnolien-
to, reduzca la dosis.
Lugar de tratamiento
Comidas. Incluso aunque no tenga hambre, trate de
Estudios controlados han demostrado que la abstinencia comer algo. Su apetito se recuperará.
del paciente externo es más suave y efectiva en los alcohóli-
590 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Medicación Tratamiento de las convulsiones


Las benzodiazepinas se prescriben por dos razones (v. re- Con el objetivo de prevenir la aparición de convulsiones,
visión sistemática en Mayo-Smith y cols [6]): en primer lugar, se administran 10 mg de diazepam al paciente que ya las ha
para reducir el riesgo de síntomas de abstinencia graves con padecido o que puede padecerlas. Debe considerarse la posi-
delirio o convulsiones (indicado si el consumo reciente esta- bilidad de administrar 15 o 20 mg si el paciente que ha esta-
ba por encima de las 15 unidades/día durante más de 10 do tomando benzodiazepinas regularmente, o si su peso es
días); en segundo lugar, para ayudar al individuo cuyos de- mucho mayor que la media. No tiene lógica comenzar admi-
seos de reducir el consumo de alcohol van acompañadas de nistrando un anticonvulsivo que va a tardar dos o tres días en
ansia irresistible de tomar alcohol (craving), ansiedad, agita- alcanzar los niveles séricos terapéuticos. Es mejor aumentar la
ción, insomnio o náusea y vómitos. dosis de benzodiazepinas. Una convulsión puede ser presagio
La pauta posológica de un paciente externo típico debe- de delirio.
ría ser de unos 20 a 30 mg al día de clordiazepóxido, que se
reducen hasta 0 en unos 5 días, administrando dosis mayores
durante la noche (tabla 1). La medicación se utiliza bajo el Prevención de las convulsiones
acuerdo de que el paciente no consumirá alcohol al mismo
tiempo. Si existen dudas de que esta instrucción pueda se- En el hospital, la cárcel y las salas de arresto policial, se
guirse, debe revisarse la medicación a diario y realizar che- producen muertes como consecuencia de ataques epilépticos
queos (de forma ideal con alcoholímetro o con la prueba de repetidos secundarios a la abstinencia de alcohol. Cuando se
saliva). Para el paciente externo, es preferible el clordiazepó- prevee la abstinencia en pacientes con historia de crisis con-
xido al diazepam, porque tiene un valor inferior en la calle y vulsivas de algún tipo, puede reducirse el riesgo iniciando un
es más difícil que el paciente pueda venderlo. Cuando se ma- tratamiento con fenitoína (300 mg/día) 4 días antes de la reti-
nejan síndromes de abstinencia graves, con marcada agita- rada del alcohol. En una situación aguda, en lugar de las dosis
ción, temblor o delirio incipiente, es preferible el diazepam normales de benzodiazepinas de larga duración, se administran
(comenzando por 10 mg cuatro veces al día), porque tiene amplias dosis durante las primeras 36 h sin esperar a que las
una acción más rápida y puede administrarse parenteralmen- dosis de alcohol en sangre lleguen hasta 0. El tratamiento con
te. Si la función hepática está significativamente alterada (p. benzodiazepinas debería iniciarse en cuanto se presuma que el
ej., ictericia, edema, baja albúmina sérica o niveles elevados nivel de alcohol en sangre está descendiendo, incluso aunque
de bilirrubina en suero), es preferible utilizar una benzodia- el paciente todavía desprenda olor a alcohol o dé positivo en
zepina con un único metabolito y una vida corta (p. ej., oxa- la prueba de alcoholemia, siempre que el paciente sea capaz de
zepam, lorazepam). entender lo que se hace y cooperar con el procedimiento.
Para los pacientes ingresados, puede prescribirse una ben-
zodiazepina como el diazepam a una dosis de 10 mg cada
hora, hasta que los síntomas estén controlados (dosis adapta- Tratamiento del delirium tremens
da a los síntomas). Este procedimiento permite rebajar la
prescripción total de benzodiazepinas, menor sobresedación El aumento de la dosis de benzodiazepinas puede ser su-
y un alta hospitalaria más rápida (7). ficiente para controlar la agitación. Sino, el efecto epileptóge-
Si el paciente tiene vómitos, se suele administrar 10 mg no leve de los fármacos antipsicóticos no debería desalentar
de metoclorpropamida intramuscular 30 minutos antes de la respecto a su utilización, especialmente si se han desarrollado
primera benzodiazepina y/o quizás escoger una benzodiaze- ideas delirantes y alucinaciones, teniendo en cuenta que se
pina que pueda administrarse parenteralmente. El lorazepam, está llevando a cabo una protección antiepileptógena con las
1 mg, se absorbe adecuadamente por vía intramuscular, y el benzodiazepinas. Normalmente, resultan efectivos el droperi-
diazepam, 10 mg, puede administrarse también por vía intra- dol1 parenteral más lorazepam parenteral. Cuando el compor-
venosa (o rectal). tamiento del paciente se manifiesta incontrolado o peligroso,
es necesario trasladarlo a una unidad de cuidados especiales.
Los hospitales deberían tener un equipo de emergencia con el
suficiente personal para manejar a los pacientes alterados.
Tabla I. Ejemplo de régimen a dosis fija para la retirada del
alcohol en un paciente utilizando cápsulas de clordiazepóxido
de 10 mg Prevención del delirium tremens
Al levantarse 12 h 18 h Al acostarse Si se desarrolla confusión y alucinaciones, esto suele ocu-
rrir entre las 48 y las 72 h después de la última ingestión de
Día 1 3 3 3
Día 2 2 2 2 3
Día 3 2 1 1 2
1
Día 4 1 1 2 Contraindicado en pacientes con historia de arritmias cardíacas o
Día 5 1 1 síndrome de intervalo QT largo congénito y en asociación con otros me-
dicamentos que también prolonguen el intervalo QTc (N. del R.)
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 591

alcohol. El riesgo se reduce administrando suficiente benzo- con una amplia diversidad en cuanto a la gravedad (10). La
diazepina al principio de la abstinencia y proporcionando los revisión del Miller (10, 11) de los estudios con disulfiram no
cuidados adecuados en un ambiente iluminado y tranquilo. diferencia a aquellos cuyo cumplimiento se ha realizado bajo
Explicar los síntomas y orientar al paciente reducen la ansie- supervisión (cuya eficacia ha sido demostrada) de aquellos en
dad, la paranoia y la confusión. los que no se ha llevado a cabo supervisión (en los que el
fármaco no es efectivo) (16).

Terapia vitamínica
¿Abstinencia o «bebida controlada»?
Es oportuno prescribir tiamina 50 mg de forma oral, tres
veces al día, durante dos o tres semanas, puesto que las reser- El uso perjudicial o peligroso del alcohol sin dependencia
vas de tiamina pueden haberse reducido debido a una dieta grave puede a veces transformarse en la posibilidad de beber
pobre y a la alteración de la absorción intestinal como con- sin riesgo. Los pacientes con apoyo social (familia y trabajo),
secuencia del alcohol. El síndrome de Wernicke-Korsakoff sin una personalidad impulsiva y sin muchos problemas so-
puede ser mortal y es preciso tomar medidas para evitar su ciales tienen más probabilidad de lograrlo. Para otros, que in-
desarrollo (8). Al enfermo desnutrido, o a aquel que presenta cluyen la mayoría de los dependientes del alcohol, el objeti-
algún signo de encefalopatía de Wernicke (confusión, ataxia, vo de abstinencia total es mejor. En pacientes atendidos por
oftalmoplejía, nistagmo; no hace falta esperar a que esté pre- clínicos especialistas en medios ambulatorios, la proporción
senta la «tríada» típica de síntomas), debe administrársele de de los que pueden mantenerse bebiendo sin riesgo durante
inmediato vitamina B parenteral. Los shocks anafilácticos son por lo menos un año es muy pequeña: el porcentaje típico es
una complicación muy rara de algunas de las preparaciones de un 5 % (17-19). Un ensayo aleatorizado que comparaba
antiguas. Su aparición es menos probable si se utiliza inyec- los objetivos de la bebida controlada y de la abstinencia no
ción intramuscular en lugar de intravenosa. Cuando es posi- resultó favorable para la bebida controlada (20). Sin embargo,
ble, la infusión salina gota a gota es probablemente preferible para los pacientes con una dependencia no confirmada, los
para hacer más lenta la inyección. programas de reducción (dirigidos o no a alcanzar la absti-
nencia) basados en la intervención breve FRAMES (tabla 2)
demostraron una mayor efectividad que la no intervención
■ Intervenciones para reducir las recaídas (21-23). Las intervenciones que se proporcionan en asistencia
primaria se comentan en el capítulo 4.2.2.5.
Evidencias Si el objetivo acordado es el control de la bebida, el pa-
ciente y el médico han de colaborar para controlar la canti-
Con la ayuda apropiada, la abstinencia del alcohol no es dad y la forma de beber de la siguiente manera:
la dificultad principal del bebedor dependiente. La principal
dificultad radica en eliminar una recaída posterior que cree 1. Limitar el número de días en que se bebe y el número de
una nueva dependencia o consumo aún más problemático. ingestiones en cada ocasión.
Hasta hace poco los tratamientos no habían sido probados 2. Reducir la proporción de bebida y/o reducir el conteni-
en ensayos controlados aleatorizados. Los terapeutas exploraban do alcohólico de las bebidas.
con los pacientes posibles causas de su personalidad o psicoló- 3. Desarrollar habilidades asertivas para rechazar la bebida.
gicas del exceso de consumo de alcohol, en un intento para ave- 4. Diseñar un sistema de vigilancia para mantener los obje-
riguar el porqué. Sin embargo, no existen pruebas de que ello tivos conseguidos.
reduzca las recaídas. Además, podría tener efectos adversos si se 5. Despertar la conciencia de que los ataques impulsivos
crean problemas de transferencia que desencadenen de nuevo el pueden provocar una sobredosis.
consumo y refuercen la percepción de los bebedores de tener
necesidad de beber (9). De forma similar, el counselling (consejo)
no dirigido podría tener un carácter confesional, con un senti-
do de absolución que permita la posterior bebida. Tabla 2. Elementos para una intervención breve (FRAMES)
Miller y cols. (10, 11) revisaron 302 ensayos controlados.
Calcularon una puntuación para cada terapia basada en el Retroalimentación (Feedback) sobre el riesgo personal o la alteración
número de resultados positivos y negativos y de su cualidad Responsabilidad (Responsability): énfasis en la responsabilidad personal
metodológica. Algunos de los tratamientos aparentemente para el cambio
Aconsejar (Advice) para reducir el consumo o, si está indicado debido
más efectivos, como la ayuda sistemática de previsión y a una dependencia grave o perjuicio, para la abstinencia
afrontamiento a las situaciones de alto riesgo («prevención de Menú (Menu) de opciones alternativas para cambiar el patrón de be-
recaídas» [12, 13]) y el aumento de la motivación (14), se han bida
probado sólo parcialmente en grupos de pacientes menos gra- Entrevista empática (Empathic interviewing)
ves. Otros tratamientos efectivos, como el refuerzo desde en- Autoeficacia (Self-efficacy): un estilo de entrevista que promueva esto
tornos extrahospitalarios (15), el entrenamiento en habilida-
Reproducido con autorización de T. H. Bien y cols. (1993). Motivational in-
des sociales, la terapia cognitiva, el tratamiento conductual y terviewing with alcoholic outpatients. Behavioural and Cognitive Psychotherapy,
la terapia conductual de pareja, se han probado en pacientes 21, 347-56.
592 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

6. Practicar otras vías de afrontamiento para las crisis im- el hecho de que el bebedor siga consumiendo alcohol. Pue-
pulsivas. den ocultar, quitar importancia, inventar excusas o incluso
7. Anotar el tipo y la cantidad de bebida, por ejemplo, en comenzar a echarse la culpa a sí mismos de que algo no fun-
un diario. ciona correctamente. Esto evita a los bebedores la posibilidad
8. Controlar, tanto el clínico como el paciente, los resulta- de experimentar consecuencias perjudiciales debidas a la be-
dos de la prueba de la γ-glutamiltransferasa en sangre. bida, o les induce a creer que el alcohol no es el problema
esencial, a pesar de la evidencia de que es, de hecho, el fac-
tor común esencial en su espiral de caída.
Mantener la motivación y el compromiso Un médico puede ayudar a mejorar la comunicación en-
tre las partes con el fin de que no se pierdan los mensajes im-
La motivación no debe favorecerse únicamente al inicio portantes. Si el mensaje del jefe o de la pareja, o incluso de
de la intervención, sino a lo largo de todos los contactos clí- los niños, es claro y positivo, puede tener un potente efecto
nicos (24). El tratamiento dirigido sólo a aumentar la moti- motivador: «Nosotros valoramos la relación contigo, pero la
vación fue, para la mayoría de mediciones, equivalente a la forma en que estás bebiendo está perjudicando la relación y
terapia cognitivo-conductual y a la intervención intensiva di- nosotros no lo vamos a tolerar».
rigida a relacionar a los pacientes con Alcohólicos Anónimos. Algunos médicos son excesivamente precavidos respecto
(25). Estudios controlados aleatorizados han mostrado la ven- a la confidencialidad en estas situaciones. Si un médico es
taja de la entrevista de motivación sobre las terapias de apo- preguntado por la pareja o por un jefe del trabajo acerca del
yo tradicionales (10,26). El estilo de la entrevista abierta que estado del paciente, puede o no estar autorizado a dar la in-
utiliza técnicas de entrevista de motivación ya se ha comen- formación, o sentir que hacerlo es inapropiado. Pero los mé-
tado. El paciente es animado a no olvidar el perjuicio que dicos pueden resultar de utilidad para ayudar a las parejas o a
causa la bebida y los beneficios de la abstinencia, aunque sin los jefes a que clarifiquen lo que quieren, y después motivar-
negar las pérdidas y los problemas de mantenerse sobrio. Las los con un mensaje claro y firme, aunque positivo.
estrategias para mantener la abstinencia surgen de un diálogo A veces, los médicos se encubren sin darse cuenta. La cor-
cooperativo en el que predomina más la reflexión propia del tina de humo que puede levantar un bebedor gravemente de-
paciente que los consejos dados por el médico. Si la medica- pendiente y resistente al cambio puede ser dura de penetrar:
ción forma parte del plan de tratamiento, deben abordarse en «Es una depresión, doctor»; «Es el estrés del trabajo»; «Si mi
los efectos indeseados que ésta provoca, aceptándolos y no mujer lo entendiera/tengo problemas para dormir/no entien-
desdeñándolos, y deben estudiarse las formas de remediarlos. do estas lagunas de memoria, creo que son por alguna enfer-
Algunas discrepancias que los pacientes refieren entre su pun- medad cerebral». El médico debe esperar el momento apro-
to de vista actual sobre ellos mismos y cómo les gustaría ser, piado, quizá una crisis, para ayudar a estos individuos. O si
o entre lo que los pacientes dicen que creen y cómo se com- se tiene paciencia, la acumulación gradual de una evidencia
portan en la actualidad, se utilizan como punto de apoyo tras otra sin emitir juicios de valor, y quizás alguna presión
para generar el cambio de actitudes y para probar estrategias social, pueden llevar a que el paciente entienda la necesidad
alternativas. Estas técnicas fueron elaboradas por Miller y de cambio, y por tanto que perciba las recompensas motiva-
Rollnick (3) y englobadas en la terapia de aumento motiva- doras. El entendimiento puede llevar a la acción. Sin embar-
cional (27) por el proyecto MATCH (v. más adelante). go, como muestra la figura 1, esta acción puede no mante-
nerse y puede ser preciso repetir muchas veces el proceso de
ayudar a comprender (28).
Ayudar a la motivación: la red social Hay pocos estudios controlados y aleatorizados que dis-
tribuyan a los pacientes en función de las diferentes intensi-
Suele decirse que la única forma de cambiar con éxito el
hábito de la bebida es haciéndolo uno mismo. No obstante,
la investigación y la experiencia muestra que aquéllos que son Preconsideración
dependientes del alcohol pueden comenzar a mejorar cuando
la razón que los mueve es la presión externa. Esto puede ocu-
rrir en el terreno legal, en donde pueden estar buscándose evi- Consideración
dencias, antes de decidir una sentencia, de que los acusados Recaída
han tomado medidas para cambiar sus patrones de hábito Preparación
perjudicial. Puede haberse retirado el carné de conducir des- para la acción
pués de una acusación por conducir bebido, y para cuya re- Mantenimiento
cuperación sea preciso demostrar que la bebida está bajo con-
trol. Quizás la pareja ha tomado una decisión firme, o inclu- Acción
so ha presentado una demanda de separación o de divorcio, Figura I. Rueda del cambio. Reproducido con autorización
o el jefe ha realizado alguna advertencia al empleado. de J. Prochaska y C. DiClementi (1984). Stages of change in
Los amigos, las parejas, los compañeros de trabajo e in- the modification of problem behaviors. En Progress in behavior
cluso los jefes a veces adoptan una actitud que creen que es modification, Vol. 28 (ed. M. Hersen, R. Eisler y P. Miller), págs.
motivadora pero que suele tener el efecto opuesto y fortalece 183-218. Sycamore Publishing, Sycamore, IL.
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 593

dades de su motivación externa. Sin embargo, la evidencia han hallado que un mayor compromiso se asocia con menor
afirma que los alcohólicos que son coaccionados al trata- riesgo de recaídas después de tener una única caída (30). No
miento no lo hacen peor que los que acuden voluntariamen- obstante, parece útil preparar a los pacientes para una posible
te (29). caída, y eliminar los pensamientos catastrofistas.

Terapias cognitivo-conductuales Exposición directa


Cuando los incentivos son potentes, muchos de los pa- El oler o contemplar bebidas alcohólicas puede ser un es-
cientes que comienzan la abstinencia, son capaces de hacerlo tímulo potente para beber. Los estudios iniciales (31) han
durante períodos cortos. Otros pierden las habilidades de mostrado que el «descondicionamiento» a través de la expo-
afrontamiento con los desencadenantes de la bebida, a pesar sición de los pacientes internos a ver y oler sus bebidas pre-
de que su motivación para abstenerse sea muy fuerte. Las te- feridas en un marco de laboratorio, sin beber, está asociado
rapias cognitivo-conductuales parecen mejorar las habilidades con un período de unos 6 meses en el que no se producen re-
de afrontamiento en estos pacientes. Si los desencadenantes caídas. Este enfoque es cuestionado por aquellos que recono-
se hallan en situaciones sociales, puede resultar de ayuda un cen que un exceso de confianza es un precursor de la recaída.
entrenamiento en asertividad o en habilidades de conversa- Aunque los pacientes no deberían pensar que si entran a un
ción. Otros pacientes son ayudados a través del aprendizaje bar inevitablemente acabarán bebiendo, tampoco deberían
del manejo de la frustración y de la crítica sin ira, y también despreciar el peligro. Los bares son lugares donde la gente va
a expresar la ira en lugar de esconderla. El tratamiento puede a beber. Es necesario repetir los estudios sobre la exposición
realizarse en grupo, donde se valora la oportunidad de discu- directa.
tir estos puntos con los demás, que tienen problemas simila- Las parejas pueden tomar conjuntamente la decisión de si
res. Los grupos también permiten el aprendizaje a través de si- desean tener alcohol en casa. Sin embargo, los pacientes no
tuaciones de rol playing y de modelado sobre los demás. deberían ser incitados a «ponerse a prueba».

Terapia de prevención de recaídas Alcohólicos Anónimos


Mucha parte de la mejora se debe también a la «terapia Son varios los ingredientes que conforman el proceso de
de prevención de recaídas» (12, 13). En esta terapia, se ense- deshabituación de Alcohólicos Anónimos. Se ayuda a los
ña a los pacientes la forma de analizar y de modificar las cau- nuevos adscritos a identificarse con las historias que explican
sas de las recaídas. Se les ayuda a identificar las «decisiones otros de sus miembros. Así ven que es posible ser sincero res-
aparentemente irrelevantes», en las cuales una secuencia de pecto a los errores del pasado y respecto a los perjuicios que
acciones que condujo a beber se inició con otras acciones que el alcohol a causado en los otros. Explicar su propia historia
no parecían tener relación alguna. Por ejemplo, la persona de- ayuda a los miembros a no olvidarse de los daños vividos
cide entrar a comprar fruta en el supermercado, sabiendo que como consecuencia de la bebida. Esto reduce el falso senti-
todavía tiene en casa, y acaba llevándose una botella de vino. miento de seguridad, que es uno de los precursores más co-
Se motiva al paciente a identificar decisiones irrelevantes pa- munes de las recaídas.
recidas y a tener presentes estos pensamientos y sentimientos El alcoholismo es considerado por Alcohólicos Anóni-
durante los días entre las sesiones de terapia, con el fin de mos como una enfermedad física, psicológica y espiritual,
anotar las situaciones de riesgo emocional o ambiental y de que puede afrontarse (eliminando el consumo) pero no cu-
preparar al individuo para el rechazo y para las tareas de rarse. Las reuniones ofrecen un nuevo entramado social. Se
afrontamiento. Tomando nota de los éxitos pueden aumentar incita a la apertura emocional. Los miembros aprenden a ex-
su sentido del dominio. presar cordialidad y a aceptar que ellos y los demás pueden
La recaída puede estar precedida de un sentimiento de cometer errores. Los consejos de Alcohólicos Anónimos so-
merecerse la bebida o de sentir carencia. Ayudar al paciente a bre el afrontamiento de las emociones y las dificultades de re-
encontrar mayor satisfacción en otras áreas de la vida contri- lación tienen mucho en común con la terapia cognitivo-con-
buye a combatir estos sentimientos. ductual y con la terapia de prevención de recaídas. El méto-
Se educa a los pacientes sobre el efecto que tiene la vio- do tiene algunos conceptos simples y atractivos («no volver a
lación de la abstinencia. La idea es que el paciente que reali- caer como la primera vez»; mantenerse alerta a los cuatro des-
za un compromiso fuerte para mantenerse abstemio, pero ha encadenantes más comunes de las recaídas: sed, ira, soledad y
tomado una copa, se ve sobrecogido por un sentimiento de cansancio). Existe un aspecto más profundo, que consiste en
fracaso y culpa, pensando, por ejemplo: «Esto demuestra que reemplazar la preocupación por sí mismos, guiados por el
soy un alcohólico de verdad», lo que conduce a un nuevo proceso de grupo, o una «Fuerza Superior» (32).
consumo. El efecto de la violación de la abstinencia predice Aceptar que se tiene fuerza para controlar la bebida es el
nuevas recaídas después de tomar solamente una copa, que «primer paso» para Alcohólicos Anónimos. Esto implica aban-
serán más frecuentes en aquellos que mantienen una decisión donar la resistencia y dejar espacio a la «Fuerza Superior». Los
de abstinencia más fuerte. Sin embargo, las investigaciones miembros varían en su interpretación de la «Fuerza Superior»,
594 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

y los ateos declarados no deberían descartar probar el enfoque nales, y que lo invite a una reunión. Los médicos pueden asis-
de los Alcohólicos Anónimos. Los programas residenciales, tir a las reuniones «abiertas» para observar cómo se trabaja.
para pacientes ambulatorios o de día que siguen la estrategia Las guías de teléfono proporcionan números de contacto. Al-
de Alcohólicos Anónimos se denominan a veces programas de cohólicos Anónimos no es efectivo para todos los pacientes,
12 pasos (cuadro 2). Una de sus ventajas es que ponen a los pero ya que resulta difícil predecir a quiénes les resultará de
pacientes en contacto con la red de Alcohólicos Anónimos. ayuda, se considera conveniente ofrecer esta posibilidad a to-
Un psiquiatra puede introducir a un paciente en Alcohó- dos los pacientes que no tienen control sobre la bebida.
licos Anónimos a través de algún miembro que le explique En las reuniones de Alcohólicos Anónimos puede darse
cómo trabaja Alcohólicos Anónimos, sin darle detalles perso- la advertencia, a menudo basada en la experiencia personal,
de la posibilidad de transferir la dependencia del alcohol a
otras drogas. Normalmente, se refiere a la utilización de bar-
bitúricos y benzodiazepinas, o al peligro de depender de una
Cuadro 2 medicación en vez de modificar el estilo de vida. La utiliza-
ción de medicación prescrita no está desaprobada formal-
Los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos mente por Alcohólicos Anónimos.

Paso 1 Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol,


que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables. Evidencia de eficacia
Estudios naturalísticos no aleatorizados han mostrado
Paso 2 Llegamos al convencimiento de que una Fuerza Su-
perior podría devolvernos al sano juicio. que los programas de tratamiento que utilizan el enfoque de
Alcohólicos Anónimos están asociados con mejoras en el há-
Paso 3 Decidimos poner nuestra voluntad y nuestra vida al bito y con un funcionamiento semejante al de aquellos pro-
cuidado de Dios, tal y como nosotros le entendemos. gramas que utilizan la terapia cognitivo-conductual. Los pa-
cientes que siguen los programas de 12 pasos mejoran su au-
Paso 4 Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral toeficacia y sus habilidades de afrontamiento del mismo
de nosotros mismos. modo que con la terapia cognitivo-conductual (33). Existe
una relación significativa entre la asistencia a Alcohólicos
Paso 5 Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante
Anónimos y una mejora positiva (34).
los demás seres humanos la naturaleza exacta de
Únicamente se han realizado dos estudios aleatorizados y
nuestros errores
controlados sobre los programas de 12 pasos. Uno compara
Paso 6 Estuvimos completamente dispuestos a dejar que el tratamiento de pacientes internos (con menos horas de psi-
Dios nos liberase de todos estos defectos de ca- coterapia que en la mayoría de los programas semejantes) con
rácter. un programa de 12 pasos (con una cantidad algo superior de
horas de psicoterapia). No se observó ninguna tendencia sig-
Paso 7 Le pedimos humildemente que nos liberase de nificativa hacia una mayor abstinencia total y hacia un menor
nuestros defectos. número de recaídas en el programa de 12 pasos (35). En el
proyecto MATCH, los pacientes se distribuyeron aleatoria-
Paso 8 Hicimos una lista de todaslas personas a las que ha-
mente en grupos de terapia cognitivo-conductual, terapia de
bíamos ofendido, y estuvimos dispuestos a reparar
el daño que les causamos. aumento de la motivación y la «facilitación en 12 pasos», en
la cual se instruía a los pacientes según los principios de Al-
Paso 9 Reparamos directamente el daño causado a cuan- cohólicos Anónimos y se les ayudaba e incitaba a acudir a las
tos nos fue posible, excepto cuando el hacerlo im- reuniones de Alcohólicos Anónimos. Los tres tratamientos
plicaba perjuicio para ellos o para otros. mostraron mejoras similares después de 1 a 3 años. Sin em-
bargo, aquéllos que tenían menos problemas psiquiátricos al
Paso 10 Continuamos haciendo nuestro inventario personal inicio del estudio, obtenían mayor mejoría después de un año
y cuando nos equivocábamos lo admitiamos inme- con el tratamiento de facilitación en 12 pasos. A los 3 años,
diatamente. la facilitación en 12 pasos derivaba en una mayor mejoría
Paso 11 Buscamos a través de la oración y de la meditación para aquellos pacientes que al iniciar el estudio tenían un en-
mejorar nuestro contacto consciente con Dios tal y torno familiar, social o profesional que predisponía a un ma-
como nosotros lo entendemos, pidiendo solamente yor contacto con la bebida. (36).
que nos dejase conocer su voluntad hacia nosotros
y nos diese la fortaleza para conseguirla.
■ Ayuda a la familia
Paso 12 Habiendo obtenido un despertar espiritual como
resultado de estos pasos, tratamos de llevar a cabo Procurar asistencia a la familia
este mensaje a los alcohólicos y de practicar estos
principios en todos nuestros asuntos. La familia de un individuo que tiene problemas con el al-
cohol puede estar sufriendo durante años sin que esto se ten-
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 595

ga en cuenta, y puede beneficiarse de los consejos y de la nunca amenazará o hará daño al otro. Si lo hacen, se pacta
comprensión. Ellos son esenciales para controlar el progreso de antemano un tiempo en el que se mantendrán en habita-
del paciente. Una buena cohesión familiar y una expresión ciones separadas, para permitir que lentamente se recupere la
moderada de las emociones son predictores de una mejor re- calma, o uno de ellos dejará el hogar y se trasladará a un lu-
cuperación, incluso después de controlar las variables socio- gar designado durante 36 a 72 horas.
demográficas y la gravedad de la dependencia al alcohol.
La vida en familia se vuelve cada vez más limitada. La
Culpabilización
economía se resiente. Los niños temen que el padre esté bo-
rracho y dejan de invitar a los amigos a casa. Tienen miedo La pareja que alude permanentemente al pasado puede
de que las conversaciones entre la madre y el padre se vuel- ser altamente irritante para el paciente. Esto puede evitarse si
van violentas. El alcohólico empieza a mostrarse desaseado. la pareja «ayuda al otro sin repetir el pasado». Una pareja que
Pueden orinarse en la cama. A pesar de estos hechos, el be- se siente escuchada y comprendida está más dispuesta a bus-
bedor puede hacer que la familia crea que es justamente ésta car otras formas de alcanzar los objetivos.
la razón por la que bebe.
La invitación a un miembro de la familia o a la pareja a
Eficacia
asistir con el paciente a la cita con el médico puede ser re-
chazada si el mensajero es el paciente y el mensaje se distor- La terapia conductual de pareja produce mejores recupe-
siona: «El médico dice que tú eres parte del problema». Una raciones en los bebedores y en las relaciones matrimoniales
carta o una llamada telefónica del propio clínico preguntan- que el counselling individual y otros sistemas de control seme-
do por «su opinión sobre cómo puedo ayudar» reduce el te- jantes. Los efectos superiores permanecen a los 24 meses del
mor del familiar a que se le adjudique una culpa o una res- tratamiento. La mejora es mayor al cabo del año, si las sesio-
ponsabilidad que no le correspondan. nes de terapia conductual de pareja continúan después del
El clínico puede ayudar a reducir comportamientos fami- tratamiento, para reforzar lo que se ha aprendido y establecer
liares como la hostilidad o los enfrentamientos, que deterio- planes de control de recaídas (38). Esto se ha analizado en la
ran la estructura familiar y son contraproducentes para la recu- revisión de Miller y cols. (10).
peración del bebedor. La comunicación entre el bebedor y la es-
posa o los hijos a menudo se ha roto. Existen grupos familia-
res, como Al-Anon, que proporcionan ayuda a las familias. ■ Medicación disuasoria
Disulfiram
Terapia conductual de pareja
Tomado a dosis suficientes durante al menos los 3 o
Cuando el paciente mantiene una relación de pareja, la 4 días, el disulfiram causa una reacción desagradable que se
cualidad de ésta puede actuar de forma motivadora o desmo- desarrolla a los 15-20 minutos de ingerir alcohol. La reacción
tivadora. Debe plantearse como objetivo hacer la relación es debida a la acumulación de acetaldehído, el metabolito in-
más gratificante para los dos miembros de la pareja. Aunque termedio del etanol. Las reacciones incluyen excitación, dolor
la abstinencia es un prerrequisito, los acuerdos específicos no de cabeza, palpitaciones en el pecho o en la cabeza, dificul-
deberían depender del comportamiento con la bebida (37). tades respiratorias, náuseas y a veces vómitos. Puede produ-
De lo contrario, una recaída podría significar que la pareja cirse hipotensión, que puede ser peligrosa. (La carbimida de
deje de trabajar sobre la relación. Otro prerrequisito debería calcio tiene una acción similar pero ya no se comercializa.) La
ser excluir la violencia física. El pacto podría iniciarse así: reacción disulfiram-etanol varía en intensidad. Se acepta la
«Aunque usted es el responsable de no beber, ¿hay algo que práctica de aumentar la dosis de disulfiram hasta 400 mg/día
su pareja podría hacer en mayor o menor medida para ayu- si la reacción al alcohol no ha sido suficiente para disuadir de
darlo a cumplir el plan?». Debe analizarse si los argumentos beber al paciente.
son razonables y posibles antes de que se pregunte a la pare- El disulfiram es un medio, no una curación. El individuo
ja si está de acuerdo. La pareja recibe requerimientos seme- puede llegar a acostumbrarse a vivir sin alcohol. Esto permi-
jantes y continúa la negociación. El proceso puede iniciarse te tiempo para recuperar la confianza personalmente, en la fa-
incluso con requerimientos para realizar pequeños cambios. milia y en el trabajo. Los pacientes pueden objetar que no es
Las parejas deberían dar mensajes claros, informando de necesario tomar un disuasor, prefiriendo recurrir a su propia
sus deseos: «Esto es lo que a mí me gustaría», «Me hace sen- fuerza de voluntad. Debe explicarse al paciente que la fuerza
tir bien el hecho de que tú...». Necesitarán que se les recuer- de voluntad no siempre está cuando más se necesita. Con el
de que deben mantenerse positivos y practicar la capacidad de disulfiram, la decisión de beber o no beber también ha de to-
escuchar, dando señales no verbales de que están escuchando, marse, pero sólo una vez al día o tres veces por semana.
y no caer en dar buenos consejos cuando no se piden. Los efectos indeseables que se producen incluso cuando
La violencia en la relación puede necesitar una atención no se ha consumido alcohol incluyen somnolencia, dificultad
específica. Si el bebedor está borracho, se aconseja a la pare- respiratoria y dolor de cabeza. Esto hace que el fármaco sea
ja que se retire y evite las discusiones. A veces, se pide a cada intorelado por algunos pacientes. El temor de que el disulfi-
miembro de la pareja que firme un acuerdo según el cual ram puede producir disfunción hepática se basa en muy po-
596 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

cos estudios de casos (el riesgo es de 1 entre 30.000 pacientes parece estable, la pareja acuerda lo contrario, es decir, que el
al año). Es posible que se produzca una reacción de hiper- bebedor puede tener esporádicas interrupciones en la toma
sensibilidad, pero ésta suele aparecer durante el primer mes de disulfiram durante un evento particular o durante las va-
de tratamiento. El disulfiram, sobre todo, está asociado con caciones, si éstas no han generado problemas con la bebida
una mejora en las pruebas de función hepática con relación a anteriormente. Algunas veces, este funcionamiento da resul-
los grupos control, probablemente debido a la reducción de tado, pero en otros individuos puede renacer el deseo de be-
la bebida (39). Se ha descrito una neuropatía periférica (casi ber de nuevo regularmente (42).
siempre reversible) después de varios meses de tratamiento a La cianamida cálcica (carbinida) se comporta de forma si-
dosis superiores a 250 mg. Existen algunas descripciones de milar, aunque en algunos países ha sido retirada del mercado.
casos de psicosis inducida por el disulfiram, y la enfermedad
psicótica figura como contraindicación formal en las autori-
zaciones de algunos países. El riesgo es tan bajo y la necesi- Neurotransmisores antagonistas específicos
dad de ayudar a los pacientes esquizofrénicos con problemas
de alcoholismo es a veces tan alta, que esta contraindicación Dos fármacos, a veces denominados «agentes antiafronta-
se ha modificado por «precaución». Existen muchos casos do- miento» han mostrado una eficacia modesta pero útil en es-
cumentados en los que se ha producido una mejora en pa- tudios controlados y aleatorizados. Sin embargo, se han apre-
cientes psicóticos que tomaban disulfiram, y en una dosis de ciado algunos problemas metodológicos referidos a la forma
hasta 250 mg/día no se dan problemas de reacciones inespe- y al análisis de estos estudios.
radas o interacciones con la medicación de los pacientes psi-
quiátricos (40).
Acamprosato (acetilhomotaurinato de calcio)
El acamprosato aumenta la transmisión del ácido γ-ami-
Eficacia nobutírico (GABA) y antagoniza la transmisión de glutamato,
El disulfiram solamente ayudará a la recuperación si se probablemente antagonizando los receptores N-metil-D-aspar-
toma con regularidad y en una dosis suficiente como para te- tato (v. cap. 6.2.8). Reduce la dependencia del alcohol en
ner un efecto disuador. En estudios controlados aleatorizados animales, y reduce el restablecimiento de la conducta alco-
para probar su eficacia, la existencia de un supervisor ayuda- hólica en animales reexpuestos al alcohol después de un pe-
ba al cumplimiento. Todos los estudios controlados realiza- ríodo de abstinencia. Los animales, cuando se retira el acam-
dos que favorecían el cumplimiento de esta manera han de- prosato, no se comportan como cuando se retiran otras sus-
mostrado su eficacia (16). En algunos de esos estudios existe tancias adictivas, y en humanos, el acamprosato no provoca
un cierto grado de coacción: por ejemplo, si el paciente deja alteraciones del humor ni tiene el potencial de abuso que tie-
de tomar el disulfiram, la pareja puede abstenerse de alguna nen otros fármacos (46). No tiene un efecto como el del di-
acción gratificadora, o puede llevarse a cabo una acción dis- sulfiram.
ciplinaria en el trabajo. El acamprosato es excretado sin modificaciones por los ri-
ñones. Tiene pocos efectos secundarios, los únicos síntomas
descritos en más del 10 % de los pacientes (hasta un 20 %)
Modo de empleo
son diarrea y malestar abdominal, aunque son leves y transi-
Antes de la prescripción, se realiza un examen físico y se torios. No aumenta la alteración psicomotora causada por el
efectúa una prueba inicial de la función hepática. Se anima al alcohol. No se conocen interacciones con otros fármacos.
paciente a que pida a la pareja, la enfermera, un compañero
de trabajo o del centro de salud, o al farmacéutico, que ob-
Eficacia
serven el momento en que toma el disulfiram. Esto puede ha-
cerse diariamente, o tres veces por semana. El producto se El acamprosato tiene un efecto dosis-dependiente de me-
presenta en forma dispersable para ser disuelto en agua, de jora de los porcentajes de abstinencia en pacientes reciente-
manera que puede verse como es ingerido. mente desintoxicados (47-49). Estudios amplios controlados y
Debería haber un seguimiento médico, pero no existe un aleatorizados sobre el acamprosato (50, 51) han mostrado un
acuerdo sobre cuales son las pruebas de control de la función aumento, en comparación con el placebo, del porcentaje de
hepática que han de llevarse a cabo. Sin embargo, es apropia- individuos que permanecen totalmente abstinentes al cabo de
do realizar un seguimiento mensual para valorar si existen sig- 12 meses, desde el 10-25 % hasta el 20-50 %, doblando el
nos de haber bebido y otras disfunciones hepáticas (39, 41). tiempo de la primera recaída y reduciendo a la mitad el total
Lo más común es prescribir disulfiram durante 6 meses, de alcohol consumido. No hay estudios que comparen las
pero algunos pacientes hacen la demanda de continuar du- ventajas de diferentes duraciones de tratamiento. El segui-
rante más tiempo y pueden producirse deslices cuando se re- miento sistemático después de finalizar el tratamiento con el
tira el disulfiram, incluso después de largos períodos de absti- fármaco o con el placebo no muestra recaídas rápidas, y tam-
nencia. Algunos pacientes guardan una reserva de medica- poco síntomas de discontinuidad en los pacientes que han re-
mento para utilizarlo cuando sienten un aumento del riesgo cibido acamprosato durante un año (51).
de beber, por ejemplo, durante un viaje de negocios o en un Varios estudios han mostrado que el acamprosato reduce
acontecimiento social. En ocasiones, cuando la abstinencia el deseo de consumo de alcohol que refieren los bebedores.
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 597

Uno de ellos no halla ningún efecto sobre el comportamien- la medicación prescrita del estudio) (57). La proporción del
to del bebedor (52). Algunos pacientes que son abstinentes efecto del tratamiento con naltrexona en la reducción del
por primera vez experimentan un deseo de consumo muy porcentaje de días bebiendo fue de 0,42 en un estudio y de
fuerte, pero otros refieren que es mínimo. 0,60 en el otro (58). (Para la comparación, la media del efec-
El acamprosato solamente ha sido probado en pacientes to en los metaanálisis de los estudios de fluoxetina en el tra-
que intentan abstenerse del consumo de alcohol, pero no se tamiento de la depresión es de 0,4.)
ha utilizado para ayudar a los pacientes cuyo objetivo es con- El seguimiento no indica recaídas rápidas después de la
trolar el consumo. retirada de estos fármacos. Sin embargo, durante los 6 meses
siguientes al tratamiento controlado con placebo durante 3
meses, los pacientes recaían gradualmente después del trata-
Modo de aplicación sugerido
miento con la naltrexona en una proporción final similar a la
El acamprosato está indicado en los pacientes que tienen que se ha visto en los pacientes tratados con placebo (59).
una típica dependencia grave del alcohol, y que requieren
asistencia médica para la abstinencia. El tratamiento se ini-
Forma de acción
cia entre 2 y 7 días después de la última bebida. A los 5 días
se llega a un estado farmacocinético adecuado. Se da en una Algunos pacientes que beben mientras toman naltrexona
dosis fraccionada de 1.998 mg/día. Al paciente que tiene refieren que sienten menos la «subida» del etanol. Esto podría
una recaída mientras está tomando acamprosato debe acon- llevar a reducir el impulso de beber (58,60). Sin embargo,
sejársele que continúe tomando la medicación, y aumentar O’Malley y cols. (56) hallaron que la mayoría de los pacien-
los esfuerzos para frenar la recaída. Sin embargo, normal- tes refieren una abstinencia total así como una reducción de
mente no se continúa con acamprosato en los pacientes que las dosis de bebida. Es posible que la reducción del deseo de
tienen más de una recaída, aunque tomen el fármaco regu- consumir alcohol y de la probabilidad de tomar el primer tra-
larmente. Alrededor de un 50 % o más de los pacientes no go se produzcan porque se atenúa la fuerza de los desenca-
mejoran con el acamprosato. Aquéllos a los que sí les ayuda denantes previos (emocionales, cognitivos o ambientales).
deberían continuar el tratamiento durante al menos 6 meses, Los trabajos que en la década de 1970 mostraron que la
y hasta 1 año si han habido recaídas previas durante el tra- naltrexona causaba disforia parecen apoyarse en los casos de
tamiento. adictos a la heroína a los que se daba naltrexona para ayu-
En un estudio, los pacientes que estaban tomando disul- darles en su abstinencia a los opiáceos. Sin embargo, los es-
firam y que fueron asignados aleatoriamente a un tratamien- tudios de laboratorio y los ensayos aleatorizados controlados
to con acamprosato obtuvieron mejores resultados que los no han encontrado ninguna evidencia de disforia o de pérdi-
que tomaban disulfiram y placebo (53), lo que sugiere que el da del sentimiento de placer (61).
potencial del acamprosato para reducir el deseo de beber (cra-
ving) en los pacientes que son abstinentes por primera vez
puede ayudarles a continuar tomando el disulfiram. No se ha ■ Ayuda a la mujer con problemas
llevado a cabo ningún estudio con el proceso inverso, por con el alcohol
ejemplo, pacientes asignados aleatoriamente a acamprosato,
disulfiram o control. Suele decirse que cuando las mujeres tienen un proble-
ma con el alcohol, existe un hombre en su vida con pro-
blemas similares, normalmente su marido o su padre. Cuan-
Naltrexona
do la pareja también es un bebedor importante, éste debería
La naltrexona antagoniza las endorfinas que son liberadas implicarse en el tratamiento, en la medida de lo posible. En
en una de las muchas acciones del etanol sobre el sistema algunos casos, la pareja puede haberse implicado en exceso
límbico. Se ha sugerido que esta acción contribuye a la pér- y ejercer una función de control, especialmente si ella no es
dida de control (54). La naltrexona reduce la búsqueda de capaz de hacerse cargo de los niños, el dinero, el coche, etc.
etanol en los animales dependientes. No aumenta la altera- El resentimiento de la mujer puede actuar como detonante
ción psicomotriz causada por el alcohol para el consumo, y pueden necesitarse meses de ayuda para
ver cómo puede tratarse ésto con la ayuda de la pareja, de-
jando de enjuiciar su comportamiento y restaurando la nor-
Eficacia
malidad.
Dos estudios aleatorizados y controlados a doble ciego en En estas mujeres, es muy frecuente que haya una baja
pacientes externos desintoxicados mostraron que 50 mg/día autoestima, incluso en aquéllas que poseían confianza antes
de naltrexona reducen el riesgo de recaídas durante un perío- de que perdieran el control de la bebida. La pareja, aunque
do de tratamiento de 3 meses (55, 56). Un estudio posterior se muestre firme en no aceptar que su mujer beba, puede
no encontró un efecto significativo del tratamiento en el aná- necesitar ayuda para mostrarse más afectuoso y positivo,
lisis de todos los pacientes en intención de tratar, pero halla- para manifestar interés en lo que se refiere a ella y apreciar
ron un efecto beneficioso en un subgrupo predefinido de pa- los avances.
cientes que cumplieron el tratamiento (que fueron atendidos El resentimiento hacia la familia, el jefe y la pareja son
regularmente durante el tratamiento y recibieron el 80 % de frecuentes y a veces llevan a la depresión. Las mujeres con de-
598 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

pendencia al alcohol pueden ser ayudadas psicológicamente rante unos días y algo más de tiempo al reducir el trata-
para lograr la abstinencia de diferentes maneras. miento con benzodiazepinas prescrito para la abstinencia del
alcohol. Los ensayos efectuados sobre los fármacos serotoni-
• Ayudándola a que no se sienta excluida y a que sepa que nérgicos con una actividad mayor de 5-HT1A y menor de 5-
tiene el derecho a establecer los límites sobre lo que los HT2 han estudiado un número muy reducido de pacientes
demás esperan de ella. con dependencia del alcohol.
• Aunque la culpa pueda ser proporcional a la situación a la
que ha llevado a su familia a través de la bebida, esto pue-
de no ser de ayuda. Podría impedir que solicitase las con- Ansiedad y ataques de pánico
diciones que necesita en casa o en el trabajo para que le
resulte más fácil dejar de beber. Algunos pacientes han tenido ataques de pánico durante
• Ayudándola a abandonar la ira. años antes de descubrir que el alcohol puede eliminarlos o
• Ayudándola a encontrar formas de recargar sus baterías, prevenirlos. Otros tienen su primera crisis durante la absti-
por ejemplo, despertando nuevos intereses o haciendo nencia del alcohol, pero las crisis continúan independiente-
ejercicio. mente, incluso cuando se mantiene la abstinencia. En los dos
• Hablando con la pareja y con ambos juntos. Él puede casos, está indicada la terapia cognitivo-conductual y/o la me-
querer saber que ella reconoce la tensión que él soporta. dicación.
Aunque ella acepte la total responsabilidad de su alcoho- Tres estudios sugieren que la buspirona, un agonista de la
lismo, puede comunicarle lo que puede hacer para ayu- serotonina, puede ayudar a reducir, tanto la ansiedad como la
darla. ingesta de alcohol (65). Los antidepresivos tricíclicos y los in-
• Existe bibliografía de autoayuda en muchos idiomas para hibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
ayudar a la mujer a mejorar su autoconfianza y su aserti- han mostrado su efectividad para las crisis de angustia en en-
vidad (62). sayos controlados, pero la dependencia del alcohol ha sido
un criterio de exclusión en estos ensayos. Los pacientes de-
pendientes del alcohol que se abstienen por primera vez pa-
■ Tratamiento de los trastornos recen particularmente susceptibles a los efectos adversos de la
coexistentes medicación serotoninérgica (v. más adelante).
Algunos pacientes con largas historias de dependencia del
Trastorno afectivo alcohol y ataques de pánico graves fallan en su respuesta al
tratamiento psicológico o antidepresivo. Para estos pacientes,
En los pacientes dependientes del alcohol es frecuente la el riesgo de complicaciones secundarias a la prescripción re-
depresión. La bebida puede alejar a los amigos, la familia a petida de benzodiazepinas de larga acción puede ser menor
los compañeros de trabajo, provocando la aparición de senti- que para aquellos que continúan con un consumo de bebida
mientos de desesperanza, culpa y pérdida de sentido. El al- excesivo. Si se prescriben éstas (y hacerlo es controvertido)
cohol puede reducir el apetito, la energía y la sexualidad. El deberían administrarse en cantidades limitadas. La prescrip-
bebedor se levanta por la noche sintiéndose ansioso debido al ción debería estar condicionada a la abstinencia del alcohol,
efecto rebote de la abstinencia del alcohol. Estos signos y sín- que puede manejarse con disulfiram si resulta necesario. Si se
tomas que sugieren enfermedad depresiva normalmente desa- utiliza sólo cuando se requiere (p. ej., para viajar en transpor-
parecen con la abstinencia, lo que ayuda a tolerar y llevar los te público), su uso ayuda a limitar el desarrollo de la toleran-
problemas personales y a mejorar las relaciones. cia, incluso aunque en teoría puede perpetuar las actitudes fó-
A veces (más a menudo en las mujeres que en los hom- bicas. Este método probablemente ayuda a que el paciente se
bres) un episodio depresivo precede a la dependencia del al- comprometa a su uso a largo plazo y a reducir el riesgo de es-
cohol. El alcohol es tomado, en parte, como una forma de calada en la dosis.
automedicación. Algunas veces los síntomas depresivos con-
tinúan a pesar de la abstinencia. En estos casos, deben ofre-
cerse antidepresivos en la forma habitual (63, 64). Las recaí- Otras comorbilidades
das del alcoholismo, secundarias a enfermedad depresiva, son
una indicación de tratamiento a largo plazo con antidepresi- Las autolesiones, que a veces llegan a formas tan graves
vos. El litio en sí mismo no es un tratamiento para la depen- como la autoinmolación o la desfiguración, pueden darse
dencia del alcohol, pero resulta efectivo si ésta es secundaria cuando el abuso del alcohol va acompañado de trastornos de
a trastorno maníaco depresivo. la personalidad. En estos pacientes pueden resultar de ayuda
Cuando los antidepresivos se toman en combinación con los antidepresivos, el litio o fármacos antipsicóticos depot,
disulfiram, pueden observarse niveles ligeramente elevados de junto con otras medidas de prevención de recaídas y supervi-
los antidepresivos en sangre. sión.
Los pacientes deprimidos que se han hecho dependien- El trastorno por déficit de atención con hiperactividad
tes al alcohol pueden experimentar las náuseas y/o agitación en los adultos está asociado con la dependencia del alcohol
que se producen con muchos agentes serotininérgicos. Pue- en un 25 % de los casos. No existen ensayos sobre el efecto
den necesitar un antiemético como la metoclopramida du- del metilfenidato en estos casos.
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 599

■ Tratamiento residencial loración inicial se acercaban como media al 85 % de días de


en pacientes ingresados abstinencia si se asignaban a la terapia de aumento motiva-
cional, en comparación con la media del 75 % de días si se
Es discutible el hecho de que un período de interna- asignaban al grupo de facilitación en 12 pasos o al de terapia
miento puede aumentar la posibilidad de mejoría. Algunos cognitivo-conductual (71). En el primer año de seguimiento,
estudios han comparado los resultados en pacientes asignados los pacientes que inicialmente tenían menos síntomas psi-
aleatoriamente a tratamiento ambulatorio o ingresados. En quiátricos graves se mantenían más días abstinentes después
general, no he han encontrado diferencias. Sin embargo, la de la facilitación en 12 pasos que después de la terapia cog-
interpretación de estos resultados y su extrapolación a la rea- nitivo-conductual (26).
lidad clínica ha sido motivo de debate. Finney y cols (66) Otro factor asociado a un mayor beneficio de Alcohóli-
concluyeron que los estudios a menudo carecen de potencia cos Anónimos se obsevó en los datos del tercer año del Pro-
estadística. Además, los pacientes más gravemente afectados yecto MATCH. Los pacientes procedentes de una red social
son excluidos de la aleatorización (66, 67). Aunque existe con contacto con otros bebedores pertenecientes a la familia,
controversia sobre si es el tratamiento interno o la intensidad vecindario o ambiente laboral funcionan mejor si se han ads-
del tratamiento lo que aumenta la mejoría (68, 69), el ingre- crito al programa de 12 pasos que si han participado en la te-
so hospitalario puede proporcionar un respiro considerable rapia cognitivo-conductual o en la terapia de aumento moti-
para el bebedor y la familia cuando la vida está gravemente vacional (37).
afectada porque no puede controlarse la bebida. Quizás no En los datos del proyecto MATCH existen varias razones
sea necesario ofrecer tal respiro en un ambiente hospitalario para la ausencia de evidencias de otros predictores potentes de
relativamente costoso. Por otro lado, si el paciente ha co- mejora del tratamiento. Quizás el comportamiento clave de no
menzado a tener impulsos suicidas debido al incremento de tomar el primer trago puede alcanzarse de diferentes maneras.
sus dificultades, o ha desarrollado complicaciones médicas se-
rias, la admisión hospitalaria puede estar indicada. La investi-
gación no apoya las estancias largas en el hospital. Por ejem- Principios de actuación
plo, Trent (70) no halló pruebas de una peor recuperación
cuando el ejército de la marina de Estados Unidos redujo el Las investigaciones sobre el alcoholismo llevadas a cabo
tiempo de sus tratamientos para los alcohólicos ingresados de durante 50 años han demostrado que las características del
6 a 4 semanas. El papel del tratamiento en pacientes ingresa- servicio y del terapeuta influyen en la mejora del paciente, al
dos se trata en el capítulo 4.2.2.5. igual que sucede con muchas enfermedades. Se ha visto que
mostrar respeto, ayudar a mejorar la dignidad del paciente,
comunicar empatía, adoptar criterios objetivos y no criterios
morales, implicar a la familia y reducir las barreras que difi-
■ Elección de tratamientos ajustados cultan la ayuda aumenta el cumplimiento y, a menudo, favo-
para los pacientes rece la recuperación de la dependencia del alcohol. La alian-
za terapéutica es un fuerte predictor de mejora en el trata-
Problema miento de estos individuos (72). Los servicios deben poner lí-
mites durante la entrevista clínica y las llamadas telefónicas
Se sabe que las personas con dependencia del alcohol cuando el individuo esté bebido. En caso de que las recaídas
presentan un abanico de problemas, provienen de diversos sean recurrentes, la continuación del tratamiento puede pac-
entornos sociales y tienen distintas características de persona- tarse con una nueva condición, como la supervisión de la me-
lidad. Algunas no tienen asociados trastornos emocionales, dicación (73).
mientras que otros presentan patología psiquiátrica. Los re-
sultados deficientes de los tratamientos para la dependencia
del alcohol se han atribuido a su uso con pacientes poco idó- ■ Algunas situaciones clínicas
neos, y por ello se ha propuesto mejorar la elección de los tra-
tamientos adecuados para los pacientes. En un estudio norte- Celos patológicos
americano de 1.726 pacientes externos (Proyecto MATCH) se
propuso probar la hipótesis sobre tratamientos que se ajusten Este tema se comenta en el capítulo 4.4.
a los pacientes. Se estudiaron tres tratamientos, que habían
resultado más efectivos que la «terapia de apoyo» en ensayos
previos aleatorizados y controlados: terapia de aumento mo- Personas sin hogar con dependencia del alcohol
tivacional, terapia cognitivo-conductual e instrucciones según
el enfoque de Alcohólicos Anónimos con incitación a parti- Es difícil llevar a cabo estudios controlados y aleatoriza-
cipar en las reuniones de Alcohólicos Anónimos («facilitación dos con un seguimiento adecuado para probar la eficacia de
en 12 pasos»). las intervenciones orientadas a reducir el consumo de alcohol
Pocos efectos de ajuste alcanzaron una significación esta- y mejorar las condiciones sociales de los indigentes, y se han
dística. En los pacientes que pertenecían a tratamientos ex- hallado pocas respuestas. Un ingreso hospitalario breve para
ternos, aquellos que puntuaron alto respecto a la ira en la va- frenar el consumo y una valoración para transferir al indivi-
600 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

duo a una residencia pueden proporcionar una mejoría tran- partamento de salud de la propia empresa. Esto puede reper-
sitoria de su salud física y resulta más humano que la cárcel. cutir sobre la mejora y permitir que el paciente mantenga el
Sin embargo, no disponemos de datos que apoyen esta ini- empleo durante el tiempo que dura la amenaza de despido, e
ciativa. En un estudio norteamericano, se ha encontrado que incluso posteriormente (76).
una intervención estructurada e intensiva con el paciente am-
bulatorio, denominada «abordaje de refuerzo extrahospitala-
rio», reduce el consumo (corroborado por una mejoría de γ- Candidatos a trasplante de hígado
glutamiltransferasa), aumenta el número de candidatos a tra-
bajar y predispone a mejores condiciones la vivienda (74). El Algunos centros de trasplante requieren una prueba de
abordaje de refuerzo extrahospitalario se combina con el ofre- abstinencia de varios meses antes de comprometerse a realizar
cimiento de alojamiento gratuito, la inscripción en un «club un transplante en pacientes con un trastorno hepático secun-
de trabajo» que les ayuda a encontrar empleo, entrenamiento dario al alcohol. Otros centros no tienen esas restricciones.
en habilidades para la resolución de problemas, comunica- Entre el 6 y el 80 % de los trasplantados, variando según los
ción, fijación de objetivos, rechazo de la bebida y para apren- centros, han reiniciado el consumo de alcohol y excedido los
der a vivir de forma independiente. Los pacientes tienen ac- límites aceptables al cabo del primer año. Su recuperación en
ceso a un club social donde no hay alcohol. La oferta de alo- términos de calidad de vida y de salud mental no es peor que
jamiento está condicionada al hecho de mantenerse sobrio y en otros pacientes trasplantados, y las evidencias obtenidas
a alguna evidencia de ahorro de dinero. El mantenimiento hasta la fecha sugieren que la demanda de abstinencia preo-
del alojamiento está también condicionado por la abstinen- peratoria no aumenta la recuperación (77).
cia, valorada a través de alcoholímetro. El disulfiram ha de-
mostrado mejorar los efectos del abordaje de refuerzo extra-
hospitalario (15, 75). Médicos como pacientes
Los médicos tienen una tasa elevada de dependencia del
Jóvenes alcohol. Su mejoría, una vez en tratamiento, tiende a ser ma-
yor que la de la media, si pueden retornar a la práctica clíni-
Los estudios de programas de ayuda a la gente joven con ca. El hecho de que el «médico afectado» acepte la supervi-
problemas de alcohol son escasos. Los grupos de Alcohólicos sión de otro médico especialista que corrobore si está si-
Anónimos pueden tener miembros jóvenes. Los jóvenes pue- guiendo los consejos y manteniendo el proceso de deshabi-
den probar el tratamiento con disulfiram, tal vez supervisado tuación, se debe probablemente en parte a que se trata de un
por la familia, cuando los estudios o el empleo estén en peli- requerimiento del colegio de médicos (78).
gro. Sin embargo, sin el apoyo de un grupo de compañeros Es sabido que los médicos se resisten a aceptar ayuda para
no bebedores (como los que podrían tener en Alcohólicos sus enfermedades, y tienden a tratarse ellos mismos, y esto
Anónimos), la mayoría de los jóvenes volverán de nuevo a ocurre especialmente con el abuso de sustancias. La negativa
convertirse en «bebedores sociales». Los compromisos en el inicial a menudo significa que los problemas van ascendien-
trabajo o en el matrimonio a veces pueden ayudar a que se do hasta que se toman medidas disciplinarias o legales, y los
mantenga la recuperación. Por otra parte, hasta la edad de 30 intentos de tratar la propia dependencia del alcohol pueden
años, no suele ocurrir que la persona joven esté suficiente- derivar en el inicio de la dependencia de otras sustancias.
mente convencida de que no puede controlar la bebida, y El médico alcohólico debería ser tratado de la misma for-
tome medidas serias para dejarse ayudar. ma que los demás. Debería invitarse a la pareja a que se im-
plique en el tratamiento. Si es posible, debería obtenerse in-
formación del jefe o de algún compañero sobre la existencia
Demandas de empleo de problemas en el trabajo, de alguna acción disciplinaria ac-
tual o de alguna amenaza.
Es frecuente que los individuos busquen ayuda cuando la En algunos países, existen grupos de apoyo para la recu-
bebida ha puesto en peligro su puesto de trabajo. Disponer peración de médicos y dentistas que organizan reuniones y
de un empleo ayuda a la deshabituación, y es común que la están preparados para ofrecer consejo y apoyo a los indivi-
persona que pierde el empleo pague sólo el principio del tra- duos y a sus familias.
tamiento, hecho que resulta decepcionante para todos. El psi-
quiatra debería averiguar hasta qué punto los procedimientos
disciplinarios son motivadores o amenazantes. Puede ser útil ■ Seguimiento
que el psiquiatra y el paciente traten este tema directamente.
Si la consulta forma parte de una demanda de la propia em- Se ha visto que un seguimiento sistemático contribuye a
presa de trabajo, el paciente debe dar permiso al psiquiatra la mejora (17, 79). Es importante la detección precoz de re-
para que responda a las preguntas de la empresa sobre si el caídas, que se consigue con un contacto regular con la fa-
empleado está siguiendo un tratamiento. milia o el lugar de trabajo, con la utilización de alcoholí-
A los pacientes que se hallan a punto de ser despedidos, metros en las entrevistas y con el uso de marcadores de al-
se les puede ofrecer tomar disulfiram supervisados por el de- cohol en sangre (80). Cuando el paciente necesita un infor-
4.2.2.4. TRATAMIENTO DE LA DEPENDENCIA DE ALCOHOL 601

me legal o para la empresa, se requieren indicadores objeti- 20. Rychtarik, R.G., Foy, D.W., Scott, T., Lokey, L., and Prue, D.M.
vos. Pueden utilizarse medidas de mejoría individualizadas, (1987). Five year follow-up of broad spectrum behavioral treatment
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particularmente adecuado cuando el objetivo del paciente es 21. Sanchez-Craig, M., Leigh, G., Spivak, K., and Davila, R. (1989).
eliminar problemas de salud o familiares, evitar nuevas acu- Superior outcome of females over males after brief intervention for
saciones o mantener el empleo, más que mantener la absti- the reduction of heavy drinking. British Journal of Addiction, 84,
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4.2.2.5. SERVICIOS PARA LOS TRASTORNOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE ALCOHOL 603

desde el punto de vista predominante de su naturaleza y pre- tos intentos se han visto frustrados. Este capítulo describe los
valencia. Tras la segunda guerra mundial, el concepto de al- diversos procedimientos terapéuticos y analiza las barreras en la
coholismo como enfermedad fue ganando apoyo en Estados implementación de un sistema comprehensivo para tratar los
Unidos y el Reino Unido (1). De acuerdo con este concepto, trastornos asociados al consumo de alcohol. Determinados
el alcoholismo es un fenómeno de todo o nada que afecta a grupos de la población pueden hallarse en particular desventa-
un subgrupo relativamente reducido de la población y que re- ja a la hora de acceder a estos servicios. Finalmente se discuten
quiere un tratamiento especializado intensivo. Este hecho los costes implicados en llevar a cabo estas medidas. La con-
condujo en el Reino Unido al desarrollo de centros especiali- clusión principal es que todavía existen oportunidades consi-
zados en el alcoholismo con un énfasis en el tratamiento ins- derables de ampliar y mejorar los servicios de tratamiento de
titucionalizado e intensivo de varias semanas o meses de los los trastornos asociados al consumo de alcohol, pero esto re-
pacientes, que también incluye terapia de grupo y, a menudo, querirá una mayor formación y difusión de iniciativas por todo
respalda el ingreso en Alcohólicos Anónimos. Estos progra- el sistema sanitario para obtener los resultados deseados.
mas tienden a dirigirse a un sector de la población masculina
opulenta y de relativa estabilidad social y, se ofrecen, de for-
ma más generalizada, solamente a las personas con una de- ■ Escenario e intensidad del tratamiento
pendencia más grave del alcohol (2).
En las décadas de 1970 y 1980, el desarrollo de la inves- Tratamientos especializados
tigación tanto epidemiológica como psicológica, trajo consi-
go el reconocimiento de la existencia en la población de pro- La principal respuesta a los problemas derivados del con-
blemas relacionados con el alcohol más allá de aquellos que sumo de alcohol sigue siendo proporcionada por especialis-
cumplían estrictos criterios de alcoholismo o dependencia al- tas. Se han realizado numerosas investigaciones sobre el cam-
cohólica y que, sin embargo, podrían beneficiarse de una in- po de aplicación y la intensidad del tratamiento especializa-
tervención. Más aún, las investigaciones comenzaron a mos- do. Un primer estudio influyente fue el de Edwards y cols. (7)
trar que los problemas relacionados con el alcohol se daban en el que 100 varones con dependencia de alcohol, derivados
en un continuo de gravedad, por lo que podría no ser nece- al Maudsley Hospital de Londres, recibieron aleatoriamente
sario un tratamiento intensivo especializado que tuviera un tratamiento intensivo especializado, que comprendía el in-
como fin lograr la abstinencia total de alcohol de por vida. greso en la unidad de tratamiento del alcoholismo o una se-
Comenzaron a aparecer pruebas de que con un simple criba- sión de orientación. Al cabo de 1 año de seguimiento no se
do (screening) y una breve intervención dirigida a los grandes observaron diferencias entre los resultados de ambos trata-
bebedores presintomáticos realizada en el servicio de aten- mientos. Se concluyó que la confianza que se habia tenido
ción primaria o en el marco de los cuidados hospitalarios ge- hasta entonces en los tratamientos intensivos quedaba puesta
nerales, podía reducirse de un modo eficaz el consumo exce- en duda por estos hallazgos. Este controvertido estudio dio
sivo de alcohol y el daño asociado al mismo (3, 4). Esto, su- pie a un considerable debate y, posteriormente, a la realiza-
mado al grado de pesimismo acerca de la efectividad del tra- ción de numerosas investigaciones. Otro estudio británico
tamiento intensivo para los bebedores dependientes más gra- trató de reproducir el estudio de Edwards y sólo halló una di-
ves, llevó a proponer que podrían conseguirse mayores bene- ferencia moderada entre el tratamiento de orientación y el
ficios mediante procedimientos menos intensivos y dirigidos tratamiento más especializado, se trataba de un ensayo con-
a un mayor número de bebedores de riesgo, que con inter- trolado y aleatorizado con un seguimiento de 2 años (8). Sin
venciones más intensivas y costosas dirigidas a una minoría embargo, no hubo diferencias entre los tratamientos en cuan-
de grandes bebedores: la «paradoja de la prevención» (5). to a los niveles de abstinencia o consumo de alcohol duran-
En un innovador informe, el Instituto de Medicina de Es- te el seguimiento.
tados Unidos abogaba por «ampliar la base del tratamiento En un estudio más amplio realizado en Estados Unidos,
para los problemas derivados del alcohol» (6). Al reconocer al se seleccionaron 227 empleados, identificados por consumir
personal sanitario no especialista en adicciones (p. ej., médi- un exceso de alcohol, y se asignaron aleatoriamente a una de
cos, residentes y trabajadores sociales), el potencial para au- estas tres opciones: tratamiento de ingreso obligatorio, asis-
mentar la prevención y la intervención, así como las limita- tencia obligatoria a las reuniones de Alcohólicos Anónimos,
ciones a la hora de extender la aplicación del tratamiento es- o elección de una de estas dos opciones (9). A los 2 años de
pecializado, en particular en una época de contención del gas- seguimiento no se encontraron diferencias entre los tres gru-
to sanitario, el informe resaltaba la necesidad de ampliar los pos respecto a los resultados relacionados con el trabajo. Sin
lugares y métodos de intervención en el campo de los trastor- embargo, el grupo que fue ingresado obtuvo el mejor resulta-
nos asociados al alcohol. Cabe destacar, además, que el infor- do en siete medidas relacionadas con la bebida, mientras que
me también reconocía la heterogeneidad de estos trastornos, el grupo que asistió a las sesiones de Alcohólicos Anónimos
cada uno de los cuales podía requerir diferentes tipos o inten- obtuvo el peor, y el grupo que eligió entre ambos tratamien-
sidades de tratamiento; es decir, la necesidad de adecuar los tos obtuvo una puntuación intermedia. El grupo que fue
tratamientos a la naturaleza del problema en particular. obligado a asistir a las reuniones de Alcohólicos Anónimos
En la década posterior a la publicación de este informe, ha fue más propenso que los otros grupos a requerir un posterior
habido algún progreso dirigido a aumentar los tipos de trata- ingreso. Sin embargo, la duración del tratamiento de ingreso
mientos y su accesibilidad. Sin embargo, en algunos casos es- no pareció influir significativamente en el resultado (10, 11).
604 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Los estudios que comparan la desintoxicación de alcohol ción a la cuestión de los efectos de la adecuación de los tra-
en pacientes hospitalizados frente a pacientes ambulatorios tamientos a los pacientes en estos estudios. ¿Son los pacien-
suelen observar que ambos procedimientos son igualmente tes con problemas más graves o complejos los que se benefi-
efectivos. Por ejemplo, Hayashida y cols. (12) asignaron alea- cian más de los tratamientos más intensivos, tal como cabría
toriamente 164 varones, militares veteranos, a tratamientos esperar intuitivamente? Segundo, muchos de estos estudios
institucionalizados y no institucionalizados de desintoxica- tienen notables limitaciones metodológicas, sin ser la menor
ción. A los 6 meses de seguimiento no se observaron dife- de ellas el pequeño tamaño de las muestras, lo que aumenta
rencias entre los resultados de ambos grupos. De hecho, la el riesgo de error de tipo 2. Tercero, como se ha señalado más
desintoxicación sin ingreso suele ser el tratamiento de elec- arriba, los casos más complejos tienden a ser excluidos de las
ción para la mayoría de pacientes (13, 14). Sin embargo, debe investigaciones, lo cual limita la generalización de los datos
hacerse notar, que los estudios que comparan los tratamien- existentes. Con los avances metodológicos disponibles ac-
tos hospitalizados con los ambulatorios (incluida la desinto- tualmente y con el conocimiento de la posibilidad de adecuar
xicación) han tendido a excluir a los pacientes con mal pro- los tratamientos al paciente, esta cuestión está lejos de quedar
nóstico (p. ej., mala situación social, comorbilidad psiquiátri- cerrada.
ca o física grave, o riesgo de poner en peligro su salud o la de
otros). Por lo tanto, el clínico debe, en su práctica habitual,
interpretar con precaución la evidencia aportada por la inves- Tratamientos especializados basados
tigación. Sin embargo, probablemente pueda asumirse que, en la comunidad
en los casos no complicados de dependencia alcohólica, no
existen pruebas de la superioridad del tratamiento hospitali- El incremento de estudios que han cuestionado el valor
zado sobre el tratamiento ambulatorio. del tratamiento de hospitalización especializado y la tenden-
Otro tratamiento especializado importante y ampliamen- cia hacia la contención de gastos en materia de salud, ha lle-
te utilizado en el sector privado es el tratamiento residencial vado a un cambio en los recursos dirigidos a tratar los tras-
basado en el modelo de Minnesota, originalmente desarrolla- tornos asociados con el consumo de alcohol en el marco de
do en la clínica Hazelden de Minnesota, que utiliza un trata- la comunidad. Por ejemplo, un estudio realizado en América
miento muy similar al del movimiento Alcohólicos Anóni- del Norte observó que la proporción de unidades de trata-
mos. Estos tratamientos, a menudo descritos como programas miento ambulatorio se había incrementado por encima del
de 12 pasos por los 12 pasos de Alcohólicos Anónimos, ge- 50 % entre los años 1982 y 1990, lo cual era consistente con
neralmente no han sido sometidos a estudios controlados los esfuerzos de las organizaciones sanitarias dirigidos a dis-
(15, 16). Sin embargo, un estudio realizado en Finlandia ob- minuir la utilización de los servicios que requerían hospitali-
servó que a los 12 meses de seguimiento había un mayor ni- zación (22).
vel de abstinencia en los pacientes tratados por el método A parte de la posible ventaja de un menor coste, el trata-
Hazelden que en los tratados según el tratamiento psiquiátri- miento comunitario proporciona un menor trastorno social
co residencial tradicional (26,3 frente al 9,8 %) (17). Aun así, para el paciente y ofrece la oportunidad de movilizar los re-
este mayor nivel de abstinencia no era respaldado por la co- cursos existentes en la comunidad para apoyar, con buenas
rrespondiente reducción en los marcadores de elevado consu- expectativas, una recuperación prolongada. En el Reino Uni-
mo de alcohol (volumen corpuscular medio y γ-glutamil- do, en los últimos 20 años se ha desarrollado un modelo de
transferasa). tratamiento de los trastornos asociados al alcohol basado en
Cabe también destacar que el movimiento de autoayuda el equipo comunitario, que sigue el modelo original del
de Alcohólicos Anónimos, que fue fundado en 1935 en Esta- Maudsley Alcohol Pilot Project (23). El principio fundamen-
dos Unidos, es la mayor fuente de apoyo y ayuda para los tal de este modelo es que el equipo especializado (que suele
trastornos asociados al alcohol, con más de 73.000 grupos re- estar formado por un médico especialista, personal de enfer-
partidos por todo el mundo (18). De hecho, la mayor parte mería, un trabajador social y un psicólogo) trabaja para en-
de los bebedores con problemas acuden a Alcohólicos Anó- trenar y apoyar a otros equipos genéricos, principalmente de
nimos en lugar de a los programas de tratamiento tradiciona- atención primaria, en el tratamiento de los trastornos asocia-
les (19). A pesar de que este tratamiento se encuentra en gran dos al alcohol de una manera más efectiva. En la práctica, es-
medida sin evaluar, debido a la dificultad para utilizar estu- tos equipos han encontrado dificultades para no verse obli-
dios comparativos y aleatorizados en este contexto, existen gados a desempeñar el papel del especialista tradicional, pro-
pruebas de que, en los sujetos con una mayor dependencia al- porcionando, a menudo, cuidados directos sobre los trastor-
cohólica, la asistencia regular a Alcohólicos Anónimos está nos asociados al consumo de alcohol, en vista de la reticen-
asociada a la obtención de mejores resultados (20, 21). Ob- cia a asumir la realización de este trabajo por parte del perso-
viamente, los pacientes que asisten regularmente a Alcohóli- nal de atención primaria (24).
cos Anónimos se autoseleccionan. Las investigaciones dirigidas a evaluar este modelo de
En general, salvo algunas excepciones importantes, la ma- equipo comunitario han sido escasas. Un estudio repartió alea-
yor parte de estudios que han comparado el tratamiento es- toriamente 40 bebedores con problemas que se habían deriva-
pecializado intensivo con el menos intensivo no han apoya- do al especialista, en la unidad de tratamiento del alcoholismo
do el uso del procedimiento más intensivo. Sin embargo, es del Maudsley Hospital, para que se les administrara tanto el
importante destacar tres puntos. Se ha prestado poca aten- tratamiento especializado de rutina como «cuidados comparti-
4.2.2.5. SERVICIOS PARA LOS TRASTORNOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE ALCOHOL 605

dos» (25). Tras la valoración especializada, se derivó nueva- rioridad a la existencia de una clara evidencia de su efectivi-
mente a los miembros del grupo de «cuidados compartidos» a dad. Esta evidencia empieza a emerger ahora, puesto que al
la atención de su médico general, que entonces recibía el apo- menos se ha demostrado una equivalencia en los resultados
yo del equipo especialista comunitario. Dentro de este mode- y, en algunos casos superioridad, al comparar los que se ob-
lo los cuidados compartidos incluyen consejo y entrenamien- tienen a partir de los servicios basados en la comunidad con
to para el médico de familia, un plan de tratamiento compar- los obtenidos a partir de otros procedimientos terapéuticos
tido, contacto telefónico regular entre el especialista y el mé- basados en tratamientos hospitalarios más tradicionales. Sin
dico general, y la posibilidad de posteriores cuidados especia- embargo, el procedimiento del equipo comunitario se ha im-
lizados en caso de que el paciente no mejorase o se viese per- plementado de diversas maneras en el Reino Unido, donde
judicado. Al cabo de 6 meses, tanto el grupo que recibió tra- abarca muchos modelos distintos e intervenciones específicas.
tamiento especializado como el de cuidados compartidos Se necesita aún más investigación para evaluar la rentabilidad
mostraron mejoras significativas, pero no se observaron dife- de este procedimiento, y para identificar los elementos espe-
rencias entre los resultados obtenidos en ambos grupos. cíficos y los métodos que contribuyen a la efectividad del tra-
Otros tratamientos terapéuticos basados en la comunidad tamiento.
también parecen prometedores. El «tratamiento desde el re-
fuerzo de la comunidad», es beneficioso en el tratamiento de
la dependencia del alcohol (26). Este tratamiento busca refor- Intervención breve
zar la abstinencia del consumo de alcohol a través del apoyo
familiar positivo, ayudas para encontrar empleo, y la asocia- La investigación sobre el potencial de las intervenciones
ción a un club social donde no se consuma alcohol, además breves en el marco de la atención primaria es considerable,
de ofrecer orientación sobre el alcohol por parte de un pro- siendo menor en el marco hospitalario (30). Existen varias po-
fesional. El tratamiento especializado está dirigido a asegurar sibles ventajas en llevar a cabo intervenciones terapéuticas en
que estos apoyos se pongan en práctica. Existe alguna prue- el marco de la atención primaria. Los pacientes con trastor-
ba, de estudios realizados a pequeña escala (26, 27), en favor nos asociados al consumo de alcohol consultan a su médico
de la efectividad de este tratamiento para reducir el consumo general más fácilmente que otro tipo de pacientes. Los tras-
de alcohol y mejorar el ajuste social, en comparación con tornos asociados al consumo de alcohol identificados en los
otros tratamientos estándar; pero esto todavía no se ha eva- cribados que se realizan en la atención primaria se encuen-
luado plenamente, ni se ha probado en el Reino Unido. tran, en gran medida, en un estadio más temprano de evolu-
Otra variante del procedimiento terapéutico basado en el ción, y posiblemente tienen más posibilidades de beneficiar-
equipo comunitario para el tratamiento de la dependencia del se de una intervención breve y precoz que los que presentan
alcohol ha sido la evaluación del seguimiento por parte del otros consumidores con un mayor grado de dependencia.
personal de enfermería psiquiátrica después de un tratamien- Además, el marco de la atención primaria suele ser visto
to especializado con hospitalización (28). Un reciente estudio como menos estigmatizador que una clínica especializada.
de Irlanda del Norte valoró la efectividad de un seguimiento Se ha demostrado en varios estudios la eficacia del criba-
por parte del personal de enfermería psiquiátrica que consis- do y la intervención breve en los bebedores de riesgo dentro
tía en 1 o 2 visitas domiciliarias semanales durante un perío- de este marco. Wallace y cols. (4) descubrieron tras un año de
do de 6 meses después de que se hubiera cumplido el trata- seguimiento, que después del cribado era más efectiva una in-
miento institucionalizado, con una menor frecuencia de visi- tervención breve que un tratamiento control para reducir el
tas durante el año siguiente. Las visitas domiciliarias com- consumo de alcohol y los niveles de γ-glumatiltransferasa. En
prendían consejo, apoyo, orientación, implicación de la pare- una investigación a gran escala y llevada a cabo por la Orga-
ja y fomento de la asistencia a las reuniones de Alcohólicos nización Mundial de la Salud (OMS) (31) en varios centros y
Anónimos. Este tratamiento se comparó con un programa ru- en otros dos estudios realizados en Estados Unidos (32, 33)
tinario de seis citas semanales. El estudio, que tenía un dise- se obtuvieron resultados similares.
ño no aleatorio, observó mejoras significativas en la absti- En el marco hospitalario se han realizado menos estudios
nencia y el compromiso, en favor de la estrategia basada en sobre intervención breve y cribado. En dos investigaciones,
el seguimiento por parte del personal de enfermería psiquiá- una realizada en el Reino Unido y la otra en Australia, se ob-
trica con respecto al grupo de seguimiento rutinario. servó algún beneficio de la intervención breve, a pesar de que
Un estudio reciente realizado en Escocia evaluó la efica- ambos estudios carecían de potencia estadística (3, 34). Otro
cia del servicio domiciliario de desintoxicación en compara- estudio de cribado realizado en el marco hospitalario y deri-
ción con una intervención mínima en un ensayo comparati- vado al servicio especial resultó ser negativo, pero también en
vo y aleatorizado de 95 pacientes que habían sido derivados este caso la muestra era pequeña (35).
por su médico de familia (29). A los 6 meses de seguimiento, La totalidad de los metaanálisis realizados sobre estudios
el grupo de desintoxicación domiciliaria se mantuvo absti- de este tipo de intervenciones han observado ventajas en es-
nente el doble de tiempo que el grupo que recibió la inter- tos tratamientos respecto a otros tratamientos control, mani-
vención mínima. festándose estos efectos en una reducción del consumo de al-
En general, el modelo de equipo comunitario de sumi- cohol en torno al 10 o el 20 % (36-38). Estos efectos fueron
nistro de servicios relacionados con el consumo de alcohol ha mayores en varones que en mujeres. Estas revisiones han lle-
sido ampliamente establecido en el Reino Unido, con ante- gado a la conclusión general que las intervenciones breves
606 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

son, al menos, tan efectivas como otros tratamientos especia- en contra de los efectos del ajuste del tratamiento, dado que
lizados más intensivos. Esta conclusión ha sido criticada re- las muestras del estudio carecen de heterogeneidad clínica
cientemente apoyándose en el argumento que los estudios de (46). Además, muchas características de los pacientes y los
intervención breve y cribado no son totalmente comparables programas de tratamiento, que posiblemente median la ade-
a los estudios sobre tratamientos especializados que incluyen cuación del tratamiento y su efectividad, permanecen aún sin
un grupo control de intervención breve, en la medida en que investigar.
contienen poblaciones con diferentes características (39, 40). La secuenciación de la intervención (47) es un método al-
Éstos incluyen principalmente a sujetos con problemas me- ternativo de ajuste del tratamiento a las necesidades de los pa-
nos graves con el alcohol, y que no están buscando trata- cientes que se ha aceptado en el campo de la intervención en
miento en el momento del cribado y la identificación. Ade- el tabaquismo y la medicina general. Hasta hoy, se le ha pres-
más, Drummond (40) ha cuestionado la generalización de los tado relativamente escasa atención en el terreno del alcoholis-
resultados de las investigaciones sobre estas intervenciones mo. La secuenciación del tratamiento incluye inicialmente
breves en el marco clínico típico, debido al amplio número proveer básicamente la provisión inicial de tratamientos de
de exclusiones en que éstas incurren. baja intensidad a todos los pacientes, y la administración de
Existen barreras a la implementación de la intervención tratamientos más intensivos únicamente a los pacientes que no
breve en los centros no especializados que pueden limitar su responden a los primeros (48). Esto proporciona medios po-
efectividad. En una encuesta nacional realizada en el Reino tencialmente eficientes de llevar a cabo el tratamiento y pro-
Unido (41, 42), se observó que los médicos y enfermeros de porciona un protocolo al clínico para tomar decisiones tera-
atención primaria se mostraban reacios a ocuparse de las in- péuticas. Sin embargo, el tratamiento secuenciado en el campo
tervenciones breves y el cribado, porque percibían una falta del alcohol todavía debe evaluarse en estudios controlados.
de preparación y apoyo para desarrollar estas actividades. Para
aplicar a gran escala y de forma efectiva los programas de cri-
bado e intervención breve, debería prestarse atención a las ne- ■ Consideraciones económicas
cesidades de apoyo y de preparación del personal no especia-
lizado. Además, los programas de cribado identifican a bebe- Con la tendencia general de las sociedades industrializa-
dores muy dependientes que quizá no respondan únicamen- das hacia la contención del gasto sanitario, se ha producido
te con la intervención breve. Por ello se necesitan acuerdos de un aumento de la aplicación de la investigación en economía
trabajo efectivos entre especialistas y médicos no especialistas. de la salud en el campo de los problemas asociados al al-
Un estudio en colaboración con la OMS pretende identificar cohol. El costo de los tratamientos de estos pacientes repre-
las vías más efectivas de implicar al personal de atención pri- senta una cantidad considerable de los presupuestos sanita-
maria en la intervención breve y el cribado de los trastornos rios. Se estima que el tratamiento directo de estos trastornos
asociados al consumo de alcohol. por parte de agencias especializadas ascendió en 1990 a 10,5
billones de dólares en Estados Unidos y a unos 400 millones
de libras en el Reino Unido (49, 50), razón por la que es ne-
Adecuación del tratamiento y secuenciación cesario demostrar la efectividad de estos tratamientos.
de la intervención Hasta hace poco, la investigación sobre la rentabilidad del
tratamiento, ha sido, en gran medida, especulativa y no se ha
El informe del Institute of Medicine, además de llamar la basado en estimaciones directas de la relación costo-benefi-
atención sobre la necesidad de una gama de servicios de in- cio. En un estudio conocido, Holder y cols. (51) proporcio-
tervención para una amplia variedad de trastornos asociados naron una primera aproximación a la rentabilidad del trata-
con el alcohol, también resalta la necesidad de adecuar el ni- miento. En su análisis utilizaron datos combinados sobre la
vel de intervención a la gravedad y naturaleza de los proble- eficacia de pruebas clínicas, costos habituales de diferentes
mas presentes (6). Existe ya alguna prueba empírica del efec- tratamientos y recomendaciones de expertos y clínicos sobre
to de la adecuación de los tratamientos a los pacientes (43). los procedimientos terapéuticos más apropiados. Haciendo
De hecho, un posterior seguimiento del grupo de Edwards notar la falta de estudios que analizaban directamente la ren-
observó que los bebedores más gravemente dependientes se tabilidad de los tratamientos, concluyeron que los que conta-
beneficiaban más de un tratamiento intensivo (44). Hasta ban con más pruebas de su efectividad tendían a ser más ba-
hace poco, sin embargo, la adecuación de los tratamientos a ratos que los que tenían menos pruebas. Según su análisis, el
los pacientes sólo se había explorado en análisis post hoc de es- costo del tratamiento estaba inversamente relacionado con su
tudios con poca potencia estadística. El reciente proyecto es- efectividad. Los autores también destacaron que estos trata-
tadounidense de investigación a gran escala MATCH estudió mientos de mayor costo y menor evidencia de efectividad es-
una amplia variedad de hipótesis sobre el ajuste de los trata- taban entre los más habitualmente utilizados en Estados
mientos al paciente en un diseño prospectivo, pero no en- Unidos. A pesar de las múltiples críticas metodológicas, esta
contró claros efectos de esta adecuación (45) (v. cap. 4.2.2.4). revisión ha estimulado un importante debate y contribuido a
Sin embargo, debería señalarse que los ensayos más controla- incrementar el número de investigaciones clínicas que inclu-
dos, incluido el Proyecto MATCH, excluyeron a los pacien- yen el componente económico en sus conclusiones (52, 53).
tes más problemáticos, como aquellos con un limitado apo- Los dos trabajos sobre intervención breve en la atención
yo social o comorbilidad psiquiátrica grave. Este hecho iría primaria, anteriormente citados, encontraron pruebas de una
4.2.2.5. SERVICIOS PARA LOS TRASTORNOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE ALCOHOL 607

reducción en la utilización de la asistencia sanitaria posterior tres tratamientos se mostraron igualmente efectivos, debe
a la intervención, lo que sugería la utilidad de la intervención concluirse que cuatro sesiones de terapia de aumento de la
breve a la hora de reducir costes sanitarios. Fleming y cols. motivación son más rentables que 12 sesiones de terapia cog-
(32) vieron que, además de la reducción del consumo excesi- nitivo-conductual o que las mismas de terapia de facilitación
vo de alcohol, también se producía una reducción en la du- en 12 pasos.
ración de la hospitalización de los varones durante los 12 me- El método ideal para estudiar la rentabilidad del trata-
ses del seguimiento posterior al tratamiento. En un estudio de miento de los trastornos asociados al alcohol es realizar in-
Israel y cols. (33) sobre una intervención breve (que consistía vestigaciones dentro de un contexto de control aleatorio. Sin
en una sesión de orientación de 3 horas realizada por perso- embargo, la medida de costos y beneficios se ha restringido
nal de enfermería) se produjo una reducción de la morbilidad principalmente a los costos del tratamiento y los resultados,
relacionada con el alcohol, así como de la frecuencia de las en términos de variables asociadas al consumo de alcohol. A
consultas médicas. Un estudio anterior, realizado en Suecia la hora de estimar la rentabilidad, también serían importan-
por Kristenson y cols. (54), encontró que una intervención tes las estimaciones de costos indirectos, incluidos los gastos
precoz con seguimiento médico regular llevaba a una reduc- que corren a cuenta del paciente, las pérdidas de productivi-
ción significativa del número de bajas laborales y hospitaliza- dad, la utilización de servicios sanitarios no previstos (p. ej.,
ciones por enfermedad, así como de la mortalidad, en com- ingresos por problemas físicos o mentales asociados con el
paración con un grupo control. Los tres estudios trataron la alcohol, o utilización de servicios de atención primaria), los
rentabilidad de las intervenciones en atención primaria, pero costos judiciales, accidentes, muertes prematuras, implica-
ninguno examinó directamente la rentabilidad. ción de la asistencia social, costos relacionados con el cuida-
Se han realizado relativamente pocas investigaciones so- do de los niños y costos asociados a enfermedades de cuida-
bre la rentabilidad de los tratamientos especializados y la me- dores y familiares (57, 58).
todología para su estudio en el campo del alcohol se encuen- La estimación de los años de vida en relación con su ca-
tra aún en una fase temprana de su desarrollo. En un estudio lidad es también importante en el campo de la rentabilidad.
longitudinal, realizado en Estados Unidos durante 14 años Esto no se ha estudiado adecuadamente en el campo del tra-
con trabajadores alcohólicos, Holder y Blose (55) encontra- tamiento del alcohol. Los análisis básicos relacionan el costo
ron que los sujetos que seguían un tratamiento generaban un de una intervención determinada con una variable suscepti-
24 % menos de coste sanitario (incluido el costo del trata- ble de ser medida, como la calidad de vida. Ésta, en concre-
miento del alcoholismo) que aquellos que no lo hacían. De to, puede medirse de distintas maneras (p. ej., el Euroqol o el
hecho, se observó un aumento del costo en aquellos sujetos Short Form 36), pero la relación entre la calidad de vida y las
que no lo recibieron. Estos resultados deben interpretarse con consecuencias típicas relacionadas con el consumo de alcohol,
precaución, puesto que la investigación no contó con control no han sido aún bien estudiadas (59, 60).
aleatorizado. En general, existe un número considerable de elementos
Los costos del tratamiento se examinaron en un ensayo para el posterior desarrollo de la investigación en economía
citado anteriormente (9), en el cual los empleados se asigna- sanitaria en el campo del alcohol. Esto mostrará la importan-
ron aleatoriamente a seguir obligatoriamente el tratamiento cia de proporcionar a los profesionales sanitarios la informa-
de Alcohólicos Anónimos o el tratamiento de ingreso hospi- ción adecuada para tomar decisiones racionales sobre la pro-
talario. La intervención del tratamiento más costoso (el in- visión de servicios para el tratamiento de los problemas aso-
greso obligatorio) obtuvo resultados superiores y tan sólo era ciados al alcohol, basados en las pruebas sobre la rentabili-
un 10 % más cara que la derivación a Alcohólicos Anónimos, dad. En la siguiente década, puede esperarse una considerable
ya que muchos sujetos de este último grupo requirieron hos- expansión de la investigación en este campo. (Para una mejor
pitalización. Otro estudio de Hayashida y cols. (12) y con- comprensión de los análisis de rentabilidad, v. cap. 7.7).
trolado aleatoriamente, analizó los costos comparando el tra-
tamiento de desintoxicación, con y sin ingreso, de pacientes
veteranos de guerra con síndrome de abstinencia leve o mo- ■ Acceso y búsqueda de ayuda
derada, y observó que no existían diferencias significativas en-
tre ambos. Sin embargo, el tratamiento con ingreso resultó Hasta aquí nos hemos centrado en la efectividad de las
aproximadamente diez veces más caro. Los autores concluye- intervenciones a nivel individual. Sin embargo, el impacto
ron que, para este grupo, la desintoxicación sin ingreso era global de la intervención en la población depende de la dis-
más rentable. ponibilidad y la facilidad de acceso a los programas de trata-
Un reciente análisis basado en datos del Proyecto miento, así como de su efectividad. Desde la perspectiva de
MATCH permitió estimar los costos relativos de tres proce- la sanidad pública, la efectividad de la respuesta del trata-
dimientos psicoterapéuticos (56). Se analizaron la terapia de miento a los problemas relacionados con el alcohol depende-
aumento de la motivación, la facilitación en 12 pasos y la te- rá del número de personas que accedan y se comprometan
rapia cognitivo-conductual basándose en el costo por pacien- con las intervenciones. Esto dependerá, a su vez, de dos fac-
te en una situación clínica habitual. Se observó que, a pesar tores principales: las características de la población que con-
de que la terapia de aumento de la motivación suponía un sume alcohol en exceso y las características de los servicios de
tercio del número de sesiones en comparación con los otros tratamiento. Además, es posible que también exista una inter-
dos tratamientos, sólo era un 33 % más barata. Dado que los acción entre estos dos factores.
608 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Características de la población que abusa (64) han proporcionado recientemente una revisión de estos
del alcohol datos. En Estados Unidos la presencia de hispanos en el tra-
tamiento del alcoholismo tiende a ser escasa y la de afroame-
Los servicios especializados en el tratamiento del alcohol ricanos muy elevada en comparación con la prevalencia en el
atraen generalmente a varones jóvenes, solteros y de nivel so- conjunto de la población. Aun así, la interpretación de estas
cioeconómico y cultural bajo, y con una dependencia grave pruebas se complica porque las encuestas a domicilio tienden
del alcohol. Si se tiene en cuenta la prevalencia de los tras- a infrarrepresentar la presencia de los individuos socialmente
tornos asociados al consumo de alcohol en el conjunto de la desfavorecidos de las minorías étnicas. En el Reino Unido,
población, las mujeres, la gente mayor y la perteneciente a encuestas como la que realiza anualmente el Instituto Nacio-
minorías etnicas están con frecuencia menos representados, al nal de Estadística en los hogares británicos (General House-
igual que los «sin techo». Es más, existen pocos ejemplos de hold Survey) no consideran la procedencia étnica, y las esti-
servicios específicos para gente joven. Esto es de particular in- maciones de prevalencia tienden a estar basadas en indicado-
terés, dado que la prevalencia de los trastornos asociados al res indirectos del consumo excesivo de alcohol, como la
consumo de alcohol en el Reino Unido está aumentando en muerte por cirrosis. Marmot y cols. (65), por ejemplo, obser-
estos grupos. varon que las tasas de mortalidad por cirrosis eran elevadas en
los individuos del subcontinente asiático y de Irlanda en
comparación con la media nacional, pero más bajas que la
Mujeres
media para los individuos afrocantillanos. La mortalidad por
Los factores involucrados en la búsqueda de ayuda por par- cirrosis también era más baja que la media en mujeres asiáti-
te de las mujeres han sido recientemente objeto de una cre- cas y afroantillanas, pero más alta en mujeres irlandesas. Sin
ciente actividad en la investigación. Thom y Green han identi- embargo, había pocas muertes por cirrosis en el total de las
ficado tres factores principales que podrían dar cuenta de la es- minorías étnicas, lo que podría llevar a grandes errores a la
casa presencia de mujeres en los tratamientos del alcoholismo hora de extrapolar las estimaciones de abuso de alcohol. Otro
(61). Las mujeres tienden a percibir sus problemas de manera estudio encontró que la mortalidad por cirrosis en el Reino
distinta a como lo hacen los varones, y se identifican con me- Unido era más alta de lo esperado en la población originaria
nos frecuencia como «alcohólicas». Este hecho puede estar par- del Punjab, Gujerat y, sorprendentemente, en la musulmana
cialmente relacionado con los estereotipos sociales negativos re- (66). En relación con las poblaciones en tratamiento del al-
lacionados con el consumo de alcohol por parte de la mujer, y coholismo, los estudios han tendido a encontrar tasas más
las actitudes negativas hacia el problema de las mujeres bebe- elevadas de admisión (cada 100.000 habitantes) en indios, es-
doras por parte de los profesionales, quienes, en la profesión coceses e irlandeses que en caribeños o pakistaníes (67). Es po-
médica, siguen siendo mayoritariamente varones. Además, se ha sible que las diferencias culturales existentes sobre los benefi-
observado que las mujeres perciben el «costo» de iniciar un tra- cios de la salud y la búsqueda de ayuda, así como los facto-
tamiento de manera diferente a los varones. Esto está particu- res relacionados con los servicios, tales como la disponibili-
larmente relacionado con los estigmas sociales percibidos y con dad de intérpretes o personal de tratamiento del grupo mino-
otros costos, como los económicos, relacionados con las rela- ritario étnico apropiado, den cuenta de alguna de estas dife-
ciones personales y la pérdida de la custodia de los hijos en ma- rencias. A pesar de que en el Reino Unido se dan algunos ca-
nos de los servicios sociales. Finalmente, las mujeres perciben a sos ejemplares en este tipo de intervenciones, aún existen po-
menudo los servicios ofrecidos como menos apropiados a sus cos servicios específicos para las personas que pertenecen a
necesidades de lo que lo hacen los varones. Habitualmente, los minorías étnicas (64).
servicios especializados en el tratamiento del alcoholismo no
ofrecen cuidados infantiles o servicios exclusivos para las muje-
res. Esto último es particularmente relevante en vista de la alta
Individuos sin hogar
prevalencia de abusos sexuales entre las mujeres que buscan tra- Existe una elevada prevalencia de trastornos asociados al
tamiento para los problemas relacionados con el consumo de consumo de alcohol (así como de problemas sociales y de sa-
alcohol (62). Sin embargo, existen pruebas recientes que sugie- lud mental y física) entre la creciente población de indigen-
ren un aumento del número de mujeres que reclaman ayuda tes, grupo que normalmente no está bien atendido por los
por trastornos asociados al consumo de alcohol, por lo menos servicios principales de tratamiento en lo que respecta a los
en Estados Unidos, basadas en encuestas realizadas a la pobla- problemas asociados con el consumo de alcohol (v. cap.
ción general y a personas que reciben tratamiento (19, 22). Aún 7.10.3). La prevalencia de estos problemas con el alcohol en-
así, debe hacerse más para atraer a las mujeres al tratamiento del tre el grupo de los «sin techo» ha alcanzado cotas tan eleva-
alcoholismo y deben proporcionarse servicios sensibles a sus ne- das como un 38 % en el Reino Unido (68) y entre un 2 y un
cesidades. Más aún, existe la necesidad de desarrollar servicios 86 % en los Estados Unidos; normalmente, en los estudios
dirigidos a las mujeres embarazadas (63). norteamericanos, la prevalencia se encuentra entre el 20 y el
45 % (69). Este hecho ha contribuido al desarrollo de servi-
cios específicos para el tratamiento del alcoholismo para los
Grupos étnicos minoritarios
«sin techo» y otras personas que consumen alcohol en la ca-
Las pruebas sobre la búsqueda de ayuda en grupos étni- lle («bebedores de calle»), en especial, centros de acogida en
cos minoritarios es compleja (v. cap. 7.10.3). Harrison y cols. los que se permite el consumo de alcohol («pensiones moja-
4.2.2.5. SERVICIOS PARA LOS TRASTORNOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE ALCOHOL 609

das»). En estos centros se ofrece a estas personas cuidados en con psicosis observó que el 36 % de ellos abusaba de drogas
una ambiente diseñado para minimizar el peligro asociado al o alcohol (77). Sin embargo, no existe consenso acerca de los
consumo excesivo de alcohol, y hacer frente a los problemas servicios de tratamiento más apropiados para los pacientes
de los «sin techo» (70, 71). Los servicios de este tipo tienden con comorbilidad (78). El abuso de sustancias puede ser en
a estar restringidos a centros urbanos de gran tamaño y cuen- particular problemático en el contexto de la enfermedad
tan con espacios reducidos en comparación con la prevalen- mental, y se asocia con mayor violencia y un resultado pobre
cia del consumo de alcohol entre la gente sin hogar. Asimis- del tratamiento (v. cap. 11.4.4). A menudo, este tipo de pa-
mo, se han desarrollado servicios ambulatorios y «centros de cientes se muestran conflictivos y poco colaboradores en los
crisis» para atraer hacia los servicios de tratamiento al grupo servicios de salud mental, y, normalmente, no se apuntan a
de consumidores que abusan del alcohol dentro de los «sin los servicios de tratamiento de problemas asociados al alcohol
techo» (72). A menudo, las personas que acuden a los centros u otras drogas. Se ha sugerido el empleo de servicios comu-
de acogida en los que se permite el consumo de alcohol son nitarios directos y de modelos de asistencia integrales que
posteriormente persuadidos para someterse a una desintoxi- abarquen ambas, enfermedad mental y abuso de sustancias.
cación y pasar desde este tipo de alojamientos a otros en los Pero, actualmente, las pruebas en favor de la efectividad de
que no se permite el consumo de alcohol. este tipo de servicios es limitada (78, 79).

Jóvenes
Disponibilidad de servicios para el tratamiento
La prevalencia de los problemas asocidados al consumo
de alcohol está aumentando entre la gente joven. Este sector
de los problemas asociados con el consumo
de la población está sobrerrepresentado en los accidentes de de alcohol
tráfico asociados al alcohol, y esta droga está en cabeza de la
causa de muertes en este grupo (73). El abuso de alcohol se Es probable que la disponibilidad de los servicios de tra-
asocia, además, con relaciones sexuales sin protección (74). tamiento del alcoholismo influya sobre el impacto global de
Sin embargo, hay algunos servicios para la gente joven con las medidas de la sanidad pública para reducir los problemas
problemas con el alcohol. La mayoría de las iniciativas se han asociados al consumo de alcohol. Existen pruebas de la in-
dirigido a la prevención y la promoción de la salud en este fluencia de esta disponibilidad a nivel poblacional. Mann y
grupo, pero faltan pruebas que respalden este tipo de inter- cols. (80) observaron la relación entre el aumento de servicios
venciones. Esto ha impulsado la propuesta de una interven- de tratamiento en Ontario, Canadá, y el número de hospita-
ción individual como, por ejemplo, la que se realiza en la lizaciones por cirrosis hepática. Un estudio similar de Caroli-
atención primaria, con más posibilidades de ser efectiva (75). na del Norte, cuyo seguimiento fue de 20 años entre 1968 y
1987, destacó la relación entre el mayor número de ingresos
en programas especializados en el tratamiento del alcohol y la
Familiares y cuidadores
reducción de la mortalidad por cirrosis. Más aún, Mann y
Los familiares y cuidadores de personas con trastornos cols. (81) observaron que había relación entre el número de
asociados al consumo de alcohol a menudo experimentan afiliaciones a Alcohólicos Anónimos y los problemas relacio-
problemas sociales y psicológicos considerables, a causa del nados con el alcohol, como la prevalencia de cirrosis, en los
consumo de alcohol por parte de la persona alcohólica. Los Estados Unidos, Canadá y otros países. Estos autores estima-
problemas asociados al consumo de esta droga se relacionan ron que un aumento del 1 % en la afiliación a Alcohólicos
con un alto nivel de violencia doméstica y de abandono o Anónimos se correspondía con un 0,06 % en la disminución
abuso de los hijos. Muchos programas de tratamiento espe- de la mortalidad por cirrosis. Aunque está claro que estos es-
cializado proporcionan ayuda y apoyo a los familiares y cui- tudios demostraban la existencia de una asociación más que
dadores, y los grupos adscritos a Alcohólicos Anónimos, de relaciones causales entre la disponibilidad del tratamiento
como Al-Anon (para cuidadores y familiares adultos) y Ala- y la prevalencia del trastorno asociado al consumo de al-
teen (para los jóvenes), facilitan la autoayuda a estas personas. cohol, también respaldaban la hipótesis de que el acceso al
tratamiento podría ahorrar costos al servicio sanitario (55).
La Encuesta Nacional sobre el Tratamiento de Drogadic-
Servicios para individuos con comorbilidad ción y Alcoholismo (The National Drug and Alcohol Treatment
Utilization Survey, NDATUS), que es un censo nacional de
Existe un creciente reconocimiento de los problemas que programas de tratamiento públicos y privados de Estados
relacionan el abuso de alcohol y otras drogas con la enfer- Unidos, proporciona un conjunto de datos único para el es-
medad mental (v. cap. 4.2.2.3). A menudo el abuso de alco- tudio de la disponibilidad de centros de tratamiento. Esta en-
hol se complica con el abuso de otras sustancias. Por ejemplo, cuesta se lleva realizando intermitentemente desde 1979 y
en un estudio epidemiológico sobre la prevalencia de los tras- proporciona un método de estudio de las tendencias a lo lar-
tornos mentales en Estados Unidos (Epidemiological Catch- go del tiempo. Un análisis realizado por el Institute of Medi-
ment Area, ECA), la mitad de los pacientes con ezquizofre- cine observó la existencia de grandes variaciones regionales
nia presentaban además un trastorno por abuso de sustancias entre la accesibilidad a los centros de tratamiento (6). No se
(76), y una reciente encuesta británican realizada en pacientes ha encontrado ninguna relación entre la disponibilidad de
610 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

centros de tratamiento y la prevalencia del abuso de alcohol gidos políticamente, en la búsqueda de la contención del gas-
en Estados Unidos. Esto indica la importancia de realizar «es- to sanitario. Entre los aspectos positivos, sería bienvenido un
tudios de necesidades» acerca de la distribución racional de cambio político, que convierta el número limitado de servi-
los recursos públicos a la hora de financiar los centros donde cios de tratamiento, dirigidos sólo a una pequeña minoría de
se aplican los tratamientos. Este tipo de procedimientos in- bebedores gravemente dependientes, en servicios más orien-
cluyen normalmente una gran variedad de fuentes de datos tados a la comunidad con el fin de identificar precozmente e
como indicadores de la prevalencia del trastorno asociado al intervenir con rapidez. Sin embargo, en algunos lugares, este
alcohol en una región concreta, como sondeos poblacionales, giro de los servicios en favor de una intervención precoz se
estadísticas de mortalidad (p. ej., muertes por cirrosis hepáti- ha hecho a costa de eliminar servicios para los casos más gra-
ca), estadísticas sobre delincuencia, (p. ej., niveles públicos de ves (40). A pesar de que las pruebas en favor de adecuar los
ebriedad y arrestos por conducir bajo los efectos del alcohol) tratamientos a las necesidades individuales se encuentra aún
y los ingresos hospitalarios relacionados con el mismo. Este en un primer estado de desarrollo y todavía no se dispone de
tipo de indicadores proporcionan medidas indirectas de las pruebas claras en favor de los efectos de esta adecuación, la
«necesidades» relativas en las diferentes regiones y pueden uti- práctica clínica necesita orientarse por principios pragmáticos
lizarse para dirigir el establecimiento de los recursos (82). según los cuales los tratamientos más intensivos se adminis-
Al examinar los datos de varios sondeos de la encuesta tran a los casos más complejos. Debe concluirse que, a pesar
NDATUS entre 1982 y 1993, Schmidt y Weisner (22) obser- del gran esfuerzo de investigación para evaluar la interven-
varon un incremento global del 190 % en el número de indi- ción intensiva frente a otra menos intensiva en el tratamien-
viduos que acudían a lugares de tratamiento. Sin embargo, to de problemas derivados del alcohol, queda aún un largo
puesto que la mayoría de los servicios (82 %) proporcionaron camino para desarrollar ensayos clínicos viables que evalúen
un tratamiento combinado para el abuso de alcohol y otras la eficacia y la rentabilidad de un tratamiento para poder
drogas, es difícil estimar el número de individuos que recibía aconsejar del mejor modo a los profesionales.
tratamiento para el alcoholismo. Aun así, en un subgrupo ex- También entre los aspectos positivos, destaca que la in-
clusivo para el tratamiento de los trastornos asociados al al- vestigación haya comenzado a tratar cuestiones económicas
cohol, el incremento en la actividad durante este período fue fundamentales, que son muy importantes para la financiación
del 147 %. En Estados Unidos, debe estimarse aún el impac- racional de los servicios de tratamiento. En este sentido, es
to de las organizaciones de contención del gasto sanitario, importante el desarrollo de métodos de contención del gasto
que permiten limitar el acceso al tratamiento en función de sanitario en los ensayos controlados aleatoriamente, aunque
las necesidades individuales y el coste, en lo que respecta al esto aún permanezca en un estado de desarrollo relativamen-
acceso global a los servicios relacionados con el alcohol. Se te rudimentario. El estudio del impacto de la disponibilidad
espera que medidas de este tipo reduzcan la disponibilidad de del tratamiento sobre la prevalencia del riesgo relacionado
ingreso y el número de admisiones para los pacientes con con el alcohol, también representa un avance significativo.
problemas crónicos. La investigación de los servicios sanitarios que no tiene
En el Reino Unido, la aplicación del decreto de 1990 efectos sobre la práctica clínica falla en su propósito funda-
para el Servicio Nacional de Salud y Atención Comunitaria mental. Por ejemplo, a pesar de que actualmente existen con-
(National Health Service and Community Care Act 1990, siderables pruebas que apoyan la intervención breve en el
NHSCCA) (83) dejó el control del gasto sanitario residen- contexto de la atención primaria, existe cierta resistencia en
cial, incluidos los tratamientos para el alcoholismo, bajo el este ámbito a la hora de adoptar este tipo de procedimientos,
control directo de la administración pública, con intención a menudo a pesar de las exhortaciones por parte del gobierno
de limitar el gasto público destinado a la asistencia residen- y los profesionales. Parte del problema puede residir en la dis-
cial. El impacto inicial de esta ley se estima que produjo una paridad entre las prioridades de la salud pública, que está di-
reducción del 23 % en la asignación para el tratamiento de rigida a la búsqueda de los beneficios de la intervención a ni-
los trastornos relacionados con el abuso de sustancias y una vel de la población, y las prioridades de cada uno de los mé-
reducción del 19 % en el número de plazas en residencias dicos generales, cuyo primer deber es el paciente a su cargo
(84). Puesto que los planes económicos acerca del tratamien- (30). Si el médico en particular no se convence de la utilidad
to residencial no suelen limitarse a regiones concretas, podría para el paciente de una intervención individualizada, general-
esperarse que futuras restricciones del gasto público tengan mente breve, es probable que este tipo de políticas sanitarias
un impacto en la disponibilidad de los centros de tratamien- públicas fracase, aunque tengan el apoyo de pruebas experi-
to, lo que, a su vez, provocaría una mayor demanda de los re- mentales.
cursos sanitarios. Asimismo, como Holder y cols. (51) han señalado a me-
nudo, los programas de tratamiento continúan proporcionan-
do servicios que no cuentan con una base empírica aceptable.
■ Conclusiones En ocasiones, pero no siempre, estas críticas se han dirigido a
instituciones con ánimo de lucro, cuyas motivaciones son fi-
El campo de tratamiento de los problemas relacionados nancieras más que buscar el beneficio de los pacientes. Sin
con el alcohol ha vivido un gran número de cambios duran- embargo, en muchos casos no existe la base empírica porque
te los últimos 30 años. Algunos de estos cambios se basan en no se han llevado a cabo las investigaciones necesarias. O,
las pruebas empíricas, y otros han sido en gran medida diri- como en el caso de organizaciones de autoayuda, como Al-
4.2.2.5. SERVICIOS PARA LOS TRASTORNOS ASOCIADOS AL CONSUMO DE ALCOHOL 611

cohólicos Anónimos, porque la metodología necesaria para 10. Trent, L.K. (1998). Evaluation of a four- versus six-week length of stay
evaluar de manera adecuada la intervención sería demasiado in the Navy’s alcohol treatment program. Journal of Studies on Alcohol,
59, 270–9.
compleja, o quizás imposible, de dirigir hacia el estándar que 11. Long, C.G., Williams, M., and Hollin, C.R. (1998). Treating alcohol
cabría esperar según la medicina basada en la evidencia (p. ej., problems: a study of programme effectiveness according to length
un ensayo controlado aleatoriamente). and delivery of treatment. Addiction, 93 (4), 561–71.
Sin embargo, la investigación sobre el tratamiento no 12. Hayashida, M., Alterman, A.I., McLellan, A.T., et al. (1989).
Comparative effectiveness and costs of inpatient and outpatient
puede darse en el vacío. La investigación debe tener en detoxification of patients with mild-to-moderate alcohol withdrawal
cuenta el entorno de financiación en el que la intervención syndrome. New England Journal of Medicine, 320, 358–65.
se desarrolla. Además, la investigación sobre el tratamiento 13. Collins, M.N., Burns, T., Van den Berk, P.A.H., and Tubman, G.F.
(1990). A structured programme for outpatient alcohol detoxification.
necesita proporcionar respuestas a las cuestiones clave que British Journal of Psychiatry, 156, 871–4.
plantean las administraciones sanitarias. Con la mejora pro- 14. Stockwell, T., Bolt, L., Milner, I., et al. (1991). Home detoxification
gresiva de la calidad de la investigación sobre el tratamiento from alcohol: its safety and efficacy in comparison with inpatient
a lo largo de las tres últimas décadas (85) y el desarrollo de care. Alcohol and Alcoholism, 26, 645–50.
15. Cook, C. (1988). The Minnesota Model in the management of drug
métodos de contención sanitaria más avanzados para eva- and alcohol dependency: a miracle method or myth? Part I. The
luar los tratamientos (57), la investigación comunitaria del philosophy and the programme. British Journal of Addiction, 83,
tratamiento se halla ahora en su mejor momento para pro- 625–34.
porcionar pruebas que orienten el desarrollo racional de los 16. Cook, C. (1988). The Minnesota Model in the management of drug
and alcohol dependency: a miracle method or myth? Part II.
servicios del tratamiento en los trastornos asociados al con- Evidence and conclusions. British Journal of Addiction, 83, 735–48.
sumo de alcohol. 17. Keso, L. and Salaspuro, M. (1990). Inpatient treatment of employed
Si bien existen muchas diferencias entre los sistemas de alcoholics: a randomized controlled clinical trial on Hazelden-type
atención sanitaria de los distintos países, las pruebas apuntan and traditional treatment. Alcoholism: Clinical and Experimental
Research, 14, 584–9.
hacia la necesidad de una mayor amplitud de servicios que 18. Makela, K. (1991). Social and cultural preconditions of Alcoholics
den cuenta de las diferentes necesidades. El desarrollo de ser- Anonymous (AA) and factors associated with the strength of AA.
vicios comunitarios de intervención con criterios de admisión British Journal of Addiction, 86, 1405–13.
menos exigentes no debería producirse a costa de los servicios 19. Weisner, C., Greenfield, T., and Room, R. (1995). Trends in the
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más especializados de tratamiento de los trastornos relaciona- through 1990. American Journal of Public Health, 85, 55–60.
dos con el abuso de alcohol más graves. Asimismo, un trata- 20. Edwards, G., Brown, D., Duckitt, A., et al. (1987). Outcome of
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minoría de casos graves pierde una oportunidad considerable change. British Journal of Addiction, 82, 533–45.
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para la sanidad publica de reducir la prevalencia de los tras- effectiveness as treatment. Alcoholism: Clinical and Experimental
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ción precoz breve. Además, es necesaria una mejor integra- 22. Schmidt, L. and Weisner, C. (1993). Developments in alcoholism
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4.2.2.6. PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL 613

81. Mann, R.E., Smart, R., Anglin, L., and Adlaf, E. (1991). Reductions Una complicación a la hora de prevenir estos problemas
in cirrhosis deaths in the United States: associations with per capita es que también hay pruebas de que el consumo de alcohol
consumption and AA membership. Journal of Studies on Alcohol, 52,
361–5. produce un beneficio en la salud, en términos de reducir la
82. Weisner, C. (1993). Toward an alcohol treatment entry model: a aparición de enfermedades cardiovasculares. Este beneficio es
comparison of problem drinkers in the general population and in sin embargo importante para los hombres varones de 45 años
treatment. Alcoholism: Clinical and Experimental Research, 17, 746–52. y las mujeres que han pasado la menopausia, y puede lograr-
83. Department of Health (1989). Caring for people: community care in the
next decade and beyond. Cm. 849, HMSO, London. se con un patrón de consumo regular y muy moderado, tan
84. MacGregor, S., O’Gorman, A., Cattell, V., Flory, P., and Savage, R. reducido como una copa cada 2 días (4). Por tanto puede ha-
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ventiva de enfermedades cardiovasculares y cualquier política
treatment research: an examination of influential controlled trials and radical de total prohibición del consumo de alcohol.
development of a quality rating system. Addiction, 93, 811–23. Simplificando de alguna manera, existen siete estrategias
principales para minimizar los problemas relacionados con el
alcohol:

1. Educar o persuadir a la gente para que no consuma al-


cohol, o el modo de consumirlo sin riesgo.
4.2.2.6 Prevención de los 2. Disuadir el comportamiento relacionado con el consumo
de alcohol con amenaza de sanciones: un tipo de per-
problemas relacionados suasión negativa.
3. Trabajar en una dirección positiva, suministrar alternativas
con el alcohol al consumo o las actividades relacionadas con el mismo.
4. Separar de alguna manera el consumo del riesgo.
Robin Room 5. Regular la disponibilidad a la droga, o las condiciones de
su consumo. La prohibición de su venta puede entender-
se como un caso especial de esta regulación.
En la mayoría de las sociedades desarrolladas y en vías de 6. Trabajar con movimientos sociales o religiosos orienta-
desarrollo, el consumo de alcohol está ampliamente extendi- dos a reducir los problemas asociados con el consumo de
do entre la población, y el número de abstemios son una mi- alcohol.
noría dentro de la población adulta. Sin embargo, los sujetos 7. Tratar o ayudar a las personas que tienen problemas con
que pueden diagnosticarse con un trastorno asociado al con- el consumo.
sumo de alcohol son una minoría de los bebedores.
Por otro lado, el alcohol está causalmente implicado en A continuación analizaremos estas estrategias y las prue-
una amplia variedad de problemas sociales y de salud. El Es- bas de su eficacia.
tudio Global Burden of Disease (estudio que pretende valorar
la mortalidad y la incapacidad causadas por la enfermedad)
estima que en las sociedades desarrolladas el alcohol explica ■ Educación y persuasión
el 10,3 % del total de la pérdida de años de vida considerados
en relación con la incapacidad física (1). Respecto a la parte En principio, cualquier sector de la población puede reci-
del sistema sanitario que soporta esta carga, mientras que las bir educación en una variedad de lugares, pero es habitual-
enfermedades psiquiátricas (incluida la dependencia) y las en- mente la educación de la juventud en las escuelas la primera
fermedades físicas crónicas son ambas importantes, los acci- que se tiene en cuenta para la prevención de los problemas
dentes suelen desempeñar un papel predominante. Un estu- relacionados con el alcohol. Los programas de prevención ba-
dio reciente y realizado en Canadá calculó que las lesiones y sados en la comunidad, que también se dirigen a personas
otras causas agudas de muerte explicaban el 66 % de todos los adultas, pueden incluir asimismo un componente educativo.
posibles años perdidos a causa del alcohol (2). La educación ofrece nueva información o maneras de in-
La importancia que tienen para la salud pública los efec- terpretar la información, y permite que el oyente extraiga
tos agudos de un único episodio de intoxicación es la razón conclusiones en relación a las creencias y el comportamiento.
fundamental de lo que a menudo se ha descrito como «la pa- Sin embargo, la mayoría de los programas educativos sobre el
radoja de la prevención». En muchas sociedades, una propor- alcohol van más allá. La bibliografía norteamericana que eva-
ción importante de la población (especialmente masculina) se lúa la educación sobre el alcohol coincide en señalar que los
intoxica con alcohol al menos ocasionalmente, razón por la procedimientos que sólo buscan cambios en el «conocimien-
que es posible que se esté causando un daño social y sobre la to» no resultan en cambios en el comportamiento (5). La edu-
salud (3). Para prevenir los problemas relacionados con el al- cación sobre el alcohol centrada en el ámbito escolar inclu-
cohol se requiere mirar más allá del sector más pequeño de la ye de esta manera un elemento persuasivo con el fin de in-
población que puede diagnosticarse con un trastorno asocia- fluir a los estudiantes en una dirección concreta.
do al consumo de alcohol, o incluso del grupo aún mas pe- La persuasión está directamente interesada en cambiar las
queño que está bajo tratamiento por dicho trastorno. creencias y el comportamiento, y además puede o no ofrecer
614 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

información. Las campañas de los medios de comunicación forma de persuasión negativa. La legislación criminal actúa en
que tienen como objetivo la persuasión habitualmente forman este sentido a través de dos vías: mediante la disuasión gene-
parte de los programas de prevención de los problemas aso- ral, que es el efecto de la ley en la prevención de un com-
ciados al consumo de alcohol, pero la persuasión también portamiento prohibido en el conjunto de la población, y la
puede buscarse a través de otros medios o modalidades. disuasión específica, que se refiere al efecto de la ley que de-
En la mayoría de las sociedades, la persuasión sobre el al- salienta a los individuos que han sido sorprendidos come-
cohol orientada hacia la salud pública debe competir con varios tiendo un delito, a hacerlo de nuevo (11). Una ley tiende a
mensajes persuasivos, incluida la propaganda de bebidas alco- tener un mayor efecto preventivo y ser más rentable de ad-
hólicas. Cada vez hay más pruebas de que la publicidad sobre ministrar en la medida que tiene mayor efecto disuasorio.
el alcohol induce un incremento de la bebida y el consumo Actualmente, la mayoría de las naciones prohíben la con-
problemático de alcohol en jóvenes y adolescentes (6, 7). Inclu- ducción tras haber consumido una cantidad concreta de al-
so cuando la publicidad de alcohol no está permitida en los me- cohol (12). En muchas sociedades existen incluso leyes con-
dios de comunicación, estos mensajes se dirigen a los consumi- tra el estado de ebriedad en lugares públicos y contra el com-
dores y los posibles consumidores a través de distintas vías. portamiento ofensivo durante este estado. Otras prohibicio-
nes habituales tienen que ver con la producción o venta de
bebidas alcohólicas, al margen de las vías reguladas por el es-
Pruebas de eficacia tado, y también con el consumo de alcohol por debajo de un
límite de edad.
La bibliografía sobre la eficacia de los procedimientos edu-
cativos consta en su mayor parte de estudios realizados en Es-
tados Unidos sobre la educación que se imparte en las escue- Pruebas de eficacia
las. Esto significa que la educación sobre el alcohol se ha im-
partido normalmente en el contexto de la educación sobre el La legislación sobre la conducción bajo los efectos del al-
tabaco y otras drogas, resaltando la abstinencia (8), o, al menos, cohol, entendida como las leyes que prohíben la conducción
retrasando el comienzo del consumo de alcohol en circuns- en o por encima de unos niveles determinados de alcohol en
tancias culturales donde la media de edad a la que se empieza sangre, se ha mostrado efectiva a la hora de cambiar el com-
a beber está en torno a los 13 años, mientras que la edad mí- portamiento y reducir los problemas asociados al alcohol (11,
nima para hacerlo es a los 21 años. En general, a pesar del me- 13, 14). Sus efectos se dan a través de los dos tipos de disua-
jor esfuerzo de una generación de investigadores en este terre- sión: general y específica. La rapidez y la certeza de la sanción,
no, la bibliografía ha tenido dificultades para mostrar la exis- así como su gravedad, son importantes en relación a su valor
tencia de efectos sustanciales y duraderos (9). Los principios disuasorio (demasiada gravedad tiende a menoscabar su rapi-
generales para la educación sobre el alcohol en el contexto del dez y certeza). La conducción bajo los efectos del alcohol es un
consumo y la educación para la salud proporcionan un buen área ideal para aplicar la disuasión general, dado que los bene-
argumento, pero hay pocas pruebas en la bibliografía acerca de ficios de la violación de la ley son limitados y los conductores
la evaluación formal de su eficacia más allá de un corto plazo. tienen normalmente algo que perder si son sorprendidos.
Las campañas persuasivas de los medios de comunicación En muchos países anglosajones y escandinavos es tradi-
se han utilizado también en muchos lugares para la prevención cional penalizar el consumo de alcohol en lugares públicos, o
de los problemas relacionados con el alcohol. En general, la la ebriedad pública en sí, si bien esta última tiende a despe-
evaluación de estas campañas ha sido capaz de demostrar el nalizarse. A pesar de la existencia de varios estudios, crimina-
impacto sobre el conocimiento y la conciencia de los proble- lizar la ebriedad en público puede ser poco eficaz a la hora
mas relacionados con el consumo de drogas, pero sólo ha po- de cambiar el comportamiento de aquellos que tienen poco
dido mostrar un éxito moderado a la hora de influir sobre que perder.
comportamientos y actitudes. Al igual que ocurre con los pro-
cedimientos educativos escolares, existen indicios en la biblio-
grafía de que estos logros podrían estar más relacionados con ■ Proporcionar y apoyar actividades
la influencia del ambiente comunitario que rodea al bebedor, alternativas
es decir mediante actitudes de personas importantes para él o
el apoyo popular de las medidas políticas relacionadas con el Otra estrategia que, en principio se refiere a la incentiva-
alcohol, que con la persuasión directa del consumidor. De esta ción positiva, consiste en proporcionar y tratar de apoyar ac-
manera, los mensajes de los medios de comunicación pueden tividades que constituyan una alternativa al consumo de al-
ser eficaces para fijar la atención, incrementando o mantenien- cohol u otras actividades asociadas con la bebida. Esto inclu-
do el apoyo público sobre otras estrategias preventivas (10). ye iniciativas como mejorar la disponibilidad de bebidas no
alcohólicas como alternativa frente a las alcohólicas, propor-
cionar lugares alternativos para el contacto social, que no
■ Disuasión sean bares o tabernas, y promocionar actividades recreativas
como alternativa a las actividades de ocio que impliquen un
En su sentido más amplio, disuadir se refiere simplemen- consumo de alcohol. Los programas de creación de empleo y
te a la amenaza con sanciones sobre el comportamiento, una desarrollo de aptitudes constituyen otros ejemplos.
4.2.2.6. PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL 615

Pruebas de eficacia ■ Regulación de la disponibilidad


y condiciones de uso
El «aburrimiento» y el «no hay otra cosa que hacer» se en-
cuentran con frecuencia entre las razones que dan algunos be- Debido al riesgo para la salud y el orden público que pue-
bedores para consumir alcohol. Existen muchas buenas razo- den causar, las bebidas alcohólicas no son un producto habi-
nes para una política social general que proporcione y apoye tual. Por ello, el gobierno ha intervenido a menudo activa-
actividades alternativas. Sin embargo, como se ha señalado, mente en la comercialización de estas bebidas, más allá de lo
«el problema con las alternativas al consumo de alcohol es que sería habitual en este tipo de intervenciones.
que éste va muy bien con algunas de ellas». Las bebidas no La prohibición total puede considerarse un caso extremo
alcohólicas son, sin embargo, una alternativa a las alcohólicas de la regulación de este mercado. En esta situación, cuando
para saciar la sed, pero también pueden servir para combi- nadie está acreditado para vender alcohol, el estado no tiene
narse con éstas. La participación en actividades deportivas control formal sobre las condiciones de venta, que, aun así
también puede conllevar el consumo de bebidas en vez de tiene lugar, y no existen beneficios legales, controlados a tra-
sustituirlo. Los pocos estudios que evalúan la promoción de vés de la concesión de licencias, que cooperen con el estado
actividades alternativas, de nuevo procedentes de un rango en la regulación del mercado.
restringido de sociedades, no han mostrado efectos duraderos Con una prohibición general, el consumo de alcohol en
sobre el consumo de alcohol (15, 16), aunque a menudo sir- la población suele disminuir y se produce incluso una reduc-
ven indudablemente al propósito general de ampliar las opor- ción en las consecuencias directas de su consumo, como la
tunidades para los desfavorecidos (17). cirrosis o los trastornos mentales asociados al consumo de al-
cohol (18, 22). Pero la prohibición también trae consigo con-
secuencias negativas, como la aparición y el crecimiento de
■ Separar el consumo del riesgo un mercado ilícito y la criminalidad asociada a éste. En parte
por esta razón, la prohibición no es en la actualidad la opción
Una estrategia social fundamental para reducir los proble- en ninguna sociedad desarrollada, aunque sigue siéndolo en
mas asociados al alcohol, que existen en muchas sociedades, otras sociedades.
son las medidas para separar el consumo de alcohol y, en par- Las características de los regímenes de control del alcohol
ticular el abuso, del posible riesgo. Esta separación puede ser fí- que regulan su mercado legal varían ampliamente. Son muy
sica (en términos de distancia o barreras), temporal, o cultural comunes los impuestos especiales sobre el alcohol, a menudo
(p. ej., definir los momentos de consumo como «exención» de establecidos tanto por motivos sanitarios como económicos.
las responsabilidades normales). Estas estrategias de «reducción Muchas sociedades tienen límites mínimos de edad que pro-
del riesgo», tal como se conocen en el contexto de las drogas híben la venta de alcohol a clientes menores y que también
de consumo ilícito, se construyen a menudo sobre los valores regulan la venta a los consumidores en estado de ebriedad. A
culturales que existen en torno a la bebida, pero también pue- menudo estas regulaciones incluyen limitaciones en las canti-
den ser objeto de programas y políticas específicas (18). dades de distribución y venta, restringiendo el horario de ven-
Diferentes modificaciones del contexto de la conducción ta y limitando su distribución a tiendas especializadas o luga-
influyen sobre los accidentes asociados al consumo de al- res de consumo. El racionamiento de la compra de alcohol,
cohol, así como otros accidentes. Esto incluye el uso obliga- que limita la cantidad que un individuo puede adquirir en un
torio del cinturón de seguridad, airbags y otras mejoras en los período determinado, también ha servido como medio para
vehículos y las carreteras. Se han puesto en práctica muchas regular su disponibilidad. Las regulaciones que restringen o
otras medidas para separar los episodios de intoxicación de prohiben la publicidad de bebidas alcohólicas tratan de limi-
los accidentes y otras consecuencias adversas, aunque nor- tar o canalizar los esfuerzos por parte de intereses privados di-
malmente no se han evaluado de un modo formal. rigidos a aumentar la demanda de una bebida en particular.
Este tipo de medidas pueden complementar los esfuerzos
educativos y de persuasión. El monopolio, por parte del esta-
Pruebas de eficacia do, de la venta de algunas o todas las bebidas alcohólicas, al
por menor o al por mayor, también ha servido como medio
Las medidas contra la conducción bajo los efectos del al-
para minimizar el riesgo asociado al alcohol (23).
cohol constituyen un ejemplo fundamental del procedimien-
to que pretende aislar el consumo de alcohol de sus peligros
asociados, puesto que pretende reducir los accidentes de trá-
fico relacionados con el alcohol sin detener o reducir necesa- Eficacia de tipos específicos de regulación
riamente su consumo (19). Existen pruebas sustanciales acer- de la disponibilidad
ca del éxito de varias de estas medidas, como el cambio con-
textual o la disuasión (20, 21). Algunas medidas contextuales, En los últimos 25 años se ha vivido un creciente desarro-
que reducen los accidentes de tráfico en general, como por llo de la bibliografía sobre los efectos de las medidas para el
ejemplo el uso obligatorio del cinturón de seguridad o las control del consumo de alcohol. Seguidamente se discutirán
medianas de las carreteras, pueden prevenir los accidentes los tipos específicos de regulación de la comercialización del
asociados con el consumo de alcohol más que otras. alcohol y las pruebas sobre su eficacia.
616 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Límites mínimos de edad problemas asociados a la ebriedad y la violencia como aque-


llos relacionados con la historia del consumo, así como la
La limitación a una edad mínima es una prohibición par- mortalidad por cirrosis (28, 29). Y aunque la prescripción mé-
cial que se aplica a un segmento de la población. Existe abun- dica se acepta bien como forma de racionamiento para las
dante bibliografía que evalúa la eficacia del establecimiento e medicaciones psicoactivas en la mayoría de países, hoy en día
imposición de un límite mínimo de edad en la reducción de es políticamente inaceptable, para las bebidas alcohólicas en
los problemas relacionados con el alcohol (13). Sin embargo, las sociedades desarrolladas.
esta bibliografía se basa fundamentalmente en Estados Uni-
dos y se centra, en su mayor parte, en los accidentes de tráfi-
co juveniles, evaluando principalmente reducciones e incre- Restricciones de promoción y publicidad
mentos en relación con la edad de 21 años como límite, lí- Muchas sociedades cuentan con regulaciones sobre la pu-
mite de edad superior al de la mayoría de las sociedades. Hay blicidad y otros medios de promoción de las bebidas alcohó-
pocas pruebas de la posibilidad de aplicar los hallazgos de la licas (12). Y aunque se acepta que la publicidad puede influir
bibliografía a otras sociedades donde la cultura juvenil gira mucho en la elección del consumidor entre los productos del
menos en torno al coche. mercado, es difícil medir los efectos de la publicidad sobre la
demanda de bebidas alcohólicas en general, en parte porque
Impuestos y otros incrementos en el precio se espera que estos efectos sean acumulativos y a largo plazo.
Sin embargo, las pruebas de los efectos de la publicidad y la
Generalmente, los consumidores responden de algún modo promoción sobre la demanda global han aumentado en la bi-
al precio de las bebidas alcohólicas, como al resto de pro- bliografía reciente (30).
ductos. Si el precio sube, el bebedor beberá menos; datos
procedentes de sociedades desarrolladas sugieren que esto es,
por lo menos, tan cierto en el consumidor que abusa como ■ Movimientos sociales y religiosos
en el ocasional (13). Hay estudios que han observado que el y acción comunitaria
aumento de los impuestos del alcohol reduce la tasa de acci-
dentes de tráfico, la mortalidad por cirrosis y los incidentes Parte de la reducción sustancial de los problemas relacio-
violentos (24, 25). nados con el alcohol ha sido a menudo resultado de movi-
mientos sociales y religiosos, que insistieron principalmente
en acabar con la intoxicación debida al consumo de alcohol
Limitaciones en la cantidad, horario
o con su consumo. En las últimas décadas, ha habido inclu-
y condiciones de venta so intentos de colaboración entre organizaciones y grupos no
Existe una bibliografía considerable que muestra que los gubernamentales para trabajar en problemas asociados con el
niveles y patrones de consumo de alcohol y las tasas de acci- alcohol, a menudo en la comunidad local. La tradición co-
dentes, así como otros problemas, se encuentran mediados munitaria en relación con los problemas del alcohol ha sido
por este tipo de restricciones en la venta, que normalmente siempre activa, con proyectos que a menudo utilizaban di-
dificultan ligeramente la compra de bebidas alcohólicas o que versas estrategias preventivas (31-34). Los esfuerzos preventi-
influyen en el contexto posterior al consumo de alcohol (13). vos en el contexto escolar también han tratado de involucrar
Las leyes reforzadas que influyen sobre las «políticas locales» a la comunidad, de acuerdo con la percepción general de que
para que no se sirva alcohol a los clientes ebrios, etc. también estas estrategias que tratan múltiples aspectos del problema
han demostrado tener alguna eficacia (26). serán más efectivas (9).
Aunque algunas de las reducciones históricas de la tasa de
alcoholismo han sido producto de movimientos sociales o re-
Monopolizar la producción o venta ligiosos espontáneos y autónomos, el apoyo y la colaboración
Estudios sobre el efecto de la privatización de los estable- del gobierno puede percibirse fácilmente en forma de gestión
cimientos de venta de alcohol han mostrado a menudo un in- oficial o favoritismo (35). Por lo tanto, se plantean abundan-
cremento del consumo y los problemas asociados al alcohol, tes dudas acerca de hasta qué punto los movimientos de este
causado en parte por la privatización, que normalmente au- tipo pueden o deben convertirse en instrumentos de las polí-
menta los horarios y el número de ventas (27). Desde la pers- ticas gubernamentales de prevención.
pectiva de la sanidad pública, lo importante es la venta al por
menor, mientras que la monopolización de la producción o
venta al por mayor puede facilitar la recaptación de impues- Pruebas de eficacia
tos o el control eficaz del mercado.
A corto plazo, los movimientos religiosos o culturales
pueden ser muy eficaces para reducir los niveles de consumo
Racionamiento de la venta
y los problemas asociados al alcohol. El consumo de alcohol
Regular la cantidad de alcohol que puede venderse a cada en Estados Unidos disminuyó aproximadamente a la mitad
individuo puede incidir directamente sobre los bebedores que durante el auge del entusiasmo a favor de la templanza entre
consumen en exceso y se ha observado que reduce tanto los 1830 y 1845 (18).
4.2.2.6. PREVENCIÓN DE LOS PROBLEMAS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL 617

Los informes señalan que el número de delitos graves se blemas causados por el alcohol es una parte importante de
redujo a tan sólo una fracción de los que se producían en Ir- una política nacional e integrada sobre el alcohol, aunque
landa, en el despertar de la cruzada de la moderación del pa- probablemente no sea rentable como instrumento de preven-
dre Mateo (36). El entusiasmo en que se apoyan estos movi- ción, para reducir los niveles sociales de los problemas deri-
mientos tiende a decaer con el tiempo, aunque a menudo vados de su consumo.
deja detrás de sí costumbres o instituciones que tardan mu-
cho más en desaparecer. Por ejemplo, aunque los días en que
el movimiento a favor de la templanza tenía fuerza en la so- Comentarios sobre la intervención breve
ciedad anglosajona quedan ya lejos, el movimiento tuvo el
efecto duradero de retirar la bebida de los lugares de trabajo Como se señalaba anteriormente, la evaluación de los tra-
en estas sociedades. tamientos para el alcoholismo ha observado con frecuencia
en muestras clínicas que las intervenciones más cortas son tan
eficaces como las más largas. Estos hallazgos han impulsado
■ Tratamiento y otras ayudas sustancialmente los esfuerzos para animar a los no especialis-
tas a aplicar la intervención breve a una población más am-
El proporcionar tratamiento y otras ayudas a los bebedo- plia de bebedores problemáticos, no sólo en el contexto de la
res que descubren que no pueden controlar la bebida, puede práctica médica en atención primaria, sino también en con-
considerarse una obligación en una sociedad humana y justa. textos como la orientación en colegios (45) y los propios lu-
La ayuda puede tomar diferentes formas: un sistema de trata- gares de consumo, como bares o tabernas (46). En contextos
miento específico para los problemas con el alcohol, ayuda de este tipo, las intervenciones breves pueden considerarse
profesional por parte de los Servicios Sanitarios o Bienestar como una forma de persuasión dirigida. Los resultados acer-
Social, o atención no profesional en movimientos de ayuda ca de este tipo de intervenciones son algo confusos. La eva-
mutua. Hasta qué punto esta ayuda es eficaz, es también un luación de las intervenciones breves por parte de los médicos
medio de prevenir o reducir los futuros problemas relaciona- generales no siempre ha encontrado resultados positivos (47).
dos con el alcohol. Se ha demostrado que no es fácil persuadir al médico general
Los tratamientos para estos problemas no tienen que ser de usar métodos con suficiente fundamentación (48) y a me-
complejos ni caros. La bibliografía que evalúa estos trata- nudo sus pacientes se muestran poco receptivos (49) o inclu-
mientos sugiere que las intervenciones breves sin ingreso y di- so reacios (50). Todavía queda por conocer si el hecho de
rigidas a cambiar la actitud y el comportamiento en relación convertir las intervenciones breves para el consumo proble-
con el alcohol son, en la mayoría de los casos, igual de efica- mático de alcohol en una práctica rutinaria del ejercicio mé-
ces que los tratamientos intensivos y más largos (37, 38). Un dico general es una estrategia factible y eficaz.
estudio de la Organización Mundial de la Salud mostraba re-
sultados positivos en intervenciones de este tipo llevadas a
cabo en varios países (39). ■ Construir una política social
e integrada sobre el alcohol
Pruebas de eficacia A menudo, las diferentes estrategias para prevenir la apa-
rición de los problemas relacionados con el alcohol parecen
Existen numerosas pruebas a favor de la eficacia del tra- trabajar conjuntamente en la eficacia (51). Los controles de
tamiento en el problema del alcohol en lo que respecta a su- disponibilidad, por ejemplo, se adoptan, mantienen y respe-
jetos que solicitan ayuda. Generalmente, la mejoría tras una tan más fácilmente cuando se ha persuadido bien a las perso-
única sesión de tratamiento suele ser aproximadamente un nas de sus resultados y eficacia. Pero las estrategias pueden
20 % mayor que sin ningún tratamiento. A menudo se re- también perjudicarse mutuamente: una política de prohibi-
quieren más sesiones de tratamiento. Los tratamientos de in- ción, por ejemplo, dificulta la puesta en práctica de medidas
tervención breve o los procedimientos de «ayuda mutua» que separen el consumo de alcohol del riesgo.
suelen producir ahorros netos en los costes sociales y sanita- En una sociedad en la que el alcohol es un objeto habitual
rios relacionados con el bebedor reincidente (por lo menos de consumo, en vista de la problemática social y sanitaria rela-
cuando la sanidad pública no es autofinanciada), además de cionadas con el alcohol, está totalmente justificado adoptar una
mejorar la calidad de vida (40, 41). política global en relación al alcohol, que tenga en cuenta la
La eficacia de proporcionar tratamiento para reducir el producción, el marketing y el consumo, así como la prevención
número de problemas asociados al alcohol en la sociedad es y tratamiento de los problemas relacionados con el alcohol.
algo más controvertido. En el contexto norteamericano, se ha En relación con las estrategias revisadas sobre el tratamien-
argumentado que el incremento en el número de tratamien- to y reducción de la problemática asociada con el consumo
tos para los problemas relacionados con el alcohol, junto con de alcohol, existen pruebas claras de la eficacia y rentabilidad de
la afiliación a grupos de autoayuda en las últimas décadas, ha las medidas que regulan la disponibilidad y las condiciones
contribuido a reducir los problemas asociados a la bebida de consumo, así como de medidas que separan el consumo del
(42). Pero se discute la consistencia de las pruebas en favor de riesgo. En lo que se refiere a algunos aspectos relacionados con
esta opinión (43, 44). Un sistema de tratamiento para los pro- los problemas asociados al consumo de alcohol, en especial
618 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

con la conducción bajo sus efectos, las medidas disuasorias Evaluation of a junior high school primary prevention program.
también caben dentro de esta misma categoría. A pesar de su Addictive Behaviors, 8, 393–401.
16. Norman, E., Turner, S., Zunz, S.J., and Stillson, K. (1997). Prevention
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sociedad y el gobierno, pero no constituyen en sí mismas una Abuse Prevention Technical Report 13. Center for Substance Abuse
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estrategias se llevarán a cabo en la mayoría de sociedades y su 18. Moore, M.H. and Gerstein, D.R. (ed.) (1981). Alcohol and public policy:
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puesta en práctica mejorará si se utilizan métodos médicamen- 19. Evans, L. (1991). Traffic safety and the driver. Van Nostrand Reinhold,
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cuentran bien posicionados para pedir procedimientos de la and Transport Safety Institute, Linkoping, Sweden.
sanidad pública con el objeto de reducir la cantidad de pro- 21. Zajac, P.L. (1997). Can technology be used to intervene in behaviour
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colegios de psiquiatras y otros médicos han desempeñado un 22. Teasley, D.L. (1992). Drug legalization and the ‘lessons’ of
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4.2.3.1. INTRODUCCIÓN A LOS TRASTORNOS MENTALES Y DEL COMPORTAMIENTO DEBIDOS AL CONSUMO DE SUSTANCIAS 619

40. Holder, H.D., Lennox, R.D.L., and Blose, J.O. (1992). Economic (1), encuentra expresión en los más antiguos dibujos prehis-
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para comida y combustible. El «hachís» llegó a Europa hace
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intervention strategies. Addiction, 93, 385–98. que invadieron España y Portugal. Gradualmente, se ganó la
47. Richmond, R., Heather, N., Wodak, A., Kehoe, L., and Webster, I. reputación de panacea rival del opio, pero no fue hasta el si-
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48. Richmond, R.L., Novak, K.G., Kehoe, L., Calfas, G., Mendelsohn, Reino Unido y Estados Unidos. Su uso recreativo se hizo po-
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45, Uppsala. guientes 400 años. La conquista de Bengala en 1773 dio a los
británicos el monopolio del opio hindú, el cual fue intensa-
mente exportado a China por la East India Company, a cam-
4.2.3 Trastornos mentales bio de cantidades ingentes de té de alta calidad para alimen-
tar el insaciable apetito británico. Las Guerras del Opio que
y del comportamiento debidos resultaron del descontento del emperador chino al ser carga-
al consumo de sustancias do con la responsabilidad de 20 millones de nuevos adictos,
condujeron a la bonificación adicional para los británicos que
psicotropas supuso la cesión de la isla de Hong Kong como colonia «en
perpetuidad». La droga llegó a Norteamérica con los primeros
colonos europeos y el primer medicamento patentado com-
4.2.3.1 Introducción a los puesto de opio apareció en 1796. El espíritu empresarial ame-
trastornos mentales ricano aseguró que para finales del siglo XIX existieran más de
50.000 productos disponibles de este tipo, y la fundación de
y del comportamiento debidos algunas colosales fortunas modernas tuvo lugar en este perío-
al consumo de sustancias do no regulado. La preocupación sobre la adicción a la mor-
fina fue aumentando y en 1898 se presentó de forma triunfal
psicotropas un nuevo medicamento, la heroína.
Los fundadores del imperio babilónico elaboraban cerve-
Philip Robson za 4.000 años antes de Cristo. La elaboración del vino fue
descrita por primera vez en Egipto, y la vitivinicultura se ha-
bía extendido por toda Europa hacia el 2500 antes de Cristo,
■ Revisión histórica desplazando parcialmente el cultivo del cáñamo y el opio por
parte de los granjeros de la Edad de Piedra. Los antiguos grie-
El ansia por escapar de la realidad a través de la intoxica- gos desarrollaron el symposium como un medio de articular el
ción para entrar, aunque brevemente, a un «paraíso artifical» hecho de beber en grandes cantidades dentro de una estruc-
620 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tura de rito, pues la embriaguez pública no era habitual. Pero sudamericanas, la piel de algunos sapos, los hongos que con-
Dionisos se convirtió en Baco; en los tiempos de Nerón (año tienen psilocibina, el cactus peyote, los granos de mezcal, las
54 después de Cristo) el beber mucho diariamente era la nor- manzanas espinosas, el lirio dulce, la Belladona, la raíz de
ma, y esto impulsó la creciente atmósfera de salvajismo y de- mandrágora, las semillas de dondiego, el beleño negro, jimson-
cadencia. Aunque la aproximación cristiana al alcohol ha weed: chamanes, hechiceros y brujas nunca han carecido de
sido siempre ambigua, fueron los monasterios cristianos los materiales capaces de proporcionar un camino fácil hacia el
que salvaguardaron las tradiciones de la elaboración de la cer- mundo espiritual. Los místicos, incluido el Oráculo de Delfos,
veza y la vitivinicultura cuando el imperio romano se de- utilizaban gases o emisiones naturalmente provocadas, así
rrumbó. Pero hacia la misma época (año 616 después de Cris- como esencias de perfumes y especias calientes para inducir vi-
to), el sagrado Corán de Mohammed prohibió el alcohol a siones y estados de trance. El extracto de peyote se abrió ca-
los seguidores del Islam. El proceso de destilación se originó mino en algunos medicamentos patentados, pero su consumo
en Occidente hacia el siglo XII, pero el acqua vitae no fue fá- puramente recreativo fue poco habitual hasta que los círculos
cilmente accesible como vino y cerveza hasta 400 años des- bohemios de ciudades europeas descubrieron la mescalina
pués. La elaboración de vino se ha convertido en una gran in- poco después de su aislamiento en 1890. Albert Hoffman
dustria en el sur de Europa, pero una nueva era comenzó el cambió todo esto con el descubrimiento de su «hijo proble-
último cuarto del siglo XIX, cuando los monjes franciscanos mático», la dietilamida-25 del ácido lisérgico (LSD) en 1943.
empezaron a disponer los viñedos californianos, que formarí-
an el punto de partida para la tradición vinícola del Nuevo
Mundo. ■ Control legal de drogas recreativas
No hay manera de conocer cuándo los indios de Norte-
américa incorporaron el tabaco a los ritos religiosos y socia- Hasta mediados del siglo XIX hubo mercado libre de dro-
les, pero la costumbre ya estaba bien establecida cuando Cris- gas en Europa y Estados Unidos, con acceso a cualquier cosa
tóbal Colón llegó en 1492. Los marineros que volvían a sus desde alcohol a opio y coca, con la única restricción de la am-
hogares llevaron de vuelta las originales provisiones libres de plitud del propio bolsillo. Dos hechos consiguieron trasformar
impuestos, y el fumar tabaco se extendió por el continente el statu quo. En 1805, un aprendiz de farmacéutico separó un
europeo. Sir John Hawkins importó tabaco a Inglaterra pro- agente químico del opio puro y lo denominó morfina en re-
bablemente alrededor de 1550, pero Sir Walter Raleigh fue re- ferencia al dios griego de los sueños. Pronto le siguieron el ais-
conocido por popularizarlo en sociedad. Ningún país ha con- lamiento de la codeína, la tebaína y la papaverina. Después,
seguido suprimir el consumo de tabaco una vez establecido el en 1858, un cirujano escocés inventó un dispositivo que po-
hábito, pese a terribles castigos: aplastamiento de manos y día liberar una dosis de morfina directamente al lugar del do-
pies en Turquía, cortes en los orificios nasales en Rusia, em- lor, lo cual se dio a conocer como la jeringuilla hipodérmica.
bargo total de las posesiones en Japón y hacer gárgaras con La combinación de poderosas drogas sintéticas y métodos de
plomo fundido en Persia. administración parenterales incrementó en gran medida la en-
Masticar hojas de coca fue un hábito endémico entre los vergadura del abuso. A los combatientes de ambos bandos en
indios sudamericanos durante varios miles de años, pero no la guerra civil americana se les repartió morfina y jeringuillas
fue hasta el siglo XVI que la coca fue conocida en Europa a y, durante muchos años más tarde, la adicción a la morfina
través de los escritos de un médico italiano que había obser- fue conocida como la «enfermedad de los soldados».
vado su uso en Perú. La cocaína fue aislada en 1859 y pron- En Inglaterra, la dependencia del opio fue reconocida pero,
to se convirtió en la base para todo un abanico de tónicos y en general, no fue despreciada, aunque esta tolerancia se exten-
medicamentos patentados. Éstos rápidamente se hicieron po- dió sólo entre los «comedores de opio»; fumar la droga fue vis-
pulares en Estados Unidos después de 1880 y, aproximada- to más como una satisfacción extranjera bastante detestable
mente al mismo tiempo la cocaína emergió espectacularmen- (como en Estados Unidos). Los médicos desearon vivamente
te como un medicamento primordial. Algunos médicos prac- entrar en acción y la medicalización de la adicción coincidió
ticantes la vieron como una verdadera «droga-maravilla», y claramente con el nacimiento de la nueva especialidad de «psi-
entre ellos, Sigmund Freud escribió una «canción de elogio a quiatría», que buscó redefinir problemas sociales e interperso-
esta mágica sustancia». Según un anuncio publicitario, la co- nales según principios médicos y morales. Fue creciendo la alar-
caína podía «…sustituir la comida, hacer al cobarde valiente, ma acerca de la mortalidad entre los niños sedados con opio
al silencioso elocuente, liberar de su esclavitud a las víctimas cuando eran dejados desatendidos por las mujeres cuyo esfuer-
del alcohol y del opio…». Coca-Cola, con unos pocos mili- zo impulsó la Revolución Industrial. Pero el principal impulso
gramos en cada envase, fue presentada en 1886. Desgraciada- para la introducción de la Farmacy Act de 1868, que también
mente, una proporción de gente cada vez mayor eligió inha- restringió las ventas de cocaína, fue el propio interés profesio-
lar o inyectarse cocaína en grandes cantidades, las historias de nal. ¿Por qué permitir a los tenderos acaparar un mercado tan
horror se multiplicaron y en cuestión de una década, más o provechoso? Pronto se sucedió el control sobre las patentes de
menos, la imagen pública de la droga se había desplomado. los medicamentos y la Ley se hizo aún más restrictiva en 1908.
Freud se trasladó de nuevo a los prados y la cafeína reempla- Estos controles tardaron más en llegar a los Estados Uni-
zó a la cocaína en la Coca-Cola en 1903. dos pero, en 1906, la Federal Pure Food and Drug Act requirió
Las sustancias alucinógenas han sido utilizadas desde la argumentos para ser precisa en su título. La opinión pública
prehistoria en ritos religiosos y sociales. Los arbustos y raíces acerca de los opiáceos convirtió esta cuestión en una ganado-
4.2.3.1. INTRODUCCIÓN A LOS TRASTORNOS MENTALES Y DEL COMPORTAMIENTO DEBIDOS AL CONSUMO DE SUSTANCIAS 621

ra de votos, con lo que la importación de opio para fumar se de cada estado miembro de las Naciones Unidas y de todos
ilegalizó en 1909. América fue eficiente para organizar confe- los otros firmantes de la Convención de 1961.
rencias internacionales en Shanghai y La Haya, y en 1912 se La mayoría de los gobiernos se posicionan firmemente
acordó que los 30 países participantes deberían decretar una contra los argumentos a favor de la legalización o la descri-
legislación para restringir los opiáceos y la cocaína sólo a la minalización, pero el holandés ha sido pionero de una apro-
prescripción por indicación médica. La Harrison Act entró ximación diferente. En 1976, se inició una política de no-apli-
puntualmente en el libro de estatutos de Estados Unidos en cación, por la cual la posesión o comercio de pequeñas can-
1914. Más tarde, en 1919, la Corte Suprema reglamentó que tidades de Cannabis (< 30 g) ya no sería perseguida. El im-
las prescripciones de mantenimiento de morfina o cocaína a pacto de esta política ha sido valorado por MacCoun y Reu-
los adictos no constituía una práctica médica aceptable, por ter (2). Entre 1976 y 1983, la despenalización resultó en
lo que se estableció una respuesta penitenciaria a la adicción «poco o ningún efecto sobre los niveles de consumo», pero la
que duró hasta que la epidemia de VIH en la década de 1980 prevalencia del consumo de Cannabis «se incrementó marca-
forzó a cambiar esta filosofía. Esta aproximación coercitiva a damente» entre 1992 y 1996. Sin embargo, las estimaciones
las drogas recreativas cogió velocidad. En 1919 se estableció aumentaron igual de rápido durante este período en países
una prohibición nacional del alcohol que sólo fue rechazada con prohibiciones rigurosas, y la prevalencia y el precio en la
en 1933 debido a una necesidad desesperada de la adminis- calle del Cannabis actualmente es similar en Holanda y Esta-
tración Roosevelt por ingresar impuestos. Muchos estados dos Unidos. Pero hay pruebas de que los holandeses han te-
prohibieron el Cannabis y su consumo fue eficazmente ilega- nido éxito al separar drogas «duras» y «blandas»; sólo el 22 %
lizado a lo largo de la nación por la Marijuana Tax Act de de los fumadores holandeses de Cannabis han probado la co-
1937. Ese mismo año, la mayoría de los estados habían adop- caína en comparación con el 33 % en Estados Unidos. La
tado la Ley de Uniformidad de Drogas para estandarizar su conclusión es que la despenalización no incrementó signifi-
aproximación a las drogas de recreo. En un mayor esfuerzo cativamente el consumo, un hallazgo que se ha repetido en
por superar lo que fue visto como una aproximación frag- varios estados de Estados Unidos, Italia y España. La despe-
mentada a su aplicación, la Comprehensive Drug Abuse Preven- nalización del Cannabis en Canberra, Australia, no tuvo im-
tion and Control Act cogió fuerza en 1970. pacto en la prevalencia de consumo entre los estudiantes uni-
En Inglaterra, el gobierno se vio sorprendido por su posi- versitarios (3). Muy pocos estudiantes abstinentes empezarían
ción de laissez-faire durante la primera guerra mundial al descu- a fumar Cannabis si fuese legalizado (4). El aumento de la pre-
brir que los soldados soportaban mejor la vida en las trincheras valencia en Holanda después de 1983 se aplica probablemen-
después de dejar Londres si se llevaban una provisión de cocaí- te por el incremento en la promoción y comercialización.
na. La Defence of the Realm Act Regulation 40B (1916) prohibió
la venta de cocaína u opiáceos a los soldados. Tras algunas in-
discutiblemente mezquinas informaciones periodísticas sobre la ■ ¿Quién utiliza drogas y por qué?
vida nocturna de Londres en el período inmediato de la pos-
guerra, que incluían misteriosas descripciones de la muerte aso- El uso recreativo de las drogas es un fenómeno mundial
ciada a las drogas de una actriz muy conocida, este tema se in- con considerables variaciones nacionales y regionales. En 1995,
trodujo en la ley civil como la Dangerous Drugs Act de 1920. el 28 % de los varones británicos y el 26 % de las mujeres ad-
Durante un tiempo, la respuesta a los problemas de drogas pa- mitieron ser fumadores regulares de cigarrillos. La disminución
reció hacer un intento por seguir la vía penal americana, pero del hábito de fumar en los adultos del mundo desarrollado no
en 1926 el Comité Rolleston, designado por el gobierno, reco- se ha visto reflejada en los niños; en particular, las estimacio-
mendó que la adicción debía ser vista como una enfermedad, nes de su inicio entre las chicas menores de 16 años se ha do-
más que como un vicio. Se aprobó el mantenimiento a largo blado en las últimas dos décadas en el Reino Unido. A la edad
plazo de la prescripción de opiáceos para los adictos incapaces de 16 años, el 94 % de los jóvenes ha probado el alcohol, y el
de abstenerse y nació el «sistema británico». En deferencia a la 78 % se ha emborrachado al menos en una ocasión.
Convención de Ginebra de 1925, el Cannabis fue ilegalizado en Los jóvenes de 16 años de Estados Unidos y el Reino Uni-
1928, pero su prescripción fue posible hasta la prohibición fi- do encabezaron la clasificación de haber experimentado alguna
nal bajo la Misuse of Drugs Act de 1971. vez en la vida con alguna droga ilícita en una comparación de
La Comisión de las Naciones Unidas para las Drogas 23 países (5). El 41 % de estudiantes británicos en edad escolar
Narcóticas (United Nations Commission on Narcotic Du- admitieron consumir Cannabis, en comparación con el 34 % de
rugs, CNUDN) fue establecida en 1946 para que se encarga- los norte-americanos, el 19 % de los italianos, el 15 % de los es-
ra de determinar la política de la Liga de Naciones para el pañoles, el 12 % de los franceses y el 2 % de los estudiantes grie-
control internacional de drogas. A las naciones firmantes de gos. En general, alrededor de uno de cada cuatro británicos ha
la Convención Única sobre Drogas Narcóticas (1961) y la probado una droga ilegal alguna vez. El pico de consumo se
Convención sobre Sustancias Psicotropas (1971) se les re- produce en la adolescencia tardía y primera juventud. El Can-
quiere «limitar a propósitos médicos y científicos el cultivo, nabis supone el 85 % de este consumo y la mayoría de fuma-
producción, manufactura, exportación, importación, distribu- dores de Cannabis nunca utilizan otra droga ilegal.
ción, comercio, consumo y posesión de» una larga lista de El policonsumo es la norma en el ambiente de los clubes.
drogas que incluye los opiáceos, el Cannabis, los estimulantes, En una muestra de escoceses asiduos a clubes (6), los sujetos
los sedantes y los alucinógenos. La CNUDN tiene delegados habían consumido una media de 11 drogas diferentes a lo lar-
622 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

go de su vida. El consumo de drogas en el pasado año inclu- consumo problemático de drogas fue más probablemente un
yó alcohol (96 %), Cannabis (96 %), éxtasis (87 %), tabaco síntoma que una causa del mal ajuste personal o social.
(86 %), LSD (79 %), anfetaminas (77 %), cocaína (59 %), pop-
pers (51 %), hongos de psilocibina (47 %), temazepam (39 %),
diazepam (26 %), codeína (19 %), heroína (11 %), ketamina ■ Consecuencias del consumo de drogas
(7 %), solventes (6 %) y buprenorfina (6 %). Otros estudios para los jóvenes
confirman que LSD, anfetaminas, éxtasis, hongos mágicos y
poppers se consumen juntos en la gente joven. Un cuarto de Los resultados adversos pueden ser inmediatos o diferi-
todos los jóvenes de 18 años ha probado dos o más drogas dos. Cualquier forma de intoxicación conlleva el riesgo de ac-
ilegales (7). Cuando se presentaron los datos de una muestra cidentes y otras consecuencias derivadas de la alteración del
consecutiva de 100 pacientes que acudían a una unidad de juicio o del autocuidado. El impacto del alcohol es aterrador:
drogodependencias de Oxford, se observó que el 22 % eran 1.000 británicos son asesinados y más de 20.000 hospitaliza-
consumidores regulares de tres o más drogas de la calle, apar- dos cada año a causa de conductores ebrios; la mitad de los
te de heroína (datos no publicados). informes sobre ataques violentos a extraños y conocidos, y un
Sólo el 3 % de la población consumidora de drogas se in- tercio de los casos de violencia doméstica son perpetrados
yecta alguna vez, pero aquellos que lo hacen se exponen a por personas que estaban intoxicadas en ese momento (7).
riesgos altamente incrementados de sobredosis accidental, en- Los riesgos inmediatos de las drogas de la calle están amplia-
venenamiento por impurezas y adulteraciones e infecciones mente relacionados con la baja prioridad que los delincuen-
que amenazan la vida. Las venas superficiales van sufriendo tes otorgan al control de la calidad. La variable pureza impli-
progresivamente una trombosis, y se recurre a los vasos más ca que la sobredosis accidental siempre es posible, las drogas
amplios del cuello o la ingle, donde la lesión de alguna arte- de la calle a menudo contienen productos tóxicos, sustancias
ria o nervio adyacente puede amenazar la vida o la extremi- de relleno o adulterantes y el material orgánico puede ser
dad. Una considerable minoría persiste en exponerse al riesgo contaminado con pesticidas, hongos o bacterias. El impacto
de hepatitis y VIH a través del método de compartir el equi- psicológico de los estimulantes o los alucinógenos puede ser
pamiento, y esto es particularmente prevalente entre los más arrollador, y los jóvenes están sometidos a los riesgos de las
jóvenes que se inyectan. consecuencias que puede tener el estilo de vida que se da en
¿Por qué tomar drogas? Algunos afirman que la búsqueda el ambiente callejero de las drogas, como la violencia o la ex-
de la «alteración de la conciencia» es un apetito humano bási- plotación sexual. Sólo en los Estados Unidos, más de medio
co (1, 8), pero la mayoría de jóvenes experimentadores dirían millón de bebés neonatos están expuestos a las drogas ilícitas
simplemente que las drogas son placenteras, excitantes o útiles cada año. Las familias pueden separarse, la educación puede
para conseguir entrar en el espíritu de la fiesta. Otras razones quedar interrumpida y las vidas profesionales acabadas.
son el alivio de sentimientos desagradables como la timidez o Sin embargo, la mayoría de los consumidores de drogas le-
la ansiedad, llevarse bien con los amigos o pasárselo bien; tam- gales e ilegales escapan de estos desastres agudos, y existe una
bién son un medio de expresar la sofisticación, rebelión o in- enorme discrepancia en los seguimientos de población entre la
dependencia (4). Es menos probable que los varones sean abs- gran cantidad de personas que experimentan con diversas dro-
tinentes totales; además, tienden a consumir mayores cantida- gas y aquellos que más adelante acabarán desarrollando proble-
des que las mujeres. La dotación genética, los factores psicoló- mas con éstas. Los estudios prospectivos (11-15) también sugie-
gicos, el ambiente familiar y las circunstancias socioeconómi- ren que el consumo modesto controlado rara vez produce da-
cas influyen en la forma de respuesta al ofrecimiento de una ños mesurables a largo plazo. Algunas personas son capaces de
droga y determinan la ecuación coste-beneficio que resultará utilizar drogas «duras» como la heroína, la cocaína y las anfeta-
en el cese del consumo, la persistencia o el abuso (9). minas de una manera controlada, y difieren significativamente
Correr riesgos es una parte esencial del proceso de desarro- en cuanto a características personales y patrones de consumo de
llo de la independencia y de la identidad individual durante el aquellos que ocupan las clínicas o los calabozos policiales como
paso de la adolescencia a la edad adulta. Debido a que las dro- resultado de problemas legales, médicos o sociales (16).
gas son ahora parte del ambiente de la mayoría de los estu- Por otro lado, un inicio precoz de la utilización de drogas
diantes en edad escolar, ya no puede afirmarse que la experi- legales o ilegales, o un consumo regular alto durante los años
mentación es necesariamente patológica o anormal. En un es- adolescentes, está claramente asociado a un impacto perjudi-
tudio prospectivo (10) de 100 niños americanos seguidos desde cial para la salud física y mental más adelante, dificultades fa-
los 3 a los 18 años, los individuos se agruparon al final de la in- miliares, sociales y en las relaciones sexuales, así como a edu-
vestigación en tres categorías generales en relación con el con- cación y empleo interrumpidos. Estos «problemas del consu-
sumo de drogas ilícitas: abstinentes totales, experimentadores o mo de drogas» probablemente se solaparán con otras conduc-
consumidores regulares. Aquellos con el perfil psicológico más tas indeseables, como la delincuencia, los embarazos adoles-
sano resultaron ser los experimentadores, que también habían centes y las ausencias de la escuela, con las que seguramente
sido receptores de una crianza familiar de mayor calidad que comparten muchos factores causales. Aproximadamente el
los otros dos grupos. Los rasgos psicológicos detectables en los 10 % de los experimentadores con el alcohol o las drogas lle-
primeros años de vida pueden predecir el futuro consumo de garán a desarrollar problemas con estas sustancias alguna vez,
drogas y la tríada de alienación, impulsividad y malestar que y los factores de vulnerabilidad comprenden atributos psicoló-
normalmente precede al abuso. Los autores concluyen que el gicos relacionados con la genética y el equilibrio neuroquími-
4.2.3.1. INTRODUCCIÓN A LOS TRASTORNOS MENTALES Y DEL COMPORTAMIENTO DEBIDOS AL CONSUMO DE SUSTANCIAS 623

co, algunos rasgos de personalidad, actitudes y estados de hu- ■ ¿Qué significa la aproximación
mor, actitudes y conducta de los padres, influencias del grupo de reducción del daño?
de compañeros, calidad de la enseñanza escolar, circunstancias
socioeconómicas y disponibilidad y coste de las drogas (17).
En aquellos que llegan a ser dependientes, un estilo de A principios de la década de 1980 tuvo lugar una radical
vida caótico agravará en gran medida el daño, especialmente separación de la convencional aproximación orientada a la abs-
si se adopta el método de administración por vía intravenosa. tinencia cuando se cayó en la cuenta de que «la propagación
El seguimiento a largo plazo sugiere que la dependencia de del VIH es un peligro mayor para la salud individual y públi-
opiáceos es normalmente una afección crónica con recaídas y ca que el abuso de drogas» (23). Una filosofía de reducción del
remisiones y una tasa de mortalidad del 10 al 15 % en 10 daño se centra en la creencia de que es posible ejercer un im-
años. Por otro lado, aproximadamente la mitad de sujetos se- pacto poderoso en la morbilidad y la mortalidad sin necesidad
rán abstinentes a opiáceos a finales de este período. El pro- de insistir en la abstinencia. La jerarquía de objetivos empieza
nóstico relativamente benigno en aquellos que sobreviven da con el intento de contactar al mayor número posible de con-
soporte a una aproximación de reducción del daño dirigida a sumidores de drogas para tratar de proporcionarles el acceso a
minimizar los riesgos del día a día. No hay ninguna investi- agujas y jeringuillas limpias, consejos sobre la vida sexual y for-
gación comparable que pueda proporcionar información so- mas de inyectarse más seguras, cuidados de salud básicos y
bre el pronóstico de los policonsumidores o de los que de- ayuda con la vivienda, el cuidado de los hijos o cuestiones le-
penden de otras drogas que no sean los opiáceos. gales. Después, para algunas personas, pero no para todos, pue-
El abuso de drogas y alcohol entre los enfermos mentales de ser posible un cambio del consumo de drogas de la calle por
graves se asocia con mayor consumo de cuidados de hospital el de un sustitutivo oral prescrito, posiblemente seguido por
y menor cumplimiento terapéutico (18). La prevalencia de una desintoxicación y rehabilitación.
violencia es mayor que en la enfermedad mental grave sola Ya sea gracias al éxito de esta estrategia o sólo a la buena
(19). En Estados Unidos se han desarrollado los servicios es- suerte, en el Reino Unido no se ha llegado a materializar una
pecializados en pacientes con «diagnóstico dual» y parecen epidemia grave de VIH entre los usuarios por vía parenteral
más efectivos que las unidades psiquiátricas generales (20). similar a la experimentada en Estados Unidos y algunos paí-
ses europeos. Desgraciadamente, no se puede decir lo mismo
sobre la hepatitis C, que se está extendiendo cada vez más.
■ ¿Funcionan los programas
de prevención en la escuela?
Bibliografía
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jera, existe una conciencia creciente de la necesidad de cen- 12. Newcomb, M.D. and Bentler, P.M. (1987). The impact of late
trarse en los niños vulnerables antes de que se establezca una adolescent substance use on young adult health status and utilization
implicación grave con las drogas u otras conductas autodes- of health services: a structural equation model over four years. Social
tructivas. Una estrategia de prevención que no se dirija a las Science and Medicine, 24, 71–82.
13. Newcomb, M.D. and Bentler, P.M. (1988). Impact of adolescent drug
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ción compulsiva de drogas y el despiadado mercado negro study. Journal of Abnormal Psychology, 97, 64–75.
sólo estará reparando superficialmente el problema real. 14. Hawkins, J.D., Catalano, R.F., and Miller, J.Y. (1992). Risk and
624 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

protective factors for alcohol and other drug problems in adolescence mo implicado que se ha sugerido es la regulación a la baja y
and early adulthood: implications for substance abuse prevention. la desensibilización del receptor opiáceo µ. En situación agu-
Psychological Bulletin, 112, 64–105.
15. Newcomb, M.D., Scheier, L.M., and Bentler, P.M. (1993). Effect of da, los opiáceos producen una inhibición de la adenilciclasa y
adolescent drug use on adult mental health: a prospective study of a reducción de la conversión del ATP en AMPc, dando lugar a
community sample. Experimental and Clinical Psychopharmacology, 1, un descenso de la activación de neuronas noradrenérgicas en
215–41. el locus coeruleus. Tras la administración crónica de opiáceos, se
16. Robson, P. and Bruce, M. (1997). A comparison of ‘visible’ and
‘invisible’ users of amphetamine, cocaine and heroin: two distinct produce una regulación al alza compensatoria del AMPc que
populations? Addiction, 92, 1729–36. devuelve los niveles a la línea base. Al cesar el consumo de
17. Robson, P. (1999). The nature of addiction. In Forbidden drugs (2nd opiáceos (o después de antagonizar los receptores de opiáce-
edn), pp. 197–216. Oxford University Press.
18. Bartels, S.J., Teague, G.B., Drake, R.E., et al. (1993) Service utilisation
os), comienza la abstinencia, caracterizada por una oleada ma-
and costs associated with substance use disorder among severely siva de actividad noradrenérgica sin oposición (llamada «tor-
mentally ill patients. Journal of Nervous and Mental Disease, 181, 227–32. menta noradrenérgica») desde el locus coeruleus. Se cree que esta
19. Smith, J. and Hucker, S. (1994). Schizophrenia and substance abuse. hiperactividad noradrenérgica subyace a muchos síntomas de
British Journal of Psychiatry, 165, 13–21.
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la abstinencia de opiáceos y explica la eficacia de los agonistas
substance misuse: a case for specialist services? British Journal of presinápticos 2 clonidina y lofexidina en el tratamiento de
Psychiatry, 171, 205–8. los síntomas de la abstinencia opiácea aguda.
21. Gerstein, D.R. and Green, L.W. (1993). Preventing drug abuse: what do Aunque los cambios en la actividad noradrenérgica sub-
we know? National Academic Press, Washington, DC.
22. Parker, H., Measham, F., and Aldridge, J. (1995). Drugs futures:
yacen a muchos de los síntomas de abstinencia de los opiá-
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23. Advisory Council on Misuse of Drugs (1988). AIDS and drug misuse: tolerancia y la dependencia, a la luz de estudios recientes que
Part 1. HMSO, London.
indican la implicación del glutamato y el ácido γ-aminobutí-
rico (GABA). Por ejemplo, se cree que el refuerzo positivo
está mediatizado por el sistema mesolímbico dopaminérgico.
En el área tegmental ventral, el GABA inhibe las neuronas
4.2.3.2 Opiáceos: heroína, dopaminérgicas, que a su vez son inhibidas por medio de la
activación del receptor opiáceo µ. Consecuentemente, la ad-
metadona y buprenorfina ministración de opiáceos origina un incremento de la activi-
dad dopaminérgica, y se cree que ésta mediatiza el impulso
Adam R. Winstock y John Strang para consumir y su refuerzo positivo (1).

El opio, derivado de la cápsula de la semilla madura de la ■ Vías de administración


adormidera (Papaver somniferum), ha sido utilizado por sus
efectos analgésicos y euforizantes desde la antigüedad, donde Mientras que fumar heroína es probablemente la vía de
encontramos ideogramas sumerios de aproximadamente autoadministración más utilizada, muchos consumidores es-
4.000 años antes de Cristo que se referían a la adormidera calan hacia métodos de administración que producen mayor
como la «planta de la alegría». El extracto contiene los alca- biodisponibilidad, intensidad y velocidad de inicio de los
loides opiáceos analgésicos morfina y codeína. La heroína efectos, desde esnifar por vía intranasal, fumar hasta el skin
(diamorfina) es el opiáceo de abuso más común, normalmen- popping subcutáneo y el uso intravenoso. Los diversos tipos
te en forma de polvo comercializado en el mercado negro, de heroína son utilizados preferentemente por diferentes vías
que habitualmente se inyecta o se fuma («cazar el dragón»), de administración, las cuales están marcadamente influidas
aunque a veces también es consumido por vía intranasal. La por sesgos culturales; por ejemplo, el grabado es común en el
pureza en la calle varía ampliamente (normalmente 30-60 %); sudoeste asiático. La heroína marrón del Oriente Próximo es
el coste, que se encuentra entre 45 y 110 euros por gramo, de- poco soluble en agua pero posee un alto contenido en aceite
pende de la pureza, tipo y localización geográfica. El consu- y «funciona» bien en una lámina caliente, que la hace mejor
mo diario se encuentra habitualmente entre 0,25 y 2 g. para ser fumada. También puede ser cortada con cafeína, bar-
bitúricos o metacualona, que incrementa su concentración
cuando es fumada (2). En cambio, la heroína blanca del sud-
■ Neurobiología de los opiáceos este asiático tiende a ser más soluble en agua y más adecuada
para el consumo intravenoso, aunque puede ser esnifada o fu-
Los receptores de opiáceos pertenecen a la familia G de re- mada tras su preparación.
ceptores asociados a proteínas y todos inhiben la adenilciclasa
y los canales de calcio. Dos subtipos, µ y , incrementan la
conductancia del potasio. Aunque aún no está claro el meca- ■ Metabolismo de la heroína
nismo preciso que subyace al desarrollo de la tolerancia (y la
dependencia) de los opiáceos, no parece haber cambios cons- La diamorfina (semivida de 2 min) se metaboliza rápida-
tantes en los niveles de receptores de opiáceos. Un mecanis- mente en el intermediario psicoactivo 6-monoacetilmorfina
4.2.3.2. OPIÁCEOS: HEROÍNA, METADONA Y BUPRENORFINA 625

(el único metabolito que indica el consumo de heroína espe- principal debe ser la identificación de individuos susceptibles
cíficamente, en oposición a otros opiáceos) por medio de es- de experimentar un consumo de drogas problemático a través
terasas sanguíneas antes de ser convertido en morfina (semi- de dos aproximaciones básicas:
vida de 3 h). La morfina es posteriormente metabolizada en
el hígado por el sistema del citocromo P-450 (Cyp2D6) en 1. Un mejor entendimiento de la interacción entre los fac-
forma de codeína, la cual se somete a conjugación antes de tores de riesgo y los procesos del desarrollo puede per-
ser excretada por la orina. En la mayoría de personas, cerca mitir el progreso de la identificación e intervención pre-
del 10 % de la codeína ingerida se convierte en morfina, dan- coz.
do de este modo un resultado clínicamente falso positivo en 2. Una base multidisciplinaria de habilidades para dirigirse
las pruebas para la heroína/morfina (3). a aquellos aspectos que puedan ser más pertinentes en
este grupo (p. ej., familia y educación).

■ Patrones de consumo
■ Efectos de los opiáceos
La mayoría de los consumidores que entran en contacto
con los servicios son consumidores dependientes que, debido Los efectos fisiológicos de las drogas opiáceas están resu-
a la duración de su consumo, se encuentran a menudo en alto midos en la tabla 1. Los efectos psicoactivos agudos varían de
riesgo de daños relacionados con los opiáceos, ya sea por los acuerdo con la dosis y la vía de administración, pero incluyen
efectos farmacológicos directos de la droga o por los cambios euforia, sedación, embotamiento emocional e inducción de
en el estilo de vida que acompañan a la drogodependencia. estados de somnolencia.
Los consumidores por vía intravenosa dependientes se inyec-
tarán normalmente de 3 a 6 veces diarias para evitar el inicio
de la abstinencia. El denominado uso recreativo de la heroína ■ Abstinencia de heroína (y otros opiáceos)
parece existir (4), aunque este patrón no es la norma (5).
El consumo continuado de heroína (y otros opiáceos)
tiende a producir dependencia y desarrolla tolerancia (reduc-
■ Epidemiología ción del efecto de una dosis determinada o, a la inversa, ne-
cesidad de incrementar la dosis para conseguir el mismo efec-
El United Kingdom Home Office Addicts Index cerró en to). Una vez que la dependencia se ha establecido, el cese
1997 (dejando sólo las bases de datos regionales informales abrupto o una reducción marcada de la dosis originará un sín-
no identificables sobre abuso de drogas). En ese momento ha- drome de abstinencia, que en su mayor parte puede conside-
bía cerca de 40.000 adictos a opiáceos notificados en el Rei- rarse como un rebote de los efectos previamente inducidos
no Unido. Durante la década anterior estas cifras habían au- por los opiáceos. Durante este tiempo se produce una «pérdi-
mentado aproximadamente un 20 % anual. Este recurso cen- da» de la neuroadaptación que se había producido durante el
tralizado, aunque importante como marcador de la prevalen- desarrollo de la tolerancia y la dependencia. El síndrome de
cia del abuso de heroína en el Reino Unido, tuvo un valor li- abstinencia clásico para la heroína aparece entre las 4 y 12 h,
mitado debido a que sólo proporcionó información sobre con un pico a las 48-72 h y una disminución hacia el final de
aquellos que acudían al médico. Se cree que la prevalencia ac- los días 7-10. A menudo, hay un período de varias horas an-
tual del consumo de heroína en el Reino Unido es menor del tes de que los síntomas de abstinencia francos den comienzo,
1 % (relación varón/mujer de 2:1). La mayoría de los nuevos durante el cual el adicto se pone agitado y ansioso. Los sínto-
adictos que buscan tratamiento se encuentran en el intervalo mas de abstinencia característicos incluyen dolores musculares
de edad de 20-30 años. Otros indicadores del nivel de abuso y articulares, disforia, insomnio, agitación, diarrea, escalofríos,
de sustancias son el número de arrestos por posesión de dro- bostezos y fatiga. Otros signos más objetivos son taquicardia
gas, la cantidad incautada en aduanas, muertes por abuso de e hipertensión, lagrimeo, rinorrea, dilatación pupilar y «piel
opiáceos, consumo en programas de intercambio de jeringui- de gallina» (piloerección) (de aquí la «tiritera»). El insomnio
llas y seguimientos de familias.
Los datos epidemiológicos fiables referidos al abuso de
opiáceos en la gente joven son limitados, aunque informes re- Tabla I. Efectos de los opiáceos
cientes del norte de Inglaterra destacan una nueva epidemia
de consumo de heroína en este grupo (6), a menudo fumada. Analgesia
Somnolencia y sueño
La idea de que la introducción de heroína en el ambiente de Cambios del humor (euforia, placer intenso)
los clubes ha ayudado a un descenso del consumo de drogas Depresión respiratoria
estimulantes es también potencialmente problemática. Quizá Depresión del reflejo tusígeno
más importante es la relativa escasez de servicios de trata- Sensibilización laberíntica, con náuseas y vómitos
miento para jóvenes, tanto en términos de accesibilidad Descenso del flujo simpático (bradicardia e hipotensión)
como de las consecuencias potenciales de introducir a un gru- Descenso de la temperatura corporal
Constricción pupilar
po vulnerable en un servicio de adultos, donde pueden co- Estreñimiento
nocer a consumidores de drogas experimentados. La tarea
626 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

(con un incremento del sueño REM) y el craving por la droga riesgo es la población reclusa, donde es más probable que in-
pueden persistir durante semanas. La abstinencia de opiáceos yectarse implique compartir jeringuillas, agujas y toda la pa-
no se suele considerar como una amenaza para la vida. rafernalia relacionada, sin la precaución de una limpieza ade-
cuada del equipo utilizado (10).

■ Complicaciones físicas
Hepatitis
El daño derivado del consumo de una droga dependerá
tanto de sus efectos farmacológicos directos como del méto- Seguimientos recientes de consumidores de drogas por
do de administración, así como de los efectos de los agentes vía parenteral sugieren una prevalencia de la hepatitis B del
adulterantes psicoactivos o de relleno. La contaminación 30-50 %, y del 70-90 % para la hepatitis C (11). El pronósti-
fuerte con adulterantes es poco frecuente y las sustancias es- co empeora con altos niveles de consumo de alcohol, lo cual
pecíficas son más problemáticas, aunque se han dado casos es común en muchos usuarios de los programas de manteni-
de formación de granulomas en el pulmón y el hígado tras la miento con metadona (12). Por lo tanto, proporcionar edu-
inyección de preparados que contenían talco. Aproximada- cación y estrategias de reducción del daño es algo que debe
mente el 60 % de las muertes entre los toxicómanos están re- continuar para conseguir la reducción en la prevalencia que
lacionadas con el consumo de drogas, con una mortalidad ha sido observada con el VIH.
anual para consumidores dependientes de opiáceos situada
entre el 1 y el 2 %, mayoritariamente por sobredosis. Algunas
de las complicaciones potenciales del consumo de opiáceos Sobredosis de opiáceos
se resumen en la tabla 2.
El riesgo de transmisión viral (p. ej., VIH, virus de la hep- La mayoría de los adictos a opiáceos en tratamiento han
atitis B y C) es alto entre los consumidores de drogas inyec- experimentado una sobredosis y muchos la han visto en otros
tables, por lo que los controles sistemáticos con asesoramien- (13), siendo mucho más probable que ésta sobrevenga en
to psicológico (counselling) tienen que estar disponibles para aquellos que se inyectan que en los que fuman (14). La varia-
aquellas personas de riesgo. La evaluación de los consumido- bilidad en la pureza, el incremento de efectos depresores cen-
res muestra una amplia variación geográfica que refleja dife- trales tras la combinación de varias drogas (especialmente al-
rentes patrones de inyección. La prevalencia de seropositivi- cohol y benzodiazepinas), una mala salud general y altos ni-
dad para VIH entre los toxicómanos que se inyectan en el veles de comorbilidad psiquiátrica hacen de este un grupo vul-
Reino Unido no ha aumentado desde mediados de la década nerable para una sobredosis, tanto accidental como intencio-
de 1980, con estudios recientes que sugieren prevalencias mu- nal. Hay momentos en la vida de un adicto que se asocian a
cho más bajas, de entre el 1 y 5 %, entre la población que se un mayor riesgo de sobredosis, por ejemplo, al principio de la
inyecta (7). Se cree que gran parte de esta reducción de la pre- dependencia o durante una recaída, como lo que se observa
valencia se debe a la amplia accesibilidad a los servicios de en la vuelta al consumo de opiáceos tras un período de absti-
«intercambio de jeringuillas» y al acondicionamiento de ser- nencia, cuando la tolerancia ha disminuido (p. ej., desahogo
vicios dirigidos a la «minimización del daño» (8). Las preva- después del tratamiento o tras la salida de prisión). Los signos
lencias en otros lugares de Europa son considerablemente de sobredosis por opiáceos se han enumerado en la tabla 3.
mayores, encontrándose en Italia entre el 30 y el 80 %. Aun- El tratamiento de la sobredosis por opiáceos debe con-
que aquellos que abusan de los opiáceos representan el ma- templar la resucitación cardiopulmonar estándar y la admi-
yor grupo de consumidores de drogas por vía parenteral, exis- nistración de naloxona (antagonista opiáceo) intravenosa. Sin
ten datos que sugieren que la prevalencia de la infección por embargo, el acceso intravenoso puede ser problemático en al-
VIH entre los que se inyectan al mismo tiempo cocaína y gunos consumidores, en cuyo caso puede ser más rápido ad-
crack o consumen anfetaminas intravenosas es mayor que en- ministrar naloxona subcutánea o intramuscular. Se recomien-
tre los que sólo consumen opiáceos (9). Otro grupo de alto da el ingreso en un hospital, ya que la semivida de la nalo-

Tabla 2. Complicaciones del consumo de opiáceos

Infecciosas Cardiorrespiratorias Renales Neurológicas

Hepatitis y VIH Edema pulmonar Rabdomiólisis Neuropatía periférica


Endocarditis bacteriana Embolia pulmonar Nefropatía membranosa Mielitis transversa
Septicemia Aspiración Síndrome nefrótico Absceso cerebral
Neumonía Neumotórax Miopatía
Tuberculosis Arritmias cardíacas
Abscesos cutáneos Depresión respiratoria
Celulitis
Flebitis
Osteomielitis
4.2.3.2. OPIÁCEOS: HEROÍNA, METADONA Y BUPRENORFINA 627

Tabla 3. Signos de sobredosis de opiáceos porciona un nivel razonable de bloqueo de receptores opiá-
ceos, de tal manera que la euforia conseguida con opiáceos
Paro respiratorio con pulso (casi patognomónico de sobredosis de ilegales «utilizados al máximo» disminuye. Se han registrado
opiáceos en adultos)
Pupilas inmóviles arreactivas a la luz muertes durante la fase de inducción con metadona (20), en
La vía nasal provoca respiración superficial (< 8 respiraciones/min) ocasiones cuando el usuario no es tan tolerante a los opiáce-
Bradicardia e hipotensión os como se creía o cuando se utilizan otras drogas opiáceas o
Reducción de la conciencia en grado variable/coma depresoras centrales, como el alcohol o las benzodiazepinas.
Por lo tanto, es primordial la confirmación del estado de de-
pendencia del paciente por medio de una cuidadosa y ex-
haustiva evaluación. Ésta no debe basarse en la información
xona en el plasma es de 1 a 2 h, siendo la duración del efec- del paciente sobre su propio consumo de drogas, sino que
to de una única dosis intravenosa de sólo 45 min, compara- también debe buscarse confirmación objetiva a través de con-
do con los efectos fisiológicos de 4 a 6 h de la heroína y de troles urinarios repetidos, observación directa del paciente du-
24 a 36 h para la metadona. rante la abstinencia y valoración del efecto de una dosis de
metadona administrada in situ. Aun más importante, en situa-
ción ideal los adictos que empiezan con metadona deben ser
■ Comorbilidad psiquiátrica visitados diariamente durante el período de inducción, espe-
cialmente después de tres o cuatro dosis diarias consecutivas,
Varios estudios han encontrado que el 70 % de los adictos ya que tras la administración repetida de dosis se consiguen
cumplen criterios diagnósticos para algún trastorno psiquiátrico incrementos significativos en los niveles plasmáticos regulares.
actual, frecuentemente depresión, personalidad antisocial y de-
pendencia de alcohol (15, 16). Estos diagnósticos pueden ser
primarios o secundarios al abuso de opiáceos, por lo que se Buprenorfina
debe llevar a cabo una cuidadosa valoración del estado mental
y del funcionamiento social en situación de no consumo (abs- La buprenorfina es un agonista parcial del receptor µ y
tinencia). Muchos consumidores de drogas han presentado pro- antagonista del receptor . Se utiliza médicamente como
blemas conductuales en la infancia, como trastornos del com- analgésico (normalmente sublingualmente), pero posee po-
portamiento, y los estudios sugieren que el trastorno hiperciné- tencial de abuso y puede ser inyectada (21). Sin embargo, se
tico con déficit de atención, las ausencias escolares y la delin- cree que una sobredosis mortal por depresión respiratoria es
cuencia juvenil son marcadores del consumo posterior (17). Sin menos probable que con agonistas totales de los opiáceos, y
duda, los trastornos psiquiátricos comórbidos deben ser trata- actualmente la buprenorfina se está desarrollando como una
dos en sí mismos, especialmente si se cree que pueden ser im- nueva droga para utilizar en la estabilización y desintoxica-
portantes en el mantenimiento del consumo de opiáceos (18). ción de los adictos (22).
La dependencia de opiáceos es también un importante factor de
riesgo de suicidio, el cual supone un tercio de todas las muertes
entre los consumidores de drogas por vía intravenosa (19). ■ Evaluación del consumidor de opiáceos
Una exhaustiva evaluación de los patrones de consumo
■ Efectos sociales de la droga y los riesgos asociados forman la base de cual-
quier plan de tratamiento. Las áreas más importantes son la
Las consecuencias en la familia y en el ambiente social confirmación de la dependencia (ver abajo), que es un requi-
son inmensas, con altas prevalencias de desempleo y divor- sito para el comienzo de un tratamiento sustitutivo, y una va-
cio. La prevalencia de condenas criminales es alta (70-80 %), loración de las conductas de riesgo, como patrones de inyec-
con tasas anuales de encarcelamiento cercanas al 2 %. La es- ción y otras sustancias consumidas. A continuación se sugie-
tabilización con metadona o la abstinencia de opiáceos se re- re un plan de preguntas que permite tanto un diagnóstico rá-
laciona con una reducción de la criminalidad asociada. pido como una valoración del riesgo:

1. Consumo actual. ¿Qué cantidad de heroína (u otro


■ Opiáceos sintéticos opiáceo) consume en un día normal, en términos de peso
o de gasto económico, y durante cuánto tiempo ha per-
Metadona manecido el consumo en este nivel? Cuando se consume
más de un opiáceo, se deben cuantificar las cantidades,
La metadona es un eficaz opiáceo sintético oral con una así como la cantidad de heroína utilizada en un día en
semivida (24-36 h) más larga que la de la heroína, lo cual la que no se toma otro opiáceo. También debe ser registra-
hace adecuada para una administración diaria. Es el pilar del do el método de administración (fumada, inyección in-
tratamiento para la dependencia de la heroína en el mundo travenosa), el número de administraciones diarias y la
occidental. En 4-5 días se alcanza un nivel plasmático de esta- cantidad mínima de droga requerida cada día para evitar
do regular, y se asegura que en dosis superiores a 80 mg pro- los síntomas de abstinencia. Los patrones de consumo (y
628 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

cantidades) de otras sustancias, especialmente los depre- consumo de drogas, hay que tener en cuenta que la confir-
sores del sistema nervioso central, como el alcohol, las mación de la dependencia (y la tolerancia) a opiáceos deben
benzodiazepinas y otros opiáceos como la metadona, buscarse antes de empezar un tratamiento sustitutivo. Esto es
también deben ser evaluados. de importancia capital, ya que el mayor riesgo asociado a la
2. Día normal. Preguntando a los consumidores sobre el prescripción de metadona es la posibilidad de que un indivi-
consumo en un día normal podemos obtener informa- duo no tolerante la consuma. Se debe buscar información en
ción sobre la aparición de síntomas de abstinencia, el los médicos generales u otros profesionales de la salud. El exa-
consumo de opiáceos para aliviarlos y, a menudo, sobre men físico puede revelar indicios de consumo de drogas por
el descuido de otros intereses y la primacía de la búsque- vía inyectada, como la existencia de lugares recientes de in-
da de la droga y del comportamiento de consumo con yección intravenosa o «marcas en línea» (cicatrices lineales a lo
respecto a otras actividades. Debe investigarse su impli- largo de las venas ocasionadas por el consumo intravenoso re-
cación en actividades de financiación del consumo arries- petido) en las extremidades del adicto. Los controles de orina
gadas, como robos o prostitución, y sobre su red social e secuenciales durante pocos días pueden permitir la confirma-
ingesta nutricional. ción del consumo regular de opiáceos (no necesariamente de
3. Historia del consumo de drogas. Se debe establecer la heroína). Los cambios fisiológicos consecuentes al consumo
edad del primer consumo y los precipitantes psicosociales de de opiáceos, como la miosis o la sedación, pueden observarse
éste, así como el desarrollo de la tolerancia y el craving a en la clínica. Los signos objetivos de la abstinencia a opiáceos
través del incremento de la frecuencia de consumo, el au- (taquicardia, hipertensión, sudoración, midriasis, etc.) tras un
mento de la dosis y, cuando se considere necesario, el ini- período de retirada son también de gran ayuda para confirmar
cio del método inyectado. la dependencia, especialmente si se observa lo contrario des-
4. Complicaciones biopsicosociales del consumo. Se pués de la administración in situ de una dosis medida de opiá-
debe investigar sobre los episodios de sobredosis (inten- ceos, dado que esto indica, además, el nivel de tolerancia.
cionales o accidentales), enfermedades virales, encarcela-
mientos, relaciones familiares, empleo, etc. Debe prestarse
especial atención al comportamiento de inyectarse, como ■ Tratamiento de la dependencia
el intercambio de agujas, compartir el equipo y el uso de de opiáceos
zonas de inyección de alto riesgo, como la ingle y el cue-
llo. También hemos de valorar la presencia de afecciones Existen tres consideraciones iniciales básicas en el trata-
psiquiátricas comórbidas, especialmente depresión. miento del consumidor dependiente de opiáceos.
5. Tratamientos pasados y períodos de abstinencia. ¿Algu- 1. ¿Cómo puede comprometerse el paciente con el servicio?
na vez han estado en contacto con servicios de tratamiento 2. ¿Cuál es el objetivo de la intervención (abstinencia o
o han estado en mantenimiento con medicación sustitutiva? mantenimiento con minimización del daño)?
¿Alguna vez han sido pacientes internos o ambulatorios de 3. ¿Qué modalidades deben utilizarse?
una unidad de desintoxicación? ¿Cuál fue el período más
largo de abstinencia? ¿Qué le fue de ayuda en el pasado? Se puede acudir a los servicios institucionales por propia
¿Cuándo y por qué ocurrieron las recaídas? ¿Cuáles son las voluntad o por derivación desde los servicios hospitalarios o
situaciones de riesgo y otros precipitantes del consumo? de asistencia primaria. A menudo las organizaciones volunta-
6. Motivación para el cambio. ¿Por qué busca tratamien- rias de la «calle» o los funcionarios sociales serán el primer
to ahora? ¿Qué apoyo necesita? Hay que recordar que los punto de contacto, y estas agencias pueden ser importantes
pacientes con problemas de drogas a menudo se presen- fuentes de información, de jeringas y de apoyo para el con-
tan en situación de crisis. Las «cinco eles»1 son precipi- sumidor de opiáceos. Aunque la metadona es vista a menudo
tantes frecuentes de la búsqueda de tratamiento y pueden como una de las mayores atracciones para incorporarse en es-
ser utilizados para alentar el cambio conductual: tos servicios, la provisión de una seguridad de asistencia sani-
• Sustento (problemas económicos, ocupacionales). taria, así como consejo legal y social, pueden ser también fa-
• Vida (salud física, sobredosis). cilidades útiles a ofrecer.
• Vida sentimental (problemas familiares, de relación). El mantenimiento o la abstinencia pueden alcanzarse uti-
• Problemas legales (cárcel, arrestos). lizando un abanico de intervenciones psicosociales y farma-
• Descontrol (pérdida de control sobre el consumo, cológicas, con el tipo de prescripción y asesoramiento deter-
problemas de salud mental). minados tanto por los clientes y sus necesidades actuales
como por la filosofía de tratamiento de la organización.

Confirmación de la dependencia
Aunque en cierto modo se puede obtener un diagnóstico
Intervenciones farmacológicas para consumidores
de dependencia a opiáceos a partir de la historia completa del de opiáceos: mantenimiento y abstinencia
La metadona puede utilizarse como una droga opiácea
1
Del inglés Livelihood, Life, Love life, Legal problems, Losing it. (N. del T.) sustituta, prescrita a largo plazo con la finalidad de conseguir
4.2.3.2. OPIÁCEOS: HEROÍNA, METADONA Y BUPRENORFINA 629

una dependencia opiácea (no inyectada) estable (manteni- piado. La metadona no es un tratamiento en sí mismo, pero
miento con metadona), o prescrita a corto plazo para ayudar fortalece el compromiso con los servicios asistenciales y for-
en la abstinencia. En el último caso, se prescribe una mezcla ma parte de un paquete multidisciplinario de tratamiento far-
de metadona (habitualmente jarabe para la tos) en dosis a re- macológico psicosocial.
ducir en 10-21 días. Es difícil valorar la dosis de metadona
equivalente al consumo de heroína en la calle, debido a la Tratamiento de la abstinencia de opiáceos
utilización de la información que proporciona el paciente y a
la pureza variable de la heroína ilegal. En términos generales, Aunque se puede utilizar una suave reducción de la dosis
30-40 ml de 1 mg/ml de mezcla es aproximadamente equiva- de un agonista total (o de un agonista parcial como la bupre-
lente a 0,5 g de heroína de la calle. La metadona da un re- norfina) para desintoxicar a consumidores dependientes, exis-
sultado diferente al de la heroína en las pruebas de detección ten otros métodos disponibles actualmente. Los agonistas 2
de drogas por la orina, tanto con pruebas inmunológicas clonidina y lofexidina pueden utilizarse también para aliviar
como de cromatografía, permitiendo así identificar el consu- el malestar asociado con la hiperactividad noradrenérgica cen-
mo no prescrito de drogas opiáceas. tral responsable de muchos de los síntomas de la abstinencia
La metadona oral es un tratamiento rentable para el man- de opiáceos. La dosis de lofexidina debe ser utilizada contra los
tenimiento ambulatorio o como medio de desintoxicación, a signos y síntomas de abstinencia, teniendo prevalencia para
través de la reducción de la dosis en pacientes internos o ex- evitar episodios hipotensivos. La lofexidina puede utilizarse
ternos. Los estudios sugieren que se requiere una dosis míni- tanto en pacientes internos como externos, puede reducir sig-
ma efectiva superior a los 60 mg/día para optimizar los be- nificativamente el malestar de la abstinencia y es tan eficaz en
neficios del tratamiento de mantenimiento (las dosis reco- la abstinencia opiácea como la metadona (23, 24). La lofexi-
mendadas para la prescripción sustitutiva están por encima de dina debería considerarse como el método no opiáceo de
los 50 mg/día) y que muchos adictos serán tratados con do- preferencia para ayudar en la abstinencia de opiáceos y pue-
sis significativamente más altas (intervalo habitual entre 40- de ser utilizada con seguridad en conjunción con las benzo-
100 mg/día). Sin embargo, debe recordarse que estas dosis diazepinas y los analgésicos simples. La abstinencia también
son potencialmente letales si son tomadas por individuos no puede ser adelantada por medio del antagonista opiáceo de
tolerantes a los efectos de las drogas opiáceas. larga duración naltrexona, que «golpea» al adicto con una
Los beneficios del tratamiento con metadona son los si- intensa pero breve abstinencia durante la cual puede admi-
guientes: nistrarse alivio sintomático con clonidina y benzodiazepinas
(25). En otros, esta abstinencia precipitada se acelera aún
• Reducción en la prevalencia de uso del método inyectado. más, finalizando el proceso de desintoxicación bajo anestesia
• Reducción en la prevalencia del consumo de otras drogas general en aproximadamente 24h, aunque no sin riesgo (26).
ilegales. En el futuro, puede hacerse más extensivo el uso de bupre-
• Reducción en la prevalencia de actividad criminal. norfina y del L- -acetilmetadol (LAAM) de larga semivida
• Reducción de suicidios/sobredosis. como sustitutos de los opiáceos para el mantenimiento a lar-
• Contacto con un tratamiento que posibilita la reducción go plazo.
del daño posterior.

Mientras que la metadona ha mostrado ser protectora Prescripción de drogas a adictos a los opiáceos
contra el suicidio, vale la pena destacar que actualmente hay
más sobredosis mortales por opiáceos que hace 20 años. Se En el Reino Unido, todos los médicos pueden prescribir
han utilizado otros opiáceos sustitutivos como la buprenorfi- metadona para el tratamiento de la dependencia y otros opiá-
na, dihirocodeína e incluso la misma diamorfina, aunque la ceos para analgesia u otras indicaciones clínicas, a excepción
diversidad de las drogas prescritas y los riesgos del uso conti- de la dependencia. Sólo los médicos con licencia del Minis-
nuo del método inyectado hacen que la práctica de prescribir terio de Interior pueden prescribir heroína para el tratamien-
preparaciones inyectables de diamorfina y otros opiáceos sea to de la dependencia. En los últimos años ha crecido el inte-
conflictiva. Los clínicos de todas las especialidades han de ser rés por el desvío de metadona prescrita legalmente al merca-
conscientes de que el abuso potencial de todos los analgési- do «gris» ilegal, el cual ha contribuido a muchas de las muer-
cos que contienen opiáceos desarrolla una dependencia ya- tes relacionadas con la metadona (es decir, en consumidores
trogénica. La prescripción repetida de estos analgésicos debe no tolerantes). Las prescripciones para las drogas de abuso
ser revisada cuidadosamente, especialmente cuando algunos como la metadona podrían contener directivas que determi-
preparados pueden implicar el consumo de cantidades peli- nen cómo y cuándo el farmacéutico dispensa la prescripción,
grosas de paracetamol. así tales consideraciones podrían limitar el desvío de estas
La prescripción sustitutiva aislada es de eficacia limitada. drogas. Por ejemplo, la prescripción podría dictar que la dro-
Al igual que el tratamiento con insulina para la diabetes ne- ga sea dispensada diariamente por parte de un farmacéutico
cesita de otros cambios en el estilo de vida, como la dieta o determinado o (como ya ocurre, cada vez en más áreas) que sea
dejar de fumar, la eficacia de la metadona en el tratamiento tomada in situ en la farmacia (administración supervisada) o
de la dependencia de opiáceos será potenciada por la utiliza- administrada diariamente por un clínico especialista. Es pro-
ción del apoyo social, que alienta el cambio conductual apro- bable que el vínculo entre el farmacéutico, el médico de ca-
630 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

becera y el especialista se haga más importante a medida que ción sin confrontación (31). La entrevista motivacional se basa
estas aproximaciones de atención compartida se vayan nor- en cinco principios básicos que tienen utilidad tanto en el cam-
malizando. El consumo diario supervisado de metadona y la po de la adicción como en el de los trastornos del comporta-
integración de la atención primaria en el tratamiento de toxi- miento alimentario, pero que también pueden ser utilizados en
cómanos son recomendaciones dispuestas en la nueva guía cualquier aspecto de la relación médico-paciente en que el pa-
del gobierno del Reino Unido para el manejo del abuso de ciente es ambivalente con respecto a acceder a un cambio que,
drogas (las Orange Guidelines) (27). a juicio del médico, sería beneficioso. Los cinco principios son:

• Expresar empatía.
Proveedores de servicios e impacto • Ayudar al cliente a ver discrepancias en su conducta.
del tratamiento • Evitar discutir.
• Fomentar la resistencia.
Aquellos que experimentan problemas con los opiáceos • Reforzar el sentimiento de autoeficacia del paciente.
pueden acudir a un amplio abanico de profesionales de los
sistemas de asistencia social, legal y de la salud. Existe una Esto es muy diferente de la típica aproximación pater-
gran variedad de opciones de tratamiento disponible dentro nalista y autoritaria en la que los médicos son educados.
de los centros institucionales y no institucionales, de igual Para los médicos no puede ser suficiente esperar que los pa-
manera, la provisión de mantenimiento o desintoxicación cientes hagan algo sólo porque el médico les dice que lo ha-
para dependientes de opiáceos depende de las diferentes filo- gan. Las personas sólo cambian su conducta con éxito cuan-
sofías de tratamiento y del encuadre de éste. En respuesta par- do perciben que pueden hacerlo (competencia percibida) y
cial a esta diversidad de recursos, en 1995 se inició un estu- que se encontrarán mejor por ello. La entrevista motivacio-
dio de seguimiento prospectivo multicéntrico (National Tre- nal es una técnica que todos los profesionales de la salud
atment Outcome Research Study) todavía en marcha, con la podrían utilizar para maximizar el efecto terapéutico, y no-
finalidad de comparar el impacto de diferentes opciones de sotros recomendamos fervientemente que cualquiera que
tratamiento sobre el consumo de drogas posterior, así como esté interesado en mejorar su habilidad para ayudar a algu-
sus efectos físicos y psicosociales. Los resultados preliminares nos de sus clientes a lograr un cambio satisfactorio lea el texto
(28) sugieren que los cuatro tipos de intervención (rehabili- referenciado (31). Debe fomentarse el contacto con Narcó-
tación residencial, unidades de pacientes internos drogode- ticos Anónimos y grupos de apoyo para los consumidores
pendientes, mantenimiento con metadona y reducción) pro- de drogas por vía intravenosa, como el grupo Mainliners, en
ducen una disminución del consumo ilegal de drogas y de la el Reino Unido.
actividad criminal, así como reducciones del hábito de in-
yectarse y compartir equipo de inyección. Se detectó un im-
pacto menor en el consumo excesivo de alcohol, lo cual es
Aproximaciones físicas
especialmente problemático en aquellos que padecen hepati- Muchos adictos, especialmente indigentes, no se compro-
tis C. Resultados recientes del mismo grupo sugieren que por meten con los servicios de atención primaria o no tienen ac-
cada euro extra gastado en el tratamiento, se recuperan más ceso a ellos. Los altos niveles de morbilidad psiquiátrica y fí-
de 3 euros en ahorros asociados a los menores niveles de cos- sica pueden permanecer no detectados o no tratados y, cada
tes por víctimas de crímenes y a la reducción de demandas vez más, los servicios locales de asistencia en drogas se en-
al sistema judicial criminal. cuentran a sí mismos como proveedores provisionales de cui-
dados médicos básicos que aseguren facilidades para una nu-
trición, contracepción, detección y chequeo adecuados. Debe
Aproximaciones psicológicas
fomentarse el cuidado compartido entre servicios de asisten-
Actualmente, existen numerosas aproximaciones psicológi- cia en drogodependencias y de atención primaria, prestando
cas utilizadas en el manejo de individuos que abusan de sus- atención especial a la provisión de pruebas y vacunas para la
tancias, especialmente terapia cognitivo-conductual, prevención hepatitis para todos los usarios.
de recaídas y psicoterapia (individual, familiar y grupal). El en-
foque predominante en los últimos años ha sido el modelo de
prevención de recaídas (29), que incluye la identificación de los
Apoyo social y educacional
signos de alerta o precipitantes del craving (a menudo personas, El consumidor de drogas puede permanecer solo, pero
lugares o ritos, o un determinado estado de humor como el deben evaluarse todos los apoyos potenciales disponibles, ya
aburrimiento o el estrés) y técnicas de aprendizaje (distracción, sea la familia, los amigos o centros de apoyo como Narcóti-
relajación, imaginación) para manejar situaciones de riesgo. Re- cos Anónimos. Es importante educar al consumidor de dro-
cientemente, la entrevista motivacional, basada en el trabajo de gas en prácticas seguras y técnicas de reducción del daño, así
Miller en Estados Unidos, se está haciendo cada vez más po- como establecer un vínculo adecuado con otras institucio-
pular. Su objetivo es conducir al paciente a lo largo de un «ci- nes, como los servicios sociales, y apoyo del voluntariado.
clo de cambio» (30) desde el estadio precontemplativo (ausen- Las comunidades terapéuticas y las «casas concepto» basadas
cia de interés por cambiar el comportamiento de consumo ac- en temas religiosos o de abstinencia ofrecen cuidados a largo
tual) al contemplativo, y desde aquí a la determinación y la ac- plazo.
4.2.3.2. OPIÁCEOS: HEROÍNA, METADONA Y BUPRENORFINA 631

Grupos especiales Al considerar el manejo de las usuarias embarazadas, es


primordial establecer un vínculo entre el equipo de atención
primaria (especialmente el médico que prescribe) y los servi-
Jóvenes cios de maternidad y de drogodependencias, para promover
Los jóvenes con adicción a los opiáceos presentan a me- tanto el compromiso como la adherencia al tratamiento.
nudo otros problemas conductuales y/o emocionales, y fre-
cuentemente acaban en servicios psiquiátricos infantiles o de
Objetivos generales del manejo de la usuaria
adultos, así como en servicios de toxicomanías, lo que au-
menta las dificultades para proporcionar los servicios asisten-
de drogas embarazada
ciales. Además de la ausencia de un servicio dedicado a los jó- • Implicar a la paciente.
venes con problemas de abuso de sustancias, está el problema • Mantener el contacto con la paciente.
añadido de «enganchar» a este grupo con los servicios. Existe • Promover la salud y el bienestar de la madre y del feto.
una doble necesidad de romper la barrera «nosotros y ellos» al • Intentar reducir los comportamientos de riesgo (compartir
nivel niño-adulto y paciente-médico. Proporcionar asistencia agujas, prostitución).
es aún más complicado, por la necesidad de tratar cuestiones • Proponer alternativas no inyectables, como la metadona.
de desarrollo, inmadurez emocional y cognitiva y problemas • Si se evalúa la desintoxicación, debe realizarse en el se-
educacionales más que de empleo, así como por la gran im- gundo trimestre.
portancia de los aspectos familiares y de protección del niño. • Proporcionar una buena asistencia psicológica y atención
Estos temas son poco comunes en los servicios de toxicoma- primaria (nutrición).
nías de adultos, lo cual apunta a la necesidad de desarrollar • Vincularse a equipos pediátricos obstétricos a los servicios
nuevas habilidades. Tal servicio debe ser comprehensivo, com- sociales, cuando sea necesario.
petente, centrado en la infancia y legal. La separación de este • Estabilidad social y provisiones para la maternidad.
servicio de aquellos que proveen asistencia a adultos también • Trabajo social/evaluación de la capacidad de maternidad.
ayudaría a impedir a los consumidores de drogas experimen- • Asegurar que se valoran la evaluación del consumo de al-
tados influir sobre consumidores más ingenuos. Fundamental- cohol u otras drogas.
mente, es conveniente realizar una aproximación graduada, ya • Pruebas para la detección de VIH y hepatitis (vacunación
que permitiría la máxima utilidad de los servicios actuales y el cuando sea necesario).
desarrollo centralizado de nuevos servicios. Los servicios ge-
nerales de atención primaria podrían proporcionar una detec- La estabilización de la madre con una droga oral sustitu-
ción rápida con una derivación inicial a los servicios orienta- tiva debe ser siempre el objetivo inicial. Siempre que fuese
dos a la juventud dentro de los departamentos existentes. Más posible, la madre debe ser alentada a la abstinencia previa-
allá de esto, se los podría derivar a servicios regionales espe- mente al parto, efectivamente, esto es lo que la madre y el
cializados y altamente especializados para proporcionarles am- médico desean a menudo. Sin embargo, esta actitud no siem-
bientes seguros, con la opción de rehabilitación residencial y pre es la mejor para la madre y para el niño, y a menudo pue-
comunidades terapéuticas. Una valoración total y precoz será de ser más apropiado mantener a la madre en contacto con
la clave de esta cuestión, siendo tan válido en este contexto el servicios para mantenimiento con bajas dosis. El pronóstico a
historial, el examen y las investigaciones especiales como en largo plazo de mujeres que entran en programas de trata-
cualquier otro campo de la medicina. Este grupo sólo sería ac- miento con metadona estando embarazadas es mejor en
cesible a los proveedores de servicios asistenciales a través de cuanto al embarazo, nacimiento y desarrollo del niño, con in-
la identificación y la valoración tempranas. Una vez integra- dependencia de si continúan o no el consumo ilegal de dro-
dos en el servicio, podrán recibir un amplio abanico de tera- gas (27).
pias posibles, desde el trabajo con familias y la terapia cogni- Aunque no hay una relación clara entre la dosis de meta-
tivo-conductual hasta farmacoterapia y grupos de autoayuda. dona materna y la intensidad de la abstinencia del neonato (o
la probabilidad de experimentarla), la consumidora de opiá-
ceos embarazada debe ser animada a intentar reducir la dosis,
Embarazo
ya que dosis más bajas (15 mg) se asocian probablemente con
El abuso de opiáceos por parte de embarazadas puede una reducción de la gravedad de la abstinencia en el recién
afectar tanto a la madre como al feto, con daños mediatizados nacido. Las benzodiazepinas y los opiáceos son metaboliza-
a través de las consecuencias biopsicosociales del consumo de dos lentamente por el bebé, por lo que la administración pe-
drogas. En aquellas mujeres que utilizan la vía parenteral, la rinatal puede dar como resultado hipotonía y depresión res-
exposición continuada por medio de comportamientos de piratoria. Tanto la dependencia de benzodiazepinas como de
riesgo a toda una variedad de infecciones combinada con la opiáceos en la madre puede asociarse con síndromes de abs-
transmisión vertical hace que la intervención en este grupo ad- tinencia prolongados en el niño, con riesgo de convulsiones.
quiera una importancia capital. La mayor prevalencia de naci- Existen pruebas que sugieren que transferir a la madre emba-
mientos de niños muertos, prematuros, complicaciones prena- razada a un programa de administración de buprenorfina du-
tales, bajo peso al nacer y la abstinencia neonatal se asocia al rante el segundo trimestre se asocia a una menor prevalencia
consumo materno de opiáceos debido a las consecuencias far- de abstinencia neonatal. La metadona no supone una con-
macológicas y al estilo de vida del usuario de drogas. traindicación para amamantar al recién nacido, aunque hay
632 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

mucha variabilidad en las recomendaciones locales. Cuestio- mejor pronóstico (33). Se cree que el tratamiento con meta-
nes como el estado viral y nutricional de la madre también dona ha de continuar al menos 2 años para obtener resulta-
han de tenerse en cuenta para decidir si es apropiada la lac- dos positivos, aunque se pueden observar beneficios en la sa-
tancia. lud más temprano. Generalmente, cuanto mayor es el abani-
co de servicios de tratamiento proporcionado (cuidado de la
salud, terapia familiar, terapia cognitivo-conductual, etc.), me-
Reclusos
jor es el pronóstico (34). Las tasas de abstinencia tras el trata-
Cerca de un tercio de los presos preventivos tienen un miento varían ampliamente, pero del 10 al 40 % de los pa-
problema de abuso y/o dependencia de sustancias, habitual- cientes tratados seguirá abstinente a los 6 meses (35). La ma-
mente de alcohol y opiáceos. El acceso a sustancias ilegales yoría de los que recaen tras el tratamiento lo hacen dentro de
no es impedido por el encarcelamiento, e incluso algunos los 3 a 4 meses desde el alta. Cuanto más grave es la psico-
consumidores pueden incrementar su «hábito» mientras están patología y la dependencia pretratamiento, peor es el pronós-
en prisión. La identificación deficitaria de usuarios en el mo- tico. El suicidio y la sobredosis accidental suponen entre un
mento del ingreso en las prisiones, así como la inadecuación tercio y la mitad de todas las muertes de adictos a opiáceos,
de sus servicios de tratamiento y las disposiciones judiciales y los principales factores de riesgo son el consumo de alco-
para criminales drogodependientes implican que la gran can- hol, el abandono reciente del tratamiento y el aislamiento so-
tidad de necesidades de este grupo continuará desatendida. cial. Un seguimiento a 22 años de 128 heroinómanos reveló
La educación y una buena atención primaria en salud son vi- que 43 murieron (18 por sobredosis), con una mortalidad
tales. El interés reciente en el tratamiento de las drogodepen- anual de entre el 1 y el 2 % y un índice de mortalidad por so-
dencias y las órdenes judiciales de comprobación pueden per- bredosis cercana a 12 (36). Entre los correlatos más fuertes de
mitir a los consumidores dependientes condenados por deli- mortalidad en este grupo se encuentran el nivel de invalidez,
tos de robo recibir una orden judicial de tratamiento en opo- el consumo alto de alcohol, la alta implicación en actividades
sición a una condena de prisión. criminales y el consumo de tabaco.
Los estudios de seguimiento a largo plazo sugieren que el
cese definitivo del consumo de opiáceos es un proceso muy
Pacientes con comorbilidad
lento, que se hace enormemente improbable si los consumi-
Entre los consumidores de opiáceos existe una alta preva- dores continúan consumiendo al finalizar la tercera década de
lencia de comorbilidad con trastornos de personalidad, de- su vida.
presión y trastornos de ansiedad, siendo la gravedad de la pa-
tología premórbida un importante determinante del pronósti-
co (32). Es importante la valoración adecuada y el tratamien- Bibliografía
to de los trastornos depresivos para reducir las tasas de recaí-
da y mantener el compromiso terapéutico, recordando que el 1. Simonato, M. (1996). The neurochemistry of morphine addiction in
suicidio supone un alto porcentaje de muertes entre los con- the neocortex. Trends in Pharmacological Science, 17, 410–15.
sumidores de opiáceos. Nuevamente, el vínculo con los equi- 2. Strang, J., Griffiths, P., and Gossop, M. (1997). Heroin in the United
Kingdom: different forms, different origins, and the relationship to
pos de salud mental adulta es importante. different routes of administration. Drug and Alcohol Review, 16,
329–37.
3. Wolff, K., Farrell, M., Marsden, J., et al. (1999). A review of biological
Adictos VIH-positivos indicators of illicit drug use, practical considerations and clinical
usefulness. Addiction, 94, 1279–98.
Es importante reducir las conductas de alto riesgo en las 4. Blackwell, J. (1983). Drifting, controlling and overcoming: opiate
personas con VIH para limitar la expansión de la enfermedad. users who avoid becoming chronically dependent. Journal of Drug
Debe fomentarse la estabilización con metadona y el aban- Issues, 13, 219–35.
dono de prácticas como la inyección, compartir agujas y el 5. Zinberg, N. (1984). Drug, set and setting: the basis for controlled intoxicant
use. Yale University Press, New Haven, CT.
sexo sin protección. Es importante el vínculo con los servi- 6. Parker, H., Burry, C., and Eggington, R. (1998). New heroin outbreaks
cios médicos y psiquiátricos. amongst young people in England and Wales. Police Research Group,
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7. Crawford, V. (1997). Injecting drug use. Current Opinions in Psychiatry,
■ Pronóstico 10, 215–19.
8. Stimson, G.V. (1995). AIDS and injecting drug use in the UK,
1987–1993: the policy response and the prevention of the epidemic.
El pronóstico de la dependencia de opiáceos no es uni- Social Sciences and Medicine, 41, 699–716.
forme. Se trata de un proceso dinámico con aspectos biopsi- 9. Hunter, G.M., Donoghue, M.C., and Stimpson, G.V. (1995). Crack
use and injection on the increase among injecting drug users in
cosociales. Los principales pronósticos son el nivel individual London. Addiction, 90, 1397–1400.
de consumo de alcohol y drogas, su funcionamiento social y 10. Power, K.G., Markova, I., Rowlands, A., McKee, K.J., Anslow, P.J.,
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Las cifras dependerán de la población específica de consumi- amongst inmates in Scottish prisons. British Journal of Addictions, 87,
35–45.
dores de que se trate y del nivel de intervención que reciban. 11. Fingerhood, M.I., Jasinski, D.R., and Sullivan, J.T. (1993). Prevalence
En cuanto a las muestras que se mantienen con tratamiento, of hepatitis C in a chemically dependent population. Archives of
lo que está claro es que los contactos más largos se asocian a International Medicine, 153, 2025–30.
4.2.3.3. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE ANFETAMINAS Y COCAÍNA 633

12. Best, D., Lehmann, P., Marsden, J., Farrell, M., and Strang, J. (1999). 36. Oppenheimer, E., Tobutt, C., Taylor, C., and Andrew, T. (1994).
Eating too little, smoking and drinking too much; wider lifestyle Death and survival in a cohort of heroin addicts from London
problems among methadone maintenance patients. Addiction Research, clinics: a 22 year follow up study. Addiction, 89, 1229–1308.
6, 489–98.
13. Powis, B., Strang, J., Griffiths, P., et al. (1999). Self reported overdose
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problem. Addiction, 94, 471–8.
14. Gossop, M., Griffiths, P., Powis, B., Williamson, S., and Strang, J.
(1996). Frequency of non-fatal heroin overdose. British Medical
4.2.3.3 Trastornos relacionados
Journal, 313, 402.
15. Rounsaville, B.J., Kosten, T.R., Weissman, M.N., and Kleber, H.D.
con el consumo de anfetaminas
(1986). Prognostic significance of psychopathology in treated opiate
addicts: a 2.5 year follow up study. Archives of General Psychiatry, 43,
y cocaína
739–45.
16. Robins, L.N. and Reiger, D.A. (ed.) (1993). Psychiatric disorders in Nicholas Seivewright
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17. Lloyd, C. (1998). Risk factors for problem drug use: identifying
vulnerable groups. Drugs: Education, Prevention and Policy, 5, 217–32.
18. Hall, W. and Farrell, M. (1997). Comorbidity of mental illness with ■ Introducción
substance misuse. British Journal of Psychiatry, 171, 4–5.
19. Frischer, M., Bloor, M., Goldberg, D., Clark, J., Green, S., and Las anfetaminas y la cocaína son clasificadas como drogas
McKeganey, N. (1993). Mortality among injecting drug users: a
critical reappraisal. Journal of Epidemiology and Community Health, 47,
estimulantes, aunque la distinción entre estimulantes y de-
59–63. presores puede ser criticada en base a que la misma droga
20. Caplehorn, J. and Drummer, O.H. (1999). Mortality associated with puede tener ambos efectos sucesivamente (1). Efectivamente,
New South Wales methadone programs in 1994: lives lost and saved. esto ocurre con las anfetaminas y la cocaína, pero los efectos
Medical Journal of Australia, 170, 104–9.
21. Hammersley, R., Lavelle, T., and Forsythe, G.A. (1990). Buprenorphine
deseados iniciales son el incremento de la energía y la activi-
and temazepam abuse. British Journal of Addictions, 85, 301–33. dad, acompañados de una elevación del estado de ánimo. Es-
22. Ling, W., Charuvastra, C., Collins, J.F., et al. (1998). Buprenorphine tos efectos parecen ser principalmente debidos a la potencia-
maintenance treatment of opiate dependence: a multicentre ción de la transmisión central de la dopamina y la noradre-
randomised clinical trial. Addiction, 93, 475–86.
23. Bearn, J., Gossop, M., and Strang, J. (1996). Randomised double nalina (norepinefrina), con un aumento similar de serotonina,
blind comparison of lofexidine and methadone in the inpatient que tiene un papel menos importante.
treatment of opiate withdrawal. Drug and Alcohol Dependence, 43, Los preparados farmacéuticos de anfetaminas fueron am-
87–91. pliamente utilizados para el tratamiento de la depresión y la
24. Strang, J., Bearn, J., and Gossop, M. (1999). Lofexidine for opiate
detoxification: a review of recent randomised and open controlled obesidad, y hasta la década de 1970 la mayoría abusaba de
trials. American Journal of Addictions, 8, 366–77. este tipo de medicamentos. A partir del incremento del con-
25. Kleber, H.D., Topazian, M., Gaspari, J., et al. (1987). Clonidine and sumo recreativo de las drogas, el preparado de polvos de an-
naltrexone in the opiate treatment of heroin withdrawal. American fetaminas «callejero» (habitualmente conocido como speed o
Journal of Drug and Alcohol Abuse, 13, 1–17.
26. Bearn, J., Gossop, M., and Strang, J. (1999). Rapid opiate whizz) desplazó en gran medida las formas farmacéuticas,
detoxification treatments: a review. Drug and Alcohol Review, 18, para convertirse en una de las drogas de abuso más común en
75–81. muchos países. El polvo es típicamente muy impuro y cons-
27. Department of Health (1999). Drug misuse and dependence: guidelines on tituye una mezcla de grupos de isómeros D y L, siendo la for-
clinical management. HMSO, London.
28. Gossop, M., Marsden, J., Stewart, D., et al. (1997).The NTORS in the ma L relativamente inactiva. En algunos países se encuentra
UK. Six month follow up outcomes. Psychology of Addictive Behaviours, una preparación callejera de metilanfetamina más potente,
11, 324–37. conocida como «ice». El uso de las diversas formas de la dro-
29. Marlatt, G.A. and Gordon, J.R. (ed.) (1985). Relapse prevention: ga puede ser por ingestión oral (directa o en una bebida), es-
maintenance strategies in the treatment of addictive behaviour. Guilford
Press, New York. nifada o inyectada.
30. Prochaska, J.O. and Di Clemente, C.C. (1986). Towards a El arbusto de coca es originario de varios países de Sud-
comprehensive model of change. In Treating addictive behaviours: américa, donde es tradicional masticar la hoja. El consumo
process of change (ed. W.R. Miller and N. Heather). Plenum Press, New
del polvo de cocaína derivado se ha extendido a Estados Uni-
York.
31. Miller, W. and Rollnick, S. (1991). Motivational interviewing. Guilford dos y a otros lugares, también de forma más notable desde la
Press, New York. década de 1970. Los policonsumidores a menudo utilizan el
32. Rounsaville, B.J., Wiseman, M.M., Kleber, H., and Wilber, C. (1982). método de inyectarse el polvo de cocaína, algunas veces
Heterogeneity of psychiatric diagnosis in treated opiate addicts.
Archives of General Psychiatry, 39, 161–6.
acompañado de heroína, pero probablemente el uso más co-
33. Simpson, D., Joe, G., and Brown, B. (1997). Treatment retention and nocido es el esnifado, la imagen del cual se ha convertido en
follow up outcomes in the Drug Abuse Treatment Outcomes Study algo asociado a estilos de vida de ejecutivos de éxito. La co-
(DATOS). Psychology of Addictive Behaviours. 11, 294–307. caína se ha hecho más peligrosa a medida que, en muchos
34. McLellan, A.T., Arndt, I.O., Metzger, D.S., Wood, G.E., and
O’Brien, C.P. (1993). The effects of psychosocial services in substance
países, su consumo se ha transferido gradualmente a la forma
abuse treatment. Journal of the American Medical Association, 269, de «crack», que se fabrica a partir de polvo de hidrocloruro de
1953–96. cocaína mediante un proceso químico simple y que es más
35. McLellan, A.T., Alterman, A.I., Metzger, D., et al. (1994). Similarity potente en cuanto a efectos y síntomas de abstinencia. Fumar
of outcome predictors across opiate, cocaine and alcohol treatments:
role of treatment services. Journal of Consulting and Clinical Psychology,
crack puede producir incrementos muy rápidos en los niveles
62, 1141–58. sanguíneos de la droga, y ésta es la vía de administración ha-
634 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

bitual, aunque es inyectado por vía intravenosa por consumi- do un proceso de tres estadios (2): inicialmente, agitación,
dores habituales de droga. anorexia y craving agudo; en segundo lugar, fatiga excesiva,
De las dos drogas, la cocaína ha sido en general mucho depresión e hiperfagia; finalmente, normalización de la ma-
más investigada que la anfetamina en cuanto a epidemiolo- yoría de las manifestaciones pero regreso del craving cuando
gía, efectos y aproximaciones de tratamiento, mientras que ha éste es precipitado por claves medioambientales. Ésta era la
habido un interés particular por la vinculación entre el con- descripción previa a la escalada del consumo de crack, siendo
sumo de anfetaminas y la psicosis de tipo esquizofrénico. ampliamente aceptado que la depresión, el craving y la agita-
ción son mucho más graves con esta forma de la droga. Aun-
que las claves medioambientales son claramente importantes
■ Manifestaciones clínicas al precipitar el consumo de cualquier droga, parece especial-
mente característico de la cocaína y el crack la existencia de
Los efectos y los síntomas de abstinencia de las anfetami- una poderosa fuente de craving en los reencuentros con si-
nas y la cocaína pueden ser considerados juntos, ya que las tuaciones asociadas al consumo previo (3). La descripción en
formas básicas son equivalentes. Sin embargo, las anfetaminas tres estadios de formas de abstinencia sugiere que este fenó-
inician su acción más lentamente que la cocaína y tienen una meno puede ocurrir después de meses o incluso años de abs-
semivida de eliminación más larga, mientras que el crack es el tinencia.
preparado de cocaína más rápidamente absorbido. Esto no
sólo se refleja en los efectos generalmente más intensos de la
cocaína respecto de las anfetaminas, sino también en las es- ¿Son adictivas las anfetaminas y la cocaína?
calas de tiempo implicadas. Así, un consumidor de anfetami-
nas puede experimentar efectos deseados, efectos mentales no Habitualmente se ha observado que las anfetaminas y la
deseados y signos de abstinencia durante el curso de pocos cocaína no son adictivas o causan dependencia psicológica,
días, mientras que un consumidor de crack puede informar de pero no física. Estas observaciones descansan en la idea según
la misma secuencia en cuestión de horas o incluso menos. la cual la condición de adicción, o dependencia física, re-
Los principales efectos y síntomas de abstinencia de estas dos quiere síntomas de abstinencia corporales visibles, pero las
drogas estimulantes se muestran en la tabla 1. críticas afirman que esta idea no es totalmente adecuada, aho-
Puede verse la lista de efectos desde los deseados a los no ra que ya existe una comprensión de la base neurobiológica
deseados. En general, estas drogas se toman en situaciones en de los estados de abstinencia de drogas. Los sistemas actuales
las que el objetivo es la estimulación, siendo el sueño conside- de clasificación conservan algunas distinciones entre depen-
rado como no deseado y la comida contemplada como un es- dencia física y psicológica y el tema es claramente una cues-
torbo. El estado de ánimo es elevado, pero de forma caracterís- tión de definición y semántica. La credibilidad de la etiqueta
tica progresa hacia la suspicacia, en la que pueden experimen- «no adictivo» se pone ciertamente a prueba cuando los indi-
tarse verdaderos síntomas paranoides. Esto suele ser reconocido viduos se encuentran con que se han estado inyectando an-
por el individuo como indicador de que el episodio de consu- fetaminas 10 veces o más al día durante muchos años, o
mo debería terminar, pero si el consumo persiste los síntomas cuando gastan grandes cantidades de dinero consumiendo
pueden hacerse más graves o puede desarrollarse un estado de crack de manera altamente compulsiva.
más confusión. Después de detener el consumo de drogas, apa-
recen efectos de abstinencia típicos, como estado de ánimo de-
primido, hiperfagia e hipersomnia; no existe consenso en cuan- ■ Clasificación
to a si estas manifestaciones pueden verse mejor como síntomas
de «rebote», un síndrome de abstinencia más real o, simple- La tabla 2 muestra la clasificación de la CIE-10 y el DSM-
mente, es que los consumidores echan en falta dormir y comer, IV para los trastornos que pueden relacionarse con el consu-
tras un período sin ninguna de estas dos cosas. mo de cocaína. En ambos sistemas pueden aplicarse los mis-
Estas manifestaciones de la abstinencia se han delimitado mos diagnósticos para las anfetaminas, situadas en la CIE-10
más claramente en relación con la cocaína. Se ha identifica- dentro de la categoría «otros estimulantes».
Es importante recordar que la lista de diagnósticos de la
CIE-10 es un estándar que puede ser utilizado para todas las
Tabla I. Efectos y síntomas de abstinencia de las anfetaminas sustancias psicoactivas; el segundo dígito del código numéri-
y la cocaína
co cambia simplemente en función de la sustancia y, de esta
Efectos Síntomas de abstinencia forma, la lista en sí no implica que todas esas afecciones pue-
dan ser provocadas por las anfetaminas o la cocaína. La lista
Incremento de la energía Depresión del DSM-IV es algo más específica, en cuanto los diagnósti-
Hiperactividad Irritabilidad cos son seleccionados a partir de una lista general más amplia
Euforia Agitación de trastornos que pueden relacionarse con el abanico de sus-
Reducción del apetito Craving
tancias. De esta manera, la clasificación del DSM-IV recono-
Insomnio Hiperfagia
Síntomas paranoides Hipersomnia ce que la cocaína y las anfetaminas pueden producir estados
Confusión de dependencia y abstinencia, así como psicosis, trastornos
afectivos y otras afecciones. En ambos sistemas hay algunas
4.2.3.3. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE ANFETAMINAS Y COCAÍNA 635

Tabla 2. Clasificación de los trastornos relacionados con la tos van a ser respaldados por una comprobación, pero el his-
cocaína en la CIE-10 y el DSM-IV torial puede no estar disponible en estados psicóticos, por
ejemplo. Por lo tanto, está indicado realizar una comproba-
CIE-10 DSM-IV
ción, aunque puede haber problemas particulares para lograr
F14.0 Intoxicación aguda 292.89 Intoxicación por cocaína el acuerdo. Cuando se obtiene un resultado positivo en un
292.81 Delirium por intoxica- paciente con alguna alteración psiquiátrica, es importante
ción por cocaína comprender que el consumo de drogas puede ser incidental,
F14.1 Consumo perjudicial 305.60 Abuso de cocaína más que necesariamente causal (5).
F14.2 Síndrome de dependencia 304.20 Dependencia de cocaína
F14.3 Síndrome de abstinencia 292.0 Abstinencia de cocaína
F14.4 Síndrome de abstinencia
F14.4 con delirium ■ Epidemiología
F14.5 Trastorno psicótico 292.11 Trastorno psicótico indu-
cido por cocaína con En la mayoría de los países, el uso de drogas ilegales es
ideas delirantes más común entre los jóvenes, varones, con bajo estatus so-
292.12 Trastorno psicótico indu- cioeconómico y residentes en áreas con altas tasas de otros
cido por cocaína con alu- problemas sociales. Esto se refleja en general en el consumo
cinaciones
292.84 Trastorno del estado de
de estimulantes, aunque entre las drogas de abuso, el consu-
ánimo inducido por co- mo de cocaína se ha expandido de forma excepcional entre
caína individuos más acomodados económicamente. Con la dismi-
292.89 Trastorno de ansiedad nución general del consumo de cocaína esnifada en este gru-
inducido por cocaína po, la transición a la forma crack parece haber puesto a la co-
292.89 Trastorno sexual indu- caína más al nivel de otras drogas en cuanto a las característi-
cido por cocaína
cas generales de los consumidores.
292.89 Trastorno del sueño in-
ducido por cocaína La mayor epidemia de consumo de cocaína fuera de Sud-
F14.6 Síndrome amnésico américa se ha producido en Estados Unidos, donde se alcan-
F14.7 Trastorno psicótico zó un pico a mediados de la década de 1980 (6, 7). Los segui-
residual y de comienzo mientos de familias en ese tiempo estimaron que aproximada-
tardío mente un décimo de la población había utilizado la droga; el
mismo método epidemiológico ha encontrado un declive ge-
neral posterior en el consumo ocasional, pero un incremento
en el consumo más dependiente de crack. El consumo de co-
subcategorías más específicas, como intoxicación con altera- caína en otros países no parece haberse extendido tan amplia-
ciones perceptivas, y categorías para «otras» afecciones rela- mente como fue anunciado por la experiencia en Estados Uni-
cionadas con sustancias o «no especificadas». dos. En Australia, la prevalencia del consumo de cocaína en la
población ha permanecido alrededor del 2 %, la mayor parte
entre policonsumidores de los suburbios de las ciudades (8),
■ Diagnóstico siendo las cifras similares en el Reino Unido. Entre otros fac-
tores, se considera que un rápido aumento en los problemas
El consumo de anfetaminas o cocaína puede detectarse por cocaína es relativamente improbable en países donde exis-
por el análisis toxicológico de una muestra de orina. Las prue- te una fácil disponibilidad establecida de anfetamina, ya que
bas de laboratorio son la opción habitual, aunque también es- es una droga similar y generalmente más barata.
tán disponibles equipos de detección instantánea de alta es- Incluso en áreas donde se sabe que el consumo de esti-
pecificidad y sensibilidad. Debe enfatizarse la importancia de mulantes es común, los consumidores tienden a presentarse
las pruebas de orina como un procedimiento sencillo para de forma relativamente poco frecuente a los servicios de tra-
emplear, en cualquier situación, en casos en que se sospecha tamiento. Esto se relaciona con la prioridad que generalmen-
que hay consumo de drogas, ya que, sorprendentemente, és- te se le da a los que abusan de opiáceos y a los que están en
tas son a menudo obviadas. Sin embargo, una limitación de tratamiento con metadona. Ésta es una importante cuestión
este método es que la mayoría de las drogas de abuso sólo para los planificadores de servicios asistenciales, y también
permanecen detectables en la orina durante unos pocos días debe tenerse en cuenta que las estadísticas de tratamiento
como máximo, siendo la semivida de la cocaína de sólo 24 h. siempre infraestimarán de forma particular los problemas con
En contraste, la mayoría de las drogas permanece en un ca- los estimulantes. En el Reino Unido, se presentan regular-
bello tanto tiempo como éste está presente. Aunque el méto- mente a los servicios asistenciales los individuos que utilizan
do de análisis del cabello posee la ventaja de que el consumo anfetaminas y cocaína como drogas secundarias, más que
de drogas puede ser detectado durante el período en que el como principales drogas de referencia. Por lo tanto, estas es-
pelo ha crecido, aún no ha sido incorporado a la práctica clí- tadísticas sobreestiman sucesivamente el policonsumo de dro-
nica sistemática (4). gas, aunque está claro desde cualquier fuente que los consu-
Por supuesto, los autoinformes del consumo de drogas midores de estimulantes toman habitualmente otras drogas,
son a menudo fiables, especialmente cuando se sabe que és- especialmente sedantes de varios tipos, para aliviar los sínto-
636 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

mas de abstinencia (v. más adelante la sección de evolución y Pronóstico


pronóstico).
La bibliografía sobre el abuso de drogas en general sugie-
re que el consumo de estimulantes tiene más probabilidades
■ Etiología de progresar y hacerse problemático en individuos con difi-
cultades sociales o personales asociadas, o trastornos psiquiá-
Comúnmente, en la etiología del abuso de cocaína y an- tricos, incluyendo los trastornos de personalidad (9). Algunas
fetaminas se encuentran los mismos factores familiares, socia- conclusiones de estudios sobre tratamientos del abuso de co-
les y psicológicos que en otras formas de abuso de drogas. En caína sugieren que el pronóstico puede ser mejor en mujeres
general, aproximadamente de dos tercios a tres cuartos de to- (12) o cuando «otra persona significativa» participa en el tra-
xicómanos tienen un trastorno de personalidad subyacente tamiento (13).
(9), normalmente de tipo antisocial, pero se ha encontrado
que la cifra es algo más baja para los que abusan de estimu-
lantes que para los dependientes de opiáceos (10). Estas cifras Complicaciones
pueden ser, parcialmente, determinadas por la metodología
empleada en la evaluación en relación con la dificultad de Muchas de las complicaciones del abuso de cocaína y an-
distinguir características de personalidad verdaderas de con- fetaminas son complicaciones del abuso de drogas en general,
ductas inherentes a la actividad de los consumidores alta- incluso las relacionadas con el hecho de inyectarse. La gama
mente dependientes, pero, probablemente, también es un re- comprende declive físico general, pérdida de peso, problemas
flejo del consumo de drogas estimulantes por una población dentales, complicaciones infecciosas, que varían desde absce-
generalmente más amplia. sos a hepatitis e infección por el virus de inmunodeficiencia
humana (VIH), crecimiento fetal reducido durante la gesta-
ción, alteraciones del humor y varios problemas sociales. Las
■ Evolución y pronóstico complicaciones en las siguientes áreas son algo más específi-
cas del abuso de estimulantes:
Evolución
• Cardiovasculares: hipertensión, arritmias, infarto de mio-
El abuso de la cocaína y anfetaminas es por nauraleza cardio, accidente vascular cerebral.
recreativo, en mayor proporción que el abuso de opiáceos, • Obstétricas: parto prematuro, rotura de placenta.
con pocas complicaciones significativas. Se supone que la • Psiquiátricas: ansiedad, depresión, comportamientos agre-
gran mayoría de aquellos identificados en los seguimientos sivos, psicosis.
de escolares y adolescentes como que han utilizado esti-
mulantes simplemente los abandonarán a su debido tiem- Los problemas cardiovasculares se relacionan con un in-
po, aunque hay pocos datos sistemáticos disponibles. Las cremento de la secreción de catecolaminas producido por los
complicaciones y el acceso a los servicios de tratamiento estimulantes, y se han visto altas prevalencias en la epidemia
son más probables cuando hay un consumo dependiente y de consumo de cocaína de Estados Unidos (14). En las com-
puede haber contacto psiquiátrico en episodios de psicosis. plicaciones obstétricas es difícil separar los efectos de las dro-
Una proporción muy pequeña de los que se inyectan an- gas de otros factores de riesgo, como una mala dieta, fumar o
fetaminas progresan al consumo diario en altas dosis, condiciones sociales adversas, pero parece haber un vínculo
mientras que el consumo alto de cocaína parece ser menos particular entre los estimulantes y la rotura de placenta (15).
sostenible y es, por lo tanto, normalmente periódico por También hay varios trastornos psiquiátricos particularmente
naturaleza. asociados con el abuso de cocaína o anfetaminas.
La ansiedad es común en relación con la agitación pro-
ducida por las drogas, mientras que la depresión es un sínto-
Consumo de otras drogas ma de abstinencia clásico. Una evaluación de la verdadera sig-
nificación de estas manifestaciones requiere, por lo tanto, la
Después de ser estimulados con anfetaminas o cocaína, abstinencia de drogas, aunque en presentaciones agudas am-
muchos individuos utilizarán drogas sedantes, como el al- bas pueden ser extremadamente molestas, y requieren a me-
cohol, las benzodiazepinas o el Cannabis para «bajar» sus nudo tratamientos farmacológicos (v. más adelante). La con-
efectos. Se está utilizando de manera creciente la heroína ducta agresiva puede ser debida a un trastorno de personali-
para este propósito, algunas veces hasta el punto de que el dad subyacente, pero también es característica de la abstinen-
individuo se hace dependiente de los opiáceos e incluso re- cia de la cocaína crack, cuando se experimenta un intenso cra-
quiere tratamiento con metadona. El consumo de cocaína en ving. La psicosis es una complicación tan conocida del abuso
particular se observa habitualmente como forma secundaria de estimulantes, que un posible problema es el del sobre-
del abuso de drogas en pacientes que reciben metadona (11); diagnóstico (5). La psicosis producida por anfetaminas nor-
algunos individuos, cuando se establece el tratamiento, pa- malmente dura más que la producida por cocaína, pero en
recen cambiar su droga ilegal preferida, la heroína, por la ambos casos puede esperarse que los síntomas disminuyan si
cocaína. cesa el consumo de la droga. Por lo tanto, un diagnóstico de
4.2.3.3. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE ANFETAMINAS Y COCAÍNA 637

psicosis inducida por tóxicos es discutible si los síntomas psi- to anti-craving y a su buena aceptabilidad. El ingreso de pa-
cóticos definidos persisten cuando las pruebas de detección cientes es requerido de forma relativamente frecuente en casos
por la orina son negativas, aunque no hay consenso en cuan- en los que no hay ninguna medida a largo plazo que pueda
to al estadio en que se necesita hacer un diagnóstico alterna- crear un impacto significativo entre las crisis agudas. La posi-
tivo, como el de esquizofrenia (16). bilidad de una prescripción sustitutiva para el abuso de esti-
mulantes es muy polémica y algunos servicios ven que la de-
xanfetamina oral puede ser usada por los consumidores alta-
■ Tratamiento mente dependientes de anfetaminas que experimentan proble-
mas extremos debidos al método inyectado (19).
Pruebas
Psicosis inducida por drogas
Hay pocas pruebas que apoyen cualquier tratamiento es-
pecífico para el abuso de cocaína y anfetaminas. La mayoría Los dos aspectos del manejo de esta complicación son el
de los estudios provienen de Estados Unidos y se refieren a la tratamiento de síntomas psicóticos y el abandono de la dro-
cocaína; muchos de ellos investigan medicamentos que pue- ga que es considerada la causa de dichos síntomas. Lo último
dan aliviar los síntomas de abstinencia (6, 7). Se han encon- puede ser muy problemático excepto en pacientes ingresados,
trado algunos hallazgos positivos, principalmente de estudios y ni siquiera entonces está garantizado. En la práctica, son ha-
no controlados, relacionados con el uso de los agentes dopa- bituales los estados «semipsicóticos» en curso en individuos
minérgicos bromocriptina y amantadina, así como de la fluo- que no han abandonado completamente el consumo de dro-
xetina y otros medicamentos. El más estudiado ha sido la gas, y el tratamiento puede tener que ser intentado en estas
desipramina, para la que el metaanálisis indica algún benefi- circunstancias. El uso de medicamentos antipsicóticos no di-
cio en la promoción de la abstinencia de la cocaína (17). Los fiere significativamente del utilizado en psicosis no produci-
programas con pacientes internos y los tratamientos psicoló- das por drogas.
gicos representan básicamente modificaciones de las aproxi-
maciones utilizadas en todas las formas de abuso de drogas.
■ Prevención
Manejo La prevención del abuso de drogas está fuera del dominio
clínico, en las áreas de educación y aplicación de leyes. La in-
Enfrentados con las graves limitaciones en el tratamiento vestigación clínica experimental está actualmente orientada al
de estas formas de abuso de drogas con alta morbilidad y desarrollo de una vacuna con la cual la exposición limitada
mortalidad, los servicios toxicológicos han tenido que consi- produce anticuerpos anticocaína, que posteriormente blo-
derar de qué mejor manera conseguir algunos beneficios en quean los efectos de la droga (20).
términos de manejo práctico (18). Los factores que parecen
importantes en esta provisión son:
Bibliografía
• Programas específicos de información.
• Aproximaciones de reducción del daño. 1. Nutt, D.J. (1996). Addiction: brain mechanisms and their treatment
• Respuesta rápida cuando sea necesario. implications. Lancet, 347, 31–6.
2. Gawin, F.H. and Kleber, H.D. (1986). Abstinence symptomatology
• Uso dirigido de tratamientos farmacológicos.
and psychiatric diagnoses in cocaine abusers: clinical observations.
• Ingreso en casos graves. Archives of General Psychiatry, 43, 107–13.
3. Weddington, W.W., Brown, B.S., Haertzen, C.A., et al. (1990). Changes
Implicar a la totalidad de los consumidores de estimulan- in mood, craving, and sleep during short-term abstinence reported by
male cocaine addicts. Archives of General Psychiatry, 47, 861–8.
tes puede requerir una intervención informativa específica di-
4. McPhillips, M.A., Strang, J., and Barnes, T.R.E. (1998). Hair analysis.
rigida a grupos subculturales en los que el consumo es habi- New laboratory ability to test for substance use. British Journal of
tual. Deben ofrecerse medidas básicas de reducción del daño, Psychiatry, 173, 287–90.
que incluyan información sobre drogas, educación sobre ries- 5. Poole, R. and Brabbins, C. (1996). Drug induced psychosis. British
Journal of Psychiatry, 168, 135–8.
gos en la salud, consejo para reducir el daño en las prácticas 6. Withers, N.W., Pulvirenti, L., Koob, G.F., and Gillin, J.C. (1995).
de inyección y provisión de equipos de inyección limpios. El Cocaine abuse and dependence. Journal of Clinical Psychopharmacology,
consejo (counselling), de apoyo o de tipo más conductual, pue- 15, 63–78.
de ser proporcionado por varios tipos de instituciones. 7. Nathan, K.I., Bresnick, W.H., and Batki, S.L. (1998). Cocaine abuse
and dependence. Approaches to management. CNS Drugs, 10,
La naturaleza periódica de los problemas con los estimu- 43–59.
lantes implica que una respuesta rápida puede ser importante, 8. Hando, J., Flaherty, B., and Rutter, S. (1997). An Australian profile
por ejemplo, en estados de abstinencia aguda de crack o alte- on the use of cocaine. Addiction, 92, 173–82.
ración psiquiátrica. El uso de tranquilizantes y medicamentos 9. Seivewright, N. and Daly, C. (1997). Personality disorder and drug
use: a review. Drug and Alcohol Review, 16, 235–50.
antipsicóticos puede ser necesario para algunas manifestacio- 10. Verheul, R., van den Brink, W., and Hartgers, C. (1995). Prevalence
nes, mientras que la fluoxetina parece ser de forma creciente of personality disorders among alcoholics and drug addicts: an
la favorita sobre otros antidepresivos, gracias a un posible efec- overview. European Addiction Research, 1, 166–77.
638 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

11. Rawson, R.A., McCann, M.J., Hasson, A.J., and Ling, W. (1994). sugerido que muchas de las drogas ilegales con nombres no
Cocaine abuse among methadone maintenance patients: are there conocidos (polvo, nube, THC, líquido embalsamado, entre
effective treatment strategies? Journal of Psychoactive Drugs, 26,
129–36. otros) deberían considerarse fenciclidina hasta que se de-
12. Kosten, T.A., Gawin, F.H., Kosten, T.R., and Rounsaville, B.J. (1993). muestre lo contrario.
Gender differences in cocaine use and treatment response. Journal of
Substance Abuse Treatment, 10, 63–6.
13. Higgins, St., Budney, A.J., Bickel, W.K., and Badger, M.S. (1994).
Participation of significant others in outpatient behavioural treatment Efectos fisiológicos agudos
predicts greater cocaine abstinence. American Journal of Drug and
Alcohol Abuse, 20, 47–56. La droga tiene un comienzo retardado de su actividad
14. Galanter, M., Egelko, S., De Leon, G., Rohrs, C., and Franco, H.
(1992). Crack cocaine abusers in the general hospital: assessment and
cuando se consume oralmente. Tal como ocurre con la ma-
initiation of care. American Journal of Psychiatry, 149, 810–15. yoría de los alucinógenos, la fenciclidina requiere dosis en
15. Hulse, G.K., Milne, G., English, D.R., and Holman, C.D.J. (1997). miligramos para ser efectiva, un factor que facilita la identifi-
Assessing the relationship between maternal cocaine use and abruptio cación toxicológica. Cuando es fumada, el inicio de sus efec-
placentae. Addiction, 92, 1547–51.
16. Flaum, M. and Schultz, S.K. (1996). When does amphetamine-
tos principales se produce de forma inmediata. La droga ac-
induced psychosis become schizophrenia? American Journal of túa directamente e indirectamente sobre diversos receptores.
Psychiatry, 153, 812–15. Tiene una afinidad particular por el receptor opioide y, de
17. Levin, F.R. and Lehman, A.F. (1991). Meta-analysis of desipramine as una forma no competitiva, bloquea el receptor del aminoáci-
an adjunct in the treatment of cocaine addiction. Journal of Clinical
Psychopharmacology, 11, 371–8.
do excitatorio N-metil-D-aspartato. Otros efectos están me-
18. Seivewright, N. (1999). Treatment of non-opiate misuse. In diatizados indirectamente por la liberación de catecolaminas,
Community treatment of drug misuse: more than methadone, Chapter 4. la estimulación colinérgica y los receptores serotoninérgicos.
Cambridge University Press. El DSM-IV incluye en su lista de criterios para la intoxi-
19. Bradbeer, T.M., Fleming, P.M., Charlton, P., and Crichton, J.S.
(1998). Survey of amphetamine prescribing in England and Wales.
cación con fenciclidina los siguientes: inicio agudo de agita-
Drug and Alcohol Review, 17, 299–304. ción, beligerancia, juicio alterado, nistagmo, hiperacusia, ta-
20. Fox, B.S. (1997). Development of a therapeutic vaccine for the quicardia, disminución de la sensibilidad, ataxia, disartria, ri-
treatment of cocaine addiction. Drug and Alcohol Dependence, 48, 153-8. gidez, salivación, epilepsia y coma. Parece claro, según este
desalentador inventario, que es probable que la alteración del
juicio esté presente previamente en aquellas personas que eli-
gen esta droga para su abuso.
4.2.3.4 Trastornos relacionados
con el consumo de fenciclidina Efectos secundarios
y alucinógenos
La fenciclidina no sólo afecta a los adultos, sino que cau-
Henry David Abraham sa daños al feto atravesando la placenta y también a los ni-
ños, por transmisión a través de la leche materna. En el me-
conio de los niños puede detectarse el consumo de la droga
■ Fenciclidina en las mujeres embarazadas (3). La exposición in utero a la fen-
ciclidina está asociada con una reducción del crecimiento fetal,
Introducción la posibilidad de parto prematuro y largas estancias hospita-
larias (4). Entre las consecuencias neurológicas que se derivan
La fenciclidina («polvo de ángel») es uno de los tipos de de su uso se encuentran déficit atencional, hipertonía y dis-
anestésicos disociativos de la arilciclohexilamina, junto con minución de los reflejos neonatales (5). Los estudios in vitro
ketamina (v. cap. 4.2.3.6). Su máximo consumo se produjo en han demostrado que la fenciclidina causa una inhibición en
Estados Unidos, en Nueva York y en San Francisco, durante el crecimiento axonal, degeneración y muerte de las neuronas
la década de 1960, pero su uso decreció cuando se hicieron corticales del cerebro del feto humano (6).
manifiestas las complicaciones impredecibles y adversas que Los efectos fisiopatológicos de la fenciclidina en adultos
producía (1). son la aparición de hipertensión, hipertermia, opistotonos,
arritmia cardíaca, epilepsia y accidente vascular. La fenciclidi-
na es capaz de provocar una agitación muscular extrema. Se
Epidemiología encontró que este aumento de la actividad muscular es la cau-
sa de rabdomiólisis y de insuficiencia renal secundaria, que se
Aunque se hace uso de la droga no adulterada, la fenci- observa en el 2,5 % de los consumidores (7). Entre los efec-
clidina es con frecuencia mezclada con LSD o con Cannabis. tos psiquiátricos que se enumeran en el DSM-IV se destacan:
La droga puede ingerirse o inyectarse, aunque suele fumarse intoxicación, delirio, trastornos psicóticos, trastornos del es-
o esnifarse. Los datos sugieren que se consume más en Esta- tado de ánimo y de ansiedad inducidos por fenciclidina, y de-
dos Unidos que en Europa (2). Su tráfico se produce bajo una pendencia y abuso de la fenciclidina. Un criterio para el
lista amplia y variada de nombres lo que, posiblemente, re- diagnóstico es la aparición del trastorno después de un mes
fleja la heterogeneidad de sus efectos psicobiológicos. Se ha de consumo de la droga. Estos efectos han sido referidos
4.2.3.4. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE FENCICLIDINA Y ALUCINÓGENOS 639

como anécdotas, excepto la psicosis y el delirio por fencicli- Trastorno psicótico inducido por fenciclidina
dina, que son una característica clínica sustancial.
El delirio por fenciclidina puede estar inmerso en una psi-
cosis crónica secundaria a la fenciclidina, que se diferencia con
Delirio por fenciclidina dificultad de la esquizofrenia. De forma alternativa, el delirio
puede desaparecer para ser sustituido por un inicio insidioso de
Del mismo modo que sucede con la intoxicación aguda trastorno psicótico posfenciclidina. Dado que la psicosis por
debida a otros alucinógenos, el delirio por fenciclidina está fenciclidina presenta tanto síntomas esquizofrénicos positivos
comúnmente asociado con alteraciones neurológicas. Puede (p. ej., alucinaciones y paranoia) como negativos (p. ej., apla-
observarse todo un conjunto de síntomas que son depen- namiento afectivo o retardo psicomotor), la droga se ha consi-
dientes de la dosis (8). Los síntomas psiquiátricos se presen- derado un modelo molecular de la esquizofrenia (10).
tan tempranamente tras el uso de la droga, mientras que el es- Algunas características de la psicosis por fenciclidina, de-
tupor o el coma se producen después. En breve, después de nominadas anormalidades neurológicas, síntomas de grave-
la utilización de la droga, los pacientes se presentan confusos dad relacionados con la dosis y regularidad en el curso de la
y atáxicos. Se ha descrito la presencia de analgesia en los de- enfermedad, no se han descrito en otras drogas psicodélicas,
dos de las manos y de los pies. Puede generar alucinaciones hecho que ha derivado en la creencia de que la psicosis por
complejas parecidas a las que se observan tras intoxicación fenciclidina es más un efecto tóxico de la droga que una en-
con LSD. Es importante diferenciar las dos drogas en los ca- fermedad. Se han descrito cuatro tipos de agentes que pueden
sos de emergencia, puesto que los neurolépticos de alta po- ayudar en la psicosis por fenciclidina. Éstos son las benzo-
tencia, que resultan útiles en la intoxicación por fenciclidina, diazepinas, los neurolépticos, los inhibidores de la acetilcoli-
pueden exacerbar los efectos del LSD, mientras que la utiliza- nesterasa, como la fisostigmina, y los depresores de las cate-
ción de benzodiazepinas, que son útiles para la toxicidad agu- colaminas, como la reserpina. Otras consideraciones de trata-
da por LSD, puede resultar agresiva para el paciente con fen- miento son las mismas que para el delirio por fenciclidina. El
ciclidina. Igual que ocurre con el LSD, la fenciclidina se iden- pronóstico a largo plazo de este trastorno suele ser malo, de
tifica rápido en el cribado toxicológico habitual de sangre y acuerdo con los datos de 10 años de seguimiento de estos pa-
orina, aunque esos datos, a veces, no se consiguen con facili- cientes (11).
dad. Una técnica alternativa rápida para diferenciar las dos
drogas es el signo de la palma. El examinador extiende la pal-
ma de la mano y pide al paciente que describa los nombres Abuso de fenciclidina, dependencia
de todos los colores que ve en ella. El paciente típico que ha y trastorno mental orgánico
tomado LSD responde sin vacilación que está viendo múlti-
ples colores e imágenes. El paciente con fenciclidina simple- Los monos Rhesus se autoadministran fenciclidina de una
mente acomete contra la mano. Se requiere destreza por par- forma dependiente de la dosis (12), lo que sugiere que el abu-
te del examinador, dado que la agresividad que se produce en so repetido en humanos puede estar asociado con una de-
el delirio por fenciclidina es un trastorno especialmente peli- pendencia psicofisiológica. Ello es fácilmente relacionable
groso. El espectro de violencia incluye tanto el suicidio como con el deterioro en las funciones sociales y laborales que es
el homicidio (9). La técnica de hacer callar (talking down) a los característico de otras formas de adicción. Dados sus amplios
pacientes con intoxicación aguda está contraindicada. Deben efectos neuropsicológicos, cualquier uso intencionado de fen-
minimizarse los estímulos ambientales, y proporcionar al pa- ciclidina puede considerarse desadaptativo. Resulta indicado
ciente una supervisión protectora. La utilización de conten- el tratamiento a largo plazo de los pacientes habituados. Los
ciones físicas está relativamente contraindicada por la posibi- aspectos que deben manejarse en el proceso son la labilidad
lidad de rabdomiólisis. emocional, déficit cognitivos, depresión y posibles efectos de
Los tratamientos específicos implican la administración abstinencia a la fenciclidina. Muchos de los tratamientos apli-
de naloxona intravenosa por la posibilidad de sobredosis, car- cables a los pacientes adictos a los opioides, el alcohol y la
bón activado para enlentecer la absorción gastrointestinal cocaína son aplicables también a esta población. Diversos as-
posterior y la acidificación de la orina del paciente con vita- pectos del tratamiento del paciente que consume fenciclidina
mina C, cloruro de amonio, zumo de arándanos, o una com- se derivan de otros tratamientos más convencionales. La tría-
binación de los tres. Una vez que se ha acidificado la orina, da de confusión, deterioro de las funciones cognitivas y agre-
puede inducirse diuresis con furosemida. Puede estar indica- sividad, señala la presencia de un trastorno mental orgánico
da la utilización de antihipertensivos para controlar la presión asociado con el uso de fenciclidina. La reducción de las fun-
arterial. Para la agitación, están indicados los neurolépticos de ciones cognitivas es una barrera para la recuperación, que
alta potencia o los barbitúricos. La fenciclidina tiene efectos debe tenerse en cuenta para elaborar un plan prospectivo de
mixtos agonistas y antagonistas de los receptores colinérgicos. tratamiento. La evaluación neuropsicológica es útil en estos
Los fármacos anticolinérgicos pueden precipitar una reacción casos. En segundo lugar, existen fuertes indicios de que la
sinérgica con la fenciclidina empeorando el delirio. Por lo fenciclidina es almacenada en los individuos obesos durante
tanto, deben eliminarse los neurolépticos de baja potencia, largos periodos de tiempo (13). Los programas orientados a
los antidepresivos tricíclicos y los fármacos antiparkinsonia- producir una reducción de peso contribuyen a liberar la fen-
nos anticolinérgicos. ciclidina acumulada en la sangre y en el cerebro.
640 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

■ Alucinógenos 40

de informes favorables
Número total
Introducción
20
Las drogas alucinógenas están tipificadas como agentes
que alteran la percepción y el humor sin producir desorien-
tación. Se conocen desde hace miles de años y han sido uti-
lizadas con objetivos que oscilan entre los mágico y lo médi- 0
co. Los antropólogos remontan la utilización de alucinógenos
a la Europa del paleolítico, aunque el 80 % de las plantas alu-
cinógenas se encontraron en el Nuevo Mundo. Galeno (130-

de informes adversos
200 a.C) escribió sobre la costumbre de ofrecer, a los invita- –20

Número total
dos a comer, semillas de cáñamo para promover las activida-
des de la tarde. El cornezuelo o seta del centeno Claviceps pur-
purea infectó los campos de Francia en el siglo X y acabó con –40
40.000 vidas. A pesar de la calamidad, el cornezuelo continuó
siendo utilizado por las comadronas en la Europa medieval.
Albert Hofmann, buscando un derivado del cornezuelo be-
nigno para el uso en los partos, sintetizó en 1938 la dietila- –60
mida del ácido lisérgico (LSD-25). 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995
Año
Cinco años más tarde, él mismo ingirió accidentalmente
una pequeña cantidad de la droga, intoxicándose y presen- Figura I. Problemas científicos con el LSD en el Index Medi-
tando un estado como de sueño, en el que experimentó una cus entre 1960 y 1994. A cada estudio humano sobre LSD se
tormenta ininterrumpida de imágenes en movimiento antes le asignó una puntuación de +1 para los hallazgos favorables
de cerrar los ojos. Tres días más tarde, ingirió intencionada- (barras superiores) y de –1 para los hallazgos adversos (barras
mente 250 µg de LSD en un intento de tomar notas acerca de sombreadas inferiores), cuando fue posible establecer una pun-
la experiencia. A los veinte minutos posteriores a la ingestión tuación. La curva no mide un índice quimioterapéutico de los
escribió en el diario de su laboratorio: «empezando discine- beneficios y los riesgos del LSD, sino la tendencia de la inves-
sia, sintiendo ansiedad, distorsiones visuales, síntomas de pa- tigación, que refleja un fuerte período-cohorte, efecto de la
rálisis, ganas de reír…» Hasta este punto, el diario de Hof- actividad científica.
mann estaba en blanco. Posteriormente recordó visiones y
nociones que creyó que estaban anticipando su locura.
En 1947 Stoll, en Suiza, publicó el primer uso experi- jas concentraciones entre innumerables congéneres psicoacti-
mental del LSD en psiquiatría, que fue seguido por el de San- vos, mientras que las preparaciones de laboratorio son ase-
dinson y Elkes en Inglaterra, Cohen y Eisner en Estados Uni- quibles en elevadas concentraciones y en forma pura. Este
dos, Leuner en Alemania y Grof en Checoslovaquia. Duran- factor, junto con su potencia psicoactiva en cantidades de mi-
te una década, la droga pasó de los científicos a los clínicos, crogramos y junto con la facilidad con que esta clase de dro-
al clero, a los profesores curiosos y a un amplio número de gas puede sintetizarse, transportarse y venderse, explican que
estudiantes de ambos lados del Atlántico. Los investigadores perduren como sustancias susceptibles de abuso.
militares de Estados Unidos administraron la droga clandesti-
namente a sus reclutas. A finales de la década de 1960 el LSD
y el Cannabis abrieron el camino hacia una forma de droga- Preparaciones de la droga
dicción pandémica, particularmente entre los jóvenes. La fi-
gura 1 ilustra las publicaciones científicas positivas y negati- Aunque Hofmann describió 11 tipos de compuestos alu-
vas sobre el LSD entre 1960 y 1995. En la década de 1960, el cinógenos que pueden aislarse en la botánica, lo cierto es que
LSD tenía para la mayoría una fama positiva como herra- el LSD es el alucinógeno de abuso más común (14). Recien-
mienta para el estudio y el tratamiento de las enfermedades temente se ha demostrado que el receptor serotoninérgico 2A
psiquiátricas. Desde 1968 en adelante, los informes adversos tiene un ligamen estrecho con las drogas alucinógenas, y és-
sobrepasaron a los aspectos positivos, ilustrando el axioma tas actúan como agonistas parciales (15). El LSD es psicoati-
que se ha revisado múltiples veces a través de la historia, de vo en gotas o en polvo. La droga se disuelve fácilmente en
que los nuevos descubrimientos a veces se viven con dema- una disolución acuosa. Las gotas de la droga se colocan sobre
siado entusiasmo y éste sólo se calma cuando el tiempo obli- terrones de azúcar o papel secante pintado con figuras colo-
ga a su reconsideración. La reconsideración del LSD se basó readas que señalan la localización de la droga. Se distribuyen
en el hecho de que con la síntesis de drogas alucinógenas de las láminas de papel y se ingieren las figuras. No es necesaria
alta potencia, como los sustitutos de índole y las alquilami- la inyección y, por lo tanto, se utiliza pocas veces como for-
nas, se cruzó la línea divisoria entre las formas botánicas de ma de administración. Las dosis normalmente oscilan entre
los alucinógenos y aquellas que se sintetizan exclusivamente 25 y 100 µg. Un viaje alucinógeno puede producirse tras
en el laboratorio. Las primeras existen en la naturaleza en ba- 75 µg. Otros alucinógenos, como la dimetiltriptamina, pue-
4.2.3.4. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE FENCICLIDINA Y ALUCINÓGENOS 641

den inyectarse. Entre los alucinógenos botánicos comunes se trol cognitivo, perceptivo y afectivo en algunos consumidores
encuentran los hongos y las angiospermas (flower-bearing puede llevar a la angustia, convirtiendo los resultados en lo
plants), de los cuales se reconocen aproximadamente 100 que que se denomina un «mal viaje». Cuando esos efectos dismi-
poseen propiedades alucinógenas. La ibogaína es un derivado nuyen, pueden ser sustituidos por una sensación oceánica de
de la raíz de la planta Tabernanthe iboga, cultivada en Gabón, bienestar o por paranoia.
que se come en ritos de pasaje. La mescalina (trimetoxifenile-
tilamina) es un alucinógeno predominante del cactus Lopho-
phora williamsii de América del Sur. Se cortan tiras de cactus de Efectos adversos
la planta, se secan y se comen. Las setas alucinógenas contie-
nen psilocibina y psilocina, que son congéneres fosforilados e Las reacciones adversas a los alucinógenos comprenden
hidroxilados de la dimetiltriptamina. Las setas se ingieren por las reacciones de angustia asociadas con los malos viajes, el
su efecto, o se prepara con ellas un brebaje. No todos los con- trastorno perceptivo persistente por alucinógenos y la psico-
sumidores responden de la misma forma. El psicólogo ameri- sis prolongada.
cano William James escribió su experiencia tomando diversas
docenas de setas alucinógenas, y únicamente experimentó do-
Reacción de pánico
lor de cabeza. Shulgin ha sintetizado y probado 179 feniletila-
minas con propiedades alucinógenas. Sus efectos sobre el cere- El pánico puede aparecer durante la experiencia aguda de
bro humano son complejos y en general desconocidos. la droga. Se caracteriza por una ansiedad que va aumentando
y que se acompaña de activación (arousal) autónoma en el
contexto del torrente de emociones e imágenes. La midriasis
Epidemiología es mayor que la observada en el pánico no inducido por la
droga. Aunque algunos intervencionistas inexpertos han
Datos recientes de Estados Unidos y Europa indican que aconsejado el tratamiento del pánico a través de «hablar y
el uso de alucinógenos está aumentando. Johnson y cols. (2), calmar a la víctima», el uso de benzodiazepinas, como 20 mg
por ejemplo, afirman que la prevalencia durante el tiempo de de diazepam, es absolutamente efectivo para detener el páni-
vida de consumo de LSD entre los jóvenes americanos de es- co y el mal viaje en un número igual de minutos. La eficacia
cuelas superiores ha pasado del 7,7 al 13,6 % desde 1988 has- absoluta de este tipo de fármaco en eliminar el viaje alucinó-
ta 1999. De forma similar, en una muestra alemana de 3.021 geno en minutos supone una fuerte prueba de que el recep-
adolescentes se encontró un aumento del doble en el consu- tor del ácido γ-aminobutírico desempeña un papel en la mo-
mo de LSD y anfetaminas sustitutorias desde 1990 hasta 1995 dulación de los efectos de los alucinógenos.
(16). Entre 1990 y 1992, en Alemania del Este el aumento de
consumo de LSD se ha multiplicado por nueve, en compara-
Trastorno perceptivo persistente por alucinógenos
ción al aumento cinco veces mayor en el resto de las drogas
ilegales. En el Reino Unido, el consumo de LSD aumentó un Se hizo manifiesto, entre los primeros años de experi-
7 % en 1989 y un 11 % en 1993. En Dinamarca, el 7,2 % de mentación con LSD, que esta clase de droga era capaz de in-
los estudiantes analizados refieren haber utilizado setas aluci- ducir alteraciones visuales durante días o semanas después de
nógenas en 1993. Entre los estudiantes americanos no gra- la exposición a la droga. La investigación posterior mostró
duados, la prevalencia de experimentación con setas es del que esas alteraciones, denominadas flashbacks por su aparien-
18,4 % entre los años 1993 y 1994. Los consumidores de LSD cia visual fugaz, son una forma intermitente de trastorno vi-
tienden a iniciarse en la adolescencia, y dado que esta clase sual posterior a la droga en cuya forma extrema se experi-
de drogas deriva en la adicción potencial al alcohol, la cocaí- menta continuamente. Por lo tanto, los pacientes con trastor-
na o los opiáceos, su uso normalmente termina hacia la mi- no perceptivo persistente son capaces de describir un conjun-
tad de la tercera década de vida. to de alteraciones visuales que fluctúan en intensidad, pero
que son observables en todo momento. Estas imágenes son,
principalmente, alucinaciones geométricas, falsas percepcio-
Efectos agudos nes del movimiento, normalmente en el campo visual perifé-
rico, y secuencias de imágenes en forma de objetos que se
Albert Hofmann, quien despertó la atención internacio- mueven en el campo visual. Los pacientes pueden también
nal tras una ingestión accidental de la droga, describe clásica- visualizar miríadas claras o puntos de colores diminutos en
mente los efectos de la ingestión de LSD (17). La característi- un cielo brillante, una experiencia que ellos refieren como ver
ca del viaje con LSD comprende activación (arousal) autóno- el aire («aeropsia»). Estas alteraciones visuales pueden intensi-
ma, midriasis y modulaciones progresivas de los sentidos, más ficarse al localizarse en un ambiente oscuro, o utilizando una
a menudo visuales, imágenes que se generan desde objetos ex- variedad de psicoestimulantes, como marihuana, anfetami-
ternos o distorsiones de la imagen eidética. Pueden elevarse nas, cocaína, y también en situaciones de ansiedad y por el
imágenes geométricas y caer ante los propios ojos. Un senti- estrés de enfermedades intercurrentes (18). Aunque la recupe-
miento que prevalece es la sensación de pérdida de control ración se puede alcanzar al cabo de meses o años después del
sobre las propias imágenes y sobre las emociones, de aquí la último consumo, aproximadamente la mitad de los pacientes
expresión hippie de «ir con la corriente». La pérdida de con- desarrollan desafortunadamente una alteración permanente
642 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

del aparato visual. Los estudios neurofisiológicos confirman la terapia electroconvulsiva, al litio, a los anticonvulsivos y al
una desinhibición cerebral que implica aquellas regiones de la precursor 1-5-hidroxitriptófano de la serotonina. La psicotera-
corteza que procesan la información visual (19). pia de apoyo a largo plazo está casi siempre indicada, para
Se ha hipotetizado que este trastorno se presenta cuando ayudar al paciente y a su familia a realizar ajustes ante las di-
un alucinógeno potente como el LSD estimula excitotóxica- ficultades crónicas del paciente en las relaciones y en el em-
mente y destruye las neuronas inhibitorias afines al receptor pleo, con frecuencia haciendo todo lo posible por preservar
de serotonina 2A, desencadenando una desinhibición crónica la capacidad de introspección del paciente a medida que la
en el procesamiento de la información visual. Este tipo de enfermedad progresa. Este último factor puede explicar par-
respuesta se produce sólo en una minoría de los consumido- cialmente el elevado riesgo de suicidio (21). Hasta la fecha,
res, mientras que otros pueden hacer uso de la droga con apa- no existe una caracterización definitiva del trastorno.
rente impunidad, lo que sugiere que el trastorno puede estar
mediatizado por una vulnerabilidad genética a la droga.
Puesto que el trastorno se exacerba por estados de activa- Lecturas recomendadas
ción psicológica y fisiológica, se han utilizado las benzodia-
zepinas para el manejo de los síntomas visuales. Los resulta- Abraham, H.D. (1983). Visual phenomenology of the LSD flashback.
dos de esos abordajes son, como mucho, paliativos, y se Archives of General Psychiatry, 40, 884–9.
Abraham, H.D., Aldridge, A.M., and Gogia, P. (1996). The
complican por el hecho de tratar a un consumidor de droga psychopharmacology of hallucinogens. Neuropsychopharmacology, 14,
con otra sustancia que es susceptible de abuso. Descripciones 285–98.
recientes de casos tratados con sertralina, naltrexona y cloni- Hofmann, A. (1980). LSD: my problem child. McGraw-Hill, New York.
dina son prometedoras. Johnson, L.D., O’Malley, P.M., and Bachman, J.G. (1998). National survey
results on drug use from the monitoring the future study, 1975-1997, Vol. 1.
Además de la farmacoterapia, el trastorno perceptivo per- Publication No. 98–4345. National Institutes of Health, Rockville, MD.
sistente por alucinógenos a menudo requiere psicoterapia de McCarron, M.M., Schulze, B.W., Thompson, G.A., Conder, M.C., and
apoyo para tratar los aspectos implicados en aprender a con- Goetz, W.A. (1981). Acute phencyclidine intoxication: incidence of
vivir con lo que puede ser una alteración permanente de la clinical findings in 1000 cases. Annals of Emergency Mecidine, 10,
237–42.
percepción. La terapia también está indicada para educar al
paciente y prevenir el desarrollo de trastornos comórbidos co-
munes al trastorno perceptivo persistente por alucinógenos,
como la depresión mayor, las crisis de pánico y la dependen-
Bibliografía
cia al alcohol. 1. McCarron, M.M., Schulze, B.W., Thompson, G.A., Conder, M.C.,
and Goetz, W.A. (1981). Acute phencyclidine intoxication: incidence
of clinical findings in 1000 cases. Annals of Emergency Medicine, 10,
Psicosis 237–42.
2. Johnson, L.D., O’Malley, P.M., and Bachman, J.G. (1998). National
La idea de que el uso de alucinógenos potentes puede survey results on drug use from the monitoring the future study, 1975–1997,
provocar episodios psicóticos es controvertida. En una revi- Vol. 1. Publication No. 98–4345. National Institutes of Health,
sión de estudios de casos longitudinales y transversales (20) se Rockville, MD.
han hallado indicios que apoyan la existencia de trastornos 3. Moore, C., Negrusz, A., and Lewis, D. (1998). Determination of
drugs of abuse in meconium. Journal of Chromatography B: Biomedical
psicóticos inducidos por el alucinógeno. Los antecedentes and Science Applications, 713, 137–46.
psiquiátricos del paciente parecen ser un factor de riesgo para 4. Tabor, B.L., Smith-Wallace, T., and Yonekura, M.L. (1990). Perinatal
el desarrollo de una psicosis secundaria a abuso de LSD. El outcome associated with PCP versus cocaine use. American Journal of
cuadro clínico de la psicosis post-LSD se parece más al del Drug and Alcohol Abuse, 16, 337–48.
5. Golden, N.L., Kuhnert, B.R., Sokol, R.J., Martier, S., and Williams, T.
trastorno esquizoafectivo que al de la esquizofrenia, con la (1987). Neonatal manifestations of maternal phencyclidine exposure.
característica común añadida de las alteraciones visuales cró- Journal of Perinatal Medicine, 15, 185–91.
nicas. Clínicamente, tales pacientes se asemejan a aquellos 6. Mattson, M.P., Rychlik, B., and Cheng, B. (1992). Degenerative and
con esquizofrenia de buen pronóstico. Aunque están más axon outgrowth-altering effects of phencyclidine in human fetal
cerebral cortical cells. Neuropharmacology, 31, 279–91.
afectados que aquellos con mal pronóstico, tienen menos 7. Akmal, M., Valdin, J.R., McCarron, M.M., and Massry, S.G. (1981).
trastornos de pensamiento, mantienen más relaciones sociales Rhabdomyolysis with and without acute renal failure in patients with
y tienen menos signos negativos de esquizofrenia. Pueden phencyclidine intoxication. American Journal of Nephrology, 1, 91–6.
predominar las preocupaciones místicas reminiscentes de las 8. Milhorn, H.T.J. (1991). Diagnosis and management of phencyclidine
intoxication. American Family Physician, 43, 1290–302.
experiencias agudas con la droga. Las alucinaciones visuales 9. Poklis, A., Graham, M., Maginn, D., Branch, C.A., and Gantner, G.E.
normalmente son de la misma variedad que las observadas (1990). Phencyclidine and violent deaths in St. Louis, Missouri: a
durante el trastorno perceptivo persistente por alucinógenos, survey of medical examiners’ cases from 1977 through 1986. American
Journal of Drug and Alcohol Abuse, 16, 265–74.
aunque al contrario de estos pacientes, los pacientes psicóti- 10. Javitt, D.C. and Zukin, S.R. (1991). Recent advances in the
cos, tras el consumo del alucinógeno, pueden también des- phencyclidine model of schizophrenia. American Journal of Psychiatry,
cribir la presencia de delirios o alucinaciones auditivas. 148, 1301–8.
Los fármacos de segunda generación pueden tener un pa- 11. Wright, H.H., Cole, E.A., Batey, S.R., and Hanna, K. (1988).
Phencyclidine-induced psychosis: eight-year follow-up of ten cases.
pel importante en el tratamiento y, en casos selectos, pueden Southern Medical Journal, 81, 565–7.
ser preferibles a los neurolépticos bloqueantes dopaminérgi- 12. Campbell, U.C., Thompson, S.S., and Carroll, M.E. (1998).
cos. En la bibliografía se han descrito casos que responden a Acquisition of oral phencyclidine (PCP) self-administration in rhesus
4.2.3.5. ABUSO DE BENZODIAZEPINAS 643

monkeys: effects of dose and an alternative non-drug reinforcer. hipnosedantes, y a finales de 1980 aparecieron una serie de
Psychopharmacology (Berlin), 137, 132–8. informes sobre el uso intravenoso de las benzodiazepinas, en
13. Misra, A.L., Pontani, R.B., and Bartolomeo, J. (1979). Persistence of
phencyclidine (PCP) and metabolites in brain and adipose tissue and particular del temazepam (5, 6). Dado que las benzodiazepi-
implications for long-lasting behavioural effects. Research nas son los ansiolíticos e hipnóticos más comúnmente pres-
Communications in Chemistry, Pathology, and Pharmacology, 24, 431–45. critos, no es sorprendente encontrar que también sea común
14. Schultes, R. and Hofmann, A. (1980). The botany and chemistry of su abuso. Sin embargo, los patrones de abuso varían desde el
hallucinogens. Thomas, Springfield, IL.
15. Glennon, R.A., Titeler, M., and McKenney, J.D. (1984). Evidence for uso episódico de la medicación no prescrita en más del 15 %
5-HT2 involvement in the mechanism of action of hallucinogenic de los jóvenes que refieren alguna experiencia con benzodia-
agents. Life Sciences, 35, 2505–11. zepinas, hasta el consumo continuado de dosis elevadas. A
16. Schuster, P., Lieb, R., Lamertz, C., and Wittchen, H.U. (1998). Is the
use of ecstasy and hallucinogens increasing? Results from a
partir de la mitad de la década de 1980, se produjo una caída
community study. European Addiction Research, 4, 75–82. sustancial en la prescripción de benzodiazepinas como agen-
17. Hofmann, A. (1980). LSD: my problem child. McGraw-Hill, New York. tes ansiolíticos, pero su uso como hipnóticos se mantuvo re-
18. Abraham, H.D. (1983). Visual phenomenology of the LSD flashback. lativamente sin cambios, con una concentración de consumo
Archives of General Psychiatry, 40, 884–9.
19. Abraham, H.D. and Duffy, F.H. (1996). Stable quantitative EEG
a largo plazo situada en la población de edad avanzada. Los
difference in post-LSD visual disorder by split-half analysis: evidence cambios en las prácticas de prescripción influyeron fácilmen-
for disinhibition. Psychiatry Research and Neuroimaging, 67, 173–87. te en el traslado de las benzodiazepinas al mercado ilegal.
20. Abraham, H.D., Aldridge, A.M., and Gogia, P. (1996). The Los estudios indican que el abuso de las dosis supratera-
psychopharmacology of hallucinogens. Neuropsychopharmacology, 14,
285–98.
péuticas está estrechamente asociado con la polidrogadicción
21. Bowers, M.B., Jr (1977). Psychoses precipitated by psychotomimetic y el abuso y la dependencia del alcohol (7, 8). Este patrón de
drugs: a follow up study. Archives of General Psychiatry, 34, 832–5. abuso y de dependencia de las benzodiazepinas es mucho
menos común que la dependencia yatrogénica. Sin embargo,
presenta un problema sustancial a los clínicos en los centros
primarios y en los servicios especializados. En particular, el
4.2.3.5 Abuso abuso en dosis elevadas es fácilmente asociable con «comprar
al médico» y a los esfuerzos por conseguir medicación adi-
de benzodiazepinas cional por encima de la medicación prescrita. El uso de dosis
elevadas presenta un riesgo particular, debido a que normal-
Michael Farrell y Sarah Welch mente se utilizan en combinación con otras sustancias, como
alcohol, opiáceos y estimulantes. El uso de dosis elevadas
puede ser intermitente (en un «patrón de juerga») y no estar
■ Epidemiología y patrones de uso asociado con dependencia, en cuyo caso la iniciación de una
prescripción puede cambiar el patrón de uso intermitente a
El aumento en la prescripción de benzodiazepinas en el una dependencia diaria, de manera que se consolida el abuso
Reino Unido durante las décadas de 1960 y 1970 siguió al pe- de varias drogas. (V. el capítulo en que se trata la guía para el
ríodo previo de prescripción de barbitúricos y de otros se- manejo.) Los consumidores de droga utilizan las benzodiaze-
dantes. El conocimiento sobre la toxicidad obvia de la sobre- pinas de manera no dependiente por varias razones. Por ejem-
dosis de barbitúricos y otros sedantes previos, junto con el plo, las benzodiazepinas pueden utilizarse para potenciar los
conocimiento acerca de su característica de inducir depen- efectos de otras drogas (como estimular la euforia de la he-
dencia, llevaron a su sustitución por las más suaves benzo- roína), para aliviar efectos no deseados de otras drogas
diazepinas, como fármacos ansiolíticos e hipnóticos más co- («amortiguar» el «bajón» de la cocaína), para aliviar los sín-
múnmente prescritos. En la década de 1970 se informaron al- tomas de abstinencia cuando no pueden obtenerse drogas
gunos casos de pacientes que fueron aumentando sus dosis de como la heroína, o en intentos de autodesintoxicación de
benzodiazepinas por encima de los niveles de dosis recomen- otras drogas. El abuso de benzodiazepinas también puede de-
dados, los cuales experimentaron convulsiones y estados con- rivarse de modelos ilegales de prescripción para el tratamien-
fusionales al suprimirlas (1, 2). Desde mediados de la década to de la dependencia del alcohol, o por intentos de autotra-
de 1970 en adelante, los cuerpos reguladores en el Reino Uni- tamiento de los síntomas de dependencia del alcohol. Algu-
do y en Estados Unidos empezaron a reconocer el potencial nos consumidores de droga también desarrollan un modelo
adictivo de las benzodiazepinas, incluso en dosis terapéuticas. de dependencia de las benzodiazepinas por su propia deci-
La dependencia a las benzodiazepinas se describió bien en la sión. La dependencia de las benzodiazepinas puede ser un
bibliografía temprana sobre el desarrollo de estos fármacos, factor que contribuye a la escasa mejoría de los pacientes que
aunque, sorprendentemente, la dependencia clínica no se in- están intentando la desintoxicación por opioides.
cluyó en la bibliografía médica hasta principios de la década La utilización de altas dosis se asocia con una alta tole-
de 1980 (3, 4). La dependencia en las dosis terapéuticas pres- rancia a los efectos sedantes de la medicación, aunque otros
critas de benzodiazepinas se trata en el capítulo 6.2.2. En este efectos no están protegidos de forma equivalente por la tole-
capítulo nos vamos a centrar en el abuso y la dependencia de rancia. Por lo tanto, algunos individuos pueden consumir do-
las benzodiazepinas en dosis altas. sis extremadamente elevadas y no mostrarse sedados, aunque
El resurgimiento de la epidemia de droga de la década de experimentan amnesia de sus acciones. Este efecto de amne-
1980 estuvo asociado con un aumento en el abuso de los sia puede también estar asociado con los altos porcentajes de
644 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

riesgo de afectar el comportamiento. La amnesia puede ser pendientes de dosis altas de benzodiazepinas, que por los de-
más pronunciada en los consumidores de benzodiazepinas pendientes de dosis bajas o «terapéuticas» (14). En resumen,
inyectadas, aunque no disponemos de suficiente información parece que la potencia de las benzodiazepinas contribuye a su
que lo confirme. poder adictivo, favoreciendo el abuso y la dependencia. Sin
embargo, este panorama se complica por el hecho de que los
fármacos como el lorazepam tienden a venderse en el merca-
■ Potencial de las diferentes do en dosis elevadas equivalentes a las de otras benzodiaze-
benzodiazepinas para el abuso pinas. La semivida de eliminación influye en la naturaleza de
y la dependencia la retirada. Si es corta, los síntomas de abstinencia aparecen
más rápidamente y son más graves. Pero la retirada de forma
En vistas de la frecuencia de prescripción de las benzo- más gradual de las benzodiazepinas de acción larga puede
diazepinas, una cuestión importante es la forma en que algu- también plantear problemas.
nas benzodiazepinas son más fácilmente utilizadas para el El posible abuso de diferentes benzodiazepinas está aso-
abuso, o generan más dependencia que otras. Las semejanzas ciado, no sólo a las propiedades de los fármacos en sí mis-
entre las diferentes benzodiazepinas son mucho mayores que mos, sino también a patrones de prescripción tolerantes, que
las diferencias. Los pacientes pueden afirmar que necesitan posibilitan la diversificación en el mercado ilegal. El diaze-
un tipo específico de benzodiazepina, pero existe una marca- pam y el temazepam son las benzodiazepinas más amplia-
da tolerancia transversal y los pacientes que cambian a una mente prescritas en el Reino Unido y son, por lo tanto, las
dosis equivalente de otra benzodiazepina diferente bajo con- más fáciles de conseguir por los consumidores de droga y por
diciones de doble ciego, muestran una dependencia transver- los bebedores problemáticos. Los fármacos como el clonaze-
sal casi completa (p. ej., no presentan diferencias en el sín- pam, que tienden a prescribirse mucho menos y, por lo ge-
drome de abstinencia con aquellos cuya medicación no se ha neral, para la epilepsia más que para la ansiedad o el insom-
modificado) (9). Sin embargo, esta dependencia cruzada se ha nio, se utilizan con poca frecuencia para el consumo abusivo
mostrado en pacientes que ya eran dependientes de las ben- (10). En otras partes de Europa, donde el flunitrazepam se
zodiazepinas. Es posible que las propiedades de ciertas ben- prescribe más comúnmente, existen datos de mayores niveles
zodiazepinas deriven en una fuerte motivación a ir aumen- de abuso entre la población que consume drogas ilegales.
tando escalonadamente las dosis, en las personas que desean
su efecto y que persisten en su uso.
Los factores que, al parecer, incluyen en la responsabili- ■ Posibilidades de abuso por inyección
dad del abuso y en el desarrollo de la dependencia son la po-
tencia relativa del fármaco y su semivida de eliminación (10). Los fármacos como el temazepam y el flunitrazepam son
El triazolam, una benzodiazepina de acción corta que se pres- los que con más frecuencia se inyectan (7). Hay diversos fac-
cribe para el insomnio, fue retirado del mercado británico tores que pueden contribuir a ello, como la asequibilidad
después de las apreciaciones acerca de la gravedad de la an- para conseguir el fármaco, su naturaleza de acción corta y
siedad de rebote que se experimentó, en algunos casos, in- también la fórmula del fármaco. En la década de 1980, el te-
cluso después de la primera dosis. El triazolam es una ben- mazepam se vendía en forma de cápsulas rellenas de líquido
zodiazepina potente que liga muy rápidamente con los re- que permitían una extracción fácil de contenido para intro-
ceptores benzodiazepínicos, y la experiencia de su uso sugie- ducirlo en las jeringuillas e inyectarlo. Su formulación poste-
re que tiene más efecto euforizante que otras benzodiazepi- rior en forma de gel también se utilizó como inyectable des-
nas; por lo tanto, tiene un gran potencial para el abuso y para pués de licuar el gel, lo que generó muchos daños por com-
el desarrollo de dependencia. Otras benzodiazepinas que tie- plicaciones en la inyección. Algunos medicamentos que se
nen elevada potencia y han sido motivo de reflexión son el comercializan en formas fácilmente solubles también pueden
flunitrazepam y el lorazepam. El flunitrazepam se prescribe prepararse para ser inyectadas, como el diazepam líquido.
muy rara vez en el Reino Unido, aunque con frecuencia se La inyección de benzodiazepinas está estrechamente aso-
afirma que es la benzodiazepina de abuso más frecuente en ciada en muchos casos con un abuso mucho mayor de dro-
los países europeos y en Australia. En Estados Unidos no gas (15), lo que aumenta las proporciones de materiales com-
existe mercado. La reflexión acerca de su asequibilidad en el partidos para inyectarse (9, 16), aumenta el riesgo de sobre-
mercado ilegal todavía continúa (11, 12). Ha atraído la aten- dosis y empeora la salud general (8).
ción de las masas como una droga que facilita el abuso se-
xual. No está claro por qué esta benzodiazepina en particular
ha adquirido esta imagen, aunque es un fármaco potente. El ■ Dependencia de benzodiazepinas
lorazepam, también una benzodiazepina potente, se prescribe y de alcohol: solapamiento
con mucha frecuencia en el Reino Unido y el alprazolam se
utiliza en Estados Unidos. Algunos estudios sugieren que el Existe una proporción elevada de dependencia del alco-
lorazepam y el alprazolam pueden estar asociados con un hol entre las personas sin hogar y existen numerosos datos
proceso de abstinencia más temprano y más difícil que el dia- del abuso de benzodiazepinas y de dependencia en esa mis-
zepam (9, 13). En un estudio europeo se halló que el triazo- ma población. La tolerancia cruzada entre las benzodiazepi-
lam y el lorazepam eran más utilizados por individuos de- nas y el alcohol permite a los individuos que son dependien-
4.2.3.5. ABUSO DE BENZODIAZEPINAS 645

tes del alcohol tolerar elevadas dosis de benzodiazepinas. afecciones más comunes son probablemente los trastornos de
Pueden prescribirse benzodiazepinas a los pacientes para ma- ansiedad, para los cuales se prescriben ansiolíticos de forma
nejar la retirada del alcohol, pero una prescripción con poco poco juiciosa. Sin embargo, en algunos casos los trastornos de-
juicio, es decir, no monitorizada durante el periodo de sínto- presivos mayores pueden tratarse o automedicarse con benzo-
mas de abstinencia al alcohol, puede resultar en una depen- diazepinas. A través de la valoración debe explorarse para ob-
dencia yatrogénica a las benzodiazepinas. tener datos sobre la presencia de una depresión mayor y, si se
En un metaanálisis realizado por Mayo-Smith se examinó identifica, debe evaluarse el uso de medicamentos antidepresi-
la amplia investigación sobre las intervenciones farmacológi- vos combinados con terapia cognitivo-conductual.
cas para el abordaje de la abstinencia de alcohol en los pa-
cientes que son dependientes, quienes posteriormente realiza-
ron una revisión sistemática de guías de tratamientos (17). Tratamiento
Esta revisión apoya el uso de benzodiazepinas como trata-
miento de elección para manejar los síntomas de abstinencia En presencia de abuso o dependencia polifarmacológica,
en aquellos pacientes cuyos síntomas son lo suficientemente debe tenerse precaución al prescribir un tratamiento con ben-
graves como para garantizar la necesidad de medicación. Otros zodiazepinas. Cuando se ha establecido la dependencia, la va-
agentes alternativos utilizados para controlar la abstinencia loración de las dosis debería tener como objetivo mejorar los
son el clormetiazol y el fenobarbital, pero su uso no está tan síntomas de abstinencia, en lugar de mantener las altas dosis
bien respaldado por los ensayos controlados como el de las de medicación que el paciente necesita consumir. Es preferi-
benzodiazepinas, y tienen mayor riesgo de producir síntomas ble utilizar benzodiazepinas de acción larga, como el diaze-
adversos. pam (cap. 6.2.2), y las dosis no deben sobrepasar más que ex-
En los pacientes alcohólicos debe tenerse en cuenta el po- cepcionalmente los 40-60 mg/día. Cuando se prescriben gran-
tencial adictivo de las benzodiazepinas. Sin embargo, ésta no des dosis, lo ideal es dispensarlas sobre la base de una recogi-
es una razón adecuada para eliminar la utilización de benzo- da diaria en la farmacia. El médico prescriptor debe evitar su-
diazepinas en el manejo de la abstinencia, dada su mayor cumbir a la presión del paciente para que aumente la dosis
efectividad y, posiblemente, en su potencial adictivo, sobre sin una valoración continuada y sin indicios de síntomas de
otros fármacos. Las benzodiazepinas con un inicio de acción abstinencia. Deben eliminarse la prescipciones sobre la base
corta, como el clordiazepóxido, tienen menos potencial adic- de una rutina «repetida», y debe informarse al paciente de que
tivo. El uso prolongado de benzodiazepinas en la abstinencia no se sustituirán los medicamentos perdidos. Las demandas
rara vez es necesario o útil y no hay pruebas de los beneficios de cambio de medicación o de medicación adicional deben
de «sustituir la prescripción» de benzodiazepinas en los pa- motivar al médico a revisar el plan global de intervención y a
cientes alcohólicos a largo término. La utilización de benzo- considerar la interrupción de la prescripción de benzodiaze-
diazepinas en el manejo de los trastornos fóbicos y de ansie- pinas. Virtualmente, todas las prescripciones de benzodiaze-
dad asociada con la dependencia del alcohol debería ser ta- pinas deben tener un tiempo limitado y formar parte de un
jantemente abolida. plan de desintoxicación con una reducción gradual, durante
un periodo de tiempo negociado y claramente establecido.
Alternativamente, la internación para desintoxicación del pa-
■ Guía para el manejo del abuso ciente, quizá por un período de tiempo más prolongado, pue-
de benzodiazepinas no prescritas de ser el mejor curso de acción cuando los regímenes de re-
ducción fallan en el ámbito comunitario. Los regímenes de
Hasta ahora, no se ha elaborado una guía clara para el reducción con benzodiazepinas son muy variables y muchos
manejo de esta problemática, que afecta a un complejo gru- clínicos optan por una retirada muy gradual con reducciones
po de pacientes. Estos pacientes deben ser derivados a un es- muy pequeñas con grandes intervalos. No existen datos que
pecialista para su valoración. indiquen que tal abordaje gradual es más efectivo que las re-
ducciones del 20 al 25 % durante un tiempo corto y clara-
mente definido (hasta 6 meses).
Valoración En la actualidad, no existen datos que respalden el man-
tenimiento durante largo tiempo de la prescripción de ben-
La valoración debe tratar de confirmar los indicios de de- zodiazepinas en aquellos que abusan de múltiples fármacos
pendencia de las benzodiazepinas. La valoración a lo largo de en dosis altas y por vía inyectable. Sin embargo, no se ha rea-
las visitas debe incluir la realización de análisis de orina, para lizado una evaluación estructurada de esta intervención, y es
determinar objetivamente la regularidad (o naturaleza intermi- necesario efectuar más estudios, dadas las dificultades de ma-
tente) del consumo de benzodiazepinas. Parte del proceso de nejar a estos pacientes.
valoración inicial debe identificar la existencia de trastornos
psiquiátricos subyacentes, que pueden haber sido la causa de
que el médico inicie una prescripción, o de que el paciente ■ Conclusión
obtenga el fármaco con el objetivo de automedicarse. Se han
hallado niveles elevados de morbilidad entre muestras de pa- Las benzodiazepinas tienen un papel valorable y se nece-
cientes con dependencia grave de las benzodiazepinas (18), las sita cuidado y vigilancia en su uso, así como el reconoci-
646 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

miento activo y el manejo de aquellos que son dependientes.


Sin embargo, es necesaria una mayor conciencia de los ries-
4.2.3.6 Trastornos relacionados
gos de dependencia de la polifarmacia con abuso de elevadas con el consumo de éxtasis,
dosis de benzodiazepinas, conjuntamente con dependencia
del alcohol y de los opiáceos. Es necesario tener precaución
otras drogas de «fin de semana»
en la valoración de los pacientes y debe restringirse la pres- y khat
cripción de benzodiazepinas a aquellos en los que se haya
comprobado la dependencia. Adam R. Winstock
Debe explicarse a todos los pacientes implicados en ese tipo
de comportamientos, el riesgo de aparición de efectos sinérgicos
con otras drogas y la consiguiente sobredosis. Si nos basamos en ■ Introducción
los datos aportados por las investigaciones y en la evaluación de
las intervenciones actuales, la mejor opción es la desintoxica- El «éxtasis» (MDMA, 3,4-metilendioximetanfetamina) es
ción en la comunidad o internamiento para la desintoxicación. un derivado anfetamínico de sustitución que comenzó a ha-
cerse popular desde que se asoció por primera vez con el «de-
lirio» del escenario musical de finales de la década de 1980 (1).
Bibliografía Incorrectamente denominada droga de diseño, el MDMA fue
sintetizado por primera vez en 1912 por los laboratorios far-
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estadounidense investigaron su potencial para ser utilizado en
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4. Hallstrom, C. and Lader, M. (1981). Benzodiazepine withdrawal
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Journal, 297, 1402. fin de semana», la mayoría de los consumidores de MDMA
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other novel abuses of benzodiazepines: the opening of Pandora’s trata del éxtasis, la ketamina, el γ-hidroxibutirato (GBH), el
box? British Journal of Addiction, 87, 1373–5. khat y los derivados de la triptamina.
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10. Tyrer, P. (1993). Pharmacological differences in the dependence Preparación
potential of benzodiazepines. In Benzodiazepine dependence (ed. C.
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11. Simmons, M.M. and Cupp, M.J. (1998). Use and abuse of
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12. Woods, J.H. and Winger, G. (1997). Abuse liability of flunitrazepam. ocasionalmente, en polvo), y su composición siempre es in-
Journal of Clinical Psychopharmacology, 17 (Supplement 2), 1S–57S. cierta. En efecto, sólo la mitad de todas las pastillas vendidas
13. Rickels, K., Case, W.G., Schweizer, E.E., et al. (1986). Low dose como éxtasis actualmente en el Reino Unido contienen
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119 patients. Psychopharmacology Bulletin, 22, 415–17. MDMA, mientras que el resto contienen análogos del MDMA,
14. Martinez-Cano, H., Vela-Bueno, A., De Iceta, M. et al. (1996). como la metilendioxianfetamina (MDEA), la N-metil-1-(1,3-
Benzodiazepine types in high versus therapeutic dose dependence. benzodioxol-5-il)-2-butanamina (MBDB) y la metilenodioxieti-
Addiction, 91, 1179–86. lanfetamina (MDEA), o combinaciones de estimulantes como
15. Darke, S., Hall, W., Ross, M., and Wodak, A. (1992). Benzodiazepine
use and HIV risk-taking behaviour among injecting drug users. Drug la efedrina o anfetaminas y alucinógenos como el LSD o
and Alcohol Dependence, 31, 31–6. la ketamina (2). La dosis aproximada de MDMA conteni-
16. Klee, H., Faugier, J., Hayes, C., Boulton, T., and Morris, J. (1990). da en una tableta de éxtasis es de unos 70 mg (intervalo de
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17. Mayo-Smith, M.F. (1997). Pharmacological management of alcohol
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use and psychiatric comorbidity in patients admitted to the hospital
with severe benzodiazepine dependence. Journal of Clinical La ingestión de MDMA conlleva un aumento agudo de
Psychopharmacology, 16, 51–7. los efectos serotoninérgicos a nivel central, provocando la li-
4.2.3.6. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE ÉXTASIS, OTRAS DROGAS DE «FIN DE SEMANA» Y KHAT 647

beración de serotonina dependiente del calcio de las termi- Tabla 1. Efectos psicológicos asociados con el MDMA
nales nerviosas. En menor extensión, también se produce un
bloqueo de la recaptación dopamiérgica. El MDMA también Aumento de la empatía y de la expresión emocional
Reducción de la capacidad y del deseo de realizar tareas mentales
causa una rápida inhibición de la enzima triptófano-hidroxi- Aumento de la ansiedad e insomnio
lasa, precursora de la síntesis de serotonina, pero se descono- Aumento de la energía, euforia (ataques de euforia periódicos)
ce el mecanismo de acción. Ello va seguido de una depleción Reducción de la capacidad defensiva y reducción de la agresividad
aguda de los niveles de serotonina central, lo que puede con- Desinhibición y aumento de la conciencia de emotividad
tribuir a la caída del estado de ánimo que algunos consumi- Distorsión perceptiva y alucinaciones, en dosis altas
dores refieren después de su uso.
Adaptado de Liester y cols. (8).

Absorción y metabolización
junto de efectos psicológicos negativos, que se suman a los
Cuando se toma de forma oral, su acción comienza des- efectos de la bajada posterior, como la aparición de ansiedad,
pués de unos 30 a 60 min, con un punto álgido entre los 90 angustia y paranoia (tabla 1).
y los 120 min. Los efectos significativos se mantienen entre 3
y 6 h seguidos de una «bajada» gradual durante las 6 a 12 h
siguientes. La droga se metaboliza primero por la desmetila- Efectos físicos
ción de la enzima citocromo hepática P-450, en debrisoqui-
na-hidroxilasa, codificada como CYP 2D6 (3). En la pobla- Fisiológicamente predominan las propiedades simpatico-
ción predominan dos fenotipos, de los cuales un 9 % son miméticas parecidas a las de la anfetamina, como taquicardia,
«metabolizadores pobres». La consecuencia del status meta- anorexia, aumento de la frecuencia respiratoria y de la presión
bolizador sobre los patrones de abuso y sobre la toxicidad to- sanguínea, aumento de la actividad motora, midriasis, au-
davía es desconocida. La droga también puede administrase mento de la temperatura y sudoración. También se ha obser-
intranasalmente (esnifada), rectalmente y (rara vez) de forma vado rigidez mandibular (bruxismo), bruxismo con erosión
intravenosa. molar y temblor.

Manifestaciones clínicas Patrones de abuso


Al estar estructuralmente relacionada con la anfetamina y El patrón típico de abuso es de media a dos pastillas por
con la mescalina (4), la MDMA posee propiedades tanto es- noche (aunque el tiempo de utilización se extiende a menu-
timulantes como alucinógenas, y se afirma que «provoca fá- do hasta la mañana siguiente), con una frecuencia habitual de
cilmente una alteración controlada del estado de conciencia una o dos veces por semana, o una por mes. Existe conoci-
con sobreimpresiones emocionales y sensuales» (5) que hace miento de una minoría de consumidores que toman la droga
que se diferencie de otras sustancias relacionadas. Algunos au- de una forma desmesurada, consumiendo hasta 30 pastillas
tores han sugerido un termino nuevo para este grupo de dro- en un fin de semana. Aunque el MDMA es en primer lugar
gas «empatógenas» y añaden que el atractivo de esta sustancia una droga social, puede utilizarse en soledad y no está confi-
radica en su «intensa y uniforme habilidad para inducir en el nada exclusivamente a las discotecas, con un uso que se ex-
consumidor un sentimiento profundo de unión y conexión» tiende a los locales públicos, los bares y los campos de fútbol,
(6), hecho que guarda relación con su popularidad como dro- así como al ocasional uso a solas.
ga social en el ámbito de las discotecas. Esta misma cualidad
fue la que despertó el entusiasmo de los médicos y los tera-
peutas en Estados Unidos, que creyeron que podría mejorar Prevalencia
el proceso terapéutico (7). Debido a ello, se dice que los tra-
ficantes de Los Ángeles que adoptaron el término «éxtasis» La prevalencia de abuso de drogas ilegales, especialmente
para la MDMA, habrían preferido el nombre «empatía», pero de MDMA (éxtasis) y de otros estimulantes, está en aumento.
no se arriesgaron a que sus clientes no supieran lo que esta Estudios recientes, por ejemplo, realizados entre los jóvenes
palabra significa. de la población británica muestran que a un 54 % de los in-
dividuos entre 20 y 22 años se les ha ofrecido éxtasis algu-
na vez, y que un 15 % lo han probado al menos una. Mu-
Efectos psicológicos chos chicos y chicas la han probado al menos dos veces (9).
Un estudio sobre 3.000 estudiantes universitarios de segun-
Del mismo modo que en las drogas psicotropas, los efec- do año en el Reino Unido ha mostrado que el 13 % refiere
tos de la droga en un individuo en un tiempo particular no haber probado MDMA (10). El número de incautaciones de
son predecibles, y dependen de la compleja interacción de la MDMA en el Reino Unido pasó de 39.000 dosis en 1989 a
dosis y el tipo de droga, el esquema cognitivo y el factor am- 1.564.000 dosis en 1994, y el número de personas implicadas,
biental. Puede, por lo tanto, experimentarse un amplio con- amonestadas o castigadas se elevó desde 286 en 1990 has-
648 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

ta más de 3.500 en 1994 (11). Se han descrito hallazgos simi- ceso, las dosis acumuladas alcanzan los niveles neurotóxicos
lares en Dinamarca (12), Alemania (13), España (14) y Ho- observados en los animales, y es posible que se produzca un
landa (15), entre otros. En Australia (16) y en América tam- síndrome de abstinencia similar al de otras drogas. Dado que
bién se ha observado un aumento del uso de la droga, con el MDMA afecta al sistema dopaminérgico, la vía dopaminér-
prevalencias que superan el 25 %, entre los estudiantes de Es- gica ventral tegmental puede ejercer un potencial de refuerzo.
tados Unidos. Además de la dosis, se han descrito otros factores impli-
Durante muchos años se ha identificado una asociación cados en la patogenia de la neurotoxicidad asociada con el
entre el uso de la droga y la preferencia musical de determi- MDMA, y algunos de ellos son de interés práctico para el
nada subcultura: el Cannabis y la heroína con el blues y el jazz, contexto social de su uso en los seres humanos. Se ha descri-
el LSD con el movimiento hippie y el sulfato de anfetamina to que la temperatura ambiental y el estado de hidratación
con la era punk (17). El MDMA se asocia con un «escenario son factores clave en el desarrollo de neurotoxicidad y de hi-
de baile y de discoteca». Esta asociación particular entre el uso pertermia maligna, respectivamente. Los consumidores sudan
de drogas estimulantes y el «escenario de baile» puede expli- en exceso y, a menudo, realizan intentos inadecuados e in-
carse en parte por el baile energético y prolongado que acom- apropiados de rehidratación. (Los estudios sobre la neuroto-
paña a tales músicas. Los estimulantes pueden aumentar el xicidad de la agregación de anfetamina también pueden ser
goce y la capacidad de responder ante esa música (18). útiles: los ratones que son agrupados manifiestan unos efec-
tos tóxicos y conductuales superiores a los de los ratones que
se mantienen aislados.) Estos hallazgos han influido tanto en
Neurotoxicidad los consejos de salud pública (advirtiendo del uso regular de
líquidos isotónicos) como en el entorno de las discotecas o
A partir de investigaciones realizadas con animales du- los clubs, en los que se dispone de «salas sin calor» y de agua
rante los últimos 10 años, han aumentado las pruebas de la de consumo libre.
neurotoxicidad del MDMA sobre las neuronas serotoninérgi- El mecanismo neuroquímico que genera toxicidad parece
cas, con la consiguiente preocupación sobre las posibles im- depender de los sistemas dopaminérgico y serotoninérgico,
plicaciones funcionales en humanos (v. Steele y cols. [4] y aunque la alteración de la transmisión monoaminérgica en es-
Green y cols. [19]). Después de la administración de MDMA, tos sistemas protege de la neurotoxicidad inducida por el
los animales reducen los niveles de 5-hidroxitriptamina (5- MDMA. Estudios recientes, que implican la actuación de ra-
HT), de ácido 5-hidroxiindolacético y de triptófano-hidroxi- dicales libres en el desarrollo del daño neuronal, sugieren que
lasa. Después de inducción de daño con MDMA (20), se ha un consumo previo de vitamina C puede ejercer un efecto
observado una alteración en la recuperación de los niveles de protector.
5-HT, con un decremento en la densidad de las terminales
de 5-HT que sugiere lo que se denomina, en términos quí-
micos, «axotomía química». Las investigaciones sugieren que Estudios sobre la alteración de 5-HT
las terminales nerviosas de 5-HT que parten del núcleo dor- en humanos
sal del rafe son las que están especialmente implicadas. La
duración y la magnitud de estos efectos neurotóxicos es de- Los indicadores de daño serotoninérgico pueden obser-
pendiente de la dosis y son seguidas por distintos porcentajes varse a través de la valoración directa de los niveles de meta-
de recuperación, con un daño serotoninérgico persistente du- bolitos o, indirectamente, valorando aquellas funciones que
rante más de un año en la rata, y un daño dopaminérgico du- dependen de que el sistema 5-HT esté intacto. Los pacientes
rante más de 3 años en los monos Rhesus (21). Estos cambios con exposiciones previas al MDMA tienen bajos niveles de
son específicos de las especies, siendo los primates más sensi- ácido 5-hidroxiindolacético en el líquido céfalorraquídeo, en
bles al daño neurotóxico que los roedores. comparación con los controles, así como niveles más bajos de
Los primeros hallazgos que sugirieron daño dependiente impulsividad y hostilidad (tabla 2). El sistema 5-HT está im-
de la dosis llevaron a algunos autores a la creencia de que, de-
bido a que el consumo humano se producía en cantidades
mucho mayores, tales extrapolaciones al hombre eran incon-
secuentes. Investigaciones más recientes que tienen en cuenta Tabla 2. Posibles indicadores en seres humanos de disfun-
la escala de las especies indican que el promedio de la canti- ción de 5-HT asociada a MDMA
dad de sustancia consumida en una dosis individual por los
Niveles reducidos de 5-HIAA en LCR
seres humanos se acerca a los niveles que producen neuroto- Cambio abrupto en la respuesta de prolactina y cortisol con provo-
xicidad en los animales. El optimismo inicial en relación con cación de D-fenfluramida
los riesgos del uso de esta droga se acompañó de expectativas Disfunción autónoma cardiovascular (alteración de la respuesta de
acerca de su bajo potencial adictivo. Los trabajos posteriores Valsalva)
sugieren que, aunque la mayoría consume niveles bajos, una Reducción de los enlaces que transportan 5-HT en el cerebro en PET
minoría consume más de 5 pastillas en una noche; de esta Depresión durante la semana en algunos individuos después del con-
sumo durante el fin de semana
manera, realiza a lo largo de su vida más de 1.000 consumi-
ciones (2). Con estos niveles de autoadministración y con el 5-HIAA, ácido 5-hidroxiindolacético; LCR, líquido cefalorraquídeo; PET, to-
hecho de que algunos consumidores refieren un patrón de ex- mografía por emisión de positrones.
4.2.3.6. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE ÉXTASIS, OTRAS DROGAS DE «FIN DE SEMANA» Y KHAT 649

plicado en la cognición, el sexo, el sueño, el apetito y el hu- Tabla 3. Efectos adversos del uso de MDMA
mor. Estudios poco controlados en humanos han referido dé-
ficit cognitivos, tales como alteración de la memoria inme- Cognitivo Motor Emocional
diata y del recuerdo demorado en aquellos sujetos con histo- Reducción del deseo Trismo, bruxismo, Ánimo deprimido,
ria de consumo de MDMA. Y un trabajo reciente sugiere una de ejecutar tareas cefaleas y tics ataques de pánico
disminución aguda del estado de ánimo y de las funciones mentales motores e ideación para-
cognitivas en los días posteriores a su uso. Desorientación y Náusea/vómito y noide
Otras pruebas sobre la alteración del sistema 5HT provie- confusión anorexia
nen de las respuestas endocrinas (cortisol y prolactina) a la D- Reducción de la ha- Palpitaciones Aumento de la an-
bilidad para ejecu- Organismo retarda- siedad y reduc-
fenfluramina en los ex consumidores de la droga. Un estudio
tar tareas menta- do o ausente ción de sueño
(22) sugiere una asociación con rasgos de personalidad de les
tipo depresivo e impulsivo-agresiva. La frecuencia de abuso
de polisustancias en esta población genera confusión en estos
datos, de forma que es incierta la dirección de la causalidad
en los hallazgos neuroendocrinos, neuroquímicos y de perso- cundaria a la ingestión de la droga. Esto podría ser paralelo al
nalidad. Krystal y cols. (23) han mostrado la presencia de una «derrumbe» que se refiere después de la abstinencia de la co-
alteración entre leve y moderada en algunos subtests de la Es- caína (37) o a un efecto de resaca. La tabla 3 resume algunos
cala de Memoria de Weschler (Weschler Memory Scale) en nue- de los efectos adversos más comunes que siguen al consumo
ve consumidores, ninguno de los cuales cumplía criterios de de MDMA.
trastorno afectivo. Los estudios con tomografía por emisión
de positrones (PET) que utilizan nuevos ligandos de 5-HT
han encontrado resultados compatibles con una reducción Complicaciones físicas del MDMA
del componente estructural del las neuronas serotoninérgicas
del cerebro (24). Sin embargo, muchos estudios se han reali- Muchos consumidores de MDMA toman también otras
zado con consumidores de polisustancias, a partir de las his- drogas. La administración habitual de cocaína y de anfetami-
torias de abuso relatadas por los propios individuos y sin uti- nas potencia los efectos estimulantes del MDMA y puede au-
lizar grupos control apareados según el uso de otras sustan- mentar la posibilidad de problemas hipertérmicos o cardía-
cias. cos. Algunos consumidores toman benzodiazepinas y otros
fármacos antidepresivos para tratar el insomnio y la reduc-
ción de las horas de sueño. Las drogas estimulantes reducen
Problemas psicológicos agudos asociados la conciencia individual de intoxicación por alcohol y pue-
con el uso de MDMA den derivar en un elevado consumo de alcohol y, por lo tan-
to, aumentar el riesgo de accidentes.
Se ha descrito un aumento de ansiedad (25, 26) y angus- Otras complicaciones físicas serias son la insuficiencia he-
tia (27, 28); los tres casos del último estudio se complicaron patocelular, los aneurismas arteriales y las hemorragias cerebra-
con una agorafobia prolongada, que respondió a los fármacos les. De las 70 muertes, aproximadamente, referidas en el Reino
antidepresivos serotoninérgicos. Tambien se ha descrito la Unido durante los últimos 10 años, asociadas con el MDMA,
aparición de trastorno depresivo mayor (29) y despersonaliza- la mayoría se produjeron por hipertermia maligna y deshidrata-
ción prolongada con pánico y suicidio consiguente a la in- ción, y el resto fueron secundarias a insuficiencia idiosincrásica
gestión (30). Además, se han referido numerosos casos de psi- del corazón y el hígado. En algunos casos, se ha producido un
cosis relacionada con el MDMA (31, 32), flashbacks (33, 34), e edema cerebral, posiblemente relacionado con un síndrome de
incluso deseo intenso de consumir chocolate (35). Se ha su- secreción inapropiada de hormona antidiurética (ADH) (38). La
gerido que tales alteraciones idiosincrásicas ocurren más fácil- gravedad de los síntomas y el potencial de recuperación están
mente en aquellos individuos con predisposición a las enfer- relacionados con la dosis consumida, sugiriendo una respues-
medades psiquiátricas (13, 21, 22). Es posible que las perso- ta idiosincrásica, posiblemente relacionada con el estatus me-
nas con predisposición a padecer trastornos del humor pue- tabolizador determinado genéticamente. También se ha des-
dan experimentar su primer episodio de alteración psicológi- crito la aparición de síndrome serotoninérgico y síndrome
ca antes de lo que lo hubieran hecho si no hubieran tomado neuroléptico maligno. El consumo conjunto de inhibidores
MDMA. Para apoyar esta hipótesis son necesarios estudios de selectivos de la recaptación de serotonina puede potenciar el
cohorte a largo plazo de consumidores, con medidas de línea perjuicio neuroquímico y los efectos conductuales del MDMA.
base de los factores de riesgo. Se han observado interacciones similares con los inhibidores
Los efectos adversos más comunes que se asocian con el de la monoaminooxidasa (39).
uso de MDMA están más directamente relacionados con los
efectos psicoestimulantes de la droga, como el insomnio, la
cefalea o el bruxismo. Se ha demostrado que el uso de del ■ Ketamina
MDMA durante el fin de semana está asociado con un áni-
mo depresivo durante la semana (36), que podría reflejar la La ketamina es un anestésico/analgésico no barbitúrico
depleción de serotonina que sigue a la elevación aguda se- estructuralmente relacionado con la fenciclidina, que se de-
650 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

sarrolló en la década de 1960, cuando fue promovido como Con la administración repetida se produce tolerancia a la
anestésico. De un modo diferente al de los anestésicos opioi- ketamina y una pequeña minoría de personas pueden con-
des inhalantes, que actúan a través de la supresión del siste- vertirse en «psicológicamente» dependientes de la experiencia.
ma reticular activador, la ketamina causa una disociación es- También existen datos acerca de psicosis consiguiente a su
tructural y electrofisiológica entre los sistema talamocortical y uso y de alteración de la memoria.
límbico. Los resultados de la disociación son la imposibilidad
de los centros superiores de recibir los estímulos de la per-
cepción auditiva, visual o del dolor, por ejemplo «pérdida de ■ γ-Hidroxibutirato
respuesta consciente». El efecto se ha descrito como un blo-
queo somatostésico con amnesia y analgesia. El γ-hidroxibutirato es un derivado de ácido graso que se
El principal uso clínico de la ketamina es en la cirugía ve- produce de forma natural, que procede del ácido γ-aminobu-
terinaria y en la inducción de anestesia, especialmente en los tírico y puede funcionar como un neurotransmisor químico
jóvenes y en las situaciones de emergencia, como accidentes o inhibitorio en el sistema nervioso central. Se sintetizó para el
acciones en zonas de guerra, en donde se precisa su capacidad uso como anestésico, pero se puede encontrar en pequeñas
para inducir un estado cataléptico de rigidez muscular (es de- cantidades en frutos como la guayaba. Se ha descrito como un
cir, un paciente colocado en una posición no puede moverse anabolizante esteroideo, debido a que promueve la secreción
hasta que no ha desaparecido el efecto de la droga). Se ha re- de la hormona del crecimiento durante el sueño de onda len-
ferido su utilidad en el manejo de los pacientes incontrolables; ta, y ha sido motivo de abuso por culturistas. Entre otros usos
también puede aumentar la analgesia, junto con los opioides. terapéuticos recientemente descritos están el tratamiento de la
En el Reino Unido la droga no está controlada por la Mi- narcolepsia y el síntoma de abstinencia de alcohol y opiáceos.
suse Action of Drugs Act (es un medicamento de venta con rece- Es un producto incoloro e inodoro, con un sabor insípido, y
ta de acuerdo con la Medicines Act) y, por lo tanto, su pres- es asequible en líquido u, ocasionalmente, en forma de polvo
cripción no es un delito criminal. La mayor parte de la ketami- o cápsula. Las concentraciones de la droga en esas preparacio-
na de la que se abusa se obtiene a través de fuentes legítimas. nes son variables y resulta difícil precisar la dosis.
Los primeros datos sobre la ketamina como droga de abu- Aunque en el Reino Unido no está controlada por la Mi-
so aparecen en la década de 1970. En años recientes, la dro- suse of Drugs Act, la manufacturación desautorizada y la venta
ga se ha asociado con el «desvarío» del escenario musical. La pueden ser un delito bajo la Medicines Act.
droga se vende en polvo o en capsulas (dosis promedio de 70- Los efectos que se producen son sedantes y euforizantes,
150 mg) en cuya etiqueta está escrito «Special k», o puede ser contrariamente a los efectos estimulantes descritos en otras
parte del constituyente de pastillas que son supuestamente drogas de discoteca. Los efectos comienzan entre los 10 y los
vendidas como éxtasis, en combinación con otras drogas es- 40 min y duran entre 8 y 24 h. En dosis bajas predominan la
timulantes. euforia y la desinhibición, pero al aumentar la dosis se incre-
La ketamina es un antagonista potente del receptor N-me- mentan los efectos sedantes y pueden aparecer náusea y vó-
til-D-aspartato, aunque también muestra enlace esteroespecífi- mito. Existen diversos datos sobre las complicaciones fisioló-
co con los repectores opiáceos. Las vías más comunes de ad- gicas agudas que siguen al consumo de la droga, entre las cua-
ministración fuera de la práctica clínica son la oral y la intra- les están la depresión respiratoria, crisis epilépticas (normal-
nasal. Después de la administración oral, los efectos aparecen mente de pequeño mal) y coma (normalmente con recupera-
a los 20 minutos, que permanecen hasta 3 horas. Cuando se ción completa). El γ-hidroxibutirato no se detecta en los exá-
esnifa, el inicio de su acción es más rápido y su duración es menes médicos habituales. Las complicaciones aparecen con
más corta. Entre los efectos posteriores a su uso están un efec- más facilidad cuando la droga se combina con otras sustan-
to estimulante generalizado («ir con la directa puesta»), eufo- cias, especialmente con alcohol. Se ha descrito un síndrome
ria, despersonalización, experiencias de flotar fuera del propio de abstinencia (40) caracterizado por insomnio, temor y an-
cuerpo, distorsión perceptiva y alucinaciones. siedad.
Del mismo modo que en todas las drogas psicoactivas, los
efectos adversos son el resultado de la interacción entre los fac-
tores genéticos y psicológicos, la dosis y la vía de administra- ■ Khat (qat)
ción, el consumo de otras drogas, el esquema cognitivo y el
contexto ambiental. Entre los efectos adversos destacan: Este arbusto perenne, indígena de Yemen, Etiopía y zo-
nas de alrededor, se utiliza en las culturas en las que está pro-
• «Fenómenos de aparición» (como en el despertar de la hibido el alcohol. Fuera de esta área de propagación, el khat
anestesia), tales como sueños vívidos, alucinaciones, si- es más frecuentemente utilizado entre las comunidades de
nestesias y delirio. emigrantes somalíes en el Reino Unido, Europa y Estados
• Taquicardia e hipertensión. Unidos.
• Náusea y vómitos, sialorrea y nistagmo. Durante los últimos años ha aumentado la conciencia
• Insensibilidad (que aumenta el riesgo de quemaduras ac- acerca de los efectos adversos que comporta la utilización de
cidentales o de traumatismos craneales), ataxia y disartria. esta hierba estimulante, tanto sobre los individuos como so-
• Aumento de la presión intracraneal e intraocular. bre sus sociedades. Para una revisión de la bibliografía y el
• También se han referido flashbacks. uso en el Reino Unido véase Griffiths (41).
4.2.3.6. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE ÉXTASIS, OTRAS DROGAS DE «FIN DE SEMANA» Y KHAT 651

La hojas frescas y amargas suelen masticarse por su efec- tamina), pero que se produce naturalmente en la plantas,
to estimulante, tragándose su jugo y guardando los residuos hongos (psilocibina, el componente psicoactivo de las «setas
en los carrillos durante algún rato. Esta es una forma relati- mágicas») y, ocasionalmente, en animales. Parece improbable
vamente lenta de administración, que requiere una mastica- que otras triptaminas que no sean el LSD y la psilocibina
ción prolongada para proporcionar un relativo efecto estimu- sean usadas en las discotecas, debido a que poseen unas pro-
lante leve. Menos frecuentemente, pueden fumarse las hojas piedades poco estimulantes y necesitan ser fumadas o inyec-
o prepararse infusiones. El khat es, en primer lugar, una dro- tadas, porque la mayoría son inactivas por vía oral, a no ser
ga social y sus efectos estimulantes leves promueven la inter- que se tomen junto con un inhibidor de la monoaminooxi-
acción social. Los consumidores refieren locuacidad, desinhi- dasa. Un ejemplo de esta última es la N,N-dimetiltriptamina
bición y un aumento de la concentración. Del mismo modo (el alucinógeno) y la harmina (el activador) en los sueños alu-
que otros estimulantes, su uso está asociado con anorexia y cinógenos de la ayahuasca o del caapi utilizados en los ritos
una reducción de la necesidad de dormir. Aunque originaria- de los indios de Sudamérica. Las drogas como la N,N-dime-
mente su uso era más comúnmente masculino, actualmente tiltriptamina pueden tener efectos adversos sobre el sistema
está empezando a ser más frecuente entre las mujeres. cardiovascular y sobre la termorregulación. Pueden inducir
El khat es un estimulante central, considerablemente me- experiencias alucinógenas desagradables.
nos potente que la anfetamina, aunque tiene un mecanismo
de acción similar a través de la liberación de catecolaminas al-
macenadas a nivel presináptico. Los principales componentes Bibliografía
psicoactivos estimulantes, la catina y la más potente catinona
(ambas fenilpropilaminas), se encuentran combinados con 1. Forsyth, A.J.M. (1996). Places and patterns of drug use in the Scottish
dance scene. Addiction, 91, 511–21.
otros alcaloides y taninos. Dado que la catinona es muy in- 2. Winstock, A.R. and King, L. (1996). Tablets often contain substances
estable, las hojas frescas se utilizan después de uno o dos días in addition to, or instead of ecstasy. British Medical Journal, 313,
de la recolección. 423–4.
En los países en que se utiliza, la valoración del impacto 3. Tucker, G., Lennard, M.S., Ellis, S.W., et al. (1995). The
demethylation of methylenedioxymethamphetamine (ecstasy) by
sobre la salud es confusa debido al pobre estatus socioeco- debrisoquine hydroxylase (CYP2D6). Biochemical Pharmacology, 47,
nómico de la mayoría de los consumidores y a los efectos 1151–6
anoréxicos de su uso. Entre los problemas físicos referidos 4. Steele, T.D., McCann, U.D., and Ricaurte, G.A. (1994). Review: 3,4
detacan: problemas orales, estreñimiento, alteraciones hepáti- methylenedioxymethamphetamine (MDMA, ‘ecstasy’): pharmacology
and toxicology in animals and humans. Addiction, 89, 539–51.
cas y alteraciones cardíacas. Durante la intoxicación pueden 5. Shuglin, A.T. and Nichols, D.E. (1978). Characteristics of 3 new
producirse accidentes. El khat se ha asociado con compulsión psychomimetics. In The pharmacology of hallucinogens (ed. N.C. Stillman
hacia el uso y con dependencia, pero no se ha caracterizado and N.E. Willete). Pergamon Press, Oxford.
un síndrome de abstinencia físico. Existen varios casos des- 6. McDowell, D.M. and Kleber, H.D. (1994). MDMA: its history and
pharmacology. Psychiatric Annals, 24, 127–30.
critos de psicosis parecida a la asociada con la anfetamina en 7. Woolfson, P.E. (1986). Meetings at the edge with Adam: a man for
consumidores de khat, pero son pocos como para sugerir una all seasons? Journal of Psychoactive Drugs, 18, 329–33.
morbilidad psiquiátrica a largo plazo entre éstos. 8. Liester, M.B., Grob, C.S., Bravo, M.D., et al. (1992). Phenomenology
En el Reino Unido, la catina y la catinona están contro- and sequelae of 3,4 MDMA use. Journal of Nervous and Mental Disease,
180, 345–52.
ladas por la Misuse of Drugs Act de 1971, así como por acuer- 9. National Drugs Campaign Survey (1996). Drug realities. Summary of key
dos internacionales. Sin embargo, no está prohibida la venta findings. Health Education Authority, London.
de khat sin preparar en el Reino Unido y, dado que existe le- 10. Webb, E., Ashton, C.H., Kelly, P., and Kamali, F. (1996). Alcohol
gislación al respecto, es difícil de modificar. and drug misuse in UK university students. Lancet, 348, 922–5.
11. Home Office (1996). Source statistics of drug seizures and offenders dealt
Dado que la catinona se descompone rápidamente, los with, UK, 1995. Home Office Statistical Bulletin. HMSO, London.
efectos son modestos y la droga normalmente es tomada en 12. Frydenlund Nielsen, J.C., Nicholson, K., Pitzner Jorgensen, B.L., and
forma de chicle. Es improbable que el khat sin preparar entre Under, M. (1995). Abuse of ecstasy (3,4 methylene
en el consumo de los países desarrollados. Son mejor acogi- dioxymethamphetamine)—pharmacological, neuropsychiatric and
behavioural aspects. Ugeskrift for Laeger, 157, 724–7.
das las preparaciones sintéticas potentes, más baratas y más 13. Rakete, G. and Flusmeiser, U. (1996). Use and abuse of ecstasy. Sucht,
familiares a los grupos no asociados culturalmente con su 42, 358–66.
uso. Podría utilizarse una preparación refinada de catinona y 14. Alvarez-Roldan, A., Gamella, J.F., and Sanchez, J. (1997). Ecstasy in
Spain: trends and patterns of use. Paper presented at the Sixth
se ha identificado en Estados Unidos un brote aislado de Annual Conference on Drug Use and Policy. Amsterdam, 26–28
consumo asociado con la manufacturación del derivado me- September 1996.
tilcatinona. 15. Sandwijk, J.P., Cohen, P.D.A., and Musterd, S. (1995). Licit and illicit
drug use in Amsterdam II. Report of a household survey in 1994 on the
prevalence of drug use among the population of 12 years and older. Institute
for Social Geography, University of Amsterdam.
■ Derivados de la triptamina 16. Boys, A., Lenton, S., and Norcross, K. (1997). Polydrug use at raves
by a Western Australian sample. Drug and Alcohol Review, 16, 227–34.
La triptamina (1H-indol-3-etanamina) es un metabolito 17. Griffiths, P. and Vingoe, L. (ed.) (1997). The use of amphetamines, ecstasy
and LSD in the European Community: a review of data on consumption
del triptófano que se produce de forma natural. Conforma el patterns and current epidemiological literature. Synthesis and overview.
núcleo familiar de un amplio conjunto de drogas alucinóge- European Centre for Drugs and Drug Addiction.
nas, algunas completamente sintéticas (LSD, N,N-dimetiltrip- 18. Forsyth, A.J.M. (1995). Ecstasy and illegal drug design: a new concept
652 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

in drug use. International Journal of Drug Policy, 6,193–209.


19. Green, R.A., Cross, A.J., and Goodwin, G. (1995). Review of the 4.2.3.7 Trastornos
pharmacology and clinical pharmacology of
3,4,methylenedioxymethamphetamine (MDMA or ‘ecstasy’).
relacionados con el consumo
Psychopharmacology, 119, 247–60.
20. Fischer, C., Hatzidimitrou, G.,Wlos, J., and Ricaurte, G. (1995).
de sustancias volátiles
Reorganisation of ascending 5HT axon projections in animals
previously exposed to the recreational drug (±)3,4
methylenedioxymethamphetamine (MDMA, ‘ecstasy’). Journal of
Richard Ives
Neuroscience, 15, 576–85.
21. Seiden, L.S. and Sabol, K.E. (1996). Methamphetamine and
methylenedioxymethamphetamine neurotoxicity: possible mechanisms ■ Introducción
of cell destruction. NIDA-Research Monologue, 163, 251–76.
22. Gerra, G., Zaimovic, A., Giucastro, G., et al. (1998). Serotonergic
function after (+/–)3,4-methylene-dioxymethamphetamine (‘ecstasy’) El abuso de sustancias volátiles consiste en la inhalación
in humans. International Clinical Psychopharmacology, 13, 1–9. deliberada de productos que pueden causar intoxicación (ta-
23. Krystal, J.H., Price, L.H., Opsahal, C., Ricaurte G.A., and Heniger, bla 1). Se conoce también como «esnifado» o, en Estados
G.R. (1992). Chronic 3,4 methylene dioxymethamphetamine
(MDMA) use: effects on mood and neuropsychiatric function?
Unidos, como «aspiración». Los amilnitritos (pentilnitritos)
American Journal of Drug and Alcohol Abuse, 18, 331–41. e isobutilnitritos (poppers) tienen diferentes formas de uso
24. McCann, U.D., Szabo, Z., Scheffel, U., Dannals, R.F., and Ricaurte, inapropiado, pero éstas se tratan con detalle en otros trata-
G.A. (1998). Positron emission tomographic evidence of toxic effect dos (1).
of MDMA (‘ecstasy’) on brain serotonin neurones in human beings.
Lancet, 352, 1433–7.
El abuso de sustancias volátiles produce efectos relacio-
25. Hayner, G.N. and McKinney, H. (1986). MDMA: the dark side of nados con la dosis parecidos a los de otros sedantes hipnóti-
ecstasy. Journal of Psychoactive Drugs, 18, 341–7. cos. Las dosis pequeñas generan un rápido estado de «em-
26. Leister, M., Grob, C., Bravo, G., and Walsh, R. (1992). briaguez» semejante al de los efectos del alcohol y puede in-
Phenomenology and sequelae of 3,4 MDMA. Journal of Nervous and
Mental Disease, 180, 345–52.
ducir la aparición de ideas delirantes y alucinaciones.
27. McCann, U.D. and Ricaurte, G.A. (1992). MDMA (‘ecstasy’) and Algunos usuarios inhalan grandes cantidades: un esnifa-
panic disorder: induction by a single dose. Biological Psychiatry, 32, dor de pegamento puede consumir 6 litros de adhesivo por
950–3. semana.
28. Pallanti, S. and Mazzi, D. (1992). MDMA (ecstasy) precipitation of
panic disorder. Biological Psychiatry, 32, 91–5. Los efectos a largo plazo son anorexia, apatía y cambios
29. McCann, U.C. and Ricaurte, G.A. (1991). Lasting neuropsychiatric de humor. El pelo, la piel y la ropa de estos individuos sue-
sequelae of (±)3,4 methylenedioxymethamphetamine (‘ecstasy’) in len desprender el olor de la sustancia o sustancias utilizadas y
recreational users. Journal of Clinical Psychopharmacology, 11, 302–5. pueden encontrarse los productos en la basura (envases de pe-
30. Cohen, R.S. (1996). Adverse symptomatology and suicide associated
with the use of methylenedioxymethamphetamine (MDMA; ‘ecstasy’). gamento, recambios de gas para los mecheros y aerosoles en
Biological Psychiatry, 39, 819–20. nebulizador).
31. McGuire, P.K., Cope, H., and Fahy, T.A. (1994). Diversity of Puesto que son fáciles de conseguir, las sustancias voláti-
psychopathology associated with use of 3,4 les son, junto con el alcohol y el tabaco, las primeras drogas
methylenedioxymethamphetamine (‘ecstasy’). British Journal of
Psychiatry, 165, 391–5. escogidas por los principiantes. Pueden introducir a los jóve-
32. Keenan, E., Gervin, M., Dorman, A., and O’Connor, J.J. (1993). nes al mundo de la intoxicación y ser la «puerta de entrada»
Psychosis and recreational use of MDMA (‘ecstasy’). Irish Journal of hacia el uso de drogas ilegales. Pero el abuso de sustancias vo-
Psychological Medicine, 10, 162–3. látiles no deriva inevitablemente en el uso de otras sustancias
33. McGuire, P.K. and Fahy, T. (1992). Flashbacks following MDMA.
British Journal of Psychiatry, 160, 276. psicoactivas, y aquellos que acaban cayendo en el abuso tie-
34. Creighton, F.J., Black, D.L., and Hyde, C.E.(1991). ‘Ecstasy’ psychosis nen otras dificultades en sus vidas (3).
and flashbacks. British Journal of Psychiatry, 159, 713–15.
35. Scifano, F. and Magni, G. (1994). MDMA (‘ecstasy’) abuse:
psychopathological features and craving for chocolate: a case series.
Biological Psychiatry, 36, 763–7. Historia
36. Curran, V. and Travill, R.A. (1997). Mood and cognitive effects of
±3,4 methylene dioxymethamphetamine (MDMA, ‘ecstasy’): weekend La inhalación de sustancias con el fin de intoxicarse no es
high followed by mid week low. Addiction, 92 (7), 821–31.
37. Weddington, W.W., Brown, B.S., Haertzen, C.A., et al. (1990). nueva. La inhalación de éter y de óxido nitroso («gas hilaran-
Change in mood, craving and sleep during short term abstinence te»), así como de otros productos volátiles de venta en co-
reported by male cocaine users. A controlled, residential study. mercios, tiene una larga tradición.
Archives of General Psychiatry, 47, 861–8.
38. Milroy, C.M., Clark, J.C., and Forrst, A.R. (1996). Pathology of
El conocimiento popular es más reciente. En Estados
deaths associated with ‘ecstasy’ and ‘eve’ misuse. Journal of Clinical Unidos, durante las décadas de 1950 y 1960 se realizó mucha
Pathology, 49, 149–53. publicidad sobre el esnifamiento de pegamento, hecho que
39. Lane, R. and Baldwin, D. (1997). Selective serotonin reuptake ayudó a divulgar las posibilidades del adhesivo como intoxi-
inhibitor-induced serotonin syndrome: review. Journal of Clinical
Psychopharmacology, 17, 208–21.
cante (4). Hasta la década de 1970, el conocimiento público
40. Gantt, P., Galloway, S.L., Frederick, S.L., et al. (1997). Gamma- de las sustancias volátiles no llegó al Reino Unido. En 1983
hydroxybutyrate: an emerging drug of abuse that causes physical alcanzó la máxima popularidad: se utilizaba con más fre-
dependence. Addiction, 92, 89–96 cuencia que otro tipo de drogas (5). A partir de entonces, el
41. Griffiths, P. (1998). Qat use in London: a study of qat use among a sample
of Somalis living in London. DPI Publication No. 26. Home Office,
interés público fue decayendo, a pesar de que continuaban
London. los altos niveles de consumo experimental.
4.2.3.7. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE SUSTANCIAS VOLÁTILES 653

Tabla 1. Algunos productos que pueden ser motivo de Prevalencia del uso de sustancias volátiles
abuso por inhalación

Producto Componentes Las sustancias volátiles se han utilizado en todo el


mundo. La organización Mundial de la Salud (OMS) re-
Pegamentos dactó un escrito en el que documentaba esa utilización (6)
Cola para balsas de madera Etilacetato y el National Institute on Drug Abuse (NIDA) publicó es-
Pegamentos de contacto Butanona, hexano, tolueno tudios de prevalencia en distintas partes del mundo (7). Un
Cola para reparar llantas de bici- Tolueno y xilenos trabajo del Pompidou Group (8) indicó que el abuso de
cleta
Pegamentos para trabajar madera Xilenos
sustancias volátiles era un problema paneuropeo. En el Rei-
Poliviniclouro (PVC) Acetona, butanona, ciclohexado- no Unido, más del 20 % de los jóvenes había esnifado al-
na, tricloroetileno guna vez sustancias volátiles (9). En la Europa continental
la prevalencia es baja, pero la utilización experimental de
Aerosoles estas sustancias volátiles entre los que se inician a la droga
Ambientadores LPG, DME y/o fluorocarbonos se sitúa en segundo lugar, después del consumo de Canna-
Desodorantes, antitranspirantes LPG, DME y/o fluorocarbonos bis; y en Grecia y en Suecia, el consumo es mayor al del
Nebulizador matamoscas LPG, DME y/o fluorocarbonos Cannabis (10). Los jóvenes que experimentan con sustancias
Laca de pelo LPG, DME y/o fluorocarbonos
volátiles pertenecen a todas las clases sociales, pero es la
Pintura en aerosol LPG, DME y/o fluorocarbonos
y ésteres droga de elección para aquellos de clase social más baja. El
abuso de sustancias volátiles supone un problema particu-
Anestésicos/analgésicos lar, en todo el mundo, para las personas que viven en la ca-
Inhalantes Óxido nitroso, ciclopropano, éter lle. En el Reino Unido, el abuso de sustancias volátiles es
dietil, halotano, enflurano, iso- más común entre los jóvenes delincuentes que en la pobla-
flurano ción general.
Tópicos FC 11, FC 12, monocloroetano

Agentes para limpiar el polvo DME, FC 22


Muerte por abuso de sustancias volátiles
Agentes desengrasantes Diclorometano, FC 113, metanol,
y limpiadores en seco 1,1,1-tricloroetano La muerte por abuso de sustancias volátiles es un riesgo
comerciales Tetracloroetileno, tolueno, tri- que siempre está presente, incluso para los que la consu-
cloroetileno (ahora raro)
Carbón tetraclorido, 1,2-diclo-
men por primera vez. Puede derivarse como resultado de la
ropropano) aparición de convulsiones y coma, de la aspiración de vó-
mito, o por la toxicidad directa cardíaca o del sistema ner-
Quitamanchas domésticos Diclorometano, 1,1,1-tricloroeta- vioso central. Las muertes en los jóvenes relacionadas con
y limpiadores en seco no, tetracloroetileno, tricloro- abuso de sustancias volátiles pueden pasar desapercibidas si
domésticos etileno no se investigan correctamente. Los exámenes post mortem
habitualmente son poco reveladores, excepto por el posible
Extintores de fuego Bromoclorodifluorometano, FC edema agudo de pulmón y la posibilidad de quemaduras en
11, FC 12 la boca o en la garganta. Para confirmar el diagnóstico de
muerte por abuso de sustancias volátiles se realiza un exa-
Gases combustibles
men toxicológico de la sangre y del tejido (11).
Recambios de encendedores LPG
«Butano» LPG Un estudio a largo plazo en Estados Unidos identificó
«Propano» Propano y butanos 1.596 muertes por abuso de sustancias volátiles entre 1971 y
1996 (12). La proporción de muertes más elevada correspon-
Esmalte/quitaesmalte Acetona, ésteres día al año 1990, con 151 individuos, decreciendo posterior-
mente para volver a aumentar en 1996, con 75 casos.
Pinturas/disolventes Acetona, butanona, hexano, to- Más de los dos tercios de los individuos que mueren son
lueno, tricloroetileno, xilenos menores de 20 años, la mayoría varones, aunque la propor-
ción de muertes femeninas parece ir en aumento: en 1999, la
Removedor de pinturas Diclorometano, metanol, tolueno muerte en mujeres alcanzó una cifra superior al 20 % (en con-
traste, en los estudios de prevalencia hay poca diferencia en
Ambientadores domésticos Nitrito de isobutil la proporción de chicos y chicas que consumen sustancias vo-
látiles). Las muertes por abuso de sustancias volátiles en el
Líquidos correctores de 1,1,1-Tricloroetano
escritura
Reino Unido se dan en todas las clases sociales. Sin embargo
«[…] en las muertes de los menores de 16 años, hay una mar-
Expendedoras de batidos Óxido nitroso cada diferencia en la mortalidad entre las clases sociales I y V,
con casi cuatro veces más muertes en la clase social V […] en
Adaptado de Flanagan e Ives (2). comparación con la clase I» (13).
654 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

■ Problemas de salud de otras drogas, legales o ilegales. La utilización combinada


de distintas drogas puede potenciar sus efectos. La polidro-
Los principales efectos de las sustancias volátiles sobre la gadicción dificulta la posibilidad de valorar el riesgo de cada
salud son: sustancia.
El abuso de sustancias volátiles durante el embarazo está
• Sensibilización cardíaca, puesto que pueden presentarse asociado con un aumento de la morbilidad materna y fetal
arritmias si el abuso de sustancias volátiles está seguido (16). La exposición paterna a sustancias volátiles también pue-
por esfuerzo o sobresalto. de causar efectos deletéreos en su descendencia (17). Pero las
• Enfriamiento de los tejidos de la garganta, causado por la complejidades de los productos químicos implicados —y las
utilización de sustancias en aerosol directamente en la complejidades de la vida de los individuos— hacen difícil la
boca que, además, pueden generar hinchazón y asfixia. identificación de las causas particulares de lesión fetal.
• Riesgo de incendio: muchos de estos productos son infla-
mables, especialmente cuando se combinan con el tabaco.
• Asfixia, un peligro particular cuando se utilizan bolsas de ■ Tratamiento de los trastornos
plástico para la aspiración.
• Muchos productos son mezclas de productos químicos, y relacionados con el abuso
las empresas manufacturadoras no incluyen las listas de de sustancias volátiles
componentes. Los cambios en las fórmulas de los pro-
ductos pueden producir daños impredecibles. Tratamiento de emergencia
• La utilización individual en lugares aislados presenta ries-
gos especiales. El tratamiento inmediato de los usuarios intoxicados re-
• Cuando se combina con alcohol u otras drogas, los efec- quiere un abordaje con calma y firmeza. Debe averiguarse el
tos son impredecibles. producto que se ha consumido, pero tratando de no generar
• La intoxicación en sí misma supone peligros potenciales, conflictos, puesto que los sobresaltos o las emociones fuertes
por ejemplo, temeridad, actuación extraña en respuesta a pueden subir la adrenalina a niveles peligrosos para un cora-
las alucinaciones, inconsciencia y atragantamientos con el zón sobresensibilizado. Por lo tanto, un individuo intoxicado
vómito. debe mantenerse calmado y no ser acosado. Es casi improba-
ble tener una conversación seria con un consumidor intoxi-
Aparte del riesgo real de muerte, el abuso de sustancias cado, pero un intercambio relajado y que proporcione con-
volátiles rara vez causa lesión a largo plazo. Sin embargo, al- fianza puede resultar de ayuda. Después de 5-20 minutos sin
gunos productos contienen sustancias venenosas, tales como inhalar, el consumidor se recuperará de su embriaguez, ex-
las de algunos combustibles o el n-hexano de algunos pega- cepto si ha consumido alcohol u otras drogas. Posteriormen-
mentos. El abuso crónico de productos que contienen tolue- te, el paciente puede necesitar ayuda médica: un chequeo
no y de disolventes clorados, como el 1,1,1-tricloroetano, puede identificar problemas de salud específicos.
puede causar lesiones en el hígado y los riñones. También se
conocen lesiones pulmonares, en la médula ósea y en el sis-
tema nervioso, pero son poco frecuentes y generalmente re- Retirada
versibles. Algunos individuos son más vulnerables (por razo-
nes genéticas, o de otro tipo) que otros a algunos efectos no- No es necesario ningún régimen especial cuando se eli-
civos. De todas maneras, los efectos a largo plazo de la aspi- mina la utilización de sustancias volátiles. Los productos quí-
ración no han sido muy estudiados, y la mayoría de las pu- micos pueden detectarse en los tejidos corporales durante se-
blicaciones acerca de la toxicidad crónica son estudios de manas después de dejar el consumo, pero no tienen efectos
caso único. Por lo tanto, se desconoce la morbilidad del abu- psicoactivos. Dado que no existe un síndrome de abstinencia,
so de sustancias volátiles. los regímenes especiales de desintoxicación son innecesarios,
Un artículo de revisión investigó acerca de las posibilida- aunque el reposo, las horas de sueño, una alimentación con
des de deterioro cognitivo derivadas del abuso de sustancias productos frescos y la administración de suplementos vitamí-
volátiles, concluyendo que «no es concluyente la posibilidad nicos pueden contribuir a la recuperación.
de daño estructural cerebral permanente que acompaña a las
manifestaciones psiquiátricas como resultado del abuso de di-
solventes» (14). Manejo del abuso experimental
Su utilización genera tolerancia. No existe un síndrome
de dependencia, pero algunos jóvenes desarrollan a largo pla- Muchos adolescentes no prueban las sustancias volátiles,
zo un hábito más compulsivo. El United Kingdom Advisory y aquellos que lo hacen las utilizan sólo unas pocas veces. In-
Council on the Misuse of Drugs sugirió que: «Existen […] cluso los consumidores más regulares no continúan durante
razones farmacológicas para sospechar que la exposición per- mucho tiempo. El uso ocasional o experimental de sustan-
sistente a sustancias volátiles puede llegar a inducir una de- cias volátiles se produce principalmente por curiosidad, o
pendencia del denominado tipo depresor» (15). Algunos como parte de una actividad de grupo. La intervención apro-
usuarios de sustancias volátiles también son consumidores piada puede ser la de alertar acerca de los peligros e incre-
4.2.3.7. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL CONSUMO DE SUSTANCIAS VOLÁTILES 655

mentar la supervisión. En este estadio, no es necesario el tra- tud de problemas: aspectos académicos, legales, sociales y
tamiento por un especialista, e incluso puede resultar contra- familiares.
producente y reforzar una actividad que sin intervención se-
ría transitoria. El Modelo de estrés social modificado (Modified Social
Stress Model) desarrollado por el proyecto de la OMS para ni-
ños de la calle (WHO Street Children Project) proporciona un
Manejo del abuso dependiente marco para entender el uso de sustancias (20). Puede valorar-
se el potencial de cambio utilizando el modelo de «puerta gi-
La biología puede predisponer al consumo dependiente, ratoria» de las etapas de cambio de Prochaska y DiClemen-
pero el abuso de sustancias volátiles está relacionado con te (21).
otros problemas. Tal como apunta la organización Network Las familias que se enfrentan por sí solas con la proble-
VSA, del Reino Unido (18): mática del abuso de sustancias volátiles en un miembro joven
de la familia también necesitarán ayuda. Los profesionales en
El abuso persistente de sustancias volátiles es un com- general (médico, trabajador social, o animador cultural) reci-
portamiento complejo […] asociado frecuentemente con ben muy poco entrenamiento en este ámbito, y se encuentran
una baja autoestima, problemas familiares, aislamiento y di- con la problemática con demasiada poca frecuencia como
ficultades psicosociales. También hay factores que pueden para adquirir experiencia. (El Institute for the Study of Drug
estar relacionados con el uso problemático de drogas lega-
Dependence ha elaborado una publicación completa diseña-
les e ilegales y, por lo tanto, una amplia proporción de los
individuos que usan sustancias volátiles también abusan de da para proporcionar a los profesionales la información bási-
otros tipos de drogas. El abuso de sustancias volátiles cró- ca que necesitan y ayudarlos a explorar las opciones de trata-
nico se entrelaza con otros problemas sociales y psicológi- miento [22].)
cos y también con el abuso de drogas ilegales. Los servicios Algunos grupos de personas (como las que viven en la ca-
de atención a la juventud no deben enfocarse exclusiva- lle y las pertenecienes a culturas indígenas) tienen problemas
mente hacia las sustancias volátiles, sino que deben ser ca- especiales con el abuso de sustancias, que requieren una aten-
paces de tratar con el abuso de sustancias volátiles en el ción diferente, más globalizada. El tratamiento debe llevarse
contexto de todo un conjunto de comportamientos proble- a cabo contemplando las características culturales de estas
máticos. personas, en lugar de imponer modelos de tratamiento ajenos
que resultan inapropiados. Las poblaciones indígenas mani-
Habitualmente son esos otros problemas los que prime-
fiestan que sus culturas tienen perspectivas útiles y abordajes
ro necesitan atención, y hasta que éstos no son tratados, el
que pueden utilizarse en el tratamiento de las personas con
individuo —aun reconociendo el perjuicio— no cede en su
problemas de abuso de drogas y de sustancias volátiles (23).
comportamiento adictivo. Por lo tanto, la ayuda que se pres-
Las consumidoras femeninas de sustancias volátiles pueden
ta a los consumidores de sustancias volátiles debe realizarse
no aceptar el tratamiento con facilidad y, por tanto, ser vícti-
en servicios generales que puedan tratar con más efectividad
mas de estigmatizaciones.
toda la problemática que lo rodea, contando con servicios
específicos de apoyo. Los servicios de salud mental, así como
los servicios de desintoxicación, tienen la función importan-
te de proporcionar ese apoyo, por ejemplo, contribuyendo a
Seguimiento
establecer un diagnóstico dual e implicándose en el trata-
Algunos aspectos importantes del proceso son los cuida-
miento del trastorno que se ha diagnosticado. Los servicios
dos posteriores, la rehabilitación a largo plazo, la reinserción
especializados también pueden contribuir a identificar las
social, el control de recaídas y el seguimiento de los pacien-
áreas de intervención, aunque la forma de realizar esas inter-
tes desintoxicados.
venciones dependerá de la organización local de los distintos
Las recaídas son habituales y deben tratarse sin enjuicia-
servicios. Las intervenciones deben tener en cuenta los en-
mientos, no como un «fallo», sino como una oportunidad
tornos social y cultural de la vida de los consumidores.
para el aprendizaje. Puede resultar de ayuda el apoyo para el
Los servicios de prevención suelen ser reacios a trabajar
mantenimiento de las mejoras, por ejemplo, identificar los fac-
con la gente joven, que conforma la mayoría de estos pa-
tores que ayudan a los ex consumidores de sustancias volátiles
cientes, debido a las complicaciones legales de confidenciali-
a mantener la abstinencia y a utilizar el apoyo del grupo.
dad y consentimiento. A veces, sin embargo, esta reticencia se
debe a una falta de entrenamiento de los profesionales y a la
supuesta dificultad de trabajar con este grupo de edad. Jum-
per-Thurman y cols. sugieren que el tratamiento de los con-
Aspectos generales
sumidores de sustancias volátiles (19):
El abuso de sustancias volátiles crónico no es un proble-
…presenta un desafío particularmente difícil […] dada ma individual: no depende únicamente de una patología in-
la falta general de instrucciones claras con respecto a estra- dividual, sino de los déficit de las estructuras sociales. El tra-
tegias de tratamiento efectivas. Además de los cambios en tamiento, en un sentido amplio, implica la ayuda a la familia
el ámbito fisiológico, neurológico y emocional de los con- y a la comunidad, y el asesoramiento que contribuya a gene-
sumidores […estos cambios] se acompañan de otra multi- rar cambios sociales.
656 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Valoración de resultados embargo, esto no sucede así en otras ciudades, porque la


criminalización de los consumidores se considera contra-
La evaluación y el control necesitan una planificación producente.
cuidadosa, pero las intervenciones de tratamiento tienen múl- • Información y educación: esto puede llevarse a cabo a
tiples objetivos y producen variados resultados. Los objetivos través de la advertencia pública, a través de prospectos y
pueden alterarse y adaptarse a medida que se desarrolla el tra- en las escuelas. Es esencial proporcionar una educación
bajo, con lo que los resultados serán difíciles de valorar en re- temprana sobre las sustancias volátiles. Éstas están en la
lación con los objetivos iniciales. La evaluación debe manejar mayoría de los hogares y, por lo tanto (del mismo modo
esta complejidad: la identificación del «éxito» requiere medi- que las drogas ilegales), pueden ser accesibles para mu-
das que vayan más allá del simple cálculo de la reducción del chos adolescentes. Muchos padres no son conscientes
uso de sustancias o de la abstención. del potencial de los productos que tienen en sus casas,
Forman parte del proceso de intervención la elaboración por lo que la información también debe dirigirse a los
de un sistema de evaluación desde el inicio, así como su uti- padres.
lización para informar sobre la evolución de la propia inter-
vención. Su efectividad puede aumentarse con la evidencia de Deben considerarse todas estas estrategias. Tal como su-
que la intervención está siendo productiva. giere el Advisory Council on the Misuse of Drugs, la «buena
práctica» constituirá más una sucesión de alternativas o de
múltiples estrategias que cualquier toque magistral (24).
■ Prevención
Existen muchos productos esnifables, muchas posibilida- Lecturas recomendadas
des para la sustitución de un producto por otro, muchos pro-
ductos químicos implicados e insuficiente información acer- Advisory Council on the Misuse of Drugs (1995). Volatile substance abuse.
ca del perjuicio que pueden generar algunos productos y la HMSO, London.
práctica de su uso. Todo ello hace que la prevención sea di- Flanagan, R.J., Streete, P.J., and Ramsey, J.D. (1997). Volatile substance abuse:
practical guidelines for the analytical investigation of suspected cases and
fícil. Otras dificultades añadidas son el hecho de que los con- interpretation of results. United Nations Drug Control Programme, Viena.
sumidores de sustancias volátiles son generalmente jóvenes y Ives, R. (1995). Problems with solutions: a muan for work with solvent sniffers
que las muertes relacionadas con el abuso de sustancias volá- and other young drug users (pack and video). Institute for the Study of
Drug Dependence, London.
tiles se producen abruptamente y de forma impredecible.
Ives, R (1997). Drug notes 6: solvents. Institute for the Study of Drug
Dependence, London.
Ron, M. (1986). Volatile substance abuse: a review of possible long-term
Abordaje del suministro de productos neurological, intellectual and psychiatric sequlae. British Jounal of
Psychiatry, 148, 235–46.
Este abordaje puede realizarse de diferentes maneras: Taylor, J.C., Norman, C.L., Bland, J.M., Tamsey, J.D., and Anderson,
H.R. (1998). Trends in death associated with abuse of volatile substances
1971–1996 (Report number 11). Department of Public Health Sciences,
• Eliminación de productos: algunos productos son particu- St George’s Hospital Medical School, London.
larmente peligrosos y tienen sustitutos satisfactorios, aun-
que no pueden eliminarse todas las sustancias volátiles.
• Modificación de productos. Existen tres posibilidades: Páginas web
cambiar la fórmula del producto con el fin de eliminar la
sustancia tóxica, añadir una sustancia química que haga Información sobre el abuso de sustancias volátiles: www.vsa.educari.com
que el producto sea desagradable y modificar el contene- Información sobre las muertes por abuso de sustancias volátiles en el
dor para dificultar su mal uso. Reino Unido: www.sghms.ac.uk/phs/vsamenu.htm
Coalición Nacional para la Prevención de Inhalantes de los Estados
• Advertencias en las etiquetas: esto puede resultar de utili- Unidos de América (United States of America National Inhalants
dad, aunque el etiquetado despierta la atención acerca de Prevention Coalition): www.inhalants.org
su potencial para el abuso.
• Educación a los suministradores: los comerciantes necesi-
tan información y advertencia sobre el potencial adictivo Bibliografía
del producto. Esto es difícil, debido a que muchos pro-
ductos son vendidos en puntos de venta al por menor. 1. Haverkos, H. and Dougherty, J. (ed.) (1988). Health hazards of nitrite
inhalants, NIDA Research Monograph 83. National Institute on Drug
• Controles legales sobre las ventas y el suministro de pro-
Abuse, Rockville, MD.
ductos susceptibles de ser mal utilizados: esto se realiza en 2. Flanagan, B. and Ives, R. (1994). Volatile substance abuse. Bulletin on
algunas poblaciones, pero es difícil de imponer. Narcotics, 46, 49–78.
3. Davies, B., Thorley, A., and O’Connor, D. (1985). Progression of
addiction careers in young adult solvent misusers. British Medical
Abordaje de la demanda de productos Journal, 290, 6482.
4. Brecher, E. (1972). How to launch a nation-wide drug menace. In Licit
and illicit drugs, pp. 321–34. Little, Brown, Boston, MA.
• Controles legales: en Japón, Singapur y en la República de 5. Ives, R. (1986). The rise and fall of the solvents panic. Druglink, 1 (4),
Corea, el abuso de sustancias volátiles es un delito. Sin 10–12.
4.2.3.8. EFECTOS DEL USO DE CANNABIS SOBRE LA SALUD MENTAL 657

6. WHO Programme on Substance Abuse (1999). Volatile substance abuse: mayor cantidad de THC. La marihuana (contenido de THC
a global overview. WHO, Geneva. de 0,5-5 %) se prepara con las flores secas de la planta y con
7. Kozel, N., Sloboda, Z., and De La Rosa, M. (ed.) (1995). Epidemiology
of inhalant abuse: an international perspective (NIDA Research Monograph las hojas. El hachís (contenido de THC del 2-20 %) está cons-
series No. 148). NIDA, Washington, DC. tituido por la resina y las flores comprimidas del Cannabis se-
8. Pompidou Group (1994). Volatile substance abuse. Council of Europe, cado (1).
Strasbourg. El Cannabis normalmente se fuma en cigarrillo conocido
9. Miller, P. and Plant, M. (1996). Drinking, smoking and illicit drug use
among 15 and 16-year-olds in the United Kingdom. British Medical como «porro», del mismo modo que un cigarrillo de tabaco,
Journal, 313, 294–7. o en una pipa de agua, a menudo mezclado con tabaco. A pe-
10. Ives, R. (1998). Volatile substance abuse among children. Rädda Barnen sar de que tanto la marihuana como el hachís pueden co-
(Swedish Save the Children), Stockholm.
11. Flanagan, R.J., Streete, P.J., and Ramsey, J.D. (1997). Volatile substance
merse, el Cannabis habitualmente se fuma, porque ésa es la
abuse: practical guidelines for the analytical investigation of suspected cases forma más eficaz para alcanzar los niveles deseados de into-
and interpretation of results. United Nations Drug Control Programme, xicación (2).
Vienna. El THC actúa sobre una variedad amplia de receptores
12. Taylor, J., Norman, C., Bland, J., Ramsey, J., and Anderson, H.
(1998). Trends in deaths associated with abuse of volatile substances
distribuidos en las regiones cerebrales implicadas en la me-
1971–1996. St George’s Hospital Medical School, London. moria, el refuerzo, la percepción del dolor y la coordinación
13. Esmail, A., Meyer, L., Pottier, A., and Wright, S. (1993). Deaths from motora (1). Los receptores responden a un ligando endógeno,
volatile substance abuse in those under 18 years: results from a la anandamida, que es considerablemente menos potente y
national epidemiological study. Archives of Disease in Childhood, 69,
356–60 (see p. 358).
tiene un tiempo de acción más corto que el THC (1).
14. Ron, M. (1986). Volatile substance abuse: a review of possible long-
term neurological, intellectual and psychiatric sequelae. British Journal
of Psychiatry, 148, 235–46.
15. Advisory Council on the Misuse of Drugs (1995). Volatile substance
■ Patrones de uso del Cannabis
abuse, paragraph 3.11. HMSO, London.
16. Wilkin, H. and Gabow, P. (1991). Toluene abuse during pregnancy: Muchos adultos jóvenes han probado el Cannabis en Eu-
obstetric complications and perinatal outcomes. Obstetrics and ropa, Estados Unidos y Australia (3). La mayoría de los con-
Gynaecology, 77, 504–8. sumidores de Cannabis en Estados Unidos abandonan el há-
17. Robaire, B. and Hales, B. (1993). Paternal exposure to chemicals
before conception (editorial). British Medical Journal, 307, 341–2. bito entre la mitad y el final de la tercera década de vida, y
18. Network VSA (1997). Network VSA statement about volatile substance son muy pocos los que se habitúan a un consumo diario du-
misuse. Network VSA, Blackburn, Lancs. rante un período de varios años (3, 4). En los estudios de Es-
19. Jumper-Thurman, P., Plested, B., and Beauvais, F. (1992). Treatment tados Unidos y de Australia, aproximadamente un 10 % de
strategies for volatile substance abusers in the United States. In
Inhalant abuse: a volatile research agenda (ed. C. Sharpe, F. Beauvais, los que consumen Cannabis lo hacen a diario, y otro 20-30 %
and R. Spence), NIDA Research Monograph 129. National Institute lo consumen semanalmente (3). Este patrón de utilización en
on Drug Abuse, Rockville, MD. los países desarrollados difiere del de los países con tradición
20. WHO Programme on Substance Abuse (1997). Street children, substance de uso de Cannabis, tales como Egipto o India, en los cuales
use and health: training for street educators, p. 48. WHO, Geneva.
21. Prochaska, J. and DiClemente, C. (1986). Towards a comprehensive es poco frecuente el uso de Cannabis con fines recreativos, y
model of change. In Treating addictive behaviours: processes of change (ed. el uso «duro» de la droga está relegado a los grupos de po-
W. Miller and N. Heather), pp. 3–27. Plenum Press, New York. blación marginada.
22. Ives, R. (1995). Problems with solutions: a manual for work with solvent Dado el desconocimiento del contenido de THC, el uso
sniffers and other young drug users. Institute for the Study of Drug
Dependence, London. «duro» de Cannabis se define, por lo general, como uso diario
23. Brady, M. (1992). Heavy metal. The social meaning of petrol sniffing in o casi diario (5). Si este patrón de uso se extiende durante
Australia. Aboriginal Studies Press, Canberra. años, aumenta el riesgo de experimentar consecuencias psico-
24. Advisory Council on the Misuse of Drugs (1995). Volatile substance lógicas adversas. Los consumidores diarios de Cannabis suelen
abuse, paragraph 5.5. HMSO, London.
también consumir alcohol y tabaco, así como anfetaminas,
alucinógenos, psicoestimulantes, sedantes y opiáceos (2, 3).

4.2.3.8 Efectos del uso ■ Efectos psicológicos agudos del uso


de Cannabis sobre la salud de Cannabis
mental El Cannabis produce euforia y relajación, alteraciones per-
ceptivas (distorsión temporal, alteración de la memoria a cor-
Wayne Hall to plazo y de la atención) e intensificación de las experiencias
sensoriales ordinarias, tales como comer o escuchar música
(2). Los efectos psicológicos adversos más frecuentes son la
■ Droga Cannabis ansiedad y las crisis de angustia (2). Éstas pueden ser experi-
mentadas por consumidores primerizos, y son una razón co-
El Cannabis procede de la planta femenina de Cannabis mún para interrumpir el consumo (2).
sativa. Su constituyente psicoactivo primario es el -9-tetrahi- El Cannabis genera alteraciones dependientes de la dosis
drocannabinol (THC) (1). Las flores de la planta contienen la en las funciones cognitivas y conductuales, que pueden alte-
658 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

rar potencialmente la capacidad para conducir un automóvil bate. A favor de su existencia se encuentran las series de ca-
o para operar con maquinarias (6). sos descritas de «psicosis por Cannabis» y los estudios contro-
lados que comparan las características de la «psicosis por Can-
nabis» con las de la psicosis en los individuos que no consu-
■ Efectos psicológicos crónicos mían Cannabis en el momento del ingreso hospitalario (13).
del uso de Cannabis Las críticas a la hipótesis se basan en los criterios clínicos so-
bre la etiología, la pobreza de los criterios específicos utiliza-
Dependencia del Cannabis dos en el diagnóstico de esta psicosis, la escasez de estudios
controlados y las variaciones en las características clínicas de
Hasta despés de la década de 1980, el Cannabis no fue la «psicosis por Cannabis» (14).
considerado como una droga que crea dependencia, debido a
la ausencia aparente de síntomas de tolerancia y abstinencia,
y a la inexistencia de individuos que acudan en busca de ayu- Cannabis y esquizofrenia
da para abandonar el consumo de Cannabis. Actualmente hay
pruebas de que los animales y los seres humanos desarrollan Los datos clínicos y epidemiológicos disponibles sobre la
tolerancia a los efectos del THC (1), y también de que algu- asociación entre la esquizofrenia y el consumo de Cannabis
nos consumidores habituales experimentan síntomas de abs- sugieren que el Cannabis puede precipitar la esquizofrenia o
tinencia tras la interrupción brusca del consumo de Cannabis exacerbar sus síntomas. No obstante, ésta no es la única ex-
(7). Durante las décadas de 1980 y 1990 se produjo en Esta- plicación de la asociación. Los individuos con esquizofrenia
dos Unidos, Australia y Europa un aumento del número de pueden utilizar el Cannabis como una forma de automedica-
individuos que acudían en busca de ayuda para el abandono ción, o puede haber otras variables que expliquen la asocia-
del uso de Cannabis (2). ción, por ejemplo, el hecho de que el consumo de Cannabis
Los datos clínicos y epidemiológicos disponibles confir- sea un marcador del consumo de otras drogas psicogénicas, o
man que se produce un síndrome de dependencia al Canna- de vulnerabilidad a la esquizofrenia (2).
bis en aquellos grandes consumidores crónicos que presentan Existen datos clínicos y epidemiológicos de que el con-
problemas en el abandono de su uso, pero que continúan sumo de Cannabis exacerba los síntomas de la esquizofrenia
consumiéndolo a pesar de experimentar consecuencias perso- en los individuos que padecen esta enfermedad. Entre estos
nales y sociales adversas (8). datos se incluyen los hallazgos de los estudios prospectivos
La prevalencia a lo largo de la vida de abuso de Cannabis que han controlado las variables que podrían influir, o las
y de dependencia (tal como se define en el DSM-III-R) en Es- variables de confusión (12). También es posible que exista
tados Unidos se ha estimado en un 4,4 % de los adultos (9). una relación biológica. Los trastornos psicóticos implican al-
En Nueva Zelanda y en Australia se han obtenido estimacio- teraciones en los sistemas neurotransmisores dopaminérgi-
nes similares (2). El riesgo de desarrollar dependencia de Can- cos, de forma que las drogas que aumentan los niveles de do-
nabis parece tener más semejanzas con la dependencia del al- pamina producen síntomas psicóticos cuando se toman en
cohol que con la de la nicotina o de los opiáceos; alrededor dosis altas, y los fármacos neurolépticos que reducen los sín-
del 10 % de aquellos que consumen Cannabis diariamente tomas psicóticos también reducen los niveles de dopamina
cumplen criterios de dependencia en algún momento de su (12). Los cannabinoides como el THC aumentan los niveles
vida (2, 9). de dopamina (1).
No está clara cuál es la mejor forma de abordar la depen- Un estudio prospectivo sueco proporcionó pruebas de
dencia. Stephens y Roffman (10) han realizado ensayos con- que el consumo de Cannabis precipita la esquizofrenia en las
trolados de prevención cognitivo-conductual de recaídas y de personas que son vulnerables, por la existencia de anteceden-
apoyo social. Encontraron índices de abstinencia a los 12 me- tes personales y familiares de la enfermedad (15). Esta hipó-
ses de alrededor del 30 %, aunque los porcentajes de consu- tesis es congruente con el modelo de estrés-vulnerabilidad de
mo habían decrecido sustancialmente en aquellos que conti- la esquizofrenia (16), en el que la causa de su desarrollo es el
nuaban consumiendo Cannabis. resultado de la actuación del estrés sobre una vulnerabilidad
genética.
Aunque es posible, hay pocas pruebas directas de que la
Psicosis por Cannabis vulnerabilidad genética aumente el riesgo de que los consu-
midores de Cannabis desarrollen una psicosis. McGuire y
Las dosis elevadas de THC pueden producir alucinacio- cols. (17) demostraron que los individuos con antecedentes
nes visuales y auditivas, ideas delirantes y trastornos del pen- de alto consumo de Cannabis que desarrollaban psicosis tení-
samiento en voluntarios normales (2). En las culturas con tra- an 10 veces más posibilidades de tener antecedentes familia-
dición de consumo de Cannabis, como la India, se ha descri- res de esquizofrenia que aquellos con psicosis que no habían
to una «psicosis por Cannabis», en la cual los síntomas van consumido Cannabis. Resulta difícil identificar una causa ge-
precedidos de un consumo elevado de la droga y muestran nética en la mayoría de los casos de esquizofrenia, dado que
remisión después de la abstinencia (11, 12). un 81 % de los enfermos no tendrán un familiar de primer
La existencia de una «psicosis por Cannabis» en las cultu- grado con la enfermedad, y el 63 % no tendrán ningún fami-
ras occidentales es todavía un problema que se halla en de- liar de primero o segundo grado afectado (16).
4.2.3.8. EFECTOS DEL USO DE CANNABIS SOBRE LA SALUD MENTAL 659

La cuestión más controvertida es hasta qué punto el de que los déficit cognitivos secundarios al uso crónico de
consumo de Cannabis puede causar una esquizofrenia que Cannabis son sutiles y difícilmente se corresponden con cam-
no hubiera aparecido de otro modo. No puede excluirse esta bios significativos en la estructura cerebral (18).
posibilidad, pero es únicamente aplicable a una minoría de
los casos. La mayoría de los 274 casos recogidos en el estu-
dio sueco que desarrollaron esquizofrenia no eran consumi- Síndrome desmotivacional
dores de Cannabis, y únicamente el 7 %, como mucho, de
los casos de esquizofrenia podrían atribuirse al consumo de Se han descrito datos anecdóticos acerca de que el con-
Cannabis. Sin embargo, la incidencia de esquizofrenia y, sumo de Cannabis altera la motivación, en sociedades con
particularmente, de los casos de inicio agudo temprano, se una amplia historia de consumo de Cannabis, como en Egip-
redujo (o permaneció estable) durante las décadas de 1970 y to, el Caribe y otras regiones (2). Entre los adultos jóvenes
1980 (12), cuando el uso de Cannabis entre la gente joven americanos que consumían Cannabis a principios de la déca-
aumentó en Australia y en Norteamérica (3). A pesar de que da de 1970, existen datos clínicos (2) de individuos que pre-
resulta complicada la interpretación de estas tendencias, lo sentaban apatía, letargia y desmotivación, aparentemente
cierto es que se ha observado una amplia reducción de la in- como resultado de un alto consumo crónico de Cannabis.
cidencia en muchos países, mientras que el consumo de Esta constelación de síntomas fue descrita como «síndrome
Cannabis ha aumentado (12). desmotivacional». Dado que estos estudios no estaban bien
controlados, resulta imposible separar los efectos del uso cró-
nico de Cannabis de aquellos que podrían atribuirse a la per-
■ Otros trastornos sonalidad previa o a la presencia de otros trastornos psiquiá-
tricos (2).
Alteración cognitiva Se ha interpretado que los estudios de campo sobre el
consumo crónico y elevado de Cannabis en las sociedades
El hecho de que el consumo de Cannabis altere de forma con tradición de uso, por ejemplo, Costa Rica y Jamaica (2),
aguda el funcionamiento cognitivo ha derivado en la idea ra- han fallado en la demostración de la existencia del síndrome
zonable de que su uso crónico puede producir una alteración desmotivacional. Las críticas han argumentado que estos es-
permanente de las funciones cognitivas. Los datos de que se tudios no han sido convincentes, porque los consumidores
dispone, sin embargo, sugieren que incluso el consumo cró- crónicos estudiados pertenecían a grupos sociales marginados
nico elevado a largo plazo no produce ninguna alteración y, por lo tanto, las demandas motivacionales de su vida dia-
grave o muy debilitante de las funciones cognitivas (18). No ria resultaban insuficientes para detectar una alteración causa-
existen pruebas, por ejemplo, de que produzca ningún efecto da por el consumo de Cannabis (20).
que sea comparable con las alteraciones cognitivas que se ob- El estatus del síndrome desmotivacional permanece con-
servan en el alcoholismo crónico. Si existiera, debería haber- flictivo. Muchos clínicos encuentran convincentes los casos
se detectado en las investigaciones que se han realizado hasta de «síndrome desmotivacional», mientras que muchos in-
la fecha actual (2). vestigadores están más influidos por los hallazgos negativos
Sin embargo, sí hay pruebas clínicas y experimentales de de los estudios de campo y epidemiológicos. Sin embargo,
que el consumo de Cannabis a largo plazo puede producir la posibilidad se ha mantenido latente, pues algunos infor-
alteración cognitiva sutil en funciones cognitivas superiores, mes afirman que los consumidores regulares de Cannabis ex-
como la memoria, la atención y la organización, y la inte- perimentan una pérdida de ambición y una alteración en el
gración de información compleja (18). Los datos sugieren rendimiento académico y laboral (2). Algunos consumidores
que cuanto más largo es el período de consumo elevado de de Cannabis han afirmado que la razón que los ha llevado a
Cannabis, mayor es el déficit cognitivo observado (18). Lo abandonar el hábito ha sido el déficit en el rendimiento la-
que sí parece cierto es que los déficit en el rendimiento son boral (2). Aunque los grandes consumidores que necesitan
sutiles, y que queda por determinar hasta qué punto son sig- asistencia para deshabituarse refieren una pérdida de moti-
nificativos para el funcionamiento en las actividades diarias. vación como síntoma secundario al uso de Cannabis, no se
También falta investigar si estos déficit pueden ser reversi- ha documentado un síndrome desmotivacional bien defini-
bles después de un período amplio de abstinencia de Can- do. Esto resulta insuficiente para explicar la alteración mo-
nabis. tivacional como síntoma de un consumo crónico de Can-
Se despertó la sospecha de que el consumo crónico de nabis (2).
Cannabis puede causar lesión estructural en el cerebro tras un
solo estudio, poco controlado, que utilizó un método de in-
vestigación anticuado, y que observó un aumento del tama- Flashbacks
ño de los ventrículos laterales cerebrales en los consumidores
de Cannabis (19). Hasta entonces, diversos estudios mejor Hay un número reducido de casos descritos de flash-
controlados y utilizando métodos más sofisticados de investi- backs secundarios al uso de Cannabis; por ejemplo, la experi-
gación no habían podido demostrar cambios estructurales en mentación de síntomas de intoxicación días o semanas des-
los cerebros de los consumidores crónicos de Cannabis (18). pués de la última vez que el individuo consumió la droga
Estos resultados negativos son congruentes con los hallazgos (21). Dada su rareza, y ante el hecho de que muchos indivi-
660 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

duos afectados consumen también otras drogas, resulta difícil • Ansiedad, disforia, pánico y paranoia, especialmente en
extraer conclusiones acerca de la relación entre estos síntomas los nuevos consumidores.
y el consumo de Cannabis. A menudo, es complicado decidir • Alteración de la atención y de la memoria, y déficit psi-
entre diversas posibilidades: son sucesos que coinciden con el comotor durante la intoxicación.
consumo de Cannabis; son efectos producidos por otras dro- • Posibilidad o aumento del riesgo de accidente si una per-
gas consumidas junto con Cannabis; son consecuencias raras sona intoxicada trata de conducir un vehículo a motor.
de su utilización, que sólo ocurren con dosis más elevadas
que las utilizadas en el consumo recreativo o que se deben a No se conocen exactamente los efectos psicológicos del
una vulnerabilidad personal; son el resultado de la interac- alto consumo diario de Cannabis durante muchos años per-
ción entre el consumo de Cannabis y otras drogas. manece incierto, pero probablemente los principales sean los
siguientes (24):
■ Efectos conductuales en la adolescencia • Un síndrome de dependencia del Cannabis, que se carac-
teriza por incapacidad para abstenerse o para controlar el
Hay una preocupación socialmente comprensible sobre consumo de la droga.
los efectos del consumo de Cannabis por los adolescentes, en
el rendimiento escolar, la salud mental, el ajuste social y el
• Formas sutiles de alteración cognitiva que afectan la aten-
ción y la memoria, que persisten mientras los consumido-
uso de otras drogas más duras. res permanecen crónicamente intoxicados, y que pueden
Se produce una asociación cruzada muy estrecha entre ser o no reversibles después de una abstinencia prolongada.
el consumo elevado de Cannabis en la adolescencia y el ries-
go de interrupción de la educación escolar o la inestabilidad
• Alteración en la formación y educación de los adolescentes,
cuyo aprendizaje puede estar limitado por los déficit cogni-
laboral en los adultos jóvenes (22). Sin embargo, esta aso- tivos producidos por la intoxicación crónica por Cannabis.
ciación se reduce en los estudios longitudinales en los que
se llevan a cabo ajustes por el hecho de que los fuertes con-
• Entre los que comienzan a consumir Cannabis en edades
muy tempranas aumenta el riesgo de progresar hacia el
sumidores de Cannabis tienen aspiraciones académicas me- uso duro de Cannabis o de otras drogas ilegales, y de per-
nores y un rendimiento escolar peor previo al uso de Can- manecer dependiente del Cannabis.
nabis (22, 23).
Algunos datos sugieren que el alto consumo de Cannabis
tiene efectos adversos en la formación familiar, la salud men- Bibliografía
tal e implicaciones en los delitos relacionados con la droga
(22). En todo caso, las fuertes asociaciones que se hallan en 1. Adams, I.B. and Martin, B.R. (1996). Cannabis: pharmacology and
los estudios transversales son más modestas en los estudios toxicology in animals and humans. Addiction, 91, 1585–1614.
2. Hall, W., Solowij, N., and Lemon, J. (1994). The health and
longitudinales, después de controlar estadísticamente las rela- psychological effects of cannabis use. National Drug Strategy Monograph
ciones entre el uso de Cannabis y otras características preexis- Series No. 25. Australian Government Publication Service, Canberra,
tentes que pueden predecir independientemente estos proble- Australia.
mas adversos (23). 3. Hall, W., Johnston, L., and Donnelly, N. (1999). The epidemiology
of cannabis use and its consequences. In The health effects of cannabis
Un hallazgo constante en Estados Unidos (4, 22) ha sido (ed. H. Kalant, W. Corrigal, W. Hall, and R. Smart), pp. 69–125.
la secuencia regular de la iniciación al consumo de la droga, Addiction Research Foundation, Toronto.
en la que el uso de Cannabis precede típicamente a la utiliza- 4. Chen, K. and Kandel, D.B. (1995). The natural history of drug use
ción de otras drogas duras ilegales, tales como estimulantes y from adolescence to the mid-thirties in a general population sample.
American Journal of Public Health, 85, 41–7.
opiáceos. La interpretación de esta secuencia de hechos per- 5. Kandel, D.B. and Davies, M. (1992). Progression to regular marijuana
manece en controversia. La hipótesis menos convincente es involvement: phenomenology and risk factors for near daily use. In
aquella que afirma que el uso de Cannabis aumenta directa- Vulnerability to drug abuse (ed. M. Glantz and R. Pickens), pp. 211–53.
mente el uso posterior de otras drogas en la secuencia. Otras American Psychological Association, Washington, DC.
6. Chait, L.D. and Pierri, J. (1992). Effects of smoked marijuana on
dos hipótesis se sostienen mejor: la primera aboga por un re- human performance: a critical review. In Marijuana/cannabinoids:
clutamiento selectivo en el uso de Cannabis por parte de los neurobiology and neurophysiology (ed. A. Murphy and J. Bartke), pp.
adolescentes inconformistas, que tienden al uso de otras dro- 387–423. CRC, Boca Raton, FL.
gas ilegales, y la segunda apunta a que una vez iniciado el 7. Weisbeck, G.A., Schuckit, M.A., Kalmijn, J.A., Tipp, J.E., Bucholz,
K.K., and Smith, T.L. (1996). An evaluation of the history of
consumo de Cannabis, son la interacción social con otras for- marijuana withdrawal syndrome in a large population. Addiction, 91,
mas de consumo de droga y el más fácil acceso a los merca- 1469–78.
dos de droga ilegal los que aumentan el riesgo de utilizar 8. American Psychiatric Association (1994). Diagnostic and statistical
manual—fourth edition (DSM-IV). American Psychiatric Association,
otras drogas ilegales (2, 23). Washington, DC.
9. Anthony, J.C., Warner, L.A., and Kessler, R.C. (1994). Comparative
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Cannabis son los siguientes: dependence. In Addictive behaviors across the lifespan: prevention,
4.2.3.9. CONSUMO, EPIDEMIOLOGÍA, EFECTOS ADVERSOS Y ASPECTOS ESPECÍFICOS DE LA DEPENDENCIA DE NICOTINA 661

treatment and policy issues (ed. J.S. Baer, G.A. Marlatt, and R.J. dojas. La nicotina es una droga estimulante, de la cual sus con-
MacMahon), pp. 202–18. Sage, Newbury Park, CA. sumidores afirman obtener calma y sedación. El fumar es a
11. Chopra, G.S. and Smith, J.W. (1974). Psychotic reactions following
cannabis use in East Indians. Archives of General Psychiatry, 30, 24–7. menudo visto como una forma de automedicación para com-
12. Hall, W. (1998). Cannabis and psychosis. Drug and Alcohol Review, 17, batir el estrés, pero hay pocas puebas de que la nicotina posea
433–44. propiedades ansiolíticas o antidepresivas. Al contrario de lo
13. Boutros, N.N. and Bowers, M.B. (1996). Chronic substance-induced que ocurre con el alcohol, fumar cigarrillos es visto como si
psychotic disorders: state of the literature. Journal of Neuropsychiatry
and Clinical Neurosciences, 8, 262–9. no tuviera nada que ver con la psicopatología, aunque en la
14. Poole, R. and Brabbins, C. (1996). Drug induced psychosis. British población general está mucho más estrechamente asociado
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15. Andreasson, S., Allebeck, P., Engstrom, A., and Rydberg, U. (1987).
Cannabis and schizophrenia: a longitudinal study of Swedish
psicóticos (1). En la pasada década se alcanzó un progreso
conscripts. Lancet, ii, 1483–6. considerable en la comprensión de las bases neuroquímicas de
16. Gottesman, I.I. (1991). Schizophrenia genesis: the origins of madness. W.H. los efectos de la nicotina y en el desarrollo de intervenciones
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17. McGuire, P., Jones, R., Harvey, I., Williams, M., McGuffin, P., and
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18. Solowij, N. (1998). Cannabis and cognitive functioning. Cambridge el mundo continúan en aumento y resulta necesario continuar
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Cannabis: a health perspective and research agenda. World Health El consumo anual per capita de cigarrillos en los adultos de los
Organization, Geneva. países desarrollados ha pasado de 600 cigarrillos en 1920 has-
ta más de 3.000 a mediados de la década de 1970, aunque en
la actualidad está decreciendo (2). De forma inversa, en los
países en vías de desarrollo el consumo está aumentando
4.2.3.9 Patrones de consumo, bruscamente. Según la tendencia actual, el consumo por
epidemiología, efectos adversos adulto en los países en vías de desarrollo superará al de los
países desarrollados poco después del comienzo del siglo XXI.
y aspectos específicos del Estimaciones recientes de la Organización Mundial de la
tratamiento de la dependencia Salud (OMS) muestran que, entre los varones, la prevalencia
mundial de fumadores es del 47 %, aproximadamente la mitad
de nicotina de los adultos, con niveles particularmente elevados en China y
en los países socialistas del centro de Europa (2). Globalmente,
Martin Jarvis las mujeres fumadoras alcanzan niveles inferiores (12 %), con
una prevalencia relativamente más elevada en los países desa-
rrollados y menores índices en África, India, China y otras par-
■ Introducción tes de Asia, donde las tradiciones culturales todavía frenan el
consumo femenino. En los países como Estados Unidos y el
Fumar cigarrillos es quizá la forma más prevalente de dro- Reino Unido, donde la conciencia de los riesgos para la salud
godependencia en el mundo, y también la más letal, pues está aumentando y donde se han instaurado prohibiciones «an-
cuesta la vida a uno de cada dos consumidores persistentes. El titabaco» durante muchos años, de una cuarta a una tercera par-
tabaco es notorio por el enganche que genera en los fumado- te de los adultos de ambos sexos continúa todavía fumando. Al
res, y la dependencia de nicotina actualmente es considerada mismo tiempo, el mercado mundial continúa aumentando.
por muchos como la dependencia farmacológica más pura, el
mejor paradigma de adicción a la droga. Durante muchos
años, el fumar cigarrillos se consideró únicamente como un ■ Fumar como causa de muerte
hábito social y existía poca conciencia de que se tratara de una
droga psicoactiva. En las dosis habituales la nicotina no intoxi- Las muertes por consumo de tabaco muestran un inter-
ca ni altera el rendimiento motor o cognitivo, ni la habilidad valo de 30 a 40 años desde el inicio del hábito regular. Como
de interactuar socialmente de forma apropiada. No induce a la resultado, se observan habitualmente diferentes patrones de
violencia. Como resultado, es la drogodependencia más mun- muerte relacionada con el tabaco en los varones y las muje-
dana, casi invisible. También presenta otras numerosas para- res y en los países desarrollados y subdesarrollados. En el Rei-
662 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

no Unido, las muertes masculinas derivadas del tabaco están un número de afecciones generalmente no fatales pero sí dis-
actualmente decreciendo, mientras que en las mujeres las capacitantes (7). Entre éstas se encuentran: enfermedad vas-
muertes están aumentando y continuarán haciéndolo duran- cular periférica, cataratas, enfermedad de Crohn, úlceras gás-
te varios años, a pesar del pico de prevalencia ocurrido a co- tricas y duodenales, fracturas de cadera en ancianos y perio-
mienzos de la década de 1970 (3). dontitis, la mayor causa de pérdida dental en los adultos. Res-
En 1995, un número estimado de 2 millones de personas pirar el humo del tabaco de individuos fumadores también
(1,5 millones de varones y 500.000 mujeres) morían cada año causa riesgo de enfermedad, especialmente en los niños.
en los países desarrollados como consecuencia del tabaco. En
los países desarrollados, alrededor de un 25 % de todas las
muertes masculinas y del 9 % de las muertes en mujeres son Tabaco y embarazo
debidas al tabaco. Las muertes relacionadas con el tabaco en
el mundo desarrollado seguirán bruscamente creciendo du- El consumo de tabaco supone un peligro importante du-
rante las próximas dos décadas. El número total de muertes rante el embarazo, pues aumenta el riesgo de aborto espontá-
debidas al tabaco en el mundo se ha estimado en 10 millones neo y dobla el riesgo de embarazo ectópico. Los niños de ma-
anuales para el año 2005. La mayoría de esas muertes se pro- dres fumadoras pesan alrededor de 150 a 250 gramos menos,
ducirán en los países desarrollados (4). en el momento del nacimiento, que los hijos de madres no
fumadoras. El tabaquismo de las madres se considera la ma-
yor causa del síndrome de muerte súbita en la infancia.
Enfermedades causadas por el tabaco
Atendiendo a un estudio de cohorte de los médicos bri- ■ Tabaquismo y dependencia de nicotina
tánicos durante un seguimiento de 20 años, puede concluirse
que un hombre joven que persiste en el consumo de tabaco Hasta la década de 1970, se ignoraron los aspectos relacio-
tendrá una posibilidad de 1 entre 4 de morir prematuramen- nados con el consumo de una droga asociados con el hábito
te como consecuencia del tabaco. Estudios más recientes, es- de fumar cigarrillos, pero desde entonces, la acumulación de
pecialmente el seguimiento durante 40 años de los médicos resultados de investigaciones desde diversas disciplinas y de tra-
británicos (5) y el segundo estudio más amplio de la Ameri- bajos con seres humanos y con animales ha llevado al consen-
can Cancer Society (6), han llevado a una reevaluación de la so de que el tabaquismo es esencialmente una forma de adic-
extensión del riesgo. Actualmente se acepta que los fumado- ción a la nicotina (8). Es fundamental entender el papel de la
res persistentes corren un riesgo de 1 entre 2 de morir como nicotina para comprender el aumento del consumo de tabaco,
consecuencia del consumo de cigarrillos, reduciendo aproxi- el mantenimiento y el abandono del hábito. Esto no significa
madamente unos 8 años de su vida. que el consumo de cigarrillos se explique exclusivamente en
El fumar causa un 30 % de las muertes por cáncer, es la términos de factores farmacológicos. Los efectos de la nicotina
mayor causa de muerte por enfermedad respiratoria crónica, proporcionan un sustrato rico para el condicionamiento y para
y el mayor contribuyente a padecer enfermedades circulato- los mecanismos de aprendizaje social, así como para la com-
rias. La tabla 1 resume los resultados de la American Cancer prensión social, económica y las influencias de la sociedad. En
Society sobre 1 millón de varones y mujeres con edades de 35 este sentido, no se diferencia de otras drogodependencias.
años o mayores, que muestra la mortalidad en los fumadores Los datos que revelan las propiedades de la nicotina como
de cigarrillos y la prolongación de la vida en los no fumado- droga adictiva provienen de distintas áreas (9, 10). Algunas de
res en las principales enfermedades fatales relacionadas con el las principales áreas de investigación se resumen brevemente.
tabaco (6). Se acepta que el fumar causa el 80 % o más de to-
dos los cánceres de pulmón. Además, es responsable de la
mayoría de cánceres del tracto respiratorio superior (labios, Neuroquímica cerebral
lengua, boca, laringe y faringe) y de una fracción más reduci-
da de cánceres de vejiga, páncreas, esófago y riñón. Tanto en En el cerebro existen una variedad de receptores colinér-
varones como en mujeres, las muertes por enfermedad car- gicos sensibles a la nicotina. Los estudios con animales y con
diovascular (isquemia miocárdica, aneurisma de aorta y acci- seres humanos han mostrado que la administración crónica
dente vascular) sobrepasan en número a las producidas por de nicotina conlleva un aumento en la expresión de los re-
otras causas, incluyendo el cáncer de pulmón. Más de un ceptores específicos de nicotina en las neuronas (11). La in-
70 % de los casos de enfermedad pulmonar obstructiva cró- vestigación sobre los sistemas cerebrales ha mostrado efectos
nica es atribuible al tabaco. Los hallazgos del estudio de los de la nicotina sobre la liberación de dopamina similares a los
médicos británicos (5) indican, además, un efecto causal del que produce la cocaína (12, 13).
tabaco sobre el cáncer de estómago y la leucemia. Las asocia-
ciones entre fumar y otras enfermedades, como el cáncer cer-
vical, la cirrosis, el suicidio, el envenenamiento y el cáncer de Autoadministración animal
hígado, han sido probablemente debidas a confusión (5).
De la misma forma que es la causa principal de muerte En programas apropiados de refuerzo, las funciones de la ni-
prematura previsible, el consumo de cigarrillos es la causa de cotina se presentan como un fuerte reforzador primario (14, 15)
4.2.3.9. CONSUMO, EPIDEMIOLOGÍA, EFECTOS ADVERSOS Y ASPECTOS ESPECÍFICOS DE LA DEPENDENCIA DE NICOTINA 663

Tabla 1. Enfermedades fatales asociadas con el consumo de tabaco: varones y mujeres de más de 35 años (mortalidad estan-
darizada por 100.000 casos anuales)

Riesgo absoluto
Tiempo de vida Fumadores habituales por 100.000
en no fumadores de cigarrillos Riesgo relativo por año Atribuible (%)

Cáncer
Pulmón
Varón 24 537 22,4 513 87
Mujer 18 213 11,9 195 77
Aparato respiratorio
Varón 1 27 24,5 26 89
Mujer 2 10 5,6 8 58
Vejiga
Varón 18 53 2,9 35 36
Mujer 8 21 2,6 13 32
Páncreas
Varón 18 38 2,1 20 25
Mujer 16 37 2,3 21 29
Esófago
Varón 9 68 7,6 59 66
Mujer 4 41 10,3 37 74
Riñón
Varón 8 23 3.0 15 37
Mujer 6 8 1,4 2 11
Cardiopatía isquémica
Varón 500 970 1,9 470 22
Mujer 386 688 1,8 302 19
Aneurisma de aorta
Varón 24 98 4,1 74 48
Mujer 11 52 4,6 41 52
Accidente vascular
Varón 147 328 2,2 181 27
Mujer 236 434 1,8 198 20
Enfermedad pulmonar
obstructiva crónica
Varón 39 378 9,7 339 72
Mujer 21 216 10,5 195 74
Todas las enfermedades
Varón 788 2.520 3,2 1.732 40
Mujer 708 1.720 2,4 1.012 30

Datos de la American Cancer Society (CPS II).

en una variedad de especies animales. Ratones «aturdidos» por menos de 10 segundos (17). La nicotina se distribuye con una
eliminación de las subuniones 2 de los receptores colinérgicos semivida en sangre de alrededor de 2 horas (18). Esto significa
de alta afinidad a la nicotina no muestran una liberación de do- que los niveles en sangre bajan durante la noche a niveles de no
pamina en respuesta a la administración de nicotina y son in- fumador, y se requieren cigarrillos regulares a lo largo del día
sensibles a las recompensas de nicotina bajo contingencias en las para mantener las concentraciones elevadas de nicotina en san-
que los animales intactos se autoadministran rápidamente (16). gre. Aproximadamente entre el 70 y el 80 % de la nicotina se
metaboliza en cotidina, la cual tiene una semivida de 16 horas.

Farmacocinética
Regulación de la cantidad de nicotina en sangre
La nicotina se absorbe a través de la piel y a través del re- de los diferentes productos del tabaco
vestimiento de la nariz y la boca; la proporción de absorción
aumenta en un ambiente alcalino y disminuye en un ambiente y de los cigarrillos con distintas formas
ácido. Dada la amplia superficie de los pulmones, el ácido as- de liberación (autorregulación)
pirado suavemente con el humo del tabaco se absorbe casi de
inmediato y completamente con las inhalaciones, generando al- El punto máximo de los niveles de nicotina en sangre en-
tas concentraciones de nicotina arterial que llegan al cerebro en tre los fumadores de cigarrillos y consumidores dependientes
664 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tanto de su forma oral (19) como nasal (20) es destacada- helo de tabaco. Estos síntomas mejoran tras la administra-
mente similar, con un término medio de 35 ng/ml. ción de nicotina, pero no con placebo (30-34).
Los cigarrillos manufacturados contienen entre 10 y 14
mg de nicotina, una cantidad que no varía mucho entre las
marcas. Pero a través de técnicas como la filtración y la ■ Perfil del fumador: patrones de inicio,
ventilación, la cantidad de nicotina en los cigarrillos pro-
ducidos mecánicamente oscila entre 0,1 hasta algo más de
mantenimiento y abandono del tabaco
1 mg, con un alquitrán concomitante de entre 1 y 15 mg o
más. El papel de esta producción mecánica de cigarrillos Incitación al tabaquismo entre los jóvenes
abre una polémica seria, dado que los fumadores extraen
una cantidad similar de nicotina (alrededor de 1 mg, como La iniciación al tabaco se produce típicamente en la ado-
promedio) de los cigarrillos de producciones muy distintas lescencia, aunque un número reducido de personas comien-
(21). La tendencia característica de los fumadores a ajustar zan a fumar a partir de los 20 años (35, 36). En el Reino Uni-
la forma en que fuman para mantener una cantidad similar do, el 25 % de los que comienzan a fumar lo hacen hacia los
de nicotina procedente de cigarrillos con concentraciones 15 años, con indicios de que a esta edad las chicas son más
diferentes se denomina compensación de nicotina o auto- proclives a iniciarse que los chicos (no ocurre así a partir de
rregulación (17). Se ha propuesto un modelo sobre la libe- los 16 años). Las proporciones de fumadores no han mostra-
ración de nicotina, según el cual los fumadores crónicos pa- do descenso en el Reino Unido durante los últimos 15 años,
recen evitar los efectos adversos de una cantidad demasia- y existen datos de que en Estados Unidos están actualmente
do escasa de nicotina (abstinencia) y de un exceso de nico- aumentando (37, 38).
tina (sobredosis) (22). La iniciación al tabaco está sujeta a distintas influencias: in-
tervienen factores ambientales, conductuales y personales (24).
Entre las influencias ambientales destacan el hábito de fumar de
los padres (aproximadamente dobla la posibilidad de que el
Adquisión del hábito de fumar niño comience a fumar) y el hábito de fumar por parte de los
hermanos y amigos. La propaganda de tabaco refuerza con efec-
Los niños empiezan a fumar por numerosas razones de tividad a los jóvenes a través de imágenes de fumadores con ai-
tipo psicológico, pero los motivos farmacológicos cobran im- res de modernidad, deportistas y con éxito (39-42). La gente jo-
portancia rápidamente en el perfil del fumador, tal como lo ven de barrios humildes en los que la norma es ser fumador tie-
han demostrado diversos estudios (23, 24). Para cuando em- ne más facilidad para acabar adquiriendo el hábito, una asocia-
piezan a fumar a diario, los niños inhalan tanta nicotina de ción que permanece acentuada en los adultos, lo que implica
cada cigarrillo como un fumador adulto dependiente del ta- que el tabaquismo es un marcador de la trayectoria social.
baco (25). Fumar cigarrillos está relacionado con un rendimiento es-
colar deficitario, gandulería, pocas aspiraciones de éxito en el
futuro y abandono escolar (24). El consumo de tabaco entre
Uso compulsivo los adolescentes está frecuentemente asociado con otros pro-
blemas conductuales, como el consumo de alcohol y de otras
Aunque se han encontrado algunos fumadores a largo drogas, con otros comportamientos de riesgo o de rebeldía, y
plazo ocasionales (los denominados chippers) (26, 27), la nor- también con una baja autoestima, ansiedad y depresión (43).
ma la constituye el fumador regular diario. Aproximadamen- Las intervenciones dirigidas desde la escuela con el fin de
te un 17 % de los fumadores encienden su primer cigarrillo a reducir la iniciación al tabaco en los jóvenes han mostrado
los 5 min de despertarse, y otro 50 % lo hacen a los 30 min. éxitos iniciales, pero a largo plazo sus efectos acaban disipán-
Por lo menos el 80 % de los fumadores cumplen criterios de dose (44, 45); este hecho llevó a los investigadores a orientar
dependencia según el DSM-IV (28). Los consumidores de- sus abordajes hacia la creación de marcos de apoyo antitaba-
pendientes del alcohol, la cocaína y la heroína equiparan la co socioambientales más amplios (46).
dificultad en dejar el tabaco a la de dejar la droga (29). El uso
compulsivo es el rasgo clave que caracteriza a la dependencia
de nicotina. Adulto fumador: inconvenientes y dependencia
La característica más destacable de la evolución del ta-
Síndrome de abstinencia de nicotina baquismo en los países occidentales desarrollados durante
los últimos 20 años ha sido el aumento de la asociación
El abandono del tabaco conlleva una variedad de signos entre el consumo de cigarrillos con indicadores de desven-
y síntomas que comienzan a las 12 horas, o menos, del úl- taja, que comprenden principalmente la posición socio-
timo consumo, y duran unas tres semanas o más. Las mani- económica y un conjunto de factores que indican circuns-
festaciones son predominantemente afectivas: los individuos tancias de vida estresantes (47). Las proporciones más ele-
manifiestan irritabilidad, dificultad de concentración, ansie- vadas de consumo de tabaco se observan entre los indivi-
dad, insomnio, aumento del hambre, ánimo depresivo y an- duos sin empleo, los padres solteros, los individuos sepa-
4.2.3.9. CONSUMO, EPIDEMIOLOGÍA, EFECTOS ADVERSOS Y ASPECTOS ESPECÍFICOS DE LA DEPENDENCIA DE NICOTINA 665

rados o divorciados, las personas sin hogar (United King- Tabla 2. Recomendaciones para las intervenciones sobre el
dom Office of Population Censuses and Surveys), los al- hábito de fumar
cohólicos (47), los toxicómanos (United Kingdom Office
of Population Censuses and Surveys) y los presos (48). El Acción Estrategias
consumo de cigarrillos está estrechamente relacionado con Preguntar sobre el consumo de Incluir las preguntas en la explo-
las enfermedades mentales, como la esquizofrenia (49, 50), tabaco en cada visita y anotarlo ración de los signos vitales, uti-
la depresión (51) y una variedad de trastornos neuróticos lizar marcadores en las histo-
(1). La asociación de los cigarrillos con niveles bajos de rias de los pacientes o imple-
bienestar psicológico no está confinada exclusivamente al mentar un sistema computari-
diagnóstico de enfermedades psiquiátricas formales, sino zado de recordatorio
Aconsejar a todos los fumado- «Dejar de fumar es la mejor for-
que se extiende a la población general de fumadores (52,
res abandonar el hábito de ma que tiene para proyectar su
53). Entre 1973 y 1994, la proporción de fumadores entre una forma clara, contundente salud»
los emigrantes se ha reducido a la mitad, aunque entre los y personalizada Relacionar el fumar con la enfer-
grupos más pobres la prevalencia permanece intacta en al- medad actual o con el impacto
rededor del 70 % (54). que tiene sobre los niños y la
famila
Identificar a los fumadores que Si quiere, proporcionar asistencia
■ Tratamientos para promover se plantean un intento de de-
jar de fumar
(v. más adelante)
Si el paciente prefiere una ayuda
el abandono más intensiva, o si se considera
indicado, derivar a un especialista
La proporción de fumadores que dejan el hábito varía Si no quiere, proporcionar una in-
ampliamente en función de factores como la edad, el esta- tervención motivacional
tus socioeconómico y el grado de dependencia (54), así Asistir al fumador con un plan Plantear una fecha para la retirada
como del propio país. En China, únicamente han dejado el de retirada Informar a la familia y los amigos
Preparar el entorno (deshacer-
tabaco un 1 % de los fumadores (55), mientras que casi un se de cigarrillos)
50 % lo han hecho en América y en el Reino Unido. En Revisar los intentos previos
muchos casos, los fumadores han abandonado el hábito sin Anticipar los cambios
necesidad de ayuda formal, únicamente con el apoyo de los TSN Recomendar el uso de TSN, si no
familiares y los amigos. Pero el éxito de los intentos indivi- está contraindicado
duales de dejar de fumar tiene un índice bajo, puesto que Dar consejos clave Abstinencia total: «ni una calada
corta»
solamente un 1 % permanecen abstinentes al cabo de un
Retirar el alcohol
año (54). La investigación sobre métodos de tratamiento Otros fumadores en casa: consi-
que aumenten las proporciones de abandono del consumo derar la retirada conjunta o
se ha promovido muy activamente durante las dos últimas hacer planes específicos para
décadas, y es ahora cuando se está observando el fruto de mantener la abstinencia entre
los protocolos de abordajes clínicos intensivos y de las in- los fumadores
tervenciones desde la atención primaria. En Estados Unidos Proporcionar materiales suple- Folletos de información, etc., adap-
mentarios tados culturalmente, educacio-
(56) y en el Reino Unido (57) se han elaborado guías basa- nalmente, y apropiados a la
das en datos de la práctica clínica, que enfatizan en la ase- edad del fumador
quibilidad y la eficacia en relación al coste-beneficio que su- Establecer un seguimiento per- Primer seguimiento al cabo de una
ponen los tratamientos, así como la necesidad de que los sonal o por teléfono semana de la retirada, el segun-
profesionales de la salud incorporen intervenciones sencillas do al cabo de un mes. Durante
en su práctica médica habitual. Los abordajes recomendados el seguimiento, felicitar al pa-
se basan en dos tipos de argumentos: el valor de la ayuda ciente por el éxito, o utilizar in-
tervalos de condicionamiento
farmacológica para la deshabituación, y la necesidad de un constructivo; generar refuerzo
modelo de salud pública que asegure que las intervenciones para la abstinencia total; identi-
están dirigidas al conjunto de la población fumadora, y no ficar problemas, anticipar los
únicamente a la minoría de los que reclaman ayuda. La ta- cambios, evaluar el uso de TSN
bla 2 resume algunas recomendaciones sobre los elementos
TSN, terapia de sustitución de nicotina.
clave de las intervenciones efectivas realizadas por no espe- Adaptado de Agency for Health Care Policy and Research smoking cessation
cialistas Agency for Health Care Policy and Research Gui- guidelines (56).
delines (56).

Consejos breves de los profesionales de la salud medicina general, los dentistas y otros, sobre sus pacientes
fumadores (58). Tales consejos no requieren un entrenamien-
Ensayos aleatorizados han establecido con claridad el va- to especializado, pueden proporcionarse en el marco del pro-
lor que tienen los consejos breves de los profesionales de la pio discurso del médico y no necesitan más de unos pocos
666 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

minutos de contacto cara a cara. El efecto de esta práctica salud pública dirigidos a alcanzar a todo el conjunto de la
consiste más en la motivación de más intentos de abandono población fumadora.
del tabaco, que en proporcionar una ayuda específica para so-
brellevar la abstinencia. La Cochrane Collaboration estima
que el incremento en los abandonos del hábito tras estas in- Tratamientos farmacológicos no nicotínicos
tervenciones es del 2 %. Aunque puede parecer una propor-
ción baja, su valor desde la perspectiva de salud pública es Se han probado algunos fármacos con el objetivo de con-
que ofrece la posibilidad de llegar hasta el 70 % o más de los tribuir al cese del hábito de fumar, aunque la mayoría han fa-
fumadores que consultan cada año a los profesionales de la llado en mostrar su eficacia (incluyendo algunos ansiolíticos
salud. y antidepresivos). Otros, como la clonidina, que se consideró
prometedora, han sido descartados por sus efectos secunda-
rios. Recientemente el fármaco bupropión, un antidepresivo
Terapia de sustitución de nicotina de segunda generación con actividad dopaminérgica y nor-
adrenérgica, se ha convertido en el primer medicamento sin
La justificación para la terapia de sustitución de nicotina nicotina autorizado para el cese del consumo de tabaco en
es que la mayoría de las dificultades en el abandono del ta- Estados Unidos, Canadá y México. Su mecanismo de acción
baco se derivan de los problemas que genera la abstinencia de no está relacionado con el efecto antidepresivo del fármaco,
nicotina. Numerosos estudios clínicos y experimentales han sino con las vías comunes que tiene con la adicción. Los ensa-
mostrado que la terapia de sustitución de nicotina atenúa re- yos clínicos, entre los fumadores no depresivos, han mostrado
almente la gravedad de la abstinencia, facilitando que quienes una clara ventaja sobre el placebo (60) y existen datos que su-
quieren ser ex fumadores puedan afrontar la abstinencia, gieren que el bupropión y los parches de nicotina aumentan
mientras se descondicionan de los elementos que componen los efectos que permiten alcanzar la deshabituación (61).
el hábito arraigado de fumar.
Los productos que sustituyen la nicotina son accesibles
en diferentes formas, como chicles, parches transdermales, Bibliografía
nebulizadores nasales, pastillas e inhaladores. Las diversas for-
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na proporciona los elevados niveles de concentración de ni- WHO, Geneva.
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cotina en sangre que caracterizan al consumo de cigarrillos, y R. (1996). Mortality from smoking worldwide. British Medical Bulletin,
la dosis máxima que proporcionan es normalmente de una 52, 12–21.
tercera parte o de la mitad de la de los cigarrillos. Esto, junto 4. Peto, R., Lopez, A.D., Boreham, J., Thun, M., and Heath, C. (1994).
con la ausencia de los componentes de alquitrán y de gas tó- Mortality from smoking in developed countries 1950–2000: indirect estimates
from national vital statistics. Oxford University Press.
xico del consumo de cigarrillos, otorga un perfil de tranquili- 5. Doll, R., Peto, R., Wheatley, K., Gray, R., and Sutherland, I. (1994).
zador suave. Mortality in relation to smoking: 40 years’ observations on male
Los ensayos aleatorizados han establecido que todas las British doctors. British Medical Journal, 309, 901–11.
formas de terapia sustitutiva de la nicotina son efectivas 6. Thun, M.J., Day-Lally, C.A., Calle, E.E., Flanders, W.D., and Heath,
C.W. (1995). Excess mortality among cigarette smokers: changes in a
para el abandono del hábito, pues llegan a doblar el éxito de 20-year interval. American Journal of Public Health, 85, 1223–30.
los intentos más rápidos (59). Actualmente no existen datos 7. Wald, N.J. and Hacksaw, A.K. (1996). Cigarette smoking: an
firmes acerca de cuál de las diversas formas de terapia de epidemiological overview. British Medical Bulletin, 52, 3–11.
sustitución de la nicotina resulta más efectiva, lo que signi- 8. US Department of Health and Human Services (1988). The health
consequences of smoking: nicotine addiction. A report of the Surgeon General.
fica que la elección del producto depende más de caracte- DHSS Publication No. (CDC) 88-8406. US Government Printing
rísticas tales como la facilidad para el cumplimiento de la Office, Washington, DC.
dosis recomendada (los parches cutáneos tienen ventaja 9. Stolerman, I.P. and Jarvis, M.J. (1995). The scientific case that
aquí) o la asequibilidad. Existen datos acerca de que la com- nicotine is addictive. Psychopharmacology, 117, 2–10.
10. Henningfield, J.E. and Keenan, R.M. (1993). The anatomy of nicotine
binación de distintas terapias de sustitución mejora los re- addiction. Health Values, 17, 12–19.
sultados. La eficacia de la terapia de sustitución de nicotina 11. Benwell, M.E.M., Balfour, D.J.K., and Anderson, J.M. (1988).
parece independiente de otros elementos de tratamiento: Evidence that tobacco smoking increases the density of (-)-
(3H)nicotine binding sites in human brain. Journal of Neurochemistry,
aunque los porcentajes de éxito absoluto son más elevados 50, 1243–7.
con un apoyo conductual intenso, el efecto de la terapia de 12. Pontieri, F.E., Tanda, G., and Orzi, F.G.D. (1996). Effects of nicotine
sustitución de nicotina, que dobla el porcentaje de éxito, se on the nucleus accumbens and similarity to those of addictive drugs.
observa tanto en las intervenciones breves como en las de Nature, 382, 255–7.
13. Pich, E.M., Pagliusi, S.R., Tessari, M., Talabot-Ayer, D., Hooft van
los centros especializados en el tratamiento de fumadores. Huisduijnen, R., and Chiamulera, C. (1997). Common neural
Esta característica hace que la terapia de sustitución de ni- substrates for the addictive properties of nicotine and cocaine. Science,
cotina tenga un papel importante en los abordajes desde la 275(5296), 83–6.
4.2.3.9. CONSUMO, EPIDEMIOLOGÍA, EFECTOS ADVERSOS Y ASPECTOS ESPECÍFICOS DE LA DEPENDENCIA DE NICOTINA 667

14. Spealman, R.D. and Goldberg, S.R. (1982). Maintenance of schedule- 39. Wills, T.A., Pierce, J.P., and Evans, R.I. (1996). Large-scale
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668 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

4.2.4 Evaluación de las te según los grupos de edad y otros factores, como el desempleo.
Aproximadamente el 50 % de la muestra investigada de jóve-
necesidades y organización nes de entre 16 y 24 años ha probado alguna droga ilegal por
de servicios para drogadictos lo menos en una ocasión (5, 6). En porcentaje a lo largo de
la vida el consumo de cocaína es del 2 % entre jóvenes de 16
a 19 años y del 6 % entre jóvenes de 20 a 24 años. Los datos
John Marsden y John Strang recogidos en Estados Unidos en 1997 sugieren que en el con-
junto de la población mayor de 12 años, aproximadamente
13,9 millones de personas son consumidores habituales de
■ Introducción una droga ilegal (se considera «consumo habitual» el consu-
mo de drogas el mes anterior a la entrevista) (7). La sustancia
Este capítulo introduce una revisión general de las mane- más consumida en Estados Unidos es el Cannabis (11,1 mi-
ras de conceptualizar y evaluar la extensión y la naturaleza de llones de consumidores), y aproximadamente 1,5 millones se
los problemas concernientes al consumo de drogas en una consideran consumidores habituales de cocaína. Las tasas de
población, junto con procedimientos que podrían adoptarse consumo de heroína son significativamente más bajas, con es-
desde las organizaciones de servicios de tratamiento que bus- timaciones de aproximadamente 325.000 consumidores habi-
can cubrir las necesidades de tratamiento de esta población. tuales.
El tratamiento de la población que consume drogas es hete- Respecto a la naturaleza del tratamiento de la población,
rogéneo y los resultados de tratamientos específicos, relacio- los datos procedentes de Estados Unidos sugieren que los
nados con ciertos grupos, se toman en cuenta en diferentes problemas relacionados con la cocaína representan el 43 %
puntos del debate. Las cuestiones interorganizacionales y en de todos los ingresos hospitalarios, la heroína el 22 % y el
funcionamiento constituyen el objetivo principal en una lo- Cannabis un 18 % (3). Por el contrario, en el Reino Unido
calidad, más que el desarrollo intraorganizacional y la distri- la heroína es actualmente la sustancia más consumida entre
bución. Se utiliza una perspectiva epidemiológica para con- las personas que buscan tratamiento. El Home Office’s Ad-
ceptualizar y describir las necesidades de una población en lo dicts Index (actualmente interrumpido) informó de unos
que respecta a servicios de tratamiento eficaz, en el contexto 43.372 individuos en tratamiento en 1996, cifra que casi
de la organización y las infraestructuras del servicio de aten- dobla el total presentado 5 años atrás, mientras que el nú-
ción sanitaria y social locales (1). mero aportado por el Departamento de Sanidad el mismo
año sobre los consumidores de drogas que fueron atendidos
en servicios de tratamiento era de 24.879 para los 6 meses
■ Tamaño y naturaleza del problema anteriores, cifra un 48 % más alta que la correspondiente
para 1993 (2).
Existe una preocupación considerable sobre las drogas ile-
gales y un compromiso internacional de reducir la demanda
de estos productos (2, 3). Esta política está obstruida por una Evolución de los trastornos
imprecisión considerable acerca de la cantidad de personas por consumo de drogas
que consumen drogas ilegales y el número de personas que
desarrollan problemas. Tanto las causas como la difusión del consumo de dro-
Las estimaciones sugieren una tasa de prevalencia global gas problemático son inciertas. La susceptibilidad para el
anual de consumo de drogas de entre el 3 y el 4 % de la po- consumo de drogas es más elevada entre los jóvenes, ya que la
blación, con un ligero descenso en los últimos años. En par- mayoría empiezan a consumir drogas antes de los 20 años. El
ticular, la población global total que consume heroína y co- consumo de drogas también se asocia con las privaciones so-
caína se estimaron aproximadamente en 8 y 13,3 millones de ciales y económicas, y algunos individuos, sobre todo los
adultos, respectivamente (4). que dependen de opiáceos y estimulantes, pueden verse in-
En el Reino Unido no ha habido encuestas nacionales re- volucrados en delitos para sostener su dependencia. En el
presentativas enfocadas exclusivamente en el uso de drogas. Reino Unido, la vigilancia policíaca estima que la mitad de
Sin embargo, la última Encuesta Británica de Criminalidad los delitos que se producen están relacionados con drogas, lo
(British Crime Survey), con casi 11.000 participantes de entre que representa un coste para el sistema de justicia estimado
16 y 59 años de edad, realizada en Inglaterra y Gales, ha pro- en 1.000 millones de libras por año (2). El vínculo asociado
porcionado datos útiles acerca de la prevalencia del uso de entre el crimen y el consumo de drogas puede relacionarse
drogas ilegales (5). La prevalencia a lo largo de la vida esti- con aspectos del estilo de vida criminal que llevan a los indi-
mada por la Encuesta Británica de Criminalidad es la si- viduos a desarrollar comportamientos perversos en otros ám-
guiente: Cannabis, 22 %; anfetaminas, 9 %; cocaína hidroclo- bitos (8), y como un hecho cultural de la vida en zonas de
rida, 3 %; «crack» de cocaína y heroína, 1 %. El 6 % de la privación económica y social (9, 10).
muestra se definió como consumidores habituales de cual- Es importante reconocer que el consumo ilegal de drogas
quier droga (habiéndola consumido el mes previo a la entre- no da lugar de forma inevitable a problemas, y las personas
vista), y la mayoría refería consumo de Cannabis. Las tasas de que sí experimentan problemas no constituyen un grupo ho-
prevalencia por consumo de drogas varían considerablemen- mogéneo (11). Las investigaciones acerca de la historia natu-
4.2.4. EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES Y ORGANIZACIÓN DE SERVICIOS PARA DROGADICTOS 669

ral del consumo de drogas han contribuido en gran manera a tancia en particular siguiendo la corroboración de uno o más
entender cómo empieza, se mantiene y termina el consumo de los siguientes factores: uso que conlleva al abandono del
ilegal de drogas y su dependencia. La recuperación puede ser rol personal, social u ocupacional; consumo en una situación
espontánea aparentemente, y muchos individuos dejan de insegura o peligrosa; consumo que lleva a problemas repeti-
consumir por una necesidad de cambio en su estilo de vida o dos con la ley; consumo continuado a pesar de problemas re-
porque reciben presiones externas, responsabilidades, o por lacionales, domésticos, ocupacionales o educativos. La tabla 1
otras expectativas de vida (12, 13). muestra un cuestionario de detección breve, a realizar por un
No obstante, para una minoría relevante de consumido- entrevistador o el propio paciente, que puede usarse para
res, las drogas pueden ser un problema que puede durar mu- comprobar tanto los diagnósticos de la CIE y el DSM como
chos años, y para el que requerirán tratamiento y rehabilita- para indicar la gravedad de la dependencia.
ción. Teniendo en cuenta la naturaleza crónica de las recaídas El cuestionario puede evaluar por separado diferentes cla-
en un estilo de vida orientado a las drogas ilegales, muchos ses de sustancias ilegales. Hay dos formas posibles de puntuar
individuos desarrollan un perfil de «carrera» de tratamiento la escala. Primero, se da un punto a cada sustancia que el
junto con su «carrera» de consumo de drogas. cliente haya consumido durante los últimos 12 meses (p. ej.,
un informe de «una o dos veces», o más frecuente). La de-
pendencia por la CIE/DSM se diagnostica entonces del si-
■ Evaluación y diagnóstico de trastornos guiente modo:
por consumo de drogas
a + b + (c o d) + (e o f ) + g + h + i + j ≥ 3
Una evaluación minuciosa del trastorno por consumo
de tóxicos incluye variables demográficas personales, estado En segundo lugar, puntuando algunas sustancias utilizan-
de salud, síntomas de salud y consideraciones acerca del fun- do los valores de 0 a 9 (v. nota pie tabla 1) se descubre un
cionamiento social, junto con una evaluación de funciones perfil de gravedad de los síntomas apropiados para cada tipo
psicológicas y sociales específicas que el consumo de drogas de sustancia evaluada. El último método de puntuación re-
confiere al individuo (14). Los daños específicos relacionados fleja la conceptualización de la dependencia en una escala de
con el consumo de drogas varían desde enfermedades físicas gravedad y constituye una medida útil en la investigación. El
o psicológicas adversas leves, que son inducidas directamente modo preciso de hacer cada pregunta puede modificarse para
por una sustancia ilegal, hasta graves trastornos de la salud cada sustancia (p. ej., proporcionando ejemplos del fenóme-
agudos y crónicos (p. ej., problemas circulatorios) o sobredo-
sis y muerte. Además de valorar el daño provocado por la
propia droga, el potencial contagio y la transmisión de la in-
fección por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y Tabla I. Cuestionario de detección compatible con el DSM
otras enfermedades de transmisión sanguínea hacen que sea y la CIE de dependencia de drogas
importante evaluar los comportamientos de riesgo específicos Durante los últimos 12 meses:
(p. ej., compartir jeringuillas, no utilizar preservativos en las a. ¿Cuántas veces ha tenido un deseo fuerte o persistente o la com-
relaciones sexuales). La evaluación de la comorbilidad psi- pulsión de consumir (nombrar la droga, p. ej., heroína)?
quiátrica también debería considerarse. La mejoría de los sín- b. ¿Ha tenido dificultades en reducir o controlar la frecuencia o la
tomas psiquiátricos es un objetivo importante del tratamien- cantidad (nombrar la droga) usada?
to, pero su naturaleza, secuelas y evolución entre esta pobla- c. ¿Ha tenido la necesidad de consumir una mayor cantidad de
(nombrar la droga) para obtener el efecto deseado?
ción permanece en estudio. d. ¿Ha notado que (nombrar la droga) tenía un efecto menor cuan-
do seguía consumiendo la misma cantidad?
e. ¿Cuántas veces se ha sentido enfermo o con malestar cuando los
Criterios de dependencia y abuso efectos de (nombrar la droga) han desaparecido?
f. ¿Cuántas veces ha tomado más (nombrar la droga) o una droga
Dos conceptos básicos y relevantes para la evaluación son parecida para aliviar o evitar los síntomas de abstinencia?
g. ¿Cuántas veces ha consumido (nombrar la droga) en cantidades
la «dependencia» y el «abuso» (o «consumo arriesgado»). Ba- mayores o por períodos más largos de tiempo de lo que preten-
sándose en el concepto original de dependencia del alcohol, día?
la dependencia de drogas ilegales se incorporó tanto en la h. ¿Cuántas veces ha necesitado más tiempo, tanto para consumir
CIE-10 y el DSM-IV (15, 16). Las clasificaciones CIE y DSM como para recuperarse de sus efectos?
incluyen criterios diagnósticos que consideran el deterioro del i. ¿Le ha parecido que (nombrar la droga) le ha llevado a ser negli-
control sobre el consumo de drogas y las consecuencias ne- gente/tener problemas en el hogar o trabajo, o socialmente?
j. ¿Ha seguido consumiendo (nombrar la droga) a pesar de tener
gativas como problemas primarios. La CIE-10 busca proveer
problemas con su consumo?
directrices diagnósticas que distingan el intervalo de trastor-
nos que varían en la gravedad de la intoxicación, riesgo, uso Las respuestas a los ítems b, c, d, i y j se evalúan de la siguiente forma: no =
perjudicial y dimensiones de dependencia. La CIE-10 hace 0 o sí = 1. Las respuestas a los ítems a, e, f, g y h se evalúan con la siguiente
escala: no = 0; una vez o dos veces = 1; tres o cinco veces = 2; una vez cada
también una distinción entre el consumo de riesgo (daños 2 meses = 3; mensual = 4; dos o tres veces al mes = 5; una vez a la semana =
psicológicos y/o salud física discernibles para un individuo) y 6; dos o tres veces a la semana = 7; cuatro o seis veces a la semana = 8; cada
la dependencia. El DSM diagnostica el «abuso» de una sus- día o casi cada día = 9.
670 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

no de abstinencia de sustancias específicas, tales como su- munitarios y residenciales. Para la dependencia de heroína,
doración, sacudidas/temblores, ansiedad, etc.). la sustitución de opiáceos usando metadona hidroclorida
También están disponibles varios de los cuestionarios es- oral, en un régimen de reducción o mantenimiento, consti-
tándar de detección de ciertos aspectos de abuso de drogas y tuye el tratamiento comunitario más difundido y evaluado
dependencia, incluidas la breve Escala de Gravedad de la De- (21-23), aunque todavía hay muchos países en los que no
pendencia (Severity of Dependency Scale, SDS) (17), la Prueba de puede conseguirse metadona o en los que no se aceptan ta-
Detección de Abuso de Drogas (Drug Abuse Screening Test) les programas de mantenimiento.
(18) y el Inventario de Detección de Uso de Drogas (Drug Use Los servicios de tratamiento también deben tratar la de-
Screening Inventory) (19). También pueden utilizarse varios pendencia de otras drogas. Un incremento en la distribu-
procedimientos de detección biológica de drogas y sus meta- ción y prevalencia de cocaína en el Reino Unido a finales
bolitos en muestras de orina, sangre, pelo y saliva (20). de la década de 1980 ha ido acompañado de una preocupa-
ción creciente para asegurar que los servicios puedan res-
ponder a las necesidades de tratamiento de los drogodepen-
■ Grupos de necesidades y objetivos dientes de cocaína (24). Internacionalmente, se han desarro-
del tratamiento llado varios tratamientos psicológicos para la dependencia
de cocaína con resultados alentadores de terapias cognitivo-
El desarrollo y organización de los servicios de trata- conductuales, prevención de recaídas, exposición a estímu-
miento que respondan al consumo de drogas se basa ideal- los y reforzamientos contingentes (25-27). En Estados Uni-
mente en un entendimiento profundo de la naturaleza de los dos también se ha hecho un considerable esfuerzo con el
problemas con que se encuentra el individuo, su familia y la desarrollo de medicamentos anticocaína (p. ej., selegilina) y
comunidad. Por consiguiente, las respuestas de tratamiento terapias farmacológicas para minimizar la abstinencia. Se
para los trastornos por consumo de drogas tienen tres objeti- han evaluado los antidepresivos tricíclicos (desipramina) y
vos principales: reducir los riesgos y daños que el consumo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
de la droga causa tanto al consumidor como a las otras per- (como la fluoxetina), pero se han obtenido resultados poco
sonas, para estabilizar y reducir el consumo ilegal de drogas, claros de varios ensayos clínicos (28).
facilitar la abstinencia y promover la rehabilitación y reinte- El consumo de otro estimulante ilegal común, la anfeta-
gración de los consumidores en la sociedad. Planeando una mina, también está creciendo en el Reino Unido y a nivel in-
respuesta de tratamiento integrada y efectiva, pueden definir- ternacional (29). En el Reino Unido hay indicios de que la
se las necesidades de una población en estudio en relación prescripción de sulfato de dexanfetamina está muy difundido
con los trastornos por consumo de sustancias como la habili- entre los médicos en el tratamiento de consumidores depen-
dad de esta población para beneficiarse de los servicios y tra- dientes (30). Sin embargo, actualmente sólo hay indicios muy
tamientos probados o considerados efectivos (1). limitados de la investigación en tratamientos de consumido-
Es útil identificar diferentes tipos de individuos que pue- res dependientes de anfetaminas. Los actuales procedimientos
den necesitar tratamiento. Las categorías siguientes pueden de tratamiento combinan el asesoramiento (counselling) los
solaparse de forma considerable, pero pueden considerarse servicios sanitarios para síntomas físicos y psicológicos y el
por separado: el consumidor dependiente, el que consume tratamiento sustitutivo (31).
drogas intravenosas, el consumidor con abstinencia, el con- La provisión de tratamientos psicológicos (asesoramiento
sumidor dependiente que se está recuperando, el consumidor y apoyo) para consumidores dependientes (y consumidores
con comorbilidad, y el consumidor intoxicado. Otros facto- en recuperación) está muy difundida pero poco investigada.
res interactuarán con estos grupos, incluidos el género, la Casi todos los programas de tratamiento para consumidores
edad, la etnia y el nivel socioeconómico. abusivos de drogas contienen alguna forma de asesoramiento
que tiende a dirigirse a aumentar la motivación personal para
el cambio y orientarlo hacia la resolución de problemas y
Consumidor dependiente proveer apoyo continuo a los clientes. Los métodos utilizados
pueden variar mucho, tanto entre los programas como a
Numéricamente, los individuos que cumplen los crite- través de los diferentes evaluadores del programa. La psicote-
rios diagnósticos de dependencia de una o más drogas psi- rapia individual realza los resultados del tratamiento cuando
coactivas ilegales constituyen los grupos mayores de trata- se combina con asesoramiento de adicción estándar, y tiene
miento. En el campo de abuso de drogas ha habido pocos un impacto importante entre los consumidores con niveles
estudios de tratamientos de intervención temprana para elevados de psicopatología (32).
consumidores no dependientes, y los servicios de tratamien-
to especializados quedan orientados hacia las necesidades de
individuos con dependencia de heroína ilegal y otros opiá- Personas que se inyectan
ceos. Es común en este grupo tener problemas concurren-
tes con otras drogas ilegales y/o alcohol. La gestión de la de- La influencia más destacada en la orientación de servi-
pendencia de drogas puede ser discontinua y normalmente cios de tratamiento desde la mitad de la década de 1980 ha
incluye varias etapas, con tratamientos que realizan uno o sido el riesgo sostenido de infección vírica por transmisión
más profesionales sanitarios de los distintos escenarios co- sanguínea entre los consumidores que se inyectan drogas.
4.2.4. EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES Y ORGANIZACIÓN DE SERVICIOS PARA DROGADICTOS 671

En el Reino Unido, los informes acerca del SIDA y el abu- normales de funcionamiento psicológico (41). La desintoxi-
so de drogas del Advisory Council on the Misuse of Drugs cación supervisada médicamente puede suministrarse en
(33, 34) legitimaba un objetivo pragmático para llegar a las centros de hospitalización de pacientes en régimen de resi-
personas que se inyectan, incluidas aquellas que no están dencia, o ambulatorios. La desintoxicación no debería con-
motivadas para cambiar su actual comportamiento de con- siderarse en sí misma un tratamiento para la dependencia de
sumidoras de drogas, y acercarlas al tratamiento para redu- drogas y de forma aislada rara vez es efectiva para conseguir
cir el riesgo de adquirir y transmitir el VIH. La importancia la abstinencia a largo plazo. Pueden utilizarse varios fárma-
de prevenir y detener que estas personas se inyectaran era cos y técnicas de desintoxicación solos o en combinación
básica en el procedimiento de minimizar los daños, y esto para tratar los síntomas de abstinencia. En el tratamiento
ha dado como resultado el establecimiento de programas de opiáceos, el método más utilizado ha implicado cambiar
de intercambio de jeringuillas para proporcionar jeringuillas en los pacientes drogodependientes los opiáceos por meta-
estériles (35). Estos proyectos han demostrado reducir el dona oral, seguido de una reducción gradual de la dosis.
número de personas que comparten jeringuillas y aumentar Ésta no es la única estrategia del tratamiento de la absti-
el contacto con los servicios de tratamiento (36). nencia, y también están disponibles fármacos agonistas par-
La importancia de proporcionar información sobre el ciales (p. ej., buprenorfina [42]), así como una variedad de
modo de limpiar las jeringuillas usadas es una cuestión que procedimientos de desintoxicación rápida basados en la ad-
también ha tenido en cuenta el Departamento de Sanidad ministración de fármacos antagonistas (43). Los fármacos
del Reino Unido, que proporciona esta información como sedantes y las benzodiazepinas también pueden ser útiles
guía clínica para los médicos (37). A lo largo de los últimos para el tratamiento a corto plazo de síntomas de abstinencia
5 años, se han ampliado por todo el país las ventas de agu- y ansiedad del paciente. Para muchos individuos desintoxi-
jas y jeringuillas sobre el mostrador. En 1995, la mitad de las cados, el éxito en su recuperación se complica por la exis-
farmacias de la comunidad encuestadas en Inglaterra y Ga- tencia de un síndrome de abstinencia prolongado, que aun-
les dispensaban drogas controladas (38). Un indicador del que es de poca intensidad puede debilitar la remisión por
éxito de estas iniciativas es que el Reino Unido no ha expe- persistencia de insomnio, agitación y malestar. Sobre los in-
rimentado la difusión del VIH que se ha registrado en otras dicios que proporciona la investigación acerca de la efecti-
naciones; esto se ha atribuido al impacto combinado de ini- vidad del tratamiento especializado de desintoxicación en
ciativas de intercambio de jeringas, tratamiento flexible y pacientes hospitalizados, un estudio prospectivo de segui-
colaboración entre servicios comunitarios (39, 40). miento de pacientes en el Reino Unido encontró que el
Con la identificación del riesgo de infección de hepati- 51 % de los pacientes no consumían drogas después de
tis B y C, así como el VIH, los esfuerzos para reducir la 6 meses de seguimiento (44). En el Reino Unido, el Natio-
probabilidad de una infección y transmisión vírica incluyen nal Treatment Outcome Research Study (NTORS) ha infor-
la influencia de la higiene y, en particular, el evitar com- mado de posteriores mejorías positivas en el consumo de
partir agujas, jeringas y cualquier cosa relacionada con in- opiáceos después del tratamiento en pacientes hospitaliza-
yectarse. La prevención de la infección de hepatitis B, ya dos a los 6 meses de seguimiento (45).
sea por la vacunación de individuos de alto riesgo como
por la vacunación universal, es también una prioridad, y
respondiendo a la infección vírica de hepatitis C, represen- Consumidor dependiente de drogas
ta un desafío mayor en la clínica global y la salud pública en proceso de recuperación
contemporánea.
Los consumidores dependientes de drogas que llegan a la
abstinencia pueden requerir tratamiento especializado conti-
Consumidor abstinente nuo, suministrado en un marco de régimen residencial. El
mantenimiento del compromiso para cambiar un estilo de
Si el consumidor dependiente interrumpe el suministro vida orientado a las drogas es una tarea mayor y difícil para
regular de un fármaco psicoactivo (especialmente sedantes muchos individuos, y actualmente hay relativamente pocos
como opiáceos, barbitúricos, benzodiazepinas y alcohol) es servicios para apoyar esto. La filosofía de tratamiento y la re-
probable que desarrolle un síndrome de abstinencia clásico alización de programas de rehabilitación residencial varían
(p. ej., síndrome de abstinencia a opiáceos). La naturaleza ampliamente. En Estados Unidos, la mayoría son comunida-
del síndrome de abstinencia será determinada por el grupo des terapéuticas y se basan en el Modelo Minnesota de 12
de sustancia (p. ej., opiáceos, cocaína, benzodiazepinas, pasos. La duración del programa de comunidades terapéuti-
etc.), mientras que la evolución del síndrome estará más de- cas varía desde corta duración (6 semanas) con atención de
terminada por el fármaco específico (p. ej., metadona, heroí- seguimiento hasta programas de larga duración con un tiem-
na). El consumidor abstinente de opiáceos, hipnótico-se- po de más de 1 año. Todas estas comunidades terapéuticas
dantes, y en algunas circunstancias cocaína, puede requerir tienen en común el énfasis que ponen en los compañeros y
una desintoxicación especial a corto plazo. La desintoxica- el personal como modelos para la recuperación. Para algunos
ción comporta un proceso de apoyo con atención médica y individuos la desintoxicación puede ser una puerta de entra-
normalmente farmacoterapia para la inversión neuroadapta- da hacia el asesoramiento sin drogas. Se requiere una situa-
tiva, para facilitar la regresión de la abstinencia y niveles ción de independencia de las drogas para participar en mu-
672 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

chos programas de rehabilitación residencial o (para consu- ser causal, consecuente o coincidente, e incluirá tanto co-
midores de opiáceos) recibir tratamiento de prevención de morbilidad psiquiátrica como física.
recaídas con naloxona, un antagonista opiáceo. En el Reino
Unido se dispone de una amplia variedad de programas de
rehabilitación a corto y largo plazo (los fondos de financia- Consumidor intoxicado
ción rara vez están disponibles para programas de larga du-
ración de más de 6 meses). Los principales indicios del im- También son necesarios servicios sanitarios para el trata-
pacto del tratamiento residencial señalan un éxito considera- miento agudo de individuos que están tan intoxicados que
ble de estos servicios para consumidores en recuperación. En amenazan su bienestar a largo plazo. El tratamiento de la in-
Estados Unidos hay estudios que muestran que, de prome- toxicación es un acontecimiento discontinuo y las necesida-
dio, los clientes que han estado recibiendo tratamiento co- des del individuo pueden avanzar hasta aquellas asociadas
munitario o terapéutico han perdurado en la reducción del con el tratamiento y apoyo de la dependencia, comorbilidad
consumo ilegal de drogas (46). Entre clientes de tratamiento y abstinencia. La mayoría de los servicios administrados al
residencial en el Reino Unido, el NTORS ha descrito mejo- consumidor de drogas intoxicado se encontrará fuera de los
ras en la abstinencia de opiáceos ilegales en el seguimiento servicios especializados de drogas o salud mental. Debería
de 1 año que van del 22 al 50 %, incrementos en la absti- prestarse atención a la adecuación del servicio sanitario de
nencia del consumo de estimulantes entre un 30 y un 68 %, atención suministrado en lugares como urgencias y en cus-
y notables mejoras en la salud y el funcionamiento social todia policial, donde a menudo pasan por alto las necesida-
(47). Tanto los estudios en Estados Unidos como los del Rei- des de los servicios sanitarios del consumidor de drogas in-
no Unido han mostrado beneficios psicosociales positivos toxicado. La incertidumbre sobre la adecuación del trata-
después del tratamiento (47-49). El buen resultado de los miento a largo plazo para estos individuos puede interferir
programas de rehabilitación residencial de larga duración con la consideración de sus necesidades sanitarias a corto
está relacionado con el tiempo total invertido en el trata- plazo (como el tratamiento adecuado e inmediato de una so-
miento, y períodos de por lo menos 3 meses se asocian con bredosis en curso). Todos los servicios que tienen contacto
resultados positivos (50-51). con consumidores de opiáceos deberían tener acceso inme-
diato al antagonista opiáceo inyectable naloxona, que puede
administrarse por vía intravenosa, intramuscular o subcutá-
Consumidor de drogas con comorbilidad nea y puede salvar la vida en una situación de sobredosis de
opiáceos.
Cada vez se reconoce más la importancia del tratamien-
to de los individuos con comorbilidad y necesidades espe-
ciales. Debería darse una atención particular a comorbilida- ■ Comisión de servicios y evaluación
des asociadas con el consumo de drogas, en el ámbito de la de necesidades
salud física y psicológica. Al inicio del tratamiento, muchos
individuos con trastornos por consumo de sustancias tam- La comisión y el acuerdo de organización de servicios
bién experimentan síntomas y trastornos psiquiátricos (52, para drogadictos varía sustancialmente entre los sistemas de
53). A través de varios países, los estudios a gran escala han tratamiento y a veces dentro del propio sistema, en varios
recogido datos que sugieren una concordancia elevada entre países. Sobre este fondo de diversidad hay un creciente re-
los trastornos por consumo de drogas y alcohol y los tras- conocimiento de la importancia de una acción coordinada y
tornos afectivos y de la personalidad (54-57). Según el prin- efectiva entre la asistencia sanitaria y social y la justicia cri-
cipal estudio de Estados Unidos, aproximadamente 1 de minal. Además, se requieren iniciativas especiales al lado de
cada 7 individuos con un trastorno mental también tiene un objetivos de prevención e intervenciones de tratamiento di-
trastorno por abuso de sustancias (55). Quizá debería pres- rigidas a grupos de alto riesgo. La evaluación efectiva de las
tarse especial atención a la asistencia sanitaria de consumi- necesidades puede tener un rol importante para determinar
dores de drogas que están afectados por estas comorbilida- el espectro de servicios requeridos y sus capacidades. En to-
des sin tener en cuenta si su situación como consumidores das las naciones con sistemas de tratamiento desarrollado,
de drogas es de dependencia o no. Cada vez se reconoce los servicios especializados en el tratamiento de la droga-
más la importancia de entender los vínculos entre el consu- dicción son los que proporcionan los cuidados más impor-
mo de sustancias y los síntomas y trastornos físicos y psi- tantes. La compleja remisión y los procedimientos de eva-
quiátricos y sus implicaciones en los servicios de tratamien- luación sirven para determinar el escenario apropiado para
to (58). un tratamiento y existen diferencias resultantes de casos
Los consumidores de drogas también pueden correr el mixtos con pacientes en tratamiento residencial, general-
riesgo de comorbilidad física debido a un suministro de dro- mente aquellos que tienen historias de consumo de drogas
gas por vía intravenosa, con uso de jeringuillas infectadas, o más largas y más graves (59). Es primordial asegurar una
al modo inseguro de inyectarse. Estos riesgos incluyen septi- provisión directa o una remisión a servicios de consulta,
cemia, sobredosis involuntaria y riesgos de infección por servicios para minimizar los daños y programas de trata-
VIH, hepatitis B y C, y otros virus de transmisión sanguínea miento y rehabilitación. Asegurar un «camino al paciente»
(v. anteriormente). La naturaleza de esta comorbilidad puede sin obstáculos, mediante la cooperación entre servicios según
4.2.4. EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES Y ORGANIZACIÓN DE SERVICIOS PARA DROGADICTOS 673

las necesidades, es un objetivo básico para los sistemas desa- te. Con todo, no hay mejor método de evaluación de las ne-
rrollados de tratamiento. cesidades en el campo de la drogadicción (60). Con la iden-
tificación de segmentos de prioridad de la población que
consume drogas, las organizaciones implicadas en la planifi-
Coordinación local y gubernamental cación de servicios de tratamiento deberían identificar lo si-
guiente:
El proceso de la comisión del servicio de tratamiento ne-
cesita la implicación y asociación de una amplia variedad de 1. El tipo y el tamaño probable de las subpoblaciones que
servicios, pasando por especialistas y centros de atención sa- consumen diferentes drogas y que tienen necesidad de
nitaria general, servicios sociales, justicia criminal y cuerpos tratamiento.
no estatutarios, así como diversos cuerpos comunitarios. 2. Los riesgos y enfermedades perjudiciales que requieren
La valoración de las necesidades de los servicios de aten- una intervención específica.
ción sanitaria de la población objetivo y la comisión de res- 3. Los métodos y proveedores disponibles para su suminis-
puestas estratégicas debería ser flexible y capaz de adaptarse al tro.
cambio de circunstancias, incluidas las siguientes: 4. La capacidad de servicio probable que se requiere para
cada modalidad de intervención.
1. Variaciones y nuevas tendencias en el consumo de drogas
y los patrones de consumo. Se han utilizado encuestas en la población general para es-
2. Distribución geográfica y concentración del consumo lo- timar el tamaño de la población con necesidades en varias na-
cal de droga. ciones (61, 62). Éstas produce datos fiables pero quizá no pue-
3. Variaciones en la demanda de los servicios. dan reconocer todas las necesidades prioritarias y son costosas
4. Relación cambiante entre el consumo de drogas y otras de llevar a cabo. Puede usarse una metodología menos costo-
enfermedades, en particular infección por VIH y hepati- sa de captura y recaptura como alternativa para las encuestas
tis vírica de transmisión sanguínea. de población en regiones particulares, pero generalmente los
5. Cambio político, en respuesta a estrategias ante el consu- estudios de este tipo no han sido capaces de recoger informa-
mo de drogas y cambios en la organización de los servi- ción suficiente sobre individuos de muestras diferentes para
cios sanitarios. estimar su necesidad de tratamiento.
6. Pruebas y disponibilidad de nuevas respuestas ante el tra- En general, los seis grupos de necesidades sobrepuestas
tamiento. indicadas anteriormente pueden ponerse en contacto con va-
rias agencias de servicios en una localidad. En ausencia de da-
En muchas comunidades debería estar disponible un cui- tos fiables, la evaluación de necesidades puede estimarse al
dado continuo, que incluya una provisión directa o un acce- identificar un amplio abanico de contextos o escenas en las
so a servicios de minimización de daños (intercambio de que los grupos anteriormente mencionados se ponen en con-
agujas/jeringas, programas de vacunación, inyección más se- tacto, incluyendo servicios de tratamiento especializados, mé-
gura y consejo para el consumo de drogas), tratamientos dicos generales, farmacéuticos comunitarios, departamentos
comunitarios de sustitución (metadona u otros agonistas de urgencias de hospitales, unidades (o departamentos) de
opiáceos apropiados, que prescriban servicios para la estabi- hospital general, equipos de salud mental comunitaria, de-
lización, mantenimiento y desintoxicación), hospitalización partamentos de servicios sociales, servicios infantiles, grupos
de pacientes y programas residenciales (desintoxicación, co- voluntarios no especializados, servicio penitenciario de liber-
munidades terapéuticas y otros programas de rehabilitación, tad condicional, policía, tribunales de justicia y prisión. Pue-
y apoyo en el seguimiento). Los servicios de consulta, infor- den haber contactos adicionales y puntos de detección que
mación, evaluación y derivación a especialistas son un recur- podrían identificarse, incluidos las escuelas, el lugar de traba-
so importante y un valioso punto de contacto para los in- jo y las clínicas de medicina genitourinaria. Entonces puede
dividuos, amigos y familiares. Estos servicios han permitido aplicarse una perspectiva de camino para el paciente o de cui-
a menudo una provisión estructurada de asesoramiento y dado continuo para cada punto de contacto, y articular la res-
apoyo. Los servicios de admisión adicionales (p. ej., servicios puesta del servicio que se requiere para los diferentes subgru-
externos para la identificación de consumidores con proble- pos de consumidores encontrados.
mas que no tienen contacto con los servicios de tratamiento
y estimular a estos usuarios a contactar con servicios espe-
cializados) son también elementos útiles de un sistema inte- ■ Conclusiones
grado.
La provisión de servicios de tratamiento efectivos y bien
organizados para los drogadictos es una prioridad para mu-
Metodologías de evaluación de necesidades chos países de todo el mundo. Los trastornos por consumo
de drogas son diversos y se caracterizan y ven influidos por
Un procedimiento de evaluación de las necesidades es factores individuales, sociales y medioambientales. Hay gran
útil para el desarrollo de servicios nuevos, así como para la variedad de puntos de acceso al tratamiento en los sistemas
verificación y revisión de un sistema de tratamiento existen- de salud pública y sistemas de atención social, y hasta un au-
674 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

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disorders. Drug and Alcohol Review, 15, 157–70. nosological issues. British Journal of Psychiatry, 159, 653–8.
Esquizofrenia y trastornos psicóticos
4.3 agudos de carácter transitorio

4.3.1 Esquizofrenia: historia ta de que ambos trastornos, junto con la «demencia paranoi-
de» que él mismo había descubierto, eran manifestaciones del
conceptual proceso de una sola enfermedad. Kraepelin llamó a esta en-
fermedad dementia praecox, que basó en datos empíricos de fi-
German E. Berrios chas de seguimiento. En 1911, Bleuler renombró a la misma en-
fermedad esquizofrenia y, durante la década de 1930, Schnei-
der enumeró los criterios diagnósticos que, por su carácter
Según algunos, la historia de la esquizofrenia consiste en «empírico» y «ateórico», merecieron añadirse al DSM-IV.
una progresión de definiciones que culmina en la actualidad También forma parte de esta historia de continuidad que
(1). Sin embargo, en vez de la «continuidad» implícita en este Kraepelin influyó en la psiquiatría europea, mientras que la
punto de vista, la investigación histórica indica que: a) la his- psiquiatría norteamericana siguió a Adolph Meyer, Bleuler y
toria de la «esquizofrenia» es una serie de programas de inves- los psicoanalistas (4-6) (aunque en un interesante documento
tigación inconexos y contradictorios, y b) la actual definición reconocido por su padre Manfred Bleuler, escribió (7):
de esquizofrenia es una amalgama de varias características. «Desde que he llegado a Estados Unidos he podido compro-
La versión de la «continuidad» también incluye a alienis- bar que el concepto de esquizofrenia de aquí es muy diferen-
tas, cuyos comentarios suenan muy modernos. Esto no ten- te del que tenemos en nuestra clínica de Burghölzli»). Esto
dría mayor importancia si no fuera porque impide el acceso explicaría las definiciones confusas que se encuentran en el
de los investigadores a aspectos importantes en la historia de DSM-I y el DSM-II (7) y las disparidades diagnósticas entre el
la esquizofrenia. Por ejemplo, es un punto discutible si la pers- Reino Unido y Estados Unidos (aunque no basta, natural-
pectiva de Kraepelin sería tan popular si no fuera por la muer- mente, para explicar las diferencias fundamentales entre los
te prematura de Wernicke, que en 1905 estaba desarrollan- conceptos de esquizofrenia de Alemania, Italia, Francia, Ru-
do una innovadora clasificación neuropsicológica de las psi- sia, Noruega, el Reino Unido, etc.). Tal como resultó des-
cosis. pués, Kraepelin y Schneider fueron descubiertos en Esta-
Por eso, más que preguntarnos quiénes eran los alienistas dos Unidos, el psicoanálisis perdió peso y esto allanó el cami-
que «previeron» las maravillas del presente, este capítulo se no a la psiquiatría biológica. Después de algunas vacilaciones
centrará en los factores históricos que hicieron que algunas (p. ej., DSM-III), el DSM-IV proporciona de facto la defini-
opiniones sobreviviesen, con la idea de que las teorías «per- ción oficial de esquizofrenia.
dedoras» contribuyeron en igual medida que los conceptos El problema con esta versión de los hechos es que ocurre
«victoriosos» a la historia de la esquizofrenia. Por otra parte, en un vacío histórico. Nunca se mencionan las versiones al-
los criterios clínicos no tienen sentido si se sacan de su con- ternativas de la esquizofrenia ni los factores que explican los
texto histórico, es lo que se llama una aproximación «polité- sucesivos puntos de vista; de hecho, la impresión es de un
tica» (3). Por ejemplo, los síntomas de primer rango significan avance ineluctable hacia la «verdad». Sin embargo, esta ver-
muy poco si se separan de las perspectivas teóricas de Schnei- sión halagadora es corta de miras y, puesto que la actual de-
der sobre «los trastornos del yo». finición de esquizofrenia sigue basándose en conocimientos
fenomenológicos, es necesario preguntarse cómo decidir qué
definiciones históricas eran correctas y cuáles no.
■ Versión de la «continuidad»
La versión de la «continuidad» afirma que durante siglos ■ Versión de «discontinuidad»
los términos «enajenación» y «locura» se usaban para referir-
se a un conjunto de enfermedades mentales que los médi- La dementia praecox y la esquizofrenia se interpretaron du-
cos eran incapaces de distinguir. En la década de 1850, Mo- rante el siglo XIX mediante fuerzas poderosas. La «asociación
rel estableció el término démence précoce para referirse a estados psicológica», por ejemplo, dio pie a la metáfora de la «divi-
de déficit cognitivo en la adolescencia. Durante la segunda sión», y la «psicología de facultades» ofreció un modelo (la
mitad del siglo XIX, Kahlbaum describió la «catatonía» y He- mente como un amasijo de funciones emocionales, intelectua-
cker la «hebefrenia». A finales del siglo Kraepelin se dio cuen- les y de la voluntad) en cuyos términos se definían los nue-
677
678 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

vos trastornos mentales. El «neokantismo» proporcionó a su cepto de esquizofrenia, Minkowski (18) afirmó: «Existe un
vez una manera de pensar que había de ser crucial para el abismo entre la démence précoce de Morel y la de Kraepelin,
«trastorno del pensamiento formal», un síntoma básico de la donde el riachuelo se ha convertido en torrente que ha olvi-
esquizofrenia. Por último, la «teoría evolucionista» aportó un dado sus humildes orígenes y amenaza con inundarlo todo a
marco explicativo. Por ejemplo, según Kraepelin (8), el pro- su paso.» De todas maneras, parece que los mismos franceses
ceso de la enfermedad latente en la dementia praecox activaba alentaron la idea de que la historia de la esquizofrenia había
una serie de «reacciones preestablecidas» (responsables del comenzado con Morel. (19)
cuadro clínico), de origen biológico y evolutivo. Asimismo, Cuando Kraepelin utilizaba el término dementia praecox,
Bleuler (9) sugirió que la Schnauzkrampf de la esquizofrenia el concepto general de demencia había adquirido un tercer
estaba relacionada con la protrusión de los labios observada sentido distinto del de los tiempos de Morel. Gross (20), por
en los chimpancés (para «expresar satisfacción»). ejemplo, constataba que: «El significado del término demen-
Este capítulo se basa en la teoría de que las ideas sobre los cia ha cambiado en el uso corriente. Nos hemos acostumbra-
síntomas y enfermedades mentales se originaron en «conver- do a utilizarlo no sólo para nombrar un estado terminal, sino
gencias». Con este término quiere explicarse la unión de un uno de desarrollo, un proceso…». Además, el antiguo térmi-
término (recién creado o reciclado), un comportamiento (rela- no de Morel se había sumido en el olvido, de hecho, no hay
cionado en principio con una alteración cerebral o una ac- indicios de que en 1896 Kraepelin conociese su existencia.
tuación humana de carácter alegórico) y un concepto (como Kraepelin usó por primera vez el término en 1896, en la 5.a
transmisor de definiciones, explicaciones y reglas) (10, 11). edición de su libro de texto (21). Bajo Verblödungsprocesse,
Estos componentes se considerarán en relación con la esqui- Kraepelin enumera tres enfermedades independientes: la de-
zofrenia, empezando por los términos y los conceptos y pro- mentia praecox (formas ligeras y graves, y hebefrenia), la cata-
siguiendo después con el comportamiento. tonía y la dementia paranoides. En ninguna parte de este texto
se menciona el nombre de Morel, que sólo apareció tres edi-
ciones más tarde. Mientras Kraepelin escribía la 5.a edición, el
Historia de términos y conceptos término demencia ya había cambiado de significado; de ahí
que sintiese la necesidad de calificar el término dementia con
el adjetivo praecox, con el cual quería decir «temprana», «a la
Dementia praecox
edad no esperada», etc. Kraepelin sólo reconoció a Morel en
El término «demencia» participó como mínimo en tres la última edición de su libro, donde escribió: «El término de-
«convergencias» antes de incorporarse a la dementia praecox. mentia praecox, que ya había utilizado Morel» (22). Sin em-
Hasta el siglo XVII, la demencia se refería a aquellos estados de bargo, existe la posibilidad de que Kraepelin lo tomase presta-
incompetencia psicosocial, ya fuese innata o adquirida, y te- do de Arnold Pick, quien ya utilizó este término en 1891 (23).
nía una connotación «legal». La edad o la irreversibilidad no Para una excelente comparación de las ediciones del libro de
formaban parte de su contenido. Hacia el siglo XVIII, la de- texto de Kraepelin respecto a la interpretación de la «dementia
mencia comenzó a relacionarse con estados de déficit inte- praecox», véase Hoff (8).
lectual adquirido independientemente de la edad y la etiolo-
gía, es decir, que adquirió un mayor uso clínico. A finales del
Esquizofrenia
siglo XIX, la demencia se redefinió en términos de pérdida
cognitiva (principalmente «memoria», ya que se hablaba del
Eugen Bleuler
«paradigma cognitivo») (12). Además, la edad de inicio, re-
versibilidad y evolución adquirieron importancia, de manera El término «esquizofrenia» apareció publicado por prime-
que los déficit cognitivos en niños o los estados adquiridos ra vez en 1908 (24). En 1911, Bleuler (9) escribió: «Ich nenne
en jóvenes adultos (p. ej., después de un traumatismo craneal) die Dementia praecox Schizophrenie, weil, wie ich zu zeigen hoffe,
dejaron de llamarse «demencia». A principios del siglo XIX, ya die Spaltung der verschiedensten psychischen Funktionen eine ihren
se habían descrito la demencia senil y otras formas de de- wichtigsten Eigenschaften ist» («llamo dementia praecox a la esqui-
mencia (14,15). zofrenia porque, como espero demostrar, la separación de di-
Morel (16) estableció el término démence précoce para refe- versas funciones psíquicas es una de sus características más
rirse al estado mental y comportamiento de pacientes jóvenes importantes»). Y luego: «In jedem Falle besteht eine mehr oder we-
con stupidité (estupor) («surdimutité, faiblesse congénitale des fa- niger deutliche Spaltung der psychischen Funktionen: ist die Krank-
cultés, deménce précoce» y «Une espèce de torpeur voisine de l’hébétu- heit ausgesprochen, so verliert die Persönlichkeit ihre Einheit… («En
de remplaça l’activité première, et lorsque je le revis, je jugeai que la cada caso hay más o menos una división de las funciones psi-
transition fatale à l’état de démence précoce était en voie de s’opérer»), cológicas: a medida que la enfermedad se manifiesta, la per-
es decir con un trastorno de movilidad y el estado de ánimo sonalidad pierde su unidad». Esto parece muy claro, pero no
resultante de la melancolía (17). Por «demencia» entendía lo es. Los significados que otorgó a Spaltung y psychischen
cualquier estado de incompetencia psicosocial relacionado Funktionen son ambiguos y requieren una aclaración históri-
con un trastorno mental y a cualquier edad. El criterio de ca. Por «división», Bleuler quería decir: a) «un relajamiento
irreversibilidad aún no existía. En este sentido el término dé- primario de los mecanismos asociativos» profundo y general
mence précoce tiene poco que ver con el trabajo de Kraepelin o (primäre Lockerung des Assoziationsgefüges»), que llevaba a una
Bleuler. En su brillante análisis sobre el desarrollo del con- fractura irregular (unregelmäßigen Zerspaltung) de «conceptos
4.3.1. ESQUIZOFRENIA: HISTORIA CONCEPTUAL 679

concretos«, y b) «una división sistemática de complejos de píricos» o «ateóricos»). La «comprensión por interacción» se
ideas» más aparente (systematischen Spaltung in bestimmte Ideen- refería a cómo el médico percibe al paciente. En este aspecto,
komplexe) (9). y sin nombrarlo, Schneider describió el «sentimiento praecox»
Detrás de estos principios hay un nuevo modelo de la años antes que Rümke (25).
mente y por eso, aunque Bleuler diga lo contrario (9), existe Puesto que la perspectiva de diagnóstico de Schneider era
una marcada diferencia entre la dementia praecox de Kraepe- transversal, la noción de evolución (en el sentido de Kraepe-
lin y la esquizofrenia de Bleuler. Asimismo, el cambio no fue lin) no tenía cabida en sus teorías. Asimismo, su concepto de
sólo de nombre en realidad; como escribió un discípulo de esquizofrenia incluía todas las parafrenias, paranoias, psicosis
Bleuler: «los conceptos de Bleuler y de la psiquiatría suiza son marginales de Kleist, etc. También creía que, además de la es-
menos estrictos que los de Kraepelin y la psiquiatría alemana» quizofrenia y la ciclotimia (trastorno maníaco-depresivo), las
(25). Gruhle (26) también sintió que no había corresponden- psicosis endógenas englobaban un gran número de enferme-
cia entre las teorías de Kraepelin y Bleuler, lo que confirma el dades aún por descubrir (36).
hecho de que en Francia, hasta la década de 1920, ¡la dementia En resumen, no hay continuidad entre la noción de es-
praecox y la esquizofrenia se trataban como enfermedades dis- quizofrenia de Schneider y las opiniones anteriores, de ahí
tintas! (27). que no tenga sentido escoger algunos criterios de Kraepelin
(p. ej., evolución y duración), otros de Bleuler (trastorno del
División. Con un origen en la psicología romántica de pensamiento formal), y aun otros de Schneider (síntomas de
principios del siglo XIX y el trabajo de Herbart (28), el meca- primer rango). No tiene sentido porque cada uno de estos
nismo de separación, división, fractura, disociación, divorcio alienistas proponía una definición diferente (no aditiva) de la
o separación de las funciones mentales era una explicación esquizofrenia y, por eso, los elementos clínicos que descri-
habitual (en la literatura popular y la psicología) de cual- bieron sólo tienen significado en términos de su propio con-
quier comportamiento humano extraño o impredecible. Apa- cepto y no de forma descontextualizada. La definición del
rece, por ejemplo, en el modelo de Wigan de dos cerebros; en DSM-IV resulta un compuesto del tipo que acabamos de des-
Dr. Jeckill y Mr Hyde de Stevenson; el modelo del inconscien- cribir.
te de Hartmann; el patrón jerárquico del cerebro de Jackson;
la disociación de Azam; la histeria de Charcot; la división de
Freud del yo, y la «sejunción» de Wernicke. Historia de los comportamientos
El mecanismo de «división» (Spaltung) era popular en la
psiquiatría alemana cuando Bleuler acuñó el término «esqui- Durante la década de 1980, bajo la premisa de que la es-
zofrenia». En realidad, había distintas palabras rivales más o quizofrenia era una «enfermedad cerebral» reconocible, real,
menos basadas en la misma idea: ataxia intrapsíquica, demen- unitaria y estable, se planteó la cuestión de la dificultad de en-
tia dessecans, dementia sejunctiva, disfrenia, discordancia, etc. contrar descripciones claras de la enfermedad anteriores a 1800.
Sin embargo no se adoptó ninguna de éstas (29). Ni tampo-
co todo el mundo aceptó el nuevo término (esquizofrenia) ni
¿Existía la esquizofrenia antes del siglo XVIII?
el concepto asociado (división). Freud expresó sus reservas so-
bre ambos, ya que la división «no pertenece exclusivamente a Esta pregunta sigue «sin resolver» (37). Basándose en una
esa enfermedad» (30), y Jaspers comentó que en algunos pa- afirmación «epidemiológica», para la cual no hay pruebas his-
cientes con esquizofrenia podía no observarse división (31). tóricas, los partidarios de la llamada «hipótesis reciente» su-
gieren que «ocurrió algún cambio de tipo biológico alrededor
de 1800 que hizo que un tipo de esquizofrenia se volviese
Kurt Schneider
mucho más común a partir de entonces» (38). (Gruhle [26] y
Schneider es citado por Hoeing (32) como el tercer gran Cranefield [39] han repasado «posibles» casos anteriores de
alienista en la historia de la esquizofrenia. El análisis de los esquizofrenia.) Al principio de esta teoría, se hicieron esfuer-
escritos de Schneider muestra que hay discontinuidad entre zos para rediagnosticar «casos anteriores de esquizofrenia«
sus teorías sobre la esquizofrenia y las que propone Bleuler. como algo distinto (40). Es interesante comprobar que tam-
Para Schneider los «síntomas de primer rango» no eran pa- bién sostienen la «hipótesis reciente« aquellos que creen que
tognomónicos, sino que sugerían un diagnóstico de esquizo- la aparición de la «esquizofrenia« coincide con el nacimiento
frenia sólo si no había evidencia de otras psicosis orgánicas. de algún «epistema moderno« (que Foucault identificaba con
Los 11 síntomas de primer rango sólo cobran sentido en el la revolución kantiana) (41). Foucault definió el «epistema»
contexto de tres perspectivas diagnósticas: evolución, sinto- como el conjunto de prácticas discursivas que hicieron posi-
matología e interacción (33). Tal como afirmaba Jaspers (34), ble la emergencia de las disciplinas científicas. Constituido a
las psicosis endógenas son el fruto de un proceso, tiene poco finales del siglo XVIII, el «epistema moderno» incluía una vi-
sentido estudiar la «evolución» de la esquizofrenia (35). Todo sión del ser humano como «ser autónomo» y responsable del
lo que se necesitaba era saber si había habido síntomas pro- desarrollo de las denominadas ciencias humanas.
drómicos de esquizofrenia. La «comprensión sintomática» in- Sin embargo, otros eran partidarios de que la esquizofre-
cluía la búsqueda de síntomas que resultasen de una integra- nia «había existido a lo largo de toda la humanidad» (42), y
ción defectuosa del ser (por eso no puede afirmarse que se rediagnosticaron casos en la dirección adecuada. Macalpi-
Schneider creía que los síntomas de primer rango eran «em- ne y Hunter (43), por ejemplo, sugirieron que el pintor del si-
680 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

glo XVII Christoph Haitzmann (a quien Freud diagnosticó ciones del siglo XIX. Por eso los datos clínicos anteriores care-
«psicosis demoníaca» en 1923) (44) padecía «esquizofrenia». cerán siempre de «claridad» epistemológica (desde nuestra
Asimismo, después de reconstruir el caso de James Tilly Mat- perspectiva). No obstante, estos datos cobran mucho sentido
thews como «la primera descripción clara de esquizofrenia», si se examinan a la luz de categorías como la locura, la ena-
Carpenter (45) explicó que la ausencia de casos anteriores te- jenación, el lunatismo, la vesanía, la melancolía y la manía.
nía su causa en «una selección y descripción diferente para los
casos publicados». Jeste y cols. (46) descubrieron, aunque no
con tanto éxito como Gruhle (26), «un número sustancial de ■ Conclusiones
descripciones clínicas similares al concepto moderno de es-
quizofrenia». La historia de la esquizofrenia puede describirse mejor
como la historia de un conjunto de programas de investiga-
ción, que avanzan en paralelo más que en serie, y cada uno
Seudoproblema
de los cuales se basa en un concepto distinto de enfermedad,
Mirando atrás resulta claro que, en términos de paráme- síntoma mental y mente. Sin embargo, en este capítulo tan
tros conceptuales aceptados por los participantes, el debate corto tan sólo se han comentado algunos de estos programas.
no podía resolverse. Para empezar, la cuestión era lo que po- La investigación histórica muestra que hay poca conti-
dría aceptarse como pruebas, cuántos casos falsificarían la «hi- nuidad entre Morel, Kraepelin, Bleuler y Schneider. Esto tie-
pótesis reciente» (47), o qué nivel de claridad diagnóstica se ne dos consecuencias. La primera es que la idea de una pro-
necesitaba para calificar un caso de prueba. Por otro lado, am- gresión lineal que culmina en el presente constituye un mito.
bas partes hacían afirmaciones que no podían verificarse, por La otra es que el concepto actual de esquizofrenia no es el re-
ejemplo, «la esquizofrenia siempre ha existido» y «hubo un sultado de una definición y un único objeto de investigación,
cambio biológico que hizo aparecer la esquizofrenia durante estudiado sucesivamente por varios equipos psiquiátricos,
el siglo XIX». sino una amalgama de diferentes elementos clínicos que pro-
Las dificultades aquí son al mismo tiempo más sencillas y vienen de definiciones varias. Es neceario investigar más para
más complicadas de lo que ninguno de los participantes en el averiguar cómo se llegó a este triste estado de las cosas.
debate pudo ver. Algunas conciernen el punto de enfoque clí- La historia de la continuidad debería rechazarse, porque
nico, es decir, lo que regula la percepción y la descripción de su papel principal no ha sido iluminar el pasado sino justificar
síntomas mentales y enfermedades, otras la ontología misma el presente. Afortunadamente, la historia de la discontinuidad
de la RRUS, es decir, qué afirmaciones se hacen sobre la exis- ofrecerá a los investigadores no comprometidos ideas alterna-
tencia misma de las entidades en cuestión, y otras reglas del tivas, como que no existe una enfermedad unitaria llamada es-
juego epistemológico, es decir, lo que se considera como quizofrenia sino un conjunto de síntomas mentales, algunos
prueba, etc. Actualmente estos puntos aparecen en varias congénitos, otros susceptibles de evolución y otros adquiridos.
combinaciones y permutaciones. En este capítulo sólo hay es-
pacio para un ejemplo.
A causa de su base biológica, las unidades de análisis (sín- Bibliografía
tomas mentales) siempre han existido. La definición actual de
esquizofrenia es, en el mejor de los casos, el resultado de la 1. American Psychiatric Association (1994). Diagnostic and statistical
creencia de que algunos de estos síntomas ocurren con más fre- manual of mental disorders (4th edn), p. 187. American Psychiatric
cuencia en conjunto. La manera actual de investigar dificul- Association, Washington, DC.
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ta conocer con qué frecuencia estos «síntomas mentales» afec- schizophrenic disorders. In Advances in the neurobiology of schizophrenia
tan a individuos que no se consideran afectados por la «es- (ed. J.A. den Boer, H.G.M. Westenberg, and H.M. van Praag), pp.
quizofrenia». Pongamos ahora los dos extremos: que no hay 7–25. Wiley, Chichester.
ningún caso o que pueden encontrarse miles de casos de es- 3. Andreasen, N.C. and Akiskal, H.S. (1983). The specificity of
Bleulerian and Schneiderian symptoms: a critical reevaluation.
quizofrenia antes del siglo XIX. ¿Llevaría eso a la conclusión Psychiatric Clinics of North America, 6, 41–54.
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XIX? De hecho, no puede deducirse ninguna de las dos cosas, Masonic Jurisdiction, New York.
la ausencia de informes puede explicarse mediante argumen- 5. Raskin, D.E. (1975). Bleuler and schizophrenia. British Journal of
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tos provenientes del «enfoque clínico» o temas relacionados 6. Fullinwider, S.P. (1982). Technicians of the finite. The rise and decline of the
con «las reglas del juego epistemológico» (como se menciona schizophrenic in American thought 1840–1960. Greenwood Press,
anteriormente). Sin embargo, muchos datos plantean un pro- London.
blema: si la enfermedad tiene una presentación tan estereoti- 7. Bleuler, M. (1931). Schizophrenia. Archives of Neurology and Psychiatry,
26, 610–27.
pada y frecuente, ¿por qué no se reconoció y nombró con an- 8. Hoff, P. (1994). Emil Kraepelin und die Psychiatrie als klinische
terioridad? Wissenschaft. Springer-Verlag, Berlin.
Por consiguiente puede concluirse que no es posible es- 9. Bleuler, E. (1911). Dementia praecox oder Gruppe der Schizophrenien.
cribir una historia sensata de los «comportamientos de tipo Franz Deuticke, Leipzig.
10. Berrios, G.E. (1996). The history of mental symptoms. Descriptive
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Esto se debe a que tanto el concepto actual de síntomas men- 11. Berrios, G.E. and Porter, R. (ed.) (1995). The history of clinical psychiatry.
tales y enfermedad como el de esquizofrenia son interpreta- Athlone Press, London.
4.3.2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DESCRIPTIVAS DE LA ESQUIZOFRENIA 681

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nivel de incapacidad crónica va desde una ligera disminución
schizophrenia. In Studies of schizophrenia (ed. M.H. Lader), pp. 5–8. de los recursos para enfrentarse al estrés, hasta una dificultad
Headley, Ashford. profunda para iniciar y organizar actividades que puede llevar
29. Berrios, G.E. (1987). The fundamental symptoms of dementia praecox a los pacientes a ser incapaces de cuidar de sí mismos.
and Bleuler. In The origins of modern psychiatry (ed. C. Thompson), pp.
200–9. Wiley, New York.
30. Freud, S. (1953). Psychoanalytical notes upon an autobiographical
account of a case of paranoia (dementia paranoides). In Collected ■ Trastornos del pensamiento
papers (ed. E. Jones), Vol. III, pp. 387–470. Hogarth Press, London.
31. Jaspers, K. (1963). General psychopathology (7th edn) (transl. J. Hoenig y la percepción
and M.W. Hamilton). Manchester University Press.
32. Hoenig, J. (1983). The concept of schizophrenia:
Kraepelin–Bleuler–Schneider. British Journal of Psychiatry, 142, 547–56.
Ideas delirantes
33. Schneider, K. (1944). Conferencias psiquiatricas para médicos, Orfila,
Madrid. (Translation of second German edition published in 1936.) Las ideas delirantes se han considerado tradicionalmente
34. Jaspers, K. (1910). Eifersuchtswahn. Ein Beitrag zur Frage: como la puerta de entrada de la locura. A pesar de que no
‘Entwicklung einer Personlichkeit’ oder ‘Prozeß;’. Zeitschrift für die
gesamte Neurologie und Psychiatrie, 1, 567–637. hay elementos que permitan distinguir sin ambigüedades en-
35. Häffner, H. (1993). Proze&bgr; und Entwicklung als Grundbegriffe tre las ideas delirantes esquizofrénicas y las de otras enferme-
der Psychopathologie. Fortschritte der Neurologie Psychiatrie, 31, dades psicóticas, las ideas delirantes más típicas de la esqui-
393–437. zofrenia tienen un carácter enigmático que raramente se ob-
36. Huber, G. (1987). Kurt Schneider. The man and his scientific work.
Zentralblatt für Neurologie und Psychiatrie, 246, 177–91. serva en otros casos. En contraste con las ideas delirantes de
37. Ellard, J. (1987). Did schizophrenia exist before the eighteenth las psicosis afectivas, que tienen un contenido coherente con
century. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry, 21, 306–14. el estado emocional que predomina, en la esquizofrenia éstas
38. Hare, E. (1988). Schizophrenia as a recent disease. British Journal of
Psychiatry, 153, 521–31.
aparecen a menudo como reflejo de una fragmentación en la
39. Cranefield, P.F. (1961). A seventeenth case of mental deficiency and experiencia de la realidad. Esta fragmentación se manifiesta
schizophrenia: Thomas Willis on ‘stupidity or foolishness’. Bulletin of de muchas maneras.
the History of Medicine, 35, 291–316.
40. Hare, E. (1988). Schizophrenia before 1800? The case of the Revd.
George Trosse. Psychological Medicine, 18, 279–85. • El contenido de las creencias de las ideas delirantes es a
41. Foucault, M. (1970). The order of things. Tavistock Publications, menudo contradictorio. Existe una falta de consistencia
London. lógica entre los componentes de la creencia, o entre la creen-
42. Strömgren, E. (1982). Development of the concept of schizophrenia.
In Psychoses of uncertain aetiology (ed. J. Wing and I. Wind), pp. 17–26.
cia y lo que el sentido común concede como posible. Por
Cambridge University Press. ejemplo, un paciente se sentía muy alterado porque esta-
682 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

ba convencido de que no tenía cabeza y también creía mi reino no es de este mundo, mis ideas delirantes sólo tie-
que tenía la cara cubierta de sangre. Otro paciente creía nen que ver con Dios y el más allá». Además, estaba comple-
que tenía la cabeza partida en dos por un hacha. tamente convencido de sus creencias básicas a pesar de reco-
• La relación entre la creencia delirante y cualquier acción nocer que había sufrido percepciones alteradas de la realidad
que puede derivar de ella es impredecible. En algunos ca- con anterioridad. Había llegado a creer que su entorno se ha-
sos el paciente cree que tiene un papel o una identidad bía colmado de milagros por los rayos. Afirmaba:
muy importante, pero en la mayoría de los casos su exis-
tencia no se ve afectada por esta creencia. En palabras de Habiendo vivido durante meses entre milagros, mi ten-
Bleuler (1): «Reyes, emperadores, papas y salvadores parti- dencia era tomar más o menos todo lo que veía por un mi-
cipan, en su mayor parte, en trabajos bastante banales, en lagro. Así, no sabía si tomar las calles de Leipzig por las que
viajaba como simples decorados de un teatro, quizás a la ma-
el caso de que les quede energía suficiente para llevar a nera en que dicen que el príncipe Potemkin las transformó
cabo alguna actividad en absoluto». Otras veces, los pa- para la emperatriz Catalina II de Rusia durante sus viajes por
cientes pueden actuar de manera inesperada. el desolado país, para que tuviera la impresión de una cam-
• Como mínimo en la fase crónica de la enfermedad, los piña floreciente.
pacientes reconocen a menudo que una idea delirante an-
terior no estaba justificada y, en la misma entrevista, rei- Para la tarea de comprender la naturaleza de las ideas de-
teran la misma creencia delirante. Bleuler (1) dictaminó: lirantes en la esquizofrenia, el relato de Shreber es de especial
«a veces los pacientes producen pensamientos que sólo utilidad porque, gracias a su brillante intelecto, tenemos ac-
son comprensibles si se asume que las ideas delirantes aún ceso a su propia visión de su estado, así como a la opinión de-
retienen alguna realidad para estos pacientes, aunque pue- tallada de sus médicos. Su caso ilustra el fenómeno frecuente
den llegar a rechazarlos constantemente. A veces la mane- de una idea delirante que ocupa por completo al paciente du-
ra como se declara que la idea delirante no tiene sentido rante la fase aguda, pero que subsiste en la fase crónica, co-
prueba que, de algún modo, permanece viva». existiendo con un discernimiento que desafía toda lógica.
El comienzo tardío de la enfermedad de Schreber y su
El mecanismo mental de las ideas en la esquizofrenia aún nivel elevado de logros profesionales son inusuales para un
está por determinar. No es falta de capacidad para el pensa- individuo con esquizofrenia y ponen en duda el diagnóstico.
miento lógico; más bien parece que algunas ideas adquieren No obstante, el que tuviese ideas delirantes continuadas e in-
un atributo que las exime de los procesos normales de vali- dependientes de trastornos afectivos, la dificultad persistente
dación. Este fenómeno se ilustra con el caso histórico de Da- para enfrentarse al estrés y, finalmente, el notable deterioro
niel Schreber (2), un juez de alto rango de Leipzig que sufrió que padeció en el tercer episodio de su enfermedad respaldan
una esquizofrenia de comienzo tardío. El primer episodio de con fuerza el diagnóstico de esquizofrenia. Su brillante inte-
su enfermedad ocurrió cuando aspiraba a ser elegido en el lecto ilustra un elemento paradójico de la esquizofrenia, que
Reichstag a la edad de 42 años. Un segundo episodio más no- puede distinguirse en todo el espectro de discapacidad: la co-
table tuvo lugar cuando se enfrentaba a una carga laboral ex- existencia de actividad mental marcadamente inusual junto
cesiva después de que le nombrasen juez presidente del tri- con una función mental bien integrada. Incluso los pacientes
bunal de apelaciones de Dresden, a la edad de 51 años. Des- con síntomas que afectan a varios niveles de las funciones
pués de obtener una orden del tribunal para que le diesen el mentales muestran esta incongruencia. Bleuler (1) afirmaba:
alta del hospital 9 años más tarde, en 1902 publicó sus me- «Incluso el paciente con esquizofrenia con mayor grado de
morias en un volumen que incluye el relato de sus creencias, demencia puede mostrar producciones de tipo altamente in-
así como un informe del director del asilo, el Dr. Weber, opo- tegrado».
niéndose a que le diesen el alta. Schreber sufrió en efecto un La adherencia a las creencias delirantes, a pesar de la ca-
tercer episodio de la enfermedad a los 55 años, después de pacidad de entender la lógica de la contraargumentación, ori-
que su mujer tuviese un infarto, y permaneció en un estado gina a veces lo que parece un juego de lógica. Bleuler cita el
desorganizado de incomunicación durante el resto de su vida. caso de una paciente con una buena educación y socialmen-
Schreber creía que tenía la misión de redimir al mundo y te competente que se quejaba de que él la había dejado em-
devolver a la humanidad su paraíso de felicidad perdida. En- barazada mientras dormía, y que le había cortado el niño del
tre sus ideas delirantes destacaba la creencia de que se estaba brazo. Cuando Bleuler intentó convencerla de que no era
transformando en una mujer voluptuosa para convertirse en posible que hubiese estado con ella por la noche, preguntó:
la compañera de Dios. El Dr. Weber informó que al princi- «Entonces, ¿por qué apareces en el sueño?»
pio del segundo episodio de su enfermedad, la vida mental de En muchos casos, los delirios de la esquizofrenia parecen
Shreber estaba dominada por ideas delirantes y alucinaciones. provenir de una experiencia alterada del propio ser o la reali-
Sin embargo, antes de recibir el alta en 1902, mostró un vivo dad. Los fenómenos identificados por el psiquiatra alemán
interés por su ambiente social, una mente bien informada y un Kurt Schneider (4) como síntomas de primer rango de la es-
juicio certero, manteniendo sin embargo sus creencias deli- quizofrenia (que se comentan con más detalle posteriormen-
rantes de un modo que no aceptaba argumentación posible. te) incluyen varios síntomas que comportan una experiencia
El propio Schreber reconoció que sus creencias eran inamo- aberrante de la propiedad del propio pensamiento, voluntad,
vibles y consideró que pertenecían a un terreno a resguardo acción, emoción o de las funciones corporales, que el pa-
de la lógica normal: « Yo incluso podría decir con Jesucristo: ciente atribuye a la influencia de un tercero. En algunos ca-
4.3.2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DESCRIPTIVAS DE LA ESQUIZOFRENIA 683

sos los delirios comienzan con un estado de ánimo delirante, un joven explicaba las sensaciones que notaba en el ombligo
es decir, una percepción alterada de la realidad en la que las y que él atribuyó a una serpiente, que según él se había in-
circunstancias normales adquieren una categoría trascenden- troducido en su cuerpo por el ano.
tal e incalificable.
A pesar de que las ideas delirantes más características de la
esquizofrenia son de tipo incongruente, no son raros los pa- Síntomas de primer rango de Schneider
cientes con esquizofrenia que tienen delirios internamente
consistentes que producen comportamientos previsibles. En Kurt Schneider (4) identificó una serie de fenómenos
particular, los delirios de persecución coherentes son comu- como característicos de la esquizofrenia en ausencia de enfer-
nes, y pueden conducir a acciones defensivas como atrinche- medad cerebral manifiesta. Estos síntomas, enumerados en
rarse en su propia habitación con las persianas bajadas. Las la tabla 1, han pasado a conocerse como síntomas de primer
ideas de referencia o los delirios referenciales también abun- rango. Schneider consideraba que no podía llegarse a un diag-
dan. Por ejemplo, un paciente puede creer que los programas nóstico con la presencia de un solo síntoma, al contrario,
de televisión se refieren específicamente a él o ella. En el Es- recalcaba (4): «Un fenómeno psíquico no es como la pieza
tudio Piloto Internacional de Esquizofrenia (5), llevado a cabo que falta en un mosaico que de otro modo es perfecto».
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ideas au- Schneider no definía los fenómenos con precisión y los
torreferenciales se dieron en el 70 % de los casos, la suspica- expertos han interpretado sus escritos de manera distinta.
cia en un 66 % y los delirios de persecución en un 64 %. Mellor (7) formuló un conjunto de definiciones precisas y
descubrió que, según estos criterios estrictos, el 72 % de los
pacientes con esquizofrenia mostraba al menos un síntoma
Alucinaciones de primer rango. Según los mismos criterios, O’Grady (8) en-
contró que en una serie de casos evaluados al ingresar en el
Pueden darse alucinaciones de cualquier tipo, pero las hospital, el 73 % de los pacientes con esquizofrenia mostra-
alucinaciones auditivas son las que prevalecen en la esquizo- ron por lo menos un síntoma de primer rango, mientras que
frenia. La más específica de todas es la de oír voces hablando los casos de psicosis afectiva no mostraron ninguno. O’Grady
en tercera persona. Esta experiencia se cuenta entre los sínto- observó síntomas de primer rango más ampliamente defini-
mas de primer rango de Schneider. A veces su contenido es dos en el 14% de los pacientes con psicosis afectiva.
mundano, como la paciente de Bleuler (1) que oía una voz Tres de los síntomas de primer rango (voces que comen-
que decía «ahora ella se está peinando» mientras se cepillaba tan, voces que discuten y pensamientos audibles) ponen en
el pelo por la mañana. En otros ejemplos hay implícita una
crítica como en el caso de Schneider (4) en que una mujer oía
una voz que decía «ahora está comiendo, ahí está empachán- Tabla I. Síntomas de primer rango de Schneider
dose de nuevo», cada vez que quería comer.
Las alucinaciones en segunda persona también son co- Voces que comentan Una alucinación auditiva que comenta las
munes. En el Estudio Piloto Internacional de Esquizofrenia, acciones de uno mismo o en tercera
(5) se contabilizaron voces que hablaban al paciente en el persona
Voces que discuten o se Alucinaciones de dos o más voces que
65 % de los casos. Estas voces a menudo eran derogatorias, pelean discuten o se pelean sobre uno
aunque no es extraño que un paciente escuche voces deroga- Pensamientos audibles Oír los pensamientos de uno mismo en
torias y reconfortantes a la vez. Las voces pueden dictar ór- voz alta
denes que el paciente obedece. A veces el paciente entabla Inserción de pensamientos La inserción por parte de un tercero
diálogos con las voces. de pensamientos que se experimen-
Durante la fase aguda de la enfermedad, las alucinaciones tan como ajenos
Robo de pensamientos El robo de pensamientos de la propia
auditivas normalmente alcanzan el mismo nivel de calidad mente por parte de un tercero
sensorial que las voces que provienen del mundo exterior. El Difusión de pensamientos La experiencia de que los pensamientos
paciente puede hasta cambiarse de domicilio en un intento de uno mismo se retransmiten y son
estéril de librarse de ellas. En algunos casos las voces se atri- accesibles a los demás
buyen a un radiotransmisor implantado en el cuerpo, sobre Voluntad alterada La experiencia de que la voluntad pro-
todo en los dientes. En la fase crónica a menudo se reconoce pia está controlada por una influen-
cia ajena
que las voces provienen de la propia mente del enfermo.
Actos influidos La experiencia de que los propios actos
Kraepelin (6) comenta: otras veces al paciente no le parecen los realiza una influencia ajena más
percepciones en absoluto, sino «voces de la conciencia», «vo- que uno mismo
ces que no hablan con palabras». Estas experiencias son seu- Sentimientos influidos La experiencia de que las propias emo-
doalucinaciones, pero aun así constituyen un elemento im- ciones son fruto de una influencia
portante en muchos casos. ajena
En la esquizofrenia, las alucinaciones visuales son menos Pasividad somática Funciones del cuerpo controladas por
una influencia ajena
corrientes que las auditivas, pero ocurren. Las alucinaciones Percepción delirante La atribución de un sentido totalmente
somáticas también son relativamente corrientes y a menudo injustificado a la percepción normal
se asocian con malinterpretaciones delirantes. Por ejemplo,
684 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

juego alucinaciones auditivas, mientras que el resto conllevan que transforman los pensamientos en un todo coherente. Mien-
atributos delirantes en experiencias o percepciones. Aunque tras que este término resulta una etiqueta útil para uno de los
el mismo Schneider evitaba especular sobre las implicaciones mayores trastornos de la forma del discurso y del pensamiento,
teóricas de estos fenómenos, es notable que la mayoría invo- no engloba todo el espectro de tales trastornos. Además de las
lucra un trastorno en la percepción del paciente de su propia conexiones desordenadas entre palabras e ideas, hay peculiari-
actividad mental o física. La retransmisión del pensamiento, dades en el uso del lenguaje. Uno de los catálogos más exten-
el robo del pensamiento o la inserción del pensamiento re- sos es la Escala de Comunicación, Lenguaje y Pensamiento
flejan la experiencia de la pérdida de la autonomía sobre el (Thought, Language and Communication Scale), elaborada por An-
pensamiento, mientras que la voluntad, los actos y el afecto, dreasen (9). Esta escala incluye distintos elementos que ponen
junto con la pasividad somática, reflejan la pérdida de auto- en juego diversos aspectos de la pérdida de asociaciones:
nomía sobre la actuación, la voluntad, el afecto y las funcio-
nes corporales. • Descarrilamiento, alejarse del objetivo durante el libre cur-
Mellor (7) insiste en que este fenómeno tiene dos aspec- so de la conversación.
tos: la experiencia de la pérdida de autonomía y la atribución • Tangencialidad, respuestas a preguntas que no vienen a
de los delirios a la influencia de terceros. Como un ejemplo tema.
de los actos alterados, Mellor describe a un paciente que sen- • Incoherencia, ruptura de la relación entre las palabras de
tía que sus dedos se movían para asir las cosas, «pero yo no una frase, de modo que la frase pierde su sentido.
los controlo…, me siento ahí viendo como se mueven, y son • Pérdida del objetivo, incapacidad de llegar a una conclu-
bastante independientes, lo que hacen no tiene nada que ver sión o finalizar un tema.
conmigo. Soy tan sólo una marioneta, tan sólo una marione-
ta manipulada por hilos cósmicos». Para ilustrar la afectividad La Escala de Comunicación, Lenguaje y Pensamiento tam-
alterada Mellor también cita a una joven: «Lloro, las lágrimas bién incluye elementos que hacen referencia a un uso anó-
caen por mis mejillas y parezco infeliz, pero en mi interior malo del lenguaje:
me siento furiosa porque me están utilizando y no soy yo la
que se siente infeliz, sino que proyectan la infelicidad en mi • Metonimias, utilización inusual de las palabras (p. ej., za-
cerebro». patos para las manos en vez de guantes).
La percepción delirante, en la que se toma una conclu- • Neologismos, palabras nuevas inventadas por el paciente.
sión nada fiable de una percepción normal, ilustra la incon-
gruencia entre la idea delirante y la actividad mental coexis- Varios aspectos de la pérdida de asociaciones y peculiari-
tente, lo cual es característico de la esquizofrenia. No obstan- dades en el uso del lenguaje se consideran a menudo trastor-
te, la manera como las percepciones delirantes se forman a nos positivos del lenguaje. La Escala de Comunicación, Len-
menudo a partir de un humor delirante indica que no se tra- guaje y Pensamiento también incluye trastornos negativos del
ta tan sólo de un problema de interferencia ilógica; la idea lenguaje que conllevan empobrecimiento del pensamiento:
delirante es más como una revelación divina. Mellor (7) da el
ejemplo de un irlandés que tuvo un sentimiento de presagio • La pobreza de discurso es un trastorno de la evolución del
mientras desayunaba en la mesa de una casa de huéspedes. discurso en el cual la se reduce la producción oral.
Cuando otro huésped le acercó inocentemente el salero, él • la pobreza de contenido es un trastorno en el que la can-
comprendió de repente que debía volver a casa para recibir al tidad de información emitida es relativamente baja en
Papa, que estaba visitando a su familia, para darles las gracias proporción al número de palabras pronunciadas
porque Nuestro Señor había de nacer de nuevo de una de las
mujeres. La Escala de Comunicación, Lenguaje y Pensamiento ha
demostrado ser uno de los intentos recientes de más éxito
para definir o cuantificar el trastorno del pensamiento, pero
Trastornos en la forma y el flujo tiene graves limitaciones. La más importante de éstas es que
de los pensamientos los elementos de trastorno positivo del pensamiento de la Es-
cala no discriminan entre el pensamiento maníaco o el tras-
El discurso de los pacientes con esquizofrenia es a menu- torno del pensamiento esquizofrénico (10). En segundo lugar,
do difícil de entender a causa de anomalías en la forma del la Escala no es sensible a las formas sutiles del trastorno del
pensamiento subyacente. No obstante, la valoración clínica del pensamiento que tienen lugar en los parientes cercanos de los
trastorno formal del pensamiento sigue siendo un gran desa- enfermos con esquizofrenia.
fío. Esto se debe en parte a que las características básicas de Estas limitaciones se combaten, al menos parcialmente,
los impedimentos para la comunicación verbal en la esquizo- en el Índice del Trastorno del Pensamiento (Thought Disorder
frenia aún están por describir de manera plenamente satisfac- Index) revisado por Holzman (11). Este índice emplea pun-
toria. Además, el trastorno del pensamiento suele manifestar- tuaciones basadas en los pensamientos y palabras que sugie-
se durante el discurso espontáneo, lo cual dificulta que se den ren las manchas de tinta de Rorschach durante un test de coe-
las circunstancias favorables para su estudio ficiente intelectual (CI). Dos categorías de trastorno, la desor-
Bleuler (1) acuñó el término pérdida de asociaciones para des- ganización (que incluye vaguedad, confusión e incoheren-
cribir el debilitamiento de las conexiones entre palabras e ideas cia) y las verbalizaciones idiosincrásicas, parecen diferenciar
4.3.2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DESCRIPTIVAS DE LA ESQUIZOFRENIA 685

bastante bien el pensamiento esquizofrénico del maníaco (11). Durante la fase crónica de la enfermedad, muchos pacien-
Por otra parte el Índice del Trastorno del Pensamiento es sen- tes con esquizofrenia muestran pérdidas cognitivas persis-
sible a los trastornos sutiles del pensamiento presentes en los tentes. Los estudios longitudinales de individuos que pos-
familiares de primer grado de los pacientes con esquizofrenia. teriormente desarrollan esquizofrenia revelan que los déficit
Lamentablemente este índice es demasiado engorroso para son discernibles durante la infancia, lo cual sugiere que estos
su uso clínico rutinario. déficit forman parte de un aspecto de la predisposición a la
El trastorno formal positivo del pensamiento constituye a esquizofrenia. Las mayores pérdidas cognitivas se registran en
menudo un elemento transitorio de los episodios agudos de el ámbito de las funciones ejecutivas, memoria de trabajo o
la enfermedad. De todos modos, después de la resolución del memoria a corto plazo y memoria a largo plazo. La disfun-
episodio queda un trastorno del pensamiento residual que se ción ejecutiva incluye pérdida de la capacidad para iniciar y
manifiesta en forma de discurso vago y a la deriva, o como seleccionar actividad mental autogenerada. La pérdida de la
idiosincrasias menores del uso de palabras o ideas. capacidad para iniciar y formar planes se asocia con la po-
El trastorno formal negativo del pensamiento tiende más a breza crónica del habla, la afectividad mermada y la falta de
persistir. La pobreza del habla crónica se asocia con la pérdida actividad espontánea, mientras que la pérdida de la capacidad
cognitiva en varios terrenos (12), incluido el razonamiento abs- para inhibir respuestas inadecuadas se asocia con un trastor-
tracto. Perjudica las relaciones sociales (13), aunque también se no crónico y formal del pensamiento (12).
ve afectado por el ambiente social. La pobreza de habla transi-
toria puede ocurrir durante los episodios agudos de la enfer-
medad. Se asocia en menor medida con la pérdida cognitiva y, ■ Trastornos afectivos
al menos en algunos casos, parece reflejar una obstrucción de
la articulación del lenguaje que es de carácter catatónico. En Un amplio espectro de trastornos afectivos tiene lugar en
los casos más graves, el paciente se vuelve mudo. la esquizofrenia. Los afectos restringido e inadecuado son los
más característicos y tienden a ser los más persistentes, pero
la excitación transitoria, la irritabilidad y la depresión tam-
Introspección (insight) bién son habituales.

La ausencia de introspección (insight) o conciencia de en-


fermedad es uno de los rasgos característicos de los cuadros Afecto restringido
psicóticos, ya que conlleva el fracaso de aceptar que uno está
enfermo e impide apreciar los síntomas causados por la en- La disminución del afecto se manifiesta como una res-
fermedad. En el Estudio Piloto Internacional de Esquizofre- puesta decreciente a aspectos emocionales, pérdida de la in-
nia (5) la ausencia de introspección fue el síntoma que más flexión vocal y disminución de la expresión facial. Estos sig-
prevaleció entre los enfermos con esquizofrenia y ocurrió nos objetivos de afecto restringido se acompañan a veces de
aproximadamente en un 90 % de los casos. La conciencia de la conciencia de pérdida del tono emocional, lo que, paradó-
la enfermedad es a menudo parcial. A veces, incluso en casos jicamente, causa pesar a los pacientes. Aún más a menudo se
en los que el paciente admite que sufre una enfermedad, él o produce falta de preocupación o conciencia respecto al pro-
ella pueden negarse a aceptar que los síntomas psicóticos blema. La disminución del afecto es una de las señales más
como las ideas delirantes o alucinaciones son una manifesta- claras de la esquizofrenia crónica. Bleuler (1) constató que,
ción de esa enfermedad. La falta de introspección es un fac- cuando los sentimientos desaparecían, la enfermedad se con-
tor que contribuye a la negativa a aceptar un tratamiento. Sin vertía en crónica. Mientras que el afecto restringido resulta
embargo, el médico debería ser consciente de otros factores, con frecuencia crónico, también puede formar parte de un
como la falta de información apropiada sobre la enfermedad episodio agudo y concluir con éste.
y el temor justificado a los efectos adversos del tratamiento,
que también pueden impedir el desarrollo de la colaboración
terapéutica entre médico y paciente. Afecto inadecuado
El afecto inadecuado o incongruente es la expresión de
Déficit cognitivos un sentimiento que no corresponde a las circunstancias. En
su forma más grave se trata de una risa hueca que aparen-
Además de los delirios y los trastornos formales del pen- temente no se relaciona con ningún tipo de estímulo. Es más
samiento, en la esquizofrenia se produce una amplia varie- habitual la sonrisa o risas inadecuadas, que difieren de la risa
dad de déficit cognitivos, que se comentan con más detalle nerviosa habitual en que su carácter es más fatuo.
en el capítulo 4.3.3.1. Este capítulo se centra en la relación
entre la pérdida cognitiva y otros aspectos de la enfermedad.
En la fase aguda de la enfermedad la pérdida de atención Excitación y depresión
es común y a menudo se asocia con la excitación psicomoto-
ra y/o trastorno formal del pensamiento. También puede re- Durante las exacerbaciones agudas de la esquizofrenia se
flejar preocupación con delirios y alucinaciones. produce con frecuencia excitación, que se manifiesta como irri-
686 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

tabilidad, insomnio, agitación e hiperactividad motora. La de- defectual no característico dominado por la ansiedad y la as-
presión también es común cuando se da un episodio agudo de tenia. La cenestesia, durante la cual el paciente experimenta
esquizofrenia, y a menudo forma parte de la fase prodrómica de sensiones corporales inusuales y de debilidad que no tienen
la enfermedad. No es extraño que los pacientes que presentan aparentemente una causa somática, es frecuente.
un primer brote de esquizofrenia manifiesten que sufrieron epi-
sodios menores de síntomas depresivos durante varios años.
La depresión también tiene lugar durante la fase crónica ■ Dimensiones de la psicopatología
de la enfermedad. A pesar de que el porcentaje de simulta- en la esquizofrenia
neidad es aproximadamente de un 10 % durante la fase cró-
nica (15), los pacientes con esquizofrenia presentan un riesgo La esquizofrenia es heterogénea en su presentación clíni-
muy elevado de padecer depresión en algún momento de su ca, lo que sugiere que contribuyen a la enfermedad varios
enfermedad. En un estudio longitudinal, Johnson (16) descu- procesos psicopatológicos distintos.
brió que un 65 % de los pacientes con esquizofrenia presen-
taban un episodio depresivo en el período de 36 meses pos-
terior a un episodio psicótico. Dimensiones de los síntomas positivos y negativos
Los síntomas positivos son aquellos que reflejan la presen-
■ Trastornos motores cia de un proceso mental anómalo, e incluyen ideas deliran-
tes, alucinaciones y trastorno formal del pensamiento. Los sín-
También son habituales en la esquizofrenia las alteraciones tomas negativos manifiestan la disminución o ausencia de
sutiles de la coordinación motora. Los vídeos caseros de niños una función mental habitualmente presente. Incluyen pobre-
que luego desarrollaron esquizofrenia demuestran que incluso za de lenguaje y afecto restringido. En la esquizofrenia, los
en la infancia son notablemente más torpes que sus hermanos, síntomas positivos tienden a ser transitorios, mientras que los
lo cual sugiere que las alteraciones de la coordinación motora negativos son de carácter más bien crónico. En una hipótesis
constituyen otro factor de predisposición a la esquizofrenia (17). influyente, Crow (19) propuso que los síntomas positivos
Más drásticos que la sutil descoordinación motora son los proceden de la hiperactividad dopaminérgica, mientras que
excepcionales trastornos motores catatónicos. La catatonía los negativos reflejan una estructura cerebral anómala. A pe-
conlleva alteraciones de la actividad motora voluntaria y la sar de que hay pruebas consistentes que sostienen esta hipóte-
postura. El nivel de actividad puede disminuir o aumentar. En sis, éstas no explican suficientemente la complejidad y hetero-
casos extremos de hipoactividad el paciente está en estupor, geneidad de las manifestaciones clínicas de la esquizofrenia
no responde a los estímulos, pero conserva sin alterar la con-
ciencia de lo que ocurre. En estados hiperactivos el paciente
suele mantener una actividad estereotipada durante largos pe- Tres dimensiones de síntomas característicos
ríodos. Un rasgo menos habitual es la existencia de una flexi-
bilidad parecida a la de la cera —el cuerpo del paciente puede La preponderancia de pruebas (12, 13, 20) en el análisis de
moldearse en posiciones inusuales que puede mantener du- factores de los síntomas esquizofrénicos indica que los síntomas
rante mucho rato— o la ecopraxia, en la que el paciente imita y característicos de la esquizofrenia se separan en tres síndromes,
repite en eco las acciones motoras voluntarias del examinador. tal como se muestra en la tabla 2. Estos síndromes no corres-
ponden a enfermedades distintas, sino a diferentes dimensiones
de la enfermedad, en el sentido que el enfermo puede mostrar
■ Trastornos de la voluntad
Entre los fenómenos clínicos más incapacitantes destacan
la alteración de la motivación y de la voluntad. La actividad vo- Tabla 2. Tres síndromes de síntomas característicos de la es-
luntaria puede interrumpirse o debilitarse. La voluntad incone- quizofrenia
xa se manifiesta en actividades poco organizadas y valoradas in-
correctamente que parecen ser fruto de un impulso. Por ejem- Distorsión de la realidad
plo, una joven creativa e inteligente sentía frío y prendió fuego Ideas delirantes
Alucinaciones
a la alfombra de su cuarto a pesar de que era consciente de la
peligrosidad de su acción. La disminución o anulación volitiva Desorganización
da lugar a largos períodos de inactividad. El paciente puede Trastornos formales del pensamiento
tumbarse en la cama o sentarse en una butaca durante horas. Afecto inadecuado
Comportamiento extraño

■ Ansiedad y trastornos somatomorfos Pobreza psicomotora (síntomas negativos principales)


Pobreza del habla
Afecto restringido
Hay varias formas de ansiedad y de síntomas somáticos Movimiento espontáneo disminuido
comunes en la esquizofrenia. Huber (18) describió un estado
4.3.3.1. NEUROPSICOLOGÍA CLÍNICA DE LA ESQUIZOFRENIA 687

más de un síndrome a la vez. En un caso individual, los tres sín- 13. Liddle, P.F. (1987). The symptoms of chronic schizophrenia: a re-
dromes varían independientemente de la gravedad a lo largo del examination of the positive-negative dichotomy. British Journal of
Psychiatry, 151, 145–51.
tiempo, mientras que los síntomas que pertenecen a cada sín- 14. Siris, S.G. (1991). Diagnosis of secondary depression in schizophrenia:
drome tienden a evolucionar en paralelo (20). implications for DSMIV. Schizophrenia Bulletin, 17, 75–98.
Los tres síndromes sólo engloban los síntomas caracterís- 15. Barnes, T.R.E., Curson, D.A., Liddle, P.F., and Patel, M. (1989). The
ticos con más peso a la hora de diagnosticar la esquizofrenia. nature and prevalence of depression in chronic schizophrenic
inpatients. British Journal of Psychiatry, 154, 486–91.
Además, hay otros dos síndromes afectivos, la depresión y la 16. Johnson, D.A.W. (1988). The significance of depression in the
excitación psicomotora, que prevalecen en la esquizofrenia prediction of relapse in chronic schizophrenia. British Journal of
(12), a pesar de ser más característicos los trastornos afecti- Psychiatry, 152, 320–3.
17. Walker, E. and Lewine, R.J. (1990). Prediction of adult-onset
vos. Estos síndromes afectivos suelen ser transitorios. schizophrenia from childhood home videos of the patients. American
Las distintas pruebas proporcionadas por estudios de neu- Journal of Psychiatry, 89, 704–16.
roimagen indican que los tres síndromes característicos están 18. Huber, G., Gross, G., and Schuttler, E. (1975). A long term follow-up
asociados con tres patrones diferenciados de malfunciona- study of schizophrenia: psychiatric course of illness and prognosis.
Acta Psychiatrica Scandinavica, 52, 49–57.
miento cerebral que involucran las áreas de asociación de la 19. Crow, T.J. (1980). The molecular pathology of schizophrenia: more
corteza y los núcleos subcorticales relacionados, los cuales than one disease process. British Medical Journal, 280, 66–8.
desempeñan un papel en las funciones mentales superiores. 20. Arndt, S., Andreasen, N.C., Flaum, M., Miller, D., and Nopoulos, P.
Por encima de todo, las pruebas indican que la heterogenei- (1995). A longitudinal study of symptom dimensions in
schizophrenia. Archives of General Psychiatry, 52, 352–60.
dad de los perfiles sintomáticos en la esquizofrenia no refleja
la existencia de varias enfermedades discretas, sino más bien
la existencia de varias dimensiones psicopatológicas, y que
cada una de ellas proviene del trastorno de un sistema neu-
ronal específico que contribuye a una función mental supe-
4.3.3 Manifestaciones
rior. En un caso individual pueden estar involucrados varios neuropsicológicas
de estos sistemas neuronales.
Aunque todavía hay muchos detalles de relación entre las
de la esquizofrenia
diversas manifestaciones clínicas de la esquizorenia por cono-
cer, una comprensión cada vez mayor de los mecanismos 4.3.3.1 Neuropsicología clínica
neuronales involucrados empieza a proporcionar las bases
para entender las manifestaciones variables de este trastorno. de la esquizofrenia
Anthony S. David
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patients. British Journal of Psychiatry, 156, 496–500. cerebro, se situarían ahora bajo el encabezamiento de la neu-
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disorders. II Diagnostic significance. Archives of General Psychiatry, 36, mientras que Bleuler constataba:
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360–71. liaridades de la esquizofrenia el creer que la demencia esqui-
12. Liddle, P.F. (1999). The multi-dimensional phenotype of zofrénica puede demostrarse o descartarse mediante un «test
schizophrenia. In Schizophrenia in a molecular age (ed. C.A. Taminga), de inteligencia»… Se conservan los conocimientos… pero no
pp. 1–28. American Psychiatric Press, Washington, DC. siempre están disponibles o se utilizan de la manera adecuada.
688 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Paradójicamente, ambas posiciones son correctas. Hay as- Lectura Nacional para Adultos (National Adult Reading Test) (9),
pectos de la neuropsicología esquizofrénica próximos a la de- han demostrado ser relativamente inmunes al declive cogniti-
mencia (es decir, un declive aparente de las funciones de va- vo adquirido y pueden servir de testigos para la capacidad
rios sectores cognitivos) junto con otros aspectos más alejados premórbida.
de la demencia convencional, como la variabilidad en la rea-
lización de un test entre los distintos individuos y e incluso
en el mismo individuo y la falta de progresión inexorable. Sin Déficit relacionados con la enfermedad
embargo, los intentos de distinguir la esquizofrenia de los
trastornos neurológicos mediante pruebas neuropsicológicas Cuando se estudian los individuos con diagnóstico de
han fracasado: la superposición de puntuaciones en los tests esquizofrenia comparándolos con «controles normales», la di-
es sorprendentemente elevada y la clasificación basada en di- ferencia neuropsicólogica es (de promedio) mayor, mucho
chas puntuaciones es aleatoria (3). mayor que la que existe entre aquellos destinados a desarro-
Antes, las teorías psicológicas de la esquizofrenia de ca- llar la enfermedad pero que no se identificaron como anó-
rácter global solían ser avanzadas. Esto ya no ocurre con tan- malos cuando hicieron el test. De hecho, la discrepancia es
ta frecuencia hoy día, ya que los datos empíricos han qui- del orden de 1,5 a 3,0 desviaciones estándar (DE) por debajo
tado relevancia a la especulación teórica. Este capítulo no de la media normal del control (10) (una DE equivale a 15
pretende recopilar todo el trabajo que se ha realizado en este puntos en el CI). Esto es válido para casos establecidos, así co-
ámbito, sino más bien mostrar un breve resumen de pruebas mo en el primer brote y en los pacientes que no consumen
clínicas relevantes en la neuropsicología de la esquizofrenia. drogas (11), y apenas se observa remisión con la supresión del
El procedimiento será dividir la neuropsicología de la esqui- episodio (12). La alteración cognitiva no es, pues, un resulta-
zofrenia en premórbida, relacionada con la enfermedad o con do de la medicación, cronicidad o «internamiento». A pesar
los síntomas de déficit, para luego discutir si estos déficit son de que los estudios neuropsicológicos verdaderamente longi-
generalizados o específicos. tudinales desde edades premórbidas hasta después del co-
mienzo de la enfermedad no abundan, se da por hecho que
el inicio de la enfermedad propicia el avance del declive cog-
■ Déficit nitivo. Estos estudios con cohortes de reclutas llevados a cabo
en Estados Unidos en las décadas de 1950 y 1960, anteriores
Déficit premórbidos a una época en el que el diagnóstico era fiable, confirman un
deterioro relacionado con la enfermedad (13).
La mayoría de los pacientes con esquizofrenia muestran De nuevo, se plantea la pregunta: ¿Son estos déficit espe-
alteración cognitiva (4). Esto no se debe al «declive cogniti- cíficos o generalizados? Los diferentes estudios proporcionan
vo», sino hasta cierto punto a un coeficiente intelectual (CI) respuestas distintas, aunque todos muestran déficit generales
inferior al habitual detectable antes del desarrollo de la enfer- que afectan a la percepción visual, memoria de reconoci-
medad. Parte de las pruebas de esta afirmación provienen de miento, capacidad motora, comprensión del lenguaje, expre-
dos estudios del Reino Unido basados en dos cohortes de po- sión, memoria episódica y planificación. Sin embargo, algu-
blación muy amplias (5, 6) y una cohorte sueca de reclutas nos autores apuntan que los resultados de algunos tests pare-
(7). En estos estudios se suministraron pruebas de inteligencia cen estar deproporcionadamente alterados y otros relativa-
a los individuos durante la infancia o la adolescencia, cuando mente difusos, lo que fomenta la afirmación de la existencia
ninguno de ellos mostraba signos de esquizofrenia. Después de déficit neuropsicológicos específicos en la esquizofrenia.
de algún tiempo, una parte de esta cohorte desarrolló esqui- La percepción visual, el reconocimiento, la capacidad de nom-
zofrenia y, como grupo, cuando se comparó con el resto, brar y el aprendizaje motor o de procedimiento se ven relativa-
mostró un CI más bajo (un equivalente entre 5 y 10 puntos). mente preservados, mientras que las funciones ejecutivas (in-
Igualmente, cuando se comparan los informes escolares de cluidas las tareas de cambio, capacidad de ignorar lo irrele-
niños que desarrollaron esquizofrenia con los de sus compa- vante, hacer más de una cosa a la vez, planificación avanza-
ñeros de clase o hermanos o, mejor aun, entre gemelos idén- da), así como el aprendizaje y la memoria semántica tienden
ticos, los resultados siguen la misma tendencia (8). Estas dife- a verse afectados de manera más clara.
rencias premórbidas observadas en los tests de inteligencia Ha habido varios intentos de clasificar estas tareas más o
son, por definición, generalizadas aunque los déficit de len- menos susceptibles de variar en la esquizofrenia (tabla 1). És-
guaje y planificación sobresalgan ligeramente. tos se traducen más bien en lo fácil frente a lo difícil, des-
Es difícil hacer un retrato de los déficit premórbidos en la acreditando así las reivindicaciones teóricas para estas distin-
práctica clínica rutinaria si no se conservaron los informes ciones.
escolares durante muchos años. Sin embargo, podemos lo- El Test Wisconsin de Evaluación Neuropsicológica me-
grar tener una vaga idea evaluando el nivel educativo obte- diante Ordenación de Tarjetas (Wisconsin Card Sorting Test,
nido (si se encuentra dentro del período premórbido) y con- WCST) suele considerarse un test específico sobre el estable-
trastándolo con las expectativas de la familia y las normas so- cimiento de cambio, y tanto los pacientes con esquizofrenia
ciales. Una diferencia respecto al nivel esperado o en compa- como aquellos con lesiones del lóbulo frontal obtienen bajas
ración con sus hermanos puede proporcionar más datos com- puntuaciones. Sin embargo, el test requiere que el paciente
parativos. Las pruebas de capacidad lectora, como el Test de identifique cambios, que siga reglas y tome nota de respuestas
4.3.3.1. NEUROPSICOLOGÍA CLÍNICA DE LA ESQUIZOFRENIA 689

Tabla I. Funciones más o menos susceptibles de alteración respuestas adecuadas y la inhibición de las inapropiadas, la
en la esquizofrenia generación de planes y la resolución de problemas. El man-
tenimiento de la información y su manipulación para alcan-
Más afectada Menos afectada
zar la resolución de un problema aparece bajo el título de
Ejecutiva No ejecutiva «memoria de trabajo», considerada por muchos psicólogos
De esfuerzo No de esfuerzo una función ejecutiva. Estas funciones están de algún modo
De control Automática relacionadas con los «lóbulos frontales», aunque este tipo de
Serial Paralela mapeo de las funciones cerebrales es una supersimplificación.
Consciente Inconsciente Con esta amplia definición es fácil comprobar en qué medida
los comportamientos y las manifestaciones de la esquizofrenia
pueden tacharse de «déficit de las funciones ejecutivas». Los
síntomas negativos de falta de espontaneidad, poca motiva-
anteriores para que las acciones no se repitan. Por eso no re- ción y comportamiento social inapropiado encajan especial-
sulta sorprendente que la gente con déficit generales en el CI mente bien bajo esta rúbrica. Las dificultades para seleccionar
encuentren el test difícil (14). Heinrichs y Zakzanis (15) revi- estímulos relevantes para un procesamiento posterior (aten-
saron sistemáticamente estudios que comparaban pacientes ción selectiva o filtración) se citan a menudo para explicar al-
con esquizofrenia y controles sobre una variedad de tests neu- gunos síntomas positivos como las anomalías de la percepción
ropsicológicos (incluido el Test Wisconsin). El resultado de un (alucinaciones) y, quizás, algunas ideas de referencia. El para-
metaanálisis de cerca de 204 estudios publicados es que hay digma de Stroop, donde se le pide al sujeto que diga el co-
pocas pruebas de déficit específicos y muchas de una gran su- lor de impresión de la tinta de una palabra incongruente, es
perposición de rendimiento entre los pacientes y los controles. un test tradicional de «atención selectiva».
La mayor diferencia se halló en las pruebas de memoria ver-
bal, capacidad motora bilateral y rendimiento (no verbal) del
CI, aunque incluso éstas mostraban que más del 25 % de los Observación de la realidad
pacientes estaba por encima de la media del control. La comprensión de síntomas positivos, en especial las alu-
Estos estudios cognitivos tienen un paralelo en la neuroi- cinaciones, se ha beneficiado de los conceptos de realidad y
magen estructural. Los análisis cuantitativos de los estudios control de las fuentes. Estos términos describen el desafío dia-
de la esquizofrenia con tomografía computarizada (TC) (16) rio para distinguir entre hechos imaginarios y los recuerdos
y resonancia magnética (RM) aportan muchas pruebas de la de hechos reales (observación de la realidad) y en el caso de
pérdida generalizada de tejido (ventrículos más grandes y me- las acciones o el habla entre sí, por ejemplo, yo dije algo u oí
nor grosor cortical) (17), pero la observación de otras anoma- que alguien me lo decía (control de las fuentes). Se parte de
lías localizadas es menos consistente, a excepción quizá de la certeza de que las alucinaciones auditivas son el producto de
las estructuras del lóbulo temporomedial (18). la propia mente del enfermo (y no de alienígenas del espacio
exterior), la observación de la realidad proporciona un mode-
lo en el que el discurso interior normal se etiqueta incorrec-
Síntomas y déficit relacionados tamente como si tuviera un origen externo. El porqué de este
con los síndromes fenómeno es otra cuestión. Una sugerencia es que si el dis-
curso interior o las imágenes internas son especialmente vívi-
A pesar de los problemas para mostrar que algunas fun- das, el sujeto puede confundirlas con la realidad, aunque no
ciones concretas se hallan alteradas de un modo específico o hay pruebas de ello. Otro modelo propuesto por Frith (20)
en el trastorno, se han presentado muchos modelos de valor sugiere que el cerebro observa y comprueba nuestras acciones
heurístico. En vez de intentar explicar el conjunto de la es- continuamente para ver si corresponden con nuestras inten-
quizofrenia con todas sus diversas manifestaciones en térmi- ciones. Si una acción tiene lugar (mi brazo alcanza un objeto
nos de una única alteración neuropsicológica, muchos de es- o formulo una pregunta), pero el cerebro no había registrado
tos modelos toman como partida síndromes o síntomas ais- una intención previa (debido a algún fallo de retroactividad),
lados e intentan justificarlos en términos cognitivos (19). la acción puede considerarse como ajena. De nuevo esto po-
dría ser explicación plausible para las alucinaciones auditivas
y los fenómenos pasivos. Frith y cols. sugieren que las inten-
Función ejecutiva
ciones provienen de los sistemas que conectan la corteza pre-
Ésta forma parte de un conjunto de capacidades cogniti- frontal dorsolateral, el cíngulo anterior y el área motora su-
vas definidas con vaguedad que se creen involucradas en la plementaria. Otros autores esgrimen que el candidato a la
integración de capacidades subsidiarias, como la memoria y la función de «comparación» entre las intenciones y las accio-
percepción. La idea es que, del mismo modo que requiere ca- nes sería el hipocampo (21).
pacidad básica para retener información, en el mundo social
un organismo complejo debe organizar la información, para
saber cuándo debe confiar en su memoria y cuándo poner al
Atribución incorrecta
día este almacén de información. Éstas son capacidades eje- En la psicosis es fundamental la atribución de la respon-
cutivas. Otras funciones ejecutivas incluyen la selección de sabilidad de nuestros pensamientos, acciones, impulsos y de-
690 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

más a un «tercero». Sin embargo, los psicólogos sociales (22) tablecen déficit desproporcionados en el ámbito del interés
han probado que esto no es tan sólo un error sino una pre- en detrimento de otros déficit menos localizables.
disposición hacia cierto tipo de información. Una tendencia La trayectoria de Liddle (27) combina un síndrome con
a atribuir o culpar a los demás de las cosas malas que nos un procedimiento neurológico. Descubrió que los síntomas
ocurren, mientras que aceptamos la responsabilidad de las de la esquizofrenia se agrupaban en tres ámbitos: pobreza psi-
buenas es un ejemplo de esta predisposición general. Otro comotora (que afecta al habla, el movimiento y la disminu-
ejemplo es que prestamos más atención a las ideas y los he- ción de la afectividad), la distorsión de la realidad (esencial-
chos que parecen confirmar nuestros propios prejuicios. Lle- mente síntomas positivos, alucinaciones e ideas delirantes) y
vadas al extremo, estas ideas pueden transformarse en ideas por último desorganización (incluidos los trastornos del pen-
delirantes. Al igual que malinterpretan acontecimientos, algu- samiento y afecto inadecuado). Al tomar prestada una batería
nas personas malinterpretan intenciones. Las investigaciones de tests de la neurología clínica, pudo observar pobreza psi-
realizadas acerca del desarrollo del niño proponen que los ni- comotora, asociada con menor rendimiento del razonamien-
ños normales son expertos «lectores de la mente», en el sen- to abstracto y los tests de memoria a largo plazo, desorga-
tido de que interpretan las intenciones de los demás constan- nización o alteraciones de la atención y el aprendizaje, mien-
temente. Los pacientes con autismo suelen ser incapaces de tras que los síntomas de distorsión de realidad estaban rela-
inferir intenciones a partir del comportamiento social (23). cionados con la alteración de la percepción de figuras básicas
Frith (24) propuso que los pacientes con ideas delirantes per- (tradicionalmente, tests temporoparietales). Una interpretación
secutorias interpretan estas intenciones en los demás, y és- de estos descubrimientos es que los síndromes de pobreza y
tas tienden a ser erróneas y por lo tanto se experimentan in- desorganización reflejan varias alteraciones focales en la fun-
variablemente como deshonestas. ción frontal (dorsolateral y ventral, respectivamente). Las téc-
nicas de neuroimagen funcional pueden verificar estas hipó-
tesis in vivo.
Modelos psicofisiológicos y de condicionamiento
La investigación posterior respalda este esquema general,
Al estudio de la esquizofrenia se han aplicado varias téc- sobre todo los «síntomas negativos» establecen correlación
nicas, como la evaluación de la conductividad de la piel, res- con test de evaluación de déficit ejecutivos (y de memoria)
puestas al miedo, potenciales evocados en el cerebro (P50, (28), mientras que los síntomas positivos parecen estar menos
una defleción positiva en los potenciales eléctricos registra- «anclados» a las alteraciones neuropsicológicas de lo que nor-
dos en el cuero cabelludo, que ocurren 50 ms después de un malmente se cree y que las anomalías en la producción del
estímulo), etc. Generalmente estas pruebas han respaldado lenguaje (trastorno del pensamiento) más bien se traducen en
teorías que sugieren que los pacientes se hallan anormal- mal procesamiento de la información (paranoia) y errores en la
mente «activados» por estímulos benignos o, como en las teo- observación de la realidad (alucinaciones auditivas).
rías relacionadas con la atención, que son incapaces de fil- Finalmente, el concepto de introspección (insight), hacer-
trar o «dar acceso» a las entradas de información sensorial, lo se una idea de la enfermedad o la ignorancia de ésta, se ha
que lleva a una «sobrecarga» sensorial. Dentro de un marco convertido en un tópico para el debate. De nuevo, al argu-
de aprendizaje y condicionamiento, los resultados experi- mentar la analogía neurológica de la anosognía (la falta de
mentales sugieren que los pacientes no pueden discernir en- conciencia de déficit neurológicos, a menudo hemiparesia iz-
tre estímulos relevantes y estímulos intrascendentes. Éstos di- quierda) se ha postulado una disfunción del hemisferio dere-
fieren de las teorías cognitivas en que postulan una disfun- cho o, alternativamente, un problema con la función ejecuti-
ción temprana en el sistema de procesamiento de la infor- va (parte de la capacidad de verse a sí mismo). Así pues, las
mación o en los procesos «inconscientes» (como el condi- pruebas para volver a determinar las claves de la alteración
cionamiento). neuropsicológica generalizada están relacionadas con la falta
de introspección, aunque también hay pruebas de su relación
con los déficit ejecutivos (29)
Disfunción del hemisferio
Las teorías neuropsicológicas de la esquizofrenia se cons-
truyeron mediante la analogía de los efectos cognitivos y de ■ Implicaciones prácticas
comportamiento de las lesiones neurológicas. Por ejemplo,
las alteraciones en la producción del habla observadas en al- La función neuropsicológica se ha asociado a varios ín-
gunos pacientes con esquizofrenia (trastorno del pensamien- dices de mejora y predicción de una buena recuperación.
to) se han comparado a la afasia y por ello a anomalías en el Una revisión de la bibliografía médica permitió a Green (30)
hemisferio izquierdo, mientras que los déficit en la regulación concluir que el descubrimiento más consistente era que la
de la afectividad y la percepción se han asociado a lesiones en memoria verbal estaba asociada con todo tipo de produccio-
el hemisferio derecho. La integración de la información a tra- nes funcionales, de manera que los déficit en esta función
vés de los hemisferios parecía una noción atractiva para justi- podían limitar el nivel de recuperación. La vigilancia se rela-
ficar la variedad de alteraciones en la esquizofrenia, así como cionaba con la resolución de problemas sociales y la adqui-
la aparente «disociación» entre los pensamientos y las actua- sición de habilidades, mientras que el discernimiento prede-
ciones, y los pensamientos y las emociones (25, 26). Estas teo- cía una calidad de funcionamiento más general dentro de la
rías tienen el inconveniente descrito anteriormente de que es- comunidad.
4.3.3.2. DIAGNÓSTICO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA ESQUIZOFRENIA 691

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Psychiatry, 55, 433–40. ricana, tildada por algunos de «neocolonial», el DSM, ahora en
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ciados se comentan con detalle en el capítulo 4.3.2. El proce-
neuropsychology of schizophrenia (ed. A.S. David and J.C. Cutting), pp. so diagnóstico también se describe en general en el capítulo
147–61. Erlbaum, Hove. 1.10.1. Tal como se indica, los signos y síntomas se valoran se-
692 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

gún el tipo o especifidad y se combinan con factores clínicos entre tipo I y tipo II (11), aunque se hace eco de antiguas no-
adicionales, como la edad de inicio, duración, consecuencias ciones de «proceso» crónico y con deterioro frente a «reacti-
sociales, etc., para elaborar un diagnóstico de esquizofrenia y vo» (con remisiones y recaídas). La innovación consistió en
clasificar luego el trastorno en subtipos. Los criterios del DSM asociar la distinción con diferencias en la hiperactividad de
y la CIE se describen a continuación (tablas 1, 2 y 3). los receptores dopaminérgicos (tipo I), asociando con los sín-
Otro grupo de trastornos psicóticos que puede distinguir- tomas positivos y una buena respuesta a los fármacos antago-
se en base a propiedades fenomenológicas formales son los nistas de la dopamina y, por otra parte, las lesiones neuroló-
trastornos de ideas delirantes (3, 4), conocidos formalmente gicas (tipo II) caracterizadas por el crecimiento de los ventrí-
como paranoia (v. cap. 4.4) culos detectado en la TC cerebral, asociados con cronicidad,
peor funcionamiento premórbido y escasa respuesta al trata-
miento.
■ Bases clasificatorias Sobre esta base se construía la «clasificación etiológica»
propuesta por Murray y cols. (12), que contrastaba los casos
Ateóricas: síntomas de primer rango de Schneider con una supuesta etiología genética y otros posibles factores de
riesgo como las lesiones cerebrales tempranas (v. cap. 4.3.5.1).
Éstos aún son importantes en el marco de referencia de la Aunque estos intentos han servido de estímulo para la in-
CIE-10. Resultan demasiado raros para alcanzar altos nive- vestigación, no han sido de ayuda a la hora de tomar deci-
les de sensibilidad y se ha puesto en duda su especifidad. siones clínicas. De hecho, la búsqueda de «marcadores bio-
Sin embargo, los síntomas de primer rango son creíbles den- lógicos» que puedan validar diferencias diagnósticas debe
tro de estos parámetros cuando se comparan con los síntomas aportar aún resultados concluyentes afirmativos. Por ejem-
negativos (5, 6). Por otro lado, la falta de etiología y signifi- plo, el crecimiento ventricular o la atrofia cortical, detecta-
cado pronóstico de los síntomas de primer rango ha minado dos mediante TC y RM, son tema de discusión. Los meta-
la prominencia que se les daba (7-9). Los síntomas negativos análisis han confirmado que los índices de atrofia cerebral es-
están más relacionados con una evolución/pronóstico consis- tán estrictamente relacionados con la esquizofrenia, pero el
tente y muestran más estabilidad a lo largo del tiempo (10). tamaño afectado es pequeño (cerca de un 10 %) (13). Por eso
Sin embargo, tienen muy poca especificidad diagnóstica y a menudo se solapan controles normales y casos de esquizo-
deben distinguirse de la depresión y el parkinsonismo, la de- frenia.
pendencia crónica a drogas o la lesión orgánica cerebral. Los antecedentes familiares de esquizofrenia constituyen
un hallazgo importante en la historia psiquiátrica de un indi-
viduo. Aunque ninguno de los criterios diagnósticos incluye la
Teóricas influencia de antecedentes familiares en el cuadro clínico, un
comportamiento «extraño» o reservado toma una relevancia
Se han hecho intentos de realizar una clasificación teóri- muy especial si se manifiesta en un pariente en primer grado
ca. La primera de la era moderna fue la distinción de Crow de un paciente con un diagnóstico claro de esquizofrenia.

Tabla I. Principales criterios de diagnóstico para la esquizofrenia

DSM-IV CIE-10

Síntomas característicos
Uno o más durante un mes 1. Ideas delirantes extrañas 1. Eco, inserción, robo o difusión del pensamiento
2. Voces que comentan o conversan 2. Ideas delirantes de ser controlado
3. Voces alucinatorias
4. Ideas delirantes persistentes

Dos o más 1. Ideas delirantes 1. Alucinaciones persistentes


2. Alucinaciones 2. Trastorno, bloqueo del pensamiento
3. Lenguaje desorganizado 3. Catatonía
4. Comportamiento catatónico o gravemente desorga- 4. Síntomas negativos
nizado 5. Cambios en la personalidad significativos
5. Síntomas negativos

Evolución en el tiempo Un mes («proporción significativa») para los síntomas Un mes (la mayor parte del tiempo)
enumerados más 6 meses de trastorno social/laboral

Exclusión Trastorno esquizoafectivo o breve trastorno del estado Síntomas depresivos, maníacos extensivos o diagnóstico
de ánimo de trastorno esquizoafectivo
Efectos directos del consumo de sustancias, medicación Enfermedad cerebral explícita, intoxicación por drogas
o enfermedad médica general o su retirada
4.3.3.2. DIAGNÓSTICO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA ESQUIZOFRENIA 693

Tabla 2. Criterios para el diagnóstico de subtipos de esquizofrenia

Subtipos de esquizofrenia DSM-IV CIE-10

Paranoide Uno o más de ideas delirantes más alucinaciones auditivas, Ideas delirantes, voces alucinatorias, otras modalidades de
ausencia de trastorno del pensamiento prominente cata- alucinaciones; alteraciones de la afectividad, voluntad y ha-
tonía o síntomas negativos bla «indiscernible»

Desorganizado DSM Habla desorganizada prominente y afectividad inapropiada Alteraciones prominentes de la afectividad, voluntad y pen-
Hebefrénica CIE plana, ausencia de catatonía samiento; 2-3 meses de duración; sólo adolescentes y
adultos jóvenes

Catatónica Dos de incapacidad motora, actividad excesiva, negatividad, Uno o más de estupor, excitación, posturas, negatividad, ri-
movimientos voluntarios peculiares, ecolalia o ecopraxia gidez, flexibilidad de cera, cumplimiento y perseverancia
automáticas

Indiferenciada Cumple con los criterios para la esquizofrenia, pero no es Cumple con los criterios de la esquizofrenia pero no es nin-
ninguno de los subtipos anteriores guno de los subtipos anteriores ni es residual

Residual Ausencia de síntomas característicos prominentes (pero dos Síntomas negativos prominentes, episodio o episodios claros
o más deben estar presentes en la forma atenuada), en el pasado; al menos 1 año de historia, sin demencia o
pruebas continuas de alteración que incluyen síntomas depresión, etc.
negativos

Simple Síntomas negativos ligeramente progresivos sin otros sínto- (V. trastorno de la personalidad esquizoide)
mas psíquicos

■ ¿Diagnóstico precoz? Sin embargo, estas características son muy habituales en la


población general, por lo que en realidad no tienen ningún
La personalidad premórbida en la esquizofrenia se descri- tipo de utilidad predictiva.
be tradicionalmente como pobre emocionalmente y social- Los diagnósticos precoces sólo tienen éxito cuando se
mente aislada. Tales personas tienen pocos amigos, a menu- basan en síntomas psicóticos. Aquí los diagnósticos de psi-
do se muestran frías y distantes, se dedican a ocupaciones so- cosis esquizofreniforme (DSM-IV) y trastorno psicótico es-
litarias. Su comportamiento puede resultar excéntrico y se quizofreniforme agudo de la CIE-10 resultan relevantes. El
muestran indiferentes a la crítica o al halago. Estudios recien- primero debe durar más de un mes pero menos de seis (si no
tes, que incluyen estudios de cohortes nacionales en el Reino el diagnóstico es de psicosis reactiva breve). El trastorno es en
Unido (14) y un estudio de una cohorte de reclutas en Sue- este caso sustancial según todas las definiciones con sentido
cia (15), indican que los niños que posteriormente desarrolla- común y, de manera poco sorprendente, muchos casos (el
ron esquizofrenia presentan problablemente CI más bajo y 70 %) llegan a desarrollar una esquizofrenia completa, un
menos logros educativos que el resto de niños. También es trastorno afectivo o un trastorno esquizoafectivo (16). La es-
más probable que tengan problemas interpersonales y de tabilidad temporal de los diagnósticos es pobre, ya que cerca
comportamiento. Los padres reconocen que el niño con un del 30 % de los casos se recuperan en períodos de seguimien-
trastorno «preesquizofrénico» es distinto de sus hermanos. to de alrededor de 16 meses en un mismo estudio.

Tabla 3. Terminología utilizada en la descripción de la evo- ■ Diagnóstico diferencial


lución de la esquizofrenia según las clasificaciones del DSM-IV
y la CIE-10
Otros trastornos psiquiátricos
DSM-IV CIE-10
Otras psicosis
Continua Continua
Episódica con síntomas residuales Episódica con defecto estable Podría argumentarse que distinguir la esquizofrenia del
entre episodios trastorno esquizoafectivo, trastorno esquizofreniforme, tras-
Episódica sin síntomas residuales Episódica con remisiones torno de ideas delirantes, etc. es un ejercicio de tipo acadé-
entre episodios completas mico. Hasta hace poco, el tratamiento psiquiátrico se basaba
Episodio único en remisión parcial Remisión incompleta enteramente en el síntoma o el síndrome. De esta manera los
Episodió único en remisión total Remisión completa
síntomas maníacos responden a agentes antimaníacos que in-
Otras Otras
Episódica con defecto progresivo cluyen el litio, los síntomas psicóticos reaccionan ante los
neurolépticos y los síntomas depresivos a los antidepresivos
694 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

(17, 18). Otros agentes «eutimizantes» son útiles, especialmen- grandiosidad» o si el contenido (estatus elevado, poderes má-
te cuando se combinan con neurolépticos. Sin embargo, con gicos, riqueza material) se considera justificado. Asimismo,
una experiencia clínica cada vez mayor y una investigación una idea delirante de contenido depresivo (p. ej., enfermedad
que experimenta con una nueva generación «atípica» de agen- física, muerte inminente) debe considerarse inmerecida o inex-
tes antipsicóticos como la clozapina, la risperidona o la olan- plicable para tildarse de «incongruente». Las alucinaciones au-
zapina, es posible que surjan nuevas indicaciones. Un infor- ditivas son a veces reconfortantes, halagadoras o, lo más ha-
me reciente sobre la eficacia de la olanzapina en el trastorno bitual, hostiles y críticas. Posiblemente es su complejidad y
esquizoafectivo comparada con el haloperidol es un caso en personificación lo que las hace «esquizofrénicas» más que su
discusión (19). No obstante, la tendencia de reducir los tras- contenido anímico incongruente (22).
tornos psicóticos a «enfermedades mentales serias» resulta
desafortunada. Promueve un procedimiento descuidado en el
Duración y agudeza de los criterios de inicio
establecimiento de la historia y la evaluación del estado
mental, y una actitud relajada al realizar el diagnóstico que, si No siempre puede disponerse de una buena historia. Los
prosigue, puede impedir el descubrimiento de tratamientos síntomas pueden variar o desaparecer. El tratamiento parcial
específicos. o satisfactorio puede modificar o abreviar un episodio que
El pronóstico implícito en el diagnóstico de esquizofrenia podría ser largo, y la aparición puede complicarse debido al
(respecto a los trastornos esquizoafectivos y afectivos) se co- uso de psicofármacos.
menta en los capítulos 4.3.6 y 4.3.8. A pesar de que predecir
la evolución de cada uno de los pacientes resulta difícil (20)
Alteración social y laboral
a causa de factores idiosincrásicos como los servicios, las re-
laciones con la familia, el cumplimiento, la inteligencia, la Esta alteración es crítica para el diagnóstico de esquizofre-
personalidad, la demografía, etc., cuanto más se acerca el tras- nia, sobre todo según los criterios del DSM-IV. La dificultad
torno a la esquizofrenia «típica» menos fiable es el diagnósti- que aparece aquí es distinguir los «déficit premórbidos», el
co (21). pródromo de la enfermedad y la propia enfermedad. Los fac-
Una vez dicho esto, el trastorno esquizoafectivo es el tras- tores de personalidad premórbida oscurecerán o sembrarán de
torno más próximo, en términos fenomenológicos, a la es- discontinuidad la trayectoria social de un individuo. La infor-
quizofrenia pero combina síntomas afectivos con síntomas mación objetiva y un testigo fiable se demuestran cruciales en
esquizofrénicos. Los criterios se comentan en el capítulo 4.3.8. la mayoría de los procesos diagnósticos. Otras diferencias in-
El trastorno esquizofreniforme (DSM-IV) o el trastorno psicó- dividuales, como la inteligencia, también influirán en la pre-
tico agudo tipo esquizofrénico (CIE-10) difieren tan sólo en sentación de la esquizofrenia. Incluso las personas con retraso
términos de duración en su definición operativa (v. cap. 3.3.9). mental (discapacidad para el aprendizaje) pueden manifestar
Los trastornos de ideas delirantes (cap. 4.4) se distinguen de psicosis de maneras menos obvias (v. caps. 10.5.1 a 10.5.3). El
la esquizofrenia porque se basan en delirios «no extraños» y antiguo diagnóstico de «esquizofrenia simple», registrado en la
pocas o ninguna alucinación. Su inicio suele ser más tardío y CIE-10, describe un «desarrollo insidioso y progresivo de un
su evolución más benigna. comportamiento extravagante» y la «discapacidad para respon-
der a las exigencias sociales», es decir, alteración social de lar-
ga duración. El elemento progresivo lo distingue de los tras-
Trastornos afectivos
tornos de personalidad, aunque los problemas para ajustarse a
El aspecto típico de la manía o la depresión causan por lo las exigencias sociales cambiantes a lo largo de la vida pueden
general pocas dificultades diagnósticas. El sobrediagnóstico confundirse con un trastorno de personalidad.
de trastorno esquizofrénico debe evitarse, aunque su diferen-
cia respecto a la esquizofrenia sigue siendo controvertida y
discutible. Las directrices del DSM-IV intentan excluir los Enfermedades orgánicas
trastornos transitorios del humor (<2 semanas) en pacientes
con psicosis como una base para el diagnóstico de trastorno La diferenciación entre una enfermedad primaria «psicó-
esquizoafectivo. tica» y otra derivada de una enfermedad orgánica puede dar-
En la práctica, alcanzar un diagnóstico de esquizofrenia se principalmente en dos situaciones:
con un paciente que muestra uno o más síntomas básicos de
la psicosis (enumerados en el DSM-IV y la CIE-10) puede ser • Una persona con un diagnóstico claro de síndrome neu-
difícil por las siguientes razones. rológico o físico, que incluye una psicosis como compli-
cación (p. ej., la epilepsia).
Presencia de ideas delirantes incongruentes • Una persona con un presunto diagnóstico de esquizofre-
nia en el que se detectan anomalías significativas, normal-
con el humor (o alucinaciones) mente tras una investigación más específica (p. ej., TC cra-
La «congruencia» está en el ojo del que mira, especial- neal).
mente si el estado de ánimo es lábil o si se sospecha un tras-
torno pero éste no sigue los estereotipos clínicos. El médico La lista de enfermedades físicas que podrían causar psico-
debería determinar si el paciente presenta ideas delirantes «de sis es enorme. Éstas han sido objeto de profundos análisis
4.3.3.2. DIAGNÓSTICO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LA ESQUIZOFRENIA 695

(23, 24). Mientras, parece que prácticamente cualquier enfer- quizofrenia es nueve veces mayor que en el resto de la po-
medad que pueda causar una alteración cerebral puede pro- blación (27).
vocar psicosis, pero las anomalías que afectan a los lóbulos Las psicosis interictales incluyen las psicosis esquizofreni-
temporales y el diencéfalo son más propicias a ello. formes crónicas descritas por Slater y cols. (28) y Trimble
El paso del tiempo es obviamente fundamental en este (29). Éstas casi siempre se manifiestan en personas que hace
contexto. Las lesiones inflamatorias crónicas (p. ej., sarcoido- años que presentan ataques lobulotemporales, y aunque la va-
sis), trastornos degenerativos (p. ej., demencias preseniles), in- riedad postictal ocurre en períodos más tempranos de la vida,
fecciones crónicas (p. ej., neurosífilis, SIDA), lesiones que sigue apareciendo en personas con un diagnóstico previo de
ocupan espacio (p. ej., tumores o abscesos), trastornos meta- epilepsia. En la psicosis postictal la relación entre el lóbulo
bólicos (p. ej., hipertiroidismo o hipotiroidismo y deficiencias temporal y los ataques, que a veces se producen seguidos, es
vitamínicas), etc. pueden parecerse a la esquizofrenia en vir- un criterio diagnóstico, aunque a veces se observa cierta luci-
tud de una degradación gradual del funcionamiento social y dez. Una historia clara y una descripción independiente de
del cuidado personal, acentuados a veces por comportamien- los ataques constituyen la base para el diagnóstico de epilep-
tos extraños o inexplicables y, raramente, alucinaciones o ideas sia, que requiere confirmación mediante electroencefalograma
delirantes. Los elementos de la enfermedad primaria suelen (EEG). El EEG fiable muestra ligeras y sutiles anomalías en
ser evidentes. Enfermedades aún más raras como, por ejem- una minoría sustancial de pacientes con esquizofrenia y pue-
plo, la enfermedad de Wilson (degeneración hepatolenticu- de acentuarse con el uso de neurolépticos. Como tal, el EEG
lar), pueden diagnosticarse incorrectamente. Ésta se presenta debe limitar su valor a apoyar el diagnóstico diferencial, a no
a menudo como un trastorno motor con elementos bulbares ser que se produzca una lentitud progresiva o se presencien
y función hepática anómala, pero la personalidad varía y se los ataques directamente (v. también cap. 5.3.3).
dan síntomas psicóticos asociados. El diagnóstico se estable-
ce sobre otros elementos clínicos relacionados (p. ej., anillos
Síntomas
de Keyser-Fleischer), estudios de cobre y biopsia del hígado.
La enfermedad de Huntington se caracteriza por la corea y el Los síntomas de la psicosis esquizofrénica considerados
deterioro cognitivo. El trastorno afectivo y algunos síntomas aisladamente pueden causar dificultades diagnósticas.
psicóticos se producen ocasionalmente. El diagnóstico dife- Las alucinaciones auditivas pueden ocurrir en la alucino-
rencial se establece en pacientes con psicosis crónica y disci- sis alcohólica (v. posteriormente y el cap. 4.2.2.2). Las aluci-
nesia tardía, y se clarifica a menudo gracias a la historia fami- naciones en el contexto de la disociación (voces que repre-
liar, la evolución inexorable y la atrofia del caudado median- sentan personajes del pasado del paciente o personificaciones
te TC o RM. La neurosífilis aún se observa de vez en cuando de aspectos de su personalidad) también deben distinguirse
en forma de «parálisis general del enajenado» y a veces con de las alucinaciones esquizofrénicas típicas. Éstas son a me-
ideas delirantes crónicas (a menudo de grandeza) más de- nudo multimodales. Las alucinaciones auditivas puras, en en-
mencia. El diagnóstico adecuado se establece por la prueba fermedades orgánicas que incluyan epilepsia en ausencia de
serológica de la sangre y el líquido cefalorraquídeo. Por últi- otros elementos psicóticos, son muy raras.
mo la leucodistrofia metacromática, una rara enfermedad he- Algunas formas de ideas delirantes sugieren diagnósticos
reditaria en la que se produce una desmielinización progre- alternativos. Las ideas delirantes transitorias pero a menudo
siva, se ha identificado recientemente como la causa de una paranoicas se manifiestan en un contexto de confusión, pér-
psicosis parecida a la esquizofrenia, si su inicio se produce en dida de la memoria o demencia (es decir, si faltan cosas, hay
la infancia o al principio de la edad adulta (25). La arilsulfa- gente extraña merodeando…). Las ideas delirantes de identi-
tasa-A es un marcador diagnóstico que se detecta en los gló- ficación errónea se asocian particularmente con enfermedades
bulos blandos periféricos. orgánicas relacionadas, como la demencia o el infarto.
Los trastornos agudos que son consecuencia de trauma- El trastorno de pensamiento puede confundirse con la
tismos cerebrales, infecciones agudas (encefalitis vírica), acci- afasia fluida posterior a un infarto o un tumor cerebral.
dentes vasculares cerebrales, anomalías metabólicas (p. ej., al- El deterioro de la personalidad y los comportamientos in-
teraciones electrolíticas, porfiria) o intoxicaciones por drogas apropiados o desinhibidos pueden darse en muchas enferme-
o su retirada (incluida la prescripción médica, v. más adelan- dades orgánicas sin ningún elemento psicótico obvio. Las le-
te) pueden presentar un cuadro psicótico complejo, domina- siones frontales aisladas a veces causan problemas de diag-
do habitualmente por distorsiones visuales, alucinaciones y nóstico, ya que puede no haber alteraciones cognitivas gene-
niveles de alerta fluctuantes, más que las alucinaciones audi- rales. La disponibilidad generalizada de TC y RM en los paí-
tivas estereotipadas con la conciencia despierta que son ca- ses más desarrollados ha reducido el número de pacientes con
racterísticas de la esquizofrenia (26). diagnóstico erróneo.
En la práctica hay pocas enfermedades habituales que in- Una pequeña proporción (aproximadamente el 5 %) de
duzcan a un diagnóstico incierto. La más importante es la los casos incidentes y prevalentes de esquizofrenia, si se in-
epilepsia. Está establecido que la epilepsia, y en especial la vestigan a fondo, muestran distintas enfermedades orgánicas
focal (parcial compleja o «epilepsia del lóbulo temporal»), a las que puede atribuirse la enfermedad (30). Entre éstas se
puede propiciar la aparición de psicosis y hay patrones interic- incluyen anomalías metabólicas, tumores cerebrales, la enfer-
tales y postictales (cap. 5.3.3). Una encuesta realizada en medad autoinmunitaria multisistémica, enfermedades vascu-
una gran clínica neurológica probó que la incidencia de la es- lares cerebrales, etc. Algunas de ellas pueden ser casuales;
696 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

otras quizá precipitaron la psicosis. La variedad de enferme- toxicación por Cannabis se caracteriza más por distorsiones
dades imposibilita definir cualquier mecanismo etiológico es- de la percepción y despersonalización que por verdadera psi-
pecífico. Asimismo, la fenomenología observada en estos pa- cosis. La experiencia clínica sugiere que el Cannabis tiende a
cientes «orgánicos» no suele distinguirse fácilmente de la de precipitar las recaídas psicóticas en los pacientes con esqui-
los pacientes «funcionales» (31). zofrenia identificada, aunque faltan datos fiables en este
Gracias a la aplicación creciente de técnicas de neuro- campo.
imagen no invasivas en pacientes psiquiátricos, sobre todo Las ideas delirantes y las alucinaciones ocurren raramente
aquellos con esquizofrenia, se han constatado otra clase de en estados de intoxicación alcohólica, pero se asocian más a
anomalías orgánicas, normalmente anomalías cerebrales con- menudo con los síndromes de abstinencia (cap. 4.2.2.3). La
génitas. Éstas incluyen agenesia del cuerpo calloso, hendidu- alucinosis alcohólica es un estado de alucinación crónico con
ra entre los septos pelúcidos, estenosis del acueducto, etc. De cierto estatus nosológico en el que el paciente con depen-
nuevo, es difícil saber qué descubrimientos resultan asintomá- dencia prolongada de alcohol suele oír «voces», que pueden
ticos en la población normal, aunque el uso generalizado de ser despectivas o neutrales, con la conciencia clara, tras un
RM en las quejas «menores» como dolor de cabeza o lesiones largo período de abstinencia.
cerebrales leves está poniendo de relieve estas anomalías. Los
ejemplos anteriores parecen estar más asociados a trastornos
Medicación prescrita
psiquiátricos de lo que cabría esperar. Tienden a asociarse con
un CI inferior a la media y otros problemas neurológicos (epi- De nuevo la lista de agentes que pueden provocar reac-
lepsia en casos de agenesia del cuerpo calloso) (32). ciones psicóticas que deben distinguirse de la esquizofrenia es
Otros factores que tener en cuenta en el diagnóstico dife- muy larga, y los psicofármacos propician en particular las
rencial de las enfermedades orgánicas incluyen la presencia en reacciones psicóticas. Deben mencionarse dos tipos de drogas
la historia familiar de esquizofrenia y personalidad premórbi- porque se usan de modo generalizado y tienen una inciden-
da anómala, ambas con peso etiológico para la valoración a cia relativamente alta de efectos psiquiátricos adversos:
favor del diagnóstico funcional. Esto se aplica a las psicosis
de la epilepsia y en especial a las relacionadas con la toxico- • Los esteroides causan a veces un amplio espectro de alte-
manía. Las esquizofrenias «secundarias» también tienden a raciones psiquiátricas que incluyen la psicosis.
producir efectos menos penetrantes en la personalidad de los • Los agonistas de la dopamina que se usan en el trata-
afectados. El tratamiento se basa de nuevo en los síntomas, miento de la enfermedad de Parkinson y algunos adeno-
aunque debe tenerse en cuenta que los neurolépticos facilitan mas hipofisarios.
los ataques epilépticos y tienden a empeorar los síntomas ex-
trapiramidales en pacientes con trastornos primarios del mo- La psicosis auténtica y los trastornos afectivos pueden ser
vimiento. El tratamiento de la enfermedad primaria (si ésta ha consecuencia de estos medicamentos. En el tratamiento de
permanecido sin diagnóstico durante algún tiempo) puede re- las enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Par-
sultar desalentador pero debe intentarse siempre, especial- kinson, y cuando se utilizan esteroides para tratar enfermeda-
mente en el caso de infecciones crónicas. La corrección de des del sistema nervioso central, a menudo se dan interaccio-
anomalías metabólicas, incluso las persistentes, conduce a ve- nes entre el agente y la enfermedad subyacente que aumen-
ces a mejorías espectaculares del estado mental. tan la posibilidad de psicosis inducida por la droga.

Psicosis inducidas por drogas ■ Proceso diagnóstico


Muchas drogas de abuso o fármacos de prescripción pue- Antes solía argumentarse que el diagnóstico de la esqui-
den provocar síntomas psicóticos. Los trastornos relacionados zofrenia en sí mismo causaba incapacidad y morbilidad debi-
también se explican en los capítulos 4.2.3.1 a 4.2.3.9. En el do a la «identificación» social y la estigmatización. Aunque
contexto de un diagnóstico diferencial, las drogas de abuso no hay pruebas de ello, la realidad del estigma de la enfer-
(en adolescentes y jóvenes adultos) deben tomarse en cuenta. medad mental y las actitudes negativas hacia los «pacientes
La psicosis crónica por anfetamina puede ser indistinguible con esquizofrenia» no pueden negarse. Asimismo, el diagnós-
de la esquizofrenia. La psicosis es pronunciada y a veces in- tico de esquizofrenia no debería tomarse a la ligera. Según la
cluye alucinaciones visuales o auditivas. La fenciclidina (PCP experiencia del autor, muy pocos psiquiatras transmiten de
o polvo de ángel) es una droga de abuso en Estados Unidos manera espontánea el diagnóstico al paciente. Si él o la pa-
y causa una psicosis aguda con prominentes síntomas afecti- ciente pregunta si sufre esquizofrenia, el médico debería an-
vos, así como distorsiones de la percepción y despersonaliza- tes que nada hacer un esfuerzo para entender la motivación
ción. Entre otras drogas psicotogénicas destacan la cocaína, el que hay detrás de la pregunta y la idea que el paciente tiene
éxtasis y el LSD. del término. En última instancia, hay pocas justificaciones
El consumo de Cannabis está muy extendido, en especial para ocultar el diagnóstico si se ha establecido. Un diagnósti-
en las grandes áreas metropolitanas y en ciertos grupos étni- co de esquizofrenia puede enfocarse con una perspectiva re-
cos (p. ej., los afrocaribeños); en este caso la asociación con lativamente positiva (ésta es una enfermedad que estamos em-
la esquizofrenia puede ser un descubrimiento casual. La in- pezando a entender y para la cual hay tratamientos efectivos)
4.3.4. EPIDEMIOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA 697

y puede aligerarse el peso de culpa o responsabilidad que el Journal of Psychiatry Special Publication No 4. Headley Brothers,
paciente o su familia arrastran a veces junto al trastorno. Ashford, Kent.
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6. Andreasen, N.C. and Flaum, M. (1991). Schizophrenia: the psychiatric disturbance and abnormalities of the corpus callosum:
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8. McGuffin, P., Farmer, A., Gottesman, I.I., et al. (1984). Twin
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4.3.4 Epidemiología
10. Andreasen, N.C. and Olsen, S. (1982). Negative v. positive
schizophrenia: definition and validation. Archives of General Psychiatry,
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11. Crow, T.J. (1980). Molecular pathology of schizophrenia: more than Assen Jablensky
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13. Van Horn, J.D. and McManus, I.C. (1992). Ventricular enlargement ■ Introducción
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16. Strakowski, S.M. (1994). Diagnostic validity of schizophreniform grupos dentro de las poblaciones?
disorder. American Journal of Psychiatry, 151, 815–24
17. Johnstone, E.C., Crow, T.J., Frith, C.D., and Owens, D.G.C. (1988). 2. ¿Varían la incidencia, manifestaciones clínicas y evolu-
The Northwick Park ‘functional’ psychoses study: diagnosis and ción de la esquizofrenia con los factores ambientales so-
treatment response. Lancet, ii, 119–26. ciales y físicos?
18. Siris, S.G., Bermanzohn, M.D., Gonzalez, A., Mason, S.E., White, 3. ¿Quién tiene más riesgo de desarrollar la enfermedad y
C.V., and Shuwall, M.A. (1991). The use of antidepressants for
negative symptoms in a subset of schizophrenic patients. qué fuerzas o factores influyen en ese riesgo?
Psychopharmacology Bulletin, 27, 331–5. 4. ¿Pueden ayudar las preguntas anteriores a explicar las
19. Tran, P.V., Tollefson, G.D., Sanger, T.M., Lu, Y., Berg, P.H., and causas del trastorno y prevenirlo?
Beasley, C.M. (1999). Olanzapine versus haloperidol in the treatment
of schizoaffective disorder. Acute and long-term therapy. British
Journal of Psychiatry, 174, 15–22. La base del método epidemiológico (v. cap. 2.7) se apoya en
20. Cloninger, C.R., Martin, R.L., Guze, S.B., and Clayton, P.J. (1985). los resultados estadísticos sobre la incidencia de un trastorno o
Diagnosis and prognosis in schizophrenia. Archives of General sus características asociadas en una población particular o con
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21. David, A.S. (1997). Atypical psychosis. In Essentials of postgraduate
un denominador común, como la edad. El estudio epidemio-
psychiatry (3rd edn) (ed. R. Murray, P. Hill, and P. McGuffin), pp. lógico de una enfermedad procede a menudo de una descrip-
352–61. Cambridge University Press. ción de su frecuencia y asociaciones (que establecen porcentajes
22. Nayani, T.H. and David, A.S. (1996). The auditory hallucination: a de incidencia) para verificar las hipótesis sobre el riesgo y las
phenomenological survey. Psychological Medicine, 26, 177–89.
23. Davison, K. and Bagley, C.R. (1969). Schizophrenia-like psychoses
causas, mediante análisis de las proporciones entre porcentajes.
associated with organic disorders of the central nervous system. In La esquizofrenia se ha estudiado con mucho detalle des-
Current problems in neuropsychiatry (ed. R.N. Herrington). British de la perspectiva epidemiológica durante los últimos 100
698 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

años (1). Kraepelin, que introdujo el concepto de dementia incidencia, manifestaciones clínicas y evolución de la esqui-
praecox en 1896 anticipó que el modelo epidemiológico po- zofrenia en los países desarrollados o en vías de desarrollo. El
día «iluminar las causas del trastorno mental» y propuso que programa de la OMS sirvió de estímulo para que se realiza-
se hicieran estudios comparativos en la población sobre las sen estudios similares en India, China, el Caribe y Australia.
psicosis y los factores predisponentes en varias culturas (2). Dos grandes estudios sobre la morbilidad en Estados Unidos,
En la primera mitad del siglo XX, la investigación epidemio- el proyecto Epidemiological Catchment Area (ECA) y el
lógica de la esquizofrenia tomó dos caminos distintos. Mien- National Comorbidity Survey generaron datos sobre la pre-
tras que los estudios europeos se centraban en los riesgos ge- valencia de la esquizofrenia del DSM-III/III-R y los trastornos
néticos, los investigadores norteamericanos analizaban la eco- asociados en muestras de población representativas (12, 13).
logía social del trastorno. Se concibieron distintas técnicas y Los últimos estudios iniciados en la década de 1980 y 1990
estudios que los pioneros de la epidemiología psiquiátrica tienden a utilizar grandes bases de datos como registros acu-
aplicaron con cierto éxito, y se trazaron los contornos del mulativos de casos o cohortes de nacimiento para probar hi-
mapa epidemiológico de la esquizofrenia en Europa y Amé- pótesis sobre los factores de riesgo en diseños de casos y con-
rica del Norte en el período de entreguerras. Los primeros es- troles, o para incluir métodos de epidemiología genética en
tudios epidemiológicos fueron realizados por investigadores estudios basados en la población. Existe la tendencia de inte-
fervientes que a menudo ocupaban gran parte de su tiempo grar los enfoques epidemiológicos con otros tipos de investi-
recogiendo datos «puerta a puerta» en comunidades peque- gación etiológica en la esquizofrenia (14), lo cual predice un
ñas. La proximidad con los pacientes, el acceso a los registros papel muy importante para la epidemiología en el comienzo
multigeneracionales de las parroquias locales y la cooperación de la era de la biología molecular en los trastornos mentales.
de la comunidad resultaron en estudios que constituyen hitos
en la historia de la epidemiología psiquiátrica (tabla 1).
Durante las últimas tres décadas, el objeto de los estudios ■ Métodos epidemiológicos y herramientas
epidemiológicos de la esquizofrenia se ha extendido e inclu- para el estudio de la esquizofrenia
ye poblaciones en Asia, África y América del Sur, de las que
poco se sabía anteriormente. El Estudio Piloto Internacional El análisis de la prevalencia, incidencia y probabilidad de
de la Esquizofrenia que realizó la Organización Mundial de la enfermedad en la esquizofrenia depende en gran medida de
la Salud (OMS) y los siguientes estudios epidemiológicos la sensibilidad para detectar los casos (es decir, la capacidad
de la OMS llevados a cabo en 10 países (10, 11) fueron las pri- para identificar a todas las personas afectadas dentro de una
meras investigaciones sistemáticas sobre comparaciones de la población determinada) y de la disponibilidad de una herra-

Tabla I. Hitos en la historia de la epidemiología de la psicosis: métodos


Referencia Método Población estudiada Detección de casos Valoración

Koller (1895) (3) El primer estudio genéti- Personas con psicosis Informes de hospitales y Investigación genealógica
co de epidemiología de (n = 287) e individuos clínicas psiquiátricas
las psicosis (también el de control no psiquiá-
primer estudio con ca- tricos (n = 370)
sos controles)
Luxenburger (1928) (4) Metodología de investiga- Pares de gemelos mono- Censo de todos los pa- Énfasis en la fiabilidad del
ción de gemelos; dise- cigóticos o bicigóticos cientes ambulatorios, diagnóstico: «definido»
ño de las muestras concordantes o dis- búsqueda de registro o «probable»
cordantes de nacimientos de ge-
melos
Klemperer (1933) (5) Estudio de cohortes de Muestra al azar (n = 1.000) Intento de seguimiento de Examen personal o en-
nacimiento de todos los nacimien- todos los miembros de trevista con un testigo
tos en Munich, 1881- la cohorte, 44 % de éxi- clave (271 exámenes)
1890 to del seguimiento
Brugger (1931) (6) Censo (entrevista puerta Área de Thuringia, po- Registros y consultas con Examen personal de to-
a puerta) blación de 37.561 testigos clave para de- dos los casos sospe-
tectar casos «sospe- chosos y de la mues-
chosos» tra de control
Essen-Möller y cols. (1956) (7) Censo seguido de estu- Comunidad rural, pobla- Censo completo Examen personal (y re-
Hagnell (1966) (8) dios de seguimiento re- ción inicial de 2.550 examen) de todos los
petidos (+1.013 nuevos pa- pacientes ingresados
cientes ingresados du-
rante el estudio)
Ödegaard (1946) (9) Registro acumulativo na- Toda la población de No- Registro de todos los pri- Análisis estadístico de los
cional de casos ruega meros ingresos 1926- diagnósticos e informes
1935 (n = 14.231) de los hospitales
4.3.4. EPIDEMIOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA 699

mienta diagnóstica o de procedimiento que seleccione los ca- para la esquizofrenia, las ventajas del estudio de dos fases qui-
sos «auténticos» (es decir, aquellos que corresponden a un zás pierden consistencia debido a la poca sensibilidad o espe-
concepto clínico establecido). cificidad de la herramienta de detección, que a menudo con-
siste en un cuestionario abierto o cerrado.
El estudio de las cohortes de nacimiento una vez que sus
Detección de casos miembros han superado la mayor parte del período de riesgo
en el que puede desarrollarse esquizofrenia se lleva a cabo
Los diseños de detección de casos se dividen en tres gru- mediante entrevistas directas o el análisis de los datos dispo-
pos muy amplios: en poblaciones clínicas (personas en con- nibles en los registros de casos. Si las cohortes de nacimiento
tacto con los servicios), estudios puerta a puerta (que inclu- se caracterizan bien, resultan la mejor herramienta para el es-
yen investigaciones sobre el censo de comunidades enteras o tudio de la incidencia de la esquizofrenia en relación con los
muestras de población) y estudios de cohortes de nacimiento. factores de riesgo. En este caso se da por sentado que la po-
Cada método tiene sus ventajas y limitaciones. blación es estable y que se dispone de una infraestructura
Aunque la detección de casos a través de los servicios de adecuada para controlar la mortalidad y la morbilidad. Sin
salud mental facilita el acceso a una proporción sustancial de embargo, incluso cuando se dan las condiciones adecuadas, el
todas las personas con esquizofrenia, los casos en tratamien- tamaño de los cohortes de nacimiento con los datos recogi-
to pueden no constituir una muestra representativa de todos dos prospectivamente resulta a veces insuficiente para inferir
los individuos con el trastorno. Se sabe que los distintos fac- conclusiones epidemiológicas.
tores como el género, el estado civil, los factores socioeconómi- Todo esto indica que no existe ningún modelo ideal para
cos, la cultura o la etnia influyen sobre la probabilidad de que los métodos de detección de casos en la esquizofrenia que
un caso reciba tratamiento en una situación o momento pueda aplicarse en todas las situaciones posibles. El valor y la
dado. A no ser que se tengan en cuenta estos sesgos, las ge- fiabilidad de los métodos de detección de casos deben eva-
neralizaciones sobre la esquizofrenia que se basan en mues- luarse en el contexto de cada caso particular. Por lo tanto, un
tras clínicas u hospitalarias pueden inducir a error. Muchas de informe detallado de estos métodos resulta un requisito in-
las deficiencias a la hora de detectar casos a través de los con- dispensable para una epidemiología de la esquizofrenia «ba-
tactos del servicio pueden paliarse mediante registros acumu- sada en la evidencia».
lativos nacionales o regionales de casos psiquiátricos, cuando
estas herramientas estén disponibles. Los registros cubren po-
blaciones definidas y la posibilidad de relacionarlos con otras Diagnóstico
bases de datos los convierten en eficaces instrumentos de in-
vestigación, en enfermedades de baja incidencia como la es- La variación de los conceptos y diagnósticos y la prácti-
quizofrenia. ca clínica explican una parte de la variación en los resultados
Los estudios evalúan básicamente a cada persona con ries- de los estudios sobre la esquizofrenia, en especial si se refie-
go dentro de una comunidad determinada o una muestra de ren a poblaciones distintas y de épocas diferentes. Hasta el
población para dictaminar si constituyen o no un caso. Las final de la década de 1960, las reglas para el diagnóstico que
entrevistas (y seguimiento) cara a cara con los pacientes han se utilizaban en la investigación epidemiológica se precisa-
constituido un elemento de investigación de alta calidad en ban rara vez. El estudio diagnóstico realizado en Estados
comunidades delimitadas (a menudo pequeñas) y sobre todo Unidos y Reino Unido (15) demostró que los psiquiatras
en los países escandinavos. Sin embargo, puesto que el tama- estadounidenses tomaban una definición de la esquizofrenia
ño de la población que puede estudiarse con este método es más amplia que sus colegas británicos, lo que confirmó las
pequeño, el número de casos de esquizofrenia detectados sospechas de que los distintos conceptos de esquizofrenia en
es muchas veces demasiado pequeño para establecer estima- culturas médicas distintas podían invalidar en parte las com-
ciones estables de parámetros epidemiológicos. Los estudios paraciones.
realizados en una sola comunidad también resultan suscepti- Como respuesta a estas preocupaciones, la OMS lanzó el
bles de «falacia ecológica» (inferencias incorrectas de asocia- Estudio Piloto Internacional de la Esquizofrenia (10), que
ciones observadas a nivel local como, p. ej., la relación entre examinaba la variación diagnóstica en 9 países, comparando
el número de mujeres embarazadas que tuvieron la gripe y la los diagnósticos de los psiquiatras que utilizaban entrevistas
proporción de bebés que desarrollarán esquizofrenia, que será clínicas semiestructuradas con una clasificación de referencia
de carácter individual). Por tanto, los estudios con grandes po- con algoritmos computarizados (16), que utilizaban los mis-
blaciones gozan de ventajas. Existen dos diseños básicos: un mos datos. Los resultados fueron reconfortantes porque en la
estudio de una sola fase en una muestra de probabilidad ex- mayoría de los casos los psiquiatras utilizaban criterios diag-
traída de la población general o un estudio de dos fases en el nósticos compatibles que correspondían a la tradición de
que se suministra un test de detección a toda la población Kraepelin-Bleuler. Además, parece que la base del concepto
con riesgo y sólo se hace seguimiento de los casos positivos. diagnóstico de la esquizofrenia no ha cambiado sustancial-
En el caso de la esquizofrenia, la mera logística obliga a ele- mente durante este tiempo. Un nuevo análisis de una mues-
gir entre estudios menos rigurosos de grandes poblaciones o tra del material clínico original de Kraepelin demostró que las
investigaciones más profundas con muestras más pequeñas. descripciones de los casos de dementia praecox y psicosis ma-
Puesto que no hay un método de detección simple y válido niacodepresiva en 1908 podían puntuarse y diagnosticarse
700 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

mediante las «moderadas» escalas de síndromes y que la co- vista PSE/SCAN permite lograr más datos psicopatológicos,
rrespondencia resultante entre el diagnóstico de 1908 y el de pero su uso en estudios epidemiológicos presupone dispo-
la CIE-9, que se realizó por ordenador, era del 88,6 % (17). ner de entrevistadores formados y con capacidades clínicas.
La introducción de normas y criterios diagnósticos explícitos Mientras que la Escala SCAN y otras entrevistas similares re-
en las ediciones consecutivas del DSM y la CIE-10 de la OMS sultan adecuadas como herramienta de diagnóstico en segun-
han resuelto algunos, pero no todos, los problemas diag- do término, es todavía necesaria la creación de un instru-
nósticos involucrados en la epidemiología. Mientras que la mento relativamente simple y eficaz para la detección de ca-
CIE-10 (18) y el DSM-IV (19) concuerdan más o menos so- sos en los estudios de campo.
bre los casos básicos de esquizofrenia, las diferencias aparecen
respecto a los casos atípicos o leves. Estas variaciones pueden
resultar menos importantes en la práctica clínica que en los ■ Personas, lugar y época: descripción
estudios epidemiológicos y genéticos. Al establecer criterios
diagnósticos restrictivos para la esquizofrenia, ambas clasifi-
completa de la esquizofrenia
caciones pretenden seleccionar grupos homogéneos de pa-
Hoy en día la descripción epidemiológica de la esquizo-
cientes y minimizar los falsos positivos. No obstante, se trata
frenia proporciona varios datos sobre su frecuencia en térmi-
de una ventaja equívoca para la epidemiología. La aplicación
nos de edad y sexo en poblaciones o grupos relativamente
de estos criterios en el estadio de detección de casos de un es-
grandes. Sin embargo, se dispone de mucha menos informa-
tudio puede descartar aquellos posibles casos que no satisfa-
ción sobre la variación de sus características epidemiológicas
cen el conjunto de criterios al principio de la evaluación. Por
en poblaciones inusuales o aisladas, o su incidencia en perío-
lo tanto es aconsejable desarrollar métodos de detección pre-
dos de tiempo determinados.
coz mediante versiones menos estrictas de los criterios del
DSM-IV y la CIE-10.
También pueden aparecer problemas si se usan bases de
datos «históricas», sin contacto directo con el paciente, como Prevalencia, incidencia y probabilidad
información de registros de casos o cohortes de nacimiento. de la enfermedad
La validez de los diagnósticos originales es difícil de valorar
en estas bases de datos, pero varios estudios en los que las
Prevalencia
muestras de pacientes se han establecido mediante entrevistas
de investigación sugieren que, en el caso de la esquizofrenia, La prevalencia se define como el número de casos de ries-
no suele haber discrepancias importantes entre los diagnósti- go por cada 1.000 personas de una población en un momen-
cos del registro y los de la investigación. to dado o durante un período determinado. La prevalencia
puntual se refiere a los casos «activos» (es decir, sintomáticos)
en una fecha determinada, o dentro de un breve período.
Instrumentos Puesto que los casos asintomáticos (p. ej., personas en remi-
sión) pasarán desapercibidos en un estudio de prevalencia
Los instrumentos diagnósticos que se usan en los estudios puntual, es útil complementar la evaluación del estado men-
con entrevistas se dividen en dos categorías: entrevistas total- tal presente con preguntas relacionadas con episodios ante-
mente estructuradas, como el Cuestionario de Entrevista riores del trastorno para obtener un índice de prevalencia a lo
Diagnóstica (Diagnostic Interview Schedule, DIS) (12) y la En- largo de la vida. En la esquizofrenia, que tiende a una evolu-
trevista Diagnóstica Internacional Compuesta (Composite In- ción crónica, las estimaciones de prevalencia puntual y a lo
ternational Diagnostic Interview, CIDI) (20), que se elaboraron largo de la vida serán más parecidas que en las enfermedades
para responder con precisión a los criterios del DSM-III-R/IV de remisión.
y la CIE-10, y entrevistas semiestructuradas, como el Examen En la tabla 2 se presenta una perspectiva de estudios de
del Estado Actual (Present State Examination, PSE) (16) y las Es- prevalencia en la esquizofrenia seleccionados a lo largo de un
calas de Evaluación Clínica en Neuropsiquiatría (Schedules for período de 60 años. Los estudios varían en muchos aspectos
Clinical Assessment in Neuropsychiatry, SCAN) (21), que cubren metodológicos, pero tienen en común una elevada detección
un amplio espectro de la psicopatología y obtienen datos que de casos. Varios de éstos son estudios repetidos en los que
pueden procesarse mediante algoritmos diagnósticos alterna- la población original se evaluó de nuevo en un intervalo de
tivos. Y aunque los entrevistadores formados pueden realizar 10 años o más (los resultados de prevalencia consecutivos se
las primeras, las segundas requieren juicio clínico y normal- indican con flechas).
mente las realizan los clínicos. La mayor parte de los estudios han generado estimaciones
Las entrevistas del tipo DIS/CIDI resultan fiables y pue- de prevalencia de rango 1,4 a 4,6 por cada 1.000 personas de
den generar diagnósticos estándar con un patrón de estudio una población de riesgo. No obstante, éstas son tasas de pre-
de una sola fase. Sin embargo, el espectro cubierto de la psi- valencia poco significativas que son difíciles de interpretar a
copatología se restringe al sistema diagnóstico al que está re- causa de las diferencias demográficas entre poblaciones en lo
lacionado, y su validez clínica es cuestionable porque los sínto- que respecta a factores como la mortalidad a una determina-
mas pueden no transcribirse correctamente o el entrevistado da edad y la inmigración. Por este motivo la prevalencia mo-
puede subestimar sus pérdidas. En cambio, el tipo de entre- dal que va de 1,4 a 4,6 por cada 1.000 habitantes no refleja-
4.3.4. EPIDEMIOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA 701

Tabla 2. Estudios de prevalencia escogidos en la esquizofrenia

Prevalencia por cada 1.000


Referencia País Población Método personas con riesgo

Brugger (1931) (6) Alemania Área de Thuringia (n = 37.561), edad Censo 2,4
+10
Strömgren (1938) (22) Dinamarca Población de la isla (n = 50.000) Censo repetido 3,9-3,3
Bøjholm y Strömgren (1989) (23)
Lemkau y cols. (1943) (24) EE.UU. Muestra pacientes ingresados Censo 2,9
Sjögren (1948) (25) Suecia Población de la isla (n = 25.000) Censo 4,6
Böök (1953) (26) Suecia Aislada genéticamente (n = 9.000), Censo repetido 9,5-17,0
Böök y cols. (1978) (27) edad 15-50 años
Essen Möller y cols. (1956) (7) Suecia Comunidad del sur de Suecia Censo repetido 6,7-4,5
Hagnell (1966) (8)
Rin y Lin (1962) (28) Taiwán Muestra de población Censo repetido 2,1-1,4
Lin y cols. (1989) (29)
Bash (1967) (30) Irán Área rural (n = 11.585) Censo 2,1
Crocetti y cols. (1971) (31) Croacia Muestra de 9.201 pacientes ambula- Censo 5,9
torios
Dube y Kumar (1972) (32) India Cuatro áreas de Agra (n = 29.468) Censo 2,6
Rotstein (1977) (33) Rusia Muestra de población (n = 35.590) Censo 3,8
Keith y cols. (1991) (34) EE.UU. Datos acumulados de 5 estudios Estudio de la muestra 7,0 (puntual)
ECA distintos 15,0 (a lo largo de la vida)
Jeffreys y cols. (1997) (35) Reino Unido Distrito sanitario de Londres Censo, entrevistas de una 5,1
Jablensky y cols. (1999) (36) Australia (n = 112.127) muestra (n = 172)
Cuatro áreas urbanas Censo, entrevistas de una 4,7 (puntual)a
(n = 1.084.978) muestra (n = 980) 4,0 (período, 1 año)b
a
Todas las psicosis.
b
Esquizofrenia y otras psicosis no afectivas.
ECA, Epidemiologic Catchment Area.

rá seguramente la variación real que existe en la prevalencia nos del interior que habían emigrado a la isla después de la
de esquizofrenia en diferentes poblaciones. segunda guerra mundial.
Hay poblaciones y grupos que se desvían de la tendencia Los resultados del Estudio ECA en Estados Unidos
central. Se han dado altos porcentajes fuera de lo normal (que (12), que indican una proporción de prevalencia más alta
doblan o triplican la proporción nacional o regional) en po- en comparación con otros estudios, deben analizarse con
blaciones genéticamente aisladas como una zona del norte precaución. Hay inconsistencias en las zonas de estudio
de Suecia y varias zonas de Finlandia, así como una zona de que resultan difíciles de interpretar (como una diferencia
Croacia que se caracterizó por una fuerte emigración durante trece veces mayor en las tasas de prevalencia para el grupo
los siglos XIX y XX (v. tabla 2). En el otro extremo, se ha cons- de entre 18 y 24 años en los distintos lugares), que sugieren
tatado una ausencia real de esquizofrenia y una proporción que el proceso diagnóstico, formulado por entrevistadores
bastante elevada de depresión entre los huteritas de Dakota formados y encargados de administrar la DIS, puede haber
del sur, una secta protestante cuyos miembros viven en co- provocado bastantes casos de falso positivo. En el último
munidades endogámicas y aisladas del mundo (37). Se ha Estudio National Comorbidity Survey se probó que los
propuesto como explicación la selección negativa de indivi- diagnósticos de «psicosis no afectiva» realizados por algo-
duos con trastornos esquizoides que no se adaptarían al esti- ritmo computarizado y basados en una versión de la CIDI
lo de vida de la mayoría o que quizás migrarían sin dejar des- se correspondían poco con los diagnósticos clínicos basa-
cendencia (aunque no se ha probado). dos en entrevistas telefónicas, lo cual resultaba en estima-
También se ha informado de prevalencia en algunas ciones discrepantes de la prevalencia a lo largo de la vida
poblaciones de las islas del Pacífico (38), pero la incerti- de los cuadros psicóticos descritos «estricta» o «ampliamen-
dumbre sobre la extensión de la detección de casos pone en te» (39).
duda la interpretación de estos informes polémicos. En Taiwán La pregunta de si existen grandes diferencias en la preva-
se realizaron dos estudios de preparación muy meticulosa lencia de la esquizofrenia en poblaciones distintas no tiene
(v. tabla 3) y con 15 años de diferencia, durante los cuales una respuesta fácil. En la mayor parte de estudios los índices
habían ocurrido notables cambios sociales. Mientras que la de prevalencia son similares. Por otro lado, hay un pequeño
morbilidad mental de la población aumentaba, la prevalencia número de poblaciones que se desvían claramente de la ma-
de esquizofrenia bajaba de 2,1 a 1,4 por cada 1.000 perso- yoría. De todas maneras, la magnitud de estas desviaciones re-
nas. En ambos estudios, los nativos de la isla mostraban ta- sulta modesta si se compara con las diferencias de prevalen-
sas de prevalencia significativamente menores a las de los chi- cia 10 a 30 veces mayores que se dan en otras enfermedades
702 4. SÍNDROMES CLÍNICOS EN PSIQUIATRÍA DEL ADULTO

Tabla 3. Estudios de incidencia escogidos en la esquizofrenia


Referencia País Población Método Tasas por cada 1.000 individuos

Ödegaard (1946) (9) Noruega Población total Primeros ingresos 1926-1935 0,24
(n = 14.231)
Walsh (1969) (40) Irlanda Ciudad de Dublín (n = 720.000) Primeros ingresos 0,57 (varones)
0,46 (mujeres)
Häfner y Reimann Alemania Ciudad de Mannheim (n = 330.000) Registro de casos 0,54
(1970) (41)
Murphy y Raman Mauricio Población total (n = 257.000) Primeros ingresos 0,24 (africanos)
(1971) (42) 0,14 (indios hindús)
0,09 (indios musulmanes)
Lieberman (1974) (43) Rusia Distrito de Moscú (n = 248.000) Seguimiento de los casos de 0,20 (varones)
prevalencia 0,19 (mujeres)
Helgason (1977) (44) Islandia Población total Primeros ingresos 1966-1967 0,27
(n = 2.388)
Lin y cols. (1989) (29) Taiwán Tres comunidades (n = 39.024) Estudio de pacientes ingre- 0,17
sados
Castle y cols. (1991) Reino Unido Londres (Camberwell) Registro de casos 0,25 (CIE)
(45) 0,17 (CDR)
0,08 (DSM-III)
Nicole y cols. (1992) Canadá Área de Quebec (n = 338.300) Primeros ingresos 0,31 (CIE)
(46) 0,09 (DSM-III)
Rajkumar y cols. (1993) India Área de Madrás (n = 43.097) Estudio puerta a puerta e in- 0,41
(47) formadores clave
Hickling (1991) (48) Jamaica Población total (n = 2,46 millones) Primeros contactos 0,24 («amplio»)
0,21 («restrictivo»)
McNaught y cols. Reino Unido Distrito sanitario de Londres Dos censos, con 5 años de 0,21 (DSM-III-R)
(1997) (49) (n = 112.127) diferencia
Brewin y cols. (1997) Reino Unido Nottingham Dos cohortes de primeros 0,25-0,29 (todas las psicosis)
(50) contactos (1978-1980 y 0,14-0,09 (esquizofrenia se-
1992-1994) gún CIE-10)

CDR, Criterios Diagnósticos de Investigación.

multifactoriales (p. ej., cardiopatía isquémica, diabetes, escle- La tabla 3 presenta las características esenciales de 13 estu-
rosis múltiple) en poblaciones distintas. dios sobre la incidencia de esquizofrenia. La comparación de es-
tudios con un concepto «amplio» de esquizofrenia (p. ej., CIE-8
o CIE-9) sugiere que la variación de las tasas de prevalencia, ba-
Incidencia
sadas en las primeras hospitalizaciones o primeros contactos, es
La tasa de incidencia (el número anual de casos decla- aproximadamente el triple, ya que va del 0,17 al 0,54 por cada
rados por primera vez en una población determinada de 1.000 personas al año. Los estudios que usan criterios restrictivos
riesgo de 1.000 personas) es de mayor interés para la inves- como los Criterios Diagnósticos de Investigación (Research Diag-
tigación de los factores de riesgo que la prevalencia, ya que nostic Criteria, RCD) (51), el DSM-III y sus sucesores o la CIE-10
resulta una mejor estimación de la llamada «fuerza de la aportan índices de incidencia que son dos o tres veces más ba-
morbilidad» (probabilidad de que la enfermedad se mani- jos que los que se basan en criterios «amplios».
fieste en un momento determinado) en una población Hasta la fecha el único estudio que ha generado datos de
dada. Su estimación depende de la fiabilidad con la que se incidencia directamente comparables entre poblaciones distin-
pueda establecer el inicio. Como en el momento actual no tas ha sido la investigación sobre 10 países de la OMS (11). La
es posible determinar el comienzo de una disfunción cere- incidencia se calcula en el estudio de la OMS a través del pri-
bral o una lesión bioquímica subyacente a la esquizofrenia, mer contacto a lo largo de la vida con cualquier «entidad de
el inicio del trastorno suele determinarse cuando pueden ayuda» (incluidos los curanderos tradicionales de los países en
reconocerse e identificarse sus manifestaciones clínicas me- vías de desarrollo) monitorizado prospectivamente durante los
diante criterios específicos. El primer ingreso en el hospital, 2 años siguientes. Los casos posibles y los informadores clave
que se ha utilizado en muchos estudios, no resulta una bue- fueron entrevistados por los médicos mediante herramientas
na aproximación al «verdadero» inicio debido al lapso de estandarizadas y se estableció el inicio de la enfermedad en
tiempo variable entre los primeros síntomas y el primer in- la mayoría de los pacientes. En el 86 % de 1.022 pacientes la
greso. El primer contacto (el momento en que los indivi- primera aparición de los síntomas diagnósticos de esquizofre-
duos con síntomas contactan con un servicio general o psi- nia se dio el año anterior al primer contacto y, por consi-
quiátrico por primera vez) constituye una mejor aproxima- guiente, se aceptó la tasa de incidencia del primer contacto
ción. como una buena aproximación para determinar el comienzo.
4.3.4. EPIDEMIOLOGÍA DE LA ESQUIZOFRENIA 703

Para determinar la incidencia se usaron dos definiciones de «casuísti- rectamente sumando las tasas de edad específica dentro del
ca» que diferían en el grado de especificidad: una categoría clí- período de riesgo. También puede calcularse indirectamente
nica «amplia», que incluía las psicosis esquizofrénicas y para- a partir de los datos de prevalencia.
noides de la CIE-9, y una definición restrictiva que tan sólo Las estimaciones de riesgo proporcionadas por los estu-
tenía en cuenta la esquizofrenia «nuclear» que se manifestaba dios resultan bastante consistentes a lo largo de las poblacio-
según los síntomas de primer grado de Schneider (52). Las ta- nes y el tiempo. Aparte de las comunidades aisladas, como la
sas de ocho áreas de detección se muestran en la tabla 4. del norte de Suecia (tabla 2), la proporción de riesgo (de la
Las diferencias entre las tasas de esquizofrenia diagnosti- probabilidad de enfermedad más alta a la más baja) es apro-
cada con definiciones «amplias» (de 0,16 a 0,42 cada 1.000) ximadamente 5,0, y para el estudio de la OMS (11) es 2,9
fueron relevantes (p <0,001, test de doble cola); pero no lo fue- (categoría de definición «amplia») y 2,0 (esquizofrenia «nu-
ron las que separaban las distintas tasas de esquizofrenia «nu- clear»). La «regla del pulgar», mencionada a menudo, estima
clear». Puesto que las tasas de incidencia media de los casos la probabilidad de enfermedad en la esquizofrenia en un 1 %
«nucleares» resultaron menores que las de los estudios de de- (o algo menos) y parece ser coherente con las pruebas.
finición «amplia», podría creerse que los intervalos de fiabili-
dad para las tasas bajas serían más amplios que los de las ta-
sas altas. En realidad ocurre lo contrario, lo cual sugiere que Asociaciones con la edad y el sexo
la esquizofrenia «nuclear» incluye un subgrupo más homogé-
neo de casos que el diagnóstico mediante definición «amplia» Hay pruebas claras de que la esquizofrenia puede comenzar
y que ocurre con la

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